Entidades de Iniciativa Social ante el Anteproyecto de Ley de

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Entidades de Iniciativa Social
ante el Anteproyecto de Ley
de Servicios Sociales
de la CAPV
Presentación
EAPN Euskadi (Red europea de lucha contra la pobreza y la exclusión social en
Euskadi), REAS Euskadi (Red de Economía Alternativa y Solidaria) y Gizardatz
(Asociación de Entidades de Iniciativa e Intervención Social de Bizkaia) presentan su
posicionamiento en relación al Anteproyecto de Ley de Servicios Sociales para la
Comunidad Autónoma Vasca.
Las tres redes, que agrupan a cerca de 70 entidades diferentes de iniciativa social no
lucrativa en el País Vasco, con más de 2.400 profesionales y varios miles de
voluntarios y voluntarias, consideramos necesario aportar nuestra valoración del
Anteproyecto, dado que, en buena medida, somos corresponsables del desarrollo
actual de las actuaciones que en materia de acción social se llevan a cabo en nuestra
comunidad.
Meses antes de que se conociera el primer borrador del texto del Anteproyecto de Ley,
las tres redes hemos trabajado conjuntamente en la formulación de propuestas en
relación a la reforma del Sistema Vasco de Servicios Sociales. Fruto de este trabajo,
presentamos en enero de 2007 un documento titulado “Propuestas para la Nueva Ley
de Servicios Sociales” que aportamos a las mesas de trabajo y participación
impulsadas por el propio Gobierno Vasco. Posteriormente, en julio de 2007, cuando se
presentó el primer borrador del Anteproyecto, emitimos públicamente el comunicado
“Entidades de Iniciativa Social de la CAPV ante el borrador de Ley de Servicios
Sociales”.
Ahora presentamos este documento toda vez que existe un articulado de Anteproyecto
de Ley (diciembre de 2007) que, salvo cambios futuros, está consensuado a nivel
interinstitucional y pendiente de entrar en trámite parlamentario. Nuestra intención,
más allá de hacer público nuestro posicionamiento, es la de influir en las diferentes
instituciones implicadas en el entramado de los Servicios Sociales en la CAPV y,
especialmente, en los grupos parlamentarios, para que la necesaria nueva Ley salga
adelante y lo haga de la mejor forma posible, desde el consenso interinstitucional,
político y social, teniendo en cuenta las aportaciones que presentamos a tal efecto.
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El documento tiene dos partes diferenciadas. En primer lugar, presentamos las bases
fundamentales que a nuestro entender debe contemplar la nueva Ley de Servicios
Sociales y que han sido la guía de todo el trabajo que como redes hemos desarrollado.
En segundo lugar presentaremos aquellas propuestas concretas sobre el texto del
articulado que, desde el punto de vista de las entidades de intervención social no
lucrativa, pueden mejorar el Anteproyecto de cara a conseguir la mejor Ley posible.
Reiteramos la importancia de conseguir un consenso social y político lo más amplio
posible, así como que se tenga en consideración las aportaciones que se realizan
desde las diferentes redes de entidades de intervención social. La vocación de estas
propuestas es la de contribuir a la extensión de políticas sociales que profundicen en
la mejora de la calidad de vida de las personas y colectivos que conforman nuestra
comunidad, especialmente de aquéllas que se encuentran en situación o riesgo de
exclusión social. Esa vocación es la propia razón de ser y la misión en nuestra
sociedad de las entidades que conforman nuestras redes.
Febrero de 2008
EAPN Euskadi
Red europea de lucha contra la pobreza y la exclusión social en Euskadi
Cuevas Ekain 3, 1º · 48005 Bilbao
Tel.: 944 161 884 · Fax: 944 156 319 · coordinació[email protected]
www.eapneuskadi.net
REAS Euskadi
Red de Economía Alternativa y Solidaria
Cuevas Ekain 3, 1º · 48005 Bilbao
Tel.: 944 160 566 · Fax: 944 156 319 · [email protected]
www.economiasolidaria.org
Gizardatz
Asociación de Entidades de Iniciativa e Intervención Social de Bizkaia
Simón Bolívar, 8-b · 48010 Bilbao
Tel.: 944 029 091 · Fax: 944 009 998 · [email protected]
www.gizardatz.net
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Bases fundamentales
para una nueva Ley
de Servicios Sociales
en la CAPV
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1. Necesidad de consenso
Hacemos un llamamiento al necesario consenso político, institucional y social que
debe existir en una materia como la de Servicios Sociales. Nos parece oportuno
recordar que el establecimiento de un sistema de bienestar social sólido y completo,
requiere de la inclusión en él de un Sistema de Servicios Sociales consolidado y que,
para ello, es condición lograr acuerdos más allá de intereses partidistas particulares (a
menudo ajenos a la propia materia) o de discrepancias entre los diferentes niveles
administrativos de actuación competencial de la Comunidad Autónoma Vasca.
