Movimientos sociales en África

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Movimientos
sociales en
África
reses alejados de los motivos por los que se
originaron, pero los movimientos de resistencia y protesta siempre vuelven a surgir, son un
energía en constante movimiento. En algunas
ocasiones han tenido dirigentes, ya fueran líderes tradicionales o bien líderes que se erigían en
cabeza visible del movimiento, que llegaban a
ocupar cargos políticos, como Sankara de Burkina Faso y Lumumba de la República Democrática del Congo o Zaire, y otros no, como Ken Saro
Wiwa, de Nigeria. Sea como fuere, los líderes
visibles de las resistencias sociales africanas eran,
literal o figurativamente hablando, decapitados
por Occidente, antes y después de las independencias.
La mayoría de las sociedades civiles africanas
se han enfrentado organizándose a problemas
que muchos gobiernos occidentales no serían
capaces de afrontar, cuando sobreviven a -y
en- lo que aquí se conoce como estados fallidos, esos países que no superaron bien la fase
postcolonial, o países con complejas situaciones que sus gobiernos clientes de los intereses
externos no pueden hacer frente, como crisis de
refugiados, degradación medioambiental, privatizaciones, falta de energía, de cobertura sanitaria…. Los movimientos sociales organizados en
África son un camino muy transitado, aunque en
Europa no hayamos querido o sabido verlos.
Por ejemplo, a Francia le costó mucho invadir
el África occidental, no solo porque tuvo que
librar una guerra contra los británicos (10 años)
por conquistar esa zona sino porque los pueblos
y reinos de la zona, como el antiguo imperio
Songhai, se revelaron tanto contra la dominación, que Francia se vio obligada a desplegar la
mayor campaña militar jamás desplegada por
este país. Los pueblos africanos se resistieron
tanto a la colonización, que en varios momentos
los europeos pensaron que no podrían dominarlos. Francia tuvo que dividir en pequeños “países”
lo que pretendía ser una enorme colonia. La
división en Alto Volta (como se llamaba antes
Burkina Faso) y las otras administraciones, Mali,
Senegal, etc, se hizo para controlar mejor a los
incontrolables.
Los académicos ya comenzaron a estudiar los
movimientos sociales africanos en los años 60 y
70, cuando tuvieron lugar las independencias,
Rosa Moro
África en Mente
11/12/15
No hay pueblo sobre la faz de la tierra con
mayor tradición de resistencia en forma de
movilización popular, protestas en las calles y
acciones de llamada a la acción y unión, que los
más de 3.000 pueblos africanos.
A todas las luchas “normales” de la historia de
cualquier pueblo del mundo, los africanos deben
añadir la resistencia a la colonización en el siglo
XIX, la lucha por la liberación en el siglo XX, años
60 y 70. Después, la indignación y el hartazgo
contra el sistema global capitalista, que a Europa
llegó hace unos años, a África llegó en los años
80, cuando empezó a sufrir las consecuencias
de las políticas de austeridad, como los planes
de ajuste estructural, perduró en los años 90, y la
última oleada llegó antes que a Europa, pues los
pueblos africanos empezaron a sufrir los efectos
de la última llamada crisis, como la subida de los
precios de los alimentos o los despidos masivos, antes que el resto del mundo, entre 2003 y
2005. Todos esos años, los movimientos civiles y
sociales han tenido una importancia crucial en
la “contestación” del sistema. Los movimientos
sociales eran enormes, masivos, organizados y
a veces espontáneos, violentos o pacíficos, pero
constantes y fuertes, capaces de influir en la
conformación de sus estados con sus exigencias
de justicia socio-económica, que algunas veces
abrieron espacios para una oposición política.
