Año 5 1991 Encuentros / y 'O JZ Editorial R.S. Schulz <f 5 ' >—¡ —1<C Q —*Q Q < . <C <r i> Q 2i I H MO l - z ILU ft o e Hg 8 ¡O zSá ^ÉQ - Q Im 0 5 1 oc LULU O - j t ^ O C ^ Q 0 C Q < llljj? O < O l u O ZLLI x x )l u » -I < Q O < C 0 3 3 Z < < C /D L U _ i ;z 2 lüü i < O X u j O > - _ j< > < u j 2 u J llj LLJ_I q : li_ Q < ■l : %\ 11 Encuentros Desde la ACH Revista publicada por la A SO C IA C IO N C U LT U R A L H UM BO LDT, Caracas, en colaboración con el INSTITUTO GOETHE, Munich, y la A SO C IA C IO N VEN EZO LANO A LE M A N A , Munich. Directores: Dr. Theo Eberhard (editor) Arq. Eduardo Robles Piquer (C N P N o . 1367) Dr. Rolf W alter Coordinación y Redacción: Dra. Verónica Jaffé Dirección: Venezuela: Asociación Cultural Humboldt Apartado 60501 Chacao Tel. 52.64.45 Fax: (02) 525621 Telex: 27679 ACHum ve Caracas Alemania: Deutsch-Venezolanische Gesellschaf e.V. Parkstr. 4 8000 München 2 Tel.: (49-89) 5026531 Fax: 5022311 EDITO RIAL R.S. SCHULZ Copyright© 1987 by Verlag R.S. Schulz 8136 Percha am S tam berger See, Bergerstr. 8 bis 10 La reproducción de artículos publicados en esta revista es posible sólo con previa autorización de la redacción. Derechos reservados, inclusive el derecho a ser copiado, reproducido parcial o totalm ente, así com o la traduccción de artículos. Impreso en Caracas, Venezuela. Transporte a la R.F. Alemania, cortesía de L u fth a n sa . Depósito Legal: pp 87-0228 PVP: Bs. 60.Suscripción anual: Bs. 200.Einzelheft: DM 8.Jahresabonnem ent: DM 32.- 2 E ncuentros 11 1991 Obituario Con hondo pesar recibimos la participación del deceso de la Baronesa Felicitas von Humboldt-Dachroeden, esposa de nuestro amigo Barón Bernardo von Humboldt, descendiente directo del Barón Guillermo von Humboldt y sobrino del sabio Alejandro von Humboldt, ocurridao en Alemania el 3 de Junio de 1991. La infausta noticia nos causó una dolorosa sorpresa, pues los esposos Humboldt han gozado siempre de gran aprecio entre nosotros por su gran calidad humana, su carácter franco, su espíritu cordial y actitud amistosa para con los venezolanos. En la celebración del cuatricentenario de la ciudad de Caracas estuvieron presentes, invitados por la Asociación Cultural Humboldt en 1967. El 8 de agosto el Barón von Humboldt pronunció una conferencia en el Colegio Humboldt y en la antigua sede de Campo Alegre se efectuó un agasajo en su honor, en el que le fue obsequiado a la Señora Hum boldt un mapa de la Caracas cuatricentenaria, como grato recuerdo de su estancia entre nosotros y al Barón de Humboldt el diploma de Miembro Honorario. En 1989 estuvieron nuevamente en Venezuela para la inauguración de nuestra sede actual. Al reseñar tan lamentable suceso expresamos nuestras palabras de condolencia al Barón von Humboldt y demás familiares. Paz a sus restos! Luisa Castillo, Junta Directiva de la ACH Los alemanes en Venezuela Intereses económicos de los Welser en el Nuevo Mundo Walter Grosshaupt La elección del Habsburgo español Carlos I., apoyada por los Fugger y Welser con aprox. 687.000 florines (1), no significó sólo pérdidas para los ale­ manes. La ganancia se relacionaba con la doble circunstancia de que por una parte los Habsburgo se constituían en dueños y señores sobre la minería de Europa Central, sobre los Paises Bajos y sobre las islas y países americanos recién descubiertos, y por la otra que la administración financiera de los nuevos regentes aún no estaba en condiciones de ofrecer el crédito rápido que estos banqueros si podían dar. (2) Las oportu­ nidades que se les ofrecían a éstos con las nuevas circunstancias eran variadas y atrayentes y fueron utilizadas. (3) Las relaciones comerciales de los Welser con la península hispana no son, sin embargo, consecuencia inmediata del ascenso de los Habsburgo al trono español, pues en general las relaciones comerciales y culturales alemanas-es­ pañolas tienen una tradición mucho más antigua. (4) Los Welser, que habían alcanzado grandes éxitos con el comercio de espe­ cias, habían reaccionado rápidamente al descubrimiento de ambas Indias y a la nueva situación producida por éste. Ya en 1502 agentes de los Welser se encaminaban a Lisboa para firmar, el 13 de Febrero de 1503 un acuerdo con el rey portugués, que posibilitaba su participación en los próximos viajes de los portugueses. (5) En el legado de Konrad Peutinger, cuñado de Bartholomeus Welser, se encuentran cartas e informes sobre los primeros viajes ha­ cia América y la India. (6) La exactitud de los informes sobre los acontecimien­ tos en la península ibérica es sorpren­ dente, y confirma la eficiencia de estos servicios de información comercial. Pero los Welser no se limitaban al creciente imperio colonial portugués. El 10 de Enero de 1513 la Reina Juana de España confirmaba las posesiones de los Welser en las Islas Canarias. (7) En La Palma, cerca de Tazacorte, los Welser tenían propiedades y mantenían un molino de azúcar. Lukas Rem, un agente importante de los Welser, visitó “la tierra maldita que el nombrado Egelhoff compró para nuestra empresa”. (8) En Marzo de 1513 los comerciantes de Colonia Jakob Groenenberg y Johann Byse adquirieron las propiedades de los Welser por 11.000 florines. (9) Sin embargo, todavía los Welser no estaban participando directamente en el tan lucrativo negocio americano. Pero el monopolio real español dificultaba el desarrolloy abastecimiento de las pose­ siones en ultramar. Por ello se imponía E ncuentros 11 1991 3 Los alemanes en Venezuela la participación paulatina de capital ex­ tranjero en el desarrollo de las colonias. Los primeros privilegios y posibilida­ des dadas por los Reyes Católicos eran sobre todo para genoveses (10), resi­ denciados hace tiempo en Sevilla. Para los Welser esta apertura aún no tenía consecuencia alguna. Sólo en 1525, bajo el gobierno común de la Casa de Austria, se legalizó el comercio y la emigración hacia América, incluyendo los residentes de las otras partes del imperio. Todavía se establecían condi­ ciones para esta em igración, condiciones que se eliminaron un año más tarde. (12) Así, también para los alemanes se abría la posibilidad de co­ merciar con la fuente de la riqueza española. Pero la nueva tolerancia ha­ cia los extranjeros en las colonias espa­ ñolas fue muy criticada. Aún en los años 40 del siglo XVI. las Cortes de Valladolid exigían la anulación de las resoluciones de apertura. (13) La gene­ ral reserva de los españoles frente a los extranjeros en las colonias se reflejaba también en las disposiciones de Carlos I. para las oficinas oficiales en Sevilla que otorgaban los permisos. Carlos I. exigía en estas disposiciones, que se pusieran dificultades a los extranjeros en la consecusión de los permisos. (14) Aún así, los Welser aprovecharon pronto las nuevas posibilidades. Al mismo tiempo, además del tradicional comercio exterior de los Welser en Es­ paña, aumenta su participación en el presupuesto estatal español. Aparte del dinero para las elecciones, el primer acuerdo sobre ingresos en España se realizó en 1520. A finales de Diciembre de ese año se menciona un préstamo de los Welser por 58.829 florines. En No­ viembre se firma un acuerdo por 103.000 florines, donde se incluye un adelanto por 50.000 florines y deudas más vie­ jas. (15) De 1527 a 1532 Bartholomeus Welser le había dado al gobernante español préstamos por280.000 florines y, junto a los Fugger y otros comercian­ tes, un adelanto de 1.580.000 florines. (16) En comparación, el primer viaje de Colón había costado unos 3.500 flori­ nes. (17) Los primeros pasos de los Welser en el N uevo Mundo son sus inversiones en los viajes a las Molucas. Ya en 1523 Heinrich Ehinger, uno de los principa­ les representantes de los Welser en Es­ paña, había comprado gran parte de la carga en especias de Magallanes. (18) 4 E ncuentros 11 1991 Después de este viaje se habían organi­ zado en España varias expediciones más, que siempre tenían como meta a las Molucas, el país mágico de los co­ merciantes de especias. En el viaje de García de Loaisa los Welser habían invertido 2.010 florines, los Fugger 8.720. (19) Con ello, la participación alemana en el financiamiento de los costos totales del viaje ascendía a más de un 24%. Pero la expedición, que partió el 25 de Julio de 1525, fue un fracaso completo. Un año después se realizaba otro intento de viajar hacia las llamadas Islas de las Especias. Esta vez los Fugger y los Welser actuaron con mayor cuida­ do. La mayor parte de los costos del viaje de Sebastián Caboto fue pagada por españoles y genoveses. Sólo Lazarus Nümberger y Ambrosius Talfinger, el que más tarde fuera gobernador de los Welser en Venezuela, participaron con pequeñas sumas. (20) Tampoco este viaje tuvo el éxito deseado. Es significativo del talento comer­ cial de los Welser, que escogieran como representante de sus intereses en Sevi­ lla, centro del comercio con América, a un hombre muy reconocido en esa ciu­ dad. Lazarus Nümberger realizó posi­ blemente todos las gestiones oficiales para el establecimiento de las factorías de los Welser en Santo Domingo. (21) Nümberger había llegado a Sevilla por el año 1520. Poco después se casó con Catalina Cronberger, hija del im­ presor alemán Jakob Cronberger. (22) Este se había establecido hacia princi­ pios de siglo en Sevilla. En 1511 Cron­ berger compró una casa en una calle que pronto fue llamada Calle de la Imprenta, en honor al conocido impre­ sor alemán. (23) Lazarus Nümberger, quien luego compró la casa vecina, es nombrado allí aún en 1533. (24) Junto con su suegro Nümberger participaba activamente en el comercio. Yaen 1523 ambos enviaron a Diego de Mendieta con mercancías por valor de más de 1.000 florines hacia América. (25) Pero Mendieta murió poco después de llegar al Nuevo Mundo sin dejar testamento, por lo cual Cronberger y Nümberger tuvieron dificultades para recuperar sus mercancías. (26) Diego de Mendieta viajaba en el barco ‘Santiago’, cuyos propietarios eran hasta el 12 de Sep­ tiembre de 1525, cuando aún se mencionan como tales, ambos impre­ sores alemanes. (27) Jakob Cronberger debe haberse muerto hacia finales del año 1528. Dejó casi 12.000 florines. (28) Para esta época los Welser tenían en Heinrich GeBler un representante permanente en Sevilla. (29) El establecimiento de la factoría de los Welser en Santo Domingo sucedió en 1526. El 31 de Agosto de ese año Nümberger recibió el permiso para mantener tres o cuatro factorías en San­ to Domingo. (30) Los dos encargados de las factorías, Ambrosius Talfinger y Jorg Ehinger, habían abandonado Sevi­ lla rumbo a América ya en Junio del mismo año. (31) La factoría de Nüm­ berger en Santo Domingo se encontra­ ba en una de las calles comerciales cercanas a la factoría de los Welser. Sin embargo, en la Isla Hispaniola los descubrimientos ya no eran tan frecuentes después de 1510. La explotación del oro fue sustituida lenta­ mente por la producción de azúcar y la cría de ganado. Hasta el año 1525 los españoles habían podido hacerse de casi 30 toneladas de oro en el Nuevo Mundo. Casi el 80% de ello procedía de la isla. (32) Pero la técnica minera en América era muy deficiente. Básicamente, la ex­ tracción de oro se limitaba al lavado de arenas de río. Para enfrentar la escasez de este metal se eliminaron las restricciones que regían su explotación. El 9 de Di­ ciembre se liberaron los derechos de extracción del oro en América. (33) Esta apertura fue aprovechada por los Welser para introducirse en la minería americana. Y a desde el siglo XV. la extracción y comercialización de metales signifi­ caba una importante fuente de riqueza para los Welser. Tenían propiedades en las montañas del Erzgebirge y en Bohe­ mia (34), y disponían de las técnicas que faltaban en América. Pero también poseían la mano de obra necesaria para la minería. En las resoluciones de Gra­ nada del 17 de Noviembre de 1526 Carlos V. había prohibido la utilización de indígenas en las minas. (35) La mano de obra faltante se trató de compensar con la importación de esclavos negros. El 12deFebrerode 1528 los Welser se comprometieron con la Corona espa­ ñola a suministrar 4.000 esclavos ne­ gros para América. (36) El contrato contiene indicios sobre un compromiso anterior de los Welser de llevar a Los alemanes en Venezuela ultramar 50 mineros desde Alemania. (37) No se sabe cuándo y cómo se firmó realmente este contrato, o si fue simple­ mente un acuerdo oral. En todo caso, los Welser intentaron con ello hacerse un buen nombre entre los residentes del Nuevo Mundo, incluyendo al rey, quien ganaba mucho con cada mina funcio­ nante. La técnica minera alemana era fa­ mosa en la Europa del siglo XVI. Por 1550, en el Tirol y en Joachimsthal, se podía bajar hasta400 metros de profun­ didad con ayuda de un sistema de bom­ bas movidas por agua. (38) Mineros alemanes eran considerados especialis­ tas en todas partes, y no sólo los Welser intentaron sacar provecho de ellos. Por ejemplo, en 1528 fracasó el proyecto de Joachim Hóchstetter de Augsburgo, que había sido nombrado por la Corona inglesa como supervisor superior de todas las minas en Inglaterra e Irlanda. Junto con seis empresarios alemanes y aprox. 1.000 mineros alemanes, intentó poner a funcionar las minas en estos países. (39) A los Welser tampoco les resultó el negocio esperado con el traslado de mineros alemanes a América Después de ocho meses casi todos los mineros abandonaron nuevamente el país que consideraban inhumano por el calor excesivo. (40) Además, los Welser al parecer no cumplieron con ciertas res­ ponsabilidades contractuales para con ellos. El juicio que intentaron estos mineros contra los Welser se alargó hasta 1534. (41) Durante este proceso Sebastian Rentz declaró que el costo de traslado de los mineros le había costado a la empresa de los Welser 2.033 pesos. (42) Se supone que los Welser llevaron unos 80 mineros a América. (43) De ellos se conocen por sus nombres 53, provenientes en gran parte de Joa­ chimsthal, Annaberg y Schnecberg, pe­ ro también se encuentra en la lista un tirolés de Schwaz. (44) A pesar de que los Welser no sólo obtuvieron ganancias de estos nego­ cios, es posible que hayan mandado nuevamente mineros alemanes a ultra­ mar unos años más tarde. En 1536 el comerciante portugués Ruy Mendes llevó alemanes a las ricas minas de cobre en Angola, donde estaban traba­ jando aún en 1539 para la Corona por­ tuguesa. (45) No está claro si el trans­ porte fue organizado por los Welser. Pero es seguro que los Welser equipa­ ban barcos para Africa junto con Men­ des y que éste llevaba esclavos negros al Brasil. El cobre de Angola tenía mucha fama en la época. El otro compromiso de los Welser en relación a la minería en América era el mencionado comercio con esclavos negros. En el citado contrato del 12 de Febrero de 1528 se comprometían a llevar 4.000 esclavos negros a Améri­ ca. Es sorprendente que los Welser hayan aceptado tal compromiso, pues seguro estaban informados por sus fac­ torías de las dificultades que acarreaba tal empresa Una primera licencia de este tipo fue concedida por el joven Carlos a su favorito borgoñón Laurent de Gorrevod (46), quien de inmediato la vendió a un consorcio español-genovés. (47) En lo sucesivo siempre se dieron quejas y reclamos de los colonos por fallas en la ejecución de esta licencia. Las licen­ cias esclavistas se convirtieron pronto en un negocio del siglo XVI, con el cual se lograban buenas ganancias. La validez de las licencias de Gorrevod expiraba en 1527 y en América se contaba con la liberación del comercio de esclavos. La frustración fue grande cuando el rey le otorgó a los Welser el permiso para llevar4.000 esclavos. Los banqueros alemanes habían acordado con el rey de Portugal la entrega de estos 4.000 esclavos y calculaban con una ganancia de 80.000 florines. (48) Carlos V le había dado extremadamen­ te buenas condiciones a los Welser, por lo que se supuso que la iniciativa del negocio venía del Habsburgo. (49) En vez del común impuesto de importa­ ción y los pagos obligatorios de la licen­ cia que había introducido Femando el Católico, los Welser sólo debían pagar una suma global de 20.000 florines. (50) Esto era evidentemente mucho menos de lo usual en estos negocios. Además de esta licencia general, los Welser obtuvieron en 1534 el permiso de llevar 800 esclavos negros a Vene­ zuela, que debían ser utilizados en las minas de la región (51), a pesar de que se dieron quejas masivas por la escasa utilidad de los esclavos importados (52) y por la distribución de éstos en Améri­ ca. (53) Pero los intereses de los Welser en la minería americana no se limitaban sólo al suministro de técnicas y mano de obra. Algunos días después de firmar los contratos de Venezuela, el 27 de Marzo de 1528 se estableció un acuerdo con García de Lcrma (54) ratificado por la corona española. (55) Allí Lerma le cedía a los Welser amplias poderes en su provincia. Heinrich Ehinger se había comprometido, después de la toma de gobierno de Lerma en la provincia de Santa Marta en Diciembre de 1527, a comprar tres barcos para el nuevo gobernador y traer 300 hombres de Andalucía. (56) Los costos totales para los Welser en esta empresa no debían superar los 6.000 florines. García de Lerma gozaba de la simpada del empe­ rador, pero no disponía de hombres suficientes para poblar una colonia. Desde 1519 era el supervisor real de la Costa de Perlas en el norte de Suramérica. (57) Por ello conocía perfectamen­ te la situación en Venezuela y Santa Marta. Por mucho tiempo la región de la costa norte no era demasiado atractiva para los españoles. (58) Exceptuando breves intentos misioneros, Venezuela era conocida sólo por cazadores de es­ clavos y comerciantes de perlas. Esto cambió repenúnamente cuando en 1527 el gobernador de la provincia vecina de Santa Marta, Rodrigo de Bastidas, en­ contró en Taybo la primera fundición indígena de oro de Suramérica, además de grandes cantidades del preciado metal. (59) A raíz de este descubrimiento se produjeron disturbios en la provin­ cia, en los que Bastidas fue herido tan gravemente, que murió el 28 de Julio de 1527 en Cuba, hacia donde había huido. (60) El 20 de Diciembre de 1527 García de Lerma se hizo cargo de la provincia abandonada, (61) y le permiüó a los Welser en el citado acuerdo utilizar negros esclavos y mineros alemanes en Santa Marta. (62) Las ganancias perte­ necerían exclusivamente a los Welser. Con esta disposición los Welser contro­ laban prácticamente dos provincias es­ pañolas. Si los esperados descubri­ mientos de oro en Venezuela no se dieran, los alemanes podrían compen­ sar sus pérdidas con la minería en Santa Marta Los Welser deben de haber tenido grandes esperanzas en estas ganancias, pues el 16 de Abril de 1528 adquirieron los U'tulos y derechos de inspectores de pesos y medidas así como de inspectores de moneda, que le garantizaban un 1% de todos los metales fundidos. (63) E ncuentros 11 1991 5 Los alemanes en Venezuela Francisco de los Cobos, el privilegiado secretario de Carlos V, detentaba estos títulos para toda América por favor imperial (64) y los arrendaba a otros. El arrendamiento de estos derechos por los Welser no se limitaba a su provincia, sino que se extendía a Santa Marta, entrando ésta dentro de sus planes mineros. De Francisco de los Cobos adqui­ rieron también el derecho para explotar la sal (65), derecho que también poseía éste para toda América. (66) Pero este derecho se restringía sólo a Venezuela y no para la provincia vecina. Es posible que los Welser trajeran especialistas en la explotación de sal a América. De una carta de la reina se desprende que en América existían algunos alemanes que sabían cómo encontrar y extraer la sal; en ella se dice que las personas que habían aprendido de los alemanes estas habilidades debían gozar de privilegios en el futuro. (67) El 10 de Mayo de 1531 los Welser fueron liberados de los impuestos de aduana para la importación de instru­ mentos y utensilios de trabajo necesarios para mantener las minas venezolanas. (68) Tal liberación era válida por cinco años. Del mismo día data el privilegio de entregar al rey sólo una décima parte, y no la normal quinta, de todo el oro encontrado. (69) Es significativo que en este contrato se expresa la esperanza de encontrar ricos yacimientos, por lo cual las entradas reales aumentarían considerablemente. (70) Este indicio coincide con los es­ fuerzos que los Welser realizaban para abrir y desarrollar su colonia. Sólo en el corto período entre el 28 de Febrero de 1529 y el 20 de Noviembre de 1532 trece barcos atracaron en Coro, de los cuales siete llegaban directamente de España. (71) Las mercancías introduci­ das con estos barcos tenían un valor aprox. de 47.500 florines. (72) Hasta el año 1538 los Welser habían traído 525 personas a Venezuela, con lo cual casi habían cumplido su compromiso de residenciar 600 personas en el país. De estas 525 personas sólo 266 vivían aún en 1538. (73) Otra posible motivación para ad­ quirir la provincia de Venezuela era el comercio de especias. Los conocimien­ tos geográficos del siglo XVI sobre Suramérica eran muy escasos. Sobre todo de la extensión del nuevo conti­ 6 E ncuentros 11 1991 nente se tenía sólo una idea muy vaga. Mucho tiempo se creía que Suramérica era un archipiélago, por lo cual por mucho tiempo se buscó el paso hacia el Mar del Sur. (74) Ya Alonso de Ojeda había supuesto que este paso estaba en el Lago de Maracaibo y pidió esta re­ gión como feudo. (75) Pero su búsque­ da fue inútil y su plan se olvidó hasta que el viaje de Magallanes despertó nuevamente el interés. En 1525, cuando se intentaba desde España llegar a las Molucas, Diego Caballero se hizo confirmar sus dere­ chos sobre la región de Maracaibo. (76) En este contrato se menciona directa­ mente el esperado camino hacia el Mar del Sur. (77) Al mismo tiempo, Vene­ zuela había adquirido importancia co­ mo punto intermedio en el comercio de especias de las Molucas. Como Diego Caballero no pudo cumplir con las con­ diciones de su contrato, la provincia se le dio al geógrafo Martín Fernández de Enciso. (78) El contrato con éste no se conservó, pero es mencionado en va­ rios otros de la misma época. De allí se desprende que la región de la colonia de los Welser correspondía a la adjudicaba a Enciso. (79) Es de suponer que éste no disponía de los medios económicos co­ mo para tomar posesión realmente de la colonia. El 27 de Marzo de 1528 los Welser reciben la capitulación para la administración de la gobernación de Venezucla. (80) Un año más tarde, el 22 de Abril de 1529, Carlos V. vendía los derechos sobre las Molucas a Portugal. Esta venta disminuyó el interés español por el paso al Mar del Sur, pero también pudo ser esü'mulo para acrecentar la producción americana de especias. En el mismo año Bartholomeus Welser, cuyos éxitos más notables se basaban en el comercio de especias, firmaba un contrato con el rey portu­ gués sobre grandes cantidades de espe­ cias. Un año más tarde sus éxitos evi­ dentes en este negocio le acarrearon una demanda contra monopolio. (82) Una de esas especias que en el siglo XVI. curaba supuestamente todas las heridas y molestias era el bálsamo. Su efecto era legendario, por lo cual es muy comprensible que los comercian­ tes se interesaran por él. El 22 de Abril de 1528 Antonio de Villasante obtenía el monopolio sobre el bálsamo. (83) Pero los Welser habían enviado abier­ tamente bálsamo de Venezuela, por Santo Domingo, a España rompiendo así el monopolio de Villasante. Este exigió por ello la confiscación de todas las propiedades de los Welser en Amé­ rica, España y Alemania, practica co­ mún como penalización contra larutura de monopolios según la legislación es­ pañola del momento. Por considera­ ción a sus banqueros Carlos V paró el proceso, aún cuando participaba como persona privada en el negocio de Villa­ sante. (84) Algunos años después de la demanda los Welser adquirieron el de­ recho para sembrar y comerciar bálsa­ mo en Venezuela (85) Por la demanda que Juan de Ulate introdujo contra ellos se sabe que los Welser ya cultivaban y comerciaban bálsamo. En 1530 Ambrosius Talfinger encargó a Juan de Ulate y al religio­ so alemán G uillermo Riquel que busca­ ran bálsamo en las selvas venezolanas. Cuando los Welser suspendieron la búsqueda de esta especia en su provin­ cia, alrededor de 1533, se negaron a pagar a Ulate. El proceso llegó