Vicente Leñero LOS PASOS DE JORGE . tercera parte ~GD~ John le Carré;a La novela de ~-. espías está ahora en el /~: ~ centro de nuestras /~~ ,~ v' )/~ vidas; se ha~:fi \1. .(?~\ convertido en nuestro ~~ ~subconsciente . político , en.y r nuestro subconsciente moral I -! /./~ ~ \ 1;' cuento EL DESCUIDO DE ORLANDO ORTIZ la cultura en ~~~~~g ,íon'\nr , Núm. 1327. México, D.F. 10 de Septiembre de 1987. Ciro Gómez Leyva Sergio Monsalvo LA RECONQUISTA DEL VIEJO NORTE MEXICANO 35 (. Los Lobos: el rock de la frontera E l año de 1848 significó para México la pérdida de más de dos millones 600 mil kilómetros cuadrados de tierra. Mediante el leonino tratado de Guadalupe Hidalgo, Estados Unidos adquirió (guerra de por medio oJ course) el territorio que actualmente forma los estados de Arizona, California, evada, Nuevo México, Utah y la mitad de Colorado, y asimismo recibió el claro titulo sobre Texas. Como compensación parcial se le pagaron 15 millones de dólares a México. Fue de esta manera que casi 80 mil mexicanos, que vivían en estos lugares, de la noche a la mañana se convirtieron en ciudadanos estadunidenses, por lo menos legalmente, pero de facto no fue así y la historia de los mexico-estadunidenses comenzó. A pesar de que seguían viviendo en el mismo ambiente geográfico y cultural, estos nuevos ciudadanos quedaron expuestos a extrañas instituciones legales, políticas y sociales. La incomprensión y la falta de respeto hacia su cultura fue marcada por los conquistadores. Esta actitud de los anglos no derivó en una asimiliación cultural importante ni mucho menos definitiva. El posterior desarrollo económico de un país y las limitaciones del otro, hicieron que cientos de miles de trabajadores mexicanos tuvieran que emigrar regularmente hacia el otro lado de la frontera, para conseguir lo que en su país era imposible: trabajo. Tomando en cuenta lo anterior, es de uponer que en toda esta gente se haya de arrollado una muy particular sensibilidad entre las dos culturas: un pasado mexicano con toda su carga de emotividad y la necesidad social, política, educativa y cultural que le permita ser estadunidense. E~to es, afianzar su herencia mexicana mientras refuerza su anglificación para mejorar su situación socio-eeonómica. El méxico-estadunidense, chicano o como se le quiera llamar, vive por lo tanto en un ambiente bilingüe y bicultural que, a partir de la década de 1940, adquirió su particular significación. La influencia de la raza se dejó sentir cuando 36 Sergio Monsalvo el zoot-suiter marcó un estilo de vestir y de vida (la película zoot Suit, de Luis Valdez, es buena muestra de ello). En la década posterior, ciertas caracteristicas del pachuquismo fueron adoptadas por los cantantes de rock y sus seguidores (los sacos y los peinados, por ejemplo). Los méxicaestadunidenses tuvieron una participación directa en el desarrollo del rock and roll, con la formación de las ya míticas "bandas de garage", que tuvieron como su máximo representante a Hitcme Valens. Su verdadero nombre era Ricardo Valenzuela, quien se diera a conocer como Arvee Allen en 1958. Grabó, a principios de 1959, su versión de "La Bamba", la cual tuvo una enorme difusión en aquel entonces. A ésta le siguieron temas corno "Fast Freigh" y "Come on let's go", que lo dieron a conocer nacionalmente. Durante una gira realizada a fines del mismo año tuvo un accidente que le causó la muerte junto con Big Bopper y Buddy Rolly, con el cual mantuvo una influencia musical mutua. Sin embargo, como primer rocanrolero chicano fue piedra de toque de una carriente musical que continuó su desarrollo. . El asentamiento del rock de garage se efectuó principalmente en California y al noroeste del Pacífico a comienzos de los sesenta, con grupos como los omads, que tocaban piezas instrumentales en las que destacaba el énfasis en el soplido de los saxofones. Rápidamente algunos de los grupos méxico-estadunidenses del sur de California empezaron a agregar letra a sus tonadas, surgiendo así los nombres de Doug Sahm, Sunnny and the Sunliners, Freddy Fender, Sam the Sham and the Pharaos (creadores del famoso "Wolly BuIly") y Sir Douglas Quintet, entre otros. Este estilo se difundió hacia el centro de Estados Unidos en donde grupos como los Castaways le agragaron gritos de falsetto o giros de órgano que se volvieron un éxito en gente corno ¿and the Mysterians (cuyo cantante se llamaba Rudy Martínez), chicanos de Michigan que llevaron a las listas de popularidad de 1966 la canción "96 Tears" . A través del frío invierno/Cruza un lago congelado/Los cazadores lo siguen de cerca/Todas las probabilidades en su contra/Debe mantener a una familia/Lo único que debe mantener con vida/¿Sobrevivirá el lobo?. D. Hidalgo/L. Pérez. El reconocimiento y difusión de estos grupos con raíces mexicanas se siguió afianzando hasta llegar a la década de los ochenta, y ha sido paradójicamente desde Aztlán (ese mítico lugar al sudoeste de Estados Unidos) donde la cultura musical mexicana ha comenzado a ser oída y conocida internacionalmente a través de un grupo de rock méxica-estadUJÚdense llamado Los Lobos. Son del Este de Los Angeles, el barrio méxicaestadunidense que queda a 10 minutos en coche de la resplandeciente Hollywood. César Rosas (cantante y guitarrista), David Hidalgo (cantante, acordeonista y guita~ta), Louie Pérez (baterista y guitarras) y Conrad Lozano (bajista) llevan 13 años tocando juntos. Se conocieron en la escuela y todavia se acuerdan del ambiente que había cuando grupos como los Midnighters tocaban gratis en el estacionamiento local. De historias semejantes en lo familiar se reconocen como chicanos de primera generación llegados a Estados Unidos cuando ninos. Se criaron con la radio y grupos ingleses de la época, como los Beattles y los Stones, y luego como Cream, Blue Cheer y Jimi Hendrix, pero también oyendo las estaciones negras donde conocieron a Otis Redding. A todos les gustaban diferentes tipos de música; el blues, country, cajum y zydeco. Los rocanroleros latinos de los sesenta representaron para ellos el eslabón que los unía con las estrellas que veían en la tele u oían en la radio. Formaban el grupo intermedio que de hecho podían ver en el nivel local de la comunidad. Han descrito sus antecedentes y el de sus padres corno básicamente de la clase trabajadora, tratando de conseguir 10 mejor para sus hijos (algunos de los integrantes ya tienen hijos veinteañeros). "Mi madre, por ejemplo -ha declarado Louie Pérez- se estableció en Los Angeles después de que mi abuela dejó de trabajar en las cacinas de los campamentos de obreros migratorios en los estados del suroeste de Estados Unidos. Era una ilegal y teníamos bastantes problemas con el sistema gringo que sigue utilizando el argumento Tex-Mex. Tocábamos música folclórica yencontramos cosas rarísimas, nos divertíamos tocando los 35 o 40 instrumentos de cuerda diferentes". Durante esté periodo grabaron dos discos, ya completamente agotados, de música popular instrumental chicana, y tocaron en todos los restaurantes mexicanos, en bodas, parrilladas y cocteles. La venta de uno de aquellos discos fue para reunir dinero en beneficio de los trabajadores agrícolas mexicanos. De súbito encontraron apoyo en una parte totalmente inesperada. Uno de los miembros integrantes del grupo The