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División Sudasiática
2º trimestre 2014
Contenido
E
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Haciendo silenciosamente la obra de Dios / Las oraciones contestadas de Dema........ 5 de abril
7
Más fuerte que los demonios / El verdadero sábado ...............................................12 de abril
de
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y
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BUTÁN
PAÍS ESCONDIDO
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Cambio de corazón .....................................................................................19 de abril
NEPAL
11 Un misionero con un don muy especial ........................................................26 de abril
CENTRO DE LA INDIA
13 De uno a muchos ........................................................................................ 3 de mayo
15 Los sembradores de semillas ................................................................... 10 de mayo
17 El milagro de Yasiah ............................................................................... 17 de mayo NORTE DE LA INDIA
19 La canción de Renu ............................................................................... 24 de mayo
21 ¿Quién es ese hombre? .......................................................................... 31 de mayo OESTE DE LA INDIA
23 “¡No me inclinaré!” .................................................................................... 7 de junio
25 La nueva canción de Sanji ............................................................................14 de junio
27 Un nuevo corazón ......................................................................................21 de junio
RECURSOS
29
Programa del decimotercer sábado .......................................................... 28 de junio
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Misión NIÑOS División Sudasiática
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Estimado director
de la Escuela Sabática:
Este trimestre, nuestras ofrendas están
destinadas a la División Sudasiática, que
incluye los países de Bután, la India, Nepal
y las Maldivas.
Durante los últimos años, la Iglesia
Adventista ha crecido radicalmente en la
División Sudasiática, donde ha pasado de
solo unos 200.000 miembros a más de
1.600.000 que tiene hoy. Eso significa una
proporción de 1 adventista por cada 804
personas. Gran parte del crecimiento de la
feligresía que ha experimentado nuestra
iglesia puede atribuirse a iniciativas de
evangelización como Misión Global. Pero,
lo que más ha impulsado este gran
crecimiento son las instituciones educativas adventistas que se han creado a lo largo
de toda la India.
Miles de estudiantes de las escuelas
adventistas se han bautizado, y miles más
que no han sido bautizados han recibido la
influencia de los valores cristianos aprendidos en la escuela. Juntamente con el
número de miembros, ha crecido también
la necesidad de contar con más lugares de
adoración. Parte de la ofrenda del decimotercer sábado de este trimestre será
utilizada para construir siete iglesias en la
India y un salón de reuniones en Bután,
además de un hogar de varones para el
internado adventista de Karmatar, al norte
de la India; un hogar de varones para el
seminario de la Universidad Flaiz, en
Andhra Pradesh, en la India; y salones de
clase para una escuela primaria en Kollegal,
Karnataka, también en la India.
Misión NIÑOS División Sudasiática
sdsdsd Misión jóvenes y adultos
3 Consejero: Carlyle Bayne. Director: Pablo Marcelo
Claverie. Redactor de la edición castellana: Ekel
Collins. MISIÓN ADVENTISTA. NIÑOS (Informe
Misionero Mundial) es una publicación trimestral
editada por su propietaria, la Asociación Casa
Editora Sudamericana, para el Depto. de Escuela
Sabática de las divisiones Sudamericana e Interamericana de la Iglesia Adventista del Séptimo
Día. Impresa mediante el sistema offset, en talleres
propios de Av. San Martín 4555, B1604CDG
Florida Oeste, Buenos Aires, República Argentina.
Domicilio legal: Uriarte 2429, C1425FNI, Ciudad
Autónoma de Buenos Aires. Segundo trimestre del
año 2014 (abril-junio de 2014).
Año 105, nº 2
–106683–
REGISTRO NACIONAL DE LA
PROPIEDAD INTELECTUAL
Nº 5116243
CORREO ARGENTINO
Suc. Florida (B) y Central (B)
IMPRESO EN LA ARGENTINA
FRANQUEO A PAGAR
Cuenta Nº 10272
Confiando en que serán de gran interés
para usted, hemos incluido algunos de los
mejores relatos de Misión Niños de
ediciones anteriores gracias a la colaboración de nuestra antigua editora, Charlotte
Ishkanian.
RECUERDE
• El DVD sobre las misiones de este
trimestre presenta relatos relacionados
con los proyectos a los que irá destinada
la ofrenda del decimotercer sábado, así
como otras historias de la División
Sudasiática, incluyendo una muy especial
para los niños. Pídale al director de la
3
Bu
Escuela Sabática de adultos que permita
a los niños ver el DVD.
• Decore el salón con fotos de los países
del territorio de esta División recortadas
de revistas o de folletos de turismo.
Imprima copias a color de las banderas
de los países que forman parte de la
División Sudasiática, y guirnaldas de
flores de papel.
• Si es posible, invite a alguien que haya
vivido o que haya visitado el sudeste
asiático para que hable a los niños de
cómo vive la gente allí, cómo es el
paisaje, y qué tradiciones y costumbres
alimentarias tienen. Anímelo a traer
objetos apropiados que los niños puedan
ver y tocar.
• Más actividades están disponibles en
nuestra página www.AdventistMission.
org [en inglés]. Seleccione la opción
“Resources” y luego “Children’s Activities”. Haga clic en el trimestre actual, si
desea utilizar actividades adicionales
relacionadas con los idiomas que se
hablan en el territorio, recetas de cocina
típicas de esos países, y otros ejercicios
que pueden resultar de interés para
realizar en la Escuela Sabática.
Oportunidades
La ofrenda del decimotercer sábado de este
trimestre hará posible:
• La construcción de un hogar de varones
en el internado adventista de Karmatar, al
norte de la India.
• Un hogar de varones para los seminaristas
de la Universidad Adventista Flaiz, en
Andhra Pradesh, en la India.
• Salones de clases para los alumnos de una
escuela primaria adventista en Kollegal,
Karnataka, en la India.
• Un salón de reuniones en Bután y siete
iglesias en la India.
divídanlo entre trece). O usen calcomanías
de niños como indicadores de los logros
obtenidos con respecto a los blancos.
• Diviértase con el idioma. En este
folleto podrán encontrar palabras y
canciones en varios idiomas de la División
Sudasiática.
• Dispositivo para las ofrendas: Dibujen
un salón de clases en una cartulina.
Dibuje unas mesas sencillas con bancos
para añadirlos a medida que sus clases
vayan alcanzando el blanco de ofrendas
del trimestre (establezcan su blanco y
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Misión NIÑOS División Sudasiática
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Bután
5 de abril
Haciendo silenciosamente
la obra de dios
El Reino de Bután es un pequeño país situado
entre la India y el Tíbet (China). A pesar de que ocupa
un territorio realmente pequeño, Bután cuenta con
grandes e impresionantes montañas. Sus habitantes,
llamados butaneses, son personas muy amigables, y
muchos se dedican a la agricultura o a la ganadería.
El 75 por ciento de la población del Reino de Bután, es decir, la gran mayoría,
profesa la religión oficial del Estado, que es una forma de budismo. El resto son hinduistas. Hay muy poquitos cristianos en este país; una de las razones es porque en Bután está
prohibido cambiar de religión.
La Iglesia Adventista del Séptimo Día comenzó a trabajar por los butaneses en 1991,
pero no ha sido fácil. Como a los cristianos no se les permite hacer obra misionera en ese
país, los misioneros adventistas comenzaron a hablar de Jesús a los butaneses que
habitaban del otro lado de la frontera con la India. Dos años después, algunos de estos
butaneses que vivían en la India se hicieron creyentes. Luego, algunos obreros bíblicos les
enseñaron cómo dar estudios bíblicos. Un número de estos creyentes regresó a Bután y
contó lo que había aprendido. Varios años después, unos 120 butaneses se han hecho
adventistas del séptimo día.
Estas que vas a escuchar a continuación son algunas de las experiencias de estos
nuevos creyentes.
Las oraciones contestadas de Dema
Dema nació en el este de Bután, y sus padres son budistas.
Cuando Dema terminó el décimo grado en el pueblo donde vivía, sus padres
comenzaron a buscar una escuela donde pudiera seguir estudiando, pero en Bután no es
fácil encontrarla.
En ese mismo tiempo, Dema conoció a un señor adventista que le contó muchas
historias de la Biblia. Gracias a ellas, Dema supo cómo había sido la creación del mundo,
y descubrió la verdad del sábado. Comenzó, entonces, a entender que hay un Dios vivo
que ha creado la Tierra y a todos los seres que la habitan, incluyendo a la propia Dema.
También descubrió una cosa muy importante que ha cambiado su vida, y es que Dios la
ama. Los padres de Dema decidieron enviar a su querida hija a estudiar a Darjeeling, una
ciudad al norte de la India. Sin embargo, al señor adventista le preocupaba que Dema
olvidara todo lo que había aprendido acerca de Dios y de la Biblia. Tal vez jamás tendría
otra oportunidad de oír hablar de Jesucristo. Así que, le dijo a Dema que había un
Misión NIÑOS División Sudasiática
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internado adventista en el norte de la
India, donde podría cursar sus estudios
secundarios.
Dema se entusiasmó ante la posibilidad de asistir a una escuela cristiana y oró
para que sus padres cambiaran de parecer
en cuanto a enviarla a Darjeeling. Les
habló del internado adventista, y ellos
tomaron la decisión de enviarla allí a
estudiar.
