366 La Médicina y la Emergencia de un Nuevo Modelo Conceptual. Malin Pino de Casanova FERMENTUM Mérida - Venezuela - ISSN 0798-3069 - AÑO 12 - Nº 34 - MAYO - AGOSTO - 2002 - 366-392 La Médicina y la Emergencia de un Nuevo Modelo Conceptual (o de la Psiconeuroinmunología y el Regreso de Dyonisos en los Nuevos Paradigmas Médicos) Malin Pino de Casanova* Resumen Creemos que lo que entra en crisis, además de la asistencia sanitaria y del aparato institucional que la expresa, es el modelo conceptual que ha servido de base a la medicina científica. Y con este modelo conceptual entra en crisis el paradigma cartesiano-newtoniano que lo ha articulado y nutrido. Una nueva cosmovisión emerge. La extraordinaria aventura científica se sacude y se enriquece de nuevo. Un salto epistémico de proporciones insospechadas pareciera tener lugar. Así, la construcción de este nuevo modelo médico, cuya conformación aquí sugerimos, surge, es verdad, desde el terreno de la ciencia médica, pero es también el resultado de un movimiento social generalizado que desacraliza el dogma científico, donde los movimientos y colisiones no programados de una pluralidad de actores sociales convergen en esta formidable sacudida de la medicina, sus representaciones y sus prácticas, expresándose esto en la conformación de un novedoso sistema conceptual, ecológico, complejo e integrador donde lo afectivo y lo emocional vuelven a encontrar cabida, abigarrándose a lo científico y a lo instrumental, herencia incuestionable de la modernidad. Y la psiconeuroinmunología propone las bases de un nuevo modelo conceptual, proporcionando los fundamentos de una medicina humana, compleja y diversa que no ignore “el papel (que) las emociones, la esperanza, el deseo *Jurista especializada en sociología y filosofía. Profesora e investigadora en la Facultad de Ciencias Políticas y Jurídicas y en el Centro de Investigaciones en Ciencias Humanas (HUMANIC). Universidad de los Andes. Mérida-Venezuela. Telefax:(58)(274)2403960.E-mail:[email protected] Malin Pino de Casanova La Médicina y la Emergencia de un Nuevo Modelo Conceptual FERMENTUM Mérida - Venezuela - ISSN 0798-3069 - AÑO 12 - Nº 34 - MAYO - AGOSTO - 2002 - 366-392 de vivir y el poder del contacto humano y cálido juegan en el desenlace de una enfermedad” (Castés, 1999:14). La diversidad, el vitalismo, la vitalidad han retomado la escena. Dyonisos regresa del exilio reintroduciendo así naturaleza (phusis) en el seno de la ley (nomos). Términos claves: medicina, epistemología, psiconeuroinmunología, modelos médicos y conceptuales. Medicine and the Emerging of a New Conceptual Model (Psychoimmunology and Dionysos Return to the New Medical Paradigms) Abstract The conceptual patterns of scientific medicine and sanitary assistence, based on a long – stablished institutional system, are in crisis. In the same way cartesian – newtonian paradigm break down and a new cosmological - vision is emerging. The extraordinary scientific adventure is trembling and its enrichment is taking place at the same time. The construction of a new medical model that suggested in this article emerge from the field of medicine itself; but is also a result of a social movement that desacralize the scientific dogma, creating a new concept which is ecological and complex, doing an effeetive – emotional integration and unifying instrumental and scientifics facts, an unquestionable modernism inheritance. Psychoneuroimmunology proposes the basis of a new conceptual pattern giving the fundamental of a humanistic medicines “considering the role of emotions, hopes, wish of leaving, and the power of a humanizing contact in disease outcome” (Castes, 1999:14). Diversity and vitalism are on the stage. Dionysos come back from the exile to incorporate nature (phusis) in law’s bosom (nomos). Key Words: medicine, epistemology, psychoneuroimmology, medical and conceptual patterns. “La ciencia...no puede seguir siendo ejercida en forma competitiva, dominante, con el objeto de controlar la naturaleza, en vez de estar al servicio de ella. (...) Abogamos por una ciencia unificadora, espontánea, intuitiva, protectora, amorosa, ecológica y sobre todo, al servicio del bienestar total de los seres humanos, cualidades que como científicos las hemos descubierto en los últimos años transitando el camino de la psiconeuroinmunología” Marianella Castés y Pablo Canelones “Psiconeuroinmunología: Hacia la medicina del siglo XXI” “La enfermedad no es un ‘sin sentido’, un accidente fortuito que irrumpe en la vida de la persona, sino que implica la participación del ser humano social como totalidad compleja en su proceso de salud o 367 368 La Médicina y la Emergencia de un Nuevo Modelo Conceptual. Malin Pino de Casanova FERMENTUM Mérida - Venezuela - ISSN 0798-3069 - AÑO 12 - Nº 34 - MAYO - AGOSTO - 2002 - 366-392 de enfermedad y plantea nuevamente la participación individual y colectiva para la autodeterminación de la vida y de la salud, vistas como hechos con profundo significado existencial” Marianella Castés “Medicina alternativa (¿medicina complementaria?)como fenómeno social”. Hacia la construcción de un nuevo modelo de salud” I. Introducción (emergencia de una nueva sensibilidad- emergencia de un nuevo modelo conceptual) Pareciera que el modelo bio-médico, occidental, cartesiano, reduccionista y newtoniano ha entrado en crisis. Un número cada vez mayor de personas recurre a formas de medicina distintas a aquellas del sistema médico oficial, generalizándose así una serie de representaciones, recursos e itinerarios terapéuticos que parecieran dar al acto médico, a la enfermedad, a la curación, al cuerpo, a la vida y a la muerte misma novedosos significados y sentidos. Y estas formas de medicina, que generalmente se habían inscrito dentro de sistemas conceptuales distintos a aquellos de la medicina científica occidental, vinculándose a estructuras mágico-religiosas, a formas de medicina populares y tradicionales o a sistemas conceptuales racionales como aquellos de la medicina china o hindú, emergen ahora del terreno de la propia ciencia médica sugiriendo así la conformación de un nuevo modelo conceptual, donde lo afectual y lo emocional, junto con lo científico, lo racional y lo instrumental, tienen igualmente cabida. Ahora bien, la emergencia de este novedoso sistema conceptual para interpretar la enfermedad, el sufrimiento y el dolor; el cuerpo, la salud y la curación no puede comprenderse al margen de la emergencia de una nueva sensibilidad epocal, de una nueva socialidad, de una urdimbre social novedosa cuyo rasgo fundamental pareciera el retorno de lo trágico, entendido como aquello complejo, plural y polisémico; abigarramiento de elementos y fuerzas que, constituyendo la unicidad en tensión, constituye el nuevo ethos o cimiento social. Y esta nueva sensibilidad remite a un movimiento social generalizado que desacraliza el dogma científico (Mires, 1996). Se trata de una especie de segunda secularización que devuelve a la aventura científica las dimensiones de lo humano alumbrando así Malin Pino de Casanova La Médicina y la Emergencia de un Nuevo Modelo Conceptual FERMENTUM Mérida - Venezuela - ISSN 0798-3069 - AÑO 12 - Nº 34 - MAYO - AGOSTO - 2002 - 366-392 mundos novedosos donde lo arcaico, lo mítico, lo místico, lo sagrado y lo religioso retoman la escena social para conjugarse con lo científico y lo racional; con lo tecnológico y con lo instrumental. Al interior de la medicina científica, ciertas corrientes retoman las dimensiones de lo humano, de lo afectual, de lo subjetivo, de lo emocional, para reinterpretar el acto médico, la enfermedad y la salud, la curación y el sufrimiento bajo los parámetros de la misma ciencia médica, de la biología, de la química, de la genética, dándole así al acto médico nuevos significados y distintos sentidos, desplazándolo de la enfermedad nuevamente hacia el enfermo y del tratamiento hacia la sanación. El dolor, el amor, la soledad y el sufrimiento, y hasta la muerte misma, pues se trata en estos nuevos modelos conceptuales de aprender a morir y de ayudar a morir, integran estas nuevas visiones de la medicina. Y la psiconeuroinmunología, rama en emergencia de la medicina