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SERMON
QUE EN L A R E S T A U R A C I O N
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CONVENTO
D E
S A N
D E C A R M E L IT A S
J O S É
D E
T R A N S L A C I O N
DESCALZAS
Z A R A G O Z A ^
S O L E M N E S
D E L SAN TÍSIM O SA C R A M E N T O
1
D e s d e l a ig l e s ia d e s a n Ca y e t a n o a l m ism o ,
d ía
3
DE
JU L IO
d e
1814.
PREDICÓ
E l R . p. P rior F r. José de Sto. Domingo, R e li­
gioso Carmelita Descalzo E x-Lector de Theología de la Provincia de Aragón.
CON
L IC E N C IA .
E n Z a r a g o z a ; E n l a I m p r e n t a d e A n d r e s Se b a s t i a n .
Á l o que me acuerdo, nunca dexé F un ­
dación por miedo deí trabajo , viendo en
servicio de quien se h a c ía , y que en aquella
Casa se habia de alabar al S e ñ o r, y haber
Sancisimo S acram en to; porque es particu­
lar consuelo para m i, ver una Ig lesia mas,
quando me acuerdo de las m uchas que le
quitan los Luteranos:: quienes tan apre­
tado traen á este Señor m io , que quisieran
tornarlo ahora i la C ru z estos traydores y
que no tu v iese,á donde reclinar la Cabeza.
S ta . Teresa L ih . de las Fundaciones.
N e ¡ ( s t e n s Inimica m ea s u p e r me^ quia c e c i d i : consurgAm cum
s ed er o in tenehris^ Domitius lux m ea e s t , M ic h . 7. v . 8.
K o te huelgues enemiga mia sobre m i , porque c a í: me le ­
vantaré, quando estuviere sentada en tinieblas, el Señor
es mi luz.
J ^ e n d i t o sea D io s, y el P ad re de N tr o . Sr. J e s u - C r is to , P ad re de las misericordias, y D io s de todo consuelo,
q ue siempre fiel á sus promesas, rico para todos los que le
invocan, y no menos generoso para los que ponen en él toda
su confianza, se ha dignado consolarnos en todas nuestras
tribulaciones. G lo r ia , alabanza, y honor al G ra n D io s de
las E ternidades, que por un efecto de su bondad, sie m ­
p re m agnífica, y siempre grande, y por aquel amor p e r­
p etu o con que siempre amó á los suyos, ha renovad o, mul­
tiplicando prodigios, la alegría, el gozo, el consuelo, la sa­
tisfacción dulce del corazon, y un regocijo todo espiritual,
que el triunfo de una R e ligió n salida de la silla de D io s an­
tes de todos ios siglos, y del Soberano T r o n o d e su gra n ­
deza, de una R eligión divin a, eterna en su duración, á pe­
sar de todas las oposiciones de la incredulidad, y contra la
que jamas han podido prevalecer las puertas mismas del in­
fierno, ha producido siempre, y debe producir mas en el
dia en todos nuestros corazones. L a hemos visto con dolor
abatida, perseguida, calumniada de la falsa filosofía de nues­
tros dias, y de unos enemigos tanto mas temibles, quanto mas
p o d e r o s o s , que aspiraban á d e r r iv a r el Sacerdocio, y el
T ro n o . L a fu erza, ja intriga, la seducción, todo se ha puesto
en arma para arrancarla del corazon de los Españoles, j Po­
bre España, dulce patria min, si D ios con aquel bra^/o fuerte
con que salvó á Israel, no hubiera tomado á su cargo el sal­
va rla , y no hubiera confundido al nuevo Faraón, y á todos
sus e x irc ito s sobervioá! Pero gracias eternas al G ra n D ios
1
de Israel, que compadecido de nosotros, íia-visitado y e nviad o
ia. redención á su pueblo. B endito sea el D ios de las mise­
ricordias, laudable, y glorioso por los siglos de los siglos.
L a España se ha salvado: la R eligión abatida, perseguida^'
calumniada, vu e lv e con mayor g lo ria . L o s muros de Sion sé
reedifijan por unos, obreros escogidos, que han sabido ma­
nejar con destreza co.i la una mano la e s p a d i, al mismo
tiempo que trabajaban con la otra en su restablecimiento.
E s t e edificio augusto de la R e ligió n sostenido por la mano
d e l T o d o p o d e ro so , y eregido por el Soberano A rtífice de
los siglos, habiendo y a triunfado como el del E va n g elio de
las lluvias inundadoras, de los vientos opuestos, de los tor­
rentes irnpetuosos, y de todas las oposiciones de la fuerza,
d e la intriga, y del error, se levanta h o y nuevamente como
allá el segundo T em p lo de Jerusalén, con mas magnificencia,
y con tTiayor esplendor sobre las ruinas de los impíos.
‘
¿ Q u é significa en efecto todo este aparato magestuoso:
q u e se presenta h o y á nuestra vista? ¿ N o vemos en él retra­
ta d o al natural el gran triunfo de ia R e lig ió n ? V e n i d h o y
aq u i, falsos calumniadores, venid y pasmaos, ó mas bien,
cubrios de confusion: P'idet-e contem ptores^ e t ad m ira m in i. ( i )
y tu, Z a rag o z a ilustre, tu, inmortal Z a r a g o z a , que tienes
á la vista unos p r o d ig io s , que, hacen la emulación de las
naciones, y que con pasmo del mundo demostrarán á los si­
glos que vela siempre sobre ti el G ra n D ios de Israel, toma
h o y la v o z de. la R e ligió n , recoge todas las fuerzas de tu
siempre valiente espíritu, alza mas que nunca tu v o z , in­
sulta con M iqueas la falsa filosofía de los impíos, y dile en
un tono magestuoso que se haga resonar por todo el o r b e :
N o , no tienes que vanagloriarte, enem iga mia, no te huelgues
vanamente en tus imaginarias ventajas, no te entregues á
una falsa alegría, porque me viste c a i d a : N e Iceteris in im ica
m ea su p er me^ quia c e c i d i . Y o me le v a n ta ré :: y a estoy l e ­
van tad a: C o m u rg a m . Y o , me levantaré con el socorro de un
D io s que está siempre á mi lado para no dexarm e pere­
c e r : C onsurgam . 'LfiS negras so'inbras que has esparcido al r e (i)
Act. 13, V.
