Episodio Mixto Características del episodio Un episodio mixto se caracteriza por un período de tiempo (de al menos 1 semana de duración) en el que casi cada día se cumplen los criterios tanto para un episodio maníaco como para un episodio depresivo mayor (Criterio A). El sujeto experimenta estados de ánimo que se alternan con rapidez (tristeza, irritabilidad, euforia), acompañados de síntomas de un episodio maníaco (v. pág. 334) y de un episodio depresivo mayor (v. pág. 326). Los síntomas de presentación suelen incluir agitación, insomnio, alteración del apetito, síntomas psicóticos e ideación suicida. La alteración debe ser suficientemente grave como para provocar deterioro social o laboral importante o para precisar hospitalización, o está caracterizado por la presencia de síntomas psicóticos (Criterio B). La alteración no es debida a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (p. ej., una droga, un medicamento u otro tratamiento) ni a una enfermedad médica (p. ej., hipertiroidismo) (Criterio C). Síntomas similares a los que se producen en un episodio mixto pueden ser debidos a los efectos directos de un medicamento antidepresivo, terapéutica electroconvulsiva, terapéutica lumínica o a medicación prescrita para alguna enfermedad médica (p. ej., corticoides). Estos cuadros no se consideran episodios mixtos y no indican la existencia de un trastorno bipolar I. Por ejemplo, si una persona con un trastorno depresivo mayor recidivante presenta un cuadro de síntomas mixtos durante un tratamiento con antidepresivos, el diagnóstico del episodio es trastorno del estado de ánimo inducido por sustancias, con síntomas mixtos, y no hay que cambiar el diagnóstico de trastorno depresivo mayor por el de trastorno bipolar I. Algunos datos sugieren que puede haber una «diátesis» bipolar en los sujetos que presentan episodios similares a los mixtos después de un tratamiento somático para la depresión. Estos sujetos pueden tener más probabilidades de presentar episodios maníacos, mixtos o hipomaníacos no relacionados con sustancias o tratamientos somáticos para la depresión. Esta consideración puede ser especialmente importante en niños y adolescentes. Síntomas y trastornos asociados Características descriptivas y trastornos mentales asociados. Las características asociadas de un episodio mixto son parecidas a las de los episodios maníacos y los episodios depresivos mayores. Los sujetos pueden estar desorganizados en el pensamiento o el comportamiento. Puesto que los sujetos con episodios mixtos experimentan más disforia que los que presentan episodios maníacos, pueden ser más proclives a buscar ayuda médica. Hallazgos de laboratorio. Los hallazgos de laboratorio en los episodios mixtos no están bien estudiados, aunque algunos datos sugieren hallazgos fisiológicos y endocrinos parecidos a los que se encuentran en los episodios depresivos mayores. Síntomas dependientes de la cultura, la edad y el sexo Las consideraciones sobre la cultura que se han hecho para los episodios depresivos mayores también son aplicables a los episodios mixtos (v. pág. 330). Los episodios mixtos parecen ser más frecuentes en sujetos jóvenes y en mayores de 60 años con trastorno bipolar, y puede que sean más frecuentes en varones que en mujeres. Curso Los episodios mixtos pueden surgir de un episodio maníaco o de un episodio depresivo mayor o de novo. Por ejemplo, en un sujeto con 3 semanas de síntomas maníacos seguidas de 1 semana de síntomas tanto maníacos como depresivos, se debe cambiar el diagnóstico de trastorno bipolar I, episodio más reciente maníaco, por el trastorno bipolar I, episodio más reciente mixto. Los episodios mixtos pueden durar de semanas a varios meses y pueden remitir hasta un período con pocos o ningún síntoma o evolucionar a un episodio depresivo mayor. Es mucho menos frecuente que un episodio mixto evolucione a un episodio maníaco. Diagnóstico diferencial Un episodio mixto debe diferenciarse de un trastorno del estado de ánimo debido a enfermedad médica. El diagnóstico apropiado debe ser trastorno del estado de ánimo debido a enfermedad médica si la alteración del