científica, ilustra muy pertinentemente nuestras reflexiones. A ella nos consagraremos muy especialmente en este artículo considerando que sus representaciones, sus categorías teóricas, sus recursos e itinerarios terapéuticos sugieren la emergencia de un nuevo 1 modelo conceptual en la medicina, ecológico, integrador y holístico , acorde con los nuevos paradigmas emergentes en las ciencias. Estamos persuadidos de que estamos en plena elaboración de un nuevo modelo conceptual que corresponde a un cambio de episteme de proporciones tan importantes como la revolución copernicana. Así, desde la medicina científica se ha aceptado, con mayor o menor flexibilidad, se ha rechazado, con mayor o menor fuerza, otras interpretaciones del desorden biológico y otros recorridos e itinerarios terapéuticos. Desde las ciencias sociales, especialmente desde la antropología, se ha insistido y reflexionado sobre la diversidad de sistemas conceptuales legitimándoles y evidenciando sus relaciones dinámicas y contradictorias con el modelo médico oficial. Lo novedoso es que ahora el abigarramiento y la conjunción de paradigmas y de 1 Lo holístico y lo ecológico son aquí utilizados en el sentido que a dichas nociones acuerda Fritjof Capra: “Los términos ‘ holístico’ y ‘ ecológico’ difieren ligeramente en sus significados (...) Una visión holística de, por ejemplo, una bicicleta, significa verla como un todo funcional y entender consecuentemente la interdependencia de sus partes. Una visión ecológica incluiría esto, pero añadiría la percepción de cómo la bicicleta se inserta en su entorno natural y social (...) el sentido en que uso el término ‘ ecológico’ está asociado con una escuela filosófica específica, es más, con un movimiento de base conocido como ‘ ecología profunda’ (...) La ecología profunda no separa a los humanos -ni a ninguna otra cosa- del entorno natural. Ve el mundo, no como una colección de objetos aislados, sino como una red de fenómenos fundamentalmente interconectados e interdependientes” (Capra, 1998: 28-29). 369 370 La Médicina y la Emergencia de un Nuevo Modelo Conceptual. Malin Pino de Casanova FERMENTUM Mérida - Venezuela - ISSN 0798-3069 - AÑO 12 - Nº 34 - MAYO - AGOSTO - 2002 - 366-392 visiones se hace desde el propio paradigma científico, ocasionando así la reelaboración del viejo modelo conceptual bio-médico. Desde la propia ciencia médica se proponen, de tal suerte, novedosas miradas para interpretar el desorden biológico, el sufrimiento, la enfermedad, la curación, la salud, el cuerpo, la vida y la muerte misma, desdibujándose así los rasgos del modelo bio-médico para dar lugar a la conformación de una visión enriquecida donde lo humano, y con ello lo afectual y lo emocional, encuentran cabida al lado de la razón racionalista y de lo científico, tecnológico e instrumental. Pretendemos en este trabajo explorar algunas de las expresiones que, a nivel tanto de las representaciones como de los recursos e itinerarios terapéuticos, ilustran la emergencia de un nuevo modelo conceptual en la medicina. Al respecto, pensamos explorar el terreno de la psiconeuroinmunología por considerarla una excelente ilustración de lo que aquí decimos. II. Destierro de dyonisos (o de la soberanía de lo simbólico al reino de lo instrumental) Se trata, para la modernidad cartesiana e ilustrada, del consenso, de la uniformidad racional, moral, política, económica sin comprender la simetría, el polémos, la diferencia, el duelo, como granos de la cotidianidad”, sin reconocerse “en el centro extremo de la inevitabilidad 2 del conflicto, del perspectivismo, de la polidimensionalidad”(sic) . La medicina, el acto médico, la salud, la curación, el cuerpo, la vida y la muerte, no han escapado a esta lógica implacable del consenso y la reconciliación de todas las formas. El mal, entendido como desequilibrio puntual, como equilibrio conflictual que reposa, no en una solución dialéctica de los problemas, sino más bien sobre la tensión de los elementos que conforman la diversa trama de la complejidad, ha sido desterrado. Y la enfermedad y la muerte, como formas radicales de ese temido “mal”, han ido desterrándose también de los modelos conceptuales, junto con lo subjetivo, lo intuitivo, lo afectivo y lo emocional. No obstante, una nueva socialidad pareciera emerger permitiendo a lo arcaico retomar la escena para abigarrarse a formas científicas y tecnológicas de sofisticado desarrollo. Un sentimiento religioso de 2 Esta referencia fue tomada de la invitación enviada por los organizadores del 4º. Simposio Internacional de Estética. Centro de Investigaciones Estéticas (CIE). Universidad de los Andes. Mérida-Venezuela, noviembre 2001. Malin Pino de Casanova La Médicina y la Emergencia de un Nuevo Modelo Conceptual FERMENTUM Mérida - Venezuela - ISSN 0798-3069 - AÑO 12 - Nº 34 - MAYO - AGOSTO - 2002 - 366-392 eucaristía social pareciera caracterizar la urdimbre social en emergencia, el nuevo ethos de la sociedad. Una multiplicidad de formas disímiles y contradictorias conforman la escena social estructurando una nueva alianza: “aquélla del materialismo y la espiritualidad, aquélla de la naturaleza y la cultura, aquélla del vientre y del intelecto” (Maffesoli, 2000). Y la medicina y el acto médico dentro de algunas corrientes que emergen del seno de la propia medicina científica, parecen reintegrar la enfermedad y la muerte, el dolor y el sufrimiento, el sentimiento y la esperanza, a sus nuevas interpretaciones. Se trata de reincorporar lo subjetivo y lo afectual para darle nuevas lecturas. Las dimensiones de lo secreto y de lo sagrado, perdidas en algún lugar y en algún momento de la aventura científica, reemergen en la actualidad permitiendo, tal vez, a la medicina reencontrar las dimensiones y el poder simbólicos perdidos con la instrumentalización y la especialización del acto médico. Durante el siglo XIX podemos entonces constatar un primer momento de esplendor para el poder médico, majestuoso y simbólico cuyo fundamento lo constituye un saber específico y singular. Saber que va mucho más allá de aspectos simplemente técnicos para situarse en el terreno de lo simbólico. Porque este saber absoluto, universal y soberano se nutre de la especificidad tanto de su objeto como de su discurso, referidos ambos a la vida y a la muerte, al sufrimiento y a la decadencia, lo que le conferirá un poder ilimitado sobre los cuerpos y los espíritus. La medicina estará estrechamente vinculada a la vida, al sufrimiento, a la enfermedad y a la muerte, ese hecho tan natural y a la vez tan extraño al hombre. Sin embargo, este saber médico, por la especificidad de su objeto, de una parte, y por el desarrollo y el auge de la medicina hospitalaria así como de los métodos anatomo-patológicos de otra, así y la doble naturaleza de la medicina, a la vez ciencia pura y terapéutica, se representará tanto en el universo mental de los propios médicos como del colectivo social con una soberanía simbólica, constituyendo así la columna de la ideología cientificista que consagrará a la medicina como la ciencia por 3 Durante el año 1981 tuve la suerte de asistir en París al seminario “Saberes y Comportamientos Biológicos” dictado por el Profesor Jean Paul Aron en l’Ecole des Hautes Etudes en Sciences Sociales. Dicho seminario se desrrolló en torno al tema del auge y decadencia del poder médico durante los siglos XIX y XX. Fue un verdadero placer seguir las disertaciones de este finísimo pensador que hacía sociología salpicando sus reflexiones con una abundante referencia literaria y con un lenguaje tan rico como poético. De esa experiencia surgen algunas de las ideas que aquí desarrollo. 