Plugz, banda chicana de hard core local, los vio actuar y decidió introducirlos en el ambiente punk de Los Angeles a finales de 1979. La versión angelina de este fenómeno era mucho menos "sociológica" que sus contrapartes londinenses y neoyorquinas. Los grupos participantes se interesaban exclusivamente en la técnica musical. De acuerdo con las narraciones de Los Lobos, los miembros de X y de los Blasters, junto con ellos, se pasaban noches enteras analizando discos del folk gringo de los sesenta. De esta manera encontraron una excelente acogida en estos círculos, con su métodQ de crear algo nuevo con lo viejo. de que los ilegales le quitan el trabajo a los nacionales, pero de la mano de obra barata ni hablaban". El grupo decidió unirse musicalmente en 1974, cuando ya todos estaban casados. Comenzaron tocando rock, pero las cosas no les pintaron bien, y no tenían ni para comer; algunas veces, con la responsabilidad de mantener a una familia, hablaron de dejarlo todo y conseguirse cualquier otro trabajo. Sin embargo, no lo hicieron y cambiaron de táctica. Siendo la música su principal interés, todo lo demás pasó a segundo plano; dieron unos pasos hacia atrás para poder avanzar. Indagaron el uso y la historia de instrumentos que habían conseguido de algunos vendedores ambulantes mexicanos. De esta manera aprendieron por sí mismos a tocar el requinto jarocho, el bajo sexto, el guitarrón y el quinto. Este proceso de redescubrimiento duró seis años: "Al final de los setenta en el sentido musical no sucedía nada -ha dicho César Rosas-. Tratamos de hacer las cosas con instrumentos eléctricos, pero no cuajaban, así que compramos cervezas y nos pusimos a tocar los instrumentos acústicos que habíamos conseguido y a aprender poco a poco las canciones populares y floclóricas de ambos países. Grupos como Fairport Convention y Steele Span nos ayudaron mucho en este sentido". Louie Pérez declara por su parte: "Como sucede con la música folclórica de todas partes, la mexicana del Este de Los Angeles era definitivamente del dominio de la gente mayor y de ciertos círculos culturales; la música estuvo siempre ahí, pero la considerábamos como la música de nuestros padres, Pasó tiempo para que los jóvenes pudieran responder a ese tipo de cosa sin sentirse ridículos y sin que se burlaran de ellos. Fue más fácil complacer a los grandes, estaban orgullosos de ver a unos jóvenes conservando algo que era nuestro; el cliché tipico de los hijos que tocan un fuerte rock and roll y los padres que les dicen que le bajen fue repentinamente invertido, y tocábamos algo que podían entender. "Cuando empezamos a metemos con nuestras propias raíces nos dimOs cuenta de que teníamos mucho que dar. Mélico tiene muchísimo qué ofrecer, música de arpa del Golfo, de violín del Norte, y la fronteriza, que alguna gente llama Así que fueron escogidos para servir de grupo telonero para la gira de la banda inglesa PIL (public Image Limited, del es Sex Pistols ]obnny Lydon) en 1980, por los locales californianos donde se presentaron. El público punk no se caracteriza precisamente por su amabilidad y menos con un grupo desconocido; sin embargo, el carisma de Los Lobos se lo ganó y hasta compartieron sus tragos con ellos. La experiencia les proporcionó la iniciativa que les faltaba, el contacto con tal público les dio el espíritu necesario. A partir de ahí tocaron en conciertos grandes, de 20 mil personas apoyando al grupo Clash, al poco tiempo de empezar a utilizar los instrumentos eléctricos. Su confianza aumentó y comenzaron a volverse musicalmente más duros y rocanroleros, bluseros, etretera. El año 1983 fue significativo para ellos: fueron contratados por Slash Records para la grabación de un extended play. Para realizarlo pidieron la colaboración de T-Bone Burnett y de Steve Berlin en la producción. Con ellos ya habían escrito algunas canciones. A partir de ahí Berlin dejó a los Blasters y se unió definitivamente a Los Lobos como quinto miembro, tocando además el sax en todas sus modalidades. Con 32 años, es el más joven de este grupo de pesos completos, de enormes panzas y cara de comida casera. De esta manera apareció el mini LP y primera producción de Los Lobos llamada And a Time to Dance, con la cual se dieron a conocer internacionalmente y en la que incluyeron una pieza de Ritchie Valens ("Come ori let's go"), una de Guadalupe Trigo ("Anselma") cantada en español, y un corrido norteño ("Ay te dejo en San Antonio"), así como algunos rhythm and blues y rockabillys. Con el LP How Will the W011 Survive (¿Podrá el lobo sobrevivir?) en 1985, aparte de hacerse de muchos seguidores, reafirmaron la tremenda capacidad del grupo. El baterista, Louie Pérez, se impuso una misión al convertirse en el principal autor de las letras del grupo: destruir la imagen estereotipada de los méxico-estadunidenses. Muchas de las canciones de Los Lobos describen la vida cotidiana de los barrios chicanos, representan gráficamente la vida pobre de los mexicanos que viven en Estados Unidos. Desdes las canciones de Robbie Robertson, la realidad auténtica de los estados sureños de la Confederación, escritas para The Band, sólo Pérez ha descrito todo ese mundo en forma tan vívida. Los personaj'es de estos discos y del siguiente LP, By the Light 01 the Moon (1987), se graban imborrablemente en la memoria. Las canciones tratan de inmigrantes desconcertados, que quieren creer en el sueño estadunidense que conocen sólo de tercera mano. Los lazos del amor familiar y de la comunidad son los que anclan a Los Lobos y dan a su música el sentido intrínseco de que la política es "lo que sucede en la sala de tu casa", En ocasiones esto constituye el contenido de alguna canción como la clásica "A matter of time": un recado amoroso d(? un marido que parte para encontrar una vida mejor en un país extranjero y promete mandar por su familia cuando se haya establecido. Estos lazos son también la razón de que muchos de sus colaboradores hayan apuntado que trabajar con Los Lobos es diferente a hacerlo con otro grupo ae rock cualquiera. Sus canciones siempre son mordaces, ingeniosas y apasionadas, pintando el cuadro de la comunidad chicana en Estados Uni- 57 . e ser cierto aquello de que la moda es un síntoma de la afición por lo ideal, ¿qué ideal inspira esta moda que da a los greasers, a los malditos mexicanos, a los sucios hispano-parlantes, un sitio en la industria estadunidense del espectáculo? Los conocedores aseguran que The Milagro Beanfield War, Robert Bedford en el papel estelar, será una de las cintas más taquilleras del otoño. La historia recorre la desventura de la mexícanidad en la tierra del sueño, en los barrios de la gran potencia. Julie Carmen y Andy Carcía camienzan a volar entre los divos del Honywood celestial. An American Tail, la película más reciente de Steven Spielberg, se proyecta subtitulada en español en el sur de Estados Unidos. Pero sobre todo, La Bamba, de Luis Valdez, marcha con paso firme para convertirse junto con Los Intocables en los fenómenos fílmicos del segundo semestre. La proyección no es exagerada. D La Bamba, historia de Ritchie Valens, recuperó en las tres primeras semanas de exhibición dos, con sus temores, alegrías y aspiraciones. "Una vez estábamos dando un concierto en la UCLA y fuimos interrumpidos pOr unos