Presentan traducción del libro Dies irae

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Perfiles
Hermosillo, Sonora, México
Domingo
22 de marzo de 2015
Editor:
Guadalupe Gutiérrez
[email protected]
Coeditora gráfica:
Teresa Gil
[email protected]
“Si no se vive para los demás, la vida carece de sentido”
|MADRE TERESA DE CALCUTA.
SONORA: TEATRO
Café de chinos
FOTOGALERÍA
RAMÓN VALDEZ-LEÓN
Ana Frank:
Nombrar la espina
Ramón Valdez-León
Licenciado en Sociología por la Universidad de Sonora
Productor y comentarista en Radio Sonora
Correo electrónico: [email protected]
Correo convencional: Apartado Postal 91, C.P. 83000. Hermosillo, Sonora
Anahí Velásquez
O
Ailín Ruiz, Lizaní Martínez y Óscar Fernández posan con sus curiosos títeres con los que realizan obras de teatro.
Festejan el Día
Mundial del Títere
La compañía
“L’Ormiga Títeres”
busca dar a conocer
esta práctica entre las
nuevas generaciones
POR RENÉ VALDÉZ
Con el objetivo de que la práctica del titiritero no desaparezca y este instrumento
se dé a conocer a las nuevas generaciones,
se festejó ayer el Día Mundial del Títere.
Este instrumento viene a ser de mucha
ayuda para el actor y actualmente muchas
compañías de teatro y danza lo utilizan en
sus espectáculos.
El objetivo de la celebración es con el
fin de proyectar el arte del títere sobre todo
para los jóvenes y las nuevas generaciones
de teatreros y hacer que la práctica del
titiritero no se extinga.
Aunque no son muchas las compañías
teatrales a nivel nacional que se dedican
particularmente al uso exclusivo de títeres o marionetas en sus espectáculos,
Anahí Velásquez
[email protected]
El grupo ‘L’ormiga títeres’ busca preservar
este tipo de instrumento en el teatro.
localmente existen algunos artistas que
dedican su tiempo a trabajar en esta faceta del arte.
Ailín Ruiz, Lizaní Martínez y Óscar
Fernández son tres talentosos sonorenses
que desde el 2011 se consolidaron como
compañía de títeres independiente al for-
mar la compañía “L’Ormiga Títeres”, experiencia que ha sido muy enriquecedora
para los artistas.
“Buscamos con los títeres que el niño
aparte de divertirse también aprenda,
además de seguir fomentando este arte,
que son muy pocos los grupos que manejamos este tipo de teatro”, platicó Óscar
Fernández Valle.
La inquietud por aprender más acerca
de esta profesión llevó a los hermosillenses a Veracuz para tomar un curso especializado para la elaboración y manejo
en el Centro de Estudios en el Arte de
los Títeres.
“Estuvimos allá un mes y aprendimos
mucho, fue un mes muy compactado de
tantas cosas que teníamos que aprender y
desde ahí arrancamos, nuestros primeros
trabajos fueron con otras personas tratando de hacer títeres”, mencionó Ailín Ruiz.
Conforme han ido pasando los años
“L’Ormiga Títeres” ha ido evolucionando
y mejorando su técnica para ofrecer una
mayor calidad en sus presentaciones ante
el público. Por el momento se encuentran
trabajando en su próximo montaje que
tocará la temática de los yaquis y será
dirigido para jóvenes y adultos.
MÉXICO: LITERATURA
Presentan traducción del libro Dies irae
La obra del escritor italiano
Antonio De Petro fue elogiada
por su estilo y su lenguaje
México, D.F.- Ante un público atento e interesado se presentó la versión en español
de la novela Dies irae del autor italiano
Antonio De Petro en la Casa del Poeta
“Ramón López Velarde” de la Ciudad de
México.
Pedro Serrano, Víctor García Salas y Alan
Pérez Medrano, comentaron y elogiaron la
obra del autor italiano.
“Es un libro atractivo por su decidida
acción formal en el lenguaje, desconcertante
por la articulación de postulados religiosos
que no se suelen ver en tales formas e intrigante por la escurridiza personalidad de su
autor”, recalcó Pedro Serrano.
“La novela comienza con una escena de
los años sesenta, pertenece a la modernidad porque sus personajes viven en ella y
responden a ella, pero pertenece también
a un otro mundo religioso de una aparente
mayor duración.
“La publicación de esta obra es un raro
acontecimiento celebrable, principalmente
por el abandono en México de cualquier
forma arriesgada de narración”, expresó.
El traductor Víctor García Salas centró su
atención en la obra en el contexto italiano de
los años ochenta donde se dio su aparición.
“Dies irae es el libro que hizo que el mundo de la crítica literaria italiana volteara a ver
a este nuevo escritor.
