werther - Teatro Colón

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WERTHER
JULES MASSENET
ÓPERA | Temporada 2015
JEFE DE GOBIERNO
Mauricio Macri
VICE JEFA DE GOBIERNO
María Eugenia Vidal
JEFE DE GABINETE
Horacio Rodríguez Larreta
MINISTRO DE CULTURA
Hernán Lombardi
DIRECTOR GENERAL Y ARTÍSTICO
Darío Lopérfido
TEATRO COLÓN
DIRECTOR GENERAL Y ARTÍSTICO
Darío Lopérfido
DIRECTOR DE PRODUCCIÓN
ARTÍSTICA
Guillermo Scarabino
DIRECTORA EJECUTIVA
Mónica Freda
DIRECTORA ESCENOTÉCNICA
María Cremonte
DIRECTOR VOCAL Y GERENTE
GENERAL
Carlos Lorenzetti
DIRECTORA GENERAL TÉCNICA,
ADMINISTRATIVA Y LEGAL
Carolina Clavero
DIRECTORA VOCAL
Eugenia Schvartzman
DIRECTOR VOCAL
Hugo Gervini
DIRECTORA DE
ESTUDIOS MUSICALES
DIRECTOR DEL CORO DE NIÑOS
DIRECTOR DEL CORO ESTABLE
DIRECTORA GENERAL DE
RECURSOS HUMANOS
DIRECTOR DEL BALLET ESTABLE
DIRECTOR GENERAL DE
PLANEAMIENTO
Eduviges Picone
Miguel Martínez
Maximiliano Guerra
DIRECTOR DE LA ORQUESTA
FILARMÓNICA DE BUENOS AIRES
César Bustamante
Elisabeth Sarmiento
Cristian Mealla
Enrique Arturo Diemecke
DIRECTORA DE
RELACIONES INTERNACIONALES
DIRECTOR DEL
CENTRO DE EXPERIMENTACIÓN
DIRECTOR TÉCNICO OPERATIVO
DIRECTOR DEL PROGRAMA
COLÓN CONTEMPORÁNEO
DIRECTORA DE
AUDITORÍA INTERNA
DIRECTOR DEL
INSTITUTO SUPERIOR DE ARTE A/C
DIRECTORA DE
CONTROL DE GESTIÓN
Miguel Galperín
Martín Bauer
Claudio Alsuyet
Zulema Scarabino
Juan Manuel López Castro
Isabel Valente
Manuela Cantarelli
Matías Cambiasso | Coordinador General de Escenario
Hugo García | Jefe de Prensa
Daniel Varacalli Costas | Publicaciones
WERTHER
Ópera en cuatro actos (1892)
MÚSICA DE JULES MASSENET (1842-1912)
Libreto de Édouard Blau, Paul Milliet y Georges Hartmann,
basado en Las penas del joven Werther, de Johann Wolfgang Goethe
Nueva producción del Teatro Colón
Cantada en francés. Sobretitulada en español
Ira Levin | dirección
musical
Hugo De Ana | dirección
Hugo De Ana | diseño
de escena
de escenografía, vestuario e iluminación
Patricia Frini | asistente de dirección de escena
Verónica Cámara | asistente de escenografía
Cristina Acetti | asistente de vestuario
Claudia Vega | asistente de ambientación
César Bustamante | director
del coro de niños
La ópera se presenta en dos partes. Actos I y II: 70 min. aprox. Intervalo: 25 min.
Actos III y IV: 55 min. aprox. Duración total: 2 hs.30 min. aprox.
FUNCIONES
ABRIL
Martes 14 a las 20
Jueves 16 a las 20
Viernes 17 a las 20
GA Gran Abono
AV Abono Vespertino
BEBER CON MODERACION. PROHIBIDA SU VENTA A MENORES DE 18 AÑOS.
GA
FE
ANT
Sábado 18 a las 20
Domingo 19 a las 17
Martes 21 a las 20
FE Función Extraordinaria
FE
AV
ANN
ANT Abono Nocturno Tradicional
ANN Abono Nocturno Nuevo
ÓPERA
Eduviges Picone | directora
de estudios musicales
Susana Frangi, Cecilia Fracchia, Guillermo Salgado | maestros preparadores
Leonardo Marconi, Iván Rutkauskas | maestros de escenario
Susana Frangi | maestro apuntador
Jorge Ugartamendía | asistencia musical de luces y proyecciones
Mónica Zaionz | traducción y adaptación para sobretitulado
Annunziata Tomaro | asistente del director musical
Maestros preparadores del repertorio lírico
Irene Amerio, Marcelo Ayub, Guillermo Brizzio, Reinaldo Censabella, Bruno D’Astoli,
Cecilia Fracchia, Susana Frangi, Leonardo Marconi, Miguel Martínez, Horacio Rogner,
Iván Rutkauskas, Guillermo Salgado, Elvio Suárez, Jorge Ugartamendía, Cecilia Varela
Coordinadora de Dirección de Estudios Musicales
Edith Claudia Morales
Coordinador de Artistas y Maestros
Sebastián Nicolás
Asistente de Coordinación
Luciana Zambarbieri
REPARTO
WERTHER
Mickael Spadaccini (14, 17, 19, 21)
Gustavo López Manzitti (16, 18)
Charlotte
Anna Caterina Antonacci (14, 17, 19, 21)
Clementine Margaine (16, 18)
Sophie
Jaquelina Livieri (14, 17, 19, 21)
Oriana Favaro (16, 18)
Albert
Hernán Iturralde (14, 17, 19, 21)
Cem Beran Sertkaya (16, 18)
Bailli
Alexander Vassiliev
Johann Fernando Grassi
Schmidt
Santiago Burgi (14, 17, 19, 21)
Iván Maier (16,18)
Bruhlmann
Norberto Marcos
Kätchen
Cecilia Pastawski
ORQUESTA ESTABLE DEL TEATRO COLÓN
CORO DE NIÑOS DEL TEATRO COLÓN
Coordinación General del Escenario
Matías Cambiasso
Coordinadores principales
Marcelo Mora- Juan Carlos Zambarbieri
Ayudante de coordinación
Rodrigo García
ÓPERA
DISPOSICIONES GENERALES
- El Teatro Colón se reserva el derecho de cambiar las fechas de las funciones, programas o elencos por razones de fuerza mayor,
en cuyo caso informará oportunamente sobre la reprogramación realizada. Las entradas no tienen cambio ni devolución.
- Se solicita al público apagar por favor los teléfonos celulares o cualquier equipo con alarma o radiollamada antes del comienzo de la función.
- No está permitido el uso de cámaras fotográficas y filmadoras en la sala.
- Una vez comenzada la función el público no podrá entrar a la sala, salvo en los momentos de pausa o intervalo y con la guía
del personal del Teatro.
ÓPERA
Ira Levin
Director de ORQUESTA
E
s reconocido por su versatilidad como director
de repertorio operístico y sinfónico. También
es pianista y compositor. Ha realizado más de 1.000
actuaciones en alrededor de 60 óperas. Actuó al
frente de orquestas como la Staatskapelle Dresden,
la Gewandhaus de Leipzig, la Orquesta Museum de
Fráncfort, Sinfónica de Düsseldorf, Filarmónica de
Duisburg, la Orquesta Bruckner de Linz, la Staatskapelle
Badische de Karlsruhe, la Filarmónica de Bremen, la
Orquesta del Conservatorio de La Haya, la Orquesta
Sinfónica Nacional de Portugal en Lisboa, al Filarmónica
de Buenos Aires y la del Estado de Mexico, y en la Ópera
de Dublín, la Ópera de Montpellier, la Ópera de Oslo, la
Opera Norrlands en Suecia, Suecia, la Ópera de Ciudad
del Cabo, entre otras.
Nacido en Chicago, comenzó sus estudios de piano
a los nueve años y entró al programa de música de la
Northwestern University. A los 17 tomó clases de piano con Jorge Bolet en la Universidad de Indiana y luego
continuó sus estudios con él en el Instituto Curtis de
Filadelfia, donde fue su asistente además de estudiar
dirección de orquesta con Max Rudolf y participar en interpretaciones de la Sinfonía “La edad de la ansiedad” de
Leonard Bernstein dirigidas por el compositor.
Fue asistente de Michael Gielen en 1985 en la Ópera de
Fráncfort, donde debutó con Fidelio y permaneció hasta 1988. Fue director principal de la Ópera de Bremen
(1988-1996) y director principal conductor en la Deutsche
Oper del Rin, luego en Düsseldorf-Duisburg (1996-2002).
En 2002 debutó en la Semper Opera de Dresde con
Tristán e Isolda. Fue responsable del estreno alemán de Maskarade de Nielsen en la Ópera de Kassel.
Entre 2001 y 2005 fue director artístico del Teatro y
la Orquesta Municipal de San Pablo, Brasil. Entre 2007
y 2010 fue Director artístico y musical del Teatro
Nacional en Brasilia.
En 2010 y 2012 grabó con la Orquesta Sinfónica de
Londres dos compactos con música de Michael Colina.
En 2014 grabó en Glasgow con la Royal Scottish National
Orchestra el Requiem de Colina.
En la temporada 2011 dirigió Lohengrin y un concierto
con la Orquesta Estable del Teatro Colón, y en 2012
la ópera Edipo de George Enescu. En 2013 se hizo cargo de la dirección de las óperas Aleko y Francesca da
Rimini, de Rachmaninov; La mujer sin sombra y Un ballo in maschera.
Actualmente es Principal Director Invitado de la
Orquesta Estable del Teatro Colón.
En la temporada 2014 dirigió el estreno continental
de Calígula de Detlev Glanert, Idomeneo de Mozart
y Madama Butterfly de Puccini; además de dirigir la
Filarmónica de Buenos Aires, con la que estrenó mundialmente sus Cuatro piezas para orquesta basadas
en Rachmaninov.
ÓPERA
Hugo De Ana
Director de escena,
diseño de escenografía,
iluminación y vestuario
N
ació en Buenos Aires. Se graduó en la Escuela de
Bellas Artes Ernesto de la Cárcova como Profesor
de Artes Visuales y Diseño de Indumentaria para Cine
y TV. Ingresó al Teatro Colón como Director Técnico
y Productor Ejecutivo. Durante esta época tuvo a su
cargo las puestas de Turandot de Puccini, Werther de
Massenet, Don Carlo de Verdi, Cavalleria Rusticana
de Mascagni, Pagliacci de Leoncavallo y La carrera del
libertino de Stravinski.
En 1984, comenzó un gran período de colaboración con
el Teatro de la Zarzuela de Madrid y la Opera del Liceu de
Barcelona, donde realizó las puestas de Armida de Gluck,
Andrea Chénier de Giordano, La valkiria de Wagner, La
Bohème de Puccini, Ermione de Rossini y Otello de Verdi.
Su debut en Italia se produjo con la puesta en escena
de dos títulos de Rossini: Moisés en Egipto en Bolonia y
Ermione en Roma, ambos en 1990.
Llevó a escena más de sesenta producciones para Stuttgart,
Long Beach, San Pablo, Río de Janeiro y Milán.
En 1992, fue responsable de la dirección escénica de Don
Carlo de Verdi, en la Deutsche Oper de Berlín; Lucrezia
Borgia de Donizetti y Don Carlo de Verdi, en el Covent
Garden, entre otras. En Santiago de Chile presentó Los
cuentos de Hoffmann de Offenbach, y obtuvo -durante tres
años consecutivos- el premio como mejor director escénico.
Más tarde siguieron las puestas de Los cuentos de Hoffmann
de Offenbach, en Verona, Génova, Lille y Catania; Carmen
de Bizet, en Lille, Treviso, Génova y Venecia; Sansón y Dalila
de Saint Saëns, en Macerata, Génova y Catania; entre otros.
También tuvo a su cargo las puestas de La Fiamma y
Marie Victoire de Respighi, en Roma; y El Cid en Sevilla
y Washington, con Plácido Domingo; Lucrezia Borgia,
Sansón y Dalila, Il Trovatore y La forza del destino en
La Scala de Milán, dirigiendo Riccardo Muti los dos últimos títulos. La crítica italiana le otorgó el Premio
Abbiati en dos oportunidades: por su dirección escénica
de Iris, Turandot y Los cuentos de Hoffmann, en 1997, y
por su Don Carlo para el Teatro Real de Madrid, en 2001.
Obtuvo el Opera Award en 2002 por su puesta de La forza del destino y en 2004 por su concepción escénica de
Fausto de Gounod.
En mayo de 2010 puso La Bohème para las funciones de
reapertura del Teatro Colón, mientras que en 2012 estuvo a cargo de la dirección de escena, diseño de escenografía, iluminación y vestuario de La Forza del Destino de
Verdi y en 2014 Madama Butterfly de Giacomo Puccini.
ÓPERA
Mickael
Spadaccini
TENOR
“La entrada de los artistas”
N
ació en 1984 en Charleroi, Bélgica. Estudió con Mirella
Freni y en la Academia Verdi con Carlo Bergonzi. En
2006 se graduó en el Conservatorio de Lieja, con el maestro Nicolas Christou. En 2007 cantó Pinkerton en Madama
Butterfly en la Ópera de Besançon (Francia).
En 2008 cantó Ismaele en Nabucco en Reggio Emilia bajo
la batuta de Michele Mariotti con Dimitra Theodossiu
y puesta de Daniele Abbado. El mismo año debutó en
Cremona y en otras salas del Circuito Lombardo (Bérgamo,
Como, Brescia, Pavia) en el papel de Don José en Carmen,
dirigido por Roberto Frizza. En 2009 debutó en Gante
(Bélgica) como Werther en versión de concierto y cantó Don José en Carmen en la Ópera de Magnitogorsk,
el Duque de Mantua en Rigoletto en el Festival de Terni
(Arena Romana), Radamès en Aida en el festival al aire libre
de Lieja y Bruselas, dirigido por Giuliano Betta y Alfredo
en La traviata en el Festival delle Terre Verdiane. En 2010
debutó el personaje de Cavaradossi en Tosca y de Maurizio
en Adriana Lecouvreur en la Ópera de Kosice, República
Eslovaca. Sus compromisos más recientes han abarcado:
Edgardo en Lucia di Lammermoor, Erik en El holandés
errante y Riccardo en Un Ballo in maschera en Saarbrücken
y el rol titular de Los cuentos de Hoffmann en Como,
Brescia, Pavia, Cremona, así como Tosca en Saarbrücken.
Este es su debut en el Teatro Colón.
Gustavo López
Manzitti
TENOR
N
ació en Buenos Aires. Sus maestros de técnica vocal fueron Carlos Guichandut, Giovanni Consiglio,
Peter Elkus, David Christopher, Nino Falzetti, María Rosa
Farré y Horacio Amauri. Realizó la carrera de piano en el
Conservatorio Nacional “Carlos Lopez Buchardo” y estudió armonía, composición y dirección orquestal con Irma
Urteaga y José Martí Llorca. Entre sus presentaciones
cabe mencionar el concierto “A Night of Stars” en Opera
Tampa invitado por el barítono Sherrill Milnes en 2011
y designado por Plácido Domingo como revelación de
la temporada. Sus interpretaciones incluyen los roles de
Chénier (Ópera Real de Estocolmo), Turiddu y Canio en
Cavalleria rusticana y Pagliacci (Sarasota Opera, Virginia
Opera, Teatro Argentino de La Plata, Windsor Symphony
de Ontario y Atlantic Coast Opera Festival), Jacopo en
I due Foscari (Teatro Colón, en el Coliseo), Carlos en
Don Carlos, versión original en francés (Sarasota Opera),
Manrico en El trovador (Orlando Opera, Virginia Opera,
Opera Tampa, Anchorage Opera y Teatro Argentino),
Cavaradossi en Tosca (New York Grand Opera, Opera
Tampa, Opera Delaware), Don José en Carmen (Grand
Théâtre de Qué- bec en Canadá, Teatro Argentino de La
Plata, Teatro Solís de Montevideo, Opera Delaware, Tulsa
Opera), entre otros. Cantó asimismo en las óperas de
Virginia, Tampa y Real de Estocolmo.
En el Teatro Colón ha cantado Igoletto, Carmen,
I Lombardi, Doña Francisquita, Armida, Mahagonny
y Maldoror, y últimamente Simón Boccanegra en la
temporada 2011, el estreno de Bebe Dom o La ciudad
planeta de Mario Perusso en la temporada 2013 e
Idomeneo en 2014.
