Manuel Mejido: andanzas de un viejo periodista baja en El Sol de México y en radio “De mantenimiento para no morirme; para estar en activo y no estar todo el día metido en mi casa; para hacer algo de lo que me gusta hacer”, dice el viejo reportero rascándose la comisura de sus labios. Recuerdos dolorosos Sus padres llegaron a México de España para forjarse un futuro prometedor en Tierra Blanca, Veracruz. Su padre era un hombre trabajador, en tres lustros era un prominente empresario. “Mi padre era dueño de una gran A BRAHAM G. M ARTÍNEZ tienda que ocupaba una manzana, era representante de la Cervecería Moctezuma, de la Nestlé, de la Singer. Al Es el año de 1973 y es la oficina del director de Excélsior, primero que buscaban en esa zona era a mi padre para Julio Scherer García. Él sentado atrás de su escritorio que los representara. Vendía abarrotes, ropa, muebles y organizando las noticias de cualquier día de septiembre. de todo; al lado de la tienda estaba su cantina y los ciga- De repente interrumpe su trabajo por un escándalo pro- rros; y al lado su peluquería y también el cine y más, él vocado por don Daniel Cosío Villegas que entra sin tenía todo y por lo tanto tenía mucho dinero”, recuer- anunciarse y con periódico en mano –agitándolo–, lo da el periodista con una sonrisa dulce y con la mirada muestra ante el director de Excélsior que asombrado hacia el horizonte. De repente el semblante le cambia, se lo mira: “Julio, que espléndidos reportajes hace este torna duro y habla: “A mi padre lo secuestraron y luego Mejido, después de leer sus reportajes sobre Guerrero lo asesinaron”, voltea a mirar al que esto escribe y sigue quiero firmar como reportero en tu periódico”. Don Julio “Mi padre fue hombre de dinero, por eso lo secuestraron acepta sin dudarlo, el maestro Daniel Cosío sale de su ofi- y pidieron mil centenarios como rescate. El General cina y Julio Scherer llama a Manuel Mejido y lo felicita. Miguel Molinar –que fue jefe de la policía en México en Ese ha sido el trabajo de Manuel Mejido, reportar al el sexenio de Adolfo Ruiz Cortines– fue el encargado de México bronco. Periodista de la Vieja Guardia, el maes- llevar el rescate. Una vez liberado mi padre fue a casa tro Mejido concede una entrevista para El Búho. Cita al y ahí se habían juntado un grupo de sinvergüenzas que reportero en su casa en el Pedregal. Al llegar el reporte- le debían dinero y lo asesinaron, entonces todos los ro y después de un fuerte apretón de manos lo primero amigos de mi padre llegaron al pueblo y lo vengaron. que dice don Manuel Mejido es “Junto a mi vivía Manuel Mataron al presidente municipal, a los síndicos, a los Marcos Pardiña, que en paz descansé, así que no me policías, a todos los sinvergüenzas que mataron a mi pueden decir que la izquierda no vive en el Pedregal padre o que estuvieron involucrados. Después llegó el también”. ejército mexicano a aprehender a mi madre por sedición. Manuel Mejido, con más de sesenta años de perio- A raíz de eso, mi madre tuvo que dar cada dos años una dista y con varios libros en su haber se inició en el pe- propiedad que el gobierno le expropiaba. Yo tenía ocho riodismo de la mano de Carlos Denegri, trabajó para años”, dice con las palmas de las manos unidas y miran- Excélsior y después para El Universal. Actualmente tra- do al piso. “Lo perdimos casi todo”. 11 Y vuelve a tomar otros bríos y de muy buen humor platica sobre sus años de estudiante. Se graduó de Era muy joven, tenía 19 años de edad y Manuel Mejido Químico Metalurgista en la Facultada de Química tenía la inquietud del reportero. Aún no se titulaba pero Berselius de los padres jesuitas y origen de la unos amigos lo acercaron por primera vez al quehacer Universidad Iberoamericana. “Yo hice la carrera de quí- de la redacción. Mejido recuerda que uno de ellos le mico metalurgista porque en ese entonces no había comento “Yo conozco a Eulalio Ferrer y él tiene un sema- carrera de periodismo. Se me facilitó la química inorgá- nario que se llama Claridades, te voy a