Revista Terral nº17 –Editorial-Índice- Editorial www.revistaterral.com Os presentamos el número 17 de la Revista Digital TERRAL. Y seguimos de celebración. El 15 de Enero presentamos en el Centro Andaluz de las Letras de Málaga nuestra Revista Terral. Contamos con la presencia del Equipo de Redacción y la Presidenta de la Asociación ALAS –Asociación para la literatura y las artes-. Numeroso público nos acompañó en el acto que se amenizó con un recital de poesía y guitarra, creando una sinergia que viene a ser constante a través de los distintos actos donde la hemos presentado. La portada de este número está diseñada a partir de uno de los cuadros del artista malagueño, Lope Martínez Alario, cuya entrevista podéis leer en la sección Arte. Dieciséis números llevamos publicados, desde aquel verano de 2010 en que se gestó. Y estamos empeñados en continuar. Pretendemos mejorarla, tanto en calidad como en diseño, puesto que el formato digital lo permite. Para ello animo a todos vosotros, lectores y colaboradores a seguir escribiendo, leyendo, y difundiendo nuestra TERRAL, para que siga modelando las nubes de la cultura, del arte y la creatividad. Gracias por haberme acompañado en esta tarea. Lola Buendía López Directora de la Revista Terral - ISSN 2253-9018 Revista Terral nº17 –Editorial-Índice- Revista Terral Número 17 ©Todos los derechos reservados - ISSN 2253-9018 Edición: Lola Buendía López – Enrique Bodero Moral Equipo de redacción: Ramón Alcaraz –Enrique Bodero – Lola Buendía –Erena Burattini Portada: Pintura de Lope Martínez Alario, artista plástico. (Reportaje en la Sección Arte) Diseño de portada: Enrique Bodero Editorial y Ficha técnica: Lola Buendía Colaboradores en este número: Cine: Ramón Alcaraz – Cinexplicable Ricardo J. Gómez Tovar – Seis personajes varados en un aeropuerto Opinión/ Reflexiones: Erena B. Burattini – Versión moderna del Leviathán Carmen Ramos – Ideas sobre educación Crítica literaria: Ángel Silvelo – Irène Némirovsky: “Los bienes de este mundo” Anna Rossell – Georges Didi-Huberman: “Cortezas” Rafael Borrás – El Cuentacuentos: “Historias junto a la Hoguera” Ricardo Guadalupe – Joaquín Leguina: “La fiesta de los locos” Revista Terral nº17 –Editorial-Índice- Poesía: Coordina: Aurora Gámez Enríquez (ALAS) Poetas: Mercedes Sophia Ramos – Mercedes Delclós –Rocío Cardoso – Sebastián Gámez – Silvia de la Guardia Ramos Relatos: Andrés Ortiz Tafur – La película de todos los días Emy Luna – Retrato de mujer con collar: Mary Cassatt Ser escritora: Mar Solana – Tiempos de Cambio para “Mamá Literatura II” Flamenco: Rafael Silva Martínez – Sobre el origen de la denominación “Flamenco” (I) El viajero: Pepa J. Calero– Palermo, ciudad caótica y vibrante Arte: Lola Buendía – Entrevista a Lope Martínez Alario, Artista José Manuel Velasco: Arte para Recomendar La otra realidad: Mariano J. Vázquez – Magia II Diseño digital y Maquetación: Lola Buendía – Candela Montero – Juan Canales Diseño web: Juan Canales Molina Revista Terral nº17 -Cine- CINEXPLICABLE Ramón Alcaraz García www.tallerliterario.net www.eldesvandelamemoria.com ¿Sabías que la palabra “rosebud”, de Ciudadano Kane, impulsó a la fama y al mismo tiempo cerró muchas puertas al actor y director Orson Welles? Orson Welles, pese a ser uno de los todo lo que sabía se lo debía a visionar nombres más conocidos en el mundo del innumerables veces La diligencia, de John cine, no tuvo una gran trayectoria como Ford. Pero su primera incursión fue actor ni director, y su fama se debió más arriesgada, porque decidió escribir sobre a lo extracinematográfico que a grandes una figura importante de su país, el películas asociadas a su nombre. poderoso William Randolph Hearst, De hecho, fue conocido en todo el propietario en ese momento de dos de los mundo con tan solo 23 años por su periódicos más importantes e influyentes representación radiofónica de La guerra de Estados Unidos. Esto jugó tanto a favor de los mundos, que provocó el pánico en como en contra de Orson Welles; a favor el estado de Nueva Jersey y conmocionó porque le dio fama, y en contra porque le a los Estados Unidos. Esto le dio una generó grandes enemistades, promovidas confianza total de los estudios RKO, con por el señor Hearst. Por supuesto, no se absoluta libertad para escribir y dirigir dos dice de manera explícita que la película películas. La primera de estas películas trate sobre él, y es algo que Welles fue Ciudadano Kane. siempre negó. Hasta entonces, su experiencia en el La primera curiosidad en Ciudadano mundo del cine era escasa. Él decía que Kane, considerada una de las mejores Revista Terral nº17 -Cine- películas de la historia, es que se inicia aireó el engaño de Welles a la prensa y con uno de los mayores “errores” de detalló en un artículo las semejanzas, guion El punto por punto, entre Foster Kane y Foster Randolph Hearst. El magnate amenazó Kane, empieza pronunciando en su lecho con atacar a Hollywood destapando de muerte una última palabra: “rosebub, públicamente que los grandes estudios mi rosebud”. Y a partir de ahí se desata la contrataban a inmigrantes y extranjeros curiosidad por conocer el significado de en lugar de a estadounidenses; pero los esa palabra, su última palabra. ¿Dónde estudios cerraron filas en torno a RKO y está el error?, en que en ese momento el la película no solo se estrenó, sino que al personaje está solo, por lo que sería final se le asignaron más fondos para una difícil entender cómo se supo que había gran campaña de promoción. A cambio, dicho eso justo antes de morir. obligaron a Welles a volver a montarla de protagonista, la cinematografía. llamado Charles Dejando este detalle al margen, que tras haber quitado los detalles más hemos de admitir como parte de la significativos complicidad del espectador con la ficción, evidente claridad al empresario Hearst. después del primer pase, que se asociaban con William William Randolph Hearst fue un Randolph Hearst prohibió cualquier tipo negociante que usó las noticias para de noticia en sus periódicos sobre esta engrandecer su imperio y ganar más y película, y además puso todas las trabas más posibles para su distribución. A pesar de periodistas a Cuba para hacer creer a los ser un gran éxito para la crítica, no fue norteamericanos así en las taquillas, ya que muchos hundido el acorazado Maine; maniobra espectadores no pudieron verla. que terminó con la invasión de la isla, y dinero. Fue que quien envío España a había Orson había mantenido en secreto que a él le reportó la venta de muchos la relación de su guion con la figura de periódicos. Es solo un ejemplo de cómo Hearst, incluso despistando a la opinión llegó a usar la manipulación de los pública al manifestar siempre que se medios para sus intereses comerciales y trataba de una idea sobre Fausto. Tras el políticos, con capacidad para instaurar y primer pase privado, una conocida revista derribar gobiernos. Revista Terral nº17 -Cine- ¿Y qué tiene que ver la palabra “rosebud” en toda esta polémica? En principio, la película se estructura de principio a fin en torno a ese enigma, que para los espectadores se soluciona justo al final. Esta solución (que no voy a desvelar por si alguien aún no la ha visto) es en realidad lógica y sencilla, con un mensaje claro: “el dinero no lo es todo y a generado intriga y comentarios fuera de veces lo cambiaríamos por las cosas más ella. Jamás Orson Welles confirmó ni simples de la vida”. Lo que de verdad desmintió su verdadero sentido. Y es interesa es el trasfondo y la figura de un lógico que Hearst tampoco lo hiciera, personaje del poder, y lo que ese poder porque hubiera sido hacer público algo significa y representa. Una vez que la demasiado película se ha visto, la verdad es que hemos de entender que algo le molestó, daría igual el nombre elegido para captar y y mantener la atención a lo largo de toda Ciudadano Kane. Para quien no haya la historia. Pero ese nombre elegido tenía visto la película, verá que al final el un sentido muy especial, más allá de la sentido inocente de “rosebud” difícilmente pantalla, y es que se trataba del nombre molestaría a nadie. Por eso fue un acierto con llamaba de Welles destapar veladamente un órgano resorte que le dio fama mundial, un sexual femenino de su amante, la actriz recurso de genialidad, pero que al mismo Marion Davies. tiempo el William que cariñosamente Randolph Hearst al En la actualidad, “rosebud” sigue siendo la palabra con más fuerza en una obra cinematográfica y la que más ha íntimo mucho, vista le y su generó personal. reacción Pero ante enemistades irreconciliables durante el resto de su vida. Revista Terral nº17 -Cine- Cine SEIS PERSONAJES VARADOS EN UN AEROPUERTO Ricardo J. Gómez Tovar Un puñado de rostros estelares adorna los títulos de crédito que introducen la proyección de Hotel Internacional (The V.I.P.s), película estrenada en 1963 y que cuenta con el protagonismo de la pareja de moda por aquel entonces, Richard Burton y Elizabeth Taylor. Los demás comparsas de la función dirigida por Anthony Asquith no acaparan los titulares de la prensa de la época con tanto fervor como “Marco Antonio y Cleopatra”, que aquí parecen recrear una variación de su propia historia sentimental como el matrimonio Andros, pero figuran entre lo más granado de la profesión: Louis Jourdan, el sempiterno galán francés que tan mortalmente se aburría como el heredero millonario de Gigi y que, esta vez, representa a un gigolo cuarentón que se enamora por primera vez en su vida; Rod Taylor, el actor australiano de maneras campechanas que tuvo el tiempo en sus manos y que, en la película que nos ocupa, metido en la piel de Les Mangrum, un honesto fabricante de tractores, debe luchar contrarreloj para no quedarse en la bancarrota tras firmar un cheque sin fondos; la siempre espléndida Maggie Smith, como fiel secretaria del anterior, mucho antes de asomarse a la oscarizada habitación con vistas que le reservó James Ivory; la entrañable Margaret Rutherford, que se quita por unos momentos el traje de Miss Marple para interpretar a una aristócrata empobrecida y deliciosamente distraída; y, last but not least, el gran Orson Welles en el papel de director de cine en apuros con el fisco británico que debe pactar un matrimonio de conveniencia con Gloria Gritti, una maggiorata italiana encarnada por Elsa Martinelli un año después de haberse marcado un Madison al son de Henry Mancini con los elefantitos de Hatari. Revista Terral nº17 -Cine- Por suerte o por desgracia, los planes concebidos por cada uno de estos personajes no habían contado con la emergencia de un elemento que actúa como fuerza mayor de la trama ideada por el dramaturgo Terence Rattigan: la niebla londinense. Varados en la sala de espera VIP del aeropuerto de Londres, y atendidos por el “mejor jefe de recepción que existe”, Sanders (genial caracterización de Richard Wattis, ese simpático actor con gafas que anteriormente nos había deleitado como el agregado a la embajada británica que se desvive por cumplir los caprichos del gran duque Laurence Olivier en El príncipe y la corista, también basada en una historia de Terence Rattigan), los personajes comienzan a sufrir los efectos que ejercen los contratiempos sobre la vida programada. Y es que la densa niebla que deja en tierra los vuelos que debían despegar según el horario previsto no se contenta con quedarse fuera de las instalaciones de este aeropuerto de decorado y cortar las alas a los pasajeros, VIP o no VIP, sino que penetra en la propia esencia de los personajes para volverlos del revés. En el caso del triángulo amoroso formado por Richard Burton-Liz Taylor-Louis Jourdan, la bruma les obliga a analizar detenidamente sus emociones y sentimientos, que parecen difuminarse o sufrir mutaciones imprevistas ante la tensión de la espera y las sorprendentes revelaciones resultantes. El archimillonario Burton-Paul Andros afirma estar enamorado de su esposa Frances, pero no es capaz de elegir personalmente el suntuoso regalo de despedida que le hace cada vez que ella se ausenta, tarea que delega en un ex comandante a quien ha convertido en su mano derecha (Dennis Price). Sin embargo, esta vez es FrancesElizabeth Taylor quien le hará a Burton un regalo inolvidable con motivo del viaje que se dispone a emprender hacia el sol de Jamaica: una carta en la que le confiesa que se fuga con otro hombre. Para humillación del magnate, el “otro” es un viejo conocido suyo, Marc Champselle (Jourdan), famoso playboy a quien considera un “bufón, un invitado profesional, el consabido parásito” y por el que siente absoluto desprecio. Pero la niebla de Heathrow despierta en Marc-Jourdan un sentimiento que nunca antes había conocido, muy diferente a los superficiales devaneos que le brindaban sus rentables flirteos con condesas europeas en el suave clima de la Costa Azul, y no está dispuesto a renunciar a Frances ni siquiera ante la tentación de un generoso cheque ofrecido por el marido ultrajado. A partir de este momento, la tensión argumental irá in crescendo, al igual que la Revista Terral nº17 -Cine- banda sonora de Miklos Rosza, que discurre en su habitual nota romántica con toques de cóctel para la ocasión, y los personajes anclados a la húmeda tierra