Así mismo, es igualmente necesario, el consenso institucional y político con la
sociedad y, especialmente, con aquellas entidades de iniciativa social no lucrativa que
vienen sosteniendo una parte significativa de los recursos y servicios objeto de
regulación por la nueva Ley. Desde ese punto de vista, instamos a los poderes
públicos a que reconozcan las aportaciones que se están presentando desde las
diferentes redes de iniciativa social, entre las que nos encontramos.
2. Necesitamos una nueva Ley de Servicios Sociales
Los cambios que ha sufrido la sociedad en los últimos años están provocando que los
procesos de exclusión y pobreza, además de acrecentarse, obedezcan a nuevas
causas y se presenten bajo nuevas formas; junto a ello no podemos olvidar la
existencia de factores generadores de exclusión que apenas han sufrido cambios.
Este escenario en medio de la complejidad de la realidad territorial vasca y el régimen
de competencias entre Gobierno Vasco, Diputaciones y Ayuntamientos tiene como
consecuencia la dificultad de la realización de proyectos globales de intervención y la
creación de vacíos y “tierras de nadie”. Esta situación de reparto de competencias
afecta de forma especial a los servicios sociales especializados con consecuencias
también en los Servicios Sociales de Base donde detectamos una sobresaturación de
los mismos, que repercute en la atención que se presta, los tiempos de espera y en el
acceso a los recursos sociales. Así mismo, nos encontramos con una insuficiente
estructuración y organización de dichos servicios, dificultades de coordinación del
sistema con otros actores sociales y entre administraciones, así como con las
desventajas derivadas de la división de responsabilidades entre asuntos sociales e
inserción social, por destacar algunas cuestiones relacionadas con esta cuestión.
Todo ello confluye en la necesidad y urgencia de un nuevo marco normativo entorno a
los Servicios Sociales, que aglutine la intervención pública en toda la CAPV, así como
en la necesaria coordinación interinstitucional de todos los agentes para una mejora en
la puesta en práctica de dicha normativa.
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3. Un derecho para todas las personas
Partimos de la concepción de los derechos sociales como elemento necesario para
garantizar los derechos fundamentales o derechos de primera generación. Estos están
reconocidos a toda persona por el hecho de serlo, ya que están destinados a la
protección de su integridad y de su dignidad; la merma en el reconocimiento universal
de todos estos derechos, supondría una limitación de la persona.
Como consecuencia de ello, entendemos que dada la importancia de los derechos
sociales a lo largo de toda la trayectoria de la vida de cualquier persona, disponer de
un Sistema de Servicios Sociales es una condición vinculada al respeto y garantía de
los derechos fundamentales, que pretende en todo caso evitar una situación de
privación del derecho a la igualdad de oportunidades.
En este sentido, estos derechos sociales, en cuanto pilar para el desarrollo de la
dignidad humana, del bienestar de las personas y de los pueblos, deben ser
reconocidos para todas las personas sin distinción. Para el reconocimiento de los
derechos sociales, debe partirse de una situación de igualdad e integración plena, la
cual no se concibe si no es a través del concepto de ciudadanía en términos de
inclusión, pluralidad y graduación a nivel municipal o local. Esta ciudadanía, ha de ser
entendida por tanto, como elemento a través del cual el Estado reconoce derechos a
las personas por cuanto éstas componen la sociedad y forman parte de ella. Por lo
tanto, consideramos el acceso a los Servicios Sociales como parte consustancial del
ejercicio de los derechos fundamentales y defendemos su carácter universal.
4. Un nuevo Sistema de Servicios Sociales
Partiendo de las consideraciones anteriores, necesitamos rediseñar un nuevo Sistema
de Servicios Sociales. Un Sistema que cuente con la regulación y estructura del mismo
rango de reconocimiento y garantía que otros sistemas de protección como el
educativo y/o sanitario. Desde esta perspectiva, reclamamos la equiparación en los
niveles garantistas de los otros pilares del Estado de Bienestar. Un Sistema que
comporte:
-
la aprobación con rango de Ley de un catálogo de servicios que prevea el
despliegue de una cartera regulada por un posterior decreto;
-
una “marca” unificada;
-
una planificación adecuada a las necesidades buscando como fin último el
desarrollo, la participación e inclusión de toda la ciudadanía;
-
un claro compromiso presupuestario por parte de las administraciones públicas
(inversiones e infraestructuras);
-
una territorialización racional;
-
un modelo de gestión de calidad;
-
una adecuada articulación de la participación y la colaboración entre los
diferentes agentes implicados (administraciones, sector de iniciativa social,
población usuaria…);
-
un esfuerzo en investigación, innovación y desarrollo…
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Particularmente, y en una estructura territorial como la del País Vasco, ha de
garantizarse la misma concepción y la misma prestación de servicios en los tres
territorios históricos que garantice la cohesión social de toda la comunidad. Por lo
tanto, la necesaria territorialización de servicios y prestaciones, debe conjugarse con
una perspectiva política global.
