Documento descargado de http://www.revclinesp.es el 01/12/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. COMEN TA R IOS CLÍN ICOS Indicacio ne s actuale s de lo s inhibido re s de la bo mba de pro to ne s M. Ponce Romero y J. Berenguer Lapuerta S ervicio de Medicin a Digestiva. Hospital La Fe. Valen cia. Los inhibidores de la bomba de protones (IBP) son benzomidazoles sustituidos que actúan bloqueando la enzima H + / K+ ATPasa en el interior de la célula parietal gástrica, inhibiendo la secreción ácida basal y la promovida por cualquier estímulo. Este bloqueo se consigue por medio de uniones disulfuro con residuos de cisteína de la cadena α de la H + / K+ ATPasa, con lo que la inactivan de manera irreversible. Son profármacos y químicamente son bases débiles que se acumulan en el ambiente ácido, donde se protonizan y activan. Consiguen una inhibición del ácido gástrico muy potente y duradera (24-48 h), aunque su comienzo de acción es lento. Hay cinco agentes p a ra uso clín ico : o m e p ra zo l (O MZ), la n so p ra zo l (LNZ), pantoprazol (PNZ), rabeprazol (RBZ) y esomeprazol (EMZ) que es el isómero S de omeprazol, aún no comercializado en España. Se administran por vía oral, recomendándose hacerlo tras un largo período de ayuno, poco antes (15-30 minutos) de una ingesta. Sólo OMZ y PTZ están disponibles para administración por vía intravenosa. El uso clínico de los IBP se fundamenta en su efecto antisecretor acidogástrico, indicándose para el tratamiento de las enfermedades relacionadas con la secreción ácida, en especial la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) y úlcera péptica gastroduodenal, y en condiciones patológicas en las que, aun no siendo ácido gástrico el factor etiopatogénico primario, su inhibición resulta beneficiosa, como la prevención de la gastropatía por antiinflamatorios no esteroideos (AINE). Enfe rme dad po r re flujo gas tro e s o fágico Los IBP son los fármacos de elección por ser los más efectivos para el tratamiento de la ERGE, cualquiera que sea su gravedad 1 . Superan a los antagonistas H 2 en el alivio de los síntomas, en la cicatriza ció n de la e so fa gitis, e n e l tra ta m ie n to de mantenimiento de la enfermedad, así como en la mejoría de los síntomas cuando se indican como tratamiento empírico 2 -4 . Se usan a la dosis convencional (OMZ, 2 0 mg/ d; LNZ, 3 0 mg/ d; PTZ, 4 0 mg/ d; RBZ, 20 mg/ d; EMZ, 40 mg/ d) y a dosis mayor (doble) Correspondencia: M. Ponce Romero. Servicio de Medicina Digestiva. Hospital La Fe. Avda. del Campanar, 2 1. 46009 Valencia. Aceptado para su publicación el 18 de julio de 2 002 . 136 en las formas graves de la ERGE y en caso de fracaso terapéutico. Muchos pacientes aun recibiendo dosis alta de IBP (omeprazol 2 0 mg dos veces al día) presentan períodos (≥ 60 minutos) con pH gástrico inferior a 4 durante la noche; es el llamado escape ácido nocturno que puede causar reflujo gastroesofágico. En estos casos se aconseja asociar al IBP ranitidina (150 mg) por la noche 5 . La eficacia de los distintos IBP es similar, salvo EMZ (4 0 mg/ d) que es ligeramente superior a OMZ (2 0 mg/ d) en la cicatrización de la esofagitis 6 ,7 . También se ha ensayado el tratamiento con IBP a menor dosis y en ese caso OMZ 10 mg/ d pierde eficacia respecto a OMZ 20 mg/ d 8 ; en cambio, LNZ es similar con 15 y 30 mg/ d en el tratamiento de mantenimiento 9 . Recientemente se han propuesto nuevas formas de tratamiento de mantenimiento con IBP que consisten en la administración «intermitente» o «a demanda», lo que entraña