hasta el Consejo de Indias, donde jamás se deci­ dió. (86) Otro monopolio muy preciado de la época era aquel sobre el índigo que se utilizaba como colorante azul. Heinrich Ehinger y Alberto Cuon firmaron un contrato con Carlos V, el 27 de Marzo de 1535, sobre el cultivo y la comercia­ lización de índigo y azafrán en Améri­ ca. (87) Poco tiempo después, el 30 de Mayo de 1535, Ehinger y Cuon reci­ bían el privilegio de introducir 200 es­ clavos negros libres de impuestos en América, como compensación por su contrato de azafrán. (88) Ya para el 21 de Junio de 1535 Ehinger y Cuon ha­ bían vendido la licencia a Juan Gal va­ tro. Pero la participación de los Welser en este contrato es poco probable, aun cuando tanto Ehinger como Cuon tra­ bajaron largo tiempo para ellos. En los años 30 del siglo XVI su relación labo­ ral ya no es tan clara. De Cuon se conocen varios negocios en esa época, que realizó junto con Antón Meuting, Francisco de Burgos y Heinrich Ehin­ ger. (89) El representante de Cuon y Ehinger en América era Alonso de He­ rrera, quien por su parte había firmado un contrato para la producción de cer­ veza en México. (90) En lo que respecta a la producción de azafrán, el contrato resultó poco exitoso. Mientras tanto los Welser habían logrado introducirse en la floreciente Los alemanes en Venezuela industria azucarera en Hispaniola. Ha­ bían podido reunir experiencias en este campo en las Islas Canarias. Sebastian Rentz pudo adquirir la mitad de uno de los 20 molinos de azúcar en la isla. (91) La industria en expansión del azú­ car requería de grandes cantidades de cobre para la construcción de calderas. Cuando se encontraron importantes ya­ cimientos de cobre en Cotoy en la His­ paniola, fueron los Welser quienes crearon una sociedad para la explota­ ción de las minas, junto con empresa­ rios locales y mineros alemanes. (92) También se sabe de entregas de perlas a los Welser procedentes del Nuevo Mundo, pero en este campo los superó Lazarus Nümberger (93), quien comerciaba con perlas de Cubagua des­ de 1526. Entre sus clientes estaban los Fugger, que entre 1549 y 1550 recibie­ ron grandes cantidades de perlas procedentes del Cabo de la Vela, a través de su factoría en Sevilla. (94) Gonzalo Fernández de Oviedo, experto en el comercio de perlas, le vendió a los Welser una especialmente bella en for­ ma de pera. (95) El 12 de Diciembre de 1528 se le permitió a Hieronymus Sailer mandar tres barcos directamente de la Hispa­ niola a Flandes. (96) Ningún privilegio tuvo repercusiones tan negativas para los Welser como este. Los comercian­ tes del Nuevo Mundo siempre habían pedido la eliminación del monopolio de Sevilla, pero sin éxito. El permiso de los Welser para evadir el monopolio fue la única excepción en la primera mitad del siglo XVI. (97) Los recelos y sospe­ chas, de que los Welser estuviesen uti­ lizando sus permisos para viajes contra­ bandistas, llegaron hasta las institucio­ nes oficiales en Santo Domingo. Posi­ blemente por ello los Welser equiparon un sólo barco. Su carga consistía en diferentes tipos de azúcar, seguramente producidos en sus propios molinos, Pa­ lo Santo y Cañafístula, por el valor de 4.271 pesos. (96) Los Welsercumplieron sólo en par­ te con el compromiso de poblar su colonia, pero tal circunstancia no era extraordinaria en el imperio colonial español de principios del siglo XVI. Venezuela no ofrecía a los pobladores y aventureros tales riquezas como Méxi­ co o Perú. Sin embargo, fue de seguro esta motivación irracional de la búsque­ da de tesoros y la conquista la que movió la gran mayoría de los conquis­ tadores contratados por los Welser. Pa­ ra comerciantes, como eran los Welser desde generaciones atrás, la concepción económica más ampliaeraposiblemente más determinante. Los productos que según planes de los Welser debían comercializarse en este negocio se nombran en la licencia del 4 de Abril de 1531. (99) Se le permitía a los Welser vender productos de su colonia en América, la exporta­ ción a Europa podría realizarse a través de Sevilla. Allí se mencionan todos los tipos de metal, además de yeguas, espe­ cias, cañafístula, todos los tipos de dro­ ga, algodón y frutas. Notas: 1.- Manuel Fernández Alvarez, La Es­ paña del emperador Carlos V., Ma­ drid 1982, p. 178. 2.- Hermann Kellenbenz ,Neue und alte Welt, en: Lateinam erika-Studien, Nürnberg 1 (1976), p. 12. 3.- H. Kellenbenz, Die Rolle der Ver­ bindungsplätze zwischen Spanien und Augsburg im Unternehmen Anton Fug­ gers, en: VS WG, Wiesbaden 65 (1978), p.4. 4.- Hektor Ammann, Deutsch-spanis­ che Wirtschaftsbeziehungen bis zum Ende des 15. Jahrhunderts, en: H. Ke­ llenbenz (ed.), Fremde Kaufieute auf der iberischen Halbinsel, Köln 1970, p. 132-155; Johannes Vincke, Zu den Anfängen der deutsch-spanischen Kul­ tur- und Wirtschaftsbeziehungen, en: SFG, München 14 (1959), p. 111-182. 5.- Lukas Rem, Tagebuch aus den Jah­ ren 1494-1541, en: Jahresbericht des histo risch en K re isv erein s von Schwaben und Neuburg, Augsburg 26, (1861), p. 8. 6.- En: Jahresbericht..., p. 112-172. 7.- Felipe Femández-Armesto, The Canary Islands after the conquest, Oxford 1982, p. 219 y sig. 8.- Lukas Rem, Tagebuch..., p. 13. 9.- Gertrud Susanna Gramulla, Han­ delsbeziehungen Kölner Kaufieute zwischen 1500 und 1650, Köln/Wien 1972, p. 327. 10.- Richard Konetzke, Legislación sobre inmigración de extranjeros en América durante la época colonial, en: Revista internacional de Sociología, Madrid III, 11/12(1945). 11.- Ramón Carande, Fortaleza y mercado, Sevilla 1982, p. 70 y sig. 12.- Enrique Olte, Die Welser in Santo Domingo, en: Homenaje a Johannes Vincke, Madrid 2 (1962/63), p. 476. 13.- Número 76 de las Cortes de Valla­ dolid: ... que los extranjeros no contra­ ten en las Indias, ni se les de carta de naturaleza para ello y si algunas se han dado,que se revoquen... (EmstSchäfcr, El Consejo Real Supremo de las In­ dias, Sevilla 1935, p. 62. 14.- Ramón Carande, Los banqueros de Carlos V., Madrid (1943), p. 319. 15.- Ramón Carande, Carlos V. y sus banqueros. Los caminos del oro y de la plata, Madrid 1967, p. 126. 16.- H. Kellenbenz, Die Konkurrenten der Fugger als Bankiers der spanischen Krone, en: Zeitschrift für Unternehmensgeschich te, Wiesbaden 24, (1979/ 3), p. 82. 17.- H. Kellenbenz, Die Finanzierung der spanischen Entdeckungen, en: VSWG, Wiesbaden 69 (1982), p. 157. 18.- Juan Friede, Los Welser en la conquista de Venezuela, Caracas/ Madrid 1961, p. 136. 19.- Francisco de Solano, Navios y mercaderes en la ruta occidental dejas especies (1519-1563), en: A. Texeira da Mota (ed.), A viagem de Fernao de Lisboa, 1975, p. 594. 20.- Nürnberger 680 florines; Talfinger: 408 florines. (Demetrio Ramos Pérez, Audacia, negocios y política en los viajes de descubrimiento y resca­ te, Valladolid 1981, p. 384.) 21.- Enrique Otte, Jakob und llans Cromberger und Lazarus Nürnberger, die Begründer des deutschen Amerika­ handels, en: MVGN, Nürnberg 52 (1963/64), p. 131. 22.- Joaquín Hazañas y la Rúa, La im­ prenta en Sevilla, Sevilla 1 (1945), p. 155 y sig. 23.- José María de Mena, Las calles de Sevilla, Sevilla 1973, p. 183. 24.- Archivo Municipal de Sevilla, Sec. la, Carp. 125, Padrón de Sevilla de 1533.; Ruth Pike, Aristócratas y co­ merciantes, Barcelona 1978, p. 22 y sig. (allí equivocadamente 1534). 25.- Catálogo de los fondos america­ nos del archivo de protocolos de Sevi­ lla, Sevilla 5 (1935), No. 551 del 6 de Marzo de 1525. 26.- Las dificultades con el legado de Mendieta continuaron hasta el año 1533. Ver: AGI Sevilla, Justicia 1005, No. 3, Ramo 2. 27.- Catálogo, 5, No. 758. 28.- Aurora Domínguez Guzmán, El libro sevillano durante la primera Encuentros 11 1991 7 Los alemanes en Venezuela mitad del siglo XVI, Sevilla (1975), p. 22 (=4.490.155 maravedís.) 29.- En el contrato de García de Lerma con Ehinger y Sailer del 22 de Abril de 1528 se menciona como representante de los últimos a ‘Enrrique Quisler, alemán’. (Cédulas Reales relativas a Venezuela. 1500-1550. Compilación y estudio preliminar por Enrique Otte, Caracas 1963, p. 277.) 30.- Cédulas, p. 175 y sig. 31.- El 16 de Junio de 1526. Cristóbal Bermúdez Plata, Catálogo de Pasaje­ ros a Indias durante los siglos XVI, XVII, X V in, Sevilla 1 (1940): No. 2860: Ambrosio de Olfinger, No. 2861: Jorge Hinguer. Jörg Koch, que tenía permiso de salida, no viajó. 32.- Perre Chaunu, Sevilla y América, siglos XVI y XVD, Sevilla 1983, p. 75. 33.- Demetrio Ramos Pérez, Minería y comercio interprovincial en Hispa­ noamérica, Valladolid 1970, p. 30 y sig. 34.- Johann Michael von Welser, Die Welser, Nürnberg 1 (1917), p. 42,69 y sig; 35.- Richard Konetzke, Colección de documentos para la historia de la formación social de Hispanoaméri­ ca, 1493-1810, Madrid 1 (1953), p. 94: ...Otrosi mandamos que los dichos ca­ pitanes ni otras gentes no puedan apre­ miar ni compeler a los dichos indios a que vayan a las dichas minas de oro ni otros metales ni a pesquerías de perlas ni otras granjerias suyas propias, so pena de perdimiento de sus oficios y bienes para la nuestra Cámara;... 36.- Cédulas, p. 241-243. 37.-... vos aveis encargado de traer a vuestra costa cinquenta alemanes de Alemania, maestros mineros... (Cé­ dulas, p. 241). 38.- H. Kellenbenz, Deutsche Wirts­ chaftsgeschichte, München 1977, p.243. Theodor Gustav Werner,Europäisches Kapital in iberoamerikanischen Mon­ tanunternehmungen des 16. Jahrhundem,en:VSWG,Wiesbaden48(1961), p. 28. 40.-... en donde el calor es tan grande, que los aborígenes andan desnudos sin sentir vergüenza, y ningún natural de Alemania puede exponerse al sol des­ pués de las nueve de la mañana sin desfallecer. (Juan Friede, Los Welser, p. 118.) 41.- H. Koch, Sächsische Bergleute in Venezuela. Anno 1559, en: Südameri­ 8 E ncuentros 11 1991 ka, Buenos Aires VI, 2 (1955), p. 112118. 42.- Konrad Haebler, Die überseeis­ chen Unternehmungen der Welser und ihrer Gesellschafter, Leipzig 1903, p. 69. 43.- DemetrioRamosPérez, Minería..., p. 47. 44.- ver apéndice 1. 45.- Theodor Gustav Werner, Eu­ ropäisches Kapital..., p. 49. 46.- El 18 de Agosto de 1518. 47.- Enrique Otte, Die Negersklavenli­ zenzen des Laurent de Gorrevod, en: SFG, Münster 22 (1965), p. 308. 48.- Richard Konetzke, Süd- und Mit­ telamerika I. Die Indianerkulturen Altamerikas und die spanisch-portuguiesische Kolonialherrschaft, Frankfurt 1965, p. 77. 49.- Enrique Otte, Die Welser..., p.492. 50.- D. Ramos Pérez, El genocidio ne­ grero de los Welser y sus habilidades monopolistas, en: Revista de Historia de América, México 81 (1976),p.481. 5 1 .-... para que trabajen en las dichas minas e en otras cosas que fuere prove­ cho e beneficio a la dicha tierra... (Cedularios de la Monarquía Española relativos a la provincia de Venezuela (1529-1552). Estudio preliminar de Enrique Otte, Caracas 1 (1959), p. 159. 52.- Ven AGI Sevilla, Justicia 1169, No. l.R am o 2. 54.- El 1 de Abril de 1520. 55.- E l22 de Abril de 1528, Cédulas..., p. 275-283. 56.- Enrique Otte, Las Perlas del Ca­ ribe: Nueva Cádiz de Cubagua, Ca­ racas 1977, p. 282. 57.- Desde el 20 de Marzo de 1519, Guillermo Morón, Breve Historia de Venezuela, Madrid 1979, p. 96. 58.- Kenneth R. Andrews, The Spanish Caribbean, Trade and Plunder 1530-1630, New Haven/London 1978, p. 25. 59.-TestimoniodeGonzaloPérez.(Juan Friede, Documentos inéditos para la Historia de Colombia, Bogotá/Ma­ drid 1958, p. 260 y sig.) 60.- José Joaquín Real Díaz, El sevi­ llano Rodrigo de Bastidas, en: Archivo Hispalense, Sevilla 111/112 (1962), p. 80. 61.-JuanFriede,Documentos...,p.248252. 62.- Cédulas..., p. 281. 63.- Ramón Garande, El atrayente y ambicioso Francisco de los Cobos (1470-1547), en: Siete Estudios de Historia de España, Barcelona 1976, p. 100. 64.- Hayward Keniston, Francisco de los Cobos, Secretario de Carlos V. Madrid 1980, p. 101. 65.- Konrad Haebler, Welser..., p. 57. 66.- Cédulas..., p. 313 y sig. El 19 de Septiembre de 1528. 67.-... yo vos mando que favorezcays ayudeys a las personas que por los dichos alemanes entendieron en el co­ ger, vender e beneficiar de la dicha sal, ... (Cedularios 1, p. 48,17 de Febrero de 1531.) 68.- Cedularios 1, p. 97-99. 69.- Cedularios 1, p. 90 y sig. 70.-... se espera ganar e descubrir cada día mas, de que nos seremos seruidos e nuestras rentas acrecentadas... (Cedularios 1, p. 90._ 71.- Eduardo Arcila Farías, El primer libro de Hacienda pública colonial en Venezuela, 1529-1538, Caracas 1979, p. 30. 72.- E. Arcila Farías,..., p. 31. 73.- Ibid., p. 85. 74.- Juan Friede, Geographical Ideas and the Conquest ofVenezuela, en: The Americas, Washington XVI, 2 (1959), p. 157. 75.- Cédulas, p. 7-9. El 10 de Junio de 1501.; Cédulas, p. 39-48. El 30 de Sep­ tiembre de 1504. 76.- Cédulas, p. 153 y sig. 77.-... de que podra resultar descubrirse muchos secretos en aquella tierra y la otra mar del Sur e ser yo muy servido por estar en parage de la navegación de la especería... (Cédulas, p. 154). 78.- María Teresa Zubiri Marín, Enciso...,p. 455. 80.- Cédulas, p. 244-252. 81.- P. Marino, Tratados internacio­ nales de España. Carlos V. Vol. 1 España-Portugal,Madrid 1978,p. 280 y sig. 82.- Johannes Michael von W elser,..., p. 105. 83.- D. R. Pérez, Estudios de Historia Venezolana, Caracas 1976, p. 217. 84.- Enrique Otte, Die Expedition des Diego Ingenios zur Perleninsel, 1528, en: SFG, Münster 14 (1959),p. 54 y sig. 85.- Cedularios, 2, p. 49. El 19 de Enero de 1537. 86.- Juan Friede, Los Welser..., p. 430. 87.- Jean-Pierre Berthe, El cultivo del 'pastel' en Nueva España, en: Historia Mexicana, México 9 (1960), p. 344 y sig. 88.- Ver apéndice 2. Los alemanes en Venezuela 89.- H. Kellenbenz, Alberto Cuon. A uf den Spuren eines N ürnberger Kaufmanns in Valladolid, en: Norica. Festschrift für F. Bock, Nürnberg 1961, p. 22. 90.- J.P. Berthe..., p. 348. 91.-EnriqueOtte,Welser...,p. 513-516. El 10 de Noviembre de 1530. 92.- K. Haebler, Welser..., p. 65. 93.- E. Otte, Las perlas..., p 420 y sig. 94.- Ibid., p. 75. 95.- Ibid., p. 20. 96.- Cédulas, p. 315 y sig. 97.- E. Otte, Welser..., p. 483. 98.- Ibid., p. 483. 99.- Cedularios 1, p. 74-76. Apéndice 1: Memoria de los nombres de los mineros alemanes que fueron en la primera ar­ mada/ jua: trompold vezino del Valle de Joachim Valentín landhans vezino de zigenhals, Sigmundo gebhart vezinode vueilhalm, jorge vngeleb v°: de suuatz, Sisto enderlin v9: de pottmas, Lope diettich v°: de freyberg, Martin hofman va: de aldenberg, Lope gegg vezino de kirchberg Melchor rais vezino de la sierra de sant Ana, Nicolas taig vezino de conbach, Cristoual richter vezino de neuen statt, Mauricio butzler vezino de kirchberg, Vrbano behem vezino déla sierra de sant Ana, Jua: castel vezino délasierradesantAna Burcardo vnsorg vezino de geyr, Jua: schick vezino de siberth, Tomas vogel vezino de. Jua: schenckel vezino de. Franco kursner vezino de. Joachim vuulner vezino de. Baltasar foglener. Cristoual kerer. Cristian vnsorg, Jorge, coler, Jacome schmid. Jua: vuerman vezino de geir Memoria délos mineros Alemanes que fueron en la segunda armada Cristoval schiz vezino de geir, Jorge langer vezino de schneberg, Valentin vuendel vezino de lesnitz Fadrique schafhousner vezino de paren Cristoval ber vezino del valle de Joachim Jordan fleck vezino de schneberg. Valentin stubner vezino de aldenberg, Antonio sarer vezino del valle de Joachim Lorencio hantsch vezino de hoenstain, Jua: hengel vezino de halminster, Jerónimo lequer vezino de la sierra de santAna Martin lope vezino de geir, Vurbano maquel vezino de strige, Jua: vuildersee de zuuickau, Jua; opisch del valle de Joachim, Andrea berckman vezino de schneberg, Valentín hard déla sierra de sant ana, Jerónimo richter vezino de freiberg Miguel bruner vezino déla glashuten, Juan craus vezino de schneberg, Jacobo vuatzman vezino déla sierra de sant Anna Gaspar schefler de leuuenhain, Ambrosio behem vezino de thomb, Sebastian vueinman vezino de freiberg, Phelipe hess vezino de spanberg, Jaca: yleis vezino de. (Archivo General de Indias, Sevilla justicia 992) Apéndice 2: El Rey por quanto en la capitulación e asiento q mandamos tomar con vos enrrique eynguercauallero de la orden de santiago y gentil hombre de nra casa y alberto cuon alemanes sobre el beneficio hazer criar e grangear en la nueva espana pastel y acafran para lo destribuyr y gastar en estos nros reynos de españa y fuera dellos ay vn capitulo de thenor siguiente/ Yten que vos daré licencia y facultad como por la pesente vos la doy para q destos nros reynos e señoríos o del reyno de portugal o yslas de cabo verde o guineapodais pasar y paseys vos otros o quien vro poder o de qualquier de vos para ello oviere a las nras yndias yslas e térra fírme del mar océano dozientos esclauos negros libres de todos derechos asy délos dos ducados de la licencia de cada vno dellos como de otros qualesquier derechos q dellos nos puedan pertenecer y para ello vos mandare dar desde luego nra cédula o prousion en forma con tanto q si dentro de seys anos después de la data desde capitulación no oviere efeto en todo o en parte dello la dha granjeria en lo vno o en lo otro por no entender vos otros en elle o por no ser la térra aparejada para el efeto dello en tal caso seay s obligados a pagar por las dhas dozientas licencias y derechos della myll ducados/ por ende guardando e cumpliendo la dha capitulación e capitulo q de suso va encorporada por la presente vos doy licencia e facultad para que destos nros reynos e señoríos o del reyno de portugal o yslas de cabo verde e guinea podáis pasar e paseys vos otros a quien vro poder e de cualquier de vos oviere a las nras yndias yslas e térra firme del mar océano dozientos esclauos negros libres de todos derechos asy de los dos ducados de la licencia de cada vno dellos como de otros qualesquier q dellos nos puedan pertenecer con tanto que si dentro de seys anos pimeros siguientes q corran se quenten desde veynte e siete dias del mes de marco próximo pasado deste presente ano no houiere efeto la dha granjeria en todo o en parte en lo vno o en lo otro por no entender vos otros en ello o por no ser la térra aparejada para ello en tal caso seays obligados a nos pagar por las dhas dozientas licencias y por los derechos dellas myll ducdaos de oro/ fecha en (barcelona) a xxx dias del mes de mayo de myll e quis9e treynta e cinco anos. (Archivo General de Indias, Sevilla, Contratación 5009; + Contratación 5760, Libro 2 fol. 146.) Traducción: Verónica Jaffé E ncuentros 11 1991 9 Los alemanes en Venezuela Los alemanes y el comercio con Venezuela en el siglo XVI Fabricio Vivas Grabado de la Carta Soderini de Amerigo Vespucci, Estrasburgo, 1509. Rumbo a Las Indias El descubrim iento de la ruta portuguesa hacia China, doblando el Cabo de Buena Esperanza, y el de las Indias Occidentales por los castella­ nos, que abría nuevas perspectivas hacia las especias, hicieron de ellas una comunicación mucho más econó­ mica para el transporte de productos. Esta situación hizo que la Península, a partir de entonces tomara una mayor im portancia com ercial, en cuyos puertos al momento de partir y llegar las naves, se concentraran los comer­ ciantes que traficaban con diversos artículos orientales. 10 E ncuentros 11 1991 Preocupada la Corona por la ruta hacia la especiería, se acordó en 1508 la necesidad de fundar nuevos estable­ cimientos en Tierra Firme con el obje­ to de buscar el codiciado paso. Desde Santo Domingo, en contacto con la Península a través de una frecuente navegación y el centro económicopolítico más importante de las Indias, se emprendió la exploración intensa no sólo para la búsqueda de un pasaje que condujera a los españoles hacia el país de las especias, sino también para exploraciones mineras y pasajes co­ merciales. Por esta razón, agentes de las gran­ des casas mercantiles y banqueras eu­ ropeas, entre ellos los Welser, comen­ zaron a desplazarse hacia los nuevos emporios mercantiles en la Península, con la intención de penetrar en todas las ciudades; pues desde aquí comen­ zó a desarrollarse una fuerte compe­ tencia entre estos sectores por el con­ trol del tráfico de las especias y el comercio en general, lo cual se expre­ só en el financiamiento de algunos viajes emprendidos tanto por españo­ les como por portugueses. Esta política mercantil llevó a los Welser, desde comienzos del siglo XVI, a mantener agentes permanentes en Portugal, dadas las importantes asumas que habían arriesgado en el comercio de las especias, traídas de lejanas tierras por comerciantes lusi­ tanos. Pero tal procedimiento lo ex­ tendieron a otras ciudades mercantiles de la Corona española, pues ya en 1509 tenían una sucursal permanente en Zaragoza dirigida por un socio de la familia, vinculada directamente a la compra de azafrán, y años más tarde también abrieron factorías en Sevilla y Valencia. El éxito del viaje de Magallanes, que abrió la posibilidad de una nueva ruta hacia Oriente, y la elección de Carlos V al trono del Sacro Imperio Romano, fueron sucesos que favore­ cían las relaciones comerciales entre los diferentes reinos. Para la casa de los Welser, financistas del Empera­ dor, administradores de rentas, adua­ nas y arrendatarios de minas, entre otras, también fue el momento para ampliar sus perspectivas comerciales con las Indias y lanzarse hacia la con­ quista de aquellas nuevas posibilida­ des, que el Rey estaba dispuesto a conceder. Para ello, en noviembre de 1525, Carlos V tuvo que conceder una apertura a la dispuesta desde los Reyes Los alemanes en Venezuela Católicos en relación al comercio y establecimiento en el Nuevo Mundo: permitidos primero sólo a los habitan­ tes de Castilla y luego extendido a todos los españoles. La reforma, que ahora amparaba a todos los súbditos de la Corona Impe­ rial, les permitió ‘pasar a las Indias y estar y contratar en ellas según y como lo hacían los naturales de la Corona de Castilla y León’. Por tanto, fue ésta la oportunidad que aprovecharon desde un primer momento genoveses, italia­ nos, flamencos y alemanes para desa­ rrollar la actividad comercial con las Indias. A diferencia de los Fugger, quienes participaron en el tráfico de las especias con las Molucas, por la vía del Estrecho de Magallanes, desde 1522, los Welser no lo hicieron hasta 1525, cuando se concluyó con el Em­ perador un pacto comercial para esta­ blecer empresas en las Indias, en vir­ tud del cual se creó primero la factoría en Sevilla, de la cual fue encargado Ambrosio Alfinger, y posteriormente en la ciudad de Santo Domingo. El establecimiento en Santo Domingo Equiparados los alemanes a los comerciantes españoles en las Indias Occidentales, los Welser de Augsburgo, a través de sus factores, iniciaron de inmediato el trato comercial con las nuevas Tierras y en especial con el principal puerto en La Española, que servía de almacén del Caribe y donde todas las armadas montadas para ‘el rescate’ de indígenas, captura de es­ clavos y empresas de exploración y conquista se abastecían de armas, esclavos, ganado y soldados experi­ mentados, recibiendo además mante­ nimiento. Paralelamente participaban junto a comerciantes portugueses, ita­ lianos y españoles, en el apresto de flotas como las de Loaisa, Caboto y Elcano con destino a las Molucas, siendo las dos primeras un fracaso. El auge de la actividad mercantil los estimuló a concretar su ambiciona­ do proyecto: establecer lo más pronto posible la factoría en la ciudad de Santo Domingo y, desde allí, partici­ par tanto en la búsqueda de un paso hacia el Mar del Sur, y con ello un camino más corto para la ruta de la especiería, como consolidar el domi­ nio y expansión de la actividad minera y comercial, lo que significaba impul­ sar la introducción de mercancías, he­ rramientas y bastimentos y la extrac­ ción de algunos ‘frutos de la tierra’, sobre todo azúcar, comercializables en Europa. En junio de 1526 Jorge Ambrosio Alfinger y otro mercader alemán, acompañados de dos españoles, consi­ guieron licencia para viajar a la Amé­ rica Días más tarde Enrique Ehinger, en representación de los intereses de los Welser, obtuvo en la Corte una primera merced para su representante en Sevilla, Lázaro Nuremberger, con lo cual podía enviar un factor alemán a Santo Domingo, y meses después consiguió una extensión de ella para enviar hasta tres o cuatro apoderados. En virtud del pacto, para julio del mismo año, Lázaro Nuremberger re­ mitió desde la factoría sevillana el primer cargamento para el factor Al­ finger