486 LA VIDA MARÍTIMA Servicio sanitario de la Armada Invencible A destrucción de la escuadra conocida entre nosotros con el nombre de «Armada Invencible», constituye uno de los hechos más memorables de nuestra Historia. Propios y extraños lo consideran como suceso de importancia excepcional, en el que tuvieron su origen el aniquilamiento de nuestra Marina y la supremacía y preponderancia de la inglesa. Concepción atrevida y grandiosa de un pensamiento político de suma trascendencia, elaborado lenta y sigilosamente en el transcurso del tiempo, la •Armada Invencible» se desvaneció, como se desvanece el humo, al soplo de violentos temporales desatados contra nosotros por la mano de Dios y al influjo de imprevisiones, impericias y faltas lamentables y funestas cometidas por las personas e n c a r g a d a s de utilizarla. Hondas diferencias religiosas , añejos agravios, ultrajes recientes, ofensas jamás olvidadas, ambiciones nunoa satisfechas, recelos y desconfianzas m u t u a s alimentadas por rencores y odios recíprocos, que en vano trataban de disimularse con ardides políticos y hasta con actos de estrecha cordialidad, mantuvieron constantemente entre Isabel de Inglaterra y Felipe II de España una rivalidad y un odio inextinguibles, á cuyo impulso se preparó en nuestro país un golpe decisivo que de una vez y para siempre acabase con aquel estado de cosas y diera satisfacción c u m p l i d a á quien, por ningún concepto, podían inferírsele impunemente, ni sabía tolerar ninguna c l a s e de agravios. No cumple á nuestro propósito referir hechos que tan escrupulosa y fielmente han sido relaISABEL DE tados por escritores ilustres que gozan en todas partes de justa y merecida fama, ni analizar sucesos que repetidas veces han pasado por el crisol de la crítica imparoial, que ha sabido darle a cada uno lo que merece, sin apasionamientos que á nada bueno conducen, ni prejuicios contraproducentes é injustificados. Nuestro objeto al escribir este trabajo es bien distinto. Sencillamente nos proponemos hacer un estudio que tal vez á alguien le parezca cosa baladí y sin importancia. No queremos, sin embargo, dejar ds hacerlo, porque creemos que todo asunto de interés histórico sirve, por lo menos, para relacionar lo que fué con lo que es, y para deducir el progreso de lo presente por el examen de lo pasado. Además, existe en este caso concreto otra razón, que vamos á exponer en pocas palabras. Iluce ahora precisamente un año, un médico de la Marina Imperial alemana, que accidentalmente se encontraba en Madrid, por intermedio de un distiguido Jefe de Ingenieros navales, me manifestó su deseo de conocer la organización de nuestro Cuerpo de Sanidad de la Armada. Estaba haciendo un estudio comparativo de los Cuerpos de Sanidad de los diferentes países de Europa y de Asiérica, y quería que yo le facilitara los datos relativos á España. Como es natural me apresuré á complacerle, y lleno de buena voluntad le dijo de palabra cuanto creí que podría convenirle para la realización de su propósito, y á fln de que pudiera fijar mejor sus ideas, le di algunas notas escritas y hasta le facilitó algún que otro reglamento. De este modo creía yo cumplir con los deberes que la hospitalidad impone, y satisfacer los deseos de mi colega extranjero. Desgraciadamente no era así. Nuestro compañero de la Armada alemana no se contentaba con conocer la organización del Cuerpo y los servicios sanitarios de la época actual. Con ese espíritu investigador y filosófico que caracteriza á todos los de su raza, quería penetrar en las nebulosidades de los tiempos pasados, y después de discurrir latamente y con envidiable competencia acerca de las antiguas Marinas, me rogó con exquisita cortesía que le sirviera de práctico para hacer un viaje á través de las vicisitudes históricas que había sufrido la nuestra. Su petición me extrañó un poco, pero no me sorprendió del todo. Pocos meses antes había yo leído en la prensa profesional e x t r a n j e r a que algunos médicos de la Armada de distintas naciones escudriñaban con avidez el pasado, animados del loable propósito de recoger datos que sirvieran de b a s e para llegar al conocimiento exacto de la evolución del servicio sanitario de las diversas Armadas europeas, y deseoso de contribuir en la medida de mis fuerzas á la realización de pensamiento tan interesante, le prometí á mi colega alemán hacer en su obsequio cuanto me fuera dable y escribir alguna cosa donde tal vez podría c o n s i g n a r datos que, utilizados por él, servirían sin duda para que hiciese un luminoso trabajo en el que todos encontraríamos m u c h o qne aprender y mucho que admirar. Mas soliciINGLATERRA tada mi a t e n c i ó n por asuntos de índole diferente, el tiempo ha pasado sin que J^o me diera cuenta de que no había cumplido mi oferta, y así hubiéramos seguido, sabe Dios hasta cuándo, si de nuevo no me viese requerido á poner manos á la obra. Esta vez es también un médico de la Armada alemana el que tiene interés en que se le faciliten algunos antecedentes relativos al asunto que con tanto afán perseguía su corapañe • ro; sólo que en vez de entenderse directamente conmigo, se ha valido de un distinguido Jefe y amigo mío, á quien por la estimación que le tengo.y el alto concepto que me merece, ni puedo, ni debo, ni quiero negarle nada, y esto me obliga á hacer precipitadamente, en una semana, lo que con toda comodidad he podido hacer en un año. Hago constar esto, no sólo para echar sobre mi Jefe y amigo la parte de responsabilidad moral que pueda caberle por la confección de este trabajo, sino para que el lector disculpe mi atrevimiento y no pare mientes en las deficiencias y lagunas que seguramente encontrará á cada paso. Una de las cosas que nuestros colegas alemanes tienen más empeño en conocer es la «organización del servicio