Las almas repudian todo encierro

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CUADERNOS PARA VOLVER A CARRILLO
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Salud Mental
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CUADERNOS PARA VOLVER A CARRILLO
CUADERNOS PARA VOLVER A CARRILLO
la salud pública argentina escrita por trabajadorxs
“LAS ALMAS REPUDIAN TODO ENCIERRO ...”
Acerca de la ley nacional 26.657 de salud
mental y adicciones
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Salud Mental
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CUADERNOS PARA VOLVER A CARRILLO
ASOCIACIÓN TRABAJADORES DEL ESTADO
CONSEJO DIRECTIVO NACIONAL
SECRETARIO GENERAL
Julio Fuentes
SECRETARIO GENERAL ADJUNTO
Hugo Cachorro Godoy
INSTITUTO DE ESTUDIOS SOBRE ESTADO
Y PARTICIPACIÓN (IDEP)
Director Horacio Fernández
ÁREA DE SALUD IDEP
Daniel Godoy
INVESTIGACIÓN Y ELABORACIÓN
Celeste Romero
Silvia Pérez Torrecilla
Claudia Saavedra
Daniela García
Adriana Villalba
COORDINACIÓN Y SUPERVISIÓN DEL PROCESO
DE INVESTIGACIÓN Y ELABORACIÓN
Daniela García
Adriana Villalva
ACOMPAÑAMIENTO EN SUPERVISIÓN
Mónica Padro
Fanny Suasnabar
IDEA ORIGINAL Y PRODUCCIÓN
Daniel Godoy - Cecilia Fernández Lisso
DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN
Sofía Goñi
AÑO 2014
[email protected]
www.atesociosanitario.com.ar
www. ateargentina.org.ar
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Salud Mental
SALUD MENTAL
Indice.
PROLOGO: Daniel Godoy
Capítulo I
La capacitación de los trabajadores. Formarse para transformar
(Pág 8)
.................................................................................................................
Capítulo II
Salud Mental y Políticas Públicas: de la segregación al
reconocimiento del derecho. (Pág 10)
.................................................................................................................
Capítulo III
Recorrido histórico de la Salud Mental y el protagonismo de los
Trabajadores. (Pág 18)
....................................................................................................................
Capítulo IV
El modelo Médico Hegemónico y el modelo de Salud Mental en
la Comunidad. (Pág 28)
....................................................................................................................
Capítulo V
La Ley en sus artículos. (Pág 31)
....................................................................................................................
Capítulo VI
Ley Nacional 26.657 de Salud Mental y Adicciones (Pág 37)
....................................................................................................................
Capítulo VII
Cuando hablamos de adicciones hablamos de Salud Mental.
(Pág 38)
....................................................................................................................
Capítulo VIII
Intervenir desde la prevención. En lo local desde la singularidad
(Pág 41)
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CUADERNOS PARA VOLVER A CARRILLO
PROLOGO
Hace muchos años me encontré con el concepto de “ortopedia social”, en un artículo que analizaba los dispositivos de control social de los que hablaba Foucault, y de los que todos más o menos conocemos.
Se refiere al conjunto de dispositivos e interacciones mediante los cuales el poder, procura corregir y controlar a los individuos, en referencia a discursos que se construyen para instalarlos con pretensiones de verdad.
Así, paradigmas, normas, instituciones y sanción son la trama del control social de los Estados opresivos. Casi
todo lo que conocemos como “institucionalidad” surge de esa construcción hegemónica.
Habitualmente se incluyen en esta trama a la cárcel, los institutos, la fábrica, el hospital y demás. Tales dispositivos se
integran a partir de categorías “inferiorizantes”, “desigualadoras” como “condenado”, “menor”, “obrero”, “loco”, “paciente”…
“… La nueva situación es aquella en la que se difunden por todas partes lo que Foucault llama los “jueces
de normalidad”: es la sociedad “del profesor-juez, del médico-juez, del educador-juez, del “trabajador social”-juez; todos hacen reinar la normativa universal y cada uno de ellos, en el lugar en que se encuentra, somete a ella el cuerpo, los gestos, los comportamientos, las conductas, las actitudes, las prestaciones” (Vigilar
y castigar)… Fragmento de Franco Basaglia, de reciente aparición”.
También esta misma trama para la dominación, se espeja en los paradigmas y los mecanismos que se desarrollaron desde el “saber” y la “salud”, y que contribuyeron de la misma forma a concebir sus correlatos
institucionales, en forma de dispositivos para el control social.
Casi no hay discrepancias, en que normalidad / locura / peligrosidad / manicomio / encierro son parte de
esa trama de control y dominación de la ya se hablaba desde hace tanto tiempo.
La ley Nacional de Salud Mental fue sancionada y promulgada en la Argentina en el año 2010 bajo el Nº
26657, luego de un proceso colectivo de debate y construcción de opinión, del que ATE fue protagonista
junto a numerosas organizaciones y representaciones sociales.
El nuevo marco legal y su reglamentación, ofrece una posible bisagra al paradigma “manicomial” decisivamente
ligado a un concepto de dominación social, discriminación, violentación humana, y avasallamiento de DDHH.
El proceso de aplicación sufre la falta de voluntad política de los gobiernos de turno, fuertemente presionados por la “corporación psiquiátrica”.
Desde IDEPSALUD/ATEARGENTINA, como colectivo de trabajadores que procura una mejor SALUD para
nuestro pueblo, hemos generado ésta iniciativa (entre otras) para contribuir, junto con otras Organizaciones,
al proceso que pugna por la plena implementación de la nueva ley, coincidiendo en que “…. la superación
del manicomio no representa la modernización de una antigua forma de gestión, ni la exportación a las
distintas partes del territorio de la misma lógica, sino la penetración sistemática de una profunda crisis en
todos los aparatos de control y de sanción …” (Glioperatori di Trieste. Il circuito del controllo: dal manicomio
al decentramento sichiatrico).
Daniel Godoy
Coordinador Nacional
IDEPSALUD
ATEARGENTINA
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Salud Mental
Capítulo I:
La Capacitación de los Trabajadores.
Formarse para transformar.
Los trabajadores de la salud venimos experimentando en las últimas décadas profundas transformaciones en los contextos socioeconómicos, políticos y en
la organización de los servicios y prácticas de salud.
El mencionado escenario plantea de modo imperioso la necesidad de re- pensar nuestro rol para poder
responder a las demandas sociales actuales.
Durante muchos años se entendía la salud mental
como algo exclusivo de la disciplina médica. Es momento de iniciar un camino en donde el conjunto de
los trabajadores tengamos un papel protagonista en este
período de tensión entre viejos y nuevos paradigmas.
Estos cambios han permeado también los procesos
de formación, por lo cual consideramos indispensable conocerlos y problematizar las consecuencias
que los procesos de reforma del Estado y del propio
sector salud han tenido sobre la planificación y gestión de los servicios, sobre los grupos poblacionales,
sobre los trabajadores y la organización sindical.
La transformación del sistema manicomial que plantea la Ley 26657 y la creación de nuevos espacios y
dispositivos para la atención de las personas con padecimiento mental, nos obliga a afrontar un nuevo
desafío: brindar una atención que sirva de aporte en
la calidad de vida no sólo a las personas con padecimiento sino a las familias y a la comunidad en general.
Ser protagonistas de esta transformación, está directamente relacionado con nuestro derecho y compromiso de formarnos y de ser sujetos de cambio de este
nuevo paradigma, con eje en los derechos humanos.
¿Quiénes pueden brindar formación en salud?
Desde nuestra ATE -Asociación de Trabajadores del
Estado- históricamente hemos promovido procesos
de formación, entendiendo que el derecho a formarnos no tiene que ver con que nos preparen nuestros
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empleadores para ser meros ejecutores, sino con disputar el sentido de nuestra preparación y formación
en el mundo de trabajo.
Cómo trabajadores debemos promover la adecuación de programas y currículas para que la formación,
en todos sus ámbitos, sea no sólo de calidad, sino
para que dé respuesta a las problemáticas actuales
de salud mental y adicciones y que no sigan replicando
lógicas de encierro y de exclusión. Pero no debemos
quedarnos sólo con exigir, ya que tenemos las condiciones y los saberes para hacerlo. Los trabajadores podemos crear herramientas para atender y atendernos,
cuidar y cuidarnos. Por eso la autoformación.
Pensar una transformación es pensar que somos los
propios trabajadores quienes podemos transmitir
aquellas prácticas y herramientas que transforman,
desde un lugar de aporte a la política pública. Participando de todas aquellas instancias que diseñen y evalúen los contenidos que direccionen nuestra formación.
Planteamos como trabajo una formación emancipadora que posibilite analizar críticamente la realidad
de la que formamos parte; un proceso de trabajo
colectivo a partir de los saberes que generamos en
nuestros puestos de trabajo.
Este proceso de trabajo que, a pesar de devenir de
una posición dada en la estructura social y del ejercicio de una actividad particular, implica la construcción de un sentido que media para el inicio de acciones colectivas tendientes a resguardar el entramado
social o a revertir procesos de explotación, deshumanizantes e indignos.
El mundo del trabajo puede adquirir distintas formas: individual, colectiva, privada, pública pero necesariamente requiere una mirada atenta del Estado
en sus múltiples ámbitos: municipal, provincial y
nacional. Ya que desde aquí deben desplegarse las
CUADERNOS PARA VOLVER A CARRILLO
Políticas Públicas que nos garanticen a todos los ciudadanos el ejercicio de nuestros derechos.
Y son justamente estas políticas públicas las que,
como sociedad, necesitamos debatir e interpelar,
proponiendo cambios que incluyan la realidad de los
trabajadores ocupados y desocupados. Construir una
mirada con conciencia sindical implica formarnos desde nuestro lugar de sujetos trabajadores con derechos.
Desde este sentido, este cuaderno de formación responde a las definiciones que nuestros compañeros y
compañeras han tomado a partir de las resoluciones
a mano alzadas en nuestro Congreso General;
Responde al desarrollo de nuestro IDEP en el marco
del Convenio de Formación en Gestión de Políticas
Socio Sanitarias -GPSS- suscripto con el Ministerio de
Salud de la provincia de Buenos Aires;
Responde a nuestras apuestas, a la capacidad y posibilidad de desplegar distintos procesos de capacitación y formación en Salud.
Es por ello que este documento pretende ser un ma-
terial que nos dé la posibilidad de pensarnos como
sujetos activos en este proceso, de encontrarnos con
otros compañeros que vienen recorriendo este camino desde hace mucho tiempo y sumando a todos
aquellos que tengan ganas de aportar su saberes en
este nuevo transitar hacia una salud mental participativa, inclusiva, equitativa y comunitaria.
En síntesis pensar la autoformación es:
• Promover, construir y/o participar en espacios de
debate en diferentes ámbitos sobre política pública,
• Aportar propuestas desde los diferentes recorridos
que en materia de atención de la salud mental tengan los trabajadores.
• Participar en instancias decisorias de la política pública con el objetivo de incidir en su diseño.
• Pensar en el derecho de formación permanente
para todos los trabajadores
• Propiciar ámbitos para tejer procesos colectivos.
Carlos Cassinelli recorridas por colonias psiquiátricas en el norte Argentino1996
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Salud Mental
Capítulo II:
Salud Mental y Políticas Públicas: de la
segregación al reconocimiento del derecho.
Por Silvia Pérez Torrecilla
La ley y sus antecedentes
La ley nacional de Salud Mental Nº 26657 fue sancionada el 25 de noviembre de 2010 y promulgada en
diciembre del mismo año; se reglamentó por medio
del Decreto Nº 603 de mayo de 2013.
Dicha ley reconoce los derechos que el Estado debe
garantizar a las personas con padecimiento mental.
