Informe 2012 - Comisión Provincial por la Memoria

Anuncio
Buenos Aires, 14 de marzo de 2012
Sres.
Subcomité para la Prevención de la Tortura - ONU
Atención: Michelle Kierulf
Secretaría del SPT
Ref. “Información para la visita del Subcomité para la Prevención de la Tortura
(SPT) a la República Argentina”.
Tenemos el agrado de dirigirnos a este honorable organismo en representación del
Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) y la Comisión Provincial por la Memoria
(CPM), a fin de acercarle información actualizada sobre la situación carcelaria de la
provincia de Buenos Aires, así como algunas consideraciones sobre las políticas
implementadas por el Estado y su impacto en la vigencia de los derechos humanos en
los lugares de detención de la provincia.
Roberto Cipriano
Director Comité contra la Tortura
Comisión Provincial por la Memoria
Alejandro Mosquera
Secretario Ejecutivo
Comisión Provincial por la Memoria
Paula Litvachky
Directora Área Justicia y Seguridad
Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS)
Índice
I. El proceso del Mecanismo Nacional y el Mecanismo Provincial para la prevención de la
tortura……………………………………………………………………………………….. 5 Pág.
II. Situación actual de las personas privadas de libertad……………………..……….. 6 Pág.
1. La sobrepoblación en el SPB…………………………………………………........ 6 Pág.
a. Unidades Penitenciarias…………………………………...………………….. 6 Pág.
b. Dependencias policiales…………………...………………………………….. 9 Pág.
2. Torturas y otros tratos crueles inhumanos y degradantes………..…………... 11 Pág.
a. Unidades penitenciarias…………………………………………..………….. 11 Pág.
i. Aplicación de torturas y otros tratos o penas crueles, inhumanos o
degradantes…………………………………………………………..……... 11 Pág.
ii. Violencia institucional estructural……………………………………..…… 17 Pág.
b. La justicia frente a la tortura………………………………………………….. 24 Pág.
3. Condiciones de detención: privación estructural de derechos como trato inhumano,
cruel y degradante…………………………………………………………………. 30 Pág.
a. Unidades Penitenciarias……………………………………………………… 30 Pág.
b. Dependencias Policiales……………………………………………………… 31 Pág.
4. La arbitrariedad como eje de la violencia y el maltrato en las cárceles
bonaerenses………………………………………………………………………... 32 Pág.
a. Traslados constantes….…………………………………………………….... 33 Pág.
b. Programas para reducir la violencia………………………………………… 35 Pág.
c. Las redes de corrupción……………………………………………………… 36 Pág.
III. El funcionamiento de la salud penitenciaria……………..………………………… 38 Pág.
1. Muertes en el encierro – Acceso a la Información….………………………….. 38 Pág.
2. Estadísticas defunciones – Año 2011…………………………………………… 39 Pág.
3. Hechos presentados………………………………………………………………. 39 Pág.
IV. Mujeres privadas de libertad……………………..…………………………………. 41 Pág.
1. Infraestructura para el alojamiento de mujeres, mujeres embarazadas, mujeres con
hijos/as………………………………………….………………………………….. 41 Pág.
2. Condiciones materiales de detención en las unidades……………………….. 42 Pág.
3. Practicas sistemáticas de violencia institucional contra las mujeres………… 43 Pág.
2
a. Golpes y malos tratos por parte del personal de SPB masculino y
femenino……………………………………………………………………….. 43 Pág.
b. Requisas vejatorias constantes……………………………………….…….. 45 Pág.
c. Aislamiento…………………………………………………………………….. 45 Pág.
d. Invasión a la privacidad de las detenidas…………………………………... 46 Pág.
e. Traslados constantes/condiciones para el traslado……………………….. 46 Pág.
f. Afectación del vínculo familiar……………………………………………….. 47 Pág.
g. Mujeres en el Programa de prevención de conductas violentas...………. 47 Pág.
4. Deficiente sistema de asistencia médica………………………………………... 48 Pág.
a. Problemas cotidianos……………………………………………….………… 48 Pág.
b. Embarazadas……………………………………………..…………………… 48 Pág.
c. Mujeres con hijos/as………………………………………………………….. 49 Pág.
d. Mujeres que viven con VIH…………………………………………………... 49 Pág.
V. Sistema de privación de libertad de los/as niños/as………………………………. 49 Pág.
1. Las instituciones para adolescentes en conflicto con la ley penal…………… 49 Pág.
2. Violencia institucional……………………………………………………………… 51 Pág.
a. Centros de detención de jóvenes; Cerrados y de Recepción……………. 51 Pág.
b. Policía bonaerense……………………………………………………………. 53 Pág.
3. Muertes…………………………………………………………………….……….. 53 Pág.
4. Condiciones de detención en los centros de recepción y cerrados…...…….. 54 Pág.
a. Acceso a la educación…………………….………………………………….. 54 Pág.
b. Salud………………………………………………..………………………….. 54 Pág.
c. Recreación……………………………………………………………………... 54 Pág.
d. Sanciones…………………………………………….………………………... 55 Pág.
e. Encierro ………………………………………………………………………... 55 Pág.
f. Vestimenta……………………………………………………………………... 55 Pág.
g. Hacinamiento………………………………………………………………….. 56 Pág.
h. Vínculos familiares………………………………………………………..…... 56 Pág.
i. Requisas……………………………………………………………………….. 56 Pág.
5. Situación procesal y condenas…………………………………………………… 56 Pág.
a. El Juicio abreviado..…………………………………………………………... 57 Pág.
3
VI. La Salud Mental en la Provincia de Buenos Aires: Secuestro institucional y
aniquilamiento subjetivo.………………………………………….……………………... 57 Pág.
1. Los inocentes privados de su libertad bajo vigilancia del servicio
penitenciario………………………………………………………………………... 60 Pág.
2. Instituciones Neuropsiquiatrías Penales………………………………….…….. 60 Pág.
3. Hospitales Públicos de Salud Mental…………………………………..………... 64 Pág.
a. Hospital Neuropsiquiátrico: Alejandro Korn. Melchor Romero…………… 64 Pág.
b. Hospital Neuropsiquiátrico Interzonal José Estévez ……………………… 67 Pág.
c. Hospital “Dr. Domingo Cabred” de Open Door……………………………. 70 Pág.
VII. Análisis sobre la normativa penal y contra la tortura.……………………………. 71 Pág.
1. Reformas legislativas regresivas al sistema penal. Necesidad de democratización
de la justicia………………………………………………………………………… 71 Pág.
2. Reformas indispensables para la democratización del Poder Judicial en la Provincia
de Buenos Aires. …………………………………………………………………. 72 Pág.
4
I. El proceso del Mecanismo Nacional y el Mecanismo Provincial para la prevención
de la tortura
Argentina aprobó el Protocolo Protocolo Facultativo contra la Tortura en Argentina en septiembre
de 2004, por ley nº 25932, y entró en vigencia a partir de la ratificación de otros países, recién en
2006. El plazo para la Argentina venció en el año 2007.
Desde ese entonces, la CPM, el CELS y muchas otras organizaciones venimos promoviendo
que se implemente un mecanismo nacional de prevención que cumpla con los requisitos y
estándares exigidos por el Protocolo. Este es el motivo por el cual decidimos no efectuar
planteos exclusivamente relacionados con el vencimiento del plazo mencionado, sino trabajar en
la creación de un buen sistema de prevención nacional.
En los últimos años, han tomado estado público casos de torturas, malos tratos o condiciones
infrahumanas de detención a nivel nacional y en distintas provincias del país. Sólo por mencionar
algunos ejemplos, cabe señalar los incendios que tuvieron lugar en el penal de Magdalena en la
provincia de Buenos Aires (2005) y en Santiago del Estero (2007); o lo sucedido en febrero de
2005 en el penal de Córdoba que dejó en evidencia la crisis de un sistema colapsado y violento;
las constantes denuncias por la situación de las cárceles e institutos de menores en Santa Fe,
Neuquén y Buenos Aires; la intervención de la Corte IDH en relación con la situación de
Mendoza o de la Corte Suprema de Justicia de la Nación y de la CIDH por las denuncias de
violencia sistemática, torturas y trato inhumano en la provincia de Buenos Aires. Tampoco se
puede olvidar la situación de las personas alojadas en institutos psiquiátricos, tal como quedó
reflejado en la investigación “Vidas arrasadas”1.
Tanto el Consejo de Derechos Humanos (A/HRC/8/34), como el Comité de Derechos Humanos
de la ONU (CCPR/C/ARG/CO/4), el Comité por los Derechos del Niño (CRC/C/ARG/CO/3-4), y
la CIDH (comunicado de prensa 56/10 del 28-5-2010), han efectuado fuertes observaciones y
recomendaciones al Estado argentino resaltando la gravedad de la situación en la que se
encuentran los lugares de encierro y el incumplimiento por no haber implementado el Protocolo
Facultativo.
El colectivo de organizaciones de todo el país, con el cual elaboramos y promovimos el proyecto
de Sistema Nacional de Prevención, que fue presentado con la firma de legisladores nacionales,
representativos de las distintas fuerzas políticas, incluidos miembros del bloque oficialista.
Luego de un largo proceso de discusión se llegó al texto consensuado que hoy tiene
media sanción de la Cámara de Diputados. Actualmente, se encuentra pendiente su
tratamiento en la Cámara de Senadores para, finalmente, convertirse en ley2.
En la propuesta de creación del Mecanismo Nacional, tuvimos en cuenta el modo en que todos
los recursos estatales se pueden articular para potenciar, en su interrelación, un mejor sistema,
1
Ver “Vidas arrasadas: la segregación de las personas en los asilos psiquiátricos argentinos”, 1 ed., Buenos Aires, Siglo XXI
Editores Argentina, 2008.
2
Ver
en
http://www.senado.gov.ar/web/proyectos/verExpe.php?origen=CD&tipo=PL&numexp=51/11&nro_comision=&tConsulta=3
5
en el que las visitas son solo un componente. A su vez, se optó por establecer un marco legal
que fije estándares para el acceso a los lugares de encierro, a la información vinculada con las
personas privadas de libertad, y a la protección de las víctimas y testigos.
Por último, el proyecto de Mecanismo intenta resolver las dificultades que presenta la
organización federal del Estado Argentino, ante la conformación de un sistema como el
propuesto, a partir de la creación de mecanismos provinciales y un paraguas nacional. Las
provincias de Chaco, Mendoza y Rio Negro ya sancionaron su mecanismo provincial y están a la
espera del mecanismo nacional. La provincia de Buenos Aires ya comenzó su debate para
definir el modelo de mecanismo provincial que se adoptará.
Desde nuestro punto de vista, el contenido del proyecto que se está impulsando resulta
innovador, acorde con los principios y las exigencias del Protocolo Facultativo y colocaría a
Argentina en un lugar de vanguardia en la construcción de institucionalidad para la prevención de
la tortura.
II. Situación actual de las personas privadas de libertad
1. La sobrepoblación en el SPB
a. Unidades Penitenciarias
En la Provincia de Buenos Aires se encuentra detenida aproximadamente el 50% de la población
privada de libertad del país, con 29.060 personas3.
La sobrepoblación y el hacinamiento del Sistema Penitenciario Bonaerense (SPB) sigue
siendo crítica. Los datos para determinar la capacidad del sistema no resultan
consistentes y adolecen de un criterio claro para calcular la plaza carcelaria.
El Poder Ejecutivo niega la sobrepoblación del sistema y afirma que el sistema se amplió en
8540 lugares desde diciembre de 2007, a partir de la rehabilitación de espacios existentes y de
nuevas construcciones.4 Sin embargo, las deficiencias en el cálculo permiten cuestionar esta
afirmación, ya que sólo se agregaron alrededor de 3400 plazas nuevas5. A continuación
3
Cfr. Partes del Servicio Penitenciario Bonaerense correspondientes al 29 de diciembre de 2011 y el Informe Sistema Nacional
de Estadísticas sobre Ejecución de la Pena 2010
4 El gobierno afirma haber agregado: a) 3820 nuevas plazas por rehabilitación de plazas existentes; b) 3567 nuevas plazas por la
construcción de 6 unidades (2935) y alcaidías (632); c) 432 nuevas plazas de pabellones construidos en unidades pre existentes;
y d) 721 nuevas plazas por el programa de semi libertad “Casas por cárceles”. El programa “Casas por cárceles” establece un
régimen abierto diferenciado en el que los detenidos son alojados en viviendas especialmente construidas dentro de las unidades
penitenciarias. Cfr. “Situación de las personas privadas de la libertad en la provincia de buenos aires: diciembre 2007 –octubre
2011”, Publicación de la Subsecretaría de Política Criminal e Investigaciones Judiciales del Ministerio de Justicia y Seguridad de
la Provincia de Buenos Aires. Disponible en: < http://www.mseg.gba.gov.ar/mjysseg/libros/LIBRO%20situacion%20octubre.pdf>.
5 a) Espacios rehabilitados: Se afirman como rehabilitadas 3820 plazas. Sin embargo, estos espacios siempre estuvieron
considerados en el cupo de las unidades a pesar de estar inhabilitados o clausurados. Al volver a sumar las plazas rehabilitadas
se están contabilizando dos veces. b) Plazas agregadas mediante la construcción de Unidades: 3 de ellas ya se encontraban
en funcionamiento al asumir la actual gestión. Por lo tanto, sólo deben sumarse 1200 plazas (nuevas unidades 40, 47 y 54) a la
capacidad existente. c) Plazas agregadas mediante la construcción de pabellones en unidades existentes: no queda claro
el criterio con el que se define la cantidad de plazas agregadas. La sola construcción de nuevos pabellones en unidades
existentes, sin la inclusión de otros elementos constitutivos de la definición de cupo carcelario (baños, espacios comunes de
esparcimiento al aire libre, lugares para talleres y escuelas, entre otros), no puede ser asimilado a un aumento de la capacidad
de la unidad. d) Plazas agregadas por el programa “Casas por cárceles”: Este programa es una de las políticas más
6
presentamos un gráfico en el que se contrasta la información oficial con el cálculo de la
ampliación real del sistema.
Ampliación de la capacidad del SPB
entre diciembre de 2007 y octubre de 2011
9000
8000
432
7000
3567
6000
5000
4000
721
458
3000
2000
3820
2007
1000
775
144
0
Ampliación del sistema informada por el PE
Ampliación del sistema calculada por el CELS en
base a información oficial *
Plazas rehabilitadas
Plazas de nuevas unidades y alcaidías
Plazas en cas as reágim en abierto
Nuevos Pabellones
Fuente: *CELS, sobre la base del relevamiento de marzo de 2008 con datos del Servicio Penitenciario Bonaerense y el
Ministerio de Justicia y Seguridad de la Provincia de Buenos Aires. Nota: Los datos corresponden al mes de diciembre de 2011.
Entre todas las políticas de construcción que se llevaron a cabo, ni siquiera se agregaron
plazas suficientes como para cubrir las casi 4000 personas que ingresaron al servicio
penitenciario en los últimos 4 años y que se sumaron a un sistema que ya se encontraba
sobrepoblado.
La capacidad del SPB y los criterios para determinar una plaza carcelaria
En la provincia de Buenos Aires, no existe un criterio oficial para definir el cupo de cada una
de las unidades. La información oficial no explicita los criterios para determinar una plaza
penitenciaria.
En 2008, el gobierno provincial presentó ante la Suprema Corte de Justicia de la provincia de
Buenos Aires un plan donde determinó la capacidad del SPB. En aquel momento, se realizó por
única vez un trabajo medianamente exigente para definir la plaza carcelaria, llegando a la
conclusión de que el SPB contaba con 17.858 plazas.6 Pero este parámetro fue dejado de lado
por el mismo gobierno dos años después.
publicitadas como nuevos modelos de detención. su impacto no es sustancial para el alivio de la sobrepoblación, ya que se trata
del 2,6% de los privados de libertad de la provincia.
6 Los criterios utilizados para arribar a este cálculo de “plazas ideales” de cada unidad no se mencionan con claridad en el
informe. Sólo se establecen algunos parámetros que no son uniformes para todos los establecimientos y/o pabellones que
representaron un avance para la política penitenciaria de la provincia, pero que todavía estaban lejos de cumplir con las
exigentes de los estándares internacionales. Para determinar el cupo de los pabellones colectivos se usó la disponibilidad de 6
7
Otra medición de la capacidad del sistema fue realizada entre 2009 y 2010 por el Consejo de
Defensores Generales de la Provincia de Buenos Aires, que intentó llenar el vacío de
información. En su evaluación, determinó que existía un nivel de sobreocupación del 96%.7
Ante la falta de otras mediciones, el CELS continúa utilizando como base, el parámetro oficial de
2008 y el análisis de la Defensa Pública provincial.
En esta línea, si se consideran las 17.858 plazas del relevamiento de 2008 y se les suman las
nuevas construcciones (consideradas en el punto anterior), para diciembre de 2011, el SPB
tendría como máximo alrededor de 18.640 plazas.
En consecuencia, dado que actualmente se encuentran 29.060 personas privadas de su libertad
en la provincia, el cálculo más favorable al discurso oficial es que la sobrepoblación del
sistema penitenciario provincial alcanzaría, por lo menos, el 50% y ascendería a 56% si se
suman las personas que aún están detenidas en comisarías. Este cálculo sería mayor si
se utilizara el parámetro de la Defensa Pública.
Total de detenidos en relación a la cantidad de plazas
Marzo 2008
Diciembre 2011
2848
17.858
5676
Déficit de plazas
carcelarias 8.524
Déficit de plazas
carcelarias: 10.420
Población carcelaria: 26.382
población carcelaria: 29.060
Plazas SPB
Detenidos en comisarías
Plazas faltantes SPB
Fuente: CELS en base a datos del Ministerio de Justicia y Seguridad de la Provincia de Buenos Aires.
Nota: Los de datos de 2011 corresponden al 29 de diciembre
mts2 por interno, mientras que las celdas de 2 personas pasarían a ser individuales y las de 4 personas se las lleva a 3. Para
acceder al relevamiento y al Plan Penitenciario presentado por el gobierno provincial véase <www.cels.org.ar>.
7 El cálculo se estableció sobre una definición de cupo carcelario limitada a los metros cuadrados y a algunas otras variables. El
informe afirma que “no busca definir con exactitud cuál es el cupo carcelario ni, consecuentemente, las magnitudes exactas de
superpoblación. Sólo procura mostrar el exceso de población que, de manera palmaria, resulta ya de la evaluación de algunas de
la totalidad de las condiciones que deben ser tenidas en cuenta para un estudio integral del cupo”. Disponible en informe final
(período junio de 2009-junio de 2010), del Consejo de Defensores Generales de la provincia de Buenos Aires, “Monitoreo de
condiciones de detención en unidades carcelarias”, disponible en <www.pensamientopenal.com.ar/01102010/situacion06.pdf
8
El gráfico muestra que, si se compara la situación actual con la de 2008, el déficit de plazas
aumentó porque a pesar de que se amplió la capacidad del sistema, la cantidad de detenidos se
incrementó aún más.
Por su parte, según los datos producidos por el propio SPB, cuando se analiza la situación de
cada unidad, se advierte que 29, de las 56 unidades penales, se encuentran sobrepasadas
según la capacidad definida por el propio Servicio penitenciario.
No se avanzó en una solución de fondo para institucionalizar estándares y establecer los criterios
para definir el cupo carcelario, respetando el derecho de los detenidos a un trato digno.
En su informe, el Consejo de Defensores concluyó que “resulta fundamental establecer una ley
de control de cupos penitenciarios de modo tal que permita variar el eje de la política
penitenciaria destinada a la construcción de cárceles y poner coto al circuito de movimiento de
detenidos”.
b. Dependencias policiales
El alojamiento de personas en comisarías ha sido uno de los focos más problemáticos de las
violaciones de derechos a las personas privadas de libertad en la provincia de Buenos Aires.8
En diciembre de 2011 la cantidad de detenidos en comisarías había descendido a 1069. Como
respuesta a las demandas de organizaciones e instituciones internacionales de protección de
derechos humanos, el Ministerio de Justicia y Seguridad de la provincia de Buenos Aires dispuso
el cierre progresivo de los calabozos de 138 comisarías y el traslado de los detenidos a distintas
unidades del SPB.9 Además, prohibió la posibilidad de detener niños, niñas y adolescentes en
comisarías, salvo orden judicial.10 Estas medidas lograron la disminución que se muestra en el
siguiente grafico.
8
Las características inhumanas que posee el encierro en comisarías de la provincia de Buenos Aires fueron comprobadas por la
CIDH en la visita del relator para las personas privadas de libertad en junio de 2010 (comunicado de prensa 56/10 del 28-52010). Además fueron materia de observaciones al Estado Argentino del Consejo de Derechos Humanos. (Consejo de Derechos
Humanos (A/HRC/8/34), Comité de Derechos Humanos de la ONU (CCPR/C/ARG/CO/4) y Comité por los Derechos del Niño
(CRC/C/ARG/CO/3-4).
9 Resoluciones 2109/11, 3340/11 y 3975/11.
10 Resolución 2672/11.
9
Fuente: Ministerio de Justicia y Seguridad de la Provincia de Buenos Aires. Datos de 2011 correspondientes al 29 de diciembre
Sin embargo, además de haber tomado conocimiento de varias violaciones a estas resoluciones
ministeriales11, aún persiste un número considerable de personas detenidas en dependencias
policiales. Las comisarías, son espacios concebidos para el alojamiento transitorio y poseen las
peores condiciones de habitabilidad, las personas allí alojadas sufren más el hacinamiento, la
falta de luz y aire, y no permiten el acceso a espacios de recreación, trabajo o estudio.
A su vez, el siguiente cuadro muestra que esta disminución de personas detenidas en
comisarías se alcanzó a expensas de una sobrecarga de las unidades del SPB que hace
años presenta deficiencias estructurales de alojamiento.
Personas privadas de su libertad en la provincia de Buenos Aires, según lugar
de alojamiento. Años 2007 - 2011
35000
30000
26.990
27.614
29.457
29.467
29.060
25000
24.905
26.975
27.991
10000
24.166
15000
24.208
20000
dic.2007
dic.2008
dic.2009
dic.2010
dic.2011
5000
0
SPB
Comisarías
Fuente: CELS, en base a datos del Servicio Penitenciario Bonaerense y el Ministerio de Justicia y Seguridad de la Provincia de
Buenos Aires. Nota: Los datos del año 2011 corresponden al 29 de diciembre.
El gráfico muestra que mientras que en diciembre de 2007 había 24.208 personas en las
unidades del SPB, en diciembre de 2009 había 24.905 y al 29 de diciembre de 2011 había
27.991. Estos números indican que durante los primeros dos años de gestión el número de
detenidos en el SPB se mantuvo estable, pues las personas que ingresaban al sistema se
alojaban en las comisarías. A partir de 2010, los detenidos fueron dirigidos a las unidades del
SPB, incrementando hasta un 15,6% la población alojada en diciembre de 2007. Entonces, el
desalojo de las dependencias policiales no fue acompañado de medidas dirigidas a evitar una
profundización del hacinamiento del SPB.
11 El titular de la Defensoría Nº 16 del Fuero de la Responsabilidad Penal Juvenil de La Plata, Julián Axat, presentó una denuncia
penal y un hábeas corpus preventivo por amenazas, golpes y torturas a jóvenes en comisarías. En su presentación, Axat
denunció que un adolescente de 16 años fue golpeado en reiteradas oportunidades y sometido a prácticas como el “submarino
seco” (asfixia con una bolsa en la cabeza), cuando fue detenido en la comisaría N° 12 de Villa Elisa. En otro caso, presentó un
hábeas corpus preventivo a favor de un joven de 17 años fue interceptado y revisado en la calle varias veces y detenido por
personal de la Comisaría 3ª de La Plata. En la dependencia lo interrogaron, golpearon y amenazaron con dejarlo detenido.
10
Mientras, a través de los años se mantienen altos los índices de encarcelamiento, el problema
del alojamiento se traslada cíclicamente de las comisarías a las unidades y viceversa.
2. Torturas y otros tratos crueles inhumanos y degradantes
a. Unidades penitenciarias
i. Aplicación de torturas y otros tratos o penas crueles, inhumanos o
degradantes
Como informáramos el año pasado al SPT, se registra desde años una práctica sistemática de la
tortura y otros tratos crueles en las instituciones de detención en la provincia de Buenos Aires,
los que se han denunciado en Informes locales y diferentes presentaciones internacionales.12 Se
trata de prácticas generalizadas y extendidas en los lugares de detención.
Reiteramos que pese a lo observado por la Relatoría de la CIDH durante 2010 en su visita o lo
señalado por los organismos de derechos humanos, no se diseñaron políticas orientadas a
prevenir, sancionar, identificar, registrar o investigar la tortura y los tratos crueles. Tampoco a
asistir a las víctimas de esos hechos.
Durante el año 201113 el Comité contra la Tortura de la Comisión por la Memoria presento en
PBA, 2.338 acciones judiciales urgentes14: 1.431 habeas corpus, 880 informes urgentes15 y
25 denuncias penales16.
Estas 2.338 presentaciones dieron cuenta de 7.018 actos u omisiones violatorias de
derechos humanos. De ellos 1.049 son por falta total de atención médica, 1.012 por
interrupción del vínculo familiar, 814 por aislamiento extremo, 490 por diferentes golpizas, entre
otros17 .
12
Ver informes Anuales del Comité contra la Tortura de la Comisión por la Memoria (desde 2004 se han presentado 6 Informes),
e Informes Anuales del CELS. En los diferentes informes presentados ante diversas instancias internacionales de protección
mencionamos que existen distintos tipos de torturas: el submarino seco o húmedo, la picana eléctrica, los palazos con bastones
de madera o goma maciza, las golpizas reiteradas (puntapiés, golpes de puño, “plaf-plaf” ), las duchas o manguerazos de agua
helada, los “pata-pata” , el aislamiento como castigo y los traslados constantes. Para acceder a los Informes ante organismos
internacionales ver www.comisionporlamemoria.org.
13 En la Provincia de Buenos Aires, el Comité contra la Tortura (CCT) de la CPM inició desde 2005 a la fecha, 13.500
expedientes por detenidos entrevistados que denunciaron vulneración de derechos. En 2010 fueron 1052 habeas corpus
presentados en virtud del agravamiento de las condiciones de detención de personas detenidas. Éstos daban cuenta de 3138
hechos graves, la mayoría constitutivos de torturas.
14 Del total de las presentaciones 2185 corresponden a hombres, 148 a mujeres, 5 a población t rans y 49 a jóvenes menores de
16 años.
15 Mediante los informes urgentes se denuncian situaciones de vulneración de derechos equiparables al habeas corpus, pero en
las que el detenido manifiesta expresamente su decisión de no comparecer ante su magistrado. Las razones que esgrimen para
solicitar no comparecer son: 1) traslados gravosos: los traslados implican varios días de viaje, riesgos de padecer agresiones,
pasar hambre extremo, ser alojados en lugares sin calefacción, perdida de visitas, interrupción de tratamientos médicos, etc. ; 2)
falta de respuesta judicial: los jueces o defensores no los atienden y son recibidos por empleados o pasantes, los órganos
jurisdiccionales no son receptivos a los planteos que se le formulan, las autoridades manifiestan enojo y mala predisposición con
quienes presentan habeas corpus y así lo manifiestan al presentante.
16 El CCT prioriza la presentación de habeas corpus, acción que permite modificar rápidamente la situación de vulneración de
derechos de las personas detenidas. En los habeas corpus se requiere al juez el inicio de denuncias penales cuando existiera
presunción de comisión de un hecho ilícito. En la mayoría de estas presentaciones los magistrados ofician a las fiscalías
solicitando una investigación penal. En 25 oportunidades solo se presento denuncia penal por hechos anteriores al momento de
la entrevista.
17 Las vulneraciones de derechos se completan con: problemas graves de infraestructura o edilicios 710, golpizas 490,
impedimento de acceso a la educación 331, impedimento de acceso al trabajo 285, traslados continuos 232, atención medica
deficiente 206, amenazas 188, impedimento de acceso a la recreación 186, heridos por arma blanca 117, huelga de hambre por
11
Por otro lado se registraron en el 80 % de los establecimientos penitenciarios, destacándose la
Unidad Penitenciaria Nº 2 con 222 presentaciones, UP. 9 -203-, UP.1 -203-, UP. 30 -162-, UP.
28 -109-, UP.17 -108-, UP. 15 -95-, UP. 35 -69-, UP. 29 -69-18.
El Registro Nacional de Casos de Torturas y otros tratos o penas crueles, inhumanos y
degradantes19 creado por la Comisión Provincial por la Memoria, la Procuración Penitenciaria
de la Nación y el Grupo de Estudios del Sistema Penal y Derechos Humanos (GESPYDH) del
Instituto Gino Germani de la UBA, durante el transcurso del primer año (2011), tomó testimonio
de 235 víctimas de torturas y/o malos tratos: 216 hombres, 19 mujeres. Se incluyen 8 casos
de personas menores de 18 años20.
Los casos de torturas y/o malos tratos se registraron en 24 lugares de detención de la Provincia
de Buenos Aires: 21 Unidades Penitenciarias y 3 Institutos de Menores. Las 235 víctimas de
torturas y/o malos tratos sufrieron en promedio casi 6 hechos distintos de torturas en los últimos
2 (dos) meses.
El instrumento de recolección de datos utilizado en este Registro, permite consignar información
sobre 11 tipos diferentes de torturas y/o malos tratos. Éstos se relevan en forma simultánea, es
decir, atendiendo a la multidimensionalidad en la que se expresan los actos de tortura.
Los tipos de torturas y/o malos tratos que se presentan más frecuentemente combinados son: 1)
Agresiones físicas21 y Aislamiento22, 2) Malas Condiciones Materiales y Falta de acceso a la
peticiones no atendidas 115, robo de pertenencia por agentes penitenciario 111, amenazas de muerte 98, hacinamiento 59,
heridos por balas de goma 50, autolesiones por peticiones no atendidas 30, afectados por uso de gas pimienta 25, heridos por
otros detenidos por encargo de penitenciarios 13, victimas de ducha de agua fría que afecto la salud 12, victimas de abuso
sexual 6, impedimento de acceso al culto religioso 2, submarino seco 1.
18 UP. 37 -65-, UP. 48 -62-, UP 45 -54-, UP 5 -50-, UP 39 -50-, UP 46 -47-, UP 36 -47-, UP 34 -45-, UP 33 -45-, UP 24 -40-, UP
23 -40-, UP 19 -35-, UP 31 -33-, UP 13 -32-, UP 32 -31-, UP 51 -25-, UP 43 -22-, UP 42 -20-, UP 22 -20-, UP 10 -19-, UP
8 -18-, UP 21 -17-, UP 52 -16-, UP 47 -15-, UP 41 -15-, UP 26 -15-, UP 12 -13-, Inst. L.de Zamora -13-, UP 44 -10-, UP
40 -10-, UP 38 -10-, UP 3 -10-, UP 4 -9-, Inst. Almafuerte -9-, UP 54 -8-, UP 49 -8-, UP 6 -7-, UP 50 -7-, UP 18 -7-, Otros -99-.
