PRESENTACIÓN DEL PROTOCOLO PARA JUZGAR CON

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PALABRAS DE LA SRA. MINISTRA OLGA SÁNCHEZ CORDERO
PRESENTACIÓN DEL PROTOCOLO PARA JUZGAR CON
PERSPECTIVA DE GÉNERO: HACIENDO REALIDAD EL
DERECHO A LA IGUALDAD
• Buenos días tengan todas y todos ustedes.
• El día de hoy tengo el gusto de compartir el resultado
de un esfuerzo institucional que tiene como principal
objetivo, promover y hacer efectivo el derecho a la
igualdad entre hombres y mujeres. Me refiero al
Protocolo para juzgar con perspectiva de género:
haciendo realidad el derecho a la igualdad.
• Este Protocolo, -al igual que sus homólogos sobre
protección de niños, niñas y adolescentes, personas
indígenas, y personas migrantes y sujetas de
protección internacional-, es un instrumento de apoyo
para llevar a cabo la función jurisdiccional.
2
• Se ofrece como una guía de apoyo u orientación para
que quienes imparten justicia, conozcan tanto los
criterios normativos aplicables en materia de igualdad
de género, como la metodología de análisis de caso
que facilita su implementación en la solución de una
litis.
• Este
instrumento
se
dividen
en
seis
grandes
apartados, los cuales también guiarán mi exposición:
1. Presentación y objetivos
2. Justificación
3. Marco jurídico
4. Marco conceptual
5. Elementos para la aplicación de la perspectiva
de género en el juzgar
6. Lista de verificación
3
1. En primer lugar hablaré de los OBJETIVOS del
Protocolo, destacaré aquí algunos de los más
relevantes:
• Impulsar la difusión y la creación de criterios basados
en el derecho a la igualdad entre hombres y mujeres,
me refiero tanto a los que ya se han emitido por
tribunales nacionales e internacionales, como a
aquellos que se vayan estructurando a partir de la
implementación del Protocolo y del enfoque de
derechos humanos.
• Aportar elementos metodológicos que faciliten la
implementación
del
enfoque
de
género
en
la
4
impartición de justicia, haciendo visibles las relaciones
asimétricas de poder entre hombres y mujeres.
• Dar cumplimiento a las sentencias y medidas de
reparación emitidas por la Corte Interamericana de
Derechos Humanos, en las que México ha sido
declarado responsable por violaciones a derechos
humanos,
entre
ellos
los
casos
de
“Campo
Algodonero”, Inés Fernández Ortega y Valentina
Rosendo Cantú.
• Hacer efectivos los compromisos internacionales
asumidos a través de la Convención sobre la
Eliminación de todas las formas de Discriminación
contra la Mujer y la Convención Interamericana para
5
Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la
Mujer "Convención de Belem Do Para".
• Atender a los problemas que se han detectado para
garantizar el derecho a la igualdad real y sustancial
entre hombres y mujeres, de acuerdo a diversos
diagnósticos realizados al interior de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación y de los Tribunales
Superiores de Justicia Estatales.
• Sugerir mecanismos de interpretación e integración de
principios y normas internas de origen nacional e
internacional;
considerando
también
prácticas
y
sentencias de tribunales de otros países, así como de
órganos
jurisdiccionales,
cuasi-jurisdiccionales
y
monitores de los sistemas Universal e Interamericano.
6
• Todo lo anterior, desde luego, respetando el principio
de soberanía de las entidades federativas, así como la
autonomía
e
independencia
de
los
órganos
jurisdiccionales.
• Debemos tener en cuenta que el ámbito jurisdiccional
tiene a su cargo una tarea fundamental para la o el
justiciable: decir y decidir el derecho, en este sentido,
los procesos y las sentencias no son meros trámites,
son actos de autoridad que tienen un profundo
impacto en la vida de las personas, porque a partir de
su
contenido
se
crean
o
se
modifican
sus
circunstancias y condiciones de vida.
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2. El segundo apartado del Protocolo, establece las
RAZONES QUE JUSTIFICAN su creación y su
implementación.
• ¿Qué motivó la elaboración del Protocolo?
• Nuestra tradición jurídica, durante muchos años, ha
sostenido la tesis de la neutralidad metodológica del
derecho.