presentar con él”. nica, además que era una carrera corta y lo que querían En esos años Claridades tenía firmas prestigiosas de las en mi casa es que acabara la Universidad y me titulara”, que destacan Luis Spota y Renato Leduc, pero el único recuerda. En lo que parece ser su oficina hay un servibar puesto que había disponible era el de cronista taurino. grande, varios libros y un ventanal que da a su amplio jardín. Hablar de periodismo es algo que Manuel Meji12 Inicios. El primer contacto do degusta como si estuviera catando un buen vino. “Creo que el periodismo debe ser denuncia, mi carrera ha sido de denuncia permanente”, sus reportajes y libros prueban lo dicho. Con habilidades natas para describir hechos Manuel Mejido fue escalando todos los peldaños en esa área a la vez que se relacionaba con colegas periodistas que gustaban de la tauromaquia. Así conoció a Moisés Vázquez, columnista de la Primera de Noticias. “A mi se me había hecho muy fácil esto del periodismo, así que fui a preguntarle a Moisés Vázquez, un columnista que tenía un espacio en Excélsior en donde escribía puros chismes y le dije ‘oye Moisés quien es el mejor periodista en México’ y me contestó ‘Carlos Denegri, sin duda’, Carlos Denegri repetí y pregunté ¿Dónde está ese pájaro? ‘En Excélsior’ me contestó Vázquez”. Sin esperar un momento más Manuel Mejido fue a buscar al “mejor periodista” al periódico donde trabajaba. Ahí le dijeron que Carlos Denegri nunca iba pero le dieron la dirección de su oficina: Reforma 456. El joven Mejido lo localizó y le pidió una entrevista para Claridades. Una vez en la oficina de Denegri y sentados ambos en un sillón, el joven Mejido con libreta en mano le dijo: “No es cierto lo de la entrevista, vengo a tomarlo, como dice el Talmud de maestro. Quiero trabajar con usted”. Carlos Denegri se sorprendió pero “inmediatamente me aceptó y de ahí para delante”, recuerda Mejido al mismo tiempo que sonríe. Pero Carlos Denegri, no es bien recordado por el periodismo mexicano, quienes lo conocieron dicen de él “que era un periodista bastante pedante y prepotente y dada su habilidad para hacer ‘amistades’ se le abrían Alejandro Caballero todas las puertas, que sus borracheras eran bien conoci- nos tiro la puerta –la desatornillo– y dijo al entrar ‘Ay das y sus embutes más” pero, en palabras del periodista perdón, olvide unos documentos debajo de tu cama’ Manuel Mejido, Denegri era un personaje de la famosa y saca la valijita y le digo ‘Ay cabrón, olvidaste la valija novela de Robert Louis Stevenson: “Carlos Denegri era el del millón de dólares’. Mauro se echo a reír”. Doctor Jekyll y Mister Hyde. Cuando estaba sobrio era Manuel Mejido y Carlos Denegri hicieron una amistad una bella persona, fino en el trato, culto e inteligente, muy fuerte, “Me llegué a compenetrar de una manera sin- polígloto pero nada más se le pasaban las copas y se gular, si él empezaba una nota y yo la terminaba parecía convertía en un demonio, otra cosa, un espanto. que estaba hecha por una sola persona” y toma la rodilla Profesionalmente era un gran periodista, narrador, cro- del entrevistador y mirándolo como si señalará una injusti- nista, columnista talentoso pero sobre todo –lo que era cia dice “Una vez lo acompañe al aeropuerto y de repente en esa época– era un periodista que aceptaba dinero de Carlos se voltea hacia mí y me dijo: ‘Manuel te quiero más los políticos”, al hablar de Denegri las manos de Mejido que a mi hijo Carlos María de Guadalupe’, me quedé frío, se mueven y se abren al diálogo. Pero don Manuel ¡imagínate! más que a su único hijo varón. Y por no pare- Mejido estuvo más de veinte años con Carlos Denegri y cer lambiscón y cortesano no le dije ‘Carlos yo te quiero a su vez cerca de los vicios de éste. No importó, pues como al padre que me asesinaron’, no se lo dije, fui mez- “aprendí lo mejor de Carlos Denegri y aprendí a rechazar lo quino, y me arrepentí toda mi vida de que él no se quedara peor de él”, dice don Manuel con un aire de melancolía. con esa impresión