371 372 La Médicina y la Emergencia de un Nuevo Modelo Conceptual. Malin Pino de Casanova FERMENTUM Mérida - Venezuela - ISSN 0798-3069 - AÑO 12 - Nº 34 - MAYO - AGOSTO - 2002 - 366-392 3 excelencia y al médico como el sabio absoluto (J. P. Aron, 1981) . Sin embargo, es precisamente en este momento de auge y esplendor de la medicina cuando se desarrollarán las especialidades y la medicina hospitalaria, ambas consecuencias del esplendor de la medicina pero al mismo tiempo condiciones de su decadencia en lo que a la dimensión simbólica del poder médico se refiere. Porque, en efecto, a pesar de la creciente medicalización de la vida y de la eficacia del acto médico, la condición médica entrará en un proceso acelerado de pérdida de su dignidad simbólica. La especialización llevada a sus últimas consecuencias y el desarrollo de la medicina hospitalaria, con el desarrollo y la invasión de la industria farmacéutica en el universo de los médicos, entrañará el reino de lo instrumental sobre lo perceptivo así como el exilio del secreto y lo sagrado del territorio de su saber. Asistimos a una fragmentación del cuerpo con la consecuente pérdida del poder del médico frente a la totalidad física del enfermo, a la desintegración del poder médico, ya que otras instancias, tales como las técnicas administrativas, poblarán el acto médico, ampliándolo y sometiendo a los médicos a la tiranía de la industria farmacéutica, de las ciencias fundamentales, del poder administrativo y de la técnica. Se ha conformado el llamado modelo bio-médico, resultado del paradigma cartesiano en el pensamiento y en la práctica médicos. Se interpretará al cuerpo humano como una máquina y a la enfermedad como aquello que provoca su alteración y la tarea médica será concebida como una práctica reparadora del daño con el objeto de prolongar la vida del mecanismo biológico. El cuerpo enfermo no será más que la sumatoria simple de sus partes, de sus órganos, de sus síntomas, despojándose así a la persona enferma de “nombre, de rol y de historia” (Maccacaro en Basaglia y al., 1978:87). La perspectiva de la ciencia bio-médica se trasladará cada vez más del estudio de los órganos y de sus funciones al estudio de las células y, finalmente, al de las moléculas, descuidando y desterrando, como cuestión de brujos, curanderos y chamanes, el fenómeno de la sanación, resultando también para los médicos cada vez más difícil tratar con la interconexión del cuerpo y la mente. “Desposeído de sus defensas, el hombre se vuelve vulnerable a la ciencia. Desposeído de sus fantasmas, se vuelve vulnerable a la psicología. Desposeído de sus gérmenes, se vuelve absolutamente vulnerable a la medicina... Ya que tal como es, con humores, pasiones , risa, sexo y secreciones el hombre se ha vuelto un sucio y pequeño virus que enturbia el universo de la transparencia” (Baudrillard, 1995:35). La soberanía simbólica ha cedido el paso al reino de lo instrumental. En Malin Pino de Casanova La Médicina y la Emergencia de un Nuevo Modelo Conceptual FERMENTUM Mérida - Venezuela - ISSN 0798-3069 - AÑO 12 - Nº 34 - MAYO - AGOSTO - 2002 - 366-392 adelante, los médicos, sin terreno para lo imaginario, subordinados a ciertas claves de consumo, convertidos ellos mismos en consumidores mentales de objetos, subordinados a las ciencias fundamentales como la biología y la química, disputándose y compartiendo el cuerpo enfermo con el personal paramédico y auxiliar, compartiendo el acto médico con la tecnología y la administración, habiendo desterrado lo arcaico, lo mítico, lo intuitivo, lo emocional y lo afectual, habrán perdido toda soberanía simbólica. Sin poder carismático, se habrán convertido en simples prestadores de servicios, excepción hecha de la psiquiatría y la cirugía quienes, recorridas por lo ritual y por lo imaginario y, de esta suerte, íntimamente ligadas a lo secreto y a lo sagrado, conservarán intacto este poder. Se han consolidado el modelo conceptual bio-medico y la racionalidad moderna. Por el momento el triunfo le pertenece a nomos mientras Dyonisos espera, desterrado, una oportunidad. La nueva mentalidad y la nueva percepción del mundo, abiertas por Copérnico, apuntaladas por Galileo y estructuradas por Descartes y Newton, proporcionan a la modernidad las estructuras conceptuales que habrán de caracterizar su visión durante los últimos tres siglos, constituyendo, como dice Capra (1992), las bases del paradigma que pareciera ahora desdibujarse. Esta cosmovisión moderna a la que nos referimos desplaza la visión del universo “como algo orgánico y vivo a una concepción del mundo similar a una máquina; convirtiendo la máquina del mundo en la metáfora dominante de la era moderna”. Ahora bien, este proceso que entraña un cambio de episteme, comienza verdaderamente con Galileo cuando éste comienza a interesarse en la astronomía: “Apuntando al cielo el recién inventado telescopio y aplicando su extraordinario don de observación a los fenómenos celestes, Galileo logró poner en duda la antigua cosmología y afirmar la validez científica de la hipótesis concebida por Copérnico” (Capra, 1992:57). Galileo fue así el primero en utilizar así la experimentación científica junto con un lenguaje matemático para formular las leyes naturales. Por ello se le considera el padre de la ciencia moderna. Nos interesa destacar que con este sabio se abre la extraordinaria aventura científica con una de sus características conceptuales claves, aquélla de la objetividad. Así, todo lo que pertenece a la esfera de lo subjetivo, de las emociones y de los afectos, comienza a desterrarse del nuevo modelo conceptual: “Desaparece la vista, el oído, el sabor, el tacto y el olfato y junto con ellos se van también la estética y el sentido ético, los valores, la calidad 373 374 La Médicina y la Emergencia de un Nuevo Modelo Conceptual. Malin Pino de Casanova FERMENTUM Mérida - Venezuela - ISSN 0798-3069 - AÑO 12 - Nº 34 - MAYO - AGOSTO - 2002 - 366-392 y la forma, esto es, todos los sentimientos, los motivos, el alma, la conciencia y el espíritu. Las experiencias de esta índole han sido desterradas del reino del discurso científico” (Laing, citado por Capra, 1992:57). III. El modelo bio-médico (o despojando al hombre de nombre, de rol y de historia) La medicina, por supuesto, está inmersa en todos estos procesos a los que nos hemos referido. A tal punto, que dichos procesos están en la base de la constitución de un modelo conceptual que conocemos como modelo bio-médico, resultado del paradigma cartesiano en el pensamiento y en la práctica médicos. Una vez afianzadas las ideas modernas a las que nos hemos referido, los médicos y la medicina conceptualizaron el cuerpo del hombre como una máquina y la enfermedad como lo que provocaba su alteración. La tarea médica se constituyó en una práctica reparadora del daño con el objeto de prolongar la vida del mecanismo biológico. “Se estableció así el paradigma científico natural de la patología que concibe la enfermedad ‘como un proceso mecánico de materia y energía, cognoscible sólo a favor de los métodos de la ciencia natural y no esencialmente distinto de los movimientos que constituyen la vida fisiológica normal del ser humano’” (Ortiz Quesada, 2001:104 y Pedro Laín Entralgo, citado por Ortiz). En dicha concepción “el cuerpo humano es considerado como una máquina que puede analizarse desde el punto de vista de sus partes; la enfermedad es el funcionamiento defectuoso de los mecanismos biológicos que se estudian desde el punto de vista de la biología celular y molecular; la tarea del médico es intervenir, física o químicamente, para corregir las disfunciones de un mecanismo específico” (Capra, 1992:135). Las dimensiones de lo humano fueron perdiéndose al desterrarse de la mirada médica lo afectivo y lo emocional desplazándose la atención, en este paradigma, de las personas enfermas al tratamiento de las enfermedades y desterrándose asimismo la enfermedad como parte de los procesos vitales, al igual que se destierra la muerte “ese fenómeno misterioso e inevitable, a la vez tan familiar y tan extraño al hombre” (Clarac, 1991:125) De esta manera, la muerte, hecho vital donde confluyen al mismo tiempo lo secreto y lo sagrado, va desterrándose en la visión moderna. Tal como lo expresa Ivan Illich (1975:181), en los siglos XV y XVI el médico tiene dos deberes sagrados: ayuda a curar o Malin Pino de Casanova La Médicina y la Emergencia de un Nuevo Modelo Conceptual FERMENTUM Mérida - Venezuela - ISSN 0798-3069 - AÑO 12 - Nº 34 - MAYO - AGOSTO - 2002 - 366-392 ayuda a morir, colaborando estrechamente con la naturaleza. La muerte y el sufrimiento se integran a los procesos vitales y tienen así un significado. Con la cultura moderna estos procesos