• De algún modo esta postura que permitió que las
reglas, principios y disposiciones jurídicas pudieran
distinguirse de otro tipo de normas, también minimizó
el hecho de que, el discurso jurídico se ve influido
tanto en su creación como en su aplicación por otros
elementos de la dinámica social; tal es el caso del
8
poder, las diferencias materiales y culturales del
contexto de las personas, o bien, los roles y funciones
construidos socialmente.
• Estos factores tienen un impacto en la forma de
creación de los derechos, en su contenido y en los
efectos que se generan debido al ejercicio de éstos,
por esa razón el derecho no es neutral.
• Ahora bien, cuando no referimos a estereotipos de
género, estamos tratando con un claro ejemplo de
funciones o roles construidos socialmente, impuestos
a las personas por vía de la tradición o la cultura.
9
• Una de sus consecuencias es el ejercicio inequitativo
de poder entre hombres y mujeres, y por ende la
desigualdad y discriminación en las oportunidades de
desarrollo.
• En este orden de ideas, para cumplir con el mandato
constitucional, quien juzga tiene la obligación de
advertir si aquellas prácticas sociales estereotípicas o
incluso el propio lenguaje jurídico, está limitando,
obstaculizando o excluyendo a una persona del
ejercicio de sus derechos, a partir de valoraciones
sobre las funciones o roles de género.
• Es precisamente la necesidad de argumentar las
resoluciones a partir de un enfoque de género y de
combatir los estereotipos que provocan desigualdad
10
entre hombres y mujeres, impunidad y falta de acceso
a la justicia, lo que justifica este Protocolo.
3. En el tercer apartado del Protocolo se expone el
MARCO JURÍDICO del documento.
Vale la pena recordar que el Protocolo no es una
norma o un instrumento de aplicación obligatoria,
sino de una herramienta metodológica.
• También es importante precisar que aun cuando el
documento per se no es vinculante, muchos de los
criterios y disposiciones jurídicas que cita el Protocolo,
sí
tienen
ese
jurisdiccionales
y
carácter
para
en
medida
esa
los
órganos
deben
ser
considerados y consultados directamente.
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• Un ejemplo lo encontramos en el derecho a la
igualdad entre hombres y mujeres, se trata de una
obligación erga omnes que ustedes verán señalada en
el Protocolo constantemente a partir de criterios
jurisprudenciales y estándares internacionales.
4. Después de establecer estos puntos generales, el
Protocolo expone en su cuarto apartado, un
MARCO CONCEPTUAL básico para comprender y
juzgar desde una perspectiva de género.
• En este marco se incluyen las siguientes nociones:
a. Igualdad
b. No discriminación
c. Estereotipos
d. Categorías sospechosas
12
e. Y Perspectiva de género
4.1 Para abordar el primer concepto debemos
cuestionar ¿qué es la IGUALDAD?, o bien, ¿qué
hemos
considerado
hasta
ahora
como
elementos integrantes de este concepto?
• La igualdad es una condición de vida que indica la
situación en que se está respecto de otra persona. Es
por lo tanto una cualidad de tipo relacional, porque
sólo se puede ser igual o desigual respecto de otra
persona o de algo semejante. Evaluar la condición de
igualdad, por lo tanto, exige comparar dos o más
situaciones entre sí.
13
• También hay que tomar en cuenta que los términos
diferencia y desigualdad, que se vinculan con este
concepto, no son sinónimos: las diferencias son
características que forman parte de la identidad de la
persona, todas y todos somos diferentes por razones
de
sexo,
género,
opiniones,
edad,
creencias,
costumbres, lenguas, características físicas, etcétera;
las desigualdades, por su parte, se refieren tanto a
las condiciones materiales que rodean a la persona
como a las valoraciones que se hacen respecto de
aquellas diferencias y que colocan en desventaja a las
personas entre sí.
• Por ejemplo: una diferencia por razones de género es
la asignación de tareas del hogar que históricamente –
sin olvidar que hay excepciones- han asumido las
14
mujeres. El trabajo doméstico al no ser retribuido
económicamente, ni generar la misma cantidad de
beneficios visibles que trae consigo el trabajo fuera del
hogar, como la seguridad social o la antigüedad, es
menos valorado que éste último. Esto ha generado
desigualdad en el tratamiento jurídico que se da a una
u otra labor, comenzando porque una se considera
trabajo y la otra no; en consecuencia también se trata
de forma desigual a quienes realizan cada una de
estas funciones.
• ¿Qué hacer entonces para garantizar la igualdad en
este tipo de casos?