5. Servicios Sociales centrados en el desarrollo personal y comunitario
Los Servicios Sociales no deben ser considerados como una mera cuestión técnica
relacionada con la oferta y gestión de un repertorio de prestaciones y servicios
determinados. Desde nuestro punto de vista y desde la experiencia de trabajo de la
iniciativa social, consideramos que la política de Servicios Sociales debe centrarse en
la promoción del desarrollo personal y comunitario; es éste un enfoque de atención
que considera a los individuos de manera personalizada a la vez que vinculados a
redes sociales y comunitarias (familia, grupos, barrio…). Un modelo por tanto, que
dirige su atención tanto a la situación y necesidades de cada persona a lo largo de su
vida, como a los diferentes espacios sociales y comunitarios en los que ésta se
desarrolla.
Este enfoque de los Servicios Sociales promueve por un lado, el desarrollo integral de
la persona en sus diferentes facetas, potenciando el refuerzo de sus capacidades y
fomentando el ejercicio de su ciudadanía; así mismo, promueve el desarrollo
comunitario, puesto que son las diferentes instancias grupales y sociales las que a su
vez benefician a las personas.
De esta manera, los Servicios Sociales deben considerar a la persona en toda su
trayectoria vital, priorizando la atención en sus ámbitos naturales y cercanos. Deben
así mismo, priorizar la actuación preventiva y el desarrollo de la acción social en la
comunidad y con ella, por lo que tendrán que articularse y coordinarse con todos los
sistemas y actuaciones que intervienen en el impulso del desarrollo humano local y
comunitario, así como potenciar, desde la perspectiva del desarrollo comunitario, la
participación ciudadana en sus diferentes facetas: la de las personas usuarias de los
servicios sociales, la de los agentes sociales y movimientos ciudadanos que
intervienen en la comunidad, la de las entidades de iniciativa social que trabajan con
las personas, etc.
6. Servicios Sociales y Entidades de Iniciativa Social
En la nueva Ley debe reconocerse el trabajo realizado a lo largo de la historia por la
iniciativa social organizada y no lucrativa: este sector ha contribuido y contribuye a
configurar el ámbito de los servicios sociales. La Ley de Servicios Sociales tiene
vocación de explicitación de aquellos servicios que son de responsabilidad pública,
entendiendo la responsabilidad pública como la garantía del ejercicio de los derechos.
Igualmente entendemos que en ella se incluye la promoción de la iniciativa social,
favoreciendo, así, la activación de la ciudadanía en hacer una sociedad más
participativa y corresponsable, promoviendo la cooperación social.
En el contexto actual, coexisten iniciativas diversas de distinta responsabilidad, que
requieren la explicitación y clarificación de los ámbitos de relación y colaboración entre
ellas. La envergadura y la complejidad de las necesidades y riesgos sociales ante los
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que nos encontramos no permiten prescindir de ninguno de los posibles dispositivos
de respuesta, lo que nos lleva a un modelo más integrador que convierte en actores a
todos los agentes; es por esto por lo que se vislumbra la necesidad de establecer
sistemas de coordinación entre la Administración y las entidades de iniciativa social,
con una clarificación de los papeles de unos y otros. Si adoptamos este modelo de
servicios sociales, el papel de la iniciativa social se convertirá en uno de los pilares
estratégicos del Estado de Bienestar.
Esta debiera ser la razón fundamental en la que basar las medidas de discriminación
positiva con respecto a las organizaciones sociales no lucrativas: reconocer al sector
como interlocutor válido en la estructuración de las políticas sociales y en la
estructuración del mapa de servicios de responsabilidad pública, así como no tratar a
estas organizaciones como meras prestadores de servicios, sino como colaboradores
necesarios en la construcción de una sociedad más justa y solidaria.
Desde esta perspectiva, defendemos un modelo de relación entre las administraciones
públicas y el sector de iniciativa social no lucrativa basado en un régimen especial de
conciertos que dote los recursos necesarios para garantizar la cobertura de los
derechos sociales, contemplando además otro tipo de relación para el mantenimiento
de servicios que, no siendo de responsabilidad pública, son considerados de de
utilidad social o de utilidad pública.
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Aportaciones
al articulado del
Anteproyecto de Ley
de Servicios Sociales
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TÍTULO I.- DISPOSICIONES GENERALES
Artículo 3. Titulares del derecho a los servicios sociales
Entendemos que durante el tiempo exigido por el anteproyecto de Ley de un año de
empadronamiento para el acceso al SVSS, las personas que presentan alguna
necesidad de servicio social y no están empadronadas, tienen restringido el derecho
de acceso a los mismos, lo cual implica de hecho, una limitación del derecho subjetivo
a dicha cobertura.