ÓPERA
Anna Caterina
Antonacci
Jaquelina
Livieri
Mezzosoprano
G
anadora de los premios del Concurso Internacional
de Voces Verdianas de Parma en 1988, el Concurso
Maria Callas y el Concurso Pavarotti. Pasó del Rossini
brillante de sus años iniciales al Rossini serio con Mosè
in Egitto, Semiramide, Elisabetta, regina d’Inghilterra
y Ermione. Sumó luego a su repertorio las reinas de
Donizetti, las mozartianas Elvira, Elettra y Vitellia, y finalmente Gluck. Armida, con la puesta de Pier Luigi Pizzi
y dirigida por Riccardo Muti, abrió la temporada 199697 de la Scala. Siguió Alceste, en Parma y Salzburgo,
y Medea de Cherubini (en Tolosa y en el Teatro del
Châtelet en París.
En 2003 triunfó como Casandra en Los troyanos en el
Châtelet con John Eliot Gardiner, siguiendo los pasos
de Régine Crespin. Triunfó con La Juive y Carmen (respectivamente en el Covent Garden con Pappano y en
la Opéra Comique con Gardiner); luego hizo Agrippina
y Rodelinda de Haendel, Poppea en Munich y Nerone a
París, encarnaciones que generaron la inspiración para Era
la notte, un unipersonal en torno al Combattimento, que
hizo en gira. Últimamente, la colaboración con Donald
Sulzen ha llevado a Antonacci a concentrarse en la melodía italiana (Tosti, Respighi) o francesa (Fauré, Debussy,
Reynaldo Hahn). En 2013 se presentó en La voz humana y
dos conciertos con Penélope de Fauré y Sigurd de Reyer
seguido de Carmen en el Covent Garden con Roberto
Alagna, así como Casandra en Los troyanos en la Scala
dirigida por Antonio Pappano.
En el Teatro Colón se presentó en Ermione de Rossini
en la temporada 1992, y en 1996 en L´incoronazione di
Poppea, con René Jacobs.
Soprano
N
ació en Rosario y es egresada del Instituto Superior
de Arte del Teatro Colón. Debuta en la ópera a
los 16 años en el rol del paje del Duque en Rigoletto.
En 2007, interpreta el rol de Frasquita de Carmen. En
el 2008 desempeña el rol de Adina en L´elisir d´amore.
En 2009 el rol de Giulietta de La Schiava Liberata. En el
2012 interpretó el rol de Oscar de Un Ballo in maschera
Oriana
Favaro
Clémentine
Margaine
Soprano
Mezzosoprano
E
n 2009 fue revelación clásica ADAMI y obtuvo el
premio especial del jurado de Marmande en 2010.
En 2011 ese consagró revelación lírica del año en las
“Victoires” de la música clásica y obtuvo el sexto premio
en el concurso Reina Elisabeth.
En 2012 recibió el premio Nadia y Lili Boulanger de la
Academia de Bellas Artes así como el premio europeo de la
cultura otorgado por el canciller Helmut Schmidt en Berlín.
Integró a partir de 2012 la compañía de la Deutsche
Oper de Berlín con la que asumió los roles de Carmen,
Maddalena (Rigoletto), Frederica (Luisa Miller), Princesa
ÓPERA
Clarice (El amor por tres naranjas, Prokofiev, puesta de
Robert Carsen), Isaura (Tancredi, Rossini, dirección de
Alberto Zedda), Anna (Los troyanos, Berlioz, dirigida por
Donald Runnicles), entre otros.
También canta lieder y ha realizado recitales con el
pianista Emmanuel Christien o con su hermana Sarah
Margaine en el Festival de Saint Guilhem.
Sus compromisos recientes incluyen Orfeo en Orfeo y
Eurídice de Gluck en el Festival de Beaune, Anna en Los
troyanos en la Ópera de Marsella, Shéhérazade de Ravel
en la Ópera de St. Etienne, el Cuerno maravilloso del joven de Mahler y Marguerite en La condenación de Fausto
de Berlioz, ambas en la Deutsche Oper de Berlín dirigida
por Donald Runnicles.
Desarrolla su carrera en Francia, Alemania y Estados
Unidos, donde hizo Carmen en la Ópera de Dallas, dirigida por Emmnanuel Vuillaume.
Este es su debut en el Teatro Colón.
y Susanna de Las bodas de Fígaro. En el 2013 interpretó
una Beata en Bebe Domde Perusso. En el 2014 interpretó
el rol de Norina de Don Pasquale, Gilda de Rigoletto y
Musetta de La Bohème. En 2007 obtiene el Tercer premio del “Primer Concurso de interpretación de la canción de cámara argentina” organizado por Argentmúsica
y el “Premio Fundación Encuentros, a la mejor intérprete
de música argentina contemporánea”. En 2009 obtiene el
Primer premio en el “Xº Concurso Bienal Juvenil 20092010”, en 2010 resulta finalista del concurso Adamis Iris
Corradeti (Padova, Italia). En 2011 obtiene el 1º Premio
en el 1er Concurso Internacional de Música Vocal de
Cámara de Bahía Blanca. En 2012 obtiene el 1º Premio en
el Primer Festival Internacional de Canto Lírico “Laguna
Mágica” 2011 y el 3º Premio en el Concurso Internacional
de Canto del Teatro Colón.
En la temporada 2011 hizo el papel de Papagena en La
flauta mágica y en 2014 Nannetta en Falstaff.
N
ació en Buenos Aires y es licenciada en Historia
del Arte por la UBA. Realizó estudios de piano
con maestros particulares y comenzó su formación
en canto con Mónica Boffino, luego con Nino Falzetti,
Ricardo Ortale y Luis Gaeta. Es alumna del Instituto
Superior de Arte del Teatro Colón y egresada del Ópera
Estudio del Teatro Argentino de la Plata. Estudió repertorio con Susana Cardonnet y Eduviges Picone. Obtuvo
la beca del Fondo Nacional de las Artes y es becaria de
la Fundación Música de Cámara. Interpretó los roles de
Belinda (Dido y Eneas), Frasquita (Carmen), Pamina (La
flauta mágica), Dafne (Apolo y Dafne), Adina (L’elisir
d’amore) en el Teatro Municipal de Temuco, Chile. En el
Teatro Argentino de la Plata interpretó el rol de Aksinya
(Lady Macbeth de Mstensk), Sophie (Werther) y Corina (Il
viaggio a Reims). Para Buenos Aires Lírica cantó Micaela
(Carmen) y Fiordiligi (Così fan tutte), Marie (La hija del
regimiento) para la ópera de Bahía Blanca y Teresa (La
casa sin sosiego de Gerardo Gandini).
Durante 2013 fue parte del espectáculo Bromas y lamentos. Recientemente interpretó a Donna Anna en Don
Giovanni y Julieta en Romeo y Julieta, en la temporada
de Buenos Aires Lírica.
En el Teatro Colón cantó en Las bodas de Fígaro y en La
mujer sin sombra en la temporada 2013.
ÓPERA
Hernán
Iturralde
Alexander
Vassiliev
Bajo-barítono
E
studió en la Musikhochschule für Musik de Karlsruhe
con Aldo Baldin. Tomó clases magistrales con E.
Schwarzkopf, H. Winkler y H. Höll. Su debut europeo
tuvo lugar con la Pequeña misa solemne, bajo la dirección
de Helmuth Rilling. Integró las óperas de Giessen, Leipzig
y Stuttgart, esta última elegida por cuatro temporadas
consecutivas (1999 -2002) como “Teatro de ópera del
año” por la crítica europea. Interpretó los roles principales de Don Giovanni, Las bodas de Fígaro, La flauta
mágica, La bohème, Turandot, La Cenerentola, El cazador furtivo, Un ballo in maschera, Simon Boccanegra, Los
maestros cantores de Nurenberg, Tannhäuser y El ocaso
de los dioses.
Recibió los primeros premios en los concursos Luciano
Pavarotti y de la Freundeskreis der Musikhochschule en
Karlsruhe. Realizó presentaciones en diversos países de
Europa y América.
Ha cantado en Munich, Zurich, San Francisco, Filadelfia,
Cincinnati, Opéra Comique de París, Festival de Bregenz
y Castillo Esterhazy en Austria, Islas Canarias, Río de
Janeiro, Teatro Municipal de Santiago de Chile, Teatro
Real de Madrid, etcétera. En 2009 fue distinguido por la
Fundación Konex como uno de los cinco mejores cantantes masculinos de la Argentina de la última década.
En el Teatro Colón intervino en el estreno americano
de Prometeo de Luigi Nono y en Elektra (Orestes) en la
temporada 2014. Esta temporada cantó en la Novena
sinfonía de Beethoven.
Bajo
N
ació en San Petersburgo en 1971. Estudió con
Evgueni Nesterenko en el Conservatorio Chaikovski
de Moscú, antes de incorporarse al Opera Studio de la
Ópera del Estado de Baviera en Munich. Sus primeros
compromisos incluyeron contratos con las casas de ópera de Friburgo, Braunschweig y Colonia.
En 2008 fue co-fundador y es actual director artistic del festival de música de cámara Klassikfest Kaiserstuhl en Ihringen.
Durante sus últimas temporadas, debutó como Gurnemanz
César
Bustamante
Cem Beran
Sertkaya
Director del Coro de Niños
Barítono
N
ació en 1981 en Ankara, Turquía. Su carrera profesional como cantante comenzó luego de su graduación en la Facultad de Artes Musicales y Escénicas
de Bilken en 2003. Ganó el primero y segundo premio
en varios concursos de canto. A partir de 2004, tomó
parte de varias producciones en las óperas de Ankara,
Estambul, Antalya e Izmir y se presentó con orquestas
ÓPERA
sinfónicas en Turquía. En 2010 ganó la beca “Savonlinna
Music Academy Masterclass“, que le dio oportunidad de
estudiar con el maestro Tom Krause.
También ganó becas para la Aspen Music School
(Colorado, EE.UU.) para el festival de junio 2012. Intervino
en Norma de Bellini (Oroveso), Carmen (Toreador), L’elisir
d’amore (Belcore); en tres títulos de Händel: Deidamia
(Licomede), Imeneo (Argenio) y Tamerlano (Leone); La
creación de Haydn, Cavalleria Rusticana (Alfio), Così
fan Tutte (Don Alfonso), Requiem de Mozart, Carmina
Burana de Carl Orff, Madama Butterfly (Bonzo) y La notte di un Nevrastenico (El neurasténico) de Nino Rota.
Este es su debut en el Teatro Colón.
en Lübeck, cantó Fasolt en El oro del Rin en Halle, Rychtar
en Jenufa en el Teatro Real de la Monnaie, Bruselas. Debutó
también en la Scala de Milán, en La mujer sin sombra. En
2013 ganó el primer premio del Concurso Internaional
de Canto de Tenerife. En la temporada 2014/2015 ha interpretado tres operas de Rachmaninoff en Bruselas.
Previamente se había presentado en cinco producciones
en la Nederlandse Opera, con títulos como Lady Macbeth
de Msensk, La mujer sin sombra y La zorrita astuta.
Se ha presentado regularmente en el Grand Théâtre de
Ginebra, en La Bohème (Colline), Las bodas de Fígaro
(Bartolo) y el guardabosques en La zorrita astuta. También
ha sido invitado al Teatro Mariinski de San Peterburgo, y a
Düsseldorf, Essen, Bolonia, Roma, Nancy, Montpellier, París,
el Festival de Ópera de Munich, el Festival d’Ile de France
y en 2009 al Royal Opera House Covent Garden, donde
cantó el rol de Pan Golova en Cherevichki de Chaikovski.
Este es su debut en el Teatro Colón.
S
e graduó como Licenciado en Dirección Coral y
Profesor Superior en la Facultad de Bellas Artes de
la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), recibiendo
el premio Joaquín V. González a los mejores promedios.
Actualmente en dicha casa de estudios se desempeña
como titular de las materias Audioperceptiva III y IV.
Realizó estudios de piano con Nora Pons (San Nicolás)
y Susana Romé (La Plata), entre otros docentes. Realizó
junto a la Doctora Silvia Malbrán becas de investigación
sobre Bajo continuo para la UNLP y sus publicaciones
recibieron distinciones, entre otras, de la Asociación
de Universidades del Grupo Montevideo. Fue asistente
de dirección y bajo continuista (clave y órgano) de la
Sociedad Händel de Buenos Aires. Es habitualmente convocado como jurado de diversos concursos docentes y
certámenes especializados en dirección coral, canto, pedagogía musical y también para el dictado de cursos de
perfeccionamiento para docentes y de posgrado en las
áreas de Armonía e Improvisación. Dirigió la Iniciación
al Canto Coral (ICC) del Teatro Argentino de La Plata
desde el año 2006 al 2010. Es convocado como pianista de audiciones y ensayo de espectáculos extranjeros
para la productora T4f, desempeñándose también como
director de orquesta sustituto (El fantasma de la Opera,
La bella y la bestia de Disney entre otros). Como bajo
continuista ha actuado junto a las orquestas del Teatro
Argentino de La Plata, Sinfónica Nacional, Orquesta de
Radio Nacional, Orquesta Sinfónica y Coro Polifónico de
Santa Fe, entre otras.
Fue Director de Estudios del Teatro Colón.
ÓPERA
Las razones de la
“Werthermanía”
COMENTARIOS Por Carlos Singer
Johann Wolfgang Goethe
D
urante la feria de otoño de Leipzig de 1774 se publicó la novela Die Leiden des jungen Werthers (que
podría traducirse como Los padecimientos del joven
Werther), que Johann Wolfgang von Goethe (1749-1832)
había escrito en apenas seis semanas del invierno de ese
mismo año. Tan lejos estaba su autor de suponer el inusitado furor que su trabajo generaría dentro del mundo
literario que el lanzamiento se realizó sin que en él constara el nombre de su creador. Subsanado este detalle en
una segunda edición, llevada a cabo casi de inmediato,
la obra fue rápidamente traducida al francés, inglés, italiano, ruso, español, holandés y sueco, suscitando enorme admiración, convirtiendo al autor en una celebridad
internacional y desatando una verdadera werthermanía,
con la idealizada imagen del torturado personaje en
ÓPERA
infinidad de artículos (desde platos y tazas hasta parasoles, bufandas e incluso papel para empapelar) y multitud
de jóvenes vistiendo el frac azul, el chaleco amarillo y las
botas del protagonista, imitando sus gestos e incluso –en
casos extremos− llegando algunos a suicidarse acorde al
ritual descrito por Goethe.
El relato está organizado como una serie de cartas de
Werther a su amigo Wilhelm detallando su irrefrenable
pasión por una muchacha llamada Charlotte, comprometida con otro hombre, y la profunda desesperanza que
a la postre lo llevará al suicidio. Un narrador aparece solo
hacia el final para contar los últimos días de Werther.
Considerada como la primera gran novela trágica y un
paradigmático ejemplo de ese preludio al romanticismo
que fue el movimiento artístico conocido como Sturm
und Drang (“Tormenta e ímpetu”) la obra tiene bastante de autobiográfica. Durante las prácticas que realizó,
como joven abogado, en la Cámara Imperial de Wetzlar
en 1772, Goethe se sintió fuertemente atraído por Lotte
(o Charlotte) Buff, la prometida de un colega, encontrando como única salida a esa pasión no correspondida
el abandonar de inmediato el lugar. Ese mismo año un
amigo común, tras otro amor frustrado, se suicidó con
una pistola que le facilitó el novio de Lotte. Fusionando
ambas historias el escritor alemán creó Werther, reconociendo años después que le sirvió de catarsis: “maté al
héroe para salvarme yo mismo”.
El compositor
F
igura dominante de la ópera francesa de finales del
siglo XIX y comienzos del XX, Jules Émile Frédéric
Massenet nació en Montaud, cerca de Saint-Étienne, el
12 de mayo de 1842 y falleció en París el 13 de agosto de
1912. Inició su producción lírica en 1867, tuvo un primer
éxito en 1881 con Hérodiade pero alcanza fama y renombre primero local y luego internacional con el estreno
en la Ópera-Comique de París el 19 de enero de 1884 de
Manon, a la que seguirá más de una treintena de títulos.
Su equilibrada mezcla de dulzura lírica y fervor dramático
le otorgan a sus obras un sabor peculiarmente francés.