Se ubica en el plano de las conquistas de un conjunto de trabajadores, profesionales de la salud mental,
organizaciones de la sociedad, grupo de pacientes, ex
- pacientes y familiares, quienes se dieron los debates y
encarnaron los procesos de lucha tendientes a producir
una transformación real en campo de la Salud Mental.
En este sentido constituyen antecedentes importantes los fallos de la Suprema Corte de Justicia de
la Nación, que desde el año 2005, se ha basado en los
instrumentos internacionales para fundamentar los pronunciamientos tendientes a garantizar el respeto por los
derechos de las personas con sufrimiento mental, que
evidentemente aparecían vulnerados sistemáticamente.
Así también el CELS publicó en 2007 el informe Vidas arrasadas: La segregación de las personas en los
asilos psiquiátricos argentinos, un Informe sobre Derechos Humanos y Salud Mental en la Argentina, documentando las violaciones a los derechos humanos
perpetrados contra las aproximadamente 25.000
personas que estaban internadas, al momento del
estudio, en las instituciones psiquiátricas argentinas.
“Dentro de muchas de las instituciones psiquiátricas
argentinas se perpetran violaciones a los derechos humanos de las personas internadas, incluyendo violaciones al derecho a la vida, a la salud, y a un trato digno
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y humano, cuyos responsables no son investigados ni
sancionados. La falta de monitoreo y supervisión en las
instituciones asilares contribuye a crear un clima donde no gobierna la ley, tanto por los abusos infringidos
contra aquellos que están institucionalizados, como por la
corrupción en el funcionamiento administrativo” (CELS: 2007).
En Argentina la ley de Salud Mental se inscribe en el
conjunto de regulaciones de los derechos consagrados en la constitución argentina del año 1994, que
dio jerarquía constitucional a los pactos internacionales de derechos humanos.
Se trata de una ley de orden público que debe ser
cumplida en todas las jurisdicciones del país, tanto
en el orden público como privado, sin requerir adhesión específica.
A través de la ley 14580, en 2014, provincia de Buenos Aires adhiere a la ley 26657.
¿Qué entendemos por derechos?
Los derechos son conquistas políticas, de un sector
amplio de la sociedad, los trabajadores, ocupados
y desocupados, que a través de sus luchas logran
el reconocimiento de un conjunto de necesidades
que deben ser garantizadas para su pleno desarrollo
como ser humano.
A los derechos el Estado los reconoce a partir de las
sanciones de las leyes.
Los derechos son universales: esto quiere decir que
abarcan a un conjunto de la población, sin distinción.
Por ejemplo: los derechos de los niños/as, los dere-
CUADERNOS PARA VOLVER A CARRILLO
chos de los trabajadores/as, los derechos de todos los
ciudadanos/as (IEF-CTA-Centro Nueva Tierra: 2006).
El Estado tiene la obligación de garantizarlos a través
de políticas concretas: con recursos, presupuesto, instancias de gestión, canales de participación.
¿Qué entendemos por Estado?
El Estado nace de la sociedad, es producto de ella en
un momento determinado y justamente está relacionado con la existencia de la lucha de clases, que representan intereses contrapuestos. Estamos hablando del Estado moderno.
Entonces el Estado es un lugar de lucha disputado
por las clases subalternas. Este concepto se aleja de
la concepción del Estado como una entidad neutral,
que interviene de modo desinteresado en los conflictos de intereses de la sociedad.
Los alcances de las funciones del Estado se generan
por fuera del mismo, en el ámbito de la lucha del
conjunto de los trabajadores y se plantean como
conquistas que el Estado, a través de sus instituciones, las consagra en términos de derechos.
En ese momento el Estado se transforma en garante
de dichos derechos conquistados.
¿Y las políticas sociales?
Las políticas sociales son los mecanismos a través de
los cuales el Estado, ejerce sus funciones políticas,
sociales y económicas.
Se corresponden con el modelo de Estado vigente en cada
momento histórico. Es decir adoptan sus características.
Por ejemplo no son las mismas las políticas sociales
de Estado de Bienestar que las correspondientes al
Estado neoliberal.
A través de las políticas sociales se configura el tipo
de intervención estatal, que tiene que ver con las
prestaciones que se realizan y con las relaciones que
establece con el conjunto de la sociedad.
Los trabajadores del Estado somos portadores críti-
cos o acríticos de esas relaciones, a través de nuestra
inserción en los diferentes procesos de trabajo, en las
distintas instituciones y organizaciones de las cuales
formamos parte.
En los procesos de luchas, los trabajadores disputamos el sentido de la intervención del Estado.
Las políticas sociales ligadas al campo de la Salud
Mental, centradas en el reconocimiento de los derechos de las personas con padecimiento mental, debieran tender a la formulación de programas específicos de sostén profesional, económico y social para
los sujetos destinatarios y sus familias o las redes de
proximidad, tendientes a promover condiciones para
fortalecer la autonomía de la personas.
Pero en un sentido más profundo y tendiendo a revelar la situación de fondo en la actual conformación social, las políticas debieran estar destinadas a
corregir las desigualdades sociales, para generar las
condiciones básicas tendientes a la realización de los
derechos que asisten, para el caso particular que nos
ocupa, a las personas con sufrimiento psíquico. Vale
decir que la universalidad tiene que ver, no solo, con
la existencia de la norma, sino, sobre todo con las
oportunidades de accesibilidad para la realización
de los derechos en cuestión.
Sin embargo, en este momento, en Argentina, conviven en tensión tendencias contrapuestas. Por un
lado, se sitúa la noción de derechos que asiste a los
sujetos, a través del sistema normativo y el consecuente proceso de re-adecuación de los servicios del
Estado; por otro, el tipo de relación “clientelar”, que
prevalece en la mayoría de los programas sociales,
que reproduce prácticas deshumanizantes, de profunda dependencia y promueve procesos de alienación social, en los cuales posiblemente se gesten las
condiciones para la emergencia de una cantidad de
situaciones críticas, respecto del pleno desarrollo de
la vida de los sujetos.
Es en este marco en el que se desarrollan nuestros
procesos de trabajo, y de luchas en el campo de la
Salud Mental.
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Salud Mental
Carlos Cassinelli recorridas por colonias psiquiátricas en el norte Argentino 1996
¿Qué significa para un país adherir a las
convenciones y tratados internacionales?
Es el modo en que los Estados partes se comprometen a cumplir con los estándares de protección hacia
las personas en la materia que se trate.
En Argentina, la ley de Salud Mental se inscribe en el
conjunto de regulaciones de los derechos consagra-
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dos en la constitución argentina del año 1994, que
dio jerarquía constitucional a los pactos internacionales de derechos humanos.
Así, diez Documentos Internacionales sobre Derechos Humanos (Tratados, Pactos y Convenciones
que incluyen declaraciones universales y americanas
sobre derechos humanos, económicos y sociales, genocidio, discriminación racial, discriminación contra la mujer,
torturas, derechos del niño) tienen jerarquía constitucional.
CUADERNOS PARA VOLVER A CARRILLO
El artículo 2º de la ley 26657 establece que “se consideran parte integrante de la presente ley los Principios
de Naciones Unidas para la Protección de los Enfermos
Mentales y para el Mejoramiento de la Atención de Salud Mental, adoptado por la Asamblea General en su
resolución 46/119 del 17 de diciembre de 1991. Asimismo, la Declaración de Caracas de la Organización Panamericana de la Salud y de la Organización Mundial
de la Salud, para la Reestructuración de la Atención
Psiquiátrica dentro de los Sistemas Locales de Salud,
del 14 de noviembre de 1990, y los Principios de Brasilia Rectores para el Desarrollo de la Atención en Salud
Mental en las Américas, del 9 de noviembre de 1990, se
consideran instrumentos de orientación para la planificación de políticas públicas.”
¿Qué se entiende por padecimiento mental?
El artículo 1 de la reglamentación de la ley entiende
por “padecimiento mental a todo tipo de sufrimiento
psíquico de las personas y/o grupos humanos, vinculables a distintos tipos de crisis previsibles o imprevistas, así como a situaciones más prolongadas
de padecimientos, incluyendo trastornos y/o enfermedades, como proceso complejo determinado por
múltiples, componentes, de conformidad con lo establecido en el artículo 3° de la Ley Nº 26.657.”
“Se reconoce a la salud mental como un proceso determinado por componentes históricos, socio-económicos, culturales, biológicos y psicológicos, cuya preservación y mejoramiento implica una dinámica de
construcción social vinculada a la concreción de los
derechos humanos y sociales de toda persona.
Se debe partir de la presunción de capacidad de todas
las personas. En ningún caso puede hacerse diagnóstico
en el campo de la salud mental sobre la base exclusiva de:
a) Status político, socioeconómico, pertenencia a un
grupo cultural, racial o religioso.
b) Demandas familiares, laborales, falta de conformidad o adecuación con valores morales, sociales, cultu-
rales, políticos o creencias religiosas prevalecientes en
la comunidad donde vive la persona.
c) Elección o identidad sexual.
d) La mera existencia de antecedentes de tratamiento u
hospitalización.”(Art. 3)
Para la ley, las personas con uso problemático de
drogas, legales e ilegales, son comprendidos en el
marco de todos los derechos y garantías en relación
con los servicios de salud. (Art.4).
¿Cuáles son los principios fundamentales
que establecen los estándares internacionales especializados en Salud Mental?
El concepto de dignidad de la persona con sufrimiento
mental es el principio vertebrador de la normativa
internacional y busca poner fin a prácticas de abuso,
discriminación, violencia física y psíquica, estigmatizaciones y experimentaciones médicas y científicas.
Se destaca el derecho del sujeto a vivir en su comunidad y se plantea la abolición del manicomio.
Los “Principios para la Protección de los Enfermos
Mentales y el Mejoramiento de la Atención de la
Salud Mental”, se configuran como el instrumento
internacional de máximo consenso en la materia y
coloca de relieve el respeto a la dignidad humana, en
el marco del respeto por los derechos humanos, para
toda aquellas personas que padezcan una enfermedad
mental o que estén siendo atendidas por esa causa.
Se establece el derecho a recibir la mejor atención
en el marco del sistema de asistencia sanitaria y social, apelando a los tratamientos menos restrictivos
posibles de sus derechos y libertades, en orden a sus
necesidades y las de proteger la seguridad física de
sí mismos y de terceros.
Se plantea el especial cuidado en la protección de los
menores atento a los Principios de la materia.
Estos Principios retoman los planteos de la Declaración de Caracas respecto del mejoramiento de la
atención, por medio de la superación del modelo
asistencial basado en el Hospital Psiquiátrico y su re-
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Salud Mental
emplazo por alternativas comunitarias de atención, y
por acciones de salvaguarda de los derechos humanos e inclusión social de las personas afectadas por
trastornos mentales.
Se establece así el reconocimiento de la comunidad y la
cultura, tanto para la realización del tratamiento, cuanto
al derecho de vivir y trabajar en la comunidad; así también se privilegia la cercanía con los familiares y amigos.
Los Estados son responsables de velar por la aplicación de los Principios y ejecutar estrategias de vigilancia y recursos.
tudio, la ley de Salud Mental, ya que si no se generan
políticas tendientes a transformar las condiciones de
vida de la población y de los trabajadores, observamos que se reproducen las desigualdades sociales
en un mismo acto: a la vez que se reconocen derechos se gesta la situación de vulneración en los usuarios del servicio por una lado y en trabajador por otro.
