PALABRAS DE LA SRA. MINISTRA OLGA SÁNCHEZ CORDERO PRESENTACIÓN DEL PROTOCOLO PARA JUZGAR CON PERSPECTIVA DE GÉNERO: HACIENDO REALIDAD EL DERECHO A LA IGUALDAD • Buenos días tengan todas y todos ustedes. • El día de hoy tengo el gusto de compartir el resultado de un esfuerzo institucional que tiene como principal objetivo, promover y hacer efectivo el derecho a la igualdad entre hombres y mujeres. Me refiero al Protocolo para juzgar con perspectiva de género: haciendo realidad el derecho a la igualdad. • Este Protocolo, -al igual que sus homólogos sobre protección de niños, niñas y adolescentes, personas indígenas, y personas migrantes y sujetas de protección internacional-, es un instrumento de apoyo para llevar a cabo la función jurisdiccional. 2 • Se ofrece como una guía de apoyo u orientación para que quienes imparten justicia, conozcan tanto los criterios normativos aplicables en materia de igualdad de género, como la metodología de análisis de caso que facilita su implementación en la solución de una litis. • Este instrumento se dividen en seis grandes apartados, los cuales también guiarán mi exposición: 1. Presentación y objetivos 2. Justificación 3. Marco jurídico 4. Marco conceptual 5. Elementos para la aplicación de la perspectiva de género en el juzgar 6. Lista de verificación 3 1. En primer lugar hablaré de los OBJETIVOS del Protocolo, destacaré aquí algunos de los más relevantes: • Impulsar la difusión y la creación de criterios basados en el derecho a la igualdad entre hombres y mujeres, me refiero tanto a los que ya se han emitido por tribunales nacionales e internacionales, como a aquellos que se vayan estructurando a partir de la implementación del Protocolo y del enfoque de derechos humanos. • Aportar elementos metodológicos que faciliten la implementación del enfoque de género en la 4 impartición de justicia, haciendo visibles las relaciones asimétricas de poder entre hombres y mujeres. • Dar cumplimiento a las sentencias y medidas de reparación emitidas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en las que México ha sido declarado responsable por violaciones a derechos humanos, entre ellos los casos de “Campo Algodonero”, Inés Fernández Ortega y Valentina Rosendo Cantú. • Hacer efectivos los compromisos internacionales asumidos a través de la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer y la Convención Interamericana para 5 Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer "Convención de Belem Do Para". • Atender a los problemas que se han detectado para garantizar el derecho a la igualdad real y sustancial entre hombres y mujeres, de acuerdo a diversos diagnósticos realizados al interior de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y de los Tribunales Superiores de Justicia Estatales. • Sugerir mecanismos de interpretación e integración de principios y normas internas de origen nacional e internacional; considerando también prácticas y sentencias de tribunales de otros países, así como de órganos jurisdiccionales, cuasi-jurisdiccionales y monitores de los sistemas Universal e Interamericano. 6 • Todo lo anterior, desde luego, respetando el principio de soberanía de las entidades federativas, así como la autonomía e independencia de los órganos jurisdiccionales. • Debemos tener en cuenta que el ámbito jurisdiccional tiene a su cargo una tarea fundamental para la o el justiciable: decir y decidir el derecho, en este sentido, los procesos y las sentencias no son meros trámites, son actos de autoridad que tienen un profundo impacto en la vida de las personas, porque a partir de su contenido se crean o se modifican sus circunstancias y condiciones de vida. 7 2. El segundo apartado del Protocolo, establece las RAZONES QUE JUSTIFICAN su creación y su implementación. • ¿Qué motivó la elaboración del Protocolo? • Nuestra tradición jurídica, durante muchos años, ha sostenido la tesis de la neutralidad metodológica del derecho. • De algún modo esta postura que permitió que las reglas, principios y disposiciones jurídicas pudieran distinguirse de otro tipo de normas, también minimizó el hecho de que, el discurso jurídico se ve influido tanto en su creación como en su aplicación por otros elementos de la dinámica social; tal es el caso del 8 poder, las diferencias materiales y culturales del contexto de las personas, o bien, los roles y funciones construidos socialmente. • Estos factores tienen un impacto en la forma de creación de los derechos, en su contenido y en los efectos que se generan debido al ejercicio de éstos, por esa razón el derecho no es neutral. • Ahora bien, cuando no referimos a estereotipos de género, estamos tratando con un claro ejemplo de funciones o roles construidos socialmente, impuestos a las personas por vía de la tradición o la cultura. 