Número 32, diciembre 2011 - enero 2012 Marlon Brando convirtió al T-shirt en una prenda “fashionable” en Un tranvía llamado deseo y ahora Felix y Lupe lo hacen “palabra” en una edición de remeras materialmente limitada, pero intelectualmente ilimitada, que, según dicen los que saben, se distribuirá en secreto en Punta del Este. 10 Estos rumores, estos leves susurros conocidos de cielos, hojas, vientos y oleajes son mis aires mejores, ya felices o confesadamente melancólicos. Vuelvo a encontrarlos, vuelvo a sentirlos tan míos después de tan alegres y cansados recorridos por tierras veneradas que eran mi vida antigua, la clara vida cuando mis cabellos al sol volaban libres, sin temores. Aquí están prolongados en lamentos que fueron mi lenguaje, en onduladas sílabas o en largas conversaciones o en subido llanto. Nada como sentirse comprendido, enlazado, mezclado, arrebatado por este misterioso idioma de los bosques, de la mar, de los vientos y las nubes. Ya es una sola voz, una garganta sola la que susurra, la que viene y se va rumoreando. Uno el sonido del total concierto. Vuelve el poeta al aire de sus aires. *Este es uno de los textos que integran el libro Poemas de Punta del Este, escrito por el poeta español Rafael Alberti (1902-1999) durante uno de los tantos veranos que, exiliado en América Latina, pasó en la costa uruguaya. Propietario y director comercial Marco Simeone [email protected] Director editorial Esteban Feune de Colombi [email protected] Director de arte Juan Moreno [email protected] Coordinación Andra Sitt [email protected] Colaboran Wally Diamante, Facu Garayalde, Urko Suaya (fotos De la trastienda), Sofía Malamute y Luli Serenelli (fotos Fiesta Galera), Gonzalo Carriquiri (foto De la galera), Valeria Feliú (ilustración Idea Vilariño) y Javier Velasco (Grandes vestimentas). Muchas gracias Calu Rivero, Dolores Navarro Ocampo, Carlos Entenza, Martín Pittaluga, Paul Oakenfold, Juancho Cane, Matías González Montalvo, Paula Suárez, Leo Molina, Oscar Fernández, Ignacio Figueredo, Candelaria Domínguez, Florencia Amoedo, Claudia Akian, Sol Maunier, Aníbal Ohanian, Matías Garda, Marco Manini, Sol Larrosa, Felicitas Salvador, Alejandra Burlando, Pablo Sartori, Ezequiel Acosta, Martín Egozcue, Lupe Villar, Mauricio Catarain y a todos los que nos conocen, miman y soportan. Galera Punta del Este se consigue en: Casa Mass +, La Huella, Rex, Sipán, To, Nuna, Rex, Flo, Posta del Cangrejo, Fish Market, No Me Olvides, Casa Suaya, Parador HSBC, El Camino, Galería Holz, Local Personal (La Barra), No Seas Malo, Jackie Smith y adonde te rebusques para encontrarla. Número 32, dic. 2011 - ene. 2012 Tirada: 10.000 ejemplares Foto de tapa: Urko Suaya Asistente de fotografía: Mical Valusek Retoque digital: Diego Speroni Estilismo: Nicole Segal Maquillaje: Milu Granitto volver editorial poético Estos rumores* quiénes somos 11 Prensa y relaciones públicas Grupo Mass PR [email protected] Impresión Akian Gráfica Editora Clay 2992 / 4773-6245 Distribución y logística Intersexion SRL inter-sexion.com.ar GaleraGalera @GaleraGalera Galera Intelectual y Frívola es una publicación de Marco Simeone (CUIL 20-93923078-6), French 3112 (Ciudad de Buenos Aires). Las opiniones de los entrevistados y los artículos no reflejan necesariamente a opinión de quienes hacen Galera Intelectual y Frívola. Se prohíbe la reproducción parcial o total del contenido publicado en esta edición. Hecho el depósito que marca la ley 11.723. lo fabuloso, lo croto o lo tenue a [email protected] intelectualyfrivola.com En esta imagen noventosa a pura sonrisa se lo ve a Juan Ricci (¡te extrañamos, Juanito!) junto a la decoradora criolla Dolores Navarro Ocampo y a la actriz estadounidense Ali MacGraw. Lucho Jacob en el Abierto de Polo. Francis Btesh, Giuseppe Vianini y Rufino Escasany en el Abierto de Polo de Palermo. Dolores Fonzi en la apertura de Naima. Juana Santillán y su bebita, Nina, en el evento de THEM. Mariana Arias y Paloma Cepeda en Naima. Diego y Noel Romero en Sr. Amor. 12 Cami Costantini, Male Grandío y Lucía Celasco en el palco vip de Stella Artois. Juancho Cane y Morita Peralta Ramos en el espacio de Stella Artois en Palermo. 