La Mujer ciudadana: sugestiones para la - unesdoc

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LA MUJER CIUDADANA
Sugestiones para
la educación cívica de la mujer
por Ana
UNESCO
FIGUEROA
PROBLEMAS
DE EDUCACIÓN-VIII
LA MUJER CIUDADANA
_-__-- _.._...
--.--
-
Acabado
en los talleres
por la Organización
la Cienciay
de imprimir en diciembre de 1954
de la Buchdnrckerei V.S.K., Basilea
de las Ovaciones Unidas para la Educación
la Cultura, 19, ao. KXber, París 16
@
Unesco,
ED
54 IV
1954
ES
PREFACIO
La condición jurídica, económica y social de la mujer ha conocido
en los últimos decenios un mejoramiento
constante en casi todas las
regiones del mundo. Desde 1945, veintitrés países han reconocido,
total o parcialmente,
el derecho de la mujer al voto y su elegibilidad
para la representación
parlamentaria.
La fase siguiente consiste en lograr que la mujer pueda ejercitar
sus derechos con plena conciencia de sus deberes y derechos cívicos.
En el folleto de las Naciones Unidas sobre la educación política de
la mujer? se estudia este problema y se presentan ejemplos de los
métodos que han probado su eficacia para ayudar a las mujeres
recientemente
emancipadas
a convertirse
en ciudadanas activas,
responsables. Como complemento
de ese folleto, publica la Unesco,
en español, el presente manual, que ofrece sugestiones de carácter
práctico para la educación cívica de la mujer, juntamente
con dos
estudios similares en francés e inglés. Al decidir la publicación
de
tres estudios distintos, en vez de un mismo texto en tres lenguas,
se reconoce el papel que desempeña el idioma y la cultura literaria
para moldear la cohesión colectiva y formar las actitudes características
de cada colectividad
frente a problemas
comunes a
todas.
El folleto en español se debe a la pluma de la Sra. Ana Figueroa,
ex representante
de Chile en las Naciones Unidas, que acaba de ser
nombrada jefe de la División del Trabajo de Mujeres y Menores,
de la Oficina Internacional
del Trabajo, en Ginebra; el estudio en
francés2 es obra de la Srta. H. Sourgen, inspectora
general de
Educación Nacional (Francia), y el folleto en inglés3 se debe a la
Sra. Marjorie Tait, profesora de estudios sociales, de los Servicios
de Extensión de la Universidad
de Londres.
Se concedió a las autoras gran libertad para expresar sus propias
opiniones y, aunque los tres estudios se ajustan a las mismas normas
generales, reflejan una profunda diferencia en la manera de enfocar
1. Naciones
Unidas,
Departamento
de Asuntos Sociales, Educación polilicn de la mujer, Nueva
1951,50 págs.
2. L’édwotion
civiqne des femmes: quelqucs suggestions protiques (ProbUmcs d’éducalion, VIII).
3. Education of Women for Citircnship:
somt practica1 suggestions (Problcms in Educafion, VIII).
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York,
~-,I.-
LA
MUJER
CIUDADANA
los problemas, así como otras debidas a la actitud, experiencia
y
ambiente en que vive cada autora.
Se confía en que los tres estudios servirán de estímulo para debates
sobre los métodos de educación cívica de la mujer y en que la información que ofrecen podrá adaptarse a cada caso particular
para
hacer frente a las necesidades e intereses de otras comunidades.
íNDICE
CAPÍTULO
I. Las Naciones
Unidas
y los derechos de la mujer
9
CAPÍTULO II. ;Qué es la democracia?
.
.
.
.
.
.
Fundamentos políticos de la democracia. Fundamentos económicos de la democracia. La democracia y los derechos humanos.
Los derechos económicos y sociales. Las Naciones TJnidas y los
derechos humanos. La Declaración Universal de los Derechos
Humanos. Crisis de la democracia. Papel de los ciudadanos en una
democracia. Papel de las organizaciones en la comunidad democrática. La democracia y la educación.
21
CAPíTULO III. Los derechos políticos de la mujer
.
.
.
La tradición antifeminista. La influencia de la mujer en la vida
política. Abstencionismo e inestabilidad del voto de la mujer.
Participación directa de la mujer en el gobierno y en el parlamento.
La mujer y los partidos políticos.
43
CAPÍTULO
IV. Papel
actual .
.
económico
.
.
.
de la mujer
.
.
.
en la sociedad
.
.
.
.
55
La mujer frente a la nueva sociedad industrial.
CAPíTuLo v. Educación
cívica de la mujer
.
.
.
.
61
CAPÍTULO VI. La mujer en la vida internacional
.
.
.
Creación de las Naciones Unidas. Los organismos especializados.
Ayuda que los países pueden recibir por conducto de las Naciones
Unidas y de sus organismos especializados. Cooperación de los
ciudadanos con las Naciones Unidas.
95
La mujer en el hogar y en la familia. La mujer en el medio local.
La mujer en la nación.
BIBLIOGRAFÍA
. .- .. ._..l-...__l
.
.
.
.
.
.
.
-___
.
.
.
.
107
CAPíTULO
1
LAS NACIONES
DE LA MUJER
UNIDAS
Y LOS DERECHOS
La Conferencia de las Naciones Unidas que se reunió en San Francisco en abril de 1945 tuvo por objeto redactar y aprobar la carta
que serviría de base a la organización
internacional.
La carta aprobada
en aquella conferencia contiene, entre sus
disposiciones, una serie de principios que están directamente
relacionados con la igualdad de derechos de la mujer.
El párrafo 2 del preámbulo
dice: «Nosotros los pueblos de las
Naciones Unidas, resueltos [. . . ] a reafirmar la fe en los derechos
fundamentales
del hombre, en la dignidad y el valor de la persona
humana, en la igualdad de derechos de hombres y mujeres y de las
naciones grandes y pequeñasl.. . »
El artículo 1 de la carta dispone en el párrafo 3, entre los propósitos
y principios de las Naciones Unidas, el de «realizar la cooperación
internacional
en la solución de problemas internacionales
de carácter
económico, social, cultural
o humanitario,
y en el desarrollo y
estímulo del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales de todos, sin hacer distinción por motivos de raza, sexo,
idioma o religión2».
Entre las funciones de la Asamblea General, el artículo 13 establece,
en su párrafo 1, la de promover estudios y hacer recomendaciones para
«fomentar la cooperación internacional
en materias de carácter económico, social, cultural, educativo y sanitario y ayudar a hacer efectivos los derechos humanos y las libertades fundamentales
de todos,
sin hacer distinción por motivos de raza, sexo, idioma o religión3».
En el campo de la cooperación
internacional
para resolver los
problemas sociales y económicos, la carta compromete
a todos los
miembros de la organización
a tomar medidas conjunta o separadamente para crear aquellas condiciones de estabilidad
y bienestar
que hagan posible la paz y la amistad entre las naciones, mediante
el respeto al principio
de la igualdad de derechos y al de la libre
determinación
de los pueblos.
1. Naciones
Unidas,
Departamento
de la Carlc Internacional
de j’usticia,
2. op. Cd., pág. 2.
3. op. Cd., pág. 8.
de Información
Pública,
Carta dc lac .Vacioner
Lake Success, Nueva York, 1948, pág. 1.
Unidas y estatuto
9
LA
MUJER
CIUDADANA
En el artículo 55.c, la carta dispone que la organización promoverá
«el respeto universal a los derechos humanos y a las libertades fundamentales de todos, sin hacer distinción por motivos de raza, sexo,
idioma o religión, y la efectividad de tales derechos y libertadesI».
En las disposiciones relativas al régimen internacional
de administración
fiduciaria
para la administración
y vigilancia
de los
territorios que estén bajo dicho régimen, el artículo 76.~ establece
entre los objetivos básicos de este régimen el de «promover el respeto
a los derechos humanos y a las libertades fundamentales
de todos,
sin hacer distinción por motivos de raza, sexo, idioma o religión,
así como el reconocimiento
de la interdependencia
de los pueblos
del mundo2».
Hay otras disposiciones que atañen directamente
a los derechos
de la mujer y a su cooperación en el trabajo de las Naciones Unidas,
y que están destinadas a garantizar
la igualdad de oportunidades
de las mujeres para participar
en el trabajo de las Naciones Unidas;
a hacer posible que las organizaciones
femeninas de carácter no
gubernamental
sean oídas y consultadas en el seno de algunos de
sus órganos principales y a establecer una entidad efectiva dentro
de la organización
que se preocupe de la condición jurídica y social
de la mujer en el mundo.
En la conferencia celebrada en Dumbarton
Oaks se consideró la
posibilidad
de establecer en las disposiciones de la carta que los
cargos en la secretaría de la organización
fuesen igualmente
accesibles para hombres y mujeres. Conforme a este propósito, la Conferencia de San Francisco aprobó el artículo 8 de la carta que dispone
que «la organización
no establecerá restricciones en cuanto a la
elegibilidad
de hombres y mujeres para participar
en condiciones
de igualdad y en cualquier carácter en las funciones de sus órganos
principales y subsidiarios3».
Aunque este principio no ha sido llevado a la práctica en forma
amplia, algunas mujeres han desempeñado cargos de importancia
para la política de la organización.
Sin embargo, esto ha constituído
más bien una excepción y la mayoría de las mujeres que actualmente
trabajan en la secretaría de las Naciones Unidas se agrupan en cargos
de menor importancia
para la acción misma de la organización.
A la Conferencia
de San Francisco concurrieron
también, en
calidad de observadores,
representantes
de organizaciones
mundiales no gubernamentales.
Ellos señalaron a las delegaciones de los
gobiernos representados en la conferencia la necesidad de establecer
algún medio por el cual las organizaciones
nacionales e internacionales de carácter privado pudieran establecer relaciones de coopera1. Op. ch., pág. 26.
2. Op. cit., pág. 32.
3. op. Cd., pág. 9.
10
LAS
NACIONES
UNIDAS
Y
LOS
DERECHOS
DE
LA
MUJER
ción y consulta con la organización.
Sugirieron,
al mismo tiempo,
que se insertara en la carta una disposición que hiciera posible
relaciones de consulta entre el Consejo Económico y Social y las
organizaciones
cuyas finalidades tienen relación con los problemas
internacionales
que caen dentro de la competencia
del Consejo.
Estas gestiones dieron por resultado la aprobación
del artículo 71
de la carta que establece lo siguiente: «El Consejo Económico y
Social podrá hacer arreglos adecuados para celebrar consultas con
organizaciones
no gubernamentales
que se ocupen en asuntos de
la competencia
del Consejo. Podrán hacerse dichos arreglos con
organizaciones internacionales
y, si a ello hubiere lugar, con organizaciones nacionales, previa consulta con el respectivo miembro de
las Naciones Unidasr. »
De conformidad con esta disposición, al finalizar su primer período
de sesiones en Londres, el Consejo nombró un comité que estudiara
un procedimiento
de consulta con las organizaciones
no gubernamentales. Las recomendaciones
de este comité, que fueron aceptadas
por el Consejo en su segundo período de sesiones, disponen que,
para que una organización
pueda tener categoría consultiva dentro
del Consejo y sus comisiones, debe dedicarse a asuntos que caigan
dentro de la competencia
del mismo y propugnar
finalidades que
estén de acuerdo con el espíritu de la carta. Estas organizaciones
deben ser, además, de carácter internacional
y su política y acción
deben ser determinadas
por la libre votación de sus miembros. Las
organizaciones
nacionales pueden hacer oír su voz por conducto de
las delegaciones de sus respectivos países o de las organizaciones
internacionales
a que estén afiliadas.
Gracias a este mecanismo se ha establecido una relación directa
entre las Naciones Unidas y numerosas organizaciones
internacionales no gubernamentales
que representan grandes sectores de la
población del mundo. El carácter consultivo que tienen estas organizaciones ante el Consejo Económico y Social les permite presentar
sus opiniones, proporcionar
informaciones y hacer sugestiones sobre
los diferentes problemas sociales, económicos y de derechos humanos de que se ocupen las diversas comisiones y subcomisiones que
dependen del Consejo.
La importancia
de este contacto es de incalculable
valor. Los
delegados de los Estados miembros de las Naciones Unidas representan a sus gobiernos y deben ceñir sus posiciones alas instrucciones
que reciben de ellos. Los diferentes sectores de la opinión pública
organizada
están representados ante las Naciones Unidas por las
instituciones internacionales
a las cuales están afiliadas numerosas
organizaciones
nacionales. Ellas constituyen el verdadero puente de
1. Op. cil., pág. 31.
ll
LA
MUJER
CIUDADANA
comunicación
entre los pueblos del mundo y la organización
mundial, representan ante los Estados miembros la voxpopu~i internacional y son los mejores agentes de información ante la opinión pública
de la acción que se lleva a cabo para solucionar los problemas que
ponen en peligro la paz del mundo y el bienestar de los individuos.
La carta autoriza también al Consejo Económico y Social para
hacer recomendaciones
y establecer comisiones con objeto de promover el respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales y hacer efectivo su ejercicio.
En la Conferencia
de San Francisco la delegación del Brasil
presentó una proposición recomendando
el establecimiento
de una
comisión de mujeres para estudiar la condición jurídica y social de
la mujer y, en particular,
cualquier discriminación
o limitación
de
que la mujer pudiera ser víctima por razones de sexo. Esta proposición no contó con la aprobación
necesaria de las demás delegaciones en la conferencia.
Después de la reunión de San Francisco y antes de reunirse por
primera vez la Asamblea General, las organizaciones internacionales
de mujeres y las asociaciones de mujeres norteamericanas
que habían
estado representadas
en la conferencia y estaban interesadas en
mejorar la condición de la mujer en el mundo, para lo cual habían
trabajado largos años, convocaron, en Wáshington, a una conferencia de dirigentes de organizaciones
femeninas, a fin de estudiar la
posibilidad de que las Naciones Unidas establecieran un medio para
trabajar por el mejoramiento
de la condición de la mujer. Después
de analizar las disposiciones de la carta relativas a la igualdad de
derechos y a la igualdad de oportunidades
entre hombres y mujeres
para ocupar cargos dentro de las Naciones Unidas, esta conferencia
decidió recomendar
la creación de un órgano internacional
que
tuviera como función específica estudiar los problemas relacionados
con la condición de la mujer en el mundo y señalar a la atención
de los organismos técnicos de las Naciones Unidas los problemas
concernientes a la mujer dentro de los distintos campos de acción
de dichos organismos.
En la primera Asamblea General de las Naciones Unidas, celebrada en Londres en enero de 1946, se dió a conocer el propósito
del Consejo Económico y Social de establecer una subcomisión de
la condición jurídica y social de la mujer, dentro de la Comisión de
Derechos Humanos.
El Consejo celebraba también entonces su
primer período de sesiones en Londres. La resolución que creó la
subcomisión fué aprobada por el Consejo el 16 de febrero de 1946 ;
declara en la parte pertinente:
« 1. El Consejo Económico y Social, considerando que la Comisión
de Derechos Humanos necesitará asesoramiento especial acerca
de los problemas concernientes a la condición jurídica y social
12
LAS
NACIONES
UNIDAS
Y
LOS
DERECHOS
DE
LA
MUJER
de la mujer, instituye una subcomisión sobre la condición jurídica y social de la mujer.
» 2. La subcomisión representará a la Comisión de Derechos Humanos proposiciones,
recomendaciones
e informes relativos a la
condición jurídica y social de la mujer.
» 3. La subcomisión podrá presentar al Consejo, por conducto de la
Comisión de Derechos Humanos, proposiciones referentes a sus
atribuciones.
» 4. La subcomisión consistirá inicialmente
en un núcleo de nueve
miembros designados a título individual,
por un período que
finalizará
el 3 1 de marzo de 1947. Estos miembros serán reelegibles. Además de ejercer las funciones enumeradas en los
párrafos 2 y 3, la subcomisión así constituída presentará en el
curso del segundo período de sesiones del Consejo recomendaciones sobre la constitución
definitiva
de la subcomisión por
conducto de la Comisión de Derechos Humanos’. »
El primer período de sesiones de la subcomisión se efectuó en Hunter
College, Nueva York, del 29 de abril al 13 de mayo de 1946. En él
se acordó recomendar al Consejo Económico y Social que la subcomisión estuviera compuesta de quince miembros incluyendo tres
miembros ex oficio de la Comisión de Derechos Humanos, y que los
miembros fueran nombrados por el Consejo a título individual.
Entonces la subcomisión trazó el plan que seguirja en su trabajo.
Los derechos políticos de la mujer fueron considerados como el
problema que debía merecer prioridad y se fijó una pauta de realizaciones en el aspecto civil, social, económico y educacional de los
derechos de la mujer. En el campo político se decidió trabajar por
la igual participación
de la mujer en el gobierno y por la posibilidad
de que ejerza todos los derechos y asuma todas las responsabilidades
de un ciudadano;
y se propugnó el sufragio universal y la igualdad
de la mujer en cuanto al derecho al voto, a la elegibilidad
y al
desempeño de cargos públicos.
En lo civil estableció como objetivos lograr el respeto a la libertad
de la mujer para escoger marido, a la dignidad de la esposa y al
derecho igual de ambos cónyuges a pedir la disolución del matrimonio. Fijó también entre sus finalidades la de obtener el reconocimiento del derecho igual de ambos cónyuges a ejercer la tutela de
los hijos, el derecho de la mujer a mantener su nacionalidad
y el
derecho de los hijos a escoger la nacionalidad
de la madre en la
mayoría de edad. Estableció, asimismo, el derecho igual de la mujer
a poseer, adquirir, administrar
y heredar bienes.
En el campo económico y social acordó luchar para prevenir las
1. Naciones
1 .eraño,
Unidas,
Rcsolucioncs aprobadas por cl Consejo Económico y Social (Documentos
oficiales,
1 .erperiodode
sesiones, 23 de enero18 de febrero de 19461, Nueva York, 1651, págs. 34.
13
LA
MUJER
CIUDADANA
discriminaciones
que existan en contra de la mujer tanto en las
costumbres como en la legislación y que influyen en su condición
económica y social, luchar por la abolición de la trata de mujeres
y niños y por la abolición de la prostitución.
Estableció también entre sus finalidades la de obtener la plena
igualdad de la mujer en el ejercicio de los derechos sociales y del
trabajo, la promulgación
de leyes que establezcan planes de salud
y de seguro social para la madre trabajadora
y disposiciones especiales que garanticen el cuidado de la madre y del niño.
En el aspecto educacional la subcomisión acordó empeñarse por
que se haga efectiva la igualdad de oportunidades
de hombres y
mujeres a una educación gratuita,
completa y obligatoria
y la
igualdad de oportunidades
educacionales en los diversos campos de
especializaciones.
En cuanto al plan de trabajo inmediato, la subcomisión propuso
realizar, con la cooperación
de los gobiernos, de los organismos
especializados
de las Naciones Unidas y de las organizaciones
de
mujeres, un estudio de las leyes relativas a la condición de la mujer
y de la situación real de la mujer, en la práctica, con respecto a ellas.
Propuso igualmente
la creación de una oficina ejecutiva como
parte de la secretaría que, bajo la dirección de una mujer calificada y
competente
nombrada de acuerdo con la subcomisión, se hiciera
cargo de los trabajos de ésta. En consecuencia, se creó dentro de la
secretaría la Sección de la Condición Jurídica y Social de la Mujer.
El informe del primer período de sesiones de la Subcomisión sobre
la Condición Jurídica y Social de la Mujer fué sometido en mayo
de 1946 a la Comisión de Derechos Humanos, la cual lo presentó
a la consideración
del Consejo Económico y Social. Cuando el
Consejo examinó dicho informe, la presidenta de la subcomisión
hizo presente la aspiración de sus miembros de que la subcomisión
fuera transformada
en comisión. El 2 1 de junio de 1946 el Consejo
aprobó una resolución creando la Comisión de la Condición Jurídica
y Social de la Mujer. En cuanto a sus funciones, la citada resolución
establece que serán las de «presentar recomendaciones
e informes
al Consejo Económico y Social para la promoción de los derechos
de la mujer en los campos político, económico, social y docente.
La comisión también deberá formular recomendaciones
al Consejo
sobre los problemas que presenten un carácter de urgencia, dentro
del campo de los derechos de la mujer. La comisión puede presentar
al Consejo propuestas relativas a sus propias atribucionesl.
»
La misma resolución establece que la comisión estará compuesta
de una representante de cada uno de los quince países miembros de
1. Naciones
l.er año,
14
Unidas,
Resoluciones aprobadas por el Cornejo Económico y Social (Documentos
2.0 período de sesiones, 25 de mayo - 21 de junio de 1946), Nueva York,
oficiales,
pág. 30.
LAS
NACIONES
UNIDAS
Y
LOS
DERECHOS
DE
LA
MUJER
las Naciones Unidas elegidos por el Consejo para integrarla.
Las
representantes serán nombradas por los gobiernos de los países elegidos, previa consulta con el Secretario General.. Estos nombramientos serán confirmados por el Consejo y los miembros permanecerán en sus funciones por un período de tres años, pudiendo ser
reelegidos para un nuevo período.
En el 13.0 período de sesiones del Consejo Económico y Social
celebrado en Ginebra en 1951 se aprobó una resolución que eleva
de quince a dieciocho el número de miembros de la Comisión de
la Condición Jurídica y Social de la Mujer.
Desde su creación hasta hoy día, la comisión ha celebrado siete
períodos de sesiones anuales en la fecha y lugar que el Consejo ha
determinado
y en ellos ha ido llevando a la práctica los objetivos
que se trazó en su primera reunión.
En su 6.0 período de sesiones, la comisión aprobó un proyecto de
convención sobre derechos políticos de la mujer y lo sometió a la
consideración del Consejo. Ya en 1949, en su 3.erperíodo de sesiones,
celebrado en Beirut, la comisión había acordado solicitar del Secretario General de las Naciones Unidas que sometiera un proyecto
de convención sobre derechos políticos de la mujer a la consideración
de su próximo período de sesiones. Este proyecto, que fué aprobado
en el 4.0 período de sesiones de la comisión (1950), fué sometido a
la consideración
del Consejo en su ll .O período de sesiones, pero
este organismo rechazó entonces el principio
de una convención
mundial sobre derechos políticos de la mujer.
No obstante, la comisión, en su 5.0 período de sesiones (1951),
insistió con decisión en la necesidad de aprobar una convención y
abrirla cuanto antes a la firma de los Estados, y volvió a someter
el texto del proyecto de convención a la consideración
del Consejo
Económico y Social que se reunía en Ginebra en su 13.0 período de
sesiones ( 195 1). En dicha ocasión, este organismo decidió que antes
de someter el proyecto a la consideración
de la Asamblea General
era preciso consultar a los Estados miembros de las Naciones Unidas
e invitarlos a presentar sus comentarios.
En su 6.0 período de sesiones, celebrado en Ginebra en 1952, la
Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, con los
comentarios de los gobiernos a la vista, aprobó por una considerable
mayoría el texto de la convención, con ligeras modificaciones
respecto a su anterior redacción y lo sometió nuevamente a la consideración del Consejo Económico y Social.
Durante el 14.0 período de sesiones celebrado en Nueva York en
1952 el Consejo aprobó por once votos a favor y seis abstenciones
el proyecto de convención y decidió someterlo a la consideración
de la próxima Asamblea General. En su 7.” sesión, celebrada en
Nueva York, la Asamblea aprobó el 2 1 de diciembre de 1952 la
15
LA
MUJER
CIUDADANA
Convención sobre Derechos Políticos de la Mujer, que quedó abierta
a la firma y ratificación
de los Estados el 31 de marzo de 1953.
La importancia
de esta convención es de vastos alcances. Una
convención aprobada por la Asamblea General pasa a formar parte
del derecho internacional
del mundo y compromete
legalmente a
los Estados signatarios. Ella no sólo obliga a los Estados partes en
la convención que no han concedido los derechos políticos a la mujer
a concederlos, sino que evitará que en aquellos Estados en que la
mujer goza del ejercicio de estos derechos ellos puedan ser limitados
o debilitados.
Desde la firma de la Carta de las Naciones Unidas hasta la fecha
se ha recorrido un importante
camino en el campo de los derechos
políticos de la mujer. Después del esfuerzo histórico de algunas delegaciones de los países que concurrieron
a la Conferencia de San
Francisco para incluir en el preámbulo y en las disposiciones mismas
de la carta referencias específicas sobre la igualdad de derechos entre
hombres y mujeres, la Declaración Universal de Derechos Humanos
reiteró este principio.
Lo reiteran también algunos artículos del
Pacto sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales que pende
de la consideración de las Naciones Unidas, y el Consejo de Tutela
ha aprobado por unanimidad
incluir una referencia específica sobre
la condición jurídica y social de la mujer en los territorios bajo el
sistema de fideicomiso, en los cuestionarios que deben responder las
autoridades encargadas de ellos, sobre la situación política, económica, social y educativa de los territorios que administran.
El Consejo Económico y Social y la Asamblea General de las
Naciones Unidas, al aprobar la Convención sobre Derechos Políticos
de la Mujer y abrirla a la firma y a la ratificación
de los Estados,
han llevado a la práctica uno de los grandes objetivos de las Naciones
Unidas mencionado en la carta a lo largo de todo su texto, comenzando por el preámbulo : estimular el respeto a los derechos fundamentales del individuo y a la dignidad humana.
Desde hace varios años el Secretario General de las Naciones
Unidas, a petición de la Comisión de la Condición Jurídica y Social
de la Mujer, ha venido presentando
anualmente
a la Asamblea
General un informe sobre las constituciones, leyes electorales y otros
instrumentos legales relativos al sufragio de la mujer y a su elegibilidad para ocupar cargos y funciones públicas.
En su último período de sesiones, la comisión aprobó una resolución en la cual pide al Secretario General que incluya en ese
informe una lista de los gobiernos que han firmado y ratificado la
Convención
sobre Derechos Políticos de la Mujer. En esta misma
resolución la comisión recomienda al Consejo Económico y Social
que apruebe una resolución en la cual se inste a los Estados miembros
que aún no lo han hecho a firmar y ratificar la convención. Le pide
16
LAS
NACIONES
UNIDAS
Y
LOS
DERECHOS
DE
LA
MUJER
también que recomiende a la Asamblea General invite a firmar y
ratificar esta convención a los Estados no miembros de las Naciones
Unidas que sean o lleguen a ser miembros de uno o más de los
organismos especializados o sean partes en el estatuto de la Corte
Internacional
de Justicia, y que pida a los Estados partes en la
convención que informen cada dos años al Consejo Económico y
Social sobre las medidas tomadas por ellos para llevar a la práctica
las disposiciones de la Convención
sobre Derechos Políticos de la
Mujer.
De este modo, la comisión irá recibiendo informes sobre la acción
de los gobiernos en favor del reconocimiento
de la igualdad de
derechos políticos entre hombres y mujeres en los diferentes países.
No obstante el hecho de que la convención viene a dar cima a un
sostenido esfuerzo de numerosos países dentro de las Naciones
Unidas, la igualdad de derechos políticos en todos los países del
mundo está lejos de ser una realidad. Es preciso señalar que su ratificación entraña en los países la reforma de leyes nacionales o la
promulgación
de nuevas leyes que hagan posible su efectivo cumSon las organizaciones
femeninas nacionales e interplimiento.
nacionales las llamadas a lograr que se produzcan los cambios legislativos necesarios para que el principio de la igualdad de derechos
políticos sea una realidad.
Las Naciones Unidas, la Comisión de la Condición Jurídica y
Social de la Mujer y varios de los organismos especializados están
respaldando
en forma poderosa los esfuerzos de las asociaciones
femeninas en los diferentes países para obtener el reconocimiento
de la igualdad ciudadana entre hombres y mujeres. Ellas constituyen
el mejor vehículo para llevar adelante los esfuerzos en pro de la
eliminación
de las discriminaciones
que sufre la rnujer en muchos
países del mundo.
Antes de que se firmara la Carta de las Naciones Unidas, sólo
cuarenta países del mundo habían otorgado reconocimiento
a los
derechos políticos de la mujer; y en algunos de ellos el ejercicio de
estos derechos estaba limitado a las elecciones municipales
o por
ciertas calificaciones exigidas a las mujeres para votar, que no eran
impuestas a los hombres.
Desde la firma de la Carta de San Francisco en el año 1945 hasta
el momento, veintiséis países más han otorgado a las mujeres el
derecho al voto. Quedan todavía quince países en el mundo en que
la mujer está privada de sus derechos políticos, ya sea en elecciones
municipales
o generales, y otros en que su derecho está restringido
y ha sido otorgado en un pie de desigualdad
con respecto a los
hombres.
El progreso alcanzado en el mundo en relación con los derechos
ciudadanos de la mujer es innegable. Sin embargo existen todavía
17
-_I*--
.-_.___-.-
..-.._
LA
MUJER
CIUDADANA
países en los que no se ha aplicado el principio de la no discriminación por razones de sexo consagrada por la Carta de las Naciones
Unidas y en que el reconocimiento
del sufragio como derecho
inalienable
que corresponde a todos los individuos que integran la
sociedad, sin distinción de sexos, no se ha hecho efectivo.
La Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer ha
reconocido que uno de los principales obstáculos que se oponen al
pleno ejercicio de los derechos políticos de la mujer, aparte de las
discriminaciones
en las costumbres y en la legislación, lo constituye
la escasa educación cívica y política de las mujeres. Consecuentemente, ha iniciado y estimulado acciones para arbitrar medidas,
especialmente
de tipo educacional,
que favorezcan su desarrollo
político.
En una de sus primeras reuniones, las representantes
de los
gobiernos miembros de la comisión y las de varias organizaciones
internacionales
de carácter no gubernamental
hicieron presente la
manifiesta necesidad de preparar un folleto que tuviera por objeto
contribuir a la educación política de la mujer. Este folleto debía contribuir a despertar, en los países en que la mujer no goza de derechos
políticos, la conciencia de la mujer frente a sus responsabilidades
y
derechos de ciudadana y a desarrollar y mejorar el ejercicio de ellos
en aquellos países en que este derecho se ha concedido.
