07.01.16 20.01.16 2,30 EUROS NÚMERO 261 www.diagonalperiodico.net YO TAMBIÉN SOY ALAN LIBERTAD SEXUAL. La muerte de un joven trans reabre el debate sobre la educación y el acoso a las identidades diversas. P. 16-17 PANORAMA CUATRO AÑOS DEL MAYOR ATAQUE A LOS DERECHOS DE LOS TRABAJADORES REFORMA LABORAL: NO ERA MALA, ERA PEOR BOCA JUNIORS PARA EL BARRIO CULTURAS PÁGINAS 8-11 PÁGINA 22 Breve mapa de las grandes fortunas de Madrid El peligroso consenso de la seguridad ciudadana El norte se quema en invierno Cientos de incendios han arrasado la cordillera Cantábrica. PÁGS. 6-7 2-3 PANORAMA PANORAMA [email protected] Cuatro años de reforma laboral La reforma laboral de 2012 ha consagrado un modelo en el que la temporalidad y el mayor poder empresarial son ley TODO EL PODER A LA CEOE Jose Durán Rodríguez REDACCIÓN De entre las muchas cuestiones para recordar de la legislatura de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno, hay dos fechas especialmente desta- cadas en el ámbito laboral. El 10 de febrero de 2012, el Consejo de Ministros aprobó el Real Decreto-Ley 3/2012, de medidas urgentes para la reforma del mercado laboral, conocido como la reforma laboral del Partido Popular. Un paquete de cambios legislativos orientado, según su exposición de motivos, “a facilitar la contratación, con especial atención a los jóvenes y a los parados de larga duración, potenciar los contratos indefinidos frente a los temporales y que el despido sea el último recurso de las empresas en crisis”. Consecuencia directa de la entrada en vigor de estas nuevas reglas del juego laboral, la segunda fecha que se recordará del periodo 2012-2015 es el 29 de marzo de 2012, la primera de las dos huelgas generales convocadas ese año por los sindicatos mayoritarios, que fue secundada por numerosas organizaciones autonómicas, sectoriales o alternativas, en uno de sus últimos intentos de exhibir músculo en público. Casi cuatro años después, y con la incertidumbre ante lo que pueda pasar tras la nueva configuración parlamentaria surgida de las urnas el 20 de diciembre, es buen momento para evaluar lo que ha supuesto la reforma laboral, qué efectos ha ocasionado y qué objetivos de los anunciados se han cumplido. Para Ramón Górriz, secretario confederal de Acción Sindical de Comisiones Obreras, la valoración es “totalmente negativa”, ya que ha supuesto “un incremento del poder empresarial y el intento de un debilitamiento de la negociación colectiva y de la intervención sindical, con una devaluación salarial importante que ha tenido como consecuencia la destrucción de empleo”. En su opinión, la reforma de 2012 continúa la senda abierta por la de septiembre de 2010 y se trata de “una reforma al servicio de los intereses de los grandes poderes empresariales y financieros”. Teresa Ramos, abogada del gabinete jurídico confederal de CGT, destaca que la reforma laboral ha significado “un empeoramiento en las condiciones laborales de las personas trabajadoras, la conversión a un empleo más precario y temporal, y la pérdida de empleo, que tuvo su cota máxima en el primer trimestre de 2013 con una tasa de paro del 26,94%”. Ramos también subraya que se sigue apostando por “la receta Diagonal Del 7 al 20 de enero de 2016 Pedro Peinado de la flexiseguridad, vieja conocida por las anteriores reformas laborales españolas y europeas, siendo un instrumento para facilitar el despido y la movilidad dentro de las condiciones laborales en detrimento de las personas trabajadoras”. Como un “retroceso sin precedentes en el ámbito laboral” califica Luis Ocaña, abogado laboralista y militante del Sindicato Andaluz de Trabajadores, al Real Decreto-Ley 3/2012. “Sus consecuencias –recuerda– han sido demoledoras: destrucción masiva de empleos, mayor precariedad, más siniestralidad, rebajas salariales, ataque frontal a la negociación colectiva e imposición de castigos al empleo público. En síntesis, degradación y pauperización de la clase trabajadora. La ausencia total de diálogo social ya vaticinó estos resultados, que se han confirmado”. Por parte del Gobierno, algo más de un año después de la publicación en el BOE de la reforma laboral, realizó un análisis de sus consecuencias. Así, el Informe de evaluación del impacto de la reforma laboral, difundido en el verano de 2013, aseguraba que “pese a la acumulación de siete trimestres en recesión, la aceleración de la caída del crédito, y la reducción de casi 400.000 empleos en el sector público, la reforma ha conseguido contener el incremento de paro, frenar la reducción de empleo y mejorar la flexibilidad del mercado laboral, permitiendo a las empresas adaptarse al contexto económico más fácilmente y haciendo nuestra economía más competitiva”. En la primera, y hasta la fecha única, edición de este informe, el Ministerio de Economía y Competitividad llegaba a realizar una pirueta retroactiva para estimar de manera muy optimista que “la reforma habría contribuido a evitar la destrucción de 225.800 empleos en el año anterior a su puesta en marcha”. La reforma de las condiciones del mercado de trabajo era una de las propuestas incluidas en el programa con el que el Partido Popular se presentó a las elecciones generales de noviembre de 2011. Tras su victoria por mayoría absoluta, Rajoy indicó en su discurso de investidura, el 19 de diciembre de aquel año, que pre- Formación y aprendizaje, manga ancha Se aumentó de los 21 a los 25 años (hasta los 30 mientras la tasa de desempleo esté por encima del 15%) la edad máxima de las personas a las que se puede emplear con esta modalidad contractual y se alargó hasta tres años su duración. También se eliminaron los límites al número de estos contratos que puede firmar una empresa, antes vinculado al tamaño de la plantilla, y se realizaron significativas reducciones de las cuotas a la Seguridad Social que las empresas han de pagar. ¿Resultado? El previsible: en los doce primeros meses de aplicación de la reforma, estos contratos aumentaron un 22%. tendía “llevar a cabo una profunda modernización de la legislación laboral, al servicio de la creación de empleo, que apueste por una mayor estabilidad, una mayor flexibilidad interna en las empresas y que considere la formación como un derecho del trabajador”. Esas premisas se concretaron apenas dos meses después en la redacción y firma de la reforma laboral. Pero su declaración de intenciones y lo que ha acarreado su aplicación práctica se parecen como la noche y el día. “No se ha cumplido con ninguno de los objetivos que se incluían en la exposición de motivos del Real Decreto-Ley 3/2012 de 10 de febrero. Antes al contrario, ha servido para desproteger a los desempleados y beneficiarios del sistema de Seguridad Social, para abaratar aún más los despidos y ampliar los supuestos en que éstos se consideran procedentes, facilitar los despidos colectivos incluso en las Administraciones Públicas, debilitar las posiciones sociales en las mesas de negociación colectiva, rebajar los salarios, incrementar los accidentes laborales... En definitiva, se incrementa el reparto desigual de riqueza, se liberalizan las relaciones laborales y se clava un rejón de muerte al Derecho Laboral”, dice Ocaña. Algunas de las medidas más criticadas de la reforma laboral han sido la reducción de la indemnización por despido improcedente (de 45 días “Se incrementa el reparto desigual de riqueza y se clava un rejón de muerte al Derecho Laboral” por año trabajado con un máximo del equivalente a 42 salarios mensuales se pasa a 33 días con un tope de 24 mensualidades), la supresión del requerimiento de la autoridad laboral para los despidos colectivos o que los contratos a tiempo parcial puedan realizar horas extraordinarias. PASA A LA PÁGINA SIGUIENTE 4-5 PANORAMA Cuatro años de reforma laboral Crecen las rentas del capital, caen los salarios ¿Derogará la reforma el Parlamento? “Al menos en sus programas, los partidos políticos de posiciones de izquierda y progreso planteaban esa modificación de políticas económicas y laborales. Existen condiciones para rápidamente derogar la reforma laboral, la LOMCE o la ley Mordaza. Pero además de esta situación nueva en el Parlamento, es fundamental la pelea que cada día se hace en los centros de trabajo”, opina Ramón Górriz, de CC 00. Luis Ocaña, del SAT, aboga por “explorar nuevas alternativas de empleo colectivo. Desarrollar proyectos cooperativos que generen empleo y tejer una red económica que no responda a las lógicas del capital”. VIENE DE PÁGINA ANTERIOR Son movimientos que han facilitado el despido y un modelo en el que se potencia el empleo a tiempo parcial y la temporalidad frente a la jornada completa y el contrato indefinido. En los primeros seis meses de 2013, según los datos oficiales, la contratación a tiempo parcial se incrementó casi un 9% respecto al año anterior. Treinta meses después, la estadística de crecimiento de estos contratos parciales sigue siendo similar: en el tercer trimestre de 2015 se han firmado un 9,2% más que el mismo periodo de 2014. “Se ha roto el núcleo estable de trabajadores con contrato fijo. En el último mes, de cada cien contratos, 95 han sido temporales y a tiempo parcial”, dice Górriz. La apuesta por el trabajo a media jornada se completó en diciembre de 2013 con el Real Decreto-Ley 16/2013, “la última vuelta de tuerca en la precarización del contrato a tiempo parcial, ya flexibilizado por el gobierno de Zapatero”, recuerda Isabel Otxoa, profesora de Derecho de la Empresa en la Universidad del País Vasco, quien explica a Diagonal que con estos contratos “las ventajas para la empresa son la flexibilidad en la gestión de la jornada laboral y por tanto de los salarios, y la mayor intensidad de la dedicación que se da en jornadas cortas. Las horas contratadas se pueden estirar hasta un 75% más, a voluntad de la empresa y sin derecho a consolidar la jornada, con un preaviso de tres días. Las 20 horas de contrato se pueden convertir en 35 el tiempo que la empresa quiera y volver a reducir sin necesidad de justificación alguna. Además, muchos contratos parciales son una tapadera de contratos a tiempo completo, pero no hay interés en controlar la situación. Si lo hubiese obligarían a definir el horario en el contrato”. Ramos también incide en la importancia de esa modalidad contractual y lo que supone su implantación generalizada: “Los contratos estrella si- 120 110 +14% 100 Rentas salariales y del capital en España (2011-2014) 90 Fuentes: Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT) y Banco de España. Elaboración de Colectivo Ioé, Barómetro social de España / DIAGONAL -12% 80 2011 2012 2013 Capital en acciones guen siendo la contratación temporal frente al indefinido y la tendencia al alza del tiempo parcial frente al completo en los últimos años, impulsada a su vez por la reforma de diciembre de 2013 que ha terminado por difuminar los límites a su uso como instrumento de flexibilidad laboral en precario, siendo a su vez muy habitual en la actualidad los contratos por horas”. En 2015, la contratación temporal ha seguido aumentando. Según la Encuesta de Población Activa, en el tercer trimestre del año creció un 10,1% (205.500 más) sobre el mismo periodo del año anterior, mientras que el total de asalariados con contrato indefinido descendió en 18.900. La cifra dada por el Ministerio de Empleo el 5 de enero habla por sí sola: de los 18.576.280 de contratos firmados en todo 2015, sólo el 8,1% fueron indefinidos. El resto, más de 17 millones, duraron días o semanas. 2014 PIB Salarios + prestaciones por desempleo 300.000 MILL MÁS POBRES, MENOS PRESTACIONES La masa salarial de 2014 ha perdido algo más de 40.000 millones de euros con respecto al inicio de la legislatura (2011) y las prestaciones de desempleo, 4.300 millones. es el aumento del valor de las acciones entre 2011 y 2014 Caída en picado de los salarios desde 2009 Salario medio anual en España (1992-2014) Año con reforma laboral 20.649€ 20.791€ 21.000€ 20.000€ 18.377€ 18.264€ 19.000€ 18.000€ Quién fuese mileurista Otras medidas muy significativas han sido la modificación sustancial de las condiciones de trabajo mediante la inaplicación de los convenios, el conocido como descuelgue, especialmente en lo tocante a la jornada y al salario. El Informe de evaluación del impacto de la reforma laboral confirma que con estas medidas de inaplicación “la retribución por asalariado que refleja la contabilidad nacional ha mostrado una fuerte contención, e incluso caídas significativas, al final de 2012 (-3% anual) y al principio de 2013 (-0,6%)”. Górriz apunta a este respecto que “donde más se ha notado es allí donde hay más dificultades para tener organización sindical, especialmente en las empresas más pequeñas donde hay escasa representación o no hay. La mayoría de las inaplicaciones de convenio, relacionadas con cuantías salariales, se han negociado en comisiones ad hoc donde no están los sindicatos. El empresario, bajo la amenaza que supone ese desequilibrio, pide la inaplicación de convenio con la coartada de que lo hace para evitar el cierre o los des- 17.000€ 1992 pidos”. También señala a otro de los objetivos no declarados pero implícitos en la reforma laboral, como es desequilibrar aún más las relaciones de poder a favor de la empresa. Por si no estuvieran ya lo suficientemente 1996 2000 2002 2004 2006 2008 LA PRECARIEDAD COMO SECRETO La caída en picado en los salarios ha hecho que en 2013 la media de los sueldos españoles sea incluso más baja que en 1997. 2010 2012 2014 Fuentes: Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT). Elaboración de Colectivo Ioé, Barómetro social de España. / DIAGONAL Parte de la renta nacional que percibe la población asalariada en España y en la Unión Europea de 15 países (1960-2014) El trabajo ya no es lo que era Fuente: ECOFIN (Comisión Europea), Annual Macroeconomic Database (AMECO). Elaboración de Colectivo Ioé, Barómetro social de España. / DIAGONAL 75% 70% 65% 60% España 55% 1960 “En el último mes, de cada 100 contratos, 95 han sido temporales y a tiempo parcial”, dice Górriz 1994 1965 1970 Media Unión Europea (15 países) 1975 UNA TENDENCIA DESDE LOS AÑOS OCHENTA 1980 1985 1990 1995 2000 2005 2010 Cerrar el círculo Destrucción de empleo, devaluación salarial, mayor facilidad para el despido, apuesta por la jornada parcial, incremento del poder empresarial y deterioro de la negociación colectiva y la intervención sindical son algunos de los rasgos definitorios del nuevo mercado laboral pintado por la reforma laboral durante estos cuatro años. Para Górriz, ésta supone un todo que cierra el círculo de otra serie de políticas en vigor: “Junto a esto hay que poner las políticas presupuestarias, que han conducido a las privatizaciones o a unos servicios públicos esenciales de menor calidad, con reducción de plantillas, en función del déficit y del artículo 135 de la Constitución Española que con nocturnidad y alevosía modificaron el PSOE y el PP”. Y para completar –añade–, “las restricciones a las libertades: ¿Cómo puede ser que en pleno siglo XXI haya más de 300 personas imputadas por ejercer el derecho de huelga, aplicándoles el artículo 315.3 del Código Penal, a quienes se les pide penas que recuerdan a la dictadura? Un país en el que hay gente imputada por ejercer el derecho de huelga es un país en el que no hay equilibrio en las relaciones laborales”. Sobre cómo revertir los efectos de la reforma, Ocaña recuerda que “hay Administraciones que se han comprometido con el empleo y han articulado medidas para paliar los efectos de la reforma. También hay convenios donde mediante la negociación colectiva se han incorporado cláusulas antirreforma. Y no podemos olvidar que desde algunas instancias judiciales se han limitado muchos efectos y no se ha permitido acudir a las inter- 2015 La parte de la renta nacional que percibe la población asalariada experimentó un alza en la década de los 60 y primeros años 70 del siglo pasado, para reducirse a partir de entonces en beneficio del capital. desequilibradas, la modificación legislativa privilegió los acuerdos internos frente a los de rango superior. “El objetivo central era acabar con el convenio sectorial, que tiene un marco de relaciones y condiciones de tra- que tenemos en 2015 llega a 9.600.000”, explica el representante de CC OO. “Ha habido convenios de empresa de nueva creación –que era uno de los objetivos de la reforma: sustituir el convenio de sector por el de empresa–, orientados a devaluar las condiciones y los salarios marcados por los sectoriales”, recalca. bajo superior al de empresa. En esto podemos decir que hemos salvado los muebles. En 2012 había unos nueve millones de trabajadores con cobertura de convenios colectivos, en 2013 y 2014 también y por los datos “Sólo con un movimiento sindical fuerte y articulado será posible ir dándole la vuelta” pretaciones más tenebrosas que pretendían los defensores de la reforma. Ahora bien, sólo con un movimiento sindical fuerte y articulado será posible ir dándole la vuelta a este desaguisado”. Diagonal Del 7 al 20 de enero de 2016 Toni Garriga / SINC LA REFORMA LABORAL Y LA MAL LLAMADA CONCILIACIÓN Impacto de los cambios legislativos sobre las mujeres Jose Durán Rodríguez REDACCIÓN El desempleo, los salarios más bajos, las peores condiciones laborales y las modalidades de contrato temporales y con jornada parcial tienen nombre de mujer en España. Ha sido así históricamente y la reforma laboral aprobada en 2012 lo ha acentuado considerablemente. A finales de diciembre de 2015, las mujeres en paro eran 2.218.273, según datos del Servicio Público de Empleo. Los hombres desempleados eran 1.875.235. En noviembre del año pasado, la afiliación a la Seguridad Social de trabajadoras y trabajadores en alta laboral también reflejaba dígitos desiguales: ellos superaban ampliamente los nueve millones mientras que ellas no llegaban a los ocho. Una diferencia que se remonta a años atrás y que se ha incrementado en los últimos tiempos, según recuerda Isabel Benítez, socióloga especializada en relaciones laborales: “La tasa de actividad de las mujeres en el Estado español –es decir, la predisposición a entrar al ruedo del salario– ha sido muy baja en comparación con el resto de Europa. Paralelamente, la tasa de desempleo ha sido históricamente más alta, situación que con la crisis también ha sucedido, aunque sólo saltó la alarma cuando afectó a los ni- chos clave altamente masculinizados, como la construcción”. Para Teresa Ramos, abogada del gabinete jurídico confederal del sindicato CGT, la reforma laboral ha contribuido a hacer más grande esa desigualdad ya existente: “Dado que las mujeres tienen históricamente una situación de mayor precariedad y peores condiciones laborales –salario, tipo de contratación, menor presencia en ámbitos de decisión, segregación laboral–, la reforma, con mayor desregularización de las condiciones de trabajo, y sin ninguna medida para corregir esa desigualdad, aparte de empeorar las condiciones de todas las personas trabajadoras, agudiza aún más la situación de desigualdad de las mujeres”. Benítez, que califica la reforma laboral como “calamitosa”, considera que “a medida que se reduce a mercancía a los trabajadores –se les niegan derechos y se reduce su capacidad de negociación– se agudizan los mecanismos ‘espontáneos’ de división sexual del trabajo producidos por un modelo social patriarcal-capitalista”. En la aplicación concreta de la reforma laboral, la desigualdad se deja notar especialmente en aspectos como la duración de los contratos y de la jornada. La potenciación del contrato a tiempo parcial, en una tónica generalizada de contratación temporal y no indefinida, ha afectado especialmente a las mujeres, según explica Ramos: “La feminización de los contratos temporales a tiempo parcial es aplastante. En 2014, según datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, de cada Brecha salarial, consecuencia ideológica Una de las desigualdades laborales más sangrantes entre hombres y mujeres es la salarial. La socióloga Isabel Benítez apunta al origen de esta brecha: “La concepción del salario femenino como un complemento de la renta familiar y la sobrecarga de trabajo necesario no asalariado relacionado con el mantenimiento de la vida –trabajo de cuidados, atención a dependientes, trabajo doméstico...– han presionado a la baja el salario de las mujeres”. cien contratos a mujeres, 49 han sido temporales y otros 42, temporales y a tiempo parcial, siendo 68 y 23 respectivamente en el caso de los hombres”. ¿Quién concilia a quién? Otra de las medidas estrella de la reforma, la inaplicación y descuelgue de los convenios según la situación de la empresa, también ha incidido negativamente sobre el empleo de las mujeres, indica Ramos: “La flexibilidad interna –en cuanto a jornada, funciones, salario– que implica la adaptación de las condiciones laborales en función de la situación competitiva y económica de la empresa tiene un impacto sobre todas las per- sonas trabajadoras de mayor precariedad, pero de manera particular sobre la vida de las mujeres, haciendo más difícil la mal llamada conciliación”. Apareció la palabra. El concepto. La idea que ayuda a explicar en parte por qué las mujeres han sido relegadas a un lugar subalterno en el terreno laboral: la conciliación de la vida familiar y laboral. Que viene a significar que ellas han de trabajar dentro y fuera de casa, lo primero sin remunerar y lo segundo por debajo de sus compañeros en muchas ocasiones. Ahondando en esta cuestión y relacionándola con las políticas públicas, Benítez considera que la degradación generalizada de las condiciones de trabajo ha colocado en peor posición la ocupación laboral de las mujeres: “La degradación y ausencia de servicios públicos y ayudas para la atención a menores, dependientes, personas enfermas ha presionado aún más su abandono del mercado de trabajo por factores ‘ideológicos’ patriarcales – “¿quién cuida mejor “En 2014, de cada cien contratos a mujeres, 49 fueron temporales y otros 42, temporales y a tiempo parcial” sino una mujer?”–, pero también materiales, en tanto que si se exige la dedicación a tiempo completo a estas tareas a alguien parece lógico que se prescinda del salario más bajo”. 6 -7 GLOBAL Elecciones europeas GLOBAL [email protected] Entorno María José Esteso Poves Redacción Más de 170 incendios han asolado Asturias en la última quincena de diciembre, otros 83 han arrasado Cantabria y un número menor ha afectado también a Galicia, País Vasco y Navarra. Han sido cientos de fuegos y, en la mayoría de los casos, cada incendio ha ido acompañado de un elevado número de focos que se iniciaban simultáneamente. Las llamas han calcinado zonas de gran valor ambiental y paisajístico de la cornisa cantábrica. Áreas de parques naturales y espacios valiosos de la Red Natura 2000 han quedado arrasados. Las altas temperaturas, el persistente viento del sur, seco, y las quemas de los ganaderos para conseguir pastos mejores en primavera están detrás de esta ola de incendios provocados. Pero no sólo; los expertos apuntan más causas. Cuidar el monte todo el año Javier Mendia García “El monte está abandonado, y esto lo demuestra que los incendios son del 1 de enero al 31 de diciembre. No sólo en verano. En la cornisa cantábrica han tenido las mismas condiciones que tenemos en Levante: viento del sur y terreno muy seco. En la Comunidad Valenciana estamos en alerta [4 de enero] y ya se ha producido un incendio”, dice Jaime Senabre, bombero forestal del Simposio Nacional de Incendios Forestales. Por su extensión, Cantabria ha sido la comunidad más afectada. Cuenta con 500.000 hectáreas, de las cuales han ardido dos terceras par- MONTES EN NOVIEMBRE Y DICIEMBRE SE PRODUJO UNA OLA DE INCENDIOS ARDE EL NORTE Agentes forestales señalan que el 90% de los fuegos son provocados por ganaderos para cobrar la PAC les 2.000 han quedado destruidas. “Llevo 23 años como agente forestal aquí y nunca he visto nada igual”, dice, afectado, Manuel Fernández Fabián, presidente de la Asociación de Guardas del Medio Natural del Principado de Asturias. “En Asturias no se concibe eso de que tires una colilla desde un coche y se prenda fuego, la humedad de la vegetación lo impide”, aclara Fernández Fabián, y explica a Diagonal que “sin una mecha y sin esperar a que se encienda no arde el monte en Asturias”, aunque reconoce que esta vez han sido muchos días con viento del sur y sin lluvias. Sobre la autoría de los incendios no cree que alguien queme el monte para construir, como permite desde el año pasado la Ley de Montes que aprobó el PP: “Los terrenos donde se han producido los incendios tienen tanta pendiente y son tan abruptos que no se permitiría construir”, afirma. “Terroristas ambientales” tes, según el presidente de la Asociación Cántabra de Agentes del Medio Natural, José Antonio García. El agente afirma que es pronto para saber con exactitud las cifras: “Es necesario medir, pero las 2.000 hectáreas quemadas que se han adelantado me parece una previsión muy optimista”. García señala que los incendios han llegado a ser más de 400 en esta comunidad (grandes y pequeños) y lamenta que, a pesar de todo, “no existe ninguna denuncia administrativa”. Recuerda que, en Canta- bria, la mayoría son montes de utilidad pública, “cuentan con una protección especial y regulan, por ejemplo, la economía de los pueblos”. Sin ambages, señala que “no pretendo atacar a los ganaderos, pero el 90% de los incendios los han provocado ganaderos incendiarios, ganaderos delincuentes”, afirma. García apunta también que “tanto mis compañeros como yo los conocemos, son muchos años recorriendo los montes. Sabemos quiénes son, sólo nos falta pillarles y probarlo”, explica. “Pedimos más vigilancia preventiva, más medios materiales y humanos, pero cada año tenemos menos retenes, menos personal y más recortes”, denuncia García. E in- siste en que se vede al pastoreo el bosque quemado y se eliminen las subvenciones: “Entonces los propios ganaderos van a denunciar a quienes han sido”. En Asturias, el fuego tampoco ha dado tregua. Las llamas han destruido los montes de más de 40 municipios. El entorno de Llanes, Ribadesella y Cangas de Onís, entre otros, ha quedado calcinado. El incendio más grave se produjo en El Franco el pasado 19 de diciembre y afectó a un total de 3.500 hectáreas, de las cua- El agente mantiene que no es un “descuido” de los ganaderos porque “el monte es su patrimonio. En zonas muy aisladas, a las tres y cuatro de la madrugada, se han producido hasta 20 focos a la vez. Son incen- Diagonal Del 7 al 20 de enero de 2016 dios intencionados”, y añade con rabia que “los que han prendido el fuego son terroristas ambientales”. Las investigaciones coinciden en que algunos ganaderos han aprovechado el uso del fuego que hacen tradicionalmente en la cornisa cantábrica en estas fechas, en zonas de matorral, para conseguir mejores pastos en primavera para el ganado, y de paso prender el monte. Desde la Fundación Naturaleza y Hombre, con sede en Cantabria y dependiente del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, se señala: “Con un origen mayoritariamente ganadero, para la obtención de pastos tiernos, cada año se recurre a esta técnica insostenible de quemar de forma incontrolada los montes, con una práctica ya asumida como tradicional, pero completamente insostenible, ilegal y de la que cualquier gestión moderna debe huir”. En cuanto a los autores, esta fundación, cuya actividad es la conservación del patrimonio natural y la defensa de los montes, los califica como “salvajes pirómanos que atentan con auténtica impunidad ante la falta de medios para perseguir a estos delincuentes”. Además, muchos