Sobre las condiciones concretas de vida de los trabajadores incide la realidad del trabajo, que siguiendo
las conclusiones a las que arribó el equipo de investigación del IPYPP:
Acerca del contexto de la ley: una
mirada desde las Políticas Actuales
“A través de algunos indicadores vigentes en el mercado laboral es posible evidenciar las serias dificultades
que enfrenta el empleo en el modelo económico vigente como para constituirse en un instrumento efectivo
de inclusión social: la presión efectiva sobre el mercado
laboral asciende a 22% y la disponibilidad de la mano
de obra llega casi a un 30% de la población económicamente activa. Por el lado de los ingresos, tenemos que
al menos uno de cada tres ocupados gana menos del
salario mínimo. El porcentaje de trabajo en negro entre los asalariados se mantiene estancado en un 34,4%,
magnitud que permanece elevada en términos históricos. Asimismo, la consolidación de otras modalidades
de trabajo precario produce que en conjunto la mitad
de la fuerza laboral sufra algún tipo de precariedad
en su inserción laboral. En este marco laboral no sorprende que 1 de cada 4 ocupados sean pobres (25,2%),
sumando casi 4,2 millones de trabajadores los que no
logran acceder a la CBT (Canasta Básica Total), de los
cuales más de 1 millón no logran satisfacer siquiera sus
necesidades alimentarias (6,7%)” (IP y PP: 2014).
En Argentina, estamos en condiciones de plantear,
que en los últimos años, se registra un complejo de
nuevos mecanismos de re-legitimación del Estado
que tienden a reconocer derechos, que se proclaman
en la sanción de un conjunto de leyes concretas (1) ,
que si bien dan origen a paradigmas diferentes para
pensar la acción social (basada en el derecho, al momento de conformar las garantías), el Estado mismo,
a través de sus prestaciones sociales, no logra canalizar las condiciones básicas de acceso y realización del
derecho en cuestión (Pérez Torrecilla y otros: 2011).
Ahora bien, intentando repasar las variables histórico-contextuales que operan de sustrato de la organización social, no podemos eludir los datos referidos
a la pobreza; así según informe emanado por el IPYPP en abril de 2014, se registra un 36,5 % de pobres y
un 12,1 de indigentes.
La situación de la pobreza en la Argentina en ocasiones tensiona con el principio de universalidad de derechos que promueven las leyes, para el caso en es-
(1) A modo de ejemplo: Ley 26.061, Protección Integral de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, 2005.
Ley 13298, Promoción y Protección Integral de los Derechos de los Niños, provincia de Buenos Aires, 2005.
Ley N° 26.364, de Prevención y Sanción de la Trata de Personas y Asistencia a sus Víctimas, 2008.
Ley 26.485 de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres en los Ámbitos en que se Desarrollen sus
Relaciones Interpersonales, 2010.
Ley 25.673 Creación del Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable, 2002.
Ley 26.529 Derechos del Paciente en su Relación con los Profesionales e Instituciones de la Salud, 2009.
14
CUADERNOS PARA VOLVER A CARRILLO
El borda
Es en el marco de las condiciones socio-históricas
antes mencionadas que debemos analizar la realidad
del sujeto con padecimiento mental y su familia.
La crisis social y económica sufrida en Argentina en los
últimos años, especialmente desde el 2001 —con su
secuela de aumento de la desocupación y concurrente
pérdida de coberturas de seguros de salud— provocó
el incremento del número de personas que requieren
atención en el sistema público de salud mental, y ocasionó mayor presión en un sistema ya de por sí inadecuado. Las autoridades admiten que entre el 60 y el 90
por ciento de las personas detenidas en las instituciones son “pacientes sociales”, 10 de las cuales permanecen internadas en las instituciones porque no tienen
adónde ir. Los directores de las instituciones informaron que la mayoría de las personas institucionalizadas
en los hospitales psiquiátricos podrían ser dadas de
alta si se contara con los servicios y el apoyo necesario
en la comunidad. Dada la ausencia de estos servicios,
las personas detenidas en las instituciones tienen poca
o ninguna esperanza de retornar a sus comunidades.
La gran cantidad de “pacientes sociales” hace que sea
aún más difícil que las personas que necesitan de servicios urgentes de salud mental reciban la atención que
necesitan. (CELS: 2007)
En síntesis, los datos presentados fueron tomados
para problematizar como trabajadores el rol del Estado en sus diferentes espacios de actuación e intervención como garante de políticas públicas.
En este sentido, la efectiva implementación de la
ley, hoy, re-configura al campo de la Salud Mental como
ámbito de disputas de intereses, por momentos contra-
15
Salud Mental
puestos, respecto del sentido social y político del Estado.
También coloca en clave de tensión el status de algunas profesiones en el campo de la ciencia en general
y la salud en particular. El conjunto de dificultades
que se presentan en la realidad de los servicios de
salud y en la vida cotidiana de los sujetos con padecimiento psíquico, nos conduce a cuestionar los saberes sacralizados provenientes de algunos campos
de la ciencia y la necesidad de tener en cuenta los
aportes de otras disciplinas.
La consagración de la ley, representa un grado de
avance sustantivo, en cuanto a la reafirmación de la
existencia de un “nuevo sujeto” y los derechos que lo
asisten, donde el sistema de salud aparece como un condensador de la totalidad de coordenadas que constituyen
la integralidad de derechos de las personas.
Se trate de las políticas de asistencia, o de políticas
de prevención, la situación de abordaje de salud
mental amerita un posicionamiento diferente de las
disciplinas en la ciencia.
En ocasiones son debates muy desiguales los que
contrapone la industria farmacológica, con el modelo de abordaje social de las personas con padecimientos mentales, tanto para su asistencia como
para la prevención; pero en el fondo se reproduce la
colisión de intereses, que encarnan las clases en la
dinámica histórica de la sociedad y que visto desde
el conjunto de los trabajadores, traccionan hacia el establecimiento de una sociedad más justa.
Los trabajadores de la salud en lo sectorial, por mo-
mentos estamos atrapados en esos debates y en los
perversos mecanismos de cooptación que el capital
se ha dado en este campo específico y con el apremio de dar respuestas cotidianas al complejo de situaciones críticas, que se presentan en los diferentes
servicios de salud.
Para colocar el debate en un verdadero lugar, nos
proponemos resistir sistemáticamente los intentos
de amalgamar al conjunto de los trabajadores, sea la
especialidad de la que se trate, con prácticas abusivas y de desconocimientos de derechos.
Así evitaremos entonces un abordaje aparente y superficial del problema que corroe las instituciones
de salud, promoviendo una situación de mucha vulnerabilidad respecto del modelo de salud que creemos
consolidar: con cada vez más y mejores trabajadores
cualificados teórica- ética y políticamente.
Los Trabajadores de Estado habitamos, desde diferentes posiciones, la realidad de los 23 niños y niñas
que mueren diariamente antes de cumplir un año de
vida, de los cuales 14 se deben a causas reducibles; el
incremento de la violencia hacia las mujeres, donde
los femicidios y la trata de personas son indicadores
relevantes, el abuso y la explotación infantil; la corta
expectativa de vida de los jóvenes abusados, perseguidos y asesinados en los diferentes barrios por la
policía; las dificultades en el aprendizaje como consecuencia de los daños irreparables producidos por
la desnutrición sufrida durante el embarazo y en los
primeros meses de vida, el retraso mental y físico,
Bibliografía
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16
CUADERNOS PARA VOLVER A CARRILLO
bajo peso y talla; la ausencia de garantías que se expresan en las muertes en las cárceles; el impacto en la
vulneración de derechos que significa la corrupción
institucional y la transferencia abusiva, sin mecanismos transparentes de control de fondos públicos; las
consecuencias dañosas del consumo problemático
de sustancias y alcohol; el desmantelamiento sistemático del sistema público de salud y educación.
Para el caso que nos ocupa, es un dato relevante la ausencia de estadísticas actualizadas e información sistematizada respecto del sistema de Salud Mental en Argentina.
El estudio realizado por el CELS en 2007, aproxima
un total de 25.000 personas internadas en las instituciones psiquiátricas argentinas, de las cuales más
de un 80 por ciento de estas personas son encerradas durante más de un año, y muchas lo son de por vida.
Así también nos aporta que los dos tercios de las camas
psiquiátricas pertenecen al sistema público (CELS: 2007).
Una referencia histórica a nivel país, son los datos
preliminares del Programa Nacional de Epidemiología en Salud Mental (PRONESAM) del Ministerio de
Salud de la Nación del año 2001, en cuanto a la existencia de 54 instituciones con internamiento crónico: 42 hospitales monovalentes provinciales, 11 colonias
provinciales y 1 colonia nacional, con un total de 21000
personas internadas en estas instituciones: 14000 en hospitales monovalentes y 7000 en colonias (CPM: 2012).
Tiempo después las fuentes de la Dirección Nacional de Salud Mental y Adicciones (creada por la ley
26657), informa que el 21% de la población mayor
de 15 años tiene algún tipo de padecimiento mental; el
alcoholismo es la problemática principal seguido por la
depresión mayor, entre ambas el 54% (CPM: 2012).
vivienda adecuadas; condiciones de trabajo y un medio
ambiente salubres; educación e igualdad de género.
El derecho a la salud comprende también otros derechos: el derecho a un sistema de protección de la
salud que brinde a todos iguales oportunidades; el
derecho a la prevención y el tratamiento de las enfermedades, y la lucha contra ellas; El acceso a medicamentos esenciales; La salud materna, infantil y
reproductiva; el acceso igual y oportuno a los servicios
de salud básicos; el acceso a la educación; la participación de la población en el proceso de adopción de decisiones en cuestiones relacionadas con la salud a nivel
comunitario y nacional (OMS: 2008).
Desde esta perspectiva y desde nuestro lugar como
trabajadores del Estado, estamos convencidos/as
que la ley de Salud Mental representa una conquista importante del conjunto de los trabajadores y a
la vez refracta al Estado una interpelación profunda
respecto de la validación de derechos fundamentales, conquistados por nuestro pueblo y consagrados
por la constitución argentina.
En este marco y como organización sindical democrática hacemos propio una vez más, el derecho a la
formación permanente y crítica, respecto de nuestros
campos de actuación e interés social y político.
Ahora sí: la ley en su Estado…
La ley de Salud Mental se inscribe en el campo del derecho a la salud y éste a su vez es parte fundamental
de los derechos humanos. Es un derecho inclusivo,
que supone algo más que el acceso a la atención sanitaria, considerándose entonces factores determinantes básicos al agua potable y condiciones sanitarias adecuadas; alimentos para el consumo; nutrición y
17
Salud Mental
Capítulo III:
Recorrido histórico de la Salud Mental y el
protagonismo de los Trabajadores.
“Nuestras clases dominantes han procurado siempre que los trabajadores no tengan historia, no tengan
doctrina, no tengan héroes ni mártires. Cada lucha debe empezar de nuevo, separada de las luchas anteriores:
La experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan. La historia parece así como propiedad privada cuyos
dueños son los dueños de todas las otras cosas”.
Rodolfo Walsh
Desarrollar un recorrido histórico es fundamental
para entender la situación actual de esta política pública, conociendo los avances y retrocesos que tuvo
la Salud Mental en nuestro país, y cómo los trabajadores
a partir de su organización fueron centrales en la historia.
En cada momento histórico se ponen en juego los
intereses en pugna y los actores en lucha, los conflictos que se generan y las maneras de resolverlos dan
cuenta de la acción u omisión del Estado.
Los cambios en la configuración de la acción del Estado demuestran que las decisiones que los gobiernos
han materializado en materia de derechos humanos
son y han sido en respuestas a nuestra historia previa
de lucha, a los procesos que como clase trabajadora
hemos sabido conquistar.
En el desarrollo que continua hicimos un recorte de
la compleja trama que expresa la lucha por distintos
intereses, nos vamos a centrar en las políticas de salud mental y la organización de los trabajadores. En
él intentamos ofrecer información e interpretación
muy sintética acerca del proceso histórico que vivimos como clase desde nosotros, desde los trabajadores. Procuramos trasmitir que la historia no empieza cuando uno llega ni termina cuando uno se va.
Para nosotros, hay seis etapas de autoconstrucción
de la conciencia de la clase trabajadora.