.
.
(O
,
dedor de mi, las espesas tinieblas que me cercaban, y én que
me has visto sentada, se han desvanecido, se han disipado,
y a no existen, porque el Señor es y a mi lu z : C o n su rga m
cum s ed er o in tenebris^ Dominus lux m ea e s t . (2) Y o decia
en mi espíritu, siempre sumisa á los inapeables, é invariables
decretos de la justicia de un D i o s ; L le v a r é sobre mi la ira
del Señor, porque pequé contra él, hasta q u e ’juzgue mi causa,
y se declare á mi f a v o r : Ira m D om ini portaba^ quoniam
p ecca vi^ et\ doñee causam m eam iu d ice t , e t f a c i a t iu d itiu m m e i m .
M e sacará á luz, veré su justicia, veré el castigo que h ará
d e mis im plicables enem igos: E d u ce t m e in lucem^ v id e b o
i u s ñ tia m eiu s. Entónces me verá mi e n e m ig a , y se v e r á c u ­
bierta de confusion la que ahora se atreve á d e c ir m e : ¿d ó n d e
esta el Señor tu D io s? E t a s p ic ie t in im ica mea^ e t o p e r ie tu r
confusione^ quee d i c i t a d m e i \ uhi e s t D om inu s D eu s tuus% M is
ojos la mirarán, estos ojos que no han hecho mas que derram ar
lágrimas amargas sobre las desgracias de mi N a ción , y d e
la R e lig ió n : pero llegará el momento feliz, decretado en los
consejos eternos, y entonces ven drá á ser esta mi enem iga con­
culcada y pisada como el lodo de las plazas: O cu li m ei v id eb u n t
in e a m : m m c e r i t in con cu lca tio n em ut lu tu m p la te a r u m . (3)
Y a estoy satisfecha: y a ha llegado. L os deseos de mi
espíritu, las ansias impacientes de mi corazon se ven y a per­
fectamente cumplidas, plenamente satisfechas por la gracia,
y beneficencia de un D io s q u e es todo bondad, y que jamas
abandona á los que verdaderam ente ponen en él su confianza.
Y a v e o en mi dulce seno, enemiga mia, y a veo en mi dulce
seno tantas O rdenes R e lig io s a s , que t u , infam e, enemiga
siempre de la verd a d y de la v i r t u d , habías aspirado á e x - ’
terminar de toda la f a z de la tierra, para acabar en ella, y
particularmente en nuestra amada España, con estos antemu-r
rales de la Iglesia, con estos gloriosos asilos de la religión,
de la virtu d , de la piedad y de la sabiduría. Y a veo tam*
bien con el mas dulce placer tantos O ratorios, tantos T e m -
(2) Palabras de la Ig lesia , y de los que ponen en D io s toda su coiv»
fianza contra ios iiisultos de todos sys enem igos.iíscio. (3) M ic b .
-píos donde se ofrece la hostia de placación al Señor, tantos
SatViuarios de la D iv in id a d que tu indignamente profanaste,
,y que de moradas de dragones y de basiliscos, vuelven á
ser habitación del Altísimo, y Soberano T r o n o del D io s v i v o .
Y a veo mas particularmente y con la mas plena satisfacción
de mi corazon este T em plo de las hijas de la gran T e r e s a ,
p rofanado por los nuevos Iconoclastas, y por esa secta in­
fam e de Francmasones impíos, purificado, bendecido, d e d i­
cado al D io s de las misericordias, digno solo de unas almas
tan puras como las que en este R e lic a r io sagrado consagran
al Señor en un encierro eterno sus vidas y sus corazones,
(4) N o te vanaglories, pues, sobre mi enemiga m ia: no te
alegres vanamente sobre mis desgracias: Ne l a t e r i s inimica.
s u p er m e quia c e c i d i . N o triunfes sobre mis males, ó s o b ervia B abilonia, C iu d a d de los espíritus fuertes del siglo, y
asiento de la pérfida y orgullosa filo so fía, no triunfes sobre
mis males, viéndome a b atid a : N e Iteteris. L o s resplandores
que h o y me cercan han d isipad o todas las tinieblas que habías
esparcido al rededor de m i, viéndom e abatida entre las som­
bras de un obscuro cau tiverio, en el que esperaba mi próxim a
lib e rta d : Q o m u rg a m cum s ed er o i n t e n e b r i s . Y a ha llegado esta,
porque el Señor es mi lu z ; y compadecido de mi situación
lastimosa, ha hecho amanecer sobre mi el dia mas brillan-,
te, y glo rio so : Donrinus lux m ea e s t . C o n esta luz d ivin a,
todo ha mudado y a de faz para m i: no descubro por
todas partes sino obgetos de consuelo, y de la mas plena
satisfacción.
E n este T e m p lo sagrado, renovado h o y para los e x e r cicios de religión baxo los auspicios del Patriarca S. José,
Protector Soberano de la sagrada R e fo r m a de T e r e s a , y e r e g id o nuevamente en P a r r o q u ia de Sta. E n g ra c ia, y d e ‘ los
Ilustres M á rtire s Zaragozanos, sus fieles Compañeros en la
constancia, y en el v a lo r, mientras que se reparan sus r u i -
(4)
E n el dia mismo de San Juan B autista del año 1 8 1 3 , en que
le s Francmasones tuvieron ún esplendido banquete en este C on vento, pa-^
saron las R eligiosas á ■habitarle en el año siguiente d e 18 14 .
fias, ( f ) adm iro unos caracteres que me llenan de gloría.
P orqu e ¿q ue es lo que v e o ? V e o un monumento eterno de
religión, y de piedad. V e o un exem plar v iv o , y perene de
v ir tu d , y m oralidad evangélica. V e o un testimonio indubi­
table del cu id a d o con que ia D iv in a P rovidencia mira á su
Iglesia. A s i habla hoy Z a r a g o z a á nombre de la Religion:
y asi hablaré y o á todos vosotros, para descubriros el es­
p íritu de esta F e s tiv id a d ; si aquel Señor de quien desciende
todo don precioso, y d á d iv a graciosa, y que hasta h s len­
guas de Jos niños sabe hacer eloquentes quando interesa su
gloria, fav o re c e por un efecto de su bondad á mis destos,
inflama mis expresiones, y dá dirección al discurso.
