WERTHER JULES MASSENET ÓPERA | Temporada 2015 JEFE DE GOBIERNO Mauricio Macri VICE JEFA DE GOBIERNO María Eugenia Vidal JEFE DE GABINETE Horacio Rodríguez Larreta MINISTRO DE CULTURA Hernán Lombardi DIRECTOR GENERAL Y ARTÍSTICO Darío Lopérfido TEATRO COLÓN DIRECTOR GENERAL Y ARTÍSTICO Darío Lopérfido DIRECTOR DE PRODUCCIÓN ARTÍSTICA Guillermo Scarabino DIRECTORA EJECUTIVA Mónica Freda DIRECTORA ESCENOTÉCNICA María Cremonte DIRECTOR VOCAL Y GERENTE GENERAL Carlos Lorenzetti DIRECTORA GENERAL TÉCNICA, ADMINISTRATIVA Y LEGAL Carolina Clavero DIRECTORA VOCAL Eugenia Schvartzman DIRECTOR VOCAL Hugo Gervini DIRECTORA DE ESTUDIOS MUSICALES DIRECTOR DEL CORO DE NIÑOS DIRECTOR DEL CORO ESTABLE DIRECTORA GENERAL DE RECURSOS HUMANOS DIRECTOR DEL BALLET ESTABLE DIRECTOR GENERAL DE PLANEAMIENTO Eduviges Picone Miguel Martínez Maximiliano Guerra DIRECTOR DE LA ORQUESTA FILARMÓNICA DE BUENOS AIRES César Bustamante Elisabeth Sarmiento Cristian Mealla Enrique Arturo Diemecke DIRECTORA DE RELACIONES INTERNACIONALES DIRECTOR DEL CENTRO DE EXPERIMENTACIÓN DIRECTOR TÉCNICO OPERATIVO DIRECTOR DEL PROGRAMA COLÓN CONTEMPORÁNEO DIRECTORA DE AUDITORÍA INTERNA DIRECTOR DEL INSTITUTO SUPERIOR DE ARTE A/C DIRECTORA DE CONTROL DE GESTIÓN Miguel Galperín Martín Bauer Claudio Alsuyet Zulema Scarabino Juan Manuel López Castro Isabel Valente Manuela Cantarelli Matías Cambiasso | Coordinador General de Escenario Hugo García | Jefe de Prensa Daniel Varacalli Costas | Publicaciones WERTHER Ópera en cuatro actos (1892) MÚSICA DE JULES MASSENET (1842-1912) Libreto de Édouard Blau, Paul Milliet y Georges Hartmann, basado en Las penas del joven Werther, de Johann Wolfgang Goethe Nueva producción del Teatro Colón Cantada en francés. Sobretitulada en español Ira Levin | dirección musical Hugo De Ana | dirección Hugo De Ana | diseño de escena de escenografía, vestuario e iluminación Patricia Frini | asistente de dirección de escena Verónica Cámara | asistente de escenografía Cristina Acetti | asistente de vestuario Claudia Vega | asistente de ambientación César Bustamante | director del coro de niños La ópera se presenta en dos partes. Actos I y II: 70 min. aprox. Intervalo: 25 min. Actos III y IV: 55 min. aprox. Duración total: 2 hs.30 min. aprox. FUNCIONES ABRIL Martes 14 a las 20 Jueves 16 a las 20 Viernes 17 a las 20 GA Gran Abono AV Abono Vespertino BEBER CON MODERACION. PROHIBIDA SU VENTA A MENORES DE 18 AÑOS. GA FE ANT Sábado 18 a las 20 Domingo 19 a las 17 Martes 21 a las 20 FE Función Extraordinaria FE AV ANN ANT Abono Nocturno Tradicional ANN Abono Nocturno Nuevo ÓPERA Eduviges Picone | directora de estudios musicales Susana Frangi, Cecilia Fracchia, Guillermo Salgado | maestros preparadores Leonardo Marconi, Iván Rutkauskas | maestros de escenario Susana Frangi | maestro apuntador Jorge Ugartamendía | asistencia musical de luces y proyecciones Mónica Zaionz | traducción y adaptación para sobretitulado Annunziata Tomaro | asistente del director musical Maestros preparadores del repertorio lírico Irene Amerio, Marcelo Ayub, Guillermo Brizzio, Reinaldo Censabella, Bruno D’Astoli, Cecilia Fracchia, Susana Frangi, Leonardo Marconi, Miguel Martínez, Horacio Rogner, Iván Rutkauskas, Guillermo Salgado, Elvio Suárez, Jorge Ugartamendía, Cecilia Varela Coordinadora de Dirección de Estudios Musicales Edith Claudia Morales Coordinador de Artistas y Maestros Sebastián Nicolás Asistente de Coordinación Luciana Zambarbieri REPARTO WERTHER Mickael Spadaccini (14, 17, 19, 21) Gustavo López Manzitti (16, 18) Charlotte Anna Caterina Antonacci (14, 17, 19, 21) Clementine Margaine (16, 18) Sophie Jaquelina Livieri (14, 17, 19, 21) Oriana Favaro (16, 18) Albert Hernán Iturralde (14, 17, 19, 21) Cem Beran Sertkaya (16, 18) Bailli Alexander Vassiliev Johann Fernando Grassi Schmidt Santiago Burgi (14, 17, 19, 21) Iván Maier (16,18) Bruhlmann Norberto Marcos Kätchen Cecilia Pastawski ORQUESTA ESTABLE DEL TEATRO COLÓN CORO DE NIÑOS DEL TEATRO COLÓN Coordinación General del Escenario Matías Cambiasso Coordinadores principales Marcelo Mora- Juan Carlos Zambarbieri Ayudante de coordinación Rodrigo García ÓPERA DISPOSICIONES GENERALES - El Teatro Colón se reserva el derecho de cambiar las fechas de las funciones, programas o elencos por razones de fuerza mayor, en cuyo caso informará oportunamente sobre la reprogramación realizada. Las entradas no tienen cambio ni devolución. - Se solicita al público apagar por favor los teléfonos celulares o cualquier equipo con alarma o radiollamada antes del comienzo de la función. - No está permitido el uso de cámaras fotográficas y filmadoras en la sala. - Una vez comenzada la función el público no podrá entrar a la sala, salvo en los momentos de pausa o intervalo y con la guía del personal del Teatro. ÓPERA Ira Levin Director de ORQUESTA E s reconocido por su versatilidad como director de repertorio operístico y sinfónico. También es pianista y compositor. Ha realizado más de 1.000 actuaciones en alrededor de 60 óperas. Actuó al frente de orquestas como la Staatskapelle Dresden, la Gewandhaus de Leipzig, la Orquesta Museum de Fráncfort, Sinfónica de Düsseldorf, Filarmónica de Duisburg, la Orquesta Bruckner de Linz, la Staatskapelle Badische de Karlsruhe, la Filarmónica de Bremen, la Orquesta del Conservatorio de La Haya, la Orquesta Sinfónica Nacional de Portugal en Lisboa, al Filarmónica de Buenos Aires y la del Estado de Mexico, y en la Ópera de Dublín, la Ópera de Montpellier, la Ópera de Oslo, la Opera Norrlands en Suecia, Suecia, la Ópera de Ciudad del Cabo, entre otras. Nacido en Chicago, comenzó sus estudios de piano a los nueve años y entró al programa de música de la Northwestern University. A los 17 tomó clases de piano con Jorge Bolet en la Universidad de Indiana y luego continuó sus estudios con él en el Instituto Curtis de Filadelfia, donde fue su asistente además de estudiar dirección de orquesta con Max Rudolf y participar en interpretaciones de la Sinfonía “La edad de la ansiedad” de Leonard Bernstein dirigidas por el compositor. Fue asistente de Michael Gielen en 1985 en la Ópera de Fráncfort, donde debutó con Fidelio y permaneció hasta 1988. Fue director principal de la Ópera de Bremen (1988-1996) y director principal conductor en la Deutsche Oper del Rin, luego en Düsseldorf-Duisburg (1996-2002). En 2002 debutó en la Semper Opera de Dresde con Tristán e Isolda. Fue responsable del estreno alemán de Maskarade de Nielsen en la Ópera de Kassel. Entre 2001 y 2005 fue director artístico del Teatro y la Orquesta Municipal de San Pablo, Brasil. Entre 2007 y 2010 fue Director artístico y musical del Teatro Nacional en Brasilia. En 2010 y 2012 grabó con la Orquesta Sinfónica de Londres dos compactos con música de Michael Colina. En 2014 grabó en Glasgow con la Royal Scottish National Orchestra el Requiem de Colina. En la temporada 2011 dirigió Lohengrin y un concierto con la Orquesta Estable del Teatro Colón, y en 2012 la ópera Edipo de George Enescu. En 2013 se hizo cargo de la dirección de las óperas Aleko y Francesca da Rimini, de Rachmaninov; La mujer sin sombra y Un ballo in maschera. Actualmente es Principal Director Invitado de la Orquesta Estable del Teatro Colón. En la temporada 2014 dirigió el estreno continental de Calígula de Detlev Glanert, Idomeneo de Mozart y Madama Butterfly de Puccini; además de dirigir la Filarmónica de Buenos Aires, con la que estrenó mundialmente sus Cuatro piezas para orquesta basadas en Rachmaninov. ÓPERA Hugo De Ana Director de escena, diseño de escenografía, iluminación y vestuario N ació en Buenos Aires. Se graduó en la Escuela de Bellas Artes Ernesto de la Cárcova como Profesor de Artes Visuales y Diseño de Indumentaria para Cine y TV. Ingresó al Teatro Colón como Director Técnico y Productor Ejecutivo. Durante esta época tuvo a su cargo las puestas de Turandot de Puccini, Werther de Massenet, Don Carlo de Verdi, Cavalleria Rusticana de Mascagni, Pagliacci de Leoncavallo y La carrera del libertino de Stravinski. En 1984, comenzó un gran período de colaboración con el Teatro de la Zarzuela de Madrid y la Opera del Liceu de Barcelona, donde realizó las puestas de Armida de Gluck, Andrea Chénier de Giordano, La valkiria de Wagner, La Bohème de Puccini, Ermione de Rossini y Otello de Verdi. Su debut en Italia se produjo con la puesta en escena de dos títulos de Rossini: Moisés en Egipto en Bolonia y Ermione en Roma, ambos en 1990. Llevó a escena más de sesenta producciones para Stuttgart, Long Beach, San Pablo, Río de Janeiro y Milán. En 1992, fue responsable de la dirección escénica de Don Carlo de Verdi, en la Deutsche Oper de Berlín; Lucrezia Borgia de Donizetti y Don Carlo de Verdi, en el Covent Garden, entre otras. En Santiago de Chile presentó Los cuentos de Hoffmann de Offenbach, y obtuvo -durante tres años consecutivos- el premio como mejor director escénico. Más tarde siguieron las puestas de Los cuentos de Hoffmann de Offenbach, en Verona, Génova, Lille y Catania; Carmen de Bizet, en Lille, Treviso, Génova y Venecia; Sansón y Dalila de Saint Saëns, en Macerata, Génova y Catania; entre otros. También tuvo a su cargo las puestas de La Fiamma y Marie Victoire de Respighi, en Roma; y El Cid en Sevilla y Washington, con Plácido Domingo; Lucrezia Borgia, Sansón y Dalila, Il Trovatore y La forza del destino en La Scala de Milán, dirigiendo Riccardo Muti los dos últimos títulos. La crítica italiana le otorgó el Premio Abbiati en dos oportunidades: por su dirección escénica de Iris, Turandot y Los cuentos de Hoffmann, en 1997, y por su Don Carlo para el Teatro Real de Madrid, en 2001. Obtuvo el Opera Award en 2002 por su puesta de La forza del destino y en 2004 por su concepción escénica de Fausto de Gounod. En mayo de 2010 puso La Bohème para las funciones de reapertura del Teatro Colón, mientras que en 2012 estuvo a cargo de la dirección de escena, diseño de escenografía, iluminación y vestuario de La Forza del Destino de Verdi y en 2014 Madama Butterfly de Giacomo Puccini. ÓPERA Mickael Spadaccini TENOR “La entrada de los artistas” N ació en 1984 en Charleroi, Bélgica. Estudió con Mirella Freni y en la Academia Verdi con Carlo Bergonzi. En 2006 se graduó en el Conservatorio de Lieja, con el maestro Nicolas Christou. En 2007 cantó Pinkerton en Madama Butterfly en la Ópera de Besançon (Francia). En 2008 cantó Ismaele en Nabucco en Reggio Emilia bajo la batuta de Michele Mariotti con Dimitra Theodossiu y puesta de Daniele Abbado. El mismo año debutó en Cremona y en otras salas del Circuito Lombardo (Bérgamo, Como, Brescia, Pavia) en el papel de Don José en Carmen, dirigido por Roberto Frizza. En 2009 debutó en Gante (Bélgica) como Werther en versión de concierto y cantó Don José en Carmen en la Ópera de Magnitogorsk, el Duque de Mantua en Rigoletto en el Festival de Terni (Arena Romana), Radamès en Aida en el festival al aire libre de Lieja y Bruselas, dirigido por Giuliano Betta y Alfredo en La traviata en el Festival delle Terre Verdiane. En 2010 debutó el personaje de Cavaradossi en Tosca y de Maurizio en Adriana Lecouvreur en la Ópera de Kosice, República Eslovaca. Sus compromisos más recientes han abarcado: Edgardo en Lucia di Lammermoor, Erik en El holandés errante y Riccardo en Un Ballo in maschera en Saarbrücken y el rol titular de Los cuentos de Hoffmann en Como, Brescia, Pavia, Cremona, así como Tosca en Saarbrücken. Este es su debut en el Teatro Colón. Gustavo López Manzitti TENOR N ació en Buenos Aires. Sus maestros de técnica vocal fueron Carlos Guichandut, Giovanni Consiglio, Peter Elkus, David Christopher, Nino Falzetti, María Rosa Farré y Horacio Amauri. Realizó la carrera de piano en el Conservatorio Nacional “Carlos Lopez Buchardo” y estudió armonía, composición y dirección orquestal con Irma Urteaga y José Martí Llorca. Entre sus presentaciones cabe mencionar el concierto “A Night of Stars” en Opera Tampa invitado por el barítono Sherrill Milnes en 2011 y designado por Plácido Domingo como revelación de la temporada. Sus interpretaciones incluyen los roles de Chénier (Ópera Real de Estocolmo), Turiddu y Canio en Cavalleria rusticana y Pagliacci (Sarasota Opera, Virginia Opera, Teatro Argentino de La Plata, Windsor Symphony de Ontario y Atlantic Coast Opera Festival), Jacopo en I due Foscari (Teatro Colón, en el Coliseo), Carlos en Don Carlos, versión original en francés (Sarasota Opera), Manrico en El trovador (Orlando Opera, Virginia Opera, Opera Tampa, Anchorage Opera y Teatro Argentino), Cavaradossi en Tosca (New York Grand Opera, Opera Tampa, Opera Delaware), Don José en Carmen (Grand Théâtre de Qué- bec en Canadá, Teatro Argentino de La Plata, Teatro Solís de Montevideo, Opera Delaware, Tulsa Opera), entre otros. Cantó asimismo en las óperas de Virginia, Tampa y Real de Estocolmo. En el Teatro Colón ha cantado Igoletto, Carmen, I Lombardi, Doña Francisquita, Armida, Mahagonny y Maldoror, y últimamente Simón Boccanegra en la temporada 2011, el estreno de Bebe Dom o La ciudad planeta de Mario Perusso en la temporada 2013 e Idomeneo en 2014. ÓPERA Anna Caterina Antonacci Jaquelina Livieri Mezzosoprano G anadora de los premios del Concurso Internacional de Voces Verdianas de Parma en 1988, el Concurso Maria Callas y el Concurso Pavarotti. Pasó del Rossini brillante de sus años iniciales al Rossini serio con Mosè in Egitto, Semiramide, Elisabetta, regina d’Inghilterra y Ermione. Sumó luego a su repertorio las reinas de Donizetti, las mozartianas Elvira, Elettra y Vitellia, y finalmente Gluck. Armida, con la puesta de Pier Luigi Pizzi y dirigida por Riccardo Muti, abrió