en Santo Domingo, quien junto a Jorge Ehinger estableció la casa co­ mercial de los Welser y sus socios en la isla. En adelante el creciente volu­ men de los negocios y la navegación en barcos de la propia casa amplió considerablemente su tradicional ac­ tividad comercial europea con la ul­ tramarina, cubriéndose aquella trave­ sía con cargamentos de diversos pro­ ductos para abastecer tanto las necesi­ dades de la isla y los territorios recien­ temente poblados como para abaste­ cer las continuas empresas de con­ quista. Desde el Nuevo Mundo llegaban diariamente a la metrópoli diversas noticias que estimulaban la codicia de los mercaderes europeos. Y a través de los factores alemanes en Santo Do­ mingo y Sevilla los Welser estaban mejor informados sobre los últimos acontecimientos en Indias que la mis­ ma Corte. Tal posición permitió a los miem­ bros de la casa comercial en Alemania a conocer de las nuevas empresas ex­ ploradoras, pues los informes de los factores solicitaban en lo posible la pronta remisión de mercancías nece­ sarias para abastecer tales campañas, por ellos también conocían los rum­ bos de la conquista, los más recientes descubrimientos, los centros más im­ portantes para el rescate de oro, esme­ raldas y de la extracción perlífera. En lo particular, Alfinger ya sabía de las posibilidades económicas y el trato con algunas regiones de las cos­ tas de Tierra Firme,muy convenientes a los intereses de la compañía: las perlas de Cubagua, los esclavos cap­ turados en las costas del oriente y centro de Tierra Firme, las riquezas que proporcionaba la región limítrofe con Santa Marta, donde Ampies tenía un establecimiento para la extracción del palo de brasil, el cual podía servir de base para operaciones hacia el inte­ rior del territorio; cerca de allí estaba Castilla del Oro, y por algún lugar cercano la ruta que podía llevarlos al Mar del Sur, la obsesión de todos los buscadores de riquezas. Todo esto mantuvo a Alfinger a la expectativa, esperando sólo la oportunidad para entrar también en la tentadora empre­ sa de la conquista. No obstante, la compañía participaba en las explora­ ciones mineras de cobre en la misma isla y en las de plata en Zultepec, Nueva España. Igualmente tomaba parte en la navegación expedicionaria de Pedro de Mendoza, descubridor del Río de la Plata. La gobernación de Venezuela El levantamiento y atentado, en mayode 1527, contra Rodrigo de Bas­ tidas, gobernador de Santa Marta, por parte de sus soldados y su posterior muerte en la Española, junto a los convulsionados sucesos que conti­ nuaron a ésto, fueron el momento que tanto habían esperado los factores de los Welser en Santo Domingo para establecerse en Tierra Firme. Para sustituir la vacante de Basti­ das, en diciembre de 1527, el rey de­ signó a García de Lerma, comerciante de Burgos, quien fuera llamado ante el Consejo de Indias para recibir el titulo como tal gobernador. Mientras inver­ tía su hacienda y se endeudaba con diversas casas comerciales en Casti­ lla, para la organización de una arma­ da con destino a Santa Marta, los agentes Enrique Ehinger y Jerónimo Sayler, estando en la Corte y cono­ ciendo la decisión real, aprovecharon la coyuntura para ofrecerle sus buenos oficios a Lerma. Le propusieron el financiamiento de una flota bien ar­ mada y provista durante un año para pacificar a Santa Marta, posterior­ mente pasarían a conquistar las tierras adyacentes que solicitarían al Rey, tierras que gobernarían y colonizarían E ncuentros 11 1991 11 Los alemanes en Venezuela conjuntamente. Concluido el acuerdo con García de Lerma, los factores alemanes ex­ pusieron al Rey la posibilidad de cola­ borar en la difícil situación financiera en que se encontraba el gobernador entrante, restablecer el orden en Santa Marta y servir en la conquista y paci­ ficación de las tierras que confinaban con la gobernación, donde habíanse descubierto algunas minas. Tal acuer­ do, ratificado por una disposición real, convino en que los Welser debían ayu­ dar a García de Lerma a pacificar la tierra y castigar a los culpables del levantamiento y la muerte de Basti­ das. Si al llegar la expedición armada de los Welser a Santo Domingo reina­ se tranquilidad en Santa Marta y Gar­ cía de Lerma hubiese sido aceptado como gobernador, éstos podían pasar a la Gobernación de Venezuela en las co n d icio n es señaladas por la capitulación. En general, la concesión a los co­ merciantes alemanes se hizo en los términos corrientes en aquellos años, como lo muestran los contratos esta­ blecidos con anteriores conquistado­ res. Si bien la capitulación la consi­ guieran probablemente por los apuros financieros del rey, ello también res­ pondía a los procedimientos seguidos por la C orona en relación a la pacificación y poblamiento de sus te­ rritorios sin gastos para el erario real, además de reflejar la política econó­ mica que la compañía implementara hacia las Indias, pues “los Welser, al interesarse por Venezuela, siguen el ejemplo de otros gobernadores-em­ presarios que, tras organizar armadas a tierras inexploradas, desean afian­ zarse definitivamente en las regiones conquistadas o a conquistar para con­ seguir el ensanchamiento y la mono­ polización de sus actividades mercan­ tiles.” (1) Entre febrero y abril de 1528, En­ rique Ehinger y Jerónimo Sayler, en nombre de la casa Welser, firmaron varios convenios con Carlos V: llevar 50 mineros alemanes para las minas descubiertas y por descubrir, la introducción de 4.000 esclavos, la concesión para administrar la gober­ nación de Venezuela, el uso de las atarazanas y depósitos de Sevilla du­ rante 6 años para reparar las embarca­ ciones y guardar las mercancías, y finalmente el derecho del 1% sobre los 12 E ncuentros 11 1991 valores de las minas y una contribu­ ción por la extracción del sal, concer­ tado con el secretario Francisco de Cobos. Dichos convenios comprendían la exención de todos los derechos adua­ neros y de productos para el consumo personal, gastos de puertos y de alma­ cenaje en Sevilla y Santo Domingo, además de la concesión para esclavi­ zar los indios rebeldes y comprar es­ clavos indígenas que tuvieran los ca­ cique por tales, y la disminución en los derechos de explotación minera. Para septiembre del mismo año de 1528 consiguen la merced para navegar en­ tre Castilla y las Indias en forma direc­ ta y no sujetos a ir en conserva de flotas, dos meses después obtienen una nueva merced para navegar a Flandes u otras partes sin ser obliga­ dos a ir a Sevilla. Tan importantes acuerdos para la casa comercial sólo fueron “... consecuencia de las rela­ ciones comerciales que la compañía sostenía ya hacía años en España y en el Nuevo Mundo, las cuales se fueron extendiendo al compás y a medida que se ampliaban las posibilidades econó­ micas de los Welser.” (2) Por la capitulación para la con­ quista y población de Venezuela, rati­ ficada en marzo de 1528, Alfinger fue nombrado primer gobernador y capi­ tán general para regir y administrar el territorio comprendido entre el Cabo de la Vela y Maracapana, con todas las islas de la costa excepto las encomen­ dadas a Juan de Ampies. La flota, compuesta de tres navios y una carabela con 300 hombres, bien provista de víveres para el viaje y establecimiento en la colonia durante un año, se hizo totalmente a costa de la compañía Welser, por lo cual García de Lerma quedó como deudor a pagar una primera parte al llegar a Santo Domingo y la otra en Santa Marta. La armada, que zarpó de Sevilla el 7 de octubre de 1528 a cargo de García de Lerma, hizo escala en santo Domingo en enero de 1529, donde Alfinger to­ mó el título de gobernador y el mando de la flota. La noticia sobre el resta­ blecimiento de la paz en Santa Marta permitió el necesario reabastecimien­ to y luego que Alfinger obtiene licen­ cia de la Real Audiencia para navegar con la armada hacia su destino, llegó a Venezuela el 28 de febrero de 1529. Desde un comienzo el gobernador marchó hacia Occidente, rumbo al sur del golfo, en la afanosa búsqueda de una comunicación con el Mar del S ur, que supuestamente era la ruta a la especiería y que tanto interesaba a los comerciantes y mercaderes alemanes, por septiembre de 1529, luego de cru­ zar el estrecho que une el lago con el golfo y de establecer el poblado que llamó Maracaibo, regresó sin resulta­ dos. El 9 de julio de 1531 Alfinger parte nuevamente de Coro con destino a Maracaibo, para intentar encontrar por última vez la ansiada comunica­ ción con el Mar del Sur. Las condiciones productivas de la antigua gobernación de Venezuela no fueron significativas para las activida­ des económicas de la compañía ale­ mana, por el contrario, pero represen­ tó para la colonia su incorporación a la influencia comercial que dirigía la factoría sevillana que manejaba las escasas actividades mercantiles de in­ troducción y extracción en condicio­ nes monopólicas. Durante los primeros tres años de hecho los factores de los Welser logra­ ron mantener este monopolio, pero a partir de 1531, cuando la Corona lla­ mó a todos los mercaderes de sus reinos a participar en el comercio con Venezuela, el resultado para la com­ pañía fue negativo, pues la colonia era considerada como una de las menos ricas del imperio. En estas condicio­ nes y durante este período los agentes alemanes realizaron un importante comercio de abastecimiento. El trato se expresó en dos circuitos comercia­ les; uno directo con Sevilla a raíz de los primeros viajes, y con otros puer­ tos europeos posteriormente, que pro­ veía mercaderías europeas, manteni­ miento y esclavos, pero constituía un negocio demasiado irregular; otro re­ gional, vinculado con su factoría en Santo Domingo, que manejaba mer­ caderías redistribuidas de las flotas, además de diversos frutos de la región como azúcar, ganado y carne salada. En cuanto a las extracciones, éstas se componían principalmente de oro, es­ clavos indios y algún bálsamo y palo de brasil. Los alemanes en Venezuela Notas 1 Otte, Enrique, Cedulariosde la Mo­ narquía Española relativos a la Pro­ vincia de Venezuela (1529-1552), Ca­ racas, Fundación John Boul ton y Fun­ dación Mendoza, 1959, T. 1, p. XXII. 2.-Panhorst, Carlos, Los Alemanes en Venezuela durante el Siglo XVI, Ma­ drid, Editorial Voluntad, 1927, p. 81. Bibliografía. 1-. Arcaya, Pedro Manuel. Historia del Estado Falcón. (Epoca Colo­ nial). Caracas, Talleres de Gráfica Río Orinoco, 1953, vol. I. 2-, Arcila Farías, Eduardo. Economía colonial de Venezuela. Caracas, Italgráfica, 1973,2 vols. 3- , ________________ . El primer libro de la Hacienda Pública de Venezuela. 1529-1538. Caracas, Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia, 1984. 4-, Arcllano Moreno, Antonio. Orígenes de la economía venezolana. Caracas, Universidad Central de Venezuela, 1973. 5-. Arciniegas, Germán. Los alemanes en la conquista de América. Buenos Aires, Editorial Losada, 1941. 6-. Brito Figueroa, Federico. La estructura económica de Vene­ zuela colonial. Caracas, Ediciones de la Biblioteca de la Universidad Central de Venezuela, 1978. 7-. Friede, Juan. Los Welser en la conquista de Venezuela. Caracas, Ediciones Edime, 1961. 8-. ____________ . Vida y viajes de Nicolás de Federman. 1506-1542. Bogotá, Ediciones Librería Buchholz, 1960. 9-.Haring, Clarence H., El comercio y la navegación entre España y las Indias en época de los Hasburgos. París-Brujas, Desclée De Brouwer y Cía., 1939. 10-. Humbert, Jules. La ocupación alemana de Venezuela en el siglo XV.Caracas, Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia, 1983. 11-. Hutten, Felipe de. Diarios y Cartas. Caracas, Academia Nacional de la Historia, 1962. 12-,Morón, Guillermo. Los orígenes históricos de Venezuela. Madrid, Concejo Superior de Investigaciones Científicas-Instituto “Gonzalo Fernández de Oviedo”, 1954, vol. I. 13-. Otte, Enrique. Cédulas relativas a Venezuela (1500-1550). Caracas, Fundación John BoultonFundación Eugenio Mendoza, 1963. 14-, _______________ . Cedulares de Monarquía Española relativos a la Provincia de Venezuela (15291552). Caracas, Fundación John BoultonFundación Eugenio Mendoza, 1959, 2 vols. 15-. _________________. Las perlas del Caribe: Nueva Cádiz de Cubagua. Caracas, Fundación John Boulton, 1977. 16-.Panhorst, Carlos. Los alemanes en Venezuela durante el siglo XVI — Madrid, Editorial Voluntad, 1927. 17-. Walter, Rolf. Los alemanes en Venezuela. Caracas, Asociación Cultural Humbolt, 1985. ... klassisch e D e n km u ster neu d e fin ie re n: eberhard verlag r/ CONSTANTIN VON Barloewen Vom Primat der Kultur E ssa y s zur V E R G L E IC H E N D E N K ulturbetrachtung E berhard \ferlag G renzen u n d H orizonte Parkstraße 4 8000 München 2 Tel.: 089/502 8156 Fax: 089/502 2311 E ncuentros 11 1991 13 Los alemanes en Venezuela Las relaciones de Venezuela y los Estados Alemanes en las primeras décadas del siglo XIX Catalina Banko Desde finales del siglo XVIII algu­ nas naciones europeas, entre las cuales sobresale Inglaterra como potencia económica, se encuentran en pleno pro­ ceso de desarrollo de sus actividades industriales y experimentan en conse­ cuencia la imperiosa necesidad de am­ pliar sus mercados para colocar el exce­ dente de su producción manufacturera. En tal sentido, las colonias españolas en América se constituyen en una de las principales áreas para la expansión del comercio europeo. Sin embargo, toda posibilidad de intercambio directo con dichos territorios coloniales se ve obs­ taculizada por el monopolio comercial impuesto por la Corona Española. En el caso de los Estados alemanes se realiza­ ba un intenso tráfico con España desde finales del siglo XVIII, a través del puerto de Hamburgo, hacia donde se introducía un gran volumen de produc­ tos provenientes de Latinoamérica, a la vez quedesde allí salían diversas manu­ facturas, entre ellas los lienzos de Westfalia y Silesia, con destino al nuevo continente. En este contexto, Prusia demuestra gran interés por el tráfico directo con Latinoamérica, hecho que se veía favo­ recido por su carácter de nación neutral, ya que desde 1797 España se vio obli­ gada a conceder el libre comercio de sus colonias con estados ‘amigos’ o ‘neu­ trales’, debido a la imposibilidad de abastecer la demanda de sus posesio­ nes. (1) Por otra parte, hacia fines del siglo XVIII, los comerciantes silesianos habían establecido ‘factorías’ en Norteamérica, país que también era considerado neutral, para la venta de telas en las colonias españolas. (2) greuii&fiÇAftëv £aiti>cl0= ©cOífffaftis^críntg jw ifdjcn t'eu freien tinb ^anfeftábíen S ú b c tí/ ¡Stenten uní) H a m b u r g ti ti b ber g ic p u b lif DOlt ¡B e n e fic ia , unterjeidm et 31t dav acaó am 2 7 . SDÎat) 1837. ©ic SKatifícaticncn beé 2¡3cetrac]o jltib am 19. DJíáis i83.s 311 tTaracaé auíi]cu,'crf)fclt werben. ’J íad) bem a iitlje n tifrÍK ii S e n in S p iu iifc b e r m ib g ra n jó fifitc i- , n e t'll beígcfúgtcr tlcöeifcßi'.ng in © e titfrfie r 0 p ra d )e . Jn a 111 b ¡1 r 9 18 3 8. Ö etm icf: bei 3 of). î l u i j . I B îc i |i u c t , t f. jpctfciCI. n i* J je d ü v . Diatlte «Suràbrucfcr. Portada del Tratado Alemán-Venezolano de Amistad, Comercio y Navegación del 27 de Marzo de 1837 14 E ncuentros 11 1991 Los alemanes en Venezuela Una vez que estallan los movimien­ tos emancipadores en Latinoamérica se multiplican las iniciativas de Hamburgo, Bremen y Lübeck (Ciudades Hanseáticas) para ampliar su red comercial, aunque las nuevas políticas europeas que se habían establecido tras la derrota napoleónica constituirían un freno para sus objetivos de expansión económica. Nos referimos concretamente a la crea­ ción de la Santa Alianza, promovida por Austria, Prusia, Inglaterra y Rusia, la cual reconocía la legitimidad de las posesiones españolas en América, al­ gunas de ellas ya independizadas de hecho y otras en plena lucha por su emancipación. En consecuencia, la Santa Alianza, imbuida de los tradicionales principios absolutistas, se convierte en un serio obstáculo para entablar relaciones di­ plomáticas con los nuevos Estados lati­ noamericanos. Pese a las ataduras que representan los compromisos asumi­ dos por los miembros de la Santa Alian­ za, son numerosos los comerciantes británicos, alemanes y franceses que por su cuenta y riesgo se habían trasla­ dado a América para establecer allí sus casas mercantiles, aún cuando carecían de la protección oficial de sus respecti­ vas naciones de origen. (3) El interés de Prusia en el tráfico ultramarino se observa claramente en la formación de la Compañía RenanaWestfálica de Comercio Marítimo, que tenía ya listo en 1821 un gran carga­ mento de mercancías para ser enviadas a las ‘Indias Occidentales’, utilizando para ello el puerto de Hamburgo, según lo indica la nota dirigida por el Ministro de Relaciones Exteriores de Prusia al Ministro de Comercio en 1821. (4) En el año 1822 la Diputación Co­ mercial de Hamburgo se refiere, en una resolución adoptada por la misma, a las inmensas posibilidades económicasque se abrirían en el caso de lograrse efec­ tuar el comercio directo con las repúbli­ cas sudamericanas, hacia donde llega­ ban anteriormente los lienzos y otras manufacturas alemanas a través de los puertos españoles. (5) En el juego de las relaciones políti­ cas europeas tiene gran influencia la iniciativa de los Estados Unidos de Norteamérica para reconocer a los Es­ tados latinoamericanos, ya que esta na­ ción no estaba comprometida por nin­ gún tipo de lazos con los principios y objetivos políticos sustentados por la Santa Alianza. Paralelamente tiene gran repercusión, tal como lo destaca el co­ nocido historiador Manfred Kossok, el planteamiento formulado por Francis­ co Antonio Zea, Ministro Plenipoten­ ciario de laRepúblicadeColombia ante las cortes europeas, quien en un docu­ mento fechado en París el 8 de abril de 1822, manifiesta claramente que la emancipación de América es un hecho irreversible y que en este continente ha terminado para siempre la dominación colonial. Asimismo Zea señala que Co­ lombia adoptará la política de abrir sus puertas al extranjero, siempre que ello se asiente sobre la base de la reciproci­ dad y enfatiza que “sería difícil conce­ bir relaciones duraderas, ventajosas y tales como las reclama el interés del comercio entre Estados cuyos gobier­ nos no se reconocerían recíprocamente.”(6) El Ministro expresa que las auto­ ridades de Colombia no admitirán la presencia en sus puertos y territorios de súbditos de aquellos Estados que no hayan reconocido dicha República. Aún más, concluye afirmando que “serán tomadas medidas por el gobierno de Colombia para prohibir cualquier mer­ cadería proveniente de los países cuyos gobiernos se rehusaran y dilataran di­ cho reconocimiento.” (7) El pronunciamiento de Francisco Antonio Zea causa honda preocupa­ ción en los medios mercantiles alema­ nes, ya que ello significa una seria ame­ naza a sus intereses económicos en uno de los importantes mercados para sus productos. Como ejemplo podemos ci­ tar las palabras del Conde Münster, Ministro del Reino de Hannover, quien considera que la política adoptada por Colombia afectará las exportaciones de telas, artículo que era muy conocido en Sudamérica, al punto que algunos tex­ tiles ingleses “para hacerles competen­ cia,llevan lafalsa marca ‘D’Osnaburgh Linnens’”. Por ello el Conde Münster formula una serie de reflexiones con respecto a la facultad que le asiste al Reino de Hannover para establecer re­ laciones con Colombia, sobre la base de sus propios derechos de soberanía, aún cuando forma parte de la Liga Germá­ nica. Recomienda que se envíe una respuesta al Ministro Zea, en la cual el Reino de Hannover, para evitar conflic­ tos con las potencias aliadas, se limita­ ría a proponer un “reconocimiento del hecho del establecimiento de la inde­ pendencia de la República de Colom­ bia, y del deseo de cultivar con ella relaciones de buena armonía.” (8) El Jefe del Gobierno de Hannover responde a las consideraciones de Münster, expresando que el reconoci­ miento de la independencia de Colom­ bia reportaría importantes ventajas al comercio del Estado. Pero al mismo tiempo manifiesta su temor de que los barcos de Frisia oriental que se encuen­ tran en puertos españoles puedan ser confiscados con sus cargamentos por el Gobierno de esta nación, en el caso de proclamarse dicho reconocimiento. Recomienda, en consecuencia, demo­ rar toda resolución al respecto y recabar información al cónsul competente, “in­ vitando eventualmente a nuestros bar­ cos que se hallan en puertos españoles a abandonarlos inmediatamente” para evitar cualquier tipo de represalias. (9) Igual preocupación se observa en Hamburgo, donde 41 comerciantes suscriben un petitorio dirigido a la Di­ putación para solicitar que se estudie la futura política a seguir, por considerar que próximamente “se habrá producido el reconocimiento de las repúblicas su­ damericanas por parte del gobierno norteamericano, y que todas las apa­ riencias indican que Inglaterra seguirá pronto este ejemplo para asegurarse las ventajas que los nuevos gobiernos, par­ ticularmente el de Colombia, prometen dejar disfrutar a aquellos que primero los reconozcan.” Por lo tanto someten al Senado la siguiente proposición: en el caso que no se desee formalizar el reconocimiento por medio del nombra­ miento de cónsules por consideración al gobierno español, sería conveniente que se haga llegar a los Ministros de Relaciones Exteriores de los Estados latinoamericanos una información conf dencial departe de Hamburgo, por intermedio de los comerciantes allí es­ tablecidos, con la finalidad de ofrecerá aquellos gobiernos un tratamiento igual al dispensado a otros Estados amigos e iniciar así “vinculaciones comerciales en beneficio mutuo.” (10) La Diputación de Comercio de Hamburgo responde al mencionado pe­ titorio reafirmando la importancia de establecer relaciones económicas di­ rectas con América, ya que anterior­ mente los lienzos y otras manufacturas alemanas se dirigían a dicho continente a través de España, tráfico que ahora se ha interrumpido totalmente. Admiteque los planteamientos de Francisco Anto­ E ncuentros 11 1991 15 Los alemanes en Venezuela nio Zea son legítimos, pero señala que en el caso de adoptarse esta política se podría correr el riesgo de provocar con­ flictos con las potencias europeas y en particular con España. Para evitar estos problemas, la Diputación de Comercio de Hamburgo considera la posibilidad de enviar agentes que no ejerzan una representación oficial, es decir , “sin carácter público como ya lo hicieron América e Inglaterra.” Con tal finalidad podrían utilizarse los servicios de co­ merciantes que estén residiendo en te­ rritorio sudamericano, quienes se de­ sempeñarían como ‘agentes’ de Ham­ burgo, sin que ello signifique ningún tipo de compromiso que altere las rela­ ciones con los aliados europeos. (11) La respuesta del Senado de Ham­ burgo al petitorio de los comerciantes es sumamente cautelosa, ya que si bien comparte el criterio de la necesidad de impulsar el tráfico ultramarino, conclu­ ye manifestando que no deben tomarse medidas apresuradas hasta conocer con exactitud la verdadera situación interna de los Estados sudamericanos, con la finalidad de evitar que los comerciantes emprendan actividades “inseguras y llenas de peligro.” (12) También es significativo señalar que el objetivo de ampliar el comercio ale­ mán constituye motivo de preocupa­ ción para muchos negociantes ingleses, lo cual se evidencia en un artículo publi­ cado en la Gaceta de Londres del año 1822, en el que se enfatiza la importan­ cia de estrechar relaciones con Sudamérica por medio de la instalación de casas de comercio en este continente para enfrentar la competencia alemana. En el artículo se hace referencia concre­ ta a la organización de una compañía especialmente orientada a promover el tráfico alemán con los nuevos Estados latinoamericanos: “Una compañía mercantil se ha formado ya en Alema­ nia para la introducción de mercancías en la América del Sur, la compañía se llama la Compañía del Rheno de las Indias Occidentales, y el Cónsul Pru­ siano está a la cabeza. Bajo tales cir­ cunstancias seguramente los negocian­ tes y fabricantes de la Gran Bretaña deben de ser particularmente vigilan­ tes.” (13) A esta altura de los acontecimientos ya la República de Colombia había puesto en práctica ciertas restricciones a las