el discurso periodístico

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RAFAEL ALBERTI:
BIOGRAFÍA Y OBRA: ver libro de texto
LOS TEMAS:
-
La nostalgia por el paraíso perdido, primero el mar de Cádiz y más tarde, su país.
Esta nostalgia incluye también amores y amigos.
-
La angustia: la pérdida del paraíso produce esta sensación y la necesidad de una
nueva búsqueda.
- Lo social: la situación de España le lleva a desplazar los temas individuales, a favor
de otros que contemplan la situación del país.
EL ESTILO: varía desde las formas:
-
Populares: estribillos, paralelismos, anáforas, repeticiones, versos cortos: romances
y villancicos.
Barroquismo y vanguardia: mezcla la tradición clásica con el vanguardismo:
vocabulario culto, sintaxis rebuscada y alusiones mitológicas.
Surrealismo: en esta etapa escribe una poesía hermética con metáforas irracionales y
elementos futuristas.
EL SIMBOLISMO: muchos son los símbolos que utiliza Lorca y muchas veces son
ambivalentes porque pueden tener sentido positivo y negativo, destacamos:
-
El agua = vida, libertad.
Pozo seco = muerte, ausencia de libertad
Fuentes = agua civilizada, la ciudad.
La ciudad = el destierro en un mundo de indiferencia, lo cotidiano.
Hotel = lugar de paso.
Casa, imágenes hogareñas = alma, salvación, esperanza.
Ventana = salvación, alegría
Desahucio, casa vacía = pérdida de la esperanza.
El mar = el objeto soñado, la aventura, la libertad
El mar del Sur = la naturaleza
El mar del Norte = la tecnología
Marinero, imágenes marineras = la libertad, la infancia
Río = América
El caballo = América
Clavel = América
Espada = España
Toro = España
Ángel negro, expulsado del paraíso = desorientación
Colores oscuros = lo negativo, la amargura.
Colores claros, luminosidad = alegría, felicidad, lo positivo.
Lo inferior, infierno, caverna, cloaca = connotaciones negativas.
Lo superior, paraíso, sol, luna, estrellas, viento, nubes… = connotaciones positivas.
Ángeles buenos = lo positivo.
Ángeles malos (son más abundantes) = lo negativo.
Expresiones en francés = crítica al snobismo.
1
ANTOLOGÍA
Comenzamos con unos poemas de su producción inicial, con los recursos
propios de la poesía popular. Los dos primeros son de Marinero en tierra y los dos
siguientes de La amante
I
El mar. La mar.
El mar. ¡Sólo la mar!
¿Por qué me trajiste, padre,
a la ciudad?
¿Por qué me desenterraste
del mar?
En sueños, la marejada
me tira del corazón.
Se lo quisiera llevar.
Padre, ¿por qué me trajiste
acá?
II
Y ya estarán los esteros
rezumando azul de mar.
¡Dejadme ser, salineros, granito del salinar!
.
¡Qué bien, a la madrugada,
correr en las vagonetas
llenas de nieve salada,
hacia las blancas casetas!
.
¡Dejo de ser marinero,
madre, por ser salinero!
III
¡Castellanos de Castilla,
nunca habéis visto la mar!
¡Alerta, que en estos ojos
del sur y en este cantar
yo os traigo toda la mar!
¡Miradme, que pasa el mar!
IV
Castilla tiene castillos
pero no tiene una mar.
Pero si una estepa grande,
mi amor, donde guerrear.
Mi pueblo tiene castillos,
pero también una mar,
una mar de añil y grande,
mi amor, donde guerrear.
2
El siguiente poema es una letrilla donde se percibe el tono de Góngora, del Góngora
festivo. También observamos notas vanguardistas.
EL TONTO DE RAFAEL (AUTORRETRATO BURLESCO)
Por las calles, ¿quién aquél?
¡El tonto de Rafael!
Tonto llovido del cielo,
del limbo, sin un ochavo.
Mal pollito colipavo,
sin plumas, digo, sin pelo.
¡Pío-pic!, pica, y al vuelo
todos le pican a él.
¿Quién aquél?
¡El tonto de Rafael!
Tan campante, sin carrera,
no imperial, sí tomatero,
grillo tomatero, pero
sin tomate en la grillera.
Canario de la fresquera,
no de alcoba o mirabel.
¿Quién aquél?
¡El tonto de Rafael!
Tontaina tonto del higo,
rodando por las esquinas
bolas, bolindres, pamplinas
y pimientos que no digo.