Este modelo, a nuestro parecer, no se adecua a la realidad social vasca actual en la
cual existe una importante afluencia de personas inmigrantes que de hecho, están
siendo atendidas desde diferentes servicios susceptibles de ser integrados en el
catalogo propuesto por el anteproyecto. Esos servicios, de seguir haciendo frente a la
demanda social real, limitarían de hecho su capacidad de atención en base a los
requisitos normativos planteados, como consecuencia de la atención social prestada a
personas que no están empadronadas desde hace al menos un año en la CAPV pero
que en la practica son demandantes, a todos los efectos, de servicios sociales.
Existiría por consiguiente un dilema entre dar cobertura a las necesidades sociales
existentes y cumplir la normativa vigente. Y ello porque, si bien entendemos que es
necesaria la garantía plena de los derechos de segunda generación entre los cuales
incluimos los servicios sociales, para garantizar la dignidad humana, y por tanto de las
personas como ciudadanas, el estricto cumplimiento de los requisitos que se proponen
en el texto del anteproyecto de ley planteado, constreñiría seriamente la garantía de
esos derechos por cuanto deja al margen de tal cobertura, que a nuestro entender
debe ser universal, a un amplio numero de personas demandantes.
Finalmente, entendemos necesario definir los servicios de urgencia a fin de que se
expliciten las necesidades sociales a las que éstos dan cobertura en cualquier
circunstancia.
Artículos 9 a 12. Derechos y deberes de las personas usuarias y profesionales
de los servicios sociales
Los catálogos de derechos y deberes generalmente son proporcionados entre sí, sin
embargo en el anteproyecto de la Ley presentado, respecto a los profesionales, el
listado de deberes es mucho más amplio que los derechos que como tales
profesionales se les reconocen, por ello creemos necesario establecer una
compensación de los mismos.
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La comparación entre ambas normativas, nos muestra cómo tanto en el Decreto
64/2004, de 6 de abril por el que se aprueba la Carta de derechos y obligaciones de
las personas usuarias y profesionales de los Servicios Sociales en la CAPV, como en
el Anteproyecto de la ley existe una desproporción entre derechos y obligaciones que
como ya hemos señalado anteriormente deberían equilibrarse. Además el único
derecho que se elimina del listado del Decreto es el referente a los derechos laborales
de los profesionales. Aún entendiendo que los derechos laborales están reconocidos
por ley, conociendo la realidad del sector de iniciativa e intervención social, y el
desarrollo de un sistema de red privada concertada que se desplegará principalmente
con el sector no lucrativo, debiera generar una especial preocupación por parte del
Gobierno en velar por dichos derechos.
Por otro lado, consideramos que todas las personas usuarias y profesionales de los
diferentes servicios recogidos en el catálogo enunciado en la Ley, deben tener la
posibilidad de participar directamente en el funcionamiento de los servicios de forma
continuada o en ocasiones puntuales, a través de la presentación de sugerencias y
quejas. Para todo lo referente al procedimiento de garantía de estos procedimientos,
tanto en su presentación, canalización, procedimiento de tramitación y resolución,
como otras posibles vías de reclamación, entendemos que deberá aplicarse
análogamente en ésta, todo el articulado recogido al efecto en el Decreto 64/2004,
artículos 33 a 40.
Planteamos así mismo, la posibilidad de establecer un catálogo de derechos y deberes
de las entidades jurídicas prestadoras de servicios, ya que éstas son intermediarios
importantes en la realidad de los servicios sociales. Con el fin de garantizar un
despliegue del SVSS que garantice el buen funcionamiento del mismo, entendemos
oportuno proponer la incorporación de un catálogo de derechos y deberes de las
entidades jurídicas prestadoras de servicios que especifique los diferentes grados de
responsabilidad por parte tanto de las entidades prestadoras de servicios como de las
administraciones públicas.
Consideramos, así mismo, que para velar por el cumplimiento de dichos derechos y
deberes, así como en general para garantizar el ejercicio efectivo de los derechos
recogidos en esta Ley, debiera articularse una estructura de Alta Inspección en
materia de servicios sociales.
TÍTULO II.- PRESTACIONES Y SERVICIOS, ORGANIZACIÓN FUNCIONAL Y
TERRITORIAL Y PLANIFICACIÓN EN EL SVSS
CAPÍTULO I.- PRESTACIONES Y SERVICIOS DEL SISTEMA VASCO DE
SERVICIOS SOCIALES
Sección 1ª.- Prestaciones del Sistema Vasco de Servicios Sociales
Artículo 16. Prestaciones económicas
Proponemos que entre las prestaciones económicas que contempla la legislación
vigente sobre garantía de ingresos e inclusión social, únicamente las Ayudas de
Emergencia Social (AES) sean gestionadas por el Sistema de Servicios Sociales y que
así se explicite en el articulado de la Ley.