reducción de consumo del fármaco sin merma de su eficacia, menor coste del tratamiento y alto grado de satisfacción de los pacientes 1 0 -1 3 . Úlce ra pé ptica gas tro duo de nal La inhibición de la secreción ácida es la base del tratamiento, existiendo una relación directa entre la potencia antisecretora del fármaco y la tasa y rapidez de la cicatrización de la úlcera, lo que explica la superioridad de los IBP respecto a los antagonistas H 2 . Antes del descubrimiento del H elicobact er p ylori (Hp) era la única opción de tratamiento médico y sigue siéndolo en los casos de úlcera péptica no relacionada con Hp. Una vez conocida la implicación de esta infección, la inhibición ácida es también la base del tratamiento erradicador. Erradicació n de l H e lico b a ct e r p y lo ri Son indicaciones incuestionables de tratamiento erradicador la úlcera duodenal y gástrica, la duodenitis erosiva y el linfoma gástrico tipo MALT asociados a infección por Hp. El tratamiento erradicador incluye un antisecretor y dos antibióticos (claritromicina, amoxicilina o metronidazol) (tabla 1). Respecto al antisecretor, por lo común se elige un IBP; no obstante, se ha encontrado una eficacia similar con ranitidin a citrato de bism uto . La aso ciació n del IBP es beneficiosa porque tiene cierta actividad antibacteriana frente a Hp, aunque la acción más importante es la antisecretora (aumenta el pH, disminuye el volumen de secreción y retrasa el vaciamiento gástrico) Rev Clin Esp 2003;203(3):136-8 Documento descargado de http://www.revclinesp.es el 01/12/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. PONCE ROMERO M, ET AL. INDICACIONES ACTUALES DE LOS INHIBIDORES DE LA BOMBA DE PROTONES TABLA 1 Tratam ie nto e rradicado r de l H e lic o b a c t e r p y lo ri Prime ra e le cció n IBP (omeprazol, 20 mg; lansoprazol, 30 mg; pantoprazol, 40 mg; rabeprazol, 20 mg)/ 12 h + amoxicilina 1 g/ 12 h + claritromicina, 500 mg/ 12 h Ranitidina citrato de bismuto, 400 mg/ 12 h + amoxicilina, 1 g/ 12 h + claritromicina, 500 mg/ 12 h Si existe alergia a la penicilina y derivados, la amoxicilina se sustituirá por metronidazol, 500 mg/ 12 h Tratamie nto de re s cate s i fracas a e l de prime ra e le cció n IBP (omeprazol, 20 mg; lansoprazol, 30 mg; pantoprazol, 40 mg; rabeprazol, 20 mg)/ 12 h + subcitrato de bismuto, 120 mg/ 6 h + tetraciclina, 500 mg/ 6 h + metronidazol, 500 mg/ 8 h IBP: inhibidores de la bomba de protones. La duración de cualquiera de los tratamientos señalados será de 7 días. que tiene efectos positivos sobre la concentración de antibiótico y su tiempo de permanencia en el estómago y disminuye la concentración inhibitoria de amoxicilina y claritromicina, mejorando así la efectividad de estos antibióticos. Además, la asociación del IBP disminuye el número de resistencias primarias y p reviene las secundarias al aumentar las tasas de erradicación. S índro me de Zo llinge r-Ellis o n Es un estado de hipersecreción ácida gástrica provocado por hipergastrinemia. Se manifiesta como un síndrome ulceroso rebelde al tratamiento antisecretor convencional, ERGE y diarrea. El tratamiento sintomático se realiza con antisecretores, siendo los IBP los de elección, con mayor eficacia y práctica ausencia de refractariedad, en comparación con los antagonistas H 2 . El objetivo es inhibir la secreción ácida a límites de seguridad que permitan la desaparición de los síntomas, la curación de las lesiones gastrointestinales y la disminución del riesgo de complicaciones. Para lograr estos objetivos se ha de reducir los