reforma laboral

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07.01.16
20.01.16
2,30 EUROS
NÚMERO 261
www.diagonalperiodico.net
YO TAMBIÉN SOY ALAN
LIBERTAD SEXUAL. La muerte de un joven trans reabre el debate
sobre la educación y el acoso a las identidades diversas. P. 16-17
PANORAMA CUATRO AÑOS DEL MAYOR ATAQUE A LOS DERECHOS DE LOS TRABAJADORES
REFORMA LABORAL: NO ERA MALA, ERA PEOR
BOCA
JUNIORS
PARA EL
BARRIO
CULTURAS
PÁGINAS 8-11
PÁGINA 22
Breve mapa
de las grandes
fortunas
de Madrid
El peligroso
consenso de
la seguridad
ciudadana
El norte
se quema
en invierno
Cientos de incendios han arrasado
la cordillera Cantábrica. PÁGS. 6-7
2-3 PANORAMA
PANORAMA
[email protected]
Cuatro años de reforma laboral
La reforma
laboral
de 2012 ha
consagrado
un modelo
en el que la
temporalidad
y el mayor
poder
empresarial
son ley
TODO EL
PODER A LA
CEOE
Jose Durán Rodríguez
REDACCIÓN
De entre las muchas cuestiones para
recordar de la legislatura de Mariano
Rajoy como presidente del Gobierno,
hay dos fechas especialmente desta-
cadas en el ámbito laboral. El 10 de
febrero de 2012, el Consejo de Ministros aprobó el Real Decreto-Ley
3/2012, de medidas urgentes para la
reforma del mercado laboral, conocido como la reforma laboral del Partido Popular. Un paquete de cambios
legislativos orientado, según su exposición de motivos, “a facilitar la
contratación, con especial atención a
los jóvenes y a los parados de larga
duración, potenciar los contratos indefinidos frente a los temporales y
que el despido sea el último recurso
de las empresas en crisis”.
Consecuencia directa de la entrada en vigor de estas nuevas reglas del
juego laboral, la segunda fecha que
se recordará del periodo 2012-2015
es el 29 de marzo de 2012, la primera
de las dos huelgas generales convocadas ese año por los sindicatos mayoritarios, que fue secundada por
numerosas organizaciones autonómicas, sectoriales o alternativas,
en uno de sus últimos intentos de exhibir músculo en público.
Casi cuatro años después, y con
la incertidumbre ante lo que pueda
pasar tras la nueva configuración
parlamentaria surgida de las urnas
el 20 de diciembre, es buen momento para evaluar lo que ha supuesto
la reforma laboral, qué efectos ha
ocasionado y qué objetivos de los
anunciados se han cumplido.
Para Ramón Górriz, secretario
confederal de Acción Sindical de Comisiones Obreras, la valoración es
“totalmente negativa”, ya que ha supuesto “un incremento del poder empresarial y el intento de un debilitamiento de la negociación colectiva y
de la intervención sindical, con una
devaluación salarial importante que
ha tenido como consecuencia la destrucción de empleo”. En su opinión,
la reforma de 2012 continúa la senda
abierta por la de septiembre de 2010
y se trata de “una reforma al servicio
de los intereses de los grandes poderes empresariales y financieros”.
Teresa Ramos, abogada del gabinete jurídico confederal de CGT, destaca que la reforma laboral ha significado “un empeoramiento en las
condiciones laborales de las personas trabajadoras, la conversión a un
empleo más precario y temporal, y la
pérdida de empleo, que tuvo su cota
máxima en el primer trimestre de
2013 con una tasa de paro del
26,94%”. Ramos también subraya
que se sigue apostando por “la receta
Diagonal Del 7 al 20 de enero de 2016
Pedro Peinado
de la flexiseguridad, vieja conocida
por las anteriores reformas laborales
españolas y europeas, siendo un instrumento para facilitar el despido y la
movilidad dentro de las condiciones
laborales en detrimento de las personas trabajadoras”.
Como un “retroceso sin precedentes en el ámbito laboral” califica Luis
Ocaña, abogado laboralista y militante del Sindicato Andaluz de Trabajadores, al Real Decreto-Ley 3/2012.
“Sus consecuencias –recuerda– han
sido demoledoras: destrucción masiva de empleos, mayor precariedad,
más siniestralidad, rebajas salariales,
ataque frontal a la negociación colectiva e imposición de castigos al empleo público. En síntesis, degradación y pauperización de la clase
trabajadora. La ausencia total de diálogo social ya vaticinó estos resultados, que se han confirmado”.
Por parte del Gobierno, algo más
de un año después de la publicación
en el BOE de la reforma laboral, realizó un análisis de sus consecuencias.
Así, el Informe de evaluación del impacto de la reforma laboral, difundido en el verano de 2013, aseguraba
que “pese a la acumulación de siete
trimestres en recesión, la aceleración
de la caída del crédito, y la reducción
de casi 400.000 empleos en el sector
público, la reforma ha conseguido
contener el incremento de paro, frenar la reducción de empleo y mejorar
la flexibilidad del mercado laboral,
permitiendo a las empresas adaptarse al contexto económico más fácilmente y haciendo nuestra economía
más competitiva”.
En la primera, y hasta la fecha única, edición de este informe, el Ministerio de Economía y Competitividad
llegaba a realizar una pirueta retroactiva para estimar de manera muy
optimista que “la reforma habría contribuido a evitar la destrucción de
225.800 empleos en el año anterior a
su puesta en marcha”.
La reforma de las condiciones del
mercado de trabajo era una de las
propuestas incluidas en el programa
con el que el Partido Popular se presentó a las elecciones generales de
noviembre de 2011. Tras su victoria
por mayoría absoluta, Rajoy indicó
en su discurso de investidura, el 19
de diciembre de aquel año, que pre-
Formación y
aprendizaje,
manga ancha
Se aumentó de los 21 a los 25
años (hasta los 30 mientras la
tasa de desempleo esté por
encima del 15%) la edad máxima de las personas a las que
se puede emplear con esta
modalidad contractual y se alargó hasta tres años su duración.
También se eliminaron los límites al número de estos contratos que puede firmar una
empresa, antes vinculado al
tamaño de la plantilla, y se realizaron significativas reducciones de las cuotas a la Seguridad Social que las empresas
han de pagar. ¿Resultado? El
previsible: en los doce primeros meses de aplicación de la
reforma, estos contratos
aumentaron un 22%.
tendía “llevar a cabo una profunda
modernización de la legislación laboral, al servicio de la creación de empleo, que apueste por una mayor estabilidad, una mayor flexibilidad
interna en las empresas y que considere la formación como un derecho
del trabajador”.
Esas premisas se concretaron apenas dos meses después en la redacción y firma de la reforma laboral.
Pero su declaración de intenciones y
lo que ha acarreado su aplicación
práctica se parecen como la noche y
el día. “No se ha cumplido con ninguno de los objetivos que se incluían en
la exposición de motivos del Real Decreto-Ley 3/2012 de 10 de febrero.
Antes al contrario, ha servido para
desproteger a los desempleados y beneficiarios del sistema de Seguridad
Social, para abaratar aún más los
despidos y ampliar los supuestos en
que éstos se consideran procedentes,
facilitar los despidos colectivos incluso en las Administraciones Públicas,
debilitar las posiciones sociales en
las mesas de negociación colectiva,
rebajar los salarios, incrementar los
accidentes laborales... En definitiva,
se incrementa el reparto desigual de
riqueza, se liberalizan las relaciones
laborales y se clava un rejón de muerte al Derecho Laboral”, dice Ocaña.
Algunas de las medidas más criticadas de la reforma laboral han sido
la reducción de la indemnización por
despido improcedente (de 45 días
“Se incrementa el
reparto desigual de
riqueza y se clava un
rejón de muerte al
Derecho Laboral”
por año trabajado con un máximo
del equivalente a 42 salarios mensuales se pasa a 33 días con un tope de
24 mensualidades), la supresión del
requerimiento de la autoridad laboral para los despidos colectivos o que
los contratos a tiempo parcial puedan realizar horas extraordinarias.
PASA A LA PÁGINA SIGUIENTE
4-5 PANORAMA
Cuatro años de reforma laboral
Crecen las rentas
del capital, caen
los salarios
¿Derogará la
reforma el
Parlamento?
“Al menos en sus programas,
los partidos políticos de posiciones de izquierda y progreso
planteaban esa modificación de
políticas económicas y laborales. Existen condiciones para
rápidamente derogar la reforma
laboral, la LOMCE o la ley Mordaza. Pero además de esta
situación nueva en el Parlamento, es fundamental la pelea que
cada día se hace en los centros
de trabajo”, opina Ramón
Górriz, de CC 00. Luis Ocaña,
del SAT, aboga por “explorar
nuevas alternativas de empleo
colectivo. Desarrollar proyectos
cooperativos que generen
empleo y tejer una red económica que no responda a las
lógicas del capital”.
VIENE DE PÁGINA ANTERIOR
Son movimientos que han facilitado el despido y un modelo en el que
se potencia el empleo a tiempo parcial y la temporalidad frente a la jornada completa y el contrato indefinido. En los primeros seis meses de
2013, según los datos oficiales, la contratación a tiempo parcial se incrementó casi un 9% respecto al año anterior. Treinta meses después, la
estadística de crecimiento de estos
contratos parciales sigue siendo similar: en el tercer trimestre de 2015
se han firmado un 9,2% más que el
mismo periodo de 2014. “Se ha roto
el núcleo estable de trabajadores con
contrato fijo. En el último mes, de cada cien contratos, 95 han sido temporales y a tiempo parcial”, dice Górriz.
La apuesta por el trabajo a media
jornada se completó en diciembre de
2013 con el Real Decreto-Ley
16/2013, “la última vuelta de tuerca
en la precarización del contrato a
tiempo parcial, ya flexibilizado por el
gobierno de Zapatero”, recuerda Isabel Otxoa, profesora de Derecho de
la Empresa en la Universidad del País Vasco, quien explica a Diagonal
que con estos contratos “las ventajas
para la empresa son la flexibilidad en
la gestión de la jornada laboral y por
tanto de los salarios, y la mayor intensidad de la dedicación que se da
en jornadas cortas. Las horas contratadas se pueden estirar hasta un 75%
más, a voluntad de la empresa y sin
derecho a consolidar la jornada, con
un preaviso de tres días. Las 20 horas
de contrato se pueden convertir en
35 el tiempo que la empresa quiera y
volver a reducir sin necesidad de justificación alguna. Además, muchos
contratos parciales son una tapadera
de contratos a tiempo completo, pero
no hay interés en controlar la situación. Si lo hubiese obligarían a definir el horario en el contrato”.
Ramos también incide en la importancia de esa modalidad contractual
y lo que supone su implantación generalizada: “Los contratos estrella si-
120
110
+14%
100
Rentas salariales y
del capital en España
(2011-2014)
90
Fuentes: Agencia Estatal de Administración
Tributaria (AEAT) y Banco de España.
Elaboración de Colectivo Ioé, Barómetro social
de España / DIAGONAL
-12%
80
2011
2012
2013
Capital en acciones
guen siendo la contratación temporal frente al indefinido y la tendencia
al alza del tiempo parcial frente al
completo en los últimos años, impulsada a su vez por la reforma de diciembre de 2013 que ha terminado
por difuminar los límites a su uso como instrumento de flexibilidad laboral en precario, siendo a su vez muy
habitual en la actualidad los contratos por horas”.
En 2015, la contratación temporal
ha seguido aumentando. Según la
Encuesta de Población Activa, en el
tercer trimestre del año creció un
10,1% (205.500 más) sobre el mismo
periodo del año anterior, mientras
que el total de asalariados con contrato indefinido descendió en 18.900.
La cifra dada por el Ministerio de
Empleo el 5 de enero habla por sí sola: de los 18.576.280 de contratos firmados en todo 2015, sólo el 8,1% fueron indefinidos. El resto, más de 17
millones, duraron días o semanas.
2014
PIB
Salarios + prestaciones por desempleo
300.000
MILL
MÁS POBRES, MENOS PRESTACIONES
La masa salarial de 2014 ha perdido algo
más de 40.000 millones de euros con
respecto al inicio de la legislatura (2011) y las
prestaciones de desempleo, 4.300 millones.
es el aumento del valor
de las acciones entre
2011 y 2014
Caída en picado de los salarios desde 2009
Salario medio anual en España (1992-2014)
Año con reforma laboral
20.649€
20.791€
21.000€
20.000€
18.377€
18.264€
19.000€
18.000€
Quién fuese mileurista
Otras medidas muy significativas han
sido la modificación sustancial de las
condiciones de trabajo mediante la
inaplicación de los convenios, el conocido como descuelgue, especialmente en lo tocante a la jornada y al
salario. El Informe de evaluación del
impacto de la reforma laboral confirma que con estas medidas de inaplicación “la retribución por asalariado
que refleja la contabilidad nacional
ha mostrado una fuerte contención, e
incluso caídas significativas, al final
de 2012 (-3% anual) y al principio de
2013 (-0,6%)”. Górriz apunta a este
respecto que “donde más se ha notado es allí donde hay más dificultades
para tener organización sindical, especialmente en las empresas más pequeñas donde hay escasa representación o no hay. La mayoría de las
inaplicaciones de convenio, relacionadas con cuantías salariales, se han
negociado en comisiones ad hoc donde no están los sindicatos. El empresario, bajo la amenaza que supone
ese desequilibrio, pide la inaplicación
de convenio con la coartada de que
lo hace para evitar el cierre o los des-
17.000€
1992
pidos”. También señala a otro de los
objetivos no declarados pero implícitos en la reforma laboral, como es
desequilibrar aún más las relaciones
de poder a favor de la empresa. Por si
no estuvieran ya lo suficientemente
1996
2000
2002
2004
2006
2008
LA PRECARIEDAD COMO SECRETO
La caída en picado en los salarios ha hecho
que en 2013 la media de los sueldos españoles
sea incluso más baja que en 1997.
2010
2012
2014
Fuentes: Agencia Estatal de
Administración Tributaria (AEAT).
Elaboración de Colectivo Ioé,
Barómetro social de España. /
DIAGONAL
Parte de la renta nacional que percibe la
población asalariada en España y en la
Unión Europea de 15 países (1960-2014)
El trabajo
ya no es lo
que era
Fuente: ECOFIN (Comisión Europea), Annual Macroeconomic Database (AMECO).
Elaboración de Colectivo Ioé, Barómetro social de España. / DIAGONAL
75%
70%
65%
60%
España
55%
1960
“En el último mes,
de cada 100
contratos, 95 han sido
temporales y a tiempo
parcial”, dice Górriz
1994
1965
1970
Media Unión Europea (15 países)
1975
UNA TENDENCIA
DESDE LOS AÑOS
OCHENTA
1980
1985
1990
1995
2000
2005
2010
Cerrar el círculo
Destrucción de empleo, devaluación
salarial, mayor facilidad para el despido, apuesta por la jornada parcial,
incremento del poder empresarial y
deterioro de la negociación colectiva
y la intervención sindical son algunos
de los rasgos definitorios del nuevo
mercado laboral pintado por la reforma laboral durante estos cuatro años.
Para Górriz, ésta supone un todo que
cierra el círculo de otra serie de políticas en vigor: “Junto a esto hay que
poner las políticas presupuestarias,
que han conducido a las privatizaciones o a unos servicios públicos esenciales de menor calidad, con reducción de plantillas, en función del
déficit y del artículo 135 de la Constitución Española que con nocturnidad
y alevosía modificaron el PSOE y el
PP”. Y para completar –añade–, “las
restricciones a las libertades: ¿Cómo
puede ser que en pleno siglo XXI haya más de 300 personas imputadas
por ejercer el derecho de huelga, aplicándoles el artículo 315.3 del Código
Penal, a quienes se les pide penas que
recuerdan a la dictadura? Un país en
el que hay gente imputada por ejercer el derecho de huelga es un país
en el que no hay equilibrio en las relaciones laborales”.
Sobre cómo revertir los efectos
de la reforma, Ocaña recuerda que
“hay Administraciones que se han
comprometido con el empleo y
han articulado medidas para paliar los efectos de la reforma. También hay convenios donde mediante la negociación colectiva se han
incorporado cláusulas antirreforma. Y no podemos olvidar que desde algunas instancias judiciales se
han limitado muchos efectos y no
se ha permitido acudir a las inter-
2015
La parte de la renta nacional que percibe la población
asalariada experimentó un alza en la década de los 60
y primeros años 70 del siglo pasado, para reducirse a
partir de entonces en beneficio del capital.
desequilibradas, la modificación legislativa privilegió los acuerdos internos frente a los de rango superior. “El
objetivo central era acabar con el
convenio sectorial, que tiene un marco de relaciones y condiciones de tra-
que tenemos en 2015 llega a
9.600.000”, explica el representante
de CC OO. “Ha habido convenios de
empresa de nueva creación –que era
uno de los objetivos de la reforma:
sustituir el convenio de sector por el
de empresa–, orientados a devaluar
las condiciones y los salarios marcados por los sectoriales”, recalca.
bajo superior al de empresa. En esto
podemos decir que hemos salvado
los muebles. En 2012 había unos nueve millones de trabajadores con cobertura de convenios colectivos, en
2013 y 2014 también y por los datos
“Sólo con un
movimiento sindical
fuerte y articulado
será posible ir
dándole la vuelta”
pretaciones más tenebrosas que
pretendían los defensores de la reforma. Ahora bien, sólo con un
movimiento sindical fuerte y articulado será posible ir dándole la
vuelta a este desaguisado”.
Diagonal Del 7 al 20 de enero de 2016
Toni Garriga / SINC
LA REFORMA
LABORAL
Y LA MAL
LLAMADA
CONCILIACIÓN
Impacto de los cambios
legislativos sobre las mujeres
Jose Durán Rodríguez
REDACCIÓN
El desempleo, los salarios más
bajos, las peores condiciones laborales y las modalidades de contrato temporales y con jornada
parcial tienen nombre de mujer
en España. Ha sido así históricamente y la reforma laboral aprobada en 2012 lo ha acentuado
considerablemente. A finales de
diciembre de 2015, las mujeres
en paro eran 2.218.273, según datos del Servicio Público de Empleo. Los hombres desempleados
eran 1.875.235. En noviembre del
año pasado, la afiliación a la Seguridad Social de trabajadoras y
trabajadores en alta laboral también reflejaba dígitos desiguales:
ellos superaban ampliamente los
nueve millones mientras que
ellas no llegaban a los ocho.
Una diferencia que se remonta
a años atrás y que se ha incrementado en los últimos tiempos,
según recuerda Isabel Benítez,
socióloga especializada en relaciones laborales: “La tasa de actividad de las mujeres en el Estado
español –es decir, la predisposición a entrar al ruedo del salario–
ha sido muy baja en comparación
con el resto de Europa. Paralelamente, la tasa de desempleo ha
sido históricamente más alta, situación que con la crisis también
ha sucedido, aunque sólo saltó la
alarma cuando afectó a los ni-
chos clave altamente masculinizados, como la construcción”.
Para Teresa Ramos, abogada
del gabinete jurídico confederal
del sindicato CGT, la reforma laboral ha contribuido a hacer más
grande esa desigualdad ya existente: “Dado que las mujeres tienen históricamente una situación
de mayor precariedad y peores
condiciones laborales –salario, tipo de contratación, menor presencia en ámbitos de decisión, segregación laboral–, la reforma,
con mayor desregularización de
las condiciones de trabajo, y sin
ninguna medida para corregir esa
desigualdad, aparte de empeorar
las condiciones de todas las personas trabajadoras, agudiza aún
más la situación de desigualdad
de las mujeres”.
Benítez, que califica la reforma
laboral como “calamitosa”, considera que “a medida que se reduce
a mercancía a los trabajadores
–se les niegan derechos y se reduce su capacidad de negociación–
se agudizan los mecanismos ‘espontáneos’ de división sexual del
trabajo producidos por un modelo social patriarcal-capitalista”.
En la aplicación concreta de la
reforma laboral, la desigualdad se
deja notar especialmente en aspectos como la duración de los
contratos y de la jornada. La potenciación del contrato a tiempo
parcial, en una tónica generalizada de contratación temporal y no
indefinida, ha afectado especialmente a las mujeres, según explica Ramos: “La feminización de los
contratos temporales a tiempo
parcial es aplastante. En 2014, según datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, de cada
Brecha salarial,
consecuencia
ideológica
Una de las desigualdades laborales más sangrantes entre hombres
y mujeres es la salarial. La socióloga Isabel Benítez apunta al origen
de esta brecha: “La concepción
del salario femenino como un
complemento de la renta familiar
y la sobrecarga de trabajo necesario no asalariado relacionado con
el mantenimiento de la vida
–trabajo de cuidados, atención
a dependientes, trabajo doméstico...– han presionado a la baja el
salario de las mujeres”.
cien contratos a mujeres, 49 han
sido temporales y otros 42, temporales y a tiempo parcial, siendo 68
y 23 respectivamente en el caso de
los hombres”.
¿Quién concilia a quién?
Otra de las medidas estrella de la
reforma, la inaplicación y descuelgue de los convenios según la
situación de la empresa, también
ha incidido negativamente sobre
el empleo de las mujeres, indica
Ramos: “La flexibilidad interna
–en cuanto a jornada, funciones,
salario– que implica la adaptación
de las condiciones laborales en
función de la situación competitiva y económica de la empresa tiene un impacto sobre todas las per-
sonas trabajadoras de mayor precariedad, pero de manera particular sobre la vida de las mujeres,
haciendo más difícil la mal llamada conciliación”.
Apareció la palabra. El concepto. La idea que ayuda a explicar
en parte por qué las mujeres han
sido relegadas a un lugar subalterno en el terreno laboral: la conciliación de la vida familiar y laboral. Que viene a significar que
ellas han de trabajar dentro y fuera de casa, lo primero sin remunerar y lo segundo por debajo de sus
compañeros en muchas ocasiones. Ahondando en esta cuestión
y relacionándola con las políticas
públicas, Benítez considera que la
degradación generalizada de las
condiciones de trabajo ha colocado en peor posición la ocupación
laboral de las mujeres: “La degradación y ausencia de servicios públicos y ayudas para la atención a
menores, dependientes, personas
enfermas ha presionado aún más
su abandono del mercado de trabajo por factores ‘ideológicos’ patriarcales – “¿quién cuida mejor
“En 2014, de cada cien
contratos a mujeres,
49 fueron temporales
y otros 42, temporales
y a tiempo parcial”
sino una mujer?”–, pero también
materiales, en tanto que si se exige la dedicación a tiempo completo a estas tareas a alguien parece
lógico que se prescinda del salario
más bajo”.
6 -7 GLOBAL
Elecciones europeas
GLOBAL
[email protected]
Entorno
María José Esteso Poves
Redacción
Más de 170 incendios han asolado
Asturias en la última quincena de diciembre, otros 83 han arrasado Cantabria y un número menor ha afectado también a Galicia, País Vasco y
Navarra. Han sido cientos de fuegos
y, en la mayoría de los casos, cada
incendio ha ido acompañado de un
elevado número de focos que se iniciaban simultáneamente.
Las llamas han calcinado zonas de
gran valor ambiental y paisajístico
de la cornisa cantábrica. Áreas de
parques naturales y espacios valiosos de la Red Natura 2000 han quedado arrasados. Las altas temperaturas, el persistente viento del sur,
seco, y las quemas de los ganaderos
para conseguir pastos mejores en
primavera están detrás de esta ola de
incendios provocados. Pero no sólo;
los expertos apuntan más causas.
Cuidar el monte todo el año
Javier Mendia García
“El monte está abandonado, y esto lo
demuestra que los incendios son del
1 de enero al 31 de diciembre. No sólo en verano. En la cornisa cantábrica han tenido las mismas condiciones que tenemos en Levante: viento
del sur y terreno muy seco. En la Comunidad Valenciana estamos en
alerta [4 de enero] y ya se ha producido un incendio”, dice Jaime Senabre, bombero forestal del Simposio
Nacional de Incendios Forestales.
Por su extensión, Cantabria ha sido la comunidad más afectada.
Cuenta con 500.000 hectáreas, de las
cuales han ardido dos terceras par-
MONTES EN NOVIEMBRE Y DICIEMBRE SE PRODUJO UNA OLA DE INCENDIOS
ARDE EL
NORTE
Agentes forestales señalan que el 90% de los fuegos
son provocados por ganaderos para cobrar la PAC
les 2.000 han quedado destruidas.
“Llevo 23 años como agente forestal
aquí y nunca he visto nada igual”, dice, afectado, Manuel Fernández Fabián, presidente de la Asociación de
Guardas del Medio Natural del Principado de Asturias. “En Asturias no
se concibe eso de que tires una colilla desde un coche y se prenda fuego, la humedad de la vegetación lo
impide”, aclara Fernández Fabián, y
explica a Diagonal que “sin una mecha y sin esperar a que se encienda
no arde el monte en Asturias”, aunque reconoce que esta vez han sido
muchos días con viento del sur y sin
lluvias. Sobre la autoría de los incendios no cree que alguien queme el
monte para construir, como permite
desde el año pasado la Ley de Montes que aprobó el PP: “Los terrenos
donde se han producido los incendios tienen tanta pendiente y son tan
abruptos que no se permitiría construir”, afirma.
“Terroristas ambientales”
tes, según el presidente de la Asociación Cántabra de Agentes del Medio
Natural, José Antonio García. El
agente afirma que es pronto para saber con exactitud las cifras: “Es necesario medir, pero las 2.000 hectáreas quemadas que se han adelantado me parece una previsión muy optimista”. García señala que los incendios han llegado a ser más de 400 en
esta comunidad (grandes y pequeños) y lamenta que, a pesar de todo,
“no existe ninguna denuncia administrativa”. Recuerda que, en Canta-
bria, la mayoría son montes de utilidad pública, “cuentan con una protección especial y regulan, por ejemplo, la economía de los pueblos”.
Sin ambages, señala que “no pretendo atacar a los ganaderos, pero el
90% de los incendios los han provocado ganaderos incendiarios, ganaderos delincuentes”, afirma. García
apunta también que “tanto mis compañeros como yo los conocemos, son
muchos años recorriendo los montes. Sabemos quiénes son, sólo nos
falta pillarles y probarlo”, explica.
“Pedimos más vigilancia preventiva, más medios materiales y humanos, pero cada año tenemos menos retenes, menos personal y más
recortes”, denuncia García. E in-
siste en que se vede al pastoreo el
bosque quemado y se eliminen las
subvenciones: “Entonces los propios ganaderos van a denunciar a
quienes han sido”.
En Asturias, el fuego tampoco ha
dado tregua. Las llamas han destruido los montes de más de 40 municipios. El entorno de Llanes, Ribadesella y Cangas de Onís, entre otros, ha
quedado calcinado. El incendio más
grave se produjo en El Franco el pasado 19 de diciembre y afectó a un
total de 3.500 hectáreas, de las cua-
El agente mantiene que no es un
“descuido” de los ganaderos porque
“el monte es su patrimonio. En zonas muy aisladas, a las tres y cuatro
de la madrugada, se han producido
hasta 20 focos a la vez. Son incen-
Diagonal Del 7 al 20 de enero de 2016
dios intencionados”, y añade con rabia que “los que han prendido el fuego son terroristas ambientales”.
Las investigaciones coinciden en
que algunos ganaderos han aprovechado el uso del fuego que hacen tradicionalmente en la cornisa cantábrica en estas fechas, en zonas de
matorral, para conseguir mejores
pastos en primavera para el ganado,
y de paso prender el monte. Desde la
Fundación Naturaleza y Hombre,
con sede en Cantabria y dependiente
del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, se señala: “Con un origen mayoritariamente ganadero, para la obtención
de pastos tiernos, cada año se recurre a esta técnica insostenible de
quemar de forma incontrolada los
montes, con una práctica ya asumida como tradicional, pero completamente insostenible, ilegal y de la que
cualquier gestión moderna debe
huir”. En cuanto a los autores, esta
fundación, cuya actividad es la conservación del patrimonio natural y la
defensa de los montes, los califica
como “salvajes pirómanos que atentan con auténtica impunidad ante la
falta de medios para perseguir a estos delincuentes”.