• Lo
primero
es
reconocer
las
diferencias,
posteriormente habrá que analizar cuál es el valor que
15
se ha asignado a cada una de ellas y evaluar si esto
generó desigualdad, tal vez sea necesario proponer
una nueva “valoración” de las diferencias e incluso
compensar las situaciones de desventaja en que cada
justiciable se encuentra.
• Tal como se expone en el Protocolo, las condiciones
materiales y la valoración de las diferencias -en
sentido positivo o negativo-, toman forma en las leyes,
el contexto material y la dinámica social; y es toda
esta estructura, la que debe analizar la o el juzgador
para determinar si una persona está en una condición
de igualdad o desigualdad respecto de otras.
• Debe comprenderse muy bien este concepto, su
objetivo no es “igualar las diferencias”, sino valorar y
16
reconocer las mismas a partir de una lectura de la
situación particular de la persona y del contexto en el
cual está. Esto es lo que permite que la autoridad
concluya si existe una situación que esté generando
discriminación y que deba ser combatida.
4.2 La DISCRIMINACIÓN es el segundo concepto al
cual se refiere el Protocolo.
• Consiste en un tratamiento que distingue, excluye o
restringe injustificadamente, el goce o ejercicio de
derechos a una persona.
• Hay tres elementos que deben precisarse a partir de
esta noción: primero, la distinción entre trato igual y
trato desigual; segundo, tener en cuenta que un trato
17
discriminatorio se puede dar por vía directa o
indirecta; y tercero, la objetividad y razonabilidad de
un trato diferenciado.
• Sobre este tema el Protocolo propone una sencilla
tabla comparativa que resumo en estas premisas:
• Un trato igual entre personas con iguales condiciones,
así como un trato desigual hacia personas con
desiguales
condiciones
permite
establecer
una
presunción de legitimidad respecto de un acto de
autoridad.
• En cambio, un trato igual entre personas con
desiguales condiciones, o por el contrario, un
tratamiento desigual entre personas con iguales
18
condiciones,
deriva
en
una
presunción
de
discriminación. Hablo únicamente de presunciones
porque cada caso tendrá sus propias características.
• Siguiendo este marco de hipótesis, los tratos
discriminatorios pueden ser: directos o por objeto,
cuando de forma expresa un acto de autoridad o
norma
contiene
una
restricción
o
exclusión
injustificada, -pensemos en la norma que indica que
las mujeres no pueden ingresar a un trabajo sin
entregar pruebas de no embarazo-; o bien, indirectos
o
por
resultado,
cuando
su
contenido
es
aparentemente neutral y justo por eso impacta
adversamente en distintos grupos sociales, por no
considerar las desigualdades, -tal sería el caso de una
autoridad que establece como requisito para dar un
19
servicio de cuidados prenatales, la presentación de
acta de nacimiento, sin considerar por ejemplo que las
mujeres
migrantes
regularmente
viajan
sin
documentación-.
• Por otra parte, para determinar la objetividad y
razonabilidad de un trato, debe hacerse un análisis
de las categorías bajo las cuales se están valorando
los hechos y el contexto de las personas, evitando
incurrir en estereotipos.
• Habrá objetividad en un trato cuando el mismo se
tome de acuerdo a criterios libres de estereotipos y
con base en el contenido de los derechos humanos.
Del mismo modo, el trato será razonable siempre que
20
exista proporción entre el fin que se pretende lograr y
la medida tomada.
4.3 Los estereotipos de género son el tercer
elemento conceptual al cual se refiere el Protocolo.
• Estereotipar es una forma de ordenar las ideas sobre
el mundo, es por así decirlo, la manera en que nuestro
pensamiento, a nivel individual y colectivo, construye
su propia explicación respecto al entorno.
• Nuestro
pensamiento
estereotípico
clasifica
la
información en grandes grupos de género y especie,
casi de manera inmediata e imperceptible. Advierte las
diferencias y semejanzas, establece un orden y una
valoración.
21
• Es una función útil sin duda, sin embargo, se vuelve
sospechosa cuando a partir de ella agregamos
características, actitudes y roles a la identidad de las
personas, calificando o haciendo suposiciones sobre
cómo debe ser su vida y cuáles son sus intereses.
• En el ámbito del derecho los estereotipos son
problemáticos porque a partir de sus clasificaciones se
pueden
adjudicar
consecuencias
jurídicas
discriminatorias, -ya sea la limitación, restricción o
exclusión en el ejercicio de un derecho, la imposición
de una carga, o la marginación de la persona-, por no
adecuarse al modelo esperado.
