ME QUIERE, NO ME QUIERE… No hay nada más desesperante que alguien que no sabe lo que quiere. Uno nunca sabe a que atenerse, y menos aún, qué decidir y hacer. Aquellos que se la pasan deshojando margaritas solo nos conducen a la incertidumbre y a la frustración. Como Alan García. ¿Qué quiere? ¿Quiere el TLC y el libre comercio o el proteccionismo? ¿Quiere privatizar o estatizar? ¿Quiere inversión privada o no? ¿Quiere maquinita o no? Deshoja el pétalo que le conviene según la audiencia que lo escucha. No sabe si parecerse a Humala o a Lourdes Flores. Solo sabe que no sabe qué es y que debe tratar de sacarle votos a los dos. Pero no puede. Es un candidato hippie, solo que envejecido y barrigón, que con margarita en mano se pronuncia en contra del capitalismo y del populismo, para al ratito querer pasar de capitalista y un instante después soltar una populachada. Por eso esta liquidado. Porque no sabe lo que quiere. Y no queremos dejar nuestro futuro en manos de un indeciso. Alfredo Bullard G.