estado de ánimo se considera una consecuencia fisiológica directa de una enfermedad médica específica (p. ej., esclerosis múltiple, tumor cerebral, síndrome de Cushing) (v. pág. 375). Esta decisión se basa en la historia, los hallazgos de laboratorio y la exploración física. Si se considera que los síntomas maníacos no son la consecuencia fisiológica directa de una enfermedad médica, entonces el trastorno primario del estado de ánimo se registra en el Eje I (p. ej., trastorno bipolar I) y la enfermedad médica se registra en el Eje III (p. ej., infarto de miocardio). Un trastorno del estado de ánimo inducido por sustancias se diferencia de un episodio mixto por el hecho de que una sustancia (p. ej., una droga, un medicamento o la exposición a un tóxico) se considera etiológicamente relacionada con la alteración del estado de ánimo (v. pág. 379). Síntomas como los que se dan en un episodio maníaco pueden ser precipitados por una droga (p. ej., los síntomas mixtos maníacos y depresivos que sólo se producen en el contexto de una intoxicación por cocaína serían diagnosticados como trastorno del estado de ánimo inducido por cocaína, con síntomas mixtos, de inicio durante la intoxicación). Síntomas como los que se dan en un episodio mixto también pueden ser precipitados por un tratamiento antidepresivo, bien sea un medicamento, terapéutica electroconvulsiva o terapéutica lumínica. Estos episodios también son diagnosticados como trastorno del estado de ánimo inducido por sustancias (p. ej., trastorno del estado de ánimo inducido por amitriptilina, con síntomas mixtos; trastorno del estado de ánimo inducido por la terapéutica electroconvulsiva, con síntomas mixtos). Los episodios depresivos mayores con estado de ánimo con predominio del humor irritable y los episodios maníacos con estado de ánimo con predominio del humor irritable pueden ser difíciles de distinguir de los episodios mixtos. Esta decisión requiere una evaluación clínica cuidadosa de la presencia simultánea de síntomas característicos tanto de un episodio completo como de un episodio depresivo mayor completo (excepto por la duración). Un trastorno por déficit de atención con hiperactividad y un episodio mixto se caracterizan los dos por una actividad excesiva, un comportamiento impulsivo, un empobrecimiento del juicio y la negación de problemas. El trastorno por déficit de atención con hiperactividad se distingue de un episodio mixto por su inicio típicamente temprano (p. ej., antes de los 7 años), su curso crónico en lugar de episódico, la falta de un inicio y final relativamente claros y la ausencia del estado de ánimo expansivo a elevado o síntomas psicóticos. Algunas veces, los niños con un trastorno por déficit de atención con hiperactividad presentan síntomas depresivos como baja autoestima y tolerancia a la frustración. Si se cumplen los criterios para ambos trastornos, se debe diagnosticar trastorno por déficit de atención con hiperactividad además del trastorno del estado de ánimo. Relación con los criterios Diagnósticos de Investigación de la CIE-10 Los Criterios Diagnósticos de Investigación de la CIE-10 requieren una duración de los síntomas de cómo mínimo 2 semanas. Criterios para el episodio mixto A. Se cumplen los criterios tanto para un episodio maníaco (v. pág. 338) como para un episodio depresivo mayor (v. pág. 333) (excepto en la duración) casi cada día durante al menos un período de 1 semana. B. La alteración del estado de ánimo es suficientemente grave para provocar un importante deterioro laboral, social o de las relaciones con los demás, o para necesitar hospitalización con el fin de prevenir los daños a uno mismo o a los demás, o hay síntomas psicóticos. C. Los síntomas no son debidos a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (p. ej., una droga, un medicamento u otro tratamiento) ni a enfermedad médica (p. ej., hipertiroidismo). Nota: Los episodios parecidos a los mixtos que están claramente causados por un tratamiento somático antidepresivo (p. ej., un medicamento, terapéutica electroconvulsiva, terapéutica lumínica) no deben ser diagnosticados como trastorno bipolar I.