inglesa cambian la sala de este aeropuerto, recreado en los estudios ingleses de la MGM en Borehamwood, por la comodidad de un hotel donde pasarán definitivamente la noche. Ni que decir tiene que, como en toda película coral que se precie, y a imitación de la propia vida, las peripecias de este sexteto de personajes se entrelazarán para enriquecer el argumento y ayudar a desbloquearlo del paralizante abrazo neblinoso. El director de cine Max Buda (un Welles actuando en registros exageradamente caricaturescos) alquila la mansión de la duquesa de Brighton para rodar su próxima producción, María Estuardo, evitando así que la anciana tenga que desplazarse a Florida para actuar como ayudante de relaciones públicas en un hotel, el único medio que la venerable anciana ha encontrado para sacar a flote su castillo ancestral. Por su parte, la eficiente secretaria Miss Mead logra que, en un momento de desesperación, y mientras le sorprende escribiendo una carta de suicidio en la writing room del aeropuerto, el millonario Andros escriba otro cheque que, a su vez, servirá de salvavidas a su jefe, de quien está visiblemente enamorada. Este atractivo y sofisticado melodrama, rodado en deslumbrante Metrocolor y formato Panavisión por el londinense Anthony Asquith, experto adaptador a la gran pantalla de obras maestras del teatro en lengua inglesa como Pigmalión (1938), La versión Browning (1951) o La importancia de llamarse Ernesto (1952), se deja ver con agrado más de medio siglo después de su estreno. Tal vez el secreto de su éxito estribe en que, al igual que ocurre con los personajes encarnados por Richard Burton y Rod Taylor, dedicados a amasar dinero y a manufacturar tecnología en movimiento, respectivamente, y a quienes lo único que al final consigue salvar de la ruina es precisamente el factor humano, las imágenes en movimiento de Hotel Internacional están impregnadas de este infalible bálsamo desde la primera escena hasta la última. Un año después, el director firmaría su última película, El Rolls Royce amarillo, también una magnífica película coral que recreaba en brillante colorido de la Metro un popurrí de pasiones, amoríos, lealtades y traiciones. Pero esa ya es otra historia… Revista Terral nº17 -opinión- Opinión Versión moderna del Leviathán Erena B. Burattini Es desolador comprobar que a pesar de los acelerados avances que se van produciendo desde las últimas décadas, la mentalidad de quienes ostentan el poder se mantiene dentro de las estructuras de la época de las monarquías autoritarias durante el Antiguo Régimen. ¿Cómo es que afirmo esto? Muy simple, basta con oír los valores y castigos que proclaman para la masa nuestros políticos, valores que a ellos no les atañen puesto que tienen sus propios paraísos. Y tan poco les atañen que se permiten calificar sus usuras bancarias como “esas cosas” que bien podrían haber nombrado como cositas o naderías, total ellos están por encima del bien y del mal. Desde arriba observan a la masa y se horrorizan ante los desmadres del pueblo que se manifiesta en las calles clamando por sus derechos. Cuánto les ofende y preocupa esa chusma desbocada que destroza mobiliario urbano (el valor no pasará de unos pocos miles de euros, muy por debajo de los millones de las tarjetas Black, etc., etc.). Para dar ejemplo se condena a algunos de estos manifestantes a 6 años de prisión. Me quedo sin palabras. Hemos retrocedido al siglo XVII al son de la teoría política de Thomas Hobbes que en su obra Leviathán -basada en el derecho natural- afirma que los hombres en su estado natural se destrozarían los unos a los otros. Por tanto, para sobrevivir deben ceder sus derechos al Estado, una autoridad absoluta, especie de dios terrenal (Leviathán) que imponga el orden y evite el caos. Si a esto le sumamos la teoría clásica del absolutismo formulada por Jacques Bossuet, teoría del origen divino del Rey, ya tenemos la película clara. Los nuevos mandamases han asumido esa ascendencia celestial en vista de sus actitudes. Así nos va con esta soberbia de origen divino que solo ve la pajita en el ojo ajeno y no esas cositas malolientes en el propio. Revista Terral nº17-opinión- Opinión IDEAS SOBRE EDUCACIÓN Por Carmen Ramos, maestra de la Fresnedilla “Para educar un niño hace falta la tribu entera” Jose A.Marina ¿HACIA DÓNDE CAMINAMOS? Los niños no son recipientes vacíos que hay que llenar de conocimientos. Las últimas investigaciones en el campo de la pedagogía, nos revelan que existen unas nuevas pautas de ser y de comportamiento en los niños, niñas y jóvenes del tercer milenio, que apelan a un giro trascendental en la educación y la salud de la sociedad emergente, giro que nos concierne a todas y todos porque somos protagonistas del mismo. Múltiples investigaciones apuntan a que estamos ante una generación de naturaleza precoz, madura, extremadamente sensible y empática, autorrealizada y autodidacta, a la vez que espiritual y pragmática. Los que convivimos con ellos, lo sabemos y es por ello que tenemos que descubrir nuevas formas para educar que permitan que estos niñ@s crezcan felices potenciando estos dones y puedan llegar a convertirse en la mejor versión de sí mism@s. ¿Cómo podemos apoyarl@s? La educación holística es aquella que implica, entiende y atiende de manera armónica y equilibradamente los aspectos físico, emocional, cognitivo, ecológico, estético creador, intuitivo, espiritual, social, multicultural y solidario del ser humano. La escuela de la Fresnedilla se ha planteado el gran reto de atender a todos estos aspectos, intentando respetar ciertos principios: honrar la individualidad de cada niño Revista Terral nº17-opinión- respetando su ritmo e intereses, propiciar un aprendizaje autónomo y cooperativo, reivindicar el valor del juego libre, alimentar la educación emocional, espiritual y el autoconocimiento, reforzar el sentido de la Comunidad, promover una Cultura de Paz…. y la gran cuestión es ¿es posible este tipo de educación dentro del sistema educativo actual? La escuelas rurales desde siempre han sido pioneras en la implementación de nuevos métodos que más tarde se han puesto en marcha en otras escuelas, y la nuestra, con el apoyo y la confianza de todas las familias que la forman, está dispuesta a intentarlo. Por ahora… (Ya hay 14+2 niñ@s ). Hacemos ejercicios energéticos cada mañana, como yoga y meditación, expresamos sentimientos y opiniones en la Asamblea (el “círculo mágico”), hemos iniciado algunos talleres de larga duración como Alemán con Wolfgang, Circomotricidad con Lola, el Huerto Escolar con Marta (gracias al terrenito cedido por Eugenio), cocina vegana con Isa, Historia de la Sierra con Rocío, … otros puntuales como poesía con el abuelo Nicolás, ayudamos a nuestros árboles frutales, animados por Lucas y Valeska, vamos descubriendo nuevos rincones de la Sierra, como cueva honda, gracias a Félix, jugamos con la música, la danza y el teatro, nos hinchamos de cuentos (y también los creamos), vemos cine, patinamos, navegamos por internet, limpiamos la zona, creamos con los elementos naturales a nuestro alcance, redescubrimos nuestra conexión con la madre tierra, celebramos, …. y jugamos y jugamos y jugamos… En resumen, estamos atentos a las demandas y necesidades de nuestros niños y niñas para irles ofreciendo experiencias que enriquezcan su desarrollo y a través de las cuales, claro que sí, también se manejan aquellos contenidos que las leyes educativas decretan, pero sin perder nunca de vista los principios citados anteriormente. Soy consciente de que queda un largo camino por recorrer (me gusta contemplar este cole como un bebé recién nacido), que en varias situaciones tendremos que retroceder para poder avanzar con fuerza otra vez, pero todo con la finalidad de contribuir a un desarrollo del ser en su totalidad y ser felices en el proceso. Revista Terral nº17-opinión- Y para acabar…un cuento de Eduardo Galeano: "A orillas de otro mar, otro alfarero se retira en sus años tardíos. Se le nublan los ojos, las manos le tiemblan, ha llegado la hora del adiós. Entonces ocurre la ceremonia de la iniciación: el alfarero viejo ofrece al alfarero joven su pieza mejor. Así manda la tradición, entre los indios del noroeste de América: el artista que se va entrega su obra maestra al artista que se inicia. Y el alfarero joven no guarda esa vasija perfecta para contemplarla y admirarla, sino que la estrella contra el suelo, la rompe en mil pedacitos, recoge los pedacitos y los incorpora a su arcilla. (...) Revista Terral nº17-crítica literaria Crítica literaria Ángel Silvelo Gabriel www.angelsilvelo.blogspot.com IRÈNE NÉMIROVSKY LOS BIENES DE ESTE MUNDO: Una gran novela- mundo Los acontecimientos cotidianos y vitales esta novela toda una nueva dimensión, que corren en paralelo a esos grandes porque compite y se superpone a esa avatares de la historia de la humanidad barbarie encuentran en, Los bienes de este enfrentamientos bélicos. Es verdad, Irène mundo, un cálido acomodo que, por lo Némirovsky lo ha vuelto a conseguir, sin poco habitual, nos resulta sorprendente. duda, porque Los bienes de este Sin embargo, si nos hiciéramos la mundo son una gran novela-mundo que, pregunta ¿qué es lo que mueve el al igual que los alemanes en la Primera mundo?, seguramente no nos debería —y sobre todo—, la Segunda Guerra parecer tan extraño, porque casi con toda Mundial, arrasa el vasto terreno de la seguridad el amor, esa palabra tan corta vida pero cargada de múltiples significados, sentimientos, porque como muy bien sería una de las primeras en aparecer, si viene a decirnos la escritora ucraniana, no la primera como respuesta de tan los bienes de este mundo no son magno interrogante. El amor con sus aquellos que se acumulan en forma de múltiples manifestaciones: la pasión, el dinero o de amores comprados por la deseo, el rencor, el odio... adquiere en conveniencia —maravillosa metáfora que humana aderezada que por significan los los verdaderos Revista Terral nº17-crítica literaria nos acerca la libertad a nuestros ojos y al sus sentimientos están por encima de los corazón—, sino otros, esos otros que Estados, las guerras y los grandes todos conocemos de sobra y a los que en poderes económicos —no puede existir demasiadas ocasiones damos la espalda, un mejor alegato que esté más de víctimas de la ceguera más absoluta. Esa actualidad para definir y atrapar el última luz que incide directamente sobre mundo—, parece decirnos la escritora la esperanza es la que Némirovsky que, desgraciadamente, sufrió en su mantiene viva hasta el final, y lo consigue propia persona la barbarie de la sinrazón escribiendo nazi. tres capítulos finales magistrales —es imposible no acabar sintiendo aquello que les ocurre a sus personajes— en los que la narradora funde con el fuego de una apisonadora incandescente y aterradora todo aquello que no sirve, para mostrarnos la maravillosa luz de lo que de verdadero e importante tiene la vida. El ser humano y La habilidad y maestría con la que Irène Esa capacidad de síntesis, aparte de Némirovsky es capaz de convertir vidas mantenernos de personas particulares y anónimas en lectura del texto, nos proporciona casi sin grandes epopeyas de la vida y del ser enterarnos humano no deja de sorprendernos, por cenital del ser humano. Los hechos que mucho que sepamos y conozcamos la se narran en Los bienes de este mundo habilidad de la escritora ucraniana a la están escritos casi a la vez que sucedían hora de retratar lo realmente importante. en la realidad, y esa translación mágica del en esa tensión durante panorámica espacio-tiempo, única Némirovsky maneja magistralmente. De ahí que la y la Revista Terral nº17-crítica literaria asistamos, casi sin mediar palabra, a la Hardelot o su ceguera sentimental, pues narración de las vidas de una familia su egoísmo es tan opaco como la luz burguesa de la Francia del norte, de la dentro de una cueva. Una semblanza que mano de los convulsos acontecimientos también se retrata a la perfección en el que vivió Europa en la primera mitad del personaje de Simone, víctima de su siglo XX, alcanzando grandes cotas propia codicia y de la asunción de un narrativas, justo las anteriores a las que destino que por sí misma nunca podría para los críticos es su obra maestra, haber conseguido, lo que la lleva a Suite nomadismo representar a la venganza. La tercera sentimental y terrenal que nos muestra la generación, sí, porque en esta novela- autora —y al que ella no es ajena— nos mundo cabe todo, nos vuelve a mostrar dibuja un mapa de alteraciones vitales esa condena a la que está supeditado el difícilmente superables, pues es capaz ser humano, pues los errores de Guy y de retratarnos con una fidelidad pasmosa Rose, son muy parecidos a los de sus el devenir y los pensamientos de Pierre, padres, y a buen seguro, a los que un joven que, con el paso del tiempo, se cometerán sus propios hijos años más convierte en un hombre maduro, o el de tarde. El ser humano es una especie de una mujer, Agnés, que ha vivido y vivirá de hámster condenado a dar vueltas solo para el amor del que al final ha sido hasta el final de sus días en una eterna su marido. Pero no se nos debe olvidar rueda que no es capaz de adivinar otro