valores de BAO (basal acid ou t p u t ) p or debajo de 10 mEq/ h, o de 5 mEq/ h si coexiste ERGE importante (esofagitis ulcerativa y/ o estenosis) o gastrectomía previa. Se inicia el tratamiento con dosis alta (por ejemplo, 6 0 mg/ día de OMP o LNZ), ajustándola después para alcanzar los niveles de BAO deseados 14 . Pre ve nció n y tratamie nto de la gas tro patía po r AINE que los antagonistas H 2 1 6 . Misoprostol (800 µg/ día mejor que 4 0 0 µg/ d) también es igualmente eficaz en la prevención de lesiones 1 6 , pero su uso queda limitado en la práctica clínica por la frecuencia de sus efectos secundarios, sobre todo diarrea. En cuanto a la prevención de complicaciones, el único fármaco del que existe evidencia es misoprostol 1 7 , si bien existen datos indirectos con omeprazol 1 8 . Respecto al tratamiento de las lesiones gastroduodenales, y en concreto la úlcera, se plantean dos situaciones: 1) Si es posible la retirada del AINE, la úlcera curará fácilmente, incluso espontáneamente. 2) Si se mantiene el AINE se ha demostrado que los IBP son más eficaces que los antagonistas H 2 , no siendo necesario administrarlos a dosis altas 1 9 ,2 0 . He mo rragia dige s tiva alta El tratamiento antisecretor es coadyuvante del endoscópico. El ácido gástrico interfiere con los mecanismos de formación del coágulo y favorece su destrucción (dificulta la agregación plaquetaria, aumenta la capacidad fibrinolítica y disminuye el tiempo de lisis del coágulo por medio de la pepsina, que también disuelve la barrera protectora de moco). Por ello es racional mantener un pH superior a 5 en los pacientes con hemorragia por úlcera péptica para favorecer la estabilización del coágulo, reduciendo el riesgo de resangrado, la necesidad de cirugía y la mortalidad. Los IBP son los fármacos que han demostrado mayor eficacia. Existe experiencia con OMP administrado en bolo p or vía intravenosa (8 0 mg) seguido de perfusión continua (8 mg/ h) durante un período de tiempo de 7 2 horas 2 1 . En casos de bajo riesgo puede ser suficiente bolos de 20-40 mg/ día. Re s ume n Los IBP son los fármacos con mayor potencia antisecretora ácida gástrica. Son de elección en las enfermedades relacionadas con el ácido (enfermedad por reflujo gastroesofágico, úlcera péptica no asociada a Helicobacter pylori, síndrome de Zollinger-Ellison), así como en situaciones en que la inhibición ácida tiene eficacia terapéutica (erradicación de Helicobacter pylori) o preventiva (gastropatía por AINE). BIBLIOGRAFÍA Los AINE pueden producir síntomas, lesiones (erosiones, úlceras) y complicaciones (hemorragia, perforación, estenosis) gastrointestinales, siendo los más relevantes los gastroduodenales. La prevención está indicada, por criterios de eficacia, en pacientes con factores de riesgo 1 5 , y se han utilizado dos estrategias farmacológicas: 1) Antisecretores (antagonistas H 2 e IBP). 2) Prostaglandinas (misoprostol). Hay evidencias de que los IBP (en concreto OMP y LNZ, los únicos IBP que tienen aprobada esta indicación) son más eficaces en la prevención de lesiones 1. Marzo M, Alonso P, Bonfill X, Fernández M, Fernández J, Martínez G, et al. Guía de práctica clínica sobre el manejo del paciente con enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE). Gastroenterol Hepatol 2 0 0 2 ;2 5 :8 5 110. 2. Chiba N, de Gara CJ, Wilkinson JM, Hunt RH. Speed of healing and symptom relief in grade II to IV gastroesophageal reflux disease: a metaanalysis. Gastroenterology 1997;112:1798-810. 3. 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