9 • Una de sus consecuencias es el ejercicio inequitativo de poder entre hombres y mujeres, y por ende la desigualdad y discriminación en las oportunidades de desarrollo. • En este orden de ideas, para cumplir con el mandato constitucional, quien juzga tiene la obligación de advertir si aquellas prácticas sociales estereotípicas o incluso el propio lenguaje jurídico, está limitando, obstaculizando o excluyendo a una persona del ejercicio de sus derechos, a partir de valoraciones sobre las funciones o roles de género. • Es precisamente la necesidad de argumentar las resoluciones a partir de un enfoque de género y de combatir los estereotipos que provocan desigualdad 10 entre hombres y mujeres, impunidad y falta de acceso a la justicia, lo que justifica este Protocolo. 3. En el tercer apartado del Protocolo se expone el MARCO JURÍDICO del documento. Vale la pena recordar que el Protocolo no es una norma o un instrumento de aplicación obligatoria, sino de una herramienta metodológica. • También es importante precisar que aun cuando el documento per se no es vinculante, muchos de los criterios y disposiciones jurídicas que cita el Protocolo, sí tienen ese jurisdiccionales y carácter para en medida esa los órganos deben ser considerados y consultados directamente. 11 • Un ejemplo lo encontramos en el derecho a la igualdad entre hombres y mujeres, se trata de una obligación erga omnes que ustedes verán señalada en el Protocolo constantemente a partir de criterios jurisprudenciales y estándares internacionales. 4. Después de establecer estos puntos generales, el Protocolo expone en su cuarto apartado, un MARCO CONCEPTUAL básico para comprender y juzgar desde una perspectiva de género. • En este marco se incluyen las siguientes nociones: a. Igualdad b. No discriminación c. Estereotipos d. Categorías sospechosas 12 e. Y Perspectiva de género 4.1 Para abordar el primer concepto debemos cuestionar ¿qué es la IGUALDAD?, o bien, ¿qué hemos considerado hasta ahora como elementos integrantes de este concepto? • La igualdad es una condición de vida que indica la situación en que se está respecto de otra persona. Es por lo tanto una cualidad de tipo relacional, porque sólo se puede ser igual o desigual respecto de otra persona o de algo semejante. Evaluar la condición de igualdad, por lo tanto, exige comparar dos o más situaciones entre sí. 13 • También hay que tomar en cuenta que los términos diferencia y desigualdad, que se vinculan con este concepto, no son sinónimos: las diferencias son características que forman parte de la identidad de la persona, todas y todos somos diferentes por razones de sexo, género, opiniones, edad, creencias, costumbres, lenguas, características físicas, etcétera; las desigualdades, por su parte, se refieren tanto a las condiciones materiales que rodean a la persona como a las valoraciones que se hacen respecto de aquellas diferencias y que colocan en desventaja a las personas entre sí. • Por ejemplo: una diferencia por razones de género es la asignación de tareas del hogar que históricamente – sin olvidar que hay excepciones- han asumido las 14 mujeres. El trabajo doméstico al no ser retribuido económicamente, ni generar la misma cantidad de beneficios visibles que trae consigo el trabajo fuera del hogar, como la seguridad social o la antigüedad, es menos valorado que éste último. Esto ha generado desigualdad en el tratamiento jurídico que se da a una u otra labor, comenzando porque una se considera trabajo y la otra no; en consecuencia también se trata de forma desigual a quienes realizan cada una de estas funciones. • ¿Qué hacer entonces para garantizar la igualdad en este tipo de casos? • Lo primero es reconocer las diferencias, posteriormente