Mas nunca falta un amigo
que le mendigue un clavel.
¿Quién aquél?
¡El tonto de Rafael!
Patos con gafas, en fila,
lo raptarán tontamente
en la berlina inconsciente
de San Jinojito el lila.
¿Qué runrún, qué retahíla
sube el cretino eco fiel?
¡Oh, oh, pero si es aquél
el tonto de Rafael!
De la etapa del destierro seleccionamos este poema donde junto al anhelo de
volver su voz clama por la reconciliación.
RETORNOS DE UNA SOMBRA MALDITA
¿Será difícil, madre, volver a ti? Feroces
somos tus hijos. Sabes
que no te merecemos quizás, que hoy una sombra
maldita nos desune, nos separa
de tu agobiado corazón, cayendo
atroz, dura, mortal, sobre sus telas,
como un oscuro hachazo.
No, no tenemos manos, ¿verdad?, no las tenemos,
3
que no lo son, ay, ay, porque son garras,
zarpas siempre dispuestas
a romper esas fuentes que coagulan
para ti sola en llanto.
No son dientes tampoco, que son puntas,
fieras crestas limadas incapaces
de comprender tus labios y mejillas.
Han pasado desgracias,
han sucedido, madre, verdaderas
noches sin ojos, albas que no abrian
sino para cerrarse en ciega muerte.
Cosas que no acontecen,
que alguien pensó más lejos,
más allá de las lívidas fronteras del espanto,
madre, han acontecido.
Y todavía por si acaso hubieras,
por si tal vez hubieras soñado en un momento
que en el olvido puede calmar el mar sus olas,
un incesante acoso
un ceñido rodeo
te aprietan hasta hacerte
subir vertida y sin final en sangre.
Júntanos, madre. Acerca
esa preciosa rama
tuya, tan escondida, que anhelamos
asir, estrechar todos, encendiéndonos
en ella como un único fruto
de sabor dulce, igual. Que en ese día,
desnudos de esa amarga corteza, liberados
de ese hueso de hiel que nos consume,
alegres, rebosemos
tu ya tranquilo corazón sin sombra.
LOS ÁNGELES MUERTOS es un poema en versículos. Ejemplo de lenguaje
surrealista. No debemos intentar traducir estos versos a una expresión lógica. Todas las
imágenes presentan objetos rotos extraviados, inservibles. Todo ello da sensación de
destrucción u olvido. No se pide que busquemos a esos ángeles que él ha visto, en realidad nos
pide que busquemos su propia alma. Alberti se encuentra en un mundo en ruinas, con un
corazón destrozado.
LOS ÁNGELES MUERTOS
Buscad, buscadlos:
en el insomnio de las cañerías olvidadas,
en los cauces interrumpidos por el silencio de las basuras.
No lejos de los charcos incapaces de guardar una nube,
unos ojos perdidos,
una sortija rota o una estrella pisoteada.
Porque yo los he visto:
en esos escombros momentáneos que aparecen en las neblinas.
Porque yo los he tocado:
4
en el destierro de un ladrillo difunto,
venido a la nada desde una torre o un carro.
Nunca mas allá de las chimeneas que se derrumban
ni de las hojas tenaces que se estampan en los zapatos.
En todo esto.
Más en esas astillas vagabundas que se consumen sin fuego,
en esas ausencias hundidas que sufren los muebles desvencijados,
no a mucha distancia de los nombres y signos que se enfrían en las paredes.
Buscad, buscadlos:
debajo de la gota de cera que sepulta la palabra de un libro
o la firma de uno de esos rincones de cartas
que trae rodando el polvo.
Cerca del casco perdido de una botella,
de una suela extraviada en la nieve,
de una navaja de afeitar abandonada al borde de un precipicio.
CANCIÓN 8
Hoy las nubes me trajeron,
volando, el mapa de España.
¡Qué pequeño sobre el río,
y qué grande sobre el pasto
la sombra que proyectaba!
Se le llenó de caballos
la sombra que proyectaba.
Yo, a caballo, por su sombra
busqué mi pueblo y mi casa.
Entré en el patio que un día
fuera una fuente con agua.
Aunque no estaba la fuente,
la fuente siempre sonaba.
Y el agua que no corría
volvió para darme agua.
Se equivocó la paloma.
Se equivocaba.
Por ir al norte, fue al sur.
Creyó que el trigo era agua.
Se equivocaba.
Creyó que el mar era el cielo:
que la noche la mañana.
Se equivocaba.
Que las estrellas rocío;
que la calor la nevada.