que, en ese baúl, también podemos movimiento que el del giro sobre sí introducir la avaricia del patriarca de los mismo. francesa. Ese Revista Terral nº17 –crítica literaria- Crítica literaria © Anna Rossell Georges Didi-Huberman, Cortezas Shangrila, Santander, 2014 Theodor W. Adorno lo formuló con contundencia en 1949 al regresar del exilio: “Escribir poesía después de Auschwitz es una aberración”. Esta sentencia, que muchos intelectuales se tomaron al pie de la letra, ha calado hondo también en la conciencia de aquellos que, desobedeciendo su requerimiento, han abordado la imposible tarea de dar testimonio de lo inconcebible: ¿Cómo representar lo irrepresentable? ¿Cómo escribir sobre ello cuando no hay palabras? ¿Cómo dejar testimonio del horror vivido? ¿Cómo imaginar el horror no experimentado? Las preguntas seguramente se remontan a los mismos orígenes de la humanidad y son tan antiguas como el propio horror. Por ello volvieron a debatirse con énfasis a raíz del genocidio nazi. Desde entonces la literatura, el cine, el teatro y las artes plásticas han sentido la necesidad de plasmar la ignominia. Si bien hay consenso en cuanto a la imposibilidad de expresar cabalmente la medida y el ensañamiento de la infamia, de encontrar explicación a las causas para las atrocidades que llevaron a tantos a la muerte programada, no la hay en cuanto a los modos de intentarlo. Muy variados han sido los intentos –algunos muy controvertidos por la polémica que sus propuestas han desencadenado-, y todos palidecen ante lo que fue. Con todo, hay aproximaciones que hacen más justicia que otras a este intento. Una de ellas es este libro, magníficamente editado, de Georges Didi-Huberman, publicado en francés por Les Editions de Minuit en 2011 (Écorces), que ahora ve la luz en España de la mano de Shangrila. Consciente de su cometido, Didi-Huberman (Saint Étienne, 1953), historiador del arte y teórico de la imagen, se acerca con infinita cautela y profundo respeto al paradigma de aquel horror, Auschwitz-Birkenau, para documentarlo y prevenirlo. El resultado es un Revista Terral nº17 –crítica literaria- trabajo de excepcional escrupulosidad -imagen y texto-, por su sobriedad. Sabedor de que nada habla mejor del horror que el horror mismo y de que nada puede (ni debe) añadirse a lo que no admite nada más que lo que fue, el autor registra con su cámara las estaciones de aquel indecible sufrimiento. Como si de un vía crucis se tratara, DidiHuberman se detiene ante una alambrada, una puerta, una ventana, el lago en cuyo fondo descansan las cenizas, ante la pradera sintomáticamente repleta de flores, ante el bosque de abedules, levanta la mirada hacia sus copas, examina un trozo de corteza, y su sensible observación convoca los signos de la historia y provoca su reflexión y la nuestra. Son fotografías en blanco y negro, sin título que acapare nuestra atención y conduzca nuestra mirada por otro camino que el de lo mostrado (los títulos están desplazados al sumario del libro). Ruth Klüger, superviviente de Auschwitz, en su autobiografía Weiter leben. Eine Jugend, publicada en alemán en 1992 (Seguir viviendo, Galaxia-Gutemberg, 1997), abominaba del intento de reproducir las condiciones del campo de exterminio para la visita turística, una cultura museal de la que afirma “se basa en la falsa creencia […] de que los fantasmas se pueden aprehender justamente allí donde, cuando vivían, dejaron de existir. […].” Y se pregunta: “¿No dan pie a la sentimentalidad esos renovados restos de viejos horrores […], no apartan del objeto hacia el que sólo aparentemente encauzan la atención y llevan a una complacencia en los propios sentimientos?” Didi-Huberman parte del mismo planteamiento ante la supuesta reconstrucción del campo, ante los retoques que han sufrido las cuatro fotografías que constituyen “los únicos testimonios visuales de una operación de gaseamiento en el momento mismo de su desarrollo” o ante la conversión de uno de los barracones de prisioneros en caseta de venta de souvenirs. Para el autor cualquier alteración en aras de una mejor pedagogía constituye un falseamiento de las pruebas, como demuestra al explicarnos que la alteración de la luz de estas fotos elimina el indicio de que habían sido tomadas desde el umbral del horno crematorio. Con gran lucidez Didi-Huberman aboga por el paseo en solitario por los lugares del horror y por lo que él llama “el punto de vista arqueológico […] comparar lo que vemos en el presente, lo que sobrevivió, con lo que sabemos que ha desaparecido.” Revista Terral nº17 –crítica literaria- Crítica literaria Rafael Borrás Aviñó «El Cuentacuentos: Historias junto a la Hoguera» Autora Mar Cano Montil Ilustradora Estefanía López Todo padre sabe, o debería saber, que el mejor regalo que puede hacerle a su hijo es una infancia feliz. Al observar los ojos de un niño cuando le leemos un cuento, nadie discute que durante esos minutos en los que fantasía y corazón laten al mismo compás no precisa otra cosa para llenar su vida. Es feliz. Se dice que la primera regla para vivir es amar la vida. El niño que ha escuchado, primero, y leído, después, historias contadas en medio de un silencio devoto, alejado de cualquier ruido de fondo o algarabía mediáticos, amará su vida antes incluso de ser consciente de lo que se trae entre manos. Cuando nos mira y escucha acurrucado en el embozo de la cama –inmóvil, ojos brillantes, receptivos, curiosos, respiración contenida-, está disfrutando, sí, pero también completa el cuento con su imaginación, lo dibuja en su cabeza. Y se le estará abriendo el apetito: nos pedirá otra ración para la noche siguiente. Seguirá así hasta que, con los años, la lectura se convierta para él en un hábito cotidiano, placentero y recoleto. Lo primero que me llamó la atención de este libro fue el título, pues no hay mejor símil del silencio que la sensación que nos invade cerca de un buen fuego, donde la atmósfera Revista Terral nº17 –crítica literaria- cálida nos empuja a escuchar una historia y dejarnos llevar. Conozco la trayectoria literaria de Mar y su reconocido oficio para desplegar cuentos infantiles pulcros, piezas narrativas nítidas y bien trabadas, desnudas de artificios. Gotas de magia, destellos de ilusión con las que Mar nos protege ante la vida junto al desinhibido goce de sus tramas. Historias grandes para lectores pequeños, no me cabe duda que con atributos casi hipnotizadores para éstos. Otra virtud del libro es incorporar en cada cuento un mensaje implícito –el valor asociado, como lo llama la autora- fácil de reconocer para un adulto, si bien a los más pequeños les calará en el alma casi igual que sin un advertirlo, chirimiri primaveral. En el primer cuento, «Kity, la mariquita», se nos presenta a los protagonistas que van a aparecer como elementos conductores del libro: el mago Lumbrel, el mejor cuentacuentos del Bosque Azul, y sus amigos, el duendecillo Glïky y las cuatro ninfas: Eolina, Daphne, Samdra y Ondina. A través de ellos se nos subraya en esta primera entrega la importancia de guardar en el corazón recuerdos y emociones pasados, aquello que permanece aunque los demás cambien. «La Memoria de Tatú» nos habla de los miedos, pero también del respeto a los animales, con una perspectiva valientemente ecologista para tratarse de un cuento infantil. Es en el tercero, «Río y Pandora», donde de la mano –más bien de las patas- de estos dos lagomorfos asistimos a una curiosa transformación -me cuido mucho de desvelarla- que provoca una hermandad perpetua, mantenida hasta nuestros días. Durante las aventuras Revista Terral nº17 –crítica literaria- del globo Violeta y su amiga doña Nube, que piensan, sienten y hablan en el cuento «El Globo y la Nube», Mar nos desgrana una primorosa metáfora sobre la pervivencia y permanencia en la Naturaleza, vencedora al paso de los siglos. En definitiva, nos regala una alegoría de la inmortalidad. Por último, en la historia «Flora y Trompita» reaparecen los protagonistas iniciales y conocemos a Flora, la flor más bella del bosque, y a Trompeta, el abejorro remolón. El mensaje se centra en la generosidad y la colaboración desinteresada entre amigos para llegar a sobrevivir. Las anotaciones pedagógicas que cierran el libro constituyen un complemento ensayístico claro y directo, unos párrafos que nunca estará de más conocer por parte de los padres y pedagogos que utilicen este texto como lectura para sus hijos o alumnos. Albert Einstein afirmaba que la mente es como un paracaídas, si no se abre no sirve. Tal vez una manera eficaz de abrirla es seguir los sueños que conducen a la sabiduría de quienes nos precedieron. Cabe recordar que los niños sueñan cuando imaginan e imaginan cuando sueñan, y quien fomenta la imaginación saca con facilidad de la nada un mundo propio. Uno en el que predominen, entre otras cualidades dolorosamente escasas en la sociedad actual, el conocimiento, la amistad generosa, el buen juicio, la lucidez, el talento discreto y la prudencia. El fuego de la lectura, prendido en la hoguera que nos cita Mar en este magnífico libro, puede y debe integrarse en dicha tarea. Revista Terral nº17 –crítica literaria- Crítica literaria Ricardo Guadalupe http://tienesmipalabra.blogspot.com.es/ La fiesta de los locos de Joaquín Leguina Louis-Ferdinand Céline no es sólo un escritor, también es un personaje literario. Ya lo era cuando el propio Céline escribía sobre sí mismo, todavía más cuando son otros escritores quienes lo emplean en sus historias, como hace Leguina en La fiesta de los locos, donde junto a los datos biográficos del Céline real encontramos en perfecto estado de salud al Céline personaje. No es magia, o sí, se llama literatura. Así lo explica Leguina: “El libro no es una biografía novelada, sino una novela con personajes reales”. Y con varios narradores, casi tantos como amantes tuvo Céline, no en vano la génesis de la novela fue la lectura por parte de Leguina del libro Cartas a las amigas, que recoge una selección de la correspondencia que mantuvo el autor francés con las mujeres que trazaron su mapa sentimental durante los años 30. Es su relación con ellas el hilo narrativo que en La fiesta de los locos nos lleva por la Europa de entreguerras hasta la posguerra y finalmente el fallecimiento de Céline en 1961. A través de un lenguaje claro y dinámico, Leguina plantea el aparentemente contradictorio y siempre anárquico temperamento de Céline, un torbellino del que se sirve para adentrarnos en otro torbellino, de dimensiones monstruosas, que acabó por engullir al mundo entero causando el mayor desastre conocido en la historia de la humanidad. Sobre los orígenes políticos de la II Guerra Mundial indaga y desvela ciertas claves un escritor Revista Terral nº17 –crítica literaria- que además es político, de hecho esta faceta de Joaquín Leguina eclipsa aún hoy la literaria, fueron muchos años, doce, los que presidió la Comunidad de Madrid. Pero es justo reivindicar la valía de su obra, de buena parte de ella da cuenta Francisco J. Peña Rodríguez en su tesis doctoral La obra literaria de Joaquín Leguina (1985-2006), gran trabajo que cualquier interesado puede leer en Internet. “Me jodieron bien… al fin y al cabo qué importa. No me puedo quejar… he hecho lo que me ha dado la real gana”, pone en boca de Céline Joaquín Leguina; quién sabe si esta frase con la que de forma tan atinada identificó al personaje podría en nuestros días hacerla suya su autor, considerando la relación por momentos tormentosa que ha vivido con su partido político, concretamente con algunos de sus miembros. Volviendo al libro, este se cierra con el entierro de Céline y la descripción de la lápida, de la que destaca la reproducción en bajo-relieve de un barco de tres palos y el grabado del nombre y los años en que nació y murió: 1894-1961. Basta buscar una foto de la tumba para comprobar que así es en la realidad. Pero hay algo más, a lo que de algún modo alude la última frase del libro; resulta que bajo el de Céline también está grabado el nombre de su viuda, con el año en que nació, “1912”, seguido únicamente de dos dígitos: “19”. Los hizo grabar ella misma, pensando que no vería el siglo XXI, en cambio tendrá que borrarlos, porque a día de hoy, mientras escribo estas líneas, Lucette Almanzor, la mujer que vivió el destierro de Céline y sus últimos años en Meudon, ¡aún vive! Celebro haber leído La fiesta de los locos, que me ha hecho disfrutar del placer de la lectura y descubrir que una de sus narradoras está entre nosotros, con más de cien años de una vida en la que Céline y la danza han sido la música con la que ha vibrado y bailado, como en aquellos años 30 en los que conoció a su gran amor aún siendo bailarina, cuando comenzó su particular fiesta de los locos. Poesía Coordina: Aurora Gámez MERCEDES SOPHÍA RAMOS ÓXIDO ÍDEM Tú en el grupo de los desahuciados Allí un desierto húmedo encontré Yo en la fila de los olvidados reciente se había marchado el mar. Tú haciendo cola por un yogurt caducado El Mediterráneo quedó inexistente Yo alimentada de huesos de nostalgia solo quedaban latas y plásticos, Tú mendigando pan en la basura me adentré buscando beber Yo recogiendo migajas de nada un pequeño sorbo salado y azul, Tú cada