Escalas de Producción en la Minería

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PROYECTO DE INVESTIGACIÓN EN DESARROLLO
Escalas de Producción en la Minería de Chile y
su Impacto Económico Regional
Actividad de titulación presentada para optar al Grado de Magíster en Ciencia
Regional
Nathaly Rivera
[email protected] Profesor Guía: Patricio Aroca
[email protected]
(PROYECTO EN DESARROLLO – SÓLO SE HAN INCLUIDO 3 PARTES DE LAS 6 QUE CONTEMPLA ESTE TRABAJO)
Resumen
La producción de Cobre en Chile está geográficamente concentrada en dos regiones del
norte, las cuales difieren en su escala de producción dominante, la propiedad del capital
que caracteriza a sus empresas, y el dinamismo observado en el ingreso promedio
regional. En un período dado, la región cuya producción está basada principalmente en la
Gran Minería del Cobre con propiedad extranjera de su capital, no muestra importantes
cambios en el ingreso de sus trabajadores, a diferencia de lo ocurrido en la región donde
la actividad dominante es la Pequeña y Mediana Minería con propiedad local del capital.
Agregando tamaños de producción y propiedad del capital a un modelo insumo-producto,
se calculan multiplicadores de la producción y del ingreso, esperando encontrar diferentes
impactos regionales de estos indicadores. La problemática adquiere relevancia en el
contexto de desarrollo regional endógeno, y el rol que adoptan las instituciones como
variable de intervención entre la estructura de producción y el desarrollo regional, para
aprovechar los beneficios derivados de la Pequeña y Mediana Minería. Finalmente, el
trabajo genera un conjunto de información relevante para el futuro diseño de políticas
sobre la explotación del sector minero en el país.
PROYECTO DE INVESTIGACIÓN EN DESARROLLO
Introducción
El objetivo de este trabajo es identificar y cuantificar el impacto que las escalas de
producción y la propiedad del capital de la Minería del Cobre, generan sobre los ingresos
regionales. Para ello se consideran las regiones de Antofagasta y Atacama, en las cuales el
sector ha aportado históricamente más del 50% del PIB regional. Se espera encontrar un
mayor impacto económico en la región de Atacama, debido a la localización de la Pequeña
y Mediana Minería con propiedad local de su capital, lo que genera una re-circulación de
utilidades, lo que no sucede en Antofagasta.
La metodología de análisis es la herramienta insumo-producto, para lo cual se utilizan las
matrices
insumo-producto
regionales
publicadas
por
MIDEPLAN
para
1996.
Específicamente, se calculan multiplicadores de la producción y del ingreso, considerando
una desagregación por tamaño de producción del sector Minería. Para la incorporación de
los efectos de la propiedad del capital en las interrelaciones industriales al interior de una
región, se propone una modificación a la obtención de los multiplicadores del tipo II, al
endogeneizar el vector de pagos al factor capital.
El análisis de la importancia de las escalas de producción, o de forma más generalizada, la
organización industrial del sector dominante, y de la propiedad del capital de las empresas,
es analizada bajo los nuevos modelos de desarrollo endógeno regional en el cual la
capacidad empresarial de los habitantes juega un rol fundamental para alcanzar la
sustentabilidad en el desarrollo regional, entendiéndose por ello una región con equidad, en
la que el bienestar de sus habitantes es maximizado.
El siguiente trabajo se divide en seis partes: primero se expone una breve revisión
bibliográfica desde la economía regional, que apunta a los diversos factores considerados
en el análisis. Luego se detalla el marco teórico bajo el cual se analiza el problema
detectado. Se exponen las principales consideraciones del modelo de desarrollo regional
endógeno y sus variables intervinientes, propuesto por Stimson, Stough & Salazar (2003),
Stimson & Stough (2004), Stimson, Stough & Roberts (2006) y Stimson, Stough & Salazar
PROYECTO DE INVESTIGACIÓN EN DESARROLLO
(2009). Además, se propone una extensión del análisis de desarrollo regional endógeno en
economías especializadas en la extracción de recursos naturales. Así, a partir del trabajo de
Gunton (2003) se completa el panorama sobre la relevancia de las escalas de producción y
la propiedad del capital. A continuación, se describe el desarrollo de la actividad minera en
las regiones de Antofagasta y Atacama. A partir de esta descripción es posible entender los
posibles efectos de los factores bajo análisis. Luego se presenta la metodología a utilizar, la
cual se centra en la explicación de la desagregación sectorial por tamaño de producción, de
la matriz insumo-producto a partir de la matriz de valor agregado, de demanda final y de
transacciones intermedias. En seguida se explica la fuente de datos utilizados y se presentan
los resultados estimados. Finalmente, se presentan las conclusiones al respecto ofreciendo
eventuales ejes de relevancia a adoptar en una estrategia que permita abordar el desarrollo
de las regiones. Revisión Bibliográfica Desarrollo Regional: Oferta, Heterogeneidad Espacial y Organización Industrial.
El desarrollo económico regional puede ser abordado desde dos dimensiones: una
cuantitativa, que se relaciona con la medición de los incrementos en la riqueza y en los
niveles de ingresos, entre otros; y una dimensión cualitativa que captura la sustentabilidad
del desarrollo, la equidad entre sus habitantes y en definitiva las ganancias en la calidad de
vida de una región (Stimson, Stough, & Roberts, 2006). Sobre esta última dimensión,
Capello (2007) argumenta que lo apropiado para el análisis del bienestar de los habitantes
de una región a partir de la consideración de los niveles de ingreso per cápita, es un enfoque
de largo plazo, lo que ha dado origen a diferentes planteamientos.
Las teorías neoclásicas en primer lugar, lograron explicar el crecimiento de las regiones y
las convergencias interregionales a largo plazo desde un enfoque de oferta y a partir de la
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productividad de los factores o las ventajas comparativas y la especialización regional1. Sin
embargo, esta explicación se hace a partir de elementos exógenos a la región, y
considerando un espacio homogéneo a todas las unidades económicas. Esto significa que
las especificaciones neoclásicas no consideran el contexto histórico ni la estructura espacial
de cada región en la determinación de su senda de desarrollo, desconociendo con esto la
heterogeneidad que caracteriza a las economías regionales. Al respecto, autores como
Stimson et al. (2006) han señalado que “dos economías regionales no son lo mismo2”, lo
que permite la negación de la dependencia exclusiva de cada región en factores exógenos
como medio para alcanzar un desarrollo económico regional, y dando lugar más bien la
posibilidad de que factores heterogéneos (y por lo tanto, propios) entre regiones permitan
apoyar este proceso.
La consideración de espacios heterogéneos dio lugar al estudio del desarrollo regional
desde una perspectiva local, obligando a pasar de los modelos macroeconómicos
neoclásicos, al examen de los modelos microeconómicos, permitiendo con ello la
consideración de elementos que son exógenos y endógenos a cada economía regional. Bajo
este enfoque, la influencia de mecanismos autónomos regionales a partir de
interdependencias sectoriales fue analizada por primera vez por Isard & Kuenne (1953)
quienes a partir de los conceptos de multiplicadores y encadenamientos productivos,
explicaron la influencia de una industria básica sobre la localización de otras empresas, y
con ello la formación económica de una región (Isard, Kavesh, & Kuenne, 1953) y sus
interrelaciones económicas con otras regiones (Isard & Kavesh, 1954). Isard et al se
refieron por primera vez a la variación en los procesos productivos de diferentes regiones,
diferenciándolos de los patrones observados a nivel nacional, en parte por disparidades
regionales en los patrones de consumo. A pesar de esta distinción, las características locales
y propias a cada región no fueron consideradas por estos autores, permitiéndose la
explicación de la formación de la base económica de la región sólo a partir de las
interrelaciones industriales originadas por la localización de una industria dominante.