propietarios de ganado cobran sustanciosas subvenciones. Juan Manuel Pérez de Ana, biólogo asturiano, detalla en su blog que al menos dos ganaderos fueron perceptores en 2014 de “ayudas superiores a lo que cobra el presidente del Gobierno”. Subvenciones sustanciosas El caso de las subvenciones afecta por ejemplo a José Antonio G. Á., de Cangas de Onís, que cobró en 2014 hasta 127.338 euros, procedentes de la Política Agraria Común (PAC), por superficie de pasto en los montes de su propiedad. Muchos ganaderos queman el matorral de sus montes para ampliar la superficie de pasto y cobrar más subvenciones. Ese mismo ganadero declaró a un medio local: “Si pudiera derogaría el parque nacional, a los ganaderos sólo nos trae problemas” y “en los Picos de Europa no debería haber ningún lobo, porque esa especie es totalmente incompatible con la actividad ganadera”, según el blog de Pérez de Ana. “Aunque tradicionalmente se hacen quemas, eso no quiere decir que sean legales”, dice a Diagonal Rubén Cabrero, presidente de la Asociación Española de Agentes Forestales y Medioambientales de España. “Quemar el monte no es legal, es un delito tipificado en el Código Penal”. Y explica que lo de quemar los pastos “tiene truco”, porque se prende fuego sabiendo que van a arder los árboles. “Así van a tener hierba nueva y las subvenciones de la PAC”, continúa. Cabrero aclara que “los que han provocado esos incendios son incendiarios, tienen una intención de conseguir más pastos y cobrar. No son pirómanos, enfermos que no saben lo que puede ocurrir”, matiza. El portavoz de los agentes forestales y medioambientales del Estado español también recuerda que “gracias a la lucha de los agentes forestales se consiguió modificar el proyecto de Ley de Montes del PP que pretendía dejarles sin atribuciones. “La ley nos quitaba la figura de policía judicial e impedía que investigáramos delitos ambientales, como los incendios. Finalmente, en el trámite de la ley en el Senado, en el periodo de alegaciones conseguimos mantenernos como policías judiciales”, pero se enfrentan a los recortes y falta de medios. Por ello pide a las comunidades autónomas que “potencien la investigación de los incendios a través de los agentes ambientales” como conocedores del campo. En la lucha contra los incendios muchos se juegan la vida. El pasado 23 de diciembre murió un piloto de helicóptero, José Antonio Rodríguez, en la extinción de un incendio en el municipio asturiano de Parres. El helicóptero chocó debido a la falta de visibilidad por el humo. Ese día había en Asturias 14 incendios provocados tres días antes con 147 focos ardiendo a la vez. Desde la Fundación Hombre y Naturaleza se pide también “castigar ejemplarmente a los incendiarios, entre otras razones para motivar y por respeto a las brigadas que arriesgan la vida en los incendios”. Pero no es sólo el fuego. “Ya está lloviendo y nevando en algunos sitios, y ahora la erosión de los terrenos va a ser brutal”, reconoce Fernández Fabián. El agua arrastra los suelos antes sujetos por la vegetación. Por ello desde la Coordinadora Ecoloxista solicitan que se prohíba el ganado en las zonas quemadas para evitar que aumente más la pérdida de suelo y vegetación y “se acote el pastoreo en todas las zonas incenciadas”. Otro factor de riesgo es la falta de mantenimiento y vigilancia de los montes. El agente denuncia que “no existen en Asturias patrullas de vigilancia: “Si tú quieres prender fuego al monte, los agentes forestales no te van a sorprender”. Senabre coincide con él y manifiesta que “los montes están como están. No se puede tener cuadrillas de gente contratada unos meses y con total precariedad, por cuatro perras, pero cuando hay un incendio los van a buscar a su casa y levántate de tu cama y juégate la vida”. El fenómeno de El Niño Los incendios en la cornisa cantábrica han contado no sólo con la mano del hombre, también con una climatología muy favorable. Muchos hablan de cambio climático. Sin embargo, para Jorge Olcina, catedrático de Análisis Geográfico y responsable del Instituto de Climatología de la Universidad de Alicante, “no se puede hablar en este caso de cambio climático, porque éste es un proceso a medio y largo plazo. Lo que sí estamos notando del cambio climático es la subida de temperaturas”. Esas temperaturas suaves y la ausencia de lluvia de este invierno tienen que ver, según Olcina, con El Niño, un fenómeno natural que va ligado al calentamiento de las aguas del Pacífico: “Lo que está ocurriendo en el Pacífico con el fenómeno de El Niño es que ha alterado toda la circulación atmosférica de Europa. Ha provocado la instalación de un potente anticiclón en noviembre y diciembre”. El climatólogo señala que esa situación es “la causante directa de la sequedad ambiental del terreno” y ha impedido que llueva. “Se han creado las condiciones necesarias en la cornisa cantábrica para que cualquier pequeño incendio cobrara una significación importante”, explica Olcina, y advierte también de que ésa va ser también la tónica de los incendios en todo el territorio peninsular para este año. 8-9 GLOBAL Los ultrarricos en Madrid EL DORADO DE LAS GRANDES FORTUNAS Pablo Elorduy / Ter García Redacción La compraventa de suelo e inmuebles, las adjudicaciones y las rebajas fiscales, principales nichos de beneficio de los más ricos ¿Quién manda en Madrid? Las diez personas de Madrid que aparecen en la lista Forbes de “ultrarricos” y sus relaciones. Juan Miguel Villar Mir Alicia Koplowitz Florentino Pérez Helena Revoredo Rafael Del Pino El presidente de OHL es el primer empresario madrileño en la lista Forbes Ex de FCC, desde su salida se dedica a las inversiones inmobiliarias y bursátiles El presidente de ACS también aparece en la lista de los madrileños más ricos Dirige Prosegur, la primera empresa de seguridad privada en el Estado español Dirige Ferrovial. Junto a su hermana María aparece en la lista Forbes OHL FCC ACS Prosegur Ferrovial Fundación Príncipe de Asturias Fundación Príncipe de Asturias Fundación Príncipe de Asturias Fundación Príncipe de Asturias C. Empresarial para la Competitividad Real Madrid Museo del Prado Real Madrid Colegio El Pilar Fundación Transición Española Ex alto cargo o familiar de uno C. Empresarial para la Competitividad Foro Puente Aéreo Foro Puente Aéreo Ex alto cargo o familiar de uno Juan Abelló María del Pino Alberto Cortina Alberto Alcocer José Llado Presidente de Torreal, una de las mayores compañías de inversión de España. Conocida por sus obras de caridad, Del Pino pertenece al clan de los Calvo-Sotelo Participa en ACS a través de Alcor Holding, que también controla la papelera Ence. Junto a Cortina, dirige Alcor Holding. Ambos fueron al Colegio de El Pilar Este exministro del Franquismo es el propietario de Técnicas Reunidas. Alcaliber Ferrovial ACS ACS Técnicas Reunidas Colegio El Pilar Ex alto cargo o familiar de uno Colegio El Pilar Colegio El Pilar Colegio El Pilar Fundación Príncipe de Asturias Fundación Príncipe de Asturias Ex alto cargo o familiar de uno Torreal Museo del Prado Imagina Fundación Transición Española Real Madrid Acaso intoxicado por los dulces navideños, el 2 de enero, José Luis Sanchis Armelles, expresidente de la Asociación Mundial de Consultores Políticos, publicaba un artículo en El Mundo en el que proponía un Gobierno de concentración formado por algunos políticos populares y socialistas no elegidos el 20 de diciembre y una serie de banqueros y empresarios del Ibex 35. La idea de Sanchis no era nueva, el 25 de diciembre Expansión llevaba en sus páginas el sueño húmedo de un Gobierno presidido por César Alierta, presidente de Telefónica, con tres vicepresidentes: Pablo Isla (Inditex), Isidre Fainé (La Caixa) y Florentino Pérez (ACS), y una serie de ministros procedentes de El Corte Inglés, el Santander u OHL. Todo se hubiese quedado en un chiste si no fuera porque algunas de esas fortunas ya tienen un peso indudable en las políticas llevadas a cabo por el Gobierno. La banca, que ha recibido más de 1.4 billones de euros en concepto de rescate, o las eléctricas, han marcado, especialmente desde el estallido de la crisis económica, las políticas de ministerios como Economía o Industria. Pero, ¿qué peso tienen las grandes empresas y las grandes fortunas sobre las políticas municipales y autonómicas? La entrada de Ahora Madrid en el Ayuntamiento de la capital ha estado acompañada, según Mauricio Valiente, tercer teniente de alcalde de la capital, de una “campaña de acoso y derribo” por parte de la prensa afín al Gobierno anterior. Anécdotas como las críticas por sustituir el palco VIP en la cabalgata de Reyes por una grada para personas con diversidad funcional o el affaire de los Belenes –la campaña mediática para denunciar la retirada de las natividades decorativas, una retirada que no se ha producido–, se han visto acompañadas de otras más ajustadas a las luchas entre clases en la ciudad. Entre estas últimas, Valiente recuerda la polémica en torno a la “tasa turística” planteada por el área de Hacienda para recaudar pequeñas cantidades por parte de las personas que pernoctan en hoteles de la capital. Con esa idea de tasa turística, el área que dirige Carlos Sánchez Mato “tocaba” uno de los principales, si no el primero, nicho de negocio de la capital: el turismo. Eduardo Gutiérrez, portavoz de la Comisión de Presupuestos y Economía de Podemos en la Comunidad de Madrid, considera ese sector como la burbuja en la que permanece subida la economía madrileña. Para Gutiérrez, éste es un modelo que lleva “progresivamente a la desigualdad, a la concentración de la riqueza y de los recursos públicos en un grupo reducido de grandes empresas, y a la pauperiza- Diagonal Del 7 al 20 de enero de 2016 Ingresos por lucha contra el fraude fiscal en Madrid Madrid: vivero de grandes fortunas En 2014 se obtuvo la recaudación de lucha contra el fraude más baja desde 2007. El año pasado se han dejado de ingresar 137,3 millones de euros por el relajamiento de la persecución de la evasión fiscal. 0,35 En porcentajes en relación al PIB de la Comunidad de Madrid ción del modelo empresarial de la Comunidad de Madrid”. 0,30 El turismo y el suelo 0,25 0,20 0,15 0,10 0,05 0,00 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 Deducciones Sólo una de cada diez personas en Madrid puede utilizar las deducciones a impuestos. Las deducciones ascendieron en 2013 a 110 millones de euros. Deducciones al alquiler Educación privada 52,2 30,8 MILL MILL Las deducciones por arrendamiento de vivienda a menores de 35 años beneficiaron a 69.000 personas Las deducciones por gastos en educación privada beneficiaron a 180.000 familias Ingresos por el Impuesto de Patrimonio Madrid es la comunidad con más patrimonio y la que menos ingresa después de que Aguirre eliminara el Impuesto de Patrimonio. Patrimonio neto declarado País Valenciano Cuota neta ingresada Comunidad Autónoma Comunidad de Madrid En millones de euros Galicia Canarias Catalunya Andalucía 110 MILL 81 MILL 54 MILL ELABORACIÓN DIAGONAL 27 MILL 0 0 2 MILL 4 MILL 6 MILL 8 MILL “Está bien que haya un hotel bonito ahí”, decía Manuela Carmena en una entrevista en el programa de TV Siberia en referencia al proyecto del grupo Villar Mir en Canalejas. Ese bonito hotel, que regentará la canadiense Four Seasons, no es el único. Según señala José Leal, periodista de El Mundo experto en las grandes fortunas españolas, en los últimos años, “lo que más se está comprando y vendiendo en Madrid son hoteles”, y son varias las cadenas internacionales que le han echado el ojo a la ciudad, a la vista de las gangas inmobiliarias. Ya durante 2014, un informe de la consultora Irea cifraba en más de 1.000 millones el monto de las operaciones cerradas en torno al mercado hotelero en España, “el mejor dato en 20 años”. El Grupo Hotusa, con Amancio López a la cabeza, compró a principios de diciembre el Hotel Sheraton Mirasierra. Con él ya acumula 145 hoteles en todo el mundo bajo sus marcas Eurostars y Exo Hotels, cinco de ellos en la ciudad de Madrid. Blas Herrero, dueño de Kiss FM, también se ha lanzado a la compra de hoteles asesorado por el marido de María Dolores de Cospedal, Ignacio López del Hierro. A principios de 2014 adquirió dos hoteles cerca de la estación de Chamartín y de Plaza de Castilla. Pero, para hablar de quien manda en Madrid, también hay que echar un vistazo a los nombres que tienen la ciudad en propiedad. “Por una parte están los viejos propietarios, por otra, los fondos de inversión son los nuevos propietarios, lo están copando todo, tanto edificios de viviendas como locales comerciales o de oficinas”, explica José Leal. “Ahora mismo, en Madrid y Barcelona, está todo tan barato que interesa invertir la pasta en el ladrillo, y hay muchísimo dinero de EE UU que necesita colocarse”. El fondo de inversión estadounidense Rialto Capital y, sobre todo, el Grupo Wanda desde China –Edificio España, operación Campamento– son algunos de los fondos que se han lanzado a la compra de inmuebles y suelo. Junto a ellos aún quedan grandes propietarios ya conocidos entre el alto standing madrileño. Leal señala cómo algunos de los principales propietarios de la ciudad al jefazo de Inditex, Amancio Ortega, al Consejo de la Abogacía y a Mutua Madrileña. Como bien presume en su propia web, la Mutua es “propietaria de uno de los patrimonios inmobiliarios más relevantes de España”: 23 edificios que ocupan una superficie de 208.000 metros cuadrados. La cartera del Consejo de la Abogacía es aún mayor: 42 inmuebles, 26 de ellos en Madrid, entre los que se cuentan un edificio de oficinas en Agustín de Foxá, otro en No parece que la desigualdad sea un gran problema para quienes están en la parte de arriba de la pirámide. El número de millonarios ha crecido en un 40% desde el comienzo de la crisis, y Madrid ya ha adelantado a Barcelona como vivero de multimillonarios: 1.135 personas con un patrimonio acumulado de 38.500 millones de euros viven en la capital. Junto a los negocios del sector servicios, dirigidos en gran parte al turismo, los monocultivos de fortunas dentro de las fronteras de la Comunidad de Madrid son otros tres: la banca y el sector financiero, las concesiones de servicios y el omnipresente ladrillo. ACS Sólo entre noviembre de 2014 y marzo de 2015, ACS sumó 35 millones más con 20 contratos de la Comunidad de Madrid, a través de sus marcas Clece, Cobra, API Movilidad o Socamex, relacionados con el Canal de Isabel II o la gestión de los teatros del Canal. 2.429 De las 2.603 SICAV registradas en la CNMV, 2.429 tienen su domicilio en la Comunidad de Madrid. Este tipo de sociedades permiten una tributación de sólo el 1% sobre sus beneficios. Gran Vía y uno más en Recoletos. Pero, como no podía ser menos para el cuarto hombre más rico del mundo, la cartera de inmuebles de Amancio Ortega en Madrid es la que guarda más joyas: Gran Vía, Paseo de la Castellana y la Torre Picasso –comprada por 400 millones de euros en 2011–, entre otras. Son muchos más los nombres que se reparten las arterias madrileñas, algunos de ellos conocidos también por la tajada que se llevan de los contratos públicos, como Villar Mir (OHL), que acapara en su cartera el edificio Torre Espacio, el Centro Canalejas, Velázquez y el Espacio Torrijos, en el barrio de Salamanca. Otros son menos conocidos, como la Orden Tercera de San Francisco de Asís, que además de propietaria del hospital en activo más antiguo de España, lo es también de unos 70 edificios en el centro madrileño, sobre todo en el barrio de Lavapiés y cerca de la Plaza Mayor, todos bendecidos por la exención del pago del impuesto sobre bienes inmuebles del que disfruta la iglesia. También Marco Colomer Barrigón, quien, a través de Pryconsa, ha construido o está en fase de construir 25 complejos urbanísticos en toda la comunidad de Madrid que sumarán más de 1.500 viviendas. O Ignacio Mencos, familia de Esperanza Aguirre y representante de Lazora, “el mayor grupo español de capital privado dedicado a la vivienda protegida en alquiler”, según dice su web. Sólo en Madrid acumula hasta 32 edificios que suman cientos de viviendas listas para alquilar a las que se suman otros cientos de viviendas, con inquilinos incluidos, compradas al IVIMA. Para Eduardo Gutiérrez, el regreso a la fiebre del ladrillo no trae buenas noticias: “Es una inversión de cartera, no va a aumentar el patrimonio fiscal de la Comunidad”, explica. En la Asamblea de Madrid se conocen bien este tipo de cambios de mano del patrimonio: en noviembre, el exconsejero de Vivienda de la Comunidad compareció ante la comisión anticorrupción del Gobierno regional para explicar la venta de 2.935 viviendas públicas a Azora, un fondo de Goldman Sachs. Desde el Ayuntamiento, Mauricio Valiente apuesta por un “blindaje de la vivienda social” en aquello que dependa del equipo municipal “nada de venta a fondos buitres”. Además, desde Ahora Madrid se asegura que se hará “todo lo posible” por revertir los procesos de venta de vivienda pública abiertos por el anterior equipo. Aguirre y los ‘grados Bacon’ La prolífica carrera del actor estadounidense Kevin Bacon ha dado lugar en Estados Unidos a la creación de un índice Bacon y de un juego con su nombre basado en la teoría de los grados de separación –por el que es posible establecer en sólo seis pasos una relación entre dos personas cualquiera–. Para Eva Belmonte, periodista de, entre otros, el proyecto Quién Manda, Esperanza Aguirre es la “Kevin Bacon” del poder madrileño. Para Belmonte, no es arriesgado decir que, igual que dijo Macià Alavedra sobre las 400 familias que controlan Catalunya, “existen esos pocos nombres que se repiten en todos los actos, fundaciones, contratos públicos… y en buena parte están vinculados con el PP madrileño, puesto que ha gobernado muchísimos años en Ayuntamiento y Comunidad. Más aún: de forma directa o indirecta, la mayoría está vinculado de una u otra manera a Esperanza Aguirre”, comenta esta periodista. PASA A LA PÁGINA SIGUIENTE 10-11 GLOBAL J. Luis Cuesta Los ultrarricos en Madrid La web Quién Manda es un modo entretenido de pasar la tarde y, más allá de eso, un modo de enlazar las carreras y las vidas de quienes tienen el poder en el Estado español. En Madrid, Belmonte identifica algunos nodos en los que se dejan ver juntas algunas de estas personas. Las aulas del colegio de El Pilar, en el distrito de Salamanca –una escuela de formación de mandamases– o del ICADE son los lugares desde donde entrar por derecho propio en algunos de los centros de poder de la capital. Los negocios urdidos en el palco del Santiago Bernabéu son famosos desde la época de José María Aznar e, incluso, han sido tema de las campañas electorales. Los pasillos del think tank conservador Real Instituto El Cano o las salas de reuniones del Museo del Prado son otros aglutinantes de las fortunas. Pero Belmonte destaca dos espacios menos conocidos en los que se reproducen estas fortunas: “El primero es el Club de Madrid, que reúne a expresidentes de diferentes países y convoca a buena parte de la élite económica y política madrileña a cada uno de sus actos”. En segundo lugar, Belmonte destaca un organismo no oficial, el llamado Puente Aéreo. Un foro itinerante en el que “los empresarios más importantes de Madrid y Barcelona se reúnen cada cierto tiempo e invitan a sus fiestas privadas a los personajes más re- levantes de la política. No es una asociación de empresarios oficial como la CEOE, no sabemos de qué hablan…”. Entre los miembros de ese grupo están algunos de los “ministrables” incluidos en las quinielas de El Mundo y Expansión: Villar Mir, Juan Rosell, Florentino Pérez o Antonio Brufau. También han asistido a las reuniones, algunas de las cuales han contado con la presencia de altos cargos del PP dos proscritos como son el expresidente del Barça, Sandro Rosell, o Rodrigo Rato. Madrid se ha convertido en un oasis para las grandes fortunas a nivel fiscal Mauricio Valiente cree que desde el Ayuntamiento se han comenzado a cambiar “las reglas del juego” pero reconoce que los procesos de privatización de los servicios públicos para interés privado “van cuesta abajo” mientras la remunicipalización encuentra una resistencia organizada por lo que antes se llamaban los poderes fácticos de la capital. “No nos hemos encontrado nada que no supiéramos, sabíamos que iba a ser difícil por la resistencia del poder econó- mico”, pero, sin embargo, Valiente cree que la mayor dificultad ha sido “respetar las expectativas del conjunto de trabajadores” en los procesos de remunicipalización. Pese al empeño por cambiar las reglas del juego, Vicente Pérez Quintana, de la Federación de Asociaciones de Vecinos, reconoce que el Ayuntamiento tiene poco margen. Tampoco para favorecer a las pequeñas y medianas empresas: “No hay un marco legal para que participemos en la adjudicación de contratos públicos ni para dar preferencia a empresas de la propia zona”, pese a ello, las asociaciones de vecinos buscan un modelo de adjudicaciones “en el que tengan preferencia las cooperativas y empresas no muy lucrativas”. Los ricos también lloran Eva Belmonte, de Quién Manda, cree que las investigaciones del Caso Bankia han sido el momento en el que se ha producido mayor trastorno en la fuerza de las grandes fortunas: “Aunque muchos de sus miembros se han recolocado en otros puestos sin problemas, es evidente que algunos nombres han dejado de tener el poder que tenían, en parte gracias a la presión y las críticas sociales”. Las adjudicaciones “El nuevo Gobierno local se lo ha encontrado todo hecho, con la mayoría de las contrataciones gordas ya dadas, y es muy difícil que las pueda tocar”, explica Pérez. “Ahora el Ayuntamiento está corrigiendo cosas para que estos contratos no sean sólo una subasta, sino que respondan también a una calidad en el servicio”, añade. Sacyr, empresa presidida por Manuel Manrique Cecilia –también alto mando de Repsol– y participada por la distribuidora petrolífera Disa, su representante Demetrio Carceller –al frente de la cervecera Damm– y José Manuel Loureda –que también se ha metido en Repsol– es la que se ha llevado el mayor trozo del pastel de los contratos integrales en Madrid: 680,8 millones de euros por dos lotes de las contratas de limpieza. Sacyr se reparte asimismo 316,3 millones, con Ferrovial, ACS y empresas relacionadas con el cada vez mayor negocio del aparcamiento, por los contratos para la gestión de la planta de biome- tanización de Valdemingómez y de movilidad. En total, unos 756 millones de euros. ACS, del madrileño por excelencia Florentino Pérez, se ha llevado cerca de 179,8 millones por los contratos de movilidad y gestión de la planta de biometanización. A ellos se suman 250 millones más, a través de Dragados –firma adquirida en 2002–, por el contrato de gestión de infraestructuras viarias firmado en 2014. FCC, el grupo de Esther Koplowitz, es otra de las empresas que más dinero se ha llevado con los contratos integrales firmados en 2013, con Ana Botella como alcaldesa: 352,8 millones de euros por uno de los lotes del contrato de limpieza. A ellos se suman al menos 25,5 millones más en contratas con el Canal de Isabel II firmadas entre enero y marzo de 2015. Le siguen de cerca Ferrovial –Rafael del Pino CalvoSotelo–, con otros 346 millones (limpieza y la planta de biometanización ya citada) y OHL –Grupo Villar Mir– con 321,8 millones por otro lote del contrato de limpieza y, al menos, 9,3 millones más por contratos de la Comunidad relacionados con el Canal de Isabel II entre septiembre de 2014 y febrero de 2015. Deuda e impuestos La historia de Madrid en el siglo XXI es también la historia de su deuda. El Diagonal Del 7 al 20 de enero de 2016 PALCO DEL SANTIAGO BERNABÉU En la fotografía, Manuela Carmena, Florentino Pérez, Ignacio González, Juan Carlos I, Jesús Posada, Fernando Fernández Tapias, José Sánchez Bernal, Pedro López Jiménez, Javier López del Hierro y otras personalidades. CON CONTROL NO HAY PARAÍSOS La lucha contra la evasión fiscal desde los municipios soterramiento de un sector de la M30 y el proyecto olímpico de Alberto Ruiz Gallardón generaron un nivel de endeudamiento que supone que uno de cada tres euros del presupuesto de la ciudad se dedica a pagar a los acreedores. La ciudad destinó en 2014 casi 1.500 millones al llamado servicio de la deuda, esto es al pago de intereses y de vencimientos de los créditos adquiridos durante las vacas gordas del gallardonismo. La deuda ha sido un problema para el municipio desde el comienzo del sueño olímpico, no así para la Comunidad, cuyo nivel de endeudamiento no alcanza el 13% del PIB de la región, muy lejos del 40% que supone para el País Valenciano o el 33% en el que se sitúa la deuda catalana. No obstante, Eduardo Gutiérrez, de Podemos, teme que las élites de la región hayan encontrado en la deuda un nuevo filón “diseñado al servicio de los bancos y en contra de la mayoría de la Comunidad de Madrid”. Gutiérrez señala que “en los próximos cuatro años, la Comunidad tiene que devolver más de 11.000 millones, eso significa una asfixia del copón bendito, cuando tal y como están los mercados, se podía acudir a los mercados y conseguir financiar a 15 o 20 años, cambiar la curva de vencimientos y, como consecuencia de eso, disponer de recursos para meter dinero en gasto público”. Para este diputado autonómico, el motivo de esta tendencia al endeudamiento es que cuando los diputados “salgan de aquí pueden ir a los consejos de administración bien de esas entidades bancarias o de empresas filiales de esas entidades”, denuncia. Es sólo uno de los chollos que el sector financiero ha encontrado en la Comunidad, un destino para la “piratería fiscal”, según Gutiérrez. Para este diputado, Madrid se ha convertido en un oasis para las grandes fortunas, que están exentas de pagar el impuesto de patrimonio: “En 2013, a 16.153 contribuyentes madrileños, que son de los que están arriba en la distribución de la renta, se les regalaron 612 millones”, indica Gutiérrez. Además, la Comunidad se ha convertido en un destino para las grandes fortunas en el otoño de sus vidas. Como se subrayó en el caso de la Duquesa de Alba, el empadronamiento en Madrid es un plus para los herederos del 1%, que no pagan impuestos de sucesiones y donaciones. Junto a deducciones en el IRPF como las que se aplican a la educación privada o las actividades en los mercados bursátiles alternativos, al bajo nivel de tasas al juego al uso de hidrocarburos y al relajamiento de la persecución del fraude fiscal, cada año se evaporan de los presupuestos de la Comunidad un total de 8.000 millones de euros de impuestos, “procedentes en su mayor parte de las grandes fortunas”, calcula este diputado autonómico. : MANUEL GABARRE ANALISTA L a progresividad fiscal es el fundamento sobre el que se construye el Estado del bienestar. Los impuestos sólo pueden tener un efecto redistributivo si se configuran de manera progresiva, es decir, si el porcentaje de las ganancias que se debe entregar a Hacienda crece conforme estas ganancias aumentan. La progresividad de los impuestos está consagrada en el artículo 31 de la Constitución española. Sin embargo, la realidad es que las personas con rentas bajas destinan un mayor porcentaje de sus ingresos al pago de impuestos que las personas con las rentas más altas. De un tiempo a esta parte, el Estado ha perdido el control recaudatorio sobre las élites y por tanto, la sociedad española ha perdido la posibilidad de alcanzar el bienestar colectivo. No es casualidad que la pérdida del control fiscal haya transcurrido de manera paralela al desarrollo de internet. La red permite defraudar sin salir de Pozuelo y que los