Creador prolífico y fluido, su lenguaje apegado a las
tradiciones y desde cierto punto de vista algo convencional concitó reacciones encontradas de la crítica pero el éxito popular, así como los beneficios
económicos, nunca lo abandonaron y sus obras más
difundidas, Manon y Werther, acumulaban miles de
representaciones a finales del siglo XX. Su influencia
en generaciones venideras fue muy grande y se extendió no sólo a sus discípulos en el Conservatorio de
Paris (George Enesco, Ernest Chausson, Gabriel Pierné,
Gustave Charpentier, Reynaldo Hahn, Albéric Magnard,
Charles Koechlin o Florent
Schmitt, entre otros) sino
que se puede detectar en
ciertas obras de Debussy,
Ravel, Chaicosvki e incluso Puccini.
Aunque en “Mes souvenirs” (“Mis recuerdos”)
–supuestamente escrito
por el compositor pero en
realidad redactado por un
periodista tras una serie
de entrevistas y plagado
de inexactitudes- se narra una fantasiosa historia
de cómo, regresando en
agosto de 1886 a Paris tras
asistir en Bayreuth a una
representación del Parsifal
wagneriano su compañero
de viaje, el dramaturgo y
editor Georges Hartmann,
le suministra a Massenet
una traducción francesa
de Werther que éste lee
con fruición en una cervecería en la que hacen Jules Massenet
un alto en el camino, en
realidad el músico ya estaba trabajando en esa ópera
desde al menos cinco años atrás, pero con varias interrupciones para abocarse a otros proyectos, entre ellos
Manon. Paul Millet, que había sido libretista de Massenet
en Hérodiade preparó el libreto de Werther siguiendo
escrupulosamente las indicaciones de Hartmann, revisándolo y rehaciéndolo con frecuencia. Incluso después
de que Massenet comenzara a escribir la música en 1885,
más revisiones del libreto tuvieron lugar y el segundo
acto fue transformado en junio de 1886 por un tercer
libretista, Édouard Blau. Mientras estaba trabajando en
la orquestación de la partitura en la primavera siguiente,
Massenet tocó la ópera completa para Léon Carvalho,
director de la Opéra-Comique. La reacción del empresario fue totalmente negativa: “Esperaba que Ud. me trajera
otra Manon. Este tema tan triste no interesa. Está condenado desde el comienzo”. Carvalho intentó imponer alguno de sus consabidos cambios para asegurar un estreno
exitoso, pero las circunstancias detuvieron toda negociación: la sala se incendió el 25 de mayo de 1887, Carvalho
fue forzado a dimitir y antes de que Werther subiera a
escena Massenet completó Esclarmonde, Le Mage, bosquejó Amadis y dejó casi terminada Thaïs.
El estreno absoluto de Werther, esta verdadera cumbre
del arte lírico francés, resultó bastante inusual, al realizarse lejos del territorio patrio, con un cambio de idioma
e intérpretes más volcados a otro tipo de repertorio. A
raíz de la aclamada producción vienesa de Manon de noviembre de 1890, protagonizada por la mezzo austríaca
Marie Renard (cuyo verdadero nombre era Marie
Pötzl) y el célebre tenor
belga –especializado en roles wagnerianos−Ernest Van
Dyck como Des Grieux, los
directivos de la Hofoper le
sugirieron a Massenet la posibilidad de presentar allí su
aún no ejecutada Werther.
Convenientemente traducida al alemán y con esos
mismos cantantes en los
roles principales y bajo
la batuta de otra personalidad de gran prestigio
pero también mucho más
identificado con la música
germánica, Hans Richter, la
ópera se pudo escuchar en
Viena el 16 de febrero de
1892. Cuando dos años más
tarde llegó por fin a París,
no logró generar demasiado entusiamo; recién en
su reposición en 1903 en la
remozada Opéra-Comique
alcanzó el éxito que sin
duda merecía. Y el atractivo del melancólico personaje
de Werther fue tan fuerte que no solo concitó el interés de grandes tenores de la historia sino también del
famoso barítono italiano Mattia Battistini, que persuadió a Massenet para que realizara una versión para su
cuerda, arreglo que luego cayó en el olvido hasta que
recientemente se lo pudo volver a escuchar en algunos
escenarios líricos.
El LIBRETO
E
l servicial texto, que mantiene el foco en el insistente amor del protagonista y en el objeto de su pasión,
respeta en líneas generales la narración que le sirve de
base, aunque con algunas alteraciones. Destaca entre
ellas el encuentro postrero entre Charlotte y Werther
cuando éste agoniza, circunstancia que no existe en el
ÓPERA
Werther. Bocetos de Hugo De Ana. Teatro colón. Temporada 2015.
libro original; un cambio que posibilita un último dúo
entre los dos personajes centrales y que finalmente
Charlotte reconozca que siempre ha amado a Werther.
Por otro lado, en la novela Werther sabe que Charlotte
está comprometida aún antes de verla por vez primera;
en la ópera los dos se encuentran, Werther le declara
su amor, Charlotte se muestra receptiva pero después
recapacita y le hace saber que está destinada a casarse
con otro hombre. En ese instante se incorpora otra modificación: en el libro la madre desea que su hija despose
a Albert; la promesa efectuada junto al lecho de muerte de la progenitora es una invención de los libretistas,
que también reducen el ámbito temporal de la historia,
del año y medio que le asigna Goethe a los seis meses
que van de julio a la víspera de Navidad, haciendo que
el amor de Werther nazca en la luminosa calidez del
verano, se incentive en otoño y se frustre en la fría oscuridad invernal. También Sophie, la hermana menor de
Charlotte sufre alguna transformación, ya que con los 15
años que le asignan los libretistas (en vez de los 11 de
la novela) su presencia adquiere más relevancia, añade
un toque de alegría y sirve de contraste a las figuras de
Charlotte y Werther, por quien, por otra parte, Sophie
se siente atraída.
Aunque Massenet ha sido a veces acusado de ser un
compositor algo limitado, que escribía siempre dentro
de un reducido marco emocional y expresivo, en esta
ópera se ubica y penetra en el verdadero meollo de la
desesperación de su héroe. El drama, a pesar de que se
manifiesta en acciones externas, es primordialmente
interno: Werther cae enamorado de la joven y no puede refrenar su deseo. A causa de las abrumadoras sensaciones que tiñen esta historia, hubiese sido fácil que
Massenet cayera en excesos, pero él nunca lleva las cosas
demasiado lejos por lo que las emociones, si bien son
intensas, siempre suenan verídicas: Werther es conocido
ÓPERA
por su melancolía y, hacia el final, por su desesperación,
pero el músico le otorga también amplias oportunidades
para mostrar su deleite por la naturaleza y la simplicidad
de la vida cotidiana.
Los aspectos musicales
L
a partitura de Massenet, siempre anhelante en carácter, es aquí la clave del drama, porque el autor
considera a la orquesta como uno de los protagonistas
de esta ópera, lo que se materializa por el empleo de
motivos característicos y una escritura que se aboca
siempre a sostener la emotividad del texto. Influenciado
a la vez por Gounod y por Wagner, entre otros, el compositor aprovecha del primero la habilidad para ubicar
en un plano destacado sentimientos contrastantes y del
segundo los leitmotiven o motivos conductores como
procedimiento formal. La música de Werther está animada por la búsqueda de una extrema sensibilidad para
acercarse lo más posible a los estados de ánimo de sus
personajes, mientras el empleo de la orquesta es a menudo ligero y económico, pero con una amplia paleta
de colores. Muchas de las tonalidades resultantes son
oscuras, con énfasis en los instrumentos graves, especialmente las maderas. Por su parte la escritura vocal, de una
gran finura, se adecua a la perfección con la prosodia de
la lengua francesa.
Designada −clara muestra del respeto e interés que
Massenet sentía por Wagner− como “drama lírico”, en
Werther, aún más que en Manon, el autor aboga por la
continuidad musical: la obra es totalmente cantada (en la
antecesora había partes habladas), y, aunque subsisten arias
y dúos, desaparecen casi por completo los números cerrados y la separación entre escenas, el discurso fluye con
naturalidad y existe una tupida red de motivos recurrentes
Werther. Bocetos de Hugo De Ana. Teatro colón. Temporada 2015.
asociados con personajes o situaciones. Además Massenet
unifica la ópera de varias maneras. Comienza y concluye
con los niños entonando su canción navideña. A medida
que el drama progresa repite ocasionalmente, aunque
siempre con ligeros cambios, música escuchada con anterioridad. Por ejemplo, la urdimbre sonora (conocida como
“Claro de Luna”) que acompaña el regreso de Werther y
Charlotte a la casa durante el primer acto reaparece en el
segundo, cuando él le recuerda a ella aquel mágico momento. Y de forma más devastadora, se escucha de nuevo
en la última escena, cuando Charlotte finalmente admite
que ella también ama al agonizante Werther.
Otro recurso típicamente wagneriano es el interludio orquestal que hace las veces de primer cuadro del Acto IV
(el segundo es la muerte de Werther propiamente dicha),
una descripción de la angustia y la ansiedad con la que
Charlotte corre hacia la casa de Werther en medio del
paisaje nevado, una especie de poema sinfónico sobre la
Nochebuena; si a todo lo largo de la partitura la orquesta, de dimensiones normales, está utilizada de modo sumamente imaginativo, en este fragmento deslumbra por
su avezada instrumentación, que hacia el final incluye
tam-tam y máquina de viento fuera de escena. Werther
no requiere coro, sólo seis voces infantiles que representan a los hermanos más pequeños de Charlotte y Sophie.
La ópera comprende cuatro actos precedidos por un
breve Preludio (que opone dos ámbitos –uno convulso
y cromático, representando la pasión de los enamorados
y otro sereno caracterizando la armonía de la naturaleza−) y se estructura primordialmente sobre la base de
monólogos del protagonista, que muestran la evolución
de su conflicto interior así como cuatro dúos entre él y
Charlotte en que se van exponiendo los diversos estados
de esa relación. A pesar de que Sophie tiene una simpática aria en el segundo acto, Du gai soleil (“Del alegre sol”)
y Charlotte una escena de gran importancia, la lectura de
las cartas al comienzo del tercero, seguida de un aria en
la que descarga todas sus emociones, Va! laisse couler
mes larmes! (“¡Ve!, deja correr mis lágrimas”), en la que su
canto es acompañado por un evocativo solo de saxofón
contralto, el peso más considerable de la partitura recae sobre el tenor, que se presenta con una invocación a
la naturaleza, Ô nature pleine de grâce (“Oh naturaleza,
llena de gracia”) cuya sección central es sostenida por
mágicas armonías. En el segundo acto, el protagonista
ingresa con un solo que refleja su agitado estado, Un autre est son époux!...J’aurais sur ma poitrine pressé la plus
divine (“Otro es su esposo… Yo hubiese abrazado sobre mi
pecho a la más divina”) y más tade entona una dramática
plegaria en la que presagia su suicidio Lorsque l’enfant revient d’un voyage (“Cuando un hijo regresa de un viaje”).
Finalmente hacia la culminación del acto tercero canta
su celebérrimo lied estrófico Pourquoi me réveiller, ô
souffle du printemps (“Porqué me despertáis, oh brisa
de primavera”), la lectura de los versos de Ossian, una
de las arias más conocidas del repertorio para su cuerda
que, como ha señalado el musicólogo italiano Michele
Girardi, cita casi textualmente compases del sexteto con
coro final de La Judía de Halévy –una ópera muy afamada en su tiempo− en los que Éléazar tiene el presentimiento de su martirio (“Je vois s’ouvrir la tombe”, “Veo
abrirse la tumba”) y que prefigura el trágico destino de
Werther, que poco más tarde dirá una frase muy parecida, Ma tombe peut s’ouvrir (“Pueden cavar mi tumba”).
Hay otras referencias intertextuales en esta ópera, sagazmente descubiertas por el investigador itálico: momentos antes de esa funesta frase de Werther al quedarse solo, la atmósfera musical se rarifica y un inquietante
redoble de timbal en pianísimo, pleno de inquietud, da
paso, entre las palabras Rien!... pas un mot…elle se tait
(“Nada!...ni una palabra…ella calla”) a los cornos que entonan el “acorde de Tristán” no como un homenaje sino
ÓPERA
Mis Werther del Colón
(y fuera de él)
Por Alberto Bellucci
L
Werther. Bocetos de Hugo De Ana. Teatro colón. Temporada 2015.
como un gesto dramático porque en la obra wagneriana
se concentran el dolor y el deseo. Y sobre el final del
Acto II, cuando Werther canta su desesperación y se interroga sobre la muerte, Oh Dieu! qui m’a créé, serais-tu
moins clément? (“¡Oh Dios! que me has creado, ¿serás
menos clemente?”) resuenan en la orquesta ecos de la
invocación a la naturaleza de La Condenación de Fausto
de Berlioz, doble homenaje al más conspicuo héroe de
Goethe y a otro ilustre músico francés.
Alrededor de los cuatro grandes dúos –uno en cada
acto− entre Charlotte y Werther, ninguno de ellos un auténtico “dúo de amor” en el sentido estricto de esa expresión, Massenet crea una arquitectura muy peculiar en
que las acciones se van haciendo cada vez más íntimas e
intensas mientras el número de personan en escena se
va reduciendo con el devenir del drama, pasando así de
unos actos iniciales en los que aún campean resabios de
la opéra-comique (la canción báquica de los amigos del
Alcalde, algunas escenas que distienden el ambiente o
aquellas que aportan un ligeramente estereotipado color
local) a un desenlace despojado y trágico.
El primer dúo se desarrolla hacia el final del primer acto;
Charlotte y Werther tienen unos breves momentos de
felicidad juntos a la luz de la luna sobre un exquisito tejido instrumental: arpa y diálogos entre violonchelo con
flauta y violín con clarinete; él le declara su amor por primera vez, antes de enterarse de que ella está prometida
a Albert. El segundo dúo se produce en el otoño siguiente; Charlotte ya es la esposa de Albert. Hay un marcado
contraste entre el control y la resignación de ella, que
lo despide hasta la siguiente Navidad y la desbordante
desesperación de Werther.
El centro neurálgico de la ópera se da en el tercer encuentro/enfrentamiento entre los dos personajes. Ella
ÓPERA
acaba de implorar a Dios fuerza para seguir siendo fiel
a sus deberes conyugales; él pasa del dolor y la tristeza
a la vehemente exaltación al entonar el Lied de Ossian.
Aparece el primer momento en que cantan al unísono
pero ella lo rechaza una vez más y él toma la decisión
de quitarse la vida. El cuarto y último dúo marca el
conmovedor reencuentro entre el agonizante Werther
y Charlotte que, arrepentida, reconoce por primera vez
su amor por él, quien finalmente expirará en sus brazos,
acompañado por un expresivo solo de violín. En este
desgarrador epílogo Massenet lleva la tensión dramática a su punto más alto con una escritura de marcado cromatismo que apela a un denso entretejido de
motivos escuchados con anterioridad, que contrasta
fuertemente con las voces de Sophie y los niños, entonando –fuera de escena− despreocupadamente sus
cánticos navideños.
Tanto la novela de Goethe como la ópera de Massenet
emocionan intensamente al pintar el retrato de un ser
frágil e independiente, a la vez que determinado y sincero en sus actos y sentimientos. Pero esta ópera, con la
que Massenet se sintió particularmente implicado, supera
de forma neta al original en su resolución, merced al recurso de posponer el desenlace un par de días, aunque
respetando la cronología horaria de la novela, porque en
ella Werther se hiere a medianoche del 22 de diciembre y
muere tras doce horas de agonía. La elección, en la ópera, de una fecha tan peculiar como la Nochebuena para
el suicidio no es sólo por el deseo de hacer más atroz el
sufrimiento. Se trata también de utilizar la colisión entre
la fiesta colectiva y la tragedia individual, reforzada por
la eficaz metáfora de la muerte del desdichado al momento mismo de celebrarse el nacimiento del símbolo
de la cristiandad.
as goetheanas desventuras del joven Werther, convertidas en ópera por Massenet, ocuparon con bastante frecuencia el escenario del Colón, aunque nunca
antes de este año tuvieron la oportunidad de abrir la
temporada oficial del Teatro. En realidad, tras la primera, solitaria y única presentación de 1912 –en italiano y
dirigida por Bernardino Molinari- pasó casi un cuarto de
siglo para que Werther retornara con una seguidilla de
reposiciones entre 1936 y 1948, desde entonces y para
siempre en francés. Sus protagonistas fueron sucesiva-
Georges Thill como Werther
mente Georges Thill y Raoul Jobin, y el director de casi
todas ellas fue Alberto Wolff, legendario impulsor de la
ópera francesa entre nosotros. Por obvias razones cronológicas perdí esta seguidilla de la primera mitad del siglo
XX pero, en cambio, pude asistir a todas las que, a razón
de una por década, se sucedieron luego, entre 1965 y ésta
de 2015 Cabría añadir a estas temporadas “oficiales”, las
veraniegas de febrero / marzo de 1995, como estela de
la repercusión que dejó flotando el Werther de Kraus,
cuatro años antes. Fue la única vez en que Werther contó
con un reparto íntegro de artistas locales, encabezado
por Eduardo Ayas, Cecilia Díaz, Mónica Philibert y Luis
Gaeta, bajo la batuta de Reinaldo Censabella. El resultado fue ciertamente muy digno y obligó a agregar una
quinta a las cuatro funciones programadas.
