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Pedro Domínguez. (2015). Vecinos impugnan consulta sobre Corredor Chapultepec. 24 de noviembre de 2015, de Milenio Sitio web, http://www.milenio.com/df/Corredor_Chapultepec‐
vecinos_impugnan_consulta_Corredor_Chapultepec_0_632336985.html Salvador Camarena. (2015). La rebelión de los vecinos tomará las calles. 24 de noviembre de 2015, de El Financiero Sitio web: http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/la‐rebelion‐de‐los‐
vecinos‐tomara‐las‐calles.html El llamado Corredor Cultural Chapultepec (en realidad un proyecto de vocación
eminentemente comercial para beneficio de inversionistas privados) ha logrado galvanizar el
hartazgo de distintos colectivos de capitalinos.
Esa polémica iniciativa representa el detonante de lo que se antoja como una manifestación
inédita en el Distrito Federal, la primera marcha de vecinos de distintos rumbos que se
pronunciarán en contra de arbitrarias decisiones gubernamentales, y/o francas omisiones, en
materia inmobiliaria. “#AsíNo Marcha pacífica por la defensa de la ciudad de México” es el
nombre de esta protesta programada para el 5 de diciembre a las 11 horas, es decir en la
víspera de la cuestionada consulta que sobre el llamado Corredor Cultural Chapultepec
realizará el Instituto Electoral del Distrito Federal (IEDF) en toda la delegación Cuauhtémoc.
La convocatoria, respaldada por una veintena de organizaciones, expone que los vecinos no
están en desacuerdo con hacer obras en la ciudad de México, pero demandan que éstas
cuenten con una “planeación integral y que tenga a la gente como eje de sus políticas de
desarrollo”.
En una comunicación dada a conocer este lunes agregan: “queremos una ciudad que sí tenga
intervenciones, que sí tenga obras, muchas obras, incluso en nuestros ‘patios traseros’ pero
que vean por el interés público, respeten la legalidad y promuevan un desarrollo incluyente y
sostenible”.
Agregan que las obras deben decidirse mediante consultas democráticas e informadas, con
base en opinión de expertos y a través de concurso público de los proyectos. En pocas
palabras, sin “agandalles y de forma legítima”. Señalan que “ahora el poder está lejos de la
ciudadanía”, y demandan un “cambio político” que incluya: “instituciones metropolitanas de
visión integral e incluyente, (…) contrapesos ciudadanos efectivos a quienes deciden sobre las
intervenciones urbanas (y) mecanismos efectivos para castigar abusos e ilegalidades de forma
oportuna”.
Al rechazar las políticas urbanas actuales, al censurar lo que ellos llaman “un sistema que
premia la corrupción y la voracidad”, los vecinos que tomarán las calles anuncian que “esta
marcha es una firme exigencia de un cambio político en el manejo de los asuntos de la ciudad
que anteponga la legítima aspiración ciudadana a una vida digna, feliz, segura y sostenible”.
En este espacio se publicó hace cinco meses que una rebelión vecinal estaba ocurriendo de
manera no tan silenciosa en la capital. (http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/df-la-rebelionde-los-vecinos.html)
La actitud omisa de distintos organismos oficiales ante abusos de particulares, así como la
imposición de obras de gran envergadura sin que las peticiones de los vecinos sean
tramitadas democráticamente, son dos de los factores que han provocado que el activismo de
diversos comités vecinales vaya a ir más allá de las redes sociales y los medios de
comunicación para tomar las calles rumbo al Ángel de la Independencia. Porque es tal el
desprestigio de algunos de los organismos que debieran vigilar el cumplimiento de las normas
urbanas, que hace exactamente un mes diversos vecinos fueron a la sede del Instituto de
Verificación Administrativa, INVEA, a llevar gafas pues están convencidos de que los
inspectores de ese organismo no ven violaciones urbanas del tamaño de un multifamiliar
(http://bit.ly/1Xn5HD2)
El jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, no ha dimensionado que hace mucho que perdió
en su apuesta por imponer su proyecto comercial en Chapultepec.
Porque incluso si Mancera gana la cuestionada consulta sobre un proyecto que buena parte
del corredor Roma-Condesa-Juárez rechaza (seis de nueve comités vecinales están en
contra), será una victoria pírrica, victoria que en todo caso enardecerá aún más a colectivos
ciudadanos que tienen agravios con este gobierno, y que saldrán a las calles a manifestarlos.
