Manuel Mejido: andanzas de un viejo periodista

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Manuel Mejido:
andanzas de un viejo periodista
baja en El Sol de México y en radio “De mantenimiento
para no morirme; para estar en activo y no estar todo el
día metido en mi casa; para hacer algo de lo que me
gusta hacer”, dice el viejo reportero rascándose la comisura de sus labios.
Recuerdos dolorosos
Sus padres llegaron a México de España para forjarse un
futuro prometedor en Tierra Blanca, Veracruz. Su padre
era un hombre trabajador, en tres lustros era un prominente empresario. “Mi padre era dueño de una gran
A BRAHAM G. M ARTÍNEZ
tienda que ocupaba una manzana, era representante de
la Cervecería Moctezuma, de la Nestlé, de la Singer. Al
Es el año de 1973 y es la oficina del director de Excélsior,
primero que buscaban en esa zona era a mi padre para
Julio Scherer García. Él sentado atrás de su escritorio
que los representara. Vendía abarrotes, ropa, muebles y
organizando las noticias de cualquier día de septiembre.
de todo; al lado de la tienda estaba su cantina y los ciga-
De repente interrumpe su trabajo por un escándalo pro-
rros; y al lado su peluquería y también el cine y más, él
vocado por don Daniel Cosío Villegas que entra sin
tenía todo y por lo tanto tenía mucho dinero”, recuer-
anunciarse y con periódico en mano –agitándolo–, lo
da el periodista con una sonrisa dulce y con la mirada
muestra ante el director de Excélsior que asombrado
hacia el horizonte. De repente el semblante le cambia, se
lo mira: “Julio, que espléndidos reportajes hace este
torna duro y habla: “A mi padre lo secuestraron y luego
Mejido, después de leer sus reportajes sobre Guerrero
lo asesinaron”, voltea a mirar al que esto escribe y sigue
quiero firmar como reportero en tu periódico”. Don Julio
“Mi padre fue hombre de dinero, por eso lo secuestraron
acepta sin dudarlo, el maestro Daniel Cosío sale de su ofi-
y pidieron mil centenarios como rescate. El General
cina y Julio Scherer llama a Manuel Mejido y lo felicita.
Miguel Molinar –que fue jefe de la policía en México en
Ese ha sido el trabajo de Manuel Mejido, reportar al
el sexenio de Adolfo Ruiz Cortines– fue el encargado de
México bronco. Periodista de la Vieja Guardia, el maes-
llevar el rescate. Una vez liberado mi padre fue a casa
tro Mejido concede una entrevista para El Búho. Cita al
y ahí se habían juntado un grupo de sinvergüenzas que
reportero en su casa en el Pedregal. Al llegar el reporte-
le debían dinero y lo asesinaron, entonces todos los
ro y después de un fuerte apretón de manos lo primero
amigos de mi padre llegaron al pueblo y lo vengaron.
que dice don Manuel Mejido es “Junto a mi vivía Manuel
Mataron al presidente municipal, a los síndicos, a los
Marcos Pardiña, que en paz descansé, así que no me
policías, a todos los sinvergüenzas que mataron a mi
pueden decir que la izquierda no vive en el Pedregal
padre o que estuvieron involucrados. Después llegó el
también”.
ejército mexicano a aprehender a mi madre por sedición.
Manuel Mejido, con más de sesenta años de perio-
A raíz de eso, mi madre tuvo que dar cada dos años una
dista y con varios libros en su haber se inició en el pe-
propiedad que el gobierno le expropiaba. Yo tenía ocho
riodismo de la mano de Carlos Denegri, trabajó para
años”, dice con las palmas de las manos unidas y miran-
Excélsior y después para El Universal. Actualmente tra-
do al piso. “Lo perdimos casi todo”.