activistas políticos chicanos -recuerda Bosas-. Se sentaron frente al escenario a pedir canciones contestarias, algo que según ellos estuviera relacionado con su situación. Pensaban que debíamos ser como ellos o algo así. Tales dogmatismos minan el verdadero alcance y valor de Los Lobos en un sentido político general. Todo el tiempo tratamos de superar las fronteras, de superar las ÜInitaciones raciales y culturales, tratamos de presentarnos en forma más universal. A la vez no hay ninguna duda respecto a quiénes somos y de dónde venimos. Ese punto de partida nos permite dirigirnos a situaciones más universales. Estamos orgullosos de quiénes somos y de lo que somos y consolidamos nuestro papel como .mexicanoestadunidenses en la música contemporánea, y no tenemos que golpearnos el pecho dramática· mente para remarcarlo". Clasificar musicalmente a Los Lobos como grupo de tex-mex sería un error, ya que este soni· do de la región fronteriza representa s610 una de sus facetas. Ellos tocan corridos, polkas, huapangos, redobas, valses y demás música mexicana con la misma naturalidad y entrega que lo hacen con la música de raíces estadunidenses. Los Lo· bos tienen todo el impulso fundamental de sus tempranos días como banda de garage de los sesenta, apareado a la calidez y calidad artística producto de la madurez y de la inmersión en el patrimonio musical de Estados Unidos, desde el blues, pasando por los ritmos de ueva Orleans, hasta el soul y el country. Según el consenso mundial de la crítica especializada, el grupo se ha pulido hasta un nivel en el que posiblemente sean el mejor espectáculo de rack en vivo que exista actualmente. "El lobo es un símbolo cultural -han explicado los miembros del grupo-. es una analogía entre lo que el lobo representa y lo que Estados Uni· dos representan en cuanto a su patrimonio cultural. El lobo es lo que tratamos de conservar. En lugar de escapar de las tradiciones vamos en su búsqueda, ansiosos por descubrir las fusiones y el mestizaje que han inspirado al rock y conferido su magia especial, a'ií como su fertilización en las distintas culturas". 38 . / alrededor de 10 % de los 24 y medio millones de dólares que costó su producción. Comienza a dibujarse como un éxito rotundo. En la euforia, Luis Valdez comentó que La Bamba ha revelado la existencia de un nuevo y positivo consenso en Estados Unidos respecto de los hispanos. Tonificante frase para un año en el que las leyendas negras sobre inmigrantes asfixiados-masacradoshostigados han llenado de bruma las páginas de la información; para un año de racismos exacerbados, impulsados desde la alta cúpula del poder y su Congreso, avales de la entrada en vigor de la ley Simpson-Bodino. Más allá de las frases de la ilusión y la frontera humillante hay algunas realidades. Los Lobos, por. ejemplo. Sondeos de la prensa estadunidense indican que una de las razones principales del éxito de La Bamba descansa en que la pista musical corre a cargo de la banda del tex-mex, del rock and roll vertiginoso, las polkas, redobas y serenatas norteñas. Lo cual es bien probable. De tres años para acá, Los Lobos han vivido entre la aclamación, el premio y el brillo. Rolling Stone los nombró en 1984 la banda del año. Si- La reconquista delviejo norte • meXIcano Ciro. Gómez Leyva guió el éxito de How the Wolf Suroive: 20 semanas entre los LPs de mayor éxito. How the Wolf Suroive mereció todos los honores, nominaciones, trofeos y demás con que el mundo del glamour gtingo alimenta sus sistemas de fama y recuperación. Pero tal vez el momento climático llegó en 1986. Paul Simon los invitó a colaborar en Graceland, a la postre, y por mucho, el gran trabajo del año en la música popular estadunidense. Y el tex-mex salpicó de a ratos y en intervalos lúdicos y geniales un álbum donde viajan a gran velocidad el mito de Simon y los cánticos sudafricanos de los músicos de un Soweto, siempre en pie de guerra por la dignidad. El gran trabajo del 86, "la gente dice que está loca, ella trae diamantes en las suelas de sus zapatos". Los Lobos no podían más que estar a la altura. El bajo sexto, del saxo de Berlín, la batería de Louie Pérez, el acordeón y, de repente, Paul Simon cantando en el centro de un reventón que dice se celebra en Lafayete, Lousiana, pero suena más a San Luis Río Colorado, "esa era tu madre, ese era tu padre, y tú, pu'edes ser mi amor, antes que nacieras, la vida era grandiosa" , en "That was your mother" , o el remate de polka entre los cánticos africanos, en "Cumboots". Graceland ganó todas las menciones y Los Lobos también: Grammys, discos de oro, de platino, Billboard, contratos. Ahora fue la revista Down Reat la qu~ proclamó a Los Lobos roqueros del año 86. El 87 les está pintando todavía mejor. Con el apoyo de Carlos Santana en la producción, La Bamba, ha logrado colocarse como una de las canciones más escuchadas de norteamérica. By the Ltght of the Moon pasó 20 semanas en las listas de popularidad y vuela a convertirse en disco de oro. Los Lobos encontraron la fórmula para sobrevivir. Sin ceder un milímetro. Porque siguen dejándose caer en los mítines de la reivindicación chicana y en las radios pobres de la otra California, la chicana, la California roñosa y del hacinamiento. "No es tan difícil entender esta situación -dice Taylor Hackford, el productor de La Bamba-, lo que pasa es que los ignoramos por !]luchos años, y ahora nos estamos dando cuenta que son un gran mercado". i duda cabe. Dentro de tres años la población hispana de Estados Unidos negará a los 30 millones de seres vivientes en posiciones de desventaja. Una infinidad más que los chicanos de finales de los cincuenta, a quienes Velens cantaba "La Bamba" y les garantizaba, triste ironía, "voy a ser una gran estrella, y las grandes estrellas nunca caen del cielo". or la lectura de sus libros uno esperarla encontrar a alguien más triste. Su rostro debería ser como el de un camafeo repleto de dolor. lleno de sabiduría. Mirando sus ojos. uno debería poder ver la trágica situación de la historia británica de posguerra. los detritus de ilusiones masacradas en la estela de un imperio decadente. El hombre debería cojear. como el viejo Jim Predeaux, con una bala checa cerca de la columna vertebral. Deberla ser malhumorado como George Smiley, el fabuloso atrapador de espías. Debería ser un hombre sombrío. como el tonto y romántico Alee Leamas, asesinado a tiros por amor en el muro de aerlín. Debería ser sinuoso. como el maestro ruso de la ~nspiración Karla. Debería ser dócil. como el brillante traidor Magnus Pym. quien recorre deslumbrando el más reciente de sus libros. El espía perfecto. Pero el gran novelista de espionaje británico. John Le Carré. no debería ser 10 que es. un personaje que parece haber sido creado por John Buchan (el primero de los grandes novelistas ingleses de espionaje) siguiendo el modelo del encantador. boyante e incluso un poco fanfarrón héroe inglés. Parece un hombre que acaba de liberar Lucknow o Karthoum o Ladysmith en lugar de haber salido de las páginas de literatura de espionaje. Tiene 55 años aunque aparenta 45, sus cejas han brotado como leonadas. burlonas plumas que lanzan su rosado rostro hacia arriba. dándole un brillo. una luz que uno no puede asociar con la oscuridad que se encuentra en el centro de su visión del