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P rior F r. José de Sto. Domingo, R e li­ gioso Carmelita Descalzo E x-Lector de Theología de la Provincia de Aragón. CON L IC E N C IA . E n Z a r a g o z a ; E n l a I m p r e n t a d e A n d r e s Se b a s t i a n . Á l o que me acuerdo, nunca dexé F un ­ dación por miedo deí trabajo , viendo en servicio de quien se h a c ía , y que en aquella Casa se habia de alabar al S e ñ o r, y haber Sancisimo S acram en to; porque es particu­ lar consuelo para m i, ver una Ig lesia mas, quando me acuerdo de las m uchas que le quitan los Luteranos:: quienes tan apre­ tado traen á este Señor m io , que quisieran tornarlo ahora i la C ru z estos traydores y que no tu v iese,á donde reclinar la Cabeza. S ta . Teresa L ih . de las Fundaciones. N e ¡ ( s t e n s Inimica m ea s u p e r me^ quia c e c i d i : consurgAm cum s ed er o in tenehris^ Domitius lux m ea e s t , M ic h . 7. v . 8. K o te huelgues enemiga mia sobre m i , porque c a í: me le ­ vantaré, quando estuviere sentada en tinieblas, el Señor es mi luz. J ^ e n d i t o sea D io s, y el P ad re de N tr o . Sr. J e s u - C r is to , P ad re de las misericordias, y D io s de todo consuelo, q ue siempre fiel á sus promesas, rico para todos los que le invocan, y no menos generoso para los que ponen en él toda su confianza, se ha dignado consolarnos en todas nuestras tribulaciones. G lo r ia , alabanza, y honor al G ra n D io s de las E ternidades, que por un efecto de su bondad, sie m ­ p re m agnífica, y siempre grande, y por aquel amor p e r­ p etu o con que siempre amó á los suyos, ha renovad o, mul­ tiplicando prodigios, la alegría, el gozo, el consuelo, la sa­ tisfacción dulce del corazon, y un regocijo todo espiritual, que el triunfo de una R e ligió n salida de la silla de D io s an­ tes de todos ios siglos, y del Soberano T r o n o d e su gra n ­ deza, de una R eligión divin a, eterna en su duración, á pe­ sar de todas las oposiciones de la incredulidad, y contra la que jamas han podido prevalecer las puertas mismas del in­ fierno, ha producido siempre, y debe producir mas en el dia en todos nuestros corazones. L a hemos visto con dolor abatida, perseguida, calumniada de la falsa filosofía de nues­ tros dias, y de unos enemigos tanto mas temibles, quanto mas p o d e r o s o s , que aspiraban á d e r r iv a r el Sacerdocio, y el T ro n o . L a fu erza, ja intriga, la seducción, todo se ha puesto en arma para arrancarla del corazon de los Españoles, j Po­ bre España, dulce patria min, si D ios con aquel bra^/o fuerte con que salvó á Israel, no hubiera tomado á su cargo el sal­ va rla , y no hubiera confundido al nuevo Faraón, y á todos sus e x irc ito s sobervioá! Pero gracias eternas al G ra n D ios 1 de Israel, que compadecido de nosotros, íia-visitado y e nviad o ia. redención á su pueblo. B endito sea el D ios de las mise­ ricordias, laudable, y glorioso por los siglos de los siglos. L a España se ha salvado: la R eligión abatida, perseguida^' calumniada, vu e lv e con mayor g lo ria . L o s muros de Sion sé reedifijan por unos, obreros escogidos, que han sabido ma­ nejar con destreza co.i la una mano la e s p a d i, al mismo tiempo que trabajaban con la otra en su restablecimiento. E s t e edificio augusto de la R e ligió n sostenido por la mano d e l T o d o p o d e ro so , y eregido por el Soberano A rtífice de los siglos, habiendo y a triunfado como el del E va n g elio de las lluvias inundadoras, de los vientos opuestos, de los tor­ rentes irnpetuosos, y de todas las oposiciones de la fuerza, d e la intriga, y del error, se levanta h o y nuevamente como allá el segundo T em p lo de Jerusalén, con mas magnificencia, y con tTiayor esplendor sobre las ruinas de los impíos. ‘ ¿ Q u é significa en efecto todo este aparato magestuoso: q u e se presenta h o y á nuestra vista? ¿ N o vemos en él retra­ ta d o al natural el gran triunfo de ia R e lig ió n ? V e n i d h o y aq u i, falsos calumniadores, venid y pasmaos, ó mas bien, cubrios de confusion: P'idet-e contem ptores^ e t ad m ira m in i. ( i ) y tu, Z a rag o z a ilustre, tu, inmortal Z a r a g o z a , que tienes á la vista unos p r o d ig io s , que, hacen la emulación de las naciones, y que con pasmo del mundo demostrarán á los si­ glos que vela siempre sobre ti el G ra n D ios de Israel, toma h o y la v o z de. la R e ligió n , recoge todas las fuerzas de tu siempre valiente espíritu, alza mas que nunca tu v o z , in­ sulta con M iqueas la falsa filosofía de los impíos, y dile en un tono magestuoso que se haga resonar por todo el o r b e : N o , no tienes que vanagloriarte, enem iga mia, no te huelgues vanamente en tus imaginarias ventajas, no te entregues á una falsa alegría, porque me viste c a i d a : N e Iceteris in im ica m ea su p er me^ quia c e c i d i . Y o me le v a n ta ré :: y a estoy l e ­ van tad a: C o m u rg a m . Y o , me levantaré con el socorro de un D io s que está siempre á mi lado para no dexarm e pere­ c e r : C onsurgam . 