A este fin, la comisión hizo una recomendación
al Secretario
General de las Naciones Unidas; y el Consejo Económico y Social,
en su 13.0 período de sesiones, aprobó el plan presentado por el
Secretario General y revisado previamente
por la comisión, en uno
de sus período de sesiones. El folleto fué dado a la publicidad
a fines
del año 1951.
En el l.er período de sesiones, celebrado por la comisión en el
Hunter College, Nueva York, en el año 1946, en el que se fijó el
curso de acción y el plan de realizaciones que la comisión llevaría
a cabo a lo largo de su trabajo, se estableció entre sus propósitos que
«la comisión colabore con las comisiones de las Naciones Unidas,
con los gobiernos, con los organismos especializados, con las agencias
públicas y privadas, con las organizaciones
femeninas, nacionales e
internacionales,
y con cualesquiera otros expertos que estime necesario; y que los representantes de los organismos citados sean invitados a participar como observadores o representantes consultivos1 ».
De acuerdo con este propósito, han sido invitados a todos los
períodos de sesiones de la comisión representantes de los organismos
especializados de las Naciones Unidas como la Organización
Internacional del Trabajo (0 IT), la Organización
de las Naciones para
1. Naciones Unidas,
Hunter
College,
18
Consejo Económico
The Bronx,
Nueva
y Social, Pro&-verbau
ol7¿ticlr,premilrc
am&, deuxièmesession,
York,
1946, 410 págs. (Edición
bilingüe
francés-inglés.)
LAS
NACIONES
UNIDAS
Y
LOS
DERECHOS
DE
LA
MUJER
la Educación,
la Ciencia y la Cultura (Unesco) y otras, así como
también representantes de asociaciones femeninas internacionales
y
observadoras de gobiernos no miembros de la comisión.
La Unesco, uno de los organismos especializados de las Naciones
Unidas cuya principal
finalidad
consiste en promover el conocimiento y la comprensión recíprocos de los pueblos por medio de la
difusión de la educación, la ciencia y la cultura y que ha dado especial
prioridad
a planes encaminados a fomentar la educación popular,
se ha preocupado
especialmente
de la educación de la mujer en
general y de la preparación
de la mujer para el ejercicio de sus
derechos de ciudadanía.
Ha venido trabajando
en estrecha cooperación con la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer
en los diversos aspectos de este problema y presenta valiosos informes
anuales en cada uno de los períodos de sesiones de la comisión.
Al imponerse de estos informes, la comisión ha aprobado resoluciones solicitando
a la Unesco mayores informaciones
y estudios
sobre diversos aspectos de la educación de la mujer. Ha encomiado
invariablemente
el importante
trabajo realizado por la Unesco en
este campo, y en todos sus períodos de sesiones ha pedido al Secretario General de las Naciones Unidas que continuara
cooperando
con el Director General de este organismo especializado para proseguir el avance logrado en cuanto a la igualdad de oportunidades
educacionales para la mujer y para asegurar la plena consideración
de sus problemas y necesidades educacionales.
En el informe presentado en uno de los últimos períodos de
sesiones de la comisión, la Unesco, al dar cuenta de sus actividades
referentes a la educación de la mujer, informó del programa preparado para una reunión de la Conferencia General de la Unesco
sobre este tema y de los planes para una conferencia sobre educación
pública que se ocuparía principalmente
de las posibilidades
de
instrucción para la mujer. Informó, igualmente,
sobre la inclusión
en el programa a largo plazo de la Unesco en favor de la enseñanza
gratuita y obligatoria
de un estudio especial sobre las oportunidades
de instrucción para la mujer.
El programa de trabajo de la Unesco en materia de educación
está dividido
en cuatro partes: educación general en todos sus
grados; educación de adultos y educación fundamental;
educación
para la ciudadanía y para la convivencia
en una comunidad mundial; y educación técnica y profesional. La Comisión de la Condición
Jurídica y Social de la Mujer, en su 6.0 período de sesiones, aprobó
una resolución en la que toma nota de que la Unesco seguirá incluyendo estudios especiales sobre las posibilidades
de instrucción
para las niñas en su programa en pro de la educación gratuita y
obligatoria.
Tomó nota también del hecho de que la Unesco en su
programa de educación fundamental
presta creciente atención a la
19
LA
MUJER
CIUDADANA
importancia
de la participación
de las mujeres en el programa
general de desarrollo de la comunidad y se preocupa por mejorar
los métodos de educación fundamental,
en consulta con las Naciones
Unidas y los organismos especializados.
Estas consultas son realizadas por grupos mixtos de trabajo formados por personal de estos
organismos, que examinarán los problemas y necesidades de la mujer
en todo programa de desarrollo social y educativo.
De igual modo, en una resolución aprobada por la comisión se
hizo constar que la Unesco en sus diversos programas, especialmente
en los de educación y ciencias sociales, está desarrollando
métodos
para promover una mejor aplicación de los principios proclamados
en la Declaración
Universal de Derechos Humanos, en particular
en cuanto se refiere a la no discriminación
en contra de las mujeres,
y está haciendo estudios sobre la relación entre la situación económica, social y educacional de la mujer, por una parte, y el ejercicio
de sus responsabilidades
políticas, por otra.
En su 7.0 período de sesiones, celebrado en Nueva York en marzo
de 1953, la comisión recibió informes del Secretario General de las
Naciones Unidas y de la representante de la Unesco, sobre los resultados de la XV Conferencia Internacional
de Instrucción
Pública
convocada por la Unesco y la Oficina Internacional
de Educación
en julio de 1952. Las recomendaciones
aprobadas por esta conferencia sobre el acceso de las mujeres a la educación revisten la mayor
importancia
para el avance de las mujeres en el campo educacional
y social y para el adecuado ejercicio de sus responsabilidades
en la
vida de la comunidad democrática.
La representante de la Unesco dió cuenta también de la resolución
de que esta organización
edite tres folletos sobre educación política
de la mujer. El presente folleto se publica en cumplimiento
de este
acuerdo, con objeto de presentar un conjunto de sugestiones para
la educación cívica de la mujer, junto con un breve análisis del papel
que la mujer está llamada a desempeñar en la sociedad moderna,
cuya estructura económica, política y social la obliga a hacer frente
a sus responsabilidades
ciudadanas en igualdad de condiciones y
con iguales deberes y derechos que los hombres.
Estas sugestiones están destinadas al profesorado y a las dirigentes
de organizaciones
femeninas en los países y territorios
de lengua
española. Su labor de educación de las niñas y adultas, a fin de
capacitarlas para el ejercicio de sus derechos políticos, constituye un
aporte valioso e indispensable al trabajo en escala mundial que las
Naciones Unidas y la Unesco están realizando para lograr la igualdad de derechos y para afianzar las bases de un mundo en paz,
conscientes de que el bienestar y la felicidad humanos sólo se lograrán
mediante el respeto universal a la dignidad del individuo
y a sus
derechos y libertades fundamentales.
20
CAPíTULO
IQUÉ
II
ES LA DEMOCRACIA?
Cuando hablamos de democracia,
de gobiernos democráticos o de
pueblos democráticos,
nos referimos generalmente
a la forma de
gobierno, a la estructura de sus instituciones o a las libertades civiles
y los derechos políticos de que gozan los ciudadanos.
Pero la democracia va más allá. Traspasa los límites de lo político
y comprende muchas otras características
esenciales que hacen de
ella no sólo una forma determinada
de gobierno sino un «modo de
vivir», un orden social que abarca todos los aspectos de la vida del
individuo como tal y de sus relaciones con el grupo social.
Este sistema de convivencia
social se basa en el concepto de la
igualdad fundamental
de todos los individuos, en el reconocimiento
del valor y dignidad de la persona humana y en el respeto a sus
derechos y libertades fundamentales.
Para hacer posible esta igualdad provee un conjunto de condiciones determinadas y establece un
sistema de relaciones sociales que tienden a lograrla.
La democracia reconoce la obligación del Estado y de la sociedad
de proporcionar
a todos los ciudadanos igualdad de oportunidades
en el campo de la educación, del trabajo, de sus relaciones con la
comunidad y con el Estado, que les permitan el más amplio desarrollo de sus capacidades
y aptitudes.
Se esfuerza ‘por suprimir
la
desigualdad económica y por lograr la administración
democrática
de la producción
y del consumo. Procura el pleno ejercicio de la
libertad individual
a fin de que cada persona sea libre de dirigir su
conducta y estimula la amplia expresión de la personalidad.
Los valores e ideales de la democracia han encontrado su expresión a través del tiempo en actitudes, normas de convivencia
y
costumbres que han dado origen a una estructura
social determinada.
El concepto moral que constituye la esencia de la democracia es
tan antiguo como la historia misma de la humanidad.
De la fe profunda en el valor intrínseco de la persona humana y en su dignidad
moral y de las experiencias
dolorosas de millares de hombres y
mujeres de todos los tiempos nacieron
las fuerzas espirituales
que inspiraron
a los pueblos para rebelarse contra la tiranía y la
opresión.
21
LA
MUJER
CIUDADANA
La etapa actual de progreso de la democracia
y de reconocimiento de las libertades y derechos fundamentales
del individuo es
el producto de un prolongado proceso histórico. A lo largo de él, las
democracias han luchado por la igualdad ante la ley, por un sufragio
universal que garantice la igualdad política y por la igualdad de
derechos entre hombres y mujeres. Se han esforzado por crear las
condiciones sociales y económicas que hagan posible el bienestar del
individuo
y de la comunidad;
han luchado por lograr la igualdad
de oportunidades
económicas y educacionales y han repudiado,
a
través de los siglos, las discriminaciones
por motivos de raza, sexo,
idioma, religión, ideas políticas, origen o fortuna.
La democracia ha puesto al Estado y a sus instituciones al servicio
del individuo. El individuo es el fin y el Estado y sus instituciones son
los medios por los cuales el individuo
alcanza y realiza los ideales
democráticos.
La eficiencia del Estado y de sus instituciones
es
juzgada por la medida en que logran promover el bienestar de los
ciudadanos.
Las defensas y garantías que la democracia otorga, junto a las
obligaciones que una estructura social de esta naturaleza impone,
inciden en el individuo como centro y preocupación
primordial,
en
el reconocimiento
y garantía de sus derechos y en la conciencia y
responsabilidad
de sus deberes. Son estas condiciones las que han
caracterizado
a la democracia como «un gobierno del pueblo, por
el pueblo, para el pueblo».
Cualesquiera
que sean sus defectos y limitaciones,
y son muchos,
es el sistema de convivencia humana con más pruebas a favor que la
civilización
puede exhibir. El régimen normal de los pueblos es la
democracia. Mejor que ningún otro de los sistemas de convivencia
social, se aviene a la naturaleza psicológica y social del individuo. La
democracia es la condición social más favorable para la expresión
de la personalidad y de las capacidades y aptitudes individuales.
En
el aspecto social, la democracia permite y estimula la formación de
grupos, asociaciones e instituciones diversas que crean en los individuos actitudes y opiniones distintas. Cada individuo,
en el curso de
su vida, pertenece a diversos grupos que contribuyen
a moldear su
personalidad y a engendrar opiniones cuya expresión la democracia
garantiza.
El régimen democrático se ha alterado en los pueblos, a través de
la historia, en virtud de circunstancias
extraordinarias;
y éste es,
generalmente,
un síntoma de que la salud social del pueblo pasa por
una crisis que ha comprometido
su salud política. Entonces aparecen
las dictaduras, que quieren perpetuarse en el poder político, pero
que tarde o temprano han de ceder el paso a la restauración de las
normas democráticas de convivencia social.
22
¿QUÉ
FUNDAMENTOS
POLíTICOS
DE
LA
ES
LA
DEMOCRACIA?
DEMOCRACIA
El concepto moral que inspira al sistema de vida democrático tiene
repercusiones en todos los campos de la actividad humana. En el
campo político se traduce en la soberanía popular. El sufragio universal es la base del reconocimiento
de la igualdad fundamental
entre todos los ciudadanos de una nación y del derecho a elegir su
gobierno propio.
En una verdadera democracia,
salvo limitaciones
de edad y de
instrucción relativas a la legislación de cada país, todos los ciudadanos, sin discriminación,
son electores y elegibles para cargos
públicos electivos en cualesquiera
de las ramas del gobierno. En
virtud del sufragio, los derechos y las responsabilidades
de la ciudadanía residen en el pueblo, en la comunidad soberana de ciudadanos.
En la democracia
moderna, el ciudadano
delega su poder y su
soberanía en los representantes que elige por su voto. No obstante,
la autoridad decisiva reside en el ciudadano.
La base política de la democracia la constituye el poder de los
ciudadanos de escoger a sus representantes
y darse el tipo de gobierno que la mayoría de los ciudadanos elija.
Los privilegios que la sociedad democrática confiere al individuo
entrañan responsibilidades
y obligaciones.
El respeto a las decisiones de la mayoría y a los métodos de libre
discusión, persuasión y crítica son condiciones indispensables al buen
funcionamiento
de una sociedad democrática.
El gobierno democrático
impone al individuo
la obligación
de
participar
activamente
y de manera inteligente
e informada en la
formulación
de los planes de acción, en los asuntos públicos; y le
exige, como el más alto deber ciudadano, el ejercicio de las responsabilidades y actividades inherentes a la ciudadanía.
El ejercicio consciente de la ciudadanía requiere la concurrencia
de dos factores: el derecho a expresar la opinión y a ejercer la
autoridad por medio del sufragio, y el libre acceso a las fuentes de
información que haga posible la formación de juicios críticos basados
en hechos objetivos.
El sistema democrático permite y estimula el acceso a la información que hace posible la formación de juicios y decisiones inteligentes
sobre los asuntos de interés público y garantiza la libre expresión de
la opinión. Permite la asociación y la reunión de los ciudadanos para
discutir los asuntos de interés público y estimula la evaluación
y
crítica de los actos del gobierno.
El respeto a las decisiones de la mayoría va acompañado
del
respeto a las opiniones de las minorías. Las libertades civiles no
podrían subsistir si las minorías no gozaran de libertad. La sociedad
democrática
reconoce el papel renovador de las minorías en sus
23
LA
MUJER
CIUDADANA
procesos sociales y políticos. Mantiene
y protege el derecho a la
libre expresión de las opiniones de estos grupos y se vale de ellos para
el progreso y la adaptación
de sus instituciones
a las condiciones
cambiantes del mundo.
Estos derechos que constituyen las libertades civiles que el sistema
democrático
garantiza y respeta defienden al ciudadano contra la
demagogia y la propaganda tendenciosa y son el medio del cual las
democracias se valen para formar una opinión pública consciente,
informada y objetivamente
crítica. El gobierno democrático
basa
sus planes de acción y su política en la opinión pública, que representa la voluntad
popular y que se constituye así en verdadera
fuerza que dirige la política y las relaciones sociales de una nación.
La opinión pública se traduce en planes de acción pública determinados, que son a su vez un reflejo de la voluntad popular.
En la democracia la soberanía, la autoridad y la responsabilidad
residen en el pueblo soberano, en el hombre y en la mujer común.
Ellos forman la opinión pública y constituyen la fuerza que mueve la
maquinaria
del gobierno. Una opinión pública inteligente e informada y una ciudadanía que tenga la capacidad de formarse juicios
propios a través de procedimientos
democráticos garantizan la delegación inteligente y responsable de su autoridad y soberanía en los
ciudadanos
que elija como sus representantes
para ejercer los
diversos poderes del Estado democrático.
FUNDAMENTOS
ECONÓMICOS
DE
LA
DEMOCRACIA
Las bases de la soberanía popular y de la democracia política se
asientan en la democracia
económica. Así como la igualdad de
libertades civiles y de derechos políticos entre todos los grupos de la
colectividad
es el factor fundamental
para realizar la democracia
política, la igualdad de oportunidades
económicas entre los individuos es una condición indispensable
del sistema democrático.
La acumulación
de la riqueza en unas pocas manos trae consigo
la acumulación
del poder político. La desigualdad entre los diferentes grupos de la comunidad
condena, fatalmente,
a los grupos
desposeídos a la inseguridad económica y social.
Los aspectos moral y político de la democracia requieren ciertas
condiciones económicas. La democracia política es insatisfactoria
mientras exista la desigualdad económica. La fe en la democracia y
la lealtad a ella se fundamentan
en el bienestar y en la seguridad
económica y social de los individuos, y la mayor garantía para la
supervivencia
del gobierno popular es la igualdad de condiciones
económicas y sociales. El desempleo, la miseria, las enfermedades y
la inestabilidad
económica son el camino más corto para la destruc24
¿QUÉ
ES
LA
DEMOCRACIA?
ción del sistema de vida democrático. La pérdida de la fe en la democracia inclina al individuo a preferir la esperanza de una seguridad
económica y social al disfrute de sus libertades civiles yde susderechos
políticos. Sin estabilidad
y un mínimo de bienestar las libertades
cívicas y los derechos políticos degeneran en valores mínimos.
La democracia se impone, como obligación primordial,
procurar
el bienestar del individuo y defenderlo de presiones o explotaciones
provenientes
del poder que deriva de privilegios
especiales, sean
éstos de orden económico o político. La única limitación
al pleno
desarrollo de la personalidad y de las capacidades del individuo que
la democracia reconoce y acepta es el derecho de los demás miembros de la comunidad. Asegura que los derechos y garantías reconocidos a un ciudadano deberán ser reconocidos por igual a todos los
ciudadanos y repudia la perpetuación
de una estratificación
social
basada en el nacimiento, en la raza, en la religión o en los bienes que
posee cada cual.
Para lograr la igualdad económica, la democracia propugna la
igualdad
de condiciones
sanitarias e higiénicas,
la igualdad
de
oportunidades
de educación y el desarrollo y máximo aprovechamiento, a través de la educación, de las iniciativas,
capacidades y
aptitudes de cada individuo, en beneficio propio y de la comunidad.
Garantiza el derecho al trabajo y a gozar de sus frutos y trata de
alcanzar para todos un nivel de vida concorde con la dignidad y el
bienestar del individuo.
LA
DEMOCRACIA
Y
LOS
DERECHOS
HUMANOS
El contenido básico del conjunto de doctrinas que constituyen
la
democracia es el respeto a la personalidad
humana, la protección al
individuo,
el aprecio por su vida y el concepto de que el hombre no
está a merced de las fuerzas de la naturaleza, sino que puede dirigir
su propio destino. El rasgo característico,
a lo largo de su desarrollo,
ha sido la lucha por la libertad y los derechos humanos.
El reconocimiento
de los derechos humanos fundamentales
no se
ha producido de la noche a la mañana. Ha sido necesario un prolongado y, muchas veces, trágico esfuerzo para que las ideas se
hayan ido abriendo camino en la mente de los pueblos. Las fórmulas
que han ido elaborando la liberación política, social, económica y
cultural de los pueblos han seguido, por fuerza, el ritmo lento y
difícil de la larga evolución del pensamiento
humano, desde la
antigüedad
hasta nuestros días. Ésta ha sido una de las luchas más
cruentas y sostenidas de la humanidad.
La opresión de los poderosos
sobre los humildes es tan antigua como el hombre mismo y a través
de las diversas épocas de la historia han sido los espíritus libertarios
25
...__^__--“-. -_---
LA
MUJER
CIUDADANA
los que encontraron
un eco resonante y dramático en las masas y,
más de una vez, en naciones y pueblos enteros, los que han abierto
el camino de liberación del hombre.
Para que las constituciones de los diversos países puedan declarar
que «todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y
derechosi», es necesario una gran evolución de las costumbres, de
la mentalidad
y del espíritu mismo que determina las relaciones de
la sociedad con el Estado.
La protección al individuo
ha constituído la preocupación
primordial de las doctrinas religiosas, sociales y políticas desde los
primeros tiempos de la civilización.
Las grandes religiones y sus
profetas han defendido la dignidad y el valor de la persona humana.
El judaísmo, con su moral fundamental,
y el cristianismo,
con su
doctrina de fraternidad
han luchado para lograr el reconocimiento
de la igualdad de todos los hombres. Cientos de años antes de la era
cristiana, la filosofía china proclamaba
que el individuo
es el elemento más importante
de la nación. Los derechos del hombre
común a la justicia, a la seguridad y a la igualdad estaban reconocidos en la tradición islámica e hindú. Aun cuando un gran sector de
la población
de Atenas estaba constituído
por esclavos que no
gozaban de ninguno de los derechos de los hombres libres, la igualdad ante la ley y la libertad de expresión eran garantías de los
ciudadanos atenienses, que inventaron y vivieron la democracia. La
filosofía romana marcó un considerable progreso al sobrepasar la
tradición legal de la época y afirmar, con sus filósofos estoicos, que
todos los hombres son libres por naturaleza.
Junto con el desarrollo y progreso de la sociedad democrática se
han ido formulando conceptos más modernos de los derechos humanos y de las libertades fundamentales
del individuo,
que han afianzado, a través del tiempo, las bases esenciales de la democracia de
nuestros días.
La concepción actual de la democracia es hija, en su esencia, de
tres grandes revoluciones : la de Inglaterra,
la de los Estados Unidos
de América y la de Francia.
Fueron los revolucionarios
puritanos de Inglaterra los que echaron
los primeros cimientos de la libertad y la democracia modernas.
en los Estados Unidos de América primero,
A fines del siglo XVIII,
y en Francia enseguida, las democracias que empezaban a sentar
la estructura política y social de estos países fueron formulando los
derechos imprescriptibles
del hombre. Las revoluciones
de los
Estados Unidos y de Francia marcan un progreso innegable y
decisivo en la lucha de liberación
de la humanidad.
Constituyen
1. Naciones
Unidas,
Departamento
de Derechos Humanos, Nueva York,
26
de Asuntos
Sociales,
1953, pág. 54.
La wpercusión
de ia Declaración
UniucrraI
¿QUÉ
ES
LA
DEMOCRACIA?
la base misma en que se cimentó el actual concepto de protección a los derechos y libertades del individuo
y la garantía de
vivir una vida de libertad dentro de una sociedad democrática y
libre.
El siglo XVIII despertó el espíritu humanitario
y creó en Europa
y en América del Norte, y luego en el mundo entero, un ímpetu
potente de libertad y justicia.
Durante los siglos XIX y xx la democracia amplió su filosofía y su
alcance, y también el concepto de los derechos y libertades humanos.
La aparición de las clases medias y el despertar de los trabajadores
fueron creando la conciencia de las necesidades económicas y sociales de los individuos,
que obtienen cada día mayor consideración
del Estado y de la sociedad.
LOS
DERECHOS
ECONÓMICOS
Y SOCIALES
La primera guerra mundial creó, especialmente
en Europa, situaciones sociales nuevas y produjo cambios que influyeron
gradualmente en las legislaciones de los diversos países. Las condiciones
políticas y sociales similares que se produjeron
en ciertas regiones
del mundo contribuyeron
a crear un tipo común de democracia.
Surgieron instituciones políticas semejantes en los diversos países y
se registraron
grandes avances en materia de derechos humanos.
Se reconocieron
los nuevos derechos sociales y las nuevas obligaciones de los Estados. Se empezó a considerar la reglamentación
del
trabajo y de las relaciones familiares, la defensa de la familia y de
la infancia, la igualdad de derechos entre ambos sexos, el derecho
a la instrucción, al trabajo, a una vida sana y al reposo, los derechos
sindicales, las garantías económicas para las clases trabajadoras
y
la previsión social. Todos los problemas de la vida social que en el
siglo XIX no fueron sino en parte considerados en las legislaciones
empezaron a recibir atención primordial.
El concepto de las libertades individuales
sufrió una gran evolución y los derechos humanos
tradicionales
contenidos en las declaraciones francesa y americana
se ampliaron con los nuevos derechos sociales. Las legislaciones más
avanzadas de esta época establecieron el derecho a huelga económica
y el principio general de la intervención
del Estado en las relaciones
sociales.
Las nuevas declaraciones
de derechos humanos surgidas en los
países de Europa entre las dos guerras se caracterizan
por el reconocimiento de las garantías sociales. Inmediatamente
después de la
segunda guerra mundial el desarrollo de los derechos sociales cobró
toda su amplitud, hubo en toda la Europa liberada un movimiento
de preocupación
por salvaguardar
estos derechos y las nuevas dispo27
LA
MUJER
CIUDADANA
siciones legislativas y constitucionales
de algunos países consignaron
los principios contemporáneos
de la libertad social.
El nuevo concepto de la libertad social está en constante evolución,
que continúa en nuestra propia época. Los principios que inspiran
estas nuevas declaraciones de derechos no han sido aún aplicados
en su totalidad en ningún país del mundo actual; y los programas
y planes de acción que habrán de formularse para llevarlos a la
práctica e incorporarlos
a la vida y desarrollo normal de una democracia requerirán
acaso mucho tiempo. Con todo, estos principios
constituyen la genuina democracia política, económica y social, en
su concepción actual. La conciencia democrática
moderna considera al hombre como una persona a la cual el Estado y la sociedad,
además de garantizarle
el goce de sus derechos políticos y libertades
cívicas, debe garantizarle
también los derechos económicos, sociales
y culturales. La Asamblea General de las Naciones Unidas ha establecido en una resolución que las libertades cívicas y políticas, así
como los derechos económicos, sociales y culturales están ligados
entre sí y se condicionan
mutuamente;
y que un hombre privado
de los derechos económicos, sociales y culturales no representa a la
persona humana que la Declaración
Universal de Derechos Humanos considera como el ideal del hombre libre.
LAS
NACIONES
UNIDAS
Y
LOS
DERECHOS
HUMANOS
En la conferencia
preparatoria
de Dumbarton
Oaks, en 1944,
cuando se redactaba el proyecto de carta de las Naciones Unidas,
se determinó,
entre los objetivos superiores de la organización,
el
que la política interna de los Estados y la política internacional
se
orientara hacia la promoción y protección de los derechos humanos
y de las libertades fundamentales.
Estas disposiciones fueron ampliadas en la carta aprobada en la Conferencia de San Francisco.
En la Carta de las Naciones Unidas no son sólo los Estados sino
«los pueblos de las Naciones Unidas, los que reafirman su fe en los
derechos fundamentales
del hombre, en la dignidad y el valor de
la persona humana, en la igualdad
de derechos de hombres y
mujeres y de las naciones grandes y pequeñas ».
Los derechos humanos no están ya bajo la sola tutela de los
Estados, sino también bajo la tutela de la organización
mundial.
Ésta es, tal vez, una de las proyecciones más trascendentales
de la
creación de las Naciones Unidas. El juicio de cómo los derechos
humanos son interpretados
y respetados no está sólo en manos de
los gobiernos, sino que es la organización
mundial la que tiene el
derecho y la obligación de intervenir,
no sólo cuando estos derechos
son suprimidos o violados sino también cuando la actitud de un
28
¿QUÉ
ES
LA
DEMOCRACIA?
gobierno con respecto a ellos pueda ser un obstáculo para la aplicación de las disposiciones de la carta.
Estas disposiciones exigen natural e implícitamente
que las legislaciones nacionales y las prácticas administrativas
se pongan en
consonancia con el principio de que los derechos humanos no pueden
negarse por motivos de raza, sexo, idioma o credo religioso; y junto
con ello, que respeten y promuevan
las libertades fundamentales
del individuo.
De este modo, la protección y promoción de los derechos humanos
es una de las más importantes
responsabilidades
internacionales.
Es parte fundamental
de un programa de acción internacional
que
deriva, principalmente,
del artículo 55 de la carta, que impone a la
organización
la obligación
de promover el respeto universal a los
derechos humanos y a las libertades fundamentales
de todos, sin
hacer distinción por motivos de raza, sexo, idioma o religión, y la
de hacer efectivos tales derechos y libertades.
En el aspecto humanitario,
la creación de las Naciones Unidas,
encargadas de promover y hacer observar los derechcs inalienables
del individuo,
que le pertenecen por su condición de ser humano,
es el paso más revolucionario
de la historia.
Estos objetivos constituyen una de las dos ideas directrices que las
Naciones Unidas toman como base. Su proclamación
en la carta y
en la declaración universal tiene la extraordinaria
importancia
de
reconocer a la persona humana como sujeto de derecho internacional. La incorporación
a la carta de la salvaguardia
de los derechos
humanos como uno de los principios fundamentales
de las normas
jurídicas que rigen las relaciones internacionales
significa un paso
trascendental,
ya que por este camino los principios de la democracia
han pasado también a formar parte de estas normas jurídicas. La
democracia nacional es ya parte integrante de la democracia internacional y al ocupar un lugar tan importante
en el texto mismo de
la carta de San Francisco se incorpora al campo del derecho positivo.
Todos los órganos y los organismos especializados de las Naciones
Unidas desarrollan una acción positiva para llevar a la práctica los
derechos proclamados en la declaración.
La asistencia técnica a las
regiones insuficientemente
desarrolladas,
la promoción del empleo
total, las actividades a largo plazo en favor de la infancia, el impulso
dado al progreso político, económico, social y educativo en los territorios no autónomos o bajo el régimen de fideicomiso, los programas
de salud y alimentación,
los programas de alfabetización
de adultos,
y toda acción en general encaminada a elevar el nivel de vida de los
individuos contribuye directa e indirectamente
a promover y salvaguardar los derechos fundamentales
y a respetar el valor y la dignidad de la persona humana.
