220-004788 del 01 de Febrero de 2007 Ref: Régimen de responsabilidad de los administradores. Responsabilidad de la junta directiva y del representante legal ante actos ejecutados por él sin contar con autorización de aquella. Me refiero a su escrito remitido vía e-mail, radicado en esta Superintendencia con el número 2007-01-005272, mediante el cual, de una parte, solicita conceptos proferidos por la Entidad, así como normatividad y jurisprudencia, relacionados con la responsabilidad de la junta directiva de una sociedad, y de otra, requiere se le informe hasta dónde se predica responsabilidad del citado órgano colegiado de administración y del representante legal frente a actos ejecutados por él en extralimitación de sus funciones. En relación con los temas objeto de su consulta, le informo: 1. RESPONSABILIDAD DE LA JUNTA DIRECTIVA DE UNA SOCIEDAD. Frente al tema de la responsabilidad de los administradores de una sociedad, entre quienes, de conformidad con lo expuesto en el artículo 22 de la Ley 222 de 1995 se encuentran los miembros de junta directiva, este organismo expidió la Circular Externa No. 09 del 8 de julio de 1997, cuya copia adjunto al presente, con la cual la Entidad se refiere a los alcances de los artículos 22, 23 y 24 de la Ley 222 de 1995, que regulan la materia. En cuanto a la doctrina expuesta sobre este tema por parte de la Superintendencia de Sociedades, a continuación, transcribo apartes del Oficio 220-73928 del 30 de diciembre de 2000, que se refiere a tal particular: “ … a) ¿Cuál es el alcance de la responsabilidad de los suplentes del representante legal y de los miembros de la junta directiva? b) ¿Los suplentes de los administradores son responsables de las actuaciones de la sociedad aún cuando no hayan ejercido los respectivos cargos principales? Para dar respuesta a los interrogantes, sea lo primero precisar que en los términos del artículo 22 de la Ley 222/95 son administradores, el representante legal, el liquidador, los miembros de junta directiva y todos aquellos que de acuerdo con los estatutos detenten actividades o desarrollen gestiones administrativas, así no tengan la representación legal de la compañía, entre otros. Por su parte, el artículo 24 de la citada ley, contiene el régimen especial de responsabilidades aplicable a quienes de acuerdo con el artículo 22 ibídem son administradores, y por tanto son éstos los llamados a responder por los actos o contratos celebrados a nombre de la sociedad que causen perjuicios a ella misma, a los asociados o a terceros vinculados jurídicamente con el ente societario. De la simple lectura de la normatividad mencionada, se observa que cuando el legislador se refiere a los administradores, representante legal, liquidador o miembros de junta directiva, lo hace de manera general, sin distinguir si su ejercicio es como principal o suplente, lo que significa que quienes ostenten tal calidad, se encuentran obligados a cumplir con las funciones y deberes establecidos en la ley, observando las pautas de conducta consagrada en el artículo 23 de la misma… ” . En la página web de la Superintendencia, cuya dirección aparece descrita en el rótulo inferior de esta página, pueden ser consultados diversos conceptos que sobre este mismo particular ha emitido la Entidad a partir de la vigencia de la Ley 222 de 1996, esto es, junio de 2006, por lo cual le sugiero recurrir a dicho medio con el fin de ampliar la información del caso. Así mismo, podrá obtener información sobre la jurisprudencia proferida por las altas Cortes sobre el tema en comento, visitando las páginas web de estas mismas (www.secretariasenado.gov.co). Como dato académico, le anticipo que la Corte Constitucional profirió la Sentencia C-123 de 2006, por medio de la cual se pronunció respecto de la presunción de culpa de los administradores, a que se refiere el artículo 25 de la Ley 222 de 1995. 