Crespin y (casi) Gedda
P
ara la reposición de 1965 se utilizó por última vez la
escenografía creada por Héctor Basaldúa en 1936.
Recuerdo vagamente el marco de bastidores naturalistas
y bastante sintéticos que daban vida a los distintos ámbitos de la aldea de Wetzlar donde se desarrolla la acción;
en cambio tengo bien presente el magnífico resultado
musical, guiado por la batuta autorizada y elegante de
Jean Fournet. Los protagonistas destinados a encarnar a Werther y Carlota eran nada menos que Régine
Crespin y Nicolai Gedda, junto a nuestros ya consagrados Angel Mattiello y Olga Chelavine. Lamentablemente
Gedda (que también debía encarnar ese año el Fausto
de Berlioz) canceló y fue reemplazado por Albert Lance,
correctísimo y prestigioso tenor francés, aunque sin el
carisma excepcional de su colega sueco.
Imponente en el rol de Charlotte, la Crespin, -que iniciaba la cuarta de sus siete visitas al Colón-, lució la calidez
de sus graves y la intensidad dramática que le era connatural, con lo que reencendió merecidamente el entusiasmo de sus ya numerosos fans porteños. Su espléndida
Charlotte fue menos la hija obediente a cargo de sus
hermanos huérfanos y luego sumisa esposa de Albert,
que la amante impetuosa a un paso de dar al traste las
convenciones y los prejuicios sociales, pero era propio
de su personalidad turbulenta hacer que sus personajes
se parecieran a ella, una verdadera diva que algunos llamaban la leona; seguramente por eso eliminó tan pronto
de su repertorio a la Condesa y la Doña Ana de Mozart.
La despedida de un ángel
El siguiente Werther se dio en 1979, ahora bajo la dirección musical, también refinada, de Serge Baudo. Esta reposición trajo la novedad de la escenografía de Hugo de
ÓPERA
Werther. Teatro Colón. Temporada 1991.
Ana y la despedida de la querida Victoria de los Angeles.
Con 56 años de edad y a 27 de sus memorables debuts
como Manon y Butterfly, a pesar de todo el encanto personal y la simpatía que Victoria imprimió a su Charlotte,
el resultado vocal fue decepcionante y los aplausos que
rubricaron el final de cada función fueron para el recuerdo, no para la realidad. El cuarteto internacional reunido
al efecto parecía la contraparte musical de las reuniones
que contemporáneamente iban afirmando el naciente
Mercado Común Europeo: española la soprano, marsellés el director, barítono italiano y tenor inglés (John
Brecknock, protagonista de luminosa comunicatividad
lírica y escénica)
La nueva escenografía de Hugo de Ana –que se reiteraría hasta el fin de los noventa, con la responsabilidad
de distintos régisseurs- introdujo un juego delicado de
luces, fondos esfumados y transparencias que sugerían
más que construían los ámbitos de la obra: delicadezas
del clasicismo más que tormentas del Sturm und Drang.
Recuerdo el tul descendiendo en ondas sobre la habitación de Charlotte (acto 3°), la omnipresencia de follajes
titilantes y la contundencia de la escena final, con un
marco reminiscente del suicidio de Chatterton según el
conocido óleo del prerrafaelita Henry Wallis, actualmente en la Tate Gallery de Londres.
Cabe recordar que Thomas Chatterton fue el poeta
´maldito´ del romanticismo inglés, autor de sátiras y
ÓPERA
Werther. Teatro Colón. Temporada 2007.
mistificador de poesías medievales, suicida a los 18 años
de edad, en 1770, dos años antes de que Goethe escribiera Werther en base a su propio desencanto amoroso y al
suicidio de un amigo, igualmente despechado.
Con Luis Lima y Alfredo Kraus
Bajo esta ambientación, Werther volvió con buen resultado al Colón en 1987, esta vez a cargo de Luis Lima
–primer protagonista argentino del rol-, la húngara
Clara Takacs y la batuta de Jacques Delacote, tercer
y último director francés de esta serie, aunque no tan
inspirado como sus antecesores.
El boom se produjo cuatro años más tarde, cuando
Alfredo Kraus –con 64 años de edad- asumió el rol
del poeta apenas veinteañero, esta vez enamorado
de la insinuante Charlotte de Marta Senn, interesante
mediosoprano suizo-colombiana que debutaba entre
nosotros. No era fácil mirar y poder creer en la ficción
de ese enamoramiento desbordado, pero cerrando los
ojos y abriendo los oídos el canto impecable de Kraus,
refinado, preciso e inoxidable como el acero más puro
(aunque no como el oro líquido de un Pavarotti en su
plenitud), producía el milagro. Así Werther triunfó,
arrastrado por el karma del tenor canario y el éxito
motivó la inclusión del título en el verano de 1995.El
Werther siguiente –el último hasta el presente- debió
esperar al siglo XXI, en septiembre de 2007. Con el
Colón cerrado en el inicio de sus cuatro duros años de
remodelación y conservación, la ópera debió revivirse en el Coliseo, lo que no resultó nada fácil política,
musical y técnicamente. Un elenco mayormente local
(Mariana Rewerski, Graciela Oddone, Luciano Garay)
dio lo mejor de sí bajo la conducción escénica integral de Louis Desiré y musical de Enrique Diemecke. El
protagonista fue el neoyorquino Jonathan Boyd, joven
tenor lírico que el año anterior había participado con
estos mismos cantantes en el Sueño de una noche de
verano de Britten. Más feliz por su desenvoltura juvenil
que por la profundidad de su interpretación vocal fue,
sin embargo, un Werther plausible. Lo más polémico
de esta versión radicó en la (a) puesta de Desiré, que se
apartó de la tradición para dirigirse a imágenes más expresionistas, con proyecciones de flores y del texto de
las cartas de Werther que sufrieron algunos tropiezos,
al menos en la función a la que asistí.
Ese año había demasiada adrenalina a ambos lados del
escenario para poder juzgar con calma -e incluso apreciar- los resultados, sobre todo mientras se escuchaba a
Werther. Nostálgico, preguntándose “pourquoi me réveiler au souffle du printemps?”
Hasta aquí ¨mis Werther del Colón, a los que debo
agregar una versión en ruso con Alexei Maslennikov e
Irina Arkhipová en el Bolshoi de Moscú, en 1964, con
el fondo de bastidores naturalistas que imagino similares a los originales vieneses de 1892, y otra en
2012, en el Argentino de La Plata, con el vasco Andeka
Gorrotxategui y Guadalupe Barrientos, dirección orquestal de Benjamin Ponnier, régie de Paul Emile Fourny
y escenarios de Benoit Dugardyn con la inclusión de un
marco gigantesco que dividía la escena en dos partes y
planteaba una arriesgada yuxtaposición surrealista entre realidad y memoria.
Finalmente anoto sendas versiones en DVD, bien diferentes entre sí: una de 2006 en la Opera de Viena, con
Marcelo Álvarez, Elina Garanca y dirección de Philippe
Jordan; la otra de 2010 en Paris (Opéra Bastille), con Jonas
Kaufmann, Sophie Koch y dirección de Michel Plasson.
Musicalmente, la vienesa es muy buena pero la parisiense
es óptima; en aquélla se presenta la ópera de Massenet
con cantantes de primer nivel y una deplorable puesta
del rumano Andrei Serban que anula todo encanto; en
la de Paris los protagonistas unen la excelencia del canto
con una intensidad dramática que emociona, todo bajo
la concepción escénica depurada, incisiva, poderosa del
cineasta Benoit Jacquot. Creo que ésta es una versión de
antología, que permite revivir la tragedia de Werther y
Charlotte no sólo a través de la inspirada partitura de
Massenet sino también con la inmediatez de la carnadura
y los fantasmas que el mismo Goethe conoció, sufrió y
nos transmitió estupendamente para siempre.
ÓPERA
Argumento
Época: julio a diciembre de 1780.
Lugar: Wetzlar, Alemania.
ACTO I
El alcalde viudo enseña a sus hijos menores una canción navideña en su casa de
la playa. Su hija Charlotte se viste para un baile. Como su prometido, Albert, está
afuera, la acompaña el melancólico Werther. Werther llega y ve a Charlotte preparando la cena de sus hermanos pequeños, justo como su madre había hecho
antes de morir. Werther saluda a Charlotte y ambos se marchan al baile. Albert
regresa inesperadamente después de un viaje de seis meses, pero no encuentra a
Charlotte en casa. No está seguro de las intenciones de su novia y se siente disgustado por no encontrarla en casa, pero Sophie, hermana menor de Charlotte,
le reconforta y da seguridad, y se marcha después de prometer que volverá
por la mañana. Werther y Charlotte vuelven muy tarde, él ya está enamorado de ella. Su declaración de amor se ve interrumpida por el anuncio
del regreso de Albert. Charlotte recuerda que prometió a su madre
moribunda casarse con Albert, ante lo cual Werther se desespera.
ACTO II
Tres meses más tarde, Charlotte y Albert ya están casados. Entran
felices a la iglesia, seguidos por Werther. Sophie intenta animarlo.
Cuando Charlotte sale de la iglesia, él le habla de su primer encuentro.
Charlotte le ruega a Werther que no intente verla más hasta Navidad.
Werther sopesa el suicidio. Charlotte reconforta a la chica que no comprende su cruel comportamiento. Albert se da cuenta ahora de que
Werther ama a Charlotte.
ACTO III
Charlotte está en casa en Nochebuena. Pasa el tiempo releyendo las
cartas de Werther, preguntándose cómo estará el joven poeta y cómo
ella tuvo la fuerza para alejarlo. De repente, aparece Werther y mientras él lee su poesía, se da cuenta de que ella corresponde su amor.
Se abrazan un momento, pero ella pronto le despide. Él se marcha
con pensamientos de suicidio. Albert regresa a casa y encuentra a su
mujer inquieta. Werther ha enviado un mensaje a Albert pidiéndole
prestadas sus pistolas, explicando que las necesita porque se va a ir a
un largo viaje. Albert pide a Charlotte que envíe a un sirviente con las
pistolas. Charlotte siente una terrible premonición y sale corriendo
en busca de Werther.
ACTO IV
En el apartamento de Werther, Charlotte ha llegado demasiado tarde. Werther está muriendo.
Ella le consuela declarándole su amor. Él le pide perdón. Después de que él muere, Charlotte se
desmaya. Afuera se oye a los niños cantando un villancico: “Jesús ha nacido”.
ÓPERA
WERTHER
Ópera en cuatro actos y cinco cuadros con música de Jules Massenet.
Libreto de Edouard Blau, Paul Milliet y Georges Hartmann basado en Los Sufrimientos
del joven Werther de Wolfgang Johann von Goethe.
Primera representación, 16 de Febrero de 1892 en la Ópera Imperial de Viena, y en París,
el 16 de Enero de 1893, en el Teatro de la Opéra-Comique.
PERSONAJES
WERTHER, 23 años
| tenor
CHARLOTTE, hija del Alcalde, 20 años
| mezzosoprano
SOPHIE, su hermana, 15 años
| soprano
ALBERT, 25 años
| barítono
EL ALCALDE, 50 años
| barítono o bajo
JOHANN
| barítono o bajo
SCHMIDT, amigo del Alcalde
| tenor
KÄTCHEN, una joven
LOS NIÑOS seis, voces infantiles.
La acción tiene lugar en los alrededores de Frankfurt de julio a diciembre de 178…
mónica zaionz | traducción
LIBRETO
ACTO I
SCHMIDT
LA CASA DEL ALCALDE
PRELUDIO
Julio, 178... Casa del Alcalde. A la izquierda, un gran ventanal
y terraza cubierta de follaje precedida por una escalera. A la
derecha, el jardín. Al fondo, una pequeña puerta. En primer
plano, una fuente. Cuando se alza el telón, se ve al Alcalde en la
terraza, rodeado por seis niños a quienes hace cantar.El telón se
levanta mientras se oyen las risas y las carcajadas de los niños.
ALCALDE
Refunfuñando.
¡Basta! ¡Basta!
¿Me van a escuchar de una vez?
¡Vuelvan a empezar!
¡Y sobre todo, no griten!
LOS NIÑOS
Cantando más fuerte y desafinado.
¡Navidad! ¡Navidad! ¡Navidad!
Jesús ha nacido.
Nuestro Maestro divino…
ALCALDE
Enojándose.
¡Pero, no! ¡Así no!
SCHMIDT
¡Muy buena la canción!
LOS NIÑOS
Acudiendo alegremente.
¡Entonces era eso!...
Koffel se ha puesto la levita.
Steiner le ha alquilado el caballo al cervecero.
Hoffmann va con su calesa
y Goulden con su berlina.
¡Hasta Werther me ha
parecido menos soñador!
Los niños paran, emocionados, al oír el nombre de Charlotte.
Retoman su canción con seriedad.
LOS NIÑOS
¡Navidad!
¡Ha nacido Jesús!
Reyes y pastores de Israel, aquí
está nuestro Divino Señor.
Los fieles ángeles guardianes
despliegan sus alas en el firmamento.
Y en todas partes cantan:
“¡Navidad!” ¡Navidad ¡Navidad!
¡Ha nacido Jesús!
ALCALDE
¡Ahora está bien! ¡Está bien!
Johann y Schmidt se han detenido en la puerta del jardín, tras el
seto, para escuchar al coro de niños.
Entran en escena.
JOHANN
¡Muy bien, niños!
LIBRETO
ALCALDE
¡Qué par de glotones!
¡Son dos cómplices!
Cediendo un poco.
¡Ah¡ ¡Señor Schmidt!
¡Señor Johann!
ALCALDE
A sus amigos.
Entonces, ¿no esperan a Charlotte?
Schmidt y Johann abrazan a los niños y los felicitan.
¡Es bien parecido, ese joven!
SCHMIDT
A Johann.
JOHANN
Al Alcalde.
JOHANN
La veremos esta noche.
Queremos dar un paseo por la muralla.
Pero, ahora que me doy cuenta,
señor Alcalde…
le cantan a la navidad en julio…
¡Eso sí que es anticiparse!
¡Sí, pero no sabe
gran cosa de cocina!
ALCALDE
Insistiendo.
ALCALDE
Sonriendo, a Johann.
¿Para abrir el apetito?
Es culto y distinguido.
ALCALDE
Que ha bajado, da la mano a sus amigos.
¿Eso te hace reír Johann?
¿Por qué? No todos
son artistas como tú.
Y no es tan fácil enseñar a cantar…
Con importancia.
SCHMIDT
Vivamente.
Algo melancólico.
JOHANN
a estos jóvenes cerebros.
¡Es cierto!
¡Nunca parece contento!
SCHMIDT
A Sophie, que acaba de entrar.
ALCALDE
Perseverante.
¡Buen día, Sophie!
¡Entonces, Charlotte no estará lejos!
Dicen que el Príncipe le ha
prometido una embajada.
Lo considera mucho.
Severamente.
¿Se atreven a cantar así, cuando
su hermana Charlotte está allá adentro?
¡Seguro que los escucha
a través de la puerta!
¡Claro!...
Además es el día de los cangrejos.
Gruesos como tus brazos.
Gretchen nos lo ha prometido.
SOPHIE
Haciéndole una reverencia.
Es cierto, señor Schmidt, ya que
Charlotte y yo nos ocupamos de la familia.
JOHANN
Con menosprecio.
¡Un diplomático! ¡Bah!
¡En la mesa no sirve para nada!
SCHMIDT
Al Alcalde.
SCHMIDT
¡Qué día espléndido! ¿Vienes?
¡Ni saben beberse un buen trago!
ALCALDE
A Johann.
JOHANN
Al Alcalde, tendiéndole la mano.
Enseguida.
¡Hasta luego!
Nos vemos en la “Uva de Oro”.
SOPHIE
A Johann.
Mi hermana se está
vistiendo para el baile.
ALCALDE
A Schmidt.
Sí, es el baile de padres y
amigos que damos en Wetzlar.
Vienen a buscar a Charlotte.
