LA MUJER CIUDADANA Sugestiones para la educación cívica de la mujer por Ana UNESCO FIGUEROA PROBLEMAS DE EDUCACIÓN-VIII LA MUJER CIUDADANA _-__-- _.._... --.-- - Acabado en los talleres por la Organización la Cienciay de imprimir en diciembre de 1954 de la Buchdnrckerei V.S.K., Basilea de las Ovaciones Unidas para la Educación la Cultura, 19, ao. KXber, París 16 @ Unesco, ED 54 IV 1954 ES PREFACIO La condición jurídica, económica y social de la mujer ha conocido en los últimos decenios un mejoramiento constante en casi todas las regiones del mundo. Desde 1945, veintitrés países han reconocido, total o parcialmente, el derecho de la mujer al voto y su elegibilidad para la representación parlamentaria. La fase siguiente consiste en lograr que la mujer pueda ejercitar sus derechos con plena conciencia de sus deberes y derechos cívicos. En el folleto de las Naciones Unidas sobre la educación política de la mujer? se estudia este problema y se presentan ejemplos de los métodos que han probado su eficacia para ayudar a las mujeres recientemente emancipadas a convertirse en ciudadanas activas, responsables. Como complemento de ese folleto, publica la Unesco, en español, el presente manual, que ofrece sugestiones de carácter práctico para la educación cívica de la mujer, juntamente con dos estudios similares en francés e inglés. Al decidir la publicación de tres estudios distintos, en vez de un mismo texto en tres lenguas, se reconoce el papel que desempeña el idioma y la cultura literaria para moldear la cohesión colectiva y formar las actitudes características de cada colectividad frente a problemas comunes a todas. El folleto en español se debe a la pluma de la Sra. Ana Figueroa, ex representante de Chile en las Naciones Unidas, que acaba de ser nombrada jefe de la División del Trabajo de Mujeres y Menores, de la Oficina Internacional del Trabajo, en Ginebra; el estudio en francés2 es obra de la Srta. H. Sourgen, inspectora general de Educación Nacional (Francia), y el folleto en inglés3 se debe a la Sra. Marjorie Tait, profesora de estudios sociales, de los Servicios de Extensión de la Universidad de Londres. Se concedió a las autoras gran libertad para expresar sus propias opiniones y, aunque los tres estudios se ajustan a las mismas normas generales, reflejan una profunda diferencia en la manera de enfocar 1. Naciones Unidas, Departamento de Asuntos Sociales, Educación polilicn de la mujer, Nueva 1951,50 págs. 2. L’édwotion civiqne des femmes: quelqucs suggestions protiques (ProbUmcs d’éducalion, VIII). 3. Education of Women for Citircnship: somt practica1 suggestions (Problcms in Educafion, VIII). .<_ .~ “, -_ - .._ -. - ---_-<-- York, ~-,I.- LA MUJER CIUDADANA los problemas, así como otras debidas a la actitud, experiencia y ambiente en que vive cada autora. Se confía en que los tres estudios servirán de estímulo para debates sobre los métodos de educación cívica de la mujer y en que la información que ofrecen podrá adaptarse a cada caso particular para hacer frente a las necesidades e intereses de otras comunidades. íNDICE CAPÍTULO I. Las Naciones Unidas y los derechos de la mujer 9 CAPÍTULO II. ;Qué es la democracia? . . . . . . Fundamentos políticos de la democracia. Fundamentos económicos de la democracia. La democracia y los derechos humanos. Los derechos económicos y sociales. Las Naciones TJnidas y los derechos humanos. La Declaración Universal de los Derechos Humanos. Crisis de la democracia. Papel de los ciudadanos en una democracia. Papel de las organizaciones en la comunidad democrática. La democracia y la educación. 21 CAPíTULO III. Los derechos políticos de la mujer . . . La tradición antifeminista. La influencia de la mujer en la vida política. Abstencionismo e inestabilidad del voto de la mujer. Participación directa de la mujer en el gobierno y en el parlamento. La mujer y los partidos políticos. 43 CAPÍTULO IV. Papel actual . . económico . . . de la mujer . . . en la sociedad . . . . 55 La mujer frente a la nueva sociedad industrial. CAPíTuLo v. Educación cívica de la mujer . . . . 61 CAPÍTULO VI. La mujer en la vida internacional . . . Creación de las Naciones Unidas. Los organismos especializados. Ayuda que los países pueden recibir por conducto de las Naciones Unidas y de sus organismos especializados. Cooperación de los ciudadanos con las Naciones Unidas. 95 La mujer en el hogar y en la familia. La mujer en el medio local. La mujer en la nación. BIBLIOGRAFÍA . .- .. ._..l-...__l . . . . . . . -___ . . . . 107 CAPíTULO 1 LAS NACIONES DE LA MUJER UNIDAS Y LOS DERECHOS La Conferencia de las Naciones Unidas que se reunió en San Francisco en abril de 1945 tuvo por objeto redactar y aprobar la carta que serviría de base a la organización internacional. La carta aprobada en aquella conferencia contiene, entre sus disposiciones, una serie de principios que están directamente relacionados con la igualdad de derechos de la mujer. El párrafo 2 del preámbulo dice: «Nosotros los pueblos de las Naciones Unidas, resueltos [. . . ] a reafirmar la fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona humana, en la igualdad de derechos de hombres y mujeres y de las naciones grandes y pequeñasl.. . » El artículo 1 de la carta dispone en el párrafo 3, entre los propósitos y principios de las Naciones Unidas, el de «realizar la cooperación internacional en la solución de problemas internacionales de carácter económico, social, cultural o humanitario, y en el desarrollo y estímulo del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales de todos, sin hacer distinción por motivos de raza, sexo, idioma o religión2». Entre las funciones de la Asamblea General, el artículo 13 establece, en su párrafo 1, la de promover estudios y hacer recomendaciones para «fomentar la cooperación internacional en materias de carácter económico, social, cultural, educativo y sanitario y ayudar a hacer efectivos los derechos humanos y las libertades fundamentales de todos, sin hacer distinción por motivos de raza, sexo, idioma o religión3». En el campo de la cooperación internacional para resolver los problemas sociales y económicos, la carta compromete a todos los miembros de la organización a tomar medidas conjunta o separadamente para crear aquellas condiciones de estabilidad y bienestar que hagan posible la paz y la amistad entre las naciones, mediante el respeto al principio de la igualdad de derechos y al de la libre determinación de los pueblos. 1. Naciones Unidas, Departamento de la Carlc Internacional de j’usticia, 2. op. Cd., pág. 2. 3. op. Cd., pág. 8. de Información Pública, Carta dc lac .Vacioner Lake Success, Nueva York, 1948, pág. 1. Unidas y estatuto 9 LA MUJER CIUDADANA En el artículo 55.c, la carta dispone que la organización promoverá «el respeto universal a los derechos humanos y a las libertades fundamentales de todos, sin hacer distinción por motivos de raza, sexo, idioma o religión, y la efectividad de tales derechos y libertadesI». En las disposiciones relativas al régimen internacional de administración fiduciaria para la administración y vigilancia de los territorios que estén bajo dicho régimen, el artículo 76.~ establece entre los objetivos básicos de este régimen el de «promover el respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales de todos, sin hacer distinción por motivos de raza, sexo, idioma o religión, así como el reconocimiento de la interdependencia de los pueblos del mundo2». Hay otras disposiciones que atañen directamente a los derechos de la mujer y a su cooperación en el trabajo de las Naciones Unidas, y que están destinadas a garantizar la igualdad de oportunidades de las mujeres para participar en el trabajo de las Naciones Unidas; a hacer posible que las organizaciones femeninas de carácter no gubernamental sean oídas y consultadas en el seno de algunos de sus órganos principales y a establecer una entidad efectiva dentro de la organización que se preocupe de la condición jurídica y social de la mujer en el mundo. En la conferencia celebrada en Dumbarton Oaks se consideró la posibilidad de establecer en las disposiciones de la carta que los cargos en la secretaría de la organización fuesen igualmente accesibles para hombres y mujeres. Conforme a este propósito, la Conferencia de San Francisco aprobó el artículo 8 de la carta que dispone que «la organización no establecerá restricciones en cuanto a la elegibilidad de hombres y mujeres para participar en condiciones de igualdad y en cualquier carácter en las funciones de sus órganos principales y subsidiarios3». Aunque este principio no ha sido llevado a la práctica en forma amplia, algunas mujeres han desempeñado cargos de importancia para la política de la organización. Sin embargo, esto ha constituído más bien una excepción y la mayoría de las mujeres que actualmente trabajan en la secretaría de las Naciones Unidas se agrupan en cargos de menor importancia para la acción misma de la organización. A la Conferencia de San Francisco concurrieron también, en calidad de observadores, representantes de organizaciones mundiales no gubernamentales. Ellos señalaron a las delegaciones de los gobiernos representados en la conferencia la necesidad de establecer algún medio por el cual las organizaciones nacionales e internacionales de carácter privado pudieran establecer relaciones de coopera1. Op. ch., pág. 26. 2. Op. cit., pág. 32. 3. op. Cd., pág. 9. 10 LAS NACIONES UNIDAS Y LOS DERECHOS DE LA MUJER ción y consulta con la organización. Sugirieron, al mismo tiempo, que se insertara en la carta una disposición que hiciera posible relaciones de consulta entre el Consejo Económico y Social y las organizaciones cuyas finalidades tienen relación con los problemas internacionales que caen dentro de la competencia del Consejo. Estas gestiones dieron por resultado la aprobación del artículo 71 de la carta que establece lo siguiente: «El Consejo Económico y Social podrá hacer arreglos adecuados para celebrar consultas con organizaciones no gubernamentales que se ocupen en asuntos de la competencia del Consejo. Podrán hacerse dichos arreglos con organizaciones internacionales y, si a ello hubiere lugar, con organizaciones nacionales, previa consulta con el respectivo miembro de las Naciones Unidasr. » De conformidad con esta disposición, al finalizar su primer período de sesiones en Londres, el Consejo nombró un comité que estudiara un procedimiento de consulta con las organizaciones no gubernamentales. Las recomendaciones de este comité, que fueron aceptadas por el Consejo en su segundo período de sesiones, disponen que, para que una organización pueda tener categoría consultiva dentro del Consejo y sus comisiones, debe dedicarse a asuntos que caigan dentro de la competencia del mismo y propugnar finalidades que estén de acuerdo con el espíritu de la carta. Estas organizaciones deben ser, además, de carácter internacional y su política y acción deben ser determinadas por la libre votación de sus miembros. Las organizaciones nacionales pueden hacer oír su voz por conducto de las delegaciones de sus respectivos países o de las organizaciones internacionales a que estén afiliadas. Gracias a este mecanismo se ha establecido una relación directa entre las Naciones Unidas y numerosas organizaciones internacionales no gubernamentales que representan grandes sectores de la población del mundo. El carácter consultivo que tienen estas organizaciones ante el Consejo Económico y Social les permite presentar sus opiniones, proporcionar informaciones y hacer sugestiones sobre los diferentes problemas sociales, económicos y de derechos humanos de que se ocupen las diversas comisiones y subcomisiones que dependen del Consejo. La importancia de este contacto es de incalculable valor. Los delegados de los Estados miembros de las Naciones Unidas representan a sus gobiernos y deben ceñir sus posiciones alas instrucciones que reciben de ellos. Los diferentes sectores de la opinión pública organizada están representados ante las Naciones Unidas por las instituciones internacionales a las cuales están afiliadas numerosas organizaciones nacionales. Ellas constituyen el verdadero puente de 1. Op. cil., pág. 31. ll LA MUJER CIUDADANA comunicación entre los pueblos del mundo y la organización mundial, representan ante los Estados miembros la voxpopu~i internacional y son los mejores agentes de información ante la opinión pública de la acción que se lleva a cabo para solucionar los problemas que ponen en peligro la paz del mundo y el bienestar de los individuos. La carta autoriza también al Consejo Económico y Social para hacer recomendaciones y establecer comisiones con objeto de promover el respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales y hacer efectivo su ejercicio. En la Conferencia de San Francisco la delegación del Brasil presentó una proposición recomendando el establecimiento de una comisión de mujeres para estudiar la condición jurídica y social de la mujer y, en particular, cualquier discriminación o limitación de que la mujer pudiera ser víctima por razones de sexo. Esta proposición no contó con la aprobación necesaria de las demás delegaciones en la conferencia. Después de la reunión de San Francisco y antes de reunirse por primera vez la Asamblea General, las organizaciones internacionales de mujeres y las asociaciones de mujeres norteamericanas que habían estado representadas en la conferencia y estaban interesadas en mejorar la condición de la mujer en el mundo, para lo cual habían trabajado largos años, convocaron, en Wáshington, a una conferencia de dirigentes de organizaciones femeninas, a fin de estudiar la posibilidad de que las Naciones Unidas establecieran un medio para trabajar por el mejoramiento de la condición de la mujer. Después de analizar las disposiciones de la carta relativas a la igualdad de derechos y a la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres para ocupar cargos dentro de las Naciones Unidas, esta conferencia decidió recomendar la creación de un órgano internacional que tuviera como función específica estudiar los problemas relacionados con la condición de la mujer en el mundo y señalar a la atención de los organismos técnicos de las Naciones Unidas los problemas concernientes a la mujer dentro de los distintos campos de acción de dichos organismos. En la primera Asamblea General de las Naciones Unidas, celebrada en Londres en enero de 1946, se dió a conocer el propósito del Consejo Económico y Social de establecer una subcomisión de la condición jurídica y social de la mujer, dentro de la Comisión de Derechos Humanos. El Consejo celebraba también entonces su primer período de sesiones en Londres. La resolución que creó la subcomisión fué aprobada por el Consejo el 16 de febrero de 1946 ; declara en la parte pertinente: « 1. El Consejo Económico y Social, considerando que la Comisión de Derechos Humanos necesitará asesoramiento especial acerca de los problemas concernientes a la condición jurídica y social 12 LAS NACIONES UNIDAS Y LOS DERECHOS DE LA MUJER de la mujer, instituye una subcomisión sobre la condición jurídica y social de la mujer. » 2. La subcomisión representará a la Comisión de Derechos Humanos proposiciones, recomendaciones e informes relativos a la condición jurídica y social de la mujer. » 3. La subcomisión podrá presentar al Consejo, por conducto de la Comisión de Derechos Humanos, proposiciones referentes a sus atribuciones. » 4. La subcomisión consistirá inicialmente en un núcleo de nueve miembros designados a título individual, por un período que finalizará el 3 1 de marzo de 1947. Estos miembros serán reelegibles. Además de ejercer las funciones enumeradas en los párrafos 2 y 3, la subcomisión así constituída presentará en el curso del segundo período de sesiones del Consejo recomendaciones sobre la constitución definitiva de la subcomisión por conducto de la Comisión de Derechos Humanos’. » El primer período de sesiones de la subcomisión se efectuó en Hunter College, Nueva York, del 29 de abril al 13 de mayo de 1946. En él se acordó recomendar al Consejo Económico y Social que la subcomisión estuviera compuesta de quince miembros incluyendo tres miembros ex oficio de la Comisión de Derechos Humanos, y que los miembros fueran nombrados por el Consejo a título individual. Entonces la subcomisión trazó el plan que seguirja en su trabajo. Los derechos políticos de la mujer fueron considerados como el problema que debía merecer prioridad y se fijó una pauta de realizaciones en el aspecto civil, social, económico y educacional de los derechos de la mujer. En el campo político se decidió trabajar por la igual participación de la mujer en el gobierno y por la posibilidad de que ejerza todos los derechos y asuma todas las responsabilidades de un ciudadano; y se propugnó el sufragio universal y la igualdad de la mujer en cuanto al derecho al voto, a la elegibilidad y al desempeño de cargos públicos. En lo civil estableció como objetivos lograr el respeto a la libertad de la mujer para escoger marido, a la dignidad de la esposa y al derecho igual de ambos cónyuges a pedir la disolución del matrimonio. Fijó también entre sus finalidades la de obtener el reconocimiento del derecho igual de ambos cónyuges a ejercer la tutela de los hijos, el derecho de la mujer a mantener su nacionalidad y el derecho de los hijos a escoger la nacionalidad de la madre en la mayoría de edad. Estableció, asimismo, el derecho igual de la mujer a poseer, adquirir, administrar y heredar bienes. En el campo económico y social acordó luchar para prevenir las 1. Naciones 1 .eraño, Unidas, Rcsolucioncs aprobadas por cl Consejo Económico y Social (Documentos oficiales, 1 .erperiodode sesiones, 23 de enero18 de febrero de 19461, Nueva York, 1651, págs. 34. 13 LA MUJER CIUDADANA discriminaciones que existan en contra de la mujer tanto en las costumbres como en la legislación y que influyen en su condición económica y social, luchar por la abolición de la trata de mujeres y niños y por la abolición de la prostitución. Estableció también entre sus finalidades la de obtener la plena igualdad de la mujer en el ejercicio de los derechos sociales y del trabajo, la promulgación de leyes que establezcan planes de salud y de seguro social para la madre trabajadora y disposiciones especiales que garanticen el cuidado de la madre y del niño. En el aspecto educacional la subcomisión acordó empeñarse por que se haga efectiva la igualdad de oportunidades de hombres y mujeres a una educación gratuita, completa y obligatoria y la igualdad de oportunidades educacionales en los diversos campos de especializaciones. En cuanto al plan de trabajo inmediato, la subcomisión propuso realizar, con la cooperación de los gobiernos, de los organismos especializados de las Naciones Unidas y de las organizaciones de mujeres, un estudio de las leyes relativas a la condición de la mujer y de la situación real de la mujer, en la práctica, con respecto a ellas. Propuso igualmente la creación de una oficina ejecutiva como parte de la secretaría que, bajo la dirección de una mujer calificada y competente nombrada de acuerdo con la subcomisión, se hiciera cargo de los trabajos de ésta. En consecuencia, se creó dentro de la secretaría la Sección de la Condición Jurídica y Social de la Mujer. El informe del primer período de sesiones de la Subcomisión sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer fué sometido en mayo de 1946 a la Comisión de Derechos Humanos, la cual lo presentó a la consideración del Consejo Económico y Social. Cuando el Consejo examinó dicho informe, la presidenta de la subcomisión hizo presente la aspiración de sus miembros de que la subcomisión fuera transformada en comisión. El 2 1 de junio de 1946 el Consejo aprobó una resolución creando la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer. En cuanto a sus funciones, la citada resolución establece que serán las de «presentar recomendaciones e informes al Consejo Económico y Social para la promoción de los derechos de la mujer en los campos político, económico, social y docente. La comisión también deberá formular recomendaciones al Consejo sobre los problemas que presenten un carácter de urgencia, dentro del campo de los derechos de la mujer. La comisión puede presentar al Consejo propuestas relativas a sus propias atribucionesl. » La misma resolución establece que la comisión estará compuesta de una representante de cada uno de los quince países miembros de 1. Naciones l.er año, 14 Unidas, Resoluciones aprobadas por el Cornejo Económico y Social (Documentos 2.0 período de sesiones, 25 de mayo - 21 de junio de 1946), Nueva York, oficiales, pág. 30. LAS NACIONES UNIDAS Y LOS DERECHOS DE LA MUJER las Naciones Unidas elegidos por el Consejo para integrarla. Las representantes serán nombradas por los gobiernos de los países elegidos, previa consulta con el Secretario General.. Estos nombramientos serán confirmados por el Consejo y los miembros permanecerán en sus funciones por un período de tres años, pudiendo ser reelegidos para un nuevo período. En el 13.0 período de sesiones del Consejo Económico y Social celebrado en Ginebra en 1951 se aprobó una resolución que eleva de quince a dieciocho el número de miembros de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer. Desde su creación hasta hoy día, la comisión ha celebrado siete períodos de sesiones anuales en la fecha y lugar que el Consejo ha determinado y en ellos ha ido llevando a la práctica los objetivos que se trazó en su primera reunión. En su 6.0 período de sesiones, la comisión aprobó un proyecto de convención sobre derechos políticos de la mujer y lo sometió a la consideración del Consejo. Ya en 1949, en su 3.erperíodo de sesiones, celebrado en Beirut, la comisión había acordado solicitar del Secretario General de las Naciones Unidas que sometiera un proyecto de convención sobre derechos políticos de la mujer a la consideración de su próximo período de sesiones. Este proyecto, que fué aprobado en el 4.0 período de sesiones de la comisión (1950), fué sometido a la consideración del Consejo en su ll .O período de sesiones, pero este organismo rechazó entonces el principio de una convención mundial sobre derechos políticos de la mujer. No obstante, la comisión, en su 5.0 período de sesiones (1951), insistió con decisión en la necesidad de aprobar una convención y abrirla cuanto antes a la firma de los Estados, y volvió a someter el texto del proyecto de convención a la consideración del Consejo Económico y Social que se reunía en Ginebra en su 13.0 período de sesiones ( 195 1). En dicha ocasión, este organismo decidió que antes de someter el proyecto a la consideración de la Asamblea General era preciso consultar a los Estados miembros de las Naciones Unidas e invitarlos a presentar sus comentarios. En su 6.0 período de sesiones, celebrado en Ginebra en 1952, la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, con los comentarios de los gobiernos a la vista, aprobó por una considerable mayoría el texto de la convención, con ligeras modificaciones respecto a su anterior redacción y lo sometió nuevamente a la consideración del Consejo Económico y Social. Durante el 14.0 período de sesiones celebrado en Nueva York en 1952 el Consejo aprobó por once votos a favor y seis abstenciones el proyecto de convención y decidió someterlo a la consideración de la próxima Asamblea General. En su 7.” sesión, celebrada en Nueva York, la Asamblea aprobó el 2 1 de diciembre de 1952 la 15 LA MUJER CIUDADANA Convención sobre Derechos Políticos de la Mujer, que quedó abierta a la firma y ratificación de los Estados el 31 de marzo de 1953. La importancia de esta convención es de vastos alcances. Una convención aprobada por la Asamblea General pasa a formar parte del derecho internacional del mundo y compromete legalmente a los Estados signatarios. Ella no sólo obliga a los Estados partes en la convención que no han concedido los derechos políticos a la mujer a concederlos, sino que evitará que en aquellos Estados en que la mujer goza del ejercicio de estos derechos ellos puedan ser limitados o debilitados. Desde la firma de la Carta de las Naciones Unidas hasta la fecha se ha recorrido un importante camino en el campo de los derechos políticos de la mujer. Después del esfuerzo histórico de algunas delegaciones de los países que concurrieron a la Conferencia de San Francisco para incluir en el preámbulo y en las disposiciones mismas de la carta referencias específicas sobre la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, la Declaración Universal de Derechos Humanos reiteró este principio. Lo reiteran también algunos artículos del Pacto sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales que pende de la consideración de las Naciones Unidas, y el Consejo de Tutela ha aprobado por unanimidad incluir una referencia específica sobre la condición jurídica y social de la mujer en los territorios bajo el sistema de fideicomiso, en los cuestionarios que deben responder las autoridades encargadas de ellos, sobre la situación política, económica, social y educativa de los territorios que administran. El Consejo Económico y Social y la Asamblea General de las Naciones Unidas, al aprobar la Convención sobre Derechos Políticos de la Mujer y abrirla a la firma y a la ratificación de los Estados, han llevado a la práctica uno de los grandes objetivos de las Naciones Unidas mencionado en la carta a lo largo de todo su texto, comenzando por el preámbulo : estimular el respeto a los derechos fundamentales del individuo y a la dignidad humana. Desde hace varios años el Secretario General de las Naciones Unidas, a petición de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, ha venido presentando anualmente a la Asamblea General un informe sobre las constituciones, leyes electorales y otros instrumentos legales relativos al sufragio de la mujer y a su elegibilidad para ocupar cargos y funciones públicas. En su último período de sesiones, la comisión aprobó una resolución en la cual pide al Secretario General que incluya en ese informe una lista de los gobiernos que han firmado y ratificado la Convención sobre Derechos Políticos de la Mujer. En esta misma resolución la comisión recomienda al Consejo Económico y Social que apruebe una resolución en la cual se inste a los Estados miembros que aún no lo han hecho a firmar y ratificar la convención. Le pide 16 LAS NACIONES UNIDAS Y LOS DERECHOS DE LA MUJER también que recomiende a la Asamblea General invite a firmar y ratificar esta convención a los Estados no miembros de las Naciones Unidas que sean o lleguen a ser miembros de uno o más de los organismos especializados o sean partes en el estatuto de la Corte Internacional de Justicia, y que pida a los Estados partes en la convención que informen cada dos años al Consejo Económico y Social sobre las medidas tomadas por ellos para llevar a la práctica las disposiciones de la Convención sobre Derechos Políticos de la Mujer. De este modo, la comisión irá recibiendo informes sobre la acción de los gobiernos en favor del reconocimiento de la igualdad de derechos políticos entre hombres y mujeres en los diferentes países. No obstante el hecho de que la convención viene a dar cima a un sostenido esfuerzo de numerosos países dentro de las Naciones Unidas, la igualdad de derechos políticos en todos los países del mundo está lejos de ser una realidad. Es preciso señalar que su ratificación entraña en los países la reforma de leyes nacionales o la promulgación de nuevas leyes que hagan posible su efectivo cumSon las organizaciones femeninas nacionales e interplimiento. nacionales las llamadas a lograr que se produzcan los cambios legislativos necesarios para que el principio de la igualdad de derechos políticos sea una realidad. Las Naciones Unidas, la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer y varios de los organismos especializados están respaldando en forma poderosa los esfuerzos de las asociaciones femeninas en los diferentes países para obtener el reconocimiento de la igualdad ciudadana entre hombres y mujeres. Ellas constituyen el mejor vehículo para llevar adelante los esfuerzos en pro de la eliminación de las discriminaciones que sufre la rnujer en muchos países del mundo. Antes de que se firmara la Carta de las Naciones Unidas, sólo cuarenta países del mundo habían otorgado reconocimiento a los derechos políticos de la mujer; y en algunos de ellos el ejercicio de estos derechos estaba limitado a las elecciones municipales o por ciertas calificaciones exigidas a las mujeres para votar, que no eran impuestas a los hombres. Desde la firma de la Carta de San Francisco en el año 1945 hasta el momento, veintiséis países más han otorgado a las mujeres el derecho al voto. Quedan todavía quince países en el mundo en que la mujer está privada de sus derechos políticos, ya sea en elecciones municipales o generales, y otros en que su derecho está restringido y ha sido otorgado en un pie de desigualdad con respecto a los hombres. El progreso alcanzado en el mundo en relación con los derechos ciudadanos de la mujer es innegable. Sin embargo existen todavía 17 -_I*-- .-_.___-.- ..