cambian de dimensión. La medicalización de la vida transforma radicalmente estas experiencias. Se retira al sufrimiento su significación íntima y personal, transformándose el dolor en un problema técnico. El sufrimiento deja entonces de aceptarse como contrapartida de cada triunfo del hombre en su adaptación al medio convirtiéndose en una simple señal de alarma que llama una intervención exterior para acallarlo. Esta medicalización del dolor reduce la capacidad que posee todo hombre de afirmarse frente al medio o de asumir la responsabilidad de su transformación, capacidad en la cual consistiría precisamente la salud (Illich, 1975:136). La medicina, primero articulada a lo secreto y a lo sagrado, va desplazándose así de lo simbólico a lo instrumental. Con el desarrollo de las especialidades, el desarrollo de la medicina hospitalaria y el desarrollo de la biología celular y molecular como fundamento de la medicina, se definen los rasgos de objetividad para la práctica médica, y las dimensiones de lo humano se destierran del acto médico y de los estudios de medicina. El propio acto de curar es proscrito, siendo sustituido por aquél del tratamiento, no del enfermo sino de la enfermedad. La persona enferma se convierte en paciente, sometido al poder de quien detenta un saber que no se ocupa de sanar sino de gestionar estatal y solitariamente el proceso de la enfermedad, el cual es desprovisto de su dimensión simbólica al privársele de cualquier significación, salvo aquélla útil para la ciencia. Hay que dejar claro que el desarrollo y arraigo del modelo biomédico están estrechamente relacionados con el desarrollo de la biología celular y molecular, la cual se ha convertido en la base científica de la medicina. En efecto, todos los grandes triunfos de la ciencia médica de nuestro siglo se han apoyado en un conocimiento de los mecanismos celulares y moleculares. Así, la aparición de medicamentos y vacunas para combatir enfermedades infecciosas, el descubrimiento de la penicilina en 1928, anunciando la era de los antibióticos, el desarrollo de la endocrinología, el descubrimiento de la cortisona “ilustran los triunfos pero también los fracasos del enfoque bio-médico. En todos los casos, los problemas bio-médicos fueron reducidos a fenómenos moleculares con objeto de encontrar el mecanismo central del problema. Una vez entendido este mecanismo, se lo ataca por medio de un fármaco... Al reducir las funciones biológicas a sus mecanismos 375 376 La Médicina y la Emergencia de un Nuevo Modelo Conceptual. Malin Pino de Casanova FERMENTUM Mérida - Venezuela - ISSN 0798-3069 - AÑO 12 - Nº 34 - MAYO - AGOSTO - 2002 - 366-392 moleculares y a sus principios activos, los investigadores bio-médicos se han visto obligados a limitarse a ciertos aspectos... Sólo obtienen una visión parcial de los trastornos... Todos los aspectos que van más allá de esta visión se consideran intrascendentes...” (Capra,1992:146). Igualmente, todo el desarrollo de la instrumentalización, subordina la medicina a la tecnología, desterrándose así su dimensión y su poder simbólicos. Quisiéramos terminar esta breve mirada sobre el modelo bio-médico expresando, junto con Fritjof Capra, que “si bien la medicina ha contribuido a erradicar varias enfermedades, esto no significa que haya restituido la salud...Considerando la salud desde un punto de vista holístico, las enfermedades físicas no son sino manifestaciones de un desequilibrio básico del organismo. Otras manifestaciones pueden tomar la forma de patologías sociales y psicológicas, y cuando los síntomas físicos de una enfermedad se suprimen eficazmente con una intervención médica, el mal puede muy bien manifestarse de otras maneras” (Capra, 1992:148). Considerando entonces nuestros planteamientos precedentes, creemos que lo que entra en crisis, además de la asistencia sanitaria y del aparato institucional que la expresa, es el modelo conceptual que ha servido de base a la medicina científica. Y con este modelo conceptual entra en crisis el paradigma cartesiano-newtoniano que lo ha articulado y nutrido. Una nueva cosmovisión emerge, aun cuando los elementos de la anterior no desaparezcan, simplemente “ciertos elementos, habiendo participado en la constitución de un mundo, se saturan. En adelante, van a metamorfosearse permitiendo así la emergencia de otras formas sociales” (Maffesoli, 2001:175). La extraordinaria aventura científica se sacude y se enriquece de nuevo. Un salto epistémico de proporciones insospechadas pareciera tener lugar. Y nosotros tenemos el privilegio de ser, además de actores, responsables de ese mundo que emerge. Así, la construcción de este nuevo modelo médico, cuya conformación aquí sugerimos, surge, es verdad, desde el terreno de la ciencia médica, pero es también el resultado de un movimiento social generalizado que desacraliza el dogma científico, donde los movimientos y colisiones no programados de una pluralidad de actores sociales convergen en esta formidable sacudida de la medicina, sus representaciones y sus prácticas, expresándose esto en la conformación de un novedoso sistema conceptual, ecológico, complejo e integrador donde lo afectivo y lo emocional vuelven a encontrar cabida, abigarrándose a lo científico y a lo instrumental, herencia incuestionable de la modernidad. Malin Pino de Casanova La Médicina y la Emergencia de un Nuevo Modelo Conceptual FERMENTUM Mérida - Venezuela - ISSN 0798-3069 - AÑO 12 - Nº 34 - MAYO - AGOSTO - 2002 - 366-392 IV. EL regreso de dyonisos en los nuevos paradigmas médicos: la psiconeuroinmunología, un modelo ecológico, complejo e integrador “Dyonisos, el ambiguo, el más femenino de los dioses masculinos, regresa para reintroducir naturaleza (phusis) en el seno de la ley (nomos). Desorden fecundo...violencia matricial...crisis bienvenida que reflorece la vida ” Michel Maffesoli L’Instant Eternel “El pensamiento integral concibe la salud desde el punto de vista de un proceso continuo. Mientras que la mayoría de las definiciones, entre ellas algunas recientemente propuestas por médicos holísticos, presentan la salud como un estado estático de perfecto bienestar, el concepto integral de salud implica una actividad y un cambio continuos en los que se refleja la respuesta creativa del organismo a los desafíos ambientales. Puesto que la condición de una persona siempre dependerá en gran medida de su entorno natural y social, no puede haber un nivel absoluto de salud que sea independiente de este entorno. Los cambios continuos en el organismo de una persona, relacionados con los cambios de su entorno, comprenderán naturalmente fases pasajeras de mala salud, y muchas veces será imposible trazar una línea divisoria neta entre salud y enfermedad” Fritjof Capra “El Punto Crucial” Si lo ritual y lo sagrado, y con ello las dimensiones de lo simbólico, fueron desterrados del modelo bio-médico, pareciera que ahora la ciencia médica retoma esos caminos. Dyonisos, travieso y maligno, reintroduce phusis en el seno de nomos y es así como ciertas corrientes dentro de la medicina científica comienzan a mirar la muerte, el sufrimiento y el dolor recuperando de tal suerte “el mal” y las dimensiones de lo trágico, de lo diverso, de lo múltiple y de lo plural. La medicina retoma así una tonalidad estética, haciendo del polémos, de la alteridad, el fundamento mismo de lo humano y, por ende, del acto médico. La enfermedad y la muerte comienzan en estas novedosas miradas a readquirir sentido al considerarse procesos vitales con un profundo significado existencial. La enfermedad deja de ser “un sin sentido, un accidente fortuito que irrumpe en la vida de la persona implicando la participación de la persona como totalidad compleja en su proceso de salud o de enfermedad, 377 378 La Médicina y la Emergencia de un Nuevo Modelo Conceptual. Malin Pino de Casanova FERMENTUM Mérida - Venezuela - ISSN 0798-3069 - AÑO 12 - Nº 34 - MAYO - AGOSTO - 2002 - 366-392 planteando nuevamente la participación individual y colectiva para la autodeterminación de la vida y de la salud, vistas como hechos con un profundo significado existencial” (Castés, 1999:7). De tal suerte, la medicina pareciera reencontrar dimensiones