habrá que analizar cuál es el valor que 15 se ha asignado a cada una de ellas y evaluar si esto generó desigualdad, tal vez sea necesario proponer una nueva “valoración” de las diferencias e incluso compensar las situaciones de desventaja en que cada justiciable se encuentra. • Tal como se expone en el Protocolo, las condiciones materiales y la valoración de las diferencias -en sentido positivo o negativo-, toman forma en las leyes, el contexto material y la dinámica social; y es toda esta estructura, la que debe analizar la o el juzgador para determinar si una persona está en una condición de igualdad o desigualdad respecto de otras. • Debe comprenderse muy bien este concepto, su objetivo no es “igualar las diferencias”, sino valorar y 16 reconocer las mismas a partir de una lectura de la situación particular de la persona y del contexto en el cual está. Esto es lo que permite que la autoridad concluya si existe una situación que esté generando discriminación y que deba ser combatida. 4.2 La DISCRIMINACIÓN es el segundo concepto al cual se refiere el Protocolo. • Consiste en un tratamiento que distingue, excluye o restringe injustificadamente, el goce o ejercicio de derechos a una persona. • Hay tres elementos que deben precisarse a partir de esta noción: primero, la distinción entre trato igual y trato desigual; segundo, tener en cuenta que un trato 17 discriminatorio se puede dar por vía directa o indirecta; y tercero, la objetividad y razonabilidad de un trato diferenciado. • Sobre este tema el Protocolo propone una sencilla tabla comparativa que resumo en estas premisas: • Un trato igual entre personas con iguales condiciones, así como un trato desigual hacia personas con desiguales condiciones permite establecer una presunción de legitimidad respecto de un acto de autoridad. • En cambio, un trato igual entre personas con desiguales condiciones, o por el contrario, un tratamiento desigual entre personas con iguales 18 condiciones, deriva en una presunción de discriminación. Hablo únicamente de presunciones porque cada caso tendrá sus propias características. • Siguiendo este marco de hipótesis, los tratos discriminatorios pueden ser: directos o por objeto, cuando de forma expresa un acto de autoridad o norma contiene una restricción o exclusión injustificada, -pensemos en la norma que indica que las mujeres no pueden ingresar a un trabajo sin entregar pruebas de no embarazo-; o bien, indirectos o por resultado, cuando su contenido es aparentemente neutral y justo por eso impacta adversamente en distintos grupos sociales, por no considerar las desigualdades, -tal sería el caso de una autoridad que establece como requisito para dar un 19 servicio de cuidados prenatales, la presentación de acta de nacimiento, sin considerar por ejemplo que las mujeres migrantes regularmente viajan sin documentación-. • Por otra parte, para determinar la objetividad y razonabilidad de un trato, debe hacerse un análisis de las categorías bajo las cuales se están valorando los hechos y el contexto de las personas, evitando incurrir en estereotipos. • Habrá objetividad en un trato cuando el mismo se tome de acuerdo a criterios libres de estereotipos y con base en el contenido de los derechos humanos. Del mismo modo, el trato será razonable siempre que 20 exista proporción entre el fin que se pretende lograr y la medida tomada. 4.3 Los estereotipos de género son el tercer elemento conceptual al cual se refiere el Protocolo. • Estereotipar es una forma de ordenar las ideas sobre el mundo, es por así decirlo, la manera en que nuestro pensamiento, a nivel individual y colectivo, construye su propia explicación respecto al entorno. • Nuestro pensamiento estereotípico clasifica la información en grandes grupos de género y especie, casi de manera inmediata e imperceptible. Advierte las diferencias y semejanzas, establece un orden y una valoración. 21 • Es una función útil sin duda, sin embargo, se vuelve sospechosa cuando a partir de ella agregamos características, actitudes y roles a la identidad de las personas, calificando o haciendo suposiciones sobre cómo debe ser su vida y cuáles son sus intereses. • En el ámbito del derecho los estereotipos son problemáticos porque a partir de sus clasificaciones se pueden adjudicar consecuencias jurídicas discriminatorias, -ya sea la limitación, restricción o exclusión en el ejercicio de un derecho, la imposición de una carga, o la marginación de la persona-, por no adecuarse al modelo esperado. 