-.._ LA MUJER CIUDADANA países en los que no se ha aplicado el principio de la no discriminación por razones de sexo consagrada por la Carta de las Naciones Unidas y en que el reconocimiento del sufragio como derecho inalienable que corresponde a todos los individuos que integran la sociedad, sin distinción de sexos, no se ha hecho efectivo. La Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer ha reconocido que uno de los principales obstáculos que se oponen al pleno ejercicio de los derechos políticos de la mujer, aparte de las discriminaciones en las costumbres y en la legislación, lo constituye la escasa educación cívica y política de las mujeres. Consecuentemente, ha iniciado y estimulado acciones para arbitrar medidas, especialmente de tipo educacional, que favorezcan su desarrollo político. En una de sus primeras reuniones, las representantes de los gobiernos miembros de la comisión y las de varias organizaciones internacionales de carácter no gubernamental hicieron presente la manifiesta necesidad de preparar un folleto que tuviera por objeto contribuir a la educación política de la mujer. Este folleto debía contribuir a despertar, en los países en que la mujer no goza de derechos políticos, la conciencia de la mujer frente a sus responsabilidades y derechos de ciudadana y a desarrollar y mejorar el ejercicio de ellos en aquellos países en que este derecho se ha concedido. A este fin, la comisión hizo una recomendación al Secretario General de las Naciones Unidas; y el Consejo Económico y Social, en su 13.0 período de sesiones, aprobó el plan presentado por el Secretario General y revisado previamente por la comisión, en uno de sus período de sesiones. El folleto fué dado a la publicidad a fines del año 1951. En el l.er período de sesiones, celebrado por la comisión en el Hunter College, Nueva York, en el año 1946, en el que se fijó el curso de acción y el plan de realizaciones que la comisión llevaría a cabo a lo largo de su trabajo, se estableció entre sus propósitos que «la comisión colabore con las comisiones de las Naciones Unidas, con los gobiernos, con los organismos especializados, con las agencias públicas y privadas, con las organizaciones femeninas, nacionales e internacionales, y con cualesquiera otros expertos que estime necesario; y que los representantes de los organismos citados sean invitados a participar como observadores o representantes consultivos1 ». De acuerdo con este propósito, han sido invitados a todos los períodos de sesiones de la comisión representantes de los organismos especializados de las Naciones Unidas como la Organización Internacional del Trabajo (0 IT), la Organización de las Naciones para 1. Naciones Unidas, Hunter College, 18 Consejo Económico The Bronx, Nueva y Social, Pro&-verbau ol7¿ticlr,premilrc am&, deuxièmesession, York, 1946, 410 págs. (Edición bilingüe francés-inglés.) LAS NACIONES UNIDAS Y LOS DERECHOS DE LA MUJER la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) y otras, así como también representantes de asociaciones femeninas internacionales y observadoras de gobiernos no miembros de la comisión. La Unesco, uno de los organismos especializados de las Naciones Unidas cuya principal finalidad consiste en promover el conocimiento y la comprensión recíprocos de los pueblos por medio de la difusión de la educación, la ciencia y la cultura y que ha dado especial prioridad a planes encaminados a fomentar la educación popular, se ha preocupado especialmente de la educación de la mujer en general y de la preparación de la mujer para el ejercicio de sus derechos de ciudadanía. Ha venido trabajando en estrecha cooperación con la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer en los diversos aspectos de este problema y presenta valiosos informes anuales en cada uno de los períodos de sesiones de la comisión. Al imponerse de estos informes, la comisión ha aprobado resoluciones solicitando a la Unesco mayores informaciones y estudios sobre diversos aspectos de la educación de la mujer. Ha encomiado invariablemente el importante trabajo realizado por la Unesco en este campo, y en todos sus períodos de sesiones ha pedido al Secretario General de las Naciones Unidas que continuara cooperando con el Director General de este organismo especializado para proseguir el avance logrado en cuanto a la igualdad de oportunidades educacionales para la mujer y para asegurar la plena consideración de sus problemas y necesidades educacionales. En el informe presentado en uno de los últimos períodos de sesiones de la comisión, la Unesco, al dar cuenta de sus actividades referentes a la educación de la mujer, informó del programa preparado para una reunión de la Conferencia General de la Unesco sobre este tema y de los planes para una conferencia sobre educación pública que se ocuparía principalmente de las posibilidades de instrucción para la mujer. Informó, igualmente, sobre la inclusión en el programa a largo plazo de la Unesco en favor de la enseñanza gratuita y obligatoria de un estudio especial sobre las oportunidades de instrucción para la mujer. El programa de trabajo de la Unesco en materia de educación está dividido en cuatro partes: educación general en todos sus grados; educación de adultos y educación fundamental; educación para la ciudadanía y para la convivencia en una comunidad mundial; y educación técnica y profesional. La Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, en su 6.0 período de sesiones, aprobó una resolución en la que toma nota de que la Unesco seguirá incluyendo estudios especiales sobre las posibilidades de instrucción para las niñas en su programa en pro de la educación gratuita y obligatoria. Tomó nota también del hecho de que la Unesco en su programa de educación fundamental presta creciente atención a la 19 LA MUJER CIUDADANA importancia de la participación de las mujeres en el programa general de desarrollo de la comunidad y se preocupa por mejorar los métodos de educación fundamental, en consulta con las Naciones Unidas y los organismos especializados. Estas consultas son realizadas por grupos mixtos de trabajo formados por personal de estos organismos, que examinarán los problemas y necesidades de la mujer en todo programa de desarrollo social y educativo. De igual modo, en una resolución aprobada por la comisión se hizo constar que la Unesco en sus diversos programas, especialmente en los de educación y ciencias sociales, está desarrollando métodos para promover una mejor aplicación de los principios proclamados en la Declaración Universal de Derechos Humanos, en particular en cuanto se refiere a la no discriminación en contra de las mujeres, y está haciendo estudios sobre la relación entre la situación económica, social y educacional de la mujer, por una parte, y el ejercicio de sus responsabilidades políticas, por otra. En su 7.0 período de sesiones, celebrado en Nueva York en marzo de 1953, la comisión recibió informes del Secretario General de las Naciones Unidas y de la representante de la Unesco, sobre los resultados de la XV Conferencia Internacional de Instrucción Pública convocada por la Unesco y la Oficina Internacional de Educación en julio de 1952. Las recomendaciones aprobadas por esta conferencia sobre el acceso de las mujeres a la educación revisten la mayor importancia para el avance de las mujeres en el campo educacional y social y para el adecuado ejercicio de sus responsabilidades en la vida de la comunidad democrática. La representante de la Unesco dió cuenta también de la resolución de que esta organización edite tres folletos sobre educación política de la mujer. El presente folleto se publica en cumplimiento de este acuerdo, con objeto de presentar un conjunto de sugestiones para la educación cívica de la mujer, junto con un breve análisis del papel que la mujer está llamada a desempeñar en la sociedad moderna, cuya estructura económica, política y social la obliga a hacer frente a sus responsabilidades ciudadanas en igualdad de condiciones y con iguales deberes y derechos que los hombres. Estas sugestiones están destinadas al profesorado y a las dirigentes de organizaciones femeninas en los países y territorios de lengua española. Su labor de educación de las niñas y adultas, a fin de capacitarlas para el ejercicio de sus derechos políticos, constituye un aporte valioso e indispensable al trabajo en escala mundial que las Naciones Unidas y la Unesco están realizando para lograr la igualdad de derechos y para afianzar las bases de un mundo en paz, conscientes de que el bienestar y la felicidad humanos sólo se lograrán mediante el respeto universal a la dignidad del individuo y a sus derechos y libertades fundamentales. 20 CAPíTULO IQUÉ II ES LA DEMOCRACIA? Cuando hablamos de democracia, de gobiernos democráticos o de pueblos democráticos, nos referimos generalmente a la forma de gobierno, a la estructura de sus instituciones o a las libertades civiles y los derechos políticos de que gozan los ciudadanos. Pero la democracia va más allá. Traspasa los límites de lo político y comprende muchas otras características esenciales que hacen de ella no sólo una forma determinada de gobierno sino un «modo de vivir», un orden social que abarca todos los aspectos de la vida del individuo como tal y de sus relaciones con el grupo social. Este sistema de convivencia social se basa en el concepto de la igualdad fundamental de todos los individuos, en el reconocimiento del valor y dignidad de la persona humana y en el respeto a sus derechos y libertades fundamentales. Para hacer posible esta igualdad provee un conjunto de condiciones determinadas y establece un sistema de relaciones sociales que tienden a lograrla. La democracia reconoce la obligación del Estado y de la sociedad de proporcionar a todos los ciudadanos igualdad de oportunidades en el campo de la educación, del trabajo, de sus relaciones con la comunidad y con el Estado, que les permitan el más amplio desarrollo de sus capacidades y aptitudes. Se esfuerza ‘por suprimir la desigualdad económica y por lograr la administración democrática de la producción y del consumo. Procura el pleno ejercicio de la libertad individual a fin de que cada persona sea libre de dirigir su conducta y estimula la amplia expresión de la personalidad. Los valores e ideales de la democracia han encontrado su expresión a través del tiempo en actitudes, normas de convivencia y costumbres que han dado origen a una estructura social determinada. El concepto moral que constituye la esencia de la democracia es tan antiguo como la historia misma de la humanidad. De la fe profunda en el valor intrínseco de la persona humana y en su dignidad moral y de las experiencias dolorosas de millares de hombres y mujeres de todos los tiempos nacieron las fuerzas espirituales que inspiraron a los pueblos para rebelarse contra la tiranía y la opresión. 21 LA MUJER CIUDADANA La etapa actual de progreso de la democracia y de reconocimiento de las libertades y derechos fundamentales del individuo es el producto de un prolongado proceso histórico. A lo largo de él, las democracias han luchado por la igualdad ante la ley, por un sufragio universal que garantice la igualdad política y por la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. Se han esforzado por crear las condiciones sociales y económicas que hagan posible el bienestar del individuo y de la comunidad; han luchado por lograr la igualdad de oportunidades económicas y educacionales y han repudiado, a través de los siglos, las discriminaciones por motivos de raza, sexo, idioma, religión, ideas políticas, origen o fortuna. La democracia ha puesto al Estado y a sus instituciones al servicio del individuo. El individuo es el fin y el Estado y sus instituciones son los medios por los cuales el individuo alcanza y realiza los ideales democráticos. La eficiencia del Estado y de sus instituciones es juzgada por la medida en que logran promover el bienestar de los ciudadanos. Las defensas y garantías que la democracia otorga, junto a las obligaciones que una estructura social de esta naturaleza impone, inciden en el individuo como centro y preocupación primordial, en el reconocimiento y garantía de sus derechos y en la conciencia y responsabilidad de sus deberes. Son estas condiciones las que han caracterizado a la democracia como «un gobierno del pueblo, por el pueblo, para el pueblo». Cualesquiera que sean sus defectos y limitaciones, y son muchos, es el sistema de convivencia humana con más pruebas a favor que la civilización puede exhibir. El régimen normal de los pueblos es la democracia. Mejor que ningún otro de los sistemas de convivencia social, se aviene a la naturaleza psicológica y social del individuo. La democracia es la condición social más favorable para la expresión de la personalidad y de las capacidades y aptitudes individuales. En el aspecto social, la democracia permite y estimula la formación de grupos, asociaciones e instituciones diversas que crean en los individuos actitudes y opiniones distintas. Cada individuo, en el curso de su vida, pertenece a diversos grupos que contribuyen a moldear su personalidad y a engendrar opiniones cuya expresión la democracia garantiza. El régimen democrático se ha alterado en los pueblos, a través de la historia, en virtud de circunstancias extraordinarias; y éste es, generalmente, un síntoma de que la salud social del pueblo pasa por una crisis que ha comprometido su salud política. Entonces aparecen las dictaduras, que quieren perpetuarse en el poder político, pero que tarde o temprano han de ceder el paso a la restauración de las normas democráticas de convivencia social. 22 ¿QUÉ FUNDAMENTOS POLíTICOS DE LA ES LA DEMOCRACIA? DEMOCRACIA El concepto moral que inspira al sistema de vida democrático tiene repercusiones en todos los campos de la actividad humana. En el campo político se traduce en la soberanía popular. El sufragio universal es la base del reconocimiento de la igualdad fundamental entre todos los ciudadanos de una nación y del derecho a elegir su gobierno propio. En una verdadera democracia, salvo limitaciones de edad y de instrucción relativas a la legislación de cada país, todos los ciudadanos, sin discriminación, son electores y elegibles para cargos públicos electivos en cualesquiera de las ramas del gobierno. En virtud del sufragio, los derechos y las responsabilidades de la ciudadanía residen en el pueblo, en la comunidad soberana de ciudadanos. En la democracia moderna, el ciudadano delega su poder y su soberanía en los representantes que elige por su voto. No obstante, la autoridad decisiva reside en el ciudadano. La base política de la democracia la constituye el poder de los ciudadanos de escoger a sus representantes y darse el tipo de gobierno que la mayoría de los ciudadanos elija. Los privilegios que la sociedad democrática confiere al individuo entrañan responsibilidades y obligaciones. El respeto a las decisiones de la mayoría y a los métodos de libre discusión, persuasión y crítica son condiciones indispensables al buen funcionamiento de una sociedad democrática. El gobierno democrático impone al individuo la obligación de participar activamente y de manera inteligente e informada en la formulación de los planes de acción, en los asuntos públicos; y le exige, como el más alto deber ciudadano, el ejercicio de las responsabilidades y actividades inherentes a la ciudadanía. El ejercicio consciente de la ciudadanía requiere la concurrencia de dos factores: el derecho a expresar la opinión y a ejercer la autoridad por medio del sufragio, y el libre acceso a las fuentes de información que haga posible la formación de juicios críticos basados en hechos objetivos. El sistema democrático permite y estimula el acceso a la información que hace posible la formación de juicios y decisiones inteligentes sobre los asuntos de interés público y garantiza la libre expresión de la opinión. Permite la asociación y la reunión de los ciudadanos para discutir los asuntos de interés público y estimula la evaluación y crítica de los actos del gobierno. El respeto a las decisiones de la mayoría va acompañado del respeto a las opiniones de las minorías. Las libertades civiles no podrían subsistir si las minorías no gozaran de libertad. La sociedad democrática reconoce el papel renovador de las minorías en sus 23 LA MUJER CIUDADANA procesos sociales y políticos. Mantiene y protege el derecho a la libre expresión de las opiniones de estos grupos y se vale de ellos para el progreso y la adaptación de sus instituciones a las condiciones cambiantes del mundo. Estos derechos que constituyen las libertades civiles que el sistema democrático garantiza y respeta defienden al ciudadano contra la demagogia y la propaganda tendenciosa y son el medio del cual las democracias se valen para formar una opinión pública consciente, informada y objetivamente crítica. El gobierno democrático basa sus planes de acción y su política en la opinión pública, que representa la voluntad popular y que se constituye así en verdadera fuerza que dirige la política y las relaciones sociales de una nación. La opinión pública se traduce en planes de acción pública determinados, que son a su vez un reflejo de la voluntad popular. En la democracia la soberanía, la autoridad y la responsabilidad residen en el pueblo soberano, en el hombre y en la mujer común. Ellos forman la opinión pública y constituyen la fuerza que mueve la maquinaria del gobierno. Una opinión pública inteligente e informada y una ciudadanía que tenga la capacidad de formarse juicios propios a través de procedimientos democráticos garantizan la delegación inteligente y responsable de su autoridad y soberanía en los ciudadanos que elija como sus representantes para ejercer los diversos poderes del Estado democrático. FUNDAMENTOS ECONÓMICOS DE LA DEMOCRACIA Las bases de la soberanía popular y de la democracia política se asientan en la democracia económica. Así como la igualdad de libertades civiles y de derechos políticos entre todos los grupos de la colectividad es el factor fundamental para realizar la democracia política, la igualdad de oportunidades económicas entre los individuos es una condición indispensable del sistema democrático. La acumulación de la riqueza en unas pocas manos trae consigo la acumulación del poder político. La desigualdad entre los diferentes grupos de la comunidad condena, fatalmente, a los grupos desposeídos a la inseguridad económica y social. Los aspectos moral y político de la democracia requieren ciertas condiciones económicas. La democracia política es insatisfactoria mientras exista la desigualdad económica. La fe en la democracia y la lealtad a ella se fundamentan en el bienestar y en la seguridad económica y social de los individuos, y la mayor garantía para la supervivencia del gobierno popular es la igualdad de condiciones económicas y sociales. El desempleo, la miseria, las enfermedades y la inestabilidad económica son el camino más corto para la destruc24 ¿QUÉ ES LA DEMOCRACIA? ción del sistema de vida democrático. La pérdida de la fe en la democracia inclina al individuo a preferir la esperanza de una seguridad económica y social al disfrute de sus libertades civiles yde susderechos políticos. Sin estabilidad y un mínimo de bienestar las libertades cívicas y los derechos políticos degeneran en valores mínimos. La democracia se impone, como obligación primordial, procurar el bienestar del individuo y defenderlo de presiones o explotaciones provenientes del poder que deriva de privilegios especiales, sean éstos de orden económico o político. La única limitación al pleno desarrollo de la personalidad y de las capacidades del individuo que la democracia reconoce y acepta es el derecho de los demás miembros de la comunidad. Asegura que los derechos y garantías reconocidos a un ciudadano deberán ser reconocidos por igual a todos los ciudadanos y repudia la perpetuación de una estratificación social basada en el nacimiento, en la raza, en la religión o en los bienes que posee cada cual. Para lograr la igualdad económica, la democracia propugna la igualdad de condiciones sanitarias e higiénicas, la igualdad de oportunidades de educación y el desarrollo y máximo aprovechamiento, a través de la educación, de las iniciativas, capacidades y aptitudes de cada individuo, en beneficio propio y de la comunidad. Garantiza el derecho al trabajo y a gozar de sus frutos y trata de alcanzar para todos un nivel de vida concorde con la dignidad y el bienestar del individuo. LA DEMOCRACIA Y LOS DERECHOS HUMANOS El contenido básico del conjunto de doctrinas que constituyen la democracia es el respeto a la personalidad humana, la protección al individuo, el aprecio por su vida y el concepto de que el hombre no está a merced de las fuerzas de la naturaleza, sino que puede dirigir su propio destino. El rasgo característico, a lo largo de su desarrollo, ha sido la lucha por la libertad y los derechos humanos. El reconocimiento de los derechos humanos fundamentales no se ha producido de la noche a la mañana. Ha sido necesario un prolongado y, muchas veces, trágico esfuerzo para que las ideas se hayan ido abriendo camino en la mente de los pueblos. Las fórmulas que han ido elaborando la liberación política, social, económica y cultural de los pueblos han seguido, por fuerza, el ritmo lento y difícil de la larga evolución del pensamiento humano, desde la antigüedad hasta nuestros días. Ésta ha sido una de las luchas más cruentas y sostenidas de la humanidad. La opresión de los poderosos sobre los humildes es tan antigua como el hombre mismo y a través de las diversas épocas de la historia han sido los espíritus libertarios 25 ...__^__--“-. -_--- LA MUJER CIUDADANA los que encontraron un eco resonante y dramático en las masas y, más de una vez, en naciones y pueblos enteros, los que han abierto el camino de liberación del hombre. Para que las constituciones de los diversos países puedan declarar que «todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechosi», es necesario una gran evolución de las costumbres, de la mentalidad y del espíritu mismo que determina las relaciones de la sociedad con el Estado. La protección al individuo ha constituído la preocupación primordial de las doctrinas religiosas, sociales y políticas desde los primeros tiempos de la civilización. Las grandes religiones y sus profetas han defendido la dignidad y el valor de la persona humana. El judaísmo, con su moral fundamental, y el cristianismo, con su doctrina de fraternidad han luchado para lograr el reconocimiento de la igualdad de todos los hombres. Cientos de años antes de la era cristiana, la filosofía china proclamaba que el individuo es el elemento más importante de la nación. Los derechos del hombre común a la justicia, a la seguridad y a la igualdad estaban reconocidos en la tradición islámica e hindú. Aun cuando un gran sector de la población de Atenas estaba constituído por esclavos que no gozaban de ninguno de los derechos de los hombres libres, la igualdad ante la ley y la libertad de expresión eran garantías de los ciudadanos atenienses, que inventaron y vivieron la democracia. La filosofía romana marcó un considerable progreso al sobrepasar la tradición legal de la época y afirmar, con sus filósofos estoicos, que todos los hombres son libres por naturaleza. Junto con el desarrollo y progreso de la sociedad democrática se han ido formulando conceptos más modernos de los derechos humanos y de las libertades fundamentales del individuo, que han afianzado, a través del tiempo, las bases esenciales de la democracia de nuestros días. La concepción actual de la democracia es hija, en su esencia, de tres grandes revoluciones : la de Inglaterra, la de los Estados Unidos de América y la de Francia. Fueron los revolucionarios puritanos de Inglaterra los que echaron los primeros cimientos de la libertad y la democracia modernas. en los Estados Unidos de América primero, A fines del siglo XVIII, y en Francia enseguida, las democracias que empezaban a sentar la estructura política y social de estos países fueron formulando los derechos imprescriptibles del hombre. Las revoluciones de los Estados Unidos y de Francia marcan un progreso innegable y decisivo en la lucha de liberación de la humanidad. Constituyen 1. Naciones Unidas, Departamento de Derechos Humanos, Nueva York, 26 de Asuntos Sociales, 1953, pág. 54. La wpercusión de ia Declaración UniucrraI ¿QUÉ ES LA DEMOCRACIA? la base misma en que se cimentó el actual concepto de protección a los derechos y libertades del individuo y la garantía de vivir una vida de libertad dentro de una sociedad democrática y libre. El siglo XVIII despertó el espíritu humanitario y creó en Europa y en América del Norte, y luego en el mundo entero, un ímpetu potente de libertad y justicia. Durante los siglos XIX y xx la democracia amplió su filosofía y su alcance, y también el concepto de los derechos y libertades humanos. La aparición de las clases medias y el despertar de los trabajadores fueron creando la conciencia de las necesidades económicas y sociales de los individuos, que obtienen cada día mayor consideración del Estado y de la sociedad. LOS DERECHOS ECONÓMICOS Y SOCIALES La primera guerra mundial creó, especialmente en Europa, situaciones sociales nuevas y produjo cambios que influyeron gradualmente en las legislaciones de los diversos países. Las condiciones políticas y sociales similares que se produjeron en ciertas regiones del mundo contribuyeron a crear un tipo común de democracia. Surgieron instituciones políticas semejantes en los diversos países y se registraron grandes avances en materia de derechos humanos. Se reconocieron los nuevos derechos sociales y las nuevas obligaciones de los Estados. Se empezó a considerar la reglamentación del trabajo y de las relaciones familiares, la defensa de la familia y de la infancia, la igualdad de derechos entre ambos sexos, el derecho a la instrucción, al trabajo, a una vida sana y al reposo, los derechos sindicales, las garantías económicas para las clases trabajadoras y la previsión social. Todos los problemas de la vida social que en el siglo XIX no fueron sino en parte considerados en las legislaciones empezaron a recibir atención primordial. El concepto de las libertades individuales sufrió una gran evolución y los derechos humanos tradicionales contenidos en las declaraciones francesa y americana se ampliaron con los nuevos derechos sociales. Las legislaciones más avanzadas de esta época establecieron el derecho a huelga económica y el principio general de la intervención del Estado en las relaciones sociales. Las nuevas declaraciones de derechos humanos surgidas en los países de Europa entre las dos guerras se caracterizan por el reconocimiento de las garantías sociales. Inmediatamente después de la segunda guerra mundial el desarrollo de los derechos sociales cobró toda su amplitud, hubo en toda la Europa liberada un movimiento de preocupación por salvaguardar estos derechos y las nuevas dispo27 LA MUJER CIUDADANA siciones legislativas y constitucionales de algunos países consignaron los principios contemporáneos de la libertad social. El nuevo concepto de la libertad social está en constante evolución, que continúa en nuestra propia época. Los principios que inspiran estas nuevas declaraciones de derechos no han sido aún aplicados en su totalidad en ningún país del mundo actual; y los programas y planes de acción que habrán de formularse para llevarlos a la práctica e incorporarlos a la vida y desarrollo normal de una democracia requerirán acaso mucho tiempo. Con todo, estos principios constituyen la genuina democracia política, económica y social, en su concepción actual. La conciencia democrática moderna considera al hombre como una persona a la cual el Estado y la sociedad, además de garantizarle el goce de sus derechos políticos y libertades cívicas, debe garantizarle también los derechos económicos, sociales y culturales. La Asamblea General de las Naciones Unidas ha establecido en una resolución que las libertades cívicas y políticas, así como los derechos económicos, sociales y culturales están ligados entre sí y se condicionan mutuamente; y que un hombre privado de los derechos económicos, sociales y culturales no representa a la persona humana que la Declaración Universal de Derechos Humanos considera como el ideal del hombre libre. LAS NACIONES UNIDAS Y LOS DERECHOS HUMANOS En la conferencia preparatoria de Dumbarton Oaks, en 1944, cuando se redactaba el proyecto de carta de las Naciones Unidas, se determinó, entre los objetivos superiores de la organización, el que la política interna de los Estados y la política internacional se orientara hacia la promoción y protección de los derechos humanos y de las libertades fundamentales. Estas disposiciones fueron ampliadas en la carta aprobada en la Conferencia de San Francisco. En la Carta de las Naciones Unidas no son sólo los Estados sino «los pueblos de las Naciones Unidas, los que reafirman su fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona humana, en la igualdad de derechos de hombres y mujeres y de las naciones grandes y pequeñas ». Los derechos humanos no están ya bajo la sola tutela de los Estados, sino también bajo la tutela de la organización mundial. Ésta es, tal vez, una de las proyecciones más trascendentales de la creación de las Naciones Unidas. El juicio de cómo los derechos humanos son interpretados y respetados no está sólo en manos de los gobiernos, sino que es la organización mundial la que tiene el derecho y la obligación de intervenir, no sólo cuando estos derechos son suprimidos o violados sino también cuando la actitud de un 28 ¿QUÉ ES LA DEMOCRACIA? gobierno con respecto a ellos pueda ser un obstáculo para la aplicación de las disposiciones de la carta. Estas disposiciones exigen natural e implícitamente que las legislaciones nacionales y las prácticas administrativas se pongan en consonancia con el principio de que los derechos humanos no pueden negarse por motivos de raza, sexo, idioma o credo religioso; y junto con ello, que respeten y promuevan las libertades fundamentales del individuo. De este modo, la protección y promoción de los derechos humanos es una de las más importantes responsabilidades internacionales. Es parte fundamental de un programa de acción internacional que deriva, principalmente, del artículo 55 de la carta, que impone a la organización la obligación de promover el respeto universal a los derechos humanos y a las libertades fundamentales de todos, sin hacer distinción por motivos de raza, sexo, idioma o religión, y la de hacer efectivos tales derechos y libertades. En el aspecto humanitario, la creación de las Naciones Unidas, encargadas de promover y hacer observar los derechcs inalienables del individuo, que le pertenecen por su condición de ser humano, es el paso más revolucionario de la historia. Estos objetivos constituyen una de las dos ideas directrices que las Naciones Unidas toman como base. Su proclamación en la carta y en la declaración universal tiene la extraordinaria importancia de reconocer a la persona humana como sujeto de derecho internacional. La incorporación a la carta de la salvaguardia de los derechos humanos como uno de los principios fundamentales de las normas jurídicas que rigen las relaciones internacionales significa un paso trascendental, ya que por este camino los principios de la democracia han pasado también a formar parte de estas normas jurídicas. La democracia nacional es ya parte integrante de la democracia internacional y al ocupar un lugar tan importante en el texto mismo de la carta de San Francisco se incorpora al campo del derecho positivo. Todos los órganos y los organismos especializados de las Naciones Unidas desarrollan una acción positiva para llevar a la práctica los derechos proclamados en la declaración. La asistencia técnica a las regiones insuficientemente desarrolladas, la promoción del empleo total, las actividades a largo plazo en favor de la infancia, el impulso dado al progreso político, económico, social y educativo en los territorios no autónomos o bajo el régimen de fideicomiso, los programas de salud y alimentación, los programas de alfabetización de adultos, y toda acción en general encaminada a elevar el nivel de vida de los individuos contribuye directa e indirectamente a promover y salvaguardar los derechos fundamentales y a respetar el valor y la dignidad de la persona humana. 