13 Javier Iturrioz en el Gran Premio Nacional del Hipódromo de Palermo. Marcela Kloosterboer en el evento de Naima. Carola Reyna y Boy Olmi en el Gran Premio Nacional. Martín Churba en Sr. Amor. Jackie Smith verano 2012. Carlos Casella y Griselda Siciliani en la comida de Rochas en el Faena. Marcela Tinayre en el palco de Stella Artois en el Abierto de Polo. Jaime García Huidobro, Cochito López y Pablo Pieres en el Abierto de Polo. Alan Faena en el Fashion Edition. Martina Keenan y Gastón Suaya en THEM. Leonardo Sbaraglia en la caminata de Mimo por el Garrahan. Mercedes Funes y su hijo, Mateo, en Dara. Carolina Ardohain y Benjamín Vicuña en la comida de Rochas. ciencias sociales María Vázquez en el Hipódromo. Teodelina Escalante, Florinda Perkins, Luisa de Álzaga en la comida de Rochas. 14 IDEA VILARIÑO D icen los que saben que Martín Arozarena fue custodio privado de Alfonsín y ¡granadero! Dicen los que saben que los obsesivos casi siempre tenemos razón. Dicen los que saben que tener la razón no importa. Dicen los que saben que “Sigur Rós” significa, en islandés, “rosa de la victoria”. Dicen los que saben que los modernos se mueren por salir en los medios (Sily dixit). Dicen los que saben que las chicas bellas siempre terminan con crápulas (Piro dixit). Dicen los que saben que la F100 destruyó ciertas tradiciones del campo antiguo (Lola dixit). Dicen los que saben que no hay nada más paquete que ser totalmente démodé. Dicen los que saben que ahora garpa que a una mujer le digan “gato”. Dicen los que saben que frente a tanto falso lujo y ostentación, simplicidad. Dicen los que saben que sí al chocolate amargo y no al resto de los chocolates. Dicen los que saben que no usen porta papel higiénico en sus baños; mejor, una canasta. Dicen los que saben que es hora de redescubrir a Kris Kristofferson. Manténganse atentos, muy atentos a lo que dicen los que saben, que están cada día más sabihondos. S D e Wikipedia: el “shoegazing” es un estilo de música alternativa surgido a finales de los ’80 en Inglaterra y bautizado así por la prensa gracias a la costumbre que tenían los integrantes de las bandas de tocar mirando hacia el suelo, sin hacer contacto visual con su público (en inglés, el término proviene de “shoe” (zapato) y de “gazing”, del verbo “gaze”, que significa mirar fijamente a alguien o algo). patadas de chancho China Zorrilla se llama, en realidad, Concepción Matilde Zorrilla de San Martín Muñoz A nte la pregunta “¿qué ruidos los estresan?”, formulada en nuestra página en Facebook, nos contestaron, entre otras cosas, lo siguiente: 1) Los de las construcciones; 2) ¡La alarma de mi casa cuando me olvido de la clave!; 3) Las sirenas; 4) Las motossssssss; 5) Las bocinas; 6) Los de aquellos que arrastran los pies; 7) Los de mi vecino cogedor; 8) El papel de los caramelos en el cine; 9) El de la aspiradora; 10) Los de la gente que come con la boca abierta; 11) Los ronquidos; 12) El del despertador; 13) El de los adolescentes besándose; 14) El goteo de una canilla mal cerrada; 15) El torno del dentista. patadas de chancho visionaria M ontevideana de ley, nació en 1920 en el seno de una familia de poetas y se dedicó, como contraída por el uso del verso libre que practicaban sus parientes más cercanos, a la poesía. Lo hizo desde un lugar mucho menos teórico que su curioso nombre: es, fue y será una escritora de palabras simples y tiernas, pero intensas y urticantes. Además, trabajó