espionaje. y quizá, en el centro de su visión de la historia. No debería ser rubio. Y no debería ser tan gracioso. A veces a costa de sí mismo. Y no debería haber roto con las reticencias naturales de u~ muchacho de escuela pública para desparramar encanto por cada poro. Pero no se equivoquen: John Le Carré es un hombre cuya complejidad interior brüla a poca distancia de su cegador exterior. Para empezar. ni siquiera es John Le Carré como insiste en sus libros. sino más bien David John Moore Cornwell. el hijo de un negociante exótico fracasado y una oscura madre. cuya infancia fue inusual. para decir lo más suave, y terriblemente dolorosa. para decir lo peor (le tomó diez años. tras la muerte de su padre. poder escribir sobre él). Es uno de los pocos auténticos ex espías que escribe sobre asuntos de inteligencia, saliendo apenas ahora del frío para recocer la década en la que estuvo profesionalmente inmerso en esas historias. Su triptico de novelas llevando como personaje a George Smiley (El topo. El honorable colegial y La gente de SmUey) le dieron un éxotico enorme en los setenta. Recientemente ha producido La chica del tambor y el bestseller No. 1, con una excelente recepción por la crítica: El espía perfecto. . En otras palabras es un creyente del género. eso sobre todo. -No encuentro ningún argumento para abandonar el género de espías -dijo alegremente durante una conversación en la Universidad John Hoplcins, donde recientemente dio unas confe.rencias-. Lo que hago es renovarme a mí mis- . mo. llevándolo por otros caminos. Los temas del espionaje son los grandes temas; la novela de espías. dice. "está ahora en el centro de nuestras vidas; se ha convertido en nuestro subconsciente político, en nuestro subconsciente moral. Si somos seres humanos sensibles. nos preguntaremos qué tantas de estas cosas podemos hacer en defensa de la democracia mientras exista una democracia que merezca la pena defender. Lo que estoy diciendo es que no me encuen: . tro en la lista de los que se aburren con la novela de espionaje". Le Carré fue catapultado a la fama con el extraordinario éxit~ de El eqJÚJ que vino del irío, que se mantuvo en el pri¡Jler lugar de la lista de bestsellers del New York Times durante 14 meses. en 1963-64. y llegó a ser una película aclamada con Richard Burton. La fama, sin embargo, no fue fácil para él. -Era muy desquiciante -dice-o Sería absurdo suponer que uno no se vuelve un poco loco cuando obtiene reconocimientos. éxito y dinero en ese nivel, y mi respuesta fue huir a la isla de Creta por un año. Los libros que siguieron a El espía que vino del frío fueron poco exitosos. Un libro que siempre me ha gustado (creo que está lleno de coraje) es El e.pe;o de los esp{as, y fue asesinado por la crítica, porque la gente quería que escribiera El hijo del espía que vino del frío. Tipico de mi perversidad que buscara un libro complicado. Realmente una historia de antihéroes. Es interesante que el ex director de la CIA, Allen Dulles, así la entendiera. "Me afectó mucho la recepción de este libro y el siguiente, El amante ingenuo y sentimental (su única novela no de espías); pero en espacios de tiempo largo, a la gente le gusta que uno cometa errores". Le Cané regresó al mundo que conocia bien, y que contaba con tanta claridad. - o estoy muy seguro. incidentalmente, si la gran tradición de literatura inglesa de espionaje se justifica. Creo que su imagen era mejor porque John Le Carré Bajo el espejo de ·108 espías Stephen Runter habia mucho secreto envolviéndola. Porque somos una sociedad tan extrañamente estructurada, habia una línea de novela de espionaje galante que venía desde Clubland, pero cuando la observas con cuidado, se trata todo de la misma historia de errores del principio al fin. Y la misma mezcla de buscadores de oro, charlatanes, hombres inteligentes. hombres dedicados, bufones, todos hombro con hombro dentro de la misma institución. Pero como se trata de una institución cerrada, parece un drama casero rural. El campe6n de este mundo ha sido una de las creaciones más perdurables de Le Cané. El novelistas inventó a George Smiley al final de sus 20 añoS con dos novelas. Llamado para el muerto y Asesinato de calidad (los libros no aparecieron en Estados UnidoB sino después del·éxito de El espía que vino del frío, en la que Smiley juega un papel secundario). Smiley se desvaneció en las fronteras de los dos libros siguientes de Le Carré y desapareció completamente. junto con todos los espias, en su gran fracaso comercial: El amante ingenuo y Bentimental. Resultaba peculiar que Smiley tuviera 25 años más que Le Carré. -Creo -reflexiona Le Carré- que Smiley salió de un montón de cosas que quizá son más explícitas en Un espía perfecto. Porque yo estaba a merced de una azarosa relación paternal. Desa· rrollé una relación filial con Smiley, una figura paternal imaginaria. Y le dí a Smiley elementos de mi propio pasado, a pesar de que era más viejo. Le dí un sentido de confusión ideológica. Como yo, Smiley tiene mucha experiencia en el dolor centroeuropeo de posguerra. Cuando era joven viajé por los campos de refugiados haciendo trabajo para la inteligencia militar, y conocí a muchas personas desplazadas, tuve mucho que ver con refugiados judios. Pienso muchas veces que las fastidiosas penas de SmUey eran una manera más aguda de las mías. e< _ y aquí el novelista se achica un poco, buscando la forma correcta de hacerme llegar el sentido de sus palabras- yo soy de espíritu tosco. me cuesta mucho trabajo entrar en un cuarto lleno de gente. Le di a Smiley los atributos de la fealdad: no puede vestir bien. de alguna manera siempre cruza sus pies incorrectamente, como dicen los alemanes, entro a un cuarto con la puerta • 39 Con motivo del octavo Festival Intemocional de Cine de Misterio, de ¡unío de 1987, CCTutto librl" suplemento semanal de La atompa, pidió al británico Borne Penro e este af1ícu1o sobre las historias veridÍCD8 de espúIs que influyeron a 1m fWt>elistas ingleses. Apal'ecíó publicado en el número CON'espondlente al 20 de ¡"nlo de 1987. E • ~ en la mano. Mi propio sentido de dislocación • dentro de la sociedad fue quizá personificado en él. y quizá mi propio sentido de sacrificar la moral propia para que otra gente pueda dormir en las noches". Pero Le Cané ha roto relaciones con el viejo, en su mayor parte por razones morales. -No creo que sea tan noble ya, por lo que tengo dificultades para escribir sobre Smiley. No veo claramente cuál es la diferencia entre sacrificar tu conciencia y tu moral y no tener ninguna. Estoy inás interesado en la relación ética del hombre con las instituciones de que forma parte. "La mayoría de la gente tiene una relación siniestra con las instituciones. Tienen que sacar su dinero de las instituciones, obtener satisfacción de su trabajo; hallar en ellas de una manera Umi- . tada sus amistades, a veces hasta el sexo. De manera que en nuestro mundo cada vez más corporativizado la relación entre el hombre y la institución a la que se suscribe y de la que obtiene autoridad, dinero, forma de vida, prestigio, autoestima, es una relación tensa y fascinante. Y ésa es una de las claves para escribir sobre espionaje". "Creo que he llevado a Smiley tan lejos por el camino como he podido. Prefiero escribir sobre gente joven. Poder