1
Aquí se encuentran principalmente los modelos macroeconómicos neoclásicos, y sus versiones
unisectoriales y bisectoriales; y los modelos neoclásicos de comercio, donde destacan la clásica especificación
de Ricardo y el modelo de factores productivos de Heckscher-Ohlin. Para más detalle véase Capello (2007).
2
Traducción Propia.
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Nuevamente desde la heterogeneidad espacial y considerando ahora no sólo son factores
económicos en la explicación de la prosperidad de una región, está el trabajo de Perroux
(1955). Para este autor, el proceso de desarrollo regional se inicia a partir de la presencia de
una gran empresa dominante, cuya demanda es externa a la región, y con la capacidad de
influir sobre las decisiones de inversión del resto de las empresas conectadas a ella. La
presencia de esta empresa desencadena el proceso de interrelación entre los diferentes
sectores productivos, y que puede no desarrollarse de forma uniforme a nivel regional.
Parte del valor agregado de este trabajo es el énfasis sobre los efectos de los
multiplicadores keynesianos del ingreso, los que determinan los impactos derivados de un
incremento en la producción de la empresa dominante, enfatizando con ello la
competitividad sectorial y la dinámica industrial en el desarrollo local3. Con esto Perroux
destaca la importancia de la industria dominante no sólo en términos de las interrelaciones
industriales, sino que además destaca su capacidad de influir sobre los ingresos locales.
En la misma línea, argumentando que el desarrollo local excede la simple consideración de
las interrelaciones económicas de una industria –o empresa- base, Chinitz (1961) destaca
nuevos aspectos interindustriales – y heterogéneos a nivel regional- que influyen en los
costos de los factores de una empresa4. Entre estos factores se encuentran el capital y la
capacidad empresarial a nivel regional. Sobre el primer factor el autor destaca que a pesar
de su movilidad, las empresas de pequeño tamaño preferirán realizar nuevas inversiones en
negocios localizados “en casa” y no así en lugares “externos”, y por lo tanto, “una vez que
se admite tal inmovilidad, se vuelve relevante preguntar sobre las diferencias en la oferta
local de capital entre áreas”5 (p. 285)6. Aquí el autor hace hincapié en la posibilidad de que
el capital local posea una importancia especial no considerada previamente. Por otro lado,
sobre el segundo factor Chinitz destaca la necesidad de reconsiderar si la capacidad
3
Al respecto conviene recordar que el trabajo de Perroux se ha centrado en desarrollar su teoría “polos de
desarrollos”, generados a partir de la influencia de la gran empresa sobre la localización de otras empresas a
partir de economías de escala y externalidades. Sin embargo, el desarrollo de esta teoría se aleja del marco de
análisis de este trabajo, puesto que la decisión de localización de las empresas no es un tema a tratar.
4
Y por ende en su localización.
5
Traducción propia.
6
El autor destaca que además del comportamiento local en la innovación de las pequeñas empresas, son éstas
quienes poseen un mayor requerimiento de insumos y no las grandes empresas. PROYECTO DE INVESTIGACIÓN EN DESARROLLO
empresarial se mantiene homogénea entre regiones o no, ya que para un área de un
determinado tamaño la curva de oferta puede ser una función de elementos sociales e
históricos endógenos a cada región. A pesar de ello, el análisis de la capacidad empresarial
y su oferta debe considerar al mismo tiempo su función de utilidad, ya que no
necesariamente una región con altos niveles de emprendimientos tiene su explicación en la
abundante oferta del mismo. Más bien, también importa el grado de atractivo que posea la
actividad. Tal es el caso de una industria dominada por pequeñas empresas y las facilidades
de entrada que posee. Cuando el ambiente económico está caracterizado por grandes
empresas, se observa un “aura de ciudadanos de segunda clase en los pequeños
empresarios” (p. 285), con capacidad de frenar los incentivos empresariales.
Uno de los aportes más relevantes de Chinitz en su apuesta por nuevos factores
interindustriales, es la consideración en el análisis de la organización industrial del sector
dominante. La referencia a las distintas escalas de producción adquiere por primera vez
relevancia, sobre todo en lo que respecta a las pequeñas empresas y su rol en el ambiente
económico regional. Más tarde, y en el mismo ámbito, Saxenian (1994) coincide con
Chinitz, al concluir que la productividad de un ambiente económico es mayor cuando la
estructura industrial está dominada por pequeñas empresas. Esto producto de la flexibilidad
y del nivel de emprendimiento que caracteriza a las empresas de este tamaño.
Pequeñas Empresas y Emprendimiento.
Aplicando el análisis al estudio de diferentes economías, la cuantificación de los efectos
que la organización industrial ejerce sobre la actividad económica se encuentran por
ejemplo en Rosenthal & Strange (1999) quienes para un nivel dado de empleo en Estados
Unidos, concluyen que las pequeñas empresas crean más puestos de trabajo que las
medianas, y éstas a su vez más empleos que las grandes. Estos autores sugieren que el
impacto que la organización industrial puede tener sobre una región en particular, debe ser
considerado. A la misma conclusión llegan Meller & Marfán (1981) quienes en un estudio
de encadenamientos, aplicado a la industria manufacturera en Chile, encuentran que la
pequeña industria siempre tiene más requerimientos de empleo que la gran industria,
llegando éste a ser un 90% superior en algunos sectores.
PROYECTO DE INVESTIGACIÓN EN DESARROLLO
Tomando el caso de las regiones deprimidas de Gran Bretaña, Heim (1983) concluye que la
forma de organización del sector y el nivel de la industria son los factores sobre los cuales
depende el nivel de operación de una región. La cantidad de capital móvil y de vínculos
interindustriales son factores que están en función – aunque no exclusivamente- de los
tamaños de producción de un sector.
A partir de la literatura revisada se desprende la importancia del tamaño de las empresas
que dominan la actividad industrial de una región, puesto que el modo en que éste se
organice influirá en los niveles de re-inversión, productividad, competitividad sectorial y
empleo, contribuyendo de esta forma a alcanzar el desarrollo económico regional.
Asimismo, y aunque evidenciado en menor grado, está la relevancia de la propiedad local
del capital y su relación con la organización industrial, puesto que tal como lo plantea
Chinitz, existe la posibilidad de que pequeñas empresas, con capitales locales, reinviertan
más en la región de lo que harían las grandes empresas con capitales extranjeros. A
continuación, se presenta una revisión de la importancia de estos factores, en economías
específicamente mineras.
Escalas de Producción y Propiedad del Capital en la Minería.
La Relevancia de la Pequeña Minería
El análisis de la organización industrial en el sector minero fue iniciado con Argall (1978),
quien detectara la falencia incurrida al pasar por alto la significación económica de las
operaciones de la pequeña minería, como oposición al rol de la gran minería. Una
significación económica que se da en términos de reservas mínimas de mineral7, un menor
tiempo de implementación de sus operaciones, de inversión inicial, de requerimientos de
infraestructura y del perfeccionamiento de su mano de obra, y mayores ratios de empleo
por unidad de producción; aspectos que no han sido valorados para este tamaño de
7
Este punto es profundizado más tarde por Hilson (2002a), quien identifica lo indispensable de las empresas
mineras de menor tamaño ya que muchas veces son financieramente viables en los depósitos minerales que
son marginales para la gran minería, lo que denota el eficaz aprovechamiento de los recursos naturales de los
cuales dispone una región. Este argumento es apoyado también por Ghose & Roy (2007).
