42-43 TIEMPOS DE HOY_14-16 ETA+AGUILAR.qxd 15/03/16 11:19 Página 42 TIEMPOS DE HOY Los tratamientos han de adecuarse a las circunstancias del paciente, su edad, la gravedad de la patología y la patología en sí. U Por Verónica Gayá n dolor en un pie, una sensación de hinchazón en la mano, ardor en los nudillos... A todo la sociedad lo llama reuma, el primer error. El reuma, tal y como lo concebimos, no existe. Se trata de un conjunto de más de 200 enfermedades reumáticas, es decir, de enfermedades que producen ese dolor en el pie, esa hinchazón o el ardor, enfermedades con nombres y apellidos propios. La reumatología es una especialidad relativamente joven. No fue hasta 1940 cuando se introdujo el término reumatólogo como especialista en este tipo de enfermedades, que son aquellas que sin estar causadas por un traumatismo se manifiestan en el aparato locomotor: huesos, articulaciones, músculos, ligamentos... Estas enfermedades, en contra de otra de las grandes creencias populares, no son sólo cosa de ancianos. Aunque ellos sean los más afectados, se presentan en uno de cada mil menores de 16 años, entre los cuales el 30 y el 50 por ciento las seguirán padeciendo durante la edad adulta hasta convertirse en dolencia crónica. La enfermedad más común entre los niños es la artritis idiopática juvenil, que presenta tumefacción articular, 42 21–27 de marzo de 2016. nº 1147 Las mujeres, las más afectadas por esta dolencia ENFERMEDADES REUMÁTICAS: EN LUCHA CONTRA LOS MITOS Casi 10 millones de personas en España viven afectadas por alguna enfermedad reumática, el primer motivo de consulta de atención primaria. Los mitos en torno a este conjunto de enfermedades son muchos y muy arraigados. La comunidad médica reclama un mayor conocimiento por parte de la sociedad que mejore diagnósticos y tratamientos. dolor espontáneo o a la presión, aumento de calor local, impotencia funcional o limitación a la movilidad. Independientemente de la edad, son las mujeres las más propensas a padecer alguna de las enfermedades reumáticas, como la artritis reumatoide o el lupus, de las que entre sus afectados nueve de cada diez son mujeres. Sólo algunas de las enfermedades reu- máticas, como la gota, son más típicas entre varones. De entre las múltiples enfermedades reumáticas, cabe mencionar las más comunes: la artrosis, la artritis reumatoide, la espondilitis anquilosante, la gota, la osteoporosis y las enfermedades autoinmunes sistémicas. La primera, que afecta al 10 por ciento de la población, es una enfermedad del cartílago arti- 42-43 TIEMPOS DE HOY_14-16 ETA+AGUILAR.qxd 15/03/16 11:19 Página 43 cular. Su desgaste altera la función de la articulación y suele aparecer en la columna, rodillas y manos. La artritis reumatoide la padecen una de cada 200 personas. Afecta con mayor frecuencia a mujeres entre los 45 y 55 años. La utilización del término artritis implica una inflamación de la articulación, que produce dolor e hinchazón; si ésta persiste, dañará los huesos, ligamentos y tendones, producirá deformidad, reducción de la movilidad y discapacidad. La espondilitis anquilosante es una enfermedad que afecta a las articulaciones de la columna vertebral, que tienden a soldarse entre sí, provocando una limitación de la movilidad; en algunos casos puede asociarse a enfermedades inflamatorias de otros órganos, como la piel (psoriasis), el intestino o el ojo (uveitis). Con la osteoporosis, una de las más conocidas, el hueso se vuelve más poroso y, por tanto, más propicio a fracturarse. El problema de esta enfermedad es que es silenciosa y no da la cara hasta que el hueso está tan debilitado que se producen fracturas, generalmente en una vértebra o en la cadera. Por su parte, la gota forma parte del grupo de enfermedades producidas por depósito de microcristales de una sal de ácido úrico en el interior de la articulación, siendo además una de las pocas patologías reumáticas que se cura y que está relacionada con los hábitos dietéticos, siendo el alcohólico el de mayor interés. Las enfermedades autoinmunes sistémicas pueden afectar a otros órganos como la piel, pulmones, corazón o riñón. No