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SALUDOS
HIROYASU ANDO - PRESIDENTE THEJAPAN FOUNDATION
La Fundación Japón fue creada en Japón en 1972 como la única institución pública para
el intercambio cultural con el fin de promover el entendimiento mutuo entre Japón y
otros países. En el campo del intercambio internacional a través de la cultura y de las
artes, venimos presentando ampliamente las artes escénicas, las artes plásticas, yel cine
japonés a nivel global. Sobre el Bunraku, una exquisita arte escénica tradicional de Japón,
también llevamos a cabo proyectos de actuaciones o demostraciones y conferencias en
países de todo el mundo.
En esta ocasión, con motivo del Año Dual España-Japón que conmemora el 400
aniversario del envio a Europa de la Embajada Keichó, organizamos conjuntamente con
la üdawara Art Foundatíon, el Teatro Español, y la Embajada de Japón en España las
actuaciones de Sugimoto Bunraku: Sonezaki Shinju.
Este trabajo se estrenó en Japón en el año 2011 y reproduce de una forma novedosa el
original de la célebre Sonezaki Shinju, obra representativa del Bunraku que se presentó
en el siglo XVIII. Hiroshi Sugimoto, quien tiene una actividad global como artista
contemporáneo, se encargó de la producción, la dirección, la supervisión artística
y la creación de los visuales. Por otra parte, Seiji Tsurusawa, el principal intérprete
de shamisen para bunraku, premiado como Tesoro Nacional Viviente, participó
en la composición y la dirección musical de la obra. Con el trabajo de ambos se ha
conseguido producir una fiel adaptación de la obra original de Chikamatsu con un
toque contemporáneo. Aunque el tema de esta obra es algo tan serio como el doble
suicidio, pienso que esta representación expresa perfectamente la esencia original de la
historia que atrapó el corazón de los japoneses y tuvo una fuerte repercusión en el Japón
de principios del siglo XVIII.
Con la celebración de estas representaciones qmslera transmitir mi más sincero
agradecimiento al Teatro Español, coorganizador de este espectáculo, por sus esfuerzos
para poder representar esta obra en un espacio tan magnífico y lleno de historia, a la
Embajada de Japón en España, a los patrocinadores, a los intérpretes, y a todos los que
han colaborado con nosotros en este proyecto.
SALUDOS
ATSUKO KOYANAGI - DIRECTORA DELEGADA ODAWARA ART FOUNDATION
Odawara Art Foundation fue fundada en el año 2011 con el objetivo de difundir en el
mundo las artes escénicas tradicionales de Japón.
El arte del teatro de marionetas que llamamos hoy en día Bunraku prosperó en todo el
territorio nipón desde el siglo XVII. La obra "Sonezaki Shinju Tsuketari Kannon Meguri"
fue presentada por primera vez en el año I703 Yganó su popularidad como un teatro
muy actual que se hacía eco de los sucesos de la época.
Hoy en día, la obra se representa como un clásico. Lo que intentamos nosotros es
ofrecer la afición del público nipón del siglo XVIII al públic;o del siglo XXI, combinando
la historia de la obra con la tecnología de las artes escénicas modernas.
Quiero reiterar mi más sincero agradecimiento a todas las personas que han colaborado
con nosotros para llevar a cabo este espectáculo.
NATALlO GRUESO· DIRECTOR TEATRO ESPAÑOL
,
"""
I,.
El Teatro Español cumple 430 años de vida ininterrumpida, convertido en uno de
los grandes templos de las artes escénicas mundiales. Es un gran honor colaborar
con nuestros amigos de la Fundación Japón, en el marco del año dual Japón-España,
acogiendo en nuestra centenaria casa este maravilloso espectáculo, Sugimoto Bunraku,
con el que el artista Hiroshi Sugímoto ha revisado y revitalizado una de las artes
escénicas clásicas de Japón, el bunraku. Sin duda, Sugimoto Bunraku ofrecerá al público
español una oportunidad especial y única para poder disfrutar de la escena teatral más
contemporánea de ese querido país.
HIROSHI SUGIMOTO
Aunque ha sido el tema de obras poéticas, la evocación del eros, es decir, el retrato
del amor apasionado, nunca fue un problema religioso en Japón hasta que Chikamatsu
presentó por primera vez en el escenario de marionetas ningyo joruri la revolucionaria
noción de que, al consumar sus pasiones por medio del doble suicidio (shinju), las almas
de los dos amantes podrían reunirse en el paraíso de Amida de la Tierra Pura.