19 Este documento presenta los principales resultados del Registro Nacional de Casos de Tortura y Malos Tratos de la República
Argentina, creado en el año 2010. Estos resultados se obtuvieron a través de las tareas de inspección, monitoreo y registro de
casos del Comité en el ámbito de la Provincia de Buenos Aires durante el primer año de implementación del mecanismo (entre
enero y diciembre de 2011). Este Registro pretende avanzar en la instrumentación operativa a nivel local del Protocolo
Facultativo de la Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, aún sin legislación
local que lo haga operativo. Los resultados obtenidos a través de las visitas periódicas a lugares de encierro, así como la
presentación y/o comunicación espontánea de detenidos y familiares, permite registrar casos concretos y fehacientes sobre
violación de derechos y tortura acontecidos durante los últimos dos meses como límite temporal del presente Registro.
20 Es importante aclarar que este Registro de Casos (judicializados y no judicializados) no cumple la función propia de las
mediciones estadísticas de tipo probabilístico y generalizable en relación a la distribución de las variables sobre el total del
universo carcelario. Asimismo, este Registro tampoco toma la totalidad de los casos sobre los que interviene el CCT a través de
acciones de habeas corpus u otros escritos presentados a la justicia o al poder ejecutivo que, por su voluminosidad, multiplicidad
de canales de llegada e intensa dinámica propia de la intervención directa no resultan capturables en el sentido de la indagación
testimonial para la caracterización de prácticas penitenciarias y policiales que persigue este Registro. La especificidad, fortaleza y
potencialidad del mismo radica en su capacidad de registrar en profundidad las distintas modalidades de malos tratos y/o tortura,
cuantificando indicadores relevantes en los que se desagrega cada una de ellas pero, especialmente, cualificando su ocurrencia.
En tal sentido, sólo ingresa al Registro una porción del total de casos que pasan por el CCT, de manera tal de documentar con
un instrumento riguroso, exhaustivo y abarcativo algunos casos que se producen en el contexto de la intervención. El criterio para
el ingreso de un caso es el de la selectividad intencional, en virtud de la cual se aplican entrevistas en profundidad con
profesionales específicamente entrenados en el mismo. Los testimonios recolectados documentan casos típicos a la vez que
describen las características propias de cada uno de los 11 tipos de prácticas de torturas y/o malos tratos. El instrumento atiende
a la concurrencia y/o multidimensionalidad de distintos tipos de actos aflictivos en un mismo hecho de modo tal que su valor
diagnóstico no radica en criterios cuantitativos estrictos de medición estadística del fenómeno sino en el Registro documentado
de testimonios sobre el despliegue de tales prácticas.
21 Se registraron 124 testimonios de víctimas que sufrieron 163 veces malos tratos y/o torturas físicas, en un total de 325 hechos
de torturas y/o malos tratos físicos distintos. Cada víctima en promedio fue torturada y/o maltratada físicamente 1,3 veces en los
últimos dos meses y sufrió en promedio la combinación de 2,6 tipos de torturas y/o malos tratos físicos distintos cada una de las
veces. El 54,8% de las agresiones físicas fueron golpizas y/o golpes. Dentro de la población entrevistada en unidades penales en
12
Alimentación, 3) Aislamiento y Malas Condiciones Materiales23, 4) Falta de atención de la Salud24
y Malas Condiciones Materiales.
Como dijéramos reiteradamente, no hay espacios de no tortura; con distintas modalidades y
frecuencias, la tortura existe en cada lugar de detención.
Todas estas prácticas violentas provocan sobre el cuerpo y la psiquis del detenido un intenso
sufrimiento, que se produce en forma sistemática, regular y generalizada, en diversas y variadas
circunstancias. En tal sentido es que estas prácticas deben considerarse torturas. No sólo por el
daño que producen sino por la certeza de que se ejercerán en algún momento y que se tornará
inevitable su padecimiento en alguna circunstancia de la detención.
Como desarrollaremos, no se asiste a las víctimas de tortura y esto es algo que debe ser
considerado. Como vimos, ocurrido el hecho el detenido se aloja en una celda de castigo y la
guardia decidirá si le brinda o no asistencia médica, es decir lo lleva a sanidad. En general la
víctima de tortura tiene que curarse sola. Si tiene suerte o está muy grave accederá a Sanidad.
La participación, naturalización o complicidad, por acción u omisión, del personal ligado a la
atención de la salud en las cárceles resulta evidente en gran cantidad de casos. Médicos y
enfermeros omiten cumplir con sus juramentos éticos y legales siendo funcionales a este patrón
estructural de la tortura y la violencia penitenciaria.
A continuación exponemos casos que dan cuenta del problema estructural:
Jorge Eduardo Bernasconi Álvarez, a disposición del Tribunal Oral Criminal N° 5 de La Plata.
Se comunico telefónicamente con el CCT el 3 de marzo de 2011, manifestando que el día
anterior a través del pasa platos de su celda agentes del Servicio Penitenciario Bonaerense
comenzaron a dispararle con balas de gomas, hiriéndolo en todo el cuerpo, incluso la cara.
Refirió que presentaba lesiones en la espalda, la cara, el abdomen y las piernas. Narró que
luego le arrojaron gas pimienta, y debido a que sufre asma se quedó sin aire, sin poder respirar.
Luego de ello fue retirado de su celda y golpeado por los agentes penitenciarios. No recibió
atención médica. Por último expresó encontrarse muy angustiado, ya que es maltratado tanto
el marco de este Registro, los jóvenes de entre 18 y 21 años son el grupo de edad más agredido físicamente: 69,2%. Los
adolescentes de entre 16 y 17 años también son golpeados dentro de los institutos de menores, actuales Centros de Recepción y
Cerrados. El 26,3% de las mujeres entrevistadas en el marco de este Registro habían sido víctimas de torturas y/o malos tratos
físicos en los últimos 2 meses.Las principales circunstancias de las agresiones fueron durante: sanción de aislamiento, ingreso a
unidad y riñas o motines.
22 El 83,4% de los entrevistados habían sido víctimas de la práctica de aislamiento durante los últimos 2 meses. Suman un total
de 196 víctimas. En 9 de cada 10 casos el aislamiento implica la permanencia en la celda durante las 24 horas. La cantidad total
de aislamientos registrados es de 327. Éstos se dividen en 3 causas distintas: 1) Sanciones: son 198 situaciones registradas
(57,8%), en las que más de 2 de cada 10 son sanciones informales. 2) Medidas de seguridad: son 53 situaciones registradas
(16,2%), en las que casi 7 de cada 10 son “medidas penitenciarias”. 3) Régimen habitual del pabellón: son 85 situaciones (26%),
con una duración promedio que excede el mes. Se trata de una condición de vida permanente.
23 Se registran 206 víctimas de gravosas condiciones materiales de detención. Algunas de las principales deficiencias registradas
son: Falta de luz natural (41,1%), Falta de elementos de higiene para la celda (83,6%), Falta de elementos de higiene personal
(77,7%), Ventanas sin vidrios (58,3%), Falta de acceso a sanitarios y/o deficientes (55,8%), Falta de acceso a duchas (51%),
Falta de agua en la celda (37,4%), Celda con insectos (58,7%), Celda con ratas (35%). En la gran mayoría de los casos las
celdas no cuentan con calefacción y son muy húmedas, lo que afecta seriamente a la salud de las personas detenidas. En
promedio, cada víctima padeció entre 8 y 9 condiciones materiales degradantes juntas, de un máximo de 20 que registra el
instrumento. Se relevaron 115 casos de personas que permanecieron detenidas en condiciones de hacinamiento, esto
representa al 56,7 % de los casos.
24 Las dolencias y/o enfermedades registradas sin atención son en muchos casos gravísimas, donde corre serio riesgo la vida de
las personas y/o la pérdida de órganos vitales. Testimoniaron 150 personas que padecen la falta o deficiente asistencia a su
salud, que representa al 63,8% de las víctimas de torturas y/o malos tratos. Los principales problemas en la asistencia a la salud
se desagregan del siguiente modo: 1) No entrega de alimentación especial recetada (85,1%), 2) No reciben los medicamentos
(69,4%), 3) El servicio médico no lo atiende (63%), 4) El servicio médico ignora sus dolencias (45%), 5) Tienen impedimentos
para realizar estudios (19,7%), en el caso de las mujeres este impedimento asciende al 46,2%, 6) Tienen impedimentos para
realizar intervenciones quirúrgicas (16,5%).
13
física como psicológicamente, y temía por su integridad física luego del episodio de violencia
sufrido. Desde el CCT se solicito en ese instante informe psico físico al Area de Sanidad de la
Unidad Nº 23 a fin de constatar el estado de salud del detenido, el cual no fue respondido. El
mismo dia se presentó acción de Habeas Corpus ante el Tribunal Oral Criminal N° 5 de La Plata,
en la que solicitamos que se cite a comparecer al detenido, se le realice una pericia médica y se
disponga su traslado urgente para resguardar su integridad física. El Tribunal cito a audiencia al
detenido, realizo pericia medica e hizo lugar al habeas corpus. También requirió información al
Servicio Penitenciario relativa a la conducta y al estado de salud del nombrado. Ante la
respuesta del SPB que responsabilizaba al detenido por los hechos, el propio Tribunal menciona
que “no resulta verosímil la respuesta dada por el Servicio Penitenciario” en relación a los
acontecimientos denunciados. Se ordeno el traslado del detenido a otro establecimiento, la
prohibición de ingreso a la Unidad N° 23 y que se le brindara un adecuado tratamiento médico.
José María Vivas Mesa a disposición del Juzgado de Ejecución N° 2 de San Martín, el día 14
de octubre de 2011 se comunico telefónicamente con este CCT su sobrina, quien nos informó
que su tio se encontraba muy mal ya que el dia anterior por la madrugada un grupo de agentes
del servicio penitenciario bonaerense (alrededor de 4) pertenecientes a la Unidad N° 31 de
Florencio Varela entraron a la celda en la que estaba alojado, le dieron una golpiza muy
importante, lo apuñalaron y quemaron con cigarrillos en diferentes partes del cuerpo. Según
refirió ese mismo día a la mañana él debía comparecer al juzgado, pero como estaba en
pésimas condiciones físicas a raíz de las lesiones, los agentes del servicio penitenciario
decidieron no llevarlo al juzgado y lo trasladaron a la Unidad Nº 42. Según cree el detenido la
agresión se origino en su reclamo para que le asignen un lugar en la unidad y lo saquen del
pabellón de admisión donde estaba aislado hacia más de 3 semanas. Su sobrina refirió además
que estaba muy angustiado ya que hacía 6 meses que el no veía a su familia que reside en San
Nicolás, tienen problemas de salud y carecen de recursos económicos para afrontar el viaje
hasta Florencio Varela. También relato que su tío lleva mas de 10 años detenido y que no es la
primera vez que era torturado. Que aproximadamente un año y medio antes había perdido sus
testículos a raíz de una golpiza de agentes penitenciarios. Presentamos acción de Habeas
Corpus en el Juzgado de Ejecución N° 2 de San Martín donde solicitamos el comparendo del
detenido, que se le realice una pericia médica y que se evalúe otorgarle la libertad asistida ya
que le faltaban pocos meses para el cumplimiento de su condena. La resolución no fue notificada
a este Comité aunque tomamos conocimiento de que había sido trasladado de la unidad en que
estaba luego de corroborarse las lesiones.
Cristian Alejandro Gutiérrez Curan a disposición del Tribunal Oral Criminal Nº 3 de Mercedes
fue entrevistado el día 29 de septiembre de 2011 durante una inspección a la Unidad
Penitenciaria Nº 30 de General Alvear. Se constataron gran cantidad de escoriaciones,
moretones en la espalda, ambos brazos y piernas. Relato que miembros del SPB le exigieron
que se quitase los cordones de las zapatillas y ante su negativa 3 agentes penitenciarios le
propiciaron golpes de puño, patadas en todo su cuerpo y golpes reiterados en sus orejas con
las palmas de las manos, método de tortura denominado vulgarmente “paf-paf”. Posteriormente
fue trasladado al sector de aislamiento de convivencia (buzones)) donde no recibió alimentos y
sufrió el robo de sus pertenecías de parte de los agentes. En virtud de los golpes refiere tener un
intenso dolor en la zona de los pulmones, también recibir amenazas del SPB. Manifestó ser
víctima de traslados constantes y arbitrarios, situación que le impidió ver a su familia y acceder a
instancias educativas y laborales necesarias para obtener conducta. En cada uno de esos
traslados fue alojado en celdas de aislamiento y castigo sin luz artificial, agua potable, letrinas,
duchas. Refiere haber sido trasladado en aproximadamente 3 meses por las siguientes
unidades: UP Nº 16 de Junín, UP Nº 5 de Mercedes, UP Nº 17 de Urdampilleta y UP Nº30 de
General Alvear (todas alejadas de su grupo familiar). Se presento Habeas Corpus solicitando
14
pericias médicas en Asesoría pericial y traslado a una Unidad Penitenciaria del Complejo
Florencio Varela para resguardo físico y contacto familiar. El 6 de octubre se comunico vía
telefónica manifestando que se encontraba alojado en la Unidad Penitenciaria Nº 45 de Melchor
Romero y que había sido informado por personal penitenciario sobre su inminente traslado a la
Unidad Penitenciaria Nº 2 de Sierra Chica generándole esto un gran temor por las
consecuencias que padecería en virtud de denuncias formuladas tiempo atrás contra personal
penitenciario de esa unidad. Allí habían intentado ahorcarlo y había padecido agresiones graves.
Motivada una nueva acción de Habeas Corpus con fecha 6 de octubre de 2011 ante el Tribunal
oral Criminal Nº 3 de Mercedes se solicito la prohibición de ingreso a la Unidad Penitenciaria Nº
2 de Sierra Chica y reitero el pedido de alojamiento a una Unidad Penitenciaria del Complejo
Florencio Varela. El día 14 de octubre se vuelve a comunicar informado que se encontraba
alojado en el pabellón 1-3 de la Unidad Penitenciaria Nº 1 de Lisandro Olmos, aislado sin poder
acceder a vistas ya que en el piso 2º del mencionado penal permanecían alojados detenidos
con los cuales había tenido problemas, reiterando su pedido de traslado a una Unidad del
Complejo Florencio Varela.
El caso de Brian Oscar Núñez Valenzuela, a disposición del Juzgado de Ejecución Penal 1°
de San Isidro, de 20 años da cuenta de la violencia prodigada a un detenido de la PBA alojado
en el sistema federal donde fue violentamente torturado. En el Complejo Penitenciario de Ezeiza
sufrió muchísimas golpizas por parte de agentes del SPF “ te cagaban a palo, terminabas de
abrazar a tu mamá y después….golpes de todo tipo, te van pegando, te van pegando…”, uno de
esos golpes le rompió el tímpano derecho, en donde empezó a sentir muchísimo dolor. No fue
atendido, solo le contestaron que se ponga un algodón. También con un palazo lo cortaron sobre
el ojo izquierdo, se observa la cicatriz de ese golpe. Manifiesta que al pasarlo al pabellón C le
pegaron continuamente, “hay que salir corriendo… porque te pegan, te preguntan si te duele y te
siguen dando”, manifiesta que le pegaron en los dedos del pie con palazos y en las manos
donde se observan las marcas. Brian presenta cicatrices en diferentes partes de su cuerpo:
manos, pies, piernas, cara, cabeza, cintura. En cuanto a la alimentación el alimento que les
daban resultaba incomible, tenía que taparse la nariz para poder ingerirlo, y encontrar la forma
para salir a leonera que estaba cerca de la cocina para lograr por medio de un amigo comer algo
y tomar un poco de agua, aun así ha pasado mucho hambre durante esa detención. Trasladado
a mediados de 2010 a Marcos Paz, en Pabellón 8, se produce un incidente entre dos chicos y
prenden fuego un colchón, entra la requisa a apagar el fuego y les ponen esposas a todos los
integrantes del pabellón. A él le empiezan a pegar patadas y piñas en la cara, lo dejaron en un
rincón lastimado y les sacaron la ropa haciéndolos mover de un lado a otro, los ponen uno
encima del otro y les empiezan a tirar con agua y a pegarles durante mucho tiempo, los
abandonan en el patio con las esposas y mojados, el se acuerda como temblaba del frio y del
miedo que tenia, estuvieron ahí por horas, luego los dejan vestir pero no poner las zapatillas y
les empiezan a pegar en la planta del pie, recuerda que tenía el pie morado y del dolor se
desesperaba, aunque quería incorporarse ya no podía caminar, recuerda que esa noche los
hicieron dormir con las esposas. En los días previos a su cumpleaños de 20 los agentes le
decían que tenían un regalo para el que le iba a encantar, su cumpleaños es el 15 de Julio. Ese
día entran los agentes le ponen las esposas en una mano y uno de los jefes le pega una
trompada en la boca, lo llevaron arrastrando a una habitación, eran 5 agentes, le sacaron las
zapatillas y le pisaron los pies, le pusieron las esposas también en los pies, le unieron las
esposas de los pies con la de las manos y empezaron a pegarle en las plantas de los pies,
recuerda que era el día del agente penitenciario y estaban todos alcoholizados, interrumpían los
golpes, tomaban mate y volvían a pegarle. En esas condiciones que se hallaba en el piso
golpeado y atado llega el pañolero (quien junta las pertenencias en el momento de la requisa)
que con un palo le toca la cola, el se asusta mucho mas y le empiezan a dar patadas en la cara,
15
dejan un encendedor prendido y se lo ponen en la planta del pie y lo queman. Luego le aPág. an
cigarrillos en los tobillos del pie derecho, a partir de ahí ya no recuerda lo que le hicieron, “estaba
medio inconciente, como ido”, Brian pierde el conocimiento y la sensibilidad frente al intenso
dolor y las continuas torturas al que era sometido. Recuerda que se intento levantar y no podía
caminar, se caía, así que lo llevaron arrastrando hasta buzones, con las rodillas también
raspadas, “me tiraron en buzones como una basura, me manejaban arrastrándome, no podía
caminar”, recién pudo apoyar los pies a los 6 o 7 días, se arrastraba para bañarse y lo dejaban 2
horas bajo el agua fría en pleno invierno, aun en esa situación de desvalimiento lo continúan
torturando, le ordenaban que se seque, que se vista, y le vuelven a ordenar que se saque todo y
se meta de vuelta en la ducha durante 1 hora, lo sacan y le vuelven a poner las esposas en los
pies y en las manos enganchadas, el mismo procedimiento previo a haber sido torturado días
anteriores. Brian manifiesta el terror que sentía ante esto ya que era volver a vivir lo mismo. Esto
constituye una tortura psicológica por la situación amenazante en la que estaba, en donde el
inmenso sufrimiento vivido psíquica y físicamente vuelve a presentarse amenazante, habiendo
ya pasado por ese mismo procedimiento de parte de los agentes. Posteriormente Brian es tirado
en su celda y al rato es llevado de vuelta a la ducha arrastrando, vuelve a ser mojado con agua
fría, luego de esto ya no podía ni arrastrarse, recuerda que llegaron con una silla de ruedas y lo
sentaron porque el no podía hacer nada, estaba devastado, su cuerpo ya no respondía. Es
llevado al Hospital de Marcos Paz donde le hacen radiografías y le diagnostican quebradura del
dedo meñique del pie izquierdo, quebradura de tibia izquierda, dos quebraduras en pie derecho y
en su dedo meñique del pie, como esta pierna estaba muy inflamada no pueden enyesarla y le
ponen un medio yeso. Lo trasladan y dejan internado en el Centro Médico de Marcos Paz (HPC).
Luego es sacado de ahí y llevado a una leonera en donde le pegan en la pierna, lo patean, le
pisan la espalda y uno de los pies que tenia lastimado. Producto de esta agresión le quiebran el
tobillo, recuerda que esto fue el 10 de agosto, luego de esto es internado nuevamente durante 10
días en el HPC. Brian dice “…no podía dormir, me acordaba de todo lo que me hicieron, no
podía dejar de recordarlo, eran imágenes que se me venían solas”. Fue visitado por su madre y
él estaba en sillas de ruedas, recuerda cuando su madre lo vio así, la desesperación y angustia
que le causo, “ …a partir de ahí toma medicación, no puede dormir y se le cayó el pelo” .Brian
estuvo con yeso durante 2 meses, tiene intensos dolores en la espalda y en la pierna, “…tengo
miedo de saltar”, la ultima vez de los golpes estuvo 5 días sin poder defecar. Me muestra las
marcas en sus muñecas y en sus tobillos de las esposas, cicatrices de aquella golpiza que aún
persisten.
La reciente muerte de Patricio Barros Cisneros de 26 años por parte de los agentes del SPB
de la Unidad 46 (partido de San Martín) el último 28 de enero, es una muestra del arraigo de las
prácticas de tortura en las cárceles bonaerenses. Según los testimonios, incorporados a la
investigación judicial, al menos 6 oficiales golpearon a Barros Cisneros. Uno de los testigos
señaló que escuchó gritos que decían: “pará, pará… no me pegues” y vio a un detenido tirado en
el suelo boca arriba. “Con las manos esposadas en la espalda, el agente Benìtez tomó del cuello
con ambas manos al detenido a modo de estrangulamiento. (…) Al mismo tiempo otro guarda
cárcel, de apellido Luna le dio varios puntapiés en el tórax (…). También lo vio saltar sobre el
interno entre dos y tres veces con ambos pies. Además, vio al oficial Chaparro aplicarle bofetada
y golpes de puño en la cara, aunque no puede precisar cuántas veces lo golpeó. (…) Un agente
conocido como “Gallego” lo pateó en dos o tres ocasiones en la zona de los genitales”25.
Además, el testimonio señala que un oficial del área de tratamiento le aplicó un cachetazo.26
25 Cfr. Unidad Fiscal Nº 1 de San Martin, Provincia de Buenos Aires, nro de causa 15-00-003164-12, fs. 45 a 47.
26 A su vez, otro testimonio incluido en la causa judicial señala que: “Estando el preso boca arriba y esposado en la espalda, el
oficial Luna le saltó varias veces sobre el tórax presionándolo con ambos pies. Estando en el piso fue atacado a puntapiés”. El
16
Previo a esta situación, Patricio discutió con los penitenciarios porque no lo dejaban recibir la
visita de su mujer en un espacio techado, y lo obligaban a estar en el patio bajo el sol. Su mujer
embarazada de 8 meses presenció la sesión de torturas. Los testigos fueron obligados a firmar
un parte del SPB con una versión de los hechos que buscaba desligarlos de la
responsabilidad.27 La versión “oficial” con la cual se buscaba encubrir a los penitenciarios,
sostenía que el detenido se golpeó la cabeza contra las rejas y amenazó al personal
penitenciario. Sin embargo, de los testimonios en la fiscalía surge que ninguno vio que la víctima
tuviera facas28, o que hubiera tratado de defenderse, dado que estaba reducido. A partir del
parte del SPB las autoridades buscaron encubrir el hecho. Incluso el médico de la Unidad
deslindó a los penitenciarios de su responsabilidad, y señaló que la muerte de Barros obedeció a
un “paro cardio respiratorio”. Sin embargo, de la autopsia surge que Barros tenía más de treinta
golpes en el cráneo y el rostro, con hundimiento del globo ocular izquierdo y decenas de lesiones
en brazos y piernas, “compatibles con mecanismo de defensa frente a un ataque”. Dos días
después de los hechos, representantes del CELS, el Comité contra la Tortura y el Secretario de
Ejecución de San Martín, Juan Manuel Casolati, visitaron la unidad. De los 120 detenidos
entrevistados, hubo acuerdo respecto de que a Barros Cisneros lo mató el Servicio Penitenciario,
y que la violencia es cotidiana. Se logró contar con el testimonio de los detenidos luego de que,
por gestiones nuestras, fueran trasladados a dependencias de fuerzas federales para resguardar
su seguridad. Esto pone de resalto también que la provincia no tiene un sistema eficaz de
protección de testigos que denuncian hechos de violencia institucional.
A su vez, el Banco de Datos de Casos de tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos y
degradantes de la Defensoría de Casación Penal de la Provincia de Buenos Aires , registró 155
casos de tortura y malos tratos en el trimestre entre junio y agosto de 2011, de los cuales el 57,5
% no fue denunciado. De los casos denunciados, el 50 % sucedieron en unidades penitenciarias,
el 49 % en dependencias policiales y el 1% en otras instituciones. De los no denunciados, el 83,2
% de los casos sucedieron en comisarías mientras que el 16,8 % en unidades penitenciarias.
ii. Violencia institucional estructural
Durante 2011 el Servicio Penitenciario Bonaerense informó a la justicia provincial que
acontecieron 9.261 hechos de violencia en las cárceles provinciales29. En 2010 el SPB se
informaron 7.949 hechos de violencia30.
testigo aseguró que todos los penitenciarios presentes lo golpearon. “Y eran tantos y estaban tan descontrolados, moviéndose de
un lado para otro, que no puede puntualizar algún golpe en particular, más allá de la actitud de Luna de saltar sobre su pecho”.
Además, señaló que fue golpeado en la cabeza con puntapiés, que le aplicaron gas pi mienta, y que “a su entender lo mataron a
golpes”. Cfr. Unidad Fiscal Nº 1 de San Martin, Provincia de Buenos Aires, nro de causa 15-00-003164-12, fs. 51 a 54..
27 El prefecto mayor Leonardo Jorge Dziata escribió en el parte oficial que Barros Cisneros esgrimió “un elemento punzante”,
mientras le gritaba el encargado: –Dame visita en una de las celdas porque te voy a cagar a puñaladas. Según la historia oficial,
Barros intentó tomar como rehén al adjutor Rodrigo Chaparro quien “procedió a entablar un diálogo” para que “depusiera su
actitud hostil”. Como no lo consiguió, “tuvo que utilizar la fuerza mínima e indispensable”. Esto lo enardeció contra el personal
que, para controlar la situación, “tuvo que utilizar elementos de sujeción (esposas) y gas pimienta (PPQ)”. Aun así, “una vez
reducido”, Barros “logra zafarse” y, “sin mediar motivo alguno, comienza a golpear su cabeza fuertemente contra la rejas para
luego caer pesadamente contra el suelo”. Además de los penitenciarios, firman el parte tres detenidos que realizaban tareas de
limpieza, peluquería y cocina.
28 Arma blanca preparada precariamente por los internos de las unidades penitenciarias.
29 Son datos parciales cargados al 5 de marzo de 2012.
30 El Servicio Penitenciario clasifica los hechos violentos en: pelea entre varios internos, pelea entre dos internos, agresión entre
internos, autolesión, accidente, agresión al personal, represión, amenazas y suicidios. Luego los informa a la justicia quien los
remite al Comité Contra la Tortura conforme lo dispuesto por Acordada 2825 de la Corte Suprema de Justicia. Existe un
subregistro importante: hechos que no se informan o que los jueces no remiten.
17
Esto da cuenta de la generalización de la violencia en todo el sistema penitenciario, abonando a
un patrón estructural extendido.
El Servicio Penitenciario Bonaerense clasificó estos hechos de la siguiente manera:
Fuente: elaboración propia en base a datos provistos por el SPB
Se trata de un dato sesgado por la clasificación que realiza la fuerza: ninguna unidad ha
informado sobre situaciones en que los detenidos sean víctimas de agresiones por parte de
penitenciarios. Es una mala señal: la institución no reconoce que existan esos hechos, ni siquiera
un caso en el que un guardia haya golpeado o torturado a un detenido. Esto contribuye a
construir el discurso de la negación que luego será sustentado por el poder político. Consolida
además el encubrimiento y la impunidad hacia adentro de la fuerza.
Estos hechos relevados acontecieron en 51 unidades penales. A continuación se seleccionaron
las 15 unidades penales que concentran las ¾ partes (el 74%) de los hechos, esto es 6.806.
Entre las principales, con una cantidad de hechos superior a los 500 hechos anuales, se
destacan las unidades penales 1, 35, 24, 28, 32, 23, 15.
Cantidad de hechos por unidad penal (UP). Año 2011
18
700
659 653 640
598 583
600
552
522
500
404 397 396
400
297 289 279 274
263
300
200
100
0
UP 1 UP 35 UP 24 UP 28 UP 32 UP 23 UP 15 UP 36 UP 2 UP 3 UP 44 UP 17 UP 30 UP 9 UP 54
Fuente: elaboración propia en base a datos remitidos por el SPB
Año a año se incrementan los hechos de violencia. A pesar de que el gobierno provincial anuncia
la creación de programas de prevención de la violencia y la cantidad de detenidos permanece
estable desde 2009, los hechos de represión31 se incrementan y también las peleas entre varios
internos.
Hechos denunciados según tipo. Comparativo años 2009-2010-2011.
Fuente: elaboración propia en base a datos remitidos por el SPB
31
La intervención frente a los hechos de violencia consiste en ingresar al pabellón, patio o celda donde se produce un conflicto y
disparar armas cargadas con cartuchos conteniendo postas de goma. Habitualmente se dispara gran cantidad de veces y en
todas direcciones sin cumplir con los protocolos para el uso de armas con postas de goma, éstos indican que los disparos deben
dirigirse de la cintura hacia abajo y efectuarse a no menos de diez metros del posible blanco.
19
Peleas y represión
Como se observa, durante 2011 se produjo un incremento de los hechos de represión
penitenciaria registrados, de 1.765 a 1.961.
Cantidad de hechos de represión en las 15 unidades penales donde más se utilizo. Año
2011
Fuente: elaboración propia en base a datos remitidos por el SPB
Los hechos de represión están ligados a las peleas entre varios detenidos32 que se producen en
las unidades penales. Se registran 2.061 peleas entre varios internos33, casi la misma cantidad
que hechos de represión.
Esto muestra claramente la consolidación del abordaje represivo para intervenir en los conflictos
entre varios detenidos.
Los Programas de prevención de la violencia son virtuales o trabajan con escasa cantidad de
detenidos34. No se diseñan ni sostienen políticas preventivas.
En muchos casos las peleas se originan en problemas de convivencia. El incremento de la
población penitenciaria producto del traslado de detenidos de comisarías sin la construcción de
plazas necesarias para alojarlos, provoca situaciones de hacinamiento que sumadas a
32
El Servicio Penitenciario Bonaerense clasifica las peleas en peleas entre varios internos, peleas entre dos internos y agresión
entre internos. La represión debería utilizarse como última opción frente a un conflicto iniciado que no puede detenerse de otra
manera. En las peleas entre dos detenidos o la agresión de un interno a otro el conflicto debiera controlarse sólo apelando a la
supremacía de agentes dotados de palos y escudos. Si cotejamos los datos, vemos que las peleas entre varios detenidos son
muy elevadas y solo se resuelven mediante el uso de la represión.
33 Las peleas entre varios internos se incrementaron de 1.610 en 2010 a 2.061 en 2011.
34 Frente a estos hechos de violencia el Ministerio de Justicia propuso cinco programas: Programa de clasificación de detenidos;
Programa de mediación en contextos de encierro; Programa de prevención de conductas violentas; Programa de evaluación,
seguimiento y contención de internos con trastornos graves de conductas y Programa provincial de prevención. Estos solo se
implementaron parcialmente y con escasa participación de detenidos. Habitualmente la selección de personas que participen de
estos la hace el propio SPB, no incluyendo a los detenidos con mayores problemas de violencia sino a quienes se han adaptado
al sistema. Para un análisis de estos programas ver el Informe Anual 2011 del CCT de la CPM, en www.comisionporlamemoria
.org.
20
condiciones inhumanas de detención y un régimen penitenciario sustentado solo en la violencia,
genera las condiciones para provocar estas situaciones35.
A pesar de la magnitud del problema, estos elementos no son considerados por el estado
provincial para diseñar o revisar los protocolos de intervención frente a la violencia ni para
calificar el desempeño de las autoridades de cada unidad penitenciaria. Cómo se gestionan los
conflictos, cuándo reprimir o no, ante qué hechos, cómo intervenir de otra manera frente a los
hechos que se presentan son indicadores nunca tomados en cuenta al diseñar políticas de
prevención de la violencia carcelaria.