de generosidad como yo la tuve de él en Se ríe y recuerda, mira al fondo y dice “Junto con ese momento”, añora Mejido y vuelve a juntar sus palmas. Ángel Bilbatua –excelente fotógrafo– y Carlos Denegri le di dos vueltas al mundo. Imagínate 25 años con él. Una La vida en Excélsior y Julio Scherer vez andábamos en la gira presidencial de Adolfo López Después de trabajar en Claridades, Manuel Mejido hizo Mateos por Filipinas y después de trabajar nos reunimos su carrera periodística en Excélsior, que en esos años era en el hotel, para ser precisos en mi habitación, Mauricio considerado uno de los cinco mejores periódicos del Ocampo, Carlos Denegri, Federico Mariscal, José Pepe mundo. Ahí Mejido demostró sus dotes como entrevis- Camacho y yo. Y Pepe llevaba una valija con un millón de tador y reportero. Ahí cosechó muchos amigos y conoci- dólares que era lo que disponía el presidente para su dos. Uno de ellos fue don Julio Scherer García. Pero al viaje y conforme se fuera vaciando la iban llenando. preguntarle sobre aquél período en el periódico de Cuando todos se fueron a dormir a Pepe se le olvido la la vida nacional y que se le ha llamado “El Excélsior valija debajo de mi cama y fue ahí cuando por primera de Scherer” Manuel Mejido mira extrañado al que esto vez –porque hubo otras– que dormí sobre un millón escribe y sentencia “Eso es un mito en muchos aspectos. de dólares. En la mañana Pepe estaba literalmente tirando Julio Scherer se está haciendo pasar como el castillo de mi puerta y desesperado fue a hurgar debajo de mi cama la pureza del periodismo, como el impoluto y Scherer fue y se llevo la valija. Denegri estaba muerto de la risa y yo un periodista muy corrupto” y sigue “Fue corrupto más no sabía porque. En otra ocasión cuando Luis Echeverría por la forma de conducirse que por recibir dinero. Nunca fue a Europa y a ver al Papa, nuevamente en mi habita- tomó un centavo esa no era la forma de corrupción de ción nos tomamos unos tragos Rafael Cardona, Mauro Scherer, sino tomarse de la dirección de Excélsior los Jiménez y yo. Nuevamente Mauro olvida la valija del mejores asuntos para hacerlos él, eso es corrupción, millón debajo de mi cama y a las seis de la mañana él si eso no se debe hacer”. 13 14 Iris Aldegani En todo momento de la entrevista la voz de Manuel El periódico Excélsior ha pasado por varias crisis Mejido era dulzona y amable excepto cuando se le pregun- internas en su vida. Manuel Mejido recuerda la primera, taba de Julio Scherer, su voz arreciaba y su rostro se endu- a la muerte del director de entonces, Rodrigo del Llano y recía: “Julio Scherer es también un envidioso del triunfo de después de Gilberto Figueroa. Así lo recuerda Manuel los demás, él quería ser el mejor en todo, el mejor linoti- Mejido: “Con Figueroa no pasó nada, vino un problema pista, el mejor reportero, el mejor director, el mejor jefe de después de la muerte de Rodrigo del Llano, cuando un redacción, el mejor elevadorista, el mejor conserje, todo. grupo de pillos, seudoperiodistas de corte conservador No se conformaba con nada, era insaciable y eso lo llevó quisieron tomar el control de la cooperativa. La buena a cometer muchos actos injustos. Julio es un hombre época es cuando entra Manuel Becerra Acosta y pone de sumamente injusto y a Excélsior lo perdimos justamente gerente a José de Jesús García y junto con ellos estuvi- por esas actitudes de Scherer. Vino Luis Echeverría a mos nosotros un grupo de jóvenes reporteros de prime- revolvernos todo y nos salimos. Yo no me salí siguiendo rísima línea, puros buenazos, la pelea no era con otros a Julio sino por conciencia, nada más”. diarios sino dentro del mismo Excélsior, haber quién se Pero ¿por qué dice esto?, pregunta El Búho a Mejido, llevaba la primera plana”. la respuesta no se hace esperar “Porque lo conozco y me Y sobre el maestro Manuel Becerra Acosta, Manuel conoce. Yo no puedo decirle lo que no soy ni él pue- Mejido tiene buenos recuerdos: “Manuel Becerra Acosta de decirme a mí lo que no es, ¡hombre!, nos