Trunca vio nuestra `Villa manifestación de fe semejante a la del día

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M I S I O N E S E N RENTERIA
Trunca vio nuestra 'Villa manifestación de
fe semejante a la del día de San José
Cuatro Misioneros Paules, de Pamplona — los Padres Albístur, Paisán, Elduan y Langarica—
fueron los encargados de presidir y dirigir las memorables y solemnísimas ¡ornadas
N o ha de olvidar Rentería, en mucho tiempo, las
rroco había de celebrar
la santa M isa. E l templo
solemnes jornadas misionales de M arzo pasado, d u -
parroquial hubiera sido pequeño para el gran número
rante las cuales nuestro pueblo dió patentes muestras,
de fieles que se esperaba.
una vez más, de su acendrada religiosidad.
Cuatro fervorosos M isioneros, de Pam plona, H ijos
L a grandiosidad de aquel acto no tiene posible
descripción. M iles de fieles se acercaron a la M esa
del gran apóstol San V icente de P aul— los Padres L an -
Eucarística. Y terminada la Com unión Pascual, orga-
garica, Elduan, Paisán y A lbístu r— fueron los encar-
nizáronse cuatro procesiones, presidida cada una por
gados de d irigir en Rentería la Santa M isión.
un P adre M isionero y acom pañadas por grupos num erosísim os de fieles, para
llevar a nuestros enfermos
el Santo V iá tico y hacerles, de tal modo, partícipes de la inefable felicidad
que todos disfrutaban.
P o r la tarde, y en el
mismo lugar, f'ué superada todavía, si ello fuera
posible, la concurrencia de
/
De izquierda a derecha: los Padres M ision e ros Paisán y Elduan; el párroco D. Roberto
A g u irre y los M isioneros Padres Langarica y Albístur.
Dondequiera que dichos P adres misionaron, antes
de visitar nuestra villa (Sevilla, L a s Palm as— Cana-
fieles, viéndose
m uchísi-
mos de los pueblos limítrofes. E l Santísim o fué
paseado procesionalm enie
por nuestras calles en m edio de un verdadero océano
de fieles.
rias— , V ig o , L a Coruña, León, San Sebastián, Tolosa
E l joven renteriano Javier O lascoaga dió lectura
y P asajes), su palabra evangélica había arrebatado de
de la promesa de la juventud al A ltísim o ; luego, a
entusiasmo a las muchedumbres. M iles de alm as reci-
requerim ientos de un P ad re M isionero, el pueblo ren-
bieron a sus pies el regalo inapreciable de la bondad
teriano, unánimemente, hizo idéntica prom esa y, por
infinita de Jesucristo.
último, nuestro am antísim o párroco, con visible emo-
A su llegada a Rentería, el m artes 6 de M arzo, a
las siete de la tarde, la población renteriana les tributó,
ción, bendijo a la muchedum bre.
E l joven artista renteriano F é lix L avilla, a cuyo
com o a enviados de Dios,
un caluroso recibimiento.
E l éxito de las jornadas
m isionales culminó en los
actos, espléndidos de solemnidad,- del día de San
José, patrono universal de
los obreros.
Com enzó aquella memorable fecha con una alborada cantada por jóveaes
de uno y otro sexo, en que
éstos entonaron el santo
rosario.
Form áronse dos
m anifestaciones que fueron a converger en las
plazas de los Fueros y el
Ferial, en euya confluencia se levantaba el altar en
que nuestro virtuoso pá-
El Santísim o, tras de ser paseado por las calles de la Villa, seguido de un verdadero océano de fieles
cargo corrió la parte m usical del memorable día, evi-
haya tenido proporciones parecidas a las de aquel 19
denció, una vez más, ser un consumado maestro del
de M arzo, grabado
armonio.
amor a Dios Todopoderoso en el corazón de los cre-
Los actos todos fueron presididos por las autoridades locales. Y los jóvenes de A cción Católica riva-
yentes de la vieja Oarso.
Los Padres Elduan, Langarica, A lbístu r y Paisán
lizaron con los Luises en d ar realce a los solemnes
abandonaron
actos celebrados.
resultado de las jornadas misionales.
con
el pueblo
el inextinguible
satisfechísim os
del
fuego del
brillante
X o se recuerda en Rentería acto público de fe que
u en a m ig o cíe
i ¿ 'en te ría
Pío A rtola, el gran
E n su modestia, llevó A rto la a su Banda 'por cam i-
donostiarra, popularísimo director de la no
menos popular y ya
nos de honestidad artística. Creó un núcleo donde con-
desaparecida
Banda
hermanas, llegando hasta V itoria. Fué maestro que,
“ U nión Bella Iruchulo” , falleció, en su dom icilio de San Sebastián, el 27
al cultivar las aptitudes de sus músicos, hizo sentir en
ellos la necesidad de m ejorar sus medios expresivos;
de M arzo de este año.
y así, fu é popular una suscripción donostiarra, de la
H acía mucho tiempo— varios años— que Pío A rtola
no era ya Pío A rtola. Querem os decir que su fortaleza
que salió un instrumental, exponente de la capacidad
sum ió sus energías y con él llevó el nombre de San
Sebastián por toda Guipúzcoa y aun a las provincias
física, agobiada por grave dolencia, estaba quebranta-
artística
Banda.
que
dem ostraron
los
componentes
de
su
dísim a. Q uienes le conocimos y tratamos en sus m ejores tiempos sentíamos una pena invencible al verle,
pular músico y m otivos ciertos de una buena memoria
por las calles de la vieja Donosti, casi arrastrando los
nacida de
pies
olvidar su gesto altruista de venir a actuar, espontá-
Los renterianos teníamos gran simpatía por el po-
.demacrado y hasta ausente de sí mismo, del
brazo de una de sus hijas.
un
íntimo
agradecim iento.
No
podemos
neamente con su Banda al quiosco de nuestra P laza
L o que no llegó a enflaquecer en P ío A rtola, ni
en los días que siguieron a una de nuestras más trá-
aún en los días más críticos de su larga enferm edad,
gicam ente memorables inundaciones.
fueron su hum or y su bondad, genuinamente populares
y donostiarras.
P o r esto sentimos como propia la desgracia de su
m uerte:
La fotografía preferida para
retratarse bien es la de
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