Mujeres Científicas Carmen Ramos Caravaca Las mujeres

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Mujeres Científicas
Las mujeres dedicadas a una tarea científica han sido pocas en todos los países y en
todas las épocas, esto no tiene que resultar extraño ya que no fueron admitidas en las
instituciones educativas hasta bastante tarde, ni plenamente toleradas en la comunidad
científica. Sin embargo, son más de las que se suele pensar y desde luego, muchas más
de las que nombro en este pequeño resumen.
La diferencia en la historia de la ciencia con respecto a los sexos está desplazada
hacía el sexo masculino, pero es más, no todos los hombres están, muchos han sido
excluidos o rechazado sus ideas por diferentes motivos, pero no por ello eran menos
válidos. Si analizamos toda la historia científica podemos destacar un grupo de personas
que han destacado en la ciencia: varón, blanco, occidental y de clase media alta.
La participación de las mujeres (al igual que los hombres) en la ciencia varía en
función de diversos factores que incluyen el país, la clase a la que pertenecen y el medio
en que viven. En caso contrario, corremos e riesgo de reducirlas a personajes
excepcionales.
Las primeras transformaciones de los materiales.
Entre el año 8.000 y 3.000 antes de nuestra era, en el Próximo Oriente, las mujeres
provocaron los primeros cambios químicos:
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calentando arcilla, se elimina el agua del silicato de aluminio hidratado y se
obtiene tierra cocida, que no es moldeable ni desintegrable por el agua.
El conocimiento de las plantas, su cultivo y recolección, así como almacenarlas
y convertirlas en alimentos
La fabricación del pan
Preparación de un licor fermentado
La cultura griega clásica estaba regida por una división dicotómica de valores de la
sociedad que establecía:
Varón
Civilización
Razón
Orden
Mujer
Naturaleza
Emoción
Caos
Pero en los primeros tiempos de Grecia, en el 800 antes de nuestra era, hubo un
momento en que las mujeres se movieron libremente por la sociedad y compartieron las
discusiones filosóficas con los hombres, como podemos leer en la Ilíada y la Odisea de
Homero.
Posteriormente perdieron su prestigio durante siglos, llegando al punto más bajo en es
siglo V a. C. No se sabe bien el por que, pero se habla de la posible influencia de
algunas culturas orientales.
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Las mujeres atenienses recuperaron su prestigio con la guerra del Peloponeso, debido a
la ausencia de hombres, participando en la ciencia, filosofía y el arte.
En el norte y en el oeste del país mantuvieron los privilegios de la primera época,
podían heredar y legar propiedades, recibían la misma formación física e incluso
podían luchar con ellos.
Había un grupo de mujeres, las hetairas o cortesanas, que escapan a la situación general
de las mujeres griegas. Viviendo en Atenas, estas mujeres no eran atenienses, por lo
tanto no estaban sujetas a las leyes de la ciudad. Podían estudiar, interesarse por la
política, pero no podían casarse con ciudadanos atenienses...
En los siglos V y VI a. C se organizó en Atenas un movimiento de emancipación
femenina.
La sociedad no aceptó a las mujeres sabias y establecían mecanismos de sanción social
para mujeres brillantes y cultas. Excepto en el caso de Teano, la mujer de Pitágoras,
considerada un modelo de mujer, madre, esposa y filósofa, el resto de las filósofas
fueron señaladas aparte. Aspasia era una mujer inteligente, pero era cortesana, y por
tanto de vida sexual irregular; nunca pudo ser la mujer legal de Pericles. Aspasia de
Mileto fue la compañera de Pericles hasta su muerte. Fue maestra en la oratoria y se
incorporaba a los círculos masculinos de Atenas (no muy bien visto en su época).
La sanción social se da incluso en los mitos; Medea, el mito de la mujer culta e
inteligente, queda invalidado a los ojos de la sociedad griega debido a que no es una
buena madre porque mata a sus hijos.
Mujeres en las “escuelas”
Las escuelas griegas, eran círculos muy cerrados, las hijas de los filósofos se educaban
de acuerdo con el ambiente en el que vivían, y algunas llegaron a ser cultas y brillantes.
Así, hasta nuestros días prácticamente, el hecho de haber nacido en una familia que
tuviera acceso a la filosofía y la cultura fue el motivo más frecuente para que una mujer
se introdujera en ella.
•
Teano, siglo VI a.C.
Era del sur de Italia, marcho a Grecia, se casó con Pitágoras y fundó junto a él las
escuelas pitagóricas. Es una de las primeras científicas de la historia, se le atribuyen
escritos de matemáticas, física, psicología infantil y medicina.