Además, muchos propietarios de
ganado cobran sustanciosas subvenciones. Juan Manuel Pérez de Ana,
biólogo asturiano, detalla en su blog
que al menos dos ganaderos fueron
perceptores en 2014 de “ayudas superiores a lo que cobra el presidente
del Gobierno”.
Subvenciones sustanciosas
El caso de las subvenciones afecta
por ejemplo a José Antonio G. Á., de
Cangas de Onís, que cobró en 2014
hasta 127.338 euros, procedentes de
la Política Agraria Común (PAC), por
superficie de pasto en los montes de
su propiedad. Muchos ganaderos
queman el matorral de sus montes
para ampliar la superficie de pasto y
cobrar más subvenciones. Ese mismo ganadero declaró a un medio local: “Si pudiera derogaría el parque
nacional, a los ganaderos sólo nos
trae problemas” y “en los Picos de Europa no debería haber ningún lobo,
porque esa especie es totalmente incompatible con la actividad ganadera”, según el blog de Pérez de Ana.
“Aunque tradicionalmente se hacen quemas, eso no quiere decir que
sean legales”, dice a Diagonal Rubén
Cabrero, presidente de la Asociación
Española de Agentes Forestales y
Medioambientales de España. “Quemar el monte no es legal, es un delito
tipificado en el Código Penal”. Y explica que lo de quemar los pastos “tiene truco”, porque se prende fuego sabiendo que van a arder los árboles.
“Así van a tener hierba nueva y las
subvenciones de la PAC”, continúa.
Cabrero aclara que “los que han provocado esos incendios son incendiarios, tienen una intención de conseguir más pastos y cobrar. No son pirómanos, enfermos que no saben lo
que puede ocurrir”, matiza.
El portavoz de los agentes forestales y medioambientales del Estado
español también recuerda que “gracias a la lucha de los agentes forestales se consiguió modificar el proyecto de Ley de Montes del PP que pretendía dejarles sin atribuciones. “La
ley nos quitaba la figura de policía
judicial e impedía que investigáramos delitos ambientales, como los
incendios. Finalmente, en el trámite
de la ley en el Senado, en el periodo
de alegaciones conseguimos mantenernos como policías judiciales”, pero se enfrentan a los recortes y falta
de medios. Por ello pide a las comunidades autónomas que “potencien
la investigación de los incendios a
través de los agentes ambientales”
como conocedores del campo.
En la lucha contra los incendios
muchos se juegan la vida. El pasado
23 de diciembre murió un piloto de
helicóptero, José Antonio Rodríguez,
en la extinción de un incendio en el
municipio asturiano de Parres. El helicóptero chocó debido a la falta de
visibilidad por el humo. Ese día había
en Asturias 14 incendios provocados
tres días antes con 147 focos ardiendo a la vez. Desde la Fundación Hombre y Naturaleza se pide también
“castigar ejemplarmente a los incendiarios, entre otras razones para motivar y por respeto a las brigadas que
arriesgan la vida en los incendios”.
Pero no es sólo el fuego. “Ya está lloviendo y nevando en algunos
sitios, y ahora la erosión de los terrenos va a ser brutal”, reconoce
Fernández Fabián. El agua arrastra los suelos antes sujetos por la
vegetación. Por ello desde la Coordinadora Ecoloxista solicitan que
se prohíba el ganado en las zonas
quemadas para evitar que aumente más la pérdida de suelo y vegetación y “se acote el pastoreo en
todas las zonas incenciadas”.
Otro factor de riesgo es la falta de
mantenimiento y vigilancia de los
montes. El agente denuncia que “no
existen en Asturias patrullas de vigilancia: “Si tú quieres prender fuego
al monte, los agentes forestales no
te van a sorprender”. Senabre coincide con él y manifiesta que “los
montes están como están. No se
puede tener cuadrillas de gente contratada unos meses y con total precariedad, por cuatro perras, pero
cuando hay un incendio los van a
buscar a su casa y levántate de tu cama y juégate la vida”.
El fenómeno de El Niño
Los incendios en la cornisa cantábrica han contado no sólo con la mano
del hombre, también con una climatología muy favorable. Muchos hablan de cambio climático. Sin embargo, para Jorge Olcina, catedrático de
Análisis Geográfico y responsable
del Instituto de Climatología de la
Universidad de Alicante, “no se puede hablar en este caso de cambio climático, porque éste es un proceso a
medio y largo plazo. Lo que sí estamos notando del cambio climático es
la subida de temperaturas”.
Esas temperaturas suaves y la ausencia de lluvia de este invierno tienen que ver, según Olcina, con El
Niño, un fenómeno natural que va
ligado al calentamiento de las aguas
del Pacífico: “Lo que está ocurriendo en el Pacífico con el fenómeno de
El Niño es que ha alterado toda la
circulación atmosférica de Europa.
Ha provocado la instalación de un
potente anticiclón en noviembre y
diciembre”. El climatólogo señala
que esa situación es “la causante directa de la sequedad ambiental del
terreno” y ha impedido que llueva.
“Se han creado las condiciones necesarias en la cornisa cantábrica para que cualquier pequeño incendio
cobrara una significación importante”, explica Olcina, y advierte también de que ésa va ser también la tónica de los incendios en todo el territorio peninsular para este año.
8-9 GLOBAL
Los ultrarricos en Madrid
EL DORADO
DE LAS GRANDES
FORTUNAS
Pablo Elorduy / Ter García
Redacción
La compraventa de suelo e inmuebles, las adjudicaciones
y las rebajas fiscales, principales nichos de beneficio de los más ricos
¿Quién manda en Madrid?
Las diez personas de Madrid que aparecen en la lista Forbes de “ultrarricos” y sus relaciones.
Juan Miguel Villar Mir
Alicia Koplowitz
Florentino Pérez
Helena Revoredo
Rafael Del Pino
El presidente de OHL es el
primer empresario madrileño en
la lista Forbes
Ex de FCC, desde su salida se
dedica a las inversiones
inmobiliarias y bursátiles
El presidente de ACS también
aparece en la lista de los
madrileños más ricos
Dirige Prosegur, la primera
empresa de seguridad privada
en el Estado español
Dirige Ferrovial. Junto
a su hermana María aparece
en la lista Forbes
OHL
FCC
ACS
Prosegur
Ferrovial
Fundación Príncipe de Asturias
Fundación Príncipe de Asturias
Fundación Príncipe de Asturias
Fundación Príncipe de Asturias
C. Empresarial para la Competitividad
Real Madrid
Museo del Prado
Real Madrid
Colegio El Pilar
Fundación Transición Española
Ex alto cargo o familiar de uno
C. Empresarial para la Competitividad
Foro Puente Aéreo
Foro Puente Aéreo
Ex alto cargo o familiar de uno
Juan Abelló
María del Pino
Alberto Cortina
Alberto Alcocer
José Llado
Presidente de Torreal, una
de las mayores compañías
de inversión de España.
Conocida por sus obras de caridad,
Del Pino pertenece al clan
de los Calvo-Sotelo
Participa en ACS a través de
Alcor Holding, que también
controla la papelera Ence.
Junto a Cortina, dirige Alcor
Holding. Ambos fueron al
Colegio de El Pilar
Este exministro del
Franquismo es el propietario de
Técnicas Reunidas.
Alcaliber
Ferrovial
ACS
ACS
Técnicas Reunidas
Colegio El Pilar
Ex alto cargo o familiar de uno
Colegio El Pilar
Colegio El Pilar
Colegio El Pilar
Fundación Príncipe de Asturias
Fundación Príncipe de Asturias
Ex alto cargo o familiar de uno
Torreal
Museo del Prado
Imagina
Fundación Transición Española
Real Madrid
Acaso intoxicado por los dulces
navideños, el 2 de enero, José Luis
Sanchis Armelles, expresidente
de la Asociación Mundial de
Consultores Políticos, publicaba un
artículo en El Mundo en el que proponía un Gobierno de concentración
formado por algunos políticos populares y socialistas no elegidos el 20
de diciembre y una serie de banqueros y empresarios del Ibex 35. La
idea de Sanchis no era nueva, el 25
de diciembre Expansión llevaba en
sus páginas el sueño húmedo de un
Gobierno presidido por César
Alierta, presidente de Telefónica, con
tres vicepresidentes: Pablo Isla
(Inditex), Isidre Fainé (La Caixa) y
Florentino Pérez (ACS), y una serie
de ministros procedentes de El Corte
Inglés, el Santander u OHL.
Todo se hubiese quedado en un
chiste si no fuera porque algunas de
esas fortunas ya tienen un peso indudable en las políticas llevadas a cabo
por el Gobierno. La banca, que ha recibido más de 1.4 billones de euros
en concepto de rescate, o las eléctricas, han marcado, especialmente
desde el estallido de la crisis económica, las políticas de ministerios como Economía o Industria. Pero, ¿qué
peso tienen las grandes empresas y
las grandes fortunas sobre las políticas municipales y autonómicas?
La entrada de Ahora Madrid en
el Ayuntamiento de la capital ha estado acompañada, según Mauricio
Valiente, tercer teniente de alcalde
de la capital, de una “campaña de
acoso y derribo” por parte de la
prensa afín al Gobierno anterior.
Anécdotas como las críticas por
sustituir el palco VIP en la cabalgata de Reyes por una grada para personas con diversidad funcional o el
affaire de los Belenes –la campaña
mediática para denunciar la retirada de las natividades decorativas,
una retirada que no se ha producido–, se han visto acompañadas de
otras más ajustadas a las luchas entre clases en la ciudad. Entre estas
últimas, Valiente recuerda la polémica en torno a la “tasa turística”
planteada por el área de Hacienda
para recaudar pequeñas cantidades por parte de las personas que
pernoctan en hoteles de la capital.
Con esa idea de tasa turística, el
área que dirige Carlos Sánchez
Mato “tocaba” uno de los principales, si no el primero, nicho de negocio de la capital: el turismo.
Eduardo Gutiérrez, portavoz de la
Comisión de Presupuestos y
Economía de Podemos en la
Comunidad de Madrid, considera
ese sector como la burbuja en la que
permanece subida la economía madrileña. Para Gutiérrez, éste es un
modelo que lleva “progresivamente
a la desigualdad, a la concentración
de la riqueza y de los recursos públicos en un grupo reducido de
grandes empresas, y a la pauperiza-
Diagonal Del 7 al 20 de enero de 2016
Ingresos por lucha contra
el fraude fiscal en Madrid
Madrid: vivero
de grandes
fortunas
En 2014 se obtuvo la recaudación de lucha contra el
fraude más baja desde 2007. El año pasado se han dejado
de ingresar 137,3 millones de euros por el relajamiento de
la persecución de la evasión fiscal.
0,35
En porcentajes en
relación al PIB de la
Comunidad de Madrid
ción del modelo empresarial de la
Comunidad de Madrid”.
0,30
El turismo y el suelo
0,25
0,20
0,15
0,10
0,05
0,00
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
Deducciones
Sólo una de cada diez personas en Madrid puede
utilizar las deducciones a impuestos. Las deducciones
ascendieron en 2013 a 110 millones de euros.
Deducciones
al alquiler
Educación
privada
52,2 30,8
MILL MILL
Las deducciones por
arrendamiento de vivienda
a menores de 35 años
beneficiaron a 69.000
personas
Las deducciones por
gastos en educación
privada beneficiaron a
180.000 familias
Ingresos por el Impuesto
de Patrimonio
Madrid es la comunidad con más
patrimonio y la que menos ingresa
después de que Aguirre eliminara el
Impuesto de Patrimonio.
Patrimonio neto
declarado
País Valenciano
Cuota neta
ingresada
Comunidad
Autónoma
Comunidad de Madrid
En millones
de euros
Galicia
Canarias
Catalunya
Andalucía
110 MILL
81 MILL
54 MILL
ELABORACIÓN DIAGONAL
27 MILL
0
0
2 MILL
4 MILL
6 MILL
8 MILL
“Está bien que haya un hotel bonito
ahí”, decía Manuela Carmena en una
entrevista en el programa de TV
Siberia en referencia al proyecto del
grupo Villar Mir en Canalejas. Ese
bonito hotel, que regentará la canadiense Four Seasons, no es el único.
Según señala José Leal, periodista de
El Mundo experto en las grandes fortunas españolas, en los últimos años,
“lo que más se está comprando y vendiendo en Madrid son hoteles”, y son
varias las cadenas internacionales
que le han echado el ojo a la ciudad,
a la vista de las gangas inmobiliarias.
Ya durante 2014, un informe de la
consultora Irea cifraba en más de
1.000 millones el monto de las operaciones cerradas en torno al mercado
hotelero en España, “el mejor dato
en 20 años”. El Grupo Hotusa, con
Amancio López a la cabeza, compró
a principios de diciembre el Hotel
Sheraton Mirasierra. Con él ya acumula 145 hoteles en todo el mundo
bajo sus marcas Eurostars y Exo
Hotels, cinco de ellos en la ciudad de
Madrid. Blas Herrero, dueño de Kiss
FM, también se ha lanzado a la compra de hoteles asesorado por el marido de María Dolores de Cospedal,
Ignacio López del Hierro. A principios de 2014 adquirió dos hoteles cerca de la estación de Chamartín y de
Plaza de Castilla.
Pero, para hablar de quien manda
en Madrid, también hay que echar
un vistazo a los nombres que tienen
la ciudad en propiedad. “Por una parte están los viejos propietarios, por
otra, los fondos de inversión son los
nuevos propietarios, lo están copando todo, tanto edificios de viviendas
como locales comerciales o de oficinas”, explica José Leal. “Ahora mismo, en Madrid y Barcelona, está todo
tan barato que interesa invertir la
pasta en el ladrillo, y hay muchísimo
dinero de EE UU que necesita colocarse”.
El fondo de inversión estadounidense Rialto Capital y, sobre todo, el
Grupo Wanda desde China –Edificio
España, operación Campamento–
son algunos de los fondos que se han
lanzado a la compra de inmuebles y
suelo. Junto a ellos aún quedan grandes propietarios ya conocidos entre
el alto standing madrileño.
Leal señala cómo algunos de los
principales propietarios de la ciudad al jefazo de Inditex, Amancio
Ortega, al Consejo de la Abogacía y
a Mutua Madrileña. Como bien presume en su propia web, la Mutua es
“propietaria de uno de los patrimonios inmobiliarios más relevantes
de España”: 23 edificios que ocupan
una superficie de 208.000 metros
cuadrados. La cartera del Consejo
de la Abogacía es aún mayor: 42 inmuebles, 26 de ellos en Madrid, entre los que se cuentan un edificio de
oficinas en Agustín de Foxá, otro en
No parece que la desigualdad
sea un gran problema para
quienes están en la parte de
arriba de la pirámide. El número
de millonarios ha crecido en un
40% desde el comienzo de la
crisis, y Madrid ya ha adelantado a Barcelona como vivero de
multimillonarios: 1.135 personas con un patrimonio acumulado de 38.500 millones de euros
viven en la capital. Junto a los
negocios del sector servicios,
dirigidos en gran parte al turismo, los monocultivos de fortunas dentro de las fronteras de la
Comunidad de Madrid son otros
tres: la banca y el sector financiero, las concesiones de servicios y el omnipresente ladrillo.
ACS
Sólo entre noviembre de 2014 y
marzo de 2015, ACS sumó 35
millones más con 20 contratos
de la Comunidad de Madrid, a
través de sus marcas Clece,
Cobra, API Movilidad o Socamex, relacionados con el Canal
de Isabel II o la gestión de los
teatros del Canal.
2.429
De las 2.603 SICAV registradas
en la CNMV, 2.429 tienen su
domicilio en la Comunidad de
Madrid. Este tipo de sociedades
permiten una tributación de
sólo el 1% sobre sus beneficios.
Gran Vía y uno más en Recoletos.
Pero, como no podía ser menos para el cuarto hombre más rico del
mundo, la cartera de inmuebles de
Amancio Ortega en Madrid es la que
guarda más joyas: Gran Vía, Paseo
de la Castellana y la Torre Picasso
–comprada por 400 millones de euros en 2011–, entre otras.
Son muchos más los nombres que
se reparten las arterias madrileñas,
algunos de ellos conocidos también
por la tajada que se llevan de los contratos públicos, como Villar Mir
(OHL), que acapara en su cartera el
edificio Torre Espacio, el Centro
Canalejas, Velázquez y el Espacio
Torrijos, en el barrio de Salamanca.
Otros son menos conocidos, como la
Orden Tercera de San Francisco de
Asís, que además de propietaria del
hospital en activo más antiguo de
España, lo es también de unos 70 edificios en el centro madrileño, sobre
todo en el barrio de Lavapiés y cerca
de la Plaza Mayor, todos bendecidos
por la exención del pago del impuesto sobre bienes inmuebles del que
disfruta la iglesia. También Marco
Colomer Barrigón, quien, a través de
Pryconsa, ha construido o está en fase de construir 25 complejos urbanísticos en toda la comunidad de Madrid
que sumarán más de 1.500 viviendas.
O Ignacio Mencos, familia de
Esperanza Aguirre y representante
de Lazora, “el mayor grupo español
de capital privado dedicado a la vivienda protegida en alquiler”, según
dice su web. Sólo en Madrid acumula hasta 32 edificios que suman cientos de viviendas listas para alquilar a
las que se suman otros cientos de viviendas, con inquilinos incluidos,
compradas al IVIMA.
Para Eduardo Gutiérrez, el regreso
a la fiebre del ladrillo no trae buenas
noticias: “Es una inversión de cartera, no va a aumentar el patrimonio
fiscal de la Comunidad”, explica. En
la Asamblea de Madrid se conocen
bien este tipo de cambios de mano
del patrimonio: en noviembre, el exconsejero de Vivienda de la
Comunidad compareció ante la comisión anticorrupción del Gobierno
regional para explicar la venta de
2.935 viviendas públicas a Azora, un
fondo de Goldman Sachs.
Desde el Ayuntamiento, Mauricio
Valiente apuesta por un “blindaje de
la vivienda social” en aquello que dependa del equipo municipal “nada de
venta a fondos buitres”. Además, desde Ahora Madrid se asegura que se
hará “todo lo posible” por revertir los
procesos de venta de vivienda pública abiertos por el anterior equipo.
Aguirre y los ‘grados Bacon’
La prolífica carrera del actor estadounidense Kevin Bacon ha dado lugar
en Estados Unidos a la creación de
un índice Bacon y de un juego con su
nombre basado en la teoría de los
grados de separación –por el que es
posible establecer en sólo seis pasos
una relación entre dos personas cualquiera–. Para Eva Belmonte, periodista de, entre otros, el proyecto
Quién Manda, Esperanza Aguirre es
la “Kevin Bacon” del poder madrileño. Para Belmonte, no es arriesgado
decir que, igual que dijo Macià
Alavedra sobre las 400 familias que
controlan Catalunya, “existen esos
pocos nombres que se repiten en todos los actos, fundaciones, contratos
públicos… y en buena parte están
vinculados con el PP madrileño,
puesto que ha gobernado muchísimos años en Ayuntamiento y
Comunidad. Más aún: de forma directa o indirecta, la mayoría está vinculado de una u otra manera a
Esperanza Aguirre”, comenta esta
periodista.
PASA A LA PÁGINA SIGUIENTE
10-11 GLOBAL
J. Luis Cuesta
Los ultrarricos en Madrid
La web Quién Manda es un modo
entretenido de pasar la tarde y, más
allá de eso, un modo de enlazar las
carreras y las vidas de quienes tienen
el poder en el Estado español. En
Madrid, Belmonte identifica algunos
nodos en los que se dejan ver juntas
algunas de estas personas. Las aulas
del colegio de El Pilar, en el distrito
de Salamanca –una escuela de formación de mandamases– o del ICADE son los lugares desde donde entrar por derecho propio en algunos
de los centros de poder de la capital.
Los negocios urdidos en el palco del
Santiago Bernabéu son famosos desde la época de José María Aznar e,
incluso, han sido tema de las campañas electorales. Los pasillos del think
tank conservador Real Instituto El
Cano o las salas de reuniones del
Museo del Prado son otros aglutinantes de las fortunas.
Pero Belmonte destaca dos espacios menos conocidos en los que
se reproducen estas fortunas: “El
primero es el Club de Madrid, que
reúne a expresidentes de diferentes
países y convoca a buena parte de la
élite económica y política madrileña
a cada uno de sus actos”. En segundo lugar, Belmonte destaca un organismo no oficial, el llamado Puente
Aéreo. Un foro itinerante en el que
“los empresarios más importantes
de Madrid y Barcelona se reúnen cada cierto tiempo e invitan a sus fiestas privadas a los personajes más re-
levantes de la política. No es una
asociación de empresarios oficial
como la CEOE, no sabemos de qué
hablan…”. Entre los miembros de
ese grupo están algunos de los “ministrables” incluidos en las quinielas
de El Mundo y Expansión: Villar
Mir, Juan Rosell, Florentino Pérez o
Antonio Brufau. También han asistido a las reuniones, algunas de las
cuales han contado con la presencia
de altos cargos del PP dos proscritos
como son el expresidente del Barça,
Sandro Rosell, o Rodrigo Rato.
Madrid se ha
convertido en
un oasis para
las grandes fortunas
a nivel fiscal
Mauricio Valiente cree que desde
el Ayuntamiento se han comenzado
a cambiar “las reglas del juego” pero
reconoce que los procesos de privatización de los servicios públicos para
interés privado “van cuesta abajo”
mientras la remunicipalización encuentra una resistencia organizada
por lo que antes se llamaban los poderes fácticos de la capital. “No nos
hemos encontrado nada que no supiéramos, sabíamos que iba a ser difícil por la resistencia del poder econó-
mico”, pero, sin embargo, Valiente
cree que la mayor dificultad ha sido
“respetar las expectativas del conjunto de trabajadores” en los procesos
de remunicipalización.
Pese al empeño por cambiar las
reglas del juego, Vicente Pérez
Quintana, de la Federación de
Asociaciones de Vecinos, reconoce
que el Ayuntamiento tiene poco
margen. Tampoco para favorecer a
las pequeñas y medianas empresas: “No hay un marco legal para
que participemos en la adjudicación de contratos públicos ni para
dar preferencia a empresas de la
propia zona”, pese a ello, las asociaciones de vecinos buscan un modelo de adjudicaciones “en el que
tengan preferencia las cooperativas y empresas no muy lucrativas”.
Los ricos
también
lloran
Eva Belmonte, de Quién
Manda, cree que las investigaciones del Caso Bankia han
sido el momento en el que se
ha producido mayor trastorno
en la fuerza de las grandes fortunas: “Aunque muchos de sus
miembros se han recolocado
en otros puestos sin problemas, es evidente que algunos
nombres han dejado de tener
el poder que tenían, en parte
gracias a la presión y las críticas sociales”.
Las adjudicaciones
“El nuevo Gobierno local se lo ha
encontrado todo hecho, con la mayoría de las contrataciones gordas
ya dadas, y es muy difícil que las
pueda tocar”, explica Pérez. “Ahora
el Ayuntamiento está corrigiendo
cosas para que estos contratos no
sean sólo una subasta, sino que respondan también a una calidad en el
servicio”, añade.
Sacyr, empresa presidida por
Manuel Manrique Cecilia –también
alto mando de Repsol– y participada
por la distribuidora petrolífera Disa,
su representante Demetrio Carceller
–al frente de la cervecera Damm– y
José Manuel Loureda –que también
se ha metido en Repsol– es la que se
ha llevado el mayor trozo del pastel
de los contratos integrales en Madrid:
680,8 millones de euros por dos lotes
de las contratas de limpieza. Sacyr se
reparte asimismo 316,3 millones, con
Ferrovial, ACS y empresas relacionadas con el cada vez mayor negocio
del aparcamiento, por los contratos
para la gestión de la planta de biome-
tanización de Valdemingómez y de
movilidad. En total, unos 756 millones de euros.
ACS, del madrileño por excelencia
Florentino Pérez, se ha llevado cerca
de 179,8 millones por los contratos
de movilidad y gestión de la planta
de biometanización. A ellos se suman
250 millones más, a través de
Dragados –firma adquirida en 2002–,
por el contrato de gestión de infraestructuras viarias firmado en 2014.
FCC, el grupo de Esther Koplowitz, es otra de las empresas que
más dinero se ha llevado con los contratos integrales firmados en 2013,
con Ana Botella como alcaldesa:
352,8 millones de euros por uno de
los lotes del contrato de limpieza. A
ellos se suman al menos 25,5 millones más en contratas con el Canal de
Isabel II firmadas entre enero y marzo de 2015. Le siguen de cerca
Ferrovial –Rafael del Pino CalvoSotelo–, con otros 346 millones (limpieza y la planta de biometanización
ya citada) y OHL –Grupo Villar Mir–
con 321,8 millones por otro lote del
contrato de limpieza y, al menos, 9,3
millones más por contratos de la
Comunidad relacionados con el
Canal de Isabel II entre septiembre
de 2014 y febrero de 2015.
Deuda e impuestos
La historia de Madrid en el siglo XXI
es también la historia de su deuda. El
Diagonal Del 7 al 20 de enero de 2016
PALCO DEL SANTIAGO BERNABÉU
En la fotografía, Manuela Carmena,
Florentino Pérez, Ignacio González,
Juan Carlos I, Jesús Posada,
Fernando Fernández Tapias, José
Sánchez Bernal, Pedro López
Jiménez, Javier López del Hierro y
otras personalidades.
CON CONTROL
NO HAY PARAÍSOS
La lucha contra la evasión fiscal desde los municipios
soterramiento de un sector de la M30
y el proyecto olímpico de Alberto
Ruiz Gallardón generaron un nivel
de endeudamiento que supone que
uno de cada tres euros del presupuesto de la ciudad se dedica a pagar a los
acreedores. La ciudad destinó en
2014 casi 1.500 millones al llamado
servicio de la deuda, esto es al pago
de intereses y de vencimientos de los
créditos adquiridos durante las vacas
gordas del gallardonismo.
La deuda ha sido un problema para el municipio desde el comienzo del
sueño olímpico, no así para la
Comunidad, cuyo nivel de endeudamiento no alcanza el 13% del PIB de
la región, muy lejos del 40% que supone para el País Valenciano o el 33%
en el que se sitúa la deuda catalana.
No obstante, Eduardo Gutiérrez, de
Podemos, teme que las élites de la región hayan encontrado en la deuda
un nuevo filón “diseñado al servicio
de los bancos y en contra de la mayoría de la Comunidad de Madrid”.
Gutiérrez señala que “en los próximos cuatro años, la Comunidad tiene
que devolver más de 11.000 millones,
eso significa una asfixia del copón
bendito, cuando tal y como están los
mercados, se podía acudir a los mercados y conseguir financiar a 15 o 20
años, cambiar la curva de vencimientos y, como consecuencia de eso, disponer de recursos para meter dinero
en gasto público”. Para este diputado
autonómico, el motivo de esta tendencia al endeudamiento es que
cuando los diputados “salgan de aquí
pueden ir a los consejos de administración bien de esas entidades bancarias o de empresas filiales de esas entidades”, denuncia.
Es sólo uno de los chollos que el
sector financiero ha encontrado en la
Comunidad, un destino para la “piratería fiscal”, según Gutiérrez. Para
este diputado, Madrid se ha convertido en un oasis para las grandes fortunas, que están exentas de pagar el
impuesto de patrimonio: “En 2013, a
16.153 contribuyentes madrileños,
que son de los que están arriba en la
distribución de la renta, se les regalaron 612 millones”, indica Gutiérrez.
Además, la Comunidad se ha convertido en un destino para las grandes fortunas en el otoño de sus vidas.
Como se subrayó en el caso de la
Duquesa de Alba, el empadronamiento en Madrid es un plus para los
herederos del 1%, que no pagan impuestos de sucesiones y donaciones.
Junto a deducciones en el IRPF como
las que se aplican a la educación privada o las actividades en los mercados bursátiles alternativos, al bajo nivel de tasas al juego al uso de
hidrocarburos y al relajamiento de la
persecución del fraude fiscal, cada
año se evaporan de los presupuestos
de la Comunidad un total de 8.000
millones de euros de impuestos, “procedentes en su mayor parte de las
grandes fortunas”, calcula este diputado autonómico.