29
LA
LA
MUJER
CIUDADANA
DECLARACIÓN
UNIVERSAL
DE
DERECHOS
HUMANOS
La Declaración
Universal de Derechos Humanos, aprobaba por la
Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de diciembre de
1948, establece y especifica los derechos humanos y las libertades a
que se refiere la carta. Es un documento cuya alta autoridad moral
deberá influir en los gobiernos para adoptar disposiciones legislativas y prácticas que garanticen el goce de los derechos y libertades
establecidos en ella. La autoridad y la fuerza moral de la declaración
habrán de influir también en los pueblos, haciéndolos más conscientes de sus derechos y estimulándolos
a exigir y asegurar la garantía
y el goce de ellos. Dará a los pueblos y a los gobiernos, en el mundo
entero, un sentido más profundo de los derechos y obligaciones que
la declaración proclama y estimulará a que pueblos y gobiernos los
promuevan,
respeten y hagan efectivos.
En el problema del mantenimiento
de la democracia y del respeto
y salvaguardia
de los derechos humanos, las soluciones nacionales
se han mostrado, a través del tiempo, ineficaces e insuficientes. Con
el desarrollo de la civilización se ha llegado a buscar soluciones internacionales que tengan fuerza moral y comprometan
legalmente a
los Estados. Los convenios internacionales
imponen responsabilidades y obligaciones a los Estados, pero la ejecución de estas obligaciones requiere
reglamentaciones
legislativas
internas de los
gobiernos.
Si la legislación internacional
asegura el respeto y la protección
a los derechos del hombre, son las reglamentaciones
legislativas
internas y su cumplimiento
efectivo las que pueden, en la práctica,
salvaguardarlos.
El conjunto de disposiciones legislativas,
en los
diversos países, que garanticen la dignidad humana es lo único que
puede realmente promover y defender estos derechos y la estructura
misma de la democracia.
CRISIS
DE
LA
DEMOCRACIA
No obstante el constante progreso del proceso democrático,
que
asegura a los individuos mayores garantías en el reconocimiento
y
ejercicio de sus derechos como personas libres, la estabilidad de la
democracia está seriamente amenazada. Aun cuando los derechos
humanos son afirmados y proclamados en las constituciones de los
diferentes Estados, no son por la sola virtud de este hecho observados
y respetados.
se esparció
Gracias al llamamiento
humanitarista
del siglo XVIII,
por el mundo una corriente en favor de la libertad y de la justicia
y las grandes revoluciones norteamericana
y francesa proclamaron
30
¿QUÉ
ES
LA
DEMOCRACIA?
los derechos del hombre. La gran evolución del concepto de los
derechos humanos después de la primera guerra mundial reafirmó
en el mundo las doctrinas democráticas.
A pesar de todo ello la
aparición del fascismo y del nazismo puso en peligro la estabilidad
de los regímenes democráticos,
sometió a millares de individuos
a
una tiranía policíaca y los condenó a un brutal exterminio
por
motivos de raza o de credo religioso. Desaparecieron
las libertades
civiles y políticas y, con ellas, el respeto y la salvaguardia
del valor
y la dignidad de la persona humana y de sus derechos y libertades
fundamentales.
Se impuso un régimen de fuerza, de terror y de odio.
A este reto, el más violento contra la humanidad,
respondió una
de las guerras más trágicas de la historia. La segunda guerra mundial
fué una lucha a muerte entre la democracia y las dictaduras.
Sin
embargo, la victoria de la democracia no ha sido totalmente ganada
y esta nueva forma de barbarie que son las dictaduras puede contrarrestar
el avance de la humanidad,
durante más de mil años,
por el camino de la libertad.
La crisis de la democracia y de la libertad es una realidad mundial.
Basta observar los acontecimientos
políticos, sociales y económicos
del mundo que nos rodea para darnos cuenta de esta realidad amenazadora.
Hay un declinar evidente de los derechos humanos.
Millones
de hombres, mujeres y ancianos viven privados de la
libertad y día a día se rinden las libertades cívicas y los derechos
inalienables
del hombre al vasallaje de dictaduras
legales o de
hecho.
Aun cuando han sido necesarios cientos de años para llevar, por
lo menos a los textos de las constituciones, los principios de la democracia y de la libertad del ser humano y ha sido precisa la experiencia
de dos guerras mundiales en el término de una generación para que
la conciencia de los pueblos se conmueva y la humanidad
comprenda que no puede haber paz, libertad ni democracia a menos
que se logre un efectivo respeto de los derechos humanos, vemos
derribarse,
de la noche a la mañana, los regímenes democráticos
bajo la avalancha
de dictaduras
que surgen en todas partes del
mundo.
La crisis de la democracia
es producto, en gran parte, de una
crisis de la mentalidad
cívica. El desarrollo de la ciencia moderna
y de la tecnología ha contribuído
a crear una mentalidad
en que la
inseguridad
económica es el factor determinante
en la vida de la
mayoría de los hombres y mujeres. El miedo que esta inseguridad
engendra es el principal
motivo que los impulsa a trabajar.
La
estabilidad
y la seguridad, que son necesidades imperativas
de las
masas, han desaparecido
en casi todos los países del mundo. Esto
ha creado una mentalidad
corriente que considera los móviles adquisitivos no sólo como los más normales sino entre los más impor31
LA
MUJER
CIUDADANA
tantes en la naturaleza humana, y ha contribuído
a deprimir toda
actividad que no esté inspirada en el aliciente de adquirir estabilidad
económica. Por otra parte, los hombres y las mujeres de esta generación han crecido en un mundo oscurecido por la pesadilla de dos
guerras mundiales, y pocos de ellos miran hacia el porvenir con la
seguridad o aun la esperanza de una vida tranquilla,
sin riesgo de
una nueva catástrofe que en cualquier momento puede acabar con
millones de vidas humanas, destruir miles de ciudades y aldeas y
sumir en la desesperación y la miseria a millares de seres.
La tensión internacional,
la inseguridad del mundo, la rivalidad,
la lucha económica y la competencia
son los factores de mayor
influencia que hacen que los hombres y las mujeres de hoy día se
preparen, en general, sólo para las expectativas de una vida a corto
plazo, con un mínimo de esfuerzo y un máximo de ventajas mientras
dure tal vida.
Esta actitud se ha producido
en gran parte porque la moral
tradicional
y las creencias más profundas están sacudidas por la
amenaza de un porvenir incierto. El mundo de hoy está lleno de
mentalidades
rutinarias
y pasivas que, si conservan alguna esperanza, la basan en la acción que los demás puedan desarrollar.
Hay falta de interés y de capacidad para preocuparse por asuntos
que salen del margen reducido de los intereses estrictamente
personales, generalmente
de carácter pecuniario y adquisitivo.
Los problemas y asuntos que conciernen al grupo social y que tienen proyecciones de orden colectivo no logran acaparar el pensamiento ni
la actividad de una parte considerable de los individuos que integran
la comunidad.
Por otra parte, es una realidad de nuestra época que, mientras
las ciencias físicas, la tecnología y la investigación
científica se han
desarrollado extraordinariamente,
con el aporte de las mejores mentalidades que la educación y la cultura han producido, los asuntos
sociales y los problemas inherentes a las relaciones humanas han
seguido sometidos, en gran parte, a los dictados de la tradición.
El estudio y la solución de los problemas que surgen en el campo
social y el perfeccionamiento
de las relaciones humanas están relegados a un lugar secundario por el desarrollo de las ciencias físicas
y de la investigación
científica.
La falta de planes y programas de acción en el campo social
contribuye
a poner al individuo
al margen de toda participación
en el desarrollo de proyectos colectivos para solucionar los problemas
sociales y puede ser causa directa o indirecta
de la ausencia de
responsabilidad
individual
frente a los problemas políticos, sociales
y económicos de la colectividad.
El individuo,
ante los cambios desfavorables que presencia a su
alrededor, se siente de antemano vencido por fuerzas demasiado
32
¿QUÉ
ES
LA
DEMOCRACIA?
grandes y fuera de su control, lo que determina inevitablemente
una
actitud fatalista. Esta sensación de desaliento y de inutilidad
de los
esfuerzos colectivos ahoga, en la mayoría de los individuos,
un
interés sincero por defender, purificar y afianzar las formas de la
democracia, y un genuino interés por la política.
No se cree ya en la efectividad de la acción colectiva organizada
para asegurar y mantener los valores sociales que se ven debilitados
por este derrotismo. Apenas se cree en el éxito privado y material.
Se ha abandonado
la convicción de que con nuestra influencia
colectiva
podemos cambiar
el mundo y modelarlo
conforme a
nuestros principios y creencias. Se ha debilitado
la fe en que, con
nuestra cooperación e influencia, podemos lograr afianzar la estabilidad de la democracia. Hemos dejado de creer que con nuestra
acción individual,
ejercida en etapas graduales pero sucesivas e incansables, podemos avanzar por el camino hacia lo mejor, eliminando los privilegios y los intereses creados, la miseria, la ignorancia
y la injusticia social; y establecer, con la suma de los esfuerzos colectivos, una sociedad mejor y más justa. Se duda de que la democracia
sea un conjunto de valores morales de tal magnitud
que valga el
sacrificio y la lucha incansable de todos los individuos;
y existe un
pesimismo creciente sobre las posibilidades
de la democracia
no
solamente como sistema de gobierno sino como conjunto de normas
que rigen la organización
de las relaciones humanas.
Millones de hombres y mujeres que ven derribarse a su alrededor
los baluartes de la libertad y del respeto a los derechos humanos se
entregan a la indiferencia
o al pesimismo. Los valores y las convicciones políticas están, evidentemente,
debilitándose.
Pero la
democracia no puede reforzarse y alimentarse con la desesperanza
de aquéllos de quienes deriva su fuerza de perfeccionamiento.
Se
basa en la capacidad de perfeccionamiento
del ser humano y de las
instituciones que erija para gobernarse y el pesimismo y la desesperanza destruyen las fuentes mismas de su progreso y del progreso
de la sociedad.
Es verdad que, en la práctica, la democracia política ha degenerado en instrumento
fácilmente manejable
por los que tienen el
poder económico. En una sociedad industrial,
como es la actual, la
industria y las finanzas están administradas
no como empresas al
servicio de la comunidad sino por unas pocas manos en las que se
concentra el poder de manejar la maquinaria
de la producción con
fines pecuniarios privados. Esto ha generado una autocracia económica. El poder que da la riqueza, concentrada en unas pocas manos,
trae como consecuencia lógica el poder político, también concentrado en unos pocos individuos. Se ha originado así una clase económica gobernante en la que el hombre y la mujer comunes sienten
que no tienen cabida y, frente a este hecho, eluden su participación
33
LA
MUJER
CIUDADANA
y responsabilidad
en los destinos del gobierno y en la solución
de los problemas de la comunidad local o nacional y, por supuesto,
mundial.
Por otra parte, la lucha por sus intereses económicos en medio de
una sociedad individualista
y competidora y la necesidad de ganarse
el pan de cada día absorben al votante, que no tiene interés ni tiempo
para preocuparse por los mil problemas diarios que se suscitan ante
sus ojos. No los conoce, aun cuando influyan en él directamente;
y si llegan a interesarle, piensa siempre que habrá otros que se preocuparán de solucionarlos. Cuando llega el momento de ejercer su
derecho soberano de elegir a sus representantes,
las cuestiones que
se le plantean al hacer la elección de sus candidatos le son desconocidas y, naturalmente,
no puede resolverlas inteligentemente.
Generalmente,
da su voto y delega su poder a personas cuya actitud
frente a los diversos problemas de la comunidad ignora, pero cree
ejercer su derecho de ciudadano de una democracia y cumplir su
deber de tal con el solo hecho de emitir su voto.
En gran número de casos el ciudadano y la ciudadana corrientes
apenas se enteran de que son gobernados y de quienes los gobiernan;
y cuando llega el momento de ejercer sus derechos políticos, se
abstienen de votar. La democracia,
una de cuyas características
esenciales es la igual participación
de todos los ciudadanos en la
elección de sus gobernantes, se transforma así en una farsa política.
Los caudillos del poder económico montan sus máquinas electorales
según la conveniencia de sus intereses privados, de pequeños grupos.
Ante la apatía, la falta de interés y la ignorancia de los votantes que
constituyen la mayoría triunfan las minorías unidas de las máquinas
electorales, destinadas a servir intereses creados y privilegios
de
pequeños grupos, en desmedro del interés común y general de la
ciudadanía.
Una minoría, aunque sea pequeña, pero unida y bien
organizada,
decide siempre el resultado de las votaciones volcando los votos del lado que conviene a sus intereses, casi siempre
subalternos.
Pero el Estado democrático es obra de los hombres, y es, por lo
mismo, perfectible.
La capacidad del individuo
para hacer progresar y para perfeccionar sus instituciones es una de las creencias
básicas de la democracia. Confiar en la naturaleza humana y en la
perfectibilidad
de su obra no significa desconocer o ignorar todas
las deficiencias que retardan su marcha hacia el progreso. La ignorancia, el prejuicio y el egoísmo no han sido desterrados del mundo
y la humanidad
ha ido avanzando a través de marchas lentas,
muchas veces empantanada
en el curso de la historia, por períodos
tremendos y sangrientos.
Las fuerzas retardatarias
no han sido
disipadas por un huracán de justicia y humanitarismo
que haya
dejado despejado el campo, para cosechar el bienestar y la felicidad
34
<QUÉ
ES
LA
DEMOCRACIA?
humanos. Sin embargo, la humanidad,
a través de su historia ha
ido presenciando una serie, lenta a veces, incierta otras, de etapas
sucesivas que la han guiado hacia el progreso.
PAPEL
DE
LOS
CIUDADANOS
EN
UNA
DEMOCRACIA
Los peligros que amenazan a la democracia no son sólo los que se
derivan del creciente auge de las dictaduras de hecho o legales y de
los riesgos que significan los gobiernos totalitarios
de todo tipo. Los
mayores peligros provienen, más que de las amenazas que vienen
de fuera, de las deficiencias internas de la democracia.
Su mayor enemigo es la falta de espíritu cívico. Hemos dado la
democracia por sentada y la hemos creído un sistema establecido en
forma definitiva que no necesita de nuestra participación
y preocupación para que no se deteriore, para que progrese y se perpetúe.
No nos hemos dado cuenta cabal de que la democracia,
por su
esencia misma, necesita del interés y participación
de todos y cada
uno de los ciudadanos que la forman. A medida que la democracia
progresa, impone a cada generación una mayor comprensión de sus
fines y una más amplia aplicación de sus principios;
exige, cada vez
más, sacrificio, esfuerzo, lucha y vigilancia;
y necesita de una
ciudadanía consciente.
Pero el ejercicio consciente de la ciudadanía
requiere por parte
de los ciudadanos no sólo interés sino información
y conocimiento
de los objetivos esenciales de una sociedad democrática,
de la
naturaleza de los intereses y necesidades sociales e individuales
y de
las influencias que las condiciones cambiantes del mundo ejercen
sobre los intereses y propósitos de la vida humana.
Enperíodosparticularmente
críticos como éste, espreciso entender
en todo su alcance el valor de la democracia y de sus instituciones.
Es necesario tener presente que, después de siglos de experiencias y
desarrollo, la democracia
es la expresión de una filosofía moral y
política que han defendido los pueblos con el precio de muchas
vidas, para conquistar su libertad y su dignidad.
Es necesario no
olvidar que este conjunto de principios y objetivos que tienen como
centro y finalidad
el bienestar y la felicidad humanos pueden y
deben aplicarse a la solución de los conflictos del mundo de hoy.
Esta generación y las venideras tienen la obligacitin
moral de defender una herencia que nos ha sido legada con tantos y tan largos
sacrificios.
En tiempos como los actuales el problema de combinar los diferentes intereses, en busca del interés común, es más difícil que en
épocas de normalidad.
Los cambios y adaptaciones de orden social
que las condiciones actuales requieren no se pueden realizar por
35
LA
MUJER
CIUDADANA
obra espontánea de fuerzas sociales más o menos ocultas, como se
creía antes. Ello demanda la más activa participación
de los ciudadanos. El gobierno tiene que dirigir su acción en armonía con la
comunidad y con la voluntad y las decisiones de la mayoría de sus
componentes.
Las decisiones y la voluntad
de las mayorías sólo
tienen valor cuando son producto del sentido de responsabilidad
cívica y de la participación
activa de todos los miembros de la
comunidad en la vida ciudadana.
La característica
esencial del gobierno representativo,
en un
sistema democrático,
es la identificación
de la acción política del
gobierno con los deseos del pueblo. Los deseos y opiniones del
pueblo se expresan a través de los representantes que el pueblo elige
como legisladores. Ellos tienen poder conferido legalmente por la
constitución
para dar forma a estos deseos por medio de leyes. A
través del mecanismo de las elecciones, los electores delegan en ellos
su poder para gobernarse. El votante individual representa la unidad
básica en el electorado y el voto es la expresión primordial
de sus
responsabilidades
ciudadanas.
En el ejercicio del sufragio está la
medida del interés y de la participación
cívica de los ciudadanos en
la vida de la comunidad.
El abstencionismo
en el ejercicio del más
fundamental
de los derechos es uno de los graves problemas a que
ha de hacer frente la democracia.
Los deberes del ciudadano comienzan con la obligación de votar
y de pagar impuestos; pero no es esto lo único ni es esto todo. El
sistema democrático de gobierno se basa en la responsabilidad
individual. Esta responsabilidad
exige a los ciudadanos el deber ineludible de asumir una participación
cívica activa. Si creemos que
vivir en una sociedad democrática
libre representa privilegios que
vale la pena defender a toda costa, debemos prepararnos
para
cumplir
con las obligaciones
ciudadanas que impone y desempeñar el papel que la sociedad democrática
requiere de sus componentes.
En el ciudadano individual
reside la autoridad final en un gobierno democrático. La sociedad democrática le otorga una serie de
libertades civiles que lo capacitan para ejercer esta autoridad.
La
libertad de expresar sus opiniones oralmente o por escrito, de profesar el credo religioso que escoja, de pertenecer al partido político
que prefiera, de reunirse y asociarse como convenga a sus intereses;
la garantía de investigar, discutir, leer, disentir de las actitudes o de
la acción del gobierno son derechos de que goza el ciudadano de
una democracia y cuyo ejercicio le permite desarrollar su capacitación cívica e informarse de los asuntos políticos, sociales, económicos,
educacionales y otros que conciernen a la comunidad y, por ende, a
su vida individual.
El libre acceso a la información
hace posible el
desarrollo de ciudadanos inteligentes,
capaces de formarse juicios
36
¿QUÉ
ES
LA
DEMOCRACIA?
críticos y objetivos sobre los diversos problemas y situaciones;
y
evita el empleo de la demagogia y de la propaganda
tendenciosa
para influir en la opinión pública.
La calidad de un gobierno y de una sociedad democrática está en
razón directa del uso que el ciudadano común hace de las oportunidades de que dispone para obtener información
y formarse juicio
sobre los problemas de la comunidad.
La democracia no impone a
los individuos
una obediencia
ciega e irreflexiva,
fundada en la
coerción y el temor. Por las libertades cívicas que garantiza a sus
ciudadanos, estimula la reflexión, la formación de juicios independientes y la inteligencia
cívica, como el mejor medio de promover y
mantener una opinión pública informada y consciente.
PAPEL
DE
LAS
ORGANIZACIONES
EN
LA
COMUNIDAD
DEMOCRATICA
El individuo no vive aislado. Desde que nace, pertenece a las organizaciones en que se desarrolla su existencia normal, como el hogar,
la iglesia o los clubs sociales, cuyo carácter está determinado
por
circunstancias
de nacimiento
o de vida. Aparte de esto, cuando es
adolescente y adulto se asocia voluntariamente
a instituciones
formadas para trabajar en conjunto por lograr determinadas
finalidades específicas.
Estas organizaciones tienen diversas razones que las motivan, pero
son, principalmente,
de carácter cívico, político, profesional y de
defensa de los derechos económicos, como los sindicatos, aparte de
las que tienen fines recreativos y deportivos.
Cualesquiera que sean el carácter y las finalidades de estas asociaciones, ellas ejercen gran influencia en la opinión pública como tal
y en la formación de actitudes cívicas en el individuo,
por lo que
constituyen pa.rte esencial del gobierno democrático.
En una sociedad en que la libertad de expresión y de pensamiento
está garantizada
y en la que se respeta el derecho de asociación, las
organizaciones,
al igual que los partidos políticos, desempeñan un
papel fundamental
para que la maquinaria
del gobierno funcione
normalmente.
La opinión individual,
cuando llega a expresarse, permanece
aislada y no ejerce influencia alguna en el pensamiento general de la
comunidad. Es precisa la asociación de personas, su incorporación
a
grupos con un programa común de acción y de pensamiento,
para
que esta opinión ejerza una presión que fomente, modifique o reoriente la opinión pública en general.
La opinión y la acción de grupos organizados contribuyen
a la
formulación
o modificación
de las acciones del gobierno y son el
medio por el cual los representantes de los ciudadanos orientan su
37
LA
MUJER
CIUDADANA
gestión gubernativa
conforme a los intereses y opiniones de determinados sectores de sus representados.
La acción de un gobierno democrático
debe inspirarse en los
intereses y opiniones de la mayoría de los ciudadanos
y debe
auscultar
constantemente
la opinión pública,
para conocer la
reacción colectiva frente a determinadas
acciones gubernativas.
La
presión que la opinión pública organizada ejerce sobre el gobierno
es un procedimiento
democrático,
efectivo y deseable; y las organizaciones
son el mejor medio de estimular y movilizar
esta
opinión.
Aunque la actividad
organizada
de los grupos en asuntos de
interés colectivo no es el único medio que se ofrece al ciudadano para
participar
en la comunidad,
tiende, sin duda, un puente accesible
entre los problemas
de la familia y del hogar y los del mundo
exterior. Es el mejor medio de participar
en los asuntos públicos.
El ciudadano corriente ignora a menudo los asuntos públicos de la
comunidad local o nacional en que vive. Por lo tanto, generalmente
carece de opinión sobre ellos. Por otra parte, las informaciones
que
los dan a conocer no siempre despiertan su interés y algunas veces
están fuera de su alcance. En otros casos, aun cuando existe un
relativo interés y se posee una adecuada información,
este interés no
se manifiesta ni se expresa, a menos que el individuo se incorpore a
un grupo que comparta su actitud.
En la asociación con otros individuos para desarrollar una accibn
conjunta, el ciudadano encuentra estímulo para estudiar los problemas y confianza para expresar sus opiniones, tomar actitudes y
luchar por hacer prevalecer los puntos de vista de su institución.
Cuando el individuo tiene la sensación de que participa y contribuye a una acción que es de importancia
para la colectividad,
adquiere un sentido más claro de que no constituye una entidad aislada
y distinta del grupo social en que vive, sino que forma parte de él
hasta el punto de que sus intereses, aun aquellos que le parecen más
personales, están estrechamente ligados a los intereses del grupo. Se
percata de que el bienestar dentro de su hogar es el producto de un
esfuerzo colectivo y depende del bienestar de la comunidad.
Adquiere conciencia de que al trabajar colectivamente
por el bien
público está contribuyendo,
directamente,
a la solución de los problemas que le conciernen dentro del hogar y se da cuenta de que sus
esfuerzos personales aislados no tienen mayor resultado a menos que
los sume a los esfuerzos del grupo.
La sensación de participación
hace desplegar grandes recursos de
energía intelectual
y moral, desarrolla y acrecienta el sentido de
responsabilidad
social y provee el impulso necesario que permite
romper el círculo de los intereses personales y salir activamente
al
campo de los intereses públicos.
38
eQUÉ
ES
LA
DEMOCRACIA?
Las actividades de grupos proporcionan,
también, la manera de
dar salida a profundos impulsos sociales que permanecen inactivos,
a veces por largo tiempo, por motivos de apatía o timidez.
Aparte de su influencia directa en la sociedad, las organizaciones
tienen el incalculable
valor de formar una conciencia colectiva y de
contribuir
a que los individuos
tomen actitudes frente a los problemas de alcance social, lo que se traduce, a menudo, en una participación cívica inteligente.
Las organizaciones,
además de proveer el mejor método para
resolver los problemas de la comunidad por la acción colectiva y de
proporcionar
el esfuerzo cooperativo constante y organizado de los
ciudadanos que el sistema de gobierno propio requiere, constituye
indudablemente
el mejor medio de preparación
cívica.
Señalar su importancia
y necesidad dentro de la sociedad democrática significa reasentar el concepto de que una sólida y efectiva
educación política sólo puede alcanzarse a través de la participación
de los ciudadanos en el gobierno.
LA
DEMOCRACIA
Y
LA
EDUCACIÓN
En una sociedad democrática la vida familiar y la vida de la comunidad están organizadas de conformidad
con los principios democráticos. La educación es una de las instituciones
más importantes
y
uno de los instrumentos
más efectivos en la ordenación de la vida
democrática de la comunidad.
La medida en que los ideales democráticos están arraigados en una sociedad se refleja en la organización y el espíritu de la educación.
Uno de los defectos más graves de la democracia
actual es, en
general, la mediocridad
e incompetencia
de los ciudadanos que
representan la voluntad del pueblo. Esta realidad no es producto
natural e inevitable del sistema democrático.
Si bien la democracia
política se basa en el derecho de todo ciudadano a elegir y ser elegido
para las funciones de gobierno, y en la igualdad entre todos los
individuos,
una democracia supone, al mismo tiempo, la capacitación efectiva de todos los miembros de la comunidad para ejercer
con eficacia sus derechos, mediante una educación adecuada. La
primera responsabilidad
de la educación es capacitar a cada individuo para el pleno ejercicio de sus derechos y para la participación
más eficiente en las decisiones de la comunidad.
La educación es un elemento indispensable
del sistema democrático. Por su esencia y estructura, el sistema de gobierno propio
responsable degenera, sin educación, en simple politiquería.
Para elevar el nivel de la democracia,
la educación debe estar
encaminada a preparar a los individuos para regir los destinos de la
39
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LA
MUJER
CIUDADANA
sociedad y para ser capaces de elegir a representantes que tengan
preparación
y capacidad.
Las instituciones educativas y los sistemas de instrucción pública
tienen una gran influencia en la formación de actitudes frente a las
responsabilidades
cívicas. A ellos corresponde el esfuerzo necesario
para producir un cambio en la mentalidad pública y crear un estado
de opinión que impida el triunfo de la demagogia y facilite la
elección de los más capacitados,
a fin de que el gobierno democrático eleve su nivel y acreciente su eficiencia.
Es verdad que se necesitan muchos años para producir un cambio
de esta naturaleza, pero a la educacibn incumbe la responsabilidad
social de orientar su acción para lograr efectos de importancia
en
este campo. No puede permanecer indiferente al ritmo rápido de la
evolución en nuestra sociedad y debe por lo tanto ampliar sus conceptos y arbitrar los medios por los cuales influir decisivamente en el
ambiente.
Las circunstancias
actuales exigen que la educación adquiera
mayor importancia
social y que la escuela eduque para vivir eficientemente en una sociedad democrática.
La educación debe ser,
deliberadamente,
planeada con miras a educar para la democracia.
La democracia no es el producto casual de fuerzas naturales, sino
una forma de vida inspirada en ideales de justicia y fraternidad,
elaborada por los hombres a través de un largo proceso de desarrollo
y perfeccionamiento;
no puede, por lo tanto, perpetuarse
automáticamente
en la vida de los pueblos.
El individuo
no trae consigo, al nacer, los conceptos sobre los
valores y objetivos democráticos, ni las actitudes y los hábitos inherentes a la vida democrática.
Es preciso aprenderlos a través de un
proceso educativo y es la educación la llamada a procurar las condiciones adecuadas para crear y desarrollar actitudes sociales democráticas. Debe fomentar
el desarrollo de la inteligencia
social,
despertar y estimular interés por los asuntos de la comunidad local,
nacional y mundial; y contribuir
a crear el sentido de la responsabilidad social.
Pero, tanto en su orientación
como en sus planes de estudio y
organización,
la educación se ha quedado atrás con respecto a la
extensión y alcance de los principios democráticos y a la transformación del movimiento
social. La orientación,
las finalidades, los
planes de estudio y los métodos de la educación tradicional
están
alejados y son extraños a las realidades y problemas sociales de
nuestro tiempo.
La tarea de democratizar
la educación no es fácil. No consiste sólo
en hacer que la educación pública esté al alcance de todos y que,
por lo menos en su nivel primario,
sea gratuita y obligatoria.
La
educación universal ha sido establecida también por sistemas anti40
¿QUÉ
ES
LA
DEMOCRACIA?
democráticos que se han valido precisamente de ella para imponer
determinados
credos en pugna con los ideales democráticos
y
ahogar la libertad de pensamiento
y de expresión en el proceso
educativo. Es necesario que la filosofía y los propósitos de la educación sean definidos con arreglo al ideal democrático y que las actividades escolares, así como los métodos, las materias, la organización
y la administración
de la escuela, sean determinados
con miras
adecuadas a este sistema de vida.
No es suficiente que en la escuela se hable, se lea y se estudie sobre
la democracia.
Si la escuela ha de educar para vivir constructivamente en una sociedad democrática,
debe ser ella misma, en sus
planes de estudio, métodos de disciplina y actividades, en su organización y espíritu, una democracia en el espíritu y en la práctica.
Infortunadamente,
en la mayoría de los países el sistema de educación está regido por normas y estructuras opuestas a la democracia. La organización
y la administración
de la escuela se determina, en la mayoría de los casos, por un procedimiento
autocrático
que comienza en la más alta autoridad de educación y termina en el
profesor de primer grado. La política pedagógica, la administración
del sistema, la organización
de la escuela, los planes de estudio, las
actividades escolares, los métodos y los textos de estudio son determinados por una persona o un reducido grupo de personas; y el
juicio de las personas que desempeñan directamente
la tarea de
educar no logra, cuando llega a expresarse, influir en el sistema
escolar tradicional.
La disciplina de la autoridad y de la imposición ejercida por los
altos funcionarios de la educación llega hasta los cimientos mismos
de la escuela y hasta el niño, que sufre la disciplina coercitiva y
autoritaria
de un sistema antidemocrático.