Se equivocaba.
Que tu falda era tu blusa;
que tu corazón su casa.
Se equivocaba.
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(Ella se durmió en la orilla.
Tú, en la cumbre de una rama)
----El mar. La mar.
El mar. ¡Sólo la mar!
¿Por qué me trajiste, padre,
a la ciudad?
¿Por qué me desenterraste
del mar?
En sueños, la marejada
me tira del corazón.
Se lo quisiera llevar.
Padre, ¿por qué me trajiste
acá?
-----
VIETNAM. UN SONETO PARA TERMINAR
Lo grito fuerte desde Roma: ¡Afuera!
Afuera esos fusiles y cañones
esos cohetes, esos aviones,
esa bandera extraña, esa bandera.
Afuera el que en la paz tan sólo espera
invadir por la paz otras naciones
y planta por la paz sus pabellones
y pide por la paz la tierra entera.
Triste paz tan traída y tan llevada,
triste paloma tan apuñalada
que se puede morir tan de paloma.
Pido la única paz, la verdadera,
la paz de un solo rostro, antes que muera
¡Pido la paz! Lo grito desde Roma.
-----Hace falta estar ciego
Hace falta estar ciego,
tener como metidos en los ojos raspaduras de vidrio,
cal viva,
arena hirviendo,
para no ver la luz que salta en nuestros actos,
que ilumina por dentro nuestra lengua,
nuestra diaria palabra.
Hace falta querer morir sin estela de gloria y alegría
sin participación en los himnos futuros,
sin recuerdo en los hombres que juzguen el pasado
sombrío de la tierra.
Hace falta querer ya en vida ser pasado,
6
obstáculo sangriento,
cosa muerta,
seco olvido.
BALADA DEL ANDALUZ PERDIDO
Perdido está el andaluz
Del otro lado del río.
- Río, tú que lo conoces:
¿ quién es y porqué se vino?
Vería los olivares
Cerca tal vez de otro río.
- Río, tú que lo conoces:
¿ qué hace siempre junto al río?
Vería el odio, la guerra,
Cerca tal vez de otro río.
Río, tú que lo conoces:
¿ qué hace solo junto al río?
Veo su rancho de adobe
Del otro lado del río.
No veo los olivar3es
Del otro lado del río
Sólo caballos, caballos,
Caballos, solos, perdidos.
¡Soledad de un andaluz
del otro lado del río!
¿Qué hará solo ese andaluz
del otro lado del río?
(De Baladas y canciones del Paraná)
MÁS POEMAS DE ALBERTI
http://www.poemas-del-alma.com/rafael-alberti.htm
http://www.ciudadseva.com/textos/poesia/esp/alberti/ra.htm
7
LUIS CERNUDA
BIOGRAFÍA Y OBRA: ver libro de texto
TEMAS: la obra de Luis Cernuda es la representación poética de su propia biografía: Su obra
presenta la constante oposición entre la REALIDAD y EL DESEO. El poeta manifiesta una
actitud contradictoria respecto a la realidad. La ama y a la vez la detesta. Junto a este núcleo
temático aparecen otros temas:
- El amor: es un sentimiento de libertad, representa una manera de alcanzar la realidad.
A veces aparece como una actitud de rebeldía contra las normas sociales. El amor es erotismo y
produce dolor porque se acaba. Mientras dura, representa sufrimiento porque implica
incertidumbre.
- La soledad: es el sentimiento predominante en Cernuda. El ser humano lucha
constantemente contra la soledad, sólo el amor puede salvarlo. Pero el amor se acaba y sólo
queda el recuerdo, luego llega el olvido, que deja un rastro de infelicidad y de amargura.
- El tiempo: No permite que las cosas duren, sino que produce su cambio e incluso su
fin, sólo es posible captar el instante.
-
La naturaleza: se representa como recuerdo o búsqueda. Es el paraíso perdido y, a
la vez, significa la belleza, la felicidad, la perfección.
ESTILO: en su obra conviven las formas clásicas más rígidas (cuartetos, endecasílabos,
estancias…) con el verso libre del surrealismo. La presencia de imágenes irracionales:
La vieja hilaba en su jardín ceniciento
tapias, pantanos, aullidos de crepúsculo.
SÍMBOLOS:
Nube y luz: lo alto, superior, y lo claro.
Muros: la opresión; si caen, la libertad.
Sansueña: España
Cementerio: muerte, desesperanza
Muerte: deseo de dejar de ser
Niebla: ausencia
***
En soledad. No se siente
el mundo, que un muro sella;
la lámpara abre su huella
sobre el diván indolente.