como traductora y como docente. También compuso canciones que, con el tiempo, se volvieron míticas: basta con pensar en “A una paloma” o en “Los orientales”. Un hito del chusmerío de la literatura latinoamericana es el amor que la mantuvo unida a otro gran escritor uruguayo: Juan Carlos Onetti (el poema “Ya no” atestigua el fin desgarrador de ese vínculo tortuoso). Lectora, lector: antes de darse un chapuzón, o después, salgan corriendo a comprar Poesía completa, un tomo de esta poetisa que murió a los 89 años publicado por la editorial Lumen que les aportará dolor y alivio, luces y sombras en dosis enigmáticas. egún cuenta el doctor Albert Hofmann en My Problem Child, mientras investigaba sobre los derivados del ácido lisérgico obtuvo el LSD-25, poco interesante desde el punto de vista farmacológico, con lo cual dejó de investigar sobre él. Un lustro más tarde, en 1943, Hofmann volvió a sintetizar el elemento a pesar de haber sido descartado. Cuando procedía a su cristalización, se sintió afectado por una mezcla de excitación y mareo, viéndose forzado a dejar el laboratorio. Al parecer, una mínima cantidad de LSD tocó la punta de sus dedos y fue absorbida por su piel. En su casa, percibió una serie de fantásticas imágenes con intensos y caleidoscópicos juegos de formas y colores. El tipo alucinaba. 15 E scribió Carlos Rubio en la introducción a la novela Kokoro, de Natsume Soseki: “El término japonés kokoro significa, según el diccionario, una variedad de conceptos que van desde ‘corazón’, ‘mente’, ‘interior’, ‘espíritu’, ‘alma’ e incluso ‘intención”, hasta ‘concepción’, ‘voluntad’, ‘sensibilidad’ y ‘sentimiento’. Todo ello y algo más es kokoro. Ese término representa la capacidad de ser afectado emocionalmente… ¿Cómo traducirlo? Tal vez la equivalencia menos inexacta que he hallado es la de Lafcadio Hearn, cuando la definió como ‘el corazón de las cosas’”. 15 ada impaciente con su tema: salió por fin el nuevo disco de Ryan Adams, se llama Ashes & Fire y sí, la rompe. ¿Qué esperaban? I mprescindible la colaboración del coreógrafo Merce Cunningham con el artista Ernesto Neto, que puede verse en el Walker hasta julio. 01 UNA ZAMBULLIDA: en plena temporada, me pego un baño –o más de uno– en la playita de los Negros de José Ignacio. Todavía no hay nadie… 17 02 UN SECRETO: en Maldonado, me encanta almorzar falafel en FA-FU con mis hijos Bambou y Lolo. Se trata de un puesto de 2 x 2 en la esquina de Sarandí y Arturo Santana. 03 UNA VISITA: cada tanto me doy una vuelta por Lucifer, el rancho-restaurant-jardín de Lucía Soria en el pueblo Garzón. Paz, amor y algo más. N o digan que no les avisamos: el mejor kite surfing de Sudamérica se practica, sin lugar a dudas, en las aguas de la Laguna Garzón. C ancherísimas son estas gafas de Thierry Lasry fabricadas artesanalmente en Francia y disfrutadas paquetamente en Cap d’Antibes. 04 UNA TRADICIÓN: no me privo bajo ningún aspecto de cruzar la balsa de la laguna Garzón con white wine a cualquier hora. 05 UN DESEO: circular por Santas Negras: ropa, bar y decoración en la calle Saiz Martínez del barrio La Juanita, pero eso será el año que viene, ¡ya que aún no existe! top cinco residente top cinco visitante 16 C Estas son las sabias recomendaciones de Martín Pittaluga, dueño de La Huella e imprescindible conservador y conservacionista de la calma y tradición de José Ignacio. O jo que Rogelio Polesello intervino artísticamente una f lota de autos KIA que andarán dando vueltas por Punta del Este. ¡Ojo! 18 fiesta galera 2011 19 de la galera 20 JUANITA VIALE Y GONZALO VALENZUELA ¿Cuál es vuestro estado mental más frecuente? J: Paz, tranquilidad… Empollando. G: Frecuentaba el stress hasta que descubrí que tener tiempo me da paz; hoy, mi estado es de relajación. ¿Qué fue exactamente lo último