En el primer acto del SOIlezaki Shinju de Chikamatsu aparece la cortesana Ohatsu en un
peregrinaje por varios templos dedicados a Kannon (KallllOn meguri) diciendo "Permite
que nuestro amor sea un puente al reino de Buddha'; vaticinando así su resolución final
sobre la fe hacia el Bodhisattva de la compasión. Cuando la obra se estrenó por primera
vez a mediados del período Edo, el mensaje de que los "amores imposibles" de este
mundo pueden ser posibles en el próximo fue tan poderoso que desencadenó una serie
de suicidios entre jóvenes amantes sometidos por la moralidad feudal. Como resultado,
en 1723 el shogunato Tokugawa prohibió no solo todas las representaciones de Sonezaki
Shinju, sino también los servicios funerarios para todos los amantes suicidas, siendo
así su objetivo el negarles la promesa de salvación budista. No fue hasta 1955, unos 232
años después, cuando la obra fue finalmente retomada, a pesar de que, desde entonces,
ya casi se ha perdido la percepción de cómo las frases eran entonadas o las marionetas
manejadas en los tiempos de Chikamatsu. Todo lo que se conserva de Chikamatsu
son los guiones del narrador y los diagramas de movimiento del maestro marionetista
Tatsumatsu Hachirobei.
He querido crear un nuevo espacio teatral en donde poder sublimar mi imaginación,
yen donde la recuperación de las obras tradicionales pueda ser lo más contemporánea
posible. Y creo que precisamente esta era que vivimos, donde todo parece estar
atascado, me está pidiendo este nuevo desafío. En Occidente, Shakespeare adelantaba
a Chikamatsu describiendo la tragedia del eros con su obra Romeo y ¡u/ieta, y luego
Goethe le siguió con su Las cuitas del joven Werther. El eros y la muerte es un tema que
ha ido evolucionando de forma transcontinental hasta el día de hoy.
SUGIMOTO BUNRAKU SONEZAKI SHINJU TSUKETARI KANNON MEGURI
Escrito por: Chikamatsu Monzaemon
Producción/Dirección/Dirección Artística: Hiroshi SUGIMOTO
Composición y Dirección Musical: Seiji TSURUSAWA
PRIMERA PARTE
Prólogo
Shamisen: Seiji TSURUSAWA
Escena de Kannon meguri
Narración: Rosetayu TOYOTAKE
Shamisen: Tozo TSURUSAWA y Seiki TSURUSAWA
Actuación solista por el maestro marionetista Kanjuro KIRITAKE
en su papel de Temmaya Ohatsu
Escena del santuario de Ikudama
Narración: Mojihisadayu TAKEMOTO
Shamisen: Seishiro TSURUSAWA
SEGUNDA PARTE Escena de Temmaya
Narración: Tsukomadayu TAKEMOTO
Shamisen: Seiji TSURUSAWA
Escena del viaje de Tokubei y Ohatsu (Michiyuki)
Narración: Mojihisadayu TAKEMOTO
Rosetayu TOYOTAKE
Yasutayu TOYOTAKE
Shamisen: Seisuke TSURUSAWA
Tozo TSURUSAWA
Seishiro TSURUSAWA
SUMARIO
PRIMERA PARTE
Escenarios de Kannon Meguri y del Santuario de Ikudama
Tokubei, mercader de salsa de soja de la casa Hiranoya de Osaka, no solo es un cliente
habitual de Ohatsu, cortesana del burdel Temmaya, sino que su relación ha crecido hasta
estar completamente enamorados el uno del otro.
Tokubei está pensando en tomar como prometida a Ohatsu tarde o temprano, pero el
tio de Tokubei, dueño de Hiranoya, aun conociendo la relación entre ambos, pretende
hacerle contraer un compromiso nupcial con su sobrina, debido a la gran confianza en
la manera de trabajar de Tokubei, y con la intención de ampliar su negocio con él. Con
esta idea, hace que la madrastra de Tokubei acepte el dinero de la dote y que, así, la
historia continúe por la fuerza.