mañana con la despensa vacía no había ni una sola gota de mar Yo cada noche con mi mundo vacío en su lugar, marañas de peces y algas, Tú buscando un rincón para cobijarte allí rodaban caracolas vacías y grises. Yo buscándolo para llorar sin ser oída El mar se había sumergido en la tierra Tú durmiendo entre cartones y harapos nos había dejado, como hace el desamor Yo en vela con mis sabanas de pañuelos desertando de nosotros para siempre. Tú llorando por lo más básico El mar abandonó nuestros poemas Yo si ya no está para mí nada es básico ya nunca nos dará su inspiración, Tú deambulando por cualquier esquina ni sus amaneceres multicolores Yo caminando a ninguna parte ni sus tempestades sonoras Tú de ocupa y desalojado errante ya ni un solo día nos dejará mirarlo. Yo desgarrando mi corazón ocupado -Fuimos advertidos día tras día- Tú contando las limosnas en un banco nadie quiso oír su llanto Yo rogando te quieros de vez en cuando gritaba como los niños en la orilla, Tú colgado del aire libre que te lleve despacio y lento se fue secando Yo colgada al aire de su sonrisa liado por montañas de basuras oxidantes Tú desesperado te despediste de los sueños infectado de microbios y bacterias, Yo perdida en un sueño de ébano blanco así, quiso desheredar al planeta Tú olvidaste creer en los cuentos bonitos ¿Cómo amar a algo imaginario? Yo aún no olvidé los de final feliz. Me pregunté desesperadamente… Entonces desperté. MERCEDES DELCLÓS EN EL TÚNEL DE CUALQUIER METRO ROCÍO CARDOSO UNA MUJER DIBUJADA DE SILENCIOS Un acordeón y una mujer bajita Empecinada tocan un vals lleno de promesas. en verbos irrepetibles ¿O son tristezas de payasa alegre? sin encontrar sus sueños Se balancea con ojos muy abiertos. vencidos por un tiempo, Su mirada me atrapa. sin palabras Pongo una moneda en su vaso de papel, sin muecas, me lo agradece. sin gemidos. No puedo seguir caminando. Ella solo guarda La miro, la escucho. cosas viejas, Un nudo en la garganta. El dolor de una bella música despertando no sé qué nostalgias. Esa mujer bajita y su acordeón desteñidas, aquellas que aún sigue buscando a pesar del quebranto de su vida. son el paisaje sonoro de mi silencio. Entonces, se esconde en un canto de calandrias para que nadie escuche su lamento. Un antiguo eco de campanas le detiene las noches. Envuelta en arrobos de aire, con avíos de distancia, cincelé tu nombre en mi cuerpo. Brotó la sangre en mi piel, el aullido, de mi entraña. Raudo el eco atravesó el espacio, inexorable tembló, en los suburbios donde escondes el sentido de mi nombre. SEBASTIÁN GÁMEZ MILLÁN Yo no vuelva a decir que soñaba; Estabas tú conmigo Y tus ojos podían confirmar lo que los míos: La belleza inasible del mundo al alba. Ven, no quiero saber cómo, pero ven, SILVIA DE LA GUARDIA RAMOS ven pronto, no tardes, no, que no sé si las palomas alzarán el vuelo entonces TE NOMBRO como ahora lo están haciendo; ven pronto, que no sé si la luz reverberará Ansiado jardín que atesoras en tu vientre entre los verdes del campo un cielo de pétalos y savia subterránea: tal como en estos instantes reverbera; tus brazos de ramas grisáceas ven pronto que no sé si a tu vuelta las abejas zumbarán con este sonido de mañana feliz, ven pronto que no sé si para cuando regreses el cielo habrá perdido estos azules y luego no sé si sabré contártelo; (y cómo contártelo, si era así). desprenden sus verdes flecos modelados en la ingenuidad de tu nombre otorgado desde mi boca. Te nombro oculta entre matorrales que ceden su voz al desorden de tallos encerrados en recipientes de lluvia y aire. Ven, Sobre el tapiz oigo el eco que reverbera ven deprisa, como el cristal de un vaso golpeado en su que las montañas tal vez más tarde no reflejarán interior por el deseo apremiante de mi primavera. ese denso brillo de nieve que las baña, y que en la distancia parecerían flotar suspendidas sobre el aire, Este sueño pendular fluctúa entre las tramas de madreselva y los brotes de luz por encima del paisaje. que se deshojan sobre la tierra Ven pronto, sí, como si un sentimiento apenas arraigado Que esta sobrecogedora sensación de belleza sintiese alivio en mi palabra serena. Requiere de tu mirada y de tu presencia, Te nombro en este bosque sin tapias para las Requiere que la compartas conmigo Para que exista, Para que mañana, cuando tú vengas, hiedras a la espera de que un pájaro prenda tu voz y la traiga a mi vera. Revista Terral nº17 –relato- Relato La película de todos los días Andrés Ortiz Tafur (Premiado en el XXIV certamen literario 2014, de la Diputación de Jaén) La mujer se niega en redondo a fingir que tiene algún tipo de problema en la boca que le impide sacar la lengua si no es ayudándose con el pulgar y el índice de su mano derecha. El hombre suplica que le haga caso, y enfatiza tanto la contrariedad que le produce la negativa de su esposa que llega a llorar. La mujer somatiza la pena y sollozando repite las alternativas que a su parecer la salvarían de ir de aquí para allá balbuceando palabras que no han de entenderse. El hombre se cubre las orejas y grita que no desea seguir escuchándola. Ella, pese a esto, recita la posibilidad que le coloca a él a lomos del caballo. El hombre se aparta las manos de las orejas y le pregunta si no le importa sacrificar a Dakota. Ella dice que sólo se trata de un caballo. Él aclara que además de un caballo es su caballo; momento en el que se alejan de la trama original, porque ella, como casi siempre, reclama para sí una atención semejante a la que él le concede a sus animales, y porque él se escuda en que esos argumentos provienen de la madre de ella. Tras un “no te soporto “y un “yo a ti tampoco”, la pareja se marcha a la cama. Primero la mujer, haciendo ademán de dar un portazo. Y a los diez o quince minutos el hombre, que para hacerse notar se desviste expulsando con toda la energía que cuenta el aire por la nariz. Cuando la luz que entra por la ventana les obliga a abrir los ojos, se encuentran abrazados. El hombre intenta poner tierra de por me medio con ese nuevo día emitiendo un leve gemido y restregando el rostro contra la mata de pelo de ella. La mujer se estrecha más al cuerpo de su hombre y acaba dándole un beso húmedo en el cuello. Él Revista Terral nº17 –relato- oprime la mano sobre el costado desnudo de ella. Ella hace lo mismo en el costado de él. Se produce un acto amoroso en el que ninguno de los dos pronuncian una sola palabra y vuelven a quedarse dormidos por un rato. Luego ella se levanta a orinar y recuerda el estado en el que dejaron la mesa de la sala de estar. Entonces cierra los párpados y aprieta los dientes, se limpia, tira de la cadena, va a la cocina, toma una bolsa de basura y se dirige al salón fijando los ojos en el suelo, dirección que no cambia hasta que no ha terminado de introducir en la bolsa la mayor parte de la basura. A él lo despierta el ruido de las botellas. Se siente mal de repente. Incluso, durante cinco o diez segundos, se cubre la cara con la mitad de la almohada. Después se da cuenta de que eso no es más que un gesto propio de las películas y se incorpora con vigor. —Cariño—dice, sin encontrar respuesta—. ¡Cariño!—repite al instante, notándose un fuerte dolor de cabeza. El silencio que halla le ayuda a componer su perorata. Va a decirle que lo siente mucho, que se olvide de lo de anoche, que la quiere y que todo es culpa del alcohol y de la desesperación. —Ángela, cariño, siento mucho lo de anoche. Olvídalo, por favor. No estaba en mis cabales. A veces pienso que todo esto va a terminar volviéndome loco—recita, mientras recorre el pasillo que conduce a la sala de estar—. ¿Ángela?—pronuncia, poniendo rumbo a la cocina—.¡Ángela!—acaba gritando, presagiando lo peor. Cuando Ángela regresa de tirar la basura se encuentra con un hombre sumamente nervioso. Es su marido y sabe que no es posible que ya haya olvidado lo de anoche. Pero también sabe que eso sólo va a aminorar un poco la virulencia de sus reclamaciones y que si no toma ella la iniciativa puede que resulte imposible resituar los hechos dentro del sentido común. —Vengo de tirar la bolsa. Esta ahí abajo, en el contenedor. Todavía falta mucho para que pase el camión. Si quieres, si tanto te cuesta dejarlo, si de verdad tanto te cuesta dejarlo, baja y búscala. Eso sí, no vuelvas—dice. El hombre se coloca cualquier cosa, el pantalón de un chándal y la parte superior de un pijama, sale a la calle, encuentra lo que busca y sube de nuevo a su casa. Toma Revista Terral nº17 –relato- asiento en el sofá, manipula la jeringa y el contenido de una bolsa y se introduce la aguja en una vena del brazo izquierdo. Ambos, el hombre y la mujer, entienden que ese “no vuelvas” no quería decir “no subas a casa”, porque la propiedad no es de ninguno de los dos y porque el grado de improvisación del uno y de la otra no admite de buenas a primeras un “nunca más”. De modo que será ella, después de meter algo de ropa en una mochila, la que diga adiós. Un adiós escuálido, al que le seguirá un balbuceante “por favor, no te vayas”. Dos días son los que pasa ella fuera. Cuarenta y ocho horas angustiosas para él, que no cesa de buscarla, atreviéndose incluso a acudir a la casa de su madre, a pesar de las advertencias de que por allí no quieren volver a verle y de la amenaza de los dos tiros en la sien. Y cuarenta y ocho horas inciertas para ella, que no sabe dónde ir y que echa en falta la privacidad del hogar, la voz y las manos de él y el pinchazo en la vena. Transcurrido ese tiempo coinciden en el parque del menudeo y no les hace falta hablar para escenificar un abrazo. Allí mismo, entre unos coches aparcados en batería, comparten jeringa. Después compran en un super dos botellas de licor y las beben en casa, inventando la manera de conseguir un dinero que les proporcione algo de estabilidad. Él volverá a proponerle a ella que finja un ictus, le dirá que basta con no mover uno de los remos del cuerpo y con mostrar una seria dificultad al hablar, apostillando que lo ideal es que se decante por el lado izquierdo, dada su condición de diestra. Y ella le insinuará que se deje caer del caballo y se rompa algo que entrañe cierta gravedad, el fémur o la cadera, por ejemplo; y lo hará pasando la yema de uno de sus dedos por debajo de las líneas del seguro de responsabilidad civil con el que cuenta el animal, justo en el apartado en el que se especifica que el propietario del bicho tiene derecho a una indemnización en el caso de producirse un accidente fortuito. Él le responderá que tiene entendido que esos incidentes traen consigo el sacrificio del animal. Y ella volcará sobre la mesa el vaso con rabia, diciendo que no le entiende. Luego uno de los dos se irá primero a la cama refunfuñando. Tal vez él, que en ausencia de ella ha estado dándole vueltas a la idea de coger el camino correcto. Y al paso de diez o quince minutos, ella, que tratará de hacerse notar, prendiendo la luz del dormitorio. Revista Terral nº17 -relato- Relatos Retrato de mujer con collar: Mary Cassatt Emy Luna Frente a los cristales empañados por la lluvia, Mary Cassatt intentaba vislumbrar la silueta del campanario de Saint Germain. Delgada, erguida, con los brazos a lo largo del cuerpo, sostenía una carta en la mano derecha. Los dedos, crispados sobre el papel, mostraban los nudillos blanquecinos, fruto de la rabia y la ira sufridas tras su lectura. Llevaba un buen rato frente al ventanal con la mirada fija en la cruz de hierro de la Iglesia, de pronto, se sobresaltó con el estruendo de la tormenta y se retiró del cristal. Se sentó en el filo del sillón a releer por quinta vez la carta con el matasellos de Londres. A medida que avanzaba en la lectura, su cara se iba contrayendo con la misma fuerza que la primera vez que la leyó, un par de días atrás. La ira le llenaba los ojos de lágrimas y la indignación los dejaba al momento secos y doloridos. De un tirón, se deshizo de la toca de lana, se colocó la bata de algodón que protegía su ropa del óleo y se encaminó a su estudio mientras metía la carta en su bolsillo. Adoraba su habitación para pintar. El resto de la casa podía estar cayéndose a pedazos y no se enteraría nunca, pero este cuarto significaba tanto para ella... Aspiró el fuerte olor a trementina y echó un vistazo rápido a la repisa de los pigmentos. Faltaba reponer el amarillo de Nápoles y el azul de Ultramar. Mañana se los encargaría a Michel, junto a dos tarros de aguarrás y uno de aceite de linaza. Descubrió el lienzo que se protegía bajo un paño y lo observó con detenimiento; le apasionaba su profesión, pero el trabajo que traía entre manos le producía una enorme pesadumbre. Se alejó unos metros para juzgar el resultado de la última mezcla de colores para el traje de la mujer. Sin embargo, se sentía contrariada por haber conseguido su propósito. El color del traje escotado y los pliegues en el talle recordaban una rosa entreabriéndose, mostrando, como apretados pétalos, los plisados del vestido de fiesta. Más que óleo, parecía un dibujo a pastel. El corazón le dio un vuelco; Degás, su gran admirado, latía irremediablemente en el fondo de su obra. La dama sonreía feliz, a su Revista Terral nº17 -relato- pesar. Sobre su piel blanca, un collar de perlas. Y lo mejor era el