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Y vuelve a tomar otros bríos y de muy buen humor
platica sobre sus años de estudiante. Se graduó de
Era muy joven, tenía 19 años de edad y Manuel Mejido
Químico Metalurgista en la Facultada de Química
tenía la inquietud del reportero. Aún no se titulaba pero
Berselius de los padres jesuitas y origen de la
unos amigos lo acercaron por primera vez al quehacer
Universidad Iberoamericana. “Yo hice la carrera de quí-
de la redacción. Mejido recuerda que uno de ellos le
mico metalurgista porque en ese entonces no había
comento “Yo conozco a Eulalio Ferrer y él tiene un sema-
carrera de periodismo. Se me facilitó la química inorgá-
nario que se llama Claridades, te voy a presentar con él”.
nica, además que era una carrera corta y lo que querían
En esos años Claridades tenía firmas prestigiosas de las
en mi casa es que acabara la Universidad y me titulara”,
que destacan Luis Spota y Renato Leduc, pero el único
recuerda. En lo que parece ser su oficina hay un servibar
puesto que había disponible era el de cronista taurino.
grande, varios libros y un ventanal que da a su amplio
jardín.
Hablar de periodismo es algo que Manuel Meji12
Inicios. El primer contacto
do degusta como si estuviera catando un buen vino.
“Creo que el periodismo debe ser denuncia, mi carrera
ha sido de denuncia permanente”, sus reportajes y libros
prueban lo dicho.
Con habilidades natas para describir hechos Manuel
Mejido fue escalando todos los peldaños en esa área a la
vez que se relacionaba con colegas periodistas que gustaban de la tauromaquia. Así conoció a Moisés Vázquez,
columnista de la Primera de Noticias. “A mi se me había
hecho muy fácil esto del periodismo, así que fui a preguntarle a Moisés Vázquez, un columnista que tenía un
espacio en Excélsior en donde escribía puros chismes y
le dije ‘oye Moisés quien es el mejor periodista en
México’ y me contestó ‘Carlos Denegri, sin duda’, Carlos
Denegri repetí y pregunté ¿Dónde está ese pájaro? ‘En
Excélsior’ me contestó Vázquez”.
Sin esperar un momento más Manuel Mejido fue a
buscar al “mejor periodista” al periódico donde trabajaba. Ahí le dijeron que Carlos Denegri nunca iba pero le
dieron la dirección de su oficina: Reforma 456. El joven
Mejido lo localizó y le pidió una entrevista para
Claridades. Una vez en la oficina de Denegri y sentados
ambos en un sillón, el joven Mejido con libreta en mano
le dijo: “No es cierto lo de la entrevista, vengo a tomarlo,
como dice el Talmud de maestro. Quiero trabajar con
usted”. Carlos Denegri se sorprendió pero “inmediatamente me aceptó y de ahí para delante”, recuerda Mejido
al mismo tiempo que sonríe.
Pero Carlos Denegri, no es bien recordado por el
periodismo mexicano, quienes lo conocieron dicen de él
“que era un periodista bastante pedante y prepotente y
dada su habilidad para hacer ‘amistades’ se le abrían
Alejandro Caballero
todas las puertas, que sus borracheras eran bien conoci-
nos tiro la puerta –la desatornillo– y dijo al entrar ‘Ay
das y sus embutes más” pero, en palabras del periodista
perdón, olvide unos documentos debajo de tu cama’
Manuel Mejido, Denegri era un personaje de la famosa
y saca la valijita y le digo ‘Ay cabrón, olvidaste la valija
novela de Robert Louis Stevenson: “Carlos Denegri era el
del millón de dólares’. Mauro se echo a reír”.