22
• Por
ejemplo:
suponemos
que
una
mujer
con
discapacidad visual no puede asumir la función de
cuidado de un niño o niña, porque asociamos
mentalmente
la
idea
de
discapacidad
con
imposibilidad de hacer cosas; creemos que las
personas que tienen tatuajes son delincuentes, por el
contrario, no tememos de alguien que se viste de
manera formal; pensamos que las mujeres por ser
mujeres
tienen
desarrollan
más
habilidades
culinarias
durante
matrimonio
el
que
se
y
ella
manifiesta que no es así, afirmamos que no es “una
mujer completa”. Todas estas valoraciones a priori,
son manifestaciones estereotípicas del razonamiento.
• Teniendo esto en cuenta, el primer paso para detectar
la presencia de “estereotipos”, es estar conscientes de
23
que nuestros pensamientos siempre tienden a atribuir
cualidades y funciones sociales a las personas de
forma automática, y que esto, sin duda, impacta
nuestras decisiones.
• ¿Qué hacemos para detectarlos?, yo les propondría
revisar la pregunta de reflexión que tiene la portada
del Protocolo: ¿qué ves?
• Como pueden notarlo el cuestionamiento no dice ¿qué
es la persona de la imagen? Sino qué ve cada quien
en esa imagen, es decir, qué representación te haces
de manera automática tan sólo con lo que se aprecia,
la mayoría asocia las características físicas con los
roles o funciones que ahí se sugieren. La respuesta
24
ideal o libre de estereotipos sería sencillamente: veo
una persona.
• Esta
postura
crítica
sobre
nuestro
propio
razonamiento es lo que nos permitirá sospechar de las
categorías con las que tradicionalmente encasillamos
y asignamos tareas o funciones a las personas.
4.4. El cuarto concepto que expone el Protocolo es
el de las CATEGORÍAS SOSPECHOSAS.
• Se trata de todas aquellas clasificaciones o criterios
que utilizamos para atribuir roles, características y
funciones a las personas, de acuerdo al grupo en el
cual
les
hemos
catalogado
mentalmente
(estereotípicamente).
25
• Son también las categorías a las que se refiere el
artículo 1° constitucional: sexo, género, origen étnico o
nacional, edad, discapacidades, condición social,
condiciones de salud, opiniones, estado civil o
cualquier otra que atente contra la dignidad humana.
• Con base en estas categorías vemos a las personas y
les asignamos funciones y comportamientos, por eso
se convierten en un criterio que debe estar “bajo
sospecha”, sujeto a revisión estricta.
• Con esta explicación que nos ofrece el Protocolo, es
más sencillo comprender cómo es que llegamos a
atribuir comportamientos que incluso nos parecen
naturales y que no lo son, por ejemplo: todas las
26
mujeres tienen un instinto materno que las hace
preferir su hogar al desarrollo profesional; las
personas migrantes son delincuentes; un hombre
casado no puede abusar sexualmente de su pareja;
las niñas prefieren jugar con muñecas y los niños que
lo hacen son homosexuales, etc.
• Como
se
encuentran
darán
cuenta,
presentes
en
estas
categorías
nuestro
se
pensamiento
cotidiano, por esa razón las encontramos en todos los
productos que derivan de aquel: el contenido de las
leyes, los argumentos, los comportamientos, los actos
de autoridad y más aún, las sentencias.
4.5 Una
vez
igualdad,
comprendidas
discriminación,
estas
definiciones:
estereotipos
y
27
categorías sospechosas, es posible abordar el
último concepto al que se refiere el Protocolo: la
PERSPECTIVA DE GÉNERO.
• Las funciones de género han sido una de las causas
de la desigualdad entre hombres y mujeres. Se trata
de un problema estructural que se debe, entre otras
cosas, a la histórica asignación de roles sociales
construida en función de una condición biológica como
es el sexo.
• Tenemos entonces dos conceptos: sexo y género.
• El sexo designa características biológicas de los
cuerpos, mientras que el género es el conjunto de
características,
actitudes
y roles
socio-culturales
28
asignados a las personas en virtud de su sexo (a esto
es a lo que llamamos masculino y femenino).
• O dicho de otra forma, en tanto la biología determina,
hasta cierto punto, los atributos sexuales; lo cultural, como lo es el género-, al ser una ficción construida
socialmente, es modificable en su totalidad.