engorrosos viajes a Suiza sean cosa del pasado. Me explico: si usted tiene una fortuna de, supongamos, cuatro millones de euros, puede acudir a una oficina de banca privada o a alguno de los grandes despachos de abogados, donde algún obrero cualificado le informará de la manera más inteligente de eludir el pago de sus impuestos. Lo cierto es que no es difícil. Escriba paraísos fiscales en su navegador y aparecerán varios portales donde le informarán sobre los entresijos de este sistema con tanta precisión como desfachatez. Lo que hasta los 80 estaba sólo al alcance de monarcas, de comerciantes de petróleo y de traficantes de armas (a veces todo al mismo tiempo), ahora está a un click, sin necesidad de soportar las molestas colas para renovar su pasaporte. La evasión masiva de impuestos entre las élites ha hecho que el Estado haya ido perdiendo una im- &R SD PH QV W U XD O U H XW L O L ] D EO H CONTACTO [email protected] tlf: 695647028 3R U TXH O R QD W XU D O QR H V XV D U \ W L U D U ZZZ QD W XU F XS F R P portante fuente de ingresos, de manera que debe recaudar por otras vías para atender a sus necesidades más urgentes. Las subidas periódicas del IVA y del IRPF combinadas con la reducción del gasto social se producen en este contexto de fraude generalizado. La peculiaridad mediterránea consiste en que no contentas con ello, nuestras élites desvían buena parte de lo recaudado a sus propios bolsillos, por ejemplo mediante la reposición de un desfalco de cuarenta mil millones de euros con fondos públicos. Fondos que detraen de un gasto social que ni les va, ni les viene. Bien, dejemos nuestra dieta y sigamos con la tecnología. El deterioro de las cuentas públicas es cada vez mayor a medida que se generalizan los sistemas de banca online. En la nube se difuminan las fronteras del fisco y hoy, el proceso de deterioro del Estado del bienestar parece imparable, puesto que alcanzar el Estado de Bienestar sin la contribución de las élites es una entelequia. Para las multinaciona- De un tiempo a esta parte, el Estado ha perdido el control recaudatorio sobre las élites les también resulta muy sencillo eludir el pago de impuestos. Si se analiza la situación desde otro punto de vista, se puede decir que la multinacional no elude el sistema impositivo, sino que en realidad aprovecha el sistema que las élites han creado para incrementar sus beneficios y por tanto, su poder. ¿Recuerda la última vez que rompió un termómetro? Pues bien, acabar con un paraíso fiscal es como aplastar una gota de mercurio: cuando tratas de hacerlo, ésta se divide en muchas partes, de manera que es imposible que desaparezca. Por otro lado, enfrentarse al poder financiero puede resultar tan tóxico como aplastar gotas de mercurio, ya que los Estados necesitan préstamos bancarios para sufragar la pérdida de ingresos que le van dejando los agujeros impositivos. Este enfrentamiento resulta tan peligroso porque si un Estado toma acciones decididas contra el poder financiero, puede verse abocado al colapso. Recuerde el caso de Varoufakis, el referéndum y la Troika. ¿Estamos por tanto abocados a una sociedad cada vez más desigual? La realidad es que no: la lucha contra los paraísos fiscales no está perdida, porque las acciones que hoy en día no pueden tomar los Estados sí que pueden ser afrontadas por organismos públicos con menores responsabilidades. Una de estas acciones tiene que ver con la contratación pública. La contratación de las administraciones públicas españolas alcanza unos ciento cincuenta mil millones de euros, por lo que se puede convertir en un arma muy poderosa. Todas las empresas del IBEX 35 tienen al menos una de sus sedes en un paraíso fiscal. Al mismo tiempo, la mayoría de ellas tienen como principal cliente al Estado, lo que últimamente se conoce como ‘capitalismo de amiguetes’. ¿Se imagina las consecuencias que tendría excluir de la contratación pública a las empresas con sede en paraíso fiscal? Los Ayuntamientos son las entidades idóneas para dar ese primer golpe al sistema. No necesitan la financiación bancaria, ya que la Unión Europea exige que lo recaudado deba superar a lo gastado por el municipio. Por tanto, las élites financieras pueden presionar de manera indirecta al Ayuntamiento, pero no pueden amenazarle con el colapso social que genera un corralito. Así que no existe otro riesgo que el del acoso mediático para que demos el primer paso contra este sistema. Y este paso tenemos que darlo: si no tomamos acciones decididas contra los paraísos fiscales, nuestra sociedad está abocada a una crisis perpetua. 12-13 GLOBAL Entrevista CARLOS SÁNCHEZ MATO CONCEJAL DE ECONOMÍA Y HACIENDA DE MADRID Pablo Rivas Redacción El concejal delegado del área de Economía y Hacienda de Madrid, Carlos Sánchez Mato, es un viejo conocido del activismo madrileño. Economista e integrante del sector de IU que apostó por la confluencia en Ahora Madrid, ha formado parte de Attac, la Plataforma por la Auditoría de la Deuda o la Plataforma por una Banca Pública. Tras seis meses de gobierno, ha conseguido aprobar unos presupuestos con un incremento del 26% en el gasto social. Sin embargo, plantea importantes retos para esta legislatura. Entre ellos, la auditoría ciudadana de la deuda de Madrid o la remunicipalización de servicios públicos. “Estamos atados pero tenemos las herramientas para romper las cuerdas” Tras seis meses de gobierno, el concejal expone los retos de la legislatura DIAGONAL: La Administración actual hereda una serie de grandes contratos, muchos de ellos de más de una década de duración, que integran muchos de los servicios municipales externalizados. ¿Qué medidas habéis adoptado al respecto? CARLOS SÁNCHEZ MATO: En primer lugar, y no es un tema menor, analizar la dimensión y la magnitud que tiene el proceso privatizador que han tenido estos grandes contratos, así como los de menor importe, en lo que son las formas de funcionar del Ayuntamiento. Lógicamente, el análisis de todos estos contratos nos revela que las limitaciones a la hora de la acción de gobierno son elevadísimas. Pero eso en absoluto supone una losa que no podamos ser capaces de remover. Ese análisis está prácticamente finalizado, pero aún no del todo porque el alcance de este tipo de contratos afecta a cosas muy conocidas como la limpieza y a otras de mucho menos calado desde el punto de vista de la opinión pública pero también importantes. D.: Se ha hablado mucho de remunicipalizaciones. C.S.M.: Estamos en la estrategia, que haremos pública en su momento, en la que estableceremos cómo actuar ante ese tipo de situaciones, porque no podemos seguir la misma estrategia ante una empresa pública de capital mixto como la empresa funeraria, una estrategia muy clara y muy sencilla comparada con otro tipo de servicios como ya hicimos público, que en casos como el de la limpieza o Calle 30. Hablamos de elementos diferentes que requieren actuaciones diferentes, pero siempre con una misma base política: que los servicios públicos sean prestados de manera directa. D.: Pero muchos de esos contratos están blindados. C.S.M.: Sí, pero no soy pesimista en absoluto. Hay formas, desde el punto de vista legal y por supuesto económico, de afrontar este tipo de situaciones. Si tenemos una atadura legal, nos queda ver transcurrir el tiempo. Tenemos capacidad de acción y tenemos que ser audaces políticamente hablando para poder afrontarlo. Consideramos que estamos atados de pies y manos pero tenemos las herramientas para romper las cuerdas. D.: El 15% del presupuesto para 2016 se destinará a pagar la deuda. ¿Esa suma no impide la remunicipalización de servicios costosos como limpieza y jardinería, servicios que Carmena vio inviable recuperar “por motivos jurídicos y económicos”? C.S.M.: No, por una sencilla razón, y es que, en gran medida, los bienes materiales necesarios para contratos de una magnitud grande son propiedad del Ayuntamiento. Sí o sí, tenemos que invertir en eso. De hecho, hay una partida considerable para camiones de basura. El obstáculo presupuestario no va a ser el que impida la municipalización en los casos en los que ésta sea necesaria. Los obstáculos están más bien en la dificultad enorme que pone la Ley de Estabilidad Presupuestaria, que impide que contrates personal público. Puedes aumentar tu presupuesto para pagar a una contrata, pero no contratar empleados públicos, aunque esos nuevos contratos te supongan un coste inferior a sacar un pliego en el que externalizas un servicio. Es una aberración, pero ocurre. Ésos son los mayores obstáculos, pero incluso así tenemos las herramientas para hacerlo. Es un tema de voluntad política, y de alguna manera lo que estoy haciendo es arrojar la pelota a la opinión pública para que, si no lo hacemos, nos lo reclame. D.: Hay una concentración histórica del poder económico en Madrid, repartido hoy, en gran parte, entre un puñado de empresas. ¿Hay instrumentos para acabar con esto? C.S.M.: El gran instrumento para vencer esa concentración de poder es no depender de esas grandes corporaciones para prestar los servicios directamente a los ciudadanos. Cuando el porcentaje fundamental a la hora de la conformación de un servicio público es la mano de obra no tiene mucho sentido que tenga que haber un intermediario para organizarlo. Debe ser el propio ayuntamiento el que preste el servicio de manera directa. Sería como si subcontratáramos la elaboración de los presupuestos. Habría gente que lo defendería porque defienden políticamente eso, pero la mayoría de la gente diría: “Qué aberración, que lógica política tiene esto”. No tiene sentido colocar un intermediario, que además necesita un beneficio y que, por tanto, va a hacer que se preste el servicio más caro. D.: Habéis aprobado los presupuestos con apoyo del PSOE. ¿Habrá contrapartidas por ello? ¿Podría entrar en un futuro gobierno municipal? C.S.M.: Creo que gobierno más sólido que el de Ahora Madrid es difícil Diagonal Del 7 al 20 de enero de 2016 de encontrar. Con el panorama político que tenemos a nivel estatal y en muchas comunidades, creo que podemos hablar de una mayoría muy sólida en número de concejales y en capacidad de gobernar y de haber hecho no sólo unos presupuestos que recogen una sensibilidad social claramente compartida no sólo por los vo- tantes y las bases de Ahora Madrid, sino por las del Partido Socialista. D.: ¿No teméis represalias del PSOE a nivel municipal si no se llega a un acuerdo Podemos-PSOE estatal? C.S.M.: Este gobierno no responde a los intereses ni de mis compañeros de Podemos, ni de mi gente de IU, ni Álvaro Minguito CARLOS SÁNCHEZ MATO. El concejal anunció en agosto el comienzo de la auditoría ciudadana de la deuda de Madrid. de ningún partido concreto. Hay gente sin adscripción política respecto a partido, hay gente que somos de IU, gente de Podemos... Creo que conciliamos bastante bien el trabajar en conjunto. Somos una expresión clara de que se puede, y se debe, trabajar de manera conjunta en la izquierda más allá del PSOE. No somos ni vamos a ser moneda de cambio de nada y Ahora Madrid es un gobierno municipal que tiene perfecta capacidad de hacer su trabajo durante los próximos años hasta las próximas elecciones. D.: Tras la aprobación de los presupuestos, afirmaste que se acabó el Madrid de las grandes macroinfraestructuras alejadas de la realidad. Sin embargo, algunas grandes operaciones urbanísticas siguen adelante. ¿Se acaba de verdad ese Madrid? C.S.M.: Hablábamos de macroinfraestructuras como grandes anillos, soterrar otra vez la M30 en otro escalón más abajo o elementos como ese sueño olímpico que más bien fue la pesadilla y que ha dejado barrios sin adecuadas dotaciones deportivas pero una Caja Mágica que ha costado casi 260 millones de euros y tiene un uso cercano a cero. Ese tipo de cosas se acabaron. Podremos cometer errores, pero estamos absolutamente decididos a no cometerlos de la misma manera. Ahora, ¿no va a haber ningún tipo de crecimiento urbanístico en Madrid? A corto plazo no tiene ningún sentido que se plantee una expansión de la ciudad cuando demográficamente no es la realidad que tenemos. Y eso lo ha dicho mi propio compañero de Desarrollo Urbano Sostenible. La Operación Chamartín, tal y como estaba diseñada no tiene sentido, plantea necesidades que la ciudad no tiene. ¿Quiere decir que no hay que acabar el nudo norte? Eso es otro tema. ¿No se va a volver a hablar nunca de Chamartín? Yo creo que hay que hablar de Chamartín, claro. ¿Habrá alguna operación Chamartín? El tiempo lo dirá, pero no como estaba pensada. “ A corto plazo no tiene ningún sentido que se plantee una expansión de la ciudad El gran instrumento para vencer la concentración del poder es no depender de grandes corporaciones anuncio del proceso de auditoría, pero dijimos que era fundamental que no fuera sólo técnica. Hablamos siempre de una auditoría ciudadana. Tiene que haber los mecanismos y procesos participativos y todo el desarrollo que haga que esto no sea un trabajo de unos señores y señoras sabias metidos en unas habitaciones decidiendo qué es lo que ha ocurrido con la deuda del pasado. Eso no es lo que estamos haciendo. Pero en la parte de desarrollo de participación ciudadana hacia los barrios y distritos vamos más lentos de lo que pensábamos. Se han retrasado cosas como el convenio con la Universidad Complutense, que estamos ya a punto de firmar. También han provocado ese retraso las muchas obligaciones derivadas del desembarco en el Área de Economía y Hacienda y la enorme dificultad que ha sido el conseguir el resultado exitoso que hemos tenido en los presupuestos. Pero todo eso no ha parado la auditoría. Al contrario, está en pleno auge, y lo veremos durante la primavera de este año, cuando empezarán a desarrollarse los mecanismos e instrumentos para que haya participación en todo este proceso, que es la clave, porque si no estaríamos ante un proceso elitista, que no es a lo que nos comprometimos en campaña. D.: ¿Cuáles van a ser esos mecanismos a implantar para que sea una auditoría ciudadana y participada? C.S.M.: Para que haya participación tienen que existir canales adecuados y organizados. Hay movimientos sociales, grupos de presión que llevan organizados mucho tiempo, como la Plataforma por la Auditoría Ciudadana de la Deuda, Attac u otras organizaciones, no sólo del Estado español. Estamos en una fase muy temprana y yo no puedo decir cuáles van a ser esos mecanismos, entre otras cosas porque no van a ser impuestos por el Ayuntamiento. Van a ser dialogados por la sociedad civil. Ése es el proceso que vamos a tener esta primavera. Se me ocurre que un canal muy adecuado pueden ser las juntas de distrito. Hay plenos donde participan los ciudadanos a través de los vocales vecinos, y también el público en general, vecinos y vecinas que tienen capacidad de participar. A mí me parece que ese canal hay que utilizarlo. ¿Sólo ése? No, pero es uno. D.: También aseguraste que los presupuestos “abordan el pago de la deuda pero en los plazos establecidos”. ¿Quiere decir eso que se aparca la auditoría o sigue en marcha? C.S.M.: En absoluto, pero es verdad que ha habido retrasos desde el punto de vista técnico. Hicimos un "4&403¶ " + 63¶ %* $" $POU BCJ M J EBE öT D BM Z M BCPS BM NB Z VD PPQFS B U J W B PS H D POU B D U P!NB Z VD PPQF S B U J W B PS H 14-15 GLOBAL La pervivencia de la colonia EL COLOR DE PIEL EQUIVOCADO 200 millones de indígenas, afros y descendientes de asiáticos sufren una herencia de exclusión social y cultural Martín Cúneo Redacción Negro, indio, mono, chino, grone, groncho, cholo, zambo... No sólo en los insultos, sino también en los dichos populares, sobrevive la colonia en América Latina. “Indio, mula y mujer, si no te la ha hecho, te la va a hacer”, es una de las tantas frases de la “semántica del desprecio” que recoge el periodista Paco Gómez Nadal en las primeras páginas de su reciente libro Indios, negros y otros indeseables (Milrazones, 2015). No hay estadísticas fiables, pero las aproximaciones coinciden: en América Latina y el Caribe viven actualmente entre 180 y 200 millones de indígenas, afros y descendientes de asiáticos, en total un tercio de los habitantes de la región. ¿Cuántos de ellos se encuentran entre los 169 millones de latinoamericanos que el Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía clasificó como pobres en 2012? Para Gómez Nadal, “sólo hay que caminar América Latina y el Caribe para constatar que los obreros más empobrecidos, los campesinos más marginalizados, los trabajadores más excluidos o las personas desempleadas sin futuro suelen ser, en su mayoría, de ascendencia indígena o afrodescendiente”. Precisamente a caminar –y contar– América Latina es a lo que se ha dedicado Paco Gómez Nadal en las últimas dos décadas, de cronista del conflicto colombiano en los años 90 a ser expulsado de Panamá en 2011 por “instigar movimientos de protesta de indígenas”, según palabras del Gobierno del país. La idea del libro surge, según reconoce a Diagonal, de un intento de dar sentido a todas esas “instantáneas” tomadas a lo largo del continente. Una conexión que este periodista identifica en la discriminación que sufren 200 millones de latinoamericanos, una exclusión que “se deriva del modelo de conquista y del modelo de colonia que se perpetúa, que pasa inicialmente por un sistema muy básico, muy medieval, a uno más sofisticado”. La exclusión política, la exclusión social, “refinada, casi fantasmagórica”, sigue estando ahí, y lo atraviesa todo, afirma. “Quien diga que en América Latina no se desprecia a los indígenas, a los afros y a los asiáticos está mintiendo. Es un desprecio estructural, visceral. Es un racismo muy antiguo. Ni siquiera es el racismo del siglo XIX. Es un racismo de sangre”. Pero no sólo queda el racismo de la estructura colonial, sino también un reparto colonial del trabajo, en donde las antiguas colonias continúan dedicándose a distintos tipos de monocultivo y a la extracción de recursos naturales. Otra de las herencias de la colonia es la íntima relación entre clase social y color de piel. “Si tienes el color de piel equivocado en América Latina, que le pasa a casi todo el mundo, tienes todas las posibilidades de ser pobre”, dice. El nudo racista “No hay vuelta atrás en la base. En Bolivia es difícil que los indígenas vuelvan a mirar al piso”, dice Gómez Nadal Para Gómez Nadal, hay un concepto fundamental para entender cómo funciona el racismo en América Latina: la colonialidad o, dicho de otra forma, lo que deja la colonia una vez que ya no ejerce el control territorial, su herencia en la forma de pensar, de organizarse, de actuar. Mucho se ha hablado sobre el significado del 12 de octubre de 1492. Para muchos es el inicio de la modernidad. Para Gómez Nadal es el punto de partida del capitalismo contemporáneo. En el Caribe colonial y las colonias norteamericanas, señala, se desarrolló el modelo de las plantaciones, un sistema basado en el tráfico esclavista donde “se experimentaron todos los modelos de contratación y todos los modelos de segregación para generar enfrentamientos de clase”. Para este periodista, junto con el dominio de los hombres sobre las mujeres, el racismo es otra de las cla- Frantz Fanon y la internalización del racismo Para entender cómo es posible que el racismo se extienda también entre quienes lo sufren, Gómez Nadal recomiendo una lectura: Piel negra, máscaras blancas, de Frantz Fanon. “Igual que la colonia deja una estructura colonial del poder –lo que se llama ahora la colonialidad–, lo que deja la colonia una vez que deja el control territorial es un modelo de jerarquía de poder, un modelo de jerarquía del saber y un modelo de jerarquía del hacer. Aunque se haya ido la colonia, ha dejado instalado un modelo de solución de conflictos, un modelo de convivencia, que es un modelo excluyente, vertical. Y eso no pasa sólo en América Latina”, dice Gómez Nadal. i ves que permiten explicar el triunfo del capitalismo actual. El discurso racista fue especialmente necesario para “generar categorías de trabajadores”, algo indispensable para el modelo de producción nacido en las plantaciones. Entender Europa sin el esclavismo es imposible, afirma Gómez Nadal. “Había que generar todo un discurso para justificar una infamia moral. Si ves las actas del Parlamento británico en el siglo XIX es un escándalo, justificaciones y justificaciones para que se se pueda tratar a personas como animales, como bienes muebles. Y todo para ganar más dinero. Hay una declaración magnífica en la que un parlamentario británico viene a decir que saben que lo que están haciendo es deleznable, pero que el beneficio es tan grande que hay que aguantarse los valores éticos. Esto es el capitalismo: sabemos que es terrible expulsar a la gente de sus casas, pero chicos, es la legalidad vigente”. Lo que no se ve A lo largo de la historia latinoamericana, distintos gobiernos han intentado “blanquear” su población, ya sea mediante auténticos genocidios, como en Guatemala, o por métodos estadísticos. Según el censo de 1993, en Perú vivían 8,7 millones de indígenas; en 2007, la cifra había caído hasta los cuatro millones. “¿Fueron abducidos 4,7 millones de personas?”, se pregunta Gómez Nadal. Tras décadas de ocultamiento, la década de los 90 inauguró un nuevo método: la autoidentificación. Sin embargo, la negativa a autoidentificarse como miembros de comunidades históricamente excluidas también ha servido para meter debajo de la alfombra estadística a millones y millones de personas. Diagonal Del 7 al 20 de enero de 2016 David Fernández “Ha reaparecido el racismo de Estado” Hablamos con Blanca Chancoso, una de las grandes líderes del movimiento indígena en Ecuador Martín Cúneo y Emma Gascó Redacción RACISMO. A lo largo de la historia latinoamericana, diversos gobiernos han intentado “blanquear” a su población. Sin embargo, la “apasionante década de los 90”, atravesada –sobre todo en sus últimos años– por movilizaciones populares, levantamientos indígenas y afros, ha ayudado a cambiar el panorama. Así ocurrió en Colombia. Hasta 1993, las estadísticas oficiales contabilizaban 600.000 afrodescendientes. En 2001, el titular del diario El Tiempo sorprendió a muchos colombianos: “Son diez millones y medio”. De repente, el 26% de la población de Colombia se había convertido en negra. De todos ellos, el 80% vivía en la pobreza. Algo parecido ocurrió en Brasil: en el censo de 1991 se hablaba de 294.000 indígenas. En 2012, la cifra había crecido más del 200%, hasta llegar a los 900.000. Y en Bolivia, el cambio en la autopercepción fue aún más radical: en 1996, el 12% de los bolivianos se autoidentificaba como indígena; en 2001, ya era el 62% de la población la que afirmaba pertenecer a algún pueblo originario. ¿Qué había ocurrido en esos cinco años? Una serie de alzamientos desde el altiplano y la selva que levantaron el orgullo de ser indígena. “Donde no hay vuelta atrás es abajo”, sostiene este periodista, creador del portal Otramérica. “En Bolivia o en Venezuela, lo que se ha generado en la base es tan potente, es tan de orgullo, y no sólo étnico sino territorial, de barrio, de clase, que no tiene vuelta atrás. En Bolivia es difícil que los indígenas vuelvan a mirar al piso. Quien ha conocido Bolivia antes y ahora es lo primero que le llama la atención. Pero las estructuras de poder no se han tocado, y eso es triste”. & . ) Ų & Ų c Ų È û É Ä Ų 3 Ų Ç û Í Ä Ų * , Ų & & 0 , ) '# Ų 0 ! ( û Ų 0 ! . , # ( Ų 3 Ų . , # # ) ( & ( i ' Ų & Ų ÅŲ Ų Ų c ) # ' Ų & ÅÆŲ Ų DIAGONAL: ¿Cómo era ser indígena en los años 70 en Ecuador? BLANCA CHANCOSO: Hasta los 70 el racismo era muy fuerte. Si alguien conseguía un dinero e iba a la ciudad y quería entrar en un hotel, nos decían que no había habitación porque veníamos vestidos de indígenas. El racismo era así. Y así enseñaban a nuestros hijos. Yo era maestra en una escuela y, de repente, todos los niños de otra escuela se pasaron a la nuestra porque la profesora les había cortado el pelo, y cortarles el pelo es un delito para los indígenas... Recuerdo que vinieron a buscar a los niños con la policía y los niños se escondían... Nos ha tocado resistir. D.: Mucha gente en la ciudad ni siquiera conocía que había tantos indígenas en Ecuador... B.C.: En los 70 hicimos una acción de solidaridad con Nicaragua y El Salvador y venían muchas señoras del centro y nos preguntaban: “¿Ustedes son de México? ¿Son de Guatemala?”. Ahí los compañeros se dieron cuenta del desconocimiento total. “No, nosotros somos de aquí”. “Ahhhh”, contestaban. Y en los 90, con los 500 años, se fue logrando visibilizar nuestras propuestas y hemos conseguido que Ecuador fuera aceptado como Estado plurinacional. Y fueron reconociendo nuestro papel, porque ya no sólo luchamos por los indígenas, sino que incursionamos frente a las políticas de Estado, y nos convertimos en la segunda fuerza de opinión política en el país. D.: ¿Crees que ahí también hubo un cambio de autopercepción, de sentir orgullo de ser indígena? “ Esa palabra [indio] con la que quisieron deslegitimar nuestra existencia hoy sirve como término de resistencia B.C.: En muchos sí. Sintieron que sí valíamos. Y muchos que llevaban tiempo sin decirlo, también lo dijeron. Eso de indios es una palabra con la que nos maltrataron, con la que hicieron que nos avergonzáramos. Pero una vez que retomamos nuestra identidad propia –shuar, quichua, cofán, secoya–, esa palabra con la que quisieron deslegitimar nuestra existencia hoy sirve como término de resistencia y de alternativa. D.: ¿Qué pueden enseñar los pueblos originarios a los movimientos de resistencia no indígenas? B.C.: El derecho a reconocernos que somos diferentes, no para estar aislados, sino para tener los mismos derechos. Esto del “buen vivir” era una utopía que tenían los partidos comunistas, los socialistas. Esto en nuestro caso no lo tenemos que inventar, ya lo vivimos. Nos lo han quitado, pero está adentro nuestro. Y se puede recuperar. Si podemos mirar desde la diversidad, conjuntamente, podríamos diseñar este sueño de un nuevo mundo, pe- ro no desde la imposición de unas culturas sobre otras. D.: ¿Y con respecto a la relación con la naturaleza? B.C.: Deberíamos de ser reconocidos como la custodia única de la naturaleza, no nos sentimos fuera de ella, somos parte. Respecto a la Amazonía, el Gobierno ha dicho: “Siendo unos pocos indígenas, son dueños de un territorio tan grande”. Ésa es otra expresión racista, es no conocer cómo viven los indígenas, que no están permanentemente en un mismo lugar. Las compañeras dicen: “Nosotras nunca fuimos pobres, ni seremos pobres mientras tengamos el espacio para cazar, pescar... La pobreza vino desde que están las petroleras, porque vienen enfermedades y ya no hay pesca ni cacería. Desde ahí somos pobres, porque nos han quitado las tierras y nos han contaminado el agua”. No tener una refrigeradora o un televisor no es ser pobre, ni estar subdesarrollado. Eso es lo que no han entendido. D.: ¿Hay un recrudecimiento del racismo en Ecuador? B.C.: Parecía que se estaba superando, pero nuevamente reapareció la cuestión racista venida del Estado. El Gobierno en su discurso usa una terminología sobre nuestra forma de vestir, emponchados, emplumados, una falta de respeto. Nos trata de “indios intransigentes” cuando nosotros hemos dicho “no a las mineras”, “no a las petroleras”... En una sabatina [programa televisivo que se emite los sábados], Correa dio la orden a los militares de que si tienen que disparar, que disparen, que no hay problema. Deja abierto a que a los indígenas se los pueda violentar, se los pueda machacar. 