PROYECTO DE INVESTIGACIÓN EN DESARROLLO
producción. Más tarde, este argumento sería reforzado por el trabajo de Noetstaller (1994)
quien reconocería el hecho de que la pequeña minería puede contribuir significativamente a
los objetivos de desarrollo de una nación.
Desde las críticas de Argall, y la reafirmación de Noetstaller, el análisis de la importancia
de la pequeña minería adquirió un impulso que dio lugar a numerosas aplicaciones que han
tenido como foco la evaluación del impacto de esta escala de producción, principalmente en
términos de la generación de empleos e ingresos regionales. Bajo estos cánones se enmarca
el trabajo de Hilson (2002a; 2002b), quien analiza la pequeña minería y su impacto
socioeconómico en países en desarrollo. Al respecto destaca la importancia de la pequeña
minería en factores socioeconómicos, como la disminución de la pobreza, debido al pago
de salarios comparativamente más altos que aquellos conseguidos en el sector construcción
o agricultura, tornándose esta actividad “financieramente atractiva” (Hilson, 2002a). A
esto se agrega la contribución de las pequeñas escalas de producción, a las bases de
minerales de exportación y los ingresos de divisas, argumento que es apoyado para el caso
de China, por Shen & Gunson (2006).
A su vez, Yelpalaa & Ali (2005) en su análisis para Ghana, describen a la pequeña minería8
como un medio de “rápida riqueza”, que permite incrementar la generación de ingresos en
los residentes de zonas rurales. De esta forma, la pequeña minería contribuye a una mejora
en la distribución de los beneficios derivados de la explotación minera. Asimismo, los
autores destacan la conveniencia de sus operaciones al ser éstas intensivas en trabajo, y
donde los costos de inversión por trabajador son aproximadamente un 12% de los costos
totales asociados con la gran minería.
Analizando la situación en India, Ghose & Roy (2007) destacan la habilidad de la pequeña
minería para generar empleos, habilidades empresariales e ingresos, estando esta última
dimensión generalmente ignorada. La pequeña minería localizada en regiones atrasadas
económicamente, tiene la capacidad de estimular el ingreso, su distribución y la creación de
8
Y minería artesanal.
PROYECTO DE INVESTIGACIÓN EN DESARROLLO
nuevos puestos de trabajo, dando lugar a un rápido incremento en el estándar de vida de las
personas.
Del análisis aplicado de estos autores a países en los cuales se encuentra parte importante
de la producción minera mundial, se desprende el impacto económico positivo que la
pequeña minería es capaz de generar las zonas en las cuales se ubica. Esto a partir de la
generación de puestos de trabajo, sobre todo para la población menos calificada; el impulso
en la mejor distribución del ingreso de la zona y el mayor aprovechamiento de los recursos
internos, aspectos que en definitiva incrementan el bienestar de sus habitantes.
A pesar de lo anterior, no es posible excluir el hecho de que la industria minera esté
dominada por grandes empresas. Desde el análisis del desarrollo regional y los recursos
naturales, Gunton (2003) se refiere a las distorsiones que pueden generarse en la estructura
económica de una región especializada en la extracción de recursos naturales, cuando la
industria está dominada por grandes empresas extranjeras, ya que éstas impiden la
emergencia de “fuertes” emprendimientos. En este punto el autor coincide con las
formulaciones de Chinitz (1961) y Saxenian (1994) al respecto de las barreras de entrada en
la industria con estas características, y con ello a la dificultad de contar con la existencia de
pequeñas empresas en un ambiente cubierto de gran minería.
Propiedad del Capital
La temática referente a la propiedad del capital y a las utilidades de las empresas mineras,
no ha sido desarrollada de forma abundante en la literatura. Del análisis anterior podría
desprenderse la idea de que no existen utilidades de la explotación de las minas artesanales
y/o pequeñas, más allá de las utilizadas para conformar los recursos que, en forma de
salarios, son repartidas entre los trabajadores de estas empresas. De esta forma, el análisis
del capital no tendría mucha importancia. Sin embargo, los trabajos anteriores no son
concluyentes al respecto.
PROYECTO DE INVESTIGACIÓN EN DESARROLLO
Una intuición sobre el efecto de la propiedad del capital de las empresas mineras está en
Gunton (2003) quien se refiere a la fuga de los ingresos generados por este sector, en forma
de utilidades o dividendos a los propietarios extranjeros, particularidad que generalmente
caracteriza a las grandes empresas de esta industria. Bajo la misma lógica y más
concluyentes aún son Ghose & Roy (2007) quienes resaltan el valor agregado que se
desprende de la fuente de origen de los capitales de la pequeña minería, que generalmente
es de propiedad local. Esto porque “la minería de pequeña escala puede proporcionar una
ganancia neta más grande para la comunidad y para la economía nacional, que la gran
minería de propiedad extranjera”
9
(Ghose & Roy, 2007, pág. 286). Con esto, se deja
entreabierta la posibilidad de que explotar un sector productivo exportador de utilidades, no
sea siempre la mejor opción para los habitantes de la zona en la cual esta actividad tiene
lugar.
El Cobre y el Caso de Chile10.
El análisis de la organización industrial de un sector y/o el impacto de la propiedad del
capital en el desarrollo regional no han sido tratados de forma directa para el caso de Chile,
incluso para el sector minero. Los esfuerzos más bien se han puesto en el análisis de los
impactos que este sector, específicamente la Gran Minería del Cobre (GMC), ha generado
en la economía nacional o en las regiones en las cuales se localiza su extracción.
Desde el punto de vista microeconómico, uno de los trabajos orientados a evaluar el
impacto de la GMC en la región de Antofagasta es el de Aroca (2000; 2001), quien a partir
del cálculo de encadenamientos productivos y multiplicadores de producto, ingreso y
empleo, encuentra la importancia que este sector tiene para la región en términos de
volumen de producción, pero no así en su capacidad para generar interrelaciones
9
Traducción propia.
En esta sección se consideran evaluaciones del impacto económico de la actividad minera tanto a nivel
nacional como regional. No obstante, la literatura es abundante en temáticas que van más allá del análisis
económico, y que más bien se enmarcan en temas sociales y/o medioambientales, lo cual excede los objetivos
de este trabajo. Sin embargo, puede encontrar más detalle en: Aroca (2000), Aroca (2001), Newbold (2003)
quienes analizan el impacto sobre la comunidad, y Castro & Sánchez (2003) para impactos sobre el medio
ambiente.
10
PROYECTO DE INVESTIGACIÓN EN DESARROLLO
productivas en la economía ni en su aporte al ingreso o al empleo de la zona. En términos
de ingresos específicamente, el autor estima que por cada dólar producido por la gran
minería del cobre, sólo un 9,7% es percibido por los trabajadores del mismo sector,
mientras que entre un 6,3% y un 14,3% va a los trabajadores del resto de los sectores,
quedando este aporte supeditado de esta forma, a la idea de cuánto de ese ingreso adicional
es gastado en la región. Del cálculo de estos multiplicadores se desprende que cerca de un
75% del incremento adicional en la producción del sector no se traspasa en ingresos a los
trabajadores de la región.
En sus investigaciones, Aroca también compara la gestión de la GMC estatal y privada,
señalando que la minería estatal tiene una distribución de salarios más igualitaria producto
de la contratación directa de todos sus trabajadores, al contrario de la gran minería privada
que es partidaria de la subcontratación de gran parte de sus trabajadores, posibilitando pago
de salarios más bajos por parte de las empresas contratistas (Aroca, 2001).
