Celebración del Día de la Mujer Trabajadora 2016

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CELEBRACION
DÍA DE LA MUJER TRABAJADORA
SECRETARIADO DE PASTORAL OBRERA
2016
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MONICIÓN DE ENTRADA
Como cristianos y cristianas, nos hemos reunido hoy, para celebrar el Día
Internacional de la Mujer Trabajadora.
Por eso, la celebración del 8 de marzo es una oportunidad para dar gracias
a Dios, Padre y Madre de Misericordia, por todas las mujeres que siguen
luchando y apostando por un mundo más igualitario y justo.
Pero, también este día nos habla de la situación que viven muchas
mujeres. Son demasiadas las que sufren y lloran las injusticias de este
mundo que las condena a seguir siendo discriminadas por el hecho de ser
mujer, por ser trabajadora y por ser pobre.
En este cuarto domingo de cuaresma, camino hacia la Pascua (paso de
Dios y paso de la esclavitud a la libertad), la Iglesia nos ofrece este camino
de conversión para acercarnos más a Jesús y a quienes Él ama. Dios nos
dio la fe para descubrir su presencia en medio de nosotros/as. Lo sentimos
vivo en Cristo Resucitado, en esta Eucaristía y Él se hace también presente
en cada hombre o mujer que sufre...
Hoy el rostro de Cristo... tiene rostro de mujer...
PERDÓN
Dios nos ofrece su palabra para que la escuchemos con fe y la
proclamemos con confianza:
* Señor, Tú nos creaste hombres y mujeres a tu imagen y
semejanza, perdona nuestras faltas de igualdad: Señor ten piedad.
* Señor, Tú nos pides que colaboremos contigo en la obra de la
creación, perdona nuestras faltas de compartir las tareas
domésticas: Cristo ten piedad.
* Señor, Tú nos amas, perdona nuestra falta de amor y de respeto
entre hombres y mujeres: Señor ten piedad.
Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone
nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. Amén
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OFRENDAS
SUGERENCIAS PARA LAS OFRENDAS
1. Pan y vino como signo de entrega, sacrificio y servicio
desinteresado a los demás.
2. Una imagen de la Virgen María, como ejemplo de madre,
de mujer creyente y de camino a seguir e imprescindible en la
historia de la Salvación.
3. El libro de la Constitución española. El artículo 14 dice
que los españoles somos iguales ante la ley, sin que pueda
prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento,
raza, sexo o cualquier otra condición o circunstancia personal
o social.
4. Una biblia abierta por el texto de san Mateo 19,4-12.
Jesús, defiende la igualdad de derechos y deberes de la
mujer, en el tema del divorcio de Moisés, como sobre el
apostolado, cuando se encuentra con la mujer samaritana y
con María Magdalena a quienes les encarga
responsabilidades apostólicas.
ORACIÓN DE LOS FIELES
Llenos de confianza, oremos a Dios, nuestro Padre, para que todas sus hijas e
hijos puedan vivir dignamente con el fruto de su trabajo.
Por la Iglesia, para que reconozca y fomente el imprescindible papel de las mujeres en las
comunidades cristianas y en la misión de evangelizar en los diversos ambientes.
ROGUEMOS AL SEÑOR.
Oremos por la Iglesia, para que sea casa de acogida para todas las personas que sufren y, de manera
especial, para las mujeres marginadas, humilladas, explotadas.
ROGUEMOS AL SEÑOR.
Oremos por los gobiernos de las naciones, para que elaboren leyes justas que impidan la
discriminación de la mujer y favorezcan su promoción y participación plena en la vida social.
ROGUEMOS AL SEÑOR.
Por todas las mujeres que sufren discriminación, maltrato, soledad o abusos en todo el mundo.
ROGUEMOS AL SEÑOR.
Por todas las mujeres: madres, esposas, hijas, hermanas, compañeras... para que sigan aportando a
las familias y a la vida social y eclesial la riqueza de su sensibilidad, su generosidad y su capacidad
de lucha.
ROGUEMOS AL SEÑOR.
Roguemos por nuestras comunidades cristianas, para que vivan la igualdad, el respeto y
el reconocimiento del servicio que cada persona aporta para la construcción del Reino de
Dios.
ROGUEMOS AL SEÑOR
Ayúdanos a ser, Señor, activos y cariñosos, verdaderos y compasivos, audaces y
pacíficos para seguir recreando tu reino de justicia y misericordia.
Por JESUCRISTO NUESTRO SEÑOR. AMÉN
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ACCIÓN DE GRACIAS
BIENAVENTURANZAS DE LA MUJER
+ Bienaventurada la mujer que decide qué hacer y cómo hacerlo, porque
se sentirá representante y no representada.
+ Bienaventurada la mujer que no solo lucha por un día, porque se dará
cuenta de que todos los días del año son una llamada a trabajar por sus
derechos y obligaciones.
+ Bienaventurada la mujer que emprende cualquier acción a favor de su
dignidad, porque su voz se tendrá en cuenta.
+ Bienaventurada la mujer que se da cuenta del camino recorrido,
porque superará todos los obstáculos en su lucha por la igualdad de
oportunidades.
+ Bienaventurada la mujer que lucha en contra de la violencia doméstica
y denuncia sin miedo los maltratos que la humillan, porque recuperará su
dignidad y se sentirá feliz.
+ Bienaventurada la mujer que lee y escribe, es estudia y se forma, cree
y ama, ríe y perdona, acompaña y ayuda, celebra y trabaja, la aventurera y
la valiente, la emprendedora y la justa, porque serán semilla y punto de
referencia para aquellas otras que, aún en medio de los logros conseguidos,
no pueden hablar, ni sonreír, trabajar o triunfar, decidir o aconsejar.
MONICION FINAL:
De la EXHORTACIÓN APOSTÓLICA EVANGELII GAUDIUM DEL SANTO PADRE
FRANCISCO 288:
Cada vez que miramos a María volvemos a creer en
lo revolucionario de la ternura y del cariño. En ella
vemos que la humildad y la ternura no son virtudes
de los débiles sino de los fuertes, que no necesitan
maltratar a otros para sentirse importantes.
Mirándola descubrimos que la misma que alababa a
Dios porque «derribó de su trono a los poderosos» y
«despidió vacíos a los ricos» (Lc 1,52.53) es la que
pone calidez de hogar en nuestra búsqueda de justicia. …
Es la mujer orante y trabajadora en Nazaret, y también es nuestra
Señora de la prontitud, la que sale de su pueblo para auxiliar a los
demás «sin demora» (Lc 1,39). Esta dinámica de justicia y ternura,
de contemplar y caminar hacia los demás, es lo que hace de ella
un modelo eclesial para la evangelización. Le rogamos que con su
oración maternal nos ayude para que la Iglesia llegue a ser una
casa para muchos, una madre para todos los pueblos, y haga
posible el nacimiento de un mundo nuevo. Es el Resucitado quien
nos dice, con una potencia que nos llena de inmensa confianza y
de firmísima esperanza: «Yo hago nuevas todas las cosas»
(Ap21,5).
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