actividades mercantiles de los ex­ tranjeros. El Congreso de dicha nación 16 E ncuentros 11 1991 sanciona el 22 de febrero de 18221aLey de Consignaciones Mercantiles, esti­ pulando que todo extranjero que pre­ tendiese establecer actividades comer­ ciales en el país, debía consignarse en personas nacionales, bajo cuyo nombre giraría el negocio. Esta Ley estaba des­ tinada a presionar a los gobiernos ex­ tranjeros para que éstos reconocieran formalmente a la República, ya que de esta manera se obstaculizaba la realiza­ ción de negocios en forma directa por parte de los capitalistas foráneos. Rápi­ damente los extranjeros buscan salida a esta difícil situación por medio de su naturalización, como puede apreciarse en las largas listas publicadas en la Gaceta de Colombia, con lo cual se desvanece la finalidad de la Ley, por­ que los extranjeros, al obtener la nacio­ nalidad colombiana, se igualan en posi­ bilidades a los criollos. Por ejemplo, entre septiembre de 1822 y octubre de 1824 se verifican 114 casos de natura­ lización, indicando así el gran interés que tenían por continuar ejerciendo normalmente sus transacciones comer­ ciales. (14) En 1823 el bloque europeo de la Santa Alianza comienza a resquebra­ jarse, ya que Inglaterra se muestra cada vez más dispuesta a romper sus com­ promisos con aquélla para tener liber­ tad en su acción diplomática con las repúblicas sudamericanas. Paralela­ mente se levanta la amenaza de la hege­ monía de los Estados Unidos en el continente, particularmente tras el fa­ moso manifiesto del Presidente James Monroe, en el cual se proclama que Europa carece de derechos para inmis­ cuirse en la política americana. Al res­ pecto es necesario recordar que los Es­ tados Unidos habían establecido estre­ chos lazos comerciales con el resto de América ya desde fines del siglo XVIII, gracias a su condición de país neutral. Asimismo era irrefutable el hecho de que Gran Bretaña había propiciado los movimientos emancipadores, y en el caso de Venezuela, los comerciantes ingleses cumplieron una acción funda­ mental desde 1817 mediante el aprovi­ sionamiento del ejército patriota a tra­ vés del puerto de Angostura. Tanto Estados Unidos como Inglaterra habían ido estructurando las bases fundamen­ tales para el comercio con los Estados latinoamericanos, aún cuando desde el punto de vista estrictamente diplomáti­ co no se hubieran formalizado acuerdos concretos. Estos últimos no se harían esperar. La República de Colombia fir­ ma su primer tratado con un país extran­ jero en el año 1824: se trata de los Estados Unidos. Al año siguiente se suscribe un tratado semejante con In­ glaterra. Los Estados alemanes habían quedado rezagados en su política de relaciones diplomáticas con América, como consecuencia de la persistencia de sus vínculos con las potencias alia­ das. Precisamente en el año 1824 es que el gobierno colombiano adopta la reso­ lución de derogar la Ley de Consigna­ ciones Mercantiles del año 22, bajo la consideración que la República ha de­ cidido abrir sus puertas al comercio de todas las “naciones amigas y neutra­ les”, pudiendo así los extranjeros insta­ lar almacenes en Colombia por su cuen­ ta y ejercer “cualquiera clase de indus­ tria”. Con el reconocimiento por parte de los Estados Unidos e Inglaterra ya no era necesario que se continuaran apli­ cando restricciones a las actividades de los extranjeros. (15) Sin embargo, los Estados alemanes continúan preocupados por las dificul­ tades aún vigentes para establecer trata­ dos con Latinoamérica. En el año 1825 el gobierno de la Provincia de Silesia dirige un informe al Ministro de Interior de Prusia, expresando su preocupación por el porvenir de las fábricas textiles, debido principalmente a la fuerte com­ petencia norteamericana e inglesa en el comercio con América. El problema radica, según dicho informe, en la tar­ danza en oficializar las relaciones con Sudamérica, lo cual significa que los lienzos de Silesia sufrirán un recargo en los derechos de aduana mayor que los aplicados a las naciones que ya han reconocido a los Estados del nuevo continente. Al respecto se afirma: “No puede pues el Estado prusiano, si ha de seguir floreciendo, quedar expulsado y excluido con sus productos y manufac­ turas de los Estados extranjeros, y par­ ticularmente también de los nuevos Es­ tados sudamericanos por la culpa de compromisos firmes de carácter oficial o por el hecho que al Estado no está permitido intervenir en forma favora­ ble para fomentar el comercio con el exterior.” (16) En esta nueva etapa las Ciudades Hanseáticas intensificaron sus esfuer­ zos para adquirir los mismos privile­ gios de que gozaban naciones como los Los alemanes en Venezuela Estados Unidos e Inglaterra. Finalmen­ te en 1827 aquellos Estados logran sus­ cribir un tratado con México. (17) Igual empresa es intentada con Colombia, aunque sin éxito. Por el momento sólo prospera la iniciativa de nombrar cón­ sules en los principales puertos de la República. En el caso específico de La Guaira el comerciante Georg Gramlich es designado en 1827 como primer cón­ sul general de Hamburgo. En el mismo año Bremen otorga iguales funciones a Johann Friedrich Strohm en dicho puerto. (18) A partir de los años treinta el comer­ cio de Venezuela con Hamburgo y B re­ men crece en forma constante y logra asentarse sobre sólidas bases con la firma del tan esperado Tratado de Co­ mercio y Navegación en el año 1837. De esta manera las relaciones económi­ cas con Alemania se fortalecen y desde los años cuarenta las firmas proceden­ tes de Hamburgo y Bremen se convier­ ten en las predominantes en el comercio exterior venezolano. Este control lo ejercerán en los principales puertos del país: La Guaira, Maracaibo y Puerto Cabello, limitándose no sólo al tráfico con su país de origen, sino también con Gran Bretaña y los Estados Unidos. La preponderancia alemana en el comer­ cio venezolano se extenderá hasta las primeras décadas del siglo XX, mien­ tras el café continúa siendo el primer rubro de las exportaciones del país. Notas y referencias bibliográficas 1.- Manfred Kossok, Historia de la Santa Alianza y la emancipación de América Latina, Buenos Aires, Edicio­ nes Sílaba, 1968, pp. 17-18. 2.- Ibidem, p. 18. 3.- Ibidem, p. 40. Cf.: Catalina Banko, El capital comercial en La Guaira y Caracas 1821-1848, Caracas, Acade­ mia Nacional de la Historia, 1990. Des­ de 1821 se encuentran en La Guaira numerosos comerciantes europeos que instalan allí sus casas para dedicarse al negocio de la importación y exporta­ ción. 4.- Ministro de Relaciones Exteriores Bernstoff al Ministro de Comercio Bullow, Berlín, abril 1821, en: Karl Wil­ helm Körner (Introducción, selección y traducción): La independencia de la América española y la diplomacia ale­ mana, Buenos Aires, Universidad de Buenos Aires, Facultad de Filosofía y Letras, 1968, pp. 229-230. 5.- “Resoluciones de la Diputación Co­ mercial de Hamburgo”,junio 1822, en: Ibidem, pp. 238-239. 6.- Francisco Antonio Zea, “Nota cir­ cular”, Paris, 8 de abril de 1822, en: Ibidem, p. 233. 7.- Ibidem, pp. 233-234. 8.- Ministro del Reino de Hannover Conde Münster, Londres, abril 1822, en: Ibidem, pp. 235-236. 9.- Despacho del Jefe del Gobierno de Hannover, 9 de mayo de 1822, en: Ibidem, p. 237. 10.- “Petitorio dirigido a la Diputación de Comercio de Hamburgo por 41 co­ merciantes”, Hamburgo, 6 de junio de 1822, en: Ibidem, pp. 237-238. 11.- Diputación Comercial, Hambur­ go, 26 de junio de 1822, en: Ibidem, pp. 239-240. 12.- “Resolución del Senado de Ham­ burgo, 13 de noviembre 1822, en: Ibi­ dem, pp. 240-241. 13.- Gaceta, Londres, 1822, en: Correo del Orinoco, Angostura, no. 128,23 de marzo de 1822. 14.- Francisco de Paula Santander, Bo­ gotá, 27 de febrero de 1822, “Decreto de Gobierno”, Gaceta de Colombia, No. 23, 24 de marzo de 1822. Cf.: Gaceta de Colombia, “Naturalización de extranjeros”, No. 49,22 de septiem­ bre de 1822; no. 66, 14 de enero de 1823; no. 87, 15 de junio de 1823; no. 114,21 de diciembre de 1823; no. 137, 30 de mayo de 1824; no. 159, 31 de octubre de 1824 y no. 234,9 de abril de 1826. 15.- República de Colombia, “Ley de 30 de julio extinguiendo las consigna­ ciones de mercaderías...”, en: Materiales para el estudio de la cuestión agraria. Leyes y decretos de la República de Colombia, T.I, Caracas, Universidad Central de Venezuela, 1961, pp. 243244. 16.- “Informe del Gobierno de la Pro­ vincia de Silesia al Ministro del Interior de Prusia”, Breslau, 29 de noviembre de 1825, en: K.W. Körner..., ob.eit., p. 254. 17.- Manfred Kossok, ob.eit., p.191. 18.- Catalina Banko, ob.cita., pp. 402 y 412. Para el estudio de los problemas econó­ micos de Venezuela en el siglo XIX pueden consultarse las siguientes obras: Benjamin Frankel: Venezuela y los EstadosUnidos1810-1888, Caracas 1977. Venezuela, Secretaría de Hacienda, Memoria, años 1830-1900. George Carl: First Among Equals: Great Britain and Venezuela 18101900, Michigan, SyracuseUniv. 1980. Federico Brito Figueroa: Historia económicay social deVenezuela, Tomos 1 y 2, Caracas, UCV, 1975.ManuelPérez Vila y otros autores: Política y econo­ mía en Venezuela 1810-1975, Caracas, Fundación John Boulton, 1976. Johann Ch. Gutsmuths: Vollständiges Handbuch des Staates Colombia, Weimar, Geographisches Institut, 1830. Materiales para el estudio de la cues­ tión agraria en Venezuela 1821-1827, Caracas, UCV, 1961. Rolf Walter: Los alemanes en Vene­ zuela desde Colón hasta Guzmán Blan­ co, Caracas, 1985. Del mismo autor Venezuela undDeulschland 1815-1870, Wiesbaden, 1983. Encuentros 11 1991 17 Los alemanes en Venezuela Las casas comerciales alemanas en Puerto Cabello, 1830-1890 Yolanda Pacheco La rada de Puerto Cabello, siglo XIX Las condiciones políticas y econó­ micas existentes en Venezuela propi­ ciaron el establecimiento de estrechos vínculos con Inglaterra, cuya expan­ sión económica se hacía sentir con ím­ petu en las primeras décadas del siglo XIX. La necesidad de establecer nue­ vos y accesibles mercados para la colo­ cación del flujo de productos elabora­ dos llevó a que también otros, como 18 Encuentros 11 1991 Francia y Alemania, aprovecharan las condiciones favorables que ofrecía nuestro país para establecer nexos eco­ nómicos y comerciales. La reciente independencia política abría las posibilidades de intercambio comercial, pero las condiciones políti­ cas y económicas en el país propiciaron no sólo el establecimiento de estrechos vínculos con Inglaterra, sino que éstos, por compromisos económicos y aún políticos, manifestaban caracteres de dependencia. Al incrementarse las actividades co­ merciales, comerciantes de diversa procedencia afluyeron al país, surgien­ do así las primeras casas comerciales que se asentaban en las principales ciu­ dades y puertos nacionales. Caracas, La Guaira, Puerto Cabello, Maracaibo, Ciudad Bolívar, Carúpano constituye­ ron los focos comerciales de más im­ portancia. No hay duda que su ubica­ ción geográfica en relación a los hin­ terland económicos y sus facilidades de acceso por vía fluvial o marítima resultaran factores geoeconómicos propicios para que los comerciantes las prefiriesen. Entre las casa comerciales se destacan las inglesas, las norteameri­ canas y las de origen francés. La vitali­ dad que fue adquiriendo el comercio alemán en Venezuela se acentuó hacia mediados de los años 50, máxime que el comercio inglés había manifestado un decaimiento hacia los años 40. La ingerencia del comercio alemán en Puerto Cabello comenzó a sentirse en la década del 40; la firma C. A. Ruhs y Co., por ejemplo, inició sus operacio­ nes hacia 1840. Cari Ruhs era jefe de la firma y se desempeñó también como Cónsul de Puerto Cabello. (1) Es de notar que las casas alemanas comerciaban no sólo con productos procedentes de las Ciudades Hanseáticas, sino también incluían mercancías de procedencia distinta, especialmente británica; esto Ies permitía ofrecer al mercado una variedad de artículos más amplia y adaptada a las necesidades existentes. Un factor importante que contribu­ yó con el fortalecimiento del tráfico comercial fue el proceso de cambio que experimentó Alemania hacia los años 60, dando como resultado el despegue de su industria. La prosperidad de la Noticias y programa de la ACH, Caracas . Noticias Maurlce Hasson En Julio d e este año se presentó el conocido violinista venezolano de origen francés y residenciado en Londres. Respetado en el m undo entero com o violinista y docente, habló co n em oción d e su Instrumento: "El violín es el instrumento que más sé a ce rca a la voz y la voz es precisamente el instrumento más bello. El violín transmite emociones, deja hablar el alm a y uno com o músico puede hacerlo hablar y hasta llorar. La gente busca sentir emociones y es por eso que la técnica por sí sola es una deform ación .' En la sala de conciertos d e la ACH, Hasson preseentó un concierto d e d ica d o a los maestros alemanes Mozart, Beethoven y Brahms a co m p a ñ a d o de la planista Mariela Guillén. Danza En Agosto se presentó por primera vez en Venezuela la Compañía de Danza de la Universidad de Costa Rica, dirigida por Rogelio López. La Compañía, que lleva trece años de actividades, cuenta con el patriclnlo del Instituto G oethe y ofreció varias coreografías. Entre ellas, los críticos destacaron la llam ada 'M ujeres' de la bailarina y coreógrafo alem ana Susana Llnke, tam bién directora del Folkwang Tanzstudio de Essen, pues esta conocida pieza “sobre la alienación y la soledad a p a re ce co n una vitalidad distinta. No son ya tas secas y agobiadas muejeres, vlrtualmente aniquiladas por una vida carente d e sentido. Ahora son seres inconformes en medio d e su pasividad, que gritan su angustiante realidad y vociferan su desolación. Inclusive desde un humor trágico y mordaz." En la presentación de este grupo se demostró que el expresionismo en danza, la danza-teatro puede usarse convincentem ente para expresar la cotidiana tragedia de la Latinoamérica actual. Un anuncio Importante: para Marzo de 1992 la Asociación Cultural Humboldt organizando una gran exposición del famoso Joseph Beuys en el Museo de Arte C ontem poráneo d e Caracas, 'Sofía Imber'. Será tod o un acontenclm lento para el m undo artístico venezolano. Octubre 1991 Hasta el sá bado 5.10 Programa Exposición - ERICH SALOMON - FOTOGRAFIAS 1928-1938 C uarenta fotografías docum entales d e una d é c a d a decisiva en la historia d e l mundo. Sala de Exposiciones, ACH N acido en 1886, este hijo d e banqueros berlineses com enzó su carrera d e fotógrafo co m o publicista d e la editorial Ullstein, propietaria de d e un d e los periódicos más conocidos de la ép o ca. Y es así. co m o reportero gráfico que Salomon im pone su minada crítica sobre los personajes famosos d e su tiem po. Políticos, científicos, actores y cantantes, todas esas figuras q ue m anejan la im agen pública de nuestra sociedad son desenmascarados por la cá m a ra d e Salomon al c a p ta r los breves Instantes en q u e se abre un p o co el telón y la fa ch a d a habitual. Salomon es considerado uno d e los más Importantes pioneros d e la fotografía periodística. La exposición reúne ejemplos d e sus im ágenes tom adas entre 1928 y 1938. Salomon huyó en 1933 d e la Alem ania nazi a Holanda pero fue d e p o rta d o en 1940 y murió en Auschwitz en 1944. Hasta el dom ingo 3.10 Exposición - MICHAEL SCHMIDT: LA TREGUA La situación a c tu a l d e Berfn en fotografías. Sala Siemens, ACH Jueves 3 GRAN FERIA CULTURAL Con m otivo d e l Primer Aniversario d e l Día de la Unificación d e Alem ania la ACH celebrará con baile, exposiciones. películas y videos sobre este país. Sede de la ACH / A partir d e las 4:00 p.m. Viernes 4 Concierto - VICTOR CUICA Y TODO SU JAZZ Teatro Alexander von Humboldt. ACH / 8:00 p.m. Entradas: Bs. 80,00 - Estudiantes: Bs. 30.00. Sábado 5 y dom ingo 6 Danza-Teatro - BOHEMIO DANZA-TEATRO: “CANTO A LOS NIÑOS” y “OKAME - CUANDO EL VIENTO PASA" Dirección y coreografía: Mercedes Baldó Teatro Alexander von Humboldt. ACH / Sábado: 7:00p.m. - Dom ingo 5:00 p.m. Del dom ingo 6 al jueves 24 Exposición de Fotografías - IMAGENES DE UN MUNDO PERDIDO - La Colonia Tovar de Juan Liscano Sala de Exposiciones, ACH - Inauguración: Domingo 6 /1 1 :0 0 a.m. Se ofrecerá brindis. Del lunes 7 al viernes 11 Conferencias y Foros - ‘ LA IMAGEN DE LOS VENEZOLANOS SOBRE VENEZUELA" dictados p o r e l Dr. Roberto de Vries y el Prof. Santiago G uevara (Universidad de Carabobo). Teatro Alexander von Humboldt, ACH / 7:00 p.m. - Para m ayor inform ación ver prensa. Jueves 10 Cine - BUEN VIAJE Director: Norbert Bartnik y Wilfried Dotzel. 1982, colores. 69' Divertida co m e d ia y sátira genial sobre los reglamentos, leyes y normas alemanes. Teatro Alexander von Humboldt, ACH / 7:00 p.m. Domingo 13 Concierto - JOVENES TALENTOS MUSICALES DE VENEZUELA Ignacio Ornés. guitarra, Héctor Rodríguez, tenor, Pedro Angel, guitarra, Huáscar Barradas, flauta, entre otros. Teatro Alexander von Humboldt / 5:00 p.m. Jueves 17 y viernes 18 Concierto de gala -LES ADIEUX Mozart en instrumentos originales. Teatro Alexander von Humboldt, ACH / 7:00 p.m. Jueves 24 Cine • LA FERDINANDA Director: R ebecca Hora 1981, colores, 90’ Enfrentamiento a la opulencia arfística y exquisitez artificial d e un grupo d e excéntricos. Teatro Alexander von Humboldt, ACH / 7:00 p.m. Viernes 25 - estreno sábado 26 y dom ingo 27 Opera de Cámara - W. A. MOZART: “BASTIAN Y BASTIANA” En co la boración co n Fundarte y C avenai Teatro Alexander von Humboldt, ACH - Viernes y sábado: 7:00 p.m. - Dom ingo: 5:00 p.m. Del viernes 25 al jueves 31 Exposición - GOBELINOS Bordados y tapices realizados por el artista venezolano y com unicador social Pablo Zuloaga. basados en la té cn ica y en motivos d e la é p o ca d e Mozart. Sala d e Exposiciones, ACH Inauguración: Viernes 25 (ver horario en prensa). Se ofrecerá brindis. Jueves 31 Cine - DELITO (FREVEL) Director: Peter Fleischmann. 1983, colores, 98' La terrible atra cció n entre las fuerzas del m a l y d e lo prohibido. Teatro Alexander von Humboldt, ACH / 7:00 p.m. Noviembre 1991 Sábado 2 y dom ingo 3 Teatro - GRUPO DE TEATRO N.A.D.A. (Francia): “UBU” Una presentación d e la Alianza Francesa en cooperación con la ACH. Teatro Alexander von Humboldt, ACH / Sábado: 7:00 p.m. - Domingo: 5:00 p.m. Del dom ingo 3 al sábado 16 Exposición - UNA CALLE COLONIAL Rescate y recuperación parcial del casco histórico de Calabozo. Docum entación y proyectos d e un seminario d e la Facultad d e Arquitectura de la U.S.B.dictado p o r el Arq. Josef Bonn d e Alemania. La exposición estará a co m p a ñ a d a por un foro (ver prensa). Sala d e Exposiciones, ACH - Inauguración: Domingo 3 /1 1 :0 0 a.m. Se ofrecerá brindis. Jueves 7 Cine - WODZECK, basada en el revolucionario dram a d e G eorg Buechner. Director: Oliver Herbrich. 1983/4, colores, 82' Teatro Alexander von Humboldt, ACH / 7:00 p.m. Del viernes 8 al jueves 14 Exposición - LERNORT BETRIEB (La Formación Profesional en la República Federal de Alemania: El Sistema Dual) IV Exposición Industrial d e C ooperación Venezolano - Alem ana - Poliedro d e Caracas Pabellón Central Lunes- viernes: 4:00 p.m. -10:00 p.m.. sábados y domingos: 11:00a.m. -10:00 p.m. Vier. 8 - sáb. 9 - dom . 10 Vier. 15 - sáb. 16. - dom . 17 Vier. 22 - sáb. 23 - dom . 24 Teatro - J. W. GOETHE: “TORCUATO TASSO” Dirección: Ugo Ulive - El clásico conflicto entre e l arte y la sociedad. Teatro Alexander von Humboldt, ACH / Viernes y Sábados: 7:00 p.m. - Domingos: 5:00 p.m. Jueves 14 Cine - EGMONT, basada en e l d tam a heroico d e Johann W olfgang von Goethe. Director: Hans Gottschalk y Franz Peter Wirth. 1982, colores, 118' Teatro Alexander von Humboldt, ACH / 7:00 p.m. Del dom ingo 17.12 al dom ingo 8.12 Exposición - LOS ALEMANES EN VENEZUELA En el m arco d e los 500 años d e intercam bio cultural entre Europa y Latinoamérica. C o n ce p to d e la Asociación Cultural Hum boldt y Rolf Walter. Con m otivo de la presentación del segundo tom o del libro del Prof. Rolf Walter, Los Alemanes en Venezuela. ¡870-1914 se organiza esta exposición con imágenes y docum entos que ilustran tas relaciones políticas económ icas, sociales, científicas y artísticas entre los dos países. Sala d e Exposiciones, ACH - Inauguración: Dom ingo 17/11:00 a.m. Se ofrecerá brindis. Jueves 21 Cine - MARIA MAGDALENA, basada en la trágica obra burguesa! d e Friedrich Hebbel. Director: Franz Xaver Kroetz. 1973, colores, 70' Teatro Alexander von Humboldt. ACH / 7:00 p.m. Del sábado 23. 11 al dom ingo 8.12 Exposición de Fotografías - IMAGENES DE UN MUNDO PERDIDO - La Colonia Tovar de Juan Liscano En la Colonia Tovar - Para m ayor inform ación ver prensa. Jueves 28 Cine - DANTON. a d a p ta ció n libre de la obra subjetiva d e Georg Buechner Director: Dimitri Buchowetzki. 1921, b/n, m uda. 50' Teatro Alexander von Humboldt, ACH / 7:00 p.m. Finales d e noviembre (ver prensa) Concierto - LOS HERMANOS STENZL Concierto d e pia n o p a ra cuatro manos. Teatro Alexander von Humboldt, ACH / 7:00 p.m. Viernes 29 Concierto de Adviento - HEIDELBERGER KAMMERORCHESTER Com o introducción a las celebraciones navideñas. Teatro Alexander von Humboldt, ACH / 7:00 p.m. Diciembre 1991 Continúa hasta el dom ingo 8 Exposición - LOS ALEMANES EN VENEZUELA En e l m arco d e los 500 años d e intercam bio cultural entre Europa y Latinoamérica. C o n ce p to d e la Asociación Cultural Hum boldt y Rolf Walter. Sala d e Exposiciones, ACH Jueves 5 Cine - EL SNOB, a d a p ta ció n d e la irónica y desm itificadora o b ra d e Cari Sternheim. Director: W olfgang Staudte. 1983, colores, 91' Teatro Alexander von Humboldt, ACH / 7:00 p.m. Del dom ingo 8.12 hasta finales d e febrero Exposición - FERDINAND BELLERMANN Una presentación d e la Galería d e Arte Nacional b a jo el patrocinio d e la Ve b a OH A.G. y la Em bajada d e Alem ania en Venezuela y en cola b o ra ció n co n la Asociación Cultural Humboldt. Obras traídas d e la Galería N acional d e Berlín, Museos Estatales d e Berlín. Galería d e Arte Nacional Miércoles 11 FIESTA DE FIN DE AÑO p a ra los estudiantes d e la ACH A C H /8:00 p.m. Juevesl2 Cine - EL HACHA DE WANDSBECK. según la obra d e Arnold Zwelg, analizando el oportunismo d e l fascismo. Director: Horst Kónlgsten y Heinrich Breloer. 1981, b /n y colores, 149' Teatro Alexander von Humboldt, ACH / 7:00 p.m. Domingo 15 Teatro de Títeres - LOS HERMANOS MERLIN: “GENOVEVA” La em ocionante leyenda d e la bella y piadosa Genoveva. Con entretenimiento para los niños - ACH / 4:00 p.m. Jueves 19 Cine - LOS APASIONADOS, inspirada en la excitante y a u tén tica o b ra ('W e rth e r') d e Johann W olfgang von Goethe. Director: Thomas Kórfer. 