29 LA LA MUJER CIUDADANA DECLARACIÓN UNIVERSAL DE DERECHOS HUMANOS La Declaración Universal de Derechos Humanos, aprobaba por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948, establece y especifica los derechos humanos y las libertades a que se refiere la carta. Es un documento cuya alta autoridad moral deberá influir en los gobiernos para adoptar disposiciones legislativas y prácticas que garanticen el goce de los derechos y libertades establecidos en ella. La autoridad y la fuerza moral de la declaración habrán de influir también en los pueblos, haciéndolos más conscientes de sus derechos y estimulándolos a exigir y asegurar la garantía y el goce de ellos. Dará a los pueblos y a los gobiernos, en el mundo entero, un sentido más profundo de los derechos y obligaciones que la declaración proclama y estimulará a que pueblos y gobiernos los promuevan, respeten y hagan efectivos. En el problema del mantenimiento de la democracia y del respeto y salvaguardia de los derechos humanos, las soluciones nacionales se han mostrado, a través del tiempo, ineficaces e insuficientes. Con el desarrollo de la civilización se ha llegado a buscar soluciones internacionales que tengan fuerza moral y comprometan legalmente a los Estados. Los convenios internacionales imponen responsabilidades y obligaciones a los Estados, pero la ejecución de estas obligaciones requiere reglamentaciones legislativas internas de los gobiernos. Si la legislación internacional asegura el respeto y la protección a los derechos del hombre, son las reglamentaciones legislativas internas y su cumplimiento efectivo las que pueden, en la práctica, salvaguardarlos. El conjunto de disposiciones legislativas, en los diversos países, que garanticen la dignidad humana es lo único que puede realmente promover y defender estos derechos y la estructura misma de la democracia. CRISIS DE LA DEMOCRACIA No obstante el constante progreso del proceso democrático, que asegura a los individuos mayores garantías en el reconocimiento y ejercicio de sus derechos como personas libres, la estabilidad de la democracia está seriamente amenazada. Aun cuando los derechos humanos son afirmados y proclamados en las constituciones de los diferentes Estados, no son por la sola virtud de este hecho observados y respetados. se esparció Gracias al llamamiento humanitarista del siglo XVIII, por el mundo una corriente en favor de la libertad y de la justicia y las grandes revoluciones norteamericana y francesa proclamaron 30 ¿QUÉ ES LA DEMOCRACIA? los derechos del hombre. La gran evolución del concepto de los derechos humanos después de la primera guerra mundial reafirmó en el mundo las doctrinas democráticas. A pesar de todo ello la aparición del fascismo y del nazismo puso en peligro la estabilidad de los regímenes democráticos, sometió a millares de individuos a una tiranía policíaca y los condenó a un brutal exterminio por motivos de raza o de credo religioso. Desaparecieron las libertades civiles y políticas y, con ellas, el respeto y la salvaguardia del valor y la dignidad de la persona humana y de sus derechos y libertades fundamentales. Se impuso un régimen de fuerza, de terror y de odio. A este reto, el más violento contra la humanidad, respondió una de las guerras más trágicas de la historia. La segunda guerra mundial fué una lucha a muerte entre la democracia y las dictaduras. Sin embargo, la victoria de la democracia no ha sido totalmente ganada y esta nueva forma de barbarie que son las dictaduras puede contrarrestar el avance de la humanidad, durante más de mil años, por el camino de la libertad. La crisis de la democracia y de la libertad es una realidad mundial. Basta observar los acontecimientos políticos, sociales y económicos del mundo que nos rodea para darnos cuenta de esta realidad amenazadora. Hay un declinar evidente de los derechos humanos. Millones de hombres, mujeres y ancianos viven privados de la libertad y día a día se rinden las libertades cívicas y los derechos inalienables del hombre al vasallaje de dictaduras legales o de hecho. Aun cuando han sido necesarios cientos de años para llevar, por lo menos a los textos de las constituciones, los principios de la democracia y de la libertad del ser humano y ha sido precisa la experiencia de dos guerras mundiales en el término de una generación para que la conciencia de los pueblos se conmueva y la humanidad comprenda que no puede haber paz, libertad ni democracia a menos que se logre un efectivo respeto de los derechos humanos, vemos derribarse, de la noche a la mañana, los regímenes democráticos bajo la avalancha de dictaduras que surgen en todas partes del mundo. La crisis de la democracia es producto, en gran parte, de una crisis de la mentalidad cívica. El desarrollo de la ciencia moderna y de la tecnología ha contribuído a crear una mentalidad en que la inseguridad económica es el factor determinante en la vida de la mayoría de los hombres y mujeres. El miedo que esta inseguridad engendra es el principal motivo que los impulsa a trabajar. La estabilidad y la seguridad, que son necesidades imperativas de las masas, han desaparecido en casi todos los países del mundo. Esto ha creado una mentalidad corriente que considera los móviles adquisitivos no sólo como los más normales sino entre los más impor31 LA MUJER CIUDADANA tantes en la naturaleza humana, y ha contribuído a deprimir toda actividad que no esté inspirada en el aliciente de adquirir estabilidad económica. Por otra parte, los hombres y las mujeres de esta generación han crecido en un mundo oscurecido por la pesadilla de dos guerras mundiales, y pocos de ellos miran hacia el porvenir con la seguridad o aun la esperanza de una vida tranquilla, sin riesgo de una nueva catástrofe que en cualquier momento puede acabar con millones de vidas humanas, destruir miles de ciudades y aldeas y sumir en la desesperación y la miseria a millares de seres. La tensión internacional, la inseguridad del mundo, la rivalidad, la lucha económica y la competencia son los factores de mayor influencia que hacen que los hombres y las mujeres de hoy día se preparen, en general, sólo para las expectativas de una vida a corto plazo, con un mínimo de esfuerzo y un máximo de ventajas mientras dure tal vida. Esta actitud se ha producido en gran parte porque la moral tradicional y las creencias más profundas están sacudidas por la amenaza de un porvenir incierto. El mundo de hoy está lleno de mentalidades rutinarias y pasivas que, si conservan alguna esperanza, la basan en la acción que los demás puedan desarrollar. Hay falta de interés y de capacidad para preocuparse por asuntos que salen del margen reducido de los intereses estrictamente personales, generalmente de carácter pecuniario y adquisitivo. Los problemas y asuntos que conciernen al grupo social y que tienen proyecciones de orden colectivo no logran acaparar el pensamiento ni la actividad de una parte considerable de los individuos que integran la comunidad. Por otra parte, es una realidad de nuestra época que, mientras las ciencias físicas, la tecnología y la investigación científica se han desarrollado extraordinariamente, con el aporte de las mejores mentalidades que la educación y la cultura han producido, los asuntos sociales y los problemas inherentes a las relaciones humanas han seguido sometidos, en gran parte, a los dictados de la tradición. El estudio y la solución de los problemas que surgen en el campo social y el perfeccionamiento de las relaciones humanas están relegados a un lugar secundario por el desarrollo de las ciencias físicas y de la investigación científica. La falta de planes y programas de acción en el campo social contribuye a poner al individuo al margen de toda participación en el desarrollo de proyectos colectivos para solucionar los problemas sociales y puede ser causa directa o indirecta de la ausencia de responsabilidad individual frente a los problemas políticos, sociales y económicos de la colectividad. El individuo, ante los cambios desfavorables que presencia a su alrededor, se siente de antemano vencido por fuerzas demasiado 32 ¿QUÉ ES LA DEMOCRACIA? grandes y fuera de su control, lo que determina inevitablemente una actitud fatalista. Esta sensación de desaliento y de inutilidad de los esfuerzos colectivos ahoga, en la mayoría de los individuos, un interés sincero por defender, purificar y afianzar las formas de la democracia, y un genuino interés por la política. No se cree ya en la efectividad de la acción colectiva organizada para asegurar y mantener los valores sociales que se ven debilitados por este derrotismo. Apenas se cree en el éxito privado y material. Se ha abandonado la convicción de que con nuestra influencia colectiva podemos cambiar el mundo y modelarlo conforme a nuestros principios y creencias. Se ha debilitado la fe en que, con nuestra cooperación e influencia, podemos lograr afianzar la estabilidad de la democracia. Hemos dejado de creer que con nuestra acción individual, ejercida en etapas graduales pero sucesivas e incansables, podemos avanzar por el camino hacia lo mejor, eliminando los privilegios y los intereses creados, la miseria, la ignorancia y la injusticia social; y establecer, con la suma de los esfuerzos colectivos, una sociedad mejor y más justa. Se duda de que la democracia sea un conjunto de valores morales de tal magnitud que valga el sacrificio y la lucha incansable de todos los individuos; y existe un pesimismo creciente sobre las posibilidades de la democracia no solamente como sistema de gobierno sino como conjunto de normas que rigen la organización de las relaciones humanas. Millones de hombres y mujeres que ven derribarse a su alrededor los baluartes de la libertad y del respeto a los derechos humanos se entregan a la indiferencia o al pesimismo. Los valores y las convicciones políticas están, evidentemente, debilitándose. Pero la democracia no puede reforzarse y alimentarse con la desesperanza de aquéllos de quienes deriva su fuerza de perfeccionamiento. Se basa en la capacidad de perfeccionamiento del ser humano y de las instituciones que erija para gobernarse y el pesimismo y la desesperanza destruyen las fuentes mismas de su progreso y del progreso de la sociedad. Es verdad que, en la práctica, la democracia política ha degenerado en instrumento fácilmente manejable por los que tienen el poder económico. En una sociedad industrial, como es la actual, la industria y las finanzas están administradas no como empresas al servicio de la comunidad sino por unas pocas manos en las que se concentra el poder de manejar la maquinaria de la producción con fines pecuniarios privados. Esto ha generado una autocracia económica. El poder que da la riqueza, concentrada en unas pocas manos, trae como consecuencia lógica el poder político, también concentrado en unos pocos individuos. Se ha originado así una clase económica gobernante en la que el hombre y la mujer comunes sienten que no tienen cabida y, frente a este hecho, eluden su participación 33 LA MUJER CIUDADANA y responsabilidad en los destinos del gobierno y en la solución de los problemas de la comunidad local o nacional y, por supuesto, mundial. Por otra parte, la lucha por sus intereses económicos en medio de una sociedad individualista y competidora y la necesidad de ganarse el pan de cada día absorben al votante, que no tiene interés ni tiempo para preocuparse por los mil problemas diarios que se suscitan ante sus ojos. No los conoce, aun cuando influyan en él directamente; y si llegan a interesarle, piensa siempre que habrá otros que se preocuparán de solucionarlos. Cuando llega el momento de ejercer su derecho soberano de elegir a sus representantes, las cuestiones que se le plantean al hacer la elección de sus candidatos le son desconocidas y, naturalmente, no puede resolverlas inteligentemente. Generalmente, da su voto y delega su poder a personas cuya actitud frente a los diversos problemas de la comunidad ignora, pero cree ejercer su derecho de ciudadano de una democracia y cumplir su deber de tal con el solo hecho de emitir su voto. En gran número de casos el ciudadano y la ciudadana corrientes apenas se enteran de que son gobernados y de quienes los gobiernan; y cuando llega el momento de ejercer sus derechos políticos, se abstienen de votar. La democracia, una de cuyas características esenciales es la igual participación de todos los ciudadanos en la elección de sus gobernantes, se transforma así en una farsa política. Los caudillos del poder económico montan sus máquinas electorales según la conveniencia de sus intereses privados, de pequeños grupos. Ante la apatía, la falta de interés y la ignorancia de los votantes que constituyen la mayoría triunfan las minorías unidas de las máquinas electorales, destinadas a servir intereses creados y privilegios de pequeños grupos, en desmedro del interés común y general de la ciudadanía. Una minoría, aunque sea pequeña, pero unida y bien organizada, decide siempre el resultado de las votaciones volcando los votos del lado que conviene a sus intereses, casi siempre subalternos. Pero el Estado democrático es obra de los hombres, y es, por lo mismo, perfectible. La capacidad del individuo para hacer progresar y para perfeccionar sus instituciones es una de las creencias básicas de la democracia. Confiar en la naturaleza humana y en la perfectibilidad de su obra no significa desconocer o ignorar todas las deficiencias que retardan su marcha hacia el progreso. La ignorancia, el prejuicio y el egoísmo no han sido desterrados del mundo y la humanidad ha ido avanzando a través de marchas lentas, muchas veces empantanada en el curso de la historia, por períodos tremendos y sangrientos. Las fuerzas retardatarias no han sido disipadas por un huracán de justicia y humanitarismo que haya dejado despejado el campo, para cosechar el bienestar y la felicidad 34 <QUÉ ES LA DEMOCRACIA? humanos. Sin embargo, la humanidad, a través de su historia ha ido presenciando una serie, lenta a veces, incierta otras, de etapas sucesivas que la han guiado hacia el progreso. PAPEL DE LOS CIUDADANOS EN UNA DEMOCRACIA Los peligros que amenazan a la democracia no son sólo los que se derivan del creciente auge de las dictaduras de hecho o legales y de los riesgos que significan los gobiernos totalitarios de todo tipo. Los mayores peligros provienen, más que de las amenazas que vienen de fuera, de las deficiencias internas de la democracia. Su mayor enemigo es la falta de espíritu cívico. Hemos dado la democracia por sentada y la hemos creído un sistema establecido en forma definitiva que no necesita de nuestra participación y preocupación para que no se deteriore, para que progrese y se perpetúe. No nos hemos dado cuenta cabal de que la democracia, por su esencia misma, necesita del interés y participación de todos y cada uno de los ciudadanos que la forman. A medida que la democracia progresa, impone a cada generación una mayor comprensión de sus fines y una más amplia aplicación de sus principios; exige, cada vez más, sacrificio, esfuerzo, lucha y vigilancia; y necesita de una ciudadanía consciente. Pero el ejercicio consciente de la ciudadanía requiere por parte de los ciudadanos no sólo interés sino información y conocimiento de los objetivos esenciales de una sociedad democrática, de la naturaleza de los intereses y necesidades sociales e individuales y de las influencias que las condiciones cambiantes del mundo ejercen sobre los intereses y propósitos de la vida humana. Enperíodosparticularmente críticos como éste, espreciso entender en todo su alcance el valor de la democracia y de sus instituciones. Es necesario tener presente que, después de siglos de experiencias y desarrollo, la democracia es la expresión de una filosofía moral y política que han defendido los pueblos con el precio de muchas vidas, para conquistar su libertad y su dignidad. Es necesario no olvidar que este conjunto de principios y objetivos que tienen como centro y finalidad el bienestar y la felicidad humanos pueden y deben aplicarse a la solución de los conflictos del mundo de hoy. Esta generación y las venideras tienen la obligacitin moral de defender una herencia que nos ha sido legada con tantos y tan largos sacrificios. En tiempos como los actuales el problema de combinar los diferentes intereses, en busca del interés común, es más difícil que en épocas de normalidad. Los cambios y adaptaciones de orden social que las condiciones actuales requieren no se pueden realizar por 35 LA MUJER CIUDADANA obra espontánea de fuerzas sociales más o menos ocultas, como se creía antes. Ello demanda la más activa participación de los ciudadanos. El gobierno tiene que dirigir su acción en armonía con la comunidad y con la voluntad y las decisiones de la mayoría de sus componentes. Las decisiones y la voluntad de las mayorías sólo tienen valor cuando son producto del sentido de responsabilidad cívica y de la participación activa de todos los miembros de la comunidad en la vida ciudadana. La característica esencial del gobierno representativo, en un sistema democrático, es la identificación de la acción política del gobierno con los deseos del pueblo. Los deseos y opiniones del pueblo se expresan a través de los representantes que el pueblo elige como legisladores. Ellos tienen poder conferido legalmente por la constitución para dar forma a estos deseos por medio de leyes. A través del mecanismo de las elecciones, los electores delegan en ellos su poder para gobernarse. El votante individual representa la unidad básica en el electorado y el voto es la expresión primordial de sus responsabilidades ciudadanas. En el ejercicio del sufragio está la medida del interés y de la participación cívica de los ciudadanos en la vida de la comunidad. El abstencionismo en el ejercicio del más fundamental de los derechos es uno de los graves problemas a que ha de hacer frente la democracia. Los deberes del ciudadano comienzan con la obligación de votar y de pagar impuestos; pero no es esto lo único ni es esto todo. El sistema democrático de gobierno se basa en la responsabilidad individual. Esta responsabilidad exige a los ciudadanos el deber ineludible de asumir una participación cívica activa. Si creemos que vivir en una sociedad democrática libre representa privilegios que vale la pena defender a toda costa, debemos prepararnos para cumplir con las obligaciones ciudadanas que impone y desempeñar el papel que la sociedad democrática requiere de sus componentes. En el ciudadano individual reside la autoridad final en un gobierno democrático. La sociedad democrática le otorga una serie de libertades civiles que lo capacitan para ejercer esta autoridad. La libertad de expresar sus opiniones oralmente o por escrito, de profesar el credo religioso que escoja, de pertenecer al partido político que prefiera, de reunirse y asociarse como convenga a sus intereses; la garantía de investigar, discutir, leer, disentir de las actitudes o de la acción del gobierno son derechos de que goza el ciudadano de una democracia y cuyo ejercicio le permite desarrollar su capacitación cívica e informarse de los asuntos políticos, sociales, económicos, educacionales y otros que conciernen a la comunidad y, por ende, a su vida individual. El libre acceso a la información hace posible el desarrollo de ciudadanos inteligentes, capaces de formarse juicios 36 ¿QUÉ ES LA DEMOCRACIA? críticos y objetivos sobre los diversos problemas y situaciones; y evita el empleo de la demagogia y de la propaganda tendenciosa para influir en la opinión pública. La calidad de un gobierno y de una sociedad democrática está en razón directa del uso que el ciudadano común hace de las oportunidades de que dispone para obtener información y formarse juicio sobre los problemas de la comunidad. La democracia no impone a los individuos una obediencia ciega e irreflexiva, fundada en la coerción y el temor. Por las libertades cívicas que garantiza a sus ciudadanos, estimula la reflexión, la formación de juicios independientes y la inteligencia cívica, como el mejor medio de promover y mantener una opinión pública informada y consciente. PAPEL DE LAS ORGANIZACIONES EN LA COMUNIDAD DEMOCRATICA El individuo no vive aislado. Desde que nace, pertenece a las organizaciones en que se desarrolla su existencia normal, como el hogar, la iglesia o los clubs sociales, cuyo carácter está determinado por circunstancias de nacimiento o de vida. Aparte de esto, cuando es adolescente y adulto se asocia voluntariamente a instituciones formadas para trabajar en conjunto por lograr determinadas finalidades específicas. Estas organizaciones tienen diversas razones que las motivan, pero son, principalmente, de carácter cívico, político, profesional y de defensa de los derechos económicos, como los sindicatos, aparte de las que tienen fines recreativos y deportivos. Cualesquiera que sean el carácter y las finalidades de estas asociaciones, ellas ejercen gran influencia en la opinión pública como tal y en la formación de actitudes cívicas en el individuo, por lo que constituyen pa.rte esencial del gobierno democrático. En una sociedad en que la libertad de expresión y de pensamiento está garantizada y en la que se respeta el derecho de asociación, las organizaciones, al igual que los partidos políticos, desempeñan un papel fundamental para que la maquinaria del gobierno funcione normalmente. La opinión individual, cuando llega a expresarse, permanece aislada y no ejerce influencia alguna en el pensamiento general de la comunidad. Es precisa la asociación de personas, su incorporación a grupos con un programa común de acción y de pensamiento, para que esta opinión ejerza una presión que fomente, modifique o reoriente la opinión pública en general. La opinión y la acción de grupos organizados contribuyen a la formulación o modificación de las acciones del gobierno y son el medio por el cual los representantes de los ciudadanos orientan su 37 LA MUJER CIUDADANA gestión gubernativa conforme a los intereses y opiniones de determinados sectores de sus representados. La acción de un gobierno democrático debe inspirarse en los intereses y opiniones de la mayoría de los ciudadanos y debe auscultar constantemente la opinión pública, para conocer la reacción colectiva frente a determinadas acciones gubernativas. La presión que la opinión pública organizada ejerce sobre el gobierno es un procedimiento democrático, efectivo y deseable; y las organizaciones son el mejor medio de estimular y movilizar esta opinión. Aunque la actividad organizada de los grupos en asuntos de interés colectivo no es el único medio que se ofrece al ciudadano para participar en la comunidad, tiende, sin duda, un puente accesible entre los problemas de la familia y del hogar y los del mundo exterior. Es el mejor medio de participar en los asuntos públicos. El ciudadano corriente ignora a menudo los asuntos públicos de la comunidad local o nacional en que vive. Por lo tanto, generalmente carece de opinión sobre ellos. Por otra parte, las informaciones que los dan a conocer no siempre despiertan su interés y algunas veces están fuera de su alcance. En otros casos, aun cuando existe un relativo interés y se posee una adecuada información, este interés no se manifiesta ni se expresa, a menos que el individuo se incorpore a un grupo que comparta su actitud. En la asociación con otros individuos para desarrollar una accibn conjunta, el ciudadano encuentra estímulo para estudiar los problemas y confianza para expresar sus opiniones, tomar actitudes y luchar por hacer prevalecer los puntos de vista de su institución. Cuando el individuo tiene la sensación de que participa y contribuye a una acción que es de importancia para la colectividad, adquiere un sentido más claro de que no constituye una entidad aislada y distinta del grupo social en que vive, sino que forma parte de él hasta el punto de que sus intereses, aun aquellos que le parecen más personales, están estrechamente ligados a los intereses del grupo. Se percata de que el bienestar dentro de su hogar es el producto de un esfuerzo colectivo y depende del bienestar de la comunidad. Adquiere conciencia de que al trabajar colectivamente por el bien público está contribuyendo, directamente, a la solución de los problemas que le conciernen dentro del hogar y se da cuenta de que sus esfuerzos personales aislados no tienen mayor resultado a menos que los sume a los esfuerzos del grupo. La sensación de participación hace desplegar grandes recursos de energía intelectual y moral, desarrolla y acrecienta el sentido de responsabilidad social y provee el impulso necesario que permite romper el círculo de los intereses personales y salir activamente al campo de los intereses públicos. 38 eQUÉ ES LA DEMOCRACIA? Las actividades de grupos proporcionan, también, la manera de dar salida a profundos impulsos sociales que permanecen inactivos, a veces por largo tiempo, por motivos de apatía o timidez. Aparte de su influencia directa en la sociedad, las organizaciones tienen el incalculable valor de formar una conciencia colectiva y de contribuir a que los individuos tomen actitudes frente a los problemas de alcance social, lo que se traduce, a menudo, en una participación cívica inteligente. Las organizaciones, además de proveer el mejor método para resolver los problemas de la comunidad por la acción colectiva y de proporcionar el esfuerzo cooperativo constante y organizado de los ciudadanos que el sistema de gobierno propio requiere, constituye indudablemente el mejor medio de preparación cívica. Señalar su importancia y necesidad dentro de la sociedad democrática significa reasentar el concepto de que una sólida y efectiva educación política sólo puede alcanzarse a través de la participación de los ciudadanos en el gobierno. LA DEMOCRACIA Y LA EDUCACIÓN En una sociedad democrática la vida familiar y la vida de la comunidad están organizadas de conformidad con los principios democráticos. La educación es una de las instituciones más importantes y uno de los instrumentos más efectivos en la ordenación de la vida democrática de la comunidad. La medida en que los ideales democráticos están arraigados en una sociedad se refleja en la organización y el espíritu de la educación. Uno de los defectos más graves de la democracia actual es, en general, la mediocridad e incompetencia de los ciudadanos que representan la voluntad del pueblo. Esta realidad no es producto natural e inevitable del sistema democrático. Si bien la democracia política se basa en el derecho de todo ciudadano a elegir y ser elegido para las funciones de gobierno, y en la igualdad entre todos los individuos, una democracia supone, al mismo tiempo, la capacitación efectiva de todos los miembros de la comunidad para ejercer con eficacia sus derechos, mediante una educación adecuada. La primera responsabilidad de la educación es capacitar a cada individuo para el pleno ejercicio de sus derechos y para la participación más eficiente en las decisiones de la comunidad. La educación es un elemento indispensable del sistema democrático. Por su esencia y estructura, el sistema de gobierno propio responsable degenera, sin educación, en simple politiquería. Para elevar el nivel de la democracia, la educación debe estar encaminada a preparar a los individuos para regir los destinos de la 39 -_3_~--..-..- ._.._. -.. -,.. --_-. LA MUJER CIUDADANA sociedad y para ser capaces de elegir a representantes que tengan preparación y capacidad. Las instituciones educativas y los sistemas de instrucción pública tienen una gran influencia en la formación de actitudes frente a las responsabilidades cívicas. A ellos corresponde el esfuerzo necesario para producir un cambio en la mentalidad pública y crear un estado de opinión que impida el triunfo de la demagogia y facilite la elección de los más capacitados, a fin de que el gobierno democrático eleve su nivel y acreciente su eficiencia. Es verdad que se necesitan muchos años para producir un cambio de esta naturaleza, pero a la educacibn incumbe la responsabilidad social de orientar su acción para lograr efectos de importancia en este campo. No puede permanecer indiferente al ritmo rápido de la evolución en nuestra sociedad y debe por lo tanto ampliar sus conceptos y arbitrar los medios por los cuales influir decisivamente en el ambiente. Las circunstancias actuales exigen que la educación adquiera mayor importancia social y que la escuela eduque para vivir eficientemente en una sociedad democrática. La educación debe ser, deliberadamente, planeada con miras a educar para la democracia. La democracia no es el producto casual de fuerzas naturales, sino una forma de vida inspirada en ideales de justicia y fraternidad, elaborada por los hombres a través de un largo proceso de desarrollo y perfeccionamiento; no puede, por lo tanto, perpetuarse automáticamente en la vida de los pueblos. El individuo no trae consigo, al nacer, los conceptos sobre los valores y objetivos democráticos, ni las actitudes y los hábitos inherentes a la vida democrática. Es preciso aprenderlos a través de un proceso educativo y es la educación la llamada a procurar las condiciones adecuadas para crear y desarrollar actitudes sociales democráticas. Debe fomentar el desarrollo de la inteligencia social, despertar y estimular interés por los asuntos de la comunidad local, nacional y mundial; y contribuir a crear el sentido de la responsabilidad social. Pero, tanto en su orientación como en sus planes de estudio y organización, la educación se ha quedado atrás con respecto a la extensión y alcance de los principios democráticos y a la transformación del movimiento social. La orientación, las finalidades, los planes de estudio y los métodos de la educación tradicional están alejados y son extraños a las realidades y problemas sociales de nuestro tiempo. La tarea de democratizar la educación no es fácil. No consiste sólo en hacer que la educación pública esté al alcance de todos y que, por lo menos en su nivel primario, sea gratuita y obligatoria. La educación universal ha sido establecida también por sistemas anti40 ¿QUÉ ES LA DEMOCRACIA? democráticos que se han valido precisamente de ella para imponer determinados credos en pugna con los ideales democráticos y ahogar la libertad de pensamiento y de expresión en el proceso educativo. Es necesario que la filosofía y los propósitos de la educación sean definidos con arreglo al ideal democrático y que las actividades escolares, así como los métodos, las materias, la organización y la administración de la escuela, sean determinados con miras adecuadas a este sistema de vida. No es suficiente que en la escuela se hable, se lea y se estudie sobre la democracia. Si la escuela ha de educar para vivir constructivamente en una sociedad democrática, debe ser ella misma, en sus planes de estudio, métodos de disciplina y actividades, en su organización y espíritu, una democracia en el espíritu y en la práctica. Infortunadamente, en la mayoría de los países el sistema de educación está regido por normas y estructuras opuestas a la democracia. La organización y la administración de la escuela se determina, en la mayoría de los casos, por un procedimiento autocrático que comienza en la más alta autoridad de educación y termina en el profesor de primer grado. La política pedagógica, la administración del sistema, la organización de la escuela, los planes de estudio, las actividades escolares, los métodos y los textos de estudio son determinados por una persona o un reducido grupo de personas; y el juicio de las personas que desempeñan directamente la tarea de educar no logra, cuando llega a expresarse, influir en el sistema escolar tradicional. La disciplina de la autoridad y de la imposición ejercida por los altos funcionarios de la educación llega hasta los cimientos mismos de la escuela y hasta el niño, que sufre la disciplina coercitiva y autoritaria de un sistema antidemocrático. Las actitudes fundamentales en un ciudadano democrático, la capacidad de pensar y de ejercer libremente la inteligencia, de investigar y formarse un juicio crítico, de expresarse libremente, de tomar decisiones, de participar junto con el grupo en la determinación de las condiciones y objetivos de la acción conjunta y la capacidad de desarrollar iniciativas quedan inhibidas por la orientación y política de una institución social que ejerce tan grande influencia en la formación del individuo. Los objetivos y la política de la educación deben ser revisados y reorientados a fin de substituir su actual estructura y finalidades por un sistema que se inspire en los principios y prácticas democráticos y que desarrolle actitudes y hábitos que permitan una participación inteligente y constructiva del individuo en la vida de la comunidad. 41 .