pelo. Rodeando su cabeza, el pelo recogido en un moño flojo destellaba como el cobre; lo había conseguido con mucha paciencia y tras estudiadas mezclas de amarillo ocre, carmín de Garanza, un poco de magenta y amarillo limón. La felicidad de la mujer inundaba el lienzo, su sonrisa, el brillo de los ojos, la humedad de sus labios... Todo con pequeñas pinceladas y un predominio del color puro. Detrás de ella, dos palcos desdibujados se perdían en la distancia permitiendo el protagonismo de la dama. Todo como mandaban los cánones impresionistas. Esperaba que la mujer del cuadro se sintiese satisfecha de su trabajo cuando su marido se lo regalase el día de su cumpleaños. Era una dama de la alta sociedad parisina, de origen prusiano, Madame Mac Mahón. Mientras se debatía entre la satisfacción por el trabajo bien hecho y la amargura que le producía haber rodeado de tanta belleza a esa mujer, recordó la carta. Era de Camille Pisarro. Cerró los ojos y evocó el día que se conocieron. Acababa de estallar la guerra franco-prusiana y ambos huían de París en el mismo tren. Al terminar la contienda y de vuelta a la ciudad eterna, el destino volvió a unirles. Mary colocó los pinceles sobre la mesa desconchada, llena de trapos, aguarrás y barnices. Se limpió cuidadosamente las manos y se dirigió al salón. Había anochecido y el reflejo de las luces de las farolas colgando de un cielo brumoso daba a la habitación un aspecto mágico. Sacó la carta del bolsillo y volvió a leerla bajo la luz tenue de la lámpara del velador. Con la escritura diminuta y cuidadosa de siempre, Camille la invitaba a la exposición que el círculo de los impresionistas celebraría en el museo del Louvre la próxima primavera. Tras unas primeras líneas en las que detallaba todos los aspectos formales del evento, adoptó un tono más personal rogándole por Dios que asistiera sin dudar. Como conociendo la respuesta que Mary le habría dado, su maestro le pidió que olvidara el pasado. Mary se limpió con el puño de la bata blanca las lágrimas que amenazaban con empapar el papel; dibujó, con los restos de pintura de la bata, rayas de azul de Ultramar sobre las mejillas. Cuando terminó de leer la carta, volvió a su estudio. Mientras oscurecía la sombra de la barbilla sobre el cuello de la dama y acentuaba con ello el brillo de las perlas, recordó el día en que se matriculó en la academia de Camille. Degás le había Revista Terral nº17 -relato- hablado de él como del maestro entre maestros. Era quince años mayor que ella, pero el amor surgió entre los dos con la violencia de un temporal. Camille Pisarro era el hombre más atractivo que había visto en su vida. Más protector y comprensivo que su propio padre, y el hombre al lado de quien cada día era un misterio por resolver. Estuvo a punto de abandonar el sentido común y la pintura por él. Se dedicó a organizarle las clases, buscar excusas para los clientes que no le gustaban y abastecerle el estudio de tarros de pigmentos, goma arábiga y aceites vegetales. Le limpiaba la casa, le hacía la comida y le lavaba la ropa. Hasta el día en que ella le presentó a Lucy Bacon, la alumna recomendada por Edgard Degás. Mary recordaba con una amargura no disminuida por el tiempo el día que la joven apareció en el estudio, con su cabellera de fuego sobre los hombros. Desde que entró por la puerta, Camille perdió la cabeza por ella, hundiendo en la tristeza y la desesperación a Mary, que veía como él la iba dejando en un rincón de su volátil corazón. En la carta, su antiguo maestro le pedía que lo olvidara todo, que él lo había hecho; que habían pasado algunos años y que quizás aún estuviesen a tiempo de retomar su amistad. Que ni siquiera recordaba a Lucy. El encuentro de primavera podía ser la gran oportunidad para la reconciliación. Tras esta última lectura, Mary comprobó que el enfado iba remitiendo poco a poco. Sonrió débilmente mientras daba los últimos retoques al cuello de la mujer; era muy tarde y quería descansar. Por supuesto que iría. Por una parte necesitaba resarcirse del desastre de la exposición de Chicago, en la que casi la mitad de su obra había sido pasto de las llamas. Y por otra le apetecía reencontrarse con los amigos de la vieja escuela: Berthe, Claude, Paul, Edgar.... Dobló esta vez con cuidado la carta y la dejó sobre la mesa, prometiéndose responderla al día siguiente. En cuanto a Lucy, nunca había podido olvidarla, por más que lo había intentado. Por caprichos del destino, desde hacía unos meses la veía a la fuerza todos los días; pasaban juntas muchas horas. Antes de que Mary cubriese el óleo con el paño de lana, Lucy Bacon, de casada Madame Mac Mahón, la miró desde el lienzo con aire triunfal, en su butaca del teatro, envuelta en rosados pétalos de seda. Con el collar de perlas destacando sobre su escote nacarado y su cabellera de fuego domesticada por la edad y por una magnífica diadema de brillantes. Revista Terral nº17 –ser escritora- Ser escritora Tiempos de Cambio para «Mamá Literatura». Segunda Parte. Por Mar Solana http://marsolana.blogspot.com.es Seguro que los lectores recordarán como en el artículo del número anterior de esta revista, para hablar de la cantidad de «ciber-escritores» que habían surgido en la última década, nos servíamos de la irónica metáfora de los champiñones y de su proliferación merced a las lloviznas de otoño. Sin embargo, en el caso de las interminables filas de gente escribiendo, se señalaba a la red de redes como la principal causante del fenómeno. Y la reflexión, que se parece mucho a una matrioska: podemos abrirla o desplegarla ad infinitum, nos condujo a deducir que la súper población de escritores, así como la sobreabundancia de teclados activos, representaban un río desbordado que había barrido a la mayoría de los buenos lectores. Y todo ello sobre un marco literario transigente, ñoño y ligero de bambalinas. En definitiva, que los mismos «champiñones» leían mucho menos de lo que se atrevían a acometer en el divertimento de sus variados estilos. Después de leer el artículo, mi compañero de Letras, Ricardo Guadalupe, tuvo la amabilidad de enviar a la dirección de la revista el siguiente comentario que transcribo con su permiso: «Los escritores también leen, incluso muchos se han hecho lectores para escribir. Así que para mí ese no es el “quid” de la cuestión, al contrario. El problema es el ritmo de lo inmediato impuesto en la sociedad, cada vez hay menos gente con la paciencia necesaria para afrontar un libro, puede que por la sobreabundancia de pantallas, pero creo que ese es solo un síntoma y no Revista Terral nº17 –ser escritora- un motivo, el motivo es la tendencia a empezar la casa por el tejado que estamos viendo no sólo en el ámbito literario, o en el político, sino ya desde la educación de hoy en día, donde el esfuerzo no está tan valorado como debiera». Ricardo Guadalupe, escritor. En virtud de tan acertado comentario, por el que desde aquí doy las gracias a su autor, nos atrevimos a seguir indagando en esta matrioska particular. Es cierto (y comprobable) que ahora mismo hay un mayor número de escritores que de lectores. Pero también es verdad que, como expresa Ricardo y si ahondamos en el asunto un poco, ese no es el principal problema. Lo preocupante es esa actitud que se nos ha ido colando, subrepticia como el siseo de un cascabel, y que no conoce el valor de la pausa: la inmediatez. La impaciencia de una sociedad acostumbrada al «quiero esto ya, ahora mismo…», a un materialismo cada vez más evidente, que ignora el sentido de aquello que se hace esperar. Ni en las escuelas ni en las familias se educa en la tolerancia a la frustración o, en todo caso, en ejercer la dilatación de las recompensas a los más pequeños. Los niños (por problemas de culpabilidad de los padres) son premiados de forma abundante e inmediata. El esfuerzo ya no se valora en su justa medida, sencillamente porque esa voluntad de trabajo ya no existe. Ahora la ansiedad de anticiparse a todo (o a casi todo) es la reina del ser y del estar. También es palmario que no todos los que escriben pueden llamarse escritores. Una cosa es compartir tus vivencias y emociones con los demás, perder el bloqueo, desinhibirse; algo que resulta enormemente gratificante y positivo. Pero el oficio de la escritura, escribir desde el corazón y reescribir desde el alma, es muy diferente a ese aspecto espontáneo que tantos practican ya. Igual que hay oradores que saben comunicar con su auditorio (y otros no), también hay escritores que saben conectar (hacer llegar lo que desean) con sus lectores. Y los demás hablan y hablan o bien, garabatean… Y de la misma forma que no se educa en la «capacidad empática de la escucha al otro» muy pocas personas «saben escuchar» a los que escriben. Entonces… ¿qué tenemos? Un montón de gente «hablando», bla, bla, bla…, (los ingleses lo llaman back ground noise), pero pocos «escuchando», «leyendo», etc. Además, también existe algo innegable, contra lo que es muy difícil luchar: la Revista Terral nº17 –ser escritora- sobreabundancia de pantallas y de teclados activos, un tema que ya vaticinó Phillip Roth, el escritor norteamericano galardonado con el «Príncipe de Asturias» en el 2012. No podemos derrocar un factor tan enroscado en el alma del ser humano como el músculo al hueso. La tecnología y sus progresos han asaltado el fuerte de forma inexorable. Es una corriente de aire que avanza y avanza, agita nuestros pelambres sin que, apenas, las podamos recoger o calarnos una gorra que aminore el impacto de sentirnos cada vez más despeinados y revueltos. Por ende, la consecuencia más directa de todos estos cambios no se ha hecho esperar: ahora es muy fácil «comunicarse» sin necesidad del ineludible, acostumbrado y ya casi obsoleto tête à tête. En cualquier momento podemos acceder a la comodidad de poner por escrito (y mostrarlo) lo que antes guardábamos en nuestros cuadernos secretos o formaba parte de una apetitosa conversación, presencial o telefónica. ¡Dónde habrá quedado la voluntad de introducir en un sobre sellado nuestras cuitas y emociones! Desde luego, recibir una tarjeta navideña, en estos tiempos que corren de pantallas y teclados, constituye un verdadero regalo. Y hay más gente escritora que leyendo debido en gran parte a que nuestra forma de comunicación ha cambiado, y la escrita, en este siglo, está cobrando un gran valor. Pensemos en los mensajes, sms, whatsApp, correos, chats diversos, etc. que escribimos a diario, ¿con cuántas personas mantenemos realmente una conversación en condiciones? Me remito de nuevo a esa inmediatez que mojamos todos los días en el desayuno. La rápida recompensa de unos sencillos gestos dactilares es la encargada de sepultar el valor del esfuerzo de nuestros actos reales, esos que nos confieren más humanidad; me refiero a la humanidad de carne y hueso, no a los bodoques en forma de emoticonos con los que, por ejemplo, rematamos nuestras intenciones comunicativas del presente. ¡Qué fácil parece todo! En un ambiente así, no es difícil que un niño crezca y se desarrolle no solo sin valores necesarios, sino también carente de la ineludible capacidad para estimar y apreciar todo aquello que merece una cocción lenta. Revista Terral nº17 -Flamenco- Flamenco Rafael Silva Martínez SOBRE EL ORIGEN DE LA DENOMINACIÓN “FLAMENCO” (I) Nos ocuparemos, en los siguientes artículos de esta sección, de un tema igualmente polémico, que ha suscitado muchas investigaciones y controversias, como es el origen del propio nombre de la denominación “Flamenco” para designar a nuestro arte. Ya hemos discutido en artículos anteriores la gestación histórica del género flamenco, sus influencias musicales, la aportación gitana a la génesis del cante, y demás factores fundacionales. Pero ahora nos preguntamos: ¿Por qué se le dio el nombre de “Flamenco”? ¿Cómo ha llegado hasta nosotros ese nombre, con el significado de nombrar al género musical de la expresión andaluza por excelencia? Son multitud las teorías que han intentado explicarlo, con mayor o menor fortuna, que iremos recogiendo a continuación para nuestros lectores. Porque como decimos, la etimología en torno a la denominación “Flamenco” ha traído bastante cola a lo largo de la historia. Y la verdad es que, aún hoy, estamos ante otro de los enigmas que rodean nuestro arte. Si tantas cosas desconocemos aún del arte jondo, el origen sobre su denominación es otra de ellas, envuelta en un halo de misterio, peregrinas teorías y regias incertidumbres, que han hecho a muchos autores contradecirse entre sí, y lanzar nuevas teorías que desafiaban los descubrimientos anteriores. En efecto, se han lanzado sobre este tema muchas presunciones, suposiciones facilonas, teorías sin demostración, teorías enrevesadas, complejos procesos de explicación histórica, e incluso, afirmaciones disparatadas. Pero la auténtica verdad sobre el asunto no la sabemos. Sólo podemos ir Revista Terral nº17 -Flamenco- decantándonos por aquéllas versiones que puedan ofrecer más rigor histórico y artístico, o que puedan explicarse desde puntos de vista lógicos. Lo único que podemos hacer, lo que se ha hecho hasta ahora, es conjeturar, poniendo en ello cuanto sentido común seamos capaces de derrochar, Sólo así lograremos