La mayoría de los textos que nos han llegado hablan de problemas de orden
religioso, moral y práctico; de los deberes de la mujer y la esposa perfecta, que no
estaban en contraposición a la mujer cultivada.
Después de la muerte de Pitágoras y con la ayuda de sus dos hijas, Teano divulgó
sus ideas por Grecia y Egipto.
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La cultura helénica. Hipatia de Alejandría.
Se denomina período helenístico a la época comprendida entre la muerte de Alejandro
(323 a. C) y el fin del Imperio de Occidente (467 d. C).
Marco histórico:
Alejandría era uno de los centros culturales y comerciales más importantes del Imperio
romano de Oriente. Estaba habitada por una población de origen griego (el más
importante), egipcios, judíos y, en menor cantidad etnias árabes, sirias y persas. Los
ciudadanos con plenos derechos civiles y políticos eran los hombres griegos.
La estructura de la Iglesia cristiana estaba ya fuertemente jerarquizada.
•
Hipatia de Alejandría (370?-415). Lo que sabemos de ella es por medio de
autores cristianos que aún así respetan la figura de Hipatia. La consideraban
neoplatónica de la escuela de Plotino y dicen que sobrepasó en sus
conocimientos a todos los filósofos de su tiempo. Ello da medida del prestigio
de que debió gozar en vida.
Hija del matemático y astrónomo Teón. Creció y se educó en Alejandría, en la escuela
de su padre, donde se inició en los estudios matemáticos, filosóficos y astronómicos.
Algunos autores dicen que fue superior al padre, especialmente en la observación de los
astros.
Hipatia se mantuvo soltera y enseño públicamente y de manera ininterrumpida lógica,
matemáticas y geometría durante 20 años. Tuvo muchos discípulos, el más importante
Silesio de Cirene, que llegó a ser arzobispo.
La mayoría de sus libros fueron libros de texto para sus alumnos. Las obras que se le
reconocen:
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Comentarios a las cónicas de Apolonio. Es una vulgarización del texto de
Apolonio de Perga sobre las secciones cónicas y los epiciclos y deferentes que
explican las irregularidades en las órbitas de los planetas.
Comentario a la aritmética de Diofanto. Escribió un comentario en 13 libros. El
álgebra de Diófanto trata de ecuaciones con múltiples soluciones enteras. Los
comentarios de incluían soluciones originales y distintas que fueron
incorporadas a los manuscritos diafánticos.
Canon astronómico.
Trabajó con su padre en muchas revisiones. Juntos escribieron un tratado sobre
el geómetra griego.
Hipatia viajó por Italia y Atenas. De vuelta a Alejandría enseño matemáticas,
astronomía, filosofía y mecánica a quienes lo desearon. Su casa se convirtió en un
centro intelectual cuya fama traspasó las fronteras de la ciudad. Se le atribuyen frases
como:
Todas las religiones formales son falaces y no deben aceptarse por respeto a
uno mismo.
Defiende tu derecho a pensar, porque incluso pensar de manera errónea es
mejor que no pensar.
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Enseñar supersticiones como si fueran verdades es una cosa horrible.
Hipatia consiguió tener un nivel de conocimientos inusual en una mujer. Tuvo poder,
fue transgresora, ya que ejercía públicamente, y esto provocó un conflicto de autoridad.
No se sabe realmente los motivos de su asesinato, sólo que una fanática multitud
cristiana la golpeó y la arrastró hasta una iglesia donde la mataron y luego quemaron los
restos en una plaza pública.
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María la Profetisa es una de las primeras que trabajaron en la alquimia. No se
sabe ni cuándo vivió ni dónde, pero probablemente en el siglo III d. C.
La alquimia es el conjunto de prácticas encaminadas a la transformación de los metales
comunes, como el cobre y el plomo, en metales preciosos como el oro y la plata.
La alquimia tiene un doble interés: a nivel material, la redención de la materia, y a nivel
espiritual, la búsqueda de la perfección.
A María se debe la descripción de procedimientos que hoy vemos y realizamos en los
laboratorios: la destilación, la sublimación, la filtración, la disolución, la calcinación y
la copelación o separación de los metales nobles contenidos en una aleación por
oxidación con una corriente realizada en un horno.
Inventó diferentes aparatos, el baño Maria es el más conocido.
Fue transmisora del arte de la alquimia describiendo diferentes aparatos como los
hornos y los diferentes materiales para calentar y el alambique (kerotakis en griego).