___...._____ . CAPíTULO III LOS DERECHOS POLíTICOS DE LA MUJER La mujer ha ido conquistando el reconocimiento de sus derechos con un ritmo lento, a través de la historia. A causa de que en el sistema democrático el voto es la base del poder político, el sufragio ha sido la primera y la más importante de las conquistas femeninas en el campo de los derechos políticos. Si se considera que las mujeres constituyen en la mayoría de los países del mundo la mitad de los electores y en algunos países más de la mitad, el sufragio femenino representa, en teoría, la conquista de una influencia política fundamental. A pesar de las luchas feministas, especialmente en los países de Europa, por el reconocimiento de los derechos políticos de la mujer, estos movimientos parecen haber tenido una influencia poco determinante en el reconocimiento de dichos derechos. Las dos guerras mundiales han desempeñado un papel de más trascendencia en la extensión del sufragio a las mujeres que las actividades de las asociaciones feministas en favor del sufragio. La primera guerra mundial tuvo consecuencias de gran alcance social para las mujeres. Al salir al terreno económico, las mujeres se encontraron no sólo con las dificultades inherentes a normas legislativas y administrativas discriminatorias para la mujer en el campo del trabajo, que todavía subsisten en muchos países, sino con que su importancia como trabajadoras fuera del hogar no era reconocida ni apreciada. Aún hoy día parece que es en el campo económico donde su influencia se deja sentir en menor grado. La primera guerra mundial sacó a la mujer trabajadora de su condición de mano de obra sobrante en el mercado del trabajo. La industria tenía verdadera necesidad de sus servicios y esta necesidad echó por tierra las barreras que se oponían al trabajo de la mujer. Por la movilización durante la guerra, numerosos países se vieron privados en gran parte del trabajo de los hombres y la mujer ocupó el lugar de éstos en las industrias civiles y de guerra y en la agricultura. La primera guerra mundial y la segunda arrancaron de sus hogares a millones de mujeres para llevarlas al merc:ado del trabajo y quizá por primera vez se reconoció entonces el valor y la importancia 43 LA MUJER CIUDADANA de la mujer trabajadora. Fué estimulada y apreciada, e incluso movilizada en los frentes, junto con los hombres. El esfuerzo de las mujeres en la última guerra mundial fué bien acogido y valorizado. Se crearon en algunos países instituciones destinadas a organizar e incrementar su contribución y a dirigirla según las necesidades de la economía de tales países. Se formaron instituciones con objeto de ejercer una presión organizada para aumentar sus oportunidades de trabajo y nivelar su condición económica en relación con la de los hombres. Hubo en todas partes esfuerzos deliberados, tanto gubernamentales como de asociaciones particulares, para defender el creciente poder económico de la mujer. Se produjo el mejoramiento de su condición económica, lo que trajo como consecuencia natural y lógica el mejoramiento de su condición política y legal. En la historia de nuestra generación fue necesaria la concurrencia de circunstancias dolorosas para percatarse de que la mujer era tan capaz como el hombre. Lo había demostrado en el campo del trabajo y su patriotismo y su valor no habían sido menores que los de los hombres en los frentes de guerra y en la defensa civil. Fueron llamadas a salir de su hogar por circunstancias del mundo que necesitaban de las mujeres, no sólo ya como madres y dueñas de casa, sino también para suplir la falta de brazos de que la guerra privó a los países. Las tareas domésticas y las responsabilidades de la maternidad no parecieron entonces incompatibles con la participación en las tareas de la fábrica y de la ciudadanía. Las mujeres probadas ya en el sacrificio, en circunstancias críticas demostraron también que su capacidad de trabajo, sus principios y su lealtad a la patria eran tan legítimos y firmes como los del otro sexo. Más que las luchas feministas de las heroínas del sufragio, convenció a los gobiernos y a la opinión pública la experiencia palpada en momentos de duras realidades. Antes de la primera guerra mundial sólo tres países habían otorgado a las mujeres la igualdad electoral con los hombres: Nueva Zelandia, Finlandia y Noruega, además de algunos Estados dentro de la Confederación Australiana y de la Federación de los Estados Unidos de América del Norte. Entre estos últimos el Estado de Wyoming fué el precursor, al extender el derecho de sufragio a las mujeres en el año 1869. En el curso de la primera guerra mundial o en los años que siguieron, la mayor parte de los grandes países del mundo otorgaron a la mujer el derecho al sufragio. Durante la segunda guerra e inmediatamente después de ella, un gran número de países, grandes y pequeños, reconocieron a la mujer este derecho. 44 LOS LA TRADICIÓN DERECHOS POLíTICOS DE LA MUJER ANTIFEMINISTA No obstante el considerable progreso en la obtención de los derechos políticos de la mujer, la mentalidad antifeminista y el imperio de creencias y tradiciones sociales profundas no desaparecieron. Si bien es cierto que disminuyó su influencia particularmente después de la primera guerra mundial, esta mentalidad está siempre presente y permanece fuerte, aun cuando varía de país en país. La creencia social tradicional que considera que la actividad de la mujer debe ser esencialmente familiar y privada está todavía en pie pero la participación de la mujer en la vida política en los tiempos actuales tiene el carácter de un intento de substituir esta vieja creencia por un sistema nuevo que admite la plena igualdad de los sexos en todos los terrenos. Este concepto se refleja cada vez más en las leyes, especialmente en el orden político, pero está lejos de ser totalmente admitido por las mentes y por las costumbres. La participación de las mujeres en la vida política, aún en este momento, es más una anticipación a la evolución social y a la transformación de la mentalidad y de las costumbres que una consecuencia de ello, y constituye por lo tanto un factor importante para acelerar el avance de las ideas y costumbres sociales. Si bien es cierto que la mayoría de las legislaciones del mundo reconocen el derecho al sufragio de las mujeres y que en algunas se conceden ciertos derechos civiles y económicos de la mujer en igualdad con el hombre, es igualmente cierto que en la práctica no existe verdadera igualdad en ningún país. El conflicto que se plantea entre la concepción moderna de la participación de la mujer en la vida política y la tradición antifeminista se revela en los problemas surgidos a propósito del sufragio femenino y del acceso de la mujer a la vida política en los diferentes países del mundo, tanto del Oriente como del Occidente; a veces estos conflictos no se manifiestan claramente, como puede ocurrir en los países occidentales, pero en ningún caso están ausentes. El desarrollo de los derechos de la mujer en el campo político no ha suprimido la primacía del hombre en esta materia ni la limitación de la mujer a las actividades familiares y privadas. Paradójicamente, esta limitación del campo de actividades de la mujer era menos notoria antes del nacimiento de los movimientos feministas en el mundo, cuando las viejas tradiciones ideológicas y sociales no eran perturbadas por conceptos modernos de igualdad entre los sexos y hombres y mujeres tomaban por natural y satisfactorio para las mujeres la restricción de sus actividades a las ocupaciones familiares y domésticas. La tradición antifeminista es, sin duda, más fuerte en los países latinos que en los países anglosajones y nórdicos y muy especialmente 45 LA MUJER CIUDADANA en los países latinos de Hispanoamérica. Uno de los factores que ha contribuído a apresurar la transformación de las costumbres es la emancipación económica de la mujer, pero ésta misma queda considerablemente limitada, especialmente en países de paulatino e incipiente desarrollo industrial como son los países latinoamericanos. Las mujeres que gozan de independencia económica constituyen una minoría en todos los países del mundo y ni la independencia económica ni el reconocimiento de los derechos políticos han hecho desaparecer una mentalidad general surgida de una tradición varias veces milenaria. La mentalidad primitiva que considera a la política como un asunto reservado exclusivamente a los hombres no ha desaparecido. La opinión pública en general es poco favorable a la actividad política de las mujeres y conserva celosamente la división tradicional de campos de actividad entre hombres y mujeres. El partido político, la tribuna, el parlamento y la vida política en general son el campo de los hombres y permanecen para la mentalidad pública como actividades típicamente masculinas. El hogar, los hijos y la familia son las actividades típicamente femeninas. Salir de ellas significa para las mujeres el riesgo de aparecer despojándose de su feminidad y abandonando sus obligaciones primordiales; así como la colaboración en las tareas domésticas puede significar para el hombre, en algunos países del mundo, la pérdida de cierto grado de masculinidad ante la opinión pública. Esto es especialmente cierto en los países latinos de América, pero sigue siéndolo, en mayor o menor grado, en todo el mundo, salvo acaso en los países de la Europa nórdica y en los Estados Unidos de América del Norte. Por lo tanto, aun hoy día, las mujeres que participan en la vida pública tienen caracteres de exploradoras en su esfuerzo por cambiar la mentalidad actual. La existencia actual de concepciones primitivas en este campo es corroborada por el hecho de que, en un buen número de países, la concesión del derecho de sufragio a las mujeres ha sido resultado de medidas revolucionarias tomadas por gobiernos provisionales. No ha habido un movimiento natural de las masas y de la opinión pública general que haya llegado a influenciar la actitud de los poderes públicos. La ley de sufragio femenino no ha sido, en estos casos, el producto de un procedimiento regular del poder legislativo, por una ley normalmente sancionada. En varios países de la Europa oriental y occidental y de América, los decretos de gobiernos revolucionarios que conceden el voto a la mujer han sido ratificados posteriormente por asambleas elegidas en virtud de disposiciones dictadas por esos gobiernos provisionales. No solamente la mentalidad masculina es desfavorable a la participación de las mujeres en las actividades públicas; la opinión 46 LOS DERECHOS POLÍTICOS DE LA MUJER femenina, en los diferentes países, no es distinta, en forma sensible, de la opinión pública global. La concesión del derecho al sufragio femenino no ha sido precisamente el resultado de actividades feministas. Salvo casos de excepción, las mujeres en general no han hecho grandes esfuerzos por lograr tal derecho. Lo han aceptado y lo ejercen con casi igual interés que los hombres aunque se abstienen de votar en mayor proporción que ellos. Las actividades feministas, en casi todos los países, han sido obra de minorías que han tratado de activar la opinión pública y casi no han encontrado eco en las masas de mujeres. Hoy día, en todo el mundo, las colectividades femeninas de carácter puramente político son escasas y están débilmente desarrolladas. Hay antecedentes para estimar que, salvo casos excepcionales, la opinión pública en general parece preferir estar representada por un hombre que por una mujer en las funciones públicas de gobierno. En el sistema electoral por listas de candidatos, en que se elimina de la lista el nombre de los candidatos rechazados, las candidaturas femeninas son borradas de las listas con más frecuencia que las de los hombres. Tampoco parecen las mujeres más favorables que los hombres a las candidaturas femeninas y, según observaciones hechas en algunos países, podría concluirse que en favor de las candidatas votan más hombres que mujeres. Es difícil estimar si el electorado femenino de otros países manifiesta una actitud semejante, sin lo cual no podría llegarse a una conclusión definitiva a este respecto, pero se puede decir que esto ocurre en algunos países hasta el momento. Los factores esenciales de esta resistencia femenina a la vida política no son fáciles de determinar y pueden ser de orden diverso, sin descartar cierta actitud psicológica de las mujeres frente a la participación en actividades públicas, que quizá es común a la mayoría de ellas. El ideal de la vida de toda mujer es casarse, fundar una familia y dedicar su actividad al hogar, al marido y a los hijos. Si bien es cierto que las exigencias de la vida económica y la participación de la mujer en el trabajo pueden influir en el debilitamiento de esta mentalidad en algunos países, es probable que esta actitud sea compartida por la mayoría de las mujeres; en cualquier caso, esta manera de pensar las hace considerar la política como una actividad natural y privativa del hombre y temen que su intervención disminuya las posibilidades de lograr el ideal de vida que se han forjado. Parecerían estimar que la intervención de la mujer en la política la despoja de las condiciones que el hombre busca en una esposa, lo cual podría ser un reflejo del difundido prejuicio entre los hombres de que la mujer política, y aun la mujer profesional, pierde parte de sus características femeninas y disminuye sus virtudes de esposa. Las consideraciones mencionadas constituyen la principal causa de lo que podría llamarse la mentalidad antifeminista de un 47 LA MUJER CIUDADANA gran número de mujeres en el mundo, mentalidad que, sin duda, es el obstáculo principal para el aumento de la participación de la mujer en la vida política. LA INFLUENCIA DE LA MUJER EN LA VIDA POLÍTICA Un análisis provisional del ejercicio, en la práctica del derecho de las mujeres al sufragio, demuestra que el voto femenino no ha modificado en forma considerable la vida política misma. El sufragio femenino, en su conjunto, no ha operado cambios profundos en la forma en que se reparten y agrupan las fuerzas políticas en el interior de los países. En algunos países, el temor de los partidos de derecha que se oponen a la concesión del sufragio femenino de que el voto de la mujer inclinara la balanza en favor de las fuerzas políticas de izquierda y el temor de éstas, en países en que la Iglesia católica goza de preeminencia, de que el voto de la mujer diera ventajas a los partidos políticos de derecha, ha resultado, en la práctica, no tener gran fundamento, El porcentaje de votos obtenido por los partidos de derecha y de izquierda en los países en que el contingente electoral ha aumentado con las mujeres no se ha modificado sensiblemente. Sin embargo, aunque la influencia del sufragio femenino no ha operado un cambio de significación en cuanto al porcentaje de electores obtenido por los partidos dentro de cada país -y la experiencia en un buen número de países demuestra que los partidos, tanto de derecha como de izquierda, han mantenido el mismo porcentaje de electores antes y después del sufragio femenino-, parece indiscutible que ha producido cambios en la línea política de los partidos. Determinados problemas han cobrado una importancia de primer plano desplazando a otros del centro de interés de los partidos. El voto femenino ha significado, sin duda, cierta modificación en los asuntos y problemas políticos. A pesar de la influencia, débil hasta ahora, de la mujer en los parlamentos de los diferentes países, debido al escaso número de representantes parlamentarias y de su reducidísima participación en la dirección política del Estado, la participación de las mujeres en la vida política ha tenido influencia en la naturaleza de los problemas que preocupan a los dirigentes de los países y ha contribuído a modificar las opiniones y la orientación de las iniciativas para llegar a soluciones concretas. No obstante el carácter necesariamente provisional de una afirmación de esta naturaleza es posible estimar que la acción indirecta de las mujeres en la dirección y orientación política de los países es de considerable importancia. La opinión pública femenina ha pesado considerablemente, en algunos de ellos, en la adopción de 48 LOS DERECHOS POLÍTICOS DE LA MUJER medidas legislativas o administrativas sobre problemas relacionados con la infancia, la familia, la educación, la salud pública, la prostitución y el alcoholismo. En general, los problemas de carácter social y los relacionados con la vida económica del hogar como los precios de los artículos de consumo, el abastecimiento y otros, son especialmente susceptibles de sufrir la influencia de la opinión pública femenina, tanto en la manera de abordarlos como en la de solucionarlos. ABSTENCIONISMO E INESTABILIDAD DEL VOTO DE LA MUJER El voto ha dado indudablemente a la mujer un medio evidente de ejercer presión. El hecho de que las mujeres parecen, más que los hombres, determinar la elección de sus candidatos según su propio interés concreto por determinados problemas, más que siguiendo las inspiraciones de determinados partidos políticos, aumenta esta influencia. Pero con todo, esta presión electoral directa es considerablemente limitada por la escasa participación electoral de las mujeres en general. La proporción de las abstenciones femeninas es, en general, superior a la de las abstenciones masculinas, aun cuando es difícil comprobar este hecho a ciencia cierta, debido a que en muchos países las mesas de votantes son mixtas. Pero donde hay mesas separadas para hombres y mujeres y se hace, por lo tanto, un escrutinio separado de los votos, los hechos son concluyentes. El porcentaje de sufragios femeninos emitidos en relación con el total de las electoras mujeres es considerablemente menor que el de sufragios masculinos emitidos en relación con el total de electores hombres. Aun cuando esta apreciación puede afirmarse sólo en la medida en que puede estimarse como un hecho probado, diversas circunstancias conducen a concluir que la participación electoral de la mujer es más débil que la del hombre, en la mayoría de los países. No es fácil determinar en forma definitiva, como ya se ha dicho, todas las probables causas de la diferencia de conducta entre hombres y mujeres con respecto a sus derechos políticos. Pero la fuerza de la mentalidad tradicional que domina aún en la sociedad actual contribuye a que se dé como causa de este menor interés de la mujer por los problemas políticos la preeminencia de las preocupaciones domésticas y caseras sobre las preocupaciones de orden colectivo de mayor alcance. Por otra parte, es digna de considerarse la posibilidad de que el menor interés de la mujer por los problemas políticos se deba a que las mujeres sólo desde hace poco tiempo participan en la vida política de sus respectivos países y carecen así de madurez política. El interés político puede estar en razón directa de la madurez política. 49 LA MUJER CIUDADANA La influencia de la mentalidad tradicional parece corroborarse por el hecho de que el porcentaje de abstencionismo femenino es mayor entre las mujeres que viven en el campo que entre las que viven en la ciudad y mayor entre las mujeres de más de cincuenta años que entre las menores de esta edad. Las mujeres de los centros urbanos y las mujeres más jóvenes parecen más activas en cuanto a participación electoral. La evolución de las costumbres y modos de vida tradicional es más lenta en las regiones rurales que en las ciudades y las mujeres de mayor edad son naturalmente más refractarias a despojarse de la mentalidad tradicional. Por otra parte, la inestabilidad del voto de las mujeres en relación con el de los hombres parece justificar las consideraciones sobre la madurez política de la mujer. En los países en donde existe una democracia política más desarrollada, las opiniones políticas individuales están encauzadas dentro de los partidos y son más estables, de modo tal que las diferencias de porcentaje de votos obtenidos por cada partido, de una elección a otra, es mínima y sólo se registra una variación marginal de votos flotantes. Dentro de este margen, la proporción de votos femeninos parece ser la mayor. El voto de la mujer parece ser más independiente que el de los hombres, menos tradicional y menos sujeto a las disciplinas partidistas. Es por lo tanto más inestable en lo que concierne a la manera de votar conforme a determinado partido en varias elecciones, lo que puede ser resultado de una falta de madurez política. En las democracias más antiguas, los electores hombres están acostumbrados a votar desde hace tiempo y han adquirido hábitos y tradiciones de partido que se reflejan en una actitud política habitual y permanente. En los países en que el procedimiento electoral ha sido establecido más recientemente, la inestabilidad de los votos es mucho mayor. Si la falta de experiencia y educación política de la mujer que determina su falta de madurez política es la causa de su escasa participación en la vida política y de su limitado interés por los asuntos públicos, ello permite esperar un certero progreso de la actitud ciudadana de las mujeres y un incremento de su influencia directa en la gestión del gobierno y de la política de sus respectivos países. PARTICIPACIÓN DIRECTA DE LA MUJER EN EL GOBIERNO YENELPARLAMENTO Cualesquiera que sean las causas a que puede atribuirse la débil participación de las mujeres en la vida ciudadana y política de sus países, la verdad es que la concesión de los derechos políticos a la mujer no ha hecho disminuir el dominio total de los hombres en la 50 LOS DERECHOS POLíTICOS DE LA MUJER dirección política de los países en que se ha reconocido el sufragio femenino. La proporción de mujeres en las tareas gubernativas en general es casi nula. El porcentaje de mujeres elegidas en los parlamentos de los diferentes países del mundo no parece ser superior al 5% en total. En los municipios la proporción no es considerablemente superior y aun, en algunos países, es inferior. En el gobierno mismo esta proporción es todavía menor. En 1949, de 59 países que habían otorgado a la mujer el derecho al voto solamente en ll una mujer ocupaba una cartera ministerial y en ninguno de ellos había más de una mujer en el gabinete. Solamente en uno de ellos el cargo ministerial desempeñado por una mujer tenía importancia política. Estas cifras no tienen tendencia alguna a aumentar, sino a estabilizarse. Aun en los países en que el sufragio femenino ha sido introducido hace más de treinta años, el número de mujeres parlamentarias se ha mantenido invariable. Aunque durante el período entre las dos guerras mundiales hubo un aumento de la participación de las mujeres en las actividades parlamentarias, se nota en la actualidad, en algunos países, una reducción de la representación ganada después de la segunda guerra mundial. Puede concluirse sobre la base de estos hechos que la participación directa de las mujeres en las actividades de elección y parlamentarias, así como en el gobierno mismo, es en conjunto sumamente débil y que a este respecto las mujeres de la mayor parte de los países del mundo se encuentran en una situación análoga. Si bien es cierto que la participación de las mujeres en las elecciones ha contribuído, en cierta medida, a transformar la mentalidad política y a modificar la actuación de los gobernantes y dirigentes políticos, no lo es menos que esta acción indirecta, que está aun lejos de ser satisfactoria, debe ir acompañada de una participación directa en las tareas parlamentarias y en la dirección del gobierno. LA MUJER Y LOS PARTIDOS POLÍTICOS La proporción de mujeres inscritas en los partidos políticos es considerablemente menor que la de los hombres, aun en aquellos países de larga tradición democrática en que las corrientes de opinión están cristalizadas en los tradicionales partidos políticos de izquierda y derecha. Aun cuando los datos de que se dispone no son concluyentes para afirmar en forma definitiva que las mujeres muestran cierta tendencia a preferir los partidos políticos de influencia religiosa, este hecho es efectivo en algunos países. Por otra parte, parecen ser los partidos de izquierda los que tienen mayor interés por el ingreso de 51 LA MUJER CIUDADANA mujeres en sus filas y por llevar mujeres al parlamento o al gobierno, aun cuando no son, en general, los mayores beneficiarios de los sufragios femeninos. En cualquier caso, tanto en los partidos de derecha como en los de izquierda las mujeres representan una minoría y su participación en los comités directivos u organismos ejecutivos de los partidos es casi nula. De igual modo, las mujeres han ocupado hasta el momento posiciones subalternas en las candidaturas presentadas por los partidos, tanto en las elecciones parlamentarias como en las municipales. En los países en que rige el sistema electoral de votación por lista, las mujeres van en aquellos lugares de la lista que ofrecen mayor riesgo al candidato de no obtener el número de votos necesario; y son, generalmente, presentadas por aquellas circunscripciones electorales en que el partido tiene menos probabilidades de triunfar. En los partidos, las mujeres encuentran menor resistencia para ser presentadas como candidatas en un sistema electoral de lista, en que la persona del candidato es secundaria, que en un sistema de votación unipersonal, en que la persona del candidato desempeña un papel muy importante. A este respecto podría pensarse que los partidos se hacen cargo de la oposición, latente en la opinión pública, a la intervención de las mujeres en la política, y no quieren afrontar el riesgo de debilitar sus posibilidades presentando candidatos que cuentan de antemano con un prejuicio desfavorable. La tendencia a reservar a las candidatas las circunscripciones perdidas de antemano puede deberse tanto a la ambición de los hombres por conservar su dominio en los partidos políticos como al deseo de éstos últimos de asegurarse todas las posibilidades de triunfo sin agregara los riesgos habituales a toda elección el antagonismo de la opinión pública frente a determinados candidatos. Esto ocurre, especialmente, en los períodos en que determinado partido no cuenta con la opinión pública a su favor. Las mujeres, en general, no han aprovechado debidamente la victoria política que significa la obtención del sufragio. Cierto es que cuando se enfrentan con el mundo político se encuentran con que está dominado por los hombres, que han tenido las responsabilidades y han gozado de los privilegios del gobierno democrático durante siglos. Las riendas del gobierno habían estado exclusivamente en sus manos y el campo de la política estaba, y sigue estando, dominado por ellos. Ceder el poder o compartirlo es un acto que pocas veces se ejecuta de buena gana; y la entrada de la mujer en el campo político fué considerada por algunos como una intromisión en terrenos que estaban exclusivamente reservados a los hombres. Es justo señalar que las mujeres, antes de obtener el derecho al sufragio, no pueden adquirir la experiencia política que los hombres poseen, para participar en los asuntos públicos. Pero la falta de 52 LOS DERECHOS POLíTICOS DE LA MUJER experiencia y de madurez política no justifica que la mujer se considere a sí misma como una permanente «aficionada» en política y esté dispuesta a ser solamente la trabajadora voluntaria que desempeña tareas menores, sin otro aliciente que satisfacer su espíritu de servicio y su interés público, sin perspectiva de recompensa alguna. La actitud de las mujeres en los partidos políticos no concuerda con la igualdad política por ellas lograda. La mujer parece medir su participación en el partido político a que pertenece por su sacrificio y por las horas de su tiempo que dedica al servicio del partido, más que por la influencia de su opinión dentro de los organismos que determinan la política del partido. El fracaso no depende de su capacidad, ni de la cantidad de trabajo realizado en favor del partido, sino que estriba, en la práctica, en su deficiencia como miembro participante cuya voz responsable influya en la formulación del plan de acción del partido. No hay nada que justifique esta actitud. Las cualidades que se requieren para ser un buen político las poseen por igual ambos sexos. Por otra parte, la prolongada lucha sostenida en algunos países por la obtención del sufragio ha acostumbrado a las mujeres a trabajar eficientemente y a ganar su causa no solamente fuera de los partidos políticos sino, muchas veces, a pesar de su obstinada oposición. Muchas de ellas miran a los partidos como males necesarios de la democracia, corrompidos y guiados por intereses personalistas, que la mujer debe evitar para no contaminarse con los vicios políticos de los hombres. Una vez obtenido el sufragio, desaparece generalmente la unidad de acción de las mujeres, pierden el poder de votantes organizadas y se transforman en miles de votantes individuales, sin propósito ni intereses definidos y uniformes. En vez de ingresar en los partidos políticos dispuestas a mejorar sus técnicas y a elevar el nivel de su acción, buscan la independencia fuera de ellos, con lo cual arrancan de raíz las potencialidades de su poder político. No logran, en general, darse cuenta de que el partido político es el mejor y acaso el único instrumento eficaz de vigilancia sobre el gobierno y constituye un medio de expresar la opinión pública organizada. Sin los partidos, el sistema del gobierno democrático iría a la deriva, sin dirección ni orientación. Ellos determinan constantemente la orientación del gobierno, movilizan a las mayorías y a las minorías, todo lo cual hace posible el funcionamiento del gobierno representativo. Las poquísimas mujeres que han obtenido cargos de responsabilidad en el gobierno y en el parlamento están debilitando paulatinamente éstas y otras actitudes surgidas de la reducida experiencia y del erróneo enfoque, por parte de la mujer, de su papel político y ciudadano, pero no han conseguido borrar todavía las inhibiciones que la mujer sufre en su período de adaptación, relativamente corto, 53 LA MUJER CIUDADANA a sus nuevas obligaciones en la sociedad moderna. La transformación social que indudablemente deberá ocurrir para que se produzca la plena participación política de esta nueva clase de votantes constituída por las mujeres podrá medirse por el número de mujeres en cargos clave en los partidos políticos y por su proporción en el parlamento y en el gobierno. Pero, a menos que las mujeres mismas abandonen estos prejuicios y el concepto anticuado del papel de la mujer que el tiempo y las circunstancias han dejado atrás, el obstáculo que miles de mujeres oponen al progreso de su participación cívica no desaparecerá. Cualesquiera que sean las causas de la escasa participación de la mujer en los partidos y en la vida política en general, depende de las mujeres mismas el que se atenúen y lleguen a desaparecer. Cuando las mujeres se den cuenta cabal de la naturaleza y del alcanze de sus responsabilidades políticas, ellas mismas exigirán, dentro de los organismos de los partidos políticos respectivos, un puesto de mayor importancia. Entonces, como un hecho natural, llegarán a incorporarse a los organismos que formulan la política de un partido. Mientras tanto, será necesario luchar por obtener esos puestos y el éxito de la lucha dependerá del mayor grado de conciencia que las mujeres alcancen sobre el poder político que representan. 