aproximarnos a la verdad histórica de lo que pudo haber ocurrido, y de las causas que explican tal denominación, y su mantenimiento a lo largo de casi tres siglos. Por otra parte, y como también hemos aplicado a otros muchos temas ya tratados en esta sección, estamos convencidos de que la auténtica verdad debe ser llana, simple y sencilla. Bien, vamos a ello. Tenemos constancia histórica de que George Borrow (ya referido al hablar sobre los viajeros extranjeros por nuestra tierra) fue el primero en dejar constancia de que, cuando él viajó por España, hacia 1840, los gitanos ya recibían diversos nombres, entre ellos el de “flamencos”. Por su parte, algunos autores atribuyeron el hecho de que se llamara “flamencos” a los gitanos a la severísima Pragmática de 1633 del Rey Felipe IV, quien prohibió que se les llamara “gitanos” y “castellanos nuevos”, en un enésimo intento de la realeza de negar incluso la propia existencia de dicha raza, y de despojarles de cuanta naturaleza se les atribuyera a dichos visitantes. Otra prueba documental la tenemos también en la obra ya referida de Antonio Machado y Álvarez, “Demófilo”, titulada “Colección de Cantes Flamencos”, y publicada en 1881, donde daba testimonio de que “los gitanos llaman gachós a los andaluces, y éstos a los gitanos “flamencos”, sin que sepamos la causa de esta denominación”. Por tanto, ya existía a finales del siglo XIX el enigma del origen del uso de estos nombres, así como de su traslación al nombre del ya maduro género musical andaluz. También es cierto (como han rastreado en la prensa escrita de la época los autores José Luis Ortiz Nuevo o José Blas Vega) que, desde mediados del siglo XIX, van siendo frecuentes las noticias de que se celebraban determinadas “fiestas flamencas”, o de que Revista Terral nº17 -Flamenco- ciertos “artistas flamencos” iban a actuar en determinados lugares. Todos estos autores y estudios van convergiendo en una idea base, capital para poder extraer posteriores conclusiones, y que podemos resumir en que el nominativo “flamenco” se va aproximando al arte andaluz, a la expresión andaluza en el cante, el baile y el toque, lo señala, lo identifica, y se lo apropia en cuanto sinónimo de “gitano”. Pero seguimos sin poder conocer las causas exactas de tal proceso histórico de asimilación y apropiación. Algunos rastreos literarios nos llevan efectivamente en esa dirección. Por ejemplo, ya en 1830, fecha de publicación de la tonadilla “El tío Conejo”, el musicólogo Arcadio Larrea descubrió una referencia a la voz “flamenco” en el sentido que aquí referimos. Y aunque Larrea no creía que aquí la aparición de dicha denominación fuese equiparable a “gitano”, sí a alguien capaz de hablar como ellos. En cualquier caso, el vocablo “flamenco”, en la acepción que aquí nos interesa, comenzaría seguramente por aquél entonces (primer tercio del siglo XIX) a tomar carta de naturaleza propia, esto es, carga significante y asociada con un concepto real y asumido por el pueblo llano de la época. Por tanto, comenzaría también a trascender y a usarse en el habla popular. Toda la cronología apunta en esa dirección. Bien, ya tenemos el vocablo en el uso popular andaluz hacia mediados del siglo XIX, pero no conocemos el origen del término, ni su relación con la génesis del arte gitano-andaluz. Vayamos por partes, retomando con algo más de extensión los varios testimonios de la época, algunos de ellos muy reveladores de la presencia del término, y de las causas de su posible uso por el vulgo. Como ya hemos comentado más arriba, cuando el viajero británico George Borrow viajó a nuestro país (para hacer propaganda aquí de la Biblia), asegura que encontró ya el término en la calle, según refleja en el principal libro que escribió relatando las peripecias de dicho viaje, titulado “Los Zíncali”, y publicado por primera vez en 1841 en Londres. Allí relataba Revista Terral nº17 -Flamenco- textualmente: “Gitanos o egipcios es el nombre con el que, por lo común, se ha conocido en España, así en épocas pasadas, como en el presente, a los que en inglés llaman gipsies, pero también se les ha dado otros varios nombres: por ejemplo, castellanos nuevos, germanos y flamencos. El primero de estos apelativos nació, probablemente, cuando empezó a considerarse el nombre de gitano como un improperio o una expresión infamante. Pueden haberse dado a sí propios ese nombre para resistirse a proferir, hablando de su casta, la aborrecida expresión de gitano, vocablo que rara vez sale de su boca, o puede que se lo hayan dado primero los españoles, en sus mutuos tratos y comunicación, como término menos ocasionado a lastimar sus sentimientos y a excitar su enemiga que el otro…”. Como puede observarse, muy expresivo Mr. Borrow, nos sugiere ya algunas posibles causas para su denominación. Pero continuaremos analizando su testimonio en siguientes entregas. Revista Terral nº17 –El viajero- El viajero Palermo, ciudad caótica y vibrante Pepa. J. Calero http://www.pepajcalero.com/ Hoy, leyendo a Leonardo Sciascia, he vuelto a Sicilia y a su capital: Palermo. Fue hace un par de años. Recuerdo que llegué a Palermo un lunes de noche cerrada. El avión aterrizó con una demora de tres horas por las tormentas y el agua. Parecía una ciudad amenazante, sumergida en la lluvia y en la luz pálida de las farolas. Me hallaba en el centro, en la Vía Roma. A la mañana siguiente el sol inundaba de luz serena el día otoñal. Caminé sin rumbo por el centro y me adentré en un gran mercado callejero. El mercado de la Vucchiria. Un colorista y ajetreado lugar que me dejó asombrada, por su vitalidad y estampas que solo se contemplan allí, como un puesto de pescado a medio metro de la entrada a una iglesia. Una iglesia abierta con las puertas de par en par. En ese laberinto de calles vibraba la ciudad con todos sus personajes; comerziantes, mammas, anzianos, ragazzas, todo un universo viscontiano. Paseé por esta ciudad despreocupada y un poco abandonada. Palacios señoriales con las fachadas apuntaladas, estatuas que antaño debieron de ser blancas, se hallaban ahora cubiertas de gris. En algún momento en esos oscuros palazos hubo bailes, hermosas alfombras, impresionantes cortinas, cenas con candelabros y mucho más. Mirando aquellas destartaladas cornisas pensé en los encuentros del príncipe Fabrizio, el gatopardo, a la luz de la luna. Allí, en un cruce de calles, está Quattro Canti, un armónico espacio donde cuatro fachadas cóncavas con edificios del siglo XVIII parecen darse la mano. Rememora las Quattro Fontane de Roma, con sus cuatro reyes españoles, cuatro patronas de la ciudad y las cuatro estaciones. El ruido de unos tímidos fuegos artificiales y música de cornetas y Revista Terral nº17 –El viajero- tambores precedían a la procesión de una Virgen o una Santa que se acercaba con su comitiva festiva y colorida. Unos minutos después subía en el autobús camino del Monte Pellegrin, donde está enterrada Santa Rosalía, patrona de Palermo, y ver la placa que reza que en 1787 Goethe visitó este lugar. La catedral es más bella por fuera que por dentro. Encajonada en una vía muy transitada; frente a la antigua basílica paleocristiana, mezquita árabe y templo cristiano para los normandos, presencié un curioso incidente. Un par de choches negros, lujosos, con los cristales tintados, cortaron la calle de la catedral. De ellos salieron unos hombres altos vestidos con traje que empezaron a dirigir el tráfico y a apremiar a las gentes para que abandonaran rápido el lugar. Una anciana, vestida de negro de la cabeza a los pies, se enfrentó a los policías al cruzar la calle, gritaba y levantaba los brazos increpándoles, hasta que la joven que minutos antes yo había visto vendiendo baratijas y pendientes a la puerta de la catedral se acercó con su placa dorada pinzada en la camiseta y la tomó del brazo hacia la acera. Recuerdo Palermo como una ciudad prodigiosamente caótica por sus gentes, por su vida en las calles, sus puestos callejeros, sus voces, sus manos al hablar, su desparpajo y esa espontaneidad ruidosa que se respira. La superposición de culturas se refleja en sus construcciones románicas, bizantinas, góticas, barroco, renacentista, eclécticos. Pienso en el escritor siciliano y su escritura radical, feroz, L. Sciascia, él vivió aquí y fue el primero en romper el silencio para hablar de “La cosa nostra”. Las gentes de aquí no quieren hablar de la mafia, y menos a los extranjeros. Son sus cosas, sus asuntos y nada más. Un aire receloso, una ciudad que abruma, con ese desasosiego que produce el bullicio, los lugares a medio construir, paredes viejas, desconchadas que aún conservan agujeros de balas o ruinas de ataques de la segunda guerra mundial. En la iglesia de San Juan de los eremitas, un grupo de japoneses fotografían sin descanso sus bóvedas árabes y su precioso claustro. Y es que la ciudad entera es una Revista Terral nº17 –El viajero- estampa histórica de un pasado glorioso fácil de imaginar. Llega la noche y aún permanecen algunos puestos del mercado, con su halo mágico de luces y focos sobre las carnes, la fruta, las especias, los quesos, la ropa y su indescriptible mezcla de olores y vistosidad. Hoy es día de ópera, y a la entrada del teatro Massimo, uno de los mejores teatros del mundo, acuden mujeres engalanadas, hombres elegantes e incluso jóvenes para asistir al Barbero de Sevilla. Llegan en grupos, familias con abuelos que caminan erguidos subiendo la escalera. Ya no quedaban entradas, porque allí la ópera es toda una institución. “La familia es la única institución verdaderamente viva en la conciencia del siciliano; pero viva más como dramático nudo contractual, jurídico, que como agregación natural y sentimental. La familia es el Estado del siciliano". Leonardo Sciascia, El día de la lechuza. Al día siguiente busqué otra ciudad mientras Palermo despertaba envuelta en olores, motocicletas, sabores, coches y un extenso colorido vivo imposible de olvidar. “Ya es difícil encontrar un cretino que no sea inteligente y un inteligente que no sea cretino. Los inteligentes siempre han sido escasos, y nos embarga cierta melancolía y añoranza cada vez que nos topamos con cretinos adulterados, sofisticados. ¡Qué lejos están ahora los cretinos de otros tiempos! Genuinos, íntegros. Como el pan casero. Como el vino y el aceite de los campesinos”. Leonardo Sciascia. Revista Terral nº17 – Arte – Lope Martínez Alario Artista polifacético, pintor, escultor, arquitecto, ilustrador, nacido en Humilladero, Málaga y residente en Alcaucín, en la Axarquía malagueña. Exposiciones: • “1ª Exhibition Japan International Artist Society”, 1984 en Japón, (Tokio, Sunday City, Urasoe City y Okinawa). • “Málaga en Aix”, 1993, Aix-en-Provence (Francia). • “Botondemuestra”, ARCO 04, stand Diputación de Málaga (Madrid). • “BECA PICASSO”, 1992, Museo provincia de BB.AA (Málaga). • Individual: “ArcanoFundamentum” 2009, Económica (Málaga). • “Libros de pintor”, 2010, FNAC (Marbella y Málaga). • “Oh My Goat”, 2013, Itinerante (Málaga). Seleccionado: • Bienales de Barcelona 1982, 1984 y Marbella 1983, 1985,1987 y 1991. “Actual ventana del Conocimiento” Revista Terral nº17 – Arte – Certámenes: • Concursos de Dibujo “Inglada Guillot”, 1982, 1983 (Barcelona). • “Joan Miró” de dibujo 1982, 1984, 1986 (Barcelona). Premios: • “Hispanoamericano de Pintura Daniel Vázquez Díaz”, 1983, 1985 (Huelva). • “Penagos de Dibujo”, 1989, 1990, “Arcano Estratificat” 1991, 1992 (Madrid). • “Premios L’Oreal”, 1993, 1994 (Madrid y Cajarc-Francia). • “BECA PICASSO”, 1990 (Málaga). P.T. - ¿En qué movimiento artístico se inició? R.-Mis inicios profesionales fueron con el "Surrealismo". P.T. ¿Cómo fueron sus comienzos en el arte, se debió a una experiencia personal o a algún hecho que le impactara? R. - Me tengo que remontar a mi infancia, porque yo me recuerdo "creando" siempre. Ya desde niño, hacía revistas con recortes y fotos en plan collage… todo tipo de artilugios para jugar con ellos posteriormente…y dibujos, muchos dibujos. Me gustaba acercarme a los vagabundos, afiladores, titiriteros, y hojalateros que pasaban por el pueblo. Escuchaba sus historias fantásticas, con su jerga entre filosófica y jocosa. Después venía “Un mundo de colores” Revista Terral nº17 – Arte – una avalancha de dibujos, representando esas historias. Sin duda estos son los primeros impactos en mi vida. P.T. - ¿Hay un momento de rebeldía en la que usted se cuestionaba la realidad que observaba? R - Si… se va creciendo y tomas conciencia de que lo que haces es Arte y de que tienes a tu alrededor un mundo oprimido, con guerras e injusticias. Entonces salta un resorte y ves con claridad que tus pinturas pueden conjugar la plástica y un mensaje. Crees que puedes cambiar algo y hacer reflexionar a los que ven tu obra, ayudado por unos títulos sugerentes y sarcásticos. En definitiva lo que en la actualidad se llama "obra con discurso". Por ejemplo, no milito en grupos ecologistas, pero una gran parte de mis cuadros, tratan temas de ecología. P.T. - ¿Aunque es un artista polifacético, se encuentra mejor en la pintura? R - Me encuentro muy a gusto en todo lo que me propongo, pero Pintura y Dibujo es en lo que más he trabajado. El Grabado y la Serigrafía, algo menos. He realizado ensamblajes escultopintura "dadá". En y escultura, (bronce, piedra), muy poco, pero me siento todo un escultor - al menos en “Brecha en el muro” potencia -pues tengo infinidad de bocetos escultóricos dibujados en el cajón, esperando para desbocarse en las praderas tridimensionales. Tengo también proyectos de Arquitectura , que es otra de mis pasiones. P.T. - ¿Cuáles han sido los artistas que más le han influido? R - Klée y Kandinski son los pintores que me han influido en mis inicios. Revista Terral nº17 – Arte – P.T. - ¿Qué intenta transmitir con su pintura o qué sentido tiene para usted? R - Al igual que Ronaldo tiene un talento especial para encajar balones, creo que los artistas tenemos una capacidad de observación para ver mundos paralelos al mundo cotidiano. Incluyo a.... músicos,... poetas,... todo creador, por supuesto. Atrapamos- cada uno a su manera - trozos de un universo que está ahí revoloteando. Es nuestro deber compartir con los demás esas otras formas de ver la realidad. Esto se traduce en... por ejemplo, oír con deleite una composición musical, un poema o contemplar una interesante exposición de cuadros. El Arte trasmite mucha felicidad; es lo más importante. P.T - El negro es una constante en su obra. ¿Representa una visión negativa de la vida o tiene otro simbolismo para usted? R.