JOHANN
Un poco gruñón. a Schmidt.
Siempre exagera...
¡Vamos, que se hace tarde!
SCHMIDT
Volviéndose, al Alcalde.
A propósito...
¿cuándo vuelve Albert?
ALCALDE
No sé.
Todavía no me lo ha dicho.
Pero me ha escrito que
sus asuntos marchan bien.
SCHMIDT
¡Perfecto! Albert es un
muchacho excelente y fiel.
Será un marido modelo
para tu Charlotte.
Y cuando se casen, nosotros, los viejos
bailaremos hasta perder el aliento...
¡Bueno, buenas tardes, chicos!
JOHANN
Alegremente.
¡Buenas tardes!
SCHMIDT
Sí. Nos debes la revancha.
ALCALDE
Exclamativo.
SCHMIDT
Al Alcalde, más bajo.
¡Hasta luego!
¿Todavía?
JOHANN
Igualmente.
JOHANN
Volviéndose.
¡Hasta más tarde!
LIBRETO
ALCALDE
Va a la cocina y toma un enorme pan que va partiendo en rebanadas y lo da a los niños. Se oyen, a lo lejos, el tintineo de un arnés de
caballo y el crujir de una calesa.
SOPHIE, SCHMIDT, JOHANN, NIÑOS
madre eternamente joven,
adorable y pura.
¡Oh, Naturaleza!
¡Y tú, sol, ven a inundarme con tus rayos!
¡Buenas tardes! ¡Buenas tardes!
Voces de los niños, desde la casa, repitiendo la canción de Navidad.
ALCALDE
LOS NIÑOS
Los niños rodean a Charlotte y le tienden sus manitas. Werther, que
se ha acercado, se detiene a contemplar la escena sin ser visto. A medida que los niños toman su cena van desapareciendo del escenario.
¡Sí, buenas tardes! ¡Buenas tardes!
Los dos hombres se van tomados del brazo, cantando una canción.
SCHMIDT, JOHANN A pleno pulmón.
¡Viva Bacchus!
¡Siempre viva!
ALCALDE
A los niños.
¡Vuelvan a casa!
Esta noche, antes de cenar…
repasaremos
nuestro villancico nota por nota.
¡Ha nacido Jesús! Reyes y pastores
de Israel, aquí está nuestro Divino Señor.
Los fieles ángeles guardianes
despliegan sus alas en el firmamento.
Por todas partes van cantando:
¡Navidad! ¡Navidad! ¡Navidad!
WERTHER
Ha subido la escalera y entrado en la casa. ¡Queridos niños! Nuestra vida es
tan amarga, y sus días llenos de fe.
¡Sus almas llenas de luz!
¡Cuánto mejores que yo son!
Sophie, ve a ver lo que
está haciendo Charlotte.
Werther va hacia la fuente y se sienta sobre ella. Entra Charlotte.
Los niños, abandonan al Alcalde y revolotean a su alrededor.
Sophie sale. El Alcalde se sienta en el sillón; los niños más pequeños
se acurrucan bajo sus rodillas y escuchan la lección que él les da.
El ventanal está entornado. Werther, acompañado por un joven
campesino, avanza hacia el patio y observa, con atención, la casa.
WERTHER
Al campesino.
LOS NIÑOS
¡Charlotte! ¡Charlotte!
CHARLOTTE
Al Alcalde.
¿Estás contento con ellos, papá?
¿Es aquí la casa del Alcalde?
Despidiendo al guía.
ALCALDE
¡Gracias!
¡Contento! ¿Contento?
No son ninguna maravilla.
Solo, Werther entra en el patio y se detiene ante la fuente.
No sé si estoy despierto
o si todavía sueño.
Todo lo que me rodea
me parece un paraíso.
El bosque suspira como el
sonido de un arpa sonora.
¡Ante mis ojos deslumbrados
se revela un mundo!
¡Oh, Naturaleza, llena de gracia.
Reina del tiempo y del espacio,
dígnate recibir al humilde
mortal que pasa y te saluda!
¡Silencio misterioso!
¡Oh, solemne calma!
¡Todo me atrae!
¡Todo me encanta!
Este muro y este rincón sombrío.
Esta límpida fuente y la
frescura de la sombra.
No hay un matorral, ni un seto…
en que no se abra una flor
o atraviese una brisa.
¡Oh, Naturaleza!
Embriágame de perfume,
LIBRETO
LOS NIÑOS
Rodeando a Charlotte.
Apúrate, que ya oigo el coche.
LOS NIÑOS
¡Gracias, querida hermana!
¡Gracias, querida hermana!
ALCALDE
Viendo a Werther y yendo a su encuentro. ¡Ah, señor Werther! Viene a
visitar mi pequeño santuario.
Mejor dicho mi pequeño reino.
Y estoy realmente orgulloso.
Le presenta a Charlotte.
Ésta es mi hija, que se ocupa de esta
casa y de todos estos niños mimados…
desde el día en que su madre nos dejó.
CHARLOTTE
Con sencillez.
Perdóneme, señor, por
haberlo hecho esperar.
Pero, es cierto, soy una
madre muy atenta.
Y mis niños exigen que todos los días
les corte el pan con mis propias manos.
Los invitados van llegando. Entran por el jardín. El Alcalde y
Sophie salen a su encuentro.
¡Sí! ¡Papá está muy contento!
ALCALDE
ALCALDE
Abrazando a su hija y admirando su compostura
¡Al fin ha llegado, Brühlman!
Charlotte está lista.
Lo esperábamos.
¡Qué linda estás, preciosa!
LOS NIÑOS
¡Es cierto!
ALCALDE
Tomando la mano de Charlotte.
Brülhmann y Käthchen caminan del brazo, mirándose a los ojos
y sin prestar atención al Alcalde, que los va siguiendo, divertido
BRÜLHMANN
Con un suspiro de éxtasis.
CHARLOTTE
Al niño que Werther ha abrazado.
¡Besa a tu primo!
WERTHER
Se inclina hacia atrás, sorprendido.
¿Primo?
¿Soy digno de ese nombre?
CHARLOTTE
Bromeando.
Verdaderamente, es un gran honor.
Pero tenemos tantos, que sería
una lástima que Ud. fuera el peor.
Werther se va mirando a Charlotte. A Sophie, con autoridad,
aunque no severa, señalándole a los niños.
Me reemplazarás, Sophie.
Sabes que te los confío.
A los niños.
¿Se portarán tan
bien como conmigo?
SOPHIE
¡Sí, pero ellos preferirían
quedarse contigo!
WERTHER
¡Oh, visión ideal de amor
y de inocencia
con los que se han extasiado
mis ojos y mi corazón!
¡Qué bello sueño pasar
toda mi existencia acariciado
por sus miradas
y acunado por su voz!
La mayor parte de los invitados se ha ido ya; permanecen, aún,
Brülhmann y Käthchen, absortos, silenciosos, junto a la fuente.
Charlotte está preparada. Werther va a su encuentro. Sophie y los
niños, en la terraza, mandan besitos a su hermana mayor.
¡Klopstock!
¡Venga, señorita que
todos la vean!
Nuestros amigos se pondrán celosos.
KÄTHCHEN
Encantada.
CHARLOTTE
Sonriente.
ALCALDE
Riendo a Brühlmann.
Nuestros amigos no son
puntuales de eso estoy segura.
Aprovecharé para darles
la cena a los niños.
Werther se ha quedado en silencio y desconcertado mirando a
Charlotte. Cuando la joven se vuelve hacia el espejo para ponerse
su chal, él toma a un niño y lo abraza. El niño se asusta de ese
arrebato de ternura.
ALCALDE
A Werther.
Señor Werther...
¡Divino Klopstock!
¡Charlatanes! El resto se lo
contarán en la fiesta.
Un discurso tan largo
los haría llegar tarde.
CHARLOTTE
¡Adiós, padre!
ALCALDE
¡Adiós, querida!
Salen Charlotte y Werther. Käthchen y Brülhmann se van los últimos, sin haber dicho una palabra. El Alcalde los mira, sonriente.
LIBRETO
Esos dos no necesitan nada.
“¡Klopstock!“ “¡Divino Klopstock!“
¡Éxtasis magnético!
¡Qué se puede decir a eso!
Sophie ha hecho entrar a los niños a la casa.
¡Viva Bacchus! ¡Siempre viva!
Todos tararean la canción cantada por Schmidt. El Alcalde va a
buscar su larga pipa de porcelana,se instala en su sillón y con gesto
un poco apurado, sigue canturreando mientras se dispone a fumar.
Sophie lo mira, le sonríe y después va al rincón toma el sombrero de
su padre, y su bastón y gentilmente, se los da.
SOPHIE
¿Y quién había quedado
en ir a la “Uva de Oro”?
ALCALDE
Con un tono embarazoso.
¿Quién? ¿Yo?
¿Y dejarte sola?...
SOPHIE
¿Y bien?
ALCALDE
Canturreando entre dientes.
¡No!
SOPHIE
Con seriedad.
¡Lo exijo! ¡Schmidt y Johann
todavía deben estar esperándote!
ALCALDE
Dejándose convencer y tomando el sombrero y el bastón de las manos de Sophie.
Entonces, sí; solo un momento...
Se prepara para salir y se vuelve a Sophie.
Lo prometido es deuda.
Sophie acompaña al Alcalde y cierra la puerta de la calle cuando
él se va. Cae la noche. Aparece Albert que viene del jardín con un
abrigo sobre el brazo; ha entrado despacio y observa la casa, se
acerca y ve a Sophie que desciende.
ALBERT
¡Sophie!
SOPHIE
Reconociéndolo.
¡Albert, has vuelto!
ALBERT
Sí, soy yo, hermanita.
Buenos días.
La abraza.
LIBRETO
SOPHIE
¡Qué contenta se va a poner
Charlotte cuando te vea!
ALBERT
¿Está aquí?
SOPHIE
No, esta noche no.
¡Ella, que no sale nunca!
Con más énfasis.
Pero, ¿por qué no nos has avisado?
ALBERT
Con simpleza.
Quise darles una sorpresa.
Al menos, háblame de ella.
Quiero saber si se ha
acordado de mí.
¡Seis meses de ausencia
es mucho tiempo!
SOPHIE
Con simplicidad y ternura.
En casa, todos nos
acordamos de los ausentes.
Además, ¿no eres su novio?
ALBERT
Alegre.
¡Querida niña!
Cuéntame qué más ha sucedido...
SOPHIE
Nada... Nos hemos ocupado
de la boda de ustedes.
ALBERT
Solo.
¡Ella me quiere!
¡Y piensa en mí!
¡Una plegaria de gratitud y amor
se eleva desde mi corazón a mi garganta!
¡Oh, en el regreso, toda
pequeñez nos conmueve!
Y todo posee un encanto penetrante.
Me gustaría que Charlotte, al volver
me dijera los pensamientos que le dejé...
¡Con toda mi esperanza y todo mi amor!
CHARLOTTE
Simplemente.
Debemos separarnos.
Aquí es mi casa.
Es hora de dormir.
WERTHER
Con énfasis.
¡Con tal de ver esos ojos
siempre abiertos...
esos ojos, mi horizonte!
Esos dulces ojos, mi esperanza y mi única alegría.
¿Qué me importa dormir?
El sol y las estrellas pueden
aparecer una y otra vez en el cielo...
No sé si es de día o de noche.
¡Mi ser es indiferente a
todo lo que no seas tú!
CHARLOTTE
Sonriente.
Pero usted no sabe nada de mí.
ALBERT
¿De nuestra boda?
SOPHIE
¿Habrá baile, no es cierto?
ALBERT
¡Mucho baile! ¡Como nunca!
Cálidamente.
Sí, quiero felicidad para todos...
¡Siento mucha dentro de mi corazón!
Lleva a Sophie cerca de la escalera.
Entra, tengo miedo de que te
llamen y se enteren de que volví.
No digas nada, cuando
amanezca estaré a su lado.
SOPHIE
Entrando.
Hasta mañana, cuñado.
Cierra el ventanal de vidrio.
WERTHER
Convencido.
Mi alma ha reconocido
la tuya, Charlotte.
te he visto lo suficiente
para saber qué clase de mujer eres!
CHARLOTTE
Sonriente.
¿Me conoce?
WERTHER
Grave y tierno.
Es la mejor, la más
bella de las criaturas...
CHARLOTTE
Confusa.
¡No! WERTHER
¿Hace falta que se lo pregunte...
a los que llama sus hijos?
CHARLOTTE
Pensativa y acercándose a Werther.
¡Ay! Sí... mis hijos...
¡Es verdad!
Es que aquí, todos tienen
presente la imagen de mi madre.
Y cuando cuido a sus hijos, mis
hijos, me parece verla sonreír.
¡Ah! ¡Cómo me gustaría
que volviera a esta casa…
y, al menos por un momento, viese que
cumplí las promesas que le hice antes de morir!
Muy cariñosamente.
Madre querida, ¿Por qué
no puedes vernos?
WERTHER
¡Oh, Charlotte, ángel del deber,
que la bendición del cielo sea con usted!
CHARLOTTE
¡Si la hubiese conocido!
¡Ah! ¡Qué cruel es ver partir
a quien más se quiere!
¡Qué recuerdos tiernos y
qué amargos lamentos!
¿Por qué todo debe morir?
Los niños lo han
sentido profundamente.
Siempre preguntan, desconsolados...
por qué los hombres de negro
se han llevado a su mamá.
WERTHER
¡Sueño! ¡Éxtasis! ¡Felicidad!
Daría mi vida por mirar
siempre esos ojos,
esa frente encantadora, esa boca
adorable, sorprendida y maravillada
sin que nadie los pudiera
contemplar ni un momento.
¡Sonrisa celestial!
¡Oh, Charlotte, la amo y la admiro!
CHARLOTTE
Volviendo en sí, sube rápidamente la escalinata.
¡Estamos locos... entremos!
WERTHER
Con voz emocionada y reteniéndola.
Pero, ¿nos volveremos a ver?
Voz del Alcalde.
¡Charlotte! ¡Charlotte!
LIBRETO
¡Ha vuelto Albert!
Sube la escalera y entra en la casa.
CHARLOTTE
¡Albert!
Débilmente.
WERTHER
Preguntando a Charlotte.
¿Albert?
CHARLOTTE
A media voz y con tristeza.
Sí, a quien mi madre me ha hecho
jurar que aceptaría por esposo.
En voz baja y como acusándose.
Dios es testigo de que cerca de
usted, había olvidado la promesa.
Han pasado tan rápido
y sin embargo me parece que
siempre hubiéramos vivido juntos.
SCHMIDT
Entrando, a Brülhmann.
Werther se cubre la cara con las manos como si sollozase.
CHARLOTTE
Dulcemente.
JOHANN
Llevándose a Brülhmann.
WERTHER
¡Albert!
¡Sea fiel a esa promesa!
¡Pero será mi muerte, Charlotte!
¡Qué importa qué día y a qué hora
será ese regreso, porque volverá!
ALBERT
Charlotte, que había subido unos peldaños de la escalera, se vuelve una última vez, antes de entrar en su casa. Una vez a solas,
Werther grita.
¡Otro es su esposo!...
ACTO II
LOS TILOS
En Wetzlar.
Septiembre, del mismo año.
La plaza. Al fondo, la iglesia. A la izquierda, el presbiterio. A la
derecha, la taberna, rodeada de lúpulos. Delante del templo, los
tilos tallados que dejan ver la puerta.
Un banco entre ellos, junto a la entrada del presbiterio. Schmidt y
Johann están sentados en una mesa, frente a la taberna. Hace buen
tiempo.Es el mediodía del domingo.
JOHANN, SCHMIDT
Juntos, cerveza en mano.
¡Viva Bacchus! ¡Siempre Viva!
¡Hoy es domingo!
Un camarero sale de la taberna y sirve de nuevo bebida a los amigos.
JOHANN
¡Qué día espléndido!
¡Tengo el alma iluminada
por este maravilloso sol!
JOHANN, SCHMIDT
¡Gente! ¡Y más gente!
¡Vienen de todas partes!
¡El pastor verá qué bien se festejan
sus cincuenta años de matrimonio!
¡Qué dulce es vivir cuando
el aire es tan leve.
el cielo tan azul
y el vino tan claro!
JOHANN, SCHMIDT
¡Hoy es domingo!
Se oye el órgano dentro del templo,
¡Vamos! ¡Cantemos el oficio!
¡Que resuene el órgano!
¡Hay muchas maneras de bendecir
al Señor! ¡Yo lo glorifico exaltando sus dones!