: MANUEL GABARRE
ANALISTA
L
a progresividad fiscal es el
fundamento sobre el que
se construye el Estado del
bienestar. Los impuestos
sólo pueden tener un efecto redistributivo si se configuran de manera progresiva, es decir, si el porcentaje de las ganancias que se debe
entregar a Hacienda crece conforme estas ganancias aumentan.
La progresividad de los impuestos está consagrada en el artículo
31 de la Constitución española. Sin
embargo, la realidad es que las personas con rentas bajas destinan un
mayor porcentaje de sus ingresos
al pago de impuestos que las personas con las rentas más altas.
De un tiempo a esta parte, el
Estado ha perdido el control recaudatorio sobre las élites y por
tanto, la sociedad española ha perdido la posibilidad de alcanzar el
bienestar colectivo. No es casualidad que la pérdida del control fiscal haya transcurrido de manera
paralela al desarrollo de internet.
La red permite defraudar sin salir
de Pozuelo y que los engorrosos
viajes a Suiza sean cosa del pasado. Me explico: si usted tiene una
fortuna de, supongamos, cuatro
millones de euros, puede acudir
a una oficina de banca privada o a
alguno de los grandes despachos
de abogados, donde algún obrero
cualificado le informará de la manera más inteligente de eludir el
pago de sus impuestos. Lo cierto
es que no es difícil. Escriba paraísos fiscales en su navegador y aparecerán varios portales donde le
informarán sobre los entresijos de
este sistema con tanta precisión
como desfachatez. Lo que hasta
los 80 estaba sólo al alcance de
monarcas, de comerciantes de petróleo y de traficantes de armas (a
veces todo al mismo tiempo), ahora está a un click, sin necesidad de
soportar las molestas colas para
renovar su pasaporte.
La evasión masiva de impuestos
entre las élites ha hecho que el
Estado haya ido perdiendo una im-
&R
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CONTACTO [email protected]
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R
P
portante fuente de ingresos, de manera que debe recaudar por otras
vías para atender a sus necesidades
más urgentes. Las subidas periódicas del IVA y del IRPF combinadas
con la reducción del gasto social se
producen en este contexto de fraude generalizado.
La peculiaridad mediterránea
consiste en que no contentas con
ello, nuestras élites desvían buena
parte de lo recaudado a sus propios
bolsillos, por ejemplo mediante la
reposición de un desfalco de cuarenta mil millones de euros con fondos públicos. Fondos que detraen
de un gasto social que ni les va, ni
les viene.
Bien, dejemos nuestra dieta y sigamos con la tecnología. El deterioro de las cuentas públicas es cada vez mayor a medida que se
generalizan los sistemas de banca
online. En la nube se difuminan las
fronteras del fisco y hoy, el proceso
de deterioro del Estado del bienestar parece imparable, puesto que
alcanzar el Estado de Bienestar sin
la contribución de las élites es una
entelequia. Para las multinaciona-
De un tiempo
a esta parte, el
Estado ha perdido
el control recaudatorio
sobre las élites
les también resulta muy sencillo
eludir el pago de impuestos. Si se
analiza la situación desde otro punto de vista, se puede decir que la
multinacional no elude el sistema
impositivo, sino que en realidad
aprovecha el sistema que las élites
han creado para incrementar sus
beneficios y por tanto, su poder.
¿Recuerda la última vez que
rompió un termómetro? Pues bien,
acabar con un paraíso fiscal es como aplastar una gota de mercurio:
cuando tratas de hacerlo, ésta se
divide en muchas partes, de manera que es imposible que desaparezca. Por otro lado, enfrentarse al poder financiero puede resultar tan
tóxico como aplastar gotas de mercurio, ya que los Estados necesitan
préstamos bancarios para sufragar
la pérdida de ingresos que le van
dejando los agujeros impositivos.
Este enfrentamiento resulta tan peligroso porque si un Estado toma
acciones decididas contra el poder
financiero, puede verse abocado al
colapso. Recuerde el caso de
Varoufakis, el referéndum y la
Troika.
¿Estamos por tanto abocados a
una sociedad cada vez más desigual? La realidad es que no: la lucha contra los paraísos fiscales no
está perdida, porque las acciones
que hoy en día no pueden tomar los
Estados sí que pueden ser afrontadas por organismos públicos con
menores responsabilidades.
Una de estas acciones tiene que
ver con la contratación pública. La
contratación de las administraciones públicas españolas alcanza
unos ciento cincuenta mil millones de euros, por lo que se puede
convertir en un arma muy poderosa. Todas las empresas del IBEX
35 tienen al menos una de sus sedes en un paraíso fiscal. Al mismo
tiempo, la mayoría de ellas tienen
como principal cliente al Estado,
lo que últimamente se conoce como ‘capitalismo de amiguetes’.
¿Se imagina las consecuencias
que tendría excluir de la contratación pública a las empresas con
sede en paraíso fiscal?
Los Ayuntamientos son las entidades idóneas para dar ese primer
golpe al sistema. No necesitan la
financiación bancaria, ya que la
Unión Europea exige que lo recaudado deba superar a lo gastado por
el municipio. Por tanto, las élites
financieras pueden presionar de
manera indirecta al Ayuntamiento,
pero no pueden amenazarle con el
colapso social que genera un corralito. Así que no existe otro riesgo que el del acoso mediático para
que demos el primer paso contra
este sistema.
Y este paso tenemos que darlo: si
no tomamos acciones decididas
contra los paraísos fiscales, nuestra
sociedad está abocada a una crisis
perpetua.
12-13 GLOBAL
Entrevista
CARLOS SÁNCHEZ MATO CONCEJAL DE ECONOMÍA Y HACIENDA DE MADRID
Pablo Rivas
Redacción
El concejal delegado del área de
Economía y Hacienda de Madrid,
Carlos Sánchez Mato, es un viejo
conocido del activismo madrileño.
Economista e integrante del sector de IU que apostó por la confluencia en Ahora Madrid, ha formado parte de Attac, la Plataforma
por la Auditoría de la Deuda o la
Plataforma por una Banca Pública.
Tras seis meses de gobierno, ha conseguido aprobar unos presupuestos
con un incremento del 26% en el gasto social. Sin embargo, plantea importantes retos para esta legislatura.
Entre ellos, la auditoría ciudadana
de la deuda de Madrid o la remunicipalización de servicios públicos.
“Estamos atados pero
tenemos las herramientas
para romper las cuerdas”
Tras seis meses de gobierno, el concejal expone los retos de la legislatura
DIAGONAL: La Administración actual hereda una serie de grandes contratos, muchos de ellos de más de
una década de duración, que integran muchos de los servicios municipales externalizados. ¿Qué medidas
habéis adoptado al respecto?
CARLOS SÁNCHEZ MATO: En primer lugar, y no es un tema menor,
analizar la dimensión y la magnitud
que tiene el proceso privatizador que
han tenido estos grandes contratos,
así como los de menor importe, en lo
que son las formas de funcionar del
Ayuntamiento. Lógicamente, el análisis de todos estos contratos nos revela que las limitaciones a la hora de
la acción de gobierno son elevadísimas. Pero eso en absoluto supone
una losa que no podamos ser capaces de remover. Ese análisis está
prácticamente finalizado, pero aún
no del todo porque el alcance de este
tipo de contratos afecta a cosas muy
conocidas como la limpieza y a otras
de mucho menos calado desde el
punto de vista de la opinión pública
pero también importantes.
D.: Se ha hablado mucho de remunicipalizaciones.
C.S.M.: Estamos en la estrategia,
que haremos pública en su momento, en la que estableceremos cómo
actuar ante ese tipo de situaciones,
porque no podemos seguir la misma
estrategia ante una empresa pública
de capital mixto como la empresa
funeraria, una estrategia muy clara
y muy sencilla comparada con otro
tipo de servicios como ya hicimos
público, que en casos como el de la
limpieza o Calle 30. Hablamos de
elementos diferentes que requieren
actuaciones diferentes, pero siempre con una misma base política:
que los servicios públicos sean prestados de manera directa.
D.: Pero muchos de esos contratos
están blindados.
C.S.M.: Sí, pero no soy pesimista en
absoluto. Hay formas, desde el punto de vista legal y por supuesto económico, de afrontar este tipo de situaciones. Si tenemos una atadura
legal, nos queda ver transcurrir el
tiempo. Tenemos capacidad de acción y tenemos que ser audaces políticamente hablando para poder
afrontarlo. Consideramos que estamos atados de pies y manos pero
tenemos las herramientas para
romper las cuerdas.
D.: El 15% del presupuesto para 2016
se destinará a pagar la deuda. ¿Esa
suma no impide la remunicipalización de servicios costosos como limpieza y jardinería, servicios que
Carmena vio inviable recuperar “por
motivos jurídicos y económicos”?
C.S.M.: No, por una sencilla razón, y
es que, en gran medida, los bienes
materiales necesarios para contratos
de una magnitud grande son propiedad del Ayuntamiento. Sí o sí, tenemos que invertir en eso. De hecho,
hay una partida considerable para
camiones de basura. El obstáculo
presupuestario no va a ser el que impida la municipalización en los casos
en los que ésta sea necesaria. Los
obstáculos están más bien en la dificultad enorme que pone la Ley de
Estabilidad Presupuestaria, que impide que contrates personal público.
Puedes aumentar tu presupuesto para pagar a una contrata, pero no contratar empleados públicos, aunque
esos nuevos contratos te supongan
un coste inferior a sacar un pliego en
el que externalizas un servicio. Es
una aberración, pero ocurre. Ésos
son los mayores obstáculos, pero incluso así tenemos las herramientas
para hacerlo. Es un tema de voluntad política, y de alguna manera lo
que estoy haciendo es arrojar la pelota a la opinión pública para que, si
no lo hacemos, nos lo reclame.
D.: Hay una concentración histórica
del poder económico en Madrid, repartido hoy, en gran parte, entre un
puñado de empresas. ¿Hay instrumentos para acabar con esto?
C.S.M.: El gran instrumento para
vencer esa concentración de poder
es no depender de esas grandes corporaciones para prestar los servicios directamente a los ciudadanos.
Cuando el porcentaje fundamental
a la hora de la conformación de un
servicio público es la mano de obra
no tiene mucho sentido que tenga
que haber un intermediario para organizarlo. Debe ser el propio ayuntamiento el que preste el servicio de
manera directa. Sería como si subcontratáramos la elaboración de los
presupuestos. Habría gente que lo
defendería porque defienden políticamente eso, pero la mayoría de la
gente diría: “Qué aberración, que
lógica política tiene esto”. No tiene
sentido colocar un intermediario,
que además necesita un beneficio y
que, por tanto, va a hacer que se
preste el servicio más caro.
D.: Habéis aprobado los presupuestos con apoyo del PSOE. ¿Habrá contrapartidas por ello? ¿Podría entrar
en un futuro gobierno municipal?
C.S.M.: Creo que gobierno más sólido que el de Ahora Madrid es difícil
Diagonal Del 7 al 20 de enero de 2016
de encontrar. Con el panorama político que tenemos a nivel estatal y en
muchas comunidades, creo que podemos hablar de una mayoría muy
sólida en número de concejales y en
capacidad de gobernar y de haber hecho no sólo unos presupuestos que
recogen una sensibilidad social claramente compartida no sólo por los vo-
tantes y las bases de Ahora Madrid,
sino por las del Partido Socialista.
D.: ¿No teméis represalias del PSOE
a nivel municipal si no se llega a un
acuerdo Podemos-PSOE estatal?
C.S.M.: Este gobierno no responde a
los intereses ni de mis compañeros
de Podemos, ni de mi gente de IU, ni
Álvaro Minguito
CARLOS SÁNCHEZ MATO.
El concejal anunció en agosto el
comienzo de la auditoría ciudadana
de la deuda de Madrid.
de ningún partido concreto. Hay
gente sin adscripción política respecto a partido, hay gente que somos de
IU, gente de Podemos... Creo que
conciliamos bastante bien el trabajar
en conjunto. Somos una expresión
clara de que se puede, y se debe, trabajar de manera conjunta en la izquierda más allá del PSOE. No somos ni vamos a ser moneda de
cambio de nada y Ahora Madrid es
un gobierno municipal que tiene perfecta capacidad de hacer su trabajo
durante los próximos años hasta las
próximas elecciones.
D.: Tras la aprobación de los presupuestos, afirmaste que se acabó el
Madrid de las grandes macroinfraestructuras alejadas de la realidad. Sin
embargo, algunas grandes operaciones urbanísticas siguen adelante. ¿Se
acaba de verdad ese Madrid?
C.S.M.: Hablábamos de macroinfraestructuras como grandes anillos,
soterrar otra vez la M30 en otro escalón más abajo o elementos como ese
sueño olímpico que más bien fue la
pesadilla y que ha dejado barrios sin
adecuadas dotaciones deportivas pero una Caja Mágica que ha costado
casi 260 millones de euros y tiene un
uso cercano a cero. Ese tipo de cosas
se acabaron. Podremos cometer
errores, pero estamos absolutamente decididos a no cometerlos de la
misma manera. Ahora, ¿no va a haber ningún tipo de crecimiento urbanístico en Madrid? A corto plazo no
tiene ningún sentido que se plantee
una expansión de la ciudad cuando
demográficamente no es la realidad
que tenemos. Y eso lo ha dicho mi
propio compañero de Desarrollo
Urbano Sostenible. La Operación
Chamartín, tal y como estaba diseñada no tiene sentido, plantea necesidades que la ciudad no tiene. ¿Quiere
decir que no hay que acabar el nudo
norte? Eso es otro tema. ¿No se va a
volver a hablar nunca de Chamartín?
Yo creo que hay que hablar de
Chamartín, claro. ¿Habrá alguna
operación Chamartín? El tiempo lo
dirá, pero no como estaba pensada.
“
A corto plazo no
tiene ningún
sentido que se
plantee una
expansión de la
ciudad
El gran instrumento
para vencer la
concentración del
poder es no
depender de grandes
corporaciones
anuncio del proceso de auditoría,
pero dijimos que era fundamental
que no fuera sólo técnica. Hablamos
siempre de una auditoría ciudadana. Tiene que haber los mecanismos
y procesos participativos y todo el
desarrollo que haga que esto no sea
un trabajo de unos señores y señoras sabias metidos en unas habitaciones decidiendo qué es lo que ha
ocurrido con la deuda del pasado.
Eso no es lo que estamos haciendo.
Pero en la parte de desarrollo de participación ciudadana hacia los barrios y distritos vamos más lentos de
lo que pensábamos. Se han retrasado
cosas como el convenio con la
Universidad Complutense, que estamos ya a punto de firmar. También
han provocado ese retraso las muchas obligaciones derivadas del desembarco en el Área de Economía y
Hacienda y la enorme dificultad que
ha sido el conseguir el resultado exitoso que hemos tenido en los presupuestos. Pero todo eso no ha parado
la auditoría. Al contrario, está en pleno auge, y lo veremos durante la primavera de este año, cuando empezarán a desarrollarse los mecanismos e
instrumentos para que haya participación en todo este proceso, que es la
clave, porque si no estaríamos ante
un proceso elitista, que no es a lo que
nos comprometimos en campaña.
D.: ¿Cuáles van a ser esos mecanismos a implantar para que sea una auditoría ciudadana y participada?
C.S.M.: Para que haya participación
tienen que existir canales adecuados y organizados. Hay movimientos sociales, grupos de presión que
llevan organizados mucho tiempo,
como la Plataforma por la Auditoría
Ciudadana de la Deuda, Attac u
otras organizaciones, no sólo del
Estado español. Estamos en una fase muy temprana y yo no puedo decir cuáles van a ser esos mecanismos, entre otras cosas porque no
van a ser impuestos por el
Ayuntamiento. Van a ser dialogados
por la sociedad civil. Ése es el proceso que vamos a tener esta primavera. Se me ocurre que un canal muy
adecuado pueden ser las juntas de
distrito. Hay plenos donde participan los ciudadanos a través de los
vocales vecinos, y también el público en general, vecinos y vecinas que
tienen capacidad de participar. A mí
me parece que ese canal hay que utilizarlo. ¿Sólo ése? No, pero es uno.
D.: También aseguraste que los presupuestos “abordan el pago de la deuda pero en los plazos establecidos”.
¿Quiere decir eso que se aparca la auditoría o sigue en marcha?
C.S.M.: En absoluto, pero es verdad
que ha habido retrasos desde el punto de vista técnico. Hicimos un
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14-15 GLOBAL
La pervivencia de la colonia
EL COLOR
DE PIEL
EQUIVOCADO
200 millones de indígenas, afros y descendientes
de asiáticos sufren una herencia de exclusión social y cultural
Martín Cúneo
Redacción
Negro, indio, mono, chino, grone,
groncho, cholo, zambo... No sólo en
los insultos, sino también en los dichos populares, sobrevive la colonia en América Latina. “Indio, mula
y mujer, si no te la ha hecho, te la
va a hacer”, es una de las tantas
frases de la “semántica del desprecio” que recoge el periodista Paco
Gómez Nadal en las primeras páginas de su reciente libro Indios,
negros y otros indeseables (Milrazones, 2015).
No hay estadísticas fiables, pero
las aproximaciones coinciden: en
América Latina y el Caribe viven actualmente entre 180 y 200 millones
de indígenas, afros y descendientes
de asiáticos, en total un tercio de los
habitantes de la región. ¿Cuántos
de ellos se encuentran entre los 169
millones de latinoamericanos que
el Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía clasificó como pobres en 2012?
Para Gómez Nadal, “sólo hay que
caminar América Latina y el Caribe
para constatar que los obreros más
empobrecidos, los campesinos más
marginalizados, los trabajadores
más excluidos o las personas desempleadas sin futuro suelen ser, en
su mayoría, de ascendencia indígena
o afrodescendiente”.
Precisamente a caminar –y contar– América Latina es a lo que se ha
dedicado Paco Gómez Nadal en las
últimas dos décadas, de cronista del
conflicto colombiano en los años 90
a ser expulsado de Panamá en 2011
por “instigar movimientos de protesta de indígenas”, según palabras del
Gobierno del país.
La idea del libro surge, según reconoce a Diagonal, de un intento de
dar sentido a todas esas “instantáneas” tomadas a lo largo del continente. Una conexión que este periodista identifica en la discriminación
que sufren 200 millones de latinoamericanos, una exclusión que “se deriva del modelo de conquista y del
modelo de colonia que se perpetúa,
que pasa inicialmente por un sistema muy básico, muy medieval, a uno
más sofisticado”. La exclusión política, la exclusión social, “refinada, casi fantasmagórica”, sigue estando
ahí, y lo atraviesa todo, afirma.
“Quien diga que en América Latina
no se desprecia a los indígenas, a
los afros y a los asiáticos está mintiendo. Es un desprecio estructural,
visceral. Es un racismo muy antiguo. Ni siquiera es el racismo del
siglo XIX. Es un racismo de sangre”. Pero no sólo queda el racismo
de la estructura colonial, sino también un reparto colonial del trabajo, en donde las antiguas colonias
continúan dedicándose a distintos tipos de monocultivo y a la extracción
de recursos naturales.
Otra de las herencias de la colonia
es la íntima relación entre clase social y color de piel. “Si tienes el color
de piel equivocado en América Latina, que le pasa a casi todo el mundo, tienes todas las posibilidades de
ser pobre”, dice.
El nudo racista
“No hay vuelta atrás en
la base. En Bolivia es
difícil que los indígenas
vuelvan a mirar al piso”,
dice Gómez Nadal
Para Gómez Nadal, hay un concepto fundamental para entender
cómo funciona el racismo en América Latina: la colonialidad o, dicho
de otra forma, lo que deja la colonia
una vez que ya no ejerce el control
territorial, su herencia en la forma
de pensar, de organizarse, de actuar.
Mucho se ha hablado sobre el significado del 12 de octubre de 1492.
Para muchos es el inicio de la modernidad. Para Gómez Nadal es el
punto de partida del capitalismo
contemporáneo. En el Caribe colonial y las colonias norteamericanas, señala, se desarrolló el modelo
de las plantaciones, un sistema basado en el tráfico esclavista donde
“se experimentaron todos los modelos de contratación y todos los
modelos de segregación para
generar enfrentamientos de clase”.
Para este periodista, junto con el
dominio de los hombres sobre las
mujeres, el racismo es otra de las cla-
Frantz Fanon y la
internalización
del racismo
Para entender cómo es posible que el racismo se extienda también entre quienes lo sufren,
Gómez Nadal recomiendo una lectura: Piel negra, máscaras blancas,
de Frantz Fanon. “Igual que la colonia deja una estructura colonial del
poder –lo que se llama ahora la
colonialidad–, lo que deja la colonia una vez que deja el control territorial es un modelo de jerarquía de
poder, un modelo de jerarquía del
saber y un modelo de jerarquía del
hacer. Aunque se haya ido la colonia, ha dejado instalado un modelo de solución de conflictos, un
modelo de convivencia, que es un
modelo excluyente, vertical. Y eso
no pasa sólo en América Latina”,
dice Gómez Nadal.
i
ves que permiten explicar el triunfo
del capitalismo actual. El discurso
racista fue especialmente necesario
para “generar categorías de trabajadores”, algo indispensable para el
modelo de producción nacido en las
plantaciones. Entender Europa sin
el esclavismo es imposible, afirma
Gómez Nadal. “Había que generar
todo un discurso para justificar una
infamia moral. Si ves las actas del
Parlamento británico en el siglo XIX
es un escándalo, justificaciones y
justificaciones para que se se pueda
tratar a personas como animales, como bienes muebles. Y todo para ganar más dinero. Hay una declaración
magnífica en la que un parlamentario británico viene a decir que saben
que lo que están haciendo es deleznable, pero que el beneficio es tan
grande que hay que aguantarse los
valores éticos. Esto es el capitalismo:
sabemos que es terrible expulsar a
la gente de sus casas, pero chicos, es
la legalidad vigente”.
Lo que no se ve
A lo largo de la historia latinoamericana, distintos gobiernos han intentado “blanquear” su población, ya
sea mediante auténticos genocidios,
como en Guatemala, o por métodos
estadísticos. Según el censo de 1993,
en Perú vivían 8,7 millones de indígenas; en 2007, la cifra había caído
hasta los cuatro millones. “¿Fueron
abducidos 4,7 millones de personas?”, se pregunta Gómez Nadal.
Tras décadas de ocultamiento, la
década de los 90 inauguró un nuevo
método: la autoidentificación. Sin
embargo, la negativa a autoidentificarse como miembros de comunidades históricamente excluidas también ha servido para meter debajo de
la alfombra estadística a millones y
millones de personas.
Diagonal Del 7 al 20 de enero de 2016
David Fernández
“Ha reaparecido
el racismo
de Estado”
Hablamos con Blanca Chancoso, una de las grandes
líderes del movimiento indígena en Ecuador
Martín Cúneo y Emma Gascó
Redacción
RACISMO. A lo largo de la historia latinoamericana, diversos gobiernos han
intentado “blanquear” a su población.
Sin embargo, la “apasionante década de los 90”, atravesada –sobre todo en sus últimos años– por movilizaciones populares, levantamientos
indígenas y afros, ha ayudado a cambiar el panorama.
Así ocurrió en Colombia. Hasta
1993, las estadísticas oficiales contabilizaban 600.000 afrodescendientes. En 2001, el titular del diario El Tiempo sorprendió a muchos
colombianos: “Son diez millones y
medio”. De repente, el 26% de la
población de Colombia se había
convertido en negra. De todos ellos,
el 80% vivía en la pobreza.
Algo parecido ocurrió en Brasil:
en el censo de 1991 se hablaba de
294.000 indígenas. En 2012, la cifra había crecido más del 200%,
hasta llegar a los 900.000. Y en
Bolivia, el cambio en la autopercepción fue aún más radical: en
1996, el 12% de los bolivianos se
autoidentificaba como indígena; en
2001, ya era el 62% de la población
la que afirmaba pertenecer a algún
pueblo originario. ¿Qué había ocurrido en esos cinco años? Una serie
de alzamientos desde el altiplano y
la selva que levantaron el orgullo
de ser indígena.
“Donde no hay vuelta atrás es
abajo”, sostiene este periodista, creador del portal Otramérica. “En
Bolivia o en Venezuela, lo que se ha
generado en la base es tan potente,
es tan de orgullo, y no sólo étnico sino territorial, de barrio, de clase,
que no tiene vuelta atrás. En Bolivia
es difícil que los indígenas vuelvan
a mirar al piso. Quien ha conocido
Bolivia antes y ahora es lo primero
que le llama la atención. Pero las estructuras de poder no se han tocado, y eso es triste”.
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DIAGONAL: ¿Cómo era ser indígena en los años 70 en Ecuador?
BLANCA CHANCOSO: Hasta los
70 el racismo era muy fuerte. Si alguien conseguía un dinero e iba a
la ciudad y quería entrar en un hotel, nos decían que no había habitación porque veníamos vestidos de
indígenas. El racismo era así. Y así
enseñaban a nuestros hijos. Yo era
maestra en una escuela y, de repente, todos los niños de otra escuela
se pasaron a la nuestra porque la
profesora les había cortado el pelo,
y cortarles el pelo es un delito para
los indígenas... Recuerdo que vinieron a buscar a los niños con la policía y los niños se escondían... Nos
ha tocado resistir.
D.: Mucha gente en la ciudad ni siquiera conocía que había tantos indígenas en Ecuador...
B.C.: En los 70 hicimos una acción
de solidaridad con Nicaragua y El
Salvador y venían muchas señoras
del centro y nos preguntaban:
“¿Ustedes son de México? ¿Son de
Guatemala?”. Ahí los compañeros
se dieron cuenta del desconocimiento total. “No, nosotros somos
de aquí”. “Ahhhh”, contestaban. Y
en los 90, con los 500 años, se fue
logrando visibilizar nuestras propuestas y hemos conseguido que
Ecuador fuera aceptado como
Estado plurinacional. Y fueron reconociendo nuestro papel, porque
ya no sólo luchamos por los indígenas, sino que incursionamos frente
a las políticas de Estado, y nos convertimos en la segunda fuerza de
opinión política en el país.
D.: ¿Crees que ahí también hubo
un cambio de autopercepción, de
sentir orgullo de ser indígena?
“
Esa palabra [indio]
con la que quisieron
deslegitimar nuestra
existencia hoy sirve
como término de
resistencia
B.C.: En muchos sí. Sintieron que
sí valíamos. Y muchos que llevaban tiempo sin decirlo, también
lo dijeron. Eso de indios es una
palabra con la que nos maltrataron, con la que hicieron que nos
avergonzáramos. Pero una vez
que retomamos nuestra identidad
propia –shuar, quichua, cofán, secoya–, esa palabra con la que quisieron deslegitimar nuestra existencia hoy sirve como término de
resistencia y de alternativa.
D.: ¿Qué pueden enseñar los pueblos originarios a los movimientos
de resistencia no indígenas?
B.C.: El derecho a reconocernos
que somos diferentes, no para estar aislados, sino para tener los mismos derechos. Esto del “buen vivir”
era una utopía que tenían los partidos comunistas, los socialistas.
Esto en nuestro caso no lo tenemos
que inventar, ya lo vivimos. Nos lo
han quitado, pero está adentro
nuestro. Y se puede recuperar. Si
podemos mirar desde la diversidad,
conjuntamente, podríamos diseñar
este sueño de un nuevo mundo, pe-
ro no desde la imposición de unas
culturas sobre otras.
D.: ¿Y con respecto a la relación
con la naturaleza?
B.C.: Deberíamos de ser reconocidos como la custodia única de la
naturaleza, no nos sentimos fuera
de ella, somos parte. Respecto a la
Amazonía, el Gobierno ha dicho:
“Siendo unos pocos indígenas,
son dueños de un territorio tan
grande”. Ésa es otra expresión racista, es no conocer cómo viven
los indígenas, que no están permanentemente en un mismo
lugar. Las compañeras dicen:
“Nosotras nunca fuimos pobres,
ni seremos pobres mientras tengamos el espacio para cazar, pescar... La pobreza vino desde que
están las petroleras, porque vienen enfermedades y ya no hay
pesca ni cacería. Desde ahí somos
pobres, porque nos han quitado
las tierras y nos han contaminado
el agua”. No tener una refrigeradora o un televisor no es ser pobre, ni estar subdesarrollado. Eso
es lo que no han entendido.