'LfiS negras so'inbras que has esparcido al r e (i) Act. 13, V. . . (O , dedor de mi, las espesas tinieblas que me cercaban, y én que me has visto sentada, se han desvanecido, se han disipado, y a no existen, porque el Señor es y a mi lu z : C o n su rga m cum s ed er o in tenebris^ Dominus lux m ea e s t . (2) Y o decia en mi espíritu, siempre sumisa á los inapeables, é invariables decretos de la justicia de un D i o s ; L le v a r é sobre mi la ira del Señor, porque pequé contra él, hasta q u e ’juzgue mi causa, y se declare á mi f a v o r : Ira m D om ini portaba^ quoniam p ecca vi^ et\ doñee causam m eam iu d ice t , e t f a c i a t iu d itiu m m e i m . M e sacará á luz, veré su justicia, veré el castigo que h ará d e mis im plicables enem igos: E d u ce t m e in lucem^ v id e b o i u s ñ tia m eiu s. Entónces me verá mi e n e m ig a , y se v e r á c u ­ bierta de confusion la que ahora se atreve á d e c ir m e : ¿d ó n d e esta el Señor tu D io s? E t a s p ic ie t in im ica mea^ e t o p e r ie tu r confusione^ quee d i c i t a d m e i \ uhi e s t D om inu s D eu s tuus% M is ojos la mirarán, estos ojos que no han hecho mas que derram ar lágrimas amargas sobre las desgracias de mi N a ción , y d e la R e lig ió n : pero llegará el momento feliz, decretado en los consejos eternos, y entonces ven drá á ser esta mi enem iga con­ culcada y pisada como el lodo de las plazas: O cu li m ei v id eb u n t in e a m : m m c e r i t in con cu lca tio n em ut lu tu m p la te a r u m . (3) Y a estoy satisfecha: y a ha llegado. L os deseos de mi espíritu, las ansias impacientes de mi corazon se ven y a per­ fectamente cumplidas, plenamente satisfechas por la gracia, y beneficencia de un D io s q u e es todo bondad, y que jamas abandona á los que verdaderam ente ponen en él su confianza. Y a v e o en mi dulce seno, enemiga mia, y a veo en mi dulce seno tantas O rdenes R e lig io s a s , que t u , infam e, enemiga siempre de la verd a d y de la v i r t u d , habías aspirado á e x - ’ terminar de toda la f a z de la tierra, para acabar en ella, y particularmente en nuestra amada España, con estos antemu-r rales de la Iglesia, con estos gloriosos asilos de la religión, de la virtu d , de la piedad y de la sabiduría. Y a veo tam* bien con el mas dulce placer tantos O ratorios, tantos T e m - (2) Palabras de la Ig lesia , y de los que ponen en D io s toda su coiv» fianza contra ios iiisultos de todos sys enem igos.iíscio. (3) M ic b . -píos donde se ofrece la hostia de placación al Señor, tantos SatViuarios de la D iv in id a d que tu indignamente profanaste, ,y que de moradas de dragones y de basiliscos, vuelven á ser habitación del Altísimo, y Soberano T r o n o del D io s v i v o . Y a veo mas particularmente y con la mas plena satisfacción de mi corazon este T em plo de las hijas de la gran T e r e s a , p rofanado por los nuevos Iconoclastas, y por esa secta in­ fam e de Francmasones impíos, purificado, bendecido, d e d i­ cado al D io s de las misericordias, digno solo de unas almas tan puras como las que en este R e lic a r io sagrado consagran al Señor en un encierro eterno sus vidas y sus corazones, (4) N o te vanaglories, pues, sobre mi enemiga m ia: no te alegres vanamente sobre mis desgracias: Ne l a t e r i s inimica. s u p er m e quia c e c i d i . N o triunfes sobre mis males, ó s o b ervia B abilonia, C iu d a d de los espíritus fuertes del siglo, y asiento de la pérfida y orgullosa filo so fía, no triunfes sobre mis males, viéndome a b atid a : N e Iteteris. L o s resplandores que h o y me cercan han d isipad o todas las tinieblas que habías esparcido al rededor de m i, viéndom e abatida entre las som­ bras de un obscuro cau tiverio, en el que esperaba mi próxim a lib e rta d : Q o m u rg a m cum s ed er o i n t e n e b r i s . Y a ha llegado esta, porque el Señor es mi lu z ; y compadecido de mi situación lastimosa, ha hecho amanecer sobre mi el dia mas brillan-, te, y glo rio so : Donrinus lux m ea e s t . C o n esta luz d ivin a, todo ha mudado y a de faz para m i: no descubro por todas partes sino obgetos de consuelo, y de la mas plena satisfacción. E n este T e m p lo sagrado, renovado h o y para los e x e r cicios de religión baxo los auspicios del Patriarca S. José, Protector Soberano de la sagrada R e fo r m a de T e r e s a , y e r e g id o nuevamente en P a r r o q u ia de Sta. E n g ra c ia, y d e ‘ los Ilustres M á rtire s Zaragozanos, sus fieles Compañeros en la constancia, y en el v a lo r, mientras que se reparan sus r u i - (4) E n el dia mismo de San Juan B autista del año 1 8 1 3 , en que le s Francmasones tuvieron ún esplendido banquete en este C on vento, pa-^ saron las R eligiosas á ■habitarle en el año siguiente d e 18 14 . fias, ( f ) adm iro unos caracteres que me llenan de gloría. P orqu e ¿q ue es lo que v e o ? V e o un monumento eterno de religión, y de piedad. V e o un exem plar v iv o , y perene de v ir tu d , y m oralidad evangélica. V e o un testimonio indubi­ table del cu id a d o con que ia D iv in a P rovidencia mira á su Iglesia. A s i habla hoy Z a r a g o z a á nombre de la Religion: y asi hablaré y o á todos vosotros, para descubriros el es­ p íritu de esta F e s tiv id a d ; si aquel Señor de quien desciende todo don precioso, y d á d iv a graciosa, y que hasta h s len­ guas de Jos niños sabe hacer eloquentes quando interesa su gloria, fav o re c e por un efecto de su bondad á mis destos, inflama mis expresiones, y dá dirección al discurso. Soberano Señor Sacramentado, que presente á los ojos de nuestra fé