Doctor Jekyll y Mister Hyde. Cuando estaba sobrio era
Manuel Mejido y Carlos Denegri hicieron una amistad
una bella persona, fino en el trato, culto e inteligente,
muy fuerte, “Me llegué a compenetrar de una manera sin-
polígloto pero nada más se le pasaban las copas y se
gular, si él empezaba una nota y yo la terminaba parecía
convertía en un demonio, otra cosa, un espanto.
que estaba hecha por una sola persona” y toma la rodilla
Profesionalmente era un gran periodista, narrador, cro-
del entrevistador y mirándolo como si señalará una injusti-
nista, columnista talentoso pero sobre todo –lo que era
cia dice “Una vez lo acompañe al aeropuerto y de repente
en esa época– era un periodista que aceptaba dinero de
Carlos se voltea hacia mí y me dijo: ‘Manuel te quiero más
los políticos”, al hablar de Denegri las manos de Mejido
que a mi hijo Carlos María de Guadalupe’, me quedé frío,
se mueven y se abren al diálogo. Pero don Manuel
¡imagínate! más que a su único hijo varón. Y por no pare-
Mejido estuvo más de veinte años con Carlos Denegri y
cer lambiscón y cortesano no le dije ‘Carlos yo te quiero
a su vez cerca de los vicios de éste. No importó, pues
como al padre que me asesinaron’, no se lo dije, fui mez-
“aprendí lo mejor de Carlos Denegri y aprendí a rechazar lo
quino, y me arrepentí toda mi vida de que él no se quedara
peor de él”, dice don Manuel con un aire de melancolía.
con esa impresión de generosidad como yo la tuve de él en
Se ríe y recuerda, mira al fondo y dice “Junto con
ese momento”, añora Mejido y vuelve a juntar sus palmas.
Ángel Bilbatua –excelente fotógrafo– y Carlos Denegri le
di dos vueltas al mundo. Imagínate 25 años con él. Una
La vida en Excélsior y Julio Scherer
vez andábamos en la gira presidencial de Adolfo López
Después de trabajar en Claridades, Manuel Mejido hizo
Mateos por Filipinas y después de trabajar nos reunimos
su carrera periodística en Excélsior, que en esos años era
en el hotel, para ser precisos en mi habitación, Mauricio
considerado uno de los cinco mejores periódicos del
Ocampo, Carlos Denegri, Federico Mariscal, José Pepe
mundo. Ahí Mejido demostró sus dotes como entrevis-
Camacho y yo. Y Pepe llevaba una valija con un millón de
tador y reportero. Ahí cosechó muchos amigos y conoci-
dólares que era lo que disponía el presidente para su
dos. Uno de ellos fue don Julio Scherer García. Pero al
viaje y conforme se fuera vaciando la iban llenando.
preguntarle sobre aquél período en el periódico de
Cuando todos se fueron a dormir a Pepe se le olvido la
la vida nacional y que se le ha llamado “El Excélsior
valija debajo de mi cama y fue ahí cuando por primera
de Scherer” Manuel Mejido mira extrañado al que esto
vez –porque hubo otras– que dormí sobre un millón
escribe y sentencia “Eso es un mito en muchos aspectos.
de dólares. En la mañana Pepe estaba literalmente tirando
Julio Scherer se está haciendo pasar como el castillo de
mi puerta y desesperado fue a hurgar debajo de mi cama
la pureza del periodismo, como el impoluto y Scherer fue
y se llevo la valija. Denegri estaba muerto de la risa y yo
un periodista muy corrupto” y sigue “Fue corrupto más
no sabía porque. En otra ocasión cuando Luis Echeverría
por la forma de conducirse que por recibir dinero. Nunca
fue a Europa y a ver al Papa, nuevamente en mi habita-
tomó un centavo esa no era la forma de corrupción de
ción nos tomamos unos tragos Rafael Cardona, Mauro
Scherer, sino tomarse de la dirección de Excélsior los
Jiménez y yo. Nuevamente Mauro olvida la valija del
mejores asuntos para hacerlos él, eso es corrupción,
millón debajo de mi cama y a las seis de la mañana él si
eso no se debe hacer”.