que rompieron? J: Un par de anteojos. G: Por exceso de energía rompí el marrueco (bragueta) del traje que uso en la obra La celebración. ¿Quién los pone nerviosos? J: Los gritos. G: Las personas que no cumplen con los tiempos y los que desaparecen cuando tienen que dar una respuesta. ¿Con qué personaje histórico harían el amor hasta el cansancio? J: No hay ninguno que se me venga de la galera a la cabeza en este momento. G: No tenemos prócer mujer... Me gusta la cosa heroica: ¿María Magdalena? ¿Cuál es su mayor extravagancia? J: No tener ninguna. G: ¡Confiar en las personas! Hasta en los productores que alguna vez te prometieron algo a cambio de que no te vayas de tal o cual proyecto. ¿Qué les hubiese gustado inventar? J: La máquina de fotos. G: ¡¡Alas personificadas!! 21 ¿Cuál es el sonido que más les gusta? J: El de olas rompiendo. G: El de mi hijo llamándome. ¿Adónde viajarían en este instante? J: A cualquier playa solitaria. G: A New York o a alguna playa con muchas olas adonde no llegue nadie. ¿Cuál es vuestra palabra favorita? J: “¿Comemos?”. G: “Sí”. ¿Qué profesión no ejercerían nunca? J: Cazadora de ballenas. G: Vestir a los muertos en la morgue. Si fueran magos, ¿qué harías salir de la galera? J: Un mundo aparte. G: Un caballo blanco con alas verdes. 21 trastienda de tapa ¿Qué mejor que una belleza hipnótica como la de Calu Rivero fotografiada por Urko Suaya para ilustrar un clásico de la literatura uruguaya? “Nadie encendía las lámparas”, cuyo texto reproducimos aquí, es uno de los cuentos más conocidos de Felisberto Hernández, maestro del relato fantástico y pianista itinerante. 22 Licores oscuros Hace mucho tiempo leía yo un cuento en una sala antigua. Al principio entraba por una de las persianas un poco de sol. Después se iba echando lentamente encima de algunas personas hasta alcanzar una mesa que tenía retratos de muertos queridos. A mí me costaba sacar las palabras del cuerpo como de un instrumento de fuelles rotos. En las primeras sillas estaban dos viudas dueñas de casa; tenían mucha edad, pero todavía les abultaba bastante el pelo de los moños. Yo leía con desgano y levantaba a menudo la cabeza del papel; pero tenía que cuidar de no mirar siempre a una misma persona; ya mis ojos se habían acostumbrado a ir a cada momento a la región pálida que quedaba entre el vestido y el moño de una de las viudas. Era una cara quieta que todavía seguiría recordando por algún tiempo un mismo pasado. En algunos instantes sus ojos parecían vidrios ahumados detrás de los cuales no había nadie. De pronto yo pensaba en la importancia de algunos concurrentes y me esforzaba por entrar en la vida del cuento. Una de las veces que me distraje vi a través de las persianas moverse palomas encima de una estatua. Después vi, en el fondo de la sala, una mujer joven que había recostado la cabeza contra la pared; su melena ondulada estaba muy esparcida y yo pasaba los ojos por ella como si viera una planta que hubiera crecido contra el muro de una casa abandonada. A mí me daba pereza tener que comprender de nuevo aquel cuento y transmitir su significado; pero a veces las palabras solas y la costumbre de decirlas producían efecto sin que yo interviniera y me sorprendía la risa de los oyentes. Ya había vuelto a pasar los ojos por la cabeza que estaba recostada en la pared y pensé que la mujer acaso se hubiera dado cuenta; entonces, para no ser indiscreto, miré hacia la estatua. Aunque seguía leyendo, pensaba en la inocencia con que la estatua tenía que representar un personaje que ella misma no comprendería. Tal vez ella se entendería mejor con las palomas: parecía consentir que ellas dieran vueltas en su cabeza y se posaran en el cilindro que el personaje tenía recostado al cuerpo. De pronto me encontré con que había vuelto a mirar la cabeza