perdidas en algún momento y en algún lugar de la aventura científica, cartesiana, racionalista y newtoniana. Se va desdibujando la visión dieciochesca de la medicina que había desterrado las cuestiones filosóficas y existenciales vinculadas a la enfermedad y a la muerte, permitiendo, en consecuencia, a ciertas corrientes de la medicina ver los aspectos positivos y el significado potencial de la enfermedad. Así, los médicos comienzan a interpretar aspectos psicológicos y espirituales, aceptando que estar totalmente libre de enfermedad y de lucha, de lo disímil y de lo complejo, es incompatible con los procesos de la vida. De tal suerte, la enfermedad y la muerte, las dos como formas radicales y temidas “del mal”, vuelven a articularse con las dimensiones simbólicas de lo secreto y de lo sagrado desterradas por el cartesianismo racionalista al olvidar que “la enfermedad, como todo lo que concierne al hombre es un fenómeno que ha perdido el carácter netamente natural para adquirir un carácter cultural, el cual incluye un rasgo misterioso y sagrado, debido a la estrecha relación que guarda con la muerte, ese fenómeno misterioso e inevitable, a la vez tan familiar y tan extraño al hombre” (Clarac de Briceño, 1991.125) Y es que la medicina no puede comprenderse al margen de la emergencia de una nueva sensibilidad epocal, de una nueva socialidad, de una urdimbre social novedosa cuyo rasgo fundamental pareciera el retorno de lo trágico, entendido como aquello complejo, plural y polisémico; abigarramiento de elementos y fuerzas que, constituyendo la unicidad en tensión, constituye el nuevo ethos de la sociedad. Se trata de una socialidad matricial y fundante, suerte de “coincidentia oppositorum, fundamento y cimiento de una vitalidad que no tolera que se le ampute ni uno sólo de sus elementos pues ella ‘sabe’ que es esta coincidencia de cosas opuestas lo que constituye el motor de la expansión, de la multiplicación, de la dinámica existencial”(Maffesoli, 2000:163). Y esta nueva sensibilidad remite a un movimiento social generalizado que desacraliza el dogma científico (Mires, 1996). El dolor, el amor, la soledad y el sufrimiento, y hasta la muerte misma, pues se trata en estos nuevos modelos conceptuales de aprender a morir y de ayudar a morir, integrarán las nuevas visiones de la medicina. Y la psiconeuroinmunología, rama en emergencia de la medicina científica, ilustrará muy pertinentemente nuestras reflexiones. Malin Pino de Casanova La Médicina y la Emergencia de un Nuevo Modelo Conceptual FERMENTUM Mérida - Venezuela - ISSN 0798-3069 - AÑO 12 - Nº 34 - MAYO - AGOSTO - 2002 - 366-392 En efecto, con el modelo médico emergente sucede que integra visiones e interpretaciones diversas del acto médico, de la enfermedad, de la curación, de la vida y de la muerte desde la mirada, esta vez, de la medicina científica que, en el propio acto de mirarse, se transforma. De tal suerte, elementos durante mucho tiempo evacuados por el paradigma científico, cartesiano y newtoniano, y nos referimos a lo intuitivo y a lo sensible, a lo poético y a lo racional no instrumental, a lo emocional y a lo afectual, son retomados, reinterpretados y resignificados en estas nuevas visiones de la medicina. Se trata de las travesuras de Dyonisos reintroduciendo nuevamente phusis en el seno de nomos. Comprendiendo la psiconeuroinmunología La psiconeuroinmunología, siguiendo de cerca los planteamientos de la Doctora Castés y de un grupo de investigadores y terapeutas de la cátedra de Psiconeuro- inmunología de la Escuela Vargas de la Facultad de Medicina de la Universidad Central y de la Fundación para el desarrollo de la Psiconeuroinmunología (FUNDASINEIN) pudiera considerarse como una ciencia transdisciplinaria fundamental en la búsqueda de nuevas herramientas para la comprensión del funcionamiento integral de los seres humanos. “Hoy en día, nos dicen Castés y Canelones, está claro que la mente no es un objeto sino un proceso, el proceso afectivo cognitivo que se identifica con todo el proceso de la vida. El cerebro es una de las estructuras específicas a través de las cuales este proceso opera. Sin embargo, el sistema inmunológico también está siendo reconocido, cada vez más, como una red tan compleja e interconectada como el propio sistema nervioso, puesta como éste al servicio de funciones de coordinación igualmente importantes. Un eslabón crucial para este escenario, nos dicen los científicos, han sido las investigaciones de la neurocientífica Candace Pert y sus colegas en Estados Unidos quienes han demostrado que un grupo de moléculas llamadas péptidos son en realidad mensajeros que facilitan la conversación entre los sistemas nervioso, inmunológico y endocrino. Otro aspecto fascinante es el descubrimiento de que estos péptidos puedan ser la manifestación bioquímica de las emociones. La mayoría de los péptidos-sino su totalidad-alteran el comportamiento y el estado de ánimo y los científicos empiezan a trabajar con la hipótesis de que cada péptido puede evocar una determinada emoción. Si esto es cierto, ello significaría que todas las percepciones sensoriales, los pensamientos y funciones corporales estarían teñidos por las emociones puesto que en todas ellas intervienen péptidos”. Obviamente que estos descubrimientos contribuirían “a desplazar el modelo biomédico anterior 379 380 La Médicina y la Emergencia de un Nuevo Modelo Conceptual. Malin Pino de Casanova FERMENTUM Mérida - Venezuela - ISSN 0798-3069 - AÑO 12 - Nº 34 - MAYO - AGOSTO - 2002 - 366-392 basado en el mecanicismo y reduccionismo, por uno nuevo más humanista, fundamentalmente centrado en el hombre como totalidad, con su cuerpo físico, con su espiritualidad, con sus relaciones interpersonales, en sus relaciones con el trabajo y también con la naturaleza”(Castés y Canelones, 1999:3). Así, podríamos pensar en la psiconeuroinmunología como una “ciencia transdisciplinaria que estudia las interacciones entre el comportamiento, el sistema nervioso central, el sistema endocrino y el sistema inmunológico; y cuyos aspectos clínicos van desde el entendimiento de los mecanismos biológicos bajo la influencia de factores psico-sociales, hasta los aspectos biorregulatorios que incluyen la red compleja de interacciones generadas por los sistemas neuroendocrino e inmunológico, en el mantenimiento de la salud y en la lucha contra las enfermedades” (Castés, 1999: 4), integrando de tal suerte las dimensiones humana, afectiva, emocional y relacional a las explicaciones médico-biológicas, empíricas, instrumentales y experimentales. Para esta rama en emergencia, el estrés es un elemento clave en la comprensión del acto médico, de la salud, de la enfermedad y de la sanación. En efecto, “no se puede hablar de psiconeuroinmunología sin hablar de estrés. Estrés es la respuesta del organismo a influencias ambientales las cuales tienden a empujar las funciones del sistema fuera de su balance normal. Un estresante es un estímulo que induce una respuesta fisiológica anormal... Es decir que el estrés ya sea por la vía neuroendocrina o por la vía autonómica conduce a la liberación de moléculas en las glándulas adrenales que tienen un efecto supresor sobre la respuesta inmune (Munck y col., 1984). Un ejemplo del funcionamiento de este mecanismo se observa en los deprimidos crónicos, en quienes se ha demostrado que la producción de GC aumenta por encima de los valores normales, lo cual puede aumentar considerablemente el riesgo de enfermedad” (Castés, 1999:7). Siguiendo a Castés (1999), todos estos hallazgos de laboratorio correlacionan con una literatura científica relativamente consistente que sugiere que individuos que experimentan cambios negativos en su vida reciente tienen un mayor riesgo de contraer una variedad de enfermedades (Cohen y Syme, 1985, citado por Castés, 1999:7). Igualmente en algunas condiciones de estrés crónico como viudez, divorcio, pobre relación marital, familiares de pacientes con Alzheimer y estrés académico se ha encontrado una disminución de parámetros inmunológicos tales como disminución de la actividad de las células “natural killer”, (esenciales en la lucha anti-tumoral), aumento del cortisol plasmático (que