JOHANN
¡Gloria a Él que nos da tan buen
vino y hace tan feliz nuestra vida!
LIBRETO
SCHMIDT
Aún más cariñoso.
¡Porque volverá!
Pero, ¿de esa joven tan tranquila
y sonriente en su hogar,
yo he hecho una mujer feliz
y sin remordimientos?
Para un pastor está muy bien
cincuenta años de matrimonio.
¡Dios le da fuerza!
Yo no hubiera podido aguantar tanto.
Aparecen Charlotte y Albert. Johann se levanta cuando les ve y se
inclina hacia Schmidt.
Sin embargo, conozco algunos
que no tendrían miedo de tanta felicidad.
Los señala.
¡Mira esos dos, por ejemplo!
SCHMIDT
Se levanta.
¡Bueno! ¡A su salud!
¡Vamos a vaciar otro vaso!
Entran en la taberna. Albert y Charlotte han llegado bajo los tilos
y se sientan en el banco.
JOHANN
Siete años de noviazgo.
¡No se pueden olvidar fácilmente!
CHARLOTTE
Se levanta, y con simpleza.
SCHMIDT
Llevándose a Brülhmann.
Cuando una mujer
tiene siempre a su lado
al espíritu más noble y la mejor
de las almas, ¿qué más puede desear?
¡Hay que apurarse!
¡Oigo la señal!
¡Ya que faltamos al oficio, al
menos comencemos el baile!
ALBERT
Conmovido.
Salen tropezando. A la salida del templo, Albert se dirige hacia
Werther. Le pone la mano en el hombro y Werther, estremecido,
hace ademán de marcharse.
¡Ah, qué dulces palabras!
¡Me hace tan feliz escucharlas!
¡Mi alma está extasiada!
ALBERT
A Werther.
Charlotte, acompañada de Albert, se dirige al templo; después,
Albert intercambia unas palabras con las personas que van al oficio. Werther ha aparecido y atormentado, contempla a los esposos.
SCHMIDT
JOHANN
SCHMIDT
¡Si supieras cuánto te bendigo!
¡Bendigamos al Señor!
JOHANN
Mirando.
Sí, te digo que Kätchen volverá.
WERTHER
Para sí, con dolor.
¡Su esposo es otro!
¡Dios bondadoso!
Si me hubieras permitido marchar
por la vida con este ángel a mi lado
mi existencia entera no hubiera
sido más que una plegaria ardiente.
¡Y en cambio, ahora, tengo
miedo de ser blasfemo!
Dolorosamente.
¡Es a mí, a mí, a quien ella
debía haber amado!
¡Abrazaría contra mi pecho
a la más divina, a la más hermosa
de las criaturas que Dios haya creado!
¡Es a mí a quien debería haber amado!
¡Cuando se abría el más luminoso
cielo, lo he visto cerrarse súbitamente!
¡Es a mí, a mí, a quien ella debería amar!
Amigo, a veces, un remordimiento se
mezcla con la felicidad que llena mi alma.
WERTHER
Sorprendido.
¿Un remordimiento?
ALBERT
Con franqueza.
Sé que tiene un
corazón leal y sincero.
Pero la que ahora es mi mujer,
apareció un día ante Ud. como
si estuviera libre...
Y tal vez a su lado ha vivido un sueño
que se ha desvanecido para siempre.
Al verla tan bella, tan dulce, sé muy
bien el valor de lo que he recibido,
y puedo comprender lo cruel
que ha debido ser perderla.
Le toma, afectuosamente, la mano.
Comprender un tormento
así, es haberlo perdonado.
ALBERT
Con cariño.
Con acento desgarrador.
WERTHER
¡Mi cuerpo se estremece, todo mi ser llora!
¡Tres meses!
¡Ya hace tres meses
que estamos juntos!
Werther muy agitado quiere alejarse, pero se deja caer sobre el
banco. Johann y Schmidt reaparecen bajo el umbral de la taberna.
Schmidt ofrece su brazo a Brülhmann, silencioso y deprimido.
Ud. lo ha dicho: mi alma
es leal y sincera.
Conteniendo su emoción.
Si tuviera un recuerdo
LIBRETO
amargo del pasado
retiraría mi mano de la
suya que la estrecha
¡y huiría lejos de aquí,
para no regresar!
Pero, como las olas se
calman después de la tormenta
así, mi corazón ya no sufre
por su sueño olvidado.
Y aquel que sabe leer
mis pensamientos
no encontrará en ellos
más que amistad.
¡Y eso será mi parte
de felicidad sobre la tierra!
hablando de felicidad!
La buscamos muy lejos,
la llamamos, le imploramos.
Entra Sophie con un ramo de flores.
WERTHER
Solo.
SOPHIE
A Albert, con alegría.
¡Hermano, mira qué bello ramo!
Por el pastor, he saqueado el jardín.
A Werther.
¡Y también vamos a bailar!
¡Cuento con usted para
el primer minueto!
Observando a Werther.
¡Qué cara tan triste!
Con sencillez y gentileza.
Con intención.
Y quizás pasa por nuestro camino…
con una sonrisa en los labios
y flores en sus manos.
Werther permanece en silencio.
A Albert.
¡Vuelve enseguida, hermano!
A Werther.
¡Me ha oído Ud., señor Werther,
lo invito para el primer minueto!
Albert se ha reunido con Sophie y desaparece con ella en la iglesia.
¿He dicho la verdad?
¿El amor que siento por ella,
no es el más puro y el más sagrado?
¿Nunca ha entrado en
mi alma un deseo culpable?
De forma explosiva.
¡Sí! ¡Mentía!
¡Oh, Dios! ¡Sufrir sin cesar
o por siempre mentir!
¡Es demasiada vergüenza y debilidad!
¡Debo irme... tengo que partir!
Pero hoy, Señor Werther, todo
el mundo está contento
¡la felicidad está en el aire!
En el azul del cielo resplandece
un sol alegre, lleno de fuego.
La claridad nos inunda desde
las cabezas a nuestras almas.
¡Todo el mundo está contento!
¡La felicidad está en el aire!
Y el ave que remonta a los
cielos, en la brisa que suspira
ha vuelto para decirnos
que Dios nos permite ser felices.
¡Todo el mundo está contento!
¡La felicidad está en el aire!
¡Todo el mundo está feliz!
Ha aparecido Charlotte, que se dirige al presbiterio.
Werther la ha visto y se emociona.
WERTHER
Aparte, más sombrío.
CHARLOTTE
Volviéndose.
¡Feliz! ¿Acaso podré
volver a ser feliz?
¿Usted también viene a la casa del Pastor?
ALBERT
A Sophie.
Ve a llevar el ramo, hermanita.
Enseguida te alcanzo.
Sophie se aleja unos pasos.
A Werther.
¡Werther, estábamos
LIBRETO
WERTHER
Cambiando de tono, aparte.
¡Partir! ¡No! ¡Lo único que
quiero es acercarme a ella!
CHARLOTTE
Que ha visto a Werther.
¡Rezar nos da una
fuerza desconocida!
WERTHER
Desde lejos.
¡Charlotte!
WERTHER
Se acerca, tristemente.
¿Para qué? ¿Para verla
siempre junto a otro?
Se acerca aún más a Charlotte que permanece inmóvil.
¡Ah, qué lejos está ese dulce día
en que mi mirada se encontró
con la suya por primera vez!
Cuando nos quedamos tanto
tiempo muy cerca, sin decirnos nada.
¡Y sin embargo, un rayo
sublime caía del cielo
como una sonrisa sobre
nuestra silenciosa emoción!
CHARLOTTE
Con más dulzura.
CHARLOTTE
Con frialdad.
WERTHER
Calmándose, poco a poco.
¿Olvido? ¿Por qué?
Al contrario, piense en Charlotte.
Piense en su descanso,
sea fuerte, sea bueno.
¡Albert me ama y soy su mujer!
¡Sí! Lo único que deseo
es que Ud. sea feliz.
WERTHER
Apasionado.
Entre lágrimas, pero calmo.
¡Albert la ama!
¿Y quién no la amaría?
CHARLOTTE
Más dulcemente.
¡Werther!
¿No existe otra mujer en la Tierra,
digna de su amor, y libre para amarlo?
Yo. ya no me pertenezco.
¿Por qué me ama, entonces?
WERTHER
Pregúntele a los locos,
por qué pierden la razón.
CHARLOTTE
Resuelta.
¡Y bien! Ya que el destino
nos separa para siempre
¡Aléjese! ¡Váyase!
WERTHER
¡Qué palabras tengo que escuchar!
CHARLOTTE
Muy seria.
Lo que tiene que escuchar de mí. WERTHER
Con violencia.
¿Y quién lo ordena?
CHARLOTTE
¡El deber!
Con más dulzura.
A veces, la ausencia
hace menos amargo el dolor.
WERTHER
Dolorosamente.
¡No es su poder
otorgarme el olvido!
¡Pero no volverla a ver
es imposible! ¡No!
WERTHER
Con mucha dulzura.
Amigo mío, no soy a tal
punto tan rigurosa.
Y no deseo un exilio eterno...
Dominándose.
¡Volverá pronto, espere... en Navidad!
WERTHER
Suplicando.
¡Charlotte! CHARLOTTE
Sale.
¡En Navidad!
Ella desaparece. Werther desea llamarla de nuevo, pero se contiene, descorazonado, abatido y mirando el camino por el que ella
se ha ido.
WERTHER
Resuelto, después de un momento de profunda desesperación.
Sí, haré lo que me ordena,
para su tranquilidad.
¡Y si la fuerzas me abandonan,
entonces seré yo quien descansará
para siempre!
Pensando, febrilmente.
¿Por qué temblar
ante nuestra muerte?
Caerá el telón, y
pasamos al otro lado.
Misterioso.
A eso le llaman morir.
Sigue pensando.
¿Ofendemos al cielo
por dejar de sufrir?
Cuando un hijo regresa de
un viaje antes de tiempo
lejos de sentir que le
guardan resentimiento
la casa se estremece al
sentir el ruido de sus pasos.
LIBRETO
¡Y el padre, feliz, lo recibe y lo besa!
¡Oh, Dios que me has creado!
¿Serás menos clemente?
¡No! Oculto bajo tus velos, no sabrías
arrojar a la noche a tu hijo infortunado.
Adivinando tu sonrisa
a través de las estrellas
¡volvería hacia ti, perdonado de antemano!
¡Padre! ¡Padre que no conozco,
pero en quien tengo fe
habla a mi corazón... llámame!
Sale.A punto de irse Werther, aparece Sophie, bajo el umbral
WERTHER
Violentamente y con gran emoción.
¡No! ¡Nunca! ¡Adiós!
Se va, precipitadamente
SOPHIE
Muy emocionada, lo llama y corre tras él hasta la carretera. ¡Señor Werther!
Ha desaparecido
por el camino. ¡No está!
Rompiendo a llorar, regresa.
¡Dios mío! ¡Ahora que
estaba tan contenta!
del presbiterio.
Aparece el cortejo de la boda. De todas partes, surge la gente.
SOPHIE
Alegremente.
CHARLOTTE
Viendo a Sophie, se aproxima corriendo a ella.
¡Venga!
El cortejo se aproxima.
¡Y, dicho sin reproches,
solo lo estamos esperando a Ud.!
SOPHIE
Cayendo en brazos de Charlotte.
WERTHER
Brusco.
Perdóneme, pero me voy!
SOPHIE
Sofocada.
¿Se va?
WERTHER
Molesto.
¡Ahora mismo!
SOPHIE
Repitiendo, muy conmovida.
¿Ahora?
Pero seguramente volverá
mañana, luego.
¿Qué sucede?
¡Está llorando! ¡Sophie!
¡Hermana! ¡El señor
Werther se ha ido!
ALBERT
Nervioso.
¡Él!
SOPHIE
¡Y para siempre!
¡Acaba de decírmelo
y se fue como un loco!
CHARLOTTE
Aparte.
¡Para siempre!
ALBERT
Sombrío, observando a Charlotte.
¡Está enamorado de ella!
El cortejo del aniversario atraviesa la plaza. Gritos y aclamaciones.
Mira fijamente la carta que tiene en la mano y la lee.
“Le escribo, desde mi
pequeña habitación…
un cielo gris y cargado, pesa
sobre mí como una mortaja.
¡Y estoy solo, solo, siempre solo!”
24 de diciembre del mismo año, a las cinco de la tarde. El salón
de la casa de Albert. A la Izquierda, una estufa grande en azulejo
verde. Al fondo, el clavicordio, cerca de una ventana.
La puerta de la habitación de Albert a la derecha. A la izquierda,
la puerta de la alcoba de Charlotte. En primer plano, un pequeño
escritorio, una mesa de trabajo y un sillón. Hacia la mitad derecha,
en primer plano, un canapé. Una lámpara encendida, con pantalla, sobre la mesa.
CHARLOTTE
Sola, sentada en la mesa de trabajo, soñando.
¡Werther! ¡Werther!
LIBRETO
¿Quién me hubiera dicho el
lugar que hoy ocupa en mi corazón?
¡Desde que se fue, a pesar
de mí todo me hastía…
Deja caer su labor.
… y mi alma está llena de él!
SOPHIE
La toma por la cintura.
Después de un rato, ha tomado otra carta y la abre. Leyendo.
¿Por qué piensas eso?
“Los gritos alegres de los
niños suben por mi ventana…
y pienso en esos
tiempos tan dulces …
en que sus pequeños
jugaban alrededor de nosotros.
¡Quizás me hayan olvidado!”
¿Estás preocupada por algo?
CHARLOTTE
Soltándose de los brazos de Sophie.
SOPHIE
Sujetándole la mano.
Sí, tu mano está helada
Mirándola a los ojos.
y tus ojos están enrojecidos.
Me doy cuenta.
Se interrumpe, expresivamente.
¡No, Werther, en el recuerdo
de ellos su imagen sigue viva!
Y cuando vuelva...
Pero, ¿Acaso conviene que vuelva?
CHARLOTTE
Apartándose, sonrojada.
¡Ah! ¡Esta última carta me
hiela y me espanta!
¡No es nada!
A veces me siento
algo triste, solitaria.
Pero si mi alma estaba turbada
por una pequeña nostalgia…
Leyendo.
En tono alegre pero forzado.
“Tú me has dicho: en Navidad!
Y yo grité: ¡Nunca!
¡Pronto vamos a saber quién de
los dos decía la verdad!”
Pero si yo no apareciera
ante ti el día fijado.
No me acuses...
¡Solo llórame!
ya no me acuerdo, y ahora
como ves... estoy sonriendo.
Se levanta, temerosa.
SOPHIE
Cariñosa.
¡Lo que necesitas es reír,
volver a reír, como antes!
¡Como antes!
Repitiendo espantada, temiendo comprender.
CHARLOTTE
Para sí, con intención.
Con tus ojos llenos de
encantos, leerás estas líneas
y las humedecerás con tus lágrimas...
¡Oh, Charlotte, y te estremecerás!
¡Como antes!
Repitiendo sin leer.
¡La risa es una bendición,
es alegre, ligera, sonora!
¡Tiene alas, es un ave
de la aurora!
Es la claridad del corazón
que se escapa como rayos.
¡La risa es una bendición,
es alegre, ligera, sonora!
¡Te estremecerás!
Entra sonriente Sophie, llevando en sus brazos los juguetes para la
fiesta de la noche.
Sorprendida, Charlotte esconde, precipitadamente, las cartas que
habla tenido en la mano,
Se levanta, lentamente, como atraída hacia el escritorio, que abre.
¡Estas cartas!
Ay, las leo todo el tiempo,
con tanto deleite.
¡Pero también, qué tristeza!
¡Debería romperlas, pero no puedo!
¡Niña mía!
¡Ah! ¡No hay nadie junto a él!
¡Ni siquiera una demostración
de ternura o de piedad!
¡Dios! ¿Cómo he podido
tener el coraje de imponerle
este exilio y este aislamiento?
Reanudando la lectura.
CHARLOTTE Y WERTHER
CHARLOTTE
Preocupada.
Se deja caer sobre la silla.
¡No me acuses, solo llórame!
ACTO III
Albert no está. A ti no ya se te
ve y papá está muy disgustado.
SOPHIE
¡Buen día, hermana!
¡Vengo con noticias!
Sophie avanza alegremente y deja los objetos sobre el mueble.
En tono de duro reproche.
SOPHIE
Con alegría.
Lleva a Charlotte al sillón y se desliza a sus rodillas.
¡Escucha! ¡Ya tengo edad para
conocer la razón de muchas cosas!