- Nada negativo. El negro podría ser “Pulidora de conciencias” la nada, pero es el todo, pues la potencia plástica que tiene arrasa allí donde lo emplees, un punto, un trazo, una mancha de negro se impone ante un espacio de colores. Por eso me atrae. Veo en el negro algo Preciso, Concreto, Denso... y a la vez Etéreo, Místico y Sutil. El blanco es la luz y contiene todos los colores, pero el negro tiene ese misterio poderoso e insondable. P.T. - ¿Cómo definiría su arte? (introspectivo, crítico, de sensaciones…) R - Introspectivo, crítico, de sensaciones, lírico, sarcástico, zen..., parecen contradicciones, pero me muevo oscilando en todo ello, porque experimento constantemente. P.T. - ¿Qué opinión le merecen las escuelas de Bellas Artes? ¿Cree que han evolucionado para adecuarse a los nuevos tiempos? R - En las escuelas de BB.AA. se ha hecho un esfuerzo importante por adaptarse a los nuevos tiempos y a las nuevas tecnologías. Lo esencial es que docentes y directores tengan la mente despejada para enseñar lo nuevo sin enfrentarlo a lo tradicional. En una escuela en manos de algún "Brontomemus" retrógrado no se aprenderá nada. En mis tiempos sólo en la escuela Revista Terral nº17 – Arte – Massana y poco más, se impartían enseñanzas avanzadas. El resto de escuelas eran de un aburrimiento desesperante para el alumno "creador", pero eso afortunadamente está cambiando. P.T. - ¿Cree que el arte, tal y como se ha concebido hasta ahora, está siendo arrinconado con el auge de las nuevas tecnologías y el consumismo? R - Siempre una nueva expresión acorrala al principio a las anteriores. Hoy se tiene la sensación de que te vas a quedar atrás, si no te subes a ese tren en marcha que son las nuevas formas de arte. No hay que tenerle miedo, todo es ir adaptándose a los cambios sin prostituirse. Hasta cierto punto el consumismo es bueno, pues es de lo que vivimos. Pero anula la capacidad a veces, de ver el buen arte. Te sumerge en unos circuitos de modas y gurús del arte, que nos van dirigiendo como a borregos hacia estadios de agobio y ansiedad artística. Esto afecta tanto al artista como “Zona-H” a los coleccionistas y amantes del arte. P.T. - ¿Existen en la actualidad grupos que marquen tendencias en el arte como lo fueron por ejemplo El Jinete Azul de Múnich o el grupo El Paso en España? R - Ahora con la globalización, más que grupos lo que se originan son "mareas de tendencia". Cualquier idea, desde cualquier parte del mundo, con un poco de suerte y contactos en los medios, puede ocasionar un mar de seguidores inspirados. El último grupo - a mi entender - que marcó tendencias fue la Transvanguardia y aun así más que grupo fue una aglutinación empaquetada del crítico Achile. Todo lo demás ya esta diluido en el maremagnum de las redes y habrá que darles otra denominación. Revista Terral nº17 -Arte- Arte para recomendar José Manuel Velasco www.velascocom.com [email protected] Comienza un año nuevo, parece que hay un poco más de optimismo en la calle, ¿recuperación económica o ambiente navideño? Según dicen estas han sido unas buenas navidades para los comercios, ha aumentado el consumo y el turismo, aunque la situación no se acaba de arreglar del todo, parece ser, según nos indican que “vamos por buen camino” que “la crisis ya ha pasado” y que la economía va mejorando, no olvidemos que comenzamos un año electoral y oiremos de todo y en distintas direcciones, yo, lo que deseo es que ojalá descienda drásticamente el número de parados y que la salida de la crisis se note en la calle, sobre todo en las capas sociales más desfavorecidas. Este es mi deseo para este nuevo año que comenzamos. En el mundo del arte esta crisis es persistente y lo sé por muchos amigos artistas a los cuales no les puede ir peor, y además, ya sabemos que hay mucho buitre dispuesto a aprovecharse de ello para sacar provecho de la situación, incluso conozco a artistas que ya han dejado la profesión y necesitan de asistencia social para poder comer... bueno esperemos que esa recuperación económica llegue también al mundo de los artistas, así como una recuperación del mundo cultural, en general, que haga que todos los artistas puedan tener una oportunidad de dar a conocer sus trabajos, y en la medidas en que puedan, consigan vivir de su trabajo, hecho muy difícil debido a una serie de factores, que los que nos dedicamos a este mundo de la creación, conocemos de sobra. Es una pena que la política cultural llevada a cabo por los críticos “afiliados” y simpatizantes a diferentes ideologías sigan tratando de imponer únicamente sus criterios, la mayoría de las veces muy alejados de la calidad y del buen arte, haciendo que llevemos bastante tiempo oyendo y viendo los mismos nombres, parece que intentan, como dice el dicho, hacer verdad una mentira repetitiva. El tiempo cribará, como siempre ha pasado, y saldrán a relucir los verdaderos artistas, si han logrado sobrevivir. Revista Terral nº17 -Arte- Pero vamos a lo importante, las recomendaciones para este primero de año. Y comenzaremos con buen arte, para lo que nos iremos al sur. En el Centro de Arte Contemporáneo de Málaga voy a empezar recomendando la gran exposición del artista rumano Adrian Ghenie (1977, Baia Mare, Rumanía). Comisariada por Fernando Francés, es la primera exposición individual que se hace en un museo español. En ella se podrán ver una treintena de pinturas de pequeño y gran formato, siendo la más importante que ha tenido lugar en un museo europeo hasta la fecha. El artista recrea en su trabajo una atmósfera parecida a la del cine, una de sus principales fuentes de inspiración. Otras referencias que se tienen en cuenta en su obra son los diferentes episodios históricos de Europa, sobre todo en el siglo XX. Para ello recurre a archivos y libros históricos. La Guerra Fría o la Segunda Guerra Mundial, al igual que ocurre con personalidades destacadas de aquella época, son abordadas desde un prisma único y diferente con pinceladas psicoanalíticas y autobiográficas. Con el paso del tiempo, su trabajo ha ido aumentando en cuando a complejidad, evolucionando hacia la abstracción en sus últimas pinturas. Tengo que confesar que este artista me ha fascinado y desde aquí no puedo dejar de felicitar al director del CAC de Málaga, Fernando Francés, por la gran labor que está desarrollando con esta y con casi todas las exposiciones que hemos podido disfrutar en este 2014. Se podrá ver hasta el 08 de marzo de 2015. Además de ver esta exposición podemos disfrutar de la colección permanente, y no debemos de olvidar la exposición del artista sevillano Manuel León que con el Revista Terral nº17 -Arte- título “un mundo sin luz”, aborda temas actuales desde un punto de vista crítico e irónico, con gran influencia barroca. Se podrá ver hasta el 8 de febrero. Seguimos en Málaga, en la Galería JM encontramos la exposición “The Estate of Anonymous (VII): Storiesfromhomes 3”, del artista Carlos Miranda. Se trata de un montaje instalativo que interviene todo el espacio de la galería mediante pinturas de caballete y dibujos de pared. Miranda desarrolla aquí su particular universo metanarrativo en torno a la idea del arte como relato. De hecho, concibe este proyecto como un homenaje al trabajo de los constructores de historias, a través de la relectura del antiguo género de la pintura de interiores, representando el caos doméstico que supone cualquier creación a través de la observación de los hogares del escritor José Antonio Garriga Vela, el artista Chema Cobo o el sociólogo Simone Lucido, entre otros. Se podrá ver hasta el 17 de enero. Y damos un salto al norte, concretamente a Santander, recomendando, en la Fundación Botín y hasta el uno de marzo, la exposición “Orden Aparente” del artista cubano Carlos Garaicoa (La Habana, 1967). Este creador es uno de los más originales y reconocidos artistas nacidos después de la revolución cubana, a partir de la década de los sesenta. En esta exposición podremos admirar una pieza concebida específicamente para esta muestra que es “Proyecto Frágil”, donde recrea, usando delgadas láminas de vidrio unidas por imanes, una gran ciudad portuaria. La muestra puede verse en la sala de exposiciones de la Fundación Botín de Santander. Revista Terral nº17 -Arte- Seguimos en la cornisa cantábrica y nos desplazamos hasta Bilbao, con la exposición El arte de nuestro tiempo. Obras maestras de las Colecciones Guggenheim, se celebra veinte años de colaboración entre la Solomon R. Guggenheim Foundation y el Museo Guggenheim Bilbao. Esta muestra, que evoca la exposición con la que se inauguraba el Museo en 1997, refleja el desarrollo de la constelación de los museos Guggenheim, y evidencia la evolución y madurez del Museo Guggenheim Bilbao, convertido a lo largo de estos años en un referente internacional. Comenzando en la tercera planta del Museo, la exposición sigue una cierta cronología y comienza en los albores del siglo XX, un período marcado por el triunfo de las vanguardias históricas, que, con sus aspiraciones utópicas y de cambio político, cuestionan la gran herencia figurativa del arte occidental y defienden unos ideales nuevos que van más allá de lo puramente estético. A este momento inicial pertenece la pintura "no objetiva", que Solomon R. Guggenheim coleccionó y que está representada principalmente por Vasily Kandinsky. Estas obras se muestran junto a las de artistas posteriores adscritos al Arte Informal y al Expresionismo Abstracto, algunas adquiridas por el Museo Guggenheim Bilbao y otras por el museo neoyorquino. A ellas se unen las piezas de arte minimalista, posminimalista y conceptual procedentes de la Colección Panza, que ingresó en los fondos Guggenheim a principios de los años noventa y refuerza la presencia del arte posterior a la Segunda Guerra Mundial en la Colección. En esta sección se insertan dos significativos conjuntos monográficos autónomos dedicados a los escultores Jorge Oteiza y Eduardo Chillida, pertenecientes a los fondos de Bilbao. La segunda planta alberga, fundamentalmente, obras de gran formato, como el mural de Sol LeWitt expuesto en la sala para la que fue específicamente creado por el artista o el conjunto de obras de AnselmKiefer que se Revista Terral nº17 -Arte- presenta en la galería para la que se adquirieron estos trabajos. La primera planta, reservada al arte más reciente, pone de manifiesto el compromiso de los Museos Guggenheim con los nuevos focos geográficos de producción del arte actual. Se podrá ver hasta el 3 de mayo Después de este paseo por el norte nos vamos hasta Madrid, aquí, el Museo del Prado presenta, por primera vez en España, DIBUJOS ESPAÑOLES EN LA HAMBURGER KUNSTHALLE: CANO, MURILLO Y GOYA, una selección de 85 dibujos españoles desde el siglo XVI hasta comienzos del XIX entre los que destacan el Altar de santa Catalina de Alejandría de Alonso Cano, la Asunción de la Virgen de Murillo o Pareja con sombrilla en el paseo de Goya, todos ellos procedentes de la Kunsthalle de Hamburgo. Una institución que alberga una de las colecciones de dibujo antiguo español fuera de nuestras fronteras más importantes en calidad y cantidad, más de dos centenares de obras que fueron reunidas en Sevilla a comienzos del siglo XIX, se vendieron en el mercado londinense y en 1891 fueron adquiridas por el museo de Hamburgo entrando a formar parte de sus colecciones. El núcleo de la exposición está formado por los dibujos de Bartolomé Esteban Murillo y algunos de sus más importantes coetáneos y seguidores, muchos de ellos vinculados a la Academia fundada en Sevilla por el maestro junto con Juan de Valdés Leal y Francisco de Herrera el Mozo. Además, se presentan importantes obras de otros destacados maestros del Siglo de Oro como Alonso Cano o Antonio del Castillo. Los dibujos de Francisco de Goya, sobre todo los realizados a partir de obras originales de Velázquez hoy conservadas en el Prado, conforman