D.: ¿Hay un recrudecimiento del
racismo en Ecuador?
B.C.: Parecía que se estaba superando, pero nuevamente reapareció la cuestión racista venida del
Estado. El Gobierno en su discurso usa una terminología sobre
nuestra forma de vestir, emponchados, emplumados, una falta de
respeto. Nos trata de “indios intransigentes” cuando nosotros hemos dicho “no a las mineras”, “no
a las petroleras”... En una sabatina
[programa televisivo que se emite
los sábados], Correa dio la orden a
los militares de que si tienen que
disparar, que disparen, que no hay
problema. Deja abierto a que a los
indígenas se los pueda violentar,
se los pueda machacar.
16-17 GLOBAL
LIBERTADES
[email protected]
Acoso a la diversidad
MENORES TRANS
ALAN
EL DERECHO
A ELEGIR LA
IDENTIDAD
El asesinato social de Alan reabre
el debate sobre la educación
Izaskun Sánchez Aroca
Redacción
Todo empieza un día cualquiera, en
el vestuario, en el patio o después de
clase. Un empujón, un insulto, una
zancadilla. Todas, o la gran mayoría, hemos vivido o conocemos a alguien que ha sufrido acoso escolar
por ser diferente, por no encajar en
un patrón de normalidad que empiezas a interiorizar en la infancia y
que se asienta en la adolescencia.
Una única forma de ser y estar en el
mundo que marca los comportamientos adecuados, aquellos que no
se castigan socialmente.
Antes o después, en las mejores situaciones, consigues pasar el trago,
ir de puntillas sin ser vista y terminar, sea como sea, ese calvario llamado instituto o escuela. En otros
casos, sin embargo, el itinerario educativo puede convertirse en una auténtica pesadilla, quizá por estar demasiado alejada de esa norma social,
quizá porque desde el centro escolar
se banaliza la situación de acoso y no
se toman las medidas pertinentes.
El pasado 24 de diciembre, Alan,
un joven trans de 17 años, se quitó la
vida en Barcelona. Alan llevaba años
sufriendo todo tipo de acoso en la escuela: primero por ser bollera, luego
por ser trans. Esto es, su identidad
de género no coincidía con su sexo
de asignación neonatal. Para Chrysallis, asociación que agrupa a familiares de menores trans, el caso de Alan
es un asesinato social y no un suicidio. “Es muestra de lo que vivimos
en esta sociedad, seas mujer, negro,
amarilla, alta o bajo. Algo que, en el
caso de las personas trans, está institucionalizado y permitido, porque
las identidades ni siquiera se reconocen por parte del profesorado o las
direcciones de los centros”, afirma es
Saida García, vicepresidenta de la
asociación Chrysallis a nivel estatal.
La muerte de Alan ha copado titulares de distintos medios con enfoques que van desde la frivolidad a la
reflexión. Pero Alan no es un caso
aislado, como reconocen desde
Chrysallis. Aunque no hay cifras oficiales sobre el suicidio de menores
trans, en los casos en los que no se
respeta la identidad también son habituales las autolesiones, el aislamiento o una alta tasa de absentismo escolar. “Cómo vas a ir a clase y
concentrarte si estás ocupado u ocupada en salvar tu pellejo”, señalan
desde la asociación. Muchos menores trans están incluso medicalizados, con diagnósticos de asperger,
trastorno de déficit de atención o hiperactividad por falta de conocimientos dentro de la psicología. La
diversidad se patologiza y se convierte en una enfermedad. Desde algunos centros escolares, además, se
minimiza el acoso, como explica
Saida: “Piensan que ser trans es un
capricho del o de la menor, una falta
de información y disciplina por parte de la familia”. Sin embargo,
según un estudio de la Universidad
estadounidense de UCLA, los menores trans son un sector muy vulnerable al suicidio: el 41% ha intentado quitarse la vida al menos una
vez. Como explica el padre de Eli,
una menor trans que participa en el
documental El sexo sentido, “el sufrimiento lo padecen nuestros hijos
e hijas, pero la enfermedad la tienen
los demás: se llama intolerancia”.
Una intolerancia que se manifiesta
en forma de transfobia, lesbofobia u
homofobia, en forma de acoso escolar a altas, gordos, chicas que no están lo suficientemente desarrolladas
o chicos que no juegan al fútbol: hay
una única forma de ser y lo que se
salga de ahí es malo.
Los currículum escolares no sólo
no muestran cuerpos, sexualidades
e identidades diversas, sino que refuerzan patrones heterosexuales y
binarios basados en configuraciones genitales que dejan fuera todas
aquellas identidades que no sean
masculinas o femeninas, como las
personas transgénero o intersex.
Una realidad que, además, se agrava con la apuesta por el emprendimiento empresarial de la última reforma de la LOMCE, la llamada Ley
Wert, aprobada unilateralmente por
el Partido Popular, que deja fuera
las pocas materias que trataban temas de educación en valores.
Desafiar el relato de lo normal
La derechos de los menores trans no
se recogen de forma específica en
ninguna legislación. De hecho, Alan
era uno de los pocos que había conseguido el cambio de nombre (que
no de sexo) en su documentación.
Estos derechos se dejan al libre albedrío de cada comunidad autónoma y a lo que la judicatura considere. La situación de las personas trans
adultas se regula a nivel estatal en la
Ley 3/2007, en la que se recoge todo
el itinerario que se debe seguir para
poder cambiar de nombre y de sexo
en el registro oficial. Una ley que,
para el momento en el que aprobó,
cuando apenas existía nada, “no estaba mal”, afirma Saida, pero que,
en cualquier caso, patologiza ya que
obliga a obtener diagnósticos médicos que indiquen la existencia de
En la escuela no se
muestran cuerpos e
identidades diversas
sino una única forma
de estar en el mundo
una disforia de género y el sometimiento a un proceso de hormonación de dos años. La ley, además, hace aguas por muchos lugares: no refleja garantías sanitarias, no penaliza la transfobia en el Código Penal
ni la situación de los migrantes
trans. Muchas de las lagunas de esta
legislación se cubrieron con leyes
autonómicas muy desiguales, como
la andaluza, aprobada en 2014, que
no considera la transexualidad como una enfermedad pero no contempla sanciones ni plazos de ejecución en el caso de que el personal
médico quiera hacerse objetor de
conciencia, puntualiza Saída. En
cualquier caso, los menores trans
quedan fuera de este marco, ya que
fue uno de los requisitos que impusieron todos los partidos para aprobar la ley de 2007.
Desafiar el relato de lo que es normal y de lo que no es una tarea compleja. Sobre todo cuando la cuestión de asignar identidades se
remonta incluso al embarazo y la
primera pregunta que te hacen es si
es niño o niña. Así que, ¿por dónde
empezar? El cambio, sin duda alguna, pasa por las escuelas, la educación y el trabajo con las familias. Para Saida, además, hay que apostar
por introducir dentro del currículum escolar todas esas muestras de
diversidad no binarias. “Si empeza-
Diagonal Del 7 al 20 de enero de 2016
Fotomovimiento
ACOSO ESCOLAR 65 CASOS EN MADRID EN 2015
“Los protocolos
muchas veces
son un papel
burocrático”
Soluciones insuficientes al ‘bullying’
Ter García
Redacción
HOMENAJE. Acto de
homenaje y denuncia
ante la muerte de Alan,
en Barcelona.
mos a educar desde infantil y no
les haces creer una mentira, pues
luego no tendrás que desmontarla
y así a lo mejor en 20 años ya no
hay más casos como el de Alan”.
En Madrid ya están preparando la
tramitación de una ley que contemple esta medida.
Sexo, sentido y género fluido
Otra gran pregunta es cómo detectar si un o una menor es trans o
no, o si simplemente juega e imagina desafiando y desbordando la
normalidad adulta. Desde Chrysallis apuestan por ir de menos a
más, respetando siempre las peticiones del niño o la niña, “porque,
si lo que pide es un vestido, no te
está diciendo que es una niña”. Para Saida no se trata de etiquetar
desde el primer momento, pero, si
está muy claro, “lo idóneo es que
el tránsito no se alargue y se respete el ritmo de la persona siempre. Aunque la familia lo pase mal,
es mejor no poner en riesgo al o la
Referencias
en YouTube
A falta de referentes, YouTube ha supuesto una gran
herramienta. Miles de testimonios copan la red
hablando de mastectomías, cambios hormonales,
vaginoplastias, compresores de pecho o experiencias sobre cómo hablar del
tránsito con tus familiares.
También de timelapses
que reflejan la transición.
Para encontrar estos videos se pueden usar las
siglas ftm (female to male)
si la transición es de mujer
a hombre o mtf (male to
female) si la transición es
de hombre a mujer.
menor”. Durante todo el proceso
siempre es importante hablar con
el equipo educativo del centro.
Uno de los grandes debates
cuando hablamos de chicas o chicos trans es que la asignación de
una identidad u otra pase en muchos casos por legitimar y reforzar determinados roles de género:
chicas trans fan de las princesas
disney, chicos trans amantes del
fútbol y las espadas. Sobre todo
porque el rosa o el azul no son
identidades sexuales, se han construido como tal. Aunque éste es un
gran debate, tal y como señalan
desde Chrysallis, “no les toca a
esos niños o niñas romper con el
binarismo de género”. Otros menores, lejos de tener una identidad
estática, tienen un género mucho
más fluido, una realidad que se refleja muy bien en libros como Buscando el final del Arcoiris (Bellaterra, 2015): “Hay días en los que da
la impresión de que nunca ha habido un momento más propicio para explorar la fluidez de género”.
“Empezaron a pegar a mi hijo al
poco de llegar al centro escolar.
Tiene el tímpano perforado y estrés postraumático. Se lo diagnosticaron estando en el colegio y el
psicólogo le hizo pruebas y confirmó que le maltrataban en el colegio. Esto pasó en 2009”, explica
M.G. a Diagonal. Desde entonces,
tras cambiar al menor de colegio,
la familia ha interpuesto denuncias contra el centro escolar y varios de sus profesores por no proteger al alumno de los ataques de
sus compañeros. La respuesta desde el centro, según explica M.G.,
ha sido presentar informes de aplicación del protocolo contra el acoso escolar que, según afirma, no
se corresponden con la realidad.
Casi seis años después, y tras varios informes de médicos forenses
que confirman el acoso escolar,
denuncias ante los tribunales y ante el Defensor del Pueblo, no se ha
señalado la responsabilidad del
centro escolar.
Es uno de los numerosos casos
de acoso recogidos por la Asociación contra el Acoso Escolar de
Madrid en los que la Administración no ha respondido para proteger al menor. Sólo durante 2015,
esta asociación ha recibido 65 casos similares. “Estamos pidiendo
que se pongan en práctica medidas de evaluación en los centros
escolares porque las víctimas callan por miedo, por si les llaman
chivatos, y a veces es muy complicado reconducir ciertas situaciones que se llevan repitiendo durante meses”, explica María José
Fernández, presidenta de la Asociación contra el Acoso Escolar en
Madrid. “Si pasas un test a todo el
colegio para ver si hay alguna niña o niño que esté sufriendo acoso, igual es más fácil cortarlo en la
fase incipiente”, añade.
Inacción en los colegios
Aun cuando el menor que es víctima de agresiones denuncia, Fernández señala que “muchos profesores tampoco saben cómo actuar
porque los protocolos sobre acoso
escolar son de pena” y muchas veces se convierten en un complicado “papel burocrático”.
Cuando el centro escolar no activa mecanismos que protejan al
menor víctima de acoso, se abre la
vía judicial, contra el propio centro educativo, como garante de la
seguridad de los y las menores de
edad, o contra el o los menores
acosadores o sus familias. “Pero
por la vía penal, no suele haber
sentencias por acoso escolar, hay
una trama bien estudiada para que
no le pase nada al centro ni a los
menores agresores”, afirma Fernández, quien explica que, cuando un centro no actúa y es denunciado, hacen un informe que presenta ante el juez y, en la mayoría
de los casos, el proceso termina
ahí. “Denuncias, se quedan una
copia de tu denuncia, responden
según lo que has puesto en la denuncia y cuando pides expediente
de lo que alega el centro, no te lo
dan, te tienen en la indefensión”,
continúa Fernández, quien señala
también la actitud de la Consejería de Educación de Madrid.
En 2011, el Colegio Amor de Dios
de Alcorcón (Madrid), uno de los
23 centros escolares de la Congregación Hermanas del Amor de
Dios, fue condenado a pagar una
indemnización de 40.000 euros a
los padres de un antiguo alumno
que sufrió continuas vejaciones por
parte de sus compañeros durante
los tres años que estudió en el centro. Desde el centro escolar afirmaron que no hubo inacción por su
parte, que no se detectó ningún aco-
“Si pasas un test a todo
el colegio para detectar
casos de acoso, igual
es más fácil cortarlo en
la fase incipiente”
so y que la acusación se sustentaba
sobre testimonios “no acordes con
la realidad”. Sin embargo, las grabaciones que los padres presentaron al juez de las reuniones mantenidas con el centro sirvieron de
prueba de la “pasividad” ante el
acoso escolar que sufrió el menor.
Del 7 al 20 de enero de 2016 Diagonal
18 LIBERTADES
Álvaro Minguito
PINTADA EN VALLECAS. Save the
Children cifra en 2,5 millones el
número de niños bajo el umbral
de la pobreza.
DERECHOS UNO DE CADA TRES MENORES ESTÁ BAJO EL UMBRAL DE LA POBREZA
Pobreza infantil:
sin dinero asignado
Las reformas de 2015 sobre el sistema de protección
a la infancia no tienen asignación presupuestaria.
Celia Fenollar
Madrid
A lo largo de 2015 han sido varios
los estudios que han denunciado el
alto número de niñas y niños que
viven en riesgo de exclusión social
en el Estado español. Los datos son
claros. Por ejemplo, el informe de
Save the Children cifra en 2,5 millones la cantidad de menores que
viven en hogares con ingresos por
debajo del umbral de la pobreza y
sitúa a España como segundo país
de la Unión Europea con mayor
empobrecimiento infantil.
La pobreza es “un concepto multidisciplinar”, señala Antonio Salvador
Jiménez, psicopedagogo y educador
andaluz, en el libro España, un país
de niños pobres, parte del proyecto
Gira por la Infancia, con el que se
pretende dar forma a un Plan Estratégico para luchar contra la pobreza
infantil con el apoyo de agentes sociales, profesionales, representantes
políticos y familias. Se habla de pobreza absoluta cuando las necesidades básicas del individuo no están
cubiertas, y de pobreza relativa objetiva cuando la persona parte de una
situación de desventaja respecto a su
entorno. En cualquier caso, toda for-
ma de pobreza conduce hacia la desigualdad porque dificulta o impide
que los individuos ejerzan sus derechos, desarrollen sus capacidades y
mejoren su calidad de vida, algo especialmente relevante para la población infantil. Es en esta etapa, “relativamente corta, en la que acontecen
situaciones que marcan de por vida a
la persona”, explica Jiménez.
Responsabilidades
Jiménez afirma que “los niños no son
pobres porque la pobreza sea hereditaria, los niños se encuentran en situación de pobreza porque el sistema los ha empobrecido. Es una cuestión de justicia social y de responsabilidad ciudadana”.
Sus palabras ponen el foco en la
responsabilidad colectiva de la ciudadanía y en la importancia de las
políticas sociales para revertir la situación actual. A día de hoy existen
dos líneas principales a nivel estatal
destinadas a erradicar la pobreza no
sólo económica, sino también educativa y de otros tipos. La primera es el
sistema de protección de la infancia
y la adolescencia, modificado durante 2015. La segunda es el II Plan
Estratégico Nacional de Infancia y
Adolescencia 2013-2016 (II PENIA),
El limbo de
la mayoría
de edad
“Uno de los problemas que
tienen muchas ayudas es
que los chicos dejan de
recibirlas en cuanto son
mayores de edad. Y entonces, ¿qué hacen?”, explica
un portavoz de la asociaciónn juvenil La Torre de
Hortaleza. Es un tema en el
que coinciden educadores,
trabajadores sociales y
organizaciones: la necesidad de dar continuidad a
las políticas que pretendan
erradicar la pobreza infantil. Para solucionarlo proponen “dar seguimiento a los
procesos, personalizar los
casos y contar con personal cualificado”.
del que se acaba de realizar una evaluación intermedia.
Las reformas del sistema de protección se instituyeron en 2015 a tra-
vés de la Ley Orgánica 8/2015 y la
Ley 26/2015. Algunas de ellas estaban incluidas en el II PENIA, como
la obligatoriedad de elaborar un informe previo antes de aprobar cualquier norma que analizara los posibles efectos que ésta pudiera tener
para la infancia. En general las modificaciones fueron bien acogidas,
aunque con ciertos recelos, por educadores y por organizaciones como
Save The Children, Ayuda en Acción
o Unicef, pero con ciertos recelos.
En su libro, Jiménez critica que estas
reformas no incluyeron una asignación presupuestaria que permitiera
el desarrollo e implementación de
las leyes. Además, considera “especialmente tramposo” que la pobreza
de los progenitores o del tutor ya no
sea motivo para declarar al menor
en desamparo.
“Parece que la ley se ha curado en
salud y ha pensado que, si tiene que
declarar en desamparo a los más de
dos millones y medio de niños que se
encuentran en España en situación
de pobreza, lo mismo tendría que
destinar el Presupuesto General del
Estado al completo a la construcción
y puesta en marcha de centros de
protección”, ironiza Jiménez.
El II PENIA, pese a los resultados
satisfactorios de la mencionada evaluación intermedia, también ha recibido críticas por su dotación presupuestaria. Una de estas voces es la
de Conchi Ballesteros, coordinadora
del informe complementario sobre
la aplicación de los derechos de los
niños y las niñas en España presentado por la Plataforma de Infancia el
Comité de Derechos del Niño de
Naciones Unidas.
Según el texto del II Plan, la puesta en práctica de las medidas dependerá de los presupuestos de las diferentes administraciones públicas
responsables de su implantación. De
esta manera, se supedita la inversión
en prevención de la pobreza infantil
a la sostenibilidad financiera.
Como ya avisaba Gonzalo Fanjul
en su estudio Hijos de la recesión: el
impacto de la crisis económica en el
bienestar de los niños en los países ricos (2004, UNICEF), millones de niños se vieron afectados directamente por la crisis, y muchos de ellos lo
harán de por vida. De hecho, se calcula que uno de cada diez menores
en España (unos 840.000 niños y niñas) podría vivir toda su infancia en
un estado de pobreza crónica.
Mientras el porcentaje de niños y
niñas que viven en hogares con ingresos por debajo del umbral de pobreza ha aumentado un 25% desde
2010, el presupuesto destinado a la
infancia ha bajado un 14,6% en el
mismo periodo según Unicef. Por
eso, son varias las organizaciones
que llevan años exigiendo “un pacto
por la infancia para superar que dependa de un gobierno o de otro las
políticas que se hagan”, en palabras
de Miguel Ángel Vázquez, cooperante y candidato del partido Por un
Mundo + Justo, que tenía como tema prioritario en su programa la lu-
Las organizaciones
piden “un pacto por la
infancia para superar
que dependa de un
gobierno u otro”
cha contra la pobreza infantil. A pesar de las alarmantes cifras, la pobreza infantil fue protagonista tan
sólo de forma efímera de la pasada
campaña electoral, y sólo gracias a la
presión ejercida por distintos colectivos y ONG. Las propuestas de IU,
Podemos y PSOE para terminar con
ella pasaban por declarar distintos tipos de renta mínima que permitan a
todas las familias cumplir con las necesidades básicas. Ciudadanos defendía los complementos salariales y
el PP planteó conseguirlo a través de
la lucha contra el desempleo.
SABERES 19
Diagonal Del 7 al 20 de enero de 2016
SABERES
[email protected]
Sistema educativo
EDUCACIÓN. Instituto de
educación pública en Madrid.
EDUCACIÓN
EL LIBRO
BLANCO
DE MARINA
La consultora McKinsey ha sido determinante
en la elaboración del Libro Blanco de la docencia.
ROSA LINARES ROS*
E
l Ministerio de Educación
recibió el 7 de diciembre
de manos de José Antonio
Marina el “borrador” del
Libro blanco de la función docente
no universitaria. El libro, encargo
del ministerio, ha venido precedido
de unas expectativas fabricadas
calculadamente para situar al catedrático y su obra en la línea con la
que el destino se cruza con las
grandes revelaciones. Todo aquello
que le hace falta a nuestra educación nos lo ha contado Marina en
su libro blanco. Y para fingir que
cualquiera de la comunidad educativa puede colaborar en él, se han
dignado habilitar un buzón opaco.
Si lo que se reclama es el derecho a
la participación, de alguna manera,
pensarán, habrá que escenificarlo.
Cuesta imaginar que se atrevan a
llamar borrador a un documento de
87 páginas en el que las líneas de
actuación están desarrolladas hasta sus últimas consecuencias, pero
basta leer el interior del documento
para entender de dónde viene su
atrevimiento. Porque difícilmente
podrán mostrar respeto al consenso quienes han señalado como uno
de los mayores problemas de nuestro sistema educativo su carácter
democrático. Sirva de ejemplo la
reivindicación de la figura del director como cargo impuesto desde
la Administración, al que se le quiere otorgar un poder casi completo.
Tanto el fondo del libro blanco como la forma de presentarlo suponen un viraje al personalismo, la lógica empresarial y el despotismo.
Para revestirlo de una autoridad
incontestable, el libro blanco está
plagado de citas bibliográficas, de
artículos con títulos extranjeros, que
aportan un aire de infalibilidad técnica y académica a sus propuestas.
Convendría, por tanto, aclarar que
no hay informes de ideología neutra
y que, en el caso de este libro, la mayoría de ellos transita por corrientes
de un pensamiento neoliberal poco
disimulado.
Veinte veces menciona el libro
blanco a la consultora estadounidense McKinsey & Co. Que esta consultora trabaje indistintamente en el
campo del armamento, la sanidad o
la educación debería hacernos entender que el desarrollo de sus encargos no tiene por qué contemplar
la autoexigencia de la ética. Como
convencido exponente del entramado neoliberal, McKinsey responde al
dictamen de sus leyes: trabajar para
quien paga y, por supuesto, a beneficio de quien lo hace.
Así se entienden los esfuerzos
extraordinarios que empleó para
impedir la universalización de la
asistencia sanitaria en EE UU, su
protagonismo en la privatización
del ferrocarril en Reino Unido o las
recomendaciones de llevar a cabo
recortes brutales en la sanidad de
este mismo país. Tras estas operaciones, clientes privados tienen
parte de su trabajo resuelto para
transformar en negocio de unos
pocos los derechos de todos. Así
pues, lo mínimo que le podemos
conceder a McKinsey es su concienzuda voluntad de invadir nuestros centros públicos de todas esas
reglas que el mercado tiene para
competir sin necesidad de considerar la igualdad, la solidaridad, el
respeto al medio ambiente o la defensa de los derechos humanos como figuras obligadas en sus ecuaciones finales. Al fin y al cabo, más
que necesitarlas, la rentabilidad
económica exige que queden al
margen.
Soberanía en la educación
No parece que decisiones tomadas a
miles de kilómetros sobre mesas que
sostienen maletas de ejecutivos sea
el escenario ideal para organizar con
un fin transformador la educación
para nuestras próximas generaciones. Así que no nos queda otra que
reclamar también en este sentido la
soberanía de la educación pública.
Una visión reduccionista del ser
humano está calando en los discursos que se pretenden salvadores de
nuestra educación: la de que niños y
niñas, adolescentes, junto al sistema
mismo, deben entenderse sin más
como la recámara de la economía
de mercado.
Aclaremos por último y con tentación de ir atando cabos que Luis
Garicano, responsable del programa
educativo de Ciudadanos, tuvo la
suerte de ampliar su currículo como
economista en esta prestigiosa consultora, McKinsey & Co, y que son
precisamente Marina y Garicano
quienes se han ofrecido para consumar un Pacto por la Educación. Y
un pacto político que no cuente con
el pacto social, es decir, un pacto que
no surja desde abajo y contemple la
participación de toda la comunidad
escolar –docentes, alumnado y madres y padres– es un sabotaje a la
Si lo que se reclama
es el derecho a la
participación, de alguna
manera, pensarán,
habrá que escenificarlo
Una visión reduccionista
del ser humano cala en
los discursos que se
pretenden salvadores
de nuestra educación
construcción democrática de nuestra educación para el futuro. No lo
consintamos. Que el prestigio que
precede los hechiceros y sus abalorios no enmudezca una defensa exigente de la educación pública.
*R.L.R., profesora de Secundaria
en un instituto público y miembro
de Yo Estudié en la Pública.
20-21 SABERES
Discursos securitarios
CULTURA DE
LA PREVENCIÓN
Algunas representaciones e intervenciones contraculturales
llaman la atención sobre la seguridad, en torno a la que
cada vez más se yergue un peligroso e inseguro consenso
Sergio García García
MADRID
A pesar de que la seguridad no sea
actualmente el tema de moda en los
debates electorales o en las preocupaciones testadas por el CIS, en
nuestras ciudades se observan signos de la obsesión creciente por
proteger la propiedad privada (vallas, cámaras y conserjes en urbanizaciones cerradas) y de la extensión
capilar de la cultura de la seguridad
en los espacios públicos.
En esta época del reclamo de la
“seguridad para defender nuestras
libertades”, tras los atentados de
París, se ha publicado el libro Enclaves de riesgo. Gobierno neoliberal, desigualdad y control social,
coordinado por el Observatorio
Metropolitano de Madrid. Se trata
de un abordaje del auge de la seguridad no tanto desde el enfoque
habitual del recorte de libertades
como desde la perspectiva de su
relación con las desigualdades.
La pérdida de derechos sociales, acompañada de la creciente
individualización de las biografías, es sustituida por la protección
policial y por la asunción de precauciones hacia los demás y hacia
sí misma por parte de la ciudadanía. Esta protección y autoprotección debe leerse como un eficaz
modo de gobierno en el que participa tanto el ministro del Interior
como Antonio, el vecino del quinto. Y, como bien define el Diccionario de las periferias de Caraban-
La prevención de la
inseguridad ciudadana
surgió en los 90 como
la piedra angular de
las políticas públicas
cheleando refiriéndose a este
vecino –pequeño especulador, xenófobo y de natural desconfiado–,
“Antonio somos todos”.
Todo empezó con la difusión de
la ideología de la prevención. La
prevención fue un concepto em-
pleado en la intervención social y
el movimiento vecinal de los años
70 y 80 como respuesta alternativa
a la represión policial sobre los sujetos marginados de la época (jóvenes periféricos, toxicómanos, etc.).
La confluencia entre las demandas vecinales de mayor presencia
policial (“policía de proximidad”)
ante la crisis de inseguridad motivada por el paro y la heroína, y la
introducción de nuevas corrientes
criminológicas anglosajonas en la
gestión policial, hizo emerger la
prevención de la inseguridad ciudadana en la década de los 90 como la
piedra angular de las políticas públicas en nuestras ciudades. Esa
prevención funciona anticipándose
a los fenómenos a partir de la evaluación de riesgos, pero sin acudir a
las causas estructurales de la delincuencia y “predelincuencia”, sino
centrándose en las situaciones concretas del delito y en el “análisis de
oportunidades” de los delincuentes.
Es así como la prevención social
quedó reducida a “situacional”.
La centralidad de la prevención
no sustituye a la represión. Somos
testigos de cómo el encarcelamiento ha sido, a base de endurecimiento penal, el recambio de las instituciones del Bienestar (el número de
presos en España creció ocho veces desde la muerte de Franco hasta 2009). También sufrimos la Ley
Mordaza, los agujeros negros de
los derechos que son los CIE, o la
persistencia de la tortura. Pero esa
gestión hard de la seguridad va
siendo cada vez más invisibilizada
o estetizada al tiempo que se hace
lucir una gestión soft, mucho más
legitimada al apoyarse en la “demanda de seguridad”.
