las mujeres padecen más el fenómeno de "bata blanca" - SEH

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La 13ª Reunión de la SEH-LELHA abordará la influencia del género en el control
de la presión arterial
LAS MUJERES PADECEN MÁS EL FENÓMENO DE
“BATA BLANCA” QUE LOS HOMBRES
La menopausia marca un ante y un después en la aparición de la
hipertensión arterial en las mujeres, que se dispara alrededor de los 50
años de edad.
El tratamiento antihipertensivo de la mujer únicamente se diferencia
durante el periodo de fertilidad en caso de que ésta quiera quedarse
embarazada.
La pérdida de la elasticidad arterial y la aparición de HT sistólica aislada
es más frecuente entre el sexo femenino.
Las mujeres que llevan una vida sedentaria tienen 5 veces más de riesgo
de mortalidad cardiovascular.
Valencia, 1 de abril de 2008.- Clínicamente no existen grandes diferencias en la
manifestación de la hipertensión arterial entre hombres y mujeres. Sin embargo no
todas las personas viven la enfermedad de la misma manera y ahí es donde las
mujeres cuentan con un rasgo diferenciador. “De forma general no existen grandes
diferencias salvo en la reacción de alerta de las mujeres, que, cuando no están
diagnosticadas ni tratadas, tienen más riesgo de padecer hipertensión aislada o de
bata blanca”, explica la doctora Carmen Suárez, vicepresidenta segunda de la
Sociedad Española de Hipertensión-Liga Española para la Lucha contra la
Hipertensión Arterial (SEH-LELHA) que celebra su 13ª Reunión Nacional estos días en
Valencia. “También es más frecuente la reacción de alerta en las mujeres que ya están
en tratamiento, lo cual suele elevar las cifras de presión arterial cuando se mide en la
consulta médica y conduce a la sobreestimación del mal control de la hipertensión”,
añade la experta que modera la sesión plenaria “Influencia del género en el control del
a presión arterial”.
Otro aspecto que diferencia la manifestación de la hipertensión arterial entre hombres
y mujeres viene marcada por el momento de aparición. “En la mujer va ligada en gran
medida a la menopausia. Mientras que antes de los 50 años la prevalencia es mucho
mayor en el hombre, a partir de esa etapa las cifras en las mujeres se incrementan
notablemente”, puntualiza la doctora Suárez. Además, “la hipertensión arterial en la
mujer suele asociarse a otros factores de riesgo ligados con los cambios hormonales,
como son el cambio en la distribución de la grasa abdominal, unas tasas mayores de
obesidad, alteraciones en los lípidos o en los niveles de glucemia”, destaca la doctor.
Y añade, “todo esto hace que a partir de ese momento el riesgo cardiovascular de la
mujer se incremente de manera considerable”.
Junto a la edad y a la carga hereditaria, el aumento de la tensión arterial
experimentada durante esta etapa se debe al déficit de estrógenos. “Éstos
desempeñan un papel regulador del tono vascular e influyen en el incremento de la
sensibilidad a la sal. Si bien, existen una serie de factores que contribuyen en este
sentido durante este periodo de la vida como son el exceso de peso, un deficiente
aporte dietético de calcio y los trastornos psicológicos asociados como ansiedad,
depresión o insomnio”, explica el doctor Pablo Gómez, vocal de la Junta de Directiva
de la SEH-LELHA.
“En España, el 60% de las mujeres mayores de 70 años son hipertensas. Al llegar la
menopausia, en la mujer aparecen una constelación de factores de riesgo
cardiovascular. Evidentemente, la diferencia entre las etapas pre y menopausica es la
presencia de estrógenos. Varios estudios han apuntado el importante papel de los
estrógenos en la producción de sustancias vasodilatadoras - como el óxido nítrico- y
en la inhibición de la producción de los radicales libres, así como, elemento regulador
del sodio”, indica este especialista.
Tratamiento de la hipertensión en la menopausia
Como cualquier otro paciente hipertenso, el tratamiento en esta etapa se planteará
teniendo en cuenta los factores de riesgo cardiovascular de la paciente. “No existe un
fármaco, en concreto, que los expertos escojan para iniciar la terapia antihipertensiva
durante la menopausia, éste dependerá de los factores de riesgo asociados y de la
afectación del órgano diana –riñón, corazón, etc.,- que la paciente presente”, indica la
doctora Carmen Suárez.
Por otro lado, al margen del tratamiento farmacológico está demostrado que la relación
entre el grado de forma física y la tasa de mortalidad en las mujeres, de modo que
aquellas que llevan una vida sedentaria tienen 5 veces más de riesgo de mortalidad
cardiovascular.
* Para más información: Gabinete de prensa de la SEH-LELHA
(Maite Herraez / Pilar Berengena)
Tlf. 91 787 03 00 / 636 99 63 52 / 687 72 02 87
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