Entrevista Entrevista P. Ubaldo Montiel Peña “Padres cuiden a sus hijos, preocúpense de ellos en cada etapa de su crecimiento” En La sede parroquial San Juan Bautista que es también la Catedral de la ciudad y sede del Obispo Óscar Blanco Martínez, encontramos desde hace ya 16 años al Párroco, Ubaldo Montiel Peña, sacerdote diocesano próximo a celebrar 31 años de ministerio. Aunque el templo es también referente arquitectónico de Calama, por estos días su ubicación privilegiada y fácil acceso, se ha visto dificultado por las obras de remodelación de la Plaza 23 de Marzo, pero con estos inconvenientes y el ruido que interrumpe el silencio que muchos buscan en el lugar, nos recibe en su oficina el Padre Ubaldo. Nos comenta de entrada que le han acompañado en la parroquia el Padre Gilberto Cardona y actualmente el Padre Jesús Antonio. Nos deja en claro que se trata de una comunidad que tiene todos sus servicios pastorales funcionando a pesar de ser un lugar para muchos de paso. “Aquí llegan muchas personas a confesarse o simplemente con la intensión de un consejo, agobiados por dificultades familiares en sus matrimonios o padres incapaces de atender problemas de hijos atrapados por la droga u otras dificultades, es el lugar al que recurren trabajadores que cargan con la culpa de la infidelidad, ¿Al ser esta una Iglesia de paso como usted dice, logra percibir un cambio en la actitud de la sociedad en general hacia la vida eclesial? cristiana. Sí claro, hay cambios culturales muy significativos que han influido en la sociedad, especialmente la tecnología y el acceso a ella. Hoy el uso por ejemplo del celular, en vez de ser un facilitador de comunicación hace que se esté perdiendo el dialogo entre las personas y familia. Muchos y especialmente los jóvenes, se aíslan con la música que escuchan desde sus equipos a través de audífonos, o las conversaciones sin pausa que les quita cualquier otra atención, eso no sólo los distrae, sino que dificulta la conversación en la familia, tan necesaria. Esta falta de educación en valores hoy la observamos en niños y jóvenes que son protagonistas de hechos de violencia, robos y drogadicción. Todos ellos tienen familia, tal vez no todas bien constituidas, pero muchas pudiendo entregar valores profundos, no los entregan. Pero los matrimonios, aquellos que han formado familia también son responsables de estas carencias afectivas con las que crecen los hijos. La falta de diálogo entre ellos, se refleja en la baja participación en la vida sacramental, hay menos jóvenes motivados por recibir los sacramentos de la comunión y confirmación, porque tienen otros intereses y eso al final trae consecuencias negativas en su formación espiritual y especialmente alejados de la vida ¿Hay una crisis a su juicio en la relación padres e hijos, cuáles pueden ser las causas? Yo sin tener un pensamiento machista creo que el hecho de que trabajen los padres y madres, ha dejado que la crianza de los hijos sean los abuelos sin que les corresponda esta responsabilidad o en las empleadas, los que tienen los medios para hacerlo, en algunos casos los niños se crían solos. Lamentablemente esto ha traído falta de cercanía entre padres e hijos. “Los hijos le van a hacer una pregunta a los padres y estos responden, oye no me molestes no ves que vengo cansado” Entrevista desempeñan una responsabilidad política gobernante, un ejemplo son los acontecimientos en que se han visto involucrados algunas personalidades, entonces algunos reflexionan, Si ellos lo hacen, porqué no, nosotros. Podemos caer en un caos profundo si no atendemos estos hechos con decisión. Y la Iglesia ¿qué responsabilidad tiene? Si no acogemos los llamados que nos hacen, no avanzamos mucho, ejemplo este es el año de la Misericordia, no puedo generalizar, pero cuántos asumen esta invitación que nos hace la Iglesia. La Conferencia Episcopal nos entregan planes pastorales en cada etapa de nuestra vida y las tratamos de poner en práctica los sacerdotes y laicos, pero nos falta mayor impulso, como dice el Papa Francisco -ser pastores con olor a oveja-, seguir ese pastoreo más profundo cuesta mucho, porque estamos más imbuidos hacia adentro de la Iglesia que en responder a la propuesta de ser una Iglesia en salida. ¿Qué se puede hacer para ser un mejor aporte a esta sociedad? Especialmente para los que nos conducen, aquellos que tienen una responsabilidad mayor, gobierno, políticos que no miden consecuencias de sus leyes, sin considerar la persona humana, Yo no digo que no se hagan leyes, pero en muchas de estas decisiones también es necesario acompañar, por ejemplo en la legalización del aborto. A la Iglesia le ha sido muy difícil poder discernir los signos de los tiempos y poder desarrollar un proceso como aporte para la sociedad, especialmente para la familia. Yo pienso que debemos dar un paso distinto, junto con entregar la formación cristiana, tenemos que pensar en cómo formar el criterio de los padres para la responsabilidad de conducir a sus hijos. Hace unos días observamos cómo la imagen de Cristo tras una protesta de estudiantes era sacado desde la Iglesia “Gratitud Nacional” y luego destruido. ¿Hay temor que algo similar ocurra en este templo? Y tal vez peor, si no hay políticas orientadas a educar con criterio más humano a la gente y menos material, porque perder el sentido a lo que es realmente trascendente es muy preocupante y doloroso. Respecto del mundo político, de quienes conducen las políticas públicas ¿cuál es su opinión? Hoy hay mucha desconfianza en los líderes o quienes Aquí llegan muchas mujeres para ser escuchadas que toman conciencia de haber abortado, y confiesan lo arrepentidas que están de haber tomado una decisión así y es un dolor en su conciencia que perdura toda la vida por haber matado a su hijo. Se pueden confesar diez veces de lo mismo, es un dolor muy grande para la mujer. En esto no se ven las consecuencias de lo que significa el aborto, sino sólo apuntan a garantizar la libertad del individuo para decidir. Padre si tuviera que enviar un mensaje en relación a todo lo que nos ha expresado a quienes lo orientaría? Yo les diría, Papás cuiden a sus hijos, preocúpense de ellos en cada etapa de su crecimiento, no dejen que sean ellos los que tomen las decisiones, hay que acompañarles y guiar convenientemente. Hoy el peor enemigo de nuestra sociedad es la perdida de diálogo entre nosotros y en la familia. ...Voz