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Justificamos la propuesta desde las siguientes consideraciones:
-
A nuestro entender es necesario distinguir las prestaciones económicas que le
son propias al Sistema de Servicios Sociales de aquéllas que le han sido
asignadas subsidiariamente para paliar las desventajas y desajustes
provocados por otros sistemas públicos. Las prestaciones del Sistema de
Servicios Sociales deben orientarse a la consecución de los fines propios de
los servicios sociales, es decir, dispensar exclusivamente prestaciones
afectadas o finalistas orientadas a los fines propios del sistema de servicio
sociales y no a los propios de otros sistemas.
-
Liberar al Sistema de Servicios Sociales de la gestión de prestaciones y
servicios que no le corresponden (rentas básicas, complementos de
pensiones…) y que producen sobrecarga y tienen efectos perversos en el
funcionamiento de los servicios sociales y, consiguientemente, en la calidad de
la atención que éstos brindan a la ciudadanía. Liberar a este Sistema y por
ende, a sus profesionales, de trámites burocráticos y administrativos permite
centrar los esfuerzos del Sistema y de sus recursos en atender el valor añadido
fundamental de los Servicios Sociales: el relacional. De esta manera se
reforzaría el acento del Anteproyecto en el desarrollo por los servicios sociales
de su función promotora, preventiva, protectora y asistencial, a través de
prestaciones y servicios de naturaleza fundamentalmente personal y relacional.
Sección 3ª.- Catálogo y Cartera de prestaciones y servicios del sistema vasco de
servicios sociales
Creemos que el catalogo planteado en el Anteproyecto perpetua un modelo de
asociaciones directas entre determinados tipos de servicios y determinadas
categorías preestablecidas de usuarias y usuarios. Estimamos que uno de los
principales defectos de nuestros servicios sociales es la existencia, en muchos casos,
de una especie de compartimentos estancos entre los servicios existentes para
distintos colectivos preestablecidos. Ello contribuye en muchos casos a la
segregación y estigmatización de las usuarias y usuarios, dificultando abordajes más
comunitarios, transversales, flexibles y eficientes, así como el desarrollo y
fortalecimiento de los métodos de intervención y, en general, del propio sistema
público de servicios sociales, generando duplicidades y lagunas. La edad, la etnia, la
situación laboral, la situación en lo relativo a la vivienda, el poder adquisitivo, las
condiciones de salud, funcionamiento o capacidad, y los vínculos y relaciones
familiares, grupales o comunitarias no tienen por qué constituir, en sí mismos, criterios
adecuados para la conformación de grupos poblacionales destinatarios de
intervenciones o prestaciones segregadas.
Este planteamiento no descarta la posibilidad de especialización de determinados
servicios específicos de atención secundaria para aquellas situaciones que así lo
requieran.
Proponemos para ajustar lo regulado en el anteproyecto a nuestro posicionamiento
ideológico algunas modificaciones en cuanto al artículo 22 de dicha norma, así como
que en este artículo haya una breve definición de cada servicio y centros además de
un compromiso de despliegue de una cartera vinculada a estos servicios o centros en
un plazo máximo de un año.
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Artículo 22. Catálogo de Prestaciones y Servicios del Sistema Vasco de
Servicios Sociales
“Todos los servicios y prestaciones económicas incluidas en el Catálogo del Sistema
Vasco de Servicios Sociales de la CAPV se destinarán a las personas titulares de
todos los derechos reconocidos en la presente ley, según las necesidades a cubrir y
serán los siguientes:…”
A. SERVICIOS
1. Servicios Sociales de Atención Primaria
1.1. Servicio de información, valoración, diagnóstico y orientación.
1.2. Servicio de ayuda a domicilio.
1.3. Servicio de intervención socioeducativa y psicosocial.
1.4. Servicio de apoyo a personas cuidadoras.
1.5. Servicio de promoción de la participación social en el ámbito de los servicios sociales.
1.6. Servicio de coordinación de urgencias sociales.
1.7. Servicio de teleasistencia.
1.8. Servicios o centros de atención diurna de baja intensidad.
1.9. Centros de acogida nocturna de baja intensidad.
1.10. Servicios de alojamiento con baja intensidad de apoyo.
1.10.1. Piso de acogida.
1.10.2. Vivienda tutelada.
1.10.3. Apartamentos tutelados.
1.10.4. Vivienda comunitaria.
1.11. Servicio de mediación y prevención social.
2. Servicios Sociales de Atención Secundaria
2.1. Servicio de valoración y diagnóstico de la dependencia, la discapacidad, la exclusión y la
desprotección.
2.2. Servicios o Centros de atención diurna de media o alta intensidad.
2.2.1. Servicio o centro de día para atender necesidades derivadas de limitaciones en la
autonomía.
2.2.2. Servicio o centro ocupacional.
2.2.3. Servicio o centro de día para atender necesidades de inclusión social.
2.3. Centros de acogida nocturna de media o alta intensidad.
2.3.1. Centro de noche para atender necesidades derivadas de limitaciones en la
autonomía.