conoce- fue el verdadero cerebro de Excélsior para todos los mos muy bien, fuimos mucho tiempo compañeros, movimientos internos que tuvimos que hacer y Manuel subimos juntos”, señala. Becerra Acosta era un gran periodista. Julio Scherer estaba en la dirección y Manuel en la subdirección Al preguntarle sobre Regino Díaz Redondo, Manuel manejando el periódico”, en eso hace una pausa y voltea endurece más el ceño y dice “Él estaba en nuestro grupo a mirar al entrevistador y dice “Recuerdo una plática con y Julio Scherer que es un necio no lo supo ver, ni lo que Porfirio Muñoz Ledo que en ese entonces era del y hacia. Julio sabe ver nada más a los que lo halagan, por- su nombre pesaba en el partido, le dije ‘Oye Porfirio, que le encanta el halago. Yo siempre me llevaba a men- todavía tu jefe Luis Echeverría sigue teniendo diálo- tadas de madre con Julio, era mi forma de ser y la de él. gos con Dios’, y me dijo riéndose ‘Sí, pero ahí siempre Así nos llevábamos, yo nunca le hice un halago, Regino se encuentra en la antesala a tu jefe Julio Scherer’, sí. En una reunión del grupo que llevó a Scherer a la y seguía riendo”. dirección Regino le dijo a Julio: ‘Julio eres la persona PRI Manuel Mejido fue indiscutible testigo de la salida más decente que he conocido’ yo me reí y Julio también del grupo de Julio Scherer de Excélsior aquel 8 de ju- y después le dije a Regino ‘Ya calmate manito’ y eso lio de 1976. “Lo que pasó en Excélsior fue la torpeza de que Julio todavía no era director sino ayudante de la Julio Scherer. Él se creía el padre espiritual de América, a dirección y líder de nuestro grupo y Regino siempre de ese grado había despegado los pies el amigo Julio lambiscón. En fin, llega Julio a la dirección y Regino Scherer del piso y Luis Echeverría que había despegado siempre de cortesano y a Scherer que le encantan los los pies mucho antes que él, se sentía el padre político halagos lo convirtió en director de la Extra y presidente de América y como América no podía tener dos padres, del Consejo de Administración y ahí es donde le prepa- un padre le corto la cabeza al otro y perdimos Excélsior. ran el Golpe, que no fue a Excélsior, fue a Scherer por- Dos hombres realmente desorbitados peleándose la que él lo propició en todo momento y Regino nos trai- paternidad de América. Julio siempre arropado por cionó a todos. Y lo peor es que él y su grupo resultaron la envidia y la arrogancia, por una megalomanía enorme traidores, ladrones e ineptos porque nunca alcanzó y Echeverría igual”, hace otra pausa y con el dedo índice Excélsior el lugar que tenía, tras la salida de nuestro en sus labios reseña “Nosotros éramos un grupo de die- grupo”. Y con tristeza dice: “Cuando nos pegan en cinueve reporteros que llevamos a Julio Scherer a la Excélsior se rompe la escuela de periodismo ¿Por qué? dirección de Excélsior y debo confesar que lo llevamos Porque nosotros aprendíamos de los que iban arriba y los hasta con trampa, con trampa para favorecer al periódi- que iban a bajo aprendían de nosotros. Scherer nun- co y darle otra cara, pero de todas formas trampa. Julio ca quiso ver eso. Julio a su salida de Excélsior no aterrizo le ganó a Víctor Velarde la votación para ser director por los pies en la tierra y se envicio más, la prueba es lo que veinte votos, los cuales se los estuvimos trajinando para les hizo a Carlos Marin y al propio Froylán López Narváez favorecerlo. Alberto Ramírez de Aguilar era el jefe de su que le fue el leal de los leales. Scherer los corrió con la campaña, Becerra Acosta también y tuvimos que hacer mano en la cintura”. alguna cosilla para que pudiera salir Julio Scherer adelante y fue algo muy bueno porque reformamos todo y Manuel Becerra Acosta y Miguel Ángel Granados Chapa subimos y subimos y subimos a base de esfuerzo, talen- Manuel Becerra Acosta fue uno de esos grandes perio- to y todo iba muy bien cuando empezó Julio Scherer a distas de México. Es difícil encontrar a algún periodista tener levitaciones y diálogos con Dios. Ahí fue