• Esta distinción permite revelar cómo la sociedad -y
desde luego el derecho-, adjudica a las personas
ciertas características sociales y de comportamiento a
partir de la dualidad de los cuerpos.
• Nuestro pensamiento estereotípico se estructura en
torno a esos dualismos o pares opuestos: racionalirracional,
bueno-malo,
pensamiento-sentimiento,
29
razón-emoción; es así como se agrega una diferencia
más a la identidad de hombres y mujeres.
• Y no sólo eso, sexualizamos, asignamos género a
esos dualismos y los jerarquizamos valorativamente.
De ese modo la mitad de las categorías se considera
masculina y la otra mitad, femenina, privilegiando por
supuesto, a alguno de los dos grupos en detrimento
del otro.
• Por ejemplo, se asume que la biología de las mujeres
determina que sean aptas para el cuidado de
personas enfermas en casa, o de niñas y niños, todas
labores del ámbito privado. Además, también se
imponen que sigan ciertos cánones sexuales y de
vestimenta,
así
como
de
comportamiento,
por
30
ejemplo, que sean maternales, sensibles, delicadas,
superficiales y dramáticas.
• Por el contrario, cuando se trata de hombres, se cree
que su ámbito de desarrollo debe ser el público, y se
les fomenta un mayor grado de autonomía e
independencia, se destaca que pueden y deben hacer
uso de la fuerza física que tienen para “proteger”,
“defenderse” o imponer sus decisiones pues ellos son
los proveedores. Se les da libertad sexual y se hace
poco énfasis en su vestimenta o la forma de su
cuerpo.
• Estas
opiniones
percepción
y
creencias
estereotípica,
y
se
por
basan
tanto
en
la
falsa
y
discriminadora, de que por naturaleza las mujeres son
31
"más sensibles y emocionales" y los hombres son por
el contrario “insensibles y racionales”.
• Cuando estos puntos de vista se socializan y se
insertan en el pensamiento colectivo, influyen en la
forma en que se regula jurídicamente la conducta
humana y en el ejercicio de poder, en muchos casos,
restringiendo sus posibilidades de desarrollo y sus
proyectos de vida personal con base en distinciones
de género.
• Como podrán advertir, los estereotipos de género que
se imponen a hombres y mujeres, son en realidad
“falsas dicotomías” porque se utilizan para asignar
tareas que incluso no cuestionamos si son deseadas,
32
o si se llevan a cabo en detrimento del propio proyecto
de vida.
• La perspectiva de género pretende acabar con esta
falsa dicotomía que parte de una diferente fisonomía
de los cuerpos de las personas y que no considera las
capacidades y cualidades individuales de cada ser
humano.
• En tanto que hablamos de una perspectiva, también
nos referimos a un punto de vista o a la postura que
se adopta para analizar un problema.
• Por esa razón, el Protocolo señala que la perspectiva
de género implica lo siguiente:
33
• Conocer y aplicar un método de análisis que visibilice
la asignación social diferenciada de roles y tareas en
virtud del sexo.
• Identificar cómo esto se traduce en diferencias que
son evaluadas de manera diferente, dando origen a
desigualdad en oportunidades y ejercicio de derechos.
• Evidenciar
las
relaciones
asimétricas
de
poder
originadas con base en estas diferencias.
• Se hace cargo de la vinculación que existe entre las
cuestiones de género, la raza, la religión, la edad, las
creencias políticas, etc.
34
• Pregunta por los impactos diferenciados de las leyes y
políticas públicas basadas en estas asignaciones,
diferencias y relaciones de poder.
• Determina en qué casos un trato diferenciado es
arbitrario y en qué casos necesario.
• En síntesis, la perspectiva de género cuestiona el
paradigma de único “ser humano neutral y universal”.
5. En el quinto apartado del Protocolo ustedes
podrán
revisar
qué
ELEMENTOS
SON
NECESARIOS PARA APLICAR LA PERSPECTIVA
DE GÉNERO.
35
• Reitero que juzgar con perspectiva de género es un
mandato constitucional y convencional dirigido a
quienes imparten justicia en todos los ámbitos y
materias.
• Este
mandato
proteger
y
consiste
garantizar,
universalidad,
en
promover,
bajo
interdependencia,
los
respetar,
principios
indivisibilidad
de
y
progresividad; el derecho a la igualdad y a la no
discriminación.