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Dios respondió las oraciones de Dema,
y de esta manera la pequeña ha podido
estudiar en la escuela adventista, donde ha
aprendido muchísimas cosas más acerca de
Jesús de lo que hubiera podido aprender
en Bután, su país natal. Ahora, Dema
puede hablar a otros discretamente sobre
lo que aprendió en la escuela adventista, y
darles a conocer a Jesús.
Misión NIÑOS División Sudasiática
Mis
Bután
12 de abril
Más fuerte
que los demonios
Bindya es una adolescente que vive en una
hacienda de producción de té en la India, cerca de
Bután. Hace unos años, Bindya estuvo poseída por
demonios. Cuando los demonios la dominaron,
Bindya se quedó totalmente inutilizada.
¡No podía hacer nada! Era terrible. Entonces, dos
caballeros adventistas visitaron la hacienda en donde vivía y trabajaba la familia de
Bindya. Cuando aquellos desconocidos adventistas se enteraron del grave problema de
Bindya, la fueron a visitar para orar por ella. Entonaron algunos cantos cristianos para la
familia y luego oraron con ellos. Cuando los adventistas regresaron dos o tres semanas
después, vieron que Bindya estaba mejor. Oraron nuevamente por ella y pidieron a sus
padres que confiaran en que el Señor del cielo la sanaría, pues solo él era más fuerte que
los demonios que la atormentaban.
Un tiempo después, cuando un pastor adventista visitó a la familia, encontró a los
padres de Bindya tan felices de que ella estuviera mejor que le pidieron que se llevara a
la niña a su casa y que orara por ella hasta que estuviera completamente curada.
El pastor se llevó a Bindya a su casa, y el siguiente sábado la llevó a la iglesia. Ese día,
Bindya les contó a todos los miembros de aquella iglesia adventista que Dios la había
liberado de los espíritus malignos. Ella entregó su vida completamente a Jesucristo y
pidió a sus nuevos amigos adventistas que oraran por ella. La iglesia respondió dedicándola a Dios. Bindya está hoy bautizada, y muchas familias de la hacienda en la que ella
vive quieren saber más sobre ese Dios que es más fuerte que los demonios. Por favor,
oren por ellos.
EL VERDADERO SÁBADO
David es un adventista del séptimo día que vive en Bután. En el lugar donde vive
David, hay otras iglesias cristianas, pero ninguna adventista del séptimo día. En una
ocasión en que estaba visitando a varias personas en sus casas, David conoció a Bora, un
hombre que dirigía una iglesia cristiana de unos sesenta miembros. David le dijo que era
adventista, y Bora sintió curiosidad por la religión de su nuevo amigo.
¿Quiénes son los adventistas del séptimo día y qué creen?, se preguntaba Bora. Los dos
conversaron un rato, y David le explicó algunas creencias de los adventistas. Bora siguió
sintiendo curiosidad, así que los dos comenzaron a estudiar juntos la Biblia. Bora
descubrió el mandamiento del sábado, y después de estudiar la Biblia quedó convencido
Misión NIÑOS División Sudasiática
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CÁPSULA INFORMATIVA
• El Reino de Bután es un país del sur de
Asia ubicado al este del Himalaya. Hacia el
norte se encuentra China, y limita al este,
al oeste y al sur con la India. Bután es un
país pequeño, con una superficie de 38.394
kilómetros cuadrados.
• L a capital de Bután es Timbu, una ciudad
ubicada al oeste del país, a una altitud de
2.320 metros. Timbu es la ciudad más grande
del país, con una población de 104.214
habitantes. En Timbu, no hay semáforos.
• En Bután se hablan 24 idiomas. La lengua
oficial es el dzongkha.
comenzó a compartir la maravillosa
noticia con todos los que asistían a su
iglesia. ¡Y toda su iglesia, en forma
completa, decidió comenzar a adorar en el
verdadero día de reposo! Ese fue un día
muy feliz para todos los miembros de la
iglesia de Bora. David también está
encantado y feliz de poder hablar a estos
nuevos guardadores del sábado sobre la
Biblia.
* Cuando escribió estas dos historias, Deep B. Thapa era director de los
proyectos de Misión Global
en Bután.
de que el séptimo día sábado es el día
santo del Señor.
Cuando Bora se convenció de que el
sábado es el día que dicen las Sagradas
Escrituras en que debemos adorar a Dios,
Colores de la bandera de Bután:
Arriba a la izquierda: Naranja claro.
Abajo a la derecha: Naranja oscuro.
Dragón: Blanco.
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Misión NIÑOS División Sudasiática
Mis
País escondido 19 de abril
Cambio de corazón
En mi país, es muy peligroso ser cristiano. Por
esa razón, para evitar los peligros, en mi escuela
muy poquita gente sabe que yo creo en Jesús.
Algunos niños de mi clase tienen la costumbre
de robar a sus propios compañeros e incluso a los
maestros. Su lenguaje es vulgar y dicen muchas
malas palabras. Mis padres, preocupados por que
los malos hábitos de estos muchachos, que solían
ser mis amigos, tuvieran una mala influencia sobre
mí, me pidieron que dejara de ser amigo de ellos. Todos los días yo veía a mi madre
orando por mí, pidiéndole a Dios que me protegiera de las malas influencias de aquellos
muchachos, pero yo seguía teniéndolos como amigos. Sin embargo, en casa continuaba
participando en la adoración con mi madre y mi hermana.
Mi padre bebía y fumaba, y no participaba de la adoración ni nos acompañaba a la
iglesia. A veces, cuando nos veía orando por él, nos tomaba por el cabello y nos obligaba
a mirar hacia arriba en medio de la oración. Cuando nosotros no estábamos orando y él
no estaba borracho, papá se comportaba maravillosamente. Nos llevaba a pasear y estaba
con nosotros. Pero, cuando orábamos o íbamos a la iglesia, se burlaba de todos nosotros.
Encerrados
A veces, cuando se emborrachaba, mi papá evitaba que fuéramos a la iglesia trancando con llave la puerta de la casa. Él se iba y nos dejaba a nosotros dentro, encerrados.
Como cerraba desde afuera, nos era imposible salir, así que nos quedábamos orando y
llorando. Pero estudiábamos con mamá la Escuela Sabática en casa. Cantábamos,
estudiábamos la lección y repetíamos los versículos para memorizar. Después, en vez de
predicar un sermón, mamá leía un texto bíblico y nos lo explicaba.
Cuando papá regresaba a la seis de la tarde, nos dejaba salir, pero para entonces ya
había terminando el sábado, así que tras una oración para despedirlo, cenábamos con
papá. A veces, cuando papá no cerraba con llave la puerta desde afuera, nosotros
podíamos abrir y nos íbamos corriendo a la iglesia. Otros sábados, papá cerraba con
llave por dentro y se quedaba en casa para asegurarse de que no fuéramos a ninguna
parte. Pero, cuando estaba sobrio, nos dejaba ir a la iglesia.
Cambios
El año pasado murió mi abuela, la madre de mi papá.
Mi papá y mi abuela siempre habían estado muy unidos, y después de que ella murió
él comenzó a cambiar. Mamá animaba muchas veces a papá a orar, y le aseguraba que
Misión NIÑOS División Sudasiática
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Dios lo ayudaría a superar la muerte de su
mamá. Papá comenzó, entonces, a leer la
Biblia. Dejó de burlarse de nosotros y de
tirarnos del cabello cuando hacíamos el
culto. En vez de eso, se sentaba con todos
nosotros en la habitación mientras
adorábamos a Dios. Aunque no participaba, escuchaba nuestras oraciones.
Luego, nos fuimos dando cuenta de
que poco a poco él iba dejando de beber.
Mi papá había prometido que dejaría la
bebida, y cumplió su palabra. Aún sigue
fumando, pero seguimos orando por él, y
la verdad es que fuma mucho menos de lo
que fumaba antes.
Mi padre nunca ha ido con nosotros a
la iglesia, pero cuando oramos en la casa
entra en la habitación y se sienta en
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silencio. Hemos podido verlo transformarse poco a poco en el hombre que Dios
quiere que sea. Ahora que no toma, es un
hombre más feliz. Nos encanta compartir
tiempo con él y ser sus hijos.
Mi papá también habló conmigo sobre
las malas influencias que yo tenía en la
escuela. Me aconsejó que no me juntara
con esas amistades. Entonces, un día
aprendí por las malas que mis padres
tenían razón. Me peleé con ellos y
dejamos de ser amigos. Es interesante ver
cómo Dios está trabajando no solo en la
vida de mi padre, sino también en la mía.
Misión NIÑOS División Sudasiática
Mis
Nepal 26 de abril
Un misionero
con un don muy especial
Kabita y Gita son dos hermanas que viven en un
pueblo cerca de Katmandú, la capital de Nepal [busque Nepal en el mapa]. Nepal es un país pequeño,
pero tiene las montañas más grandes del mundo.
A la mayoría de las niñas de Nepal les gusta
jugar cuando no están ayudando a sus papás; sin
embargo, a la hora de plantar o cosechar arroz, la
familia completa trabaja en los sembradíos hasta que el arroz es secado y almacenado en
sus hogares. El arroz es el alimento más importante en Nepal, y muchas familias
siembran sus propio arroz.