1981, colores, 111’ Teatro Alexander von Humboldt, ACH / 7:00 p.m. HORARIO DE EXPOSICIONES Lunes a viernes: 8:00 a.m. - 6:00 p.m. Sábados 9:00 a.m. -12:00 m. 3:00 p.m. - 5:00 p.m. Domingos: 11:00 a.m. -14:00 p.m. BIBLIOTECA - MEDIOTECA Horario: 9:00 a.m. -12:00 m 2:00 p.m. - 6:00 p.m. Jueves: hasta las 6:30 p.m. Viernes: hasta las 12:00 m CHARLAS LITERARIAS con la Prof. Lieselotte Vareschi Discusión y análisis de obras literarias alemanas. Incluyendo autores como Raabe. Tucholsky, Laube, entre otros. Los lunes 14 y 28 d e octubre, 11 y 25 de noviembre y 9 d e diciem bre Sala Alexander von Humboldt, ACH / 8:00 p.m. Los alemanes en Venezuela industria alemana favoreció la coloca­ ción de sus productos en el país, contri­ buyendo a robustecer las relaciones co­ merciales ya existentes con Venezuela. El predominio del los alemanes se acentuó en el sector comercial de Puer­ to Cabello durante los años 60; como testimonio de ello, Edward Eastwick en sus apuntes de viaje dejó registrado para 1864 un cierto número de casas comerciales de Puerto Cabello, todas ellas de origen alemán: Ruete Rohl & Co., A.G. Schimel & Co., T. Schmith y Schrocder, Edward Gathman, y otros. (3) Había cambiado la situa­ ción de las primeras décadas del siglo cuando prevalecían comer­ ciantes norteamericanos e ingleses. Así como en Puerto Cabello, los alemanes constituyeron un sector dominante del comercio en La Guai­ ra, Maracaibo y Ciudad Bolívar. Karl Ferdinand Appun, en su vi­ sita a Puerto Cabello acota lo si­ guiente: “La mayoría de las casas de la calle principal son bodegas y pulpe­ rías, las primeras son alemanas y expenden al mayor y al detai todos los víveres usados allí, mercancía criolla e importada como hierro, vi­ no, ron, etc.; los segundos tienen las mismas cosas limitándose, sin em­ bargo, a la venta al detal.” (4) En la década del 70 la dinámica comercial venezolana se intensifica, estimulada por las nuevas políticas del gobierno de Guzmán Blanco. La nece­ sidad de reafirmar los mercados cauti­ vos y de captar nuevas zonas de influen­ cia, que manifiestan los países de Euro­ pa Occidental y los Estados Unidos especialmente, se constituyó en un fac­ tor propiciador del proyecto modemizador de Guzmán Blanco. Las inversiones en la construcción de ferrocarriles, por ejemplo, fueron notables, destacándose las inglesas y norteamericanas. Para fines de siglo, cinco de las catorce líneas ferroviarias existentes habían sido construidas con el apoyo del capital inglés. La vía que unía a Caracas con Valencia fue cons­ truida con capital alemán. El auge comercial de estos años 70 se manifestó en el incremento de las exportaciones y en el repunte del volu­ men y monto de las importaciones. De acuerdo a las cifras estadísticas, a través de Puerto Cabello salían los mayores volúmenes de exportación, siguiéndole tiles en Puerto Cabello se hallaban en manos de los alemanes, no obstante existían también algunas firmas de ori­ gen francés, inglés y español, tal como lo refiere Leontine P. de Roncajolo en sus “Recuerdos”, donde señala que el comercio de Puerto Cabello era de “bastante importancia y está represen­ tado predominantemente por firmas alemanas; no hay sino unas pocas fran­ cesas y españolas. El comercio al detal se encuentra enteramente en manos de los nativos...” (6) Las firmas comerciales realiza­ ban todas las funciones relaciona­ Estadísticas para el año 1867 das con el comercio importadorexportador; además de fungir co­ Im portación % Exportación % mo agentes de crédito mercantil, concediendo préstamos a los pro­ Gran B retaña 3.3 4.2 ductores y a otras casas de comer­ C iu dades 39 19,3 H anseáticos cio de menor envergadura. La oneFrancia 17 28,8 rosidad de estas condiciones esta­ ba vinculada a la escasez de la Estados 10.7 12,3 Unidos oferta de capital, a las exigencias Dinam arca 10 4.0 de los medios de pago e intercam­ Holanda 3.6 0.2 bio con que operaban los comer­ 9.6 España 3.6 ciantes en el exterior y al riesgo que corrían los capitales invertidos en Italia 0.4 estas actividades. Varios países 0.9 Es interesante señalar que los acuerdos comerciales entre las ca­ sas y los beneficiarios del crédito Tomado de: Veloz Goltlcoa, Nicolás: Venezuela solían en oportunidades ser respal­ 1905. Imprenta Bolívar, Caracas, p. 307 dadas por hipotecas como garan­ tías económicas de mayor solidez. do es cerrada la aduana de Maracaibo Como ejemplo anotamos un párrafo del por decreto presidencial de Guzmán documento sobre una hipoteca que con­ Blanco. trae el comerciante Christian StuderCuando observamos las cifras esta­ mann de Puerto Cabello, quien declara dísticas correspondientes a las exporta­ que debe a: ciones tomando en cuenta los países de “Los señores J. Sievers & Co. en destino vemos que es Alemania la que liquidación del comercio de esta ciudad recibía los mayores volúmenes, segui­ por saldo de mayor cantidad que en da por los Estados Unidos, Francia y las dinero efectivo me prestaron a interés, Colonias Holandesas. la suma de dos mil seiscientos veintiséis El comercio entre Alemania y Vene- bolívares treinta i seis céntimos”. Stuzuela creció tanto en la década del 70, dermann se comprometió a pagar a los que las ventas efectuadas a Alemania señores Chifams Co., liquidadores de J. llegaron a representar ‘más de un tercio Sievers, la suma “en tres partes iguales” del total de las exportaciones del país’. y garantizaba “el pago de la suma i de los intereses que devengue a la rata de (5) A su vez, Alemania ocupa dentro de uno por ciento mensual, con la hipoteca los países proveedores un lugar preemi­ de mi hacienda de café situada en el nente junto a los Estados Unidos y las vecino valle de San Esteban.” (7) Colonias Holandesas, lo que denota un De manera que con este proceso aumento notable hacia las décadas fina­ mercantil se fortalecían algunas casas les del siglo XIX. comerciales y se extinguían otras, am­ Las casas comerciales en estos años pliando aquellas su acción en el mundo recibieron evidentemente los efectos de mercantil del Puerto y proyectando sus este auge. actividades a las sucursales de la firma Ya la mayoría de las firmas mercan­ establecidas en otras ciudades del país. el puerto de La Guaira Acerca del destino de esta producción puede decir­ se que el café, rubro que encabeza los productos exportados, se enviaba ma­ yormente al puerto de Hamburgo, que comerciaba el 50% de la producción, siguiéndole Liverpool, Nueva York, Burdeos, Marsella y Filadelfia. En lo que respecta a las importacio­ nes los mayores volúmenes se recibían por el puerto de La Guaira. Le seguían Puerto Cabello y Maracaibo. Esta situa­ ción cambiaría después de 1874, cuan- E ncuentros 11 1991 19 Los alemanes en Venezuela Las casas se interrelacionaban a través de poderes que otorgaban las firmas a algún comerciante de la localidad, don­ de era de interés establecer la relación comercial. (8) Por otra parte, la expansión de las firmas comerciales se produjo a través de la adhesión de nuevos socios por relaciones comerciales o por uniones matrimoniales, lo cual se traducía en un fortalecimiento de la empresa; factores éstos que contribuyeron a que se trans­ formase la naturaleza de los vínculos con el capital extranjero, tomándose así las casas comerciales en entes más in­ dependientes. Para el año de 1878 recogemos algunas razones sociales bajo las cuales funcionaban en Puerto Cabello las si­ guientes firmas de origen alemán: Blohm & Cia; Lesseur Romer & Cía.; Gruner & Co.; Meyer & Co.; Rivas y Brasch; H. Ascher y Co.; Mestem & Co.; L. Seidel & Co., etc. La influencia extranjera en Puerto Cabello se sintió en el comportamiento social y cultural de la población porteña. Las aficciones y gustos cosmopoli­ tas adoptados se manifestaban en he­ chos como el interés por la construc­ ción del Teatro Guzmán Blanco'. Para su conclusión el sector comercial con­ tribuyó con la suma de cuarenta mil bolívares en calidad de préstamo con intereses del 1%. Entre las firmas co­ merciales que aportaron dinero figuran “Blohm y Co., Bs. 6.000,oo; Boulton y Co. 6.000,oo; Lesseur Romer y Co., Bs. 4.000.00; A. Lohenhelm y Co., Bs. 4.000.00, Eduardo y Oscar Baasch, Bs. 2.000.00; M. Frey, Bs. 10.000,oo ...” (9) La tendencia a un consumo sofisti­ cado de productos alimenticios es un indicador interesante de los gustos de una población con amplio sector de extranjeros; tal como se aprecia en los anuncios comerciales que aparecen en la prensa local, donde leemos por ejem­ plo: "Aviso: Cooperativa Porteña Tenemos el gusto de anunciar que acabamos de recibir por los buques ‘Alemania’, ‘Rocket’, ‘Thctis’, y ‘Ve­ nezolana’ los siguientes artículos: lenguas ahumadas, carne de familia, quesitos verdes, quesitosdeFlandes, de Patogras, de Gruyere, de Parmesan, de Chester, de Rochefort, jamones de Ba­ yona, jamones americanos, jamón de Westphalia, sardinas sin espinas, en mantequilla, dátiles en cajitas de 1 Ib., aceite Duret, arenques ahumados, galleticas finas, té Pecko, perfumería, sal­ chichones de Aries y otras clases, frutas en almíbar, almendras cubiertas, jale­ as..., licores, champagne Cliquot y otras marcas.” (10) Así pues, las casas comerciales ex­ tranjeras existentes en el país en el siglo pasado y en las primeras décadas de éste, al constituirse en pilares de la actividad comercial del país, contribu­ yeron con su presencia y actuación a generar y adoptar una serie de patrones sociales y culturales. Razón por la cual no podemos seg uir considerándolas co­ mo instituciones relacionadas funda­ mentalmente con el exterior y aisladas del contexto interno, sino como empre­ sas comerciales con un nivel de integra­ ción notable en la vida social y cultural de las ciudades. Notas: 1.- Walter, Rolf: Los alemanes en Venezuela, ACH, Caracas, 1985. 2.- Eastwick, Edward B.: Venezue­ la. Apuntes sobre la vida en una repú­ blica sudamericana, BCV, Venezuela, 1958. 3.- Appun, Karl Ferdinand: En los trópicos. Ediciones de la Biblioteca, UCV, 1961, p. 49. 4.- Carl,George: First amongequals. Great Britain and Venezuela 18101910. Syracuse Univ., 1980, p. 132. 5.- Perignon de Roncajolo, Lcontine: Recuerdos. Trad. Marisa Vanini de G. Fac. de Humanidades, Maracaibo, 1968, p. 31. 6.- Registro principal de Valencia. Puerto Cabello, año 1811, segundo tri­ mestre, protocolo primero, F. 26-26 vto, 21-21 vto. 7.- Ilustración de ello leemos en el siguiente documento: “Jacobo Meyer, (...) vecino comerciante en esta ciudad en su solo nombre i como socio-gerente de la casa mercantil que gira en esta plaza, bajo la razón de Meyer Cohén i Cia. ha conferido con esta fecha poder general a los señores Minios Brewer i Cia del comercio de Maracaibo para que lo representen i representen a la firma de que es socio (...) en los Estados Zulia, Guzmán, Trujillo i Táchira de la Unión Venezolana i el de Santander con la vecina Unión Colombiana (...) de Puerto Cabello...”. En: Registro Mer­ cantil, Puerto Cabello, año 1876, N° 35, Fol. 19 Vto.- 20. 8.- Dao, Migúele: Crónicas porteñas, Col. temas y Autores Porteños, Ns 1, Caracas, p. 99. 9.- Puerto Cabello, La Prensa Libre, 31 de julio de 1877. APRENDA ALEMAN EN ALEMANIA en una de las 17 casas del Instituto Goethe en ciudades grandes o pequeñas Cursos normales (2 meses) Cursos cortos (20 días hábiles) Cursos vacaclonales para jóvenes (14 a 18 años: deportes, excursiones) Cursos de term inología técnica en diferentes áreas. 20 E ncuentros 11 1991 Los alemanes en Venezuela Orígenes del comercio alemán en Maracaibo, siglo XIX. Germán Cardozo Trapiche. Litografía de J.M. Rugendas: Voyage pittoresque, 1835. La red de relaciones comerciales, resultante de la apropiación y explota­ ción agropecuaria de la cuenca lacustre y de la formación de un mercado inter­ no, condicionó, a lo largo del proceso, la extensión y fronteras de la Región histórica marabina, calificable de este modo por el papel decisivo que desde el siglo XVI tuvo el Lago de Maracaibo, cuya cuenca hidrográfica acercó y sir­ vió de eje vial a la actividad productiva y al comercio, y por el hecho indiscuti­ ble de haberse convertido la ciudad de Maracaibo en su principal centro regio­ nal. Los límites de los actuales Estados Zulia, Trujillo, Mérida y Táchira y de las fronterizas jurisdicciones del De­ partamento Norte de Santander (Co­ lombia) constituyeron los confines aproximados del circuito interno agroexportador. La dirección de los flujos mercantiles internos definió el compor­ tamiento nodal de la región. Maracaibo, donde se había residen­ ciado una poderosa minoría de extran­ jeros, socios y representantes de los capitales europeos y norteamericanos, agregó a su condición de emporio co­ mercial la de centro financiero de pri­ mer orden, y se constituyó, después de la Capital de la República, Caracas, en la localidad venezolana que mayores transformaciones y un más rápido cre­ cimiento urbano y sociocultural experi­ mentara en la segunda mitad del siglo XIX. Estos cambios, ocurridos en un lap­ so relativamente breve, fueron produc­ to de la expansión, desarrollo y conso­ lidación del Circuito agroexportador marabino. En este proceso, que permi­ tió a Maracaibo y su región una mayor definición y especificidad históricas dentro del territorio venezolano, tuvie­ ron significativa participación, además de algunas prominentes personalidades criollas, un selecto número de inmi­ grantes británicos, franceses, italianos, norteamericanos y alemanes, en su ma­ yoría comerciantes y hombres de nego­ cios, quienes inyectaron a la comuni­ dad mercantil dinamismo, capitales privados o de firmas del exterior y excelente experiencia y relaciones en los mercados internacionales. Los alemanes desde Maracaibo con­ trolan el comercio A principio de la década de 1840, los alemanes se hicieron presentes en el Circuito agroexportador marabino. Desde los años de la República de Co­ lombia, representantes diplomáticos, hombres de negocio y comerciantes germánicos se habían establecido exi­ tosamente en otros puertos y ciudades venezolanas -La Guaira y Puerto Cabe­ llo en particular. El arribo aMaracaibo de los adelan­ tados de este dinámico y emprendedor grupo, cuya influencia se haría sentir de inmediato y de modo creciente por el resto del siglo XIX y principios del XX, ocurrió en los primeros meses de 1842. Según un “Registro de pasaportes”, en marzo de 1842 desembarcó H.E. Schmilinsky (1). En fecha cercana de­ bieron llegar Theodor Fr.W. Schón y Hinrich Willink, pues sus nombres jun­ to al de Schmilinsky encabezaron la lista del “Registro de Patentes de Indus­ tria” para el año económico de 1843 a 1844, figurando aquellos bajo la razón de “Schón Willink y Cía.” como co­ merciantes de Primera Clase, al lado de Frcdcrick Harris, inglés; H.E. Schmi­ linsky y Cía. como único comerciante de Segunda Clase y en la tercera se registraba al francés Alexandre Boyer (2). De acuerdo con la legislación del momento correspondía pagar en cada una de estas clasificaciones 500,400 y 300 pesos anuales por concepto de Pa­ tente (3), impuestos municipales que se calculaban tomando en cuenta el giro anual de capitales de cien, ochenta y cincuenta mil pesos, respectivamente (4). Las dos primeras firmas alemanas mencionadas que iniciaron sus opera­ ciones en Maracaibo se colocaron de inmediato a la par del comerciante has­ ta entonces más sólido, Frederick Hanris, y desplazaron al resto de las extran­ jeras y marabinas que durante la ante­ rior década y hasta comienzos de 1840 habían controlado la actividad mercan- E ncuentros 11 1991 21 Los alemanes en Venezuela til del Circuito (5). La competencia, en principio, se observó en el manejo del comercio con el exterior; los registros conservados sobre introducción de frutos provenien­ tes de los Andes y costas lacustres al puerto de Maracaibo, revelan cómo las operaciones de las firmas alemanas no superaban a las de comerciantes locales como Telésforo Angulo, Manuel Aranguren, Pascual Casaux, José A. Montovio, José V. Urdaneta, etc. Pero en menos de una década, según el “Regis­ tro de introducción de frutos” correspondientealañoeconómico 1850-1851, las firmas alemanas pioneras, asocia­ das para esta fecha bajo la razón comer­ cial “Graf y Schön y “Schmilinsky Fahrenholtz y Cía.” habían igualado y aún superado a las demás en operaciones con las áreas productivas de la Región marabina, salvo en el caso de José A. Montovio (6). La “Clasificación de industriales” de 1854 constituye un buen indicador de los cambios que introdujo la sólida incursión alemana en el Circuito agroexportador marabino (7). Las firmas "Schmilinsky Fahrenholtz y Cía.", "Graf y Schön" y "Montovio Minios y Cía." (resultante esta última de la asociación del prusiano Emil Minios con el prós­ pero italiano José A. Montovio) enca­ bezaban como comerciantes de Prime­ ra Clase, junto a "Swift Penny y Cía" y "Roncajolo Hermanos"; en la Segunda Clase figuraban también alemanes co­ mo "Ellingius y Jurgensen" y "Groux Furhop Ochoa y Hermanos"; a la Ter­ cera Clase había descendido "Federico Harris" junto a "Perdomo Lots y Cía"; y a la Cuarta "Manuel Aranguren" y "Jor­ ge W. Johnston”. De este modo, las firmas alemanas asumieron el lideraz­ go del comercio marabino, en algunos casos asociados con firmas locales de raigambre como Montovio y Ochoa, quienes intuyendo el avasallador avan­ ce alemán eligieron la opción de unir capitales antes de verse desplazados o fenecer como ocurrió con la mayoría. En los siguientes años nuevas fir­ mas alemanas se establecieron en Ma­ racaibo y monopolizaron, fundamen­ talmente, el comercio del café: desde el financiamiento de la cosecha hasta su extracción a los principales mercados europeos y norteamericanos. Para el primer semestre de 1872, las casas "Minios Breuer y Cía.", "Schmilinsky y Cía.", "Blohm Mecklenburg y Cía.", 22 E ncuentros 11 1991 "Schön Willson y Cía" y "Riedel Bomhorst y Cía.", en este mismo orden de mayor a menor en importancia, expor­ taron el 77% del café que salió por el puerto de Maracaibo: 4.134.710 kg; otros trece exportadores el restante (8). Aunque se carece de fuentes apro­ piadas para precisar la procedencia y cuantía de los capitales de que dispusie­ ron estas primeras firmas alemanas en el inicio de sus operaciones (las inves­ tigaciones que adelanta Rolf Walter en los archivos alemanes aportarán mayor claridad en este punto), es de suponer que al contrario de los comerciantes ingleses, franceses e italianos de la pri­ mera oleada migratoria, quienes habían partido prácticamente de cero con la ayuda de pequeños créditos mercanti­ les, los alemanes que se establecieron en Maracaibo estuvieron respaldados por firmas de Hamburgo y Bremen, principalmente, algunas de ellas ya consolidadas en La Guaira y Puerto Cabello como en el caso de Georg Blohm quien, en 1854, abrió en Mara­ caibo la mencionada casa "Blohm Mecklenburg y Cía". No de otro modo se explicaría el inmediato control del Circuito agroexportador marabino, y el pase a un segundo plano de las firmas que habían prosperado en las décadas anteriores. El señuelo, que sin lugar a dudas atrajo a los alemanes hacia Maracaibo, fue la noticia de un sensible incremento en la producción de café en las áreas andinas y las perspectivas de mejores precios en el mercado exterior. A pesar de las escasas fuentes loca­ lizadas sobre la comercialización de este producto a través del puerto de Maracaibo, las que se conocen consti­ tuyen una muestra válida para funda­ mentar directa o indirectamente el ante­ rior aserto. De 246.744 kg de café intro­ ducidos en Maracaibo en el año econó­ mico de 1836-1837, tal volumen pasó a 2.549.504 kg en tan sólo el primer se­ mestre del año 1851, de manera que para aquel año económico 1850-1851 la producción pudo haber sobrepasado los cinco millones de kg (9). Idéntica apreciación refleja el valor de los capi­ tales exportados por la Aduana de Ma­ racaibo, correspondiente en su casi to­ talidad al rubro del café: de 356.581 pesos en el año económico 1834-1835 aquel ascendióa676.011 en 1839-1840, 816.274 en 1850-1851, 1.076.891 en 1854-1855 y 2.280.365 en 1859-1860 ( 10). La llegada del capital alemán, la secular experiencia organizativa de es­ te grupo en los negocios mercantiles y finanzas y crecientes condiciones posi­ tivas en el mercado internacional del café, contribuyeron evidentemente a la definitiva expansión del Circuito agroexportador marabino, y a preparar su consolidación a fines del siglo XIX. Síntomas de antigermanismo La presencia extranjera en Maracaibo y en el resto de los principales puertos y ciudades de la región, y su sobresaliente participación y control de la economía habían sido asimilados, sin mayores traumas ni tropiezos, por los sectores dirigentes locales y por la co­ munidad en general, produciéndose frecuentes enlaces matrimoniales y asociaciones mercantiles entre criollos y extranjeros. Cuando se produjo la inmigración alemana, otros fueron el sentir y la reacción, al menos de un sector de la población marabina; aquel que se vio afectado por el rápido ascenso de su comercio acusó el impacto del nuevo estilo en la organización y conducción de los negocios de aquella “aristocracia de mostrador” que descollaba y aún deslumbraba en su apariencia externa. Sobresalían por su sistema de ope­ rar en los negocios: eran quienes mejor conocían las necesidades del mercado en el interior de la Región marabina, cultivaban excelentes relaciones con los líderes locales, se esmeraban en hablar un fluido castellano; dentro de las casas comerciales observaban un rígido mecanismo de promoción del personal, de manera que los jóvenes empleados alemanes ascendían metó­ dicamente de un puesto a otro hasta convertirse en socios en la firma, luego jefes, y finalmente regresaban a Ham­ burgo o Bremen donde asumían la res­ ponsabilidad del contacto comercial y financiero con Maracaibo (11). La oportunidad de hacer pública esta inquietante realidad la brindó el motín antijudío en Coro, del 4 de febre­ ro de 1855, que culminó con la expul­ sión de los comerciantes hebreos de aquella Provincia. Firmado por “Unos maracaiberos verdaderos amantes del país”,el lódem arzodeese mismo año, de la Imprenta de J. Trinidad Arria salió en forma de hoja volante un Manifiesto o Pasquín bajo el título “AL PUEBLO, Los alemanes en Venezuela A L GOBIERNO, AL CONGRESO, A LOS CORLANOS Y A LA TURBA ALEMANA” (12). Hasta el arribo de los alemanes, el crédito con que operaban el comercio mayor y menor de Maracaibo provino de modestos capitales acumulados principalmente en el cobro de comisio­ nes a los cosecheros andinos para hacer llegar sus productos a Maracaibo. Esta nueva situación obligó a los comerciantes locales, según el parecer de los autores del Pasquín, a depender de los alemanes, a “mendigar” de ellos el crédito para sus operaciones, “que muchas veces conceden -así lo denunciaban- de un modo capcioso pa­ ra anular más adelante al hombre que descuella. Sus altos precios, en compe­ tencia con los que ellos se reservan en suspropias transacciones,perforan hasta la más remota posibilidad de que pro­ grese y sostenga el infeliz venezolano: esperanza es ésta que nadie mantiene; hasta la idea se ha extinguido. A tal punto llega el monopolio y mancomu­ nidad de intereses de los alemanes esta­ blecidos en el país, que el individuo que más confianza les merece en él es desa­ creditado fuera, por aquello de no con­ venirles que la baratura que se alcanza allá asuma una competencia para ellos.” Si grave era la acusación no menos la acusación de que el Gobierno vene­ zolano a la final era el culpable de estos hechos por haber creado las condicio­ nes para que se favoreciera el rápido y fácil enriquecimiento de los extranjeros y la mina de los locales. Tal error radicó en la firma de “Tratados de Navega­ ción, Amistad y Comercio”, redactados por Venezuela para “ensayarse en las vías del progreso, tentando innovacio­ nes cuya trascendencia no alcanzó, so color de darse el aspecto de nación.” Es interesante y de notar en este juicio de los autores del Pasquín sobre los motivos que, claro está entre otros, tuvo Venezuela para promover tales Tratados con el extranjero, la abierta crítica a la conducción gubernamental durante las primeras décadas de la Re­ pública, el develamiento de la falsa presunción de que se administraba un territorio consolidado como Estado y Nación, que podía relacionarse de tú a tú con Inglaterra, los principados ger­ manos o los Estados Unidos de Norte­ américa. “...Semejantes Tratados -seafirma- ba en el Pasquín- adolecen de todo el ridículo que se encontraría entre aquel que celebrasen el amo y el esclavo: las ventajas del último se quedarían escri­ tas, las cargas que en él se establecieron también se harían efectivas para éste. Venezuela es el esclavo, el extranjero el amo; de parte de uno estuvo la expe­ riencia, de la otra hubo un niño a quien engañaron con un dulce.” Estas reflexiones condujeron a los autores del Pasquín a otras no menos sorprendentes por lo temprano de su enunciado, adelantándose en un siglo a las consideraciones teóricas e historiográficas sobre la dependencia, el neocolonialismo y la pérdida de identidad cultural consiguiente: “...Al favor de estos Tratados ini­ cuos, hemos cambiado de Señor; y en vez de españoles que éramos y debía­ mos ser por derecho, somos hoy por el hecho colonos de los alemanes, que obligan al hijo del país a buscar en los lugares más recónditos del interior una subsistencia que le es imposible conse­ guir en ninguno de aquellos puntos en que el monopolio extranjero, o sea los cosacos mercantiles, han sentado sus Reales y escogido para su residencia.” A pesar del subido tono de estas consideraciones, que alcanzaron el cli­ max de su crescendo en un “No hay otra alternativa: o se quedan los alemanes dueños de nuestro país y nosotros emi­ gramos o nos quedamos nosotros y ellos se van en una noche de San Barto­ lomé”, los autores del Pasquín dejaban abierta la posibilidad de una comunica­ ción con las potencias extemas pero sustentadas en diáfanas reglas del jue­ go: “... Queremos relaciones de acuer­ do y en relación con la