16-17 GLOBAL LIBERTADES [email protected] Acoso a la diversidad MENORES TRANS ALAN EL DERECHO A ELEGIR LA IDENTIDAD El asesinato social de Alan reabre el debate sobre la educación Izaskun Sánchez Aroca Redacción Todo empieza un día cualquiera, en el vestuario, en el patio o después de clase. Un empujón, un insulto, una zancadilla. Todas, o la gran mayoría, hemos vivido o conocemos a alguien que ha sufrido acoso escolar por ser diferente, por no encajar en un patrón de normalidad que empiezas a interiorizar en la infancia y que se asienta en la adolescencia. Una única forma de ser y estar en el mundo que marca los comportamientos adecuados, aquellos que no se castigan socialmente. Antes o después, en las mejores situaciones, consigues pasar el trago, ir de puntillas sin ser vista y terminar, sea como sea, ese calvario llamado instituto o escuela. En otros casos, sin embargo, el itinerario educativo puede convertirse en una auténtica pesadilla, quizá por estar demasiado alejada de esa norma social, quizá porque desde el centro escolar se banaliza la situación de acoso y no se toman las medidas pertinentes. El pasado 24 de diciembre, Alan, un joven trans de 17 años, se quitó la vida en Barcelona. Alan llevaba años sufriendo todo tipo de acoso en la escuela: primero por ser bollera, luego por ser trans. Esto es, su identidad de género no coincidía con su sexo de asignación neonatal. Para Chrysallis, asociación que agrupa a familiares de menores trans, el caso de Alan es un asesinato social y no un suicidio. “Es muestra de lo que vivimos en esta sociedad, seas mujer, negro, amarilla, alta o bajo. Algo que, en el caso de las personas trans, está institucionalizado y permitido, porque las identidades ni siquiera se reconocen por parte del profesorado o las direcciones de los centros”, afirma es Saida García, vicepresidenta de la asociación Chrysallis a nivel estatal. La muerte de Alan ha copado titulares de distintos medios con enfoques que van desde la frivolidad a la reflexión. Pero Alan no es un caso aislado, como reconocen desde Chrysallis. Aunque no hay cifras oficiales sobre el suicidio de menores trans, en los casos en los que no se respeta la identidad también son habituales las autolesiones, el aislamiento o una alta tasa de absentismo escolar. “Cómo vas a ir a clase y concentrarte si estás ocupado u ocupada en salvar tu pellejo”, señalan desde la asociación. Muchos menores trans están incluso medicalizados, con diagnósticos de asperger, trastorno de déficit de atención o hiperactividad por falta de conocimientos dentro de la psicología. La diversidad se patologiza y se convierte en una enfermedad. Desde algunos centros escolares, además, se minimiza el acoso, como explica Saida: “Piensan que ser trans es un capricho del o de la menor, una falta de información y disciplina por parte de la familia”. Sin embargo, según un estudio de la Universidad estadounidense de UCLA, los menores trans son un sector muy vulnerable al suicidio: el 41% ha intentado quitarse la vida al menos una vez. Como explica el padre de Eli, una menor trans que participa en el documental El sexo sentido, “el sufrimiento lo padecen nuestros hijos e hijas, pero la enfermedad la tienen los demás: se llama intolerancia”. Una intolerancia que se manifiesta en forma de transfobia, lesbofobia u homofobia, en forma de acoso escolar a altas, gordos, chicas que no están lo suficientemente desarrolladas o chicos que no juegan al fútbol: hay una única forma de ser y lo que se salga de ahí es malo. Los currículum escolares no sólo no muestran cuerpos, sexualidades e identidades diversas, sino que refuerzan patrones heterosexuales y binarios basados en configuraciones genitales que dejan fuera todas aquellas identidades que no sean masculinas o femeninas, como las personas transgénero o intersex. Una realidad que, además, se agrava con la apuesta por el emprendimiento empresarial de la última reforma de la LOMCE, la llamada Ley Wert, aprobada unilateralmente por el Partido Popular, que deja fuera las pocas materias que trataban temas de educación en valores. Desafiar el relato de lo normal La derechos de los menores trans no se recogen de forma específica en ninguna legislación. De hecho, Alan era uno de los pocos que había conseguido el cambio de nombre (que no de sexo) en su documentación. Estos derechos se dejan al libre albedrío de cada comunidad autónoma y a lo que la judicatura considere. La situación de las personas trans adultas se regula a nivel estatal en la Ley 3/2007, en la que se recoge todo el itinerario que se debe seguir para poder cambiar de nombre y de sexo en el registro oficial. Una ley que, para el momento en el que aprobó, cuando apenas existía nada, “no estaba mal”, afirma Saida, pero que, en cualquier caso, patologiza ya que obliga a obtener diagnósticos médicos que indiquen la existencia de En la escuela no se muestran cuerpos e identidades diversas sino una única forma de estar en el mundo una disforia de género y el sometimiento a un proceso de hormonación de dos años. La ley, además, hace aguas por muchos lugares: no refleja garantías sanitarias, no penaliza la transfobia en el Código Penal ni la situación de los migrantes trans. Muchas de las lagunas de esta legislación se cubrieron con leyes autonómicas muy desiguales, como la andaluza, aprobada en 2014, que no considera la transexualidad como una enfermedad pero no contempla sanciones ni plazos de ejecución en el caso de que el personal médico quiera hacerse objetor de conciencia, puntualiza Saída. En cualquier caso, los menores trans quedan fuera de este marco, ya que fue uno de los requisitos que impusieron todos los partidos para aprobar la ley de 2007. Desafiar el relato de lo que es normal y de lo que no es una tarea compleja. Sobre todo cuando la cuestión de asignar identidades se remonta incluso al embarazo y la primera pregunta que te hacen es si es niño o niña. Así que, ¿por dónde empezar? El cambio, sin duda alguna, pasa por las escuelas, la educación y el trabajo con las familias. Para Saida, además, hay que apostar por introducir dentro del currículum escolar todas esas muestras de diversidad no binarias. “Si empeza- Diagonal Del 7 al 20 de enero de 2016 Fotomovimiento ACOSO ESCOLAR 65 CASOS EN MADRID EN 2015 “Los protocolos muchas veces son un papel burocrático” Soluciones insuficientes al ‘bullying’ Ter García Redacción HOMENAJE. Acto de homenaje y denuncia ante la muerte de Alan, en Barcelona. mos a educar desde infantil y no les haces creer una mentira, pues luego no tendrás que desmontarla y así a lo mejor en 20 años ya no hay más casos como el de Alan”. En Madrid ya están preparando la tramitación de una ley que contemple esta medida. Sexo, sentido y género fluido Otra gran pregunta es cómo detectar si un o una menor es trans o no, o si simplemente juega e imagina desafiando y desbordando la normalidad adulta. Desde Chrysallis apuestan por ir de menos a más, respetando siempre las peticiones del niño o la niña, “porque, si lo que pide es un vestido, no te está diciendo que es una niña”. Para Saida no se trata de etiquetar desde el primer momento, pero, si está muy claro, “lo idóneo es que el tránsito no se alargue y se respete el ritmo de la persona siempre. Aunque la familia lo pase mal, es mejor no poner en riesgo al o la Referencias en YouTube A falta de referentes, YouTube ha supuesto una gran herramienta. Miles de testimonios copan la red hablando de mastectomías, cambios hormonales, vaginoplastias, compresores de pecho o experiencias sobre cómo hablar del tránsito con tus familiares. También de timelapses que reflejan la transición. Para encontrar estos videos se pueden usar las siglas ftm (female to male) si la transición es de mujer a hombre o mtf (male to female) si la transición es de hombre a mujer. menor”. Durante todo el proceso siempre es importante hablar con el equipo educativo del centro. Uno de los grandes debates cuando hablamos de chicas o chicos trans es que la asignación de una identidad u otra pase en muchos casos por legitimar y reforzar determinados roles de género: chicas trans fan de las princesas disney, chicos trans amantes del fútbol y las espadas. Sobre todo porque el rosa o el azul no son identidades sexuales, se han construido como tal. Aunque éste es un gran debate, tal y como señalan desde Chrysallis, “no les toca a esos niños o niñas romper con el binarismo de género”. Otros menores, lejos de tener una identidad estática, tienen un género mucho más fluido, una realidad que se refleja muy bien en libros como Buscando el final del Arcoiris (Bellaterra, 2015): “Hay días en los que da la impresión de que nunca ha habido un momento más propicio para explorar la fluidez de género”. “Empezaron a pegar a mi hijo al poco de llegar al centro escolar. Tiene el tímpano perforado y estrés postraumático. Se lo diagnosticaron estando en el colegio y el psicólogo le hizo pruebas y confirmó que le maltrataban en el colegio. Esto pasó en 2009”, explica M.G. a Diagonal. Desde entonces, tras cambiar al menor de colegio, la familia ha interpuesto denuncias contra el centro escolar y varios de sus profesores por no proteger al alumno de los ataques de sus compañeros. La respuesta desde el centro, según explica M.G., ha sido presentar informes de aplicación del protocolo contra el acoso escolar que, según afirma, no se corresponden con la realidad. Casi seis años después, y tras varios informes de médicos forenses que confirman el acoso escolar, denuncias ante los tribunales y ante el Defensor del Pueblo, no se ha señalado la responsabilidad del centro escolar. Es uno de los numerosos casos de acoso recogidos por la Asociación contra el Acoso Escolar de Madrid en los que la Administración no ha respondido para proteger al menor. Sólo durante 2015, esta asociación ha recibido 65 casos similares. “Estamos pidiendo que se pongan en práctica medidas de evaluación en los centros escolares porque las víctimas callan por miedo, por si les llaman chivatos, y a veces es muy complicado reconducir ciertas situaciones que se llevan repitiendo durante meses”, explica María José Fernández, presidenta de la Asociación contra el Acoso Escolar en Madrid. “Si pasas un test a todo el colegio para ver si hay alguna niña o niño que esté sufriendo acoso, igual es más fácil cortarlo en la fase incipiente”, añade. Inacción en los colegios Aun cuando el menor que es víctima de agresiones denuncia, Fernández señala que “muchos profesores tampoco saben cómo actuar porque los protocolos sobre acoso escolar son de pena” y muchas veces se convierten en un complicado “papel burocrático”. Cuando el centro escolar no activa mecanismos que protejan al menor víctima de acoso, se abre la vía judicial, contra el propio centro educativo, como garante de la seguridad de los y las menores de edad, o contra el o los menores acosadores o sus familias. “Pero por la vía penal, no suele haber sentencias por acoso escolar, hay una trama bien estudiada para que no le pase nada al centro ni a los menores agresores”, afirma Fernández, quien explica que, cuando un centro no actúa y es denunciado, hacen un informe que presenta ante el juez y, en la mayoría de los casos, el proceso termina ahí. “Denuncias, se quedan una copia de tu denuncia, responden según lo que has puesto en la denuncia y cuando pides expediente de lo que alega el centro, no te lo dan, te tienen en la indefensión”, continúa Fernández, quien señala también la actitud de la Consejería de Educación de Madrid. En 2011, el Colegio Amor de Dios de Alcorcón (Madrid), uno de los 23 centros escolares de la Congregación Hermanas del Amor de Dios, fue condenado a pagar una indemnización de 40.000 euros a los padres de un antiguo alumno que sufrió continuas vejaciones por parte de sus compañeros durante los tres años que estudió en el centro. Desde el centro escolar afirmaron que no hubo inacción por su parte, que no se detectó ningún aco- “Si pasas un test a todo el colegio para detectar casos de acoso, igual es más fácil cortarlo en la fase incipiente” so y que la acusación se sustentaba sobre testimonios “no acordes con la realidad”. Sin embargo, las grabaciones que los padres presentaron al juez de las reuniones mantenidas con el centro sirvieron de prueba de la “pasividad” ante el acoso escolar que sufrió el menor. Del 7 al 20 de enero de 2016 Diagonal 18 LIBERTADES Álvaro Minguito PINTADA EN VALLECAS. Save the Children cifra en 2,5 millones el número de niños bajo el umbral de la pobreza. DERECHOS UNO DE CADA TRES MENORES ESTÁ BAJO EL UMBRAL DE LA POBREZA Pobreza infantil: sin dinero asignado Las reformas de 2015 sobre el sistema de protección a la infancia no tienen asignación presupuestaria. Celia Fenollar Madrid A lo largo de 2015 han sido varios los estudios que han denunciado el alto número de niñas y niños que viven en riesgo de exclusión social en el Estado español. Los datos son claros. Por ejemplo, el informe de Save the Children cifra en 2,5 millones la cantidad de menores que viven en hogares con ingresos por debajo del umbral de la pobreza y sitúa a España como segundo país de la Unión Europea con mayor empobrecimiento infantil. La pobreza es “un concepto multidisciplinar”, señala Antonio Salvador Jiménez, psicopedagogo y educador andaluz, en el libro España, un país de niños pobres, parte del proyecto Gira por la Infancia, con el que se pretende dar forma a un Plan Estratégico para luchar contra la pobreza infantil con el apoyo de agentes sociales, profesionales, representantes políticos y familias. Se habla de pobreza absoluta cuando las necesidades básicas del individuo no están cubiertas, y de pobreza relativa objetiva cuando la persona parte de una situación de desventaja respecto a su entorno. En cualquier caso, toda for- ma de pobreza conduce hacia la desigualdad porque dificulta o impide que los individuos ejerzan sus derechos, desarrollen sus capacidades y mejoren su calidad de vida, algo especialmente relevante para la población infantil. Es en esta etapa, “relativamente corta, en la que acontecen situaciones que marcan de por vida a la persona”, explica Jiménez. Responsabilidades Jiménez afirma que “los niños no son pobres porque la pobreza sea hereditaria, los niños se encuentran en situación de pobreza porque el sistema los ha empobrecido. Es una cuestión de justicia social y de responsabilidad ciudadana”. Sus palabras ponen el foco en la responsabilidad colectiva de la ciudadanía y en la importancia de las políticas sociales para revertir la situación actual. A día de hoy existen dos líneas principales a nivel estatal destinadas a erradicar la pobreza no sólo económica, sino también educativa y de otros tipos. La primera es el sistema de protección de la infancia y la adolescencia, modificado durante 2015. La segunda es el II Plan Estratégico Nacional de Infancia y Adolescencia 2013-2016 (II PENIA), El limbo de la mayoría de edad “Uno de los problemas que tienen muchas ayudas es que los chicos dejan de recibirlas en cuanto son mayores de edad. Y entonces, ¿qué hacen?”, explica un portavoz de la asociaciónn juvenil La Torre de Hortaleza. Es un tema en el que coinciden educadores, trabajadores sociales y organizaciones: la necesidad de dar continuidad a las políticas que pretendan erradicar la pobreza infantil. Para solucionarlo proponen “dar seguimiento a los procesos, personalizar los casos y contar con personal cualificado”. del que se acaba de realizar una evaluación intermedia. Las reformas del sistema de protección se instituyeron en 2015 a tra- vés de la Ley Orgánica 8/2015 y la Ley 26/2015. Algunas de ellas estaban incluidas en el II PENIA, como la obligatoriedad de elaborar un informe previo antes de aprobar cualquier norma que analizara los posibles efectos que ésta pudiera tener para la infancia. En general las modificaciones fueron bien acogidas, aunque con ciertos recelos, por educadores y por organizaciones como Save The Children, Ayuda en Acción o Unicef, pero con ciertos recelos. En su libro, Jiménez critica que estas reformas no incluyeron una asignación presupuestaria que permitiera el desarrollo e implementación de las leyes. Además, considera “especialmente tramposo” que la pobreza de los progenitores o del tutor ya no sea motivo para declarar al menor en desamparo. “Parece que la ley se ha curado en salud y ha pensado que, si tiene que declarar en desamparo a los más de dos millones y medio de niños que se encuentran en España en situación de pobreza, lo mismo tendría que destinar el Presupuesto General del Estado al completo a la construcción y puesta en marcha de centros de protección”, ironiza Jiménez. El II PENIA, pese a los resultados satisfactorios de la mencionada evaluación intermedia, también ha recibido críticas por su dotación presupuestaria. Una de estas voces es la de Conchi Ballesteros, coordinadora del informe complementario sobre la aplicación de los derechos de los niños y las niñas en España presentado por la Plataforma de Infancia el Comité de Derechos del Niño de Naciones Unidas. Según el texto del II Plan, la puesta en práctica de las medidas dependerá de los presupuestos de las diferentes administraciones públicas responsables de su implantación. De esta manera, se supedita la inversión en prevención de la pobreza infantil a la sostenibilidad financiera. Como ya avisaba Gonzalo Fanjul en su estudio Hijos de la recesión: el impacto de la crisis económica en el bienestar de los niños en los países ricos (2004, UNICEF), millones de niños se vieron afectados directamente por la crisis, y muchos de ellos lo harán de por vida. De hecho, se calcula que uno de cada diez menores en España (unos 840.000 niños y niñas) podría vivir toda su infancia en un estado de pobreza crónica. Mientras el porcentaje de niños y niñas que viven en hogares con ingresos por debajo del umbral de pobreza ha aumentado un 25% desde 2010, el presupuesto destinado a la infancia ha bajado un 14,6% en el mismo periodo según Unicef. Por eso, son varias las organizaciones que llevan años exigiendo “un pacto por la infancia para superar que dependa de un gobierno o de otro las políticas que se hagan”, en palabras de Miguel Ángel Vázquez, cooperante y candidato del partido Por un Mundo + Justo, que tenía como tema prioritario en su programa la lu- Las organizaciones piden “un pacto por la infancia para superar que dependa de un gobierno u otro” cha contra la pobreza infantil. A pesar de las alarmantes cifras, la pobreza infantil fue protagonista tan sólo de forma efímera de la pasada campaña electoral, y sólo gracias a la presión ejercida por distintos colectivos y ONG. Las propuestas de IU, Podemos y PSOE para terminar con ella pasaban por declarar distintos tipos de renta mínima que permitan a todas las familias cumplir con las necesidades básicas. Ciudadanos defendía los complementos salariales y el PP planteó conseguirlo a través de la lucha contra el desempleo. SABERES 19 Diagonal Del 7 al 20 de enero de 2016 SABERES [email protected] Sistema educativo EDUCACIÓN. Instituto de educación pública en Madrid. EDUCACIÓN EL LIBRO BLANCO DE MARINA La consultora McKinsey ha sido determinante en la elaboración del Libro Blanco de la docencia. ROSA LINARES ROS* E l Ministerio de Educación recibió el 7 de diciembre de manos de José Antonio Marina el “borrador” del Libro blanco de la función docente no universitaria. El libro, encargo del ministerio, ha venido precedido de unas expectativas fabricadas calculadamente para situar al catedrático y su obra en la línea con la que el destino se cruza con las grandes revelaciones. Todo aquello que le hace falta a nuestra educación nos lo ha contado Marina en su libro blanco. Y para fingir que cualquiera de la comunidad educativa puede colaborar en él, se han dignado habilitar un buzón opaco. Si lo que se reclama es el derecho a la participación, de alguna manera, pensarán, habrá que escenificarlo. Cuesta imaginar que se atrevan a llamar borrador a un documento de 87 páginas en el que las líneas de actuación están desarrolladas hasta sus últimas consecuencias, pero basta leer el interior del documento para entender de dónde viene su atrevimiento. Porque difícilmente podrán mostrar respeto al consenso quienes han señalado como uno de los mayores problemas de nuestro sistema educativo su carácter democrático. Sirva de ejemplo la reivindicación de la figura del director como cargo impuesto desde la Administración, al que se le quiere otorgar un poder casi completo. Tanto el fondo del libro blanco como la forma de presentarlo suponen un viraje al personalismo, la lógica empresarial y el despotismo. Para revestirlo de una autoridad incontestable, el libro blanco está plagado de citas bibliográficas, de artículos con títulos extranjeros, que aportan un aire de infalibilidad técnica y académica a sus propuestas. Convendría, por tanto, aclarar que no hay informes de ideología neutra y que, en el caso de este libro, la mayoría de ellos transita por corrientes de un pensamiento neoliberal poco disimulado. Veinte veces menciona el libro blanco a la consultora estadounidense McKinsey & Co. Que esta consultora trabaje indistintamente en el campo del armamento, la sanidad o la educación debería hacernos entender que el desarrollo de sus encargos no tiene por qué contemplar la autoexigencia de la ética. Como convencido exponente del entramado neoliberal, McKinsey responde al dictamen de sus leyes: trabajar para quien paga y, por supuesto, a beneficio de quien lo hace. Así se entienden los esfuerzos extraordinarios que empleó para impedir la universalización de la asistencia sanitaria en EE UU, su protagonismo en la privatización del ferrocarril en Reino Unido o las recomendaciones de llevar a cabo recortes brutales en la sanidad de este mismo país. Tras estas operaciones, clientes privados tienen parte de su trabajo resuelto para transformar en negocio de unos pocos los derechos de todos. Así pues, lo mínimo que le podemos conceder a McKinsey es su concienzuda voluntad de invadir nuestros centros públicos de todas esas reglas que el mercado tiene para competir sin necesidad de considerar la igualdad, la solidaridad, el respeto al medio ambiente o la defensa de los derechos humanos como figuras obligadas en sus ecuaciones finales. Al fin y al cabo, más que necesitarlas, la rentabilidad económica exige que queden al margen. Soberanía en la educación No parece que decisiones tomadas a miles de kilómetros sobre mesas que sostienen maletas de ejecutivos sea el escenario ideal para organizar con un fin transformador la educación para nuestras próximas generaciones. Así que no nos queda otra que reclamar también en este sentido la soberanía de la educación pública. Una visión reduccionista del ser humano está calando en los discursos que se pretenden salvadores de nuestra educación: la de que niños y niñas, adolescentes, junto al sistema mismo, deben entenderse sin más como la recámara de la economía de mercado. Aclaremos por último y con tentación de ir atando cabos que Luis Garicano, responsable del programa educativo de Ciudadanos, tuvo la suerte de ampliar su currículo como economista en esta prestigiosa consultora, McKinsey & Co, y que son precisamente Marina y Garicano quienes se han ofrecido para consumar un Pacto por la Educación. Y un pacto político que no cuente con el pacto social, es decir, un pacto que no surja desde abajo y contemple la participación de toda la comunidad escolar –docentes, alumnado y madres y padres– es un sabotaje a la Si lo que se reclama es el derecho a la participación, de alguna manera, pensarán, habrá que escenificarlo Una visión reduccionista del ser humano cala en los discursos que se pretenden salvadores de nuestra educación construcción democrática de nuestra educación para el futuro. No lo consintamos. Que el prestigio que precede los hechiceros y sus abalorios no enmudezca una defensa exigente de la educación pública. *R.L.R., profesora de Secundaria en un instituto público y miembro de Yo Estudié en la Pública. 20-21 SABERES Discursos securitarios CULTURA DE LA PREVENCIÓN Algunas representaciones e intervenciones contraculturales llaman la atención sobre la seguridad, en torno a la que cada vez más se yergue un peligroso e inseguro consenso Sergio García García MADRID A pesar de que la seguridad no sea actualmente el tema de moda en los debates electorales o en las preocupaciones testadas por el CIS, en nuestras ciudades se observan signos de la obsesión creciente por proteger la propiedad privada (vallas, cámaras y conserjes en urbanizaciones cerradas) y de la extensión capilar de la cultura de la seguridad en los espacios públicos. En esta época del reclamo de la “seguridad para defender nuestras libertades”, tras los atentados de París, se ha publicado el libro Enclaves de riesgo. Gobierno neoliberal, desigualdad y control social, coordinado por el Observatorio Metropolitano de Madrid. Se trata de un abordaje del auge de la seguridad no tanto desde el enfoque habitual del recorte de libertades como desde la perspectiva de su relación con las desigualdades. La pérdida de derechos sociales, acompañada de la creciente individualización de las biografías, es sustituida por la protección policial y por la asunción de precauciones hacia los demás y hacia sí misma por parte de la ciudadanía. Esta protección y autoprotección debe leerse como un eficaz modo de gobierno en el que participa tanto el ministro del Interior como Antonio, el vecino del quinto. Y, como bien define el Diccionario de las periferias de Caraban- La prevención de la inseguridad ciudadana surgió en los 90 como la piedra angular de las políticas públicas cheleando refiriéndose a este vecino –pequeño especulador, xenófobo y de natural desconfiado–, “Antonio somos todos”. Todo empezó con la difusión de la ideología de la prevención. La prevención fue un concepto em- pleado en la intervención social y el movimiento vecinal de los años 70 y 80 como respuesta alternativa a la represión policial sobre los sujetos marginados de la época (jóvenes periféricos, toxicómanos, etc.). La confluencia entre las demandas vecinales de mayor presencia policial (“policía de proximidad”) ante la crisis de inseguridad motivada por el paro y la heroína, y la introducción de nuevas corrientes criminológicas anglosajonas en la gestión policial, hizo emerger la prevención de la inseguridad ciudadana en la década de los 90 como la piedra angular de las políticas públicas en nuestras ciudades. Esa prevención funciona anticipándose a los fenómenos a partir de la evaluación de riesgos, pero sin acudir a las causas estructurales de la delincuencia y “predelincuencia”, sino centrándose en las situaciones concretas del delito y en el “análisis de oportunidades” de los delincuentes. Es así como la prevención social quedó reducida a “situacional”. La centralidad de la prevención no sustituye a la represión. Somos testigos de cómo el encarcelamiento ha sido, a base de endurecimiento penal, el recambio de las instituciones del Bienestar (el número de presos en España creció ocho veces desde la muerte de Franco hasta 2009). También sufrimos la Ley Mordaza, los agujeros negros de los derechos que son los CIE, o la persistencia de la tortura. Pero esa gestión hard de la seguridad va siendo cada vez más invisibilizada o estetizada al tiempo que se hace lucir una gestión soft, mucho más legitimada al apoyarse en la “demanda de seguridad”. Orwell no estuvo aquí La seguridad preventiva no puede leerse desde lecturas simplistas y conspiranoicas: no vivimos en el 1984 de George Orwell, no hay un plan. Por el contrario, la prevención es participativa, y no sólo a través del préstamo voluntario, transparente y alegre de nuestras opiniones y datos en internet, sino mediante nuestra implicación cotidiana en el control de nuestros espacios de vida, en los que levantamos fronteras físicas y relacionales y colocamos cámaras electrónicas y psicológicas a partir de los recelos vecinales tejidos de desigualdades. Como afirma el poeta David Eloy Rodríguez, “el problema ahora es que hay muchos vigilantes y pocos locos. El problema ahora es que la jaula está en el interior del pájaro”. Las jaulas en forma de gestión Estos enclaves tienen sus propias reglas, allí se ponen en suspenso incluso normas y leyes de rango superior preventiva de la (in)seguridad objetiva y subjetiva se expresan en muy distintos ámbitos y por muy diversos actores. El primero y más evidente es la gestión policial del espacio público. Los datos permiten construir cartografías urbanas Diagonal Del 7 al 20 de enero de 2016 de riesgos que redundan en una gestión de los efectivos policiales más eficiente en tareas de prevención presencial. El grupo Pony Bravo nos invita a visitar la orilla del Guadalquivir, Turista ven a Sevilla, tranquilizándonos al advertir que la policía vigila la noche. La disuasión del coche patrulla en el parque donde los chavales hacen botellón se combina con la burorrepresión vía ordenanzas de civismo o los controles de identidad selectivos: se apela al cálculo racional en pro de los propios intereses individuales –¡como buenos homo economicus que somos!