Análisis de la novela Werther y del Romanticismo

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Análisis de la novela Werther y del Romanticismo
Si nos remontamos a través de la historia, los movimientos literarios no son solo una moda del momento sino
que es una manera propia de vivir. Terminando el siglo XVIII el mundo pasaba por una mentalidad el cuál era
muy racionalista, el Neoclasicismo, el cuál en un tiempo después fue suplantado por un modo mucho más
liberal de ver la vida, que busca una respuesta de la existencia humana, donde hay un choque de la realidad
que uno se crea y la del mundo existente en el que el hombre es sensible, romántico, apasionado, melancólico
patriota, amante de la naturaleza y el arte, el Romanticismo.
Un gran representante del Romanticismo fue el poeta, dramaturgo, novelista y filosofo alemán Johann
Wolfgang Goethe que nació en Frankfurt del Maine el año 1749. Goethe procedía de una familia humilde que
se elevó a la clase de ricos gracias a los esfuerzos y méritos de su padre. Cuando era aún un niño mostraba ya
un gran interés por el arte, pero en 1771 se licenció como abogado, al igual que su padre, y aunque esta no
fuera su verdadera vocación, parece ser que resulto ser tan brillante como en muchos otros terrenos de la
actividad humana, motivado siempre por sus inquietudes y su curiosidad.
Podríamos decir que con su obra Werther (1774) inicia el Romanticismo y que más tarde dejara atrás para
alcanzar cimas mas altas. El protagonista, a través de estas cartas destinadas a su buen amigo Wilhelm,
explica todos los sucesos y experiencias que vive en su traslado a un tranquilo y apacible pueblo llamado
Wahlheim, y dedicarse felizmente a la pintura y a la lectura. En este lugar, el joven protagonista se siente feliz
rodeado de hermosa naturaleza y gente sencilla. Conoce a una mujer con sus pequeños y dulces hijos, un
mozo enamorado de la viuda de la casa donde trabajaba, y al administrador del príncipe... Toda esta felicidad
se incrementa cuando conoce Charlotte S., hija del administrador, en un baile organizado por los jóvenes de la
localidad a la que Werther es invitado como pareja de la prima de Lotte (Charlotte), de la cual queda
profundamente enamorado, y aunque ella ya este prometida con un joven llamado Albert, nunca perderá la fe
en creer que ella siente lo mismo por el, y acudirá a menudo a visitarla y a pasear con ella, envuelto siempre
entre escenas idílicas, hogareñas y campestres. El amor del protagonista irá incrementando de una forma
extraordinaria, hasta el extremo de su fatal desenlace.
Si bien ha habido muchos estilos literarios el romanticismo refleja ideales que hasta hoy siguen muy vigentes
en el mundo y en nuestra vida diaria, profundizando este análisis sobre una de las novelas más representativas
de este movimiento, podemos darnos cuenta como se vivía en aquellos tiempos donde la realidad de uno
mismo discordaba con la verdad. Podemos llegar a comprender los sentimientos que movían aquellos
corazones y así acercarnos a una forma distinta de vida de la cual podemos aprender importantes valores que
nos ayudan a construirnos como mejores personas
Hace como unos doscientos años atrás, un grupo de artistas se rebeló contra la entonces predominante
tradición clásica y racionalista del Neoclasicismo y retomaron el uso del color y el movimiento como
expresiones vitales, y se volvieron hacia la naturaleza, situando escenas en tiempos y lugares remotos.
Estamos entonces en el periodo romántico que se desarrolló plenamente en la primera mitad del siglo XIX.
Aunque la palabra romanticismo se ha aplicado para designar un genero literario su influencia fue más allá de
los limites estrictamente literarios y ejerció influencia en otros varios aspectos de la vida, se decía más bien
que es un estado del alma y una manera propia de vivir, en el cual lo primordial era la sensibilidad, capacidad
de conmoverse ante la naturaleza y el arte, donde la imaginación permitió que evadiera la realidad y vivieran
en un mundo de ensueños, ideal e indeterminado.
El romántico idealiza de acuerdo a su personalidad, tiene un exagerado individualismo y cada uno se sentía el
centro del mundo y se propugnó una exaltada valoración de la propia personalidad. Todo esto produce un
rechazo a las normas, y de la vida cotidiana, pero simultáneamente se siente parte importante de ese mundo y
de esa historia. El hombre romántico es egocéntrico e individualista, se señala sus propios fines, busca una
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felicidad imposible y vive una continua agitación interior que a veces conduce al suicidio. Es decir, lleva toda
pasión al extremo, exactamente igual que si en el interior de su corazón se hubiese desatado una tempestad
incontenible.