54 CAPÍTULO IV PAPEL ECONÓMICO DE LA MUJER DENTRO DE LA SOCIEDAD ACTUAL La revolución industrial y la transformación económica que produjo como consecuencia constituyen uno de los cambios más fundamentales que registra la historia de la humanidad. El paso de la agricultura a la industria trajo consigo la multiplicación de la maquinaria, lo que provocó la producción en gran escala y el abaratamiento de los productos. La fábrica sustituyó la producción del hogar y eliminó gran parte de las múltiples tareas que antes desempeñaba la mujer. Con el cambio de la economía agrícola a la economía industrial, la población de las aldeas se trasladó a las ciudades, cuyo crecimiento abrió paso a las grandes metrópolis. Se produjo la expansión de la ciencia y del pensamiento y las antiguas monarquías y aristocracias fueron cediendo ante las democracias. En la economía agrícola, la familia labriega constituía una unidad de producción que compartía tanto las faenas de la tierra como el aprovechamiento de sus frutos. El hogar era una fábrica pequeña y complicada en la que se producían las materias primas y se elaboraban para transformarlas en artículos de alimentación, vestuario y vivienda. La industria era, pues, doméstica y se desarrollaba en los hogares a través de diversas ocupaciones y funciones. Todos los miembros de la familia trabajaban y vivían en el hogar común. El marido trabajaba la tierra o ejercía algún oficio, mientras la mujer hilaba, tejía, confeccionaba el alimento y el vestuario, cuidaba la huerta, fabricaba las velas, el jabón y la cerveza, además de las alfombras y los hilados para la ropa blanca; enseñaba a sus hijas los diferentes oficios y alimentaba a los aprendices y trabajadores. Los trabajos del hogar y las responsabilidades de la subsistencia eran compartidos por igual por marido y mujer. Al surgir las fábricas, hombres, mujeres y jóvenes comenzaron a alejarse del hogar y de la familia y el hogar del antiguo tipo quedó eliminado. Los hombres, en vez de trabajar en el campo, trabajaron en las fábricas; progresaron los inventos mecánicos y la vida se hizo cada vez más complicada. Los campos fueron prácticamente absorbidos por las fábricas y sus recursos naturales y el potencia1 humano fueron aprovechados por las ciudades. El modo de vivir se 55 LA MUJER CIUDADANA modificó profundamente y las instituciones fundamentales, como el hogar y la familia, sufrieron una gran transformación. Con la multiplicación de las máquinas, la situación de la mujer cambió fundamentalmente. En el hogar agrícola se ganaba la vida ampliamente desempeñando las diversas y variadas tareas que le eran peculiares. Los hijos representaban mano de obra que incrementaría la producción del hogar y producirían más beneficios que lo que costaba su alimentación y vestuario, sin que hubiera que hacer frente a los gastos de su educación. Se miraba con simpatía a las familias numerosas, la maternidad era sagrada y no se pensaba siquiera en limitar los nacimientos. El maquinismo arrancó a la mujer de las faenas del hogar e impulsó su ingreso en las fábricas. Al mismo tiempo, la elevación del nivel de vida creó nuevas necesidades económicas a que había que hacer frente. De este modo, las mujeres empezaron a recorrer caminos que durante siglos habían estado reservado a los hombres y la emancipación de la mujer no fué sino una consecuencia más de la revolución industrial. El progreso de la maquinaria trajo consigo la industrialización en gran escala del trabajo de la mujer. Los patrones prefirieron a las obreras, porque trabajaban por menos salario que los hombres y empezaron a buscar medios para atraerlas a las fábricas. En 1882, los fabricantes ingleses propusieron a la Cámara de los Comunes una disposición en virtud de la cual las mujeres gozaran del privilegio de administrar independientemente el dinero producido por su trabajo. LA MUJER FRENTE A LA NUEVA SOCIEDAD INDUSTRIAL Los profundos cambios sociales producidos por la sociedad industrial han puesto a la mujer en la necesidad de adaptarse y de ajustar su papel económico a las circunstancias actuales. Al igual que en el caso de su participación en la vida política, se oponen a esta adaptación viejas barreras de anticuadas actitudes y prejuicios. La concepción de su papel dentro de la nueva sociedad industrial está influida por el concepto que las generaciones anteriores tenían de la función de la dueña de casa en el hogar agrario. Debido a esto, la mujer moderna no ha logrado amoldarse del todo a las nuevas condiciones del mundo en la forma en que las circunstancias lo exigen. La$ modalidades de la sociedad actual requieren que el papel económico que la mujer desempeña dentro de ella sea considerado con arreglo a estas circunstancias. La importancia de la mujer en el mercado del trabajo aumenta 56 PAPEL ECONÓMICO DE LA MUJER en proporción directa al avance de la industrialización, especialmente en los países que se encuentran en las primeras etapas de su desarrollo. Como consecuencia, su importancia en los sindicatos obreros y profesionales también progresa. A medida que esto ocurre, la necesidad de arbitrar los recursos que hagan compatibles las tareas y responsabilidades del hogar con el trabajo fuera de él se hace cada vez más imperiosa. En los países industrializados en gran escala, el factor humano en la economía, o sea el trabajador mismo, merece tanta preocupación como los propios recursos naturales que constituyen la base de la economía. El valor de la vida y el bienestar de los trabajadores es considerado en el mismo nivel que los recursos minerales, forestales o agrícolas de un país. Actualmente se tiende a considerar la producción de riqueza no como un fin en sí misma, sino como un medio de procurar el bienestar humano, que es el verdadero fin. Este cambio de actitud refuerza la importancia del hombre y de la mujer trabajadores y pone más de manifiesto la relación que existe entre la participación de la mujer en la economía y la orientación de una política económica con miras a su bienestar. En la época de la economía agrícola, la aportación de la mujer a la prosperidad de la sociedad era apreciada. Sus servicios eran reconocidos y su función en la producción del hogar era valorizada. Constituía un importante elemento motor en la complejidad del hogar agrícola. En el mundo actual, su papel de dueña de casa es menospreciado por la sociedad. Existen hoy innumerables dificultades que le impiden hacer valer la importancia de su aportación al funcionamiento normal y a la estabilidad económica de su país. Pero aunque su papel económico de dueña de casa sea considerado como una aportación sin importancia, el hogar sigue siendo la base de la sociedad, y en él la mujer es tan importante como antes. Cierto es que ya no produce ni elabora los artículos básicos del consumo y de la vida del hogar. Los alimentos, el vestuario y demás necesidades son problemas que la fábrica resuelve. La invención de medios mecánicos que reemplazan al trabajo manual ha aliviado las tareas del hogar. Sin embargo, las nuevas exigencias impuestas por un nivel de vida superior y una lucha económica más difícil en una sociedad individualista donde la competencia es más estrecha han obligado a la mujer a emplear el tiempo y las energías ahorradas en trabajos remunerados fuera del hogar. En una sociedad en que el dinero se ha convertido en un elemento de vida indispensable, en que la producción en gran escala ha substituído a la producción del hogar y en que la fábrica ha absorbido todos los recursos humanos y naturales, el trabajo remunerado fuera del hogar es una necesidad. Pero a medida que se ha elevado el nivel de vida y el trabajo remunerado ha aumentado en prestigio, el trabajo de la mujer en 57 LA MUJER CIUDADANA el hogar, que no se evalúa en términos monetarios, ha ido perdiendo importancia. Las oportunidades de educación y de desarrollo profesional de la mujer, aunque inferiores a las del hombre hasta hoy, se han extendido, y un mayor número de mujeres ha ido logrando obtener educación secundaria, técnica y universitaria que las habilita para el trabajo. La ocupación remunerada ha llegado a asociarse, en la mujer, a la idea de independencia y de libre desarrollo de su personalidad; y el derecho a ser económicamente independientes constituye para muchas, por lo menos en teoría, el derecho a escoger entre formar un hogar o ganarse independientemente el sustento diario. Las feministas del siglo XIX, que lucharon por romper las cadenas que esclavizaban a la mujer, pedían el reconocimiento del derecho al trabajo como uno de los derechos inalienables de la mujer. De este modo, el trabajo remunerado ha llegado a significar prestigio y éxito, en perjuicio de la valorización del trabajo en el hogar. En la mayoría de los países, la mujer que desempeña sistemáticamente un trabajo fuera del hogar ha adquirido prestigio y las propias mujeres la consideran superior a la «simple dueña de casa ». Los servicios y cuidados indispensables que presta la dueña de casa a los miembros de la familia que ganan un salario no son considerados como intercambio de servicios y cooperación mutua y necesaria entre ellos, ni como aportación fundamental a la estabilidad del hogar, de la familia y de la sociedad, sino como sujeción económica de la mujer, a pesar de ser ella la que maneja la mayor parte del presupuesto de la familia. La dueña de casa es, por lo tanto, la mayor consumidora y la primera víctima de la inflación de precios, de la escasez de artículos esenciales, de la mala distribución de los artículos de consumo, del acaparamiento, de la especulación, de los intermediarios y de otra serie de males económicos de la sociedad actual; es el miembro del grupo familiar al que beneficia o perjudica, en primer término, la política económica de un país. Sin embargo, a pesar del prestigio que ha ido adquiriendo el trabajo remunerado, la posición y la proporción de las mujeres en las fuerzas del trabajo en los diferentes países no ha sido, hasta ahora, debidamente valorada. Las dos guerras mundiales llevaron a las fábricas a millones de mujeres. Al término de la segunda guerra había muchos millones de mujeres trabajando como obreras industriales. Hoy las mujeres trabajadoras constituyen una parte importante de las fuerzas del trabajo en el mundo, aun cuando su importancia colectiva no se advierta. La mujer que se ocupa en trabajos remunerados no es ya una excepción y la cifra de mujeres casadas que trabajan en las fábricas es sorprendentemente alta, como la de las mujeres viudas o separadas que son al mismo tiempo jefes de hogar. En el mundo, el número de mujeres que desempeñan el doble oficio de trabajadores y dueñas de casa es muy considerable; las 58 PAPEL ECONÓMICO DE LA MUJER mujeres a quienes las exigencias económicas han arrastrado dentro de la complicada maquinaria de nuestra sociedad industrial suman millones. No obstante, ni la mujer dueña de casa ni la mujer trabajadora han usado jamás su fuerza colectiva para influir en la solución de los problemas económicos que les conciernen. Las mujeres consumidoras han concertado, en algunos países, una acción colectiva para defenderse contra la escasez de los artículos de primera necesidad, el alza de los precios y la especulación, pero esta acción ha sido dirigida específicamente a modificar determinadas circunstancias y ha sido, por lo tanto, esporádica. Tampoco han utilizado su poder colectivo las mujeres ocupadas en trabajos remunerados. La legislación del trabajo, en la mayoría de los países y en lo que se refiere al trabajo de la mujer, contiene numerosas disposiciones discriminatorias contra ella relativas a salario mínimo, prohibiciones, e igual remuneración por trabajo de igual valor. La actuación de la mujer en las asociaciones gremiales y sindicatos ha sido un tanto semejante a la que ha tenido en los partidos políticos y su voz no tiene mayor influencia en las decisiones que determinan la política del sindicato. Encuentra dentro de ellos la misma resistencia que encuentra dentro de los partidos, cada vez que pretende ascender del papel de abnegada ejecutora de tareas mínimas al de miembro que aspira a participar en las decisiones fundamentales que determinan las bases de acción y la orientación del gremio. Pero, en la sociedad moderna, los problemas económicos y los problemas políticos no pueden separarse. La manera de resolver los problemas de orden político influye en la manera de resolver los problemas económicos de un país. Por otra parte, la participación del ciudadano en la vida económica y en la vida política de su país se determinan mutuamente. La falta de poder político efectivo de las mujeres quizá se debe, en general, a la dependencia económica en que han estado durante generaciones. 0 bien, esta dependencia, de la que no ha logrado liberarse, puede ser la consecuencia de su escasa influencia y participación política. La responsabilidad y los intereses de la mujer como trabajadora y dueña de casa están estrechamente ligados a su participación y responsabilidad en la vida política. No reconocer este hecho equivaldría a resignarse a que su participación en la vida económica no sea nunca debidamente aquilatada. La mujer consumidora y productora tendrá que modificar e intensificar su sentido de responsabilidad política. Su función social será apreciada y valorada sólo en la media en que pueda influir en la solución de los problemas económicos. Su contribución a la economía es más importante de lo que la mujer misma estima. Pero SU poder e influencia, mayores de lo que pueda imaginarse, no tendrán 59 LA MUJER CIUDADANA valor mientras no los transforme en un poder organizado y consciente que se aplique a los problemas en que la mujer es la primera víctima, o la principal beneficiaria si son acertadamente solucionados. Es la mujer la primera interesada en lograr que se busquen los caminos y se arbitren los medios para adaptar las condiciones de vida a su papel actual. Las dobles funciones de trabajadora y dueña de casa, de consumidora y productora, que la estructura y condiciones de la sociedad actual la obliga a desempeñar, no deben ser obstáculo para sus responsabilidades en el hogar y en la familia. El medio para influir en la dirección de una política económica que se adapte a las realidades a que la mujer trabajadora tiene que hacer frente, sea por la extensión de los servicios sociales y de previsión, la asignación familiar, las garantías a la maternidad, la amplicación de los servicios del Estado para el cuidado de los hijos antes de la edad escolar, etc. lo provee el derecho de la mujer al voto. El uso de la fuerza colectiva organizada debe ser expresión de las aspiraciones de un sector importante de la producción a lograr una política que dé a la mujer la consideración que reclama la importancia del papel que desempeña en la vida económica. Su contribución a la sociedad será verdaderamente respetada solamente cuando la mujer conquiste este prestigio mediante ejercicio de sus derechos políticos para influir en los respectivos poderes públicos que administran la soberanía que los ciudadanos les han conferido por el sufragio. Las cortapisas que traban y dificultan el trabajo de la mujer desaparecerán cuando sus energías, que los cambios sociales sustrajeron de las labores domésticas, sean aplicadas para abrirse el camino de todas las actividades, en condiciones de igualdad con el hombre y de justicia social. Para hacer desaparecer las discriminaciones contra el trabajo de la mujer que aún subsisten, es necesario que la mujer actúe en la vida política, porque los privilegios y las desigualdades existentes serán siempre defendidos con barreras legislativas que es necesario derribar. 60 CAPÍTULO EDUCACIÓN V CíVICA DE LA MUJER El presente capítulo se refiere al papel de la mujer en el hogar y en la familia, en el medio local y en la nación y se ha adoptado para estos temas un tratamiento distinto del dado alas materias anteriores. Se trata, en este caso, de temas suficientemente conocidos por las mujeres en general, y acerca de los cuales hemos creído más importante que desarrollar su contenido ofrecer un procedimiento o método que, al mismo tiempo que fije una orientación social y política moderna, proporcione los elementos metodológicos necesarios para que las dirigentes de organizaciones femeninas y las maestras puedan estimular su estudio y discusión entre las mujeres y las estudiantes. La guía metodológica comprende cinco partes : la introducción, los objetivos, el esquema de materias, las generalizaciones y las actividades y ejercicios, cada una de las cuales cumple una función determinada en el estudio del tema. La introducción define el tema, establece su importancia y alcance y suscita el interés en su estudio, en otras palabras, está destinada a motivar al estudiante. Los objetivos fijan las metas que nos proponemos alcanzar, en términos de conceptos, generalizaciones, actitudes o apreciaciones y sirven para guiar y dirigir nuestro proceso de estudio. El esquema de materias presenta, en líneas generales, el contenido del tema y fija, de este modc, los límites del mismo y las materias que comprende. Las generalizaciones constituyen las conclusiones provisionales que se proponen para orientar el proceso de discusión y estudio del tema, y, finalmente, las actividades y ejercicios comprenden cuestionarios, observaciones, temas de ensayo, foros o debates y otros, y están destinados a estimular el pensamiento de las mujeres mediante el planteamiento de problemas y la realización de actividades de variada índole. De este modo, creemos dar un carácter activo al proceso de formación cívica de la mujer, sacándolo del plano puramente expositivo y teórico en que, generalmente, se le plantea. Deseamos dejar constancia de que estas guías metodológicas no pretenden abarcar todos los aspectos o problemas que comprende cada tema ni tampoco incluir todos los procedimientos o técnicas 61 “.- ___.... -. .^.-- ___ .- .,._ - . .- ..-- LA MUJER CIUDADANA que podrían aplicarse; se ofrecen únicamente a manera de indicaciones para las maestras y dirigentes de grupos femeninos y se recomienda que cada fase del estudio se discuta ampliamente y se estimule a las mujeres a plantear otros problemas, a formular con sus propias palabras los objetivos y generalizaciones y aún a proponer otros, y a sugerir nuevas actividades y ejercicios. En otras palabras, deseamos solamente ayudar a las mujeres a organizar e interpretar la rica y variada experiencia que ya poseen en relación con su hogar, su medio local y su nación, alrededor de ciertos objetivos y generalizaciones, de modo que puedan formarse un criterio que oriente su acción ciudadana y dispongan de un caudal de experiencia consciente y organizada acerca de estos temas, que les permita participar en forma activa e inteligente en el estudio y solución de los problemas del hogar y de la familia y del medio local y nacional. LA MUJER EN EL HOGAR Y EN LA FAMILIA Es evidente que en nuestra época la institución de la familia ha experimentado transformaciones muy importantes. Los cambios de nuestra sociedad, debidos al desarrollo de la técnica y del industrialismo moderno, han repercutido en la familia, como lógica consecuencia. Sobre todo en los medios urbanos, la familia presenta hoy caracteres que la hacen diferenciarse de lo que era en épocas anteriores. El número de sus miembros es más reducido y el grupo familiar comprende casi exclusivamente a los padres y los hijos, siendo frecuentes los matrimonios sin hijos o con uno solo. Ya no viven allegados a la familia otros miembros o parientes, a no ser por razones muy determinadas y especiales. En la familia actual se percibe, por otra parte, el hecho de que muchas funciones que eran antes de su exclusividad han sido transferidas a otras instituciones u otros grupos. La familia no es ya el típico grupo de antaño, que económicamente se bastaba a sí mismo y cuyos miembros se empleaban en actividades de producción de bienes y servicios para el propio grupo. En las grandes ciudades, las familias dependen hoy de empresas comerciales para muchos de estos servicios, algunos tan elementales como el aseo de la casa, la confección de alimentos, etc. Cada vez más, instituciones sociales diferentes de la familia ejercen funciones de enseñanza, recreación, protección a la salud y otras, antes consideradas de imposible ejercicio fuera de la familia. La vida moderna, que ha exigido la incorporación de la mujer a la vida económica activa y su participación en diferentes ambientes culturales en un plano de igualdad con los hombres, ha impuesto 62 EDUCACIÓN CíVICA DE LA MUJER a la vida del hogar condiciones muy características. Ello significa, naturalmente, que las formas de relación entre los individuos del grupo familiar se plantean hoy en un plano diferente y que los problemas del hogar exigen otro tipo de soluciones. La familia, por lo demás, muestra hoy un tipo de organización más democrático. Se tiende a la supresión del excesivo autoritarismo del jefe de familia que hacía de ésta una institución autocrática semejante, en muchos aspectos, a los viejos grupos patriarcales. En la actualidad los miembros de la familia viven con autonomía personal y pueden desarrollarse como miembros de una sociedad que garantiza el respeto a su independencia como individuos. Los cónyuges se tratan entre sí sobre una base de igualdad y los problemas del hogar pueden ser resueltos por deliberación entre los elementos que lo forman. Los aspectos y características indicados explican la importancia adquirida por las instituciones públicas. Hoy se trata de conseguir, por ejemplo, una mayor permanencia del niño en la escuela a fin de suplir con ello funciones que la familia, por sus reducidas proporciones, por la ausencia más prolongada de los padres o por falta de espacio en la casa, no puede cumplir. El auge de las formas comercializadas de recreación es una demostración de la forma en que ha variado el tipo de vida de los niños y los jóvenes, en consonancia con las variaciones sufridas por la familia. iEstá el hogar moderno sometido a un mayor número de factores de inestabilidad? Muchos hechos parecen demostrarlo. Los conflictos de variada especie, el aumento del número de divorcios, las separaciones frecuentes, los problemas relativos a situaciones irregulares de niños y jóvenes, constituyen algunos de los índices de lo que muchos han llamado la crisis de la familia moderna. Como ya hemos dicho, las condiciones de cambio de nuestras culturas contemporáneas han influído mucho en la institución de la familia; y ello explica que, por las dificultades o el retraso con que nos adaptamos a las nuevas condiciones, se produzca el problema designado con pesimismo como la «decadencia de la familia». Muchos añoran los viejos tiempos patriarcales y desearían que volvieran sus condiciones, para felicidad de todos. Es una cómoda añoranza, pero no una solución. Las comunidades modernas no pueden existir ajenas a las nuevas condiciones que la técnica les ha impuesto y, aún más, en el grado de interdependencia en que vive el mundo de nuestros días, será en adelante imposible encontrar esos territorios aislados o sectores excepcionales en que la vida pudiera seguir desenvolviéndose a la vieja usanza, como si nada hubiera sucedido. La familia ha sido sometida a cambios, a duras pruebas; actúan sobre ella factores diversos que comprometen muchas veces su solidez 63 LA MUJER CIUDADANA y estabilidad; pero no por eso ha dejado de tener la importancia que le corresponde como célula esencial de la sociedad. No nos corresponde en nuestros tiempos declarar en quiebra nuestra institución fundamental, ni pensar que somos incapaces de regirla con la eficiencia con que lo hicieron nuestros antepasados. Poseemos bienes culturales de un valor inestimable que son accesibles para la generalidad de los miembros de la sociedad; las posibilidades de desarrollo de personalidades eficientes y bien dotadas son más claras hoy que en cualquier época anterior; los avances de las ciencias sociales y la mejor administración del Estado constituyen factores de primera calidad para la solución de problemas que antes eran insolubles. Todo ello nos coloca en un terreno muy especial y no podemos, por consiguiente, decir que estamos fracasando o mirar con pena hacia el pasado. Nos corresponde, sí, adoptar una serena actitud de reflexión cultural y utilizar cuanto tenemos a nuestro alcance para conseguir que la familia moderna siga cumpliendo con eficiencia el papel que le corresponde hoy tanto como antes. El análisis de las características de la familia actual y de sus cambios debe hacerse considerándola como un elemento dentro de un todo complejo, que es la sociedad; y sabiendo que cuanto en ella comprobamos tiene su correspondencia en los cambios producidos también en otras instituciones. La familia es el más importante de los grupos sociales y, más aún, constituye el elemento indispensable de toda comunidad. Es el núcleo básico de nuestra sociedad en nuestro tipo de cultura. Además de la función de reproducción de la especie, corresponde a la familia la organización del medio favorable en que habrá de desarrollarse la personalidad del niño. Para ello deben tomarse en cuenta las características de la sociedad en que vivimos y por lo tanto el tipo de responsabilidad que es necesario asumir. Si se desea que esta función se ejerza con eficacia, es preciso que los componentes de la familia posean una clara visión de la sociedad y de la cultura contemporáneas y estén dotados del criterio más conveniente para el cumplimiento de su deber. A los padres incumbe hoy una tarea más difícil, que requiere, por consiguiente, una mayor preparación. Deben abordar el complejo problema de proporcionar a sus hijos las mejores condiciones para vivir en una sociedad que cambia y dotarlos de los medios para comprender esos cambios y utilizar todo cuanto la cultura moderna les presenta. Para conseguirlo es preciso que los jefes de hogares, hombres y mujeres, reciban la información necesaria y tengan a su alcance los medios de hacer frente con éxito a las responsabilidades que les corresponden. Cuanto se haga en este sentido será una verdadera inversión de capital en la sociedad, cuya ganancia consistirá en 64 EDUCACIÓN CÍVICA DE LA MUJER mayor confianza en nuestra cultura y en mayores posibilidades de felicidad para todos. Si coordinamos la acción de la familia con las funciones que ejerce la escuela, con los órganos técnicos y legales del Estado, es decir, si conseguimos una reorganización de nuestras comunidades basada en los valores sociales fundamentales, evitaremos en el porvenir que los cambios a que se encuentra sometida la familia como institución sean perjudiciales para nuestro bienestar. La elevación del nivel cultural de la mujer y su acceso a los derechos y garantías de ciudadanas, en igualdad de condiciones con los hombres, es un factor positivo en nuestra sociedad moderna, porque significa una aportación de mayor preocupación y de estudio para organizarnos en mejor forma. Pero las generaciones actuales tienen el deber de comprender que han llegado sin una formación adecuada a enfrentarse con las responsabilidades del presente. Hay que cubrir un déficit, necesariamente. En cuanto a las masas en general, la tarea que se impone consiste en la extirpación del analfabetismo y en la incorporación del pueblo al goce de los bienes culturales mediante la educación fundamental. En cuanto a la sociedad en su conjunto, el problema es el de organizar la educación para llegar realmente a la eficiencia social. Específicamente, la mujer debe ocupar su puesto de combate en esta campaña, para obtener más garantías de armonía social. Su actitud es esencial para conseguir la estabilidad del hogar y, por lo tanto, la consolidación de nuestra sociedad. La educación dada a las mujeres hasta ahora ha sido muy insuficiente, con olvido de aspectos esenciales en la formación de la mujer para la vida actual. Es de esperar que los educadores de nuestra época, al reformar la enseñanza, presten atención especial a la formación cívica de los educandos y proporcionen a las mujeres una formación específica. La educación que se requiere para lograr la estabilidad del hogar no es meramente la instrucción formal de la escuela; debe ser dirigida especialmente hacia la educación del carácter. El civismo equivale a una actitud constructiva ante los problemas sociales. Tiene un valor inestimable al fundarse sobre una actitud reflexiva y sobre una serena información. El ciudadano está presente, tanto en el hogar como en la vida política local, nacional e internacional. Es comprensible, por ello, que cuanto se haga por elevar el nivel ciudadano favorecerá integralmente a nuestra sociedad. La mujer que se incorpora en nuestra época, con todo entusiasmo, a la vida ciudadana está interesada en hacerse cargo de sus nuevas responsabilidades con seriedad y rectitud. Todo lo que pueda favorecer este entusiasmo tendrá la trascendencia de una labor de perfeccionamiento social en el mundo entero. 65 LA MUJER CIUDADANA OBJETIVOS 1. Comprender la importancia de la familia como núcleo básico de nuestra sociedad. 2. Apreciar la forma en que ha influído en la familia el proceso de cambio de nuestra sociedad contemporánea. 3. Afirmar que la buena organización de la familia constituye la base de una vida más satisfactoria para el individuo y para la comunidad. 4. Proporcionar conceptos claros sobre las funciones que corresponden a la familia. 5. Indicar los aspectos de mayor interés en la evolución de la institución familiar. 6. Obtener una actitud de seria reflexión con respecto a la forma en que deben ser abordados los problemas de la familia en nuestra época y en nuestras comunidades. 7. Lograr una consideración serena y efectiva del papel que corresponde a la mujer en la sociedad moderna y de su importancia en la solución de los problemas sociales. 8. Señalar el valor de la educación como condicibn para alcanzar mejores formas de convivencia social. 9. Valorar los problemas de la juventud para atraer más sobre ellos la atención de los adultos. 10. Suscitar una actitud de aprecio por la organización democrática. ll. Incitar a las mujeres a la consideración y el aprecio de sus responsabilidades ciudadanas. 12. Poner de manifiesto la necesidad de abordar los problemas del hogar asignándoles la importancia extraordinaria que tienen. ESQUEMA DE MATERIAS .Ntustra sociedad contempordnea. 1. Importancia de la revolución industrial. a) El desarrollo de la gran industria; b) Los avances científicos y técnicos; c) El mejoramiento de los medios de transporte y de las vías de comunicacibn; d) El gran capitalismo y la extensi6n de la clase obrera; e) Interdependencia mundial. 2. Los grandes cambios sociales. a) Incremento de la población urbana; b) Mejoramiento de las condiciones de higiene pública; c) Elevación del nivel de vida; d) Ampliación de las posibilidades de la educación; e) Democratización de las instituciones sociales y políticas; f) Igualación progresiva de hombres y mujeres en cuanto a los derechos cívicos y las posibilidades económicas y profesionales. La familiay el hogar. 1. Evolución de la familia. a) La antigua familia de tipo patriarcal; 66 EDUCACIÓN CÍVICA DE LA MUJER b) La familia en el campo y en la ciudad. 2. Caracteres generales de la familia en nuestra época. a) Funciones de la familia; b) Relaciones entre la familia y las demás instituciones sociales; c) Los factores de tens& en la familia. 3. La mujer en la familia. a) La incorporación de la mujer a la vida económica y política; b) Problemas del grupo familiar moderno. GENERALIZACIONES 1. La familia constituye la célula fundamental en la sociedad. 2. La familia, como todas las instituciones y grupos sociales, está sometida a procesos de cambio. 3. La sociedad se encuentra en un proceso de constante adaptación a las condiciones que impone la vida moderna. 4. En tpocas anteriores ala revolución industrial, la familia constituía, en general, un grupo económicamente autártico y su organización reproducía corrientemente el tipo de grupo patriarca]. 5. La vida moderna ha impuesto una limitación en el número de componentes del grupo familiar y un cambio en el tipo de relaciones existentes entre ellos. 6. La situación de la mujer en la familia es en la actualidad muy diferente a la de otras épocas. Se caracteriza sobre todo por la mayor influencia que tienen sus actos, ideas y aspiraciones. 7. La industrialización ha modificado la forma en que se ejercen ciertas funciones de la familia; y algunas de ellas, como las de recreación, educación y aun formación religiosa, han sido transferidas a otras instituciones. 8. La estabilidad del hogar tiene el carácter de un factor indispensable para la democracia. Por esto consideramos los problemas de la familia y del hogar como de vital importancia. 9. La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho ala protección de la sociedad y del Estado (art. 16 de la Declaración Universal de Derechos Humanos). 10. La familia constituye el grupo básico para el individuo y en ella se forman los rasgos principales de su carácter. ll. Los cambios que ha experimentado y experimenta constantemente la familia moderna no significan necesariamente desintegración. Deben interpretarse especialmente como una forma de adaptación necesaria de un grupo social a nuevas condiciones generales. 12. Una sociedad democrática tiene la necesidad de defender su organizacibn dictando las leyes que aseguren los derechos de todos los miembros del grupo familiar. 13. En una sociedad democrática existe la creciente necesidad de preparar a la juventud para el matrimonio y para la vida de familia. 14. El cumplimiento de las funciones de la familia en favor del bienestar de los hijos es esencial para el desarrollo cultural de la nación. 15. Toda acción en favor de las familias necesitadas favorece el bienestar de la nación. 67 LA MUJER CIUDADANA 16. Es de gran importancia en nuestras comunidades la existencia de servicios que se ocupen de la salud de los niños y de los conflictos y casos de interés en los hogares. 