en ese Sacramento augusto, teneís vuestras de­ licias en morar y conversar con los hijos de los hombres, ve is, Señor, un nuevo T e m p lo consagrado h o y á vuestra glo­ ria. M as ¿ y que es este T e m p lo para V o s ? Si el C ie lo , y los C ie lo s de los Cielos no son bastante morada para vuestra augusta M agestad, ¿cóm o lo ha de ser este T e m p lo consa­ g ra d o hoy' á vuestro nombre? Pero, Señor, y o sé que ten­ dréis otros tantos Tem plos dignos solo de V o s en cada ano de los corazones de esas vuestras esposas, consagradas a vuestro culto en las aras de vuestro a m o r: y o se q u e ten­ dréis otros tantos Tem plos en cada uno de los corazones de tantas almas fieles que acuden h oy á rendiros estos re­ ligiosos obsequios, si V o s con una mano benéfica derramáis áobre ellos todas las bendiciones de vuestra gracia, AVE M A R ÍA . \ P R IM E R A PARTE. ¿ Y quién h a y que pueda du dar de esta v e r d a d ? ¿Q uién h a y que pueda du dar que este T e m p lo augusto, d e d ica d o n o y al Señor, y consagrado por la presencia de la D i v i (S) E n la noche del 13 de A go sto de 18 0S, en que levantaron los I - r e c e s e s e! prim er sitio- de esta C iudad, volaren la Iglesia de Sra. E r g r s c ia , y le n ip lo subterraaeo a e los M ártiresj que en el dia se está, reedificando,' nìdad, es un monumento eterno d e religión, y de piedad, que en este dia de su religiosa restauración llena de gloria á esta C iu d a d dichosa? N o se trata a q u i, es v e r d a d , no se trata aqui de un establecimiento politico, que son los que hacen florecer un E stad o. Y o sé las grandes ventajas, que estos proporcionan á la R e p ú b lic a : y o sé que son útilísimos los establecimientos civiles de instrucción, de c a r i d a d , y de m isericordia, para form ar la juven tu d, para hacer florecer las arter, y para proporcionar socorros á la indigencia afli­ g id a . P ero sé también, que lo que hace florecer una Repú-: blica, y la levanta, como dice el Sabio, sobre las demas son las costum bres: J u s t i c i a e'tevaP g e n t e m (6). E l E m perador Ze'non decía, que se habian de adornar sus E stados, no con preciosidades de ostentación, y de lux o, que aunque indican grand eza sirven d e.fom en to á la- v a n id a d , sino con las bue­ nas costumbres de sus vasallos: y preguntado C arisla o , qué R e p ú b lica tenia por mas gloriosa, respondió que aque­ lla en que sus C iudadanos se esforzaban mas á ser virtuo-. sos. A h o ra pues, ¿dó n de se ven brillar-con mas g l o r í a l a s buenas costumbres, sino en estos establecimientos piadosos? ¿ N o respiran ellos piedad, religión, eq u id a d , desinterés, ca-s rid a d , olvido de las injurias, y toda especie de m o ra lid ad evangélica, regla infalible de las buenas costumbres? F orm en los incrédulos la idèa que quieran de estos establecimientos re­ lig io so s: declamen contra ellos esos espíritus fuertes del si­ g l o : llámenlos ap oyos de la holgazanería, y dénles todos los dictados de oprobio que les sugiere su errad a y loca presunción, que los quisiera v e r desterrados de toda R e ­ p ú b lic a : griten con una boca blasfema, que son inútiles, y aun dañosos á la S o c ie d a d ; que del fondo mismo d e este religioso C o n ven to de las hijas de la gran T e r e s a , se le­ vanta una V02 que grita fuertemente contra estos impíos, y reduce á cenizas esta su erra d a opinion. ¿E ti qué se emplea ésta C asa , este retiro sagrado donde se hallan encerradas las esposas dei C ru cificado, que renun­ ciando al mundo, á todas sus pompas y decoracionesj n^' {<5) Prov. 14. V. 34. K 9 ), Quieren' otro ’ E sp o so ' qüe á J e su -C risto , no vivfen qu^ p a ra D io s , no piensan con D a v i d sino en los años eíe^no.s^ n o tratan sino de v ir tu d , no aspiran sino á complacer á su D i v i n o Esposo, - y solo se ocupan en el cuidado de su aJma^ -con relación á la eternidad? ¿Pueden presentarse al rnundo costum bres mas puras, ni v id a .mas edificante, .que ja q y e se lle va en estos asilos de la vir tu d ? ¿]^o hacen.estas gran-r des almas, escogidas para el_ Santuario por un p riv ile g io dei la g ra c ia , que es la que inspira el espíritu de vpcacion, no, hacen Ja admiración del mundo, que se v é obligado á respe-, ta r aquello mismo que reprueba, y que él no se atreve, á im itar? Piensa la im piedad, que estos gloriosos asilos de la, inocencia, donde se encierra la v ir tu d temprana para na, p e lig ra r en el naufragio del mundo, son perjudiciales al Es-' ta d o : piensa que destruyendo estos establecimientos piadosos,, y con ellos la R e ligio n v e r d a d e ra , conseguirá mejor la fe-; lic id a d temporal. P ero y e rr a en sus cálculos la va n a , y o r ­ gullosa filosofía, y e rr a . Sucede á estos impíos en sus op i— lüo n es lo que á los pérfidos Fariseos en la condenación, de, J e s u - C r is to , que cre y e n d o con su muerte, como lo d e te rmináron en sus erra d os consejos, hacer la g loria de J e r u sa lé n ; Jerusalén perece, Jerusalén se v e sepultada entre sus tu in as, no queda en ella p ie d ra sobre p i e d r a , según la pre-dicción del Sa lv ad o r, por la muerte de este Señor. A s p i­ r a r o n ellos por este m edio á ser felices; tem ieron, dice; S. A g u stin , perder unas ventajas temporales, sinp