Acogida está la frente
al regazo del hastío.
¿Qué ausencia, qué desvarío
a la belleza hizo ajena?
Tu juventud nula, en pena
el blanco papel vacío.
Primeras poesías (1927)
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QUISIERA ESTAR SOLO EN EL SUR
Quizá mis lentos ojos no verán más el sur
de ligeros paisajes dormidos en el aire,
con cuerpos a la sombra de ramas como flores
o huyendo en un galope de caballos furiosos.
El sur es un desierto que llora mientras canta,
y esa voz no se extingue como pájaro muerto;
hacia el mar encamina sus deseos amargos
abriendo un eco débil que vive lentamente.
En el sur tan distante quiero estar confundido.
La lluvia allí no es más que una rosa entreabierta;
su niebla misma ríe, risa blanca en el viento.
Su oscuridad, su luz son bellezas iguales.
Un río, un amor (1929)
ESTOY CANSADO
Estar cansado tiene plumas,
tiene plumas graciosas como un loro,
plumas que desde luego nunca vuelan,
mas balbucean igual que loro.
Estoy cansado de las casas,
prontamente en ruinas sin un gesto;
estoy cansado de las cosas,
con un latir de seda vueltas luego de espaldas.
Estoy cansado de estar vivo,
aunque más cansado sería el estar muerto;
estoy cansado del estar cansado
entre plumas ligeras sagazmente,
plumas del loro aquel tan familiar o triste,
el loro aquel del siempre estar cansado.
Un río, un amor (1929)
DESDICHA
Un día comprendió cómo sus brazos eran
Solamente de nubes;
Imposible con nubes estrechar hasta el fondo
Un cuerpo, una fortuna.
La fortuna es redonda y cuenta lentamente
Estrellas del estío.
Hacen falta unos brazos seguros como el viento,
Y como el mar un beso.
Pero él con sus labios,
Con sus labios no sabe sino decir palabras;
Palabras hacia el techo,
Palabras hacia el suelo,
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Y sus brazos son nubes que transforman la vida
En aire navegable.
Un río, un amor (1929)
DIRÉ CÓMO NACISTEIS
Diré cómo nacisteis, placeres prohibidos,
Como nace un deseo sobre torres de espanto,
Amenazadores barrotes, hiel descolorida,
Noche petrificada a fuerza de puños,
Ante todos, incluso el más rebelde,
Apto solamente en la vida sin muros.
Corazas infranqueables, lanzas o puñales,
Todo es bueno si deforma un cuerpo;
Tu deseo es beber esas hojas lascivas
O dormir en esa agua acariciadora.
No importa;
Ya declaran tu espíritu impuro.
No importa la pureza, los dones que un destino
Levantó hacia las aves con manos imperecederas;
No importa la juventud, sueño más que hombre,
La sonrisa tan noble, playa de seda bajo la tempestad
De un régimen caído.
Placeres prohibidos, planetas terrenales,
Miembros de mármol con sabor de estío,
Jugo de esponjas abandonadas por el mar,
Flores de hierro, resonantes como el pecho de un hombre.
Soledades altivas, coronas derribadas,
Libertades memorables, manto de juventudes;
Quien insulta esos frutos, tinieblas en la lengua,
Es vil como un rey, como sombra de rey
Arrastrándose a los pies de la tierra
Para conseguir un trozo de vida.
No sabía los límites impuestos,
Límites de metal o papel,
Ya que el azar le hizo abrir los ojos bajo una luz tan alta,
Adonde no llegan realidades vacías,
Leyes hediondas, códigos, ratas de paisajes derruidos.
Extender entonces una mano
Es hallar una montaña que prohíbe,
Un bosque impenetrable que niega,
Un mar que traga adolescentes rebeldes.
Pero si la ira, el ultraje, el oprobio y la muerte,
Ávidos dientes sin carne todavía,
Amenazan abriendo sus torrentes,
De otro lado vosotros, placeres prohibidos,
Bronce de orgullo, blasfemia que nada precipita,
Tendéis en una mano el misterio.
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Sabor que ninguna amargura corrompe,
Cielos, cielos relampagueantes que aniquilan.
Abajo, estatuas anónimas,
Sombras de sombras, miseria, preceptos de niebla;
Una chispa de aquellos placeres
Brilla en la hora vengativa.
Su fulgor puede destruir vuestro mundo.