que estaba recostada contra la pared y que en ese instante ella había cerrado los ojos. Después hice el esfuerzo de recordar el entusiasmo que yo tenía las primeras veces que había leído aquel cuento; en él había una mujer que todos los días iba a un puente con la esperanza de poder suicidarse. Pero todos los días surgían obstáculos. Mis oyentes se rieron cuando en una de las noches alguien le hizo una proposición y la mujer, asustada, se había ido corriendo para su casa. La mujer de la pared también se reía y daba vuelta la cabeza en el muro como si estuviera recostada en una almohada. Yo ya me había acostumbrado a sacar la vista de aquella cabeza y ponerla en la estatua. Quise pensar en el personaje que la estatua representaba, pero no se me ocurría nada serio; tal vez el alma del personaje también habría perdido la seriedad que tuvo en vida y ahora andaría jugando con las palomas. Me sorprendí cuando algunas de mis palabras volvieron a causar gracia; miré a las viudas y vi que alguien se había asomado a los ojos ahumados de la que parecía más triste. En una de las oportunidades que saqué la vista de la cabeza recostada en la pared, no miré la estatua sino a otra habitación en la que creí ver llamas encima de una mesa; algunas personas siguieron mi movimiento; pero encima de la mesa sólo había una jarra con flores rojas y amarillas sobre las que daba un poco de sol. Al terminar mi cuento se encendió el barullo y la gente me rodeó; hacían comentarios y un señor empezó a contarme un cuento de otra mujer que se había suicidado. Él quería expresarse bien pero tardaba en encontrar las palabras; y además hacía rodeos y digresiones. Yo miré a los demás y vi que escuchaban impacientes; todos estábamos parados y no sabíamos qué hacer con las manos. Se había acercado la mujer que usaba esparcidas las ondas del pelo. Después de mirarla a ella, miré la estatua. Yo no quería el cuento porque me hacía sufrir el esfuerzo de aquel hombre persiguiendo palabras: era como si la estatua se hubiera puesto a manotear las palomas. La gente que me rodeaba no podía dejar de oír al señor del cuento; él lo hacía con empecinamiento torpe y como si quisiera decir: “soy un político, sé improvisar un discurso y también contar un cuento que tenga su interés”. Entre los que oíamos había un joven que tenía algo extraño en la frente: era una franja oscura en el lugar donde aparece el pelo; y ese mismo color –como el de una barba tupida que ha sido recién afeitada y cubierta de polvos– le hacía grandes entradas en la frente. Miré a la mujer del pelo esparcido y vi con sorpresa que ella también me miraba el pelo a mí. Y fue entonces cuando el político terminó el cuento y todos aplaudieron. Yo no me animé a felicitarlo y una de las viudas dijo: “siéntense, por favor”. Todos lo hicimos y se sintió un suspiro bastante general; pero yo me tuve que levantar de nuevo por- que una de las viudas me presentó a la joven del pelo ondeado: resultó ser sobrina de ella. Me invitaron a sentarme en un gran sofá para tres; de un lado se puso la sobrina y del otro, el joven de la frente pelada. Iba a hablar la sobrina cuando el joven la interrumpió. Había levantado una mano con los dedos hacia arriba –como el esqueleto de un paraguas que el viento hubiera doblado– y dijo: –Adivino en usted un personaje solitario que se conformaría con la amistad de un árbol. Yo pensé que se había afeitado así para que la frente fuera más amplia, y sentí maldad de contestarle: –¿Quién? –El señor… recalcitrante. –­ A­h, no recuerdo. Tiene un nombre patricio. Es un político y siempre lo ponen de miembro en los certámenes literarios. Yo miré al de la frente pelada y él me hizo un gesto como diciendo: “¡Y qué le vamos a hacer!”