POSTALES DEL PATRIMONIO de INTRUSSIÓN TEATRO Guía didáctica 1 INTRODUCCIÓN Los nuevos soportes de comunicación, aunque nos ayuden, están evitando que se dejen de escribir cartas o postales. Ahora desde cualquier lugar del mundo se puede tomar una fotografía e inmediatamente ésta aparecerá en una red social no se enviará de manera instantánea por cualquiera de los soportes de mensajería rápida que existen dentro de las aplicaciones de nuestros teléfonos móviles o tabletas. Hasta hace no mucho tiempo era normal salir de viaje y comprar una postal para enviarla a un amigo o a un familiar. En el anverso podíamos encontrar una estampa de un monumento o paisaje que indicaba qué es lo que estábamos viendo en ese viaje y en el reverso había un espacio para escribir algunas palabras dirigida a esas personas de las que nos acordábamos. En las postales se unían la visión objetiva de lo que estábamos viendo (la fotografía) y nuestra propia visión subjetiva del lugar que estábamos visitando. Todo ello teníamos que expresarlo en pocas palabras lo que hacía que, en ocasiones, fuera realmente complicado plasmar en una postal las vivencias que estábamos experimentando. Cuando recibimos el encargo por parte de la Fundación Salamanca Ciudad de Cultura y Saberes de crear un montaje teatral dentro del marco de los actos conmemorativos del 20 aniversario de la constitución del Grupo Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España, la primera dificultad con la que nos encontramos era que teníamos que hablar de 13 ciudades en tan solo una hora. Tras pensar cómo podíamos llevarlo a cabo, llegamos a la conclusión de que las postales era la excusa perfecta para crear el espectáculo: Una imagen objetiva de cada una de las ciudades y la visión subjetiva de la protagonista de nuestra historia que envía las postales a su marido ya difunto. El resultado es un collage de imágenes y palabras por medio del cual nos adentramos en la historia de Carolina que visita todas esas Ciudades Patrimonio donde vivió su marido antes de marcharse a México. Ambientada en los años 20 del pasado siglo (una época en la que las postales “están de moda”), y contando con las actrices Esther Nácar y Manuela Vicente, Carolina recorre las 13 Ciudades Patrimonio de España escribiendo a su marido, conversando con su recuerdo, encontrando en cada una de esas ciudades a una mujer que siempre es la misma pero siempre es diferente. “Postales del Patrimonio” es un espectáculo emotivo, visual y basado en el peso de las palabras, esas palabras que Carolina escribe en cada una de las postales ensalzando la belleza de todas y cada una de las 13 Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España. 2 SINOPSIS Ante la repentina muerte de Fernando, un español emigrado a México en los años 20 del pasado siglo, Carolina decide iniciar un viaje a España en busca de las raíces de su marido. En poco más de un mes Carolina visitará Santiago de Compostela, Tarragona, Ibiza, Córdoba, San Cristóbal de La Laguna, Mérida, Cáceres, Salamanca, Ávila, Segovia, Alcalá de Henares, Toledo y Cuenca. Desde cada una de las ciudades, Carolina escribirá una postal a su marido que, como había dejado encargado a la sirvienta, deberá de colocar sobre su escritorio. Esta experiencia terminará convirtiéndose en un viaje iniciático para Carolina en el que descubrirá que la vida sigue y que debemos conocer nuestro patrimonio ya que, al fin y al cabo, este forma parte de nuestras raíces. EL AUTOR Roberto García Encinas funda en 2004, junto a otros tres socios, la Compañía Intrussión Teatro. Desde entonces muchos han sido los espectáculos que ha escrito y dirigido: La Trilogía de los Creadores (¡Te pierdo, Miguel…! En 2004; ¡Meninas! En 2006 y Federico en 2008), Cabareteros (2007) o Veneno (2010). Todos estos espectáculos se han movido por toda la geografía española y portuguesa. También ha escrito diferentes trabajos de encargo con Intrussión Teatro como la animación teatral durante siete años de la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión de Salamanca, varias ediciones de Vidas y Ficciones de la Ciudad de Salamanca y Plazas y Patios, Nos pillaba de camino (ruta teatralizada alrededor de la Catedral de Salamanca), De profundis, los claustros respiran, visita teatralizada a los Claustros de San Esteban, Orquesta Torbellino junto al pianista Chema Corvo y más recientemente Calle Teatro, una ruta teatralizada en Sequeros de la mano de Cívitas Animación. También ha realizado trabajos de encargo para compañías como Rayuela Producciones Teatrales (Shock and Show 1 y 