Qué es una práctica científica y porque es importante incorporar su estudio en una filosofía de la ciencia Sergio F. Martínez Instituto de Investigaciones Filosóficas/UNAM [email protected] Muchas veces se piensa que las prácticas consisten en meras regularidades de acciones o patrones de comportamiento. De aceptarse esta idea puede argüirse fácilmente que el estudio de las prácticas científicas es dispensable en el planteamiento de los problemas centrales en la filosofía de la ciencia. Pero si se reconoce que las prácticas juegan un papel muy importante en la generación, mantenimiento y propagación de normas y estándares, y en la identificación y aprovechamiento de recursos materiales y cognitivos (que median el despliegue y evaluación de esas normas y estándares), entonces tenemos que reconocer que el estudio de las prácticas científicas, desde diferentes perspectivas disciplinarias, es crucial para el desarrollo de una filosofía de la ciencia que pueda reconocer e incorporar el conocimiento empírico que hoy día tenemos acerca de la estructura y dinámica de la ciencia, y en particular acerca de la rica estructura axiológica de la ciencia. Es más, una filosofía de la ciencia que se tome en serio el papel de las prácticas puede contribuir a evaluar y corregir algunas de las propuestas mas interesantes desarrolladas en los estudios empíricos sobre la ciencia (por autores como Latour y Pickering, por ejemplo) acerca de la naturaleza de las prácticas científicas. En particular, el reconocimiento de la dimensión normativa de las prácticas sugiere que la tendencia, abogada por estos autores, a despreciar el papel de estructuras cognitivas en el estudio de las prácticas debe de abandonarse.