• Ahora bien, lo que determina cuándo se debe aplicar
esta perspectiva es la existencia de relaciones
asimétricas de poder o de contextos de desigualdad
estructural que se basan en el sexo o el género, por lo
36
que no se aplica sólo en los casos relacionados con
las mujeres.
• Un paso útil para detectar este tipo de casos es poner
atención en las “categorías sospechosas”, cuestionar
si
el
acto
jurídico
responde
a
una
cuestión
discriminatoria.
• La perspectiva de género permea todo el proceso de
impartición de justicia, desde en análisis de los hechos
hasta la elaboración de la sentencia.
• El Protocolo resume esto en cinco grandes pasos y
nos brinda algunas preguntas que debemos hacer
para implementar la perspectiva de género:
37
5.1
CUESTIONES
PREVIAS
AL
PROCESO:
básicamente se refieren a si es necesario dictar
medidas urgentes como las “órdenes de protección” y si
la propia admisibilidad de un asunto requiere de un
análisis de género.
5.2
DETERMINACIÓN
DE
LOS
HECHOS
E
INTERPRETACIÓN DE LA PRUEBA:
• En esta fase se debe hacer un análisis específico del
contexto de las personas involucradas en el conflicto y
del entorno en el que tuvieron lugar los hechos.
• Detenernos en estos dos elementos nos ayuda a
evaluar si alguna de las partes en conflicto pertenece
a
un
grupo
históricamente
desaventajado,
o
38
tradicionalmente discriminado con base en una o
varias “categorías sospechosas”.
• Para identificar situaciones de discriminación por
razones de género habrá que cuestionar al menos lo
siguiente:
• ¿Entre las personas involucradas en el conflicto
subyace una relación asimétrica de poder, que se
fundamenta en roles o funciones sociales, atribuidas
con motivo del sexo o el género?
• ¿El comportamiento que se espera de las personas
involucradas en el caso, obedece a estereotipos
(preconcepciones) de género?
39
• ¿La reacción que se espera de las personas
involucradas, sería distinta si se les asignara un rol
que corresponde estereotípicamente a una identidad
sexual o genérica diferente?
5.3 El tercer paso es DETERMINAR EL DERECHO
APLICABLE, para ello nos servimos al menos de tres
elementos: el análisis del contexto; las necesidades e
intereses de las personas involucradas; y la posición
que cada una tiene respecto de la otra, que nos da idea
de cómo se ejerce el poder a partir de las diferencias.
• Con estos puntos de referencia debemos acudir en
primer lugar, al marco constitucional y convencional,
estos
ordenamientos
nos
guían
sobre
las
disposiciones secundarias que es preciso aplicar; en
40
su caso también nos permite hacer un ejercicio de
control de convencionalidad, para valorar si las
mismas cumplen con los estándares de mayor
protección de la persona o personas involucradas.
• Al referirnos al marco jurídico también es necesario
tomar en cuenta las resoluciones de tribunales
nacionales e internacionales, los casos en los que
México ha sido condenado porque de ahí derivan
obligaciones específicas que deben cumplirse y que
podrían estar vinculadas con el caso; igualmente hay
que acudir a las observaciones y recomendaciones
elaboradas por los Comités Monitores de los tratados
internacionales.
41
• Además será necesario revisar cuál es la concepción
del sujeto que subyace al marco normativo aplicable,
es decir, verificar si existen o no estereotipos de
género o determinaciones sexistas en el contenido
normativo, que deban ser cuestionados con base en
estándares constitucionales y convencionales.
• Igualmente hay que considerar si la aplicación de las
normas seleccionadas para la solución del caso,
tienen un impacto diferenciado en las personas
involucradas.
• Algunas preguntas que pueden orientar nuestro
análisis son las siguientes:
42
• ¿Cuál es la norma que garantiza de mejor manera la
igualdad entre las personas involucradas?
• ¿Es necesario implementar medidas o acciones que
compensen posibles desventajas entre las partes?
• ¿Qué estrategia jurídica se requiere para contrarrestar
una norma discriminatoria por objeto o por resultado?
• En su caso, ¿Qué medidas se deben aplicar para
combatir un ejercicio asimétrico de poder y la
desigualdad estructural detectada?
• ¿El caso exige que la resolución proponga el
replanteamiento de un concepto o una institución
jurídica y en qué medida puede hacerlo?