2), Musical Sport Teatro (Quod natura non dat), Enlapuntadelalengua (Perfiles) Bientocadas 3, cuplés (A nuestra manera el music jol) o Raiz de Cuatro ( Al carajo la poesía) 3 LA MÚSICA En esta ocasión hemos tenido el privilegio de volver a contar con Chema Corvo, pianista salmantino de reconocida trayectoria que ha elaborado la música de “Postales del Patrimonio” como ya lo hizo anteriormente con Cabareteros, Federico y Veneno Titulado Superior en Pedagogía Musical, posee también el título de Profesor de Solfeo y de Piano. Parte de su formación en Piano Moderno ha sido con músicos de la talla de Horacio Icasto, Ricardo Miralles, Mariano Díaz, Chano Domínguez, Bruce Barth o Germán Kucich. Con Eva Gancedo y Eduardo Laguillo estudió Composición y Arreglos. Ha dado conciertos a piano solo y con diferentes agrupaciones musicales: jazz, tango, boleros, música latina, blues, etc… También ha compuesto obras para teatro y música para publicidad. Ha sido el pianista del Gran Hotel de Salamanca durante seis años, y en el Parador Nacional de la misma ciudad durante tres años. Asimismo ha tocado en el Hotel Monterrey, Casino de Salamanca, Hotel Meliá, Hotel Doña Brígida etc… en diversas celebraciones, cenas, Congresos, etc… que confirman una más que consolidada carrera profesional como pianista en solitario. Actualmente, es profesor del curso de “Formación para jazz ensemble big band”, de la Universidad de Salamanca. Ha compuesto bandas sonoras para montajes de Zanguango Teatro, Bientocadas 3 cuplés y para INTRUSSIÓN TEATRO. 4 EL VIAJE DE CAROLINA (fuente: www.ciudadespatrimonio.org) SANTIAGO DE COMPOSTELA Santiago de Compostela, desde su nacimiento en al Edad media, se convierte en el paradigma de Ciudad universal por ser meta de peregrinación, no sólo religiosa, sino también cultural. Al acercarnos a Santiago de Compostela, descubrimos una ciudad hecha a medida del caminante. Sus calles y plazas forman un conjunto inigualable, armónico y homogéneo. En 1985 fue declarada ciudad Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO y en el año 2000 “Ciudad Europea de la Cultura”. Como capital de una comunidad histórica que posee su propia lengua, el gallego, y una floreciente cultura, Compostela sigue siendo una ciudad abierta, cosmopolita, con vocación de lugar reencuentro. La peregrinación a Santiago fue el acontecer religioso y cultural más destacable y más profundamente vivido de la Edad Media, hecho reconocido recientemente por el Parlamento Europeo, que designó al Camino como Primer Itinerario Cultural Europeo, y por la UNESCO, que lo declaró Patrimonio de la Humanidad. Pero además de meta de peregrinación, Santiago es un centro turístico de primera magnitud. Los orígenes de la ciudad se remontan al hallazgo en el año 813 de la tumba del Apóstol Santiago. Cuenta la leyenda, que paseaba el anacoreta Pelayo un día por una vieja vía romana en la que confluían en una encrucijada varios caminos, y en las proximidades del bosque de Libredón percibió unas luces extrañas entre los matorrales. Al verlas y conociendo la historia de Santiago de Zebedeo se acercó y descubrió detrás de los matorrales un cementerio abandonado y en él un edificio funerario. Sin vacilar y convencido de su hallazgo, fue a buscar al obispo Teodomiro, que emprendió las marchas hasta el lugar del descubrimiento, difundiendo la noticia entre los cristianos, y obteniendo el apoyo de Alfonso II para la construcción de la primera capilla. La primera basílica se construyó en el siglo IX y la actual Catedral es el resultado del paso de los siglos. En ella se resumen, en armónico equilibrio, el románico de su más antiguo origen, el gótico, el renacentista, el barroco y el neoclásico. Es uno de los monumentos más importantes de arte medieval español. Caminar por Santiago de Compostela supone descubrir infinidad de tesoros: palacios, monasterios, templos y plazas, pero también el espíritu de sus gentes acostumbradas a recibir viajeros de todos los caminos, la bulliciosa presencia de los miles de estudiantes de su Universidad, cinco veces centenaria, y disfrutar de la intensa oferta cultural que ofrece la ciudad. 