Sobre los ingresos de los trabajadores del sector minero en la región de Antofagasta,
Cademartori (2009) muestra que para el período 1990-2003, el salario real promedio ha
crecido a una moderada tasa del 1,1% anual, lo que no concuerda con el crecimiento en la
productividad de un 143% para el mismo período. La rigidez de los salarios de la minería
en la región es otro punto a considerar en este trabajo, el cual mantiene a pesar del alto
costo de vida y de la mayor eficiencia alcanzada por los trabajadores del sector.
Sobre la Pequeña y Mediana minería en Chile, existe actualmente un vacío en la literatura
referente a los impactos económicos de estas empresas, ya sea a nivel nacional o en las
regiones en las cuales esta actividad tiene lugar. Sólo es posible encontrar impactos en las
exportaciones o tasas de crecimiento de este tipo de actividad minera. Un ejemplo de ello
está en Salas (2009) quien señala y concluye específicamente sobre la mediana minería, la
significancia de este sector y su ubicación dentro de las principales exportaciones
nacionales para el 2008, y con una tasa de crecimiento real anual de esta actividad de un
8.4%, cifra que dobla el crecimiento de toda la economía nacional. A pesar de esto, aún es
PROYECTO DE INVESTIGACIÓN EN DESARROLLO
insuficiente el lugar que se le ha concedido a este tipo de empresas en el análisis económico
nacional.
Modelo de Desarrollo Regional Endógeno
Proceso de Desarrollo Económico Regional
El desarrollo de una región incluye una serie de factores variables en tiempo y entre
regiones, lo que genera resultados dependientes de las condiciones propias de cada zona
(Stimson et al., 2006). Bajo esta lógica, el desarrollo económico de una región no se
atribuye meramente a factores exógenos, a partir de los cuales se desprenden estrategias de
desarrollo regional que necesariamente llevarán al crecimiento de sólo algunas regiones, y a
costa del retraso de otras. Al contrario, es posible identificar ciertas prácticas, las que
apropiadas a las condiciones de cada región, pueden permitir alcanzar un desarrollo
económico sustentable, que permita el bienestar de la población. De esta forma, se apela a
la existencia de una estrategia de desarrollo propia a cada región basada en sus cualidades y
potencialidades locales y que complemente y/o repare los efectos que pueden provocar las
condiciones exógenas.
Una definición para desarrollo económico regional en la cual se vislumbra la importancia
de factores endógenos a las regiones, es aquella propuesta por Stimson et al. (2006),
quienes se refieren a este concepto como “… la aplicación de los procesos económicos y
recursos disponibles en una región que resultan en un desarrollo sustentable…” (p. 6). Esta
definición propone que el análisis del desarrollo se aboque a la posibilidad de que factores
internos logren la sustentabilidad de una región, pudiendo transformar el resultado al cual
estaría destinada su economía si sólo se considera su dotación inicial de recursos. Bajo esta
lógica, la conceptualización del proceso de desarrollo económico regional y los factores y
dimensiones involucradas, son resumidos en la figura 2.1, la cual se ha esquematizado a
partir de condiciones de competencia perfecta.
PROYECTO DE INVESTIGACIÓN EN DESARROLLO
La descripción presentada en la figura 1, de cómo alcanzar el desarrollo económico
regional, considera ciertos factores conductores de este proceso, entre los que se encuentran
los niveles de producción, la cantidad de empleo, los niveles de salarios, la utilización de
activos, y los niveles de consumo y de inversión al interior de una región. Estos
conductores permiten a su vez la construcción de capital regional, el fortalecimiento del rol
exportador que posee la región y/o una mejor gestión de las eventualidades a las cuales
puede estar sujeta la economía local.
Figura 1. Modelo del Proceso de Desarrollo Económico Regional
Fuente: Sitmson, Stough & Roberts (2006).
Al mismo tiempo que guían el proceso de desarrollo regional, los factores conductores se
fortalecen a partir de los niveles de riqueza existentes, y que específicamente provienen de
dos fuentes de capital: una externa a la región -ante lo cual se hace necesaria la conducción
de un proceso de atracción de este flujo de capital- y una de carácter interno -compuesta por
el pago a los factores productivos locales, la capacidad empresarial y liderazgo local,
resumidos en el concepto de capital social-. Estas fuentes externas e internas son integradas
al proceso de desarrollo vía demanda u oferta permitiendo su estimulación a partir de la
PROYECTO DE INVESTIGACIÓN EN DESARROLLO
existencia de inversionistas y capitales extranjeros y locales, entre otros. De esta forma es
posible visualizar la relevancia en el uso de la riqueza interna de forma paralela a la riqueza
extranjera, ambos como promotores del consumo y/o inversión; y con lo cual se explicita
además el rol de los factores endógenos.
De forma simultánea al proceso anterior está la influencia de factores denominados
estratégicos, los que desde un nivel regional o empresarial pre-condicionan a los
mecanismos conductores del desarrollo. Aquí se encuentran las instituciones efectivas, la
fuerza de trabajo calificada, la infraestructura estratégica, el capital y la innovación,
aspectos que determinan la competitividad del ambiente económico, facilitando el proceso
de inversión y en definitiva, de desarrollo regional. Otro factor relevante que se involucra
en este proceso, es la focalización en la reducción de la fuga de capitales de la región. Las
economías regionales deben aprovechar las fuentes de riqueza que son generadas
internamente, para lo cual se torna esencial evitar que estas riquezas internas encuentren un
destino más atractivo, ya sea en otras regiones o bien en otros países. Fugas en forma de
dividendos para inversionistas extranjeros, importación de insumos, de maquinarias de
producción y consumo, e inversión en forma de ahorros en el exterior, son las acciones
sobre las cuales una región debe facilitar los mecanismos para lograr su reducción. De otro
modo, se minimizan las probabilidades de que la región pueda alcanzar el desarrollo a
partir de factores como la innovación, o el emprendimiento local.
El modelo explicitado en la figura 1 revela el engranaje que interrelaciona factores
endógenos y exógenos en una región y que permiten alcanzar su desarrollo económico. Lo
que antes se atribuía solamente a ventajas comparativas o dotación de recursos, hoy es
visualizado como un producto dependiente de aspectos y esfuerzos locales, entendidos bajo
el concepto de desarrollo regional endógeno. La siguiente sección revisa con más detalle
este concepto y las implicaciones derivadas al respecto.
Desarrollo Regional Endógeno.
Los modelos de desarrollo económico regional que consideran la interrelación de factores
exógenos y endógenos a la región, enfatizan el rol de diferentes actores que influencian el
PROYECTO DE INVESTIGACIÓN EN DESARROLLO
proceso de transformación económica y social, y que fueron ignorados en teorías previas
(Garófoli, 1995). La inclusión de estos nuevos actores pone un acento especial en los
esfuerzos locales como determinante del desarrollo regional, convirtiéndose en
responsables de un desarrollo sustentable con resultados que ya no se entienden sólo desde
una perspectiva económica, sino que se abordan desde punto de vista social, donde el
bienestar de la comunidad local es el objetivo final. Así el desarrollo adquiere la cualidad
de endógeno, ya no dependiendo exclusivamente de factores exógenos sino sólo
condicionado por ellos.