. Cuando vino la sobrina de las viudas sacó del sofá al “femenino” sacudiéndolo de un brazo y haciéndole caer gotas de agua en el saco. Y enseguida dijo: –No estoy de acuerdo con ustedes. –No crea; a un árbol no podría invitarlo a pasear. Los tres nos reímos. Él echó hacia atrás su frente pelada y siguió: –Es verdad, el árbol es el amigo que siempre se queda. Las viudas llamaron a la sobrina. Ella se levantó haciendo un gesto de desagrado; yo la miraba mientras se iba y sólo entonces me di cuenta de que era fornida y violenta. Al volver la cabeza me encontré con un joven que me fue presentado por el de la frente pelada. Estaba recién peinado y tenía gotas de agua en las puntas del pelo. Una vez yo me peiné así, cuando era niño, y mi abuela me dijo: “Parece que te hubieran lambido las vacas”. El recién llegado se sentó en el lugar de la sobrina y se puso a hablar. –­ ¡Ah, Dios mío, ese señor del cuento, tan recalcitrante! De buena gana yo le hubiera dicho: “¿Y usted?, ¿tan femenino?”. Pero le pregunté: ­–¿Cómo se llama? –¿Por qué? –Y me extraña que ustedes no sepan cómo hace el árbol para pasear con nosotros. –¿Cómo? –Se repite a largos pasos. Le elogiamos la idea y ella se entusiasmó: –Se repite en una avenida indicándonos el camino; después todos se juntan a lo lejos y se asoman para vernos; y a medida que nos acercamos se separan y nos dejan pasar. Ella dijo todo esto con cierta afectación de broma y como disimulando una idea romántica. El pudor y el placer la hicieron enrojecer. Aquel encanto fue interrumpido por el femenino: –Sin embargo, cuando es la noche en el bosque, los árboles nos asaltan por todas partes; algunos se inclinan como para dar un paso y echársenos encima y todavía nos interrumpen el camino y nos asus- 23 trastienda de tapa 24 tan abriendo y cerrando las ramas. La sobrina de las viudas no se pudo contener. –¡Jesús, pareces Blancanieves! Y mientras nos reíamos, ella me dijo que deseaba hacerme una pregunta y fuimos a la habitación donde estaba la jarra con flores. Ella se recostó en la mesa hasta hundirse la tabla en el cuerpo; mientras se metía las manos entre el pelo, me preguntó: –Dígame la verdad: ¿por qué se suicidó la mujer de su cuento? –¡Oh!, habría que preguntárselo a ella. pero mis ojos recorrían con gusto toda aquella distancia de rojo húmedo. Tal vez ella viera a través de los párpados; o pensara que en aquel silencio yo no estuviera haciendo nada bueno, porque bajó mucho la cabeza y escondió la cara. Ahora mostraba toda la masa del pelo; en un remolino de las ondas se le veía un poco de la piel y yo recordé a una gallina que el viento le había revuelto las plumas y se le veía la carne. Sentía placer en imaginar que aquella cabeza era una gallina humana, grande y caliente; su calor sería muy delicado y el pelo era una manera muy fina de las plumas. –Y usted, ¿no lo podría hacer? Vino una de las tías –la que no tenía los ojos ahumados– a traernos copitas de licor. La sobrina levantó la cabeza y la tía le dijo: –Sería tan imposible como preguntarle algo a la imagen de un sueño. –Hay que tener cuidado con éste; mira que tiene ojos de zorro. Ella sonrió y bajó los ojos. Entonces yo pude mirarle toda la boca, que era muy grande. El movimiento de los labios, estirándose hacia los costados, parecía que no terminaría más, Volví a pensar en la gallina y le contesté: –¡Señora! ¡No estamos en un gallinero! Cuando nos volvimos a quedar solos y mientras yo probaba el licor –era demasiado dulce y me daba náuseas–, ella me preguntó: –¿Usted nunca tuvo curiosidad por el porvenir? Había encogido la boca como si la quisiera guardar dentro de la copita. –No, tengo más curiosidad por saber lo que le ocurre en este mismo instante a otra persona; o en saber qué haría yo ahora si estuviera en otra parte. –Dígame, ¿qué haría usted ahora si yo no estuviera aquí? –Casualmente lo sé: volcaría este