Las actitudes fundamentales
en un ciudadano
democrático,
la
capacidad de pensar y de ejercer libremente
la inteligencia,
de
investigar
y formarse un juicio crítico, de expresarse libremente,
de tomar decisiones, de participar
junto con el grupo en la determinación de las condiciones y objetivos de la acción conjunta y la
capacidad de desarrollar iniciativas quedan inhibidas por la orientación y política de una institución
social que ejerce tan grande
influencia en la formación del individuo.
Los objetivos y la política de la educación deben ser revisados y
reorientados a fin de substituir su actual estructura y finalidades por
un sistema que se inspire en los principios y prácticas democráticos
y que desarrolle actitudes y hábitos que permitan una participación
inteligente y constructiva del individuo en la vida de la comunidad.
41
.___...._____
.
CAPíTULO
III
LOS DERECHOS
POLíTICOS
DE LA MUJER
La mujer ha ido conquistando
el reconocimiento
de sus derechos
con un ritmo lento, a través de la historia. A causa de que en el
sistema democrático el voto es la base del poder político, el sufragio
ha sido la primera y la más importante de las conquistas femeninas en
el campo de los derechos políticos. Si se considera que las mujeres
constituyen en la mayoría de los países del mundo la mitad de los
electores y en algunos países más de la mitad, el sufragio femenino
representa, en teoría, la conquista de una influencia política fundamental.
A pesar de las luchas feministas, especialmente
en los países de
Europa, por el reconocimiento
de los derechos políticos de la mujer,
estos movimientos
parecen haber tenido una influencia poco determinante en el reconocimiento
de dichos derechos. Las dos guerras
mundiales han desempeñado un papel de más trascendencia
en la
extensión
del sufragio a las mujeres que las actividades
de las
asociaciones feministas en favor del sufragio.
La primera guerra mundial tuvo consecuencias de gran alcance
social para las mujeres. Al salir al terreno económico, las mujeres se
encontraron
no sólo con las dificultades inherentes a normas legislativas y administrativas
discriminatorias
para la mujer en el
campo del trabajo, que todavía subsisten en muchos países, sino con
que su importancia
como trabajadoras
fuera del hogar no era reconocida ni apreciada. Aún hoy día parece que es en el campo económico donde su influencia se deja sentir en menor grado.
La primera guerra mundial sacó a la mujer trabajadora
de su
condición de mano de obra sobrante en el mercado del trabajo. La
industria tenía verdadera necesidad de sus servicios y esta necesidad
echó por tierra las barreras que se oponían al trabajo de la mujer.
Por la movilización
durante la guerra, numerosos países se vieron
privados en gran parte del trabajo de los hombres y la mujer ocupó
el lugar de éstos en las industrias civiles y de guerra y en la agricultura.
La primera guerra mundial y la segunda arrancaron
de sus hogares a millones de mujeres para llevarlas al merc:ado del trabajo y
quizá por primera vez se reconoció entonces el valor y la importancia
43
LA
MUJER
CIUDADANA
de la mujer trabajadora.
Fué estimulada
y apreciada,
e incluso
movilizada
en los frentes, junto con los hombres. El esfuerzo de las
mujeres en la última guerra mundial fué bien acogido y valorizado.
Se crearon en algunos países instituciones destinadas a organizar e
incrementar
su contribución
y a dirigirla según las necesidades de la
economía de tales países. Se formaron instituciones
con objeto de
ejercer una presión organizada para aumentar sus oportunidades
de
trabajo y nivelar su condición económica en relación con la de los
hombres. Hubo en todas partes esfuerzos deliberados, tanto gubernamentales como de asociaciones particulares,
para defender el creciente poder económico de la mujer. Se produjo el mejoramiento
de
su condición económica, lo que trajo como consecuencia natural y
lógica el mejoramiento
de su condición política y legal.
En la historia de nuestra generación fue necesaria la concurrencia
de circunstancias dolorosas para percatarse de que la mujer era tan
capaz como el hombre. Lo había demostrado
en el campo del
trabajo y su patriotismo
y su valor no habían sido menores que los
de los hombres en los frentes de guerra y en la defensa civil. Fueron
llamadas a salir de su hogar por circunstancias
del mundo que
necesitaban de las mujeres, no sólo ya como madres y dueñas de casa,
sino también para suplir la falta de brazos de que la guerra privó a
los países. Las tareas domésticas y las responsabilidades
de la maternidad no parecieron entonces incompatibles
con la participación
en las tareas de la fábrica y de la ciudadanía. Las mujeres probadas
ya en el sacrificio, en circunstancias
críticas demostraron también
que su capacidad de trabajo, sus principios y su lealtad a la patria
eran tan legítimos y firmes como los del otro sexo. Más que las
luchas feministas de las heroínas del sufragio, convenció a los
gobiernos y a la opinión pública la experiencia
palpada en momentos de duras realidades.
Antes de la primera guerra mundial sólo tres países habían otorgado a las mujeres la igualdad electoral con los hombres: Nueva
Zelandia, Finlandia y Noruega, además de algunos Estados dentro
de la Confederación
Australiana
y de la Federación de los Estados
Unidos de América del Norte. Entre estos últimos el Estado de
Wyoming fué el precursor, al extender el derecho de sufragio a las
mujeres en el año 1869. En el curso de la primera guerra mundial o
en los años que siguieron, la mayor parte de los grandes países del
mundo otorgaron
a la mujer el derecho al sufragio. Durante la
segunda guerra e inmediatamente
después de ella, un gran número
de países, grandes y pequeños, reconocieron a la mujer este derecho.
44
LOS
LA
TRADICIÓN
DERECHOS
POLíTICOS
DE
LA
MUJER
ANTIFEMINISTA
No obstante el considerable progreso en la obtención de los derechos
políticos de la mujer, la mentalidad
antifeminista
y el imperio de
creencias y tradiciones
sociales profundas no desaparecieron.
Si
bien es cierto que disminuyó su influencia particularmente
después
de la primera guerra mundial, esta mentalidad
está siempre presente y permanece fuerte, aun cuando varía de país en país. La
creencia social tradicional
que considera que la actividad
de la
mujer debe ser esencialmente familiar y privada está todavía en pie
pero la participación
de la mujer en la vida política en los tiempos
actuales tiene el carácter de un intento de substituir
esta vieja
creencia por un sistema nuevo que admite la plena igualdad de los
sexos en todos los terrenos. Este concepto se refleja cada vez más en
las leyes, especialmente
en el orden político, pero está lejos de ser
totalmente admitido por las mentes y por las costumbres. La participación de las mujeres en la vida política, aún en este momento,
es más una anticipación
a la evolución social y a la transformación
de la mentalidad
y de las costumbres que una consecuencia de ello,
y constituye por lo tanto un factor importante
para acelerar el
avance de las ideas y costumbres sociales.
Si bien es cierto que la mayoría de las legislaciones del mundo
reconocen el derecho al sufragio de las mujeres y que en algunas se
conceden ciertos derechos civiles y económicos de la mujer en
igualdad con el hombre, es igualmente cierto que en la práctica no
existe verdadera igualdad en ningún país.
El conflicto que se plantea entre la concepción moderna de la
participación
de la mujer en la vida política y la tradición
antifeminista se revela en los problemas surgidos a propósito del sufragio
femenino y del acceso de la mujer a la vida política en los diferentes
países del mundo, tanto del Oriente como del Occidente;
a veces
estos conflictos no se manifiestan claramente,
como puede ocurrir
en los países occidentales, pero en ningún caso están ausentes. El
desarrollo de los derechos de la mujer en el campo político no ha
suprimido la primacía del hombre en esta materia ni la limitación
de la mujer a las actividades familiares y privadas. Paradójicamente,
esta limitación
del campo de actividades
de la mujer era menos
notoria antes del nacimiento
de los movimientos
feministas en el
mundo, cuando las viejas tradiciones ideológicas y sociales no eran
perturbadas
por conceptos modernos de igualdad entre los sexos y
hombres y mujeres tomaban por natural y satisfactorio
para las
mujeres la restricción de sus actividades a las ocupaciones familiares
y domésticas.
La tradición antifeminista
es, sin duda, más fuerte en los países
latinos que en los países anglosajones y nórdicos y muy especialmente
45
LA
MUJER
CIUDADANA
en los países latinos de Hispanoamérica.
Uno de los factores que ha
contribuído
a apresurar la transformación
de las costumbres es la
emancipación
económica de la mujer, pero ésta misma queda considerablemente
limitada,
especialmente
en países de paulatino
e
incipiente desarrollo industrial como son los países latinoamericanos.
Las mujeres que gozan de independencia
económica constituyen
una minoría en todos los países del mundo y ni la independencia
económica ni el reconocimiento
de los derechos políticos han hecho
desaparecer una mentalidad general surgida de una tradición varias
veces milenaria. La mentalidad primitiva que considera a la política
como un asunto reservado exclusivamente
a los hombres no ha
desaparecido.
La opinión pública en general es poco favorable a la actividad
política de las mujeres y conserva celosamente la división tradicional
de campos de actividad entre hombres y mujeres. El partido político,
la tribuna, el parlamento y la vida política en general son el campo
de los hombres y permanecen
para la mentalidad
pública como
actividades típicamente
masculinas. El hogar, los hijos y la familia
son las actividades
típicamente
femeninas. Salir de ellas significa
para las mujeres el riesgo de aparecer despojándose de su feminidad
y abandonando
sus obligaciones primordiales;
así como la colaboración en las tareas domésticas puede significar para el hombre, en
algunos países del mundo, la pérdida de cierto grado de masculinidad ante la opinión pública. Esto es especialmente cierto en los
países latinos de América, pero sigue siéndolo, en mayor o menor
grado, en todo el mundo, salvo acaso en los países de la Europa
nórdica y en los Estados Unidos de América del Norte. Por lo tanto,
aun hoy día, las mujeres que participan
en la vida pública tienen
caracteres de exploradoras en su esfuerzo por cambiar la mentalidad
actual.
La existencia actual de concepciones primitivas en este campo es
corroborada
por el hecho de que, en un buen número de países,
la concesión del derecho de sufragio a las mujeres ha sido resultado
de medidas revolucionarias
tomadas por gobiernos provisionales.
No ha habido un movimiento
natural de las masas y de la opinión
pública general que haya llegado a influenciar
la actitud de los
poderes públicos. La ley de sufragio femenino no ha sido, en estos
casos, el producto de un procedimiento
regular del poder legislativo,
por una ley normalmente
sancionada. En varios países de la Europa
oriental y occidental y de América, los decretos de gobiernos revolucionarios
que conceden el voto a la mujer han sido ratificados
posteriormente
por asambleas elegidas en virtud de disposiciones
dictadas por esos gobiernos provisionales.
No solamente la mentalidad masculina es desfavorable a la participación de las mujeres en las actividades
públicas;
la opinión
46
LOS
DERECHOS
POLÍTICOS
DE
LA
MUJER
femenina, en los diferentes países, no es distinta, en forma sensible,
de la opinión pública global. La concesión del derecho al sufragio
femenino no ha sido precisamente el resultado de actividades feministas. Salvo casos de excepción, las mujeres en general no han hecho
grandes esfuerzos por lograr tal derecho. Lo han aceptado y lo
ejercen con casi igual interés que los hombres aunque se abstienen
de votar en mayor proporción que ellos. Las actividades feministas,
en casi todos los países, han sido obra de minorías que han tratado
de activar la opinión pública y casi no han encontrado eco en las
masas de mujeres. Hoy día, en todo el mundo, las colectividades
femeninas de carácter puramente político son escasas y están débilmente desarrolladas. Hay antecedentes para estimar que, salvo casos
excepcionales,
la opinión pública en general parece preferir estar
representada
por un hombre que por una mujer en las funciones
públicas de gobierno. En el sistema electoral por listas de candidatos,
en que se elimina de la lista el nombre de los candidatos rechazados,
las candidaturas
femeninas son borradas de las listas con más frecuencia que las de los hombres. Tampoco parecen las mujeres más
favorables que los hombres a las candidaturas
femeninas y, según
observaciones hechas en algunos países, podría concluirse que en
favor de las candidatas votan más hombres que mujeres. Es difícil
estimar si el electorado femenino de otros países manifiesta una
actitud semejante, sin lo cual no podría llegarse a una conclusión
definitiva
a este respecto, pero se puede decir que esto ocurre en
algunos países hasta el momento.
Los factores esenciales de esta resistencia femenina a la vida política no son fáciles de determinar
y pueden ser de orden diverso,
sin descartar cierta actitud psicológica de las mujeres frente a la
participación
en actividades
públicas, que quizá es común a la
mayoría de ellas. El ideal de la vida de toda mujer es casarse, fundar
una familia y dedicar su actividad al hogar, al marido y a los hijos.
Si bien es cierto que las exigencias de la vida económica y la participación de la mujer en el trabajo pueden influir en el debilitamiento
de esta mentalidad
en algunos países, es probable que esta actitud
sea compartida
por la mayoría de las mujeres; en cualquier caso,
esta manera de pensar las hace considerar la política como una actividad natural y privativa
del hombre y temen que su intervención
disminuya las posibilidades
de lograr el ideal de vida que se han
forjado. Parecerían estimar que la intervención
de la mujer en la
política la despoja de las condiciones que el hombre busca en una
esposa, lo cual podría ser un reflejo del difundido prejuicio entre los
hombres de que la mujer política, y aun la mujer profesional, pierde
parte de sus características
femeninas y disminuye sus virtudes de
esposa. Las consideraciones
mencionadas
constituyen
la principal
causa de lo que podría llamarse la mentalidad
antifeminista
de un
47
LA
MUJER
CIUDADANA
gran número de mujeres en el mundo, mentalidad
que, sin duda,
es el obstáculo principal para el aumento de la participación
de la
mujer en la vida política.
LA
INFLUENCIA
DE
LA
MUJER
EN
LA
VIDA
POLÍTICA
Un análisis provisional
del ejercicio, en la práctica del derecho de
las mujeres al sufragio, demuestra que el voto femenino no ha modificado en forma considerable
la vida política misma. El sufragio
femenino, en su conjunto, no ha operado cambios profundos en la
forma en que se reparten y agrupan las fuerzas políticas en el interior
de los países. En algunos países, el temor de los partidos de derecha
que se oponen a la concesión del sufragio femenino de que el voto
de la mujer inclinara la balanza en favor de las fuerzas políticas de
izquierda y el temor de éstas, en países en que la Iglesia católica goza
de preeminencia,
de que el voto de la mujer diera ventajas a los
partidos políticos de derecha, ha resultado, en la práctica, no tener
gran fundamento,
El porcentaje de votos obtenido por los partidos
de derecha y de izquierda en los países en que el contingente electoral ha aumentado con las mujeres no se ha modificado sensiblemente.
Sin embargo, aunque la influencia del sufragio femenino no ha
operado un cambio de significación
en cuanto al porcentaje
de
electores obtenido por los partidos dentro de cada país -y la experiencia en un buen número de países demuestra que los partidos,
tanto de derecha como de izquierda, han mantenido el mismo porcentaje de electores antes y después del sufragio femenino-,
parece
indiscutible
que ha producido cambios en la línea política de los
partidos. Determinados
problemas han cobrado una importancia
de primer plano desplazando a otros del centro de interés de los
partidos. El voto femenino ha significado, sin duda, cierta modificación en los asuntos y problemas políticos. A pesar de la influencia,
débil hasta ahora, de la mujer en los parlamentos de los diferentes
países, debido al escaso número de representantes parlamentarias
y
de su reducidísima participación
en la dirección política del Estado,
la participación
de las mujeres en la vida política ha tenido influencia en la naturaleza de los problemas que preocupan a los dirigentes de los países y ha contribuído
a modificar las opiniones y la
orientación de las iniciativas para llegar a soluciones concretas.
No obstante el carácter necesariamente
provisional de una afirmación de esta naturaleza es posible estimar que la acción indirecta
de las mujeres en la dirección y orientación política de los países es
de considerable importancia.
La opinión pública femenina ha pesado considerablemente,
en algunos de ellos, en la adopción de
48
LOS
DERECHOS
POLÍTICOS
DE
LA
MUJER
medidas legislativas o administrativas
sobre problemas relacionados
con la infancia, la familia, la educación, la salud pública, la prostitución y el alcoholismo. En general, los problemas de carácter social
y los relacionados con la vida económica del hogar como los precios
de los artículos de consumo, el abastecimiento
y otros, son especialmente susceptibles de sufrir la influencia de la opinión pública femenina, tanto en la manera de abordarlos como en la de solucionarlos.
ABSTENCIONISMO
E INESTABILIDAD
DEL
VOTO
DE
LA
MUJER
El voto ha dado indudablemente
a la mujer un medio evidente de
ejercer presión. El hecho de que las mujeres parecen, más que los
hombres, determinar
la elección de sus candidatos según su propio
interés concreto por determinados problemas, más que siguiendo las
inspiraciones
de determinados
partidos políticos,
aumenta
esta
influencia.
Pero con todo, esta presión electoral directa es considerablemente
limitada
por la escasa participación
electoral de las mujeres en
general. La proporción de las abstenciones femeninas es, en general,
superior a la de las abstenciones masculinas, aun cuando es difícil
comprobar
este hecho a ciencia cierta, debido a que en muchos
países las mesas de votantes son mixtas. Pero donde hay mesas
separadas para hombres y mujeres y se hace, por lo tanto, un escrutinio separado de los votos, los hechos son concluyentes.
El porcentaje de sufragios femeninos emitidos en relación con el total de
las electoras mujeres es considerablemente
menor que el de sufragios
masculinos emitidos en relación con el total de electores hombres.
Aun cuando esta apreciación puede afirmarse sólo en la medida
en que puede estimarse como un hecho probado, diversas circunstancias conducen a concluir que la participación
electoral de la
mujer es más débil que la del hombre, en la mayoría de los países.
No es fácil determinar
en forma definitiva,
como ya se ha dicho,
todas las probables
causas de la diferencia
de conducta
entre
hombres y mujeres con respecto a sus derechos políticos. Pero la
fuerza de la mentalidad
tradicional
que domina aún en la sociedad
actual contribuye a que se dé como causa de este menor interés de la
mujer por los problemas políticos la preeminencia
de las preocupaciones domésticas y caseras sobre las preocupaciones
de orden
colectivo de mayor alcance. Por otra parte, es digna de considerarse
la posibilidad
de que el menor interés de la mujer por los problemas
políticos se deba a que las mujeres sólo desde hace poco tiempo
participan
en la vida política de sus respectivos países y carecen así
de madurez
política.
El interés político puede estar en razón
directa de la madurez política.
49
LA
MUJER
CIUDADANA
La influencia de la mentalidad
tradicional
parece corroborarse
por el hecho de que el porcentaje de abstencionismo
femenino es
mayor entre las mujeres que viven en el campo que entre las que
viven en la ciudad y mayor entre las mujeres de más de cincuenta
años que entre las menores de esta edad. Las mujeres de los centros
urbanos y las mujeres más jóvenes parecen más activas en cuanto a
participación
electoral. La evolución de las costumbres y modos de
vida tradicional
es más lenta en las regiones rurales que en las ciudades y las mujeres de mayor edad son naturalmente
más refractarias a despojarse de la mentalidad
tradicional.
Por otra parte, la inestabilidad
del voto de las mujeres en relación
con el de los hombres parece justificar las consideraciones sobre la
madurez política de la mujer. En los países en donde existe una
democracia política más desarrollada,
las opiniones políticas individuales están encauzadas dentro de los partidos y son más estables,
de modo tal que las diferencias de porcentaje de votos obtenidos por
cada partido, de una elección a otra, es mínima y sólo se registra una
variación
marginal de votos flotantes. Dentro de este margen, la
proporción
de votos femeninos parece ser la mayor. El voto de la
mujer parece ser más independiente
que el de los hombres, menos
tradicional
y menos sujeto a las disciplinas partidistas.
Es por lo
tanto más inestable en lo que concierne a la manera de votar conforme a determinado
partido en varias elecciones, lo que puede ser
resultado de una falta de madurez política. En las democracias más
antiguas, los electores hombres están acostumbrados
a votar desde
hace tiempo y han adquirido hábitos y tradiciones de partido que se
reflejan en una actitud política habitual
y permanente.
En los
países en que el procedimiento
electoral ha sido establecido más
recientemente,
la inestabilidad
de los votos es mucho mayor.
Si la falta de experiencia
y educación política de la mujer que
determina
su falta de madurez política es la causa de su escasa
participación
en la vida política y de su limitado interés por los
asuntos públicos, ello permite esperar un certero progreso de la
actitud ciudadana de las mujeres y un incremento de su influencia
directa en la gestión del gobierno y de la política de sus respectivos
países.
PARTICIPACIÓN
DIRECTA
DE
LA
MUJER
EN
EL
GOBIERNO
YENELPARLAMENTO
Cualesquiera
que sean las causas a que puede atribuirse la débil
participación
de las mujeres en la vida ciudadana y política de sus
países, la verdad es que la concesión de los derechos políticos a la
mujer no ha hecho disminuir el dominio total de los hombres en la
50
LOS
DERECHOS
POLíTICOS
DE
LA
MUJER
dirección política de los países en que se ha reconocido el sufragio
femenino. La proporción
de mujeres en las tareas gubernativas
en
general es casi nula. El porcentaje de mujeres elegidas en los parlamentos de los diferentes países del mundo no parece ser superior al
5% en total. En los municipios
la proporción
no es considerablemente superior y aun, en algunos países, es inferior. En el gobierno
mismo esta proporción es todavía menor. En 1949, de 59 países que
habían otorgado a la mujer el derecho al voto solamente en ll una
mujer ocupaba una cartera ministerial y en ninguno de ellos había
más de una mujer en el gabinete. Solamente en uno de ellos el cargo
ministerial desempeñado por una mujer tenía importancia
política.
Estas cifras no tienen tendencia alguna a aumentar, sino a estabilizarse. Aun en los países en que el sufragio femenino ha sido introducido hace más de treinta años, el número de mujeres parlamentarias se ha mantenido invariable.
Aunque durante el período entre
las dos guerras mundiales hubo un aumento de la participación
de
las mujeres en las actividades parlamentarias,
se nota en la actualidad, en algunos países, una reducción de la representación
ganada
después de la segunda guerra mundial.
Puede concluirse sobre la base de estos hechos que la participación directa de las mujeres en las actividades de elección y parlamentarias, así como en el gobierno mismo, es en conjunto sumamente débil y que a este respecto las mujeres de la mayor parte de los
países del mundo se encuentran en una situación análoga.
Si bien es cierto que la participación
de las mujeres en las elecciones ha contribuído,
en cierta medida, a transformar
la mentalidad política y a modificar la actuación de los gobernantes y dirigentes políticos, no lo es menos que esta acción indirecta, que está
aun lejos de ser satisfactoria, debe ir acompañada de una participación directa en las tareas parlamentarias
y en la dirección del
gobierno.
LA
MUJER
Y
LOS
PARTIDOS
POLÍTICOS
La proporción
de mujeres inscritas en los partidos políticos es considerablemente
menor que la de los hombres, aun en aquellos
países de larga tradición democrática
en que las corrientes de opinión están cristalizadas
en los tradicionales
partidos políticos de
izquierda y derecha.
Aun cuando los datos de que se dispone no son concluyentes para
afirmar en forma definitiva
que las mujeres muestran cierta tendencia a preferir los partidos políticos de influencia religiosa, este
hecho es efectivo en algunos países. Por otra parte, parecen ser los
partidos de izquierda los que tienen mayor interés por el ingreso de
51
LA
MUJER
CIUDADANA
mujeres en sus filas y por llevar mujeres al parlamento o al gobierno,
aun cuando no son, en general, los mayores beneficiarios
de los
sufragios femeninos. En cualquier caso, tanto en los partidos de
derecha como en los de izquierda
las mujeres representan
una
minoría y su participación
en los comités directivos u organismos
ejecutivos de los partidos es casi nula.
De igual modo, las mujeres han ocupado hasta el momento
posiciones subalternas
en las candidaturas
presentadas
por los
partidos, tanto en las elecciones parlamentarias
como en las municipales. En los países en que rige el sistema electoral de votación
por lista, las mujeres van en aquellos lugares de la lista que ofrecen
mayor riesgo al candidato de no obtener el número de votos necesario; y son, generalmente,
presentadas por aquellas circunscripciones electorales en que el partido tiene menos probabilidades
de
triunfar. En los partidos, las mujeres encuentran menor resistencia
para ser presentadas como candidatas en un sistema electoral de
lista, en que la persona del candidato es secundaria, que en un
sistema de votación unipersonal,
en que la persona del candidato
desempeña un papel muy importante.
A este respecto podría pensarse que los partidos se hacen cargo de la oposición, latente en la
opinión pública, a la intervención
de las mujeres en la política, y no
quieren afrontar el riesgo de debilitar sus posibilidades presentando
candidatos que cuentan de antemano con un prejuicio desfavorable.
La tendencia a reservar a las candidatas las circunscripciones
perdidas de antemano puede deberse tanto a la ambición de los hombres
por conservar su dominio en los partidos políticos como al deseo de
éstos últimos de asegurarse todas las posibilidades
de triunfo sin
agregara los riesgos habituales a toda elección el antagonismo de la
opinión pública frente a determinados
candidatos.
Esto ocurre,
especialmente,
en los períodos en que determinado
partido no
cuenta con la opinión pública a su favor.
Las mujeres, en general, no han aprovechado
debidamente
la
victoria política que significa la obtención del sufragio. Cierto es que
cuando se enfrentan con el mundo político se encuentran con que
está dominado por los hombres, que han tenido las responsabilidades y han gozado de los privilegios
del gobierno democrático
durante siglos. Las riendas del gobierno habían estado exclusivamente en sus manos y el campo de la política estaba, y sigue estando,
dominado por ellos. Ceder el poder o compartirlo
es un acto que
pocas veces se ejecuta de buena gana; y la entrada de la mujer en el
campo político fué considerada por algunos como una intromisión
en terrenos que estaban exclusivamente
reservados a los hombres.
Es justo señalar que las mujeres, antes de obtener el derecho al
sufragio, no pueden adquirir la experiencia política que los hombres
poseen, para participar
en los asuntos públicos. Pero la falta de
52
LOS
DERECHOS
POLíTICOS
DE
LA
MUJER
experiencia y de madurez política no justifica que la mujer se considere a sí misma como una permanente
«aficionada»
en política y
esté dispuesta a ser solamente la trabajadora
voluntaria
que desempeña tareas menores, sin otro aliciente que satisfacer su espíritu de
servicio y su interés público, sin perspectiva de recompensa alguna.
La actitud de las mujeres en los partidos políticos no concuerda con
la igualdad política por ellas lograda. La mujer parece medir su
participación
en el partido político a que pertenece por su sacrificio
y por las horas de su tiempo que dedica al servicio del partido, más
que por la influencia de su opinión dentro de los organismos que
determinan
la política del partido. El fracaso no depende de su
capacidad,
ni de la cantidad
de trabajo realizado en favor del
partido, sino que estriba, en la práctica, en su deficiencia como
miembro participante
cuya voz responsable influya en la formulación del plan de acción del partido. No hay nada que justifique esta
actitud. Las cualidades que se requieren para ser un buen político
las poseen por igual ambos sexos.
Por otra parte, la prolongada
lucha sostenida en algunos países
por la obtención del sufragio ha acostumbrado
a las mujeres a trabajar eficientemente
y a ganar su causa no solamente fuera de los
partidos políticos sino, muchas veces, a pesar de su obstinada oposición. Muchas de ellas miran a los partidos como males necesarios de
la democracia,
corrompidos
y guiados por intereses personalistas,
que la mujer debe evitar para no contaminarse con los vicios políticos
de los hombres. Una vez obtenido el sufragio, desaparece generalmente la unidad de acción de las mujeres, pierden el poder de
votantes organizadas y se transforman
en miles de votantes individuales, sin propósito ni intereses definidos y uniformes.
En vez de ingresar en los partidos políticos dispuestas a mejorar
sus técnicas y a elevar el nivel de su acción, buscan la independencia
fuera de ellos, con lo cual arrancan de raíz las potencialidades
de su
poder político. No logran, en general, darse cuenta de que el partido
político es el mejor y acaso el único instrumento
eficaz de vigilancia
sobre el gobierno y constituye un medio de expresar la opinión
pública organizada.
Sin los partidos, el sistema del gobierno democrático iría a la deriva, sin dirección ni orientación. Ellos determinan
constantemente
la orientación del gobierno, movilizan a las mayorías y a las minorías, todo lo cual hace posible el funcionamiento
del
gobierno representativo.
Las poquísimas mujeres que han obtenido cargos de responsabilidad en el gobierno y en el parlamento
están debilitando
paulatinamente éstas y otras actitudes surgidas de la reducida experiencia y
del erróneo enfoque, por parte de la mujer, de su papel político y
ciudadano, pero no han conseguido borrar todavía las inhibiciones
que la mujer sufre en su período de adaptación, relativamente
corto,
53
LA
MUJER
CIUDADANA
a sus nuevas obligaciones en la sociedad moderna. La transformación social que indudablemente
deberá ocurrir para que se produzca la plena participación
política de esta nueva clase de votantes
constituída por las mujeres podrá medirse por el número de mujeres
en cargos clave en los partidos políticos y por su proporción
en el
parlamento
y en el gobierno.
Pero, a menos que las mujeres mismas abandonen estos prejuicios
y el concepto anticuado del papel de la mujer que el tiempo y las
circunstancias
han dejado atrás, el obstáculo que miles de mujeres
oponen al progreso de su participación
cívica no desaparecerá.
Cualesquiera
que sean las causas de la escasa participación
de la
mujer en los partidos y en la vida política en general, depende de
las mujeres mismas el que se atenúen y lleguen a desaparecer. Cuando
las mujeres se den cuenta cabal de la naturaleza y del alcanze de
sus responsabilidades
políticas, ellas mismas exigirán, dentro de los
organismos de los partidos políticos respectivos, un puesto de mayor
importancia.