17. La preparación del niño para la vida en la comunidad corresponde en gran partea la familia. Sus esfuerzos en este sentido deben coordinarse con la acción de las escuelas y otras instituciones. 18. El control social que corresponde a la familia puede mejorarse por la educación de los jefes de familia. 19. Hay necesidad de atender tanto a los fenómenos de ruptura en los hogares como a los factores que los determinan. 20. La falta de seguridad económica constituye un factor de importancia en la desorganización de la familia. 2 1. El nivel de vida de la familia depende no ~610 de la cantidad de ingresos de que dispone sino de la forma en que se distribuyen. 22. La juventud siente la necesidad de recibir una adecuada preparación para el matrimonio y para la vida de familia. Pide, por lo tanto, conocimientos e informaciones sobre esta importante materia. 23. Una correcta educación para la vida del matrimonio y del hogar puede prevenir muchos conflictos y problemas que hoy se presentan con caracteres de gravedad. 24. La educación de la mujer es una garantía efectiva de solidez y buen funcionamiento del grupo familiar. 25. Las mujeres de una comunidad moderna al mismo tiempo que exigen sus derechos deben pedir el perfeccionamiento de las instituciones encargadas del cuidado y educación de los niños. Al mismo tiempo deben contribuir a su buen funcionamiento y crearles el ambiente de comprensión que necesitan. ACTIVIDADES Y EJERCICIOS Cuestionario. Lea atentamente las siguientes preguntas y procure dar a cada una la respuesta que Ud. considere más acertada. 1. iPor qué en nuestra época la mujer requiere una preparación especial para el matrimonio? 2. iCuáles son las condiciones que Ud. considera más favorables para la armonía entre los cónyuges? 3. ,$uáles son las causas de conflicto en el matrimonio que Ud. considera más frecuentes? 4. iCómo es posible lograr en nuestra juventud una actitud más reflexiva con respecto al matrimonio? 5. iconsidera Ud. que la existencia de una ley de divorcio constituye un factor regulador de la vida matrimonial? Fundamente su respuesta. 6. iSería posible afirmar que la familia rural es más estable que la familia urbana? Fundamente su respuesta. 7. Exprese su opinión sobre la siguiente afirmación: «Con respecto a los hijos, es un factor de mayor desorganización el divorcio que la muerte de uno de los padres ». 8. LEn quC forma puede la escuela preparar para la vida de familia? 68 EDUCACIÓN CÍVICA DE LA MUJER 9. $uál es, según su parecer, la edad legal que debe fijarse para el matrimonio? 10. iEstablecería Ud. prohibiciones para contraer matrimonio? iRespecto de quiénes? iPor que? ll. iPor qué los hijos ilegítimos constituyen un problema social? 12. iEn relación con el problema de la madre soltera, qué tipo de medidas concibe Ud. como más favorables? 13. :QuC medidas debe tomar para el cuidado de sus hijos la madre que trabaja? 14. iHist6ricamente cuáles han sido las funciones de la mujer en la familia? iCuáles de ellas persisten? 15. &ktáles son, según su parecer, los deberes y derechos de los cónyuges? 1. Indague las condiciones del régimen de educación en la comunidad en que Ud. vive. Ponga atención en los siguientes aspectos: a) iRecIben educación todos los niños en edad escolar? b) iSe hace una diferencia muy marcada entre la educación del hombre y de la mujer? c) iExisten en las escuelas asignaturas que enfoquen los problemas de la vida familiar y de la vida ciudadana? d) ZHay posibilidades de establecimiento de escuelas u otra clase de instituciones que se ocupen de los niños que aún no se encuentran en edad escolar? e) Otros aspectos que Ud. estime interesante anotar. 2. Determine en qué condiciones podrán funcionar en su comunidad servicios para la solución de situaciones de conflicto matrimonial y problemas del hogar. 3. Estudie las características de las instituciones infantiles y juveniles y trate de obtener conclusiones sobre el papel que desarrollan con respecto alas necesidades de sus miembros. 4. Averigüe el tipo y la extensión de la colaboración que los miembros de la comunidad, personalmente o por conducto de instituciones, practican con respecto a la actividad de las escuelas: a) iEs suficiente? 6) :Es constante? c) ¿Se aplica a fines realmente útiles? 5. Trate de comprobar si en su comunidad se cumplen las leyes y reglamentos que protegen a la mujer que trabaja. a) Si no se cumplen, ihay medios para obtener su cumplimiento? 6) Si se cumplen en forma irregular, ipuede obtenerse su mejor aplicación? c) Si las leyes han resultado ineficaces, incompletas o anticuadas, icomo puede obtenerse su perfeccionamiento? 6. Compare las leyes que rigen en su país con las de otros países. ZPodrián elevarse las leyes de su país a un nivel más alto de provecho social? Ejercicios. 1. Compare la organización de la familia en otras épocas con la organización actual; responda en breves frases a los principales temas indicados en el cuadro de la página siguiente. 69 -,_,. -__ .._-slL- -.- -. LA MUJER CIUDADANA Antes Temas Ahora Tipo de relaciones entre los cónyuges Tiempo de permanencia Aportaciones de la mujer en el hogar económicas de los cónyuges Nivel comparativo de cultura entre los cbnyuges Número de hijos Edad de emancipación de los hijos Personas que viven en la familia padres e hijos í\ctividades además de los económicas ejercidas en el hogar Funciones ejercidas por la familia Cuidado del niño Recreación Educación Protección Otras 2. Utilizando un cuadro semejante al anterior, haga la comparaci6n familia de un medio urbano y una familia rural. entre una 3. A base de los resultados a que llegue con el trabajo de los cuadros anteriores, redacte las conclusiones que le parezcan más importantes. 4. Indique los requisitos que Ud. considera deben exigirse a hombres y mujeres para contraer matrimonio. Puede atenerse a la siguiente pauta: Edad : Caracteres físicos : Salud : Cultura: Situación econbmica: Otros : 70 EDUCACIÓN CÍVICA DE LA MUJER Redacte separadamente las listas para el hombre y la mujer. Compare ambas. Compare, además, sus criterios con los expresados por sus amigas o compañeras de grupo. Redacte sus conclusiones y exprese el fundamento de su opinión. 5. Factores que influyen en la estabilidad del hogar. En el cuadro siguiente, marque con una cruz en la columna correspondiente la opinión que Ud. tiene sobre la forma en que los factores indicados influyen en la estabilidad del hogar. FaClOreS POCO Nada Mala situacibn económica Mal estado de salud de uno de los cónyuges Diferencias religiosas Diferencias políticas Libertad Diferencias de la mujer de educación entre los cónyuges [Agregue otras] Compare sus conclusiones con las de sus amigas y analice el problema. 6. Si Ud. conoce el caso de niños que abandonan el hogar, estúdielos más detenidamente y haga una enumeración de las posibles causas. Procure determinar si se originan en condiciones que se refieren a la organización de la familia, de la escuela o de la sociedad en general. 7. Haga una lista de causas de divorcio, habrían podido evitarse si se hubiera prematrimonial? separación o abandono. $uáles de ellas contado con una eficiente información Temas de ensayo. Procure desarrollar en forma clara y precisa algunos de los temas siguientes: 1. $ómo ha variado la situación de la mujer debido a su ingreso en la industria, en las profesiones y en los negocios? 2. iconsidera Ud. que la mujer tiene mayor o menor capacidad hoy que antes para solucionar los diversos problemas del hogar y de la familia? 3. Sugiera los puntos principales que debiera contener un programa para conseguir la estabilidad de la vida moderna. 4. Formule algunos criterios bien precisos para medir el resultado de la obra de la escuela en la educación para la vida del hogar y de la familia. 5. Indique los puntos principales que Ud. exigiría en el programa de una mujer que optara a un cargo en el Congreso. 71 _,--_ ” .___II-~_I_-_..- LA MUJER CIUDADANA 6. iQu6 tipo de auxilio considera Ud. más conveniente para las familias muy necesitadas e indigentes? 7. iCuáles son las principales medidas por las cuales el Estado puede favorecer la institución de la familia? 8. Exprese su opinión sobre el alcance que Ud. da a la afirmación de que los hombres y las mujeres han de disfrutar de iguales derechos en cuanto al matrimonio, durante cl matrimonio y en caso de disolución del matrimonio. 9. iCuáles son las condiciones en que Ud. considera que puede el matrimonio ser más afortunado? Temas de foros o debates de mesa redonda. 1. iDeberían las mujeres exigir garantías para poder permanecer todo el tiempo en le hogar y no verse obligadas a intervenir en la vida económica, profesional y política? 2. iDeberían las mujeres de nuestra Cpoca renunciar al plano de igualdad en que se encuentran con respecto a los hombres, como una manera de volver a la antigua situación de vida en el hogar? 3. Prepare una reunión para que en ella diversos especialistas expliquen el alcance del artículo 16 de la Declaración Universal de Derechos Humanos. 4. iCuáles son los objetivos y el contenido que habrían de introducirse en la educación para que ésta llegara más eficazmente a hacer a los individuos conscientes de sus deberes de familia? 5. «Discutamos un estatuto de la familia moderna.» LA MUJER EN EL MEDIO LOCAL La propia comunidad a que pertenecemos es el campo en que nuestra actividad ciudadana puede desarrollarse con mayor claridad y donde nuestra acción puede tener un resultado más efectivo. En ella podemos apreciar hasta dónde hemos podido lograr que nuestras opiniones o nuestras actividades tengan la aprobación del grupo al cual servimos. La comunidad local, al mismo tiempo que el pequeño mundo en el cual se desarrolla nuestra vida corriente, es la escuela de civismo en que aprendemos a ser buenos ciudadanos y en que podemos evaluar nuestras propias condiciones para el desempeño de ciertas funciones. Desde la más remota antigüedad las comunidades humanas han requerido, en el cumplimiento de sus finalidades, la atención constante de todos los elementos que las forman. La ejecución de actividades que resultan del reconocimiento de nuestra calidad de miembros del grupo, la adopción de actitudes reguladas por las formas de sanción social propias de nuestra comunidad son manifestaciones del sentimiento de adhesión solidaria que se crea en los individuos que pertenecen a determinadas comunidades. Hoy las asociaciones humanas han alcanzado un plano de gran amplitud y no hablamos generalmente del pequeño grupo, de la 72 EDUCACIÓN CÍVICA DE LA MUJER tribu o del clan, sino que hablamos de naciones o, traducido esto a su expresión jurídica, de Estados. Pero, iquiere esto decir que ha desaparecido el concepto de pequeña comunidad? $e ha desarrollado en los pueblos una identificación tan completa con el Estado que deja de tener conciencia en nosotros el grupo más inmediato al cual nos declaramos integrados en forma tan directa? De ninguna manera. Las naciones modernas no han hecho desaparecer estos sentimientos, ni tampoco han creado condiciones adversas a las manifestaciones de carácter local. Viven los individuos en aldeas, pueblos, villas o ciudades; y en cada tipo de agrupación humana se manifiesta, de todos modos, la adhesión de las personas a este tipo de asociación local que llamamos la comunidad local. Es nuestra aldea, nuestro barrio, nuestra pequeña ciudad. El reconocimiento de la importancia que se asigna a este sentimiento en los Estados modernos se encuentra en el hecho de que en ninguno de ellos se deja de prestar importancia a la legislación de carácter local. En nuestros Estados modernos se entrega a las comunidades locales el cuidado de problemas y actividades que pueden ser mejor resueltos por sus habitantes. Las leyes asignan a estas comunidades sus propias atribuciones y les dejan la posibilidad de encontrar para sus necesidades las soluciones que mejor se ajusten a su modo de ser, En todo Estado democrático hallamos municipios o ayuntamientos. El nombre puede variar de un país a otro; pero el sentido de la autonomía en la gestión de los asuntos de la comunidad local por sus propios componentes es siempre el mismo. A los efectos de los estudios que hemos emprendido, entendemos por comunidad un grupo humano que vive en en una misma localidad, que se siente unido por comunes aspiraciones y procura realizar todos los actos necesarios para el cumplimiento de las finalidades superiores del grupo. Las comunidades humanas pueden extenderse en los más variados planos y grados; pero en este caso nos referimos más propiamente a la comunidad local, que existe en un lugar determinado y abarca un número relativamente reducido de personas. Fuera de las necesidades básicas de organización y de gobierno, Icuáles son los problemas que definen el campo de actividad de los miembros de una comunidad local? Podríamos intentar una enumeración, aunque incompleta, a fin de subrayar el conjunto y la importancia respectiva : cuidado de la salud y de la higiene pública; abastecimiento de elementos necesarios para la alimentación, el vestuario y la construcción; servicios concernientes a la vivienda; recreación, educación, etc. En este enunciado seguramente faltan algunas materias, que podrán ser agregadas por quienes realicen un análisis de su propia comunidad tratando de colaborar con mayor eficiencia en las actividades que en ella se desarrollan. 73 LA MUJER CIUDADANA Pero no basta determinar que en nuestras comunidades se cumplan ciertas finalidades, ni establecer quiénes son los que forman la comunidad. Hay que preguntarse, en efecto, si nuestras comunidades tienen la efectividad que corresponde a la importancia de sus funciones. Tal vez en muchos casos podríamos comprobar que, a pesar de todo, no vemos en nuestras comunidades locales esa eficiencia a que aspiramos. Pensamos muchas veces que en las comunidades quizá no exista la capacidad necesaria para hacer frente a los problemas, que nos equivocamos frecuentemente en la elección de los responsables de emprender las tareas como dirigentes. Pero corrientemente dejamos a un lado la consideración de si nuestras instituciones y organismos cumplen en verdad las finalidades que les dieron orígen. Muchas veces en el transcurso del tiempo, o en el funcionamiento mismo de los organismos, olvidamos en parte la causa que les dió existencia. La rutina los cubre, a veces, de una capa que oculta su verdadera finalidad. En esos casos ya las distintas instituciones o servicios se hacen menos efectivos y pierden su coordinación necesaria. El bajo rendimiento de nuestras comunidades quizá se debe a la falta de colaboración y correlación. Abandonamos a menudo el plano verdadero de la ciudadanía activa para convertirnos en meros espectadores de algo que corre por su cuenta como si no sirviera a nuestros propios intereses. En muchas comunidades lo que falta es, en gran parte, además del sentido democrático de la cooperación, la idea de la reorganización de los servicios e instituciones a base de la revisión de su funcionamiento y la aclaración de sus finalidades y verdaderos objetivos. Pensemos que nuestra comunidad da significación a nuestros actos y es el medio en el cual logran satisfacción muchos anhelos nuestros, y crea, en suma, el medio en que se define nuestra posición cultural. Es en nuestra comunidad donde el niño modela su personalidad, donde el joven define sus posibilidades de vocación y sus aspiraciones personales. La comunidad recibe cuanto le damos y se aprovecha de nuestra actividad, como se perjudica con nuestra desidia o nuestra apatía. Estas breves consideraciones nos llevan directamente a la apreciación de la importancia que tiene la reflexión sobre la actitud que mantenemos como miembros del grupo a cuyo destino estamos ligados en forma tan estrecha. Para recalcar aún más la importancia de nuestra intervención en las actividades corrientes de la comunidad, pensemos un poco en lo que se puede lograr con buena organización y coordinación. A nadie puede escapar la conveniencia de los servicios tan importantes como los que cuidan de los niños de las madres que trabajan, los de orientación para niños y jóvenes, los de colocación y empleo, cuidado y recreación de los ancianos, etc. Recordemos por otra parte que, 74 EDUCACIÓN CíVICA DE LA MUJER como producto de nuestra colaboración y nuestro interés, se puede llegar a un programa más efectivo en beneficio de la salud y de la higiene pública, útil para toda la población. Los servicios de educación adquieren, con una inteligente cooperación de la comunidad, un carácter más organizado, más conforme a las necesidades de los individuos y a sus intereses y, al mismo tiempo, más en consonancia con las características de la vida económica de nuestra sociedad y de nuestra época. Conseguir todo ello no es algo tan utópico como podría parecer a primera vista; y, si lo intentáramos, tendríamos la demostración de cuánto puede lograr la acción coordinada e interesada de los miembros de una comunidad. En general, sucede que la falta de conocimiento de las necesidades de nuestra comunidad nos lleva a desconocer también las posibilidades de satisfacerlas. La creación, por tanto, de organismos de estudio y de acción nos conduce a la percepción de los problemas, en primer lugar y, además, al estudio de las soluciones más convenientes. Ante los problemas y ante las soluciones posibles, es necesario lograr los medios materiales para avanzar. Ello es ya un acto de voluntad que se desarrolla en la medida de la importancia que atribuyamos a nuestra vida de comunidad. La incorporación de la mujer a la actividad cívica, en nuestra época, tiene la virtud de aportar una mayor ansiedad por la solución de estos problemas. La mujer, por la naturaleza misma de las funciones sociales que está llamada a cumplir, siente con mayor intensidad la trascendencia de muchos problemas y la urgencia de las medidas para solucionarlos. La mujer es un elemento de extraordinaria actividad en la vida ciudadana y su empeño y constancia pueden lograr adelantos impensados en la vida de la comunidad. Seguramente cuando se emprenda el estudio de lo que son nuestras comunidades, llegaremos a la conclusión de que hay que darles nueva estructura para que sean más eficientes. Para la obra de reorganización es necesario, en todo caso, encontrar las personas que estén dispuestas a participar activamente. La reorganización de la comunidad no puede ser impuesta; es una labor que adquiere significado por la importancia que los propios componentes de aquélla quieran atribuirle. Si encontramos esas personas, podremos iniciar con ellas una campaña que despierte el interés general y sirva de motivación para realizar una campaña más amplia. En resumen, el estudio de las necesidades y de los problemas de nuestra comunidad local nos lleva forzosamente a la realización de actividades de reorganización y creación. De otro modo, los estudios y observaciones quedarían en el plano académico y no tendrían utilidad social. 75 LA MUJER CIUDADANA Planteada la acción que deseamos desarrollar, es importante encontrar las personas capaces de comprometerse en una acción responsable y de transformarse en buenos dirigentes. Deberemos, además, contar con asesores para tareas que requieran ayuda técnica y con cierta comprensión de parte de las autoridades y jefes de servicios. No debe olvidarse que lo más importante es conseguir la colaboración y ello se logra en relación directa con la sinceridad de nuestros propósitos y la claridad de nuestras ideas. Para tener éxito y conseguir que nuestra actitud en favor de la reorganización de la comunidad tenga favorable acogida, es de sumo interés comprometernos en tareas que podamos realizar. Para ello hay que seleccionar inteligentemente los problemas y estudiar con precisión las posibilidades de contar con los medios necesarios para lograr soluciones efectivas. Es importantísimo que en algo que anunciemos como posible, tengamos éxito. La coordinación de los grupos, comités, servicios, profesionales independientes y otros elementos requiere, además de la motivación, un cuidado constante y permanente. De otro modo se pierde nuestra iniciativa y queda solamente como una buena intención. Es una tarea difícil. Pero tiene un significado verdadero de humanidad. Vale la pena intentarla. 1. Comprender las relaciones que existen entre las distintas instituciones de la comunidad local y con respecto a los servicios. 2. Señalar la importancia de los órganos de gobierno y de administración locales y saber determinar sus funciones respectivas. 3. Comprender la diferencia entre las funciones que corresponden al gdbierno local y las que corresponden al gobierno nacional. 4. Fomentar una actitud de comprensión y de colaboración con las actividades de adelanto local. 5. Interesarse por el correcto planteamiento y solución de los problemas locales. 6. Comprender las cualidades que debe reunir la persona que aspira a ser elegida para desempeñar cargos en la comunidad local. 7. Apreciar el grado en que puede mejorarse la efectividad de los órganos locales según la colaboración que podamos prestarles. 8. Establecer relaciones efectivas que ayuden en el ejercicio de sus funciones a las instituciones de educación, de salud, de recreación, de bienestar y otras. 9. Estimular el interés necesario para la preparación a las responsabilidades de los cargos de servicio de la comunidad. 10. Afirmar el concepto de responsabilidad cívica, especialmente a fin de conocer exactamente nuestras capacidades y preparación para cargos y funciones. ll. Poner atención en los problemas de coordinación de los diferentes servicios de la comunidad, para ayudar a resolver los problemas prácticos diarios. 76 EDUCACIÓN CÍVICA DE LA MUJER 12. Estimar la importancia de la comunidad, como centro en el cual se desarrolla nuestra vida, y de la formación de todos los individuos que a ella pertenecen. 13. Fomentar el espíritu de asociación a base de los intereses de la comunidad. 14. Motivar las posibilidades de un programa de actividades en favor de la comunidad. 15. Indicar la importancia de la mujer como elemento activo en las acciones favorables al progreso de la comunidad. ESQUEMA DE MATERIAS La comunidad. 1. Elementos de la comunidad. a) Caracteres geográficos: situación; clima; recursos naturales. b) Lapoblación:evaluaciónnumtricadelapoblaci6n;desarrollodelapoblaci6n. c) Elementos culturales: tradiciones; actividades caracterfsticas. 2. Relaciones con otras comunidades. 3. Desarrollo histórico de la comunidad. 4. Importancia de la vida en comunidad. Organización de la comunidad. 1. El gobierno local. a) Forma del gobierno local. 6) Intervención de los diversos sectores de la ciudadanía en la gestación y administración del gobierno local. c) La mujer en el gobierno. 2. Servicios. a) Servicios generales: abastecimiento; provisión de agua; desagües; comunicaciones; cuidado de la propiedad y seguridad personal (policía, bomberos, otros). 6) Servicios de educación: escuelas; posibilidades de orientación profesional. c) Salud e higiene pública: servicios médicos (preventivos, curativos) ; atención a la higiene pública (recogida de basuras, lucha contra las epidemias, inspección sanitaria de los alimentos) ; vivienda. d) Recreaci6n: parques públicos; asociaciones y centros recreativos para niños y jóvenes; otras posibilidades de atención a la recreación. e) Servicios de bienestar: atención a la madre y al niño; leyes y reglamentos sobre seguridad e higiene en el trabajo; atención a los ancianos; atención a los niños, jóvenes y adultos en situación irregular. f) Otros servicios. g) Relaciones entre los servicios. Nuestra acción en la comunidad. 1. 2. 3. 4. Evaluación de la eficiencia de la organización y de los servicios de la comunidad. Plan de reorganización de la comunidad. Estudios necesarios y métodos para la reorganización de la comunidad. Posibilidades de participación activa de la mujer en las actividades de la comunidad. 77 LA MUJER CIUDADANA GENERALIZACIONES 1. Una comunidad es un grupo de personas que viven y trabajan juntas para satisfacer necesidades comunes y obtener el cumplimiento de finalidades comunes. 2. Las comunidades rurales difieren en sus características generales de las comunidades urbanas, pero existe entre ellas una interdependencia necesaria. 3. El desarrollo de los medios de comunicación y de transporte ha hecho posible que las comunidades rurales cuenten con muchos de los bienes culturales que antes eran propios solamente de la ciudad. 4. Las diferencias entre la vida rural y la urbana determinan también diferencias en el papel que corresponde a la mujer en las comunidades de uno y otro tipo. 5. El avance técnico y la elevación del nivel de vida requieren de los miembros de la comunidad en nuestra Cpoca un grado más elevado de cultura personal. 6. La administración de los intereses comunes requiere un esfuerzo mancomunado de la totalidad del grupo. 7. Todos los individuos que forman parte de una comunidad han de encontrarse en condiciones de asumir responsabilidades con respecto a ella en cualquier momento. 8. Actualmente la educación no puede ser privilegio de algunos sectores de la sociedad ni estar limitada por motivos de sexo, edad ni condición social. 9. La educación que se da a la generalidad de los miembros de la comunidad rebasa los límites de la educación elemental tradicional y está vinculada especialmente a las finalidades de la educación fundamental. 10. La mujer, por la naturaleza misma de las funciones que le corresponden en una comunidad moderna, debe incorporarse plenamente con todos los derechos y en perfecta igualdad con el hombre a la vida cívica de la localidad. 11. La educación de la mujer debe darse en tales condiciones que capacite a ésta para adquirir todos los elementos y compartir las responsabilidades ciudadanas en un pie de igualdad con el hombre. 12. La incorporación de la mujer a las actividades de la vida ciudadana favorece la aportación de opiniones y pareceres que enriquezcan el contenido de los planes de acción en favor de la comunidad. 13. Lo más importante en la vida de la comunidad es la cooperación. 14. El estudio de nuestras comunidades en sus múltiples aspectos nos permite apreciar exactamente los aspectos en que es importante que ejercitemos nuestra acción para mejorarla. 15. Es indispensable, para obtener una visión exacta de las necesidades y problemas de la comunidad, percibir los cambios que en ella se están produciendo. 16. La colaboración entre todos los sectores y grupos de una comunidad puede producir grandes mejoramientos en la vida corriente. 17. Es de mucha importancia llegar al conocimiento de las necesidades de la comunidad; y tan importante como ello es poder determinar cuáles son nuestras posibilidades de satisfacerlas. 18. Muchas veces, las deficiencias que comprobamos en el funcionamiento de las instituciones de la comunidad se deben a deficiencias en su organización o a defectos en la coordinación que debe existir entre los diferentes servicios. 19. Para poder ejercer una acción beneficiosa para el desarrollo de la comunidad, hemos de contar con personas que estén dispuestas a una participación activa. 20. Los grupos organizados en favor de la comunidad deben formular planes bien 78 EDUCACIÓN CÍVICA DE LA MUJER precisos y contar con la ayuda de asesores ttcnicos y con la cooperacibn de los elementos más directamente interesados en su realización. 2 1. El éxito de una empresa, aunque sea de proporciones limitadas, determina en gran parte el entusiasmo con que se deciden a colaborar en nuevas empresas los diferentes grupos de la comunidad. 22. La acción que se ejerce en una comunidad presenta problemas que ~610 el conocimiento de sus características puede determinar. 23. En la colaboración con las instituciones de la comunidad ha de reconocerse el carácter de técnicos que tienen muchos de los funcionarios encargados del cumplimiento de sus funciones específicas. 24. Todo trabajo en la comunidad es más s6lido cuando se basa en el aprovechamiento de los medios que son propios de ella. 25. La organización de los grupos de colaboración y de coordinación para los planes de mejoramiento de la comunidad tiene mayor eficiencia cuando se tienen en cuenta las posibilidades de flexibilidad. ACTIVIDADES Y EJERCICIOS Actividades’. 1. Formular un plan de educación de la comunidad e indicar las principales necesidades a que debe atender una escuela que este verdaderamente al servicio de los niños y los jóvenes. 2. Organizar un plan de evaluación de la eficiencia de los servicios de la comunidad, para averiguar: n) Si se cumplen las finalidades del servicio; b) Si existe cooperación del público; c) Si el número de empleados es excesivo o insuficiente; d) Si las condiciones materiales son suficientes. 3. Hacer una investigación acerca de los problemas de la niñez y de la juventud en cuanto a su estado de salud: u) Enfermedades más frecuentes; 6) Posibilidades de atención médica en la comunidad; c) Condiciones de vida de la juventud; d) Oportunidades de recreación. 4. Analizar el problema de la juventud de la comunidad en relación con sus planes profesionales y con las oportunidades de trabajo. 5. Hacer una encuesta sobre la forma en que se resuelve el problema de la recreación : u) Si existen lugares de recreación suficientes; 6) Características de la recreación comercializada; c) Clubs deportivos, educativos y otros; d) Organismos que se dedican a favorecer la recreación; e) Subvenciones de los órganos nacionales y locales para la recreación. 6. Formular el credo del buen ciudadano de la comunidad. 7. Fomentar el espíritu de asociación de los jóvenes, favoreciendo sus iniciativas para crear sus clubs recreativos, deportivos, intelectuales o artísticos. 1. Muchos de estos puntos colaboración. pueden ser discutidos en mesa redonda, o mediante otras formas de 79 -...- __.__ -_--.. - .- LA MUJER CIUDADANA 8. Conseguir que los periódicos den la debida importancia y seriedad a las informaciones locales y a sus problemas. 9. Formar grupos de voluntarios que se instruyan para actuar disciplinadamente en los casos críticos que se presenten en la comunidad. 10. Realizar campañas de seguridad e higiene pública, por medio de anuncios en las calles, en los cines, en los periódicos, etc. 11. Formar comités que den a los aniversarios patrios un contenido realmente social. 12. Conseguir que en las escuelas se desarrollen proyectos referentes a la historia de la localidad, al significado de los servicios, a la estructura y al funcionamiento de la administración local, etc. 13. Preparar una «guía de nuestra comunidad». 14. Invitar a conferenciantes sobre temas que sean de interés general. 15. Diario mural sobre noticias de la comunidad en el vestíbulo de un teatro, en la municipalidad, o en la plaza, etc. 16. Divulgar los hechos más interesantes en la historia de la comunidad y procurar celebrar actos de conmemoración en los aniversarios respectivos. Foros. Organizar foros con temas como los siguientes: a) Necesidades y problemas de los niños; b) &ómo mejorar los servicios locales? c) iQué hacemos en favor de los viejos? d) $ómo colaborar a una educación más eficiente? Ejercicios. 1. $uáles son los principales cambios ocurridos en nuestra comunidad? 1920 Población Número de escuelas Centros culturales a) Clubs b) Teatros c) Museos Caminos Prensa Vías de comunicación Otros 80 1953 EDUCACIÓN CÍVICA DE LA 2. Campaña de salud. En cada caso escriba una breve frase explicativa su opinión sobre cómo puede contribuirse a la salud. MUJER que indique Textos escolares Clubs deportivos Centros de asistencia social Cines Radio Periódicos Asociaciones de carácter general (Rotarios, Leones, etc.) Instituciones religiosas otros Después de reflexionar sobre los resultados del cuadro anterior podrá Ud. dar respuesta a la siguiente pregunta: LEn qué forma puedo yo contribuir al cuidado de nuestra salud? 