hacer lA chko del tambor y El e8pÚJ perfecto me produjo una satisfacción particular porque pude dejar a Smiley y eso fue un descanso". Con un cierto esfuerzo Le Carré reconoce que al fin ha podido escribir sobre su propia vida en Un e8pÚJ perfecto. ~ Fue romper con la maldición -dice de la historia de Magnus Pym y de su delincuente padre Rick Pym-. Fue una catarsis. Fue también un envenenamiento deliberado del pozo. No puedo meterme más en esa fuente. Dejé eso cerrado para buscar en otros materiales, y para arrojar sobre las letras otros pedazos de mí mismo, que ~ quizá no estén dictados por las inhibiciones que tenía acerca de mi padre. Fue diez años después de su muerte y me dije que había esperado mucho. Envié el Ubro a sus viudas y a todos sus hijos, y a los míos, antes de publicarlo para que lo leyeran. A la familia le gustó mucho. Para Le Carré, los personajes están en el corazón de la novela, y ofrece una respuesta predecible para un maestro reconocido del género de espías. -Tienes que meterte dentro de tus personajes. Parte de nuestra actuación de camaleones es meterte dentro de ese tipo mientras escribes sobre él. Está más allá de la pregunta: ¿Qué es lo que piensa? Tiene que ser: ¿Qué es lo que pienso ahora que estoy dentro de él? Es un proceso pecaminoso el que uno recorre en esta personificación. La identidad propii4.~á forzada. No creo que los escritores tengan müy situado su centro. Creo que cuanto más nos entrenamos en recibir impresiones y registrarlas, nos convertimos cada vezmenos en una sola persona. La fragmentación que permitimos que suceda es espantosa. "La vida del escritor es muy parecida a la del espía: depende de la gente que defrauda para servir a sus más remotos dueños, los lectores. Siempre hay la sensación de que tienes que traicionar la sociedad para informar sobre ella, lo que es exactamente la condición del espía, la sensación de que vives en territorio ocupado. No es agradable para los que conviven con nosotros". Le Carré dice, resumiendo: -Si el espionaje es una metáfora de la condición humana, funciona maravillosamente. En tantos niveles. Y da una historia. Ofrece una fórmula establecida para una fábula. Es una manera excelente de mantener a la gente leyendo en su sillón. y el dinero en el banco, y los críticos sonrientes. (Traducción Paco Ignacio Tawo 11). 1 25 de mayo de 1981, ala media noche, dos diplomáticos británicos dejaron el país en secreto y volaron a Moscú. El gobierno británico supo de la fuga sólo en los primeros días de la semana siguiente. En cuanto a los ciudadanos ingleses, fueron informados hasta un mes después. La verdad que se escondía tras la sorpresiva partida permaneció desconocida durante años. Entonces nadie podía pr.ever que en unos años el caso contribuiría al nacimiento de una floreciente producCión de libros dedicados al espionaje, atrayendo el interés de novelistas como Craham Creene. John Le Carré y muchos otros escritores menores, entre los cuales hay que contar a Ian Fleming con su personaje James Boond. Uno de los dos diplomáticos, Cuy Burgess, era vicesecretario de la embajada británica en Washington. Soltero y homosexual, había trabajado para los servicios secretos británicos, M16 y MI5. (El M16 se ocupaba del espionaje en el extranjero, mientras el MI5 se hacía cargo del contraespionaje interno). El otro diplomático, Donald McLean, era jefe de la oficina americana del Foreign Office de Londres. Casado. con dos hijos, también habia trabajado en la embajada británica de Washington, donde sus misiones le obligaban a conocer a fondo los secretísimos proyectos de la bomba atómica angloamericana. El 7 de junio, la Foreign Office confirmó las noticias periodísticas que anunciaban la desaparición de sus dos diplomáticos, sin añadir ninguna explicación. Oficialmente el gobierno no manifestó preocupación alguna. El Times, voz habitual del establishment británico. aludió brevisimamente al hecho de que se habían esfumado. ¿Pero que había detras de la extraña desaparición de los diplomátiCOS? Los miembros del servicio secreto británico que sabían como estaban las cosas, se negaban a hablar; los que nada sabían, habrían seguido a oscuras. Esta, por lo menos, era la esperanza de establishment. Una esperanza. sin embargo, destinada a romperse bien pronto. El caso de los "diplomáticos desaparecidos", a 36 años de distancia, aún sigue calentando la tradicional sangre fría de los ingleses. En los años sesenta, los expertos del espionaje británico habían llegado a la conclusión de que, durante toda la segunda guerra mundial y la guerra fria de los años sucesivos, el servicio secreto de la nación estuvo seriamente comprometido por un grupo de ingleses en posiciones privilegiadas, todos educados en Cambridge, que habían traicionado masiva y constantemente al país, trabajando para la Rusia de Stalin. Por tradición, el MI5 había siempre buscado espías traidores entre los sectores bajos y la clase obrera. pero por una suerte de trágica ironía, había siempre evitado vigilar a la éUte. La conjura de Cambridge era muy extensa. Además de Burgess y Mclean. otro colega de la cionarios como Wright emplean las ficciones literarias de Le Carré como modelo para sus historias auténticas. En realidad, seguramente lo cier· to es lo contrario: los escritores se inspiran en los espías. Los espías de su majestad Bame Penrose universidad resultó ser espía de la KGB. El caso fue del dominio público sólo en 1979. Sir Anthony Blunt, custodio de la pinacoteca de la Reyna, amigo de la familia real y funcionario del M15 durante la guerra, finalmente había tenido que admitir su propia traición en 1964. Blunt rindió una confesión secreta y nunca fue sometido a prooeso, incluso porque su historia habria puesto en embarazo tanto al servicio secreto como a la familia real. Los hechos del caso Cambridge se leen como los de una novela creada por la fantasía más desenfrenada. Graham Greene y John Le Carré le han sacado jugo con gran élito, aprovechándolos para una serie de novelas y películas. Los dos teman la posibilidad de sacar la materia prima de experiencias propias en el ámbito del servicio secreto y (al menos en el caso de Graham Greene) de su amistad con los mismos espías de Cambridge. Cuando un amigo de Graham Greene, Kim Philby, ex director de la oficina soviética del M16, escapó a Moscú en 1963 para unirse a Burgess y McLean, el novelista no desató patrióticas manifestaciones de desdeño. Por el oontrario, cuando Philby publicó sus memorias en 1968, Greene accedió a escribir un prefacio. "La historia que tiene que contar, tras la fuga de Burgess y de McLean, es mucho más intereSante que cualquier novela de espionaje que me venga a la mente" escribía Greene. Y continuaba: "Ha traicionado al propio pais... Sí, quizá lo ha traicionado. ¿Pero quién de nosotros no ha traicionado alguna vez algo o a alguien incluso más importante que un pafs? PIúlby estaba convencido que trabajaba por un futuro estado de cosas del que tendria ventajas el propio p afs" . Greene ha seguido defendiendo a Pbilby, manteniéndose en contacto epistolar con él y, a principios de este año, eoontrándose con el espía, su colega del M16, en Moscú: un episodio que ha dado nueva publicidad al caso. Semejantes recordatorios del pasado producen molestias al gobierno, siempre