Al comparar la cantidad de peleas entre varios detenidos con la cantidad de hechos de represión
informados por el SPB se presentan dos situaciones. Por un lado en un grupo importante de
Unidades se registra una significativa cantidad de hechos de represión en relación a la cantidad
de peleas grupales (entre varios detenidos) que suponen la utilización de la represión no solo en
hechos con multiplicidad de participantes sino también en hechos donde el conflicto se desarrolla
entre dos detenidos y los protocolos indican que no deberían reprimir. Esto muestra el aval
institucional para efectuar este tipo de actor represivos como único procedimiento ante el
conflicto. Se destacan las Unidades 24, 2 y 23 en este grupo.
Unidades con mas represión que peleas entre varios detenidos . Año 2011
177
Total peleas entre varios detenidos
180
160
+ 72
+3
149 152
140
140
120
Total hechos de represión
119
+ 55
105
+ 57
100
80
85
62
+ 24
+ 15 91
76
85
+8
63
61
71
60
+4
30 34
40
20
0
UP 24
UP 2
UP 23
UP 3
UP 30
UP 17
UP 43
UP 28
Fuente: elaboración propia en base a datos remitidos por el SPB
En otro grupo de Unidades se registra un número mucho mayor de peleas entre detenidos que
actos represivos, lo cual también advierte sobre la inacción de los funcionarios frente a la
violencia endogrupal. En estas Unidades los detenidos relatan que los agentes no intervienen
sino hasta que la pelea finaliza y que incluso presencian las mismas cual circo romano. Las
Unidades 1 y 9 que encabezan esta modalidad son de las que mayor cantidad de muertes
registran con 6 y 9 respectivamente. También la cantidad de penitenciarios asignados por preso
35
En 2011 acontecieron más de 5 peleas diarias entre varios internos, y se reprimió más de 5 veces por día en alguna unidad
carcelaria. En algunas unidades carcelarias como la UP. 35, se reprimió 1 vez, día por medio y en otras como la UP. 24 y UP 28,
se reprimió un promedio de una vez cada 2 días.
21
tiene una razón aproximada de 1 cada 60 o más, proporción que descarta el uso de métodos
persuasivos basados en la palabra y la mediación y refuerza la hipótesis del “dejar hacer” en la
modulación de la violencia intramuros, propio de los esquemas de tercerización en el uso de la
fuerza.
Unidades con más peleas entre varios detenidos que hechos de represión.2011
250
Total peleas entre varios detenidos
Total hechos de represión
226 -11
215
200
169
-65
150
109 -27
104
100
82
62
44
50
-35
-35
27
25 -24
1
9
39 -23
16
51 -21 58 -19
39
30
30 -16
14
44 -13
31
0
UP 1
UP 51
UP 9
UP 36
UP 33
UP 4
UP 19
UP 54
UP 46
UP 45
UP 35
Fu
Fuente: elaboración propia en base a datos remitidos por el SPB
Lesiones
Producto de los hechos de violencia enunciados, 4.816 personas padecieron distintos tipos de
lesiones, esto es aproximadamente el 17 % de los detenidos alojados en cárceles provinciales.
Lesiones según tipo. Año 2011
Fuente: elaboración propia en base a datos provistos por el SPB
22
No obstante el registro de la violencia tiene limitaciones importantes. Por ejemplo no se
releva el padecimiento psicológico de la persona ante la situación traumática que le toca
vivir. Por otro lado y como muestra de que se trata de un piso pero que existen más casos,
obsérvese que fueron informados treinta y dos casos de muerte cuando en realidad acontecieron
más de 120. En un número importante de partes (199) directamente los datos sobre lesiones
“faltan” o no se consignan. El trámite penitenciario concluye con el envío del parte, en los casos
donde se consigna lesiones a determinar nunca se completará esa información y nadie sabrá si
las lesiones fueron leves o graves. En el caso de Sebastián F. -a quien la inspección del Comité
de la Tortura encontró con varios moretones, problemas de visión, dolores internos y una
angustia muy importante-, tras solicitar el parte del hecho se vio que consignaba lesiones a
determinar. Consultado el médico respecto a la falta de precisiones acerca de la gravedad del
caso, intentó escudarse tras el argumento de que no tenía posibilidad de sacar placas o de hacer
una resonancia, y que sólo luego de dichos estudios se podría conocer fehacientemente el grado
de las lesiones. Meses después, al entrevistar al detenido nuevamente, informó que nunca lo
habían sacado al hospital para hacer los estudios indispensables y continuaba con dolores y
puntadas en sus costillas.
A estos datos deben agregarse los casos de lesiones provocados por los propios penitenciarios,
que en muchos casos se ocultan sin que se confeccione parte alguno y en otros se clasifica
alterando el hecho. En varios casos registramos que mientras que el detenido denuncia ante el
Comité Contra la Tortura un hecho de tortura, el Servicio Penitenciario informa el mismo hecho
como accidente o autolesiones. Tal es el caos de Samantha L., a quien el Servicio Penitenciario
confecciona un parte por accidente consignando que la interna refiere: señora, me lo hice
cuando me desmaye y me caí. El mismo día y por el mismo hecho, el Comité Contra la Tortura
habla con la detenida y presenta un habeas corpus por golpes y abuso sexual de personal
masculino en la U.51.
Similar ocultamiento se pretendió con Raúl M., alojado en la U.24, por quien se presentó un
habeas corpus por golpes y malas condiciones de detención. El Servicio Penitenciario informó
que había sufrido un accidente, el parte afirma al respecto: en circunstancias que me encontraba
en duchas existentes en pabellón en un momento dado y sin intervención de terceros resbala
producto del agua jabonosa existente en el lugar cayendo pesadamente, golpeando parte de su
cuerpo (SIC).
Medidas adoptadas
Frente a estas lesiones el SPB informa las medidas adoptadas. Se informan medidas en 2.422
sobre 4.784 hechos en que las personas padecieron lesiones, esto es aproximadamente el 50 %
de los casos. Esto puede deberse a un déficit en el registro o a que efectivamente no hayan
dispuesto ninguna medida. En cualquiera de los casos resulta grave desde el punto de vista
institucional la displicencia con que se actúa o se informa.
En 657 casos se dispuso algún tipo de atención médica de la persona. Si consideramos que
4.288 detenidos padecieron lesiones leves, graves, a determinar o se derivó a internación,
observamos que no se brinda a todos los detenidos la atención médica adecuada, aspecto
acerca del cual se viene insistiendo en los informes anuales del Comité Contra la tortura.
También se observa que el abordaje predominante luego de producido el hecho de violencia es
el aislamiento, dispuesto en el 72,3 % de los casos. Dicha medida no es complementada por
acompañamiento terapéutico alguno. Muchas de las lesiones son heridas de distinta gravedad,
pérdida de audición, de la vista, piernas y brazos quebrados, incapacidades de diverso tipo. No
23
atendidas de manera inmediata, ocasionan mayores complicaciones o agravamiento de la salud
de la víctima.
Tipo de lesión
Aislamiento
sanciones
Cantidad
y
otras
1556
Atencion medica
400
Interconsulta
135
Aislamiento como resguardo 197
Internación en SPB
50
Internación fuera del SPB
72
Traslado arbitrario
6
Prohibición de reingreso
3
Traslado pedido
3
Total
2422
En el caso “Maidana”, mencionado en el comunicado de prensa de la relatoría de la CIDH36, en
el que se aplicó un “ritual de iniciación” a un agente del SP para ingresar a un grupo de elite, se
pudo advertir lo extendido de esta práctica violenta y de los códigos de socialización
penitenciarios. La naturalización con la que explicaban la violencia circundante en los
lugares de detención es una pauta que confirma las prácticas relatadas.
b. La justicia frente a la tortura
La actuación de la justicia penal ante los casos de violencia institucional es una variable
altamente determinante en la agenda de los derechos humanos (cuando menos) en dos sentidos
fundamentales:
- Como garante del acceso a las víctimas a la posibilidad de efectuar la denuncia penal
correspondiente.
- En tanto responsable de administrar justicia en favor de las víctimas de violaciones a sus
derechos fundamentales por parte del estado.
Respecto de la primera dimensión resultados del Registro Nacional de Casos de Tortura que se
acompañan como ANEXO, en 235 casos de tortura relevados en la provincia de Buenos Aires
36
CIDH, Comunicado de Prensa 22/11.
24
durante el año 2011, sólo el 9% derivó en una denuncia formal de los hechos sufridos. La
enorme cantidad de víctimas que no efectuaron denuncia mencionaron como principal motivo la
falta de acceso a la justicia, es decir, la incomunicación con los organismos judiciales
correspondientes. Esta situación constituye un primer y preocupante obstáculo al efectivo control
del accionar de las fuerzas de seguridad y al debido respeto de los derechos de la ciudadanía.
El análisis de la segunda dimensión, relativa a la administración de justicia en causas contra
funcionarios públicos, resulta central para contar con un diagnóstico y una evaluación fiable de la
forma en que el estado hace frente a la violencia institucional, de manera de poder revisar su
desenvolvimiento y ajustarlo a la normativa vigente. Lamentablemente, el propio poder judicial no
realiza monitoreo regular de su gestión, no produce información al respecto, y los pocos y
deficientes datos que registran son de difícil (cuando no nulo) acceso público. Esta falta de
información en lo concerniente al despliegue de la justicia en las causas contra fuerzas de
seguridad, creemos, también afecta a las propias víctimas.
En este contexto, el Comité contra la Tortura (CCT) de la Comisión por la Memoria de la
provincia de Buenos Aires elabora desde el año 2000 un Registro de causas judiciales37
originadas en denuncias contra integrantes de las fuerzas de seguridad, que permite cuantificar
la forma en que se administra justicia en estos casos, como así también conocer ciertas
variables desagregadas de dichas causas que aportan riqueza cualitativa para la lectura de las
cifras totales. Así, fruto del esfuerzo para lograr el acceso a la información, contamos con una
base de datos con el potencial de reflejar características específicas y esenciales del despliegue
de la violencia institucional en la provincia de Buenos Aires que ha llegado a ser denunciada38.
Características de las causas contra fuerzas de seguridad
En primer lugar corresponde analizar todos aquellos datos que nos permitan caracterizar a las
causas judiciales vinculadas a violencia institucional. A la fecha, el CCT ha relevado, registrado y
sistematizado 675 causas judiciales iniciadas contra agentes de las fuerzas de seguridad por
delitos cometidos en la provincia de Buenos Aires durante el año 2011.
La mayor cantidad de causas en las que la Policía Bonaerense es la fuerza involucrada
corresponden al departamento judicial de Lomas de Zamora (47,6%) y le sigue, aunque con un
guarismo menor, el departamento judicial de Quilmes (21,5%). Ambas jurisdicciones del
conurbano bonaerense concentran el 70% de las causas en que el victimario pertenece a la
policía bonaerense. En el caso del Servicio Penitenciario Bonaerense las causas se
concentran en el departamento judicial de Azul con un 39,1% (sede de las Unidades 2, 7, 17,
27, 27, 30 y 52) y un 60% restante se distribuye en los departamentos judiciales de Quilmes
(Unidades del Complejo Varela) (17,1%), Junín (Unidades 13 y 16) (16,2%), Lomas de Zamora
(15,3%) (Unidad 49) y San Nicolás (10,4%) (Unidad 3).
Las víctimas
En las causas que componen nuestra muestra se registran 707 víctimas, esto es, a razón de
1,05 víctimas por causa judicial, lo que da cuenta de que en la generalidad de los casos cada
situación de violencia institucional se desplegó sobre una sola persona. Atendiendo a la
37 El Registro del CCT se construye y actualiza a partir de la información remitida por los órganos de la justicia, en cumplimiento
de lo establecido por la Resolución 382/04 de la Suprema Corte de Justicia Bonaerense. Sin embargo, la obtención de los datos
no es sencilla ni automática; más bien requiere la repetición permanente de pedidos de información, que no siempre es
proporcionada en tiempo y forma por los organismos correspondientes.
38 En virtud de la mencionada forma de remisión de la información por parte de los organismos del poder judicial es que nuestra
muestra es no probabilística y en tal sentido deben considerarse los datos que presentamos a continuación.
25
distribución de las víctimas por sexo, la gran mayoría son hombres, con un 86% de participación:
casi 9 de cada 10 víctimas de violencia institucional son varones.
Considerando de manera combinada la edad y el sexo de las víctimas, se desprende que la
violencia institucional se concentra en los varones jóvenes, de entre 18 y 32 años. En el
caso de las mujeres, los rangos etarios de 28 a 32 años y de más de 38 años son los más
victimizados. Al analizar de manera cruzada la edad de las víctimas y la fuerza de seguridad
involucrada en la causa, encontramos que la participación del Servicio Penitenciario
Bonaerense va en aumento junto con la edad hasta llegar a su máximo guarismo (37%) para las
víctimas de 28 a 32 años, para luego volver a descender. La Policía Bonaerense, en cambio,
aparece como victimaria con mayor frecuencia en los casos de 18 a 22 años (jóvenes adultos)
y los mayores de 37 años. Asimismo, vemos que para los menores de 18 años la violencia
institucional es ejercida prioritariamente por la Policía Bonaerense (por sobre personal de
institutos de menores, gendarmería y otros) con un 14,5%.
Los victimarios
Las causas judiciales correspondientes a 2011 involucran a 693 imputados de las fuerzas de
seguridad, un promedio de 1,03 por causa; es decir, en la mayor parte de los casos de torturas
el victimario es una sola persona. En cuanto a la pertenencia institucional de los acusados en
las causas, se destaca una gran proporción de agentes del Servicio Penitenciario Bonaerense
(48,2%), seguidos por efectivos policiales bonaerenses (28,7%). En un 20,1% de los casos no
nos ha sido informada la fuerza a la que pertenecen los acusados. La incidencia de otras fuerzas
(agentes federales, gendarmería, personal de institutos de menores) sobre el total de denuncias
es muy baja (3%), constituyendo un núcleo residual dentro de la distribución general. Podemos
decir, entonces, que la mitad de los imputados en causas de violencia institucional
pertenecen al Servicio Penitenciario Bonaerense.
En el 90% de los casos contamos con el dato de la unidad penal en que los victimarios del SPB
se desempeñaban. Una amplia proporción se concentra en la Unidad 2 de Sierra Chica con un
32% de los casos: un tercio de los victimarios en casos de violencia institucional se
desempeñaban en dicha cárcel. Le siguen, con una participación importante pero menor, las
Unidades 13 de Junín y 3 de San Nicolás, con un 11,6% y un 11% respectivamente.
Indicadores de la administración de justicia
Para analizar el desempeño de la justicia en el tratamiento de las causas contra fuerzas de
seguridad, los indicadores más expresivos en términos diagnósticos son aquellos vinculados al
tipo de carátula asignada y al desenvolvimiento procesal. La experiencia del CCT en el
monitoreo de casos de violaciones a los derechos humanos nos permite afirmar que los hechos
que se denuncian son poco o mal investigados y que suelen resolverse con tipos penales de
menor cuantía que el de “tortura” o las causas son directamente archivadas.
Los delitos denunciados
Para el año 2011 contamos con información de 1237 delitos denunciados en las causas sobre
las cuales se tomó conocimiento y forman parte del corpus de datos del Registro propio del
Comité39. Los delitos que mayor cantidad de casos concentraron fueron los de Apremios
Ilegales (27,4%), Vejaciones (21,6%) y Severidades (21,5%), que suman el 70% de los casos.
Sobre casi un 13% de las causas no se nos ha informado el delito denunciado. Asimismo, y
como venimos subrayando, preocupa que ninguna de las causas informadas haya sido
39
Aquí la muestra son las 675 causas judiciales, independientemente de la cantidad de víctimas y victimarios en cada una. Se
registran hasta 3 delitos por causa.
26
caratulada como Tortura. Esta práctica sistemática de los órganos judiciales supone que a la
baja proporción de condenas a los delitos cometidos por fuerzas de seguridad se adicione la
regular acusación e investigación por figuras de penas menores.
El desarrollo de las causas
Un dato importante en relación a la calidad de la investigación judicial se relaciona con la
identificación los acusados de violencia institucional. Un preocupante 89% de los acusados no ha
sido identificado, esto es, 9 de cada 10 victimarios no fueron individualizados con nombre y
apellido en las causas judiciales. Esta situación instala un piso de impunidad tal que aquellos
(pocos) delitos que llegan a ser denunciados no se resuelven en favor de las víctimas, al tiempo
que garantiza la continuidad de estas prácticas bajo el manto del anonimato.
Considerando estos datos según la fuerza a la que pertenece el victimario, vemos que el grado
identificación es mayor en el caso de agentes policiales (21%) que en el de agentes
penitenciarios (4,5%).
En relación al estado de las causas iniciadas en 2011, un 79% (532) se encuentran en trámite,
un 5% (33) archivadas y un 0,4% (3) desestimadas. De las 675 causas informadas, registramos
fecha de elevación a juicio para 27; es decir, sólo el 4% de las causas iniciadas en 2011 fue
elevado a juicio en el transcurso del año.
Si nos detenemos a analizar las 33 causas archivadas, encontramos que el 12% se iniciaron en
el segundo semestre del año 2011. Cruzando el dato de causas archivadas por Unidad Fiscal de
Investigación (UFI) involucrada, la distribución indica que las UFI 4 y 13 de Lomas de Zamora
concentran el 40% de las causas archivadas. El 70% de las causas archivadas, 7 de cada 10,
corresponden al departamento judicial de Lomas de Zamora.
Desobediencia y dilación de ejecución de sentencias urgentes
A esta situación se suma la respuesta dilatoria del Poder Ejecutivo provincial en casos en
los que es intimado a resolver y reparar la situación.
Es alarmante la actitud de desobediencia explícita que adopta el SPB, con la anuencia del
Ministerio de Justicia y Seguridad, cuando el Poder Judicial decide poner freno a decisiones o
prácticas violatorias de derechos. En este sentido, la expresión de desobediencia ante la
requisitoria jurisdiccional se manifiesta con el incumplimiento de resoluciones emitidas por
jueces provinciales y la estrategia de litigio de impugnar esas decisiones y dilatar su ejecución.
Una de las principales herramientas de denuncia son las acciones de habeas corpus
presentadas por funcionarios y organizaciones no gubernamentales.
La desnaturalización de la acción de habeas corpus, mediante la modificación legislativa
de su regulación y diversas prácticas dilatorias de los procesos judiciales, ha sido la
estrategia utilizada por el poder ejecutivo para evitar el cumplimiento de las sentencias.
Esta política ha sido posible, entre otras cuestiones, por la modificación impulsada en la
reforma de diciembre de 2008 del artículo 417 del Código Procesal Penal, que regula el
hábeas corpus. Esta reforma cambió el régimen de impugnación del habeas corpus.
Previamente, sólo podían ser recurridas las decisiones que rechazaban la acción, es decir que
no resultaba legalmente posible recurrir la sentencia que concedía un habeas corpus. El
gobierno provincial, interpelado en ese momento por esta herramienta de protección de derechos
y de denuncia de la situación carcelaria, buscó entorpecer el trámite y reformó el Código para
27
permitir a la administración recurrir la sentencia que constata el agravamiento de las condiciones
de detención.40
Esto ha implicado que decisiones judiciales favorables a los detenidos queden
transitando la etapa recursiva durante años, sin que la situación de violación de derechos
se revierta. Esto implica una fuerte desnaturalización del habeas corpus como mecanismo de
tutela inmediata. También, la complicidad y la indiferencia de los órganos superiores del Poder
Judicial de la provincia habilitan esta aplicación distorsionada de las reglas procesales.
En abril de 2010, en el marco de un habeas corpus colectivo y correctivo en la Unidad
Penitenciaria 15 de Batán (ubicada en el departamento judicial de Mar del Plata), la Cámara de
Apelaciones del distrito exhortó al Poder Ejecutivo provincial a revertir las condiciones
inhumanas de detención constatadas con un fallo conciso y muy bien fundado. La sentencia
estuvo suspendida casi 2 años (hasta enero de 2012), debido a las sucesivas
impugnaciones de los representantes del Ministerio de Justicia y Seguridad y del fiscal de
Estado y a los vericuetos judiciales habilitados por el Tribunal de Casación Penal de la
Provincia de Buenos Aires.41 En esa fecha, la Sala III del mencionado Tribunal, resolvió hacer
lugar al planteo del Poder Ejecutivo respecto de la sobrepoblación de la Unidad, afirmando, en
violación a los estándares internacionales de trato digno y obviando las constancias de la causa
sin dar ningún fundamento, que el encierro de dos personas en celdas de 5m2 no resulta
violatorio de derechos, a la vez que impone que la capacidad de la unidad debe ser contabilizada
teniendo en cuenta esto, ignorando que la unidad fue construida teniendo en cuenta el criterio de
una persona por celda.
El mismo día en que se publicó en los medios gráficos, una noticia sobre las graves condiciones
de alojamiento y los hechos de torturas que sufrían los internos de la Unidad 48 en marzo de
2011, uno de los internos alojados en el pabellón que figuraba en la nota periodística fue violado
por sus compañeros de celda luego de ser sometido a un traslado de unidad al que éste se
negaba por saber que podía ser víctima de semejante violencia.
Sin embargo, tres días posteriores al hecho, el fiscal interviniente aún no había decidido
acercarse a la víctima para tomarle declaración; sólo lo hizo a partir de la denuncia de los
organismos de derechos humanos que visitaron la unidad. La tardanza de la fiscalía en
intervenir, sin embargo, no fue lo más grave que la víctima debió soportar por parte de estos
operadores judiciales. Según su propio relato, el trato que le dispensaron las instructoras
judiciales enviadas por la fiscalía fue degradante, ya que lejos de tratarlo como una víctima de
violencia, decidieron maltratarlo e indagar sobre el motivo de su condena a prisión. Según las
expresiones de A.S.O: “que en un momento les estaba contando cuando le dije al
personal de la U48 que no podía estar ahí [es decir, en la oficina donde él relataba el
40
El texto del antiguo artículo 417 del Código Procesal Penal de la Provincia de Buenos Aires establecía: “Las resoluciones que
denieguen el Hábeas Corpus constituirán sentencias definitivas a los efectos de la interposición del recurso ante el Tribunal de
Casación de la Provincia.” Esta formulación fue reemplazada por la siguiente: “La resolución que recaiga en el hábeas corpus
será impugnable ante las Cámaras de Apelación y Garantías, o ante el Tribunal de Casación, cuando la acción se hubiere
originado en dichas Cámaras.” (los destacados son nuestros).
41 Expte. 35044 “Detenidos de la Unidad Penal 15 (pabellones 3 y 7) s/queja interpuesta por el jefe del Servicio Penitenciario (art.
433, CPP)”, y su acumulada 12 374, “Detenidos en la Unidad 15 de Batán s/recurso de casación interpuesto por el Ministerio de
Justicia y el fiscal de Estado”
28
hecho], una de las mujeres me contestó “pero vos sos preso…”. (…) Cuando continuó el
relato la misma persona le dijo irónicamente nuevamente “…vos sos preso… y los
violadores son violadores, los que venden droga son narcos, y vos sos un ladrón”.
Seguidamente le dijo “vos te pensás que a mí me gusta estar acá a la noche?” El dicente
contestó que si no lo querían ayudar que no lo ayuden, y se puso nervioso nuevamente.
(…) Luego le preguntaron de mala manera por el hecho por el cual está condenado, con
quién estaba, qué había robado”.
La situación de la Unidad 48 es paradigmática de los hechos gravísimos que son conocidos por
los funcionarios judiciales, que toman estado público, y que se analizan en diversas denuncias
judiciales pero que no conducen a cambios de fondo sobre violaciones estructurales de
derechos42.
El 28 de octubre de 2011, el CELS y la CPM visitamos la unidad debido a información respecto
de una pelea y consecuente represión por parte de agentes del SPB, acontecida unos días antes
de la visita. 3 internos habían sufrido graves heridas cortantes y uno de ellos quedó
parapléjico luego de haber sido apuñalado con un elemento cortante en la espina dorsal.
Este hecho imponía una actuación diligente de las autoridades del SPB y del Ministerio Público
Fiscal para realizar las investigaciones correspondientes. Sin embargo, a más de 24 hs. de la
pelea y de la represión, encontramos varias personas heridas dentro de las celdas, de las
cuales el Servicio Penitenciario Bonaerense ni siquiera tenía conocimiento. La fiscalía
nunca se había presentado en el lugar del hecho para retirar aquellos elementos que
podían servir de prueba para la investigación (había ropa ensangrentada y objetos
dispersos por las celdas) y nadie había acudido a tomarles declaración de lo sucedido. Él
único que estaba haciendo una “investigación”, según él mismo refirió, era el jefe de la
unidad.
Durante diciembre de 2011, en la unidad 51 de Magdalena, una interna embarazada y alojada
en un pabellón común, solicitó durante más de 3 días atención médica al personal de seguridad
debido a una pérdida de sangre. Ante la falta de respuesta, sus compañeras comenzaron a
pedir asistencia, pero nunca recibió la atención médica que correspondía. Su sangrado empeoró
de forma tal que, perdió su embarazo.
Cuando el Secretario de Ejecución de San Martín, Juan Manuel Casolati visitó la unidad y
tomó testimonio a las detenidas advirtió que otros funcionarios judiciales ya estaban al
tanto de los hechos pero no habían realizado la denuncia correspondiente. Luego de
constatada esta situación, el Secretario de Ejecución Penal hizo la denuncia ante la UFI 3 de La
42
En el mes de febrero de 2011, el Juez Alejandro David, inició una causa judicial producto a las graves condiciones de
detención que pudo verificar al realizar una visita a la UP48, en virtud de la denuncia que había recibido de detenidos a su cargo.
A su vez, durante el curso de este último año fueron publicándose noticias periodísticas que dieron cuenta de la gravedad de la
situación que se vive en esta Unidad Penitenciaria. Entre otras, octubre de 2010:
http://tiempo.elargentino.com/notas/declaro-contra-de-dos-policias-y-fue-apunalado-dentro-de-carcel;
http://tiempo.elargentino.com/notas/carcel-y-darwinismo-social;
http://tiempo.elargentino.com/notas/interno-que-no-esta;
http://tiempo.elargentino.com/notas/las-fiestas-privadas. Diciembre de 2010: http://tiempo.elargentino.com/notas/denunciangraves-irregularidades-y-homicidio-penal-bonaerense. Marzo de 2011: http://tiempo.elargentino.com/notas/trama-oculta-dedrogas-sexo-y-robos-servicio-penitenciario-bonaerense;
http://tiempo.elargentino.com/notas/si-queremos-aca-te-cabe;
http://tiempo.elargentino.com/notas/relevaron-cupula-de-penal-torturas-robos-y-corrupcion
29
Plata, tanto de los hechos sobre las embarazadas como del incumplimiento de los deberes de
los funcionarios judiciales43.
Conclusiones
A partir del análisis precedente identificamos la pervivencia de nodos problemáticos críticos en el
tratamiento judicial de las causas contra funcionarios públicos, que ameritan ser abordados
integralmente y con premura:
•
Es imperioso ajustar los procedimientos para la identificación de los autores de los hechos
delictivos, sin lo cual las acciones penales resultan estériles y se sostiene una garantía de
impunidad que habilita la pervivencia de las prácticas estatales violentas.
•
Se debe instalar la calificación de este tipo de denuncias como torturas, tanto por su
importancia fáctica en términos de responsabilización de los victimarios como por su
relevancia simbólica para el entramado público en el respeto de los derechos humanos de
las personas.
•
El archivo de las causas, la escasez de elevación a juicio y de sentencias condenatorias
hablan de una desidia judicial frente a este tipo de casos que debe revertirse para asegurar
la debida tutela judicial a todos los ciudadanos de la provincia de Buenos Aires.
•
Es fundamental que el poder judicial provincial establezca estándares sobre tortura y trato
inhumano acordes con los estándares internacionales (la Corte Suprema de Justicia de la
Nación en el fallo Verbitsky estableció que las reglas mínimas para los reclusos debían ser la
guía para interpretar la garantía de trato digno) y que haga valer su autoridad para hacer
cumplir sus fallos y no se admita la desobediencia judicial.
La administración de justicia en casos de violencia ejercida por las fuerzas de seguridad
debe atenderse como una de las primordiales preocupaciones en la agenda actual para la
defensa integral de los derechos humanos.
3. Condiciones de detención: privación estructural de derechos como trato
inhumano, cruel y degradante
a. Unidades Penitenciarias
En relación a las condiciones de detención en establecimientos carcelarios de la Provincia de
Buenos Aires la situación continua como la describiéramos en el informe presentado en el mes
de noviembre de 2011 que se anexa al presente, por lo cual remitimos al mismo.
Complementariamente agregamos los siguientes aspectos:
Con respecto a la alimentación cabe agregar que en la mayoría de la UP los detenidos no
cuentan con espacios acondicionados adecuadamente para poder cocinar sus alimentos, ante
esta falencia utilizan las “resistencias”, rudimentarios artefactos para calentar que son peligrosos
y precarios44. Asimismo en numerosas unidades penales no se les otorga las dietas especiales
por razones de salud a quienes las necesitan.
43
La investigación tramita en IPP 46588/11.
Habitualmente se cava dentro de un ladrillo y se agrega allí un pedazo de alambre o resistencia que se conecta mediante un
cable a la instalación eléctrica. Las conexiones inseguras y la falta de medidas de seguridad han provocado innumerable
cantidad de accidentes.
44
30
A la ausencia absoluta de provisión de elementos de higiene personal por parte del SPB a los
detenidos hombres, incluidas las maquinas de afeitar, se suma, en algunas unidades penales
como en la U. 2, la exigencia de que se encuentren afeitados, por lo cual los detenidos se ven
obligados a compartir las maquinas de afeitar para no ser sancionados, lo cual redunda en
riesgos de contraer enfermedades. En las U.P. que alojan a mujeres la provisión de toallitas
higiénicas es absolutamente insuficiente.
En relación a las condiciones edilicias resta agregar que muchas unidades penales son de
antigua data, y otras han sido construidas con materiales de baja calidad, lo cual redunda en
humedad en las paredes y techos de las celdas y pabellones, descascaramiento de la pintura,
filtraciones. Situación que se ve agravada ante la ausencia de mantenimiento de las
instalaciones.
En ninguna Unidad penal se le entrega a las personas alojadas ropa de cama (sabanas,
almohadas o frazadas).
En los Sectores de Separación del Área de Convivencia de las Unidades Penales, se alojan a las
personas sancionadas, a quienes se encuentran con una “medida de seguridad”, y a quienes
están esperando ser alojados en un pabellón de población de la unidad o ser trasladado a otra
U.P. Todas las personas alojadas en este Sector se encuentran sometidas al mismo régimen de
aislamiento extremo descripto en el informe anexo, el cual es absolutamente vulneratorio de sus
derechos.
En relación a las requisas personales, a lo informado agregamos que las mujeres detenidas
son sometidas a constantes requisas corporales, siendo la frecuencia promedio de 4 veces al
día. La misma consiste en desnudos totales, cada vez que se dirigen a otros sectores dentro de
la unidad, además les hacen hacer flexiones, les revisan el pelo, las orejas y las hacen dar vuelta
y abrir la cola. Esto representa una cantidad de requisas innecesarias, arbitrarias, que no
encuentra parangón en las unidades que alojan hombres. Las detenidas son requisadas
inclusive cuando durante su circulación por la U.P. son siempre acompañadas de una
penitenciaria.