licor en la jarra de las flores. na le decía con insistencia. El piano era pequeño, viejo y desafinado. Yo no sabía qué hacer; apenas empecé a probarlo, la viuda de los ojos ahumados soltó el llanto y todos nos callamos. La hermana y la sobrina la llevaron para adentro y al ratito vino la sobrina y nos dijo que su tía no quería oír música desde la muerte de su esposo –se habían amado hasta llegar a la inocencia–. Los invitados empezaron a irse. Y los que quedamos hablábamos en voz cada vez más baja a medida que la luz se iba. Nadie encendía las lámparas. Yo me iba entre los últimos, tropezando con los muebles, cuando la sobrina me detuvo: –Tengo que hacerle un encargo. Me pidieron que tocara el piano. Al volver a la sala la viuda de los ojos ahumados estaba con la cabeza baja y recibía en el oído lo que la herma- Pero no me dijo nada: recostó la cabeza en la pared del zaguán y me tomó la manga del saco. 1 Queremos que el nudismo sea 6 Constatamos que UNICEF, 2 Deseamos que desaparezca la 7 Notificamos a aquellos colecti- el manifiesto una opción más a la hora de ir a la playa, tal y como lo es el bañador o el topless. Queremos incorporar el nudismo al paisaje de las playas. diferenciación entre nudistas y no nudistas, por eso nos gustaría que todos sean bañistas con diferentes opciones de tomar sol. 26 3 Bogamos por que todas las Con el firme objeto de reivindicar el nudismo en espacios públicos, el 18 de julio de cada año se celebra en el estado español de Asturias el Día sin Bañadores, cuyo manifiesto, redactado por la Federación Española de Naturismo, compartimos con ustedes aquí. Recuerden: están siempre a tiempo de darse una vuelta –desnuda o no­­– por Chihuahua. playas sean lugares donde todo el mundo pueda expresar su libertad de indumentaria y el derecho a la propia imagen reconocido en el artículo 18 de la Constitución. 4 Hacemos saber que según la legislación vigente, el nudismo no puede ser limitado, sancionado ni mucho menos prohibido. 5 Denunciamos que luego de dos décadas de la despenalización de la desnudez social, los nudistas todavía sufrimos la discriminación e incomprensión de una buena parte de la sociedad y el desconocimiento de la ley por parte de la policía. máximo órgano internacional para la defensa de la infancia, no considera la visión de la desnudez humana perjudicial para la infancia. vos conservadores que, bajo el falso pretexto de proteger la infancia y la familia, quieren imponer su moral y mutilar las libertades públicas. 8 Afirmamos que el nudismo es socialmente beneficioso porque ayuda a reducir las diferencias de género y a eliminar cualquier connotación sexual de la desnudez. 9 Aseveramos que la desnudez ayuda a la aceptación del propio cuerpo. Una persona que se desnuda es una persona que acepta su cuerpo tal y como es. 10 Y ahora sí, sáquense la ropa y naden en bolas mar adentro, notarán el placer único que se estaban perdiendo. 27 Así como sucedió durante la temporada del año pasado, HSBC cuenta con su propio parador en la playa brava de José Ignacio, una de las más concurridas del verano. Los fanáticos de los frisbees, del backgammon, del tejo y de las paletas pueden instalarse bien cerca del parador pues allí hay todo tipo de juegos disponibles. Jackie Smith mantendrá su boutique abierta durante toda la temporada de Punta del Este. El local de la exclusiva marca de carteras, zapatos y accesorios está situado en La Barra, sobre la ruta 10, a una cuadra del mar. Tiene la forma de una proa blanca, fue decorado con reminiscencias náuticas y allí ya puede encontrarse una previa de la colección de otoño. lugares la frase es de hugo arias 28 Cuando doy, no me doy cuenta de estar dando: doy porque adoro dar. Nuna es una palabra de origen quechua que significa “alma y espíritu” y es también el nombre de un restaurante de cocina peruana, pero con toques árabes y criollos, que inauguró esta temporada en Punta del Este. Edificado íntegramente en madera, Nuna –cuyo chef es el talentoso Jaime Pesaque– se encuentra en medio de un bosque de eucaliptus al lado de La Barra. 