Dies irae es una publicación de Editorial
Garabatos, casa editora ubicada en Hermosillo, Sonora. La ilustración de portada es
un acrílico sobre tela del pintor sonorense
Enrique Rodríguez, se llama Madonna.
RECONOCEN A AUTOR
Hizo, de hecho, en palabras de la en ese
entonces directora de la editorial Città Armoniosa, que todos quisieran hablar de Antonio
de Petro, que se dijera que había nacido un
siasta de compañeros de lectura de la obra
de Antonio De Petro. Debemos celebrarlo,
debemos también celebrar el valioso trabajo
de García Salas y la significativa presencia
del doctor Serrano”, manifestó.
Lograr destilar la esencia de una obra
monumental como Dies irae, añadió, es una
empresa importante que se agradece.
“El resultado, esta versión en español,
nos permite pensar Dies irae en nuestro
contexto mexicano y esto es un regalo, un
don”, externó.
RETOS PARA LA TRADUCCIÓN
Cortesía
currió hace más de cuatro décadas, pero mi
conciencia me impide traspapelarlo en los archivos de la memoria: Se llamaba Rafael. Sus
rasgos físicos no correspondían a quienes suelen ser
víctimas del irracional desprecio racial. Pese a sus ojos
claros y su pelo rubio, la maestra no ocultaba su rechazo hacia ese niño, a grado tal que en una ocasión
pidió a toda la clase que lo golpeásemos tras la hora
de salida. No recuerdo haber participado en tan infame acción… pero ahí estaba yo, cobardemente callado,
viéndolo en el piso, gimiendo de una manera que no
he podido olvidar.
Todo esto vuelve a asaltarme en estos días, cuando el
invierno comienza a despedirse, y en un mes en que (hace
precisamente 70 años), murió una niña tras padecer muchísimas situaciones humillantes: Ana Frank.
Annelies Marie Frank Hollander nació en Frankfurt,
Alemania, en junio de 1929. Treta del destino fue el ubicar
su nacimiento en un año en que el mundo entero habría de
sufrir las consecuencias de una economía inestable. Por si
fuera poco, su patria seguía pagando la derrota tras la Primera Guerra Mundial. Podríamos suponer que la ausencia
de alimentos y servicios fue lo que consolidó la intolerancia
tornada en fuerza política (véase “nazismo”), que en 1933
logró hacerse del poder en la nación germánica. No siempre
es así. Permítame poner el dedo en la llaga: Mucho antes del
llamado “Viernes Negro”, aquí en Sonora se dio un capítulo
indignante del cual casi nada sabemos, y del cual mucho
se nos ha ocultado: El infame Movimiento Anti-Chino.
Recuerdo la “razón” (sic), que me comentó un anciano y
ya fallecido amigo, testigo de la época y los hechos: “Es que
(los chinos) se estaban adueñando del comercio” (requete-sic). ¡Ah, vaya! Qué manera de “justificar” los golpes,
la persecución, los insultos y la deportación no solamente
de chinos, sino de sus esposas y descendientes. ¿Qué tan
complicado pudo haber sido el decretar y expedir leyes y
códigos que limitasen sus facultades empresariales? Pero
claro: La violencia da resultados más rápido que la razón.
Pero volvamos con la historia de la chamaquita: Intentando escapar de la ceguera fascista, la familia Frank tuvo
que mudarse a Holanda, ya que eran judíos: “Candidatos
ideales” para ser perseguidos por el régimen, el cual (por
cierto), obligaba a los hebraicos a portar una estrella amarilla en las solapas de sus abrigos, con lo cual podrían ser
identificables no solamente por las autoridades, sino por
todo aquel que quisiese hacer mofa, humillarles o sencillamente negarles el saludo o el servicio. Este no fue el primer
signo de la infamia nazi: Antes, las personas de orientación
sexual “no convencional” tenían que portar un triángulo
rosa con un ángulo hacia abajo.
Ante la amenaza de la deportación (que no era sino la advertencia de su traslado a algún campo de concentración),
la familia tuvo que esconderse en unos cuartos ubicados en
la parte trasera de un local abandonado. Apenas semanas
antes, Ana había recibido un regalo que habría de marcar
profunda huella de su paso por el mundo: Un cuadernillo
para autógrafos que ella optó por usarlo como diario. En él,
la niña plasmó sus temores, sus anhelos, la incomprensión
de un mundo donde el odio pareciera un motor permanentemente encendido. El encierro físico (compartido por dos
familias: Los Frank y los Van Pels, además de Fritz Pfeiffer,
amigo de los primeros), no logró, empero, enclaustrar la
imaginación de Ana, quien viajó hacia dentro de sí misma,
dejando en el papel frases que reflejan el espíritu de un ser
que necesitaba aferrarse a su voluntad de vivir: “Lo que
me asombra es no haber abandonado por completo mis
esperanzas, que parecen absurdas e irrealizables. Y sin
embargo, me aferro a ellas a pesar de todo y sigo creyendo
en la innata bondad del hombre”.