Soberano Señor Sacramentado, que presente á los ojos
de nuestra fé en ese Sacramento augusto, teneís vuestras de­
licias en morar y conversar con los hijos de los hombres,
ve is, Señor, un nuevo T e m p lo consagrado h o y á vuestra glo­
ria. M as ¿ y que es este T e m p lo para V o s ? Si el C ie lo , y
los C ie lo s de los Cielos no son bastante morada para vuestra
augusta M agestad, ¿cóm o lo ha de ser este T e m p lo consa­
g ra d o hoy' á vuestro nombre? Pero, Señor, y o sé que ten­
dréis otros tantos Tem plos dignos solo de V o s en cada
ano de los corazones de esas vuestras esposas, consagradas
a vuestro culto en las aras de vuestro a m o r: y o se q u e ten­
dréis otros tantos Tem plos en cada uno de los corazones
de tantas almas fieles que acuden h oy á rendiros estos re­
ligiosos obsequios, si V o s con una mano benéfica derramáis
áobre ellos todas las bendiciones de vuestra gracia,
AVE
M A R ÍA .
\
P R IM E R A
PARTE.
¿ Y quién h a y que pueda du dar de esta v e r d a d ? ¿Q uién
h a y que pueda du dar que este T e m p lo augusto, d e d ica d o
n o y al Señor, y consagrado por la presencia de la D i v i (S)
E n la noche del 13 de A go sto de 18 0S, en que levantaron los
I - r e c e s e s e! prim er sitio- de esta C iudad, volaren la Iglesia de Sra. E r g r s c ia ,
y le n ip lo subterraaeo a e los M ártiresj que en el dia se está, reedificando,'
nìdad, es un monumento eterno d e religión, y de piedad,
que en este dia de su religiosa restauración llena de gloria
á esta C iu d a d dichosa? N o se trata a q u i, es v e r d a d , no
se trata aqui de un establecimiento politico, que son los que
hacen florecer un E stad o. Y o sé las grandes ventajas, que
estos proporcionan á la R e p ú b lic a : y o sé que son útilísimos
los establecimientos civiles de instrucción, de c a r i d a d , y de
m isericordia, para form ar la juven tu d, para hacer florecer
las arter, y para proporcionar socorros á la indigencia afli­
g id a . P ero sé también, que lo que hace florecer una Repú-:
blica, y la levanta, como dice el Sabio, sobre las demas son
las costum bres: J u s t i c i a e'tevaP g e n t e m (6). E l E m perador
Ze'non decía, que se habian de adornar sus E stados, no con
preciosidades de ostentación, y de lux o, que aunque indican
grand eza sirven d e.fom en to á la- v a n id a d , sino con las bue­
nas costumbres de sus vasallos: y preguntado C arisla o ,
qué R e p ú b lica tenia por mas gloriosa, respondió que aque­
lla en que sus C iudadanos se esforzaban mas á ser virtuo-.
sos. A h o ra pues, ¿dó n de se ven brillar-con mas g l o r í a l a s
buenas costumbres, sino en estos establecimientos piadosos?
¿ N o respiran ellos piedad, religión, eq u id a d , desinterés, ca-s
rid a d , olvido de las injurias, y toda especie de m o ra lid ad
evangélica, regla infalible de las buenas costumbres? F orm en los
incrédulos la idèa que quieran de estos establecimientos re­
lig io so s: declamen contra ellos esos espíritus fuertes del si­
g l o : llámenlos ap oyos de la holgazanería, y dénles todos
los dictados de oprobio que les sugiere su errad a y loca
presunción, que los quisiera v e r desterrados de toda R e ­
p ú b lic a : griten con una boca blasfema, que son inútiles, y
aun dañosos á la S o c ie d a d ; que del fondo mismo d e este
religioso C o n ven to de las hijas de la gran T e r e s a , se le­
vanta una V02 que grita fuertemente contra estos impíos, y
reduce á cenizas esta su erra d a opinion.
¿E ti qué se emplea ésta C asa , este retiro sagrado donde
se hallan encerradas las esposas dei C ru cificado, que renun­
ciando al mundo, á todas sus pompas y decoracionesj n^'
{<5) Prov. 14. V. 34.
K 9 ),
Quieren' otro ’ E sp o so ' qüe á J e su -C risto , no vivfen
qu^
p a ra D io s , no piensan con D a v i d sino en los años eíe^no.s^
n o tratan sino de v ir tu d , no aspiran sino á complacer á su
D i v i n o Esposo, - y solo se ocupan en el cuidado de su aJma^
-con relación á la eternidad? ¿Pueden presentarse al rnundo
costum bres mas puras, ni v id a .mas edificante, .que ja q y e
se lle va en estos asilos de la vir tu d ? ¿]^o hacen.estas gran-r
des almas, escogidas para el_ Santuario por un p riv ile g io dei
la g ra c ia , que es la que inspira el espíritu de vpcacion, no,
hacen Ja admiración del mundo, que se v é obligado á respe-,
ta r aquello mismo que reprueba, y que él no se atreve, á
im itar? Piensa la im piedad, que estos gloriosos asilos de la,
inocencia, donde se encierra la v ir tu d temprana para na,
p e lig ra r en el naufragio del mundo, son perjudiciales al Es-'
ta d o : piensa que destruyendo estos establecimientos piadosos,,
y con ellos la R e ligio n v e r d a d e ra , conseguirá mejor la fe-;
lic id a d temporal. P ero y e rr a en sus cálculos la va n a , y o r ­
gullosa filosofía, y e rr a . Sucede á estos impíos en sus op i—
lüo n es lo que á los pérfidos Fariseos en la condenación, de,
J e s u - C r is to , que cre y e n d o con su muerte, como lo d e te rmináron en sus erra d os consejos, hacer la g loria de J e r u sa lé n ; Jerusalén perece, Jerusalén se v e sepultada entre sus
tu in as, no queda en ella p ie d ra sobre p i e d r a , según la pre-dicción del Sa lv ad o r, por la muerte de este Señor. A s p i­
r a r o n ellos por este m edio á ser felices; tem ieron, dice;
S. A g u stin , perder unas ventajas temporales, sinp q u itá b a n ­
la v id a al Salvador, no miraban á una felicidad duradera,
y á unos bienes eternos, y así todo lo p erdieron: T em p o -fa l t a p e r d e r e timuerunt^ e t u ito m teternam non c o g i t a v e r m t y a c
s i e u tru m q u e a m iser u n t. (7 ) V é d puntualmente lo que sucede,
a la im piedad de nuestros filosofes; todo lo pierden por
lös mismos m edios por los que buscan su felicid ad .