Orwell no estuvo aquí
La seguridad preventiva no puede
leerse desde lecturas simplistas y
conspiranoicas: no vivimos en el
1984 de George Orwell, no hay un
plan. Por el contrario, la prevención es participativa, y no sólo a
través del préstamo voluntario,
transparente y alegre de nuestras
opiniones y datos en internet, sino
mediante nuestra implicación cotidiana en el control de nuestros
espacios de vida, en los que levantamos fronteras físicas y relacionales y colocamos cámaras electrónicas y psicológicas a partir de
los recelos vecinales tejidos de
desigualdades. Como afirma el
poeta David Eloy Rodríguez, “el
problema ahora es que hay muchos vigilantes y pocos locos. El
problema ahora es que la jaula está en el interior del pájaro”.
Las jaulas en forma de gestión
Estos enclaves tienen
sus propias reglas, allí
se ponen en suspenso
incluso normas y leyes
de rango superior
preventiva de la (in)seguridad objetiva y subjetiva se expresan en
muy distintos ámbitos y por muy
diversos actores. El primero y más
evidente es la gestión policial del
espacio público. Los datos permiten construir cartografías urbanas
Diagonal Del 7 al 20 de enero de 2016
de riesgos que redundan en una
gestión de los efectivos policiales
más eficiente en tareas de prevención presencial. El grupo Pony
Bravo nos invita a visitar la orilla
del Guadalquivir, Turista ven a
Sevilla, tranquilizándonos al advertir que la policía vigila la noche. La disuasión del coche patrulla en el parque donde los
chavales hacen botellón se combina con la burorrepresión vía ordenanzas de civismo o los controles
de identidad selectivos: se apela
al cálculo racional en pro de los
propios intereses individuales
–¡como buenos homo economicus
que somos!– para que nos marchemos o nos invisibilicemos si no
queremos ser sancionados. Planes
como el de Seguridad de Lavapiés, que refuerzan la hiperpresencia policial con el respaldo de
algunas asociaciones de vecinos y
comerciantes, se complementan
en las áreas más golosas para el
mercado con la videovigilancia.
Esta transparencia mediante los
datos y las imágenes permite resolver
delitos,
pero
sobre todo busca disuadir su co-
misión y expulsar “por su propia
voluntad” a aquellos cuerpos y
aquellas prácticas que por su escaso valor de mercado serán objeto de sospecha por parte de las
fuerzas de seguridad. Sonríe, te
están grabando o Camarón contra las camarillas, del colectivo
Un Barrio Feliz, fueron campañas
de guerrilla de la comunicación
que trataron de evidenciar el panóptico callejero en el que se convirtió Lavapiés a partir de 2010 en
pleno proceso de gentrificación.
Las instituciones de Policía local han comprendido que la seguridad excede al trabajo policial.
Pero en lugar de dejar hacer a
otros agentes, como las propias
comunidades o los profesionales
de la intervención social, el modelo de gestión contemporáneo
los pone a trabajar y va insertando
a la propia policía y sus lógicas en
esos ámbitos. Los agentes tutores
o los policías mediadores constituyen nuevas figuras policiales en
los colegios o en los tejidos asociativos de los barrios. Documentales como Tolerancia cero muestran cómo en Estados Unidos la
policía es usada cada vez más en
la prevención y resolución de conflictos meramente escolares, aunque el documental es menos crítico con la intervención de los
agentes tutores en España. Del
mismo modo, los consejos distritales de seguridad tratan de implicar a las asociaciones vecinales en
la gestión de la seguridad de los
barrios, pero no como agentes autónomos de prevención, resolución y mediación, sino como radares de problemas y meros clientes
del servicio policial que piden
cuentas de su eficacia.
No obstante, no sólo la policía
construye y gestiona la ciudad del
riesgo. También urbanistas, arquitectos y vecinos producimos verdaderas obras de arte y pequeñas
artesanías securitarias. El arquitecto griego Stavros Stavrides designa como “enclaves” las islas
acotadas por muros en el archipiélago que es la ciudad neoliberal, islas que flotan en un mar, el
espacio público, cada vez más sometido a la excepción securitaria.
Como narra la película La zona,
estos espacios residenciales y comerciales tienen sus propias reglas, allí se ponen en suspenso incluso normas y leyes de rango
superior.
Rodeadas por vigilantes, muros,
vallas, rejas y pinchos, fuera de estas zonas se talan “arbustos criminógenos” y se plantan farolas que
combaten la oscuridad, superficies resbaladizas o irregulares que
impiden estar e impelen a pasar,
cactus y chorros de agua que ordenan los cuerpos y los espacios
comunes a partir de los principios
de la prevención situacional. Es
así como se hacen más fáciles
unos usos que otros, unas presencias que otras. En ocasiones se
apela a urbanistas progresistas,
como Jane Jacobs o Francesco Tonucci, para reforzar la vigilancia
natural del espacio común, si bien
recontextualizando sus ideas sobre la autogestión comunitaria de
la seguridad en un nuevo modo de
gobierno que sustente el orden social desigual. Y sin florituras intelectuales, las propias comunidades de propietarios, e incluso de
vecinos, construyen con más o
menos recursos las ciudades dentro de la ciudad. Es así como va
proliferando el arte de las bellas
vallas, esas que Leónidas Martín
documenta en su blog Leodecerca. Aparte de la visibilización en
Como dice el poeta
David Eloy Rodríguez:
“El problema ahora
es que hay muchos
vigilantes y pocos locos”
los últimos años de esta arquitectura hostil, algunas acciones, como #ArreglaTuMarquesina (tuneo de los asientos anti-sinhogar
de las paradas de bus en Madrid),
han buscado intervenirlo para hacerlo más habitable.
ACERCARSE
AL MIEDO
Relatos, películas
y canciones para pasar
la fiebre securitaria
CINE
MÚSICA
Historias de
inseguridad
Desde el puesto
de control
MIEDO A SALIR
LONDRES
Eloy de la Iglesia (1980)
Fabulosa película de Eloy de
la Iglesia que representa el
clima de inseguridad avivado
en la España de la Transición. El sensacionalismo
mediático encuentra eco en
las truculentas historias del
boca a boca de los ciudadanos convencionales asustados por los cambios políticos
y culturales de la época y por
el clima de violencia social y
política.
Fiera (2012)
“Tú dame un arma, mil euros
al mes, una pantalla de plasma, y yo te protegeré (...).
Por mil euros al mes, podríamos ser más. Podemos ser
tu ejército particular”. Un
sicario de la seguridad privada nos habla desde su garita
de control. Es lo que los sevillanos Fiera nos dieron a
conocer a golpe de música
electrónica a través de la
Fundación Robo.
CUENTOS
LIBROS
Más gallinas
de la cuenta
Un repertorio
de miedos
GALLINAS
EL PAÍS DEL MIEDO.
Rafael Barrett (1910)
“¿Dónde está mi vieja tranquilidad? Estoy envenenado
por la desconfianza y por el
odio. El espíritu del mal se
ha apoderado de mí. Antes
era un hombre. Ahora soy un
propietario...”. Rafael Barrett,
cántabro emigrado a Paraguay, escribió un breve relato
que explica cómo el granjero
comenzó una espiral securitaria cuando adquirió más
gallinas de la cuenta.
Isaac Rosa (2008)
Los pliegues subjetivos hacia
espacios oscuros de la vida
urbana se convierten en agujeros negros cuando tenemos
hijos. Y eso a pesar de considerarnos gente abierta. Y es
que la propia estructura
social no nos lo pone fácil.
Un extraordinario repertorio
de miedos muy apegados a
la vida cotidiana de nuestras
ciudades es lo que muestra
lúcidamente este libro.
Ahora que la guerra ha invadido la
vida cotidiana en forma de terror y
de control policial para combatirlo,
Enclaves de riesgo propone, por
ENCLAVES DE RIESGO
Traficantes de Sueños (2015) medio de varias voces, una forma
de analizar y abordar nuestros miedos que no conduzca a la demanda de la “seguridad para proteger
nuestras libertades” ni al reclamo de la “libertad para poner límites
a la seguridad”, sino a la rehabilitación de la igualdad y del vínculo
social como modo de producir confianza.
Abordar los
miedos
22-23 SABERES
Discursos securitarios
“ La violencia
política es un
proceso relacional”
Hablamos con Laurent Bonelli, profesor
de Ciencia Política, sobre la situación en Francia
Sergio García García
Madrid
Nada provoca más miedo, nada
justifica mejor una escalada securitaria, que los azotes del Daesh
en Occidente. Cualquier espacio
cotidiano (tren, metro, concierto,
café...) se convierte en un potencial espacio de muerte. Si el miedo
al otro ya inundaba las ubanizaciones cerradas, el miedo al otro
yihadista inunda la vida entera.
Conversamos con el sociólogo y
profesor titular de ciencia política
francés Laurent Bonelli, estudioso
de la relación malograda entre la
juventud de las banlieues y las instituciones francesas.
DIAGONAL: Recientemente se ha
publicado el libro Enclaves de riesgo, en el que aparece un texto tuyo
dedicado al disciplinamiento de los
jóvenes de las periferias francesas
y su deriva securitaria. ¿Por qué ligas derechos y empleo con el asunto de la seguridad?
LAURENT BONELLI: Es totalmente artificial separar la seguridad de
la cuestión social. Existe un estrecho
vínculo entre la inseguridad existencial y los pequeños desórdenes urbanos. En la sociedad fordista, los
desórdenes característicos de la juventud (violencia, pequeños robos,
vandalismo, etc.) se regulaban en su
mayoría a través de la integración
en el mundo de la fábrica. Con el paso de los años la integración profe-
sional permitía “sentar cabeza”, como se decía entonces. Hoy ya no es
el caso. La precariedad, las discriminaciones o el desempleo masivo que
experimentan hoy muchos jóvenes
de las periferias francesas les impide
encontrar esta estabilidad y favorece la permanencia de los desórdenes
juveniles. Además, estos jóvenes son
percibidos de manera diferente que
en el pasado. Los viejos obreros no
reconocen en las nuevas generaciones sus herederos. Su mundo se ha
deshecho y estos jóvenes encarnan
de manera especialmente visible este declive colectivo. Todo ello genera un repliegue en el espacio doméstico y un malestar profundo que los
politólogos analizan de manera sesgada como “sentimiento de insegu-
ridad” y que los políticos usan en sus
campañas par intentar reconquistar
un electorado masivamente abstencionista.
D.: En tu investigación acerca de
los procesos de relegación de los
jóvenes de las banlieues has prestado atención al nuevo fenómeno
terrorista. Los atentados de París
de la noche del 13 de noviembre de
2015, así como el ataque a la revista Charlie Hebdo o al museo judío
belga,
han
tenido
como
protagonistas a jóvenes franceses,
nacidos y educados en Francia, y
no a terroristas llegados de otros
países. ¿Qué condiciones han hecho posible que jóvenes de barrios
periféricos cometan actos de una
extrema violencia en sus propias
ciudades?
L.B.: Es cierto que varios de los autores de estos ataques presentan
unas trayectorias parecidas: intervención precoz de los servicios sociales, escolaridad técnica, sociabilidad callejera y delictiva y por fin
encarcelamiento. Todos comparten una visión del islam compuesta
de combatientes convertidos en héroes (los muyahidines), hazañas y
escenarios lejanos de conflicto. De
hecho, varios viajarían a esos destinos (Siria, Pakistán, Afganistán,
Yemen). La propaganda, las prédicas y las estancias iniciáticas les
proporcionan una representación
del mundo bastante simple que reúne en un todo coherente su experiencia concreta de la dominación,
de la discriminación, la que sufren
otros pueblos (en Mali, en Chechenia, en Palestina, etc.) y un gran relato civilizatorio que designa a los
judíos y a los infieles como responsables de todos esos males. Esta
concepción de la religión es fácil
de asumir, dado que es al mismo
tiempo una toma de conciencia (de
su situación) y una liberación, que
le ofrece a la rebeldía un ideal más
‘elevado’ y universal que la delincuencia y la marginalidad.
Sin embargo, estas características no son sólo las de unos individuos que han cometido atentados,
sino las de decenas de miles de jóvenes. De ahí la gran ingenuidad
de buscar perfiles. El uso de la violencia en política (en tiempo de
paz) concierne a muy pocas personas, y no sale de la nada. Hay que
dibujar sus genealogías –la guerra
Diagonal Del 7 al 20 de enero de 2016
civil argelina juega sin ninguna duda un papel en los últimos atentados– y entender las dinámicas propias de las trayectorias de estos
individuos, sin nunca olvidar el papel de las autoridades públicas (y
particularmente de la policía y de
la justicia): la violencia política es
un proceso relacional.
D.: Los ataques yihadistas están
siendo usados por los gobernantes
para mostrar músculo ante la opinión pública en forma de respuestas represivas bélicas. En este
sentido, el discurso del Frente Nacional parece marcar el paso desde hace años en la política francesa. ¿A qué verdad apela Marine Le
Pen que ha atraído a tantos franceses?
L.B.: Los atentados que experimenta Europa desde el principio
de los años 2000 son terribles. Pero en ningún caso han desestabilizado los Estados. Los servicios de
inteligencia, la policía y la justicia
han hecho su trabajo, generalmente de manera eficiente. Los autores
y sus cómplices han sido neutralizados o arrestados rápidamente.
En vez de felicitarse por ello, el Gobierno francés usa un discurso bélico, o peor aún, de guerra de civilizaciones. Marine Le Pen no puede
pedir más… Ni siquiera tiene que
decir nada, si el propio Gobierno
socialista señala el “islamismo radical” como enemigo.
El discurso de guerra implica
una polarización (entre “ellos” y
“nosotros”) que es un sinsentido
en materia de violencia política.
Dos discursos simétricos se en-
frentan: el de las autoridades (“o
están con nosotros o están con los
terroristas”) y el de las organizaciones armadas (“o están con nosotros o son malos musulmanes,
nacionalistas, revolucionarios,
etc.”). Ahora bien, la “relación terrorista” no incluye a dos participantes, sino a tres. El enfrentamiento entre los dos primeros se
realiza ante la mirada por lo general indiferente del grueso de la población, que ocupa una posición
de espectadora a través de los medios de comunicación. Este distanciamiento constituye precisamente la condición de la no
extensión de la violencia, particularmente cuando los grupos radicales no disponen de bases sociales o territoriales fuertes. Pero la
presión que se ejerce para desembocar en condenas unánimes, las
vejaciones y las humillaciones (tales como las que se pueden observar en los registros que se llevan a
cabo con el estado de emergencia) pueden, por rechazo, incitar a
una minoría de esos espectadores a unirse a los objetivos, o
incluso a las filas, de las organizaciones que están en
el punto de mira.
D.: ¿Qué puede desactivar
el dispositivo securitario
en forma de guerra y
miedo que se ha apoderado de la vida cotidiana
en Francia?
L.B.: Es difícil de momento, dada la unanimidad política sobre este tema. El
problema con las medidas
“
El discurso de
guerra implica una
polarización ‘ellosnosotros’ que es un
sinsentido en materia
de violencia política
descritas como “excepcionales” tomadas en momentos de crisis es
que no hay vuelta atrás. El caso de
Irlanda del Norte o de Italia de los
70-80 lo demuestran muy bien. Se
convierten en la manera normal de
gestionar una determinada situación. ¿Quién será el político francés que tendrá el valor de no activar el estado de emergencia
después del próximo atentado?
Por tanto, no estamos frente a un
estado de excepción. Para la mayoría de la gente, nada cambia, y
es la razón por la cual estas medidas pueden existir y recibir un cierto apoyo. La excepción concierne
sólo a ciertos grupos, definidos por
su “peligrosidad”, y por extensión
unos medios cercanos a ellos. Vivimos dentro de regímenes liberales
con bolsas de excepcionalismo.
Eso dificulta la movilización más
allá de las organizaciones tradicionales de defensa de los derechos
humanos. Por eso hay que mostrar que además de discriminatorias, estas políticas son inútiles
y, peor aún, contraproducentes. En efecto, participan
de la radicalización de
gente que no lo estaba y
difunden un visión del
mundo social dividido
entre musulmanes y
no
musulmanes.
Una división que defienden tanto los neoconservadores norteamericanos y la
extrema derecha europea como el Estado
Islámico y los grupos
yihadistas...
¿TE
BAJAS?
: ESCUELA DEL AFUERA
DISPOSITIVO DE
APRENDIZAJE COOPERATIVO
E
ntre abril y mayo de
2015 la Escuela de
Afuera organizó el taller “¿Te bajas?” sobre
cómo se hace y se vive la calle
con el fin de aprender, investigar y pensar colectivamente,
desde el saber experiencial,
acerca de la calle de hoy. Partimos de un lugar común: el tránsito de la calle política a la calle
del mercado y la seguridad. Derivando por barrios, experimentando con los cuerpos y tejiendo
ideas, esto nos preguntamos y
esto nos respondimos.
¿Qué esperamos de la calle?
Estar sin miedo entre diferentes.
Para convertir una calle hostil
en habitable es necesario estar
ahí, pasar tiempo: bajarse a la
calle sin objetivos, a lo que
ofrezca.
¿Sin conflictos? Pues no. Cada
vez más los conflictos están mediados por la policía y, a la vez,
cuando ésta aparece hay cuerpos
que se tensionan. Nos preguntamos cómo habitar el conflicto de
otra forma, por modos de gestión
no policial del conflicto.
¿Qué fuerzas contribuyen al
encuentro y cuáles al choque?
Perdón, encontrarse es también
chocar y a veces merece la pena.
¿Qué fuerzas contribuyen al encuentro y cuáles a la distancia?
Las vallas, el tráfico, la policía o
las prisas generan distancia,
mientras que para que haya encuentro hace falta un lugar (mi
madre me decía “súbete, súbete”,
y yo le decía “pero si estoy en el
banco”, y ella “es verdad”), un
hábito (nos colábamos en el descampado), compartir cosas sencillas (la vida la hacíamos en la
calle: comer, lavar...), un gesto
(me senté al lado y enseguida se
pusieron a hablarme).
Ramón Fornell
Y por último, ¿qué es la calle
política hoy? Pasan mil cosas en
la calle. Se suelen codificar en
datos para que las gestionen la
policía, las empresas, las instituciones. Pero la política es transformar un dato en un problema.
La calle política es aquella en la
que hacemos algo con problemas, dando lugar a comunidades
–azarosas– de concernidos.
24-25 SABERES
Belchite
RETRATOS PARA DESPUÉS DE UNA
GUE
RRA
Un equipo de arqueólogos trabaja
en Belchite para recuperar
fragmentos de memoria enterrada
Rui Gomes Coelho
Belchite
Son las siete de la mañana, en uno de
esos días de sol abrasador. El equipo
de arqueología se hace el remolón y
se va levantando perezosamente,
mojando tostadas en los tazones repletos de café con leche. Una hora
después ya se encuentran todos en el
campo; alguien arrastra una azada,
otro se encarga de limpiar y evacuar
la tierra, y al fondo alguien grita para
que se aparten de la retroexcavadora. Ésta es una rutina común en yacimientos arqueológicos de todo el
mundo durante los meses estivales.
Pero éste no es un sitio cualquiera.
Estamos en la villa aragonesa de Belchite, donde mujeres y hombres están excavando letrinas militares, un
fortín y una línea de trincheras abierta por las tropas franquistas durante
la guerra civil. Son testimonios materiales de una batalla brutal que, en el
verano de 1937, enfrentó al ejército
sublevado contra las fuerzas republicanas, finalmente victoriosas.
Belchite fue parcialmente destruido durante los enfrentamientos y,
acabada la guerra, el caudillo quiso
que se convirtiese en un ejemplo perpetuo de la “barbarie roja”. Obligó a
los belchitanos a abandonar sus casas y ordenó que una nueva villa se
construyese a su lado como símbolo
de penitencia y reconciliación. Pero
ese mundo idealizado sólo parece
perdurar en las postales que se venden en el estanco del pueblo nuevo.
Basilio Martín Patino mostró, en
su película Canciones para después
de una guerra (1971), cómo la vida
de los españoles se convirtió en un
pastiche de imágenes y sonidos contradictorios: los discursos del general, anuncios publicitarios de leche
en polvo, la falta de gasolina en Madrid, una vulgar corrida de toros y la
escasez de alimentos en el campo.
Todo eso se disipó con las transformaciones sociales de los últimos 20 o
30 años, pero en Belchite todavía se
puede pasear por las calles deshabitadas de la antigua villa y la ruina de
una utopía urbana franquista.
El pastiche de imágenes contradictorias que allí se vive es simétrico
al de la película de Basilio Martín.
Los arqueólogos vienen para desvelar lo que enterró la narrativa de la
reconciliacion nacional, y es en la
inquietud que motiva sus gestos de
arqueólogos donde se reecuentra la
humanidad escondida durante años
de represión y silencio. Ellos muestran cómo objetos perdidos hace 80
años y otras huellas en la tierra tienen el poder de rescatar memorias y
contribuir para que seamos personas
más críticas e ilustradas.
Estas imágenes se tomaron en septiembre de 2015 en el transcurso de
días intensos de trabajo. Hay en ellas
sombras que cubren rostros y ruinas,
y hay relámpagos de luz como anunciando una idea nueva o cualquier
descubrimiento subterráneo: son el
desasosiego de quien se levanta a las
siete y se pasa un día de verano a la
búsqueda de las cosas justas.
1
Diagonal Del 7 al 20 de enero de 2016
FOTOS RUI GOMES COELHO
1. RODÉN. Marín en la iglesia
de Rodén. La luz de verano
cose sombras diagonales, que
imponen una heráldica alternativa en la vieja iglesia.
2. TRINCHERAS. Candela mira
hacia una trinchera poco antes
de empezar una prospección.
Los combates fueron brutales
en las líneas de Mediana y la
arqueología puede explicarnos
lo que pasó.
3. MODERNIDAD. Paradojas de
la modernidad. Este edificio
tenía ascensor y era uno de los
más sofisticados del pueblo
antes de que llegaran las ametralladoras para recordarnos
que el “progreso” puede anularse a sí mismo.
2
4. GRAFITIS. Xurxo en “la casa
escrita”. Este lugar, abandonado y casi surreal, está cerca de
Belchite, pero aislado de nuestro tiempo. Fue ocupado por
republicanos y carlistas durante
la guerra, que dejaron las paredes cubiertas de grafitis.
Retratos realizados en el ámbito del International Brigades
Archaeological Project, dirigido
por Alfredo González-Ruibal
(INCIPIT, España) y Salvatore
Garfi (Universidad de
Nottingham, Reino Unido).
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26-27 CUERPO
CUERPO
[email protected]
Apoyo mutuo
AUTOGESTIÓN
DE LA SALUD MENTAL
GAM
LA XARXA
Tres grupos forman esta red de Barcelona
Ana Álvarez
Redacción
“Desde hace ya casi dos años nos hemos ido juntando personas disidentes y fugadas del sistema psiquiátrico con el propósito de cuidarnos
mutuamente y politizar nuestros
malestares. Creamos un grupo de
apoyo mutuo, sin jerarquías ni profesionales, un grupo de afectadas que
querían y queremos hablar en primera persona (del plural) de la salud
y de cómo nos desquiciamos y, también de cómo autogestionarla y combatir por nuestras vidas”. Así se presenta en su web la Red de Grupos de
Apoyo Mutuo (Xarxa GAM) de Barcelona, grupos que surgen desde “la
necesidad de compartir con pares,
con gente a la que le ha pasado algo
parecido”, señala Germán, uno de
sus integrantes, a Diagonal.
La Xarxa GAM se caracteriza por
un funcionamiento asambleario, autónomo de las instituciones y alejado de la dirección de “expertos”. Los
grupos están integrados por personas diagnosticadas y críticas con el
sistema de salud mental que, “cansadas de ser el objeto del saber experto de otros, han decidido ser el
sujeto de su propia experiencia vivida”, explican en una entrevista publicada en La Directa.
En sus charlas y talleres hacen
hincapié, sobre todo, en que lo suyo
es apoyo y no ayuda: “Estamos hartos de asistencialismo, porque ya hemos tenido bastante. No es una
cuestión de hablar una vez a la semana y sentirnos bien y ya está. Eso
no es lo que queremos hacer”, relata
Germán. Para él, la diferencia está
en politizar ese malestar. “Partimos
de la base de que el patriarcado y el
capitalismo enferman y quiebran a
las personas. Nosotras oponemos al
individualismo capitalista y al sexismo, que transforma todo en mercancía y sojuzga, el apoyo mutuo, la solidaridad de los iguales, la alegría de
luchar juntas, compartir y cuidarnos”, explican.
Un pilar importante de los grupos,
junto a la escucha, es el cuidado entre sus miembros. “Si a alguien lo
ingresan, vamos e intentamos hablar con los psiquiatras que lo atienden”. Muchos integrantes del grupo
han establecido qué quieren hacer
si tienen una crisis. “Si yo me pongo
mal, llaman a los compas y yo he establecido a quién quiero ver, con
quién quiero hablar, de qué manera
quiero que se me trate”, nos cuenta
Germán, indicaciones que previamente ha dado en base a sus propias
experiencias. Esa resistencia desde
el día a día ya ha dado sus frutos.
“La gente ingresa mucho menos que
antes”, y eso es todo un logro para el
colectivo.
Las personas que integran la
Xarxa son muy distintas. “Acaba de
entrar una mujer que tendrá 70
años”, ponen como ejemplo. “Incluso
políticamente también. No queremos ser dogmáticos con lo que hacemos. Hay gente que sí tenemos un
compromiso más político, de teorizar, y hay gente que va más a su aire.
Para mí, uno de los problemas de los
movimientos sociales es el de encajonar la lucha. En nuestro caso, luchamos por nuestra salud, y eso es lo
más importante”, apunta.
Al final, los motivos que llevan a
cada persona a acercarse a estos
grupos son tan distintos como sus
historias. “Unas aspiraban a abandonar el psiquiátrco, otras a no entrar en el mismo a la fuerza, otras a
bajar las dosis de drogas psiquiátri-
La Xarxa surge
de la necesidad de
compartir entre gente
a la que le ha pasado
algo parecido
cas, otras a abandonarlas definitivamente, otras a no caer en la cronicidad y el encierro permanente, otras
buscaban apoyo para acompañar su
proceso de adaptación a una nueva
identidad sexual, otras para superar
el estigma de la locura”, sostienen.
Además de los tres grupos que integran la Xarxa, ésta también cuenta
con el llamado “anillo exterior”, for-
mado por personas que dan apoyo a
sus integrantes. “Hay un psiquiatra,
que es como un asesor en medicación, por decirlo de alguna manera,
y vamos hablando con él sobre el tema, y alguna vez él habla con los psiquiatras que nos tratan. También hay
un psicólogo de la liberación, muy
comprometido políticamente, con el
que hicimos un taller para hablar
de relaciones íntimas y estigma”,
cuenta Germán. Pero lo importante de este grupo es que funcione dentro de la horizontalidad: “Lo que intentamos
es que la gente que está en
el anillo funcione con nosotras de tú a tú, que no sea
desde una experticia”.
Ser protagonista
Con el objetivo de adquirir un conocimiento teórico de lo que les está sucediendo y que éste no siempre dependa de un profesional, la Xarxa ha
puesto en marcha dos grupos de estudio: uno sobre medicación y otro
sobre corrientes de la psiquiatría.
“Estamos hartas de que se nos dirija,
de que haya una verticalidad en
nuestros procesos. Queremos ser
parte activa de nuestra propia vida y
tener un conocimiento de lo que estamos tomando para poder jugar con
ello, dentro de la adicción que esto
provoca”, reclaman. “Incluso intentamos desarrollar estrategias para
hablar con los psiquiatras, que vean
que tenemos un conocimiento, poder decirles ‘lo que me estoy tomando me hace esto y lo otro, y lo he leído, vamos a probar a bajar la dosis’,
pero esa estrategia a veces funciona
y a veces no. La gran mayoría de los
psiquiatras va con la medicación por
delante. No se plantean ni que haya
alternativas”, se lamenta Germán.