– para que nos marchemos o nos invisibilicemos si no queremos ser sancionados. Planes como el de Seguridad de Lavapiés, que refuerzan la hiperpresencia policial con el respaldo de algunas asociaciones de vecinos y comerciantes, se complementan en las áreas más golosas para el mercado con la videovigilancia. Esta transparencia mediante los datos y las imágenes permite resolver delitos, pero sobre todo busca disuadir su co- misión y expulsar “por su propia voluntad” a aquellos cuerpos y aquellas prácticas que por su escaso valor de mercado serán objeto de sospecha por parte de las fuerzas de seguridad. Sonríe, te están grabando o Camarón contra las camarillas, del colectivo Un Barrio Feliz, fueron campañas de guerrilla de la comunicación que trataron de evidenciar el panóptico callejero en el que se convirtió Lavapiés a partir de 2010 en pleno proceso de gentrificación. Las instituciones de Policía local han comprendido que la seguridad excede al trabajo policial. Pero en lugar de dejar hacer a otros agentes, como las propias comunidades o los profesionales de la intervención social, el modelo de gestión contemporáneo los pone a trabajar y va insertando a la propia policía y sus lógicas en esos ámbitos. Los agentes tutores o los policías mediadores constituyen nuevas figuras policiales en los colegios o en los tejidos asociativos de los barrios. Documentales como Tolerancia cero muestran cómo en Estados Unidos la policía es usada cada vez más en la prevención y resolución de conflictos meramente escolares, aunque el documental es menos crítico con la intervención de los agentes tutores en España. Del mismo modo, los consejos distritales de seguridad tratan de implicar a las asociaciones vecinales en la gestión de la seguridad de los barrios, pero no como agentes autónomos de prevención, resolución y mediación, sino como radares de problemas y meros clientes del servicio policial que piden cuentas de su eficacia. No obstante, no sólo la policía construye y gestiona la ciudad del riesgo. También urbanistas, arquitectos y vecinos producimos verdaderas obras de arte y pequeñas artesanías securitarias. El arquitecto griego Stavros Stavrides designa como “enclaves” las islas acotadas por muros en el archipiélago que es la ciudad neoliberal, islas que flotan en un mar, el espacio público, cada vez más sometido a la excepción securitaria. Como narra la película La zona, estos espacios residenciales y comerciales tienen sus propias reglas, allí se ponen en suspenso incluso normas y leyes de rango superior. Rodeadas por vigilantes, muros, vallas, rejas y pinchos, fuera de estas zonas se talan “arbustos criminógenos” y se plantan farolas que combaten la oscuridad, superficies resbaladizas o irregulares que impiden estar e impelen a pasar, cactus y chorros de agua que ordenan los cuerpos y los espacios comunes a partir de los principios de la prevención situacional. Es así como se hacen más fáciles unos usos que otros, unas presencias que otras. En ocasiones se apela a urbanistas progresistas, como Jane Jacobs o Francesco Tonucci, para reforzar la vigilancia natural del espacio común, si bien recontextualizando sus ideas sobre la autogestión comunitaria de la seguridad en un nuevo modo de gobierno que sustente el orden social desigual. Y sin florituras intelectuales, las propias comunidades de propietarios, e incluso de vecinos, construyen con más o menos recursos las ciudades dentro de la ciudad. Es así como va proliferando el arte de las bellas vallas, esas que Leónidas Martín documenta en su blog Leodecerca. Aparte de la visibilización en Como dice el poeta David Eloy Rodríguez: “El problema ahora es que hay muchos vigilantes y pocos locos” los últimos años de esta arquitectura hostil, algunas acciones, como #ArreglaTuMarquesina (tuneo de los asientos anti-sinhogar de las paradas de bus en Madrid), han buscado intervenirlo para hacerlo más habitable. ACERCARSE AL MIEDO Relatos, películas y canciones para pasar la fiebre securitaria CINE MÚSICA Historias de inseguridad Desde el puesto de control MIEDO A SALIR LONDRES Eloy de la Iglesia (1980) Fabulosa película de Eloy de la Iglesia que representa el clima de inseguridad avivado en la España de la Transición. El sensacionalismo mediático encuentra eco en las truculentas historias del boca a boca de los ciudadanos convencionales asustados por los cambios políticos y culturales de la época y por el clima de violencia social y política. Fiera (2012) “Tú dame un arma, mil euros al mes, una pantalla de plasma, y yo te protegeré (...). Por mil euros al mes, podríamos ser más. Podemos ser tu ejército particular”. Un sicario de la seguridad privada nos habla desde su garita de control. Es lo que los sevillanos Fiera nos dieron a conocer a golpe de música electrónica a través de la Fundación Robo. CUENTOS LIBROS Más gallinas de la cuenta Un repertorio de miedos GALLINAS EL PAÍS DEL MIEDO. Rafael Barrett (1910) “¿Dónde está mi vieja tranquilidad? Estoy envenenado por la desconfianza y por el odio. El espíritu del mal se ha apoderado de mí. Antes era un hombre. Ahora soy un propietario...”. Rafael Barrett, cántabro emigrado a Paraguay, escribió un breve relato que explica cómo el granjero comenzó una espiral securitaria cuando adquirió más gallinas de la cuenta. Isaac Rosa (2008) Los pliegues subjetivos hacia espacios oscuros de la vida urbana se convierten en agujeros negros cuando tenemos hijos. Y eso a pesar de considerarnos gente abierta. Y es que la propia estructura social no nos lo pone fácil. Un extraordinario repertorio de miedos muy apegados a la vida cotidiana de nuestras ciudades es lo que muestra lúcidamente este libro. Ahora que la guerra ha invadido la vida cotidiana en forma de terror y de control policial para combatirlo, Enclaves de riesgo propone, por ENCLAVES DE RIESGO Traficantes de Sueños (2015) medio de varias voces, una forma de analizar y abordar nuestros miedos que no conduzca a la demanda de la “seguridad para proteger nuestras libertades” ni al reclamo de la “libertad para poner límites a la seguridad”, sino a la rehabilitación de la igualdad y del vínculo social como modo de producir confianza. Abordar los miedos 22-23 SABERES Discursos securitarios “ La violencia política es un proceso relacional” Hablamos con Laurent Bonelli, profesor de Ciencia Política, sobre la situación en Francia Sergio García García Madrid Nada provoca más miedo, nada justifica mejor una escalada securitaria, que los azotes del Daesh en Occidente. Cualquier espacio cotidiano (tren, metro, concierto, café...) se convierte en un potencial espacio de muerte. Si el miedo al otro ya inundaba las ubanizaciones cerradas, el miedo al otro yihadista inunda la vida entera. Conversamos con el sociólogo y profesor titular de ciencia política francés Laurent Bonelli, estudioso de la relación malograda entre la juventud de las banlieues y las instituciones francesas. DIAGONAL: Recientemente se ha publicado el libro Enclaves de riesgo, en el que aparece un texto tuyo dedicado al disciplinamiento de los jóvenes de las periferias francesas y su deriva securitaria. ¿Por qué ligas derechos y empleo con el asunto de la seguridad? LAURENT BONELLI: Es totalmente artificial separar la seguridad de la cuestión social. Existe un estrecho vínculo entre la inseguridad existencial y los pequeños desórdenes urbanos. En la sociedad fordista, los desórdenes característicos de la juventud (violencia, pequeños robos, vandalismo, etc.) se regulaban en su mayoría a través de la integración en el mundo de la fábrica. Con el paso de los años la integración profe- sional permitía “sentar cabeza”, como se decía entonces. Hoy ya no es el caso. La precariedad, las discriminaciones o el desempleo masivo que experimentan hoy muchos jóvenes de las periferias francesas les impide encontrar esta estabilidad y favorece la permanencia de los desórdenes juveniles. Además, estos jóvenes son percibidos de manera diferente que en el pasado. Los viejos obreros no reconocen en las nuevas generaciones sus herederos. Su mundo se ha deshecho y estos jóvenes encarnan de manera especialmente visible este declive colectivo. Todo ello genera un repliegue en el espacio doméstico y un malestar profundo que los politólogos analizan de manera sesgada como “sentimiento de insegu- ridad” y que los políticos usan en sus campañas par intentar reconquistar un electorado masivamente abstencionista. D.: En tu investigación acerca de los procesos de relegación de los jóvenes de las banlieues has prestado atención al nuevo fenómeno terrorista. Los atentados de París de la noche del 13 de noviembre de 2015, así como el ataque a la revista Charlie Hebdo o al museo judío belga, han tenido como protagonistas a jóvenes franceses, nacidos y educados en Francia, y no a terroristas llegados de otros países. ¿Qué condiciones han hecho posible que jóvenes de barrios periféricos cometan actos de una extrema violencia en sus propias ciudades? L.B.: Es cierto que varios de los autores de estos ataques presentan unas trayectorias parecidas: intervención precoz de los servicios sociales, escolaridad técnica, sociabilidad callejera y delictiva y por fin encarcelamiento. Todos comparten una visión del islam compuesta de combatientes convertidos en héroes (los muyahidines), hazañas y escenarios lejanos de conflicto. De hecho, varios viajarían a esos destinos (Siria, Pakistán, Afganistán, Yemen). La propaganda, las prédicas y las estancias iniciáticas les proporcionan una representación del mundo bastante simple que reúne en un todo coherente su experiencia concreta de la dominación, de la discriminación, la que sufren otros pueblos (en Mali, en Chechenia, en Palestina, etc.) y un gran relato civilizatorio que designa a los judíos y a los infieles como responsables de todos esos males. Esta concepción de la religión es fácil de asumir, dado que es al mismo tiempo una toma de conciencia (de su situación) y una liberación, que le ofrece a la rebeldía un ideal más ‘elevado’ y universal que la delincuencia y la marginalidad. Sin embargo, estas características no son sólo las de unos individuos que han cometido atentados, sino las de decenas de miles de jóvenes. De ahí la gran ingenuidad de buscar perfiles. El uso de la violencia en política (en tiempo de paz) concierne a muy pocas personas, y no sale de la nada. Hay que dibujar sus genealogías –la guerra Diagonal Del 7 al 20 de enero de 2016 civil argelina juega sin ninguna duda un papel en los últimos atentados– y entender las dinámicas propias de las trayectorias de estos individuos, sin nunca olvidar el papel de las autoridades públicas (y particularmente de la policía y de la justicia): la violencia política es un proceso relacional. D.: Los ataques yihadistas están siendo usados por los gobernantes para mostrar músculo ante la opinión pública en forma de respuestas represivas bélicas. En este sentido, el discurso del Frente Nacional parece marcar el paso desde hace años en la política francesa. ¿A qué verdad apela Marine Le Pen que ha atraído a tantos franceses? L.B.: Los atentados que experimenta Europa desde el principio de los años 2000 son terribles. Pero en ningún caso han desestabilizado los Estados. Los servicios de inteligencia, la policía y la justicia han hecho su trabajo, generalmente de manera eficiente. Los autores y sus cómplices han sido neutralizados o arrestados rápidamente. En vez de felicitarse por ello, el Gobierno francés usa un discurso bélico, o peor aún, de guerra de civilizaciones. Marine Le Pen no puede pedir más… Ni siquiera tiene que decir nada, si el propio Gobierno socialista señala el “islamismo radical” como enemigo. El discurso de guerra implica una polarización (entre “ellos” y “nosotros”) que es un sinsentido en materia de violencia política. Dos discursos simétricos se en- frentan: el de las autoridades (“o están con nosotros o están con los terroristas”) y el de las organizaciones armadas (“o están con nosotros o son malos musulmanes, nacionalistas, revolucionarios, etc.”). Ahora bien, la “relación terrorista” no incluye a dos participantes, sino a tres. El enfrentamiento entre los dos primeros se realiza ante la mirada por lo general indiferente del grueso de la población, que ocupa una posición de espectadora a través de los medios de comunicación. Este distanciamiento constituye precisamente la condición de la no extensión de la violencia, particularmente cuando los grupos radicales no disponen de bases sociales o territoriales fuertes. Pero la presión que se ejerce para desembocar en condenas unánimes, las vejaciones y las humillaciones (tales como las que se pueden observar en los registros que se llevan a cabo con el estado de emergencia) pueden, por rechazo, incitar a una minoría de esos espectadores a unirse a los objetivos, o incluso a las filas, de las organizaciones que están en el punto de mira. D.: ¿Qué puede desactivar el dispositivo securitario en forma de guerra y miedo que se ha apoderado de la vida cotidiana en Francia? L.B.: Es difícil de momento, dada la unanimidad política sobre este tema. El problema con las medidas “ El discurso de guerra implica una polarización ‘ellosnosotros’ que es un sinsentido en materia de violencia política descritas como “excepcionales” tomadas en momentos de crisis es que no hay vuelta atrás. El caso de Irlanda del Norte o de Italia de los 70-80 lo demuestran muy bien. Se convierten en la manera normal de gestionar una determinada situación. ¿Quién será el político francés que tendrá el valor de no activar el estado de emergencia después del próximo atentado? Por tanto, no estamos frente a un estado de excepción. Para la mayoría de la gente, nada cambia, y es la razón por la cual estas medidas pueden existir y recibir un cierto apoyo. La excepción concierne sólo a ciertos grupos, definidos por su “peligrosidad”, y por extensión unos medios cercanos a ellos. Vivimos dentro de regímenes liberales con bolsas de excepcionalismo. Eso dificulta la movilización más allá de las organizaciones tradicionales de defensa de los derechos humanos. Por eso hay que mostrar que además de discriminatorias, estas políticas son inútiles y, peor aún, contraproducentes. En efecto, participan de la radicalización de gente que no lo estaba y difunden un visión del mundo social dividido entre musulmanes y no musulmanes. Una división que defienden tanto los neoconservadores norteamericanos y la extrema derecha europea como el Estado Islámico y los grupos yihadistas... ¿TE BAJAS? : ESCUELA DEL AFUERA DISPOSITIVO DE APRENDIZAJE COOPERATIVO E ntre abril y mayo de 2015 la Escuela de Afuera organizó el taller “¿Te bajas?” sobre cómo se hace y se vive la calle con el fin de aprender, investigar y pensar colectivamente, desde el saber experiencial, acerca de la calle de hoy. Partimos de un lugar común: el tránsito de la calle política a la calle del mercado y la seguridad. Derivando por barrios, experimentando con los cuerpos y tejiendo ideas, esto nos preguntamos y esto nos respondimos. ¿Qué esperamos de la calle? Estar sin miedo entre diferentes. Para convertir una calle hostil en habitable es necesario estar ahí, pasar tiempo: bajarse a la calle sin objetivos, a lo que ofrezca. ¿Sin conflictos? Pues no. Cada vez más los conflictos están mediados por la policía y, a la vez, cuando ésta aparece hay cuerpos que se tensionan. Nos preguntamos cómo habitar el conflicto de otra forma, por modos de gestión no policial del conflicto. ¿Qué fuerzas contribuyen al encuentro y cuáles al choque? Perdón, encontrarse es también chocar y a veces merece la pena. ¿Qué fuerzas contribuyen al encuentro y cuáles a la distancia? Las vallas, el tráfico, la policía o las prisas generan distancia, mientras que para que haya encuentro hace falta un lugar (mi madre me decía “súbete, súbete”, y yo le decía “pero si estoy en el banco”, y ella “es verdad”), un hábito (nos colábamos en el descampado), compartir cosas sencillas (la vida la hacíamos en la calle: comer, lavar...), un gesto (me senté al lado y enseguida se pusieron a hablarme). Ramón Fornell Y por último, ¿qué es la calle política hoy? Pasan mil cosas en la calle. Se suelen codificar en datos para que las gestionen la policía, las empresas, las instituciones. Pero la política es transformar un dato en un problema. La calle política es aquella en la que hacemos algo con problemas, dando lugar a comunidades –azarosas– de concernidos. 24-25 SABERES Belchite RETRATOS PARA DESPUÉS DE UNA GUE RRA Un equipo de arqueólogos trabaja en Belchite para recuperar fragmentos de memoria enterrada Rui Gomes Coelho Belchite Son las siete de la mañana, en uno de esos días de sol abrasador. El equipo de arqueología se hace el remolón y se va levantando perezosamente, mojando tostadas en los tazones repletos de café con leche. Una hora después ya se encuentran todos en el campo; alguien arrastra una azada, otro se encarga de limpiar y evacuar la tierra, y al fondo alguien grita para que se aparten de la retroexcavadora. Ésta es una rutina común en yacimientos arqueológicos de todo el mundo durante los meses estivales. Pero éste no es un sitio cualquiera. Estamos en la villa aragonesa de Belchite, donde mujeres y hombres están excavando letrinas militares, un fortín y una línea de trincheras abierta por las tropas franquistas durante la guerra civil. Son testimonios materiales de una batalla brutal que, en el verano de 1937, enfrentó al ejército sublevado contra las fuerzas republicanas, finalmente victoriosas. Belchite fue parcialmente destruido durante los enfrentamientos y, acabada la guerra, el caudillo quiso que se convirtiese en un ejemplo perpetuo de la “barbarie roja”. Obligó a los belchitanos a abandonar sus casas y ordenó que una nueva villa se construyese a su lado como símbolo de penitencia y reconciliación. Pero ese mundo idealizado sólo parece perdurar en las postales que se venden en el estanco del pueblo nuevo. Basilio Martín Patino mostró, en su película Canciones para después de una guerra (1971), cómo la vida de los españoles se convirtió en un pastiche de imágenes y sonidos contradictorios: los discursos del general, anuncios publicitarios de leche en polvo, la falta de gasolina en Madrid, una vulgar corrida de toros y la escasez de alimentos en el campo. Todo eso se disipó con las transformaciones sociales de los últimos 20 o 30 años, pero en Belchite todavía se puede pasear por las calles deshabitadas de la antigua villa y la ruina de una utopía urbana franquista. El pastiche de imágenes contradictorias que allí se vive es simétrico al de la película de Basilio Martín. Los arqueólogos vienen para desvelar lo que enterró la narrativa de la reconciliacion nacional, y es en la inquietud que motiva sus gestos de arqueólogos donde se reecuentra la humanidad escondida durante años de represión y silencio. Ellos muestran cómo objetos perdidos hace 80 años y otras huellas en la tierra tienen el poder de rescatar memorias y contribuir para que seamos personas más críticas e ilustradas. Estas imágenes se tomaron en septiembre de 2015 en el transcurso de días intensos de trabajo. Hay en ellas sombras que cubren rostros y ruinas, y hay relámpagos de luz como anunciando una idea nueva o cualquier descubrimiento subterráneo: son el desasosiego de quien se levanta a las siete y se pasa un día de verano a la búsqueda de las cosas justas. 1 Diagonal Del 7 al 20 de enero de 2016 FOTOS RUI GOMES COELHO 1. RODÉN. Marín en la iglesia de Rodén. La luz de verano cose sombras diagonales, que imponen una heráldica alternativa en la vieja iglesia. 2. TRINCHERAS. Candela mira hacia una trinchera poco antes de empezar una prospección. Los combates fueron brutales en las líneas de Mediana y la arqueología puede explicarnos lo que pasó. 3. MODERNIDAD. Paradojas de la modernidad. Este edificio tenía ascensor y era uno de los más sofisticados del pueblo antes de que llegaran las ametralladoras para recordarnos que el “progreso” puede anularse a sí mismo. 2 4. GRAFITIS. Xurxo en “la casa escrita”. Este lugar, abandonado y casi surreal, está cerca de Belchite, pero aislado de nuestro tiempo. Fue ocupado por republicanos y carlistas durante la guerra, que dejaron las paredes cubiertas de grafitis. Retratos realizados en el ámbito del International Brigades Archaeological Project, dirigido por Alfredo González-Ruibal (INCIPIT, España) y Salvatore Garfi (Universidad de Nottingham, Reino Unido). 3 r r r %F T BZ VOPT 3BD J POF T .F OÞT 1 BS RVF J OG BOU J M 3VU B HVJ BEB QPS F M ' S F OU F EF 4 PNPT J F S S B 4 26-27 CUERPO CUERPO [email protected] Apoyo mutuo AUTOGESTIÓN DE LA SALUD MENTAL GAM LA XARXA Tres grupos forman esta red de Barcelona Ana Álvarez Redacción “Desde hace ya casi dos años nos hemos ido juntando personas disidentes y fugadas del sistema psiquiátrico con el propósito de cuidarnos mutuamente y politizar nuestros malestares. Creamos un grupo de apoyo mutuo, sin jerarquías ni profesionales, un grupo de afectadas que querían y queremos hablar en primera persona (del plural) de la salud y de cómo nos desquiciamos y, también de cómo autogestionarla y combatir por nuestras vidas”. Así se presenta en su web la Red de Grupos de Apoyo Mutuo (Xarxa GAM) de Barcelona, grupos que surgen desde “la necesidad de compartir con pares, con gente a la que le ha pasado algo parecido”, señala Germán, uno de sus integrantes, a Diagonal. La Xarxa GAM se caracteriza por un funcionamiento asambleario, autónomo de las instituciones y alejado de la dirección de “expertos”. Los grupos están integrados por personas diagnosticadas y críticas con el sistema de salud mental que, “cansadas de ser el objeto del saber experto de otros, han decidido ser el sujeto de su propia experiencia vivida”, explican en una entrevista publicada en La Directa. En sus charlas y talleres hacen hincapié, sobre todo, en que lo suyo es apoyo y no ayuda: “Estamos hartos de asistencialismo, porque ya hemos tenido bastante. No es una cuestión de hablar una vez a la semana y sentirnos bien y ya está. Eso no es lo que queremos hacer”, relata Germán. Para él, la diferencia está en politizar ese malestar. “Partimos de la base de que el patriarcado y el capitalismo enferman y quiebran a las personas. Nosotras oponemos al individualismo capitalista y al sexismo, que transforma todo en mercancía y sojuzga, el apoyo mutuo, la solidaridad de los iguales, la alegría de luchar juntas, compartir y cuidarnos”, explican. Un pilar importante de los grupos, junto a la escucha, es el cuidado entre sus miembros. “Si a alguien lo ingresan, vamos e intentamos hablar con los psiquiatras que lo atienden”. Muchos integrantes del grupo han establecido qué quieren hacer si tienen una crisis. “Si yo me pongo mal, llaman a los compas y yo he establecido a quién quiero ver, con quién quiero hablar, de qué manera quiero que se me trate”, nos cuenta Germán, indicaciones que previamente ha dado en base a sus propias experiencias. Esa resistencia desde el día a día ya ha dado sus frutos. “La gente ingresa mucho menos que antes”, y eso es todo un logro para el colectivo. Las personas que integran la Xarxa son muy distintas. “Acaba de entrar una mujer que tendrá 70 años”, ponen como ejemplo. “Incluso políticamente también. No queremos ser dogmáticos con lo que hacemos. Hay gente que sí tenemos un compromiso más político, de teorizar, y hay gente que va más a su aire. Para mí, uno de los problemas de los movimientos sociales es el de encajonar la lucha. En nuestro caso, luchamos por nuestra salud, y eso es lo más importante”, apunta. Al final, los motivos que llevan a cada persona a acercarse a estos grupos son tan distintos como sus historias. “Unas aspiraban a abandonar el psiquiátrco, otras a no entrar en el mismo a la fuerza, otras a bajar las dosis de drogas psiquiátri- La Xarxa surge de la necesidad de compartir entre gente a la que le ha pasado algo parecido cas, otras a abandonarlas definitivamente, otras a no caer en la cronicidad y el encierro permanente, otras buscaban apoyo para acompañar su proceso de adaptación a una nueva identidad sexual, otras para superar el estigma de la locura”, sostienen. Además de los tres grupos que integran la Xarxa, ésta también cuenta con el llamado “anillo exterior”, for- mado por personas que dan apoyo a sus integrantes. “Hay un psiquiatra, que es como un asesor en medicación, por decirlo de alguna manera, y vamos hablando con él sobre el tema, y alguna vez él habla con los psiquiatras que nos tratan. También hay un psicólogo de la liberación, muy comprometido políticamente, con el que hicimos un taller para hablar de relaciones íntimas y estigma”, cuenta Germán. Pero lo importante de este grupo es que funcione dentro de la horizontalidad: “Lo que intentamos es que la gente que está en el anillo funcione con nosotras de tú a tú, que no sea desde una experticia”. Ser protagonista Con el objetivo de adquirir un conocimiento teórico de lo que les está sucediendo y que éste no siempre dependa de un profesional, la Xarxa ha puesto en marcha dos grupos de estudio: uno sobre medicación y otro sobre corrientes de la psiquiatría. “Estamos hartas de que se nos dirija, de que haya una verticalidad en nuestros procesos. Queremos ser parte activa de nuestra propia vida y tener un conocimiento de lo que estamos tomando para poder jugar con ello, dentro de la adicción que esto provoca”, reclaman. “Incluso intentamos desarrollar estrategias para hablar con los psiquiatras, que vean que tenemos un conocimiento, poder decirles ‘lo que me estoy tomando me hace esto y lo otro, y lo he leído, vamos a probar a bajar la dosis’, pero esa estrategia a veces funciona y a veces no. La gran mayoría de los psiquiatras va con la medicación por delante. No se plantean ni que haya alternativas”, se lamenta Germán. Dentro del grupo muchas personas tienen un conocimiento enorme de la medicación, pues llevan tomándola más de 20 años. “Y es increíble el poco caso que se le hace a la persona usuaria y el conocimiento que tiene de sus procesos, y de lo que le ha hecho la medicación en cada momento”. La postura de la Xarxa es claramente crítica con las corrientes Diagonal Del 7 al 20 de enero de 2016 Antonia Santolaya Siguiendo el modelo de Icarus Project Uno de los primeros ejemplos de grupos de apoyo mutuo en salud mental