la temporada 199697 de la Scala. Siguió Alceste, en Parma y Salzburgo, y Medea de Cherubini (en Tolosa y en el Teatro del Châtelet en París. En 2003 triunfó como Casandra en Los troyanos en el Châtelet con John Eliot Gardiner, siguiendo los pasos de Régine Crespin. Triunfó con La Juive y Carmen (respectivamente en el Covent Garden con Pappano y en la Opéra Comique con Gardiner); luego hizo Agrippina y Rodelinda de Haendel, Poppea en Munich y Nerone a París, encarnaciones que generaron la inspiración para Era la notte, un unipersonal en torno al Combattimento, que hizo en gira. Últimamente, la colaboración con Donald Sulzen ha llevado a Antonacci a concentrarse en la melodía italiana (Tosti, Respighi) o francesa (Fauré, Debussy, Reynaldo Hahn). En 2013 se presentó en La voz humana y dos conciertos con Penélope de Fauré y Sigurd de Reyer seguido de Carmen en el Covent Garden con Roberto Alagna, así como Casandra en Los troyanos en la Scala dirigida por Antonio Pappano. En el Teatro Colón se presentó en Ermione de Rossini en la temporada 1992, y en 1996 en L´incoronazione di Poppea, con René Jacobs. Soprano N ació en Rosario y es egresada del Instituto Superior de Arte del Teatro Colón. Debuta en la ópera a los 16 años en el rol del paje del Duque en Rigoletto. En 2007, interpreta el rol de Frasquita de Carmen. En el 2008 desempeña el rol de Adina en L´elisir d´amore. En 2009 el rol de Giulietta de La Schiava Liberata. En el 2012 interpretó el rol de Oscar de Un Ballo in maschera Oriana Favaro Clémentine Margaine Soprano Mezzosoprano E n 2009 fue revelación clásica ADAMI y obtuvo el premio especial del jurado de Marmande en 2010. En 2011 ese consagró revelación lírica del año en las “Victoires” de la música clásica y obtuvo el sexto premio en el concurso Reina Elisabeth. En 2012 recibió el premio Nadia y Lili Boulanger de la Academia de Bellas Artes así como el premio europeo de la cultura otorgado por el canciller Helmut Schmidt en Berlín. Integró a partir de 2012 la compañía de la Deutsche Oper de Berlín con la que asumió los roles de Carmen, Maddalena (Rigoletto), Frederica (Luisa Miller), Princesa ÓPERA Clarice (El amor por tres naranjas, Prokofiev, puesta de Robert Carsen), Isaura (Tancredi, Rossini, dirección de Alberto Zedda), Anna (Los troyanos, Berlioz, dirigida por Donald Runnicles), entre otros. También canta lieder y ha realizado recitales con el pianista Emmanuel Christien o con su hermana Sarah Margaine en el Festival de Saint Guilhem. Sus compromisos recientes incluyen Orfeo en Orfeo y Eurídice de Gluck en el Festival de Beaune, Anna en Los troyanos en la Ópera de Marsella, Shéhérazade de Ravel en la Ópera de St. Etienne, el Cuerno maravilloso del joven de Mahler y Marguerite en La condenación de Fausto de Berlioz, ambas en la Deutsche Oper de Berlín dirigida por Donald Runnicles. Desarrolla su carrera en Francia, Alemania y Estados Unidos, donde hizo Carmen en la Ópera de Dallas, dirigida por Emmnanuel Vuillaume. Este es su debut en el Teatro Colón. y Susanna de Las bodas de Fígaro. En el 2013 interpretó una Beata en Bebe Domde Perusso. En el 2014 interpretó el rol de Norina de Don Pasquale, Gilda de Rigoletto y Musetta de La Bohème. En 2007 obtiene el Tercer premio del “Primer Concurso de interpretación de la canción de cámara argentina” organizado por Argentmúsica y el “Premio Fundación Encuentros, a la mejor intérprete de música argentina contemporánea”. En 2009 obtiene el Primer premio en el “Xº Concurso Bienal Juvenil 20092010”, en 2010 resulta finalista del concurso Adamis Iris Corradeti (Padova, Italia). En 2011 obtiene el 1º Premio en el 1er Concurso Internacional de Música Vocal de Cámara de Bahía Blanca. En 2012 obtiene el 1º Premio en el Primer Festival Internacional de Canto Lírico “Laguna Mágica” 2011 y el 3º Premio en el Concurso Internacional de Canto del Teatro Colón. En la temporada 2011 hizo el papel de Papagena en La flauta mágica y en 2014 Nannetta en Falstaff. N ació en Buenos Aires y es licenciada en Historia del Arte por la UBA. Realizó estudios de piano con maestros particulares y comenzó su formación en canto con Mónica Boffino, luego con Nino Falzetti, Ricardo Ortale y Luis Gaeta. Es alumna del Instituto Superior de Arte del Teatro Colón y egresada del Ópera Estudio del Teatro Argentino de la Plata. Estudió repertorio con Susana Cardonnet y Eduviges Picone. Obtuvo la beca del Fondo Nacional de las Artes y es becaria de la Fundación Música de Cámara. Interpretó los roles de Belinda (Dido y Eneas), Frasquita (Carmen), Pamina (La flauta mágica), Dafne (Apolo y Dafne), Adina (L’elisir d’amore) en el Teatro Municipal de Temuco, Chile. En el Teatro Argentino de la Plata interpretó el rol de Aksinya (Lady Macbeth de Mstensk), Sophie (Werther) y Corina (Il viaggio a Reims). Para Buenos Aires Lírica cantó Micaela (Carmen) y Fiordiligi (Così fan tutte), Marie (La hija del regimiento) para la ópera de Bahía Blanca y Teresa (La casa sin sosiego de Gerardo Gandini). Durante 2013 fue parte del espectáculo Bromas y lamentos. Recientemente interpretó a Donna Anna en Don Giovanni y Julieta en Romeo y Julieta, en la temporada de Buenos Aires Lírica. En el Teatro Colón cantó en Las bodas de Fígaro y en La mujer sin sombra en la temporada 2013. ÓPERA Hernán Iturralde Alexander Vassiliev Bajo-barítono E studió en la Musikhochschule für Musik de Karlsruhe con Aldo Baldin. Tomó clases magistrales con E. Schwarzkopf, H. Winkler y H. Höll. Su debut europeo tuvo lugar con la Pequeña misa solemne, bajo la dirección de Helmuth Rilling. Integró las óperas de Giessen, Leipzig y Stuttgart, esta última elegida por cuatro temporadas consecutivas (1999 -2002) como “Teatro de ópera del año” por la crítica europea. Interpretó los roles principales de Don Giovanni, Las bodas de Fígaro, La flauta mágica, La bohème, Turandot, La Cenerentola, El cazador furtivo, Un ballo in maschera, Simon Boccanegra, Los maestros cantores de Nurenberg, Tannhäuser y El ocaso de los dioses. Recibió los primeros premios en los concursos Luciano Pavarotti y de la Freundeskreis der Musikhochschule en Karlsruhe. Realizó presentaciones en diversos países de Europa y América. Ha cantado en Munich, Zurich, San Francisco, Filadelfia, Cincinnati, Opéra Comique de París, Festival de Bregenz y Castillo Esterhazy en Austria, Islas Canarias, Río de Janeiro, Teatro Municipal de Santiago de Chile, Teatro Real de Madrid, etcétera. En 2009 fue distinguido por la Fundación Konex como uno de los cinco mejores cantantes masculinos de la Argentina de la última década. En el Teatro Colón intervino en el estreno americano de Prometeo de Luigi Nono y en Elektra (Orestes) en la temporada 2014. Esta temporada cantó en la Novena sinfonía de Beethoven. Bajo N ació en San Petersburgo en 1971. Estudió con Evgueni Nesterenko en el Conservatorio Chaikovski de Moscú, antes de incorporarse al Opera Studio de la Ópera del Estado de Baviera en Munich. Sus primeros compromisos incluyeron contratos con las casas de ópera de Friburgo, Braunschweig y Colonia. En 2008 fue co-fundador y es actual director artistic del festival de música de cámara Klassikfest Kaiserstuhl en Ihringen. Durante sus últimas temporadas, debutó como Gurnemanz César Bustamante Cem Beran Sertkaya Director del Coro de Niños Barítono N ació en 1981 en Ankara, Turquía. Su carrera profesional como cantante comenzó luego de su graduación en la Facultad de Artes Musicales y Escénicas de Bilken en 2003. Ganó el primero y segundo premio en varios concursos de canto. A partir de 2004, tomó parte de varias producciones en las óperas de Ankara, Estambul, Antalya e Izmir y se presentó con orquestas ÓPERA sinfónicas en Turquía. En 2010 ganó la beca “Savonlinna Music Academy Masterclass“, que le dio oportunidad de estudiar con el maestro Tom Krause. También ganó becas para la Aspen Music School (Colorado, EE.UU.) para el festival de junio 2012. Intervino en Norma de Bellini (Oroveso), Carmen (Toreador), L’elisir d’amore (Belcore); en tres títulos de Händel: Deidamia (Licomede), Imeneo (Argenio) y Tamerlano (Leone); La creación de Haydn, Cavalleria Rusticana (Alfio), Così fan Tutte (Don Alfonso), Requiem de Mozart, Carmina Burana de Carl Orff, Madama Butterfly (Bonzo) y La notte di un Nevrastenico (El neurasténico) de Nino Rota. Este es su debut en el Teatro Colón. en Lübeck, cantó Fasolt en El oro del Rin en Halle, Rychtar en Jenufa en el Teatro Real de la Monnaie, Bruselas. Debutó también en la Scala de Milán, en La mujer sin sombra. En 2013 ganó el primer premio del Concurso Internaional de Canto de Tenerife. En la temporada 2014/2015 ha interpretado tres operas de Rachmaninoff en Bruselas. Previamente se había presentado en cinco producciones en la Nederlandse Opera, con títulos como Lady Macbeth de Msensk, La mujer sin sombra y La zorrita astuta. Se ha presentado regularmente en el Grand Théâtre de Ginebra, en La Bohème (Colline), Las bodas de Fígaro (Bartolo) y el guardabosques en La zorrita astuta. También ha sido invitado al Teatro Mariinski de San Peterburgo, y a Düsseldorf, Essen, Bolonia, Roma, Nancy, Montpellier, París, el Festival de Ópera de Munich, el Festival d’Ile de France y en 2009 al Royal Opera House Covent Garden, donde cantó el rol de Pan Golova en Cherevichki de Chaikovski. Este es su debut en el Teatro Colón. S e graduó como Licenciado en Dirección Coral y Profesor Superior en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), recibiendo el premio Joaquín V. González a los mejores promedios. Actualmente en dicha casa de estudios se desempeña como titular de las materias Audioperceptiva III y IV. Realizó estudios de piano con Nora Pons (San Nicolás) y Susana Romé (La Plata), entre otros docentes. Realizó junto a la Doctora Silvia Malbrán becas de investigación sobre Bajo continuo para la UNLP y sus publicaciones recibieron distinciones, entre otras, de la Asociación de Universidades del Grupo Montevideo. Fue asistente de dirección y bajo continuista (clave y órgano) de la Sociedad Händel de Buenos Aires. Es habitualmente convocado como jurado de diversos concursos docentes y certámenes especializados en dirección coral, canto, pedagogía musical y también para el dictado de cursos de perfeccionamiento para docentes y de posgrado en las áreas de Armonía e Improvisación. Dirigió la Iniciación al Canto Coral (ICC) del Teatro Argentino de La Plata desde el año 2006 al 2010. Es convocado como pianista de audiciones y ensayo de espectáculos extranjeros para la productora T4f, desempeñándose también como director de orquesta sustituto (El fantasma de la Opera, La bella y la bestia de Disney entre otros). Como bajo continuista ha actuado junto a las orquestas del Teatro Argentino de La Plata, Sinfónica Nacional, Orquesta de Radio Nacional, Orquesta Sinfónica y Coro Polifónico de Santa Fe, entre otras. Fue Director de Estudios del Teatro Colón. ÓPERA Las razones de la “Werthermanía” COMENTARIOS Por Carlos Singer Johann Wolfgang Goethe D urante la feria de otoño de Leipzig de 1774 se publicó la novela Die Leiden des jungen Werthers (que podría traducirse como Los padecimientos del joven Werther), que Johann Wolfgang von Goethe (1749-1832) había escrito en apenas seis semanas del invierno de ese mismo año. Tan lejos estaba su autor de suponer el inusitado furor que su trabajo generaría dentro del mundo literario que el lanzamiento se realizó sin que en él constara el nombre de su creador. Subsanado este detalle en una segunda edición, llevada a cabo casi de inmediato, la obra fue rápidamente traducida al francés, inglés, italiano, ruso, español, holandés y sueco, suscitando enorme admiración, convirtiendo al autor en una celebridad internacional y desatando una verdadera werthermanía, con la idealizada imagen del torturado personaje en ÓPERA infinidad de artículos (desde platos y tazas hasta parasoles, bufandas e incluso papel para empapelar) y multitud de jóvenes vistiendo el frac azul, el chaleco amarillo y las botas del protagonista, imitando sus gestos e incluso –en casos extremos− llegando algunos a suicidarse acorde al ritual descrito por Goethe. El relato está organizado como una serie de cartas de Werther a su amigo Wilhelm detallando su irrefrenable pasión por una muchacha llamada Charlotte, comprometida con otro hombre, y la profunda desesperanza que a la postre lo llevará al suicidio. Un narrador aparece solo hacia el final para contar los últimos días de Werther. Considerada como la primera gran novela trágica y un paradigmático ejemplo de ese preludio al romanticismo que fue el movimiento artístico conocido como Sturm und Drang (“Tormenta e ímpetu”) la obra tiene bastante de autobiográfica. Durante las prácticas que realizó, como joven abogado, en la Cámara Imperial de Wetzlar en 1772, Goethe se sintió fuertemente atraído por Lotte (o Charlotte) Buff, la prometida de un colega, encontrando como única salida a esa pasión no correspondida el abandonar de inmediato el lugar. Ese mismo año un amigo común, tras otro amor frustrado, se suicidó con una pistola que le facilitó el novio de Lotte. Fusionando ambas historias el escritor alemán creó Werther, reconociendo años después que le sirvió de catarsis: “maté al héroe para salvarme yo mismo”. El compositor F igura dominante de la ópera francesa de finales del siglo XIX y comienzos del XX, Jules Émile Frédéric Massenet nació en Montaud, cerca de Saint-Étienne, el 12 de mayo de 1842 y falleció en París el 13 de agosto de 1912. Inició su producción lírica en 1867, tuvo un primer éxito en 1881 con Hérodiade pero alcanza fama y renombre