2.3.2. Centro de acogida nocturna para atender necesidades de inclusión social.
2.4. Centros residenciales de media o alta intensidad.
2.5. Servicio de respiro.
2.6. Otros servicios de atención secundaria.
2.6.1. Servicios de información y orientación especializados.
2.6.2. Servicios de soporte de la autonomía.
2.6.2.1. Servicio de apoyo a la vida independiente.
2.6.2.2. Servicio de ayudas técnicas y adaptación del medio físico.
2.6.3. Servicios de intervención familiar.
2.6.3.1. Servicios de intervención socioeducativa y/o psicosocial.
2.6.3.2. Punto de encuentro familiar.
2.6.3.3. Servicio integral de mediación familiar.
2.6.4. Servicios de atención psicosocial de las situaciones de maltrato y desprotección.
2.6.5. Servicios de promoción y apoyo al acogimiento familiar y la adopción.
2.7. Servicio de tutela para personas adultas incapacitadas.
2.8. Otros servicios que puedan establecerse en el marco de las finalidades propias del SVSS.
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B. PRESTACIONES
1. Prestaciones económicas
1.1. Prestaciones para facilitar la integración social y/o la autonomía así como para cubrir o paliar
situaciones de emergencia o urgencia social.
1.2. Prestaciones para apoyar y compensar a las personas que ofrecen apoyo social informal.
1.3. Prestaciones para la adquisición de prestaciones tecnológicas.
1.4. Prestaciones vinculadas a servicios personales.
1.5. Otras prestaciones económicas que puedan establecerse en el marco de las finalidades
propias del Sistema Vasco de Servicios Sociales.
2. Prestaciones técnicas
3. Prestaciones tecnológicas
CAPÍTULO II.- ORGANIZACIÓN DEL SISTEMA VASCO DE SERVICIOS SOCIALES
Articulo 27. Servicios Sociales Municipales
Articulo 28. Servicio Social de Base
Proponemos que haya un único artículo relativo a los Servicios Sociales Municipales,
de manera que el artículo 28 relativo al Servicios Social de Base pase a ser un
apartado del 27. Lo entendemos así de acuerdo a la coherencia del resto del
articulado que asigna un artículo a cada tipo de administración (municipal, foral y
autonómica).
Así mismo, consideramos que la redacción actual de estos dos artículos (27 y 28) no
aclara las especificidades y funciones diferenciadas de ambos servicios: el de Base y
los especializados (que se denominan ahora genéricamente Servicios Sociales
Municipales) por lo que proponemos una modificación en la redacción en la que se
especifique la estructura general de los Servicios Sociales Municipales.
CAPÍTULO III.- PLANIFICACIÓN EN EL SISTEMA VASCO DE SERVICIOS
SOCIALES
Articulo 34. Plan Estratégico de Servicios Sociales de la CAPV
Consideramos que deber explicitarse la necesidad de contar la participación de los
diferentes agentes sociales a la hora de elaborar el Plan Estratégico de Servicios
Sociales, así como contar con el informe previo del Consejo Vasco de Servicios
Sociales.
El Plan Estratégico de Servicios Sociales resulta un instrumento fundamental para
garantizar los contenidos de la Ley y, especialmente, para la planificación y concreción
de los derechos y servicios que la propia Ley determina. Por ello, consideramos
fundamental que se reconozca el papel de los agentes sociales que intervienen directa
o indirectamente en el mantenimiento del propio Sistema de Servicios Sociales a la
hora de diseñar dicho Plan Estratégico.
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Articulo 35. Mapa de Servicios Sociales de la CAPV
Si bien el Mapa de Servicios Sociales quedará integrado en el futuro Plan Estratégico
de Servicios Sociales, consideramos que la Ley debe marcar algunos elementos
mínimos que vayan más allá de lo actualmente establecido respecto a su diseño.
En concreto, son tres los elementos que consideramos importantes:
-
Es comúnmente admitido por el personal profesional, así como por los diversos
agentes que intervienen en la comunidad, que los Servicios Sociales de Base
se encuentran saturados (elevados ratios de población, exceso de carga de
trabajo burocrático, falta de personal y de instrumentos de coordinación…). Por
lo tanto es una constatación la necesidad de aumentar los recursos (servicios,
técnicos y de personal) necesarios.
-
Así mismo, las consideraciones sobre población, a la hora de determinar la
zona básica de actuación del Sistema de Servicios Sociales, debieran
incorporar criterios que vayan más allá del número de habitantes.
Consideramos que debieran concretarse otras ratios de acuerdo al
establecimiento de una matriz objetiva que permita incluir otros indicadores
relacionados con el nivel de necesidad de los servicios sociales: tasa de
envejecimiento, de desempleo, de inmigración, de discapacidad, renta per
cápita, etc. El cruce de las diversas variables (y no sólo el número de
habitantes) debiera ser el método para establecer los ratios para establecer la
zona básica de actuación del Sistema Vasco de Servicios Sociales.