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Iris Aldegani
En todo momento de la entrevista la voz de Manuel
El periódico Excélsior ha pasado por varias crisis
Mejido era dulzona y amable excepto cuando se le pregun-
internas en su vida. Manuel Mejido recuerda la primera,
taba de Julio Scherer, su voz arreciaba y su rostro se endu-
a la muerte del director de entonces, Rodrigo del Llano y
recía: “Julio Scherer es también un envidioso del triunfo de
después de Gilberto Figueroa. Así lo recuerda Manuel
los demás, él quería ser el mejor en todo, el mejor linoti-
Mejido: “Con Figueroa no pasó nada, vino un problema
pista, el mejor reportero, el mejor director, el mejor jefe de
después de la muerte de Rodrigo del Llano, cuando un
redacción, el mejor elevadorista, el mejor conserje, todo.
grupo de pillos, seudoperiodistas de corte conservador
No se conformaba con nada, era insaciable y eso lo llevó
quisieron tomar el control de la cooperativa. La buena
a cometer muchos actos injustos. Julio es un hombre
época es cuando entra Manuel Becerra Acosta y pone de
sumamente injusto y a Excélsior lo perdimos justamente
gerente a José de Jesús García y junto con ellos estuvi-
por esas actitudes de Scherer. Vino Luis Echeverría a
mos nosotros un grupo de jóvenes reporteros de prime-
revolvernos todo y nos salimos. Yo no me salí siguiendo
rísima línea, puros buenazos, la pelea no era con otros
a Julio sino por conciencia, nada más”.
diarios sino dentro del mismo Excélsior, haber quién se
Pero ¿por qué dice esto?, pregunta El Búho a Mejido,
llevaba la primera plana”.
la respuesta no se hace esperar “Porque lo conozco y me
Y sobre el maestro Manuel Becerra Acosta, Manuel
conoce. Yo no puedo decirle lo que no soy ni él pue-
Mejido tiene buenos recuerdos: “Manuel Becerra Acosta
de decirme a mí lo que no es, ¡hombre!, nos conoce-
fue el verdadero cerebro de Excélsior para todos los
mos muy bien, fuimos mucho tiempo compañeros,
movimientos internos que tuvimos que hacer y Manuel
subimos juntos”, señala.
Becerra Acosta era un gran periodista. Julio Scherer
estaba en la dirección y Manuel en la subdirección
Al preguntarle sobre Regino Díaz Redondo, Manuel
manejando el periódico”, en eso hace una pausa y voltea
endurece más el ceño y dice “Él estaba en nuestro grupo
a mirar al entrevistador y dice “Recuerdo una plática con
y Julio Scherer que es un necio no lo supo ver, ni lo que
Porfirio Muñoz Ledo que en ese entonces era del
y
hacia. Julio sabe ver nada más a los que lo halagan, por-
su nombre pesaba en el partido, le dije ‘Oye Porfirio,
que le encanta el halago. Yo siempre me llevaba a men-
todavía tu jefe Luis Echeverría sigue teniendo diálo-
tadas de madre con Julio, era mi forma de ser y la de él.
gos con Dios’, y me dijo riéndose ‘Sí, pero ahí siempre
Así nos llevábamos, yo nunca le hice un halago, Regino
se encuentra en la antesala a tu jefe Julio Scherer’,
sí. En una reunión del grupo que llevó a Scherer a la
y seguía riendo”.
dirección Regino le dijo a Julio: ‘Julio eres la persona
PRI
Manuel Mejido fue indiscutible testigo de la salida
más decente que he conocido’ yo me reí y Julio también
del grupo de Julio Scherer de Excélsior aquel 8 de ju-
y después le dije a Regino ‘Ya calmate manito’ y eso
lio de 1976. “Lo que pasó en Excélsior fue la torpeza de
que Julio todavía no era director sino ayudante de la
Julio Scherer. Él se creía el padre espiritual de América, a
dirección y líder de nuestro grupo y Regino siempre de
ese grado había despegado los pies el amigo Julio
lambiscón. En fin, llega Julio a la dirección y Regino
Scherer del piso y Luis Echeverría que había despegado
siempre de cortesano y a Scherer que le encantan los
los pies mucho antes que él, se sentía el padre político
halagos lo convirtió en director de la Extra y presidente
de América y como América no podía tener dos padres,
del Consejo de Administración y ahí es donde le prepa-
un padre le corto la cabeza al otro y perdimos Excélsior.