El insistente rechazo de Tokubei a aceptar el compromiso con la sobrina del dueño de
Hiranoya acaba provocando su enfado, que éste le desherede y le diga "devuélveme el
dinero antes del siete de abril y no regreses más a Osaka': Tokubei, tras apenas haber
recuperado de manos de su madrastra el dinero para pagar a su jefe, decide prestárselo
a su amígo Kuheiji de Aburaya, que necesita dinero urgentemente por ser el último día
del mes de marzo, con el compromiso de devolvérselo en un plazo máximo de tres días.
El día tres de abril \lega pero Kuheiji no ha devuelto el dinero. Tres días después, Tokubei
se reencuentra casualmente con Kuheiji en el santuario Ikudama, pero no reconoce el
préstamo que su amigo le hizo. Además, Kuheiji insiste que el documento del préstamo
es una falsificación, deshonra e insulta a Tokebei, quien es además golpeado por los
amigos de Kuheiji. A Tokubei ya no le queda nada de honor y no ve forma de recuperarlo
solamente con suicidarse.
SEGUNDA PARTE
Escenarios de Temmaya y del Viaje de Tokubei y Ohatsu - (Michiyuki)
,
Es día seis por la tarde. Tokubei, convencido por las palabras de confort de Ohatsu en
el santuario Ikudama, descansa en la parte trasera de Temmaya. Las circunstancias que
envuelven a los enamorados no paran de empeorar. Cómo afrontar esta situación, no
hay tiempo ni lugar para que ambos puedan hablar el uno con el otro. Ohatsu, que por
ahora oculta a Tokubei debajo de las tablas de la galería de la casa, espera la oportunidad
de poder quedarse los dos a solas. En esas, Kuheiji visita la casa como diente. Ohatsu,
delante de un Kuheiji que no para de difamar a Tokubei, se comunica con su amado.
Tokubei, contesta también en silencio a la cuestión planteada por Ohatsu, ambos comparten una misma voluntad. Los dos escaparán de la casa en medio de la noche para
dirigirse a su último destino con vida.
La pareja alcanza el bosque de Sonezaki, al alba, anunciando su despedida de este mundo...
SUGIMOTO BUNRAKU
Los amantes suicidas de Sonezaki
CARLOS RUBIO, CES FELIPE 11, UCM
Este otoño ha arrancado en Madrid con dos regalos. Dos buenos regalos para los amantes
de las artes escénicas y de la cultura japonesa. Uno, la presencia entre nosotros de la
prestigiosa compañía teatral Sugimoto Bunraku, un obsequio que hay que agradecer al
esfuerzo de Fundación Japón, ahora en el marco de la fiesta cultural de este Año Dual
que conmemora el 400 aniversario de la embajada Keichó a Europa. El segundo regalo
es la feliz circunstancia de que la obra que va a representar esta compañia, Los amantes
suicidas de Sonezaki, se hallara traducida al español, y desde el original japonés, un
regalo de agradecer a la editorial asturiana Satori que publicó este libro hace dos años.
Pero no todo en estos dos obsequios es texto y guion. Hay mucho más. Para empezar,
los orígenes. El antiguo nombre del bunraku arroja bastante luz sobre la naturaleza de
este singular teatro: ningyo joruri o «canto con muñecos». El arte del canto joruri hunde
sus raíces en el oficio juglaresco de los ciegos del laúd o biwa, lo cuales recitaban en el
siglo XV la historia de Minamoto no Yoshitsune, uno de los héroes del monumental
Heike monogatari, y sus amores con la dama Jóruri. En la centuria siguiente, este arte
recitativo se consolida en la interpretación de una obra llamada «El relato de Jóruri
en doce episodios» (Joruri junidan zoshi). En ese siglo XVI y principios del XVII, dos
hechos van a modificar notablemente la naturaleza de este arte: la sustitución del laúd
o biwa por el shamisen o samisén, un instrumento de tres cuerdas y alargado mástil
importado de las islas de Okinawa, y la aparición de muñecos o títeres que dotarán al
espectáculo de una sustancia teatral.