-
Finalmente, constatamos que la Ley no establece la dotación mínima de
personal para las zonas básicas de actuación. Consideramos importante que la
Ley señale la dotación mínima que garantice la homogeneidad en el acceso a
todos los servicios. Así mismo, consideramos que la complejidad de las
situaciones que atienden los Servicios Sociales de Base y los cambios en las
necesidades poblacionales requieren de nuevos perfiles y equipos
multidisciplinares que puedan incluir a personal técnico, además de personas
trabajadoras y educadoras sociales, hoy no considerado (como podrían ser las
personas mediadoras).
TÍTULO III.- RÉGIMEN COMPETENCIAL, ORGANIZATIVO, CONSULTIVO Y DE
PARTICIPACIÓN EN EL SISTEMA VASCO DE SERVICIOS SOCIALES
CAPÍTULO II.- COOPERACIÓN Y COORDINACIÓN INTERADMINISTRATIVA
Artículo 44. Cooperación y coordinación entre el Sistema Vasco de Servicios
Sociales y otros sistemas y políticas públicas
Articulo 45. Cooperación y coordinación en el ámbito sociosanitario
El texto presenta una descripción genérica de la necesidad de coordinar el Sistema
Vasco de Servicios Sociales con otros sistemas y políticas públicas (artículo 44)
deteniéndose en la especificidad de la coordinación con el ámbito sociosanitario
(artículo 45).
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Desde nuestro punto de vista, debiera articularse igualmente de modo específico, su
relación y coordinación con las políticas y programas de Inclusión Social.
Consideramos que las materias recogidas en dicho ámbito (rentas básicas, ayudas de
emergencia social, convenios de inserción…) deben tener una consideración prioritaria
en relación a los Servicios Sociales, más allá de que actualmente, por separación
administrativa sean materias que se encuentren en departamentos diferentes del
Gobierno Vasco.
CAPÍTULO III.- ÓRGANOS CONSULTIVOS Y DE PARTICIPACIÓN
Articulo 46. Garantía de participación
Como no podía ser de otra manera, para las redes y entidades sociales es de gran
importancia que se garantice su participación en los diferentes órganos previstos a tal
fin. Si bien el artículo tiene por título “garantía”, el texto establece que las
Administraciones Públicas Vascas “facilitarán” la participación (…). Desde nuestro
punto de vista debiera sustituirse el término “facilitarán” por el de “garantizarán”.
Articulo 48. Consejos Territoriales y Consejos Locales de Servicios Sociales
De igual manera, a nivel territorial y local, consideramos que se “deberán” constituir los
correspondientes consejos y no “podrán” como establece el artículo.
CAPÍTULO IV.- REGISTROS DE SERVICIOS SOCIALES
Proponemos que exista un único Registro en la Comunidad Autónoma Vasca en
materia de Servicios Sociales. Con el actual avance tecnológico consideramos posible
dotar a todos los niveles administrativos de una única herramienta que pueda filtrar los
datos en los distintos territorios históricos, mancomunidades, poblaciones, distritos,
etc. Consideramos que esta herramienta agilizaría el trabajo, tanto para la
administración, como para los diferentes agentes sociales.
TÍTULO IV.- FINANCIACIÓN DEL SISTEMA VASCO DE SERVICIOS SOCIALES
Artículo 56. Participación económica de las personas usuarias
Consideramos que todas las prestaciones y servicios integrados en la Cartera de
Prestaciones y Servicios del Sistema Vasco de Servicios Sociales deben ser gratuitas.
La pretendida equiparación del Sistema Vasco de Servicios Sociales a otros sistemas
públicos (como el educativo o sanitario), requiere que los servicios sean de carácter
gratuito y no sometidos a ningún tipo de contraprestación. Esta consideración parte del
propio carácter que la Ley quiere dar al acceso a los Servicios Sociales como
derechos universales.
Así mismo, la defensa de la gratuidad de los Servicios Sociales se sustenta en la
defensa de un sistema público cuyo mantenimiento debe estar basado en su propia
estructura fiscal, que debe asegurar la dotación y provisión de recursos necesarios
para el desarrollo de prestaciones y servicios públicos de carácter universal, de
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acuerdo, asimismo, a criterios sociales en el establecimiento de los correspondientes
presupuestos públicos.
Artículo 57. Participación económica de las entidades privadas
Proponemos eliminar este artículo. No se entiende que en la financiación del Sistema
Público del Sistema de Servicios Sociales aparezcan referencias a las fuentes
privadas, además de ofrecer una visión reduccionista de la Responsabilidad Social
Empresarial.