22 • Por ejemplo: suponemos que una mujer con discapacidad visual no puede asumir la función de cuidado de un niño o niña, porque asociamos mentalmente la idea de discapacidad con imposibilidad de hacer cosas; creemos que las personas que tienen tatuajes son delincuentes, por el contrario, no tememos de alguien que se viste de manera formal; pensamos que las mujeres por ser mujeres tienen desarrollan más habilidades culinarias durante matrimonio el que se y ella manifiesta que no es así, afirmamos que no es “una mujer completa”. Todas estas valoraciones a priori, son manifestaciones estereotípicas del razonamiento. • Teniendo esto en cuenta, el primer paso para detectar la presencia de “estereotipos”, es estar conscientes de 23 que nuestros pensamientos siempre tienden a atribuir cualidades y funciones sociales a las personas de forma automática, y que esto, sin duda, impacta nuestras decisiones. • ¿Qué hacemos para detectarlos?, yo les propondría revisar la pregunta de reflexión que tiene la portada del Protocolo: ¿qué ves? • Como pueden notarlo el cuestionamiento no dice ¿qué es la persona de la imagen? Sino qué ve cada quien en esa imagen, es decir, qué representación te haces de manera automática tan sólo con lo que se aprecia, la mayoría asocia las características físicas con los roles o funciones que ahí se sugieren. La respuesta 24 ideal o libre de estereotipos sería sencillamente: veo una persona. • Esta postura crítica sobre nuestro propio razonamiento es lo que nos permitirá sospechar de las categorías con las que tradicionalmente encasillamos y asignamos tareas o funciones a las personas. 4.4. El cuarto concepto que expone el Protocolo es el de las CATEGORÍAS SOSPECHOSAS. • Se trata de todas aquellas clasificaciones o criterios que utilizamos para atribuir roles, características y funciones a las personas, de acuerdo al grupo en el cual les hemos catalogado mentalmente (estereotípicamente). 25 • Son también las categorías a las que se refiere el artículo 1° constitucional: sexo, género, origen étnico o nacional, edad, discapacidades, condición social, condiciones de salud, opiniones, estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana. • Con base en estas categorías vemos a las personas y les asignamos funciones y comportamientos, por eso se convierten en un criterio que debe estar “bajo sospecha”, sujeto a revisión estricta. • Con esta explicación que nos ofrece el Protocolo, es más sencillo comprender cómo es que llegamos a atribuir comportamientos que incluso nos parecen naturales y que no lo son, por ejemplo: todas las 26 mujeres tienen un instinto materno que las hace preferir su hogar al desarrollo profesional; las personas migrantes son delincuentes; un hombre casado no puede abusar sexualmente de su pareja; las niñas prefieren jugar con muñecas y los niños que lo hacen son homosexuales, etc. • Como se encuentran darán cuenta, presentes en estas categorías nuestro se pensamiento cotidiano, por esa razón las encontramos en todos los productos que derivan de aquel: el contenido de las leyes, los argumentos, los comportamientos, los actos de autoridad y más aún, las sentencias. 4.5 Una vez igualdad, comprendidas discriminación, estas definiciones: estereotipos y 27 categorías sospechosas, es posible abordar el último concepto al que se refiere el Protocolo: la PERSPECTIVA DE GÉNERO. • Las funciones de género han sido una de las causas de la desigualdad entre hombres y mujeres. Se trata de un problema estructural que se debe, entre otras cosas, a la histórica asignación de roles sociales construida en función de una condición biológica como es el sexo. • Tenemos entonces dos conceptos: sexo y género. • El sexo designa características biológicas de los cuerpos, mientras que el género es el conjunto de características, actitudes y roles socio-culturales 28 asignados a las personas en virtud de su sexo (a esto es a lo que llamamos masculino y femenino). • O dicho de otra forma, en tanto la biología determina, hasta cierto