ran el Golpe, que no fue a Excélsior, fue a Scherer por-
Dos hombres realmente desorbitados peleándose la
que él lo propició en todo momento y Regino nos trai-
paternidad de América. Julio siempre arropado por
cionó a todos. Y lo peor es que él y su grupo resultaron
la envidia y la arrogancia, por una megalomanía enorme
traidores, ladrones e ineptos porque nunca alcanzó
y Echeverría igual”, hace otra pausa y con el dedo índice
Excélsior el lugar que tenía, tras la salida de nuestro
en sus labios reseña “Nosotros éramos un grupo de die-
grupo”. Y con tristeza dice: “Cuando nos pegan en
cinueve reporteros que llevamos a Julio Scherer a la
Excélsior se rompe la escuela de periodismo ¿Por qué?
dirección de Excélsior y debo confesar que lo llevamos
Porque nosotros aprendíamos de los que iban arriba y los
hasta con trampa, con trampa para favorecer al periódi-
que iban a bajo aprendían de nosotros. Scherer nun-
co y darle otra cara, pero de todas formas trampa. Julio
ca quiso ver eso. Julio a su salida de Excélsior no aterrizo
le ganó a Víctor Velarde la votación para ser director por
los pies en la tierra y se envicio más, la prueba es lo que
veinte votos, los cuales se los estuvimos trajinando para
les hizo a Carlos Marin y al propio Froylán López Narváez
favorecerlo. Alberto Ramírez de Aguilar era el jefe de su
que le fue el leal de los leales. Scherer los corrió con la
campaña, Becerra Acosta también y tuvimos que hacer
mano en la cintura”.
alguna cosilla para que pudiera salir Julio Scherer adelante y fue algo muy bueno porque reformamos todo y
Manuel Becerra Acosta y Miguel Ángel Granados Chapa
subimos y subimos y subimos a base de esfuerzo, talen-
Manuel Becerra Acosta fue uno de esos grandes perio-
to y todo iba muy bien cuando empezó Julio Scherer a
distas de México. Es difícil encontrar a algún periodista
tener levitaciones y diálogos con Dios. Ahí fue cuando
que lo conoció y no hable bien de él, a pesar de ello, el
nos fue mal y deshizo a nuestro grupo y desembocaron
maestro Becerra Acosta fue exiliado en el sexenio de
las cosas en lo que desembocaron”.
Carlos Salinas de Gortari y murió en el olvido, tan sólo
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rescatado a manera de homenaje por Carlos Marín,
periódico tenga una revista por donde está metien-
Carlos Payan Velver, Rafael Cardona y Abelardo Mar-
do publicidad de todas las cosas que él maneja en el
tín. Manuel Mejido voltea hacia arriba y dice con voz
periódico? Eso no es ético, es una lavandería. Yo
muy baja “Manuel Becerra Acosta terminó muy mal,
nunca he visto o sabido que Granados Chapa haya
Manuel no se supo medir en los tragos. Fue una gran
escrito un reportaje en su vida. Sí sé como llegó a
periodista, fundó Unomasuno y lo levantó hasta arriba y
Excélsior: como corrector de estilo, eso es lo que era”. Y
lo pierde por lo mismo, por abusar del alcohol”, se
nuevamente recuerda al maestro Becerra Acosta con
detiene en su relato y después de una breve pausa
nostalgia: “Manuel Becerra Acosta y Julio Scherer vivían
continúa “Cuando salí de Excélsior el 8 de julio de
en constante enfrentamiento intelectual, relativamen-
1976 enseguida me contrataron y me fui de subdirec-
te amistoso. Manuel Becerra metió de ayudante a
tor del El Universal. En esos días me habló Fernando
Benítez para que me tomara una foto con los fundadores del Unomasuno y le dije: ‘No chingues yo soy
subdirector de El Universal’ y él dijo ‘No importa, de
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todas formas vienes’. ‘No, sí importa’ le dije ‘Me van a
correr de El Universal’. Total, que me tomó la foto con
los fundadores del Unomasuno y la publica José Pagés
Llergo en Siempre! y me habla Juan Francisco Ealy
Ortiz y me dice: ‘Oye que ya estás en el Unomasuno’
y le dije ‘No, estoy apoyando a mi amigo y compadre
Manuel Becerra Acosta y a mi amiguísimo Fernando
Benítez y a todos esos compañeros de Excélsior, yo no
me voy a ir de El Universal sin avisar, ni que fuera chacha’, y Ealy Ortiz se río”.