primero local y luego internacional con el estreno en la Ópera-Comique de París el 19 de enero de 1884 de Manon, a la que seguirá más de una treintena de títulos. Su equilibrada mezcla de dulzura lírica y fervor dramático le otorgan a sus obras un sabor peculiarmente francés. Creador prolífico y fluido, su lenguaje apegado a las tradiciones y desde cierto punto de vista algo convencional concitó reacciones encontradas de la crítica pero el éxito popular, así como los beneficios económicos, nunca lo abandonaron y sus obras más difundidas, Manon y Werther, acumulaban miles de representaciones a finales del siglo XX. Su influencia en generaciones venideras fue muy grande y se extendió no sólo a sus discípulos en el Conservatorio de Paris (George Enesco, Ernest Chausson, Gabriel Pierné, Gustave Charpentier, Reynaldo Hahn, Albéric Magnard, Charles Koechlin o Florent Schmitt, entre otros) sino que se puede detectar en ciertas obras de Debussy, Ravel, Chaicosvki e incluso Puccini. Aunque en “Mes souvenirs” (“Mis recuerdos”) –supuestamente escrito por el compositor pero en realidad redactado por un periodista tras una serie de entrevistas y plagado de inexactitudes- se narra una fantasiosa historia de cómo, regresando en agosto de 1886 a Paris tras asistir en Bayreuth a una representación del Parsifal wagneriano su compañero de viaje, el dramaturgo y editor Georges Hartmann, le suministra a Massenet una traducción francesa de Werther que éste lee con fruición en una cervecería en la que hacen Jules Massenet un alto en el camino, en realidad el músico ya estaba trabajando en esa ópera desde al menos cinco años atrás, pero con varias interrupciones para abocarse a otros proyectos, entre ellos Manon. Paul Millet, que había sido libretista de Massenet en Hérodiade preparó el libreto de Werther siguiendo escrupulosamente las indicaciones de Hartmann, revisándolo y rehaciéndolo con frecuencia. Incluso después de que Massenet comenzara a escribir la música en 1885, más revisiones del libreto tuvieron lugar y el segundo acto fue transformado en junio de 1886 por un tercer libretista, Édouard Blau. Mientras estaba trabajando en la orquestación de la partitura en la primavera siguiente, Massenet tocó la ópera completa para Léon Carvalho, director de la Opéra-Comique. La reacción del empresario fue totalmente negativa: “Esperaba que Ud. me trajera otra Manon. Este tema tan triste no interesa. Está condenado desde el comienzo”. Carvalho intentó imponer alguno de sus consabidos cambios para asegurar un estreno exitoso, pero las circunstancias detuvieron toda negociación: la sala se incendió el 25 de mayo de 1887, Carvalho fue forzado a dimitir y antes de que Werther subiera a escena Massenet completó Esclarmonde, Le Mage, bosquejó Amadis y dejó casi terminada Thaïs. El estreno absoluto de Werther, esta verdadera cumbre del arte lírico francés, resultó bastante inusual, al realizarse lejos del territorio patrio, con un cambio de idioma e intérpretes más volcados a otro tipo de repertorio. A raíz de la aclamada producción vienesa de Manon de noviembre de 1890, protagonizada por la mezzo austríaca Marie Renard (cuyo verdadero nombre era Marie Pötzl) y el célebre tenor belga –especializado en roles wagnerianos−Ernest Van Dyck como Des Grieux, los directivos de la Hofoper le sugirieron a Massenet la posibilidad de presentar allí su aún no ejecutada Werther. Convenientemente traducida al alemán y con esos mismos cantantes en los roles principales y bajo la batuta de otra personalidad de gran prestigio pero también mucho más identificado con la música germánica, Hans Richter, la ópera se pudo escuchar en Viena el 16 de febrero de 1892. Cuando dos años más tarde llegó por fin a París, no logró generar demasiado entusiamo; recién en su reposición en 1903 en la remozada Opéra-Comique alcanzó el éxito que sin duda merecía. Y el atractivo del melancólico personaje de Werther fue tan fuerte que no solo concitó el interés de grandes tenores de la historia sino también del famoso barítono italiano Mattia Battistini, que persuadió a Massenet para que realizara una versión para su cuerda, arreglo que luego cayó en el olvido hasta que recientemente se lo pudo volver a escuchar en algunos escenarios líricos. El LIBRETO E l servicial texto, que mantiene el foco en el insistente amor del protagonista y en el objeto de su pasión, respeta en líneas generales la narración que le sirve de base, aunque con algunas alteraciones. Destaca entre ellas el encuentro postrero entre Charlotte y Werther cuando éste agoniza, circunstancia que no existe en el ÓPERA Werther. Bocetos de Hugo De Ana. Teatro colón. Temporada 2015. libro original; un cambio que posibilita un último dúo entre los dos personajes centrales y que finalmente Charlotte reconozca que siempre ha amado a Werther. Por otro lado, en la novela Werther sabe que Charlotte está comprometida aún antes de verla por vez primera; en la ópera los dos se encuentran, Werther le declara su amor, Charlotte se muestra receptiva pero después recapacita y le hace saber que está destinada a casarse con otro hombre. En ese instante se incorpora otra modificación: en el libro la madre desea que su hija despose a Albert; la promesa efectuada junto al lecho de muerte de la progenitora es una invención de los libretistas, que también reducen el ámbito temporal de la historia, del año y medio que le asigna Goethe a los seis meses que van de julio a la víspera de Navidad, haciendo que el amor de Werther nazca en la luminosa calidez del verano, se incentive en otoño y se frustre en la fría oscuridad invernal. También Sophie, la hermana menor de Charlotte sufre alguna transformación, ya que con los 15 años que le asignan los libretistas (en vez de los 11 de la novela) su presencia adquiere más relevancia, añade un toque de alegría y sirve de contraste a las figuras de Charlotte y Werther, por quien, por otra parte, Sophie se siente atraída. Aunque Massenet ha sido a veces acusado de ser un compositor algo limitado, que escribía siempre dentro de un reducido marco emocional y expresivo, en esta ópera se ubica y penetra en el verdadero meollo de la desesperación de su héroe. El drama, a pesar de que se manifiesta en acciones externas, es primordialmente interno: Werther cae enamorado de la joven y no puede refrenar su deseo. A causa de las abrumadoras sensaciones que tiñen esta historia, hubiese sido fácil que Massenet cayera en excesos, pero él nunca lleva las cosas demasiado lejos por lo que las emociones, si bien son intensas, siempre suenan verídicas: Werther es conocido ÓPERA por su melancolía y, hacia el final, por su desesperación, pero el músico le otorga también amplias oportunidades para mostrar su deleite por la naturaleza y la simplicidad de la vida cotidiana. Los aspectos musicales L a partitura de Massenet, siempre anhelante en carácter, es aquí la clave del drama, porque el autor considera a la orquesta como uno de los protagonistas de esta ópera, lo que se materializa por el empleo de motivos característicos y una escritura que se aboca siempre a sostener la emotividad del texto. Influenciado a la vez por Gounod y por Wagner, entre otros, el compositor aprovecha del primero la habilidad para ubicar en un plano destacado sentimientos contrastantes y del segundo los leitmotiven o motivos conductores como procedimiento formal. La música de Werther está animada por la búsqueda de una extrema sensibilidad para acercarse lo más posible a los estados de ánimo de sus personajes, mientras el empleo de la orquesta es a menudo ligero y económico, pero con una amplia paleta de colores. Muchas de las tonalidades resultantes son oscuras, con énfasis en los instrumentos graves, especialmente las maderas. Por su parte la escritura vocal, de una gran finura, se adecua a la perfección con la prosodia de la lengua francesa. Designada −clara muestra del respeto e interés que Massenet sentía por Wagner− como “drama lírico”, en Werther, aún más que en Manon, el autor aboga por la continuidad musical: la obra es totalmente cantada (en la antecesora había partes habladas), y, aunque subsisten arias y dúos, desaparecen casi por completo los números cerrados y la separación entre escenas, el discurso fluye con naturalidad y existe una tupida red de motivos recurrentes Werther. Bocetos de Hugo De Ana. Teatro colón. Temporada 2015. asociados con personajes o situaciones. Además Massenet unifica la ópera de varias maneras. Comienza y concluye con los niños entonando su canción navideña. A medida que el drama progresa repite ocasionalmente, aunque siempre con ligeros cambios, música escuchada con anterioridad. Por ejemplo, la urdimbre sonora (conocida como “Claro de Luna”) que acompaña el regreso de Werther y Charlotte a la casa durante el primer acto reaparece en el segundo, cuando él le recuerda a ella aquel mágico momento. Y de forma más devastadora, se escucha de nuevo en la última escena, cuando Charlotte finalmente admite que ella también ama al agonizante Werther. Otro recurso típicamente wagneriano es el interludio orquestal que hace las veces de primer cuadro del Acto IV (el segundo es la muerte de Werther propiamente dicha), una descripción de la angustia y la ansiedad con la que Charlotte corre hacia la casa de Werther en medio del paisaje nevado, una especie de poema sinfónico sobre la Nochebuena; si a todo lo largo de la partitura la orquesta, de dimensiones normales, está utilizada de modo sumamente imaginativo, en este fragmento deslumbra por su avezada instrumentación, que hacia el final incluye tam-tam y máquina de viento fuera de escena. Werther no requiere coro, sólo seis voces infantiles que representan a los hermanos más pequeños de Charlotte y Sophie. La ópera comprende cuatro actos precedidos por un breve Preludio (que opone dos ámbitos –uno convulso y cromático, representando la pasión de los enamorados y otro sereno caracterizando la armonía de la naturaleza−) y se estructura primordialmente sobre la base de monólogos del protagonista, que muestran la evolución de su conflicto interior así como cuatro dúos entre él y Charlotte en que se van exponiendo los diversos estados de esa relación. A pesar de que Sophie tiene una simpática aria en el segundo acto, Du gai soleil (“Del alegre sol”) y Charlotte una escena de gran importancia, la lectura de las cartas al comienzo del tercero, seguida de un aria en la que descarga todas sus emociones, Va! laisse couler mes larmes! (“¡Ve!, deja correr mis lágrimas”), en la que su canto es acompañado por un evocativo solo de saxofón contralto, el peso más considerable de la partitura recae sobre el tenor, que se presenta con una invocación a la naturaleza, Ô nature pleine de grâce (“Oh naturaleza, llena de gracia”) cuya sección central es sostenida por mágicas armonías. En el segundo acto, el protagonista ingresa con un solo que refleja su agitado estado, Un autre est son époux!...J’aurais sur ma poitrine pressé la plus divine (“Otro es su esposo… Yo hubiese abrazado sobre mi pecho a la más divina”) y más tade entona una dramática plegaria en la que presagia su suicidio Lorsque l’enfant revient d’un voyage (“Cuando un hijo regresa de un viaje”). Finalmente hacia la culminación del acto tercero canta su celebérrimo lied estrófico Pourquoi me réveiller, ô souffle du printemps (“Porqué me despertáis, oh brisa de primavera”), la lectura de los versos de Ossian, una de las arias más conocidas del repertorio para su cuerda que, como ha señalado el musicólogo italiano Michele Girardi, cita casi textualmente compases del sexteto con coro final de La Judía de Halévy –una ópera muy afamada en su tiempo− en los que Éléazar tiene el presentimiento de su martirio (“Je vois s’ouvrir la tombe”, “Veo abrirse la tumba”) y que prefigura el trágico destino de Werther, que poco más tarde dirá una frase muy parecida, Ma tombe peut s’ouvrir (“Pueden cavar mi tumba”). Hay otras referencias intertextuales en esta ópera, sagazmente descubiertas por el investigador itálico: momentos antes de esa funesta frase de Werther al quedarse solo, la atmósfera musical se rarifica y un inquietante redoble de timbal en pianísimo, pleno de inquietud, da paso, entre las palabras Rien!... pas un mot…elle se tait (“Nada!...ni una palabra…ella calla”) a los cornos que entonan el “acorde de Tristán” no como un homenaje sino ÓPERA Mis Werther del Colón (y fuera de él) Por Alberto Bellucci L Werther. Bocetos de Hugo De Ana. Teatro colón. Temporada 2015. como un gesto dramático porque en la obra wagneriana se concentran el dolor y el deseo. Y sobre el final del Acto II, cuando Werther canta su desesperación y se interroga sobre la muerte, Oh Dieu! qui m’a créé, serais-tu moins clément? (“¡Oh Dios! que me has creado, ¿serás menos clemente?”) resuenan en la orquesta ecos de la invocación a la naturaleza de La Condenación de Fausto de Berlioz, doble homenaje al más conspicuo héroe de Goethe y a otro ilustre músico francés. Alrededor de los cuatro grandes dúos –uno en cada acto− entre Charlotte y Werther, ninguno de ellos un auténtico “dúo de amor” en el sentido estricto de esa expresión, Massenet crea una arquitectura muy peculiar en que las acciones se van haciendo cada vez más íntimas e intensas mientras el número de personan en escena se va reduciendo con el devenir del drama, pasando así de unos actos iniciales en los que aún campean resabios de la opéra-comique (la canción báquica de los amigos del Alcalde, algunas escenas que distienden el ambiente o aquellas que aportan un ligeramente estereotipado color local) a un desenlace