cuando que lo conoció y no hable bien de él, a pesar de ello, el nos fue mal y deshizo a nuestro grupo y desembocaron maestro Becerra Acosta fue exiliado en el sexenio de las cosas en lo que desembocaron”. Carlos Salinas de Gortari y murió en el olvido, tan sólo 15 rescatado a manera de homenaje por Carlos Marín, periódico tenga una revista por donde está metien- Carlos Payan Velver, Rafael Cardona y Abelardo Mar- do publicidad de todas las cosas que él maneja en el tín. Manuel Mejido voltea hacia arriba y dice con voz periódico? Eso no es ético, es una lavandería. Yo muy baja “Manuel Becerra Acosta terminó muy mal, nunca he visto o sabido que Granados Chapa haya Manuel no se supo medir en los tragos. Fue una gran escrito un reportaje en su vida. Sí sé como llegó a periodista, fundó Unomasuno y lo levantó hasta arriba y Excélsior: como corrector de estilo, eso es lo que era”. Y lo pierde por lo mismo, por abusar del alcohol”, se nuevamente recuerda al maestro Becerra Acosta con detiene en su relato y después de una breve pausa nostalgia: “Manuel Becerra Acosta y Julio Scherer vivían continúa “Cuando salí de Excélsior el 8 de julio de en constante enfrentamiento intelectual, relativamen- 1976 enseguida me contrataron y me fui de subdirec- te amistoso. Manuel Becerra metió de ayudante a tor del El Universal. En esos días me habló Fernando Benítez para que me tomara una foto con los fundadores del Unomasuno y le dije: ‘No chingues yo soy subdirector de El Universal’ y él dijo ‘No importa, de 16 todas formas vienes’. ‘No, sí importa’ le dije ‘Me van a correr de El Universal’. Total, que me tomó la foto con los fundadores del Unomasuno y la publica José Pagés Llergo en Siempre! y me habla Juan Francisco Ealy Ortiz y me dice: ‘Oye que ya estás en el Unomasuno’ y le dije ‘No, estoy apoyando a mi amigo y compadre Manuel Becerra Acosta y a mi amiguísimo Fernando Benítez y a todos esos compañeros de Excélsior, yo no me voy a ir de El Universal sin avisar, ni que fuera chacha’, y Ealy Ortiz se río”. Granados Chapa que era muy intrigante, eso sí muy trabajador también. Recuerdo que Manuel describía a Granados Chapa así: ‘Miguel Ángel es tan intrigante pero tan intrigante que cuando duerme, duerme con el ojo izquierdo abierto y el derecho cerrado y en vez de cambiar de posición en la cama el cambiaba de ojo, abre el derecho y cierra el izquierdo’, en fin, te decía, Becerra vio que Granados era muy intrigante y pensó: Voy a fastidiar a Julio y le dijo a Scherer, ‘Este joven corrector que tengo aquí es una maravilla, te serviría para un sin fin de cosas, corregir las páginas editoriales, no que cosa, uy, uy, uy una maravilla’, y Julio Scherer que es muy inteligente se dio cuenta de la “Fernando Benítez fue un hombre muy inteligen- maniobra de Manuel y empezó a fastidiar a Manuel te, brillante para la pluma aunque no fue periodista”, inflando a Miguel Ángel Granados Chapa y lo infló y dice Mejido al entrevistador y luego le pregunta: lo infló como a un globo, tanto que no lo han pincha- ¿Usted es reportero? Para mi periodistas son los que do, esa es la realidad de Granados y si no es así lo pasan por reporteros, no hay más. Ahora hay muchos quiero aquí enfrente de mí para que me sostenga que que escriben y nunca pasaron por reporteros y que no fue así y que digo mentiras, aquí enfrente de mí”. utilizaron su medio y sus escritos para ver si podían ser gobernadores de Hidalgo. Y me refiero a Miguel Después de Excélsior Ángel Granados Chapa. Él nunca estuvo en el grupo de Al salir de Excélsior y llegar a su oficina, el teléfono de los diecinueve. Granados Chapa habla mucho de ética Manuel Mejido sonaba. Alzó la bocina y escucho la voz y nunca la ha tenido, eso sí tuvo una revista llamada de Juan Francisco Ealy Ortiz, dueño de El Universal. Le Mira que le servía de lavandería cuando estaba en el ofreció trabajo como subdirector, trabajo que aceptó Unomasuno y La Jornada ¿Usted cree que es ético que Manuel Mejido inmediatamente. Al día siguiente se un periodista que está