Dentro del grupo muchas personas tienen un conocimiento enorme
de la medicación, pues llevan tomándola más de 20 años. “Y es increíble
el poco caso que se le hace a la persona usuaria y el conocimiento que
tiene de sus procesos, y de lo que le
ha hecho la medicación en cada momento”. La postura de la Xarxa es
claramente crítica con las corrientes
Diagonal Del 7 al 20 de enero de 2016
Antonia Santolaya
Siguiendo
el modelo de
Icarus Project
Uno de los primeros ejemplos de grupos de apoyo
mutuo en salud mental es
el Icarus Project estadounidense: una red de grupos
locales autónomos que
comparten una misma filosofía y que lleva más de
20 años de actividad. Se
definen por ser “anti-autoritarios, inclusivos, y trabajar contra el racismo, clasismo, sexismo, homofobia
y otras opresiones”. Los
grupos afiliados crean
espacios “seguros donde
el comportamiento opresivo no es tolerado”, explican en su web.
Otros ejemplos de GAM en
el Estado son Ram-a en
Andalucía y un naciente
grupo en Madrid.
psiquiátricas mayoritarias y con la
sobremedicalización. “El problema
es que te encajan en el sistema para
que funciones con él, no te hacen
cuestionártelo. Se limitan a decir
que esto te pasa porque tu cerebro
está mal, y van a regulártelo”, dice
Germán. “Hay una dominación de
la ciencia biologicista y, al igual que
con el ‘gen rojo’ de Vallejo Nájera,
parece que nacemos predeterminados de alguna manera por lo que tenemos en el cuerpo, y que eso no es
discutible”.
Aprender sobre estas cuestiones
les otorga herramientas para tratar
su propio malestar y negociar con
su psiquiatra: “Cuando vas allí igual
estás hecho una mierda. Te agarras
a un clavo ardiendo y te crees lo que
te están diciendo. Pero dentro de lo
susceptible que estás hay que analizar cómo te ayuda lo que te dicen
y cómo creas una autonomía en la
que tú decidas tu proceso”, explica.
Los integrantes del grupo reconocen que su relación con sus psiquiatras es complicada. “Hay una
jerarquía muy grande, en la que tú
le cuentas todo lo que te pasa y él
no te cuenta nada. Y eso ya es una
relación de poder de él sobre ti.
Además, hay algunos que critican
al grupo de apoyo mutuo y le han
dicho a gente que no venga. Creen
que los estamos convenciendo para dejar la medicación, como si
fuera una secta o algo”, explican.
Y pone el ejemplo de un compañero que asistía a las reuniones con
un permiso del psiquiátrico donde
estaba ingresado y al que ahora ya
no dejan asistir.
Lo mismo ocurre con las familias, en las que encuentran reacciones de todo tipo. “Hay familias
a las que no les gusta nada lo que
hacemos. Y otras que nos animan
a venir”. Refererirse a ellas es un
tema complejo. “Si los patrones
que tenga la familia te acrecientan
el sufrimiento, el estar con ella a
veces no ayuda”, se lamenta Germán. Guillermo Rendueles, psiquiatra y ensayista, reconoce esta
dificultad: “En España, cuando se
cierran los manicomios, la única
estructura de acogida que sobrevive es la familia. La locura se vive y
se contiene hoy en la familia, y por
ello nadie se atreve a conjeturar o
investigar el papel patogénico de
la sagrada institución”, explicaba
en la revista Viento Sur.
Lucha contra el estigma
Como parte de la estrategia de politizar el malestar, una de las principales actividades de la Xarxa es
visibilizar su forma de trabajar,
aunque esta tarea se haga difícil.
“Es duro cuando das una charla,
cuando hablas con la gente, cuando
vas a reuniones todas las semanas
y vuelves a remover lo que estás pasando”. Pero tienen claro que cuanto más se hable de ello, mejor, y que
naturalizarlo ayuda a combatir el
estigma social que acarrea.
La Xarxa ha dado charlas sobre todo en centros sociales y espacios okupados. “Algunos venimos de experiencias muy
dolorosas en el activismo. Y sí
que faltan cuidados en general en
estos espacios, porque no hay recursos. Cuando una persona se
emparanoia mucho con la policía, o por un acoso, o por cualquier cosa, normalmente no hay
herramientas. Es muy importante el tema de cómo nos sentimos,
El problema es que
te encajan con el
sistema para que
funciones con él, no
para que lo cuestiones
es muy importante para hacer lo
que hacemos”, reconoce Germán.
“En los centros sociales no hablamos de cómo nos sentimos, cómo
hacemos las cosas, si estamos a
gusto, si alguien tiene una crisis...
Cuando damos una charla sí que
estamos abriendo un poco eso. Y
es ahí cuando la gente te ve, cuando te empieza a contar”.
Ingresos
forzosos en
hospitales
psiquiátricos
Personas psiquiatrizadas denuncian
vulneraciones de sus derechos
A. Á.
Redacción
El ingreso forzoso en una unidad
psiquiátrica es la pesadilla de todas
las personas que integran la Xarxa
GAM. Sus experiencias son tan traumáticas que han llegado a recogerlas en un fanzine donde narran torturas y vejaciones. “Me dijeron que
me ataban para que no me lastimase, pero justamente el delirio que tenía es que todo el mundo me quería
hacer daño, yo mismo no me iba a
lastimar. Se fueron de la habitación
y la cerraron. Permanecí ahí mismo tres días, solo, atado a la cama,
me desataban un brazo cuando me
traían la comida y la medicación, lo
que agradecía mucho al poder tener
movilidad, y alargaba la comida lo
máximo posible. Yo no sabía qué me
pasaba, desconocía por completo por
qué me encontraba así y ningún enfermero ni auxiliar en el momento
del ingreso se paró a hablar conmigo
para preguntarme qué me pasaba,
qué temía, o para ofrecerme una pequeña conversación tranquilizadora,
lo que era una gran necesidad”, relata Joan. “Todo el mundo decide por
ti, tu voz no vale nada, te hacen mil
aberraciones, te atan, te dicen mentiras, te contienen farmacológicamente...”, explica Eugenia.
El uso de la contención mecánica, la inmovilización del paciente
mediante ataduras, está más que
normalizado en las unidades psiquiátricas españolas y apenas se
habla de ello, como denuncian desde la web Primera Vocal, que impulsa el debate en torno a temas relacionados con la salud mental.
Nadie habla “sobre su relación con
la falta de personal, con las propias
relaciones de poder que se plantean en los espacios de reclusión, sobre su efecto real y tangible en un
contexto que se define terapéutico,
sobre la manera en la que se incor-
poran en el sufrimiento psíquico de
la persona atada y cómo afectan a
su autoestima y percepción del peligro, sobre su frecuencia, las graves complicaciones que acarrean,
las alternativas que existen a su uso
o las personas que se han muerto
en este país al estar atadas durante
largos periodos de tiempo en unidades psiquiátricas...”, denuncian.
Lo que esconden estas prácticas es
otra realidad, explica el psiquiatra
Guillermo Rendueles en declaraciones a Viento Sur. Las estancias tienen
que ser breves porque “las camas de
los hospitales son disparatadamente
caras. Con ello, hoy se administran
unas dosis de neurolépticos que
multiplican por nueve o por diez las
dosis que se daban a los locos que
pasaban largas estancias en el manicomio. Aquellas dosis de neurolépticos tradicionales dan risa hoy”.
Nos encontramos, según este especialista, con “unidades hospitalarias
para salud mental en las que en 15
días tienes que resolver un cuadro
imposible de resolver en ese tiempo,
y donde los pacientes están encerrados, atados, supervigilados y presionados por todo el mundo”, y añade
En la actualidad hay
20 o 30 veces más
pacientes atados a
las camas que en los
antiguos manicomios
que “las actuales unidades psiquiátricas están siempre cerradas y tienen unas medidas de seguridad que
ríete tú del número de pacientes atados de los antiguos manicomios.
Hoy hay un número 20 o 30 veces
mayor de pacientes atados –atados
literalmente– a las camas”. Soluciones rápidas que vulneran todos los
derechos del paciente.
28-29 LA PLAZA
LA PLAZA
REDACCIÓ[email protected]
Cambio climático
mundial que ilustran una progresiva pero insuficiente toma de conciencia sobre la cuestión. Seguramente el Cambio Climático estará
ya siempre presente en la agenda
política global, pues toda la comunidad científica y ahora también la
política –en el propio acuerdo suscrito– reconoce que el Cambio Climático es inevitable.
Pero desde la óptica de la ecología social, este reconocimiento es
también el de la tremenda derrota
con que se cierra el medio siglo de
luchas ecologistas que hemos recorrido. De la enormidad de esta derrota en nuestras latitudes da fe el
que, en la reciente campaña electoral, la amenaza de vuelco climático
haya estado totalmente ausente de
los debates, siendo el nuestro un
país mediterráneo que no tiene precisamente un escenario futuro muy
halagüeño. Lo mismo cabe pensar
del papel secundario o testimonial
que el resto de las cuestiones ecológicas tiene en los programas de las
fuerzas que se dicen del cambio.
Hasta agotar
De París al colapso
FERNANDO LLORENTE
Militante agroecologista
C
onviene repensar la infeliz coincidencia o perversa ironía de que la COP21,
Cumbre del Clima de
París, se haya celebrado en el año
en que se batían todos los récord de
temperatura y fenómenos adversos.
Es también el año en que la OMS
alertaba de que la contaminación
atmosférica, principalmente urbana pero no sólo, es ya el principal
problema de salud mundial. Desde
otra perspectiva COP21 se celebró
en una Europa agobiada por la llegada de migrantes y desplazados
de guerra, y fue prologada bárbaramente por los atentados nihilistas
del DAESH. Ignorar los nexos y relaciones que hay entre estos fenómenos ilustra el desconocimiento
de que lo social y lo ambiental son
mutuamente dependientes, es des-
conocer que somos tan interdependientes como ecodependientes.
Con estos mimbres, las valoraciones sobre el acuerdo suscrito en la
Cumbre oscilan entre las que consideran que se trata de un acuerdo
histórico y las que lo ven como un
fracaso trágico..., pero más o menos anunciado a la luz de la experiencia: cumbres de Kyoto, Copenhague, etc. Es verdad que por
primera vez en la historia hay un
acuerdo firmado por todos los gobiernos del mundo –ya sean democráticos, autoritarios, teocráticos,
cleptocráticos, fallidos..., y esto ya
da medida de la debilidad del acuerdo– , pero el problema es que es sólo un acuerdo con poco poder vinculante. Y que los contenidos de ese
acuerdo son como mínimo decepcionantes y vagos para enfrentarse
al mayor reto de la humanidad en
este siglo y sucesivos.
Como señala la periodista Amaya
Larrañeta, “de esta cumbre emerge
un nuevo orden mundial”, un nuevo orden geopolítico que deberíamos analizar si queremos conocer
la división internacional del trabajo
y las líneas en las que se despliega
la lucha de clases global que conforman nuestra realidad. Que deberíamos analizar para poder buscar
así las estrategias más efectivas de
lucha y cambio social en nuestras
latitudes. Este nuevo orden se divide muy esquemáticamente en cuatro bloques –de fronteras sinuosas
y cambiantes–: los países desarrollados responsables históricamente
de la mayor parte de las emisiones
GEI [gases de efecto invernadero]
pero que hoy, en el declive de su he-
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CARTAS A LA REDACCIÓN
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Votar (o no votar) sí es
parte de la cuestión
Antonio Pérez Collado
Un total de 9.251.161 electores decidieron no sumarse a la llamada fiesta de la democracia. Es cierto que la
participación ha subido 4,26 puntos
respecto a las generales de 2011, pe-
ro se queda bastante lejos de los 7 o 9
que vaticinaban los optimistas expertos. Uno de cada cuatro españoles con derecho a voto no lo ha emitido el pasado 20D. No hace falta
recordar que ese 26,8% de la abstención es la postura mayoritaria de estas elecciones, muy por encima de
los que se consideran ganadores.
Pero claro, de eso no se va a hablar
en los medios ni en las tertulias.
gemonía, están ya dejando de ser
los principales contaminadores; los
países emergentes, cuyas emisiones crecen aceleradamente como
sus economías, pero que aún reclaman margen de crecimiento; y el
‘bloque fósil’ de los productores
–que une desde las teocracias del
Golfo a los latinoamericanos del
‘socialismo marrón o extractivista’–
cuyos intereses son tan obvios como bastardos. El último bloque, el
Sur Global, son los países, clases y
sectores sociales que sufren ya los
peores impactos de la desestabilización climática y que previsiblemente los seguirán sufriendo.
Sin duda, el año 2015 y esta
Cumbre son un punto de inflexión
en la cuestión climática. La cumbre
estuvo precedida por importantes
movilizaciones sociales a nivel
La paradoja es que, si bien técnicamente es aún posible evitar el colapso climático, las conclusiones de
COP21 certifican que políticamente
es imposible, que el capitalismo no
va a ser reformado, ni siquiera refrenado, que la carrera del crecimiento económico y, por tanto, del
aumento de la entropía no va a cesar... hasta apurar el vaso, hasta
agotar los recursos fósiles, hasta
agotar el agua y la fertilidad de la
tierra, hasta elevar las temperaturas
por encima del umbral catastrófico,
hasta el colapso. La crisis climática
requeriría un decidido y urgente esfuerzo colectivo para reducir drásticamente el consumo de energía y
materiales, y al mismo tiempo reducir drásticamente la desigualdad social. Ambas tareas contradicen la
esencia del sistema, pero lo peor es
que también contradicen las creencias y la conciencia de las mayorías
sociales. Las tareas y posiciones del
movimiento ecologista han de mutar y reorientarse en este nuevo ciclo que se abre ahora. Ya no se puede ‘salvar el planeta’, ya sólo se
Evidentemente, ese casi 27% no lo
forman anarquistas. Sencillamente
la renovada oferta electoralista sigue
sin ilusionar lo suficiente a un personal baqueteado en las veintitantas
ocasiones anteriores. Las organizaciones e individualidades libertarias
nos hemos limitado a explicar nuestra opinión.
Por mucho que se nos diga que el
hecho de que la gente crítica y luchadora vote no va a restar un ápice
de fuerza al conjunto de las luchas
populares, la experiencia pasada y
presente nos demuestra todo lo contrario. Ésas son nuestras reservas
ante la toma de posiciones partidistas por gran cantidad de activistas
sociales y hasta libertarios. Nos pasó –a quienes ya peinamos canas–
en la primera Transición con el
PSOE y también con el PCE.
Quisieron recoger toda la experiencia y la fuerza de las movilizaciones
vecinales, estudiantiles y obreras,
con un gran componente asambleario, para encauzarlas a través de sus
grupos parlamentarios. Luego
vinieron el Pacto de la Moncloa, la
reconversión industrial, etc.
Aunque gente quemada empieza
a aparecer –o mejor dicho: a desaparecer–, hay una realidad preocupante que parece indiscutible: el bajón
que han experimentado las movilizaciones sociales desde que empezó el
nuevo proceso de seducción de los
partidos. Por supuesto que algo más
tiene que haber pasado para que la
Marcha de la Dignidad y otras campañas aglutinen la mitad de gente
que hace dos años, pero nadie me negará que una buena parte de activistas, digamos de calle, de lucha, ahora ven como prioritario el partido y a
él dedican todo su esfuerzo y tiempo.
Si la movilización popular es del
agrado del partido, se participa; si no
cuadra con esa línea, pues no se va o
se acude simbólicamente.
El votar –o no– sí es parte de la
cuestión de las luchas y proyectos. El
parlamentarismo y la autogestión
son dos caminos irreconciliables.
»
Diagonal Del 7 al 20 de enero de 2016
puede aspirar a atenuar el sufrimiento social que el fracaso del capitalismo está provocando. Ya sólo
podemos aspirar a “organizar el
pesimismo” (W. Benjamin) para
“fracasar mejor” (S. Beckett). Ya no
podemos aspirar a la sostenibilidad
entendida como transición gradual
a un planeta verde. El tiempo se ha
acabado. Ahora el horizonte es el de
la resistencia y la resiliencia, el de
esquivar los escenarios más dramáticos de la distopía que trae el colapso de la civilización industrial. El
horizonte es el de preparar a las comunidades en que vivimos para sufrir lo menos posible y adaptarse lo
mejor posible a un escenario de profunda incertidumbre.
Demasiado tarde estamos comprendiendo que la ecología sin socialismo es vana, como máximo un
pío deseo, y que el socialismo sin
ecología es un error y por tanto un
horror. Pero quizás no sea demasiado tarde para una alianza estratégi-
Si bien técnicamente
es aún posible evitar
el colapso climático,
COP21 certifica
que políticamente
es imposible
VÍSPERAS DE REYES. Entro en una tienda a
era posible en los 50, cuando la sociedad literaria catalacomprar kilo y medio de queso rallado –para hacer cho- na en el interior –es decir, conservadora–, expulsó –literrocientos canelones; los canelones son una catalanada; ralmente, a Francia– a un poeta –Palau Fabré– por escriuno de los dos o tres platos autóctonos de la cocina bar- bir un poema sobre una puta, un indicio de que, de
celonesa; a su vez, meditaciones de sendos platos italia- alguna manera, había ya una cultura que tenía claro que
nos; son más secos y objetivamente malos que los cane- había temas cerrados. No obstante, me enrollo, eso no
lones italianos y/o argentinos; pero son los que nos daba pasaba en los 70, cuando Gabriel Ferrater, un crack, se
nuestra mamá–. En la tienda me encuentro con Jordi carga, con su obra y con sus mordaces comentarios oraAmat, autor del fabuloso El llarg Procés: Cultura i polí- les, el canon cívico-patriótico-meapilas imperante en la
tica a la Catalunya contemporània (1937-2014), una cultura catalana, con éxito total. Amat puntualiza, con
más razón que un santo –traduzco–: “Es posible, pero
historia intelectual del catalanismo hasta, posíblemenhoy no es posible esa disidencia. El intelecte, su muerte. Mientras esperamos nuestro
tual cobra de ellos”.
turno, hablamos de la que está cayenEn efecto, el intelectual –el periodo. Literalmente, está cayendo todista es uno de sus accesos
do. El fracaso de Mas –inciso:
más pop– cobra de ellos.
hasta el día 9 no se sabe si
Eso explica que, hasta la
habrá fracasado; es posifecha, ni uno –ni uno;
ble que no lo haga; Mas
eso debería de suponer
es inmortal, preside
una crisis cultural
una suerte de Bankia
enorme; no se tradudel siglo XIX–, amecirá en nada, salvo
naza con ser algo
en patriotismo– hamás amplio. Una
ya opinado algo didura crisis para el
ferente a las emisiocatalanismo consernes del Govern. El
vador, un objeto que
debate que ha habidesapareció –y, si
GUILLEM MARTÍNEZ
do en Catalunya ha
hubiera habido una
Periodista
sido entre partidarios
presión y temperatude la independencia
ra normales, no hubiey opuestos a ella. Ha
ra vuelto a aparecer–,
sido, vamos, una tertulia,
en 1931. Con esta crisis
ese espectáculo/catarsis/
se puede ir al garete tamválvula de escape de la culbién un invento fabuloso. El
tura –que no de la información–
independentismo CDC. Un coespañola. No ha habido ni un selosal movimiento independentista
gundo de verificación, comprobación o
no-independentista, una invitación a la
crítica a los posicionamientos gubernamentasociedad para presenciar una larga marcha
sin movimiento hacia un punto final infinito, amenaza- les. Puede parecer dramático. Pero es mucho más si
do con dramatizaciones cotidianas. El tema de la con- pensamos que la prensa de Madrid –es decir, también
versación, empero, no es ese. Es la ausencia de infor- el intelectual madrileño, con menos unanimidad que el
mación que ha habido al respecto. ¿Cómo es posible catalán, por cierto– ha realizado la misma función.
En Catalunya –lo estamos viendo ahora todos, inque, desde 2012, una sociedad haya tenido como único
elemento informativo a su Gobierno? Bueno. Ése no es cluso los intelectuales cartujos/con voto de silencio–
el tema. En todo el Estado, desde los 80, hasta 2011, los no ha habido ni un milímetro de Procés. Se ha produGobiernos han sido la gran fuente y referente informa- cido la crisis económica, democrática, de partidos y
tiva. La pregunta es, ¿cómo se ha podido ejercer ese de Régimen –bonito cóctel– que en el resto del Estado.
poder aún después de 2011, con tanta efectividad y sin La originalidad es que se ha producido en un estadio
resistencia profesional por parte del grueso del perio- más avanzado. Su explicación en los medios no ha
dismo? Hablamos sobre ello. Hablamos sobre el hecho servido de nada, salvo para saber que los medios tamde que eso hubiera sido imposible en los años 30. bién desaparecerán, al menos en su actual forma,
Especulo sobre la posibilidad de que, no obstante, eso pues no sirven para nada.
Canelones
Sin grupos empresariales ni partidos
políticos detrás, Diagonal se
gestiona de forma asamblearia y se
financia gracias a las suscripciones.
COLECTIVO EDITOR
Ana Álvarez, Caroline Betemps, Bárbara
Boyero Rabasco, Olmo Calvo, Jose David
Carracedo, María José Castro, Fernán Chalmeta, Óscar Chaves, Laura Corcuera, Blanca
Crespo, Martín Cúneo, Israel Domínguez,
Jose Durán, Pablo Elorduy, María José Esteso Poves, David Fernández, Javier de Frutos,
Gonzalo Gárate, Marta G. Franco, César
Gabriel, Byron Maher, Irene G. Rubio, Joana
García Grenzner, Ter García, Emma Gascó,
Aurora Gómez, Soraya González, Roberto
Herreros, J. de la Jara, Eduardo León, Miguel
Ángel de Lucas, Belén Macías, Decio Machado, Patricia Manrique, Christian Martín; Iván
Martín, Gladys Martínez, Álvaro Minguito,
Susana Moliner, Tomás Muñoz, Carmela
Negrete, Arturo Ochoa, Eduardo Pérez,
Manuel Pérez, Leonardo Pi, Jonay Ramírez,
Pablo Rivas, Héctor Rojo, Julio Rojo, Sancho
Ruiz, Izaskun Sánchez Aroca, Diego Sanz
Paratcha, José Luis Serrano y Julián Vadillo.
DISEÑO Y MAQUETACIÓN
Sancho Ruiz y Byron Maher, con la colaboración de Álvaro Minguito y David Fernández.
COLABORACIONES
TEXTOS
Ramón Calandría, Santiago Dacal
Torrado, Celia Fenollar, Jesús GalazDuarte, Sergio García García, Rui Gomes
Coelho, Albert Noguera, Carlos Monty,
Silvia Nanclares, Raúl Sánchez Cedillo,
Ignasi Franch, Guillem Martínez.
FOTOGRAFÍA
Ramón Fornell, Blandaucongo, Toni Garriga,
Javier Mendía García, J. Luis Cuesta.
ILUSTRACIONES Y HUMOR
Isa, Pedro Peinado, Antonia Santolaya.
CORRECCIÓN
Iván Martín.
PUBLICIDAD
María Ruiz Carreras
BLOGS DE DIAGONALPERIODICO.NET
Hoy,
estamos de
aniversario
NI CAUTIVOS
NI DESARMADOS
POR IMANOL
Celebramos el valor de Jesús Martínez “El Maño” que, cuando tenía
que coger un tren, siempre buscaba si había sitio libre junto a los
guardias civiles, se ponía a hablar
con ellos y nunca tuvo problemas
de identificaciones o registros en
sus viajes. Y también celebramos
la manía persecutoria de ‘Gachas’,
de la partida de ‘Massana’, quien
solía escuchar voces en sus marchas nocturnas, alertando al grupo, normalmente sin motivo. En
una de sus últimas incursiones, tras
un secuestro, volvían de noche hacia Francia y tenían que pasar el
Llobregat por una vieja palanca entre Guardiola y La Pobla. Y de nue-
vo, ‘Gachas’ escuchó algo y se negó a cruzar. Tras su reiterada negativa, decidieron volver al bosque
y esconderse. A la mañana siguiente vieron a los civilones apostados
al otro lado de la palanca. Y
celebramos los dedos quemados
de Laureano Cerrada, quemados a
base de ácido nítrico con el que falsificó innumerables documentos y
demás papeles. Preguntado en
cierta ocasión por cuantos salvoconductos podían llevar su firma,
respondió socarrón que no lo sabía, que no era sensato anotar esas
cosas en un cuaderno.
Celebramos también que la mala baba con la que normalmente
actuaban las fuerzas represoras a
veces se volviera en su contra. Por
no percatarse de la señal de alto,
Manuel Martínez, jefe de milicias
de Falange de Figaredo, recibió un
disparo mortal de parte de otro falangista en noviembre de 1937.
Tras una denuncia, la Guardia
Civil tiroteó un grupo de cinco sospechosos en San Juan de la Arena
en enero de 1948: resultaron ser
policías de paisano que acababan
de detener a un presunto ladrón,
murió este último y dos agentes de
policía. En febrero de 1949 llega a
Vic un falangista apellidado Rifá,
la Benemérita lo confunde con
Marcelino Massana, le tienden una
emboscada vestidos de civiles. Él
cree que son los maquis quienes
quieren liquidarlo, saca su arma,
dispara y es cosido a balazos.
Celebramos que el 8 de julio de
1940 en el término de Ovejo (Córdoba) un grupo de falangistas de la
localidad estaban de cacería cuando descubrieron a un grupo grande de gente junto al río, que parecían ser bañistas. Los falangistas se
empeñaron en identificarlos, para
cuando quisieron darse cuenta, la
partida de ‘Los Jubiles’ abrieron
fuego matando a un terrateniente y
tres miembros de falange, siendo
desarmados los demás. Por su parte, la partida tuvo un herido grave.
DEPÓSITO LEGAL: M - 6569 - 2012
ca con los otros movimientos en defensa de la vida, esencialmente el
feminismo. Una alianza que pueda
empujar la necesaria y urgente revolución cultural: pasar de priorizar
la producción a priorizar la reproducción y el cuidado de la vida. Una
revolución que ponga el énfasis en
un doble movimiento virtuoso de
progreso moral y regresión material
o decrecimiento, humanismo no antropocéntrico y austeridad o mesura. Una alianza que pueda guardar
las mejores semillas del fracasado
proyecto ilustrado –porque la derrota del ecologismo es el definitivo
fracaso de los mejores sueños y deseos de la Ilustración– a la espera de
que en el colapso que viene se
abran, entre los escombros, reductos de suelo fértil en que sembrar
otra vez utopías.
TRIBUNA
»
Diagonal Del 7 al 20 de enero de 2016
30 LA PLAZA
Hemeroteca
Pronovias
El caso Pedroche
22 años del EZLN
Porque tú lo Digas 30/12/2015
Me molesta ver a alguien a quien se
le ha dado altavoz como feminista,
usando su posición para hacerle el
juego al patriarcado (...) señalar a
una mujer por cómo viste.
La mayoría tratará este tema con
superficialidad, unos insultan a
Cristina Pedroche (le ha tocado ahora a ella como en otras ocasiones el
blanco es otra), muchos dicen que se
ha puesto el vestido para provocar,
para ganar audiencia, que es objeto,
pero el debate es más complejo porque no entra en juego sólo uno de
esos factores (...)
Cristina Pedroche no dirige
Antena 3, ni Telecirco, no es dueña
de la cadena ni decide a quién se contrata ni para hacer qué. Ella no hace
los guiones de los programas en los
que aparece. En televisión muchísima gente hace humor básico, absurdo, en los propios programas en los
que ha aparecido Cristina, los hombres pueden aparecer en esos programas haciendo el papel de macho
salido, de paleto, de gañan, de tío
más corto que las mangas de un chaleco, de lo que sea y nadie duda de su
inteligencia ni braman sobre en qué
posición está dejando a todo el sexo
masculino.
Ellos pueden siempre más, pueden hacer el payaso y no ser un chiste, pueden taparse o destaparse y seguir siendo profesionales, pueden no
ser un bellezón, pueden envejecer y
aun así trabajar, su dignidad siempre
a salvo porque no prima sólo su envoltorio y por el mismo motivo no tienen la obligación de estar siempre
defendiéndose de todo, no tienen la
obligación de comportarse de determinada manera, de cuidar lo que hacen, y cómo se visten porque a ellos
no se les juzga por su sexualidad. (...)