'
N o Ha h abido en el mundo hombre mas sábio, ni que .
acertase mejor en sus cálculos, y con los medios de hacer
feliz un Estado que Salomón. L a R e y n á dei A ustro tiene
por feliz á toda su C ó r te , pasmada de su sabiduría. Pues
{7)
T ra ct. 3^. in JoatL-
.i
a
éste falà sábió IVÎon'àrca, que* aspirò siempre á ' là f d î c î d a d
de sus vasallos, no^ solo trata de le vantar un suntuoso p a *
lacio, que ha becho la emuiacioà de las naciones, sino que
levanta también un magnífico T e m p lo á D ios para los e x e r Éicios de religion. ¿ Y quál fue el prim er cuidado, y el qué
Ílaííió U o d a ila atención'de aquel Sto. R e y de C a s tilla , y dé
Leóh^ modelo de M onarcas, del inmortal R e y S. Fernando^
árrojados y a los Sarracenos q u e habian dominado la España^
sino el reedificar, y restablecer la C ate d ral de Sevilla, y
otros muchos establecimientos piadosos? E n esto fixó su ma­
y o r d esv elo: P r im a cura f u i t . (8) L a G ra n d e z a sigu ió constan-^
t-emerile los sentimiento.? de este' y demas M o n ir c a s C a tó lic o s
sus succesores, de que presentarán monumentos eternos los si-^
g lo s ; (9) y sus casas prosperaron al paso que se aumentaba
en ellos el zelo por la R e ligio n . jP e r o y q u e ! ¿N ecesitam os
mas que abrir los ojos para v e r r-ealizada esta verdad?P orqu e ¿q ué vemos h o y ? ¡ O idolatrado F e r n a n d o ! | 0 Da-v i d perseguido por el Saúl mas impío que han visto los si -4
glos! ¡ O R e y benigno, hijo ciertamente de la P r o v id e n c ia ,
que como á otro José no se ha separado un momento defu lado, ni descuidado de tí, aun en m edio de las prisio-lies, y del destierro mas doloroso, é injusto! ¡ O Monarca'
r e lig io s o ,'d e s tin a d o del C ie lo para a p o y o d é l a N a c ió n , y
de la R e lig io n ! T u , tu si <Jue sigues el mismo espíritu, las
tíiismas máximas de religión, y de piedad de un Santo q u ê ­
té p reced ió en el nombre, y en el trono. L a aurora de
ituestra felicid ad amaneció con tu venida. L a España to d a renació en el momento en qiie pisaste nuestro suelo. Subidoai trono, se puede decir á ios Españoles, mejor que e n '
■;CS) JSccl. in O ffic. ecch
(9) L o s Señores Condes de A ran d a, despues <3e fundar ]os Conventos de Capuchinos, A gustinos y R eligio sas, así de E pila
com o de Aranda, de donde tonn n la denom inación, m aniúroa coiocar el si­
guiente sen cillo epitáfio sobre la fachada dé su P a la cio :
L o g ra bien la intención pía
Q uien para D io s hace casa,
Sus híéritoS son sin tasa :
E xen ip lo de esto es la m ia. =- .
•
, ^
,
t'O
♦tiempb del R e y A s u e fo a los Judíos, que el C ie lo propicio
,hizo nacer .una nueva luz, que hemos visto estendida sobre
■nuestro orizonte para nuestro consuelo, y que nos ha llenado
d e alegría, de g o z o , de h o n o r , y de festejo; esto e s , de
-Una plena satisfacción: J u d e i s n ova lux o r ir i v i s a est^ gati-^
d iim ^ honor^ e t tr e p u d iu m i ( l o ) que por todos los Pueblos,
-Ciudades, y P ro vin cias á donde han llegado tus sabios de»*
c re to s ha renacido el júbilo, se ha ad vertid o una maravir*
llosa alegría, banquetes, combites, y d i a . d e fiesta: A pnd
o m n es populas^ urbes^ a tq , p r o v in c ia s quocum q. r e g i s iu ssa ve^
n ieba nt m ira ex u lta tio : en tanto grado , y con suceso tan fe^líz, que muchos de otras naciones, y sectas se han unido
á nuestras ceremonias y religión, y han entrado á la parte
de nuestra aleg ría : In tantum u t p lu r e s a lte r iu s gen tis^ e t secta,
eorum religioni^ e t c er em ó n iis iu n g e ren tu r .
¿E s esto una figura, ó una historia de lo que vemos
con nuestros mismos ojos en e l d ia ? Unos nuevos A m a ­
n e s , jque dolor I unos nuevos Am anes nos preparaban él
patíbulo: el M o n a r c a mismo no quedaba á salvo de esta
conjuración:: j O inocente F e r n a n d o , y cómo ha hecho ver
el C ielo que está contigo! E l plan de nuestra ruina estaba
y a trazad o: el C le r o principalmente, así secular como re-i
g uiar, era el obgeto de su f u r i a , é indignación: el decre­
to estaba y a d a d o : y a faltaba poco para realizar sus b ár­
baros proyectos. P ero no d orniita, ni duerme el que vela
sobre Israel. Sube F ernando al trono de sus A b u e lo s; y
estos Amanes pérfidos vienen á caer en el lazo que te-^
nian tendido á los inocentes M ard oqu eos. V e Fernando abati­
d o el s acerd ocio: v-e la hija de Sion a fe a d a : ve que su
Je ru sa lé n am ada, como allá en tiempo de Jeremías, ha per­
d i d o aquel color optimo, aquella belleza que tam o la a g r a ­
c i a b a : v e que hasta las piedras mas preciosas del San­
tu a r io , hasta las mismas V írg e n es consagradas á D io s, hasta
aquellas esposas inmaculadas, y almas inocentes que siguea
( lo ) Esch. 8. V. i(S.
ligton. E s c io Mi>. 8;®
Redundó de este suceso grande beneiicio ú la Re'^
.