despojado y trágico. El primer dúo se desarrolla hacia el final del primer acto; Charlotte y Werther tienen unos breves momentos de felicidad juntos a la luz de la luna sobre un exquisito tejido instrumental: arpa y diálogos entre violonchelo con flauta y violín con clarinete; él le declara su amor por primera vez, antes de enterarse de que ella está prometida a Albert. El segundo dúo se produce en el otoño siguiente; Charlotte ya es la esposa de Albert. Hay un marcado contraste entre el control y la resignación de ella, que lo despide hasta la siguiente Navidad y la desbordante desesperación de Werther. El centro neurálgico de la ópera se da en el tercer encuentro/enfrentamiento entre los dos personajes. Ella ÓPERA acaba de implorar a Dios fuerza para seguir siendo fiel a sus deberes conyugales; él pasa del dolor y la tristeza a la vehemente exaltación al entonar el Lied de Ossian. Aparece el primer momento en que cantan al unísono pero ella lo rechaza una vez más y él toma la decisión de quitarse la vida. El cuarto y último dúo marca el conmovedor reencuentro entre el agonizante Werther y Charlotte que, arrepentida, reconoce por primera vez su amor por él, quien finalmente expirará en sus brazos, acompañado por un expresivo solo de violín. En este desgarrador epílogo Massenet lleva la tensión dramática a su punto más alto con una escritura de marcado cromatismo que apela a un denso entretejido de motivos escuchados con anterioridad, que contrasta fuertemente con las voces de Sophie y los niños, entonando –fuera de escena− despreocupadamente sus cánticos navideños. Tanto la novela de Goethe como la ópera de Massenet emocionan intensamente al pintar el retrato de un ser frágil e independiente, a la vez que determinado y sincero en sus actos y sentimientos. Pero esta ópera, con la que Massenet se sintió particularmente implicado, supera de forma neta al original en su resolución, merced al recurso de posponer el desenlace un par de días, aunque respetando la cronología horaria de la novela, porque en ella Werther se hiere a medianoche del 22 de diciembre y muere tras doce horas de agonía. La elección, en la ópera, de una fecha tan peculiar como la Nochebuena para el suicidio no es sólo por el deseo de hacer más atroz el sufrimiento. Se trata también de utilizar la colisión entre la fiesta colectiva y la tragedia individual, reforzada por la eficaz metáfora de la muerte del desdichado al momento mismo de celebrarse el nacimiento del símbolo de la cristiandad. as goetheanas desventuras del joven Werther, convertidas en ópera por Massenet, ocuparon con bastante frecuencia el escenario del Colón, aunque nunca antes de este año tuvieron la oportunidad de abrir la temporada oficial del Teatro. En realidad, tras la primera, solitaria y única presentación de 1912 –en italiano y dirigida por Bernardino Molinari- pasó casi un cuarto de siglo para que Werther retornara con una seguidilla de reposiciones entre 1936 y 1948, desde entonces y para siempre en francés. Sus protagonistas fueron sucesiva- Georges Thill como Werther mente Georges Thill y Raoul Jobin, y el director de casi todas ellas fue Alberto Wolff, legendario impulsor de la ópera francesa entre nosotros. Por obvias razones cronológicas perdí esta seguidilla de la primera mitad del siglo XX pero, en cambio, pude asistir a todas las que, a razón de una por década, se sucedieron luego, entre 1965 y ésta de 2015 Cabría añadir a estas temporadas “oficiales”, las veraniegas de febrero / marzo de 1995, como estela de la repercusión que dejó flotando el Werther de Kraus, cuatro años antes. Fue la única vez en que Werther contó con un reparto íntegro de artistas locales, encabezado por Eduardo Ayas, Cecilia Díaz, Mónica Philibert y Luis Gaeta, bajo la batuta de Reinaldo Censabella. El resultado fue ciertamente muy digno y obligó a agregar una quinta a las cuatro funciones programadas. Crespin y (casi) Gedda P ara la reposición de 1965 se utilizó por última vez la escenografía creada por Héctor Basaldúa en 1936. Recuerdo vagamente el marco de bastidores naturalistas y bastante sintéticos que daban vida a los distintos ámbitos de la aldea de Wetzlar donde se desarrolla la acción; en cambio tengo bien presente el magnífico resultado musical, guiado por la batuta autorizada y elegante de Jean Fournet. Los protagonistas destinados a encarnar a Werther y Carlota eran nada menos que Régine Crespin y Nicolai Gedda, junto a nuestros ya consagrados Angel Mattiello y Olga Chelavine. Lamentablemente Gedda (que también debía encarnar ese año el Fausto de Berlioz) canceló y fue reemplazado por Albert Lance, correctísimo y prestigioso tenor francés, aunque sin el carisma excepcional de su colega sueco. Imponente en el rol de Charlotte, la Crespin, -que iniciaba la cuarta de sus siete visitas al Colón-, lució la calidez de sus graves y la intensidad dramática que le era connatural, con lo que reencendió merecidamente el entusiasmo de sus ya numerosos fans porteños. Su espléndida Charlotte fue menos la hija obediente a cargo de sus hermanos huérfanos y luego sumisa esposa de Albert, que la amante impetuosa a un paso de dar al traste las convenciones y los prejuicios sociales, pero era propio de su personalidad turbulenta hacer que sus personajes se parecieran a ella, una verdadera diva que algunos llamaban la leona; seguramente por eso eliminó tan pronto de su repertorio a la Condesa y la Doña Ana de Mozart. La despedida de un ángel El siguiente Werther se dio en 1979, ahora bajo la dirección musical, también refinada, de Serge Baudo. Esta reposición trajo la novedad de la escenografía de Hugo de ÓPERA Werther. Teatro Colón. Temporada 1991. Ana y la despedida de la querida Victoria de los Angeles. Con 56 años de edad y a 27 de sus memorables debuts como Manon y Butterfly, a pesar de todo el encanto personal y la simpatía que Victoria imprimió a su Charlotte, el resultado vocal fue decepcionante y los aplausos que rubricaron el final de cada función fueron para el recuerdo, no para la realidad. El cuarteto internacional reunido al efecto parecía la contraparte musical de las reuniones que contemporáneamente iban afirmando el naciente Mercado Común Europeo: española la soprano, marsellés el director, barítono italiano y tenor inglés (John Brecknock, protagonista de luminosa comunicatividad lírica y escénica) La nueva escenografía de Hugo de Ana –que se reiteraría hasta el fin de los noventa, con la responsabilidad de distintos régisseurs- introdujo un juego delicado de luces, fondos esfumados y transparencias que sugerían más que construían los ámbitos de la obra: delicadezas del clasicismo más que tormentas del Sturm und Drang. Recuerdo el tul descendiendo en ondas sobre la habitación de Charlotte (acto 3°), la omnipresencia de follajes titilantes y la contundencia de la escena final, con un marco reminiscente del suicidio de Chatterton según el conocido óleo del prerrafaelita Henry Wallis, actualmente en la Tate Gallery de Londres. Cabe recordar que Thomas Chatterton fue el poeta ´maldito´ del romanticismo inglés, autor de sátiras y ÓPERA Werther. Teatro Colón. Temporada 2007. mistificador de poesías medievales, suicida a los 18 años de edad, en 1770, dos años antes de que Goethe escribiera Werther en base a su propio desencanto amoroso y al suicidio de un amigo, igualmente despechado. Con Luis Lima y Alfredo Kraus Bajo esta ambientación, Werther volvió con buen resultado al Colón en 1987, esta vez a cargo de Luis Lima –primer protagonista argentino del rol-, la húngara Clara Takacs y la batuta de Jacques Delacote, tercer y último director francés de esta serie, aunque no tan inspirado como sus antecesores. El boom se produjo cuatro años más tarde, cuando Alfredo Kraus –con 64 años de edad- asumió el rol del poeta apenas veinteañero, esta vez enamorado de la insinuante Charlotte de Marta Senn, interesante mediosoprano suizo-colombiana que debutaba entre nosotros. No era fácil mirar y poder creer en la ficción de ese enamoramiento desbordado, pero cerrando los ojos y abriendo los oídos el canto impecable de Kraus, refinado, preciso e inoxidable como el acero más puro (aunque no como el oro líquido de un Pavarotti en su plenitud), producía el milagro. Así Werther triunfó, arrastrado por el karma del tenor canario y el éxito motivó la inclusión del título en el verano de 1995.El Werther siguiente –el último hasta el presente- debió esperar al siglo XXI, en septiembre de 2007. Con el Colón cerrado en el inicio de sus cuatro duros años de remodelación y conservación, la ópera debió revivirse en el Coliseo, lo que no resultó nada fácil política, musical y técnicamente. Un elenco mayormente local (Mariana Rewerski, Graciela Oddone, Luciano Garay) dio lo mejor de sí bajo la conducción escénica integral de Louis Desiré y musical de Enrique Diemecke. El protagonista fue el neoyorquino Jonathan Boyd, joven tenor lírico que el año anterior había participado con estos mismos cantantes en el Sueño de una noche de verano de Britten. Más feliz por su desenvoltura juvenil que por la profundidad de su interpretación vocal fue, sin embargo, un Werther plausible. Lo más polémico de esta versión radicó en la (a) puesta de Desiré, que se apartó de la tradición para dirigirse a imágenes más expresionistas, con proyecciones de flores y del texto de las cartas de Werther que sufrieron algunos tropiezos, al menos en la función a la que asistí. Ese año había demasiada adrenalina a ambos lados del escenario para poder juzgar con calma -e incluso apreciar- los resultados, sobre todo mientras se escuchaba a Werther. Nostálgico, preguntándose “pourquoi me réveiler au souffle du printemps?” Hasta aquí ¨mis Werther del Colón, a los que debo agregar una versión en ruso con Alexei Maslennikov e Irina Arkhipová en el Bolshoi de Moscú, en 1964, con el fondo de bastidores naturalistas que imagino similares a los originales vieneses de 1892, y otra en 2012, en el Argentino de La Plata, con el vasco Andeka Gorrotxategui y Guadalupe Barrientos, dirección orquestal de Benjamin Ponnier, régie de Paul Emile Fourny y escenarios de Benoit Dugardyn con la inclusión de un marco gigantesco que dividía la escena en dos partes y planteaba una arriesgada yuxtaposición surrealista entre realidad y memoria. Finalmente anoto sendas versiones en DVD, bien diferentes entre sí: una de 2006 en la Opera de Viena, con Marcelo Álvarez, Elina Garanca y dirección de Philippe Jordan; la otra de 2010 en Paris (Opéra Bastille), con Jonas Kaufmann, Sophie Koch y dirección de Michel Plasson. Musicalmente, la vienesa es muy buena pero la parisiense es óptima; en aquélla se presenta la ópera de Massenet con cantantes de primer nivel y una deplorable puesta del rumano Andrei Serban que anula todo encanto; en la de Paris los protagonistas unen la excelencia del canto con una intensidad dramática que emociona, todo bajo la concepción escénica depurada, incisiva, poderosa del cineasta Benoit Jacquot. Creo que ésta es una versión de antología, que permite revivir la tragedia de Werther y Charlotte no sólo a través de la inspirada partitura de Massenet sino también con la inmediatez de la carnadura y los fantasmas que el mismo Goethe conoció, sufrió y nos transmitió estupendamente para siempre. ÓPERA Argumento Época: julio a diciembre de 1780. Lugar: Wetzlar, Alemania. ACTO I El alcalde viudo enseña a sus hijos menores una canción navideña en su casa de la playa. Su hija Charlotte se viste para un baile. Como su prometido, Albert, está afuera, la acompaña el melancólico Werther. Werther llega y ve a Charlotte preparando la cena de sus hermanos pequeños, justo como su madre había hecho antes de morir. Werther saluda a Charlotte y ambos se marchan al baile. Albert regresa inesperadamente después de un viaje de seis meses, pero no encuentra a Charlotte en casa. No está seguro de las intenciones de su novia y se siente disgustado por no encontrarla en casa, pero Sophie, hermana menor de Charlotte, le reconforta y da seguridad, y se marcha después de prometer que volverá por la mañana. Werther y Charlotte vuelven muy tarde, él ya está enamorado de ella. Su declaración de amor se ve interrumpida por el anuncio del regreso de Albert. Charlotte recuerda que prometió a su madre moribunda casarse con Albert, ante lo cual Werther se desespera. ACTO II Tres meses más tarde, Charlotte y Albert ya están casados. Entran felices a la iglesia, seguidos por Werther. Sophie intenta animarlo. Cuando Charlotte sale de la iglesia, él le habla de su primer encuentro. Charlotte le ruega a Werther que no intente verla más hasta Navidad. Werther sopesa el suicidio. Charlotte reconforta a la chica que no comprende su cruel comportamiento. Albert se da cuenta ahora de que Werther ama a Charlotte. ACTO III Charlotte está en casa en Nochebuena. Pasa el tiempo releyendo las cartas de Werther, preguntándose cómo estará el joven poeta y cómo ella tuvo la fuerza para alejarlo. De repente, aparece Werther y mientras él lee su poesía, se da cuenta de que ella corresponde su amor. Se abrazan un momento, pero ella pronto le despide. Él se marcha con pensamientos de suicidio. Albert regresa a casa y encuentra a su mujer inquieta. Werther ha enviado un mensaje a Albert pidiéndole prestadas sus pistolas, explicando que las necesita porque se va a ir a un largo viaje. Albert pide a Charlotte que envíe a un sirviente con las pistolas. Charlotte siente una terrible premonición y sale corriendo en busca de Werther. ACTO IV En el apartamento de Werther, Charlotte ha llegado demasiado tarde. Werther está