es el Icarus Project estadounidense: una red de grupos locales autónomos que comparten una misma filosofía y que lleva más de 20 años de actividad. Se definen por ser “anti-autoritarios, inclusivos, y trabajar contra el racismo, clasismo, sexismo, homofobia y otras opresiones”. Los grupos afiliados crean espacios “seguros donde el comportamiento opresivo no es tolerado”, explican en su web. Otros ejemplos de GAM en el Estado son Ram-a en Andalucía y un naciente grupo en Madrid. psiquiátricas mayoritarias y con la sobremedicalización. “El problema es que te encajan en el sistema para que funciones con él, no te hacen cuestionártelo. Se limitan a decir que esto te pasa porque tu cerebro está mal, y van a regulártelo”, dice Germán. “Hay una dominación de la ciencia biologicista y, al igual que con el ‘gen rojo’ de Vallejo Nájera, parece que nacemos predeterminados de alguna manera por lo que tenemos en el cuerpo, y que eso no es discutible”. Aprender sobre estas cuestiones les otorga herramientas para tratar su propio malestar y negociar con su psiquiatra: “Cuando vas allí igual estás hecho una mierda. Te agarras a un clavo ardiendo y te crees lo que te están diciendo. Pero dentro de lo susceptible que estás hay que analizar cómo te ayuda lo que te dicen y cómo creas una autonomía en la que tú decidas tu proceso”, explica. Los integrantes del grupo reconocen que su relación con sus psiquiatras es complicada. “Hay una jerarquía muy grande, en la que tú le cuentas todo lo que te pasa y él no te cuenta nada. Y eso ya es una relación de poder de él sobre ti. Además, hay algunos que critican al grupo de apoyo mutuo y le han dicho a gente que no venga. Creen que los estamos convenciendo para dejar la medicación, como si fuera una secta o algo”, explican. Y pone el ejemplo de un compañero que asistía a las reuniones con un permiso del psiquiátrico donde estaba ingresado y al que ahora ya no dejan asistir. Lo mismo ocurre con las familias, en las que encuentran reacciones de todo tipo. “Hay familias a las que no les gusta nada lo que hacemos. Y otras que nos animan a venir”. Refererirse a ellas es un tema complejo. “Si los patrones que tenga la familia te acrecientan el sufrimiento, el estar con ella a veces no ayuda”, se lamenta Germán. Guillermo Rendueles, psiquiatra y ensayista, reconoce esta dificultad: “En España, cuando se cierran los manicomios, la única estructura de acogida que sobrevive es la familia. La locura se vive y se contiene hoy en la familia, y por ello nadie se atreve a conjeturar o investigar el papel patogénico de la sagrada institución”, explicaba en la revista Viento Sur. Lucha contra el estigma Como parte de la estrategia de politizar el malestar, una de las principales actividades de la Xarxa es visibilizar su forma de trabajar, aunque esta tarea se haga difícil. “Es duro cuando das una charla, cuando hablas con la gente, cuando vas a reuniones todas las semanas y vuelves a remover lo que estás pasando”. Pero tienen claro que cuanto más se hable de ello, mejor, y que naturalizarlo ayuda a combatir el estigma social que acarrea. La Xarxa ha dado charlas sobre todo en centros sociales y espacios okupados. “Algunos venimos de experiencias muy dolorosas en el activismo. Y sí que faltan cuidados en general en estos espacios, porque no hay recursos. Cuando una persona se emparanoia mucho con la policía, o por un acoso, o por cualquier cosa, normalmente no hay herramientas. Es muy importante el tema de cómo nos sentimos, El problema es que te encajan con el sistema para que funciones con él, no para que lo cuestiones es muy importante para hacer lo que hacemos”, reconoce Germán. “En los centros sociales no hablamos de cómo nos sentimos, cómo hacemos las cosas, si estamos a gusto, si alguien tiene una crisis... Cuando damos una charla sí que estamos abriendo un poco eso. Y es ahí cuando la gente te ve, cuando te empieza a contar”. Ingresos forzosos en hospitales psiquiátricos Personas psiquiatrizadas denuncian vulneraciones de sus derechos A. Á. Redacción El ingreso forzoso en una unidad psiquiátrica es la pesadilla de todas las personas que integran la Xarxa GAM. Sus experiencias son tan traumáticas que han llegado a recogerlas en un fanzine donde narran torturas y vejaciones. “Me dijeron que me ataban para que no me lastimase, pero justamente el delirio que tenía es que todo el mundo me quería hacer daño, yo mismo no me iba a lastimar. Se fueron de la habitación y la cerraron. Permanecí ahí mismo tres días, solo, atado a la cama, me desataban un brazo cuando me traían la comida y la medicación, lo que agradecía mucho al poder tener movilidad, y alargaba la comida lo máximo posible. Yo no sabía qué me pasaba, desconocía por completo por qué me encontraba así y ningún enfermero ni auxiliar en el momento del ingreso se paró a hablar conmigo para preguntarme qué me pasaba, qué temía, o para ofrecerme una pequeña conversación tranquilizadora, lo que era una gran necesidad”, relata Joan. “Todo el mundo decide por ti, tu voz no vale nada, te hacen mil aberraciones, te atan, te dicen mentiras, te contienen farmacológicamente...”, explica Eugenia. El uso de la contención mecánica, la inmovilización del paciente mediante ataduras, está más que normalizado en las unidades psiquiátricas españolas y apenas se habla de ello, como denuncian desde la web Primera Vocal, que impulsa el debate en torno a temas relacionados con la salud mental. Nadie habla “sobre su relación con la falta de personal, con las propias relaciones de poder que se plantean en los espacios de reclusión, sobre su efecto real y tangible en un contexto que se define terapéutico, sobre la manera en la que se incor- poran en el sufrimiento psíquico de la persona atada y cómo afectan a su autoestima y percepción del peligro, sobre su frecuencia, las graves complicaciones que acarrean, las alternativas que existen a su uso o las personas que se han muerto en este país al estar atadas durante largos periodos de tiempo en unidades psiquiátricas...”, denuncian. Lo que esconden estas prácticas es otra realidad, explica el psiquiatra Guillermo Rendueles en declaraciones a Viento Sur. Las estancias tienen que ser breves porque “las camas de los hospitales son disparatadamente caras. Con ello, hoy se administran unas dosis de neurolépticos que multiplican por nueve o por diez las dosis que se daban a los locos que pasaban largas estancias en el manicomio. Aquellas dosis de neurolépticos tradicionales dan risa hoy”. Nos encontramos, según este especialista, con “unidades hospitalarias para salud mental en las que en 15 días tienes que resolver un cuadro imposible de resolver en ese tiempo, y donde los pacientes están encerrados, atados, supervigilados y presionados por todo el mundo”, y añade En la actualidad hay 20 o 30 veces más pacientes atados a las camas que en los antiguos manicomios que “las actuales unidades psiquiátricas están siempre cerradas y tienen unas medidas de seguridad que ríete tú del número de pacientes atados de los antiguos manicomios. Hoy hay un número 20 o 30 veces mayor de pacientes atados –atados literalmente– a las camas”. Soluciones rápidas que vulneran todos los derechos del paciente. 28-29 LA PLAZA LA PLAZA REDACCIÓ[email protected] Cambio climático mundial que ilustran una progresiva pero insuficiente toma de conciencia sobre la cuestión. Seguramente el Cambio Climático estará ya siempre presente en la agenda política global, pues toda la comunidad científica y ahora también la política –en el propio acuerdo suscrito– reconoce que el Cambio Climático es inevitable. Pero desde la óptica de la ecología social, este reconocimiento es también el de la tremenda derrota con que se cierra el medio siglo de luchas ecologistas que hemos recorrido. De la enormidad de esta derrota en nuestras latitudes da fe el que, en la reciente campaña electoral, la amenaza de vuelco climático haya estado totalmente ausente de los debates, siendo el nuestro un país mediterráneo que no tiene precisamente un escenario futuro muy halagüeño. Lo mismo cabe pensar del papel secundario o testimonial que el resto de las cuestiones ecológicas tiene en los programas de las fuerzas que se dicen del cambio. Hasta agotar De París al colapso FERNANDO LLORENTE Militante agroecologista C onviene repensar la infeliz coincidencia o perversa ironía de que la COP21, Cumbre del Clima de París, se haya celebrado en el año en que se batían todos los récord de temperatura y fenómenos adversos. Es también el año en que la OMS alertaba de que la contaminación atmosférica, principalmente urbana pero no sólo, es ya el principal problema de salud mundial. Desde otra perspectiva COP21 se celebró en una Europa agobiada por la llegada de migrantes y desplazados de guerra, y fue prologada bárbaramente por los atentados nihilistas del DAESH. Ignorar los nexos y relaciones que hay entre estos fenómenos ilustra el desconocimiento de que lo social y lo ambiental son mutuamente dependientes, es des- conocer que somos tan interdependientes como ecodependientes. Con estos mimbres, las valoraciones sobre el acuerdo suscrito en la Cumbre oscilan entre las que consideran que se trata de un acuerdo histórico y las que lo ven como un fracaso trágico..., pero más o menos anunciado a la luz de la experiencia: cumbres de Kyoto, Copenhague, etc. Es verdad que por primera vez en la historia hay un acuerdo firmado por todos los gobiernos del mundo –ya sean democráticos, autoritarios, teocráticos, cleptocráticos, fallidos..., y esto ya da medida de la debilidad del acuerdo– , pero el problema es que es sólo un acuerdo con poco poder vinculante. Y que los contenidos de ese acuerdo son como mínimo decepcionantes y vagos para enfrentarse al mayor reto de la humanidad en este siglo y sucesivos. Como señala la periodista Amaya Larrañeta, “de esta cumbre emerge un nuevo orden mundial”, un nuevo orden geopolítico que deberíamos analizar si queremos conocer la división internacional del trabajo y las líneas en las que se despliega la lucha de clases global que conforman nuestra realidad. Que deberíamos analizar para poder buscar así las estrategias más efectivas de lucha y cambio social en nuestras latitudes. Este nuevo orden se divide muy esquemáticamente en cuatro bloques –de fronteras sinuosas y cambiantes–: los países desarrollados responsables históricamente de la mayor parte de las emisiones GEI [gases de efecto invernadero] pero que hoy, en el declive de su he- [email protected] CARTAS A LA REDACCIÓN Las cartas destinadas a esta sección no podrán sobrepasar los 1.700 caracteres con espacios. Es imprescindible que vayan firmadas y que podamos contactar con el autor o la autora. El equipo de Diagonal se reserva el derecho de publicarlas, así como de resumirlas. No publicaremos cartas insultantes o descalificadoras. Votar (o no votar) sí es parte de la cuestión Antonio Pérez Collado Un total de 9.251.161 electores decidieron no sumarse a la llamada fiesta de la democracia. Es cierto que la participación ha subido 4,26 puntos respecto a las generales de 2011, pe- ro se queda bastante lejos de los 7 o 9 que vaticinaban los optimistas expertos. Uno de cada cuatro españoles con derecho a voto no lo ha emitido el pasado 20D. No hace falta recordar que ese 26,8% de la abstención es la postura mayoritaria de estas elecciones, muy por encima de los que se consideran ganadores. Pero claro, de eso no se va a hablar en los medios ni en las tertulias. gemonía, están ya dejando de ser los principales contaminadores; los países emergentes, cuyas emisiones crecen aceleradamente como sus economías, pero que aún reclaman margen de crecimiento; y el ‘bloque fósil’ de los productores –que une desde las teocracias del Golfo a los latinoamericanos del ‘socialismo marrón o extractivista’– cuyos intereses son tan obvios como bastardos. El último bloque, el Sur Global, son los países, clases y sectores sociales que sufren ya los peores impactos de la desestabilización climática y que previsiblemente los seguirán sufriendo. Sin duda, el año 2015 y esta Cumbre son un punto de inflexión en la cuestión climática. La cumbre estuvo precedida por importantes movilizaciones sociales a nivel La paradoja es que, si bien técnicamente es aún posible evitar el colapso climático, las conclusiones de COP21 certifican que políticamente es imposible, que el capitalismo no va a ser reformado, ni siquiera refrenado, que la carrera del crecimiento económico y, por tanto, del aumento de la entropía no va a cesar... hasta apurar el vaso, hasta agotar los recursos fósiles, hasta agotar el agua y la fertilidad de la tierra, hasta elevar las temperaturas por encima del umbral catastrófico, hasta el colapso. La crisis climática requeriría un decidido y urgente esfuerzo colectivo para reducir drásticamente el consumo de energía y materiales, y al mismo tiempo reducir drásticamente la desigualdad social. Ambas tareas contradicen la esencia del sistema, pero lo peor es que también contradicen las creencias y la conciencia de las mayorías sociales. Las tareas y posiciones del movimiento ecologista han de mutar y reorientarse en este nuevo ciclo que se abre ahora. Ya no se puede ‘salvar el planeta’, ya sólo se Evidentemente, ese casi 27% no lo forman anarquistas. Sencillamente la renovada oferta electoralista sigue sin ilusionar lo suficiente a un personal baqueteado en las veintitantas ocasiones anteriores. Las organizaciones e individualidades libertarias nos hemos limitado a explicar nuestra opinión. Por mucho que se nos diga que el hecho de que la gente crítica y luchadora vote no va a restar un ápice de fuerza al conjunto de las luchas populares, la experiencia pasada y presente nos demuestra todo lo contrario. Ésas son nuestras reservas ante la toma de posiciones partidistas por gran cantidad de activistas sociales y hasta libertarios. Nos pasó –a quienes ya peinamos canas– en la primera Transición con el PSOE y también con el PCE. Quisieron recoger toda la experiencia y la fuerza de las movilizaciones vecinales, estudiantiles y obreras, con un gran componente asambleario, para encauzarlas a través de sus grupos parlamentarios. Luego vinieron el Pacto de la Moncloa, la reconversión industrial, etc. Aunque gente quemada empieza a aparecer –o mejor dicho: a desaparecer–, hay una realidad preocupante que parece indiscutible: el bajón que han experimentado las movilizaciones sociales desde que empezó el nuevo proceso de seducción de los partidos. Por supuesto que algo más tiene que haber pasado para que la Marcha de la Dignidad y otras campañas aglutinen la mitad de gente que hace dos años, pero nadie me negará que una buena parte de activistas, digamos de calle, de lucha, ahora ven como prioritario el partido y a él dedican todo su esfuerzo y tiempo. Si la movilización popular es del agrado del partido, se participa; si no cuadra con esa línea, pues no se va o se acude simbólicamente. El votar –o no– sí es parte de la cuestión de las luchas y proyectos. El parlamentarismo y la autogestión son dos caminos irreconciliables. » Diagonal Del 7 al 20 de enero de 2016 puede aspirar a atenuar el sufrimiento social que el fracaso del capitalismo está provocando. Ya sólo podemos aspirar a “organizar el pesimismo” (W. Benjamin) para “fracasar mejor” (S. Beckett). Ya no podemos aspirar a la sostenibilidad entendida como transición gradual a un planeta verde. El tiempo se ha acabado. Ahora el horizonte es el de la resistencia y la resiliencia, el de esquivar los escenarios más dramáticos de la distopía que trae el colapso de la civilización industrial. El horizonte es el de preparar a las comunidades en que vivimos para sufrir lo menos posible y adaptarse lo mejor posible a un escenario de profunda incertidumbre. Demasiado tarde estamos comprendiendo que la ecología sin socialismo es vana, como máximo un pío deseo, y que el socialismo sin ecología es un error y por tanto un horror. Pero quizás no sea demasiado tarde para una alianza estratégi- Si bien técnicamente es aún posible evitar el colapso climático, COP21 certifica que políticamente es imposible VÍSPERAS DE REYES. Entro en una tienda a era posible en los 50, cuando la sociedad literaria catalacomprar kilo y medio de queso rallado –para hacer cho- na en el interior –es decir, conservadora–, expulsó –literrocientos canelones; los canelones son una catalanada; ralmente, a Francia– a un poeta –Palau Fabré– por escriuno de los dos o tres platos autóctonos de la cocina bar- bir un poema sobre una puta, un indicio de que, de celonesa; a su vez, meditaciones de sendos platos italia- alguna manera, había ya una cultura que tenía claro que nos; son más secos y objetivamente malos que los cane- había temas cerrados. No obstante, me enrollo, eso no lones italianos y/o argentinos; pero son los que nos daba pasaba en los 70, cuando Gabriel Ferrater, un crack, se nuestra mamá–. En la tienda me encuentro con Jordi carga, con su obra y con sus mordaces comentarios oraAmat, autor del fabuloso El llarg Procés: Cultura i polí- les, el canon cívico-patriótico-meapilas imperante en la tica a la Catalunya contemporània (1937-2014), una cultura catalana, con éxito total. Amat puntualiza, con más razón que un santo –traduzco–: “Es posible, pero historia intelectual del catalanismo hasta, posíblemenhoy no es posible esa disidencia. El intelecte, su muerte. Mientras esperamos nuestro tual cobra de ellos”. turno, hablamos de la que está cayenEn efecto, el intelectual –el periodo. Literalmente, está cayendo todista es uno de sus accesos do. El fracaso de Mas –inciso: más pop– cobra de ellos. hasta el día 9 no se sabe si Eso explica que, hasta la habrá fracasado; es posifecha, ni uno –ni uno; ble que no lo haga; Mas eso debería de suponer es inmortal, preside una crisis cultural una suerte de Bankia enorme; no se tradudel siglo XIX–, amecirá en nada, salvo naza con ser algo en patriotismo– hamás amplio. Una ya opinado algo didura crisis para el ferente a las emisiocatalanismo consernes del Govern. El vador, un objeto que debate que ha habidesapareció –y, si GUILLEM MARTÍNEZ do en Catalunya ha hubiera habido una Periodista sido entre partidarios presión y temperatude la independencia ra normales, no hubiey opuestos a ella. Ha ra vuelto a aparecer–, sido, vamos, una tertulia, en 1931. Con esta crisis ese espectáculo/catarsis/ se puede ir al garete tamválvula de escape de la culbién un invento fabuloso. El tura –que no de la información– independentismo CDC. Un coespañola. No ha habido ni un selosal movimiento independentista gundo de verificación, comprobación o no-independentista, una invitación a la crítica a los posicionamientos gubernamentasociedad para presenciar una larga marcha sin movimiento hacia un punto final infinito, amenaza- les. Puede parecer dramático. Pero es mucho más si do con dramatizaciones cotidianas. El tema de la con- pensamos que la prensa de Madrid –es decir, también versación, empero, no es ese. Es la ausencia de infor- el intelectual madrileño, con menos unanimidad que el mación que ha habido al respecto. ¿Cómo es posible catalán, por cierto– ha realizado la misma función. En Catalunya –lo estamos viendo ahora todos, inque, desde 2012, una sociedad haya tenido como único elemento informativo a su Gobierno? Bueno. Ése no es cluso los intelectuales cartujos/con voto de silencio– el tema. En todo el Estado, desde los 80, hasta 2011, los no ha habido ni un milímetro de Procés. Se ha produGobiernos han sido la gran fuente y referente informa- cido la crisis económica, democrática, de partidos y tiva. La pregunta es, ¿cómo se ha podido ejercer ese de Régimen –bonito cóctel– que en el resto del Estado. poder aún después de 2011, con tanta efectividad y sin La originalidad es que se ha producido en un estadio resistencia profesional por parte del grueso del perio- más avanzado. Su explicación en los medios no ha dismo? Hablamos sobre ello. Hablamos sobre el hecho servido de nada, salvo para saber que los medios tamde que eso hubiera sido imposible en los años 30. bién desaparecerán, al menos en su actual forma, Especulo sobre la posibilidad de que, no obstante, eso pues no sirven para nada. Canelones Sin grupos empresariales ni partidos políticos detrás, Diagonal se gestiona de forma asamblearia y se financia gracias a las suscripciones. COLECTIVO EDITOR Ana Álvarez, Caroline Betemps, Bárbara Boyero Rabasco, Olmo Calvo, Jose David Carracedo, María José Castro, Fernán Chalmeta, Óscar Chaves, Laura Corcuera, Blanca Crespo, Martín Cúneo, Israel Domínguez, Jose Durán, Pablo Elorduy, María José Esteso Poves, David Fernández, Javier de Frutos, Gonzalo Gárate, Marta G. Franco, César Gabriel, Byron Maher, Irene G. Rubio, Joana García Grenzner, Ter García, Emma Gascó, Aurora Gómez, Soraya González, Roberto Herreros, J. de la Jara, Eduardo León, Miguel Ángel de Lucas, Belén Macías, Decio Machado, Patricia Manrique, Christian Martín; Iván Martín, Gladys Martínez, Álvaro Minguito, Susana Moliner, Tomás Muñoz, Carmela Negrete, Arturo Ochoa, Eduardo Pérez, Manuel Pérez, Leonardo Pi, Jonay Ramírez, Pablo Rivas, Héctor Rojo, Julio Rojo, Sancho Ruiz, Izaskun Sánchez Aroca, Diego Sanz Paratcha, José Luis Serrano y Julián Vadillo. DISEÑO Y MAQUETACIÓN Sancho Ruiz y Byron Maher, con la colaboración de Álvaro Minguito y David Fernández. COLABORACIONES TEXTOS Ramón Calandría, Santiago Dacal Torrado, Celia Fenollar, Jesús GalazDuarte, Sergio García García, Rui Gomes Coelho, Albert Noguera, Carlos Monty, Silvia Nanclares, Raúl Sánchez Cedillo, Ignasi Franch, Guillem Martínez. FOTOGRAFÍA Ramón Fornell, Blandaucongo, Toni Garriga, Javier Mendía García, J. Luis Cuesta. ILUSTRACIONES Y HUMOR Isa, Pedro Peinado, Antonia Santolaya. CORRECCIÓN Iván Martín. PUBLICIDAD María Ruiz Carreras BLOGS DE DIAGONALPERIODICO.NET Hoy, estamos de aniversario NI CAUTIVOS NI DESARMADOS POR IMANOL Celebramos el valor de Jesús Martínez “El Maño” que, cuando tenía que coger un tren, siempre buscaba si había sitio libre junto a los guardias civiles, se ponía a hablar con ellos y nunca tuvo problemas de identificaciones o registros en sus viajes. Y también celebramos la manía persecutoria de ‘Gachas’, de la partida de ‘Massana’, quien solía escuchar voces en sus marchas nocturnas, alertando al grupo, normalmente sin motivo. En una de sus últimas incursiones, tras un secuestro, volvían de noche hacia Francia y tenían que pasar el Llobregat por una vieja palanca entre Guardiola y La Pobla. Y de nue- vo, ‘Gachas’ escuchó algo y se negó a cruzar. Tras su reiterada negativa, decidieron volver al bosque y esconderse. A la mañana siguiente vieron a los civilones apostados al otro lado de la palanca. Y celebramos los dedos quemados de Laureano Cerrada, quemados a base de ácido nítrico con el que falsificó innumerables documentos y demás papeles. Preguntado en cierta ocasión por cuantos salvoconductos podían llevar su firma, respondió socarrón que no lo sabía, que no era sensato anotar esas cosas en un cuaderno. Celebramos también que la mala baba con la que normalmente actuaban las fuerzas represoras a veces se volviera en su contra. Por no percatarse de la señal de alto, Manuel Martínez, jefe de milicias de Falange de Figaredo, recibió un disparo mortal de parte de otro falangista en noviembre de 1937. Tras una denuncia, la Guardia Civil tiroteó un grupo de cinco sospechosos en San Juan de la Arena en enero de 1948: resultaron ser policías de paisano que acababan de detener a un presunto ladrón, murió este último y dos agentes de policía. En febrero de 1949 llega a Vic un falangista apellidado Rifá, la Benemérita lo confunde con Marcelino Massana, le tienden una emboscada vestidos de civiles. Él cree que son los maquis quienes quieren liquidarlo, saca su arma, dispara y es cosido a balazos. Celebramos que el 8 de julio de 1940 en el término de Ovejo (Córdoba) un grupo de falangistas de la localidad estaban de cacería cuando descubrieron a un grupo grande de gente junto al río, que parecían ser bañistas. Los falangistas se empeñaron en identificarlos, para cuando quisieron darse cuenta, la partida de ‘Los Jubiles’ abrieron fuego matando a un terrateniente y tres miembros de falange, siendo desarmados los demás. Por su parte, la partida tuvo un herido grave. DEPÓSITO LEGAL: M - 6569 - 2012 ca con los otros movimientos en defensa de la vida, esencialmente el feminismo. Una alianza que pueda empujar la necesaria y urgente revolución cultural: pasar de priorizar la producción a priorizar la reproducción y el cuidado de la vida. Una revolución que ponga el énfasis en un doble movimiento virtuoso de progreso moral y regresión material o decrecimiento, humanismo no antropocéntrico y austeridad o mesura. Una alianza que pueda guardar las mejores semillas del fracasado proyecto ilustrado –porque la derrota del ecologismo es el definitivo fracaso de los mejores sueños y deseos de la Ilustración– a la espera de que en el colapso que viene se abran, entre los escombros, reductos de suelo fértil en que sembrar otra vez utopías. TRIBUNA » Diagonal Del 7 al 20 de enero de 2016 30 LA PLAZA Hemeroteca Pronovias El caso Pedroche 22 años del EZLN Porque tú lo Digas 30/12/2015 Me molesta ver a alguien a quien se le ha dado altavoz como feminista, usando su posición para hacerle el juego al patriarcado (...) señalar a una mujer por cómo viste. La mayoría tratará este tema con superficialidad, unos insultan a Cristina Pedroche (le ha tocado ahora a ella como en otras ocasiones el blanco es otra), muchos dicen que se ha puesto el vestido para provocar, para ganar audiencia, que es objeto, pero el debate es más complejo porque no entra en juego sólo uno de esos factores (...) Cristina Pedroche no dirige Antena 3, ni Telecirco, no es dueña de la cadena ni decide a quién se contrata ni para hacer qué. Ella no hace los guiones de los programas en los que aparece. En televisión muchísima gente hace humor básico, absurdo, en los propios programas en los que ha aparecido Cristina, los hombres pueden aparecer en esos programas haciendo el papel de macho salido, de paleto, de gañan, de tío más corto que las mangas de un chaleco, de lo que sea y nadie duda de su inteligencia ni braman sobre en qué posición está dejando a todo el sexo masculino. Ellos pueden siempre más, pueden hacer el payaso y no ser un chiste, pueden taparse o destaparse y seguir siendo profesionales, pueden no ser un bellezón, pueden envejecer y aun así trabajar, su dignidad siempre a salvo porque no prima sólo su envoltorio y por el mismo motivo no tienen la obligación de estar siempre defendiéndose de todo, no tienen la obligación de comportarse de determinada manera, de cuidar lo que hacen, y cómo se visten porque a ellos no se les juzga por su sexualidad. (...) Pensadlo ¿Qué es lo que tiene que hacer una mujer para despertar furia, burlas, faltas de respeto, amenazas de violación, insultos, convertirse en TT en Twitter, estar durante días siendo la comidilla? Ponerse un vestido. Simple y llanamente. Ponerse un simple vestido con transparencias ¿Estamos en la época del destape? No, es 2016 y seguimos ahí. El límite para las mujeres está en ponerse un vestido, está ahí de cerca. No me Oleg Yasinsky, 03/01/2016 CRISTINA PEDROCHE. Fotografía promocional del vestido que la presentadora se puso en Nochevieja. digáis que no es absurdo, porque yo me encuentro preguntándome en qué mundo vivo… Es una mierda que las mujeres sigan siendo un adorno y que se las siga usando para generar audiencia como una atracción, sí, pero la mejor manera de superarlo es dejar atrás la época del destape, dejar de escandalizarlos por un vestido, por unas bragas o unas transparencias. La culpa no es de ellas, ellas sólo se ponen una prenda de ropa, la cadena las usa, determinadas personas sintonizan una cadena u otra dependiendo del aspecto de la presentadora, ese es el problema y sobre todo, que lo que se pone una mujer sigue siendo tema de debate públi- co, son ya demasiados años y no avanzamos. La respuesta no puede ser taparse y hacerse respetar, siempre habrá alguien que quiera enseñar y no es un crimen, siempre se podrá usar a esas que simplemente se quieren poner algo sexy como mono de feria, siempre habrá quien use la sexualidad de una mujer o su físico para criticarla vista como vista, tanto si enseña como si no lo hace (...) ¿Qué se tendría que poner un hombre para que generara todo este debate? Tendría que declarar que es mujer, poca cosa más se me ocurre. A cualquier disfraz o vestido sobreviviría sin mayor problema. Cuidado con lo que te pones, has de cuidar cómo vistes y lo que enseñas o no te estarás haciendo de respetar. 