todas las enfermedades reumáticas se curan. De hecho, la mayoría no. Pero es muy recomendable llevarlas bajo control con un tratamiento precoz y correcto para minimizar sus síntomas al máximo, controlar la actividad de la enfermedad y evitar las secuelas. Los tratamientos han de adecuarse a las circunstancias del paciente, su edad, la gravedad de la patología y la patología en sí. Una buena alimentación y ejercicio pueden ser los mejores aliados contra las enfermedades. El tabaco empeora los procesos de inflamación y además algunas enfermedades como la artritis reumatoide se asocian directamente a él. La relativa juventud de esta especialidad en España ha dejado hueco a demasiados mitos, milagros y verdades a medias sobre su cura y sus tratamientos, pero, aún peor, ha hecho obviar la figura del reumatólogo. Frente a las dolencias óseas la sociedad busca al traumatólogo, y sin embargo, este no es sino el cirujano que actúa, casi en la totalidad de los casos, frente a procesos que han sufrido un trauma o que requieren de una intervención quirúrgica. Frente a las dolencias musculares, aunque sean crónicas, se busca un fisioterapeuta. Errores que en parte han sido generados por el sistema sanitario, que en demasiados casos pretende prescindir de la figura del reumatólogo, al que durante muchos años, y aún en algunos centros sanitarios, se acude derivado por el Servicio de Traumatología. La Dra. Mónica Fernández Castro, reumatóloga del Hospital Infanta Sofía de Madrid, en declaraciones a EL SIGLO asegura que la reuma- tología aún no ocupa el hueco que merece entre las especialidades, demasiadas veces relegada a un segundo plano. Afirma que desde hace 15 años, con la entrada de los fármacos biológicos, que han supuesto una revolución en los programas terapéuticos de las enfermedades reumáticas, esta especialidad ha conseguido demostrar, aún sólo en algunos centros, su poderosa valía, consiguiendo que personas que antes hubieran acabado postradas en sillas de ruedas ahora se muevan sin apenas dolencias. Sin embargo, es consciente de que el presupuesto que necesita asusta a los centros, ya que algunos de los medicamentos que manejan tienen precios equiparables a la quimioterapia para el cáncer. l AL DÍA Terapias Los tratamientos de las enfermedades reumáticas son muy variados, por eso es imprescindible que sea el especialista el que dirija cada caso. Es muy importante que aprendas a conocerte y cuidarte. Ejercicio. La actividad no demasiado intensa, siempre y cuando no se esté en episodios graves de la enfermedad, es recomendable para fortalecer el tono muscular, generar endorfinas (que alivian el dolor) y mejorar el bienestar mental. Nutrición. Una alimentación variada, un consumo nulo o moderado de alcohol y un peso adecuado son los mejores aliados en la convivencia con estas enfermedades. Desde la Sociedad Española de Reumatología se avisa de que muchas de las dietas milagro que prometen acabar con los dolores y proporcionar una mejora espectacular pueden no sólo ser inocuas, sino perjudiciales pa- Muchos balnearios tratan enfermedades reumáticas. ra la salud del paciente. Citan algunos alimentos como el omega-3 o el omega-6 que si bien ha demostrado su influencia en experimentos con animales, aún no se tiene la certeza de que mejoren los procesos en seres humanos. Disfruta de tu tratamiento. Los balnearios terapéuticos, muchos y por toda España, ya están especializados en el tratamiento de enfermedades reumáticas. Pregunta al médico porque en algunos casos incluso se prescriben a cuenta del Imserso. También algunas de estas terapias están dispo- nibles sin necesidad de desplazarse a ellos varios días. Calor y frío. En algunos casos el calor es muy beneficioso para aliviar el dolor; mantas eléctricas, bolsas de agua caliente..., ayudarán a relajar la musculatura. En otros el frío puede ayudar a desinflamar la zona. Descansa. El descanso es una de las partes más importantes del tratamiento. Es recomendable saber qué tipo de cama es la más conveniente para cada caso. Para pacientes con artritis suelen ser mejores las camas planas. nº 1147. 21–27 de marzo de 2016 43