, »>
(ij)
a qiialquiera parte donde v a , se veri- dispei*^
sas por las calies, y por las plazas, sin a p o y o , sin dom icilio,
•y sin proteccion. ¡Q u é dolor para el c o ra z o n sensible y tierno
.de-un Monarca tan. p iadoso! A s i, su prim er cuidado es mi-r a r por la R e ligió n , que honra con ei exemplo, y con la
conducta mas edificante:: Z a r a g o z a , tu pudieras hablar, para
eternizar estas verda d es: ( i i ) es restituir á su debido ó r d e n todas las cosas; es a p o y a r el Santuario, es revocar ei
d ecreto de muerte, es honrar el C le r o , es vo lv e r á las Or*?»
denes Religiosas á su antiguo lustre, y esplendor. Y F e r ­
nando, el mismo F ern an do es, quien buscando Ja felicidad de
« U S ' vasallos, presenta á la vista del mundo entero en estos
establecimientos piadosos un monumento eterno d e religión,,
y de piedad. ( 1 2 )
4
SEGUNDA PA R TE .
r
Pero también os d ig o y o que en la renovación de este
T e m p lo sagrado, y de este religioso C on ven to de las hijas de
la gran T e r e s a , ve Z a r a g o z a un exem plar v iv o , y perene de
v ir tu d , y de m oralidad evangélica, que contrib uye en graq
manera á su edificación. L a emulación tiene mucho ascen-r
diente sobre el corazon humano, que siempre aspira á lo mas
g ra n d e. Y o hablo de aquella inclinación loable, tan propia
de almas grandes, y de. corazones generosos, que anima á
ia v ir tu d , y de aquel noble sentimiento que hace aspirar
al hombre á la perfección de los otros. N a d a estimula mas
á esta noble emulación que el exemplo. A s i, Ja práctica de
Jos consejos evangélicos, y de las virtudes cristianas es un
p re d ica d o r v i v o y eficaz, que gana con una dulce, y casi
irresistible fu e r z a todos los corazones. L a virtu d es en si ama-í
b le : es aquel dulce panal que halló Sansón en la boca de un
L e o n . Ella tiene en si bastantes a trac tivo s para estimular núes-?
tr o corazon, y ganarle. P ero quando se ve p racticad a, quando
la vemos copiada en la conducta de los o tr o s , tiene un no se
que de a tractivo, á que casi.n o se puede resistir.
®1 C o rd e rò
• ( 1 1 ) E n Zaragoza asistió nuestro M onarca á todas las fiinciones de Se-.»laaa Santa, y dia de -Pasqua en ám bas C atedrales, con la m a y o j edificaUel pueblo,
D e cre to del 20 de iVIayo de 18 14 .
- ¿Pues quantos exemplares de petteccioh y de virtu d
no han salido de aste R e lica rio sagrado, de este religioso
C o n v e n to , que han hecho en todos tiempos la edificación, y
aun la admiración de esta C iu d a d dichosa? A q u e lla cé­
lebre heroína del siglo i 6 , que con el v a lo r, pruden cia, y
sabiduría de otra D eb o ra se presentó en medio del inun­
d o para emprender una obra que habia hecho d e s m a y a r
á los mas fuertes de I s r a è l e aquella grande m u g e r, que
despreciando r ie s g o s , y venciendo dificultades vuelve al
Carm elo toda su herm osura, emprendiendo su R eform a con
tan feliz suceso, que apenas h ay P ro vin c ia , dice el sabio M u r illo , donde no se h a y a estendido el fruto de su santidad mi­
lagrosa, robando al mundo lo mejor que tiene para consagrarlo
á I)ios en su R e ligió n : ( 1 3 ) mi Sta. M a d r e , y Seráfica D o c ­
tora Sta. T e r e s a , llena del deseo de en riquecer con las v ir t u ­
des de sus hijas á Z a r a g o z a , tira una m irada de bondad so-»
bre esta C iu d a d dich osa , silla de la v e r d a d e ra R e l i g i ó n , y
determina fundar en ella un C onvento. R ecorram os r á p id a mente la historia de su fu n d ación , que escribió con la m ayor
satisfacción de su espíritu D . M igu el Bautista de L a n u z a , ilus­
tre Jurisconsulto de esta C i u d a d , y literato de p n m e r órden^
donde llama á sus Fun dadoras claras antorchas, que sirviero n
de g u ia á las d e m á s, y se ganaron delante de D i o s , y de los
hombres una gloria inmortal. ( 1 4 ) Isabél de Santo D om ingo,
ilustre compañera de la gran T e r e s a , que copiaste su es-r
piritu, y á quien mi seráfica M a d r e e ncargó esta fundación,
que prim ero p ro ye c tó e x ecutar por si m ism a; Catalina de
la Concepción, llamada comunmente en esta C iu d a d ia Sta..
Portuguesa, c u y o cuerpo íntegro despues de dos siglos a r ­
roja un olor celestial; Inés de Jesús, de la casa ilustre de
los G u e v á r a s de S e g o yia , descendientes del C o n d e de G ñ a tej
(13) E x cel, de Zarag. T ra r. 2. cap. 415. (14) S e verificó esfa Ftindacion ano ig S 8 en el C o le g io de Jas -^'írgenes, donde se dixo la pri^*mera M is i dia d ç N tra. Sra. de ]a§ N ieves, p resa gio , dice M urÜ Io, que
CQm o nieve caiJa del C ie lo h a b ia n d e. fecundar esta tierra, produciendo
e n ella m il hermosas ílores de celesciaies virtudes. S e trasladaron aqui
á l í de.JuJiQ de ^603.
t ' 4^
.
.