2016 y aún estamos ahí. Todavía es tema de debate público lo que se pone una mujer y me sorprende ver a algunas feministas criticar, que se insulte por unos shorts pero que parecen no entender qué está pasando aquí. No digamos que a las mujeres se las maltrata, agrede y mata porque una presentadora se ponga un vestido transparente, por favor, me quedo sin palabras de lo oscuro que me parece ese camino para hacer feminismo. Cómo duele que a alguien se le dé altavoz para decir algo así. [“Binomios feministas: mujer libre vs. mujer objeto”]. [...] Siento que para los afortunados, los que seguimos de cerca esta historia, el siglo XXI empezó seis años antes, el 1 de enero de 1994. Y mientras el mundo, cada vez más globalizado, absurdo y violento sigue atrapado por el juego suicida llamado “la guerra contra el terrorismo”, los indígenas y no indígenas zapatistas, lejos de las cámaras y de las modas del momento, siguen construyendo su sueño que se aprende sólo desde abajo y desde la izquierda, donde caben muchos mundos, los mismos colores faltantes en este gris horizonte neoliberal. Uno de los problemas del zapatismo fue que enamoró a demasiada gente enamoradiza, personas como yo que andábamos perdidos entre las ruinas del muro de Berlín, tratando de recoger pedazos de tantos espejos rotos. ¿Por qué el problema? Porque nuestra tradición política, tan prehistórica como cualquier otra, corresponde a ciertas estructuras mentales, supone una adhesión total y acrítica a las causas que se eligen. Y estas causas requieren líderes, lemas, torres de poder, unanimidades y otros elementos incompatibles con el cambio del paradigma, algo que buscábamos y rechazábamos a la vez. El peor favor que hicimos a los indígenas rebeldes de Chiapas fue idealizar y tratar de usarlos para llenar nuestro propio vacío ideológico. Tantas “desilusiones” y “decepciones” posteriores, siempre al son del manejo mediático del poder, son la consecuencia de este enamoramiento, cuando el objeto de la pasión no es el otro, sino el producto de la imaginación de uno, disfrazado de otro. Desde hace 22 años, los zapatistas, dentro de la horizontalidad de su búsqueda, siguen insistiendo en encontrar contrapartes, cómplices, compañeros capaces de construir otro tipo de relación, sin vanguardias ni liderazgos, donde cada aprendizaje sea mutuo y cada derrota sea un impulso para los aprendizajes nuevos. [“A los 22 años del color zapatista”]. OFERTAS PARA PERSONAS SUSCRITAS LA NIÑA GORDA y otros relatos inquietantes Marie Luise Kaschnitz es la gran cuentista alemana de la segunda mitad del siglo XX. Este volumen reúne doce de sus mejores relatos, ambientados en la Alemania de la posguerra. Los relatos de Kaschnitz alcanzan cotas magistrales de suspense psicológico situados en ambientes cotidianos, en los que lo inquietante, angustioso o lo irracional hacen presencia de una manera súbita e inesperada. Lejos de la moralidad de los cuentistas eslavos o del efectismo de los latinoamericanos, Kaschnitz estremece al lector con planteamientos abiertos a la interpretación, en los que “cada persona es culpable e inocente”, en palabras de la propia autora. Consigue ahora este clásico de la literatura alemana editado por Hoja de Lata al precio especial de 16 euros por estar suscrito/a al pe- riódico Diagonal escribiendo a: [email protected] GANADOR DEL SORTEO DE LA BICICLETA DAHON El pasado 5 de enero realizamos el sorteo de una bici plegable entre las personas suscritas que participasteis enviándonos un email a [email protected]. En total fuisteis 738 personas, y os agradecemos mucho esta partici- pación sin precedentes. La persona ganadora ha sido Rubén, de Santa Marta de Tormes (Salamanca). Del 7 al 20 de enero de 2016 Diagonal LA PLAZA 31 Europa, ahora Europa, sola razón democrática en movimiento D ¿Es el 20D una amenaza para la Europa del capital? RAÚL SANCHEZ CEDILLO ALBERT NOGUERA FERNÁNDEZ Miembro de la Fundación de los Comunes Profesor de Derecho Constitucional en la Universitat de València e qué sirven los cambios políticos en el sur de Europa si no tenemos movimientos europeos? Parece como si, ahora que el proyecto europeo vive sus últimos días, preparando lo que Yannis Varoufakis tilda de una situación comparable a la de los años 30 del siglo pasado, también los movimientos europeos acompañaran ese declive con su silencio o su desconexión. Las coaliciones y redes europeas de protesta han solido coincidir con los pasos en el proceso de integración europea, es decir, que tanto los procesos de integración sistémicos como los antisistémicos han sido procíclicos. Esto nos da una clave del carácter altereuropeo –y no antieuropeo– de los segundos. El ejemplo principal de esta dinámica fueron sin duda las secuencias de protesta que tuvieron lugar entre el Tratado de la UE (Maastricht) que empezó a funcionar en 1993, y el Tratado de Amsterdam en octubre de 1997. Recordamos los encuentros Contra la Europa del Capital, o las plataformas estatales, como la Anti-Maastricht, pero también las marchas europeas contra el paro y la pobreza que culminaron en la gran manifestación de Amsterdam en junio de 1997, en coincidencia con la cumbre del Consejo Europeo. Hoy podemos comprobar la paradoja de que los movimientos contra la UE estaban ‘entrelazados’, como una estructura antagonista, con el proceso de construcción europea. ¿Qué ha ocurrido entre tanto? Ha ocurrido que el signo neoliberal y rentista financiero del proceso de federalización de la UE ha roto toda dialéctica reformista con las secuencias entrelazadas de protesta antagonista. Y que, sin la protesta, sin la presión y la amenaza desde abajo de coaliciones y redes, las tensiones entre Estados, bancos y corporaciones, articulados en bloques regionales y lobbies en Bruselas, han ocupado el proscenio. Vimos los últimos sobresaltos de esta gobernanza europea de las protestas antagonistas con motivo de la Agenda de Lisboa, marcada por el impulso de la regulación del capitalismo cognitivo basado en internet y por la consolidación de los modelos de precariedad laboral y de workfare en Europa. Contra estas agendas surgió a mediados de los 2000 el Euromayday en numerosas ciudades europeas, pero también las formas de presión en red contra la implantación del software propietario, las patentes y la legislación anti internet –aka antipiratería– por parte de la Comisión. El cierre apresurado del Tratado de Lisboa en 2007, tras el fracaso de la legitimación democrática del Tratado Constitucional (TCE) en 20042005, marca el inicio silencioso del desastre europeo. Y la entrada en escena de las fuerzas antidemocráti- cas y antieuropeas en demasiados países de la UE. Como ya dijimos en 2004-2005: el No al TCE sería explotado en su beneficio por las fuerzas del nacionalismo conservador y/o atlantista. Y así ha sucedido, pese al escándalo moral de la extrema izquierda antieuropea y del soberanismo nacionalista francés, que cometieron el error estratégico de servir de peones de las fuerzas que hoy están destruyendo la paz y la democracia en la Unión. A algunos les queda aún la esperanza viril del putinismo antiamericano. El nuevo movimiento de movimientos europeo debe levantar acta de estas defunciones. El proceso ‘dialéctico’ de la UE es irrecuperable. Está gobernada en lo decisivo por la dictadura comisaria que representa el Eurogrupo. Y, para la res bellica, cada vez más insidiosa, está el comando supremo de la OTAN en Europa. Así que se trata de inventar una Unión sobre las ruinas del presente, evitando que éstas se nos caigan encima. Como en el 15M, la disputa es entre el arriba y el abajo, entre democracia y dictadura, entre paz y seguridad o guerra y estados de excepción. En este sentido, la inspiración del DIEM2025 de Varoufakis es correcta y necesaria. Pero no suficiente. La operación democrática de Clístenes instauró un demoi de vecindad frente a los lazos de sangre de las gene de tipo clánico. La Europa del desastre no está hecha de demoi, sino de clanes en disputa feroz y cada vez más homicida. El demos europeo, cuya ausencia lamentan los liberalsocialdemócratas y celebran los soberanistas y nacionalistas, será el producto constituyente de la combinación consciente entre movimientos de lucha por el interés de los subalternos, aprisionados por el régimen de los Estados nación, e iniciativas como la de Varoufakis. Amén de la fuerza y la voluntad relativas de los gobiernos del sur de la UE, entre Lisboa, Madrid y Atenas. Es tarde, pero la razón europea no habrá combatido sin armas. L a detentación del monopolio de la política representativa por los partidos tradicionales llevó, durante años, a una pérdida de centralidad de lo electoral. En la conciencia colectiva, el espacio desde el que hacer efectiva la democracia dejó de ser el Congreso a través de la ley, para desplazarse a otros lugares –tribunales, movimientos sociales…–. La imposibilidad de tales lugares para hacer frente por sí solos a la UE y sus recortes de derechos, exigía la aparición de instrumentos electorales y, en este sentido, Podemos y sus coaliciones abrieron expectativas. Si hay nuevas elecciones habrá que esperar nuevos resultados. Si hay investidura del PP, ello obligaría a Podemos a dejar de ser una estrategia inmediata centrada en un único acto electoral instaurador para conformarse en una estrategia a medio plazo donde la ‘victoria’ del mañana dependerá de las luchas de hoy. En este caso la existencia de una amenaza para la UE dependería de dos factores interdependientes: el tipo de oposición y el programa económico para las próximas elecciones. EL TIPO DE OPOSICIÓN. Si se inviste gobierno, su objetivo será cerrar la crisis. Toda crisis tiene una dimensión material de carácter económico y una ideológica de carácter sociocultural. Si bien la crisis material del actual capitalismo degenerativo es estructural e irreversible, existen elementos que permiten disolver la dimensión sociocultural de la crisis, ocultando la primera. El mantenimiento o cierre de la dimensión sociocultural dependerá, en gran parte, del tipo de oposición que hagan Podemos y aliados. Si optan, como hacen en las autonomías, por una oposición institucionalizada, convirtiendo el partido en un órgano de Estado más con funciones de designación de cargos y control parlamentario, el fin de la excepcionalidad y la sensación de estabilidad se reconstituirán en los imaginarios. Si optan por mantener un pie fuera del Congreso y por una coordinadora de las personas y los pueblos separada de lo electoral y que integrara la pluralidad de la izquierda para mantener la movilización y conflictividad, la crisis material se mantendrá visible y abierta. El que se opte por la segunda vía no sólo es importante para mantener la crisis abierta sino para continuar el carácter popular de la oposición, necesario para poder cumplir la segunda condición: un programa electoral de repudio a la deuda. EL NO PAGO DE LA DEUDA. La amenaza para el capital es hoy el impago de la deuda. La expansión global de las empresas y el agotamiento de los recursos llevó a inicios de 2000 a un problema para el capital: el agotamiento en la economía global de los espacios de reinversión rentable para parte del excedente producido. La solución a ello fue la reinversión de todo el excedente sobreacumulado fuera de la producción en el sector financiero, lo que permitió –mediante la creación de capital ficticio– mantener el proceso de acumulación. En países como Alemania, la reinversión financiariazada del capital se concentró en la concesión de créditos a la banca de los países de la periferia europea. La conformación de un Gobierno que declare no pagar, parcial o totalmente, los intereses o el capital de la deuda, pone en jaque a un capitalismo sin más capacidad de reproducción. Si Podemos opta por una oposición institucionalizada, la sensación de estabilidad se reconstituirá Ello obliga a que, en las próximas elecciones, el programa de las candidaturas del cambio repudie la deuda. La conformación de una estructura popular de movilización, separada de lo institucional y con influencia en el aparato político, es fundamental para ello por dos motivos. Uno, porque sería la manera de poder resolver en favor de un programa de repudio de la deuda la tensión entre la tendencia conservadora de la institucionalidad –que tenderá a desideologizar aún más la dirección de Podemos– y la tendencia creativa de lo popular tendente a ideologizarlo. Dos, porque sería la manera de hacer frente a la reacción del capital y a las dificultades económicas, que obligarán a sumar a la acción estatal la movilización social y los modos de organización, producción y consumo de autogestión popular. Si hay elecciones veremos lo que pasa. Si hay investidur, la existencia de una amenaza para la UE dependerá del tipo de oposición y del programa económico. DIAGONALPERIODICO.NET NÚMERO 261 07.O1.16 - 20.01.16 DIAGONAL es un medio de comunicación sin jefes, corporaciones ni partidos políticos detrás. DIAGONAL no acepta publicidad de grandes empresas. Este periódico es posible gracias a las miles de personas que con su suscripción apoyan el proyecto. 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IMPRESO en Impresa Norte, S.L.U. -Polígono Industrial San Miguel - 50830 Villanueva de Gállego (Zaragoza) DEPÓSITO LEGAL: M - 6569 - 2012 +número en curso +una bolsa diseñada por Byron Maher +revista Cercanías en caja regalo RECONOCIMIENTO COMPARTIR IGUAL (BY-SA) DIAGONAL 261 07.01.16_20.01.16 [email protected] Objetivo: salvar a Boca Juniors Distintos colectivos del barrio de La Boca, en Buenos Aires, tratan de rescatar el club de sus amores de la deriva elitista impulsada por el actual presidente del país, Mauricio Macri. SANTIAGO DACAL TORRADO El proyecto de ley es –o era– el 2462-D-2014. El legislador: Oscar Moscariello; la intención: una recalificación; el objeto: unos terrenos en la Casa Amarilla en el barrio de La Boca; lo que hay detrás: un negocio millonario; lo que hay delante: los vecinos del barrio; lo que está en juego: unas viviendas para ellos; lo que se puede perder: la viabilidad económica del club Boca Juniors; lo que se puede ganar: —Aquí no va a salir ganando nadie, sólo las constructoras que realicen la obra del nuevo estadio–, dice Claudio Osvaldo. El día es el 1 de noviembre; la línea de metro la D, en Buenos Aires; las paradas: Palermo, Scalabrini Ortiz, Pueyrredon… donde van subiéndose los hinchas que llenan gradualmente el vagón a medida que avanza; el objetivo: inundar el Obelisco; el motivo: un gol de Monzón en el minuto 41 y que daba la vic- IDENTIDAD. El club se ha ido alejando progresivamente de sus orígenes populares. FOTOGRAFÍAS: ÁLVARO MINGUITO toria a Boca Juniors ante Tigre; la consecuencia: Boca Juniors campeón del torneo local. —Y el éxito parece que tapa todo lo demás, ¿viste?–, dice Claudio Osvaldo. Claudio es miembro de la asociación Boca es Nuestro, un grupo que lucha por la recuperación de la identidad boquense, algo que aseguran que se ha perdido desde que Mauricio Macri –recientemente elegido nuevo presidente de la república– accediera a la presidencia del club en el año 1995. Claudio lamenta la progresiva exclusión del barrio por parte del club Boca Juniors y se muestra desesperanzado tras la victoria de la candidatura oficialista –de Daniel Angelici– en las pasadas elecciones del 6 de diciembre para la dirección del club. Considera que Angelici sigue la doctrina de Macri, de quien dicen sus detractores dio la espalda al barrio que vio nacer al club. Los hinchas entraban en los vagones, haciendo el tumulto cada vez mayor, cantando y haciendo temblar el aire; saltando y haciendo temblar el suelo, que se zarandeaba al ritmo de los cánticos. Hasta llegar al Obelisco, donde esperaban los demás. Se calcula que los demás eran unos mil hinchas; subidos en el monumento, en los semáforos, en los contenedores, en los hombros de un amigo, de una amiga, de un padre, que asistieron a celebrar el triunfo de Boca. El primero en cuatro años. Y las banderas amarillas y azules colonizaron el microcentro, junto a los cánticos. Soy del barrio de La Boca y siempre te voy a seguir en las malas a todas partes las buenas ya van a venir. No somos como la academia… Porque dejando a un lado el éxito, ésta es sobre todo una historia sobre el barrio de La Boca. * * * “Está dejando de lado al barrio”. Matías, de 22 años, de dos metros de altura y de corpulencia similar a la de un jugador de baloncesto, me narra por qué se hizo militante de Boca es Pueblo, una organización parecida a Boca es Nuestro y que se diferencia en la edad y en la metodología a la hora de conseguir el mismo objetivo: eliminar el macrismo del club. DEPORTE Unos –Boca es Pueblo– lo hacen desde el ímpetu juvenil y combativo en las calles, los otros –Boca es Nuestro– lo hacen también desde la calle, pero confiando en la burocracia y los procesos democráticos del club. El cambio en Boca ha sido algo gradual. El proyecto macrista comenzó eliminando asientos populares para crear 32 palcos VIP. Maradona, por ejemplo, pudo así asegurarse en 1996 ver cada partido de Boca Juniors durante diez años en un palco sin mojarse (palco cubierto), fresquito (aire acondicionado), tomando una cervecita fría (frigobar) y viendo los replays en una pantalla (televisor) junto a su familia (capacidad para seis personas). Todo por 305.000 dólares. El proyecto de Macri continuó subiendo la cuota social un 25%. De golpe. Luego impuso un aval del 20% –actualmente es del 5% por imposición judicial, unos seis o siete millones de dólares– para que cualquier persona que quisiese acceder a la Comisión Directiva del club tuviera detrás una fortuna con la que responder en caso de perjuicio a la institución. Macri, a partir de 2002, también ordenó construir plateas –entradas más enfocadas para turistas– reemplazando una parte del sector popular, por lo que los hinchas populares comenzaron a tener menos lugar en la cancha de Boca, algo que todavía se acentuó más con la continua subida de los abonos, un 1029% –el doble que la inflación– mientras que el aumento de los salarios fue de un 771%, según el Indec. En 2005, cerró la inscripción de socios, algo que no sería tan grave si no se propulsara también el cierre de boleterías, que fue definitivo en 2009. Esto supone que ningún hincha del club pueda entrar al estadio si no es socio. Es decir, ningún hincha del club puede entrar al estadio si no paga el abono de todo el año, un abono que, para los sectores más humildes, se hace complicado conseguir viendo la subida de los mismos, que los han convertido en los más caros del país. Sólo existe una opción para entrar al estadio –excluyendo los paquetes turísticos y los compromisos del club–, que es hacerse socio adherente. El precio es menor, un 50% menos, pero nadie te garantiza que puedas acceder a ver el partido ya que sólo ponen a la venta entre 3.000 y 5.000 entradas para un colectivo de 100.000 personas. Además, sólo se podrá ser socio adherente si dispones de una tarjeta de crédito, algo que muchos hinchas del barrio de La Boca no tienen. Normalmente los hechos dicen más que las palabras. Pero llega Macri y, en 2005, en una convención de economistas, dice: “Cuando llegué a la presidencia de Boca, tuve que cambiar la imagen del club, que se relacionaba con lo sucio y lo oloroso del barrio. Ahora, Boca es un club fashion”. Y entonces se demuestra que hay veces que las palabras aniquilan las dudas que sobreviven a los hechos. Desde 2011 el presidente es Angelici, y lo seguirá siendo al menos durante otros cuatro años gracias a su reelección el pasado domingo 6 de diciembre. Angelici prometió en la campaña electoral más inversión en el ámbito social del club, pero ni Mati, de Boca es Pueblo, ni Claudio Osvaldo, de Boca es Nuestro, lo creen. — ¿Cómo podemos creerlo? Mira, creo que éste es un buen ejemplo de lo que te quiero decir […]– y Claudio me remite a la historia de “Pancita Llena Corazón Contento”, la historia del comedor comunitario que hay en la acera de enfrente del estadio– […] hacen una labor importantísima en el barrio y jamás nadie del club ha ido a ver qué necesitaban—, dice Claudio. * * * Y es que los niños del comedor vienen de familias pobres. La Boca es un barrio pobre, olvidado. Hay un cartel colgado entre dos farolas de la calle Palos con Brandsen que, a 10 de noviembre, publicita un evento del 20 de septiembre. “Cuando llegué a la presidencia de Boca, tuve que cambiar la imagen del club. Ahora, es fashion”, dijo Macri “Qué bonito es La Boca”, dicen algunos turistas en la web Tripadvisor. “Un barrio muy bohemio, muy pintoresco y colorido”, dice otro. Son ésos que van a Caminito en autobús, pasan el domingo allí, y vuelven en autobús. Jamás verán que el paseo turístico de Caminito es una quimera que esconde la auténtica realidad de La Boca. Pavimentos levantados, pobreza, fracaso escolar, un creciente coqueteo de los pibes con las drogas y un problema habitacional que deja a cerca de un 20% de su población viviendo en corralas degradadas, son algunos de los conflictos más visibles del barrio. Ocasionalmente, algunos de estos conventillos acaban siendo quemados. Por un cortocircuito, dicen las versiones oficiales. Por una mano negra que provoca el fuego, dicen los más desconfiados. Porque Mauricio Macri, el mismo que comenzó el proceso de exclusión del club cuando era presidente, fue gobernador de la ciudad cuando dejó de presidir Boca Juniors. Y uno de sus proyectos era ampliar Puerto Madero, un barrio rico y exclusivo que necesita expandirse, y el plan es que lo hiciera en La Boca: en los terrenos de los conventillos y de las casas humildes, que desaparecen de la noche a la mañana bajo un resplandor en el cielo. “Siempre es más fácil echar a los pobres por culpa de un in- 07.01.16_20.01.16 03 RADIO GRÁFICA: Ondas populares contra Macri en Buenos Aires JESÚS GALAZ-DUARTE Al sur de Buenos Aires, en el histórico barrio de La Boca, no es extraño que ocurran incendios sospechosamente vinculados al negocio inmobiliario, o que utilizar la acción directa contra el desalojo de un hospital psiquiátrico en Barracas sea sinónimo de revuelta para las autoridades. Ahora, en medio de un polémico cambio de gobierno entre kirschneristas y macristas (diferencia oficial de 2,8% en votos), Radio Gráfica, estación de radio independiente y popular que emite las 24 horas por FM e internet, celebra diez años. El 30 de diciembre entrevistamos a Mario Sadras, comunicador popular y voz institucional del proyecto. cendio accidental que por un desalojo, que tiene la resistencia de los vecinos”, dice Mati. El especialista en diseño y gestión de programas sociales Tomás Alejandro Guevara señala en un artículo sobre la emergencia habitacional de La Boca que “los procesos de renovación no están orientados per se al mejoramiento de las condiciones de vida de la población preexistente, y suelen promover procesos de valorización de submercados inmobiliarios y la expulsión de los residentes más vulnerables”. Es una afirmación que no está muy alejada de la realidad, ya que el club declara en 2014 que quiere construir un nuevo estadio en el predio de Casa Amarilla, en La Boca, unos terrenos que al principio de toda esta historia estaban El proyecto fue tumbado por presión popular, pero todo indica que, con todo el poder de su parte, volveran a intentarlo destinados para construir viviendas sociales. El proyecto de ley para hacerlo es –o fue– el 2462-D-2014; el legislador: Oscar Moscariello, vicepresidente de Angelici, el cual es camarada de Macri, que hasta el 22 de noviembre fue gobernador de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y, desde entonces, presidente de Argentina. El proyecto fue tumbado por presión popular en el mismo año 2014. Pero ahora Angelici volverá al ataque con el nuevo estadio al ser reelegido en las elecciones del pasado 6 de diciembre. Y con el partido de Macri teniendo el poder en Capital Federal, en la Provincia de Buenos Aires y en la nación Argentina, parece muy posible que pueda al fin conseguirlo. // ¿Cómo ve Radio Gráfica la victoria macrista en las pasadas elecciones? Personalmente lo veo mal y creo que vamos a estar peor. Con la nueva política de expoliación, el nuevo Departamento de Estado ha decidido que los uniformados ya no son los verdugos más capacitados para alinear al pueblo a los capitales transnacionales. En tan solo 20 días de gobierno hemos visto una política a favor de la apropiación de recursos naturales por corporativos, de fuga de capitales, del favorecimiento a la bicicleta financiera y de la destrucción del aparato productivo nacional a partir de la apertura indiscriminada de importaciones. Sabemos que este gobierno trae de la mano desocupación y el disciplinamiento de los trabajadores a través de la desocupación. Desde el primer momento en mi línea editorial lo dije claramente: yo espero que a este gobierno le vaya mal, porque no es verdad que cuando a un gobierno le va bien al pueblo le va bien. Mirá, a los gobiernos militares les fue bien y al pueblo se le destruyó; a los gobiernos liberales les fue bien igual, y no es que hicieran todas esas barbaridades porque se equivocaron: ése era el plan. Quizá lo que se les escapó fue el control de la crisis, pero no se les escapó llevar la desocupación al 25% y la pobreza al 52%. Los objetivos son claros: ellos consideran la inversión social como gasto, igual que la salud, la educación y la vivienda, no como inversión. Radio Gráfica surge de la recuperación de la Fábrica Gráfica Patricios, ¿qué era esta fábrica, cómo surgió la idea y cómo consiguieron los recursos para montar una estación de radio? En realidad, era la Gráfica Conforting, un grupo económico importante que ocupaba toda la manzana. Por el año 200203, durante la crisis argentina, los dueños la abandonaron –se escapan del país– y los trabajadores toman la fábrica. Unos meses después, tratando de normalizar su situación como cooperativa y explorando el edificio, los trabajadores llegan hasta el tercer piso, que era la parte ejecutiva, y encontraron un estudio de radio y televisión que, tengo entendido, funcionaba y era dirigido por el Opus Dei. Entonces, cuando encuentran la radio, llaman, entre otros, al compañero Lucas, que participaba en otra agrupación llamada La Chispa. Luego, en un corto período, distintas organizaciones acuden al edificio y comienzan el proyecto de armar el colectivo de radio. En 2007 las autoridades intentaron decomisar el equipo y la radio. ¿Qué pasó? La intervención de las autoridades se produjo por el decomiso de todas las cosas que no alcanzamos a esconder (risas); luego las restituimos. El apoyo vino de parte de la comunidad, que para 2007 ya tenía conciencia de la necesidad del