Los nuevos vecinos
Cuando Kabita y Gita eran pequeñas, un misionero adventista llegó a vivir a su
pueblecito. Janie, la hija del misionero, invitó a las niñas a su casa a jugar con ella.
A veces el misionero les contaba historias bíblicas o les enseñaba canciones de Jesús.
A Kabita y a Gita les gustaba mucho, porque en la religión de sus padres no cantaban. A
los papás de Kabita y Gita no les importaba que las niñas se la pasaran con la familia del
misionero, porque sabían que les enseñaba cosas buenas.
Un día, Kabita y Gita encontraron a la familia del misionero guardando sus
pertenencias en cajas.
–¿A dónde van? –preguntaron las niñas.
Janie les explicó que tenían que irse a Nepal por los peligrosos conflictos de los
alrededores. Las chicas abrazaron a Janie y le prometieron que jamás la olvidarían, así
como tampoco las historias y las canciones que el misionero les había enseñado. Cuando
los vecinos se fueron, ellas se pusieron muy tristes, pero cada vez que cantaban las
canciones que les habían enseñado se sentían mejor. Las canciones las ayudaban a
mantener viva la imagen de Jesús en sus corazones.
Oremos
Un día la policía arrestó al papá de Kabita y Gita, y se lo llevaron preso. Kabita vio la
gran preocupación de su mamá, y recordó que Jesús escucha nuestras oraciones y nos
ayuda, si se lo pedimos. Así que, le recomendó a su mamá que orara para que Jesús la
ayudara. La mamá y las niñas oraron y le pidieron a Jesús que ayudara a su papá a salir
de la cárcel. El papá fue finalmente liberado.
¡La familia estaba muy feliz, porque Dios había contestado su oración!
Misión NIÑOS División Sudasiática
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La nueva escuela
Antes de que los misioneros se fueran,
le hablaron a Kabita del internado
adventista de Katmandú, la capital de
Nepal. El misionero le prometió conseguirle alguien que la ayudara a costear sus
estudios, y así lo hizo, así que la muchacha
se trasladó a la capital para estudiar en una
escuela adventista.
A Kabita le encantó estudiar en la
escuela adventista, y cuando Gita tuvo
edad suficiente se unió a su hermana.
Ahora las dos estudian allí y están
aprendiendo cada día más de Jesús. “Nos
encanta estudiar aquí –dice Kabita–. Es
una escuela hermosa, y hemos aprendido
mucho”.
“Cuando vamos a casa en vacaciones
–dice Gita–, les hablamos a nuestros
amigos de Jesús. Les enseñamos a cantar, y
oramos por los enfermos. A veces se
curan. Les aconsejamos que oren a Jesús,
porque él es el Dios vivo”.
Como el pueblo de Kabita y Gita aún
no tiene iglesia adventista, las chicas
invitan a las personas que quieren saber
más de Jesús a visitar su iglesia en la
escuela, en la capital. A veces la gente
tiene que ir a hacer diligencias a la ciudad
y puede aprovechar para ir a la iglesia.
Algunos toman el autobús solamente para
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poder ir a adorar a Jesús. ¡Esto alegra
mucho a las chicas!
“A mí me gusta hablar de Jesús –añade
Kabita–. Yo les cuento a mis hermanos,
hermanas y amigos las historias que
aprendo en la escuela. Gita y yo también
les enseñamos las canciones que hemos
aprendido. Oramos antes de comer y antes
de dormir, para dar gracias a Dios por lo
que nos ha dado”.
Un mensaje para el misionero
Las niñas no han vuelto a saber nada
del misionero ni de su familia desde que
se fueron de Nepal, pero Kabita tiene un
mensaje para ellos: “Gracias por habernos
hablado de Jesús, y por habernos enseñado
a orar. Vamos muy bien en la escuela y
estamos muy contentas”.
Kabita tiene una petición para
nosotros: “Por favor, oren por nuestra
familia, especialmente por nuestro padre y
nuestro hermano, para que entreguen sus
corazones a Jesús”.
Orar por los demás es una de las
maneras que tenemos para compartir el
amor de Dios. Otra es traer nuestras
ofrendas misioneras. Oremos por ellos en
este momento, y demos una buena
ofrenda con la que podamos ayudar a los
habitantes de la División Sudasiática a
saber que Dios los ama.
[Concluya con una oración.]
Misión NIÑOS División Sudasiática
Mis
Centro de la India 3 de mayo
De uno a muchos
Caminaba por las polvorientas calles del pueblo
buscando a alguien con quien hablar. ¡Cómo deseaba
poder compartir las historias que había aprendido sobre
Dios! El olor a lavandería podía percibirse en la brisa, así
como el del humo de los hornos de leña. Cabras y ovejas
avanzaban a empujones por la calle, con sus pastores.
–¿Han oído hablar de Jesús? –pregunté a un grupo
de hombres.
Todos se acercaron de manera amenazante. Alzaron sus voces y me llevaron fuera
del pueblo. Terminé doblado en el suelo, dolorido, mientras ellos se reían, mirándome.
Los hombres que me golpearon desaparecieron, pero yo seguí donde me habían dejado;
estaba demasiado débil y herido para levantarme. Dejé escapar otro quejido de dolor.
Todo me daba vueltas y me dolía intensamente. De repente, se levantó el polvo frente a
mi cara y vi unos pies calzados con sandalias. ¿Habían regresado a matarme? No había
nada que yo pudiera hacer.
–¿Puedo ayudarte? ¿Qué te ha ocurrido? –preguntó alguien con voz amable.
Respondí que había sido golpeado por un grupo de hombres.
–Me llamo Nagaraj y te voy a ayudar –dijo el extraño mientras me levantaba amablemente y me colocaba en su carretilla.
Nagaraj me llevó a un hospital y pagó mi tratamiento. Me dejaron hospitalizado
aquella noche, y al día siguiente me dieron de alta. Nagaraj fue a buscarme.
–Puedes quedarte en mi casa hasta que te recuperes –me dijo.
Yo estaba muy agradecido, pues pensaba en mi mamá inválida. Permanecer con Nagaraj sería de gran ayuda, ya que mi mamá no podía cuidar de mí, y mi papá nos había
abandonado hacía varios años.
–¡Gracias! –le dije.
Sabía que mi Padre celestial me estaba cuidando a través de aquel hombre. En el hogar de Nagaraj sanaron mis heridas y mis moretones, y me recuperé por completo. Fui
aceptado en su familia y comencé a hablarles de Jesús. Nagaraj escuchaba atentamente
las historias que le contaba de la Biblia, y finalmente aceptó a Jesús en su vida.
–Quédate con nosotros y trae a tu mamá a vivir aquí –me dijo un día.
Mi corazón estaba lleno de gratitud hacia él, así que llevé a mi mamá a su casa. Cuando me curé, fui nuevamente a los pueblos que quería alcanzar para Jesús. Ahora que vivía
con Nagaraj era más aceptado, y las historias de Jesús comenzaron a extenderse. Cinco
personas comenzaron a juntarse a modo de iglesia; luego, diez; y luego, veinte. Diez años
después, el número ha aumentado a doscientos. Nos reunimos en el hogar alquilado de
Nagaraj, en el centro del pueblo, con muy poco espacio para doscientas personas.
Misión NIÑOS División Sudasiática
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CÁPSULA INFORMATIVA
• El ochenta por ciento de la población de la
India es hinduista, una religión que comenzó
precisamente allí. Otras religiones presentes
en la India son la musulmana (trece por
ciento), la cristiana (de dos a tres por
ciento), el sijismo (casi dos por ciento) y el
budismo (menos de uno por ciento).
• L os hinduistas no tienen una serie de
creencias establecidas como los cristianos.
Cada creyente es animado a encontrar su
propia verdad espiritual o moral. Suelen
adorar a una serie de dioses y no consideran
a ninguno superior a otro. No hay un
salvador, ni un solo Dios, como ocurre en el
cristianismo.
Hace poco visité otros pueblos, y
descubrí una iglesia que no conocía. Era
un grupo de adventistas del séptimo día,
y me pareció que mi deber era llevarles la
verdad. Me preparé para asistir a la iglesia
un sábado en la mañana para adorar con
ellos, y luego hablarles de la verdadera
adoración. Cuando entré en la iglesia, vi
que tenía unos cien miembros. Me senté
en silencio durante el servicio, pensando
en la verdad de la adoración dominical
que les revelaría.
Después del servicio, saludé al pastor y me puse a conversar con él, para
decirle lo que tenía en mente. Antes de
poder hacerlo, él comenzó a hablarme
del sábado. Sus creencias parecían sóli-
das, bien fundamentadas bíblicamente.
Me interesé mucho en lo que tenía que
decir y quise aprender más. Cuando me
ofreció estudiar la Biblia juntos, acepté. El
pastor adventista y yo estudiamos la Biblia
semanalmente durante seis meses. Cuando
aprendía nuevas verdades, las compartía
con las doscientas personas con las que yo
adoraba. Pero muchos de ellos no estaban
muy de acuerdo con las cosas de las que
yo estaba convencido. ¿Nos mantendría
Dios unidos? Invité al pastor adventista
a hablar en nuestra iglesia. Hace unos
meses, fui bautizado junto a los doscientos
miembros de la iglesia, ¡y ahora somos
todos adventistas del séptimo día!