Twitter: @SalCamarena Alberto Ruy‐Sánchez. (2015). Crónica de una decepción anunciada. Carta abierta a Patricia Mercado. 20 de noviembre de 2015, de Sin Embargo MX Sitio web: http://www.sinembargo.mx/opinion/20‐11‐2015/41703 Con extrema inocencia acepté la invitación de Simón Levy para formar parte de un
“consejo rector” sobre el proyecto de renovación de Avenida Chapultepec. Quise
creer su palabra de que yo y otros estábamos invitados a conocer y opinar sobre el
proyecto con la idea de ejercer una lectura ciudadana, como vecino que soy de la
colonia Roma, “vigilar el proceso y ayudar a mejorarlo”. Explícitamente afirmó que
no se trataba de una invitación para avalar el proyecto sino para conocerlo y opinar
sobre él. Como muchos otros me alegré de la iniciativa para mejorar una avenida
antigua y olvidada. También me pareció importante que se discutiera el tipo de
ciudad que queremos. Se nos dejó creer que el proyecto estaba en gestación y era
modificable. También ante petición explícita, Simón Levy nos aseguró total
transparencia en el proceso. Hasta ahí los motivos de alegría. Todos se revelaron
finalmente falsos.
Con la misma ingenuidad me propuse conocer a fondo el proyecto, revisar
los documentos en línea y todo lo que pudiera estar a nuestra disposición. Le di el
beneficio de la duda. He pasado un tiempo enorme creyendo que podría ser de
alguna utilidad hacerlo.
Entre más profundicé en los documentos disponibles, otros fueron pedidos y
se nos negaron, más pude comprobar lo grave y peligroso de lo que se pretende
hacer pasar como un proyecto de beneficio para la ciudad. Pronto se hizo evidente
que no existe un estudio serio y completo del impacto urbano. Los supuestos
beneficios para la ciudad que la propaganda no deja de enunciar son puras
intenciones sin fundamento. Hay un interesante estudio urbano pero tan sólo de la
colonia Juárez y de una cuadra al lado de Chapultepec. Una de las conclusiones que
se deducen de una lectura desinteresada de ese estudio es que en las condiciones
actuales el Corredor Chapultepec convertirá sin duda a la mitad de la colonia Roma
y a una parte de la Condesa en algo similar a lo que ahora es la Zona Rosa. Un
desastre urbano.
No se ha estudiado a fondo y responsablemente el impacto ecológico. Y no
me refiero a los dictámenes oficiosos por los que se aprueban protocolariamente
grandes obras. Tampoco se ha estudiado verdaderamente el impacto social. Y es un
tema crucial con el decadente paradero de camiones de Chapultepec y el enjambre
de vendedores ambulantes en su entraña. No se ha estudiado seriamente el peligro
sísmico en una de las zonas más frágiles de la ciudad. A los treinta años de haber
visto la devastación de la zona se actúa como si eso no hubiera sucedido.
No se ha estudiado ni por asomo qué tipo de proyecto cultural se quiere o se
requiere, aunque se anuncia en el título como una de las marcas fundamentales del
Corredor. Significativamente, tampoco se le destina un centavo del presupuesto. Se
le dedica un espacio breve en el plano arquitectónico pero sin mayor definición. Es
evidente que el tema nunca fue tomado con seriedad y tan sólo se le usa como
maquillaje o máscara del centro comercial. Extrañamente presentado de manera
avergonzada.
Sí existe un estudio muy interesante de los impactos de movilidad urbana
(pero hecho todo en función de presentar como única opción buena la de segundo
piso, comparada exclusivamente contra la opción de no hacer nada en la avenida).
Aunque el estudio de la consultora Steer Davies demuestra que la viabilidad no
mejora en lo absoluto con el proyecto, que el transporte privado será el mismo. Que
no incluye alguna medida para desincentivar el uso del automóvil y que el transporte
público tal como se plantea, será aún más deficiente. Catástrofe vial.
Existe un estudio económico del proyecto. Pero está hecho llanamente como
se hace el Bussiness Plan de un edificio. Y con el gobierno como un socio más
aportando el terreno. No es un estudio económico urbano que tome en cuenta los
intereses de la ciudad a mediano y largo plazo. Y, sobre todo, que piense en la
ciudad como un todo.
Parece un negocio ventajoso porque la ciudad no aporta efectivo. El proyecto
es autofinanciable desde el principio por los espacios comerciales que se generan.