29 árbol genealógico DEL E AGENDA DE PUNTA 30 15/01: Gente celebrará con su tradicional festejo en el Conrad, adonde cada año homenajea a sus invitados más coquetos. STE 2012 14/01: Fiat protagonizará otro evento clásico de la temporada esteña: la fiesta que ofrece todos los veranos en Tequila. 27/12: Lacoste adorna con una mordida de cocodrilo el gran inicio de la temporada en su ya mítica celebración en La Huella. 09/01: Vitamin Water desembarca en Punta con un ágape en Casa Suaya en el que tocará el músico inglés Boy George. 28/12: Veuve Clicquot, la fabulosa marca de champagne francés, organiza un campeonato de polo a las 17 en Estancias Vik. 08/01: Tal como sucedió el año pasado, Personal nos deleita en La Caracola con un magnífico día de playa a todo trapo. 28/12: A las 22 en José Ignacio abre sus puertas To, el magnífico restaurante de cocina frapanese (french + japanese). 29/12: Sipán inaugura la temporada con una comida que auspicia Paseo Alcorta. En ruta 10, a la altura de Manantiales. 05/01: Chandon lleva a cabo su tradicional fiesta –todos de blanco– de comienzo de año; esta vez, en Laguna Escondida. 30/12: Abre en el km. 182.5 de la ruta 10 el Mercado Belcampo, que preserva la agricultura sustentable de José Ignacio y el Pueblo Garzón. 30/12: La galería Holz inaugura su divino local en José Ignacio, en la esquina de Los Cisnes y Saiz Martínez. 04/01: Personal vuelve a hacernos bailar y bailar con la apoteósica fiesta Move On en la casa de Laith Pharaon. 07/01: Agustín Campos, Eduardo Costantini y Miguel Larreta estrenan Las Cárcavas, un proyecto de chacras de mar en Garzón. 06/01: HSBC dará una comida en La Huella (y organizará muchas actividades en su exclusivo parador de José Ignacio). 31 E CONCURSO Nº 32 DEL MES DE DICIEMBRE 2011 Paul Oakenfold n Buenos Aires, Vitamin Water se presentó en sociedad con un show en vivo de Paul Oakenfold. En Punta del Este, hará lo propio con un set de este músico inglés que se hizo famosísimo con su canción “Karma Chameleon” y que revivió el uso de la galera. ¿Lo sacaron? NOMBRE Y APELLIDO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32 P EQUIPO P L CDE VINYLV LWALKMAN E I-POD V LCAR E AIRPLANE V L NEW YORK E LONDON V L THE 80´S E THE 90´S V L SURF E JET SKI V LHOUSE E TRANCE V L MOVIE THEATER E YOUTUBE AT HOME V L PEACE & LOVE E DRUGS & ROCK’ ROLL V Solución del enigma anterior: Dolores Fonzi. prode P EQUIPO adivina adivinador EL PRODE DE GALERA 33 doble vidriera 35 34 La galería Holz expondrá en José Ignacio, en su novísimo espacio, los acrílicos sobre tela de cinco artistas argentinos: Omar Panosetti, Gabriel Sainz, Juan Manuel Sánchez, Marcelo Torretta y Germán Wendel. La imperdible muestra podrá visitarse hasta fines de febrero. El 12 de enero se presenta en sociedad el proyecto inmobiliario Las Cárcavas, en Garzón, y allí la artista Vicky Aguirre exhibirá una serie de fotografías con la idea de mostrar el bosque dentro del bosque. Se verán fotos de árboles y reflejos que desembocan en un mar de pinochas. el desembarco 36 Un tórrido día de 1996, John Bikoff iba camino a su clase de yoga en medio del caos neoyorquino. Tuvo, de pronto, un ataque de sed. Se sentía cansado y tenía fiebre. Volvió a su casa, tomó un vaso de agua mineral y una pastilla de vitamina C. Entonces, pensó en crear una bebida que contuviera ambos elementos, así no debía tomarlos por separado. De esa manera surgió lo que hoy conocemos como vitaminwater y que acaba de desembarcar en Argentina con un tentador arsenal de seis sabores. 37 38