“consta de tres partes, una en la que se calienta el material que hay que destilar; una
parte fría para condensar el vapor, y otra para recogerlo. Una pieza de metal triangular o
rectangular servía para mantenerlo caliente y para evitar que la cera se endureciese”.
Durante la Edad Media, la alquimia se extendió por el mundo árabe y el continente
europeo, y la obra de María perduró a través de los siglos, sus obras fueron traducidas
en diferentes idiomas, como el latín, francés y alemán a lo largo del tiempo.
La consideración de María la Profetisa como una figura mítica de la alquimia, es
uno de los mecanismos sociales de desvalorización de la actividad científica de las
mujeres.
La tradición médica. Sanadoras, curanderas, comadronas y brujas.
Las mujeres han sido siempre sanadoras. Atendían los partos, sabían hacer
abortos y cuidaban de la salud de las personas. También fueron las primeras
farmacólogas dedicadas al cultivo y recolección de hierbas medicinales. Durante
muchos siglos fueron médicas sin título y la única atención médica al alcance de los
pobres y de las mismas mujeres.
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Trótula fue una médica del siglo XI, de la escuela salernitana, autora de
Troutula maior y del Troutola minor. Dedicado a la cosmética y las
enfermedades de la piel.
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Los reyes y la nobleza tenían médicos, especialmente sacerdotes. La Iglesia no veía
bien la existencia de las “curanderas”, mujeres que solían actuar solas, que estaban
organizadas y en definitiva tenían un control sobre la salud.
En un momento en que la ciencia emergía como una nueva forma de poder y de control
de la sociedad, donde los médicos tenían poca práctica real y las mujeres mucha
práctica empírica acumulada.
También hay que tener en cuenta que Occidente vivía un buen momento económico y
las clases medias se enriquecían llegando a ser un problema para los feudales y
eclesiásticos, que veían que iban perdiendo el control social y político.
Nació la Inquisición que, bajo el pretexto de vigilar la pureza de la fe, acusaba de
herejía a los intelectuales disidentes, y de brujería a miles de mujeres. Su apogeo tuvo
lugar durante los siglos XVI y XVII. Lógicamente ambos se declaraban culpables ante
las torturas que aplicaba el santo oficio.
El resultado principal de la caza de brujas consistió en que los pobres llegaron a creer
que eran víctimas de brujas y diablos, se desplazó la responsabilidad de la crisis de la
sociedad mediaval.
Las astrónomas
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Sophia Brahe (1556-1643), danesa y educada en literatura clásica, astronomía y
alquimia. Fue la asistente de su hermano mayor, Tycho Brahe, realizó las
observaciones del eclipse lunar de diciembre de 1573. Después de la muerte de
su marido, prosiguió el estudio de la química.
María Cunitz (1610-1664) fue una astrónoma alemana, hija de un físico, se casó
con el Dr. Von Löven. Trabajó con las tablas astronómicas de Kepler, en las que
encontró algunos errores, e hizo muchas observaciones que fueron publicadas en
1650 “Urania Propitia”, en alemán y latín.
María Winkelman (1670-1720) Alemana, descubrió un cometa en 1702.
colaboró con su marido Gorrfried Kirch, aunque publicó independientemente.
Hizo las observaciones y los cálculos para confeccionar el calendario. La
Academia de las Ciencias de Berlín le concedió una plaza, aunque perdió su
posición a la muerte de su marido. Reclamó la plaza de astrónoma, plaza que
significaba acceder a un cierto grado de poder y que le fue denegada a pesar de
tener sobrada competencia profesional.
Nicole Lepaute (17231788) nació en Paris. Trabajó con su esposo y calculó la
tabla de oscilaciones de los péndulos por unidad de tiempo y en función de la
longitud del mismo.
Publicó tratados astronómicos basados en observaciones de la órbita de Venus
desde 1761.
“tablas del sol, de la luna y de otros planetas” (junto a su marido J. Lande)
Carolina Herschel (1570-1848) trabajó durante 50 años a la sombra de su
hermano mayor, William Herschel, el astrónomo real inglés más importante del
siglo XVIII. Tal como dejó escrito, ella no decidió ser astrónoma: “Fui
entrenada para ser asistente de astronomía y se me dio un telescopio de barrido”.
Descubrió diez cometas y tres nebulosas en 1783, una de ellas la compañera de
Andrómeda. Esto le permitió recibir del rey un salario anual de 50 libras. Fue
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miembro honorario de La Real Sociedad. En 1798 publicó “Catálogo de
estrellas” y “Transacciones filosóficas”.
Las matemáticas.
