Poder Judicial de la Nación

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ESTUPEFACIENTES. COMERCIALIZACIÓN. AGRAVANTES. ART. 11 INC. C LEY 23.737.
REQUISITOS TÍPICOS. DOCUMENTOS. TENENCIA ILEGÍTIMA DE D.N.I. AJENO. LEY 20.974.
REQUISITOS TÍPICOS.
“Como se dijo, más allá de las sospechas planteadas desde el inicio del sumario, alrededor de la existencia de una
supuesta actividad común y organizada por parte de las personas implicadas, este Tribunal entiende que en autos
no obran, de momento, elementos de juicio contundentes que permitan inferir que los imputados hayan integrado
una estructura de interacción ilícita de las características planteadas en el fallo recurrido, lo que imposibilita tener
por justificada la imposición de la agravante prevista en el art. 11, inc. “c” de la ley 23.737.”
“Ocurre que algunos de los eventos delictivos detectados en el presente expediente supuso, claro está, un actuar
coordinado entre los sujetos intervinientes, pero ello no justifica la presunción incriminante que guió el
razonamiento del instructor, en tanto no surge del legajo ningún indicio que permita sospechar, de manera
fundada y con el grado de convicción requerido por esta etapa procesal, la existencia de un plan general y común
que haya excedido cada evento en particular (en este sentido, ver de esta Sala: c/n°37.469 “Castillo Sánchez,
Silvia y otros s/procesamiento”, rta: 01/05/05, reg: 106; y c/n°43.356 “Ochoa Zamudio, Carlos y otros
s/procesamiento y prisión preventiva”, rta: 14/08/09, reg: 825; c/n°43.472 “García Rodríguez, Jorge
s/procesamiento y prisión preventiva”, rta. 11/09/09, reg. 977, entre muchos otros).”
USO OFICIAL
“En ese sentido, corresponde recordar que este Tribunal tiene dicho que la sola tenencia, portación o simple
posibilidad de acceso a algunos de los documentos nacionales de identidad descriptos en el inciso c), del artículo
33 de la ley 20.974 resulta suficiente, y que ningún otro elemento se requiere para tener por configurado el
delito, aunque el modo en que esa conservación se lleva a cabo debe revestirse de un carácter especial, en tanto
sólo ingresaría en el ámbito regulado por la norma una tenencia que resulte ilegítima (c/n° 44.001 “Perla, Miguel
Angel Alberto y otros s/ procesamiento con prisión preventiva”, reg. 211, rta. 25/3/10).”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Ballestero
12.1.2011
“Rivarola”
Causa 45.227
Reg. 8
J. 11 - S. 21
ACCIÓN PENAL. VIGENCIA. PRESCRIPCIÓN. ACTOS INTERRUPTIVOS. SECUELA DE JUICIO.
LLAMADO A PRESTAR DECLARACIÓN INDAGATORIA. AUSENCIA DE FECHA DE LA AUDIENCIA.
EFECTOS.
“De este modo, debe tenerse presente que la redacción del artículo 67 del Código Penal a partir de la reforma
introducida por la ley 25.990 estipula como acto interruptivo del proceso al “primer llamado efectuado a un
apersona, en el marco de un proceso judicial, con el objeto de recibirle declaración indagatoria por el delito
investigado”, con lo cual cobra virtualidad como acto capaz de interrumpir el curso de la prescripción de la
acción penal el auto de fs. 248/9 de los autos principales, en tanto en aquél el magistrado de grado ha revelado en
los términos del artículo 294 del Código Procesal Penal de la Nación la voluntad jurisdiccional de enderezar la
persecución penal contra el imputado Castrigiovanni, no advirtiéndose irregularidad alguna en dicha providencia
como para ignorarla de la manera pretendida por la defensa (conf. causa n° 37042 “Braun”, Reg. N° 116 del
1/3/2005)”.
“Así, se puede concluir que el acto que interrumpe el curso del proceso no es la recepción de la indagatoria sino
el llamado y que en el caso de autos resulta indiferente a los fines de reconocer carácter interruptivo al auto de fs.
248/9, que el a quo haya supeditado la fijación de la fecha de realización de la declaración indagatoria en ella
ordenada a la circunstancia de que se cuente en autos con el domicilio actual y/o lugar de residencia del imputado
Castrogiovanni”.
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Ballestero – Farah
10.2.2011
“Castrogiovanni”
Causa 44.547
Reg. 77
J. 4 - S. 8
1
ACCIÓN PENAL. VIGENCIA. PRESCRIPCIÓN. INTERRUPCIÓN DEL CURSO DE LA PRESCRIPCIÓN.
AUSENCIA DE IMPULSO DE LA ACCIÓN PENAL POR PARTE DEL AGENTE FISCAL LUEGO DE ESE
ACTO INTERRUPTIVO. PÉRDIDA DE VIRTUALIDAD. SOBRESEIMIENTO. DISIDENCIA.
“Este Tribunal, en la oportunidad de analizar en este sumario un planteo de prescripción interpuesto a favor de
Ancarani, entendió que la acción penal aún se hallaba vigente, teniendo en cuenta para ello que desde el día 15 de
mayo de 2002 -fecha en la cual el Ministerio de Economía de la Nación dio cuenta de la existencia de un pago a
favor de una de las entidades cuestionadas- hasta el llamado a indagatoria de fecha 30 de abril de 2008, no había
transcurrido el plazo máximo de seis años previsto por la norma invocada por la defensa -defraudación a la
administración pública-, la que, a mi juicio, es la que resulta aplicable al caso de autos (conf. inc. n° 26.972, reg.
29.550 del 26/2/2009)” (Del voto en disidencia del Dr. Farah).
“Ahora bien, no puede soslayarse que a pesar del tiempo transcurrido, el instructor no ha materializado la referida
citación indagatoria, como tampoco el acusador público -tal como lo sostiene la defensa- ha impulsado la acción
en tal sentido, todo lo que demuestra que, a pesar del prolongado lapso temporal que lleva esta instrucción, la
referida causal interruptiva de la acción penal ha perdido virtualidad. Ello así, ya sea desde la ausencia de interés
en impulsar la acción en pos de dilucidar los sucesos investigados por parte del Ministerio Público Fiscal o bien
por parte del instructor que optó por sobreseer a la imputada por considerar que el hecho investigado no encuadra
en una figura legal” (Del voto en disidencia del Dr. Farah).
“Así, a mi juicio, el verdadero tenor que cabe asignar al temperamento liberatorio es el previsto en la causal del
inciso 1° del artículo 336 del C.P.P.N., teniendo en cuenta para ello que el instituto de la prescripción es de orden
público y opera de pleno derecho, pues “es la continuación innecesaria e injustificada de un juicio lo que
conmueve el orden público y lo que autoriza a que la extinción de la acción sea declarada con la simple
comprobación de que ella se ha producido” (cfr. voto de Enrique Santiago Petracchi en c. 459. XXXVIII
“Caballero, Jorge Alberto y otros…”, rta. 8/11/05 y de esta Sala, en similar sentido, causa n° 29.264 “Pozo de
Oroza”, del 15/9/2010, reg. n° 31.904, según mi voto)” (Del voto en disidencia del Dr. Farah).
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
17.2.2011
“Ancarini”
Causa 29.236
Reg. 32.547
ACCIÓN
PENAL.
VIGENCIA.
PRESCRIPCIÓN.
J. 5 - S. 9
SECUELA
DE
JUICIO.
SENTENCIA
CONDENATORIA.
“En este orden, cualquiera sea el régimen aplicable llegaríamos a la misma conclusión, que la sentencia
condenatoria es el acto que interrumpe el transcurso de la acción penal. Con la actual redacción no quedan dudas,
ya que expresamente en el inciso “e” se estableció que la condena aunque no esté firme interrumpe la acción.”
“Ahora bien, a la luz de la anterior ley -la que según la defensa resultaría más benigna- volvemos al mismo
punto: la sentencia condenatoria es por excelencia el suceso a ser considerado como “secuela de juicio”,
entendida ésta como cualquier acto emanado de la autoridad jurisdiccional que signifique una actividad dinámica,
un impulso del proceso o la intención persecutoria por parte del Estado (conf. “Ostrowiecki, Aaron s/querella”,
C.C.C. Fed. Sala II del 29/5/84).”
“En tal dirección, Zaffaroni considera que la “secuela del juicio” -adhiriendo a la posición de Fabián Balcarcecomo causal de interrupción de la prescripción de la acción penal, es la sentencia penal condenatoria no firme, ya
que si la ley se refiriera a la sentencia definitiva entraríamos en el terreno de la prescripción de la pena y por eso
es que la regla sólo puede
aludir a la sentencia no firme (conf. aut. cit., “Código Penal y normas
complementarias. Análisis doctrinario y jurisprudencial”, Tomo 2, Ed. Hammurabi, Bs. As., 2002, págs. 665 y
668). Por ello, la sentencia condenatoria se constituye en causal interruptiva de la prescripción.”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler – Farah
22.2.2011
“Fontanals”
Causa 44.825
Reg. 129
J. 5 - S. 10
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Poder Judicial de la Nación
DEBIDO PROCESO. GARANTÍAS CONSTITUCIONALES. DEFENSA EN JUICIO. ALCANCES.
IMPARCIALIDAD. SEPARACIÓN DE LAS FUNCIONES DE ACUSAR Y JUZGAR. MINISTERIO
PÚBLICO FISCAL. FACULTADES. ALCANCES. QUERELLA. FACULTADES. NULIDAD.
“La introducción del artículo 120 de la Constitución Nacional marca la decisión de implementar un sistema
procesal en el que exista una separación estricta entre las funciones de acusar y juzgar. La imparcialidad del juez,
asegurada a partir de dicha separación, en principio no se ve afectada cuando se plantea una discrepancia entre el
fiscal y el querellante y su función se limite a asegurar que el querellante pueda ejercer el derecho a ser oído.
Tampoco habría allí una afectación intolerable a la independencia del Ministerio Público (Fallos 327:5863,
consids.. 30 y 37).”
“Sin embargo, el acceso a la jurisdicción del querellante –su derecho a ser oído- no debe servir de pretexto para
obviar la petición desestimatoria formulada por Fiscal, como titular de la acción pública (cfr. art. 5 CPP). Ello no
sólo implicaría desconocer su carácter de parte -con las consecuencias que de allí se derivan-, sino también
desconocer la expectativa generada en quien fuera denunciado, principal interesado en que la propuesta del Fiscal
tenga favorable acogida o cuanto menos una respuesta fundada que pueda ser sometida a crítica.”
“En este sentido, desde la perspectiva del derecho de defensa del apelante –Guillermo Moreno-, el ejercicio de la
USO OFICIAL
judicatura debe operar como garantía de equilibrio (Fallos 330:2658 –disidencia de los ministros Ricardo L.
Lorenzetti y E. Raúl Zaffaroni). Ese equilibrio implica no sólo asegurar la igualdad de armas –en vistas de la
posibilidad de que existan dos acusadores- sino tambien exponer los fundamentos por los cuales determinada
posición ha primado por sobre otra, en este caso, por qué la discrepancia entre el Fiscal y la querella se resolvió a
favor de la pretensión de esta última. Particularmente importante es el asunto pues en la visión del Fiscal de
grado, impulsar la acción en base a la hipótesis traída por la querella “violaría una de las premisas básicas del
derecho penal liberal, a la par que equivaldría a instrumentalizar la instancia pública de resolución de los
conflictos ya que la justicia criminal intervendría en las relaciones que no son delito (…)” (v. fs. 29 del expte.
ppal.).”
“Si la falta de respuesta al pedido desestimatorio del Fiscal es también acompañada, como en este caso, de la
realización de medidas instructorias -sin un requerimiento de instrucción formulado en los términos del artículo
188 del C.P.P., ni la identificación de una pieza que cumpla esa finalidad-, lo que se observa, en definitiva, ya no
es sólo un desequilibrio sino una actuación oficiosa por parte de la judicatura y, por ello, prohibida, aun cuando
coincida con las ansias de la querella. Garantizar el derecho de acceso a la jurisdicción de quien se considera
víctima de un delito no puede significar nunca privar de jurisdicción a los eventuales imputados.”
“Así las cosas, debido a que existe una seria afectación a la garantía del debido proceso –leída como la
observancia de las formas sustanciales (Fallos 125:10; 127:36; 189:34; 308:1557, entre muchos otros)-, se
impone la invalidación del auto obrante a fs. 44, y la devolución de las presentes actuaciones a la anterior
instancia a fin de que proceda en los términos aquí consignados.”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler – Ballestero - Farah
28.2.2011
“Moreno”
Causa 45.196
Reg. 149
J. 2 - S. 3
DECLARACIÓN INDAGATORIA. REQUISITOS FORMALES. NULIDAD. PROCEDENCIA.
“… lleva dicho el presente Tribunal que: “…No debe olvidarse que la recepción de la declaración indagatoria
de una persona configura su primer acto de defensa material, que sólo podrá ser ejercida en forma correcta si se
tiene conocimiento del hecho cuya comisión se le endilga, el cual debe contener la totalidad de las
circunstancias jurídicamente relevantes, y las probanzas que sustentan la imputación (…) De lo que se trata en
la indagatoria, es de otorgar al imputado la posibilidad de pronunciarse en el proceso en condiciones que
aseguren que esa declaración sea un acto de defensa . No podrá afirmarse que “escuchar al imputado”
garantiza su derecho de defensa sino existe, entre otras circunstancias, algo de qué defenderse (imputación) y el
3
conocimiento de esa imputación correctamente deducida (intimación)…” (esta Sala, cn° 40.308, “Laskowski,
Patricia y otros s/ proa.”, rta. el 21/09/07, reg. n° 1091, entre otras)”.
“En efecto, en el acto procesal que prevé el artículo 294 del Código de rito se trata de hacer conocer la
imputación mediante la cual se intima al encartado y ésta debe consistir en la noticia íntegra, clara, precisa y
circunstanciada del hecho concreto que se atribuye al imputado (conf. Maier, Julio “Dcho. Procesal Penal
Argentino”, Ed. Del Puerto, Bs. As, 1996, To 1, pag. 560)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Ballestero
8.2.2011
“Gelsi”
Causa 44.482
Reg. 57
J. 5 - S. 10
DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD DEL TRÁNSITO Y DE LOS MEDIOS DE TRANSPORTE Y DE
COMUNICACIÓN. ART. 196 CP. REQUISITOS TÍPICOS.
“…tal como lo ha sostenido esta Sala en reiteradas oportunidades, el conductor debe tener en todo momento
dominio sobre el vehículo, evitando con su accionar la posibilidad de causar accidentes, para lo cual está
obligado a adoptar todas las precauciones que correspondan, en particular al cruzar un paso a nivel (causas n°
10.965 “Sak”, rta. el 9/3/95, reg. n° 11.760, nº 26.918 “Cabrera”, rta. el 18/11/2008, entre otras). Desde tal
perspectiva, teniendo en cuenta que Machuca -de acuerdo a lo relevado- no actuó con el debido deber de cuidado
que se requiere en estos casos, pese a que conducía un camión con acoplado y cargado con elemento tóxicos
(envases de lavandina), lo cual a nuestro criterio, requiere una mayor atención y prudencia en la conducción del
automotor; es que habrá de confirmarse el procesamiento decretado a su respecto.”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
28.2.2011
“Machuca”
Causa 29.938
Reg. 32.593
J. 11 - S. 21
DENUNCIA. REQUISITOS FORMALES.
“La de la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha establecido que la denuncia no debe ser general y vaga sino
contraída a los hechos denominados y especiales con expresión de las circunstancias que puedan guiar al juez en
su investigación (conf. Fallo 1:40 y de esta Sala I, C.N° 44.273, reg. 554 del 14/06/10), extremos que no se dan
en el caso”.
“De igual modo, Jorge A. Clariá Olmedo, con cita en el referido fallo de la C.S.J.N., se pronunció señalando que
el Superior Tribunal, sostiene la inadmisibilidad de las llamadas denuncias genéricas por no contraerse a hechos
específicos y determinados (conf. “Derecho Procesal Penal”, t. II, Rubinzal – Culzoni Editores, Buenos Aires,
2004, pág. 429)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Ballestero
8.2.2011
“NN s/Desestimación”
Causa 44.837
Reg. 56
J. 2 - S. 3
DOCUMENTOS. DOCUMENTOS PÚBLICOS FALSOS. FALSIFICACIÓN DE DOCUMENTACIÓN
AUTOMOTOR. SELLOS, TIMBRES Y MARCAS. FALSIFICACIÓN. ART. 289 CP. REQUISITOS
TÍPICOS. ADULTERACIÓN DE NÚMERO DE MOTOR Y CHASIS. ENCUBRIMIENTO. CONCURSO
DE DELITOS.
“… esta Sala en sus anteriores intervenciones consideró -como bien sostiene la defensa- que si bien la conducta
descripta podía encuadrar en figuras típicas diferentes, lo cierto es que ellas concurrirían en forma ideal (art. 54
CP), por subyacer en el caso un único plan de acción con afectación al mismo bien jurídico, consistente en
presentar al automotor registrado con un dominio distinto del asignado según su chasis y motor (postura similar a
la sostenida en la c/n° 43.019 “Saba David”, rta. el 09/06/09, reg. 534; c/n° 43.787 “Villalba”, rta. 25/12/09, reg.
1525)”.
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“Tal postura ha sido sostenida por la Corte Suprema, en la causa n° 2055 XXXIX “Garciarena s/ competencia”
rta. el 5/10/04”.
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Ballestero – Farah
15.2.2011
“Villalba”
Causa 44.924
Reg. 83
J. 12 - S. 23
ESTUPEFACIENTES. USO DE ESTUPEFACIENTES CON OSTENTACIÓN Y TRASCENDENCIA AL
PÚBLICO. ART. 12 INC. B DE LA LEY. REQUISITOS TÍPICOS.
“En lo que hace al requisito de ostentación exigido por la figura legal en cuestión, se entiende que “usar con
ostentación implica consumir con jactancia y vanagloria, mostrándose y haciendo su conducta patente”, por lo
que consume con ostentación “no sólo el que ingiere el estupefaciente en un lugar público, sino el que le
imprime al hecho una actitud de lucimiento para que sea visto” (D’Alessio, Andrés José y Divito, Mauro A.,
“Código Penal de la Nación Comentado y Anotado”, Tomo III, Ed. La Ley, 2da edición, Buenos Aires, 2010,
pág. 1084 y sus citas). Al respecto, se expresó que no debe desvincularse la primera parte de la hipótesis prevista
en la norma -en cuanto reprime al que preconizare o difundiere públicamente el uso de estupefacientes, o indujere
a otro a consumirlos- de la segunda parte que “apunta a prohibir la inducción al consumo, dado que se trata de
USO OFICIAL
formas indirectas de apología” (ver causa n° 4352 “Vita, Leonardo Gustavo y otro s/ recurso de casación”, Sala
IV de la Cámara Nacional de Casación Penal, reg. n° 6500.4, rta. el 11/04/05). En idéntico sentido, se invocó que
“resulta evidente que el uso ostentoso mostrando o poniendo de manifiesto con alarde está evidentemente
relacionado con la preconización o difusión pública del uso de estupefacientes que se contempla en el mismo art.
12” (ver voto del Dr. Ocampo en la causa n° 26.636 “Barrionuevo, Daniel”, Sala III de la Cámara Nacional de
Apelaciones en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal, rta. el 3/07/90, Boletín de Jurisprudencia, año
1990, n° 3).” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun).
“Por su parte, sobre la exigencia de la trascendencia al público, este Tribunal ha expresado: “Se sostiene que ‘la
trascendencia implica que la acción haya sido percibida por terceras personas, y toda vez que la norma hace
referencia al público, los sujetos receptores deben ser indeterminados’ (Mahiques, Carlos A., “Leyes Penales
Especiales”, ed. Fabián Di Plácido, Bs. As., 2004, tomo I, pág. 195/6) (…) el tipo penal mencionado, exige la
efectiva trascendencia al público, no bastando a tales efectos que el uso de la droga se produzca en lugares
expuestos al público o privados, pero con probable trascendencia a terceros (ver Mahiques, Carlos A., obra
citada, pág. 196)” (ver causa n° 27.680 “Lucero Tevez, José H. s/ procesamiento y embargo”, reg. n° 29.769, rta.
el 21/04/09). En otras palabras, se requiere -además de la ostentación- trascendencia actual y no potencial al
público de la conducta desplegada.” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun).
“A la luz de lo señalado, el tipo penal bajo estudio no se conforma con el mero consumo en lugares expuestos a
otras personas, sino que exige un determinado resultado: la “trascendencia al público”, y una modalidad de la
conducta: “con ostentación”, entre los cuales existe indudablemente una estrecha relación, ya que trascenderá al
público la conducta que de alguna manera se haya realizado ostentosamente y no a escondidas (ver dictamen del
Procurador General de la Nación, al que remitieron los Sres. Ministros de la Corte Suprema de Justicia de la
Nación, Dres. Highton de Nolasco, Petracchi, Maqueda y Argibay, en la Competencia n° 31. XLVI “Herrera,
Ernesto Nicolás s/ pta. inf. a la ley 23.737”, rta. el 21/09/10).” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun).
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
22.2.2011
“Pereyra”
Causa 29.872
Reg. 32.571
J. 6 - S. 11
EXCARCELACIÓN. PAUTAS PARA EVALUAR SU PROCEDENCIA. REBELDÍA. EFECTOS.
REQUISITOS Y CONSECUENCIAS DE SU DICTADO.
“Ahora bien, el hecho de que la encartada se hallara rebelde no conforma un obstáculo insalvable para la
concesión de su excarcelación. Ello, en razón de que hasta ese momento no tenía conocimiento de la existencia
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de la causa, circunstancia que no ha podido ser rebatida.” (Del voto de lso Dres. Freiler y Ballestero).
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler – Ballestero - Farah
22.2.2011
“Godoy Calderón”
Causa 45.208
Reg. 109
J. 4 - S. 7
EXCEPCIÓN. EXCEPCIÓN DE FALTA DE ACCIÓN. ALCANCES. REQUISITOS PARA SU
PROCEDENCIA.
“La vía procesal intentada sólo resulta procedente cuando la atipicidad de la conducta denunciada resulte en
forma palmaria de la mera descripción efectuada en el acto promotor, no tolerando este modo de excepcionar
debate alguno sobre cuestiones subjetivas, ni hechos controvertidos ni la producción de prueba (en este sentido,
ver: Navarro, Guillermo R. y Daray, Roberto R., “Código Procesal Penal de la Nación”, ed. Hammurabi, Buenos
Aires, 2004, tomo II, pág. 930 y D’Albora, Francisco, “Código Procesal Penal de la Nación”, Ed. Lexis Nexis,
Buenos Aires, 2003, tomo II, pág. 715)”.
“En reiteradas ocasiones hemos sostenido que “…Si bien el Tribunal ha seguido la elaboración pretoriana que
admite la excepción de falta de acción en forma excepcional para los casos en que de manera inequívoca y
manifiesta los hechos imputados no fueren subsumibles en ninguna de las figuras delictivas típicas establecidas
por el legislador, la idoneidad de tal excepción se reservó, sin embargo, para aquellos casos en que ocurriera de
modo patente y obvio, evitando que por esa vía, se plantearan cuestiones de fondo que hagan al objeto del
proceso en forma anticipada a la oportunidad pertinente…” (ver causa n° 30.408, “Fernández Meijide, G. s/
excepción de falta de acción”, rta. el 14/04/99, reg. n° 228 y causa n° 42.491, “Belforte, Luciano Osvaldo s/
excepción de falta de acción”, rta. 23/12/08, reg. n° 1598, entre otras)”.
“Resta señalar, en relación con lo expresado por el apelante en el escrito elaborado de acuerdo a lo normado por
el artículo 454 del Código Procesal Penal de la Nación, en cuanto a que “no se encuentra primariamente
demostrada la existencia de conducta alguna que quede atrapada por una figura del derecho material” y que “la
actividad jurisdiccional necesita para activarse, de la certeza que un determinado hecho ha ocurrido, y que
aquello que ha sucedido lesiona, efectivamente, un bien jurídico protegido por el derecho penal”, que dichas
exigencias no se compadecen con el estadio procesal que transita este legajo”.
“Una de las finalidades de la etapa instructoria es, precisamente, “…(c)omprobar si existe un hecho delictuoso
mediante las diligencias conducentes al descubrimiento de la verdad…”. El proceso está encaminado, entonces,
en su primera etapa, a corroborar -o descartar- la ocurrencia del suceso que forma parte de la hipótesis de la
acusación -el cual debe ajustarse, prima facie, a alguna de las conductas descriptas por los tipos penales vigentes, a la determinación de las circunstancias de modo, tiempo y lugar en que aquellos hubieran ocurrido y a la
individualización de quienes hayan tenido intervención en el mismo (cfr. art. 193 Código Procesal Penal de la
Nación)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Ballestero – Farah
16.2.2011
“Wellish”
Causa 44.893
Reg. 95
J. 10 - S. 19
INCONSTITUCIONALIDAD. LEY 24.557 ART. 32. GARANTÍAS CONSTITUCIONALES. LIBERTAD
PERSONAL. PROHIBICIÓN DE PRISIÓN POR DEUDAS. ALCANCES
“…Cuando la República Argentina ratificó la Convención Americana sobre Derechos Humanos (ley 23.054)
efectuó una reserva según la cual: “…el artículo 7, inciso 7, debe interpretarse en el sentido que la prohibición de
la ´detención por deudas´ no comporta vedar al Estado la posibilidad de supeditar la imposición de penas a la
condición de que ciertas deudas no sean satisfechas, cuando la pena no se imponga por el incumplimiento mismo
de la deuda sino por un hecho penalmente ilícito anterior independiente…” (vid. reservas y declaraciones
interpretativas hechas al ratificar la Convención, del 14/8/84)”.
“En función de esta reserva, la Cámara Nacional de Casación Penal ha sostenido que si bien algunos de los
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instrumentos internacionales del art. 75, inc. 22, C.N. prevén que las deudas no pueden generar la privación de la
libertad personal, esta solución encuentra su límite cuando el incumplimiento dinerario es catalogado como delito
por el código de fondo o una ley especial de contenido penal (ver en este sentido, Sala I, causa n° 5101
“Ghillione, Oscar Mauricio s/ recurso de casación”, rta. el 18/12/03, reg. n° 6418)”.
“Tampoco puede reputarse contraria a la Constitución Nacional la previsión de dicho incumplimiento como
delito, pues la norma de valoración no tiende a garantizar el cumplimiento de contratos entre particulares sino
principios del orden público laboral. En este mismo sentido, aunque en referencia al incumplimiento de aportes
provisionales, la C.S.J.N. sostuvo: “…Que a los efectos de una adecuada hermenéutica de la ley debe tenerse
presente que las normas fiscales no persiguen como única finalidad la recaudación pues exceden el mero
propósito de mantener la integridad de la renta fiscal; ya que se inscriben en un marco jurídico general de amplio
y reconocido contenido social, en el que la sujeción de los particulares a los reglamentos fiscales y normas
tuteladas por los tipos penales constituye el núcleo sobre el que gira todo el sistema económico y de circulación
de bienes (arg. Fallos: 314:1376, considerando 9° entre otros)…” (“Siagra S.R.L. s/ Ley 23.771”, rta. el 25/9/97;
vid., en sentido similar, CNCP, Sala III, c/n° 916, “Maitini, Delio Jorge s/ recurso de casación”, rta. el 28/2/97,
reg. N° 50/97)”.
“En una dirección similar, no puede pasarse por alto que en el mensaje de elevación del proyecto de ley que
USO OFICIAL
desembocó en la sanción de la norma objetada se expuso que: “…Según surge de los lineamientos generales
expuestos, la L.R.T. se inserta como un subsistema de la seguridad social que se integra armónicamente y
complementariamente con otros institutos –fundamentalmente la legislación de higiene y seguridad en el trabajo
y el sistema de jubilaciones y pensiones- con el objeto de proveer al trabajador una protección integral frente a
los riesgos del trabajo…” (LL-1996-A, “Antecedentes Parlamentarios”, p. 412)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Ballestero – Farah
15.2.2011
“Benito”
Causa 44.902
Reg. 89
J. 7 - S. 14
LEY 11.723. PROPIEDAD INTELECTUAL. ALCANCES. PADRÓN ELECTORAL.
“La norma a la luz de la cual se examinaron los sucesos endilgados al encausado sanciona a quien “…edite, venda
o reproduzca por cualquier medio o instrumento, una obra inédita o publicada sin autorización de su autor o
derechohabientes” (art. 72 inciso “a” de la ley 11.723)”.
“Dicha figura penal presupone la existencia de una obra -concepto cuyo alcance fue definido a través del primer
artículo de la ley de mención-, que debe estar inscripta en el Registro correspondiente. También exige que la
venta o reproducción se efectúe sin contar con la correspondiente autorización”.
“Al definir el alcance del concepto obra, se establece que comprende “las obras científicas, literarias y artísticas
comprenden los escritos de toda naturaleza y extensión, entre ellos los programas de computación fuente y
objeto; las compilaciones de datos o de otros materiales; las obras dramáticas, composiciones musicales,
dramático-musicales; las cinematográficas, coreográficas y pantomímicas; las obras de dibujo, pintura,
escultura, arquitectura; modelos y obras de arte o ciencia aplicadas al comercio o a la industria; los impresos,
planos y mapas; los plásticos, fotografías, grabados y fonogramas, en fin, toda producción científica, literaria,
artística o didáctica sea cual fuere el procedimiento de reproducción”.
“En el caso sub examine, del auto de mérito impugnado no se desprende qué categoría de obra sería, a criterio del
a quo, el producto cuya comercialización se endilga a Cantaro, toda vez que se refiere a él como “el padrón
electoral”.
“Nótese que, precisamente, la defensa se dedicó, en primer término, a aclarar que el incuso no ha usado ni
vendido ni reproducido el software elaborado por la Cámara Nacional Electoral -el cual se encuentra amparado
por la ley de Propiedad Intelectual-, sino que, por el contrario, el producto que vendía Cantaro consistía en una
base de datos de su propia creación, que contenía información parcialmente idéntica a aquella contenida en el
Padrón”.
7
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero – Farah
17.2.2011
“Cantaro”
Causa 44.734
Reg. 103
J. 11 - S. 22
LEY 25.891. ART. 12. REQUISITOS TÍPICOS.
“Ha dicho este Tribunal que, el artículo 12 de la ley de servicios de comunicaciones móviles exige como
presupuesto fáctico que la adquisición y/o utilización de terminales celulares –módulo de identificación
removible del usuario o la tecnología que en el futuro la reemplace- por parte de un sujeto ocurra con
conocimiento de su procedencia ilegítima (Conf. c. 43.764 “Incidente de apelación de Gonzalez, Pablo L. en
autos: s/inf. Ley 25.891”, rta.el 27/4/2010, reg. Nro. 370).”
“Las pruebas incorporadas al momento resultan suficientes como para sostener que Brites habría adquirido a
sabiendas de su origen ilícito, los módulos de identificación removible del usuario (tarjetas de telefonía).”
“A dicha conclusión se arriba teniendo en cuenta la cantidad del material secuestrado y la notoria informalidad
tanto de su adquisición como de su ofrecimiento al público.”
“Asimismo, se han tenido en consideración los informes presentados por las compañías de telefonía móvil, en
donde destacaron que el imputado no se encontraba habilitado para comercializar sus productos ni estaba
registrado como agente oficial de esas compañías y que algunas de las líneas relacionadas con las SIM fueron
dadas de baja por fraude (ver fs. 93, 97 y 102/103).”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler – Ballestero - Farah
22.2.2011
“Brites”
Causa 44.500
Reg. 123
J. 12 - S. 23
LEY 25.891. CONDUCTAS TIPIFICADAS. REQUISITOS TÍPICOS.
“… el hecho de que se tratase de un local no oficial, deja vislumbrar su conocimiento acerca de la procedencia
ilegítima de aquellos, en tanto los requisitos solicitados para la adquisición no son los mismos que los requeridos
por las empresas conocidas. Así, conformado que fuera el elemento objetivo del tipo penal endilgado, tampoco es
posible descartar el dolo en el accionar del encartado, tal como solicitara oportunamente el recurrente”.
“Recordemos además que esta Sala ha sostenido en otras oportunidades que: “…la ausencia de los comprobantes
que acrediten el origen de los teléfonos secuestrados, como así también las denuncias de robo que poseen,
refuerzan la teoría de su procedencia ilegítima…” (c. nro. 43.075, “Cabral, Eduardo s/procesamiento”, resuelta
el 15/09/09, registro n° 982). En consecuencia, el decisorio apelado será homologado”.
“Aquí debemos recordar que el artículo 12 de la ley 25.891 pretende englobar aquellos comportamientos que no
se encuentran descriptos en los artículos 10 y 11 pero que de algún modo se relacionan con aquellas maniobras,
es decir que intenta incriminar la conducta de las personas que adquieren o utilizan teléfonos celulares o tarjetas
de telefonía de origen ilegal, conociendo ésta circunstancia. Queda comprendido en la descripción quien de
cualquier forma se valga de estos materiales que hayan sido hurtados, robados, perdidos u obtenidos mediante
fraude (ver los fundamentos del proyecto de ley de los Senadores Guillermo Jenefes, Miguel A. Pichetto y Jorge
M. Capitanich, pág. 1095, Antecedentes Parlamentarios, Tomo 2004-B, La Ley)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Ballestero – Farah
15.2.2011
“Yaniquez”
Causa 44.917
MARCAS
Y
Reg. 86
DESIGNACIONES.
LEY
22.362.
J. 12 - S. 24
BIEN
JURÍDICO
TUTELADO.
CONDUCTAS
ABARCADAS POR LA NORMA. ALCANCES.
“Con relación a la ley de marcas, cabe destacar que este Tribunal ha sostenido reiteradamente que: “… ante este
tipo de supuestos, iniciado por prevención policial y donde no existe querellante, la afectación al bien jurídico
protegido por la norma, entonces debe traducirse en la posibilidad concreta de engaño al público consumidor. Si
8
Poder Judicial de la Nación
éste fuese desechado, la conducta perseguida debe reunir una serie de características que hagan presumir un
perjuicio al titular de la marca –aún frente a su pasividad, vale decir, dimensiones considerables, giro comercial
importante y efectos negativos apreciables. Solo bajo estas circunstancias se supera el umbral constitucional que
resulta del principio de lesividad mencionado en el comienzo y la persecución penal en la libertad de acción del
individuo…” (CN° 38.775 “Avena, Damián” rta. el 5/10/06, reg. n° 1.089 y CN° 44.675 “Suárez, Adrián” rta. El
11/11/2010, reg. n° 1138, entre otras)”.
“Así, las cosas, la conducta investigada en autos contrasta con los parámetros señalados, dada la forma inusual y
atípica en que se ofrecían al público los cd´s y dvd´s -en un puesto de diarios-. Por lo tanto, resulta imposible
poner en peligro la credibilidad del legítimo fabricante -en este caso ausente de presentación-, siempre que el
consumidor sabe que los defectos propios que los dvd´s acarrean, sin duda, no son de responsabilidad del dueño
marcario, ello en virtud de las circunstancias particulares que rodearon al hecho”.
“En consecuencia, atento a las características de los discos secuestrados, no puede aseverarse que los titulares de
las marcas se vean desprestigiados y/o perjudicados para su comercialización. Ello, toda vez que, como se ha
señalado previamente, los potenciales compradores de los dvd´s como los secuestrados en autos, tienen absoluto
conocimiento de la pésima calidad de grabación”.
“Sin embargo, en base a lo expuesto, se advierte que la conducta realizada por los imputados, puede ser
USO OFICIAL
alcanzada por lo establecido en el artículo 72 bis, inc. “d” de la ley 11.723, pero no obran en autos informes
registrales que acrediten la propiedad artística de dichas obras ni documentación que acredite el origen extranjero
o nacional de las obras incautadas”.
“En este sentido, este Tribunal ha dicho que: “… la tutela penal de los derecho protegidos por las leyes 22.362 y
11.723 -en este último caso con la salvedad de lo estipulado en el artículo 5to. del Convenio antes citado,
necesariamente requiere la previa y efectiva inscripción, motivo por el cual, y no obstante la notoriedad que
puedan tener las marcas y las obras cuestionadas, la acreditación de los registros correspondientes resulta
insoslayable para la persecución penal… (Cn° 43.159 “Pazos, Arturo L. s/ proc.”, rta. el 30/7/09, reg. n° 721 y
cn° 44.658 “Ibáñez s/ proa.” rta. el 4/11/2010, reg. n° 1113)”.
“Por ello, consideramos que respecto a la propiedad intelectual restan realizar varias medidas a fin de determinar
si el bien jurídico tutelado por la norma se encuentra afectado, por lo tanto corresponde adoptar, de momento, el
auto de mérito previsto por el artículo 309 del Código Procesal Penal de la Nación”.
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Ballestero – Farah
2.2.2011
“Lancestremere”
Causa 44.361
MARCAS
Y
Reg. 24
DESIGNACIONES.
LEY
22.362.
J. 4 - S. 7
BIEN
JURÍDICO
TUTELADO.
CONDUCTAS
ABARCADAS POR LA NORMA. ALCANCES.
“Esta Sala ha sostenido -desde antaño- que no existe afectación o amenaza hacia el bien jurídico tutelado por la
ley 22.362 en los casos en que la calidad visiblemente apócrifa y ciertas circunstancias que hacen al contexto de
venta, tornan inidónea a la comercialización cuestionada para causar confusión en el público consumidor (conf.
causa n° 5.831 “Cuenca Textil”, reg. n° 6619 bis del 22/08/89, causa n° 18.875 “Ziva”, reg. n° 20.397 del
31/10/02; causa n° 20.298 “Gabriel Añaños”, reg. n° 21.502 del 2/09/03; causa n° 20.475 “Misci”, reg. n° 21.759
del 13/11/03; causa n° 20.728 “Balmaceda”, reg. n° 22.009, rta. el 3/2/04; causa n° 22.326 “Méndez”, reg. n°
23.485 del 15/03/05; causa n° 22.001 “Sánchez Negreiros”, reg. n° 23.486 del 15/03/05; causa n° 23.046
“Corrado”, reg. n° 24.326 del 18/10/05; entre muchas otras)” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun).
“Más recientemente, se resaltó que tal exégesis deriva necesariamente de la propia letra del artículo 31 de la
normativa citada pues tanto la falsificación como la imitación fraudulenta exigen en su literalidad la potencial
confusión en el público acerca de la originalidad de un producto. De hecho, tal como surge de la exposición de
motivos de la ley 22.362, la asunción por parte del Estado de la acción penal pública estuvo justificada por la
9
necesidad de dinamizar el anterior régimen de la ley 3.975, “reconociendo en la actividad que se persigue una
verdadera falsificación, con su secuela de engaño y descrédito para la confianza pública” (Del voto de los Dres.
Cattani e Irurzun).
“De tal manera, encuadrar una acción en esta figura habiéndose descartado tal posibilidad y bajo el argumento de
que aquella busca proteger -separadamente- al titular marcario y al público consumidor, implica excederse del
tipo penal analizado sobrepasando los límites del principio de legalidad” (Del voto de los Dres. Cattani e
Irurzun).
“En el sub examine, la calidad de los discos compactos que le fueron incautados a Augusto Nicolás Pagano, -son
los conocidos comercialmente como vírgenes o grabables, ver resultados del peritaje practicado a fs. 45/6 ppal.- y
las condiciones en que eran exhibidos para su comercialización, esto es, en la vía pública y con sus portadas
fotocopiadas, permiten concluir que los elementos no eran idóneos para producir la posibilidad de engaño que
exige la norma analizada” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun).
“He sostenido que “...Ante este tipo de supuestos, iniciados por prevención policial y donde no existe
querellante, la afectación o potencial afectación al bien jurídico protegido por la norma, entonces, debe
traducirse en la posibilidad concreta de engaño al público consumidor. Si este fuese desechado, la conducta
perseguida debe reunir una serie de características que hagan presumir un perjuicio hacia el titular de la marca
-aún frente a su pasividad- vale decir, dimensiones considerables, giro comercial importante y efectos negativos
apreciables. Solo bajo estas circunstancias se supera el umbral constitucional que resulta del principio de
lesividad (...) y la persecución penal se hace viable, pues aparece el ´fin´ que justifica y da sentido a la injerencia
penal en la libertad de acción del individuo (Sala I de esta Cámara, causa n° 41.065 “Berardi”, reg. n° 101 del
14/02/08 y su cita)” (Del voto del Dr. Farah).
“Así las cosas, la conducta investigada en autos contrasta con los parámetros señalados, dada la forma inusual y
atípica en que se ofrecían al público los discos compactos -en plena vía pública- y que a simple vista se podría
advertir que no pretendían imitar los originales, por lo tanto, resulta imposible en tales condiciones que se haya
puesto en peligro la credibilidad del fabricante -en este caso, incluso, ausente de presentación-, pues el
consumidor sabe que los defectos propios de los productos que adquirió, sin duda, no son responsabilidad del
dueño marcario” (Del voto del Dr. Farah).
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
1.2.2011
“Pagano”
Causa 29.888
Reg. 32.492
J. 6 - S. 11
NULIDAD. DICTÁMEN FISCAL. FALTA DE LEGALIDAD Y RAZONABILIDAD. DISIDENCIA.
“El análisis de la presentación suscripta por el Sr. Fiscal General me lleva a concluir que, en virtud de los
defectos que a continuación pasaré a explicar, no puede ser admitida como un acto válido. Los argumentos
vertidos por el Dr. Moldes en su dictamen no superan el juicio de razonabilidad correspondiente, por lo debe ser
anulado.” (Del voto en disidencia del Dr. Freiler)
“Históricamente, la Procuración General de la Nación viene instruyendo a los Magistrados que integran el
Ministerio Público Fiscal a velar -dentro de los límites trazados por el marco jurídico correspondiente, es decir,
sin apartarse de las normas vigentes que regulan la materia-, por el mantenimiento de la vigencia de la acción
penal pública.” (Del voto en disidencia del Dr. Freiler)
“Ese criterio se ve reflejado con claridad en lo expuesto por el Sr. Procurador General en cuanto a que “…a la luz
del rol esencialmente requirente del Ministerio Público Fiscal, y en virtud del carácter de representante de los
intereses generales de la sociedad (artículo 120 de la Constitución Nacional), impone la necesidad de aumentar
los esfuerzos institucionales para evitar que la prescripción de la acción penal impida que se dicte sentencia, que
es la forma adecuada de conclusión de los procesos criminales” (Res. P.G.N. n° 33/05, del 15 de abril de 2005).”
“En aquella ocasión, el Dr. Esteban Righi dispuso concretamente “Instruir… para que… siguiendo la histórica
línea político criminal del organismo, opten por la interpretación que haga prevaler la vigencia de la acción
10
Poder Judicial de la Nación
penal pública (Res. P.G.N. 3/86, 25/88, 39/95, 20/96, Ministerio Público 39/99, 42/02, 71/03, entre otras)”.” (Del
voto en disidencia del Dr. Freiler)
“El notable apartamiento de dicho principio rector por parte del Fiscal General, que al desistir del recurso de
apelación oportunamente interpuesto por su colega de grado se ha alejado de la línea de política criminal que fue
expresamente fijada por su superior jerárquico, no fue justificado, a mi modo de ver, de ningún modo. El
dictamen obrante a fs 202 omite toda mención al respecto, por lo que su fundamentación resulta meramente
aparente.” (Del voto en disidencia del Dr. Freiler)
“Todo ello me lleva a sostener que el dictamen glosado a fs 202 no supera el necesario examen de legalidad y
razonabilidad, del que no se halla exenta la actuación de los representantes del Ministerio Público Fiscal (art. 69
del Código Procesal Penal de la Nación), lo que así voto.” (Del voto en disidencia del Dr. Freiler)
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler – Ballestero - Farah
24.2.2011
“Cirigliano”
Causa 44.930
Reg. 131
J. 6 - S. 12
NULIDAD. DICTAMEN FISCAL. IMPROCEDENCIA. MINISTERIO PÚBLICO FISCAL. AUTONOMÍA.
AUTO DE PROCESAMIENTO. ELEVACIÓN A JUICIO.
USO OFICIAL
“Más allá de las diversas opiniones jurisprudenciales e incluso, de distintas opciones legislativas vinculadas con
la necesidad o no del auto de procesamiento, lo cierto es que en los códigos procesales que, como el de la Nación,
mantienen su previsión, la interpretación de su sentido en el marco del procedimiento debe realizarse desde la
óptica de las garantías que protegen al justiciable”.
“En esta dirección, la revisión jurisdiccional del mérito provisorio de la instrucción tiende, sobre la base de la
audiencia previa del imputado, a tamizar la imputación y a evitar eventuales acusaciones infundadas. En este
sentido, el hecho de que el Fiscal haya consentido el auto de procesamiento al no haber apelado a favor del
imputado, no lo determina, a modo de necesidad, a presentar la acusación en su contra en el momento procesal en
el que está investido por la Constitución Nacional (art. 120) de la atribución de decidir si lleva o no a una persona
a juicio. El consentimiento del auto de procesamiento por un lado, y el pedido de sobreseimiento en el momento
del art. 346 del C.P.P.N., no lleva ínsita, en consecuencia, una contradicción que conlleve la máxima sanción
procesal aplicada por el magistrado”.
“Lo expuesto no quita la posibilidad de que el Juez realice un control de legalidad y razonabilidad del dictamen
fiscal, siempre y cuando dicho contralor no avance indebidamente sobre el poder de la acción y, en consecuencia,
sobre la imparcialidad judicial (vid., entre muchas otras, c/n° 40.132, “Incidente de nulidad de Ramos, Nicolás
Martín”, rta. el 5/6/07, reg. N° 502, n° 40.340, “Incidente de nulidad de García Iglesia, José”, rta. el 27/8/07, reg.
N° 934, n° 38.122, “Palacios, M.J.”, rta. el 30/11/05, reg. N° 1392; c/n° 42.948, “Incidente de apelación en autos
NN s/ delito de acción pública”, rta. el 7/5/09, reg. N° 402)”.
“En este sentido, si bien en el caso se siguió el camino procesal correcto al practicarse un control de legalidad y
razonabilidad del dictamen desincriminatorio fiscal, la materialización de esa tarea viró hacia una suerte de
disposición de la acción, pues la fundamentación de la nulidad en un único motivo que hemos descartado como
generador de tal sanción procesal, reveló, en verdad, una mera discrepancia con el criterio de quien es el titular de
la acción pública”.
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Ballestero
8.2.2011
“De Cunto”
Causa 44.470
Reg. 47
J. 2 - S. 4
PREVARICATO. ART. 269 CP. REQUISIOS TÍPICOS.
“No caben dudas de que el prevaricato –art. 269 CP- es un delito especial –delicta propia- en el que sólo puede
ser considerado autor el “juez”, por ser el único que reune los requisitos típicos exigidos por la norma. Sin
embargo, ello no excluye la posibilidad de que existan aportes punibles que conviertan a quien los facilite en
11
cómplice (en contrario, Schmidhauser defiende la impunidad del partícipe en los delicta propia, pero representa
a un sector muy minoritario de la doctrina que desconoce el carácter accesorio de la participación y cuya prédica
no se ajusta a la letra de nuestro Código Penal –v. Zaffaroni, Alagia, Slokar “Derecho Penal. Parte General”,
Ediar, Buenos Aires, 2002, pág. 792-).”
“El precedente de la Cámara Nacional de Casación Penal que trae a colación el magistrado de grado (Sala IV, c.
1900 “Diamante, Gustavo G. s/ recurso de casación”, reg. 3326.4, rta. 26/4/01), contrariamente a lo que alega el
letrado, admite la posibilidad de que un Secretario participe del prevaricato del juez. El hecho de que en aquel
caso no se haya probado tal participación no implica su negación a priori sino justamente lo contrario…”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler – Ballestero - Farah
22.2.2011
“González”
Causa 44.825
Reg. 128
J. 12 - S. 13
PRUEBA. CUERPO DEL DELITO. AUSENCIA. CONSECUENCIAS.
“…este Tribunal ha dicho que: “…A los fines de la acreditación de la comisión de un delito, no resulta necesaria
la incorporación al proceso del objeto sobre el cual ha recaído la conducta delictuosa –corpus criminis- ni de los
medios utilizados en la comisión del suceso –corpus instrumentorum-, ya que basta con que su verificación se
produzca por los medios de prueba admitidos –corpus probatorium-…” (Conf. esta Sala en CNº 35764 “Ambesi,
Ana s/ procesamiento, Reg. N 304, 19/04/05; CNº 42.931 “Velásquez Aguilera, Alicia s/ procesamiento y prisión
preventiva”, Reg. Nº 374, 8/04/09; CN° 44.499 “Sales, Jorge Antonio s/ procesamiento” Reg. N 1197, 25/11/10 y
CNCP, Sala III “Ambesi, A, Reg. Nº 854043).”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler – Ballestero - Farah
22.2.2011
“Lucero”
Causa 44.904
Reg. 110
J. 1 - S. 1
PRUEBA. MANIFESTACIONES DEL PERSONAL POLICIAL PREVENTOR. VALOR PROBATORIO.
“Es jurisprudencia de esta Sala que los dichos de los funcionarios policiales poseen plena fuerza probatoria
cuando se refieren a hechos conocidos por razones funcionales y no se basan en interés, afecto u odio, y que el
sentido moral genérico que inspira la verdad de todo testigo, se agrega el sentimiento de un deber especial y
particular que proviene de su propia condición y que tiene su origen en el cargo que desempeña (conf. Causa
nro. 26.299 “Magrache, Vicente M.”, rta. el 3/7/98, reg. Nro. 496, entre otras).”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler – Ballestero - Farah
22.2.2011
“Angulo Rios”
Causa 45.122
RECURSO
Reg. 112
DE
APELACIÓN.
DESISTIMIENTO.
J. 8 - S. 15
PRINCIPIO
DISPOSITIVO.
AUSENCIA
DE
JURISDICCIÓN DEL TRIBUNAL.
“Que en esta instancia (…) el recurrente ha desistido de la apelación deducida razón por la cual y en virtud del
principio dispositivo que gobierna la materia recursiva, dicha actitud ha quitado jurisdicción al Tribunal para el
conocimiento de la cuestión traída a estudio, resultando imperativo legal tener por desistido el recurso interpuesto
(conf. causa n° 16.051 “Svatetz de Menéndez, Matilde y otra s/sobreseimiento”, reg. n° 17.269, rta. 29.2.00 y sus
citas)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Farah - Irurzun
9.2.2011
“Inc. de apelación”
Causa 30.074
Reg. 32.529
J. 12 - S. 23
RECURSO DE CASACIÓN. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA. COMPETENCIA. CUESTIONES
DE COMPETENCIA. INADMISIBILIDAD.
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Poder Judicial de la Nación
“…las resoluciones que deciden cuestiones de competencia no constituyen sentencia definitiva por no
imposibilitar la prosecución de las actuaciones”, por lo tanto resulta inadmisible el recurso de casación.
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Ballestero – Farah
3.2.2011
“Campo”
Causa 44.677
Reg. 36
J. 4 - S. 7
RECURSO DE CASACIÓN. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA. EMBARGO. MEDIDAS
CAUTELARES. RESOLUCIÓN SOBRE MEDIDAS CAUTELARES. IMPROCEDENCIA.
“…la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha sostenido que las resoluciones sobre medidas cautelares, sea que
las ordenen, modifiquen o levanten, no revisten -en principio- carácter de sentencias definitivas, salvo que se
verifique un agravio que, por su magnitud y las circunstancias de hecho, pueda ser de imposible, insuficiente o
tardía reparación ulterior -ver de esta Sala, causa n° 26.195 “Granillo Ocampo, R. E. s/inhibición gral. -casación”, rta. 28.3.08, reg. n° 28.202 y sus citas- (cfr. asimismo, C.S.J.N. Fallos 238:434; 244:530; 286:240; 307:1132;
USO OFICIAL
319:2325; 310:6814; 286:240, entre otros)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
10.2.2011
“Seoane”
Causa 29.776
Reg. 32.531
J. 4 - S. 8
RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA.
El artículo 474 del CPPN “… establece que el recurso de inconstitucionalidad procede cuando se hubiese
cuestionado la constitucionalidad de una ley, ordenanza, decreto o reglamento que estatuya sobre materia regida
por la Constitución y la sentencia o el auto fuere contrario a las pretensiones del recurrente. Si bien una
interpretación literal indicaría que el recurso sólo se admite cuando la decisión ha sido favorable a la validez
constitucional de la norma, se ha interpretado que resulta la vía adecuada, igualmente, para lograr la declaración
de constitucionalidad de una norma declarada violatoria de la Constitución Nacional por un Tribunal inferior, tal
como se corrobora en el presente caso (C.N.C.P. Sala IV, cn° 1676, “Fernández, Miguel Tito s/ recurso de
inconstitucionalidad”, rta. 10/08/00, reg. N° 2747; Sala II cn° 36 “Costilla, Jorge s/ recurso de
inconstitucionalidad”, rta. el 24/11/93, reg. n° 61 y Sala III cn° 64 “Belizán, Rodolfo A. s/ recurso de
inconstitucionalidad”, rta. el 15/03/94, reg. N° 94, entre otras)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Ballestero
8.2.2011
“Rojas”
Causa 44.553
Reg. 45
J. 12 - S. 24
RECUSACIÓN DE MAGISTRADOS. CAUSALES. RECHAZO
“Recuérdese que no “constituyen motivos de apartamiento las diferencias de criterio que se exponen respecto del
trámite y decisiones adoptadas en esta causa por el magistrado recusado pues dichos planteos deben ser
canalizados a través de las vías procesales idóneas en los procesos en que las decisiones criticadas fueron
adoptadas, sin que quepa admitir la separación del Juez de la causa en base a cuestionamientos atinentes al
contenido de sus resoluciones o a los eventuales defectos formales de que éstas adolezcan” (c. n° 42.689,
“Rodríguez Menéndez, José Emilio s/recusación”, rta. 15/1/2009, reg. n° 23, de esta Sala. En el mismo sentido, c.
n_ 42.718, “Naim, Shlomo s/recusación”, rta. 08/01/09, reg. n° 6).”
“No puede dejar de considerarse que las causales que motivan la recusación de los magistrados implican un acto
grave pues importa el apartamiento de un juez del conocimiento de la causa que por ley le ha sido atribuida
(Fallos 319:739), por lo que deben apoyarse en argumentos sólidos y serios que demuestren el interés directo o
indirecto del magistrado en la causa, lo que en el caso no se expone.”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Farah
13
24.2.2011
“Melgarejo”
Causa 44.504
Reg. 144
J. 1 - S. 2
SUPRESIÓN Y SUPOSICIÓN DEL ESTADO CIVIL Y DE LA IDENTIDAD. ART. 139 CP. REQUISITOS
TÍPICOS.
“Se ha entendido que la primera parte del tipo penal tratado hace referencia a “cualquier acto idóneo para
producir el resultado típico, que puede recaer sobre la persona del menor o sobre los documentos que acreditan
su identidad” (ver Donna, Edgardo “Derecho Penal -parte especial-”, Ed. Rubinzal Culzoni, Bs. As. 2001, Tomo
IIA, pag. 91)”.
“Con acierto se ha afirmado que “alterar el estado civil significa hacer aparecer como real una situación que no
es la que corresponde efectivamente a los hechos…, habiéndose colocado al sujeto pasivo en situación de ser
otro, como cuando se altera su filiación…” ( ver Baigún, David y Eugenio Zaffaroni, “Código Penal, parte
especial”, Edit. Hammurabi, Bs. As. 2008, T. 5, pág. 94 y su cita).”.
“Precisamente, al analizar los alcances de este tipo penal, el doctor Zaffaroni, con cita de Fontan Balestra,
sostuvo que ocurre “si se altera un acta de nacimiento haciendo parecer legítimo a un hijo que no lo es o
viceversa” (Ob. Cit., T. 5, pág. 95 y su cita; la negrita pertenece al Tribunal).”.
“El hecho que fuese la verdadera madre quien mantenía la custodia de sus hijas y así lo diese a conocer
públicamente, aunado a las constancias que surgen de la causa, desnaturalizan la posible subsunción de la
conducta bajo la modalidad típica permanente, “retener” y “ocultar”, prevista en la segunda parte del inciso.”
“En esa dirección, es dable sostener que en el caso que nos ocupa lo que se prolonga en el tiempo son los efectos
materiales dañosos causados por la consumación instantánea del delito -alteración de la identidad mediante la
inscripción con datos falsos- que de ningún modo suponen, como el delito permanente, que el autor haya
continuado con el delito (Conf. esta Sala II c. nº23.619 “D, F s/ prescripción”, rta. el 28/9/2006, reg. nº 25.773).”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
22.2.2011
“Cáceres”
Causa 29.774
Reg. 32.572
TRATA
DE
PERSONAS.
REQUISITOS
TÍPICOS.
J. 5 - S. 9
MEDIDAS
CAUTELARES.
SECUESTRO.
EMBARGO. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA.
“El que de momento no se haya logrado acreditar que la niña identificada como “V” haya sido sometida a
explotación sexual en el departamento de la calle Viamonte 1676 1ro. B, no impide que en función de la prueba
acumulada se tengan por configuradas, con el grado de provisoriedad de un temperamento como el que
revisamos, aquellas etapas del suceso que la involucró y que resultan subsumibles en la figura de trata de
personas. Ello, sin perjuicio de que el devenir de la investigación permita avanzar en el conocimiento de lo
acontecido con aquellas otras dos mujeres que habrían escapado, una de las cuales también sería menor de edad.”
“Más allá de las especiales pautas tenidas en cuenta por la magistrada que obligan al Estado Argentino a asegurar
el bien en trato para un futuro decomiso, coincidimos con la defensa en que tal finalidad puede ser resguardada
por una medida cautelar menos restrictiva que su secuestro.”
“En efecto, recordemos que el secuestro de cosas que prevé el artículo 231 del C.P.P.N. es una medida de
coerción real que puede obedecer a la necesidad de preservar material probatorio útil para la investigación o de
sujetar a proceso aquellas que deban ser objeto de decomiso o confiscación.”
“En el presente caso se trata de un automóvil de propiedad del imputado que habría sido utilizado en las primeras
etapas del delito investigado para trasladar a la menor identificada como “V” desde la provincia de Chaco hasta
esta ciudad.”
“Sin embargo, no es su valor probatorio lo que ha llevado a la magistrada a la adopción de la medida cuestionada,
sino la necesidad de sujetarlo a las resultas del proceso en los términos del artículo 23 del C.P., dado que tampoco
cabe descartar que sea producto de los delitos investigados.”
14
Poder Judicial de la Nación
“Tal finalidad, sin embargo, admite que sea preservada a través de una medida alternativa que no implique
adelantar a esta etapa instructoria aquellas restricciones propias de la condena.”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler – Ballestero - Farah
22.2.2011
“Cáceres”
Causa 45.257
Reg. 113
J. 9 - S. 17
ABUSO DE AUTORIDAD Y VIOLACIÓN DE LOS DEBERES DE FUNCIONARIO PÚBLICO. ART.
249 CP. REQUISITOS TÍPICOS. ESTAFA. ART. 173 INC. 11 CP. DESBARATAMIENTO DE DERECHOS
ACORDADOS. REQUISITOS TÍPICOS.
“…en la causa “Eggink” y con remisión, a su vez, a la doctrina de la causa N° 41.197 (“Ginés González García
s/ sobreseimiento”, rta. el 13/5/08, reg. Nº 510), esta Sala sostuvo que la aclaración dentro del tipo del art. 249
del C.P. persigue precavernos sobre la proximidad de la omisión prevista con el riesgo jurídicamente permitido o
contemplado por otros ámbitos del ordenamiento de menor injerencia que el derecho penal. Se consideró además
que aún sin dicho alerta legal, la precaución también resulta aplicable al tipo del art. 248 C.P. Se especificó en
este sentido, con cita de otro precedente de la Sala, in re: “Cirielli” (c/nº 37.543, rta. el 18/7/07, reg. Nº 803), que
el ámbito de aplicación de la norma no incluye actuaciones equivocadas o erróneas sino que exige la falsedad –y
USO OFICIAL
por cierto su conocimiento como correlato subjetivo- de los presupuestos de la decisión adoptada –en caso de un
quehacer comisivo- o la concurrencia de una situación generadora de actuar y la decisión deliberada de no
hacerlo pese a la representación de las circunstancias –en su faceta omisiva-. Se estimó que las mismas
consideraciones resultaban aplicables con relación a la norma del art. 249 C.P. que prevé incluso un
comportamiento aún más cercano a las actuaciones administrativas irregulares abarcadas por ámbitos jurídicos
específicos, distintos de la última ratio del ordenamiento jurídico.” (Del voto del Dr. Farah).
“Ahora bien, en cuanto al tipo penal del art. 173, inc. 11, prevé, en lo pertinente, la conducta del que tornare
imposible, incierto o litigioso el derecho sobre un bien, sea mediante cualquier acto jurídico relativo al mismo
bien, aunque no importe enajenación, sea removiéndolo, ocultándolo o dañándolo, siempre que el derecho
hubiese sido acordado a otro por un precio o garantía.” (Del voto del Dr. Farah).
“Se sostiene al respecto que la figura exige que el sujeto activo sea autor de una acción anterior que jurídicamente
constituya una obligación válida cuyo cumplimiento requiere actos positivos ulteriores. Se aclara que el supuesto
de hecho supone que la víctima o bien ha pagado un precio o bien ha acordado un derecho y como garantía ha
aceptado la promesa de la entrega de la cosa. Por su parte, el autor ha recibido total o parcialmente ese precio o el
derecho que prometió garantizar y que esta acción anterior es la que impide hacer positivamente algo frustratorio.
Mientras no haga más que no cumplir su compromiso no habrá desbaratamiento, aunque el acreedor deba
demandar el cumplimiento. Cuando la ley dice tornar litigioso o incierto, requiere que esa condición sea la
resultante de otro acto que efectivamente cree en los hechos aquella situación. No basta negar en juicio la
existencia de la obligación; es necesaria la agregación de una forma de fraude procesal que recaiga sobre la cosa
misma: destruirla, ocultarla, dañarla (cfr. Soler, Sebastián, “Derecho Penal Argentino”, Tea, Buenos Aires, 1987,
Tomo IV., ps. 455 y 457).” (Del voto del Dr. Farah).
C.C.C. Fed. Sala I
Farah – Cattani - Irurzun
21.3.2011
“Y.P.F.”
Causa 44.384
Reg. 216
J. 11 - S. 21
ACCIÓN PENAL. VIGENCIA. PRESCRIPCIÓN. CALIFICACIÓN LEGAL QUE DEBE CONSIDERARSE.
CONCURSO DE DELITOS.
“…para el caso de concurso ideal de delitos, la prescripción de la acción penal rige por el término del delito de
pena mayor (conf. esta Sala C.N° 27.009 AMartínez, Marcelo y otros s/inf. ley 11.723 y 22.362, rta. el 17/05/96,
reg. nro. 425 y sus citas).”
“Cuando se está frente a un supuesto en el que lo que se imputa es una unidad delictual derivada de una única
15
acción, no corresponde efectuar procesalmente el desdoblamiento en base a calificaciones legales (conf. Sala I,
ANash@, reg. 435 del 6/7/93, c.n° 29.621 ACasella, M.@ del 28/4/98, reg. 283, c.n° 31.469,@Mamani Condori,
N.@ del 16/12/99, reg. 1156 y en el mismo sentido Sala II, c.n° 15.961, AMaidana, P. N.@, reg. 16.979, del
4/11/99).”
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Farah
22.3.2011
“Igoldi”
Causa 44.176
Reg. 226
J. 4 - S. 7
ACCIÓN PENAL. VIGENCIA. PRESCRIPCIÓN. CAUSALES DE INTERRUPCIÓN. TAXATIVIDAD.
INTERPRETACIÓN DE LA LEY. CRITERIOS. FUNCIONARIO PÚBLICO. CONCEPTO. AUTORIDAD
CERTIFICANTE.
“Ahora bien, respecto a la aplicación del artículo 67, inc. “a” del Código Penal, este Tribunal ya se ha expedido y
ha refutado en numerosos precedentes, concluyendo que dicha normativa como también la doctrina del fallo
“Prinzo” de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de esta ciudad, viola el principio
de legalidad consagrado por los artículos 18 y 19 de la Constitución Nacional y el artículo 9 de la CADH. Ello,
en virtud de que toda interpretación del artículo 67 inc. “a” que no concluya en que solo la comisión de un delito
respecto del cual medio sentencia condenatoria firme tiene entidad para interrumpir el curso de la prescripción, es
una interpretación in malam partem violatoria del principio de legalidad (ver cn° 38.941 “Herrero” rta. el
28/11/06 reg. n° 1320 entre otras).”
“…la labor llevada a cabo por el imputado como autoridad certificante, no lo embiste calidad de “funcionario
público” en los términos previstos por la citada norma.”
“En efecto, lleva dicho esta Alzada que la disposición de fondo tiene el propósito de evitar que corra el término
mientras la “influencia política” del sujeto pueda perturbar el ejercicio de la acción. Por ende, por el cargo
público no debe entenderse cualquier empleado estatal, sino el funcionario cuya jerarquía o vecindad con ésta
permita sospechar que puede emplear su autoridad o influencia con el fin de perjudicar el ejercicio de la acción
penal (ver esta Sala, cn° 38.593 “Martino s/ prescripción de la acción, rta. el 7/04/06, reg. n° 28699.”
“Tal labor se encuentra lejos de ser una de las que llevaba a cabo el imputado como autoridad certificante a los
fines de una incorporar un afiliado al partido.”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Ballestero
31.3.2011
“Pellegrino”
Causa 44.885
Reg. 287
J. 6 - S. 12
AUTO DE PROCESAMIENTO. CONSECUENCIAS DE SU DICTADO. ALCANCES.
“No debe perderse de vista que “…el procesamiento contiene un juicio de probabilidad acerca de la existencia
del hecho delictuoso y de la participación de cada uno de los imputados en éste, tratándose pues de la valoración
de los elementos probatorios suficientes para producir probabilidad aún no definitivos ni confrontados, pero que
sirven para orientar el proceso hacia la acusación, vale decir, hacia la base del juicio” (cfr. Clariá Olmedo,
Jorge A., Derecho Procesal Penal, Lerner, Córdoba, 1985, p. 612); en tanto, será en la etapa de debate oral y
público la oportunidad en la que los imputados podrán cuestionar con mayor amplitud los extremos fácticos
relativos al hecho que se les endilga, así como la intervención que eventualmente pudieron haber tenido.”
“En este mismo sentido, Vélez Mariconde sostiene que, cuando el Juez ordena el procesamiento no emite más
que un juicio de probabilidad, donde los elementos afirmativos deben ser francamente superiores a los negativos,
de modo que ya no basta la simple posibilidad de que concurran los extremos de la imputación, pero tampoco es
preciso que el juez haya adquirido la certeza de que el delito existe y de que el imputado es culpable (“Derecho
Procesal penal”, tomo II, Lerner Editora, Córdoba, 1986, pág. 439).”
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Farah
22.3.2011
“Reparaz Fiori”
16
Poder Judicial de la Nación
Causa 44.205
Reg. 231
J. 10 - S. 19
COMPETENCIA. DENUNCIA CONTRA AGENTES POLICIALES ACTUANDO COMO OFICIALES DE
UN JUEZ FEDERAL. COMPETENCIA FEDERAL.
“…si bien el personal policial se encontraba realizando tareas de prevención, al tomar conocimiento del ilícito
pesquisado, resulta evidente que la materia anoticiada es de competencia de este fuero de excepción.”
“Por ello, atendiendo a las circunstancias concretas de la causa, puede afirmarse que los oficiales actuaron como
auxiliares de un Juez Federal, por lo que corresponde que sea este fuero el que continúe conociendo en la
presente investigación (ver C.N.º 37.203 “Fabre, Oscar s/ comptencia”, reg. 1.109 del 28/10/04).”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Ballestero
31.3.2011
“Comisaría n° 9 P.F.A.”
Causa 45.180
Reg. 291
J. 1 - S. 1
DEBIDO PROCESO. ALCANCES. CIUDADANO EXTRANJERO. DERECHOS QUE LE ASISTEN.
“…cabe destacar que ni al momento de ser detenido ni ante sede judicial el encausado fue puesto en
conocimiento de los derechos que le asisten como nacional de otro Estado, y que se hallan expresamente
USO OFICIAL
reconocidos por la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares (art. 36). Esta Sala ha dicho que se trata de
una exigencia que, como la Corte Interamericana de Derechos Humanos sostuvo al emitir su Opinión Consultiva
N° 16/99, “...atiende al propósito de que aquél disponga de una defensa eficaz. Para ello, la notificación debe
ser oportuna, esto es, ocurrir en el momento procesal adecuado para tal objetivo. Por lo tanto... la Corte
interpreta que se debe hacer la notificación al momento de privar al inculpado y en todo caso antes de que éste
rinda su primera declaración ante la autoridad” (párr. 106). Y ello por cuanto la notificación del derecho de
comunicarse con el representante consular de su país, como estipula el art. 36 de la citada Convención,
“...contribuirá a mejorar considerablemente sus posibilidades de defensa y a que los actos procesales en los que
interviene -y entre ellos los correspondientes a diligencias de policía- se realicen con mayor apego a la ley y
respeto a la dignidad de las personas” (Corte IDH, Opinión Consultiva N° 16/99, “El derecho a la información
sobre asistencia consular en el marco de las garantías del debido proceso legal”, del 1° de octubre de 1999, párr.
121).”
“En consecuencia, y ante la falta de cumplimiento en el caso de las evocadas indicaciones corresponde
recomendar al magistrado de la anterior instancia su pertinente observancia en el presente, así como en futuras
intervenciones en las cuales se vea involucrada una persona de nacionalidad extranjera. (v. de esta Sala I, c.
42.727, “Zárate González, Teodolina s/ excarcelación” del 13/01/09, reg. nro. 9).”
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Farah
22.3.2011
“Olivares y Fleitas”
Causa 44.946
Reg. 247
J. 9 - S. 17
DEFENSA EN JUICIO. ALCANCES. DERECHO A CONTAR CON ABOGADO DEFENSOR.
IMPUTADO. MOMENTO A PARTIR DEL CUAL SE ADQUIERE TAL STATUS.
“La norma citada, en tanto establece el derecho del imputado “a hacerse defender por abogado de la matrícula de
su confianza”, debe interpretarse armónicamente con el art. 107 del mismo cuerpo legal, que especifica que “Sin
perjuicio de lo dispuesto en el art. 104 y en la primera oportunidad, y en todo caso antes de la indagatoria, el
juez invitará al imputado a designar defensor entre los abogados de la matrícula”. Similar disposición contiene el
artículo 197 del código de forma. Es decir que la asistencia se torna obligatoria si la convocatoria para exponer en
indagatoria es ordenada. El espíritu del legislador ha sido claro: el imputado debe contar con asistencia letrada
designada, antes de concretar su primer acto de defensa en el proceso (Navarro, Guillermo y Daray, Roberto,
“Código Procesal Penal de la Nación”, Hammurabi, Bs. As., 2004, tomo I, págs. 339 y 344). En igual sentido se
ha expresado que la designación de un abogado defensor es un derecho que tiene el imputado desde que existe el
17
proceso penal de manera formal. Esto es, en los casos de denuncia, a partir de que por requerimiento fiscal de
instrucción se dirijan imputaciones concretas contra persona alguna, momento a partir del cual se adquiere el
status jurídico de imputado. No obstante ello, ese derecho del imputado se hace patente en todo su esplendor
como garantía más adelante, puesto que se impone al juez la obligación de que el imputado cuente con asistencia
técnica antes de cumplir con el acto de indagatoria (ver Almeyra, Miguel A., “Código Procesal Penal de la
Nación”, La Ley,BsAs, 2010, págs.396/7).”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun
15.3.2011
“Cassagne”
Causa 29.311
Reg. 32.647
J. 7 - S. 14
DEFENSA EN JUICIO. ALCANCES. INCAPACIDAD SOBREVINIENTE DEL IMPUTADO. ART. 77
CPPN.
“…la letra del artículo 77 del CPPN prescribe que “[s] i durante el proceso sobreviniere la incapacidad mental
del imputado, el tribunal suspenderá el trámite de la causa…” y que “[l]a suspensión del trámite del proceso
impedirá la declaración indagatoria o el juicio, según el momento en que se ordene, sin perjuicio de que se
averigüe el hecho o se prosiga aquél contra los demás imputados”.”
“Ahora bien, respecto del instituto objeto de examen, la doctrina entiende que “…el órgano jurisdiccional, una
vez detectada la incapacidad mental del imputado a través de la pertinente verificación pericial, paralizará el
proceso porque la misma impedirá que se realicen determinados actos para los cuales es indispensable su
aptitud” (cfr. Guillermo Rafael Navarro y Roberto Raúl Daray: “Código Procesal Penal de la Nación. Análisis
doctrinal y jurisprudencial”, Buenos Aires, Hammurabi, 2010, T. I, pág. 338). En modo coincidente, se ha
expresado que “frente a la incapacidad mental del imputado advertida durante el proceso, el Tribunal debe
suspender la tramitación de la causa, y ello se justifica pues es inútil proseguir el juicio contra el eventual
demente, quien no puede participar en los actos esenciales que es requerida su presencia” (cfr. Raúl Washington
Ábalos: “Código Procesal Penal de la Nación. Comentado. Anotado. Concordado”, Mendoza, Ediciones Jurídicas
Cuyo, T. I-A, pág. 591).”
“De tal forma, una correcta hermenéutica de la normativa de forma examinada no puede soslayar avanzar sobre
dos cuestiones que, aunque vinculadas, merecen ser discriminadas, a saber: a) el requisito de procedencia del
instituto -la incapacidad mental del imputado-; b) las derivaciones de su aplicación -el impedir la indagatoria o la
participación del imputado en juicio oral-.”
“Conforme esta caracterización, emerge claramente que el Legislador no ha previsto el llamado a prestar
declaración indagatoria o la participación del imputado en el debate oral como requisito de procedencia del
beneficio peticionado -como se desprende de la opinión del acusador público-, la suspensión del proceso
responde simplemente a un deber del juzgador frente a la verificación de un hecho en el plano del “ser” -se trata
de la incapacidad sobreviviente del imputado-, cuyo telos es la plena vigencia del derecho de defensa en juicio.”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler – Ballestero - Farah
21.3.2011
“Murguía”
Causa 44.292
Reg. 218
J. 6 - S. 12
DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD PÚBLICA. ART. 189 BIS CP. REQUISITOS TÍPICOS. DELITOS
DE TENENCIA.
“Recuérdese que el artículo 189 bis, primer inciso, primer párrafo de la normativa de fondo sanciona a quien
“…con el fin de contribuir a la comisión de delitos contra la seguridad común o causar daños…tuviere en su
poder…materiales explosivos, inflamables…”.”
“En consecuencia, el núcleo del delito consiste, en su faz objetiva, en la tenencia de determinados materiales que
se consideran peligrosos. Para su configuración se requiere la comprobación de una particular relación entre el
autor y el objeto en cuestión, la cual no se da exclusivamente cuando existe un contacto físico directo o inmediato
18
Poder Judicial de la Nación
con la cosa, sino también cuando el sujeto posee el poder de disposición de ella.”
“Se ha intentado explicar esa vinculación desde la perspectiva del delito de tenencia ilegítima de arma de fuegocuya estructura típica luce similar a la del ilícito aquí examinado-, señalando que “lo que caracteriza al delito…
es que (la cosa) se encuentra dentro del ámbito de custodia del reo, quien tiene un poder de hecho tal que le
permite por su sola voluntad y sin la intervención de terceros disponer físicamente de la misma” (ROMERO
VILLANUEVA, Horacio, Código Penal de la Nación y Legislación Complementaria anotados con
jurisprudencia, Abeledo Perrot, Buenos Aires, 2010, p. 920; en igual sentido SOLER, Sebastián, Derecho Penal
Argentino, tomo IV, tea, Buenos Aires, 2000, p. 606).”
“…la figura bajo análisis exige “…que el autor obre con dolo indeterminado en lo que atañe a la actividad
delictuosa a la que quiere contribuir. Es un puro elemento subjetivo que excluye toda contribución efectiva a
delitos determinados, y que consiste en el ánimo de tener o proporcionar materiales apropiados para la comisión
por él o por otro, de delitos contra la seguridad común, todavía no determinados” (BAIGÚN, DavidZAFFARONI, Eugenio Raúl; Código Penal y normas complementarias. Análisis doctrinal y jurisprudencial,
Tomo 8, Hammurabi, Buenos Aires, 2009, p. 271 y ss.).”
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Farah
22.3.2011
“Iglesias”
USO OFICIAL
Causa 45.358
Reg. 221
J. 7 - S. 14
DENUNCIA. DESESTIMACIÓN. REQUERIMIENTO DE INSTRUCCIÓN. AUSENCIA DE IMPULSO
FISCAL. QUERELLA. POSIBILIDAD DE PROSEGUIR CON LA PESQUISA. .
“…no es procedente desestimar la denuncia con el exclusivo argumento de que no se ha producido el
requerimiento fiscal de instrucción que habilitaría la actuación jurisdiccional, cuando la intervención en la causa
del querellante particular descarta que el juez esté actuando de oficio si el Ministerio Público Fiscal no ha
impulsado la acción, exigiendo que en ese supuesto el juez se expida sobre la relevancia penal de los hechos
denunciados en procura del derecho al acceso a la justicia que le es reconocido por el artículo 18 de la
Constitución Nacional (ver de esta Sala causa nº 23.277 “Alarcón” reg. nº 24.664 del 27/12/05, causa n° 23.433
“Aric Express”, reg. n° 24.923 del 29/03/06, causa nº 23.602 “Aerolíneas Argentinas” reg. n° 24.992 del 19/4/06,
causa n° 25.360 “ONABE”, reg. n° 27.080 del 5/7/07, causa nº 26.903 “Cook”, reg. n° 28.872 del 4/09/08, causa
n° 26.771 “Rojt”, reg. n° 28.897 del 9/9/08, causa n° 27.339 “Pinto”, reg. n° 29.520 del 23/2/09, causa n° 27.695
“Simeonoff”, reg. n° 29.934 del 28/5/09, causa n° 28.886 “Biró”, reg. n° 31.216 del 30/3/10, entre otras.
Asimismo, de la Sala I, causa n° 40.191 “P.G.N.”, reg. n° 419 y causa n° 40.667 “Posse”, reg. n° 420, ambas del
17/5/07).”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
1.3.2011
“Cablevisión”
Causa 30.100
Reg. 32.600
J. 9 - S. 18
DENUNCIA. REQUISITOS FORMALES. REQUERIMIENTO DE INSTRUCCIÓN. REQUISITOS
FORMALES. DELIMITACIÓN DEL OBJETO PROCESAL.
“…el artículo 176 del Código Procesal Penal de la Nación establece que “La denuncia deberá contener, en
cuanto fuere posible, la relación del hecho, con las circunstancias del lugar, tiempo y modo de ejecución, y la
indicación de sus partícipes, damnificados, testigos y demás elementos que puedan conducir a su comprobación
y calificación legal.”.”
“Bajo esa óptica, tal como han sido presentados los reclamos, en un primer momento por el denunciante y
posteriormente por el agente fiscal - quien recogió los dichos del denunciante y en base a ello emitió el dictamen
que obra a fs. 5- no revisten una entidad capaz de habilitar el proceso en el sentido que se pretende. Ello por
cuanto los hechos expuestos, sin correlato en circunstancias concretas y basados en suposiciones por demás
genéricas, no permiten que sean circunscriptos en alguna figura típica.”
19
“De acuerdo con el artículo 188 del C.P.P.N., la intervención del fiscal, en esa oportunidad, debe incluir “la
relación circunstanciada del hecho con indicación, si fuere posible, del lugar, tiempo y modo de ejecución”. Este
elemento central del requerimiento precisamente es el que señala los límites a que debe ceñirse la investigación,
es decir, circunscribe el objeto procesal y limita la actividad jurisdiccional” (conf. D´ Albora, Francisco, Código
Procesal Penal de la Nación, Tomo I, Ed. Lexis Nexis, Bs. As., 2005, p. 395).”
“Al explicar el concepto de objeto procesal Julio B. Maier señala que “se trata, como hecho hipotético de la vida
humana, de un suceso histórico, de una acción que se imputa a alguien como existente o inexistente (omisión),
esto es, como sucedida o no sucedida en el mundo real, y sobre la base de la cual se espera alguna consecuencia
penal” (Derecho Procesal Penal, T. II, Ed. Del Puerto, Bs. As., 1996, p. 23).”
“Se ha dicho que “La alusión a preocupaciones sociales en forma genérica y abstracta sin la indicación de un
comportamiento humano determinado o individualizable (aun cuando se pretendan delimitadas espacialmente)
no satisface los requisitos de una “relación circunstanciada del hecho”, pues precisamente de lo que carece es
de la indicación de cuál es ese hecho.” (del voto del Dr. Eduardo R. Freiler, en C.N° 44.185 “Celestino Gómez”,
rta. el 07/05/10, reg. n° 425, Sala I).”