muriendo. Ella le consuela declarándole su amor. Él le pide perdón. Después de que él muere, Charlotte se desmaya. Afuera se oye a los niños cantando un villancico: “Jesús ha nacido”. ÓPERA WERTHER Ópera en cuatro actos y cinco cuadros con música de Jules Massenet. Libreto de Edouard Blau, Paul Milliet y Georges Hartmann basado en Los Sufrimientos del joven Werther de Wolfgang Johann von Goethe. Primera representación, 16 de Febrero de 1892 en la Ópera Imperial de Viena, y en París, el 16 de Enero de 1893, en el Teatro de la Opéra-Comique. PERSONAJES WERTHER, 23 años | tenor CHARLOTTE, hija del Alcalde, 20 años | mezzosoprano SOPHIE, su hermana, 15 años | soprano ALBERT, 25 años | barítono EL ALCALDE, 50 años | barítono o bajo JOHANN | barítono o bajo SCHMIDT, amigo del Alcalde | tenor KÄTCHEN, una joven LOS NIÑOS seis, voces infantiles. La acción tiene lugar en los alrededores de Frankfurt de julio a diciembre de 178… mónica zaionz | traducción LIBRETO ACTO I SCHMIDT LA CASA DEL ALCALDE PRELUDIO Julio, 178... Casa del Alcalde. A la izquierda, un gran ventanal y terraza cubierta de follaje precedida por una escalera. A la derecha, el jardín. Al fondo, una pequeña puerta. En primer plano, una fuente. Cuando se alza el telón, se ve al Alcalde en la terraza, rodeado por seis niños a quienes hace cantar.El telón se levanta mientras se oyen las risas y las carcajadas de los niños. ALCALDE Refunfuñando. ¡Basta! ¡Basta! ¿Me van a escuchar de una vez? ¡Vuelvan a empezar! ¡Y sobre todo, no griten! LOS NIÑOS Cantando más fuerte y desafinado. ¡Navidad! ¡Navidad! ¡Navidad! Jesús ha nacido. Nuestro Maestro divino… ALCALDE Enojándose. ¡Pero, no! ¡Así no! SCHMIDT ¡Muy buena la canción! LOS NIÑOS Acudiendo alegremente. ¡Entonces era eso!... Koffel se ha puesto la levita. Steiner le ha alquilado el caballo al cervecero. Hoffmann va con su calesa y Goulden con su berlina. ¡Hasta Werther me ha parecido menos soñador! Los niños paran, emocionados, al oír el nombre de Charlotte. Retoman su canción con seriedad. LOS NIÑOS ¡Navidad! ¡Ha nacido Jesús! Reyes y pastores de Israel, aquí está nuestro Divino Señor. Los fieles ángeles guardianes despliegan sus alas en el firmamento. Y en todas partes cantan: “¡Navidad!” ¡Navidad ¡Navidad! ¡Ha nacido Jesús! ALCALDE ¡Ahora está bien! ¡Está bien! Johann y Schmidt se han detenido en la puerta del jardín, tras el seto, para escuchar al coro de niños. Entran en escena. JOHANN ¡Muy bien, niños! LIBRETO ALCALDE ¡Qué par de glotones! ¡Son dos cómplices! Cediendo un poco. ¡Ah¡ ¡Señor Schmidt! ¡Señor Johann! ALCALDE A sus amigos. Entonces, ¿no esperan a Charlotte? Schmidt y Johann abrazan a los niños y los felicitan. ¡Es bien parecido, ese joven! SCHMIDT A Johann. JOHANN Al Alcalde. JOHANN La veremos esta noche. Queremos dar un paseo por la muralla. Pero, ahora que me doy cuenta, señor Alcalde… le cantan a la navidad en julio… ¡Eso sí que es anticiparse! ¡Sí, pero no sabe gran cosa de cocina! ALCALDE Insistiendo. ALCALDE Sonriendo, a Johann. ¿Para abrir el apetito? Es culto y distinguido. ALCALDE Que ha bajado, da la mano a sus amigos. ¿Eso te hace reír Johann? ¿Por qué? No todos son artistas como tú. Y no es tan fácil enseñar a cantar… Con importancia. SCHMIDT Vivamente. Algo melancólico. JOHANN a estos jóvenes cerebros. ¡Es cierto! ¡Nunca parece contento! SCHMIDT A Sophie, que acaba de entrar. ALCALDE Perseverante. ¡Buen día, Sophie! ¡Entonces, Charlotte no estará lejos! Dicen que el Príncipe le ha prometido una embajada. Lo considera mucho. Severamente. ¿Se atreven a cantar así, cuando su hermana Charlotte está allá adentro? ¡Seguro que los escucha a través de la puerta! ¡Claro!... Además es el día de los cangrejos. Gruesos como tus brazos. Gretchen nos lo ha prometido. SOPHIE Haciéndole una reverencia. Es cierto, señor Schmidt, ya que Charlotte y yo nos ocupamos de la familia. JOHANN Con menosprecio. ¡Un diplomático! ¡Bah! ¡En la mesa no sirve para nada! SCHMIDT Al Alcalde. SCHMIDT ¡Qué día espléndido! ¿Vienes? ¡Ni saben beberse un buen trago! ALCALDE A Johann. JOHANN Al Alcalde, tendiéndole la mano. Enseguida. ¡Hasta luego! Nos vemos en la “Uva de Oro”. SOPHIE A Johann. Mi hermana se está vistiendo para el baile. ALCALDE A Schmidt. Sí, es el baile de padres y amigos que damos en Wetzlar. Vienen a buscar a Charlotte. JOHANN Un poco gruñón. a Schmidt. Siempre exagera... ¡Vamos, que se hace tarde! SCHMIDT Volviéndose, al Alcalde. A propósito... ¿cuándo vuelve Albert? ALCALDE No sé. Todavía no me lo ha dicho. Pero me ha escrito que sus asuntos marchan bien. SCHMIDT ¡Perfecto! Albert es un muchacho excelente y fiel. Será un marido modelo para tu Charlotte. Y cuando se casen, nosotros, los viejos bailaremos hasta perder el aliento... ¡Bueno, buenas tardes, chicos! JOHANN Alegremente. ¡Buenas tardes! SCHMIDT Sí. Nos debes la revancha. ALCALDE Exclamativo. SCHMIDT Al Alcalde, más bajo. ¡Hasta luego! ¿Todavía? JOHANN Igualmente. JOHANN Volviéndose. ¡Hasta más tarde! LIBRETO ALCALDE Va a la cocina y toma un enorme pan que va partiendo en rebanadas y lo da a los niños. Se oyen, a lo lejos, el tintineo de un arnés de caballo y el crujir de una calesa. SOPHIE, SCHMIDT, JOHANN, NIÑOS madre eternamente joven, adorable y pura. ¡Oh, Naturaleza! ¡Y tú, sol, ven a inundarme con tus rayos! ¡Buenas tardes! ¡Buenas tardes! Voces de los niños, desde la casa, repitiendo la canción de Navidad. ALCALDE LOS NIÑOS Los niños rodean a Charlotte y le tienden sus manitas. Werther, que se ha acercado, se detiene a contemplar la escena sin ser visto. A medida que los niños toman su cena van desapareciendo del escenario. ¡Sí, buenas tardes! ¡Buenas tardes! Los dos hombres se van tomados del brazo, cantando una canción. SCHMIDT, JOHANN A pleno pulmón. ¡Viva Bacchus! ¡Siempre viva! ALCALDE A los niños. ¡Vuelvan a casa! Esta noche, antes de cenar… repasaremos nuestro villancico nota por nota. ¡Ha nacido Jesús! Reyes y pastores de Israel, aquí está nuestro Divino Señor. Los fieles ángeles guardianes despliegan sus alas en el firmamento. Por todas partes van cantando: ¡Navidad! ¡Navidad! ¡Navidad! WERTHER Ha subido la escalera y entrado en la casa. ¡Queridos niños! Nuestra vida es tan amarga, y sus días llenos de fe. ¡Sus almas llenas de luz! ¡Cuánto mejores que yo son! Sophie, ve a ver lo que está haciendo Charlotte. Werther va hacia la fuente y se sienta sobre ella. Entra Charlotte. Los niños, abandonan al Alcalde y revolotean a su alrededor. Sophie sale. El Alcalde se sienta en el sillón; los niños más pequeños se acurrucan bajo sus rodillas y escuchan la lección que él les da. El ventanal está entornado. Werther, acompañado por un joven campesino, avanza hacia el patio y observa, con atención, la casa. WERTHER Al campesino. LOS NIÑOS ¡Charlotte! ¡Charlotte! CHARLOTTE Al Alcalde. ¿Estás contento con ellos, papá? ¿Es aquí la casa del Alcalde? Despidiendo al guía. ALCALDE ¡Gracias! ¡Contento! ¿Contento? No son ninguna maravilla. Solo, Werther entra en el patio y se detiene ante la fuente. No sé si estoy despierto o si todavía sueño. Todo lo que me rodea me parece un paraíso. El bosque suspira como el sonido de un arpa sonora. ¡Ante mis ojos deslumbrados se revela un mundo! ¡Oh, Naturaleza, llena de gracia. Reina del tiempo y del espacio, dígnate recibir al humilde mortal que pasa y te saluda! ¡Silencio misterioso! ¡Oh, solemne calma! ¡Todo me atrae! ¡Todo me encanta! Este muro y este rincón sombrío. Esta límpida fuente y la frescura de la sombra. No hay un matorral, ni un seto… en que no se abra una flor o atraviese una brisa. ¡Oh, Naturaleza! Embriágame de perfume, LIBRETO LOS NIÑOS Rodeando a Charlotte. Apúrate, que ya oigo el coche. LOS NIÑOS ¡Gracias, querida hermana! ¡Gracias, querida hermana! ALCALDE Viendo a Werther y yendo a su encuentro. ¡Ah, señor Werther! Viene a visitar mi pequeño santuario. Mejor dicho mi pequeño reino. Y estoy realmente orgulloso. Le presenta a Charlotte. Ésta es mi hija, que se ocupa de esta casa y de todos estos niños mimados… desde el día en que su madre nos dejó. CHARLOTTE Con sencillez. Perdóneme, señor, por haberlo hecho esperar. Pero, es cierto, soy una madre muy atenta. Y mis niños exigen que todos los días les corte el pan con mis propias manos. Los invitados van llegando. Entran por el jardín. El Alcalde y Sophie salen a su encuentro. ¡Sí! ¡Papá está muy contento! ALCALDE ALCALDE Abrazando a su hija y admirando su compostura ¡Al fin ha llegado, Brühlman! Charlotte está lista. Lo esperábamos. ¡Qué linda estás, preciosa! LOS NIÑOS ¡Es cierto! ALCALDE Tomando la mano de Charlotte. Brülhmann y Käthchen caminan del brazo, mirándose a los ojos y sin prestar atención al Alcalde, que los va siguiendo, divertido BRÜLHMANN Con un suspiro de éxtasis. CHARLOTTE Al niño que Werther ha abrazado. ¡Besa a tu primo! WERTHER Se inclina hacia atrás, sorprendido. ¿Primo? ¿Soy digno de ese nombre? CHARLOTTE Bromeando. Verdaderamente, es un gran honor. Pero tenemos tantos, que sería una lástima que Ud. fuera el peor. Werther se va mirando a Charlotte. A Sophie, con autoridad, aunque no severa, señalándole a los niños. Me reemplazarás, Sophie. Sabes que te los confío. A los niños. ¿Se portarán tan bien como conmigo? SOPHIE ¡Sí, pero ellos preferirían quedarse contigo! WERTHER ¡Oh, visión ideal de amor y de inocencia con los que se han extasiado mis ojos y mi corazón! ¡Qué bello sueño pasar toda mi existencia acariciado por sus miradas y acunado por su voz! La mayor parte de los invitados se ha ido ya; permanecen, aún, Brülhmann y Käthchen, absortos, silenciosos, junto a la fuente. Charlotte está preparada. Werther va a su encuentro. Sophie y los niños, en la terraza, mandan besitos a su hermana mayor. ¡Klopstock! ¡Venga, señorita que todos la vean! Nuestros amigos se pondrán celosos. KÄTHCHEN Encantada. CHARLOTTE Sonriente. ALCALDE Riendo a Brühlmann. Nuestros amigos no son puntuales de eso estoy segura. Aprovecharé para darles la cena a los niños. Werther se ha quedado en silencio y desconcertado mirando a Charlotte. Cuando la joven se vuelve hacia el espejo para ponerse su chal, él toma a un niño y lo abraza. El niño se asusta de ese arrebato de ternura. ALCALDE A Werther. Señor Werther... ¡Divino Klopstock! ¡Charlatanes! El resto se lo contarán en la fiesta. Un discurso tan largo los haría llegar tarde. CHARLOTTE ¡Adiós, padre! ALCALDE ¡Adiós, querida! Salen Charlotte y Werther. Käthchen y Brülhmann se van los últimos, sin haber dicho una palabra. El Alcalde los mira, sonriente. LIBRETO Esos dos no necesitan nada. “¡Klopstock!“ “¡Divino Klopstock!“ ¡Éxtasis magnético! ¡Qué se puede decir a eso! Sophie ha hecho entrar a los niños a la casa. ¡Viva Bacchus! ¡Siempre viva! Todos tararean la canción cantada por Schmidt. El Alcalde va a buscar su larga pipa de porcelana,se instala en su sillón y con gesto un poco apurado, sigue canturreando mientras se dispone a fumar. Sophie lo mira, le sonríe y después va al rincón toma el sombrero de su padre, y su bastón y gentilmente, se los da. SOPHIE ¿Y quién había quedado en ir a la “Uva de Oro”? ALCALDE Con un tono embarazoso. ¿Quién? ¿Yo? ¿Y dejarte sola?... SOPHIE ¿Y bien? ALCALDE Canturreando entre dientes. ¡No! SOPHIE Con seriedad. ¡Lo exijo! ¡Schmidt y Johann todavía deben estar esperándote! ALCALDE Dejándose convencer y tomando el sombrero y el bastón de las manos de Sophie. Entonces, sí; solo un momento... Se prepara para salir y se vuelve a Sophie. Lo prometido es deuda. Sophie acompaña al Alcalde y cierra la puerta de la calle cuando él se va. Cae la noche. Aparece Albert que viene del jardín con un abrigo sobre el brazo; ha entrado despacio y observa la casa, se acerca y ve a Sophie que desciende. ALBERT ¡Sophie! SOPHIE Reconociéndolo. ¡Albert, has vuelto! ALBERT Sí, soy yo, hermanita. Buenos días. La abraza. LIBRETO SOPHIE ¡Qué contenta se va a poner Charlotte cuando te vea! ALBERT ¿Está aquí? SOPHIE No, esta noche no. ¡Ella, que no sale nunca! Con más énfasis. Pero, ¿por qué no nos has avisado? ALBERT Con simpleza. Quise darles una sorpresa. Al menos, háblame de ella. Quiero saber si se ha acordado de mí. ¡Seis meses de ausencia es mucho tiempo! SOPHIE Con simplicidad y ternura. En casa, todos nos acordamos de los ausentes. Además, ¿no eres su novio? ALBERT Alegre. ¡Querida niña! Cuéntame qué más ha sucedido... SOPHIE Nada... Nos hemos ocupado de la boda de ustedes. ALBERT Solo. ¡Ella me quiere! ¡Y piensa en mí! ¡Una plegaria de gratitud y amor se eleva desde mi corazón a mi garganta! ¡Oh, en el regreso, toda pequeñez nos conmueve! Y todo posee un encanto penetrante. Me gustaría que Charlotte, al volver me dijera los pensamientos que le dejé... ¡Con toda mi esperanza y todo mi amor! CHARLOTTE Simplemente. Debemos separarnos. Aquí es mi casa. Es hora de dormir. WERTHER Con énfasis. ¡Con tal de ver esos ojos siempre abiertos... esos ojos, mi horizonte! Esos dulces ojos, mi esperanza y mi única alegría. ¿Qué me importa dormir? El sol y las estrellas pueden aparecer una y otra vez en el cielo... No sé si es de día o de noche. ¡Mi ser es indiferente a todo lo que no seas tú! CHARLOTTE Sonriente. Pero usted no sabe nada de mí. ALBERT ¿De nuestra boda? SOPHIE ¿Habrá baile, no es cierto? ALBERT ¡Mucho baile! ¡Como nunca! Cálidamente. Sí, quiero felicidad para todos... ¡Siento mucha dentro de mi corazón! Lleva a Sophie cerca de la escalera. Entra, tengo miedo de que te llamen y se enteren de que volví. No digas nada, cuando amanezca estaré a su lado. SOPHIE Entrando. Hasta mañana, cuñado. Cierra el ventanal de vidrio. WERTHER Convencido. Mi alma ha reconocido la