íVTaríá
ta V is ita c ió n , que te mereciste p o r m - itiocen■cia la preííilecclon de tu Sta. M a d r e , qne en el C onven to
Xle S e g o v i í p rofetizó que habias de ser una Santa; M a riä
-de S. José, hija de aquella muger fuerte Catalina de To-ilo s a , que enriqueció mi sagrada. R e fo rm a con cinco hija^
-y dos hijos; Catalina de la Encarnación, enlazada con el
■ilustre D o c to r V e la z q u e z , sabio dé prim er ó r d e n . C a n ó ­
nigo de T o le d o , O b isp o de O sm a, y A rzob isp o de Santiago;
-Ana de la T r in id a d , de quien T e r e s a d ix o á su p adre ea
‘Pastrana, en atención al rico presente que le- habia o f r e ­
c id o , que asi como otros dan por recibir sus hijas, le ha-«
"bia de haber pagado porque se Ja d i ó ;: j a h í ¡ Y quien pu-^
tliera reanimar vuestras frias c e n i z a s , y haceros compareced
nuevamente en este T e m p lo , que con tantos sacrificios san­
tificasteis! ¡ Y quien p udiera reuniros á ese C o r o de Vír-»
genes, h ere d e ras'd e vuestro espíritu, y constantes imitado-»
t a s 'd e vuestras virtu d e s! V u e stro s cuerpos depositados ert
ese Panteón diclioso, publican aun después de tan larg d
transcurso de tiempo, los exem plos admirables dö edifica-i
cion y dé v irtu d , qué dexásteis á toda Z a r a g o z a . D io s se
complace en ellos, este D io s zeloso de su g lo ria, que ert
estos corazones puros halla todo su r e c r e o ; y la gran Te-»
Tesa mi M a d re zela desde el C ie lo , asi la observancia de
>este edificante C onven to , donde ha b rillado con gloria el
esp íritu de religión, y que ha hecho siempre la adm iración de
esta C iu d a d dichosa, como el culto que se da á D io s en este
T e m p lo sagrado. A b r i d las C rón ica s del Carm en D escalzoi
y ve réis, que si un ciudadano de Z a r a g o z a , buscándo algua
desahogo á su amor impuro, se conviene con su dam a en
profanar este T e m p lo respetable con conversaciones mundanas
y qué sé y o si de un ^ a k n te ó lascivo, aun no habian d a d o
principio á su convei^sacion, quando se v é ven ir por la Ig le ­
sia, y pasa por delante de ellos la gran T e re s a con un sem­
blante severo, y am enazador, que los atierra, y los espanta.
Siempre se h a d a d o aqui á la D iv in id a d un culto p uro :
¿iem pre ha sldp este C on ve n to religioso escuela de santidad^x
y dechado de virtu d. A q u i se ha yisto_ retratada aquella»
(íí)
Jéru§álén dichosa,' que v i o S. Juan én s u 'A p o ca líp s i, 'aq u e lla
C iu d a d santa, adornada de todo g én ero de virtu d es, y dis-»
puesta como una esposa, ataviada para recibir á su esposo*
Vírgenes prudentes, han tenido siempre sus lámparas encen­
didas con el oleo de la devocion, esperando la llegada de
su esposo celestial: y preparadas siempre para el sacrificial
se ha visto ard er de continuo, como lo p edia D ios á Is­
rael, el fuego sagrado, el fuego del d iv in o amor en el altar
de su corazon. ¿ Y quién d u d a rá de esta v e r d a d ? ¿N o ha sido
siempre este C o n ve n to un relicario precioso á la vista de
toda Z a r a g o z a ? ¿Por ventura ha d e c a íd o aqui jamas el es-»
píritu rob usto, y fuerte de sus santas F un dadoras? ¿ P o r
ventura estos exem plares edificantes se han extinguido aun
en nuestros dias, á pesar de la contrariedad de los tiem pos?
B e ninguna manera. ( l y ) L a misma regla, el mismo método
de vid a , el mismo zelo por la regu laridad, y ob servan cia
Isrilla ahora, qúe brilló en los tiempos antiguos. R eg la , y
método de v i d a , donde se santificaron, y santifican tantas
aJnias, y que aun en nuestros dias ha llamado la atención de las
damas mas célebres de la E u r o p a , que se han sugetado á ella^
¿Q u eréis ilustres exemplos de esta v e r d a d ? F i x a d la vista
en la dichosa madre de N u estro Santísimo P ad re Pió V I L j
en la Condesa • de C lerm on t, que con el nombre de T e re s a
de Jesús M a ría , v is tió el habito de C arm elita D escalza eti'
el C onven tó de F a n o en Italia, y despues de haber v iv id o '
una v id a llena de virtu des, m urió con opinion de santidad año.
15777. Pero [ y q uel E n el centro mismo de la im piedad, en elnlfis fu e r te baluarte de las novedades irreligiosas, en el asilo d e
la falsa filosofía de nuestros dias, y donde, el v ic io ap laudido stf
ha visto caminar con g lo ria ; aun en esa d e sgraciad a F ran cia ,
de donde han corrid o ríos de m ortífero veneno, en materia
d e R eligión y de m o ra lid a d , que han inundado y contagiado
todo el o r b e , hemos visto a b ra z a r el instituto sagrado de T é <(15) E sta religiosa Gom ucidad oblig-a:^a por decreto de los F ran ceses, ásaJir.de Z arago za se m antavo siem p re.reu cid a, permaneció en Huesca en e l
C«AveA£p,4e .s j,O r d e n , hasta que lás circunstancias les parm itiéron restiwif-»
se á esta Ciudad.
f'6)
r « a á 'L ü i s á de la’ M is e r ic o r d ia , Condesa de R ü r e m ó h d ,' a lnja ilustre y g r a n d e , cuyos sobresalientes talentos se han da ­
do á conocer por unos escritos llenos de piedad y de s a t id u r ía : ( 1 6 ) y á M adama L u i s a , en la R e lig ió n T e re s a de San
A g u stín , hija de L u is X V , de quien el sábio y político Pontífice
Clemente X I V hizo singular a p r e c io , como se puede ver. eq
sus c a r ta s , espíritu ilu stra d o , robusto y fu e r t e , que con su
adm irable prudencia y a ctiv o z e lo , supo contener el fuego de
la revolución en F ran cia por espacio de d oce a ñ o s, y m urió
la muerte de los. justos en 1 7 8 7 , habiendo v i v id o 1 7 años en la
R e lig ió n . ¿ Y en este mismo C onven to, no hemos visto en nues-r
tros dias con edificación de toda Z a r a g o z a á M a r ía F rancisca
del N iñ o J e s ú s , de la C asa ilustre de N u e ro s , ahora F uente
O l i v a r , y M a ría F rancisca de Sta, T e r e s a de la de los E xce-¿
lentísimos Señores Condes de Sástago, c u y a v id a llena de
tudes hace tan respetable su memoria?