Pensadlo ¿Qué es lo que tiene
que hacer una mujer para despertar furia, burlas, faltas de respeto,
amenazas de violación, insultos,
convertirse en TT en Twitter, estar
durante días siendo la comidilla?
Ponerse un vestido. Simple y llanamente. Ponerse un simple vestido con transparencias ¿Estamos
en la época del destape? No, es
2016 y seguimos ahí. El límite para
las mujeres está en ponerse un
vestido, está ahí de cerca. No me
Oleg Yasinsky, 03/01/2016
CRISTINA PEDROCHE. Fotografía promocional del vestido que la presentadora se puso en Nochevieja.
digáis que no es absurdo, porque
yo me encuentro preguntándome
en qué mundo vivo…
Es una mierda que las mujeres sigan siendo un adorno y que se las
siga usando para generar audiencia
como una atracción, sí, pero la mejor manera de superarlo es dejar
atrás la época del destape, dejar de
escandalizarlos por un vestido, por
unas bragas o unas transparencias.
La culpa no es de ellas, ellas sólo se
ponen una prenda de ropa, la cadena las usa, determinadas personas
sintonizan una cadena u otra dependiendo del aspecto de la presentadora, ese es el problema y sobre
todo, que lo que se pone una mujer
sigue siendo tema de debate públi-
co, son ya demasiados años y no
avanzamos. La respuesta no puede
ser taparse y hacerse respetar,
siempre habrá alguien que quiera
enseñar y no es un crimen, siempre
se podrá usar a esas que simplemente se quieren poner algo sexy
como mono de feria, siempre habrá
quien use la sexualidad de una mujer o su físico para criticarla vista
como vista, tanto si enseña como si
no lo hace (...)
¿Qué se tendría que poner un
hombre para que generara todo este
debate? Tendría que declarar que es
mujer, poca cosa más se me ocurre.
A cualquier disfraz o vestido sobreviviría sin mayor problema.
Cuidado con lo que te pones, has
de cuidar cómo vistes y lo que enseñas o no te estarás haciendo de
respetar. 2016 y aún estamos ahí.
Todavía es tema de debate público
lo que se pone una mujer y me sorprende ver a algunas feministas criticar, que se insulte por unos shorts
pero que parecen no entender qué
está pasando aquí.
No digamos que a las mujeres se
las maltrata, agrede y mata porque
una presentadora se ponga un vestido transparente, por favor, me quedo sin palabras de lo oscuro que me
parece ese camino para hacer feminismo. Cómo duele que a alguien se
le dé altavoz para decir algo así.
[“Binomios feministas: mujer libre
vs. mujer objeto”].
[...] Siento que para los afortunados, los que seguimos de cerca esta historia, el siglo XXI empezó
seis años antes, el 1 de enero de
1994. Y mientras el mundo, cada
vez más globalizado, absurdo y
violento sigue atrapado por el juego suicida llamado “la guerra contra el terrorismo”, los indígenas y
no indígenas zapatistas, lejos de
las cámaras y de las modas del momento, siguen construyendo su
sueño que se aprende sólo desde
abajo y desde la izquierda, donde
caben muchos mundos, los mismos colores faltantes en este gris
horizonte neoliberal.
Uno de los problemas del zapatismo fue que enamoró a demasiada gente enamoradiza, personas
como yo que andábamos perdidos
entre las ruinas del muro de Berlín,
tratando de recoger pedazos de
tantos espejos rotos. ¿Por qué el
problema? Porque nuestra tradición política, tan prehistórica como
cualquier otra, corresponde a ciertas estructuras mentales, supone
una adhesión total y acrítica a las
causas que se eligen. Y estas causas requieren líderes, lemas, torres
de poder, unanimidades y otros elementos incompatibles con el cambio del paradigma, algo que buscábamos y rechazábamos a la vez.
El peor favor que hicimos a los
indígenas rebeldes de Chiapas fue
idealizar y tratar de usarlos para
llenar nuestro propio vacío ideológico. Tantas “desilusiones” y “decepciones” posteriores, siempre al
son del manejo mediático del poder, son la consecuencia de este enamoramiento, cuando el objeto de
la pasión no es el otro, sino el producto de la imaginación de uno,
disfrazado de otro.
Desde hace 22 años, los zapatistas, dentro de la horizontalidad de
su búsqueda, siguen insistiendo en
encontrar contrapartes, cómplices, compañeros capaces de construir otro tipo de relación, sin vanguardias ni liderazgos, donde cada
aprendizaje sea mutuo y cada derrota sea un impulso para los
aprendizajes nuevos. [“A los 22
años del color zapatista”].
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Del 7 al 20 de enero de 2016 Diagonal
LA PLAZA 31
Europa, ahora
Europa, sola razón
democrática en
movimiento
D
¿Es el 20D una
amenaza para la
Europa del capital?
RAÚL SANCHEZ CEDILLO
ALBERT NOGUERA FERNÁNDEZ
Miembro de la Fundación de los Comunes
Profesor de Derecho Constitucional en la Universitat de València
e qué sirven los cambios
políticos en el sur de
Europa si no tenemos
movimientos europeos?
Parece como si, ahora que el proyecto europeo vive sus últimos días, preparando lo que Yannis Varoufakis
tilda de una situación comparable a
la de los años 30 del siglo pasado,
también los movimientos europeos
acompañaran ese declive con su silencio o su desconexión.
Las coaliciones y redes europeas
de protesta han solido coincidir con
los pasos en el proceso de integración europea, es decir, que tanto los
procesos de integración sistémicos
como los antisistémicos han sido
procíclicos. Esto nos da una clave del
carácter altereuropeo –y no antieuropeo– de los segundos. El ejemplo
principal de esta dinámica fueron sin
duda las secuencias de protesta que
tuvieron lugar entre el Tratado de la
UE (Maastricht) que empezó a funcionar en 1993, y el Tratado de Amsterdam en octubre de 1997. Recordamos los encuentros Contra la
Europa del Capital, o las plataformas
estatales, como la Anti-Maastricht,
pero también las marchas europeas contra el paro y la pobreza que
culminaron en la gran manifestación de Amsterdam en junio de
1997, en coincidencia con la cumbre del Consejo Europeo.
Hoy podemos comprobar la paradoja de que los movimientos contra
la UE estaban ‘entrelazados’, como
una estructura antagonista, con el
proceso de construcción europea.
¿Qué ha ocurrido entre tanto? Ha
ocurrido que el signo neoliberal y
rentista financiero del proceso de federalización de la UE ha roto toda
dialéctica reformista con las secuencias entrelazadas de protesta antagonista. Y que, sin la protesta, sin la presión y la amenaza desde abajo de
coaliciones y redes, las tensiones entre Estados, bancos y corporaciones,
articulados en bloques regionales y
lobbies en Bruselas, han ocupado el
proscenio. Vimos los últimos sobresaltos de esta gobernanza europea
de las protestas antagonistas con motivo de la Agenda de Lisboa, marcada por el impulso de la regulación
del capitalismo cognitivo basado en
internet y por la consolidación de los
modelos de precariedad laboral y de
workfare en Europa. Contra estas
agendas surgió a mediados de los
2000 el Euromayday en numerosas
ciudades europeas, pero también las
formas de presión en red contra la
implantación del software propietario, las patentes y la legislación anti
internet –aka antipiratería– por parte
de la Comisión.
El cierre apresurado del Tratado
de Lisboa en 2007, tras el fracaso de
la legitimación democrática del Tratado Constitucional (TCE) en 20042005, marca el inicio silencioso del
desastre europeo. Y la entrada en
escena de las fuerzas antidemocráti-
cas y antieuropeas en demasiados
países de la UE. Como ya dijimos en
2004-2005: el No al TCE sería explotado en su beneficio por las fuerzas
del nacionalismo conservador y/o
atlantista. Y así ha sucedido, pese al
escándalo moral de la extrema izquierda antieuropea y del soberanismo nacionalista francés, que cometieron el error estratégico de
servir de peones de las fuerzas que
hoy están destruyendo la paz y la
democracia en la Unión. A algunos
les queda aún la esperanza viril del
putinismo antiamericano.
El nuevo movimiento de movimientos europeo debe levantar acta
de estas defunciones. El proceso
‘dialéctico’ de la UE es irrecuperable. Está gobernada en lo decisivo
por la dictadura comisaria que representa el Eurogrupo. Y, para la
res bellica, cada vez más insidiosa,
está el comando supremo de la
OTAN en Europa.
Así que se trata de inventar una
Unión sobre las ruinas del presente,
evitando que éstas se nos caigan encima. Como en el 15M, la disputa es
entre el arriba y el abajo, entre democracia y dictadura, entre paz y
seguridad o guerra y estados de excepción. En este sentido, la inspiración del DIEM2025 de Varoufakis
es correcta y necesaria. Pero no suficiente. La operación democrática
de Clístenes instauró un demoi de
vecindad frente a los lazos de sangre de las gene de tipo clánico. La
Europa del desastre no está hecha
de demoi, sino de clanes en disputa
feroz y cada vez más homicida. El
demos europeo, cuya ausencia lamentan los liberalsocialdemócratas
y celebran los soberanistas y nacionalistas, será el producto constituyente de la combinación consciente
entre movimientos de lucha por el
interés de los subalternos, aprisionados por el régimen de los Estados
nación, e iniciativas como la de
Varoufakis. Amén de la fuerza y la
voluntad relativas de los gobiernos
del sur de la UE, entre Lisboa,
Madrid y Atenas. Es tarde, pero la
razón europea no habrá combatido
sin armas.
L
a detentación del monopolio de la política representativa por los partidos tradicionales llevó, durante años, a
una pérdida de centralidad de lo electoral. En la conciencia colectiva, el
espacio desde el que hacer efectiva
la democracia dejó de ser el Congreso a través de la ley, para desplazarse a otros lugares –tribunales, movimientos sociales…–.
La imposibilidad de tales lugares
para hacer frente por sí solos a la UE
y sus recortes de derechos, exigía la
aparición de instrumentos electorales y, en este sentido, Podemos y sus
coaliciones abrieron expectativas.
Si hay nuevas elecciones habrá que
esperar nuevos resultados. Si hay
investidura del PP, ello obligaría a
Podemos a dejar de ser una estrategia inmediata centrada en un único
acto electoral instaurador para conformarse en una estrategia a medio
plazo donde la ‘victoria’ del mañana
dependerá de las luchas de hoy. En
este caso la existencia de una amenaza para la UE dependería de dos
factores interdependientes: el tipo de
oposición y el programa económico
para las próximas elecciones.
EL TIPO DE OPOSICIÓN. Si se inviste gobierno, su objetivo será cerrar la crisis. Toda crisis tiene una
dimensión material de carácter económico y una ideológica de carácter
sociocultural. Si bien la crisis material del actual capitalismo degenerativo es estructural e irreversible,
existen elementos que permiten disolver la dimensión sociocultural de
la crisis, ocultando la primera. El
mantenimiento o cierre de la dimensión sociocultural dependerá, en
gran parte, del tipo de oposición que
hagan Podemos y aliados.
Si optan, como hacen en las autonomías, por una oposición institucionalizada, convirtiendo el partido
en un órgano de Estado más con funciones de designación de cargos y
control parlamentario, el fin de la excepcionalidad y la sensación de estabilidad se reconstituirán en los imaginarios. Si optan por mantener un
pie fuera del Congreso y por una
coordinadora de las personas y los
pueblos separada de lo electoral y
que integrara la pluralidad de la izquierda para mantener la movilización y conflictividad, la crisis material se mantendrá visible y abierta.
El que se opte por la segunda vía
no sólo es importante para mantener
la crisis abierta sino para continuar
el carácter popular de la oposición,
necesario para poder cumplir la segunda condición: un programa electoral de repudio a la deuda.
EL NO PAGO DE LA DEUDA. La
amenaza para el capital es hoy el impago de la deuda. La expansión global de las empresas y el agotamiento de los recursos llevó a inicios de
2000 a un problema para el capital:
el agotamiento en la economía global de los espacios de reinversión
rentable para parte del excedente
producido. La solución a ello fue la
reinversión de todo el excedente sobreacumulado fuera de la producción en el sector financiero, lo que
permitió –mediante la creación de
capital ficticio– mantener el proceso
de acumulación. En países como
Alemania, la reinversión financiariazada del capital se concentró en la
concesión de créditos a la banca de
los países de la periferia europea. La
conformación de un Gobierno que
declare no pagar, parcial o totalmente, los intereses o el capital de la deuda, pone en jaque a un capitalismo
sin más capacidad de reproducción.
Si Podemos opta
por una oposición
institucionalizada,
la sensación de
estabilidad se
reconstituirá
Ello obliga a que, en las próximas
elecciones, el programa de las candidaturas del cambio repudie la deuda.
La conformación de una estructura
popular de movilización, separada
de lo institucional y con influencia en
el aparato político, es fundamental
para ello por dos motivos. Uno, porque sería la manera de poder resolver en favor de un programa de repudio de la deuda la tensión entre la
tendencia conservadora de la institucionalidad –que tenderá a desideologizar aún más la dirección de Podemos– y la tendencia creativa de lo
popular tendente a ideologizarlo.
Dos, porque sería la manera de hacer frente a la reacción del capital y a
las dificultades económicas, que obligarán a sumar a la acción estatal la
movilización social y los modos de
organización, producción y consumo de autogestión popular.
Si hay elecciones veremos lo que
pasa. Si hay investidur, la existencia de una amenaza para la UE dependerá del tipo de oposición y del
programa económico.
DIAGONALPERIODICO.NET
NÚMERO 261
07.O1.16 - 20.01.16
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DIAGONAL 261
07.01.16_20.01.16 [email protected]
Objetivo:
salvar a Boca Juniors
Distintos colectivos del barrio de
La Boca, en Buenos Aires, tratan de
rescatar el club de sus amores de la
deriva elitista impulsada por el actual
presidente del país, Mauricio Macri.
SANTIAGO DACAL TORRADO
El proyecto de ley es –o era– el
2462-D-2014. El legislador: Oscar Moscariello; la intención:
una recalificación; el objeto:
unos terrenos en la Casa Amarilla en el barrio de La Boca; lo
que hay detrás: un negocio millonario; lo que hay delante: los
vecinos del barrio; lo que está en
juego: unas viviendas para ellos;
lo que se puede perder: la viabilidad económica del club Boca
Juniors; lo que se puede ganar:
—Aquí no va a salir ganando
nadie, sólo las constructoras
que realicen la obra del nuevo
estadio–, dice Claudio Osvaldo.
El día es el 1 de noviembre; la
línea de metro la D, en Buenos
Aires; las paradas: Palermo,
Scalabrini Ortiz, Pueyrredon…
donde van subiéndose los hinchas que llenan gradualmente el
vagón a medida que avanza; el
objetivo: inundar el Obelisco;
el motivo: un gol de Monzón
en el minuto 41 y que daba la vic-
IDENTIDAD.
El club se ha
ido alejando
progresivamente
de sus orígenes
populares.
FOTOGRAFÍAS:
ÁLVARO MINGUITO
toria a Boca Juniors ante Tigre;
la consecuencia: Boca Juniors
campeón del torneo local.
—Y el éxito parece que tapa
todo lo demás, ¿viste?–, dice
Claudio Osvaldo.
Claudio es miembro de la
asociación Boca es Nuestro,
un grupo que lucha por la recuperación de la identidad boquense, algo que aseguran
que se ha perdido desde que
Mauricio Macri –recientemente elegido nuevo presidente de
la república– accediera a la
presidencia del club en el año
1995. Claudio lamenta la progresiva exclusión del barrio
por parte del club Boca
Juniors y se muestra desesperanzado tras la victoria de la
candidatura oficialista –de
Daniel Angelici– en las pasadas elecciones del 6 de diciembre para la dirección del club.
Considera que Angelici sigue
la doctrina de Macri, de quien
dicen sus detractores dio la espalda al barrio que vio nacer
al club.
Los hinchas entraban en los
vagones, haciendo el tumulto
cada vez mayor, cantando y
haciendo temblar el aire; saltando y haciendo temblar el
suelo, que se zarandeaba al
ritmo de los cánticos. Hasta
llegar al Obelisco, donde esperaban los demás. Se calcula
que los demás eran unos mil
hinchas; subidos en el monumento, en los semáforos, en
los contenedores, en los hombros de un amigo, de una amiga, de un padre, que asistieron
a celebrar el triunfo de Boca.
El primero en cuatro años. Y
las banderas amarillas y azules colonizaron el microcentro, junto a los cánticos.
Soy del barrio de La Boca y
siempre te voy a seguir en las
malas a todas partes las buenas
ya van a venir. No somos como
la academia…
Porque dejando a un lado el
éxito, ésta es sobre todo una historia sobre el barrio de La Boca.
* * *
“Está dejando de lado al barrio”. Matías, de 22 años, de dos
metros de altura y de corpulencia similar a la de un jugador
de baloncesto, me narra por
qué se hizo militante de Boca
es Pueblo, una organización
parecida a Boca es Nuestro y
que se diferencia en la edad y
en la metodología a la hora de
conseguir el mismo objetivo:
eliminar el macrismo del club.
DEPORTE
Unos –Boca es Pueblo– lo hacen desde el ímpetu juvenil y
combativo en las calles, los
otros –Boca es Nuestro– lo hacen también desde la calle,
pero confiando en la burocracia y los procesos democráticos del club.
El cambio en Boca ha sido algo gradual. El proyecto macrista comenzó eliminando asientos populares para crear 32
palcos VIP. Maradona, por
ejemplo, pudo así asegurarse
en 1996 ver cada partido de
Boca Juniors durante diez años
en un palco sin mojarse (palco
cubierto), fresquito (aire acondicionado), tomando una cervecita fría (frigobar) y viendo
los replays en una pantalla (televisor) junto a su familia (capacidad para seis personas).
Todo por 305.000 dólares.
El proyecto de Macri continuó subiendo la cuota social un
25%. De golpe. Luego impuso
un aval del 20% –actualmente
es del 5% por imposición judicial, unos seis o siete millones
de dólares– para que cualquier
persona que quisiese acceder a
la Comisión Directiva del club
tuviera detrás una fortuna con
la que responder en caso de
perjuicio a la institución.
Macri, a partir de 2002, también ordenó construir plateas
–entradas más enfocadas para
turistas– reemplazando una
parte del sector popular, por lo
que los hinchas populares comenzaron a tener menos lugar
en la cancha de Boca, algo que
todavía se acentuó más con la
continua subida de los abonos,
un 1029% –el doble que la inflación– mientras que el aumento de los salarios fue de un
771%, según el Indec.
En 2005, cerró la inscripción
de socios, algo que no sería tan
grave si no se propulsara también el cierre de boleterías, que
fue definitivo en 2009. Esto supone que ningún hincha del
club pueda entrar al estadio si
no es socio. Es decir, ningún
hincha del club puede entrar al
estadio si no paga el abono de
todo el año, un abono que, para los sectores más humildes,
se hace complicado conseguir
viendo la subida de los mismos, que los han convertido en
los más caros del país.
Sólo existe una opción para
entrar al estadio –excluyendo
los paquetes turísticos y los
compromisos del club–, que
es hacerse socio adherente. El
precio es menor, un 50% menos, pero nadie te garantiza
que puedas acceder a ver el
partido ya que sólo ponen a la
venta entre 3.000 y 5.000 entradas para un colectivo de
100.000 personas. Además,
sólo se podrá ser socio adherente si dispones de una tarjeta de crédito, algo que muchos hinchas del barrio de La
Boca no tienen.
Normalmente los hechos
dicen más que las palabras.
Pero llega Macri y, en 2005,
en una convención de economistas, dice: “Cuando llegué
a la presidencia de Boca, tuve
que cambiar la imagen del
club, que se relacionaba con
lo sucio y lo oloroso del barrio. Ahora, Boca es un club
fashion”. Y entonces se demuestra que hay veces que las
palabras aniquilan las dudas
que sobreviven a los hechos.
Desde 2011 el presidente es
Angelici, y lo seguirá siendo al
menos durante otros cuatro
años gracias a su reelección el
pasado domingo 6 de diciembre. Angelici prometió en la
campaña electoral más inversión en el ámbito social del
club, pero ni Mati, de Boca es
Pueblo, ni Claudio Osvaldo, de
Boca es Nuestro, lo creen.
— ¿Cómo podemos creerlo?
Mira, creo que éste es un buen
ejemplo de lo que te quiero decir […]– y Claudio me remite a
la historia de “Pancita Llena
Corazón Contento”, la historia
del comedor comunitario que
hay en la acera de enfrente del
estadio– […] hacen una labor
importantísima en el barrio y
jamás nadie del club ha ido a
ver qué necesitaban—, dice
Claudio.
* * *
Y es que los niños del comedor vienen de familias pobres.
La Boca es un barrio pobre, olvidado. Hay un cartel colgado
entre dos farolas de la calle
Palos con Brandsen que, a 10
de noviembre, publicita un
evento del 20 de septiembre.
“Cuando llegué a la
presidencia de Boca,
tuve que cambiar la
imagen del club. Ahora,
es fashion”, dijo Macri
“Qué bonito es La Boca”, dicen algunos turistas en la web
Tripadvisor. “Un barrio muy
bohemio, muy pintoresco y colorido”, dice otro. Son ésos que
van a Caminito en autobús, pasan el domingo allí, y vuelven
en autobús. Jamás verán que
el paseo turístico de Caminito
es una quimera que esconde la
auténtica realidad de La Boca.
Pavimentos levantados, pobreza, fracaso escolar, un creciente coqueteo de los pibes con las
drogas y un problema habitacional que deja a cerca de un
20% de su población viviendo
en corralas degradadas, son algunos de los conflictos más
visibles del barrio. Ocasionalmente, algunos de estos
conventillos acaban siendo
quemados. Por un cortocircuito, dicen las versiones oficiales. Por una mano negra que
provoca el fuego, dicen los
más desconfiados.
Porque Mauricio Macri, el
mismo que comenzó el proceso de exclusión del club cuando era presidente, fue gobernador de la ciudad cuando dejó
de presidir Boca Juniors. Y uno
de sus proyectos era ampliar
Puerto Madero, un barrio rico
y exclusivo que necesita expandirse, y el plan es que lo hiciera en La Boca: en los terrenos de los conventillos y de las
casas humildes, que desaparecen de la noche a la mañana
bajo un resplandor en el cielo.
“Siempre es más fácil echar a
los pobres por culpa de un in-
07.01.16_20.01.16 03
RADIO
GRÁFICA:
Ondas populares contra
Macri en Buenos Aires
JESÚS GALAZ-DUARTE
Al sur de Buenos Aires, en el
histórico barrio de La Boca, no
es extraño que ocurran incendios sospechosamente vinculados al negocio inmobiliario, o
que utilizar la acción directa
contra el desalojo de un hospital psiquiátrico en Barracas sea
sinónimo de revuelta para las
autoridades. Ahora, en medio
de un polémico cambio de gobierno entre kirschneristas y
macristas (diferencia oficial de
2,8% en votos), Radio Gráfica,
estación de radio independiente y popular que emite las 24 horas por FM e internet, celebra
diez años. El 30 de diciembre
entrevistamos a Mario Sadras,
comunicador popular y voz institucional del proyecto.
cendio accidental que por un
desalojo, que tiene la resistencia de los vecinos”, dice Mati.
El especialista en diseño y
gestión de programas sociales
Tomás Alejandro Guevara señala en un artículo sobre la
emergencia habitacional de La
Boca que “los procesos de renovación no están orientados
per se al mejoramiento de las
condiciones de vida de la población preexistente, y suelen
promover procesos de valorización de submercados inmobiliarios y la expulsión de los residentes más vulnerables”.
Es una afirmación que no
está muy alejada de la realidad, ya que el club declara en
2014 que quiere construir un
nuevo estadio en el predio de
Casa Amarilla, en La Boca,
unos terrenos que al principio
de toda esta historia estaban
El proyecto fue tumbado
por presión popular,
pero todo indica que, con
todo el poder de su parte,
volveran a intentarlo
destinados para construir viviendas sociales.
El proyecto de ley para hacerlo es –o fue– el 2462-D-2014;
el legislador: Oscar Moscariello, vicepresidente de Angelici, el cual es camarada
de Macri, que hasta el 22 de
noviembre fue gobernador de
la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires y, desde entonces, presidente de Argentina.
El proyecto fue tumbado
por presión popular en el mismo año 2014. Pero ahora
Angelici volverá al ataque con
el nuevo estadio al ser reelegido en las elecciones del pasado 6 de diciembre. Y con el
partido de Macri teniendo el
poder en Capital Federal, en
la Provincia de Buenos Aires y
en la nación Argentina, parece muy posible que pueda al
fin conseguirlo. //
¿Cómo ve Radio Gráfica la victoria macrista en las pasadas
elecciones?
Personalmente lo veo mal y creo
que vamos a estar peor. Con la
nueva política de expoliación, el
nuevo Departamento de Estado
ha decidido que los uniformados
ya no son los verdugos más capacitados para alinear al pueblo
a los capitales transnacionales.
En tan solo 20 días de gobierno
hemos visto una política a favor
de la apropiación de recursos
naturales por corporativos, de
fuga de capitales, del favorecimiento a la bicicleta financiera y
de la destrucción del aparato
productivo nacional a partir de
la apertura indiscriminada
de importaciones. Sabemos que
este gobierno trae de la mano
desocupación y el disciplinamiento de los trabajadores a través de la desocupación.
Desde el primer momento en
mi línea editorial lo dije claramente: yo espero que a este gobierno le vaya mal, porque no es
verdad que cuando a un gobierno le va bien al pueblo le va bien.
Mirá, a los gobiernos militares
les fue bien y al pueblo se le destruyó; a los gobiernos liberales
les fue bien igual, y no es que
hicieran todas esas barbaridades porque se equivocaron: ése
era el plan. Quizá lo que se les
escapó fue el control de la crisis,
pero no se les escapó llevar la
desocupación al 25% y la pobreza al 52%. Los objetivos son claros: ellos consideran la inversión
social como gasto, igual que la
salud, la educación y la vivienda,
no como inversión.
Radio Gráfica surge de la recuperación de la Fábrica Gráfica
Patricios, ¿qué era esta fábrica,
cómo surgió la idea y cómo
consiguieron los recursos para
montar una estación de radio?
En realidad, era la Gráfica
Conforting, un grupo económico importante que ocupaba toda la manzana. Por el año 200203, durante la crisis argentina,
los dueños la abandonaron –se
escapan del país– y los trabajadores toman la fábrica. Unos
meses después, tratando de
normalizar su situación como
cooperativa y explorando el edificio, los trabajadores llegan
hasta el tercer piso, que era la
parte ejecutiva, y encontraron
un estudio de radio y televisión
que, tengo entendido, funcionaba y era dirigido por el Opus
Dei. Entonces, cuando encuentran la radio, llaman, entre
otros, al compañero Lucas, que
participaba en otra agrupación
llamada La Chispa. Luego, en
un corto período, distintas organizaciones acuden al edificio y
comienzan el proyecto de armar
el colectivo de radio.
En 2007 las autoridades intentaron decomisar el equipo y la
radio. ¿Qué pasó?
La intervención de las autoridades se produjo por el decomiso de todas las cosas que no
alcanzamos a esconder (risas);
luego las restituimos. El apoyo
vino de parte de la comunidad,
que para 2007 ya tenía conciencia de la necesidad del crecimiento de estos medios independientes. //
04 DIAGONALCULTURAS.261
REPORTAJE
Gloria y caída de
papa wemba, rey de
la rumba africana
LES SAPEURS
CONGOLAIS:
Papa Wemba, el rey de la rumba africana,
inauguró un movimiento contradictorio.
CARLOS MONTY
Hace unos meses el Canal de
TV francés Arte emitió un documental del verano de 2012 titulado Papa Wemba – Le Roi de
la Sape. La oportunidad del reportaje se relacionaba con el inminente juicio en París a una de
las mayores estrellas musicales
africanas de las últimas cinco décadas, conocido como el ‘Rey de
la Rumba Africana’, bajo la acusación de haber promovido la inmigración ilegal de más de 300
compatriotas congoleños con la
tapadera de reclutarlos como
músicos para sus espectáculos a
cambio de unos 3.500 euros por
persona, por lo que fue detenido
en París en 2003 y pasó cuatro
meses en prisión preventiva.