La dotación de recursos ha adquirido tradicionalmente el papel de entregar ventajas
comparativas o competitivas a las economías regionales, supeditando de esta forma el
desarrollo regional a condiciones exógenas, cuyas consecuencias negativas pueden ser
regiones con pocas oportunidades de desarrollo, si su dotación inicial es escasa. Sin
embargo, más allá de la consideración de los recursos disponibles en una región y las
condiciones de mercado a las cuales ésta se enfrenta, está la propuesta de que factores
locales puedan mejorar o empeorar la eficiencia con la cual son utilizados estos recursos o
aprovechados los mercados. Stimson et al. (2003), y Stimson et al. (2004) proponen un
nuevo marco de análisis para el proceso de crecimiento y desarrollo regional endógeno que
incluye estas fuerzas locales, y que se representa de la siguiente forma:
=
, , (1) El proceso de desarrollo económico regional (RED11) se sintetiza en este modelo a partir
del logro de: (i) Un desempeño competitivo a la par con otras regiones, (ii) el grado la
actividad empresarial presente en la región y (iii) un desarrollo sustentable que se traduce
en crecimiento económico, equidad social e indicadores de calidad medioambiental
(Stimson et al., 2003; Stimson et al., 2004; Stimson et al., 2006; Stimson et al., 2009). Para
alcanzar estos resultados, el RED se define como una función de la dotación interna de
recursos y las condiciones de mercado (REM12), los que a su vez son mediados por fuerzas
11
12
Regional Economics Development.
Resource Endowments and Market Conditions.
PROYECTO DE INVESTIGACIÓN EN DESARROLLO
locales tales como el liderazgo (L), visto como una acción colaborativa entre los habitantes;
las instituciones (I), que constituyen la estructura de reglas y el modo de organización local;
y la capacidad empresarial o emprendimiento (E13) cuyo origen se entiende más allá de la
motivación de lucro. Estos factores, que por ser locales varían de región en región,
interactúan de forma conjunta para mejorar los resultados derivados de sólo considerar su
REM. Las interrelaciones dinámicas que sugiere la ecuación 1, son representadas con más
detalle en la figura 2.
Figura 0. Nuevo Marco de Análisis para el Desarrollo Regional Endógeno
Fuente: Stimson, Stough & Salazar (2009)
Las fuerzas locales definidas como instituciones, liderazgo y emprendimiento, interactúan a
partir de fuerzas directas e indirectas. Su objetivo es facilitar y/o estimular la capacidad
empresarial de una región, y de esta forma alcanzar su desarrollo económico sustentable.
Así, I, L y E son factores que tienen la capacidad de catalizar los resultados que por sí solos
generarían la dotación de recursos y las condiciones de mercado en una región, a pesar de
estar condicionados por ellos.
Un sencillo ejercicio sobre la figura 2, permite capturar la importancia de estos factores
endógenos (I, L y E) en el camino al desarrollo. Si por un momento se abstraen estos
factores, el resultado es la directa y única influencia de los condicionantes REM sobre el
logro de una región sustentable para sus habitantes. Ahora bien, la literatura al respecto es
13
Entrepreneurship.
PROYECTO DE INVESTIGACIÓN EN DESARROLLO
clara en referirse a la incapacidad de un resultado siempre positivo, y al mismo tiempo
igualitario para todas las regiones a partir de sólo estos factores. Esta idea genera la
necesidad de intervención de una forma u otra. Una estrategia de desarrollo diferenciada
para cada región y que opere a partir de la intervención de las variables I, L y E, es la idea
que se sigue este trabajo. Esta estrategia diferenciada surgirá a partir del estado inicial de
los REM, y de la forma en que se hayan utilizado estos recursos y descartado otros. Así,
regiones que inicialmente se piensan similares en dotación, pero que de algún modo u otro
se han encaminado hacia resultados diferenciados, pueden ambas alcanzar un desarrollo
regional sustentable a vía una institucionalidad adecuada a las necesidades regionales, un
liderazgo de sus habitantes capaz de guiar procesos de cambios y una capacidad
empresarial que estimule la inversión en la región, generarán las condiciones apropiadas
para iniciar el proceso de desarrollo descrito en la figura 1.
En esta perspectiva se enmarca el siguiente análisis que busca evaluar el rol de la
organización de la industria dominante y los capitales locales, en regiones especializadas en
la extracción de recursos naturales. Para ello se hace una especial consideración sobre la
dotación de recursos de una región y la utilización que hace –y no hace- de ellos cuando se
especializa en este tipo de industrias. Este análisis se hace teniendo siempre presente que
las economías regionales dependientes de la explotación de sus recursos naturales, diferirán
de las características que presentan aquellas especializadas en servicios y/o manufactura
(Stimson et al., 2006) y que sin embargo, a pesar de esta especialización, en cualquiera de
ellas existe la posibilidad de generar factores endógenos que guien el proceso de desarrollo
regional sustentable.
Dotación de Recursos, Emprendimiento y Fuga de Capitales en Economías Mineras.
La dotación de recursos que posee una región es diversa y diferente para cada unidad
espacial. Dentro de este concepto se consideran generalmente factores de producción, entre
los cuales se destacan: recursos naturales, tierra, trabajo, capital y emprendimiento.
También se consideran factores como la estructura de la industria, la base histórica
económica, la inversión en capital, el área o tamaño de la región, la población y capital
humano, entre otros (Stimson et al., 2009). En economías especializadas en industria
PROYECTO DE INVESTIGACIÓN EN DESARROLLO
primaria, específicamente en la explotación del factor “recursos naturales”, la vía al
desarrollo económico puede estar centrada únicamente en cuánto de este recurso posee la
región. Así, sería factible pensar que los resultados que obtiene la región producto de la
especialización en un sector de estas características, están totalmente condicionados al nivel
de dotación interna del recurso natural. Sin embargo, autores como Gunton (2003)
proponen que en realidad es la función de producción del sector lo que se debe considerar
para evaluar el impacto económico que genera la explotación de recursos naturales en una
región. Con esto no sólo se considera el uso que hace la industria del factor “recursos
naturales”, sino más bien el uso que hace de todos los otros factores que posee la región.
Así, el análisis de la viabilidad económica de una región especializada en la industria
primaria, puede hacerse a partir de considerar, además de los recursos naturales, la
intensidad de uso de factores como el capital, el trabajo y el emprendimiento, entre otros14.
El análisis de Gunton y la consideración de regiones con dotaciones heterogéneas de
recursos, permiten postular que las funciones de producción también varían para cada
región, y no sólo en la cantidad de los recursos que utilizan sino además en la elección de
cuáles de los recursos disponibles en la región son aprovechados. De esta forma, es posible
pensar en un funciones de producción diferentes entre sí a nivel regional producto de los
factores utilizados, y a pesar de pertenecer a una misma industria; con la posibilidad
además de que la utilización de ciertos factores productivos, invalide el uso de otros.
Un ejemplo de lo anterior surge al considerar las diferentes barreras de entrada que puede
generar una industria en dos regiones diferentes. Gunton (2003) se refiere a los elevados
costos de producción asociados a la explotación de recursos naturales, al señalar que éstos
dan lugar a la instalación de grandes empresas extranjeras impidiendo así la entrada de
pequeños empresarios. Con esto, es posible que el factor productivo “emprendimiento” al
interior de una región, este invalidado de operar en una economía con estas características,
14
Específicamente Gunton señala que “muchos factores, incluyendo la función de producción y la tecnología,
que determinan la naturaleza de los potenciales encadenamientos, la calidad y cantidad de la dotación de
recursos, y el ambiente institucional en el cual el sector de recursos naturales se desarrolla, todos afectan el
impacto de este sector en la economía” (p. 69). Con esto, el autor hace incapié además en las variables de
intervención propuestas por el nuevo modelo de desarrollo regional endógeno.