Durante la Ilustración se amplió y sistematizó el álgebra, se dio una formulación
general a la geometría analítica y una nueva vida a la teoría de los números. Pero sobre
todo el cálculo diferencial e integral, la teoría de las series de potencias y las series
trigonométricas.
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María de Agnesi (1718-1799) nació en Milán, en una familia adinerada, el padre
era profesor de matemáticas en la universidad de Bolonia. Contemporánea de
Euler y Kant. Fue una niña prodigio:
9 años podía conversar en latín, griego, hebreo, alemán, español, francés e
italiano.
10 destacaba en matemáticas, se familiarizó con las obras de Newton, aún vivo,
Leibniz, Descartes y Fermat.
17 años elaboró un comentario crítico del análisis de L`Hopital
20 años, ya opinaba y discutía sobre temas como filosofía, lógica, mecánica,
elasticidad, mecánica celeste y la teoría newtoniana de la gravitación universal.
Publicó una colección de 190 ensayos de estas discusiones.
Con 21 años empezó a escribir su libro más famoso “Instituciones analíticas”,
publicado en 1748, se considera uno de los mejores tratados de cálculo
diferencial (I Tomo). La segunda sección contenía una discusión sobre
infinitésimos. En la tercera había una discusión sobre estado del conocimiento
en ese momento.
El Papa Benedicto XV le escribió una carta intentando convencerla para que
tomara posesión de una plaza de matemáticas y filosofía natural en la
Universidad de Bolonia. Aceptó la cátedra a título honorífico.
1752 muere su padre (34 años), abandonó la actividad científica para dedicarse a
estudios religiosos y para ayudar a los pobres y ancianos.
Sophie Germain (1776-1831) nació en París en una familia burguesa y
comerciante, fue instruida en la filosofía de la Ilustración.
No pudo asistir a las clases por ser mujer, consiguió los apuntes de los cursos de
análisis de Lagrange y de química de Fourcroy, de la Escuela Politécnica de
París. Lógicamente su formación fue irregular. Puesto que no pertenecía a la
nobleza quedó apartada socialmente de la comunidad científica. A pesar de estar
excluida, se puso un pseudónimo “Monsieur Le Blanc”, con el que pudo
comunicarse con Lagrange (Paris) y Gauss (enseñaba en Prusia).
Germain se convirtió en una celebridad cuando se descubrió su identidad, fue la
primera mujer no emparentada con ningún miembro que fue invitada a asistir a
la Academia de las Ciencias.
Germain trabajó con las matemáticas de Fermat y también se introdujo en la
teoría de la elasticidad, a partir de las ecuaciones de Lagrange.
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Las físicas y las químicas
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Laura Bassi (1711-1778) estudió en la Universidad de Bolonia (Italia). Recibió
el doctorado en Filosofía en 1733, continuó estudiando mecánica, hidráulica,
anatomía e historia natural. Fue la primera mujer en ocupar una cátedra de Física
en la Universidad y dio clases de física experimental desde 1745 hasta su
muerte.
Célebre en su tiempo por los trabajos en mecánica, fue miembro de la Academia
de Ciencias de Bolonia, presentó; Sobre la compresión del aire(1747), sobre las
burbujas observadas en los fluidos que fluyen libremente, sobre las burbujas de
aire que se escapan de los fluidos(1748).
También inventó diferentes dispositivos para realizar experiencias de
electricidad.
La cátedra que ocupó Bassi durante 25 años fue catalogada como extraordinaria
al objeto de poder retirarla cuando ella dejara de ocuparla. De esta manera la
Universidad no dio facilidades para que la experiencia y el trabajo de Bassi
fueran un ejemplo y una continuidad para otras mujeres.
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Gabrielle Emilie Le Tonnelier du Breteuil, Mme du Châtelet (1706-1749),
recibió una esmerada educación intelectual gracias al padre, que se dio cuenta
que tenía una hija con talento.
En el castillo de su marido en Cirey, organizó junto con Voltaire el “Salón de
Cirey”, que contaba con un laboratorio en el que se llevaban a cabo debates y
demostraciones científicas con el objetivo de aprender divirtiéndose, como eran
habituales en este tipo de salones de la época. Éste salón se convirtió en uno de
los más importantes, visitado por los científicos más prestigiosos del momento.
En 1737 presentó la Memoria “Disertación sobre la naturaleza y la propagación
del fuego”, en ella explicaba en base a un modelo mecanicista de la materia,
hechos muy diversos: el fuego, la evaporación del agua a calor constante, las
combustiones, las fermentaciones, las llamas y los fenómenos meteorológicos,
entre otros.