Los habitantes de los pueblos aledaños
sentían curiosidad y se acercaron a ver el
gran bautismo. Más de cien personas de
las que se acercaron a observar mostraron
interés en aprender más de Dios, por lo
que el pastor adventista y yo comenzamos
a darles estudios bíblicos.
Mi congregación y yo continuamos
reuniéndonos en la casa que Nagaraj
alquila, pero ahora nos reunimos los sábados en vez de los domingos. Esperamos
poder construir una o dos iglesias para
nuestro creciente cuerpo de creyentes.
Estamos emocionados por ver a dónde
Dios piensa llevarnos. De uno a muchos,
este ha sido un maravilloso viaje con él,
y estamos seguros de que él continuará
estando con nosotros.
Cantemos en Tamil
El tamil es una de las 19 lenguas más habladas de la India.
Cristo me ama
Coro:
yay su yen den nay su ray
yaysuyen nay ser
kan den vay de nu li lay
yaysuyen nay ser
pa ler a ver sondamdan
yaysuyen nay ser
tanye a vervallohdan
mayvaydamkuuruday
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Misión NIÑOS División Sudasiática
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Centro de la India 10 de mayo
Los sembradores
de semillas
Aaron y Alan son dos gemelos que viven en
Bangalore, una ciudad del centro de la India. Los
dos son sembradores, pues plantan semillas de fe
en los corazones de sus maestros y compañeros de
clase. Siembran las semillas con naturalidad, ya que
han aprendido de sus padres a compartir su fe.
Los hermanos asisten a una escuela cristiana,
pero no es una escuela adventista. Siempre andan a
la caza de nuevas oportunidades para compartir el amor de Dios con otros alumnos, e
incluso con sus maestros.
Clases en sábado
“A veces, cuando un día festivo cae entre semana, la escuela lo compensa pidiendo
que asistamos a clases el sábado –dice Alan–. Somos nuevos en la escuela, así que
nuestros maestros aún no saben que somos adventistas. Ellos no conocen las creencias
de los adventistas. La primera vez que nos ausentamos de una clase en sábado, la maestra
nos preguntó por qué no habíamos ido ese día a la escuela. Le explicamos que éramos
adventistas y que adoramos a Dios en sábado. La maestra aceptó nuestra explicación,
pero me di cuenta de que no la había entendido. Comenzamos a orar para que de
alguna manera pudiéramos hablarle más sobre las creencias adventistas”.
La oración escondida
Aaron y Alan tocan el piano y el violín respectivamente. Unas semanas después, sus
maestros les pidieron que se encargaran de la música durante un servicio de adoración
de toda la escuela. Les pidieron que escogieran algunos himnos del himnario para que
los tocaran. Los hermanos escogieron canciones que sentían que serían de bendición
para todos en la escuela cristiana.
“Imprimimos una página de información sobre el sábado y con las creencias de los
adventistas del séptimo día, y la colocamos en el himnario –dijo Aaron–. Queríamos
que nuestra maestra la encontrara cuando lo abriera. A la mañana siguiente, le llevamos
el himnario. Durante el día, oramos para que encontrara el papel y lo leyera. Ese día,
después de la escuela, regresamos al salón para recoger el himnario”.
Alan fue a buscar el himnario hasta donde estaba la maestra y se dio cuenta de que el
papel aún estaba dentro del libro. Con tristeza, se preguntó si la maestra lo habría visto.
Cuando ya se retiraba, la maestra lo llamó:
Misión NIÑOS División Sudasiática
15
CáPSULA INFORMATIVA
• L a Iglesia Adventista lleva trabajando en el
Sudeste Asiático más de cien años. Gran
parte del crecimiento y la fortaleza de la
obra en la India se ha logrado gracias a las
escuelas adventistas que se establecieron a
lo largo del país.
• Nuestra ofrenda del decimotercer sábado
ayudará a construir dormitorios en dos
internados adventistas en la India, así como
iglesias para siete congregaciones.
–¿Puedo quedarme con un papel que
está dentro del himnario? –le preguntó.
Con una gran sonrisa, Alan se lo dio.
Aaron se había quedado afuera orando
mientras Alan buscaba el himnario. Alan
salió con una gran sonrisa dibujada en su
rostro. Los hermanos se alegraron cuando
la maestra expresó su interés en saber más
acerca del sábado y de los adventistas del
séptimo día.
Firme en su posición sobre el sábado
Hace poco, uno de los exámenes fue
programado para un sábado, y ni Aaron ni
Alan fueron a rendirlo. El siguiente lunes,
la directora llamó a los hermanos a su
oficina para preguntarles por qué no
habían ido a rendir el examen. Aaron y
Alan le explicaron acerca del sábado y le
dijeron que no asistirían a la escuela en
sábado, fuera cual fuere el motivo.
La directora pensó durante un
momento y les preguntó:
–¿Y si el examen nacional lo programaran para un sábado? ¿No lo rendirían?
–No, señora –dijeron los jóvenes al
unísono–. No rendiríamos el examen si
cayera en sábado, aunque eso significara
perder el año escolar.
–¿Y si su jefe les pide algún día que
trabajen en sábado? ¿No lo harán? –les
preguntó la directora.
Los jóvenes respondieron nuevamente
que no.
–Buscaríamos otro trabajo –dijo
Alan–. Dios es fiel con quienes le son
fieles. Él nos ayudaría a encontrar otro
empleo.
–Así de importante es nuestro sábado
para nosotros –añadió Aaron.
Después de que los jóvenes perdieran
el examen del sábado, uno de sus compañeros de clase les preguntó por qué no
habían asistido aquel día. Alan le habló
del sábado desde el Génesis hasta el
Nuevo Testamento. “Fue una conversación informal –dice Alan sonriente–. Solo
estaba plantando algunas semillas de fe”.
Alan y Aaron siembran semillas de fe
cada día en su camino. Nosotros podemos
hacer lo mismo siendo bondadosos y
diciéndoles a los demás que Jesús los ama.
Podemos compartir nuestra fe dando
nuestra ofrenda misionera cada semana en
la Escuela Sabática.
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16
Misión NIÑOS División Sudasiática
Mis
Centro de la India
17 de mayo
El milagro de Yasiah
Yasiah, de diez años, estaba acostado en su estera
de bambú en la pequeña y humilde casa de sus
padres, hecha de barro. Miraba atentamente a su
madre limpiar el piso. Luego ella preparó una mezcla
de estiércol de vaca y agua y la restregó por el piso.
Cuando se secó, el piso quedó reluciente, como una
piedra recién pulida. Esto sirve para mantener
alejados a los mosquitos y los insectos.
La madre de Yasiah salió a moler ajíes, cebollas, ajos, y algunas hojas en un molino.
Estaba preparando los ingredientes para el curry que cenaría la familia aquella noche.
Yasiah se arrastró hasta la puerta de la casa y vio a su mamá poner un recipiente sobre
el hombro, para ir al pozo del pueblo a buscar agua. Él deseaba poder correr con su mamá
como lo hacían los demás niños, pero le resultaba imposible. De bebé había sufrido una
terrible enfermedad llamada poliomielitis, que había dejado sus piernas demasiado débiles
para sostener el peso de su propio cuerpo.
–Mami, ¿siempre voy a estar tullido como ahora? –preguntó Yasiah.
–Sí, a menos que Dios haga un milagro –respondió su mamá.
Él sabía que su mamá se sentía tan mal como él por el hecho de que no podía caminar.
–Pero, por ahora debes conformarte con la manera en que estás.
–Dices que tal vez Dios puede hacer un milagro conmigo –dijo Yasiah esperanzado–.
¿Podemos pedirle a un pastor que ore con nosotros para que ocurra ese milagro?
–Desde que se fueron los misioneros, no hay ningún pastor que pueda orar con
nosotros– le dijo su mamá
Buenas noticias para Yasiah
Unos días después, el papá de Yasiah llegó del campo con una buena noticia:
–Un pastor está visitando un pueblo a unos 16 kilómetros de aquí. Algunos de los
habitantes del pueblo han ido hoy a hablar con él y le han pedido que venga a visitar
nuestro pueblo. Dicen que es de la Iglesia Adventista, pero es un buen hombre.
Los ojos de Yasiah se iluminaron.
–Tal vez ese pastor pueda venir y orar para que yo pueda caminar de nuevo –dijo.
El pastor visitó el hogar de Yasiah y oró por él. Luego, le dijo a su papá:
–Creo que usted debe llevar a su hijo a la ciudad, donde estamos llevando a cabo unas
reuniones especiales. Pídales a los pastores de allí que oren por su hijo.
El papá y algunos vecinos de Yasiah lo cargaron hasta la parada del autobús, y partieron
hacia la ciudad. Al llegar, se reunieron con los pastores adventistas y les pidieron que
oraran por Yasiah. Después de haber orado, uno de los pastores dijo:
Misión NIÑOS División Sudasiática
17
CÁPSULA INFORMATIVA
• El hindi y el inglés son los dos idiomas
oficiales de la India. Además, cada uno de
los 18 estados de la India tiene la libertad de
escoger su propio idioma oficial. Uno de esos
idiomas es el telugu.