Por otro lado la Población trans, es sometida a vejatorias requisas, que incluyen desnudos
totales, realizadas por personal masculino. En relación a estas situaciones y ante el pedido de
requisa con personal femenino, de parte de una de las personas trans alojada en uno de los
penales, la alternativa propuesta por el personal penitenciario a cargo fue que “se realizaría con
personal masculino de la cintura para abajo y con personal femenino de la cintura para arriba”,
argumentando que se encontraban en la disyuntiva de no saber como tratarla, “no saber si es
hombre, mujer, o que era”. Esto demuestra no solo la discriminación y la violencia, sino también
la falta de reconocimiento de la construcción identitaria de las personas trans, derechos por los
cuales este colectivo viene, desde hace muchos años, exigiendo reivindicaciones.
Los días sábado y domingo así como los feriados en numerosas U.P. los detenidos no tienen
acceso al patio, porque según alegan las autoridades hay menor cantidad de personal.
Asimismo no solo las personas detenidas padecen vulneraciones a sus derechos, ya que sus
familiares cuando acuden a visita deben soportar varias horas de espera antes de ingresar a la
U.P., sin el más mínimo resguardo de las inclemencias meteorológicas, así como padecer
requisas vejatorias los niños y adultos.
La situación descripta, complementaria de lo referido en el informe anexo, agudiza las afecciones
de salud existentes así como profundiza las posibilidades de nuevas afecciones a la salud tanto
física como psíquica.
31
b. Dependencias Policiales
Las Dependencias Policiales de la Provincia de Buenos Aires aun alojan cerca de 1.000
personas detenidas. Las condiciones materiales de estos centros de encierro, así como los
regímenes de vida al que son sometidas, no son acordes con los estándares existentes relativos
a las condiciones de detención de las personas privadas de su libertad.
La situación en estos centros de detención se mantiene igual a lo informado en noviembre de
2011, tanto en relación al pésimo estado edilicio denunciado, a la deficiente o inexistente
atención médica, a la escasa provisión de comida, la imposibilidad de acceder al teléfono, la falta
de colchones ignífugos y de frazadas.
En gran parte de las Dependencias policiales las personas allí detenidas permanecen las 24 hs.
del día en el mismo calabozo, sin acceso al patio. No hay acceso a actividades recreativas,
educativas ni laborales. Las dependencias policiales han sido diseñadas para mantener
detenidas a personas por cortos lapsos de tiempo (por días), sin embargo son muchos los casos
de detenidos que permanecen durante meses en esas condiciones. Se ha constatado la
permanencia de personas en dependencias policiales durante prolongados periodos de tiempo.
A continuación se menciona, a titulo ilustrativo, la situación en dependencias policiales
pertenecientes al Departamento Judicial de Mercedes45. Allí se constato la permanencia de
detenidos por prolongados periodos de tiempo: por más de 2 meses (en Comisaría moreno 2º ,
Estación de policía comunal Mercedes, Comisaría moreno 1ª, Comisaría de Rodríguez 1ª,
Comisaría Lujan 1º); por más de 3 meses (Comisaría moreno 2º, Estación policía comunal
marcos paz Estación policial comunal Gral. Las Heras, Comisaría moreno 1ª, Comisaría de
Rodríguez 1ª, Comisaría Lujan 1º, Estación de policía comunal Marcos Paz); por más de 4
meses (Comisaría moreno 2º, en la Comisaría moreno 1ª, en la Comisaría Luja 1º, en la Estación
de policía comunal Marcos Paz); por 5 meses (Estación policía comunal marcos paz, Estación de
policía comunal Marcos Paz); por 6 meses (Estación policía comunal marcos paz, Comisaría
moreno 1ª, Comisaría Lujan 1º, Estación de policía comunal Marcos Paz); por 7 meses
(Comisaría moreno 1ª); por 8 meses (Estación policial comunal Gral. Las Heras); por 9 meses
(Estación de policía comunal Marcos Paz); incluso en algunas dependencias policiales algunos
detenidos permaneces durante más de 1 año (así se ha constatado por ejemplo en la Estación
policía comunal marcos paz, donde una persona se encontraba alojada desde hacía más de 1
año y 3 meses).
4. La arbitrariedad como eje de la violencia y el maltrato en las cárceles
bonaerenses.
La forma en que el SPB gestiona las cárceles agrava las deficiencias estructurales de las
condiciones de detención y se traduce en situaciones de violencia y trato inhumano, combinado
con el miedo a ser víctimas de la desidia y la falta de respuesta judicial.
Los agentes penitenciarios delegan el gobierno de ciertos espacios a algunos detenidos46
y las personas privadas de libertad excluidas de este circuito sufren la violencia y los
45
Los datos referidos se encuentran consignados en los informes elaborados por los magistrados, fiscales y defensores que, en
virtud de lo dispuesto por la Acordada de la S.C.J.B.A. nº 3415, inspeccionan periódicamente estos centros de detención,
información que en virtud de esa misma norma es remitida a esta CPM.
46 Ya en 2005 la Secretaria de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires (SDH) denunciaba la delegación en algunos
internos del control de ciertos espacios como estrategia de gobernabilidad en las cárceles bonaerenses. Para más información
véase SDH, “Informe de la Secretaría de Derechos Humanos sobre la superpoblación y sus consecuencias sobre las condiciones
de detención de las personas privadas de libertad en el ámbito del Servicio Penitenciario Bonaerense.”, 2005, Disponible en
32
abusos, tanto de sus propios compañeros como del SPB.47 Además, existe un sistema informal
de premios y castigos basado en la amenaza de la negación de derechos o la complicidad con
ilegalidades, que rige como estrategia de gobernabilidad intra muros.
Los penitenciarios deciden sobre la posibilidad de tener visitas y acceder al teléfono; encierran a
las personas por tiempos prolongados; rompen las pertenencias y los paquetes de los detenidos;
obstaculizan su traslado a hospitales; realizan informes criminológicos en los que buscan premiar
o castigar a los detenidos definiendo en muchos casos la posibilidad de contar con salidas
anticipadas, y borran las pruebas, por ejemplo al destruir las historias clínicas que los
responsabiliza del agravamiento de la salud de los detenidos. Esta discrecionalidad implica
serias dificultades para acceder a atención médica y otros derechos básicos, poniendo en riesgo
la integridad física y la posibilidad de avanzar en el régimen de progresividad de la pena.
El siguiente es un relato de una defensora oficial sobre una visita a la Unidad 21 de Campana
que ejemplifica esta situación:
“Preguntado al Jefe del Penal, Diego Pedraza, el motivo por el cual los internos no salen al patio
en todo el día, refiere que es porque están castigados. Se le advierte al Jefe que no es motivo
para encerrar las 24hs. a una persona en la celda, explicando el Jefe que existe una resolución
y que él la cumple. Se le solicita la exhibición de la resolución; el Jefe admite que en verdad no
existe por escrito, y que es decisión de la Jefatura de la Unidad impedir que los internos
castigados salgan al patio”48.
Los efectos de este margen de maniobra por parte del SPB tienen consecuencias fatales en
algunos casos.
Estas prácticas atraviesan la forma de gestión del SPB e incluso las nuevas iniciativas aparecen
contaminadas por estos patrones desde sus comienzos. Por ejemplo, el alojamiento en el
programa de semi libertad, denominado “Casas por cárceles”, que el gobierno presenta como un
logro principal de gestión, ha pasado a ser parte del sistema informal de premios y castigos que
gobierna el SPB. Mediante la resolución 56/10 del Ministerio de Justicia y Seguridad, el gobierno
provincial permitió que esta práctica se perpetúe. Una vez que el juez emite la orden para la
incorporación de un detenido al programa, la Dirección del SPB toma la decisión final “sobre la
base de criterios objetivos relacionados con el lugar de alojamiento, domicilio de los internos y
proximidad de egreso o vencimiento de la pena” (art. 3). De esta forma, la propia resolución deja
librado al SPB la posibilidad de que el interno ingrese o no a este régimen abierto.
http://www.pensamientopenal.com.ar/sites/default/files/2011/08/sistema.pdf. Es sintomático que en esta última gestión, la SDH
provincial no haya vuelto a hacer inspecciones, informes o denuncias sobre la situación de las personas privadas de libertad.
47 En una medida cautelar interpuesta para evitar el ingreso de más personas a la Unidad 15 de Batán, debido a su
sobrepoblación, la Defensora General de Mar del Plata afirmó: “Se advierte concretamente un desgobierno creciente de la
situación carcelaria, incrementado por la insuficiencia de recursos humanos y económicos, (resultando particularmente
preocupante la merma de custodia en los pabellones y la alarmante disminución de las raciones alimenticias de por si
deficitarias)”. Medida Cautelar interpuesta en agosto de 2011 ante el Juzgado de Ejecución N° 2 de Mar del Plata, en la causa N°
881/1 “Internos Unidad Penal Nro.. XV Sección Máxima s/habeas corpus”.
48 Informe del 18 de marzo de 2011, realizado por la Unidad Funcional de Defensa de Ejecución Penal de la Defensoría General
del Departamento Judicial de San Nicolás de los Arroyos, en el marco de una inspección a la Unidad Penal N° 21 de Campana.
33
c. Traslados constantes
Son numerosas las denuncias de traslados arbitrarios de unidades. La amenaza del cambio
de unidad o el efectivo traslado son parte de las estrategias de gobierno de la población porque
afecta en forma directa las condiciones de detención y la integridad física de los detenidos. Por
ejemplo, cuando son trasladados a unidades en las que tienen conflictos con otros penitenciarios
o detenidos, facilitando que vuelvan a ser castigados, una y otra vez. Además, el cambio de
unidad dificulta la atención médica, la posibilidad de continuar con su educación y el acceso a la
justicia e impide que los detenidos sean calificados en su conducta -que permite obtener la
libertad condicional o la libertad asistida, entre otras-, porque para ser evaluados deben
permanecer al menos 3 meses en una misma unidad penitenciaria.
Un ejemplo es el de A.B, quien fue trasladado de la Unidad 48 por denuncias de hechos de
violencia, a pesar de las resoluciones judiciales que ordenaban lo contrario. Había denunciado
hechos de violencia en esa dependencia. Lo llevaron al penal de Magdalena, dirigido por el
hermano del penitenciario denunciado. Al llegar, el jefe le dijo: “Denunciaste a mi sangre y la vas
a Pág. ar”. Lo dejaron en un “buzón”, con mucho temor a perder la vida. Denunció que
penitenciarios lo observaban mientras dormía y lo amenazan con trasladarlo a la unidad
psiquiátrica.
En otro caso, A.S.O fue trasladado de la Unidad 46 a la Unidad 48. Lo que sigue es el relato del
defensor al momento de registrar su denuncia:
“....manifestó que antes de ser ingresado a la celda 2 del pabellón 12, le señaló a los agentes
del SPB que no deseaba ingresar allí, siendo empujado por quienes lo trasladaron hasta ese
lugar.” (…) “bajo un estado emocional muy precario, reconoció haber sido abusado por internos
de la celda 2, comenzando su relato que no pudo finalizar por hallarse visiblemente angustiado,
llorando en forma desconsolada”. Además, “manifestó en múltiples oportunidades que deseaba
regresar a su pabellón en la Unidad, y que no entendía por qué se había dispuesto su
alojamiento en la celda 2 del pabellón 12 de la Unidad 48, teniendo conducta ejemplar 10
durante los 3 últimos años de detención”, lo que fue confirmado por el Defensor con el legajo
personal. (informe del Secretario de Ejecución de la Defensoría General de San Martín, visita
realizada el 9/03/2011 a la Unidad 48).
Las decisiones del Ministerio de Justicia y Seguridad han estado dirigidas a fijar pautas para
regir los ingresos y reubicaciones de los internos del SPB. A partir de la resolución 1938/10, se
diseñó un sistema de clasificación de los internos para especificar los criterios de ubicación, pero
esto no produjo cambios sustanciales respecto de la discrecionalidad con la que se deciden los
traslados. Muestra de ello es que en la visita que realizamos en marzo de 2011 a la Unidad 48.
En esa oportunidad, el jefe del penal nos informó que el hacinamiento en el pabellón 12
(clausurado al día siguiente de la visita) se explicaba por los movimientos de detenidos que se
realizaban de acuerdo a esa resolución. Cuando entrevistamos a los detenidos, advertimos que
la gran mayoría estaba alojada allí hacía 15 días en promedio, que venían de otras unidades y
que permanecían en los “buzones” a pesar de tener conducta ejemplar y estar trabajando en las
unidades de las que habían sido trasladados.
34
Los traslados sistemáticos, fueron definidos en algunas circunstancias como prácticas
específicas de tortura o maltrato. El Relator sobre los Derechos de las Personas Privadas de
Libertad de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos manifestó su preocupación por
esta práctica al corroborar la gravedad de la situación en su visita en mayo de 2010.49
En el año 2011 el CCT presentó 232 habeas corpus e informes judiciales por traslados
constantes, más que en el año 2010 que se presentaron 228 acciones.
Tanto el Comité contra la Tortura (CCT) de la CPM como la Defensoría General de Mar del Plata
presentaron acciones colectivas de habeas corpus describiendo mecanismos de traslados
múltiples y arbitrarios que aún están pendientes de resolución.50 La demora para resolver estos
casos por parte de los tribunales superiores de la provincia hace que la situación persista y que
se debilite el mecanismo de control judicial de las prácticas penitenciarias.
La causa judicial iniciada por el Comité contra la Tortura de la CPM no ha avanzado, ésta se
encuentra en la secretaría penal de la SCJBA. El día 19 de mayo de 2009 presentamos recursos
extraordinarios y a la fecha (casi tres años) aún no han sido resueltos.
d. Programas para reducir la violencia
A partir de la crítica situación de la violencia denunciada en varias oportunidades, el Ministerio de
Justicia propuso 5 programas dirigidos a la disminución de la violencia: Programa de clasificación
de detenidos; Programa de Mediación en contextos de encierro; Programa de Prevención de
conductas violentas; Programa de Evaluación, Seguimiento y Contención de internos con
trastornos graves de conductas y Programa Provincial de Prevención.
El programa de clasificación de detenidos sostenía que con otros criterios de clasificación era
posible reducir los índices de violencia. Proponía ingresar todos los detenidos al sistema por la
Unidad 9, evaluarlos y separar penados de procesados y primarios de reincidentes. Nunca se
puso en marcha. Demostraba un desconocimiento importante de la magnitud y deficiencias del
sistema. En la actualidad, los detenidos, generalmente primarios y jóvenes, ingresan desde
comisarías a las cárceles de Olmos, Alvear o Sierra Chica, las más grandes y violentas del
sistema. La sobrepoblación y la existencia de pocos cupos en el conurbano bonaerense, le
restaron posibilidades reales de implementación.
El Programa de mediación en contextos de encierro aprobado por el decreto 141/09, tampoco se
puso en marcha. El programa nació con un déficit central: no se puede partir de un diagnóstico
que no evalúe ni considere la tortura y malos tratos que padecen los detenidos o los dispositivos
49
Relatoría de la CIDH, comunicado de prensa 64/10, 21 de junio de 2010, disponible en
http://www.cidh.oas.org/Comunicados/Spanish/2010/64-10sp.htm.
50 En esas acciones, todavía pendientes de resolución, se plantea la inconstitucionalidad de los artículos 73 y 98 de la ley N°
12.256 de Ejecución Penal, que ponen en cabeza del SPB la decisión del traslado. El CCT interpuso su acción el 7/12/2007 ante
el Tribunal de Casación provincial, y aún se encuentra en la SCBA, a la espera de una resolución. La segunda, interpuesta por la
Defensoría General de Mar del Plata ante el Juzgado de Garantías N° 5 del departamento, planteó la inconstitucionalidad de los
artículos y solicitó una medida cautelar para impedir el ingreso sin previa autorización judicial a la Unidad 15 de Batan de internos
de otros departamentos judiciales, La medida cautelar fue confirmada por la Cámara de Apelación y Garantías de Mar del Plata y
se encuentra para resolver en el Tribunal de Casación Provincial, por la queja interpuesta por el PE. El pedido de
inconstitucionalidad aún se encuentra en trámite. El 12/12/2011, el PE firmó un acuerdo en el que se comprometió a cumplir con
la Res. 1938/10 y alojar en la U15, únicamente a internos provenientes de Mar del Plata, Necochea y Dolores. Ante cualquier
excepción, el traslado debía ser notificado previamente a la defensoría General y al Juzgado interviniente. A solo diez días del
acuerdo, el SPB lo desobedeció e ingresó alrededor de 15 detenidos de forma excepcional, sin realizar las notificaciones
correspondientes.
35
institucionales diseñados por el SPB para intervenir en los conflictos. La relación asimétrica de
poder impide mediación alguna. No se ha implementado en ninguna unidad.
El Programa de Prevención de Conductas Violentas y el Programa de Evaluación, Seguimiento y
Contención de internos con trastornos graves de conductas, se describen en detalle en el Anexo
II que se acompaña51. Ambos programas tienen como principios rectores y herramienta de
intervención, el aislamiento absoluto y la asistencia psicológica y psiquiátrica. Es llamativo que
ambos fueron elaborados por agentes penitenciarios, sin la participación de la Dirección de
Salud Mental dependiente de la Dirección de Salud Penitenciaria. Poseen serios déficits en la
asistencia y el seguimiento psicológico y psiquiátrico, justamente lo central de su cometido. Esta
asistencia está mediada por los agentes que convocan a los profesionales cuando lo consideran
necesario. Los pabellones están reservados a los internos definidos por el SPB como más
“conflictivos”. El programa de Evaluación, Seguimiento y Contención está reservado para
internos con trastornos mentales graves.
Las normas que regulan la creación del Programa de Prevención de Conductas Violentas están
detalladas en las resoluciones. Sin embargo, su implementación varía sustancialmente de
acuerdo con la unidad donde se desarrollan, sin que se realicen controles, capacitaciones ni
supervisiones. El Programa habilita, por ejemplo, que la persona permanezca aislada 9 meses.
Este programa fue señalado por el Relator Especial del Consejo de Derechos Humanos sobre la
cuestión de la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes en el informe
presentado a la Asamblea General de las NNUU, en agosto de 200852. En el mismo el Relator
expresa su preocupación por la utilización del aislamiento en el programa. Asímismo consideró
finalmente que: “(…) que la reclusión en régimen de aislamiento es una medida severa que
puede causar graves efectos negativos, psicológicos y fisiológicos a las personas, cualesquiera
sean sus condiciones particulares. El Relator Especial considera que el régimen de aislamiento
es contrario a uno de los objetivos esenciales del sistema penitenciario, que consiste en
rehabilitar a los delincuentes y facilitar su reinserción en la sociedad. El Relator Especial define
como régimen de aislamiento prolongado todo período de aislamiento superior a 15 días”53
Por último, el Programa Provincial de Prevención fue aprobado a mediados de noviembre de
2010 a través de la Resolución Nº 1 de la Subsecretaría de Política Criminal e Investigaciones
Judiciales. Su metodología se basa en trabajos asistenciales psico–sociales en grupo. Los
internos que participan son invitados voluntariamente y los grupos están integrados por 15
internos como máximo. El programa se comenzó a implementar en diciembre de 2010 y los
profesionales que se encuentran trabajando en este programa manifestaron que no recibieron
ningún tipo de capacitación para su desarrollo. El exiguo tiempo de implementación del programa
limita la posibilidad de medir su alcance en la población penitenciaria, pero advertimos que la
decisión de quienes participan está mediada por los propios agentes, de modo que es muy
probable que no llegue a la población que más lo necesita, que tiene mayores problemas de
conducta, o que fue víctima de torturas y malos tratos.
e. Las redes de corrupción
51
Ver Anexo “Breve análisis de los Programas Provincial de Prevención de la violencia, de Prevención de Conductas Violentas y
de Evaluación, Seguimiento y Contención de internos con trastornos graves de conducta”.
52 "Informe provisional preparado por el Relator Especial del Consejo de Derechos Humanos sobre la tortura y otros tratos o
penas crueles, inhumanos o degradantes". AA/66/268. Pág. 8. Disponible en: http://daccess-ddsny.un.org/doc/UNDOC/GEN/N11/445/73/PDF/N1144573.pdf Acceso 08/03/12
53 Idem. Pág. 23 punto 79.
36
La violencia institucionalizada y la vulneración sistemática de derechos que se describen en este
informe propician, a su vez, la expansión de grupos empresarios que lucran con las necesidades
materiales del sistema. La proveeduría de alimentos y farmacia y los emprendimientos
productivos, instalados en casi la totalidad de las unidades penales de la Provincia, se han
convertido en formidables nichos de malversación de fondos y explotación laboral a partir del
silencio cómplice, y hasta de la participación activa, de las autoridades administrativas del SPB.
Con respecto a las compras de alimentos, en los últimos años el CCT ha denunciado, a través
de órdenes de compra y datos fiscales de las firmas proveedoras, la existencia de “empresas
pantalla” que hegemonizan sistemáticamente las vacantes de los procesos licitatorios,
obteniendo así el solapado direccionamiento de las contrataciones. De este modo, son las
mismas firmas las que siempre resultan adjudicatarias. Tal es el caso de un grupo de empresas
de la ciudad de La Plata cuyos titulares son integrantes de una misma familia, los Iannone.
Frente a una misma licitación, los familiares, previo acuerdo de precios, presentan ofertas a
través de las firmas “El edén SRL”, “Grupo sureña SRL”, “San Salvador SRL”, “CLI distribuidora
SRL”, “Enzo Iannone”. De todas, alguna resulta adjudicataria, y muchas empresas proveedoras
del Estado quedan fuera del reparto.
Es tan abusivo, arbitrario y corrupto el sistema de compras de alimentos que hasta un ex jefe del
Departamento de Provisiones y Almacenes, José Luis Abila, es actualmente el apoderado legal
de uno de los frigoríficos que provee carne vacuna al SPB. En efecto, Abila representa los
intereses del frigorífico Maneca SA, y entre las contrataciones suscriptas por el ex funcionario del
SPB figura una de finales de 2010 por un monto superior al millón de pesos.
El sistema de licitaciones está plagado de irregularidades administrativas y prácticas delictivas:
sobreprecios (casi siempre los precios por kilo o unidad son superiores a los del mercado
minorista); adjudicación a empresas que han incumplido contratos (hay denuncias penales por la
entrega de carne de toro, frutas y verduras en mal estado y leche en polvo para uso industrial);
contratación sistemática de firmas que han sido sancionadas por el Estado.
La corrupción penitenciaria también aparece en la compra de medicación en general y
psiquiátrica en particular. Hay distintas modalidades en los ilícitos que se ejecutan. Una forma es
que la medicación se compra pero no llega a las unidades y se desvía su destino para beneficio
de particulares que la revenden. Otra es que la medicación se Pág. a a precio de mercado y con
vencimientos habituales, por ejemplo a cinco años, pero los proveedores entregan
medicamentos con vencimiento cercano y que ya están fuera de circulación.
El abultado presupuesto que se destina a las compras de alimentos e insumos de farmacia
supera los 100 millones de pesos mensuales, mientras qua la situación sanitaria y el hambre que
padecen los detenidos en cárceles se vuelve cada vez más apremiante.
Por otra parte, en los últimos años ha cobrado un notable impulso la radicación de
emprendimientos productivos del sector privado en el interior de las cárceles. Debajo de la
fachada altruista de los empresarios y la supuesta preocupación del SPB por la resocialización
de los detenidos, se cocinan formidables emporios de explotación laboral que provocan la revictimización de las personas “contratadas”.
En los últimos días, la Asociación de Pensamiento Penal (APP) de la ciudad de Mar del Plata ha
denunciado la denigrante situación laboral que padecen los detenidos en la unidad penal 15 de
Batán, cárcel que se ha constituido en un verdadero polo industrial con decenas de empresas
instaladas. Sobre los emprendimientos productivos, la APP denuncia que “el asunto no sería
alarmante de no ser porque en la totalidad de los casos las personas que allí trabajan cumplen
una jornada laboral que ronda las 8/10 horas diarias, pero reciben como contraprestación por su
trabajo sumas que en ningún caso superan los un mil pesos ($1.000) mensuales, siendo que en
37
algunos casos sólo llegan a seiscientos pesos ($ 600), sin contar con ninguno de los derechos
previstos para los trabajadores en la ley de contrato de trabajo (horas suplementarias, aguinaldo,
vacaciones)”.
Al igual que en el rubro de compras de alimentos, las empresas que contratan detenidos en las
cárceles también funcionan con la connivencia del SPB aglutinándose corporativamente, con el
objeto de controlar el ingreso de nuevos emprendimientos. A mediados de 2010, se constituyó
en Mar del Plata la Cámara de Emprendimientos Integrados (CEI), la cual aglutina a un grupo de
empresas que, entre otras actividades, se dedican al fileteo de pescado de mar, armado de
bolsas de papel, lavado de ropa de cama, armado de calzado y confección de cajones de
madera.
La fuente legal que permite el trabajo humillante es la ley provincial 11.046, en base a la cual se
estableció que, durante 2011, al menos en la unidad penal 15 de Batán, los trabajadores de
“emprendimientos civiles” (empresas privadas de la CEI) percibieran 2,50 pesos por jornada
laboral. Es decir, el propio Estado Provincial garantiza la rentabilidad extraordinaria y los
mínimos costos operativos que ninguna otra empresa podría obtener fuera de los muros de las
cárceles.
Casos similares ocurren en el resto de los penales. En la unidad 1 de Olmos, opera desde hace
un año la empresa Don Carlos, de la ciudad de La Plata, en cuya sede comercial se ofrecen a la
venta aberturas de aluminio (puertas y ventanas) que son ensambladas y armadas en los talleres
de la unidad penal mencionada. La empresa tiene contratados a siete detenidos por un salario
mensual que nunca supera los 500 pesos (3 pesos por hora, 25 por día). Los horarios de trabajo
van desde las 9 de la mañana hasta pasadas las 16 horas, de lunes a viernes. En ocasión de
una inspección realizada por el CCT a fines de 2011, se pudo constatar que, como era viernes,
la empresa Don Carlos les había llevado a sus trabajadores carne para asar a modo de incentivo
o premio.
Peor aún es la situación de los detenidos que trabajan en tareas de servicio y limpieza para el
SPB. Hay tres categorías para el Pág. o de peculios en la unidad 1: peón, 1,87 pesos la jornada;
medio oficial, 2,15 pesos; y oficial, 2,92 pesos. Estos datos fueron suministrados por el jefe de
taller de la unidad. Y si algo le faltaba a este cuadro general de explotación laboral, basta decir
que ese insignificante peculio se divide obligatoriamente en tres partes: un fondo propio, que el
detenido percibe cuando recupera su libertad; un fondo de ayuda familiar, que los trabajadores
aseguran que nunca llegan a sus destinatarios; y un fondo de gastos propios, que es la única
suma que perciben los detenidos, pero no en dinero sino en tarjetas de crédito telefónico. Esto
significa que el trabajo resulta retribuido con la posibilidad de comunicarse telefónicamente con
familiares durante no más de 20 minutos al mes.
En suma, la violencia institucional y la desprotección judicial de los detenidos bonaerenses
forman el caldo de cultivo de las más variadas prácticas delictivas, de las que se benefician
empresas privadas y de las que participan funcionarios del SPB. Todo esto ocurre merced al
espurio gerenciamiento del sistema punitivo bonaerense
III. El funcionamiento de la salud penitenciaria
La situación sanitaria de las personas privadas de libertad en la provincia de Buenos Aires
observa un grave deterioro que se traduce en las altas tasas de letalidad frente a enfermedades
prevenibles y tratables. Esto se evidencia por la orientación política programática de la Dirección
General de Salud Penitenciaria cuya direccionalidad se halla enfocada en el ocultamiento de
datos fidedignos solicitados por este Comité contra la Tortura y por diferentes actores vinculados
38
a la defensa de los derechos de las personas privadas de libertad. El objetivo hace suponer una
tendencia a perpetuar e invisibilizar el círculo de maltratos, torturas y desidia.
En los sucesivos informes anuales este CCT viene analizando los déficits del sistema de salud.
Los más alarmantes constituye falta de atención de salud (en la lógica del SPB “enfermedadrespuesta a ella”), falta de profesionales médicos, falta de medicación, problemas para el acceso
a la atención médica especializada en hospitales, insuficiente infraestructura para las urgencias y
para la atención en general, aumento de las muertes por VIH54.
En el siguiente informe se presenta la estadística de defunciones que dan cuenta de la gravedad
de la situación descripta y las referidas a las presentaciones judiciales de este Comité contra la
Tortura durante el año 2011. Por ultimo se describirá un caso testigo de una persona alojada en
la Unidad Penitenciaria Nº 22 (Ho.GAM) que ilustra lo mencionado anteriormente.
1. Muertes en el encierro – Acceso a la información
La información del año 2011 es parcial ya que el Ministerio de Justicia no brindo información
respecto a la cantidad de personas fallecidas. De los pedidos de información remitidos a las
Unidades Penitenciarias solo fueron respondidos el 30 %.
La Dirección General de Salud Penitenciaria desde el año 2010, específicamente a través de su
Dirección de Medicina Asistencial, a cargo de la Dra. Marino ha obstaculizado y negado
sistemáticamente el pedido de información sobre estadísticas de enfermedades prevalentes y
defunciones.
El 6/09/2011 este Comité contra la Tortura le solicitó estos datos, la respuesta con fecha
del 26/09/2011 Nº de nota 798/11 refirió que había 15 óbitos de causa no traumática al
5/09/2011, esta información se contrastó con otras fuentes de información, las cuales
visualizaban 47 óbitos de causa no traumática en la misma fecha.
2. Estadística defunciones - Año 2011
En el año 2011 se produjeron 12255 muertes en las unidades del servicio penitenciario
bonaerense56. En el año 2010 los muertos fueron 133.
El SPB clasifica las muertes en traumáticas y no traumáticas57. En el año 2010 las traumáticas
fueron 35 y las no traumáticas 87. En el 2011 las muertes traumáticas ascendieron a 43 y las no
traumáticas fueron 72. Hubo 7 muertes sin especificar la causal.
De las muertes traumáticas 24 fueron por herida de arma blanca, 17 por suicidio (en el
2010 también se suicidaron 17 personas), 1 traumatismo de cráneo y una muerte en la que
no se consigna causal. De las no traumáticas que son las consideradas por problemas de
salud, 16 fueron por VIH-Sida, el resto de las muertes fue por distintas enfermedades y
patologías, pero no se especifican debidamente las tres causas. De las no traumáticas, 16
fueron por VIH-Sida, en el 2010 fueron 27.
54
Adjuntamos los informes de los años 2010 y 2011 del Comité contra la Tortura de la Comisión Provincial por la Memoria.
De estas muertes 5 se produjeron bajo el régimen de arresto domiciliario.
56 El Registro de personas fallecidas se confecciona con la información relevada en las inspecciones que lleva a cabo el CCT o
bien remitida por el poder judicial o aportada por los familiares de las victimas. En todos los casos la información se constata
mediante la búsqueda de las causas judiciales que investigan dichos decesos.
57 Según clasifica el SPB, muertes traumáticas son aquellas causadas por agresiones entre internos, suicidios y accidentes; y
muertes no traumáticas, las “muertes naturales” o por enfermedades.
55
39
En 26 casos no nos informaron la causal mediata y la patología de base58, solo se consigna paro
cardiorrespiratorio no traumático. El resto de las muertes fue por distintas enfermedades y
patologías59.