q u itá b a n ­ la v id a al Salvador, no miraban á una felicidad duradera, y á unos bienes eternos, y así todo lo p erdieron: T em p o -fa l t a p e r d e r e timuerunt^ e t u ito m teternam non c o g i t a v e r m t y a c s i e u tru m q u e a m iser u n t. (7 ) V é d puntualmente lo que sucede, a la im piedad de nuestros filosofes; todo lo pierden por lös mismos m edios por los que buscan su felicid ad . ' N o Ha h abido en el mundo hombre mas sábio, ni que . acertase mejor en sus cálculos, y con los medios de hacer feliz un Estado que Salomón. L a R e y n á dei A ustro tiene por feliz á toda su C ó r te , pasmada de su sabiduría. Pues {7) T ra ct. 3^. in JoatL- .i a éste falà sábió IVÎon'àrca, que* aspirò siempre á ' là f d î c î d a d de sus vasallos, no^ solo trata de le vantar un suntuoso p a * lacio, que ha becho la emuiacioà de las naciones, sino que levanta también un magnífico T e m p lo á D ios para los e x e r Éicios de religion. ¿ Y quál fue el prim er cuidado, y el qué Ílaííió U o d a ila atención'de aquel Sto. R e y de C a s tilla , y dé Leóh^ modelo de M onarcas, del inmortal R e y S. Fernando^ árrojados y a los Sarracenos q u e habian dominado la España^ sino el reedificar, y restablecer la C ate d ral de Sevilla, y otros muchos establecimientos piadosos? E n esto fixó su ma­ y o r d esv elo: P r im a cura f u i t . (8) L a G ra n d e z a sigu ió constan-^ t-emerile los sentimiento.? de este' y demas M o n ir c a s C a tó lic o s sus succesores, de que presentarán monumentos eternos los si-^ g lo s ; (9) y sus casas prosperaron al paso que se aumentaba en ellos el zelo por la R e ligio n . jP e r o y q u e ! ¿N ecesitam os mas que abrir los ojos para v e r r-ealizada esta verdad?P orqu e ¿q ué vemos h o y ? ¡ O idolatrado F e r n a n d o ! | 0 Da-v i d perseguido por el Saúl mas impío que han visto los si -4 glos! ¡ O R e y benigno, hijo ciertamente de la P r o v id e n c ia , que como á otro José no se ha separado un momento defu lado, ni descuidado de tí, aun en m edio de las prisio-lies, y del destierro mas doloroso, é injusto! ¡ O Monarca' r e lig io s o ,'d e s tin a d o del C ie lo para a p o y o d é l a N a c ió n , y de la R e lig io n ! T u , tu si <Jue sigues el mismo espíritu, las tíiismas máximas de religión, y de piedad de un Santo q u ê ­ té p reced ió en el nombre, y en el trono. L a aurora de ituestra felicid ad amaneció con tu venida. L a España to d a renació en el momento en qiie pisaste nuestro suelo. Subidoai trono, se puede decir á ios Españoles, mejor que e n ' ■;CS) JSccl. in O ffic. ecch (9) L o s Señores Condes de A ran d a, despues <3e fundar ]os Conventos de Capuchinos, A gustinos y R eligio sas, así de E pila com o de Aranda, de donde tonn n la denom inación, m aniúroa coiocar el si­ guiente sen cillo epitáfio sobre la fachada dé su P a la cio : L o g ra bien la intención pía Q uien para D io s hace casa, Sus híéritoS son sin tasa : E xen ip lo de esto es la m ia. =- . • , ^ , t'O ♦tiempb del R e y A s u e fo a los Judíos, que el C ie lo propicio ,hizo nacer .una nueva luz, que hemos visto estendida sobre ■nuestro orizonte para nuestro consuelo, y que nos ha llenado d e alegría, de g o z o , de h o n o r , y de festejo; esto e s , de -Una plena satisfacción: J u d e i s n ova lux o r ir i v i s a est^ gati-^ d iim ^ honor^ e t tr e p u d iu m i ( l o ) que por todos los Pueblos, -Ciudades, y P ro vin cias á donde han llegado tus sabios de»* c re to s ha renacido el júbilo, se ha ad vertid o una maravir* llosa alegría, banquetes, combites, y d i a . d e fiesta: A pnd o m n es populas^ urbes^ a tq , p r o v in c ia s quocum q. r e g i s iu ssa ve^ n ieba nt m ira ex u lta tio : en tanto grado , y con suceso tan fe^líz, que muchos de otras naciones, y sectas se han unido á nuestras ceremonias y religión, y han entrado á la parte de nuestra aleg ría : In tantum u t p lu r e s a lte r iu s gen tis^ e t secta, eorum religioni^ e t c er em ó n iis iu n g e ren tu r . ¿E s esto una figura, ó una historia de lo que vemos con nuestros mismos ojos en e l d ia ? Unos nuevos A m a ­ n e s , jque dolor I unos nuevos Am anes nos preparaban él patíbulo: el M o n a r c a mismo no quedaba á salvo de esta conjuración:: j O inocente F e r n a n d o , y cómo ha hecho ver el C ielo que está contigo! E l plan de nuestra ruina estaba y a trazad o: el C le r o principalmente, así secular como re-i g uiar, era el obgeto de su f u r i a , é indignación: el decre­ to estaba y a d a d o : y a faltaba poco para realizar sus b ár­ baros proyectos. P ero no d orniita, ni duerme el que vela sobre Israel. Sube F ernando al trono de sus A b u e lo s; y estos Amanes pérfidos vienen á caer en el lazo que te-^ nian tendido á los inocentes M ard oqu eos. V e Fernando abati­ d o el s acerd ocio: v-e la hija de Sion a fe a d a : ve que su Je ru sa lé n am ada, como allá en tiempo de Jeremías, ha per­ d i d o aquel color optimo, aquella belleza que tam o la a g r a ­ c i a b a : v e que hasta las piedras mas preciosas del San­ tu a r io , hasta las mismas V írg e n es consagradas á D io s, hasta aquellas esposas inmaculadas, y almas inocentes que siguea ( lo ) Esch. 8. V. i(S. ligton. E s c io Mi>. 