5 TARRAGONA Tarraco fue la primera fundación militar romana fuera de la península Itálica y la ciudad desde donde se impulsó la conquista, ordenación y estructuración de Hispania. La antigua Tarraco sigue siendo el corazón visible y latente de la moderna ciudad catalana. Sus restos prominentes se mezclan, en una cálida atmósfera, con los perfiles de otros siglos y con el brillo azul del Mediterráneo. La ciudad responde a la consolidación de un primer campamento militar, efectuada por Cneo Escipión en el 218 aC. Poco tiempo después se consolidó como puente para la conquista de toda la península Ibérica, papel que no perdió en toda su dilatada historia, ya que con el tiempo se convirtió en la capital de la Hispania Citerior o Tarraconensis. El origen romano de Tarragona dibuja, aún hoy, su fisonomía urbana. Las murallas delimitaron su forma, reconocible incluso donde no se han conservado. El recinto de culto con su templo existe todavía en los muros de la catedral medieval. Algunas calles de la Parte Alta o centro histórico de Tarragona son las que, en época medieval, llenaron de bullicio el espacio donde se alzó la gran plaza pública del Foro de la Provincia. Las bóvedas del Circo romano forman parte, actualmente, de plazas, bajos de viviendas, restaurantes, locales de ocio y comercios. Y su anfiteatro, espacio de diversión y castigo, ha sido lugar de culto cristiano e, incluso, prisión. Desde Tarraco se reprimieron varias revueltas indígenas en época republicana, en ella César reunió sus legados y Augusto residió entre los años 27-26 aC, y desde aquí se estructuró y organizó un amplio territorio durante más de setecientos años. De su larga historia y amplio desarrollo urbano han llegado hasta nuestros días importantes edificios y material arqueológico, que convierte a la antigua Tarraco en un ejemplo único entre las ciudades del Occidente romano, tanto por la cantidad como por la calidad y el estado de conservación de sus edificios. IBIZA Situada en la costa de levante de la isla de Ibiza (Eivissa, en catalán), el verdadero encanto de la ciudad de Eivissa reside en la huella que han dejado las sucesivas civilizaciones que recalaron en ella durante siglos de historia. Su inmejorable situación, de cara al mar, ha marcado su evolución convirtiéndose, ya desde la antigüedad, en un punto estratégico para las rutas de navegación mediterráneas entre oriente y occidente. Según los historiadores clásicos, la ciudad fue fundada, en el año 654 antes de Cristo por los fenicios, que vieron en la colina y en la bahía natural el emplazamiento idóneo para su asentamiento. 6 Durante la época púnica, Eivissa alcanzó su máximo esplendor, con la expansión de la ciudad fruto de la actividad comercial y agrícola. La necrópolis del Puig des Molins es el testimonio excepcional de la cultura púnica en occidente. Después de la dominación romana y de las invasiones de vándalos y bizantinos, Eivissa fue colonizada por los musulmanes de Al-Andalus en el siglo X. El triple recinto de las murallas musulmanas, del que todavía se conservan algunos elementos, es sólo una de las profundas huellas que quedaron en la ciudad y en toda la isla. La cultura occidental llegó a la isla el año 1235 bajo el reinado de Jaume I. Por encargo de Felipe II, las murallas medievales fueron sustituidas por la actual fortaleza renacentista, considerada una de las mejor conservadas del mundo. Este recinto amurallado del siglo XVI, que envuelve la ciudad antigua con la Catedral y el Castillo-Almudayna en la cumbre, es el monumento más relevante de la ciudad no en vano, UNESCO lo declaró Patrimonio de la Humanidad en 1999, junto con otros tres bienes culturales y naturales: la necrópolis púnica de Puig des Molins (la antigua ciudad de los muertos), las barreras marinas de posidonia y el poblado fenicio de sa Caleta. La trama urbana de la ciudad fortificada (Dalt Vila) formada por un trazado casi laberíntico de calles estrechas, callejones y plazas adaptadas a la topografía natural inspira una serenidad que contrasta con el movimiento del puerto y la bahía donde se encuentra la máxima concentración de amarres deportivos y de recreo, y con el bullicio de la zona comercial y de ocio de los barrios de la Marina i sa Penya habitados, en su origen, por artesanos y pescadores. Patrimonio natural y patrimonio cultural de gran valor artístico, histórico y arqueológico conforman los mayores atractivos de una ciudad cuyo perfil urbano desde el mar se ha hecho ya inconfundible. CÓRDOBA Córdoba es una de las ciudades más antiguas de Europa. Fundada por el cónsul romano Marco Claudio Marcelo a mediados del siglo II a. de C., representa una extraordinaria simbiosis de Oriente y Occidente. Dos milenios de historia han dado entidad y espesor al tiempo de Córdoba, haciéndolo habitable, elástico. Córdoba es cruce de caminos, enclave privilegiado entre sierra, valle del Guadalquivir y campiña, y ha sido cuatro veces capital a lo largo de su historia. Capital de la Bética, la provincia más romanizada del Imperio. Capital