“En ese sentido: “La simple suposición de un delito no autoriza a formular denuncia, pues la ley requiere
que el denunciante haya presenciado dicha comisión o tenga conocimiento de su perpetración por otro medio,
ofreciendo así las necesarias garantías de seguridad y seriedad como para disponer la instrucción del
sumario en base a suponer verosímiles los hechos contenidos en la denuncia. Sería sumamente peligroso
instruir sumarios en base a denuncias fundadas en hechos puramente imaginarios o simplemente supuestos,
porque con ello, además del perjuicio injustamente producido a las personas implicadas, podría darse
lugar a que la denuncia se transformara en medio eficaz de persecución para satisfacer bajos sentimientos
de
venganza o lucro como consecuencia de la intolerancia que tanto ofusca y perturba a los espíritus.”
(conf. esta Sala I C.N° 30.041 “Confitería Bailable Cocodrilo s/archivo”, reg. n° 701, rta. el 27/08/98 y sus citas
“Abalos, R. W. “Derecho Procesal Penal”, t. III, Ed. Jurídicas Cuyo, Mendoza, 1993, págs. 201/202). En dicho
precedente se citó la sentencia obrante en Fallos 1:40 de la Corte Suprema de Justicia de la Nación en la que se
estableció que la denuncia no debe ser general y vaga sino contraída a los hechos denominados y especiales con
expresión de las circunstancias que puedan guiar al juez en su investigación (en igual sentido recientemente se
pronunció este tribunal en C.N° 44.273 “Dirección de Aduanas s/desestimación de denuncia” rta. el 14/06/10,
reg. n° 554).”
“De igual modo, Jorge A. Clariá Olmedo, con cita en el referido fallo de la C.S.J.N., se pronunció señalando que
el Superior Tribunal, sostiene la inadmisibilidad de las llamadas denuncias genéricas por no contraerse a hechos
específicos y determinados (conf. “Derecho Procesal Penal”, t. II, Rubinzal – Culzoni Editores, Buenos Aires,
2004, pág. 429).”
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Farah
14.3.2011
“N.N.”
Causa 44.668
Reg. 204
J. 2 - S. 3
DOCUMENTOS. FALSEDAD DOCUMENTAL. DOLO REQUERIDO.
“En ese sentido, la construcción de la figura subjetiva de la falsedad debe llevarse a cabo tomando en cuenta que
en ella el resultado, en vez de consistir en un daño o alteración efectiva, se configura al crear la posibilidad de
daño, es decir, se trata de una posibilidad real y no meramente abstracta.”
“A partir de esta perspectiva, no puede desatenderse la actitud espiritual del autor frente al resultado, así como no
puede prescindirse de aquella en ningún otro delito en los que el resultado (sea de daño o de peligro) se considere
como elemento constitutivo del tipo y, por ello, habrá de definirse la faz subjetiva diciendo que “…se asienta
sobre el conocimiento de afirmar un hecho falso del cual puede derivar perjuicio y en la voluntad de hacerlo no
obstante el conocimiento de esta posibilidad” (SOLER, Sebastián, ob. cit., p. 468; sin subrayado en el original).”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler – Ballestero - Farah
20
Poder Judicial de la Nación
1.3.2011
Causa 45.078
“Cerisola”
Reg. 153
J. 9 - S. 17
DOCUMENTOS. FALSIFICACIÓN. REQUISITOS TÍPICOS. POSIBILIDAD DE PERJUICIO.
“La doctrina ha dicho: “…cuando nos encontramos frente a un documento que presenta un aspecto burdo
estamos al margen del tipo y con mayor razón aún, si su texto incoherente impide el engaño a cualquier
persona…” (conf. Carlos Creus, “Derecho Penal, Parte Especial”, TI, página 425, Ed. Astrea, 1988).”
“Como hemos señalado en “Scardigno” (CNº 40.623, rta. 27/11/07, reg. Nº 1423) y en “Stoops” (CNº 40.719, rta.
27/11/07, reg. 1419), Soler indica respecto del recaudo consistente en la posibilidad de la conducta de causar
perjuicio que, más allá de que en estos casos el derecho, al tutelar un bien jurídico abstracto lo hace respondiendo
a una necesidad genérica, independiente, en realidad, de la existencia de otra lesión concreta materializada sobre
otro bien jurídico, la ley requiere, aun en este supuesto, la posibilidad de perjuicio. La comisión de 1891 decía:
“La posibilidad de perjuicio, y no sólo el perjuicio realmente producido, da lugar en este delito a su consumación;
pero es indispensable y esencial que esa posibilidad exista; porque en el caso contrario se trataría de una acción
que siendo totalmente innocua, no habría por qué reprimir…” (conf. Soler, Sebastián, “Derecho Penal
Argentino”, Tomo V, página 361, TEA, Buenos Aires, 1978).”
USO OFICIAL
“Dicho brevemente, “…es que, aun cuando se flanquee una norma mediante otra que, a través de la tutela de
bienes jurídicos genéricos o del adelantamiento de la punibilidad de actos, otorgue una doble protección al
objeto de tutela de la norma, es necesario, en función del principio de acto, que la conducta prevista por la
norma flanqueante resulte externa y perturbadora, lo cual se determina mediante una generalización de la
tendencia a la producción del daño” (ver causa nro. 44.265 “Toledo, Damián s/ procesamiento”, rta. 08/06/10,
reg. 533 de esta Sala).”
“De lo expuesto precedentemente puede colegirse que la falsificación del documento y eventualmente su uso, no
crean per se el riesgo genérico que el legislador ha pretendido aventar con la prohibición de tal conducta, puesto
que la propia norma del art. 292 CPN exige que el instrumento pueda causar un perjuicio (y ello es así para
reforzar el carácter flanqueante de la norma de peligro y advertir acerca de su conexión con los bienes
doblemente protegidos).”
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Farah
14.3.2011
“Olivera Montecinos”
Causa 45.042
Reg. 195
J. 10 - S. 20
ESTUPEFACIENTES. COMERCIALIZACIÓN DE DROGA. REQUISITOS TÍPICOS. HABITUALIDAD EN
LA MANIOBRA.
“Como hemos señalado en anteriores oportunidades, la imputación de una actividad comercial exige la
comprobación de que dicha conducta se lleve a cabo con habitualidad (ver c. 44.995, “Incidente de apelación de
Vásquez Bazán”, rta. el 16 de diciembre de 2010, reg. 1314). Incluso, se sostiene que “… la habitualidad es la
nota característica del comercio” (Falcone, R., Tráfico de estupefacientes y derecho penal, Ad-Hoc, Buenos
Aires, 2002, p.145).”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler – Ballestero - Farah
3.3.2011
“Saavedra”
Causa 45.267
Reg. 177
J. 12 - S. 23
ESTUPEFACIENTES. USO DE ESTUPEFACIENTES CON OSTENTACIÓN Y TRASCENDENCIA AL
PÚBLICO. ART. 12 INC. B DE LA LEY. REQUISITOS TÍPICOS.
“Al respecto resulta relevante citar la reciente jurisprudencia de nuestro máximo Tribunal en los autos “Herrera,
Ernesto Nicolás s/ pta. inf. a la ley 23.737” (competencia n° 31 XLVI, rta. el 21/09/10). Si bien allí lo que se
llevó a estudio era una cuestión de competencia, resulta de suma importancia la opinión del Procurador General
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con respecto al artículo en cuestión y a lo que llamó: una interpretación razonable del texto legal. Dijo que la
norma “…no hace referencia al mero consumo en lugares expuestos al público, sino que exige que tal consumo
sea realizado con ostentación y trascendencia, lo que implica introducir en la figura la exigencia de un
determinado resultado: la trascendencia al público y una modalidad de conducta: con ostentación, entre los cuales
existe una indudable relación ya que trascenderá al público la conducta que de alguna manera se haya realizado
ostentosamente…”.”
“En dicho precedente, donde se recordó la importancia del “principio político criminal que caracteriza al derecho
penal como la última ratio del orden jurídico” y el “principio pro homine” para priorizar una exégesis restrictiva
dentro del límite semántico del texto (Fallos: 331:858), se rechazó la aplicación de la figura a una persona que
había sido encontrada fumando en una plaza, junto a su pareja y su hija.”
“Si tenemos presente que en este caso los imputados eran los únicos presentes en ese lugar y que al advertir la
presencia policial inmediatamente uno de ellos se deshizo del cigarrillo, no puede calificarse el hecho a la luz del
tipo previsto por el art. 12, inc. b) de la ley 23.737, ya que no cumple con los requisitos que la norma exige (conf.
causa n° 44905, “Barbona” reg. 1414, rta. 28/12/10).”
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Farah
22.3.2011
“Álvarez”
Causa 45.295
Reg. 242
J. 12 - S. 24
EXCARCELACIÓN. PAUTAS PARA EVALUAR SU PROCEDENCIA.
“Debe recordarse que, la escala penal del delito enrostrado no puede erguirse en un obstáculo para la concesión
del beneficio ante otras circunstancias que neutralicen los riesgos procesales (conf. c. n° 41399 “Restrepo
Vargas”, Reg. N° 1 del 3/1/08).”
“Al respecto, repárese que sólo se habilita el encierro preventivo de una persona cuando se haya descartado la
posibilidad de que otros medios menos lesivos de derechos fundamentales (por ejemplo cauciones) también
garanticen los fines que se le reconocen a la prisión preventiva. En caso de que tal posibilidad exista, queda
excluida la aplicación del encierro preventivo dado que –a la luz del carácter excepcional de la restricción
provisional de la libertad– debe aplicarse la medida cautelar que, con el menor sacrificio, permita alcanzar las
metas procesales (de esta sala, causa n° 39.777 “Silveri” del 12/12/2006, reg. n°1378; causa n° 39.921 “Neiman”
del 10/04/2007, reg. n° 264; y causa n° 40.466 Della Villa” citada; en similar sentido, Pastor, Daniel, “El
encarcelamiento preventivo”, publ. en “El nuevo Código Procesal Penal de la Nación”, ed. del Puerto, Bs. As.,
pág. 60).”
“Aquel proceso que el instructor valora para fundar la restricción de la libertad, que tramita en el Tribunal Oral
Federal N° 6 de esta Ciudad, a la espera de la realización del debate, no se trata de un antecedente condenatorio y
no resulta suficiente para afirmar que existen riesgos de fuga en los términos del artículo 319 del ordenamiento
procesal (ver causa n° 43.304 “Rodríguez Cuevas”, Reg. n° 694 del 29/07/09)…”
“De otra parte, la circunstancia de que carezca de un trabajo en la actualidad, tal como lo valora el a quo, no
puede ser fundamento razonable para afirmar un riesgo cierto para el futuro del proceso (cfr. de esta Sala causa
N° 42.064, “Kutsera”, reg. N° 977, rta.: 28/08/08; causa N° 42.419, “Salazar Rodríguez, Pedro Antonio
s/excarcelación”, reg. N° 123, rta.: 22/10/08; causa N° 42.625, “Giménez, Salvador Jorge s/prisión preventiva”,
reg. N° 1555, rta.: 19/12/08, entre otras). Admitir como eficaz un criterio semejante supondría convalidar una
ilegítima presunción que colocaría por fuera de los mecanismos y garantías básicas generales a todo un sector de
la población por el mero hecho de carecer de un empleo permanente. Por tal motivo, esos argumentos no resultan
suficientes ni válidos para dar sustento a una medida que afecta severamente uno de los principales derechos
fundamentales de los hombres (cfr. de esta Sala causa N° 42.727, “Zárate González, Teodolina s/excarcelación”,
reg. N° 9, rta.: 13/01/09; causa N° 45.223, “González, Emanuel s/prisión preventiva, reg. N° 1437, rta.: 29/12/10;
entre otras).”
“Tampoco puede erigirse como un obstáculo para su soltura las diversas entradas y salidas del país que registra la
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Poder Judicial de la Nación
imputada, ello desde que, tal como lo afirma su defensa, ha sido a través de los pasos fronterizos autorizados, por
lo que si se avizora algún riesgo en este aspecto puede sortearse a través del impedimento de salida del país (ver
causa n° 42.526 “Benavides Aguilar”, Reg. n° 1464 del 3/12/08).”
C.C.C. Fed. Sala I
31.3.2011
Causa 45.409
Freiler - Ballestero - Farah
“De los Santos Meran”
Reg. 284
J. 9 - S. 18
MARCAS Y DESIGNACIONES. LEY 22.362. REQUISITOS TÍPICOS.
“En primer término, hemos de señalar que desde hace tiempo que se han venido examinando los alcances de la
tutela penal que otorga la normativa marcaria, entendiéndose que no existe afectación o amenaza hacia el bien
jurídico tutelado en los casos en que la calidad visiblemente apócrifa y ciertas circunstancias que hacen al
contexto de venta, tornan inidónea a la comercialización cuestionada para causar confusión en el público
consumidor (ver causa n° 5.831 “Cuenca Textil”, reg. n° 6619 bis del 22/08/89; causa n° 18.875 “Ziva”, reg. n°
20.397 del 31/10/02; causa n° 20.298 “Gabriel Añaños”, reg. n° 21.502 del 2/09/03; causa n° 20.475 “Misci”,
reg. n° 21.759 del 13/11/03; causa n° 20.728 “Balmaceda”, reg. n° 22.009, rta. el 3/2/04; causa n° 22.326
“Méndez”, reg. n° 23.485 del 15/03/05; causa n° 22.001 “Sánchez Negreiros”, reg. n° 23.486 del 15/03/05; causa
USO OFICIAL
n° 23.046 “Corrado”, reg. n° 24.326 del 18/10/05; entre muchas otras).” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun)
“Por otro lado, recalcamos más recientemente que –aún habiéndose reconocido que las disposiciones de la ley
tienden a proteger tanto a los potenciales compradores como también a los titulares marcarios- el citado criterio
de esta Alzada deriva invariablemente de la propia letra del artículo 31 de la ley 22.362, pues tanto la
falsificación como la imitación fraudulenta exigen en su literalidad la potencial confusión en el público acerca de
la originalidad de un producto.” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun)
“A su vez, destacamos que -de hecho- la asunción por parte del Estado de la acción penal pública estuvo
justificada por la necesidad de dinamizar el anterior régimen de la ley 3.975, “reconociendo en la actividad que
se persigue una verdadera falsificación, con su secuela de engaño y descrédito para la confianza pública”.”
(Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun)
“En ese marco, afirmamos que encuadrar una conducta en la
figura nombrada habiéndose descartado tal
posibilidad y bajo el argumento de que aquella busca proteger separadamente ambos intereses -como lo hizo el a
quo en el auto atacado- implica excederse del tipo penal analizado sobrepasando los límites del principio de
legalidad (v. causa n° 27.246 “Sosa, Gabriel s/ procesamiento y embargo”, reg. n° 29.917 y causa n° 27.328
“Montaña, Damián s/ procesamiento”, reg. n° 29.918, ambas del 26/05/09).” (Del voto de los Dres. Cattani e
Irurzun)
“En reiteradas oportunidades he sostenido que “...Ante este tipo de supuestos, iniciados por prevención policial y
donde no existe querellante, la afectación o potencial afectación al bien jurídico protegido por la norma,
entonces debe traducirse en la posibilidad concreta de engaño al público consumidor. Si este fuese desechado, la
conducta perseguida debe reunir una serie de características que hagan presumir un perjuicio hacia el titular de
la marca –aún frente a su pasividad- vale decir, dimensiones considerables, giro importante y efectos negativos
apreciables. Sólo bajo estas circunstancias se supera el umbral constitucional que resulta del principio de
lesividad (…) y la persecución penal se hace viable, pues aparece el “fin” que justifica y da sentido a la
injerencia penal en la libertad de acción del individuo” (Sala I C.41.065 “Berardi”, reg.101 del 14/2/08,
C.42.030:“Pérez”, reg. 984 del 28/8/08 y Sala II: C.27.246 “Sosa”, reg. 29.917 del 26/5/09, C.28.278: “Bautista
del Rosario”, reg.30607 del 10/11/09, entre otras).” (Del voto del Dr. Farah)
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
22.3.2011
“Aquino”
Causa 30.044
Reg. 32.690
J. 4 - S. 7
23
NULIDAD. GENERALIDADES.
“El pronunciamiento objeto de crítica luce como una derivación razonada del derecho vigente y se encuentra de
acuerdo con las constancias obrantes en la causa. No se advierten defectos lógicos ni una fundamentación
aparente o defectuosa que atente contra su validez, más allá del disenso que ha mostrado la parte respecto del
mérito contenido en él (c. 36.887 AMárquez Martín, Walter Fernando s/ procesamiento@, rta.7/9/04, reg. 847,
entre muchas otras).”
“Tal como lo explica Binder, las reglas de prueba deben ser concebidas como normas de garantía, como límites a
la búsqueda de la verdad pensados para proteger al ciudadano del eventual abuso de poder en la recolección de
información (Binder, Alberto M., “El incumplimiento de las formas procesales”, Ad Hoc, Buenos Aires, pág.
77)…”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Ballestero - Farah
30.3.2011
“Macri”
Causa 44.892
Reg. 279
J. 7 - S. 13
NULIDAD. NULIDADES EMANADAS DE LA INSTANCIA DE APELACIÓN. PROCEDENCIA.
“Que lleva dicho este Tribunal que si bien, como regla, no corresponde la interposición de nulidades emanadas de
la instancia de apelación, estando expresamente previstas vías procesales para que ellas sean revisadas; dicho
remedio puede ser excepcionalmente admitido en aquellos casos en que se advierten situaciones serias e
inequívocas que demuestren con nitidez manifiesta el error que se pretende subsanar (confr. causa N° 18.535,
“Delogu, Fernando L. y otros s/nulidad”, del 10/6/2003, Reg. N° 21.199).”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun
15.3.2011
“Vázquez”
Causa 29.973
Reg. 32.652
J. 12 - S. 23
PROCESO PENAL. ACCESO DE LAS PARTES AL EXPEDIENTE. DEFENSA EN JUICIO. ALCANCES.
ART. 204 C.P.P.N. ART. 73 CPPN. PERITAJE. PROPUESTA DE PERITO DE PARTE. RECHAZO.
AUSENCIA DE INSCRIPCIÓN EN LAS LISTAS CORRESPONDIENTES. REQUISITO NO EXCLUYENTE.
“Es criterio de esta Sala que para asegurar el adecuado ejercicio del derecho de defensa del incidentista, resulta
menester permitirle el acceso a las actuaciones y la extracción de copias de las mismas. Sólo puede restringirse
dicha facultad a través del dictado del secreto de sumario, supuesto de carácter excepcional que no se presenta en
el caso.”
“Siguiendo esa misma línea, con anterioridad resolvimos que “Es imprescindible contemplar y resguardar los
derechos acordados a las distintas partes en el proceso… Para ello deben adoptarse medida que permitan
efectivizar el ejercicio de tales derechos en virtud de lo cual se estima que la obtención de fotocopias de la causa
resulta un medio eficaz para contribuir a dicho cometido” (causa n° 40.638, “Pérez Bianco, Raúl s/ recurso de
queja”, rta. 26/6/07, reg. n° 631 y causa n° 42.379, “Salvia, Ernesto s/ denegatoria extracción de fotocopias”, rta.
4/12/08, reg. n° 1479, entre otras).”
“…la decisión del a quo de no admitir la intervención en el examen pericial ordenado del Ingeniero Antúnez propuesto por esa parte-, con motivo de su falta de inscripción en las listas correspondientes, se traduce en un
menoscabo al derecho de defensa en juicio del encartado.”
“En el fallo “Schinder” -citado en el informe glosado a fs 25/9-, los integrantes de la Sala II de la Cámara
Nacional de Casación Penal recordaron que, conforme se desprende de la exposición de motivos del código
adjetivo, la intención del legislador al momento de introducir la exigencia que aquí analizamos fue garantizar “la
competencia e idoneidad de esta importantísima función de auxiliar de la justicia”.”
“No obstante, dicha finalidad puede satisfacerse, tratándose de una profesión reglamentada como ocurre en este
caso -ingeniería-, a través del título habilitante expedido por la autoridad correspondiente.”
“Corresponde agregar que, tal como lo expuso el Dr. Mitchell en el precedente antes citado, el sistema de
24
Poder Judicial de la Nación
inscripción en las listas de cada fuero “no asegura los motivos que se aducen para justificarlo… nada garantiza
que el experto inscripto en las listas respectivas posea una aptitud y conocimientos superiores al que la parte
pretende proponer, más aún en casos específicos…”.”
“…una vez que acepta el cargo -conforme lo establece el art. 257 del código de forma-, el perito pasa a ser
auxiliar del Juez, por lo que se encuentra sujeto a las previsiones del artículo 257 del Código Penal de la Nación,
que sanciona tanto al testigo como al perito que incurra -a sabiendas- en una falsedad.”
“Entonces, el criterio restrictivo esgrimido por el Juez de grado, en tanto cercena la libertad de la parte de elegir
un perito cuya idoneidad o prestigio le conste en forma personal, obligándola a optar por alguno de aquellos
inscriptos en las listas correspondientes, se evidencia como una afectación a su derecho de defensa en juicio.”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Ballestero - Farah
30.3.2011
“De Vido”
Causa 45.294
Reg. 281
J. 11 - S. 22
QUERELLA. REQUISITOS. QUERELLA POR UN TERCERO. EXIGENCIA DE PODER ESPECIAL.
RECURSO DE APELACIÓN. RECURSO INTERPUESTO POR EL LETRADO DE LA QUERELLA SIN LA
FIRMA DEL QUERELLANTE. IMPROCEDENCIA.
USO OFICIAL
“Es necesario recordar que para querellar por otro se requiere poder especial, otorgado por escritura pública,
conforme lo establece el artículo 1184, inciso 7° del Código Civil. En ese sentido, dentro de las reglas generales
que rigen en materia recursiva se encuentra aquella que prescribe que el derecho de recurrir corresponde tan sólo
a quien le sea expresamente acordado (cfr. art. 432 Código Procesal Penal de la Nación y causa n° 42.807,
“Fayt”, reg. 224, del 25/03/09).”
“Son sólo el Ministerio Público Fiscal y quien reviste el carácter de querellante los únicos legitimados y con
derecho a apelar el auto de sobreseimiento (conf. arts. 337, 435, 438 y 444 y cctes. del Código Procesal Penal de
la Nación). El letrado patrocinante, en cambio, no está investido de las facultades reconocidas por la legislación
al particular ofendido (conf. art. 82 del Código Procesal Penal de la Nación).”
“En esta inteligencia, Mario Oderigo define al patrocinante como “la persona que presta asistencia letrada a los
sujetos privados de la relación procesal distintos del procesado (acusador particular, acusador privado,
responsable civil), al denunciante, o al apoderado de aquellos o de éste. No ejercita la representación de estas
personas, a menos que, a su condición de patrocinante agregue la de apoderado, cuando se encuentre en
condiciones de hacerlo” (Derecho Procesal Penal, Tomo II, Editorial De Palma, 1973, página 319).”
“Guillermo Navarro y Roberto Daray entienden que el “…patrocinante no tiene asignado rol alguno en el proceso
penal, como tampoco lo tiene en el civil, salvo el de asesor de la parte acusadora, que viene a servir de garantía
en cuanto al debido respeto de las formas del proceso. Carece entonces, por regla, de actuación autónoma…”
(“La Querella”, DIN editora, Bs. As., 1999, página 113).”
“Por su parte, la Cámara Nacional de Casación Penal se ha expedido al respecto entendiendo que si bien el
letrado patrocinante cumple una doble función de asesor (en los actos que el querellante participa) y de garantía
(de las formas del proceso), no es parte en el litigio ni recibe legitimación y, por ello, salvo en actuación como
gestor, carece de facultad de formular peticiones o de efectuar presentaciones (Sala III, causa n° 2.705, “Smail”,
reg. 42/01).”
“La aplicación subsidiaria del instituto procesal del gestor ha de ser excepcional y estrictamente ceñida a los
requisitos legales impuestos por la normativa vigente, esto es, el art. 48 del Código Procesal Civil y Comercial de
la Nación. “…[L]a actividad de quien no representa al querellante, aunque lo patrocine, debe ser admitida sólo
excepcionalmente a los fines de no desvirtuar de modo indirecto aquella regla inexcusable de representación”
(“Navarro Daray”, Ob. cit, págs. 110/111).”
“Por estas razones, en virtud de que el recurso de apelación intentado se encuentra firmado por quien carece de
legitimación para apelar el auto de sobreseimiento, es que corresponde declararlo mal concedido (conf. C. N°
43.378, “Savy, Mariana s/sobreseimiento”, resuelta el 26/11/2009, reg.1370 de esta Sala Primera).”
25
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler – Ballestero - Farah
1.3.2011
“Groisman”
Causa 44.672
Reg. 168
J. 1 - S. 2
REBELDÍA. REQUISITOS Y CONSECUENCIAS DE SU DICTADO.
“En el precedente de esta Sala, in re: “Castillo” (cfr. C.N° 40.460, Reg. N° 1387/07), se analizaron
detalladamente los presupuestos de la declaración de rebeldía y se expusieron los motivos por los cuales el
Tribunal estima que una decisión de la especie genera una lesión actual y concreta a los derechos constitucionales
de toda persona sometida a un proceso penal.”
“En esa dirección, se sostuvo que: “...la declaración de rebeldía y la captura dispuestas en inobservancia de uno
de sus presupuestos lógicos -el conocimiento efectivo de la convocatoria y la consecuente decisión atribuible a su
agencia [la del justiciable] de no comparecer- priva al imputado de la posibilidad efectiva del ejercicio de tales
derechos [defensa en juicio, debido proceso, entre otros] y de controlar el progreso de la instrucción que, en
principio, se continuará sin su presencia (art. 290 CPPN)...”.”
“Asimismo, se señaló: “…que uno de los presupuestos de procedencia de la declaración de rebeldía es una
conducta por parte del justiciable consistente en no haber concurrido a la citación judicial sin grave y legítimo
impedimento...”.”
“Por otro lado, se afirmó que las disposiciones contenidas en el art. 289 del CPPN deben ser interpretadas en
consonancia con las del art. 282 del mismo cuerpo normativo, por lo que es menester, para el dictado de la
medida coercitiva atacada, cumplir con los presupuestos de la segunda norma. Se desprende del texto del art. 282
CPPN que como regla se debe proceder por simple citación y sólo excepcionalmente puede ordenarse la
detención en caso de flagrancia o siempre que concurran los supuestos de última ratio de esta medida. Sólo en el
caso de que el citado, debidamente notificado, no se presentare y no justificare un impedimento legítimo de
comparecer, se podría ordenar su detención.”
“Ello es así, pues toda medida que cercene la libertad personal resulta de aplicación restrictiva y está signada por
su estricta necesidad, “…como presupuesto de su razonabilidad en los términos de los art. 14 y 28 CN, en el
sentido de que deberá ser aquella idónea para lograr el fin legítimo perseguido…”. Por ello se afirmó en el
precedente citado que: “…tales disposiciones legales [art. 282 y 289 CPPN] presuponen la notificación previa de
la citación y la incomparecencia voluntaria del imputado, por representar aquélla [la citación simple] la medida
menos gravosa y necesaria, en consecuencia, para lograr el fin propuesto (es decir, la comparecencia al
proceso)...”.”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler – Ballestero - Farah
1.3.2011
“Retamozo”
Causa 45.017
Reg. 167
J. 3 - S. 5
RECURSO DE CASACIÓN. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA. ARBITRARIEDAD.
“en la medida en que la doctrina de la arbitrariedad no tiene por objeto convertir a la Cámara Nacional de
Casación Penal en un tribunal de tercera instancia ordinaria, desnaturalizando de ese modo al función que le es
propia, tampoco corregir fallos equivocados o que se reputen tales, sino que atiende a cubrir supuestos de carácter
excepcional, en que deficiencias lógicas del razonamiento o una total ausencia de fundamento normativo, impida
ponderar al pronunciamiento de los jueces del proceso como “la sentencia fundada en ley” a que hacen referencia
los artículos 17 y 18 de la Constitución Nacional (cfr. C.S.J.N., Fallos 325:3265; C.N.C.P., Sala II, causa N°
1.416, “Carrizo”, rta. el 2/2/98, Reg. N° 1.826 y Sala III, causa N° 2.318, “Tejerina”, rta. el 2/5/00, Reg. N° 223
y C.C.C.Fed., Sala II, causa N° 21.256, “Scheller”, rta. el 3/9/04, Reg. N° 22.821, causa N° 21.501, “Piana”, rta.
el 16/9/04, Reg. N° 22.867 y causa N° 24.632, “Acosta”, rta. el 27/12/06, Reg. N° 26.255, entre otras).”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
1.3.2011
“N.N.”
26
Poder Judicial de la Nación
Causa 29.967
Reg. 32.612
J. 1 - S. 1
RECURSO DE CASACIÓN. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA. DECISIÓN ADOPTADA POR LA
CÁMARA DE APELACIONES DENTRO DE UN PROCEDIMIENTO DE CARÁCTER ADMINISTRATIVO.
IMPROCEDENCIA.
“Si bien el recurso de casación fue formulado mediante un escrito que satisface los recaudos que hacen a su
autosuficiencia ante el Tribunal que dictó el decisorio cuestionado, dentro del plazo establecido por la norma
procesal, en lo que atañe a los demás requisitos exigidos para su procedencia, se advierte que el recurso se dirige,
tal como señaláramos en anterior oportunidad, contra un decisorio dentro de actuaciones en las que no se asiste a
los normales canales de un proceso penal destinado a la investigación de un hecho ilícito (ver causa 44.451
“Recurso de apelación…s/solicitud de levantamiento de secreto fiscal”, rta. 16/11/10, reg. 1154).”
“En tal sentido también se dijo que se trata, simplemente, de una instancia judicial dentro de un procedimiento
de carácter administrativo y de competencia federal cuya finalidad es obtener el levantamiento de secreto
tributario por parte de la Administración de Ingresos Públicos para que la Unidad de Información Financiera
pueda continuar realizando su análisis de conformidad con lo estipulado por la ley 25.246.”
“De ahí que, la naturaleza de la decisión contra la que se ha dirigido el recurso no habilita la vía casatoria ni
USO OFICIAL
tampoco tiene el carácter especial de las contempladas en el artículo 457 del Código Procesal Penal de la Nación
entre las susceptibles de ser conmovidas por el citado medio impugnativo -conforme al principio sentado en el
artículo 432 del citado ordenamiento-.”
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Farah
14.3.2011
“Recurso de casación”
Causa 45.160
Reg. 200
J. 10 - S. 19
SOBRESEIMIENTO. REQUISITOS PARA SU DICTADO.
“Es por ello que, teniendo en cuenta que el sobreseimiento cierra definitiva e irrevocablemente el proceso con
relación al imputado –cfr. art. 335 CPPN-, reclama la existencia de certeza acerca de la ausencia de
responsabilidad (D´Albora, Francisco “Código Procesal Penal de la Nación. Anotado. Comentado. Concordado”,
Octava edición corregida, ampliada y actualizada por Nicolás F. D´Albora, Abeledo Perrot, Buenos Aires, 2009,
pág. 587), circunstancia que en autos no se ha verificado, por lo que resulta conveniente para dilucidar los
sucesos investigados, proceder como lo ha sugerido el representante del Ministerio Público Fiscal.”
“Tiene dicho la Cámara Nacional de Casación Penal que: “…si los fundamentos expuestos en el
pronunciamiento, lejos de generar convencimiento cierto, dejan latente la probabilidad de que los hechos
hubieran podido ocurrir de una manera distinta –con lo cual cierra la duda sobre la conclusión convalidadaesa duda afecta la resolución a poco que se advierta que si la conclusión es contingente se altera el principio de
razón suficiente y la decisión carece de la necesaria derivación como para considerarla fundada; esa falta de
motivación lógica afecta el sustento jurídico del sobreseimiento dictado en tanto exige un estado de certeza”
(Vid de Sala I c/n 13.494 – “Traiber, Héctor, Lama, Pasquino, Karina Marcela s/ rec. de casación”, reg. 7.088,
rta. 10/12/10).”
C.C.C. Fed. Sala I
Farah - Irurzun
9.3.2011
“García”
Causa 42.581
Reg. 179
J. 12 - S. 23
SUSPENSIÓN DEL JUICIO A PRUEBA. CRITERIOS PARA APLICAR EL INSTITUTO.
“…la doctrina ha sostenido que se puede aplicar una condena de ejecución condicional en el supuesto en que
deba dictarse sentencia respecto de un delito cometido antes de la primera condena de esa misma modalidad,
supuesto en el que procederá disponer –de conformidad a lo establecido en el artículo 58 del Código Penal- la
unificación de ambas condenas (conf. D´Alessio, Andrés, “Código Penal, comentado y anotado”, Parte general,
27
páginas 162/166/7, La Ley, Buenos Aires, 2005 y sus citas).”
“En esa línea, la Corte Suprema de Justicia de la Nación, siguiendo los fundamentos del Procurador General de la
Nación, sostuvo que: “Si la ley penal permite una primera condena condicional y, después de cierto lapso, una
segunda, con mayor razón debe admitirse también igual posibilidad cuando los hechos de ambas causas fueron
contemporáneos, no habiendo reincidencia sino reiteración delictiva, sujeta a los principios del concurso real,
situación prevista y aceptada para este instituto. De lo contrario, significaría que está en mejor posición aquél que
delinque, no obstante la advertencia de la primer condena, y aunque haya pasado cierto lapso, que aquél que no
cometió ningún delito posterior, sino anterior al de la primer condena”(sic)(Fallos: 327:3816, “Gasol, Silvia
Irene”).”
“De acuerdo a lo expuesto, estimamos que asiste razón a la defensa en que no estamos ante el impedimento que
prevé el artículo 76 ter del Código Penal, ya que la suspensión del juicio a prueba se le concedió a la imputada
con posterioridad a la fecha que se llevó a cabo la conducta que se investiga en autos -el segundo delito-. Es
decir, con fecha 27 de septiembre de 2007 se llevó a cabo la maniobra de autos y con fecha 26 de agosto de 2008
se declaró la suspensión del juicio a prueba, lo que demuestra que no existiría obstáculo para que no proceda un
nuevo beneficio.”
“Es por ello que la objeción deslizada por el Sr. Fiscal, al no encontrar amparo normativo, resulta inadecuada y,
por tanto, incapaz de evitar la posibilidad de acceder al beneficio solicitado (CNº 10623 “Muller, Marcelo s/
recurso de casación”, del 4/6/09, Reg Nº 11856.4 de la Sala IV de la CNCP).”
“Así, y tras el examen de la situación particular de la imputada y la específica petición introducida por su
defensa, se advierten presentes aquí todas las circunstancias necesarias para inaugurar ese espacio estipulado por
el art. 293 del código ritual, y cuyo tránsito, lejos de limitarse a la instancia de debate, resulta aquí obligado a
efectos de decidir sobre el mérito de la solicitud formulada (cfr. CNCP, Sala IV, causa nro. 10.765, “Medina,
Eduardo Alberto s/ recurso de casación”, reg. Nro. 12.006.4, rta. el 3/7/09. Asimismo ver de esta Sala causa n°
40.662, "Laperrausaz, Saverio s/ no hacer lugar a la suspensión de juicio a prueba", reg. n° 1019, rta. el 5/9/08).”
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Farah
22.3.2011
“Obrequi”
Causa 44.565
Reg. 245
J. 3 - S. 6
SUSPENSIÓN DEL JUICIO A PRUEBA. REQUISITOS DE PROCEDENCIA. CONTROL DE
RAZONABILIDAD POR PARTE DEL ÓRGANO JURISDICCIONAL. NULIDAD.
“…si bien no está bajo discusión que el órgano jurisdiccional tiene a su cargo el control de razonabilidad de los
extremos acordados por las partes, la ocasión propicia para analizar adecuadamente y zanjar este tipo de
cuestiones es la ya mencionada audiencia del artículo 293 del ordenamiento de rito (ver de esta Sala, causa n°
17.761 “Gallardo”, reg. n° 18.729 del 12/06/01 y causa n° 28.956 “Marinaro”, reg. n° 31.425 del 17/05/10).”
“Y más allá de advertir que en el sub examine el instructor omitió exponer los motivos por los cuales no
consideró suficiente el ofrecimiento efectuado por los encartados, lo que resulta claro es que la facultad de
rechazar la oferta de reparación es factible sólo si “luego de considerar fundadamente irrazonable tal
ofrecimiento (y luego de hacerle conocer tal determinación al imputado) este último no mejora la oferta” (v.
Vitale, Gustavo L., Suspensión del Proceso Penal a Prueba, Editores del Puerto, 2° ed., 2004, pág. 167) -lo
resaltado no es del original-.”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
31.3.2011
“Mamani Morante”
Causa 30.104
Reg. 32.720
J. 11 - S. 21
ACCION CIVIL. MOMENTO PROCESAL EN QUE PUEDE INTERPONENRSE EN EL MARCO DE UNA
CAUSA PENAL.
“Es que “en los juicios por delitos de acción privada nuestro Código Procesal Penal de la Nación establece que
28
Poder Judicial de la Nación
el querellante que opte por ejercer la acción civil en sede penal deberá concretar su demanda, bajo pena de
inadimisibilidad de la misma, junto con el escrito de presentación de la querella. Con esa claridad lo establece el
inciso 5º) del artículo 418 del código adjetivo…” (C.N.C.P. Sala IV, causa nº 1086, del 14/10/1999, reg. nº
1844.4, del voto del Doctor Hornos).”
“Y esta circunstancia luce razonable de acuerdo al proceso en el que se inscribe, toda vez que la presentación
conjunta de la demanda y la querella “como excepción a las reglas del juicio común, se justifica porque el acto
de deducción de aquella importa el modo legalmente previsto para la iniciación de este tipo de juicios, previa
conciliación dentro de la cual debe ser incluida [para que el querellado concurra sabiendo la totalidad del
requerimiento: CCC, Sala V, LL, 2004-D-213]…” (NAVARRO, Rafael; DARAY, Roberto Raúl. Código
Procesal Penal de la Nación. Análisis doctrinal y jurisprudencial. 3º edición. Hammurabi. Tomo 2. Página
1219).”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
5.4.2011
“Pepe”
Causa 30.005
Reg. 32.741
J. 12 - S. 23
AGENTE PROVOCADOR. CONCEPTO. ALCANCES. INEXISTENCIA EN EL CASO CONCRETO.
USO OFICIAL
IMPUTADO QUE VOLUNTARIAMENTE OFRECE AL PÚBLICO LA REALIZACIÓN DE LA MANIOBRA
INVESTIGADA. INVESTIGACIÓN VOLUNTARIA DE LA QUERELLA. NULIDAD. IMPROCEDENCIA.
“… conforme se desprende de lo relatado en el considerando II de la presente, el personal de ambos se limitó a
ingresar al espacio público de los comercios para constatar la puesta en venta de los productos, lo que llevó ineludiblemente- a posteriores conversaciones con las personas que los atendían, sin que se observe ninguna
irregularidad en ello que haga presumir la existencia de coacción para lograr manifestaciones autoincriminatorias,
ni la intromisión en el ámbito de su intimidad más allá de los límites permitidos”.
“En casos análogos, esta Sala ha dicho que “no puede hablarse de una provocación al encausado para cometer
el eventual delito, en tanto fue él mismo quien voluntariamente ofreció al público la realización de la maniobra.
Se demuestra así que la actitud previa del imputado fue desplegada libremente y sin coacciones” (causa n°
23.987 “Algarañaz”, reg. n° 25.975 del 7/11/06 y causa n° 26.973 “Zicavo”, reg. n° 29.883 del 19/05/09)”.
“En igual sentido, con cita de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, se ha sostenido -en orden al alcance de
las garantías que protegen el derecho a la intimidad- que “…hay que distinguir entre los actos de una persona
que se realizan en la seguridad constitucionalmente protegida contra intrusiones indeseadas en el ámbito del
domicilio, de los realizados voluntariamente ante terceros en la errónea confianza de que estos no revelarán su
delito” ( ver causa n° 28.947 “Jaimovich” , reg. n° 31.620 del 7/07/10)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
19.4.2011
“Compañía Argentina de Diseño”
Causa 29.856
Reg. 32.780
J. 7 - S. 13
COMPETENCIA. COMPETENCIA FEDERAL. EMPLEADOS NACIONALES. AGENTES DE LA POLICÍA
FEDERAL ARGENTINA.
“…lleva dicho el Máximo Tribunal que en los casos de delitos comunes cometidos contra o por empleados
nacionales en el ámbito territorial de la Capital Federal -ilícitos que obstruyan o corrompan el buen servicio de
los empleados de la Nación (artículo 33, inciso “c”, del código de formas)-, la justicia federal sólo será
competente en aquellos hechos en los que el funcionario involucrado revista un carácter incuestionablemente
federal, ello en atención a la calidad nacional de todos los jueces de esta ciudad (Fallos 237:288; 249:528;
261:278; entre otros).”
“Sobre el particular y en lo que aquí particularmente interesa, la Corte ha señalado que ostentan dicho carácter el
jefe y subjefe de la Policía Federal, por cuanto las funciones que les incumben en el ámbito de la Capital Federal
no constituyen lo específico y exclusivo de sus atribuciones, siendo éstas trascendidas por las que les competen
29
en todo el territorio nacional (Fallos 204:545 y 237:346); no así, en cambio, el personal subalterno que
ordinariamente presta servicios de carácter local en esta ciudad, salvo que estuvieran excepcionalmente afectados
a tareas de estricta naturaleza federal, como la custodia de un jefe de estado extranjero (Fallos 313:495) o el
cumplimiento de una orden emanada de un juez federal (Fallos 308:2471 y 327:2980).”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
5.4.2011
“Borba Ramírez”
Causa 30.192
Reg. 32.735
J. 1 - S. 2
COMPETENCIA. DOCUMENTOS. FALSIFICACION DE DOCUMENTOS. USO DE DOCUMENTOS
FALSOS.
“Así, y en tanto no surge de la investigación dónde fue confeccionado dicho instrumento, debe estarse -al menos
de momento- al lugar donde fue exhibido, esto es Capital Federal, por lo que corresponde que continúe con la
presente investigación el Juzgado Federal de esta ciudad (Conf. Sala II, causa nº 28.068 “N.N. s/ competencia”
reg. nº 30.191 rta. el 4/08/2009).”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
5.4.2011
“Graziano”
Causa 30.234
Reg. 32.736
J. 7 - S. 13
CONCUSIÓN. ART. 266 CP. REQUISITOS TÍPICOS.
Adviértase que el requerimiento o solicitud indebidos bastan para la consumación del delito -que es de pura
actividad-, con independencia de que el pago en cuestión finalmente se efectúe o no. Resta agregar que nos
encontramos frente a un delito contra la administración pública, cuya configuración no exige la provocación de
un perjuicio de carácter patrimonial.”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Farah
19.4.2011
“Miri”
Causa 45.055
Reg. 372
J. 4 - S. 7
DÁDIVAS. ADMISIÓN Y DACIÓN DE DÁDIVAS. ART. 259 CP. REQUISITOS TÍPICOS. ACCIÓN
PENAL. VIGENCIA. PRESCRIPCIÓN. CAUSALES DE SUSPENSIÓN. FUNCIONARIO PÚBLICO.
“La norma reprime la conducta de aquel que presentare u ofreciere dádivas a un funcionario público en
consideración a su oficio. La previsión aparece a continuación de la figura especial de aceptación de dádivas, mas
no constituye la otra cara de la misma moneda en tanto la simple promesa ya es punible sin importar la
aceptación o rechazo del funcionario (Laje Anaya, Justo, “Comentarios al Código Penal”, Parte Especial, tomo
III, Depalma, Buenos Aires, 1981, pág. 113).”
“Originariamente, la conducta era impune. Rodolfo Moreno, a partir de distinguirlo del cohecho activo, lo
explicaba del siguiente modo: “Al sujeto activo en el delito de cohecho en general se le castiga cuando da u
ofrece, aunque no se acepte la donación o promesa. El sujeto activo procede a base de que se le asegure la
realización u omisión de un acto. Pero en este caso, tales circunstancias no se presentan. Se trata sólo del
individuo que, sin insinuar un pedido irregular siquiera, trata de halagar al funcionario por medio de presentes. Lo
que él piensa acerca de la eficacia de sus regalos es una cuestión privada y propia que no puede ser objeto de
incriminación. El hecho de regalar, cuando no se presenta el soborno, tampoco puede castigarse, desde que no se
ha puesto de manifiesto un propósito delictuoso; pero al funcionario público se le debe prohibir el recibo de
obsequios, por cuanto esto constituye una forma indirecta de captarse su voluntad e inclinarlo a favorecer a la
persona que se le dirige con esos argumentos” (Moreno, Rodolfo, “El Código Penal y sus antecedentes”, tomo
VI, J. Dulce, Buenos Aires, 1923, pág. 217).”
“La ley 16.648 hizo el agregado del segundo párrafo pero, sobre el mantenimiento del distingo, contempló una
pena sensiblemente inferior a la prevista para el funcionario que admitiera las dádivas.”
30
Poder Judicial de la Nación
“Esa falta de superposición de las escalas penales, junto con la independencia entre ofrecimiento -o presentacióny la actitud del funcionario, hablan de la inexistencia de una figura bilateral (Soler, Sebastián, “Derecho Penal
Argentino”, tomo 5, Ed. Tea, Buenos Aires, 1978, pág. 167).”
“En esto es claro el paralelismo con el cohecho activo –cfr. art. 258 C.P.-, que ha sido separado por la ley del
cohecho pasivo –cfr. art. 256 C.P.-, en atención a cada uno de los sujetos. Se ha dicho que “esta particularidad
importa que no deban aplicarse los principios generales de la participación con respecto a los dos codelincuentes”
(Soler, op. cit., pág. 159). En otras palabras y sobre la misma figura: “No podrá darse el cohecho pasivo si no se
da de manera necesaria el cohecho activo, pero como tipos diferenciados y no como una forma de complicidad o
participación” (Donna, Edgardo Alberto; “Delitos contra la administración pública”, Rubinzal – Culzoni, Buenos
Aires, 2000, pág. 243).”
“Esta autonomía entre el que ofrece o entrega las dádivas y aquel que las recibe, es decir, la imposibilidad de
hablar de participación entre ellos, es determinante a la hora de evaluar la aplicación de la suspensión prevista por
el segundo párrafo del artículo 67 del Código Penal que reza: “La prescripción también se suspende en los casos
de delitos cometidos en el ejercicio de la función pública, para todos los que hubieren participado, mientras
cualquiera de ellos se encuentre desempeñando un cargo público”.”
“Si bien parte de la doctrina, aun luego de la reforma de la ley 25188, mantuvo su posición en orden a que “la
USO OFICIAL
suspensión no se extiende a los no funcionarios partícipes del funcionario” (Lascano, Carlos (h) en “Código
Penal y normas complementarias. Análisis doctrinario y jurisprudencial”, tomo II -dirigido por David Baigún y
Eugenio R. Zaffaroni-, Ed. Hammurabi, Buenos Aires, 2002, pág. 663), esta Sala la ha admitido. El precedente
“Schorr” (c. 43925, reg, 988 del 5/10/2010), que cita el juez de grado, es demostrativo de ese criterio que
involucra al extraneus en tanto partícipe del hecho del funcionario.”
“Sin embargo, oportunamentre este Tribunal hizo un claro distingo entre quienes son considerados partícipes de
un mismo hecho y quienes, aún sin serlo, comparten una misma causa como consortes: sólo a los primeros les
cabe la suspensión. Así sostuvo que: “de lo que se trata en el caso no es sólo de precisar que el afectado por el
evento ha sido el Estado, o que alguno de los imputados fue o es funcionario público, sino, ante todo, definir cuál
es el obrar motivo de reproche, qué es lo que constituye materia de análisis y, fundamentalmente, si y cómo se
engarza ello en los hechos objeto de investigación. Pues si la conducta que en el particular se examina
constituyó el vehículo para acceder en el ilícito de otro habrá, en efecto, participación y se habilitará en el caso
el vigor de la norma en examen. Mas si aquella no implicó sino un proceder que sólo puede ser adjudicado a
título personal, que carece de vinculación con el obrar de un tercero, no existe ese sentido de complicidad que
haga pesar sobre uno el hecho del otro ni espacio para aplicar regulaciones como las del segundo párrafo del
artículo 67 del Código Penal que se asientan sobre esta misma premisa de responsabilidades compartidas”
(conf. esta Sala I, C.N° 42.713 “Recio, Antonio s/prescripción de la acción penal”, Reg. N° 1009, rta. el
17/09/2009).”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler – Ballestero -Farah
28.4.2011
“Cirigliano”
Causa 45.348
Reg. 400
J. 11 - S. 21
DECLARACIÓN INDAGATORIA. EXHORTO. DELEGACIÓN VÍA EXHORTO EN UN JUEZ DE
DISTINTA COMPETENCIA TERRITORIAL. PROCEDENCIA. REQUISITOS FORMALES.
“…acorde con la postura sentada por nuestro máximo Tribunal, al que esta Alzada adhiriera en reiteradas
oportunidades, en cuanto ha sostenido que la declaración indagatoria es delegable por el juez en otro de distinta
competencia territorial (conf. C.S.J.N. en Fallos 237:388; 241:248; 253:454; 276:254, 298:615 y 308:1679; esta
Sala en causa nº 27.700 “Santos Venturo”, rta. el 2/9/09, reg. nº 30.312, y Sala I de esta Alzada en causa nº
44.109 “Carro”, rta. el 18/03/10, reg. nº 203)”.
“Claro es que, a fin de garantizar debidamente los derechos del encausado, la rogatoria debe estar acompañada de
aquellas constancias que hacen a la imputación que se le formula…”
31
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
18.4.2011
“Posse”
Causa 30.275
Reg. 32.777
J. 1 - S. 2
DECLARACIÓN INDAGATORIA. PROCEDENCIA. OPORTUNIDAD DEL LLAMADO A PRESTAR
DECLARACIÓN INDAGATORIA.
“…no se halla reglada exigencia legal alguna respecto a ampliar sucesivamente las declaraciones indagatorias a
medida que se materialice la incorporación de probanzas o en el sentido de no producir prueba entre el descargo y
el auto interlocutorio, máxime cuando la instrucción no ha sido secreta (art. 204 del código de forma) -v. de la
Sala I del Tribunal, causa n° 38.283 “Cantarero, Emilio y otros s/apelación”, rta. 21.12.05, reg. n° 1517-”.
“Lo contrario, implicaría requerir la ampliación del acto de defensa en forma indiscriminada ante cualquier
prueba que se anexe a la investigación, desatendiéndose así los principios generales que gobiernan la cuestión,
máxime cuando, como en el caso, el letrado tuvo a su disposición las actuaciones a los efectos de corroborar la
evolución del sumario, alejándose la posibilidad de cercenar el derecho que se alega (ver de la Sala IV de la
C.C.C., causa n° 18.606 “López, Domingo”, rta. 20.8.02, reg. 18.606_4 y sus citas)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun
13.4.2011
“Segovia”
Causa 29.913
Reg. 32.756
J. 1 - S. 1
DELITOS CONTRA EL HONOR. CALUMNIAS. INJURIAS. REQUISITOS TÍPICOS. LEY 26.551.
“…tanto los artículos 109 como el 110 de la ley de fondo prescriben que en ningún caso configurarán delito de
calumnia o injurias las expresiones referidas a asuntos de interés público; como tampoco constituirán el delito de
injurias los calificativos lesivos del honor cuando guardasen relación con un asunto de interés público.”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
5.4.2011
“Pepe”
Causa 30.080
Reg. 32.742
J. 12 - S. 23
DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD DEL TRÁNSITO Y DE LOS MEDIOS DE TRANSPORTE Y DE
COMUNICACIÓN. ART. 194 CP. REQUISITOS TÍPICOS. SOBRESEIMIENTO. REQUISITOS PARA SU
DICTADO.
“Si bien es un acierto de la sentencia partir del contexto en el que se suscitó el hecho para poder evaluarlo
correctamente, es necesario hacer algunas precisiones en el sentido de esclarecer si estamos frente a un escenario
justificante, como el que podría resultar del ejercicio de un derecho constitucional. Aun cuando el instructor ha
encontrado una solución en el plano de la tipicidad, la mención reiterada del “conflicto gremial” obliga a precisar
los términos.”
“En sentido estricto, la medida protagonizada por los imputados se dio en el marco de un conflicto intrasindical
pues enfrentaba a dos o más grupos al interior de un mismo sindicato. Pese a que fueron la empresa y sus
usuarios los que se vieron afectados, la medida no estuvo dirigida a obtener de ellos algo -al menos de manera
directa- sino que estuvo orientada a ganar posiciones en una disputa que les era, en principio, ajena.”
“La medida atribuida a los imputados difícilmente pueda ser considerada una huelga (art. 14 bis CN). Si bien se
paralizó el servicio, tal proceder no habría sido utilizado como instrumento para sostener un reclamo en defensa y
promoción de los derechos individuales y colectivos de los trabajadores. Tampoco fue una huelga “política” ni de
“simpatía o solidaridad”. De acuerdo al relato del encargado de turno de Seguridad Aeroportuaria -Gabriel A.
Dieguez-, los sujetos que se oponían al despegue del avión lo hacían por el sólo hecho de que allí se encontraba
una persona que pertenecía a otro sector gremial y querían evitar su viaje (v. fs. 29).”
“Según lo explica la doctrina, esta particularidad de los conflictos intrasindicales “los desliga de aspectos
esenciales que caracterizan a los otros tipos de conflictos laborales y los pone en el marco de principios y
32
Poder Judicial de la Nación
soluciones del ordenamiento jurídico en general, sin perjuicio de la debida preservación de la independencia y
autonomía de las organizaciones sindicales” (v. Goldín, Adrián –Director- y Alimenti, Jorgelina F. –
coordinadora-, “Curso de Derecho del Trabajo y la Seguridad Social”, La Ley, Buenos Aires, 2009, pág. 711 –
“El conflicto laboral colectivo”-).”
“Bajo esta lectura, los hechos denunciados se revelan a priori plenamente perseguibles.”
“Dicho esto, por estar ante una apelación contra un pronunciamento que cierra definitiva e irrevocablemente el
proceso en relación a los imputados a cuyo favor se dicta (cfr. art. 335 CPP), es necesario verificar la existencia
de certeza acerca de la ausencia de responsabilidad (D´Albora, Francisco “Código Procesal Penal de la Nación.
Anotado. Comentado. Concordado”, Octava edición corregida, ampliada y actualizada por Nicolás F. D´Albora,
Abeledo Perrot, Buenos Aires, 2009, pág. 587).”
“…es jurisprudencia de este Tribunal que para proceder a cerrar definitiva e irremediablemente el proceso
respecto de un individuo tiene que haberse acreditado, indefectiblemente, su total ajenidad en los hechos
investigados (c. 35.877 “Mendoza Castro”, reg. 37, rta. 16/02/04; c. 30.845 “Rivero”, reg. 1139, rta. 9/12/99).”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Farah
19.4.2011
“Raful”
USO OFICIAL
Causa 44.762
Reg. 373
J. 9 - S. 17
DOCUMENTOS. DOCUMENTOS PÚBLICOS. CERTIFICADO DE GRAVÁMENES. CONDICIÓN DE
TALES INSTRUMENTOS.
“La figura básica del art. 292 del Código Penal establece una escala penal de uno a seis años, mientras que la
segunda parte –párrafo agregado por Ley 24.410- eleva la pena de tres a ocho años, si se tratase de los
documentos o certificados mencionados en el último párrafo del art. 292.”
“De dicha descripción no surge la mención –ni se puede equiparar- la solicitud de inscripción contrato prendario
formulario 03, ni el contrato de prenda con registro, debiéndose considerar a éstos dentro de los instrumentos
públicos mencionados en forma genérica por la figura básica del art. 292 del Código de Fondo (ver de esta Sala
c-n° 43.537 “Luca, Salvador C. s/ procesamiento” rta. 10/3/10, reg. 167 y c-n° 40.739 “Rodríguez, Graciela
Margarita s/ prescripción de la acción penal” rta. 23/10/07, reg. 1243, entre otras)”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler – Ballestero -Farah
28.4.2011
“Sarmoria”
Causa 45.366
DOCUMENTOS.
Reg. 404
FALSIFICACIÓN.
AUTOINCRIMINACIÓN.
J. 11 - S. 21
REQUISITOS
PROHIBICIÓN.
NEMO
TÍPICOS.
TENETUR
SE
TESTIGO.
IPSUM
CONCEPTO.
ACCUSARE.
FALSO
TESTIMONIO.
““El peligro no está en la falsificación en sí, sino en la función y los efectos que el particular documento
representa en las relaciones específicas en que se puede hacer valer o en que se le hace valer. Este perjuicio
potencial al bien jurídico puede ser de cualquier naturaleza, tanto patrimonial como extrapatrimonial,
resultando indiferente quien sea el titular del bien jurídico afectado o puesto en peligro” (Andrés José
D´Alessio, Código Penal de la Nación, comentado y Anotado, Tomo II, Parte Especial Arts. 79 a 306). Como
principio, debe recordarse que “es requisito para mantener la calidad de testigo la ajenidad que con el juicio
debe guardar el deponente…”, en tanto “No corresponde considerar testigos en sentido propio a quienes
deponen sobre los hechos respecto de los cuales él mismo es actor y que puedan traerle aparejado algún
perjuicio, razón por la cual las falsedades en que hubiera eventualmente incurrido en tales circunstancias no
configuran el delito de falso testimonio” (cfr. esta Sala, c. 24.338 “Rostagnol Tourn”, reg. 25.855, rta. 12.10.06;
c. 19194 “De Gamas Soler, Javier”, reg. 21518, rta. 9.09.03; c. “Bellene”, reg. 6661, rta. 15.9.91; c. 9194
“Pagliaro, Roberto A. s/sobreseimiento”, reg. 9797, rta. 23.4.93; c. 3895 “Palumbo, Roberto H. s/falso
testimonio”, reg. 4424, rta. 3.6.85).”
33
“Diversos autores coinciden al señalar que testigo es aquélla persona que conoce los hechos investigados y cuya
declaración resulte útil para descubrir la verdad, debiendo tratarse de una persona física “distinta” de los sujetos
de la relación procesal, que se expresa en relación a modificaciones en el mundo exterior que pudieron ser
percibidas por intermedio de cualquiera de sus sentidos, atinentes a un hecho “del que no participa” (V. M.
Oderigo “Derecho Procesal Penal”, I, pág. 270; Chivenda “Principios de Derecho Procesal Civil”, II, 306; entre
otros).”
“Por otra parte, se ha expedido la Cámara Nacional de Casación Penal al considerar que “en cuanto a la relación
entre falso testimonio (artículo 275, 1° párrafo del Código Penal) y la garantía constitucional que establece que
‘nadie puede ser obligado a declarar contra sí mismo’ (artículo 18 de la Carta Magna), se ha negado que pueda
tener carácter de sujeto activo (autor) del delito, el testigo, perito, intérprete o traductor que declara en causa
propia o en hechos propios, “… lógicamente que cuando no son testigos (p. ej., el imputado), esa apreciación es
exacta; pero ese principio se ha llegado a extender a toda persona a quien sus propias declaraciones puedan
exponerla a sufrir perjuicios, lo cual es absolutamente exacto. Desde que sigan siendo testigos, su conducta será
típica, aunque ello no obsta para que su actuar sea justificado si con la falsedad tiende a evitar males par su
persona y no hacen otra cosa que ejercer un derecho de defensa propia” (cfr. voto del Dr. Riggi en causa n° 1394
“Gastaldi, Marcos Luis s/rec. de Casación reg. 239/98 del 26/6/98; votos del Dr. Mitchell en causa n° 2162
“Pagani, Carlos Alberto s/recurso de casación, reg. 245/00 del 8/5/00 y causa n° 3068 “Díaz Navarrete, Carlos
Ariel s/rec. de casación” reg. 379/01 del 19/06/01).”
“A su vez, el mismo Tribunal ha manifestado que “no puede equipararse la situación del testigo que depone con
falsedad para encubrir el hecho propio, con la de quien con la misma finalidad efectúa una denuncia falaz. Ello es
así puesto que en el primer caso la persona se encuentra conminada a declarar por ley procesal y paralelamente
concurre a su respecto el derecho, de no ser obligado a declarar en contra de sí mismo. En cambio, en la segunda
hipótesis, el sujeto actúa libremente, sin obligación alguna, evidenciando por tanto de este modo su voluntad de
engaño a la autoridad judicial, atentando al bien jurídico protegido por el artículo 245 del Código Penal” (cfr.
causa n° 4670, “Vázquez, Carlos Alberto s/rec. de casación”, reg. 106/2004, rta. 15/3/2004).”
“Afirmando que corresponde efectuar una interpretación amplia de la garantía contemplada en el art. 18 de la
Constitución Nacional, que se extienda no sólo a la persona que se encuentra imputada de un delito sino a toda
aquella que pudiera autoincriminarse (CN Casación Penal, Sala III, c. 6265, “Coria, Sergio J. s/recurso de
casación”, reg. 436.06.3, 16/05/06).”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani – Irurzun - Farah
28.4.2011
“Colombo”
Causa 29.887
Reg. 32.815
J. 10 - S. 20
ELEVACIÓN A JUICIO. REQUERIMIENTO FISCAL. REQUISITOS FORMALES. DEFENSA EN
JUICIO. ALCANCES. NULIDAD.
“…el requerimiento de elevación a juicio, que expresa la base fáctica sobre la cual tendrá lugar el debate, se
encuentra íntimamente ligado al ejercicio del derecho de defensa, pues permite conocer la imputación que
eventualmente será contradicha en aquella instancia. Se indicó que allí radicaba la necesidad de que la acusación
incluyera una relación clara, precisa y circunstanciada de los hechos y una exposición sucinta de los motivos en
que se fundaba, siempre en relación con un sujeto previamente identificado (cfr. art. 347 in fine C.P.P.) (c/n°
40.261, “Saá, Teófilo s/nulidad de requerimiento”, reg. 664, rta. 28/06/07, con cita del expte. n° 37.717,
“Cavallo, Domingo”, reg. 899, rta. 26/08/2005; y CNCP, Sala IV, “Rodríguez Mc Cormack, Marta s/ recurso de
casación”, rta. 29/3/96).”
“En este sentido, la disposición del art. 347 del CPPN ofrece pautas claras. En primer lugar, exige un detalle de
las condiciones personales del sujeto a quien se atribuye la conducta disvaliosa, para evitar cualquier tipo de
confusión (ha de ser la misma persona que se indagó y luego procesó). En segundo término, deberá identificarse
qué se atribuye, mediante la descripción del sustrato fáctico que hallará encuadre en la calificación jurídica. Por
34
Poder Judicial de la Nación
último, la atribución habrá de reposar en un por qué, traducido en las razones que a esa altura justifican el
reproche y el mérito para inaugurar la siguiente etapa (ver precedentes citados y c/n° 40.042, “Teller”, reg. 745,
rta. 11/07/07”; con cita de c/n°37.717, “Cavallo”, del 26/08/05, reg. 899).”
“Por otra parte, en el caso “Constantino” (causa n° 36.252, reg. 1307, rta. 9/12/04) se analizó el modo en que
debía ser descripto el hecho materia de imputación en este tipo especial de sucesos, para garantizar una adecuada
defensa. Y si bien aquellas precisiones habían sido vertidas en relación con el acto de la indagatoria, resultan
trasladables al requerimiento de elevación a juicio.”
“Se dijo en la oportunidad señalada que, luego de efectuarse una síntesis de cómo había operado el sistema de
represión ilegal, “(...) una adecuada descripción de las circunstancias relativas al autor de los hechos imputados
(…) no sólo requiere la fehaciente identificación de la persona en cuestión, sino que deviene inexorable la
mención del cargo y función que habría detentado durante la ejecución de los hechos. Con respecto a esto
último, deberá hacerse saber la actuación formal y ‘de hecho’ que le habría correspondido al imputado en el
aparato que usurpó el poder en el año 1976 (…)”.”
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero -Farah
28.4.2011
“Barberis”
USO OFICIAL
Causa 45.343
Reg. 401
J. 3 - S. 6
ENCUBRIMIENTO. ART. 277 CP. REQUISITOS TÍPICOS.
“…el caso se encuentra enmarcado dentro de la excepción legislada en el artículo 277, inciso 4°, del Código
Penal, y es que no se puede obviar el hecho de que el encubrimiento, salvo para los casos en que el sujeto actúe
por precio o en procura de asegurar el producto o provecho del delito, es objeto de tal excusa mediante la cual el
legislador ha procurado la impunidad de quienes comparten con el delincuente un particular lazo afectivo. Así
pues, tal como lo recepta el artículo 277 –última parte- del Código Penal, están exentos de responsabilidad
criminal aquellos que hubieran ejecutado el hecho “a favor del cónyuge, de un pariente suyo cuyo vínculo no
excediere del cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad o de un amigo íntimo o persona a la que se
debiera especial gratitud” (vid causa 44.415 “Vázquez, María s/procesamiento”, rta. 4/11/10, reg. 1115).” (Del
voto de los Dres. Ballestero y Freiler)
“El caso de autos es paradigmático por tratarse de la ocultación de una persona, excepción que tiene los más
antiguos orígenes y no genera desacuerdos (v. Soler, Sebastián “Derecho Penal Argentino”, T° V, TEA, Buenos
Aires, 1996, p. 334 y ss).” (Del voto de los Dres. Ballestero y Freiler)
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Ballestero – Farah
5.4.2011
“Vilallonga”
Causa 44.753
ESTUPEFACIENTES.
Reg. 304
ART.
8
LEY
23737.
J. 9 - S. 18
SUSTANCIAS
ALCANZADAS
POR
LA
LEY.
HIDROCODONA.
“…esta Sala ya ha sosteniendo que en el caso de
medicamentos que contienen en su fórmula la droga
Hidrocodona (dihidrocodeinona), sustancia que integra el catálogo previsto en el Anexo del decreto 722/91 –
actualmente decreto 299/10-, es posible encuadrar el accionar reprochado en el tipo penal del artículo 8º de la ley
23.737 (según art. 40 de la referida normativa y art. 77 del C.P.), que resulta mas específico y por lo tanto
desplaza la aplicación de la figura prevista en el artículo 204 del Código Penal que reprime la venta sin receta de
otros medicamentos que necesitan ese requisito para ser comercializados (cfr. c.nº 29.456 “Romasanta”, rta. el
21/10/2010, reg. nº 32.069, y en igual sentido de la Sala I c.nº 40.778 “Brauer”, rta. el 8/11/2007, reg. nº 1314).”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Farah
5.4.2011
“Valdez”
Causa 29.863
Reg. 32.740
J. 2 - S. 3
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ESTUPEFACIENTES. ART. 14 SEGUNDA PARTE LEY 23737. TENENCIA DE DROGA PARA
CONSUMO PERSONAL. DERECHO A LA INTIMIDAD. DERECHO A LA PRIVACIDAD. ALCANCES.
“De conformidad con el criterio que vengo sosteniendo a partir del precedente “Cipolatti”, la aplicación de la
norma que tipifica la tenencia de estupefacientes para consumo personal resulta inconstitucional (causa n°
36.989, “Cipolatti Hugo s/ procesamiento”, rta. 7/6/05, reg. 571).” (Del voto del Dr. Freiler)
“Ese criterio fue reconocido por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el fallo “Arriola”, ocasión en la que
se declaró la inconstitucionalidad de la norma bajo análisis, “en la medida en que invade la esfera de la libertad
personal excluida de la autoridad de los órganos estatales” (Trib. cit., A.891.XLIV, rta. el 25/08/09).” (Del voto
del Dr. Freiler)
“Uno de los pilares fundamentales de nuestro esquema constitucional lo conforma el principio de reserva. En lo
concerniente a ello, se ha dicho que “…el artículo 19 ofrece una magnífica oportunidad de receptar el principio
de autonomía de la persona, que es el núcleo de una concepción liberal de la sociedad, sólo en la medida en que
las descripciones ‘acciones privadas de los hombres’, ‘acciones que no ofendan el orden y la moral pública’ y
‘acciones que no perjudiquen a terceros’ se entiendan como coextensivas, vale decir, como tres formas de
referirse a la misma clase de acciones: las acciones son privadas en la medida en que sólo ofendan una moral
privada compuesta por pautas que valoran tales acciones por sus efectos en la vida y el carácter moral del
propio agente, y no ofendan en cambio una moral pública constituida por pautas que valoran a tales acciones
por sus efectos dañosos o beneficiosos sobre terceros” (Nino, Carlos Santiago, “Fundamentos de derecho
constitucional”, ed. Astrea, Buenos Aires, 2005, pág. 317).” (Del voto del Dr. Freiler)
“La norma contenida en el artículo 19 tiene como antecedente el artículo 7° del proyecto de Constitución de la
Sociedad Patriótica para las Provincias Unidas de 1813 que expresaba que “la libertad es la facultad de obrar
cada uno a su arbitrio sin violar las leyes ni dañar los derechos de otro ni al cuerpo social”, y la sección 7° ,
capítulo I, artículo 1° del Estatuto Provisional de 1815, que tiene un texto idéntico al actual, con la sola
diferencia de que se refiere sólo al ‘orden público’ en lugar del ‘orden y la moral pública’.” (Del voto del Dr.
Freiler)
“Lo expuesto hasta aquí se refiere a los límites -constitucionalmente establecidos- de la intervención estatal, en
cualquiera de sus formas. No obstante, a la luz del principio de lesividad, la intervención punitiva del Estado
exige un estándar aún más estricto.” (Del voto del Dr. Freiler)
“Al respecto, Ferrajoli enseña que “El primero y más elemental criterio es el de justificar las prohibiciones sólo
cuando se dirigen a impedir ataques concretos a bienes fundamentales de tipo individual o social y, en todo caso,
externos al derecho mismo, entendiendo por ataque no sólo el daño causado sino también -por ser inherente a la
finalidad preventiva del derecho penal- el peligro que se ha corrido” (Ferrajoli, Luigi, “Derecho y Razón”, ed.
Trotta, Madrid, 1995, pág. 472).” (Del voto del Dr. Freiler)
“La limitación se completa a través del principio de exterioridad, en virtud del cual “Todo aquello que no
constituya la exteriorización de una decisión de acción, por más que se le atribuya cualidad pública o lesiva de
intereses sociales, goza del privilegio que otorga el límite impuesto por el principio de acto y, en consecuencia,
por esa sola razón, carecerá de legitimidad su configuración como materia de prohibición” (Magariños, Mario,
“Los límites de la ley penal en función del principio constitucional de acto”, Ad Hoc, Buenos Aires, 2008, pág.
93).” (Del voto del Dr. Freiler)
“La temática obviamente se vincula con la categoría de delitos de peligro abstracto, cuestionables desde un punto
de vista constitucional.” (Del voto del Dr. Freiler)
“Siempre que se determine que un individuo tiene en su esfera de custodia material estupefaciente destinado al
consumo personal -que es precisamente lo que prohíbe la norma examinada- realiza una acción privada en los
términos del artículo 19 C.N., en tanto no irroga un daño a terceros.” (Del voto del Dr. Freiler)
“Resulta irrelevante distinguir si los estupefacientes destinados al consumo personal se tuvieron dentro o fuera
del domicilio, toda vez que no debe confundirse lo privado con lo íntimo; las acciones privadas a las que hace
referencia la norma aludida no son aquéllas que ocurren en un ámbito de intimidad, sino -cabe reiterar- las que no
36
Poder Judicial de la Nación
importan un perjuicio a terceros.” (Del voto del Dr. Freiler)
“Para despejar la frecuente confusión que se suscita entre los conceptos de ‘privacidad’ e ‘intimidad’, puede
acudirse a las palabras de Nino, quien clarifica que “…entiendo por ‘privacidad’ la posibilidad irrestricta de
realizar acciones ‘privadas’, o sea acciones que no dañan a terceros y que, por lo tanto, no son objeto de
calificación por parte de una moral pública como la que el derecho debe imponer; ellas son acciones que, en
todo caso, infringen una moral personal o ‘privada’ que evalúa la calidad del carácter o de la vida del agente, y
son, por lo tanto, acciones privadas por más que se realicen a la luz del día y con amplio conocimiento
público… Interpreto por ‘intimidad’, en cambio, una esfera de la persona que está exenta del conocimiento
generalizado por parte de los demás (…) el (derecho) de que los demás no tengan información no documentada
sobre hechos, respecto de una persona, que ésta no quiera que sean ampliamente conocidos” (op. cit., pág. 327.
El destacado me pertenece).” (Del voto del Dr. Freiler)
“De tal modo, si lo que en definitiva está protegido es la libertad y autonomía personal frente al poder penal del
Estado, poco importa tampoco que la droga destinada al consumo sea de una u otra especie y que unos consuman
más que otros.” (Del voto del Dr. Freiler)
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Farah - Irurzun
6.4.2011
“Gómez”
USO OFICIAL
Causa 44.068
Reg. 316
J. 2 - S. 3
EXCARCELACIÓN. PAUTAS PARA EVALUAR SU PROCEDENCIA. EXTRADICIÓN. ART. 26 LEY
24.767. INCONSTITUCIONALIDAD.
“Por otro lado, si bien estamos ante un caso de detención provisoria en el contexto de un pedido de extradición,
no existe motivo alguno para apartarse del criterio de este Tribunal en materia de restricciones a la libertad
durante el proceso.”
“En este sentido, se declarará la inconstitucionalidad del artículo 26 de la ley 24.767, en cuanto dispone que en
este tipo de trámites no son aplicables las normas referentes a la exención de prisión o la excarcelación, por
encontrarse en contraposición del principio de inocencia consagrado en la Constitución Nacional y el artículo 8,
inciso segundo, del Pacto San José de Costa Rica (ver en este sentido, de esta Sala, c.n° 29.770 “Armenacovich”
del 03/07/98, reg. n° 506 y c.n° 31.853 “Lambert” del 04/05/00, reg. n° 339, entre otras).”
“Atento a lo expuesto, en materia de libertades hemos señalado que cuando la Constitución Nacional consagra
categóricamente el derecho a la libertad física y ambulatoria e impone el deber de considerar y tratar a todo
individuo como inocente hasta que en un juicio respetuoso del debido proceso se demuestre lo contrario mediante
una sentencia firme, obliga al juez a descartar toda restricción de la libertad del imputado durante el proceso que
no contemple como fundamento la existencia de peligro concreto de fuga o entorpecimiento de las
investigaciones (ver en extenso los fundamentos vertidos en la causa n° 37.964 “Renduelles, Fabiana A.
s/excarcelación”, rta. el 08/07/05, reg. 703 y sus citas, y causa n° 39.921 “Neiman” del 10/04/07, reg. n° 264;
entre otras).”
“Es por estos motivos que las prescripciones legales de los artículos 316 y 317 del código de rito no pueden
representar más que un parámetro relevante para evaluar la existencia de riesgos procesales. Y no obstante su
configuración, pueden existir circunstancias que permitan descartar esos riesgos aún frente a una elevada
amenaza de pena. Esto es así porque sólo los elementos de cada caso concreto pueden fundar válidamente –en
tanto permitan presumir razonablemente la existencia de estos riesgos procesales– el encarcelamiento preventivo
de un imputado (ver de esta Sala, causa n° 37.956 “Mendoza”, rta. el 14/07/05, reg. n° 719 y causa n° 41.976
“Soliz”, rta. el 17/07/08, reg. n° 812, entre otras).”
“En este orden de ideas se refirió la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en el caso “José, Jorge y
Dante Peirano Basso (informe n° 35/07 resuelto el 14 de mayo de 2007) y la Cámara Nacional de Casación Penal
en el plenario n° 13, Acuerdo n° 1/08, “Díaz Bessone, Ramón Genaro s/ recurso de casación”, del 30 de octubre
37
de 2008. En idéntico sentido, ver de esta Sala causa n° 42.412 “Escobar Sanabria” del 31/10/08, reg. n° 1298,
entre otras.”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler – Ballestero -Farah
26.4.2011
“Villavicencio”
Causa 45.397
Reg. 395
J. 6 - S. 11
NEGOCIACIONES INCOMPATIBLES CON EL EJERCICIO DE LA FUNCIÓN PÚBLICA.
REQUISITOS TÍPICOS. CONCUSIÓN.
“Los agravios expresados por el recurrente en cuanto a que las empresas de mención no abonaron suma de dinero
alguna y que el Banco Central de la República Argentina no sufrió un perjuicio patrimonial, deben ser
descartados toda vez que la configuración de la figura penal asignada por el a quo a la conducta atribuida no
exige ninguno de esos extremos”.
“Adviértase que el requerimiento o solicitud indebidos bastan para la consumación del delito -que es de pura
actividad-, con independencia de que el pago en cuestión finalmente se efectúe o no. Resta agregar que nos
encontramos frente a un delito contra la administración pública, cuya configuración no exige la provocación de
un perjuicio de carácter patrimonial”.
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler – Farah
19.4.2011
“Miri”
Causa 45.055
Reg. 372
J. 4 - S. 7
PECULADO. ART. 261 CP. REQUISITOS TÍPICOS.
“Cabe recordar que “en el peculado el tipo no requiere a los fines consumativos, que el funcionario realice actos
de disposición de la cosa a título de dueño, ni que dirija la acción en una dirección determinada (disponer de la
cosa pública como si fuera propia)…la “sustracción” como acción típica definida en al art. 261 equivale a todo
acto que importe separar, apartar o quitar los bienes de la esfera de la actividad patrimonial de la administración
pública”, en consecuencia “…habrá sustracción peculadora –señala Carrera- cuando los funcionarios públicos a
quienes competa el desenvolvimiento de esa actividad patrimonial ejecuten, con relación a los bienes, cualquier
acto que importe el quebrantamiento de ella…” (Conf. Jorge Eduardo Buonpadre. Tratado de Derecho Penal
Parte Especial. Tomo III. Ed. Astrea. Año 2009, págs. 257 y sigs.).”
“En el mismo sentido, “sustraer significa extraer o quitar los bienes de la tenencia –efectiva o simbólica que en el
ámbito administrativo han sido colocados por leyes reglamentos u órdenes, lo cual, se entiende, no exige la
apropiación (Creus, Carlos, “Delitos contra la Administración Pública”, Astrea, 1981 págs. 26 y 325). Cabe
señalar al respecto que el Estado no puede disponer de ellos sino que sólo los administra”. “Ahora bien en cuanto
a la relación de los funcionarios públicos, con el bien, la norma en cuestión exige que aquellos, en razón de su
cargo, tengan la administración, percepción o custodia del caudal o efecto sustraído.” (Daniel P. Carrera.
Peculado de bienes y servicios públicos. Editorial Mediterránea. Córdoba. 2005, pág. 83). (conf. esta Sala
“Medina” causa n° 29.576 , reg. 32.189 del 17/11/2010).”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun
7.4.2011
“Sánchez”
Causa 30.139
Reg. 32.752
J. 2 - S. 3
PROCESO PENAL. DELEGACIÓN DE LA INSTRUCCIÓN A MANOS DEL FISCAL. ART. 196 CPPN.
OPORTUNIDAD PROCESAL EN QUE PROCEDE LA DELEGACIÓN. FACULTAD DEL JUEZ DE
INSTRUCCIÓN. MINISTERIO PÚBLICO FISCAL. FUNCIONES.
“Que en reiteradas oportunidades este Tribunal ha sostenido, en materia de delegación, que “…el ejercicio de la
facultad a la que alude el artículo 196 del C.P.P., confiriendo dirección al fiscal, …no hace más que asignarle
uno de los cometidos esenciales inherentes a su razón de ser, ajustando su rol a la potestad que ejercita…Una
38
Poder Judicial de la Nación
exégesis razonable de la ley procesal impide sujetar a un plazo mínimo la innovación introducida por el artículo
196, que aunque tímida y mediatamente, permite al Ministerio Público protagonizar la investigación preliminar
desdoblando las funciones de requerir y decidir, a la luz de las legislaciones más modernas y de los principios
republicanos, y en vistas de una mayor agilidad y eficacia en la persecución…” (conf. causa n° 13.749 “Inc. de
nulidad”, rto. el reg. n° 14.948 y sus citas).”
“Se señaló además que “…el instituto de la delegación es eminentemente discrecional para el juez, pudiendo éste
disponer de su utilización durante toda la instrucción, con el único límite de la conveniencia para el desarrollo
de la investigación…” (conf., entre otras, causa n° 19.098 “Massholder, Juan s/ nulidad delegación fiscal”, rta. el
22/8/02, reg. n° 20.079).”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani – Irurzun - Farah
20.4.2011
“Berardinelli”
Causa 30.295
Reg. 32.791
J. 5 - S. 9
QUERELLA. APARTAMIENTO DE LA PARTE QUERELLANTE. TRÁMITE.
“…este Tribunal ya se ha expedido en casos similares al presente, en los que se evaluó la posibilidad de que la
parte querellante pudiera ser apartada de su rol a través de una decisión jurisdiccional oficiosa”.
USO OFICIAL
“Sobre el tópico, se sostuvo: “(…)Explica la doctrina que si se aceptó por error el pedido de una persona para
constituirse en parte querellante, su apartamiento debe procurarse por vía de la excepción de falta de acción
pues no corresponde que sea decidido de oficio (D´Albora, Francisco J. “Código Procesal Penal de la Nación”,
8va. Edición corregida, ampliada y actualizada por Nicolás D´Albora, Abeledo Perrot, Buenos Aires, 2009, pág.