3. Historia o presentación de nuestra comunidad. iDónde está situada nuestra comunidad? ~Qué razones determinaron la fundación de la comunidad y la elección del lugar en que está situada? &uáles fueron las actividades más importantes en la Cpoca de su fundación? iQué actividades han ido desarrollándose en el transcurso del tiempo? ,$e mantienen hoy las mismas razones de actividad que en los orígines? iQuC personajes se han distinguido en el desarrollo y progreso de nuestra comunidad? iCuáles fueron los hombres más importantes en la epoca de la fundación? $ómo está nuestra comunidad en relación con otras? iCuáles son los principales recursos naturales de la región en que está situada nuestra comunidad? $e efectua en la comunidad un aprovechamiento inteligente de los recursos naturales? CHay en la comunidad monumentos, placas u otras formas de conmemoración de los acontecimientos principales de su historia o de recordación de los personajes más importantes? Ensaye una síntesis de las características esenciales de su comunidad. 4. $ómo funcionan en nuestra comunidad los principales servicios? Ponga un signo en la columna en que se exprese, según su opinión, el grado en que funciona cada uno de los servicios que se indican en el cuadro de la página siguiente. 81 LA MUJER CIUDADANA Muy bien Servicim Protección a la salud Seguridad personal Protección a la propiedad Servicios de abastecimiento Gobierno Transporte Vías de comunicación Necesidades religiosas y estkticas Higiene pública Agua potable 5. Recreac&. Indique en cada columna la forma en que la familia, la escuela, los lugares de esparcimiento, gratuitos o de pago, responden a las finalidades de la recreación para cada edad indicada. Edad Familia En locales cscolarrs 1 a 5 años 6a lOaños lla15años 16 a 20 años 21 a30años 31 a40años 41 a50años 50 años en adelante Diga, en conclusión, si las oportunidades de recreación en su comunidad adecuadas y cómo podrian mejorarse. Fundamente su respuesta. 82 son EDUCACIÓN LA MUJER EN LA CÍVICA DE LA MUJER NACIÓN « 1. Toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de su país, directamente o por medio de representantes libremente escogidos. ~2. Toda persona tiene el derecho de acceso, en condiciones de igualdad, a las funciones públicas de su país. ~3. La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público; esta voluntad se expresará mediante elecciones auténticas que habrán de celebrarse periódicamente, por sufragio universal e igual y por voto secreto u otro procedimiento equivalente que garantice la libertad del votol. » Estas disposiciones corresponden al artículo 2 1 de la Declaración Universal de Derechos Humanos aprobada y proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948. En ellas está traducido el sentido que damos al tipo de gobierno que concebimos como más conveniente para el desarrollo de las relaciones humanas en un plano equitativo. Esta afirmación, en otras épocas, habría parecido muy extraña a los oídos de muchos hombres, porque entraña principios que han ido adquiriendo solidez y realidad junto con el cumplimiento en épocas relativamente cercanas de etapas bien claras en el desarrollo de la cultura de los pueblos. Antes de la Revolución francesa, en muy pocas partes del mundo existían las condiciones favorables para el desarrollo libre del individuo y para la libre expresión de sus ideas o creencias. Los gobiernos estaban en manos de soberanos que habían adquirido el poder por razones de familia o por intereses de casta, y de los dictados de su voluntad dependía la realización de obras en favor de las masas populares o en favor de los intereses verdaderos de la nación. Los pueblos eran arrastrados, a menudo, a guerras cuyo significado ignoraban completamente y que, por lo general, perseguían sólo la defensa de los intereses o de los caprichos del monarca. La nobleza y otros reducidos sectores privilegiados de la sociedad se aprovechaban directamente de ese estado de cosas y disfrutaban de puestos y prebendas que eran costeados con los impuestos y cargas que debían pagar los sectores no privilegiados, o sea la mayoría de la nación. Al pueblo se le negaba todo medio de fiscalización de los gastos o las acciones políticas de los gobernantes. Estaba obligado además a someterse a la justicia arbitraria de los poderosos, inspirada solamente en la defensa de sus privilegios y fueros. El principio del 1. Naciones Unidas, Departamento de Derechos Humanos, Nueva York, de Asuntos Sociales, 1953, pág. 57. La npercusión de In Dcclarnción Universal 83 LA MUJER CIUDADANA «derecho divino de los reyes» mantenía a los gobernantes fuera del alcance de las críticas y todo el aparato del Estado servía para acallar el descontento de las masas explotadas. La miseria, la ignorancia, las enfermedades, la tristeza eran la herencia que de generación en generación se iba trasmitiendo entre los que no habían tenido la suerte de pertenecer a familias o círculos privilegiados. La reflexión sobre estos problemas y sobre esta situación social, su comparación con las posibilidades que ya se habían mostrado en Inglaterra por la adopción de un régimen político con mayor limitación del poder del monarca, la experiencia de las formas políticas practicadas en las colonias inglesas de América llevaron a los de una hombres cultos del siglo XVIII a concebir las posibilidades nueva estructura de la sociedad y del Estado que fuera más favorable al desarrollo de la persona humana. Las críticas, los estudios, las reflexiones filosóficas, el intercambio de ideas y opiniones produjeron en conjunto la doctrina que alentó a los revolucionarios de Francia en su lucha por derribar el absolutismo y el antiguo régimen. Los principios de la Revolución francesa quedaron estampados en la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano y tuvieron repercusión universal. En esta declaración se encuentran los principios básicos de libertad, igualdad, resistencia a la opresión, respeto a la propiedad y otros que han inspirado a los pueblos del mundo en su lucha por el mejoramiento de su condición social y política. La Revolución francesa no logró de una sola vez y en forma definitiva la creación de un sistema republicano y ampliamente democrático para Francia. Un cambio tan fundamental no podía lograrse en tan corto tiempo. Las guerras, el advenimiento de Napoleón y luego la restauración de la monarquía retrasaron la realización de los sueños de los filósofos. Pero el ejemplo del pueblo francés se había extendido a todos los pueblos del mundo y, en lo sucesivo, la lucha para alcanzar el Estado democrático fué tomando un carácter universal. Los pueblos de América que habían estado sometidos al dominio colonial inician en el siglo XIX el duro camino y la delicada tarea de organizarse como Estados independientes, como pueblos libres. En América del Norte, los Estados Unidos habían ya realizado un movimiento de liberación y a fines del siglo XVIII y en el siglo XIX consolidaron sus instituciones republicanas y su desarrollo económico. En América Latina, desde 18 10, las antiguas colonias españolas y portuguesas se dirigían también al encuentro de su destino como pueblos libres. En el mundo entero, el crecimiento industrial se hacía muy intenso por la aplicación del vapor a las máquinas y por la serie de inven84 EDUCACIÓN CÍVICA DE LA MUJER ciones y adelantos técnicos que fueron su necesaria consecuencia. Se desarrollaba la revolución industrial, cuya marcha no iba a detenerse sino, muy por el contrario, a acelerarse en el transcurso de los tiempos. En el siglo XIX y en lo que va corrido del presente siglo se han desarrollado más adelantos que en todas las épocas anteriores de la historia de la humanidad. El vapor, la electricidad, el motor de explosión e innumerables adelantos científicos y técnicos han dado a nuestra época una configuración general que sobrepasaría las más fantásticas predicciones que sobre el progreso humano hubiera hecho un genio del siglo XVII o aun del propio siglo XVIII. Junto a los adelantos técnicos han cambiado las condiciones de vida de las comunidades humanas. Nuestra cultura entera está sometida a cambios y los hombres y mujeres de hoy requieren una actitud de constante alerta para poder adaptarse a las formas variables del mundo moderno. La facilidad y mayor frecuencia de los transportes de mercaderías, la perfección de los medios de comunicación han dado al mundo contemporáneo el carácter de unificación e interdependencia que define la cultura de nuestro tiempo. Ya nada de lo que sucede en cualquier parte del mundo es ajeno al hombre, dondequiera que se encuentre su lugar de residencia. Ningún peligro puede ser afrontado por un pueblo solo y ningún conflicto puede dejar de interesar a la humanidad entera. La ciencia y la industria modernas han hecho que el mundo sea de todos los hombres y que junto a la técnica que permite el manejo de las máquinas, el dominio de la naturaleza y el control de la energía, se haga necesaria también otra técnica que permita la mejor organización de los pueblos para su gobierno, la mejor ordenación de las relaciones internacionales a base de una comprensión bien clara de los valores en que deben inspirarse la vida de los hombres. El desarrollo de la industria y el desarrollo de las ideas políticas han seguido caminos paralelos. Desde los días de la Revolución francesa los pueblos no han dejado de aspirar a la formación de regímenes que garanticen una mejor convivencia humana; y así se han ido fortaleciendo los principios fundamentales de la democracia. Pero la democracia ha tenido que seguir un camino duro y difícil porque, si bien los hombres han podido recorrer a grandes velocidades las etapas del desarrollo científico y técnico, no ha sucedido otro tanto en lo que se refiere a la superación del retraso cultural que significó la vieja concepción de diferencias sociales y de opresión política. La democracia, para ser efectiva, requiere la cooperación de los esfuerzos, opiniones o ideas de la mayor cantidad posible de los miembros de cada grupo, de cada nación. Si deseamos que la democracia promueva soluciones para los problemas de todos los grupos tenemos que capacitar a los miembros de esos grupos para 85 LA MUJER CIUDADANA analizar sus propios problemas, para estudiar las mejores formas de solución y para tomar en sus propias manos las responsabilidades resultantes de los planes que se adopten. Los pueblos del mundo están hoy empeñados en superar el déficit de educación que otras épocas nos han legado, como una manera de lograr la efectiva incorporación del mayor número posible de hombres y mujeres a las actividades cívicas. La actividad cívica en nuestra época toma un carácter que va mucho más allá del simple ejercicio del derecho de sufragio. El ciudadano de las democracias modernas no puede limitarse a elegir personas para desempeñar cargos políticos. El ciudadano de hoy debe tener una concepción amplia de sus obligaciones, deberes y derechos respecto a su nación y respecto a las relaciones entre los Estados. Debe ser capaz de formarse opiniones con plena información y tiene que estar en condiciones de resolver los problemas que se presenten en el ejercicio de su vida diaria o en los cargos para cuyo desempeño sea designado. Debe tener una visión clara de lo que significa la paz universal y estar dispuesto a oponerse a todo acto que la amenace y a colaborar en toda actividad que la favorezca. Debe comprender, por último, que todos los actos de su vida y toda su actitud con respecto a la cultura producen efectos que se proyectan siempre en los ámbitos del hogar, de la comunidad, de la nación y del mundo. Es interesante desarrollar en todos los miembros de la sociedad el sentimiento de solidaria confraternidad que debe reinar entre los habitantes de un mundo unificado. La educación no puede en éstos dejar a un lado la necesidad de afrontar la tarea de crear lo que podríamos llamar el civismo internacional. Y la educación no es sólo tarea de la escuela, sino también lo es de los partidos políticos, de los centros culturales, de las asociaciones deportivas y de todos los grupos que conviven en nuestras comunidades. Es importante destacar, además, que no es suficiente una educación elemental que se encuentre en los exclusivos límites de la alfabetización. Va más allá. La educación fundamental, junto con abrir a los ojos de los niños y adultos las maravillas de los libros, les entrega los medios necesarios para comprender cómo organizarse mejor, cómo aprovechar mejor sus recursos naturales y cómo emprender el camino de la paz y de la solidaridad humanas. La mujer, incorporada hoy de lleno a las actividades de la ciencia, la educación, la política, la técnica y las artes, en suma a todas las manifestaciones de la cultura humana, tiene una responsabilidad que no le fué entregada en otras épocas. Ha conquistado su lugar en la democracia, batallando a veces con denuedo. Ha afianzado una posición bien clara y está logrando que sus derechos sean recono86 EDUCACIÓN CÍVICA DE LA MUJER cidos universalmente. La cultura de nuestra época y las características de nuestra sociedad exigen este reconocimiento. Su acción será verdadera y fructífera en la medida en que se incorpore plenamente a todas las instituciones de la comunidad y en que, con verdadero sentido de igualdad, entre a compartir intensamente las responsabilidades ciudadanas con los hombres. Su acción en la familia, en la comunidad y en la nación contribuirá al perfeccionamiento de nuestras democracias. OBJETIVOS 1. Comprender el significado del sistema democrático de gobierno. 2. Comprender la importancia que tienen los partidos políticos en el regimen democrático. 3. Comprender los ideales básicos de los partidos democráticos en el regimen republicano. 4. Comprender la diferencia entre democracia y dictadura. 5. Comprender la naturaleza de los cambios sociales. 6. Apreciar los derechos y garantías fundamentales de una democracia así como las obligaciones de los ciudadanos. 7. Percibir con claridad el significado de las responsabilidades ciudadanas. 8. Darse cuenta de la importancia de adquirir la capacitacibn necesaria para trabajar en grupos. 9. Interesar a las organizaciones femeninas en el estudio de los problemas sociales del presente. 10. Conocer las leyes que se refieren al régimen político y administrativo de la nación. ll. Apreciar la importancia de las Naciones Unidas en la preservacibn de la paz. 12. Conocer detalladamente el sentido de la Declaración Universal de Derechos Humanos. 13. Motivar un interés definido por el mejoramiento de las instituciones sociales y políticas. 14. Conocer el mecanismo de las elecciones y de los organismos públicos mas importantes. 15. Determinar la verdadera importancia de la mujer en la vida cívica. ESQUEMA DE MATERIAS Caracteres generales de la sociedad contemporánea. 1. El desarrollo de la industria y de las comunicaciones. a) Significado de la revolución industrial. b) Grandes invenciones. c) La ciencia y la técnica. 2. Importancia de la interdependencia mundial. 3. La afirmación de los derechos individuales. a) La Revolución francesa y los derechos del hombre. 87 LA MUJER CIUDADANA 6) Las grandes luchas por el reconocimiento de los derechos. c) La Declaración Universal de Derechos Humanos. 4. Las grandes potencias y el imperialismo. 5. Las guerras mundiales del siglo xx. 6. La Organización de las Naciones Unidas. Organización del Estado democrático. 1. 2. 3. 4. El régimen representativo y el derecho de sufragio. Los partidos políticos. La constitución política. Funciones del gobierno. a) Administración del Estado. 6) En relación con la salud y bienestar: asistencia social; educación; higiene pública; seguridad. c) En relación con la familia: reglamentación de los deberes y derechos de la familia; protección a los derechos de los menores. d) En relación con la economía: producción; intercambio; protección a la propiedad. 5. Relaciones intkrnacionales. La mujer en la nación. 1. Derechos civiles de la mujer. 2. Derechos políticos de la mujer. 3. Importancia de la acción de la mujer en los partidos políticos y en las asociaciones de diverso orden. 4. Necesidad de capacitación de la mujer. GENERALIZACIONES 1. La democracia se basa en el derecho de todas las personas responsables a participar en el gobierno. 2. En el regimen democrático se respetan ampliamente los derechos de los individuos. 3. Toda democracia posee un sistema polftico y administrativo que puede ser objeto de control y de ajustes. 4. La constitución es el documento que en el régimen democrático fija los poderes del Estado y las obligaciones y garantías de los ciudadanos. 5. La incorporación de la mujer a las actividades civicas ha servido para el mejoramiento del régimen democrático. 6. La democracia es más perfecta si existe la posibilidad de elegir para los cargos a los más capaces. 7. La responsabilidad de los ciudadanos no termina con la elección de los dirigentes. Continúa con el ejercicio de su vigilancia y la cooperaci6n con las autoridades. 8. La opinión pública ha de tener la posibilidad de manifestarse libremente, como garantía del régimen democrático. 9. El fracaso de algunos metodos es considerado por algunos como un fracaso 88 EDUCACIÓN CÍVICA DE LA MUJER de la democracia. Esto es un error, por cuanto la democracia es perfectible y admite errores y progresos, todos debidos a la acción reflexiva del hombre. 10. El gobierno democrático requiere en su funcionamiento una masa ciudadana educada y consciente de sus responsabilidades y derechos cívicos. ll. El propósito fundamental del gobierno ha de ser proporcionar a todos los individuos y grupos las oportunidades de un desarrollo más elevado. 12. El buen ciudadano es un individuo responsable, sin prejuicios, comprensivo, tolerante y de espíritu creador en las actividades que le incumben. 13. La ciudadanía en una democracia estará perfectamente garantizada si se dispone de un sistema de educación que contribuya a su desarrollo. 14. El buen ciudadano toma en cuenta los cambios y variaciones a que está sometida la sociedad. 15. La mujer en una democracia posee todos los derechos de un ciudadano responsable. 16. Los estados que aseguran la libertad y el bienestar a su pueblo están en condiciones también de mantener buenas relaciones con otros Estados y de asegurar la paz. 17. La Declaración Universal de Derechos Humanos contiene los principios fundamentales de un régimen de equidad y bienestar para los individuos y grupos. 18. Las Naciones Unidas promueven el progreso de la humanidad y aseguran la paz del mundo. La base de su acción es la cooperación de todas las naciones del mundo. 19. La sinceridad en las relaciones internacionales hace posible el mantenimiento de la paz. 20. La mujer empieza en el hogar su obra cívica, al educar a sus hijos en los ideales de la democracia y de la paz. 2 1. La igualdad de derechos de hombres y mujeres se hace más efectiva con una correcta educación. ACTIVIDADES 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. ll. Y EJERCICIOS $uáles son las principales características de un gobierno constitucional? ;QuC es una constitución? iPor quC pueden identificarse el gobierno absoluto y la tiranía? ~Qué alcance político tiene el principio de separación de los poderes del Estado? cQué diferencias puede Ud. anotar entre una monarquía constitucional y una república? iCuáles son las formas de sufragio que Ud. conoce? Descríbalas. $onsidera Ud. acertada la opinión favorable a restringir el voto según la fortuna u otros atributos personales? iQué alcance tiene para el perfeccionamiento de una democracia el afianzamiento de la libertad de prensa y de la libertad de palabra? iCuáles son las ventajas de la libertad de cultos en el Estados democrático? LEn qué condiciones considera Ud. que las leyes pueden constituir una garantía del bienestar general del pueblo? &uál es la función específica que incumbe a los partidos políticos? 89 --. .-.-. .-. ___.~ ._,.. _~__ - LA MUJER CIUDADANA 12. $Xmo se justifica la existencia de un regimen de contribuciones e impuestos en los Estados modernos? 13. iQuC fundamentos puede Ud. aducir en favor del principio de la igualdad política y civil de hombres y mujeres? 14. iQué significado tiene la afirmación de que la soberanía reside en el pueblo? 15. iPor que el poder judicial requiere esencialmente la garantía de su independencia plena? 16. $uáles son las condiciones de la vida moderna que muestran la imprescindible necesidad de una política internacional justa y sincera? 17. <Qué argumentos podría Ud. formular para fundamentar la necesidad de una amplia actividad de educación en todos los Estados en nuestra época? 18. 2De qué manera podría Ud. presentar brevemente los daños y calamidades que acarrearía una nueva guerra al mundo actual? 19. $ómo pueden las mujeres contribuir a la acción mundial en favor de la paz? 20. iQuC medidas deberían tomarse, en todos los Estados, en favor de una política de paz y de buenas relaciones internacionales? Cuestionario sobre antecedentes históricos del Estado democrático. 1. ;En que sentido puede hablarse de Estado democrático en la antigüedad? 2. iQué diferencias puede Ud. establecer entre la organización democrática de Atenas en la tpoca clásica y nuestros conceptos actuales de organización democrática? 3. iCuáles son las principales disposiciones de la Magna Carta? 4. ,$Xmo pudo el pueblo inglés conseguir la limitación de los poderes de sus monarcas? 5. iPor qué los colonos ingleses de América del Norte, al independizarse de la metrópoli, pensaron en la forma de organización republicana? 6. ,$uáles son las críticas esenciales que hacían los filósofos franceses al antiguo regimen? 7. iCuáles eran los principios fundamentales por los cuales luchaban los revolucionarios franceses de 17897 8. Aplicó Napoleón los principios de la Revolución francesa? 9. iQué principios de la Revolución francesa tuvieron influencia en la organización de las repúblicas latinoamericanas después de independizarse de España? 10. ;En qué forma trataron de resolver las grandes potencias los problemas internacionales despub de la caída de Napoleón? ll. iEn qué forma se plantearon los principios fundamentales que esgrimieron los revolucionarios liberales en la época de la Restauración? 12. $uáles son los fundamentos de los movimientos liberales y nacionales de Europa en el siglo XIX? 13. cQué factores han contribuído a la mayor intervención de los obreros en los movimientos políticos de la época contemporánea? 14. iPor qué en nuestra Cpoca no puede plantearse una política de gobierno sin un correspondiente plan de realizaciones de carácter social? 15. iEn qué forma las dos grandes guerras mundiales del siglo xx han constituido una amenaza para la democracia? 16. 2A qué se debió el fracaso de la Sociedad de las Naciones? 17. 2En qué forma se puede contribuir al afianzamiento de las Naciones Unidas? 18. ¿QuC relación reconoce Ud. entre cultura popular y democracia? 90 EDUCACIÓN Democraciay CÍVICA DE LA MUJER tiranía. Discuta en su grupo las características más importantes del régimen democrático y de las tiranías. Resuma sus conclusiones en el cuadro siguiente. Origen Estado de los poderes del Forma de participación de los individuos en el gobierno Derechos y garantías individuales Gestaci6n de las leyes Otros aspectos que su grupo considere de interés Principales documentos de carácter universal en la historia de la democracia. Anote en cada caso las características más importantes de los documentos indicados, refiriéndose especialmente a los principales derechos reconocidos. Fecho o época Corncferisticns DOCU7llt-~lO’ Magna Carta Declaración de Independencia de los Estados Unidos Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, Francia Tratado de Versalles Carta de las Naciones Unidas Declaración Universal de Derechos Humanos 1. En los espacios en blanco agregue los documentos que su grupo considere de importancia. 91 . ._- . ..-. “-.---.--B -_________ _.- _._., _ -~__ . __. ._..-.--_-X- LA MUJER CIUDADANA La constitución política en nuestro Estado. Fecha de su promulgación. Qué establece nueslrn constitución Constituciones sobre: anteriores. Idea más importante expresada cn cada caso Capitulo Articulo Tipo de Estado Forma de gobierno Quiénes son nacionales Condicionesparaserciudadano Atención a la educación Protección al trabajo Poder legislativo a) Cámaras legislativas 6) Condiciones para ser elegido parlamentario c) Duración del mandato Atribuciones del presidente a) Condiciones elegido 6) Duración para ser del mandato c) Atribuciones principales Composicióndelpoderjudicial Administración del Estado Garantías individuales Vocabulario. Anote las diferencias que Ud. aprecia entre los términos que forman las siguientes parejas : 92 EDUCACIÓN 1. Ley - CÍVICA DE LA MUJER constitución: 3. Sufragio universal - 4. Estado - sufragio censitario: . gobierno : ~. ~~~~_____ 5. Estado unitario -Estado 6. Sociedad aristocrática 7. Estado soberano - Ensaye explicaciones federal: - sociedad democrática. .- colonia: bien precisas de los siguientes ttrminos : 1. Soberanía : 2. Democracia: 3. Sufragio : 4. Totalitarismo : - 5. Plebiscito: 6. República: ~ 93 CAPÍTULO VI LA MUJER EN LA VIDA CREACIÓN DE LAS NACIONES INTERNACIONAL UNIDAS La revolución industrial del siglo XIX, el prodigioso avance de las ciencias y de la técnica y el progreso gigantesco de los medios de comunicación han producido en la última centuria un cambio fundamental en el mundo. Ya no hay países lejanos ni aislados, ni grandes problemas que puedan permanecer enquistados en una región o en un país. Lo que sucede en un lugar de la tierra y que reviste alguna importancia en el campo político, económico, científico o simplemente humano repercute y se proyecta en todas partes, a través de las distancias y de las barreras naturales o artificiales. La humanidad ha ido adquiriendo conciencia de la solidaridad de su destino. El porvenir de las naciones y de su forma jurídica que es el Estado, el de los grupos sociales y el de los indivi duos está ligado cada día en mayor grado. A cada paso se comprueba que la guerra y la paz, la prosperidad y la crisis son indivisibles en todo el globo; o por lo menos, en grandes regiones. Las dos guerras mundiales que han ensangrentado la primera mitad de este siglo y a cuyos efectos o consecuencias ningún pueblo ha escapado, la crisis económica de 1929, la llamada guerra fría que ha marcado con su sello al mundo desde 1947 constituyen ejemplos de abrumadora elocuencia de esta gran verdad de nuestro tiempo. Por eso los grandes estadistas mundiales, a partir del conflicto de 1914-1918, comprendieron que era necesario organizar el mundo a base de algunos principios fundamentales, con objeto de evitar sobre todo la repetición de una catástrofe como la que se acababa de sufrir. Se creyó entonces que podría establecerse un sistema de seguridad colectiva de carácter universal, inspirado en el principio de solidaridad ante la agresión. Según él, el quebrantamiento de la paz ola simple amenaza de agresión en cualquier punto de la tierra, compromete la paz mundial y por consiguiente la comunidad de naciones organizada tiene la obligación de evitar o repeler la agresión. El pacto de la Sociedad de Naciones nació como resultado de esa convicción. Su principal sostenedor fué el presidente de los Estados 95 LA MUJER CIUDADANA Unidos de América del Norte, Woodrow Wilson, quien puso en la realización de esta idea todo su gran espíritu y energía de visionario y de hombre de Estado internacional. Este intento fracasó en lo esencial de su tarea, que era evitar una nueva guerra mundial. Pero nadie podría afirmar valederamente que fué un esfuerzo perdido : su experiencia ha sido de incalculable valor y si hoy día las Naciones Unidas pudieron ser establecidas sobre bases más firmes, se debe a que los veinte años de experiencia de la Sociedad de Naciones y la actitud de ésta frente a las situaciones producidas señalaron con claridad cuáles habían sido las causas de su ineficacia, que era necesario tener en cuenta en el nuevo sistema de seguridad colectiva. De estas causas, sin duda las más relevantes en el orden formal fueron la ausencia de un país como los Estados Unidos que en aquellos años iba colocándose rápidamente a la cabeza del mundo, en riqueza y en poder, y el no haberse previsto la organización de fuerzas armadas que estuvieran a disposición de la Sociedad, para actuar en caso de agresión abierta. Pero es evidente que la causa más decisiva de su fracaso fué la ausencia de disposiciones o de acuerdos que permitieran a la cooperación internacional crear las verdaderas «condiciones de paz », eliminando las causas remotas, pero profundas, de guerra, de disputas y de enemistad. En un mundo carente de toda organización capaz de orientar una política económica y social de proyecciones universales, la crisis económica de 1929 repercutió con caracteres tan catastróficos que en ella debe encontrarse si no el germen por lo menos el principal factor coadyuvante de los hechos internacionales que desencadenaron la segunda guerra mundial. Paralelamente a estas situaciones se mostraba la ausencia de madurez de las naciones para aceptar como un imperativo ineludible las obligaciones que imponía el principio de la seguridad colectiva. Pasado el peligro, alejado el recuerdo de la primera conflagración, los hombres de Estado, aún apegados a viejas concepciones, encontraban dificultades en participar activamente en la defensa de cualquier nación agredida o amenazada, en nombre de la humanidad a la que también alcanzaba la agresión o la amenaza. El sentido internacional no estaba aún maduro. Los países, hasta ese momento, sólo habían concebido la intervención armada o la adopción de sanciones económicas para defenderse ellos mismos u otros Estados con quienes estaban unidos por alianzas defensivas. Sucesivamente Renania fué ocupada, en violación al tratado de Versalles, Abisinia fué invadida y Japón atacó a China, sin que la Sociedad de Naciones se decidiese a actuar de una manera efectiva. Desde ese momento, los agresores comprendieron que el sistema de seguridad colectiva instituído en Versalles no sería capaz de impedir nuevos ataques o violaciones de 96 LA MUJER EN LA VIDA INTERNACIONAL la integridad territorial de los Estados. Se produ-jo la invasión de Polonia y con ello se desencadenó la segunda guerra mundial. Esa dura experiencia determinó a los dirigentes de las naciones, unidas contra el nazismo y el fascismo, a iniciar, aún mucho antes de terminar la guerra, la tarea de preparar el terreno para que, apenas terminado el conflicto, el mundo estuviera en situación de establecer un sistema de seguridad capaz de mantener la paz y asegurar a las generaciones futuras un porvenir libre de agresiones. El 30 de octubre de 1943, en plena lucha, los ministros de Relaciones Exteriores de los Estados Unidos de América, Reino Unido, China y la Unión Soviética emitieron una declaración sobre seguridad general. En ella afirmaban, entre otras cosas, que reconocían la necesidad de establecer una organización internacional a fin de mantener la paz y la seguridad internacionales. Esta organización debería basarse en el principio de la igualdad soberana de todos los Estados amantes de la paz, y todos los países, grandes y pequeños, tendrían derecho a participar en ella. Pocos meses después, en junio de 1944, el presidente Roosevelt, principal impulsador de la idea, en una solemne declaración pública establecía los fundamentos en que, a su juicio, debería descansar la futura organización internacional, señalando especialmente que todas las naciones amantes de la paz deberían emprender una tarea común para el mantenimiento de la paz y de la seguridad. Agregó que el propósito principal de ésta sería conservar la paz y la seguridad y destacó que las condiciones de estabilidad y bienestar indispensables al mantenimiento de relaciones pacíficas entre las naciones deberían ser procuradas por medio de la cooperación internacional. En esta declaración se traduce por primera vez la nueva concepción de la seguridad y de la paz mucho más amplia que la reconocida antes de la guerra : la paz y la seguridad, y las relaciones amistosas entre las naciones, están directamente vinculadas a la existencia de condiciones de estabilidad y de progreso en el mundo entero y, por lo tanto, ayudar a establecerlas constituía una obligación ineludible de la cooperación internacional. El 2 1 de agosto de 1944 se reunieron en Dumbarton Oaks los representantes de las mismas potencias que emitieron la declaración de Moscú, y prepararon el anteproyecto de organización mundial que debía servir posteriormente de base a los debates de la conferencia mundial reunida en San Francisco el 25 de abril de 1945, con objeto de debatir y adoptar el estatuto orgánico de la nueva entidad internacional. Dos meses -más tarde, casi día por día, representantes de cincuenta países suscribían la Carta de las Naciones Unidas, promulgada el 26 de junio del mismo año. La Carta de las Naciones Unidas marca un claro progreso sobre todos los anteriores intentos de organizar la colaboración inter97 LA MUJER CIUDADANA nacional con objeto de mantener la paz y la seguridad y crear las condiciones necesarias para su conservación. Se procuró que llenara los vacíos que en el orden constitucional tenía el pacto de la Sociedad de Naciones, incorporando desde luego entre sus principales objetivos aquellos que interpretaban la nueva concepción que aparecía con caracteres predominantes en las declaraciones principales emitidas durante la guerra, entre ellas, la Carta del Atlántico y el acuerdo de Moscú del 30 de octubre de 1943, -entre las cuatro grandes potencias. La carta fué promulgada en nombre de «los pueblos de las Naciones Unidasl». Cierto es que creaba una organización de Estados representados por sus gobiernos, pero sus autores quisieron señalar que su objetivo principal era el ser humano, el desenvolvimiento pleno de su personalidad, el respeto a su dignidad, mucho más permanente que cualquier forma de organización política de los grupos de individuos. Por consiguiente la paz y la seguridad colectiva y todas las medidas de orden económico, social y humanitario en ella previstas se adoptaban sólo en función de la personalidad humana. El preámbulo de la carta no deja dudas a este respecto. En él se proclama la decisión de «reafirmar la fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona humana, en la igualdad de derechos de hombres y mujeres» y de «promover el progreso social y elevar el nivel de vida, dentro de un concepto más amplio de la libertad ». Cuatro son los pilares en que descansa el sistema de San Francisco. Primero, la seguridad política colectiva. La paz y la seguridad internacionales han de ser mantenidas mediante la acción colectiva, que comprende la adopción de medidas colectivas eficaces para prevenir y eliminar amenazas a la paz y para suprimir actos de agresión u otros quebrantamientos de la paz; y lograr por medios pacíficos y de conformidad con los principios de la justicia y del derecho internacional, el ajuste o arreglo de controversias o situaciones internacionales susceptibles de conducir a quebrantamientos de la paz. Segundo, la seguridad colectiva económica y social. Según el preámbulo y especialmente el artículo 55, se considera que el bajo nivel de vida, el desempleo, el atraso social, las malas condiciones sanitarias y la inestabilidad económica, en cualquier lugar de la tierra, comprometen «las relaciones pacíficas entre las naciones ». Por consiguiente, las Naciones Unidas deben «realizar la cooperación internacional en la solución de problemas internacionales de carácter económico, social, cultural o humanitario» y los Estados 1. Todas las citas que se dan en el presente capitulo han sido sacadas de Carlo de las Naciones Unidas y estatuto de la Corle Internacional de justicia, Lake Success (Nueva York), Naciones Unidas, Departamento de Informacidn Pública, 1948. 