punto, los atributos sexuales; lo cultural, como lo es el género-, al ser una ficción construida socialmente, es modificable en su totalidad. • Esta distinción permite revelar cómo la sociedad -y desde luego el derecho-, adjudica a las personas ciertas características sociales y de comportamiento a partir de la dualidad de los cuerpos. • Nuestro pensamiento estereotípico se estructura en torno a esos dualismos o pares opuestos: racionalirracional, bueno-malo, pensamiento-sentimiento, 29 razón-emoción; es así como se agrega una diferencia más a la identidad de hombres y mujeres. • Y no sólo eso, sexualizamos, asignamos género a esos dualismos y los jerarquizamos valorativamente. De ese modo la mitad de las categorías se considera masculina y la otra mitad, femenina, privilegiando por supuesto, a alguno de los dos grupos en detrimento del otro. • Por ejemplo, se asume que la biología de las mujeres determina que sean aptas para el cuidado de personas enfermas en casa, o de niñas y niños, todas labores del ámbito privado. Además, también se imponen que sigan ciertos cánones sexuales y de vestimenta, así como de comportamiento, por 30 ejemplo, que sean maternales, sensibles, delicadas, superficiales y dramáticas. • Por el contrario, cuando se trata de hombres, se cree que su ámbito de desarrollo debe ser el público, y se les fomenta un mayor grado de autonomía e independencia, se destaca que pueden y deben hacer uso de la fuerza física que tienen para “proteger”, “defenderse” o imponer sus decisiones pues ellos son los proveedores. Se les da libertad sexual y se hace poco énfasis en su vestimenta o la forma de su cuerpo. • Estas opiniones percepción y creencias estereotípica, y se por basan tanto en la falsa y discriminadora, de que por naturaleza las mujeres son 31 "más sensibles y emocionales" y los hombres son por el contrario “insensibles y racionales”. • Cuando estos puntos de vista se socializan y se insertan en el pensamiento colectivo, influyen en la forma en que se regula jurídicamente la conducta humana y en el ejercicio de poder, en muchos casos, restringiendo sus posibilidades de desarrollo y sus proyectos de vida personal con base en distinciones de género. • Como podrán advertir, los estereotipos de género que se imponen a hombres y mujeres, son en realidad “falsas dicotomías” porque se utilizan para asignar tareas que incluso no cuestionamos si son deseadas, 32 o si se llevan a cabo en detrimento del propio proyecto de vida. • La perspectiva de género pretende acabar con esta falsa dicotomía que parte de una diferente fisonomía de los cuerpos de las personas y que no considera las capacidades y cualidades individuales de cada ser humano. • En tanto que hablamos de una perspectiva, también nos referimos a un punto de vista o a la postura que se adopta para analizar un problema. • Por esa razón, el Protocolo señala que la perspectiva de género implica lo siguiente: 33 • Conocer y aplicar un método de análisis que visibilice la asignación social diferenciada de roles y tareas en virtud del sexo. • Identificar cómo esto se traduce en diferencias que son evaluadas de manera diferente, dando origen a desigualdad en oportunidades y ejercicio de derechos. • Evidenciar las relaciones asimétricas de poder originadas con base en estas diferencias. • Se hace cargo de la vinculación que existe entre las cuestiones de género, la raza, la religión, la edad, las creencias políticas, etc. 34 • Pregunta por los impactos diferenciados de las leyes y políticas públicas basadas en estas asignaciones, diferencias y relaciones de poder. • Determina en qué casos un trato diferenciado es arbitrario y en qué casos necesario. • En síntesis, la perspectiva de género cuestiona el paradigma de único “ser humano neutral y universal”. 5. En el quinto apartado del Protocolo ustedes podrán revisar qué ELEMENTOS SON NECESARIOS PARA APLICAR LA PERSPECTIVA DE GÉNERO. 