También se caracteriza por su entrega a la imaginación y la subjetividad, su libertad de pensamiento y
expresión y su idealización de la naturaleza. El romanticismo fue, pues, un estilo de vida cuyos rasgos más
característicos son los siguientes: la imaginación y la sensibilidad serán bandera frente a la razón y la
intelectualidad; el ansia de libertad se manifiesta en contra de todas las formas impuestas que coartan en el
individuo la propia esencia de sí mismo; el instinto y la pasión conducen al ser humano a un entusiasmo
exagerado o a un profundo pesimismo En el caso de conducir al hombre al sentimiento pesimista, provoca en
el romántico la huida que se puede plasmar en dos vías distintas: la de los viajes o la de los suicidios.
El romántico busca nuevos mundos y los encuentra en paisajes lejanos y exóticos, como el lejano Oriente y
las tierras aún inexploradas, o en épocas legendarias. Aún así, no rechaza la religión cristiana; al contrario,
más bien se aferra a ella, puesto que concibe a dios como el único punto de apoyo, que da respuesta al enigma
de la vida.
Werther es un joven de naturaleza muy irracional en sus sentimientos. Es apasionado, sentimental,
inconstante, fatalista, febril, rebelde, crítico, obsesivo, idealizador, podríamos resumirlo en una sola palabra:
un romántico extremo. Todas estas connotaciones de su carácter quedan vigentes en algunos fragmentos a lo
largo del libro, algunas atribuidas por el mismo, otras por su postura en diferentes temas de discusión.
A lo largo de todo el libro, Werther nos muestra cada uno de los rasgos anteriormente dichos. En la carta del
día 30 de Mayo, narra la escena de un mozo, que al hablar de la mujer por quien trabaja, denota sus
sentimientos hacia ella. Werther entusiasmado, nos muestra su apasionamiento en el amor.
En la carta del 16 de Junio, también nos muestra su apasionamiento, cuando conoce a Lotte, calificándola de
ángel, perfecta... donde encontramos en las cartas 16 de Junio, 30 de Julio... Cuando habla del suicidio como
una liberación y signo de valentía en la carta del 12 de agosto, o cuando contra toda supuesta ley, intenta
persuadir al administrador de evitar la condena al mozo asesino, con la excusa de asesinar por motivos tan
bellos como el amor. También destacaremos su fatalismo y su inconstancia.
La pasión que envolvía a Wether era impresionante, todo lo que involucraba a Lotte le hacia ser una persona
muy sentimental, y que actúa con el corazón y no con la razón. Wether estaba encerrado en su propio mundo,
y eso le hacia ver las cosas con un aspecto mucho más limitada. Vive constantemente en la ilusión de que
Lotte le corresponda el amor, y es tal su afán en que vive en un mundo de ensueños, que cuando baja de aquel
se crea un choque, por realidades tan distintas. Y esto trae consigo de que Wether sufra mucho por el amor no
correspondido y que se ponga a su vez muy melancólico. Esto es por las razones antes mencionadas que su
pasión, y su naturaleza irracional hace que se desemboque en actos más bien desmesurados. La impulsividad
que lo aqueja también le hacen jugar malas pasadas.
Si hacemos comparar el estilo de vida y las características de un ser romántico, con el personaje de Werther,
podemos decir que son ínfimamente relacionados entre sí, se podría llegar al punto en que cuando uno
describe el romanticismo esta describiendo a Werther mismo. Es así porque por ejemplo una de las
características del Romántico es ser poseedores de un ardiente y apasionado corazón tal como lo es Werther,
muchas de las características se reflejan en el mismo, por ejemplo el romántico es patriota, respetan las
tradiciones de cada país y en la novela en el baile cuando baile con Lotte a ambos les gustaba el vals alemán,
homenajeando a su tierra y sitiendose orgullosos de ésta. A través del libro también nos pudimos dar cuenta
de que Werther vivía en una fantasía muy lejana a la realidad, y es así como en el romanticismo la gente vivía
lejanos a la realidad y al encontrarse con este hay un gran choque. Si hubiera que decir algo es que la novela
Werther de Goethe es uno de los máximos representantes del romanticismo.
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