18
La primera etapa va desde mediados del siglo XIX
hasta 1922, marca la construcción de la autoconciencia de clase, la definición de la sociedad que
queremos, y el primer intento…. La segunda desde
1922 hasta 1955, nos va a marcar la reconstrucción
de nuestra fuerza y primera experiencia de gobierno.
“…En nuestro país se consolida el movimiento sindical,
y empiezan a aparecer las primeras organizaciones sindicales a principio de siglo. Aparece la primera organización que es la FOA –Federación Obrera Argentina–, y
que produce quizás unas de las iniciativas de lucha más
grande. En 1902 se determina la ley de residencia que
dice que cualquier persona extranjera puede ser deportada por actividades sindicales o subversivas. Es de las
primeras respuestas del poder político de esa época a la
clase trabajadora, lo que demuestra que ya molestábamos
un poco, porque se propusieron una herramienta para deportar a los extranjeros que militaban para organizarse...”
“…Hay lucha, tensión y disputa entre dos tendencias organizativas: El asociativismo por ejemplo el socorro mutuo, vinculado a resolver lo inmediato y el sindicalismo,
vinculado a una actividad política de transformación…”
“…Otro momento de 1900 hasta 1930. Se instala otra
discusión que se resume en: Sindicalismo sectorial o
reivindicativo u Organización sindical de la clase.
Encarnan este debate los anarquistas, los socialistas y
los sindicalistas puros. Aparece la CGT que es la expre-
CUADERNOS PARA VOLVER A CARRILLO
sión de unidad sindical más alta planteada en 1930.La
respuesta del poder es el golpe del ‘30…”
“…En nuestra historia la inmigración tuvo un rol fundamental, los inmigrantes en el siglo XIX van a ser los
que empiecen a plantear lo que se venía construyendo
en Europa, que es la búsqueda de la autoconciencia de
clase… Empieza a hablarse por primera vez que hay
dos clases: explotados y explotadores, y eso es porque
hay propietarios y trabajadores… En 1848 es el momento en que definimos que sociedad queremos. Este
capitalismo no es la sociedad que queremos los trabajadores. El Manifiesto define que el capitalismo deviene en socialismo y luego en comunismo. Define hacia
dónde vamos y a partir de ese momento ya no se discute más hacia dónde vamos, sino el cómo, si por una vía
o por otra… no se ponía en duda que los trabajadores
son la clase que motoriza la historia…”
(Historia del Movimiento Obrero Argentino, una visión
desde los trabajadores. ATE, 2009)
Hasta los años sesenta del siglo pasado, Argentina
tenía un modelo de atención psiquiátrico basado en una
red de once Colonias, llamadas inadecuadamente “de rehabilitación”, esparcidas en diversas provincias, en general en áreas rurales y con similar diseño arquitectónico.
Las primeras de ellas fueron diseñadas por Domingo
Cabred, quien conocía el movimiento de Open Door,
vigente a comienzos del siglo pasado en EE.UU. Además un conjunto de Hospitales Psiquiátricos en varias de las capitales de provincia y en la Capital Federal. La hegemonía de la psiquiatría clásica era total
en estos servicios y la cronificación habitual de los
pacientes era asumida como propia del carácter de
la enfermedad mental.
Las instituciones tenían una lógica filantrópica (se les
otorga/delega a las iglesias y sociedades de beneficencia el manejo de los hospicios) La premisa era:
“había que darle al loco ideas de libertad”.
Se generan organizaciones obreras, conformándose
centrales de trabajadores (la Confederación General
del Trabajo, la Unión Sindical Argentina). El 15 de
enero de 1925, en el Teatro Verdi de la Boca se funda
una organización, nuestra organización, para la defensa
de sus intereses: Asociación de Trabajadores del Estado.
“…Nacía la ATE, con afiliados que trabajaban como jornaleros con atrasos en sus bajos ingresos, sin sistemas
de previsión ni licencias por enfermedad, sin escalafón
ni régimen de ascensos…
…Durante la década del 30 se materializa un proceso
que mezcla la entrega económica, el fraude político y
la represión, durante esta década los reclamos obreros
debieron enfrentar la presión del estado a través de las
fuerzas policiales y la falta de diálogo con los sectores
patronales…” (Historia del Movimiento Obrero Argentino, una visión desde los trabajadores. ATE, 2009)
En la década del 30 se crea la Liga de Higiene Mental.
Se piensa en la asistencia abierta y se sostiene que la
enfermedad mental podía ser prevenida; se empieza
a hablar de la importancia de la detección precoz, el
tratamiento temprano.
La tercera etapa va desde 1955 a 1975, que es la
resistencia, la recuperación del gobierno y la revolución trunca.
En 1945, se admitió el derecho sindical democrático
por ley. Durante el mandato de Juan Domingo Perón
la CGT cumplió un rol trascendente, creciendo en
afiliados. En 1949, se realizó la reforma constitucional
que incorporó por primera vez, constitucionalmente
los derechos del trabajador, en el artículo 37. Desde
1945 hasta la Revolución Libertadora, Perón constituye
el proyecto político que unifica a la clase trabajadora.
Durante el primer gobierno peronista (1945/1955)
En 1946, Perón nombra Ramón Carrillo al frente de la
Secretaría de Salud Pública para ser luego, el primer
Ministro de Salud Pública y Asistencia Social de la
Nación, a partir de lo cual el sistema de salud tiende
a integrarse, y por primera vez se planifica. La salud
pasa a ser un Derecho Social.
A partir de la conjunción histórica de un pueblo decidido a pelear por sus derechos, un gobierno con decisión política a favor de la justicia social y un médico
con una clara visión de las políticas públicas, se desarrolla en el país una verdadera revolución sanitaria.
Entre 1946 y 1954 se construyen 234 hospitales, 60
Institutos de Especialización, 50 Centros Materno-in-
19
Salud Mental
fantiles, 16 escuelas Técnicas, 23 Laboratorios y centros de Diagnóstico, 9 Hogares-escuela y Unidades
Sanitarias en todas las provincias.
Se realizaron “campañas integrales” para eliminar endemias, logrando la erradicación del paludismo. Se
redujo la mortalidad infantil a la mitad.
Se impulsó la formación política de los trabajadores
de la salud, promoviendo la medicina social y dignificando la enfermería. Creó la primera Empresa Estatal de producción de medicamentos para la entrega
gratuita a la población.
Organizo los torneos Evita para poner en un año a
toda la población infantil bajo control médico. Se
construye infraestructura hospitalaria, considerado
como el mayor desarrollo de nuestra historia, ya que
se acompaña con recursos humanos, insumos etc.,
Pensando los hospitales cerca de la comunidad.
“…El movimiento obrero se había integrado al aparato
del Estado, por ejemplo en las Embajadas, había dirigentes sindicales como “agregados laborales”. Esto abría
puertas para crear organización afuera, pero también sacaba dirigentes del accionar cotidiano sindical de clase…
…De ahí surge un intento de unidad sindical latinoamericana, que termina rápidamente después del ’55…
... La CGT había logrado trascender y dejar de ser una
coordinadora de gremios. Había pasado a ser casi un
proyecto político…”(Historia del Movimiento Obrero
Argentino, una visión desde los trabajadores. ATE, 2009)
Con la caída del peronismo, en 1955 comienza el
proceso de descentralizar, todo lo que Carrillo había
centralizado en Nación. Comienza el despliegue de
lo privado, disminuyendo la proporción de camas estatales en relación a las privadas.
“…Entramos en la crisis, pero había que tener en cuenta que esos diez años previos -sin eludir la discusión
sobre la necesidad de autonomía de la clase- habían
sido diez años de felicidad. Lo que pasaba entre los trabajadores era, por ejemplo, que se tenían muchos hijos
y se tenían porque se pensaba que había un futuro…
(Historia del Movimiento Obrero Argentino, una visión
desde los trabajadores. ATE, 2009)
En 1956 el gobierno militar de entonces crea por
20
Decreto Ley el Instituto Nacional de Salud Mental. Al
poco tiempo, por iniciativa de este Instituto, se crea
la Comisión Nacional Asesora en Salud Mental, integrada por los once directores de dichas Colonias de
Alienados en la cual participa Mauricio Goldemberg.
Su experiencia paradigmática en Lanús fue pionera.
Se trataba de un servicio por fuera de los hospitales
monovalentes, integrado al hospital general y a la
comunidad, requería de un alto compromiso político y social. En esos años se fundan organizaciones
de trabajadores con otra mirada de la salud mental.
Son fundamentales para ello los aportes de Enrique
Pichón Riviere y José Bleger, entre otros.
La CGT y la 62 Organizaciones Peronistas, surgida en
1957 como brazo político del peronismo, toman una
actitud de compromiso ante la proscripción del peronismo y el deterioro de las condiciones laborales y
salariales de los trabajadores. El rol fundamental del
movimiento obrero entre 1955 y 1973 residió en su
activa participación de oposición política y gremial a
las políticas de ajuste. De 1955 a 1973, la bandera de
la clase trabajadora es “Perón vuelve”.
En los años 60, comienza a tener relevancia las comunidades terapéuticas como modo de atención en salud mental, pero sin dejar de formar parte de la lógica manicomial.
En los 70 Goldemberg crea los centros de salud mental de la comunidad y servicios de psicopatología
dentro de los hospitales generales de la ciudad.
Los trabajadores concurren a grandes debates en los
Congresos, desarrollan una crítica profunda del sistema asilar en el país y forman organizaciones interdisciplinarias, como la Coordinadora de Trabajadores
de Salud Mental en el año 1972. Los años setenta del
siglo pasado fueron sin duda los comienzos de una
reforma de la atención en Salud Mental en el país,
apoyado en un gran movimiento de trabajadores que
recibían el respaldo de algunas organizaciones sindicales, grupos políticos y amplios sectores de la cultura.
Perón muere, en 1974; la clase trabajadora queda huérfana de conducción unificada. El pueblo trabajador vive
la muerte de Perón como una cesación de garantías.
CUADERNOS PARA VOLVER A CARRILLO
De 1976 a 1982, será la cuarta etapa, sin dudas que hay
que ir a fondo en lo que significó la resistencia al genocidio.
Durante la dictadura (1976/1983) El presidente de
facto Martínez de Hoz en un discurso plantea que
hay que hacer una transformación, hay que dar vuelta la historia como una media. “..Hay que terminar con
la rabia y para terminar con la rabia hay que matar al
perro…” El perro era la clase trabajadora argentina que
había sido capaz de poner en vilo y en cuestionamiento al sistema capitalista, como forma de acumulación
para estos sectores. Y va a utilizar la represión y la economía como una forma de cambiar las relaciones de
fuerza en este país. (Historia del Movimiento Obrero Argentino, una visión desde los trabajadores. ATE, 2009)
El 24 de marzo de 1976, el golpe de Estado cívico militar instauró una dictadura que institucionalizó desde el Estado las prácticas genocidas que, al menos
desde 1974, venían operándose en el país. Esto significó la aplicación de un plan sistemático y clandestino de persecución, desaparición y exterminio, que
sometió a miles de personas al secuestro, la tortura y
la muerte, convirtiéndolos en “desaparecidos”.
Otros miles poblaron las cárceles, sin causa o con
procesos ilegales, y muchos miles más encontraron
en el exilio forzado la única forma de supervivencia.
Cientos de niños fueron arrancados de los brazos de
sus madres en cautiverio al nacer, viéndose privados
de su identidad y su familia.
Las marcas y huellas profundas en la salud psíquica
y física de las víctimas del Terrorismo de Estado y de
sus familiares que, con el paso del tiempo, se han
convertido en secuelas irreversibles, no cesaron con
la recuperación de la democracia.
Casi 200 trabajadores y estudiantes del área fueron desaparecidos, muchos exiliados y varios alejados de sus cargos.