situación, nece­ sidades y condición del país. Las quere­ mos y deseamos, basadas en la equidad, la razón y la justicia, sin olvidamos nunca de que carecemos de cañones con que hacer valer ya no nuestros caprichos, pero ni aún nuestros más claros deseos. Que ganen con su indus­ tria, enhorabuena, pero no abusen de un Tratado inconsulto, autorizado por un Gobierno niño, indigno de regir una sociedad niña también, que necesitó y necesita de todos los ciudadanos, de un padre avisado y celoso de su porvenir... Nosotros no necesitamos de extran­ jeros de bufetes, mucho menos de ma­ rineros de bufetes. Lo que realmente necesitamos es una inmigración agri- cultora, minera, fabril, que cultive la tierra, que explote nuestras minas, que teja nuestros algodones; de lo demás nos sobra, y no es posible tolerar que por ser más conocidos fuera del país ellos que nosotros nos vengan cargados de trapos, que podríamos vender noso­ tros mismos, sin duda más baratos, lle­ vando para comprarlos nuestros pro­ ductos o nuestro dinero.” De ningún modo se deben interpre­ tar las expresiones antigermánicas con­ tenidas en el Pasquín como manifesta­ ción de una xenofobia a ultranza, sino más bien como la reacción normal de una pequeña comunidad, unida por in­ tereses comerciales, que de pronto se vio amenazada por el arrollador empuje del nuevo grupo que hacía su aparición en el escenario donde aquella anterior­ mente campeaba. “... Echad una ojeada y os conven­ cereis de que el comercio alemán, judío en sus principios y egoísta en sus fines, ataca la existencia de todo otros comer­ cio. Ved cómo han desaparecido no ya las casas nacionales, pero hasta las in­ glesas y francesas, modelos de buena fe las unas y escuelas de cortesía y buena educación las otras, que por fortuna para el país y con mucho gusto nuestro parecían aclimatarse en este suelo en que más luego secó toda planta la apa­ rición del codicioso alemán.” La integración alemana a la sociedad m arabina En las siguientes décadas y hasta las primeras del siglo XX, el comercio alemán se afianzaría cada vez más en Maracaibo y en todo el Circuito agroexportador. Nuevos hechos y circuns­ tancias produjeron un acercamiento ca­ da vez mayor entre aquel y el local. El siguiente texto, tomado del Bo­ letín Mercantil de El Mensajero, de estos mismos años, revela cómo se ha­ bía modificado la imagen pública de los alemanes en Maracaibo. Su autor salía al paso de algunas acusaciones lanza­ das por la prensa del Yaracuy contra los comerciantes alemanes residenciados en el país, bastante similares a las difun­ didas en 1855 por el Pasquín ya citado y comentado: “En Venezuela hay muchos alema­ nes honorables bajo todos los concep­ tos; varios de ellos enlazados con fami­ lias venezolanas y sus hijos crecen amando como suya la patria de Bolívar. Muchos se han enriquecido, es verdad, E ncuentros 11 1991 23 Los alemanes en Venezuela en nuestro país; pero en general esas riquezas reconocen un origen moral, porque son el fruto de la constancia en el trabajo y del cumplimiento de sus deberes como hombres de negocios.” Posteriores testimonios, escritos en momentos en que Alemania se veía envuelta en los albores y desarrollo de la PrimeraGuerra Mundial, dieron fede la importancia que había tenido para la consolidación de la economía comer­ cial marabina la llegada e integración de los alemanes, una vez resueltas las iniciales situaciones de conflicto y en­ frentamiento: “...los colonos alemanes, al implan­ tar en nuestra comarca sus factorías y negocios, han enseñado a nuestros na­ turales, a nuestros jóvenes, los sistemas alemanes de trabajo, sus métodos, y le han comunicado al nativo sus hábitos de disciplina y el estímulo de sus gran­ des energías laboriosas.” La ascendiente posición alemana en el comercio venezolano y marabino en particular, además de obedecer al dinamismo de sus representantes, se había visto favorecida por la declinante participación de la Gran Bretaña: Aunque la documentación conoci­ da no permitíahacerle un seguimiento y diferenciar cuánto y en qué progresión se hizo alemán, las estadísticas oficiales venezolanas son claras en señalar el crecimiento constante de la moviliza­ ción mercantil entre Maracaibo y uno de los puertos alemanes, Hamburgo. Los valores exportados hacia este puer­ to aumentaron de 15.694 pesos en el año económico 1844-1845, a 265.803 pesos en el correspondiente de 18591860; y los importados de 6.971 para 1843-1844 a 186.295 pesos en 18591869 (13). Con el impulso del capital y nego­ cios alemanes, notorio y predominante desde principios de la década de 1850, la actividad comercial del Circuito agroexportador marabino se incremen­ tó sensiblemente: la Aduana de Mara­ caibo pasó, entre 1830 y 1860, de un cuarto rango al segundo, multiplicando por ocho el valor de los capitales movi­ lizados; mientras, durante el mismo lapso, el resto de las principales adua­ nas del país, La Guaira y Puerto Cabe­ llo, se mantuvieron dentro de paráme­ tros relativamente constan tes, según las estadísticas publicadas en las Memo­ rias de Hacienda. Igualmente, como efecto de la pre­ 24 Encuentros 11 1991 sencia alemana, para fines de la década de 1850 se habían producido significa­ tivas variaciones en la dirección del comercio tanto de importación como de exportación que se realizaba a través de Maracaibo. Anteriormente, diversidad de puertos en el exterior, haciendo tam­ bién uso de las islas antillenses de Cu­ razao y Santo Tomás, movilizaban las mercancías y frutos desde y hacia la Región marabina; en forma directa por el puerto de Hamburgo, e indirecta­ mente por Nueva York, los alemanes absorbieron las más importantes tran­ sacciones con Maracaibo. En lo referente a sus vínculos con otros comerciantes del país, durante este período, los alemanes actuaron en forma aislada e independiente, enten­ diéndose directamente con sus pares en la Región marabina y el exterior, como ocurría con los demás comerciantes marabinos. Sólo una firma del área norcentral (La Guaira-Puerto Cabello), la de "Blohm y Cía", abrió en 1854 filial en Maracaibo. Tal comportamiento del ramo mer­ cantil, constatable también en las de­ más regiones venezolanas, niega la existencia, por lo menos hasta las últi­ mas décadas del siglo XIX, de un mer­ cado interno de importancia; argumen­ ta, más bien, a favor de la visión de un país débilmente integrado a causa de la presencia histórica de espacios regio­ nales económicamente autónomos, en cuya consolidación tuvieron papel protagónico minorías extranjeras como las alemanas. Notas: 1.- Archivo Histórico del Zulia (en ade­ lante AHZ), año 1831, tomo 4, legajo 22 2.- AHZ, año 1843, Ll4, leg. 1 3.- AHZ, año 1842,1 15, leg. 8 4.- AHZ, año 1850,1 17, leg. 26 5.- AHZ, alo 1843, t. 14, leg. 1; año 1854, L 14, leg. 22 6.- AHZ, año 1850, t.12, leg. 23 7.- AHZ, año 1854, L 14, leg, 22 8.- AHZ, año 1872, L 5, leg. 6 9.- AHZ, año 1837, L 1, leg. 1 10.- Memorias de Hacienda 11.- Holger H. Herwig, Germany’s Vi­ sion of Empire in Venezuela 18711914,PrincetonUniversity Press, 1986, p. 24-25. 12.- Archivo General de la Nación, Sección de Interior y Justicia, año 1855, tomo DLIV, folios 3-4. 13.- Memorias de Hacienda. CEMTRO GUMILLA SUSCRIPCIONES: Venezuela: Bs. 550 Suscripción de apoyo: Bs. 1.000 Cada número: Bs. 55 Extranjero: Correo aereo: - América: $ 23,oo - Europa y Africa: $ 29,oo - Asia y Oceanía: $ 30,oo Suscripción de apoyo: $ 50,oo Tel. 5635096 -5638794 Fax: 02-5626267 Apartado Postal 4838 Caracas 1010-A Los alemanes en Venezuela Los Alemanes en Venezuela, 1870-1914 Rolf Walter des y pronto formaron una oligarquía que difícilmente puede considerarse ‘alemana’. La situación en Maracaibo fue parecida. (6) Una partida de bolos, foto tomada del album: Un domingo en el hato de la familia Gross, 'La Ranchería', en Maracaibo, Abril 1893, y publicado en: Elizabeth Gross: Vida alemana en la lejanía, edición de la ACH et al., Caracas 1989. Prólogo (1) Como pude mostrar en algunos de mis anteriores trabajos (2) el capital y las inversiones y actividades de los co­ merciantes y banqueros alemanes fue­ ron adquiriendo un papel cada vez más importante en el desarrollo económico de Venezuela. Continuando estos estu­ dios, investigué, en el período entre 1870 hasta la I. Guerra Mundial, los siguientes temas: las relaciones comer­ ciales venezolano-alemanas, inversio­ nes alemanas en Venezuela, en particu­ lar el 'Gran Ferrocarril de Venezuela' (financiado exclusivamente con capital alemán, así como el problema de los tied loans. El estudio que sigue recoge algunos puntos esenciales que son tra­ tados en extenso en mi libro, en prensa; aquí sólo quiero dar un panorama del desarrollo general, que se amplía en los artículos de mis colegas. 1. Sobre el concepto de ‘lo alemán’ Detrás del concepto de lo alemán se oculta un conjunto muy heterogéneo de individuos, familias y subgrupos, por los cual parece difícil dar una especifi­ cación más precisa de un tipo colectivo o individual del ‘alemán’. Junto a per­ sonas que abandonaron Alemania para siempre, estaban aquellos para quienes desde un principio la permanencia era limitada. Conocemos casos donde los niños, o sea la segunda generación, constituían los verdaderos inmigrantes, mientras que sus padres regresaban a Alemania por razones climáticas, eco­ nómicas o sociales. La conducta grupal de los inmi­ grantes era muy diversa. (3) Algunos se radicaban como grupo cerrado en una localidad construida por ellos mismos, como los tovarenses en 1843, conser­ vándose en este caso las particularida­ des alemanas, la lengua, la cultura, las costumbres, por un tiempo bastante lar­ go. (4) Otros se encontraban en un puerto y se asentaban juntos en las cercanías, como los comerciantes de San Esteban de Puerto Cabello. (5) Re­ presentaban una forma de comunidad de intereses, que vivía en buena vecin­ dad y trabajaba comercialmente según principios de repartición de trabajo, o mejor, de mercado. Se abrían a la pobla­ ción venezolana o de otras nacionalida­ 2. Relaciones familiares y preferen­ cias matrimoniales Según puedo apreciar, una cantidad considerable de alemanes de la primera generación en Venezuela se casó con mujeres del lugar. (7) Al parecer la tendencia de los alemanes a buscar con­ sortes locales era mayor que en el caso de los ingleses o franceses, por ejemplo. En Maracaibo, por citar un caso, sólo existió un cónsul alemán que, en el período estudiado, no se casó con una latinoamericana (Heinrich Bomhorst). La formación de una burguesía media venezolano-alemana o de una olgarquía venezolano-alemana se realizó aquí sin mayores obstáculos. En Caracas la situación fue muy parecida. También allí se efectuó una integración de los alemanes en estructuras familiares ve­ nezolanas. Muchos alemanes se casaron tam­ bién con daneses, holandeses o españo­ les, lo cual se explica con la cercanía geográfica de las posesiones caribeñas de los europeos (SL Thomas y Trinidad eran importantes para Ciudad Bolívar, Curasao lo era para Maracaibo y Puerto Cabello, etc.). 3. La formación de un ‘ambiente’ alemán En todos los lugares donde se asen­ taron los alemanes formaban un ‘am­ biente’ alemán parecido al natal. A ésto se cuenta en primer lugar formas de gupos u organizaciones independientes como bandas musicales, clubs de remo, grupos de bomberos, clubs alemanes, cámaras de industria o comercio, coros o comunidades religiosas, (8) motiva­ das frecentemente por razones nacio­ nalistas o misionarías. Sin embargo, estas motivaciones no deben sobrestimarse demasiado y, por lo contrario E ncuentros 11 1991 25 Los alemanes en Venezuela debe recordarse que muchos de los ale­ manes residenciados desde hace mu­ cho tiempo en Venezuela rechazaban toda ingerencia del Reich en sus asun­ tos. Tal circunstancia se olvida con frecuencia en los estudios norteameri­ canos. (9) 4. Negocios alemanes en Venezuela 4.1. Su estructura Es difícil precisar concentraciones resaltantes sobre campos específicos de actividad que puedan ser tomadas como típicas expresiones de la vida económica alemana, ante la variedad de actividades y profesiones de éstos en Venezuela. Puede notarse una fuerte concentración en el campo del comer­ cio de importación y exportación, que fue diversificado y ampliado vertical­ mente, q.d., después de haber institu­ cionalizado el comercio, se le añadie­ ron servicios como bancos, seguros y transporte. (10) Los comerciantes ale­ manes reaccionaban elásticamente a los requerimientos del mercado y de la clientela en Venezuela y se adaptaban a ello asimilándose rápidamente, lo cual suponía, en primer lugar, un dominio de la lengua. Esta ‘vieja clase de comer­ ciantes’ se diferenciaba mucho de la posición de aquellos que venían al país sólo como encargados de grandes em­ presas alemanas para trabajar en la eje­ cución de proyectos como la construc­ ción de ferrocarriles o edificaciones. Sin tomar en cuenta esta diferencia im­ portante no puede juzgarse correcta­ mente ‘lo alemán’ en Venezuela. Des­ pués de 1870 el número de los últimos creció y con ello se dió una cierta ‘poli­ tización’, del comercio, pues estos newcomers tenían estrechos contactos con grupos de intereses políticos y con la lobby industrial en Berlín. (11) 4.2. Sociedades ‘mixtas’ En el período observado no existie­ ron muchos casos de sociedades co­ merciales venezolano-alemanas. (12) Entre las más conocidas están Federico Brandt y Francisco Ribas en Caracas, Schmilinsky, Montovio y luego Montovio & Minios en Maracaibo, Fehlson & Ri vas en Curasao así como H. Mónch & Alegría en Ciudad Bolívar. El co­ merciante de Hannover Brandis se aso­ ció con Eraso en la empresa Eraso, Brandis & Co. (luego Rothe, Eraso & Co.) en Caracas, tratándose de una so­ ciedad en comandita, en la cual Domin­ 26 E ncuentros 11 1991 go Eraso era comanditista con un aporte de 150.000 pesos y Rothe, Brandis, Luis y Henrique Eraso formaban el grupo de los complementarios. 5. Relaciones comerciales venezola­ no-alemanas (13) En 1875/76 Alemania recibió el 31,2% de todas las exportaciones ve­ nezolanas, seguida de los USA con un 30,1 % y Francia (sin sus colonias) con un 18,3%. Sólo un 3,7% iba a puertos ingleses. Treinta y seis años más tarde, en el año comercial 1911/12, ya los USA eran el principal destinatario de los productos venezolanos con una par­ ticipación de un 32,5% sobre Francia conun20,6%y Alemania con un 16,9%. Una mirada sobre las importaciones venezolanas muestra que Inglaterra, que en 1875/76 aún jugaba un papel domi­ nante con un 30,1% (USA 18,8%), per­ dió su primer puesto a los USA, que en 1911/12 realizó un 30,6% (Inglaterra 25,7%) de todas las importaciones ve­ nezolanas. La participación alemana bajó de un 19,3% a un 15,4% y la de Francia de un 16,3% a un 13,2%- (14) En resumen, puede decirse que Alema­ nia fue el único país entre los cuatro citados que perdió importancia tanto en el campo de la importación como de la exportación, mientras que los USA au­ mentaron su participación en ambos campos. 6. Inversiones alemanas en Venezue­ la (15) Primero hay que notar aquí, que el volumen de las inversiones directas de Alemania en Latinoamérica, en el períodoentre 1898y 1914,eramayor que aquel invertido en Norteamérica. (16) Mientras la participación latinoa­ mericana en las inversiones alemanas en el extranjero era de un 33,1% en el año 1898, los USA participaban sólo con un 20,9%. En 1904 la relación era de 38,2% contra 32,5% y en 1914 hasta de un 39,5 frente a un 26,4%. Además hay que notar que la participación de los US A en la emisión de valores extranje­ ros en Alemania en los años 1897-1906 era de un 28% (1907-1914: 5,2%) mientras que la participación latinoa­ mericana era de un 6,8% y en el segun­ do período de un 15,4%. (17) ¿Cómo puede explicarse ésto? Primero, los in­ tereses de los papeles latinoamericanos eran más altos que los de otros valores extranjeros. Después, las expectativas de ganancia de los círculos inversores alemanes para el extranjero menos de­ sarrollado eran mayores. De especial importancia, sin embargo, parece el he­ cho de que las inversiones en Latinoa­ mérica, en comparación con países de­ sarrollados, producían considerables efectos sustentativos, q.d., efectos mul­ tiplicadores en la economía alemana por medio de contratos que contribuían al aprovechamiento más integral de las capacidades productivas alemana y sustentaban de esta forma la coyuntura económica. Las mercancías industria­ les semiterminadas o terminadas sólo podían exportarse a Inglaterra o los USA en pequeñas cantidades, pues es­ tos países también las producían. Sobre esta base debe verse la cuestión de los intereses económicos en Latinoaméri­ ca y la expresión más específica de la política exterior y económica alemana, así como también la cuestión del impe­ rialismo económico, sobre el cual cayó luego la larga sombra de la doctrina Monroe. No sabemos con exactitud cuánto capital directo alemán entró a la eco­ nomía venezolana, pero sí aproximada­ mente. La suma se encontraba por los 200 millones de marcos de oro, de los cuales 80 millones correspondían sólo a la construcción del ferrocarril, otros 50 a 80 millones al comercio y los bancos (sectores que no pueden sepa­ rarse) y una suma parecida a los crédi­ tos. (19) Entre 14 y 20 millones se invirtieron en propiedades agropecua­ rias así como en sectores más pequeños como cervecerías, fábricas de sombre­ ros y tenerías. Fuentes inglesas hablan de 160-173 millones de marcos de oro (200-216 millones de bolívares). En comparación, las inversiones inglesas (1903) en Venezuela llegaban a unos 300 millones de marcos y las francesas (1903) a 150 millones de marcos. (20) Si se compara el capital alemán invertido en Venezuela con aquel in­ vertido en Argentina, la suma parece poco importante. En la Argentina se invirtieron 575-888 millones de mar­ cos, en Brasil 350 y en Chile 270-300 millones. (21) Sin embargo, hay que decir que de los 400.000 alemanes que vivían en 1896 en Latinoamérica, sólo 917 (1891; en 1881: 1.171; en 1904: 612 alemanes del Reich) estaban en Venezuela. (22) En promedio, en 1873/ 74 un 6% de todos los extranjeros en Venezuela eran alemanes. (23) Las in­ Los alemanes en Venezuela AE. Möller & Co. En el año 1900 círculos interesados de Hamburgo y el Banco Cambiario de Hamburgo fundaron la 'Compañía de 6.1. Inversiones alemanas en el sector Asfalto del Orinoco' (Orinoco-AsphaltGesellschaft), una sociedad de respon­ primario y secundario (24) De los 200 millones de capital di­ sabilidad limitada con un capital inicial recto alemán invertido en Venezuela, de 1,05 millones de marcos. La empre­ un 10% correspondía al sector agrario. sa, sucesora de la 'Manoa-Company', se Por desgracia tenemos pocos ejemplos instaló en la Isla Pedernales en el Delta y casos en este campo, pero sabemos del Orinoco y tenía el mismo gerente de que empresarios importantes como la 'Deutsch-Venezolanische SchwefelGustavoJ. Vollmer, Carlos Förste, Juan Gruben AG', el mencionado Scharffe­ T.B. Siegert y muchos comerciantes en north. La administración de la firma se Maracaibo poseían extensas plantacio­ encontraba en Puerto España/Trinidad. Otro campo importantede inversio­ nes de café y latifundios. Otros partici­ paban en la ‘Compañía de plantaciones nes en el sector secundario era el cerve­ de Venezuela’, que se fundó en 1897 en cero. A finales de siglo las participacio­ Hamburgo. A la compañía pertenecían nes alemanes en cervecerías de Vene­ siete haciendas cerca de La Guaira, zuela ascendían a 1.5 millones de mar­ donde se sembraba café, pero también cos. En 1896 se fundó la 'Cervecería se tenía ganado, cabras y ovejas y se Puerto Cabello & Valencia' (Brauerei producía azúcar y brandy. Hugo Valen- Puerto Cabello & Valencia AG), que tiner, fabricante y comerciante de papel fue comprada cinco años más tarde por en Caracas, pertenecía a esta compañía. la 'Cervecería Nacional' en Caracas. Otra empresa agraria, organizada jurí­ Esta última tenía un capital inicial de dicamente en forma de una sociedad de 1,2 millones de marcos (1,5 millones de responsabilidad limitada, era la ‘Socie­ bolívares), de los caules un 20% perte­ dad de plantaciones Mariara’ en las necía a alemanes. cercanías de Carabobo, que fue funda­ da en 1899 en Hamburgo con un capital 6.2. Capital alemán e inversiones en de 800.000 marcos. Entre sus partici­ el sector terciario (25) No hay duda que el comercio con­ pantes se encuentran nombres conoci­ dos: Adolph von Hausemann, M.M. formara la fuente de ingresos más Warburg, Max von Schinkel, Adolph importante para los alemanes en Vene­ Woermann, el Gran Ferrocarril de Ve­ zuela. Les garantizaba a los pioneros un nezuela' así como la Disconto-Ge- mínimo de subsistencia y una base ini­ sellschafL El director era F.H. A. Ruete. cial estable para mayores compromi­ La sociedad se dedicaba a la siembra de sos. café en 8.000 hectáreas. Junto a estas Los comerciantes alemanes esta­ compañías agrarias existían muchas blecieron temprano una red de contac­ empresas individuales como por ejem­ tos comerciales en el país y controlaron plo John Röhl con su hacienda L a Hon­ un amplio segmento del mercado, fre­ cuentemente los mercados agrarios y donada'. Otras empresas del sector primario de manufacturas fueron oligopolizados se dedicaban a la explotación de recur­ por ellos. Además, daban en considera­ sos. Aquí se cuenta la 'Compañía Ale­ bles cantidades financiamientos inter­ mana de Azúfrales' (Deutsch-Venezo­ medios o puentes y créditos a los pro­ lanische Schwefel-Gruben-Aktien- pietarios de las plantaciones. En épocas Gesellschaft) que se fundó en diciem­ de mala cosecha, cuando los propieta­ bre de 1899 en Colonia con un capital rios de haciendas y productores de café de 2 millones de marcos. Participaban no podían afrontar el pago de los crédi­ conocidas empresas y familias renanas, tos, a veces este pago consistía, no en como por ejemplo el grupo bancario de dinero, sino en tierras, así sucedió en Schaafhausen, Feite & Guilleaume y F. San Cristóbal a finales de siglo, después Pohlig. Alfred Scharffenorth, quien ha­ de la crisis de aquellos años. bía entrado por matrimonio al clan Como los otros comerciantes ex­ Guzmán Blanco-Matos, era gerente de tranjeros también, los alemanes am­ la empresa, que se declaró insolvente en pliaron su campo de actividades sobre 1903. Otra empresa en el sector del la base del comercio de importación y azufre fue la llamada Los Azúfrales' de exportación dominado por ellos, en­ versiones alemanas per cápita fueron posiblemente las más altas en toda La­ tinoamérica. trando al negocio de los seguros y fun­ dando compañías de transporte, por ejemplo, la Empresa de Transportes Fluviales ‘Bodegas Alemanas’ de Ma­ racaibo' o particparon en ellas como en la Empresa de Navegación en el Lago de Maracaibo y el Río Catatumbo'. Además, fungían como agentes de las conocidas líneas navieras alemanas de ultramar, como la HAPAG o la Línea Hamburgo-América'. Por otra parte, el concepto de tied loan sirve para describir las estrechas relaciones entre créditos e inversiones, en el sentido que los créditos alemanes se daban sólo contra encargos de mer­ cancías alemanas. El mejor ejemplo para ello es el 'Gran Ferrocarril de Ve­ nezuela' que se financió exclusivamen­ te con capital alemán (Disconto-Gesellschaft y Norddeutsche Bank), y cu­ yo material fue suministrado casi ex­ clusivamente por empresas alemanas, empezando por los rieles, el carbón, las locomotoras y vagones hasta los traba­ jadores e ingenieros del ferrocarril. (26) Notas 1. El presente artículo representa una versión ampliada de un manuscrito que se presentó el 8 de Julio de 1991 en el Congre­ so de Americanistas enNew Orleans/US A. 2. W alter, Rolf: Venezuela und Deutschland (1815-1870), (=Beiträge zur Wirtschafts- und Sozialgeschichte, Bd. 22), Wiesbaden 1983; el mismo: Los alemanes en Venezuela, Tomo I: Desde Colón hasta Guzmán Blanco, Caracas 1985; el mismo: Die wirtschaftliche Entwicklung Venezue­ las und die venezolanisch- deutschen Han­ delsbeziehungen in der ersten Hälfte des 19. Jahrhunderts, en: Venezuela-Kolumbien-Ekuador. Wirtschaft, Gesellschaft und Geschichte. Referate des 3. interdiszi­ plinären Kolloquiums der Sektion Lateina­ merika des Zentralinstituts 06 (=Lateinamerika-Studien 7), München 1980, p. 51108, en especial p. 62 y sig y 86 y sig. 3. El ejemplo italiano ha sido mejor estudiado; comp. Bafile T azzi, Mauro: Los hijos de los inmigrantes y el modelo econó­ mico venezolano: el caso de los italo-venezolanos (=Academia Nacional de Ciencias Económicas, serie Tesis, 2), Caracas 1990. 