35 • Reitero que juzgar con perspectiva de género es un mandato constitucional y convencional dirigido a quienes imparten justicia en todos los ámbitos y materias. • Este mandato proteger y consiste garantizar, universalidad, en promover, bajo interdependencia, los respetar, principios indivisibilidad de y progresividad; el derecho a la igualdad y a la no discriminación. • Ahora bien, lo que determina cuándo se debe aplicar esta perspectiva es la existencia de relaciones asimétricas de poder o de contextos de desigualdad estructural que se basan en el sexo o el género, por lo 36 que no se aplica sólo en los casos relacionados con las mujeres. • Un paso útil para detectar este tipo de casos es poner atención en las “categorías sospechosas”, cuestionar si el acto jurídico responde a una cuestión discriminatoria. • La perspectiva de género permea todo el proceso de impartición de justicia, desde en análisis de los hechos hasta la elaboración de la sentencia. • El Protocolo resume esto en cinco grandes pasos y nos brinda algunas preguntas que debemos hacer para implementar la perspectiva de género: 37 5.1 CUESTIONES PREVIAS AL PROCESO: básicamente se refieren a si es necesario dictar medidas urgentes como las “órdenes de protección” y si la propia admisibilidad de un asunto requiere de un análisis de género. 5.2 DETERMINACIÓN DE LOS HECHOS E INTERPRETACIÓN DE LA PRUEBA: • En esta fase se debe hacer un análisis específico del contexto de las personas involucradas en el conflicto y del entorno en el que tuvieron lugar los hechos. • Detenernos en estos dos elementos nos ayuda a evaluar si alguna de las partes en conflicto pertenece a un grupo históricamente desaventajado, o 38 tradicionalmente discriminado con base en una o varias “categorías sospechosas”. • Para identificar situaciones de discriminación por razones de género habrá que cuestionar al menos lo siguiente: • ¿Entre las personas involucradas en el conflicto subyace una relación asimétrica de poder, que se fundamenta en roles o funciones sociales, atribuidas con motivo del sexo o el género? • ¿El comportamiento que se espera de las personas involucradas en el caso, obedece a estereotipos (preconcepciones) de género? 39 • ¿La reacción que se espera de las personas involucradas, sería distinta si se les asignara un rol que corresponde estereotípicamente a una identidad sexual o genérica diferente? 5.3 El tercer paso es DETERMINAR EL DERECHO APLICABLE, para ello nos servimos al menos de tres elementos: el análisis del contexto; las necesidades e intereses de las personas involucradas; y la posición que cada una tiene respecto de la otra, que nos da idea de cómo se ejerce el poder a partir de las diferencias. • Con estos puntos de referencia debemos acudir en primer lugar, al marco constitucional y convencional, estos ordenamientos nos guían sobre las disposiciones secundarias que es preciso aplicar; en 40 su caso también nos permite hacer un ejercicio de control de convencionalidad, para valorar si las mismas cumplen con los estándares de mayor protección de la persona o personas involucradas. • Al referirnos al marco jurídico también es necesario tomar en cuenta las resoluciones de tribunales nacionales e internacionales, los casos en los que México ha sido condenado porque de ahí derivan obligaciones específicas que deben cumplirse y que podrían estar vinculadas con el caso; igualmente hay que acudir a las observaciones y recomendaciones elaboradas por los Comités Monitores de los tratados internacionales. 41 • Además será necesario revisar cuál es la concepción del sujeto que subyace al marco normativo aplicable, es decir, verificar si existen o no estereotipos de género o determinaciones sexistas en el contenido normativo, que deban ser cuestionados con base en estándares constitucionales y convencionales. • Igualmente hay que considerar si la aplicación de las normas seleccionadas para la solución del caso, tienen un impacto diferenciado en las personas involucradas. • Algunas preguntas que pueden orientar nuestro análisis son las siguientes: 42 • ¿Cuál es la norma que garantiza de mejor manera la igualdad entre las personas involucradas? • ¿Es necesario implementar medidas o acciones que compensen posibles desventajas entre las partes? • ¿Qué estrategia jurídica se requiere para contrarrestar una norma discriminatoria por objeto o por resultado? • En su caso, ¿Qué medidas se deben aplicar para combatir un ejercicio asimétrico de poder y la desigualdad estructural detectada? • ¿El caso exige que la resolución proponga el replanteamiento de un concepto o una institución jurídica y en qué medida puede hacerlo? 