del Califato Omeya en el siglo X. Capital del Judaísmo gracias a su Judería y a Maimónides. Y capital de la frontera cristiana durante los últimos siglos de la Reconquista. Todo ello nos ha dejado un patrimonio de primera magnitud en forma de murallas, puentes, templos, conventos, estatuas, casas señoriales, tradiciones, documentación histórica, yacimientos arqueológicos y personajes notorios. La 7 mayor parte de este patrimonio fue designado por la UNESCO, en 1994, Patrimonio de la Humanidad. Séneca, Lucano, Osio, Abderramán I, Abderramán III, Alhakén II, Maimónides, Averroes, Gonzalo Fernández de Córdoba "el Gran Capitán", Luis de Góngora, el Duque de Rivas, Julio Romero de Torres o el torero "Manolete", son personajes cordobeses protagonistas en la historia. Y por Córdoba pasaron y escribieron páginas decisivas Julio César, los Reyes Católicos, Cristóbal Colón y Miguel de Cervantes, entre otros. La Mezquita-Catedral, alma y corazón de Córdoba, es el centro de gravedad de este Patrimonio de la Humanidad, siendo ella misma y desde 1984, declarada por la propia UNESCO, Monumento de Interés Mundial: el agua que mantiene viva la Catedral de Córdoba está hecha de plegarias a un mismo Dios. En catorce siglos de utilización cristiana. En cinco de dominación musulmana. Córdoba aporta al Patrimonio de la Humanidad, también, la vida de su casco histórico. El segundo más grande europeo, con más de treinta mil residentes. No es un decorado para turistas, en él habita Córdoba por medio de gentes sencillas y de importantes instituciones acrisoladas en el corazón de la ciudad. Plazas, patios, pequeñas calles, mansiones y monumentos se abren a su descubrimiento. Córdoba, en fin, es una ciudad que se extiende más allá de su patrimonio tangible y guarda sus mejores tesoros en su interior y en silencio, aguardando a quien sepa verdaderamente abrir el cofre de sus tesoros para mostrárselos. SAN CRISTÓBAL DE LA LAGUNA La Laguna fue diseñada con instrumentos de navegación marítima y a cordel, esta es una de las características diferenciadoras de esta ciudad tinerfeña fundada en 1497 por el Adelantado Don Alonso Fernández de Lugo. Este modelo de trabajo fue repetido por los españoles, posteriormente, en tierras americanas. Concebida a la medida del hombre, supuso la materialización de una nueva concepción filosófica, profundamente humanista, que se adelantaría a los tiempos. Situada en la atalaya atlántica desde la que España abordaría su mayor gesta, ha sido el obligado nexo de dos culturas. Un simple paseo por la vieja ciudad hace evidente la disposición geométrica de sus calles; vías habitadas por viejas casonas y palacetes con fachadas de colores intensos o pórticos de piedra. La arquitectura civil y religiosa también fue ordenada en la gestación de la ciudad y todo aquel entramado urbanístico inicial ha permanecido intacto desde finales del siglo XV. La Laguna, rodeada de fértiles tierras, valles y una pequeña cordillera, ha sido eje político, económico y social de Tenerife durante cuatro siglos, lo que se evidencia en el señorío austero de su arquitectura y la sobria belleza de sus monumentos, edificios públicos y numerosos templos. 8 Entre estos, son varios los que datan del siglo XVI y en ellos se conservan valiosos tesoros artísticos: la Iglesia y Convento de San Agustín; la de Nuestra Señora de la Concepción; la actual Iglesia-Catedral, construida en 1913 en los aledaños de la derruida ermita de Santa María de la Expectación y consagrada a Nuestra Señora de los Remedios; el Real Santuario y ex Convento de San Francisco, donde se venera la hermosa imagen tallada –pertenece al gótico flamenco-brabanzón- del Santísimo Cristo de La Laguna, y la que fundara en 1522 el padre Mendoza, integrada al monasterio de Santo Domingo de Guzmán. Algunos edificios civiles son igualmente representativos como la singular Casa Salazar, del siglo XVII, muestra acabada del barroco canario que incorpora curiosos detalles como sus gárgolas zoomorfas, que evocan el prehispánico mexicano; los palacios de Nava y Lercaro, y el propio Ayuntamiento cuya fachada neoclásica está revestida con aplacado de cantería azul. Los indudables atractivos de esta ciudad modélica no se agotan en su hermosa apariencia externa. La cordialidad de sus gentes, la dulce cadencia de su acento, su antigua cultura de anfitriones, la presencia bulliciosa de los casi treinta mil estudiantes de su bicentenaria Universidad – la primera del archipiélago canario-, la dotan de un espíritu entrañable de cuya calidez disfrutará el visitante. MÉRIDA Mérida fue