tuya, Charlotte. te he visto lo suficiente para saber qué clase de mujer eres! CHARLOTTE Sonriente. ¿Me conoce? WERTHER Grave y tierno. Es la mejor, la más bella de las criaturas... CHARLOTTE Confusa. ¡No! WERTHER ¿Hace falta que se lo pregunte... a los que llama sus hijos? CHARLOTTE Pensativa y acercándose a Werther. ¡Ay! Sí... mis hijos... ¡Es verdad! Es que aquí, todos tienen presente la imagen de mi madre. Y cuando cuido a sus hijos, mis hijos, me parece verla sonreír. ¡Ah! ¡Cómo me gustaría que volviera a esta casa… y, al menos por un momento, viese que cumplí las promesas que le hice antes de morir! Muy cariñosamente. Madre querida, ¿Por qué no puedes vernos? WERTHER ¡Oh, Charlotte, ángel del deber, que la bendición del cielo sea con usted! CHARLOTTE ¡Si la hubiese conocido! ¡Ah! ¡Qué cruel es ver partir a quien más se quiere! ¡Qué recuerdos tiernos y qué amargos lamentos! ¿Por qué todo debe morir? Los niños lo han sentido profundamente. Siempre preguntan, desconsolados... por qué los hombres de negro se han llevado a su mamá. WERTHER ¡Sueño! ¡Éxtasis! ¡Felicidad! Daría mi vida por mirar siempre esos ojos, esa frente encantadora, esa boca adorable, sorprendida y maravillada sin que nadie los pudiera contemplar ni un momento. ¡Sonrisa celestial! ¡Oh, Charlotte, la amo y la admiro! CHARLOTTE Volviendo en sí, sube rápidamente la escalinata. ¡Estamos locos... entremos! WERTHER Con voz emocionada y reteniéndola. Pero, ¿nos volveremos a ver? Voz del Alcalde. ¡Charlotte! ¡Charlotte! LIBRETO ¡Ha vuelto Albert! Sube la escalera y entra en la casa. CHARLOTTE ¡Albert! Débilmente. WERTHER Preguntando a Charlotte. ¿Albert? CHARLOTTE A media voz y con tristeza. Sí, a quien mi madre me ha hecho jurar que aceptaría por esposo. En voz baja y como acusándose. Dios es testigo de que cerca de usted, había olvidado la promesa. Han pasado tan rápido y sin embargo me parece que siempre hubiéramos vivido juntos. SCHMIDT Entrando, a Brülhmann. Werther se cubre la cara con las manos como si sollozase. CHARLOTTE Dulcemente. JOHANN Llevándose a Brülhmann. WERTHER ¡Albert! ¡Sea fiel a esa promesa! ¡Pero será mi muerte, Charlotte! ¡Qué importa qué día y a qué hora será ese regreso, porque volverá! ALBERT Charlotte, que había subido unos peldaños de la escalera, se vuelve una última vez, antes de entrar en su casa. Una vez a solas, Werther grita. ¡Otro es su esposo!... ACTO II LOS TILOS En Wetzlar. Septiembre, del mismo año. La plaza. Al fondo, la iglesia. A la izquierda, el presbiterio. A la derecha, la taberna, rodeada de lúpulos. Delante del templo, los tilos tallados que dejan ver la puerta. Un banco entre ellos, junto a la entrada del presbiterio. Schmidt y Johann están sentados en una mesa, frente a la taberna. Hace buen tiempo.Es el mediodía del domingo. JOHANN, SCHMIDT Juntos, cerveza en mano. ¡Viva Bacchus! ¡Siempre Viva! ¡Hoy es domingo! Un camarero sale de la taberna y sirve de nuevo bebida a los amigos. JOHANN ¡Qué día espléndido! ¡Tengo el alma iluminada por este maravilloso sol! JOHANN, SCHMIDT ¡Gente! ¡Y más gente! ¡Vienen de todas partes! ¡El pastor verá qué bien se festejan sus cincuenta años de matrimonio! ¡Qué dulce es vivir cuando el aire es tan leve. el cielo tan azul y el vino tan claro! JOHANN, SCHMIDT ¡Hoy es domingo! Se oye el órgano dentro del templo, ¡Vamos! ¡Cantemos el oficio! ¡Que resuene el órgano! ¡Hay muchas maneras de bendecir al Señor! ¡Yo lo glorifico exaltando sus dones! JOHANN ¡Gloria a Él que nos da tan buen vino y hace tan feliz nuestra vida! LIBRETO SCHMIDT Aún más cariñoso. ¡Porque volverá! Pero, ¿de esa joven tan tranquila y sonriente en su hogar, yo he hecho una mujer feliz y sin remordimientos? Para un pastor está muy bien cincuenta años de matrimonio. ¡Dios le da fuerza! Yo no hubiera podido aguantar tanto. Aparecen Charlotte y Albert. Johann se levanta cuando les ve y se inclina hacia Schmidt. Sin embargo, conozco algunos que no tendrían miedo de tanta felicidad. Los señala. ¡Mira esos dos, por ejemplo! SCHMIDT Se levanta. ¡Bueno! ¡A su salud! ¡Vamos a vaciar otro vaso! Entran en la taberna. Albert y Charlotte han llegado bajo los tilos y se sientan en el banco. JOHANN Siete años de noviazgo. ¡No se pueden olvidar fácilmente! CHARLOTTE Se levanta, y con simpleza. SCHMIDT Llevándose a Brülhmann. Cuando una mujer tiene siempre a su lado al espíritu más noble y la mejor de las almas, ¿qué más puede desear? ¡Hay que apurarse! ¡Oigo la señal! ¡Ya que faltamos al oficio, al menos comencemos el baile! ALBERT Conmovido. Salen tropezando. A la salida del templo, Albert se dirige hacia Werther. Le pone la mano en el hombro y Werther, estremecido, hace ademán de marcharse. ¡Ah, qué dulces palabras! ¡Me hace tan feliz escucharlas! ¡Mi alma está extasiada! ALBERT A Werther. Charlotte, acompañada de Albert, se dirige al templo; después, Albert intercambia unas palabras con las personas que van al oficio. Werther ha aparecido y atormentado, contempla a los esposos. SCHMIDT JOHANN SCHMIDT ¡Si supieras cuánto te bendigo! ¡Bendigamos al Señor! JOHANN Mirando. Sí, te digo que Kätchen volverá. WERTHER Para sí, con dolor. ¡Su esposo es otro! ¡Dios bondadoso! Si me hubieras permitido marchar por la vida con este ángel a mi lado mi existencia entera no hubiera sido más que una plegaria ardiente. ¡Y en cambio, ahora, tengo miedo de ser blasfemo! Dolorosamente. ¡Es a mí, a mí, a quien ella debía haber amado! ¡Abrazaría contra mi pecho a la más divina, a la más hermosa de las criaturas que Dios haya creado! ¡Es a mí a quien debería haber amado! ¡Cuando se abría el más luminoso cielo, lo he visto cerrarse súbitamente! ¡Es a mí, a mí, a quien ella debería amar! Amigo, a veces, un remordimiento se mezcla con la felicidad que llena mi alma. WERTHER Sorprendido. ¿Un remordimiento? ALBERT Con franqueza. Sé que tiene un corazón leal y sincero. Pero la que ahora es mi mujer, apareció un día ante Ud. como si estuviera libre... Y tal vez a su lado ha vivido un sueño que se ha desvanecido para siempre. Al verla tan bella, tan dulce, sé muy bien el valor de lo que he recibido, y puedo comprender lo cruel que ha debido ser perderla. Le toma, afectuosamente, la mano. Comprender un tormento así, es haberlo perdonado. ALBERT Con cariño. Con acento desgarrador. WERTHER ¡Mi cuerpo se estremece, todo mi ser llora! ¡Tres meses! ¡Ya hace tres meses que estamos juntos! Werther muy agitado quiere alejarse, pero se deja caer sobre el banco. Johann y Schmidt reaparecen bajo el umbral de la taberna. Schmidt ofrece su brazo a Brülhmann, silencioso y deprimido. Ud. lo ha dicho: mi alma es leal y sincera. Conteniendo su emoción. Si tuviera un recuerdo LIBRETO amargo del pasado retiraría mi mano de la suya que la estrecha ¡y huiría lejos de aquí, para no regresar! Pero, como las olas se calman después de la tormenta así, mi corazón ya no sufre por su sueño olvidado. Y aquel que sabe leer mis pensamientos no encontrará en ellos más que amistad. ¡Y eso será mi parte de felicidad sobre la tierra! hablando de felicidad! La buscamos muy lejos, la llamamos, le imploramos. Entra Sophie con un ramo de flores. WERTHER Solo. SOPHIE A Albert, con alegría. ¡Hermano, mira qué bello ramo! Por el pastor, he saqueado el jardín. A Werther. ¡Y también vamos a bailar! ¡Cuento con usted para el primer minueto! Observando a Werther. ¡Qué cara tan triste! Con sencillez y gentileza. Con intención. Y quizás pasa por nuestro camino… con una sonrisa en los labios y flores en sus manos. Werther permanece en silencio. A Albert. ¡Vuelve enseguida, hermano! A Werther. ¡Me ha oído Ud., señor Werther, lo invito para el primer minueto! Albert se ha reunido con Sophie y desaparece con ella en la iglesia. ¿He dicho la verdad? ¿El amor que siento por ella, no es el más puro y el más sagrado? ¿Nunca ha entrado en mi alma un deseo culpable? De forma explosiva. ¡Sí! ¡Mentía! ¡Oh, Dios! ¡Sufrir sin cesar o por siempre mentir! ¡Es demasiada vergüenza y debilidad! ¡Debo irme... tengo que partir! Pero hoy, Señor Werther, todo el mundo está contento ¡la felicidad está en el aire! En el azul del cielo resplandece un sol alegre, lleno de fuego. La claridad nos inunda desde las cabezas a nuestras almas. ¡Todo el mundo está contento! ¡La felicidad está en el aire! Y el ave que remonta a los cielos, en la brisa que suspira ha vuelto para decirnos que Dios nos permite ser felices. ¡Todo el mundo está contento! ¡La felicidad está en el aire! ¡Todo el mundo está feliz! Ha aparecido Charlotte, que se dirige al presbiterio. Werther la ha visto y se emociona. WERTHER Aparte, más sombrío. CHARLOTTE Volviéndose. ¡Feliz! ¿Acaso podré volver a ser feliz? ¿Usted también viene a la casa del Pastor? ALBERT A Sophie. Ve a llevar el ramo, hermanita. Enseguida te alcanzo. Sophie se aleja unos pasos. A Werther. ¡Werther, estábamos LIBRETO WERTHER Cambiando de tono, aparte. ¡Partir! ¡No! ¡Lo único que quiero es acercarme a ella! CHARLOTTE Que ha visto a Werther. ¡Rezar nos da una fuerza desconocida! WERTHER Desde lejos. ¡Charlotte! WERTHER Se acerca, tristemente. ¿Para qué? ¿Para verla siempre junto a otro? Se acerca aún más a Charlotte que permanece inmóvil. ¡Ah, qué lejos está ese dulce día en que mi mirada se encontró con la suya por primera vez! Cuando nos quedamos tanto tiempo muy cerca, sin decirnos nada. ¡Y sin embargo, un rayo sublime caía del cielo como una sonrisa sobre nuestra silenciosa emoción! CHARLOTTE Con más dulzura. CHARLOTTE Con frialdad. WERTHER Calmándose, poco a poco. ¿Olvido? ¿Por qué? Al contrario, piense en Charlotte. Piense en su descanso, sea fuerte, sea bueno. ¡Albert me ama y soy su mujer! ¡Sí! Lo único que deseo es que Ud. sea feliz. WERTHER Apasionado. Entre lágrimas, pero calmo. ¡Albert la ama! ¿Y quién no la amaría? CHARLOTTE Más dulcemente. ¡Werther! ¿No existe otra mujer en la Tierra, digna de su amor, y libre para amarlo? Yo. ya no me pertenezco. ¿Por qué me ama, entonces? WERTHER Pregúntele a los locos, por qué pierden la razón. CHARLOTTE Resuelta. ¡Y bien! Ya que el destino nos separa para siempre ¡Aléjese! ¡Váyase! WERTHER ¡Qué palabras tengo que escuchar! CHARLOTTE Muy seria. Lo que tiene que escuchar de mí. WERTHER Con violencia. ¿Y quién lo ordena? CHARLOTTE ¡El deber! Con más dulzura. A veces, la ausencia hace menos amargo el dolor. WERTHER Dolorosamente. ¡No es su poder otorgarme el olvido! ¡Pero no volverla a ver es imposible! ¡No! WERTHER Con mucha dulzura. Amigo mío, no soy a tal punto tan rigurosa. Y no deseo un exilio eterno... Dominándose. ¡Volverá pronto, espere... en Navidad! WERTHER Suplicando. ¡Charlotte! CHARLOTTE Sale. ¡En Navidad! Ella desaparece. Werther desea llamarla de nuevo, pero se contiene, descorazonado, abatido y mirando el camino por el que ella se ha ido. WERTHER Resuelto, después de un momento de profunda desesperación. Sí, haré lo que me ordena, para su tranquilidad. ¡Y si la fuerzas me abandonan, entonces seré yo quien descansará para siempre! Pensando, febrilmente. ¿Por qué temblar ante nuestra muerte? Caerá el telón, y pasamos al otro lado. Misterioso. A eso le llaman morir. Sigue pensando. ¿Ofendemos al cielo por dejar de sufrir? Cuando un hijo regresa de un viaje antes de tiempo lejos de sentir que le guardan resentimiento la casa se estremece al sentir el ruido de sus pasos. LIBRETO ¡Y el padre, feliz, lo recibe y lo besa! ¡Oh, Dios que me has creado! ¿Serás menos clemente? ¡No! Oculto bajo tus velos, no sabrías arrojar a la noche a tu hijo infortunado. Adivinando tu sonrisa a través de las estrellas ¡volvería hacia ti, perdonado de antemano! ¡Padre! ¡Padre que no conozco, pero en quien tengo fe habla a mi corazón... llámame! Sale.A punto de irse Werther, aparece Sophie, bajo el umbral WERTHER Violentamente y con gran emoción. ¡No! ¡Nunca! ¡Adiós! Se va, precipitadamente SOPHIE Muy emocionada, lo llama y corre tras él hasta la carretera. ¡Señor Werther! Ha desaparecido por el camino. ¡No está! Rompiendo a llorar, regresa. ¡Dios mío! ¡Ahora que estaba tan contenta! del presbiterio. Aparece el cortejo de la boda. De todas partes, surge la gente. SOPHIE Alegremente. CHARLOTTE Viendo a Sophie, se aproxima corriendo a ella. ¡Venga! El cortejo se aproxima. ¡Y, dicho sin reproches, solo lo estamos esperando a Ud.! SOPHIE Cayendo en brazos de Charlotte. WERTHER Brusco. Perdóneme, pero me voy! SOPHIE Sofocada. ¿Se va? WERTHER Molesto. ¡Ahora mismo! SOPHIE Repitiendo, muy conmovida. ¿Ahora? Pero seguramente volverá mañana, luego. ¿Qué sucede? ¡Está llorando! ¡Sophie! ¡Hermana! ¡El señor Werther se ha ido! ALBERT Nervioso. ¡Él! SOPHIE ¡Y para siempre! ¡Acaba de decírmelo y se fue como un loco! CHARLOTTE Aparte. ¡Para siempre! ALBERT Sombrío, observando a Charlotte. ¡Está enamorado de ella! El cortejo del aniversario atraviesa la plaza. Gritos y aclamaciones. Mira fijamente la carta que tiene en la mano y la lee. “Le escribo, desde mi pequeña habitación… un cielo gris y cargado, pesa sobre mí como una mortaja. ¡Y estoy solo, solo, siempre solo!” 24 de diciembre del mismo año, a las cinco de la tarde. El salón de la casa de Albert. A la Izquierda, una estufa grande en azulejo verde. Al fondo, el clavicordio, cerca de una ventana. La puerta de la habitación de Albert a la derecha. A la izquierda, la puerta de la alcoba de Charlotte. En primer plano, un pequeño escritorio, una mesa de trabajo y un sillón. Hacia la mitad derecha, en primer plano, un canapé. Una lámpara encendida, con pantalla, sobre la mesa. CHARLOTTE Sola, sentada en la mesa de trabajo, soñando. ¡Werther! ¡Werther! LIBRETO ¿Quién me hubiera dicho el lugar que hoy ocupa en mi corazón? ¡Desde