Las muertes ocurrieron en 38 de las 54 unidades del SPB. Una de las muertes ocurrió en la
alcaidía penitenciaria de Junín. La mayor cantidad de muertes se produjo en la Unidad 22
(hospital del sistema) donde fallecieron 13 personas. Luego le sigue la unidad 9 de La Plata con
9 muertes, la UP 24 con 8, la UP 34 con 7 y la UP 1 con 6 muertes.
En el año 2011 a diferencia del anterior, fallecieron 3 mujeres una en la unidad 40, otra en la 45 y
otra que se encontraba con arresto domiciliario. En el 2010 habían fallecido 9 mujeres.
3. Hechos presentados
En las 2338 presentaciones fueron denunciados 7018 hechos agrupados. La sumatoria de las
categorías referidas a problemáticas de salud y falta de atención médica constituyen la mayoría
de las presentaciones:
Sin Atención Méd.
1040
Atención Méd. Deficiente
206
Caso testigo - Inspección realizada a la UP 22 (Hospital del sistema) el 2/12/2011
Jonathan se encuentra alojado en el piso 1, celda 101. Refiere que todos los días deben firmar
una hoja donde se constata haber recibido la medicación recetada. Según sus dichos no le
entregan la medicación que corresponde y en alguna oportunidad le han solicitado que firme un
papel en blanco cosa que no ha realizado.
Refiere que cuando llegó a la Unidad 22, lo alojaron en una celda de aislamiento con la puerta
cerrada, encontrándose en ese momento con un estado febril y que a los dos días de
permanecer allí, se le tapó la traqueotomía con secreciones, que como no tenía en su haber
ningún elemento para destaparlo intentaba llamar pero no podía por lo que se estaba ahogando,
golpeaba la puerta que estaba cerrada pero nadie lo escuchaba por lo que frente a la
desesperación por no poder respirar debió arrancarse la traqueotomía para que le entrara el
aire. A raíz de ese incidente cuando pudo comunicarse le colocaron nuevamente el dispositivo y
lo alojaron en la celda 103 pasándolo luego a la 101 donde se encuentra actualmente.
No deja de sorprender que en Sanidad del Servicio Penitenciario al que fue remitido con la
intención de la protección de su vida, frente a su delicado estado de salud y a los frecuentes
episodios de dificultad respiratoria, haya sido aislado sin la posibilidad de que algún compañero
pudiera dar cuenta de alguna emergencia que se presentara permaneciendo así durante dos
días, corriendo el riesgo, por la falta de oxigenación en ese momento, de haber perdido el
conocimiento o presentado un cuadro convulsivo lo que hubiera, al no poder reaccionar como lo
hizo, redundado en la pérdida de su vida por asfixia.
Su madre lo visitó en la Unidad y solo a partir de la solicitud expresa de ella, lo alojaron con la
puerta abierta de la celda.
58
Por relevamientos realizados años anteriores, en general estas causas corresponden a pacientes que padecen VIH y no son
tratados de manera adecuada. El registro deficiente intenta ocultar esta situación.
59 Cancer, TBC, ACV, enfermedades respiratorias, cardíacas.
40
Refiere, asimismo que llegó el miércoles a la madrugada y a las 12 horas recién lo vio un
médico. Le hicieron una radiografía y un electroencefalograma el jueves 01/12/2011. Que le
entregaron para que tenga en la celda un aspirador, que al decir de su compañero tenía la
manguera toda sucia por lo que él mismo la limpió y la desinfectó y es este compañero quién lo
ayuda a realizar la aspiración de las secreciones.
Expresa, al igual que los demás internados, que el médico pasa todas las mañanas con el listado
y solamente les va preguntando como están.
Con respecto a la limpieza del lugar, es realizada por los mismos internados que pueden
deambular ya que no existe ningún personal dedicado a la misma y debe ser realizado con los
elementos que traen los familiares, porque el Servicio no los provee.
Jonathan nos hace referencia a que tiene temor de contarnos estas cosas ya que cuando
ingresó a la Unidad 22, personal penitenciario lo amenazó con trasladarlo si denunciaba
cualquier situación relacionada con su alojamiento en esta Unidad. Específicamente le dijeron:
“¿así que vos denunciás? ¿qué pasó en la 24? Si volvés a decir algo o denuncias te voy a sacar
a pelar pingüinos”.
Conclusiones: luego de las entrevistas mantenidas con la mayoría de los pacientes del pabellón
1, y constatado las condiciones de detención, concluimos que en nada han variado las
circunstancias que dieran origen a nuestra presentación ante el Juzgado de Ejecución Nº 2 de La
Plata, en octubre de 2010, por las siguientes razones:
-
el lugar se encuentra aseado solo por la voluntad de los detenidos en mejores condiciones
de salud que limpian el lugar con elementos SOLO proveídos por sus familias.
-
en algunas celdas se encentran rotos los vidrios
-
los colchones son mas cortos que las camas y tienen un espesor que no superan los 5cm.
Siendo que muchos deben permanecer todo el tiempo acostados
-
existe gran cantidad de insectos, como moscas, hormigas y cucarachas.
-
no hay personal que se encargue de higienizar a quienes no pueden valerse por sus propios
medios, ni cuando no pueden controlar esfínteres, dependiendo de la buena voluntad de
algún compañero que esté en mejor situación, quienes son además los que los movilizan y
atienden
-
hay pacientes parapléjicos que tienen escaras en la zona lumbosacra que les llegan hasta
el hueso y que son curadas por los compañeros
-
los médicos recorren los pabellones diariamente sólo preguntando como están, incluso en el
caso de Jonathan es su compañero de celda quien limpia sus secreciones y lo ayuda en
todo lo que está a su alcance
-
no se practica ningún tipo de rehabilitación
IV. Mujeres privadas de libertad
1. Infraestructura para el alojamiento de mujeres, mujeres embarazadas,
mujeres con hijos/as
41
El Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) aloja aproximadamente 1200 mujeres en un sistema
carcelario60 diseñado, pensado, desarrollado y controlado, por y para hombres únicamente.
En estos centros de detención, se aplican las mismas reglas, lógicas y prácticas que se
desarrollan en las unidades de hombres, sin el más mínimo análisis sobre las necesidades,
problemáticas diferenciadas que afectan a las mujeres. Además de la violencia inherente a las
instituciones penitenciarias, la violencia de género esta impregnada en las políticas
penitenciarias, donde se reflejan -al igual que en el conjunto social- las relaciones de poder sexogenero, que vulnerabilizan aún más los derechos de las mujeres. Golpes, golpizas por parte de
personal femenino y masculino, requisas vejatorias constantes, falta de atención médica, falta de
elementos de higiene y limpieza, traslados constantes, alojamiento en unidades no preparadas
para el efecto, ruptura de sus vínculos familiares, entre otros tipos de violencias: institucional,
física, psicológica, sexual y simbólica.
La presencia de personal masculino en las unidades penales que alojan mujeres no se limita a la
intervención ante situaciones de alta conflictividad, sino que personal masculino cumple
funciones administrativas y de seguridad en forma permanente, contrariando lo dispuesto por la
normativa internacional61.
El SPB habilita solo algunos lugares de detención para el alojamiento de mujeres en etapa de
gestación. Por supuesto que las instalaciones habilitadas para alojar mujeres embarazadas no
han sido pensadas, diseñadas, ni rediseñadas para el efecto. El único requisito que tiene en
cuenta el SPB para considerar que en una unidad se pueden alojar embarazadas, es que
cuenten con un ginecólogo y un obstetra que realicen chequeos quincenales. Tampoco los
sectores de sanidad son preparados especialmente para el efecto. Aún así en algunas
unidades62 no tienen asignados médicos ginecólogos, ni programas para que las mismas se
realicen los exámenes de Papalicolau (Pap´s), mamografías o algún tipo de análisis
especializado.
La Ley de Ejecución Penal de la Provincia de Buenos Aires permite a los hijos/as permanecer
con sus madres hasta los 5 años. Para el alojamiento de mujeres con sus hijos/as, el SPB
habilita las mismas instalaciones que son destinadas para mujeres, mujeres embarazadas pero
diseñadas para hombres. Las únicas consideraciones para el SPB para la habilitación de estos
espacios comunes de detención como lugares para alojar mujeres con sus hijos/as, son la
asignación de un médico pediatra, la implementación de una dieta especial (insuficiente y de
cumplimiento irregular) para los/as chicos/as, y la asignación de una cuna para los/as mismos
cuando son recién nacidos/as.
Los/as niños/as deben compartir la pequeña celda con sus madres, sin ningún tipo de
reacondicionamiento. Deben compartir la cama, de aproximadamente 70 cm. y son encerrados
60
Este sistema esta compuesto por Anexos Femeninos en Unidades Penales que alojan hombres, Unidades diseñadas para el
alojamiento de hombres pero destinadas al alojamiento de mujeres únicamente, comisarías de mujeres no diseñadas para el
alojamiento de ninguna persona.
61 También se registró la presencia de personal penitenciario masculino en las requisas de celda, en las cuales establecen
contacto físico con las detenidas pese a encontrarse esta práctica expresamente prohibida. Esta práctica es recurrente en las
unidades penitenciarias o los anexos femeninos que forman parte de un complejo carcelario donde existen unidades masculinas.
62 En las unidades penales de hombres con anexo femenino esta es casi una constante, pero inclusive en unidades destinadas
exclusivamente al alojamiento de mujeres hemos encontrado que no tenían asignado/a un medico/a ginecólogo/a.
42
en las celdas la misma cantidad de horas que sus madres. No se han desarrollados programas
constantes de atención a los/as chicos/as, guarderías u otros talleres acordes a la edad y a la
cantidad de tiempo que los/as mismos/as están encerrados/as con sus madres.
Una vez que una mujer ingresa al sistema carcelario pasa a ser una interna más, sin que se
considere ninguna particularidad en relación a su historia, su salud u otras necesidades
diferenciales, como tampoco se analizan las circunstancias de la comisión de su delito, el estado
procesal de su causa, su lugar de pertenencia o residencia. Todas estos puntos no son
considerados para su alojamiento y/o tratamiento, que en realidad es inexistente.
2. Condiciones materiales de detención en las unidades
A lo relatado más arriba, debemos sumar una serie de irregularidades que constituyen una
constante violación de derechos humanos de las mujeres, así como los derechos de los niños.
En la mayoría de las unidades inspeccionadas63 constatamos la falta de calefacción64, inclusive
en las que alojaban mujeres embarazadas y chicos/as. Los problemas respiratorios leves como
graves se presentan constantemente en las detenidas tanto como en sus hijos/as.
Alimentación: La mayoría de las detenidas entrevistadas manifestó que la calidad de la comida
es muy mala e inclusive en algunos casos les ha provocado malestares estomacales, nauseas y
vómitos. En algunas unidades logran alimentarse correctamente pero con alimentos proveídos
por sus familiares y cocinados en los centros de detención. Las dietas especiales, asignadas a
las personas con VIH, a las mujeres embarazadas y a los/as niños/as, generalmente son
insuficientes. La dieta para personas con VIH y para las mujeres embarazadas se resume en un
pedazo de carne tipo bife crudo y a la entrega semanal de algunas pocas verduras, nada más.
En pocas ocasiones les entregan huevo y leche.
Hacinamiento: Existen distintos tipos de celdas65 donde se alojan mujeres pero en ninguno de
los casos éstas respetan el estándar marcado por la Corte Interamericana de Derechos
Humanos66.
La provisión de elementos de limpieza e higiene personal es sumamente deficiente o
simplemente inexistente67. En varias de las unidades inspeccionadas encontramos gran cantidad
de insectos, cucarachas, moscas y otros. Para acceder a elementos de higiene básicos, como
63
Durante el año 2011 nuestro Comité realizó 6 inspecciones a Unidades donde se alojan mujeres.
El periodo invernal abarca los meses de mayo, junio, julio, agosto y setiembre pero las bajas temperaturas, que podrían llegar
a 5 grados o menos, se presentan hasta mediados de octubre.
65 Dentro del sistema existen, básicamente, tres tipos de celdas. Unas son unicelulares de aproximadamente 6 mts2 o menos.
Las otras celdas no tienen una lógica diferente sino que son dos celdas refaccionadas para la constitución de una. En las
primeras las mujeres comparten el espacio con sus hijos/as y las segundas sirven para alojar a dos detenidas con sus hijos/as.
Los otros espacios de detención están preparados para alojar 6 o 4 detenidas en celdas de 12 mts2 aproximadamente. Los
baños y duchas tampoco están diseñados ni se encuentran en condiciones para ser usados por niños/as.
66 Caso "Montero Aranguren y otros (Retén de Catia) vs. Venezuela", (donde remite al Comité Europeo para la Prevención de la
Tortura y de las Penas o Tratos Inhumanos o Degradantes): "7 m² por cada prisionero es una guía aproximada y deseable para
una celda de detención. Por otro lado, (...) un espacio de cerca de 2 m² para un interno es un nivel de hacinamiento que en sí
mismo (es) cuestionable (...) y no puede considerarse como un estándar aceptable, y (...) una celda de 7m² para dos internos es
un aspecto relevante para determinar una violación del mismo artículo.”
67 Como ejemplo mencionamos que en algunas Unidades le entregan un paquete con 8 unidades de toallas higiénicas para 4
detenidas por mes. Cantidad sumanemente insuficiente.
64
43
toallas higiénicas, jabón, cepillo de dientes, pasta de dientes, etc., deben pedir audiencia con el
Jefe del Penal.
Las oportunidades laborales y educacionales son sumamente escasas y en general reafirman la
diferencia de roles impuesto por el sistema patriarcal. Cursos de cosmetología, de costura, y
labores de limpieza de la unidad y de cocina son las más ofrecidas a las detenidas.
3. Practicas sistemáticas de violencia institucional contra las mujeres
a. Golpes y malos tratos por parte del personal de SPB masculino y
femenino
En los últimos años, este Comité constató varios hechos de violencia física contra mujeres. Éstos
están reflejados en los anteriores informes adjuntados al presente informe.
En cuanto al ejercicio de la violencia del personal penitenciario, tanto masculino como femenino,
es una constante que las detenidas reciban: trompadas, patadas y palazos, tirones de los pelos,
que las empujen, las arrastren, las escupan, las insulten y las amenacen. A todo esto se suma
un suplemento punitivo y degradante: las agresiones de tipo sexual como una de las formas más
extremas de violencia hacia las mujeres dentro de los penales. Estas prácticas se encuentran
sustentadas bajo la idea de que el cuerpo de las mujeres debe servir a la función natural de
saciar los deseos sexuales masculinos, con el agravamiento de las condiciones de encierro.
Durante el 2011, registramos la continua intervención del personal masculino en para la
resolución de conflictos dentro de las instituciones penitenciarias. Esta tipo de intervención
siempre trae aparejado golpes, malos tratos y sanciones de aislamiento para las supuestas
implicadas. En estos hechos también participa el personal penitenciario femenino.
Represión y torturas en la unidad 52
Johana E. C. G. relató que el día domingo 20 de noviembre de 2011, se encontraba junto a otras
detenidas en el pabellón Nº 1. Aproximadamente a las 10:30 de la mañana, ingresaron varios
agentes del SPB, entre ellos la encargada de turno de apellido Peralta y la Jefa de Penal
Sánchez, quienes comenzaron a gritar y a encerrarlas a todas las chicas en las celdas. Luego
abrieron la celda Nº 4 donde se encontraba ella junto a Erneta C. L. y otra detenida. Las agentes
mujeres sacaron a golpes de puño y patadas de la celda empujándolas y agarrándolas con los
brazos en la espalda a las detenidas Johana y Erneta. Éstas se encontraban en ropa interior y
descalzas. Afuera del pabellón y mientras las conducían al sector de separación de convivencia,
fueron golpeadas además por personal masculino (a quien mencionó como "tortugas", guardias
del SPB con equipamientos especiales antimotines), con patadas y palos.
Una vez que llegaron a los "buzones" las requisaron con desnudo total y les hicieron realizar
alrededor de 300 flexiones a cada una de ellas. Un rato más tarde ingresaron a dicho sector a
dos chicas más (una de ellas era Godoy Enrique Andrea), en las mismas condiciones, muy
golpeadas y sin sus pertenencias. En las celdas del SAC solo había un colchón, no tenían
sábanas, mantas ni su ropa. Ante el reclamo de sus pertenencias, porque estaban casi desnudas
y no tenían nada para taparse, ingresó al pabellón la encargada Lucía Domínguez y les arrojó
gas pimienta a través del pasaplatos y el visor de la puerta, debiendo las detenidas acercarse a
44
una pequeña ventana para poder respirar. Hasta ese momento no les habían dado ni agua, ni
comida.
Otros casos sumamente preocupantes son relatados por Ramona L. C. P. y por Débora K. V. C.,
quienes fueron victimas de un procedimiento odontológico inusual y criminal. Ambas detenidas
refirieron que tenían muchos problemas odontológicos, habían perdido algunas piezas dentales
en situaciones diferentes. Debido a esto solicitaron atención odontológica, la que estuvo a cargo
del odontólogo de la Unidad 52 de apellido Comparato. Éste manifestó a las detenidas, en
sendas entrevistas, que para poder hacerle una prótesis más rápido, era necesario sacarle el
resto de los dientes del maxilar. Entre marzo y junio el antedicho especialista le extrajo a cada
una de las detenidas alrededor de 10 piezas dentales dejando sus maxilares superiores
completamente desdentados. Pero, después de eso, nunca las volvió a atender y jamás entrego
las prótesis dentales.
Esta situación se agravaba porque en la unidad no le dan la dieta especial “blanda” que ella
necesita, por lo cual hace meses que el se alimenta únicamente a base de mate y galletitas.
La situación descripta genera a las detenidas otros problemas de salud, tales como gastritis,
dolores estomacales, hambre y presuntamente desnutrición. Además Ramona dijo presentar
síntomas de problemas de tiroides: ojos saltones, mirada extraviada, inflamación en la zona del
cuello y bajones anímicos. A pesar que lo solicito, no le practicaron los exámenes médicos para
determinar si padece o no de problemas hormonales.
b. Requisas vejatorias constantes
Las requisas personales en las unidades de mujeres se llevan a cabo de manera arbitraria y con
una frecuencia alarmante. Este instrumento de control del cuerpo forma parte de una rutina de
prácticas degradantes con un fuerte impacto material y simbólico que se realizan sobre las
mujeres.
Ésta se realiza en distintas modalidades68, que dependen de la autoridad o el personal de turno
en las instituciones penitenciarias. La frecuencia de las requisas se intensifica cuando las
detenidas pretenden circular por la unidad para realizar sus oficios, ir a talleres, a la escuela, a
sanidad, a recibir a sus visitas o simplemente salir al pasillo para hablar por teléfono. En algunos
casos las mismas sufren 6 requisas diarias. Asimismo, más humillación y más invadidas se
sienten las detenidas cuando tienen que desnudarse y se encuentran con la regla. Mujeres
adultas confiesan sentir una gran vergüenza por ser obligadas a desnudarse frente a personal
femenino más joven. Las mujeres con hijos/as nos manifestaron que éstas practicas asustan a
los chicos/as por la violencia que ejerce el personal.
68
“Desnudo parcial”: las detenidas tienen que levantarse la remera y el corpiño, mostrando sus pechos desnudos a las agentes
penitenciarias, y después bajarse los pantalones y la ropa interior para ser verificadas visualmente.
“Desnudo total”: las detenidas deben sacarse toda la ropa y entregarlas al personal del servicio penitenciario para que éste
requise también la ropa. Las detenidas pueden quedar desnudas durante unos minutos, sin que importe el clima del momento, ni
el tiempo de exposición de la detenida.
En ambos casos, el trato humillante se agudiza con la orden de realizar flexiones, en el momento que se encuentran desnudas a
fin de profundizar el registro en la zona genital-anal. Estas flexiones son realizas en todas las requisas, solo varían en la cantidad
de acuerdo con la arbitrariedad del equipo de turno.
45
En los casos relevados de mujeres detenidas69, encontramos una mayor frecuencia en las
requisas y una intensificación del trato vejatorio. El 63,2 % de las mujeres entrevistadas sufrieron
alguna requisa vejatoria en los últimos dos meses. Este porcentaje más que duplica a los
hombres que padecen estas prácticas. De este total, más del 60 % padece por lo menos una
requisa personal por día, que en el 75 % de los casos relevados son con desnudo total y
flexiones.
Esta práctica vejatoria y denigrante también debe ser soportada por los familiares de las
detenidas que desean ingresar a la Unidad durante los días de visitas, sin tener ningún tipo de
consideración por la edad o el sexo de los/as visitantes.
c. Aislamiento
La utilización del aislamiento por parte del SPB70 es sumamente arbitraria y, en general, sin que
el Poder Judicial ejerza control alguno sobre la medida.
Las condiciones de las celdas de aislamiento71 distan mucho de cumplir los mínimos
requerimientos para un alojamiento digno. Las mismas no cuentan con suficiente luz natural, y la
luz artificial tampoco es suficiente. Las detenidas permanecen encerradas las 23 horas del día
durante varios días, que podrían ser semanas o meses, sin acceso al patio, a actividades
educativas o cualquier otro tipo de actividades.
El aislamiento produce además un fuerte impacto en las subjetividades de las mujeres, pues al
ser medidas que se extienden indefinidamente en el tiempo, las privan de toda previsibilidad y
capacidad de decisión sobre sus propias vidas. Esto se evidencia en los graves síntomas
descriptos por los médicos y psicólogos de las unidades y la cantidad de lesiones autoinfringidas
por las mujeres durante los períodos de aislamiento.
d. Invasión a la privacidad de las detenidas
En varias unidades, especialmente las que están destinadas exclusivamente para alojar mujeres,
el sector de duchas, que se encuentra en el espacio común, cuenta con cortinas que tapan las
mismas pero a una altura de un metro cincuenta aproximadamente, lo que permite ver el lugar
desde el sector de control que se encuentra a una altura superior de los pabellones, del cual los
separa un sector de rejas. Inclusive en la Unidad 50 existe una cámara a la altura del techo
enfrente de las duchas mencionadas, lo que permitiría ver las duchas mientras las mujeres se
asean. Esta falta de privacidad mientras se bañan es relatada por las detenidas como una
vulneración a la privacidad e intimidad, y lo mismo manifiestan respecto de la presencia de
hombres en el sector como algo habitual, incluso denuncian que el jefe de penal ingresa a las
celdas durante la noche, invadiendo la intimidad y vulnerando aún más los derechos de las
mujeres detenidas.
e. Traslados constantes/condiciones para el traslado
69
Datos del RNCT 2011.
El aislamiento es utilizado como medida de castigo, para detenidas que tienen medidas de resguardo de su integridad física,
dictadas en algunos casos por sus Juzgados o dictadas por el mismo SPB. En otros casos, las autoridades penitenciarias
justifican el aislamiento en la “propia voluntad de la detenida”, sin que ésta haya recibido el pertinente asesoramiento jurídico.
71 Esta medida se implementa de distintas formas: en las celdas de aislamiento en el Sector de Separación de Área de
Convivencia (SAC), o en las propias celdas de alojamiento de las detenidas.
70
46
Similar al mecanismo de control y castigo utilizado con la población masculina son utilizados los
traslados constantes en la población femenina. Las mismas son sometidas a traslados
constantes en las pocas unidades de mujeres y las unidades de hombres con anexos femeninos,
con el agravante que las condiciones del traslado son inhumanas. No existen móviles asignados
exclusivamente para mujeres, los camiones de traslados no están preparados para trasladar
mujeres, poseen divisiones precarias, no cuentan con baño. Los viajes pueden durar entre 24 y
48 horas de acuerdo al recorrido de los móviles, que generalmente van por varias unidades;
durante el mismo tampoco se les provee de comida a las detenidas. El personal a cargo de los
viajes son en su mayoría hombres.
Durante el traslado las detenidas sufren y estés expuestas a todo tipo de violencias, físicas,
psicológicas, simbólicas y agresiones sexuales por parte del personal penitenciario como de las
otras personas que son trasladadas en el mismo.
A todo eso se debe sumar que las detenidas una vez que llegan a las unidades son alojadas en
los sectores de Admisión o de Separación del Área de Convivencia, con la excusa que están de
tránsito o que deben ser atendidas por las autoridades antes de ser ubicadas en pabellones
normales. En estos espacios permanecen aisladas en promedio 23 horas al día y esto puede
fácilmente prolongarse por 15 o 20 días. Transcurrido ese tiempo fácilmente se puede volver a
iniciar un traslado a otra unidad penal.
Hemos registrado casos de mujeres que pasaron un año sufriendo este dispositivo de castigo.
f. Afectación del vínculo familiar
El daño social que genera la prisionización femenina es largamente reconocido, ya que son las
mujeres quienes se ocupan del cuidado de adultos mayores y niños/as. Éstas al momento de su
detención ellas eran las principales proveedoras materiales del hogar. Por este motivo, el daño
que se produce al permanecer alojadas en unidades penitenciarias alejadas de sus lugares de
residencia es mucho mayor para ellas y sus familias.
La desvinculación familiar de las mujeres detenidas produce un profundo daño en la salud de
estas mujeres, quienes manifiestan angustia y desesperación por no poder hacerse cargo de su
familia y no tener los recursos materiales para solventarlos, como así también el hecho de no
contar con redes sociales que puedan hacerse cargo de sus hijos, o que pueden hacerse cargo
por poco tiempo, en situaciones muy penosas y de gran escasez de recursos. Muchos niños y
niñas son institucionalizados como consecuencia de esta situación. El daño en la salud de las
mujeres detenidas puede medirse con el deterioro físico por cuadros de depresión, problemas de
hipertensión y extrema medicalización.
De los 19 casos de mujeres detenidas entrevistadas para el Registro Nacional de Casos de
Tortura en unidades carcelarias durante 2011 (Unidad 5 de Mercedes, Unidad 29 de Melchor
Romero, Unidad 33 de los Hornos, Unidad 50 de Batán y Unidad 52 de Azul), encontramos que
más de la mitad el 57, 9% están alojadas a más de 350 kilómetros de su lugar de residencia
familiar.
g. Mujeres en el Programa de prevención de conductas violentas.
47
Este programa que fue diseñado y pensado exclusivamente para hombres fue aplicado a tres
mujeres72. El dispositivo más importante de tratamiento del programa es el AISLAMIENTO como
generador de cambio de comportamiento. También en el mismo se prevé la asistencia de
profesionales psicólogos y psiquiatras a las personas que se encuentran en el programa.
Este programa funciona con la misma arbitrariedad e informalidad que caracteriza el SPB73
4. Deficiente sistema de asistencia médica
La prevención de las enfermedades en el encierro se torna una cuestión esencial y estructural,
sin perjuicio de lo cual no ha de dejar de ser esencial el tratamiento de las enfermedades, una
vez que estás se hacen presentes, en forma adecuada en condiciones que aseguren asistencia y
servicios médicos adecuados.
Sin embargo, realizando un análisis del funcionamiento del sistema de salud –que se encuentra
regido por el concepto restringido- consideramos que la vulneración de derechos más grave y
alarmantemente cotidiana guarda relación con el acceso a la más básica atención de la salud.
Esta vulneración de derechos se profundiza cuando nos enfocamos en la población femenina.
Asimismo, es importante mencionar que los tres casos de muerte de mujeres ocurridos durante
el año 2011 fueron por problemas de salud. Esto se ve agravado por la falta de información de
las causales inmediatas y mediatas de las muertes, lo que imposibilita el desarrollo de
programas tendientes a mejorar la salud de las mujeres que se encuentran detenidas.
a. Problemas cotidianos
Varias detenidas entrevistadas manifestaron que acceden a sanidad con demasiada dificultad y
en algunos casos solo cuando ya se encuentran muy graves. Pueden pasar días y varios
requerimientos al personal del Servicio Penitenciario para que las mismas sean trasladadas al
sector del personal de blanco. El acceso al sector tampoco ofrece garantías para la superación
de la dolencia, muchas veces las detenidas son maltratadas por los doctores; en otras
oportunidades, el sector no cuenta con la medicación necesaria. En caso de necesitar algún tipo
de atención especializada, en un hospital fuera del sistema penitenciario, las dificultades se
acrecientan doblemente. Primero para la obtención de turnos, segundo por los problemas que
tienen las unidades con relación al traslado de detenidas a los hospitales y por último los
problemas que se generan en la atención en el mismo hospital. (prejuicios de atención a
personas privadas de libertad)
b. Embarazadas
Además de la problemática mencionada con relación a la alimentación, fundamental para las
embarazadas, existen variadas dificultades con relación a la atención, los controles que
necesitan éstas y las vitaminas que le deben ser suministradas. El suministro de complementos
vitamínicos tan necesarios en esta etapa de gestación pasa por los mismos contratiempos que la
72
La Unidad elegida (Nº29 de Melchor Romero) para alojar a las mujeres que fueron incluidas en este programa es una unidad
que no cuenta con población estable, funciona como unidad de recepción y traslados de internos e internas. Todas las personas
trasladadas de una unidad a otra, de una unidad a sus juzgados para audiencias u otra actividad necesariamente deben pasar
por la misma. Solo cuenta con una población masculina mínima para el mantenimiento de la unidad.
73
Ver Anexo “Programas ..”
48
entrega de las dietas especiales, insuficiencia y irregularidad. El acceso a la atención por parte
de los médicos especialistas, fuera de los controles rutinarios programados cada 15 días o más,
y los controles que requieren que las detenidas sean trasladadas a hospitales fuera de los
complejos penitenciarios, sufre de las mismas adversidades descriptas en el punto anterior.
C.G.L. estaba embarazada y alojada en un pabellón común de la Unidad 51 de Magdalena. A
fines de diciembre, debido a una pérdida de sangre, solicitó atención médica durante 3 días al
personal de seguridad sin obtener respuesta. Fue sólo luego de recibir el apoyo de sus
compañeras en el reclamo que tuvo acceso al área de sanidad, aunque tampoco recibió la
atención médica pertinente. Su sangrado empeoró de forma tal que, según relataron sus
compañeras, “debieron alcanzarle un balde para contener las pérdidas”. Las compañeras
contaron que una de las agentes penitenciarias gritó que “tenía que meter la mano en el balde y
buscar el feto y ponerlo en un tupper”.
c. Mujeres con hijos/as
La atención médico-pediátrica podría ser el único punto interesante con respecto a la salud
dentro del sistema penitenciario, sin embargo, el repunte en la calidad de la atención se debe a
los importantes esfuerzo de algunos especialistas que trabajan en el sistema. Por parte del
Estado provincial y del SPB no se ven avances institucionales con relación a la atención médica
a los/as chicos/as que se encuentran detenidos/as con sus madres. Un claro ejemplo de esto
constituye el hecho que en las instituciones carcelarias no existen cupos máximos establecidos
para los menores, ante las consultas la respuesta fue que el cupo para menores es “relativo”.
Asimismo, como lo señalamos más arriba no existen cambios estructurales que mejoren las
condiciones en las que los mismos se encuentran detenidos.
d. Mujeres que viven con VIH
La mayoría de las mujeres detenidas entrevistadas con VIH manifestaron no tener presentes los
resultados de sus exámenes, que la periodicidad para los mismos era sumamente irregular, así
como la atención del infectólogo. Todo esto se agrava debido a la falta o insuficiencia de la dieta
correspondiente, ya mencionada más arriba. Cabe también, hacer mención que desde las
políticas públicas el suministro de preservativos es escaso en relación a lo que se provee en las
cárceles de hombre. Prima la idea de la sexualidad heteronormatizada, esto es el supuesto de
que las mujeres no tienen relaciones sexuales entre si. Es importante destacar que el VIH es la
principal causa de muerte en el Sistema Penitenciario.