Entonces, como un hecho natural, llegarán a incorporarse a los organismos que formulan la política de un partido.
Mientras tanto, será necesario luchar por obtener esos puestos y el
éxito de la lucha dependerá del mayor grado de conciencia que las
mujeres alcancen sobre el poder político que representan.
54
CAPÍTULO
IV
PAPEL ECONÓMICO
DE LA MUJER
DENTRO DE LA SOCIEDAD ACTUAL
La revolución industrial y la transformación
económica que produjo
como consecuencia constituyen uno de los cambios más fundamentales que registra la historia de la humanidad.
El paso de la agricultura a la industria trajo consigo la multiplicación
de la maquinaria, lo que provocó la producción
en gran escala y el abaratamiento de los productos. La fábrica sustituyó la producción
del
hogar y eliminó gran parte de las múltiples tareas que antes desempeñaba la mujer.
Con el cambio de la economía agrícola a la economía industrial,
la población de las aldeas se trasladó a las ciudades, cuyo crecimiento
abrió paso a las grandes metrópolis. Se produjo la expansión de la
ciencia y del pensamiento y las antiguas monarquías y aristocracias
fueron cediendo ante las democracias.
En la economía agrícola, la familia labriega constituía una unidad
de producción que compartía tanto las faenas de la tierra como el
aprovechamiento
de sus frutos. El hogar era una fábrica pequeña
y complicada en la que se producían las materias primas y se elaboraban para transformarlas
en artículos de alimentación,
vestuario
y vivienda. La industria era, pues, doméstica y se desarrollaba
en
los hogares a través de diversas ocupaciones y funciones. Todos los
miembros de la familia trabajaban
y vivían en el hogar común. El
marido trabajaba la tierra o ejercía algún oficio, mientras la mujer
hilaba, tejía, confeccionaba
el alimento y el vestuario, cuidaba la
huerta, fabricaba
las velas, el jabón y la cerveza, además de las
alfombras y los hilados para la ropa blanca; enseñaba a sus hijas
los diferentes oficios y alimentaba
a los aprendices y trabajadores.
Los trabajos del hogar y las responsabilidades
de la subsistencia eran
compartidos
por igual por marido y mujer.
Al surgir las fábricas, hombres, mujeres y jóvenes comenzaron a
alejarse del hogar y de la familia y el hogar del antiguo tipo quedó
eliminado. Los hombres, en vez de trabajar en el campo, trabajaron
en las fábricas; progresaron los inventos mecánicos y la vida se hizo
cada vez más complicada.
Los campos fueron prácticamente
absorbidos por las fábricas y sus recursos naturales y el potencia1
humano fueron aprovechados por las ciudades. El modo de vivir se
55
LA
MUJER
CIUDADANA
modificó profundamente
y las instituciones fundamentales,
como el
hogar y la familia, sufrieron una gran transformación.
Con la multiplicación
de las máquinas, la situación de la mujer
cambió fundamentalmente.
En el hogar agrícola se ganaba la vida
ampliamente
desempeñando
las diversas y variadas tareas que le
eran peculiares. Los hijos representaban
mano de obra que incrementaría la producción del hogar y producirían
más beneficios que
lo que costaba su alimentación
y vestuario, sin que hubiera que
hacer frente a los gastos de su educación. Se miraba con simpatía
a las familias numerosas, la maternidad
era sagrada y no se pensaba
siquiera en limitar los nacimientos.
El maquinismo
arrancó a la mujer de las faenas del hogar e
impulsó su ingreso en las fábricas. Al mismo tiempo, la elevación
del nivel de vida creó nuevas necesidades económicas a que había
que hacer frente.
De este modo, las mujeres empezaron a recorrer caminos que
durante siglos habían estado reservado a los hombres y la emancipación de la mujer no fué sino una consecuencia más de la revolución
industrial.
El progreso de la maquinaria
trajo consigo la industrialización
en gran escala del trabajo de la mujer. Los patrones prefirieron
a
las obreras, porque trabajaban
por menos salario que los hombres
y empezaron a buscar medios para atraerlas a las fábricas. En 1882,
los fabricantes ingleses propusieron
a la Cámara de los Comunes
una disposición en virtud de la cual las mujeres gozaran del privilegio de administrar
independientemente
el dinero producido por
su trabajo.
LA
MUJER
FRENTE
A
LA
NUEVA
SOCIEDAD
INDUSTRIAL
Los profundos cambios sociales producidos por la sociedad industrial
han puesto a la mujer en la necesidad de adaptarse y de ajustar su
papel económico a las circunstancias
actuales. Al igual que en el
caso de su participación
en la vida política, se oponen a esta adaptación viejas barreras de anticuadas actitudes y prejuicios. La concepción de su papel dentro de la nueva sociedad industrial
está
influida por el concepto que las generaciones anteriores tenían de
la función de la dueña de casa en el hogar agrario. Debido a esto,
la mujer moderna no ha logrado amoldarse del todo a las nuevas
condiciones del mundo en la forma en que las circunstancias
lo
exigen. La$ modalidades
de la sociedad actual requieren que el
papel económico que la mujer desempeña dentro de ella sea considerado con arreglo a estas circunstancias.
La importancia
de la mujer en el mercado del trabajo aumenta
56
PAPEL
ECONÓMICO
DE
LA
MUJER
en proporción
directa al avance de la industrialización,
especialmente en los países que se encuentran en las primeras etapas de su
desarrollo.
Como consecuencia,
su importancia
en los sindicatos
obreros y profesionales también progresa. A medida que esto ocurre,
la necesidad de arbitrar
los recursos que hagan compatibles
las
tareas y responsabilidades
del hogar con el trabajo fuera de él se
hace cada vez más imperiosa.
En los países industrializados
en gran escala, el factor humano
en la economía, o sea el trabajador
mismo, merece tanta preocupación como los propios recursos naturales que constituyen la base de
la economía. El valor de la vida y el bienestar de los trabajadores
es considerado en el mismo nivel que los recursos minerales, forestales o agrícolas de un país. Actualmente
se tiende a considerar la
producción
de riqueza no como un fin en sí misma, sino como un
medio de procurar el bienestar humano, que es el verdadero fin.
Este cambio de actitud refuerza la importancia
del hombre y de la
mujer trabajadores
y pone más de manifiesto la relación que existe
entre la participación
de la mujer en la economía y la orientación
de una política económica con miras a su bienestar.
En la época de la economía agrícola, la aportación
de la mujer
a la prosperidad
de la sociedad era apreciada.
Sus servicios eran
reconocidos y su función en la producción del hogar era valorizada.
Constituía
un importante
elemento motor en la complejidad
del
hogar agrícola. En el mundo actual, su papel de dueña de casa es
menospreciado
por la sociedad. Existen hoy innumerables
dificultades que le impiden hacer valer la importancia
de su aportación
al funcionamiento
normal y a la estabilidad económica de su país.
Pero aunque su papel económico de dueña de casa sea considerado
como una aportación sin importancia,
el hogar sigue siendo la base
de la sociedad, y en él la mujer es tan importante
como antes. Cierto
es que ya no produce ni elabora los artículos básicos del consumo
y de la vida del hogar. Los alimentos, el vestuario y demás necesidades son problemas que la fábrica resuelve. La invención de medios
mecánicos que reemplazan al trabajo manual ha aliviado las tareas
del hogar. Sin embargo, las nuevas exigencias impuestas por un
nivel de vida superior y una lucha económica más difícil en una
sociedad individualista
donde la competencia
es más estrecha han
obligado a la mujer a emplear el tiempo y las energías ahorradas en
trabajos remunerados
fuera del hogar. En una sociedad en que el
dinero se ha convertido en un elemento de vida indispensable,
en
que la producción en gran escala ha substituído a la producción del
hogar y en que la fábrica ha absorbido todos los recursos humanos y
naturales, el trabajo remunerado fuera del hogar es una necesidad.
Pero a medida que se ha elevado el nivel de vida y el trabajo
remunerado
ha aumentado en prestigio, el trabajo de la mujer en
57
LA
MUJER
CIUDADANA
el hogar, que no se evalúa en términos monetarios, ha ido perdiendo
importancia.
Las oportunidades
de educación y de desarrollo profesional de la mujer, aunque inferiores a las del hombre hasta hoy,
se han extendido, y un mayor número de mujeres ha ido logrando
obtener educación secundaria, técnica y universitaria
que las habilita para el trabajo. La ocupación remunerada
ha llegado a asociarse, en la mujer, a la idea de independencia
y de libre desarrollo
de su personalidad;
y el derecho a ser económicamente
independientes constituye para muchas, por lo menos en teoría, el derecho
a escoger entre formar un hogar o ganarse independientemente
el
sustento diario. Las feministas del siglo XIX, que lucharon por romper
las cadenas que esclavizaban a la mujer, pedían el reconocimiento
del derecho al trabajo como uno de los derechos inalienables de la
mujer. De este modo, el trabajo remunerado ha llegado a significar
prestigio y éxito, en perjuicio de la valorización
del trabajo en el
hogar. En la mayoría de los países, la mujer que desempeña sistemáticamente un trabajo fuera del hogar ha adquirido
prestigio y las
propias mujeres la consideran superior a la «simple dueña de casa ».
Los servicios y cuidados indispensables
que presta la dueña de
casa a los miembros de la familia que ganan un salario no son considerados como intercambio
de servicios y cooperación
mutua y
necesaria entre ellos, ni como aportación
fundamental
a la estabilidad del hogar, de la familia y de la sociedad, sino como sujeción
económica de la mujer, a pesar de ser ella la que maneja la mayor
parte del presupuesto de la familia. La dueña de casa es, por lo tanto,
la mayor consumidora
y la primera víctima de la inflación
de
precios, de la escasez de artículos esenciales, de la mala distribución
de los artículos de consumo, del acaparamiento,
de la especulación,
de los intermediarios
y de otra serie de males económicos de la
sociedad actual; es el miembro del grupo familiar al que beneficia
o perjudica,
en primer término, la política económica de un país.
Sin embargo, a pesar del prestigio que ha ido adquiriendo
el
trabajo remunerado,
la posición y la proporción
de las mujeres en
las fuerzas del trabajo en los diferentes países no ha sido, hasta ahora,
debidamente
valorada.
Las dos guerras mundiales llevaron a las
fábricas a millones de mujeres. Al término de la segunda guerra
había muchos millones de mujeres trabajando como obreras industriales. Hoy las mujeres trabajadoras
constituyen una parte importante de las fuerzas del trabajo en el mundo, aun cuando su importancia colectiva no se advierta. La mujer que se ocupa en trabajos
remunerados no es ya una excepción y la cifra de mujeres casadas
que trabajan en las fábricas es sorprendentemente
alta, como la de
las mujeres viudas o separadas que son al mismo tiempo jefes de
hogar. En el mundo, el número de mujeres que desempeñan el doble
oficio de trabajadores
y dueñas de casa es muy considerable;
las
58
PAPEL
ECONÓMICO
DE
LA
MUJER
mujeres a quienes las exigencias económicas han arrastrado dentro
de la complicada maquinaria
de nuestra sociedad industrial suman
millones.
No obstante, ni la mujer dueña de casa ni la mujer trabajadora
han usado jamás su fuerza colectiva para influir en la solución de
los problemas económicos que les conciernen. Las mujeres consumidoras han concertado,
en algunos países, una acción colectiva
para defenderse contra la escasez de los artículos de primera necesidad, el alza de los precios y la especulación, pero esta acción ha
sido dirigida específicamente
a modificar determinadas
circunstancias y ha sido, por lo tanto, esporádica. Tampoco han utilizado su
poder colectivo las mujeres ocupadas en trabajos remunerados.
La
legislación del trabajo, en la mayoría de los países y en lo que se
refiere al trabajo de la mujer, contiene numerosas disposiciones
discriminatorias
contra ella relativas a salario mínimo, prohibiciones, e igual remuneración
por trabajo de igual valor. La actuación
de la mujer en las asociaciones gremiales y sindicatos ha sido un
tanto semejante a la que ha tenido en los partidos políticos y su voz
no tiene mayor influencia en las decisiones que determinan la política
del sindicato. Encuentra dentro de ellos la misma resistencia que
encuentra dentro de los partidos, cada vez que pretende ascender
del papel de abnegada ejecutora de tareas mínimas al de miembro
que aspira a participar
en las decisiones fundamentales
que determinan las bases de acción y la orientación
del gremio.
Pero, en la sociedad moderna, los problemas económicos y los
problemas políticos no pueden separarse. La manera de resolver
los problemas de orden político influye en la manera de resolver los
problemas económicos de un país. Por otra parte, la participación
del ciudadano en la vida económica y en la vida política de su país
se determinan
mutuamente.
La falta de poder político efectivo de
las mujeres quizá se debe, en general, a la dependencia económica
en que han estado durante generaciones. 0 bien, esta dependencia,
de la que no ha logrado liberarse, puede ser la consecuencia de su
escasa influencia y participación
política.
La responsabilidad
y los intereses de la mujer como trabajadora
y dueña de casa están estrechamente
ligados a su participación
y
responsabilidad
en la vida política. No reconocer este hecho equivaldría a resignarse a que su participación
en la vida económica no
sea nunca debidamente
aquilatada.
La mujer consumidora
y productora
tendrá que modificar
e
intensificar su sentido de responsabilidad
política. Su función social
será apreciada y valorada sólo en la media en que pueda influir en
la solución de los problemas económicos. Su contribución
a la economía es más importante
de lo que la mujer misma estima. Pero SU
poder e influencia, mayores de lo que pueda imaginarse, no tendrán
59
LA
MUJER
CIUDADANA
valor mientras no los transforme en un poder organizado y consciente que se aplique a los problemas en que la mujer es la primera
víctima, o la principal
beneficiaria
si son acertadamente
solucionados.
Es la mujer la primera interesada en lograr que se busquen los
caminos y se arbitren los medios para adaptar las condiciones de
vida a su papel actual. Las dobles funciones de trabajadora
y dueña
de casa, de consumidora
y productora,
que la estructura y condiciones de la sociedad actual la obliga a desempeñar, no deben ser
obstáculo para sus responsabilidades
en el hogar y en la familia.
El medio para influir en la dirección de una política económica
que se adapte a las realidades a que la mujer trabajadora
tiene que
hacer frente, sea por la extensión de los servicios sociales y de previsión, la asignación familiar,
las garantías a la maternidad,
la
amplicación
de los servicios del Estado para el cuidado de los hijos
antes de la edad escolar, etc. lo provee el derecho de la mujer al voto.
El uso de la fuerza colectiva organizada debe ser expresión de las
aspiraciones de un sector importante
de la producción a lograr una
política que dé a la mujer la consideración
que reclama la importancia del papel que desempeña en la vida económica. Su contribución a la sociedad será verdaderamente
respetada solamente
cuando la mujer conquiste este prestigio mediante ejercicio de sus
derechos políticos para influir en los respectivos poderes públicos
que administran
la soberanía que los ciudadanos les han conferido
por el sufragio.
Las cortapisas que traban y dificultan
el trabajo de la mujer
desaparecerán cuando sus energías, que los cambios sociales sustrajeron de las labores domésticas, sean aplicadas para abrirse el camino
de todas las actividades, en condiciones de igualdad con el hombre
y de justicia social.
Para hacer desaparecer las discriminaciones
contra el trabajo de
la mujer que aún subsisten, es necesario que la mujer actúe en la
vida política, porque los privilegios
y las desigualdades existentes
serán siempre defendidos con barreras legislativas que es necesario
derribar.
60
CAPÍTULO
EDUCACIÓN
V
CíVICA
DE LA MUJER
El presente capítulo se refiere al papel de la mujer en el hogar y en
la familia, en el medio local y en la nación y se ha adoptado para
estos temas un tratamiento
distinto del dado alas materias anteriores.
Se trata, en este caso, de temas suficientemente
conocidos por las
mujeres en general, y acerca de los cuales hemos creído más importante que desarrollar
su contenido
ofrecer un procedimiento
o
método que, al mismo tiempo que fije una orientación
social y
política moderna, proporcione
los elementos metodológicos
necesarios para que las dirigentes de organizaciones
femeninas y las
maestras puedan estimular su estudio y discusión entre las mujeres
y las estudiantes.
La guía metodológica
comprende cinco partes : la introducción,
los objetivos, el esquema de materias, las generalizaciones
y las
actividades y ejercicios, cada una de las cuales cumple una función
determinada
en el estudio del tema.
La introducción
define el tema, establece su importancia
y alcance
y suscita el interés en su estudio, en otras palabras, está destinada a
motivar al estudiante. Los objetivos fijan las metas que nos proponemos alcanzar, en términos de conceptos, generalizaciones,
actitudes o apreciaciones y sirven para guiar y dirigir nuestro proceso
de estudio. El esquema de materias presenta, en líneas generales,
el contenido del tema y fija, de este modc, los límites del mismo y
las materias que comprende.
Las generalizaciones
constituyen
las
conclusiones provisionales que se proponen para orientar el proceso
de discusión y estudio del tema, y, finalmente,
las actividades
y
ejercicios comprenden
cuestionarios,
observaciones,
temas de ensayo, foros o debates y otros, y están destinados a estimular el pensamiento de las mujeres mediante el planteamiento
de problemas y la
realización de actividades de variada índole. De este modo, creemos
dar un carácter activo al proceso de formación cívica de la mujer,
sacándolo del plano puramente expositivo y teórico en que, generalmente, se le plantea.
Deseamos dejar constancia de que estas guías metodológicas
no
pretenden abarcar todos los aspectos o problemas que comprende
cada tema ni tampoco incluir todos los procedimientos
o técnicas
61
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LA
MUJER
CIUDADANA
que podrían aplicarse; se ofrecen únicamente a manera de indicaciones para las maestras y dirigentes de grupos femeninos y se recomienda que cada fase del estudio se discuta ampliamente
y se estimule a las mujeres a plantear otros problemas, a formular con sus
propias palabras los objetivos y generalizaciones
y aún a proponer
otros, y a sugerir nuevas actividades y ejercicios.
En otras palabras, deseamos solamente ayudar a las mujeres a
organizar e interpretar
la rica y variada experiencia que ya poseen
en relación con su hogar, su medio local y su nación, alrededor de
ciertos objetivos y generalizaciones,
de modo que puedan formarse
un criterio que oriente su acción ciudadana
y dispongan de un
caudal de experiencia consciente y organizada acerca de estos temas,
que les permita participar
en forma activa e inteligente en el estudio
y solución de los problemas del hogar y de la familia y del medio
local y nacional.
LA
MUJER
EN
EL
HOGAR
Y
EN
LA
FAMILIA
Es evidente que en nuestra época la institución
de la familia ha
experimentado
transformaciones
muy importantes.
Los cambios de
nuestra sociedad, debidos al desarrollo de la técnica y del industrialismo moderno, han repercutido
en la familia, como lógica consecuencia. Sobre todo en los medios urbanos, la familia presenta hoy
caracteres que la hacen diferenciarse de lo que era en épocas anteriores. El número de sus miembros es más reducido y el grupo
familiar comprende casi exclusivamente
a los padres y los hijos,
siendo frecuentes los matrimonios
sin hijos o con uno solo. Ya no
viven allegados a la familia otros miembros o parientes, a no ser por
razones muy determinadas
y especiales.
En la familia actual se percibe, por otra parte, el hecho de que
muchas funciones que eran antes de su exclusividad
han sido transferidas a otras instituciones
u otros grupos. La familia no es ya el
típico grupo de antaño, que económicamente
se bastaba a sí mismo
y cuyos miembros se empleaban en actividades de producción
de
bienes y servicios para el propio grupo. En las grandes ciudades, las
familias dependen hoy de empresas comerciales para muchos de
estos servicios, algunos tan elementales como el aseo de la casa, la
confección de alimentos, etc. Cada vez más, instituciones
sociales
diferentes de la familia ejercen funciones de enseñanza, recreación,
protección a la salud y otras, antes consideradas de imposible ejercicio fuera de la familia.
La vida moderna, que ha exigido la incorporación
de la mujer
a la vida económica activa y su participación
en diferentes ambientes
culturales en un plano de igualdad con los hombres, ha impuesto
62
EDUCACIÓN
CíVICA
DE
LA
MUJER
a la vida del hogar condiciones muy características.
Ello significa,
naturalmente,
que las formas de relación entre los individuos
del
grupo familiar
se plantean hoy en un plano diferente y que los
problemas del hogar exigen otro tipo de soluciones.
La familia, por lo demás, muestra hoy un tipo de organización
más democrático. Se tiende a la supresión del excesivo autoritarismo
del jefe de familia que hacía de ésta una institución
autocrática
semejante, en muchos aspectos, a los viejos grupos patriarcales.
En
la actualidad los miembros de la familia viven con autonomía personal y pueden desarrollarse como miembros de una sociedad que
garantiza
el respeto a su independencia
como individuos.
Los
cónyuges se tratan entre sí sobre una base de igualdad y los problemas del hogar pueden ser resueltos por deliberación
entre los elementos que lo forman.
Los aspectos y características
indicados explican la importancia
adquirida
por las instituciones públicas. Hoy se trata de conseguir,
por ejemplo, una mayor permanencia
del niño en la escuela a fin
de suplir con ello funciones que la familia, por sus reducidas proporciones, por la ausencia más prolongada de los padres o por falta
de espacio en la casa, no puede cumplir.
El auge de las formas
comercializadas
de recreación es una demostración
de la forma en
que ha variado el tipo de vida de los niños y los jóvenes, en consonancia con las variaciones sufridas por la familia.
iEstá el hogar moderno sometido a un mayor número de factores
de inestabilidad?
Muchos hechos parecen demostrarlo.
Los conflictos de variada especie, el aumento del número de divorcios, las
separaciones frecuentes, los problemas relativos a situaciones irregulares de niños y jóvenes, constituyen algunos de los índices de lo
que muchos han llamado la crisis de la familia moderna.
Como ya hemos dicho, las condiciones de cambio de nuestras
culturas contemporáneas
han influído mucho en la institución
de
la familia; y ello explica que, por las dificultades
o el retraso con
que nos adaptamos a las nuevas condiciones, se produzca el problema
designado con pesimismo como la «decadencia
de la familia».
Muchos añoran los viejos tiempos patriarcales y desearían que volvieran sus condiciones,
para felicidad de todos. Es una cómoda
añoranza, pero no una solución. Las comunidades
modernas no
pueden existir ajenas a las nuevas condiciones que la técnica les ha
impuesto y, aún más, en el grado de interdependencia
en que vive
el mundo de nuestros días, será en adelante imposible encontrar esos
territorios aislados o sectores excepcionales en que la vida pudiera
seguir desenvolviéndose
a la vieja usanza, como si nada hubiera
sucedido.
La familia ha sido sometida a cambios, a duras pruebas; actúan
sobre ella factores diversos que comprometen muchas veces su solidez
63
LA
MUJER
CIUDADANA
y estabilidad;
pero no por eso ha dejado de tener la importancia
que
le corresponde como célula esencial de la sociedad. No nos corresponde en nuestros tiempos declarar en quiebra nuestra institución
fundamental,
ni pensar que somos incapaces de regirla con la eficiencia con que lo hicieron nuestros antepasados. Poseemos bienes
culturales de un valor inestimable que son accesibles para la generalidad de los miembros de la sociedad; las posibilidades de desarrollo
de personalidades
eficientes y bien dotadas son más claras hoy que
en cualquier época anterior; los avances de las ciencias sociales y la
mejor administración
del Estado constituyen
factores de primera
calidad para la solución de problemas que antes eran insolubles.
Todo ello nos coloca en un terreno muy especial y no podemos, por
consiguiente, decir que estamos fracasando o mirar con pena hacia
el pasado. Nos corresponde, sí, adoptar una serena actitud de reflexión cultural y utilizar cuanto tenemos a nuestro alcance para conseguir que la familia moderna siga cumpliendo
con eficiencia el
papel que le corresponde hoy tanto como antes.
El análisis de las características
de la familia actual y de sus
cambios debe hacerse considerándola
como un elemento dentro de
un todo complejo, que es la sociedad; y sabiendo que cuanto en
ella comprobamos
tiene su correspondencia
en los cambios producidos también en otras instituciones.
La familia es el más importante
de los grupos sociales y, más aún,
constituye
el elemento indispensable
de toda comunidad.
Es el
núcleo básico de nuestra sociedad en nuestro tipo de cultura. Además
de la función de reproducción
de la especie, corresponde a la familia
la organización
del medio favorable en que habrá de desarrollarse
la personalidad
del niño. Para ello deben tomarse en cuenta las
características
de la sociedad en que vivimos y por lo tanto el tipo
de responsabilidad
que es necesario asumir. Si se desea que esta
función se ejerza con eficacia, es preciso que los componentes de la
familia posean una clara visión de la sociedad y de la cultura contemporáneas y estén dotados del criterio más conveniente para el
cumplimiento
de su deber.
A los padres incumbe hoy una tarea más difícil, que requiere,
por consiguiente, una mayor preparación.
Deben abordar el complejo problema de proporcionar
a sus hijos las mejores condiciones
para vivir en una sociedad que cambia y dotarlos de los medios
para comprender
esos cambios y utilizar todo cuanto la cultura
moderna les presenta.
Para conseguirlo es preciso que los jefes de hogares, hombres y
mujeres, reciban la información
necesaria y tengan a su alcance los
medios de hacer frente con éxito a las responsabilidades
que les
corresponden.
Cuanto se haga en este sentido será una verdadera
inversión de capital en la sociedad, cuya ganancia consistirá en
64
EDUCACIÓN
CÍVICA
DE
LA
MUJER
mayor confianza en nuestra cultura y en mayores posibilidades
de
felicidad para todos.
Si coordinamos la acción de la familia con las funciones que ejerce
la escuela, con los órganos técnicos y legales del Estado, es decir, si
conseguimos una reorganización
de nuestras comunidades
basada
en los valores sociales fundamentales,
evitaremos en el porvenir que
los cambios a que se encuentra sometida la familia como institución
sean perjudiciales
para nuestro bienestar.
La elevación del nivel cultural de la mujer y su acceso a los
derechos y garantías de ciudadanas, en igualdad de condiciones con
los hombres, es un factor positivo en nuestra sociedad moderna,
porque significa una aportación
de mayor preocupación
y de
estudio para organizarnos
en mejor forma. Pero las generaciones
actuales tienen el deber de comprender que han llegado sin una formación adecuada a enfrentarse con las responsabilidades
del presente. Hay que cubrir un déficit, necesariamente.
En cuanto a las masas en general, la tarea que se impone consiste
en la extirpación
del analfabetismo
y en la incorporación
del pueblo
al goce de los bienes culturales mediante la educación fundamental.
En cuanto a la sociedad en su conjunto, el problema es el de organizar la educación para llegar realmente a la eficiencia social.
Específicamente,
la mujer debe ocupar su puesto de combate en
esta campaña, para obtener más garantías de armonía social. Su
actitud es esencial para conseguir la estabilidad del hogar y, por lo
tanto, la consolidación de nuestra sociedad.
La educación dada a las mujeres hasta ahora ha sido muy insuficiente, con olvido de aspectos esenciales en la formación de la mujer
para la vida actual. Es de esperar que los educadores de nuestra
época, al reformar la enseñanza, presten atención especial a la
formación cívica de los educandos y proporcionen
a las mujeres una
formación específica. La educación que se requiere para lograr la
estabilidad
del hogar no es meramente la instrucción formal de la
escuela; debe ser dirigida
especialmente
hacia la educación del
carácter.
El civismo equivale a una actitud constructiva ante los problemas
sociales. Tiene un valor inestimable
al fundarse sobre una actitud
reflexiva y sobre una serena información.
El ciudadano está presente,
tanto en el hogar como en la vida política local, nacional e internacional. Es comprensible,
por ello, que cuanto se haga por elevar
el nivel ciudadano favorecerá integralmente
a nuestra sociedad.
La mujer que se incorpora en nuestra época, con todo entusiasmo,
a la vida ciudadana está interesada en hacerse cargo de sus nuevas
responsabilidades
con seriedad y rectitud. Todo lo que pueda favorecer este entusiasmo tendrá la trascendencia
de una labor de perfeccionamiento
social en el mundo entero.
65
LA
MUJER
CIUDADANA
OBJETIVOS
1. Comprender la importancia de la familia como núcleo básico de nuestra
sociedad.
2. Apreciar la forma en que ha influído en la familia el proceso de cambio de
nuestra sociedad contemporánea.
3. Afirmar que la buena organización de la familia constituye la base de una vida
más satisfactoria para el individuo y para la comunidad.
4. Proporcionar conceptos claros sobre las funciones que corresponden a la familia.
5. Indicar los aspectos de mayor interés en la evolución de la institución familiar.
6. Obtener una actitud de seria reflexión con respecto a la forma en que deben
ser abordados los problemas de la familia en nuestra época y en nuestras
comunidades.
7. Lograr una consideración serena y efectiva del papel que corresponde a la
mujer en la sociedad moderna y de su importancia en la solución de los
problemas sociales.
8. Señalar el valor de la educación como condicibn para alcanzar mejores formas
de convivencia social.
9. Valorar los problemas de la juventud para atraer más sobre ellos la atención
de los adultos.
10. Suscitar una actitud de aprecio por la organización democrática.
ll. Incitar a las mujeres a la consideración y el aprecio de sus responsabilidades
ciudadanas.
12. Poner de manifiesto la necesidad de abordar los problemas del hogar asignándoles la importancia extraordinaria
que tienen.
ESQUEMA
DE MATERIAS
.Ntustra sociedad contempordnea.
1. Importancia de la revolución industrial.
a) El desarrollo de la gran industria;
b) Los avances científicos y técnicos;
c) El mejoramiento de los medios de transporte y de las vías de comunicacibn;
d) El gran capitalismo y la extensi6n de la clase obrera;
e) Interdependencia mundial.