• El inglés fue llevado por los británicos en el
siglo XVIII, y es ampliamente usado en los
ámbitos educativo y gubernamental.
• El hindi es el idioma más usado en la India.
Para más de quinientos millones de personas,
es su lengua materna. Millones más lo hablan
como segunda lengua.
–¡Cree en el poder de Jesucristo y cree
que volverás a caminar!
¡Yasiah estaba feliz! Estaba seguro de que
Jesús sanaría sus piernas.
–¿Cuándo ocurrirá el milagro? –le
preguntó a su papá–. ¿Mañana?
El milagro
–No lo sé, hijo –le respondió su papá–.
Debemos tener fe en Jesús. Solo él lo sabe.
Al día siguiente, Yasiah estaba solo y
trató de levantarse sin ayuda. ¡Y pudo
hacerlo! ¡Se pudo levantar! “Sí, Jesús –susurró–. Creo que puedes curar mis piernas”.
Después de eso, Yasiah se impulsó y se
levantó varias veces al día. Pudo sentir sus
piernas fortaleciéndose. Pronto pudo
incluso dar algunos pasos.
–¡Mira, papá! –exclamó un día cuando
su papá regresó de los sembradíos–. Me puedo parar, ¡y puedo caminar apoyándome en
algo!
–¡Qué alegría! ¡Dios está respondiendo
nuestras oraciones! –dijo el padre–. Mañana
te voy a hacer un bastón que te ayude a
caminar.
Después de eso, nada mantuvo a Yasiah
sentado. Se la pasaba de pie practicando con
la ayuda del bastón. Poco a poco, sus
piernas comenzaron a fortalecerse. Pronto,
Yasiah podía hacer recados para su madre,
ayudarla a buscar agua del pozo, e incluso
ayudar a su padre en los sembradíos.
Nor
La
Ven a enseñarnos
Cuando los habitantes del pueblo se
enteraron del milagro de Yasiah, le pidieron
al pastor adventista que les hablara de Jesús.
Estaban hambrientos de la Palabra de Dios.
Ahora Yasiah va caminando cada sábado
con sus padres hasta una pequeña iglesia de
ladrillos de barro y techo de paja cerca del
pozo del pueblo. Los creyentes se sientan en
el suelo para cantar y adorar.
Nuestra ofrenda del decimotercer sábado
ayudará a construir una iglesia para
creyentes como Yasiah y su familia. Hagamos todo lo que podamos para que sus
sueños y sus oraciones se hagan realidad.
Cantemos en canarés
El canarés es uno de los idiomas hablados en el centro de la India.
Cristo me ama
Coro:
yaysuvi na pi ti yu
yaudau du ni ya
unto na na may bi yu
yaudau du ni ya
makala nu tala nu
yaudau du ni ya
ah yi karisuvanu
sadwey da ma ti du
18
Misión NIÑOS División Sudasiática
Misió
en
a
h
n
n
s.
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o
e
n
do
Norte de la India
24 de mayo
La canción de Renu
Renu, de diez años, se asomó por la puerta
y vio a dos extraños acercarse a su casa. ¿Quiénes
serán esas personas?, se preguntó la pequeña. Nunca
antes los había visto en este pueblo.
El hombre y la mujer sonrieron al ver a Renu.
–Hola. ¿Está tu mamá en casa? –preguntó la
mujer.
Renu entró a la casa y gritó:
–¡Mamá! ¡Mamá! ¡Alguien ha venido a verte!
La mamá de Renu se sacudió la harina de las manos al salir de la cocina, donde
había estado enrollando chapatis para la cena. Al ver a los visitantes, los saludó con el
tradicional Námaste [demuestre cómo hacerlo juntando las palmas de sus manos como
en oración].
–Somos Sharan y Sonia –dijo el hombre–. Estamos visitando a los habitantes del
pueblo y orando por sus necesidades. Nos han dicho que su esposo está enfermo. ¿Podemos orar por él?
Oraciones por el papá de Renu
La mamá de Renu asintió y guio a la pareja hasta el dormitorio, donde su esposo
yacía en un catre.
–Tienes visita –le dijo, y él se sentó con una débil sonrisa.
Renu se sentó en la cama junto a su papá, y la mamá fue a buscar unos banquitos
para los visitantes.
–Yo soy Sharan, y esta es mi esposa, Sonia –dijo el joven–. Somos cristianos, y estamos yendo casa por casa orando por las personas. Alguien nos dijo que usted ha estado
enfermo, y nos gustaría orar para que Dios lo sane, si es su voluntad.
–Tengo problemas del corazón desde los ocho años –dijo el padre de Renu–. Pero
últimamente he estado peor. Los médicos no pueden hacer nada para ayudarme. Dicen
que no me queda mucho tiempo de vida.
El padre hizo una pausa y pasó su brazo sobre los hombros de Renu.
–Amo mucho a mi hija, y me hace sentir muy mal que vaya a quedarse sin padre.
–Nosotros adoramos a Jesucristo, el Médico divino –dijo Sharan–. Él tiene todo el
poder en el cielo y en la Tierra. Si es su voluntad, y usted tiene fe, él puede curarlo.
–Yo creo en Dios –respondió el papá de Renu–. No sé mucho sobre Jesús, pero
quiero que oren por mí. Necesito toda la ayuda que puedan darme.
El hombre realizó una sencilla oración por el padre de Renu y luego se fueron. Después de eso, vinieron cada día a orar por la familia de Renu.
Misión NIÑOS División Sudasiática
19
CÁPSULA INFORMATIVA
• Aunque la economía de la India está
creciendo rápidamente, sigue siendo una
nación pobre. Mucha gente es pobre y
analfabeta, y sufre enfermedades. La
alimentación es de poca calidad.
• L a población de la India está compuesta
por cientos de grupos étnicos diferentes
que hablan idiomas y dialectos diferentes.
El hindi y el inglés son los dos idiomas
oficiales, pero también son reconocidos 18
idiomas estatales.
El papá parecía estarse fortaleciendo,
pero aún tenía que permanecer en cama.
Renu comenzó a esperar con ansias la
visita de la joven pareja.
Las canciones de Renu
Un día, Sharan le dijo a Renu:
–Vamos a tener unas reuniones especiales para los niños en el pueblo. Habrá
historias, canciones, actividades y juegos.
¿Te gustaría venir a nuestra casa para el
programa?
Los ojos de Renu se iluminaron.
–Sí –dijo–. Puedo ir, si mi mamá y mi
papá me lo permiten.
Renu les contó a sus padres, y ellos le
dieron permiso. A Renu le encantaron las
historias, las canciones y los versículos de
memoria que estaba aprendiendo. Cada
día después del programa corría a su casa
y le contaba las historias a su padre. Le re-
20
petía los versículos de memoria y cantaba
las canciones que aprendía.
–Canta de nuevo esa canción –le pedía
muchas veces su padre–. Me gustan tus
canciones. Me hacen muy feliz.
El sueño del papá de Renu
Una noche en que el papá de Renu
estaba despierto en su cama, recordó las
canciones de su hija y se puso a cantarlas.
Cada canción llenaba su corazón de esperanza. Se fue a dormir con las canciones
sonando en su cabeza.
Esa noche, soñó que alguien estaba de
pie junto a su cama, estiraba su brazo y le
tocaba el corazón. Sintió que una luz muy
brillante atravesaba su cuerpo. Le pareció
que quien estaba a su lado era Jesucristo.
A la mañana siguiente, el papá contó a
Renu y a su madre lo que había soñado.
–Fue maravilloso –dijo–. ¡Y ya no me
duele nada! Creo que Jesús me ha sanado.
Ese mismo día, cuando Sharan y Sonia
fueron a visitarlos, se sorprendieron al ver
al papá sentado, esperándoles. Se quedaron pasmados al escuchar lo que le había
ocurrido. Luego, él dijo:
–Mi esposa y yo queremos hacernos
cristianos. Por favor, enséñenos más de
Jesús.
Al poco tiempo, los papás de Renu
fueron bautizados. Ahora, cada sábado
toda la familia adora junto con sus amigos
Sharan y Sonia. Todos alaban a Dios tanto
por la sanación física como espiritual.
Misión NIÑOS División Sudasiática
Mis
Norte de la India
31 de mayo
¿Quién es ese hombre?
A Kumari le llamaban la atención sus nuevos
vecinos. Eran amigables, pero diferentes de los demás
habitantes de la pequeña aldea de montaña en la
que vivían, al norte de la India. Una tarde, mientras
regresaba de la escuela a la casa, Kumari tuvo una idea,
y apresuró el paso.
–Mamá, ¿puedo ir a visitar a los nuevos vecinos?
–preguntó.
–Sí –respondió la mamá–. De hecho, la señora Singh nos ha invitado a ir. Pero
tienes que portarte bien.
Kumari salió apresurada y encontró a la señora Singh afuera, regando las plantas.
–¡Bienvenida! –le dijo–. Me alegra mucho que hayas venido a visitarnos.
Kumari conversó con la señora Singh mientras esta trabajaba. Luego, la señora
Singh dijo:
–Tengo varias cosas que hacer en la casa. Sigamos hablando dentro.