8;® Redundó de este suceso grande beneiicio ú la Re'^ . , »> (ij) a qiialquiera parte donde v a , se veri- dispei*^ sas por las calies, y por las plazas, sin a p o y o , sin dom icilio, •y sin proteccion. ¡Q u é dolor para el c o ra z o n sensible y tierno .de-un Monarca tan. p iadoso! A s i, su prim er cuidado es mi-r a r por la R e ligió n , que honra con ei exemplo, y con la conducta mas edificante:: Z a r a g o z a , tu pudieras hablar, para eternizar estas verda d es: ( i i ) es restituir á su debido ó r d e n todas las cosas; es a p o y a r el Santuario, es revocar ei d ecreto de muerte, es honrar el C le r o , es vo lv e r á las Or*?» denes Religiosas á su antiguo lustre, y esplendor. Y F e r ­ nando, el mismo F ern an do es, quien buscando Ja felicidad de « U S ' vasallos, presenta á la vista del mundo entero en estos establecimientos piadosos un monumento eterno d e religión,, y de piedad. ( 1 2 ) 4 SEGUNDA PA R TE . r Pero también os d ig o y o que en la renovación de este T e m p lo sagrado, y de este religioso C on ven to de las hijas de la gran T e r e s a , ve Z a r a g o z a un exem plar v iv o , y perene de v ir tu d , y de m oralidad evangélica, que contrib uye en graq manera á su edificación. L a emulación tiene mucho ascen-r diente sobre el corazon humano, que siempre aspira á lo mas g ra n d e. Y o hablo de aquella inclinación loable, tan propia de almas grandes, y de. corazones generosos, que anima á ia v ir tu d , y de aquel noble sentimiento que hace aspirar al hombre á la perfección de los otros. N a d a estimula mas á esta noble emulación que el exemplo. A s i, Ja práctica de Jos consejos evangélicos, y de las virtudes cristianas es un p re d ica d o r v i v o y eficaz, que gana con una dulce, y casi irresistible fu e r z a todos los corazones. L a virtu d es en si ama-í b le : es aquel dulce panal que halló Sansón en la boca de un L e o n . Ella tiene en si bastantes a trac tivo s para estimular núes-? tr o corazon, y ganarle. P ero quando se ve p racticad a, quando la vemos copiada en la conducta de los o tr o s , tiene un no se que de a tractivo, á que casi.n o se puede resistir. ®1 C o rd e rò • ( 1 1 ) E n Zaragoza asistió nuestro M onarca á todas las fiinciones de Se-.»laaa Santa, y dia de -Pasqua en ám bas C atedrales, con la m a y o j edificaUel pueblo, D e cre to del 20 de iVIayo de 18 14 . - ¿Pues quantos exemplares de petteccioh y de virtu d no han salido de aste R e lica rio sagrado, de este religioso C o n v e n to , que han hecho en todos tiempos la edificación, y aun la admiración de esta C iu d a d dichosa? A q u e lla cé­ lebre heroína del siglo i 6 , que con el v a lo r, pruden cia, y sabiduría de otra D eb o ra se presentó en medio del inun­ d o para emprender una obra que habia hecho d e s m a y a r á los mas fuertes de I s r a è l e aquella grande m u g e r, que despreciando r ie s g o s , y venciendo dificultades vuelve al Carm elo toda su herm osura, emprendiendo su R eform a con tan feliz suceso, que apenas h ay P ro vin c ia , dice el sabio M u r illo , donde no se h a y a estendido el fruto de su santidad mi­ lagrosa, robando al mundo lo mejor que tiene para consagrarlo á I)ios en su R e ligió n : ( 1 3 ) mi Sta. M a d r e , y Seráfica D o c ­ tora Sta. T e r e s a , llena del deseo de en riquecer con las v ir t u ­ des de sus hijas á Z a r a g o z a , tira una m irada de bondad so-» bre esta C iu d a d dich osa , silla de la v e r d a d e ra R e l i g i ó n , y determina fundar en ella un C onvento. R ecorram os r á p id a mente la historia de su fu n d ación , que escribió con la m ayor satisfacción de su espíritu D . M igu el Bautista de L a n u z a , ilus­ tre Jurisconsulto de esta C i u d a d , y literato de p n m e r órden^ donde llama á sus Fun dadoras claras antorchas, que sirviero n de g u ia á las d e m á s, y se ganaron delante de D i o s , y de los hombres una gloria inmortal. ( 1 4 ) Isabél de Santo D om ingo, ilustre compañera de la gran T e r e s a , que copiaste su es-r piritu, y á quien mi seráfica M a d r e e ncargó esta fundación, que prim ero p ro ye c tó e x ecutar por si m ism a; Catalina de la Concepción, llamada comunmente en esta C iu d a d ia Sta.. Portuguesa, c u y o cuerpo íntegro despues de dos siglos a r ­ roja un olor celestial; Inés de Jesús, de la casa ilustre de los G u e v á r a s de S e g o yia , descendientes del C o n d e de G ñ a tej (13) E x cel, de Zarag. T ra r. 2. cap. 415. (14) S e verificó esfa Ftindacion ano ig S 8 en el C o le g io de Jas -^'írgenes, donde se dixo la pri^*mera M is i dia d ç N tra. Sra. de ]a§ N ieves, p resa gio , dice M urÜ Io, que CQm o nieve caiJa del C ie lo h a b ia n d e. fecundar esta tierra, produciendo e n ella m il hermosas ílores de celesciaies virtudes. S e trasladaron aqui á l í de.JuJiQ de ^603. t ' 4^ . . íVTaríá ta V is ita c ió n , que te mereciste p o r m - itiocen■cia la preííilecclon de tu Sta. M a d r e , qne en el C onven to Xle S e g o v i í p rofetizó que habias de ser una Santa; M a riä -de S. José, hija de aquella muger fuerte Catalina de To-ilo s a , que enriqueció mi sagrada. R e fo rm a con cinco hija^ -y dos hijos; Catalina de la Encarnación, enlazada con el ■ilustre D o c to r V e la z q u e z , sabio dé prim er ó r d e n . C a n ó ­ nigo de T o le d o , O b isp o de O sm a, y A rzob isp o de