Se produce el desmantelamiento de las experiencias comunitarias y de las prácticas “humanizantes”
dentro de los hospicios (asambleas, talleres de arte,
espacios de lectura y escritura) Sus principales defensores serán perseguidos.
El modelo económico imperante propició la entrada
de los laboratorios y los tratamientos más difundidos
pasaron a ser los farmacológicos. Se profundizó la
descentralización, se produce un masivo desarrollo
del sector privado, importación de tecnología y aparatos, se proyecta arancelar los hospitales, lo privado
invade lo público.
Durante los años de la dictadura el gobierno militar
buscó por todos los medios destruir el “poder sindical” y restablecer la “disciplina laboral”. Con ese fin
casi todos los sindicatos fueron intervenidos y se
disolvió la CGT. También se obligó a los sindicatos a
separarse de sus obras sociales y se anuló la representación sindical en los organismos previsionales,
bancarios y de seguridad social.
Sin embargo, desde el comienzo del golpe los trabajadores encabezaron una heroica Resistencia, que
diariamente fue socavando y aislando a la dictadura
para que termine replegándose.
La quinta etapa, desde 1983 a 1989, es la de recuperación de las instituciones democráticas, y la crisis nacional e internacional de los proyectos de los trabajadores.
“… Veníamos de un mundo donde… la mayoría de los
países vivía en el socialismo, o con experiencias socialdemócratas… en cambio vamos a encontrar que la
crisis de la clase trabajadora no es solo en Argentina,
sino que hay un “crack” internacional que se puede sintetizar en el `89 cuando se cae el Muro de Berlín, porque
hasta ese momento sabíamos hasta dónde íbamos… del
capitalismo debíamos pasar al socialismo… cada cual le
ponía el nombre que quería, nacional, internacional, latinoamericano, indoamericano…”
“… En esa época recuperar la democracia, recuperar el
gremio, recuperar la CGT, recuperar ATE, recuperar el
peronismo, era recuperar la vida. Esa era la política.
Había que recuperar poder. La lógica era la recuperación. Y en ese sentido, la democracia, la lucha por la democracia es fundamental, es la única que te puede permitir recuperar la capacidad de reconstituir poder…”
(Historia del Movimiento Obrero Argentino, una visión
desde los Trabajadores. ATE, 2009)
21
Salud Mental
Con el retorno de la democracia el gobierno de Raúl
Alfonsín debió enfrentar el problema de la transición
a la democracia en un país con una larga tradición de
gobiernos militares que había llegado a la tragedia
del terrorismo de estado y la guerra.
La derrota en la Guerra de Malvinas obligó al régimen militar a convocar a elecciones democráticas.
Sin embargo las violaciones masivas a los derechos
humanos realizadas entre 1976 y 1983, así como una
larga tradición de golpes militares, harán sumamente complejo el proceso de transición a la democracia,
con reiteradas insurrecciones militares. En 1989, por
primera vez desde 1916, un presidente de un partido
entregó el poder a un presidente de otro partido.
Adicionalmente, en este período, Argentina protagonizará un importante cambio político-institucional y económico, al fundar el Mercosur junto a Brasil,
Paraguay y Uruguay.
Surge el Plan Nacional de Salud Mental a cargo de
Goldemberg hacia un enfoque centrado en la comunidad y la salud. Se plantean estrategias de Atención
Primaria de la Salud, y se piensa en la conformación de
una red de servicios alternativos a los monovalentes. Se
crea la Dirección de Salud Mental en varias provincias.
Río Negro inició el proceso de transformación del monovalente a los servicios de salud y concluyó con el
cierre del Hospital Psiquiátrico de Villa Allen en 1988.
En el área económica Alfonsín asume su gobierno en momentos en que se producía la gran crisis
mundial de la deuda externa. Durante el gobierno
militar la deuda externa había crecido de 7.000 millones de dólares en 1976, a 66.000 millones de dólares en 1983. Adicionalmente, gran parte del aparato
productivo, sobre todo en el sector industrial, había
quebrado. Ante esta situación, Alfonsín decidió aplicar en 1985 un plan económico, el Plan Austral, que
él mismo calificó como “economía de guerra”.
El Plan Austral logró durante un tiempo contener
la inflación, pero no pudo resolver los problemas
estructurales que mostraba la economía argentina
en aquellos años. El congelamiento de los salarios,
la decisión inicial de Alfonsín de atacar a los sindicatos, la persistencia de la ley sindical fascista de la
dictadura, la identificación de los sindicatos con la
22
oposición peronista, llevó a una larga pulseada entre el gobierno radical y la CGT que se expresó en 13
huelgas generales.
Los graves problemas económicos se expresaron en
una tasa de inflación de 343% para el año 1988 y el
estallido de un proceso hiperinflacionario a partir de
febrero de 1989 superior al 3000% anual.
En esas condiciones se realizan las elecciones presidenciales en el ‘89, triunfando el candidato opositor,
el peronista Carlos Menem, con un 51% de los votos.
La magnitud del caos económico-social, obligó a Alfonsín a anticipar el traslado del mando, renunciando el 8 de julio.
La última etapa abarcará desde 1989 hasta hoy, y es
la que marca la definición y construcción de un nuevo proyecto de sociedad en lo político, económico,
social, y cultural.
“… Están quienes creen que para “ganar a la gente”
hay que reconocer al poder que viene de arriba, y
hay quienes creemos que primero hay que construir poder y legitimidad con la gente para construir
una legalidad diferente: Son dos tendencias que se
expresaron en el movimiento obrero en toda su historia…” (Historia del Movimiento Obrero Argentino,
una visión desde los trabajadores. ATE, 2009)
La década del ’90 marca la desaparición de la Dirección Nacional de Salud Mental, y se inicia el proceso
de descentralización. El mercado aparece regulando
todo. Las políticas de Salud, se ven direccionadas
fundamentalmente por los lineamientos del Banco
Mundial a los países latinoamericanos, con el fin de que
los gobiernos se desentiendan cada vez más de sus responsabilidades, para que estos tengan como principal
responsabilidad el rembolso de la deuda externa.
En esta etapa neoliberal, que implica la reducción de
la intervención del Estado y la apertura de la economía local a los mercados internacionales la salud se
mercantiliza, crece el sector privado y las obras sociales se desregulan. No aparecen lineamientos de
políticas públicas en Salud Mental. No hay idea de
derechos. Son pocos recursos del Estado y bien foca-
CUADERNOS PARA VOLVER A CARRILLO
lizados, aparece la ART como seguro del trabajador.
En salud mental desparece la Dirección Nacional y
nacen los servicios intermediarios contratando obras
sociales. Se produce un debilitamiento de las organizaciones obreras, en especial a partir de la abrupta
caída en la cantidad de afiliados como consecuencia
directa del crecimiento de la desocupación, en especial durante la etapa 1990-2001.
Cabe destacar que frente a este deterioro social a comienzos de la década de 1990 el rol de la CGT y de las
62 Organizaciones Peronistas fue cuestionado por su
dependencia del poder político y su complicidad con
el sector económico por sectores del movimiento obrero,
en especial los estatales y docentes, que en 1992 conformaron nuestra Central de Trabajadores Argentinos.
En el 2000 comenzamos un nuevo ciclo de movilización y protesta, todo el año preparamos la Consulta
del Frenapo, más de 3.200.000 argentinos sin obligación alguna se sumaban para decir “Ningún Hogar
Pobre en la Argentina”, y más de 50.000 militantes
hacían posible esta gesta de democracia directa.
Desde el movimiento obrero, con altos índices de
desocupación, se generan organizaciones sociales
de desocupados a partir de la CTA, dando pelea por
recuperar derechos. “La fábrica es el barrio” es un
concepto que identifica a los trabajadores desocupados y su militancia.
Atrás quedó la ofensiva neoliberal de los ochenta y
noventa del siglo pasado. Desde las resistencias se
constituyeron nuevos gobiernos que ejercen la crítica al legado reaccionario de aquellos años, aunque
subsisten algunos en esa prédica. Desde la CTA enfatizamos que no alcanza con la crítica al legado neoliberal, la critica debe ser al sistema en sus múltiples
formas, lo que nos oprime es el capitalismo.
En el 2002 las Madres de Plaza de Mayo, a favor de
la reforma en Salud Mental que se venía realizando
en Brasil comienzan a realizar los Congresos Internacionales de Salud Mental y Derechos Humanos
(ininterrumpidamente hasta hoy) dando lugar a la
divulgación de experiencias comunitarias de todo el
continente. Denunciando el efecto iatrogénico de las
internaciones prolongadas, la cantidad de personas
encerradas en los monovalentes, la falta de personal
capacitado para atender y acompañar a las personas
en sus padecimientos.
El Movimiento Social de Desmanicomializacion y
Transformación Institucional (MSGTI), surgido en
el año 2005 en el marco de los Congresos de Salud
Mental y Derechos Humanos organizados por la Universidad Popular de Madres de Plaza de Mayo, reúne
a trabajadores, pacientes y organizaciones del campo de la Salud Mental de distintas regiones del país,
comprometidos en la lucha por sustituir a esa verdadera privación ilegítima de la libertad que constituye
la institución manicomial y sus lógicas de exclusión y
estigmatización del padecimiento psíquico. El MSDTI
se ha pronunciado desde su fundación acerca de esa
“....Modalidad de “atención” del padecimiento mental,
ya largamente reconocida como conjunción macabra
entre locura, discriminación y pobreza. Que en el caso
de las instituciones privadas que siguen un idéntico
modelo asilar, puede entenderse como conjunción entre locura, discriminación y mercado. Y que en cualquier
caso constituye una flagrante violación de los derechos
humanos y de impunidad instituida como política de
salud, en momentos en que estos derechos quieren
instituirse como políticas de estado”. (MANIFIESTO del
MSDTI- 30 de marzo de 2006).
Comienza la discusión acerca de una futura Ley Nacional de Salud Mental que no puede soslayar la discusión acerca de los modelos de atención que en ella
se propicien.
En el 2006 se crea la Red FUV (Red de Familiares,
Usuarios y Voluntarios de la Salud Mental) el movimiento de familiares más grande de Latinoamérica.
Comienzan a cuestionar el rol pasivo de los usuarios
y los familiares en los tratamientos. Cuestionan los
malos tratos que reciben sus familiares cuando están internados por grandes periodos. Se conectan
con otros movimientos internacionales de familiares
para pedir por tratamientos y atención digna a sus
seres queridos. En la actualidad los miembros de la
RED FUV forman parte del Órgano revisión velando
23
Salud Mental
por la plena aplicación de la Ley 26657.
En el 2007 el Centro de estudios legales y Sociales
(CELS) presenta el informe “Vidas arrasadas” denunciando las condiciones de vida en los manicomios
argentinos, cantidad de personas privadas de la libertad. Se pone en manifiesto a toda la sociedad la
situación aberrante de los asilos en la Argentina.
En el 2008 el Estado argentino adhiere a la convención de los derechos de las personas con discapacidad, que en Argentina tiene rango de ley, ambos
movimientos, Salud Mental Y Discapacidad comienzan a trabajar aunadamente ya que se discute sobre
los mismos temas “la inclusión plena en la comunidad, el trato digno en la atención y los tratamientos,
la capacidad jurídica de las personas y el derecho a
vivir en su hogar y no institucionalizado” Se comienza a divulgar mucho más sobre capacidad jurídica, se sustituye la sentencia insania por apoyos para la vida autónoma, se cuestiona los articulos 152 y 141 de la constitución.
Comienzan los debates sobre el proyecto de ley presentado por el Diputado Leonardo Gorbacz. Así mismo el CELS realiza una campaña de difusión a la cual
titula “Contenidos mínimos necesarios desde una
perspectiva de derechos humanos para avanzar en
la formulación de una Ley Nacional de Salud Mental
y otras regulaciones vinculadas con el acceso a la justicia. AGOSTO 2009”
El año 2009 fue fundamental para establecer alianzas, enamorar a los legisladores de este nuevo paradigma, visitar las provincias y realizar acuerdos,
discutir y realizar debates públicos con laboratorios,
asociaciones psiquiátricas, colegios profesionales,
universidades, jueces y defensores.