A h o r a pues ¿todos estos exem plares, y otros muchos que!
yO os p udiera p r e s e n ta r , qué convencen á f a v o r de este M o ­
nasterio religioso d e las hijas de T e r e s a que h oy se renueva,
y v u e lv e á tomar su antiguo esplendor? L o d i r é , aunque te­
mo ofender la modestia d e esas esposas de Je s u -C r is to que
me escuchan. Q u e es este un P araíso habitado de Á n g e les,,
como lo llaman los escritores piadosos; que es el jardín amenOt
d« ia I g le s ia , matizado de todo género de flores, y la por-.,
cion mas es c o g id a del rebaño del celestial P a s to r ; que es un»'
pensil d e licio s o , donde se recrea el soberano Esposo, como l o ,
llaman los P a d r e s ; y para no desviarm e un momento de mi.
a su n to , que es á la vista de toda Z a r a g o z a un exem plar
v i v o y perene de v i r t u d , y m oralidad evangélica.
TE R CER A PARTE.
Y o d ig o por fin , que es también un testimonio i n d u v i tflble del cuidado con que la D iv in a P r o v id e n c ia mira a su
Iglesia. Y o desafío aqui á todos los políticos mas sobresalien- .
tes que ha habido en los siglos, los G r a c ia n e s , los G a r a u s , los
f i ó ) Veanse lo s sentim ientos y afecto s de una alm a á D io s sobre lo s sal­
m os 50 y 1 0 2 : un tom. en 8. ®
‘
'
(^
7)
Saabedras, y otros ilusirjes Españoles que han dado lecciones
mundo entero: y o 'd e s a fío aqui á toda la previsión y pru­
dencia de los hombres mas sábios del mundo. Q u e me digan
si por medios h u m a n o s' era posible esperar este restablecíiiiiento. N o : todos me d ir á n , que ni R om a con toda su polí­
t i c a , ni Athenas, con toda su ciencia hubieran acertado con
los medixDs' para ve r realizada en tan breve tiempo obra tan.
g r a n d e : todos me d ir á n , que esta es obra de la diestra dei
E x c e ls o , y que es tan admirable á los ojos de la prudencia h u ­
m an a, que es preciso confesar, que esta es obra de D ios. A
D om ino f a c t u m e s t istuá^ e t e s t m ira h ilé in o c u lis n ostrisi ( r ? )
todos por fin me dirán, que solo un D io s Omnipotente, que tie­
ne el dominio soberano del U n iverso, que manda en los corazo­
nes de los R e y e s , que es Señor de los e x é r c ito s , y de las v i c ­
t o r ia s , y que hace servir quando le place á todas las criatu-*
ras á ios inefables designios de su justicia, y de su m isericor­
d i a , pudiera haber perficionado esta obra por una m ultiplica­
ción de prodigios escondidos á la prudencia humana, pero de­
cretad o s al eterno por el mismo D ios para gloria de la Iglesia,
y de la Religión.
,*Que multitud de prodigios todos maravillosos no han
visto nuestros ojos, capaces de convencer aun á los mas incré­
du los, .si quisieran a b rir los suyos á lad u z de, la v e r d a d , que
magestuosamente camina delante de ellos! T o d o s los M o n a r - .
cas reunidos en una misma op in io n , deseosos de dar la paz
a l mundo; el monstruo de la E u r o p a :: me avergüenzo el nom->
b r a r le : el monstruo de la E u r o p a , aquel C orso indigno de
la h um anidad, que como aquel A poleon exterm inador del
A p o c a iip s i, parece que lo abortó el abismo para exterminar el *
genero hum ano; d e rrib a d o como L u zb el por una mano supe— >
r io r del trono usurpado, donde diez años antes lo habia colo­
cado su a m b ició n , y su so b erv ia : N tr o . Santísimo P ad re P ío
V I I , este m ártir de la v e r d a d , que por sostener con una fren- ,
te firm e, y con una constancia inimitable los derechos de la
I g le s ia , tiene que sufrir desp ojo, d e s tie r r o , prisiones, y to d o ,
genero de ultrages, atentados contra su p erso n a; restituido al
(17) Ps. 117.
( . 8)
trono de S. Pedro, de donde indignamente lo habia arrojado una
mano tiran a: N tr o . amabilísimo F e r n a n d o , este P rín cip e, que
como un don del C ielo io concedió la P ro vid e n c ia á nuestra E s­
p a ñ a , en un tiempo en que esta necesitaba de un M onarca ins­
truid o desde su niñez en la escuela de los tra ba jo s; restable­
cido sobre el trono de sus m ay o res, de que le habia despoja­
do la tr a y c io n mas inhum ana, en unas circunstancias en que
menos podia confiar España el poseerle, y quando los satélites
d e la anarquía trazaban su ruina y desolación: una nube asol a d o r a , levantada en el corazon mismo de la nación por la ir­
r elig ió n é impiedad de ciertas almas lib re s , y que amenazaba
por instantes ei último exterm inio ; d e s v a n e c id a , disipada co­
m o el humo que se lleva el v i e n t o , hasta quedar sepultados
entre sus ruinas los autores de la conjuración mas e xecrab le:
el Supremo T r ib u n a l de la F é , que el hombre enemigo que in­
tentaba sembrar cizaña en el campo de la Iglesia, para que a p o ­
deránd ose-del grano p u r o , lo sufocára y no lo d e x á ra p ro d u ­
c ir en el corazon de ios E sp a ñ o le s , p ro yec tó sepultar e ternaijiente; este-dignísimo y resptabilísimo T r i b u n a l , á quien de­
b e la fé española toda su p u r e z a , la nación sus c re c e s , la R e ­
ligió n sus aumentos, suprimido por la perfidia, porque se opo­
nía á la execucion de unos planes que no ha podido redu cir á
la o b r a ; ( i 8 ) restituido con gloria por ei voto de la nación,
que desea aplique el M on a rca su real mano para consuelo de los
buenos católicos, y confusion de los im p ío s, c u y a esperanza que­
d a r á de un golpe sepultada: ( 1 9 ) las Ordenes R e lig io s a s , estos
antemurales de la Iglesia, estas bases del grande edificio de la
-R elig ió n , abatidas por los enemigos del buen órden y de la pie­
d a d hasta el polvo de la tie r r a ; levantadas con una mano p ropi­
cia por un decreto r e a l , y con tanta g lo r i a , que hasta los mis­
mos niños por una de aquellas aspiraciones s e c reta s, que T e r t u ­
liano llama testimonios de una alma naturalmente cristiana,(18 ) Cogiíwüerunt constlia^ quts-non poluerunt stnhilire. P . l o .