4. Comp. en especial Koch, Conrad: La Colonia Tovar. Geschichte und Kultur ei­ ner alemannischen Siedlung in Venezuela (=Basler Beiträge zur Etnologie, Band 5), Basel 1969. 5. Comp, el artículo de Yolanda Pache­ co en este número. 6. Comp. los artículos de Germán Cardozo y de Ebelio Espinóla en este número. Además, del primero su obra: Maracaibo y su región histórica. El circuito agroexporE ncuentros 11 1991 27 Los alemanes en Venezuela tador 1830-1860, Maracaibo 1991. Mérida 1970, p. 202; comp. Anuario Esta­ cas, cuyos resultados se publicarán en 1992 7. Sobre ésto intenté dar un primer dístico de los Estados Unidos de Venezuela en la serie de la Academia Nacional de la panorama en el último capítulo de mi nuevo 1891, ed. por la Dirección General de Esta­ Historia. libro. Los alemanes en Venezuela, Torno 11 dística, Caracas 1901, p. 166 y sig.; Archivo 16. Mostrado así por Ragnhild Fiebig(1870-1914), Caracas 1991, para abrir así General, Mmisterio de Relaciones Exterio- von-Hase: Konfliktherd, tomo I, p. 104un nuevo campo de estudio. 113, revisando de esta mane­ 8. Comp. por ej., Nagel von ra la concepción de Holger Jess, Kurt: El elemento alemán Herwig. Exportaciones venezolanas en M aracaibo, 1818-1939, 17. R. Fiebig-von-Hase, Maracaibo 1987, p. 34 y sig. Konfliktherd, tomo I, p. 111, 40,0% ■_ 9. Comp. por ej., Herwig, basada en David, Hans: Das 1875/76 1911/12 Holger: Germany's visión o f deutsche Auslandskapital und empire in Venezuela, 1871seine Wiederherstellung nach 1914, Princeton, New Jersey 30,0% dem Kriege, en: Weltwirts1986, sobre todo p. 47 y sig. chafliches Archiv 1 4 ,1919,p. 10. Este proceso de diferen­ 31-70, aquip. 38. ciación fue estudiado para la 18. Ibid. (Fiebig-von-Ha«[ 20.0% primera mitad del siglo XIX en se), p. 115. el caso de La Guaira y Caracas 19. O. Bürger: Venezue­ por Banko, Catalina: El capital la, p. 254; R. Fiebig-von-Ha10,0% comercial enLa Guairay Cara­ se: Konfliktherd, tomo I. p. cas (=Biblioteca de la Acade­ 109, basada en: Die deuts­ mia Nacional de la Historia, 47), chen K apitalanlagen in Caracas 1990, passim, y por Überseeischen Ländern, reu­ 0 ,0 % Harwich Vallenilla, Nikita: nidos en el Reichs-MarineFormación y crisis de un siste­ Amt, Sten. Ber. RT, 10. Leg. 1 Alem ania, 2 USA, 3 Francia, 4 GB, ma financiero nacional. Banca Per., I. Sess., Anlageband VII, 5 USA, 6 Francia, 7 Alem ania y Estado en Venezuela (1830Reichsdrucksache Nr. 836, 1940), Caracas 1986, passim. Anlage D, 22.5.1900, p. 39. Comp. también mis trabajos ci­ 20. Sporn, Norbert: Die tados en 2. Venezuela-Krise von 190211. Estas motivaciones se 03. Überlegungenzurstaatli­ estudian muy bien en Fiebigchen und nationalen Ent­ von-Hase, Ragnhild: Lateina­ wicklung Venezuelas im 19. merika als Konfliktherd der Jahrhundert. Diss. phil. Er­ Im portaciones venezolanas deutsch-amerikanischen Bezie­ langen-Nürnberg (maq.), sin hungen! 890-1913 ^Schriften­ año., p. 251 y sig., basado en 40,0% -i reihe der Historischen Kom­ Sullivan, William M.: Therimission bei der Bayerischen Ase o f despotism in Venezuela, 1911/12 kademie der Wissenschaften, Cipriano Castro, 1899-1908, •o 30,0% ■ B and 27), 2 tomos. Vom Beginn Diss. University of New Me­ der Panamerikapolitik bis zur xico 1974, p. 457. Venezuelakrise von 1902/03, 21. R. Fiebig-von-Hase: Göttingen 1986, Tomo I, p. 84 y Konfliktherd, tomo I. p. 110. 20 ,0 % sig y passim. 22. H. Herwig: Vision, p. 12. Comp. R. Walter: Los 58; O. Bürger: Venezuela, p. alemanes, tomo II, passim, y 252cuentall70(1881)y600 8 io,o% para el ejemplo de La Guaira: ‘Alemanes del Reich’ (1912); 8. Banko, Catalina: Los comer­ M. Izard, Series, p. 63 cuenta ciantes alemanes en La Guaira 917 (1891) y 962 (1894). 0,0% 1821-1848, en: Jahrbuch für 23. Cifras propias según GeschichtevonStaat, Wirtschaft datos de Perazzo, Nicolás: und Gesellschaft Lateinameri­ Historia de la inmigración en kas, Band 25, Köln/Wien 1988, Venezuela, 1850-1900, y do­ 1 GB, 2 USA, 3 Alem ania, 4 Francia, p. 61-81, aquí p. 68. 5 GB, 6 USA, 7 Alem ania, 8 Francia cumentos anexos, tomo II, 13. Cifras según cálculos Caracas 1982, p. 57 y passim. propios en R. Walter: Los ale­ 24.Comp. R. Walter: Los manes, Tomo II y las fuentes y alemanes II, en prensa. notas allí citadas. 25. Ibid. 14. Cifras según Carrillo 26. Comp. sobre todo R. Batalla, Tomás Enrique: Historia de lasf i ­ res (AGMRE), Caracas, tomo II, vol. 28, Fiebig-von-Hase, Konfliktherd, tomo I, p. nanzas públicas en Venezuela, vol. 26, to­ fol. 29 y sig. 97 y sig. y passim. mo X-C, Caracas 1981, p. 187 y sig.; Bür­ 15. Las inversiones extranjeras en Ve­ Traducción: Verónica Jaffé ger, Otto: Venezuela. Ein Führer durch das nezuela en el siglo XIX y comienzos del Land und seine Wirtschaft, Leipzig 1922, XX fueron estudiadas sistemáticamente en p. 209 y sig.; comp. Izard, Miguel: Series un proyecto de investigación dirigido por el estadísticas para la Historia de Venezuela, Prof. Nikita Harwich Vallenilla en Cara­ 28 E ncuentros 11 1991 Los alemanes en Venezuela Alemania en el bloqueo a Venezuela de 1902 Manuel Rodríguez Campos El 9 de diciembre de 1902, buques de guerra pertenecientes a las armadas alemana y británica coaligados, se desplegaron en zafarrancho de com­ bate frente al puerto de La Guaira y tomaron por asalto las unidades allí ancladas de lo que pomposamente Ve­ nezuela presentaba como su flota de guerra, algunas de las cuales, después de ser remolcadas mar adentro, fueron cañoneadas por sus captores para hun­ dirlas. Pocas horas más tarde, en ope­ raciones separadas, desembarcó parte de la dotación de infantería de ambas escuadras, cuyos efectivos asegura­ ron posiciones en los muelles y atrave­ saron la ciudad para rescatar a sus respectivos cónsules. Era una acción de fuerza puesta en práctica para respaldar sendos ultimata presentados el día anterior por los embajadores de aquellas potencias como gestión perentoria de cobro a nombre de súbditos suyos tenedores de bonos de la deuda pública externa venezolana, hacerles pagar a otros antiguos y recientes reclamaciones pendientes por daños y confiscacio­ nes sufridas con motivo de nuestras frecuentes guerras civiles de finales del siglo XIX y, finalmente, exigir reparaciones varias originadas en su­ puestas y reales ofensas a sus bande­ ras. En virtud de estas circunstancias y a pesar de no haber mediado una pre­ via declaración de guerra que iniciara el estadio de conflicto armado, ambas escuadras se mantuvieron en nuestras costas y las recorrieron de un extremo a otro ejerciendo actos de violencia e imponiendo su poderío en puertos y alta mar. El 13 de diciembre los acorazados Viñeta, alemán y Charybdis, inglés, bombardearon el Castillo Libertador y el Fortín Solano de Puerto Cabello, los ocuparon y tomaron prisioneros, en represalia por lo que consideraron una ofensa a la bandera británica del carguero Topace anclado en puerto y maltratos de autoridades venezolanas a su tripulación. El 17 del mismo mes el cañonero Panther y el Viñeta, al mando del te­ niente-comandante Eckermann, in­ tentaron cruzar la Barra del Lago de Maracaibo para asaltar la fortaleza de San Carlos que la custodiaba y el puerto capital del estado Zulia; pero el cam­ biante lecho arenoso del acceso, de escasa profundidad, limitaba extre­ madamente su capacidad de manio­ bra, lo que fue aprovechado por el comandante de la fortaleza para ini­ ciar un desigual duelo de artillería con aquellas unidades alemanas, las que salieron mejor libradas por el mayor alcance y superioridad numérica de sus cañones, aunque tuvieron que reti­ rarse a aguas más profundas sin haber podido pasar al lago. Siete días después de los hechos iniciales, en sincronía con disposicio­ nes inglesas de igual índole, el conde Paul Wolff-Mettemich, embajador de Alemania en Londres, comunicó las siguientes instrucciones al comodoro Georg Scheder, comandante en jefe de la armada germana en aguas territo­ riales venezolanas: “El Emperador or­ dena el bloqueo de Maracaibo y Puer­ to Cabello. (*) Tan pronto como las dos escuadras estén listas el alemán comenzará al mismo tiempo que el Almirante británico (**)... Nuestro Comodoro ha sido informado que es un bloqueo beligerante, con todas sus consecuencias, y que se establecerá un Tribunal de Presa alemán”. (1) No está en discusión, por la inne­ gable evidencia de sus procedimien­ tos, que el bloqueo fue una agresión militar consumada desde el 9 de di­ ciembre. Lo que se pretendía con las instrucciones giradas el día 16 -y en el mismo sentido actuaron los inglesesera formalizar el hecho bélico a fin de dar carácter diplomático a la situación para hacer valer la condición de país beligerante en las gestiones de aveni­ miento que ya se empezaban a promo­ ver desde los estados Unidos. Esa po­ sición permitiría a las potencias bloqueadoras alegar los privilegios de la iniciativa ante las comisiones media­ doras que se constituyeran, a fin de participar con ventajas sobre otros acreedores que se aprestaban a presen­ tar sus reclamaciones pendientes para conseguir el arreglo global de todas las obligaciones venezolanas y obte­ ner así su parte. Encuentros 11 1991 29 Los alemanes en Venezuela En acatamiento de las instruccio­ nes recibidas, el 22 de diciembre el jefe de la escuadra alemana dirigió el siguiente despacho a los comandantes de las fortalezas de Puerto Cabello y San Carlos: “Según ordenanzas de Su Majes­ tad el Emperador de Alemania declaro por la presente el bloqueo de los puer­ tos venezolanos de Puerto Cabello y Maracaibo. El bloqueo para Puerto Cabello empezará el 22 de diciembre y el de Maracaibo el 24 de diciembre de 1902 en todo su rigor.” (Firmado: Scheder)” (2) Las acciones emprendidas contra Venezuela fueron explicadas por Ale­ mania y Gran Bretaña con las argu­ mentaciones generales anteriormente expuestas, como medidas coercitivas para obligar al gobierno de Cipriano Castro a pagar. Se trataba de esa ma­ nera de aquietar a su opinión pública y parlamentaria. Así mismo, ellas cons­ tituyeron los alegatos de fondo dirigi­ dos al Departamento de Estado y al Presidente de los Estados Unidos con el propósito de lograr su neutralidad en el conflicto; pero hubo otras moti­ vaciones, basadas en ambiciosos pen­ samientos geo-políticos cuya existen­ cia se pretendió encubrir con el cobro acorazado de las cuentas que Vene­ zuela mantenía en estado de insolven­ cia. Veamos cómo se descomponían los dos aspectos del problema. Las motivaciones publicables Excepto, por supuesto, en el áni­ mo de los venezolanos, así como en el de unos pocos núcleos de opinión lati­ noamericanos, para el entendimiento de quienes apreciaban el problema desde la sola perspectiva de las justifi­ caciones esgrimidas por Alemania e Inglaterra, el recurso de la presión armada se comprendía medianamen­ te. Aunque a simple vista parecieran muy drásticos los procedimientos em­ pleados. Es cierto que Venezuela era deudora morosa de prestamistas ale­ manes e ingleses; es igualmente cierto que el gobierno de Castro se negaba a admitir reclamaciones interpuestas por súbditos de varios países -entre ellos naturales de las potencias antes men­ cionadas- porque sus demandas de indemnización eran muy exageradas y los reclamantes no recurrían a los órganos ordinarios de la justicia vene­ zolana competentes para procesarlas, 30 E ncuentros 11 1991 sino que las habían consignado al co­ bro por la vía diplomática. Los emba­ jadores de aquellas potencias presio­ naban a fin de conseguir la satisfac­ ción de estos asuntos y por órdenes de sus cancillerías habían desconocido varias veces el derecho venezolano a legislar sobre la materia. (3) En más de una ocasión amenazaron con la fuerza para obtener el pago de las acreencias que representaban. La deuda externa venezolana, a la fecha del bloqueo, era de Bs. 119,3 millones, una enormidad para un país que sufría los embates de la crisis económica mundial desatada desde 1899 sobre su economía y si la compa­ ramos con el monto de los ingresos fiscales recaudados en 1902, de Bs. 24,9 millones que incluían Bs. 4,7 millones de ingresos extraordinarios. (4) Las reclamaciones extranjeras eran estimadas en Bs. 180,0 millones. De estas últimas Alemania representaba Bs. 7,3 millones, de los cuales le fue­ ron reconocidos solamente dos por las comisiones mixtas nombradas después del bloqueo para examinar su justeza. De la deuda, Bs. 46,2 millones corres­ pondían al Empréstito Venezolano de 1896, negociado con el DiskontoGesellschaft de Berlín (5) y además existía una deuda flotante interna por Bs. 820.000 con el ingeniero Karl Henkel, relativa a la construcción del matadero de Caracas, financiada por el Aktiengesellschqft fü r Beton-undMonierbau de Berlín. (6) Se debe considerar, adicional­ mente, que importantes inversiones alemanas se habían radicado en el país y controlaban partes de la economía regional allí donde se las encontraba. Una, la más destacada, era el Gran Ferrocarril Alemán, cuyo trazado cu­ bría la ruta Caracas-Valencia; otra, múltiple, estaba representada por ca­ sas de comercio con sede en Maracai­ bo y el Táchira, las que tomaron para sí una porción significativa del comer­ cio exterior de la región lacustre y andina, incluida la exportación de su casi único producto, el café, y desem­ peñaban algunas funciones ¿anearías debido a la inexistencia de institucio­ nes de esta naturaleza en la región. Otras inversiones, de menos impor­ tancia que las anteriores, se localiza­ ban en Puerto Cabello, Valencia y Caracas. También se contaban gana­ deros y hacendados alemanes (o sus descendientes directos), dueños de plantaciones de café, cacao y caña de azúcar, con lo que se completaba el universo inversionista de ese origen. El mismo comportó la presencia de una reducida, aunque notable colonia alemana cuyos integrantes evidencia­ ban un sólido sentido de su nacionali­ dad y mantenían estrechas relaciones con la representación diplomática del Imperio en Caracas. Con motivo de nuestras guerras civiles, hacendados y comerciantes alemanes sufrían requisas de ganado, de productos para bagages de las tro­ pas gubernamentales o de los insu­ rrectos; se les imponían pequeños em­ préstitos forzosos y a veces eran atro­ pellados por uno u otro bando. El Gran Ferrocarril Alemán, quisiéralo o no, debía transportar las tropas, material bélico y demás implementos, estacio­ nar trenes a las órdenes de éstas y el gobierno retardaba excesivamente el pago de las facturas o las objetaba, lo que introducía elementos de discordia con los administradores de la empresa y excusas sin fundamentos presenta­ das por la gerencia para no prestar el servicio (entre otras, averías en las máquinas o derrumbes en la vía, algu­ nos de ellos intencionales según recla­ maba el gobierno). Estos eran los orí­ genes de las reclamaciones alemanas, a las que se añadían hechos que la embajada de esa potencia consideraba ofensivos al honor imperial. El empréstito del Diskonto, con­ tratado en 1896 por Bs. 50,0 millones, estuvo destinado a rescatar la garantía ofrecida por el Estado venezolano a los ferrocarriles de una ganancia míni­ ma del 7% sobre los capitales inverti­ dos. Entre ellos se encontraba el Gran Ferrocarril Alemán que era controla­ do por el Diskonto y lo representaba ante el gobierno venezolano como prestamista. El pago de esta deuda había sido bastante irregular y oficialmente el presidente Castro había comunicado meses atrás la suspensión del servicio de todas las deudas nacionales sin indicar cuándo sería reanudado. Este era el problema de la deuda que acercó a Inglaterra y Alemania con el objeti­ vo de mancomunar iniciativas para hacer reconocer las reclamaciones y obligar a Venezuela a pagar. Esos serán también los motivos expuestos por el embajador de Aleina- Los alemanes en Venezuela nia al Departamento de Estado en Washington el 11 de diciembre de 1901 en solicitud de la anuencia norte­ americana para realizar una expedi­ ción punitiva contra Venezuela. En el documento cursado decía: “... consideramos de importancia, primero que todo, hacer saber al go­ bierno de los Estados Unidos nuestro propósito para poder demostrar que no tenemos otra intención que la de ayudar a nuestros ciudadanos quienes han sufrido daños, y tomaremos pri­ mero en consideración sólo los recla­ mos de aquellos ciudadanos alemanes que han sufrido la guerra civil [...] Si el gobierno venezolano nos obliga a la aplicación de medidas coercitivas, tendremos que considerar además si en tal ocasión deberemos solicitar también una mayor garantía para el cumplimiento de los reclamos de la Compañía de Descuento de Berlín.” (7) Las motivaciones secretas Los bloqueadores decidieron rea­ lizar sus acciones cuando el senti­ miento imperialista estaba ya maduro, incluso como expresión de naciona­ lismo entre las masas alemanas, ingle­ sas y francesas. Alemania tendía a racionalizarlo con el reclamo de ‘un lugar bajo el sol’, un ‘espacio vital’ para su expansión industrial en buena parte cercada por la apropiación de vastos territorios en manos de Inglate­ rra y Francia sobre los continentes asiático y africano. Las industrias ale­ mana y norteamericana avanzaban a un ritmo mucho más acelerado que las otras de Europa, debido a la circuns­ tancia de haberse incorporado a la producción masiva años después que Francia e Inglaterra. Esto les facilitó la construcción de fábricas movidas por energía eléctrica, de mayor capacidad productiva y mucho más rentables, que decretaron la obsolencia de gran cantidad de sus competidores. Esa producción necesitaba fuentes de ma­ teria prima y mercados, a los que sus oponentes europeos tenían más fácil acceso gracias a los resultados de su política colonial. El otro competidor, Estados Unidos, expandía su área de influencia política y mercantil en el continente americano; su expedición a Japón de 1853 y la reciente toma de las islas Filipinas, Hawai y Guam ex­ tendía sus tentáculos muy lejos de cuantos podían considerarse sus mer­ cados naturales. Además, el control de Cuba y Puerto Rico y la próxima cons­ trucción del canal de Panamá, junto con la salida norteamericana al extre­ mo oriente, rompían el concepto euro­ peo de equilibrio de poder, celosa­ mente defendido precisamente por In­ glaterra y Alemania y del cual el Can­ ciller Bismarck había sido uno de los principales artífices. Esa alteración del equilibrio afectaba a Alemania en mu­ cho mayor medida que a Inglaterra y Francia. Desde mediados de 1901 el Almi­ rantazgo alemán recomendabaque.de realizarse el bloqueo a Venezuela, se extremaran los cuidados para evitar que los Estados Unidos sospecharan otras intenciones que no fueran las declaradas en el párrafo anteriormen­ te transcrito. Sin embargo, en el documento del cual fue tomado hay una salvedad: “...Si esta medida [el bloqueo] no parece eficiente, tendremos que con­ siderar la ocupación temporal de dife­ rentes puertos venezolanos y el cobro de impuestos en esos sitios.” (8) La declaración de transitoriedad no era garantía suficiente, sobre todo si la relacionamos con la presencia de un crucero alemán en aguas de la isla de Margarita que en 1901 fue visto haciendo sondeos en el litoral insular y la compra acelerada de terrenos cos­ teros de esa isla por súbditos alema­ nes. Por otro lado, una expresión atri­ buida al Kaiser Wilhelm II en 1903 cuando se habría informado que los Estados Unidos podrían tolerar la existencia de una colonia alemana en América Latina, lo habría hecho ex­ clamar que eso era una impertinencia norteamericana, porque dicho país nada tenía que ver con esa parte del continente. Se afirma que dijo: “cen­ tenares de miles de alemanes viven en Suramérica y es nuestro deber mante­ ner contacto con ellos y protegerlos...” (9) Alemania tenía especial interés en poner a prueba la doctrina Monroe para incluir los resultados en sus pla­ nes geo-políticos. Ya que los Estados Unidos se aventuraban tan lejos de las costas incluidas en la protección que esa doctrina significaba, era conve­ niente averiguar hasta dónde toleraría de verdad una incursión europea en territorio latinoamericano, donde por añadidura Inglaterra poseía colonias. Si Alemania era una gran potencia, estaría en sus privilegios tentar la si­ tuación para conocer las posibilidades de aprovechar cualquier debilidad norteamericana. Una evidencia más de que tales intenciones existieron, se encuentra cuando los actos del bloqueo a Vene­ zuela caldearon un tanto los ánimos políticos y se alegó la doctrina Mon­ roe como el obstáculo que podía hacer desvanecer las esperanzas de instalar un dominio alemán en esta parte del continente americano. El almirante von Tirpitz aconsejó ser muy evasivo en las respuestas que debían darse a cua­ lesquiera preguntas que pudieran for­ mularse al respecto, de manera de no agotar las expectativas mantenidas con ese motivo. Los Estados Unidos se mostraron firmes en sostenimiento de los princi­ pios monroistas y el propio presidente Teodoro Roosevelt conminó a Ale­ mania por intermedio de su embajador en Washington para que aceptara una fórmula de avenimiento mediante la cual cesara el bloqueo. Roosevelt hizo saber al gobierno del Kaiser que si en un tiempo prudencial no se llegaba a un arreglo ordenaría a la flota nortea­ mericana atacar a la alemana, esto hace pensar que en los altos círculos de poder norteamericano se temía por la eventualidad de una adquisición territorial del Imperio y al menos en las palabras de Roosevelt se mostra­ ron dispuestos a rechazarla hasta por la fuerza. Alemania no podía llegar a ese extremo con los Estados Unidos, de una parte porque desataría la guerra contra una potencia muy poderosa, en ascenso, que probablemente contaría con el respaldo del resto de los países americanos y de la misma Inglaterra; en segundo lugar, porque la condición continental y el control de unas cuan­ tas bases en el Caribe le aseguraba amplias ventajas bélicas a los Estados Unidos, mientras que Alemania ten­ dría que depender de líneas de abaste­ cimiento muy largas y por eso mismo extremadamente vulnerables. La solución definitiva del conflic­ to desatado con el bloqueo de Vene­ zuela terminó entonces deslindando las áreas de influencia de las grandes potencias, con lo que los Estados Uni­ dos conquistaron la hegemonía defi­ nitiva sobre América Latina. Encuentros 11 1991 31 Los alemanes en Venezuela Notas (*) En la práctica, toda la costa occi­ nich), pp. 518-519. dental del país y el cierre de los puertos por (2) Boletín del Archivo Histórico de donde se realizaba más de la mitad del Miraflores, No. 38, pp. 86-87. comercio exterior venezolano, incluida La (3) Como ejemplo de una conducta Vela de Coro. semejante se pueden ver cartas dirigidas (**) A quien correspondió bloquear la por Schmidt-Leda en nombre del Imperio costa centro-oriental, desde La Guairahasta Alemán al Ministro de Relaciones Exte­ el delta del río Orinoco, y con ello impedir riores venezolano los días 8 y 24 de marzo el resto del comercio exterior. de 1901. c/f. Funres, op.cit., pp. 352-354. (1) Funres, Documentos británicos (4) c/f. Manuel Rodríguez Campos, relacionados con el bloqueo de las costas Venezuela 1902, la crisis fiscal y el blo­ venezolanas (papeles del conde Metterqueo, p. 88. Tómese en cuenta que se trata de magnitudes monetarias no compara­ bles conlas actuales y de poder adquisitivo distintos. (5) Ibidem, p. 220. (6) Holger H. Herwig y J. León Holguera, Alemania y el bloqueo internacio­ nal de Venezuela 1902-1903, p. 83. (7) Funres, op.cit., pp. 360-363. (8) Funres, Idem. (9) Holger H. Herwig y J. León Holguera, op.cit., p. 110. Los comerciantes alemanes y la influencia norteamericana en Maracaibo: 1910-1925 Ebelío Espinóla I B L O H M & CO. t N- B an qu eros I i ^Im p o rta d o re s - E x p o rta d o res ^ Ir? i— ; r m o / MARACAIBO - A lm o tín da k>» w Aor*» Blohm & Co. rcuarafla *m Jaita C. Sau \ Casa Fundada en Maracaibo en 1854 J- í JV1A R A C A IB O <r C A L tüE DE COLiON NUM ERO 1. --------------------- ~ % 32 ■u — E ncuentros 11 ----------------- 1991 L f £ Maracaibo, en las primeras décadas del siglo XX, continúa siendo el centro de la actividad comercial de la región, punto