Pero lo que la ciudad aporta está mal calculado. Al leer los estudios financieros no
me parece que se calcule correctamente el verdadero valor comercial de ese terreno
a 40 años que es la duración de la concesión. Y, ¿cuál es el valor a largo plazo, no de
un terreno cualquiera, sino el de una gran avenida por en medio de ella? Es un
problema fundamental de criterios de valoración que incluso desde la más elemental
perspectiva económica resulta perjudicial para la ciudad. No para los inversionistas
privados. El contrato actual que calcula 5.12 por ciento de ganancia para el gobierno
de la ciudad es, según los diferentes analistas de negocios que he consultado, muy
mal negocio para la ciudad. Con la extraña salvedad de que la aportación de
cuarenta años del terreno hecha por el gobierno ya se hizo en total, incluso
calculando su valor por debajo de su valor potencial y el 5.12 por ciento de pago
para el gobierno está sujeto al riesgo de las ganancias. Sumamente extraño. Todos
los analistas que me han ayudado coinciden en que al gobierno se lo llevaron al
baile. Suponen, no podemos saberlo, alguna razón oculta que justifica tan mala
negociación (si es que la hubo) para las arcas de la ciudad y tan perjudicial para los
ciudadanos.
De cada uno de los puntos anteriores hay mucho que decir y lo haré poco a
poco en varios artículos. Y no me he metido todavía con el tema arquitectónico del
segundo piso, porque ha sido el más arduamente criticado. Tanto y por voces tan
autorizadas que resulta de nuevo muy extraño, que se insista en impulsarlo a
ultranza y se le siga considerando una opción sana. Opiniones autorizadas que se
intentará desacreditar con una “consulta” a todas luces mayoriteada.
Después de haber mencionado varios de los temas anteriores en las reuniones
del consejo y verificar más tarde que no aparecían en las actas que se nos enviaban,
manifesté a Levy, seriamente ofendido, su manipulación de nuestras opiniones. Y en
una reunión que se llevó a cabo hace más de un mes traté de hacer varias mociones
importantes. Apelando sobre todo a la responsabilidad que tiene el consejo.
Hice entonces una primera moción que fue votada y aprobada por la mayoría
del consejo de que dejara de mentirse en la publicidad y en la imagen pública del
proyecto y dejara de llamársele Corredor Cultural Chapultepec para llamarlo tan
sólo Corredor Chapultepec. Era simplemente el más elemental llamado a la verdad.
Levy prometió ahí, ante todos, obedecer y ejecutar la decisión del Consejo (ya
entonces llamado Consultivo en vez de Rector por el mismo rigor de verdad) en
todas las instancias de difusión e imagen del mismo. Y por supuesto que no lo hizo.
Una vez más y ahora sí de manera ofensivamente evidente se burló de nosotros. Y
demostró que no estábamos ahí para ser escuchados. Luego se apresuró a conseguir
una especie de carta de intención futura de la Secretaría de Cultura. Como si con
cartas y oficios internos a posteriori paliara de verdad su irresponsable desinterés.
Desde ese día varios miembros del consejo renunciaron y fueron substituidos por
apoyadores incondicionales del proyecto.
Hice en esa misma reunión una segunda moción para que fuera votada: Pedir
al gobierno de la ciudad que se detuviera la realización del proyecto hasta que los
estudios elementales que he mencionado se hicieran de manera responsable y
pensando en el interés público, no en el interés exclusivo de los inversionistas
públicos y sobre todo privados. Como era el caso de los económicos y de vialidad
que se habían realizado. Levy entonces nos pidió un tiempo antes de que esta
moción se votara para poder mostrarnos los estudios. Fue entonces que conocimos
oralmente, en dos reuniones siguientes, el interesante análisis de Seduvi de la
Colonia Juárez. Fue todo. La mascarada del nombre puede parecer poco importante
a algunos. Es, al contrario, muy significativa. No sólo demuestra la voluntad de
presentar un megaproyecto, como lo que no es, y con ventajas de todo tipo, que no
tiene. Esconde, además, un acto mayor de irresponsabilidad múltiple como lo he
mencionado. Y una voluntad férrea por hacer un negocio que con el tiempo se
mostrará escandalosamente riesgoso en todos los sentidos.