causa una supresión de la respuesta inmune, disminución de la respuesta de células T frente a mitógenos (esenciales Malin Pino de Casanova La Médicina y la Emergencia de un Nuevo Modelo Conceptual FERMENTUM Mérida - Venezuela - ISSN 0798-3069 - AÑO 12 - Nº 34 - MAYO - AGOSTO - 2002 - 366-392 en la lucha contra una diversidad de patógenos) y aumento de los títulos de anticuerpos contra el virus de Epstein Barr (evidencia de una reactivación viral. Igualmente se ha demostrado que los viudos y viudas generalmente tienen una mayor incidencia de mortalidad por cáncer que la población en general (Verbrudge, 1979, citado por Castés, 1999:9). Aprehendiendo el significado de la enfermedad y de la muerte Observamos como esta mirada científica relaciona parámetros muy diversos que van desde condiciones sociales, cultura, calidad de vida, hasta emociones y afectos para tejer la humanidad socio-cultural de cada persona. La enfermedad en este novedoso sistema conceptual deja de ser “un sin sentido, un accidente fortuito que irrumpe en la vida de la persona (para implicar) la participación del ser humano social como totalidad compleja en su proceso de salud o de enfermedad (planteando) la participación individual y colectiva para la autodeterminación de la vida y la salud, vistas como hechos con un profundo significado existencial” (Castés, 1999: 7). No se trata de desterrar la enfermedad, sino de aprehender su significado entendiendo que ella forma parte de los procesos vitales. Incluso la muerte se incorpora en estas miradas, y el enfermo puede tomar la decisión de emprender su curación o de asumir el proceso de su muerte. Oigamos a este respecto a Margarita Pérez de González, paciente de la Doctora Castés y miembro del equipo de Fundasinein: “El descubrimiento más importante fue que durante todo el tiempo yo había creído que podía vivir con cáncer, y tenía 19 años haciendo eso, pero ni en mis más queridos sueños pensé nunca que podía atacar los tumores y enfrentar la enfermedad en una forma más activa. (...) Creía que a la persona que ‘abren y cierran’ le queda poco tiempo de vida, así que en la cama de la clínica pensaba qué debía hacer, si seguir luchando o morir. Luego del susto inicial decidí continuar viviendo... (...) Lo que tanto había temido había ocurrido, el cáncer había salido de la cavidad abdominal y se había escapado al pulmón. Mientras estaba sólo en el abdómen pensaba que tenía algún control sobre la enfermedad. Temí morir y realmente me costó tomar la decisión de luchar también con esto y continuar viviendo. (...) Había soñado que estaba parada frente a una carretera negra, muy nueva, que había sido hecha solo para mí y en la cual se podía circular sólo hacia delante. (...) Poco a poco fui entendiendo ese concepto que nos dicen a los pacientes que lo importante es sanar la vida, porque les aseguro que mi idea era curarme del cáncer y eso lo ubicaba en mi cuerpo, nunca pensé que mi vida necesitaba revisión. (...) Un día (otro) paciente me preguntó ¿porqué vivir? Y realmente tocó un área en la 381 382 La Médicina y la Emergencia de un Nuevo Modelo Conceptual. Malin Pino de Casanova FERMENTUM Mérida - Venezuela - ISSN 0798-3069 - AÑO 12 - Nº 34 - MAYO - AGOSTO - 2002 - 366-392 cual no había profundizado. Mi vida había sido una carrera constante para no morir, en algunos momentos me sentí como un caballo de carreras para el cual su única mete era la victoria, no veía a los lados, solo corría con toda mi fuerza, en ese tiempo no había sitio para la reflexión; sólo sabía que quería vivir. En el momento de la pregunta y al dedicarme a pensar en esto, comencé a encontrar respuestas que de una u otra forma tenían que ver con el propósito en la vida. (...) Comencé a ponerme en contacto con ese propósito y me di cuenta de cosas como mi capacidad de ayuda y el aprendizaje que he realizado por medio de la enfermedad y que quiero compartir con otras personas. Especialmente el descubrimiento de que uno no es cautivo de su situación, que cada uno de nosotros tiene recursos que puede usar para salir adelante... (...) La razón más importante de porqué vivir es la más simple: porque me fascina la vida, me encanta sentir, pensar, aprender, reir; disfruto de la vida y de la naturaleza en una forma intensa, mi contacto con la visión de un amanecer pasa por mi espiritualidad, llenándome de energía, me regresa a mi lucha, me da razones para continuar” (en Castés y Canelones, 1999: 133-137). Ilustrando nuestro decir: las terapias de los Simonton y Fundasinein Dentro del contexto precedente, las terapias propuestas por 4 Fundasinein inspiradas a su vez en las terapias propuestas por los 5 Simonton y relativas al cáncer son muy ilustrativas. Dichas terapias se basan en la noción de equilibrio dinámico, considerando a la salud como una experiencia de bienestar provocada por un equilibrio dinámico que comprende los aspectos físicos y psicológicos del organismo, además de las interacciones con su entorno natural y social (Capra, 1987:378). Estar en equilibrio dinámico significa entonces pasar por fases pasajeras de enfermedad que pueden servir para aprender y crecer. Así lo testimonia Lutecia Adam, enferma de adherencias y quien desarrolló una capa anormal de materia que fue invadiendo todos sus órganos: “muchas cosas malas, irreversibles, pueden trocarse en soluciones saludables cuando abres tu corazón y tu mente a otros caminos que no 4 Fundación para el Desarrollo de la Psiconeuroinmunología. 5 Se trata de un método relativamente nuevo para tratar el cáncer. La estructura conceptual y la terapia respectiva han sido desarrolladas por el oncólogo-radiólogo Carl Simonton y la psico-terapéuta Stéphanie Matthews en los Estados Unidos, teniendo repercusiones trascendentales para muchos campos de la salud y de la curación. Los Simonton consideran sus investigaciones como un estudio experimental. Escogen con mucha atención a sus pacientes pues quieren llegar, con un reducido numero de personas, altamente motivadas, a la comprensión de la dinámica básica del cancer. Hasta ahora, el tiempo medio de supervivencia de sus pacientes es el doble con respecto al de los pacientes de los mejores institutos oncológicos y tres veces mayor con respecto al promedio nacional en los Estados Unidos. Malin Pino de Casanova La Médicina y la Emergencia de un Nuevo Modelo Conceptual FERMENTUM Mérida - Venezuela - ISSN 0798-3069 - AÑO 12 - Nº 34 - MAYO - AGOSTO - 2002 - 366-392 son los que has recorrido automáticamente. Esta situación tan dolorosa me llevó a pensar que algo estaba funcionando mal en mi vida, porque no eran sólo las adherencias, habían sucedido muchas cosas que me habían sumido en este estado morboso... Pero fueron esas circunstancias adversas las que dieron origen a este cambio existencial en mi vida” (en Castés y Canelones, 1999:151). El enfoque de Simonton, considerado como una de las terapias holísticas por excelencia, trata de invertir la imagen generalizada del cáncer, que no corresponde a los resultados de las más recientes investigaciones, presentándolo no como un ataque desde afuera sino como un derrumbamiento interior. Se trata de saber cuál es la causa de la formación de las células cancerosas y cuál es la causa del debilitamiento del sistema inmunológico del cuerpo considerando en las explicaciones una compleja red de factores genéticos, bioquímicos, ambientales y psicológicos interdependientes. La filosofía en la cual descansa este enfoque “afirma que el desarrollo del cáncer implica cierto número de procesos psicológicos y biológicos interdependientes; que estos procesos pueden ser reconocidos y comprendidos; y que la secuencia de acontecimientos que llevan a la enfermedad se puede invertir para hacer que el organismo recupere la salud... Mientras determinan el contexto de la enfermedad de un paciente, los Simonton tratan de reforzar su fe en la eficacia del tratamiento y en la fuerza de las defensas del cuerpo... Una vez suscitados los sentimientos de esperanza y de expectación, el organismo los traduce en procesos biológicos que comienzan a restaurar el equilibrio y a revitalizar el sistema inmunitario”(Capra,1992:420). Es el ser humano el que está en juego y no simplemente una enfermedad, un órgano o función, centrándose estas terapias en los problemas emocionales del paciente, sin separarlos de los modelos más generales de sus vidas, incluyendo así aspectos sociales, culturales, filosóficos y espirituales: “Hubo un momento, nos dice Lutecia Adam, en que tomé conciencia que formaba parte de este universo. Yo no estaba sola, aislada, dentro de este cuerpo mortal. Mis dudas acerca de si estos cambios profundos que estaba realizando desde que había perdido la salud, eran el camino adecuado para seguir viviendo, se esfumaron en las rutas del agua y de la arcilla, de los rayos de sol y del aire que respiro, y de la brisa que baña mi rostro cada amanecer” (en Castés y Canelones, 1999:153). 