178 -comentario al art. 84-) (…)” y que “(…) sólo corresponde la separación del querellante a instancias de las
otras partes y en virtud del progreso de la excepción de falta de acción, según los artículos 339 y concordantes
del Código Procesal Penal de la Nación. Es que, una vez tenido como parte querellante –y cualquiera que fuese
el acierto o error de esa resolución-, queda vedado el apartamiento de ese sujeto en forma oficiosa, excepto en
caso de disponerse su procesamiento” (c. 35.341 “García Hamilton”, reg. 710, rta. 22/8/03; c. 38.124
“Castejón”, reg. 1220, rta. 25/10/05) (…)” (c/n° 44.532 “Gutiérrez, Manuel s/apela revocatoria de rol de parte
querellante”, reg. 1182, rta. 24/11/10)”.
“Esa postura es compartida por la Cámara Nacional de Casación Penal, que lleva dicho: “(...)es improcedente el
apartamiento de oficio de quien fue tenido como parte querellante por auto firme; y que sólo será admisible que
los jueces tomen una decisión en tal sentido si su jurisdicción se viera excitada por alguna excepción planteada
por la defensa, o si dirigiera acción civil contra quien detenta calidad de querellante (…)” (CNCP, Sala I, c/n°
2126, “Arancibia Clavel”, reg. 2694, rta. 5/4/99; Sala II, c/n° 2587 “Cohen Arazi”, reg. 3631, rta. 26/10/00; Sala
III, c/n° 3774 “Oneto Torres”, reg. 345, 27/6/02; y Sala IV, c/n° 21.494, “Sallen”, rta. 7/5/91)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Ballestero
14.4.2011
“Greco”
Causa 45.040
Reg. 355
J. 5 - S. 9
QUERELLA. REQUISITOS PARA CONSTITUIRSE EN PARTE QUERELLANTE.
“Cabe traer a colación el criterio sostenido reiteradamente por este Tribunal en cuanto a que “el pretenso
querellante debe haber sufrido, a raíz del delito denunciado, un perjuicio real, especial, singular y directo, es
decir, se exige la afectación, de forma inmediata, de un interés o derecho de quien pretende detentar la calidad
de parte (en este sentido, ver c. n° 42.249, “Felices, Carlos”, rta. 9/10/08, reg. n° 1195 y c. n° 25.819, “Vasile,
V.”, rta. 30/8/94, reg. n° 580, entre otras). Entonces, si bien la titularidad del bien jurídico protegido por la
norma no es un requisito ineludible -todo vez que se admite, en forma excepcional, cuando se trata de bienes
garantizados subsidiaria o secundariamente-, la naturaleza del perjuicio sufrido por quien pretende ser tenido
por parte querellante debe ajustarse a lo expresado en el párrafo que antecede.” (causa n° 42.345 “Incidente de
apelación de Ricardo Monner Sans en autos: s/ abuso de autoridad y violación de los deberes de funcionario
39
público”, rta. el 28/7/09, reg. n° 691, entre otras).”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Farah
19.4.2011
“N.N.”
Causa 44.853
Reg. 369
J. 3 - S. 6
RECURSO DE APELACIÓN. FUNDAMENTACIÓN. INSTANCIA EN QUE DEBE CONCRETARSE.
“Tal como el sistema recursivo ha sido concebido en la legislación de forma, no es en la oportunidad de mejorar
fundamentos, contenida en el artículo 454 del C.P.P.N., sino en el instante previo que fija el artículo 438 de ese
código, donde radica la oportunidad para que el recurrente, indicando sintéticamente con qué argumentos del juez
no coincide, ejerza la potestad de establecer el marco en el cual quedará acotada la competencia de esta Cámara.”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Ballestero - Farah
6.4.2011
“Inc. Incompetencia”
Causa 45.222
Reg. 310
J. 5 - S. 10
RECURSO DE APELACIÓN. IMPROCEDENCIA. DECLARACIÓN INDAGATORIA. OPORTUNIDAD
DEL LLAMADO A PRESTAR DECLARACIÓN INDAGATORIA. DISCRECIONALIDAD DEL JUEZ DE
LA CAUSA.
“…de no mediar arbitrariedad, la decisión cuestionada inicialmente resulta irrecurrible, ya que se vincula con la
determinación de la oportunidad en que habrá de recibirse declaración al imputado, extremo que integra el grupo
de facultades discrecionales que posee el Juez como director del proceso y que no resultan aptas para generar un
gravamen irreparable (arts. 199, 432 y 449 del CPPN; y en ese sentido, ver de esta Sala, c/n°44.174 “Recurso de
queja por apelación denegada”, reg. 955, rta. 28/09/10, entre otras; y CCC, Sala VI, c/n° 19.753 “Weich,
Enrique”, rta. 03/09/02)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Ballestero
14.4.2011
“De Los Santos”
Causa 45.395
Reg. 348
J. 11 - S. 21
RECURSO DE APELACIÓN. PLAZOS PARA SU INTERPOSICIÓN. ART. 212 BIS CPPN. APLICACIÓN.
“…Guillermo Navarro y Roberto Daray señalan que: “El plazo para recurrir, por regla, será el genérico de tres
días. Excepción lo constituye el especial caso de las investigaciones vinculadas a delitos previstos en los arts.
142 bis, 170 o conexos, en cuyo caso será de cuarenta y ocho horas, por virtud de lo establecido en el art. 212
[bis], párr. 4°, última oración. El plazo horario comenzará a correr a partir de la medianoche del día de su
fecha y se extenderá en horas hábiles” (Código Procesal Penal de la Nación. Análisis doctrinal y jurisprudencial
(2), Hammurabi, 4° edición actualizada y ampliada, Buenos Aires, 2010, p. 521).”
“Por lo demás, en torno al cuestionamiento introducido por la defensa vinculado al plazo en el que el a quo dictó
el auto de mérito controvertido, los autores precedentemente mencionados señalan que “Dicha restricción
temporal, como la ley no distingue, se aplicará también…a autos de falta de mérito o de procesamiento sin
prisión preventiva pronunciados por delitos conexos a aquéllos. Por similar razón, la reducción igualmente rige
respecto del procesamiento (aun, el sobreseimiento) dictados en el proceso con ulterioridad al momento que fija
el art. 306, luego de una falta de mérito (art. 309)” (cfr. ob. cit., p. 522).”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler – Ballestero - Farah
5.4.2011
“García Tanus”
Causa 45.423
Reg. 298
J. 12 - S. 23
RECURSO DE INCOSTITUCIONALIDAD. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA.
“Dicha norma establece que el recurso de inconstitucionalidad procede cuando se hubiese cuestionado la
constitucionalidad de una ley, ordenanza, decreto o reglamento que estatuya sobre materia regida por la
40
Poder Judicial de la Nación
Constitución y la sentencia o el auto fuere contrario a las pretensiones del recurrente. Si bien una interpretación
literal indicaría que el recurso sólo se admite cuando la decisión ha sido favorable a la validez constitucional de la
norma, se ha interpretado que resulta la vía adecuada, igualmente, para lograr la declaración de constitucionalidad
de una norma declarada violatoria de la Constitución Nacional por un Tribunal inferior, tal como se corrobora en
el presente caso (CNCP Sala IV, cn° 1676, “Fernandez, Miguel Tito s/ recurso de inconstitucionalidad” rta.
10/8/00, reg. n° 2747; Sala II c.n° 36 “Costilla, Jorge s/ rec. de inconstitucionalidad” rta. 24/11/93, reg. n° 61 y
Sala III cn 64 “Belizán, Rodolfo A. s/ rec. de inconstitucionalidad”, rta. 15/3/94, reg. n° 94, entre muchas otras)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Ballestero
14.4.2011
“Benito”
Causa 44.902
Reg. 351
J. 7 - S. 14
SOBRESEIMIENTO. REQUISITOS PARA SU DICTADO.
“…este Tribunal ha dicho que luego de una declaración de falta de mérito y arribado el legajo a un estadio de
crítica instructoria, corresponde ponderar la totalidad de las pruebas reunidas, para definir si corresponde dictar
sobreseimiento, o en caso contrario el procesamiento para colocar la instrucción en condiciones de ser elevada a
la instancia de debate (conf. de esta Sala, causa n° 12.699 “Garros Calvo”, reg. n° 13.698 del 11/11/96; causa n°
USO OFICIAL
14.154 “Maintenu”, reg. n° 15.108 del 17/2/98; causa n° 16.003 “Burlando”, reg. n° 17.217 del 3/2/00; causa n°
24.481 “Romani”, reg. n° 27.425 del 4/10/07)”.
“…corresponde el sobreseimiento cuando, luego de un examen pormenorizado del caudal probatorio reunido, se
ha llegado a una convicción de certeza sobre la falta de responsabilidad penal del imputado o sobre la
inexistencia de una realidad fáctica delictiva, que hace innecesaria la continuación del procedimiento (v.Torres
Bas, Raúl Eduardo, El sobreseimiento, Ed. Plus Ultra, Buenos Aires, 1971, pág.43), o cuando aún sin tal certeza
se encuentra agotada la investigación y no puede avanzarse en torno a la imputación que se formula (Sala II causa
n° 26.714 “Tañira, Ramón C. y otros s/sobreseimiento”, reg. n° 28.912, del 11/9/08, y sus citas)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Farah
18.4.2011
“Pepe”
Causa 29.547
Reg. 32.771
J. 2 - S. 4
SUSPENSIÓN DEL JUICIO A PRUEBA. TRÁMITE. NULIDAD. PROCEDENCIA.
“En primer término, es dable destacar que si bien es el órgano jurisdiccional quien tiene a su cargo el control de
razonabilidad de las condiciones acordadas por las partes en la audiencia del artículo 293 del C.P.P.N., es
precisamente ese el momento adecuado para analizar y zanjar este tipo de cuestiones (ver de esta Sala, causa n°
30.104 “Mamani Morante, Gagy Nabor y otros s/suspensión del proceso a prueba”, reg. n°32.720 del 31 de
marzo de 2011 y sus citas)”.
“Repárese que en el caso sub examine, el Señor Juez de grado consideró suficientes las tareas comunitarias
ofrecidas por el procesado, resolviendo sin embargo incrementar a dos años el lapso de la suspensión, no
exponiendo motivo alguno. Cabe recordar que el magistrado sólo podrá rechazar la oferta de reparación si
“…luego de considerar fundadamente irrazonable el ofrecimiento…” el imputado no lo mejora, extremos que no
se han corroborado en estas actuaciones (conf. Vitale, Gustavo L. Suspensión del Proceso Penal a Prueba,
Editores del Puerto, 2° ed. 2004, pág.167)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun
13.4.2011
“Jaquet Vera”
Causa 30.121
Reg. 32.760
J. 11 - S. 21
TRATA DE PERSONAS. REQUISITOS TÍPICOS. DELITOS MIGRATORIOS. LEY 25.871. REQUISITOS
TÍPICOS. CONCURSO DE DELITOS.
“Ha dicho el Tribunal que “Sostiene la doctrina que facilita la permanencia ilegal de extranjeros el que la hace
41
posible o más sencilla, allanando las condiciones de la estadía o ayudando a salvar los obstáculos. No obstante,
la simple actividad de facilitación desvinculada e independiente de la ilegalidad puede no ser ilícita o constituir
una infracción administrativa (por ejemplo dar trabajo individual a un ilegal). Sin embargo, si la contribución a
la permanencia ha consistido en el aprovechamiento laboral diagramado, ya no aisladamente, sino como
“política de empresa”, ello sí será constitutivo del delito penal, porque en ese supuesto la ilegalidad del
inmigrante será parte inseparable de la conformación comercial (ver Hairabedián, Maximiliano, “Delitos
Migratorios”, La Ley, Suplemento de Derecho Penal y Procesal Penal, 25/6/07, págs. 27/32)” (ver de esta Sala,
causa n° 27.703, “Hyun Soon Lee”, del 16/6/2009, reg. ° 30.024).”
“Con este telón de fondo y ante el agravio de la defensa se impone efectuar ciertas precisiones. Conforme a la
hermenéutica del precedente citado, la exigencia del tipo penal tratado se configura con una sistemática
contratación de ciudadanos extranjeros en situación migratoria irregular, más allá de cual haya sido en los casos
concretos el medio a través del cual el imputado haya logrado el contacto con los sujetos pasivos.”
“En efecto, si bien es verdad que muchos de los trabajadores extranjeros que ingresaban al taller investigado eran
conocidos o parientes de quienes ya trabajaban allí o lo habían hecho con anterioridad, no es menos cierto que era
Coronel Montes quien se contactaba con los interesados para ofrecerles trabajo y las facilidades de traslado al
país -y posterior alojamiento-, como el pago de los pasajes para el trabajador y toda su familia
(ver en este
sentido declaraciones de fs.232, 237, 239 y 249). No es un dato menor que la mayoría de las víctimas refirió que
debido a la situación económica imperante en Bolivia y ante la imposibilidad de obtener trabajo, se contactaron
con familiares o conocidos quienes les indicaban la existencia del taller allanado. Sobre el punto y respondiendo a
la argumentación de la defensa, se ha interpretado que resulta irrelevante que el inmigrante ilegal tenga
conciencia de su situación de explotación laboral (ver Hairabedián Maximiliano, “Tráfico de personas”, ed. AdHoc, BsAs, 2009, pág. 139/47).”
“La situación descripta, contrariamente a lo alegado por la defensa, dista mucho de ser la “infracción de tipo
administrativo por proporcionar trabajo a extranjeros que residen irregularmente en el país, hipótesis prevista
en el art. 55 de la ley citada (25.871), con un contenido de disvalor reducido respecto de la infracción penal
señalada…” (ver causa “Hyun Soon Lee” citada).”
“Estas constancias, sumadas al hecho de que casi la totalidad de los empleados del taller eran extranjeros en
situación migratoria irregular, permiten concluir que en el caso de autos la contribución a la permanencia ha
consistido en el aprovechamiento laboral diagramado, ya no aisladamente sino como política de empresa,
configurándose de este modo los extremos objetivos típicos del art. 117 de la ley 25.871 (ver fs. 516/522 del
ppal.).”
“…la doctrina ha entendido que para el encuadre legal en el tipo penal tratado, “no es necesario que la
irregularidad migratoria se haya verificado durante toda la permanencia, basta que durante una etapa la
situación fuera al margen de la ley” (ver Hairabedián Maximiliano, “Tráfico de personas”, ed. Ad-Hoc, BsAs,
2009, pág. 139/47).”
“En cuanto al tipo subjetivo, se requiere un elemento interno trascendente: el fin de obtener directa o
indirectamente un beneficio, sin que sea necesario su obtención, es decir, basta la finalidad. Es en este contexto
que deben interpretarse las constancias reunidas en la causa referidas a las maniobras de demoras excesivas en el
pago de los salarios, que además eran muy inferiores a los que oscilaban en el mercado laboral de ese momento,
las condiciones precarias de alojamiento y comida, jornadas de trabajo que en ocasiones superaban las catorce
horas diarias y el hecho de obligar a las víctimas a trabajar también los días feriados (ver declaraciones de fs. 232,
237, 239, 249 del ppal. y todo lo expuesto por los suscriptos en ocasión de confirmar el procesamiento de los
imputados por el delito de reducción a servidumbre, a fs. 478/81).”
“Corresponde aclarar que no se trata de la persecución de un provecho económico que necesariamente se hubiera
obtenido a partir del nacimiento de una relación laboral aislada con un residente ilegal, ya que este último se
encuentra abarcado por la disposición administrativa (art. 55, ley 25.871). Por el contrario, en el caso de autos, la
proyección de lucro por parte de los procesados preveía como principal herramienta el aprovechamiento de la
42
Poder Judicial de la Nación
permanencia irregular de los trabajadores inmigrantes en el país, que conformaban la casi totalidad del personal
laboral con el que contaban.”
“Además de la ultraintención a la que se hizo referencia anteriormente, es preciso señalar que la figura
analizada recoge en su faz subjetiva los comportamientos desarrollados con dolo directo, en los que el autor
conoce cabalmente la condición ilegal del inmigrante y las implicancias de su propio proceder con respecto a la
permanencia de aquél en el país (ver Hairabedián Maximiliano, “Tráfico de personas”, ed. Ad-Hoc, BsAs, 2009,
pág. 139/47).”
“En cuanto a la regla concursal que debe regir a los delitos previstos por el art. 117 de la ley 25.871 y el art. 140
del C.P., entiende el Tribunal que debe aplicarse el concurso ideal y no real como sostuvo el a quo en la
resolución apelada.”
“En efecto, una correcta exégesis de la conducta imputada permite concluir que es justamente la carencia de la
situación migratoria regular de las víctimas -y su consecuente imposibilidad de recurrir a las instituciones
correspondientes para efectuar los reclamos pertinentes- de lo que se habrían valido los imputados para
mantenerlos en las condiciones de explotación, propias del delito de reducción a servidumbre (en igual sentido
ver de esta Cámara, Sala I, causa n°40.985, “Cancari, Nina”, del 1/11/2007, reg. n°1.302).”
“En este contexto, la “superposición parcial” a la que hace referencia el a quo, encuentra su explicación en la
USO OFICIAL
conexión de comunidad típica entre las dos normas, esto es, que ambos espacios típicos relevan ciertos elementos
comunes. A pesar de esta reiteración de algunos aspectos del hecho, ninguno de los dos tipos penales aprehende
en su totalidad la conducta imputada a los procesados. Es por ello que se necesitan ambos tipos penales para
abarcar la acción en su totalidad (ver Pessoa Nelson, “Concurso de delitos”, ed. Hammurabi, BsAs, 1996, págs.
102/5).”
“Sin embargo, la circunstancia de la superposición parcial de espacios típicos, en la medida que constituye una
reiteración de la prohibición de ciertos elementos, impide la acumulación material de los tipos penales propia del
concurso real. Es por ello que corresponde aplicar la regla concursal prevista en el art. 54 del C.P.”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani – Irurzun - Farah
28.4.2011
“Coronel Montes”
Causa 29.799
Reg. 32.821
J. 7 - S. 13
ACCIÓN PENAL. VIGENCIA. PRESCRIPCIÓN. CALIFICACIÓN LEGAL QUE DEBE CONSIDERARSE.
“…ha de recordarse que reiteradamente hemos señalado que a los fines de resolver planteos vinculados con la
vigencia de la acción penal debe estarse a la posible calificación o el grado de participación más gravosa (cfr. de
esta Sala, causa n° 13.657 “Rosman”, rta. 21.10.97, reg. n° 14.763; causa n° 21.508 “Iaiza”, rta. 2.12.04, reg. n°
23.198; causa n° 22.861 “Bastos”, rta. 1.11.05, reg. n° 24.388; causa n° 24.313 “Jassan”, rta. 25.7.86, reg. n°
25.786; causa n° 26.925 “Cots”, rta. 2.12.08, reg. n° 29.254; causa n° 20.167 “García”, rta. 15.7.03, reg. n°
21.338, entre otras).”
“Ha de tenerse en cuenta entonces que “... si la acción imputada puede configurar prima facie un delito u otro,
debe estarse al de mayor gravedad en el incidente de prescripción, sin perjuicio que al tiempo del
pronunciamiento definitivo se concluya en una significación jurídica más benigna, declarándose entonces, y
recién allí, la prescripción de la acción luego del debate en donde las partes hayan tenido oportunidad de probar y
alegar sobre las características del suceso para darle uno u otro encasillamiento legal ...” (ver en tal sentido, de la
Cámara Nacional de Casación Penal, Sala II, causa n° 994 “D’Ortona”, rta. 10.7.97, reg. n° 1515; causa n° 1230
"Imexar", rta. 9.10.97, reg. n° 1640; Sala III, causa n° 2277 “Weinstein”, rta. 10.4.00, reg. n° 175; causa n° 3309,
“Saksida”, rta. 21.5.01, reg. n° 305, entre otras; de este Tribunal, Sala II, causa n° 24.239 "Lifschitz", rta. el
21/3/09, reg. n° 29.897 y causa n° 29.082 “Kalfaian, Juan C.”, rta. 16.7.10, reg. n° 31.686, y sus respectivas citas;
y de la Sala I, causa n° 44.354 “Guidotti”, rta. 3.8.10, reg. n° 720 y sus citas).”
C.C.C. Fed. Sala II
30.5.2011
Cattani - Farah
“Can”
43
Causa 30.410
Reg. 32.929
J. 10 - S. 20
ACCIÓN PENAL. VIGENCIA. PRESCRIPCIÓN. CUESTIONES DE ÓRDEN PÚBLICO. DECLARACIÓN
DE OFICIO. SOBRESEIMIENTO.
“Ante el debate cuya introducción procura la defensa, no resulta ocioso recordar la pacífica jurisprudencia que,
procedente del Alto Tribunal, impera en estos ámbitos. En ella se ha establecido, y desde entonces así ha sido
observado, que la prescripción de la acción penal constituye una cuestión de orden público que opera de pleno
derecho y, por lo tanto, debe ser declarada de oficio por el tribunal en forma previa a cualquier decisión de fondo
(CSJN, Fallos 189:289, 329:1756, 329:2005, 330:4040, entre muchos otros).”
“Esas mismas directrices, lejos de ceñirse a un mero ritual nacido de la apreciación de la magistratura, es el que
refleja nuestro mismo proceso criminal al situar ese examen sobre la vigencia de la acción penal como el
momento inaugural de toda evaluación que debe preceder a un sobreseimiento (art. 336, inc. 1, del C.P.P.N.).”
“Y fue justamente ese camino normativo el que guió el razonamiento del magistrado al advertir, antes que toda
estimación sobre los acontecimientos de la causa, que el paso del tiempo había hecho fenecer el poder
persecutorio del Estado.”
“De tal modo, en la medida en que el a quo ajustó su proceder a esas pautas normativas y que su decisión no
resultó escoltada por ninguna medida coercitiva, no se evidencia en el caso ese agravio que, en la presunción
legal del art. 337 del C.P.P.N., habilitase el recurso intentado por la defensa. Máxime cuando ella no logra
exponer algún otro gravamen capaz de sortear esos límites impuestos por la ley, pues la inocencia de un imputado
no constituye una situación que los jueces deban declarar, sino que es un estado del que habrá de gozar hasta
tanto su opuesto, una vez acreditado, se encargue de eclipsarlo (al respecto ver de esta Sala causa nro. 44.213
“Alonso de Armiño, Gustavo s/ sobreseimiento”, reg. nro. 791, rta. el 20/8/10. En igual sentido, ver también de la
C.Crim. y Corr., Sala VI, causa 38.819, “B., E. P. s/ sobreseimiento”, rta. el 18/2/10 y de la Sala IV, “Queja
articulada por el Dr. J.M.R.J.F.”, rta. el 13/11/09).”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler – Ballestero
24.5.2011
“Castillo”
Causa 45.659
Reg. 531
J. 6 - S. 11
COMPETENCIA. COMPETENCIA FEDERAL. INCOMPETENCIA. LEY 22.421. LEY DE PROTECCIÓN
Y CONSERVACIÓN DE LA FAUNA SILVESTRE. COMPETENCIA DEL FUERO COMÚN DE LA
CAPITAL FEDERAL.
“…la Corte Suprema de Justicia de la Nación tiene resuelto que “…en casos análogos al presente, que la ley de
protección y conservación de la fauna silvestre, en materia de delitos, no ha establecido la jurisdicción federal,
por lo que las cuestiones de competencia deben ser resueltas atendiendo al lugar de su comisión” y que “las
infracciones … comprobadas en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires, deben ser investigadas por la justicia
común” (Fallos 323: 2738, 315:2657 y Competencia n° 282, XXXV in re “Sartini, Alberto y Sartini Leonardo A.
s/infracción ley 22.421” resuelta el 14 de octubre de 1999).”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Farah
30.5.2011
“N.N.”
Causa 30.417
Reg. 32.934
J. 7 - S. 13
COMPETENCIA. COMPETENCIA FEDERAL. REGISTRO NACIONAL DE LA PROPIEDAD INMUEBLE.
MANIOBRA QUE PUEDE AFECTAR DICHA ENTIDAD.
“…teniendo en cuenta que en la especie se utilizaron instrumentos públicos, certificados mediante escribano, para
su posterior presentación ante el Registro Nacional de la Propiedad Inmueble, es dable advertir que la maniobra
alcanzó a los extremos del artículo 33 del Código Procesal Penal de la Nación, considerando que esa entidad
pública se ha visto indirectamente afectada.”
44
Poder Judicial de la Nación
“En este sentido, corresponde traer a colación lo resuelto por este Tribunal en casos que comparten aristas
similares al presente, en cuanto se dijo que: “…no puede pasarse por alto la posibilidad de que dicha escritura,
presumiblemente apócrifa, haya sido presentada posteriormente ante el Registro de la Propiedad Inmueble. Ante
esa posible situación y hasta tanto se profundice la pesquisa, corresponde que se continúe la investigación en este
fuero federal…” -conf. causa “Fergia s/competencia”, causa nro. 44.643, rta. el 14/10/10, reg. nro. 1023 y
“Bienati, Teresa y otro s/competencia”, causa nro. 45.201, rta. el 26/4/11, reg. nro. 387-.”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler – Ballestero
26.5.2011
“Skiadaressis”
Causa 45.407
Reg. 537
J. 2 - S. 3
COMPETENCIA. DENUNCIA CONTRA AGENTES POLICIALES ACTUANDO COMO OFICIALES DE
UN JUEZ FEDERAL. COMPETENCIA FEDERAL.
“…la C.S.J.N. ha dicho que: “…[D]ebe investigar la justicia federal los delitos cometidos por personal policial
mientras ha actuado como auxiliar de un juzgado federal…” (Fallos 313:367).”
“En consonancia con ello este Tribunal, en un caso en que la investigación inicial giraba en torno a posibles
infracciones a la ley 23.737, resaltó también que: “…[T]ampoco puede perderse de vista que las tareas
USO OFICIAL
prevencionales colocadas en el centro de la cuestión, derivaron también en una investigación de plena
competencia federal…” (c.n° 16.937 “Incidente de incompetencia en autos: Comisaría n° 36”, reg. 17.937, rta. el
7/09/00). Se citó en esa oportunidad otro precedente, de un proceso tendiente a investigar el posible mal
desempeño de agentes policiales durante el secuestro de material estupefaciente, donde se concluyó que debería
seguir interviniendo la justicia de excepción, con remisión a los fundamentos sostenidos por los representantes
del Ministerio Público Fiscal (ver c.n° 16.104 “Incidente de incompetencia”, reg. n° 17.094 bis, rta. el 7/12/99).”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani -Irurzun - Farah
31.5.2011
“P.F.A.”
Causa 30.354
Reg. 32.941
J. 9 - S. 17
CONEXIDAD. REGLAS DE CONEXIDAD. CRITERIOS.
“Esta alzada se ha expedido en circunstancias similares al presente y ha dicho que debe prestarse principal
atención a que sin perjuicio de que en el ordenamiento ritual rige la pauta de conexidad subjetiva, no guardando
relación objetiva los hechos acontecidos en esta ciudad con el objeto procesal de la causa de extraña
jurisdicción, no corresponde la acumulación pretendida por lo que la decisión adoptada por el magistrado de la
anterior instancia resulta acertada y será homologada (v. causa 43.125 “Cunto…”, rta. 30/6/09, reg. 628 y su
cita).”
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero -Farah
3.5.2011
“Di Rosa”
Causa 45.478
COSTAS.
ART.
Reg. 414
531
CPPN.
TASA
DE
J. 11 - S. 21
JUSTICIA.
CRITERIOS
PARA
SU
IMPOSICIÓN.
SOBRESEIMIENTO. IMPROCEDENCIA DE LA APLICACIÓN DE COSTAS.
“Surge del artículo 531 del Código de Rito, que las costas serán a cargo de la parte vencida. Ahora bien, no puede
sostenerse que el sobreseído sea “parte vencida en juicio”, que ha sido definida como “aquella que obtiene un
pronunciamiento judicial totalmente adverso a la posición jurídica que asumió en el juicio” (Lino Palacios,
“Tratado de Derecho Procesal Civil”, ed. Abeledo-Perrot, 1970, Tomo III, pág. 363 y ss.).”
“Asimismo, el artículo 13, inciso “d” de la ley 23.898 expresamente manifiesta que el pago de la tasa de justicia,
esta a cargo del imputado en caso de condena.”
C.C.C. Fed. Sala I
3.5.2011
Ballestero -Farah
“Esposito”
45
Causa 45.360
Reg. 423
J. 11 - S. 22
DECLARACIÓN INDAGATORIA. REQUISITOS FORMALES. NULIDAD. IMPROCEDENCIA.
“…la lectura del acta deja en claro que, en oportunidad de comparecer ante el juez, se le enunciaron los
elementos que hacían a la imputación. Con ello quedan satisfechos los recaudos que impone el artículo 298 del
Código Procesal Penal de la Nación sobre el punto, máxime cuando es resorte del justiciable y su defensa tomar
vista de las evidencias de la causa con el detenimiento que estime adecuado e incluso peticionar ampliaciones del
acto de indagatoria (conf. doctrina de esta Sala expuesta en causa n° 13.132 “Vázquez”, reg. n° 14.068 del 1/4/97
y causa n° 18556 “Gatica”, reg n° 19.440 del 19/02/02, entre otras).”
“Frente a lo anterior, es razonable concluir que de la actividad procesal cumplida no surge un perjuicio real e
imposible de solucionarse de otro modo, único supuesto en que resultaría procedente la nulidad reclamada (ver de
esta Sala, causa n° 14.843 “N.N. s/denuncia, reg. n° 16.411 del 6/5/99 y causa n° 22.834 “Barrionuevo” reg. n°
24.569 del 1/12/05).”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani – Irurzun - Farah
16.5.2011
“Sola”
Causa 30.037
Reg. 32.890
J. 11 - S. 21
DENUNCIA. REQUISITOS FORMALES. DENUNCIA ANÓNIMA. PROCEDENCIA.
“…si bien la denuncia anónima no podría servir por sí misma como base para la iniciación de un proceso penal,
sin embargo sí puede erigirse como el instrumento que permita la investigación por parte de la autoridad
competente, si así lo considera pertinente (cfr. de esta Sala, causa N° 40.905, “Almada”, reg. N° 1396, rta.:
22/11/07; causa N° 41.945, “N.N. s/nulidad de la denuncia”, reg. N° 1213, rta.: 14/10/08 y sus citas; causa N°
44.720, “Corbalán, Guillermo Pablo s/rechazo nulidad, reg. N° 850, rta.: 7/10/10; causa N° 45.184, “Ovelar,
Víctor Esteban s/procesamiento con prisión preventiva”, reg. N° 1311, rta.: 16/10/10; y de la Sala II de la
C.N.C.P., causa N° 184, “Batalla”, rta.: 28/09/94 y causa N° 3619, “Tagliante”, rta.: 8/03/02 y sus citas, entre
otras).”
“Al respecto, Guillermo Navarro y Roberto Daray refieren: “La ausencia de prohibición expresa sobre el
particular y la búsqueda de la verdad real, objetivo último del proceso penal, permiten privilegiar tal solución
aun frente a los peligros que pueda encerrar su admisión [CCC, Sala V, LL, 2000-C-665; CCC, Sala VI, JA,
1999-IV-687]. Por otro lado, tampoco afecta el principio contradictorio, pues tanto es anónima para el imputado
como para los acusadores [TS Córdoba, Sala Penal, LLC, 2002-609]” (Código Procesal Penal de la Nación.
Análisis doctrinal y jurisprudencial, Tomo 2, Hammurabi, 4° edición actualizada y ampliada, 2010, Buenos
Aires, p. 49).”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler – Ballestero -Farah
17.5.2011
“Gendarmería Nacional”
Causa 44.767
Reg. 484
J. 10 - S. 19
DESOBEDIENCIA. ART. 239 C.P. REQUISITOS TÍPICOS
“No puede soslayarse que tal situación tuvo lugar, como ya se dijo, en el marco de una detención, ante la cual la
eventual agresión a los preventores - acción que habría generado una fuerza mínima para repelerlo y asegurar al
imputado-, se revelan, más que como actos destinados a trabar el cumplimiento de una orden, como reacciones
espontáneas producto de una tensión inherente a una detención. En este sentido, Soler sostiene que “la mera
resistencia pasiva no se computa como tal, si el sujeto no está jurídicamente obligado. Un sujeto no está
jurídicamente obligado a dejarse conducir detenido, puesto que su autoeximición es impune…por lo tanto, no
será resistencia el hecho de que se tome del árbol o se ate o se haga arrastar…” (conf. Soler, Sebastián, “Derecho
Penal Argentino”, Ed. Tea, Buenos Aires, 1992, p. 141).”
“Así también se dijo que “…no configura delito de resistencia a la autoridad la oposición activa por parte del
46
Poder Judicial de la Nación
imputado, consistente en no acatar la orden de alto impartida por funcionarios policiales y darse a la fuga, toda
vez que no incluyó el despliegue de medios violentos para lograr sus fines…” (CCC, Sala IV, “Suen”, rta. el
2/6/06 y de esta Cámara, Sala I, causa n° 43.735 “Chávez” reg. n° 366 del 27/4/2010 y de esta Sala en similar
sentido, causa n° 17.451 “Regis”, reg. 18.350 del 18/1/2001).”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Farah
23.5.2011
“Núñez”
Causa 30.190
Reg. 32.918
J. 1 - S. 1
DOCUMENTOS. FALSEDAD DOCUMENTAL. AUTORIDAD CERTIFICANTE. DISIDENCIA.
“Se dijo asimismo que aun cuando el hecho sobre el cual recayese la certificación fuera objetivamente falso, el
sujeto debe conocer efectivamente tal circunstancia, ya que de lo contrario, el error en que incurra afectará el dolo
y, como resultado, excluirá la tipicidad (ver en este sentido de esta Sala, causa n° 44.279 “Fernández, Juan
Antonio s/ procesamiento, reg. n° 558, rta. el 15/06/10 y causa n° 43.605 “Segovia, David Horacio s/
procesamiento”, reg. n° 611, rta. el 29/06/10, entre otras).” (Del voto de los Dres. Freiler y Ballestero)
“En este orden, no se advierte que los imputados hayan llevado a cabo la maniobra investigada con conocimiento
y voluntad, extremos que se exigen para la afirmación del dolo (conf., entre otros, Hans Welzel, “Derecho
USO OFICIAL
Penal” Parte General, Depalma, Buenos Aires, 1956, págs. 73 y ss.; Claus Roxin, “Derecho Penal” Parte
General, Tomo I, Civitas, Madrid, 1997, págs. 307 y ss.; Günter Stratenwerth, “Derecho Penal” Parte General, I.
El hecho punible, Di Plácido editor, Buenos Aires, 1999, págs. 75 y ss.)” (Del voto de los Dres. Freiler y
Ballestero)
“En este orden, cabe señalar lo expuesto por la Cámara Nacional de Casación Penal en cuanto a que “la conducta
típica del art. 293 es insertar en un documento declaraciones falsas y que ellas tengan aptitud para producir
perjuicio. El dolo estriba en el conocimiento del carácter del documento, del objeto y de lo falso que en él se
introduce, extendiéndose al de la posibilidad de perjuicio. Sólo funciona en lo que se denomina dolo directo. En
las falsedades documentales se requiere que el agente proceda a sabiendas que falsifica y que actuó con
voluntad de hacerlo, lo cual no puede proceder de simples violaciones del deber de cuidado que no permiten
encuadrar la conducta dentro del dolo directo” (CNCP, Sala IV, causa n° 1064, “Martínez del Valle, Ezequiel s/
casación, del 22/03/99, voto de la Dra. Capolupo de Durañona y Vedia del Valle, en mayoría).” (Del voto de los
Dres. Freiler y Ballestero)
“Se ha sostenido que los instrumentos que con las debidas formalidades son autorizados por oficiales públicos o
por quienes sin serlo se hallan legitimados por el derecho vigente para actuar como tales, revisten el carácter de
documento público.” (Del voto del Dr. Farah)
“El inciso c) del artículo 23 de la ley 23.298, concede a la autoridad partidaria designada por los organismos
ejecutivos la función de certificar en forma fehaciente la autenticidad de la firma o huella digital de la persona
que pretende afiliarse, quien, por otra parte, debe comprobar su identidad con libreta de enrolamiento, libreta
cívica o documento nacional de identidad –art. 23, inc. B–.”(Del voto del Dr. Farah)
“Cabe señalar que legislativamente se asigna al delegado certificante idéntica competencia que la de otros
funcionarios públicos, tales como el titular del Registro Civil o de las Personas, el juez de paz o incluso, la propia
de los escribanos.” (Del voto del Dr. Farah)
“En lo que al aspecto subjetivo se refiere, toda vez que los encartados tampoco brindaron explicaciones
satisfactorias referentes al modo en que realizaban el control de las firmas de quienes se afiliaban al partido y que
no existen circunstancias que logren desvirtuar las constancias que conforman el cuadro probatorio reunido, en
principio, se descarta la posibilidad de que pueda llegar a aventurarse un actuar negligente de su parte y por ende,
innegablemente, fuera de las previsiones del artículo 293 del Código Penal.” (Del voto del Dr. Farah)
“Por ello, el caso que se somete a control jurisdiccional de esta alzada queda abarcado por la doctrina de los
precedentes “Alonso, Mónica s/ procesamiento”, reg. 29.338; “Quinteros, María Cristina s/ procesamiento”, reg.
29.339, ambas del 16/12/08 y “Maresca, Bernardo Raúl s/ procesamiento”, reg. 29.441 del 05/02/09, en los que
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como vocal de la Sala II del Tribunal sostuve que “...incurren en el delito de falsedad ideológica de instrumento
público los delegados o autoridades certificantes de un partido político que verifican falsamente en las fichas
partidarias que los ciudadanos han suscripto ante ellos el instrumento, en tanto son responsables de la inserción
de datos falsos que el documento debe probar de modo que no se cause perjuicio”.” (Del voto del Dr. Farah)
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler – Ballestero -Farah
5.5.2011
“Lo Guzzo”
Causa 45.062
Reg. 433
J. 5 - S. 10
ELEVACIÓN A JUICIO. REQUISITOS DEL REQUERIMIENTO DE ELEVACIÓN A JUCIO. DEFENSA
EN JUICIO. ALCANCES. NULIDAD. IMPROCEDENCIA.
“… el requerimiento de elevación a juicio, que expresa la base fáctica sobre la cual tendrá lugar el debate, se
encuentra íntimamente ligado al ejercicio del derecho de defensa, pues permite conocer la imputación que
eventualmente será contradicha en aquella instancia. Se indicó que allí radica la necesidad de que la acusación
incluya una relación clara, precisa y circunstanciada de los hechos y una exposición sucinta de los motivos en que
se funda, siempre en relación con un sujeto previamente identificado (cfr. art. 347 in fine C.P.P.N., c/n° 40.261,
“Saá, Teófilo s/nulidad de requerimiento”, reg. 664, rta. 28/06/07, con cita del expte. n° 37.717, “Cavallo,
Domingo”, reg. 899, rta.
26/08/2005; y CNCP, Sala IV, “Rodríguez Mc Cormack, Marta s/ recurso de
casación”, rta. 29/3/96)”.
“En este sentido, la disposición del art. 347 del CPPN ofrece pautas claras. En primer lugar, exige un detalle de
las condiciones personales del sujeto a quien se atribuye la conducta disvaliosa, para evitar cualquier tipo de
confusión (ha de ser la misma persona que se indagó y luego procesó). En segundo término, deberá identificarse
qué se atribuye, mediante la descripción del sustrato fáctico que hallará encuadre en la calificación jurídica. Por
último, la atribución habrá de reposar en un por qué, traducido en las razones que a esa altura justifican el
reproche y el mérito para inaugurar la siguiente etapa (ver precedentes citados (c/n° 40.042, “Teller”, reg. 745,
rta. 11/07/07; con cita de c/n°37.717, “Cavallo”, del 26/08/05, reg. 899)”.
“Por otra parte, en el fallo “Constantino” (causa n° 36.252, reg. 1307, rta. 9/12/04) se analizó el modo en que
debía ser descripto el hecho materia de imputación en este tipo especial de sucesos, para garantizar una adecuada
defensa. Y si bien aquellas precisiones habían sido vertidas en relación con el acto de la indagatoria, resultan
trasladables al requerimiento de elevación a juicio”.
“Se dijo en la oportunidad señalada que, luego de efectuarse una síntesis de cómo había operado el sistema de
represión ilegal, “(...) una adecuada descripción de las circunstancias relativas al autor de los hechos imputados
(…) no sólo requiere la fehaciente identificación de la persona en cuestión, sino que deviene inexorable la
mención del cargo y función que habría detentado durante la ejecución de los hechos. Con respecto a esto
último, deberá hacerse saber la actuación formal y ‘de hecho’ que le habría correspondido al imputado en el
aparato que usurpó el poder en el año 1976 (…)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Farah - Ballestero
10.5.2011
“Lanas”
Causa 45.371
Reg. 441
J. 3 - S. 6
ENCUBRIMIENTO. ART. 277 CP. REQUISITOS TÍPICOS.
“El actual artículo 277, inciso 1º c (que mantiene la redacción dada por la ley 25.246) prohíbe la conducta del
que: “adquiriere, recibiere u ocultare dinero, cosas o efectos provenientes de un delito.” Por otra parte, el fin de
lucro, que en el texto anterior constituía un requisito subjetivo de la receptación, quedó comprendido en la
agravante genérica del artículo 277, inciso 3 b.”
“En cuanto a las generalidades del tipo de encubrimiento, Donna lo considera “un delito independiente, pero que
requiere como presupuesto una acción delictiva previa, en la cual el autor no haya participado de ninguna
manera, o como ha dicho González Roura, es una ayuda a los delincuentes por actos posteriores a su delito, sin
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Poder Judicial de la Nación
previo acuerdo con ellos y con intención de sustraerlos a la administración de justicia” (Edgardo Alberto Donna,
“Derecho Penal Parte Especial”, Tomo III, pag. 463).”
“En cuanto al delito antecedente, Soler enseña que resulta indiferente para la configuración del tipo de
encubrimiento la absolución o condena del sospechoso; su autor aún podría ser castigado -incluso existiendo
causas de justificación o inculpabilidad- atendiendo a que la exigencia legal se circunscribe a la tipicidad del
hecho previo (Soler, Sebastián, Derecho Penal Argentino, Tea, 1988, Tomo V, pag. 328). Nuñez, por su parte,
indica que sólo es preciso que al momento de la acción constitutiva del delito de encubrimiento esté expedita la
acción penal respecto del hecho antinormativo precedente (Nuñez, Manual Derecho Penal Parte Especial, Tomo
VII, pág. 175 y 176).”
“Por otra parte, todas las figuras de encubrimiento requieren la ausencia de participación en el delito previo como
presupuesto negativo. Ello se debe a que, de no ser así, la cuestión debería resolverse en virtud de los artículos 45
y 46 del Código Penal, ya que nuestra legislación no admite el “autoencubrimiento”.”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler – Ballestero -Farah
17.5.2011
“Arenas”
Causa 45.072
Reg. 486
J. 1 - S. 2
USO OFICIAL
EXTRADICIÓN. FINES DEL PROCESO DE EXTRADICIÓN. ALCANCES. DERECHO APLICABLE.
“Inicialmente, ha de señalarse que la razón de ser del proceso de extradición radica en la entrega que efectúa un
Estado de un individuo que se halla en su territorio, a otro Estado que lo reclama a fin de someterlo a juicio o
para que cumpla o termine de cumplir la penalidad que ya le ha sido impuesta. Inversamente, la negativa del
Estado requerido de hacer entrega de ese individuo, podría generar la obligación de someterlo a la jurisdicción
del Estado nacional -léase, de sujetarlo a un proceso penal-, mas en modo alguno implica la obligación para la
Justicia Nacional de perseguirlo por una determinada figura legal.”
“En esta dirección, cobra vigencia, el adagio latino da mihi facta, dabo tibi ius (dame los hechos, yo te doy el
derecho), que alerta a las partes del proceso de imputar meras calificaciones legales escogidas de un repertorio
sustantivo existente. Es que, el ejercicio de la persecución penal encuentra anclaje en una imputación de orden
fáctica y no jurídica.”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler – Ballestero
24.5.2011
“Kristiaan”
Causa 44.494
Reg. 528
J. 3 - S. 6
JUEZ. DIRECCIÓN DEL PROCESO. NEGATIVA DE REALIZAR MEDIDAS DE PRUEBA PROPUESTAS
POR LAS PARTES. ART. 199 CPPN.
“…el curso de acción escogido por el director del proceso puede enmarcarse en las facultades discrecionales que
le otorga el artículo 199 del Código Procesal Penal de la Nación para asuntos de esta naturaleza. Por regla, tales
cuestiones no son susceptibles de generar un gravamen irreparable que habilite la revisión de la Alzada, salvo
supuestos de arbitrariedad manifiesta que aquí no se observan, máxime cuando la defensa cuenta con atribuciones
suficientes para confrontar y eventualmente intentar rebatir las conclusiones a que arriben los funcionarios
actuantes (ver de esta Sala causa n° 14.472 “Seligman”, reg. n° 15.615 del 14/7/98; causa n° 15.572 “Dappaen”,
reg. n° 16.495 del 3/6/99; causa n° 17.551 “Alsogaray”, reg. n° 18.524 del 29/3/01; causa n° 28.206 “Alsogaray”,
reg. n° 19.286 del 4/12/01, causa n° 27.184 “Delogu”, reg. n° 29.233 del 27/11/08 y sus citas, entre otras; de la
Sala I de esta Cámara, causa n° 27.550 “Finazzi”, reg. n° 327 del 25/4/96; de la Sala I de la CNCC, causa n° 8406
“Yacobucci”, rta. el 6/2/98 y causa n° 7401 “Martín”, rta. el 27/8/97).”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani – Irurzun - Farah
16.5.2011
“Lorenzo”
Causa 30.343
Reg. 32.888
J. 5 - S. 9
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JUEZ. DIRECCIÓN DEL PROCESO. NEGATIVA DE REALIZAR MEDIDAS DE PRUEBA PROPUESTAS
POR LAS PARTES. ART. 199 CPPN. DEBIDO PROCESO. ALCANCES. NULIDAD. IMPROCEDENCIA.
“En tal sentido, se ha señalado que “la actividad del juez es técnicamente discrecional, queriéndose significar con
ello que, a diferencia de lo que ocurre durante el plenario –el juicio oral-, está concentrada sólo en las
disposiciones del instructor” (ODERIGO, Mario, Derecho procesal penal, p. 430, citado por D’ALBORA,
Francisco, Código Procesal Penal de la Nación, Ed. Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1999, p. 357). Un criterio
que la misma Corte Suprema de Justicia de la Nación ha sostenido al afirmar que “la pertinencia de la prueba,
calificándola como necesaria a los fines de la investigación, incumbe sólo al juez” (CSJN, Fallos 247:214) (conf.
esta Sala I, C.N° 42.507 “De la Cruz”, reg. n° 1369, rta. el 13/11/08).”
“De esta manera, la decisión acerca de la procedencia de una prueba durante los albores del proceso resulta
consagrada bajo exclusivo resorte del juez, en tanto sobre su magistratura reposa la misión de trazar la adecuada
senda de una investigación. Y ello por cuanto es en él sobre quien ha de recaer, en última instancia, la
responsabilidad derivada de una deficiente labor en el ejercicio de sus funciones, tal como ha señalado el Máximo
Tribunal al destacar que “…son los órganos estatales quienes tienen a su cargo el deber de asegurar que el
proceso se desarrolle normalmente, y sin dilaciones indebidas” (Fallos 327:5668).”
“No obstante lo expuesto, y hecha la salvedad, atendiendo a que se han invocado vicios procesales y afectación
de garantías constitucionales, corresponde que este Tribunal analice si dicha potestad fue ejercida dentro del
marco de la normativa legal vigente, puesto que no cabe ninguna duda de que, la participación del imputado en el
proceso siempre está salvaguardada por las previsiones procesales que garantizan la defensa en juicio ante el
progreso de la investigación.”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler – Ballestero -Farah
5.5.2011
“Jaime”
Causa 45.347
Reg. 427
J. 11 - S. 21
MEDIDAS CAUTELARES. INHIBICIÓN GENERAL DE BIENES. HONORARIOS. COSTAS.
“La Sala ha dicho que la ley procesal penal prevé, como regla, la cautela real a modo de acompañamiento del
auto de procesamiento para asegurar la responsabilidad pecuniaria ante la eventualidad de una condena, lo cual
supone la necesaria sospecha de participación en un hecho delictivo y, en consecuencia, la verosimilitud del
derecho (art. 518 C.P.P.N.; cfr. c/n° 41.152, “Gueler, Rubén s/ apela embargo preventivo, rta. el 17/9/08, reg. N°
1050, entre muchas otras).” (Del voto de los Dres. Freiler y Farah)
“Tal responsabilidad implica la derivada de la eventual condenación en costas, las cuales incluyen los honorarios
de los abogados. Dicho de otro modo, la afirmación provisional de la responsabilidad del justiciable en el hecho
investigado apareja la referida a que deberá hacerse cargo de los gastos del proceso por resultar, eventualmente,
la parte perdidosa.” (Del voto de los Dres. Freiler y Farah)
“Sin embargo y en función de lo estipulado por el art. 518 in fine, este Tribunal ha sostenido que
excepcionalmente es posible adelantar esa medida cuando hubiere peligro en la demora y elementos de
convicción suficientes que la justifiquen y ha interpretado, en esa dirección, que es admisible el resguardo
anticipado cuando existe llamado a prestar declaración indagatoria aun cuando la situación procesal no se halle
definida (Causa N° 43.214 “Vago, Gustavo -Skanska S.A.- s/embargo preventivo”, del 31/8/10, reg. N° 819, con
cita de c. 39.339, “Telleldín, Carlos A. y otro s/ apela embargo preventivo” –Carlos A. González, Jorge L.
Rimondi y Gustavo A. Bruzzone- rta. 20/7/06, reg. 736, entre otros).” (Del voto de los Dres. Freiler y Farah)
“Sin perjuicio de la discusión acerca de si en los casos de ejecución de convenios de honorarios o de honorarios
provisionales –es decir, los que no han sido regulados en concepto de costas- corresponde llevar a cabo un
procedimiento de ejecución de sentencia o un juicio ejecutivo (cfr. Kielmanovich, Jorge L., “Código Procesal
Civil y Comercial de la Nación, Comentado y anotado”, LexisNexis-Abeledo Perrot, 1° edición, Buenos Aires,
2003, Tomo II, p. 800) –discusión que adquiere relevancia práctica a los efectos de establecer si es preciso
llevar a cabo la intimación al pago-, lo cierto es que la traba de una medida cautelar para asegurar el pago de los
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Poder Judicial de la Nación
honorarios provisionales regulados, fuera de las cautelas a las que se refiere el art. 518 del C.P.P.N., debe ser
incoada en el marco de un procedimiento de esa especie, bajo sus propias reglas y, en su caso, ante el juez
competente (cfr. art. 516 C.P.P.N.; vid., en esta dirección, la interpretación de la CSJN, in re: “Poblete, Jorge c.
Estado Nacional, rta. el 28/10/08).” (Del voto de los Dres. Freiler y Farah)
“En suma, toda vez que la medida cautelar para asegurar la regulación provisoria de honorarios ha sido trabada
por fuera de los supuestos previstos por el art. 518 del C.P.P.N.; que sin perjuicio de lo establecido por el art. 520
del C.P.P.N., no se ha observado el procedimiento específico para el cobro de honorarios de un cliente no
condenado en costas previsto por la ley 21.839 y por las previsiones específicas para estos casos del C.P.C.C.N.;
que la inhibición general de bienes no ha observado tampoco la prelación de las medidas cautelares establecida
por el C.P.C.C.N., consideramos que la diligencia precautoria cuestionada carece de sustento legal.” (Del voto de
los Dres. Freiler y Farah)
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler – Ballestero - Farah
30.5.2011
“Moviglia”
Causa 45.224
Reg. 553
J. 5 - S. 10
MEDIDAS CAUTELARES. PROHIBICIÓN DE INNOVAR. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA.
USO OFICIAL
“…este Tribunal ha tenido ocasión de señalar, de conformidad con el criterio sustentado por la Corte Suprema de
Justicia de la Nación que “Una medida de no innovar no pude ser utilizada para incumplir una orden de otro
juez, al respecto, resulta aplicable el criterio según el cual una cautelar de tales características, no puede, como
regla, interferir en el cumplimiento de pronunciamientos judiciales, ni ser empleada para impedir u obstaculizar
el derecho de índole constitucional de ocurrir a la justicia para hacer valer los derechos que las partes
interesadas consideran tener. ” (Conf. CSJN Fallos 319:1325 y 326:3358 entre otros; ver de esta Sala Causa n°
22.088 “ONABE s/ medida de ni innovar”, Reg. 23.473, rta 10/03/05).”
“Se agregó además que “doctrina y jurisprudencia mayoritaria consideran imposible paralizar actuaciones de
otro juicio mediante la prohibición de innovar” (ver de esta Sala Causa n° 22.088 “ONABE s/ medida de ni
innovar”, Reg. 23.473, rta 10/03/05 y sus citas).”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Farah
23.5.2011
“Pierrestegui”
Causa 30.311
Reg. 32.921
J. 1 - S. 2
NULIDAD. ART. 123 CPPN. FALTA DE FUNDAMENTACIÓN. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA.
“Observado el tenor de los planteos originarios, el confronte con las constancias actuariales nos permite advertir
una seria falencia en el decisorio del juez de grado a la hora de responderlos. Básicamente, bajo pretexto de un
relevamiento superficial de los cuestionamientos, como si fueran meros quebrantamientos formales, el
magistrado ha esquivado la dimensión sustancial del sistema de garantías que es el verdadero eje de la crítica
(Binder, Alberto “El incumplimiento de las formas procesales. Elementos para una crítica a la teoría unitaria de
las nulidades en el proceso penal”. Ed. Ad Hoc, Buenos Aires, 2000, pág. 84).”
“Nuestro código de procedimientos, en tanto derecho constitucional reglamentado, exige que las sentencias y
autos sean motivados, bajo pena de nulidad (cfr. art. 123 CPP). “La motivación ‘constituye el signo más
importante y típico de la racionalización de la función jurisdiccional, se establece como uno de los requisitos
esenciales de la sentencia… es la enunciación de las premisas del silogismo que concluye en los puntos
resolutivos… una comprobación lógica para controlar a la luz de la razón, la bondad de una decisión surgida
del sentimiento; es la racionalización del sentido de justicia…’ (Calamandrei, Proceso y Democracia, p. 115 y
ss)” (Navarro, Guillermo Rafael y Daray, Roberto Raúl, “Código Procesal Penal de la Nación”, ed. Hammurabi,
Buenos Aires, 2004, tomo I, pág. 361).”
“El máximo Tribunal ha establecido en reiteradas ocasiones la exigencia de que “las sentencias sean fundadas y
constituyan una derivación razonada del derecho vigente con aplicación de las circunstancias comprobadas de
51
la causa” (Fallos 331:1090, entre muchos otros). De ellas se espera que den respuesta, de un modo serio y
completo, a los planteos articulados que sean conducentes para la solución de la causa, pues no es admisible que
esten motivadas de manera aparente, o se sustenten en pautas de excesiva latitud, o que no se centren en el
verdadero objeto del litigio (Morello, Augusto “El recurso extraordinario”, Abeledo Perrot, 1999, Buenos Aires,
pág. 500).”
“Si bien incumbe a los jueces determinar cuáles son los extremos comprendidos en el litigio, sin que estén
obligados a seguir a las partes en todas sus alegaciones, sí deben dar tratamiento a los puntos propuestos que sean
conducentes para la solución del juicio (Fallos 233:147). Según se advierte, este tratamiento no ha sido el debido
en este caso pues se ha abusado de afirmaciones dogmáticas, rituales, sacrificando “la justicia sustancial a formas
vacías” (Carrió, Genaro y Alejandro, “El recurso extraordinario por sentencia arbitraria”, Abeledo Perrot, Buenos
Aires, 1987, pág. 194). Al mismo tiempo, más allá de la discrecionalidad del juez como director de la encuesta,
ha prescindido de realizar prueba decisiva, conforme más adelante se verá.”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler – Ballestero -Farah
5.5.2011
“Vázquez”
Causa 45.289
Reg. 428
J. 7 - S. 14
NULIDAD. ART. 123 CPPN. FALTA DE FUNDAMENTACIÓN. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA.
“En consecuencia, surge la necesidad de declarar aun de oficio la nulidad de dicha decisión por haber incurrido
en la inobservancia de disposiciones de orden general concernientes a la intervención del órgano jurisdiccional
con compromiso de la garantía constitucional de la defensa en juicio (art. 168, segundo párrafo, en función del
art. 167, 3° inciso del C.P.P.N.), criterio, por lo demás, sostenido por esta Sala en reiteradas oportunidades (conf.
causa nro. 37.495 “Albani, Fernando Daniel s/nulidad, rta. el 17 de marzo de 2005, reg. nro. 180, entre muchas
otras).”
“Es que la obligación de motivar las decisiones judiciales que emana de la Carta Magna como garantía
constitucional de la defensa en juicio “...está en la base misma de nuestro sistema republicano y representativo,
en el cual se afirma el concepto de la responsabilidad de incumbe a todos los funcionarios públicos, incluso,
desde luego, los jueces@ (Fallos 240:160).”
“Adoptar un temperamento diferente “...(s)ería consagrar la existencia de una parte del aparato estatal
facultado a moverse en un ámbito de arbitrariedad, al margen de las normas y la razonabilidad que debe
imperar en los actos del poder público en un sistema republicano (conf. art. 1° de la Constitución Nacional)...”
(conf. esta Sala, causa n° 25.030, “Hurtado Arce Bismark s/nulidad”, resuelta el 23 de diciembre de 1993, Reg.
917.”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler – Ballestero -Farah
17.5.2011
“Lee”
Causa 45.045
Reg. 498
J. 11 - S. 21
NULIDAD. CRITERIO DE APLICACIÓN RESTRICTIVA
“Según doctrina de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en materia de nulidades procesales prima un
criterio de interpretación restrictiva, y sólo cabe anular las actuaciones cuando el vicio afecte un derecho o interés
legítimo y cause en perjuicio irreparable, sin admitirlas cuando no exista una finalidad práctica, que es razón
ineludible de su procedencia (Fallos 325:1404, 323:929, 311:1413, 311: 2337 y 323:929, entre otros).”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani -Irurzun - Farah
31.5.2011
“Rey”
Causa 30.409
Reg. 32.943
J. 5 - S. 9
NULIDAD. PROCEDIMIENTO POLICIAL. RECHAZO DE LA NULIDAD. PRUEBA. VALOR
PROBATORIO DE LOS ELEMENTOS SECUESTRADOS. ENCUBRIMIENTO. REQUISITOS TÍPICOS.
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Poder Judicial de la Nación
ARMAS. PORTACIÓN DE ARMAS DE FUEGO DE USO CIVIL. REQUISITOS TÍPICOS.
“Respecto del planteo tendiente a desvirtuar la prueba de cargo recolectada, en razón de las actuaciones labradas
en sede policial, debe tenerse en cuenta que no puede ignorarse la legitimidad de lo actuado en prevención del
delito, en circunstancias de urgencia y dentro del marco de una acción prudente y razonable del personal policial
en el ejercicio de sus funciones específicas (Fallos: 326:41; 325:3322; entre otros). Por ello es que, en el presente
caso, la forma en que el agente policial se desempeñó al tomar contacto con el rodado -que reconoció por haber
intervenido previamente en investigaciones por distintos hechos delictivos-, no puede tacharse de arbitraria o
carente de motivación”.
“A su vez, la mera circunstancia de que el imputado desconozca los dichos de aquél (ver fs. 100, 107 y 115) no
resulta suficiente, al menos en la etapa procesal en la que nos encontramos, para invalidar la actuación policial y
desvirtuar las constancias incorporadas a lo largo del sumario, siempre que hayan sido recolectadas de acuerdo a
las formas establecidas por nuestra Constitución Nacional y las normas que las reglamentan (ver de este Tribunal:
causa n° 27.002 “Heigan”, reg. n° 28.819, rta. el 19/8/08; causa n° 24.321 “Donaire Aranda”, reg. n° 26.807, rta.
el 15/5/07; y causa n° 27.047 “Ceballos y otros”, reg. n° 28.983, rta. el 17/09/08)”.
“Con respecto a la calificación del hecho a la luz del tipo penal de portación de arma de fuego de uso civil, sin la
USO OFICIAL
debida autorización (art. 189 bis, apartado 2°, párrafo 3°), debemos considerar que, en virtud de la forma en que
fueron secuestrados los elementos mencionados (ver fs. 1/2 del expte. principal), el arma de fuego se encontraba
en condiciones de uso inmediato. Ello, debido a que tanto los cartuchos como el revólver -apto para el disparo- se
encontraban en su poder, y en condiciones que posibilitarían que el arma fuera cargada y accionada rápidamente.
Al respecto la C.S.J.N. ha dicho que: “…Atento que por hallarse el arma y sus municiones en lugar próximo y de
fácil acceso para ser cargada, y en circunstancias en que era transportada en un automóvil, puede afirmarse que
ésta se encontraba en condiciones de uso inmediato…” (del dictamen del Procurador Fiscal al que se remitió la
Corte en la competencia n° 152. XXXVIII, “Selestino, Luis G. y otro s/ inf. art. 42 bis ley 20.429”, rta. el
12/09/02)”.
“Por otra parte, de los informes de fs. 90 y 105 se advierte que el arma en cuestión no se encuentra registrada ni
posee pedido de secuestro, por lo que no se ha podido determinar aún la procedencia ilícita del revólver, y la sola
circunstancia de que tenga suprimido el número de serie, no es suficiente para imputar el delito de encubrimiento.
Por ello es que este Tribunal entiende que, de acuerdo a las constancias agregadas al expediente, el hecho
únicamente puede ser calificado a la luz del tipo de portación de arma de fuego de uso civil, sin la debida
autorización, y debe descartarse la segunda figura imputada (en este sentido ver de la Sala III de la C.N.C.P.
“Pacheco”, causa n° 3.899, reg. n° 469/02, rta. el 03/09/02; y de este Tribunal: causa n° 27.047 “Ceballos y
otros” ya citada; y causa n° 27.035 “Nakis y otros”, reg. n° 29.016, rta. el 27/10/08, entre otras)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani – Irurzun - Farah
12.5.2011
“Rao Balmeceda”
Causa 30.039
Reg. 32.870
J. 5 - S. 10
NULIDAD. SECUESTRO DE ELEMENTOS VINCULADOS AL DELITO INVESTIGADO. PRESENCIA DE
TESTIGOS. RECHAZO DE LA NULIDAD.
“En cuanto al planteo de nulidad que ha efectuado el recurrente, relativo a la validez del secuestro del material
estupefaciente, alegando los testigos del procedimiento no estuvieron presentes en el verdadero instante en que se
detectó en poder de la imputada la sustancia incautada, ya se ha señalado que ello no es, en principio, un motivo
que invalide el acta sino en todo caso una circunstancia atinente a la entidad probatoria que se le reconozca (ver
de esta Sala, causa nº 22.314 “Donaire Aranda”, reg. nº 23.560 del 12/4/05 y sus citas, cnº 28.076 “Chambi”, reg.
nº 30.350 del 11/09/2009, entre otras)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani – Irurzun - Farah
53
10.5.2011
“Jiménez”
Causa 30.272
Reg. 32.856
J. 11 - S. 21
PROCESO PENAL. DELEGACIÓN DE LA INSTRUCCIÓN A MANOS DEL FISCAL. ART. 196 CPPN.
OPORTUNIDAD PROCESAL EN QUE PROCEDE LA DELEGACIÓN. FACULTAD DEL JUEZ DE
INSTRUCCIÓN. MINISTERIO PÚBLICO FISCAL. FUNCIONES.
“Sobre este particular es dable recordar que este Tribunal ha indicado “…que el ejercicio de la facultad a la que
alude el artículo 196 del C.P.P., confiriendo la dirección al fiscal, …no hace más que asignarle uno de los
cometidos esenciales inherentes a su razón de ser, ajustando su rol a la potestad que ejercita…la innovación
introducida por el art. 196, que aunque tímida y mediatamente, permite al Ministerio Público protagonizar la
investigación preliminar desdoblando las funciones de requerir y decidir, a la luz de las legislaciones más
modernas y de los principios republicanos, y en vistas de una mayor agilidad y eficacia en la persecución…”
(confr. causa N° 13.749, “Inc. de nulidad del M. P. Fiscal -deleg. Instrucc-“, del 1/12/97, Reg. N° 14.948 y causa
N° 29.072, “Instituto Nacional de Tecnología Industrial s/delegación fiscal”, del 30/6/10, Reg. N° 31.587 y sus
citas).”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani – Irurzun - Farah
5.5.2011
“Sport Club”
Causa 30.379
Reg. 32.842
J. 5 - S. 10
QUERELLA. FACULTADES. POSIBILIDAD DE IMPULSO AUTÓNOMO DE LA ACCIÓN PENAL
“En precedentes anteriores este Tribunal ha sostenido que “…la intervención en la causa del querellante
particular descarta que el juez esté actuando de oficio si el Ministerio Público Fiscal no ha impulsado la acción,
exigiendo que en ese supuesto el juez se expida sobre la relevancia penal de los hechos denunciados…” (ver de
esta Sala Causa n° 30.100 “Cablevisión S.A. s/ archivo”, Reg. n° 32.600 del 01/03/2011 y sus citas.)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani – Irurzun - Farah
10.5.2011
“N.N.”
Causa 30.329
Reg. 32.859
J. 1 - S. 1
QUERELLA. PRESENTACIÓN DE UNA QUERELLA. ACCIÓN PENAL. DELITO DE ACCIÓN
PRIVADA. CONTROL DE ADMISIBILIDAD POR PARTE DEL JUEZ.
“…conforme lo sostiene la doctrina “...La querella del particular inicia directamente la persecución en sede
jurisdiccional y contiene la acusación formulada contra el perseguido (querellado). Ab initio se tiene ya la base
del juicio, por lo cual, una vez admitida y no mediando impedimento legal, se abre el trámite de éste. De aquí a
este procedimiento especial se lo denomine concretamente “juicio”...” (Clariá Olmedo, Jorge, Derecho Procesal
Penal, Tomo III, Editorial Rubinzal-Culzoni Editores, Edición 2001, página 352)”.
“Lo citado anteriormente deja en claro que una vez presentada la querella se debe efectuar un control de
admisibilidad a fin de verificar si se considera válida la acusación y si el juez así lo estima le dé apertura al
procedimiento previsto para los juicios de delito por acción privada”.
“En esa misma línea, la Sala III de la Cámara Nacional de Casación Penal dejó sentada su doctrina en la causa
“Silleta, Alfredo s/ recurso de queja” (del 8/09/1993, Reg Nº 23), en cuanto a la aplicación del artículo 180 del
CPPN para los supuestos con características similares al de este caso, en los cuales se presentan querellas
promovidas por delitos de acción privada “...el nuevo Código Procesal no prevé expresamente en el capítulo III,
Sección II, la posibilidad para el juez de examinar los términos de la querella presentada en orden a los delitos de
acción privada. Sin embargo, una interpretación sistemática del ordenamiento procesal autoriza a concluir, que
sería contrario a sus fines, admitir que pueda desarrollarse un proceso en el que la cuestión debatida se presente
ab initio para el juez como una situación no abarcada por las de fondo. Precisamente, se impone en estos casos, la
necesidad de evitar el desgaste jurisdiccional que acarrearía la tramitación de un juicio, cuya sentencia declarara
54
Poder Judicial de la Nación
en definitiva, la atipicidad de la conducta atribuida al querellado...”.
“En ese sentido, también se ha dicho que “...Ejercida la acción por el acusador privado cabe reconocer al juez,
por aplicación del artículo 180, último párrafo del Código Procesal Penal de la Nación, la facultad de examinar el
mérito de dicha presentación y, en su caso desestimarla...” (CNCP, Sala I, “Darritchon, Luis P s/ recurso de
casación”, del 20/12/1995)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Farah - Ballestero
10.5.2011
“Siri Canteli”
Causa 45.337
Reg. 452
J. 8 - S. 16
RECURSO DE APELACIÓN. JUICIO DE ADMISIBILIDAD DEL RECURSO. INSTANCIA EN QUE
PUEDE REALIZARSE.
“…el alcance del juicio de admisibilidad que prevé el artículo 444 del Código Procesal Penal de la Nación lejos
está de ser definitivo. Si se considera que el recurso es formalmente improcedente y ha sido mal concedido podrá
desecharse sin que medie pronunciamiento sobre el fondo en cualquier momento, ya sea antes o después de la
audiencia para informar o al tiempo de dictar sentencia (conf. doctrina de la C.N.C.P., de sus Sala II c. n° 774
“Lupadit Lardizabal”, rta. el 14/10/96, reg. n° 1103 y c. n° 3940 “Rojas Condorí”, rta. el 28/11/02, reg. n° 5339;
USO OFICIAL
de su Sala III c. n° 3997 “Fontanés”, rta. el 11/02/03 y sus citas)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Farah - Ballestero
10.5.2011
“NN”
Causa 45.303
Reg. 444
J. 12 - S. 23
RECUSACIÓN DE MAGISTRADOS. CAUSALES.
“Cabe destacar que no puede considerarse prejuzgamiento la valoración efectuada por dicho Magistrado en el
auto mediante el cual amplió los procesamientos de los nombrados al inicio. En este caso resultan aplicables los
razonamientos vertidos por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que afirmara que Ano constituye
prejuzgamiento que autorice la recusación de magistrados la opinión expresada por ellos en sus sentencias
sobre los puntos cuya dilucidación requirieron los juicios en que fueron dictadas@ (conf. Fallos 240:123,
199:184, entre muchos).”
“Al respecto, este Tribunal se ha pronunciado afirmando que Asi no fuera tal el principio, el funcionamiento
estable del Poder Judicial se encontraría amenazado con cada interlocutorio trascendente@ (conf. esta Sala I,
causa 26.658 AGuzmán, Carlos s/recusación@, resuelta el 6 de julio de 1995, registro nro. 541 y causa 45.429
“Argibay Molina , Pablo Roberto y otro s/ recusación”, resuelta el 26 de abril de 2011, registro nro. 396 y Sala II,
causa 27.038 ABaldo, Jorge M. y otro s/recusación”, resuelta el 2 septiembre de 2008, registro nro. 28870 y sus
citas).”
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero -Farah
3.5.2011
“Montiel”
Causa 45.148
Reg. 416
J. 8 - S. 15
RESIDUOS PELIGROSOS. LEY 24.051. REQUISITOS TÍPICOS.
“Frente a este panorama y más allá de la decisión de política criminal del legislador de aprehender ciertos
aspectos del conflicto con el ordenamiento penal -de última ratio-, lo cierto es que la ley de residuos peligrosos y
la de residuos industriales vienen a prohibir la realización de conductas exteriores y lesivas –cuanto menos, en
términos de peligro- para el medio ambiente y, en consecuencia, para la salud humana. En esta dirección se ha
sostenido que: “…el alcance dado al bien jurídico al tratar el concepto de salud pública debe ampliarse hasta
llegar a proteger al ambiente en un sentido total, ya que de vulnerarse éste se afecta…la salud pública y la vida,
tanto humana como en sus demás manifestaciones…En esa inteligencia, afirmamos que la norma viene a proteger
el bien jurídico –medio ambiente- contra cualquier tipo de lesión o acción de peligro para el ambiente, pues no
55
puede admitirse subalternizar la calidad de vida de grupos humanos cuyos derechos se encuentran
constitucionalizados (art. 41, Const. Nacional), universalmente reconocidos, en aras del éxito de una determinada
actividad económica o industrial…” (cfr. Navarro, Guillermo Rafael, Asturias, Miguel Angel y Leo, Roberto,
Delitos contra la salud y el medio ambiente. Hammurabi: 1° edición, Buenos Aires, 2009. P. 262).”
“Por ello, y sin perjuicio de la necesidad de compatibilizar la represión de aspectos de este conflicto con el
principio de acto, también es preciso no perder de vista que, de acuerdo con nuestra ley, los daños o peligros
ambientales (y el consecuente compromiso de la salud) generados a través del arrojo de residuos peligrosos que
envenenan, adulteran o contaminan el suelo, el agua, la atmósfera o el ambiente en general, resultan materia del
ordenamiento represivo, sin perjuicio de las medidas que quepa realizar a los efectos de reparar los daños
causados y de prevenir la concreción de los futuros por los efectos acumulativos de la contaminación.”
“En este sentido, se ha expuesto que si bien la interpretación contextual de los tipos penales que regulan las
protección de la salud pública y el ambiente por medio de la ley 24.051, indica que ella se ha estructurado en
función de los residuos peligrosos producidos por la actividad industrial que alcanza a los eslabones
concernientes al manipuleo, transporte, tratamiento y disposición final de éstos, no corresponde excluir, conforme
lo normado en el art. 2 de la ley, a otro tipo de residuos, siempre que puedan causar daño directa o indirectamente
a seres vivos o contaminar el suelo, el agua, la atmósfera o el ambiente en general. En la misma dirección, se ha
sostenido que si bien quedan excluidos del alcance de la norma sólo los residuos que se rijan por leyes especiales
y convenios internacionales vigentes en la materia, tales como los residuos domiciliarios, los radiactivos y los
derivados de las operaciones normales de los buques, “…la ley no puede racionalmente extender la cláusula de
exclusión a la actividad empresarial de personas físicas destinada a la colecta y descarga de basura domiciliaria, a
riesgo de ingresar en un contrasentido con la finalidad protectora que se tuvo en miras, porque se provocaría un
trato desigual con el resto de los sujetos de derecho obligados al cumplimiento de sus mandatos. Asimismo, el
volumen que representa la recolección diaria de basura debe merecer un tratamiento diferenciado y el peligro que
su acumulación indiscriminada podría representar obliga a imponerle el tratamiento de reciclado o destrucción
que resulte más adecuado, o en su defecto, su derivación a un lugar específico de descarga que no afecte la salud
de la comunidad. Es decir, el mero descarte del material sin pautas de profilaxis de la actividad lleva
inexorablemente a la creación potencial de fuentes generadoras de contaminación ambiental…” (cfr. op. cit., ps.
265 y 275).”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler –Farah
5.5.2011
“Asociación de Vecinos de la Boca”
Causa 44.183
Reg. 432
J. 7 - S. 14
SUSPENSIÓN DEL JUICIO A PRUEBA. CRITERIOS PARA APLICAR EL INSTITUTO. FUNCIONARIO
PÚBLICO. VIABILIDAD.
“Al respecto debe señalarse en principio que el hecho de que el imputado se desempeñe como agente público no
implica por sí solo que se vea excluido de la posibilidad de aplicación a su respecto de la suspensión del juicio
penal a prueba.”
“En ese sentido, se ha afirmado que “la exclusión de un derecho individual a quien la ley presume inocente,
respecto de la imputación de cualquier delito y por el sólo hecho de tratarse de un funcionario público, importaría
un trato legal discriminatorio” (Confr. Vitale, Gustavo L. “Suspensión del Proceso Penal a Prueba”, 2da. Edición
actualizada, Buenos Aires, Editores del Puerto, año 2004, pág. 175).”
“Así, una correcta interpretación del artículo 76 bis del Código Penal, obliga a considerar que la salvedad
efectuada en su párrafo séptimo lo es en relación a aquellos casos en los que el delito supuestamente cometido
tiene vinculación directa con la actividad que se realiza, esto es, en los que se compruebe la existencia de un
ejercicio abusivo de las funciones públicas que le fueron confiadas al agente (ver en similar sentido de la Sala I
de esta Cámara, causa nº 42.562 “Del Valle...”, Reg. nº 922 del 3 de septiembre de 2009 y su cita doctrinaria).”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani – Irurzun - Farah
56
Poder Judicial de la Nación
17.5.2011
“Gauto”
Causa 30.174
Reg. 32.906
J. 6 - S. 12
SUSPENSIÓN DEL JUICIO A PRUEBA. OPORTUNIDAD PROCESAL EN QUE PUEDE CONCEDERSE.
“Si bien este Tribunal ha dicho, a través de innumerables precedentes, que la admisión de la herramienta
reclamada por la defensa no se ciñe a un estadio ulterior, sino que es aquí, en este inicial tránsito procesal, donde
su apreciación debe encontrar lugar, sí debe antes recorrerse un camino que resulta ineludible (cfr. CNCP, Sala
IV, causa nro. 10.765, “Medina, Eduardo Alberto s/ recurso de casación”, reg. Nro. 12.006.4, rta. el 3/7/09.
Asimismo ver de esta Sala causa n° 40.662, "Laperrausaz, Saverio s/ no hacer lugar a la suspensión de juicio a
prueba", reg. n° 1019, rta. el 5/9/08 y de la Sala II, causa nro. 28.342, "Jaquet Vera, Bernardo s/suspensión de
juicio prueba ", rta. el 12/11/09).” (Del voto del Dr. Ballestero)
“Podrá habilitarse una polémica acerca del momento procesal exacto para ello, que algunos identifican en el
ámbito de discusión que procede al requerimiento de elevación a juicio, mas es necesario que al menos se haya
superado ese primer umbral al que se le encomienda la precisa indicación de los hechos que se tienen por
acreditados y de la lectura jurídica que a ellos corresponde asignar. Esa básica expectativa a través de la cual
comienza a canalizarse el poder coercitivo no es otra que el auto de mérito contemplado por el art. 306 del
USO OFICIAL
Código Procesal Penal de la Nación. Esa evaluación, en este caso, ni siquiera se ha alcanzado, como bien destaca
el recurrente y reconoce el mismo magistrado al resolver.” (Del voto del Dr. Ballestero)
“Así, no sólo lejos del supuesto regulado por el Título VII del ordenamiento ritual, sino también de ese inaugural
espacio demarcado por aquel primer pronunciamiento judicial, toda controversia como la ahora planteada deviene
prematura (cfr. C.N.C.P., Sala IV, causa nro. 10.624, “Valentini, María Isabel y otros”, reg. Nro. 11.832.4, rta. el
27/5/09. Asimismo, ver también de la C.Crim. y Corr., Sala IV, causa nro. 2004/10, “S., J.J. s/ suspensión del
juicio a prueba”, rta. el 27/12/10, Sala VI, causa nro. 39.670 “T., F.A. y otras s/ suspensión de juicio a prueba”,
rta. el 23/6/10, Sala I, “D., J. C. y otros”, rta. el 23/12/10, y sus citas, entre otras).” (Del voto del Dr. Ballestero)
“En la medida en que los episodios investigados no encuentren su preliminar verificación, en que el interés
punitivo no se encuentre precisado, en que la responsabilidad del imputado no sea declarada, siempre dentro de
los límites propios de esta etapa, no existe la posibilidad de habilitar esa disputa que, en este ámbito, ha
enfrentado a los protagonistas de esta causa. No, al menos, si no lo es bajo el riesgo, ya no sólo de cercenar la
etapa de debate del juicio, sino de eliminar de manera íntegra todo un proceso concebido como única e
inexcusable vía de manifestación legítima del poder penal (art. 18 C.N.). Pues, para el caso de que la acción penal
no esté en condiciones de ser continuada, no corresponde aplicar la suspensión del juicio a prueba “…sino cerrar
el proceso por el motivo que corresponda (p.ej., sobreseimiento, prescripción, etcétera)” (GARCÍA LOIS,
Adrián, La suspensión del juicio a prueba, Ed. Cathedra Jurídica, Buenos Aires, 2009, p. 76).” (Del voto del Dr.
Ballestero)
“Disentimos con el criterio esgrimido por mi colega preopinante en cuanto a que el dictado del auto de
procesamiento del encausado resulta un requisito ineludible para la aplicación de la suspensión del juicio a
prueba.” (Del voto de los Dres. Freiler y Farah)
“El artículo 76 bis del Código Penal de la Nación establece, en su primer párrafo, que “(e)l imputado de un
delito de acción pública reprimido con pena de reclusión o prisión cuyo máximo no exceda de tres años, podrá
solicitar la suspensión del juicio a prueba” (el destacado me pertenece). Igualmente, en los párrafos subsiguientes,
al referirse al sujeto respecto de quien podrá disponerse la probation, utiliza idéntica denominación: “imputado”.”