Santiago; -Ana de la T r in id a d , de quien T e r e s a d ix o á su p adre ea ‘Pastrana, en atención al rico presente que le- habia o f r e ­ c id o , que asi como otros dan por recibir sus hijas, le ha-« "bia de haber pagado porque se Ja d i ó ;: j a h í ¡ Y quien pu-^ tliera reanimar vuestras frias c e n i z a s , y haceros compareced nuevamente en este T e m p lo , que con tantos sacrificios san­ tificasteis! ¡ Y quien p udiera reuniros á ese C o r o de Vír-» genes, h ere d e ras'd e vuestro espíritu, y constantes imitado-» t a s 'd e vuestras virtu d e s! V u e stro s cuerpos depositados ert ese Panteón diclioso, publican aun después de tan larg d transcurso de tiempo, los exem plos admirables dö edifica-i cion y dé v irtu d , qué dexásteis á toda Z a r a g o z a . D io s se complace en ellos, este D io s zeloso de su g lo ria, que ert estos corazones puros halla todo su r e c r e o ; y la gran Te-» Tesa mi M a d re zela desde el C ie lo , asi la observancia de >este edificante C onven to , donde ha b rillado con gloria el esp íritu de religión, y que ha hecho siempre la adm iración de esta C iu d a d dichosa, como el culto que se da á D io s en este T e m p lo sagrado. A b r i d las C rón ica s del Carm en D escalzoi y ve réis, que si un ciudadano de Z a r a g o z a , buscándo algua desahogo á su amor impuro, se conviene con su dam a en profanar este T e m p lo respetable con conversaciones mundanas y qué sé y o si de un ^ a k n te ó lascivo, aun no habian d a d o principio á su convei^sacion, quando se v é ven ir por la Ig le ­ sia, y pasa por delante de ellos la gran T e re s a con un sem­ blante severo, y am enazador, que los atierra, y los espanta. Siempre se h a d a d o aqui á la D iv in id a d un culto p uro : ¿iem pre ha sldp este C on ve n to religioso escuela de santidad^x y dechado de virtu d. A q u i se ha yisto_ retratada aquella» (íí) Jéru§álén dichosa,' que v i o S. Juan én s u 'A p o ca líp s i, 'aq u e lla C iu d a d santa, adornada de todo g én ero de virtu d es, y dis-» puesta como una esposa, ataviada para recibir á su esposo* Vírgenes prudentes, han tenido siempre sus lámparas encen­ didas con el oleo de la devocion, esperando la llegada de su esposo celestial: y preparadas siempre para el sacrificial se ha visto ard er de continuo, como lo p edia D ios á Is­ rael, el fuego sagrado, el fuego del d iv in o amor en el altar de su corazon. ¿ Y quién d u d a rá de esta v e r d a d ? ¿N o ha sido siempre este C o n ve n to un relicario precioso á la vista de toda Z a r a g o z a ? ¿Por ventura ha d e c a íd o aqui jamas el es-» píritu rob usto, y fuerte de sus santas F un dadoras? ¿ P o r ventura estos exem plares edificantes se han extinguido aun en nuestros dias, á pesar de la contrariedad de los tiem pos? B e ninguna manera. ( l y ) L a misma regla, el mismo método de vid a , el mismo zelo por la regu laridad, y ob servan cia Isrilla ahora, qúe brilló en los tiempos antiguos. R eg la , y método de v i d a , donde se santificaron, y santifican tantas aJnias, y que aun en nuestros dias ha llamado la atención de las damas mas célebres de la E u r o p a , que se han sugetado á ella^ ¿Q u eréis ilustres exemplos de esta v e r d a d ? F i x a d la vista en la dichosa madre de N u estro Santísimo P ad re Pió V I L j en la Condesa • de C lerm on t, que con el nombre de T e re s a de Jesús M a ría , v is tió el habito de C arm elita D escalza eti' el C onven tó de F a n o en Italia, y despues de haber v iv id o ' una v id a llena de virtu des, m urió con opinion de santidad año. 15777. Pero [ y q uel E n el centro mismo de la im piedad, en elnlfis fu e r te baluarte de las novedades irreligiosas, en el asilo d e la falsa filosofía de nuestros dias, y donde, el v ic io ap laudido stf ha visto caminar con g lo ria ; aun en esa d e sgraciad a F ran cia , de donde han corrid o ríos de m ortífero veneno, en materia d e R eligión y de m o ra lid a d , que han inundado y contagiado todo el o r b e , hemos visto a b ra z a r el instituto sagrado de T é <(15) E sta religiosa Gom ucidad oblig-a:^a por decreto de los F ran ceses, ásaJir.de Z arago za se m antavo siem p re.reu cid a, permaneció en Huesca en e l C«AveA£p,4e .s j,O r d e n , hasta que lás circunstancias les parm itiéron restiwif-» se á esta Ciudad. f'6) r « a á 'L ü i s á de la’ M is e r ic o r d ia , Condesa de R ü r e m ó h d ,' a lnja ilustre y g r a n d e , cuyos sobresalientes talentos se han da ­ do á conocer por unos escritos llenos de piedad y de s a t id u r ía : ( 1 6 ) y á M adama L u i s a , en la R e lig ió n T e re s a de San A g u stín , hija de L u is X V , de quien el sábio y político Pontífice Clemente X I V hizo singular a p r e c io , como se puede ver. eq sus c a r ta s , espíritu ilu stra d o , robusto y fu e r t e , que con su adm irable prudencia y a ctiv o z e lo , supo contener el fuego de la revolución en F ran cia por espacio de d oce a ñ o s, y m urió la muerte de los. justos en 1 7 8 7 , habiendo v i v id o 1 7 años en la R e lig ió n . ¿ Y en este mismo C onven to, no hemos visto en nues-r tros dias con edificación de toda Z a r a g o z a á M a r ía F rancisca del N iñ o J e s ú s , de la C asa ilustre de N u e ro s , ahora F uente O l i v a r , y M a ría F rancisca de Sta, T e r e s a