crecimiento de estos medios independientes. // 04 DIAGONALCULTURAS.261 REPORTAJE Gloria y caída de papa wemba, rey de la rumba africana LES SAPEURS CONGOLAIS: Papa Wemba, el rey de la rumba africana, inauguró un movimiento contradictorio. CARLOS MONTY Hace unos meses el Canal de TV francés Arte emitió un documental del verano de 2012 titulado Papa Wemba – Le Roi de la Sape. La oportunidad del reportaje se relacionaba con el inminente juicio en París a una de las mayores estrellas musicales africanas de las últimas cinco décadas, conocido como el ‘Rey de la Rumba Africana’, bajo la acusación de haber promovido la inmigración ilegal de más de 300 compatriotas congoleños con la tapadera de reclutarlos como músicos para sus espectáculos a cambio de unos 3.500 euros por persona, por lo que fue detenido en París en 2003 y pasó cuatro meses en prisión preventiva. Tres días antes de los atentados yihadistas de París, un tribunal del norte de la capital francesa le condenó a 30 meses de prisión, entre otras penas, aunque suspendió los 26 meses restantes, lo que le permite continuar en libertad y enfrentarse a otro juicio pendiente por acusaciones similares en Bélgica. Pero la condena a Wemba no era sólo una condena a un artista que utiliza su fama internacional para traficar con personas, era una condena a un modo de vida que él ha encarnado hasta convertirse en un dios menor para millones de congoleños. Un modo de vida que sublima la ambición del progreso y la mejoría de vida a través del lujo, la alta moda, la consagración a la SAPE (Sociedad de Animadores y Personas Elegantes), que desde los años 70 se había convertido en una institución cultural congoleña y por extensión en toda Africa. ¿Son simples fashion victims los africanos que siguen la corriente y que de forma tan estrafalaria destacan en los suburbios de París, Bruselas o Laussane, o hay algo más detrás de tal exhibición de un lujo inalcanzable para la mayoría? La pregunta ha intrigado durante todo este año a toda clase de medios europeos por las contradicciones que presenta. Aquí tratamos de ofrecer algunas respuestas. La SAPE fue fundada por los soldados congoleños que sir- Las horas más bajas de un ICONO Papa Wemba ha seguido con su carrera pese a saberse por las transcripciones de su juicio en París que llamaba “cerdos” a los músicos que supuestamente contrataba en Congo para sus shows en Europa, y “tontos” por dejarse pillar en situación irregular en territorio Schengen. Aunque su detención en 2003 supuso el punto más bajo de su credibilidad tanto en Europa como en origen, Desde entonces ya no contrata artistas congoleños que no estén por sus propios medios en Europa, lo que cierra la puerta a conocer nuevos talentos locales. Sigue con sus shows, dedicando canciones en sus discos y directos, por grandes cantidades de dinero, y su cohorte de seguidores, guardaespaldas e imitadores sigue tan larga como siempre. vieron con los aliados en la II Guerra Mundial, al volver a la colonia africana, entonces bajo dominio del Rey Leopoldo III de Bélgica con capital en Leopoldville (Kinshasa), que todavía mantenía las estructuras tiránicas de su padre, el más cruel colonialista que haya soportado África, el rey Leopoldo II y su aterradora Force Publique, ejército paramilitar creado para garantizar la extracción minera de uranio y de hule por cualquier medio, que estuvo detrás de la guerra secesionista de Katanga y la defenestración y ajusticiamiento sádico en público del primer ministro y líder anti esclavista Patrice Lumumba, nada más proclamarse la independencia. Los veteranos de guerra presumían y se destacaban entre la población nativa con sus monóculos, relojes de cadena, bastones, zapatos impolutos y trajes a la paige de París, que les daban ese aspecto de bon vivant tan francés, tan inalcanzable para los demás, y que los hacía tan especiales. Nada nuevo bajo el sol. Destacar entre los demás a través de la moda, de paños y telas llamativas, de oro y complementos dorados de todo tipo, forma parte de la demostración de estatus desde el principio de los tiempos en África. Pero tras la II Guerra Mundial, la internalización del comercio y el turismo generó una interculturalidad elitista a través de las costas atlánticas de África que permearía la tradición popular. Desde Dakar a Leopoldville, los cruceros y barcos franceses llevaban en los años 50 y 60 orquestas de músicos cubanos para animar el pasaje, que se mezclaban con músicos puntualmente reclutados en cada puerto, sobre todo percusionistas, para reforzar los espectáculos a bordo. Surge así en los 50 y primeros 60 la rumba africana. Desde Youssou N’Dour y la primera Etoile (y luego Super Etoile) de Dakar, hasta François Luambo Makiadi, conocido mundialmente como Franco, en el gran Congo y su OK Jazz (luego rebautizada tras la independencia TPOK Jazz Tout Puissant Orchestre Kinshasa), no es infrecuente escuchar ritmos africanos latinizados y fraseados en español. Papa Wemba era otro de los que pugnaban por destacar en la rumba africana, copada por grandes nombres con ascendencia política, sobre todo Joseph Kabaselé (amigo personal de Lumumba) y su orquesta Grand Kalle, o Tabu Ley Rochearou y su Africa 70, que como todos los artistas populares de la época en el Congo, tuvo que lidiar con el temible Mobutu Sese Seko. Pero en ese ambiente cargado, Papa tenía claro que para destacar necesitaba algo que le diferenciara de sus competidores. En 1974, cuando los estadounidenses desembarcan en Kinshasa para el legendario combate de boxeo entre Alí y Foreman que tan brillantemente se documentó en When we were kings, Wemba era tremendamente popular en su país desde 1969 con su banda de soukouss Zaiko Langa Langa. Pero como el hombre de negocios que subyace tras todo gran músico africano, las concesiones de Mobutu al dios del dólar le hicieron avistar su oportunidad. Había un mundo enorme de oportunidades ahí fuera, más allá de entretener a los señores locales y las visitas extranjeras. Así que funda una especie de Escuela de Formación de Ídolos, una fábrica de músicos elegantes al estilo de la Fania All Stars, la Isifi Lokole, de cuyas cenizas nacerá en 1977 la formación con la que su popularidad trascenderá fronteras, Viva La Música (en castellano original). Hasta aquí, la historia de Papa Wemba no sobrepasa lo corriente entre los grandes patriarcas de la música africana, pero como había demostrado Fela Kuti en Nigeria, cuando la música es de verdad popular en África ha de ir acompañada de un movimiento sociológico y cultural que le dé respetabilidad y ensamble sus cimientos. El nigeriano se movió hacia la política, con su República de Kalakuta. Mientras, Wemba, cerrada esa vía en Zaire por el férreo control de Mobutu, se inspiró en lo que mejor dominaba y tenía más raíces populares (la ambición de la moda y la elegancia cosmopolita colonial) para fundar su propia comuna, Villa Molokai, en Matonge, un suburbio de la capital con un nombre inspirado en las leyendas heroicas de las guerras de Katanga. Los jóvenes de Matonge eran invitados a participar en las continuas fiestas de la Comunidad, donde eran exhortados bajo el eslogan Ambiance (palabra clave desde los 50), sobre higiene, elegancia y moda, bajo el bombardeo de la publicidad de los promotores comerciales, como valores con los que destacarse de la pobreza habitual de las calles. Así que, distinguidos con un tipo de sombrero característico, las fiestas de Villa Molokai empezaron a ofrecer algo más que cualquier otra propuesta cultural o de diversión de Kinshasa. Apoyado además en enormes cantantes de la orquesta que luego tendrían carrera propia, como King Kester o Koffi Olomide, Viva La Música llegó al Zaire para quedarse con su viejo sabor 07.01.16_20.01.16 05 popular de soukouss y de rumba congoleña remozada por instrumentos electrificados, sintetizadores y con un mensaje alto y claro de Papa Wemba, convertido en ‘don’ absoluto: “Aunque seas africano, también puedes progresar si te vuelves sofisticado y cosmopolita, si eres aceptado siguiendo las reglas internacionales del saber estar. Si te conviertes en un sapeur”. Tras una década de internacionalización masiva de la música africana durante los 80, las sucesivas oleadas de emigración de los 90 a Europa convierten a Papa Wemba en la referencia absoluta de todos aquellos jóvenes que tratan de buscarse un mejor porvenir siguiendo ese sueño de distinción en Europa. Los 80 y 90 han traído al mundo una glorificación de lo material, de la ambición del lujo, como forma de ganar estatus e individualización. En el verano de 1987, el jamaicano Red Dragon arrasa en las calles caribeñas de Londres con Hol’ a fresh, un himno a la higiene personal que parece escrito para los sapeurs congoleses, o de Costa de Marfil o Gabón. En el propio Kingston, laboratorio de tendencias y moda urbana donde los haya, se inventa un par de décadas después el término “swag” para referirse a los peculiares y llamativos vestuarios de los bailarines callejeros de los guetos en el dancehall o lugar de baile al aire libre. Del mismo modo, en las calles de Nueva York a mediados de los 80, marcas elitistas como Ralph Lauren se reinventan como icono popular al ponerse de moda en el hip hop robar y lucir con orgullo prendas Polo en las calles de Brooklyn o el Bronx. Una moda que da lugar al movimiento ‘Lo Life’ que con altibajos perdura hasta hoy, incluso en España. La estética reconfigurando la ética. Que las clases populares, sobre todo negras, accedan a marcas consideradas elitistas (Ralph Lauren, Cavalli, Dolce e Gabbana, Armani) no es sólo una cuestión de moda, es sobre todo una actitud, una declaración de principios, una pretendida autoafirmación de emancipación. Un derecho siempre negado desde la concepción paternalista de la colonización contra el que los emancipados reivindican su derecho de igualdad por arriba, por el acceso al lujo y la glorificación de las marcas que representan el idolatrado confort, la seguridad económica. El atractivo de la propuesta, que durante décadas ha cautivado también a los adolescentes blancos, visto desde quien no tiene nada pero guarda íntegra la ambición de superación personal, no tanto para medirse con los europeos y estadounidenses como para destacarse entre sus iguales como alguien con personalidad, con estilo propio, como personaje único y especial, lleva siendo un metal precioso irresistible desde hace décadas tanto en África como en su diáspora por el mundo. Pero el sueño individualista y material del lujo, aunque legítimo, es profundamente insolidario, falaz y, cuando se colectiviza, obliga a pagar un alto precio en las ilusiones de tantos. Y de ese sueño, Papa Wemba, convertido en Rey de la SAPE en Europa, al punto de conservar dos orquestas estables, una en Kinshasa como Viva La Música y otra en París (actualmente Viva Tendence), es el claroscuro ejemplo de la contradicción que encierra. Más que los dandis desafiantes que pretenden ser, les sapeurs, considerados tradicionalmente como ladrones por los sectores más conservadores de las sociedades africanas, pueblan desde los 90 los suburbios de París, Bruselas y de las grandes ciudades francófonas europeas, con sus trajes llamativos, sus abrigos estrafalarios y carísimos, y sus complementos imposibles. Su presencia es un contraste que chirría por inapropiado en un entorno urbano deprimido y hostil, lejos de la vitalidad y el colorido de las urbes africanas, donde las reglas de ‘lo bien visto’ están menos definidas. La rivalidad entre los sapeurs de París y los de Bruselas, no tanto por el territorio como por el cetro de la elegancia mundial en juego, es tan legendaria como la guerra entre los sapeurs de Kinshasa y Brazzaville. Un premio tan fatuo como caro. Por más que Que las clases populares, sobre todo negras, accedan a marcas consideradas elitistas es una actitud SAPE. Varias personas bailan en una fiesta de la SAPE en Congo. FOTOGRAFÍAS: BLANDAUCONGO Papa Wemba tenga bien estudiado su discurso oficial sobre que el modo de vida sapeur no tiene nada que ver con ladrones o delincuentes, la tozuda realidad de alienación de los africanos en los suburbios de las ciudades europeas se impone. // 06 DIAGONALCULTURAS.261 LITERATURA He tenido que mentir otra vez al chino. Sí, al chino simpático. El de la calle O’Donnell. Fui a comprarme un portarretratos más pequeño. Ya empieza el frío y éste no me cabe en el bolsillo de la bata. Me he traído de paso unos potos. Más potos. Cacharreando con las plantas se me pasa el día. ¿Te acuerdas cuando me jactaba de que yo sólo tenía mano para el Amor de Hombre? Bueno, y para la planta del Dinero. Dinero y Amor de Hombre. Ahora tengo potos. Y una pensión. ¿Tú te crees que has tenido que irte para que me reconozcan todo el trabajo que hemos hecho juntos? Tú trabajabas fuera, pero los dos sabíamos que lo nuestro era de los dos, el fruto del trabajo de los dos. La de sapos que me he tragado cada vez que he tenido que escuchar: “Tú no trabajas, ¿verdad?”. No, yo en casa cuidando el Amor de Hombre y la Planta del Dinero. Apuntando en mi libreta todo lo que gastábamos y ahorrábamos, a mano, con mi letra. Ahora tengo una pensión de viudedad y el patio lleno de plantas distintas. Ahora tengo potos, un centro con geranios y un esqueje de tronco de Brasil que me dio una de la piscina, subí a su casa y todo, no veas tú qué pisazo en la calle Jorge Juan. El nuestro es más bien pequeño para lo que se ve por aquí. Siempre hemos sido un poco espías en este barrio, ¿no?, rodeados de las cacatúas con abrigos de visón y sombreros tiroleses. Ahora es como si tuviera más amigas. Y las niñas. No veas cómo habla Paula ya. Ahora no lo hace pero los primeros meses se recorría el pasillo diciendo: “¿Abuelo, abuelo?”. Y a mí me pasa igual. Llego a casa y al abrir la puerta, ahí estás. Quiero decir, ahí no estás. Es como si tu silueta se hubiera quedado a fuego en el salón, tiene contornos, casi puedo tocarla. He tenido que cambiar todos los muebles de sitio, pero aún quedaste ahí, en tu rincón, tu butaca. Probé a moverla de sitio. Pero nada. CRO CAN TI ~~ Un relato de Silvia Nanclares Lo que más me dolió fue que lo tuyo me pilló lejos de ti. En el patio, tendiendo una colada, con la pelona que caía, y en domingo, pero así somos las que no trabajamos. ¿No te podías esperar a que tendiera todo, hombre? ¿Sabes lo primero que hice cuando vino el del SAMUR a decirme “Señora, lo vamos a dejar”? Yo no le entendía. ¿Lo vamos a dejar? ¿Se puede saber qué vamos a dejar? Yo estaba lista para irnos al hospital, con las zapatillas puestas, me había atado los cordones a cámara lenta mientras te trataban de reanimar. No me lo creía cuando va y viene a decirme que no. “Señora, que no hay nada que hacer”. ¿Y sabes lo que hice? Me fui hacia ti, lo aparté al tío con un manotazo en la cintura, y me salió enseguida el reproche: “¿Pero cómo te vas así, Jose?”. ¿Por qué no me avisaste, esa misma mañana, mientras te peinaba, por ejemplo? Mira, Carmen, que ahora en un rato me voy a marchar para siempre. Joder, Jose, casi cuarenta y cinco años comentándonos los planes y te vas de golpe y sin avisarme. No. Te digo una cosa, el puto verano se me ha hecho eterno, se fue todo el mundo de vacaciones. Alguna escapadita también ha caído por mi parte, pero los días más largos del año ya no sabía cómo pateármelos, arriba y abajo la calle Alcalá. Desde Sol hasta casi pasado Arturo Soria me hago. Hay calles que me las salto, porque en todas estás tú. Concretamente de Retiro a Manuel Becerra me lo hago en metro. En la plaza me compro un crocanti. Lo tiro a la mitad, claro. Pero me creo que si hago las cosas que hacíamos, si recreo los sonidos, el rasgar del papel, el primer mordisco al chocolate, el sabor de la vainilla es como montar la escena de una película. Por un momento me creo que estás tú también ahí. Te has llevado tantas cosas, bandido. Me has dejado en un escenario vacío. Ah, pero me sigo pintando el ojo, eso desde el primer día, ya me conoces. Eso no va a faltar. Y, ¡hale, pimpán, a la calle, a caminar! Ahora veremos cómo lo hago cuando entre más el invierno. Me parece que me voy a comprar una capa de agua que he fichado en el Mercadillo de Tetúan. Es horrible, pero es que se me da mejor el sudor que las lágrimas. Tengo por ahí una pila de crucigramas sin terminar. Incapaz de tirarlos. Yo, que me creía un hacha de los crucigramas. Y era porque tú siempre estabas ahí para chivarme las siglas de la OLP o deletrearme el apellido de Benzema. La radio también me cuesta. Y la música. No puedo con ella. ¿Nuestra música sola? A veces la pongo y te hablo mirando al portarretratos, que lo voy poniendo por la casa según voy haciendo cosas. Van a decir que estoy como una regadera, pero, ¿qué?, si al final el matrimonio era esto, una conversación muy larga y, por lo visto, inacabada... Riego poco los potos, que ya me he enterado que éstas son de poco regar: plantas resistentes y de cuidado fácil, le dije al chino, sí, el chino simpático de la calle O’Donnell. “¿Y su marido?”, me pregunta cada vez que voy. Le digo que bien, que estás en casa, y que llevo prisa. Ya arriba, cruzo rápido el salón hasta llegar al patio. Me remango la bata, me arrodillo, me aseguro de que estás ahí, compacto, con tu mejor sonrisa, a buen recaudo en mi bolsillo. Y contándote todo lo que he hecho en el día mientras continúo con el trajín de los tiestos y los esquejes. Sólo así me voy quitando esta sensación de habernos dejado mutuamente con la palabra en la boca. // 07.01.16_20.01.16 07 MÚSICA RAMÓN CALANDRIA “¿No te gustan Radiohead? Si te va el rollo épico, Radiohead tienen que gustarte. Por narices”. El protagonista, un etarra, el interlocutor, una futura víctima. El disco Ok Computer, de la banda inglesa. El cuento es El plazo, el autor, Iban Zaldua (San Sebastián, 1966). En un ejercicio de estilo que recuerda a los del taller Oulipo, el “taller de literatura potencial” creado por matemáticos y literatos franceses en los 60, Zaldua ha escrito a lo largo de los últimos años un buen puñado de cuentos que se basan en un método o juego, la creación de un relato a partir de un disco de su discoteca personal. Nos encontramos con él en la casa madrileña que sirve de posada para la editorial Páginas de Espuma, que ha publicado Biodiscografías, la versión en castellano –con bonus track– del original en euskera. Durante un rato, hablamos de su educación sentimental en la música, también un poco de la nuestra. Como comenta en un momento de la entrevista, la música tiene un poder de evocación más potente que la magdalena de Proust. Así, algo entre el placer culpable y la burla asoma cuando habla de los discos que había en la colección de sus padres: el de canciones de la película Fun in Acapulco, de Elvis Presley, discos de rancheras y “la parte más melosa de los Beatles”, apunta Zaldua. A partir de aquí, entre esos recuerdos sin magdalenas, van apareciendo los nombres de otros grupos, sin un orden prefijado, como aparecen en su libro de relatos. Gwendal, el primer concierto al que fue. Itoiz, la banda en euskera que Zaldua pone por encima de Kortatu. Pink Floyd, el primer grupo por el que sintió “pasión”. The Police, el grupo que, según el equipo de campaña de Rajoy, el todavía presidente lleva en su reproductor de MP3. Pero volvamos a Radiohead, posiblemente la banda de culto más popular de las últimas décadas. ¿En qué momento se le cruzó a Zaldua la idea de meter a esta banda de rock melódico en un zulo, en los momentos previos a una ejecución? La respuesta es sencilla: “Me parece posible y me parece plausible”. En todo caso, Se agradece la capacidad de Zaldua de hacernos mirar de nuevo aquello a lo que nos hemos acostumbrando un tema muy delicado: cómo se está alargando la resolución de las partes más dolorosas del conflicto. Que por la parte de ETA ya se haya solucionado y que no tenga solución del otro lado me parece una de las cosas más dolorosas que están ocurriendo hoy en día. Por otra parte, está ocurriendo lo que pasaba con los atentados de ETA: el grado de tolerancia, de acostumbrarse a eso al que llega la sociedad vasca, es muy grande, y a veces sorprende”. Se agradece la capacidad de Zaldua de hacernos mirar de nuevo aquello a lo que nos hemos acostumbrando. También su acercamiento al conflicto desde una posición poco frecuentada. Aquel joven que prefería a Itoiz o Jotakie antes que a Kortatu, militó en Euskadiko Ezkerra (EE), aquella tercera vía de los 80 que reclamaba el derecho de autodeterminación y acabó integrándose en la federación vasca del PSOE. “En aquella época ser de EE en ciertos ámbitos era como el rock progresivo para el punk: el enemigo”, dice medio en broma. Desde esa posición minoritaria, Zaldua ha conseguido algo difícil para otros escritores más atrincherados: empatizar. Quizá por esa capacidad de ponerse en el lugar de los otros, Zaldua nos alerta del peligro de los himnos, los más perfeccionados mecanismos que ha tomado la música para despertar pasiones. El revival que ha vivido La marsellesa a raíz de los atentados de Charlie Hebdo y Bataclan nos pone en alerta del “poder diabólico” que tiene la música para generar estados de ánimo. Ánimos El autor en la editorial que van desde el rollo épico de Páginas de Espuma, en Radiohead hasta el extraño el madrileño barrio de sentimiento de normalidad democrática que uno puede senMalasaña. FOTO: tir cuando escucha Every ÁLVARO MINGUITO Breath you Take en M80. // EL ETARRA QUE AMABA A RADIOHEAD y otros relatos de Iban Zaldua este escritor reclama nuestro derecho a no caer en clichés. Además, Zaldua reconoce cierta sintonía entre la forma y el contenido del relato: “Radiohead tiene una parte oscura, ese rollo de angustia existencial” que van con el relato. El plazo es otra de las historias del libro que tratan sobre “la cosa”, que es como llama Zaldua al conflicto vasco, tanto en la conversación que tenemos con él como en otros libros anteriores, especialmente Esa lengua rara y poderosa, su incursión – rigurosa y sin melodramas– al tema del uso del euskera. Autobahn hacia ninguna parte “La cosa” y sus efectos también vive en uno de los mejores relatos del libro, A89, la Transeuropéenne, la historia de dos conocidos que viajan en un bucle infinito a visitar a sus familiares presos en la cárcel de Roanne, en el departamento francés del Loira. En este caso, el tema es la dispersión de los presos vascos y, por encima de eso, los esfuerzos de sus seres queridos para visitarlos. La sensación de déjà vu de los viajes por autovía se multiplica: carretera, bosques, árboles, estaciones de servicios, curvas. Wir fahr’n fahr’n fahr’n auf der Autobahn (“nosotros conducimos por la autopista”). El relato “tiene que ver con el cansancio, el tema de la dispersión y los presos, un tema muy doloroso. Estamos hablando de 08 DIAGONALCULTURAS.261 FILMOTECA UN DON JUAN ABATIDO personajes como su esposa o un guionista que critica a los creadores intuitivos, devienen autocomplacientes. Y los arrepentimientos parecen un fingimiento más del seductor egocéntrico, abatido por no poder encajar a la perfección, sin consecuencias y sin rendir cuentas, su puzle de donjuanismo, amor romántico y vida marital. Un epílogo Sugerente monumento a la libertad creativa, 8 y 1/2 también es una mirada autocomplaciente a la figura del seductor masculino. IGNASI FRANCH Federico Fellini comenzaba un nuevo proyecto en 1962, urgido por unos productores deseosos de rentabilizar el éxito de La dolce vita. La situación del cineasta, empujado a iniciar el rodaje de un filme sin tener un esquema claro, se convirtió en el motivo creativo. A través de la improvisacion y la astucia construyó 8 y ½, un carrusel autorreferencial de las angustias y deseos de un artista en crisis. Marcello Mastroianni se convertía en un álter ego del realizador: Guido es mentiroso, algo infantil y, al parecer, sufre algunos complejos de culpa. Mientras intenta poner en orden su película y su matrimonio, recuerda bailes, muertes o desfiles sacerdotales de su infancia y sueña sueños de bloqueo creativo y de felicidad heteropatriarcal. El resultado final se sitúa entre los hitos de una filmografía algo carnavalesca, hedonista pero abierta a la tristeza, a una cierta nostalgia que se potenciaría con el paso de los años. Recientemente recuperada en formato Blu-ray, 8 y ½ reaparece con una calidad de imagen que realza el bello trabajo de Gianni di Vennanzo, también director de fotografía de obras contemporáneas de Michelangelo Antonioni (La noche). De alguna manera, la obra tiene algo de mediatriz entre el Fellini algo más convencional y sobrio de los inicios y su posterior barroquismo desaforado. Supone su primera apuesta firme por una narrativa fragmentaria, apoyada en la transferencia masiva de vivencias y fantasías personales. Sueños de dominio masculino Más allá de la representación filoexperimental de un bloqueo artístico, 8 y ½ trata de la rela- ción del cineasta con las mujeres, abordada en algunas llamativas y abochornantes escenas oníricas. La actriz Claudia Cardinale aparece en diversas ocasiones como una imagen alucinada de belleza y servilismo: sonriente, le ofrece un vaso de agua; sonriente, se muestra como un ama de casa que quiere “tenerlo todo limpio”. En otra escena, el personaje principal se imagina a sí mismo como señor de un harén: decenas de concubinas se entregan jovialmente a su déspota bondadoso, soportando con resignación el retiro, la invisibilización, cuando cumplen una cierta edad. En esa fantasía, la esposa del protagonista se transfigura en mamma resignada ante las infidelidades del marido: “Al principio no terminaba de entender por qué las cosas tenían que ser así. Ahora soy una buena chica”, afirma. Fellini parodia algunos deseos masculinos. Además, mezcla la sexualidad con el ansia infantil de cuidados maternales, ridiculizando a su álter ego. Pero este aparente deseo de compa- ñeras sumisas no sólo aparece en momentos alucinatorios. Aunque Guido se muestre abatido por no saber mejorar su matrimonio, uno de sus pensamientos finales resulta revelador. Mirando a su esposa, el protagonista piensa: “Si puedes aceptame como soy, es la única manera de encontrarnos”. Más allá de la parodia, emergen límites a La actriz Claudia Cardinale aparece en diversas ocasiones como una imagen alucinada de belleza y servilismo una autocrítica leve que no cuestiona las convenciones sociales vigentes: los pactos de pareja deben basarse en la renuncia de ella. Así, la fantasía de unas relaciones amorosas pacificadas a través del servilismo femenino es algo más que la representación humorística, quizá satírica, del subconsciente. Los cuestionamientos del protagonista, reforzados por Casi 20 años después, Fellini crearía una caricatura del feminismo. En La ciudad de las mujeres representó una convención de mujeres como un agresivo griterío androfóbico. La película parecía proyectar una defensa de los roles tradicionales de género, aunque también incluyese burlas a un pintoresco latin lover y al mismo protagonista. Mastrioanni interpretaba de nuevo otra encarnación posible del cineasta, en esta ocasión mucho más extemporánea, superada por un presente amenazante. En 8 y ½ dominan las autocríticas narcisistas y anestesiantes. La ciudad de las mujeres, en cambio, trasmite una sensación de pérdida de seguridad. Porque las interpelaciones agresivas no nacen desde el yo o desde figuras conocidas –la esposa al límite de la paciencia, el guionista que representa la ortodoxia cinematográfica–, sino desde un otro casi desconocido. Una mujer nueva y aterradora que cuestiona el orden establecido y no acepta que el seductor imponga sus normas y se limite a ser “tal y como soy”. //