2. Los grandes cambios sociales.
a) Incremento de la población urbana;
b) Mejoramiento
de las condiciones de higiene pública;
c) Elevación del nivel de vida;
d) Ampliación de las posibilidades de la educación;
e) Democratización de las instituciones sociales y políticas;
f) Igualación progresiva de hombres y mujeres en cuanto a los derechos cívicos
y las posibilidades económicas y profesionales.
La
familiay el hogar.
1. Evolución de la familia.
a) La antigua familia de tipo patriarcal;
66
EDUCACIÓN
CÍVICA
DE
LA
MUJER
b) La familia en el campo y en la ciudad.
2. Caracteres generales de la familia en nuestra época.
a) Funciones de la familia;
b) Relaciones entre la familia y las demás instituciones sociales;
c) Los factores de tens& en la familia.
3. La mujer en la familia.
a) La incorporación de la mujer a la vida económica y política;
b) Problemas del grupo familiar moderno.
GENERALIZACIONES
1. La familia constituye la célula fundamental en la sociedad.
2. La familia, como todas las instituciones y grupos sociales, está sometida a
procesos de cambio.
3. La sociedad se encuentra en un proceso de constante adaptación a las condiciones que impone la vida moderna.
4. En tpocas anteriores ala revolución industrial, la familia constituía, en general,
un grupo económicamente autártico y su organización reproducía corrientemente el tipo de grupo patriarca].
5. La vida moderna ha impuesto una limitación en el número de componentes del grupo familiar y un cambio en el tipo de relaciones existentes
entre ellos.
6. La situación de la mujer en la familia es en la actualidad muy diferente a la
de otras épocas. Se caracteriza sobre todo por la mayor influencia que tienen
sus actos, ideas y aspiraciones.
7. La industrialización
ha modificado la forma en que se ejercen ciertas funciones
de la familia; y algunas de ellas, como las de recreación, educación y aun
formación religiosa, han sido transferidas a otras instituciones.
8. La estabilidad del hogar tiene el carácter de un factor indispensable para la
democracia. Por esto consideramos los problemas de la familia y del hogar
como de vital importancia.
9. La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho
ala protección de la sociedad y del Estado (art. 16 de la Declaración Universal
de Derechos Humanos).
10. La familia constituye el grupo básico para el individuo y en ella se forman
los rasgos principales de su carácter.
ll. Los cambios que ha experimentado y experimenta constantemente la familia
moderna no significan necesariamente desintegración. Deben interpretarse
especialmente como una forma de adaptación necesaria de un grupo social
a nuevas condiciones generales.
12. Una sociedad democrática tiene la necesidad de defender su organizacibn
dictando las leyes que aseguren los derechos de todos los miembros del grupo
familiar.
13. En una sociedad democrática existe la creciente necesidad de preparar a la
juventud para el matrimonio y para la vida de familia.
14. El cumplimiento de las funciones de la familia en favor del bienestar de los
hijos es esencial para el desarrollo cultural de la nación.
15. Toda acción en favor de las familias necesitadas favorece el bienestar de la
nación.
67
LA
MUJER
CIUDADANA
16. Es de gran importancia en nuestras comunidades la existencia de servicios que
se ocupen de la salud de los niños y de los conflictos y casos de interés en los
hogares.
17. La preparación del niño para la vida en la comunidad corresponde en gran
partea la familia. Sus esfuerzos en este sentido deben coordinarse con la acción
de las escuelas y otras instituciones.
18. El control social que corresponde a la familia puede mejorarse por la educación
de los jefes de familia.
19. Hay necesidad de atender tanto a los fenómenos de ruptura en los hogares
como a los factores que los determinan.
20. La falta de seguridad económica constituye un factor de importancia en la
desorganización de la familia.
2 1. El nivel de vida de la familia depende no ~610 de la cantidad de ingresos de
que dispone sino de la forma en que se distribuyen.
22. La juventud siente la necesidad de recibir una adecuada preparación para el
matrimonio y para la vida de familia. Pide, por lo tanto, conocimientos e
informaciones sobre esta importante materia.
23. Una correcta educación para la vida del matrimonio y del hogar puede
prevenir muchos conflictos y problemas que hoy se presentan con caracteres
de gravedad.
24. La educación de la mujer es una garantía efectiva de solidez y buen funcionamiento del grupo familiar.
25. Las mujeres de una comunidad moderna al mismo tiempo que exigen sus
derechos deben pedir el perfeccionamiento de las instituciones encargadas del
cuidado y educación de los niños. Al mismo tiempo deben contribuir a su
buen funcionamiento y crearles el ambiente de comprensión que necesitan.
ACTIVIDADES
Y EJERCICIOS
Cuestionario.
Lea atentamente las siguientes preguntas y procure dar a cada una la respuesta
que Ud. considere más acertada.
1. iPor qué en nuestra época la mujer requiere una preparación especial para
el matrimonio?
2. iCuáles son las condiciones que Ud. considera más favorables para la armonía
entre los cónyuges?
3. ,$uáles son las causas de conflicto en el matrimonio que Ud. considera más
frecuentes?
4. iCómo es posible lograr en nuestra juventud una actitud más reflexiva con
respecto al matrimonio?
5. iconsidera Ud. que la existencia de una ley de divorcio constituye un factor
regulador de la vida matrimonial? Fundamente su respuesta.
6. iSería posible afirmar que la familia rural es más estable que la familia urbana?
Fundamente su respuesta.
7. Exprese su opinión sobre la siguiente afirmación: «Con respecto a los hijos,
es un factor de mayor desorganización el divorcio que la muerte de uno de
los padres ».
8. LEn quC forma puede la escuela preparar para la vida de familia?
68
EDUCACIÓN
CÍVICA
DE
LA
MUJER
9. $uál es, según su parecer, la edad legal que debe fijarse para el matrimonio?
10. iEstablecería Ud. prohibiciones para contraer matrimonio?
iRespecto de
quiénes? iPor que?
ll. iPor qué los hijos ilegítimos constituyen un problema social?
12. iEn relación con el problema de la madre soltera, qué tipo de medidas concibe
Ud. como más favorables?
13. :QuC medidas debe tomar para el cuidado de sus hijos la madre que
trabaja?
14. iHist6ricamente
cuáles han sido las funciones de la mujer en la familia?
iCuáles de ellas persisten?
15. &ktáles son, según su parecer, los deberes y derechos de los cónyuges?
1. Indague las condiciones del régimen de educación en la comunidad en que
Ud. vive. Ponga atención en los siguientes aspectos:
a) iRecIben educación todos los niños en edad escolar?
b) iSe hace una diferencia muy marcada entre la educación del hombre y
de la mujer?
c) iExisten en las escuelas asignaturas que enfoquen los problemas de la vida
familiar y de la vida ciudadana?
d) ZHay posibilidades
de establecimiento
de escuelas u otra clase de instituciones que se ocupen de los niños que aún no se encuentran en edad
escolar?
e) Otros aspectos que Ud. estime interesante anotar.
2. Determine en qué condiciones podrán funcionar en su comunidad servicios para
la solución de situaciones de conflicto matrimonial
y problemas del hogar.
3. Estudie las características de las instituciones infantiles y juveniles y trate de
obtener conclusiones sobre el papel que desarrollan con respecto alas necesidades
de sus miembros.
4. Averigüe el tipo y la extensión de la colaboración que los miembros de la
comunidad, personalmente o por conducto de instituciones, practican con
respecto a la actividad de las escuelas:
a) iEs suficiente?
6) :Es constante?
c) ¿Se aplica a fines realmente útiles?
5. Trate de comprobar si en su comunidad se cumplen las leyes y reglamentos
que protegen a la mujer que trabaja.
a) Si no se cumplen, ihay medios para obtener su cumplimiento?
6) Si se cumplen en forma irregular,
ipuede obtenerse su mejor aplicación?
c) Si las leyes han resultado ineficaces, incompletas o anticuadas, icomo puede
obtenerse su perfeccionamiento?
6. Compare las leyes que rigen en su país con las de otros países. ZPodrián elevarse
las leyes de su país a un nivel más alto de provecho social?
Ejercicios.
1. Compare la organización de la familia en otras épocas con la organización
actual; responda en breves frases a los principales temas indicados en el cuadro
de la página siguiente.
69
-,_,. -__
.._-slL-
-.-
-.
LA
MUJER
CIUDADANA
Antes
Temas
Ahora
Tipo de relaciones entre los cónyuges
Tiempo de permanencia
Aportaciones
de la mujer en el hogar
económicas de los cónyuges
Nivel comparativo
de cultura entre los cbnyuges
Número de hijos
Edad de emancipación
de los hijos
Personas que viven en la familia
padres e hijos
í\ctividades
además de los
económicas ejercidas en el hogar
Funciones ejercidas por la familia
Cuidado del niño
Recreación
Educación
Protección
Otras
2. Utilizando un cuadro semejante al anterior, haga la comparaci6n
familia de un medio urbano y una familia rural.
entre una
3. A base de los resultados a que llegue con el trabajo de los cuadros anteriores,
redacte las conclusiones que le parezcan más importantes.
4. Indique los requisitos que Ud. considera deben exigirse a hombres y mujeres
para contraer matrimonio. Puede atenerse a la siguiente pauta:
Edad :
Caracteres físicos :
Salud :
Cultura:
Situación econbmica:
Otros :
70
EDUCACIÓN
CÍVICA
DE
LA
MUJER
Redacte separadamente las listas para el hombre y la mujer. Compare ambas.
Compare, además, sus criterios con los expresados por sus amigas o compañeras
de grupo.
Redacte sus conclusiones y exprese el fundamento de su opinión.
5. Factores que influyen en la estabilidad del hogar. En el cuadro siguiente, marque
con una cruz en la columna correspondiente la opinión que Ud. tiene sobre la
forma en que los factores indicados influyen en la estabilidad del hogar.
FaClOreS
POCO
Nada
Mala situacibn económica
Mal estado de salud de uno de los cónyuges
Diferencias
religiosas
Diferencias
políticas
Libertad
Diferencias
de la mujer
de educación entre los cónyuges
[Agregue otras]
Compare sus conclusiones con las de sus amigas y analice el problema.
6. Si Ud. conoce el caso de niños que abandonan el hogar, estúdielos más detenidamente y haga una enumeración de las posibles causas. Procure determinar si se
originan en condiciones que se refieren a la organización de la familia, de la escuela
o de la sociedad en general.
7. Haga una lista de causas de divorcio,
habrían podido evitarse si se hubiera
prematrimonial?
separación o abandono. $uáles de ellas
contado con una eficiente información
Temas de ensayo.
Procure desarrollar en forma clara y precisa algunos de los temas siguientes:
1. $ómo ha variado la situación de la mujer debido a su ingreso en la industria,
en las profesiones y en los negocios?
2. iconsidera Ud. que la mujer tiene mayor o menor capacidad hoy que antes
para solucionar los diversos problemas del hogar y de la familia?
3. Sugiera los puntos principales que debiera contener un programa para conseguir
la estabilidad de la vida moderna.
4. Formule algunos criterios bien precisos para medir el resultado de la obra de la
escuela en la educación para la vida del hogar y de la familia.
5. Indique los puntos principales que Ud. exigiría en el programa de una mujer
que optara a un cargo en el Congreso.
71
_,--_ ”
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LA
MUJER
CIUDADANA
6. iQu6 tipo de auxilio considera Ud. más conveniente para las familias muy
necesitadas e indigentes?
7. iCuáles son las principales medidas por las cuales el Estado puede favorecer
la institución de la familia?
8. Exprese su opinión sobre el alcance que Ud. da a la afirmación de que los
hombres y las mujeres han de disfrutar de iguales derechos en cuanto al matrimonio, durante cl matrimonio y en caso de disolución del matrimonio.
9. iCuáles son las condiciones en que Ud. considera que puede el matrimonio
ser más afortunado?
Temas de foros o debates de mesa redonda.
1. iDeberían las mujeres exigir garantías para poder permanecer todo el tiempo
en le hogar y no verse obligadas a intervenir en la vida económica, profesional
y política?
2. iDeberían las mujeres de nuestra Cpoca renunciar al plano de igualdad en que
se encuentran con respecto a los hombres, como una manera de volver a la
antigua situación de vida en el hogar?
3. Prepare una reunión para que en ella diversos especialistas expliquen el alcance
del artículo 16 de la Declaración Universal de Derechos Humanos.
4. iCuáles son los objetivos y el contenido que habrían de introducirse en la
educación para que ésta llegara más eficazmente a hacer a los individuos
conscientes de sus deberes de familia?
5. «Discutamos un estatuto de la familia moderna.»
LA
MUJER
EN
EL
MEDIO
LOCAL
La propia comunidad
a que pertenecemos
es el campo en que
nuestra actividad ciudadana puede desarrollarse con mayor claridad y donde nuestra acción puede tener un resultado más efectivo.
En ella podemos apreciar hasta dónde hemos podido lograr que
nuestras
opiniones
o nuestras
actividades
tengan
la aprobación
del
grupo al cual servimos. La comunidad local, al mismo tiempo que
el pequeño mundo en el cual se desarrolla nuestra vida corriente, es
la escuela de civismo en que aprendemos a ser buenos ciudadanos y
en que podemos evaluar nuestras propias condiciones
para el
desempeño de ciertas funciones.
Desde la más remota antigüedad las comunidades humanas han
requerido, en el cumplimiento
de sus finalidades, la atención constante de todos los elementos que las forman. La ejecución de actividades que resultan del reconocimiento
de nuestra calidad de miembros del grupo, la adopción de actitudes reguladas por las formas de
sanción social propias de nuestra comunidad son manifestaciones del
sentimiento de adhesión solidaria que se crea en los individuos que
pertenecen a determinadas
comunidades.
Hoy las asociaciones
humanas
han alcanzado
un plano de gran
amplitud
y no hablamos generalmente
del pequeño grupo, de la
72
EDUCACIÓN
CÍVICA
DE
LA
MUJER
tribu o del clan, sino que hablamos de naciones o, traducido esto a
su expresión jurídica,
de Estados. Pero, iquiere esto decir que ha
desaparecido el concepto de pequeña comunidad?
$e ha desarrollado en los pueblos una identificación
tan completa con el Estado
que deja de tener conciencia en nosotros el grupo más inmediato al
cual nos declaramos integrados en forma tan directa? De ninguna
manera. Las naciones modernas no han hecho desaparecer estos
sentimientos,
ni tampoco han creado condiciones adversas a las
manifestaciones
de carácter local. Viven los individuos
en aldeas,
pueblos, villas o ciudades; y en cada tipo de agrupación humana se
manifiesta, de todos modos, la adhesión de las personas a este tipo de
asociación local que llamamos la comunidad local. Es nuestra aldea,
nuestro barrio, nuestra pequeña ciudad.
El reconocimiento
de la importancia
que se asigna a este sentimiento en los Estados modernos se encuentra en el hecho de que en
ninguno de ellos se deja de prestar importancia
a la legislación de
carácter local. En nuestros Estados modernos se entrega a las comunidades locales el cuidado de problemas y actividades que pueden
ser mejor resueltos por sus habitantes.
Las leyes asignan a estas comunidades sus propias atribuciones y
les dejan la posibilidad
de encontrar para sus necesidades las soluciones que mejor se ajusten a su modo de ser, En todo Estado democrático hallamos municipios
o ayuntamientos.
El nombre puede
variar de un país a otro; pero el sentido de la autonomía en la gestión
de los asuntos de la comunidad local por sus propios componentes es
siempre el mismo.
A los efectos de los estudios que hemos emprendido,
entendemos
por comunidad un grupo humano que vive en en una misma localidad, que se siente unido por comunes aspiraciones y procura realizar
todos los actos necesarios para el cumplimiento
de las finalidades
superiores del grupo. Las comunidades humanas pueden extenderse
en los más variados planos y grados; pero en este caso nos referimos
más propiamente
a la comunidad local, que existe en un lugar determinado y abarca un número relativamente
reducido de personas.
Fuera de las necesidades básicas de organización
y de gobierno,
Icuáles son los problemas que definen el campo de actividad de los
miembros de una comunidad
local? Podríamos intentar una enumeración, aunque incompleta,
a fin de subrayar el conjunto y la
importancia
respectiva : cuidado de la salud y de la higiene pública;
abastecimiento
de elementos necesarios para la alimentación,
el
vestuario y la construcción;
servicios concernientes
a la vivienda;
recreación, educación, etc. En este enunciado seguramente faltan
algunas materias, que podrán ser agregadas por quienes realicen
un análisis de su propia comunidad
tratando
de colaborar
con
mayor eficiencia en las actividades que en ella se desarrollan.
73
LA
MUJER
CIUDADANA
Pero no basta determinar
que en nuestras comunidades se cumplan ciertas finalidades, ni establecer quiénes son los que forman la
comunidad.
Hay que preguntarse,
en efecto, si nuestras comunidades tienen la efectividad que corresponde a la importancia
de sus
funciones. Tal vez en muchos casos podríamos comprobar
que, a
pesar de todo, no vemos en nuestras comunidades
locales esa eficiencia a que aspiramos. Pensamos muchas veces que en las comunidades quizá no exista la capacidad necesaria para hacer frente a los
problemas, que nos equivocamos frecuentemente
en la elección de
los responsables de emprender
las tareas como dirigentes.
Pero
corrientemente
dejamos a un lado la consideración
de si nuestras
instituciones
y organismos cumplen en verdad las finalidades que
les dieron orígen. Muchas veces en el transcurso del tiempo, o en el
funcionamiento
mismo de los organismos, olvidamos en parte la
causa que les dió existencia. La rutina los cubre, a veces, de una
capa que oculta su verdadera finalidad. En esos casos ya las distintas
instituciones
o servicios se hacen menos efectivos y pierden su
coordinación
necesaria.
El bajo rendimiento
de nuestras comunidades quizá se debe a la
falta de colaboración
y correlación.
Abandonamos
a menudo el
plano verdadero de la ciudadanía activa para convertirnos en meros
espectadores de algo que corre por su cuenta como si no sirviera a
nuestros propios intereses.
En muchas comunidades lo que falta es, en gran parte, además
del sentido democrático de la cooperación, la idea de la reorganización de los servicios e instituciones a base de la revisión de su funcionamiento y la aclaración de sus finalidades y verdaderos objetivos.
Pensemos que nuestra comunidad
da significación
a nuestros
actos y es el medio en el cual logran satisfacción muchos anhelos
nuestros, y crea, en suma, el medio en que se define nuestra posición
cultural. Es en nuestra comunidad
donde el niño modela su personalidad, donde el joven define sus posibilidades de vocación y sus
aspiraciones personales. La comunidad recibe cuanto le damos y se
aprovecha
de nuestra actividad,
como se perjudica
con nuestra
desidia o nuestra apatía. Estas breves consideraciones
nos llevan
directamente
a la apreciación de la importancia
que tiene la reflexión sobre la actitud que mantenemos como miembros del grupo a
cuyo destino estamos ligados en forma tan estrecha.
Para recalcar aún más la importancia
de nuestra intervención
en
las actividades corrientes de la comunidad, pensemos un poco en lo
que se puede lograr con buena organización
y coordinación.
A
nadie puede escapar la conveniencia de los servicios tan importantes
como los que cuidan de los niños de las madres que trabajan, los de
orientación para niños y jóvenes, los de colocación y empleo, cuidado
y recreación de los ancianos, etc. Recordemos por otra parte que,
74
EDUCACIÓN
CíVICA
DE
LA
MUJER
como producto de nuestra colaboración
y nuestro interés, se puede
llegar a un programa más efectivo en beneficio de la salud y de la
higiene pública, útil para toda la población.
Los servicios de educación adquieren, con una inteligente cooperación de la comunidad,
un carácter más organizado,
más conforme a las necesidades de los individuos y a sus intereses y, al mismo
tiempo, más en consonancia con las características
de la vida económica de nuestra sociedad y de nuestra época.
Conseguir todo ello no es algo tan utópico como podría parecer a
primera vista; y, si lo intentáramos,
tendríamos la demostración
de
cuánto puede lograr la acción coordinada e interesada de los miembros de una comunidad.
En general, sucede que la falta de conocimiento de las necesidades de nuestra comunidad nos lleva a desconocer también las posibilidades
de satisfacerlas. La creación, por
tanto, de organismos de estudio y de acción nos conduce a la percepción de los problemas, en primer lugar y, además, al estudio de
las soluciones más convenientes. Ante los problemas y ante las soluciones posibles, es necesario lograr los medios materiales
para
avanzar. Ello es ya un acto de voluntad
que se desarrolla en la
medida de la importancia
que atribuyamos
a nuestra vida de comunidad.
La incorporación
de la mujer a la actividad
cívica, en nuestra
época, tiene la virtud de aportar una mayor ansiedad por la solución de estos problemas. La mujer, por la naturaleza misma de las
funciones sociales que está llamada a cumplir,
siente con mayor
intensidad la trascendencia
de muchos problemas y la urgencia de
las medidas para solucionarlos. La mujer es un elemento de extraordinaria actividad en la vida ciudadana y su empeño y constancia
pueden lograr adelantos impensados en la vida de la comunidad.
Seguramente cuando se emprenda el estudio de lo que son nuestras comunidades,
llegaremos a la conclusión de que hay que darles
nueva estructura para que sean más eficientes.
Para la obra de reorganización
es necesario, en todo caso, encontrar las personas que estén dispuestas a participar
activamente.
La reorganización
de la comunidad no puede ser impuesta; es una
labor que adquiere significado por la importancia
que los propios
componentes
de aquélla quieran atribuirle.
Si encontramos
esas
personas, podremos iniciar con ellas una campaña que despierte el
interés general y sirva de motivación
para realizar una campaña
más amplia.
En resumen, el estudio de las necesidades y de los problemas de
nuestra comunidad local nos lleva forzosamente a la realización de
actividades de reorganización
y creación. De otro modo, los estudios
y observaciones
quedarían
en el plano académico y no tendrían
utilidad social.
75
LA
MUJER
CIUDADANA
Planteada la acción que deseamos desarrollar, es importante
encontrar las personas capaces de comprometerse
en una acción
responsable y de transformarse en buenos dirigentes.
Deberemos, además, contar con asesores para tareas que requieran
ayuda técnica y con cierta comprensión de parte de las autoridades
y jefes de servicios.
No debe olvidarse que lo más importante
es conseguir la colaboración y ello se logra en relación directa con la sinceridad de nuestros
propósitos y la claridad de nuestras ideas. Para tener éxito y conseguir que nuestra actitud en favor de la reorganización
de la comunidad tenga favorable acogida, es de sumo interés comprometernos
en
tareas que podamos realizar. Para ello hay que seleccionar inteligentemente los problemas y estudiar con precisión las posibilidades
de contar con los medios necesarios para lograr soluciones efectivas.
Es importantísimo
que en algo que anunciemos
como posible,
tengamos éxito.
La coordinación
de los grupos, comités, servicios, profesionales
independientes
y otros elementos requiere, además de la motivación,
un cuidado constante y permanente. De otro modo se pierde nuestra
iniciativa
y queda solamente como una buena intención.
Es una tarea difícil. Pero tiene un significado
verdadero
de
humanidad.
Vale la pena intentarla.
1. Comprender las relaciones que existen entre las distintas instituciones de la
comunidad local y con respecto a los servicios.
2. Señalar la importancia de los órganos de gobierno y de administración locales
y saber determinar sus funciones respectivas.
3. Comprender la diferencia entre las funciones que corresponden al gdbierno
local y las que corresponden al gobierno nacional.
4. Fomentar una actitud de comprensión y de colaboración con las actividades
de adelanto local.
5. Interesarse por el correcto planteamiento y solución de los problemas locales.
6. Comprender las cualidades que debe reunir la persona que aspira a ser elegida
para desempeñar cargos en la comunidad local.
7. Apreciar el grado en que puede mejorarse la efectividad de los órganos locales
según la colaboración que podamos prestarles.
8. Establecer relaciones efectivas que ayuden en el ejercicio de sus funciones a las
instituciones de educación, de salud, de recreación, de bienestar y otras.
9. Estimular el interés necesario para la preparación a las responsabilidades de
los cargos de servicio de la comunidad.
10. Afirmar el concepto de responsabilidad cívica, especialmente a fin de conocer
exactamente nuestras capacidades y preparación para cargos y funciones.
ll. Poner atención en los problemas de coordinación de los diferentes servicios de
la comunidad, para ayudar a resolver los problemas prácticos diarios.
76
EDUCACIÓN
CÍVICA
DE
LA
MUJER
12. Estimar la importancia de la comunidad, como centro en el cual se desarrolla
nuestra vida, y de la formación de todos los individuos que a ella pertenecen.
13. Fomentar el espíritu de asociación a base de los intereses de la comunidad.
14. Motivar las posibilidades de un programa de actividades en favor de la
comunidad.
15. Indicar la importancia de la mujer como elemento activo en las acciones
favorables al progreso de la comunidad.
ESQUEMA
DE MATERIAS
La comunidad.
1. Elementos de la comunidad.
a) Caracteres geográficos: situación; clima; recursos naturales.
b) Lapoblación:evaluaciónnumtricadelapoblaci6n;desarrollodelapoblaci6n.
c) Elementos culturales: tradiciones; actividades caracterfsticas.
2. Relaciones con otras comunidades.
3. Desarrollo histórico de la comunidad.
4. Importancia de la vida en comunidad.
Organización
de la comunidad.
1. El gobierno local.
a) Forma del gobierno local.
6) Intervención
de los diversos sectores de la ciudadanía en la gestación y
administración del gobierno local.
c) La mujer en el gobierno.
2. Servicios.
a) Servicios generales: abastecimiento; provisión de agua; desagües; comunicaciones; cuidado de la propiedad y seguridad personal (policía, bomberos,
otros).
6) Servicios de educación: escuelas; posibilidades de orientación profesional.
c) Salud e higiene pública: servicios médicos (preventivos, curativos) ; atención
a la higiene pública (recogida de basuras, lucha contra las epidemias,
inspección sanitaria de los alimentos) ; vivienda.
d) Recreaci6n: parques públicos; asociaciones y centros recreativos para niños
y jóvenes; otras posibilidades de atención a la recreación.
e) Servicios de bienestar: atención a la madre y al niño; leyes y reglamentos
sobre seguridad e higiene en el trabajo; atención a los ancianos; atención
a los niños, jóvenes y adultos en situación irregular.
f) Otros servicios.
g) Relaciones entre los servicios.
Nuestra acción en la comunidad.
1.
2.
3.
4.
Evaluación de la eficiencia de la organización y de los servicios de la comunidad.
Plan de reorganización de la comunidad.
Estudios necesarios y métodos para la reorganización de la comunidad.
Posibilidades de participación
activa de la mujer en las actividades de la
comunidad.
77
LA
MUJER
CIUDADANA
GENERALIZACIONES
1. Una comunidad es un grupo de personas que viven y trabajan juntas para
satisfacer necesidades comunes y obtener el cumplimiento
de finalidades
comunes.
2. Las comunidades rurales difieren en sus características generales de las comunidades urbanas, pero existe entre ellas una interdependencia necesaria.
3. El desarrollo de los medios de comunicación y de transporte ha hecho posible
que las comunidades rurales cuenten con muchos de los bienes culturales que
antes eran propios solamente de la ciudad.
4. Las diferencias entre la vida rural y la urbana determinan también diferencias
en el papel que corresponde a la mujer en las comunidades de uno y otro tipo.
5. El avance técnico y la elevación del nivel de vida requieren de los miembros
de la comunidad en nuestra Cpoca un grado más elevado de cultura personal.
6. La administración de los intereses comunes requiere un esfuerzo mancomunado
de la totalidad del grupo.
7. Todos los individuos que forman parte de una comunidad han de encontrarse
en condiciones de asumir responsabilidades con respecto a ella en cualquier
momento.
8. Actualmente la educación no puede ser privilegio de algunos sectores de la
sociedad ni estar limitada por motivos de sexo, edad ni condición social.
9. La educación que se da a la generalidad de los miembros de la comunidad
rebasa los límites de la educación elemental tradicional y está vinculada
especialmente a las finalidades de la educación fundamental.
10. La mujer, por la naturaleza misma de las funciones que le corresponden en
una comunidad moderna, debe incorporarse plenamente con todos los derechos
y en perfecta igualdad con el hombre a la vida cívica de la localidad.
11. La educación de la mujer debe darse en tales condiciones que capacite a ésta
para adquirir todos los elementos y compartir las responsabilidades ciudadanas
en un pie de igualdad con el hombre.
12. La incorporación de la mujer a las actividades de la vida ciudadana favorece
la aportación de opiniones y pareceres que enriquezcan el contenido de los
planes de acción en favor de la comunidad.
13. Lo más importante en la vida de la comunidad es la cooperación.
14. El estudio de nuestras comunidades en sus múltiples aspectos nos permite
apreciar exactamente los aspectos en que es importante que ejercitemos nuestra
acción para mejorarla.
15. Es indispensable, para obtener una visión exacta de las necesidades y problemas
de la comunidad, percibir los cambios que en ella se están produciendo.
16. La colaboración entre todos los sectores y grupos de una comunidad puede
producir grandes mejoramientos en la vida corriente.
17. Es de mucha importancia llegar al conocimiento de las necesidades de la
comunidad; y tan importante como ello es poder determinar cuáles son nuestras
posibilidades de satisfacerlas.
18. Muchas veces, las deficiencias que comprobamos en el funcionamiento de las
instituciones de la comunidad se deben a deficiencias en su organización o a
defectos en la coordinación que debe existir entre los diferentes servicios.
19. Para poder ejercer una acción beneficiosa para el desarrollo de la comunidad,
hemos de contar con personas que estén dispuestas a una participación activa.
20. Los grupos organizados en favor de la comunidad deben formular planes bien
78
EDUCACIÓN
CÍVICA
DE
LA
MUJER
precisos y contar con la ayuda de asesores ttcnicos y con la cooperacibn de los
elementos más directamente interesados en su realización.