El arte de los títeres, sin embargo, se conocía mucho antes en Japón, donde se practicaba
en templos y santuarios para divulgar las verdades de la religión. Al parecer, fue hacia el
año 1660 cuando, como parte de una actuación especial ofrecida en la ciudad de Kioto,
se invitó a unos titiriteros a ofrecer su espectáculo aliado de los recitadores del viejo
joruri. La combinación fue un éxito rotundo. Muy pronto se organizaron programas
similares en los que se interpretaban incluso piezas de teatro noh y se incorporaban
repertorios con episodios históricos. A lo largo del siglo XVII el nuevo arte del joruri
fue creciendo en popularidad gracias al patrocinio de las nuevas y prósperas clases
urbanas, y al uso de textos cada vez más artísticos con formas declamatorias más y más
perfeccionadas.
El bunraku, por usar el término más moderno y común en lugar del antiguo de joruri,
se compone de cinco elementos fundamentales, cuatro escénicos y uno literario. Son
estos:
los muñecos o títeres de aproximadamente dos tercios de un cuerpo humano
adulto;
la voz del declamador que hace hablar a los títeres y al «narrador»,
transformando las palabras del texto en representación dramática;
el acompañamiento musical que proporciona el músico que toca el samisén
y que hoy tenemos la suerte de que sea Seiji Tsurusawa (reconocido como
Tesoro Nacional Viviente por el Gobierno japonés);
los tres titiriteros visibles, pero que naturalmente no dicen nada, y cuyas
manos y brazos accionan cada muñeco (uno de los que actúan en Madrid será
nada menos que el maestro Kanjuro Kiritake, otro tesoro vivo en el mundo
del bunraku);
el guion o texto literario que frecuentemente, como en el caso de la obra que
presenciaremos, posee gran belleza poética.
Es importante que el espectador de Los amantes suicidas de Sfmezaki tenga presente esta
composición de cinco elementos, pues en la interacción armoniosa de los cinco tal vez
se puede identificar la principal fuente del gozo estético de los aficionados al bunraku
que en el Japón de hoy, como en el de hace trescientos años, se cuentan por miles,
especialmente en la zona de Kioto y Osaka. La magia plañidera del samisén, el interés
literario del texto declamado por el cantante y la brillante visualidad de los muñecos.
He ahí algunos frentes a los que dirigir la atención y que, cuando están magníficamente
armonizados, como en la versión del artista Sugimoto, producen una experiencia
dramática y estética íntegra y placentera.
De los cinco elementos indicados, quizás convenga hacer hincapié en el de la música.
No olvidemos que el dramaturgo de bunraku solía componer sus textos para realzar
las cualidades musicales de la obra y que estamos, como en la ópera, ante una forma
musical dramatizada. La música tradicional de Japón no suele producir el mismo efecto
en la sensibilidad acústica de los occidentales. Además, la escala musical japonesa, a
pesar de ser pentatónica, como en el resto del Extremo Oriente. no se parece a ninguna
otra. Se basa en la alternancia de segundas menores y terceras mayores, es decir, de
intervalos formados, respectivamente, por un semitono y por dos tonos, con la posible
alteración de un tono entero en el quinto intervalo. A través de esta sucesión de
oposiciones entre grandes y pequeños intervalos, la escala japonesa permite traducir
los movimientos del corazón de un modo admirable y preciso. La melodía, a ratos
quejumbrosa, a ratos nostálgica, a ratos anhelante puede despertar, incluso en oyentes
menos familiarizados con la tradición musical japonesa, ese sentimiento de «reposada
melancolía» (los japoneses lo han llamado mono no aware) que ha constituido una
especie de eje espiritual de la literatura japonesa clásica. Podremos apreciarlo en la
interpretación magistral que el maestro Seiji Tsurusawa realizará hoy para nosotros.
Aunque se dice que los buenos conocedores frecuentan el bunraku principalmente para
escuchar esta música, los muñecos, que son verdaderas obras de arte, suelen ser el centro
de atención general. Los muñecos o títeres del bunraku, a diferencia de las marionetas
usadas generalmente en países como España, no se accionan con hilos externos, sino
directamente con las manos y brazos de los operarios, por lo que no es preciso llamar al
bunraku «teatro de marionetas». El principal de los operarios o titiriteros con su mano
y brazo izquierdos sostiene el muñeco y manipula los mecanismos que controlan los
ojos, párpados, cejas y labios móviles; la mano derecha acciona el brazo derecho del
muñeco. El primer ayudante del operario se ocupa solo de mover el brazo izquierdo
del muñeco, cuyas piernas se encarga de accionar el segundo ayudante. Los titiriteros,
que a veces trabajan desde un foso, de modo que sus piernas no son visibles para los
espectadores, van vestidos sobriamente de negro y mantienen el rostro impasible
durante la representación, mientras que sus ayudantes van encapuchados.