de la de los E xce-¿ lentísimos Señores Condes de Sástago, c u y a v id a llena de tudes hace tan respetable su memoria? A h o r a pues ¿todos estos exem plares, y otros muchos que! yO os p udiera p r e s e n ta r , qué convencen á f a v o r de este M o ­ nasterio religioso d e las hijas de T e r e s a que h oy se renueva, y v u e lv e á tomar su antiguo esplendor? L o d i r é , aunque te­ mo ofender la modestia d e esas esposas de Je s u -C r is to que me escuchan. Q u e es este un P araíso habitado de Á n g e les,, como lo llaman los escritores piadosos; que es el jardín amenOt d« ia I g le s ia , matizado de todo género de flores, y la por-., cion mas es c o g id a del rebaño del celestial P a s to r ; que es un»' pensil d e licio s o , donde se recrea el soberano Esposo, como l o , llaman los P a d r e s ; y para no desviarm e un momento de mi. a su n to , que es á la vista de toda Z a r a g o z a un exem plar v i v o y perene de v i r t u d , y m oralidad evangélica. TE R CER A PARTE. Y o d ig o por fin , que es también un testimonio i n d u v i tflble del cuidado con que la D iv in a P r o v id e n c ia mira a su Iglesia. Y o desafío aqui á todos los políticos mas sobresalien- . tes que ha habido en los siglos, los G r a c ia n e s , los G a r a u s , los f i ó ) Veanse lo s sentim ientos y afecto s de una alm a á D io s sobre lo s sal­ m os 50 y 1 0 2 : un tom. en 8. ® ‘ ' (^ 7) Saabedras, y otros ilusirjes Españoles que han dado lecciones mundo entero: y o 'd e s a fío aqui á toda la previsión y pru­ dencia de los hombres mas sábios del mundo. Q u e me digan si por medios h u m a n o s' era posible esperar este restablecíiiiiento. N o : todos me d ir á n , que ni R om a con toda su polí­ t i c a , ni Athenas, con toda su ciencia hubieran acertado con los medixDs' para ve r realizada en tan breve tiempo obra tan. g r a n d e : todos me d ir á n , que esta es obra de la diestra dei E x c e ls o , y que es tan admirable á los ojos de la prudencia h u ­ m an a, que es preciso confesar, que esta es obra de D ios. A D om ino f a c t u m e s t istuá^ e t e s t m ira h ilé in o c u lis n ostrisi ( r ? ) todos por fin me dirán, que solo un D io s Omnipotente, que tie­ ne el dominio soberano del U n iverso, que manda en los corazo­ nes de los R e y e s , que es Señor de los e x é r c ito s , y de las v i c ­ t o r ia s , y que hace servir quando le place á todas las criatu-* ras á ios inefables designios de su justicia, y de su m isericor­ d i a , pudiera haber perficionado esta obra por una m ultiplica­ ción de prodigios escondidos á la prudencia humana, pero de­ cretad o s al eterno por el mismo D ios para gloria de la Iglesia, y de la Religión. ,*Que multitud de prodigios todos maravillosos no han visto nuestros ojos, capaces de convencer aun á los mas incré­ du los, .si quisieran a b rir los suyos á lad u z de, la v e r d a d , que magestuosamente camina delante de ellos! T o d o s los M o n a r - . cas reunidos en una misma op in io n , deseosos de dar la paz a l mundo; el monstruo de la E u r o p a :: me avergüenzo el nom-> b r a r le : el monstruo de la E u r o p a , aquel C orso indigno de la h um anidad, que como aquel A poleon exterm inador del A p o c a iip s i, parece que lo abortó el abismo para exterminar el * genero hum ano; d e rrib a d o como L u zb el por una mano supe— > r io r del trono usurpado, donde diez años antes lo habia colo­ cado su a m b ició n , y su so b erv ia : N tr o . Santísimo P ad re P ío V I I , este m ártir de la v e r d a d , que por sostener con una fren- , te firm e, y con una constancia inimitable los derechos de la I g le s ia , tiene que sufrir desp ojo, d e s tie r r o , prisiones, y to d o , genero de ultrages, atentados contra su p erso n a; restituido al (17) Ps. 117. ( . 8) trono de S. Pedro, de donde indignamente lo habia arrojado una mano tiran a: N tr o . amabilísimo F e r n a n d o , este P rín cip e, que como un don del C ielo io concedió la P ro vid e n c ia á nuestra E s­ p a ñ a , en un tiempo en que esta necesitaba de un M onarca ins­ truid o desde su niñez en la escuela de los tra ba jo s; restable­ cido sobre el trono de sus m ay o res, de que le habia despoja­ do la tr a y c io n mas inhum ana, en unas circunstancias en que menos podia confiar España el poseerle, y quando los satélites d e la anarquía trazaban su ruina y desolación: una nube asol a d o r a , levantada en el corazon mismo de la nación por la ir­ r elig ió n é impiedad de ciertas almas lib re s , y que amenazaba por instantes ei último exterm inio ; d e s v a n e c id a , disipada co­ m o el humo que se lleva el v i e n t o , hasta quedar sepultados entre sus ruinas los autores de la conjuración mas e xecrab le: el Supremo T r ib u n a l de la F é , que el hombre enemigo que in­ tentaba sembrar cizaña en el campo de la Iglesia, para que a p o ­ deránd ose-del grano p u r o , lo sufocára y no lo d e x á ra p ro d u ­ c ir en el corazon de ios E sp a ñ o le s , p ro yec tó sepultar e ternaijiente; este-dignísimo y resptabilísimo T r i b u n a l , á quien de­ b e la fé española toda su p u r e z a , la nación sus c re c e s , la R e ­ ligió n sus aumentos, suprimido por la perfidia, porque se opo­ nía á la execucion de unos planes que no ha podido redu cir