Kumari siguió ansiosa a la señora Singh al interior de la casa. Dentro, todo estaba
limpio y en orden. Coloridos cuadros adornaban las paredes, pero eran diferentes de los
cuadros de los dioses que Kumari había visto en las paredes de otras casas.
¿Quién es ese hombre?
Luego, los ojos de Kumari se posaron en el cuadro de un hombre que colgaba de
una cruz.
–¿Quién es ese hombre? –preguntó Kumari señalando el cuadro.
–Su nombre es Jesús –respondió la señora Singh–. Él es el Dios al que adoramos.
–Pero ¿por qué está colgado? –preguntó Kumari desconcertada.
–Siéntate, y te cuento la historia –dijo la mujer, mientras Kumari se aprestaba para
escuchar con atención la historia de Jesús.
El señor Singh llegó a casa y se sentó junto a su esposa, y junto a Kumari.
–¿Te gustaría quedarte y acompañarnos mientras adoramos a Dios? –le preguntó a
Kumari–. Estoy seguro de que te gustarán las canciones que vamos a cantar.
A Kumari le gustó mucho escuchar las hermosas canciones que hablaban de Jesús.
Luego, leyeron porciones de la Biblia, su libro sagrado, y oraron. Notó que hablaban
con su Dios como si fuera un amigo cercano. ¡Qué diferente es su manera de adorar de la
nuestra!, pensó Kumari. No tienen ídolos; no queman incienso; no hacen sonar las campanas; no recitan mantras; y no ofrecen frutas, aceite, dulces, ni flores.
Después de la adoración, Kumari les dio las gracias y partió a su casa a cenar. Se
sintió muy a gusto con aquella pareja y decidió visitarlos las veces que pudiera, espe-
Misión NIÑOS División Sudasiática
21
CÁPSULA INFORMATIVA
• La India es un país muy poblado. Es el
séptimo país más grande del mundo: tiene
más de mil millones de habitantes, ¡más que
ningún otro país, con excepción de China!
• La India tiene la forma de un diamante. Hacia
el norte, limita con Pakistán, China, Nepal y
Bután; y hacia el este, limita con Bangladés
y Birmania. A veces se identifica a la India
como un subcontinente porque se extiende
hacia el océano Índico y el mar Arábigo.
cialmente durante la puesta del sol, cuando
podría adorar con ellos. Al poco tiempo,
ya se sabía las canciones y muchas veces las
cantaba mientras trabajaba.
Los padres se unen
El padre de Kumari se dio cuenta de
que su hija pasaba mucho tiempo en la casa
de los Singh, así que decidió ir a conocer a
sus nuevos vecinos. Se presentó a la joven
pareja, y estos lo invitaron a entrar.
–A su hija le encanta escuchar las historias que le contamos de la Biblia –le dijo el
señor Singh–. ¿No le gustaría a usted saber
también lo que este libro sagrado dice de
Jesucristo? A mí me encantaría enseñárselo.
El padre de Kumari se interesó mucho, y tanto él como su hija comenzaron a
asistir juntos a la casa de los Singh todas las
noches, para aprender más de Dios. A veces,
después de la adoración, el padre enviaba a
Kumari a casa y él se quedaba conversando
con el señor Singh.
El grupo de borrachos
Una noche, mientras el padre regresaba
del estudio bíblico, vio a un grupo de borra-
22
chos que caminaban hacia él, algunos con
palos. El grupo lo rodeó, y comenzó a gritar
y a agitar los palos en el aire.
–¿Qué estás haciendo con esos cristianos? –le preguntó uno de los hombres–.
¡Debes dejar de reunirte con ellos!
–No, no voy a dejar de hacerlo –respondió el padre.
–Si no dejas de hacerlo –le dijo el sujeto
con tono amenazante–, ¡te mataremos a ti y
a tu familia!
Los hombres comenzaron a golpear al
padre de Kumari. Algunos lo pateaban. El
padre de Kumari cayó al suelo dolorido. Los
hombres continuaron golpeándolo durante
unos instantes, y lo dejaron como muerto.
Pero no estaba muerto, sino inconsciente.
Cuando volvió en sí, sentía un dolor
intenso. Se esforzó para llegar a casa y le
contó a su esposa lo que había ocurrido.
Mientras ella curaba sus heridas, él le dijo:
–¡No voy a dejar de aprender acerca de
Dios! ¡Ellos están enseñando la verdad!
Seguiremos al Señor Jesucristo y nadie nos
va a detener.
Muchos de los vecinos de Kumari se
enteraron de la golpiza que había recibido
su padre y sintieron curiosidad sobre el
Dios de los Singh. Incluso varios comenzaron a recibir estudios bíblicos. Ahora, la
familia de Kumari y muchos de sus vecinos
adoran al Dios vivo y verdadero.
Muchos creyentes adventistas no tienen
una iglesia en la cual adorar. Nuestras
ofrendas del decimotercer sábado ayudarán
a construir varias iglesias en la India.
Hagamos todo lo posible para ayudar a
responder sus oraciones por una iglesia
donde puedan reunirse para alabar a Dios.
Misión NIÑOS División Sudasiática
“
Mis
Oeste de la India
7 de junio
“¡No me inclinaré!”
Priya se sentó bajo un gran árbol de mango en la
hacienda en la que vive su nani (abuela, en hindi),
tomó un mango maduro y lo peló con las manos.
Seguidamente, mordió su dulce y jugosa pulpa.
Cuando terminó de comérselo, se echó hacia atrás y
se recostó a contemplar el árbol. A la sombra se
estaba muy fresquito, y a Priya le dio sueño. A los
pocos minutos, se durmió.
El aterrador sueño de Priya
De repente, Priya comenzó a soñar que Satanás se le acercaba y le decía que el
mango que se había comido la mataría. Dormida, oró a Dios y le pidió que alejara a
Satanás. “Yo le he entregado mi corazón a Jesús –le dijo a Satanás–. Le pertenezco a él”.
Cuando Priya se despertó, su primo estaba cerca de ella, y le dijo que debían ir a la
casa de nani. Priya se estiró y caminó con su primo hasta la casa de su abuela.
–Esta tarde tuve un sueño muy extraño –le dijo Priya a su nani mientras la ayudaba
a preparar la cena.
Después de contarle a su abuela el sueño, añadió:
–Creo que Dios me está protegiendo de Satanás.
La nani de Priya se preocupó, y le dijo:
–Debemos visitar a la diosa del templo, para asegurarnos de que estés bien.
–Yo no me voy a postrar ante un ídolo –le dijo Priya–. Yo creo en Jesús, el Dios vivo
y poderoso. ¿Cómo voy a cambiarlo por un ídolo hecho de piedra?
La nani no dijo nada más sobre el sueño de Priya, pero Priya sabía que su abuela
estaba pensando mucho en ello.
Aprendiendo de Jesús
La madre de Priya no era adventista cuando se casó con el papá de la niña, pero
había escuchado hablar de Jesús y sabía en su corazón que Jesús era el Dios vivo y
verdadero. Aprendió que Dios la ama, y con el tiempo le entregó su corazón y se hizo
adventista.
Pero la nani de Priya no era cristiana. Lo único que aceptaba eran los ídolos que
había adorado toda su vida. Cuando Priya le contó su sueño, se preocupó.
Un problema en la feria
Al día siguiente, la nani llevó a Priya a una feria. Priya disfrutó de los alegres sonidos
de los niños y del delicioso aroma de las samosas, unas empanadillas típicas rellenas de
Misión NIÑOS División Sudasiática
23
EL DESAFÍO
• L a familia de Priya adoraba ídolos antes de
saber que Jesús es el Dios vivo que escucha
sus oraciones y desea ser su amigo. La
mayoría de los habitantes de la India sigue
las enseñanzas del hinduismo, una religión
que tiene miles de dioses menores y varios
dioses mayores más populares.
• La segunda religión más popular en la
India es la musulmana, compuesta por
uno de cada diez habitantes. Los cristianos
representan el cinco por ciento de la
población, y los adventistas el uno por ciento.
vegetales o de carne. Mientras caminaban
por la feria, la nani vio un pequeño
templo que tenía dentro una talla de
madera de un dios con forma de serpiente. La nani señaló el templo y dijo:
–Postrémonos ante ese ídolo, para que
seas liberada de tus pesadillas.
Priya se frenó en seco, y le dijo de
manera decidida pero amorosa:
–Nani, yo no quiero postrarme ante
ningún ídolo. Yo creo en Jesús, el Dios
vivo. Él me protegerá del diablo y de toda
la maldad de este mundo.
La nani se sintió decepcionada, pero
finalmente le dijo:
–Está bien. Cree en tu Dios.
Priya tomó la mano de la nani, para
continuar su recorrido por el recinto de la
feria. Desde ese día, la nani dejó de
24
intentar obligar a Priya a adorar ídolos.
De hecho, no volvió a mencionarle a sus
dioses.
A Priya le encantaría poder invitar a su
nani a adorar en una iglesia adventista,
pero no hay ninguna donde ella vive. “Yo
oro por mi nani, mis primos y mis tías
que viven en ese lugar –dice ella–. Quiero
que sepan que Jesús es el único Dios vivo,
el verdadero Dios que nos ama y que
quiere que vivamos con él para siempre”.