(19 ) Peccator vzdebit e í irnscetur^ dentibus suis fre>net ^ e t tn hescei,
desicierium peccatoyum p erih it. P s. i i i .
Se verificó pocos dias despues es­
te -deseo, restituido e l St®. Tribunal' en sus derechos por D e c re to R e a l de n
de JuJio.
corren presurosos a rendirles sus respetos, verificándose aquel
orácu lo de D a v i d , que por la boca de los niños es D io s alaba­
do en sus obras para confusion de sus enem igos: (20) todas
estas obras tan maravillosas de la P rovid e n cia j no son unos
p ro d igio s de prim er ó r d e n , que los vemos con nuestros mis­
mos o jo s, y aun parece que dudamos de ellos? ¿ N o demues­
tr a todo este agregado de circunstancias que D io s está con
nosotros, y que el ded o de D ios obra a q u i? N o hizo D ios
cosas tan m aravillosas con ninguna otra nación; y por poco que
observemos la historia de esta g u e r r a , veremos que parece ha
querido D io s renovar ios antiguos prodigios á nuestro favor.
Pues todos estos que acabo de e n u n c ia r, y otros muchos
que no se esconden á vuestra p enetración , y á vuestra refle­
xión p iad o sa , han sido menester para dar ocasion á esta so­
lem nid ad , y para que se renovase en el dia de h oy este esta­
blecimiento r e lig io so , que d á tanta gloria á Z a r a g o z a ; en e f
que reuniéndose á los exeraplos edificantes de los siglos la
constancia de E n g r a c i a , y de todos sus ilustres compañeros,
que v a á- ser aqui desde h oy entron izada y v e n e r a d a , s e rvi­
rá de un nuevo estímulo para rad icarse mas en iá féj propa­
gar la r e lig ió n , y adelantar y hacer m ayores progresos en Jacarrera de Ja v i r t u d , no solo á las R e lig io s a « ,-c u y o espíritu'
se electrizará con el recuerdo de estas maravillas *y de esta-y
v e r d a d e s , sino á todos ios-que visitaren con ve rd a d e ro espí­
ritu de religión este T e m p lo renovado h o y, y nuevamente cons a g r a d o á D io s, baxo los auspicios del Patriarca San J o s é , y
de los ilustres M ártires que regaron este mismo suelo con susangre en defensa de la; fé.
G lo r ia pues eterna al gian D ios d é l a s eternidades: ben­
dito sea D i o s , repetiré y o con San P a b lo , reuniendo el fin de
nii oracion con su p r in cip io , bendito sea D i o s , y el P ad re de
N tr o . Señor J e s u - C r is to , padre de m is e rico rd ia s , y D io s de
todo consuelo, que se ha dignado consolarnos en todas nues­
tras tribulaciones. Catitémos con todo el placer de nuestro
corazon al S e ñ o r , con el C au dillo del Pueblo de D io s,
pues tan magníficamente ha triu n fa d o : Cantemus Domino, ( a i )
(20) Ps. 8 . (21) Cant. Moys.
E l bft s id o , á ' pesar de la oposicion de todos nuestros enemi­
gos, nuestro consuelo, nuestra alegría y. nuestra lu z : D o m im s
lu x m ea e st. C o n su socorro T o d o p o d e ro so hemos sido libra­
dos como Pueblo de D io s de las manos de ios E g ip c io s ; hemos
sido arrancados de entre las cadenas de B a b ilo n ia, para que
j io se huelgue esta enemiga de Ja v e r d a d sobre nosotros, y
sobre nuestras d esgracias; hemos vijelto á nuestra a u tig u a 'g lo ­
r i a , y nos vemos cercados de los mismos resplandores que
a n te s ; y todos Jos dias crecen estos nuevos Bethetes, donde
se adora al D io s de Jacob. (2 2 ) Confesémoslo para confusion
de la incredulidad de los espíritus fuertes del siglo, y de la o r gullosa filosofía. Bendigám os al Señor eternamente en recono­
cimiento de tantas bondades. O frezcám osle en este santo T e m ­
plo, en el que tenem^os h o y á la vista un monumento eterno de
re lig ió n y de p i e d a d , un exem plar v i v o y perene de v ir tu d , y
m oralid ad ev a n g é lic a , y un testimonio induvitable del cuidado
con qtie la D iv in a P ro vid en c ia m ira á su Ig lesia ; ofrezcámosle
gustosos, y con toda la efusión de nuestro corazon, un sacri­
ficio de gratitud y de alabanza, que es el que verdaderam ente
le honra ;*para que'dáTTdole un culto religioso en la tierra, ten­
gamos algún dia la dicha de cantar eternamente sus m iseri­
cordias con el coro de los Serafines en ia bienaventuranza
de la gloria.
A M E N .
(22) S e van renovando todos lo s C o n v e n to s, y la Translación del San­
tísim o de la Parroquia de San M ig u e l al de C arm elitas D escalzo s de San
J o s é , se verificó con júbilo u n iversal, y mucha con curren cia, dia del G lo ­
rioso San Joaquín 2 1 de A go sto .
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