el otro gran foco de la exposición. Concebidos como preparatorios para una serie de estampas, en ellos Goya no se limitó a "copiar" a Velázquez, sino que nos dejó muestra de su genial visión de la obra del sevillano. Junto a estos, también se podrán contemplar dibujos del Álbum de Madrid, y preparatorios para su famosa serie de estampas de La Tauromaquia. Estructurados cronológicamente, Revista Terral nº17 -Arte- esta exposición plantea algunas de las principales cuestiones relacionadas con el mundo del dibujo: los cambios y estudio de las atribuciones; analiza el valor del dibujo como medio de expresión autónomo o como instrumento de formación, así como su empleo en el proceso creativo; examina el modo en que se coleccionaron en los siglos XVIII y XIX; y recrea el modo en que llegaron a Hamburgo a través del inventario expuesto. Además, el actual programa de exposiciones temporales del Museo del Prado se completa con “Las Ánimas de Bernini. Arte en Roma para la corte española”, la primera exposición monográfica en España dedicada a este artista esencial en la historia del arte que aborda las complejas relaciones que Bernini mantuvo con la Monarquía Hispánica durante el siglo XVII; y "Goya en Madrid", patrocinada por la Fundación AXA, una exposición que compara y enfrenta entre sí los cartones para tapices de Goya en un recorrido temático, relacionándolos a su vez con la obra de sus contemporáneos (Mengs, Tiépolo, Bayeu, Maella, Paret o Meléndez) y del pasado (Tiziano, Rubens, Teniers o Velázquez). Se podrá ver hasta el 8 de febrero 2015. Seguimos en la capital. La Comunidad de Madrid presenta en la sala Canal de Isabel II la exposición dedicada a la obra del artista Pablo Genovés (Madrid, 1959). Genovés es uno de los creadores españoles que ha alcanzado mayor proyección internacional en los últimos años. La muestra, titulada El ruido y la furia, en claro homenaje a William Faulker, y está compuesta por 38 fotografías y un vídeo realizado específicamente para la Sala. El diseño del montaje, a cargo de Andrés Mengs, actúa como un elemento más que ayuda a crear una atmósfera poética que envuelve al espectador en el mundo creativo del artista donde las imágenes se muestran como escenarios imaginativos y sobrecogedores. El recorrido expositivo crea una especie de relato a partir de la violencia desatada de las imágenes iniciales -ríos desbordados, mares embravecidos y oleaje- que irrumpen en catedrales, palacios, teatros, bibliotecas o museos. La obra de Pablo Genovés está representada en destacadas colecciones privadas y en museos nacionales e internacionales. Se podrá ver hasta el 22 de marzo de 2015. Revista Terral nº17 -Arte- Y si tenemos la oportunidad, desde Madrid, podemos hacer una escapada a Cuenca, donde, además de todo los alicientes culturales que la ciudad ofrece, se añade la exposición que el alcalde de Cuenca, Juan Ávila, y el presidente del Instituto de Estudios Conquenses para las Humanidades y el Patrimonio (IDEC), Miguel Ángel Muñoz, inauguraron en la Casa Museo Palacio “Homenaje a Alfonso VIII y Leonor de Plantagenet”, con la que el Ayuntamiento de Cuenca y la asociación cultural cierran los actos programados este año con motivo del octavo centenario de la muerte de los reyes de Castilla. La muestra, comisariada por Emilio Morales, reúne 45 obras plásticas de unos cuarenta artistas, entre los que figuran Vicente Marín, Víctor de la Vega, Miguel Ángel Rivas, Miguel Ángel Moset, Miguel Zapata, Julián Pacheco, José Manuel Velasco, Concha Márquez o el propio Emilio Morales. Morales destacó a La Tribuna que se trata de una exposición «variopinta» en cuanto a técnicas y materiales, en las que se puede ver pintura, escultura y fotografías que, en la mayoría de los casos, han sido realizadas por los artistas expresamente para la ocasión. Informó de que además del duro trabajo de recopilación de obras, que ha durado cuatro meses, ha sido «muy complejo» disponer las mismas a lo largo de la primera planta del Museo Casa Palacio, «porque en líneas generales predomina lo figurativo, dentro de un lenguaje expresionista abstracto». Entre las obras expuesta se puede ver una escultura que representa las imágenes de los monarcas tallada sobre una roca de 200 kilos de peso, realizada por Vicente Marín; una pintura en la que aparece la Torre de Mangana en la que se mezcla el gótico normando con el constructivismo de Torner, de Emilio Morales; la maqueta en bronce de la escultura de Alfonso VIII de Javier Barrios; o la escultura a caballo de Alfonso VIII realizada por el finado Miguel Zapata, entre otras. El historiador conquense y secretario del IDEC, Miguel Romero, destacó durante la inauguración de la exposición que se ha querido rendir el último gran homenaje a los monarcas con motivo del octavo centenario de su fallecimiento haciendo uso de las artes plásticas. «En una ciudad como Cuenca, icono artístico y cuna del movimiento abstracto español, el arte debe estar presente también en la conmemoración de la efemérides histórica», aseveró. Romero resaltó lo que supusieron para Cuenca las figuras de Alfonso VIII y su mujer, la reina Leonor de Plantagenet. En Revista Terral nº17 -Arte- este sentido, recordó que, además de reconquistar la capital en 1177, el monarca cristiano dotó a la ciudad de un fuero propio, erigió el obispado de Cuenca fusionando los de Ercávica y Valeria, e inició, a instancia de la reina, las primeras obras de la catedral. Y finalmente nos bajamos a Andalucía. En Sevilla, el pintor malagueño Francisco Peinado presenta en la Galería Birimbao 'La carreta', una colección de ilustraciones "sociológicas", donde las familias tratan de huir de la crisis. Francisco Peinado (Málaga, 1941) se encuentra entre los más reconocidos y alabados pintores españoles de la actualidad. Maestro del dibujo, grabado y pintura, presenta esta semana una nueva exposición en la que el público podrá admirar su pericia y su solidez en una técnica con la que plasma en imágenes su personal visión de actual crisis económica. La carreta es una colección de ilustraciones que se podrían calificar de "sociológicas". Peinado la ha titulado así porque precisamente las carretas están presentes en la mayoría de las obras como metáfora de todas esas familias que intenta escapar, huir de la crisis. Además, una palabra se repite: oro, en referencia a la cantidad de negocios que rezan "se compra oro" actualmente. En La carreta, el público encontrará cuadros presentados al óleo y técnica mixta sobre lienzo o cartón, donde Peinado emplea diferentes texturas, con pinceladas cortas, suaves o impetuosas. Y en Córdoba, podemos visitar una gran exposición bajo el título “60 años de arte Revista Terral nº17 -Arte- contemporáneo en Córdoba”. Esta muestra, en la que se lleva trabajando varios meses, está comisariada por Ángel Luis Pérez Villén, que ha realizado una propuesta que fundamenta la importancia de esta exposición, que reúne obras de más de cien autores cordobeses o vinculados a Córdoba de distintas generaciones y relacionados con muy diferentes tendencias. Así, se podrán ver obras de artistas como Pedro Bueno, Pepe Espaliú, Miguel del Moral, Ginés Liébana, Antonio y Cristóbal Povedano, Antonio Bujalance, Ángel López Obrero, Rafael Botí, Aguilera Mate, Duarte, Julia Hidalgo, Juan Vacas, Francisco González, A.J. González, Rita Rutkowski, Pepe Jiménez, Sánchez Moreno, José Manuel Belmonte, Rodríguez Luna, Manuel Garcés, Mariano Aguayo, Tomás Egea, Rafael Trovat, Gervasio Sánchez, José Álvarez, José Manuel Velasco, Miguel Gómez Losada y Jacinto Lara, entre otros muchos. Cinco salas, algunas de ellas de ámbito municipal y otras de instituciones privadas, acogerán esta exposición, que se agrupará por tendencias estéticas (expresionismo, realismo, abstracción, figuración, realismo social...) que darán una idea de lo que significó Córdoba dentro del mundo del arte contemporáneo. Esta exposición pretende ofrecer una panorámica de las artes plásticas en Córdoba y reflejar la importancia que han tenido los autores de la tierra en las distintas corrientes estéticas del arte contemporáneo a lo largo de estas décadas, la ebullición de determinados momentos artísticos en la ciudad y la evolución del arte cordobés a lo largo de los últimos sesenta años. La muestra, que permanecerá abierta hasta el 15 de febrero en cinco salas de la ciudad (Galatea, Romero de Torres del Círculo de la Amistad, Cajasur Gran Capitán, Fundación Antonio Gala y Vimcorsa), agrupa a 119 artistas cordobeses de distintas generaciones, movimientos y disciplinas artísticas, desde la pintura a la escultura pasando por la fotografía y el vídeo. Su comisario es Ángel Luis Pérez Villén y es una iniciativa del Ayuntamiento, que ha contado con la colaboración de la Diputación, la Universidad de Córdoba, la Fundación Cajasur, la Fundación Antonio Gala y el Círculo de la Amistad. Se viene organizando desde hace dos años y pretende conmemorar la relación entre Córdoba y la modernidad artística partiendo de la célebre Exposición de Arte Contemporáneo montada en el Círculo de la Amistad en 1953. Aquella exposición, según el concejal de Cultura, Juan Miguel Moreno Calderón, "fue una ventana a la modernidad Revista Terral nº17 -Arte- en la Córdoba de entonces". El objetivo, ahora, según Pérez Villén, "es recuperar ese momento seminal y poner en valor la creación artística cordobesa desde mediados del siglo XX a la actualidad". Moreno Calderón se muestra convencido de que esta muestra "será un hito en la historia expositiva de la ciudad" y alaba "el trabajo valiente y comprometido" de Ángel Luis Pérez Villén, que es el que ha realizado la selección. Pérez Villén destacó durante la presentación el buen trabajo de montaje de la muestra, del que se mostró "muy satisfecho", y el programa de visitas guiadas, que se puede concertar en el teléfono 957491768 o en el correo electrónico [email protected]. José Antonio Nieto resaltó la importancia de la cultura y la colaboración institucional para llevar a cabo exposiciones como esta, así como el trabajo de los creadores cordobeses "que han sumado esfuerzos durante décadas para conectar a Córdoba con las vanguardias del arte". Los creadores se mostraban satisfechos con la exposición. Antonio Bujalance decía que la idea de recrear la muestra de 1953 es "sorprendente y estupenda", así como poner de relieve el arte de los cordobeses; Gómez Losada, que Córdoba necesitaba una exposición así "para que se alabe y pondere el arte que se produce en la ciudad", y Rita Rutkowski, que lo que estaba viendo "es bastante digno" y espera que los espectadores "se den cuenta del arte que Córdoba ofrece". De esta exposición, que tiene su precedente más inmediato en una muestra ontológica que se organizó en el año 1990 y recogía el arte contemporáneo cordobés desde 1957, también se elaborará un catálogo que promete ser un ambicioso volumen imprescindible para los amantes del arte. Revista Terral nº17 –la otra realidad- La otra realidad Magia II Mariano J. Vázquez Alonso Comentábamos en nuestro anterior la creación un tipo de fuerzas de las que no artículo, Magia I, la importancia que tienen es dueño, pero a las que puede abrir los llamados "fluidos vitales", ya que ellos caminos extraordinarios" (Barlet). son los responsables de los fenómenos del Tal sería la teoría y el fundamento de psiquismo, o lo que es lo mismo, “las los pentáculos que, según los ocultistas, no manifestaciones misteriosas e hiperfísicas son otra cosa que sustancias u objetos del ser". Pues bien, al estudiar esos fluidos, especiales esas fuerzas naturales poco conocidas, la condiciones asimismo especiales de tiempo y Alta Magia trata de utilizarlas de distintas de lugar, y que deben ser rigurosamente maneras, ya sea estudiando cómo el hombre manipuladas ya que cualquier alteración actúa sobre sí mismo o sobre el mundo puede ocasionar la acción indeseada de exterior. O bien, cómo los fluidos actúan fuerzas muy poderosas. sobre la Tierra o sobre el sistema solar. Por En cualquiera de estos modos la magia puede ejercitarse de una que manera se otro utilizan lado, las en unas operaciones mágicas no dependen del capricho del individuo sino que serie de orden determinada podríamos llamar "magia personal" y "magia cósmico que "se traducen por una particular ceremonial"). Como resulta evidente, en la determinación del individuo que opera, del primera de estas dos formas el fenómeno se sujeto sobre el que actúa, del lugar y del produce sin el concurso de ningún ritual. De momento la magia ceremonial se ha dicho que es una producen, sin todo lo cual el resultado es operación "por medio de la cual el hombre inevitablemente negativo". Conviene decir trata de someter a las potencias invisibles de que el objeto de la magia, que no sería otro diverso orden, obligándolas a realizar lo que que la energía universal bajo la forma de se requiere de ellas. Con este objeto las fuerzas existentes en la Naturaleza, se dirige capta, hacia lo abstracto, hacia la energía en sí las proyectando sorprende, por por efecto decirlo así, de las correspondencias que supone la unidad de misma. condiciones una personal o de una forma ceremonial (lo que en de exigen que los fenómenos se