obligado de encuentro para la importación y exportación de un terri­ torio de 840.000 habitantes, que están distribuidos de la siguiente manera, se­ gún las cifras oficiales de 1908: Estado Zulia 178.388,Estado Trujillo 189.275, Estado Mérida 126.051, Estado Táchira 142.515, Departamento Santander del Norte, Colombia, 204.351. (1) Un testigo de la época, José María Rivas, nos confirma en su libro El Co­ mercio deMaracaibo,escrito entre 1912 y 1913, la importancia y trascendencia de Maracaibo para el intercambio co­ mercial de esta extensa área, que hoy conocemos como región marabina: “Aunque son pocos los vínculos de esta naturaleza que unen al comercio de Maracaibo con el resto de la República, son de gran importancia, en cambio, las relaciones que sostiene con varios esta­ dos, y muy especialmente con los andi­ nos: esto se explica por los cuantiosos negocios que celebran nuestros expor­ tadores para obtener los productos, y muy especialmente café, de aquellas feraces regiones. Además, los importa­ dores de aquí surten en buena parte las plazas de allá de mercancías proceden­ tes de Europa y los Estados Unidos de América. Agregúese a esto que los con­ signatarios de Maracaibo reciben cons­ tantemente los frutos de los Andes, ya para su venta en este puerto, ya para exportarlos por cuenta del remitente; Los alemanes en Venezuela reciben a la vez mercancías que llegan para los importadores andinos y, previo el desalojo aduanero, las remiten a su destino por los buques de vapor que hacen la navegación del Lago y de los ríos Catatumbo y Escalante usando los ferrocarriles de La Ceiba y del Táchira. Iguales relaciones existen con la impor­ tante plaza de San José de Cúcuta, en los Estados Unidos de Colombia; movi­ miento de tránsito que contribuye a la importancia de la Aduana de Maracai­ bo.” (2) La participación de ciudadanos ale­ manes en el intercambio mercantil del Puerto de Maracaibo fue decisiva desde el siglo pasado. Comerciantes proce­ dentes de Hamburgo, Bremen y Lü­ beck se habían consolidado en la activi­ dad de exportación de frutos del país, especialmente café. Así también la im­ portación de mercancías desde los puertos europeos y norteamericanos estaba en gran parte bajo el control de firmas alemanas. Un criterio para determinar la pre­ ponderancia de estas firmas alemanas en el comercio marabino para estos años lo constituyen los impuestos men­ suales por ‘patentes de industria’ paga­ dos por las casas comerciales de Mara­ caibo. En el siguiente cuadro sobre ‘Im­ puestos Mensuales por Patentes de In­ dustrias pagados por las casas comer­ ciales de Maracaibo’ podemos visuali­ zar la clasificación en orden de impor­ tancia de las 15 primeras firmas de un total de más de 40 casas comerciales de Maracaibo. Observemos que de estas 15 princi­ pales casas comerciales de Maracaibo (sobre un total de más de 40 firmas) ocho son alemanas, tres criollas, dos italianas y dos de ascendencia inglesa. Las ocho firmas alemanas se ubican entre los once primeros lugares de la lista (4). Se destacan entre ellas Breuer, Móller y Co. y Blohm & Co. como las dos poderosas casas importadoras y exportadores de Maracaibo, firmas que funcionaban también como institucio­ nes financieras en todo el hinterland marabino. Las dos firmas italianas, Oliva, Riboli & Co. y Fossi & Co., crecerán significativamente durante la Primera Guerra Mundial como casas exporta­ doras de café. H.L. Boulton & Co. y A. Cook & Hno. son entidades comercia­ les de ascendencia inglesa, pero la pri­ mera funcionaba en Maracaibo bajo conducción de socios y apoderados ale­ manes. Finalmente las tres firmas crio­ llas son Juan E. París & Co., Eduardo Vargas y París & Núñez. Pero el estallido de la Primera Gue­ rra Mundial comienza a resquebrajar el control de los alemanes sobre el comer­ cio marabino, sobre todo cuando los Estados Unidos entran a participar acti­ vamente al lado de los aliados en Abril de 1917 y ponen en vigencia la llamada ‘lista negra’ que prohibía el intercam­ bio comercial entre los puertos nortea­ mericanos y las firmas sospechosas de colaborar con el gobierno alemán. La inmensa mayoría de las casas alemanas de Maracaibo fueron incluidas en la ‘lista negra’ norteamericana. La impor­ Casas Com erciales 1911 1912 1913 1914 Breuer, Moller & Co. Blohm & Co. Steinvorth & Co. H.L. Boulton Jr. & Co. Beckmann & Co. Van Dissel, Rhode & Co. Christem, Zlngg & Co. Julio A. Añez & Co. Oliva, Riboli & Co. Juan E. Paris & Co. Rayher & Firnhaber Fossi & Co A. Cook & Hno. Eduardo Vargas Paris & Núñez 650 475 360 360 300 250 200 180 180 180 170 110 110 110 650 475 360 360 300 250 200 180 180 180 170 110 110 110 110 650 475 360 360 300 250 200 180 180 180 170 110 110 110 110 650 475 360 360 300 250 200 180 180 180 170 110 110 110 110 — Para 1911, Christern, Zingg & Co. tenia por razón social Christem & Co. y Oüva, Riboli & Co. se llamaba Dall'Orso & Co. Fuente" Gaceta Oficial del Estado Zulia, Maracaibo, 7/11/1911 ; 28/12/1911; 4 /1 / 1914. tación de mercancías disminuyó signi­ ficativamente durante el desarrollo del conflicto bélico, sobre todo de las fir­ mas alemanas. Pero es la exportación del café por parte de las casas alemanas la que presenta mayores dificultades. Aparecen otras firmas extranjeras, so­ bre todo italianas, que crecen rápida­ mente duran te los años de vigencia de la ‘lista negra’ (abril de 1971-mayo de 1919) como Oüva, Riboli & Co. y Fossi & Co. Sin embargo, entre 1921 y 1922 las casas alemanas recuperaron su hege­ monía en la importación de mercancías y en la comercialización del café, toda­ vía el principal producto de exportación para estos años. La irrupción de unanueva actividad económica, la explotación y exporta­ ción del petróleo por parte de ciudada­ nos ingleses y norteamericanos, ame­ naza nuevamente el control ejercido por los alemanes sobre la actividad económica de Maracaibo y su hinter­ land. Ingleses y norteamericanos no disimulan sus intenciones: “Los alemanes ven ahora el fantas­ ma de la dominación política y comer­ cial de los americanos... Ellos natural­ mente se lamentan de la importancia pordominar la marea. Respetuosamen­ te sugiero que dinero americano, inver­ tido cuidadosamente en empresas mer­ cantiles aquí sería negocio rentable, particularmente con una colonia britá­ nica y americana de más de mil.” (5) Esta sugerencia del Cónsul nortea­ mericano, hecha en 1925 al Departa­ mento de Estado tras varios años dé haber concluido la Primera Guerra Mundial, prueba que la confrontación por el control de las áreas comerciales del mundo, y en este caso de la región marabina en particular, está aún en ple­ na vigencia. “Las casas más grandes están todas bajo el control alemán” in­ forma con preocupación el Cónsul Al­ bert N. Gorberich. Pero también enu­ mera las casas de importación que “to­ davía son independientes de la influen­ cia alemana”: Fossi & Co., Felipe S. Toledo & Co., H.L. Boulton Jr. & Co., Juan E. París & Co. y A. Dubuc & Co.: “Estas fueron originalmente controla­ das por ciudadanos italianos, venezola­ nos, franceses y británicos”. El Cónsul norteamericano termina señalando que estas últimas firmas son las más influenciables por el capital norteameri­ cano y señala la vía: E ncuentros 11 1991 33 Los alemanes en Venezuela “Es posible que una encuesta dis­ creta pueda revelar una disposición por parte de algunos de los dueños de estas firmas para admitir capital americano o vender totalmente. La firma Fossi & Co (cuyo jefe murió hace algunas sema­ nas) podría estar particularmente dis­ puesta a ofertas en esta época; y existe otra vieja firma italiana,Riboli, Abbo & Co., que parece haber perdido en años recientes su posición en el comercio del café y que podría considerar ofertas.” (6) Durante el año 1925 el petróleo pasa a ocupar el primer lugar entre los productos exportados por el país, des­ plazando al café, que desde hace un siglo era la principal fuente de acumu­ lación de capital. La exportación del café está mayoritariamente en manos de los comer­ ciantes alemanes y la producción y ex­ portación de petróleo en las de nortea­ mericanos e ingleses. Este conflicto económico entre ale­ manes y norteamericanos llega incluso a los clubes de la ciudad: el Club de Comercio y el Golf y Country Club. El primero de ellos fue fundado en 1891 por comercian tes alemanes y venezola­ nos. Para 1925 los norteamericanos e ingleses ya formaban parte del Club Comercio, calificado como ‘el mejor club de la ciudad’. El Golf y Country Club, en cambio, fue fundado en Enero de 1925 por los residentes norteameri­ canos y británicos, y cuando los alema­ nes solicitaron su inscripción, la actitud fue muy distinta; el revuelofue grande, “tanto que se convocó a una Asamblea General para decidir si era conveniente cambiar los estatutos del club para pro­ hibir la entrada de alemanes.” (7) Esta proposición no contó con la aprobación de la mayoría de la asamblea, que incluía amuchos venezolanos prominentes. Sin embargo, la misma discusión sobre la admisión o no de los alemanes al Golf y Country Club evidenciaba un marcado sentimiento anti-alemán entre los miembros norteamericanos e ingleses de este Club. Ante la situación los alemanes decidieron retirar inmediata­ mente sus solicitudes de ingreso. El 20 de noviembre de 1925 se llevaron a cabo las elecciones del Club Comercio. En más de una ocasión se habían presentado dos planchas, pero hasta ahora siempre había resultado electa la plancha propuesta concertada­ mente por alemanes y venezolanos en 34 E ncuentros 11 1991 la Junta Directiva saliente, evidente­ mente motivados por la ofensa causada por la agitación en su contra en el Golf y Country Club, presentaron una plan­ cha unilateralmente alemana. Esta vez la plancha de oposición estaba encabe­ zada por el eminente ingeniero venezo­ lano, Dr. Pedro José Rojas. Los alema­ nes se equivocaron en su estrategia al excluir a los venezolanos de su pro­ puesta electoral, cuando éstos no habían sido quienes levantaron el sentimiento anti-alemán en el Golfy Country Club, y la sensibilidad venezolana fue herida aún más cuando el presidente saliente, ciudadano alemán, intentó inhabilitar al ingeniero Pedro José Rojas por no ser comerciante ni industrial. Los miem­ bros norteamericanos e ingleses apro­ vecharon la coyuntura para golpear a la colonia alemana, votando en pleno a favor de la plancha criolla, que obtuvo un rotundo triunfo con 104 votos contra 39 de los alemanes: por primera vez una plancha de oposición derrotaba a la presentada por la Junta Directiva sa­ liente en el Club Comercio. Este hecho es destacado por el Cón­ sul norteamericano, Alexander K. Sloan, en su informe del 23 de noviembre de 1925 al Departamento de Estado de los Estados Unidos: “En el presente el sentimiento de los venezolanos es de alegría y el hecho de que el control alemán del club Comer­ cio se haya roto es causa de júbilo. Estos hechos pueden parecer pe­ queños y sin consecuencias, pero cuan­ do se considera que muchos miembros de la colonia alemana se han casado con venezolanos(as) de alta posición social y riqueza, que muchas industrias son controladas por capital alemán, que hasta hace poco se pensó que los alemanes controlaban la vida comercial de la ciudad, la reciente agitación del Golf y Country Club y especialmente las elec­ ciones en el Club Comercio adquieren una importancia mucho mayor.” (8) El júbilo del Cónsul norteamerica­ no en Maracaiboes aún mayor que el de los venezolanos, cuando informa inme­ diatamente al Secretario de Estado de los Estados Unidos que estos hechos son indicadores de que “la influencia alemana en Maracaibo está decayen­ do”. El conflicto entre alemanes y norte­ americanos continuará por algunos años más -en Maracaibo y en otras partes del mundo- hasta que el desenlace de la Segunda Guerra Mundial definirá la situación a favor de quienes regentaban la industria petrolera en Venezuela. Notas: 1.- Ray, John A.: Informe Anual de Comercio para 1912, en: General Correspondence of American Con­ sulate of M aracaibo 1912-1927, Ar­ chivo del Departamento de Estado de los Estados Unidos, copia microfilmada en la sección de Publicaciones Ofi­ ciales de la Biblioteca Nacional, Cara­ cas. 2.-Rivas, José María: El Comercio de M aracaibo, Maracaibo, ediciones del Banco de Maracaibo, 1982, p. 99. 3.- Ley de Rentas del Estado, en: Gaceta Oficial del Estado Zulia, No. 562, Maracaibo, 13/5/1910. 4.- A pesar de que uno de los socios de la firma Van Dissel, Rode & Co. tiene un apellido de origen holandés, esta casa comercial funcionaba como alemana en Maracaibo. Así lo conside­ ran todas las fuentes bibliográficas, hemerográficas y documentales. Asimis­ mo Julio A. Núñez & Co. era conside­ rada como alemana no sólo porque su socio comanditario era Breuer, Móller & Co., sino porque el mismo socio solidario Julio A. Añez tenía una for­ mación cultural y lingüística alemana. 5.-Gorberich, Albert: CartaalDpto. de Estado, 11 de marzo de 1925, Ge­ neral Correspondence of American Consulate of M aracaibo 1912-1927, op.cit. 6.- Idem. eEfectivamente Riboli, Abbo & Co. había descendido al 4to. lugar entre los exportadores de café en el año 1924. 7.- Sloan, Alexander K.: Carta al Secretario de Estado, 23 de noviembre de 1925, en: General Corresponden­ ce..., op.cit. 8.- Idem. En torno al programa de la AC H Ferdinand Bellermann La Pastora en Caracas En 1983 se organizó una exposi­ ción con motivo del Bicentenario del Libertador donde se presentaron 25 obras de un pintor alemán poco cono­ cido en los medios artísticos naciona­ les: Ferdinand Bellermann. Este ale­ mán, quien vivió más de tres años en Venezuela recorriendo su geografía pincel en mano, es uno de aquellos seguidores de Humboldt que com par­ tieron el entusiasmo y la fascinación por el paisaje tropical del sabio y con ello pretenece a ese grupo de euro­ peos que cambiaron y ampliaron la visión que el viejo continente tenía sobre estas tierras. La mirada detallista, precisa y cu­ riosa sobre formaciones y vegetacio­ nes, gentes y construcciones engloba mucho más que aquella visión espan­ tada del conquistador sobre lo nuevo y desconocido, el viajero mira ahora con otro interés y otra perspectiva: la del científico embrujado por las maravillas que descubre. Los cuadros y dibujos de Beller­ mann muestran esa curiosidad entu­ siasta y, en su exacta reproducción de lo visto, se expresa no sólo su form a­ ción academisista, sino el sincero inte­ rés por el objeto representado. De su estilo dice B o u lto n :"... salta a la vista una técnica pictórica libre y espontá­ nea, rica y pastosa, abundante, asen­ tada con brío y seguridad, detallando rasgos del follaje, expresados con v¡- gor y buscando, cuando se trataba de una referencia botánica, la mayor fide­ lidad en la reproducción de los más pequeños detalles, reseñándolos con veracidad notable y sorprendentes es­ fuerzos de imitación. En algunos ca­ sos se observa como si más bien el artista hubiese sido botánico doblado en pintor.” (tomado de: Alfredo Boul­ ton, F. Bellermann en Venezuela, para el catálogo de la exposición en laGAN, 1991.) Y en efecto, Bellermann venía a Venezuela sobre todo por recomenda­ ción expresa de Humboldt con una beca del rey para dibujar la vegetación exhuberante de estas tierras y facilitar con sus pinturas el estudio de aquella en las academias europeas. Pero el entusiasmo lo gana en la contem pla­ ción del paisaje, y así sucede que “la espontaneidad del rasgo en estas pe­ queñas obras dan una especial expre­ sión pictórica que parecería anticipar, en varios años, ciertos rasgos que habrían luego de encontrarse, tiempo después, en los impresionistas france­ ses", como opina Boulton, recordando de paso las vistas de Camile Pissarro sobre La Guaira. La exposición que ahora se pre­ senta en la Galería de Arte Nacional, con la colaboración de la Asociación Cultural Humboldt y el patrocinio de Veba Oil AG y la Embajada de Alema­ nia en Venezuela, reúne más de cien obras de este pintor guardadas hasta hace poco en los depósitos de la Gale­ ría Nacional de Berlín de la Ex-Alema­ nia Oriental y de los Museos Estatales de Berlín. La curadora alemana, Prof. Helga W eissgarber, se ocupó asim is­ mo de buscar obras pertenecientes a los descendientes del pintor y de orga­ nizar y presentar el material. Es la primera vez que el público caraqueño podrá apreciar estas apaci­ bles vistas de una Venezuela ya des­ conocida de hace más de un siglo. Una Venezuelaqueem ergíade lasguerras de independencia depauperada y rui­ nosa, pero también en todo el esplen­ dor de una naturaleza casi intocada. Para el espectador venezolano la ex­ posición tiene así otro valor, además del específicamente plástico: enfren­ tarse a una visión muy precisa, pero también amable, de su pasado no tan remoto. Esa Venezuela ruraly tranquila, inmersa en la tropicalidad plena de formas y colores, se muestra también, a través del relato pictórico que realiza Bellermann, con sus heridas y mise­ rias. De tal manera, el viajero pintor, que llegara en 1842 al país, ofrece al público actual una mirada muy intere­ sante sobre lo que fuera este país, esa combinación fascinante de naturaleza indomable y pequeñez feudal. La exposición se presenta en la Galería de Arte Nacional a partir del domingo 8 de diciembre hasta finales de febrero de 1992. E ncuentros 11 1991 35 E n torno al programa de la AC H Principio Collage Wolfgang Schmidt, "Opéra-Collage La femm e 100 têtes" (Max Ernst/George Antheil), 1979. E118 de Agosto de 1991 se inaugu­ ró una exposición montada por el IfA (Institut für Auslandsbeziehungen), Alemania, en el Museo de Arte Alejan­ dro Otero, anteriormente Museo de La Rinconada. La exposición fue presen­ tada y patrocinada por la Asociación Cultural Humboldt para mostrar una extensa nómina de creadores sobre todo alemanes de todas las generacio­ nes dedicados a este técnica. Entre ellos figuraron los nombres de Joseph Beuys, Karl F. Borneff, Jürgen Brodwolf, Cari Buchheister, Wolfgang Ehehalt, Jochen Gerz, Matthias Gessinger, Heinz E. Hirscher, Gerhard Hoehme, Alfonso Hüppi, Angélica Janz/Uwe Meier-Weitmar, Herbert Kaufmann, Fritz Klemm, Reinhold Koehler, Fritz Kóthe, Jiri Kolar, W erner Kreuzhage, Franz Mon, Miriam Munsky, Georg Karl P fahler.U lf R ungenhagen, Michael Schenk, Johannes Schreiter, Bernard Schultze, Max Sóllner, Peter Sorge, Fred Thieler, Wolf Vostell. Pero tam ­ bién estaba la venezolano-alem ana Luisa Richter, por ejemplo, mostrando 36 E ncuentros 11 1991 junto a los otros la vitalidad de una técnica de larga tradición en las artes occidentales. Como explica Dietrich Mahlow en el catálogo para esta exposición, el collage ocupaba en los años 20 el centro del acontecer artístico con algu­ nos artistas alemanes a la cabeza, Kurt Schwitters, por ejemplo, o M a x ' Ernst y Hannah Hóch. Luego vinieron los años 50 y 60, cuando artistas como Rauschenberg o John Cage empeza­ ron a com binar libremente ‘el material y el lenguaje, la información y la músi­ ca, la imagen y el objeto, el formato, el marco y el contenido’, postulando así que ‘el mismo ser humano es un colla­ ge’. Hoy en día ‘el collage como posibi­ lidad de unir cosas dispares de manera tal que se encienden súbitamente nue­ vas formas de mirar, pensar y -sobre todo- vivir el arte’, el método ya gene­ ralizado del collage es utilizado por una multitud de artistas, pues ‘involu­ cra al observador en el acontecer pic­ tórico mucho más que otras obras de arte. El collage, que no constituye un estilo en sí, toca todas las corrientes artísticas.’ Esta exposición, que asume un ca­ rácter didáctico, fue dividida en dos partes. La primera está formada por una documentación internacional que introduce la evolución del collage, in­ cluyendo también assamblages, colla­ ge pop, environment, happening o co­ llage teatro e incluso grabaciones magnetofónicas con poesías fonéti­ cas. La segunda agrupa las obras ori­ ginales de los artistas contem poráne­ os participantes con sus ensamblajes, decollages, combinaciones surrealis­ tas, collages de escritura, pintura y fotografía, etc. Además, como activi­ dades complementarias, se realizaron talleres infantiles, un concierto llama­ do "El collage en música” y una charla del crítico Perán Erminy sobre “El co­ llage, su evolución e importancia en las artes plásticas del siglo X X ”. Colaboradores en este número Catalina Banco Magister en Historia de la Univ. Santa María, profesora en el postgrado de Historia de la misma universidad y en la Escuela de Economía de la UCV, ha publicado: Poder político y conflictos sociales en la república oligárquica 1830-48, Caracas, Univ. Santa María 1986, El capital comercial en La Guaira y Caracas 1821-1848, Caracas Academia Nacional de Historia 1990, Los alemanes en La Guaira, artículo publicado en Jahrbuch 25, Köln, 1988. Germán Cardoso Galué Nació en Maracaibo, doctorado en el Colegio de México, es profesor e investigador en la Universidad del Zulia y del Boletín del Archivo Histórico de la misma universidad, publicó Maracaibo y su región histórica. El cirquito agroexportador 1830-1860, Maracaibo, LUZ, 1991, Maracaibo y su puerto en ios primeros años de la República, Maracaibo, LUZ 1985, realizó una Bibliografía Zuliana, Maracaibo, LUZ, 1987, y coautor de una Historia Regional, Caracas, Edit. Tropikos, 1986 Ebelio Espinola Benítez Venezolano, profesor del Instituto Pedagógico de Barquisimeto, es Magister en Historia de la Universidad Santa María, trabaja actualmente sobre la formación y desarrollo de la empresa Gustavo Zingg y Co. Walter Grosshaupt Nació en 1957 y estudió Historia en la Universidad de Graz, Austria, donde recibió el Magister en Humanidades. Su trabajo de maestría se tituló Los Welser en Portugal en tiempos de Maximiliano I. En su trabajo de doctorado, presentado en la misma universidad, estudió el tema de Bartolomäus Welser (1484-1561). Características de sus empresas en España y Ultramar. Trabaja actualmente como maestro en la educación austríaca. Yolanda Pacheco Troconis Venezolana, profesora de la UNELLEZ, especialista en Historia Económica y Social de Venezuela de la Universidad Santa María, trabaja sobre el comercio en Puerto Cabello a finales del siglo XIX. Manuel Rodríguez Campos Profesor Titular Jubilado del Instituto de Estudios Hispanoamericanos de la Universidad Central de Venezuela. Licenciado en Contaduría Pública, Magister Scientiarum en Historia. Ex-Director del Instituto de Estudios Hispanoamericanos, de la Biblioteca de la Universidad Central de Venezuela y de la Coordinación Académica de la Facultad de Humanidades. Entres sus publicaciones más importantes: Venezuela 1902: la crisis fiscal y el bloqueo. Caracas, Facultad de Humanidades, 1977,1983; Pérez Jiménez y la dinámica del poder. Caracas, El Dorado, 1991; La libranza del sudor. Caracas, Academia Nacional de la Historia, 1990. Colaborador de las revistas Angos­ tura, Tierra Firme y Extramuros. Fabricio Vivas Ramírez Licenciado en Historia, investigador del Instituto de Antropología e Historia de la Universidad Central de Venezuela, adscrito al proyecto “Hacienda Colonial de Venezuela”. Rolf Walter Nació en 1953, estudió Economía e Historia en la Universidad de Erlangen-Nümberg, doctorándose con una tesis sobre Venezuela y Alemania, 1815-1870, trabajo que luego publica en forma ampliada con el título Los Alemanes en Venezuela. Desde Colón hasta Guzmán Blanco. El segundo tomo de este trabajo, Los Alemanes en Venezuela, 1870-1914, se encuentra en imprenta. Es cofundador de la Sociedad Venezolano-Alemana (Deutsch-Venezolanische Gesellschaft) en 1983 y coedidtor de las Nachrichten der DVG y de esta revista. Actualmente es profesor de Historia Económica y Social en la Universidad Friedrich-Schiller en Jena. Asociación Cultural Humboldt con la colaboración docente del Instituto Goethe, M unich Cursos Alemán/Castellano Trimestre Inscripciones: 23.09. al 27.09.91 Duración: 30.09. - 14.12.91 Las inscripciones para el I. trimestre 1992 se realizarán a partir del 7 de enero Av. Jorge Washington, cruce con Av. Juan Germán Roscio San Bernardino, Caracas Tel. 526445 - 527634 - 529467 Horario de oficina: Lunes a jueves: 8:00 am - 12 m/ 2:00 pm - 6:00 pm Viernes: 8:00 am - 1:00 pm eucarpass y eurostay... dos magníficas opciones para conocer Europa en su viaje a Tel Aviv. Lufthansa. 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