V. Sistema de privación de libertad de los/as niños/as
1. Las instituciones para adolescentes en conflicto con la ley penal
De la Secretaría de Niñez y Adolescencia dependen todas las instituciones destinadas a la
detención de personas menores de edad. La excepción a esta regla es el recientemente reinaugurado Centro Cerrado La Matanza, co-gestionado con el Servicio Penitenciario
Bonaerense, aloja jóvenes de 18 a 21 años que procedan de otros centros cerrados de la
Secretaría. Los tipos de instituciones que existen son:
49
14 Centros de Contención (semi-cerrados): 160 plazas aproximadamente74
10 Centros Cerrados: 211 plazas75
5 Centros de Recepción: 254 plazas76
3 Alcaidías: 18 plazas77
Los criterios para fijar las plazas, al igual que sucede con el Servicio Penitenciario Bonaerense,
se limitan a contabilizar un cupo allí donde hay un camastro. Una parte importante de los centros
cerrados y de recepción cuentan con celdas para una o dos personas en una superficie de seis o
menos metros cuadrados, en clara violación a los estándares internacionales vigentes.
Con referencia a la privación de libertad, existen 15 instituciones de encierro para los jóvenes en
conflicto con la ley penal. En la actualidad permanecen entre 450 y 500 jóvenes detenidos.
Es de destacar que a partir de la sanción de la ley 13634 en la provincia de Buenos Aires,
se ha producido un proceso de endurecimiento en el régimen penal juvenil que se traduce
en la inauguración de nuevos Centros Cerrados y/o de Recepción. A los existentes
previamente a la reforma, (año 2008), se le sumaron 8 (ocho) establecimientos, ya sean
nuevos o re-tipificados en su modalidad y régimen (pasando de ser abiertos a cerrados).
Uno de ellos, inclusive, es co-gestionado con el Servicio Penitenciario Bonaerense, donde en
septiembre de 2011 aconteció un nuevo suicidio (en 2008 dos adolescentes se suicidaron en el
mismo centro).
En la actualidad, se encuentran en funcionamiento:
5 Centros de Recepción: Malvinas Argentinas, con capacidad para 84 jóvenes, Lomas de
Zamora, con capacidad para 98, La Plata, con capacidad para 48, Mar del Plata78, con
capacidad para 12 jóvenes y Abasto con capacidad para 12, todos ellos para varones. Además,
existen 10 Centros Cerrados, uno de los cuales (Merlo) está destinado para mujeres, con
capacidad para 12 adolescentes. El resto son destinados para adolescentes varones: Nuevo
Dique (capacidad: 40), Castillito (capacidad: 14), Lugones (capacidad: 23), Almafuerte
(capacidad: 36), Mar del Plata (capacidad: 24)79, Legarra (capacidad: 22)80, Dolores (capacidad:
18), COPA (capacidad: 14)81.
74 Gambier, Pelletier, Pelllegrini, Duplex, Alte. Brown, Dolores, Mercedes, Moreno, Lanas, Junín, Malvinas, Transito, Vergara y
Tandil, según información enviada por la Dirección de Medidas Alternativas a marzo de 2011.
75 La Matanza (12 plazas), Almafuerte (36 plazas), Nuevo Dique (40 plazas),
C. Mar del Plata (24 plazas), L. Lugones
(23 plazas), Francisco Legarra (22 plazas), Dolores (18 plazas), El Castillito (14 plazas), C.O.P.A. (8 plazas) y Merlo (mujeres, 14
plazas), según información enviada por la Dirección de Institutos Cerrados a marzo de 2011.
76 Recepción Abasto (12 plazas), Recepción Mar del Plata (12 plazas), Recepción Malvinas Argentinas (84 plazas), Recepción
Lomas de Zamora (98 plazas), Recepción La Plata (48 plazas), según información enviada por la Dirección de Institutos Cerrados
a marzo de 2011.
77 Alcaidía Nuevo Dique (12 plazas), Alcaidía Lugones (2 plazas), Alcaidía Almafuerte (4 plazas), según información enviada por
la Dirección de Institutos Cerrados a marzo de 2011.
78 Inaugurado en 2009. Antes en el mismo edificio funcionaba un centro de contención semi-cerrado.
79 Inaugurado en 2006.
80 Inaugurado en 2009. Este centro funcionaba como semi-abierto, y fue re-tipificado por la Subsecretaría como cerrado. La
capacidad de dicha institución está prevista para 24 jóvenes, aunque fue inaugurado con un nivel de refacciones que solo podían
dar cupo a la mitad, es decir, a 12 jóvenes. La subsecretaría informó que están siendo realizadas las obras para ampliar dicha
capacidad para el máximo cupo estipulado.
81 Este centro también funcionaba con el régimen de semi-libertad y fue re-tipificado como centro cerrado en 2009 por la
Subsecretaría.
50
El restante es el Centro Cerrado Matanza con capacidad para 20 jóvenes y diseñado por
arquitectos del servicio penitenciario bonaerense.
En síntesis, desde el año 2009, la Secretaría de infancia re-tipificó 4 centros de contención semiabiertos en centros cerrados (Mar del Plata, COPA, Dolores y Legarra), donde prima un diseño
arquitectónico penitenciario de máxima seguridad. De allí resulta menester señalar que la
reconversión de los Centros delata la demanda judicial de mayor encierro y la concreción de
dichas demandas por parte del poder ejecutivo, violando el espíritu de las leyes 13.298 y 13.634
que se enarbola discursivamente desde ambos poderes.
Según información brindada por la Secretaria de Niñez y Adolescencia (luego de reiterados
pedidos del Comité contra la Tortura), durante el año 2010 han ingresado a sus instituciones de
privación de libertad un total de 1.463 niños, niñas y adolescentes82, siendo el 98% varones y el
2% mujeres.
En cuanto a las edades de los jóvenes privados de su libertad en 2010, el 11,8% de los niños y
adolescentes que ingresaron tenían entre 12 y 15 años, el 34,8% 16 años, el 49,8% 17 años y el
3,6% restante 18 a 20 años (en estos casos suele tratarse de reingresos).
Preocupa que 8 de cada 10 jóvenes estén alojados en centros cerrados y solo 2 de cada
10 en centros semi-cerrados.
En el siguiente gráfico se exhiben las proporciones entre modalidades cerradas y semi cerradas
derivadas de las órdenes judiciales, donde el 80% son para el tipo institucional más duro
(cerrado):
Jovenes segun modalidad de privacion de libertad - Cerrados/Contencion 2010, en porcentaje
100%
90%
19,6
19,1
18,7
18,5
17,2
17,5
17,1
15,3
15,8
17,0
19,1
18,5
80,4
80,9
81,3
81,5
82,8
82,5
82,9
84,7
84,2
83,0
80,9
81,5
Febrero
Marzo
80%
70%
60%
50%
40%
30%
20%
10%
0%
Enero
Abril
Mayo
Junio
Cerrados 2010
Julio
Agosto
Septiembre Octubre
Noviembre Diciembre
Contencion 2010
Fuente: Elaboración propia en base a datos de la Dirección de Institutos Penales y Dirección de Medidas Alternativas,
Subsecretaría de Niñez y Adolescencia de la Provincia de Buenos Aires.
82
Esta cifra no considera aquellos que ingresaron con anterioridad a 2010 y durante dicho período continuaron permaneciendo
en las diferentes modalidades institucionales.
51
2. Violencia institucional
En las distintas inspecciones realizadas por el Comité contra la tortura, hemos constatado la
aplicación de torturas y otros tratos o penas crueles inhumanas o degradantes, sobre niños y
jóvenes en la provincia de Buenos Aires, tanto en las instituciones de encierro de la Secretaría
de Niñez y Adolescencia como en el accionar cotidiano de la policía bonaerense (en detenciones
y alojamiento en comisarías). Esta práctica sistemática persiste pese a las denuncias penales
existentes, posibilitando que los agentes responsables continúen en sus cargos sin que medie
imputación alguna en su contra.
a. Centros de detención de jóvenes; Cerrados y de Recepción:
De las entrevistas mantenidas dentro de los centros de detención dependientes de la Secretaria
de Niñez y Adolescencia, surge que sobre un total de 236 jóvenes (el 51% de todos los
detenidos), el 37% reconoció haber sido agredido verbalmente por parte del personal encargado
de su custodia, mientras que el 25% reconoció haber sido víctima de agresiones físicas. En el
81% de los casos de agresión física hubo además insultos en el 60%, empujones en el 48%,
golpes en el 15%, golpizas (golpes por parte de varias personas) en el 4%, escupitajos en el 6%,
tirones de pelo o retorcimiento de cuero cabelludo en el 8% y tirones o retorcimiento de orejas en
el 6%83.
En cuanto a los lugares de detención, el Centro de Recepción de Lomas de Zamora fue el más
denunciado en un 30% de los casos, Centro de Recepción La Plata el 20%, Centro Cerrado
Almafuerte, el 17% (alcaidía y cerrado), Centro Cerrado Mar del Plata el 11%, Centro de
Recepción Pablo Nogués 7%, Centro Cerrado Nuevo Dique 6% (alcaidía y cerrado), Centro de
Recepción Mar del Plata 6%, Centro Cerrado Legarra 2%, Centro Cerrado Leopoldo Lugones 2%
(alcaidía y cerrado) y Centro Cerrado Castillito 2% (estos tres últimos con un caso).
Específicamente en el Centro de Recepción de Lomas de Zamora, hemos constatado la
aplicación sistemática de torturas por parte del personal de la institución. A la salida del Módulo
2 existe una celda denominada “Gabinete” que funciona para el castigo físico y psíquico de los
jóvenes, allí verificamos la presencia de manchas de sangre en dos de sus paredes,
realizándose pericias sobre las mismas confirmando que se trataba de sangre humana. Las
torturas consisten en brutales golpizas entre varios asistentes, dejando a los jóvenes en el
“gabinete” esposados toda la noche. Les pegan con piñas, patadas en la cabeza, patadas en las
costillas, estrangulamiento con el brazo (desde atrás), estiramiento de brazos elevando las
esposas hacia arriba, al estilo de la tortura conocida como “motoneta”. Los jóvenes relatan que
día por medio se llevan a un joven, con cualquier excusa, y que lo golpean todos los “maestros”
en el gabinete, que ellos escuchan los gritos y que golpean las puertas de las celdas para que la
golpiza se detenga. Denuncian que los asistentes de minoridad, se pasean por los módulos
diciendo “vieron, el juez ni nadie me hizo nada, sigo trabajando, vieron”. Desde el CCT se
realizaron diversas acciones judiciales: denuncias penales, acciones de Habeas Corpus
83
Datos de la investigación empírica realizada en todos los centros de detención de jóvenes de la provincia de Buenos Aires,
durante los años 2009 y 2010 por el Comité contra la Tortura, el Grupo de Estudios sobre Sistema Penal y DDHH y el
Observatorio de Adolescentes y Jóvenes, ambos del Instituto Gino Germani, Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de
Buenos Aires.
52
individuales y colectivos, etc. En el año 2009 se presentaron dos denuncias, las que tramitan en
IPP nro. 07-00-055757-09 ante la UFI 13 Departamental, presentada el 16 de septiembre de
2009 por torturas sobre 4 jóvenes e IPP 07-00-070833-09 ante la UFI 7 de Lomas de Zamora,
presentado el 25 de noviembre de 2009 por torturas contra 2 jóvenes. En el año 2010: IPP 07-00
018168-10 ante UFIyJ Nº 11 por torturas contra 5 jóvenes alojados en el centro, presentada el 30
de marzo de 2010. En el año 2011, una denuncia por torturas, en trámite ante la UFI 10 de
Lomas de Zamora, en la IPP 32778-11 y otra denuncia por torturas infligidas por personal policial
y abandono de persona por parte del centro, la que tramita ante la UFI 8 del departamento
Judicial de Lomas de Zamora, en IPP 30.773-11. Es de destacar que a la fecha no existe ningún
imputado en las causas mencionadas, tampoco se ha iniciado sumario administrativo alguno.
Destacamos que la mayoría de los jóvenes no denuncia por temor a las represalias que
pueden sufrir como consecuencia de la misma, ya que son amenazados no solo con
golpes, sino también con la restricción de visitas de familiares, con sanciones no
formales, encubiertas, con traslados a las unidades penitenciarias en el caso de tener 18
años o más.
b. Policía bonaerense
A partir de la sistematización de los relatos de los jóvenes en centros cerrados, es posible
afirmar que la violencia institucional ejercida por la policía bonaerense al momento de la
aprehensión y durante la detención resulta sumamente gravosa, pudiendo agruparse en tres
tipos de “prácticas sistemáticas”: 1) torturas y otros tratos o penas crueles, inhumanas o
degradantes ; 2) Amenazas ; 3) Robos/hurtos por parte de los agentes policiales.
De un total de 236 jóvenes entrevistados, el 68% fue victima de violencia policial en el
momento de la aprehensión. A continuación se expresan algunos de los tipos principales
agrupados: -Patadas, piñas, entre varios policías, provocando lesiones físicas: 36,4% ; Maltratos, golpes, torturas, con uso de esposas: 24,3% ; -Golpes con puños, patadas y armas
(culatazos, bastones): 12,1% ; -Golpes y agresión accionando armas de fuego (tiros): 7,5% ; Amenazas y simulacro de muerte (de palabras y con uso de arma): 5,2% ; -Maltrato con
amenazas, chantaje y/o robo de pertenencias y pedido de dinero: 4,6% ; -Golpes calificados
como comunes o que no cuentan por los propios chicos: 3,5% ; -Insultos sin golpes: 2,9% ; Amenazas de muerte a familiares: 1,2% ; -Otro tipo de torturas (submarino seco, agua fría): 2,3%
El 56% de los entrevistados expresó haber sufrido amenazas de diversa índole: muerte,
golpes, traslado a unidad penal, armado de causas, violación, torturas, etc
A pesar de que la legislación vigente84 prohíbe que niños, niñas y adolescentes sean detenidos
y/o retenidos en comisarías, lo relevado en estas entrevistas arroja que un porcentaje
84
Resolución 1623/04 del Ministerio de Seguridad; la Acordada 2768/97 de la Suprema Corte de Justicia de la PBA; la
disposición 1212/04 del Ministerio de Desarrollo Humano; y el Fallo Verbitsky de 2005. En relación al último, la SCJPBA el 11 de
Mayo de 2005, en el marco de la sentencia por el Habeas Corpus colectivo presentado por Verbitsky, establece en la Resolución
58: “La Suprema Corte de Justicia, RESUELVE: Artículo 1º: Con base en lo dispuesto por la Corte Suprema de Justicia de la
Nación, ordenar a los señores jueces y tribunales con competencia en materia penal y de menores de esta Provincia que: a)
Hagan cesar, en un plazo no mayor a los sesenta (60) días la detención en comisarías y demás dependencias policiales, de los
menores y enfermos que se encuentren a su disposición. b) En lo sucesivo, no admitan ni dispongan la detención de personas
que reúnan tales condiciones en dichas dependencias” ("V., H. -representante del C. de E. L. y S.-. Habeas corpus. Rec. de
casación. Rec. extraordinarios de nulidad e inaplicabilidad de ley", disponible en: http://www.caq.org.ar)
53
elevadísimo correspondiente al 93% de los jóvenes entrevistados ha estado detenido en la
comisaría una vez aprehendido por la policía y antes de ser trasladado al centro cerrado o
dependencia judicial correspondiente. En otras palabras, 9 de cada 10 jóvenes fueron
conducidos y alojados en dependencias policiales luego de su aprehensión, permaneciendo
alojados desde 3 hs. hasta más de 24 horas. De ellos, el 21% de los jóvenes estuvo alojado
en celdas con personas mayores de edad, sin la mediación de barrera física alguna.
Mientras que el 61% de los entrevistados que pasaron por la comisaría, esto es 133
jóvenes, manifestaron haber recibido golpes u otro tipo de agresión física dentro de la
dependencia policial.
3. Muertes
El 15 de septiembre de 2011 el joven Eduardo Miguel Narváez se suicidó mediante
ahorcamiento mientras se encontraba solo y encerrado en la celda numero tres del pabellón 2
del Centro Cerrado Virrey del Pino de La Matanza. Según el relato de sus compañeros, Miguel
estaba deprimido por la pena que había propuesto el fiscal y por sentirse indefenso. Luego de su
muerte, interviene la Fiscalía Temática Homicidios de La Matanza, a cargo del Dr. Arribas, en la
IPP 033974-11. En este centro cerrado se han suicidado 3 jóvenes, el caso mencionado más
dos jóvenes en el año 2008.
4. Condiciones de detención en los centros de recepción y cerrados
En la mayor parte de los centros, el Comité contra la Tortura de la Comisión Provincial por la
Memoria ha detectado violaciones a los derechos humanos de lo niños alojados, tanto en lo
referido a las condiciones materiales como al régimen de vida:
a. Acceso a la educación
A la escolaridad primaria, acceden entre 1 y 3 horas diarias, llegando incluso en algunos centros
a 3 horas por semana (Centro de recepción La Plata, Centro de Recepción de Lomas de
Zamora). Según el relevamiento efectuado por este Comité durante el año 2010, el 28% de los
jóvenes no asistía a la escuela dentro del encierro. Entre quienes si asistían, el 68% lo hacia en
el nivel primario. De éstos, el 33% asistía menos de una hora por día, el 32% entre una y dos
horas y el 35% más de dos horas por jornada. El 40% no asistía a diario 85
b. Salud
El sistema de salud resulta deficiente, y sólo cumplimenta trámites burocráticos o revisaciones
de ingreso para eludir responsabilidades institucionales frente a golpes previos. No se
desarrollan tratamientos de salud integrales, controles regulares, análisis clínicos y de
laboratorio, recuperación de patologías físicas y demás. No cuentan con aparatología para
enfrentar urgencias médicas.
85
Datos de la investigación empírica realizada en todos los centros de detención de jóvenes de la provincia de Buenos Aires,
durante los años 2009 y 2010 por el Comité contra la Tortura, el Grupo de Estudios sobre Sistema Penal y DDHH y el
Observatorio de Adolescentes y Jóvenes, ambos del Instituto Gino Germani, Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de
Buenos Aires.
54
c. Recreación
Las actividades físicas y recreativas son escasas, cuando no nulas. Los pasatiempos en el
prolongado encierro se constituyen en la realización de manualidades con palitos de helado y
papelitos, la recreación consiste en la posibilidad de salir de la celda algunas horas por día (y en
algunos casos día por medio) a un espacio físico apenas más grande acorde a los diseños
institucionales carcelarios a mirar televisión o hacer manualidades. El 74% de los jóvenes
entrevistados cuenta todos los días con recreación, mientras que el 23% no sale todos los días
86 y el 3% no había salido nunca a recreación al momento del relevamiento. La duración de la
salida de celda resulta exigua por lo menos para casi la mitad de los jóvenes (46%) que salen
menos de seis horas en cada ocasión (que en algunos casos, como Lomas de Zamora, donde
esta salida no es a diario, sino día por medio, se acumula entre 36 y 46 horas seguidas de
encierro en celda87.
d. Sanciones
El régimen de sanciones en los centros de detención se aplica de manera discrecional y
arbitraria. El aislamiento prolongado resulta la única forma institucionalmente establecida para la
resolución de conflictos. De acuerdo al relevamiento realizado por este comité, el 69% de los
jóvenes detenidos (sobre un total de 236) había sido sancionado alguna vez. En el 29% de los
casos 1 vez, el 30% dos o tres, el 36% cuatro o más, mientras que el 2% no lo recordaba y el 3%
respondió “muchas / todo el tiempo”. La duración de las sanciones recibidas durante la detención
fue de uno a tres días en el 39%, de cuatro a siete en el 40% y ocho días y mas en el 21%
(algunas incluso rebasando los quince y treinta días). En cuanto a la calificación de la
medida, es decir en qué cuestión/es consistió, sobre un total de 394 sanciones analizadas, en el
96% de los casos se aplicó el aislamiento en celda (denominado “pérdida de recreación”), en el
80% también de patio, en el 69% se redujo o suspendió la provisión de cigarrillos, en el 18% la
suspensión o reducción del tiempo para hablar por teléfono con su familia, en el 13% la
suspensión de la asistencia a talleres, en el 10% suspensión o reducción de asistencia a la
escuela, el 6% a recibir cartas o mercadería, el 6% ser cambiado de pabellón o sector y en el 1%
reducción de la visita personal. En ningún caso se tomó conocimiento de la realización de
medidas reparatorias o restaurativas, o casos de mediación o resoluciones alternativas a los
conflictos, al menos que hayan sido encuadradas en la lógica formal de la sanción institucional.
Al 28% se le aplicaron sanciones acumulativas dentro del instituto actual de alojamiento.
La acumulación de sanciones implicó el aislamiento ininterrumpido por cuarenta y cinco días y
más en el 9%, de treinta a cuarenta y cinco en el 13%, de dieciséis a treinta para el 42%, de
ocho a quince en el 25% y de cinco a siete para el 11%.
Es revelador que el 92% desconocía la posibilidad de apelar una sanción con su defensor
oficial, lo cual sugiere un bajo involucramiento de la defensa en el gobierno de la vida intramuros
de sus defendidos.
e. Encierro prolongado en celda
86
Estas celdas en su mayoría no superan los seis metros cuadrados, superficie que se comparte entre dos adolescentes. Acaso
el ejemplo más paroxístico se encuentra en Recepción La Plata donde se han relevado 16 adolescentes alojados en una celda
de unos 16 mts2 con sólu ocho camastros y una recreación diaria de treinta minutos.
87 Datos de la investigación empírica realizada en todos los centros de detención de jóvenes de la provincia de Buenos Aires,
durante los años 2009 y 2010 por el Comité contra la Tortura, el Grupo de Estudios sobre Sistema Penal y DDHH y el
Observatorio de Adolescentes y Jóvenes, ambos del Instituto Gino Germani, Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de
Buenos Aires.
55
Todos los jóvenes al ingresar, son sometidos a 5 días de encierro en celda, sin ningún tipo
de actividad. Al indagar acerca de la duración de la bienvenida institucional de aislamiento (en
general acompañada de la instrucción o adiestramiento por parte del personal sobre cómo
comportarse) se registró que la duración del aislamiento inaugural fue de uno o dos días en el
28% de los casos, de tres o cuatro en el 21% y de cinco o seis días en el 44% de los casos. El
6% restante estuvo siete días o más y el 1% no recordaba este dato. Para acceder a una salida
al aire libre en un patio interno, el 19% debió esperar uno o dos días, el 17% entre tres y cuatro,
el 38% cinco o seis días, el 24% siete días o más y el 2% no lo recordaba. La cantidad de
horas diarias en la celda es de 18 a 24 horas para el 55% de los consultados, de más de 24
(hasta 36 o 46 seguidas en el caso de Lomas de Zamora) para el 18%, de 13 a 17 horas en el
15% y de 12 horas o menos (nocturnidad) para el 12%.
f. Vestimenta
En la mayoría de los centros de detención, se provee a los jóvenes un uniforme (una sola muda
semanal) que en muchas ocasiones no se condice con su talla corporal, presentando roturas
significativas y muchas veces inadecuada para la estación climática. En muchos institutos no se
les permite a los jóvenes utilizar zapatillas, por lo cual deben permanecer durante todo el año
con ojotas o descalzos.
g. Hacinamiento
Respecto a la sobrepoblación, en la provincia hubo un incremento de la detención de jóvenes en
institutos cerrados, ya que de información oficial surge que sobre la capacidad de 411 vacantes,
los centros alojaban 488 adolescentes en 2011, lo cual significa una sobrepoblación del 18,7%.
Ello se traduce en hacinamiento, falta de atención profesional y asistencia, insuficiencia y/o
colapso de los servicios esenciales, etc.
h. Vínculos familiares, acceso a llamadas teléfonicas
El acceso al mundo exterior es una de las dimensiones más duras del encierro adolescente. De
los datos obtenidos de la investigación empírica realizada en todos los centros de detención de
jóvenes de la provincia de Buenos Aires, surge que el 60% de los encuestados sólo podía hablar
por teléfono una vez a la semana, el 25% dos y el 15% tres veces o más. Del total de
encuestados, el 60% reconoció que debe mantener sus conversaciones en presencia de un
celador o asistente de minoridad (autodenominados “maestros”). En la mayor parte de los casos
es el celador quien disca los números telefónicos, sobre la base de una lista de números
autorizados por la institución.
i. Requisas
En la mayoría de los centros de detención de jóvenes se practica una cantidad de requisas
diarias que resultan altamente violatorias del derecho a la intimidad y vejatorias. Consisten en
desnudo total y la realización de tres o más flexiones más de dos veces por día. Del
relevamiento institucional realizado por este comité surge que el 98% de los jóvenes fue
requisado bajo la modalidad de desnudo total con realización de flexiones, es decir desnudarse y
colocarse en cuclillas para una observación más exhaustiva de los genitales. En el 77% de los
casos esta práctica se realiza con la presencia y observación de dos o más asistentes de
minoridad y conlleva la realización de dos o más flexiones por cada requisa. La frecuencia de
este ritual institucional es diaria para el 59% de los jóvenes, en el 34% se realiza semanalmente
y en el 7% con menor frecuencia. Entre quienes son requisados a diario, al 30% se le practican
cuatro requisas o más por día, al 14% tres, al 19% dos y al 37% una. Los momentos para dicha
practica son: al levantarse en la mañana, al acostarse por la noche, al regresar de la recreación
(salida por pocas horas de la celda), de la escuela o talleres, de la visita o en cualquier momento
56
que la institución lo requiera, sin previo aviso o motivo. La celda es requisada todos los días en el
34% de los casos y en forma semanal en el 25%.
5. Situación procesal y condenas
Es de destacar que desde el año 2007 y con una implementación gradual, se cuenta con una
normativa específica para los jóvenes en conflicto con la ley penal en la provincia de Buenos
Aires, establecido por la ley 13.634. Pese a contar con todas las garantías del debido proceso
más un plus de derechos por ser sus destinatarios menores de edad, esto no ha garantizado el
ejercicio pleno de los mismos ni una mejor administración de justicia. A la mayor demanda
internativa de los jueces del fuero, se ha sumado un endurecimiento del sistema, que ha
redundado, como ya afirmáramos en un aumento de la prisionizacion en lugares cerrados y en
una disminución de otorgamiento de medidas alternativas o alojamientos en lugares abiertos o
semi-abiertos. De este modo, los excesos en los plazos de prisión preventiva, la detención en
centros cerrados de jóvenes no punibles por la edad, el aumento de los juicios abreviados, entre
otras falencias han aumentado en forma considerable en detrimento de la especialidad del
sistema.
A partir de la necesidad de contar con mayor cantidad de datos de la situación procesal de los
jóvenes detenidos en Centros Cerrados y de Recepción de la Provincia de Buenos Aires, desde
este comité se realizó un relevamiento de la situación procesal de los jóvenes detenidos en
centros cerrados y de recepción de la provincia de Buenos Aires durante el año 2011. De las
entrevistas realizadas sobre un total de 111 jóvenes surge que el 64% se encuentra en prisión
preventiva (71 jóvenes), de éstos, el 6% estaba excedido en el plazo perentorio establecido
por la ley (1 año). El resto, es decir el 36% esta condenado, de estos el 84 % lo fue mediante
juicio abreviado.
Por ultimo, vale destacar que en otro relevamiento específico efectuado en 2009/2010 a 202
jóvenes, el 89% nunca había sido visitado por el juez a cargo en su lugar de detención.
Respecto de la defensa publica, el 69% nunca había sido visitado por su defensor en el
lugar donde permanece privado de libertad.
a. El Juicio abreviado.
En el marco del patente estado de indefensión que padecen los jóvenes en el sistema, se
encuentra inserto el instituto que vulnera todas las garantías procesales conocidas: el juicio
abreviado.
Establecido como modo alternativo de terminar el proceso (Art. 395 a 403 bis, Código de
Procedimiento Penal de la provincia de Buenos Aires), es una vía que evita la concreción de un
verdadero juicio y que tiene como base el acuerdo que se realiza entre un fiscal y la parte
imputada de cometer un delito sobre la responsabilidad de este último y la cuantía de la pena
que le corresponde. Es decir es una manera rápida de finalizar el proceso sin el debido ejercicio
de la defensa en juicio, una especie de extorsión que obliga al imputado a aceptar la comisión de
un delito a cambio de una pena menor consensuada entre el fiscal y la defensa con posterior
acuerdo del juez. Concebido como forma excepcional, esta mecánica se ha ido transformando
en el modo que domina el desarrollo de los juicios.
57
De las quince entrevistas realizadas por este comité, en el mes de septiembre de 2011 en el
Centro Cerrado Virrey del Pino, doce personas afirmaron haber firmado juicio abreviado. En
todos los casos la condena fue mayor a los 3 años de prisión.
Un caso paradigmático es el de un detenido que firmó una condena de doce años por tres
hechos de robo.
Todos los jóvenes, que firmaron abreviado, manifiestan no haber tenido más de una
entrevista con sus respectivos jueces. Respecto a sus defensas, en 12 de los casos, sólo
la vieron en la firma del abreviado, teniendo entrevistas sólo con los secretarios, siendo que
las mismas se efectuaron sólo a los efectos de convencerlos sobre arreglar el monto de la pena.
VI. La Salud Mental en la Provincia de Buenos Aires: Secuestro institucional y
aniquilamiento subjetivo.
El 25 de noviembre de 2010 se sanciona en Argentina la Ley Nacional de Salud Mental N°
26.657. Ésta tiene por objeto asegurar el derecho a la protección de la salud mental de todas las
personas, y el pleno goce de los derechos humanos de aquellas con padecimiento mental que se
encuentran en el Territorio Nacional, reconocidos en los instrumentos internacionales de
Derechos Humanos, con jerarquía constitucional88. A su vez se crea la Dirección Nacional de
Salud Mental y Adicciones89, La trascendencia de la sanción de la Ley Nacional de Salud Mental
posee varios aspectos: 1) Establece a la Salud como Derecho y como tal al Estado como su
garante; 2) Propone la protección de la Salud, superando al modelo asistencialista/paternalista y
así favorece las intervenciones preventivas y estrategias de Atención Primarias de la Salud; 3)
Contextualiza el padecimiento mental a un momento en la vida de ese sujeto, limitando así la
internación también, promoviendo un sujeto vinculado a lo social y a su comunidad.
A pesar de este auspicioso marco normativo, el cambio de paradigma que pretende, y el marco
normativo internacional que nuestro país incorporo en la reforma constitucional de 1994
persisten serios déficits en su implementación y no se han instrumentado practicas ni
dispositivos institucionales suficientes que pongan en vigencia los derechos humanos de
personas con padecimiento mental.