ansioso de que su servicio secreto se sustraiga discretamente del interés de los ciudadanos. Es un hecho, sin embargo, que con el pasar de los años, conforme la prensa ha aportado mayor número de noticias sobre el escándalo Burgess-McLean-Phiby-Blunt (hasta dar a los lectores una lista de espías de Cambridge suficiente para formar un equipo completo de futbol) el apetito público por las crónicas y las novelas de espionaje continúa siendo intenso, y no ~ lo en Gran Bretaña. Este interés ha 8Cb~do por transformar en escritores incluso a auténticos profesionales del espionaje. No son por cierto pocos los ex miembros del M15 y el M16 que han escrito sus memorias, a pesar de la feroz oposición de un gobierno firmemente decidido a impedir que sus libros lleguen al público. La Thatcher, por dar un ejemplo, está completamente convencida que los espías británicos deberian llevarse sus secretos a la tumba, aún sabiendo, sin duda, que algunos de ellos los han transmitido a los rusos. Peter Wright, que trabajó en el M15 durante 25 años como experto de contraespionaje, afirma en su libro aún inédito, Spycotcher, que el gobierno encubrió el hecho de que sir Roger Hollis, muerto recientemente luego de haber sido nombrado jefe del M15, era un agente lJOviético. Y que el M15 buscó hacer caer el gobierno laborista de Harold Wilson en los años sesenta. La historia de Wrigbt toca los dobles juegos, los trabajos sucios y la incompetencia de los organismos oficiales, aportando un cuadro espectacular a 18 propuesto por Le Carré, cuyas novelas sobre el servicio secreto comenzaron a salir hace unos veinte años. Los cínicos dicen que los fun- ¿Por qué? ¿Qué se puede encontrar de tan atractivo en el espionaje y en la gente que queda atrapada en sus tejidos? Según el escritor Malcom Muggeridge, otro miembro del M16 y amigo (inocente) de Burgess, Pbilby y Blunt, la respuesta es relativamente simple. Los espías pertenecen por definición a un club exclusivo y, en consecuencia inevitablemente provocan la curiosidad de los excluidos del club. Quien se encuentra en el exterior quiere mirar dentro y ver lo que se pierde. Los escritores británicos no han perdido tiempo en garantizarse un puesto de observación en el interior del club de los espías. Se dan cuenta que lo secreto es una droga fuerte que puede anclar al individuo normal a algunas de sus más ocultas fantasías. Fantasías que, de vez, en cuando, dan al lector la convicción que se encuentran en el "mundo real" del espionaje y no sólo en la imaginación del escritor. "Lo secreto -dice Muggeridge- es indispensable al espionaje como los ropajes y el incienso a la Misa, o la oscuridad a una sesión espiritista. Debe mantenerse a toda costa, sin preguntar si realmente sirve de algo". Es una sala de espejos en la cual, aunque sólo por un momento, a muchos les gustaría entrar. Un nirvana de apariencia misteriosa donde hechos y ficciones se confunden de manera inexplicable y donde nada es lo que parece, precisamente como en las mejores páginas de Le Carré (Traducción: Francisco Pé- rez Arce). LOS PASOS DE JORGE (Ibargüengoitia, Usigli y el teatro) tercera de cuatro partes VICENTE LEÑERO bargUengoitia dedicó el año en 1957 a construir su casa en Coyo8CÚ -de cuyas peripecias habla en un par de cuentos de la ley de Herodes: "Manos muertas" y "Mis embargos"-(55), a recibirse de maestro en Arte Dramático, a escribir tres obras en un acto pensadas como una sola unidad, y a esperar y seguir esperando la ansiada critica de Rodolfo Usigli a Ante VOt'ÚJI elfinge3. Ansioso le volvió a escribir el 17 de agosto de 1957 desde su nueva casa en Coyoacán que así detallaba en el remitente: Reforma Norte 7 (Por Francisco Sosa}:(l56) 42 Querido Maestro Sin ninguna suya a qué referirme, le escribo para darle las gracias por lo que se refiere a mi inclusión en la antologfa de M. Aguilar. Antier firmé el contrato para la edición de la "Susana". Yo hubiera preferido darles "Las esfinges", que le mandé a usted hace mú de un do y que probablemente aún no ha leído. Es mucho mejor, se lo asegvro. Por lo que a mf respecta le diré que hice dos entrevistas que me valieron el odio de todo México, desde AI.fomo Reyes hasta Basurto; también hice una casa y ahora vivo en Coyoacán, bajo dos enormes jacarandas, a dos cuadras de una dora francamente extraordinaria; en junio terminé tres obras en un acto, que forman un programa y que me dejaron boquiabierto (no se las mando hasta no recibir noticias suyas). Luisa estrenó LoI jrutoI en una producción lamentable de Seki S8OO.(57) Carballido y Sergio, a Rusia; Héctor está hecho un gran director, pero se va a Londres el mes que viene. Juan Garcla Ponce, exalumno de todos nosotros, estrenó antier una obra llamada Lo JerltI dúttmte (58) que podría ser Lo6 jrutoI ,.ecoídoI. Solana le aconsejó que cambiara de maestra. Yo me recibí de maestro en Arte Dramático el miércoles, con un jurado compuesto por don Panchito [Francisco Monterde], Rojas Garcidueñas, Maria del Carmen Millán, Sergio Fernández y un español de cabeza dura llamado Lope Blanchez que no se enteró de mayor cosa. El temblor fue medio espantoso y al otro dfa todo México fue con sus niños a comer pambazos frente al Angel. Moncada [Raúl Moncada] dirigiendo obras heroicamente en Culiacán, Ciudad renombrada por la calidad de lo mismo. Bueno, maestro, me estoy sintiendo un canalla con esta carta. Le doy las gracias otra vez por lo de Aguilar. Salúdeme a Argentina y a los niños muy cariñosamente y usted reciba un abrazo respetuoso de su alumno J. IbargUengoitia. Las tres obras en un acto que al propio autor dejaron boquiabierto -sintió que le salieron perfectas- llevan por titulos: El loco amor viene, El teaoro pnclldo y Do. cftmeraea. El loco amor mene es, quizá, la mejor. Repite el triángulo amoroso pero en tono de cuento infantil. El triángulo está formado por un Gigante que domina a una Mujer, por la Mujer y por el Héroe que terminará venciendo al Gigante y haciendo suya a.la Mujer cuando ya se pensaba que el Héroe habia muerto. En 1960, IbargUengoitia desprendii> esta camedia de la trilogfa y la presentó en el Concurso de Obras Teatrales en un acto convocado por el Ateneo Español de México. IbargUengoitia ganó el concurso y luego publicó la pieza, en 1961, en el suplemento MhIco en la Cultura de Novedo- da. El ~o pnclido tiene el trazo de una fábula moral con el lenguaje económico de IbargQengoitia muy bien distribuido. Es la historia de un joven que se casa con una prostituta a la que terminará vendiendo. Del mismo modo que la anterior, IbargUengoitia desprendió esta obra de la trilogia, pero sólo para efectos de publicación. Apareció en la Reoi8ta de la Unfverskltul de México en agosto de 1960. . Do, cftmene3 sucede en Roma y también tiene la forma de un cuento a la manera de Perrault. Un Rey mata a su mujer, y de los dos hijos que tiene -ninguno bueno para heredar- unQ de ellos terminará muerto como su madre en un final un tanto precipitado. De esta pieza sólo el titulo sobrevivió: IbargQengoitia 10 utilizó para dar nombre propio a su novela Do. cftmeraea publicada 22 años después, en 1979. Irrepresentadas en su momento, el dramaturgo conservó en un cajón aquellas Tres piezas en un acto que tan satisfecho lo habian dejado. Cuenta el actor Felio Eliel que en 1975 el propio Ibargüengoitia