Los placeres prohibidos, 1931
Si el hombre pudiera decir lo que ama
Si el hombre pudiera decir lo que ama,
si el hombre pudiera levantar su amor por el cielo
como una nube en la luz;
si como muros que se derrumban,
para saludar la verdad erguida en medio,
pudiera derrumbar su cuerpo,
dejando sólo la verdad de su amor,
la verdad de sí mismo,
que no se llama gloria, fortuna o ambición,
sino amor o deseo,
yo sería aquel que imaginaba;
aquel que con su lengua, sus ojos y sus manos
proclama ante los hombres la verdad ignorada,
la verdad de su amor verdadero.
Libertad no conozco sino la libertad de estar preso en alguien
cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío;
alguien por quien me olvido de esta existencia mezquina
por quien el día y la noche son para mí lo que quiera,
y mi cuerpo y espíritu flotan en su cuerpo y espíritu
como leños perdidos que el mar anega o levanta
libremente, con la libertad del amor,
la única libertad que me exalta,
la única libertad por que muero.
Tú justificas mi existencia:
si no te conozco, no he vivido;
si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido.
Los placeres prohibidos, 1931
Unos cuerpos son como flores
Unos cuerpos son como flores,
otros como puñales,
otros como cintas de agua;
pero todos, temprano o tarde,
serán quemaduras que en otro cuerpo se agranden,
convirtiendo por virtud del fuego a una piedra en un
hombre.
Pero el hombre se agita en todas direcciones,
sueña con libertades, compite con el viento,
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hasta que un día la quemadura se borra,
volviendo a ser piedra en el camino de nadie.
Yo, que no soy piedra, sino camino
que cruzan al pasar los pies desnudos,
muero de amor por todos ellos;
les doy mi cuerpo para que lo pisen,
aunque les lleve a una ambición o a una nube,
sin que ninguno comprenda
que ambiciones o nubes
no valen un amor que se entrega.
Los placeres prohibidos, 1931
NO DECÍA PALABRAS
No decía palabras,
Acercaba tan sólo su cuerpo interrogante,
Porque ignoraba que el deseo es una pregunta
Cuya respuesta no existe,
Una hoja cuya rama no existe,
Un mundo cuyo cielo no existe.
La angustia se abre paso entre los huesos,
Remonta por las venas
Hasta abrirse en la piel,
Surtidores de sueño
Hechos carne en interrogación vuelta a las nubes.
Un roce al paso,
Una mirada fugaz entre las sombras,
Bastan para que el cuerpo se abra en dos,
Ávido de recibir en sí mismo
Otro cuerpo que sueñe;
Mitad y mitad; sueño y sueño, carne y carne;
Iguales en figura, iguales en amor, iguales en deseo.
Aunque sólo sea una esperanza,
Porque el deseo es una pregunta cuya respuesta nadie sabe.
Los placeres prohibidos (1931)
DONDE HABITE EL OLVIDO
Donde habite el olvido,
En los vastos jardines sin aurora;
Donde yo sólo sea
Memoria de una piedra sepultada entre ortigas
Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.
Donde mi nombre deje
Al cuerpo que designa en brazos de los siglos,
Donde el deseo no exista.
En esa gran región donde el amor, ángel terrible,
No esconda como acero
En mi pecho su ala,
Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento.
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Allí donde termine este afán que exige un dueño a imagen suya,
Sometiendo a otra vida su vida,
Sin más horizonte que otros ojos frente a frente.
Donde penas y dichas no sean más que nombres,
Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo;
Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo,
Disuelto en niebla, ausencia,
Ausencia leve como carne de niño.
Allá, allá lejos;
Donde habite el olvido.
Donde habite el olvido ( 1933)
Yo fui.
Columna ardiente, luna de primavera.
Mar dorado, ojos grandes.
Busqué lo que pensaba;
pensé, como al amanecer en sueño lánguido,
lo que pinta el deseo en días adolescentes.
Canté, subí,
fui luz un día
arrastrado en la llama.
Como un golpe de viento
que deshace la sombra,
caí en lo negro,
en el mundo insaciable.
He sido.
Donde habite el olvido ( 1933)
SER DE SANSUEÑA *
* SANSUEÑA = ESPAÑA
Acaso allí estará, cuatro costados
Bañados en los mares, al centro la meseta
Ardiente y andrajosa. Es ella, la madrastra
Original de tantos, como tú, dolidos
De ella y por ella dolientes.
Es la tierra imposible, que a su imagen te hizo
Para de sí arrojarte. En ella el hombre
Que otra cosa no pudo, por error naciendo,
Sucumbe de verdad, y como en pago
Ocasional de otros errores inmortales.