fundada en el 25 adC con el nombre de Emerita Augusta por Octavio Augusto, para los soldados eméritos licenciados del ejército romano, de dos legiones veteranas de las Guerras Cántabras. Estas legiones se ubicaron en el poblado ya existente a cambio de darles la categoría de ciudadanos romanos a los antiguos pobladores. La ciudad fue la capital de la provincia romana de Lusitania, convirtiéndose muy pronto en escenario donde se asentaron nuevas formas de entender el mundo real y el imaginado, de desarrollar, tanto asuntos materiales como divinos. Junto a una amalgama de religiones procedentes del Medio Oriente y Egipto, prenden en Mérida el judaísmo y el cristianismo. Se inicia así un periodo de gran esplendor del que dan testimonio sus magníficos edificios: el teatro, el anfiteatro, el circo, los templos, los puentes y acueductos. Los puentes fueron los elementos que hicieron de esta ciudad paso obligado hacia todos los puntos de la Península y los que le proporcionaron momentos de gloria o de angustia durante estos últimos veinte siglos. Se trata de construcciones singulares por su magnífico estado de conservación y, en el caso del puente que salva el Guadiana, por ser una de las obras de la ingeniería romana más importantes todavía en uso. Durante siglos y hasta la caída del Imperio Romano de Occidente, Mérida fue un importantísimo centro jurídico, económico, militar, cultural y una de las poblaciones más florecientes en época romana, que Ausonio catalogó el noveno lugar entre las más destacadas del Imperio, incluso por delante de Atenas. 9 En épocas posteriores Mérida sufrió incursiones de los pueblos bárbaros hasta el asentamiento de los visigodos, que la hicieron capital de su reino y por lo tanto de Hispania, durante los siglos V y VI. En el siglo VI sobresale la figura del Obispo Mausona y el cristianismo se arraiga con fuerza. De esta fe popular da muestra la figura de la Mártir Santa Eulalia, patrona de la ciudad. En el año 713 el caudillo árabe Muza conquistó la ciudad y sus tropas la arrasaron. Quien visite Mérida, verá transmutado el pasado en objeto de ocio y didáctica, uno de los aciertos de sus museos y exposiciones. Ocasionalmente, la ruina despertará de su letargo y acogerá, tal y como lo hiciera en su apogeo, bajo el manto atemporal de la cultura la celebración del Festival de Teatro Clásico. El paso por Mérida permite descubrir, en orden, multitud de piezas pertenecientes a un puzzle cultural que alberga más de siete siglos de la vieja historia de España. CÁCERES Acercarse a la historia de la ciudad de Cáceres es conocer a pequeña escala la Historia de España. Esta tierra, habitada ya desde los tiempos del Paleolítico Superior, nos relata las distintas etapas por las que el hombre ha pasado. Romanos, Almohades, Judíos, Portugueses, Castellanos… cada uno con su cultura y su religión pero que se fundieron en Cáceres para legar al mundo su Patrimonio HistóricoCultural inigualable. Esta diversidad nos permite acceder a la Ciudad Monumental por una puerta romana o por una de estilo Barroco; adentrarnos en una judería nada más salir de una torre almohade o admirar una fachada mudéjar al lado de un palacio renacentista. Una variedad no solo histórica o artística, sino espacial, aquí podemos observar desde las torres que flanquean su muralla como ha evolucionado la ciudad, como se expande extramuros abrazando a las distintas razas, clases sociales y gremios que han configurado la pequeña gran historia de esta población. El momento elegido para descubrir Cáceres puede hacer que la imagen que se lleva el visitante sea distinta ya que no es lo mismo pasear por sus calles y plazas por la mañana que por la noche, en otoño o en primavera…. Todo momento tiene su encanto e invita a volver, a redescubrir la ciudad bajo otra luz y otro ángulo. Este legado que tanto enorgullece al cacereño puede enlazarse con la modernidad de una ciudad universitaria activa y llena de iniciativas culturales. Entre ellas, la reciente apertura del Centro de Artes Visuales “Fundación Helga de Alvear”, donde se muestra una de las colecciones privadas de arte moderno más importantes de Europa; la Feria de Arte Iberoamericano “Foro Sur”; el Festival WOMAD, punta de lanza de la música internacional, o El Mercado Medieval Transfronterizo de las Tres Culturas, considerado hoy uno de los más importantes a nivel internacional. 