se las propuso para un posible montaje, pero Felio nunca encontró la forma de llevarlas a escena. En 1987, los miembros del Consejo Teatral del INBA, coordinados por Víctor Hugo Rascón, propusieron al director del Departamento de Teatro, Germán Castillo, el montaje de las Tres piezas en un acto. Castillo las programó para 1988. En la carta de Ibargüengoitia a Usigli de agosto de 1957 es fácil advertir el resquemor que empieza a embargar al joven dramaturgo a consecuencia quizás -al menos en parte- del triunfo grande que no llega, de la consagración que se retarda. El mismo da cuenta de su malhumor en esas declaraciones tronantes contra Alfonso Reyes y en las referencias que hace de sus compañe-ros. Sólo es admirativo hacia Héctor Mendoza quien en el programa PoesúJ en oozalta de la UNAM había dirigido, ese año: Lo ceno del Rey Boltazar de Calderón de la Barca, libro ele Buen amor, de Juan Ruiz de Alarcón, La vida airada de Quevedo y Un hogar BÓlido de Elena GaiTo. Critica el montaje de Seki Sano a Los frutos coídoB de Luisa Josefina Hemández que José Luis Ibáñez, en la Revúta ele la UNAM(59), habia calificado, muy contrariamente a la opinión de Ibargüengoitia, de dirección "cuidadosa e inteligente". Señaló Ibáñez: Marcar con claridad [la evolución interna de los personajes, mú sugerida que directa· mente expresada] ha sido el mérito funda· mental de la interp.-etación de Seki Sano, el factor decisivo para que Lo8 frutoa coúlos haya sido llevada a escena con la máxima dignidad que sus cualidades requieren. A Emilio Carballido y a Sergio Magaña solamente los cita (¿con un dejo de envidia porque se van a Rusia triunfantes?), llama heroico a Raúl Moncada sin mucha convicción y de su alumno Garcla Ponce se burla por una pieza que acusa calcada de Luisa Josefina y que, dicho sea con verdad, ni siquiera soportó 15 dfas en el teatro Reforma. El amargoso 1bargQengoitia que surgirá pocos Please note: An unrelated section of four colored pages was not scanned. Although there is a break in pagination, no text is missing. Atención: Una sección adicional de cuatro páginas de publicidad en colores no ha sido escaneada. Aunque hay un lapso en la paginación, no falta ningún texto. años después como crítico teatral. se anuncia ya. entre Uneas. en cartas como esta. Inconforme y descontento con una profesión que veía contaminada -según su carta de enero de 1957- por una "situación nauseabunda". Confía. sin embargo, en Ante oot"ÚD e8jfnga. Tiene puesta en esa pieza toda su esperanza. La respuesta de Rodolfo Usigli llegó por fin, casi al año de que lbargnengoitia le habfa enviado una copia del original de ÚI8 &finge.r. La carta estaba fechada en Beirut. el 7 de diciembre de 1957. Venía escrita a máquina: Mi querido Ibar: No. DO voy a tratar de excusar mi largo silencio, que a mi mismo me parece absurdo. ni a declararlo involuntario. Muchas circunstancias se han interpuesto desde el momento en que. al terminar de leer Ante 00ritM ajmga (titulo reminiscente de los de Fry). que recibi después de su carta del 3 de enero. que DO sé por cuál empezar. Unas son de orden puramente exterior y otras de orden moral y profesional. Empezaré por las exteriores: un trabajo increíble e inesperadamente intenso en la Legación, donde comparten mi soledad un canciller que es servicial y útil para el trabajo consular, pero que no es taqufgrafo y, después de veinte dos en Europa. ha olvi· dado el espaftol. Resulta incómodo. se lo aseguro. oírse llamar "Monsieur le MinJstre" por un indio tan categórico. y por lo demás. DO lee ni sabe nada de México; y un intérprete nativo. joven montañés exseminarista que habla el castellano a la espaftola con una respetab1e dosis de galicismos. Desde diciembre me falta un Secretario para atender los asuntos diplomáticos y poUticos -el que tenia yo era excelente- y solo en enero pro:limo me llegará uno. Es decir que el grueso del trabajo ha recajdo sobre mf. Todo esto. claro. es entre nosotros. Añada usted la intensfs1ma vida social Y diplomática de esta capital, inevitable en su mayor parte, que absorbe el resto del tiempo y proscribe toda esperanza de trabajo personal. de meditación. de descanso. No hay teatro fuera de los Festivales de Baalbeck. que son una verda· dera superestructura. y de algunas travesuras estudiantiles (ahora van a poner Sud Pacffico en la Universidad Americana), y la fuga al cine es casi imposible porque las !unciones son a horas fijas y con intermedios insufribles. No he podido. en afio y medio. organizar mis papeles ni mi estudio: deficiencias de la casa. falta de muebles adecuados q~ DO puedo comprar y asaltos cotidianos del clima que. caliente hasta 38° o fria hasta 7°. es siempre infernalmente húmedo y me asalta los nervios y los huesos. Hoy ha llovido toda la mdana y a las dos y media de la tarde es ya prácticamente de noche. Cuente usted luego el diffcil problema de doble adaptación a mi edad: adaptación a un ~ dio flsico nuevo cuya lengua es insondable, y adaptación a funciones ajenas a mf. es decir. estudio y ensayo diarios de papel de diplomático, aunque creo que no lo hago mal. ¿Las etreunstanciu morales? Un cansancio. que ha llegado hasta el horror. de todo lo que sea literatura. No he escrito nada, fuera de pequeftos poemas. Además DO existe aquf siquiera ele bajo estimulante que son 1.. tertulias literarias. Hay sólo un dramaturgo de apresi6n hancesa (Georges Schéhadé, cuya Húforla·de t>GICO traduje y envié a Mé:dco). poeta sobre todo. encantador, pero devorado por su trabajo y sus preocup8clones. Puede usted creer que esa traducd60 y la de una pieza de Giovaninetti, FJ Gbúmo. las hice literalmente en abonos. ¿Las profesion"? No me gusta hacer criti- ca a la distancia: me da la impresión de una de esas odiosas notitas que suelen publicarse en México sin firma. o firmadas con pseud6nimo, o bien de las criticas que hacen nuestros criticos cuando DO han visto ni lefdo la obra. Me gusta criticar. en cambio, en presencia del interesado porque ésta es una manera de comunión que puede dar frutos. Camo sea. tenia yo que criticar sus &fingea, que no me gusta, y no me decidia a hacerlo ni a mandarle una carta amablemente evasiva y consonante con mi nuevo carácter diplomático. Y, entre tanto. el tiempo pasaba. ¿Qué otra cosa puede hacer el tiempo, sino pasar? No es su amenaza de no volver a escriblrme mientras DO le conteste la que me . decide a hacerlo ahora, sino un deseo de ponerme en paz con mi conciencia. Aquf va, pues. la crítica, pero sólo podré empezarla mallana domingo, si el clima lo permite, o bien el lunes. De todos modos, esta carta Con t i n u a r.á Lunes 9.