Por lo general surgen como movimientos
horizontales, comunitarios. Después pueden
caer en la instrumentalización por parte de inte-
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precisamente por su importancia en el desarrollo de los acontecimientos que acabarían conformando el África independiente actual. Estos
movimientos tienen mucha responsabilidad en
la descolonización, además de las resistencias a
la colonización, la libera­ción y la democratización de sus países, contribuyeron a la formación
de la mayoría de la oposición y pluralidad política de los actuales estados africanos. Históricamente, ha habido movimientos muy diversos,
desde feministas, de trabajo, medioambientales,
políticos, de clase, étnicos o culturales. Hay que
llamarlos sociales porque no tenían estructura
de institución, ni estatal, ni nada que pueda
compararse ni a las modernas ONG, ya fueran a
nivel nacional, regional o incluso local.
La convulsión social no es nueva en los países africanos, pero su reflejo en los medios del
exterior, sí ha sido algo novedoso en los últimos
años. Ya se sabe: lo que no sale en los grandes
medios no existe.
Si nos preguntamos por qué los europeos
teníamos la sensación de que los africanos son
seres inertes, en lugar de lo reivindicativos que
son, prácticamente hasta las conocidas como
“primaveras árabes” la respuesta es clara: nadie,
ni en África ni en Europa, ni en ningún otro
lugar del mundo, puede pretender informarse
sobre resistencias populares en los medios de
comunicación convencionales o corporativos. La
“resistencia popular” la “resistencia organizada” es
algo vetado desde las pocas grandes agencias
que abastecen la agenda de todos los grandes
medios. Por otro lado, la historia la escriben los
vencedores y un vencedor no dedica tiempo a
relatar la fortaleza y razones de lucha de su “enemigo”. La colonización se nos enseñó como algo
menos violento de lo que en realidad fue. Los
europeos “cristianizamos” y “civilizamos” a salvajes
no tan humanos como nosotros durante la colonización, así nos lo enseñaron en las escuelas.
Hoy sabemos que la realidad es que asesinamos
y saqueamos civilizaciones enteras con una gran
crueldad, aunque todavía hoy no todos somos
conscientes de estas bases de nuestra “civilización”.
De unos años acá, el desarrollo de las nuevas
tecnologías de comunicación y las redes sociales
ha hecho posible que exista otro modo de acce-
der a la información y a la comunicación. Gracias
a ello, entre otras ventajas se puede destacar que
por fin hemos llegado a ver movimientos de las
sociedades africanas, tanto del norte como del
sur del Sáhara. Pero además es muy importante
la contribución de las redes sociales tanto para
que las movilizaciones africanas hayan sido más
multitudinarias como para que se hayan hecho
visibles en el exterior. Grandes masas de gente
en cualquier lugar del mundo se unen en la
lucha por una causa común, aunque muchas de
estas personas no tengan redes sociales, quienes
se organizan con estas tecnologías se acercan a
los demás y ofrecen una información que antes
era inaccesible para la inmensa mayoría.
En África, el mercado más grande del mundo
de móviles, los teléfonos e internet han revolucionado la comunicación. Este mercado crece
en África siete veces más que en el resto del
mundo. Con este conocimiento de la tecnología
y las redes sociales, los africanos aprovecharon
el éxito de audiencia de los “aires de libertad”
de las primaveras árabes, que irrumpieron en
los medios occidentales a principios de 2011,
lanzando mensajes destinados a las audiencias
occidentales, de llamada de atención, en idiomas y lenguaje occidental. Saben que salir de la
invisibilidad es una enorme baza y empezaron
a jugar. Difunden sus acciones y manifiestos
por Facebook y Twitter, en inglés y francés. Han
tomado la determinación de entrar a formar
parte de esta cosmovisión eurocentrista llamada
“indignados”, “occupy” etc. (y esto lo digo sin
ánimo de crítica). Son jóvenes concienciados,
mujeres luchadoras, músicos, artistas, comunicadores, estudiantes o emprendedores, activistas e
indignados en general que movilizan al resto de
sus comunidades. Y nosotros, por fin, los vemos
en nuestras pantallas y hemos empezado a
hablar de ellos y sus luchas.
Fuente: http://africaenmente.blogspot.com.
es/2015/12/movimientos-sociales-en-africa.
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