Inalterable, en violento claroscuro,
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Mírala, piénsala. Árida tierra, cielo fértil,
Con nieves y resoles, riadas y sequías;
Almendros y chumberas, espartos y naranjos
Crecen en ella, ya desierto, ya oasis.
Junto a la iglesia está la casa llana,
Al lado del palacio está la timba,
El alarido ronco junto a la voz serena,
El amor junto alodio, y la caricia junto
A la puñalada. Allí es extremo todo.
La nobleza plebeya, el populacho noble,
La pueblan; dando terratenientes y toreros,
Curas y caballistas, vagos y visionarios,
Guapos y guerrilleros. Tú compatriota,
Bien que ello te repugne, de su fauna.
Las cosas tienen precio. Lo es del poderío
La corrupción, del amor la no correspondencia;
y ser de aquella tierra lo pagas con no serIo
De ninguna: deambular, vacuo y nulo,
Por el mundo, que a Sansueña y sus hijos desconoce.
Si en otro tiempo hubiera sido nuestra.
Cuando gentes extrañas la temían y odiaban,
y mucho era ser de ella; cuando toda
Su sinrazón congénita, ya locura hoy,
Como admirable paradoja se imponía.
Vivieron muerte, sí, pero con gloria
Monstruosa. Hoy la vida morimos
En ajeno rincón. Y mientras tanto
Los gusanos, de ella y su ruina irreparable,
crecen, prosperan.
Vivir para ver esto.
Vivir para ver esto.
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Vivir sin estar viviendo, 1949
Vivir sPEREGRINO
¿Volver? Vuelva el que tenga,
Tras largos años, tras un largo viaje,
Cansancio del camino y la codicia
De su tierra, su casa, sus amigos,
Del amor que al regreso fiel le espere.
Mas, ¿tú? ¿Volver? Regresar no piensas,
Sino seguir libre adelante,
Disponible por siempre, mozo o viejo,
Sin hijo que te busque, como a Ulises,
Sin Ítaca que aguarde y sin Penélope.
Sigue, sigue adelante y no regreses,
Fiel hasta el fin del camino y tu vida,
No eches de menos un destino más fácil,
Tus pies sobre la tierra antes no hollada,
Tus ojos frente a lo antes nunca visto.
La desolación de la quimera (1962)
MÁS POEMAS DE CERNUDA
http://www.poemas-del-alma.com/luis-cernuda.htm
VICENTE ALEIXANDRE: Nace en Sevilla en 1898, pero pasa su infancia en
Málaga, donde comparte estudios con el futuro escritor Emilio Prados. Después de la
Guerra Civil no se exilia, a pesar de sus ideas izquierdistas, permanece en España y se
convierte en uno de los maestros de los jóvenes poetas. Su libro La destrucción o el
amor obtiene el Premio Nacional de Literatura. Es elegido miembro de la RAE. y en
1977 obtiene el premio Nóbel. La mayor parte de su producción sigue los pasos del
Surrealismo y se constituye en el gran poeta de esta estética; utiliza el versículo y la
imagen visionaria.
POETAS MALAGUEÑOS DE LA GENERACIÓN DEL 27
MANUEL ALTOLAGUIRRE: es posiblemente el poeta más espiritual e intimista de
la Generación del 27. En sus composiciones se observa la huella de San Juan de la Cruz,
Garcilaso de la Vega, Juan Ramón Jiménez y Pedro Salinas. Aunque su producción es
breve y desigual, supo crear un mundo intimista, pero rico en matices. Su poesía es
cálida, cordial, transparente. Canta el amor, la soledad, la muerte, con tonos románticos.
Rasgo sobresaliente de su producción es su musicalidad, con predominio de los versos
cortos y las estrofas de raíz tradicional.
JOSÉ MARÍA HINOJOSA: introductor en España de la poesía surrealista. Murió
asesinado al comienzo de la Guerra Civil Española en la puerta del cementerio de San
Rafael, de Málaga, víctima de la represión republicana.
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JOSÉ MARÍA SOUVIRÓN: activo escritor de poesía, en la que cultiva un cierto
neorromanticismo.
EMILIO PRADOS: funde elementos vanguardistas y surrealistas con sus raíces
arábigo-andaluzas; en su segunda época escribe una poesía social y política con un
lenguaje surrealista. Tras la guerra civil tuvo que exiliarse a México donde escribe
poesías que emanan un profundo sentimiento de desarraigo y soledad.
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