2. RESPONSABILIDAD DE LA JUNTA DIRECTIVA EN RELACIÓN CON ACTOS EJECUTADOS POR EL REPRESENTANTE LEGAL SIN CONTAR CON LA AUTORIZACIÓN DE DICHO ÓRGANO COLEGIADO DE ADMINISTRACIÓN. Referente a la responsabilidad del representante legal frente a los actos o contratos ejecutados por éste a nombre de su representada, en extralimitación de sus funciones, la que puede deducirse en el caso de actuar sin contar con las autorizaciones del caso, le trascribo apartes del Oficio 220-33104 del 16 de julio de 2004, expedido por esta Oficina, el cual se refiere a dicho tema: "… Me gustaría saber su concepto sobre la normatividad existente en materia (sic) de extralimitación de facultades de los representantes legales de una sociedad donde están facultados para realizar contratos por valor de 100.000.000 (cien millonesde (sic) pesos) y estos realizan contratos por valor de 1000.000.000 (milmillones (sic) de pesos), así las cosas lasociedad (sic) o empresa enla(sic) que están suscritos avala la acción (sic) realizada pör (sic) dicho representante." Al respecto es oportuno hacer referencia, en primer lugar, a la previsión del artículo 196 del Código de Comercio, según el cual: "La representación de la sociedad y la administración de sus bienes y negocios se ajustarán a las estipulaciones del contrato social, conforme al régimen de cada tipo de sociedad. A falta de estipulaciones, se entenderá que las personas que representan a la sociedad podrán celebrar o ejecutar todos los actos y contratos comprendidos dentro del objeto social o que se relacionen directamente con la existencia y el funcionamiento de la sociedad. Las limitaciones o restricciones de las facultades que no consten expresamente en el contrato social inscrito en el registro mercantil no serán oponibles a terceros" En armonía con el anterior, el artículo 23 de la Ley 222 de 1995 que consagra los deberes de los administradores, incluye como uno de ellos el de "Velar por el estricto cumplimiento de las disposiciones legales o estatutarias" A su turno, el artículo 200 ibídem, modificado por el artículo 24 de la Ley 222 de 1995, establece el alcance de la responsabilidad de los administradores a cuyo efecto señala que ella será: "solidaria e ilimitadamente de los perjuicios que por dolo o culpa ocasionen a la sociedad, a los socios o a terceros." Conforme a las normas citadas se puede colegir, que el legislador a fin de dotar de la seguridad jurídica necesaria los actos de los administradores, en este caso los del representante legal de la sociedad, establece un marco jurídico claro y expreso que permita identificar a los terceros el límite de sus facultades y sus deberes, en tanto actúe como representante legal del ente societario. En consecuencia, si el administrador se extralimita en el ejercicio de sus atribuciones, aunque sus actuaciones fueran avaladas con posterioridad por la sociedad a través del órgano social que corresponda, ello no libera al presunto infractor de los daños y perjuicios causados, si los hubiere, circunstancia que corresponde debatir ante la justicia ordinaria… ” . En relación con la responsabilidad de los miembros de la junta directiva respecto de actos o contratos ejecutados por el representante legal sin contar con la autorización de ésta, debiendo por estatutos contar con la misma previa su realización, cabe mencionar lo consagrado en el artículo 24 de la Ley 222 de 1995, según el cual, no estarán sujetos a responsabilidad alguna los administradores que no hayan tenido conocimiento de la acción o hayan votado en contra, siempre que no la ejecuten, con lo cual se colige que no asistirá a los mismos responsabilidad civil alguna por los actos adelantados por el representante legal en extralimitación de sus facultades. Contrario sensu, en el caso anotado, les asiste a los miembros del citado órgano colegiado de administración, la responsabilidad administrativa de efectuar las gestiones a que haya lugar, ya sea con el fin de regularizar tal extralimitación (ésto, en cumplimiento de su deber a que alude el numeral 2° del artículo 23 ibídem, de velar porque al interior de su administrada se de cumplimiento a las disposiciones legales y estatutarias que la rigen), por lo cual, si a ello hay lugar, deberán gestionar la convalidación del acto o contrato por parte del órgano competente, o de dejar sin efecto el acto o contrato ilegal (Según el artículo 23 citado, es deber de los administradores actuar siempre en interés de la sociedad y en el de sus asociados). En los anteriores términos absuelvo su consulta, no sin antes observarle que el alcance de este concepto es el mismo al que alude el artículo 25 del Código Contencioso Administrativo.