2 1. El éxito de una empresa, aunque sea de proporciones limitadas, determina en
gran parte el entusiasmo con que se deciden a colaborar en nuevas empresas
los diferentes grupos de la comunidad.
22. La acción que se ejerce en una comunidad presenta problemas que ~610 el
conocimiento de sus características puede determinar.
23. En la colaboración con las instituciones de la comunidad ha de reconocerse
el carácter de técnicos que tienen muchos de los funcionarios encargados del
cumplimiento de sus funciones específicas.
24. Todo trabajo en la comunidad es más s6lido cuando se basa en el aprovechamiento de los medios que son propios de ella.
25. La organización de los grupos de colaboración y de coordinación para los
planes de mejoramiento de la comunidad tiene mayor eficiencia cuando se
tienen en cuenta las posibilidades de flexibilidad.
ACTIVIDADES
Y EJERCICIOS
Actividades’.
1. Formular un plan de educación de la comunidad e indicar las principales
necesidades a que debe atender una escuela que este verdaderamente
al
servicio de los niños y los jóvenes.
2. Organizar un plan de evaluación de la eficiencia de los servicios de la comunidad, para averiguar:
n) Si se cumplen las finalidades del servicio;
b) Si existe cooperación del público;
c) Si el número de empleados es excesivo o insuficiente;
d) Si las condiciones materiales son suficientes.
3. Hacer una investigación acerca de los problemas de la niñez y de la juventud
en cuanto a su estado de salud:
u) Enfermedades más frecuentes;
6) Posibilidades de atención médica en la comunidad;
c) Condiciones de vida de la juventud;
d) Oportunidades de recreación.
4. Analizar el problema de la juventud de la comunidad en relación con sus planes
profesionales y con las oportunidades de trabajo.
5. Hacer una encuesta sobre la forma en que se resuelve el problema de la
recreación :
u) Si existen lugares de recreación suficientes;
6) Características de la recreación comercializada;
c) Clubs deportivos, educativos y otros;
d) Organismos que se dedican a favorecer la recreación;
e) Subvenciones de los órganos nacionales y locales para la recreación.
6. Formular el credo del buen ciudadano de la comunidad.
7. Fomentar el espíritu de asociación de los jóvenes, favoreciendo sus iniciativas
para crear sus clubs recreativos, deportivos, intelectuales o artísticos.
1. Muchos
de estos puntos
colaboración.
pueden
ser discutidos
en mesa redonda,
o mediante
otras
formas
de
79
-...- __.__
-_--..
- .-
LA
MUJER
CIUDADANA
8. Conseguir que los periódicos den la debida importancia y seriedad a las
informaciones locales y a sus problemas.
9. Formar grupos de voluntarios que se instruyan para actuar disciplinadamente
en los casos críticos que se presenten en la comunidad.
10. Realizar campañas de seguridad e higiene pública, por medio de anuncios en
las calles, en los cines, en los periódicos, etc.
11. Formar comités que den a los aniversarios patrios un contenido realmente social.
12. Conseguir que en las escuelas se desarrollen proyectos referentes a la historia
de la localidad, al significado de los servicios, a la estructura y al funcionamiento de la administración local, etc.
13. Preparar una «guía de nuestra comunidad».
14. Invitar a conferenciantes sobre temas que sean de interés general.
15. Diario mural sobre noticias de la comunidad en el vestíbulo de un teatro,
en la municipalidad, o en la plaza, etc.
16. Divulgar los hechos más interesantes en la historia de la comunidad y procurar
celebrar actos de conmemoración en los aniversarios respectivos.
Foros.
Organizar foros con temas como los siguientes:
a) Necesidades y problemas de los niños;
b) &ómo mejorar los servicios locales?
c) iQué hacemos en favor de los viejos?
d) $ómo
colaborar a una educación más eficiente?
Ejercicios.
1. $uáles
son los principales
cambios ocurridos en nuestra comunidad?
1920
Población
Número de escuelas
Centros culturales
a) Clubs
b) Teatros
c) Museos
Caminos
Prensa
Vías de comunicación
Otros
80
1953
EDUCACIÓN
CÍVICA
DE
LA
2. Campaña de salud. En cada caso escriba una breve frase explicativa
su opinión sobre cómo puede contribuirse a la salud.
MUJER
que indique
Textos escolares
Clubs deportivos
Centros de asistencia social
Cines
Radio
Periódicos
Asociaciones de carácter general
(Rotarios, Leones, etc.)
Instituciones
religiosas
otros
Después de reflexionar sobre los resultados del cuadro anterior podrá Ud. dar
respuesta a la siguiente pregunta: LEn qué forma puedo yo contribuir al cuidado
de nuestra salud?
3. Historia o presentación de nuestra comunidad.
iDónde está situada nuestra comunidad?
~Qué razones determinaron la fundación de la comunidad y la elección del lugar
en que está situada?
&uáles fueron las actividades más importantes en la Cpoca de su fundación?
iQué actividades han ido desarrollándose en el transcurso del tiempo?
,$e mantienen hoy las mismas razones de actividad que en los orígines?
iQuC personajes se han distinguido en el desarrollo y progreso de nuestra comunidad?
iCuáles fueron los hombres más importantes en la epoca de la fundación?
$ómo está nuestra comunidad en relación con otras?
iCuáles son los principales recursos naturales de la región en que está situada
nuestra comunidad?
$e efectua en la comunidad un aprovechamiento
inteligente de los recursos
naturales?
CHay en la comunidad monumentos, placas u otras formas de conmemoración
de los acontecimientos principales de su historia o de recordación de los personajes
más importantes?
Ensaye una síntesis de las características esenciales de su comunidad.
4. $ómo funcionan en nuestra comunidad los principales servicios? Ponga un
signo en la columna en que se exprese, según su opinión, el grado en que funciona
cada uno de los servicios que se indican en el cuadro de la página siguiente.
81
LA
MUJER
CIUDADANA
Muy bien
Servicim
Protección a la salud
Seguridad personal
Protección a la propiedad
Servicios de abastecimiento
Gobierno
Transporte
Vías de comunicación
Necesidades religiosas y estkticas
Higiene pública
Agua potable
5. Recreac&.
Indique en cada columna la forma en que la familia, la escuela,
los lugares de esparcimiento, gratuitos o de pago, responden a las finalidades de
la recreación para cada edad indicada.
Edad
Familia
En locales cscolarrs
1 a 5 años
6a lOaños
lla15años
16 a 20 años
21 a30años
31 a40años
41 a50años
50 años en adelante
Diga, en conclusión, si las oportunidades de recreación en su comunidad
adecuadas y cómo podrian mejorarse. Fundamente su respuesta.
82
son
EDUCACIÓN
LA
MUJER
EN
LA
CÍVICA
DE
LA
MUJER
NACIÓN
« 1. Toda persona tiene derecho a participar
en el gobierno de su
país, directamente
o por medio de representantes libremente
escogidos.
~2. Toda persona tiene el derecho de acceso, en condiciones de
igualdad, a las funciones públicas de su país.
~3. La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder
público; esta voluntad se expresará mediante elecciones auténticas
que habrán de celebrarse periódicamente,
por sufragio universal e
igual y por voto secreto u otro procedimiento
equivalente
que garantice la libertad del votol. »
Estas disposiciones corresponden al artículo 2 1 de la Declaración
Universal
de Derechos Humanos aprobada y proclamada
por la
Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de diciembre de
1948. En ellas está traducido el sentido que damos al tipo de gobierno que concebimos como más conveniente para el desarrollo de
las relaciones humanas en un plano equitativo.
Esta afirmación,
en
otras épocas, habría parecido muy extraña a los oídos de muchos
hombres, porque entraña principios
que han ido adquiriendo
solidez y realidad junto con el cumplimiento
en épocas relativamente cercanas de etapas bien claras en el desarrollo de la cultura de
los pueblos.
Antes de la Revolución francesa, en muy pocas partes del mundo
existían las condiciones favorables para el desarrollo libre del individuo y para la libre expresión de sus ideas o creencias. Los gobiernos estaban en manos de soberanos que habían adquirido el poder
por razones de familia o por intereses de casta, y de los dictados de
su voluntad dependía la realización de obras en favor de las masas
populares o en favor de los intereses verdaderos de la nación. Los
pueblos eran arrastrados,
a menudo, a guerras cuyo significado
ignoraban completamente
y que, por lo general, perseguían sólo la
defensa de los intereses o de los caprichos del monarca.
La nobleza y otros reducidos sectores privilegiados
de la sociedad
se aprovechaban
directamente
de ese estado de cosas y disfrutaban
de puestos y prebendas que eran costeados con los impuestos y
cargas que debían pagar los sectores no privilegiados,
o sea la
mayoría de la nación.
Al pueblo se le negaba todo medio de fiscalización de los gastos o
las acciones políticas de los gobernantes. Estaba obligado además a
someterse a la justicia arbitraria
de los poderosos, inspirada solamente en la defensa de sus privilegios
y fueros. El principio
del
1. Naciones
Unidas,
Departamento
de Derechos Humanos, Nueva York,
de Asuntos
Sociales,
1953, pág. 57.
La npercusión
de In Dcclarnción
Universal
83
LA
MUJER
CIUDADANA
«derecho divino de los reyes» mantenía a los gobernantes fuera del
alcance de las críticas y todo el aparato del Estado servía para acallar
el descontento de las masas explotadas.
La miseria, la ignorancia,
las enfermedades, la tristeza eran la
herencia que de generación en generación se iba trasmitiendo
entre
los que no habían tenido la suerte de pertenecer a familias o círculos
privilegiados.
La reflexión sobre estos problemas y sobre esta situación social,
su comparación
con las posibilidades que ya se habían mostrado en
Inglaterra por la adopción de un régimen político con mayor limitación del poder del monarca, la experiencia
de las formas políticas
practicadas
en las colonias inglesas de América
llevaron
a los
de una
hombres cultos del siglo XVIII a concebir las posibilidades
nueva estructura de la sociedad y del Estado que fuera más favorable
al desarrollo de la persona humana. Las críticas, los estudios, las
reflexiones filosóficas, el intercambio
de ideas y opiniones produjeron
en conjunto la doctrina que alentó a los revolucionarios
de Francia
en su lucha por derribar el absolutismo y el antiguo régimen.
Los principios de la Revolución francesa quedaron estampados en
la Declaración
de los Derechos del Hombre y del Ciudadano
y
tuvieron repercusión universal. En esta declaración se encuentran
los principios básicos de libertad, igualdad, resistencia a la opresión,
respeto a la propiedad y otros que han inspirado a los pueblos del
mundo en su lucha por el mejoramiento
de su condición social y
política.
La Revolución francesa no logró de una sola vez y en forma definitiva la creación de un sistema republicano
y ampliamente
democrático para Francia.
Un cambio tan fundamental
no podía
lograrse en tan corto tiempo. Las guerras, el advenimiento
de
Napoleón y luego la restauración
de la monarquía
retrasaron la
realización de los sueños de los filósofos. Pero el ejemplo del pueblo
francés se había extendido a todos los pueblos del mundo y, en lo
sucesivo, la lucha para alcanzar el Estado democrático fué tomando
un carácter universal.
Los pueblos de América que habían estado sometidos al dominio
colonial inician en el siglo XIX el duro camino y la delicada tarea de
organizarse como Estados independientes,
como pueblos libres.
En América del Norte, los Estados Unidos habían ya realizado un
movimiento de liberación y a fines del siglo XVIII y en el siglo XIX consolidaron sus instituciones
republicanas
y su desarrollo económico.
En América Latina, desde 18 10, las antiguas colonias españolas y
portuguesas se dirigían también al encuentro de su destino como
pueblos libres.
En el mundo entero, el crecimiento industrial se hacía muy intenso
por la aplicación del vapor a las máquinas y por la serie de inven84
EDUCACIÓN
CÍVICA
DE
LA
MUJER
ciones y adelantos técnicos que fueron su necesaria consecuencia. Se
desarrollaba
la revolución industrial,
cuya marcha no iba a detenerse sino, muy por el contrario, a acelerarse en el transcurso de los
tiempos. En el siglo XIX y en lo que va corrido del presente siglo se
han desarrollado más adelantos que en todas las épocas anteriores
de la historia de la humanidad.
El vapor, la electricidad,
el motor de
explosión e innumerables
adelantos científicos y técnicos han dado
a nuestra época una configuración
general que sobrepasaría las más
fantásticas predicciones
que sobre el progreso humano hubiera
hecho un genio del siglo XVII o aun del propio siglo XVIII.
Junto a los adelantos técnicos han cambiado las condiciones de
vida de las comunidades
humanas. Nuestra cultura entera está
sometida a cambios y los hombres y mujeres de hoy requieren una
actitud de constante alerta para poder adaptarse a las formas
variables del mundo moderno.
La facilidad
y mayor frecuencia de los transportes de mercaderías, la perfección de los medios de comunicación
han dado al
mundo contemporáneo
el carácter de unificación
e interdependencia que define la cultura de nuestro tiempo. Ya nada de lo que
sucede en cualquier parte del mundo es ajeno al hombre, dondequiera que se encuentre su lugar de residencia. Ningún peligro
puede ser afrontado por un pueblo solo y ningún conflicto puede
dejar de interesar a la humanidad
entera. La ciencia y la industria
modernas han hecho que el mundo sea de todos los hombres y que
junto a la técnica que permite el manejo de las máquinas, el dominio de la naturaleza y el control de la energía, se haga necesaria
también otra técnica que permita la mejor organización
de los
pueblos para su gobierno, la mejor ordenación
de las relaciones
internacionales
a base de una comprensión bien clara de los valores
en que deben inspirarse la vida de los hombres.
El desarrollo de la industria y el desarrollo de las ideas políticas
han seguido caminos paralelos. Desde los días de la Revolución
francesa los pueblos no han dejado de aspirar a la formación de
regímenes que garanticen una mejor convivencia
humana; y así se
han ido fortaleciendo los principios fundamentales
de la democracia.
Pero la democracia ha tenido que seguir un camino duro y difícil
porque, si bien los hombres han podido recorrer a grandes velocidades las etapas del desarrollo científico y técnico, no ha sucedido
otro tanto en lo que se refiere a la superación del retraso cultural que
significó la vieja concepción de diferencias sociales y de opresión
política. La democracia, para ser efectiva, requiere la cooperación
de los esfuerzos, opiniones o ideas de la mayor cantidad posible de
los miembros de cada grupo, de cada nación. Si deseamos que la
democracia
promueva soluciones para los problemas de todos los
grupos tenemos que capacitar a los miembros de esos grupos para
85
LA
MUJER
CIUDADANA
analizar sus propios problemas, para estudiar las mejores formas de
solución y para tomar en sus propias manos las responsabilidades
resultantes de los planes que se adopten.
Los pueblos del mundo están hoy empeñados en superar el déficit
de educación que otras épocas nos han legado, como una manera de
lograr la efectiva incorporación
del mayor número posible de
hombres y mujeres a las actividades cívicas.
La actividad
cívica en nuestra época toma un carácter que va
mucho más allá del simple ejercicio del derecho de sufragio. El ciudadano de las democracias modernas no puede limitarse a elegir
personas para desempeñar cargos políticos. El ciudadano de hoy
debe tener una concepción amplia de sus obligaciones,
deberes y
derechos respecto a su nación y respecto a las relaciones entre los
Estados. Debe ser capaz de formarse opiniones con plena información y tiene que estar en condiciones de resolver los problemas que se
presenten en el ejercicio de su vida diaria o en los cargos para cuyo
desempeño sea designado. Debe tener una visión clara de lo que
significa la paz universal y estar dispuesto a oponerse a todo acto que
la amenace y a colaborar en toda actividad que la favorezca. Debe
comprender,
por último, que todos los actos de su vida y toda su
actitud con respecto a la cultura producen efectos que se proyectan
siempre en los ámbitos del hogar, de la comunidad, de la nación y
del mundo.
Es interesante desarrollar en todos los miembros de la sociedad el
sentimiento
de solidaria confraternidad
que debe reinar entre los
habitantes de un mundo unificado. La educación no puede en éstos
dejar a un lado la necesidad de afrontar la tarea de crear lo que
podríamos llamar el civismo internacional.
Y la educación no es sólo tarea de la escuela, sino también lo es de
los partidos políticos, de los centros culturales, de las asociaciones
deportivas y de todos los grupos que conviven en nuestras comunidades.
Es importante
destacar, además, que no es suficiente una educación elemental que se encuentre en los exclusivos límites de la alfabetización.
Va más allá. La educación fundamental,
junto con
abrir a los ojos de los niños y adultos las maravillas de los libros, les
entrega los medios necesarios para comprender
cómo organizarse
mejor, cómo aprovechar mejor sus recursos naturales y cómo emprender el camino de la paz y de la solidaridad humanas.
La mujer, incorporada hoy de lleno a las actividades de la ciencia,
la educación, la política, la técnica y las artes, en suma a todas las
manifestaciones
de la cultura humana, tiene una responsabilidad
que no le fué entregada en otras épocas. Ha conquistado su lugar en
la democracia, batallando
a veces con denuedo. Ha afianzado una
posición bien clara y está logrando que sus derechos sean recono86
EDUCACIÓN
CÍVICA
DE
LA
MUJER
cidos universalmente.
La cultura de nuestra época y las características de nuestra sociedad exigen este reconocimiento.
Su acción será
verdadera y fructífera en la medida en que se incorpore plenamente
a todas las instituciones
de la comunidad y en que, con verdadero
sentido de igualdad, entre a compartir
intensamente
las responsabilidades ciudadanas con los hombres.
Su acción en la familia, en la comunidad y en la nación contribuirá al perfeccionamiento
de nuestras democracias.
OBJETIVOS
1. Comprender el significado del sistema democrático de gobierno.
2. Comprender la importancia que tienen los partidos políticos en el regimen
democrático.
3. Comprender los ideales básicos de los partidos democráticos en el regimen
republicano.
4. Comprender la diferencia entre democracia y dictadura.
5. Comprender la naturaleza de los cambios sociales.
6. Apreciar los derechos y garantías fundamentales de una democracia así como
las obligaciones de los ciudadanos.
7. Percibir con claridad el significado de las responsabilidades ciudadanas.
8. Darse cuenta de la importancia de adquirir la capacitacibn necesaria para
trabajar en grupos.
9. Interesar a las organizaciones femeninas en el estudio de los problemas
sociales del presente.
10. Conocer las leyes que se refieren al régimen político y administrativo
de la
nación.
ll. Apreciar la importancia de las Naciones Unidas en la preservacibn de la paz.
12. Conocer detalladamente el sentido de la Declaración Universal de Derechos
Humanos.
13. Motivar un interés definido por el mejoramiento de las instituciones sociales
y políticas.
14. Conocer el mecanismo de las elecciones y de los organismos públicos mas
importantes.
15. Determinar la verdadera importancia de la mujer en la vida cívica.
ESQUEMA
DE MATERIAS
Caracteres generales de la sociedad contemporánea.
1. El desarrollo de la industria y de las comunicaciones.
a) Significado de la revolución industrial.
b) Grandes invenciones.
c) La ciencia y la técnica.
2. Importancia de la interdependencia
mundial.
3. La afirmación de los derechos individuales.
a) La Revolución francesa y los derechos del hombre.
87
LA
MUJER
CIUDADANA
6) Las grandes luchas por el reconocimiento
de los derechos.
c) La Declaración Universal de Derechos Humanos.
4. Las grandes potencias y el imperialismo.
5. Las guerras mundiales del siglo xx.
6. La Organización de las Naciones Unidas.
Organización
del Estado democrático.
1.
2.
3.
4.
El régimen representativo y el derecho de sufragio.
Los partidos políticos.
La constitución política.
Funciones del gobierno.
a) Administración
del Estado.
6) En relación con la salud y bienestar: asistencia social; educación; higiene
pública; seguridad.
c) En relación con la familia: reglamentación de los deberes y derechos de la
familia; protección a los derechos de los menores.
d) En relación con la economía: producción;
intercambio;
protección a la
propiedad.
5. Relaciones intkrnacionales.
La mujer en la nación.
1. Derechos civiles de la mujer.
2. Derechos políticos de la mujer.
3. Importancia de la acción de la mujer en los partidos políticos y en las asociaciones de diverso orden.
4. Necesidad de capacitación de la mujer.
GENERALIZACIONES
1. La democracia se basa en el derecho de todas las personas responsables a
participar en el gobierno.
2. En el regimen democrático se respetan ampliamente los derechos de los
individuos.
3. Toda democracia posee un sistema polftico y administrativo
que puede ser
objeto de control y de ajustes.
4. La constitución es el documento que en el régimen democrático fija los
poderes del Estado y las obligaciones y garantías de los ciudadanos.
5. La incorporación
de la mujer a las actividades civicas ha servido para el
mejoramiento del régimen democrático.
6. La democracia es más perfecta si existe la posibilidad de elegir para los cargos
a los más capaces.
7. La responsabilidad de los ciudadanos no termina con la elección de los dirigentes. Continúa con el ejercicio de su vigilancia y la cooperaci6n con las
autoridades.
8. La opinión pública ha de tener la posibilidad de manifestarse libremente,
como garantía del régimen democrático.
9. El fracaso de algunos metodos es considerado por algunos como un fracaso
88
EDUCACIÓN
CÍVICA
DE
LA
MUJER
de la democracia. Esto es un error, por cuanto la democracia es perfectible y
admite errores y progresos, todos debidos a la acción reflexiva del hombre.
10. El gobierno democrático requiere en su funcionamiento una masa ciudadana
educada y consciente de sus responsabilidades y derechos cívicos.
ll. El propósito fundamental del gobierno ha de ser proporcionar
a todos los
individuos y grupos las oportunidades de un desarrollo más elevado.
12. El buen ciudadano es un individuo responsable, sin prejuicios, comprensivo,
tolerante y de espíritu creador en las actividades que le incumben.
13. La ciudadanía en una democracia estará perfectamente garantizada si se
dispone de un sistema de educación que contribuya a su desarrollo.
14. El buen ciudadano toma en cuenta los cambios y variaciones a que está
sometida la sociedad.
15. La mujer en una democracia posee todos los derechos de un ciudadano
responsable.
16. Los estados que aseguran la libertad y el bienestar a su pueblo están en condiciones también de mantener buenas relaciones con otros Estados y de
asegurar la paz.
17. La Declaración Universal de Derechos Humanos contiene los principios
fundamentales de un régimen de equidad y bienestar para los individuos
y grupos.
18. Las Naciones Unidas promueven el progreso de la humanidad y aseguran
la paz del mundo. La base de su acción es la cooperación de todas las naciones
del mundo.
19. La sinceridad en las relaciones internacionales hace posible el mantenimiento
de la paz.
20. La mujer empieza en el hogar su obra cívica, al educar a sus hijos en los
ideales de la democracia y de la paz.
2 1. La igualdad de derechos de hombres y mujeres se hace más efectiva con una
correcta educación.
ACTIVIDADES
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
ll.
Y EJERCICIOS
$uáles son las principales características de un gobierno constitucional?
;QuC es una constitución?
iPor quC pueden identificarse el gobierno absoluto y la tiranía?
~Qué alcance político tiene el principio de separación de los poderes del Estado?
cQué diferencias puede Ud. anotar entre una monarquía constitucional y una
república?
iCuáles son las formas de sufragio que Ud. conoce? Descríbalas.
$onsidera
Ud. acertada la opinión favorable a restringir el voto según la
fortuna u otros atributos personales?
iQué alcance tiene para el perfeccionamiento de una democracia el afianzamiento de la libertad de prensa y de la libertad de palabra?
iCuáles son las ventajas de la libertad de cultos en el Estados democrático?
LEn qué condiciones considera Ud. que las leyes pueden constituir una garantía
del bienestar general del pueblo?
&uál es la función específica que incumbe a los partidos políticos?
89
--.
.-.-. .-. ___.~
._,..
_~__
-
LA
MUJER
CIUDADANA
12. $Xmo se justifica la existencia de un regimen de contribuciones e impuestos
en los Estados modernos?
13. iQuC fundamentos puede Ud. aducir en favor del principio de la igualdad
política y civil de hombres y mujeres?
14. iQué significado tiene la afirmación de que la soberanía reside en el pueblo?
15. iPor que el poder judicial requiere esencialmente la garantía de su independencia plena?
16. $uáles son las condiciones de la vida moderna que muestran la imprescindible necesidad de una política internacional justa y sincera?
17. <Qué argumentos podría Ud. formular para fundamentar la necesidad de una
amplia actividad de educación en todos los Estados en nuestra época?
18. 2De qué manera podría Ud. presentar brevemente los daños y calamidades
que acarrearía una nueva guerra al mundo actual?
19. $ómo pueden las mujeres contribuir a la acción mundial en favor de la paz?
20. iQuC medidas deberían tomarse, en todos los Estados, en favor de una política
de paz y de buenas relaciones internacionales?
Cuestionario
sobre antecedentes históricos del Estado democrático.
1. ;En que sentido puede hablarse de Estado democrático en la antigüedad?
2. iQué diferencias puede Ud. establecer entre la organización democrática de
Atenas en la tpoca clásica y nuestros conceptos actuales de organización
democrática?
3. iCuáles son las principales disposiciones de la Magna Carta?
4. ,$Xmo pudo el pueblo inglés conseguir la limitación de los poderes de sus
monarcas?
5. iPor qué los colonos ingleses de América del Norte, al independizarse de la
metrópoli, pensaron en la forma de organización republicana?
6. ,$uáles son las críticas esenciales que hacían los filósofos franceses al antiguo
regimen?
7. iCuáles eran los principios fundamentales por los cuales luchaban los revolucionarios franceses de 17897
8. Aplicó Napoleón los principios de la Revolución francesa?
9. iQué principios de la Revolución francesa tuvieron influencia en la organización de las repúblicas latinoamericanas después de independizarse de España?
10. ;En qué forma trataron de resolver las grandes potencias los problemas internacionales despub de la caída de Napoleón?
ll. iEn qué forma se plantearon los principios fundamentales que esgrimieron
los revolucionarios liberales en la época de la Restauración?
12. $uáles son los fundamentos de los movimientos liberales y nacionales de
Europa en el siglo XIX?
13. cQué factores han contribuído a la mayor intervención de los obreros en los
movimientos políticos de la época contemporánea?
14. iPor qué en nuestra Cpoca no puede plantearse una política de gobierno sin
un correspondiente plan de realizaciones de carácter social?
15. iEn qué forma las dos grandes guerras mundiales del siglo xx han constituido
una amenaza para la democracia?
16. 2A qué se debió el fracaso de la Sociedad de las Naciones?
17. 2En qué forma se puede contribuir al afianzamiento de las Naciones Unidas?
18. ¿QuC relación reconoce Ud. entre cultura popular y democracia?
90
EDUCACIÓN
Democraciay
CÍVICA
DE
LA
MUJER
tiranía.
Discuta en su grupo las características más importantes del régimen democrático
y de las tiranías. Resuma sus conclusiones en el cuadro siguiente.
Origen
Estado
de los poderes
del
Forma de participación de los
individuos en el gobierno
Derechos y garantías individuales
Gestaci6n de las leyes
Otros aspectos que su grupo
considere de interés
Principales
documentos de carácter universal en la historia de la democracia.
Anote en cada caso las características más importantes de los documentos indicados,
refiriéndose especialmente a los principales derechos reconocidos.
Fecho o época
Corncferisticns
DOCU7llt-~lO’
Magna Carta
Declaración de Independencia
de los Estados Unidos
Declaración de los Derechos
del Hombre y del Ciudadano,
Francia
Tratado
de Versalles
Carta de las Naciones Unidas
Declaración Universal
de Derechos Humanos
1. En
los espacios
en blanco
agregue
los documentos
que su grupo
considere
de importancia.
91
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-_________
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LA
MUJER
CIUDADANA
La constitución política en nuestro Estado.
Fecha de su promulgación.
Qué establece nueslrn constitución
Constituciones
sobre:
anteriores.
Idea más importante
expresada cn cada caso
Capitulo
Articulo
Tipo de Estado
Forma de gobierno
Quiénes son nacionales
Condicionesparaserciudadano
Atención a la educación
Protección al trabajo
Poder legislativo
a) Cámaras legislativas
6) Condiciones
para ser
elegido parlamentario
c) Duración
del mandato
Atribuciones
del presidente
a) Condiciones
elegido
6) Duración
para ser
del mandato
c) Atribuciones principales
Composicióndelpoderjudicial
Administración
del Estado
Garantías individuales
Vocabulario.
Anote las diferencias que Ud. aprecia entre los términos que forman las siguientes
parejas :
92
EDUCACIÓN
1. Ley -
CÍVICA
DE
LA
MUJER
constitución:
3. Sufragio universal -
4. Estado -
sufragio censitario:
.
gobierno : ~. ~~~~_____
5. Estado unitario -Estado
6. Sociedad aristocrática
7. Estado soberano -
Ensaye explicaciones
federal:
-
sociedad democrática. .-
colonia:
bien precisas de los siguientes ttrminos :
1. Soberanía :
2. Democracia:
3. Sufragio :
4. Totalitarismo
:
-
5. Plebiscito:
6. República:
~
93
CAPÍTULO
VI
LA MUJER EN LA VIDA
CREACIÓN
DE
LAS
NACIONES
INTERNACIONAL
UNIDAS
La revolución industrial
del siglo XIX, el prodigioso avance de las
ciencias y de la técnica y el progreso gigantesco de los medios de
comunicación
han producido
en la última centuria un cambio
fundamental
en el mundo. Ya no hay países lejanos ni aislados, ni
grandes problemas que puedan permanecer
enquistados en una
región o en un país. Lo que sucede en un lugar de la tierra y que
reviste alguna importancia
en el campo político,
económico,
científico o simplemente
humano repercute y se proyecta en todas
partes, a través de las distancias y de las barreras naturales o artificiales. La humanidad
ha ido adquiriendo
conciencia de la solidaridad de su destino. El porvenir de las naciones y de su forma
jurídica que es el Estado, el de los grupos sociales y el de los indivi
duos está ligado cada día en mayor grado.