Fue en agosto de 1944, cuando elementos de una infame
Policía irrumpieron en el escondite. No conformes con
aterrorizar a la familia, la separaron. Ana y su hermana
fueron primeramente ubicadas en Auschwitz, y más tarde
en Bergen-Belsen donde la muchachita (sin ropa, sin pelo,
sin su diario), murió de tifoidea en marzo de 1945. Al final
de la pesadilla, sólo el padre sobrevivió. Otto Frank retornó
a Holanda, y recibió el diario de su hija junto con varios
documentos resguardados por amigos que les protegieron
y apoyaron durante los días en que permanecieron ocultos.
Tras revisar página tras página, el padre buscó la manera
de editar el cuadernillo a manera de libro, siendo publicado
en 1947, con el nombre de “La casa de atrás”. En menos
de una década, el libro fue llevado al teatro y el cine con el
nombre de “El diario de Ana Frank”, título con el que se
ha traducido a por lo menos 70 idiomas, conmoviendo e
influyendo a millones de jóvenes al ser lectura obligatoria
en la educación secundaria. Lamentablemente, el amor a la
lectura se ve en peligro, y se suele pedir a la muchachada que
lean -si acaso-, libros de “superación personal”. ¿Qué mejor
que aprender de seres como Ana Frank, quien se aferró a
amar la vida a pesar de las dolorosas espinas que padeció
en su corta existencia? ¿Y qué mejor forma de evidenciar
las tremendas consecuencias que conlleva nuestro silencio
ante la violencia y la injusticia?
Quisiera recordar con gratitud a aquella maestra que
me enseñó a leer. No puedo: Es más fuerte la congoja que
siento por aquel compañerito que fue golpeado sin más
motivos que la inexplicable voluntad de ella.
Coincidimos dentro de unos días. Mientras tanto, no
se olvide de vivir.
¡Hostigar a Carmen Aristegui evidencia el carácter represor del Estado metro-feudal!
Portada del libro Dies irae de la Editorial
Garabatos.
gran escritor, un nuevo Gadda, un nuevo
Pasolini, un Brecht italiano, un verdadero
novelista-antinovelista”, añadió.
“Dies irae es la novela en la que todas
las cuerdas de De Petro resuenan al mismo
tiempo, es una novela que, de algún modo,
encierra y prefigura todos los temas dispersos en las demás obras, encierra y prefigura
todos los estilos dispersos en el resto de sus
obras. Y es que el estilo, el lenguaje, de De
Petro es simple y sencillamente cautivador
y polifacético”, añadió.
Alan Pérez Medrano expresó que estaba
verdaderamente contento de poder participar en la presentación de la primera versión
en español de Dies irae.
“Un libro que me ha acompañado durante varios años, un libro que me ha permitido
entrar en diálogo con amigos fundamentales
para los cuales, así como para mí, Dies irae
se ha convertido en un punto de encuentro
inigualable.
“La versión en español de Dies Irae nos
augura un grupo más grande y más entu-
Serrano y García Salas hablaron sobre
las dificultades y los retos de la traducción, y
de la experiencia de tres semanas de trabajo
en El Centro Internacional de Traducción
Literaria en Banff, Canadá.
Pedro Serrano comentó el arduo y elaborado trabajo de la traducción del libro.
“Vi el proceso de la traducción de la novela, un excelente, arduo y elaborado trabajo...
porque se tiende a pensar que se lee la novela
de tal o cual autor, sin embargo, existe el
trabajo de traducción en el que la obra pasa
por las manos de alguien.
“Hay que sopesar las palabras, focalizarse
en los detalles para que la esencia se vierta
y funcione en otra lengua. Y esta labor la
podemos disfrutar en la traducción de Dies
irae”, señaló.
García Salas comentaba en el Centro de
Traducción Literaria de Banff, que sólo para
darse una idea, había escogido al azar la
página 96 de la traducción.
“En ella, lo mismo se hablaba, pues, de
música que de cine, lo mismo de amor que
de revolución, lo mismo de filosofía que de
religión, y pensemos que fue sólo una página al azar. Y es que a De Petro parece no
escapársele nada del contexto en el que se
desarrolla el drama humano”, opinó.
“Así que uno de los primeros retos de la
traducción de esta obra fue el tener que ir a
investigar constantemente muchos de los
distintos referentes citados”, agregó.
––AGENCIAS
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