10 SALAMANCA Salamanca ha sido a lo largo de su historia un centro de conocimiento de trascendencia y proyección universal. Un conocimiento que se fraguó en sus interiores pero que también tomó cuerpo en lo exterior, desde la literatura a la arquitectura con tendencias artísticas como el románico, gótico, plateresco y barroco. Ser considerada la ciudad renacentista española por excelencia, la convierte en única, tanto en la estética arquitectónica y urbana de la ciudad que ha llegado hasta nuestros días, como por la especial relevancia que el pensamiento humanista y el anhelo del saber propios de este periodo dieron a la ciudad. Así, Salamanca, con sus palacios, conventos, casonas y plazas y con sus protagonistas, como fray Luis de León o Francisco de Vitoria, pone de relieve una época de especial impulso en la ciudad. Sin embargo, sería injusto limitar la vida de la ciudad a esos momentos gloriosos porque las ciudades no se construyen sólo de tiempos prósperos. Salamanca como espacio del conocimiento y del saber, ha latido con diferente intensidad a lo largo de la historia; sin duda, la búsqueda de ese saber constituye razón de ser pasada, pero también presente, en su inquietud con la cultura, con su dinámica Universidad y su reciente capitalidad cultural. La riqueza de su patrimonio histórico artístico, el color de su piedra de Villamayor y su condición de ciudad viva, propiciaron que en 1988 fuera nombrada Ciudad Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y en 2002 Capital Europea de la Cultura. Gran parte de la vida de la ciudad gira en torno a la Universidad, sus estudiantes y curiosidades que le dan un aire cosmopolita y contemporáneo. Ese ambiente viene marcado por los extranjeros llegados de distintas partes del mundo para estudiar español, la relación de la ciudad con América y el latir vivo y continuo de la ciudad. AVILA Ávila es la muestra más interesante y mejor conservada de los que fuera una ciudad amurallada del Medievo español. Las iglesias, conventos y edificios monumentales, unidos a sus recuerdos teresianos, hacen de esta apretada población castellana uno de esos reductos peninsulares donde el pasado de España y una forma de vida de la Europa medieval, se expresan más plenamente. La ciudad antigua de Ávila y sus Iglesias Extramuros son la muestra más genuina y solemne de cómo la piedra cincelada ha mantenido el carácter guerrero y defensivo de una ciudad anclada en la llanura y el espíritu religioso de los más altos exponentes de la mística española, con sus templos, conventos y monasterios monumentales. Geométrica y armónica, la muralla que circunda la capital abulense despliega su inconfundible silueta y es la imagen de un mundo bien resguardado, sereno y sugerente, también plasmado en los otros monumentos de la ciudad. 11 Ávila es una ciudad muy especial. En pocos lugares como éste se puede encontrar una unión tan grande entre paisaje urbano y natural y el sentir, hondo y trascendente, de los personajes que le han dado nombre. Es la ciudad más alta de España, más cercana al cielo y su luz crea un espacio único. En Ávila, como en muchas de las ciudades medievales españolas, convivieron judíos, mudéjares y cristianos. . De estos siglos de caballeros y villanos, de judíos, moros y cristianos, nacieron hermosas leyendas que aún hoy se evocan entre sus tranquilas y sobrias piedras. Todos ellos dejaron su huella y forman parte de su legado cultural. Fue en esta ciudad amurallada donde nació, se educó, se convirtió e inició su obra reformadora y escritora la gran Santa abulense, Teresa de Jesús. Allí también inició su labor el místico y magnífico poeta, San Juan de la Cruz, patrón de los escritores de habla hispana, nacido en Fontiveros. Fue el lugar donde se crió y educó el famoso músico renacentista Tomás Luis de Victoria y donde otros artistas de gran valía dejaron su huella creadora. Historia, arte, mística, tradiciones, gastronomía, naturaleza se aúnan para ofrecer al visitante una enriquecedora estancia en Ávila. SEGOVIA Un alto Acueducto romano que cruza las viejas calles medievales, un Alcázar que recuerda a los castillos centroeuropeos, iglesias románicas de atractivo espiritual, la ubicación entre el verdor de la sierra y la parda llanura. Todo en la ciudad castellana es peculiar e inconfundible. En diciembre de 1985, la UNESCO incluyó a la antigua ciudad de Segovia y su acueducto romano en el listado de Ciudades Patrimonio por la belleza de su enclave, de su entorno, de sus edificios, arboledas y calles. Sin embargo, la ciudad va más allá de lo físico, pues el elemento humano, el que la ha creado y que ha sido parte de ella, no se ve y, sin embargo, es la esencia misma de la ciudad. Segovia es así porque desde ella Alfonso X estudiaba el firmamento, porque Quevedo