A cada paso se comprueba que la guerra y la paz, la prosperidad
y la crisis son indivisibles
en todo el globo; o por lo menos, en
grandes regiones. Las dos guerras mundiales que han ensangrentado
la primera mitad de este siglo y a cuyos efectos o consecuencias
ningún pueblo ha escapado, la crisis económica de 1929, la llamada
guerra fría que ha marcado con su sello al mundo desde 1947 constituyen ejemplos de abrumadora
elocuencia de esta gran verdad de
nuestro tiempo.
Por eso los grandes estadistas mundiales, a partir del conflicto de
1914-1918, comprendieron
que era necesario organizar el mundo
a base de algunos principios fundamentales,
con objeto de evitar
sobre todo la repetición de una catástrofe como la que se acababa de
sufrir. Se creyó entonces que podría establecerse un sistema de seguridad colectiva de carácter universal, inspirado en el principio de
solidaridad
ante la agresión. Según él, el quebrantamiento
de la paz
ola simple amenaza de agresión en cualquier punto de la tierra, compromete la paz mundial y por consiguiente la comunidad de naciones
organizada tiene la obligación de evitar o repeler la agresión.
El pacto de la Sociedad de Naciones nació como resultado de esa
convicción. Su principal sostenedor fué el presidente de los Estados
95
LA
MUJER
CIUDADANA
Unidos de América del Norte, Woodrow Wilson, quien puso en la
realización de esta idea todo su gran espíritu y energía de visionario
y de hombre de Estado internacional.
Este intento fracasó en lo esencial de su tarea, que era evitar una
nueva guerra mundial. Pero nadie podría afirmar valederamente
que fué un esfuerzo perdido : su experiencia ha sido de incalculable
valor y si hoy día las Naciones Unidas pudieron ser establecidas
sobre bases más firmes, se debe a que los veinte años de experiencia
de la Sociedad de Naciones y la actitud de ésta frente a las situaciones producidas
señalaron con claridad cuáles habían sido las
causas de su ineficacia, que era necesario tener en cuenta en el nuevo
sistema de seguridad colectiva. De estas causas, sin duda las más
relevantes en el orden formal fueron la ausencia de un país como
los Estados Unidos que en aquellos años iba colocándose rápidamente a la cabeza del mundo, en riqueza y en poder, y el no haberse
previsto la organización
de fuerzas armadas que estuvieran
a
disposición de la Sociedad, para actuar en caso de agresión abierta.
Pero es evidente que la causa más decisiva de su fracaso fué la
ausencia de disposiciones o de acuerdos que permitieran
a la cooperación internacional
crear las verdaderas
«condiciones
de paz »,
eliminando
las causas remotas, pero profundas,
de guerra, de
disputas y de enemistad.
En un mundo carente de toda organización
capaz de orientar una
política económica y social de proyecciones
universales, la crisis
económica de 1929 repercutió con caracteres tan catastróficos que
en ella debe encontrarse si no el germen por lo menos el principal
factor coadyuvante
de los hechos internacionales
que desencadenaron la segunda guerra mundial. Paralelamente
a estas situaciones
se mostraba la ausencia de madurez de las naciones para aceptar
como un imperativo
ineludible
las obligaciones
que imponía el
principio
de la seguridad colectiva. Pasado el peligro, alejado el
recuerdo de la primera conflagración,
los hombres de Estado, aún
apegados a viejas concepciones, encontraban
dificultades en participar activamente
en la defensa de cualquier nación agredida o
amenazada, en nombre de la humanidad
a la que también alcanzaba la agresión o la amenaza. El sentido internacional
no estaba
aún maduro. Los países, hasta ese momento, sólo habían concebido
la intervención
armada o la adopción de sanciones económicas para
defenderse ellos mismos u otros Estados con quienes estaban unidos
por alianzas defensivas. Sucesivamente
Renania fué ocupada, en
violación al tratado de Versalles, Abisinia fué invadida y Japón
atacó a China, sin que la Sociedad de Naciones se decidiese a actuar
de una manera efectiva. Desde ese momento, los agresores comprendieron
que el sistema de seguridad colectiva instituído
en
Versalles no sería capaz de impedir nuevos ataques o violaciones de
96
LA
MUJER
EN
LA
VIDA
INTERNACIONAL
la integridad
territorial
de los Estados. Se produ-jo la invasión de
Polonia y con ello se desencadenó la segunda guerra mundial.
Esa dura experiencia determinó a los dirigentes de las naciones,
unidas contra el nazismo y el fascismo, a iniciar, aún mucho antes
de terminar la guerra, la tarea de preparar el terreno para que,
apenas terminado el conflicto, el mundo estuviera en situación de
establecer un sistema de seguridad capaz de mantener la paz y
asegurar a las generaciones futuras un porvenir libre de agresiones.
El 30 de octubre de 1943, en plena lucha, los ministros de Relaciones
Exteriores de los Estados Unidos de América, Reino Unido, China
y la Unión Soviética emitieron
una declaración
sobre seguridad
general. En ella afirmaban,
entre otras cosas, que reconocían la
necesidad de establecer una organización
internacional
a fin de
mantener la paz y la seguridad internacionales.
Esta organización
debería basarse en el principio de la igualdad soberana de todos los
Estados amantes de la paz, y todos los países, grandes y pequeños,
tendrían derecho a participar
en ella. Pocos meses después, en junio
de 1944, el presidente Roosevelt, principal impulsador de la idea, en
una solemne declaración pública establecía los fundamentos en que,
a su juicio, debería descansar la futura organización
internacional,
señalando especialmente que todas las naciones amantes de la paz
deberían emprender una tarea común para el mantenimiento
de la
paz y de la seguridad. Agregó que el propósito principal
de ésta
sería conservar la paz y la seguridad y destacó que las condiciones
de estabilidad
y bienestar indispensables
al mantenimiento
de
relaciones pacíficas entre las naciones deberían ser procuradas por
medio de la cooperación internacional.
En esta declaración se traduce por primera vez la nueva concepción de la seguridad y de la
paz mucho más amplia que la reconocida antes de la guerra : la paz
y la seguridad, y las relaciones amistosas entre las naciones, están
directamente
vinculadas a la existencia de condiciones de estabilidad y de progreso en el mundo entero y, por lo tanto, ayudar a
establecerlas constituía una obligación ineludible de la cooperación
internacional.
El 2 1 de agosto de 1944 se reunieron en Dumbarton
Oaks los
representantes de las mismas potencias que emitieron la declaración
de Moscú, y prepararon
el anteproyecto
de organización
mundial
que debía servir posteriormente
de base a los debates de la conferencia mundial reunida en San Francisco el 25 de abril de 1945,
con objeto de debatir y adoptar el estatuto orgánico de la nueva
entidad internacional.
Dos meses -más tarde, casi día por día,
representantes
de cincuenta
países suscribían
la Carta de las
Naciones Unidas, promulgada
el 26 de junio del mismo año.
La Carta de las Naciones Unidas marca un claro progreso sobre
todos los anteriores intentos de organizar
la colaboración
inter97
LA
MUJER
CIUDADANA
nacional con objeto de mantener la paz y la seguridad y crear las
condiciones necesarias para su conservación. Se procuró que llenara
los vacíos que en el orden constitucional
tenía el pacto de la
Sociedad de Naciones, incorporando
desde luego entre sus principales objetivos aquellos que interpretaban
la nueva concepción que
aparecía con caracteres predominantes
en las declaraciones principales emitidas durante la guerra, entre ellas, la Carta del Atlántico
y el acuerdo de Moscú del 30 de octubre de 1943, -entre
las cuatro
grandes potencias.
La carta fué promulgada
en nombre de «los pueblos de las
Naciones Unidasl».
Cierto es que creaba una organización
de
Estados representados por sus gobiernos, pero sus autores quisieron
señalar que su objetivo principal
era el ser humano, el desenvolvimiento pleno de su personalidad,
el respeto a su dignidad, mucho
más permanente
que cualquier forma de organización
política de
los grupos de individuos.
Por consiguiente
la paz y la seguridad
colectiva y todas las medidas de orden económico, social y humanitario en ella previstas se adoptaban sólo en función de la personalidad humana. El preámbulo de la carta no deja dudas a este respecto.
En él se proclama la decisión de «reafirmar
la fe en los derechos
fundamentales
del hombre, en la dignidad y el valor de la persona
humana, en la igualdad de derechos de hombres y mujeres» y de
«promover el progreso social y elevar el nivel de vida, dentro de un
concepto más amplio de la libertad ».
Cuatro son los pilares en que descansa el sistema de San Francisco.
Primero, la seguridad política colectiva. La paz y la seguridad
internacionales
han de ser mantenidas mediante la acción colectiva,
que comprende la adopción de medidas colectivas eficaces para
prevenir y eliminar amenazas a la paz y para suprimir
actos de
agresión u otros quebrantamientos
de la paz; y lograr por medios
pacíficos y de conformidad
con los principios de la justicia y del
derecho internacional,
el ajuste o arreglo de controversias o situaciones internacionales
susceptibles de conducir a quebrantamientos
de la paz.
Segundo, la seguridad colectiva económica y social. Según el
preámbulo y especialmente el artículo 55, se considera que el bajo
nivel de vida, el desempleo, el atraso social, las malas condiciones
sanitarias y la inestabilidad
económica, en cualquier lugar de la
tierra, comprometen
«las relaciones pacíficas entre las naciones ».
Por consiguiente,
las Naciones Unidas deben «realizar
la cooperación internacional
en la solución de problemas internacionales
de
carácter económico, social, cultural o humanitario»
y los Estados
1. Todas las citas que se dan en el presente capitulo
han sido sacadas de Carlo de las Naciones Unidas
y estatuto de la Corle Internacional de justicia,
Lake Success (Nueva York), Naciones Unidas, Departamento de Informacidn
Pública,
1948.
98
LA
MUJER
EN
LA
VIDA
INTERNACIONAL
miembros están obligados a «tomar medidas conjunta o separadamente, en cooperación
con la organización»
para lograr tales
objetivos.
Tercero, el respeto universal a los derechos fundamentales
del
individuo
y de la personalidad
humana. Al igual que en el caso
anterior, en la carta se sobrentiende que la violación de estos derechos y los atentados a la dignidad del ser humano ponen en peligro
la convivencia
amistosa entre las naciones. De ahí que la carta
consigne la obligación
de adoptar medidas, conjunta o separadamente, para «el desarrollo y estímulo del respeto a los derechos y a
las libertades
fundamentales
de todos, sin hacer distinción
por
motivos de raza, sexo, idioma o religión».
Cuarto, el fomento de las relaciones de amistad entre las naciones
«basadas en el principio
de la igualdad de derechos y en el de la
libre determinación
de los pueblos».
La característica de la carta es que sus principios y objetivos, entre
los cuales tienen importancia
fundamental
los cuatro precitados, son
indivisibles.
La paz, la seguridad, la amistad entre las naciones y el
progreso humano sólo pueden ser establecidos o asegurados mediante
el cumplimiento
integral de todos ellos, sin que puedan separarse
unos de otros. Para la Carta de San Francisco, el peligro para la paz
y las relaciones pacíficas entre los pueblos proviene tanto de la
agresión abierta o de la amenaza militar como de la persistencia de
las condiciones de miseria o de atraso social o de la violación sistemática de los derechos fundamentales
del ser humano o de los
pueblos a la libre determinación
de sus destinos.
Las Naciones Unidas desarrollan la acción que les encomienda
la carta, por conducto de sus órganos principales:
la Asamblea
General, el Consejo de Seguridad, el Consejo Económico y Social,
el Consejo de Administración
Fiduciaria,
la Corte Internacional
de
Justicia y la Secretaría.
La Asamblea, integrada
por todos los Estados miembros de la
organización,
tiene facultad para discutir y formular recomendaciones sobre cualesquiera de los asuntos o cuestiones dentro de los
límites de la carta.
El Consejo de Seguridad es el órgano ejecutivo que tiene «la
responsabilidad
primordial
de mantener la paz y la seguridad internacionales ». Sus poderes son amplísimos, pues en caso de quebrantamiento de la paz, de agresión o de amenaza de agresión está
obligado a tomar medidas que van desde las gestiones de conciliación
para obtener un arreglo pacífico de las controversias
hasta las de
carácter coercitivo, como sanciones económicas y aun el empleo de
la fuerza armada, para lo cual la carta prevé que los Estados miembros «de conformidad
con un convenio especial» deberán, cuando
lo solicite el Consejo de Seguridad,
poner a su disposición «las
99
LA
MUJER
CIUDADANA
fuerzas armadas, la ayuda y las facilidades, incluso el derecho de
paso, que sean necesarios para el propósito de mantener la paz y la
seguridad internacionales».
El Consejo Económico y Social, por su parte, está llamado a
responder del desempeño de las funciones de la organización
relativas a la promoción
de «niveles de vida más elevados, trabajo
permanente para todos, condiciones de progreso y desarrollo económico y social»; a ocuparse de «asuntos internacionales,
de carácter
económico, social, cultural, educativo y sanitario y otros asuntos
conexos»; y a «promover el respeto a los derechos humanos y a las
libertades fundamentales
de todos».
Aparte de esta tarea directora, que lo constituye en el instrumento
más importante
de la cooperación Internacional
en el orden social
y económico, este consejo podrá coordinar las actividades
de los
organismos especializados,
mediante consultas con ellos y haciéndoles recomendaciones.
LOS
ORGANISMOS
ESPECIALIZADOS
La obra de cooperación internacional
en el importante
campo económico y social, tan vital para el mantenimiento
de la paz, según
la nueva concepción de la seguridad que inspiró a los autores de la
carta, sería incompleta
si no existieran organismos de carácter ejecutivo, aptos para llevar al terreno de las realizaciones concretas los
principios y objetivos de la misma carta y las recomendaciones
del
Consejo Económico y Social, en cada una de las diferentes ramas de
la actividad
social y económica. Por tal razón, la carta dispuso
expresamente, en su artículo 57, que «los distintos organismos especializados
establecidos
por acuerdos intergubernamentales,
que
tengan amplias atribuciones
internacionales
definidas en sus estatutos y relativas a materias de carácter económico, social, cultural,
educativo, sanitario y otras conexas, serán vinculados con la Organización [de las Naciones Unidas] de acuerdo con las disposiciones
del artículo 63 ». «Tales organismos especializados - agrega - así
vinculados con la organización,
se denominarán
en adelante los
‘organismos especializados’. »
En virtud de estas disposiciones, algunos organismos especializados establecidos antes de la creación de las Naciones Unidas, como
la Organización
Internacional
del Trabajo y la Unión Postal Universal, se vincularon a las Naciones Unidas en calidad de organismos
especializados. Pero existían otros campos donde no había ninguna
institución
para canalizar la colaboración
internacional;
por esto,
la propia Organización
de las Naciones Unidas tomó la iniciativa
de recomendar la creación de nuevos organismos y aún sugirió los
100
LA
MUJER
EN
LA
VIDA
INTERNACIONAL
procedimientos
que determinaron
la convocación
de conferencias
especiales que dieron nacimiento a tales organismos. Fué ése, entre
otros, el caso de la Organización
Mundial de la Salud y de la antigua
Organización
Internacional
de Refugiados.
La característica
de los organismos especializados es que tanto su
composición y organización
como su administración
y dirección son
independientes
de las Naciones Unidas. Se rigen por sus propios
estatutos y sus miembros no son precisamente
los mismos de las
Naciones Unidas. Así, por ejemplo, hay algunas instituciones especializadas que agrupan acerca de ochenta Estados, mientras las
Naciones Unidas cuentan sólo con sesenta Estados miembros.
Puede afirmarse que los organismos especializados actualmente
existentes abarcan casi todo el campo de la actividad
humana,
donde la colaboración
internacional
podría hacerse presente. Tal
vez la excepción más notoria podría ser la de la industria, pues está
al margen de la acción de aquéllos.
La sola enunciación de los organismos especializados da una idea
aproximada
de la actividad que desarrollan:
Banco Internacional
de Reconstrucción
y Fomento; Fondo Monetario
Internacional;
Organización
para la Alimentación
y la Agricultura;
Organización
de Aviación
Civil Internacional;
Organización
Internacional
del
Trabajo;
Organización
Meteorológica
Mundial;
Organización
Mundial
de la Salud; Organización
de las Naciones Unidas para
la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) ; Unión Internacional de Telecomunicaciones;
Unión Postal Universal.
Además de estos organismos ya establecidos, hay dos que, aun
cuando su creación ha quedado acordada en sendas conferencias,
no han podido todavía comenzar a funcionar,
debido a que los
convenios constitutivos
no han obtenido el número suficiente de ratificaciones para entrar en vigor. Son la Organización
Internacional
de Comercio y la Organización
Consultiva
Marítima
Intergubernamental. En lo que se refiere a los problemas de comercio, desde
hace tres años y en tanto se establece la organización
especializada
funciona la Comisión Interina de la Organización
Internacional
de
Comercio, que ha tomado a su cargo algunos de los aspectos más
importantes
de la Carta de Comercio y Empleo, adoptada en La
Habana en 1948, especialmente aquellos relacionados con acuerdos
aduaneros, a través del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros
y Comercio.
101
LA
MUJER
CIUDADANA
AYUDA
QUE
DE
NACIONES
LAS
LOS
PAÍSES
UNIDAS
PUEDEN
Y DE
RECIBIR
SUS
POR
ORGANISMOS
CONDUCTO
ESPECIALIZADOS
Es indudable que el mayor beneficio que las naciones y los pueblos
pueden recibir de las Naciones Unidas y de sus organismos especializados procederá de su obra universal de promoción
de mejores
condiciones económicas y sociales de vida. Las Naciones Unidas,
al investigar y analizar los grandes problemas del desarrollo económico de las zonas atrasadas o de la estabilidad
económica de los
países industriales,
y al sugerir o propugnar
soluciones de tipo
general, contribuyen
poderosamente
al bienestar de todos los individuos y, por ello, al de todos los pueblos.
También lo hacen los organismos especializados,
al orientar la
cooperación internacional
en cada uno de los grandes campos de
su actividad,
dando normas generales sobre problemas tan importantes como son las condiciones de trabajo y seguridad social, el
analfabetismo,
las enfermedades sociales y las demás enfermedades
que diezman a poblaciones enteras, el mejoramiento
de las comunicaciones marítimas, postales 0 telefónicas. Lentamente van imponiendo un criterio técnico y científico, incitando a la cooperación
general a sectores cada día más numerosos,
coordinando
las
actividades
nacionales, provocando
un sentido de responsabilidad
internacional
que es indispensable
estimular y activar, en vista
de la interdependencia
de los problemas
y de las diferentes
situaciones.
Pero ni las Naciones Unidas ni los organismos especializados se
han contentado con esta labor de carácter general. Han querido
llegar al terreno mismo, a cada país necesitado, para colaborar con
los pueblos en la solución de sus problemas específicos. Por tal razón
y con tal objeto se han establecido los programas de asistencia técnica
u obras como el Fondo Internacional
de Socorro a los Niños
(UNICEF)
organizado por las Naciones Unidas para ayudar directamente con alimentos, vestuario o de otro modo a millones de niños
indigentes y subalimentados
en el mundo entero.
Tanto las Naciones Unidas como cada uno de los organismos
especializados poseen sus propios programas de asistencia técnica,
sufragados por su presupuesto ordinario. Además, todas estas instituciones, junto con las Naciones Unidas, han organizado un gran
plan que se denomina programa ampliado de asistencia técnica,
administrado
por una junta en que están representados todos los
países participantes
y costeado por contribuciones
voluntarias,
que
ordinariamente
pasan de 20 millones de dólares al año.
Mediante estos programas, los países pueden recibir y reciben una
ayuda efectiva que les procura el envío de misiones técnicas, información técnica, equipos y materiales, y las ventajas de la investiga102
LA
MUJER
EN
LA
VIDA
INTERNACIONAL
ción técnica, el adiestramiento
internacional
mediante becas y conferencias internacionales,
reuniones y seminarios.
Los tipos de asistencia que las Naciones Unidas y los organismos
especializados prestan son enormemente
variados, según las necesidades de cada país en relación con su desarrollo
económico,
bienestar social, administración
pública o cualquier materia incluída
en las posibilidades
de acción de alguno de los organismos especializados. Por ejemplo, puede pedirse ayuda técnica en materia de
nutrición, pesca, silvicultura,
industria, productividad,
transportes,
habitación,
educación fundamental
y técnica, investigación
científica, salud, lucha contra enfermedades
contagiosas,
economía
general, finanzas públicas, etc.
COOPERACIÓN
DE
LOS
CIUDADANOS
CON
LAS
NACIONES
UNIDAS
Las Naciones Unidas, no obstante sus altos objetivos, son una organización que sufre de limitaciones y deficiencias. Su órgano ejecutivo
por excelencia, el Consejo de Seguridad, no ha podido realizar todas
las atribuciones
que la carta le confiere, porque no cuenta con una
fuerza armada internacional,
aunque la carta la prevé, para llevar
adelante su misión en casos de quebrantamiento
o amenazas de
quebrantamiento
de la paz. Por lo tanto, las Naciones Unidas han
trabajado por los objetivos que les fija su carta, a base de recomendaciones y resoluciones. Su única arma es, por ahora, la persuasión;
y su única fuerza,la fuerza moral de sus altos principios humanitarios.
No obstante, las Naciones Unidas son el único y más decisivo
instrumento
de paz con que cuenta el mundo hasta el momento y
el mejor medio descubierto hasta ahora para luchar por la seguridad
y el progreso humano.
Las Naciones Unidas son una asociación de Estados y de pueblos.
Los pueblos y los Estados se componen de individuos,
los cuales,
a su vez, se organizan en grupos, pequeños o grandes, siguiendo los
diversos campos de la actividad
humana. No son una entidad
abstracta de origen y actividades
extrañas a nuestro mundo. Las
Naciones Unidas somos todos los seres humanos; todos formamos
parte de ellas y tenemos ante ellas grandes responsabilidades,
tanto
de orden individual
como colectivo. Su éxito significa el éxito de los
pueblos del mundo y por lo tanto, el de cada uno de nosotros; y su
fracaso emplicará que nosotros mismos, individual
y colectivamente,
hayamos fracasado.
No podemos desvincularnos de esta responsabilidad
directa frente
a la organización
mundial.
Las Naciones Unidas no pueden ni
podrán jamás realizar obra constructiva
en ninguno de los campos
de su múltiple actividad si no cuenta con el apoyo total y sin reservas
103
LA
MUJER
CIUDADANA
de los pueblos del mundo. Y este deber de cada individuo no es un
deber que se cumple en beneficio de tal o cual país, de tal o cual
grupo humano, sino en favor de toda la humanidad,
de todos los
países y de todos los grupos humanos sin excepción. Por eso, toda
campaña contra las Naciones Unidas, contra su acción y sus principios constituye un acto delictuoso, contrario a la lealtad que debemos a nuestras propias patrias. El fracaso definitivo de las Naciones
Unidas constituiría una catástrofe para todos los seres humanos en
cualquier región del mundo.
La necesidad de este indispensable
apoyo a la acción de las
Naciones Unidas es lo que da tanta importancia
a la colaboración
de vastos sectores, organizados nacional o internacionalmente.
No
existe un medio más eficaz de movilizar a la opinión pública mundial en torno a los objetivos, principios
y acción de las Naciones
Unidas que el que proporcionan
las organizaciones
no gubernamentales que representan a millones de individuos afiliados a ellas
a través de las respectivas organizaciones
nacionales. A su vez, esta
opinión pública consciente y bien informada
puede influir en las
Naciones Unidas, como también en la actitud que adopten los
diferentes países en los problemas internacionales
que en ellas se
debaten. A las organizaciones
no gubernamentales
reconocidas
como entidades consultivas corresponde dar a conocer en las Naciones Unidas las tendencias y reacciones de esa opinión. De esta
manera se forma la necesaria relación e influencia mutua entre los
pueblos y las Naciones Unidas, que es indispensable para una acción
eficiente y constructiva.
Hasta hoy la participación
de las organizaciones
no gubernamentales en las Naciones Unidas, aun siendo muy eficiente en algunos aspectos, se ha limitado
a ciertas actividades
como derechos
humanos, derechos de la mujer, derechos sindicales y algunos aspectos económicos. Pero ha llegado el momento en que el interés de los
grandes grupos de opinión representados por estas organizaciones
se manifieste en todas las actividades de las Naciones Unidas, en
sus consejos, en sus comisiones y subcomisiones. Son estas organizaciones las llamadas a velar por que la acción de las Naciones Unidas
no se desvincule del interés de los pueblos mismos, a veces divorciado
o en contradicción
con el de los gobiernos, que están representados
por sus delegaciones en las Naciones Unidas.
Las organizaciones
no gubernamentales
en general y las constituídas por entidades locales o nacionales femeninas, en los diferentes
campos de su actividad y de sus objetivos, están haciendo valer, cada
vez con mayor fuerza, en las Naciones Unidas y en la opinión
pública de los respectivos países, el papel creciente que estas agrupaciones, y la mujer en especial, desempeñan en las esferas públicas
nacionales e internacionales.
Esta acción constituye un elemento
104
LA
MUJER
EN
LA
VIDA
INTERNACIONAL
poderoso, tanto en lo material como en lo espiritual,
de la gran
empresa del progreso humano y ayuda a clarificar y establecer las
bases esenciales de una política que lleve a una paz duradera, que
libre a la humanidad
del miedo y de la inseguridad y le asegure la
libertad y el bienestar a que tiene derecho.
Una política de este tipo solo puede desarrollarse en torno a las
Naciones Unidas, a base de sus principios y objetivos, con la cooperación de todos los pueblos del mundo, por conducto de los gobiernos
y de la opinión pública organizada, representada por todas las organizaciones no gubernamentales
que tienen voz en los organismos
de las Naciones Unidas.
;Cómo pueden los individuos ayudar a realizar esta acción? Los
ciudadanos de los países miembros de las Naciones Unidas están
representados en ellas por sus gobiernos. El gobierno envía delegados
a las conferencias de las Naciones Unidas y a los organismos permanentes de que cada gobierno forma parte; y presenta por conducto de tales delegados las proposiciones y resoluciones que orientan
la acción de la organización
mundial.
Si bien es cierto que de conformidad
con las atribuciones
que
confiere la constitución
política del Estado, en la mayoría de los
países, es el poder ejecutivo el que tiene la función de determinar
la respectiva política exterior, no lo es menos que el poder legislativo
desempeña cada vez más un papel importante
en la dirección de la
política exterior de los países.
El poder legislativo,
constituído en la mayoría de los países por
las dos cámaras del parlamento,
está formado por los representantes
que los ciudadanos eligen y en los cuales delegan su facultad de
gobernarse. Los ciudadanos que tienen interés en la actitud que su
país adopte frente a las diversas situaciones internacionales
deben
hacer presente su opinión ante los representantes
que han elegido,
ya sea en forma individual
o colectivamente
por los partidos políticos
o las organizaciones
de que forman parte. Los representantes
en el
parlamento
expresan, por lo menos en teoría, la opinión de sus
representados.
Tienen la obligación
de adoptar los criterios que
correspondan
al sentir del grupo de ciudadanos que los ha elegido
y son los mandatarios de ese grupo de opinión. Es verdad que, en la
práctica, los parlamentarios,
una vez elegidos, generalmente
se desvinculan de la opinión de los ciudadanos que les dieron su voto.
Rompen el lazo de contacto mutuo que debe existir entre representantes y representados, que permite a los votantes estar informados
del curso de la política del gobierno; y a los representantes,
conocer
la opinión de sus electores sobre las diversas situaciones de interés
nacional e internacional
en que el ciudadano elector tiene derecho
a intervenir.
Así como en la determinación
de la política nacional
el ciudadano individual
constituye la unidad fundamental
del poder
105
LA
MUJER
CIUDADANA
político, en la política internacional
el ciudadano individual
constituye la opinión básica que determina la orientación
del gobierno
en los asuntos de política exterior.
Por otra parte, las Naciones Unidas son una asociación de Estados
que contribuyen
a costear su funcionamiento
con cuotas proporcionales cuya cuantía determina la organización.
Las sumas que los
diversos países aportan y que el Congreso autoriza provienen de las
contribuciones
que pagan los ciudadanos. Puesto que es el ciudadano
el que costea la organización,
su derecho y su obligación,
como
contribuyente,
de participar
en la acción de las Naciones Unidas
es ineludible,
ya sea por conducto de su gobierno o por conducto
de los delegados que el gobierno nombra, o mediante las organizaciones nacionales afiliadas a las organizaciones internacionales
reconocidas como entidades consultivas por las Naciones Unidas.
Muchas de las medidas y resoluciones que las Naciones Unidas
adoptan sobre diferentes asuntos que interesan a todos los países
miembros de la organización,
o a grandes regiones del mundo, son
enviadas a los Estados miembros para su aprobación.
Algunas de
estas medidas, que revisten la forma de convenios multilaterales
o
convenciones mundiales,
han de ser aprobadas por una decisión
legislativa
que generalmente
implica modificaciones
de las leyes
nacionales de los países.
La forma en que los representantes
parlamentarios
actúen con
respecto a las resoluciones y recomendaciones de las Naciones Unidas
dependerá del apoyo que los ciudadanos presten a tales recomendaciones y de la presión que ejerzan sobre sus representantes en el
parlamento.
Por último, en la mayoría de los países existen entidades nacionales afiliadas a organizaciones
no gubernamentales
internacionales que tienen voz en las Naciones Unidas. Influyendo
en la
determinación
de la política de estas entidades nacionales, todo
ciudadano encuentra camino expedito para comunicarse
con las
Naciones Unidas, y este medio puede ser eficazmente utilizado para
fortalecer y estimular la política de paz permanente y de bienestar
humano que las Naciones Unidas promueven
con sus planes de
progreso social, económico y cultural.
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