Hay que alejar de la mente la asociación dominante en Occidente de teatro de títeresarte menor. Nada de eso en la tradición cultural japonesa donde el teatro bunraku
es un arte mayor, investido de una dignidad y prestigio que no han hecho más que
acrecentarse con el paso del tiempo. Quien lo encumbró a los altares del arte fue
Chikamatsu Monzaemon (1653-1725). Él fue el responsable de transformar un joruri
de entretenimiento popular en un teatro artístico; y su nombre está tan unido al
teatro bunraku como, en España, el de Garcilaso de la Vega al soneto. Chikamatsu, el
«Shakespeare japonés», aunque escribió también algunas obras para el teatro kabuki,
es probablemente el único dramaturgo de talla del mundo que prefirió escribir para
muñecos y no para actores. Él fue el primero en emplear imágenes, dicción y técnicas
literarias del teatro noh, de la poesía y la prosa clásica japonesas para componer obras
centradas en temas tanto antiguos como contemporáneos, de su época. Tal vez en la
amalgama de un estilo refinado vistiendo una temática realista basada en las vidas
cotidianas de hombres y mujeres de las clases urbanas y de los barrios de placer de su
tiempo, pueda radicar la gran originalidad de unas obras que triunfarán durante todo
el siglo XVIII.
La obra aquí representada, Los amantes suicidas de Sonezaki, se estrenó en 1703, en
plena madurez creadora del autor Chikamatsu. El éxito fue tal que el teatro Gidayü,
donde se representó y que estaba amenazado de bancarrota, se recuperó, y la obra
dio lugar a imitaciones y adaptaciones sinnúmero. Es más, su éxito impulsó al autor a
concentrarse en el mismo tema. Desde entonces escribió más de veinte dramas sobre
el suicidio por amor. Y, causa o consecuencia, el hecho es que en la primera década del
siglo XVIIl se extendió la moda que los amores imposibles del pueblo de Osaka se
resolvieran en la muerte voluntaria de la pareja de enamorados quienes de esa forma
esperaban reunirse para siempre en el otro mundo. Tanto fue así que, aunque sobre
el suicidio en la sociedad japonesa nunca ha pesado el estigma social y religioso que
tiene en Occidente, las autoridades se vieron obligadas a intervenir y establecieron
la criminalidad del suicidio por amor: si alguno de los dos amantes sobrevivía, era
condenado a la marginación -pena tremenda en una sociedadgrupista como la japonesa
de entonces- o frecuentemente se convertía en reo de muerte y su cuerpo, igual que el
del suicida, era expuesto con escarnio como si se tratara de un vulgar malhechor.
Chikamatsu cultivó dos subgéneros teatrales: obras históricas y costumbristas. Los
amantes suicidas de Sonezaki pertenece al segundo grupo, llamado sewamono. Se
caracterizan estos dramas por ocuparse de la gente común y corriente de las ciudades,
por basarse en costumbres y afanes cotidianos (como, en esta obra, el causado por la
devolución de un dinero), por mantener una fuerte unidad de tiempo y lugar. Estos
rasgos, así como unas caracterizaciones psicológicas de cierta complejidad y un
lenguaje de gran lirismo y profundidad alusiva, constituyen la gran innovación de
Chikamatsu. No solo se trataba de retratar a la sociedad de su tiempo, sino también de
dramatizar los sucesos acaecidos recientemente con una rapidez casi periodística. En
efecto, los sucesos representados en esta obra sucedieron solo unas semanas después
de que ocurrieran realmente. El mes de abril de 1703, el dependiente de una tienda de
Osaka llamado Tokubei, y una profesional del sexo llamada Ohatsu cometieron suicidio
por amor, lo cual fue la comidilla de la ciudad durante un tiempo. Chikamatsu, que
entonces, vivía en Kioto, se enteró de la noticia en una de sus visitas a Osaka y decidió
dramatizar e! suceso. A las tres semanas había terminado la obra: El argumento fue
presentado de manera tan creíble que los espectadores no solo creían estar ante una
recreación de los sucesos hacía poco ocurridos en su misma ciudad, sino que sentían
que, en el marco de la artificiosidad del muñeco, las palabras de este podían haber sido
pronunciadas y los gestos realizados por ellos mismos. ¿Acaso no es profundamente
humano, y turbadoramente vigente, e! conflicto entre sentimiento -el amor que se
profesan los protagonistas- ye! deber -las obligaciones que los atan a sus familiares, el
compromiso social de la devolución de un préstamo? Un conflicto especialmente agudo
en una sociedad tan fuertemente jerarquizada como lo era la japonesa del siglo XVIII.