Granados Chapa que era muy intrigante, eso sí muy
trabajador también. Recuerdo que Manuel describía a
Granados Chapa así: ‘Miguel Ángel es tan intrigante
pero tan intrigante que cuando duerme, duerme con el
ojo izquierdo abierto y el derecho cerrado y en vez de
cambiar de posición en la cama el cambiaba de ojo,
abre el derecho y cierra el izquierdo’, en fin, te decía,
Becerra vio que Granados era muy intrigante y pensó:
Voy a fastidiar a Julio y le dijo a Scherer, ‘Este joven
corrector que tengo aquí es una maravilla, te serviría
para un sin fin de cosas, corregir las páginas editoriales, no que cosa, uy, uy, uy una maravilla’, y Julio
Scherer que es muy inteligente se dio cuenta de la
“Fernando Benítez fue un hombre muy inteligen-
maniobra de Manuel y empezó a fastidiar a Manuel
te, brillante para la pluma aunque no fue periodista”,
inflando a Miguel Ángel Granados Chapa y lo infló y
dice Mejido al entrevistador y luego le pregunta:
lo infló como a un globo, tanto que no lo han pincha-
¿Usted es reportero? Para mi periodistas son los que
do, esa es la realidad de Granados y si no es así lo
pasan por reporteros, no hay más. Ahora hay muchos
quiero aquí enfrente de mí para que me sostenga que
que escriben y nunca pasaron por reporteros y que
no fue así y que digo mentiras, aquí enfrente de mí”.
utilizaron su medio y sus escritos para ver si podían
ser gobernadores de Hidalgo. Y me refiero a Miguel
Después de Excélsior
Ángel Granados Chapa. Él nunca estuvo en el grupo de
Al salir de Excélsior y llegar a su oficina, el teléfono de
los diecinueve. Granados Chapa habla mucho de ética
Manuel Mejido sonaba. Alzó la bocina y escucho la voz
y nunca la ha tenido, eso sí tuvo una revista llamada
de Juan Francisco Ealy Ortiz, dueño de El Universal. Le
Mira que le servía de lavandería cuando estaba en el
ofreció trabajo como subdirector, trabajo que aceptó
Unomasuno y La Jornada ¿Usted cree que es ético que
Manuel Mejido inmediatamente. Al día siguiente se
un periodista que está prestando sus servicios en un
entrevisto con el dueño del El Universal en su oficina y
en seguida Ealy Ortiz le dijo: “Mira Manuel, yo no soy
rios. Ahora los periodistas tenemos que ser empleados
periodista, no sé nada de periodismo pero para eso te
de los empresarios que en la mayoría son unos verdade-
contrato a ti”, a lo que Mejido respondió: “Que bueno,
ros ignorantes”.