98 LA MUJER EN LA VIDA INTERNACIONAL miembros están obligados a «tomar medidas conjunta o separadamente, en cooperación con la organización» para lograr tales objetivos. Tercero, el respeto universal a los derechos fundamentales del individuo y de la personalidad humana. Al igual que en el caso anterior, en la carta se sobrentiende que la violación de estos derechos y los atentados a la dignidad del ser humano ponen en peligro la convivencia amistosa entre las naciones. De ahí que la carta consigne la obligación de adoptar medidas, conjunta o separadamente, para «el desarrollo y estímulo del respeto a los derechos y a las libertades fundamentales de todos, sin hacer distinción por motivos de raza, sexo, idioma o religión». Cuarto, el fomento de las relaciones de amistad entre las naciones «basadas en el principio de la igualdad de derechos y en el de la libre determinación de los pueblos». La característica de la carta es que sus principios y objetivos, entre los cuales tienen importancia fundamental los cuatro precitados, son indivisibles. La paz, la seguridad, la amistad entre las naciones y el progreso humano sólo pueden ser establecidos o asegurados mediante el cumplimiento integral de todos ellos, sin que puedan separarse unos de otros. Para la Carta de San Francisco, el peligro para la paz y las relaciones pacíficas entre los pueblos proviene tanto de la agresión abierta o de la amenaza militar como de la persistencia de las condiciones de miseria o de atraso social o de la violación sistemática de los derechos fundamentales del ser humano o de los pueblos a la libre determinación de sus destinos. Las Naciones Unidas desarrollan la acción que les encomienda la carta, por conducto de sus órganos principales: la Asamblea General, el Consejo de Seguridad, el Consejo Económico y Social, el Consejo de Administración Fiduciaria, la Corte Internacional de Justicia y la Secretaría. La Asamblea, integrada por todos los Estados miembros de la organización, tiene facultad para discutir y formular recomendaciones sobre cualesquiera de los asuntos o cuestiones dentro de los límites de la carta. El Consejo de Seguridad es el órgano ejecutivo que tiene «la responsabilidad primordial de mantener la paz y la seguridad internacionales ». Sus poderes son amplísimos, pues en caso de quebrantamiento de la paz, de agresión o de amenaza de agresión está obligado a tomar medidas que van desde las gestiones de conciliación para obtener un arreglo pacífico de las controversias hasta las de carácter coercitivo, como sanciones económicas y aun el empleo de la fuerza armada, para lo cual la carta prevé que los Estados miembros «de conformidad con un convenio especial» deberán, cuando lo solicite el Consejo de Seguridad, poner a su disposición «las 99 LA MUJER CIUDADANA fuerzas armadas, la ayuda y las facilidades, incluso el derecho de paso, que sean necesarios para el propósito de mantener la paz y la seguridad internacionales». El Consejo Económico y Social, por su parte, está llamado a responder del desempeño de las funciones de la organización relativas a la promoción de «niveles de vida más elevados, trabajo permanente para todos, condiciones de progreso y desarrollo económico y social»; a ocuparse de «asuntos internacionales, de carácter económico, social, cultural, educativo y sanitario y otros asuntos conexos»; y a «promover el respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales de todos». Aparte de esta tarea directora, que lo constituye en el instrumento más importante de la cooperación Internacional en el orden social y económico, este consejo podrá coordinar las actividades de los organismos especializados, mediante consultas con ellos y haciéndoles recomendaciones. LOS ORGANISMOS ESPECIALIZADOS La obra de cooperación internacional en el importante campo económico y social, tan vital para el mantenimiento de la paz, según la nueva concepción de la seguridad que inspiró a los autores de la carta, sería incompleta si no existieran organismos de carácter ejecutivo, aptos para llevar al terreno de las realizaciones concretas los principios y objetivos de la misma carta y las recomendaciones del Consejo Económico y Social, en cada una de las diferentes ramas de la actividad social y económica. Por tal razón, la carta dispuso expresamente, en su artículo 57, que «los distintos organismos especializados establecidos por acuerdos intergubernamentales, que tengan amplias atribuciones internacionales definidas en sus estatutos y relativas a materias de carácter económico, social, cultural, educativo, sanitario y otras conexas, serán vinculados con la Organización [de las Naciones Unidas] de acuerdo con las disposiciones del artículo 63 ». «Tales organismos especializados - agrega - así vinculados con la organización, se denominarán en adelante los ‘organismos especializados’. » En virtud de estas disposiciones, algunos organismos especializados establecidos antes de la creación de las Naciones Unidas, como la Organización Internacional del Trabajo y la Unión Postal Universal, se vincularon a las Naciones Unidas en calidad de organismos especializados. Pero existían otros campos donde no había ninguna institución para canalizar la colaboración internacional; por esto, la propia Organización de las Naciones Unidas tomó la iniciativa de recomendar la creación de nuevos organismos y aún sugirió los 100 LA MUJER EN LA VIDA INTERNACIONAL procedimientos que determinaron la convocación de conferencias especiales que dieron nacimiento a tales organismos. Fué ése, entre otros, el caso de la Organización Mundial de la Salud y de la antigua Organización Internacional de Refugiados. La característica de los organismos especializados es que tanto su composición y organización como su administración y dirección son independientes de las Naciones Unidas. Se rigen por sus propios estatutos y sus miembros no son precisamente los mismos de las Naciones Unidas. Así, por ejemplo, hay algunas instituciones especializadas que agrupan acerca de ochenta Estados, mientras las Naciones Unidas cuentan sólo con sesenta Estados miembros. Puede afirmarse que los organismos especializados actualmente existentes abarcan casi todo el campo de la actividad humana, donde la colaboración internacional podría hacerse presente. Tal vez la excepción más notoria podría ser la de la industria, pues está al margen de la acción de aquéllos. La sola enunciación de los organismos especializados da una idea aproximada de la actividad que desarrollan: Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento; Fondo Monetario Internacional; Organización para la Alimentación y la Agricultura; Organización de Aviación Civil Internacional; Organización Internacional del Trabajo; Organización Meteorológica Mundial; Organización Mundial de la Salud; Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) ; Unión Internacional de Telecomunicaciones; Unión Postal Universal. Además de estos organismos ya establecidos, hay dos que, aun cuando su creación ha quedado acordada en sendas conferencias, no han podido todavía comenzar a funcionar, debido a que los convenios constitutivos no han obtenido el número suficiente de ratificaciones para entrar en vigor. Son la Organización Internacional de Comercio y la Organización Consultiva Marítima Intergubernamental. En lo que se refiere a los problemas de comercio, desde hace tres años y en tanto se establece la organización especializada funciona la Comisión Interina de la Organización Internacional de Comercio, que ha tomado a su cargo algunos de los aspectos más importantes de la Carta de Comercio y Empleo, adoptada en La Habana en 1948, especialmente aquellos relacionados con acuerdos aduaneros, a través del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio. 101 LA MUJER CIUDADANA AYUDA QUE DE NACIONES LAS LOS PAÍSES UNIDAS PUEDEN Y DE RECIBIR SUS POR ORGANISMOS CONDUCTO ESPECIALIZADOS Es indudable que el mayor beneficio que las naciones y los pueblos pueden recibir de las Naciones Unidas y de sus organismos especializados procederá de su obra universal de promoción de mejores condiciones económicas y sociales de vida. Las Naciones Unidas, al investigar y analizar los grandes problemas del desarrollo económico de las zonas atrasadas o de la estabilidad económica de los países industriales, y al sugerir o propugnar soluciones de tipo general, contribuyen poderosamente al bienestar de todos los individuos y, por ello, al de todos los pueblos. También lo hacen los organismos especializados, al orientar la cooperación internacional en cada uno de los grandes campos de su actividad, dando normas generales sobre problemas tan importantes como son las condiciones de trabajo y seguridad social, el analfabetismo, las enfermedades sociales y las demás enfermedades que diezman a poblaciones enteras, el mejoramiento de las comunicaciones marítimas, postales 0 telefónicas. Lentamente van imponiendo un criterio técnico y científico, incitando a la cooperación general a sectores cada día más numerosos, coordinando las actividades nacionales, provocando un sentido de responsabilidad internacional que es indispensable estimular y activar, en vista de la interdependencia de los problemas y de las diferentes situaciones. Pero ni las Naciones Unidas ni los organismos especializados se han contentado con esta labor de carácter general. Han querido llegar al terreno mismo, a cada país necesitado, para colaborar con los pueblos en la solución de sus problemas específicos. Por tal razón y con tal objeto se han establecido los programas de asistencia técnica u obras como el Fondo Internacional de Socorro a los Niños (UNICEF) organizado por las Naciones Unidas para ayudar directamente con alimentos, vestuario o de otro modo a millones de niños indigentes y subalimentados en el mundo entero. Tanto las Naciones Unidas como cada uno de los organismos especializados poseen sus propios programas de asistencia técnica, sufragados por su presupuesto ordinario. Además, todas estas instituciones, junto con las Naciones Unidas, han organizado un gran plan que se denomina programa ampliado de asistencia técnica, administrado por una junta en que están representados todos los países participantes y costeado por contribuciones voluntarias, que ordinariamente pasan de 20 millones de dólares al año. Mediante estos programas, los países pueden recibir y reciben una ayuda efectiva que les procura el envío de misiones técnicas, información técnica, equipos y materiales, y las ventajas de la investiga102 LA MUJER EN LA VIDA INTERNACIONAL ción técnica, el adiestramiento internacional mediante becas y conferencias internacionales, reuniones y seminarios. Los tipos de asistencia que las Naciones Unidas y los organismos especializados prestan son enormemente variados, según las necesidades de cada país en relación con su desarrollo económico, bienestar social, administración pública o cualquier materia incluída en las posibilidades de acción de alguno de los organismos especializados. Por ejemplo, puede pedirse ayuda técnica en materia de nutrición, pesca, silvicultura, industria, productividad, transportes, habitación, educación fundamental y técnica, investigación científica, salud, lucha contra enfermedades contagiosas, economía general, finanzas públicas, etc. COOPERACIÓN DE LOS CIUDADANOS CON LAS NACIONES UNIDAS Las Naciones Unidas, no obstante sus altos objetivos, son una organización que sufre de limitaciones y deficiencias. Su órgano ejecutivo por excelencia, el Consejo de Seguridad, no ha podido realizar todas las atribuciones que la carta le confiere, porque no cuenta con una fuerza armada internacional, aunque la carta la prevé, para llevar adelante su misión en casos de quebrantamiento o amenazas de quebrantamiento de la paz. Por lo tanto, las Naciones Unidas han trabajado por los objetivos que les fija su carta, a base de recomendaciones y resoluciones. Su única arma es, por ahora, la persuasión; y su única fuerza,la fuerza moral de sus altos principios humanitarios. No obstante, las Naciones Unidas son el único y más decisivo instrumento de paz con que cuenta el mundo hasta el momento y el mejor medio descubierto hasta ahora para luchar por la seguridad y el progreso humano. Las Naciones Unidas son una asociación de Estados y de pueblos. Los pueblos y los Estados se componen de individuos, los cuales, a su vez, se organizan en grupos, pequeños o grandes, siguiendo los diversos campos de la actividad humana. No son una entidad abstracta de origen y actividades extrañas a nuestro mundo. Las Naciones Unidas somos todos los seres humanos; todos formamos parte de ellas y tenemos ante ellas grandes responsabilidades, tanto de orden individual como colectivo. Su éxito significa el éxito de los pueblos del mundo y por lo tanto, el de cada uno de nosotros; y su fracaso emplicará que nosotros mismos, individual y colectivamente, hayamos fracasado. No podemos desvincularnos de esta responsabilidad directa frente a la organización mundial. Las Naciones Unidas no pueden ni podrán jamás realizar obra constructiva en ninguno de los campos de su múltiple actividad si no cuenta con el apoyo total y sin reservas 103 LA MUJER CIUDADANA de los pueblos del mundo. Y este deber de cada individuo no es un deber que se cumple en beneficio de tal o cual país, de tal o cual grupo humano, sino en favor de toda la humanidad, de todos los países y de todos los grupos humanos sin excepción. Por eso, toda campaña contra las Naciones Unidas, contra su acción y sus principios constituye un acto delictuoso, contrario a la lealtad que debemos a nuestras propias patrias. El fracaso definitivo de las Naciones Unidas constituiría una catástrofe para todos los seres humanos en cualquier región del mundo. La necesidad de este indispensable apoyo a la acción de las Naciones Unidas es lo que da tanta importancia a la colaboración de vastos sectores, organizados nacional o internacionalmente. No existe un medio más eficaz de movilizar a la opinión pública mundial en torno a los objetivos, principios y acción de las Naciones Unidas que el que proporcionan las organizaciones no gubernamentales que representan a millones de individuos afiliados a ellas a través de las respectivas organizaciones nacionales. A su vez, esta opinión pública consciente y bien informada puede influir en las Naciones Unidas, como también en la actitud que adopten los diferentes países en los problemas internacionales que en ellas se debaten. A las organizaciones no gubernamentales reconocidas como entidades consultivas corresponde dar a conocer en las Naciones Unidas las tendencias y reacciones de esa opinión. De esta manera se forma la necesaria relación e influencia mutua entre los pueblos y las Naciones Unidas, que es indispensable para una acción eficiente y constructiva. Hasta hoy la participación de las organizaciones no gubernamentales en las Naciones Unidas, aun siendo muy eficiente en algunos aspectos, se ha limitado a ciertas actividades como derechos humanos, derechos de la mujer, derechos sindicales y algunos aspectos económicos. Pero ha llegado el momento en que el interés de los grandes grupos de opinión representados por estas organizaciones se manifieste en todas las actividades de las Naciones Unidas, en sus consejos, en sus comisiones y subcomisiones. Son estas organizaciones las llamadas a velar por que la acción de las Naciones Unidas no se desvincule del interés de los pueblos mismos, a veces divorciado o en contradicción con el de los gobiernos, que están representados por sus delegaciones en las Naciones Unidas. Las organizaciones no gubernamentales en general y las constituídas por entidades locales o nacionales femeninas, en los diferentes campos de su actividad y de sus objetivos, están haciendo valer, cada vez con mayor fuerza, en las Naciones Unidas y en la opinión pública de los respectivos países, el papel creciente que estas agrupaciones, y la mujer en especial, desempeñan en las esferas públicas nacionales e internacionales. Esta acción constituye un elemento 104 LA MUJER EN LA VIDA INTERNACIONAL poderoso, tanto en lo material como en lo espiritual, de la gran empresa del progreso humano y ayuda a clarificar y establecer las bases esenciales de una política que lleve a una paz duradera, que libre a la humanidad del miedo y de la inseguridad y le asegure la libertad y el bienestar a que tiene derecho. Una política de este tipo solo puede desarrollarse en torno a las Naciones Unidas, a base de sus principios y objetivos, con la cooperación de todos los pueblos del mundo, por conducto de los gobiernos y de la opinión pública organizada, representada por todas las organizaciones no gubernamentales que tienen voz en los organismos de las Naciones Unidas. ;Cómo pueden los individuos ayudar a realizar esta acción? Los ciudadanos de los países miembros de las Naciones Unidas están representados en ellas por sus gobiernos. El gobierno envía delegados a las conferencias de las Naciones Unidas y a los organismos permanentes de que cada gobierno forma parte; y presenta por conducto de tales delegados las proposiciones y resoluciones que orientan la acción de la organización mundial. Si bien es cierto que de conformidad con las atribuciones que confiere la constitución política del Estado, en la mayoría de los países, es el poder ejecutivo el que tiene la función de determinar la respectiva política exterior, no lo es menos que el poder legislativo desempeña cada vez más un papel importante en la dirección de la política exterior de los países. El poder legislativo, constituído en la mayoría de los países por las dos cámaras del parlamento, está formado por los representantes que los ciudadanos eligen y en los cuales delegan su facultad de gobernarse. Los ciudadanos que tienen interés en la actitud que su país adopte frente a las diversas situaciones internacionales deben hacer presente su opinión ante los representantes que han elegido, ya sea en forma individual o colectivamente por los partidos políticos o las organizaciones de que forman parte. Los representantes en el parlamento expresan, por lo menos en teoría, la opinión de sus representados. Tienen la obligación de adoptar los criterios que correspondan al sentir del grupo de ciudadanos que los ha elegido y son los mandatarios de ese grupo de opinión. Es verdad que, en la práctica, los parlamentarios, una vez elegidos, generalmente se desvinculan de la opinión de los ciudadanos que les dieron su voto. Rompen el lazo de contacto mutuo que debe existir entre representantes y representados, que permite a los votantes estar informados del curso de la política del gobierno; y a los representantes, conocer la opinión de sus electores sobre las diversas situaciones de interés nacional e internacional en que el ciudadano elector tiene derecho a intervenir. Así como en la determinación de la política nacional el ciudadano individual constituye la unidad fundamental del poder 105 LA MUJER CIUDADANA político, en la política internacional el ciudadano individual constituye la opinión básica que determina la orientación del gobierno en los asuntos de política exterior. Por otra parte, las Naciones Unidas son una asociación de Estados que contribuyen a costear su funcionamiento con cuotas proporcionales cuya cuantía determina la organización. Las sumas que los diversos países aportan y que el Congreso autoriza provienen de las contribuciones que pagan los ciudadanos. Puesto que es el ciudadano el que costea la organización, su derecho y su obligación, como contribuyente, de participar en la acción de las Naciones Unidas es ineludible, ya sea por conducto de su gobierno o por conducto de los delegados que el gobierno nombra, o mediante las organizaciones nacionales afiliadas a las organizaciones internacionales reconocidas como entidades consultivas por las Naciones Unidas. Muchas de las medidas y resoluciones que las Naciones Unidas adoptan sobre diferentes asuntos que interesan a todos los países miembros de la organización, o a grandes regiones del mundo, son enviadas a los Estados miembros para su aprobación. Algunas de estas medidas, que revisten la forma de convenios multilaterales o convenciones mundiales, han de ser aprobadas por una decisión legislativa que generalmente implica modificaciones de las leyes nacionales de los países. La forma en que los representantes parlamentarios actúen con respecto a las resoluciones y recomendaciones de las Naciones Unidas dependerá del apoyo que los ciudadanos presten a tales recomendaciones y de la presión que ejerzan sobre sus representantes en el parlamento. Por último, en la mayoría de los países existen entidades nacionales afiliadas a organizaciones no gubernamentales internacionales que tienen voz en las Naciones Unidas. Influyendo en la determinación de la política de estas entidades nacionales, todo ciudadano encuentra camino expedito para comunicarse con las Naciones Unidas, y este medio puede ser eficazmente utilizado para fortalecer y estimular la política de paz permanente y de bienestar humano que las Naciones Unidas promueven con sus planes de progreso social, económico y cultural. 106 BIBLIOGRAFíA CAPÍTULOS 1 A IV IN CITIZENSHIP, Educationfircitizxxshi~ in secondary schools, Londres, Oxford, 1946, 264 págs. BARD, Harry, y MANAKEE, H. S., Actiuecitizenship, Chicago, Winston, 1951, 506 págs. BESSONE, Riéffolo, Los derechos sociales de la mujer (Cartas a mi amigo Bover) , Buenos Aires, El Ateneo, 1950, 23 1 págs. COLUMBIA UNIVERSITY, Teachers College, Division of Foundations of Education, Readings in thefoundations of education, Harold Rugg, general editor, Nueva York, 1941, 2 ~01s. 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Kléber, ’ Pa~fs 16, compte 13.801. AI por mayor: Unesco, División de Ventas, 19, av. Kléber, P~nls 16. GRECIA Elefthéroudakis, Librairie Internationale, ATENAS. GUAYANA HOLANDESA Radhakishu” & Co., Ltd., (Book Department) Watermolenstraat 36, PARAMARIBÓ. HAITf Librairie “A la Caravelle”, 36, rue Roux, B.P. III-B, PUERTO PRINCIPE. HONG KONG Swindon Book Co., 25 Nathan Road, KOWLOON. HUNGRfA Kultura, P. 0. Box 149, BUDAPEST 62. FILIPINAS Philippine Educatio” Co., I”C., 1104 Castillejos, Quiapo, MANILA FINLANDIA Akateeminen 2 Keskuskatu, HELSINKI. INDONESIA G. C. T. va” Dorp Djalan Nusantara DJARARTA. FEDERACIÓN MALAYA Y SINGAPUR Peter Chong & Co., P.O.Box 135, SINGAPUR. COSTA RICA Treja Hermanos, apartado 1313, SAN José. DE INDIA Orient Longmans Ltd., Indian Mercantile Chamber, Nicol Road, BOMBAY. 17 Chittaranian Avenue. CALCUTA. . 36-A Mount Road, MADRÁS. smiepósitor: Oxford Book & stationery co., Scindia Hoce, NUEVA DELHI; Rajkamal Publications, Ltd., Himalaya House. Hornby Road, Bom”~u 1. ETIOPfA Intemational Press Agency, P.O.Box 120, Amm ABEBA. COLOMBIA Emilio Royo Martí”, Carrera, 9.8, 1791, BOGOTÁ. CUBA Unesco, Centro Regional el Hemisferio Occidental, Calle 5, n.” 306, Vedad”, apartado 1350, LA HABANA. de Vega, DINAMARCA Ejnar Munksgaard 16 Nerregade, COPENHAGUE IL BELGIGA Librairie EncyclopCdique, 7, me du Luxembourg, BRUSELAS IV. GENERALES FORMOSA The World Book Co., Ltd., 99 Chung King South Rd., TAIPEH. CHIPRE M. E. Constantinides, P. O.Box 473, NICOSLA. AUSTRIA Wilhelm-Frick-Verlag, 27 Graben, VIENA 1. BOLIVIA Librería avenida LA Paz. AGENTES CHECOESLOVAQUIA Artia Ltd., 30 Ve SmeEkách, PRAGA 2. für AUSTRALIA Oxford University 346 Little Collins MELBURNA. UNESCO: Kirjakauppa, & Co., 22, IRAK McKenzie’s BAGDAD. Bookshon ISRAEL Blumenstein’sBookntores, Ltd., 35 Allenby Road, P.O. Box 5154, TEL Avrv. ITALIA G. C. Sanîoni, via Gino Capponi 26, casella postale 552, FLORENCIA. JAMAICA Sangster’s Book Room. 99 Harbour Street, KINGSTON. Knox Educational SeWiCeS, SPALDINGS. JAP6N Maruzen Co., Inc., 6 Tori-Nichome, Nihonbashi. TOKIO. JORDANIA HACHEMITA Joseph 1. Bahous & Co., Dar-ul-Kutub, Salt Road, AMMÁN. LfBANO Librairie Universelle, avenue des Franca& BElRUT. LIBERIA J. Momolu Kamara, 69 Front and Gurley streets, MONROVIA. LUXEMBURGO Librairie Paul 33, Grand-Rue, LUXEMBWWO. MADAGASCAR La Librairie Madagascar, TANANARIVO. Bruck, de MALTA Sapienza’s Library, 26 Kingsway, LA VALE.I<TE. MÉXICO Difusora de las Publicaciones de las UneSCO, Artes 3 1, int. bajos, MÉXICO, D.F. NIGERIA C. M. S. Bookshop, P. 0. Box 174, LAGOS. NORUEGA A/S Bokhjsrnet, Stortingsplass OSLO. SUIZA Cantones de lengua almano: Europa Verlag, 5 Rämistrasse, ZlJRlCH. Cantones de lengua frnncm: Librairie Antoine Douce, Ancienne Librairic de l’université, case postale 72, FRIB~~GO. Subdrpósitos: Librairie Payot, place Molard, GINERRA. 7, NUEVA ZELANDIA Unerco Publications Centre, 7 De Lacy Street, DUNED~N, N. E. 2 PAfSES BAJOS N. V. Martinus Lange Voorhout LA HAYA. Nijhoff, 9, PAKISTAN Ferozsons Ltd., 60 The Mall, LAHORE. Bunder Road, KARACHI. 35 The Mail, PESHAWAR. TANGER Centre International, 20 rue Moliere. PANAMA Agencia Internacional de Publicaciones, apartado 2052, plaza de Arango n.o 3, PANAMÁ, R.P. PERÚ Librería Azangaro Ll&lA. Mejía Baca, 722, PORTUGAL Publicacóes EurópaAmtricana, Ltda., rus das Flores 45, 1 .O, LISBOA. PUERTO RICO Panamerican Book SAN JUAN 12. Co., REINO UNIDO H. M. Stationery Office, P.O. Box 569, LONDRES, S.E. 1. SENEGAL Librairie “Tous les Liwe.? 30, roe de Thiong, DAKAR. SIRIA Librairie Universelle DAMASCO. SUECIA A/B C.E. Fritzes Kungl. Hovbokhandel, Fredsgatan 2, ESTOCOLMO. TAILANDIA Suksapan Panit, Arkarn 9, Rai-Damern Avenue, BANGKOK. TÚNEZ Victor Boukhors, 4 rue Nocard, Túmz. TURQUfA Librairie Hachette 469 Istiklal Caddeii, Beyoglu, ESTAMBUL. UNIÓN BIRMANA Burma Educational Bookshop, 551-3 Merchant Street, P.O. Box 222, RANC.6N. UNI6N SUDAFRICANA Van Schaik’s Bookstore, P. 0. Box 724, PREToRrA. URUGUAY Centro de Cooperación Cientifica para América Latina, bulevar Artigas 1320, Mowrevr~eo. VENEZUELA Libre& Villegas Venezolana Madrices A Marrón n.O 35, pasaje Urdaneta, local B, CARACAS YUGOESLAVIA Jugoslovenska Teraziji 27/II, BELGRADO. BONOS DE LIBROS DE LA UNESCO Los bonos de libros de la Unesco permiten adquirir revistas y obras científico .o cultural. Pídanse informaciones complementarias a: Bonos 19, avenue Kléber, París 16. Kojiga, de carácter educativo, de libros de la Unesco, EL CORREO EL CORREO de la Unesco no es una publicación comercial y tiene lectores en más de 70 países. Su prop6sito es presentar cada mes, por medio de textos e ilustraciones, ciertos artículos informativos y ensayos que provoquen reflexión y examen, y ofrecer al mismo tiempo una sección para el análisis de algún importante problema mundial, tratado desde el punto de vista nacional e internacional. Esta revista desea ser una ventana abierta sobre el mundo de la educacibn, la ciencia y la cultura, a través de la cual el maestro de escuela y los lectores en general puedan mirar hacia horizontes más amplios y universales. He aquí algunos problemas examinados recientemente en EL CORREO; el mosaico lingüístico del mundo y los nuevos métodos en la enseñanza de lenguas extranjeras; utilización pacífica de la energía atómica; el arte infantil y la educación; la falsedad de las doctrinas, raciales; las bibliotecaspúblicasylaenseñanza; laconquistadeldesierto en todo el mundo; la televisión como oportunidad y reto para la educación popular; la enseñanza de la geografía y la comprensión internacional; la escasez mundial de papel; el cine y la mejor comprensión de los pueblos. Suscripción anual : 6 chelines; 1,50 dólares; 300 francos franceses N.B.: Las suscripciones al CORREO pueden ser pagadas en moneda nacional a los agentes de venta de la Unesco. EDUCACIÓN FUNDAMENTAL Y DE ADULTOS Boletín trimestral Revista tknica dedicada principalmente a los especialistas en educación fundamental y de adultos, aunque los documentos e informaciones que contiene interesan a todas las personas que se ocupan de problemas educativos. Publica artículos sobre actividades importantes de educación fundamental y de adultos, e informes sobre programas y líneas generales de orientación. Suscripción anual: Número suelto : $1.00 t .30 5/1/6 250 fr. 75 fr. Las suscripciones pueden hacerse en las argencias de venta (véase la lista) o enviarse directamente a la Unesco.