Aunque la propaganda diga lo contrario, el proyecto del Corredor
Chapultepec no está listo para ser votado por la ciudadanía. Desde antes de pensar
en opciones de primer o segundo piso u opciones obvias de si se quiere alguna
mejoría o no se quiere, el gobierno de la ciudad, mucho más que la agencia
ProCDMX y por encima de ella, debe actuar con responsabilidad mayor y cordura, y
pensar más seriamente en lo que está haciendo.
Hay especialistas en elecciones y en transparencia que sostienen que esta
votación estará manipulada. Que tienen datos de que ya se movilizan desde la
Delegación y desde el corporativismo informal los votantes masivos que aprobarán
el proyecto. Que se hará un dispendio inútil para darle maquillaje de autenticidad a
una imposición de negocios. ¿Cuánto costará esa votación de máscaras? Pero mucho
antes de pensar en esto (que ya sucedió en Oaxaca recientemente ejecutado por el
Instituto Electoral local), hay que darse cuenta de que los promotores públicos del
proyecto no han hecho su tarea todavía con responsabilidad. Se lo he dicho
claramente a Levy. Simular que lo han hecho es otra mascarada. Tal vez por eso se
habla tanto de transparencia y de consulta ciudadana. Nos están llevando a todos al
baile y es un baile de máscaras.
Me sumo a todos los que piden al Gobierno de la Ciudad una actitud y una
acción responsable. Que los especialistas sean consultados y escuchados, y el
proyecto entero se construya de cero con una base más solida y menos voraz. Y
desde este momento renuncio a formar parte de un Consejo Consultivo que no es tal.
NO ES CULTURAL
¿Corredor cultural?
Felipe Leal 6.9.15
En días recientes se ha acrecentado la polémica en distintos foros
sobre la pertinencia para mejorar la Av. Chapultepec, la cual desde
luego es necesaria, más la polémica y uno de los disensos radica
en que tal propuesta es presentada como un corredor cultural
prefigurado y diseñado, veamos si realmente se trata de ello; un
corredor de tal naturaleza está hecho primordialmente por la
sociedad civil, se realiza naturalmente a través del tiempo en
diversas zonas de la ciudad, ya sea por su historia, personajes que
la han habitado o por sus características urbanas y potencial, sobre
todo esto último punto es determinante para crear y dar asiento a
corredores culturales.
Cito tan solo algunos ejemplos vivos; el Centro Histórico, la
presencia en el de museos, teatros, salas de conciertos, palacios,
casonas, centros culturales, universidades, escuelas, restaurantes,
galerías, estudios de artistas y servicios culturales le confieren ese
valor. Un caso más lo es Coyoacán, la existencia de museos como
la casa Azul de Frida Kahlo, la de Trotsky, la del Indio Fernández, la
Fonoteca Nacional, el Museo de la Acuarela, el Museo de Culturas
Populares, la Casa de la Cultura Reyes Heroles, el Teatro de Santa
Catarina entre otros, así como sus cafés, galerías, estudios y
talleres de creadores aunado a sus plazas y jardines lo convierte
por natura en un corredor cultural . La consolidación de dichos
fenómenos se va dando paulatinamente y es realizada por
diversos actores sociales en zonas atractivas de la ciudad, no se
dan de golpe, por decreto sino son resultado de sinergias y
voluntades por sumar actividades.
Uno de los orígenes de acuñar dicho término fue justamente el
Corredor Cultural de la Roma, donde al irse asentando ahí en sus
inicios algunas galerías de arte , decidieron unir esfuerzos, trabajar
en conjunto e inaugurar sus exposiciones un mismo día durante la
noche, ello atrajo un mayor público a todas y los espectadores
contaron con un abanico de expresiones artísticas, progresivamente
se le fueron agregando librerías, tiendas de diseño, de ropa, de
muebles, alimentos, cafés, casas editoriales, restaurantes, salones
de te, panaderías y hasta pequeños museos, tal ha sido su éxito
que ya no se trata de una noche, sino de todo un fin de semana y
en los hechos lo es cotidianamente.
Los anteriores ejemplos en sus diversas modalidades son
corredores culturales, lo coincidente en ellos es que su plataforma
y lo que los une es la trama urbana; sus calles y plazas, aunado a
que todo se articula peatonalmente a nivel de calle, lo cual posibilita
gozar de la ciudad, de su traza, de sus rincones, de su arquitectura,
de sus pequeños y grandes lugares establecidos en distintos
tiempos, por ello denominar corredor cultural a algo que en el fondo
no lo es, delata que el término se utiliza como un escudo para
ocultar algo distinto e innecesario en dicho sitio.