á la o b r a ; ( i 8 ) restituido con gloria por ei voto de la nación, que desea aplique el M on a rca su real mano para consuelo de los buenos católicos, y confusion de los im p ío s, c u y a esperanza que­ d a r á de un golpe sepultada: ( 1 9 ) las Ordenes R e lig io s a s , estos antemurales de la Iglesia, estas bases del grande edificio de la -R elig ió n , abatidas por los enemigos del buen órden y de la pie­ d a d hasta el polvo de la tie r r a ; levantadas con una mano p ropi­ cia por un decreto r e a l , y con tanta g lo r i a , que hasta los mis­ mos niños por una de aquellas aspiraciones s e c reta s, que T e r t u ­ liano llama testimonios de una alma naturalmente cristiana,(18 ) Cogiíwüerunt constlia^ quts-non poluerunt stnhilire. P . l o . (19 ) Peccator vzdebit e í irnscetur^ dentibus suis fre>net ^ e t tn hescei, desicierium peccatoyum p erih it. P s. i i i . Se verificó pocos dias despues es­ te -deseo, restituido e l St®. Tribunal' en sus derechos por D e c re to R e a l de n de JuJio. corren presurosos a rendirles sus respetos, verificándose aquel orácu lo de D a v i d , que por la boca de los niños es D io s alaba­ do en sus obras para confusion de sus enem igos: (20) todas estas obras tan maravillosas de la P rovid e n cia j no son unos p ro d igio s de prim er ó r d e n , que los vemos con nuestros mis­ mos o jo s, y aun parece que dudamos de ellos? ¿ N o demues­ tr a todo este agregado de circunstancias que D io s está con nosotros, y que el ded o de D ios obra a q u i? N o hizo D ios cosas tan m aravillosas con ninguna otra nación; y por poco que observemos la historia de esta g u e r r a , veremos que parece ha querido D io s renovar ios antiguos prodigios á nuestro favor. Pues todos estos que acabo de e n u n c ia r, y otros muchos que no se esconden á vuestra p enetración , y á vuestra refle­ xión p iad o sa , han sido menester para dar ocasion á esta so­ lem nid ad , y para que se renovase en el dia de h oy este esta­ blecimiento r e lig io so , que d á tanta gloria á Z a r a g o z a ; en e f que reuniéndose á los exeraplos edificantes de los siglos la constancia de E n g r a c i a , y de todos sus ilustres compañeros, que v a á- ser aqui desde h oy entron izada y v e n e r a d a , s e rvi­ rá de un nuevo estímulo para rad icarse mas en iá féj propa­ gar la r e lig ió n , y adelantar y hacer m ayores progresos en Jacarrera de Ja v i r t u d , no solo á las R e lig io s a « ,-c u y o espíritu' se electrizará con el recuerdo de estas maravillas *y de esta-y v e r d a d e s , sino á todos ios-que visitaren con ve rd a d e ro espí­ ritu de religión este T e m p lo renovado h o y, y nuevamente cons a g r a d o á D io s, baxo los auspicios del Patriarca San J o s é , y de los ilustres M ártires que regaron este mismo suelo con susangre en defensa de la; fé. G lo r ia pues eterna al gian D ios d é l a s eternidades: ben­ dito sea D i o s , repetiré y o con San P a b lo , reuniendo el fin de nii oracion con su p r in cip io , bendito sea D i o s , y el P ad re de N tr o . Señor J e s u - C r is to , padre de m is e rico rd ia s , y D io s de todo consuelo, que se ha dignado consolarnos en todas nues­ tras tribulaciones. Catitémos con todo el placer de nuestro corazon al S e ñ o r , con el C au dillo del Pueblo de D io s, pues tan magníficamente ha triu n fa d o : Cantemus Domino, ( a i ) (20) Ps. 8 . (21) Cant. Moys. E l bft s id o , á ' pesar de la oposicion de todos nuestros enemi­ gos, nuestro consuelo, nuestra alegría y. nuestra lu z : D o m im s lu x m ea e st. C o n su socorro T o d o p o d e ro so hemos sido libra­ dos como Pueblo de D io s de las manos de ios E g ip c io s ; hemos sido arrancados de entre las cadenas de B a b ilo n ia, para que j io se huelgue esta enemiga de Ja v e r d a d sobre nosotros, y sobre nuestras d esgracias; hemos vijelto á nuestra a u tig u a 'g lo ­ r i a , y nos vemos cercados de los mismos resplandores que a n te s ; y todos Jos dias crecen estos nuevos Bethetes, donde se adora al D io s de Jacob. (2 2 ) Confesémoslo para confusion de la incredulidad de los espíritus fuertes del siglo, y de la o r gullosa filosofía. Bendigám os al Señor eternamente en recono­ cimiento de tantas bondades. O frezcám osle en este santo T e m ­ plo, en el que tenem^os h o y á la vista un monumento eterno de re lig ió n y de p i e d a d , un exem plar v i v o y perene de v ir tu d , y m oralid ad ev a n g é lic a , y un testimonio induvitable del cuidado con qtie la D iv in a P ro vid en c ia m ira á su Ig lesia ; ofrezcámosle gustosos, y con toda la efusión de nuestro corazon, un sacri­ ficio de gratitud y de alabanza, que es el que verdaderam ente le honra ;*para que'dáTTdole un culto religioso en la tierra, ten­ gamos algún dia la dicha de cantar eternamente sus m iseri­ cordias con el coro de los Serafines en ia bienaventuranza de la gloria. A M E N . (22) S e van renovando todos lo s C o n v e n to s, y la Translación del San­ tísim o de la Parroquia de San M ig u e l al de C arm elitas D escalzo s de San J o s é , se verificó con júbilo u n iversal, y mucha con curren cia, dia del G lo ­ rioso San Joaquín 2 1 de A go sto . t. -.'Af - m ■’> i:'.- M : - 'Í* - .... -r. 1^'. '*■ *tSF.' 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