383 384 La Médicina y la Emergencia de un Nuevo Modelo Conceptual. Malin Pino de Casanova FERMENTUM Mérida - Venezuela - ISSN 0798-3069 - AÑO 12 - Nº 34 - MAYO - AGOSTO - 2002 - 366-392 En Venezuela, las experiencias de la Fundación para el desarrollo de la psiconeuroinmunologia (FUNDASINEIN), se inscriben dentro de esta sensibilidad que emerge en los nuevos paradigmas médicos. María Cristina Requiz, psicóloga y miembra fundadora de dicha institución, nos define a Fundasinein como un programa de apoyo psicosocial y holístico para pacientes con cáncer. Nace, dice ella, “de la inquietud de un grupo de profesionales preocupados por ofrecer alternativas globales y espacios para la búsqueda de nuevas formas de conquistar la salud y alcanzar mejor calidad de vida, para aquellas personas que viven una enfermedad que coloca en riesgo su vida. Es el producto de un sueño colectivo, impulsado por la Dra. Marianella Castés, y hoy hecho realidad por un equipo interdisciplinario formado por especialistas en psiquiatría, psicología, medicina, inmunología, nutrición y terapia corporal” (en Castés y Canelones, 1999:64). El programa, según los responsables, consiste en un proceso de experiencia de vida en donde se asume que la persona es un ser humano responsable de su salud y de su vida, por lo tanto no es un “paciente” que deba acatar las decisiones de otros en cuanto a su enfermedad y a su tratamiento. El es el protagonista de su propio proceso de sanación. La individualidad es digna de respeto y la generalización no tiene cabida en estos espacios de encuentro donde lo importante es sanar la vida, más allá de curar una enfermedad. Se privilegia entonces la búsqueda de alternativas que generen una mejor calidad de vida, una mayor profundidad en la experiencia de estar vivos y no únicamente la búsqueda de una mayor sobrevida. Se trata de concepciones y experiencias que integran la complejidad al enfatizar el respeto hacia las alternativas terapéuticas escogidas por la persona enferma, considerando a los seres humanos en su pluridimensionalidad. De tal suerte, se crean espacios para la expresión, la reflexión, y el compartir las inquietudes, preocupaciones y angustias de quienes experimentan una enfermedad que coloca en peligro su vida. Se brindan terapias de apoyo y acompañamiento con énfasis en la sanación de la vida, tratando la interconexión cuerpo, mente y espíritu como un mecanismo fundamental para obtener la sanación. Se ayuda al paciente a contactarse con su sabiduría interior y a utilizarla en la elección de su tratamiento y, lo que es esencial, se trata de que el enfermo descubra un significado en la experiencia de su enfermedad, ayudando a cada persona a encontrar su propósito en la vida. Se trata y trabaja igualmente el miedo y recurrencia a la muerte como factor de interferencia en el proceso de sanación. Esto supone enfocar la muerte como un proceso más de la vida, pues como decía Jules Romain, “la muerte es otro nombre para la vida”. Malin Pino de Casanova La Médicina y la Emergencia de un Nuevo Modelo Conceptual FERMENTUM Mérida - Venezuela - ISSN 0798-3069 - AÑO 12 - Nº 34 - MAYO - AGOSTO - 2002 - 366-392 De cara a la muerte Dentro de este orden de ideas, y por acá comenzamos al referirnos a este enfoque, la muerte se integra entonces como un proceso vital, aun cuando sea el último. De esta manera, “enfrentarse con la muerte es parte integrante de este enfoque. A los pacientes se les hace tomar conciencia de la posibilidad de que, en algún momento, pueden llegar a decidir que ya es hora de encaminarse hacia la muerte. Se les asegura que tienen todo el derecho a tomar esta decisión y se les promete que los terapeutas les prestarán los mismos cuidados y el mismo apoyo que en su lucha para recuperar la salud... La confrontación con la muerte ...toca un problema existencial fundamental que caracteriza a toda la condición humana. Por este motivo, a los pacientes se les induce con toda naturalidad a considerar su objetivo en la vida, sus razones para vivir y su relación con la totalidad del cosmos” (Capra, 1992:420). Las dimensiones de lo humano están nuevamente allí, donde la medicina de la modernidad las había totalmente desterrado. La Doctora Louise Annette Botta nos dice a este respecto: “si dejáramos de apartar la muerte de nuestra conciencia, si pudiéramos encarar la posibilidad de nuestra propia muerte, podríamos contribuir a mejorar el bienestar de nuestros enfermos terminales y de sus familiares. Si pudiéramos enseñar a nuestros estudiantes a combinar los esfuerzos médicos, científicos y humanitarios, comenzaríamos a abrir camino hacia el real progreso de una sociedad respetuosa del derecho y de la necesidad que tiene cada ser humano enfermo de terminar su vida con una asistencia individual llena de ternura, compasión y respeto. Es lo que se propone el movimiento de los cuidados paliativos” (en Castés y Canelones, 1999:122). La conjunción de lo afectivo, lo emocional y lo afectual junto a lo estrictamente científico, en estos modelos emergentes, se evidencia en estas líneas tomadas de Canelones y Castés (1999:8): “(se trata) de rescatar al hombre y sus realizaciones en todos sus espacios de expresión, sin prescindir del tubo de ensayo que nos pone en contacto con unidades de análisis a un nivel molecular, pero distinguiendo que un alto nivel de adrenalina o cualquier neurotransmisor en sangre nunca será equivalente a la profunda conmoción que experimenta una madre ante la muerte de un hijo”. Los nuevos modelos conceptuales: ¿un pensamiento del vientre? El amor y la tristeza, los sentimientos y las emociones, en estas novedosas representaciones de la medicina y del acto médico, se traducen en células, funciones y disfunciones biológicas, respuestas 385 386 La Médicina y la Emergencia de un Nuevo Modelo Conceptual. Malin Pino de Casanova FERMENTUM Mérida - Venezuela - ISSN 0798-3069 - AÑO 12 - Nº 34 - MAYO - AGOSTO - 2002 - 366-392 del sistema inmunológico, del sistema endocrino, del sistema nervioso central, para mostrarnos cómo biología, historia, cultura, afectos y emociones están imbricados en una urdimbre espesa y compleja. La enfermedad entonces, tal como lo expresa Capra, es parte constitutiva del proceso vital hecho de etapas de salud y de otras de enfermedad. Y dentro de este proceso, lo afectual y lo emocional van a conjugarse con la ciencia y el medico comienza a prestar atención al sufrimiento, a las emociones y a las intuiciones del paciente, así como a considerar la posibilidad de la autocuración y la autoregeneración del organismo del enfermo, lo cual constituye una verdadera revolución conceptual dentro de la medicina. Y aún en el caso extremo, pero absolutamente natural, de que el proceso mórbido sea irreversible, la misma muerte tiene un significado y el enfermo aprende a morir con un médico que le ayuda a comprender este último acto vital. Así, la disciplina de los cuidados paliativos propuesta por Louise Annette Botta, ofrece una valiosa ayuda al personal médico que muchas veces se encuentra desconcertado y temeroso de acercarse a los pacientes moribundos. La muerte deja así de significar un fracaso profesional para los médicos quienes aprenden a mirarla de frente. “Cada moribundo, nos dice Sogyal Rimpoché, es un maestro que concede a todos quienes lo ayudan la oportunidad de transformarse mediante el cultivo de la compasión”. Se llega a plantear, y esto nos parece de capital importancia, dentro del