PROYECTO DE INVESTIGACIÓN EN DESARROLLO
y por lo tanto, no ser partícipe de la función de producción de la industria. En otras
palabras, la función de producción de la industria dominada por grandes empresas, utiliza
en gran medida el factor “capital” para su operación, lo que cancelaría el surgimiento de
una clase empresarial a nivel local, y al mismo tiempo, los potenciales beneficios que la
utilización de este factor traería a la región15. Lo mismo ocurre cuando este factor “capital”
es de propiedad extranjera – aspecto característico de las economías especializadas en
recursos naturales. El pago de dividendos y utilidades a los inversionistas extranjeros, en el
contexto de la figura 1, provoca la incapacidad de generar inversión local, reduciendo las
posibilidades del surgimiento de una clase emprendedora al interior de la región que
permita una mayor equidad en recursos, y complejizando la conducción del proceso de
desarrollo producto de una disminución en las fuentes de riqueza interna de la región.
A partir de todo lo anterior, se propone que el tipo de especialización regional y la
organización de la industria – específicamente los tamaños de producción considerados-,
condicionan la función de producción del sector dominante, y por lo tanto el tipo de
estrategia que la región debe utilizar para alcanzar el desarrollo. La inexistencia de factores
endógenos que agregen eficiencia a la dotación interna de recursos, posibilitaría que
regiones especializadas en la industria primaria, con grandes empresas operando en el
mercado, una gran fuga de capitales y débiles fuentes de riqueza interna, que impiden el
surgimiento de una clase emprendedora; sólo consigan incrementar los aspectos
cuantitativos del desarrollo. Las excasas posibilidades de encadenar los ingresos de esta
industria, a los factores conductores del proceso de desarrollo regional descrito en la figura
1, capturan la escencia cuantitativa del desarrollo, y no así aspectos como la calidad de
vida, la equidad y la sustentabilidad que ofrece la región para sus habitantes, y que son
aspectos primordiales en los modelos de desarrollo regional endógeno.
15
Recordar las figuras 2.1. y 2.2. en las cuales el emprendimiento es considerado un factor conductor del
proceso de desarrollo económico regional.
PROYECTO DE INVESTIGACIÓN EN DESARROLLO
Características Generales de la Minería en Chile
Durante el año 2008 la minería, específicamente la minería del cobre, fue el sector que más
aportó a la economía del país con una participación del 17% del Producto Interno Bruto16.
En las exportaciones nacionales, un 50% es atribuido a este sector; y más de 55.000
personas fueron empleadas por este sector el último año, representando un 35% de
incremento en una década. Además de ser el principal sector económico en Chile, la
minería es una de las ventajas comparativas del país, albergando en territorio nacional un
30% de las reservas mundiales de cobre, el 100% de nitratos naturales y un 90% de las
reservas de litio, entre otros (Guajardo, 2007).
A principios del siglo XX, el incremento en la demanda mundial de este mineral generó la
entrada de importantes capitales extranjeros que comenzarían la explotación de los
primeros grandes yacimientos en el país y que pasarían a formar parte de lo que hoy se
conoce como la Gran Minería del Cobre (GMC)17. Con la segunda guerra mundial el cobre
viviría su primera gran expansión en la producción, alcanzando cifras que van desde 103
mil toneladas métricas (tm) en 1932 hasta 498 mil tm en 194418. Actualmente la producción
de cobre supera los 5 millones de tm, representando más de un 80% de la producción total
del sector minero en Chile y ubicando al mismo tiempo al país en el primer lugar a nivel
mundial en la producción de este mineral19. A continuación, se describe de forma breve el
desarrollo que hoy en día tiene esta actividad, distinguiendo en el análisis las zonas
geográficas en las cuales se ha instalado su extracción.
Distribución Espacial de la Minería del Cobre.
La invariabilidad que caracteriza a la dotación de recursos naturales hace que la
organización geográfica de los mismos no sea equitativa. La minería del cobre en Chile se
16
Participación calculada a partir de precios corrientes. Para más detalle ver Comisión Chilena del Cobre
(2008).
17
Sobre la historia del cobre a nivel mundial ver Radetzki (2009).
18
Para más detalle ver Guajardo (2007).
19
Chile ocupa específicamente el 1° lugar en la producción de cobre de mina, 2° lugar en la producción de
cobre refinado y 3° lugar en el cobre de fundición (Comisión Chilena del Cobre, 2008).
PROYECTO DE INVESTIGACIÓN EN DESARROLLO
concentra en la zona norte, específicamente en las regiones de Tarapacá, Antofagasta y
Atacama, cuya producción conjunta de cobre fino supera el 75% del total nacional. Este
sector es considerado la principal actividad económica, con participaciones que van desde
el 60% hasta el 80% del total de la actividad económica regional20, y cuya primacía se ha
mantenido constante desde la última década21. El aporte de la producción minera de estas
regiones a la producción nacional es presentado en la tabla 1.
Tabla 1. Participación Regional en la Producción Nacional de Cobre Fino.
Período 2001-2008.
Región
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
Tarapacá
13,86%
13,76%
12,35%
12,56%
11,41%
12,14%
11,57%
12,51%
Antofagasta
49,27%
51,11%
53,10%
53,34%
54,44%
54,32%
56,85%
54,18%
Atacama
9,00%
8,94%
9,02%
8,14%
8,12%
8,34%
8,22%
8,45%
Resto de
Chile22
27,86%
26,19%
25,53%
25,96%
26,02%
25,19%
23,37%
24,85%
Fuente: Elaboración propia en base a datos de la Corporación Chilena del Cobre.
A pesar del dominio del sector en términos de PIB regional, las características del
desarrollo local de la actividad minera y los resultados derivados de la explotación de este
sector primario-exportador, son diferentes para cada región. Es en la región de Antofagasta,
dadas sus condiciones geológicas y al liderazgo que mantiene a nivel nacional en la
producción de cobre, donde se ha configurado un ambiente para el desarrollo de un
complejo productivo en torno a la actividad minera. Esto ha atraído un gran flujo de
inversión extranjera directa a la zona lo que ha dado origen a la explotación de grandes
yacimientos mineros, responsables hoy en día del 54% de la producción total de la GMC
en Chile. Sólo en la minería privada, la región de Antofagasta posee 9 de las 16 grandes
20
La participación del sector minero en el año 2008 para estas regiones fue de un 60,9% para la región de
Tarapacá, un 80,8% para la región de Antofagasta, y un 66,3% para la región de Atacama. Fuente: Banco
Central de Chile.
21
Esto es cierto sólo para la región de Tarapacá, en la cual sólo desde 1998 en adelante el sector minero
domina la actividad económica regional con una participación del 35% del Producto Geográfico Bruto de la
zona. En las regiones de Antofagasta y Atacama, la primacía de este sector ha sido constante durante más de
dos décadas.
22
Regiones de Coquimbo, Valparaíso, Libertador Bernardo O’Higgins y Región Metropolitana.
PROYECTO DE INVESTIGACIÓN EN DESARROLLO
empresas operando en Chile; en cuanto que la minería estatal alcanza un 56% de su
producción en esta zona.
En las regiones de Tarapacá y Atacama a su vez, la dotación del mineral rojo en términos
relativos no es tan abundante, lo que ha originado el establecimiento de un número menor
de empresas en comparación con Antofagasta, pero no por ello menos importantes. En la
región de Tarapacá se encuentran 3 de las 16 grandes mineras privadas del país, las que al
año 2008 aportaron con un 16,3% a la producción total de la GMC. En Atacama a su vez, la
gran minería privada alcanzó una producción del 4,4% mientras que la minería estatal
obtuvo en esta zona un 3,1% de su producción total. La tabla 2 (ver anexo) muestra la
localización y la producción de la minera estatal CODELCO y sus cuatro divisiones, y de
las 16 grandes mineras operando actualmente en Chile.