¡Sí! ¡Desde que Werther se fue de
LIBRETO
aquí, todas las caras están sombrías!
Charlotte se estremece.
Pero, ¿por qué dejar sin noticias
Bajando los ojos.
a aquellos que le han sido fieles?
CHARLOTTE
Se libera de los brazos de Sophie, se levanta. Para sí.
¡Todo me habla de él,
hasta esta niña!
SOPHIE
Volviendo a Charlotte.
¡Lágrimas! ¡Oh, perdón!
¡Te suplico!
Sí, cometí un error
al hablarte de esto.
CHARLOTTE
Sin poderse contener.
¡Ve! ¡Déjame derramar
mis lágrimas!
Afectuosamente.
¡Me harán bien, querida mía!
Las lágrimas que no lloramos,
caen en nuestra alma…
y esas gotas obstinadas, golpean
el corazón cansado y triste.
Al fin su resistencia se agota.
El corazón se ahonda, se debilita.
¡Es demasiado grande, nada lo colma!
¡Es demasiado frágil,
cualquier cosa lo quiebra!
¡Todo lo quiebra!
SOPHIE
Asustada.
Créeme, Charlotte,
no te quedes aquí.
Ven a casa, te haremos
olvidar tus preocupaciones.
Cambiando de tono, con alegría.
Papá les ha enseñado a los niños
unos magníficos villancicos de Navidad.
Va a recoger los juguetes que había dejado al entrar.
CHARLOTTE
Aparte, consternada.
¡Navidad! ¡Ah! ¡Esa carta!
Repitiendo, en un tono sombrío.
“¡Si no me ves aparecer
ante a ti, el día fijado…
no me acuses, solo llórame!”
SOPHIE
Volviéndose a Charlotte.
De acuerdo, entonces.
¿Vendrás?
LIBRETO
CHARLOTTE
Sin convicción.
Sí, tal vez.
SOPHIE
Con impaciencia y afecto.
¡No, no, seguro!
CHARLOTTE
Tratando de sonreír.
Seguro... SOPHIE
Insistiendo.
¿De verdad?
CHARLOTTE
Tranquilizándola.
Sí, iré. Lo prometo, pequeña. SOPHIE
Cariñosa.
¿Vendrás?
CHARLOTTE
Sí, iré...
SOPHIE
Se va poco a poco mirando a su hermana con ternura, pero
Charlotte, de repente la llama con un gesto y la abraza con cariño.
¿Vendrás?
CHARLOTTE
Impulsivamente.
¡Ah, ven que quiero
abrazarte otra vez!
Sophie se va. Charlotte sola, se vuelve lentamente hacia la mesa
y dice de manera espontánea.
¡Ah, el coraje me abandona!
¡Señor, Señor!
¡Señor Dios!
He seguido tu ley.
He cumplido mi deber
y quiero seguir cumpliéndolo.
Solo tengo esperanzas en Ti.
¡Aunque la prueba es difícil
y mi corazón muy débil!
¡Señor Dios, Señor Dios!
¡Ay, tú lees dentro de mi alma!
¡Todo la lastima, todo la atemoriza!
¡Ten piedad de mí, ayúdame
en mi debilidad! ¡Dios!
¡Ven a socorrerme!
Escucha mi plegaria...
¡Dios de bondad! ¡Dios fuerte!
¡Oh, Dios de bondad!
¡Solo tengo esperanzas
en Ti, Señor Dios!
Se abre la puerta del fondo y aparece Werther.
Con viveza.
¡Cielos! ¡Werther!
Werther está en la puerta, pálido, desfallecido, apoyándose en la pared.
WERTHER
Con una voz entrecortada y casi sin mirar a Charlotte; dolorosamente,
Sí, soy yo, he vuelto...
y sin embargo, lejos de Ud.,
no he dejado que pase una
hora, un instante, sin decir:…
¡Prefiero morir antes
que volver a verla!
Después, cuando llegó el día
que Ud. había fijado para el regreso
me puse en marcha.
En el umbral de la puerta
todavía me resistía, quería huir.
¡Qué importa ahora todo eso!
¡Aquí estoy!
CHARLOTTE
Conmovida, intentando contenerse y parecer indiferente.
¿Por qué esas palabras tan amargas?
¿Por qué no regresar,
cuando aquí todos lo esperan…
mi padre, los niños...
WERTHER
Acercándose, con curiosidad.
¿Y Ud.? ¿Ud. también?
CHARLOTTE
Evitando las palabras que siente venir de los labios de Werther y
sin responderle.
¡Mire! ¡La casa ha quedado
igual desde que Ud. se fue!
Con ternura.
Al verla así, ¿no le parece
que lo ha recordado?
o que se estremecía con mi dolor.
Cuando su voz
acompañaba a la mía.
CHARLOTTE
Acercándose a la mesa.
¡Cuando su voz acompañaba a la mía!
WERTHER
Yendo hacia la mesa.
Estos libros, sobre los que hemos inclinado
juntos nuestras cabezas tantas veces.
Va hacia el escritorio en el que está la caja con las pistolas.
Y esas armas.
Un día las he tocado con mis manos…
Cada vez más sombrío.
¡Ya estaba impaciente por el
largo reposo al que aspiro!
CHARLOTTE
Sin haber visto ese último movimiento, ha vuelto hacia el clavicordio sobre el que ha tomado un manuscrito. Volviendo a Werther
Y aquí están los versos de Ossian,
que Ud. había comenzado a traducir.
WERTHER
Toma el manuscrito.
Traducir...
¡Ah, cuántas veces mi sueño
volaba sobre las alas de esos versos!
¡Y eras tú, querido poeta, quien
mucho antes, me interpretabas a mí!
Con sentimiento.
¡Toda mi alma está ahí!
Lee.
“¿Por qué me despiertas,
oh brisa de primavera?
Siento tus caricias sobre mi frente
y sin embargo el tiempo de las
tempestades y tristezas está muy cerca.
Con desesperación.
Todo está en su lugar de siempre.
¿Por qué me despiertas,
oh brisa de primavera?
Mañana, el viajero pasará por el valle
con el recuerdo de mi gloria pasada.
Y sus ojos buscarán en vano mi esplendor.
¡No encontrarán más que luto y miseria!
¡Por qué me despiertas,
oh brisa de primavera!”
CHARLOTTE
Tierna y simplemente.
CHARLOTTE
Muy turbada.
WERTHER
Mirando a su alrededor.
¡Sí, veo… aquí no ha cambiado
nada, excepto los corazones!
Con tristeza.
Todo está en su lugar de siempre.
¡No siga! ¡Esa desesperación,
ese duelo, se diría… parece...
WERTHER
Caminando por la habitación.
WERTHER
Aquí está el clavecín que
cantaba mi felicidad
¡Cielos! ¿He comprendido bien?
En esa voz que tiembla... en esos
LIBRETO
dulces ojos llenos de lágrimas...
¿No estoy leyendo una confesión? WERTHER
CHARLOTTE
Estremecida.
CHARLOTTE
¡Basta de remordimientos!
¡No!
¡Ah! ¡Cállese!
WERTHER
WERTHER
Acercándose a Charlotte.
¡Basta de tormentos!
¿De qué sirve seguir engañándonos?
CHARLOTTE
¡Ah! ¡Piedad!
CHARLOTTE
Suplicando.
¡Se lo imploro!
WERTHER
Ardientemente.
¡No! Ambos nos hemos mentido
al llamarnos vencedores
del amor inmortal que se
estremece en nuestros corazones.
WERTHER
No existe nada fuera de nosotros...
Todo lo demás es en vano.
CHARLOTTE
¡Ah! ¡Señor, defiéndeme!
WERTHER
Solo el amor es verdadero,
porque es la palabra de Dios.
CHARLOTTE
¡Werther!
WERTHER
Exaltado.
¡Ah! ¡Ese primer beso,
mi sueño y mi deseo!
Felicidad tan esperada,
que hoy vislumbro.
Y me quema los labios,
aún insatisfechos.
¡Ese beso, pedido
por primera vez!
CHARLOTTE
Enloquecida de amor.
¡Defiéndeme, Señor, de mí misma!
¡Señor, defiéndeme de él!
WERTHER
¡Te amo!
CHARLOTTE
¡Piedad!
WERTHER
¡Te amo!
CHARLOTTE
Cae desfallecida, sobre el canapé.
¡Ah, pierdo la razón!
¡No! ¿Podemos olvidar
todo lo que nos separa?
WERTHER
Aterrado.
¡No! ¡Es imposible!
¡Escúchame! ¡Mi voz te llama!
Vuelve... ¡Serás sagrada
para mí! ¡Vuelve!
¡Nada! Ni una palabra, se ha callado.
¡Está bien! ¡Entonces, adiós!
¡Charlotte ha dictado mi sentencia!
Se dirige hacia la puerta del fondo.
¡Oh, Naturaleza, vístete de duelo!
Tu hijo, tu bien amado,
tu amante va a morir...
¡Llevándose consigo
la eterna tortura!
¡Mi tumba puede abrirse ahora!
Sale.
ALBERT
Entra, preocupado y sombrío.
Werther ha regresado,
Deja su abrigo en un mueble.
lo han visto venir.
Cambiando de tono, confuso.
¿No hay nadie aquí?
La puerta está abierta...
¿Qué sucede aquí?
Mira un momento por la ventana, y ve alejarse a alguien.
Después se dirige hacia la habitación de Charlotte, llamándola.
¡Charlotte!
Más alto con insistencia.
¡Charlotte!
CHARLOTTE
Viendo a su marido.
¡Ah!
Recomponiéndose, enloquecida.
ALBERT
En un tono brusco.
WERTHER
Vuelve en sí, suplicando a Charlotte.
¿Qué tienes?
CHARLOTTE
Cada vez más preocupada.
CHARLOTTE
Decidida.
No es nada...
¡No! ¡No me volverá a ver más! ALBERT
Insistiendo.
¡Me amas!
WERTHER
Pareces agitada, preocupada... ¡Charlotte!
¡Piedad!
LIBRETO
CHARLOTTE
Balbuceando.
¿Aquí?
ALBERT
Sombrío.
¡Responde!
Entra un criado, que trae una carta. Albero se da cuenta de su
presencia y se vuelve hacia él bruscamente.
¿Un mensaje?
Reconoce la caligrafía y observa a Charlotte, fijamente.
¡De Werther!... CHARLOTTE
Grita sin poder evitarlo.
¡Dios!
ALBERT
Con gravedad, lee sin perder de vista a Charlotte.
“Me marcho para un largo viaje.
¿Tendría la bondad de prestarme sus pistolas?”
CHARLOTTE
Para sí, sintiéndose desfallecer.
¡Se va!
ALBERT
Continúa.
“Que Dios los guarde a ambos.”
CHARLOTTE
Aparte, aterrorizada.
CHARLOTTE
Con un tono de margo reproche.
ALBERT
A Charlotte, con frialdad,
CHARLOTTE
Retrocediendo, espantada.
¿Quién? ¿Yo?
¡Perdón!
WERTHER
Insistiendo.
CHARLOTTE
Defendiéndose.
¿Y quién ha estado aquí?
¡Entrégaselas!
¡Yo, yo en sus brazos! ¡Me amas! ¡Me amas!
CHARLOTTE
Rechazándolo.
Se va y tras de sí cierra la puerta de su habitación.
Werther se precipita sobre sus pasos.
ALBERT
Casi violento.
¡Ah! ¡Horrible presagio!
CHARLOTTE
En brazos de Werther.
¡Ah!
WERTHER
Arrojándose a sus pies.
¡Con mi alma desesperada huyo de Ud.!
¡Por última vez, adiós!
CHARLOTTE
Buscando en vano reponerse.
Sí, la sorpresa...
ALBERT
Indiferente y mirándola fijamente.
¡Sin duda!
CHARLOTTE
Como fascinada por la mirada de su marido, va maquinalmente
hacia el escritorio donde está la caja con las pistolas. Para sí.
¡Qué mirada!
Albert va hacia la habitación y antes de entrar mira de nuevo a
Charlotte que, apoyándose con dificultad, da al criado las armas.
LIBRETO
El criado sale. Albert aplasta la carta que tenía en las manos y la
arroja a lo lejos con un gesto de cólera entrando.
Una vez sola, Charlotte se da cuenta de la situación y recoge su
capa que está sobre un sillón.
CHARLOTTE
Con fuerza.
¡Dios! ¡No quieras que
llegue demasiado tarde!
Sale desesperada.
ACTO IV
WERTHER
¡Sigue hablando!
¡Habla, te suplico!
CHARLOTTE
Con profunda emoción.
¿Por qué esas lágrimas?
¿Acaso crees que mi vida
ha terminado en este instante?
¡Ahora comienza, míralo bien!
Pero si se acerca la muerte,
antes de que te envuelva
SOPHIE, NIÑOS
Transportada, y tiernamente.
CUADRO I – LA NOCHE DE NAVIDAD
¡Al menos, te devolveré tu beso!
Lo abraza.
La noche de Navidad. Se ve la villa de Wetzlar a vista de pájaro.
La luna ilumina los tejados cubiertos de nieve. Algunas ventanas se
van percibiendo poco a poco. Nieva. La música continúa hasta el
cambio de decorado.
CHARLOTTE
CUADRO II
LA MUERTE DE WERTHER
WERTHER
Incorporándose un poco.
El despacho de Werther. Un candelabro de tres brazos ilumina
apenas la mesa cargada de libros y de papeles. Al fondo, una amplia ventana abierta a través de la cual se ve la plaza de la villa y las
casas cubiertas de nieve. Al fondo a la derecha una puerta.
La claridad de la luna penetra en la pieza. Solo en primer plano Werther mortalmente herido tendido sobre el suelo cerca de la
mesa. La puerta se abre bruscamente y entra Charlotte. Se detiene
y se apoya contra el quicio de la puerta, como si el corazón se le
parara bruscamente.
CHARLOTTE
Llamando, angustiada.
¡Werther! ¡Werther!
Avanza, con ansiedad.
¡Nada!
Pasando detrás de la mesa, busca y descubre el cuerpo inanimado
de Werther.
Se arroja sobre él, dando un grito de espanto.
¡Dios! ¡Ah, sangre!
Se arrodilla y lo toma en sus brazos.
¡No! ¡No, es imposible!
Con voz sofocada.
¡No puede estar muerto!
¡Werther! ¡Werther!
¡Vuelve en ti!
¡Responde! ¡Responde!
¡Es horrible!
WERTHER
Abre los ojos.
¿Quién habla?
Reconociendo a Charlotte.
Charlotte... eres tú...
Sin voz.
¡Perdóname!
¿Perdonarte, cuando soy
yo quien te ha herido…
cuando yo he derramado la
sangre que escapa de tu herida?
¡No! ¡Tú no has hecho más
que lo justo y lo bueno!
Con un esfuerzo agotador.
Mi alma te bendice por esta
muerte que te conserva inocente...
y me libera del remordimiento!
¡Que tu alma y la mía se
fundan perdidamente!
Que con este beso olvide para
siempre todos los males, las penas...
¡Que olvide todos los dolores!
¡Navidad!
¡Dios nos permite ser felices!
¡La felicidad está en el aire!
¡Todo el mundo está alegre!
Werther, que ha escuchado, erguido, temblando, los grandes ojos
abiertos, se apoya sobre el sillón y se deja caer con un gemido.
CHARLOTTE
Mirándolo, angustiada.
¡Todo, olvidemos todo!
¡Sus ojos se cierran,
su manos se hielan!
Va a morir... ¡Piedad!
VOZ DE LOS NIÑOS
A lo lejos, en la casa del alcalde, entre bastidores, se añadirán
sopranos a los seis niños, para esta última escena solamente.
No quiero, no quiero...
¡Werther, responde...
¿todavía puedes oírme?
WERTHER
Casi suspirando.
Sollozando.
¡Navidad! ¡Navidad! ¡Navidad!
Dulce y tierna estrechándolo.
CHARLOTTE
Enloquecida va hacia la puerta.
CHARLOTTE
Dolorosamente, escuchando.
Con gran emoción.
¡Pero debemos pedir ayuda!
¡Dios! ¡Esos gritos de alegría!
¡Esa risa en este momento tan cruel!
Werther la retiene.
¡No! ¡No llames a nadie!
¡Sería en vano toda ayuda!
Simplemente dame tu mano...
Se apoya en Charlotte y se incorpora sonriente.
¿Ves? ¡No necesito otra
ayuda que la tuya!
Y además, nadie debe venir
a separarnos otra vez.
