Tecnología dual y drones. El Real Decreto 8/2014, de 4 de julio Raúl C. Cancio Fernández Académico Correspondiente Real Academia de Jurisprudencia y Legislación Doctor en Derecho Letrado del Tribunal Supremo Se denomina tecnología de uso dual a aquella que permite ser utilizada en dos campos distintos de aplicación. En este sentido, los beneficios de la simbiosis entre la industria militar y las aplicaciones civiles y viceversa son extraordinariamente relevantes. La red de computadoras Advanced Research Projects Agency Network (ARPANET) fue creada por encargo del Departamento de Defensa de Estados Unidos (DOD por sus siglas en inglés) como medio de comunicación para los diferentes organismos del país. El primer nodo se creó en la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA), y fue el embrión de Internet hasta 1990, tras finalizar la transición al protocolo TCP/IP iniciada en 1983. Las señales de la telefonía móvil se transmiten usando técnicas de modulación de espectro ensanchado; este tipo de modulaciones fueron creadas para permitir comunicaciones militares resistentes a interferencias y de difícil interceptación. El control del tráfico aéreo moderno no sería posible sin los radares, instrumentos perfeccionados por la necesidad de detectar los ataques aéreos enemigos; pero también utilidades mucho más comunes o domésticas como calentarnos la cena en el microondas son tributarias de la referida tecnología radar. El primer reactor nuclear se construyó como parte del malhadado proyecto Manhattan. La criptografía que nos permite cifrar mensajes para que nuestras comunicaciones sean seguras en el ámbito bancario está basada en los trabajos de Claude Shannon que estudió durante la II Guerra Mundial la seguridad de las comunicaciones militares. Los ejemplos, por tanto, son innumerables. Quizá el que mayor número de titulares lleva acaparando de un tiempo a esta parte es el relativo a los aviones no tripulados (Unmanned Aircraft aystems [UAS], Unmanned Aerial Vehicle [UAV] o drone [abejorro en inglés]). Desde que en 1849 los austriacos atacaran Venecia con globos no tripulados cargados con explosivos hasta la ejecución en el año 2011 del ciudadano americano Anwar al-Awlaki, con varios misiles Hellfire lanzados desde dos MQ-1 Predator mientras circulaba por Yemen, pasando por los primeros aparatos sin tripulación - Hewitt-Sperry Automatic Airplane- creados para atacar a los zeppelines alemanes durante la I Guerra Mundial; los drones de la Radioplane Company –donde estuvo empleada en 1945 una jovencísima Marilyn Monroe- o los interceptores AQM34 utilizados por la USAF durante la Guerra de Vietnam, la industria militar ha desarrollado de manera exponencial la tecnología en materia de navegación aérea no tripulada, cuya implementación en el ámbito civil es extraordinariamente rica: monitorización biológica o magnética; vigilancia forestal, control de tráfico, seguridad doméstica; aplicaciones cinematográficas y comerciales; retransmisiones deportivas; prospecciones de yacimientos; control de cosechas; detección de bancos pesqueros; topografía de alta resolución; ayuda humanitaria en lugares de difícil acceso…en fin, un amplísimo espectro de aplicaciones que, sin embargo, y por lo que respecta a nuestro país, se encontraban totalmente bloqueadas habida cuenta del vacío legal existente. Adviértase como hasta ahora, los UAV sólo podían volar en espacio aéreo segregado, con restricción de uso militar. Se comprende por tanto que el gran desarrollo de estos ingenios se haya producido aprovechando la existencia de espacios aéreos vacantes, sin cobertura normativa, muy especialmente en Afganistán e Irak. La regulación normativa del espacio aéreo es una reivindicación generalizada de la industria, requisito imprescindible para que los UAV puedan volar en usos civiles. Y estas reivindicaciones han sido por fin atendidas por el legislador español quien ha elaborado un marco regulatorio temporal que establece los requisitos exigidos a estos aparatos para poder operar, así como las obligaciones que tienen que cumplir los pilotos y las empresas que las utilicen, en aras de aprovechar el gran potencial económico que ofrece este sector emergente. El instrumento normativo empleado por el gobierno ha sido el Real Decreto 8/2014, de 4 de julio, de aprobación de medidas urgentes para el crecimiento, la competitividad y la eficiencia, que en su Título II, Sección Sexta, dedica el