Lo anterior genera la posibilidad de una diferenciación geográfica a partir de la
concentración de los yacimientos mineros por tamaño de producción23: mientras la GMC se
concentra en la región de Antofagasta, la Pequeña y Mediana Minería lo hacen en la región
de Atacama. La figura 3 muestra las participaciones regionales en la producción total de
cobre fino por Grandes, Medianas y Pequeñas empresas. En la figura se observa la
especialización a nivel nacional de Antofagasta en la GMC, con un 55% en promedio de la
producción nacional para este tipo de empresas durante 2001-2008, y de Atacama en la
Pequeña y Mediana Minería con un 45% en promedio para el mismo período. La región de
Tarapacá, no concentra especialización por tamaño de producción en la producción
nacional24.
Las condiciones geológicas de la región de Antofagasta fueron favorables para la
instalación de la GMC. Algo similar ocurre con la región de Tarapacá. Sin embargo, la
minería en la región de Atacama se ha configurado de un modo más diversificado en cuanto
al tamaño de las empresas participantes en el sector. En esta región, no sólo se encuentra la
23
También sería posible una diferenciación geográfica en términos de la propiedad privada o estatal de estas
empresas. No obstante, esto excede los objetivos de este trabajo.
24
A esto se suma el escaso desarrollo que la Pequeña y Mediana Minería han tenido en la región, llegando a
ser nulo durante los últimos años.
PROYECTO DE INVESTIGACIÓN EN DESARROLLO
GMC, sino que además, la Pequeña y Mediana Minería contribuyen significativamente a la
producción minera regional, lo que no ocurre en la región de Antofagasta. En la tabla 3 se
detallan las participaciones regionales por tamaño de empresa. Es evidente la
especialización de la región de Tarapacá y Antofagasta en la GMC, mientras que en
Atacama, la Pequeña y Mediana minería tienen una importante participación.
Figura 0. Participación regional en producción nacional de cobre fino de la PyME y GMC.
Gran Minería
60%
50%
40%
30%
20%
10%
0%
2001
2002
Región de Tarapacá
2003
2004
Región de Antofagasta
2005
2006
2007
Región de Atacama
2008
Resto de Chile
Pequeña y Mediana Minería
60%
50%
40%
30%
20%
10%
0%
2001
2002
Región de Tarapacá
2003
2004
Región de Antofagasta
2005
2006
2007
Región de Atacama
2008
Resto de Chile
Fuente: Elaboración propia en base a datos de la Comisión Chilena del Cobre.
En términos de empleo el panorama se torna algo diferente. La explotación de cobre en los
grandes yacimientos mineros es intensiva en capital, por lo cual la primacía del sector en
términos de PGB de estas regiones no se traslada al mercado del trabajo. En términos
relativos, es en la región de Antofagasta donde la minería genera la mayor cantidad de
PROYECTO DE INVESTIGACIÓN EN DESARROLLO
puestos de trabajo. Aproximadamente 20.000 puestos empleos, equivalentes a un 10% del
total regional, son generados anualmente en la región de Antofagasta producto de la
explotación minera. Sin embargo, por su aporte al empleo regional este sector ha sido más
relevante en la región de Atacama, donde incluso ha generado un 17% de empleos del total
regional. En la región de Tarapacá, el aporte al empleo de este sector bordea los 4.000
puestos de trabajo, inferior al 5% del total regional. La figura 4 resume esta información
desde 1990 hasta 200525.
Tabla 3. Participación, por tipo de empresa, en la producción regional.
Período 2007-2008.
Escala de Producción/Región
Pequeña Minería
Mediana Minería
Gran Minería
I Región
0%
0%
100%
II Región
0,4%
2,2%
97,3%
III Región
11,6%
32,3%
56%
Fuente: Datos de la Comisión Chilena del Cobre.
A modo de síntesis, las regiones de Tarapacá y Antofagasta concentran casi exclusivamente
su producción en torno a la GMC, mientras que Atacama lo hace de forma diversificada
con una Pequeña y Mediana Minería que participa de forma importante en la producción
regional. Sin embargo, este no ha sido el panorama que históricamente haya caracterizado
la actividad económica de Tarapacá. Más bien, es el resultado del boom en el precio que el
cobre ha experimentado en el último tiempo. Por esta razón, se prescindirá de la región de
Tarapacá en el siguiente análisis, en el cual se profundiza sobre la relación entre el tamaño
de las empresas, la propiedad del capital y los aportes del sector a la producción y empleo
regional.
La Minería del Cobre, sus Escalas de Producción y la Propiedad del Capital.
El criterio utilizado en el sector minero para clasificar a las empresas en distintos tamaños
de producción discrepa del utilizado por el resto de los sectores. A diferencia de aquellos
25
En términos generales, la cantidad de puestos de trabajo generados por la GMC ha disminuido a nivel
nacional desde el año 2001, dando lugar a una mayor cantidad de mano de obra empleada en la Pequeña
Minería. Para más detalle ver Comisión Chilena del Cobre (2008).
PROYECTO DE INVESTIGACIÓN EN DESARROLLO
que utilizan el volumen de facturación o número de empleados, la minería opera con la
regla del volumen de explotación. De acuerdo con la Sociedad Nacional de Minería, la
definición de Gran, Mediana y Pequeña Minería se hace a partir del número de tm
explotadas por año (ver Tabla 4).
Figura 4. Participación del Sector Explotación de Minas y Canteras en el Empleo Regional.
Período 1990-2005.
Tarapacá
Antofagasta
Atacama
25%
Porcentaje
20%
15%
10%
5%
0%
1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005
Año
Fuente: Elaboración propia en base a datos de la Comisión Chilena del Cobre.
Tabla 4. Tamaño de empresas en el sector minero.
Tamaño de
Producción
Definición
Participación en la
Producción Nacional
Gran Minería
+ 3.000.000 tm/año.
93%
Mediana Minería
Entre 100.000 tm/año y 3.000.000 tm/año.
5%
Pequeña Minería
Menos de 100.000 tm/año
2%
Fuente: Sociedad Nacional de Minería (2009); Comisión Chilena del Cobre (2008)
La importancia de la distinción por tamaño de producción radica en una serie de factores
diferenciadores que caracterizan a estas empresas. En la sección anterior se analizó la
concentración geográfica de su explotación. A lo anterior es posible agregar las diferencias
en términos de productividad, donde la GMC alcanza niveles de eficiencia de mano de obra
muy por sobre los niveles obtenidos por la Pequeña y Mediana Minería, producto de la alta
PROYECTO DE INVESTIGACIÓN EN DESARROLLO
intensidad de uso del factor capital en su proceso de explotación26. De esta forma, la
producción de la GMC es intensiva en capital, mientras que la producción de la Pequeña y
Mediana Minería lo es en mano de obra. Otro factor diferenciador es la orientación al
mercado de estas empresas. El mercado objetivo de la GMC es el extranjero, mientras que
el mercado de la Pequeña y Mediana Minería es mayoritariamente interno con un poder
comprador local, la Empresa Nacional de Minería (ENAMI)27.
No obstante lo anterior, uno de los aspectos más distintivos entre los diferentes tamaños de
producción de empresas mineras es la estructura de propiedad del capital que las
caracteriza. La GMC se caracteriza por tener un origen externo del mismo28 (estatal o
extranjero), mientras que la Pequeña y Mediana Minería nacen principalmente de
iniciativas de grupos empresariales chilenos o dueños individuales locales (Sociedad
Nacional de Minería, 2009; Comisión Chilena del Cobre, 2008). Este hecho provoca un
destino distinto para las utilidades derivadas de la operación de estas empresas, puesto que
las ganancias que obtiene la pequeña minería pueden perfectamente re-circular en la
actividad económica regional, mientras que las ganancias derivadas de la gran empresa son
simplemente extraídas del territorio nacional provocando diferencias en el desempeño
económico regional. A esto se agrega la alta identificación que poseen las empresas de este
tamaño con las comunidades locales donde están insertas sus faenas, y cuya causalidad es
atribuida por Salas (2009) al origen de estas empresas. El autor señala que este factor
contribuye a los efectos positivos en el empleo y en el bienestar de los habitantes de estas
zonas, producto de la multiplicación de los beneficios derivados de esta actividad, por
efectos de encadenamientos.