@FelipeLeal_Arq
Arquitecto, vicepresidente del Seminario de Cultura Mexicana
SOBRE LA FAMOSA “DECLARATORIA DE NECESIDAD”
Nota escrita por Felipe Leal, Ex Titular de la Secretaria de
Desarrollo Urbano, Experto en Urbanismo y Arquitectura.
¿Pero qué necesidad?
Felipe Leal 1.11.15
Para qué tanto problema cantaría con brío Juan Gabriel o de
semejante manera parafraseando al popular refrán, “ para qué tanto
brinco estando el suelo tan parejo”, ambas expresiones se aplican
cabalmente a la necedad más que a la necesidad por no desistirse
de un proyecto irracional, sin sentido y sin aval, cuya única virtud
ha sido generar encono, indignación e innecesariamente agudizar la
brecha entre ciudadanos y autoridades, relación de hecho frágil y
delicada.
La pregunta inicial que uno debe hacerse para el proyecto del
denominado Corredor Chapultepec es si realmente existe tal
necesidad, el término “Declaratoria de necesidad” se deriva de un
procedimiento administrativo para otorgar una concesión, pero en
este caso la necesidad en términos objetivos tal y como está
planteada no existe, por el contrario necesidad de recuperar y
mejorar la Avenida Chapultepec con criterios sensatos y accesibles
desde luego que si, más no mediante la intrusión innecesaria de
una superestructura invasiva y simuladora de un supuesto
beneficio público.
Si a necesidades nos referimos a la ciudad le abundan y sobran, no
alcanzarían varias administraciones y generaciones para
solventarlas, desde luego cada una de ellas establece sus
prioridades para actuar. Veamos; ¿Es necesario abrir un frente
comercial a la mitad de una vía y espacio público en una zona que
de hecho ya se encuentra saturada de ello, además de obligar a los
peatones a subir uno y dos niveles para ofrecerles” áreas verdes”
y cubrir de penumbra la calle?, lo que se requiere es
precisamente todo lo contrario, un espacio público digno,
transitable, amable, accesible, seguro, arbolado, bien iluminado y
articulado a nivel de banqueta sin obstáculos y barreras físicas
donde no se considere a los ciudadanos como simples
consumidores sino como miembros de una ciudad plural y
democrática que apuestan a la convivencia y a la recomposición
del tejido social, como bien apunta un comunicado a la opinión
pública y carta a las autoridades firmada por cerca de 500 vecinos,
diversas organizaciones, arquitectos, urbanistas, artistas,
comunicadores y miembros de la comunidad cultural.
Durante las semanas recientes la polémica a ocupado espacio
significativo en los medios, redes sociales, asambleas vecinales,
presentaciones públicas así como en diversos foros académicos,
gremiales, políticos y de especialistas donde la constante ha sido el
rechazo tanto a la propuesta como a su procedimiento.
A pesar de los esfuerzos de los promotores por pretender
convencer de los supuestos beneficios del proyecto, la respuesta
de la ciudadanía nos ha hecho recordar la legendaria frase de
Galileo “Y sin embargo se mueve”, efectivamente, la ciudadanía se
mueve y entona; pero qué necesidad, para qué tanto problema, no
hay como la libertad de ser, de estar , de ir, de amar, hacer, de
hablar, de andar así sin penas.
NO CONECTA, DIVIDE Y AISLA
Avenida Chapultepec, ¿ urdimbre o barrera urbana?
Felipe Leal /Arquitecto
En días recientes ha ocupado espacio significativo en la prensa, en
asambleas, comunicados, escritos y comentarios en las redes
sociales el proyecto para una posible intervención en Avenida
Chapultepec denominado “Corredor Cultural Chapultepec”, dicho
proyecto se basa sin duda alguna en la necesaria adecuación de la
avenida para un mejor funcionamiento y explotar su potencial por su
inigualable ubicación, en ello no existe mayor diferencia entre las
opiniones, tanto de sus autores y promotores como de los vecinos y
miembros de la sociedad civil quienes potencialmente pueden
resultar afectados.
Las diferencias estriban básicamente en dos puntos , el primero en
cuanto al título de concesión de un espacio que no existe para tal fin
y sobre los términos del mismo, y el segundo en relación a las
características del proyecto urbano arquitectónico, si las ventajas
que presume tener realmente serán viables y sobre las
consecuencias que esa cicatriz en la traza urbana crearía.