¡Estamos tan bien así!
Toma su mano.
¡En esta hora suprema estoy feliz
muero diciéndote que te adoro!
CHARLOTTE
Tiernamente apasionada.
¡Y yo te amo, Werther!
Con abandono.
¡Sí, desde el día en que
apareciste ante mis ojos
sentí que nos unía
una cadena imposible de romper!
¡Antes que olvidar
el deber, preferí tu pena
y para no perderme,
Con un sollozo.
ay de mí, te he perdido!
Charlotte va hacia la ventana, pero vuelve rápidamente hacia
Werther.
VOZ DE LOS NIÑOS
¡Ha nacido Jesús! ¡Reyes y pastores
de Israel, he aquí a nuestro Divino Señor!
WERTHER
Se incorpora un poco, en una suerte de alucinación.
¡Ah, los niños... los ángeles! VOZ DE LOS NIÑOS
¡Navidad! ¡Navidad! ¡Navidad!
WERTHER
¡Sí, Navidad, es el
canto de la liberación
es el himno del perdón
que canta la inocencia!
VOZ DE LOS NIÑOS
¡Navidad! ¡Navidad! ¡Navidad!
CHARLOTTE
Se acerca, asustada por el delirio que comienza.
¡Werther!
LIBRETO
WERTHER
Cada vez más alucinado.
¡Entre mis brazos, la muerte
no se atreverá a llevarte!
¡Vivirás! ¡Vivirás!
Murmurando.
¡Ya ves, no tengo más miedo!
WERTHER
En el sillón, con voz entrecortada.
No, Charlotte, me muero...
Charlotte quiere protestar... Werther con gesto resignado.
pero escucha bien...
Allá, en el fondo del cementerio,
hay dos grandes tilos...
Allí es donde quiero
descansar para siempre.
CHARLOTTE
Con voz entrecortada.
¡Cállate, por piedad! WERTHER
Si eso me es negado…
si la tierra cristiana está prohibida
para el cuerpo de un desventurado.
Haz colocar mi tumba junto al
camino, o en el pequeño valle solitario.
El sacerdote pasará
desviando la mirada.
CHARLOTTE
¡Ten piedad! ¡Werther!
LIBRETO
WERTHER
Continuando.
CHARLOTTE
Llamando desesperadamente,
Pero una mujer vendrá
secretamente a visitar al desterrado…
y con una dulce lágrima
caída en su sombra...
el muerto, el pobre muerto,
¡se sentirá bendecido!
¡Ah!
¡Werther!
Débilmente.
¡Ah!
Comprendiendo todo al final.
¡Todo ha terminado!
Su voz se detiene; se esfuerza por respirar; sus brazos se desploman,
su cabeza se inclina... Muere. Charlotte, que no puede creer lo que
ha visto, toma la cabeza de Werther entre sus manos y lanza un
grito de espanto.
VOZ DE LOS NIÑOS
¡Navidad! ¡Navidad! ¡Navidad!
Charlotte cae inconsciente, a los pies de Werther. Fuera, risas vibrantes, brindis de copas, gritos de alegría.
CHARLOTTE
¡Ah!
VOZ DE LOS NIÑOS
A lo lejos.
¡Ha nacido Jesús! ¡Reyes y pastores de
Israel aquí está nuestro divino maestro!...
Pour quoi me reveiller?
“¿Por qué me despiertas,
oh brisa de primavera?
Siento tus caricias sobre mi frente
y sin embargo el tiempo de las
tempestades y tristezas está muy cerca.
¿Por qué me despiertas,
oh brisa de primavera?
Mañana, el viajero pasará por el valle
con el recuerdo de mi gloria pasada.
Y sus ojos buscarán en vano mi esplendor.
¡No encontrarán más que luto y miseria!
¡Por qué me despiertas,
oh brisa de primavera!”
Charlotte
Figurín de Hugo De Ana.
Temporada 2015.
LIBRETO
Orquesta Estable
Teatro Colón
freddy varela montero | concertino
oleg pishenin |
concertino adjunto
Primeros Violines
Natalia Shishmonina
(Solista)
Serdar Geldymuradov
(Suplente Solista)
Angel Randazzo
(Suplente Solista)
Carlos Sanguino
(Suplente Solista)
Amilcar Carfi
Raúl di Renzo
Martha Cosattini
David Bellisomi
Sergio Polizzi
Martín Centeno
Lucrecia Herrero
Daniela Sigaud
Verónica Novara
Myrian Gandarillas
David Coudenhove
Demetrio Grigoriev *
Amarilis Rutkauskas
Carlos Ferreiro Habra *
Rodrigo Beraldi *
Segundos Violines
Fernando Morelli
(Solista)
Sebastián Zoppi
(Solista adjunto)
Nicolás Giordano
(Suplente Solista)
Olga Pinchuk*
(Suplente Solista)
Diego Tejedor
Katharina Deissler *
Roxana Valle
Gabriela Olcese
Alfredo Hess
Luis Sava
Alejandro Beraldi
Valentina González
Anabella Fernández
Violonchelos
Andrés Mouroux
(Solista)
Stanimir Todorov *
(Solista adjunto)
Jorge Bergero
(Suplente Solista interino)
Esdras Campos *
(Suplente Solista)
Néstor Tedesco
Leandro Kyrkiris
Daniel Tavella
Mario Kyrkiris
Nicolás Rossi
Hugo Tagliavini
Cecilia Carnuccio
Federico Wernicke *
Marcela Muollo *
ÓPERA
Violas
Gabriel Falconi
(Solista interino)
Adrián Felizia
(Suplente Solista)
Pablo Hopenhayn *
(Suplente Solista)
Laura Hackstein *
(Suplente Solista)
Rubén Jurado
Cecilia Russo
Jorge Sandrini
Alejandro Varady
Cristina Tonelli
Pablo Fusco
Paula Recondo *
Gonzalo Quecuty *
Contrabajos
Elián Ortíz Cárdenas
(Solista)
Mariano Slaby
(Suplente Solista interino)
Carlos Vega
Ciro Buono
Adrián Valansi
Horacio Cabarcos
Ricardo Cánepa
Felipe Devincenzi *
Matías Cadoni *
Flautas
Jorge de la Vega
(Solista)
Fabio Mazzitelli
(Solista interino)
María Cecilia Muñóz
(Suplente Solista interina)
Martín Auza
(Flautín)
Laura Falcone
Oboes
Rubén Albornóz (Solista)
Gerardo Bondi
(Solista adjunto)
Marcelo Baus (Corno inglés)
Raquel Dottori
Alejandro Lago
Clarinetes
Carlos Céspedes (Solista)
Daniel Kovacich
(Solista adjunto)
Carlos Fernández
(Clarinete Bajo)
Marcelo Ruíz Schulze
Guillermo Astudillo
Sa xo
Marcelo Bidegain *
Tuba
Pedro Pulzován
Fagotes
Oscar Bazán (Solista)
Ezequiel Fainguersch
(Solista adjunto)
Alfredo Ciani (Contrafagot)
Diego Armengol
Abner da Silva *
Timbales
Alexandre Alventosa *
(Solista)
Ramón Gardella *
(Suplente Solista)
Cornos
Domingo Zullo (Solista)
Rodolfo Roson
(Solista interino)
Gastón Frosio *
(Suplente Solista)
Darío Galián *
(Suplente Solista)
Marcos Molo
Gustavo Berri
Pablo Llamazares *
Martcho Mavrov *
Alvaro Suárez Vázquez *
Trompetas
Osvaldo Lacunza (Solista)
Werner Mengel *
(Suplente Solista)
Oscar López Calatayud
(Trompeta Píccola)
Agustina Guidolín
Cristian Martinelli
Percusión
Néstor Astutti
(Placas, Tambor y Accesorios)
Gerardo Cavanna
(Tambor, Suplente de Platillos y
Accesorios)
Florencia Barrientos
(Tambor, Bombo y Accesorios)
Gustavo Alfieri *
(Placas, Suplente de Tambor y
Accesorios)
Martín Mendoza *
Arpas
Silvia Guillermina Sneider
(Solista)
Sarah Solomon Stern
(Solista adjunta)
Celesta
César Bustamante *
Secretario
Operativo
Federico Bondar *
Coordinador
Ricardo Nelson García
Ayudante de
Coordinación
Gabriel Roson *
Músico Copista
Corrector
Claudio Ramos
Federico Taboada
Luthiers
Carlos González (Vientos)
Gervasio Barreiro (Cuerdas)
Archivo Musical
Horacio Lagrassa (Jefatura)
Antonio Battipaglia
(2da. Jefatura)
Técnico afinador
Ricardo Quintieri
* Contratados
Trombones
Henry Bay (Solista)
Abel Larrosa (Solista adjunto)
Ingrid Bay
Adrián Nalli
Enrique Schneebeli
ÓPERA
Coro de Niños
del Teatro Colón
Actores-Figurantes
César Bustamante | director
Integrantes DEL CORO que
intervienen en “Werther”
Figurantes
Principales
Ramiro Camacho
Fritz
Giuliano De Benedicts
Karl
Lucila Loewy
Marianella Nervi Fadol
Luca Palotta
Tomás Sasovsky
Gretel
Clara
Hans
Max
Suplentes
Morena La Vecchia Galán
Melina Schulz
Clara
Gretel
Magdalena Aratta
Mathilde Bauman
María Clara Boccardo
Milagros Caballero
Fiorella De Benedicts
Magdalena Eulnesekian
Avril Fejer
Sara Fernández Videla
Avril Figueroa Quintanilla
Guadalupe Fustinoni
Juan Carlos Fustinoni
Valeria Anastasia Grigorev
Agustina Gutiérrez Casanova
Katerina Ikan
Marcia La Vecchia Galán
María Constanza Leone
María Guadalupe Mancini
Sofía Miño
Lucía Molano
Bernarda Milena Rezelj
Luz María Ríos Giménez
Sol Schneebeli
Natalí Serna
Catalina Sola Klein
Lorenzo Taddeo
Julieta Unrein
Manuel Zlotsky
Actores-Figurantes que
intervienen en “Werther” *
Gastón Ares
Andrés Araya
Gonzalo Argüello
Matias Tisera Fuster
Mario Lescano
Pablo Meneses
Marcelo Odera
Gracián Agustín Quiroga Paez
Maximiliano Regueiro
Luciano Rosini
Martin Segura
Ezequiel Yedro
Acosta Natalia
Florencia Antonucci
Malena Colombo
Estefanía Di Bona
Natalia Giardineri
Ayelén Ibáñez
Belén Jullian
Valeria Montagna
Lucia Fucci
Carla Viola
Actores –Figurantes estables
Emilce Aliscioni
Osmar Di Stefano
Enrique Leyes
coordinador
Oscar Omar Ortiz
asistente de coordinación
Jimena Mangione *
* Contratados
Directora asistente
Helena Cánepa
Coordinacion
Eliana Stürtz
ÓPERA
ÓPERA
Staff Escenotécnico
antonio Gallelli | coordinador
general
Jefe TÉcnico Escenario
Alberto Azzinari
Infraestructura escénica
Arq. Adriana Giugno
CoordinaciÓn de Vestuario
Blanca Ocampo
Luminotecnia
Rubén Conde
ProduccIÓn EscenotÉcnica
Verónica Cámara
Maquinaria escénica
Alberto Azzinari
ProduccIÓn Ejecutiva
Norberto Conde
Peluquería y Caracterización
María Eugenia Palafox
Asistencia de ProduccIÓn
Omar Duca
Pintura y Artesanía Teatral
Claudia Vega
Audio
Federico Guastella
Prevención riesgos escénicos
Alberto Luna
DocumentaciÓn
Arnaldo Colombaroli
Redes y comunicación escénica
Cristian Escobar
Electricidad escÉnica
Ricardo Azzaritti
Sastrería teatral
Stella Maris López
Efectos Escénicos
Ricardo Giménez
Tapicería
Alfredo Arias
Escenografía
Enrique Dartiguepeyrou
Utilería
Carlos Suárez
Escultura
Claudia Valerga
Video
Karina Barresi
Herrería teatral
José Di Pietrantonio
Zapatería
Blanca Villalba
Consejo de Administración
ACOMPAÑAN AL TEATRO COLÓN EN SU
TEMPORADA 2015
COMITÉ EJECUTIVO
Presidente
María M. Taquini de Blaquier
Vicepresidente Primero
Guillermo Ambrogi
Tesorero
Gerardo R. Lo Prete
Vicepresidente Segunda
Nelly Arrieta de Blaquier
Prosecretaria
Lily De Benedetti
Secretario
Jorge Daniel di Lello
Protesorero
Gonzalo Bruno Quijano
VOCALES
Víctor Cañardo
Salvador Carbo
Rodolfo A. Ceretti
Alejandro Cordero
Antonio Estrany Y Gendre
Alicia Farias
Teresa Grüneisen de Maronese,
Eric Guillermo Le Comte
María Inés Llach de Lo Prete
Alejandro Massot
Sergio Meller
Marcelo E. Podesta
Liliana Santarelli de Roux
Mecenas de Platino
Alejandro y María José Massot
En memoria de Susana Crespo
Diario La Nueva Provincia
Susana Romero
Alberto y María Victoria Anchorena
Felisa Rocha de Quesada
ALUAR Aluminio Argentino SAIC
Felipe Acevedo
María Isabel y Jorge Winograd
Ricardo de Aguirre Hita
Anónimos
Roberto Malkassian
Sergio Pedro Brodsky
Hebe Chiesa
Arturo García Rosa y Janina Kook
Leda Bohcali de Karagozian
María Angélica Cáceres Sclauzero
Alejandro L. de Elizalde y Cristina
Fernandes Jahrmann
Ana María A. de Piscitelli
Silvina y Santiago Del Sel
Silvina y Gustavo Glasserman
Héctor Mario Fiori y Sra.
Carlos Fontán Balestra y Sra.
Rodolfo F. Hess y Diana Mihura de Hess
Gerardo R. Lo Prete y Sra.
Irma M. Muslera
Sylvia Olguín
C. M. Pasquetti
José Luis Puricelli & Asoc. Abogados
Roberto Pons y Roxana Rodríguez
Zubrin de Pons
Teresa Tronconi
Anónimos
Pan American Energy Llc
(sucursal Argentina)
Nelly Arrieta de Blaquier
Anónimo
Mecenas de Oro
Alejandro Cordero
Mecenas de Plata
Lily De Benedetti
Teresa Aguirre Lanari de Bulgheroni
Banco Galicia
Anónimo
Adherentes Benefactores
Itaú
Teresa Grüneisen de Maronese
María Isabel Sirito
Adherentes Protectores
Marta Chopitea de Carbó
Paolo Rocca
Martín Gaing
Susana Mitjans de Closa
Rafael Galanternik
Juan José Luis Piana
Salvador Carbó
Jean Dominique Zigliara
Carlos E. Zeni y Lila B. Rodriguez Diez
de Zeni
Noemí Lamuraglia
Anónimo
Adherentes Patrocinadores
Sergio E. Meller
Liliana y Julián Roux
Adherentes Contribuyentes
Irma C. de Aberastury e Inés Aberastury
María Martha Rivero Haedo de
Blaquier
María de Tezanos Pinto de Eijo
Germán y Mónica de Elizalde
Maita Barrenechea
Luisa Atucha
Graciela Ball
Ana María Baudrix
Ana María Berti
Susana Braun de Santillán
Víctor Cañardo
Carmen y Ramón Jueguen
Jacqueline Larivière
Liliana Lewis de Martínez Castro
Irma Piano de Alonso
Mario Ricci
Rodolfo A. Roballos
León Chaita
Héctor Luis Freyre
SPONSORS BENEFACTORES
Agradecimientos
Cassagne & Asociados
Ford Argentina S.A.
Funes de Rioja & Asociados
EL TEATRO AGRADECE A RADIO CULTURA LA DIFUSIÓN
ACOMPAÑAN AL TEATRO COLÓN EN SU
ABONO ESTELAR
SPONSORS DE LA TEMPORADA DE ÓPERA
SPONSOR DEL INSTITUTO SUPERIOR DE ARTE
SPONSORS DE LA TEMPORADA DE BALLET
SPONSOR DEL FESTIVAL DE MÚSICA Y REFLEXIÓN
EL TEATRO AGRADECE A
POR SU APOYO A LA TEMPORADA DE ÓPERA
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EN A
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VALOR DE VENTA: $70
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EJEMPLAR DE USO INTERNO. PROHIBIDA SU VENTA.
WERTHER
JULES MASSENET
ÓPERA | Temporada 2015
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