se inspiró en sus espacios y sus gentes para escribir el Buscón don Pablos, porque en esta ciudad fue proclamada Reina de Castilla Isabel I, la Católica, y porque aquí se guarda el primer libro impreso en España, “el Sinodal de Aguilafuente”. A Segovia la han hecho los místicos Juan de la Cruz y Teresa de Jesús, y los valientes guerreros Juan Bravo, el Comunero, o Día Sanz y Fernán García conquistadores de Madrid a los moros. Pero también a Segovia la han dado forma y sentido la palabra de María Zambrano, los paseos, tertulias y clases de Antonio Machado en el Instituto, Gómez de la Serna desvelando “El secreto del Acueducto” y Louis Proust investigando en el Real Laboratorio de Química a la sombra del Alcázar. La ciudad fue próspera por su comercio internacional de lana y su potente industria textil, que procuró durante siglos un bienestar a los segovianos, que se 12 refleja en la arquitectura de la ciudad y, sobre todo, en los Archivos que celosamente guardan el pasado escrito. Las calles y las plazas de la ciudad se convierten varias veces al año en escenario de actividades artísticas. Durante la Semana Santa, el interior de los templos ofrece a los melómanos la ocasión de disfrutar de los conciertos de la Semana de Música Sacra y en primavera, Titirimundi llena los espacios de títeres y marionetas ávidos de contar historias imposibles, llenas de magia e imaginación. También, patios de palacios, fachadas notables y rincones incomparables sirven de escenario a las numerosas jornadas del Festival Internacional en el que se puede disfrutar de la Semana de Música de Cámara, del Festival Joven y del Festival abierto de Música y Danza. ALCALÁ DE HENARES Alcalá de Henares simboliza como ninguna otra la ciudad que emerge entre el Lenguaje, la Literatura y el Patrimonio. Una lengua que, además, se convierte cada día en muchas lenguas. El idioma de la ciudad es plural, exótico, tolerante, enriquecido por todas y cada una de las identidades que definen el mestizaje de nuestras urbes. Ciudad sabia como su Universidad, sugiere belleza a cada paso. Ciudad del Renacimiento, urbe intelectual, dedicada a Dios y a los hombres, que en ella pensaban y escribían. En Alcalá de Henares nació en 1547 y vivió sus primeros años Miguel de Cervantes, el autor del universal Quijote. Su casa natal, magnífico ejemplo de vivienda castellana del siglo XVI, contiene hoy como museo una espléndida colección de ediciones cervantinas. Alcalá atesora importantes yacimientos arqueológicos que nos hablan de la Complutum de los romanos, un excelente entramado urbano medieval que posibilitó la convivencia de tres culturas y tres religiones y, sobre todo, la perfecta Ciudad del Saber y Ciudad de Dios que, diseñada por la sabia mano del Cardenal Cisneros, permite disfrutar hoy de un conjunto único de soberbias construcciones del Renacimiento y el Barroco, entre las que destaca la gran obra de su Universidad. Esta excepcional riqueza proyecta a Alcalá de Henares en el siglo XXI, convertida en un referente turístico y cultural. La ciudad entrelaza desde siempre su alma, que es escritura, saber, cultura, y su cuerpo, lugar donde se acogía a quienes eligieron el camino del pensamiento. Pasear por Alcalá de Henares supone seguir la ruta y la vida de la ciudad y del escritor; seguir pasos y huellas marcadas en calles, tapias, muros y papel. Todo mezclado y todo dispuesto para ofrecer un espectáculo majestuoso, renovado hoy y abierto a un futuro que sólo podría compararse a aquellos años del siglo XVI, cuando todo lo que aquí ocurría sonaba a leyenda. 13 TOLEDO Toledo es un laberinto de historia viva y compartida. Una ciudad que tiene algo importante que aportar a los problemas actuales y universales de convivencia y paz: su herencia histórica de coexistencia y tolerancia de las Tres Culturas, la judía, la cristiana y la musulmana. Todos los estilos arquitectónicos y todas las culturas han dejado muestras singulares de su presencia en Toledo. Esta ciudad ha sabido conservar un patrimonio inigualable que hunde sus orígenes en el Neolítico, si bien su entrada en la historia se produce en el año 192 antes de Jesucristo, al ser conquistada por las legiones romanas. La civilización romana la denominó Toletum y bajo su dominación se construyeron templos, teatros, anfiteatros, circos, murallas y acueducto. Con la desaparición de la Hispania romana, la ciudad fue ocupada los visigodos que la convirtieron en su capital, extendiendo su reino a toda la Península. La conversión de su rey Recaredo, en el año 587, y la celebración en ella de los concilios