Se continúa luchando para intentar progresivamente recuperar el lugar de coordinación nacional en la
política de Salud Mental. Se recupera territorio en
materia de derechos: Anulación de la ley de Obediencia de Vida y Punto Final. En materia internacional se crea la UNASUR (1) se pone fin a sistema de
AFJP en el 2008, y se sanciona al año siguiente la Ley
de Medios Audiovisuales. Otras conquistas en materia de derechos: la ley de matrimonio igualitario y la
ley de identidad de género.
Ahora bien, la continuidad de la crisis del capitalismo
24
es el dato relevante de nuestra época. Es una crisis
acompañada de una brutal ofensiva del capital a escala global sobre el conjunto de los trabajadores. Por
eso en muchos países del mundo, y en el nuestro que
no está exento, crece el desempleo, el subempleo, la
precarización laboral y salarial, la contratación tercerizada y la informalización de las relaciones laborales.
Las clases dominantes utilizan la crisis del capitalismo para avanzar sobre la potencia productiva de los
trabajadores y la naturaleza.
En el 2010 se crea la Dirección Nacional de Salud
Mental y Adicciones, y el 25 de Noviembre del mismo año se sanciona la Ley Nacional Nº 26.657 de Salud Mental, la cual genera el marco para garantizar
la protección de la salud mental de los ciudadanos.
Se abre un proceso de consulta que recupera el producto del trabajo colectivo de múltiples organizaciones de usuarios, voluntarios, familias y trabajadores.
En mayo del 2013 se promulga la reglamentación de
la ley de Salud Mental.
Es necesario continuar generando espacios de discusión en todas las instancias acordes a la inserción
laboral o gremial, ya que los trabajadores necesitamos debatir y participar en la nueva organización del
trabajo e interpelarnos sobre los nuevos abordajes e
incidencia en la política de Estado, a fin de no reproducir viejos paradigmas.
Porque más allá de que cambiemos los encuadres,
los cambios en las lógicas de trabajo no se garantizan solos, deben impulsarse a partir de las prioridades de inversión así como también construirse
cotidianamente. Por lo cual es de vital importancia
inscribir en la política pública los contenidos que se
deriven desde las prácticas saludables y respetuosas
de los derechos humanos.
Frente al falso dilema de la defensa del salario o de
los puestos de trabajo, es necesario volver a sostener
que la remuneración de los trabajadores no puede
quedar sujeta a las necesidades de las patronales,
sino que debe estar fijada en función de las necesidades de los trabajadores.
Desde nuestra CTA pretendemos aportar con definiciones sobre un nuevo modelo productivo y de
desarrollo, que privilegie la satisfacción de las necesi-
CUADERNOS PARA VOLVER A CARRILLO
dades de los trabajadores y los pueblos, en armonía
con la naturaleza. Nos afirmamos en la definición de
una Central clasista, anticapitalista y antiimperialista.
Solo la resistencia activa, en las calles, del conjunto
de los trabajadores, evitará que los principales impulsores y beneficiarios de la devaluación consoliden su victoria. La plena vigencia de la libertad y
la democracia sindical son una condición necesaria
para fortalecer esta resistencia, al tiempo que se pro-
fundizan los procesos de organización de los trabajadores. La etapa nos obliga, una vez más, a impulsar
un programa de y para el conjunto de la clase obrera
que deberá de incluir transformaciones estructurales que pongan a la producción al servicio de los
trabajadores, y mientras tanto, de prepararse para el
conflicto. La unidad en la acción vuelve a ser un elemento estratégico, e imprescindible.
Derecho al voto
(1) La Unión de Naciones Suramericanas, UNASUR, es una organización internacional creada en 2008 como impulso a la integración regional
en materia de energía, educación, salud, ambiente, infraestructura, seguridad y democracia. Países que forman parte: Argentina, Brasil, Paraguay; Uruguay, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Guyana, Perú, Suriname y Venezuela.
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Salud Mental
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CUADERNOS PARA VOLVER A CARRILLO
Bibliografía
Publicación del Área de Salud Mental del Departamento de Salud Comunitaria Universidad de Lanús. Revista
Salud Mental y Comunidad. Asociación Trabajadores del Estado -ATE- (Marzo de 2009).Historia del Movimiento
Obrero Argentino, una visión desde los trabajadores. Buenos Aires.
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Salud Mental
Capítulo IV:
El modelo Médico Hegemónico y el modelo
de Salud Mental en la Comunidad.
Los capítulos anteriores nos han brindado un panorama general acerca del contexto histórico en el cual
se fue desarrollando la política de Salud Mental, en
este capítulo, abordaremos los modelos de atención
que a pesar de los avances legales aun se disputan
de manera simultánea en las practicas y abordajes.
El modelo médico hegemónico.
Como hemos visto en capítulos anteriores gran parte del siglo XIX y XX podemos caracterizarlo como
un modelo de atención en donde la medicina ocupó
el lugar del saber dominante.
Se atendía el padecimiento mental, con similar método que al resto de las enfermedades, haciendo
“hincapié en atacar sólo el órgano afectado”, dejando de lado los determinantes (factores sociales, económicos y políticos entre otros), que afectan a las
personas que viven insertos en un medio social.
Otro rasgo distintivo de este modelo fue y en muchos casos sigue siendo la relación de poder del
médico sobre el paciente, desde donde se estructura
una relación vincular con rasgos propios de la disciplina. Va a ser en esta forma de vincularse donde
el paciente no es visto ni escuchado en su historias,
sufrimientos y sentires.
En esta forma de atención del paciente se ha privilegiado el uso de la medicalización de como una
de las principales estrategias terapéuticas llegando
en algunos casos al extremo de ser utilizada como
mecanismo de control en aquellos casos donde el
paciente era considerado un ser peligroso.
El rótulo de “peligroso” puede ser considerado el
punto de partida de un sistema de segregación de
las personas con padecimiento, que sumado a la
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medicalización como único tratamiento posible, lograron efectos perjudiciales desde un sistema que
en lugar de cuidar y proteger, despojaba, recortaba
derechos transformando al sujeto en objeto.
El eje de este modelo se centra en la reclusión de las
personas en asilos u hospitales neuropsiquiátricos,
en donde se busca estabilizar su cuadro clínico, brindarle todo tipo de actividades (talleres, actividades
religiosas, deportivas, etc.) con el fin de que la persona permanezca toda su vida allí, con la consiguiente
imposibilidad de desarrollar su vida en su medio social. El encierro es justificado entonces por cuestiones
sociales, habitacionales, económicas, culturales, etc.
Frente a esta mirada sobre las personas con padecimiento mental como “peligrosos” para sí mismos y
para el resto de la sociedad fue necesario establecer
medidas de protección que aseguren su “cuidado y
su bienestar”.
El Modelo de Salud Mental en la
Comunidad
En la década del setenta, comenzó a funcionar el
programa de Salud Mental en la Provincia de Río
Negro, una experiencia que en el caso de Argentina mostró un camino de transformación que se ha
consolidado en el tiempo y ha servido de ejemplo
a otras iniciativas. Estos intentos luego de la sufrida
dictadura, permitieron algunos avances, sembraron
nuevos compromisos de los trabajadores con la reforma y en varios de los hospitales psiquiátricos y
Colonias se implementaron exitosos programas de
externación de pacientes.
CUADERNOS PARA VOLVER A CARRILLO
En el campo intelectual los criterios interdisciplinarios
se implantaron con fuerte aceptación y la consigna de
integrar a la comunidad como protagonistas para la
atención se difundió fuertemente en todo el país.
Los últimos veinte años en Argentina, y en parte de los
países de América Latina, se caracterizaron por un notable desarrollo entre los trabajadores de los principios
de salud mental y de las estrategias de participación de
la comunidad, junto a una crítica profunda del sistema
asilar, basado en la internación en hospitales monovalentes, aun dominante en el país.
sólo para estabilizar crisis o cuadros agudos.
- pasaje del hospital monovalente a tener que brindar un abanico de servicios en la comunidad, descentralizados, locales, barriales: centros de salud,
unidades habitacionales, acompañamientos terapéuticos etc.
- pasaje del juicio de insania a un proceso donde no
se le quite la autonomía y los curadores no lo remplacen en la toma de decisiones.
- pasaje de la atención enmarcada solo en recursos
Si bien el padecimiento mental en gran parte tiene
como pronóstico ser estabilizado, la persona puede
desenvolverse en su casa, en su barrio, en su comunidad. Pero en muchos casos no podrá solo, va a necesitar de un conjunto de servicios y personas que le
sirvan de apoyo en su vida cotidiana.
Para ello se organizan las instancias comunitarias
como soporte a la cotidianeidad de quienes lo necesiten interviniendo en esas prácticas de acompañamiento otros actores y profesiones aparte del
médico: psicólogos, trabajadores sociales, terapistas
ocupacionales, profesores, operadores, promotores, etc.
Pasamos del saber hegemónico del médico a la valoración
de todos los saberes, de aquellos que integran el equipo
de salud es decir le damos lugar a la Interdisciplina.
Respuestas que marcan el cambio de
Paradigma:
Así como en el funcionamiento del equipo de salud,
el cambio de un saber dominante a la valoración de
saberes colectivos, materializa un cambio de abordaje, en la respuesta que desde el Estado se dé a diversas situaciones cotidianas en el sector de Salud
Mental ratificarán este cambio de mirada.
A saber:
- pasaje de la internación en el monovalente a la internación en hospital general.
- pasaje de la internación por cuestiones sociales y
habitacionales a la internación como último recurso
La risa cura
29
Salud Mental
provenientes del sector salud hacia un abordaje
intersectorial en donde se tiene en cuenta que la
persona requiere de otros recursos para poder vivir
plenamente.
- pasaje del trabajo protegido a la inclusión laboral en
un mercado abierto en la economía formal y no formal.
- pasaje de la escuela especial a la educación integrada y en escuelas comunes.
Según Stolkiner la Interdisciplina nace a partir de reconocer que los problemas que se nos
presentan son complejos y difusos. La interdisciplinariedad es un posicionamiento que obliga
básicamente a reconocer la incompletud de las
herramientas de cada disciplina.
En el siguiente cuadro se pueden visualizar las diferencias entre los paradigmas mencionados.
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CUADERNOS PARA VOLVER A CARRILLO
Capitulo V
La Ley en sus artículos
La norma establece una serie de derechos de las
personas con padecimientos mentales, define nuevos procedimientos para cuidar esos derechos en
situaciones de excepción (riesgo cierto e inminente),
y ordena lineamientos básicos de una política nacional en salud mental. La prohibición de la creación
de nuevos hospitales monovalentes de internación
apunta a integrar definitivamente la atención de la
salud mental en el sistema de atención de salud general para la población.
Existe a veces una confusión respecto de quiénes
son los sujetos obligados por la norma, y eso lleva
a que algunos profesionales del sistema interpreten
que hay puntos de la Ley que son de imposible cumplimiento. Eso sería cierto, si fueran ellos los obligados por esos ítems. La Ley contiene, es cierto, obligaciones a cumplir por los profesionales, pero también
muchas otros cuyo cumplimiento depende de los responsables de las políticas –en los niveles nacional y local–
como la inversión económica y la construcción de nuevos
dispositivos de atención basados en la comunidad.
Respecto a la situación de las instituciones monovalentes que actualmente funcionan en el país, la Ley
propone su adaptación “hasta su sustitución definitiva
por los dispositivos alternativos”, que son enumerados
–de forma meramente enunciativa–: casas de convivencia, hospitales de día, cooperativas de trabajo, etc.