Según datos preliminares del Programa Nacional de Epidemiología en Salud Mental
(PRONESAM) del Ministerio de Salud de la Nación en el año 2001 existían en Argentina 54
instituciones con internamiento crónico: 42 hospitales Monovalentes provinciales, 11 colonias
provinciales y 1 colonia nacional, con un total de 21000 personas internadas en estas
instituciones: 14000 en hospitales monovalentes y 7000 en colonias90. En el sector privado de
88 Art. 2º.- Se consideran parte integrante de la presente ley los " Principios de Naciones Unidas para la Protección de los
Enfermos Mentales y para el Mejoramiento de la Atención de Salud Mental", adoptado por la Asamblea General en su resolución
46/119 del 17 de diciembre de 1991. Asimismo, la "Declaración de Caracas de la Organización Panamericana de la Salud y de la
Organización Mundial de la Salud, para la Reestructuración de la Atención Psiquiátrica dentro de los Sistemas Locales de Salud
", del 14 de noviembre de 1990 y los "Principios de Brasilia Rectores para el Desarrollo de la Atención en Salud Mental en las
Américas", del 9 de noviembre de 1990, se consideran instrumentos de orientación para la planificación de políticas públicas.
89 Según sus fuentes el 21% de la población mayor de 15 años padece algún tipo de trastorno mental. El alcoholismo es la
problemática principal seguido por la depresión mayor, ambas representan el 54%.
90 Según la Investigación Vidas Arrasadas del CELS publicada en 2007, las personas internadas en instituciones psiquiátricas
superaban las 25.000 personas en Argentina.
58
salud un número importante de clínicas psiquiátricas reproduce por lo general el abordaje
hegemónico, bajo modelos tradicionales de atención bajo internación y consultorio externo, sin
que el Estado cumpla sus funciones elementales de regulación y control sobre estos sitios y su
población91.
Aunque existen experiencias que intentaron superar el paradigma hegemonico, en pos de
mejorar la atención en salud mental, (por ejemplo en la provincia de Río Negro o San Luis), son
experiencias aisladas ya que no se ha logrado integrar un panorama coherente de reforma en el
país. Aun coexisten pocos modelos novedosos con la mayoría de modelos regresivos de
atención.
Los componentes de las legislaciones en sectores no específicamente sanitarios también son
importantes para la prevención de trastornos mentales y la promoción de la salud mental, siendo
aspectos que han sido omitidos en la nueva ley y que producen vacíos perjudiciales para lograr
una intervención integral de la salud mental. En ese sentido, es llamativa la ausencia de
respuestas ante problemáticas estructurales de este grupo vulnerado, como son la vivienda92 y el
empleo93.
La legislación sobre salud mental94, por tanto, debe ir mas allá de los cuidados y tratamientos, es
decir, no limitarse a regular los cuidados de salud mental ofrecidos en las instituciones, sino
proporcionar un marco legal95 para tratar temas complejos relacionados con la salud mental,
91
La realidad en las instituciones psiquiátricas en nuestro país y la concepción de salud mental que continúa siendo hegemónica,
esta sostenida desde el modelo clásico de la psiquiatría, que entiende la crisis como una situación de grave disfunción que ocurre
exclusivamente como consecuencia de la enfermedad. Como resultado de esta concepción, se justifica un abordaje que apunta
al aplacamiento de la persona en crisis a cualquier costo: atarla, inyectarle fuertes medicamentos intravenosos que actúan en el
sistema nervioso central a fin de doparla, aplicarle eletroconvulsoterapia (electroshock) y por supuesto institucionalizarla y aislarla
del grupo social. el aislamiento y la medicalización son las herramientas tratamentales hegemónicas y preponderantes. Esto se
concentra en instituciones manicomiales y asilares en donde no solo no se brinda atención a la salud mental sino que se
convierten en instituciones que violan continuamente los derechos de las personas con padecimientos mentales produciendo aun
más deterioros por los que inicialmente se intervino y ocasionando graves e irreversibles daños en ellos. Se convierten en
instituciones de secuestro, en tanto los sujetos que entran quedan desposeídos de sus bienes, vínculos, trabajos, afectos, grupos
sociales, o sea de su identidad, siendo años tras años deteriorados y sin perspectivas de recuperar su vida.
92 La vivienda es de vital trascendencia en lo que se refiere a la integración de personas con trastornos mentales en la
comunidad. La legislación sobre la vivienda debería proteger los derechos de las personas con trastornos mentales, por ejemplo,
evitando la segregación geográfica, dándoles prioridad en el acceso a una vivienda y animando a las autoridades a que se
construyan nuevas viviendas. En muchas situaciones es necesario que las residencias sean asistidas o supervisadas en grados
de complejidad que varían según la autonomía e independencia de los moradores. En las residencias con personas menos
autónomas, se pueden ofrecer cuidados profesionales (médicos, psicólogos, fisioterapeutas, etcétera), al mismo tiempo que, en
las residencias con personas más autónomas, todas las actividades consideradas terapéuticas se podrían realizar con los
recursos sanitarios existentes en la zona.
93 El empleo es un tema clave para la promoción de la integración en la comunidad. La legislación debería proteger a las
personas con trastornos mentales de la discriminación, explotación y despidos improcedentes basados en el trastorno mental.
También existe la necesidad de que se promueva la creación y financiación de programas de rehabilitación laboral. Por el motivo
de que muchas personas que vivieron largos años institucionalizadas no tienen facilidad para conseguir un empleo, o un empleo
con salario suficiente para poder mantenerse, u otra forma de procurarse recursos económicos, el trabajo deja de ser una
actividad terapéutica (prescripta, orientada, protegida), o deja de ser una forma de simple ocupación de tiempo ocioso, o también,
una forma de sometimiento y control institucional, para volverse una estrategia de ciudadanía y de emancipación social, y como
tal debe estar comprendido en la legislación sobre salud mental.
94 Puede apreciarse como la nueva legislación vincula acertadamente la preservación de la Salud con la vigencia de todos los
derechos de los que las personas deben ser depositarios; derechos de los que el Estado es el garante y por lo tanto de quien se
deben señalar abusos como omisiones.
95 Argentina también ha ratificado acuerdos internacionales no vinculantes, que demuestran el acuerdo internacional sobre
modos correctos de intervención en el campo de la salud mental. Entre los instrumentos más destacados se encuentran los
Principios para la Protección de las Personas con Enfermedades Mentales y para la Mejora de los Servicios de Salud Mental (MI
Principles), las Normas Estándar para la Igualdad de Oportunidades de las Personas con Minusvalías, la Declaración de Caracas
(OPS), la Declaración de Madrid (WPA) y otros estándares como la “Ley sobre cuidados de Salud Mental: diez principios
59
incluyendo la accesibilidad a la atención, cuidados de alta calidad, la rehabilitación y el
seguimiento, la integración total de los enfermos mentales en la comunidad, la prevención de las
enfermedades mentales y la promoción de la salud mental en diferentes sectores de la
sociedad96.
Las políticas públicas deben ofrecer condiciones para el proceso de desinstitucionalización de
esas personas97.
En la PBA la ley de salud mental propuesta a fin de adecuarse a la ley nacional, se encuentra en
la legislatura sin avances en su tratamiento.
1. Los inocentes privados de su libertad bajo vigilancia del servicio
penitenciario
Uno de los problemas acuciantes en nuestro país y principalmente PBA, es el de personas
privadas de su libertad que han sido declaradas sobreseídas o absueltas por la justicia, y que se
encuentran encerrados bajo la vigilancia del servicio penitenciario. Si bien se los considera
inimputables por la justicia penal, se disponen “medidas de seguridad” que mantienen a la
persona privada de su libertad bajo custodia penitenciaria.
Sin haber probado culpabilidad ni llevar a la persona a juicio para desvirtuar su estado de
inocencia, la justicia dispone de medidas que las equiparan a quienes están sometidas a proceso
penal. El concepto de “peligrosidad” de un ser humano, es el fundamento de esta medida98.
La medida de seguridad termina constituyendo una pena indeterminada, dependiente de una
decisión subjetiva (la del juez o tribunal), manteniendo al ciudadano en un total estado de
indefensión e incertidumbre.
básicos”, de la Organización Mundial de la Salud, la Declaración de Caracas (OPS), la cual pretende promover servicios de salud
mental integrados en la Comunidad mediante la reestructuración de la atención psiquiátrica que se proporciona en los hospitales
mentales, y en ese sentido sostiene que los recursos, cuidados y tratamientos de las personas con trastornos mentales deben
garantizar su dignidad y sus derechos humanos, proporcionar tratamiento racional y adecuado, y esforzarse por mantener a esas
personas en la comunidad.
96 Las pensiones por invalidez y los subsidios son otras áreas donde la legislación puede ayudar a proteger y promover los
derechos de los enfermos mentales y favorecer además su integración en la comunidad. La legislación civil debería permitir a las
personas con trastornos mentales ejercitar todos sus derechos, ya sean civiles, políticos, económicos, sociales o culturales,
incluyendo el derecho a votar, a casarse, a tener hijos, a tener propiedad privada y disponer de libertad de movimiento y elección
de lugar de residencia. Otras áreas de la actuación legislativa deben incluir la mejora del acceso a los psicofármacos y la
atención a la salud mental en los servicios de atención primaria.
97 Un paso inicial se da con la organización de equipos interdisciplinarios y multiprofesionales, cuyo objetivo es acompañar a las
personas, ayudándolas a construir autonomía e independencia: arreglarse, preparar la comida, leer diarios, oír la radio, ver
televisión, cantar, bailar, pasear por la ciudad, hablar con personas en la calle, ir a la iglesia, jugar al fútbol, etc., y a su vez
trabajar en el caso que lo hubiera con sus referentes vinculares para aceptar, contener y aprender a convivir con la persona que
ha estado institucionalizada. Los equipos pueden seguir acompañando a las personas en los distintos grados de autonomía e
independencia. Existen personas dependientes que no consiguen realizar actividades de la vida cotidiana, pero no por eso
deberían estar en instituciones cerradas.
98 El art. 34 del Código Penal, establece que “en caso de enajenación, el tribunal podrá ordenar la reclusión del agente en un
manicomio, del que no saldrá sino por resolución judicial, con audiencia del ministerio público y previo dictamen de peritos que
declaren desaparecido el peligro de que el enfermo se dañe a sí mismo o a los demás. En los demás casos en que se absolviere
a un procesado por las causales del presente inciso, el tribunal ordenará la reclusión del mismo en un establecimiento adecuado
hasta que se comprobase la desaparición de las condiciones que le hicieren peligroso”. Asimismo la ley 12.256 establece, en su
artículo 24, que el Juez de Ejecución o Juez competente deberá revisar la pertinencia de mantener la medida de seguridad con
una periodicidad no mayor a seis (6) meses. La propia legislación admite que una persona sobreseída o absuelta, siga bajo
disposición de la justicia penal, constituyendo una clara violación de todas las garantías que protegen al ciudadano. Asimismo, el
artículo 34 del C.P. en cuanto establece la “reclusión” en un “establecimiento adecuado”, conduce a que actualmente existan
numerosas personas en esta situación, sometidas a una pena material siendo sobreseídas o absueltas.
60
2. Instituciones Neuropsiquiatrías Penales
Las unidades penales psiquiátricas de la provincia de Buenos Aires se enmarcan dentro de la
lógica general mencionada99.
Los dispositivos de salud mental para personas a quienes se imputa la comisión de delitos,
contiene lógicas de reclusión, de desidia en sus tratamientos, con escasos o nulos esfuerzos
orientados a la progresividad de los pacientes y su re inserción en sus comunidades. Las
instituciones oficiales reproducen y profundizan las lógicas sociales discriminatorias, de
segregación y exclusión, siendo los pacientes de salud mental los más olvidados del sistema. En
muchos casos, provienen de una vida de negación de derechos y extensos procesos de
institucionalización. En la UP 45, nos entrevistamos con personas que estaban detenidas en las
unidades 8 y 33 y terminaron allí con un profundo deterioro. Asimismo en todas las unidades
psiquiátricas hay pacientes que llevan más de 3 décadas en la misma institución.
El complejo psiquiátrico penal en la provincia de Buenos Aires cuenta con 2 unidades específicas
para salud mental y un pabellón para población femenina en la unidad 45. También existen
pabellones en algunas unidades penales generales que brindan tratamientos psiquiátricos. Estas
unidades están clasificadas como Unidad para Crónicos Nº 10, para Agudos Nº 34, y Mujeres el
pabellón psiquiátrico de la UP 45.
En las diferentes inspecciones llevadas a cabo por el CCT de la CPM se observaron situaciones
que atraviesan la lógica institucional denotando un abordaje netamente punitivo para los
pacientes detenidos. Con enfoques hegemónicos que priorizan las terapias que medicalizan y
patologizan al paciente desde un enfoque biologicista, desplazando y subordinando a cualquier
otra perspectiva tratamental. Las personas que mantienen un contacto cotidiano con los
pacientes no son profesionales de la salud, sino agentes penitenciarios con nulos conocimientos
sobre salud y sin capacitación para desenvolverse con personas con diferentes patologías.
En ese sentido el abordaje de los profesionales se encuentra escindido del devenir cotidiano de
los pacientes, de sus estados de ánimo, de su contexto relacional. Psiquiatras y psicólogos no
problematizan la influencia que puedan tener los talleres terapéuticos, las posibilidades de
autonomía, los efectos de los vínculos sentimentales o la carencia de estos; no conocen más
que la “evolución biológica”, no se interiorizan sobre qué talleres o demás actividades realiza el
paciente o como se relaciona con otras personas. Este enfoque del paciente y de la salud mental
es reduccionista y no incorpora las posibilidades de evolución social del paciente, sus
posibilidades de ir creciendo en su autonomía, su contacto (o la falta de él) con sus afectos y con
la comunidad.
En el mismo sentido, los espacios físicos de las unidades psiquiátricas mantienen mecanismos
con lógicas carcelarias que son aún más nocivos en esta población. Existen pabellones con
99
Esta lógica se expresa en años de enfoque paternalista, discriminatorio, segregativo, manicomial, estigmatizante y biologicista
que se extiende en la generalidad de las instituciones que provocan altos índices de desidia institucional y comunitaria,
abandono, medicación descontrolada, internaciones sin control temporal, los cuales conforman un estado lamentable de los
pacientes detenidos. Estas instituciones “absorben” a las personas de los estratos más pobres y excluidos, tanto del sistema
socio económico como de sus propios círculos afectivos.
61
celdas de pequeñas dimensiones, escasa luminosidad, falta de elementos de higiene. Asimismo,
se mantiene una lógica completamente inaceptable para pacientes psiquiátricos. Se sanciona y
castiga a los pacientes ante descompensaciones de sus cuadros mentales y otras conductas que
se consideran disvaliosas desde una mirada punitiva y no tratamental. Aplican penas de
aislamiento durante períodos prolongados, golpes, como así también “chalecos químicos” y
sanciones medicamentosas que inmovilizan al paciente y suspenden su subjetividad. No se
atiende el padecimiento, se castiga la expresión de su sufrimiento y los síntomas que evidencian
su situación.
Este encierro se evidenciaba en la unidad Nº 45, las pacientes que estaban en admisión,
permanecían 23 horas diarias en sus pequeñas celdas, de 3 x 2 mts, sin posibilidad de
recreación, ni de actividades terapéuticas, impidiéndole la salida al patio que se encontraba
contiguo al pabellón, permitiéndole durante esa hora únicamente circular por el pasillo entre
celdas. Con respecto a las sanciones, en esta unidad y ante una descompensación, las
detenidas son encerradas en su celda hasta que desaparecen los síntomas, culpabilizando al
paciente de su padecimiento.
En la unidad 34, el paciente Maximiliano Giménez, relató en noviembre de 2011 que horas antes
de la visita había sido golpeado por 4 penitenciarios, pero que “si te quejás o pedís algo te
inyectan y te dejan como a él”, señalando a Jonathan Pirás Lamas, quien evidenciaba sobre
medicación.
El tratamiento profesional es parcializado y deficiente. Existe una escisión y desinformación entre
las diferentes Áreas de Atención, Seguimiento y Evaluación de los pacientes. Los psiquiatras y
psicólogos, cuentan con una opinión casi soberana sobre ellos y no conforman equipos
interdisciplinarios ni realizan un seguimiento de los inconvenientes que pueda tener el paciente.
Realizan un enfoque donde priman el tratamiento médico y los problemas del paciente desde su
individualidad psíquica. Entre estos profesionales por lo general no se plantean estrategias
conjuntas de abordaje, ni intercomunicación. En el mismo sentido, existen diferentes instancias
de evaluación del paciente que corren por canales estancos. Los mecanismos que tienen el
mayor poder de decisión sobre la posibilidad de una externación se encuentran aún más
escindidos de la cotidianeidad del paciente y aún de los profesionales que mantienen cierta
continuidad con ellos100.
Este enfoque parcializado también produce situaciones peligrosas para la salud de los pacientes,
ya que los profesionales que sistematizan la atención de los pacientes son escasos (en la unidad
45 existe un solo psiquiatra para toda la población) y cuentan con horarios reducidos. Esto
provoca que fuera de los horarios de atención los pacientes quedan a cargo de personal médico
no especialista o enfermeros de guardia, quienes no cuentan con la capacidad suficiente para
abordar correctamente urgencias o situaciones aún más riesgosas101.
100 En ese sentido, en la unidad 10 (que centraliza la medicación entre las 3 unidades psiquiátricas) los profesionales nos
relataban que el Departamento Técnico Criminológico tiene una relevancia fundamental en la posibilidad de externación de los
detenidos, y es quien eleva la información del detenido al Juzgado a partir de la evaluación realizada por el Grupo de Admisión y
Seguimiento. Sin embargo, en estas áreas no hay mecanismos de abordaje conjuntos ni conocimiento recíproco de las
actividades que se realizan, lo que era francamente confirmado por los profesionales.
101 En la U45 por ejemplo, no hay psiquiatras a quienes recurrir durante las noches, ya que sólo queda una guardia pasiva.
62
El enfoque profesional no prioriza (por impedimentos ideológicos o estructurales) una relación
sostenida del paciente con su medio y la comunidad, no estipula tratamientos progresivos para
que el detenido genere un autovalimiento, y como corolario, no se prioriza la temporalidad y
atenuación de la privación de libertad.
En la Unidad 34 durante el año 2011, de 337 pacientes detenidos, 37 tenían regímenes de
salidas en propuestas institucionales, sólo 3 realizaron visitas a familiares, y a únicamente 15
familiares se les costeó los pasajes para que puedan visitar a sus familiares detenidos102.
Uno de los indicadores que permite visibilizar la falta de un tratamiento objetivo y sostenido, son
los criterios de clasificación de los pacientes en las diferentes unidades: en la unidad Nº 45 los
directivos nos informaron que la clasificación en los diferentes pabellones se daba de acuerdo a
criterios de convivencia entre ellos. En la unidad Nº 34 pudimos constatar que se
entremezclaban en los pabellones diferentes patologías. Personas que resultaban
“problemáticas” al personal penitenciario de otras unidades por ser demandantes, con otros
casos que tenían cierta patología (que podía no ser grave) y que un ojo no especializado (como
sería el de los funcionarios penitenciarios) podría calificar como “loco”, con aquellos que
claramente tenían una patología aguda y necesitaban un tratamiento más complejo.
El Poder Judicial, tiene gran responsabilidad ante esta situación de abandono institucional y
perpetuidad en el sistema de encierro. Asimismo adolece de capacitación en las particularidades
y problemáticas de salud mental de las personas detenidas, a la vez que reproducen practicas
como la estigmatización, óptica punitiva, perpetuidad. Esto en la realidad produce una
invisibilizacion de las prácticas violatorias de derechos en los lugares de encierro, produciendo
una omisión en su obligación de seguimiento periódico de los pacientes, en la naturalización por
parte de los jueces de mecanismos “reflejos” que implican un encierro automático y prolongado
por situaciones de escasa relevancia penal y de peligrosidad. Así, en la unidad 45 hemos
encontrado pacientes que llevaban más de 15 años detenidas, siendo la causa por la que se
inicia la institucionalización un hecho ilícito intrascendente como un “intento de hurto”. En igual
sentido, a raíz de una presentación de habeas corpus por parte de este CCT luego de una visita
a la Unidad 10, se dispuso la inmediata libertad de más de 10 pacientes detenidos quienes
permanecían allí a pesar de no existir ningún justificativo legal. También se detectaron gran
cantidad de pacientes que llevan más de 10, 20 ó 30 años privados de su libertad. Todo esto
demuestra que estas unidades son un “depósito de personas abandonadas y estigmatizadas”.
A pesar de que la nueva ley de salud mental estipula la excepcionalidad y transitoriedad de la
privación de la libertad de las personas con padecimientos mentales, estableciendo además la
necesidad de priorizar el fortalecimiento de los vínculos con la comunidad, son necesarios
profundos esfuerzos institucionales para cumplir los objetivos de “desmanicomialización” y
desprisionización. En las unidades no existen talleres interdisciplinarios con seguimiento
profesional, que impliquen metas de autovalimiento, autonomía y responsabilidad en el paciente.
Un ejemplo de ello lo encontramos en la Unidad 34 con que el director de la misma
responsabilizaba a los pacientes por sus padecimientos, patologizando y culpabilizando también
102 El sistema absorbe a los grupos sociales más desfavorecidos, y las unidades psiquiátricas pueden ubicarse a cientos de
kilómetros de sus hogares por el vasto territorio que abarca la provincia.
63
a las familias de los pacientes, manifestando que “la visita suele tener el mismo problema
psiquiátrico que el interno”. Este funcionario refleja la necesariedad de realizar un recambio en
los agentes institucionales, siendo una persona completamente ajena a los conocimientos
básicos de salud mental, y en un acto de sinceramiento sobre la nueva ley de salud mental,
expresó que “esta ley se sancionó para Suiza, es inaplicable”.
Hemos podido comprobar que el uso y la administración de la medicación no son
complementarias con los tratamientos interdisciplinarios, sino que se aplican en la mayoría de los
casos autónoma, abusiva y arbitrariamente, en muchos casos salteando su periodicidad
adecuada, desentendiéndose de los problemas de adherencia (en la UP 45 constatamos los
vómitos de una paciente por la medicación), sobre medicando en muchos casos, y en otros
entregando menor cantidad de medicación.
En la inspección que el CCT realizo en el mes de junio de 2011 a la unidad 34, comprobamos la
falta de entrega de medicamentos, lo que ocasionaba graves descompensaciones, quedando los
pacientes en estado de absoluta vulnerabilidad y padecimiento, generándose un clima de
ansiedad y euforia en la casi totalidad de ellos y produciendo situaciones de autoagresión y
heteroagresión. Como contraste a esto, en la inspección a la misma unidad realizada en el mes
de noviembre, encontrábamos a los pacientes sobre medicados provocando diversos efectos
adversos. Muchos de ellos evidenciaban síntomas de esto, como los pacientes detenidos
Jonathan Piras y Gabriel Cabral, quienes entre otros síntomas presentaban gestos inexpresivos,
sobreproducción de saliva, imposibilidad de articular palabras, temblor en miembros, piel
seborreica, alteración del tono muscular producido por sobredosis de neurolépticos. El psiquiatra
de la unidad manifestaba que los esquemas farmacológicos son parecidos ya que la mala
calidad de la medicación obliga a aplicar dosis altas para potenciar los efectos, incrementándose
así los efectos adversos.
Esta lógica de abandono, produce resultados graves: en el mes de julio de 2011, en la unidad
34, el paciente Valle Arguello se quitó sus ojos con una cuchara producto de una
descompensación de su cuadro, que se provocó por la falta de administración de su medicación
durante varios días.
Otro dato representativo del abandono en las unidades psiquiátricas lo demuestra el alto
promedio de muertes. En el 2011, la cantidad de muertes en la totalidad de instituciones penales
fue de 122 muertes sobre una población aproximada de 28000, lo que arroja un porcentaje de
0,41 muertos cada 100 detenidos. En la unidad 34, las 7 muertes sobre una población de 337,
representan un promedio de 2,07 muertos cada 100, quintuplicando las cifras generales. Esto se
profundiza teniendo en cuenta que de esas 7 muertes, 4 fueron por suicidio, que dan cuenta de
la falta de alivio en los padecimientos de los pacientes. Otros aspectos de este abandono, en la
unidad 45, se visibilizaba en una paciente con más de 1 año con su brazo fracturando
literalmente “colgando”, y una paciente que no tenía ningún conocimiento de su hijo a quien
hacía 3 meses que había dado a luz, desconociendo el estado jurídico y en donde se encontraba
el mismo.
3. Hospitales Públicos de Salud Mental
64
a. Hospital Neuropsiquiátrico: Alejandro Korn. Melchor Romero
Se trata de un Hospital Neuropsiquiátrico monovalente ubicado en Melchor Romero en la ciudad
de La Plata, actualmente tiene 900 personas internadas103.
El Hospital neuropsiquiátrico se encuentra dividido en sectores Agudos, Crónicos y otro de
Clínica. A esto se suma un servicio de Atención en crisis dividido en guardia de psiquiatría y un
Sector de Internación, sólo para población masculina.
Las mujeres no pasan por el servicio de atención de crisis, van directamente a Agudos la cual
tiene 60 camas. Allí se encuentran indiscriminadamente mujeres que están hace 2 días
descompensadas y las que ya están compensadas hace 6 meses. Al no pasar al pabellón de
crisis, no hay intermedio para las mismas.
El sector de mujeres presenta serias dificultades, en agudos tendrían que estar no más de 3
meses y están hasta 2 años. Tampoco tienen un servicio de atención de sub agudos, como sí
posee el Hospital para la población masculina, así cuando se intenta externar a mujeres, surge
la dificultad de no encontrar lugares de internación adecuados para las mismas.
El sector de Sub agudos tiene dos sectores, la Sala Carrillo, única especializada en
alcoholismo y la Sala Ingenieros con capacidad de 50 camas aproximadamente. Asimismo,
la Carrillo se ha convertido en una Sala Mixta, hay diferentes cuadros de adicciones, todos en el
mismo sector.
Se encuentra también el sector llamado de Rehabilitación, comúnmente denominada de “los
crónicos” la misma tiene 16 salas aproximadamente, serían 12 de pacientes varones y 6 de
mujeres, hay aproximadamente 50 pacientes en cada sala, allí hay población que durante
mucho tiempo no recibió atención, con largos períodos de internación, en muchos casos más de
20, 30 y hasta 40 años alojados allí. Hay un solo enfermero por sala para toda esa población
internada.
Hay población de avanzada edad, y una parte de gente de edad avanzada y deteriorada. Se han
registrado casos de personas que llevan 70 años de internación.
Actualmente la Dirección del Hospital logró nombrar un psiquiatra por cada sala, antes iba solo el
enfermero. Hay profesionales que van tres días a la semana. Existe déficit de profesionales
psiquiatras, psicólogos, trabajadores sociales y enfermeros.
También se encuentra una sala de Neurología con 40 camas, denominada Sala “Charcot”, allí
hay población con patologías graves, tales como síndrome de corea, cuestiones asociadas con
deterioro neurológico, este es uno de los sectores con mayores dificultades.
El Hospital posee dos directores asociados, y cada uno está encargado de supervisar cinco
salas104.
103 El Hospital debería alojar personas entre 18 y 65 años, aunque hay población internada que supera dichos límites, asimismo,
recibe población de distintas zonas de la provincia de Buenos Aires, dificultándose su externación y vinculación con grupo de
referencia.
104 El Director general se llama Egidio Melia, el Director de crónicos es Norberto Zelaschi, y Juana Rodriguez, asociada de
crónicos, en Dirección Asociada de Psiquiatría, Melina Lopez Santi, Director Asociado del pabellón 5 (Clinica General), Doctor
Diulio, (todos son psiquiatras).
65
En la de clínicas, se atiende la gente de la zona, es un hospital “general”, la Maternidad funciona
en el Hospital general.
La población con padecimiento mental que tenga alguna lesión o enfermedad es atendida en el
Sector de clínica, pero diferenciada del resto de la población, encontrándose un Sector
denominado Clínica de Mentales.
El Hospital posee celdas de contención, en agudos hombres y agudos mujeres, similares a las
celdas de aislamiento (buzones) del sistema carcelario. Asimismo, se utilizan mecanismos de
contención donde atan a los pacientes en forma innecesaria.
En el Hospital, está el Club Social, para la realización de talleres terapéuticos, funciona en el
predio de Romero del Hospital, es un proyecto de la directora de psiquiatría con una Trabajadora
Social. Van aproximadamente 100 personas. Son dispositivos previos para empezar a salir. Hay
talleres de murga, música, baile, paseo105.
Del Hospital dependen tres casas de externación y/o pre-alta, se trata de tres Centros
Comunitarios con capacidad para 80 personas cada uno, los mismos son: Centro Pichón Riviere,
Franco Basaglia y Casa de Pre Alta, que trabajan externaciones y funcionan como casas de día
con talleres.
Estos centros trabajarían con 240 personas, siendo el total de la población internada en Romero
de 900 pacientes. Los recursos de estas instituciones son relativos, el Hospital alquila, por
ejemplo tres casa de convivencia, ellas dependen de pre alta.
La casa donde funciona Pre-alta es propia del Hospital, el lugar donde funciona Pichon Riviere y
Franco Basaglia son alquilados106.
En relación a la coordinación entre las Unidades Penales Psiquiátricas y el Hospital existe un
acuerdo entre el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires con el Servicio
Penitenciario Bonaerense, que prevé que las personas al cesar la medida de seguridad
penitenciaria, sean trasladas al Hospital. De esta manera, hay una “Junta Evaluadora de
Presos”.
En general la población que va para ser evaluada por dicha Junta, llegan sin documento, el
legajo no tiene ni una hoja, no tiene historia clínica. A veces están bien medicados, a veces mal,
a veces sin medicación. No cuentan con recursos, en ocasiones tienen un peculio.
Aproximadamente la Junta se reúne cada 15 días. Ingresan aproximadamente cuatro o cinco
personas por mes.
Síntesis de las dificultades más importantes: 1) Ausencia de equipos multidisciplinarios en
todas las Salas. 2) Ausencia de tratamientos que aborden los padecimientos mentales por los
cuales se los interno. 3) Privación de la libertad, ya que hay personas que llevan más de 60 o 70
105 Su creación es reciente y sirvió para conocer situaciones que podían ser trabajadas. La población que asiste allí van desde
los pabellones de crónicos.
106 La vivienda es un aspecto central y sumamente problemático para lograr la externación, se organiza a partir de generar la
unión de un grupo de pacientes planificando su convivencia juntos, el tema es que generalmente no se quiere alquilar la casa a
personas con padecimiento mental y que han estado internados en Melchor Romero. Pues por lo mismo, se ven en la necesidad
de acudir al sistema de las pensiones, donde quedan expuestos a situaciones de vulnerabilidad.
66
años en la institución sin revisión de su estado de salud, su situación judicial, habiendo Historias
Clínicas que no se evolucionan por décadas. 4) Ausencia de recursos humanos y materiales
para trabajar el proceso de externación en el Hospital y fundamentalmente en las Casas de
Externación. 5) Falta de formación adecuada de muchos enfermeros para atender a personas
con padecimiento mental. 6) Situaciones de vulnerabilidad de las personas externadas y alojadas
en pensiones sin condiciones básicas de vivienda y necesarias para la continuidad del
tratamiento indicado. 7) Dificultades con Curaduría para el cobro de pensiones de los pacientes,
bajo el fundamento de no encontrarse aptos para el manejo de dinero por sí solos. Tampoco se
les provee de lo necesario y no tienen posibilidad de recuperar su dinero que en muchos casos
es apropiado por otros agentes de la institución. 8) En el Hospital los pacientes suelen estar en
un patio sin actividades de ningún tipo. 9) Denuncias de violación que no son contempladas e
incluso los profesionales del pabellón clínico no las quiere revisar porque dice que no les
corresponde. Cuando está de por medio “la locura” siempre se pone en cuestión la palabra del
internado. 10) Mujeres internadas embarazadas, que luego de tener su hijo se los arrebatan sin
explicaciones. E incluso mujeres que han quedado embarazadas durante el estadio de su
internación reiteradamente. 11) Situaciones de extrema vulnerabilidad. El Hospital tiene sus
puertas abiertas, así accede gente, que ofrecen tener sexo a cambio de dinero, jabón, entre
otros elementos que necesitan para su vida cotidiana. 12) Gran resistencia de los profesionales
para trabajar desde la ley de Salud Mental, especialmente los profesionales médicos. 13)
Condiciones edilicias de gran deterioro.