TÍTULO V.- INTERVENCIÓN DE LA INICIATIVA PRIVADA
CAPÍTULO I.- INTERVENCIÓN DE LA INICIATIVA PRIVADA EN LA PRESTACIÓN
DE SERVICIOS SOCIALES DE RESPONSABILIDAD PÚBLICA
En primer lugar, respecto a todo el capítulo, queremos destacar que bajo el epígrafe
de “iniciativa privada” existen dos sectores claramente diferenciados, como son el
Sector de Iniciativa Social No Lucrativa y el Sector Privado Mercantil, con ánimo de
lucro.
Nos parece oportuno hacer esta distinción, dado que más allá de la estricta prestación
del servicio, consideramos que las entidades de iniciativa social sin ánimo de lucro
tiene un carácter diferencial positivo frente a otro tipo de iniciativas prestadoras de los
mismos servicios, basado en dos aspectos fundamentales:
-
Representatividad social. Evidenciada en sus propios procesos de aparición y
consolidación que, entorno a la prestación de trabajo voluntario, caracteriza su
vocación social, permitiendo una incidencia mayor tanto a través de la
prestación de numerosos servicios de cobertura de necesidades sociales
cuando aún no son reconocidos como tal por las Administraciones Públicas ni
tampoco rentables, como en su adaptabilidad e innovación en la cobertura y
detección de estas necesidades. Estas entidades aglutinan la voluntad de la
sociedad de solidaridad y participación en la prestación de servicios sociales en
torno a estructuras de voluntariado, lo que además, fomenta la cohesión social.
-
Primacía de la Economía Social y Solidaria. Las entidades del sector son en su
mayoría estructuras de economía social y solidaria. A través de fórmulas
jurídicas que priman el valor de la personas frente al capital, disponen de
procesos democráticos mejor articulados que las empresas de economía
tradicional. Ejemplo de esta afirmación, es el abanico de fórmulas jurídicas
utilizadas para su constitución, tales como, asociaciones, fundaciones,
sociedades limitadas no lucrativas, sociedades cooperativas de iniciativa social,
etc. El fin último de estas entidades, a diferencia del sector privado mercantil,
no está en la obtención de beneficios ni en la maximización de recursos al
servicio de dichos beneficios.
Desde este punto de vista, podemos convenir que la Iniciativa Social no lucrativa, se
encuentra más próxima a la vocación pública, por lo que debiera primar su
participación en la gestión de servicios de responsabilidad pública frente a otras
iniciativas cuya vocación sea la estrictamente lucrativa.
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Sobre el régimen de concertación
Defendemos un modelo de relación entre las administraciones públicas y el Sector de
Iniciativa Social no lucrativa basado en un régimen especial de concertación que dote
los recursos necesarios para garantizar la cobertura de los derechos sociales,
contemplando además otro tipo de relación para el mantenimiento de servicios que, no
siendo de responsabilidad pública, son considerados de utilidad social o de utilidad
pública.
Más allá de esta afirmación, observamos que la Ley no especifica algunos aspectos
que consideramos fundamentales y creemos que deben ser concretados (aunque se
establezca la disposición adicional octava para la Regulación del Régimen de
Concierto, así como otras disposiciones transitorias relacionadas con ello):
-
Con carácter general, no se concreta qué tipo de servicios serán objeto de
concierto (sección 2ª, artículos 60 a 67) y cuáles de contrato (sección 4ª,
artículos 69 y 70).
-
Respecto a la autorización y homologación de servicios y centros (artículo 58)
no se especifica en qué consiste el proceso, quién homologa y con qué
criterios.
-
Así mismo, consideramos oportuno que se establezca que aquellos servicios
que contempla el Sistema de Servicios Sociales y en la actualidad no son de
gestión pública, tengan un sistema preferente de concertación, siempre que
cumplan con los requisitos y criterios de homologación que se establezcan.
CAPÍTULO II.- APOYO PÚBLICO A LA INICIATIVA SOCIAL SIN ÁNIMO DE LUCRO
Artículo 71. Apoyo público a la iniciativa social sin ánimo de lucro para el
desarrollo y servicios no incluidos en el Catálogo
Proponemos añadir en el punto 2: “en todo caso, los servicios o prestaciones de
carácter plurianual, nunca tendrán una financiación inferior a la propia duración
plurianual”. Consideramos que esta redacción garantiza el desarrollo de servicios de
carácter plurianual que no siempre en el sistema de subvenciones y convenios
garantiza su sostenimiento.
Artículo 72. De las entidades sin ánimo de lucro
Consideramos que hay que especificar en qué consiste la declaración de “interés
social” (obligaciones, cómo de reconoce, con qué criterios…) y las diferencias
(posibles beneficios o virtualidad) respecto a las reconocidas de “utilidad pública”.
DISPOSICIÓN TRANSITORIA PRIMERA
El plazo de 8 años previsto para la universalización de los derechos, entendemos que
es un plazo excesivo, ya que muy probablemente ello nos lleva a la próxima ley; es por
esto, por lo que en todo caso exigimos el establecimiento de prioridades en tal
universalización.
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