prestando sus servicios en un entrevisto con el dueño del El Universal en su oficina y en seguida Ealy Ortiz le dijo: “Mira Manuel, yo no soy rios. Ahora los periodistas tenemos que ser empleados periodista, no sé nada de periodismo pero para eso te de los empresarios que en la mayoría son unos verdade- contrato a ti”, a lo que Mejido respondió: “Que bueno, ros ignorantes”. entonces vamos a hacer periodismo”. Ealy Ortiz asintió y Enseguida relata una anécdota “Una vez le pregun- después escuchó una condición de Manuel Mejido: té a uno de esos grandes dueños de las cadenas radio- “Nunca le recibas la llamada a ningún jefe de prensa de fónicas, pues estábamos en una boda, y tocaron el cualquier secretaría que te pida que le quites al periodista Bolero de Ravel, y me dirijo a él y le digo ‘que bonito que tienes ahí en la fuente, no lo hagas”. Después que están tocando el bolero de Ravel, si reviviera Isadora Ealy aceptó la condición Mejido se convirtió en subdirec- Duncan se volvía a desnudar en el Partenón’, y se vol- tor de El Universal. tea a decirme ‘¿Quién es Isadora Duncan?’ Los periódi- Pero la tarea enfrente de él era inmensa y ardua, cos no pueden estar a la sombra de estos empresarios Mejido recuerda “Cuando llegue a El Universal como o dirigidos por torpes e ignorantes como Federico subdirector lo sacamos de 45,000 mil ejemplares a Arreola, afortunadamente Carlos Marín es mil veces 100,000 en año y medio, claro que me llevé a los reporte- mejor director que ese tipo y lo está demostrando”. ros más jóvenes de Excélsior y era algo terrible porque Una de las famosas entrevistas de Manuel Mejido como subdirector tenía que rehacer hasta veinte notas al es la que le realizó a Gonzalo N. Santos, gobernador de día. ¡No que bárbaro!, era de decir: ‘A ver, a ver, a ver, venga San Luis Potosí. Se publicó en Excélsior. Pero la pre- para acá compañero, venga, siéntese aquí conmigo, mire, gunta que más atrajo al que esto escribe en dicha usted me esta haciendo un editorialito aquí y luego me entrevista fue la de “Don Gonzalo ¿Tiene usted plena pone su noticia. Este editorialito de ahora en adelante lo conciencia de que su nombre ha entrado en la historia vamos a suprimir y usted me va a dar tan sólo la noticia de México?”. La pregunta en sí es atractiva pero la res- ¿Dónde está su noticia? No está aquí, está acá y vamos a puesta lo es aún más. Entonces... empezar por acá y no me lo repita cuatro veces’, nombre Don Manuel Mejido ¿Tiene usted plena conciencia era de un batallar, es decir, el a, b, c, del periodismo, ‘Mire de que su nombre ha entrado a la historia del periodis- compañero, se hace así y así’, y daka, daka, daka, daka, le mo mexicano? pegábamos al teclado y hacíamos una cuartilla y se levan- “Sí, –dice inmediatamente Manuel Mejido– tengo taba el compañero y venía otro con el mismo problema y plena conciencia de que mi nombre ha entrado a la his- en fin me aventaba doce, quince y hasta veinte cuartillas toria del periodismo en México porque se necesita una y siempre detrás de ellos hasta que se metieron al carril. obra maestra y todo mundo considera –que no lo con- Así levantamos el periódico”. sideró yo– fue mi trabajo Esto pasó en Chile y mis Sobran quienes conocen a Juan Francisco Ealy Ortiz y libros: México Amargo, El camino de un reportero, Los reconocen que no es un embajador de la libertad de aventureros del petróleo, en fin. No quiero sonar petu- expresión, aunque se presente como paladín de ésta. Sin lante. Yo hecho esto y nada más, los que hayan hecho embargo Manuel Mejido tiene otra impresión del empre- algo que lo pongan, que dejen su testimonio y que la sario: “Juan Francisco Ealy Ortiz nunca dice que es historia los critique”. periodista porque no lo es, es un empresario exitoso de Al despedirnos, sentencia: “Me ha tocado vivir la industria editorial nada más, lo malo es que ahora mucho y posiblemente escriba mis memorias y un libro los periodistas tenemos que ser empleados de empresa- sobre Chiapas, eso es lo que me gustaría”. 17