visigóticos iniciaron la vinculación de la ciudad con el cristianismo. Con la llegada de los musulmanes a principios del siglo VIII la ciudad pasa a denominarse Toleitola. Las tropas cristianas de Alfonso VI entraron en Toledo el 25 de mayo del año 1085 poniendo fin a la dominación árabe, aunque la conquista completa de la Península Ibérica no se produjo hasta el año 1492. Durante esos siglos medievales, la ciudad de Toledo fue sede de la Corte y capital de la monarquía castellana y fue entonces cuando se desarrolló la “Escuela de Traductores de Toledo”. Bajo el amparo económico y la protección de los arzobispos toledanos, eruditos judíos y cristianos mozárabes se encargaron de la traducción de un buen número de obras clásicas, griegas y romanas, escritas por Aristóteles, Ptolomeo e Hipócrates. Toledo alcanzó su mayor esplendor en el siglo XVI, incluso después del traslado de la capitalidad a Madrid en el año 1561. La única institución importante que quedó en la ciudad fue la iglesia, por lo que llegó a ser considerada como segunda Roma. En ese ambiente, El Greco, produciría sus mejores cuadros, valorado muy singularmente por las vanguardias artísticas contemporáneas. En el siglo XIX el motor económico fueron los centros de instrucción militar y la llegada de un sinfín de viajeros alentados por su imagen romántica. Novelistas y poetas difundirán la belleza de Toledo en sus publicaciones. Actualmente, Toledo es una urbe dinámica en constante crecimiento que fomenta su valor patrimonial y artístico, una gran ciudad donde la cultura, la historia y la innovación se dan la mano. 14 CUENCA Cuenca es una realidad urbana sorprendente donde se enlazan los tiempos del pasado y los del presente, donde patrimonio cultural y patrimonio natural se complementan y ofrecen al visitante una oportunidad para sorprenderse. Agua y piedra confrontaron durante milenios para construir la más formidable atalaya surgida en el territorio que habría de ser ibérico. Le bastaron a la Naturaleza dos ríos para trazar sus contornos, abrazarla, ahondar sus hoces y nutrir de verde su horizonte más próximo. Después llegó el hombre. Desde los primitivos hasta los árabes se afanaron en convertirla en hogar y fortaleza. Y finalmente fue musulmana. Se llamó Kunka. En 1177Alfonso VIII pretendió ocuparla, sumarla al reino de Castilla y convertirla al cristianismo; tras un sitio de nueve meses, fue el hambre de sus moradores y no las murallas quien le abrió paso. Toda Cuenca -definitivamente castellana– se pobló de nuevos significados religiosos. Así la mezquita se transformó en Catedral, el románico se trocó en gótico y se alzaron iglesias y conventos. Sus habitantes emprendieron la tarea de domesticar el risco y las alturas, para terminar configurando la insólita arquitectura de sus casas colgadas en el abismo. La antigua ciudad trascendía su natural frontera haciendo del aire su paisaje, para luego, descendiendo, cruzar el Huécar y extenderse hacia la planicie manchega. El Casco Antiguo de Cuenca y sus seculares barrios aledaños permanecen con idéntica fisonomía a la que en aquella época adquirieran. Muchos de sus más nobles edificios mantienen hoy la condición que les dio origen: conventos en los que aún impera el silencioso rezo de sus monjas de clausura, templos en los que se renueva a diario la fe de los creyentes, casonas blasonadas en las que se mantiene viva la memoria, el Ayuntamiento soportado en arcos que se abren para acceder a la Plaza Mayor. Otros, se han aplicado a preservar su incomparable patrimonio histórico y artístico, transformándose en sedes de museos, fundaciones y en el Archivo Provincial. Recorrer sus estrechas y empinadas calles, reconocer sus recoletos rincones, apagar la sed en sus fuentes, compartir la mágica atmósfera de sus plazas con sus habituales ocupantes y desandar las cuestas para encontrar la nueva ciudad que crece pujante y abierta hacia el futuro, habrá de ser una experiencia para el visitante que le obligará al regreso. 15 ACTIVIDADES COMPLEMENTARIAS EN EL AULA 1.- Escribe debajo de cada postal el nombre la Ciudad Patrimonio correspondiente. __________________________________________________________________________________ 16 17 18 19 20 21 2.- DISEÑA TU PROPIA POSTAL Puesto que Salamanca es Patrimonio de la Humanidad te proponemos que salgas a la calle con tu cámara o teléfono móvil y edites tus propias postales. Imprímelas y envíalas a un amigo o un familiar. No olvides plasmar en cada una de ellas lo que para ti significa lo que has fotografiado y alguna vivencia que hayas tenido en ese lugar. 22