que se fue, a pesar de mí todo me hastía… Deja caer su labor. … y mi alma está llena de él! SOPHIE La toma por la cintura. Después de un rato, ha tomado otra carta y la abre. Leyendo. ¿Por qué piensas eso? “Los gritos alegres de los niños suben por mi ventana… y pienso en esos tiempos tan dulces … en que sus pequeños jugaban alrededor de nosotros. ¡Quizás me hayan olvidado!” ¿Estás preocupada por algo? CHARLOTTE Soltándose de los brazos de Sophie. SOPHIE Sujetándole la mano. Sí, tu mano está helada Mirándola a los ojos. y tus ojos están enrojecidos. Me doy cuenta. Se interrumpe, expresivamente. ¡No, Werther, en el recuerdo de ellos su imagen sigue viva! Y cuando vuelva... Pero, ¿Acaso conviene que vuelva? CHARLOTTE Apartándose, sonrojada. ¡Ah! ¡Esta última carta me hiela y me espanta! ¡No es nada! A veces me siento algo triste, solitaria. Pero si mi alma estaba turbada por una pequeña nostalgia… Leyendo. En tono alegre pero forzado. “Tú me has dicho: en Navidad! Y yo grité: ¡Nunca! ¡Pronto vamos a saber quién de los dos decía la verdad!” Pero si yo no apareciera ante ti el día fijado. No me acuses... ¡Solo llórame! ya no me acuerdo, y ahora como ves... estoy sonriendo. Se levanta, temerosa. SOPHIE Cariñosa. ¡Lo que necesitas es reír, volver a reír, como antes! ¡Como antes! Repitiendo espantada, temiendo comprender. CHARLOTTE Para sí, con intención. Con tus ojos llenos de encantos, leerás estas líneas y las humedecerás con tus lágrimas... ¡Oh, Charlotte, y te estremecerás! ¡Como antes! Repitiendo sin leer. ¡La risa es una bendición, es alegre, ligera, sonora! ¡Tiene alas, es un ave de la aurora! Es la claridad del corazón que se escapa como rayos. ¡La risa es una bendición, es alegre, ligera, sonora! ¡Te estremecerás! Entra sonriente Sophie, llevando en sus brazos los juguetes para la fiesta de la noche. Sorprendida, Charlotte esconde, precipitadamente, las cartas que habla tenido en la mano, Se levanta, lentamente, como atraída hacia el escritorio, que abre. ¡Estas cartas! Ay, las leo todo el tiempo, con tanto deleite. ¡Pero también, qué tristeza! ¡Debería romperlas, pero no puedo! ¡Niña mía! ¡Ah! ¡No hay nadie junto a él! ¡Ni siquiera una demostración de ternura o de piedad! ¡Dios! ¿Cómo he podido tener el coraje de imponerle este exilio y este aislamiento? Reanudando la lectura. CHARLOTTE Y WERTHER CHARLOTTE Preocupada. Se deja caer sobre la silla. ¡No me acuses, solo llórame! ACTO III Albert no está. A ti no ya se te ve y papá está muy disgustado. SOPHIE ¡Buen día, hermana! ¡Vengo con noticias! Sophie avanza alegremente y deja los objetos sobre el mueble. En tono de duro reproche. SOPHIE Con alegría. Lleva a Charlotte al sillón y se desliza a sus rodillas. ¡Escucha! ¡Ya tengo edad para conocer la razón de muchas cosas! ¡Sí! ¡Desde que Werther se fue de LIBRETO aquí, todas las caras están sombrías! Charlotte se estremece. Pero, ¿por qué dejar sin noticias Bajando los ojos. a aquellos que le han sido fieles? CHARLOTTE Se libera de los brazos de Sophie, se levanta. Para sí. ¡Todo me habla de él, hasta esta niña! SOPHIE Volviendo a Charlotte. ¡Lágrimas! ¡Oh, perdón! ¡Te suplico! Sí, cometí un error al hablarte de esto. CHARLOTTE Sin poderse contener. ¡Ve! ¡Déjame derramar mis lágrimas! Afectuosamente. ¡Me harán bien, querida mía! Las lágrimas que no lloramos, caen en nuestra alma… y esas gotas obstinadas, golpean el corazón cansado y triste. Al fin su resistencia se agota. El corazón se ahonda, se debilita. ¡Es demasiado grande, nada lo colma! ¡Es demasiado frágil, cualquier cosa lo quiebra! ¡Todo lo quiebra! SOPHIE Asustada. Créeme, Charlotte, no te quedes aquí. Ven a casa, te haremos olvidar tus preocupaciones. Cambiando de tono, con alegría. Papá les ha enseñado a los niños unos magníficos villancicos de Navidad. Va a recoger los juguetes que había dejado al entrar. CHARLOTTE Aparte, consternada. ¡Navidad! ¡Ah! ¡Esa carta! Repitiendo, en un tono sombrío. “¡Si no me ves aparecer ante a ti, el día fijado… no me acuses, solo llórame!” SOPHIE Volviéndose a Charlotte. De acuerdo, entonces. ¿Vendrás? LIBRETO CHARLOTTE Sin convicción. Sí, tal vez. SOPHIE Con impaciencia y afecto. ¡No, no, seguro! CHARLOTTE Tratando de sonreír. Seguro... SOPHIE Insistiendo. ¿De verdad? CHARLOTTE Tranquilizándola. Sí, iré. Lo prometo, pequeña. SOPHIE Cariñosa. ¿Vendrás? CHARLOTTE Sí, iré... SOPHIE Se va poco a poco mirando a su hermana con ternura, pero Charlotte, de repente la llama con un gesto y la abraza con cariño. ¿Vendrás? CHARLOTTE Impulsivamente. ¡Ah, ven que quiero abrazarte otra vez! Sophie se va. Charlotte sola, se vuelve lentamente hacia la mesa y dice de manera espontánea. ¡Ah, el coraje me abandona! ¡Señor, Señor! ¡Señor Dios! He seguido tu ley. He cumplido mi deber y quiero seguir cumpliéndolo. Solo tengo esperanzas en Ti. ¡Aunque la prueba es difícil y mi corazón muy débil! ¡Señor Dios, Señor Dios! ¡Ay, tú lees dentro de mi alma! ¡Todo la lastima, todo la atemoriza! ¡Ten piedad de mí, ayúdame en mi debilidad! ¡Dios! ¡Ven a socorrerme! Escucha mi plegaria... ¡Dios de bondad! ¡Dios fuerte! ¡Oh, Dios de bondad! ¡Solo tengo esperanzas en Ti, Señor Dios! Se abre la puerta del fondo y aparece Werther. Con viveza. ¡Cielos! ¡Werther! Werther está en la puerta, pálido, desfallecido, apoyándose en la pared. WERTHER Con una voz entrecortada y casi sin mirar a Charlotte; dolorosamente, Sí, soy yo, he vuelto... y sin embargo, lejos de Ud., no he dejado que pase una hora, un instante, sin decir:… ¡Prefiero morir antes que volver a verla! Después, cuando llegó el día que Ud. había fijado para el regreso me puse en marcha. En el umbral de la puerta todavía me resistía, quería huir. ¡Qué importa ahora todo eso! ¡Aquí estoy! CHARLOTTE Conmovida, intentando contenerse y parecer indiferente. ¿Por qué esas palabras tan amargas? ¿Por qué no regresar, cuando aquí todos lo esperan… mi padre, los niños... WERTHER Acercándose, con curiosidad. ¿Y Ud.? ¿Ud. también? CHARLOTTE Evitando las palabras que siente venir de los labios de Werther y sin responderle. ¡Mire! ¡La casa ha quedado igual desde que Ud. se fue! Con ternura. Al verla así, ¿no le parece que lo ha recordado? o que se estremecía con mi dolor. Cuando su voz acompañaba a la mía. CHARLOTTE Acercándose a la mesa. ¡Cuando su voz acompañaba a la mía! WERTHER Yendo hacia la mesa. Estos libros, sobre los que hemos inclinado juntos nuestras cabezas tantas veces. Va hacia el escritorio en el que está la caja con las pistolas. Y esas armas. Un día las he tocado con mis manos… Cada vez más sombrío. ¡Ya estaba impaciente por el largo reposo al que aspiro! CHARLOTTE Sin haber visto ese último movimiento, ha vuelto hacia el clavicordio sobre el que ha tomado un manuscrito. Volviendo a Werther Y aquí están los versos de Ossian, que Ud. había comenzado a traducir. WERTHER Toma el manuscrito. Traducir... ¡Ah, cuántas veces mi sueño volaba sobre las alas de esos versos! ¡Y eras tú, querido poeta, quien mucho antes, me interpretabas a mí! Con sentimiento. ¡Toda mi alma está ahí! Lee. “¿Por qué me despiertas, oh brisa de primavera? Siento tus caricias sobre mi frente y sin embargo el tiempo de las tempestades y tristezas está muy cerca. Con desesperación. Todo está en su lugar de siempre. ¿Por qué me despiertas, oh brisa de primavera? Mañana, el viajero pasará por el valle con el recuerdo de mi gloria pasada. Y sus ojos buscarán en vano mi esplendor. ¡No encontrarán más que luto y miseria! ¡Por qué me despiertas, oh brisa de primavera!” CHARLOTTE Tierna y simplemente. CHARLOTTE Muy turbada. WERTHER Mirando a su alrededor. ¡Sí, veo… aquí no ha cambiado nada, excepto los corazones! Con tristeza. Todo está en su lugar de siempre. ¡No siga! ¡Esa desesperación, ese duelo, se diría… parece... WERTHER Caminando por la habitación. WERTHER Aquí está el clavecín que cantaba mi felicidad ¡Cielos! ¿He comprendido bien? En esa voz que tiembla... en esos LIBRETO dulces ojos llenos de lágrimas... ¿No estoy leyendo una confesión? WERTHER CHARLOTTE Estremecida. CHARLOTTE ¡Basta de remordimientos! ¡No! ¡Ah! ¡Cállese! WERTHER WERTHER Acercándose a Charlotte. ¡Basta de tormentos! ¿De qué sirve seguir engañándonos? CHARLOTTE ¡Ah! ¡Piedad! CHARLOTTE Suplicando. ¡Se lo imploro! WERTHER Ardientemente. ¡No! Ambos nos hemos mentido al llamarnos vencedores del amor inmortal que se estremece en nuestros corazones. WERTHER No existe nada fuera de nosotros... Todo lo demás es en vano. CHARLOTTE ¡Ah! ¡Señor, defiéndeme! WERTHER Solo el amor es verdadero, porque es la palabra de Dios. CHARLOTTE ¡Werther! WERTHER Exaltado. ¡Ah! ¡Ese primer beso, mi sueño y mi deseo! Felicidad tan esperada, que hoy vislumbro. Y me quema los labios, aún insatisfechos. ¡Ese beso, pedido por primera vez! CHARLOTTE Enloquecida de amor. ¡Defiéndeme, Señor, de mí misma! ¡Señor, defiéndeme de él! WERTHER ¡Te amo! CHARLOTTE ¡Piedad! WERTHER ¡Te amo! CHARLOTTE Cae desfallecida, sobre el canapé. ¡Ah, pierdo la razón! ¡No! ¿Podemos olvidar todo lo que nos separa? WERTHER Aterrado. ¡No! ¡Es imposible! ¡Escúchame! ¡Mi voz te llama! Vuelve... ¡Serás sagrada para mí! ¡Vuelve! ¡Nada! Ni una palabra, se ha callado. ¡Está bien! ¡Entonces, adiós! ¡Charlotte ha dictado mi sentencia! Se dirige hacia la puerta del fondo. ¡Oh, Naturaleza, vístete de duelo! Tu hijo, tu bien amado, tu amante va a morir... ¡Llevándose consigo la eterna tortura! ¡Mi tumba puede abrirse ahora! Sale. ALBERT Entra, preocupado y sombrío. Werther ha regresado, Deja su abrigo en un mueble. lo han visto venir. Cambiando de tono, confuso. ¿No hay nadie aquí? La puerta está abierta... ¿Qué sucede aquí? Mira un momento por la ventana, y ve alejarse a alguien. Después se dirige hacia la habitación de Charlotte, llamándola. ¡Charlotte! Más alto con insistencia. ¡Charlotte! CHARLOTTE Viendo a su marido. ¡Ah! Recomponiéndose, enloquecida. ALBERT En un tono brusco. WERTHER Vuelve en sí, suplicando a Charlotte. ¿Qué tienes? CHARLOTTE Cada vez más preocupada. CHARLOTTE Decidida. No es nada... ¡No! ¡No me volverá a ver más! ALBERT Insistiendo. ¡Me amas! WERTHER Pareces agitada, preocupada... ¡Charlotte! ¡Piedad! LIBRETO CHARLOTTE Balbuceando. ¿Aquí? ALBERT Sombrío. ¡Responde! Entra un criado, que trae una carta. Albero se da cuenta de su presencia y se vuelve hacia él bruscamente. ¿Un mensaje? Reconoce la caligrafía y observa a Charlotte, fijamente. ¡De Werther!... CHARLOTTE Grita sin poder evitarlo. ¡Dios! ALBERT Con gravedad, lee sin perder de vista a Charlotte. “Me marcho para un largo viaje. ¿Tendría la bondad de prestarme sus pistolas?” CHARLOTTE Para sí, sintiéndose desfallecer. ¡Se va! ALBERT Continúa. “Que Dios los guarde a ambos.” CHARLOTTE Aparte, aterrorizada. CHARLOTTE Con un tono de margo reproche. ALBERT A Charlotte, con frialdad, CHARLOTTE Retrocediendo, espantada. ¿Quién? ¿Yo? ¡Perdón! WERTHER Insistiendo. CHARLOTTE Defendiéndose. ¿Y quién ha estado aquí? ¡Entrégaselas! ¡Yo, yo en sus brazos! ¡Me amas! ¡Me amas! CHARLOTTE Rechazándolo. Se va y tras de sí cierra la puerta de su habitación. Werther se precipita sobre sus pasos. ALBERT Casi violento. ¡Ah! ¡Horrible presagio! CHARLOTTE En brazos de Werther. ¡Ah! WERTHER Arrojándose a sus pies. ¡Con mi alma desesperada huyo de Ud.! ¡Por última vez, adiós! CHARLOTTE Buscando en vano reponerse. Sí, la sorpresa... ALBERT Indiferente y mirándola fijamente. ¡Sin duda! CHARLOTTE Como fascinada por la mirada de su marido, va maquinalmente hacia el escritorio donde está la caja con las pistolas. Para sí. ¡Qué mirada! Albert va hacia la habitación y antes de entrar mira de nuevo a Charlotte que, apoyándose con dificultad, da al criado las armas. LIBRETO El criado sale. Albert aplasta la carta que tenía en las manos y la arroja a lo lejos con un gesto de cólera entrando. Una vez sola, Charlotte se da cuenta de la situación y recoge su capa que está sobre un sillón. CHARLOTTE Con fuerza. ¡Dios! ¡No quieras que llegue demasiado tarde! Sale desesperada. ACTO IV WERTHER ¡Sigue hablando! ¡Habla, te suplico! CHARLOTTE Con profunda emoción. ¿Por qué esas lágrimas? ¿Acaso crees que mi vida ha terminado en este instante? ¡Ahora comienza, míralo bien! Pero si se acerca la muerte, antes de que te envuelva SOPHIE, NIÑOS Transportada, y tiernamente. CUADRO I – LA NOCHE DE NAVIDAD ¡Al menos, te devolveré tu beso! Lo abraza. La noche de Navidad. Se ve la villa de Wetzlar a vista de pájaro. La luna ilumina los tejados cubiertos de nieve. Algunas ventanas se van percibiendo poco a poco. Nieva. La música continúa hasta el cambio de decorado. CHARLOTTE CUADRO II LA MUERTE DE WERTHER WERTHER Incorporándose un poco. El despacho de Werther. Un candelabro de tres brazos ilumina apenas la mesa cargada de libros y de papeles. Al fondo, una amplia ventana abierta a través de la cual se ve la plaza de la villa y las casas cubiertas de nieve. Al fondo a la derecha una puerta. La claridad de la luna penetra en la pieza. Solo en primer plano Werther mortalmente herido tendido sobre el suelo cerca de la mesa. La puerta se abre bruscamente y entra Charlotte. Se detiene y se apoya contra el quicio de la puerta, como si el corazón se le parara bruscamente. CHARLOTTE Llamando, angustiada. ¡Werther! ¡Werther! Avanza, con ansiedad. ¡Nada! Pasando detrás de la mesa, busca y descubre el cuerpo inanimado de Werther. Se arroja sobre él, dando un grito de espanto. ¡Dios! ¡Ah, sangre! Se arrodilla y lo toma en sus brazos. ¡No! ¡No, es imposible! Con voz sofocada. ¡No puede estar muerto! ¡Werther! ¡Werther! ¡Vuelve en ti! ¡Responde! ¡Responde! ¡Es horrible! WERTHER Abre los ojos. ¿Quién habla? Reconociendo