(Del voto de los Dres. Freiler y Farah)
“Ello nos conduce a determinar, entonces, a partir de qué momento del proceso penal debe considerarse que una
persona reviste la calidad de “imputado” y, en consecuencia, goza de los derechos y garantías que el
ordenamiento jurídico le reconoce a aquél, entre ellos, el aquí examinado.” (Del voto de los Dres. Freiler y Farah)
“Al respecto, Maier enseña que “el concepto depende... de dos notas principales, íntimamente ligadas entre sí: a)
la individualización de la persona perseguida; y b) los actos de persecución penal contra ella”. En cuanto a esta
57
última exigencia, agrega que la “imputación que desata la persecución penal, consistente en la afirmación de que
alguien puede ser autor de un hecho punible o partícipe en él, si bien puede partir de cualquier persona (testigo,
perito, denunciante, querellante, acusador e, inclusive, juez en algunos ordenamientos procesales), es necesario
que sea recibida o determinada por un funcionario público competente para la persecución (policía, ministerio
público y hasta el juez, según los casos) o para el juzgamiento penales...” (Maier, Julio, “Derecho Procesal
Penal”, tomo II. Parte General, Sujetos Procesales, Buenos Aires, 2004, pág. 188).” (Del voto de los Dres. Freiler
y Farah)
“En esta Sala hemos reconocido el derecho de extraer copias de las actuaciones y de tener acceso a las mismas,
aún antes de ser formalmente intimado, a quien es señalado por el acusador público como autor o partícipe de un
delito, al momento de elaborar el requerimiento de instrucción de las actuaciones (en este sentido, ver causa n°
40.638, “Pérez Bianco, Raúl s/ recurso de queja”, rta. 26/6/07, reg. n° 631 y causa n° 42.379, “Salvia, Ernesto s/
denegatoria extracción de fotocopias”, rta. 4/12/08, reg. n° 1479, entre muchas otras). También hemos admitido,
en idéntica situación, su derecho de ser desvinculado definitivamente del proceso (causa n° 32.095 “Locles,
Roberto Jorge”, rta. 14/9/00, reg. n° 833; causa n° 33.808 “Lingierie, José Luis y otros”, rta. 19/6/02, reg. N° 556;
causa n° 36.478 “Mullen, Eamon y otros s/archivo”, rta. 8/6/04, reg. n° 542; causa n° 38.333 “Baille, Cristian
s/sobreseimiento”, rta. 18/10/05, reg. n° 1153, y sus citas, causa n° 43.155 “Pereyra, José Antonio s/excepción de
falta de acción”, rta. el 25/8/09, reg. n° 889, entre otras).” (Del voto de los Dres. Freiler y Farah)
“Frente al horizonte descripto, sin perjuicio de que podrían presentarse diversos supuestos con límites difusos -el
caso de quién fue denunciado, sin haber sido incluido en el requerimiento de instrucción elaborado por el
acusador, por ejemplo-, lo cierto es que no puede dudarse que -al menos- una vez que el Juez, en virtud de abrigar
“sospecha” suficiente de que una persona hubiera participado de un delito, lo convoca a fin de recibirle
declaración indagatoria, dicha calidad debe otorgársele.” (Del voto de los Dres. Freiler y Farah)
“Es que la indagatoria, como primer acto de defensa material, constituye la oportunidad en la que se hacen saber
al convocado los hechos que se le atribuyen y las pruebas en las que se apoya dicho reproche, con lo que su
llamado resultaría un contrasentido sin reconocer la legitimación pasiva consecuente.” (Del voto de los Dres.
Freiler y Farah)
“Así las cosas y atendiendo a la literalidad de la norma aquí analizada -art. 76 bis del Código de fondo-, no
advertimos, entonces, cuál es el motivo por el cual negarle a dicho sujeto la facultad de solicitar, en ese estadio
procesal, la suspensión del juicio a prueba, aún renunciando a su derecho de obtener un pronunciamiento de
carácter definitivo que lo desvincule del proceso, como ha ocurrido en el caso que nos ocupa.” (Del voto de los
Dres. Freiler y Farah)
“La exigencia que nuestro colega preopinante invoca -que se hubiera dictado un auto de procesamiento a su
respecto- no se encuentra contenida en el texto legal. De modo que, frente a la ausencia de previsión expresa en
esa dirección y de conformidad con el principio pro homine, no resultaría acertada la exégesis de la norma en
cuestión in malam partem, es decir, de modo tal que su interpretación se traduzca en una limitación concreta al
ejercicio de derechos contemplados en beneficio del imputado.” (Del voto de los Dres. Freiler y Farah)
“En este mismo sentido se manifiesta Gustavo Vitale, al expresar que “la suspensión del juicio a prueba puede
ser dispuesta desde el inicio del proceso, es decir, desde el momento en que concluye la declaración indagatoria
en instrucción”. Para sustentar su posición, el autor citado hace mención a lo expresado por el Senador Alasino
durante el debate parlamentario, en cuanto a que “...el que tiene derecho a solicitar este beneficio es el imputado.
Esto, entonces, da un principio o punto de partida acerca de en qué momento alguien puede solicitar acogerse a
este beneficio. Imputado es aquel... que está sindicado como autor o partícipe de un delito y al cual se le ha
tomado indagatoria...” (“Código Penal y normas complementarias. Análisis doctrinal y jurisprudencial”,
Hammurabi, Buenos Aires, 2007, tomo 2B, pág. 469 y ss.).” (Del voto de los Dres. Freiler y Farah)
“Igualmente, Miguel Ángel Almeyra sostiene que “la suspensión del procedimiento a prueba puede pedirse en
cualquier momento del proceso a partir de haberse formalizado la imputación en el acto de la indagatoria...”
(Código Procesal Penal de la Nación, La Ley, Buenos Aires, tomo II, página 489 y ss.).” (Del voto de los Dres.
58
Poder Judicial de la Nación
Freiler y Farah)
“Dicho criterio ha sido receptado, además, por la Sala V de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y
Correccional (ver causa n° 33.850, “Barrera, Maximiliano Ezequiel s/ homicidio culposo”, rta. el 19/3/08; y voto
del Dr. Rodolfo Pocielo Argerich en causas n° 37.560, “M., R.”, rta. 13/11/09 y n° 38.013, “C., H.”, rta.
18/12/09, entre otras).” (Del voto de los Dres. Freiler y Farah)
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler – Ballestero -Farah
17.5.2011
“Esquivel”
Causa 45.218
Reg. 492
J. 10 - S. 19
SUSPENSIÓN DEL JUICIO A PRUEBA. TRÁMITE. REQUISITOS PARA SU VALIDEZ. NULIDAD.
PROCEDENCIA.
“…si bien no está bajo discusión que el órgano jurisdiccional tiene a su cargo el control de razonabilidad de los
extremos acordados por las partes, la ocasión propicia para analizar adecuadamente y zanjar este tipo de
cuestiones es la ya mencionada audiencia del artículo 293 del ordenamiento de rito (ver de esta Sala, causa n°
17.761 “Gallardo”, reg. n° 18.729 del 12/06/01 y causa n° 28.956 “Marinaro”, reg. n° 31.425 del 17/05/10)”.
“El artículo 76 ter del Código Penal establece que “el tiempo de suspensión del juicio será fijado por el Tribunal
USO OFICIAL
entre uno y tres años, según la gravedad del delito”. En el sub examine se advierte que el juez instructor omitió
exponer los motivos por los cuales –según la disposición- no consideró suficiente el plazo acordado por el
encartado y el fiscal, lo cual resulta necesario si se tiene en consideración que la reglas de conducta que en ese
término deberá cumplir son verdaderas restricciones a la libertad del imputado (v. D´Alessio, Andrés José,
Código Penal de la Nación comentado y anotado, La Ley, 2° ed., 2009, pág. 1117)”.
“Consecuentemente, el resolutorio recurrido habrá de ser nulificado, encomendando al juez a quo que proceda
conforme lo establecido en la citada norma del código de forma (ver causa n° 30.104 “Mamani Morante, Gaby
Nabor y otros s/suspensión del proceso a prueba”, reg. n° 32.720 del 31/03/11)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani – Irurzun - Farah
10.5.2011
“Ponce”
Causa 30.325
Reg. 32.857
J. 11 - S. 21
ALLANAMIENTO. ALLANAMIENTO LLEVADO A CABO EN HORAS INHÁBILES. HABILITACIÓN
EXPRESA DEL JUEZ. NULIDAD. IMPROCEDENCIA.
“En cuanto a la pretensión de la parte de que el allanamiento fue cumplido en horas inhábiles, lo cierto es que de
la lectura del sumario surge claramente que el a quo dispuso que los registros debían ser cumplidos con
habilitación de día y hora inhábiles en caso de resultar necesario (cfr. 143 del principal). En consecuencia, el acto
cuestionado cumple con las formalidades exigidas por la normativa procesal vigente, debiéndose poner de resalto
que se encuentran satisfechos los requisitos impuestos por el segundo párrafo del art. 225 del C.P.P.N. (cfr. en
este mismo sentido causa no. 43.354 “Alva Huaraca, Hércules Haron s/nulidad”, reg. 825, rta. el 14/08/09)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Farah
30.06.2011
“Pacheco”
Causa 44.745
ALLANAMIENTO.
Reg. 709
REQUISITOS
FORMALES
J. 12 - S. 23
PARA
SU
PROCEDENCIA.
NULIDAD.
IMPROCEDENCIA. DECLARACIÓN INDAGATORIA. REQUISITOS FORMALES. DEFENSA EN
JUICIO. ALCANCES. ARBITRARIEDAD. SENTENCIA ARBITRARIA. CONCEPTO. ALCANCES.
“Cabe recordar que, según consolidada doctrina, “…más allá de lo que se haga constar en el auto que dispone el
allanamiento, lo que resulta esencial para que un allanamiento se ajuste a las pautas constitucionales es que del
expediente (es decir, de las actuaciones públicas referidas a la investigación y sanción de una conducta
presuntamente delictiva) surjan los motivos que le dieron sustento. Por ello, el juez o tribunal que deba analizar
59
un caso en el que se cuestione la validez de un allanamiento deberá siempre estudiar los extremos objetivos
agregados al expediente, sea que en el auto de allanamiento y en la orden se hayan hecho constar los motivos del
acto o no” (CSJN, Fallos 330: 3801)”.
“Con arreglo a lo dicho, para definir esta cuestión corresponde advertir que, previo al dictado de la orden de
allanamiento atacada, constaban en la causa pruebas que impiden tildarla de arbitraria. Las exigencias que
imperan en la materia, por ende, se encuentran satisfechas.”.
“…se ha dicho que al ser el acto un medio de defensa para el imputado, su validez estará dada por su efectividad
a los fines que le son propios, es decir, para que éste pueda desarrollar en forma efectiva esa garantía (en el
mismo sentido, ver de esta Sala, causa n° 21.212 “Cheb Terrab” reg. n° 22.394 del 6/5/04 y causa n° 18.313
“Perren”, reg. n° 19.380 del 18/12/01)”.
“La doctrina de la Corte Suprema de Justicia de la Nación sobre arbitrariedad de sentencias exige que aquellas se
encuentren fundadas en la ley y en la prueba de los hechos formalmente producida, siendo condición de validez
de los fallos judiciales que ellos configuren derivación razonada del derecho vigente con particular referencia a
las circunstancias comprobadas en la causa (Fallos 207:72, 238:550, 244:521, 244:523, 249:275, 250:152,
256:101, 261:263, 268:266, 269:343, 269:348, 285:279, 296:765, 302;1405, 304:638, 321:351, 321:416, 322:182,
323;1455, 323:2461, entre otros; ver Lino E. Palacios en “El Recurso Extraordinario Federal. Teoría y Técnica”;
Cuarta Ed. actualizada por Alberto F. Garay; Ed. Abeledo Perrot; Bs. As.; 2010; págs. 176, 177 y 180). Se
considera también comprendidas en esta causal de nulidad a las resoluciones donde se extraen conclusiones
opuestas respecto de un mismo hecho o que exhiben incongruencia entre la conclusión y los fundamentos que la
preceden (op. cit, págs. 197 y 198, con cita de Genaro Carrió)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani -Irurzun - Farah
21.6.2011
“Capaccioli”
Causa 30.020
Reg. 33.046
J. 5 - S. 9
ARCHIVO. CONSECUENCIAS DE SU DICTADO.
“…el archivo de las actuaciones, solución prevista en el artículo 195 del Código Procesal Penal de la Nación,
constituye una decisión jurisdiccional que posee como efecto propio la paralización del proceso, pero, aún
cuando se dictase por entender que el hecho “no constituya delito”, no hace cosa juzgada material (causa 41.990
“Fiscalía de Investigaciones Administrativas s/apelación”, rta. el 24/6/08, reg. 725). Es decir, el caso puede
volver a reabrirse si varían las circunstancias tenidas en cuenta al momento de la decisión de cierre.”.
“Reconocido el alcance provisorio del pronunciamiento, la instrucción que pueda llevar a cabo el juez de grado
cede su protagonismo a las facultades propias con las que cuenta el Ministerio Público Fiscal para realizar las
medidas probatorias admitidas y previstas por el artículo 26 de la ley 24.946. Esa es la vía que deberán seguir los
representantes del Ministerio Público, en caso de considerarlo pertinente, para luego, de acuerdo a lo que resulte
de tales diligencias, insistir en la reanudación del curso de la investigación.”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Farah
7.6.2011
“Aldave”
Causa 45.657
Reg. 581
J. 3 - S. 5
COMPETENCIA. COMPETENCIA FEDERAL. SUPUESTO COBRO INDEBIDO DE HABERES POR
PARTE DE FUNCIONARIOS DE LA POLICÍA FEDERAL ARGENTINA. POSIBLE AFECTACIÓN A LAS
ARCAS DEL ESTADO NACIONAL.
“La discusión que se plantea aquí, se centra en establecer si se vieron o no afectados los fondos del Estado
Nacional de manera tal que provoquen la intervención del fuero de excepción. No será necesario, entonces,
establecer bajo la órbita de qué juez actuaban, ni de qué carácter eran las funciones que ejercían los agentes
policiales, sino la existencia de maniobras delictivas que se habrían llevado a cabo para percibir el pago por días
no trabajados”.
60
Poder Judicial de la Nación
“La maniobra fraudulenta aquí descripta, de acreditarse, ha lesionado los fondos públicos en sí, ya que los
sueldos de los agentes policiales -como funcionarios de la administración pública- provienen de las arcas del
Estado Nacional…”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani -Irurzun - Farah
21.6.2011
“D.O.U.C.A.D – P.F.A.”
Causa 30.500
Reg. 33.045
J. 10 - S. 20
COMPETENCIA. TRABA DE COMPETENCIA ENTRE UN JUZGADO CRIMINAL Y CORRECCIONAL
FEDERAL DE LA CAPITAL FEDERAL Y OTRO ORDINARIO PROVINCIAL. TRIBUNAL QUE DIRIME
LA CONTIENDA.
“Que de acuerdo al artículo 24 inc. 7 del decreto-ley 1285/58, texto según ley 21.708, no corresponde a esta
Alzada dirimir un conflicto de competencia de la naturaleza aquí propuesta -sino a la Corte Suprema de Justicia
de la Nación- por no resultar superior común de los órganos en contienda (CSJN: Fallos 327:4489, entre otros).”
USO OFICIAL
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani -Irurzun - Farah
14.6.2011
“N.N.”
Causa 30.611
Reg. 33.025
DENUNCIA.
DENUNCIA
MINISTERIO
PÚBLICO
ANÓNIMA.
FISCAL.
VALIDEZ.
FACULTADES.
J. 5 - S. 9
PROCESO
PENAL.
DEBIDO
REQUERIMIENTO
DE
PROCESO.
INSTRUCCIÓN.
REQUISITOS FORMALES. NULIDAD. PROCEDENCIA
“De conformidad con la argumentación desarrollada en el auto en crisis, esta Sala ha sostenido anteriormente
que si bien la denuncia anónima no podría servir por sí misma como base para la iniciación de un proceso penal,
sin embargo sí puede erigirse como el instrumento que permita la investigación por parte de la autoridad
competente, si así lo considera pertinente (cfr. de esta Sala, causa N° 40.905, “Almada”, reg. N° 1396, rta.:
22/11/07; causa N° 41.945, “N.N. s/nulidad de la denuncia”, reg. N° 1213, rta.: 14/10/08 y sus citas; causa N°
44.720, “Corbalán, Guillermo Pablo s/rechazo nulidad, reg. N° 850, rta.: 7/10/10; causa N° 45.184, “Ovelar,
Víctor Esteban s/procesamiento con prisión preventiva”, reg. N° 1311, rta.: 16/10/10; y de la Sala II de la
C.N.C.P., causa N° 184, “Batalla”, rta.: 28/09/94 y causa N° 3619, “Tagliante”, rta.: 8/03/02 y sus citas, entre
otras)”.
“Nuestro ordenamiento procesal pone en cabeza del fiscal la titularidad exclusiva de la acción penal (art. 5 de
dicho cuerpo legal) y establece la necesidad del requerimiento como acto impulsor del sumario (art. 180 del
mismo código), pues “corresponde a los fiscales permitir a los jueces de instrucción iniciar una investigación y
es su misión delimitarles los hechos sobre los que deben realizarla …” (Bruzzone, G., Fiscales y Política
Criminal, en AA.VV., El ministerio Público en el Proceso Penal, Ed. Ad Hoc, Bs. As., 1993, p. 156) (En este
sentido, ver voto del Dr. Freiler en la causa n° 44.185, “Celestino Gómez”, rta. 7/05/10, reg. n° 425, de esta
Sala)”.
“Recuérdese que “el requerimiento de instrucción tiene por función primordial afirmar una hipótesis delictiva
frente al juez de instrucción, invistiendo a este del poder jurisdiccional para poder iniciar y seguir la causa
evitando que actúe de oficio. Se trata de la separación de las funciones del Ministerio Público y del órgano
jurisdiccional, y así corresponde a aquel el poder de acción y al juez el poder de jurisdicción” (Washington
Abalos, Raúl, “Código Procesal Penal de la Nación”, tomo II-A, ed. Jurídicas Cuyo, Mendoza, 2006, pág. 249)”
(causa n° 43.956 “Adell, Nancy s/ nulidad e incompetencia”, rta. 15/04/10, reg. n° 313)”.
“Esa función de acusación la ejerce el representante del Ministerio Público Fiscal a través del requerimiento de
instrucción, ocasión en la que debe elaborar una descripción fáctica de la hipótesis cuya investigación impulsa,
delimitando, de ese modo, el objeto procesal de las actuaciones”.
“Al definir dicho concepto, Maier explica que “se trata, como hecho hipotético de la vida humana, de un suceso
histórico, de una acción que se imputa a alguien como existente o inexistente (omisión), esto es, como sucedida o
61
no sucedida en el mundo real, y sobre la base de la cual se espera alguna consecuencia penal” (Maier, Julio,
“Derecho Procesal Penal, tomo II, Parte General, sujetos procesales”, ed. Del Puerto, Buenos Aires, 2004, pág.
23)”.
“Son varias las funciones que se adjudican al objeto procesal: “a) precisa(r)… los límites del conocimiento
judicial… en homenaje a otro principio fundamental, el de asegurar una defensa idónea para el imputado; b)
designa(r) el ámbito de aquello que es justiciable, la litis pendencia…; c) determina(r) la extensión de la cosa
juzgada…; (influir)… en los criterios que fijan los posibles fundamentos de las decisiones sobre la admisibilidad
de la prueba…” (Op. cit., pág. 26)”.
“No puede soslayarse, al analizar esta norma, el estado embrionario en que se encuentra la pesquisa al momento
de confeccionarse el requerimiento de instrucción, lo que, en algunos casos, puede verse traducido en una
narración algo escueta, que no abarque la totalidad de los aspectos a investigar. Sin embargo, los datos esenciales
que hacen a la existencia del hecho denunciado no pueden encontrarse ausentes”.
“En la tarea que aquí examinamos, corresponde al Fiscal de primera instancia, tras analizar exhaustivamente la
denuncia que motivó la formación del legajo, valiéndose de todas las circunstancias fácticas pertinentes allí
contenidas y descartando todas aquellas que no lo sean, elaborar la descripción de un hecho que, en tanto
encuadre -al menos, a priori- en un delito penal, pueda constituirse como el objeto procesal de un sumario”.
“Se ha dicho que “no cualquier hecho es el que contiene la requisitoria fiscal, sino un hecho que constituye un
determinado delito. Un hecho que será la base de investigación del juez de instrucción y que ha de limitarlo a la
vez, pero ese hecho ha de encuadrar en una norma penal sustantiva” (Washington Abalos, Raúl, “Código
Procesal Penal de la Nación”, Ediciones Jurídicas Cuyo, Mendoza, 2006, tomo IIA, pág. 252)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Ballestero - Farah
30.06.2011
“Ríos”
Causa 45.601
Reg. 707
J. 3 - S. 5
DESOBEDIENCIA. ART. 239 C.P. REQUISITOS TÍPICOS.
“Este Tribunal ha sostenido que “no todo incumplimiento de una orden judicial trae aparejada la comisión del
delito de desobediencia” en virtud de que “…el concepto de orden incluida en la figura del artículo 239… no
comprende aquellas referidas a intereses personales de partes, es decir que resultan ajenas a tal significación
las obligaciones de carácter personal con repercusiones de estricto derecho civil…”.”
“En este mismo sentido y siguiendo el criterio expuesto por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, se ha
señalado que “no incurre en… este delito…quien incumple órdenes relativas a intereses personales de índole
patrimonial, puesto que el acatamiento que la ley penal impone es el de las normas dadas por la autoridad en
función de tales, pero con repercusiones administrativas, no el de las que constituyan obligaciones de carácter
personal con repercusiones de estricto derecho civil. Además, se ha sostenido que el incumplimiento de esos
intereses personales debe perseguirse por los medios específicamente previstos por la ley al efecto, dado que de
otro modo vendría a sancionarse penalmente el mero incumplimiento de un pago” (ver de esta Sala Causa
n° 28.352 “Bernstein, Gustavo Martín s/ archivo”, Reg. n° 31.887 del 9/11/10 y sus citas.).”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani -Irurzun - Farah
9.6.2011
“N.N.”
Causa 30.390
Reg. 33.006
J. 7 - S. 13
DOCUMENTOS. DOCUMENTOS FALSOS. IDONEIDAD DE LA FALSIFICACIÓN CAPAZ DE
PRODUCIR ENGAÑO. PAUTAS PARA VALORAR TAL EXTREMO.
“…este Tribunal tiene dicho que la idoneidad de la falsificación debe conciliarse con la apreciación que pueda
percibir el hombre común que intenta ser inducido al engaño y no con la que puede efectuar un individuo experto
(ver de esta Sala causa n° 13.757 “Ronco”, reg n° 14.703 del 7/10/97, causa n°26.131 “Golletti”, reg. 28.138 del
5/3/08, entre otras)…”
62
Poder Judicial de la Nación
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani -Irurzun - Farah
21.6.2011
“Bellene”
Causa 30.358
Reg. 33.039
J. 1 - S. 1
DOCUMENTOS. FALSIFICACIÓN DE DOCUMENTOS. REQUISITOS TÍPICOS. FOTOCOPIA SIMPLE
DE TÍTULO SECUNDARIO. FALTA DE APTITUD PARA SER CONSIDERADO INSTRUMENTO
PÚBLICO. ESTAFA. REQUISITOS TÍPICOS. PERJUICIO PATRIMONIAL.
“…la fotocopia con apariencia de Título Secundario carece de aptitud para ser considerada un instrumento
público dentro de los parámetros fijados por el art. 979 del Código Civil”.
“En efecto, la copia simple, es decir, aquella a la que no se le han agregado los signos de autenticidad legalmente
requeridos, no es objeto material del delito (ver Creus, Falsificación de documentos en general, Ed. Astrea,
Buenos Aires, 2004, pág. 47)”.
“Al respecto, cabe señalar que este Tribunal lleva dicho que “la fotocopia de un instrumento público no es un
documento en el sentido prescripto en el art. 292 y cc. del Código Penal … por lo que no encuentra subsunción
típica la citada figura…” (ver de esta Sala II, causa n° 21.883 “Zanutto, Victoria s/procesamiento”, reg. n°
23.169, rta. 29/11/04 y sus citas; y en similar sentido, Cámara Nacional de Casación Penal, Sala I, causa n° 808,
USO OFICIAL
“Damonte, Jorge D. s/rec. de casación”, reg. n° 1.211, rta. 31/10/96)”.
“Por otra parte, en orden a lo argumentado por la defensa de Pereyra en cuanto a la imposibilidad de imputarle a
su defendida el delito previsto por el art. 172 del Código Penal, al aducir que la devolución del dinero otorgado
por el banco más los intereses correspondientes impidió que el delito se consumara, cuadra indicar que tal criterio
no puede ser compartido”.
“Ello así pues la institución perjudicada se vio privada de disponer de una suma de dinero que salió de sus arcas
indebidamente y cuanto menos temporalmente, importando ello un perjuicio patrimonial concreto, más allá de la
ulterior restitución de las sumas apropiadas (ver de Sala II, “Sosa, Walter s/procesamiento”, causa n° 17.976, reg.
19.177, rta. 6/11/01)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani -Irurzun - Farah
28.6.2011
“Pereyra”
Causa 30.400
Reg. 33.068
J. 9 - S. 18
ENRIQUECIMIENTO ILÍCITO. ART. 268 CP. REQUISITOS TÍPICOS
“…esta Sala ha sostenido, siguiendo a Donna, que “... la omisión debe ser maliciosa, lo que significa que el
agente debe obrar con -además de conocimiento y voluntad- un plus intencional: el de no dar a conocer, para así
inducir a error sobre su situación patrimonial (conf. Donna, E., “Delitos contra la administración pública”, Ed.
Rubinzal-Culzoni, 2000, pág. 409)” (Causa n° 36.886, “RACEDO, F”, rta. el 23/11/04, reg. n° 1249)”.
“En ese mismo precedente se destacó que “para acreditar las exigencias subjetivas que contienen las figuras
previstas en el artículo 268 (3) del Código Penal es preciso determinar la existencia de motivos para ocultar o
sustraer determinados aspectos de la situación patrimonial del funcionario”.”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler – Ballestero - Farah
14.6.2011
“Armatta”
Causa 45.612
Reg. 634
J. 10 - S. 19
ESTAFA. REQUISITOS TÍPICOS. ADMINISTRACIÓN FRAUDULENTA.
“En tal sentido se ha expedido la jurisprudencia al considerar que “no responde por infracción al artículo 174 inc.
5° en función del artículo 173 inc. 7° del Código Penal … si no se despliega maniobra ardidosa alguna en pos de
ese cometido…” (ver de Sala I, causa n° 38.618 “Falcone, Miguel A. s/procesam.”, reg. n° 332 del 20/4/06).”
“Asimismo “la administración fraudulenta exige dolo directo, no es admisible el dolo eventual y la conducta tiene
que ser emprendida con la voluntad expresa de dañar el patrimonio administrado” (C. Apel. Penal Rosario, Sala
63
II, 18/6/92, JA, 1992-IV-648), circunstancia esta que no ha sido acreditada en autos.”
“A mayor abundamiento, “la ley ha introducido en el tipo legal elementos subjetivos que limitan el ámbito de la
conducta penalmente incriminada, para evitar así, la represión a incumplimientos de deberes contractuales; por lo
tanto, al dolo se agrega la exigencia de un designio especial en el autor: el de procurar un lucro indebido para sí o
para terceros, o el de causar daño” ( Edgardo Alberto Donna. Derecho Penal Parte Especial. Tomo II-B. Ed.
Rubinzal-Culzoni. Año 2001, págs. 401 y sigs.).”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani -Irurzun - Farah
6.6.2011
“Andrade”
Causa 30.249
Reg. 32.974
J. 1 - S. 2
ESTAFA. REQUISITOS TÍPICOS. IMPUTACIÓN AL ÁMBITO DE RESPONSABILIDAD DE LA
VÍCTIMA. CONCEPTO. ALCANCES. IMPUTACIÓN OBJETIVA.
“Ahora bien, sobre ello es necesario tener en consideración que “el deber de autoprotección de la víctima resulta
un criterio normativo de contornos demasiado difusos para determinar el ámbito de imputación a la víctima”, en
razón de lo cual se ha señalado que para superar dicha situación es necesario articularlo con otros, entre ellos el
“principio de confianza, para determinar el alcance de la expectativa de conducta del autor garantizada
normativamente a la víctima en el marco de interacción común”. Este principio “constituye una garantía
normativa que hace posible la interacción [p]ues no forma parte, ni sería deseable que lo fuera, del rol general de
ciudadano controlar de manera permanente que todos los demás se hayan comportado, o se vayan a comportar,
según las expectativas normativas emergentes de su rol” (Fernández, Andrea, “Estafa e imputación objetiva. En
busca de criterios normativos para delimitar el ámbito de imputación de la víctima”, en Jurisprudencia de
Casación Penal, Patricia Ziffer Dirección, Tomo 2, Hammurabi, Buenos Aires, 2010, pág. 75)”.
“En función de ello, es preciso determinar hasta qué punto la víctima podía confiar en que el sujeto con el que
interactuó se comportara correctamente, y cuándo debió haber adoptado medidas de autoprotección, para concluir
a quien -víctima o autor- corresponde cargar con la responsabilidad de la lesión resultante de esa interacción”.
“Se ha señalado que sólo se puede confiar en la conducta correcta de los terceros “en la medida en que no haya
circunstancias en el caso concreto que hagan pensar lo contrario”, es decir que “la posibilidad de confiar queda
excluida cuando en el caso concreto resulta claramente previsible que el tercero se va a comportar
incorrectamente” (Maraver Gómez, Mario, “El principio de confianza en Derecho Penal. Un estudio sobre la
aplicación del principio de autorresponsabilidad en la teoría de la imputación objetiva”, Ed. Civitas, Pamplona,
2009, pág. 125. El resaltado nos pertenece)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani -Irurzun - Farah
30.6.2011
“N.N.”
Causa 30.214
Reg. 33.085
J. 1 - S. 2
ESTUPEFACIENTES. TENENCIA DE DROGA CON FINES DE COMERCIALIZACIÓN. REQUISITOS
TÍPICOS. DELITOS DE TENENCIA. CONCEPTO. ALCANCES.
“Es preciso recordar, en este sentido, lo señalado por este Tribunal en anteriores precedentes con respecto a la
tenencia compartida, en punto a que “(…) se refiere a casos donde dos o mas personas son sorprendidas en la
posesión o en el dominio de hecho; y que el concepto amplio de tenencia permite la conjunción de dos sujetos
sobre un mismo bien, o sobre varios, al modo de una coposesión del derecho privado, pues no se requiere el
constante contacto físico con la cosa cuya tenencia está vedada” (conf. C. n° 42.828 “Sosa Maylle”, Reg. N° 220
del 19/3/09 y CNCP., Sala II, “Cucchi”, rta. el 27/12/96, voto del Dr. Fégoli) (…)” y que “(…) no se precisa un
contacto material constante y permanente, pero se exige que la cosa “quede sujeta a la acción de la voluntad del
poseedor” (Falcone, Roberto y Capparelli, Facundo, “Tráfico de Estupefacientes y Derecho Penal”, ed. Ad Hoc,
Buenos Aires, 2002, pág. 173) “(c/n° 44.303, “García, Oscar s/procesamiento por inf. Ley 23.737”, reg. 1351,
rta. 21/12/10)”.”
64
Poder Judicial de la Nación
“Sobre el punto, es preciso señalar que si bien la cantidad de droga secuestrada, como dato cuantitativo, no puede
ser considerado excluyente y revelador de la intención de comercialización por parte del tenedor (CNCP, Sala IV,
causa “Betanzo, Ricardo Gabriel s/recurso de casación”, Reg. 7280.4), lo cierto es que debe ser ponderada, junto
con las circunstancias del caso, como un parámetro valorativo de suma relevancia al momento de evaluar la
ultraintención que subyació a la tenencia. En este sentido, la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha sostenido
que: “la cantidad de estupefacientes introducidos es considerada como un criterio de valoración a los efectos de
determinar el destino de comercialización, cuya ponderación queda reservada a la determinación judicial de
acuerdo a las circunstancias del caso” (CSJN, causa “Martínez Perea”, del 12/11/1991, LL 1992-B-333).”
“En esta causa, la cantidad, calidad y diversidad de la droga secuestrada en los procedimientos, la forma en que
ésta se encontraba distribuida, los elementos de fraccionamiento incautados y las tareas de investigación y
escuchas telefónicas practicadas, constituyen indicios de la existencia de la ultraintención exigida por el artículo
5, inciso “c” de la ley 23.737 (conf. Causa n° 43.031, “Márquez”, reg. 552, del 10/06/09).”
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Farah
7.6.2011
“Ocampo”
Causa 42.274
Reg. 599
J. 5 - S. 9
USO OFICIAL
ESTUPEFACIENTES. TENENCIA DE DROGAS CON FINES DE COMERCIALIZACIÓN. REQUISITOS
TÍPICOS. DOLO REQUERIDO. ULTRAINTENCIÓN.
“En cuanto a la ultraintención requerida por el delito de tenencia de estupefacientes con fines de
comercialización, también cuestionada por la defensa, la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha sostenido
que: “la cantidad de estupefacientes introducidos es considerada como un criterio de valoración a los efectos de
determinar el destino de comercialización, cuya ponderación queda reservada a la determinación judicial de
acuerdo a las circunstancias del caso” (causa “Martínez Perea, 12/11/1991, LL 1992-B-333)”.
“En ese sentido, la lectura integral del contexto del caso, respaldan la presunción incriminante que guió el
pronunciamiento apelado y nos persuaden de la ultraintención exigida por el artículo 5, inciso “c” de la ley
23.737 (conf. causa N° 43.031, “Márquez”, reg. N° 552, rta.: 10/06/09).”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Farah
23.06.2011
“Pafundi”
Causa 45.767
Reg. 665
J. 11 - S. 22
IMPUTADO. IMPUTADO EXTRANJERO. DERECHOS QUE LE ASISTEN. DEFENSA EN JUICIO.
ALCANCES.
“…cabe destacar que los imputados extranjeros no han sido puestos en conocimiento de los derechos que les
asiste como nacionales de otro Estado, y que se hallan expresamente reconocidos por la Convención de Viena
sobre Relaciones Consulares (art. 36). Se trata de una exigencia que, como la Corte Interamericana de Derechos
Humanos sostuvo al emitir su Opinión Consultiva N° 16/99, “...atiende al propósito de que aquél disponga de
una defensa eficaz. Para ello, la notificación debe ser oportuna, esto es, ocurrir en el momento procesal
adecuado para tal objetivo. Por lo tanto... la Corte interpreta que se debe hacer la notificación al momento de
privar al inculpado y en todo caso antes de que éste rinda su primera declaración ante la autoridad” (párr.
106)”.
“Así, la notificación del derecho de comunicarse con el representante consular de su país, como estipula el art. 36
de la citada Convención, “...contribuirá a mejorar considerablemente sus posibilidades de defensa y a que los
actos procesales en los que interviene -y entre ellos los correspondientes a diligencias de policía- se realicen con
mayor apego a la ley y respeto a la dignidad de las personas” (Corte IDH, Opinión Consultiva N° 16/99, “El
derecho a la información sobre asistencia consular en el marco de las garantías del debido proceso legal”, del
1° de octubre de 1999, párr. 121)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Farah
65
28.06.2011
Causa 45.373
“Silfa Sención”
Reg. 690
J. 1 - S. 1
LEY 25.891. ARTS. 12 Y 13 DE LA LEY. REQUISITOS TÍPICOS.
“Vale traer a colación lo resuelto por esta Sala, en donde ha sostenido en otras oportunidades que: “…la ausencia
de los comprobantes que acrediten el origen de los teléfonos secuestrados, como así también las denuncias de
robo que poseen, refuerzan la teoría de su procedencia ilegítima…” (c. nro. 43.075, “Cabral, Eduardo
s/procesamiento”, resuelta el 15/09/09, registro n° 982)”.
“Aquí debemos recordar que el artículo 12 de la ley 25.891 pretende englobar aquellos comportamientos que no
se encuentran descriptos en los artículos 10 y 11 pero que de algún modo se relacionan con aquellas maniobras,
es decir que intenta incriminar la conducta de las personas que adquieren o utilizan teléfonos celulares o tarjetas
de telefonía de origen ilegal, conociendo ésta circunstancia. Queda comprendido en la descripción quien de
cualquier forma se valga de estos materiales que hayan sido hurtados, robados, perdidos u obtenidos mediante
fraude (ver los fundamentos del proyecto de ley de los Senadores Guillermo Jenefes, Miguel A. Pichetto y Jorge
M. Capitanich, pág. 1095, Antecedentes Parlamentarios, Tomo 2004-B, La Ley)”.
“La defensa, además cuestiona que se le asignara a la conducta imputada la finalidad prevista por el artículo 13
de la ley 25.891”.
“En este caso, la circunstancia de que el encausado haya sido observado ofreciendo para la venta los teléfonos
celulares, conforme lo señalara el preventor, cabe tener aquella finalidad lucrativa por acreditada”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Farah
28.06.2011
“Orife”
Causa 45.711
Reg. 685
J. 12 - S. 24
MARCAS Y DESIGNACIONES. IMITACIÓN FRAUDULENTA DE UNA MARCA. REQUISITOS
TÍPICOS.
“Éste Tribunal ha afirmado -desde antaño- que no existe afectación o amenaza hacia el bien jurídico tutelado por
la ley 22.362 en los casos en que la baja calidad y ciertas circunstancias en que son incautados los productos
(comúnmente en la vía pública y a un precio claramente inferior al del mercado), tornan inidónea a la
comercialización cuestionada para causar confusión en el público consumidor (conf. causa n° 5.831 “Cuenca
Textil”, reg. n° 6619 bis del 22/08/89; causa n° 18.875 “Ziva”, reg. n° 20.397 del 31/10/02; causa n° 20.298
“Gabriel Añaños”, reg. n° 21.502 del 2/09/03; causa n° 20.475 “Misci”, reg. n° 21.759 del 13/11/03; causa n°
20.728 “Balmaceda”, reg. n° 22.009, rta. el 3/2/04; causa n° 22.326 “Méndez”, reg. n° 23.485 del 15/03/05; causa
n° 22.001 “Sánchez Negreiros”, reg. n° 23.486 del 15/03/05; causa n° 23.046 “Corrado”, reg. n° 24.326 del
18/10/05; entre muchas otras)” (Del voto de los Dres. Horacio Cattani y Martín Irurzun).
“Mas recientemente, se resaltó que tal exégesis deriva necesariamente de la propia letra del artículo 31, inciso “d”
de la normativa citada pues tanto la falsificación como la imitación fraudulenta exigen en su literalidad la
potencial confusión en el público acerca de la originalidad de un producto. De hecho, tal como surge de la
exposición de motivos de la ley en trato, la asunción por parte del Estado de la acción penal pública estuvo
justificada por la necesidad de dinamizar el anterior régimen de la ley 3.975, “reconociendo en la actividad que
se persigue una verdadera falsificación, con su secuela de engaño y descrédito para la confianza pública” (Del
voto de los Dres. Horacio Cattani y Martín Irurzun).
“También se ha tenido oportunidad de sostener que para evaluar la concurrencia de tal exigencia debe atenderse a
las particularidades y el marco en que se desarrollan los hechos (causa n° 21.763 “Flores de la Cruz”, reg. n°
23.214 del 10/12/04, causa n° 27.783 “Pepsi Drugstore”, reg. n° 29.936 del 28/05/09)” (Del voto de los Dres.
Horacio Cattani y Martín Irurzun).
“De tal manera, encuadrar una conducta en esta figura habiéndose descartado tal posibilidad y bajo el argumento
66
Poder Judicial de la Nación
de que aquella busca proteger -separadamente- al titular marcario y al público consumidor, implica excederse del
tipo penal analizado sobrepasando los límites del principio de legalidad (causa n° 27.246 “Sosa, Gabriel Antonio
s/ procesamiento y embargo”, reg. n° 29.917 del 26/05/09 y causa n° 27920 “Barrera Claudio Oscar
s/procesamiento” reg. n° 30.059 del 23/6/09)” (Del voto de los Dres. Horacio Cattani y Martín Irurzun).
“He sostenido que en los supuestos “...iniciados por prevención policial y donde no existe querellante, la
afectación o potencial afectación al bien jurídico protegido por la norma (...) debe traducirse en la posibilidad
concreta de engaño al público consumidor. Si este fuese desechado, la conducta perseguida debe reunir una
serie de características que hagan presumir un perjuicio hacia el titular de la marca -aún frente a su pasividadvale decir, dimensiones considerables, giro comercial importante y efectos negativos apreciables. Solo bajo estas
circunstancias se supera el umbral constitucional que resulta del principio de lesividad (...) y la persecución
penal se hace viable, pues aparece el ´fin´ que justifica y da sentido a la injerencia penal en la libertad de acción
del individuo” (conf. Sala I de esta Cámara, causa n° 41.065 “Berardi”, reg. n° 101 del 14/02/08 y de la Sala II,
mi voto en la citada causa “Sosa”)” (Del voto del Dr. Eduardo Farah).
USO OFICIAL
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani -Irurzun - Farah
30.6.2011
“Calero Rondan”
Causa 30.461
Reg. 33.082
J. 3 - S. 6
MARCAS Y DESIGNACIONES. REQUISITOS TÍPICOS. LEY 22.362.
“En este sentido, esta Sala ha dicho respecto del delito que se investiga “…El artículo 31 inciso d) de la ley
22.362 incrimina el ofrecimiento al público o la comercialización de productos con marcas falsificadas o
fraudulentamente imitadas. Pues bien, la imitación fraudulenta consiste en la fabricación material de un signo
que, sin constituir una copia servil o casi servil de una marca ajena registrada, presenta una similitud más o
menos caracterizada con ésta, de tal modo que la confusión sea posible. También se requiere en la imitación
fraudulenta un propósito comercial, y una identidad o similitud de destino entre el signo espurio y el auténtico,
en lo que se refiere a los productos o servicios designados por éste...”.”
“Asimismo, en aquella ocasión, se expresó que la ley 22.362 tiende a proteger dos intereses: “...el del industrial,
para que su producto, resultado de su labor y experiencia y exponente de sus procedimientos y cuidados, no sea
confundido, cuando la reputación y aceptación en el público se han obtenido tras largo y paciente trabajo, con
otros productos similares que otros fabricantes lancen a la circulación bajo apariencia análoga, que permita a
éstos aprovechar del beneficio de la actividad desarrollada por aquél; y en segundo lugar, el interés del público
consumidor, en conocer la procedencia del artículo que adquiere, en su derecho a elegir y ejercitar la
preferencia de su gusto…”(CN° 37.565, Navarro, Rafael s/ procesamiento, del 10/5/05, reg. N° 463; CNº 43.126
“Ferrer Dionisio, Mónica s/ procesamiento”, del 1/10/09, Reg Nº 1074 y CNº 44.464 “Sánchez Suárez, Carmen
Del Pilar s/ procesamiento” del 9/12/10, Reg Nº 1267).”
“Ello, teniendo en cuenta que no surge del peritaje que la adulteración de las prendas incautadas sea burda y,
además, que se ofrecían a la venta en la vidriera de un local ubicado sobre la avenida Cabildo de esta ciudad.
Tampoco se puede aseverar, en esta etapa del proceso, que en función de la cantidad de prendas ofrecidas no se
hubiese provocado la afectación que el legislador ha pretendido aventar mediante la prohibición de la conducta.”
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Farah
7.6.2011
“Rubinstein”
Causa 45.493
Reg. 582
J. 6 - S. 12
NEGOCIACIONES INCOMPATIBLES CON EL EJERCICIO DE LA FUNCIÓN PÚBLICA.
REQUISITOS TÍPICOS.
“…Recuérdese aquí que “…la actuación parcial de los órganos administrativos que define el ámbito de lo injusto
de este delito...deviene definitivamente configurada en cuanto el funcionario realiza un acto desviado por la
prosecución de un interés espurio, o sea: al tomar, el funcionario, en la actuación administrativa... una injerencia
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orientada al beneficio (injerencia de aprovechamiento), condicionando la voluntad negocial de la administración,
por la inserción de un interés particular” (Marcelo A. Sancinetti, “Negociaciones incompatibles con el ejercicio
de funciones públicas”, Doctrina Penal, Año 9, nº 33/34, 1986, Ed. Depalma, Pág. 75).” (Del voto de los Dres.
Horacio Cattani y Martín Irurzun).
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani -Irurzun - Farah
14.6.2011
“Nielsen”
Causa 30.098
Reg. 33.027
J. 12 - S. 23
NULIDAD. AUTO DE MÉRITO. FALTA DE FUNDAMENTACIÓN. ART. 123 CPPN. PROCEDENCIA.
FALTA DE MÉRITO. REQUISITOS PARA SU DICTADO.
“Nuestro código de procedimientos, en tanto derecho constitucional reglamentado, exige que las sentencias y
autos sean motivados, bajo pena de nulidad (cfr. art. 123 CPP). “La motivación ‘constituye el signo más
importante y típico de la racionalización de la función jurisdiccional, se establece como uno de los requisitos
esenciales de la sentencia … es la enunciación de las premisas del silogismo que concluye en los puntos
resolutivos … una comprobación lógica para controlar a la luz de la razón, la bondad de una decisión surgida
del sentimiento; es la racionalización del sentido de justicia…’ (Calamandrei, Proceso y Democracia, p. 115 y
ss)” (Navarro, Guillermo Rafael y Daray, Roberto Raúl, “Código Procesal Penal de la Nación”, ed. Hammurabi,
Buenos Aires, 2004, tomo I, pág. 361)”.
“En ese sentido nuestro más Alto Tribunal ha establecido en reiteradas ocasiones que “las sentencias sean
fundadas y constituyan una derivación razonada del derecho vigente con aplicación de las circunstancias
comprobadas de la causa” (Fallos 331:1090, entre muchos otros)”.
“Aquí, la resolución atacada no se ajusta a los parámetros exigidos y que fueran desarrollados en los párrafos que
anteceden”.
“Y es que el juez, tras haber descripto la conducta en orden a la cual Cernadas se encuentra sometido a proceso y
la versión dada en su indagatoria, señaló que los elementos colectados no resultaban suficientes para disponer su
procesamiento ni tampoco para desvincularlo del proceso. Sin embargo, ninguna de las medidas de prueba por él
señaladas se vinculan con la situación procesal de Cernadas.”
“El análisis del auto atacado impide conocer cuáles son los extremos fácticos cuya comprobación se encuentra
aún pendiente y, en consecuencia, adolece de las razones puntuales que le han impedido al juez de grado resolver
la situación procesal del incuso”.
“Frente a tal panorama, el tribunal se ve impedido de analizar la procedencia del temperamento expectante
adoptado, pues no cumple con las exigencias del artículo 123 del Código Procesal Penal de la Nación, que tiene
por finalidad que se conozcan los fundamentos del juez para que de ese modo se pueda evaluar si su decisión fue
acertada”.
“En ese sentido, cabe señalar que la naturaleza de una decisión como la impugnada radica en la valoración de
todos los elementos colectados en el sumario. Así, el dictado de un auto de falta de mérito no puede encontrar
andamiaje exclusivo en prueba pendiente, sino en un análisis de la existente, que, por estimarse insuficiente,
impida alcanzar los juicios de probabilidad o de certeza que dimanan de las normas contenidas en los artículos
306 o 336 del código adjetivo (CCC, Sala IV, causa 1.661, “Arias Usandivaras, María Lujan y otro”, rta. el
5/11/10).”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler – Ballestero - Farah
14.6.2011
“Cernadas”
Causa 44.544
Reg. 625
J. 5 - S. 9
PRISIÓN PREVENTIVA. PRÓRROGA DE LA MISMA POR EL TÉRMINO DE UN AÑO PASADOS LOS
DOS AÑOS DESDE SU IMPOSICIÓN. PROCEDENCIA. REQUISITOS. LEY 24.390. LEY 25.430.
“El artículo 14 de la Constitución Nacional garantiza la libertad ambulatoria. Este derecho sólo puede
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Poder Judicial de la Nación
restringirse, en principio, por una sentencia condenatoria firme que imponga una pena privativa de la libertad
(artículo 18 de la CN)”.
“Excepcionalmente, se autoriza esta misma restricción aún antes de la finalización del procedimiento penal,
circunstancia a partir de la cual toma forma el instituto de la prisión preventiva. Si bien existen planteos que
cuestionan la razonabilidad de esta medida a la luz de los fines que se le reconocen –los que seguidamente se
detallarán–, lo cierto es que la prisión preventiva se encuentra admitida, aunque con fuertes limitaciones por su
carácter excepcional, por la Convención Americana sobre Derechos Humanos (artículo 7) y por el Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos (artículo 9).”
“Las decisiones relativas al otorgamiento o restricción de la libertad de un imputado durante el proceso tienen
una base fáctica y normativa distinta a la que cimienta las decisiones relativas a la culpabilidad del autor, aunque
los efectos de ambos tipos de decisiones pueden resultar externamente (sensiblemente) idénticos. Esto es así,
pues si bien ambas clases de coerciones importan el uso de la fuerza pública y la restricción de la libertad
ambulatoria de una persona, sus fines resultan indefectiblemente diversos. A través de la coerción material se
hace efectivo el castigo impuesto, tras la sustanciación de un proceso, mediante una condena. La coerción
procesal, por su parte, tiende a posibilitar la averiguación de la verdad de la hipótesis delictiva que se investiga en
un proceso y la aplicación de la ley penal, fines que busca toda persecución penal. En virtud de estas últimas
USO OFICIAL
consideraciones, todo encierro preventivo que no persiga estos objetivos representa un anticipo de pena (coerción
material) constitucionalmente inadmisible a la luz del principio de inocencia (art. 18 CN).”
“En resumen, que la Constitución Nacional consagre categóricamente el derecho a la libertad física y ambulatoria
e imponga el deber de considerar y tratar a todo individuo como inocente hasta que en un juicio respetuoso del
debido proceso se demuestre lo contrario mediante una sentencia firme, constituye el motivo para descartar toda
restricción de la libertad del imputado durante el proceso que no contemple como fundamento la existencia de
riesgos procesales concretos; esto es, peligro de fuga o entorpecimiento de las investigaciones. Por esos mismos
motivos, también resulta inapropiada esta medida cautelar cuando no guarda proporción con la pena en
expectativa o cuando existen medios menos lesivos para alcanzar los mismos objetivos.”.
“A partir de lo expuesto con anterioridad, cabe analizar lo estipulado por la ley 24.390, reglamentaria del derecho
a un plazo razonable de detención consagrado en el artículo 7, inciso 5, de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos”.
“De acuerdo con el artículo 1 de esta ley, la prisión preventiva no podrá ser superior a los dos años, sin que se
haya dictado sentencia. A su vez, y como excepción, se estipula que el encierro podrá extenderse por un año más
cuando la cantidad de delitos imputados o la evidente complejidad de la causa hayan impedido el dictado de una
sentencia en el plazo de dos años”.
“Conforme parece surgir de esta norma, siempre que se mantengan los motivos que justifican todo encierro
preventivo –puesto que, de lo contrario, la medida debería cesar o, en su caso, ser reemplazada por otras de
menor injerencia adecuadas para lograr las finalidades protegidas-, la restricción de la libertad de un imputado
debería cesar a los dos años, salvo que las circunstancias señaladas hubiesen obstaculizado la normal culminación
del proceso, caso en el cual ésta podría prorrogarse hasta los tres años”.
“A partir de tal momento podría suponerse que no existen circunstancias que normativamente avalen el encierro
preventivo de un individuo al que debe tratárselo como inocente. Esto es, después de los tres años de prisión
preventiva, circunstancias tales como riesgos procesales, complejidad en las investigaciones o multiplicidad de
delitos perderían su valor justificante”.
“No obstante, diversos pronunciamientos de la Corte Suprema relativizaron la obligación de otorgar
automáticamente la libertad al imputado en los plazos previstos por el artículo detallado, aspectos que luego han
sido cristalizados en la reforma del artículo 3 de la ley 24.390 mediante ley 25.430 –según lo ya expuesto al
rechazar el planteo basado en la aplicación de la ley más benigna-”.
“La Sala entiende, en consecuencia, que los antecedentes invocados por la defensa de Seisdedos no vienen a
variar el marco normativo referido anteriormente en relación con la ley 24.390 ni con los alcances que esta Sala
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le ha asignado a través de su jurisprudencia sobre el punto. La razonabilidad del mantenimiento de la detención
preventiva de una persona más allá de los dos años, siempre que se conserve la necesidad de la medida y la
proporcionalidad, requerirá probar, con una mayor carga, que la cautela no es irrazonable a la luz del art. 7.5 de la
CADH”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Farah
23.06.2011
“Seisdedos”
Causa 45.620
Reg. 677
J. 3 - S. 6
PUBLICIDAD DE LA CAUSA PENAL. ACCESO A LAS ACTUACIONES DE TERCEROS NO PARTE A
LA CAUSA. PARTICIPACIÓN CIUDADANA EN LOS PROCESOS PENALES. DERECHO A LA
INFORMACIÓN. IMPUTADO. DERECHOS Y GARANTÍAS. INTERPRETACIÓN DE LA LEY.
PRINCIPIO PRO HOMINE.
“Ahora bien, la cuestión debatida, esto es, la posibilidad de que el Dr. Monner Sans acceda al contenido de las
actuaciones, ha sido objeto de estudio por este Tribunal en numerosos precedentes (ver, por ejemplo, c. 41.673
“Incidente de apelación de Ezequiel Nino y Pedro Bizcay en autos: Miceli, Felisa s/ abuso de autoridad y
violación de los deberes de funcionario público”, reg. 1121, rta. el 25/09/08; c. 41.956, “Incidente de apelación en
autos: Sabsay, Claudio E.”, reg. 1173, rta. el 7/10/08, entre muchas otras).”
“Allí hemos señalado que “la aspiración de que el ciudadano se sienta parte de la justicia de ningún modo puede
significar para el juez renunciar a sus deberes y obligaciones” pues “si el juez penal deja de mediar entre la
demanda de castigo y el individuo sospechado, abandona su mandato constitucional”.”
“Así, creímos que “en el proceso penal la participación ciudadana debe articularse con los presupuestos que
garantizan, desde ambos polos -ciudadanía e imputado- el debido proceso (art. 18 CN). Si algo falla en la
persecución -verbigracia: los procesos se dilatan más de la cuenta, la etapa de instrucción es desnaturalizada,
quienes deben acusar no lo hacen con la solvencia esperada, etcétera- no puede tolerarse que el paliativo se
traduzca en una mengua de los límites constitucionales impuestos a la persecución penal ... [y] convertir el
actual sistema en el peor de los escenarios posibles para el imputado: aquel donde la condena producto de un
debido proceso sea reemplazada por el proceso entendido como sanción informal o `pena de banquillo´”.”
“Por lo tanto, la solución frente a un reclamo legítimo de participación ciudadana, como el que introduce el
recurrente, será idéntica a la que propiciamos en los casos mencionados. La posibilidad de abrir al público el
expediente en la etapa preliminar debe ser una contingencia que cuente con el aval de quien sufre la persecución
penal pues, como consideramos, es ésta “la mejor manera de superar el conflicto entre el principio liberal de
protección del individuo frente al Estado y el principio democrático de la publicidad”.”
“De acuerdo con las constancias del incidente, el magistrado ha tomado razón de la jurisprudencia de esta Sala y
ha corrido vista de lo peticionado por el Dr. Monner Sans al imputado y al Ministerio Público Fiscal -atento su
función de promover la actuación de la justicia en defensa de la legalidad y de los intereses generales de la
sociedad (art. 120 de la Constitución Nacional”)-. En ambos casos
las partes dieron argumentos para
fundamentar por qué a su juicio la petición no debía prosperar.”
“Con base en las consideraciones vertidas por las partes y en aplicación de la regla que dispone el secreto del
sumario para los extraños (art. 204 CPPN), el magistrado negó el acceso. Así, la decisión adoptada por el juez de
primera instancia resulta ajustada a la jurisprudencia de esta Sala emitida en casos semejantes, por lo cual será
homologada.”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler – Ballestero - Farah
2.6.2011
“Dr. Monner Sans”
Causa 44.896
Reg. 567
J. 10 - S. 19
QUERELLA. LEGITIMACIÓN PROCESAL. QUERELLA PARTICULAR FRENTE A DELITOS CONTRA
LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA.
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Poder Judicial de la Nación
“Siendo ese el punto neurálgico del sub lite, es preciso señalar que la titularidad del bien jurídico protegido no es
una pauta excluyente a los fines de determinar la legitimación procesal activa y que, en los hechos que afectan
primordialmente a la administración pública, el particular damnificado conserva la posibilidad de incorporarse al
proceso como querellante siempre que hayan podido derivar un perjuicio real y directo para él (de esta Sala, c/n°
42.223 “ARRIETE, Fernando s/ser tenido como parte querellante”, reg. 1309, rta. 4/11/08; y CNCP, Sala III,
“Giandinoto, Carolina Cintia s/recurso de casación”, reg. 1131.08.3, rta. 3/9/08)”.
“No es necesario, entonces, que el querellante sea exclusivo titular del bien jurídico que aparece afectado en
delitos que agravian inmediatamente a la Administración Pública, pues no deben excluirse aquellos bienes
garantizados secundaria o subsidiariamente (ver D’albora F., “Curso de Derecho Procesal Penal”, Ed. Abeledo
Perrot, año 1982, pág. 80; Rubianes C., “La querella de acción pública”, Bs. As., 1964, pág. 36; y de esta Sala
I, “ARRIETE”, ya citado)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Farah
28.06.2011
“Guardia Mendonca”
Causa 45.433
Reg. 697
J. 6 - S. 12
RECURSO DE APELACIÓN. SIMPLES DECRETOS. INAPELABILIDAD.
USO OFICIAL
“Este Tribunal viene sosteniendo hace tiempo -y es ciertamente una opinión conteste en la jurisprudencia- que
para los simples decretos la regla es la inapelabilidad (ver de esta Sala causa n° 14.472 “Seligman”, reg. n°
15.615 del 14/7/98; causa n° 15.572 “Dappaen”, reg. n° 16.495 del 3/6/99; causa n° 17.551 “Alsogaray”, reg. n°
18.524 del 29/3/01; causa n° 27.184 “Delogu”, reg. n° 29.233 del 27/11/08 y sus citas, entre otras; de la Sala I de
esta Cámara, causa n° 27.550 “Finazzi”, reg. n° 327 del 25/4/96; de la Sala I de la CNCC, causa n° 8406
“Yacobucci”, rta. el 6/2/98 y causa n° 7401 “Martín”, rta. el 27/8/97). No surge de la causa -ni se ha demostrado
en este planteo- que concurra alguna situación excepcional que permita apartarse del principio enunciado.”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani -Irurzun - Farah
7.6.2011
“Capizzi”
Causa 30.273
Reg. 32.990
J. 9 - S. 18
RECURSO DE CASACIÓN. REQUISITOS DE PROCEDENCIA. COMPETENCIA. CUESTIONES DE
COMPETENCIA ENTRE TRIBUNALES NACIONALES CON ASIENTO EN LA CAPITAL FEDERAL
“…las resoluciones en torno a cuestiones de competencia no revisten tal carácter, obstáculo que no puede suplirse
aunque se invoque un supuesto de arbitrariedad o desconocimiento de garantías constitucionales, salvo en los
casos en que la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha admitido por vía de excepción que pronunciamientos
sobre competencia sean equiparables a tal categoría (ver de esta Sala, causa n° 12.372 AQuerequeta de Barrere@,
reg. n° 13.574 del 1-10-96).”
“Este caso no encuadra en tales excepciones (ver de la Cámara Nacional de Casación Penal, Sala I, causa n° 693
AOmoldi@ reg. n° 950 del 19-03-96 y sus citas) por cuanto no puede pasarse por alto que la Corte ya se ha
expedido en el sentido de que entre las resoluciones que no son equiparables a definitivas por aplicación de la
excepción de la denegatoria del fuero federal, se encuentran las que deciden la distribución de competencia entre
tribunales con asiento en esta ciudad, en razón del carácter nacional que todos ellos revisten (Fallos 266:149;
280:304; 296:31 y 311:2701, y ver, entre otros, de la Cámara Nacional de Casación Penal, Sala I causa n° 4610
AGeriátrico Psiquiátrico Javider@ reg. n° 5664 del 25-02-03, Sala II causa n° 4323 ABuenos Aires Terminal
Service@ reg. n° 5696 del 23-5-03, y Sala IV causa n° 3636 AOrganización Médica S.A.@ reg. n° 4521 del 18-1202).”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani -Irurzun - Farah
6.6.2011
“Ferrao”
Causa 30.132
Reg. 32.978
J. 1 - S. 1
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RECURSO DE CASACIÓN. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA. SUJETOS LEGITIMADOS PARA
SU INTERPOSICIÓN. MINISTERIO PÚBLICO FISCAL. DEPENDENCIA DEL M.P.F. QUE EJERCE LA
ACCIÓN PENAL.
“Si bien en el caso se han cumplimentado debidamente los recaudos formales exigidos por el ordenamiento ritual,
en cuanto a tiempo, modo y lugar de la pretensión efectuada, y que la vía casatoria se dirige contra una decisión
que, por sus efectos, integra el elenco de aquellas que enumera el artículo 457 del Código Procesal Penal de la
Nación, es la faz subjetiva del medio impugnativo aquella que no se ve satisfecha en el particular.”
“El que sea la Fiscalía Nacional de Investigaciones Administrativas la que en el sumario detenta el rol de
acusador público, y no el pretenso recurrente, es lo que impide considerar a su petición como alcanzada por el
ámbito regulado por los art. 457 y 458 del C.P.P.N.”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler – Ballestero - Farah
14.6.2011
“N.N s/ archivo”
Causa 45.303
Reg. 628
J. 12 - S. 23
RECURSO DE QUEJA. QUEJA POR RETARDO DE JUSTICIA. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA.
PROCESO PENAL. PLAZOS PROCESALES. CARÁCTER. PLAZO PARA CONTESTAR LA VISTA
PREVISTA POR EL ART. 180 CPPN. PLAZO RAZONABLE. CONCEPTO. ALCANCES.
“Lleva dicho este Tribunal que el recurso de queja por retardo de justicia (art. 127 del CPPN), como herramienta
procesal, persigue otorgar a las partes un instrumento legal para recurrir la mera inactividad, exigiéndose, como
recaudos para su procedencia, el vencimiento del término estipulado para el dictado de una resolución, la
presentación previa de un pedido de pronto despacho por parte del interesado y el transcurso de tres días sin
reversión de la inactividad (c/n° 40.723, “Recurso de queja en causa Moneta”, reg. 812, rta. 19/7/07; c/n° 42.965,
“Ricardo Monner Sans s/queja por retardo de justicia”, reg. 462, rta. 10/5/09)” (Del voto del Dr. Jorge L.
Ballestero).
“Mas allá de que los plazos establecidos en el Código de rito para la actuación del Ministerio Público Fiscal
deben ser considerados ordenatorios (c/n°44.028, “Tenorio Ilianes, Edinho Raúl s/excepción de falta de acción”,
reg. 421, rta. 6/5/10), la exigüidad de los términos fijados en la disposición no deja margen de duda en cuanto a la
intención del legislador de procurar una rápida definición sobre la postura Fiscal en punto a la posible
inauguración del proceso penal, ya que ello hace nacer la posibilidad de las partes de defender sus intereses en el
mentado escenario bajo el amparo de la garantía constitucional del debido proceso legal (art. 18 CN). En otras
palabras, se impone en el contexto descripto evaluar la razonabilidad de los tiempos de actuación asumidos por el
acusador público tomando como parámetro exegético la integridad de las facultades de los interesados en el
proceso, protegidas, como se dijo, en nuestra ley fundamental.” (Del voto del Dr. Jorge L. Ballestero).
“La lectura de las presentes actuaciones permite advertir una situación anómala, caracterizada por el transcurso
de casi dos años desde que se iniciaran, sin que el fiscal se hubiera expedido de acuerdo a alguna de las tres
alternativas previstas en el artículo 180 del Código Procesal Penal de la Nación” (De voto de los Dres. Eduardo
R. Freiler y Eduardo G. Farah).
“De acuerdo a nuestro esquema constitucional, incumbe al representante del Ministerio Público Fiscal el impulso
de la acción penal, a fin de habilitar la actividad jurisdiccional del juez” (De voto de los Dres. Eduardo R. Freiler
y Eduardo G. Farah).
“Ya hemos dicho que “... en el marco del debido proceso legal comprendido en el artículo 18 de nuestra
Constitución Nacional, la actividad del Tribunal juzgador deberá estar precedida en la totalidad de los casos
por el impulso de la acción penal por parte del Ministerio Público Fiscal, viéndose diferenciadas, de esta forma,
las funciones de decisión y acusación (art. 120 de la CN, arts. 5 y 65 del CPPN y art. 25 de la ley 24.964, en el
mismo sentido, ver c. 39.727 “NN s/ nulidad”, reg. 182, rta. el 15/03/07, de esta Sala, entre muchas otras)” (c.
n° 43.559, “Vila, Juan D. s/ nulidad”, rta. 21/12/09, reg. n° 1468)” (De voto de los Dres. Eduardo R. Freiler y
72
Poder Judicial de la Nación
Eduardo G. Farah).
“En el mismo sentido, sostuvimos que “el requerimiento de instrucción tiene por función primordial afirmar una
hipótesis delictiva frente al juez de instrucción, invistiendo a este del poder jurisdiccional para poder iniciar y
seguir la causa evitando que actúe de oficio. Se trata de la separación de las funciones del Ministerio Público y
del órgano jurisdiccional, y así corresponde a aquel el poder de acción y al juez el poder de jurisdicción”
(Washington Abalos, Raúl, “Código Procesal Penal de la Nación”, tomo II-A, ed. Jurídicas Cuyo, Mendoza,
2006, pág. 249)” (causa n° 43.956 “Adell, Nancy s/ nulidad e incompetencia”, rta. 15/04/10, reg. n° 313)” (De
voto de los Dres. Eduardo R. Freiler y Eduardo G. Farah).
“Esa función de acusación la ejerce, en la etapa inicial del proceso, al momento de contestar la vista que se le
confiere en los términos de lo normado por el artículo 180 del Código Procesal Penal de la Nación. Es en tal
ocasión que el titular de la vindicta pública debe optar por alguna de las alternativas allí previstas: impulsar la
acción, requiriendo la instrucción del correspondiente sumario, propiciar la desestimación de las actuaciones por
inexistencia de delito o por no poder proceder, o bien postular la declinatoria de la competencia” (De voto de los
Dres. Eduardo R. Freiler y Eduardo G. Farah).
“La relevancia que dicho acto procesal reviste se ve evidenciada en el exiguo plazo fijado para su producción -24
horas-. Si bien es de carácter ordenatorio, denota la intención del legislador de que la situación de indefinición
USO OFICIAL
que existe hasta ese momento se resuelva con la mayor prontitud posible, sobre todo ante la imposibilidad de que
el juez proceda de oficio” (De voto de los Dres. Eduardo R. Freiler y Eduardo G. Farah).
“La indebida extensión en el tiempo de aquella situación -de 24 horas a dos años aproximadamente- desnaturaliza
completamente el espíritu de la norma analizada, y genera una seria afectación a la garantía del debido proceso
legal -emanada del artículo 18 de la Constitución Nacional-, vulnerando no sólo el derecho de defensa en juicio
del imputado sino también el derecho de acceso a la justicia de la parte damnificada” (De voto de los Dres.
Eduardo R. Freiler y Eduardo G. Farah).
“La Corte Suprema de Justicia de la Nación ha sostenido que “es en los órganos encargados de la administración
de justicia sobre quienes recae, en forma imperativa, la misión de asegurar que el trámite de la causa principal
no se paralice..., y se frustre, de este modo, el objeto mismo del proceso penal” (causa E-116-XXXVII,
“Espósito, Miguel Ángel s/ privación ilegal de la libertad reiterada”, rta. 7/12/01)” (De voto de los Dres. Eduardo
R. Freiler y Eduardo G. Farah).
“Siguiendo esa misma línea, en anteriores ocasiones esta Sala ha resaltado la importancia de “...evitar las
demoras que la reedición de cuestiones ya zanjadas ocasionan en el trámite de los procesos, a fin de dar
cumplimiento al deber de asegurar que se desarrollen sin dilaciones indebidas (conf. C.S.J.N., “Espósito”, E.
224. XXXIX - C.I.D.H., “Bulacio, Walter David”), de modo de evitar tanto un supuesto de vencimiento de plazo
razonable como de privación de justicia” (Causa n° 43.581, “Gorrasi, María Cristina s/desestimación de
denuncia”, rta. 21/12/09, reg. n° 1481)” (De voto de los Dres. Eduardo R. Freiler y Eduardo G. Farah).
“Cabe aclarar que aunque la solicitud de medidas previas no se encuentra expresamente receptada en el artículo
180 del código adjetivo, podría admitirse excepcionalmente siempre que aquellas resulten imprescindibles, a la
luz de las particulares características del caso concreto, para que el fiscal pueda, fundadamente, formular su
pretensión. Tal circunstancia debe estar determinada por la necesidad de conocer aquellos extremos que permitan
efectuar una descripción suficientemente circunstanciada de un supuesto fáctico y, tras el correspondiente análisis
crítico, decidir si aquél podría configurar un delito penal, ameritando, así, la instrucción del sumario” (De voto de
los Dres. Eduardo R. Freiler y Eduardo G. Farah).
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler – Ballestero - Farah
17.6.2011
“Martínez de Hoz”
Causa 45.462
Reg. 654
J. 4 - S. 7
SOBRESEIMIENTO. REQUISITOS PARA SU DICTADO.
“Ahora bien, atendiendo a los agravios introducidos por el Ministerio Público Fiscal, entendemos que el
73
sobreseimiento del imputado es prematuro. Ello, pues aún no se han practicado las medidas probatorias
necesarias como para descartar definitivamente la hipótesis delictiva sostenida por el Fiscal”.
“En este sentido, resulta ilustrativo el criterio de la Sala I de la Cámara Nacional de Casación Penal en la causa
“Traiber, Héctor y otro(s) s/ recurso de casación” por cuanto dijo que: “…si los fundamentos expuestos en el
pronunciamiento, lejos de generar convencimiento cierto, dejan latente la probabilidad de que los hechos
hubieran podido ocurrir de una manera distinta -con lo cual se cierra la duda sobre la conclusión convalidadaesa duda afecta la resolución a poco que se advierta que si la conclusión es contingente se altera el principio de
razón suficiente y la decisión carece de la necesaria derivación como para considerarla fundada; esa falta de
motivación lógica afecta el sustento jurídico del sobreseimiento dictado en tanto exige un estado de certeza…”
(ver C.N.º 13.494 “Traiber, Héctor”, de la Sala I de la C.N.C.P., reg. 7.088, rta. el 10 de diciembre de 2010).”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler – Ballestero - Farah
14.6.2011
“Hidalgo Luján”
Causa 44.890
Reg. 633
J. 6 - S. 11
SUSPENSIÓN DEL JUCIO A PRUEBA. ALCANCES. PLAZO DE LA SUSPENSIÓN. NULIDAD.
PROCEDENCIA.
“Los argumentos vertidos en los términos del artículo 454 lucen atendibles, toda vez que el Juez a quo incurrió en
una causal de arbitrariedad, pues no se encuentra en la resolución fundamento alguno que permita avizorar el
motivo por el cual se fijó el plazo de dos años para la aplicación del instituto de la suspensión del proceso a
prueba -conf. de esta Sala I, causa “López, Norma Beatriz s/no hacer lugar a la solicitud de suspensión de juicio a
prueba”, rta. el 27/5/10”, reg. 494-”.
“A mayor abundamiento, es dable traer a colación lo que enseña la doctrina en cuanto a los extremos que deben
valorarse, en orden a establecer la duración de la suspensión, tales como la edad del imputado, la familia que
tenga a su cargo, las ocupaciones que haya acreditado tener, su salud, los medios materiales con que cuenta para
sustentarse él y los suyos y todo otro elemento de importancia en la vida de una persona que pueda argumentarse
o fundarse racionalmente -Adrián García Lois, “La Suspensión del Juicio o Proceso a Prueba”, edit. Cáthedra
Jurídica, ed. 2009, pág. 108-.”
“En efecto, tal como enseña el autor precitado, “En la determinación del quantum de tiempo de suspensión de
juicio a prueba, debe mediar un preciso acto de racionalidad”.
“A mayor abundamiento, cabe recordar que el artículo 76 ter del Código Penal establece que “…el tiempo de
suspensión del juicio será fijado por el Tribunal entre uno y tres años, según la gravedad del delito”. En el caso
traído a estudio se advierte que el Juez instructor omitió exponer los motivos por los cuales -según la disposiciónno consideró suficiente el plazo acordado por el encartado y el Fiscal, lo cual resulta necesario si se tiene en
consideración que las reglas de conducta que en ese término deberá cumplir son verdaderas restricciones a la
libertad del imputado -v. D´Alessio, Andrés José, “Código Penal de la Nación comentado y anotado, La Ley, 2°
ed., 2009, pág. 1117-”.
“En este sentido, la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha decidido que “…a la condición de órganos para
aplicar el Derecho, va entrañablemente unida a la obligación de los jueces de fundar sus sentencias, para acreditar
que son derivación razonada del derecho vigente y no producto de la voluntad individual y que dicha exigencia se
cubre con la seriedad de los fundamentos, pues reconoce raíz constitucional…” -Fallo: 297:362-.”
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Freiler - Farah
21.06.2011
“Roldán”
Causa 45.472
Reg. 663
J. 3 - S. 5
TRÁFICO DE INFLUENCIAS. ART. 256 CP. REQUISITOS TÍPICOS.
“En lo que atañe al ilícito reprimido por el art. 256 bis del Código Penal, ha de recordarse que “...se considera a la
venta de influencia como una especie de concusión impropia, cometida por un particular llamado asiduo,
74
Poder Judicial de la Nación
sicofante o vendedor de humo que, abusando de la familiaridad que tiene, o simulara tener, con un funcionario o
con el soberano mismo, va dispensando protección y promesas, jactándose de su influencia, ejerciendo extorsión
de dineros sobre los crédulos a quienes vende una influencia que realmente no tiene, y por esto se le llama
vendedor de humo, expresión esta última que proviene del derecho romano. El sujeto activo del delito en estudio
puede ser cualquier persona, pero la influencia con la que se negocia debe referirse a un funcionario público. Por
ello, para cometer este delito, no se requiere ser funcionario público sino sólo se requiere tener la influencia que
se ofrece. El art. 256 bis del C.P. no requiere que el acto sea propio de un funcionario sino tan sólo que sea
relativo a tales funciones, capaz de afectar el bien jurídico tutelado por la ley penal al reprimir los delitos contra
la administración pública...” (C.C.C., Sala V. , causa n° 25.994 “Caprio, Mario”, rta. 29.3.05 y sus citas)”.
“Se ha sostenido que el “...delito de tráfico de influencia agravado previsto en el segundo párrafo del artículo 256
bis del Código Penal, ...no requiere ninguna cualidad especial del sujeto activo. En definitiva, la conducta típica
que consiste en solicitar dinero para hacer valer indebidamente su influencia ante un funcionario público prima
facie demostrada, consistente en un pedido dinerario a quien se encontraba siendo investigado en una causa penal
era precisamente para influir ante aquellos empleados o funcionarios del juzgado con poder de incidencia en su
favor. Al mismo tiempo, la influencia indebida a la que se refiere el tipo penal supone o consiste en la posibilidad
de una interferencia en el proceso de decisión del funcionario público, la que, por otro lado, debe ser real y
USO OFICIAL
comprobable (al respecto, Carlos Creus y Jorge E. Buompadre, Derecho penal, parte especial, Tomo 2, Ed.
Astrea, Buenos Aires, 2007, pág. 301). Cabe aclarar en este punto que, conforme se desprende del debate
parlamentario que precedió a la sanción del delito, no se requiere ninguna relación en particular entre el sujeto
activo y el funcionario (por ejemplo, de jerarquía o parentesco), sino sólo la posibilidad de influenciarlo de un
modo indebido ...” (ver de la Sala I del Tribunal, causa n° 39.561 “León, Ariel y otros s/procesamiento”, rta.
11.7.07, reg. n° 747)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Irurzun - Farah
16.6.2011
“Tiscornia”
Causa 30.348
Reg. 33.035
J. 6 - S. 11
COMPETENCIA. COMPETENCIA DEL FUERO ORDINARIO. AMENAZAS.
“…la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha establecido en diversos precedentes que “…resulta competente
la justicia ordinaria para conocer acerca del delito previsto en el art. 149 ter del Cód. Penal, cuando resultare de
un modo inequívoco que los hechos imputados tienen una estricta motivación particular, y que, además, no se da
la posibilidad de que resultare afectada, en forma directa o indirecta, la seguridad del Estado nacional o de alguna
de sus instituciones (Fallos 305:2054; 306:434; 313:912 y Competencia N° 32, XXXIII in re "Bravo, Walter O. s/
infracción al art. 149 ter del Cód. Penal”).” (Publicado en LA LEY 1999-D, 226 - DJ 1999-2, 1183, ver también
de esta Sala “CASINO BUENOS AIRES S.A. s/ competencia” del 7 de noviembre de 2006)”.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani -Irurzun – Farah
5.7.2011
“Baygorria”
Causa 30.490
DECLARACIÓN
Reg. 33.099
INDAGATORIA.
SOLICITUD
J. 12 - S. 23
DE
AMPLIACIÓN.
RECHAZO.
NULIDAD.
PROCEDENCIA. DEFENSA EN JUICIO. ALCANCES.
“En primer término, y con relación al agravio vinculado al rechazo de la solicitud de ampliar su declaración
indagatoria, resulta ineludible precisar el contenido del art. 303 del C.P.P.N. en cuanto establece que: “El
imputado podrá declarar cuantas veces quiera, siempre que su declaración sea pertinente y no aparezca sólo
como un procedimiento dilatorio o perturbador. Asimismo, el juez podrá disponer que amplíe aquélla, siempre
que lo considere necesario”.
“En lo que hace al criterio para habilitar la procedencia de las declaraciones espontáneas, se ha sostenido:
“Durante la etapa instructoria, el legislador pretende que el ejercicio del derecho de defensa por parte del
75
imputado sea lo más amplio posible, y lo autoriza a declarar en nuevas oportunidades para que pueda
manifestarse libremente acerca de su participación en el suceso delictivo, aspecto que redundará en beneficio de
la averiguación de la verdad real. Carece de límite esa facultad, salvo que sus aportes sean inconducentes o
notoriamente dilatorios, en cuyo caso el juez podrá denegar esa pretensión. Por supuesto que, en la duda, el
magistrado deberá ser amplio en la concesión de ese derecho (...)” (cfr. Guillermo Rafael Navarro y Roberto Raúl
Daray, “Código Procesal Penal de la Nación. Análisis doctrinal y jurisprudencial”, Tomo 2, Ed. Hammurabi, 3ra
edición, Buenos Aires, 2008, p. 910).”
“Siguiendo esa misma línea argumental, se ha dicho que no resulta dilatoria la pretensión “si los letrados fueron
propuestos y aceptaron el cargo recientemente y casi en forma inmediata realizaron la petición” (ver causa nº
22061 “Luna, Rafael”, Sala IV de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de la Capital
Federal, rta. el 18/09/03), supuestos que concurren en el caso bajo estudio…”.
“…entendemos que existió una vulneración sustancial al derecho de defensa en juicio del imputado, lo que
conlleva a declarar indefectiblemente la nulidad de ese auto, por cuanto se vislumbra en él la ausencia total de
fundamentación para denegar la solicitud de la defensa. Al respecto, se ha dicho: “Corresponde declarar la
nulidad del auto que deniega la ampliación de la declaración indagatoria pues dicho acto configura el medio de
defensa por excelencia, de manera tal que su denegatoria infundada vulneraría la garantía consagrada por el
art. 18, C.N., ya que implicaría una violación del derecho de defensa (...)” (ver causa nº 6755 “Saavedra, Juan
L.”, Sala VI de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal, rta. el
22/05/97).”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani -Irurzun
15.7.2011
“Salas”
Causa 29.951
Reg. 33.199
J. 11 - S. 21
DESOBEDIENCIA. ART. 239 C.P. REQUISITOS TÍPICOS.
“Cabe mencionar que no todo incumplimiento de una orden judicial trae aparejada la comisión del delito de
desobediencia, pues esa figura “…exige para su configuración que exista una “orden” emanada de un
funcionario público, la cual debe estar dirigida a una persona. No deben reputarse como válidas a los efectos de
la mencionada figura todas aquellas órdenes generales, en las cuales no se encuentra individualizada la persona
que debe cumplirla” (Donna, Edgardo Alberto, “El Código Penal y su Interpretación en la Jurisprudencia”, Tomo
II, Rubinzal-Culzoni”, Santa Fe, 2010, pág 363/4, con cita de fallo de la CNCCorr., Sala VI, c. 27.594 “Cetrad”,
rta. el 20-2-2006).”
C.C.C. Fed. Sala II
Irurzun - Farah
12.7.2011
“Laperchia”
Causa 30.407
Reg. 33.140
J. 3 - S. 6
ESTUPEFACIENTES. TENENCIA DE DROGA PARA CONSUMO PERSONAL. ART. 14 SEGUNDO
PÁRRAFO LEY 23.737. SUSPENSIÓN DEL PROCESO EN LOS TÉRMINOS DEL ART. 18 LEY 23.737.
INCUMPLIMIENTO DE LA MEDIDA CURATIVA. CONSECUENCIAS. PLAZOS PROCESALES. PLAZO
RAZONABLE. ALCANCES. GARANTÍAS CONSTITUCIONALES.
“El segundo párrafo del art. 18 citado señala que si “… transcurridos dos años de tratamiento, por falta de
colaboración del procesado, no se obtuvo un grado aceptable de recuperación, se reanudará el trámite de la causa
…”.
“Al respecto, se ha advertido que no puede afirmarse que el tratamiento haya fracasado si ni siquiera ha
comenzado, circunstancia que en modo alguno puede ser encuadrada dentro del supuesto de falta de colaboración
que menciona esa disposición, desde que corresponde al órgano jurisdiccional disponer los medios necesarios
para que el tratamiento de rehabilitación sea implementado (conf. causa n° 30.113 “Estévez, Fabián Adrián
s/suspensión del proceso” reg. n° 33.129 del 7/7/11 y sus citas).”