entonces vamos a hacer periodismo”. Ealy Ortiz asintió y
Enseguida relata una anécdota “Una vez le pregun-
después escuchó una condición de Manuel Mejido:
té a uno de esos grandes dueños de las cadenas radio-
“Nunca le recibas la llamada a ningún jefe de prensa de
fónicas, pues estábamos en una boda, y tocaron el
cualquier secretaría que te pida que le quites al periodista
Bolero de Ravel, y me dirijo a él y le digo ‘que bonito
que tienes ahí en la fuente, no lo hagas”. Después que
están tocando el bolero de Ravel, si reviviera Isadora
Ealy aceptó la condición Mejido se convirtió en subdirec-
Duncan se volvía a desnudar en el Partenón’, y se vol-
tor de El Universal.
tea a decirme ‘¿Quién es Isadora Duncan?’ Los periódi-
Pero la tarea enfrente de él era inmensa y ardua,
cos no pueden estar a la sombra de estos empresarios
Mejido recuerda “Cuando llegue a El Universal como
o dirigidos por torpes e ignorantes como Federico
subdirector lo sacamos de 45,000 mil ejemplares a
Arreola, afortunadamente Carlos Marín es mil veces
100,000 en año y medio, claro que me llevé a los reporte-
mejor director que ese tipo y lo está demostrando”.
ros más jóvenes de Excélsior y era algo terrible porque
Una de las famosas entrevistas de Manuel Mejido
como subdirector tenía que rehacer hasta veinte notas al
es la que le realizó a Gonzalo N. Santos, gobernador de
día. ¡No que bárbaro!, era de decir: ‘A ver, a ver, a ver, venga
San Luis Potosí. Se publicó en Excélsior. Pero la pre-
para acá compañero, venga, siéntese aquí conmigo, mire,
gunta que más atrajo al que esto escribe en dicha
usted me esta haciendo un editorialito aquí y luego me
entrevista fue la de “Don Gonzalo ¿Tiene usted plena
pone su noticia. Este editorialito de ahora en adelante lo
conciencia de que su nombre ha entrado en la historia
vamos a suprimir y usted me va a dar tan sólo la noticia
de México?”. La pregunta en sí es atractiva pero la res-
¿Dónde está su noticia? No está aquí, está acá y vamos a
puesta lo es aún más. Entonces...
empezar por acá y no me lo repita cuatro veces’, nombre
Don Manuel Mejido ¿Tiene usted plena conciencia
era de un batallar, es decir, el a, b, c, del periodismo, ‘Mire
de que su nombre ha entrado a la historia del periodis-
compañero, se hace así y así’, y daka, daka, daka, daka, le
mo mexicano?
pegábamos al teclado y hacíamos una cuartilla y se levan-
“Sí, –dice inmediatamente Manuel Mejido– tengo
taba el compañero y venía otro con el mismo problema y
plena conciencia de que mi nombre ha entrado a la his-
en fin me aventaba doce, quince y hasta veinte cuartillas
toria del periodismo en México porque se necesita una
y siempre detrás de ellos hasta que se metieron al carril.
obra maestra y todo mundo considera –que no lo con-
Así levantamos el periódico”.
sideró yo– fue mi trabajo Esto pasó en Chile y mis
Sobran quienes conocen a Juan Francisco Ealy Ortiz y
libros: México Amargo, El camino de un reportero, Los
reconocen que no es un embajador de la libertad de
aventureros del petróleo, en fin. No quiero sonar petu-
expresión, aunque se presente como paladín de ésta. Sin
lante. Yo hecho esto y nada más, los que hayan hecho
embargo Manuel Mejido tiene otra impresión del empre-
algo que lo pongan, que dejen su testimonio y que la
sario: “Juan Francisco Ealy Ortiz nunca dice que es
historia los critique”.
periodista porque no lo es, es un empresario exitoso de
Al despedirnos, sentencia: “Me ha tocado vivir
la industria editorial nada más, lo malo es que ahora
mucho y posiblemente escriba mis memorias y un libro
los periodistas tenemos que ser empleados de empresa-
sobre Chiapas, eso es lo que me gustaría”.
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