CompartiR la fe
Priya asiste a un internado adventista
ubicado a varias horas de distancia de su
casa. Le gusta su escuela, porque en ella
puede aprender mucho sobre Jesús.
“Todas las mañanas y las noches tenemos
un culto de adoración en los dormitorios
–nos cuenta–. Y también tengo clases de
religión. Algunos niños de la clase no son
cristianos, sino que adoran a los mismos
dioses que adora mi nani. Por favor, oren
para que abran sus corazones al amor de
Dios mientras están en la escuela. Yo
quiero que sepan que Dios los ama”.
Este trimestre, parte de nuestra
ofrenda del decimotercer sábado ayudará a
construir más salones de clase en la escuela
de Priya, de manera que más niños
puedan estudiar allí y saber que Dios los
ama.
Misión NIÑOS División Sudasiática
Mis
Oeste de la India
14 de junio
La nueva canción de Sanji
Sanji tomó la escoba hecha en casa y barrió
las hojas del terreno alrededor de la nueva casa de
la familia. La vida en el pueblo era diferente de la
de la granja. Mientras barría, oyó unos cantos y se
detuvo a escuchar. Venían de un edificio cercano.
Qué música tan linda y tan alegre, pensó Sanji, me
pregunto qué está pasando en ese lugar.
La nueva casa
Sanji creció en una pequeña granja. Aunque su familia trabajaba mucho, eran
pobres. Un día, la mamá de Sanji se enfermó. La nani, es decir, la abuela de Sanji, fue
al templo a rogarle a uno de sus ídolos, pero no sirvió de nada. La mamá de Sanji se
murió. Todo el mundo lamentó su muerte.
La familia de Sanji se mudó a un pueblecito en el que el papá de la niña había conseguido trabajo. Savitha, la hermana de Sanji, limpiaba la casa mientras Sanji barría las
hojas del patio de tierra. Allí fue donde Sanji escuchó los cantos.
Atraída por una canción
La música le alegró a Sanji la tarea que realizaba. Más tarde, mientras ayudaba a
colgar la ropa en el tendedero, vio a gente salir de aquel edificio. Sanji sentía mucha
curiosidad por aquel lugar. ¿Quiénes serán esas personas? ¿Por qué cantan?
Sanji se enteró de que el lugar era una iglesia. Muchas veces se sentaba afuera solamente para escuchar los cantos. Un día se atrevió a acercarse y se quedó parada afuera,
escuchando. Alguien la invitó a entrar para que pudiera escuchar mejor. Ella entró, pero
apenas terminaron de cantar regresó a su casa. A ella no le interesaba escuchar a nadie
hablar de cosas para adultos. Solo le gustaba la música.
Una nueva madre
Un día, el padre les dijo a los niños que pronto tendrían una nueva madre. Sanji
sonrió, porque ya había conocido a aquella mujer y le gustaba. De hecho, la mujer
asistía a la iglesia que estaba cerca de su casa.
La nueva mamá de Sanji era muy atenta y bondadosa con los niños, y los invitó a
asistir a su iglesia. Sanji se sintió en ambiente, porque ya había ido muchas veces a la
iglesia a cantar, pero esta vez se quedaría durante todo el servicio de adoración.
Sanji se enteró de que en la iglesia los niños tenían su propia Escuela Sabática, así
que se fue con su hermano Samuel a la clase de los niños. Allí, aprendió diferentes histo-
Misión NIÑOS División Sudasiática
25
EL DESAFÍO
La nueva escuela de Sanji
•M
iles de personas en la India se han hecho
adventistas durante los últimos veinte años.
Actualmente, hay más de un millón de
adventistas. En muchos pueblos, se han
formado congregaciones adventistas casi
de un día para otro después de que sus
habitantes hubieron oído hablar del poder
y del amor de Dios. Pero, muchas de esas
congregaciones no tienen una iglesia en la
cual adorar. Muchos adoran en hogares o
bajo los árboles.
• Parte de la ofrenda del decimotercer sábado
de esta semana ayudará a construir siete
iglesias para congregaciones que no tienen
un lugar en donde adorar.
Los papás de Sanji querían que sus
hijos recibieran una buena educación y
aprendieran inglés, para poder enviarlos
a estudiar a la escuela de Lasalgaon. Los
niños estudiaron inglés durante un año
antes de comenzar las clases. A Sanji le
gusta mucho su nueva escuela. Le gusta
ayudar a otros niños con sus lecciones, y
piensa que Dios quiere que sea maestra,
para enseñar a los niños acerca de Dios.
Nosotros también podemos darles
a conocer a Dios a otros niños. Al dar
nuestras ofrendas misioneras, estamos
diciéndoles a muchos niños, alrededor del
mundo, que Dios los ama. Demos una
ofrenda generosa, de manera que muchos
puedan oír hablar de Jesús.
rias bíblicas y muchas canciones nuevas.
Con el tiempo Sanji le entregó su
corazón a Jesús, y su alegría fue mayor
cuando su padre también lo hizo.
Cantemos en maratí
El maratí es el idioma oficial de Maharashtra, el Estado donde
está ubicada la escuela Lasalgaon.
Cristo me ama
ay shu pri zi ka ri zo
pur na yei mi tza na dó
shastra a sa ka di ta
tekar ra che sang a ti
26
Coro:
ay shu setpri ti
ay shu setpri ti
ay shu setpri ti
balavarikiurí
Misión NIÑOS División Sudasiática
Mis
Oeste de la India
21 de junio
Un nuevo corazón
Nisha vive al oeste de la India. Proviene de un
hogar en el que se adoran ídolos. Su papá, Ravi,
odiaba a los cristianos y a menudo amenazaba con
atacar a la gente que visitaba las iglesias cristianas.
Los vecinos de Nisha eran adventistas y Ravi a
veces los amenazaba. Sin embargo, sus amenazas no
lograban hacer que sus vecinos dejaran de adorar a
Dios. Los vecinos tenían un arma secreta: la oración.
La vigilia de oración
Los miembros de la Iglesia Adventista oraron durante semanas para que Dios tocara
el corazón de Ravi. Sabían que Ravi no los escucharía. De hecho, ni los dejaría hablar.
Así que, le pidieron al pastor que lo visitara y orara por él.
Para sorpresa de Nisha, su papá permitió que el pastor y otros miembros de la iglesia
fueran a su casa a orar por ellos. Los miembros de la iglesia regresaron varias veces a orar
por la familia.
Un día, el papá de Nisha se molestó mucho con su esposa, al punto de que comenzó
a gritarle y la golpeó. Nisha sabía que su mamá estaba herida, y se asustó mucho.
Cuando los vecinos adventistas escucharon lo que estaba ocurriendo, fueron a la casa
de Nisha a orar por la familia. El padre no dijo nada, pero Nisha sabía que aún estaba
molesto. Los vecinos también lo notaron, pero siguieron orando durante casi media
hora. Luego ofrecieron llevar a la madre de Nisha al hospital, para que le curaran las
heridas.
La invitación
Los vecinos continuaron visitando a la familia casi diariamente, para orar por ellos.
Cuando la madre se sintió mejor, invitaron a toda la familia a visitar la iglesia. ¡El padre
accedió! Nisha sentía mucha paz en la iglesia, a pesar de que no entendía todo lo que
ocurría allí.
La familia continuó asistiendo a la iglesia, y los vecinos continuaron yendo a orar
por ellos. Entonces, un día el pastor invitó a los papás de Nisha a entregar sus corazones
a Dios. El papá aceptó inmediatamente. Era la primera vez que Nisha recordaba ver a su
padre sonreír.
Nisha vio muchos cambios en su padre: dejó de tomar y nunca volvió a golpear a su
mamá. Cuando salía de trabajar, ya no se iba a beber, sino que se iba para la casa y
pasaba más tiempo con la familia. ¡Su papá y su mamá ahora incluso se unían a sus
vecinos cuando salían a orar a los hogares!
Misión NIÑOS División Sudasiática
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CÁPSULA INFORMATIVA
• Después de China, India es el país más
poblado del mundo. No es tan grande
como China, pero muchos lugares están
extremadamente poblados.
• L a India tiene una fauna muy rica y variada.
Además de elefantes, tigres y búfalos,
hay panteras, leopardos e incluso leones
asiáticos.
• En la India también hay muchas serpientes y
reptiles como la cobra, la serpiente marina,
las pitones y los cocodrilos.
• El pavo real es el ave más colorida de la
India.
cristianos, mi papá ¡invita a la gente a ser
cristiana!”
Más iglesias
Este trimestre, parte de la ofrenda del
decimotercer sábado ayudará a construir
más iglesias en la India y un salón de
reuniones en Bután, para que haya más
lugares donde la gente pueda oír hablar de
Dios. Demos una ofrenda misionera
generosa cada semana, y una ofrenda
mayor el decimotercer sábado.
Con el tiempo, los padres de Nisha se
unieron a la Iglesia Adventista. “Nuestras
vidas han cambiado mucho –dice Nisha–.