No está convencida de la postura antimetafísica de Voltaire. Empieza a escribir
Instituciones de física, que inicialmente fue pensado como un libro sobre los
principios newtonianos para la enseñanza de su hijo y para los jóvenes de su
edad.
Contrató a Samuel König que la introdujo en la metafísica de Leibntz y la ayudó
a reescribir capítulos del libro. Köinig reclamó la autoría del libro, diciendo que
ella sólo había copiado algunas notas de clase. Se planteó un conflicto de
autoridad entre ambos.
Châtelet, que contaba con suficientes recursos dio salida al conflicto terminando
el libro y publicándolo más tarde en 1740 de forma anónima.
Fue impulsora de las fuerzas vivas, señaló la imposibilidad de mantener el
concepto de materia entendido como extensión, fuerza y movimiento. Su
tratamiento de la fuerza y la materia supone un antecedente del concepto de
energía.
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Este tema era muy polémico ya que en la época, unos eran partidarios de la
conservación de la fuerza y otros lo eran de la conservación de la cantidad de
movimiento, ambas consideradas verdades únicas.
Tuvo una discusión con el Secretario de la Academia que sólo fue recogida en
dos artículos, uno de ellos es la “Respuesta de Mme. La Marquesa du Châtelet a
la carta que M. Mairan, secretario perpetuo de la Academia de Ciencias, le ha
escrito el 18 de febrero de 1741 sobre la polémica de las fuerzas vivas”.
En una carta al newtoniano Maupertuis, Châtelet se quejaba del silencio público
que se había impuesto al debate:
“Creo que los periódicos no hablarán más de la carta de M. Mairan ni de la
mía. Él ha encontrado más fácil imponerle silencio que... Os hago saber que
estoy enfadada, puesto que me parece una anécdota interesante que no quiero
que sea olvidada”.
Para Main, un sabio muy apreciado en el siglo XVIII, el ataque público de una
mujer sobre un tema científico no podía ser aceptado aunque su razonamiento
estuviera basado en las teorías de otros sabios como Leibnitz o Bernoulli.
Châtelet tradujo al francés los Principios matemáticos de filosofía natural de
Newton e hizo unos comentarios para hacer la obra más fácil de entender.
A Châtelet le pasó lo mismo que a Sophie de Germain, no se dio dimensión
pública a un debate científico en el que intervenía una mujer. Era una forma de dejar
claro que no era un debate entre iguales, Mairan tenía autoridad científica, pero Châtelet
no se le reconoció ninguna autoridad, aunque se la dejó intervenir en una sesión de la
Academia y publicar artículos.
Hay una anécdota bastante reciente que denota la importancia que la comunidad
científica da la pertenencia a la Real Sociedad y lo que conlleva esto. Dorothy Crowfoot
Hogdkin, Premio Nobel de Química en 1964, en una carta:
“recuerdo que estaba sentada en los escalones de la Real Sociedad esperando a
alguien, hablando con John Bernal, y le dije que había resuelto la estructura de la
penicilina. Él me dijo:’ganarás el Premio Nobel por esto’, y yo le dije ‘preferiría que
me eligieran miembro de la Real Sociedad’ y él contestó, ‘esto es más difícil’”.
El hecho de que las mujeres no fueran miembros de las Academias no significa que
algunas no participaran en ellas. El trabajo de Mma. Du Châtelet sobre la propagación
del fuego fue publicado en las Actas de la Real Academia de Paris en 1738. Los
descubrimientos de cometas realizados por Carolina Herschel y su revisión del catálogo
de estrellas fueron publicados por la Real Sociedad Londinense. Sophie Germain y
Sonia Kovaleskaia ganaron dos premios de matemáticas en la Academia de París.
Mientras realizaba el trabajo me di cuenta de una característica que se daba en general,
las científicas en la historia en mayor o menor grado han sido reconocidas en su época e
incluso un siglo más tarde. Pero después, han sido olvidadas junto a sus trabajos, y por
tanto su autoridad (capacidad para hacer crecer).
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Bibliografía consultada:
-
“Mujeres, manzanas y matemáticas. entretejidas”. Xaro Nomdedeu Moreno.
Ediciones Nivela.
“Historia de la Ciencia”. Javier Ordóñez, Víctor Navarro, José Manuel Sánchez
Ron. Editorial Espasa Calpe, S.A.
“Notable women scientists”. Pamela Proffitt, editor.
“Mujeres científicas de todos los tiempos”. Nuria Solsona i Pairó. Ediciones
Talasa S.L.
“Mujeres de hoy”. Instituto de la mujer2002. DVD
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