Llama la atención en Los amantes suicidas de Sonezaki, la última escena, que cubre el
viaje que los dos enamorados emprenden hacia la muerte. Es el michiyuki, la secuencia
poética tomada de la narrativa medieval religiosa. El michiyuki servía para pacificar el
espíritu de los muertos, para marcar un clímax lírico y para permitir a los intérpretes -e!
declamador, los titiriteros, el músico y el dramaturgo- desplegar su arte y convertir e!
doble suicidio en un pasaje bellamente triste. Un pasaje transido de ese antiguo valor
estético ya mencionado, la dulce melancolía ante lo inevitable (mono no aware), y donde
se compara el vivir a «soñar en el sueño». Uno de los pasajes más bellos de la literatura
japonesa, al decir de Donald Keene.
Unidos por amor, Ohatsu y Tokubei «se regocijan en e! camino hacia la muerte»
porque tienen la esperanza de reunirse en e! paraíso. Y felices se van al otro mundo
mientras e! espectador, cautivado por la magia de! espectáculo, se queda conmovido
ante la suerte de esta pareja con e! destino y e! mundo en su contra. El dinero puede
ser todo en esta vida, pero, gracias a la fuerza de su amor, habrá felicidad en e! mundo
venidero para los dos amantes. Con lo cual, llegados a este punto, el espectador puede
ser asaltado legítimamente por una pregunta: ¿Triunfa el amor de una pareja que elige
morir para estar siempre unida en la otra vida o, más bien, triunfa la sociedad que
reprueba tal amor?
Un interrogante y dos regalos para este otoño que empieza. Todo un agasajo para
el público de Madrid el cual, a pesar de la extrañeza cultural y de los 300 años de
distancia, podrá degustar el lenguaje universal y eterno del arte del bunraku: la magia
de! deslumbrante artificio de unos muñecos que sienten, tal como nos la regala hoy
Hiroshi Sugimoto con su versión de Los amantes suicidas de Sonezaki.
HIROSHI SUGIMOTO
Nacido en Tokio en 1948, Sugimoto vive en Nueva York desde 1974. Ha obtenido
reputación internacional como fotógrafo y sus trabajos se han expuesto en grandes
museos en todo el mundo. En 2008 fundó el New Material Research Laboratory, una
oficina de diseño arquitectónico, y se le encargó el diseño interior y paisajístico del
Izu Photo Museum en la prefectura de Shizuoka. Entre sus escritos más recientes se
incluyen Sense of Space, publicado por Magazine House, y Origin of Art, su segunda
recopilación de ensayos, publicado por Shinchosha. Como experto en antigüedades
japonesas e internacionales, y artes teatrales tradicionales, Sugimoto ha dirigido desde
2011 la producción sanbaso Kami Hisomi Iki. Kami Hisomi Iki se representó en el Museo
Solomon R. Guggenheim de Nueva York en marzo de 2013. Sugimoto fue premiado con
el21° Praemium Imperiale en 2009 y con la Medalla con Cinta Púrpura por el Gobierno
japonés. En 2013 el Gobierno francés le nombró Oficial de la Orden de las Artes y las
Letras.
SEIJ\ TSURUSAWA
Nacido en Osaka en 1945, es un experto intérprete de shamisen para ningyó jóruribunraku. En 1953, a la edad de 8 años, comienza su aprendizaje con Tsurusawa Seiroku
IV. Desde los treinta años trabajó durante más de una década junto a KoshijidayU
Takemoto IV, un famoso intérprete de shamisen declarado Tesoro Nacional Viviente.
En 2004 obtuvo el Premio Imperial de la Academia Japonesa de las Artes. En 2007 es
declarado Portador de Bienes Culturales Intangibles Importantes (Tesoro Nacional
Viviente).
TABAIMO
Nacida en Japón, en la prefectura de Hyogo, en 1975. En 1999, la video-instalación
animada Japanese Kitchen (Nippon no daidokoro), que creó como proyecto de graduación
de la universidad, fue premiada con el Gran Premio en el Kirin Contemporary Award.