Antecedente de presentación realizada por El Comité contra la Tortura sobre
agravamiento de condiciones de internación en el Hospital:
En Septiembre de 2008 el Comité contra la Tortura recibió una denuncia del Hospital
Neuropsiquiátrico Alejandro Korn que enunciaba una “situación desoladora” en el Hospital,
precisando casos de abandono hacia las pacientes, situaciones de violencia por parte del
personal de enfermería, haciendo especial referencia al abandono general de las pacientes
alojadas en la Sala G del mismo, indicando el agravamiento de dos pacientes en particular:
Formulai Jacqueline y Mena Ester. Jaqueline se encontraba lesionada producto de haberse
tirado de uno de los techos del Hospital, al intentar de suicidarse. Ester se presentaba
extremadamente delgada, con signos de desnutrición, luego de muchos los años de internación.
Se inicia acción de habeas corpus, explicitando los hechos denunciados ante el Juzgado de
Garantías NC 2 de La Plata, quien rechaza la acción de habeas corpus. Sin embargo las pericias
aportan claridad sobre los padecimientos de las personas allí alojadas107.
107 Los peritos psiquiatras de la Asesoría Pericial informaron que: “…en la mayoría de los casos los pacientes permanecen
durante años, quizá toda su vida, en el hospital por no contar con un medio familiar propio o sustituto que pueda contenerlas y
alojarlas eficazmente, permanecen internadas en salas pabellonadas, comunes, lo que las condiciona a mantener una calidad de
vida de características particulares… Es notoria la diferencia existente entre la Sala G, carente de profesional de cabecera, y las
Salas F y Maldonado, advirtiéndose que en los últimos casos mencionados, las pacientes se encuentran con un mejor estado de
higiene, más prolijas y contenidas. La documentación (historias clínicas; carpetas de medicación) se halla más ordenada y con
evoluciones actualizadas.” Los peritos arquitectos: “existe deterioro en revestimientos de baños, mal estado de lavadero, mal
estado de baño externo, en relación a la Sala F se establece el mal estado de revoques por filtraciones, mal estado de baño
externo y con respecto a Sala Maldonado: mal estado de baños generales de la sala, revestimientos de piso y pared, carpintería,
artefactos, griferías y accesorios, instalación eléctrica con deficiencias, pileta de patio con tapa bajo nivel de piso en pasillo de
importante riesgo ambulatorio. En relación a las tres salas: falta de mosquiteros en ventanas, falta de pintura exterior e interior,
cedimiento en los pisos generando pendientes e irregularidades, filtraciones”.
67
Al rechazar el habeas corpus el juez consigno que “…si bien la situación de las pacientes no es
la ideal, tampoco habilita la procedencia de la acción en tratamiento…las carencias
presupuestarias no pueden justificar las deficiencias constatadas, que ponen al Estado Provincial
al límite de transgredir aquellas normas internacionales que aseguran la dignidad de las
personas (arts. 5 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y 10 del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos). En consecuencia merecen urgente tratamiento por
parte de las autoridades competentes, en el caso el Ministerio de Salud Provincial, para que la
subsanen….se han advertido incumplimientos a las normas que rigen la internación y
externación de los enfermos mentales allí residentes, como fallas en los sistemas de contralor.
Puede concluirse que poco ha servido la instalación de una Oficina Judicial en el Hospital,
puesto que se advierten graves falencias en cuanto a la comunicación que debe existir con los
jueces que ordenaron la internación…”
b. Hospital Neuropsiquiátrico Interzonal José Estévez
Se trata de un Hospital monovalente, de atención neuropsiquiátrica de mujeres a partir de los 18
años de edad. El mismo se ubica en la localidad de Temperley, Lomas de Zamora.
Se encuentra dividido en servicios y dentro de las mismas se encuentran diferentes Salas, está
el servicio de Emergencia o Admisión, esto sería el polo de “agudos”, con 30 camas, el
período de internación es entre quince días y un mes de internación, en ese mismo servicio se
encuentra la sala “Ayersa”, generalmente allí se encuentran los que estuvieron un mes en
Admisión y por cuestiones de su patología o problemáticas familiares se quedan un tiempo más
(lo más breve posible) en dicha Sala, en pos de trabajar la externación y tratamiento ambulatorio.
En dicho Servicio también funciona la guardia de 24 hs de psiquiatría con guardia clínica,
consultorios externos y el hospital de día.
Así también se encuentra el Servicio llamado de “Crónicos”, donde están las Salas, 1, 2, 3, 4,
Sala Devoto y Sala Bosh, las internaciones son de mediano y corto plazo, sin embargo varían
entre seis meses y cuatro años, aproximadamente.
Existe el Servicio denominado “Gerontopsiquiatría” con Salas de largo plazo de internación,
allí están las salas 5, 6, 7, 8 y 9, la mayoría de las veces hace de asilo.
Hay un médico cada 80 pacientes, un grupo de enfermeras, tres por turno, en algunas salas hay
psicólogos en otras no. No hay trabajador social en cada sala. En la misma (bajo servicio de
internación) hay 800 pacientes internadas aproximadamente, muchos internados desde hace
mucho tiempo, 40 o 56 años de internación, por ejemplo, sin salidas, ni visitas de familiares.
El Hospital también cuenta con Servicio de clínica médica, laboratorio, servicio social, servicio
legal para trámites judiciales y estadística. El Servicio Social se creó recién este año
organizadamente, antes dependía de médico legista, por lo cual las intervenciones dependían de
su autorización. Recientemente el Servicio social comenzó a organizar su trabajo por
68
programas108. Dentro del Hospital también hay un centro de día donde hay talleres, una iglesia y
otras actividades.
Asimismo, se puede mencionar la existencia por fuera del Hospital del PREA- Programa de
Rehabilitación y Externación Asistida-109.
En relación a la modalidad de funcionamiento de los Servicios, en Admisión se trabaja desde un
equipo interdisciplinario110.
La persona que ingresa es evaluada por la guardia de psiquiatría, quien si fuera necesario
interna en Admisión111. Desde el día próximo a la internación comienza a intervenir el equipo de
admisión que evalúa no sólo a la paciente sino también la situación social, contención familiar,
posibilidad de externación en el corto plazo, continuidad del tratamiento ambulatorio, búsqueda
del lugar para continuar dicho tratamiento. Con ello se responde el requerimiento pautado,
contesta el art. 625112, las intervenciones se basan en las entrevistas individuales con la paciente
y con sus familiares y/o allegados.
En relación a cómo ingresan las mujeres se puede considerar que actualmente hay tres o cuatro
ingresos por día, por derivación de otros hospitales, por “oficio judicial”, a partir de encontrase en
situación de calle perdidas y tras pericia psiquiátrica se determina su internación allí, (si hubiera
criterio psiquiátrico de internación), estos son trasladados hacia el Hospital por la policía. Por
voluntad propia suelen llegar, son las menos, pero las hay.
En el último tiempo han ingresado muchos por problemas de adicciones, la Sala 1 de Crónicos
es la que más trabaja la temática de Adicciones, se admiten personas especialmente jóvenes
(hasta 50 años de edad). La Sala 2 tiene personas con oligofrenia, sala 3 y 4 psicosis crónica.
Las salas de la 5 a la 9 gerontopsiquiatría.
108 Programas: a.- centro de orientación: funciona por guardia, se orienta para la tramitación de certificado de discapacidad,
pensiones, trámites legales por curadurías o tenencias. Se realizan desde allí trámites por DNI, fallecimientos, cobros de
pensiones de pacientes internadas, “mensajería” por correo (las mujeres internadas pueden enviar cartas a sus familiares). Es un
Centro ligado a los recursos y su gestión. b.- programa de identidad: se trabaja especialmente a partir de la documentación de las
pacientes, generalmente también con los que llegan como NN, en la identificación de esa persona y la búsqueda de familiares de
los mismos. c.- programa de inserción comunitaria sustentable, a través de las mujeres que ya están internadas se trabaja para
su externación en el intento del fortalecimiento de sus vínculos y gestiones que aún estén pendientes respecto a beneficios para
estas personas (ejemplo: reacondicionamiento de la vivienda, búsqueda de un tratamiento ambulatorio por la zona de residencia
de la mujer, etc.). d.-programa de seguimiento de pacientes internadas o ambulatorias, vinculándose, generando o fortaleciendo
redes comunitarias.
109 Se trata de casas de pre-alta, las alquila el Hospital, son alrededor de 10, tienen capacidad para que cuatro o cinco personas
convivan en las mismas, se encuentran localizadas en Temperley, Lomas de Zamora, y localidades cercanas. Funciona con un
equipo armado en el Centro de Día “Libremente” el cual es abierto a la comunidad, está a unas quince o veinte cuadras del
Hospital, hay psicólogos, enfermeros, psiquiatras, y un trabajador social.
110 Trabaja un médico psiquiatra y un psicólogo y también trabajadora social, hay residentes y también voluntarios. Es el
Servicio que cuenta con más cantidad de profesionales junto con la sala de “Ayersa” que sería como una continuidad de
admisión.
111 Muchas personas simplemente consultan, se calcula un promedio de entre 10 o 15 consultas diarias (masculinas y femeninas)
de los cuales no todos son internados, sino que se le propone tratamiento ambulatorio y dentro de las posibilidades se les brinda
información al respecto.
112 El Artículo 625 del código obliga al profesional interviniente dar una respuesta al juzgado que tiene el expediente dentro de las
48 horas de librado el oficio judicial, sobre la necesidad o no de la internación de una persona. De lo contrario se supone que la
internación es una “privación ilegal de la libertad”. La respuesta al juzgado o tribunal consta de la siguiente información: datos
personales, responsable a cargo, diagnóstico presuntivo, pronóstico, necesidad o no de internación, régimen aconsejado de
tratamiento, evaluación psiquiátrica (lo firman un psicólogo y un psiquiatra o 2 psiquiatras). Todos los ingresos son reportados al
juzgado interviniente (aunque no hayan ingresado con oficio judicial).
69
En relación al tema de adicciones, están ingresando por consumo de paco.
En relación a la derivación y/o contacto para la externación, los CPA (Centro de Prevención de
Adicciones), no siempre aceptan a personas que ya han tenido o tienen internación psiquiátrica,
por lo cual no hay recursos en la comunidad que habiliten a trabajar la temática de manera
conjunta “interinstitucionalmente”.
Síntesis de los problemas más importantes: 1) Ausencia de recurso humano suficiente, los
residentes tapan “agujeros”, 2) No hay equipos completos en todas las salas, 3) Las condiciones
edilicias no son totalmente adecuadas. 3) Alto índice de re internaciones, la mayoría vuelve a
internarse o ingresan ya habiendo tenido internación previamente, surge por problemas de
contención familiar, “adherencia” al tratamiento, por dificultades de atención fuera del Hospital,
por lo general se van con tratamiento ambulatorio, el tema es que no siempre se van de esa
manera, por lo tanto se da el alta cuando tienen el tratamiento ambulatorio, mientras tanto se los
atiende en el hospital. 4) La mayoría de los pacientes no tiene obra social, no siempre es fácil
encontrar quien atienda y sostenga el tratamiento luego de la internación. 5) Salvo la sala de
Admisión no se trabaja en forma interdisciplinaria en ninguna otra. 6) Dificultad y casi ausencia
de atención de cuestiones de salud general, hay una sola ginecóloga y carece de profesionales
de clínica médica. 7) El Hospital es un Neuropsiquiátrico, pero no hay ni un neurólogo. 8) Gran
cantidad de años de internación de las mujeres en el Servicio de Gerontopsiquiatría, por ejemplo,
mujeres internadas más de 50 años.
Antecedentes de presentación realizada por el Juez integrante del Tribunal Colegiado de
Instancia única del Fuero de Familia N° 2 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora.
En el caso se ilustran la ausencia de recursos y condiciones básicas para la internación de
mujeres. El día 09 de marzo de 2011 se realiza presentación ante la Comisión Provincial por la
Memoria por parte del Dr. Jose Imperiale, mediante la cual se comunica la visita realizada al
Hospital Estévez Sala Bosh.
De dicha visita surge que la cantidad de pacientes internados son 92, cuentan con un médico
clínico que asiste los días martes y jueves, los enfermeros se distribuyen entre dos y tres por
cada turno de seis horas. Hay una sola médica ginecóloga para todo el Hospital. La sala se
encuentra conformada por dos salas habitaciones, una sala de estar y una sala comedor.
Asimismo, le faltan unas 50 frazadas, las almohadas no tienen fundas, las mesas y sillas están
rotas, en la sala de estar se observa perforación en el techo por donde los días de lluvia filtra el
agua. En cuanto a la entrega de medicación manifiesta inconvenientes para su adecuada
provisión.
c. Hospital “Dr. Domingo Cabred” de Open Door
En el mes de noviembre de 2011 este establecimiento alojaba 1.042 personas. Se ha señalado
en reiteradas oportunidades, como un dato llamativo, la gran cantidad de personas que fallecen
en dicho establecimiento así como también las deficientes condiciones de alojamiento. Conforme
lo refleja “Vidas arrasadas: La segregación de las personas en los asilos psiquiátricos
argentinos”, llevada a cabo por el Centro de Estudios Legales y Sociales y el Mental Disability
Rights Internacional (MDRI), publicada en 2007 : En el Hospital Interzonal Psiquiátrico Colonia
Dr. Domingo Cabred (Hospital Cabred), en la provincia de Buenos Aires, tres personas fueron
halladas muertas dentro y en los alrededores del nosocomio durante los primeros seis meses de
2005. El primero de los cuerpos fue hallado en el bosque, el segundo en un campo y el tercero
en un depósito abandonado en las instalaciones del hospital. Las autoridades determinaron que
el tercer individuo había muerto entre cinco y diez días antes del descubrimiento del cadáver.
70
También en el Hospital Cabred, hasta el año 2006, se venían produciendo aproximadamente 70
muertes por año, de una población de 1200 hombres. La proporción de muertes era cuatro veces
más alta durante los meses de invierno que durante el verano. Las autoridades atribuyeron estas
muertes a la supuesta “edad avanzada” de las personas internadas y no ofrecieron explicación
alguna por el aumento estacional de los decesos.
En marzo de 2011 se remite a la Comisión Provincial por la Memoria copias de la presentación
realizada por la Jueza Integrante del Tribunal Colegiado de Instancia única del Fuero de Familia
Nº 2 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora, Doctora María Almeida, mediante la cual
se comunica la visita realizada al Hospital Interzonal Dr. Domingo Cabred de Open Door,
ubicado en Lujan. Este establecimiento alojaba el año 2011, 1.250 pacientes.
La misma se realiza en pos de conocer la situación y condiciones de internación de una persona
alojada allí (Agopian Ricardo), por lo cual se establece contacto con el Pabellón 2 a fin de
conocer el paciente allí internado y conocer las condiciones del lugar.
En relación al pabellón nombrado, en la presentación realizada se menciona que cuenta con 82
pacientes, en el mismo trabajan dos enfermeros y uno que va los martes. Los días lunes y jueves
asiste la médica clínica. Hay talleres de huerta y alfarería. El personal del lugar manifiesta que
hace dos años que no va nadie a limpiar por la tarde y que cuentan con pocos insumos.
El paciente nombrado se encuentra internado desde el año 2008 en el lugar, concurre al taller de
alfarería por el cual recibe un peculio de $25 por mes. La responsable de la internación es su
hermana, pero nunca se ha tenido contacto con ella desde la Colonia, sólo realizó dos salidas
con su hijo durante todo el período de internación.
Se evidencian falencias en la estructura hospitalaria que vulneran la internación del causante en
su lugar de internación.
A partir de la visita realizada por la nombrada dispone intimar al Director de la Colonia para que
en el término de cinco días verifique el estado y condiciones de alojamiento del paciente citado,
debiéndose instrumentar en forma inmediata las disposiciones que resulten necesarias a efectos
de revertir dicha situación y asimismo con el fin de evitar la internación prolongada más allá de
los fines terapéuticos se dispone la intervención del Defensor Especial y Asesor de Incapaces
quien en el término de cinco días debe tomar contacto con el personal del establecimiento donde
se encuentra internado Agopian Ricardo.
VII. Análisis sobre la normativa penal y contra la tortura
1. Reformas legislativas regresivas al sistema penal. Necesidad de
democratización de la justicia
La situación actual en PBA está enmarcada por el aumento de la persecución penal, de la
prisión preventiva de las personas privadas de su libertad y los procedimientos de
aceleración de condenas sin garantías: Juicio Abreviado y proceso de flagrancia
Desde el año 2003 a la fecha, nuestro país atravesó por un proceso de reformas en materia
penal que acentuó el quebrantamiento de las garantías constitucionales.
71
Con la reforma sancionada en el año 2003, respecto de la modificación del artículo 41 del Código
Penal, en cuanto a nuevas agravantes incorporadas, se da inicio a una transformación sin
precedentes del sistema penal, en lo relativo a la elevación de los montos punitivos. Las leyes
25.767 (Modificatoria del artículo 41 CP, agravantes), 25.882 (Agravantes para el robo,
incorporación del agravante para arma cuya aptitud para el disparo no se encuentra
debidamente acreditada), ley 25.886 (Portación y tenencia de arma), 25.892 (Que excluye la
posibilidad de acceder a la libertad condicional para ciertos delitos y mantiene la exclusión del
derecho a los reincidentes), ley 26.734 (Agravante para la figura abstracta de terrorismo), son
algunas de las tantas reformas tendientes a acrecentar el monto de la pena y criminalizar cada
vez más conductas, muchas de ellas abstractas y vinculadas de manera directa a la doctrina del
derecho penal de autor.
Sumado a la reforma del código sustancial, se encuentra la del sistema procesal, tanto nacional
como provincial, que coherente con la intención del legislador de acrecentar el poder punitivo,
abre camino a nuevas formas de enjuiciamiento penal que encuentran como únicos objetivos:
penas y condenas severas de efectivo cumplimiento, sin una mínima preocupación por parte del
Estado por la averiguación de la verdad, fin último del derecho penal.
El caso de la Provincia de Buenos Aires es el claro ejemplo de dicha situación: los institutos de
Flagrancia, ley 13.811, y Juicio Abreviado, ley 13.943, no son más que la demostración de que el
Estado tiene urgencia por condenar rápido, con escasa, o nula, investigación e intervención de la
defensa en juicio y violentando los más elementales principios consagrados por nuestra
Constitución y Tratados Internacionales de igual Jerarquía: el Principio de inocencia y el debido
proceso.
También coherentes en esta dirección, nuestros legisladores han sancionado reformas en lo que
hace al régimen de personas sin condena que se encuentran privadas de su libertad. La
incorporación de nuevas figuras para el análisis de la concesión de la excarcelación por parte del
órgano jurisdiccional (Ley 14.128) demuestran como la Provincia de Buenos Aires se aparta aún
más de las reglas objetivas que deben primar para el dictado de la prisión preventiva
(averiguación de verdad y no entorpecimiento de las investigaciones), utilizando los montos de
pena en expectativa, y los parámetros abstractos vinculados al derecho penal de autor, para
privar de la libertad a un ciudadano.
El resultado de todo lo expuesto, lo vemos plasmado en el aumento de la población penitenciaria
con el consecuente incremento de la cantidad de personas inocentes privadas de su libertad;
sumado a que lejos de reducirse las cifras de causas sin resolución, las mismas se han elevado
de manera notoria, agigantándose, aún más, el poder punitivo del estado y con ello la violencia
institucional sobre los ciudadanos.
2. Reformas indispensables para la democratización del Poder Judicial en la
Provincia de Buenos Aires
En el marco del diagnóstico sobre torturas y otros tratos crueles, inhumanos y degradantes que
se realiza en el presente informe, resulta preocupante el desempeño del Poder Judicial de la
Provincia de Buenos Aires, como garante del acceso a la justicia y la tutela de derechos
mediante control jurisdiccional.
La ausencia de avances en las investigaciones sobre casos de torturas y apremios no son el
resultado de actitudes y decisiones aisladas de los operadores judiciales, sino de deficiencias
estructurales que la reforma judicial de la Provincia no ha podido superar.
72
Selección de magistrados
Uno de los aspectos fundamentales que determinan este funcionamiento, es el proceso de
Selección de Magistrados y Funcionarios.
La reforma de la Constitución de la Provincia de Buenos Aires, operada en 1994, incorporó como
previsión la creación del Consejo de la Magistratura como organismo encargado de seleccionar
los postulantes mediante procedimientos que garanticen adecuada publicidad y criterios
objetivos predeterminados de evaluación, privilegiando la solvencia moral, la idoneidad y el
respeto por las instituciones democráticas y los derechos humanos113.
No obstante la importancia de esta previsión, la reglamentación operada por la ley de creación
como la reforma de 2006 (Ley 11868) han determinado el fracaso de este organismo y del
procedimiento en general en lo que respecta a su transparencia y participación ciudadana.
Las principales críticas que pueden hacerse al mecanismo de selección son:
a- Preponderancia de Representación Política: de los 18 miembros, 10 corresponden al
poder ejecutivo y legislativo. Solo dos de estos representantes (legisladores) provienen
de la Minoría. Por lo tanto, a la preponderancia de la representación política, se suma la
hegemonía del partido de gobierno. Por otro lado, la mayoría que se exige para
conformar la terna es de dos tercios, por lo tanto el poder político solo necesita
conseguir dos votos114.
b- Discrecionalidad en la confección de las ternas. Para la confección de la terna el consejo
no está obligado a respetar el orden de mérito en los exámenes. De modo tal que entre
todos los concursantes que aprobaron puede elegir discrecionalmente evitando el orden
de mérito.
c- Las ternas se elevan por orden alfabético y no de mérito: esto permite al poder político
evitar las explicaciones que deberían dar por elegir un candidato cuyo orden de mérito
es inferior.
d- No se trata de un concurso: quienes aprueban el examen, conservan esta condición por
dos años y por lo tanto, aun no habiendo obtenido mayor puntaje que otros
“concursantes” permanecen en condición de posibles ternados.
e- Limitaciones a la publicidad del procedimiento: Si bien el reglamento prevé en su artículo
16 una instancia para la impugnación de los candidatos en la etapa de inscripción, este
mecanismo es insuficiente y se encuentra limitado por la resolución N° 279 (12/11/2001)
que establece que “La información contenida en los legajos es información sensible y
reservada y recibida bajo la más absoluta confidencialidad”. Esto ha generado un
completo hermetismo respecto al contenido de la información que permitiría realizar
algún juicio respecto a los aspirantes. Por otro lado, si bien la previsión constitucional del
113
Artículo 175 Constitución de la Provincia de Buenos Aires.
En cuanto a su composición, el artículo 1 de la ley 11868 establece que el mismo estará conformado por dieciocho miembros,
de los cuales cuatro representan al Poder Ejecutivo, cuatro al Poder Legislativo, cuatro a los Colegios de abogados y cuatro a los
magistrados.
114
73
artículo 173 establece como principio la publicidad del procedimiento, no se ha legislado
la celebración de audiencias públicas.115
Autonomía de la defensa:
El enfoque de política criminal en los últimos años en la provincia de Buenos Aires ha
profundizado el sentido clasista de la persecución penal, orientando de manera exclusiva la
persecución penal hacia sectores marginales que el propio sistema económico ha generado.
Esto ha sido determinante en el diseño de las estructuras encargadas de la persecución del
delito como de las encargadas de la defensa pública.
En este sentido, la actual ley de Ministerio Público (12061) coloca en cabeza de la Procuración
General el diseño de políticas y la administración de los cuerpos de profesionales encargados de
la investigación y la defensa. Esto constituye una clara disfuncionalidad que atenta contra la
garantía de defensa en juicio y el principio de autonomía de la defensa pública.
Esta disfuncionalidad ha generado un evidente desfasaje de recursos entre fiscales y
defensores, colocando a estos últimos en inferioridad para desempeñar su función. Asimismo ha
deteriorado el servicio de defensa pública, que en la provincia de Buenos Aires ronda el 90% de
los casos llevados a instancia judicial.
De modo tal que, si bien es destacable que la Provincia de Buenos Aires cuente con defensores
de carácter público, es necesario resaltar que la ausencia de autonomía de la defensa conspira
contra la garantía de defensa en juicio en los términos del artículo 14 del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos.
Asimismo debe destacarse que la falta de implementación de un Ministerio Público de la Defensa
que garantice esta autonomía, deteriora el adecuado desempeño de la tarea fundamental de
fomentar la promoción y protección de derechos de los sectores más vulnerables. El trabajo
cotidiano de los defensores bonaerenses muestra una importante falta de homogeneidad en los planteos
de los distintos Departamentos Judiciales. Además, si bien en forma individual algunos defensores
desarrollan estrategias de mucha creatividad e inteligencia, no son replicadas en otras jurisdicciones.
Esta falta de autonomía, a su vez provoca que los defensores públicos más activos resulten vulnerables a
las presiones de la Procuración General y del Poder Ejecutivo provincial.
El Poder Ejecutivo buscó entorpecer los procesos judiciales abiertos respecto de tortura y malos
tratos en las cárceles bonaerenses apuntando contra el trabajo de la defensa pública.
Un caso paradigmático fue el de un habeas corpus en favor de las personas alojadas en la Unidad
Penitenciaria 44 de Batán (departamento judicial de Mar del Plata), interpuesto por la defensora general
de Mar del Plata Cecilia Boeri. Allí, el Subsecretario de Política Criminal e Investigaciones Judiciales
César Albarracín se presentó en la causa con una nota descalificando directamente a los defensores
públicos.
El representante del Poder Ejecutivo afirmó por escrito que el Ministerio de Justicia y Seguridad provincial
“toma conocimiento diario de situaciones que podrían verse como deficiencias de gestión de la Defensa
115
A nivel nacional la celebración de audiencias está prevista en los decretos 222 y 258.
74
Pública de Mar del Plata, que – en última instancia – pueden interpretarse como un agravamiento en las
condiciones de detención de los detenidos alojados en el sistema”. A su vez, acompañó 15 actas en las
que internos se quejaban de la actuación de sus defensores. Así, el Poder Ejecutivo pretendió
intimidar a los defensores públicos para que abandonen la judicialización de los casos de
agravamiento de las condiciones de detención que llegan a su conocimiento.
Policía judicial:
La direccionalidad dada a las políticas criminales ha sido favorecida también, por la falta de
implementación de la Policía Judicial, como organismo de investigación especializado,
dependiente del Poder Judicial.
No obstante la previsión constitucional que exige su creación116 y lo establecido por la ley 12061
del Ministerio Público Fiscal, la Policía Judicial no ha sido implementada. El paso del sistema
inquisitivo al acusatorio, contemplaba como uno de sus pilares colocar en cabeza del Ministerio
Público Fiscal la investigación, separando esta actividad de la de control de garantías y
juzgamiento en la etapa de juicio oral. La ausencia de la policía judicial ha determinado una
delegación absoluta de la actividad investigativa en las policías dependientes del Poder
Ejecutivo. Este ha sido un factor determinante para limitar al Ministerio Público Fiscal en su
función de dirigir la investigación de los delitos. La otra cara de la moneda es la acumulación por
parte de la policía bonaerense de funciones propias del poder judicial, las que se superponen
con su actividad principal que es la prevención del delito.
Uno de los objetivos centrales que determinan la necesidad de crear un Organismo Judicial de
Investigación, es el cambio de paradigma en la investigación criminal. Para que este cambio
opere es fundamental sustraer la investigación criminal de prácticas arbitrarias e ilegales y
colocarla bajo criterios de profesionalización, racionalidad y apego irrestricto a las garantías
constitucionales y los Derechos Humanos. La delegación de la tarea investigativa en la policía
bonaerense ha conspirado contra este cambio de paradigma, tanto por las prácticas y
mecanismos ilegales desarrollados, como por la disfuncionalidad para la implementación del
sistema acusatorio. Desde la participación activa y coordinada de la policía de la provincia de
Buenos Aires en los crímenes cometidos durante la última dictadura militar, pasando por la
maldita policía de los noventa, hasta llegar a la actual estructura de la fuerza policial más grande
del país, hay un dato incontrastable que es su participación en el delito, su respuesta corporativa
y su directa relación con el poder político territorial. Atravesada por estas características, la
intervención de la policía bonaerense en la investigación de supuestos delictivos, se ha
caracterizado tanto por su relación con la actividad delictiva, como por la ineficiencia y falta de
profesionalismo. A esto se suman casos sobre avasallamiento de garantías constitucionales
como detenciones arbitrarias o ilegales, ejecuciones o uso letal del la fuerza y torturas y tratos
crueles, inhumanos o degradantes. El desarrollo de estas prácticas, ha conspirado contra el
derecho de acceder a la verdad mediante una investigación seria y respetuosa de las garantías
constitucionales. Por otro lado, la intervención de las policías dependientes del poder ejecutivo
116
Artículo 163 de la Constitución de la Provincia de Buenos Aires.
75
en la investigación delictiva, constituye una disfuncionalidad para la correcta división de poderes
y el funcionamiento del sistema acusatorio.
Debe destacarse como avance en este sentido que, en el curso del presente año, el Poder
Ejecutivo de la Provincia de Buenos Aires, ha remitido al Honorable Senado provincial, un
proyecto de ley para la implementación de la Policía Judicial. El proyecto enviado toma en gran
medida el que fuera formulado por la Comisión Provincial por la Memoria, en el marco del
espacio Convergencia para la Democratización de la Justicia117.
La creación de este organismo, será un paso importante para orientar la persecución penal hacia
el crimen organizado y los delitos complejos, como así también para propiciar el avance de
investigaciones en las que se encuentren involucrados miembros de las fuerzas de Seguridad,
fundamentalmente casos de torturas y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes.
117 La Comisión Provincial por la Memoria, en el marco de su Programa de Justicia y Seguridad Democrática, elaboró un
anteproyecto para la creación de la Policía Judicial. Considerando fundamental el aporte de otros actores, se realizaron más de
diez encuentros y jornadas de trabajo de las que participaron Fiscales, Defensores, Jueces, académicos, referentes políticos y
sindicales, Colegios de Abogados y Organizaciones de Derechos Humanos. Estos encuentros nutrieron al proyecto con gran
cantidad de aportes y posibilitaron la elaboración de 14 puntos de Consenso para la Implementación de la Policía Judicial en la
Provincia de Buenos Aires. Dados a publicidad, estos 14 puntos, recibieron la adhesión de un amplio espectro de sectores
políticos, organizaciones sociales y de Derechos Humanos, académicos, colegios profesionales, organizaciones sindicales,
integrantes del Poder Judicial y personas de la sociedad civil en general (Ver los 14 puntos del documento “Consensos para la
implementación de la Policía Judicial” en http://democratizaciondelajusticia.wordpress.com/. También se encuentran en este
sitio las adhesiones al documento). Tanto el proceso de elaboración del proyecto como la incorporación de estos 14 puntos en
su estructura, dotan al proyecto de un amplio consenso entre distintos sectores y referentes que serán determinantes en el
proceso de creación, implementación y control de la Policía Judicial2.
76
Descargar