Es así como este trabajo postula la idea de que el tamaño de las empresas involucradas en la
producción de cobre a nivel regional y el origen de la propiedad de su capital, son factores
relevantes cuando se trata de evaluar el progreso o crecimiento de estas regiones, ya que el
26
A modo de ejemplo y para el año 2008, la productividad de la GMC alcanzó 147 tm/año de cobre fino por
trabajador, mientras que en la Pequeña Minería, este indicador llego a 9 tm/año.
27
Para más detalles sobre el mercado de la Pequeña Minería en la región de Atacama, y su relación con la
ENAMI, ver Aroca & Rivera (2010).
28
Externo en el sentido de que los dueños de los capitales no pertenece a la región.
PROYECTO DE INVESTIGACIÓN EN DESARROLLO
desarrollo de esta actividad y los beneficios que se extraen de ella, están condicionados por
la forma en que opera la industria en cada región.
El Impacto en Ingresos.
La figura 5 muestra la evolución del precio nominal de la libra de cobre refinado, durante el
período comprendido entre 1992 y 2006. En esta serie se distinguen tres períodos que
marcan el comportamiento de la serie: 1995, 2003 y 2006, y que han sido destacados en la
gráfica. En 1995 el precio del cobre sube una importante alza, para luego descender durante
casi una década, hasta en el año 2003 comenzar a ascender nuevamente hasta el año 2006.
Para aquellas regiones que centran su actividad económica en torno a la minería del cobre,
las tendencias en el precio de este mineral debieran ser un reflejo de lo que acontece con su
economía. Para efectuar esta comparación, la figura 6 muestra una comparación en
términos de ingreso promedio del trabajo (eje horizontal) –que puede ser entendido como
crecimiento económico- y de PGB per cápita (eje vertical) –que puede ser entendido como
bienestar- de las regiones de Antofagasta y Atacama y de la región Metropolitana (índice =
100).
Figura 5. Precio Nominal del Cobre Refinado.
Período 1992-2008. (Centavos de Dólar por Libra)
350.000
USD cents. /lb
300.000
250.000
200.000
150.000
100.000
50.000
0.000
1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008
Año
Fuente: Comisión Chilena del Cobre.
La primera lectura derivada de la figura 6 es que la producción interna per cápita alcanza un
mayor índice en la región de Antofagasta, con un índice que va de un 160.31 en 1994 hasta
PROYECTO DE INVESTIGACIÓN EN DESARROLLO
un 188.59 en 2006, mientras que en la región de Antofagasta, la producción es inferior
incluso a la región Metropolitana, alcanzando índices que van desde los 90.26 en 1994
hasta 85.16 en 2006. No ocurre lo mismo con los ingresos derivados del trabajo, categoría
en que la región Metropolitana es líder a nivel nacional, y las regiones de Antofagasta y
Atacama sólo alcanzan un índice que va desde 77.69 y 61.36 en 1994 hasta 82.27 y 80.88
en 2006, respectivamente.
Figura 6. Ingreso Promedio del Trabajo vs PGB per cápita.
Fuente: Ministerio de Planificación y Encuesta CASEN.
La segunda lectura que se extrae de la figura 6 se extrae del ejercicio de comparación entre
esta figura y las alzas y caídas del precio del cobre señaladas en la figura 5. Entre 1994 y
1996, a partir de la primera alza en el precio del cobre, ambas regiones evidencian un alza
en la producción y en el ingreso promedio. Entre 1996 y 2003 la caída en el precio del
cobre se materializa a través de una caída en el ingreso promedio de estas regiones. Es a
partir del año 2003, momento en el que se inicia un alza constante en el precio del cobre,
donde se aprecia para la región de Atacama el mismo efecto que en 1995, un incremento aún mayor- en el ingreso promedio del trabajo. No obstante, con la región de Antofagasta
PROYECTO DE INVESTIGACIÓN EN DESARROLLO
no sucede lo mismo. Se esperaría que los ingresos de los habitantes de la región
aumentaran29 de la misma forma en que lo hacen en Atacama, sin embargo, esto no ocurre.
Interesante de observar también son las importantes fluctuaciones en términos de PGB per
cápita que ha enfrentado la región de Antofagasta; mientras que para la región de Atacama
las mayores variaciones se han dado en términos de ingreso promedio. Esto significa que la
situación de la región de Antofagasta se puede representar como un óvalo vertical, mientras
que en la región de Atacama el óvalo sería más bien horizontal, tal como aparece
demarcado en la figura 6. Recordando la especialización productiva de ambas regiones en
el sector minero, es posible atribuir estas diferencias en comportamientos al tamaño de las
empresas que componen la industria minera regional y de forma simultánea, a la estructura
de propiedad del capital que les caracteriza.
La tabla 5 muestra los ingresos derivados de la ocupación ‘Patrón o empleador’ por tamaño
de empresa en el sector Minerales Metálicos y a partir de la información de la encuesta
CASEN 200630. Estas cifras pueden ser interpretadas como aproximaciones de las
‘utilidades’ que obtiene el dueño de una empresa de menor escala.
Tabla 5. Ingreso Promedio Ocupación Principal, por Tamaño de Empresa, Sector Minerales
Metálicos.
Año 2006. (Categoría Ocupacional: Patrón o Empleador)
Región
Categoría
Ocupacional
CASEN 2006 - Tamaño Empresa
Micro Empresa
Pequeña Empresa
Mediana Empresa
Ingreso Ocupación Principal (Promedio)
Antofagasta
Patrón o empleador
$ 666.444(*)
Atacama
Patrón o empleador
$1.020.781(*)
Antofagasta
Atacama
$ 520.000(*)
$2.865.200(*)
Escolaridad (Promedio)
Escolaridad
10(*)
11
Escolaridad
6(*)
10
(*) Diferencias Significativas.
Fuente: Elaboración Propia a partir de la Encuesta CASEN 2006.
$ 494.000
$3.952.000
8
10
29
Esto siempre que la mano de obra empleada en el sector sea mayoritariamente local.
En este punto se debe aclarar que la Encuesta CASEN no tiene representatividad a nivel sectorial. No
obstante, es el único instrumento en Chile desde la cual se puede desprender tal relación.
30
PROYECTO DE INVESTIGACIÓN EN DESARROLLO
La tabla anterior refleja que el ingreso que obtiene un dueño o empleador de una pequeña
y/o mediana empresa minera en la región de Atacama, es superior al obtenido en la región
de Antofagasta. Si a esto se agrega que la propiedad de estas empresas es por definición
local, las utilidades extraídas de esta actividad tienen una alta probabilidad de re-circular en
la economía – ya sea vía inversión o consumo-, hecho que no caracteriza a la GMC. A
partir de la figura 6 y de la tabla 5, pareciera que es en Atacama donde estas utilidades
derivadas de la explotación de cobre son retenidas territorialmente, producto del dominio
casi mayoritario de la producción de menor escala. Este flujo de dinero vuelve a circular en
la región desde la cual se obtuvo, hecho que no ocurre en la región de Antofagasta, donde
las utilidades de la GMC se fugan de la región.
SEGUNDA PARTE DEL ARTÍCULO: EN CONSTRUCCIÓN
PROYECTO DE INVESTIGACIÓN EN DESARROLLO
Bibliografía
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