76
Poder Judicial de la Nación
“Cabe recordar que esta Sala ya se expidió en un caso similar en torno al régimen establecido en esa disposición,
destacando que Ael requisito de ´colaboración´ ... no podría ser interpretado en un sentido tal que sea que le
corresponde al propio afectado por la medida tomar la iniciativa de que el tratamiento se lleve a cabo. Cuando
se produce alguna falla institucional por la cual el tratamiento no se realiza, la opción por la aplicación de la
pena no podría entrar en consideración sin más@, habiéndose descartado que -aún siendo atendibles las razones
de imposibilidad material y funcional que mencionó el juez de ejecución- la desvinculación definitiva del
procesado dependa del análisis de la prescripción de la acción (causa n° 26.966 AMorichelli, Elizabeth s/
extinción de la acción penal@, reg. n° 29.234 del 27/11/08 con cita de Patricia Ziffer, ALa distinción entre penas y
medidas y la prescripción de la acción penal en la ley 23.737@, RDPyPP, Lexis Nexis, 7/2008, pág. 1158).”
“En virtud de tales consideraciones, ponderando que han transcurrido cerca de 9 años desde que se decretó el
procesamiento y se impuso la realización de la medida de rehabilitación que menciona el art. 18 de la ley 23.737,
la solución que ha adoptado el a quo es la que mejor preserva el derecho del imputado a obtener un
pronunciamiento que, definiendo su posición frente a la ley y a la sociedad, ponga término del modo más breve, a
la situación de incertidumbre y de restricción de la libertad que comporta el enjuiciamiento penal (CSJN: Fallos:
272:188).”
USO OFICIAL
C.C.C. Fed. Sala II
Irurzun - Farah
12.7.2011
“Prado”
Causa 30.511
Reg. 33.141
J. 5 - S. 9
LAVADO DE DINERO. ART. 278 CP. REQUISITOS TÍPCOS.
“…la procedencia criminal de los bienes que son objeto de blanqueo sólo re la procedencia criminal de los bienes
que son objeto de blanqueo sólo requiere la comprobación genérica de una actividad delictiva previa que, según
las circunstancias del caso, permita la exclusión de otros orígenes posibles, sin que sea necesaria ni la
demostración plena de un acto delictivo específico ni de los concretos partícipes en el mismo (conf. CNCP Sala I,
causa “Orentrajch”, Reg. 8622, rta. el 21/3/2006)”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani -Irurzun - Farah
14.7.2011
“Bellone”
Causa 30.155
Reg. 33.183
J. 4 - S. 9
MEDIDAS CAUTELARES. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA.
“Que este Tribunal, con sustento en doctrina de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, ha indicado que
“…una medida de no innovar no puede ser utilizada para incumplir una orden de otro Juez…”, en tanto que
“…una cautelar de tales características, no puede, como regla, interferir en el cumplimiento de pronunciamientos
judiciales, ni ser empleada para impedir u obstaculizar el derecho de índole constitucional de ocurrir a la justicia
para hacer valer los derechos que las partes interesadas consideran tener…” (confr. causa N° 30.311, “Incidente
de apelación de Pierrestegui, Jorge Alberto” del 23/5/2011, Reg. N° 32.921, causa N° 26.877, “Natalutti, Claudio
R. s/no hacer lugar a la medida precautoria”, del 11/11/2008, Reg. N° 29.153 y su cita y causa N° 22.088,
“ONABE s/medida de no innovar”, del 10/3/05, Reg. N° 23.473, en la que se citó C.S.J.N., causa L. 297 XXXII
ORIGINARIO, “Lawsa c/Catamarca, Provincia de (Dirección Provincial de Aeronáutica) s/interdicto de retener”,
del 16/7/1996).”
“En este sentido, cabe agregar que si bien es atendible el fundamento traído a colación por el recurrente, mediante
vía jurisprudencial, en punto a que haría excepción a esta regla la necesidad de impedir que los delitos
investigados produzcan mayores lesiones o infrinjan daños a las víctimas de mayor intensidad o ya de imposible
reparación, como sucedería a través del agotamiento de una actividad ilícita (confr. C.C.C., Sala de Feria, “Jofré,
Hugo”, del 26/1/99, publicado en J.A. 1999-II, págs. 586/587, con cita de Vélez Mariconde, “Derecho Procesal
Penal”, 2° ed., Ed. Lerner, 1969, T° I, pág. 338); también lo es que para acceder a ello, el derecho invocado debe
hallar verosimilitud…”.
77
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani -Irurzun - Farah
13.7.2011
“Dres. Rubio y Ciccardo”
Causa 30.590
Reg. 33.167
J. 5 - S. 10
NEGOCIACIONES INCOMPATIBLES CON EL EJERCICIO DE LA FUNCIÓN PÚBLICA. ART. 265
CP. REQUISITOS TÍPICOS. AUTORÍA Y PARTICIPACIÓN. DISIDENCIA.
“… la figura penal descripta por el artículo 265 del Código Penal prevé como elemento típico la posibilidad de
que el interés se canalice por interpósita persona. Esto significa, sin lugar a dudas, que el legislador ha admitido
la hipótesis de intervención de terceras personas que no reúnen la calidad especial de funcionario público; más
aún cuando la contribución al hecho es de una entidad tal que el delito no podría haberse cometido de otro modo.
Respecto de los delitos que requieren en el autor un carácter especial -delitos especiales-, no existe en la
actualidad mayor discusión en la doctrina acerca de la posibilidad de imputar, en calidad de partícipe, a aquella
persona que dolosamente coopera en el hecho de otro. Ello en la medida en que exista accesoriedad, aún cuando
no se encuentren las características típicas para ser autor, ya que el partícipe no es autor en forma directa, sino
que actúa típicamente cuando lo hace por vía del hecho del autor (esta Sala, cn° 34.241 “Massholder, J.”, rta. el
8/4/03, reg. n° 250)” (Del voto del Dr. Freiler).
“Con relación a dicho delito, se trata de “…avocar sobre el negocio (…) una pretensión de parte no
administrativa, es decir, de actuar en la operación no sólo como funcionario, sino, como particular interesado en
una determinada decisión o actuación de la administración…” (Creus, Carlos, “Dcho. Penal, parte especial”, Ed.
Astrea, Bs As 1999, Tomo II, pág. 299)” (Del voto del Dr. Freiler).
“Por su parte, el Dr. Marcelo A. Sancinetti ha sostenido que: “…también serán punibles sólo como partícipes,
desde luego, por tratarse de un delito especial propio, aquellos que, aunque estén persiguiendo un interés
definido, no reúnan la calidad especial de autoría.” (Sancinetti, “Negociaciones Incompatibles con el ejercicio de
funciones públicas”, Doctrina Penal, Año 9, n° 33/34, 1986, Ed. Depalma, pág. 84)” (Del voto del Dr. Freiler).
“Al respecto esta Alzada en los autos n° 38.401 “Alsogaray, Ma. Julia” rta. el 20/12/05, reg. n° 1489, expresó
que: “la figura escogida en el auto de mérito para dar encuadre a la conducta de los funcionarios liquidadores, no
ha de interpretarse en el sentido de restar importancia a la actuación de la contratista o privarla de aspecto
delictivo. Por el contrario, es difícilmente explicable la actitud asumida por aquellos sin la correlativa
participación de quien en definitiva se benefició de la conducta” (conf. causa n° 42.511 “Leonetti, Jorge A”, rta.
el 21/4/09, reg. n° 324)” (Del voto del Dr. Freiler).
“…la calidad de funcionario público requerida por el tipo penal previsto en el art. 265 del Código Penal, lo cierto
es que esa condición, como bien dice el fiscal de la anterior instancia en su apelación deducida a fs. 7/8, no se
exige para el partícipe, en la medida en que el propio tipo penal prevé que la acción típica puede ser ejecutada por
el funcionario a través de “… persona interpuesta o por acto simulado…” (ver, por ejemplo, la decisión de la Sala
II de este Tribunal, adoptada respecto de Elba Sánchez en el marco de la c.n° 26.977 “Torresi, Rubens y otros s/
procesamiento”, reg. n° 29.687, rta. el 31/03/09)” (Del voto de los Dres. Ballestero y Farah).
“Para dilucidar la cuestión resulta necesario diferenciar al partícipe del funcionario, por un lado, de los
beneficiarios de su conducta ilícita, por el otro, por cuanto el legislador, al redactar el tipo penal denominado
como “Negociaciones incompatibles con el ejercicio de funciones públicas”, a diferencia de otros supuestos
(como los previstos en el Capítulo VI: “Cohecho y tráfico de influencias”, del Título XI, Libro Segundo, del
Código Penal), no previó castigo para los últimos” (Del voto de los Dres. Ballestero y Farah).
“Véase que la razón de ser de la protección legal es la necesidad de “…eliminar cualquier factor de perturbación
de la imprescindible equidistancia que debe guardar el funcionario en los contratos y operaciones en que
intervenga la administración, evitando incluso la simple sospecha de parcialidad, a la vez que procura poner coto
a su codicia personal, que puede verse favorecida por la calidad en que actúa en aquellos negocios jurídicos…”
(Del voto de los Dres. Ballestero y Farah).
“Es por ello que “…la conducta punible es la de interesarse en el contrato u operación, o sea la de hacer
78
Poder Judicial de la Nación
intervenir en ellos un interés propio y particular, situarse ante ellos no sólo como funcionario sino,
conjuntamente, como particular interesado en una determinada decisión o actuación de la administración…”
(Carlos Creus, “Derecho Penal. Parte Especial”, T. 2, editorial Astrea, Buenos Aires, 1988, páginas 308/309)”
(Del voto de los Dres. Ballestero y Farah).
“Desde el acento puesto en la “incompatiblidad” a que hace alusión el nombre adjudicado por la ley misma a esta
conducta -que opera como guía de interpretación del tipo penal- y del modo en que fue redactada la norma a lo
largo de todas sus reformas (ver al respecto el análisis realizado por Jorge E. Buompadre en “Código Penal y
normas complementarias. Análisis doctrinal y jurisprudencial” tomo n° 10, de D. Baigún y E. R. Zaffaroni,
editorial Hammurabi, Bs. As., año 2011, págs. 777 a 780; y Rodolfo Moreno (hijo) en “El Código Penal y sus
antecedentes”, tomo VI, H. A. Tommasi editor, Bs. As., año 1923, págs. 243 a 249), se desprende a nuestro modo
de ver que lo que es objeto de sanción por el art. 265 del Código Penal es la conducta del funcionario que actúa
como tal en un negocio u operación en la que concurre un interés particular que hubiera justificado su
apartamiento, a punto tal que “…no es indispensable que el interés particular tenga que aparecer como
contrapuesto al de la administración (…) es más, se dará igualmente el delito aunque el interés esté constituido
por una pretensión que beneficie rotundamente a aquella…” (Carlos Creus, obra citada, página 310), con lo que
no exige la norma que la conducta cause un perjuicio patrimonial determinado” (Del voto de los Dres. Ballestero
USO OFICIAL
y Farah).
“Imputar a una persona, distinta del funcionario público, haber intervenido como partícipe necesario en un hecho
que es calificado a la luz del tipo penal previsto en el art. 265 del C.P.N., requiere que esa persona haya
contribuido necesariamente en la desviación del interés público en provecho de un beneficio particular, del
funcionario o de un tercero” (Del voto de los Dres. Ballestero y Farah).
“Si se analiza la ley de la que surge la redacción del tipo penal actual: ley 25.188 “Ley de Ética en el Ejercicio de
la Función Pública” (el art. 35 es el que modifica el Código Penal y fija el actual art. 265), resulta evidente que lo
que la norma penal intenta reprimir es, únicamente, al funcionario público que -por sí o persona interpuesta- al
intervenir en una maniobra en la que tenga un interés particular, desvíe el interés de la administración pública en
beneficio propio o de un tercero. Una persona que tuviera una relación cercana a un funcionario -que intervenga
en una operación de este tipo- y quisiera participar de la contratación, no incurriría en este delito ya que la norma
apunta, como ya hemos dicho, al funcionario que debe apartarse para no desviar el interés de la administración y
no lo hace (respecto de las causales de abstención, ver los arts. 2, incisos g) e i), 13 y 14 de la ley mencionada)”
(Del voto de los Dres. Ballestero y Farah).
“En este sentido, Francesco Carrara logra explicar, de la manera sencilla y profunda que lo caracteriza, lo que
pretendemos expresar en este voto: “…[E]n el abuso de funciones que no se manifiesta en una acción ya de por sí
criminosa, todo el objeto jurídico del delito está en la violación de los deberes especiales que al funcionario le
impone su cargo, y por lo tanto, en una relación exclusivamente personal entre la sociedad y el oficial público”
(Del voto de los Dres. Ballestero y Farah).
“Yo creo que desde este punto de vista no repugna que el particular quede impune. En cambio, sentiría
repugnancia en castigar a un ciudadano particular como cómplice de una falta de funciones cometida por un
empleado, cuando ésta no se manifieste precisamente en una acción que por sí misma sea criminosa y no
degenere en corrupción…” (“Programa de Derecho Criminal. Parte especial” volumen V, n° 7, editorial TemisDepalma, Buenos Aires, año 1977, pág. 79)” (Del voto de los Dres. Ballestero y Farah).
“Coinciden con este espíritu las conclusiones de Ricardo Núñez al cabo de su dictamen sobre el proyecto de ley
del Poder Ejecutivo, que entre otras cosas agravaba las penas para el delito de negociaciones incompatibles (ver
el debate parlamentario de la Ley n° 16.648, en Cámara de Diputados, de fecha 2 de septiembre del año 1964).
Allí el profesor decía que el objetivo era aumentar las defensas contra las conductas de los agentes de la
administración pública lesionadoras de la soberanía popular, pues el Estado “no se defiende restringiendo
irrazonablemente la libertad de los gobernados, sino mediante reglas que depuren el ejercicio de esta libertad y el
de la función pública” (Del voto de los Dres. Ballestero y Farah).
79
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Ballestero - Farah
7.07.2011
“Leonetti”
Causa 44.829
Reg. 734
J. 11 - S. 21
QUERELLA. LEGITIMACÍON ACTIVA. REQUISITOS. CRITERIO AMPLIO. DESESTIMACIÓN.
ARCHIVO. CONSECUENCIAS DE SU DICTADO.
“En efecto, esta Sala se ha enrolado en una concepción amplia en lo atinente a la determinación de la
legitimación procesal activa, sosteniendo que el bien jurídico protegido no constituye una pauta definitoria a esos
efectos y que no existe óbice para que quien dice haber sido afectado se incorpore al proceso como querellante si
de los hechos que denuncia pudo derivar un perjuicio directo y real para él (ver causa n° 27.345 “Cook”, reg. n°
29.341 del 18/12/08, causa nº 18.833 “Rohm”, reg. nº 20.407 del 5/11/2002, causa nº 14.138 “Las Piedras”, reg.
nº 15.119 del 19/2/98, causa nº 12.743 “D.A.I.A.”, reg. nº 13.731 del 19/11/96 y sus citas, entre muchas otras)”
(Del voto de los Dres. Horacio R. Cattani y Martín Irurzun).
“Los alcances de esa postura han llevado, por ejemplo, a otorgar el rol de querellante a quien alegaba haber sido
ilegítimamente excluido de una convocatoria pública, para favorecer a terceros (ver causa n° 20.385 “Puey”, reg.
n° 21.637 del 16/10/03)” (Del voto de los Dres. Horacio R. Cattani y Martín Irurzun).
“…el derecho a adquirir legitimación activa no puede depender ni de la demostración acabada de la existencia de
ciertos acontecimientos, ni de su probabilidad más o menos próxima (conf. Sala II de la CNCP, causa n° 12.854
“N.N. s/ recurso de casación”, reg. n° 16.927 del 17/2/10; y de esta Sala, causa n° 29.563 “Perotti”, reg. n°
32.075 del 25/10/10)” (Del voto de los Dres. Horacio R. Cattani y Martín Irurzun).
“Para revisar ese argumento, vale recordar que, según pacífica doctrina, la desestimación y el archivo de las
actuaciones no causan estado; y es procedente reiniciar la investigación si, luego de decretados esos
temperamentos, surgen nuevos hechos que antes no fueron considerados (C.S.J.N. Fallos 324:1201; C.N.C.P.
Sala I, causa n°3956 “Lucci” reg. n°5061 del 27/5/02; Sala II, causa n° 3792 “Ruggerio”, reg n° 4987 del 14/6/02
y Sala III, causa n° 5649 “Tito”, reg n° 38/05 del 14/2/05; y de este Tribunal, causa n° 21.471 “Tito” reg. n°
23.035 del 2/11/04).”(Del voto de los Dres. Horacio R. Cattani y Martín Irurzun).
“… igual que mis colegas preopinantes, he venido sosteniendo en varios precedentes que la titularidad del bien
jurídico protegido no es una pauta excluyente para obtener legitimación procesal activa; y más concretamente, he
afirmado también que, en los delitos que agravian inmediatamente a la Administración Pública, no debe excluirse
aquellos bienes garantizados secundaria o subsidiariamente (ver de la Sala I, causa n° 45.433 “Guardia
Mendonca”, reg. n° 697 del 28/6/11 y sus citas)” (Del voto del Dr. Eduardo G. Farah).
“Ahora bien. Esas pautas son aplicables siempre que exista en cabeza del peticionante una posibilidad real de
perjuicio, aunque aquella sea alegada en forma hipotética (ver cita)…” (Del voto del Dr. Eduardo G. Farah).
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani -Irurzun - Farah
14.7.2011
“Gtech”
Causa 30.528
Reg. 33.176
J. 5 - S. 10
RECURSO DE APELACIÓN. APELACIÓN CONTRA EL DECRETO QUE LE CONCEDE IGUAL
RECURSO A LA CONTRAPARTE. IMPROCEDENCIA.
“…se pretende articular una apelación contra el decreto que le concede igual recurso a la contraparte, el que por
su naturaleza resulta inapelable de conformidad con lo que disponen los artículos 432, primer párrafo, 444 y 449
del Código Procesal Penal de la Nación, principio que sólo admite excepción en aquellos casos en que se alegue o
advierta un supuesto de arbitrariedad del que derive un agravio de imposible reparación ulterior (conf. causa n°
30.056 “Edgemere Ltd. y otros s/queja”, rta. 22.3.11, reg. n° 32.699; c. n° 27.184 “Delogu”, rta. 27.11.08, reg. n°
29.233, entre otras)…”.
C.C.C. Fed. Sala II
13.7.2011
Cattani -Irurzun - Farah
“Lorenzetti”
80
Poder Judicial de la Nación
Causa 30.721
Reg. 33.171
J. 8 - S. 15
RECURSO DE APELACIÓN. REQUISITOS DE MOTIVACIÓN PARA SU PROCEDENCIA. ART. 438
CPPN.
“En la instauración de los recursos a los que se alude en el artículo 438 del Código Procesal Penal de la Nación,
esto se traduce en la exigencia de la específica indicación de los motivos en los que se sustenta la impugnación,
lo que encuentra su ratificación en el artículo 445 de ese cuerpo normativo, según el cual los motivos del agravio
posibilitan a la Alzada delimitar el marco de su conocimiento y coetáneamente determinar los puntos de la
resolución que se cuestionan (conf. Código Procesal de la Nación -Ley 23.984- comentado y concordado”,
Levene, R. (H), Casanovas, J., Levene y Hortel, E., págs. 387 y ss.). De ahí, pues, la previsión contemplada en el
artículo 450 del Código Procesal Penal de la Nación”.
“En suma, el objetivo de la ley de rito, al demandar la individualización concreta del vicio invocado, es evitar
apelaciones genéricas e indiscriminadas”.
“Así, debe indicarse cuáles son los motivos de agravio que la resolución genera. Conforme enseña Clariá
Olmedo, la motivación es “la expresión de censura que exhibe el o los vicios atribuidos a la resolución, vale decir
las razones que la hacen injusta o ilegal” (Derecho Procesal Penal, T. II, Ed. Marcos Lerner, Córdoba, 1984, pág.
USO OFICIAL
355)”.
“Si bien el a quo franqueó el acceso de la parte a esta instancia revisora, cabe recordar que el alcance del juicio
de admisibilidad que prevé el artículo 444 del Código Procesal Penal de la Nación no es definitivo. Si se
considera que el recurso es formalmente improcedente y ha sido mal concedido podrá desecharse sin que medie
pronunciamiento sobre el fondo en cualquier momento, ya sea antes o después de la audiencia para informar o al
tiempo de dictar sentencia (conf. doctrina de la C.N.C.P., de sus Sala II c. n° 774 “Lupadit Lardizabal”, rta. el
14/10/96, reg. n° 1103 y c. n° 3940 “Rojas Condorí”, rta. el 28/11/02, reg. n° 5339; de su Sala III c. n° 3997
“Fontanés”, rta. el 11/02/03 y sus citas)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Farah
5.07.2011
“Cueli”
Causa 45.852
Reg. 726
J. 7 - S. 13
ABUSO DE AUTORIDAD Y VIOLACIÓN DE LOS DEBERES DE FUNCIONARIO PÚBLICO. ART.
248 CP. REQUISITOS TÍPICOS.
“La figura penal a la luz de la cual se examinaron los sucesos denunciados es aquella tipificada en el artículo 248
del Código Penal de la Nación, que sanciona al funcionario público que “dictare resoluciones u órdenes
contrarias a las constituciones o leyes... o no ejecutare las leyes cuyo cumplimiento le incumbiere”.”
“La figura de mención ha sido analizada anteriormente por esta Sala, habiéndose sostenido que “...es conveniente
determinar cuál es el alcance o el sentido otorgado a la palabra abuso. Al respecto, cabe recordar las palabras
de Carrara, para quien ese término contempla en sí mismo dos significados diversos sumamente diferentes,
denominándose a uno de ellos sentido ontológico y al otro sentido jurídico. En sentido ontológico se abusa de
una cosa siempre que se emplea para un servicio diverso de su destino natural. En sentido jurídico se abusa de
una cosa aunque se la emplee según su destino, si esto se hace de modo ilícito o por fines ilícitos...” (Causa n°
44.143, “Greco, Cayetano”, rta. 29/06/10, reg. n° 614, entre otras).”
“En la misma línea, enseña Soler que “un acto puede ser abusivo solamente por dos motivos: a) por ser contrario
a la constitución a la ley en el sentido formal, esto es, por consistir en una acción que la ley no consiente... b) por
ser el acto sustancialmente improcedente en concreto, aun cuando sea posible en derecho... El abuso de
autoridad presente, pues, la doble forma del ejercicio de una facultad que se sabe inexistente como tal, y la del
ejercicio de una facultad existente en condiciones conocidamente falsas...” (Soler, Sebastián, “Derecho Penal
Argentino”, ed tea., Buenos Aires, 1992, tomo V, pág. 182/3).”
“…esta Sala ha sostenido, citando a Donna, que “uno de los requisitos esenciales que debe contener este tipo
81
penal es la existencia de dolo directo, pues para su configuración resulta indispensable la existencia del
propósito de violentar la ley de modo tal de menoscabarla mediante el empleo abusivo de la autoridad. En otros
términos, ‘el autor debe conocer la ilegalidad de las resoluciones y órdenes que se dictan trasmitan o ejecutan y
debe tener la voluntad de dictarlas, ejecutarlas o abstenerse de cumplirlas, según los supuestos de que se trate’
(Donna, Edgardo Alberto, Delitos contra la Administración Pública, Rubinzal Culzoni, 2da edición actualizada,
2008, p. 190)”.”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler – Ballestero - Farah
9.8.2011
“Jaime”
Causa 45.626
Reg. 864
J. 8 - S. 15
ACCIÓN PENAL. VIGENCIA. PRESCRIPCIÓN. CALIFICACIÓN LEGAL QUE CORRESPONDE TENER
EN CONSIDERACIÓN.
“Se ha dicho reiteradamente que a los fines de establecer correctamente si la acción penal se encuentra
prescripta corresponde tener en cuenta el grado de participación y la posible calificación legal más gravosa
así como el mayor nivel de desarrollo del iter criminis (ver en tal sentido de la Sala II, causa n° 13.657
"Rosman", reg. n° 14.763, rta. el 21/10/97; causa n° 21.508 "Iaiza", reg. n° 23.198, rta. el 2/12/04; causa n°
22.861 "Bastos", reg. n° 24.388, rta. el 1/11/05; causa n° 24.313 "Jassan", reg. n° 25.786, rta. el 3/10/06; entre
otras). Sin embargo, debe aplicarse la posible
calificación
más gravosa que razonablemente pueda
corresponderle (CNCP, Sala I, causa N° 8381, “Lezcano”, reg. 11.297, del 16/11/1997). La significación jurídica
propuesta por la querella carece de ese atributo.”
C.C.C. Fed. Sala I
Farah - Cattani
8.8.2011
“Sosa”
Causa 45.355
Reg. 863
J. 2 - S. 4
ACCIÓN PENAL. VIGENCIA. PRESCRIPCIÓN. DELITO PERMANENTE. CONCEPTO.
“El artículo 63 del Código Penal dispone que la prescripción de la acción penal comienza a correr desde la
medianoche del día en que se cometió el delito, es decir, desde el momento de su consumación y lo que discute la
apelante es precisamente el momento en que se configuró esta última circunstancia.”
“Es del caso subrayar que los delitos permanentes son aquellos cuya estructura típica admite que el acto
consumativo se prolongue en el tiempo. La expresión verbal con que la ley describe el delito, ha de permitir que
la consumación sea continua e invariablemente típica, antijurídica y culpable, durante un tiempo que puede
prolongarse (Carlos Fontan Balestra, “Tratado de Derecho Penal”, tomo I, parte general, pág. 460 y ss. AbeledoPerrot).”
“Cabe destacar que: “…en el delito permanente (…) se da también una unidad de acción (…) en el cual pertenece
a la acción típica no sólo la fundamentación, sino también el mantenimiento de una situación jurídica permanente
…” (Welzel, Hans, “Derecho Penal Alemán”, trad. de la 12ª. Edición alemana, ed. Jurídica Chile, Santiago, 1937,
p. 310).”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Ballestero - Farah
23.8.2011
“Codega”
Causa 45.377
Reg. 920
J. 11 - S. 21
ACCIÓN PENAL. VIGENCIA. PRESCRIPCIÓN. INTERRUPCIÓN DEL CURSO DE LA PRESCRIPCIÓN.
HECHOS CRIMINALES ENTRE SÍ.
“Sentado lo anterior, cabe resaltar que no puede asignarse al hecho 6 (2004) carácter interruptivo del curso de la
prescripción del hecho 5 (1999) como lo pretende el apelante, en virtud del criterio jurisprudencial de la Corte
Suprema de Justicia de la Nación que sostiene que los hechos criminales “entre sí no tienen carácter
interruptivo, de no mediar una sentencia judicial firme que declare su realización y atribuya responsabilidad al
82
Poder Judicial de la Nación
mismo encausado” (Fallos 312:1351 y 323:717).”
“Tal razonamiento ha sido receptado por cada una de las Salas de la Cámara Nacional de Casación Penal en los
siguientes términos: “la creación pretoriana de una causal de interrupción o de suspensión resulta contraria a la
garantía del debido proceso legal establecida en el artículo 18 de la Constitución Nacional” (ver de la Sala IV
causa nº 3.202 “Barlett”, reg. nº 4627, rta. el 16/09/02; de la Sala III causa nº 5.992 “Antón”, reg. nº 811, rta. el
4/10/05; de la Sala II causa nº 5.200 “Robledo”, reg. nº 6.938, rta. el 20/09/04 y de la Sala I causa nº 4.094
“Marchant”, reg. nº 5.095, rta. el 10/06/02, entre otras).”
“En igual sentido, la Sala Primera de esta Cámara afirmó que “no dictar el sobreseimiento de un imputado por
extinción de la acción penal por prescripción con fundamento en la posibilidad de que recaiga condena respecto
de un hecho que se está investigando implica introducir por vía judicial una causal no legislada de suspensión
del curso de dicho instituto en violación al principio de legalidad formal” (ver causas nº 41.184 “Pérez”, reg. nº
539, rta. el 19/05/08 y nº 38.941 “Herrero”, reg. nº 1.320, rta. el 28/11/06).”
“La interpretación normativa que se desprende de los argumentos precedentemente citados fue también adoptada
por esta Sala (ver causa nº 26.851 “Ubieta, Analía s/ prescripción”, reg. nº 28.962, rta. el 23/09/08).”
USO OFICIAL
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani -Irurzun - Farah
23.8.2011
“Saud”
Causa 30.298
Reg. 33.337
J. 10 - S. 19
ACCIÓN PENAL. VIGENCIA. PRESCRIPCIÓN. PAUTAS A CONSIDERAR. PLAZOS PROCESALES.
PLAZO RAZONABLE. ALCANCES.
“Se ha dicho reiteradamente que a los fines de establecer correctamente si la acción penal se encuentra
prescripta corresponde tener en cuenta el grado de participación y la posible calificación legal más gravosa
así como el mayor nivel de desarrollo del iter criminis (ver en tal sentido de la Sala II, causa n° 13.657
"Rosman", reg. n° 14.763, rta. el 21/10/97; causa n° 21.508 "Iaiza", reg. n° 23.198, rta. el 2/12/04; causa n°
22.861 "Bastos", reg. n° 24.388, rta. el 1/11/05; causa n° 24.313 "Jassan", reg. n° 25.786, rta. el 3/10/06; entre
otras). Sin embargo, debe aplicarse la posible
calificación
más gravosa que razonablemente pueda
corresponderle (CNCP, Sala I, causa N° 8381, “Lezcano”, reg. 11.297, del 16/11/1997). La significación jurídica
propuesta por la querella carece de ese atributo.”
“Finalmente, no puede dejar de advertirse que la subsistencia del presente proceso resulta incompatible con el
derecho de todo imputado a un juicio sin demoras indebidas tal como lo prescribe el artículo 18 de la
Constitución Nacional y los tratados internacionales con rango constitucional. En pocas palabras, la causa se
inició en el año 1988, se llamó a prestar declaración indagatoria a los imputados en el año 1992, y todavía
después de 20 años, estaría lejos de concluir (Fallos 272:188; 327:327 y S.167. XLIII, “Recurso de Hecho Salgado, Héctor y otros s/defraudación a la adm. Púb.” del 23/06/09).”
C.C.C. Fed. Sala I
Farah - Cattani
23.8.2011
“Da Corte”
Causa 45.469
Reg. 917
J. 2 - S. 4
ARRESTO DOMICILIARIO. PRISIÓN PREVENTIVA. SUPUESTO EN QUE PROCEDE.
“La ley 24.660, en su art. 32, prevé claramente en dos hipótesis independientes de detención domiciliaria los
supuestos alegados por el Sr. Fiscal (ver de esta Sala, c. n° 26.576, “Palet”, rta. el 19/5/2008, reg. n° 28.439). En
el inciso a) respecto del “interno enfermo cuando la privación de la libertad en el establecimiento carcelario le
impida recuperarse o tratar adecuadamente su dolencia y no correspondiere su alojamiento en un
establecimiento hospitalario”; y, por otra parte, en el inciso d) respecto del “interno mayor de setenta (70) años”.
Ahora bien, la Sra Juez de grado ha concedido el arresto domiciliario del nombrado en base al inciso d).” (Del
voto de los Dres. Irurzun y Farah)
“Si bien este Tribunal ha destacado en diversas ocasiones no sólo el interés estatal en la persecución del tipo de
83
delitos que se le atribuyen al encartado -de lesa humanidad-, “…sino también su compromiso internacional de
investigarlos, perseguirlos y sancionarlos…” (c. n° 23.307, “Yanzón, Rodolfo s/lugares de alojamiento de
detención”, rta. 27/12/05, reg. n° 24.666), ello no se contrapone con la aplicación del arresto domiciliario cuando
el imputado se encuentra comprendido en una de las hipótesis que prevé la ley para acceder a él y no se aprecia,
como en este caso, que esa modalidad de cumplimiento de la prisión, dé lugar a la posibilidad de que el imputado
se fugue o entorpezca la marcha del proceso.” (Del voto de los Dres. Irurzun y Farah)
“Finalmente y frente al agravio del Sr. Fiscal, cabe señalar que no debe olvidarse que “…la prisión domiciliaria
no es una medida diferente al encierro que se decide en el momento de imposición de una condena o de un
encierro preventivo, sino una alternativa que se decide como una modificación en la forma de ejecución de penas
o de una medida cautelar ya impuestas, y de ninguna manera su implementación puede importar una sustitución
de las mismas, como puede ocurrir con las sanciones autónomas que funcionan en el derecho comparado…En
este sentido, el Tribunal Superior de la provincia de Córdoba, en el caso “Pastor” sostuvo que la prisión
domiciliaria no constituye un cese de la pena impuesta ni su suspensión sino que, como surge claramente de su
nombre y su ubicación en la legislación se trata de una alternativa para situaciones en las que los muros de la
cárcel son sustituídos por un encierro en el domicilio fijado (para su texto cfr. “Pensamiento Penal y
Criminológico”, Año II, n° 2, 2001, pág. 307).” -in re, CCC Fed., Sala II, causa n° 21.777 “Suarez Mason, Carlos
G.”, rta. 2/12/04, reg. n° 23.197-.” (Del voto de los Dres. Irurzun y Farah)
“Un estudio más profundo del nuevo texto legal del art. 32 de la ley 24.660, luego de la reforma de la ley 26.472,
me persuaden de que, a diferencia de lo que he sostenido en anteriores oportunidades, la interpretación correcta
es la postulada por mis colegas, en el sentido de que superar los setenta años de edad constituye una circunstancia
que per se alcanza para la adopción de la medida aquí cuestionada, salvo que exista un riesgo procesal que
desaconseje que el imputado permanezca en su domicilio cumpliendo prisión preventiva. Es por ello que,
teniendo en cuenta las constancias de autos, coincido con el criterio expresado por los Dres. Irurzun y Farah.”
(Del voto del Dr. Cattani)
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani -Irurzun - Farah
9.8.2011
“Otero”
Causa 30.495
Reg. 33.261
J. 1 - S. 1
AUTO DE PROCESAMIENTO. REQUISITOS PARA SU DICTADO.
“Luego de lo expuesto, vale aclarar que para proceder al dictado del auto de mérito que se trata, la ley requiere
probabilidad, a la que se considera presente cuando concurren motivos para negar y motivos para afirmar, más
éstos superan a los primeros aunque sin necesidad de que exista una certeza positiva, la que no se alcanza en
virtud de la vigencia no superada de los motivos para negar (conf. Cafferata Nores, J. I. Temas de Derecho
Procesal Penal, pág. 9, Ed. Depalma, Buenos Aires, 1998, cita utilizada por esta Sala I en C.N°29.255 “Azambuja
Patrone, F.”, reg. 1020, del 9/12/97).”
“En esa inteligencia, cabe decir que el procesamiento contiene un juicio de probabilidad acerca de la existencia
del hecho delictuoso y de la responsabilidad que como partícipe le corresponde al imputado.”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler – Ballestero - Farah
11.8.2011
“Yépez”
Causa 45.942
Reg. 881
J. 5 - S. 9
AUTORÍA Y PARTICIPACIÓN. COAUTORÍA. PARTICIPACIÓN. CARACTERÍSTICAS. REQUISITOS.
“Es así que a fin de analizar una posible coautoria, cabe referenciar que lo relevante es que “el dominio del hecho
debe ser conjunto. Cada coautor domina el suceso global en colaboración con otro o con otros. Por consiguiente
la coautoria consiste en una ‘división del trabajo’ que hace posible el delito, lo facilita o disminuye
sustancialmente el riesgo del hecho” (ver Hans- Heinrich Jescheck, “Tratado de Derecho Penal, parte general”,
Edit. Comares, Granada 2002, pág. 726).”
84
Poder Judicial de la Nación
“Para ello, conviene trazar algunos lineamientos generales en orden a esta modalidad delictiva que sintetiza
Santiago Mir Puig al decir que “la participación es intervención en un hecho ajeno. El partícipe se halla en una
posición secundaria respecto del autor.El hecho principal le pertenece al autor, no al partícipe” (“Derecho
Penal, parte general”, edit. Bdef, 2005, pág. 396).”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani -Irurzun - Farah
15.8.2011
“Sarmiento”
Causa 30.342
Reg. 33.286
J. 10 - S. 20
COMPETENCIA. COMPETENCIA EN RAZÓN DEL TERRITORIO. DOCUMENTOS. FALSIFICACIÓN
Y USO DEL INSTRUMENTO. ESTAFA.
“Ahora bien, teniendo en cuenta que no existe ningún elemento de juicio que permita establecer el lugar y la
fecha en donde realmente se confeccionaron los documentos aludidos, estimamos aplicable al caso el criterio de
la Corte Suprema de Justicia de la Nación, de aplicación análoga, conforme la cual cuando se desconoce el lugar
en el que un documento fue falsificado, la competencia debe determinarse por el lugar en que tal documento fue
usado (Fallos 245:267; 247:360).”
“En este sentido, si bien la falsedad de la documentación fue detectada en el Registro de la Propiedad Automotor
USO OFICIAL
de esta ciudad capital, el primer uso que se le dio a la documentación no fue el de la presentación en ese
organismo, sino la posible estafa realizada al intercambiar la documentación cuando los contratantes consumaban
la operación.”
“Es preciso señalar que lo argumentado hasta ahora no contradice la doctrina de este Tribunal, la cual establece en concordancia con la C.S.J.N.- que toda declaración de incompetencia debe ir precedida de una adecuada
investigación que permita individualizar los hechos sobre los cuales versa y las calificaciones que puedan ser
atribuidas (Confr. CN° 45.791, “Flores”, Reg. 784; y C.S.J.N. Fallos 303:1531; 305:435; 306:137, 280, 419 y
1997, entre otros).”
“En esta dirección ha sostenido la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que “cuando las declaraciones del
denunciante son verosímiles y no se encuentran desvirtuadas por otras constancias de la causa, la competencia
debe ser establecida sobre la base de esas manifestaciones” (Fallos 303: 1149).”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler – Ballestero - Farah
11.8.2011
“Frezzotti”
Causa 45.889
Reg. 891
J. 12 - S. 24
DEBIDO PROCESO. GARANTÍAS CONSTITUCIONALES. NE PROCEDAT IUDEX EX OFFICIO.
ALCANCES. ABUSO DE AUTORIDAD Y VIOLACIÓN DE LOS DEBERES DE FUNCIONARIO
PÚBLICO. REQUISITOS TÍPICOS.
“En este punto ha de recordarse la vigencia del adagio latino da mihi facta, dabo tibi ius (dame los hechos, yo te
doy el derecho), que alerta a las partes del proceso del peligro de fundar una imputación en la mera atribución de
calificaciones legales.”
“No escapa a los suscriptos que en el proceso penal la intervención de la jurisdicción debe resultar motivada por
una pretensión externa a la del propio juez, no existiendo juicio penal sin acusación -ne procedat iudex ex officio(cfr. Art. 5 C.P.P.N.). Sin embargo, una vez formalizada la acusación, será la jurisdicción quien en definitiva
resolverá acerca del derecho aplicable. En adelante, el Tribunal quedará vinculado a los hechos en virtud de lo
reclamado en la acción -en el caso, en la imputación- y al derecho aplicable, más no a la voluntad o intereses de
las partes que ya han sido expresados en sus diversas presentaciones. En consecuencia, el tribunal será soberano
para dar a la cuestión traída a debate por las partes una significación jurídica distinta a la planteada en la presente
incidencia (cfr. CSJN Fallos 301:442).”
“En esta dirección, la tarea de subsumir el caso en una figura penal es el resultado de una investigación
exhaustiva, en donde se hayan dilucidado las condiciones de modo, tiempo y lugar en que habría acontecido la
85
presunta actividad delictiva previa, aproximando el conocimiento del hecho a un estándar de certeza.”
“De tal forma, las figuras penales aludidas en las diversas presentaciones mencionadas -que abarcan los delitos
previstos en los arts. 210, 248, 249, 255 y 288 del Código Penal- no resultan vinculantes a los efectos de
circunscribir el objeto de la pesquisa.”
“A la luz de lo expresado en el punto anterior, la ilegalidad o contrariedad al orden constitucional que requieren
los arts. 248 y 249 del C.P. deben ser entendidas como un contraste entre el obrar que fue prefigurado por el
orden normativo vigente -en el caso, la LPC-, y la inacción o acción defectuosa del agente público en desplegar el
imperativo legal del que se trate.”
“Ha de señalarse que muchas veces el órgano administrativo está llamado a aplicar normas que prevén
exhaustivamente la dirección de su actuación, así como también enfrenta leyes que no regulan en toda su
extensión, o en todos sus detalles, el obrar de la Administración, ya sea porque ello resulte imposible, o porque el
legislador ha querido que el agente estatal complete el marco legal con su apreciación subjetiva de ciertas
circunstancias.”
“El vínculo más intenso de la actividad administrativa con el orden normativo se verifica en el ejercicio de las
facultades regladas. Miguel S. Marienhoff ha explicado que “[e]n ejercicio de la actividad reglada, la
Administración aparece estrechamente vinculada a la ley, que al respecto contiene reglas que deben ser
observadas” (Tratado de Derecho Administrativo, Ed. Abeledo Perrot, Buenos Aires, 1977, Tomo I, pág. 99).”
“El vínculo menos intenso de la Administración con la legalidad se verifica en el ejercicio de facultades
discrecionales; pero ello no implica enemistad con el orden normativo, sino potestad del órgano administrativo de
valorar –dentro de un marco reglado- ciertos datos extrajurídicos que podrán orientar su decisión entre diversas
opciones. El profesor Marienhoff lo define diciendo: “[e]n ejercicio de la actividad discrecional, la
Administración actúa con mayor libertad: su conducta no está determinada por normas legales, sino por la
«finalidad» legal a cumplir” (op. cit., loc. cit.).”
“Nuestro Supremo Tribunal ha explicado que “mientras en algunos supuestos el ordenamiento jurídico regula la
actividad administrativa en todos sus aspectos –reemplazando así el criterio del órgano estatal al predeterminar
qué es lo más conveniente para el interés público y reducir su actividad a la constatación del presupuesto fáctico
definido por la norma en forma completa y la aplicación de la solución que la ley agotadoramente ha establecido
(poderes reglados o de aplicación legal automática)-, en otras ocasiones el legislador autoriza a quien debe
aplicar la norma en el caso concreto para que realice una estimación subjetiva que completará el cuadro legal y
condicionará el ejercicio para ese supuesto de la potestad atribuida previamente o de su contenido particular al
no imponerle, por anticipado, la conducta que debe necesariamente seguir (facultades o potestades de ejercicio
discrecional)” (CSJN in re: “Consejo de Presidencia de la Delegación Bahía Blanca de la Asamblea Permanente
por los Derechos Humanos”, publ. en Fallos 315:1361).”
“De lo dicho hasta ahora se concluye que únicamente cuando el obrar administrativo se encuentra prefigurado por
el orden normativo (función administrativa reglada), podrá erigirse en imperativo para el funcionario,
posibilitando que el contraste entre lo normado y lo actuado sea verificable como incumplimiento funcional, en
los términos de los arts. 248 y 249 del C.P.”
“Por el contrario, cuando el orden jurídico ha permitido al funcionario un ámbito de libertad en la determinación
de su obrar (función administrativa discrecional), las opciones escogidas dentro de ese ámbito de libertad no
podrían contrastar con ninguna predeterminación jurídica, resultando entonces de imposible configuración de los
ilícitos previstos en los arts. 248 y 249 del C.P., ante la ausencia del elemento normativo de esos tipos penales.”
“Lo dicho no perderá de vista que, tal como nuestra Corte Suprema estableció, no existen actos puramente
reglados o puramente discrecionales, “sino únicamente actos en los que la discrecionalidad se encuentra
cuantitativamente más acentuada que la regulación y a la inversa [… por lo cual…] no cabe duda de que el
control judicial de los actos denominados tradicionalmente discrecionales o de pura administración encuentra
su ámbito de actuación en los elementos reglados de la decisión, entre los que cabe encuadrar, esencialmente, a
la competencia, la forma, la causa y la finalidad del acto. La revisión judicial de aquellos aspectos
86
Poder Judicial de la Nación
normativamente reglados se traduce así en un típico control de legitimidad –imperativo para los órganos
judiciales en sistemas judicialistas como el argentino-, ajeno a los motivos de oportunidad mérito o conveniencia
tenidos en mira a fin de dictar el acto” (CSJN in re: “Consejo de la Presidencia…”, ya citado, donde se
mencionan el precedente del Tribunal Supremo español del 24-X-1962 y la publicación de Jean Rivero: Droit
Administratif, Ed. Dalloz, París, 1987, pág. 98).”
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Farah
16.8.2011
“Segura”
Causa 44.820
Reg. 899
J. 3 - S. 5
DERECHO DE ASISTENCIA. ART. 200 CPPN. FACULTAD DE LOS ABOGADOS DE LAS PARTES DE
ASISTIR A LAS AUDIENCIAS DURANTE LA ETAPA DE INSTRUCCIÓN. DEFENSA EN JUICIO.
“Cabe recordar que, como ya lo he sostenido anteriormente, “la etapa del proceso que aún se transita se
caracteriza por un contradictorio limitado con sesgo inquisitivo -sistema mixto- (…) La discrecionalidad con la
que en la etapa preliminar, puede el instructor conceder o no la oportunidad a la defensa de asistir a los actos
de la instrucción, encuentra justificación en que ‘los elementos que allí se reúnan no sirven para fundar una
condena, que sólo puede ser fundada en los actos del debate posterior’ (Maier, Julio E., “Derecho Procesal
USO OFICIAL
Penal. I. Fundamentos, Editores del Puerto SRL, Buenos Aires, 2002, pág. 452)” (de mi voto en la causa n°
42.441, “Menéndez, Marcos Antonio s/ rechazo de nulidad”, reg. n° 493, rta. 26/5/09).” (Del voto del Dr. Freiler)
“Tal circunstancia se tuvo en cuenta cuando en oportunidad de resolver un planteo de similares características en
la causa n° 40.776, caratulada “Fulvio Madaro s/ queja por apelación denegada”, esta Sala dijo que “…La tesis
contraria yerra al convertir el estadio instructorio en el verdadero juicio desnaturalizando el proceso y
alejándolo, paradójicamente, del paradigma constitucional del debido proceso. (…) Obviamente, esto último no
es cuanto aspira el Máximo Tribunal al dictar el fallo ‘Benítez’, donde insiste en el carácter insustituible de la
prueba del debate para fundar la condena. Sostener, inversamente, que lo que está diciendo la Corte es que, ante
el riesgo de que la prueba de instrucción se torne irreproducible, el debate deba adelantarse a dicha etapa no
sólo es un razonamiento falaz sino que, además, exhibe la inconsistencia de pretender asegurar el derecho de
interrogar a los testigos a costa de sacrificar el procedimiento principal donde ‘el acusador y el acusado se
enfrentan, a la manera del proceso de partes, en presencia de un equilibrio procesal manifiesto’ y donde
precisamente el debate oral y público encuentra su razón principal en el control de la prueba (Maier, op. cit.,
págs. 579, 585 y sstes)” (rta. 17/6/07, reg. n° 773).” (Del voto del Dr. Freiler)
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler – Ballestero - Farah
9.8.2011
“Ruckauf”
Causa 45.274
Reg. 869
J. 7 - S. 13
DOCUMENTOS. FALSEDAD IDEOLÓGICA. REQUISITOS TÍPICOS.
“En relación a la figura escogida por el juez a quo, la doctrina ha dicho que: “La falsedad ideológica no se refiere
a cualquier falsedad o mentira introducida en el documento, sino solamente aquellas que recaen sobre el hecho
que el instrumento mismo prueba erga omnes. En particular, dentro de una escritura pública es preciso distinguir
muy bien esos aspectos, porque puede confundirse la falsedad con la simulación, cosas muy distintas(…)de ahí la
importancia que tiene la limitación establecida por la ley cuando se refiere solamente a los hechos que el
documento deba probar(…)prescindiendo de los deberes específicos de verificación personal que la ley suele
imponer a los funcionarios antes de extender un documento, puede decirse que en general la función de aquellos
consiste en asentar las manifestaciones que ante ellos son formuladas, prescindiendo en absoluto de su verdad o
falsedad sustancial. En este aspecto, el documento público siempre tiene por objeto probar que la manifestación
fue hecha.” (Soler, Sebastián, “Derecho Penal Argentino”, Tomo V, págs. 448/9, Ed. Tea, 1992).”
“…también se ha explicado que “la falsedad ideológica, a la que algunos autores han propuesto denominar
falsedad histórica, se refiere al pasado y no al futuro, consiste en hacer aparecer como reales los hechos que no
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han ocurrido, o en hacerlos aparecer ocurridos de un modo determinado cuando sucedieron de una manera
diferente, siempre dentro del contexto de lesión a la fe pública en documento que deben hacer fe. (ver C.S.J.N.,
“Recurso de hecho Stancanelli s/ abuso de autoridad y violación de los deberes de funcionario público s/
incidente de apelación de Yoma”, S.471.XXXVII, causa n° 798/95, rta. el 20/11/01)”.”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Ballestero - Farah
16.8.2011
“Hongmei You”
Causa 45.560
Reg. 902
J. 2 - S. 4
DOCUMENTOS. FALSIFICACIÓN BURDA. REQUISITOS.
“…a criterio de los suscriptos, el instrumento cartular secuestrado a Faldini presenta atributos similares a uno
original, teniendo en cuenta que para que la utilización de un documento adulterado no sea considerada típica,
éste debe carecer a todas luces de la capacidad necesaria para pasar inadvertido a primera vista para el común de
la gente, lo que descartaría la posibilidad de causar perjuicio exigido por la figura penal, circunstancia ésta que no
se corrobora en los presentes actuados (conf. cn° 37.459, Vargas, Orfelia y otra s/ procesamiento, reg. n° 398, rta.
12/5/05; c.nº 43.175 Torres Espinosa s/ procesamiento, reg. nº 817, rta. 13/08/09 entre otras).”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Farah
11.8.2011
“Faldini”
Causa 45.127
Reg. 879
J. 11 - S. 21
LEY 25.891. ART. 13 DE LA LEY. REQUISITOS TÍPICOS.
“Recordemos además que esta Sala ha sostenido en otras oportunidades que: “…la ausencia de los comprobantes
que acrediten el origen de los teléfonos secuestrados, como así también las denuncias de robo que poseen,
refuerzan la teoría de su procedencia ilegítima…” (c. nro. 43.075, “Cabral, Eduardo s/procesamiento”, resuelta
el 15/09/09, registro n° 982).”
“Sobre este último aspecto, esta Sala ha sostenido que: “… en lo que a las figuras legales se refiere, los hechos
endilgados a los encausados operaron bajo la órbita del agravante del artículo 13, inciso a) de la ley en análisis.
En este sentido, habida cuenta las circunstancias en que dicha conducta fue comprendida cabe tener aquella
finalidad lucrativa por acreditada. Como ya ha sostenido esta Sala, tratándose de un comercio, el agravante
previsto por la norma está satisfecho (c. n° 41.916 “Figueredo, Jorge Antonio s/ procesamiento” del 14/10/2008,
reg. n° 1207; c. 42.707, “Martín, Carlos Alberto s/ inf. ley 25.891”, rta. 3/07/09, reg. 648; c. 43.068, “Martínez
Vázquez, David s/ inf. ley 25.891”, rta. 6/05/10, reg. 414).”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Ballestero
2.8.2011
“Rodríguez Rebaza”
Causa 45.583
Reg. 839
J. 12 - S. 24
MALVERSACIÓN DE CAUDALES PÚBLICOS. ART. 262 C.P. REQUISITOS TÍPICOS.
“La doctrina ha dicho respecto al delito investigado que “consiste en dar ocasión a que una persona sustraiga
caudales o efectos que han sido confiados a un funcionario público por razón de su cargo. No se trata, como en la
generalidad de los delitos culposos, que la conducta imprudente o negligente del funcionario cause un
determinado resultado típico, sino en una acción (culposa) que da lugar a que otra persona, dolosamente,
sustraiga los caudales o efectos públicos. El tipo requiere, con arreglo a su particular estructura típica, una
conducta culposa del funcionario y una conducta dolosa del tercero” (Buompadre, J., “Malversación de caudales
públicos”, en Baigún, D. y Zaffaroni, E. (dir.) Código Penal y normas complementarias. Análisis doctrinal y
jurisprudencial. Tomo X, Editorial Hammurabi, Buenos Aires, 2011, 671).”
“Asimismo, Soler añade que “Si no existe acto doloso de un tercero, desaparece la figura culposa del funcionario
(...) La acción dolosa debe guardar estrecha relación con la culpa del funcionario: ésta debe haber dado la ocasión
de manera que haya hecho posible por ella misma la comisión de un delito” (Soler, S., Derecho Penal Argentino,
88
Poder Judicial de la Nación
Tomo V, Editorial TEA, Buenos Aires, 1978, 186).”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Ballestero
4.8.2011
“Esley”
Causa 45.580
Reg. 846
J. 12 - S. 24
MARCAS Y DESIGNACIONES. CONDUCTAS TIPIFICADAS. ALCANCES.
“Basta recordar que “la ley de marcas protege las buenas prácticas comerciales y el público consumidor” (CSJN,
Fallos 253:267; 279:150 y 302:67), concediéndosele al titular de la marca registrada el derecho a usarla y a
gozarla en forma exclusiva, mientras que al consumidor le sirve de garantía respecto del origen de los productos
que recibe (CCCF, Sala I, Causa N° 35.221, caratulada “Genovese, Antonio s/procesamiento”, resuelta el
03/06/2003, registro n° 442 y Causa N° 44.559, caratulada “Cuppari, Carmelo s/incompetencia", Reg. N° 1094,
rta. el 2/11/2010).”
“No debemos olvidar que el derecho del comerciante a la protección de su mercadería mediante la marca,
responde al propósito de evitar confusiones con las de otro productor o comerciante y de facilitar a los eventuales
consumidores la adquisición de mercaderías, evitando engaños respecto de su procedencia.”
“Por otro lado, no resulta aplicable al caso bajo estudio lo resuelto por esta Sala en el precedente “Avena” -c.
USO OFICIAL
38.775, rta. el 05/10/06, reg. 1089-, donde las circunstancias fácticas tenidas en cuenta difieren de las que
subyacen en el presente. En dichos supuestos no sólo se consideró lo burdo de la falsificación, sino también
factores como la venta en la vía pública. Por lo que, en el caso las circunstancias son otras, de manera que la
conclusión de esta Sala también.”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler – Ballestero - Farah
16.8.2011
“Palomino Luque”
Causa 45.740
Reg. 895
J. 4 - S. 7
MARCAS Y DESIGNACIONES. LEY 22.362. REQUISITOS TÍPICOS. COMPETENCIA. COMPETENCIA
DEL FUERO FEDERAL. ASUSENCIA DE AFECTACIÓN A LOS INTERESES TUTELADOS POR LA LEY
22.362. INCOMPETENCIA.
“…la ley 22.362. Dicha norma exige para su configuración la existencia de un engaño sobre el consumidor y,
paralelamente, un perjuicio sobre el titular de la marca, circunstancia que no se vislumbra en autos. Ello, debido
que no pueden dejar de considerarse las circunstancias en las que se sucedieron los hechos –el secuestro se llevó
a cabo en la vía pública-, la calidad -burda- de las láminas de identificación de los DVDs, como así también el
hecho de que se trataba de discos compactos vírgenes. Tampoco se advierte la configuración de un supuesto en
que, más allá de las características de la falsificación, pueda de todos modos alegarse un perjuicio para los
intereses del industrial -en este caso, ausente de participación en el proceso- (cf. 38.775 “Avena, Damián
s/sobreseimiento” rta. 05/10/06 reg.; cn° 42.411 “Caliva Ezequiel s/inf. Ley 22.362”, rta. 19/12/08, reg. 1565,
entre otras).”
“En efecto este Tribunal coincide con el magistrado declinante en punto a que en el presente no se encuentran
afectados los intereses protegidos por la ley de marcas y designaciones -22.362-, quedando latente, sin embargo,
la posible infracción a la ley de propiedad intelectual -11.723- cuya competencia recae en cabeza de la Justicia de
Instrucción.”
“Al respecto el más alto Tribunal ha dicho que: “...al no vislumbrarse una afectación de los derechos marcarios
que la ley 22.362 protege y en razón de la ley 11.723 no reviste carácter federal sino común, corresponde a la
justicia de instrucción continuar con la investigación de las presentes actuaciones...” (Fallos: 316:1782; 311:438
y 613).”
“Finalmente, la Sala IV de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de esta ciudad ha
sostenido que: “Si las láminas de los discos compactos secuestrados -que serían reproducciones ilegítimas de
sus originales en infracción a la ley 11.723-, resultan apócrifas, no aparece violada la ley de marcas y
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designaciones -ley n°22.362-, si tales láminas resultan imitaciones burdas, manifiestamente reconocibles a
simple vista, insusceptible de reproducir confusión en los consumidores. Así, se debe disponer que continúen las
actuaciones en conocimiento de la justicia de instrucción” (CNCC, Sala IV, cn° 20.603, “Aceval, Eduardo”,
rta.2/12/04).”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Ballestero - Farah
23.8.2011
“Cachay Fernandez”
Causa 45.825
Reg. 925
J. 12 - S. 23
NULIDAD. ART. 123 CPPN. FALTA DE FUNDAMENTACIÓN.
“Las referencias efectuadas por el juez de grado, sin especificar concretamente el fundamento de su decisión, la
convierte en deficitaria y merece sanción de ineficacia ya que constituye una defensa de orden general procedente
ante la afectación de las garantías de defensa en juicio y del debido proceso. Ello, en tanto no se ha satisfecho
aquella exigencia de que las resoluciones judiciales deben ser una derivación razonada del derecho vigente, con
particular referencia a las circunstancias comprobadas en la causa (conf. en sentido similar en esta misma causa el
incidente que tramitó en esta Sala I con el número 42.870 “Pallavicino” del 24/09/2009, reg. nro. 1050 y el nro.
43.861 “Rúa” del 25/02/10, reg. nro. 125).”
“Reglamentando la exigencia constitucional de la motivación, el artículo 123 del C.P.P.N. establece de manera
genérica que ALas sentencias y los autos deberán ser motivados, bajo pena de nulidad. Los decretos deberán
serlo, bajo la misma sanción, cuando la ley lo disponga@.”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Ballestero - Farah
31.8.2011
“Ministerio de Economía y Finanzas Públicas de la Nación”
Causa 45.354
Reg. 960
NULIDAD. ART. 123 CPPN. FALTA DE FUNDAMENTACIÓN. PROCEDENCIA.
“El auto apelado omitió el tratamiento de cuestiones relevantes introducidas oportunamente por la parte –como lo
es la ausencia de los elementos típicos del delito de defraudación contra la administración pública-. Dicha
deficiencia convierte la resolución en arbitraria toda vez que “la omisión de cuestiones o temas conducentes
oportunamente propuestas por las partes es causal de arbitrariedad en las resoluciones judiciales, las que deben
en su consecuencia ser dejadas sin efecto” (Néstor P. Sagüés, “recurso Extraordinario”, Tomo 2, pág 221, Astrea,
Buenos Aires 2002. En el mismo sentido, ver CSJN, Fallos, 261:297; 274: 436; 275:68; 297:332; 303:757;
306:178 y 950, entre otros).”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Ballestero
4.8.2011
“Esley”
Causa 45.580
Reg. 846
J. 12 - S. 24
PATRIMONIO CULTURAL. ACERVO CULTURAL. LEY 25.743. OBJETOS ARQUEOLÓGICOS Y
PALEONTOLÓGICOS. COMERCIO ILEGAL DE BIENES CULTURALES. ERROR DE PROHIBICIÓN.
IMPROCEDENCIA. .
“Para mensurar la dimensión del delito, resulta de interés traer a colación lo valorado por los legisladores en el
debate parlamentario de la ley en análisis, donde se señalo que “prevenir el deterioro, la destrucción o la
perdida, sea por ignorancia o por el ánimo de lucrar con estos bienes que integran el patrimonio de la Nación,
es una responsabilidad del Estado. Estos hechos que se vienen sucediendo y acelerando en las últimas décadas
muestran (…) un preocupante tráfico de los bienes arqueológicos y paleontológicos argentinos” (ver Debate
Parlamentario de la Ley de Protección del Patrimonio Arqueológico y Paleontológico, cámara de Senadores de la
nación, 10° Reunión, 5° Sesión Ordinaria, 4 de junio de 2003).”
“En este sentido, el art. 48 de la ley 25.743 sanciona a quien “transportare, almacenare, comprare, vendiere,
industrializare o de cualquier modo pusiere en el comercio piezas, productos o subproductos provenientes de
90
Poder Judicial de la Nación
yacimientos arqueológicos y paleontológicos nacionales e internacionales”. A razón del objetivo trazado por
esta ley, tales como preservar y proteger el patrimonio arqueológico y paleontológico, y el aprovechamiento
científico y cultural del mismo, se desprende que, el almacenamiento de este tipo de objetos será considerado una
parte integrante de la actividad de tráfico ilícito, que en distintas modalidades reprime mediante esa norma.”
“Sin embargo, el imputado se encontraba en condiciones de actualizar su conocimiento en relación a los objetos
que tenía en su poder y a la protección de la ley 25.743, situación que a criterio de los suscriptos descarta
cualquier eximente de culpabilidad del procesado, sin perjuicio de que se trata de una cuestión susceptible de
ventilarse más acabadamente en el eventual debate, de acuerdo al panorama más amplio que allí se colecte. En
este sentido enseña Roxin que “los medios para evitar un error de prohibición son reflexión e información”
(Derecho Penal, Parte general, Tomo I, Ed. Civitas, pág. 884), propias del sujeto que obra con la diligencia
normal que estaba a su alcance en el caso concreto (por ejemplo, a través de publicaciones especializadas), que le
habrían permitido percatarse de su antijuridicidad.”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Ballestero
4.8.2011
“Isasi”
Causa 45.769
Reg. 845
J. 5 - S. 10
USO OFICIAL
PRUEBA. ACTA DE SECUESTRO. DETALLE DE LOS ELEMENTOS INCAUTADOS. NULIDAD.
IMPROCEDENCIA.
“Este Tribunal ha señalado en otras oportunidades que aunque no se encuentren minuciosamente detallados en el
acta de secuestro los elementos presuntamente hallados en poder del imputado, tal deficiencia puede ser
subsanada por otras vías, tales como una comparación de los objetos que se encuentran reservados en la causa
con los inventarios realizados por el personal policial que indiquen el nombre del intérprete, el título de los de los
discos compactos y la marca del disco regrabable que fue utilizado (ver causa nº 24.690 “Yupanqui”, reg. nº
26.436 del 22/02/07 y causa nº 28.142 “Vaquera”, reg. nº 30.425 del 29/90/09 ).”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani -Irurzun
4.8.2011
“Ingrao”
Causa 30.467
Reg. 33.241
J. 1 - S. 2
REBELDÍA. REQUISITOS Y CONSECUENCIAS DE SU DICTADO.
“En el precedente de esta Sala, in re: “Castillo” (cfr. C.N° 40.460, Reg. N° 1387/07), se analizaron
detalladamente los presupuestos de la declaración de rebeldía y se expusieron los motivos por los cuales el
Tribunal estima que una decisión de la especie genera una lesión actual y concreta a los derechos constitucionales
de toda persona sometida a un proceso penal.”
“En esa dirección, se sostuvo que: “...la declaración de rebeldía y la captura dispuestas en inobservancia de uno
de sus presupuestos lógicos -el conocimiento efectivo de la convocatoria y la consecuente decisión atribuible a su
agencia [la del justiciable] de no comparecer- priva al imputado de la posibilidad efectiva del ejercicio de tales
derechos [defensa en juicio, debido proceso, entre otros] y de controlar el progreso de la instrucción que, en
principio, se continuará sin su presencia (art. 290 CPPN)...”.”
“Asimismo, se señaló: “…que uno de los presupuestos de procedencia de la declaración de rebeldía es una
conducta por parte del justiciable consistente en no haber concurrido a la citación judicial sin grave y legítimo
impedimento...”.”
“Por otro lado, se afirmó que las disposiciones contenidas en el art. 289 del CPPN deben ser interpretadas en
consonancia con las del art. 282 del mismo cuerpo normativo, por lo que es menester, para el dictado de la
medida coercitiva atacada, cumplir con los presupuestos de la segunda norma. Se desprende del texto del art. 282
CPPN que como regla se debe proceder por simple citación y sólo excepcionalmente puede ordenarse la
detención en caso de flagrancia o siempre que concurran los supuestos de última ratio de esta medida. Sólo en el
caso de que el citado, debidamente notificado, no se presentare y no justificare un impedimento legítimo de
91
comparecer, se podría ordenar su detención.”
“Ello es así, pues toda medida que cercene la libertad personal resulta de aplicación restrictiva y está signada por
su estricta necesidad, “…como presupuesto de su razonabilidad en los términos de los art. 14 y 28 CN, en el
sentido de que deberá ser aquella idónea para lograr el fin legítimo perseguido…”. Por ello se afirmó en el
precedente citado que: “…tales disposiciones legales [art. 282 y 289 CPPN] presuponen la notificación previa de
la citación y la incomparecencia voluntaria del imputado, por representar aquélla [la citación simple] la medida
menos gravosa y necesaria, en consecuencia, para lograr el fin propuesto (es decir, la comparecencia al
proceso)...”.”
“Por otra parte, en la hipótesis de que los imputados hubiesen conocido la citación y no concurrieren, no
desaparece de todos modos la exigencia de evaluación de la necesidad y proporcionalidad de la coerción procesal
que se disponga.”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Ballestero - Farah
18.8.2011
“Gonzalez Fretes”
Causa 45.372
Reg. 903
J. 1 - S. 2
RECURSO DE CASACIÓN. REQUISITOS DE PROCEDENCIA.
“Tiene dicho el Tribunal que toda presentación recursiva extraordinaria debe bastarse a sí misma para sortear
el requisito de admisión. Habida cuenta del carácter autónomo que posee, su sola lectura tiene que ser
suficiente para la comprensión del caso, para lo cual es preciso que contenga un relato claro y concreto de
las cuestiones que se quieren sostener como de índole excepcional. Así, no procede la concesión de la vía
casatoria si quien la pretende nada dice en punto a los motivos que sustentan la vía escogida, tales como la
definitividad de la decisión atacada y el carácter de superior tribunal de la causa de quien la emite u omite
señalar los hechos del sumario que considera relevantes para su pretensión (causa n° 20.464, "Sayegh, Hernán
C. s/recurso de casación", rta. 4/11/03, reg. n° 21.712).”
“En este sentido, constituye requisito de admisibilidad no sólo
mencionar
las normas inobservadas o
erróneamente aplicadas sino también la de suministrar la inteligencia de la aplicación que se pretende. La ley
exige que el recurrente señale la interpretación que debe darse a tales disposiciones, indicando en qué
consiste el error de derecho que atribuye a la resolución recurrida. De modo que si se alega un error en el
derecho aplicable, deben ser rebatidas
expresa y puntualmente las argumentaciones desarrolladas sobre el
extremo en el fundamento del fallo.”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani -Irurzun - Farah
15.8.2011
“Mier”
Causa 30.127
Reg. 33.294
J. 11 - S. 22
RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA.
“…el recurso de inconstitucionalidad procede cuando se hubiese cuestionado la constitucionalidad de una ley,
ordenanza, decreto o reglamento que estatuya sobre materia regida por la Constitución y la sentencia o el auto
fuere contrario a las pretensiones del recurrente. Si bien una interpretación literal indicaría que el recurso sólo se
admite cuando la decisión ha sido favorable a la validez constitucional de la norma, se ha interpretado que resulta
la vía adecuada, igualmente, para lograr la declaración de constitucionalidad de una norma declarada violatoria
de la Constitución Nacional por un Tribunal inferior, tal como se corrobora en el presente caso (CNCP Sala IV,
cn° 1676, “Fernandez, Miguel Tito s/ recurso de inconstitucionalidad” rta. 10/8/00, reg. n° 2747; Sala II c.n° 36
“Costilla, Jorge s/ rec. de inconstitucionalidad” rta. 24/11/93, reg. n° 61 y Sala III cn 64 “Belizán, Rodolfo A. s/
rec. de inconstitucionalidad”, rta. 15/3/94, reg. n° 94, entre muchas otras).”
C.C.C. Fed. Sala I
31.8.2011
Causa 45.733
Freiler - Ballestero - Farah
“Silva”
Reg. 963
J. 9 - S. 18
92
Poder Judicial de la Nación
SOBRESEIMIENTO. REQUISITOS PARA SU DICTADO.
“Así las cosas, debe tenerse en cuenta que, el sobreseimiento cierra definitiva e irrevocablemente el proceso con
relación al imputado –cfr. art. 335 CPPN-; por ello, reclama la existencia de certeza acerca de la ausencia de
responsabilidad (D´Albora, Francisco “Código Procesal Penal de la Nación. Anotado. Comentado. Concordado”,
Octava edición corregida, ampliada y actualizada por Nicolás F. D´Albora, Abeledo Perrot, Buenos Aires, 2009,
pág. 587).”
“La duda sólo puede conducir a esa solución cuando resulte fácticamente imposible avanzar probatoriamente en
la instrucción del sumario (op. cit., pág. 588). Esta Sala ha dicho que para proceder a cerrar definitiva e
irremediablemente el proceso respecto de un individuo tiene que haberse acreditado, indefectiblemente, su total
ajenidad en los hechos investigados (c. 35.877 “Mendoza Castro”, reg. 37, rta. 16/02/04; c. 30.845 “Rivero”, reg.
1139, rta. 9/12/99).”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler – Ballestero - Farah
9.8.2011
“Gorchs”
Causa 45.152
Reg. 871
J. 6 - S. 12
USO OFICIAL
SUSPENSIÓN DEL JUICIO A PRUEBA. REQUISITOS DE PROCEDENCIA. TESIS AMPLIA.
“Ello así pues esta Sala entiende, al igual que el recurrente que, el análisis que demanda el articulado que regula
la aplicación del instituto en cuestión no debió efectuarse soslayando la evolución operada en esta materia a partir
de lo resuelto por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en la causa “Acosta, Alejandro Esteban” (c.n° 28/05,
S.C.A. 2186, L.XL, rta. el 23/04/08).”
“Es esta línea, debe recordarse que, el Alto Tribunal señaló que “…para determinar la validez de una
interpretación, debe tenerse en cuenta que la primera fuente de exégesis de la ley es su letra (Fallos 304:1820;
314:1849), a la que no se le debe dar un sentido que ponga en pugna sus disposiciones, sino el que las concilie y
conduzca a una integral armonización de sus preceptos (Fallos 313:1149;327:769).”, y que “…el principio de
legalidad (art.18 de la Constitución Nacional) exige priorizar una exégesis restrictiva
dentro del límite
semántico del texto legal, en consonancia con el principio político criminal que caracteriza al derecho penal
como la ‘ultima ratio’ del ordenamiento jurídico , y con el principio ‘pro homine’ que impone privilegiar la
interpretación legal que más derechos acuerde al ser humano frente al poder estatal”. (considerando 6°).”
“Concluye afirmando que “…el criterio que limita el alcance del beneficio previsto en el artículo 76 bis a los
delitos que tienen prevista una pena de reclusión o prisión cuyo máximo no supere los tres años se funda en una
exégesis irrazonable de la norma que no armoniza con los principios enumerados, toda vez que consagra una
interpretación extensiva de la punibilidad que niega un derecho que la propia ley reconoce, otorgando una
indebida preeminencia a sus dos primeros párrafos sobre el cuarto al que deja totalmente inoperante.”.
(considerando 7°).”
“Este criterio amplio ha sido el adoptado por esta Alzada en reiteradas oportunidades (conf. c.n° 22.664
“Cingolani, Jorge H. s/ suspensión de juicio a prueba”, reg.n° 24.193del 15/9/05 y sus citas, de esta Sala y c.n°
40.662 “Laperrausaz, Saverio s/no hacer lugar a la suspensión de juicio a prueba”, reg. n°1019, rta. el 5/9/08 de la
Sala I).”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani -Irurzun - Farah
23.8.2011
“Luna”
Causa 30.522
Reg. 33.334
J. 12 - S. 23
TENTATIVA. PAUTAS PARA SU EVALUACIÓN.
“Tal como lo describe Eugenio Zaffaroni “el tipo de tentativa…debe ser estudiado en dos planos: a nivel del tipo
objetivo, donde el punto inicial está dado por la delimitación con la actividad preparatoria, y también a nivel del
tipo subjetivo, donde se encuentra el actuar doloso del autor…En punto al tipo objetivo…otro elemento
93
caracterizante de la acción, de algún modo implícito en la idea de comienzo de ejecución, es el de que el acto sea
idóneo para la realización del tipo” (aut. cit, “Código Penal y normas complementarias. Análisis doctrinario y
jurisprudencial”, Tomo 2, págs. 113 y 115, Ed. Hammurabi, Bs. As., año 2002).” (Del voto del Dr. Farah)
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Ballestero - Farah
30.8.2011
“Ruiz”
Causa 44.949
ACCIÓN
PENAL.
Reg. 952
VIGENCIA.
PRESCRIPCIÓN.
J. 11 - S. 21
DELITOS
REPRIMIDOS
CON
PENAS
ALTERNATIVAS O CONJUNTAS. TÉRMINO ÚNICO.
“En primer lugar, hemos de destacar que esta Alzada ya ha afirmado, con arreglo al fallo “Telis” de la Sala II de
la Cámara Nacional de Casación Penal (causa n° 2515, reg. n° 3363 del 6/07/00), que “el término de prescripción
es único si se trata de delitos reprimidos con penas alternativas o conjuntas o si una pena es principal y la otra
accesoria (…) la prescripción no se rige entonces por la pena de naturaleza más grave, sino por la pena a la que
le corresponde el mayor término de prescripción” (ver causa n° 24.695 “Dechert”, reg. n° 26.396 del 15/02/07).”
(Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun)
“Sin perder de vista que en los dos precedentes citados el tema debatido se vinculaba al término de la
prescripción aplicable en supuestos de concurso ideal de delitos, resulta decisivo para la solución de este caso
repasar los fundamentos bajo los cuales se asienta la solución en ellos escogida.” (Del voto de los Dres. Cattani e
Irurzun)
“Como lo señala la doctrina dominante en la materia, la noción de aplicabilidad de la pena con prescripción más
prolongada deriva lógicamente de la unidad de la acción emergente de cada delito, la cual determina que
“mientras una de las penas [la] mantenga subsistente (…) será posible aplicar la otra que considerada en su
individualidad habría determinado su prescripción. La misma solución corresponde si de las penas aplicables
una es principal y la otra accesoria (…) porque el criterio de la unidad de la acción prima también sobre el
principio de que lo accesorio sigue a lo principal” (Nuñez, Ricardo C., “Tratado de Derecho Penal”, T° II, Ed.
Lerner, 2ª edición, 2ª reimpresión, Córdoba, 1988, pág. 175. Ver en el mismo sentido Soler, Sebastián, “Derecho
Penal Argentino”; T° II, Ed. Tea, 5° edición, Buenos Aires, 1989, pág. 543; Zaffaroni, Alagia y Slokar, “Derecho
Penal Parte General”, Ediar, Buenos Aires, 2000, pág. 862; y D´Alessio, Andrés José, “Código Penal Comentado
y Anotado. Parte General”, L.L., Buenos Aires, 2005, pág. 658).” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun)
“Por otra parte, el estudio de la historia de nuestra codificación penal muestra que el criterio expuesto en los
párrafos anteriores es el único que permite armonizar los preceptos legales en danza.” (Del voto de los Dres.
Cattani e Irurzun)
“En efecto, si bien la norma del actual artículo 62 inciso 3° fue establecida por el Código Penal sancionado en
1921, su inclusión había sido propuesta por primera vez -con redacción idéntica a la que hoy rige- en el proyecto
presentado en el año 1891, y sucesivamente también en los de 1906 y 1917 (conf. Zaffaroni y Arnedo “Digesto
de Codificación Penal Argentina” Ed. A-Z, 1996, Tomos I a IV).” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun)
“En primer término, debo señalar que el principio de legalidad ha sido constitucionalmente establecido en favor
de los derechos de los individuos, actuando como freno al poder represivo Estatal. En ese marco, nuestro máximo
Tribunal afirmó que el artículo 18 de la Constitución Nacional exige “...priorizar una exégesis restrictiva dentro
del límite semántico del texto legal, en consonancia con el principio político criminal que caracteriza al derecho
penal como la última ratio del ordenamiento jurídico, y con el principio que impone privilegiar la interpretación
legal que más derechos acuerde al ser humano frente al poder estatal...” (Conf. Fallos 331:858).” (Del voto del
Dr. Farah)
“Bajo tales lineamientos, no tengo dudas en cuanto a que la literalidad de la ley impide tomar como límite el
plazo previsto por el inciso 3° del artículo 62 del Código Penal, en tanto en él expresamente se estableció que la
acción penal prescribirá “A los cinco años, cuando se tratare de un hecho reprimido únicamente con
inhabilitación perpetua”.” (Del voto del Dr. Farah)
94
Poder Judicial de la Nación
“Tal exclusividad -no exigida para los casos de las penas temporales de reclusión o prisión cuya prescripción se
encuentra regulada en el inciso 2° del articulado citado-, se alza como un obstáculo para su aplicación al caso
bajo estudio, pues en el hecho típico imputado -infracción al artículo 268 (3)-, la inhabilitación se encuentra
prevista de manera conjunta con una pena de prisión.” (Del voto del Dr. Farah)
“Y sin perjuicio de los cuestionamientos que pudieran formularse en torno a lo que debió haber sido una correcta
hermenéutica legislativa -que, en todo caso, debieran ser canalizados por las vías constitucionalmente
establecidas para la modificación de las leyes-, la precisión con que ha sido redactada la norma impide soslayarla
con sustento en su supuesta armonización, en tanto “...cuando los términos de la ley son claros no corresponde a
los jueces apartarse de sus propósitos, so pretexto de evitar las deficiencias reales o presuntas que podrían
resultar de su aplicación...” (C.S.J.N., Fallos 213:405, entre otros).” (Del voto del Dr. Farah)
“Menos aún cuando, como en el caso, la adopción de un criterio distinto significaría introducir por vía judicial
una interpretación en perjuicio del imputado que, como tal, resultaría violatoria del principio constitucional de
legalidad contenido en el artículo 18 de la Constitución Nacional, en tanto “la única fuente productora de ley
penal en el sistema argentino son los órganos constitucionalmente habilitados y la única ley penal es la formal
de ellos emanada, conforme al procedimiento que establece la Constitución. La CN no admite que la doctrina,
la jurisprudencia ni la costumbre puedan habilitar poder punitivo” (conf. Sala I en causa n° 43.595 “Kristiaan”,
USO OFICIAL
rta. el 23/2/10, reg.n° 99 y sus citas; y, en similar sentido, de esta Sala, causa n° 26.851 “Ubieta”, rta. el 23/9/08,
reg.n° 28.962).” (Del voto del Dr. Farah)
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani -Irurzun - Farah
8.9.2011
“Jáuregui”
Causa 30.435
Reg. 33.424
J. 11 - S. 21
ALLANAMIENTO. MEDIDA PRACTICADA EN UNA FARMACIA SIN PRESENCIA DEL PERSONAL
DE ANMAT. NULIDAD. IMPROCEDENCIA
“Ninguna regla legal o constitucional obliga a la presencia de personal técnico de la ANMAT o del I.Na.Me. en
el caso de este tipo de registros domiciliarios dispuestos por la autoridad judicial.”
“La única normativa que prevé alguna intervención de personal del organismo en un registro de este tipo de
locales es la ley número 17.565 que regula el ejercicio de la actividad farmacéutica pero para el caso de que sea la
propia autoridad sanitaria la que solicite a las judiciales la orden de allanamiento y el auxilio de la fuerza pública
(conf. art. 58), o como mera colaboración en el caso de que estas últimas hagan uso de la facultad que allí se les
asigna de requerirla (conf. art. 56).”
“En efecto, éste último establece que los agentes fiscales intervinientes podrán solicitar la colaboración de un
funcionario letrado de la autoridad sanitaria para la atención de la causa, suministro de informes, antecedentes,
pruebas y todo elemento que pueda ser útil para un mejor desenvolvimiento del trámite judicial.”
“De hecho, generalmente, el organismo provee la presencia de personal especializado cuando es solicitada su
colaboración, tal como, por lo demás, ocurrió en este proceso con ocasión del primer allanamiento de la farmacia
en cuestión.”
“Teniendo en cuenta, además, que el libro recetario que se secuestró se encontraba fehacientemente identificado
por la intervención de la autoridad sanitaria en aquel primer allanamiento, es que no se advierte el perjuicio para
la parte que debe expresar todo planteo de nulidad que pretende prosperar.”