Es como salir de una oscura cueva a la luz
del sol. Ahora, en vez de golpear a los
Cantemos en hindi
Cristo me ama
yisumudj sey kartapyar
baibl may haisama car
maiwu(n) nirbalwabalwan
balco(n) purjaitai uh wan
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Coro:
pyarkartamudj sey
pyarkartamudj sey
pyarkartamudj sey
jeisa diya sama car
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Mis
28 de junio
Programa del decimotercer sábado
Si su clase va a presentar el programa del
decimotercer sábado para los adultos:
• Practique algunos de los cantos de este
trimestre que aparecen en la página web
www.AdventistMission.org [en inglés] para
presentarlos durante el programa.
• Recuérdeles a los padres el programa y anime
a los niños a que traigan su ofrenda del
decimotercer sábado el 28 de junio.
• Recuérdeles a todos que las ofrendas
misioneras tienen el objetivo de difundir la
Palabra de Dios alrededor del mundo, y que
una cuarta parte de nuestra ofrenda del
decimotercer sábado irá directamente a ayudar a
la gente de la División Sudasiática a construir
dormitorios en dos internados adventistas,
siete iglesias en la India y un salón de
reuniones en Bután.
• Si no ha planificado que su clase se junte
con los adultos para un programa especial,
presente la siguiente historia promoviendo
la ofrenda especial del decimotercer sábado
durante el momento dedicado a las misiones.
[Pídales a cuatro niños que presenten
este programa. No es necesario que memoricen todas sus partes, pero anímelos a leer sus
partes varias veces, para que la presentación
salga espontánea y fluida.]
Narrador: La División Sudasiática está
compuesta por tres grandes países: la
India, el Reino de Bután y Nepal. La India
es el segundo país más poblado del
mundo, después de China. Tiene 1.200
millones de habitantes. La Iglesia Adventista lleva enviando misioneros a la India
durante más de 100 años. Hoy, más de
1.600.000 personas en la India son
adventistas. Eso representa 1 adventista
por cada 804 habitantes.
Durante la mayoría de esos 100 años,
el establecimiento de escuelas ha sido una
importante manera de llevar almas a Jesús.
Muchos niños de hogares no cristianos
estudian en las escuelas adventistas,
porque sus padres saben que sus hijos
serán bien educados, y aprenderán a ser
amables y honestos. Conozcamos a Alia,
una niña cuya vida cambió gracias a que
pudo asistir a una escuela adventista.
Alia: Mis padres no eran cristianos
cuando comencé en la escuela, pero
después de una experiencia difícil durante
mi primer grado decidieron enviarme a la
escuela adventista, con la esperanza de que
me fuera mejor allí. Los maestros fueron
muy amables conmigo y me ayudaron, y
comencé a aprender rápidamente.
No solo aprendí lectura, matemáticas
y geografía, sino también de Jesús. La
escuela no imparte clases los sábados, pero
supe que algunos niños asistían a la
Escuela Sabática ese día. Así que, yo
también asistí a la Escuela Sabática, pues
quería saber más de Dios. La Escuela
Sabática me gustó mucho, especialmente
las historias, porque a mí me encantan las
historias. Mi maestra de Escuela Sabática
Misión NIÑOS División Sudasiática
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me enseñó muchas historias de Jesús.
Yo le conté a mi mamá lo que estaba
aprendiendo en la Escuela Sabática, y ella
fue a la iglesia conmigo. Comenzó a asistir
a la clase de adultos, y al cabo de pocos
meses mi mamá le entregó su corazón a
Jesús y se unió a la iglesia. Cuando tuve
edad suficiente, yo también me uní a la
iglesia. Mi padre aún no le ha entregado
su corazón a Jesús, pero a veces nos
acompaña.
Yo estoy muy feliz de que mis padres
me hayan enviado a una escuela adventista. Mi vida es completamente diferente
ahora gracias a esta escuela.
Narrador: La India tiene dos lenguas
oficiales: el hindi y el inglés, y al menos
otras catorce se hablan en el país. Las
escuelas adventistas de la India enseñan en
inglés. Hablar y leer inglés ayuda a los
niños a tener un mejor desempeño en la
vida después de haber terminado la
secundaria.
Muchos niños de toda la India reciben
ayudas económicas para poder asistir a las
escuelas adventistas. Uno de esos niños es
Amol. Asiste a una de las escuelas que
recibirán nuevos salones de clase gracias a
nuestras ofrendas del decimotercer sábado.
Amol, háblanos de ti, y dinos por qué
estás estudiando en una escuela adventista.
Amol: Mis padres eran adventistas. Mi
padre murió cuando yo tenía seis años, y
mi madre murió el año siguiente de una
enfermedad. Mi hermano y yo nos fuimos
a vivir con nuestros abuelos, pero la vida
no fue nada fácil.
Un día, un pastor visitó nuestra aldea
y realizó unas reuniones evangelizadoras.
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Mi abuelo le pidió al pastor que me
ayudara a ir a una escuela adventista, y el
pastor encontró una persona que pagó mis
estudios.
A mí me encanta mi escuela. Las
maestras son muy agradables; y los niños,
amistosos. Lo único que deseo es que mi
hermanito pueda estudiar también allí,
pero él no tiene a nadie que le pague los
estudios, y mis abuelos no pueden pagar
lo que cuesta la escuela.
Yo recuerdo que mi madre quería que
yo fuera pastor. Si Dios me llama, estaré
feliz de serle obediente.
Nuestra escuela ya está un poco vieja y
los salones necesitan reformas. Parte de las
ofrendas de hoy ayudarán a que se
construyan nuevos salones de clase en mi
escuela. Gracias por ayudar a niños como
yo a recibir una educación en una escuela
cristiana.
Narrador: Gracias, Amol. Tres
escuelas adventistas recibirán ayuda gracias
a nuestras ofrendas del decimotercer
sábado de hoy. Pero hay otro proyecto, y
es el de ayudar a construir iglesias en la
India.
Kevin tiene nueve años y vive en el
oeste de la India. Es un niño predicador.
Kevin sabe que cuando un niño predica
incluso los adultos escuchan.
Kevin: Yo comencé a estudiar cuando
tenía siete años. Mi maestra de Escuela
Sabática me invitó a hablar durante un
sábado especial de los niños en la iglesia.
Yo aún no sabía leer bien, pero mis padres
me ayudaron a aprenderme mi sermón de
memoria. Los niños practicamos mucho
nuestras partes hasta que estuvimos bien
Misión NIÑOS División Sudasiática
Mis
preparados. Dios realmente nos dirigió y,
aunque estaba muy nervioso, nos usó a
mis amigos y a mí para hablar a mucha
gente ese día.
Desde entonces, he predicado en
muchas iglesias diferentes de nuestro
territorio. Yo estoy aprendiendo a hablar
ante el público, algo que me será de
mucha utilidad cuando crezca.
Creo que cuando un niño predica la
gente se relaja y escucha con su corazón.
Muchos me han dicho que cuando se
enteran de que un niño va a predicar
invitan a amigos que no son de la iglesia.
Es una experiencia agradable para las
visitas, que muchas veces se sorprenden
por la manera en que los niños se desenvuelven frente a los adultos.
Cuando yo predico, hago siempre un
llamado. Una vez, una mujer pasó al
frente y pidió que oráramos por ella. Dijo
que estaba visitando la iglesia y que no
conocía a los adventistas. Tenía planes de
ir a algún otro lugar aquel día, pero Dios
la llevó a la iglesia.
La gente de la India está ansiosa de
escuchar las buenas nuevas de que Jesús es
el Dios vivo y verdadero, que los ama y
que quiere formar parte de su vida.
Muchos se están uniendo a la Iglesia
Adventista, y eso es maravilloso. Pero,
muchas congregaciones nuevas no tienen
dónde reunirse. Algunos se reúnen a
adorar bajo árboles, o en hogares, o en
locales alquilados. Necesitan iglesias
propias, para poder adorar a Dios
cómodamente e invitar a sus amigos.
Parte de la ofrenda del decimotercer
sábado de hoy ayudará a construir iglesias
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en el sur de Asia para congregaciones que
no cuentan con un lugar permanente
donde adorar.
Narrador: Hoy tenemos la oportunidad de ayudar a nuestros hermanos y
hermanas del sur de Asia a contar con
lugares en los que puedan adorar a Dios, y
también podemos ayudar a los niños para
que puedan dormir cómodos y seguros en
varias escuelas con internado. Demos de
manera generosa para ayudarlos.
[Ofrenda.]
NUESTRAS OFRENDAS EN ACCIÓN
Hace unos años, parte de las ofrendas
del decimotercer sábado ayudaron a
construir un dormitorio de varones en la
Escuela Secundaria Raymond Memorial de
la India. Los niños, emocionados, hacían
fila para conocer el nuevo edificio antes de
mudarse a sus nuevas habitaciones.
Nuestras ofrendas también ayudaron a
construir iglesias por todo el sur de Asia.
Aunque estas nuevas iglesias son sencillas,
son mucho mejores que las iglesias de
barro y techo de paja que tenían anteriormente. Si desea más información y ver
fotos sobre estos proyectos, visite el sitio
de Internet www.Adventist Mission.org
[en inglés] y haga clic en “Resources”,
luego en “Resources for Leaders”, luego en
“Thirteenth Sabbath Projects”, y finalmente en el trimestre actual.
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