artículo 50 de la disposición a regular las operaciones de aeronaves civiles pilotadas por control remoto. Piloto, tipo de drone y espacio aéreo, son los tres elementos sobre los que se sustenta la nueva regulación del Gobierno para el uso civil de este tipo de aparatos. De esta manera, y en primer lugar, el piloto debe ser mayor de edad, contar con certificado médico que se ajuste a lo previsto en el apartado MED.B.095 del anexo IV, Parte MED, del Reglamento (UE) n.o 1178/2011, de la Comisión, de 3 de noviembre de 2011 y ser titular de cualquier licencia de piloto, incluyendo la licencia de piloto de ultraligero, emitida conforme a la normativa vigente, o haberlo sido en los últimos cinco años y no haber sido desposeído de la misma en virtud de un procedimiento sancionador, o demostrar de forma fehaciente que dispone de los conocimientos teóricos necesarios para la obtención de cualquier licencia de piloto, incluyendo la licencia de piloto de ultraligero. En caso de que la aeronave de masa máxima al despegue no superase los veinticinco kilos, para volar dentro del alcance visual del piloto, debe disponer de un certificado básico para el pilotaje de aeronaves civiles pilotadas por control remoto, emitido por una organización de formación aprobada, conforme al anexo VII del Reglamento (UE) n.o 1178/2011, de la Comisión, de 3 de noviembre de 2011, por el que se establecen requisitos técnicos y procedimientos administrativos relacionados con el personal de vuelo de la aviación civil. Además, en todos los casos, deberán disponer de un documento que acredite que disponen de los conocimientos adecuados de la aeronave y sus sistemas, así como de su pilotaje, emitido bien por el operador, bien por el fabricante de la aeronave o una organización autorizada por éste, o bien por una organización de formación aprobada. El ejercicio de las actividades previstas estará sujeto además a la comunicación a la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) con una antelación mínima de cinco días a la fecha de inicio de la operación. En cuanto al tipo de aeronaves autorizadas para operar, se distinguen tres categorías: drones inferiores a los dos kilos, hasta los veinticinco y con peso superior a éste último. Todos los aparatos deberán de tener una placa de identificación y las empresas operadoras deberán disponer, entre otros requisitos, de un manual de operaciones y de un estudio aeronáutico de seguridad para cada operación. Una de las principales novedades de esta regulación es que los drones con peso inferior a veinticinco kilos al despegue no necesitarán estar inscritos en el Registro de Matrícula de Aeronaves, ni disponer de un certificado de aeronavegabilidad, requisito que sí se exige a los aparatos de peso superior. En lo concerniente al medio aéreo y físico, únicamente podrán operar en zonas fuera de aglomeraciones de edificios en ciudades, pueblos o lugares habitados o de reuniones de personas al aire libre, en espacio aéreo no controlado, más allá del alcance visual del piloto, dentro del alcance de la emisión por radio de la estación de control y a una altura máxima sobre el terreno no mayor de 400 pies (120 m.). La realización de los vuelos estará condicionada a la emisión de un Notice To Airmen (NoTAM) por el proveedor de servicios de información aeronáutica, a solicitud del operador debidamente habilitado, para informar de la operación al resto de los usuarios del espacio aéreo de la zona en que ésta vaya a tener lugar. La Oficina Federal de Aviación (FAA, en ingles) del Departamento de Transporte de los EEUU, anunció el pasado 2 de junio la posibilidad de excepcionar la prohibición del empleo de UAS en operaciones comerciales, atendiendo a la propuesta de Aerial MOB LLC, Astraeus Aerial, Flying-Cam Inc., HeliVideo Productions LLC, Pictorvision Inc., Vortex Aerial, y Snaproll Media LLC, todas ellas compañías del sector y que consideran que el empelo de estos aparatos en la industria cinematográfica supondría un beneficio exponencial tanto desde el punto de vista creativo, técnico, económico como lúdico. ¿Se imaginan el ahorro en términos de costes económicos, humanos, de seguridad y técnicos que supondría filmar la inolvidable secuencia inicial de El Resplandor (Kubrick, 1980) con un drone, en vez de cómo se ejecutó originalmente? 1 de septiembre de 2014 Observatorio Paz, Seguridad y Defensa. http://catedrapsyd.unizar.es/observatorio-psyd/el-observatorio-opina.html