“Recuérdese que en materia de nulidades imperan los principios de conservación y trascendencia en virtud de los
cuales el procedimiento penal tiende a preservarse y no a derrumbarse por cuestiones de forma de las que no surja
una real afectación a las reglas del debido proceso legal en perjuicio directo de quien pretende tan extrema
sanción (Conf. Guillermo Rafael Navarro-Roberto Raúl Daray, “Código Procesal Penal de la Nación. Análisis
doctrinal y jurisprudencial”, Hammurabi, 3ra. Edición, Buenos Aires, 2008, Tomo 1, Págs. 460/1). De ahí que al
no advertirse que tal lesión haya aquí acaecido, es que habrá de mantenerse el temperamento adoptado.”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler – Ballestero - Farah
95
6.9.2011
Causa 45.899
“Kovach”
Reg. 993
J. 9 - S. 18
DEBIDO PROCESO. GARANTÍAS CONSTITUCIONALES. DEFENSA EN JUICIO. ALCANCES.
“…cuando el juez imputó un hecho sobre el cual no se había impulsado la acción -lo que es igual a decir que
excedía su objeto procesal- violó los principios ne procedat iudex ex officio y nemo iudex sine actore, que no
están pensados para proteger al Ministerio Público Fiscal –sería absurdo leerlos en clave de garantías del
organismo- sino para asegurar el debido proceso legal, garantía que ha sido arbitrada fundamentalmente a favor
del acusado (Fallos 272:188). Este sentido es bien comprendido en el memorial suscripto por el Dr. Carlos E.
Racedo, quien dice: “en salvaguarda del derecho de defensa en juicio del encausado y a efectos de aventar futuros
planteos nulificantes [agrega “o de cosa juzgada”], se impone declarar la nulidad de todo lo actuado a partir de
aquella exposición” (v. fs. 182).”
“Si nos guiásemos exclusivamente por la nulidad del acto, desatendiendo las consecuencias concretas de la
declaración del vicio, correríamos el riesgo de incurrir en un puro formalismo. Justamente Binder ejemplifica la
ideología del ritualismo –preocupada más por la defensa del trámite que por los principios de defensa- a través de
la declaración del imputado: “La doctrina está de acuerdo en la interpretación de las normas constitucionales
según las cuales ese acto es la manifestación más eminente del derecho de defensa (…) De este modo –y según lo
que ya hemos explicado- la ruptura de las formas obliga a una acción positiva de restauración del principio (por
eso ellas funcionan como garantías). Sin embargo, desde la ideología del ritualismo se ha utilizado ese quiebre
formal para restaurar el ´mero trámite´, pero ello no de un modo inocente o neutral, sino para dar una nueva
oportunidad a la interrogación, a la indagatoria como actividad central del proceso. En los delitos comunes, en
los que la confesión sigue ocupando un lugar central, la ´nulidad por la nulidad misma´ es un modo de asegurar el
funcionamiento selectivo del sistema. La práctica, en mengua pero aún no abandonada totalmente, de retrotraer el
proceso a etapas anteriores, supuestamente para ´reparar´ defectos formales de la declaración (…) cuando en
realidad con esa ´reparación´ se le causa un grave perjuicio al imputado, que afecta mucho más profundamente su
situación general y sus posibilidades de defensa” (Binder, Alberto M. “El incumplimiento de las formas
procesales”, Ad Hoc, Buenos Aires, 2000, pág. 88/89).”
“Simplemente se trata de entender que la garantía de defensa es una garantía frente al poder del Estado y que, por
ello, su invocación debe favorecer a su titular. De allí que, como dice Maier: “se equivoca quien extiende el
funcionamiento de la garantía al órgano estatal en cuyas manos se coloca el poder de persecución penal” (Maier,
Julio B. J. “Derecho Procesal Penal”, Ed. Del Puerto, Buenos Aires, 2004, pág. 543).”
C.C.C. Fed. Sala I
19.9.2011
Causa 45.652
Freiler – Ballestero - Farah
“Di Santo”
Reg. 1049
J. 12 - S. 23
DELITOS CONTRA EL HONOR. LEY 26.551. CALUMNIAS. INJURIAS. ARTS. 109 Y 110 DEL CP.
REQUISITOS TÍPICOS. LIBERTAD DE EXPRESIÓN. ALCANCES.
“Ahora bien, el derecho a la libre expresión e información goza de una protección constitucional amplia, puesto
que su ejercicio hace a la esencia del régimen republicano habiéndose afirmado la prevalencia de este derecho
frente al del honor individual, prevalencia de este derecho frente al del honor individual cuando la cuestión esté
vinculada con un asunto de interés público y sólo en la medida de ese interés (ver de la Sala de II de este fuero
cnº 12.439 “Ordoñez”, rta el 4/3/97, reg. nº 13.999 y sus citas)”.
“Asimismo, en vinculación con lo expuesto, y aún en el marco de la legislación anterior en la materia, se ha
considerado que la relación entre los delitos contra el honor y la libertad de expresión habrá de variar en su
contenido según que la víctima de la presunta ofensa se trate de un particular, o de un funcionario o persona de
actuación pública y la ofensa resulte una crítica a la función o actos que de alguna manera se relacionan con su
actividad, y que se suponen expuestos a la valoración pública”.
96
Poder Judicial de la Nación
“En este sentido, el 2 de mayo de 2008, en consonancia con aquellos criterios se pronunció la Corte
Interamericana de Derechos Humanos en el fallo “Kimel vs. Argentina” donde estimó pertinente ordenar al
Estado que adecue en un plazo razonable su derecho interno, en los delitos de calumnias e injurias, a la
Convención Americana, de tal forma que la imprecisiones reconocidas por el Estado Nacional se corrijan para
satisfacer los requerimientos de seguridad jurídica y, consecuentemente, no afecten el ejercicio de la libertad de
expresión (ver considerando 128 y sus remisiones a los puntos 18 y 66)”.
“Tal fallo finalmente condujo a la reforma legislativa en la materia que ahora nos rige, es decir en los supuestos
abarcados por los artículos 109 y 110 del Código Penal a través de la ley 26.551 promulgada el 26 de noviembre
de 2009, que si bien no estaban vigentes al momento de los hechos denunciados deben serles aplicados
retroactivamente toda vez que así lo impone el artículo 2 de ese cuerpo normativo”.
“Vale recordar la nueva redacción de los artículos 109 in fine y 110 in fine del C.P.N, en donde se estableció en el
primero de ellos que: “…En ningún caso configurarán delito de calumnia las expresiones referidas a asuntos de
interés público o las que no seas asertivas.” y, en el restante que “…En ningún caso configurarán delito de
injurias las expresiones referidas a asuntos de interés público o las que no sean asertivas. Tampoco
configurarán delito de injurias los calificativos lesivos del honor que guardasen relación con un asunto de
interes público”.
USO OFICIAL
“A partir de ello, y con el tipo penal así concebido -y a diferencia de lo que ocurría con su anterior redacción- se
abren mayores posibilidades de evaluar en cada caso la concurrencia o no de ilícito, por cuanto deberá
contrastarse si las declaraciones y/o publicaciones realizadas por el querellado, que el demandante reputa como
lesivos a su honor guarda relación con un asunto de interés público, puesto que la figura penal no impone otro
requisito distinto del enenuciado a fin de excluir la configuración del delito de injurias”.
“Tanto desde un punto de vista gramatical como histórico, resulta factible interpretar que la norma ha introducido
–en lo que aquí interesa- una causal de atipicidad de eventuales expresiones que intencionalmente deshonraren o
desacreditaren a una persona física determinda cuando ellas hubiesen guardado relación con un asunto de interés
público”.
“Ello significa que más allá del contenido de las expresiones vertidas, si se refieren a materias de aquella especie,
no resultarán antinormativas desde el punto de vista jurídico-penal”.
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Farah
30.09.2011
“Piñeyro”
Causa 45.722
Reg. 1108
J. 4 - S. 7
DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD PÚBLICA. ART. 189 BIS CP. ACOPIO. REQUISITOS TÍPICOS.
COMPETENCIA.
“Si bien la ley 25.886 modificó el artículo 189 bis entre otros del C.P., no ha establecido en forma explicita el
límite entre las figuras en competencia.”
“La doctrina ha definido a la figura de acopio, prevista en el art. 189 bis inciso 3°, como: “... Acopia el que reúne
de manera considerable, superior a lo que el uso común o deportivo puedan justificar…” (Conf. Derecho Penal
Argentino, Soler, Sebastián, Tomo IV, pág. 609, Editorial Tea, Buenos Aires, año 1996).”
“Asimismo, se sostuvo que también es aplicable esa figura cuando: “… no demuestre que tiene finalidad de
colección por el carácter de las armas, la diversidad de los tipos o modelos u otra circunstancia que determine
esa finalidad…” (Creus, Carlos, Derecho Penal Parte Especial, Tomo II, Edición 1996, pág. 33).”
“La jurisprudencia estableció también ciertas pautas de exégesis al sostener que: “… también debe orientarse a
las circunstancias en que fueren habidos, demostrativas de que se los guarda con la intención de que,
eventualmente, puedan ser empleados por muchas personas, lo que refuerza su potencialidad dañosa para el
bien jurídicamente protegido: la seguridad pública…” (CNCP, CN° 3.633 “Piras,
D”, reg. Nº 4.506,
10/8/2001).”
“Este Tribunal, en anterior composición, sostuvo por su parte que: “…la cantidad de armas y municiones de
97
guerra halladas en poder del encausado… es realmente considerable, basta tan sólo con mencionar dos pistolas
calibre 9mm, cuatro ametralladoras, dos fusible; 100 cartuchos a bala; entre otros efectos de similar especie,
para concluir en que el encuadre jurídico adecuado sería el acopio de armas y municiones de guerra…” (CN°
26.907 “Díaz, José y otro”, reg. Nº 51, rta. 8/02/96; CN° 43.137 “Ponce Portilla”, reg. N° 1061, rta. 29/9/099).”
C.C.C. Fed. Sala I
8.9.2011
Causa 45.839
Freiler – Ballestero - Farah
“Romero”
Reg. 1014
J. 7 - S. 14
DETENCIÓN. REQUISA. PROCEDIMIENTO POLICIAL. REQUISA PERSONAL. REQUISITOS PARA
SU PROCEDENCIA. ARTS. 230 Y 184 CPPN. NULIDAD. PROCEDENCIA.
“Al respecto, el art. 284 del C.P.P.N. dispone que: “los funcionarios... de la policía tiene el deber de detener, aún
sin orden judicial... al que intentare un delito de acción pública reprimido con pena privativa de libertad, en el
momento de disponerse a cometerlo... excepcionalmente a la persona contra la cual hubiere indicios vehemente
de culpabilidad, y exista peligro inminente de fuga o de serio entorpecimiento de la investigación... (Y) a quien
sea sorprendido en flagrancia en la comisión de un delito de acción pública reprimido con pena privativa de
libertad”.” (Del voto de los Dres. Freiler y Ballestero)
“A su vez, el artículo 230 bis del mismo cuerpo normativo establece taxativamente los supuestos en que
excepcionalmente las fuerzas de seguridad pueden prescindir de la orden judicial previa, necesaria para llevar a
cabo una requisa personal de modo de reglamentar los derechos constitucionales en juego. En este sentido, la
norma exige el requisito de objetividad, es decir, la exigencia de que el procedimiento policial se vea respaldado
por elementos objetivos que admitan luego el contralor jurisdiccional.” (Del voto de los Dres. Freiler y
Ballestero)
“Siguiendo este orden de ideas, no es factible tolerar que la intervención policial se lleve a cabo desconectada de
cualquier situación objetiva que la justifique. De modo que para comprobar la razonabilidad del acto fundado en
el juicio del preventor, será necesario “...que los tribunales exijan, llegado el caso, que el policía que cumplió la
detención identifique cuáles fueron las circunstancias debidamente fundadas que lo llevaron a presumir que
estaba ante la inminencia de la comisión de un hecho ilícito” (Carrio, A, Garantías Constitucionales en el
Proceso Penal. Ed. Hammurabi, Bs. As., 2006, p. 227, ver también CSJN, P. 1666, XLI, “Peralta Cano, M. E. s/
inf. ley 23.737", c. 50.176, 3/5/07).” (Del voto de los Dres. Freiler y Ballestero)
“El artículo citado prescribe: “... los funcionarios de la policía y fuerzas de seguridad, sin orden judicial, podrán
requisar a las personas e inspeccionar los efectos que lleven consigo... con la finalidad de hallar la existencia de
cosas probablemente provenientes o constitutivas de un delito o de elementos que pudieran ser utilizados o para
la comisión de un hecho delictivo de acuerdo a las circunstancias particulares de su hallazgo, siempre que sean
realizadas: a) con la concurrencia de circunstancias previas o concomitantes que razonable y objetivamente
permiten justificar dichas medidas respecto de persona o vehículo determinado y b) en la vía pública o en
lugares de acceso público...”.” (Del voto de los Dres. Freiler y Ballestero)
“De tal forma, la urgencia y las circunstancias previas que objetiva y razonablemente justifiquen la requisa
representan la única vía de excepción para prescindir de la orden judicial.” (Del voto de los Dres. Freiler y
Ballestero)
“Por otra parte, se ha dicho que: “...como paso previo y concomitante, la detención de una persona no sólo
requiere cumplir con los recaudos que prevee esa norma, sino también con aquellos abarcados por el artículo
284 del código de rito. En los supuestos que estamos abordando no se trata de personas que son aprehendidas y
conducidas sin más en presencia de la magistratura sino que, inmediatamente después de lo primero son
sometidas a una segunda injerencia: la requisa e inspección de los efectos personales que cargan. Por ello,
estamos ante la sumatoria de dos situaciones que han sido concebidas como excepciones” (Cfr. causa n° 39.912
“Silverizzo, Sebastián s/ inf. ley 23.737” rta. el 03/07/07, reg. 696, de esta Sala).” (Del voto de los Dres. Freiler y
Ballestero)
98
Poder Judicial de la Nación
““De tal modo, no es admisible que la práctica desnaturalice el instituto legal y convierta lo excepcional en
regla. Cuando así sucede los tribunales tienen la misión de apuntar o corregir lo actuado por fuera de los
lineamientos normativos invalidando si es necesario aquello que no se compadezca con la ley y su base
constitucional” (conf. C.N° 37.727, “Sidero Fernando s/proc. y embargo”, rta. el 29/6/05, reg. 640 y sus citas;
Cn° 41.413, Cabrera, Pablo s/sobres., rta. el 14/11/06, reg. 1240).” (Del voto de los Dres. Freiler y Ballestero)
“A la luz de todo lo expuesto, en autos no se advierte que se hayan configurado los extremos exigidos por el
artículo 284 del C.P.P.N. para proceder a la detención ni por el art. 230 bis del mismo cuerpo legal para efectuar
la requisa.” (Del voto de los Dres. Freiler y Ballestero)
“En consecuencia, no se verifican las razones de carácter objetivo que permitan arribar a una sospecha concreta
de la concurrencia de los presupuestos legales, conforme surge de la declaración obrante a fs. 1/2 y 190 de las
actuaciones principales. Si esto se observa a la luz de los parámetros apuntados, es evidente que tanto la
detención como la requisa practicada sobre los imputados excedieron las facultades del personal policial pues se
practicaron sobre la base de un juicio subjetivo que, como tal, no es posible controlar jurisdiccionalmente.” (Del
voto de los Dres. Freiler y Ballestero)
“En consecuencia, y de acuerdo a lo señalado en los párrafos que anteceden, esta Sala considera que la detención
y requisa practicada sobre González Vidal y Carhuamaca resultan nulas, y en tanto que “un procedimiento ilegal
USO OFICIAL
a su inicio no se legitima por lo que resulte de él” ( Byars v. United States”, 273 US 28, 1927; fallo citado en la
CN° 39.850 “Amaya, José Norberto s/ infracción ley 23.737", reg. 1386), todo lo obrado correrá la misma
suerte.” (Del voto de los Dres. Freiler y Ballestero)
“En efecto, las manifestaciones de ambos policías, si bien escasas, dan cuenta de un escenario previo que leído en
su contexto puede ser considerado prima facie un presupuesto habilitante para la intervención del aparato
estatal.”(Del voto del Dr. Farah)
“Tal como se dijo en la anterior oportunidad (fs. 161/162vta.), la declaración de nulidad es un remedio extremo y
de interpretación restrictiva (CSJN, Fallos 325:1404, 323:929, 311:1413 y 311: 2337, entre otros), por lo que el
principio de preservación me inclina a considerar como la mejor solución la convalidación provisoria del
procedimiento policial, sujeto a cuanto surja del debate propio de la etapa oral, donde rigen con mayor amplitud
los principios de contradicción e inmediatez (conf. C.N.C.P., Sala I, c. nro. 8124, “Chiaramonte, M. s/ recurso de
casación”, reg. Nro. 11358.1, rta. el 29-12-07, entre otras).” (Del voto del Dr. Farah)
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler – Ballestero - Farah
1.9.2011
“González Vidal”
Causa 45.814
DOCUMENTOS.
Reg. 976
FALSIFICACIÓN.
USO.
CHEQUE.
J. 3 - S. 5
ESTAFA.
CONCURSO
DE
DELITOS.
COMPETENCIA.
“En esta dirección consideramos que, sin perjuicio de la calificación legal que en definitiva corresponda, el centro
de la pretensión de la defensa radica en descartar la relevancia normativa de la conducta de haber presentado al
cobro un cheque falsificado y en que, a todo evento, se remitan por incompetencia las actuaciones a la justicia
ordinaria”.
“El argumento vinculado con la falta de intervención de Boldrini en la adulteración del cheque o con el carácter
normativo de este instrumento no resulta adecuado para lograr aquella finalidad desde el momento en que, se
trate de un documento público o privado, su utilización es la que genera el peligro para los bienes jurídicos
protegidos por las normas que tutelan a la fe pública (más allá de que en el primer caso dicho riesgo represente el
resultado de desplazar, por subsidiariedad tácita, el riesgo abstracto generado por la falsificación, mientras que en
el segundo radique, en sí mismo, en la válvula de represión de conductas de la especie) –vid., en este sentido, de
esta Sala, causa nro. 36.606, caratulada “Banco Río S.A. s/incompetencia”, resuelta el 21/12/04, Reg. nro. 1421,
entre muchas otras-”.
“Sin embargo, los hechos en cuestión se circunscribieron como dos sucesos independientes –tanto fáctica como
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jurídicamente- (lectura consentida por las partes), sin perjuicio de que ambos hubiesen sido atribuidos a Boldrini.
Por ello, más allá de la posible identidad del autor y de la calificación legal que en definitiva le corresponda, el
segundo hecho no es uno de aquellos que comprometen los intereses a los que alude el art. 33 del C.P.P.N., por lo
cual habrá de ser investigado en forma separada (Fallos 302:1220; 308:2552; 318:2675 y competencia nro. 16 L.
XXXV in re: “Cedarri, Osvaldo s/ denuncia”, resuelta el 16 de marzo de 1999, cfr. c/n° 45.652, “Di Santo
Cristian Javier s/acopio de armas, art. 189 bis 5to. párrafo del C.P.”, rta. el 19/9/2011, reg. N° 1049)”.
“Aun cuando el cheque adulterado que se habría presentado al cobro constituyese un instrumento público,
privado o fuese equiparable a la moneda en los términos del art. 285 del C.P., correspondería al fuero ordinario
continuar con la investigación de la causa, en lo que respecta a este suceso y definir, con la debida audiencia de
las partes, la calificación legal que en definitiva corresponda”.
“La Corte Suprema de Justicia ha dicho, con remisión al dictamen del Procurador General de la Nación que:
“…Si bien la ley 25.930 ha modificado el artículo 285 del Código Penal al equiparar la falsificación de las
tarjetas de crédito a la de moneda nacional entiendo que, tal como sostiene el fiscal federal a fojas 60, lo es al
sólo efecto de su penalidad, tal como sucede respecto de otros instrumentos de crédito allí mencionados. Esta
conclusión se ve reflejada en los antecedentes parlamentarios de esa norma cuando el Diputado Simón F.
Hernández sostuvo que: ´La falsificación…de los instrumentos en cuestión vulnera todo el sistema jurídico legal
establecido en torno a los mismos, generando perjuicios tanto para las entidades financieras, empresas y
comercios que las emiten o reciben, cuanto para los propios usuarios, con la consiguiente desacreditación e
inseguridad de todo el sistema financiero y crediticio´ y que ´…la actividad cuyas normas se vulneran no se
encuentra comprendida dentro de las funciones indelegables que el Estado ejerce en su carácter de tal (como sí lo
está la emisión de moneda de curso legal)´ (Cámara de Deiputados de la Nación, Sesiones Ordinarias 2002,
Orden del día n° 869, página 5)…”.
“Por ello, en esa ocasión, se declaró la competencia de la justicia local (cfr. Rodríguez Ruiz, Hugo Andrés s/
estafa, 11/9/07)”.
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Farah
29.09.2011
“Boldrini”
Causa 45.934
Reg. 1101
J. 6 - S. 12
EFECTOS SECUESTRADOS EN CAUSAS PENALES. SUJECIÓN A DISPOSICIÓN DEL TRIBUNAL.
ESTUPEFACIENTES. ART. 30 LEY 23.737.
“Existe una fundada sospecha de que el vehículo (…) habría sido utilizado por el imputado (…) para desarrollar
la venta de drogas que en autos se le atribuye -ver fs. comunicación nro. 15 y 26 de fecha 14 de mayo del
corriente año, CD 5; auto de procesamiento 850/882-. Ante este escenario, no debe perderse de vista que: (…)
los efectos secuestrados en causas penales deben quedar sujetos a disposición del juzgado a los fines del artículo
23 del C.P. mientras perdure la sustanciación del proceso y a resultas de éste, siempre y cuando sean elementos
que permitan demostrar la configuración del hecho investigado, es decir, constituyan elementos de prueba, o
bien puedan haber sido adquiridos con su producido (…)” (c/n° 43.009 “Incidente de entrega de rodado de
Jorge Isaac Véliz Espíritu”, reg. 1136, rta. 16/10/09, con cita de c/n° 42.963 “Rojas…”, rta. 14/03/09, reg. 455).
En igual sentido se alzan las disposiciones del artículo 30, último párrafo de la ley 23.737”.
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Farah
29.09.2011
“Inc. De restitución de rodado”
Causa 45.935
Reg. 1095
J. 12 - S. 24
ELEVACIÓN A JUICIO. REQUERIMIENTO. REQUISITOS FORMALES. NULIDAD. IMPROCEDENCIA.
“…el requerimiento de elevación a juicio proporciona la plataforma fáctica sobre la que habrá de discurrirse en el
debate. Esa “relación clara, precisa y circunstanciada de los hechos…” se obtiene mediante la mención
detallada de todas las circunstancias de tiempo, modo y lugar en que la conducta del imputado se exteriorizó y
100
Poder Judicial de la Nación
cualquier otro dato de interés para el encuadramiento legal del hecho y la selección y graduación de la pena y
sólo prosperará su nulidad cuando se afecte realmente el derecho de defensa del acusado (D´Albora, Francisco,
“Código Procesal Penal de la Nación”, Lexis-Nexis, Buenos Aires, 2003, tomo II, pág. 740). En igual sentido, se
ha dicho que hay nulidad del requerimiento cuando se configura la falta de una adecuada relación del hecho
adjudicado, en tanto de ella derive la imposibilidad del imputado de ejercer útilmente su derecho de defensa en el
proceso, ante la imprecisión de su objeto (Navarro, Guillermo y Daray, Roberto, “Código Procesal Penal de la
Nación”, Hammurabi, BsAs, 2004, tomo II, pág. 951).”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani -Irurzun - Farah
13.9.2011
“Gettar”
Causa 30.473
Reg. 33.449
J. 6 - S. 12
ESTUPEFACIENTES. TENENCIA COMPARTIDA DE DROGA. DELITOS DE TENENCIA. ALCANCES.
IMPUTACIÓN OBJETIVA. PROHIBICIÓN DE REGRESO.
“…esta Sala ha señalado que la prohibición de regreso, como instituto de la imputación objetiva -y por ello
normativa, en este caso, de la acción a la norma- resulta útil para diferenciar aquellos casos de acciones
adecuadas socialmente de supuestos de participación jurídico-penalmente relevantes. Ahora bien, para afirmar o
USO OFICIAL
negar su concurrencia es preciso, con antelación a preguntarnos por el dolo -al que sólo podemos acudir una vez
afirmado el tipo objetivo, puesto que en otro caso sería únicamente lo interno el fundamento de la pena (cfr.
Jakobs, Gunther, “Criminalización en el estadio previo a la lesión de un bien jurídico”, en “Estudios de
Derecho Penal”, UAM Ediciones y Civitas, 1° Edición, Madrid, 1997, ps. 293/324)-, verificar, en el plano
fáctico, las circunstancias que rodearon a las acciones estudiadas y, de ese modo, los roles que cumplieron cada
uno de los actores (conf. c/n° 41.069, “Lemos, Hugo César y otra s/ procesamiento con prisión preventiva”, rta.
el 18/10/07, reg. 1212-).”
“Desde el plano objetivo, el único dato que permite sostener el conocimiento de la nombrada acerca de la
conducta desplegada por su hermana, es el intercambio divisado por el personal preventor y el posterior hallazgo
de material en la guantera y debajo del asiento del acompañante del automóvil. Si bien tal aspecto permitiría,
prima facie, pensar que la sustancia permanecía en su ámbito de custodia, la inexistencia de otros elementos que
permitan vincular a la encausada con la actividad, sumado a su expresa negativa y a la asunción exclusiva de
agencia –que incluye el poder de disposición de la droga- por parte de su hermana, impiden afirmar que más allá
de compartir el espacio físico, Denisse Ángela Algoner Lima hubiese tenido señorío sobre los elementos así
como la disposición interna trascendente en lo que respecta a la finalidad de la tenencia (cfr. c/n° 41.476,
“Cabuche”, rta. el 04/02/08, reg. 30).”
C.C.C. Fed. Sala I
1.9.2011
Causa 46.049
Freiler - Ballestero - Farah
“Algoner Lima”
Reg. 969
J. 6 - S. 12
EXCARCELACIÓN. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA.
“Ahora bien, a los fines de dirimir la controversia suscitada respecto a la vigencia de la medida de coerción que
pesa sobre el imputado, inicialmente ha de señalarse que si bien la penalidad con que se encuentra reprimido el
delito endilgado -que implica la amenaza de una alta pena, de efectivo cumplimiento- permite, a priori, tener por
acreditada la presunción -de carácter legislativo- de que Christian Osman intentará eludir la acción de la justicia
(cfr. arts. 312, 316 y ccdtes del C.P.P.N.), ello no resulta suficiente, por sí solo, para justificar su encarcelamiento
preventivo.”
“Esta Sala ya ha expresado que al evaluar la procedencia de una medida restrictiva de la libertad como la aquí
examinada deben valorarse, además del riesgo procesal que importa la amenaza de una pena de efectivo
cumplimiento, el resto de las circunstancias del caso, en miras a asegurar los fines del proceso -descubrimiento de
la verdad material y realización de la ley sustantiva-. No debe perderse de vista que, a la luz de nuestra
101
Constitución Nacional y las normas internacionales incorporadas a la misma, el derecho de permanecer en
libertad durante el proceso, basado fundamentalmente en el principio de inocencia del que goza todo imputado,
sólo puede ceder frente a la necesidad de garantizar la actuación de la ley penal (cfr. causa no. 37.788 “Incidente
de eximición de prisión de Páez, Gustavo E.”, rta. el 29/04/05, reg. 345; causa no. 41.481, “Salto, Eudoro s/
procesamiento con prisión preventiva”, rta. 11/01/08, reg. 13, causa no. 44.521, “Prieto Mendoza, Julio Daniel y
otros s/procesamiento con prisión preventiva”, rta. el 22/07/10, reg. 708; causa no. 44.627, “Albarado, Carolina
Marcia s/procesamiento”, rta. el 20/08/2010, reg. 784; causa no. 44.923 “Luna Rodríguez y otro s/procesamiento
y prisión preventiva”, rta. el 9/11/10, reg. 1119, causa no. 45.026 “Cicopieri, Jonathan s/procesamiento y prisión
preventiva”, rta. el 24/11/10, reg. 1180, entre otras).”
“En ese sentido lleva dicho esta Sala que las prescripciones legales de los artículos 316 y 317 del código de rito
no pueden representar más que un parámetro relevante para evaluar la existencia de riesgos procesales. Y no
obstante su configuración, pueden existir circunstancias que permitan descartar esos riesgos aun frente a una
elevada amenaza de pena. Esto es así porque sólo los elementos de cada caso concreto pueden fundar
válidamente –en tanto permitan presumir la existencia de estos riesgos procesales- el encarcelamiento preventivo
de un imputado (ver de esta Sala, causa n° 37.956 “Mendoza, Antonio y otros s/procesamiento y prisión
preventiva”, rta. el 14/7/2005, reg. n° 719 con citas de la Cámara Nacional en lo Criminal y Correccional).”
“De esta manera, sólo se habilita el encierro preventivo de una persona cuando se haya descartado la posibilidad
de que otros medios menos lesivos de derechos fundamentales también garanticen los fines que se le reconocen a
la prisión preventiva.”
“Finalmente, que no cuente con un trabajo estable no puede entenderse como un elemento determinante a los
fines de rechazar su excarcelación, debido a que, tal como hemos señalado en precedentes similares, tal
circunstancia no puede llevar sin más a la afirmación de que un imputado intentará fugarse. De hecho, admitir
como eficaz un criterio semejante supondría convalidar una ilegítima presunción que colocaría por fuera de los
mecanismos y garantías básicas generales a todo un sector de la población por el mero hecho de carecer de un
empleo permanente. Por tal motivo, esos argumentos no resultan suficientes ni válidos para dar sustento a una
medida que afecta severamente uno de los principales derechos fundamentales de los hombres (cfr. de esta Sala
causa N° 42.727, “Zárate González, Teodolina s/excarcelación”, reg. N° 9, rta.: 13/01/09; causa N° 45.223,
“González, Emanuel s/prisión preventiva, reg. N° 1437, rta.: 29/12/10; entre otras).”
C.C.C. Fed. Sala I
8.9.2011
Causa 46.097
Freiler – Ballestero - Farah
“Osman”
Reg. 1009
J. 7 - S. 13
HONORARIOS. PAUTAS PARA FIJAR SU MONTO.
“Que lleva dicho el Tribunal en reiterados precedentes que tales parámetros arancelarios no tienen carácter
vinculante y que, tratándose de una actividad desregulada desde la entrada en vigencia del Decreto/Ley 2284/91,
sólo constituyen un punto de vista orientativo y coadyuvante al tiempo de justipreciar su determinación, que debe
ser integrado al contexto de pautas que establece el artículo 29 de la ley 20.305 (cf. causa n° 15.852 “Moo Hong
Hyon” del 9/9/99, reg. 16.807; causa n° 22.565 “Fernández Marengo” del 4/8/05, reg. 23.999; causa n° 28.866
“Hess, Myriam” del 2/10/08, reg. n° 29.006; y causa n° 27.521 “Cha, Eui Nam” del 30/3/09, reg. n° 29.676).”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani -Irurzun - Farah
1.9.2011
“Bravo”
Causa 30.575
Reg. 33.388
J. 3 - S. 5
JUEZ. DIRECCIÓN DEL PROCESO. NEGATIVA DE REALIZAR MEDIDAS DE PRUEBA PROPUESTAS
POR LAS PARTES. ART. 199 CPPN. NULIDAD. IMPROCEDENCIA.
“La Sala ha dicho en reiteradas ocasiones que el régimen de nulidad es de carácter restrictivo. En este sentido,
Binder sostiene que: “…Debe quedar claro que la nulidad nunca se declara a favor de la ley, sino siempre para
102
Poder Judicial de la Nación
proteger un interés concreto, que ha sido dañado. Este principio... tiene relación...con el sentido de las formas,
que siempre protegen un interés particular” (Binder, Alberto M., “El incumplimiento de las formas procesales”,
Ad-Hoc, Bs.As., 2000, pág. 29). Y ello es así pues, como se ha considerado en diversos precedentes, lo que se
trata de aventar son retrogradaciones inútiles del proceso que puedan comprometer el derecho de defensa en
juicio y a ser juzgado en un plazo razonable (cfr. c. 43.989 “Arias Duval, Alejandro” del 21/12/10, reg. 1366).
Precisamente es por ello que para que opere la anulación pretendida debe constatarse la concurrencia de un real
perjuicio para la parte.”
“Sin perjuicio de los cuestionamientos que puedan dirigirse a la figura del juez de instrucción como director de
la investigación, lo cierto es que el art. 199 en general y el 239 del CPPN, en especial, lo invisten de la facultad
de tomar las medidas útiles para averiguar la verdad y en este sentido, lo obligan a interrogar a las personas que
puedan aportar datos conducentes a ese fin. (Ver en un sentido similar, C.C.C.Fed., Sala I, C.25.181, “Soria,
Heriberto H.”, del 4/11/93, reg. 748; C.30.807, “Antico, Horacio” del 21/5/99, reg.376, C.38.846, “De
Santibañes, Fernando”, del 17/5/06, reg.422 y C.38.944, “Tell, Alberto Máximo”, del 17/5/06, reg. 425; c. 44.171
“Comparatore Luis s/recurso de queja” del 4/05/10, reg. 400; c.44.420 “MICELI, Felisa s/fiscal apela diligencias
probatorias”, entre muchas otras).”
“La circunstancia de que el juez a quo haya citado a Bardales Agurto en los términos del artículo 239 y siguientes
USO OFICIAL
de la ley de rito no implica violación a la garantía del artículo 18 de la Constitución Nacional, en la medida en
que dicha convocatoria ha estado particularmente signada por su condición de testigo, es decir, como una persona
“que sin estar excluida de esa posición por un papel procesal de otro tipo, debe dar a conocer sus percepciones
sobre los hechos ante el juez por medio de una declaración”. (cf.Roxin, Claus, “Derecho Procesal Penal”,
Editores del Puerto, Bs.As. 2000, pag. 219).”
“Ello, sin perjuicio de que, si durante el transcurso de la causa se forma en el ánimo del juzgador motivo
suficiente para sospechar respecto del imputado en los términos del artículo 294 del ordenamiento formal, pueda
éste volver a convocarlo para transmitirle la imputación y, en su caso, recabar sus dichos previo relevarlo del
juramento prestado. Ello, claro está, al margen de la idoneidad o valor probatorio de los actos que ha recibido el
juez (c. 34.450, “Zavala, Osvaldo y otros s/ nulidad”, del 27/08/02, reg. 861; c. 39.246, “Gil Alvarengo, Carlos”,
del 14/11/06, reg. 1254; c. 39.762: “Romero, Oscar A. s/ rechazo de nulidad”, del 14/12/06, reg. 1389).”
“En este caso, la convocatoria como imputado respondió a que, frente a dichos que podían comprometer la
prohibición de autoincriminación, el juez decidió relevarlo de juramento de decir verdad para rodear al acto de
todas las garantías que protegen al justiciable, entre ellas, la de contar con defensa técnica, entrevistarse con su
abogado antes de la declaración, el de guardar silencio, sin que éste sea evaluado en su contra, etc.”
“Por ello es que, a todo evento, nos encontraríamos frente a un supuesto de prohibición de valoración probatoria
respecto de la primera declaración obtenida bajo juramento.”
C.C.C. Fed. Sala I
6.9.2011
Causa 45.092
Freiler – Ballestero - Farah
“Badales Agurto”
Reg. 994
J. 12 - S. 24
JUEZ. JUEZ NATURAL. DEBIDO PROCESO. ALCANCES.
“A diferencia de lo que ocurre en el ámbito del Ministerio Público Fiscal, donde el Procurador General de la
Nación puede disponer, por razones de política criminal, la formación de unidades especializadas en
determinados temas, con el objeto de que colaboren con los correspondientes fiscales de cada sumario, tales
dependencias especiales son inadmisibles en el ámbito del Poder Judicial de la Nación por la propia naturaleza de
la jurisdicción (cfr. Res. PGN n° 60/03 -que crea la UFASE-, n° 123/06 -que crea la UFIMA- y n° 14/07 -que
crea la UFI de Seguimiento de Causas por Violaciones a los Derechos Humanos-, entre muchas otras).” (Del voto
del Dr. Freiler).
“Los magistrados del Poder Judicial tienen vedada esa línea de actuación, bajo riesgo de convertirse en aquellas
comisiones especiales que se encuentran expresamente prohibidas por nuestra constitución nacional (art. 18) (en
103
este mismo sentido, ver Maier, Julio B, “Derecho Procesal Penal, Fundamentos”, Editores del Puerto, Buenos
Aires, 1996, tomo I, págs. 763 y ss; Jorge Clariá Omedo, “Derecho Procesal Penal”, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe,
2001, tomo I, págs. 69 y ss; A. Vélez Mariconde, “Derecho Procesal Penal”, Marcos Lerner Editora, Córdoba,
1986, tomo II, pags. 49 y ss; José I. Cafferata Nores, “Proceso Penal y Derechos Humanos”, Editores del Puerto,
Buenos Aires, 2007, págs. 109 y ss; Raúl Washington Abalos, “Código Procesal Penal de la Nación, comentado,
anotado, concordado”, Ediciones Jurídicas Cuyo, Mendoza, 2005, tomo IA, págs. 21 y ss; Francisco D’ Albora,
“Código Procesal Penal. Anotado. Comentado. Concordado”, Lexis Nexis Abeledo Perrot, Buenos Aires, 2003,
tomo I, págs.1 y ss).” (Del voto del Dr. Freiler).
“Esta Sala ya tuvo ocasión de cuestionar este tipo de conducta advertida en algunos magistrados de este fuero
federal quienes, valiéndose de requerimientos de instrucción elaborados de un modo excesivamente amplio,
condujeron investigaciones igualmente amplias, extendiendo su competencia respecto de un delito en particular o
de un grupo de delitos cometidos en una determinada zona geográfica, de un modo similar al que aquí
criticamos.” (Del voto del Dr. Freiler).
“Concretamente, sostuvimos que “...una descripción del objeto procesal tan amplia como la formulada en autos
que, como dijimos, no contiene la descripción de un hecho, se enfrenta con la garantía del juez natural, y ubica
al magistrado en una posición semejante a la de un tribunal ad hoc (o incluso de una comisión especial: aquel
que investiga el paco en la villa 21). En estos supuestos, la asignación deja de ser aleatoria, el marco temporal y
geográfico propio del actuar humano se desdibuja y aparece, en su lugar, un único juez instructor encargado de
investigar, ya no acontecimientos concretos, sino un sinnúmero de inimaginables formas en que una determinada
inquietud social podría exteriorizarse...” (voto en disidencia del Dr. Freiler en la causa n° 44.185, “Celestino
Gómez”, rta. 7/05/10, reg. n° 425 y causa n° 44.542, “Villacorta Díaz”, rta. 13/07/10, reg. n° 698, entre otras).”
(Del voto del Dr. Freiler).
“La prohibición de comisiones especiales no sólo estuvo pensada por el constituyente para aventar la repetición
de ejemplos históricos de jueces ad hoc deliberadamente establecidos para la persecución de una persona -o
grupos de personas-, sino también para crear resortes institucionales que evitaran su formación, aun cuando ésta
no hubiese sido determinada por una decisión deliberada. Y ello es así pues bajo las normas constitucionales
pertinentes reside, en última instancia, la libertad de todos los ciudadanos.” (Del voto del Dr. Freiler).
“Es una obligación internacional del Estado investigar la verdad de lo sucedido durante el terrorismo de Estado,
mientras que constituye un derecho de las víctimas acceder a ella. También es una obligación del Estado reprimir
las graves violaciones a los derechos humanos. Estas obligaciones sólo pueden cumplimentarse a través de
procesos legales y eficientemente ordenados, a cargo de los jueces naturales de la causa. El relajamiento de
límites procesales, en especial en lo que atañe al juez competente, atenta contra aquellos objetivos. La buena y
obligatoria intención de establecer identidades suprimidas se ve menoscabada cuando, de hecho, se acumulan en
un solo juez numerosas investigaciones que, por el propio aluvión, van perdiendo su norte.” (Del voto del Dr.
Freiler)
C.C.C. Fed. Sala I
1.9.2011
Causa 44.891
Freiler - Farah
“Dr. Castiñeiras”
Reg. 972
J. 2 - S. 3
MEDIDAS CAUTELARES. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA.
“…este Tribunal ha tenido ocasión de señalar, de conformidad con el criterio sustentado por la Corte Suprema de
Justicia de la Nación que “Una medida de no innovar no puede ser utilizada para incumplir una orden de otro
juez, al respecto, resulta aplicable el criterio según el cual una cautelar de tales características, no puede, como
regla, interferir en el cumplimiento de pronunciamientos judiciales, ni ser empleada para impedir u obstaculizar
el derecho de índole constitucional de ocurrir a la justicia para hacer valer los derechos que las partes
interesadas consideran tener. ” (Conf. CSJN Fallos 319:1325 y 326:3358 entre otros; ver de esta Sala Causa n°
30.311, “Incidente de apelación de Pierrestegui, Jorge Alberto”, Reg. n° 32.921, rta. 23/5/2011 y sus citas).”
104
Poder Judicial de la Nación
“En este último se agregó además que la “doctrina y jurisprudencia mayoritaria consideran imposible paralizar
actuaciones de otro juicio mediante la prohibición de innovar”.”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani -Irurzun - Farah
1.9.2011
“Perdomo Berrueta”
Causa 30.658
Reg. 33.400
J. 2 - S. 4
PLAZOS PROCESALES. PLAZO PREVISTO POR EL ART. 306 CPPN. CACÁTER ORDENATORIO DE
LOS PLAZOS.
“Es cierto que en relación al vencimiento del plazo previsto por el artículo 306 del código adjetivo, este Tribunal
ha sostenido en reiteradas oportunidades, que el término es ordenatorio (conf. causas n° 28.829 “Vera”, Reg. n°
768 del 19/09/1997; n° 33.517 “Trombetta”, reg. n° 1025 del 1/11/01; n° 35.828 “Ducler”, Reg. n° 1046 del
29/05/05, entre otros). También lo es, que en autos hay personas privadas anticipadamente de su libertad, por lo
que el planteo de la defensa reviste seriedad. Sin embargo, no pasa desapercibido que la situación examinada se
registra en un proceso de importante complejidad, varios imputados, hechos graves, personas prófugas y líneas
abiertas de investigación.”
C.C.C. Fed. Sala I
USO OFICIAL
22.9.2011
Causa 46.138
Freiler – Ballestero - Farah
“Maquera Gutiérrez”
Reg. 1061
J. 11 - S. 21
PUBLICIDAD DE LA CAUSA PENAL. ACCESO A LAS ACTUACIONES DE TERCEROS NO PARTE A
LA CAUSA. PARTICIPACIÓN CIUDADANA EN LOS PROCESOS PENALES. DERECHO A LA
INFORMACIÓN. IMPUTADO. DERECHOS Y GARANTÍAS. INTERPRETACIÓN DE LA LEY.
PRINCIPIO PRO HOMINE.
“El nudo de la jurisprudencia del Tribunal gira en derredor de la idea de que la sola invocación del artículo 204,
última parte, del Código Procesal Penal de la Nación, no constituye fundamento suficiente para negar solicitudes
de asociaciones civiles que –de modo acorde con sus finalidades estatutarias- piden conocer el contenido de
causas donde se tratan supuestos hechos de corrupción o relevancia pública. Existe, en tales casos, un legítimo
interés que debe ser tomado en consideración para resolver (ver causa n° 26.469 “Nino”, reg. n° 28.291 del
11/4/08, causa n° 26.461 “Nino”, reg. n° 28.306 del 15/4/08, causa n° 26.882 “Nino”, reg. n° 28.991 del 29/9/08,
causa n° 27.177 “Nino”, reg. n° 29.038 del 7/10/08, causa n° 28.977 “Nino”, reg. n° 31.202 del 23/3/10, causa n°
28.762 “Nino”, reg. n° 31.345 del 18/5/10, causa n° 29.097 “ACIJ”, reg. n° 31.451 del 21/5/10, causa n° 29.094
“Nino”, reg. n° 31.487 del 1/6/10, causa n° 29.233 “Nino”, reg. n° 31.662 del 15/7/10, causa n° 29.477 “Nino”,
reg. n° 31.913 del 16/9/10 y causa n° 29.866 “Nino”, reg. n° 32.341 del 15/12/10, entre otras).”
“El alcance de esa doctrina y de la jurisdicción revisora de la Alzada han sido también uniformemente fijados por
los suscriptos en esas intervenciones.”
“En efecto, según el criterio del Tribunal, corresponde al juez de la causa definir -según su prudente apreciacióncuáles son aquellos contenidos generales que hacen a la cosa pública sobre los que pueda versar el procedimiento,
y cuáles las partes de los sumarios que no cabe divulgar para resguardar los aspectos que por diversos motivos
pudieran resultar reservados, o para evitar entorpecimientos en las investigaciones (conf. citado reg. n° 28.291 del
11/4/08 y demás resoluciones invocadas).”
“O sea que es discrecional del director del proceso determinar qué partes de las actuaciones pueden darse a
conocer –por relacionarse con el interés público- y cómo se cumple con ese cometido. No se trata de una solución
novedosa: a decir verdad, dichas reglas se aplican en la generalidad de los asuntos de trámite que se presentan en
las causas penales, donde se atribuye -como principio- discrecionalidad al instructor a la hora de tomar uno u otro
curso de acción (ver, por ej. art. 199 del C.P.P.N., y de esta Sala causa n° 14.472 “Seligman”, reg. n° 15.615 del
14/7/98; causa n° 15.572 “Dappaen”, reg. n° 16.495 del 3/6/99; causa n° 17.551 “Alsogaray”, reg. n° 18.524 del
29/3/01; causa n° 28.206 “Alsogaray”, reg. n° 19.286 del 4/12/01, causa n° 27.184 “Delogu”, reg. n° 29.233 del
105
27/11/08 y sus citas, entre otras; de la Sala I de esta Cámara, causa n° 27.550 “Finazzi”, reg. n° 327 del 25/4/96;
de la Sala I de la CNCC, causa n° 8406 “Yacobucci”, rta. el 6/2/98 y causa n° 7401 “Martín”, rta. el 27/8/97).”
“Consecuentemente, la decisión que tome el juez sobre esos puntos no es revisable. Sin embargo, se han
reconocido dos excepciones: que su respuesta no obedezca a las pautas generales aplicables al asunto –lo que
acontece cuando no se respeta el estándar explicado en el punto (i)-; o que aquella carezca de razonabilidad -si
no se dan fundamentos suficientes o pertinentes para negar el acceso a determinada constancia- (ver causa n°
27.365 “Garrido”, reg. n° 29.249 del 2/12/08 y causa n° 29.467 “Nino”, reg. n° 31.844 del 31/8/10).”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani -Irurzun
5.9.2011
“Asociación por los Derechos Civiles”
Causa 30.869
Reg. 33.410
J. 11 - S. 22
PROCESO PENAL. ACCESO DE LAS PARTES AL EXPEDIENTE. DEFENSA EN JUICIO. ALCANCES.
ART. 204 C.P.P.N.
“Ha de advertirse que el auto que en copia obra a fojas 4 del presente legajo, se aparta del criterio largamente
sostenido por este Tribunal en torno a la interpretación de las prescripciones del artículo 204 del Código adjetivo,
tendiente a resguardar los derechos consagrados al imputado durante el proceso (cfr. causa no. 28.735 “Oderigo,
E. s/tomar vista…”, reg. no. 400, rta. el 05/06/97; causa no. 33.822 “Rotondo, G. s/rechazo de tomar vista…”,
reg. no. 163, rta. el 07/03/03; causa no. 36.505 “Dres. Santiago Feder y […] s/extracción fotocopias”, reg. no.
353, rta. el 03/05/04 y sus citas; causa no. 40.638 "Pérez Bianco, Raúl s/ recurso de queja", reg. 631, rta. el
26/6/07; causa no. 42.379 “Salvia, Ernesto s/denegatoria extracción de fotocopias”, reg. no. 1479, rta. el
04/12/08, entre otras), deviniendo un medio eficaz para contribuir a dicho cometido la obtención de fotocopias de
la causa.”
“A su vez, reiteradamente se ha alertado al juez de grado para que evite caer en el tipo de prácticas criticadas
dado que, el mantenimiento de un criterio como el que insiste en sostener, frente a la disconformidad de las partes
interesadas, provoca esencialmente un dispendio jurisdiccional incongruente con un buen servicio de justicia (cfr.
en sentido similar causa no. 35.320 “Garrido, C. Manuel s/rechazo de tomar vista de las actuaciones y extraer
fotocopias”, reg. no. 530, rta. el 27/06/03 con todas sus citas; causa no. 40.638 “Pérez Bianco, Raúl s/recurso de
queja”, reg. no. 631, rta. el 26/06/07; causa no. 41.869 “Quenallata Yujra, Armando s/pedido de fotocopias”, reg.
no. 547, rta. el 21/05/08; causa no. 43.514 “Jaime, Ricardo s/recurso de queja”, reg. 1172, rta. el 28/10/09; causa
no. 44.368 “Iacoviello, Julio Eduardo s/ recurso de queja”, reg. no. 697, rta. el 15/07/10).”
C.C.C. Fed. Sala I
14.9.2011
Causa 45.431
Freiler – Ballestero - Farah
“Alvarez”
Reg. 1033
J. 11 - S. 22
PROCESO PENAL. DELEGACIÓN DE LA INSTRUCCIÓN A MANOS DEL FISCAL. ART. 196 CPPN.
OPORTUNIDAD PROCESAL EN QUE PROCEDE LA DELEGACIÓN. FACULTAD DEL JUEZ DE
INSTRUCCIÓN. MINISTERIO PÚBLICO FISCAL. FUNCIONES.
“La Sala ya tuvo oportunidad de descartar la viabilidad de apelaciones contra decisiones de la especie, en función
de la falta de configuración de un gravamen de imposible o tardía reparación ulterior. Se sostuvo que: “…el
artículo 196 del Código Procesal Penal de la Nación concibe la transferencia de la dirección de la investigación
por parte del Juez Instructor como una facultad eminentemente discrecional, sin que quepa restringir la latitud de
esa atribución en base a plazos distintos de aquellos que enmarca la etapa instructoria…” (ver, por ejemplo, c/n°
44.286, “Señor Fiscal”, rta. el 27/4/2010, reg. N° 348, entre muchas otras).”
“Se explicó que esta lectura es la que mejor se adecua al modelo constitucional del proceso, que en la práctica
amplía las posibilidades de que el Fiscal investigue. Un modelo de enjuiciamiento acorde con estas pautas es una
garantía del individuo y no de los órganos del Estado, cuyas disputas no debieran afectarle. Al mismo tiempo, la
introducción del artículo 120 en la CN, si alguna modificación produjo al paradigma procesal fue justamente a
106
Poder Judicial de la Nación
favor de una separación mucho más estricta de las funciones de acusar y juzgar (Fallos 327:5863), por lo que no
se comprende la existencia de un agravio a raíz de una disposición que contribuye justamente con dicha
separación (cfr. c/n° 45.212, “Fiscal Federico Delgado s/queja”, rta. el 10/2/2011, reg. N° 66, entre otras).”
“Si bien es cierto que el principio republicano de gobierno requiere el establecimiento de un sistema de frenos y
contrapesos en el ejercicio del poder y que, en esta dirección, no es concebible un órgano de poderes ilimitados,
también lo es que el primer gran límite a las facultades del juez de instrucción, dado por el modelo acusatorio de
enjuiciamiento –aun cuando haya ingresado a la ley procesal nacional sólo en forma mixta-, ha sido la separación
de las funciones de acusar y de juzgar.”
C.C.C. Fed. Sala I
15.9.2011
Causa 46.071
Freiler – Ballestero - Farah
“Sr. Fiscal”
Reg. 1038
J. 12 - S. 23
PROCESO PENAL. ACCESO DE LAS PARTES AL EXPEDIENTE. DEFENSA EN JUICIO. ALCANCES.
ART. 204 C.P.P.N. ART. 73 CPPN.
“Cabe recordar, en este sentido, que el art. 73 del CPPN reconoce a “ (…) quien se le imputare la comisión de un
delito (…)aún cuando no hubiere sido indagada (…)” la facultad de presentarse ante el Juez de la causa, con el
USO OFICIAL
objeto de brindar las explicaciones que considere conducentes e indicar las pruebas que, a su criterio, puedan
eximirlo de responsabilidad.”
“Se colige de lo expuesto que el pronunciamiento impugnado vino a materializar un obstáculo de suficiente
entidad como para conculcar el pleno ejercicio del derecho de defensa en juicio de los responsables de la ex AFJP
Consolidar SA, ya que éstos han sido sindicados en el dictamen fiscal de instrucción como partícipes de un delito
y, por ende, gozan de la totalidad de las prerrogativas que el ordenamiento procesal otorga a quienes revisten la
calidad de imputados, más allá de que aún no hayan sido formalmente indagados (ver, en similar sentido, c/n°
42.379 “Salvia, Ernesto s/denegatoria extracción de fotocopias”, reg. 1479, rta. 4/12/08).”
“La restricción criticada en el recurso, detrás de la cual subyace exclusivamente la mención efectuada por el
Fiscal instructor del art. 204 del CPPN, conculca la posibilidad de los implicados de desarrollar con plenitud su
derecho de defensa, por lo que corresponderá revocar el pronunciamiento impugnado y otorgarle a la recurrente
la posibilidad de acceder a las actuaciones, permitiendo su intervención en el proceso con los alcances exigidos
por la garantía constitucional implicada (art. 18 CN).”
“Esta Sala se ha expedido en ese mismo sentido en precedentes anteriores: “Es imprescindible contemplar y
resguardar los derechos acordados a las distintas partes en el proceso (…)Para ello deben adoptarse medidas
que permitan efectivizar el ejercicio de tales derechos en virtud de lo cual se estima que la obtención de
fotocopias de la causa resulta un medio eficaz para contribuir a dicho cometido (…)” (c/n° 40.638, “Pérez
Bianco, Raúl s/recurso de queja”, reg. 631, rta. 26/6/07).”
C.C.C. Fed. Sala I
15.9.2011
Causa 45.903
Freiler – Ballestero - Farah
“Consolidar AFJP”
Reg. 1039
J. 11 - S. 22
PRUEBA. CUERPO DEL DELITO. AUSENCIA. EFECTOS.
“Con relación a la circunstancia de que no se cuente con los pagarés que habrían firmado los damnificados, tal
como se dijo en anteriores resoluciones, una vez más debe señalarse que ese no resulta un obstáculo -como
sostiene la defensa- para efectuar un reproche penal a los encausados.”
“En apoyo de lo expuesto cabe recurrir base a la jurisprudencia emanada de la Cámara Nacional de Casación
Penal, en la que se ha sostenido que “A los fines de la acreditación de la comisión de un delito, no resulta
necesaria la incorporación al proceso del objeto sobre el cual ha recaído la conducta delictuosa -corpus criminini de los medios utilizados en la comisión del suceso -corpus instrumentorum-, ya que basta con que su
verificación se produzca por los medios de prueba admitidos -corpus probatorium-...@. (conf. esta Sala en C. N°
107
35.764 “Ambesi, Ana Estela s/procesamiento, reg. nro. 304 del 19/04/2005 y C.N.C.P., Sala III “Ambesi, A. E. ,
reg. nro. 854.04.3, recientemente C.N° 42.931 “Velázquez Aguilera”, reg. nro. 274 del 08/04/09).”
C.C.C. Fed. Sala I
8.9.2011
Causa 45.194
Freiler – Ballestero - Farah
“Montiel”
Reg. 1015
J. 8 - S. 15
REBELDÍA. REQUISITOS Y CONSECUENCIAS DE SU DICTADO.
“En este sentido, este Tribunal viene sosteniendo desde el precedente “Castillo, Luis Alberto s/ sobreseimiento”
(cfr. C.N° 40.460, Reg. N° 1387/07), que la declaración de rebeldía, siempre que implique la orden de captura de
la persona contra la cual se dicta, requiere el agotamiento de los medios necesarios para establecer su paradero.”
“En esa dirección, se sostuvo que: “...la declaración de rebeldía y la captura dispuestas en inobservancia de uno
de sus presupuestos lógicos -el conocimiento efectivo de la convocatoria y la consecuente decisión atribuible a su
agencia [la del justiciable] de no comparecer- priva al imputado de la posibilidad efectiva del ejercicio de tales
derechos [defensa en juicio, debido proceso, entre otros] y de controlar el progreso de la instrucción que, en
principio, se continuará sin su presencia (art. 290 CPPN)...”.”
“Asimismo, se señaló: “…que uno de los presupuestos de procedencia de la declaración de rebeldía es una
conducta por parte del justiciable consistente en no haber concurrido a la citación judicial sin grave y legítimo
impedimento...”.”
“Por otro lado, se afirmó que las disposiciones contenidas en el art. 289 del C.P.P.N. deben ser interpretadas en
consonancia con las del art. 282 del mismo cuerpo normativo, por lo que es menester, para el dictado de la
medida coercitiva atacada, cumplir con los presupuestos de la segunda norma. Se desprende del texto del art. 282
CPPN que como regla se debe proceder por simple citación y sólo excepcionalmente puede ordenarse la
detención en caso de flagrancia o siempre que concurran los supuestos de última ratio de esta medida. Sólo en el
caso de que el citado, debidamente notificado, no se presentare y no justificare un impedimento legítimo de
comparecer, se podría ordenar su detención.”
“Ello es así, pues toda medida que cercene la libertad personal resulta de aplicación restrictiva y está signada por
su estricta necesidad, “…como presupuesto de su razonabilidad en los términos de los art. 14 y 28 CN, en el
sentido de que deberá ser aquella idónea para lograr el fin legítimo perseguido…”. Por ello se afirmó en el
precedente citado que: “…tales disposiciones legales [art. 282 y 289 CPPN] presuponen la notificación previa de
la citación y la incomparecencia voluntaria del imputado, por representar aquélla [la citación simple] la medida
menos gravosa y necesaria, en consecuencia, para lograr el fin propuesto (es decir, la comparecencia al
proceso)...”.”
C.C.C. Fed. Sala I
1.9.2011
Causa 45.785
Freiler – Ballestero - Farah
“Dr. Comparatore”
Reg. 974
J. 4 - S. 7
RECURSO DE CASACIÓN. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA. ARBITRARIEDAD.
“…la doctrina de la arbitrariedad no tiene por objeto convertir a la Cámara Nacional de Casación Penal en un
tribunal de tercera instancia ordinaria, desnaturalizando de ese modo la función que le es propia, tampoco
corregir fallos equivocados o que se reputen tales, sino que atiende a cubrir supuestos de carácter excepcional, en
que deficiencias lógicas del razonamiento o una total ausencia de fundamento normativo, impida ponderar al
pronunciamiento de los jueces del proceso como la “sentencia fundada en ley” a que hace referencia nuestra
Constitución Nacional (cfr. C.S.J.N., Fallos 325: 3265; C.N.C.P., Sala II, causa N° 1.416, “Carrizo”, reg. N°
1.826, rta. 2/2/98; y Sala III, causa N° 2.318, “Tejerina”, reg. N° 223, rta.: 2/5/00).”
C.C.C. Fed. Sala I
14.9.2011
Causa 45.388
Freiler – Ballestero - Farah
“Oroz”
Reg. 1023
J. 7 - S. 13
108
Poder Judicial de la Nación
RECUSACIÓN DE MAGISTRADOS. CAUSALES. INTERPOSICIÓN DE DENUNCIAS CONTRA EL
JUEZ. IMPROCEDENCIA.
“…ambas Salas de esta Cámara han sostenido que “…la mera interposición de denuncias contra un juez, que no
haya dado lugar a la formación de juicio político, no es suficiente como para que prospere la causal de
recusación prevista en el artículo 55, inciso 8, del código de forma...” (causa n° 29.401 “Incidente de recusación
promovido por Gustavo Martín Bernstein”, rta. el 9/9/10, reg. n° 31.883, y sus citas).”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani -Irurzun - Farah
13.9.2011
“Benedini”
Causa 29.992
Reg. 33.448
J. 9 - S. 18
RESIDUOS PELIGROSOS. LEY 24.051. REQUISITOS TÍPICOS. COMPETENCIA.
“Que la discusión suscitada acerca de si los delitos previstos en la ley 24.051 recaen sobre jurisdicción federal o
local ha sido definida por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, estableciendo el principio de que sólo son
competencia del fuero de excepción los casos en que la afectación al ambiente o a las personas trasciende los
límites de una jurisdicción territorial, criterio que fue adoptado incluso con posterioridad a la sanción de la ley
USO OFICIAL
25.612 (CSJN, Fallos: 323:163, 323:4092, competencia n° 97.XXXIX “Espínola” del 20/5/03, competencia
967XL “Eternit Argentina SA” del 14/10/04, y a contrario sensu: competencia n° 4.XXXIX “Montenegro” del
20/5/03. Del mismo modo, ver dictámenes del Procurador General de la Nación en el caso que se publica en
CSJN: Fallos:326:1642, Competencia n° 29.XLI. “Otero, Carlos Adrián c/dcia. infr. ley 24.051", Competencia n°
1863.XLI. “Díaz, Víctor Abraham s/ denuncia”, y Competencia n° 1404.XLIII. “Estevez, Carlos s/ denuncia inf.
ley 24.051”, resueltas por la Corte con remisión a esos fundamentos el 20/09/05, 27/06/06 y el 29/4/08 ).”
“Que en el ámbito de esta ciudad esto implica que deba intervenir el fuero ordinario cuando el hecho no haya
producido una afectación a las personas o al medio ambiente que involucre otras jurisdicciones además de Ciudad
Autónoma de Buenos Aires (ver de esta sala, causa n° 26.196, reg. n°27.829, del 11/12/07, causa n° 28.632, reg.
n° 30.383 del 17/9/09 y causa n° 28.336, reg. n°30.741, del 1/12/09; CNCP, sala II, causa n° 4270, “Taller de
chapa y pintura Autosolutions”, reg. n° 5650 del 9/5/03, causa n° 4097 “Rubietti”, reg. n° 5565 del 4/4/03 y causa
n° 6737 “Achuritas Menudencias”, reg. n° 8474 del 11/4/06).”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani -Irurzun - Farah
1.9.2011
“N.N.”
Causa 30.865
Reg. 33.396
J. 1 - S. 1
SOBRESEIMIENTO. REQUISITOS PARA SU DICTADO.
“Es que el dictado de un sobreseimiento “…corresponde cuando, luego de un examen pormenorizado del caudal
probatorio reunido, se ha llegado a una convicción de certeza sobre la falta de responsabilidad penal del
imputado o sobre la inexistencia de una realidad fáctica delictiva, que hace innecesaria la continuación del
procedimiento, o cuando, aun sin tal certeza, se encuentra agotada la investigación y no puede avanzarse en
torno a la imputación formulada...” (ver de esta Sala, causa n° 22.095 “Catalán, Roberto y otros s/
sobreseimiento”, rta. el 15/11/05, reg. n° 24.488).”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani -Irurzun - Farah
1.9.2011
“Próspero”
Causa 30.150
Reg. 33.402
J. 6 - S. 12
TRATA DE PERSONAS. REQUISITOS TÍPICOS. PROSTITUCIÓN. RELACIÓN CONCURSAL ENTRE
AMBOS DELITOS. CONCURSO DE DELITOS.
“De acuerdo al art. 145 ter del C.P.N., se entiende por trata de menores el ofrecimiento, la captación, el transporte
109
o traslado, la acogida o recepción de personas menores de 18 años de edad con fines de explotación, entre los
cuales el art. 4, apartado “c”, de la ley 26.364 prevé la promoción, facilitación, desarrollo u obtención de
provecho de cualquier forma de comercio sexual.” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun)
“El consentimiento que pudiera otorgar el menor no tiene ningún efecto y la trata de personas se configura
aunque no medie vía alguna de coerción sobre su voluntad. No obstante, no puede dejar de considerarse el estado
de vulnerabilidad de la damnificada -cuyo abuso como medio comisivo está previsto como una circunstancia
agravante en el caso de la trata de menores- a tenor de lo manifestado por la profesional de la Oficina de Rescate
y las circunstancias que se desprenden de la declaración bajo identidad reservada acerca del contexto
socioeconómico en que se hallaba inmersa la víctima y que la llevó a ejercer la prostitución.” (Del voto de los
Dres. Cattani e Irurzun)
“A los fines de resolver la cuestión traída a estudio, basta tener en cuenta que capta “el que consigue, el que gana
la voluntad, atrapa, recluta, reúne, atrae o entusiasma a quien va a ser víctima del delito” (Hairabedián,
Maximiliano, “Tráfico de personas. La trata de personas y los delitos migratorios en el derecho penal argentino e
internacional”, Ed. Ad-Hoc, Buenos Aires, 2009, p. 22).” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun)
“De acuerdo a tales parámetros, el ofrecimiento en el diario que decía que se necesitaban “chicas urgentes” sin
mayor especificación sobre el tipo de actividad que se desarrollaría en el lugar podría considerarse como un
medio de captación engañoso para potenciales víctimas de trata de personas, más aún si se tiene en cuenta que en
un principio el ofrecimiento incluía la promesa de ganar $ 1.000 por día en el “privado” (ver fs. 109/111 de la
causa principal), lo cual parece tener suficiente entidad como para ganar la voluntad de la víctima y entusiasmarla
para que acepte la oferta.” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun)
“Al respecto, se ha entendido que la procedencia de otra localidad de la víctima en cuanto generadora del
condicionamiento y la indefensión propios de estar lejos del lugar de origen y la familia, el encierro, la vigilancia,
las amenazas, no dejar que se abandone la tarea, etc. son extremos que conducen a que estemos dentro del campo
de la trata de personas, aún cuando hubiese dudas sobre la voluntariedad inicial de la decisión de ejercer la
prostitución (Hairabedián, ob. cit., pp. 53-56).” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun)
“A juicio de los suscriptos, aunque la finalidad de explotación sexual para la cual se habría llevado a cabo la trata
de la víctima se haya concretado mediante la comisión del delito del art. 125 bis del C.P.N. -promoción o
facilitación de la prostitución de la menor por el cual en el día de la fecha se ha confirmado el auto de
procesamiento dictado en la anterior instancia- la figura del art. 145 bis de dicho ordenamiento no debe quedar de
lado.” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun)
“Hay que tener en cuenta que con la ley 26.364 el delito de trata de personas pasó a integrar los delitos contra la
libertad individual, siendo éste el bien jurídico protegido por las figuras de los arts. 145 bis y 145 ter del C.P.N.
(Fainberg, Marcelo H., “Prostitución, pornografía infantil y trata de personas”, Ed. Ad-hoc, Buenos Aires, 2010,
pág. 148).” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun)
“Entonces, aunque estos delitos estén orientados a la realización de actividades de explotación de diversa índole
que en muchos casos pueden configurar otros delitos, no necesariamente son figuras de aplicación subsidiaria
frente a ellos, pues esa forma de concurso aparente requiere que los distintos delitos en consideración se refieran
al mismo bien jurídico en diferentes grados de afectación (Zaffaroni, Eugenio Raúl “Derecho Penal. Parte
general”, Ediar, pág. 833, Buenos Aires, 2000). Así, cuando la finalidad de la trata es la explotación sexual de la
víctima, y ella se concreta en la comisión de alguno de los delitos previstos en el título III del Código Penal que
comprenda la actividad de comercio sexual de que se trate, resultan afectados dos bienes jurídicos -la libertad y la
integridad sexual-, lo cual torna necesario que también se aplique la figura de trata de personas pues de lo
contrario el contenido de disvalor íntegro del hecho no resultaría suficientemente abarcado.” (Del voto de los
Dres. Cattani e Irurzun)
“De este modo, en el caso bajo estudio la figura del art. 145 ter del C.P.N. debería concurrir en forma ideal con el
delito del art. 125 bis, en tanto cuando “la realización de un segundo tipo aparece como elemento subjetivo del
primero” ello indica que “el tipo desvalora una conducta unitariamente dirigida a consumar ambos y en que el
110
Poder Judicial de la Nación
primer acto no pasa de ser una etapa previa del segundo” (Zaffaroni, Eugenio Raúl, “Tratado de Derecho Penal.
Parte General”, Ed. Ediar, Tomo IV, Buenos Aires, 1982, pág. 535), lo cual obsta a considerar que la trata y la
explotación sexual posterior sean dos hechos autónomos que pueden ser juzgados de manera independiente.”
(Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun)
“Integrando la Sala Primera de este Tribunal, he sostenido que un análisis integral de la ley 26.364 y los
diferentes tipos penales que la misma incorpora al Código Penal de la Nación llevan a afirmar que aquellos
castigan diferentes conductas que tienen lugar en una etapa previa a la explotación propiamente dicha, por lo que
cuando el autor supera ese estadio y, a través de su accionar, concreta la finalidad antes aludida, esta norma
quedará desplazada por aquella que corresponda, de acuerdo al tipo de explotación de que se trate (ver causa nº
42.770 “Decarlo, Silvia s/ procesamiento”, reg. nº 84, rta. el 19/02/09, a cuyos fundamentos me remito en honor a
la brevedad). En el caso sub examine, luce ajustado el tipo penal previsto en el art. 125 bis del C.P.N.” (Del voto
del Dr. Farah)
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani -Irurzun - Farah
15.9.2011
“Salto Romero”
Causa 30.825
Reg. 33.469
J. 7 - S. 13
USO OFICIAL
ACCIÓN PENAL. VIGENCIA. PRESCRIPCIÓN. SUSPENSIÓN DEL PLAZO. FUNCIONARIO
PÚBLICO.
“Resta dirimir, en consecuencia, el alcance que cabe asignar a la causa de suspensión del plazo de prescripción
prevista en el segundo párrafo del artículo 67 del CP (ejercicio de la función pública).”
“En diversos precedentes la Sala ha sujetado la interpretación al mandato que se desprende del debido proceso
sustantivo, es decir, a la razonabilidad. De ese modo, los alcances de la causal de suspensión han sido leídos en
función de la finalidad perseguida por el legislador al establecerla. En este sentido, hemos dicho que ella “…tiene
el propósito de evitar que corra el término mientras la influencia política del sujeto pueda perturbar el ejercicio
de la acción. Por ende, por cargo público no debe entenderse cualquier empleo estatal, sino al funcionario cuya
jerarquía o vecindad con ésta permita sospechar que puede emplear su autoridad o influencia con el fin de
perjudicar el ejercicio de la acción penal o de sus cómplices o personal de estricta confianza (conf. Zaffaroni,
Eugenio Raúl; Alagia, Alejandro y Slokar, Alejandro, Tratado de Derecho Penal, Parte General, 2° ed., pág. 904;
ver, en este sentido, las causas N° 38.593, “Martino”, rta. 7/4/06, reg. 286, n° 41.374 “Abrahamovics” del
13/3/08, reg. 241, entre muchas otras).”
“En la causa “Peters Castro” –c/n° 45.396, rta. el 7/6/2011, reg. N° 653- hemos traído a colación, con motivo de
las modificaciones que al respecto introdujo la ley 25.188, lo expuesto por el miembro informante durante el
debate parlamentario, quien destacó la necesidad de disponer la suspensión de los plazos de prescripción
“…porque se considera que el ejercicio de la función pública puede actuar como un inhibidor de la persecución
judicial en un determinado delito, y que en definitiva éste termine prescribiendo, favoreciéndose de ese modo la
impunidad. Por lo expuesto, se ha establecido que se suspende la prescripción de la acción penal en los delitos
cometidos en el ejercicio de la función pública mientras cualquiera de los partícipes mantenga el cargo
público…” (Antecedentes Parlamentarios, LL-2000-A, Buenos Aires, p. 694, punto 14).”
“En esa ocasión, consideramos que fue así el modo en que la presunción aludida se convirtió en ley, en el sentido
de que la continuación en el cargo de quien, en su desempeño, habría cometido el delito investigado, resultaba
suficiente indicio de un proceso penal poco auspicioso. Pero como contrapartida, se sostuvo que si la función en
cuyo marco habría tenido lugar la conducta perseguida ya no se ejercía, la presunción legal perdía basamento, por
lo cual, en ese momento, debía realizarse otro análisis dirigido a verificar si la suposición normativa podía regir
todavía.”
“Dijimos en este sentido que: “…Por el contrario, si ello no es así, la aplicación automática de los términos de la
ley –tan sólo porque el imputado continuó desempeñando algún otro cargo público-, sin atender a aquella
finalidad, no sólo terminaría divorciándose de la idea que la inspiró; antes bien, culminaría eclipsando su fuerza,
111
al ser convocada en aquellos supuestos donde ninguna razonabilidad es capaz de ampararla…” (cfr. “Peters
Castro”, cit., del voto de los Dres. Ballestero y Farah).”
“En esta misma dirección, se ha sostenido que el mero desempeño, aun en altos cargos, en otras dependencias
públicas, no configura en forma automática la causal suspensiva sino que debe establecerse, en forma concreta,
el poder que persigue neutralizarse mediante el dispositivo en cuestión (conf. de esta Sala I, C.N° 44.730 “Zabala
Di Tomaso”, rta. el 28/12/10, reg. 1432 y el voto del Dr. Eduardo Farah en Sala II de esta Cámara, en C.N°
27.166 “Talia”, reg. n° 29.324 del 15/12/08).”
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Farah
12.10.2011
“López Alfonsín”
Causa 45.424
Reg. 1163
J. 1 - S. 2
DÁDIVAS. ADMISIÓN Y DACIÓN DE DÁDIVAS. ART. 259 CP. REQUISITOS TÍPICOS.
“El artículo 259 del código sustantivo sanciona al “funcionario público que admitiere dádivas, que fueran
entregadas en consideración a su oficio, mientras permanezca en ejercicio del cargo”. Igualmente, penaliza al
“que presentare u ofreciere la dádiva”.”
“En cuanto a la naturaleza de dichos tipos penales, hemos sostenido recientemente que “… no se trata de una
figura bilateral en el sentido propiamente dicho, ya que en un mismo artículo se reprimen dos delitos distintos:
la admisión y el ofrecimiento simple de dádivas” (causa n° 44.429, caratulada “Jaime, Ricardo y otros s/proc. y
embargos”, rta. 5/10/10, reg. n° 991).”
“La nota característica que los diferencia del delito de cohecho es la ausencia de vinculación entre lo que se
entrega u ofrece y la futura ejecución -o la omisión- de un acto propio de su función. Es decir, aquí “no debe
existir vínculo o relación entre el obsequio y un acto, de ninguna naturaleza; sí debe haberlo, en cambio, entre el
presente y la función: éste será hecho en consideración a sus oficios funcionariales, es decir, a su carácter de
funcionario público” (Buompadre, Jorge E., en Zaffaroni, Eugenio Raúl y Baigún, David, “Código Penal y
normas complementarias. Análisis doctrinal y jurisprudencial”, Hammurabi, Buenos Aires, 2011, tomo 10, pág.
508).”
“En lo concerniente al alcance del concepto de dádiva cabe traer a colación las palabras de Soler, quien explica
que “debe consistir en algo dotado de valor económico, sea directamente dinero o cosas de valor, sea porque
constituya la liberación de una carga o una mejora patrimonial del sujeto”. El autor citado agrega que “será
importante el análisis objetivo del valor dado, porque en el cohecho común la corrupción provenía del vínculo
psicológico entre el presente y el acto, de modo que… el pequeño regalo podía constituir dádiva si era recibido
como razón suficiente para practicar el acto. En este caso, faltando esa vinculación subjetiva, será necesario que
los obsequios no tengan justificación por la relación personal” (Soler, Sebastián, Derecho Penal Argentino,
TEA, Buenos Aires, 1992, tomo V, págs. 212 y 220/1).”
“Siguiendo esa misma línea de pensamiento, Fontán Balestra explica que “en lo que se refiere a la importancia
de la dádiva... existiendo acuerdo sobre el destino y objeto de lo que se da u ofrece, el valor de la retribución
carece de significado. Pero tal acuerdo... no debe existir en la simple aceptación de dádivas, de modo que será
necesario descartar lo que objetivamente puede justificarse como una atención personal, para lo cual habrá que
tomar en cuenta todas las circunstancias, y en primer lugar, el conocimiento o amistad” (Fontán Balestra, C.,
“Tratado de Derecho Penal”, Abeledo Perrot, Buenos Aires, 1971, tomo VII, pág. 269).”
“Se trata de un delito doloso, que exige que la dádiva sea entregada u ofrecida y admitida, teniendo conocimiento
de que lo es “en consideración a su oficio”.”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Ballestero - Farah
25.10.2011
“Jaime”
Causa 45.273
Reg. 1211
J. 7 - S. 14
DEFENSA EN JUICIO. GARANTÍAS CONSTITUCIONALES. ALCANCES.
112
Poder Judicial de la Nación
“…debe recordarse la necesidad de garantizar un derecho de defensa eficaz. La Corte Suprema de Justicia de la
Nación ha enaltecido el principio que impone a los jueces en materia criminal extremar los recaudos que
garanticen plenamente el ejercicio de un derecho de defensa sustancial y cierto (Fallos 330:3526 “Noriega”,
332:1095 “Nacheri”, 333:1671 “Guzmán”, y sus citas, entre muchos otros), sosteniendo asimismo que “la
garantía de defensa en juicio posee como una de sus manifestaciones más importantes el aseguramiento de una
defensa técnica a todo justiciable, manifestación ésta que, para no desvirtuar el alcance de la garantía y
transformarla en un elemento simbólico, no puede quedar resumida a un requisito puramente formal, pues no es
suficiente en este aspecto con que se asegure la posibilidad de que el imputado cuente con asesoramiento legal,
sino que este asesoramiento debe ser efectivo” (Fallos 329:4248 “Schenone”).”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani -Irurzun - Farah
4.10.2011
“Álvarez Oviedo”
Causa 30.963
Reg. 33.531
J. 4 - S. 8
DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD DEL TRÁNSITO Y DE LOS MEDIOS DE TRANSPORTE Y DE
COMUNICACIÓN. ART. 196 CP. REQUISITOS TÍPICOS. DELITOS DE PELIGRO. DISVALOR DE
USO OFICIAL
ACCIÓN. DISVALOR DE RESULTADO. DISIDENCIA.
“Adviértase que la base de la punición en esta clase de delitos no finca exclusivamente en el disvalor de la
acción, sino que debe atenderse también al resultado, cuya función dentro de la estructura típica culposa no es
otra que definir y caracterizar, con la mayor precisión posible, la materia prohibida (Zaffaroni, Alagia y Slokar,
“Derecho Penal - Parte General”, 2° ed., EDIAR, Bs. As., 2002, p. 554 y sgtes.).” (Del voto de los Dres. Freiler y
Farah)
“Para ingresar en el análisis debemos recordar que el artículo 196 del CP expresa que: “Será reprimido con
prisión de seis meses a tres años el que por imprudencia o negligencia o por impericia en su arte o profesión o
por inobservancia de los reglamentos u ordenanzas, causare un descarrilamiento, naufragio u otro accidente
previsto en este capítulo.”.” (Del voto de los Dres. Freiler y Farah)
“La problemática sujeta a examen se dirige examinar la producción del resultado requerido por la figura
imprudente que se le atribuye a Paredez.” (Del voto de los Dres. Freiler y Farah)
“Al respecto, Zaffaroni, Alagia y Slokar, sostienen que: “...[e]l resultado constituye una limitación dentro de la
tipicidad culposa [...] Desde el punto de vista de la conflictividad social, no pueden equiparse las situaciones de
quien viola el deber de cuidado sin producir ningún resultado y de quien lo hace como producción de múltiples
muertes […] Con la afirmación de la causalidad y de la violación del deber de cuidado, no se está aún en
condiciones de afirmar la tipicidad culposa de la acción, porque restaría averiguar si el resultado está
determinado por la violación normativa, o sea, si media una conexión o nexo de determinación entre la
antinormatividad y el resultado...” (op. cit., pág. 554/5). En consecuencia, para completar el aspecto objetivo del
tipo culposo se requiere la producción del resultado así como su conexión normativa con la infracción del deber
objetivo de cuidado.” (Del voto de los Dres. Freiler y Farah)
“En el caso no se ha producido el resultado requerido por el tipo, pues la conducta investigada no ocasionó un
descarrilamiento o un accidente de los previstos en el capítulo correspondiente a la figura penal analizada.” (Del
voto de los Dres. Freiler y Farah)
“Adviértase que tanto el conductor, como su ayudante y el guardatrén, fueron coincidentes en afirmar que como
consecuencia de la colisión la formación permaneció detenida durante el lapso de tiempo en que los servicios de
emergencia asistieron al conductor del automóvil y que, posteriormente, a instancias del control ferroviario, el
conductor trasladó el convoy hasta la estación Buenos Aires (cfr. fs. 28, 30 y 27).” (Del voto de los Dres. Freiler
y Farah)
“De lo expuesto se desprende que la conducta de Paredez tuvo como único resultado la interrupción de la marcha
del tren durante unos minutos -debido a la necesidad de asistirlo, retirar el rodado de las vías del ferrocarril y dar
113
intervención a la policía-, no habiendo provocado un descarrilamiento o accidente en los términos típicos, es
decir, con compromiso de la seguridad común.” (Del voto de los Dres. Freiler y Farah)
“En este sentido, Soler entiende respecto de la figura en cuestión: “...que el hecho culposo, para ser punible
requiere no ya un daño cualquiera, sino la efectiva producción de un verdadero accidente con las características
de gran magnitud propias de los estragos...” (Soler, Sebastián, “Derecho Penal Argentino, Parte Especial”,
Tomo IV, Editorial, Tea).” (Del voto de los Dres. Freiler y Farah)
“Asimismo, la doctrina agrega que: “...la norma del artículo 196 se encuentra dirigida a sancionar aquellos
comportamientos culposos que afecten o puedan afectar la seguridad de las personas o bienes indeterminados,
pero lo que debe resaltarse es que los escogidos por la prohibición son los que mayor afectación ocasionen o
puedan ocasionar al bien jurídico, tales como los descriptos en los tipos de los artículo 190, párrafo 2° y 191
inciso 2°...” (Baigún, D. y Zaffaroni, E., “Código Penal y normas complementarias, Análisis doctrinal y
jurisprudencia”, Tomo VIII, Editorial Hammurabi, 2009, pág. 761/2).” (De los votos de los Dres. Freiler y Farah)
“Cabe agregar que, en un caso semejante, la Cámara de Casación Penal dijo que, “...[l]a figura culposa del
artículo 196 del Código Penal está relacionada con el peligro concreto de que se produzca un descarrilamiento,
naufragio, u otro accidente previsto en el capitulo 2° del título 7° del libro 2° del Código Penal, el tipo doloso
del artículo 194 del Código Penal atañe a una situación de peligro abstracto, de donde se deduce en principio
que ambas figuras no pueden relacionarse. Asimismo, para que se configure el accidente culposo del artículo
196 del Código de fondo, es menester el acaecimiento de un accidente, de la magnitud necesaria para crear
peligro común...” (CNCP, Sala I “Sak de Bulacio, Juana s/ recurso de casación”, Reg. 1058).” (Del voto de los
Dres. Freiler y Farah)
“En el caso citado en el párrafo anterior la Cámara Nacional de Casación Penal trató la cuestión relativa al
alcance del término accidente, tal como se lo emplea en la figura culposa que nos ocupa. Luego de establecer,
mediante diversas citas doctrinarias, que la expresión alude a un evento con las características de gran magnitud
propias de un estrago, concluyó que “…el choque entre el automóvil conducido por la encausada con la
formación ferroviaria, a raíz del cual uno de los vagones sufrió roturas y estuvo demorado, según la sentencia,
quince minutos, resulta atípico pues no se adecua al delito previsto en el artículo 196 del código de fondo…”.”