contexto de estas nuevas visiones, que el organismo es autorregenerativo y autocurativo lo cual lleva a atribuir al paciente, ya no tan paciente, un rol fundamental en el proceso de su propia curación. La gestión de su cuerpo, de su enfermedad y de su curación ahora le atañen, junto con el médico, por supuesto, y dentro de un contexto relacional complejo y diverso. El acto médico adquiere así una dimensión política al constituir la medicina, vista de esta manera, un novedoso espacio relacional donde la gestión solitaria y biologizante de la vida cede paso a una gestión solidaria y compartida socialmente. Los 6 espacios de la medicina se convierten en ocasiones de civilidad . El nuevo modelo conceptual desplaza la atención del tratamiento a la sanación, término proscrito durante el último siglo del léxico médico por considerarlo algo subjetivo, propio de curanderos, brujos y chamanes. Sanar a la persona enferma, y no tan solo tratar la enfermedad, es el 6 El término es aquí utilizado en el sentido que le da Fernando Mires (1996:144): “Civilidad quiere significar (...) que en el campo de lo social ha surgido un espacio político que no pertenece exclusivamente al Estado”. Malin Pino de Casanova La Médicina y la Emergencia de un Nuevo Modelo Conceptual FERMENTUM Mérida - Venezuela - ISSN 0798-3069 - AÑO 12 - Nº 34 - MAYO - AGOSTO - 2002 - 366-392 reto de la medicina en estas novedosas interpretaciones. Evidentemente que muchas de las nociones, representaciones, recorridos y recursos terapéuticos propuestos por la psiconeuroinmunología están ya presentes, y desde hace mucho tiempo, en otros sistemas conceptuales. Algunos vienen de la medicina tradicional y popular; otros de las llamadas “medicinas alternativas”, que a su vez expresan sistemas conceptuales racionales diferentes al occidental como en el caso de la medicina china o hindú. Lo novedoso es que ahora dichos elementos son acogidos por la medicina científica, o por algunas corrientes dentro de ella, quien los reinterpreta, los articula a sus experiencias científicas, los corrobora con su propia metodología y los reintegra a una novedosa cosmovisión o sistema conceptual, abigarrándose así estas representaciones y prácticas al modelo científico que pareciera así dar en estos momentos un salto epistémico fundamental. Como nos dice Marianella Castés, “en base al cambio de paradigma fundamentado en la psiconeuroinmunología se están sentando las bases científicas para que la medicina oficial considere reintegrar la perspectiva del individuo como un todo en su práctica, ya que esta ha sido olvidada o perdida en algún lugar” (Castés, 1999:15). La psiconeuroinmunología propone de esta forma las bases de un nuevo modelo conceptual, proporcionando los fundamentos de una medicina humana, compleja y diversa que no ignore “el papel (que) las emociones, la esperanza, el deseo de vivir y el poder del contacto humano y cálido juegan en el desenlace de una enfermedad” (Castés, 1999:14). La diversidad, el vitalismo, la vitalidad han retomado la escena. Dyonisos regresa del exilio reintroduciendo así naturaleza (phusis) en el seno de la ley (nomos). Lo anteriormente expuesto nos sugiere la emergencia de un modelo conceptual novedoso que comienza a desdibujar los rasgos del modelo bio-médico originado en el paradigma moderno, cartesiano, newtoniano y reduccionista que le ha dado su estatus de cientificidad. Pensamos que las ideas presentadas muestran que la medicina no escapa al movimiento social generalizado que cuestiona el dogma científico, mecanicista y reduccionista, lo cual supone una segunda secularización, que esta vez desacraliza la ciencia, un salto epistémico fundamental. Y estos cambios profundos en el sistema conceptual de la medicina expresan a su vez cambios profundos en las maneras de percibir el mundo significando así el deslizamiento hacia otra 387 388 La Médicina y la Emergencia de un Nuevo Modelo Conceptual. Malin Pino de Casanova FERMENTUM Mérida - Venezuela - ISSN 0798-3069 - AÑO 12 - Nº 34 - MAYO - AGOSTO - 2002 - 366-392 cosmovisión. En esto estamos plenamente identificados con Fernando Mires (1996) cuando plantea que estamos inmersos en un proceso de revolución paradigmática, la cual se inscribe dentro de un proceso de “quiebre epocal” que él bautiza como una “revolución que nadie soñó”. Y afortunadamente, pues como dice el propio Mires, el mundo lo creamos y construimos con nuestras acciones cotidianas al no ser ya observadores de una realidad objetiva sino protagonistas de un mundo que nosotros mismos alumbramos. Los grandes proyectos ceden lugar a nuestras acciones cotidianas, las de todos los actores sociales, quienes en nuestros movimientos diarios, en nuestras colisiones, en nuestro errar (entendido en sus dos acepciones: aquella de vagabundear y aquélla de equivocarse), vamos constituyendo espacios de civilidad donde nos relacionamos diferentemente. Podríamos pensar en la constitución de novedosas esferas relacionales, y por ende políticas, donde lo delegativo pareciera dar paso a lo participativo y donde la gestión solitaria, instrumental, fría e institucional del cuerpo y del sufrimiento, de la salud y de la curación, y hasta de la misma muerte, se abren a una gestión distinta, solidaria y afectual. V. Para concluir (o de la nueva alianza) La medicina, decíamos en el aparte anterior, no es ajena, como ninguna expresión de lo humano, a la socialidad, a la sensibilidad social que escribe las diferentes épocas o procesos históricos, ni a la forma cómo los hombres entretejen los hilos que conforman el cimiento o urdimbre social. Así, pareciera emerger desde la propia medicina científica un modelo novedoso donde lo sagrado y lo profano, lo simbólico y lo pagano, lo científico y lo instrumental son elementos que en “trágica sinergia”, en interesante abigarramiento, devuelven al acto médico las dimensiones de lo humano, y ¿porqué no?, de lo secreto y de lo sagrado perdidas en algún momento y en algún lugar de la aventura científica y positivista de la modernidad. Ya no se trata, para la medicina institucional, de aceptar o no ciertas prácticas médicas “alternativas” o “complementarias” como elementos de una terapéutica compleja. Se trata para nosotros, y esto es lo que nos ha motivado a reflexión, de la elaboración de un nuevo sistema conceptual desde la propia medicina científica, donde muchos de los aspectos que conforman ciertas prácticas alternativas y complementarias se integran a la medicina científica Malin Pino de Casanova La Médicina y la Emergencia de un Nuevo Modelo Conceptual FERMENTUM Mérida - Venezuela - ISSN 0798-3069 - AÑO 12 - Nº 34 - MAYO - AGOSTO - 2002 - 366-392 occidental y se reinterpretan bajo sus propios parámetros, metodologías y tecnologías científicas. Así, creemos que estamos en plena elaboración de un nuevo modelo conceptual que corresponde a un cambio de episteme de proporciones tan importantes como la revolución copernicana. Lo novedoso es que ahora el abigarramiento y la conjunción de paradigmas y de visiones se hace desde el propio paradigma científico, ocasionando así la reelaboración del viejo modelo conceptual bio-médico. Y esta integración de los elementos más disímiles en las representaciones actuales de la ciencia médica expresan una vitalidad que tal vez choque con la cosmovisión moderna que se desdibuja. Pero esa es justamente la gran carcajada del paganismo, “aquella de la pluralidad de las cosas... envejeciendo y desplazando el espíritu de unidad y de síntesis de todos los sistemas de la sociedad programada” (Maffesoli, 2000:13). Socialidad matricial y fundante que reposa , no en la solución dialéctica de lo distinto, sino en la tensión de los elementos más disímiles que la componen. Principio de complejidad que reconoce la imposibilidad de eliminar la contradicción, la incertidumbre y lo irracional, estructurando lo que Michel Maffesoli ha denominado “la nueva alianza” (2000), aquélla del materialismo y la espiritualidad, aquélla de la naturaleza y la cultura, aquélla del vientre y del intelecto. Bibliografía Achard, P. y otros (1980). Discurso biológico y orden social. México: Nueva Imagen. 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