43 5.4 Pasemos ahora al cuarto paso de la implementación de la perspectiva de género, se trata CONSTRUIR UNA ARGUMENTACIÓN CON ENFOQUE DE DERECHOS HUMANOS Y DE GÉNERO. • En este apartado debemos vincular los principios constitucionales de igualdad, universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad. • Justificar con razonamientos y explicaciones el uso de las normas más protectoras para la persona que se encuentra en una situación asimétrica de poder o de desigualdad estructural; emitiendo además, medidas para compensar las desventajas detectadas. 44 • Asignar un sentido a las normas que sea acorde con los nuevos paradigmas constitucionales, dejando en desuso criterios hermenéuticos tradicionales como el de literalidad, jerarquía y especialidad. • Tener presente que no es viable la figura de la analogía, cuando la situación de las personas no es realmente igual en un sentido formal, material y estructural. • En su caso, evidenciar y demostrar cómo y por qué la aplicación de una norma al caso en cuestión deviene en un impacto diferenciado injustificado o discriminador. 45 • Identificar los estereotipos y los sexismos detectados en los hechos acontecidos, en la valoración de las pruebas, en los alegatos y pretensiones de las partes, o en normas que podrían haber resultado aplicables. • Eliminar la posibilidad de revictimizar y estereotipar a la víctima a través de los argumentos y de los puntos resolutivos de la sentencia. 5.5 El quinto y último paso del método que propone el Protocolo, consiste en determinar las FORMAS Y MECANISMOS PARA REPARAR EL DAÑO, desde un enfoque de género. • Para lograrlo es preciso cuestionar si el daño causado genera un impacto diferenciado a partir del sexo, 46 género, preferencia u orientación sexual de la persona involucrada y evaluar qué tipo de medidas de reparación pueden hacerse cargo de tal impacto. • De igual forma, si se detectaron relaciones asimétricas de poder y condiciones de desigualdad estructural, ¿cuáles son las medidas que la sentencia puede adoptar para revertir dichas asimetrías y desigualdades? • Verificar que la medida de reparación no se base en una concepción estereotipada o sexista de la persona. • Considerar si en la medida de reparación se ha tomado en cuenta el parecer de la víctima. 47 • Evaluar el impacto del daño en los roles y responsabilidades familiares, laborales y comunitarios de la víctima y cómo podría subsanarse. • Tomar en cuenta si el daño causado se produjo porque la víctima pertenecía a un determinado grupo. • Finalmente, debemos asegurarnos de emitir medidas de reparación integrales, es decir, que se encarguen de todos los daños detectados. Esto implica atender a las afectaciones del proyecto de vida de la persona involucrada. • Este es el procedimiento que ofrece el Protocolo para implementar la perspectiva de género en la función jurisdiccional. 48 6. En el sexto apartado encontrarán una LISTA DE VERIFICACIÓN que resume varias de las preguntas que debemos hacernos tanto para detectar situaciones estereotipos de discriminatorias género, a lo como largo del proceso, algunas ya las he compartido en mi exposición. • El Protocolo ofrece un mínimo de conocimientos sobre la perspectiva de género, es necesario que ampliemos con la práctica jurídica los criterios que involucren esta perspectiva, e incluso que desarrollemos instrumentos metodológicos similares, acordes con las necesidades de cada órgano de impartición de justicia o de cada autoridad. 49 • Si bien es cierto este instrumento está dirigido a quienes imparten justicia a nivel federal y estatal, de forma indirecta, es una herramienta útil para todas aquellas personas e instituciones involucradas en el acceso a la justicia. • El resultado de su aplicación es que se conciba al derecho y sus instituciones como una herramienta emancipadora, que hace posible que las personas diseñen y ejecuten un proyecto de vida digna en condiciones de igualdad. • El resultado en pocas palabras, es propiamente el acceso a la justicia en condiciones de igualdad, para quienes -por sus condiciones físicas, sexuales o de 50 contexto-, ven en peligro el reconocimiento de su calidad de sujetos de derechos. • Muchas gracias. 51