(Del voto de los Dres. Freiler y Farah)
“Esta también es la doctrina mayoritaria de esta Sala (ver causa no. 43.023 “Romero, Natalia s/ interrupción de
las comunicaciones”, Reg N° 380, Rta 27/4/10, donde se sostuvo que la conducta que se investigaba era atípica
debido a que el único resultado que había ocasionado era la interrupción de la marcha del tren durante
aproximadamente diez minutos, y que ello no podía considerarse accidente en los términos del artículo 196 del
CP).” (Del voto de los Dres. Freiler y Farah)
“Habré de discrepar con la solución propuesta al acuerdo por mis distinguidos colegas, toda vez que pese a que la
acción imprudente que la norma del art. 196 C.P. establece sólo adquiere adecuación típica cuando a través de
ella se haya producido un descarrilamiento o cualquier otro accidente en la marcha de un tren, no es la magnitud
de dicho evento lo que determina el fundamento de su punición. El eje central del delito no se halla en relación
con el alcance del evento irrogado por la acción -que es condición objetiva para su aplicación-, sino en el riesgo
que ella ha importado para la seguridad común. Pues ese, concretamente, es el bien jurídico tutelado por el ilícito
en cuestión.” (Del voto del Dr. Ballestero)
“La reacción punitiva que se concentra en la norma no radica en lo disvalioso del daño efectivamente causado a
bienes jurídicos tangibles -que como la vida o el patrimonio ya se encuentran abarcados por otras normas-. Por el
contrario, es en el riesgo de que ello ocurra como consecuencia de una acción susceptible de afectar el estándar
de seguridad exigido para los medios de transporte, donde reposa la razón de su poder sancionador.” (Del voto
del Dr. Ballestero)
“En este sentido, explica la doctrina, “la autonomía de esta familia de delitos se basa en que esta se halla
constituida por un grupo de infracciones que considera específica y exclusivamente la seguridad común como
bien jurídico valioso en sí mismo. Para transformar un hecho de esta clase en una infracción de otro tipo, será
114
Poder Judicial de la Nación
preciso que (…) concurra otro bien jurídico jerárquicamente superior” (SOLER, Sebastián, Derecho Penal
Argentino, Tomo 4, Ed. Tea, Bs. As., 2000, p. 561).” (Del voto del Dr. Ballestero)
“Tomando como base la generación de un peligro que puede alcanzar bienes jurídicos indeterminados, aquí el
enfrentamiento con la idea de seguridad se establece en el riesgo generado en la imprudente conducta de quien
cruzó un paso a nivel con las barreras bajas, y no ya en la lesión que pudo irrogar la demora de la formación
ferroviaria por un lapso exiguo de tiempo. Esto último, en todo caso, constituye únicamente un suceso o
accidente que, por alterar el orden regular de las cosas, supone su condición objetiva de punibilidad.” (Del voto
del Dr. Ballestero)
“Dicho de otra forma, al efectuar un examen sobre el alcance que la norma adquiriría a partir de la imputación de
una conducta en la que se arraiga la potencial capacidad de causar un estrago, entiendo que no debiera ponerse
mayor énfasis en la magnitud del daño efectivamente causado. Y ello pues, imbuido en un título cuyo esquema
general está constituido por la ilicitud de conductas que importan la posibilidad de una ulterior desgracia, la
causación del resultado que es esencial al tipo culposo del art. 196 del C.P., no puede tener por fin más que
materializar, al menos mínimamente, ese peligro que el autor ha generado en la inobservancia de las normas.”
(Del voto del Dr. Ballestero)
“Y ello así pues, después de todo, si bien es cierto que bajo una dogmática causalista se consideró que sólo una
USO OFICIAL
lesión de magnitud importaba el peligro contenido por la ley (cfr. Soler, ob cit, p 631), no es tal parámetro el que
entiendo debiera aplicarse en un esquema que, ya superador de aquél, hoy se satisface con la atribución
imputativa de un daño a una acción generadora de un riesgo que, capaz de producirlo, no es permitido.” (Del voto
del Dr. Ballestero)
“Por tal motivo, a mi entender el análisis de la norma no puede atender a la magnitud del resultado ocasionado,
sino al desvalor de aquella acción ilícita que se concreta a través de él -cualquiera sea su alcance-. En
consecuencia, frente al acreditado entorpecimiento del servicio ferroviario tenido en miras por el tipo del art. 196
C.P., voto por que se confirme la decisión apelada.” (Del voto del Dr. Ballestero)
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Ballestero - Farah
25.10.2011
“Paredez”
Causa 45.961
Reg. 1216
J. 11 - S. 22
DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD PÚBLICA. ART. 189 BIS CP. REQUISITOS TÍPICOS.
ENCUBRIMIENTO. REQUISITOS TÍPICOS.
“la sola circunstancia de que el arma tenga la numeración erradicada no resulta suficiente para imputarle ese
delito. En este mismo sentido, sólo se encuentra acreditado el hecho de la portación de arma de fuego de uso civil
sin la debida autorización legal por el que el encausado ya se encontraba procesado (ver fs. 1/10, 24/33, 81, 84,
120/124, 140/148 y 167, todas de la causa principal) y no el conocimiento de la supuesta procedencia espuria
(cfr. de esta Sala causa nº 29.703 “Flores, Nicolás Ezequiel s/ procesamiento”, reg. nº 32.235, rta. el 30/11/10 y
sus citas; y causa nº 30.805 “Pajon, Daniel A. y otros s/ procesamiento con prisión preventiva y embargo”, reg. nº
33.325, rta. el 18/08/11), lo que conlleva que la ampliación del procesamiento en orden al encubrimiento deba ser
revocada.”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani -Irurzun - Farah
6.10.2011
“Gómez Antenor”
Causa 30.293
Reg. 33.551
J. 8 - S. 15
DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD PÚBLICA. ART. 189 BIS CP. REQUISITOS TÍPICOS.
ENCUBRIMIENTO. REQUISITOS TÍPICOS. ESTUPEFACIENTES. ART. 11 “C” LEY 23737.
REQUISITOS TÍPICOS.
“Al respecto, y en principio, cabe hacer referencia a las reflexiones de Justo Laje Anaya en cuanto a que “tener
115
en su poder no significa tener únicamente…en persona...tanto tiene el que lleva, como el que la conserva en un
lugar fijo...” (conf. autor citado ANarcotráfico y Derecho Penal Argentino@ pág. 165, edit Lerner-Córdoba;
edición 1992).”
“A partir de ello, deriva acertado sostener a esta altura del proceso que los nombrados tenían conocimiento y
acceso a esa pistola con posibilidad de disponer físicamente de ella en cualquier momento y sin necesidad de que
intervengan terceros, pues se ha dicho “que el tipo penal del artículo 189 bis, apartado 2, del código sustantivo,
no exige un constante contacto físico con el objeto sino que basta con que se encuentre oculto en un lugar a su
disposición” (conf. de esta Sala II c. n° 25.829 “Cuellar”, reg. n° 27.698, rta. el 16/11/07).”
“A fin de establecer la concurrencia de la mencionada norma que agrava la conducta asumida por los imputados,
esta Alzada sostuvo reiteradamente que “…ésta no exige la acreditación de una estructura delictiva con
características de permanencia y organicidad, sino que basta con la demostración de una reunión de individuos
con una actuación coordinada, que respondan a un plan común” (conf. c. n1 24.467 “Ugarte Ramírez”, rta. el 3
de noviembre de 2006, reg. n1 25.961).”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani -Irurzun - Farah
19.10.2011
“Martínez”
Causa 30.984
Reg. 33.628
J. 8 - S. 15
ESTUPEFACIENTES. COMERCIO DE ESTUPEFACIENTES. ART. 5 “C” Y 11 “C” LEY 23737.
REQUISITOS TÍPICOS.
“Al respecto, cabe recordar que esta Sala ha afirmado que dados los diferentes roles que pueden llegar a cumplir
los involucrados en casos como el que nos ocupa, a efectos de responsabilizarlos por sus respectivas
participaciones no es indispensable que se los individualice ejecutando personalmente un acto de comercio o
incluso con droga en su poder -extremo que sí sucedió en el presente- pues ellos pueden ejercer diversas
actividades, todas ellas fundamentales para la concreción de las operaciones (ver causa n° 27.589 “Huayta
Quispe”, reg. n° 29.656 del 25/3/09, causa nº 29.444 “Antola” del 7/10/2010, reg. 32.002 entre otras).”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani -Irurzun - Farah
11.10.2011
“Ortiz Lopez”
Causa 31.005
Reg. 33.564
J. 12 - S. 24
JUEZ. DIRECCIÓN DEL PROCESO. NEGATIVA DE REALIZAR MEDIDAS DE PRUEBA PROPUESTAS
POR LAS PARTES. ART. 199 CPPN.
“En tal sentido, se ha señalado que “la actividad del juez es técnicamente discrecional, queriéndose significar con
ello que, a diferencia de lo que ocurre durante el plenario –el juicio oral-, está concentrada sólo en las
disposiciones del instructor” (ODERIGO, Mario, Derecho procesal penal, p. 430, citado por D’ALBORA,
Francisco, Código Procesal Penal de la Nación, Ed. Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1999, p. 357). Un criterio
que la misma Corte Suprema de Justicia de la Nación ha sostenido al afirmar que “la pertinencia de la prueba,
calificándola como necesaria a los fines de la investigación, incumbe sólo al juez” (CSJN, Fallos 247:214).”
“De esta manera, la decisión acerca de la procedencia de una prueba durante los albores del proceso resulta
consagrada bajo exclusivo resorte del juez, en tanto sobre su magistratura reposa la misión de trazar la adecuada
senda de una investigación. Y ello por cuanto es en él sobre quien ha de recaer, en última instancia, la
responsabilidad derivada de una deficiente labor en el ejercicio de sus funciones, tal como ha señalado el Máximo
Tribunal al destacar que “…son los órganos estatales quienes tienen a su cargo el deber de asegurar que el
proceso se desarrolle normalmente, y sin dilaciones indebidas” (Fallos 327:5668).”
“De ahí entonces que la ley, pese a conceder a los demás actores del proceso la facultad de colaborar con el juez
en esa tarea, les ha vedado la posibilidad de acceder a las vías recursivas para impugnar una decisión que, en este
singular aspecto, no logre satisfacer sus pretensiones (art. 199 del C.P.P.N.).”
“En consecuencia, y no advirtiéndose en el caso circunstancia alguna que permita alejarse de estas pautas que
116
Poder Judicial de la Nación
desde antiguo han guiado la tesitura de este Tribunal sobre la materia, al prescribirlas como ajenas al contralor
jurisdiccional de esta Alzada, es que el recurso intentado no puede prosperar (cfr. causa nro. 25.181, “Soria, H.”,
reg. N° 748 del 4/11/93, causa nro. 40.070 “Díaz Bessone, Ramón G. s/ recurso de queja”, reg. N° 269 del
10/4/07, causa nro. 41.681, “González, Roberto s/ recurso de queja”, reg. N° 1111 del 24/9/08).”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Ballestero - Farah
18.10.2011
“Baltazar López”
Causa 46.133
Reg. 1185
J. 5 - S. 10
JUEZ. DIRECCIÓN DEL PROCESO. NEGATIVA DE REALIZAR MEDIDAS DE PRUEBA PROPUESTAS
POR LAS PARTES. ART. 199 CPPN. PRUEBA. EVALUACIÓN DE SU PERTINENCIA. MINISTERIO
PÚBLICO FISCAL. ART. 120 C.N. FUNCIONES.
“Al interpretar el art. 199 del C.P.P.N., la Sala ha sostenido que la actividad del juez es técnicamente
discrecional, lo cual significa que, a diferencia de lo que ocurre en el juicio oral, la investigación está concentrada
sólo en las disposiciones del instructor. La Corte Suprema de Justicia de la Nación ha sostenido en este sentido
que: “…la pertinencia de la prueba, calificándola como necesaria a los fines de la investigación, incumbe sólo al
juez…” (CSJN, Fallos 247:214) –cfr. c.n° 44.171 “Comparatore”, reg. 400, del 04/05/10; c.n° 25.181 “Soria”,
USO OFICIAL
reg. 748, del 04/11/93, c.n° 40.070 “Díaz Bessone”, reg. 269, del 10/04/07, c.n° 45.643 “Feder”, reg. 773, del
12/07/11 y c.n° 46.145 “Rosental”, reg. 1008, del 08/09/11, entre muchas otras, donde se citó a Oderigo, Mario,
Derecho Procesal Penal, p. 430, a través de D´Albora, Francisco, Código Procesal Penal de la Nación, AbeledoPerrot, Buenos Aires, 1999, p. 537).”
“Este criterio ha servido de base a la lectura de la cláusula prevista por la misma norma in fine, según la cual la
resolución del juez acerca de la proposición de diligencias será irrecurrible. Así, hemos sostenido que ella se
explica en razón de que es sobre el juzgador, en última instancia, donde debe recaer la responsabilidad derivada
de la deficiente labor en el ejercicio de sus funciones, tal como ha destacado la Corte al decir que: “…son los
órganos estatales quienes tienen a su cargo el deber de asegurar que el proceso se desarrolle normalmente, sin
dilaciones indebidas…” (Fallos 327:5668) y de allí que la ley, pese a conceder a los demás actores del proceso la
facultad de colaborar con el juez en esa tarea, les ha vedado el acceso a las vías recursivas para impugnar una
decisión que no satisfaga sus pretensiones en ese punto.”
“La circunstancia de que la fórmula contenida en el art. 348, primer párrafo, rememore la estipulación del art. 199
del C.P.P.N. y el hecho de que en esa etapa aun no se encuentre clausurada la instrucción, han conducido, en
general, a que se traslade la cláusula que veda el recurso a las diligencias solicitadas en forma previa al dictamen
del art. 346 del C.P.P.N.”
“Sin embargo y como contrapartida, desde que el art. 348, primer párrafo, C.P.P.N. no incluye en su letra la veda
del art. 199 y se refiere, por lo demás, a una etapa alejada de los albores del proceso (aun cuando no se haya
superado el nivel preliminar), parte de la doctrina se ha apartado de aquella lectura y ha admitido, según el caso,
el recurso contra decisiones que se expidan acerca de la proposición de diligencias previas a la contestación de la
vista del art. 346 del C.P.P.N.”
“En este sentido, D´Albora sostiene que: “Cuando el juez instructor considere impertinentes o superfluas las
medidas propiciadas por los acusadores, deberá desestimar su propuesta con sustento en lo establecido por el art.
199. En efecto: al no hallarse aún clausurada la instrucción (arts. 350 y 353), prepondera su perfil escasamente
contradictorio…” (D´Albora, Francisco, Código Procesal Penal de la Nación, Abeledo-Perrot, Buenos Aires,
2011, 9° edición, p. 633). Sin embargo, a la hora de estudiar los recursos contra decisiones de la especie, el autor
dice que si bien los acusadores tienen la facultad de postular la actividad probatoria tendiente a completar la
instrucción pero dentro de los términos del art. 199 del C.P.P.N., “…un fallo de la CCC, Sala IV [se refiere a la
causa N° 1543, “Croux, F.”, del 13/5/1994], persuade por las razones con que apuntala la posibilidad de apelar: a)
el art. 199 contiene una mención expresa sobre el punto; en cambio, el art. 348 nada dice, circunstancia
explicable pues son dos momentos distintos el de la pesquisa y el de la clausura; b) el debate en doble instancia
117
no perturba, ´…al contrario no tiene efecto retardatorio como lo hubiere podido tener en escalas previas; al
contrario, permitirá al tribunal de alzada, en su función encauzadora de la preparación del juicio, pronunciarse al
respecto, ampliando las posibilidades de la colecta probatoria…d) Clariá Olmedo considera conveniente
restringir la discrecionalidad del juez en este momento y recomienda la apelación fiscal´…”(op. cit. ps.
628/629).”
“Por su parte, Maier explica que durante el procedimiento preliminar, quien lo dirige goza de una amplia facultad
para ingresar los medios de prueba que repute convenientes para conocer el hecho objeto del procedimiento, al
punto que la investigación de la verdad, esto es, el conocer por su propia actividad, se transforma en un deber
funcional del cargo, en los delitos de acción pública. Por lo demás, a estas facultades amplísimas sobre la
recepción de los medios de prueba que quien dirige la investigación considere necesarios, corresponde también,
de ordinario, la facultad de rechazar la prueba ofrecida por los demás intervinientes, decisión que, regularmente,
no es pasible de recurso alguno. “…El procedimiento intermedio de nuestros códigos, para autorizar al acusador a
provocar la realización de un juicio público mediante su acusación, es poco menos que inexistente, tanto jurídica
como prácticamente, a partir de que lo desarrolla el propio juez unipersonal que ha intervenido anteriormente,
durante la investigación preparatoria. Ni aun en las leyes procesales que prevén una preparación de la acción
pública para la realización del juicio por la fiscalía o en los delitos de acción privada, la reglamentación,
verdaderamente escuálida, se ocupa del problema y todo conduce a rechazar la posibilidad del juez y de cualquier
interviniente de incorporar elementos de prueba durante ese momento del procedimiento. Las leyes más
modernas, que prevén una audiencia preliminar al juicio público, permiten también el ofrecimiento de prueba en
este momento del procedimiento o la asunción de oficio de medios de prueba por el juez, aun cuando de modo
excepcional…” (Maier, Julio B., Derecho Procesal Penal, Tomo III, Parte General, Actos Procesales, Editores
del Puerto S.R.L., Buenos Aires, 2011, 1° edición, ps. 100/101).”
“Frente a este panorama y aun cuando, sobre la base de la ley procesal nacional, la responsabilidad última sobre
la instrucción recaiga en el juez, en especial, en lo atinente a asegurar que no existan dilaciones indebidas, lo
cierto es que, como garantía de imparcialidad, es el Fiscal el titular de la acción pública y el encargado de
formular la acusación que abrirá eventualmente el juicio oral.”
“El autor citado previamente sostiene al respecto que: “…Este es un acto crucial de nuestro procedimiento
penal…La acusación significa, en verdad, el comienzo del ejercicio de la acción penal pública, si por acción
penal comprendemos no tan sólo la iniciación del procedimiento penal mediante la averiguación respectiva
(instrucción o investigación preparatoria), sino, antes bien, la pretensión de provocar el ejercicio de las funciones
judiciales características que distinguen a la llamada jurisdicción judicial de otras labores estatales: la de llevar a
cabo un juicio y decidir sobre la aplicación de la ley a su finalización, en una palabra, la función de juzgar,
comprendida en sentido moderno. La acusación, precisamente, representa, cuando es admitida, la piedra
fundamental de ese juicio, su base de sustentación, pues describe el suceso humano que va a ser juzgado, lo fija
como objeto del procedimiento y de la decisión, sin que el tribunal que va a juzgar pueda referirse a otro suceso
en su sentencia (ne procedat iudex ex officio, iura novit curia), e individualiza a las personas que van a ser
juzgadas…“ (op. cit., p. 243).”
“Si bien esta Sala, frente a recursos dirigidos contra decretos por medio de los cuales se delega la instrucción a la
Fiscalía en los términos del art. 196 del C.P.P.N., ha entendido que no concurre un gravamen irreparable para esa
parte desde el momento en que, el ejercicio discrecional de esa facultad por parte del Juez de instrucción, es la
herramienta que mejor se adecua a la materialización del modelo acusatorio de juzgamiento (cfr. causa n° 46.071
“Sr. Fiscal s/ delegación” reg. n° 1038, del 15/09/11), lo cierto es que en los casos en que no se ha ejercido tal
facultad y el acusador se ve enfrentado a expedirse en los términos del art. 346 del C.P.P.N. sobre la base de una
investigación llevada por el Juez, la denegatoria de medidas previas puede, de acuerdo con el caso, ocasionarle un
perjuicio de aquella especie.”
“En estos supuestos, no puede perderse de vista la “cláusula de cierre” prevista por el art. 449 del C.P.P.N., de
acuerdo con la cual el recurso de apelación procederá contra los interlocutorios y resoluciones que causen
118
Poder Judicial de la Nación
gravamen irreparable.”
“En este sentido, ante la posibilidad de que el Fiscal se vea obligado a formular un requerimiento de elevación a
juicio recortado o incompleto con riesgo tanto para la pretensión penal –en especial, si se tiene en cuenta el
acotado margen que prevé el art. 381 del C.P.P.N.- como para el derecho de defensa en juicio del justiciable –
ante ampliaciones tardías de la acusación o ante forzadas aplicaciones del art. 401 del C.P.P.N.-, la Sala entiende
que el decreto que deniega medidas previas al dictamen del art. 346 del C.P.P.N. puede generar un gravamen de
imposible o tardía reparación posterior de cara a las atribuciones que, con el fin de garantizar una estructura
triádica del procedimiento, el art. 120 de la C.N. le confiere al Ministerio Público Fiscal.”
“Ello, toda vez que el argumento del Sr. Fiscal se vincula con la demarcación del objeto de la acusación y no
solamente con la prueba para sostenerla.”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Ballestero - Farah
25.10.2011
“Dr. Comparatore”
Causa 45.585
Reg. 1210
J.11 - S. 22
MARCAS Y DESIGNACIONES. LEY 22.362. LEY 11.723. REQUISITOS TÍPICOS.
USO OFICIAL
“Hemos de puntualizar, en esta dirección, que la sanción de la ley 23.741, que incluyó el referido artículo a la
normativa mencionada, estuvo inspirada en la intención de perseguir conductas relacionadas con “poner en el
mercado -aunque mal y artesanalmente (es decir sin la fidelidad propia de las grabaciones comerciales)productos (…) a precios inferiores a los realizados por quienes se atienen a toda la legislación vigente en la
materia (…) desviando así a los posibles compradores de las piezas (…) legalmente existentes en el tráfico
económico”, lo que “lesiona los derechos de los autores, intérpretes y casas grabadoras autorizadas por el
perjuicio que causa” (conf. Emery, Miguel Ángel; Propiedad Intelectual, 1era edición, 6ta reimpresión, Bs. As.,
2005, pág. 312).” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun)
“Por lo demás, y con relación al agravio presentado por el recurrente, debe resaltarse que la posibilidad de engaño
en los eventuales adquirientes es una exigencia típica propia de algunos de los supuestos de la ley 22.362 -y por
ende será analizado de seguido- pero que resulta ajena al tipo penal bajo estudio.” (Del voto de los Dres. Cattani e
Irurzun)
“…desde hace tiempo que se han venido examinando los alcances de la tutela penal que otorga la normativa
marcaria, entendiéndose que no existe afectación o amenaza hacia el bien jurídico tutelado en los casos en que la
calidad visiblemente apócrifa y ciertas circunstancias que hacen al contexto de venta, tornan inidónea a la
comercialización cuestionada para causar confusión en el público consumidor (ver causa n° 5.831 “Cuenca
Textil”, reg. n° 6619 bis del 22/08/89; causa n° 18.875 “Ziva”, reg. n° 20.397 del 31/10/02; causa n° 20.298
“Gabriel Añaños”, reg. n° 21.502 del 2/09/03; causa n° 20.475 “Misci”, reg. n° 21.759 del 13/11/03; causa n°
20.728 “Balmaceda”, reg. n° 22.009, rta. el 3/2/04; causa n° 22.326 “Méndez”, reg. n° 23.485 del 15/03/05; causa
n° 22.001 “Sánchez Negreiros”, reg. n° 23.486 del 15/03/05; causa n° 23.046 “Corrado”, reg. n° 24.326 del
18/10/05; entre muchas otras).” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun)
“Por otro lado, recalcamos más recientemente que –aún habiéndose reconocido que las disposiciones de la ley
tienden a proteger tanto a los potenciales compradores como también a los titulares marcarios- el citado criterio
de esta Alzada deriva invariablemente de la propia letra del artículo 31 de la ley 22.362, pues tanto la
falsificación como la imitación fraudulenta exigen en su literalidad la potencial confusión en el público acerca de
la originalidad de un producto.” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun)
“A su vez, destacamos que -de hecho- la asunción por parte del Estado de la acción penal pública estuvo
justificada por la necesidad de dinamizar el anterior régimen de la ley 3.975, “reconociendo en la actividad que
se persigue una verdadera falsificación, con su secuela de engaño y descrédito para la confianza pública”.”
(Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun)
119
“En ese marco, afirmamos que encuadrar una conducta en la figura nombrada habiéndose descartado tal
posibilidad y bajo el argumento de que aquella busca proteger separadamente ambos intereses -como lo hizo el a
quo en el auto atacado- implica excederse del tipo penal analizado sobrepasando los límites del principio de
legalidad (v. causa n° 27.246 “Sosa, Gabriel s/ procesamiento y embargo”, reg. n° 29.917 y causa n° 27.328
“Montaña, Damián s/ procesamiento”, reg. n° 29.918, ambas del 26/05/09).” (Del voto de los Dres. Cattani e
Irurzun)
“Sentado ello, hemos de afirmar que en el sub examine, la simple observación de los discos compactos que le
fueron incautados a Espinoza Goñe, su distinta calidad y las condiciones en que eran exhibidos para su
comercialización, esto es, en la vía pública y con sus portadas fotocopiadas, permiten concluir que los elementos
no eran idóneos para producir la posibilidad de engaño que exige la norma analizada.” (Del voto de los Dres.
Cattani e Irurzun)
“Por lo expuesto, se propicia al Acuerdo declarar que el hecho atribuido al imputado no encuadra en las
previsiones del artículo 31, inciso “d” de la ley 22.362.” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun)
“En reiteradas oportunidades he sostenido que “...Ante este tipo de supuestos, iniciados por prevención policial y
donde no existe querellante, la afectación o potencial afectación al bien jurídico protegido por la norma,
entonces debe traducirse en la posibilidad concreta de engaño al público consumidor. Si este fuese desechado, la
conducta perseguida debe reunir una serie de características que hagan presumir un perjuicio hacia el titular de
la marca –aún frente a su pasividad- vale decir, dimensiones considerables, giro importante y efectos negativos
apreciables. Sólo bajo estas circunstancias se supera el umbral constitucional que resulta del principio de
lesividad (…) y la persecución penal se hace viable, pues aparece el “fin” que justifica y da sentido a la
injerencia penal en la libertad de acción del individuo” (Sala I C.41.065 “Berardi”, reg.101 del 14/2/08,
C.42.030:“Pérez”, reg. 984 del 28/8/08 y Sala II: C.27.246 “Sosa”, reg. 29.917 del 26/5/09, C.28.278: “Bautista
del Rosario”, reg.30607 del 10/11/09, entre otras).” (Del voto del Dr. Farah)
“En efecto, dadas las circunstancias en que eran exhibidos los discos por el encausado, el hecho investigado
contrasta con los parámetros señalados en el párrafo que antecede, motivo por el cual he de coincidir con mis
colegas preopinantes en punto a que no se habría afectado el binomio de bienes que tutela la ley 22.362.” (Del
voto del Dr. Farah)
“En tales condiciones, la conducta solamente podría quedar abarcada -eventualmente- bajo las previsiones de la
ley de propiedad intelectual, resorte de conocimiento de la justicia ordinaria.” (Del voto del Dr. Farah)
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani -Irurzun - Farah
26.10.2011
“Espinoza”
Causa 30.703
Reg. 33.668
J. 4 - S. 8
QUERELLA. REQUISITOS PARA SER QUERELLANTE.
“Este Tribunal ya ha tenido ocasión de señalar que para obtener el rol de parte querellante el peticionante debe
haber sufrido, a raíz del delito denunciado, un perjuicio real, especial, singular y directo, es decir, se exige la
afectación, de forma inmediata, de un interés o derecho de quien pretende detentar la calidad de parte (cf. c. nº
43.624 “Barcesat”, rta. 17/12/09 reg. nº 1456; c. nº 43.673 “López”, rta. 17/12/09 reg. nº 1429; c. n° 42.249
“Felices Carlos”, rta. 09/10/08, reg. n° 1195 y c. n° 25.819, “Vasile, V.”, rta. 30/08/94, reg. n° 580, entre
muchas otras).”
“En la misma sintonía se expidió nuestro máximo tribunal en la causa I. 149. XLIV “Iannuzzi” del 21/10/08 en la
que sostuvo que: “…la ‘parte’ debe demostrar la existencia de un ‘interés especial’ en el proceso (‘Sierra Club
v. Morton’, 405 U.S. 727) o, como ha expresado esta Corte (Fallos: 306:1125; 307:1379; 308:2147; 310:606,
entre muchos otros), que los agravios alegados la afecten de forma ‘suficientemente directa’, o ‘sustancial’, esto
es, que posean ‘suficiente concreción e inmediatez’ para poder procurar dicho proceso (Fallos: 322:528,
considerando 9º)…”.”
“Así, debe concluirse que las circunstancias aludidas por el pretenso querellante no permiten en modo alguno
120
Poder Judicial de la Nación
acreditar los extremos exigidos por el artículo 82 del ordenamiento ritual en la medida de que no es una persona
que resulte afectada de un modo real, especial, singular y directo por los hechos que se investigan en las
presentes actuaciones, pues “…No basta la ofensa; ella debe ser directa. Es inadmisible la lesión indirecta….”
(cf. Guillermo R. Navarro – Roberto Raúl Daray, “La querella”, Ed. Hammurabi, Buenos Aires, año 2008, 3°
edición, pág. 105).”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Ballestero - Farah
6.10.2011
“Gorrasi”
Causa 45.202
Reg. 1137
J. 2 - S. 4
QUERELLA. UNIDAD DE INFORMACIÓN FINANCIERA. UIF. PROCEDENCIA.
“La Unidad de Información Financiera se creó en el año 2000, en el ámbito del Ministerio de Justicia y Derechos
Humanos, como un organismo autárquico, con la misión de “prevenir e impedir el lavado de activos…” (art. 6 de
la ley 25.246). Es, en otras palabras, el organismo del Estado concebido específicamente para combatir ese tipo
de criminalidad económica.”
“Conforme lo establece el artículo 13 de la norma citada, “es competencia de la Unidad... colaborar con los
órganos judiciales y del Ministerio Público... en la persecución penal de los delitos reprimidos por esta ley...”.”
USO OFICIAL
“Siguiendo esa misma línea, a través del decreto 2226/08 se destacó “que el Estado Nacional tiene un
significativo interés institucional en satisfacer los deberes emergentes de los compromisos internacionales
asumidos en la materia...”, por lo que se decidió autorizar expresamente al titular “de la Unidad de Información
Financiera... a intervenir como parte querellante en los procesos en los que se investigue la comisión de los
delitos tipificados por la ley 25.246...”.”
“En ese decreto se hace referencia, concretamente, a la Convención de las Naciones Unidas contra el Tráfico
Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas -1988-, al Convenio Internacional para la Represión de la
Financiación del Terrorismo -1999- y a la Convención Internacional contra la Delincuencia Organizada
Trasnacional -2000-, instrumentos internacionales a través de los cuales nuestro país acordó participar
activamente de la lucha contra el lavado de activos, que incluye tanto la prevención como la sanción de tales
conductas delictivas.”
“La prerrogativa de la U.I.F. de intervenir en el proceso no puede cercenarse, como ha ocurrido aquí, con el
pretexto de que el titular de dicho organismo estatal ha sido objeto de una denuncia -por parte de un tercero ajeno
a esta investigación- por incumplimiento de los deberes de funcionario público.”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Ballestero - Farah
4.10.2011
“Unidad de Información Financiera”
Causa 46.040
Reg. 1120
J. 5 - S. 9
RECURSO DE CASACIÓN. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA. AUTO DE PROCESAMIENTO.
IMPROCEDENCIA. DOBLE INSTANCIA.
“…la incorporación a nuestro derecho interno de la Convención Americana sobre Derechos Humanos (art. 8° 2
h) y del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (art. 14.5), y su posterior elevación a rango
constitucional (art. 75 inc. 22 CN), han venido a modificar sustancialmente el concepto de “derecho al recurso”.
Su alcance se ha visto redimensionado, debiendo ser entendido como una garantía procesal del condenado, quien
cuenta con la facultad de que su sentencia sea revisada por un tribunal superior y de requerir la doble
conformidad judicial con la condena como paso previo a que sea ejecutada.”
“En la especie, la revocatoria del sobreseimiento de los acusados en orden a los hechos por los que fueron
indagados y el dictado de su procesamiento sin que dicho temperamento haya sido acompañado de prisión
preventiva restrictiva de su libertad ambulatoria, no puede ser considerado, como lo sugiere la defensa, un acto
importante con entidad para habilitar la vía casatoria bajo pretexto de que con ello se garantiza el doble conforme
(en idéntico sentido, de esta Sala, c/n° 39.993 “Zugnoni de Rumachella y otros s/recursos de casación, de
121
revisión y nulidad”, reg. 791, rta. 8/7/08).”
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Farah
4.10.2011
“Trenes Metropolitanos General Roca SA”
Causa 44.327
Reg. 1115
J. 1 - S. 2
RECURSO DE CASACIÓN. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA. AUTO DE PROCESAMIENTO.
IMPROCEDENCIA. DOBLE INSTANCIA.
“Cabe recordar que en supuestos como el planteado hemos sostenido, en consonancia con las pautas sentadas por
la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el caso “Casal” (causa n° 1681, C.1757 XL, rta. el 20/9/05), que si
se procesa en esta instancia como consecuencia de la apelación presentada, la vía reclamada configura el cauce
procesal necesario para garantizar al imputado el derecho a recurrir ante un tribunal superior, en la que
corresponde atender al cuestionamiento efectuado acerca del mérito probatorio existente para decretar la medida
dictada junto con los restantes que motivan esta impugnación (con causa n° 24.759 “Giacomino”, rta. el 14/2/08,
reg. n° 28.060; y causa n° 22.513 “Mendoza”, rta. el 14/10/05, reg. n° 24.314, entre otras).” (Del voto de los
Dres. Cattani e Irurzun)
“Ello pues el interlocutorio recurrido puede ser equiparado a las decisiones que, según los tratados de derechos
humanos con jerarquía constitucional, deben ser alcanzadas por la garantía de doble instancia judicial (artículo
14.5 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos; y artículo 8.2.h de la Convención Americana de
Derechos Humanos. Conf asimismo, Julio Maier en “La aplicación de los tratados sobre derechos humanos por
los tribunales locales”, Ed. del Puerto 1997, pág. 410; y esta Sala en causa n° 26.054 “Granillo Ocampo”, rta. el
22/8/08, reg. n° 28.832).” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun)
“Discrepo parcialmente en cuanto a la procedencia del recurso que se analiza en el voto de mis colegas.” (Del
voto del Dr. Farah)
“Es que, al no haber sido tal temperamento acompañado por una medida restrictiva de la libertad ambulatoria del
imputado, no puede ser considerado por su trascendencia, en el lenguaje de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos, acto “importante” con entidad para habilitar la vía casatoria bajo pretexto de que con ello se garantiza
el doble conforme. Sucede que lo decidido, si bien obliga al nombrado a seguir vinculado al proceso, no le genera
un gravamen insusceptible de reparación ulterior, como sería el caso en que hubiese visto comprometida la
libertad personal, razón por la cual no se verifica en este supuesto el requisito de admisibilidad objetiva requerido
para la procedencia de la vía casatoria intentada. Tal mi criterio en supuestos análogos (ver Sala I en causa n°
39.993 “Zugnoni de Rumachella”, rta. el 8/7/08, reg. n° 791).” (Del voto del Dr. Farah)
“A mi modo de ver, en este caso resulta también aplicable el principio general sentado por la Corte Suprema de
Justicia de la Nación que señala que las resoluciones que impliquen continuar sometido a proceso criminal no son
equiparables a sentencia definitiva (CSJN, Fallos 310:248; 311:1781 y 312:1503, entre otros), este remedio debe
ser declarado inadmisible porque no satisface el requisito de impgnabilidad objetiva que reclama el art. 457 del
cód. procesal.” (Del voto del Dr. Farah)
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani -Irurzun - Farah
27.10.2011
“Escobedo”
Causa 30.782
Reg. 33.672
J. 9- S. 18
RECURSO DE REPOSICIÓN. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA.
“En cuanto a la primera articulación, la Sala considera desacertado el planteo impetrado por el impugnante, así
como el dictamen de la representante del Ministerio Público Fiscal, pues este remedio procesal resulta inviable
contra los pronunciamientos emitidos por una Cámara de Apelación “como aquél que declara mal concedida una
apelación en la instancia inferior” (Navarro, Guillermo Rafael- Daray, Roberto Raúl; Código Procesal Penal de
la Nación. Análisis doctrinal y jurisprudencial, Tomo 3, Hammurabi, 4° edición actualizada y ampliada, Buenos
122
Poder Judicial de la Nación
Aires, 2010, p. 340).”
“En efecto, la reposición puede plantearse ante la alzada en ocasión del trámite del recurso, pero no respecto de
cuanto se resuelva como consecuencia de esa interposición (Navarro, Guillermo Rafael- Daray, Roberto Raúl, ob.
cit., p. 340).”
“Al respecto, esta Sala tiene dicho que: “Tal recurso, conceptualmente, es una protesta por medio de la cual se
pretende atacar aquellas resoluciones dictadas sin sustanciación con el fin de que sea el mismo tribunal que la
dictó quien la revoque por contrario imperio (art. 446 del CPPN)” (cfr. causa N° 43.903, “Brugorello, Miguel
Ángel s/reposición”, reg. N° 1076, rta.: 26/10/10; causa N° 44.383, “Y.P.F. s/reposición y nulidad de la
notificación”, reg. N° 893, rta.: 16/8/11, entre otras. En el mismo sentido, cfr. CNCP, Sala I, JPBA, 89-76-239,
en el que se señaló que la reposición “sólo procede contra las resoluciones internas del proceso dictadas sin
sustanciación”.).”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Ballestero - Farah
25.10.2011
“Bossio”
Causa 44.863
Reg. 1219
J. 7 - S. 14
REQUERIMIENTO DE INSTRUCCIÓN. AUSENCIA DE DICHO ACTO. CONSECUENCIAS. NULIDAD.
USO OFICIAL
IMPROCEDENCIA.
“Ello, toda vez que por un lado, surge de fs. 5 de la causa principal, que el Sr. Agente Fiscal ha sido notificado de
la iniciación de la presente causa con fecha 10 de noviembre de 2010, ni bien ingresara en el juzgado de Primera
Instancia.”
“A su vez, como señalara el Juez a quo ha sido notificado de los distintos actos procesales (ver fs. 30, 35, 40, 48,
53vta. y 60).”
“Por último y en relación a la falta de requerimiento fiscal, cabe destacar que este Tribunal ha dicho que sólo
aparece como necesario correr la vista que manda el artículo 180 del ritual en aquellos casos donde el acto
inicial es una denuncia que es elevada al Tribunal interventor sin cumplir ninguna diligencia prevencional (conf.
Daniel Fedel, “El requerimiento de instrucción: ¿es necesaria su existencia respecto de las prevenciones
policiales?, L.L. 11-6-93; y causa 28.916, caratulada “Nieto, Omar s/dcia”, rta. con fecha 18-07-97, reg. 560,
entre otras).”
“En este mismo sentido ha resuelto la Cámara Nacional de Casación Penal en cuanto a que el artículo 195 del
C.P.P.N. otorga indistintamente al requerimiento fiscal y a la prevención o información policial la posibilidad de
dar inicio a la instrucción. El fundamento de la necesidad del requerimiento de instrucción, se vincula
exclusivamente con la imposibilidad de que el magistrado actúe de oficio, por ello es que el poder impulsor
inicial corresponde tanto al Ministerio Público Fiscal como a la autoridad prevencional. (ver causa nro. 6434,
registros nro. 8349.1, rta. el 2-12-05, perteneciente a la Sala I; causa nro. 4161, registro nro. 5593.2, rta. el 10-0403, perteneciente a la Sala II; causa nro. 11464, reg. Nro. 21.10.3, rta. el 4-02-10, perteneciente a la Sala III y
causa nro. 10049, registro nro. 11533.4, rta. el 25-03-09, perteneciente a la Sala IV).”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Ballestero - Farah
25.10.2011
“Sosa Ranno”
Causa 45.873
SOBRESEIMIENTO.
Reg. 1213
REQUISITOS
PARA
SU
J. 12 - S. 23
DICTADO.
PLAZOS
PROCESALES.
PLAZO
RAZONABLE.
“Ya se ha dicho en muchas oportunidades que:“El estado de duda resulta incompatible con la certeza exigida
por la ley para sobreseer… y se constituye además en una solución…no contemplada en el plexo normativo” (v.
CNCP, Sala III, JA, 2002-I-777; Sala III, causa N° 12.602, “Baldonado, Gustavo Javier s/recurso de casación”,
reg. N° 170/11, rta.: 14/3/11; Sala I, causa N° 3469, “N.J.M.S. y otros s/recurso de casación”, reg. N° 4337, rta.:
23/5/01; causa N° 8802, “Grimaldi, Héctor Fabián y otros s/recurso de casación”, reg. N° 12.287, rta.: 14/8/08; y
123
de esta Sala, causa N° 45.604, “Gini, Javier Rodrigo s/sobreseimiento e incompetencia”, reg. N° 909, rta.:
18/8/11; causa N° 45.670, “Gumersindo, Escalier Condori s/sobreseimiento”, reg. N° 1084, rta.: 22/9/11; entre
otras).”
“Pero paralelamente, en virtud del lapso transcurrido desde que fueran iniciadas las presentes actuaciones- cinco
años-, es preciso que el magistrado imprima celeridad a la realización de las diligencias requeridas, a fin de
alcanzar una pronta definición de la situación procesal de quienes se desempeñaban en las áreas vinculadas a los
episodios investigados, pues tal como nuestro Máximo Tribunal ha sostenido reiteradamente: “…debe reputarse
incluido en la garantía de la defensa en juicio consagrada por el art. 18 de la Constitución Nacional, el derecho
de todo imputado a obtener…un pronunciamiento que…ponga término del modo más rápido posible a la
situación de incertidumbre y de innegable restricción de la libertad que comporta el enjuiciamiento penal” (cfr.
Fallos 272:188, 298:50, 300:1102, entre otros).”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Farah
11.10.2011
“Matiak”
Causa 44.784
Reg. 1155
J. 5 - S. 10
SUSPENSIÓN DEL JUICIO A PRUEBA. REQUISITOS DE PROCEDENCIA. FUNCIONARIO
PÚBLICO. INTERVENCIÓN EN LA MANIOBRA INVESTIGADA.
“La necesaria conformidad del Fiscal, consecuencia de la naturaleza del rol que desempeña dentro del proceso
penal, opera respecto de la concesión o denegatoria del beneficio y no puede ser cuestionada en la medida en que
no resulte manifiestamente arbitraria y se encuentre debidamente fundada en ley (conf. de esta Sala, causas n°
13.014 “Lazo”, rta. 6.3.07, reg. n° 13.014; n° 17.238 “Guzmán”, rta. 10.4.01, reg. n° 18.563; n° 24.647 “Ramírez
Zapata”, rta. 18.12.07, reg. n° 27.879; n° 28.014 “Mahomed”, rta. 11.8.09, reg. n° 30.224; n° 29.453 “Fernández
Leyton”, rta. 31.8.10, reg. n° 31.843; y las respectivas citas).”
“Así, por cuanto es a ese Ministerio al que le incumbe el rol de promover y ejercer la acción pública por mandato
constitucional (art. 120 C.N., Ley 24.946 -art.25-), razón por la cual cuando el fiscal expresa su oposición a la
suspensión del proceso “... no ejerce jurisdicción sino que manifiesta su voluntad de continuar ejerciendo la
acción. Y puesto que la suspensión del proceso a prueba no es otra cosa que la suspensión del ejercicio de la
acción penal, el tribunal, que carece de poderes autónomos para su promoción y ejercicio, tampoco tiene poder
de decisión sobre la suspensión de ese ejercicio. Por ello, depende de la conformidad fiscal” (v. Luis M. García
“Suspensión del Juicio a Prueba”, Cuadernos de Doctrina y Jurisprudencia Penal, Año II, pág. 365, Ed. Ad-Hoc;
C.N.C.P. Sala I, causa n° 13.038 “Daglio Rigueresman”, rta. 7.7.10, reg. n° 16199.1).”
“Ello, no obstante no haberse verificado previamente la audiencia reglada por el artículo 293 del código de forma
toda vez que, conforme lleva dicho este Tribunal, “...la Cámara Nacional de Casación Penal ha resuelto que en
aquéllos casos en que la suspensión del juicio a prueba resulte manifiestamente improcedente, el Tribunal que
debe decidir puede rechazarlos in límine, sin celebrar la audiencia prevista en art. 293 citado (CNCP, Sala IV,
‘Torres, María Rosa’, reg. n° 6719.4 del 22/6/05, y sus citas, entre muchas otras)...” (v. causa n° 28.014
“Mahomed”, rta. 11.8.09, reg. n° 30.224, y sus citas).”
“Más allá de ello, el punto central del agravio de la Defensa radica en la aplicación al caso de las previsiones del
párrafo séptimo del artículo 76 bis del Código Penal, en los que se funda el Ministerio Público Fiscal para, en
consonancia con la Resolución n° 97/2009 de la Procuración General de la Nación, formular su oposición.”
“El párrafo indicado señala la improcedencia de la suspensión “...cuando un funcionario público, en el ejercicio
de sus funciones, hubiese participado del delito”.”
“Al respecto, al pronunciarnos en los autos n° 30.174 “Gauto, Fernando s/suspensión del juicio a prueba”, rta.
17.5.11, reg. n° 32.906) sostuvimos “...en principio que el hecho de que el imputado se desempeñe como agente
público no implica por sí solo que se vea excluido de la posibilidad de aplicación a su respecto de la suspensión
del juicio a prueba. En ese sentido, se ha afirmado que ‘la exclusión de un derecho individual a quien la ley
presume inocente, respecto de la imputación de cualquier delito y por el sólo hecho de tratarse de un funcionario
124
Poder Judicial de la Nación
público, importaría un trato legal discriminatorio’ (Conf., Vitale, Gustavo L. ‘Suspensión del Proceso Penal a
Prueba’, 2da. Edición actualizada, Buenos Aires, Editores del Puerto, año 2004, pág. 175) ...una correcta
interpretación del artículo 76 bis del Código Penal, obliga a considerar que la salvedad efectuada en su párrafo
séptimo lo es en relación a aquéllos casos en los que el delito supuestamente cometido tiene vinculación directa
con la actividad que se realiza, esto es, en los que se compruebe la existencia de un ejercicio abusivo de las
funciones públicas que le fueron confiadas al agente (ver en similar sentido de la Sala I de esta Cámara, causa
n° 42.562 ‘Del Valle...’, Reg. n° 922 del 3 de septiembre de 2009 y su cita doctrinaria)”.”
“Así, ha de establecerse si el impedimento en cuestión alcanza a los particulares que habrían participado en la
comisión de un delito en el que prima facie intervinieron funcionarios públicos, en ejercicio y provecho de tales
funciones, tal como es el caso de autos.”
“Y al respecto, sobre los alcances de la exclusión bajo análisis, la Cámara Nacional de Casación Penal ha
sostenido que “Este impedimento alcanza a todos los intervinientes en el delito, y no, como lo alegaba la
defensa, sólo a los funcionarios públicos que hubiesen participado en él. Si bien se mira, la ley no dice que no se
concederá la suspensión del proceso a prueba a los funcionarios públicos que hubiesen participado en el delito
en el ejercicio de sus funciones, sino que ‘no procederá la suspensión cuando un funcionario público hubiese
participado’ en el delito en el ejercicio de sus funciones”, razón por la cual “...la intervención de un funcionario
USO OFICIAL
público en el hecho obsta de modo objetivo a la suspensión del proceso respecto de los partícipes -aunque no
tengan esa calidad-...” (cfr. C.N.C.P. Sala II, causas n° 11.665 “Gasparini, Gianni s/rec. casación”, rta. 14.12.09,
reg. n° 15.709 y n° 12.589 “Pichetto, Andrés Luis s/rec. casación”, rta. 6.7.10, reg. n° 16.734).”
“Ello así por cuanto “...la interpretación que se atiene al texto atiende también al hecho de que la participación
de un agente no calificado en un delito especial propio constituye una cooperación a la infracción de un deber
especial del funcionario, aunque el deber especial no incumba al partícipe. Si la ley ha querido excluir la
posibilidad de suspensión del proceso a prueba en delitos en los que participa un funcionario público en
ejercicio de sus funciones, con independencia de las calidades de otros partícipes, esto constituye una elección
en el ámbito discrecional de la política criminal que lleva adelante el Congreso, que no puede ser objeto de
censura por los jueces... A este respecto, es claro que el legislador ha decidido soberanamente no prescindir de
la realización del juicio en los casos en que se trata de delitos en los que se presume ha participado un
funcionario público en el ejercicio de sus funciones...” (cfr. C.N.C.P., Sala II, c. n° 11.665 “Gasparini, Gianni
s/rec. casación”, rta. 14.12.09, reg. 15.709).”
“Y en relación a la participación de particulares en la comisión de ilícitos cometidos por funcionarios en tal rol,
no puede obviarse que existe una semejanza entre las previsiones del párrafo séptimo del artículo 76 bis del
código de fondo (“no procederá la suspensión del juicio a prueba cuando un funcionario público, en el ejercicio
de sus funciones, hubiese participado en el delito”) con el segundo párrafo del artículo 67 del mismo cuerpo legal
en cuanto señala que la prescripción se suspende “... en los casos de delitos cometidos en el ejercicio de la
función pública, para todos los que hubiesen participado, mientras cualquiera de ellos se encuentre
desempeñando un cargo público” (Ley 25.188, B.O. 1.11.99).”
“Ambas normas impiden la aplicación de sendos beneficios a los particulares partícipes de hechos cometidos
junto a funcionarios públicos en el desempeño de su rol. Desde una perspectiva político criminal ello encuentra
apoyo en “...la existencia de un interés distinto en la definición de lo realmente ocurrido en hechos de esas
características, habida cuenta del reclamo social ... de esclarecimiento de casos sospechados de corrupción
administrativa, y que no se limita a la persona misma del funcionario público, sino a la de todos los que de una
manera actuaron junto a él...” (Julio de Olazábal “Suspensión del proceso a prueba”, Ed. Astrea, 1994, pág.
60).”
“Tal interés se ve asimismo, reflejado en la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción -suscripta
por Argentina- y en la Convención Interamericana contra la Corrupción, siendo a la vez receptado por la
Procuración General de la Nación a través de la Resolución n° 97/2009.”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani -Irurzun - Farah
125
17.10.2011
“Spitzer”
Causa 30.829
Reg. 33.611
J. 1 - S. 1
TENTATIVA. PAUTAS PARA SU EVALUACIÓN. NULIDAD. FALTA DE FUNDAMENTACIÓN.
ARBITRARIEDAD.
“…únicamente diremos que ninguna tentativa es completamente idónea, ya que por definición, no consuman el
delito (Zaffaroni- Alagia-Slokar, “Derecho Penal Parte General”, Ed. Ediar, Bs. As., Año 2002, pág. 832). Sin
embargo, hay un estado de idoneidad consumativa requerida para que la acción sea típica de tentativa, y ese
grado se encuentra verificado en este caso (v. causa 45.934, “Boldrini, Emiliano Ezequiel s/procesamiento”, reg.
1101, resuelta el 29/9/2011, de esta Sala Primera).”
“En consecuencia, los motivos de la resolución que se recurre ponen al descubierto, de modo manifiesto y
evidente, la arbitrariedad en la que ha incurrido el juez de grado, en tanto el análisis por él realizado no resulta
una derivación lógica y razonada de las constancias allegadas al sumario, sino que, por el contrario, omite lisa y
llanamente una adecuada valoración de los distintos elementos de prueba incorporados al legajo. Así, “si fuera
palmario el error alegado de los jueces de la causa, al resultar contradictorio lo afirmado con la concreta
demostración inequívoca de los hechos del caso invocados por la sentencia, la doctrina establecida en materia
de arbitrariedad recobra valor, pues entonces se trataría de la prescindencia y no de la apreciación de la
prueba” (235:387. La Corte ha equiparado “interpretar caprichosamente” y “prescindir” (239:35)…”(G.
Carrió-A. Carrió, “El Recurso Extraordinario por sentencia arbitraria en la Jurisprudencia de la Corte Suprema”,
Tercera Edición actualizada, Ed. Abeledo Perrot, Bs.As., 1987, pág. 198).”
“Frente a una pieza cuyo estudio ha revelado una irreconciliable desvinculación entre los sucesos acreditados y la
lectura jurídica que de ellos se ha pretendido desprender es que la solución recurrida no puede ser considerada
como un pronunciamiento válido capaz de conservar los efectos jurídicos que se le han asignado. Ante tal
situación, en la cual el razonamiento desarrollado se desmorona al procurar brindar los motivos de la respuesta
judicial adoptada, sólo un camino puede ser transitado y es aquel que proviene de la necesaria fulminación del
resolutorio en orden a su nulidad (conf. Fallos 238:550; 244:521 y 523; 249:275; 250:152; 256:101; 261:263;
268:263; 269:343 y 348; 285:279; 296:765; 302:1405; 304:638, entre otros)(ver de esta Sala causas n° 37.818,
“Blanco, Juan A.”, reg. n° 246, rta. el 29/3/06; causa 42.409, “Malena, Ricardo”, reg. n° 374, rta. el 30/4/09 y
causa 43.043, “Belforte, Luciano y otra s/procesamiento y embargo”, reg. 751, resuelta el 6/8/2011).”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Ballestero - Farah
4.10.2011
“Caramián”
Causa 45.482
Reg. 1118
J. 2 - S. 4
TRATA DE PERSONAS. REQUISITOS TÍPICOS. DELITOS MIGRATORIOS. LEY 25.871. REQUISITOS
TÍPICOS.
“Atendiendo a las circunstancias descriptas precedentemente, es acertada la calificación legal asignada por el
Juez instructor pues, más allá del posible encuadre en más de una de las previsiones relativas a la trata de
menores de 18 años de edad agravada (artículo 145 ter y sus apartados), lo cierto es que, cuanto menos, para el
caso de Felicidad Vásquez Cucho -tutora de la menor-, es aplicable la previsión del apartado segundo y, para el
de Jorge Copa y María Eugenia Márquez Mamani, la del apartado primero. Ello, toda vez que se encuentra
constatado, en los términos del artículo 306 del C.P.P.N. que la víctima fue sometida a la explotación investigada
mediante violencia, engaños y el aprovechamiento de una situación de vulnerabilidad (art. 145 ter, apartado
primero).”
“Por esa razón, la calificación legal relativa al delito de trata, provisoriamente asignada por el a quo, será
homologada.”
“Con relación a la hipótesis delictiva contemplada por el artículo 117 de la ley 25.871, los suscriptos consideran
que el cuadro probatorio permite afirmar, con un grado de probabilidad positiva, la responsabilidad penal de los
126
Poder Judicial de la Nación
recurrentes.”
“En efecto, en la causa Nº 42.542 “Min Soo Kim s/ procesamiento”, el Tribunal efectuó una diferenciación entre
la infracción administrativa del art. 55 y el delito penal del art. 117, establecidos por la ley 25.871, “…por cuanto
la gravedad sancionatoria de la figura legal del art. 117 -prisión o reclusión de uno (1) a seis (6) años-, en
contraposición con la sanción de multa establecida por quien infringe la norma administrativa del art. 55,
párrafo segundo, encuentra su justificación en las diferencias que poseen ambas disposiciones a nivel típico,
indicativas del distinto disvalor de las acciones que cada una de ellas intenta receptar.”.”
“En esa dirección, se sostuvo que el elemento objetivo del tipo penal de promoción o facilitación de la
permanencia de extranjeros en el país, se consuma por el aprovechamiento de la irregularidad migratoria como
“política de empresa”, elemento que debe estar acompañado por la existencia de un mecanismo ilegal de
captación de inmigrantes y por actos dirigidos al aseguramiento o protección de la permanencia de estos
individuos en nuestro territorio.”
“Con relación al aspecto subjetivo, el autor debe perseguir un beneficio que debe tener contenido económico, es
decir que se exige una ultraintención, la cual se traduce en que este provecho es distinto del que persigue quien
contrata de manera aislada a personas con una residencia irregular en el país, conducta inmersa en la infracción
administrativa del art. 55 (conforme ley 25.871). Por último, hemos dicho que la figura en cuestión admite
USO OFICIAL
solamente el dolo directo, que abarca el pleno conocimiento de la condición de inmigrante irregular y las
consecuencias de su proceder con relación a la permanencia de aquél en el país (ver en el mismo sentido la
resolución de esta Sala en la causa Nº 42.149 “Valdez, Gabriel H. s/ procesamiento”, reg. 741 del 4 de agosto de
2009).”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Ballestero
13.10.2011
“Vázquez Cucho”
Causa 45.237
Reg. 1170
J. 11 - S. 21
ACCIÓN PENAL. VIGENCIA DE LA ACCIÓN. PRESCRIPCIÓN. ACTOS INTERRUPTIVOS. DELITO
DE ACCIÓN PRIVADA. PROCEDIMIENTO.
“En primer lugar debe decirse que no es la voluntad de persecución penal del actor la que interrumpe el curso de
prescripción -como pretende argumentar el querellante-, sino los supuestos que taxativamente prevé la norma en
cuestión. En efecto, a partir de su modificación por la ley 25.990, ella establece que: “La prescripción se
interrumpe solamente por: a) la comisión de otro delito; b) el primer llamado efectuado a una persona, en el
marco de un proceso judicial, con el objeto de recibirle declaración indagatoria por el delito investigado; c) el
requerimiento acusatorio de apertura o elevación a juicio, efectuado en la forma que lo establezca la legislación
procesal correspondiente; d) el auto de citación a juicio o acto procesal equivalente; y e) el dictado de sentencia
condenatoria, aunque la misma no se encuentre firme.”.”
“Al respecto, este Tribunal ha dicho que: “…Del análisis de los apartados del mencionado artículo 67 surge que,
al menos, tres causales pueden aplicarse perfectamente a los delitos de acción privada toda vez que el
procedimiento regulado por los artículos 424 y ss. del Código Procesal Penal de la Nación prevé un auto de
citación a juicio -artículo 428 del mencionado código- y la sentencia, eventualmente condenatoria -artículo 431-.
La tercera de las causales interruptivas, sobre la que tampoco cabe duda de su aplicación para ese tipo de delitos,
es la prevista en el apartado a): la comisión de otro delito…” (cfr. causa n° 23.156 “Zlotogwiazda, Marcelo s/
prescripción”, reg. n° 24.660, rta. el 26/12/05).”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani -Irurzun - Farah
22.11.2011
“Rosales”
Causa 30.761
Reg. 33.785
J. 12 - S. 23
ASOCIACIÓN ILÍCITA. ART. 210 CP. REQUISITOS TÍPICOS.
“Esta Alzada ha tenido ocasión de fijar determinadas pautas sobre las formas de interpretar y acreditar este
127
delito. Interesa aquí -por las particularidades del caso- hacer hincapié en algunos de esos rasgos.”
“El primero se vincula con la llamada tesis del paralelismo, según la cual el ilícito tiene carácter autónomo, pues
la actividad que se lleva a cabo en la asociación deviene totalmente independiente de la intervención que cada
uno de sus integrantes haya tenido en la efectiva ejecución de los planes propuestos. No es necesario, entonces,
que el sujeto despliegue una actividad material, siempre que sepa que integra la organización y coincida con los
otros miembros en punto a los objetivos perseguidos.”
“El segundo hace a la prueba del acuerdo criminoso del artículo 210 del Código Penal. Al respecto, se ha dicho
que ello puede extraerse mediante el método inductivo, es decir, partiendo desde los casos delictivos realizados
hacia atrás, donde se encuentra la faz ideológica de esos planes individualmente considerados. La “marca” o las
“señas” de la o las asociaciones quedarán puestas en evidencia en la medida que se analice su modo de operar y
la dirección hacia la que apuntan sus fines, los cuales lógicamente persiguen la comisión de ilícitos determinados,
ya que de lo contrario no tendría razón de existir la propia asociación (sobre todo lo anterior, ver causa n° 28.818
“Lorenzo”, reg. n° 31.275 del 14/4/10 y sus citas, entre otras).”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani -Irurzun - Farah
29.11.2011
“Sánchez Reisse”
Causa 31.116
Reg. 33.818
J. 7 - S. 14
DECLARACIÓN INDAGATORIA. LLAMADO. EXIGENCIA DE FUNDAMENTO DE DICHA MEDIDA.
“En reiteradas oportunidades esta Alzada ha sostenido que el decreto que convoca a prestar declaración
indagatoria solo requiere como fundamento la sospecha de que una persona ha participado de la comisión de un
delito. Tratándose entonces de una decisión propiamente discrecional del juez, su inapelabilidad es la regla, salvo
que exista arbitrariedad en el llamado –conf. causa n° 27.133 “Cristofani”, rta. el 20/11/08, reg. n° 29.206-.”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani -Irurzun
11.11.2011
“Viera”
Causa 31.079
Reg. 33.753
J. 12 - S. 23
DEFENSA EN JUICIO. ALCANCES. DECLARACIÓN INDAGATORIA. REQUISITOS FORMALES.
NULIDAD. PROCEDENCIA. DEBIDO PROCESO. PRINCIPIO DE LEGALIDAD. NE BIS IN IDEM.
“La premisa que guiará este análisis es la siguiente: “…Para que alguien pueda defenderse es imprescindible que
exista algo de qué defenderse: esto es, algo que se le atribuya haber hecho u omitido hacer, en el mundo fáctico,
con significado en el mundo jurídico, exigencia que en materia procesal penal se conoce como imputación. El
núcleo de la imputación es…una hipótesis fáctica –acción u omisión según se sostenga que lesiona una
prohibición o un mandato del orden jurídico- atribuida al imputado, la cual, a juicio de quien la formula, conduce
a consecuencias jurídico-penales, pues contiene todos los elementos, conforme a la ley, de un hecho
punible…Pero, para que la posibilidad de ser oído sea un medio eficiente de ejercitar la defensa, ella no puede
reposar en una atribución más o menos vaga o confusa de malicia o enemistad con el ordenamiento jurídico, esto
es, un relato impreciso y desordenado de la acción u omisión que se pone a cargo del imputado, y mucho menos
en una abstracción (cometió homicidio o usurpación), acudiendo al nombre de la infracción, sino que, por el
contrario, debe tener como presupuesto una afirmación clara, precisa y circunstanciada de un hecho concreto,
singular, de la vida de una persona…” (cfr. Maier, Julio B., Derecho Procesal Penal, I. Fundamentos, Editores
del Puerto S.R.L., 2° Edición, 3° Reimpresión, Buenos Aires, 2004, p. 553 –el destacado no está en el original).”
“Dicho de otro modo, una imputación respetuosa del derecho de defensa en juicio está doblemente limitada: por
una parte, no puede remitirse a términos abstractos que generen confusión entre valoración y objeto de
valoración; por la otra, el comportamiento fáctico y su circunstanciación deben estar recortados en función de una
orientación, que no es otra cosa que el sentido final de la conducta desvalorado por la norma.”
“En las imputaciones formuladas en el caso existe un vicio decisivo que, a su vez, determinó otros defectos en la
descripción de los cargos, los cuales, en su conjunto, determinarán la anulación de las declaraciones indagatorias
128
Poder Judicial de la Nación
(actos en que se hicieron conocer las imputaciones a los justiciables y que determinó su sujeción formal al
proceso), así como de los procesamientos que constituyen el objeto de los recursos. Nos referimos
específicamente a la circunstancia de que relataron hechos en forma desordenada, desprovistos de la unidad de
sentido desvalorada por una norma jurídico penal, al punto de que cualquier subsunción legal, tal como la
efectivamente aplicada (art. 175, inc. 4, en función del art. 173, inc. 7 del C.P.), hubiese resultado sorpresiva e
incluso, infundamentada.”
“Ese vicio desató, según lo adelantado, una cadena de indeterminaciones: en cuanto a la contextualización de los
comportamientos (circunstancias de modo, tiempo y lugar) y a la intervención de los imputados en la maniobra,
cuyos contornos no han sido precisados (ante desempeños funcionales en períodos no coincidentes en completo,
imprecisos en punto al análisis de los respectivos ámbitos de competencia y frente a la indeterminación del
accionar de Tapia a quien, más allá de las presiones que se le han atribuido, sólo se le reprochó el “haberse
beneficiado” del accionar de los agentes del INSSJP).”
“Estas imprecisiones, en su conjunto, además de impedir un adecuado ejercicio del derecho de defensa en juicio
en lo que atañe al cuestionamiento de los comportamientos atribuidos, afectaron, al abrir un abanico de
posibilidades jurídicas (ver, por ejemplo, además de la figura aplicada, la relativa a otro tipo de defraudación –
bajo la modalidad de estafa-, las hipótesis descriptas por los arts. 265, 256 bis, 248, 249 del C.P., entre otras), la
USO OFICIAL
posibilidad de resistir la subsunción legal.”
“Según la premisa de análisis expuesta en el punto II, cabe tener presentes las dos funciones principales de la
exigencia de especificidad de la acusación: la de información –permitir que el imputado conozca la conducta
concreta con relevancia jurídico-penal que se le atribuye y que también pueda controlar el proceso de subsunción
- y la de delimitación del objeto procesal -relevante en lo que se refiere a la cosa juzgada y el ne bis in idem, entre
otros asuntos- (cfr. Sancinetti, Marcelo, “La nulidad de la acusación por indeterminación del hecho y el
concepto de instigación”, Ad Hoc, 1° Edición, Buenos Aires, julio de 2001, págs. 84 y ss.).”
“Pero también es necesario recordar que cuando se afirma la existencia de una unidad temática como materia del
proceso, la imputación podrá referirse sólo a algunas de las circunstancias abarcadas por el hecho histórico, sin
perjuicio de que la decisión que recaiga haga cosa juzgada sobre todas ellas. En consecuencia, el recorte realizado
por la imputación, lo será en función de una norma, la cual, a su vez, debe verse reflejada en la base fáctica así
delimitada. De allí también el sentido de la regla que impone a la acusación el deber de calificar jurídicamente el
hecho imputado -la cual cumple, sin duda, el papel de orientar la actividad defensiva (cfr. Maier, p. 569)-.”
“En sentido similar, Zaffaroni sostiene, al estudiar la unidad o pluralidad de conductas –y la doble limitación
dada por el factor final de la conducta y el sentido normativo- que el problema excede el acotado ámbito de los
concursos y que: “…Tiene claras implicancias constitucionales: se hallan en juego nada menos que el principio
de legalidad en varios sentidos (entre otras, serias cuestiones de participación y de prescripción, de ley aplicable,
etc.), la prohibición de doble punición, en el ámbito procesal el ne bis in idem…” (Zaffaroni, Eugenio Raúl,
Alagia, Alejandro y Slokar, Alejandro, “Derecho Penal, Parte General”, Ediar, Buenos Aires, 2000, ps. 856 y
858).”
“El subrayado acerca de la determinación de la unidad de conducta y de su vinculación con los principios
constitucionales reglamentados por el derecho procesal penal responde precisamente a la necesidad de poner de
resalto el defecto central adelantado acerca de la intimación de los imputados: ciertos comportamientos
materiales a los que se ha hecho referencia (más allá de la cadena de indeterminaciones a la que luego nos
referiremos) aparecen desprovistos de un sentido final delineado en función de una norma que permita
aprehender en qué consiste, precisamente, la imputación. Puesto en forma sencilla, la lectura del relato efectuado
en las intimaciones y reproducido en el auto de mérito impide conocer a qué apunta la persecución, defecto que,
como lógica consecuencia, apareja la indeterminación de los comportamientos así como el hecho de que
cualquier calificación legal y, en especial, la asignada por el Juzgador, resulte sorpresiva.”
“La falta de precisión de los hechos compromete así, además de un adecuado derecho de defensa en juicio, la
evaluación de la vigencia de la acción penal tanto como de eventuales supuestos de bis in idem los cuales,
129
eventualmente, podrían ser sorteados, entre otros mecanismos, por las reglas de la conexidad.”
“En consecuencia, la ausencia de una descripción clara, precisa y circunstanciada de los sucesos imputados –la
cual exige, según lo expuesto, la expresión del sentido final del comportamiento desvalorado por una norma-,
tanto en la declaración indagatoria como en el auto de procesamiento, conforme los arts. 298 y 308 del CPPN,
constituye una afectación al principio de inviolabilidad de la defensa en juicio -art. 18 CN- y al debido proceso
adjetivo, por lo cual se decretará la nulidad de tales actos procesales y se reenviarán las actuaciones al a quo a fin
de que se materialicen de forma adecuada a derecho.”
“Este Tribunal ha sostenido reiteradamente que el conocimiento acabado de la imputación es un requisito
necesario para ejercer una adecuada defensa en juicio y ha dispuesto la anulación de actos basados en
imputaciones formuladas de manera indeterminada (cfr. c/n° 36.252, “Constantino”, reg. N° 1307, rta. el 9/12/04,
c/n° 43.538, “Almirón”, reg. N° 1380, rta. el 1/12/09, entre muchas otras).”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Ballestero - Farah
15.11.2011
“Tapia”
Causa 44.440
Reg. 1297
J. 10 - S. 10
DELITOS CONTRA LA SALUD PÚBLICA. ART. 201 CP. REQUISITOS TÍPICOS. COMPETENCIA.
COMPETENCIA FEDERAL.
“…se ha señalado que la comercialización de medicamentos y las personas que intervengan en dicha actividad
están sujetas a la ley 16.463 y sus reglamentaciones posteriores (artículo 1º), las cuales ostentan carácter federal
(C.S.J.N., Fallos 325:902, 327:719 y 5173, entre otros). En efecto, de ellas se desprende que “su objeto es no sólo
proteger la salud pública sino también la economía del consumidor, la mayor transparencia y competencia del
mercado de medicamentos y la finalidad terapéutica (arts. 2, 7 y 9 de esa norma y considerandos del decreto
150/92)” y que “la ratio legis de la ley 16.463 y su reglamentación es evitar el uso indebido de medicamentos,
así como determinar la peligrosidad de éstos, su comprobada y comprobable acción y finalidades terapéuticas y
sus ventajas científicas, técnicas o económicas (...)” (del dictamen del Procurador General de la Nación, al que
remitieron los Sres. Ministros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en la Competencia nº 1069. XL
“Instituto Sidus S.A. s/ pres. infr. ley 22.362 y art. 200 del Código Penal”, rta. el 16/11/04).”
“Asimismo, la ANMAT es el organismo competente en todo lo referido al control y fiscalización sobre la sanidad
y calidad de medicamentos y con relación a la actividad de comercialización de dichos productos (artículo 3º,
apartados “a” y “e” del decreto 1490/92).”
“Por otro lado, a través de la ley nacional 25.673 se creó el “Programa de Salud Sexual y Procreación
Responsable” en el ámbito del Ministerio de Salud. Dicho programa se inscribe como una política de estado
vinculada con la preservación de la salud pública de los habitantes de todas las provincias del país (artículos 3º y
11) y entre sus objetivos se encuentra el de “prescribir y suministrar los métodos y elementos anticonceptivos
que deberán ser de carácter reversible, no abortivos y transitorios, respetando los criterios o convicciones de los
destinatarios, salvo contraindicación médica específica y previa información brindada sobre las ventajas y
desventajas de los métodos naturales y aquellos aprobados por la ANMAT” (artículo 6º, apartado “b” de la ley
25.673).”
“En este contexto, no puede desconocerse la inescindible vinculación existente entre, por un lado, la distribución
en el territorio de la provincia de Córdoba del “Segurite” y su prospecto explicativo en las condiciones
denunciadas y, por el otro, la autorización otorgada por la ANMAT (disposición nº 5465 y sus modificatorias)
para la inscripción y comercialización de ese producto, en su carácter de ente nacional encargado de velar por la
salud pública. De igual modo, se encuentran involucrados en ese accionar los funcionarios del Ministerio de
Salud de la Nación que a través del programa aludido instrumentaron el suministro a todo el país de fármacos que
tienen el mismo efecto que se cuestiona a los medicamentos comercializados por los encartados.”
“En tales condiciones, en las hipótesis de imputación que se manejan en ambas causas y sin entrar a analizar si
constituyen o no los delitos que fueron denunciados, en lo concerniente a lo que hace a esta cuestión de
130
Poder Judicial de la Nación
competencia se advierte que la autorización de la ANMAT -investigada en orden al artículo 248 del C.P.N. en
este fuero- habría servido para posibilitar la comercialización de los medicamentos de la forma en que se
cuestiona -investigada como artículo 201 del C.P.N. en la justicia provincial de Córdoba-, de modo que se
presentan como el supuesto de conexidad del artículo 41, inciso 2º del C.P.P.N. entre dos causas que deberían
tramitar en la justicia federal.”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani -Irurzun - Farah
24.11.2011
“Núñez”
Causa 30.799
Reg. 33.813
J. 12 - S. 23
DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD PÚBLICA. ART. 189 BIS CP. ACOPIO. REQUISITOS TÍPICOS
“En tal sentido Soler ha expresado que “Acopia el que reúne de manera considerable, superior a lo que el uso
común o deportivo pueden justificar…” (Conf. Derecho Penal Argentino, Tomo IV, pag. 609, Editorial Tea,
Buenos Aires, año 1996).”
“Sobre ello, debe tenerse en cuenta que en este caso se secuestraron al imputado, un total de 919 cartuchos, de los
cuales 738 eran de calibre 22LR, 16 de calibre 12, 111 de calibre 7.65, 10 de calibre 380 y 60 de calibre 45.”
“Además de la magnitud numérica y la diversidad de cartuchos, hay que considerar los peritajes de fs. 29 y 36/7,
USO OFICIAL
de los que surge que las municiones eran aptas para sus fines específicos.”
“Sin embargo, a ello debe agregarse que en estos supuestos no puede valorarse la cuestión únicamente desde el
punto de vista cuantitivo, sino que además se torna necesario analizar en cada caso concreto las circunstancias en
que se inserta el hecho en cuestión (ver de esta Sala, causa n° 5897, “Salama”, reg. n° 6514 del 8/6/1989).”
“En ese sentido, esta Sala estableció ciertas pautas de exégesis al sostener que la interpretación de la acción de
acopiar no sólo ha de reparar en la magnitud numérica de elementos hallados sino que también debe orientarse a
las circunstancias en que fueran habidos, demostrativas de que se las guardó con intención de que,
eventualmente, puedan ser empleadas por muchas personas, lo que refuerza su potencialidad dañosa para el bien
jurídicamente protegido: la seguridad pública (ver de esta Sala causa n° 19.259, “Calaio”, reg. n° 20.338 del
17/10/02, con cita de causa n° 3.633 “Piras” de la Sala I de la Cámara Nacional de Casación Penal, reg. n° 4.506
del 10/8/2011).”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani -Irurzun - Farah
15.11.2011
“Zagaria”
Causa 31.057
Reg. 33.758
DENUNCIA.
OMISIÓN
DE
RATIFICACIÓN
J. 9 - S. 17
DE
LA
DENUNCIA.
CONSECUENCIAS.
REQUERIMIENTO DE INSTRUCCIÓN. AUSENCIA DE DICHO ACTO. CONSECUENCIAS. NULIDAD.
IMPROCEDENCIA.
“La denuncia que introduce un particular “es el acto por el cual una persona que tiene noticia de un delito de
acción pública lo pone en conocimiento de la autoridad competente para recibirla... no es un acto inicial de la
instrucción sino una forma mediata: una vez efectuada requiere, para su promoción, del impulso convalidante
que importa el requerimiento fiscal o la actuación de la autoridad preventora...” (Navarro, Guillermo Rafael y
Daray, Roberto Raúl, “Código Procesal Penal de la Nación”, ed. Hammurabi, Buenos Aires, 2004, tomo I, pág.
434 y ss.).” (Del voto de los Dres. Freiler y Ballestero)
“En virtud del principio ne procedat iudex ex officio, “...la actividad del Tribunal juzgador deberá estar
precedida en la totalidad de los casos por el impulso de la acción penal por parte del Ministerio Público Fiscal,
viéndose diferenciadas, de esta forma, las funciones de decisión y acusación (art. 120 de la CN, arts. 5 y 65 del
CPPN y art. 25 de la ley 24.964, en el mismo sentido, ver c. 39.727 “NN s/ nulidad”, reg. 182, rta. el 15/03/07,
de esta Sala, entre muchas otras)” (c. n° 43.559, “Vila, Juan D. s/ nulidad”, rta. 21/12/09, reg. n° 1468, entre
otras).” (Del voto de los Dres. Freiler y Ballestero)
“De lo expuesto se colige que lo relevante es, entonces, la intención del acusador de impulsar la acción,
131
requiriendo la correspondiente instrucción del sumario, sobre la base de la plataforma fáctica contenida en la
denuncia, la que cumple la función de una notitia criminis.
“(Del voto de los Dres. Freiler y Ballestero)
“Ninguna afectación a garantías constitucionales se desprende de la omisión de la ratificación de aquella, cuando,
como ocurrió en el caso sub examine, no fue sino la decisión del titular de la vindicta pública lo que habilitó la
actuación del juez.” (Del voto de los Dres. Freiler y Ballestero)
“Tampoco justifica la invalidación pretendida el hecho de que el a quo, previo a correr vista al Ministerio Público
Fiscal de acuerdo a lo normado por el artículo 180 del código de forma, hubiera convocado al denunciante,
infructuosamente. Si bien, en algún caso, podría ser conveniente recibir declaración al denunciante ante el
juzgado interviniente, lo cierto es que el ordenamiento procesal no lo exige así, ni contempla la invalidez de los
procesos en que ello no hubiera ocurrido.” (Del voto de los Dres. Freiler y Ballestero)
“No puede soslayarse, por lo demás, el carácter restrictivo con el que deben considerarse las nulidades -conforme
lo establecido por los artículos 2 y 166 del Código Procesal Penal de la Nación-, teniendo en cuenta que “la
forma y aún el proceso en sí mismo no son más que instrumentos para la vigencia de derechos y principios de
defensa del ser humano que están garantizados por las formas” (Binder, Alberto M., “El incumplimiento de las
formas procesales”, ed. Ad-Hoc, Buenos Aires, 2000, pág. 85).” (Del voto de los Dres. Freiler y Ballestero)
“Al respecto, la Corte Suprema de Justicia de la Nación tiene dicho que: “La nulidad procesal requiere un
perjuicio para alguna de las partes, pues no procede su declaración en el solo interés del formal cumplimiento
de la ley, ya que resulta inaceptable la declaración de una nulidad por la nulidad misma” (Fallos 324:1564 y T.
870. XXXIX. "Termite", causa N° 8156 rta. 8/02/05, entre otras).” (Del voto de los Dres. Freiler y Ballestero)
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Ballestero - Farah
2.11.2011
“López Varela”
Causa 46.057
Reg. 1267
J. 4 - S. 8
DOCUMENTOS. DOCUMENTOS PÚBLICOS. CARACTERÍSTICAS. FOTOCOPIA SIMPLE. CONDUCTA
ATÍPICA. INEXISTENCIA DE PERJUICIO.