Tres días antes de los atentados yihadistas de París, un tribunal del norte de la capital francesa le condenó a 30 meses de prisión, entre otras penas, aunque
suspendió los 26 meses restantes, lo que le permite continuar
en libertad y enfrentarse a otro
juicio pendiente por acusaciones
similares en Bélgica.
Pero la condena a Wemba no
era sólo una condena a un artista que utiliza su fama internacional para traficar con personas,
era una condena a un modo de
vida que él ha encarnado hasta
convertirse en un dios menor para millones de congoleños. Un
modo de vida que sublima la ambición del progreso y la mejoría
de vida a través del lujo, la alta
moda, la consagración a la SAPE (Sociedad de Animadores y
Personas Elegantes), que desde
los años 70 se había convertido
en una institución cultural congoleña y por extensión en toda
Africa. ¿Son simples fashion
victims los africanos que siguen
la corriente y que de forma tan
estrafalaria destacan en los suburbios de París, Bruselas o
Laussane, o hay algo más detrás de tal exhibición de un lujo
inalcanzable para la mayoría?
La pregunta ha intrigado durante todo este año a toda clase de
medios europeos por las contradicciones que presenta. Aquí
tratamos de ofrecer algunas
respuestas.
La SAPE fue fundada por los
soldados congoleños que sir-
Las horas más
bajas de un
ICONO
Papa Wemba ha seguido con su carrera pese
a saberse por las transcripciones de su juicio
en París que llamaba
“cerdos” a los músicos
que supuestamente
contrataba en Congo
para sus shows en
Europa, y “tontos” por
dejarse pillar en situación irregular en territorio
Schengen.
Aunque su detención
en 2003 supuso el punto más bajo de su credibilidad tanto en
Europa como en origen, Desde entonces ya
no contrata artistas
congoleños que no estén por sus propios medios en Europa, lo que
cierra la puerta a conocer nuevos talentos locales. Sigue con sus
shows, dedicando canciones en sus discos y
directos, por grandes
cantidades de dinero, y
su cohorte de seguidores, guardaespaldas e
imitadores sigue tan
larga como siempre.
vieron con los aliados en la II
Guerra Mundial, al volver a la
colonia africana, entonces bajo dominio del Rey Leopoldo
III de Bélgica con capital en
Leopoldville (Kinshasa), que
todavía mantenía las estructuras tiránicas de su padre, el
más cruel colonialista que
haya soportado África, el rey
Leopoldo II y su aterradora
Force Publique, ejército paramilitar creado para garantizar
la extracción minera de uranio
y de hule por cualquier medio,
que estuvo detrás de la guerra
secesionista de Katanga y la
defenestración y ajusticiamiento sádico en público del primer
ministro y líder anti esclavista
Patrice Lumumba, nada más
proclamarse la independencia.
Los veteranos de guerra presumían y se destacaban entre la
población nativa con sus monóculos, relojes de cadena, bastones, zapatos impolutos y trajes a
la paige de París, que les daban
ese aspecto de bon vivant tan
francés, tan inalcanzable para
los demás, y que los hacía tan especiales. Nada nuevo bajo el sol.
Destacar entre los demás a través de la moda, de paños y telas
llamativas, de oro y complementos dorados de todo tipo, forma
parte de la demostración de estatus desde el principio de los
tiempos en África. Pero tras la II
Guerra Mundial, la internalización del comercio y el turismo
generó una interculturalidad elitista a través de las costas atlánticas de África que permearía la
tradición popular.
Desde Dakar a Leopoldville,
los cruceros y barcos franceses
llevaban en los años 50 y 60 orquestas de músicos cubanos
para animar el pasaje, que se
mezclaban con músicos puntualmente reclutados en cada
puerto, sobre todo percusionistas, para reforzar los espectáculos a bordo. Surge así en los
50 y primeros 60 la rumba africana. Desde Youssou N’Dour
y la primera Etoile (y luego
Super Etoile) de Dakar, hasta
François Luambo Makiadi, conocido mundialmente como
Franco, en el gran Congo y su
OK Jazz (luego rebautizada
tras la independencia TPOK
Jazz Tout Puissant Orchestre
Kinshasa), no es infrecuente escuchar ritmos africanos latinizados y fraseados en español.
Papa Wemba era otro de los que
pugnaban por destacar en la
rumba africana, copada por
grandes nombres con ascendencia política, sobre todo Joseph
Kabaselé (amigo personal de
Lumumba) y su orquesta Grand
Kalle, o Tabu Ley Rochearou y
su Africa 70, que como todos los
artistas populares de la época
en el Congo, tuvo que lidiar con
el temible Mobutu Sese Seko.
Pero en ese ambiente cargado, Papa tenía claro que para
destacar necesitaba algo que le
diferenciara de sus competidores. En 1974, cuando los estadounidenses desembarcan en
Kinshasa para el legendario
combate de boxeo entre Alí y
Foreman que tan brillantemente se documentó en When we
were kings, Wemba era tremendamente popular en su país desde 1969 con su banda de soukouss Zaiko Langa Langa. Pero
como el hombre de negocios
que subyace tras todo gran músico africano, las concesiones de
Mobutu al dios del dólar le hicieron avistar su oportunidad.
Había un mundo enorme de
oportunidades ahí fuera, más
allá de entretener a los señores
locales y las visitas extranjeras.
Así que funda una especie de
Escuela de Formación de Ídolos, una fábrica de músicos elegantes al estilo de la Fania All
Stars, la Isifi Lokole, de cuyas
cenizas nacerá en 1977 la formación con la que su popularidad trascenderá fronteras, Viva
La Música (en castellano original).
Hasta aquí, la historia de Papa
Wemba no sobrepasa lo corriente entre los grandes patriarcas
de la música africana, pero como había demostrado Fela Kuti
en Nigeria, cuando la música es
de verdad popular en África ha
de ir acompañada de un movimiento sociológico y cultural
que le dé respetabilidad y ensamble sus cimientos. El nigeriano se movió hacia la política,
con su República de Kalakuta.
Mientras, Wemba, cerrada esa
vía en Zaire por el férreo control de Mobutu, se inspiró en lo
que mejor dominaba y tenía
más raíces populares (la ambición de la moda y la elegancia
cosmopolita colonial) para fundar su propia comuna, Villa
Molokai, en Matonge, un suburbio de la capital con un nombre
inspirado en las leyendas heroicas de las guerras de Katanga.
Los jóvenes de Matonge eran
invitados a participar en las continuas fiestas de la Comunidad,
donde eran exhortados bajo el
eslogan Ambiance (palabra clave desde los 50), sobre higiene,
elegancia y moda, bajo el bombardeo de la publicidad de los
promotores comerciales, como
valores con los que destacarse de
la pobreza habitual de las calles.
Así que, distinguidos con un tipo
de sombrero característico, las
fiestas de Villa Molokai empezaron a ofrecer algo más que cualquier otra propuesta cultural o
de diversión de Kinshasa.
Apoyado además en enormes
cantantes de la orquesta que luego tendrían carrera propia, como King Kester o Koffi Olomide,
Viva La Música llegó al Zaire para quedarse con su viejo sabor
07.01.16_20.01.16 05
popular de soukouss y de rumba
congoleña remozada por instrumentos electrificados, sintetizadores y con un mensaje alto y claro de Papa Wemba, convertido
en ‘don’ absoluto: “Aunque seas
africano, también puedes progresar si te vuelves sofisticado y cosmopolita, si eres aceptado siguiendo las reglas internacionales del saber estar. Si te conviertes en un sapeur”.
Tras una década de internacionalización masiva de la música
africana durante los 80, las sucesivas oleadas de emigración de
los 90 a Europa convierten a
Papa Wemba en la referencia absoluta de todos aquellos jóvenes
que tratan de buscarse un mejor
porvenir siguiendo ese sueño de
distinción en Europa. Los 80 y 90
han traído al mundo una glorificación de lo material, de la ambición del lujo, como forma de ganar estatus e individualización.
En el verano de 1987, el jamaicano Red Dragon arrasa en las calles caribeñas de Londres con
Hol’ a fresh, un himno a la higiene personal que parece escrito
para los sapeurs congoleses, o de
Costa de Marfil o Gabón. En el
propio Kingston, laboratorio de
tendencias y moda urbana donde
los haya, se inventa un par de décadas después el término “swag”
para referirse a los peculiares y
llamativos vestuarios de los bailarines callejeros de los guetos en
el dancehall o lugar de baile al aire libre. Del mismo modo, en las
calles de Nueva York a mediados
de los 80, marcas elitistas como
Ralph Lauren se reinventan como icono popular al ponerse de
moda en el hip hop robar y lucir
con orgullo prendas Polo en las
calles de Brooklyn o el Bronx.
Una moda que da lugar al movimiento ‘Lo Life’ que con altibajos
perdura hasta hoy, incluso en
España.
La estética reconfigurando la
ética. Que las clases populares,
sobre todo negras, accedan a
marcas consideradas elitistas
(Ralph Lauren, Cavalli, Dolce e
Gabbana, Armani) no es sólo
una cuestión de moda, es sobre
todo una actitud, una declaración de principios, una pretendida autoafirmación de emancipación. Un derecho siempre
negado desde la concepción paternalista de la colonización
contra el que los emancipados
reivindican su derecho de igualdad por arriba, por el acceso al
lujo y la glorificación de las
marcas que representan el idolatrado confort, la seguridad
económica. El atractivo de la
propuesta, que durante décadas
ha cautivado también a los adolescentes blancos, visto desde
quien no tiene nada pero guarda
íntegra la ambición de superación personal, no tanto para medirse con los europeos y estadounidenses como para destacarse entre sus iguales como alguien con personalidad, con estilo propio, como personaje
único y especial, lleva siendo un
metal precioso irresistible desde
hace décadas tanto en África como en su diáspora por el mundo. Pero el sueño individualista
y material del lujo, aunque legítimo, es profundamente insolidario, falaz y, cuando se colectiviza, obliga a pagar un alto precio
en las ilusiones de tantos. Y de
ese sueño, Papa Wemba, convertido en Rey de la SAPE en
Europa, al punto de conservar
dos orquestas estables, una en
Kinshasa como Viva La Música
y otra en París (actualmente
Viva Tendence), es el claroscuro
ejemplo de la contradicción que
encierra.
Más que los dandis desafiantes que pretenden ser, les sapeurs, considerados tradicionalmente como ladrones por los
sectores más conservadores de
las sociedades africanas, pueblan desde los 90 los suburbios
de París, Bruselas y de las grandes ciudades francófonas europeas, con sus trajes llamativos,
sus abrigos estrafalarios y carísimos, y sus complementos imposibles. Su presencia es un
contraste que chirría por inapropiado en un entorno urbano deprimido y hostil, lejos de
la vitalidad y el colorido de las
urbes africanas, donde las reglas de ‘lo bien visto’ están menos definidas. La rivalidad entre los sapeurs de París y los de
Bruselas, no tanto por el territorio como por el cetro de la elegancia mundial en juego, es tan
legendaria como la guerra entre los sapeurs de Kinshasa y
Brazzaville. Un premio tan fatuo como caro. Por más que
Que las clases
populares, sobre todo
negras, accedan a
marcas consideradas
elitistas es una actitud
SAPE.
Varias personas
bailan en una
fiesta de la SAPE
en Congo.
FOTOGRAFÍAS:
BLANDAUCONGO
Papa Wemba tenga bien estudiado su discurso oficial sobre
que el modo de vida sapeur no
tiene nada que ver con ladrones
o delincuentes, la tozuda realidad de alienación de los africanos en los suburbios de las ciudades europeas se impone. //
06 DIAGONALCULTURAS.261
LITERATURA
He tenido que mentir
otra vez al chino. Sí, al chino simpático.
El de la calle O’Donnell. Fui a comprarme un
portarretratos más pequeño. Ya empieza el frío y
éste no me cabe en el bolsillo de la bata. Me he traído
de paso unos potos. Más potos. Cacharreando con las
plantas se me pasa el día. ¿Te acuerdas cuando me jactaba
de que yo sólo tenía mano para el Amor de Hombre? Bueno,
y para la planta del Dinero. Dinero y Amor de Hombre. Ahora
tengo potos. Y una pensión. ¿Tú te crees que has tenido que irte
para que me reconozcan todo el trabajo que hemos hecho juntos? Tú trabajabas fuera, pero los dos sabíamos que lo nuestro
era de los dos, el fruto del trabajo de los dos. La de sapos que me
he tragado cada vez que he tenido que escuchar: “Tú no trabajas,
¿verdad?”. No, yo en casa cuidando el Amor de Hombre y la Planta
del Dinero. Apuntando en mi libreta todo lo que gastábamos y
ahorrábamos, a mano, con mi letra. Ahora tengo una pensión de
viudedad y el patio lleno de plantas distintas. Ahora tengo potos,
un centro con geranios y un esqueje de tronco de Brasil que me
dio una de la piscina, subí a su casa y todo, no veas tú qué pisazo en la calle Jorge Juan. El nuestro es más bien pequeño para
lo que se ve por aquí. Siempre hemos sido un poco espías en
este barrio, ¿no?, rodeados de las cacatúas con abrigos de
visón y sombreros tiroleses. Ahora es como si tuviera
más amigas. Y las niñas. No veas cómo habla Paula
ya. Ahora no lo hace pero los primeros meses se
recorría el pasillo diciendo: “¿Abuelo, abuelo?”. Y a mí me
pasa igual.
Llego a casa
y al abrir la
puerta, ahí
estás. Quiero
decir, ahí no
estás. Es como
si tu silueta se
hubiera quedado a fuego en el salón, tiene contornos, casi puedo tocarla. He tenido que cambiar todos los muebles de sitio, pero aún quedaste ahí, en tu rincón, tu butaca. Probé a moverla de sitio. Pero nada.
CRO
CAN
TI
~~
Un relato de
Silvia Nanclares
Lo que más me dolió fue que lo tuyo me pilló lejos de ti. En el patio, tendiendo una colada, con la pelona que caía, y en
domingo, pero así somos las que no trabajamos. ¿No te podías esperar a que tendiera todo, hombre? ¿Sabes lo primero
que hice cuando vino el del SAMUR a decirme “Señora, lo vamos a dejar”? Yo no le entendía. ¿Lo vamos a dejar? ¿Se
puede saber qué vamos a dejar? Yo estaba lista para irnos al hospital, con las zapatillas puestas, me había atado los cordones a cámara lenta mientras te trataban de reanimar. No me lo creía cuando va y viene a decirme que no. “Señora,
que no hay nada que hacer”. ¿Y sabes lo que hice? Me fui hacia ti, lo aparté al tío con un manotazo en la cintura, y me
salió enseguida el reproche: “¿Pero cómo te vas así, Jose?”. ¿Por qué no me avisaste, esa misma mañana, mientras
te peinaba, por ejemplo? Mira, Carmen, que ahora en un rato me voy a marchar para siempre. Joder, Jose, casi
cuarenta y cinco años comentándonos los planes y te vas de golpe y sin avisarme. No.
Te digo una cosa, el puto verano se me ha hecho eterno, se fue todo el mundo de vacaciones. Alguna escapadita también ha caído por mi parte, pero los días más largos del año ya no sabía cómo pateármelos, arriba y abajo la calle Alcalá. Desde Sol hasta casi pasado Arturo Soria me hago. Hay calles que me las salto,
porque en todas estás tú. Concretamente de Retiro a Manuel Becerra me lo hago en metro. En la plaza
me compro un crocanti. Lo tiro a la mitad, claro. Pero me creo que si hago las cosas que hacíamos, si recreo los sonidos, el rasgar del papel, el primer mordisco al chocolate, el sabor de la vainilla es como
montar la escena de una película. Por un momento me creo que estás tú también ahí. Te has llevado
tantas cosas, bandido. Me has dejado en un escenario vacío. Ah, pero me sigo pintando el ojo, eso
desde el primer día, ya me conoces. Eso no va a faltar. Y, ¡hale, pimpán, a la calle, a caminar!
Ahora veremos cómo lo hago cuando entre más el invierno. Me parece que me voy a comprar
una capa de agua que he fichado en el Mercadillo de Tetúan. Es horrible, pero es que se me da
mejor el sudor que las lágrimas.
Tengo por ahí una pila de crucigramas sin terminar. Incapaz de tirarlos. Yo, que me creía
un hacha de los crucigramas. Y era porque tú siempre estabas ahí para chivarme las siglas de la OLP o deletrearme el apellido de Benzema. La radio también me cuesta. Y la
música. No puedo con ella. ¿Nuestra música sola? A veces la pongo y te hablo mirando al portarretratos, que lo voy poniendo por la casa según voy haciendo cosas. Van
a decir que estoy como una regadera, pero, ¿qué?, si al final el matrimonio era esto,
una conversación muy larga y, por lo visto, inacabada... Riego poco los potos, que
ya me he enterado que éstas son de poco regar: plantas resistentes y de cuidado
fácil, le dije al chino, sí, el chino simpático de la calle O’Donnell. “¿Y su marido?”, me pregunta cada vez que voy. Le digo que bien, que estás en casa, y
que llevo prisa. Ya arriba, cruzo rápido el salón hasta llegar al patio. Me remango la bata, me arrodillo, me aseguro de que estás ahí, compacto, con
tu mejor sonrisa, a buen recaudo en mi bolsillo. Y contándote todo lo que
he hecho en el día mientras continúo con el trajín de los tiestos y los esquejes. Sólo así me voy quitando esta sensación de habernos dejado
mutuamente con la palabra en la boca. //
07.01.16_20.01.16 07
MÚSICA
RAMÓN CALANDRIA
“¿No te gustan Radiohead? Si te
va el rollo épico, Radiohead tienen que gustarte. Por narices”.
El protagonista, un etarra, el interlocutor, una futura víctima. El
disco Ok Computer, de la banda
inglesa. El cuento es El plazo, el
autor, Iban Zaldua (San Sebastián, 1966). En un ejercicio de estilo que recuerda a los del taller
Oulipo, el “taller de literatura potencial” creado por matemáticos
y literatos franceses en los 60,
Zaldua ha escrito a lo largo de
los últimos años un buen puñado de cuentos que se basan en
un método o juego, la creación
de un relato a partir de un disco
de su discoteca personal.
Nos encontramos con él en la
casa madrileña que sirve de posada para la editorial Páginas de
Espuma, que ha publicado Biodiscografías, la versión en castellano –con bonus track– del original en euskera. Durante un rato, hablamos de su educación
sentimental en la música, también un poco de la nuestra. Como
comenta en un momento de la
entrevista, la música tiene un poder de evocación más potente
que la magdalena de Proust. Así,
algo entre el placer culpable y la
burla asoma cuando habla de los
discos que había en la colección
de sus padres: el de canciones de
la película Fun in Acapulco, de
Elvis Presley, discos de rancheras y “la parte más melosa de los
Beatles”, apunta Zaldua.
A partir de aquí, entre esos recuerdos sin magdalenas, van
apareciendo los nombres de
otros grupos, sin un orden prefijado, como aparecen en su libro
de relatos. Gwendal, el primer
concierto al que fue. Itoiz, la banda en euskera que Zaldua pone
por encima de Kortatu. Pink
Floyd, el primer grupo por el que
sintió “pasión”. The Police, el
grupo que, según el equipo de
campaña de Rajoy, el todavía
presidente lleva en su reproductor de MP3.
Pero volvamos a Radiohead,
posiblemente la banda de culto
más popular de las últimas décadas. ¿En qué momento se le cruzó a Zaldua la idea de meter a esta banda de rock melódico en un
zulo, en los momentos previos a
una ejecución? La respuesta es
sencilla: “Me parece posible y me
parece plausible”. En todo caso,
Se agradece la capacidad
de Zaldua de hacernos
mirar de nuevo aquello
a lo que nos hemos
acostumbrando
un tema muy delicado: cómo se
está alargando la resolución de
las partes más dolorosas del
conflicto. Que por la parte de
ETA ya se haya solucionado y
que no tenga solución del otro
lado me parece una de las cosas
más dolorosas que están ocurriendo hoy en día. Por otra parte, está ocurriendo lo que pasaba con los atentados de ETA: el
grado de tolerancia, de acostumbrarse a eso al que llega la sociedad vasca, es muy grande, y
a veces sorprende”.
Se agradece la capacidad de
Zaldua de hacernos mirar de
nuevo aquello a lo que nos hemos acostumbrando. También
su acercamiento al conflicto
desde una posición poco frecuentada. Aquel joven que prefería a Itoiz o Jotakie antes que
a Kortatu, militó en Euskadiko
Ezkerra (EE), aquella tercera
vía de los 80 que reclamaba el
derecho de autodeterminación
y acabó integrándose en la federación vasca del PSOE. “En
aquella época ser de EE en ciertos ámbitos era como el rock
progresivo para el punk: el enemigo”, dice medio en broma.
Desde esa posición minoritaria,
Zaldua ha conseguido algo difícil para otros escritores más
atrincherados: empatizar.
Quizá por esa capacidad de
ponerse en el lugar de los
otros, Zaldua nos alerta del peligro de los himnos, los más
perfeccionados mecanismos
que ha tomado la música para
despertar pasiones. El revival
que ha vivido La marsellesa a
raíz de los atentados de Charlie
Hebdo y Bataclan nos pone en
alerta del “poder diabólico”
que tiene la música para generar estados de ánimo. Ánimos
El autor en la editorial que van desde el rollo épico de
Páginas de Espuma, en Radiohead hasta el extraño
el madrileño barrio de sentimiento de normalidad democrática que uno puede senMalasaña.
FOTO:
tir cuando escucha Every
ÁLVARO MINGUITO
Breath you Take en M80. //
EL ETARRA
QUE AMABA A
RADIOHEAD
y otros relatos de Iban Zaldua
este escritor reclama nuestro
derecho a no caer en clichés.
Además, Zaldua reconoce cierta sintonía entre la forma y el
contenido del relato: “Radiohead tiene una parte oscura, ese
rollo de angustia existencial”
que van con el relato.
El plazo es otra de las historias del libro que tratan sobre “la
cosa”, que es como llama Zaldua
al conflicto vasco, tanto en la
conversación que tenemos con
él como en otros libros anteriores, especialmente Esa lengua
rara y poderosa, su incursión –
rigurosa y sin melodramas– al
tema del uso del euskera.
Autobahn hacia ninguna parte
“La cosa” y sus efectos también vive en uno de los mejores relatos del libro, A89, la
Transeuropéenne, la historia
de dos conocidos que viajan
en un bucle infinito a visitar a
sus familiares presos en la cárcel de Roanne, en el departamento francés del Loira.
En este caso, el tema es la dispersión de los presos vascos y,
por encima de eso, los esfuerzos
de sus seres queridos para visitarlos. La sensación de déjà vu
de los viajes por autovía se multiplica: carretera, bosques, árboles, estaciones de servicios, curvas. Wir fahr’n fahr’n fahr’n auf
der Autobahn (“nosotros conducimos por la autopista”).
El relato “tiene que ver con el
cansancio, el tema de la dispersión y los presos, un tema muy
doloroso. Estamos hablando de
08 DIAGONALCULTURAS.261
FILMOTECA
UN DON JUAN ABATIDO
personajes como su esposa o
un guionista que critica a los
creadores intuitivos, devienen
autocomplacientes. Y los arrepentimientos parecen un fingimiento más del seductor egocéntrico, abatido por no poder
encajar a la perfección, sin consecuencias y sin rendir cuentas, su puzle de donjuanismo,
amor romántico y vida marital.
Un epílogo
Sugerente monumento a la libertad creativa,
8 y 1/2 también es una mirada autocomplaciente
a la figura del seductor masculino.
IGNASI FRANCH
Federico Fellini comenzaba un
nuevo proyecto en 1962, urgido
por unos productores deseosos
de rentabilizar el éxito de La
dolce vita. La situación del cineasta, empujado a iniciar el rodaje de un filme sin tener un esquema claro, se convirtió en el
motivo creativo. A través de la
improvisacion y la astucia construyó 8 y ½, un carrusel autorreferencial de las angustias y
deseos de un artista en crisis.
Marcello Mastroianni se convertía en un álter ego del realizador: Guido es mentiroso, algo
infantil y, al parecer, sufre algunos complejos de culpa. Mientras intenta poner en orden su
película y su matrimonio, recuerda bailes, muertes o desfiles
sacerdotales de su infancia y
sueña sueños de bloqueo creativo y de felicidad heteropatriarcal. El resultado final se sitúa entre los hitos de una filmografía
algo carnavalesca, hedonista pero abierta a la tristeza, a una
cierta nostalgia que se potenciaría con el paso de los años.
Recientemente recuperada en
formato Blu-ray, 8 y ½ reaparece
con una calidad de imagen que
realza el bello trabajo de Gianni
di Vennanzo, también director
de fotografía de obras contemporáneas de Michelangelo Antonioni (La noche). De alguna
manera, la obra tiene algo de
mediatriz entre el Fellini algo
más convencional y sobrio de los
inicios y su posterior barroquismo desaforado. Supone su primera apuesta firme por una narrativa fragmentaria, apoyada en
la transferencia masiva de vivencias y fantasías personales.
Sueños de dominio masculino
Más allá de la representación
filoexperimental de un bloqueo
artístico, 8 y ½ trata de la rela-
ción del cineasta con las mujeres, abordada en algunas llamativas y abochornantes escenas oníricas.
La actriz Claudia Cardinale
aparece en diversas ocasiones
como una imagen alucinada de
belleza y servilismo: sonriente,
le ofrece un vaso de agua; sonriente, se muestra como un ama
de casa que quiere “tenerlo todo limpio”. En otra escena, el
personaje principal se imagina
a sí mismo como señor de un
harén: decenas de concubinas
se entregan jovialmente a su
déspota bondadoso, soportando con resignación el retiro, la
invisibilización, cuando cumplen una cierta edad. En esa
fantasía, la esposa del protagonista se transfigura en mamma
resignada ante las infidelidades
del marido: “Al principio no terminaba de entender por qué las
cosas tenían que ser así. Ahora
soy una buena chica”, afirma.
Fellini parodia algunos deseos masculinos. Además, mezcla la sexualidad con el ansia infantil de cuidados maternales,
ridiculizando a su álter ego. Pero
este aparente deseo de compa-
ñeras sumisas no sólo aparece
en momentos alucinatorios.
Aunque Guido se muestre abatido por no saber mejorar su matrimonio, uno de sus pensamientos finales resulta revelador.
Mirando a su esposa, el protagonista piensa: “Si puedes aceptame como soy, es la única manera de encontrarnos”. Más allá
de la parodia, emergen límites a
La actriz Claudia
Cardinale aparece en
diversas ocasiones como
una imagen alucinada de
belleza y servilismo
una autocrítica leve que no cuestiona las convenciones sociales
vigentes: los pactos de pareja
deben basarse en la renuncia de
ella. Así, la fantasía de unas relaciones amorosas pacificadas a
través del servilismo femenino
es algo más que la representación humorística, quizá satírica,
del subconsciente.
Los cuestionamientos del
protagonista, reforzados por
Casi 20 años después, Fellini
crearía una caricatura del feminismo. En La ciudad de las
mujeres representó una convención de mujeres como un
agresivo griterío androfóbico.
La película parecía proyectar
una defensa de los roles tradicionales de género, aunque
también incluyese burlas a un
pintoresco latin lover y al mismo protagonista. Mastrioanni
interpretaba de nuevo otra encarnación posible del cineasta,
en esta ocasión mucho más extemporánea, superada por un
presente amenazante.
En 8 y ½ dominan las autocríticas narcisistas y anestesiantes. La ciudad de las mujeres, en cambio, trasmite una
sensación de pérdida de seguridad. Porque las interpelaciones agresivas no nacen desde
el yo o desde figuras conocidas –la esposa al límite de la
paciencia, el guionista que representa la ortodoxia cinematográfica–, sino desde un otro
casi desconocido. Una mujer
nueva y aterradora que cuestiona el orden establecido y no
acepta que el seductor imponga sus normas y se limite a ser
“tal y como soy”. //
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