En relación al segundo punto, de antemano este tipo de
intervenciones para crear parques lineales o espacios públicos
alternativos, surgen de infraestructuras preexistentes en abandono
u obsoletas, trátese de vías férreas, ríos, arroyos, canales de
drenaje, pasos inferiores o terrenos vagos, las cuales ofrecen la
posibilidad de ser recicladas y transformarse en sitios de
convivencia, tal es el caso del famoso High Line de Nueva York en
la zona del Meatpacking, de Madrid Río en dicha ciudad , de los
Docklands en Londres, de la Avenida Jiménez en Bogotá, del
llamado Río en San Antonio Texas el cual era un drenaje, en la
ciudad de México , en Buenos Aires y Tokio se cuenta con el
aprovechamiento de los bajopuentes, los cuales se han ubicado en
la parte inferior de vialidades elevadas, donde ofrecen servicios
administrativos, comerciales y recreativos a nivel de calle y
haciendo seguros lugares anteriormente mal utilizados, más la
contradicción en la propuesta radica en que no es algo que exista
sino en una infraestructura a realizarse con una aparatosa
volumetría de tres niveles la cual en lugar de integrar las colonias d
Juárez y Roma Norte creará una barrera visual entre los
paramentos de la Avenida Chapultepec, desmereciendo una posible
mejor explotación de las fachadas de tal avenida, las cuales ahora
por cierto no son del todo afortunadas.
Otro contradicción de la propuesta es la forzada necesidad de
subir al peatón a un parque lineal en en tres distintos niveles, ello
está más próximo a un centro comercial que a un sendero peatonal,
que además si uno de los objetivos es acercar peatonalmente a las
mencionadas colonias, el vínculo debería ser perpendicular a la
avenida, unir Monterrey con Florencia, Varsovia con Medellín, etc.
pasar de norte a sur y no de oriente a poniente, lo cual únicamente
uniría las estaciones del metro, lo cual puede hacerse de forma
subterránea o a nivel.
Estoy absolutamente convencido como muchos, que los senderos
peatonales deben de estar a nivel de calle, que la mejor plataforma
para todo tipo de peatones es la banqueta, mientras más amplia y
sin obstáculos mejor, que la mayor interacción entre la vida de la
calle con los edificios son las plantas bajas activas, la llamada
porosidad de los edificios en sus zonas inferiores para absorber
comercios y servicios.
Avenida Chapultepec cuenta con túneles paralelos al cajón del
metro, la atraviesan por debajo de las estaciones Insurgentes y
Chapultepec, una alternativa es continuar dichos túneles a lo largo
del tramo en cuestión, con ello si disminuiría el tráfico vehicular de
los carriles centrales sobre la superficie logrando mayor espacio
para ampliar banquetas, acortar las distancias de los cruceros en
beneficio de los peatones, aprovechar esas áreas ganadas al auto
para ciclovías y movilidad alternativa. El transporte público -metroya pasa por debajo, al ampliar las banquetas podrá hacerse una
especie de Rambla y con ello mejorar las fachadas y crear nuevas
construcciones en terrenos susceptibles a lo largo de la avenida
para mejorar el perfil urbano que por cierto en el tamo es muy
desigual, posibilitar que los locales a nivel de calle extiendan
actividades sobre la acera. En resumidas cuentas, ¡ la superficie
para el peatón!! , los autos y el transporte público por debajo, el
comercio y los servicios en las plantas bajas y en los primeros
niveles de los edificios, la continuidad de la traza urbana sin
obstáculos.
Comentado [mvc1]:
No al corredor por el caos vial que se generaría al reducir los carriles de circulación vial, aumentando así los
índices de contaminación ambiental al haber más emisiones de gases tóxicos de los automotores que por
aquí transitan.
Forotv. (2015).Tráfico complicado entre Chapultepec y Sevilla. www.scoopnest.com. Recuperado de: http://www.scoopnest.com/es/user/Foro_TV/644673811208540161
NO AL CORREDOR POR EL GRAVE IMPACTO AMBIENTAL, POR EL DERRIBO DE ÀRBOLES YA
ENRAIZADOS. ES UN ENGAÑO LA REFORESTACIÒN YA QUE EN LOS NIVELES ELEVADOS SOLO
PODRIAN COLOCARSE ARBUSTOS
Martínez, E. (2009). México, entre los primeros cinco en deforestación mundial. Archivo.eluniversal.com.mx. Recuperado de: http://archivo.eluniversal.com.mx/notas/611183.html
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