43
5.4
Pasemos
ahora
al
cuarto
paso
de
la
implementación de la perspectiva de género, se
trata CONSTRUIR UNA ARGUMENTACIÓN CON
ENFOQUE
DE
DERECHOS
HUMANOS
Y
DE
GÉNERO.
• En este apartado debemos vincular los principios
constitucionales
de
igualdad,
universalidad,
interdependencia, indivisibilidad y progresividad.
• Justificar con razonamientos y explicaciones el uso de
las normas más protectoras para la persona que se
encuentra en una situación asimétrica de poder o de
desigualdad estructural; emitiendo además, medidas
para compensar las desventajas detectadas.
44
• Asignar un sentido a las normas que sea acorde con
los nuevos paradigmas constitucionales, dejando en
desuso criterios hermenéuticos tradicionales como el
de literalidad, jerarquía y especialidad.
• Tener presente que no es viable la figura de la
analogía, cuando la situación de las personas no es
realmente igual en un sentido formal, material y
estructural.
• En su caso, evidenciar y demostrar cómo y por qué la
aplicación de una norma al caso en cuestión deviene
en
un
impacto
diferenciado
injustificado
o
discriminador.
45
• Identificar los estereotipos y los sexismos detectados
en los hechos acontecidos, en la valoración de las
pruebas, en los alegatos y pretensiones de las partes,
o en normas que podrían haber resultado aplicables.
• Eliminar la posibilidad de revictimizar y estereotipar a
la víctima a través de los argumentos y de los puntos
resolutivos de la sentencia.
5.5 El quinto y último paso del método que propone
el Protocolo, consiste en determinar las FORMAS Y
MECANISMOS PARA REPARAR EL DAÑO, desde
un enfoque de género.
• Para lograrlo es preciso cuestionar si el daño causado
genera un impacto diferenciado a partir del sexo,
46
género, preferencia u orientación sexual de la persona
involucrada y evaluar qué tipo de medidas de
reparación pueden hacerse cargo de tal impacto.
• De igual forma, si se detectaron relaciones asimétricas
de poder y condiciones de desigualdad estructural,
¿cuáles son las medidas que la sentencia puede
adoptar
para
revertir
dichas
asimetrías
y
desigualdades?
• Verificar que la medida de reparación no se base en
una concepción estereotipada o sexista de la persona.
• Considerar si en la medida de reparación se ha
tomado en cuenta el parecer de la víctima.
47
• Evaluar
el
impacto
del
daño
en
los
roles
y
responsabilidades familiares, laborales y comunitarios
de la víctima y cómo podría subsanarse.
• Tomar en cuenta si el daño causado se produjo
porque la víctima pertenecía a un determinado grupo.
• Finalmente, debemos asegurarnos de emitir medidas
de reparación integrales, es decir, que se encarguen
de todos los daños detectados. Esto implica atender a
las afectaciones del proyecto de vida de la persona
involucrada.
• Este es el procedimiento que ofrece el Protocolo para
implementar la perspectiva de género en la función
jurisdiccional.
48
6. En el sexto apartado encontrarán una LISTA DE
VERIFICACIÓN
que
resume
varias
de
las
preguntas que debemos hacernos tanto para
detectar
situaciones
estereotipos
de
discriminatorias
género,
a
lo
como
largo
del
proceso, algunas ya las he compartido en mi
exposición.
• El Protocolo ofrece un mínimo de conocimientos sobre
la perspectiva de género, es necesario que ampliemos
con la práctica jurídica los criterios que involucren esta
perspectiva, e incluso que desarrollemos instrumentos
metodológicos similares, acordes con las necesidades
de cada órgano de impartición de justicia o de cada
autoridad.
49
• Si bien es cierto este instrumento está dirigido a
quienes imparten justicia a nivel federal y estatal, de
forma indirecta, es una herramienta útil para todas
aquellas personas e instituciones involucradas en el
acceso a la justicia.
• El resultado de su aplicación es que se conciba al
derecho y sus instituciones como una herramienta
emancipadora, que hace posible que las personas
diseñen y ejecuten un proyecto de vida digna en
condiciones de igualdad.
• El resultado en pocas palabras, es propiamente el
acceso a la justicia en condiciones de igualdad, para
quienes -por sus condiciones físicas, sexuales o de
50
contexto-, ven en peligro el reconocimiento de su
calidad de sujetos de derechos.
• Muchas gracias.
51
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