“…tiene dicho el Tribunal que la idoneidad de la falsificación debe conciliarse con la apreciación que pueda
percibir el hombre común que intenta ser inducido al engaño y no con la que puede efectuar un individuo experto
(ver de esta Sala causa n° 13.757 “Ronco”, reg n° 14.703 del 7/10/97, causa n°26.131 “Golletti”, reg. 28.138 del
5/3/08, entre otras).”
“En la misma dirección, la doctrina ha sostenido: “... Cuando nos encontramos frente a un documento que
presenta un aspecto burdo estamos al margen del tipo y con mayor razón aún, si su texto incoherente impide el
engaño a cualquier persona....” (Conf. Carlos Creus, Derecho Penal, Parte Especial, TI, página 425, Ed. Astrea,
1988).”
“Finalmente, cabe mencionar la reiterada jurisprudencia de este Tribunal acerca de que “la copia simple de los
documentos públicos, es decir aquella a la que no se le han agregado signos de autenticidad legalmente
requeridos, no puede ser objeto material del delito de falsificación de documentos (ver causa n° 28.035
“Bazzani”, reg. n° 31.033 del 11/02/10; causa n° 30.222 “Battilana”, reg. 32.758 del 13/04/11 y sus citas).”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani -Irurzun - Farah
8.11.2011
“Silva”
Causa 30.715
Reg. 33.721
J. 1 - S. 1
EMBARGO. PAUTAS PARA ESTABLECER SU MONTO.
“En cuanto al monto del embargo trabado sobre los bienes del imputado, la suma dispuesta resulta excesiva,
teniendo en cuenta que no actúa en autos parte querellante, actor civil, ni defensor particular, y que ha sido
procesado por un delito que no tiene establecida pena de carácter pecuniario (art. 14, segundo párrafo, de la ley
23.737), por lo cual y en atención a lo manifestado por el defensor oficial respecto de las costas del proceso su
finalidad se reduce a asegurar el pago de la tasa de justicia. (Ver de esta Sala causa nº 21.050, “Nuñez”, reg.
132
Poder Judicial de la Nación
22.357, rta. 29/04/04).”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani -Irurzun - Farah
8.11.2011
“Florentín”
Causa 31.066
Reg. 33.713
J. 1 - S. 2
ESTUPEFACIENTES. ART. 5 “C” LEY 23737. TRANSPORTE DE DROGA. REQUISITOS TÍPICOS.
“…el Tribunal ha sostenido en anteriores oportunidades que “…el delito de transporte de estupefacientes es un
delito de actividad, en el que el tipo penal se agota con la realización de una acción que, si bien debe ser lesiva
de un bien jurídico, no necesita producir resultado material…” (ver de esta Sala causa nº 29.449 “Price
Figueroa”, rta. el 31/8/2010, reg. nº 31.851; causa nro. 24.612, “Garrido”, rta. el 28/11/06, reg. nº 26.071).” (Del
voto de los Dres. Cattani e Irurzun)
“Comparto el tenor de la decisión propuesta por mis colegas preopinantes, pero debo aclarar que a mi modo de
ver la figura de transporte de estupefacientes no requiere la demostración autónoma de un especial elemento
subjetivo distinto del dolo. Sobre ese aspecto, se ha expedido la Cámara de Casación Penal sosteniendo que:
“…Cualquier transporte que forme parte de la cadena de tráfico, estará abarcado y penado por el tipo que
reprime la tenencia para la comercialización desde que, si bien no siempre ésta última contiene aquél,
USO OFICIAL
contrariamente todo transporte que sea un tramo del tráfico constituirá la tenencia para la comercialización…”
(conf. Sala I “López”, rta. el 4 de mayo de 2006, reg. nº 8770; Sala II “Dos Santos”, rta. el 17 de noviembre de
2006, reg. nº 9288; Sala III “Marinucci”, rta. el 7 de febrero de 1997, reg. nº 1538 y Sala IV “Bishop Leal”, rta. el
29 de agosto de 2003, reg. nº 5132).” (Del voto del Dr. Farah)
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani -Irurzun - Farah
1.11.2011
“Maciel”
Causa 31.111
Reg. 33.695
J. 9- S. 18
ESTUPEFACIENTES. COMERCIO DE DROGAS. ART. 5 LEY 23737. REQUISITOS TÍPICOS.
“Es que “…debe entenderse únicamente por comercio de drogas aquellas actividades que se realizan en forma
habitual…” (Alejandro Osvaldo Tazza, “El Comercio de Estupefacientes”, Ed. Nova Tesis, 2008, pág. 62; y de
esta Sala, causa n° 28.169 “Matos Peguero”, reg. n° 30.262, rta. el 25/8/09), por lo cual “…La verificación
accidental de un hecho que puede ser considerado como del comercio, no implica que el sujeto adquiera la
calidad de comerciante…” (Laje Anaya, “Narcotráfico y Derecho Penal Argentino”, Ed. Marcos Lerner Editora
Córdoba, 1998, pág. 123).”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani -Irurzun - Farah
15.11.2011
“Lecertua”
Causa 31.151
Reg. 33.767
J. 10 - S. 20
EXCEPCIONES. EXCEPCIÓN DE FALTA DE ACCIÓN. REQUISITOS DE PROCEDENCIA.
“En este tipo de cuestiones, la vía procesal intentada sólo resulta procedente cuando la atipicidad de la conducta
denunciada resulte en forma palmaria de la mera descripción efectuada en el acto promotor, no tolerando este
modo de excepcionar debate alguno sobre cuestiones subjetivas, ni hechos controvertidos ni la producción de
prueba (en este sentido, ver: Navarro, Guillermo R. y Daray, Roberto R., “Código Procesal Penal de la Nación”,
ed. Hammurabi, Buenos Aires, 2004, tomo II, pág. 930 y D’Albora, Francisco, “Código Procesal Penal de la
Nación”, Ed. Lexis Nexis, Buenos Aires, 2003, tomo II, pág. 715).”
“En reiteradas ocasiones hemos sostenido que “…Si bien el Tribunal ha seguido la elaboración pretoriana que
admite la excepción de falta de acción en forma excepcional para los casos en que de manera inequívoca y
manifiesta los hechos imputados no fueren subsumibles en ninguna de las figuras delictivas típicas establecidas
por el legislador, la idoneidad de tal excepción se reservó, sin embargo, para aquellos casos en que ocurriera de
modo patente y obvio, evitando que por esa vía, se plantearan cuestiones de fondo que hagan al objeto del
133
proceso en forma anticipada a la oportunidad pertinente…” (ver causa n° 30.408, “Fernández Meijide, G.
s/excepción de falta de acción”, rta. el 14/04/99, reg. n° 228 y causa n° 42.491, “Belforte, Luciano Osvaldo
s/excepción de falta de acción”, rta. 23/12/08, reg. n° 1598, entre otras).”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Ballestero - Farah
3.11.2011
“Fuentealba”
Causa 45.732
Reg. 1275
J. 9 - S. 18
HONORARIOS. AUTO QUE REGULA LOS HONORARIOS. EFECTOS.
“En primer término ha de señalarse que tal como ya se sostuviera “...los autos regulatorios de honorarios
resuelven únicamente sobre el monto de las sumas con que los trabajos del experto han de ser remunerados, sin
que nada se anticipe en ellos sobre la procedencia y forma de su cobro, ni designación del obligado a su pago
(ver de la Sala I causa n° 28.693 “Richarte”, reg. n° 997 del 20/11/97, entre otras). De ello se sigue que, si bien
resultan un paso previo al juicio para concretar su ejecución, este último constituye un procedimiento autónomo
e independiente del trámite que aquí nos ocupa...” (conf. esta Sala en causa n° 26.847 “Dr. Navarro”, rta. el
21/10/08, reg. n° 29.089).”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani -Irurzun - Farah
15.11.2011
“Stefanon”
Causa 31.088
Reg. 33.761
J. 6 - S. 12
MEDIDAS CAUTELARES. ART. 518 CPPN. NULIDAD. FALTA DE FUNDAMENTACIÓN.
“Para enmarcar adecuadamente la cuestión traída a nuestro conocimiento, debo comenzar recordando que el
artículo 18 de nuestra Constitución Nacional establece que “Ningún habitante de la Nación puede ser penado sin
juicio previo fundado en ley anterior al hecho del proceso”.” (Del voto del Dr. Freiler)
“Es por ello que las decisiones cuya consecuencia es la limitación del ejercicio de derechos, cuando son dictadas
durante el trámite de un proceso penal, resultan excepcionales, debiendo aplicarse un criterio restrictivo,
aventando así todo riesgo de que aquellas se conviertan en una pena anticipada.” (Del voto del Dr. Freiler)
“”El ordenamiento procesal penal otorga al juez instructor la posibilidad de decretar las medidas cautelares que
considere necesarias a fin de garantizar “la pena pecuniaria, la indemnización civil y las costas” del proceso,
aunque circunscribiendo la oportunidad de ejercer dicha facultad, como regla general, al momento de decretar el
procesamiento de un imputado. Asimismo, la norma admite, excepcionalmente, su dictado con anterioridad a ese
acto procesal, siempre que se encuentren presentes simultáneamente los requisitos legales, es decir, la
verosimilitud del derecho -fumus bonis iuris- y el peligro en la demora - periculum in mora- (art. 518 del Código
Procesal Penal de la Nación).” (Del voto del Dr. Freiler)
“Tradicionalmente se establece que el derecho invocado -o, en realidad, los hechos en los que se funda el derecho
en cuestión- debe gozar de un cierto grado de verosimilitud. Si bien no se requiere una acreditación plena -en el
caso de un proceso penal, de la ocurrencia del suceso pesquisado y de la participación en él de los encausados-, sí
se exige un conocimiento encaminado a obtener un pronunciamiento de probabilidad acerca de la existencia del
derecho discutido, es decir, la apariencia de su configuración.” (Del voto del Dr. Freiler)
“Al respecto, la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha dicho que “como resulta de la naturaleza de las
medidas cautelares, ellas no exigen de los magistrados el examen de certeza sobre la existencia del derecho
pretendido, sino sólo de su verosimilitud, desde que el juicio de verdad en esta materia se encuentra en oposición
a la finalidad del instituto cautelar, que no es otra cosa que atender a aquello que no exceda el marco de lo
hipotético…” (Fallos 306:2060).” (Del voto del Dr. Freiler)
“En segundo lugar, debe existir un temor grave y fundado de que durante la sustanciación del proceso, con
motivo del transcurso del tiempo que éste insumirá, pueda frustrarse el cumplimiento de la sentencia. El peligro
debe ser objetivo y derivar de circunstancias fácticas comprobadas en el sumario. Requiere una apreciación atenta
de la realidad comprometida, con el objeto de establecer cabalmente si las secuelas que llegue a producir el hecho
134
Poder Judicial de la Nación
que se pretende evitar pueden restar eficacia al reconocimiento del derecho en juego, operado por una posterior
sentencia (C.S.J.N., “Albornoz c/ M.T.S.S. s/ medida de no innovar”, rta. 20/12/84).” (Del voto del Dr. Freiler)
“El parámetro idóneo para dilucidar si, en un caso concreto, se ha configurado la verosimilitud en el derecho es la
existencia de la convocatoria a prestar declaración indagatoria del encausado, toda vez que si bien el estándar de
probabilidad exigido por el artículo 320 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación no resulta idéntico al
estado de sospecha que exige el artículo 294 del Código Procesal Penal de la Nación, lo cierto es que éste es,
indudablemente, demostrativo de aquél (en este mismo sentido, ver causa n° 41.158, “Vago, Gustavo A. s/ apela
embargo preventivo”, rta. 17/9/08, reg. n° 1061, entre otras).” (Del voto del Dr. Freiler)
“La determinación de la presencia de los extremos antes mencionados debe efectuarse con suma prudencia, pues
las medidas cautelares consisten, en esencia, en restricciones de derechos fundamentales, constitucionalmente
reconocidos -ya sea la libertad ambulatoria, en el caso de las medidas de cautela personal, o bien la propiedad,
cuando se trata de cautelas reales-, y la regla general que rige en la materia impone que la privación de tales
derechos sea consecuencia de una sentencia.” (Del voto del Dr. Freiler)
“Así lo establece el artículo 17 de la Constitución Nacional, que reza: “la propiedad es inviolable, y ningún
habitante de la Nación puede ser privado de ella, sino en virtud de sentencia fundada en ley”, aunque, como es
sabido, los derechos pueden ser objeto de determinadas restricciones o limitaciones, en los casos y de acuerdo a
USO OFICIAL
las condiciones establecidas expresamente por las leyes que reglamenten su ejercicio (art. 28 C.N.).” (Del voto
del Dr. Freiler)
“Siguiendo ese razonamiento, no debe perderse de vista que este proceso aún transita la etapa instructoria, que es
una fase meramente preliminar y preparatoria del juicio, encaminada a “...corroborar -o descartar- la ocurrencia
del suceso que forma parte de la hipótesis de la acusación -el cual debe ajustarse, prima facie, a alguna de las
conductas descriptas por los tipos penales vigentes-, a la determinación de las circunstancias de modo, tiempo y
lugar en que aquellos hubieran ocurrido y a la individualización de quienes hayan tenido intervención en el
mismo (cfr. art. 193 Código Procesal Penal de la Nación)”, para, en su caso, habilitar el avance a la próxima
etapa procesal: el plenario (causa n° 45.732, “Fuentealba, Muriel Andrea s/ excepción de falta de acción”, reg. n°
1275, rta. 3/11/11, entre otros).” (Del voto del Dr. Freiler)
“En las palabras de Maier, “...la esencia de la etapa instructoria reside justamente en la finalidad de recolectar
los elementos que, eventualmente, den base a la acusación o requerimiento para la apertura del juicio público o,
en caso contrario, determinen la clausura de la persecución penal” (Maier, Julio B., “Derecho Procesal Penal.
Tomo I. Fundamentos”, Editores del Puerto, Buenos Aires, 1999, pág. 452).” (Del voto del Dr. Freiler)
“Por ende, es un desborde intolerable la desnaturalización del estadio procesal en que nos encontramos,
adelantando indebidamente restricciones de derechos individuales en cabeza de aquellos contra quienes se dirige
una imputación penal, respecto de la cual -como ya lo veremos- no se ha arribado siquiera al estado de sospecha
previsto en el artículo 294 del código adjetivo.” (Del voto del Dr. Freiler)
“Ambos apelantes aciertan en destacar, al desarrollar sus críticas a la resolución en crisis, que el análisis de los
extremos anteriormente reseñados se encuentra ausente en dicho auto. El a quo no ha incorporado ninguna
referencia al grado de verosimilitud que otorga a los hechos bajo investigación, ni ha afirmado la existencia de un
riesgo de que la demora en adoptar medidas precautorias pudiera perjudicar la pesquisa o frustrar eventuales
reparaciones patrimoniales. No incluyó ni las premisas, ni las conclusiones, ni el camino lógico que transitó en su
razonamiento.” (Del voto del Dr. Freiler)
“Nuestro máximo Tribunal ha establecido en reiteradas ocasiones la exigencia de que “las sentencias sean
fundadas y constituyan una derivación razonada del derecho vigente con aplicación de las circunstancias
comprobadas de la causa” (Fallos 331:1090, entre muchos otros). En lo concerniente a ello, se ha precisado que
“La motivación ‘constituye el signo más importante y típico de la racionalización de la función jurisdiccional, se
establece como uno de los requisitos esenciales de la sentencia… es la enunciación de las premisas del silogismo
que concluye en los puntos resolutivos… una comprobación lógica para controlar a la luz de la razón, la bondad
de una decisión surgida del sentimiento; es la racionalización del sentido de justicia…’ (Calamandrei, Proceso y
135
Democracia, p. 115 y ss)” (Navarro, Guillermo Rafael y Daray, Roberto Raúl, “Código Procesal Penal de la
Nación”, ed. Hammurabi, Buenos Aires, 2004, tomo I, pág. 361).” (Del voto del Dr. Freiler)
“Dicha falencia, al impedir a las partes conocer las razones sobre las que se apoya la decisión cuestionada,
presupuesto necesario para poder ejercer adecuadamente la defensa de sus intereses, generaría su inadmisibilidad
como un acto jurisdiccional válido (art. 123 del Código Procesal Penal de la Nación).” (Del voto del Dr. Freiler)
“No obstante, de conformidad con los principios de conservación y trascendencia que priman en la materia y
teniendo en consideración que las nulidades deben interpretarse de modo restrictivo, corresponde determinar si,
en el caso sub examine, las razones omitidas se desprenden, de todos modos, de las constancias de la causa, pues
si así fuera no se derivaría del yerro un perjuicio concreto.” (Del voto del Dr. Freiler)
“Ello toda vez que “... los motivos y razones que dan sustento al decisorio, podrán surgir: a) del propio
decisorio, si el magistrado explicita en el mismo decreto los argumentos por los cuales dispuso la medida, b) de
otra pieza procesal a la cual el auto se remita de manera inequívoca y c) de las incontrovertibles constancias
arrimadas al proceso con anterioridad al dictado del auto, siempre que surja de manera indubitable la
necesidad de proceder, es decir que lo ordenado sea una derivación lógica de lo actuado o una consecuencia
categórica de las probanzas colectadas con antelación. En principio, cualquiera de estos supuestos satisface el
recaudo de motivación, por cuanto exigir que en todos los casos el propio decreto explicite acabadamente sus
fundamentos, deviene en un rigorismo formal excesivo, si las demás constancias arrimadas constituyen por sí
solas razón suficiente para el dictado de la medida, como se verifica en el caso (cfr. Sala II in re: ”Urquía, Justo
R. y otro s/rec. de casación”, causa n° 894, reg. n° 1307 , rta. el 28/2/1997 y “Cabrera, Carlos Alberto s/
recurso de casación”, causa n° 2134, reg. N° 2819, rta. el 15/9/99)” (C.N.C.P., Sala I, Causa N° 11.991,
“Roldán, Pablo Daniel s/recurso de casación”, rta. 27/5/10, reg. n° 15923).” (Del voto del Dr. Freiler)
“Ya señaló nuestro colega preopinante que para justificar la imposición de medidas cautelares como las aquí
revisadas, deben encontrarse presentes dos presupuestos: la verosimilitud del derecho -fumus bonis iuris- y el
peligro en la demora -periculum in mora-, cuya valoración debe efectuarse en forma conjunta. Al respecto,
“Calamandrei decía que (las medidas cautelares) ‘tienden a una conciliación entre las dos exigencias,
frecuentemente opuestas, de la justicia: la de celeridad y la de ponderación. Entre hacer las cosas pronto, pero
mal, y hacerlas bien, pero tarde, las providencias de cautela procuran, ante todo, hacerlas pronto, dejando que
el problema del bien y del mal, esto es, el de la justicia intrínseca de la decisión, sea resuelto más tarde, con la
necesaria ponderación en las formas reposadas del proceso’” (Leguizamón, Héctor E., “Derecho Procesal
Civil”, ed. Rubinzal-Culzoni, Buenos Aires, 2009, tomo II, pág. 543/4).” (Del voto de los Dres. Farah y
Ballestero)
“Siguiendo esos lineamientos, cabría admitir que las inhibiciones generales de bienes de los peticionantes
hubieran sido oportunamente decretadas, fundamentalmente, en virtud de razones de urgencia, más allá de que el
grado de verosimilitud de los hechos denunciados resultara escaso. Es decir que, teniendo en consideración el
estado embrionario de la investigación -la que amenazaba con insumir un tiempo prolongado, por su
complejidad-, su pronto dictado se hubiera estimado necesario para evitar un irreparable perjuicio a la pesquisa
que se iniciaba, y para aventar el riesgo de que se frustrara una eventual condena pecuniaria.” (Del voto de los
Dres. Farah y Ballestero)
“La Corte Suprema de Justicia ha establecido reiteradamente la exigencia de que “las sentencias sean fundadas y
constituyan una derivación razonada del derecho vigente con aplicación de las circunstancias comprobadas de
la causa”, parámetros a los que no se ajusta la resolución en crisis (Fallos 331:1090, entre muchos otros).” (Del
voto de los Dres. Farah y Ballestero)
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Ballestero - Farah
24.11.2011
“García”
Causa 45.987
Reg. 1342
J. 5 - S. 9
MINISTERIO PÚBLICO FISCAL. INDEPENDENCIA. AUTONOMÍA. NULIDAD. NULIDAD DEL
136
Poder Judicial de la Nación
DICTÁMEN FISCAL.
“Esta Sala se ha expedido en un caso similar al presente, indicando que el Juez tiene la posibilidad de realizar un
control de legalidad y razonabilidad del dictamen fiscal, siempre y cuando dicho contralor no avance
indebidamente sobre el poder de la acción y, en consecuencia, sobre la imparcialidad judicial (c/n° 44.470 “De
Cunto, Claudio Esteban s/nulidad del dictamen fiscal”, reg. 47, rta. 8/2/11, con cita de las causas n° 40.132,
“Incidente de nulidad de Ramos, Nicolás Martín”, rta. el 5/6/07, reg. N° 502; n° 40.340, “Incidente de nulidad de
García Iglesia, José”, rta. el 27/8/07, reg. N° 934, n° 38.122; “Palacios, M.J.”, rta. el 30/11/05, reg. N° 1392;
c/n° 42.948, “Incidente de apelación en autos NN s/ delito de acción pública”, rta. el 7/5/09, reg. N° 402).”
“En el sub lite, se aprecia que el Juez de la anterior instancia, lejos de ceñirse a la realización de un control de
legalidad y razonabilidad del dictamen del Fiscal, expresó su disconformidad con la postura escogida por el
acusador a través de un pronunciamiento que se traduce, en definitiva, en una suerte de disposición de la acción.”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Ballestero - Farah
17.11.2011
“Heredia”
Causa 46.221
Reg. 1310
J. 11 - S. 21
MINISTERIO PÚBLICO FISCAL. FACULTADES. ART. 120 C.N. ART. 26 LEY 24.946. ACTUACIONES
USO OFICIAL
COMPLEMENTARIAS. NULIDAD. RECHAZO.
“La posibilidad de que un representante del Ministerio Público Fiscal elabore actuaciones complementarias ha
sido aceptada por esta Sala en reiteradas ocasiones (causa n° 45.640, “ N.N. s/ archivo”, rta. 11/08/11, reg. n°:
877; causa n° 45.657, “Aldave, Marcelo s/ archivo”, rta. 7/06/11, reg. n° 581; causa n° 44.273, “Dirección
General de Aduanas s/desestimación de la denuncia”, rta. 14/06/10, reg. n° 554; causa n° 42.937, “Fiscal Federal
s/recurso de queja en autos: Paz, Marta Griselda y otro s/ley 23.737”, rta. 02/06/09, reg. n° 515; y causa n°
38.806, “Recurso de queja por apelación denegada interpuesto por el Sr. Fiscal Miguel A. Osorio”, rta. 02/03/06,
reg. n° 139; entre otras).” (Del voto del Dr. Freiler)
“La facultad que los incidentistas cuestionan se encuentra expresamente contemplada en el artículo 26 de la Ley
Orgánica del Ministerio Público -n° 24.946-, que autoriza a los fiscales a requerir informes, solicitar la
colaboración de las fuerzas de seguridad para la realización de diversas diligencias y a la recepción de
declaraciones testimoniales.” (Del voto del Dr. Freiler)
“A través de tal disposición se procura el mejor cumplimiento de los fines y del rol específicos que competen al
Ministerio Público en el marco del proceso penal, teniendo en consideración que, conforme surge del primer
artículo de la ley reseñada, ese órgano “tiene por función promover la actuación de la justicia en defensa de la
legalidad y de los intereses generales de la sociedad”.” (Del voto del Dr. Freiler)
“Carece de todo sustento la interpretación que efectúan los recurrentes, según la cual la virtualidad de aquellas
potestades se encuentra limitada a los supuestos en los que la investigación ha sido delegada de conformidad con
lo normado por el artículo 196 del Código Procesal Penal de la Nación.” (Del voto del Dr. Freiler)
“La postura que aquí sostengo se ve corroborada por la resolución n° 121/06 de la Procuración General de la
Nación, a través de la cual se reglamentó la norma bajo análisis. Se explicó, en los considerandos, que: “cuando
existe causa judicial cuya instrucción no ha sido delegada a la Fiscalía, no se encuentran inhibidas las
facultades fiscales del art. 26 de la Ley 24.946 y el ejercicio de las mismas no implica violación alguna a las
garantías constitucionales del debido proceso legal, la defensa en juicio, la prohibición de persecución penal
múltiple (non bis in idem) ni afectación del equilibrio que debe existir entre las partes en el proceso judicial”. Se
agregó que “(l)as cuestiones relativas a la admisibilidad, incorporación, validez formal, como la consecuente
valoración probatoria... queda exclusivamente reservada y supeditada a la decisión del órgano jurisdiccional”.”
(Del voto del Dr. Freiler)
“Siguiendo esa misma línea, al dictaminar en un caso donde se cuestionó la validez de las actuaciones
complementarias, el Procurador General de la Nación, Dr. Esteban Righi expuso que “tampoco hay conflictos ni
intromisiones algunas en facultadas ajenas que se deriven de la competencia otorgada por el artículo 26 de la
137
ley 24.94 respecto de causas judiciales ya sí en trámite y cuya instrucción fue reservada por el órgano
jurisdiccional. En estos casos, las acotadas facultades del Ministerio Fiscal de colectar información en
actuaciones complementarias no implican ningún avasallamiento de facultades judiciales ni de garantías
constitucionales del imputado, ya que hasta tanto el resultado de las diligencias no haya sido incorporado al
sumario por el órgano jurisdiccional, no constituyen prueba legal alguna. (...) Esta facultad... no implica ningún
menoscabo a la potestad judicial de dirección de la investigación ya que, se reitera, estos aportes pueden ser
rechazados, si hay fundamento para ello, y no son prueba hasta que cuenten con la admisión judicial”. En lo
concerniente, específicamente, a la facultad del acusador público de recibir declaraciones testimoniales, tras
asimilarla con la posibilidad que poseen los letrados particulares de presentar al proceso testimonios
juramentados pasados ante escribanos públicos, indicó que “el contralor del pruebas por la contraparte es
posterior a la obtención del testimonio..., queda latente la posibilidad de reproducción y/o ampliación de los
mismos” (S.C. D 676; L. XLIV, del 2 de junio de 2009).” (Del voto del Dr. Freiler)
“Ningún cuestionamiento cabe efectuar, entonces, en relación a la actuación del representante del Ministerio
Público Fiscal quien, con la intención de colaborar con la actividad investigativa que está llevando a cabo el a
quo, decidió labrar actuaciones complementarias.” (Del voto del Dr. Freiler)
“…aun cuando el art. 26 citado no instituya el deber de la Fiscalía de notificar a la defensa la producción de tales
medidas a los efectos de posibilitar el contralor durante su materialización, entiendo necesario compatibilizar la
atribución analizada, ante su enclave en un procedimiento todavía mixto –el cual sólo formalmente separa las
actividades de acusar y juzgar-, con el derecho de defensa en juicio.” (Del voto del Dr. Farah)
“Así, en el marco de un incidente en que se cuestionaba, desde una arista similar, la falta de notificación a la
defensa del requerimiento de instrucción, si bien la Sala rechazó la nulidad articulada, sostuvo que: “…es
necesario compatibilizar de algún modo la existencia de un derecho con la falta de formalización de las
herramientas necesarias para ejercerlo y, en ese sentido, se debió demostrar que la omisión legislativa, a la luz de
la cual actuó el juzgador, se tradujo en un perjuicio actual y concreto para el derecho cuya vulneración se
invoca…” (cfr. c/n° 40.530, “Serra, Hernán y otros s/ rechazo de los planteos de excepción de falta de acción y de
nulidad”, rta. el 6/9/07, reg. N° 1000).” (Del voto del Dr. Farah)
“A diferencia de ese caso, en el sub-lite el impugnante ha requerido en subsidio a su pretensión principal, que se
lleve a cabo tal compatibilización mediante la notificación a su parte de las medidas que se produzcan en los
términos indicados para poder controlarlas. Por otra parte, cabe tener en cuenta la dimensión sustancial del
derecho de defensa en juicio que reclama, ante la falta de previsión legal (o su vigencia tan solo formal) de
resortes destinados a materializarlo, arbitrar los medios necesarios a dichos efectos (vid. en este sentido, CSJN, in
re: “Noriega” -Fallos 330:3526-).” (Del voto del Dr. Farah)
“Según lo expuesto, la ley 24.946 no instituye el deber reclamado; pero tampoco veda esa posibilidad. Menos aun
existen razones de principio que se opongan a ella, desde el momento en que la revelación de la prueba desde la
primera ocasión, coloca a la defensa en mejores condiciones de controlarla y, en consecuencia, de contar con los
medios y el tiempo necesarios para discutir tanto su admisión como su peso cargoso, así como de ir preparando
su propio caso. De ese modo, no sólo no existen motivos que inhiban tal notificación, sino que el derecho de
defensa en juicio, el cual incluye la igualdad de armas, la reclama desde una perspectiva sustancial.” (Del voto
del Dr. Farah)
“Tampoco ella obstruye la orientación del procedimiento hacia un modelo acusatorio de enjuiciamiento, pues no
sólo no se advierte cómo el contralor de la defensa de las diligencias previstas por el art. 26 de la ley orgánica del
Ministerio Público puede menoscabar la investigación de la Fiscalía –sin perjuicio de las incidencias que puedan
generarse en el caso concreto, como en los supuestos en que el Fiscal se encuentra a cargo de la investigación, en
los términos del art. 196 del C.P.P.N.-, sino que tampoco debe pasarse por alto que aquella atribución se
ensambla con un modelo de enjuiciamiento aún inspirado en la lógica de la civil law.” (Del voto del Dr. Farah)
“Desde esta perspectiva y aun cuando puedan leerse dichas atribuciones como las correspondientes a una parte
del proceso que, en igualdad de armas, prepara su propia investigación para luego enfrentar su caso vis-à-vis con
138
Poder Judicial de la Nación
el de su contraparte, frente a un Juez de garantías (o de cuestiones preliminares), lo cierto es que, en el caso, ellas
se enclavan en un procedimiento llevado a cabo por un juez que busca la verdad histórica, para lo cual produce
prueba de cargo y de descargo, sin perjuicio de los actos promotores de la Fiscalía.” (Del voto del Dr. Farah)
“En consecuencia y mientras el legislador mantenga la figura del juez de instrucción, la previsión de resortes
acusatorios debe acompañarse con herramientas que permitan una defensa eficaz y en esta dirección, considero
procedente la petición del recurrente de que, de ahora en más –y sin perjuicio de la judicialización de las
actuaciones preliminares- se pongan en su conocimiento las diligencias que el Fiscal adopte en los términos del
art. 26 de la Ley Orgánica del Ministerio Público para permitir su control.” (Del voto del Dr. Farah)
“Por los argumentos desarrollados por el Fiscal General Germán Moldes en su dictamen de fs. 24/5, que
comparto y hago propios en honor a la brevedad, voto, al igual que mis distinguidos colegas, por confirmar el
rechazo del planteo de nulidad articulado por la defensa de Juan Pedro Freitag y Francisco Luis Stern.” (Del voto
del Dr. Ballestero).
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Ballestero - Farah
2.11.2011
“Freitag”
Causa 45.678
Reg. 1268
J. 10 - S. 19
USO OFICIAL
NEGOCIACIONES INCOMPATIBLES CON EL EJERCICIO DE LA FUNCIÓN PÚBLICA. ART. 265
CP. REQUISITOS TÍPICOS.
“La acción sancionada por el delito bajo análisis, conforme surge del texto legal, es la de “interesarse” en un
contrato u operación en la que el funcionario público intervenga por razón de su cargo. Se trata de “volcar sobre
el negocio…una pretensión de parte no administrativa”, es decir de actuar en la operación “no sólo como
funcionario, sino, conjuntamente, como particular interesado en una determinada decisión o actuación de la
administración” (Creus, Carlos, “Derecho Penal, Parte Especial”, ed. Astrea, Buenos Aires, 1999, Tomo II, pág.
299).”
“En este sentido, la confluencia de intereses disímiles en el funcionario ha sido denominada por la doctrina como
“desdoblamiento del agente”, toda vez que éste actúa como funcionario –representando al Estado- y, a la vez,
como particular. Se admite que el indebido interés de parte puede manifestarse en cualquier etapa de la
operación, desde las tratativas hasta su conclusión total (Donna, Edgardo Alberto, “Delitos contra la
Administración Pública”, ed. Rubinzal-Culzoni, Buenos Aires, 2002, pág. 318 y ss.).”
“Adviértase que, como lo ha sostenido reiteradamente esta Sala, la figura penal bajo análisis “…apunta al
funcionario público que desdobla su personalidad y, a la par representa al Estado, actúa como parte
interesada… El resultado es el desvío de poder en desmedro del necesario interés unilateral que debe arrimar
toda actuación de un órgano estatal, procediendo con tendencia beneficiante, condicionando la voluntad
negocial de la administración por la inserción de un interés particular” (conf. C. 22371 “Martínez de Hoz”, rta,
15/11/90, reg. 742; c. 28.847 “lira”, rta. 4/11/97, reg. 943; c. 34844 “D.N.R.P.A”, rta. 19/5/03, reg 384; c. 37.737
“Álvarez”, rta. 18/8/05, reg. 839; c. 38.401 “Alzogaray”, rta. 20/12/05, reg. 1489, entre muchas otras).”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Ballestero - Farah
24.11.2011
“Lypka”
Causa 45.664
Reg. 1352
J. 9 - S. 18
NULIDAD. GENERALIDADES. CRITERIO DE INTERPRETACIÓN RESTRICTIVA.
“…esta Sala ha venido sosteniendo, de conformidad con el criterio sentado por la Corte Suprema de Justicia de la
Nación, en cuanto a que “…en materia de nulidades procesales prima un criterio de interpretación restrictiva y
sólo cabe anular las actuaciones cuando el vicio afecte un derecho o interés legítimo y cause un perjuicio
irreparable, sin admitirlas cuando no exista una finalidad práctica, que es razón ineludible de su procedencia
(CSJN, Fallos 325:1404, 323:929, 311:1413 y 311: 2337, entre otros; y de esta Sala Causa N° 27.471 “Crotto,
Enrique s/nulidad”, Reg. N° 29.468 del 12/2/2009).”
139
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani -Irurzun
11.11.2011
“Viera”
Causa 31.083
Reg. 33.754
J. 12 - S. 23
PLAZOS PROCESALES. PLAZO PREVISTO POR EL ART. 306 CPPN. CARÁCTER ORDENATORIO DE
LOS PLAZOS. PRUEBA. APRECIACIÓN. SANA CRÍTICA.
“…en punto al término previsto en su artículo 306 para el dictado de un procesamiento, este Tribunal se ha
expedido en reiterados precedentes en el sentido de que posee carácter meramente ordenatorio y su
incumplimiento no acarrea nulidad alguna (cf. de esta Sala II, causa n° 21.590 “Orentrajch” del 16/9/04, reg. n°
22.859 y causa n° 28.738 “Sofía” del 30/12/09, reg. n° 30.945, entre otras).”
“…el código procesal vigente -a diferencia del anterior- no contiene directiva alguna en sentido positivo o
negativo tendiente a predeterminar el valor de una prueba testimonial; por lo que la apreciación en cuanto a su
trascendencia y verosimilitud queda sujeta a las reglas de la sana crítica racional y a su confrontación, claro, con
los datos emergentes de las restantes constancias del sumario (cf., en esta dirección, Cafferata Nores, “La prueba
en el proceso penal”, Depalma, Buenos Aires, 1998, p. 119 y ss.; Palacio, Lino E., “La prueba en el proceso
penal”, Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 2000, p. 124/5).”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani -Irurzun - Farah
3.11.2011
“Moneta”
Causa 30.748
Reg. 33.707
J. 2 - S. 4
PROCESO PENAL. ACCESO DE LAS PARTES AL EXPEDIENTE. DEFENSA EN JUICIO. ALCANCES.
ART. 204 C.P.P.N. ART. 73 CPPN.
“Este Tribunal ha sostenido en reiteradas oportunidades que si se interpretara aisladamente el artículo 204 del
código procesal con preeminencia sobre otras normas pertinentes -como por ejemplo el artículo 106 del cuerpo
invocado-, surgiría de allí una reserva de las actuaciones para la asistencia técnica del encausado aún más estricta
que el propio secreto sumarial. Esto es así, pues aún en tal ocasión, corresponde compatibilizar la medida con el
derecho de defensa, debiendo facilitarse a la parte aquellas piezas para ejercer su ministerio sin perjudicar la
reserva dispuesta (conforme Causa n° 29.364, “Cohen, Yehuda Beniamin s/ denegatoria de solicitud de
fotocopias”, Reg. n° 31.753, del 09/08/2010).”
“Asimismo, se advirtió que si se impidiera la consulta de los actuados previa a la declaración indagatoria sin que
se hubiera decretado por medio de una resolución fundada del juez el secreto de las actuaciones, se tornaría en
letra muerta lo normado en el artículo 73 del Código Procesal Penal de la Nación. Es que, de no poder contarse
con aquellos elementos que hacen a la imputación que se le dirige, mal puede alguien presentarse a aclarar los
hechos e indicar aquellas pruebas que a su juicio puedan resultar útiles (ver causa n° 19.196 “De la Rúa”, reg. n°
20.548 del 3/12/02 y causa n° 28.924 “Bounine”, reg. n° 31.205 del 23/3/10, entre otras).”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani -Irurzun - Farah
15.11.2011
“Maquieira”
Causa 31.108
Reg. 33.763
J. 11 - S. 22
PROCESO PENAL. PASOS PROCESALES. ELEVACIÓN DEL SUMARIO A JUICIO. PRUEBA. VALOR
PROBATORIO DE LAS ESCUCHAS TELEFÓNICAS.
“…probado un modus operandi criminal a través de un conjunto de hechos paradigmáticos, cabe encaminar la
elevación del sumario a juicio para su adecuada valoración, antes que proseguir en un prolongado intento
tendiente a aclarar la totalidad del conflicto. Éste es el criterio que emana de la jurisprudencia de esta Sala frente
a causas de similar e incluso mayor complejidad (ver causa n° 15.733 “Seligmann”, reg. n° 16.714 del 13/8/99,
causa n° 18.642 “Grinschpun”, reg. n° 20.260 del 1/10/02, causa n° 20.982 “Beraja”, reg. n° 22.666 del 16/7/04,
causa n° 22.293 “Bosch”, reg. n° 23.601 del 26/4/05, causa n° 21.750 “Rohm”, reg. 23.889 del 1/7/05, causa n°
140
Poder Judicial de la Nación
23.722 “Piana”, reg. n° 25.324 del 4/7/06 y causa n° 24.898 “Acosta”, reg. n° 27.149 del 19/7/09, entre otras).”
“…esta Sala sostiene desde hace tiempo que las escuchas telefónicas son una medida instrumental de la pesquisa
y carecen de valor como prueba autónoma a efectos de afirmar la existencia de la conducta atribuida a la persona
imputada de un delito. Por ende, es necesario que ese tipo de evidencias se relacionen con otras que justifiquen o
fortalezcan las sospechas construidas en base a ellas (ver causa n° 27.646 “Farfán”, reg. n° 30.353 del 14/9/09,
causa n° 13.230 “Cabrera”, reg. n° 14.208 del 20/5/97, causa n° 12.647 “Requena”, reg. n° 13.753 del 26/11/96,
causa n° 11.916 “Salvatierras Limpias”, reg. n° 12.963 del 21/3/96 y causa n° 11.732 “Rentaría”, reg. n° 12.649
del 15/12/95).”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani -Irurzun - Farah
8.11.2011
“Lorenzo”
Causa 30.806
Reg. 33.731
J. 5 - S. 9
QUERELLA. REQUISITOS PARA CONSTITUIRSE EN PARTE QUERELLANTE.
“Para empezar, cabe mencionar que esta Sala se ha enrolado en una concepción amplia en lo atinente a la
determinación de la legitimación procesal activa, sosteniendo que el bien jurídico protegido no constituye una
pauta definitoria a esos efectos y que no existe óbice para que quien dice haber sido afectado se incorpore al
USO OFICIAL
proceso como querellante si de los hechos que denuncia pudo derivar un perjuicio directo y real para él (ver causa
n° 27.345 “Cook”, reg. n° 29.341 del 18/12/08, causa nº 18.833 “Rohm”, reg. nº 20.407 del 5/11/2002, causa nº
14.138 “Las Piedras”, reg. nº 15.119 del 19/2/98, causa nº 12.743 “D.A.I.A.”, reg. nº 13.731 del 19/11/96 y sus
citas, entre muchas otras).” (Del voto de los Dres. Cattani y Farah)
“Es necesario, por ende, acreditar un plus en el legítimo interés, que exceda aquél que resguarda el Ministerio
Público Fiscal, que se revela ante la existencia de un especial, concreto y directo perjuicio para quien pretende
constituirse en parte, pues su actividad habrá de estar dirigida al ejercicio en nombre e interés propio de todos los
mecanismos procesales tendientes a obtener, en definitiva, la reparación de su derecho violentado (ver causa n°
20.325 “Incidente de excepción de falta de acción de la Asociación de Víctimas Aéreas”, reg. n° 21.573 del
25/9/03).” (Del voto de los Dres. Cattani y Farah)
“…para analizar la viabilidad del pedido, debe partirse de la hipótesis denunciada, pues el derecho a adquirir
legitimación activa no puede depender ni de la demostración acabada de la existencia de ciertos acontecimientos,
ni de su probabilidad más o menos próxima (conf. Sala II de la CNCP, causa n° 12.854 “N.N. s/ recurso de
casación”, reg. n° 16.927 del 17/2/10; y de esta Sala, causa n° 29.563 “Perotti”, reg. n° 32.075 del 25/10/10).”
(Del voto del Dr. Irurzun)
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani -Irurzun - Farah
8.11.2011
“Rendo”
Causa 30.889
Reg. 33.726
J. 3 - S. 5
REBELDÍA. REQUISITOS Y CONSECUENCIAS DE SU DICTADO. DEFENSA EN JUICIO. ALCANCES.
“Desde el fallo “Castillo” esta Sala ha destacado los motivos por los cuales la decisión de declarar la rebeldía
genera una lesión actual y concreta para el derecho de defensa en juicio y la libertad ambulatoria y de ese modo,
en consonancia con la línea iniciada por diversos precedentes -en sentido similar, cfr. Sala I, c. n° 37.770,
“D’Elia, Luis Ángel s/rechazo de exención de prisión”, rta. el 29/06/05 y de la C.C.C., Sala I, c. n° 22.490,
“Bursese, Carlos”, rta. el 29/06/04, “Damonte”, rta. el 23/08/05, entre muchos otros, Sala V, “Gil de Tejero,
Elba S. y otra”, rta. el 03/03/06- quebrar el mito de la inocuidad, sustentado en que la virtualidad perjudicial de la
disposición podría desactivarse mediante la presentación del imputado y su exención de prisión. En esa ocasión
se señaló, en consecuencia, que la evaluación de su procedencia debía ser lo más restrictiva posible.”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Ballestero - Farah
2.11.2011
“Flores”
Causa 46.213
Reg. 1264
J. 4 - S. 7
141
RESIDUOS PELIGROSOS. LEY 24.051. REQUISITOS TÍPICOS.
“No debe perderse de vista que la ley de residuos peligrosos viene a prohibir la realización de conductas
exteriores y lesivas -cuanto menos, en términos de peligro- para el medio ambiente y, en consecuencia para la
salud humana. En esta dirección se ha sostenido que: “…el alcance dado al bien jurídico al tratar el concepto de
salud pública debe ampliarse hasta llegar a proteger al ambiente en un sentido total, ya que al vulnerarse éste se
afecta … la salud pública y la vida, tanto humana como en sus demás manifestaciones …En esa inteligencia,
afirmamos que la norma viene a proteger el bien jurídico –medio ambiente- contra cualquier tipo de lesión o
acción de peligro para el ambiente… (conf. C.N.44.183 “Asociación de Vecinos de la Boca s/ archivo”, reg. 432
del 5 de mayo de 2011, y sus citas).”
C.C.C. Fed. Sala I
Ballestero - Farah
1.11.2011
“Cabré”
Causa 45.650
Reg. 1248
J. 3 - S. 6
DEBIDO PROCESO. PRUEBA. CADENA DE CUSTODIA DE LOS ELEMENTOS SECUESTRADOS.
ART. 233 CPPN.
“Así las cosas, surge claro a juicio de quienes suscriben que a esta altura y de acuerdo a lo reseñado, en el caso se
ha perdido la cadena de custodia de los objetos cuestionados, no siendo salvaguardados los recaudos exigidos por
el art. 233 del C.P.P.N., resultando imposible a esta altura del proceso, determinar si el material peritado guarda
identidad con aquel que fuera secuestrado en el comercio propiedad de Ana Goldstein y Gloria Groshaus (ver de
esta Sala causa n° 27.236 “Sajami Tuesta, Clotilde s/procesamiento”, reg. n° 29.282, rta. 5/12/08 y causa n°
28.142 “Vaquera, Silvia M. s/procesamiento”, reg. n° 30.425, rta. 29/09/09).”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani -Irurzun - Farah
21.12.2011
“Goldstein”
Causa 30.924
Reg. 33.977
J. 4 - S. 8
DELITOS CULPOSOS. FUNDAMENTO DE SU IMPUTACIÓN PENAL. RIESGO JURÍDICAMENTE
DESAPROBADO.
“Cabe recordar que el fundamento de la imputación penal en los delitos culposos, reside en el “desprecio que el
autor demuestra respecto de los bienes jurídicos ajenos. En el delito culposo, en consecuencia, finalidad y
comportamiento, no coinciden...esta discrepancia está compensada por la infracción del cuidado debido, que es
por tanto, el fundamento del reproche penal...”(Bacigalupo, Enrique, “Manual de Derecho Penal”, Editorial
Temis, Bogotá, 1996, pág. 211).”
“Zaffaroni, por su parte, explica que: “En el tipo culposo el fin no cuenta por sí mismo (aunque resulta esencial
para saber cuál es el deber de cuidado infringido), porque la prohibición se funda en que, la selección mental de
los medios viola un deber de cuidado y la cadena causal termina en un resultado que, de no haberse violado el
deber de cuidado, no se hubiera producido...”; y agrega que “El tipo culposo impone, por ende, un avance en
dos momentos para cerrar el juicio de tipicidad: en el primero se averigua, conforme a la acción realizada, cuál
es el deber de cuidado; en el segundo se averigua si la acción la viola” (Zaffaroni, Eugenio Raúl; Alagia,
Alejandro; Slokar, Alejandro: “Manual de Derecho Penal”, Parte General, Ediar, Buenos Aires, 2005, pág.
424/425).”
“Según Welzel, “...actúa culposamente quien no observa el cuidado requerido en el ámbito de relación. El juez
ha de investigar entonces cuál es el cuidado requerido en el ámbito de relación para el autor en su situación
concreta, y luego a través de una comparación entre esta conducta con la acción real del autor, determinar si
era adecuada al cuidado o no...” (Welzel, Hans, “Derecho Penal Alemán”, Editorial Jurídica de Chile, 4º
Edición, Santiago de Chile, 1997, pág. 158).”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Ballestero - Farah
142
Poder Judicial de la Nación
6.12.2011
Causa 45.916
“Acosta”
Reg. 1393
J. 6 - S. 11
DOCUMENTOS. DOCUMENTOS FALSOS. DOCUMENTOS PÚBLICOS. LIBRO DE REQUERIMIENTO
DE ESCRIBANOS. FORMULARIO 08. COMPETENCIA. COMPETENCIA FEDERAL. INCOMPETENCIA.
“Como sostuvimos al resolver la causa Luca (de esta Sala, causa número 43.537, resuelta el 10 de marzo de 2010,
registro 167) “El libro de requerimiento de escribanos, es documento público genéricamente incluido en la figura
básica del art. 292 del Código Penal. El formulario 08 conforma un contrato y no un formulario que acredite
dominio sobre él. En consecuencia, se encuentra excluido de la enumeración del artículo 292, segundo párrafo,
del Código Penal”. Por ello, la mera falsificación de un formulario 08, cuando a través de ella no se obstruye o
corrompe el buen servicio de los empleos federales (esto es, si no se presenta ante registros de índole nacional)
resulta ajena a la jurisdicción atribuida por ley por el Congreso de la Nación –vgr. art. 33 C.P.P.N.-.”
“…El alcance de la jurisdicción federal se encuentra establecida por ley y, según la jurisprudencia pacífica de la
Corte Suprema de Justicia de la Nación, la jurisdicción federal es limitada, de carácter restrictivo y de excepción
(CSJN Fallos 316:2346; 319:218; 321:207; 322:323, entre muchos otros). De ello se sigue que si el objeto de la
causa no encaja dentro de los supuestos establecidos por el artículo 33 del Código Procesal Penal de la Nación –y
USO OFICIAL
no existe alguna otra norma que asigna competencia al juez federal- es la justicia ordinaria la encargada de
conocer y decidir el caso pues, por decisión del Congreso, esas causas resultan ajenas a la jurisdicción federal.
Consideraciones de conveniencia, economía procesal, y otros criterios elaborados por los tribunales no son
aplicables ante la decisión del Congreso de sustraer ciertas materias del conocimiento de los tribunales federales.
Dicha decisión política debe ser respetada por los jueces.”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Ballestero - Farah
6.12.2011
“Córdoba”
Causa 46.421
Reg. 1388
ENRIQUECIMIENTO ILÍCITO. ART. 268 CP. REQUSITOS TÍPICOS.
“Es que el tipo penal previsto en los párrafos primero y segundo del art. 268 (3) del Código Penal pena al
funcionario público que, estando obligado por ley a presentar una declaración jurada patrimionial, omitiere
hacerlo maliciosamente. Este último término, tal como lo sostienen numerosos autores y se señalara en nuestra
última intervención en autos, denota la existencia de un especial elemento subjetivo distinto del dolo (cf.
D’Alessio, Andrés J., “Código Penal de la Nación. Comentado y Anotado”, La Ley, Buenos Aires, 2009, p. 1346
y sus citas; Donna, Edgardo A., “Derecho Penal. Parte Especial”, Tomo III, Rubinzal-Culzoni Editores, Santa Fe,
2008, p. 457/8; entre otros); que es, precisamente, lo que la parte recurrente en su exégesis pretende obviar.”
“Al respecto, los suscriptos ya han tenido oportunidad de expedirse, descartando que la figura en estudio se
configure con la mera omisión. En tal sentido, se ha dicho que ello “…resulta desacertado pues para acreditar
las exigencias subjetivas que contienen las figuras previstas en el artículo 268 (3) del Código Penal es preciso
determinar que han existido motivos para ocultar o sustraer determinados aspectos de la situación patrimonial
del funcionario del contralor de las autoridades pertinentes…” (cf. de esta Sala II, causa n° 26.695 “Chescotta”
del 30/12/03, reg. n° 21.939 y sus citas, y de la Sala I, causa n° 45.612 “Armatta” del 14/6/11, reg. n° 634 y sus
citas).”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani -Irurzun - Farah
1.12.2011
“Blotta”
Causa 30.783
Reg. 33.836
J. 12 - S. 24
HONORARIOS. PAUTAS PARA ESTABLECER SU MONTO.
“El ordenamiento procesal en la materia remite a la ley arancelaria específica, que para la actividad judicial y
extrajudicial de abogados y procuradores que laboran en el fuero federal, es la N° 21.839, t.o 24.432 –art. 534
143
CPPN-.”
“El principio general es que al dictarse sentencia, y aún sin petición del interesado, el juez debe regular los
honorarios de los abogados de las partes –art. 47-, regla que por las particularidades mencionadas supra, no se ha
verificado en el presente caso.”
“El artículo 48 confiere a los abogados que dejan de intervenir en el proceso la posibilidad de solicitar regulación
de honorarios y cobrarla al cliente. La Dra. Antonini renunció al cargo de defensora del imputado quien designó a
los Dres. Carlos Beraldi y Marcelo Vázquez Aguiar para que continuasen asistiéndolo técnicamente, fs. 407,
pero, sin perjuicio de hacer oportuna reserva de solicitar sus honorarios, no ejercitó en aquella oportunidad la
facultad de pedir su cálculo para cobrárselos a su cliente.”
“Asiste razón a la apelante en punto a su disconformidad de no ser notificada del auto de que dispuso el archivo
de las actuaciones, pues más allá que la nombrada no era parte en la causa ya que se había desvinculado
previamente, no es menos cierto cuanto expresamente surge del artículo 55 al establecer que “los tribunales,
antes de los dos años de la última intervención, al dar por terminado un juicio o expediente, disponer su
archivo…deberán hacerlo con citación de los profesionales cuyos honorarios no resulte de autos haber sido
pagados y siempre que hubieren constituido domicilio legal a los efectos de dicho artículo”. Dicha previsión
legal detenta una finalidad eminentemente tuitiva del salario de los profesionales que han intervenido en la litis,
reconociendo su carácter alimentario al brindarles la posibilidad de peticionar aquello que estime conducente para
la regulación y cobro de sus estipendios. Cabe señalar que en procesos que han culminado de igual modo al que
nos ocupa se ha sostenido “Previo a disponerse el archivo del expediente,[por haber prosperado la excepción de
incompetencia], corresponde la citación de los profesionales, cuyos honorarios, no hayan sido regulados: art. 55
AH (CNCiv., D, 10-6-80, LL, 1980-D-47) (Amadeo, José Luis “Honorarios de Abogados” Librería El Foro,
Bs.As. 1987).”
“El juez de grado, ante el reclamo de la abogada, y no obstante haberle solicitado su constancia de inscripción
como monotributista, la declaración jurada de no percepción de haberes por parte del Estado Nacional o
Provincial y una estimación de cuanto pretendía percibir en función de las tareas realizadas –conf. fs. 2 del
incidente- rechazó sin más hacer lugar a la regulación solicitada, con un fundamento que, además de adecuarse
más a la resolución de una defensa oponible en la etapa de ejecución de sentencia propiamente dicha, no tuvo en
cuenta aquello cuanto surge del artículo 55 ya citado respecto a la necesaria convocatoria de los profesionales que
intervinieron en la litis previo a archivar la causa. Se ha dicho que “El término de prescripción previsto en el art.
4032 inc.1 del C.C. se aplica a la acción de cobro de honorarios devengados en juicio y no regulados,
comenzando a correr desde la terminación del pleito, ya sea por el dictado de la sentencia o por haber arribado
las partes a un acuerdo que haya puesto fin al proceso. Dicho plazo comienza a correr desde la notificación al
profesional de los términos del acuerdo que puso fin al juicio, aún cuando éste se hubiese celebrado sin su
intervención. Ello desde que es obligación de notificar la conclusión del juicio de ese modo, a los efectos de que
resulte oponible y pueda servir como punto de partida para el cómputo del término de la prescripción
liberatoria, inclusive cuando el tribunal no lo hubiera ordenado” (cfr. C.Nac.Cont.Adm.Fed., Sala V
“Federación de Obreros y Empleados Telefónicos Rep.Arg. c/Banco Hipotecario Nacional y otro s/proceso de
conocimiento” del 12/11/01 y cita).”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani – Irurzun -Farah
29.12.2011
“Antonini”
Causa 31.122
Reg. 34.027
J. 2 - S. 3
IMPUTACIÓN OBJETIVA. PROHIBICIÓN DE REGRESO. ALCANCES.
“Esta Sala ha señalado que la prohibición de regreso, como instituto de la imputación objetiva -y por ello
normativa, en este caso, de la acción a la norma- resulta útil para diferenciar aquellos casos de acciones
adecuadas socialmente de supuestos de participación jurídico-penalmente relevantes. Ahora bien, para afirmar o
negar su concurrencia es preciso, con antelación a preguntarnos por el dolo -al que sólo podemos acudir una vez
144
Poder Judicial de la Nación
afirmado el tipo objetivo, puesto que en otro caso sería únicamente lo interno el fundamento de la pena (cfr.
Jakobs, Gunther, “Criminalización en el estadio previo a la lesión de un bien jurídico”, en “Estudios de
Derecho Penal”, UAM Ediciones y Civitas, 1° Edición, Madrid, 1997, ps. 293/324)-, verificar, en el plano
fáctico, las circunstancias que rodearon a las acciones estudiadas y, de ese modo, los roles que cumplieron cada
uno de los actores (conf. c/n° 41.069, “Lemos, Hugo César y otra s/ procesamiento con prisión preventiva”, rta.
el 18/10/07, reg. 1212-).”
“Recientemente hemos afirmado, en un sentido similar que: “…Desde el plano objetivo, el único dato que
permite sostener el conocimiento de la nombrada acerca de la conducta desplegada por su hermana, es el
intercambio divisado por el personal preventor y el posterior hallazgo de material en la guantera y debajo del
asiento del acompañante del automóvil. Si bien tal aspecto permitiría, prima facie, pensar que la sustancia
permanecía en su ámbito de custodia, la inexistencia de otros elementos que permitan vincular a la encausada con
la actividad, sumado a su expresa negativa y a la asunción exclusiva de agencia –que incluye el poder de
disposición de la droga- por parte de su hermana, impiden afirmar que más allá de compartir el espacio físico,
Denisse Ángela Algoner Lima hubiese tenido señorío sobre los elementos así como la disposición interna
trascendente en lo que respecta a la finalidad de la tenencia (cfr. c/n° 41.476, “Cabuche”, rta. el 04/02/08, reg.
30)…” (causa N° 46.049, “Algoner Lima, Beatriz Sonia y otros s/ procesamiento con prisión preventiva”, del
USO OFICIAL
1/9/11, reg. N° 969).”
“Desde el momento en que la imputación de los nombrados se ha basado estrictamente en su cercanía física con
los instrumentos falsificados, o ajenos, o previamente sustraídos, resulta preciso establecer si aquella
circunstancia natural puede ser atribuida normativamente en el sentido indicado.”
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Ballestero - Farah
20.12.2011
“Gaggero”
Causa 44.934
Reg. 1489
J. 1 - S. 1
MARCAS Y DESIGNACIONES. LEY 22.362. REQUISITOS TÍPICOS.
“resulta necesario precisar el contenido del tipo penal previsto en el artículo 31, inciso “d”, de aquella normativa,
esto es, la puesta en venta, venta o comercialización de productos o servicios “con marca registrada falsificada o
fraudulentamente imitada”.”
“En lo que hace a la falsificación, se entiende que consiste en la reproducción indebida de una marca registrada o
de su parte esencial característica (ver C.S.J.N., Fallos 144:336 y Sala I de esta Cámara, causa “Kerschen, Sergio
Hernán Abel”, rta. el 17/04/84).”
“Por su parte, sobre la imitación fraudulenta, este Tribunal ha expresado: “La imitación fraudulenta tiene como
requisitos la utilización de elementos parecidos de la marca auténtica, disponiéndolos en forma análoga a fin de
obtener un conjunto semejante al verdadero” (ver causa “Pneumatic CO.”, rta. el 4/05/89). En idéntico sentido,
nuestro Máximo Tribunal expresó que consiste en la adopción de los trazos más salientes de otra marca, con
supresión de los detalles secundarios, persiguiendo el doble propósito de inducir en error a los consumidores y de
perjudicar los derechos del propietario (ver Fallos 144:336), por lo que quien imita -no obstante que se aparta del
modelo en sus características singulares y no respeta cada elemento caracterizador del objeto que lo inspira- acata
la marca en su conjunto a efectos de lograr un impacto fraudulento sobre el consumidor, aprovechándose así del
prestigio de la marca imitada. Ello ha llevado a esta Sala a sostener que “cuando de imitación fraudulenta se
trata, el análisis ha de estarse a las coincidencias del todo, a la impresión que del objeto bajo estudio fluya, no
examinándolas en abstracto sino respecto de su distribución en el conjunto analizado” (ver causa “Otamendi,
Jorge”, rta. el 29/05/92). A la luz de lo señalado, para que sea típica la imitación de la marca registrada debe ser
confundible con el original, supuesto que no concurre en el caso y, por lo tanto, el hecho investigado no halla
encuadre en el delito previsto en el artículo 31, inciso “d”, de la ley 22.362.”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani -Irurzun - Farah
145
14.12.2011
“Quiroga”
Causa 31.114
Reg. 33.921
J. 10 - S. 19
NEGOCIACIONES INCOMPATIBLES CON EL EJERCICIO DE LA FUNCIÓN PÚBLICA. ART. 265
CP. REQUISITOS TÍPICOS.
“He dicho, sobre el delito del artículo 265 del Código Penal, que “…la actuación parcial de los órganos
administrativos que define el ámbito de lo injusto de este delito...deviene definitivamente configurada en cuanto
el funcionario realiza un acto desviado por la prosecución de un interés espurio, o sea: al tomar, el funcionario,
en la actuación administrativa... una injerencia orientada al beneficio (injerencia de aprovechamiento),
condicionando la voluntad negocial de la administración, por la inserción de un interés particular” (ver de esta
Sala, causa n° 30.098 “Nielsen”, reg. n° 32.027 del 14/6/11, con cita de Marcelo A. Sancinetti, “Negociaciones
incompatibles con el ejercicio de funciones públicas”, Doctrina Penal, Año 9, nº 33/34, 1986, Ed. Depalma, Pág.
75)” (Del voto del Dr. Cattani)
“La acción sancionada por el delito bajo análisis, como surge del texto legal, es la de “interesarse” en un contrato
u operación en la que el funcionario público intervenga por razón de su cargo. Se trata, pues, de volcar sobre el
negocio una pretensión de parte no administrativa; es decir, de actuar en la operación no sólo como funcionario
sino conjuntamente como particular interesado en una determinada decisión o actuación de la administración,
condicionando, de tal forma, su voluntad negocial por la inserción de un interés particular (cf. Creus, Carlos,
Buompadre, Jorge E., “Derecho Penal. Parte Especial”, Astrea, Buenos Aires, 2007, Tomo II, p. 326/7. En esta
misma dirección, Sancinetti, Marcelo A., “Negociaciones incompatibles con el ejercicio de funciones públicas”,
Doctrina Penal, Año 9, nº 33/34, 1986, Depalma, p. 75).” (Del voto del Dr. Farah)
“El elemento definitorio de esta figura -y que no necesariamente se verifica en cualquier hipótesis de
administración infiel en perjuicio de la administración pública pues, en rigor, no constituye una exigencia típica
de ese delito- es la confluencia de intereses disímiles en el funcionario público, lo que la doctrina ha denominado
como “desdoblamiento del agente”, en la medida en que éste actúa, por un lado, representando al Estado y, al
mismo tiempo, como particular (cf. Donna, Edgardo A., “Derecho Penal. Parte Especial”, Rubinzal-Culzoni,
Sante Fe, 2008, Tomo III, p. 364).” (Del voto del Dr. Farah)
“Así lo he entendido en numerosos precedentes de ambas Salas del Tribunal, incluso en el marco de este proceso
(cf. de esta Sala II, causa n° 30.492 “Alderete”, reg. n° 33.474 del 19/9/11, causa n° 28.597 “Musumeci” del
26/3/10, reg. n° 31.208, y de la Sala I, entre otras, causa n° 42.511 “Leonetti” del 21/4/09, reg. n° 324, y causa n°
42.536 “Varela Sarcos” del 25/8/09, reg. n° 856).” (Del voto del Dr. Farah)
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani – Farah - Rimondi
22.12.2011
“Alderete”
Causa 30.777
Reg. 33.997
J. 2 - S. 4
NULIDAD. NULIDAD DEL DICTAMEN FISCAL. PROCEDENCIA.
“La solicitud de medidas probatorias previas al requerimiento de instrucción tendientes a la precisión del hecho,
cuya descripción resulta ser requisito esencial en ese acto para delimitar el objeto procesal, implicaría la
instrucción de un proceso sin el correspondiente impulso legal, con lo cual la producción de alguna de ellas
atentaría contra su validez (ver en tal sentido “Código Procesal Penal de la Nación. Análisis doctrinal y
jurisprudencial”, Guillermo Rafael Navarro. Roberto Raúl Daray, Ed. Hammurabi, Buenos Aires, 2.008, págs.
532 y 533; CNCP, Sala III, causa n° 32 “Pirillo”, reg. n° 39/93, rta. el 13/10/93 y causa n° 4505 “Bosch”, reg. n°
568, rta. el 2/10/03).”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani -Irurzun - Farah
15.12.2011
“N.N.”
Causa 30.907
Reg. 33.949
J. 11 - S. 22
146
Poder Judicial de la Nación
PRUEBA. PRUEBA OBTENIDA ILEGALMENTE. REGLA DE EXCLUSIÓN. CASOS EN QUE PROCEDE.
NULIDAD. COMUNICACIONES. CORRESPONDENCIA Y COMUNICACIONES TELEFÓNICAS.
INVIOLABILIDAD. LIBERTAD Y PRIVACIDAD DE LAS COMUNICACIONES TELEFÓNICAS.
ALCANCES. DERECHO A LA INTIMIDAD. ALCANCES.
“En materia de la garantía de la inviolabilidad de las comunicaciones viene sosteniendo la Corte Suprema de
Justicia de la Nación: “Que esta Corte, al referirse al art. 18 de la Constitución Nacional, ha expresado que en él
se consagra “el derecho individual a la privacidad del domicilio de todo habitante –correlativo al principio
general del art. 19- en cuyo resguardo se determina la garantía de su inviolabilidad oponible a cualquier
extraño, sea particular o funcionario público” (ver “Fiorentino” Fallos: 306:1752). Si bien allí no se hizo
mención a las comunicaciones telefónicas ni a la protección de su secreto, una interpretación dinámica de su
texto más lo previsto en su artículo 33 y en los artículos 11, inciso 2°, de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos, y 17, inciso 1°, del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, en cuanto
contemplan, en redacción casi idéntica, que nadie puede ser objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada,
en la de su familia, en su domicilio o en su correspondencia, permiten hacer extensiva aquellas consideraciones
en casos como el presente”… “Que tal derecho federal sólo es realizable de modo efectivo restringiendo ex ante
las facultades de los órganos administrativos para penetrar en él, sujetando la intromisión a la existencia de una
USO OFICIAL
orden judicial previa debidamente fundamentada…” (CSJN Q. 124. XLI. “Quaranta, José s/inf. ley 23.737).”
(Del voto del Dr. Farah)
“En la misma sintonía, la doctrina ha expresado:
“La utilización de un medio de acceso cerrado como es el
teléfono, en la medida en que constituye un ingenio técnico para posibilitar la comunicación entre quien emite la
llamada y quien la recibe, o en su caso, de quienes ellos autoricen a participar –por ejemplo, por un sistema de
altavoces…- demuestra suficientemente la voluntad de que se desea mantener la existencia y contenido
reservados al exclusivo y excluyente conocimiento del emisor y receptor…, y ajenos al conocimiento de
terceros.” (Del voto del Dr. Farah)
“Por lo expuesto, cabe concluir en que la protección que el art. 18 de la Const. Nacional argentina confiera a la
correspondencia escrita, abarca por analogía a las comunicaciones que se cursan por medio del servicio público
telefónico, pues pertenecen al núcleo de la acción humana por esencia comunicativa, configuradoras del
ejercicio de la autonomía individual, razón por la cual es necesario reconocer a la persona la posibilidad de
realizarlas en un ámbito de intimidad, si desea excluirlas del conocimiento de terceros.” (Del voto del Dr. Farah)
“… el derecho a la intimidad protege el ámbito más reservado de la persona, mientras que el del secreto tutela el
derecho respecto de la información que se relaciona con ella, abarcando tanto la que tenga un contenido más
íntimo cuanto la que no guarda relación con ninguna intimidad, con lo cual, la protección del derecho al secreto
de las comunicaciones es más amplia que la de la intimidad” (Marcela De Langhe, “Escuchas telefónicas Límites
a la intervención del Estado en la privacidad e intimidad de las personas”, Ed. Hammurabi, Buenos Aires 2009,
pág. 43).” (Del voto del Dr. Farah)
“Las grabaciones que llegan al proceso no a partir de una orden fundada de juez competente, ni siquiera a través
del aporte de una de las partes de la comunicación, sino por medio de una ilegal intromisión de la privacidad, no
pueden ser tomadas como válidas. En esta misma dirección –en cuanto a excluir como medio de prueba aquélla
obtenida ilegítimamente- se ha pronunciado el Tribunal en la causa 41.074, “Azcarate, Javier y otros s/apela
rechazo nulidad”, rta. 19/5/08, reg. 532 y en causa 42.840 “N.N. s/desestimación de denuncia”, rta. 30/6/9, reg.
630.”
“Por ello, indefectiblemente, las grabaciones aportadas –obtenidas de manos de una persona no identificada,
distinta de los protagonistas de las conversaciones, quien dijo que su móvil era la venganza por no haber obtenido
la totalidad del precio pactado por aquellos- no logran traspasar el umbral de legalidad requerido para su
incorporación al proceso.” (Del voto del Dr. Farah)
“Tras el estudio de la materia traída a conocimiento de este Tribunal, no me es posible acompañar la opinión que,
al respecto, ha adoptado mi colega preopinante. Frente a la fragmentada información que revela el expediente no
147
considero posible asignar, a las conversaciones telefónicas examinadas, la génesis espuria que se le adjudica y,
por tanto, la invalidez que la ha escoltado.” (Del voto del Dr. Ballestero)
“Lejos de una invasión en esferas privadas de los ciudadanos, propias de otros supuestos analizados por los
precedentes jurisprudenciales, el caso que hoy nos es sometido a estudio parecería sugerir, en sus albores, una
realidad diferente. De ahí, pues, su distanciamiento de la doctrina aplicada en anteriores decisiones de esta Sala y
que específicamente han sido evocadas.” (Del voto del Dr. Ballestero)
“El mismo proceder de quien fuera el indiscutible protagonista de las telecomunicaciones en cuestión, en las
cuales se desprendería su recorrido por ámbitos tecnológicos que, en definitiva, habrían terminado por instituirlo
en el rol que ha ocupado, pareciera despejar la identidad necesaria para reproducir, aquí, presupuestos históricos
y jurídicos divergentes (ver fs. 23). Y no es sino ese mismo contexto el que, a la vez, impide aceptar la
intervención de la magistratura que ha impuesto el segundo punto dispositivo del pronunciamiento en revisión. Si
las grabaciones arribaron a sus finales destinatarios tras la comisión de un delito que deba ser investigado
corresponderá al particular velar por la tutela de intereses que, estrictamente individuales, en nada atañen a los
del resto de la sociedad (art. 73 del Código Penal).” (Del voto del Dr. Ballestero)
“Es por ello que ninguno de los dos extremos que en la resolución recurrida han pretendido verse zanjados
admitan aquí un resultado exitoso. Máxime cuando las perspectivas probatorias no permiten ser objeto de un
cercenamiento tan drástico como el decidido. Por el contrario, aún se despliega frente al sumario un horizonte de
cauces que, en aras de determinar la veracidad o no de la denuncia efectuada, merecen ser explorados y que el
cierre impuesto impide afrontar.” (Del voto del Dr. Ballestero)
“De acuerdo con la jurisprudencia de este Tribunal concerniente al asunto discutido en las actuaciones, adhiero a
las conclusiones de mi colega Dr. Eduardo Farah, en cuanto a la imposibilidad de utilizar como puntapié de un
proceso penal prueba obtenida ilegalmente, en cuanto se refiere a conversaciones grabadas que revelan
información obtenida en violación de garantías constitucionales.” (Del voto del Dr. Freiler)
“En efecto, si bien ambas Salas de la Cámara han compartido el criterio de que la grabación de una comunicación
por parte de uno de los interlocutores, para el caso de particulares, se trata “sencillamente” de la documentación
de un hecho acaecido que no invade la esfera de las prohibiciones probatorias (Sala I, c. 30.468 “Raña s/
nulidad”, reg. 255, rta. 20/4/99; Sala II, c. 13.928 “Cingolini y otros s/procesamiento”, reg. 15.010, rta. 19/2/97),
por cuanto los simples particulares no se encuentran comprendidos por los límites formales establecidos por la
ley penal, si la obtención de las grabaciones en cuestión o su incorporación al proceso representaron la
vulneración de garantías constitucionales, la prueba habrá de ser excluida del proceso penal (vid., en este sentido,
el análisis realizado por esta Sala en la causa N° 41.074, “Azcárate, Javier y otros”, rta. el 19/5/08, reg. N° 532).
Regirán, en su caso, las prohibiciones de valoración probatoria.” (Del voto del Dr. Freiler)
“El caso que nos ocupa es sustancialmente análogo al fallado por esta Sala en la causa N° 42.840, “N.N. s/
desestimación”, rta. el 30/6/09, reg. N° 630, ocasión en la cual, al rechazarse la posibilidad de que la publicación
de correos electrónicos privados en una página de Internet pudiera representar el cauce independiente de una
investigación que se había iniciado en orden a prueba excluida por haber sido obtenida en violación garantías
constitucionales, la Sala sostuvo que: “…Toda vez que, en consecuencia, las páginas de internet revelan una
información obtenida en violación de garantías constitucionales (arts. 18 y 19 C.N.) –más allá de la posible
conexión de esta maniobra con la hipótesis delictiva investigada en el marco de la causa N° 6924/04- no logran
traspasar el umbral de legalidad requerido para su incorporación al proceso…Por lo expuesto, entendemos
acertada la decisión del Juez de archivar las actuaciones por imposibilidad de proceder atendiendo a que las
probanzas sobre las cuales se delineó la denuncia fueron obtenidas en violación a garantías constitucionales, así
como la de rechazar la pretensión de querellar…”.” (Del voto del Dr. Freiler)
“Toda vez que, de acuerdo con aquella jurisprudencia, rige la prohibición de valorar la prueba obtenida
ilegalmente y que, el puntapié de esta investigación ha obedecido a la sola introducción de grabaciones sustraídas
de manos de quienes podían tener una razonable expectativa de guardarlas en secreto y que, por el momento, no
se avizora un cauce independiente que permita abrir la inspección pretendida, cabe confirmar el temperamento
148
Poder Judicial de la Nación
adoptado provisoriamente por el a quo siempre y cuando, claro está, no surja una vía independiente de
investigación que no comprometa los principios morales y constitucionales sobre los que descansan tanto la regla
de exclusión como la del fruto del árbol envenenado (cfr. CJSN, “Charles Hermanos”, “Florentino” y
Montenegro” –Fallos: 46:36, 306:1752 y 303:1938 respectivamente-, por un lado; y “Monticelli de Prozillo” y
“Daray”, por el otro (LL-1984-D-373 y 317:1985, en ese orden).” (Del voto del Dr. Freiler)
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Ballestero - Farah
22.12.2011
“Zanola”
Causa 45.555
Reg. 1502
J. 2 - S. 3
PRUEBA. TESTIGO. RESERVA DE IDENTIDAD DURANTE LA INSTRUCCIÓN. CASOS EN QUE
PUEDE PROCEDER.
“…la jurisprudencia se ha inclinado por la admisibilidad de que se reserve la identidad de los testigos durante la
instrucción, cuando el juez del caso estime configurada una situación de riesgo que habilite la medida. Ese
criterio responde al espíritu del art. 79, inciso “c”, del C.P.P.N., que obliga al Estado Nacional a garantizar su
protección física y moral (ver, en este sentido, CFCP, Sala III, causa n° 4419 “Sanfurgo Ocampo”, reg. n° 744.03
del 4/12/03; CNCC, Sala IV, causa n° 24.795 “Duarte”, reg. n° 24.795 del 5/11/04; Sala V, causa n° 17190_5
USO OFICIAL
“N.N.”, rta. el 21/11/01; Sala VI, causa n° 24449_6 “Vilela”, rta. el 10/8/04).”
“No puede perderse de vista que la esencia de la etapa instructoria reside justamente en la finalidad de colectar
los elementos que, eventualmente, den base a la acusación o requerimiento para la apertura del juicio público o,
en caso contrario, determinen la clausura de la persecución penal (Maier, Julio B.J. “Derecho Procesal Penal. I.
Fundamentos”, 2da edición, Editores del Puerto S.R.L., pág. 452, Buenos Aires, 1999); y que, por esa
circunstancia, el procedimiento preliminar tiene un carácter meramente preparatorio que por su propia naturaleza
supone una cierta prevalecencia de los órganos estatales de persecución penal por sobre el imputado (del Fallo
“Quiroga” de la CSJN, Q. 162. XXXVIII, rta. el 23/12/04; citado por esta Sala en causa n° 28.612 “Miceli”, reg.
n° 39.827 del 15/12/09).”
“Por ello, si se parte de esas particularidades, es factible reconocer que la medida puede estar justificada en los
objetivos de la pesquisa; además, que el gravamen que provoca no es definitivo ni irreparable. En efecto, existe –
es cierto- una limitación para la atribución de la defensa de confrontar e interrogar al testigo, pero aquella rige
sólo para la instrucción, mas no así en el eventual juicio oral, donde podrá ejercer sin restricciones tales
derechos.”
“De todas maneras, incluso en esta etapa, el juez debe atender a determinados recaudos.”
“Para empezar, la medida puede mantenerse únicamente el tiempo que resulte estrictamente necesaria, extremo
que lo obliga a reevaluar la cuestión cuando corresponda. Por otro lado, la información que surja del testimonio
prestado en dichas condiciones tiene que ser valorada como fuente de prueba, sometiéndola a una continua
operación de confirmación mediante otros elementos e indicios que sirvan para corroborar o descartar la versión
de los hechos ofrecida.”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani -Irurzun - Farah
21.12.2011
“González”
Causa 31.243
Reg. 33.978
J. 5 - S. 9
PRUEBA. VALORACIÓN DE LOS ELEMENTOS DE PRUEBA. NULIDAD. IMPROCEDENCIA.
“En primer lugar, asiste razón al Sr. Fiscal Federal cuando sostiene que el planteo incoado se relaciona con el
valor probatorio que cabe asignar a la grabación, aspecto que resulta ajeno a la órbita de las nulidades. En este
sentido, la fuerza de convicción que corresponda eventualmente asignarle al medio de prueba impugnado deberá
analizarse a la luz de la sana crítica y en forma conjunta con los restantes elementos de cargo obrantes en el
sumario, de modo tal de discernir si resulta eficaz para comprobar los extremos que se investigan en autos (ver en
este sentido de la Sala III de la Cámara Nacional de Casación Penal causa nº 8446 “Ricciardi”, reg. nº 83/08, rta.
149
el 13/02/08; de la Sala I de este Tribunal causa nº 35.522 “Menechino”, reg. nº 637, rta. el 24/07/03 y de esta Sala
II causa nº 13.928 “Cingolani”, reg. nº 15.010, rta. el 19/12/97, entre otras).”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani -Irurzun - Farah
22.12.2011
“Francolino”
Causa 31.219
Reg. 33.991
J. 10 - S. 19
RECURSO DE APELACIÓN. REQUISITOS DE PROCEDENCIA. DECISIÓN SOBRE ACUMULACIÓN
DE CAUSAS ENTRE JUECES DE IGUAL COMPETENCIA Y JURISDICCIÓN. IMPROCEDENCIA.
“Esta Sala reiteradamente ha señalado que la decisión sobre acumulación de causas entre jueces de idéntica
competencia y jurisdicción no es susceptible de generar la actividad revisora de esta Alzada mediante el recurso
de apelación (ver causa n° 30.784 “NN s/competencia”, reg. n° 33.405 del 5/9/11, causa n° 28.110 “Castro
Lobato”, reg. n° 30.281 del 27/08/09, causa n° 24.975 “Huñis”, reg. n° 26.632 del 4/4/07, causa n° 18.524 “Incid.
de Incompetencia”, reg. n° 21.106 del 13/5/06, causa n° 20.806 “Torres de Tolosa”, reg. n° 21.890 del 16/12/03 y
causa n° 11.330 “Ortiz Almonacid”, reg. n° 12.918 del 12/3/96).”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani -Irurzun - Farah
13.12.2011
“Dr. Delgado”
Causa 31.234
Reg. 33.908
J. 12 - S. 24
RECURSO DE APELACIÓN. REQUISITOS DE PROCEDENCIA. FUNDAMENTACIÓN.
“Es que la mera discrepancia a la que alude el representante del Ministerio Público Fiscal, doctor Carlos E.
Stornelli, con la decisión del aquo sin indicación expresa de los argumentos que lo llevan a disentir con el
temperamento adoptado -más allá de invocar “gravamen irreparable”-, no equivale a la específica indicación de
motivación exigida por el ordenamiento procesal (conf. c. nº 9.318 “Puenzo, Daniel s/ procesamiento”, reg. nº
9.905, rta. el 4/6/1993 y c. nº 28.927 “Inc. de apelación de Fleury, Giselle Elizabeth”, reg. nº 31.128, rta. el
4/3/2010).”
“Conforme sostiene Clariá Olmedo, la motivación es “la expresión de censura que exhibe el o los vicios
atribuidos a la resolución, vale decir las razones que la hacen injusta o ilegal” (conf. Autor citado, Derecho
Procesal Penal, Ed. Marcos Lerner, Córdoba, 1984, T. II, pág. 355). Esta exigencia de motivación no se ve
satisfecha con la fórmula a la que se acude en autos, razón por la cual el recurso de apelación será declarado mal
concedido.”
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani -Irurzun - Farah
1.12.2011
“Runstuck”
Causa 31.144
Reg. 33.841
J. 5 - S. 9
150
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