La creación de estos dispositivos constituye sin duda
una de las claves de la nueva Ley. Sin ellos, los equipos asistenciales quedan entre la espada y la pared,
teniendo que elegir entre la internación en hospitales monovalentes y la nada, o no pudiendo hacer
efectivo un alta de una internación por la ausencia
de los dispositivos de apoyo –sanitarios, económicos, sociales– que muchas personas requieren.
La creación de esos dispositivos forma parte de lo
que podríamos denominar el marco general para
una política nacional de salud mental. Para concretar
la mencionada adecuación, es necesario la reconver-
sión de recursos no sólo humanos sino materiales
(infraestructura, partidas presupuestarias) con una
planificación acorde y coherente a la realidad de
cada efector.
Organismos de la Ley 26.657
Autoridad de Aplicación de la Ley
Es el organismo que ejerce las funciones de rectoría,
es decir, de generar los lineamientos para el abordaje
y la atención para que se cumplan en todo el territorio nacional. Tiene como objetivos
• “establecer las bases para un Plan Nacional de Salud Mental”,
• realizar “un censo nacional en todos los centros de
internación en salud mental del ámbito público y
privado para relevar la situación de las personas internadas”,
• desarrollar “estándares de habilitación y supervisión periódica de los servicios de salud mental públicos y privados”,
El organismo encargado es la Dirección Nacional de
Salud Mental y Adicciones, dependiente del Ministerio de Salud de la Nación
¿Qué Organismos se ponen en marcha con la Reglamentación?
1) Consejo Nacional Interministerial en Políticas de
Salud Mental y Adicciones:
(Integrantes: Salud, Desarrollo, Trabajo, Educación.
Objetivo: Coordinar planes de Prevención - Coordinar planes de Inclusión socio laboral)
2) Consejo Consultivo Honorario: (Integrantes: -
31
Salud Mental
organizaciones de la comunidad con incumbencia
en la temática- organizaciones de usuarios y fliaresorganizaciones de trabajadores. Objetivo: Realizar
propuestas a la Autoridad. Exponer las políticas ante
organizaciones)
3) Órgano de Revisión: (Ministerio de Salud, Secretaría de DDHH, Ministerio Público de la Defensa,
Usuarios y Familiares, profesionales y otros trabajadores, organizaciones de DDHH) Objetivos: Proteger
los DDHH de usuarios y controlar la aplicación de la
Ley. Objetivos Específicos: Inspeccionar instituciones
públicas o privadas de internación. Evaluar internaciones involuntarias de más de 90 días. Controlar derivaciones fuera del ámbito comunitario. Presentarse
ante el Consejo de la Magistratura)
4) Comisión Conjunta para habilitación y fiscalización: (Min Sal y Sec. DDHH)
Objetivos: Elaborar estándares de habilitación, y fiscalización de servicios públicos y privados).
5) Registro Nacional para la búsqueda de identidad y filiación: (MSAL y Ministerio del Interior) (seguimiento permanente de búsqueda de datos de
identidad y filiación de personas con padecimientos
mentales)
¿Cuáles son los Ejes de la política asistencial que se trazan en la ley?
1) Cercanía
2) Continuidad
3) Articulación
4) Participación comunitaria
5) Respeto a identidades étnicas, culturales, religiosas, de género, sexuales y otras.
6) Integración de equipos de atención primaria en el
territorio
7) Adaptación de programas de trabajo, educación,
cultura, arte, deporte, vivienda, etc.
Teniendo en cuenta lo planteado, la red de servicios
con base en la comunidad, que se mencionan en la ley
a fin de dar respuesta, son los siguientes dispositivos:
Dentro de la diversidad de dispositivos podemos diferenciar el tratamiento ambulatorio con diferentes opciones de tratamientos o abordajes y la internación.
Defensa de la Salud pública / Pan del Borda
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CUADERNOS PARA VOLVER A CARRILLO
Teniendo en cuenta lo planteado, la red de servicios con base en la comunidad, que se mencionan en la
ley a fin de dar respuesta, son los siguientes dispositivos:
Dentro de la diversidad de dispositivos podemos diferenciar el tratamiento ambulatorio con diferentes opciones de tratamientos o abordajes y la internación.
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Salud Mental
La internación es un recurso terapéutico restrictivo,
ya que se restringe ante todo, el derecho a la libertad
de circulación. Debe considerarse el ULTIMO RECURSO TERAPEUTICO Por eso si hay a nuestro alcance otros
recursos menos restrictivos debe tratar de evitarse. Y
en caso de indicarse, debe ser lo más breve posible.
No puede indicarse internación por cuestiones sociales, o económicas, o de vivienda, sino sólo por
motivos terapéuticos. Tampoco puede prolongarse,
si la persona está estabilizada, por causas sociales.
HAY DOS TIPOS DE INTERNACIONES:
¿Qué es el riesgo cierto e inminente
de Daño?
“Contingencia o proximidad de un daño que ya es conocido como verdadero, seguro e indubitable que amenace o cause perjuicio a la vida o integridad física de la
persona o de terceros.”
Se considera que el daño debe ser lo suficientemente
grave como para restringirle el derecho a la libertad.
Debido proceso en internaciones involuntarias
Se estableció un cuidadoso mecanismo de control de
las internaciones involuntarias, tendiente a garantizar el
“debido proceso” que corresponde, en un estado de derecho, a cualquier situación de privación de libertad.
Cuando se produce una internación, debemos estar
atentos y monitorear el cumplimiento del protocolo,
es decir tenemos que conocer que no todos los ac-
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tores tienen las mismas responsabilidades, que hay
tiempos para dar cumplimiento de la misma y que
la persona con padecimiento mental tiene derechos
que debemos respetar y garantizar.
En este sentido,
EL EQUIPO DE SALUD
El equipo es el único que puede indicar internación,
para que se efectúe la internación deben indicarla al
menos dos profesionales y uno de ellos debe ser o
psicólogo o psiquiatra. También el equipo es quien debe
estimar la duración de la Internación e indicar el alta.
EL JUEZ
No puede internar. Lo que hace es controlar la internación para que no se produzcan abusos. Como por
ejemplo: Sobre-medicación, falta de comunicación
con los familiares y personas de referencia, negar
salidas o permisos de paseos, que la persona no se
CUADERNOS PARA VOLVER A CARRILLO
encuentre atada o en sala de aislamiento, desnuda
o que no se les provea de los alimentos necesarios
o se encuentre en condiciones inhumanas. Por eso
el equipo debe informar al juez y la ley prevé plazos
cortos de notificaciones.
LA PERSONA
Tiene derecho a tener un abogado que lo represente
en sus derechos durante la internación. También tiene derecho a tener vínculo con su familia y a exigir
que las condiciones de internación sean dignas.
La ley nacional de Salud mental Prevé en su art. 22:
“La persona internada involuntariamente o su representante legal, tiene derecho a designar un abogado.
Si no lo hiciera, el Estado debe proporcionarle uno
desde el momento de la internación. El defensor podrá oponerse a la internación y solicitar la externación
en cualquier momento. El juzgado deberá permitir al defensor el control de las actuaciones en todo momento”
Esto es de vital importancia ya que le designa al Estado Nacional la responsabilidad de garantizar los
derechos de las personas con padecimiento mental
a través de defensores públicos especializados en la
Materia. Avance muy importante ya que antes el Estado Nacional era protector o quien brindaba tutela.
El camino de una internación involuntaria.
Protocolo.
Frente a una internación involuntaria el equipo tratante debe realizar los siguientes pasos.
1) Debe notificarse con hasta 10 horas al juez luego
de que haya sido indicada.
2) A las 48 horas se debe enviar un informe detallando los riesgos ciertos e inminentes que motivaron la
internación. Detallar estrategias previas implementadas y que no resultaron, por lo tanto se debe optar
por la internación.
3) El juez tiene hasta tres días para autorizar la internación.
4) El juez debe pedir al Órgano de revisión un informe
a un equipo interdisciplinario que no haya intervenido en el tratamiento de la persona hasta el momento.
5)Al cabo de los primeros 7 días el equipo debe reevaluar a la persona y determinar si es necesario continuar con la internación o se buscan otras alternati-
Salud Mental comunitaria
35
Salud Mental
vas para la continuidad del tratamiento.
Este protocolo básico, es el que debe cumplir toda
internación por padecimiento mental. Es importante
que nosotros como trabajadores sigamos estos procedimientos de manera de resguardar los derechos
de los usuarios. Concientizar acerca de la responsabilidad de realizar el trabajo cotidiano de la mejor
manera posible, garantizando en lo que dependa
de nosotros condiciones dignas en la atención de
la persona internada así como de todo su grupo de
proximidad (familiares, vecinos, trabajadores etc.)
Estos pasos a seguir no son meras recetas, si no que
aseguran que la internación sea criteriosa, verdaderamente terapéutica y que cuide la dignidad e integridad de la persona.
Debate Ley
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CUADERNOS PARA VOLVER A CARRILLO
Capítulo VI
Ley Nacional 26.657 de Salud Mental
y Adicciones
Salud Mental comunitaria
Establece que las adicciones deben ser tomadas
como parte integrante de las políticas salud mental
y garantiza a las personas con consumo problemático de drogas legales e ilegales el pleno acceso a
los servicios de salud. Lo cual es un avance, aunque
podríamos plantear que las adicciones no son sólo
un problema de salud, sino una problemática mucho
más amplia y abarcativa (problemática social compleja), para lo cual es necesario pensar respuestas con esa
misma característica: amplias, integrales y complejas.
Para el abordaje de dicha temática es necesario tener
en cuenta por un lado la difusión de los dispositivos
que se establecen en el marco legal para actuar ante
las distintas situaciones, así como el fortalecimiento
de los espacios institucionales de participación para la
elaboración colectiva de estrategias de intervención.
Es imprescindible abordarlo de manera integral e
interdisciplinaria, ponderando el dialogo entre los
diferentes saberes sin supremacía de uno sobre otro.
De ello se desprende que es necesario superar, de
manera crítica, las representaciones y los prejuicios
sociales con los que habitualmente se tiñen los dis-
cursos sobre las drogas y sobre quienes las consumen, ya que suelen sustentarse en concepciones
irracionales que, a su vez, generan discriminaciones
de diversa índole. Resulta imperioso reconocer que
existe desinformación sobre esta problemática en la población en general, pero también entre docentes y trabajadores de la salud, lo que conduce muchas veces a prácticas e intervenciones que pueden ser profundamente
discriminatorias, estigmatizantes e inconducentes.
Las personas con conductas y o consumos problemáticos, particularmente los jóvenes suelen ser discriminados y criminalizados por este tipo de problemáticas lo cual profundiza su padecimiento.
Para cambiar esta mirada es fundamental…. Derribar prejuicios.
Todos podemos ayudar!!!
• Entendiendo que las conductas adictivas son un
problema de salud y no de justicia.
• Informado y difundiendo los derechos de las personas con uso problemático de drogas.
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Salud Mental
Capítulo VII:
Cuando hablamos de adicciones hablamos
de Salud Mental.
Si bien el abuso de sustancias ha estado siempre
inmerso desde épocas remotas en la historia de la
humanidad, en estos últimos tiempos presenta una
relevancia transversal como problemática biopsicosocial, relacionado con el modelo de sociedad que
hemos construido.
En los últimos años los problemas relacionados con
el consumo de drogas y alcohol son alarmantes, interviniendo aspectos personales, familiares y sociales, constituyéndose por ello en una “problemática
multifactorial”. La realidad nos muestra que la población más expuesta y/o vulnerable al consumo
problemático es, de menor edad, más pobre y más
desprotegida socialmente.
El tema del consumo de sustancias toxicas y/o psicoactivas es sumamente complejo, desde la incursión de los poderosos intereses movidos por el
narcotráfico hasta la estigmatización del tema, que
confunde el uso ocasional con las adicciones.