En 2001 participó en la primera edición de la Yokohama Triennale siendo la artista
más joven seleccionada. Tabaimo ha formado parte de numerosas exposiciones
colectivas internacionales como la Bienal de Sao Paulo (2002) y la Bienal de Sidney, y
seleccionada como representante del pabellón japonés en la Bienal de Venecia en 2011.
Actualmente es una de las creadoras de video-instalaciones más demandadas. Tabaimo
ha tenido diversas exposiciones individuales: YOROYORON en el Hara Museum of
Contemporary Art (Tokio) en 2006, "TABAIMO" en la Fondation Cartier pour l'art
contemporain (París) en 2006, "TABAIMO: DANMEN" en el Yokohama Museum of
Art y National Museum of Art (Osaka) en 2009-2010. Una exposición a gran escala
está actualmente prevista para 2014 en el Museum of Contemporary Art de Sidney
(Australia).
Producción / Dirección artística / Arte visual: Hiroshi Sugimoto
Composición / Dirección musical: Seiji Tsurusawa
Coreografía: Waka Yamamura
Visuales: Tabaimo
PRODUCCIÓN ESCÉNICA
Director Escénico:
Toshito Yamazoe (KANSAI BUTA!)
Equipo técnico:
Yasumasa Ido (KANSAI BUTA!)
Hirozumi Shibao (KANSAI BUTAI)
Masato Mori (KANSAI BUTAI)
Yasushi Ayano (KANSAI BUTAI)
Koji Ujiie (Bunraku Kyokai)
Técnico:
Mayumi Komeda (National Bunraku Theatre)
Vestuario:
Peluquería - Títeres: Akiko Takahashi (National Bunrak~ Theatre)
Utilería:
Misa Kojima (National Bunraku Theatre)
EQUIPO TÉCNICO
Director Técnico:
Akihito Kumaga (SETAGAYA PUBLIC THEATRE)
Jefe de Producción: Jumpei Fukuda (SETAGAYA PUBLIC THEATRE)
Diseño de iluminación: Kohsuke Sugimoto (SETAGAYA PUBLIC THEATRE)
Jefe de equipo - Iluminación: Atsushi Nishikura (SETAGAYA PUBLIC THEATRE)
Operador de Iluminación: Minori Koike
Jefe de equipo - Sonido: Yasumasa Ogasawara (SETAGAYA PUBLIC THEATRE)
Operador de proyección: Akihiro Sugiyama (SETAGAYA PUBLIC THEATRE)
Director de proyección: Yasushi Kishimoto
Efectos de Sonido:
Shinichiro Ogata
Creación Marionetas (Ohatsu y Kuheiji): Kanjuro Kiritake, Yoichiro Amari, Shoji Nagoshi
Escenografía:
Ishimaru
Katumata Meiboku Kougyou
Tomoyuki Sakakida Architect and Associates co.,ltd.
KANSAI BUTAI
Gion Saito
EQUIPO DE PRODUCCIÓN
Yutaka Adachi (Odawara Art Foundation)
Productor:
Izumi Shibasaki (Fundación Japón Madrid)
Producción:
Alejandro Rodríguez (Fundación Japón Madrid)
Norihisa Tsukamoto (Fundación Japón)
Yoko Kitagawa (Fundación Japón)
Fumiko Nishihara (Bunraku Kyokai)
Takio Okamura
Atsuko Koyanagi (Odawara Art Foundation)
Shinichi Mita (Bunraku Kyokai)
Chieko Inamasu (Odawara Art Foundation)
Comunicación:
Masako Taira (TM PRESS)
© Hiroshi Sugimoto, courtesy of Odawara Art Foundation
Imágenes:
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We believe young people possess many hidden talents.
That is why we are doing our best to uncover these talents and
make certain they do not go to waste.
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\L \DIUD PIH-:SE\T\
ESTE ESPI;~CT '-Cl LO
CO\ \IOTI\ O DEL '--\,O
DI \L I'~SP \ \, \-.1 \p()\
2013
2014
AÑO OUAl ESPAÑA-JAPÓN
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ORGANIZA:
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COORGANIZA:
ODAWARA
ART
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PATROCINA:
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CoSTUME NATlONAL
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