a Charlotte. Charlotte... eres tú... Sin voz. ¡Perdóname! ¿Perdonarte, cuando soy yo quien te ha herido… cuando yo he derramado la sangre que escapa de tu herida? ¡No! ¡Tú no has hecho más que lo justo y lo bueno! Con un esfuerzo agotador. Mi alma te bendice por esta muerte que te conserva inocente... y me libera del remordimiento! ¡Que tu alma y la mía se fundan perdidamente! Que con este beso olvide para siempre todos los males, las penas... ¡Que olvide todos los dolores! ¡Navidad! ¡Dios nos permite ser felices! ¡La felicidad está en el aire! ¡Todo el mundo está alegre! Werther, que ha escuchado, erguido, temblando, los grandes ojos abiertos, se apoya sobre el sillón y se deja caer con un gemido. CHARLOTTE Mirándolo, angustiada. ¡Todo, olvidemos todo! ¡Sus ojos se cierran, su manos se hielan! Va a morir... ¡Piedad! VOZ DE LOS NIÑOS A lo lejos, en la casa del alcalde, entre bastidores, se añadirán sopranos a los seis niños, para esta última escena solamente. No quiero, no quiero... ¡Werther, responde... ¿todavía puedes oírme? WERTHER Casi suspirando. Sollozando. ¡Navidad! ¡Navidad! ¡Navidad! Dulce y tierna estrechándolo. CHARLOTTE Enloquecida va hacia la puerta. CHARLOTTE Dolorosamente, escuchando. Con gran emoción. ¡Pero debemos pedir ayuda! ¡Dios! ¡Esos gritos de alegría! ¡Esa risa en este momento tan cruel! Werther la retiene. ¡No! ¡No llames a nadie! ¡Sería en vano toda ayuda! Simplemente dame tu mano... Se apoya en Charlotte y se incorpora sonriente. ¿Ves? ¡No necesito otra ayuda que la tuya! Y además, nadie debe venir a separarnos otra vez. ¡Estamos tan bien así! Toma su mano. ¡En esta hora suprema estoy feliz muero diciéndote que te adoro! CHARLOTTE Tiernamente apasionada. ¡Y yo te amo, Werther! Con abandono. ¡Sí, desde el día en que apareciste ante mis ojos sentí que nos unía una cadena imposible de romper! ¡Antes que olvidar el deber, preferí tu pena y para no perderme, Con un sollozo. ay de mí, te he perdido! Charlotte va hacia la ventana, pero vuelve rápidamente hacia Werther. VOZ DE LOS NIÑOS ¡Ha nacido Jesús! ¡Reyes y pastores de Israel, he aquí a nuestro Divino Señor! WERTHER Se incorpora un poco, en una suerte de alucinación. ¡Ah, los niños... los ángeles! VOZ DE LOS NIÑOS ¡Navidad! ¡Navidad! ¡Navidad! WERTHER ¡Sí, Navidad, es el canto de la liberación es el himno del perdón que canta la inocencia! VOZ DE LOS NIÑOS ¡Navidad! ¡Navidad! ¡Navidad! CHARLOTTE Se acerca, asustada por el delirio que comienza. ¡Werther! LIBRETO WERTHER Cada vez más alucinado. ¡Entre mis brazos, la muerte no se atreverá a llevarte! ¡Vivirás! ¡Vivirás! Murmurando. ¡Ya ves, no tengo más miedo! WERTHER En el sillón, con voz entrecortada. No, Charlotte, me muero... Charlotte quiere protestar... Werther con gesto resignado. pero escucha bien... Allá, en el fondo del cementerio, hay dos grandes tilos... Allí es donde quiero descansar para siempre. CHARLOTTE Con voz entrecortada. ¡Cállate, por piedad! WERTHER Si eso me es negado… si la tierra cristiana está prohibida para el cuerpo de un desventurado. Haz colocar mi tumba junto al camino, o en el pequeño valle solitario. El sacerdote pasará desviando la mirada. CHARLOTTE ¡Ten piedad! ¡Werther! LIBRETO WERTHER Continuando. CHARLOTTE Llamando desesperadamente, Pero una mujer vendrá secretamente a visitar al desterrado… y con una dulce lágrima caída en su sombra... el muerto, el pobre muerto, ¡se sentirá bendecido! ¡Ah! ¡Werther! Débilmente. ¡Ah! Comprendiendo todo al final. ¡Todo ha terminado! Su voz se detiene; se esfuerza por respirar; sus brazos se desploman, su cabeza se inclina... Muere. Charlotte, que no puede creer lo que ha visto, toma la cabeza de Werther entre sus manos y lanza un grito de espanto. VOZ DE LOS NIÑOS ¡Navidad! ¡Navidad! ¡Navidad! Charlotte cae inconsciente, a los pies de Werther. Fuera, risas vibrantes, brindis de copas, gritos de alegría. CHARLOTTE ¡Ah! VOZ DE LOS NIÑOS A lo lejos. ¡Ha nacido Jesús! ¡Reyes y pastores de Israel aquí está nuestro divino maestro!... Pour quoi me reveiller? “¿Por qué me despiertas, oh brisa de primavera? Siento tus caricias sobre mi frente y sin embargo el tiempo de las tempestades y tristezas está muy cerca. ¿Por qué me despiertas, oh brisa de primavera? Mañana, el viajero pasará por el valle con el recuerdo de mi gloria pasada. Y sus ojos buscarán en vano mi esplendor. ¡No encontrarán más que luto y miseria! ¡Por qué me despiertas, oh brisa de primavera!” Charlotte Figurín de Hugo De Ana. Temporada 2015. LIBRETO Orquesta Estable Teatro Colón freddy varela montero | concertino oleg pishenin | concertino adjunto Primeros Violines Natalia Shishmonina (Solista) Serdar Geldymuradov (Suplente Solista) Angel Randazzo (Suplente Solista) Carlos Sanguino (Suplente Solista) Amilcar Carfi Raúl di Renzo Martha Cosattini David Bellisomi Sergio Polizzi Martín Centeno Lucrecia Herrero Daniela Sigaud Verónica Novara Myrian Gandarillas David Coudenhove Demetrio Grigoriev * Amarilis Rutkauskas Carlos Ferreiro Habra * Rodrigo Beraldi * Segundos Violines Fernando Morelli (Solista) Sebastián Zoppi (Solista adjunto) Nicolás Giordano (Suplente Solista) Olga Pinchuk* (Suplente Solista) Diego Tejedor Katharina Deissler * Roxana Valle Gabriela Olcese Alfredo Hess Luis Sava Alejandro Beraldi Valentina González Anabella Fernández Violonchelos Andrés Mouroux (Solista) Stanimir Todorov * (Solista adjunto) Jorge Bergero (Suplente Solista interino) Esdras Campos * (Suplente Solista) Néstor Tedesco Leandro Kyrkiris Daniel Tavella Mario Kyrkiris Nicolás Rossi Hugo Tagliavini Cecilia Carnuccio Federico Wernicke * Marcela Muollo * ÓPERA Violas Gabriel Falconi (Solista interino) Adrián Felizia (Suplente Solista) Pablo Hopenhayn * (Suplente Solista) Laura Hackstein * (Suplente Solista) Rubén Jurado Cecilia Russo Jorge Sandrini Alejandro Varady Cristina Tonelli Pablo Fusco Paula Recondo * Gonzalo Quecuty * Contrabajos Elián Ortíz Cárdenas (Solista) Mariano Slaby (Suplente Solista interino) Carlos Vega Ciro Buono Adrián Valansi Horacio Cabarcos Ricardo Cánepa Felipe Devincenzi * Matías Cadoni * Flautas Jorge de la Vega (Solista) Fabio Mazzitelli (Solista interino) María Cecilia Muñóz (Suplente Solista interina) Martín Auza (Flautín) Laura Falcone Oboes Rubén Albornóz (Solista) Gerardo Bondi (Solista adjunto) Marcelo Baus (Corno inglés) Raquel Dottori Alejandro Lago Clarinetes Carlos Céspedes (Solista) Daniel Kovacich (Solista adjunto) Carlos Fernández (Clarinete Bajo) Marcelo Ruíz Schulze Guillermo Astudillo Sa xo Marcelo Bidegain * Tuba Pedro Pulzován Fagotes Oscar Bazán (Solista) Ezequiel Fainguersch (Solista adjunto) Alfredo Ciani (Contrafagot) Diego Armengol Abner da Silva * Timbales Alexandre Alventosa * (Solista) Ramón Gardella * (Suplente Solista) Cornos Domingo Zullo (Solista) Rodolfo Roson (Solista interino) Gastón Frosio * (Suplente Solista) Darío Galián * (Suplente Solista) Marcos Molo Gustavo Berri Pablo Llamazares * Martcho Mavrov * Alvaro Suárez Vázquez * Trompetas Osvaldo Lacunza (Solista) Werner Mengel * (Suplente Solista) Oscar López Calatayud (Trompeta Píccola) Agustina Guidolín Cristian Martinelli Percusión Néstor Astutti (Placas, Tambor y Accesorios) Gerardo Cavanna (Tambor, Suplente de Platillos y Accesorios) Florencia Barrientos (Tambor, Bombo y Accesorios) Gustavo Alfieri * (Placas, Suplente de Tambor y Accesorios) Martín Mendoza * Arpas Silvia Guillermina Sneider (Solista) Sarah Solomon Stern (Solista adjunta) Celesta César Bustamante * Secretario Operativo Federico Bondar * Coordinador Ricardo Nelson García Ayudante de Coordinación Gabriel Roson * Músico Copista Corrector Claudio Ramos Federico Taboada Luthiers Carlos González (Vientos) Gervasio Barreiro (Cuerdas) Archivo Musical Horacio Lagrassa (Jefatura) Antonio Battipaglia (2da. Jefatura) Técnico afinador Ricardo Quintieri * Contratados Trombones Henry Bay (Solista) Abel Larrosa (Solista adjunto) Ingrid Bay Adrián Nalli Enrique Schneebeli ÓPERA Coro de Niños del Teatro Colón Actores-Figurantes César Bustamante | director Integrantes DEL CORO que intervienen en “Werther” Figurantes Principales Ramiro Camacho Fritz Giuliano De Benedicts Karl Lucila Loewy Marianella Nervi Fadol Luca Palotta Tomás Sasovsky Gretel Clara Hans Max Suplentes Morena La Vecchia Galán Melina Schulz Clara Gretel Magdalena Aratta Mathilde Bauman María Clara Boccardo Milagros Caballero Fiorella De Benedicts Magdalena Eulnesekian Avril Fejer Sara Fernández Videla Avril Figueroa Quintanilla Guadalupe Fustinoni Juan Carlos Fustinoni Valeria Anastasia Grigorev Agustina Gutiérrez Casanova Katerina Ikan Marcia La Vecchia Galán María Constanza Leone María Guadalupe Mancini Sofía Miño Lucía Molano Bernarda Milena Rezelj Luz María Ríos Giménez Sol Schneebeli Natalí Serna Catalina Sola Klein Lorenzo Taddeo Julieta Unrein Manuel Zlotsky Actores-Figurantes que intervienen en “Werther” * Gastón Ares Andrés Araya Gonzalo Argüello Matias Tisera Fuster Mario Lescano Pablo Meneses Marcelo Odera Gracián Agustín Quiroga Paez Maximiliano Regueiro Luciano Rosini Martin Segura Ezequiel Yedro Acosta Natalia Florencia Antonucci Malena Colombo Estefanía Di Bona Natalia Giardineri Ayelén Ibáñez Belén Jullian Valeria Montagna Lucia Fucci Carla Viola Actores –Figurantes estables Emilce Aliscioni Osmar Di Stefano Enrique Leyes coordinador Oscar Omar Ortiz asistente de coordinación Jimena Mangione * * Contratados Directora asistente Helena Cánepa Coordinacion Eliana Stürtz ÓPERA ÓPERA Staff Escenotécnico antonio Gallelli | coordinador general Jefe TÉcnico Escenario Alberto Azzinari Infraestructura escénica Arq. Adriana Giugno CoordinaciÓn de Vestuario Blanca Ocampo Luminotecnia Rubén Conde ProduccIÓn EscenotÉcnica Verónica Cámara Maquinaria escénica Alberto Azzinari ProduccIÓn Ejecutiva Norberto Conde Peluquería y Caracterización María Eugenia Palafox Asistencia de ProduccIÓn Omar Duca Pintura y Artesanía Teatral Claudia Vega Audio Federico Guastella Prevención riesgos escénicos Alberto Luna DocumentaciÓn Arnaldo Colombaroli Redes y comunicación escénica Cristian Escobar Electricidad escÉnica Ricardo Azzaritti Sastrería teatral Stella Maris López Efectos Escénicos Ricardo Giménez Tapicería Alfredo Arias Escenografía Enrique Dartiguepeyrou Utilería Carlos Suárez Escultura Claudia Valerga Video Karina Barresi Herrería teatral José Di Pietrantonio Zapatería Blanca Villalba Consejo de Administración ACOMPAÑAN AL TEATRO COLÓN EN SU TEMPORADA 2015 COMITÉ EJECUTIVO Presidente María M. Taquini de Blaquier Vicepresidente Primero Guillermo Ambrogi Tesorero Gerardo R. Lo Prete Vicepresidente Segunda Nelly Arrieta de Blaquier Prosecretaria Lily De Benedetti Secretario Jorge Daniel di Lello Protesorero Gonzalo Bruno Quijano VOCALES Víctor Cañardo Salvador Carbo Rodolfo A. Ceretti Alejandro Cordero Antonio Estrany Y Gendre Alicia Farias Teresa Grüneisen de Maronese, Eric Guillermo Le Comte María Inés Llach de Lo Prete Alejandro Massot Sergio Meller Marcelo E. Podesta Liliana Santarelli de Roux Mecenas de Platino Alejandro y María José Massot En memoria de Susana Crespo Diario La Nueva Provincia Susana Romero Alberto y María Victoria Anchorena Felisa Rocha de Quesada ALUAR Aluminio Argentino SAIC Felipe Acevedo María Isabel y Jorge Winograd Ricardo de Aguirre Hita Anónimos Roberto Malkassian Sergio Pedro Brodsky Hebe Chiesa Arturo García Rosa y Janina Kook Leda Bohcali de Karagozian María Angélica Cáceres Sclauzero Alejandro L. de Elizalde y Cristina Fernandes Jahrmann Ana María A. de Piscitelli Silvina y Santiago Del Sel Silvina y Gustavo Glasserman Héctor Mario Fiori y Sra. Carlos Fontán Balestra y Sra. Rodolfo F. Hess y Diana Mihura de Hess Gerardo R. Lo Prete y Sra. Irma M. Muslera Sylvia Olguín C. M. Pasquetti José Luis Puricelli & Asoc. Abogados Roberto Pons y Roxana Rodríguez Zubrin de Pons Teresa Tronconi Anónimos Pan American Energy Llc (sucursal Argentina) Nelly Arrieta de Blaquier Anónimo Mecenas de Oro Alejandro Cordero Mecenas de Plata Lily De Benedetti Teresa Aguirre Lanari de Bulgheroni Banco Galicia Anónimo Adherentes Benefactores Itaú Teresa Grüneisen de Maronese María Isabel Sirito Adherentes Protectores Marta Chopitea de Carbó Paolo Rocca Martín Gaing Susana Mitjans de Closa Rafael Galanternik Juan José Luis Piana Salvador Carbó Jean Dominique Zigliara Carlos E. Zeni y Lila B. Rodriguez Diez de Zeni Noemí Lamuraglia Anónimo Adherentes Patrocinadores Sergio E. Meller Liliana y Julián Roux Adherentes Contribuyentes Irma C. de Aberastury e Inés Aberastury María Martha Rivero Haedo de Blaquier María de Tezanos Pinto de Eijo Germán y Mónica de Elizalde Maita Barrenechea Luisa Atucha Graciela Ball Ana María Baudrix Ana María Berti Susana Braun de Santillán Víctor Cañardo Carmen y Ramón Jueguen Jacqueline Larivière Liliana Lewis de Martínez Castro Irma Piano de Alonso Mario Ricci Rodolfo A. Roballos León Chaita Héctor Luis Freyre SPONSORS BENEFACTORES Agradecimientos Cassagne & Asociados Ford Argentina S.A. Funes de Rioja & Asociados EL TEATRO AGRADECE A RADIO CULTURA LA DIFUSIÓN ACOMPAÑAN AL TEATRO COLÓN EN SU ABONO ESTELAR SPONSORS DE LA TEMPORADA DE ÓPERA SPONSOR DEL INSTITUTO SUPERIOR DE ARTE SPONSORS DE LA TEMPORADA DE BALLET SPONSOR DEL FESTIVAL DE MÚSICA Y REFLEXIÓN EL TEATRO AGRADECE A POR SU APOYO A LA TEMPORADA DE ÓPERA AL AG D EN A teatrocolonoficial teatrocolon teatrocolontv teatrocolon www.teatrocolon.org.ar VALOR DE VENTA: $70 R C U LT U AL AG D EN A R C U LT U teatrocolonoficial teatrocolon teatrocolontv teatrocolon www.teatrocolon.org.ar EJEMPLAR DE USO INTERNO. PROHIBIDA SU VENTA. WERTHER JULES MASSENET ÓPERA | Temporada 2015