Es preciso considerar con especial énfasis a los sujetos y ya no las sustancias, lo que permite inferir que
la probabilidad de que se establezca una relación
problemática con las drogas, aumenta considerablemente en sujetos que se hallan en situación de vulnerabilidad bio-psico-social.
En los comienzos de este siglo, se puede ver como la
pobreza, desigualdad, exclusión, precarización laboral, fragmentación social, fueron caracterizando un determinado escenario social que se iba consolidando.
El desplazamiento del Estado como ordenador de
la vida social, portador de un sustrato normativo
igualitario, homogenizador, colectivo, dio paso a la
irrupción del mercado como continente de la actividad social fomentando el tener más y más objetos, a
cambio de una supuesta satisfacción. En este mismo
sentido podemos pensar a las drogas como objeto
de consumo de nuestra sociedad. Donde por lo ge-
38
neral existen dos formas para concebir al consumidor/usuario de drogas. Desde la lógica sanitaria que busca “curarlo” y desde la lógica punitiva que busca “control”.
Las dos lógicas descansan en la premisa de conducta
desviada, o falta de aceptación de las normas sociales.
Desde los años 60, el consumo de sustancias psicoactivas ha ido en continuo aumento. Sin embargo,
es a partir de los años 90 que esta problemática se
convierte en una clara manifestación sintomática
de malestar, asociándola progresivamente y cada
vez con más fuerza a otros problemas sociales, tales
como la violencia, la deserción escolar, la delincuencia, el VIH SIDA.
A partir del año 2008 se inicia un proceso de modificación en las políticas de drogas desde una perspectiva social y sanitaria que restablece las competencias de los diferentes ministerios en el abordaje,
sobre los usuarios de drogas, priorizando el enfoque
de derechos y la promoción de ciudadanía. Más allá
de haberse iniciado un camino en ese rumbo, en la
actualidad conviven los dos modelos.
La formulación de Políticas Públicas desde una perspectiva de derechos y promoción de la ciudadanía,
implica necesariamente por un lado, un nuevo ordenamiento legal que retire del ámbito penal las
conductas asociadas a la tenencia y el consumo de
sustancias ilícitas y por otro, la reconstrucción de un
entramado institucional que brinde accesibilidad a
los servicios socio – sanitarios para las personas afectadas por consumo de drogas.
Debemos considerar que este aumento continuo en
el consumo se da en un contexto caracterizado por
el estímulo de prácticas que incentivan a la satisfacción inmediata y la cultura de vivir el momento, al
consumo desenfrenado e indiscriminado, y el uso de
bienes no estrictamente necesarios, al solo efecto de
“ser”, de “pertenecer”.
CUADERNOS PARA VOLVER A CARRILLO
Por un lado, entonces, experimentamos esa presión,
la presión para consumir cada vez más, pero por el
otro, se pretende impedir un consumo en particular,
por juzgarlo como malo o dañino para el individuo,
para la sociedad toda. Esta actitud resulta claramente contradictoria, produciéndose en consecuencia
una evidente fractura entre un discurso y otro.
El consumo problemático de sustancias no se puede
catalogar sólo como un problema de salud, sino también como un problema social, más específicamente es
una problemática social compleja, que el Estado debe
encarar integralmente desde las diferentes aristas que
abarca, amerita una intervención desde las diferentes
políticas públicas: salud, educación, trabajo etc.
Esta realidad descripta interpela nuestras prácticas
como trabajadores, desde los diferentes ámbitos
y nos lleva a interrogarnos, ¿La oferta que estamos brindando contempla la realidad de los usuarios?¿Estamos ofreciendo dispositivos que contem-
plen la accesibilidad a los mismos?¿Estamos sumando las
fortalezas y posibilidades de la comunidad para trabajar el
tema?¿Los saberes que utilizamos son los de los “especialistas” o contemplamos todos los saberes y redes?¿Entendemos la centralidad que debe tener el Estado en el tema?
A partir de la sanción de la Ley de Salud Mental
N°26657, el usuario es un sujeto de derechos, ¿pudimos hacer los movimientos necesarios en las instituciones para alojar a los usuarios que hoy recibimos?
La idea es replantearnos y repensarnos desde los diferentes lugares, para que cada uno tome participación
activa en el tema y que la misma lejos de re-estigmatizar, discriminar, pueda alojar, incluir, restituir derechos.
Cuando hablamos de consumo problemático de las
drogas nos referimos al uso de las drogas legales (alcohol, cigarrillos, psicofármacos) como a las ilegales
(paco, marihuana, éxtasis) Esto también alcanza a
las adicciones del comportamiento, (ludopatía, compras compulsivas, redes cibernéticas)
39
Salud Mental
Tipos de consumo:
Uso: El consumo es esporádico y no afecta la vida cotidiana de la persona.
Abuso: El consumo es habitual y es establecido en
tiempo y espacio (regularidad, diaria, semanal o asociada a una circunstancia) con diversas dosis.
Dependencia: La vida de la persona gira en torno al
consumo abusivo a la/las sustancia/as. Esta etapa se
caracteriza por la pérdida de lazos sociales, la irrupción de los roles significativos de la persona de la
persona ya que “vive para”
Salud Mental comunitaria
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CUADERNOS PARA VOLVER A CARRILLO
Capítulo VIII:
Intervenir desde la prevención. En lo local
desde la singularidad
Desde el curso permanente de GPSS, creemos que
es necesario trabajar sobre las representaciones sociales que existen sobre el tema de drogas, teniendo
en cuenta las distintas disciplinas y espacios de intervención en lo local, y reforzando la idea de que el nivel Local es el ámbito privilegiado desde donde poder materializar redes de corresponsabilidad desde
el cual los múltiples actores (efectores públicos y no
gubernamentales) deben promover relaciones políticas, ambientales, sociales, educacionales, sanitarias
y económicas que generen las condiciones, desde su
responsabilidad, para construir de manera colectiva
el cuidado, la atención, la promoción y protección de
los derechos.
En cuanto al uso problemático de sustancias, representa un reto social complejo por sus efectos - consecuencias en las personas y el contexto social y legal en que se encuentran. Aquí, la prevención es un
alerta sobre los riesgos que implica cada conducta
individual. Prevenir es generar mensajes que alerten.
Desde otra perspectiva, la prevención es entendida
no como un mensaje que se debe multiplicar, sino
como una intervención a construir en diferentes espacios sociales.
Implica desarrollar estrategias singularizadas a partir
de las características sociales y culturales de la comunidad con la que se va a trabajar.
En este sentido el abordaje preventivo implica la
construcción de una intervención, entendiéndola
como toda acción social que tiene por fin modificar una situación en que los derechos del sujeto se
encuentran inhibidos. Por lo tanto se inscribe en un
contexto histórico particular, con relaciones específicas de poder entre actores que hacen al marco en el
cual se construirá la intervención.
La prevención es una estrategia prioritaria, que el Estado utiliza dentro de las políticas de salud y su propósito es comunicar mensajes y desarrollar acciones
que no sólo provean de conocimientos objetivos y
adecuados acerca de las drogas y los efectos de su
consumo, sino que faciliten el desarrollo de actitudes y conductas que tiendan a la recuperación de
lazos sociales, generando estilos de vida saludables.
El marco legal que nos encuadra, Ley Nacional
N°26657 de Salud Mental y la ley N°13298 de Promoción y protección de los derechos de los niños/
adolescentes, hacen que toda acción preventiva se
enmarque en los principios que estas leyes promueven. Por lo tanto serán acciones que ubiquen a los
usuarios como sujetos de derechos, contemplando
a los mismos como centrales en los diseños preventivos. Los cuales (para lograr resultados favorables)
deben caracterizarse por la coherencia, integración y
coordinación entre las actividades desarrolladas. De
no cumplir con estos requisitos, se desorienta, además de duplicarse y desperdiciarse esfuerzos.
La clave más importante es que las drogas no deben
ser las protagonistas.
La perspectiva de intervención comunitaria en adicciones implica no sólo detectar situaciones específicas en territorio, sino también –y al mismo tiempoconstruir accesibilidad. Estableciendo proximidades
entre la comunidad y los servicios públicos, y creando vínculos de confianza y credibilidad donde ‘el hacer’ responsable y reflexivo pueda restituir derechos
vulnerados; sobre todo en quienes no han perdido
su carácter de ciudadanos por el hecho de experimentar un padecimiento, o depender de alguna sustancia legal o ilegal.
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Salud Mental
Reflexiones Finales…
Esperamos contribuir con este cuaderno de formación a la problematización del derecho a la Salud Colectiva, a producir un giro en su abordaje contemplando la integralidad del ser humano en su contexto, dando
cuenta de su constitución socio-bio-psíquica, y a continuar luchando para que el Estado sea quien garantice
y este obligado a la aplicación de políticas públicas para todos.
Abogamos a la perspectiva que en nuestro país se integre a la salud mental en la asistencia primaria, en la
creación de servicios comunitarios y en los hospitales generales y en la atención domiciliaria en lugar de
proporcionar su atención en grandes hospitales psiquiátricos.
A que se garanticen políticas públicas multisectoriales de promoción de la salud mental durante todo el
ciclo vital de los sujetos, con participación de diversos sectores del gobierno, de organizaciones sociales y de
usuarios de los servicios de salud.
Desde nuestra perspectiva sabemos que para lograr implementar grandes cambios se necesitan grandes
inversiones, y estas definiciones deben plasmarse en los presupuestos de los distintos ámbitos del Estado,
debe ser prioritario superar la fragmentación del Sistema de Salud, es indelegable el accionar del gobierno
nacional en este sentido.
Entendemos que así será posible la concreción del derecho humano a la salud para todos los ciudadanos
que habitamos el territorio nacional.
Esperamos que este cuaderno sea de utilidad para abrir el debate y mayor protagonismo en procura de la
Salud que soñamos.
Mural Luxor
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CUADERNOS PARA VOLVER A CARRILLO
Carnaval en Defensa de la Salud Pública.
EQUIPO DE INVESTIGACIÓN Y ELABORACIÓN
Celeste Romero
Terapista Ocupacional. Integrante de la Conferencia Basaglia Argentina. Trabajadora del Estado de la provincia de
Buenos Aires. Hospital Esteves PREA.
Silvia Pérez Torrecilla
Lic. en Trabajo Social. Docente de la Facultad de Trabajo Social de la UNLP. Trabajadora del Estado de la provincia de
Buenos Aires.
Claudia Saavedra
Trabajadora Social Subsecretaria de Salud Mental Adicciones. Trabajadora del Estado de la provincia de Buenos Aires.
Daniela García
Lic. en Trabajo Social. Docente. Trabajadora del Estado de la provincia de Buenos Aires.
Adriana Villalva
Lic. en Psicología, Magister en Ciencias Sociales y Salud, Docente. Ministerio de Salud de la pcia de Buenos Aires.
COORDINACIÓN Y SUPERVISIÓN DEL PROCESO DE INVESTIGACIÓN Y ELABORACIÓN
Daniela García
Lic en Trabajo Social. Docente. Trabajadora del Estado de la provincia de Buenos Aires.
Adriana Villalva
Lic. en Psicología, Magister en Ciencias Sociales y Salud, Docente. Ministerio de Salud de la pcia de Buenos Aires
EQUIPO DE ACOMPAÑAMIENTO EN SUPERVISIÓN
Mónica Padro
Medica. Trabajadora Estatal del Ministerio de Salud de la Nación.
Fanny Suasnabar
Psicóloga. Trabajadora del Estado provincial.
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Salud Mental
NOTAS
“LAS ALMAS REPUDIAN TODO ENCIERRO ...”
Acerca de la ley nacional 26.657 de salud
mental y adicciones
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CUADERNOS PARA VOLVER A CARRILLO
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