- Ni modo. Aquf estoy Y tengo que decírselo todo. Ante todo. el lenguaje: cada vez más descuidado y escueto. hasta ser casi esquemático; poco justo en los símiles y en las formas coloquiales o figuradas; y de mal gusto en general. Yo fui el primero que rompió el tabú de las malas palabras, pero no me permitirfa jamás privar al público de la satisfacción de calificar al hermanito adúltero: es un h-ch, en efecto, pero decírselo a sí mismo me parece un robo. aparte de la completa lnut4idod escénica de la hase. Y no s6lo describe usted' en el más desdeñoso descuido, sino que ahora incurre en cantidad de anglicismos de composición al grado de que en momentos parece que está uno leyendo una muy mala traducción de Tennessee Williams. En cuanto al estilo, observo una influencia de Chéjov incorrectamente asimilada y neutralizada en sus virtudes por la influencia destructiva y estéril de Williams y aun de Inge. Usted sabe cuánto me he interesado en su obra, como en la de Luisa, con quien lamento que haya usted peleado; por eso tengo que decirle las cosas brutalmente. En cuanto al tema, me parece sjmplemente desagradable. Le recomiendo que no se asolane, que tenga paciencia y que madure bien sus ideas antes de sentarse a escribirlas y, en fin, que cuide su lenguaje no sólo en lo que hace a la exactitud, corrección y limpieza que deben subyacer en las fórmulas aparentemente coloquiales, sino en lo que se refiere a diferenciar a sus personajes, pues cada vez hablan más parecido todos. Aunque me alegra que trabaje usted en independencia de la Universidad, porque así ganará más. debe cuidarse ahora más que nunca de que la publicidad no influya sobre su obra teatral. Yo nunca quise trabajar en diarios y preferi la galera de las oficinas de comercio como taqufgrafo para preservar la dignidad de mi obra literaria. Usted está a tiempo de hacer cosas buenas. Se alegrará usted, al fin y al cabo, de que sea SwmuJ la comedia que aparezca en la antologfa de Aguilar. Le devuelvo el ejemplar de las &fingea porque marqué con lápiz algunas cosas, con la confianza de que responderá usted bien y saludablemente a mi tirón de orejas y mi llamada al orden, y lo abrazo cordialmente. Rodolfo Usigll.(80) Es notoria la resistencia de Usigli a criticar negativamente "al mejor de sus alumnos". a ese "otro talento grácU, tras el mfo". A la larga evasión de diez meses contados desde que debió recibir en Beirut la copia de Ante oot"ÚD e8jfngea se afíade esa larga introducción epistolar en la que se pone a discurrir ociosamente de sus queh-.ceres y a la que todavfa p~longa con un "Continuará" de un dia más de evasión. Por fin concluye: "Ni modo. Aquf estoy Y tengo que decfrselo..... Sin duda Usigli es sincero. Teme prolongar la animadversión del común de sus alumnos con la animadversión del único seguidor que le queda -como le ocurrfa al profesor Rocafuerte del cuento-, pero prefiere correr tal riesgo a contrariar sus criterios teatrales tan sólidos, si, pero tan rigidos. Ese fue quizás el error de Usigli como maestro, y esa fue la desgracia de sus alumnos: imponer él y aceptar ellos, como valor absoluto, una preceptiva que desde luego tema fundamentos firmes pero que no estaba fija en el tiempo para siempre. El modo de entender la estructura y el diálogo, la misma temática, debia inscribirse sin duda dentro de normas teatrales muy probadas, pero eso no debfa significar que cualquier transgresi6n, cualquier búsqueda, estaban por fuerzas condenadas al error. Sorprender que le moleste tanto el Tennessee Williams de la mejor época y el William Inge de Picnk y Bus Stop, y no hay más remedio que apuntar que se equivoca cuando ve en Ante varias esfinges la influencia - "destruptiva y estérü", la llama- de esos autores. Justo lo que intenta la pieza de Ibargtiengoitia es dejar de lado toda trepidación pasional y, equivocada o justa, fallida o atinada, está lejos del realismo norteamericano y otra vez muy cerca, sí, de un Chéjov rescatado y entendido como un intento de reseñar la cotidianeidad, con toda la modorra y toda la progresión anticiimática que la caracte~a. Tampoco hay derecho a que le diga: "no se asolane", en la idea de que Rafael Solana escribía sus obras en 34 horas, según lo afirmó Ibargtiengoitia en su última carta. Era tanto como suponer, sin pruebas, que Ante varias esfinges 'babía sido escrita a la carrera, con precipitación, y por eso era tan fallida. N\1evamente se ensaña Usigli con las características del diálogo ibargtiengoitiano. Le vuelve a parecer descuidado y escueto, "casi esquemático", dice. Lo acusa de "mal gusto" y de abuso de anglicismos, tomando en ambos casos al autor por sus personajes. Finalmente se irrita por el uso de las malas palabras que él mismo no se atreve a repetir ni siquiera en esa carta privada: pone "h· ch" en lugar de "hijo de la chingada". Este puritanismo de Usigli, tanto para lo que se refiere al lenguaje coloquial como para lo que atañe a cuestiones dramatúrgicas de estilo, de composición, impide al maestro analizar Ante varias esfmges con más independencia de sus propias teoTÍas. La rechaza de un plumazo: total, absolutamente. Luego da un tirón de orejas a su discípulo descarriado y termina llamándolo al orden, es decir, a que se deje de búsquedas neonaturalistas ajenas por completo a lo "usigliano". El tirón de orejas debió resultar brutal para el ánimo esperanzado de Jorge Ibargtiengoitia. Su obra maestra había sido colocada en el bote de la basura por el dramaturgo omnisapiente de México que tenía autoridad moral no sólo para aconsejarlo sobre cuestiones teatrales, sino para prevenirlo incluso sobre su trabajo en la publicidad: "debe cuidarse ahora más que nunca". Pese a lo que pudiera esperarse, dada la dependencia tan grande que Ibargtiengoitia parecía acusar de Usigli, el guanajuatense no intentó corregir la pieza en obediencia a los señalamientos, ni mucho menos tirarla a la basura, que era poco más o menos lo que Usigli parecí mendarle entre líneas. Transcurrido un par años la dio a Radio Universidad para que la transmitiera en un radioteatro, y en 1960 la publicó en La Palabra y el Hombre, la revista de la Universidad Veracruzana que dirigía Sergio Galindo. Comparando el original a máquina de Ante varias esfinges -una de cuyas copi_se presentó a registro en la Unión Nacional de Autores- con la versión publicada en La Palabra y el Hombre, llama la atención descubrir que ambos textos son idénticos. Ibargtiengoitia no cambió una sola palabra, no varió una sola acotación. Ni siquiera suprimió ese "hijo de la chingada" que tanto molestó a Usigli y que tan fácil hubiera sido sustituir por otra expresión. Se diría que pese a la dependencia de Ibargüengoitia hacia Usigli no le resultaron convincentes sus argumentos. Lo que en último término mandó a la basura el guanajuatense fueron precisamente esos argumentos, haya dicho lo que haya dicho después, en su carta de respuesta. Ante varias esfinges sobrevivió tal cual, sin una sola enmienda, aunque nunca, en un lapso de 28 años, llegó a montarse de manera profesional. Ibargtiengoitia dejó que transcurrieran seis meses para responder a Usigli. Lo hizo con descuido en una carta que se antoja falta de sinceridad. Está escrita en papel tamaño carta de Hotel Orozco, de Guanajuato, que en el margen izquierdo exhibe, de arriba abajo, escuqos y emblemas del hotel, de la Asociación Mexicana de Hoteles, de la Asociación Mexicana Automovilís48 tica,. de la Asociación Mexicana de Restaurantes, de la American Hotel Association, etcétera. Pese a que el papel es de Guanajuato, la carta está fechada en Reforma Norte 7, Coyoacán, el 3 de junio de 1958: Querido Maestro: Siguiendo sus lineamientos le contesto con gran retraso y en un papel que tiene más escudos que el Marqués de Guadalupe. Su carta me llenó de agradecimiento, porque a pesar de sus reticencias me muestra una atención muy distinguida, como dicen los notarios. Parece que en el fondo tiene usted razón en lo que se refiere a mis obras, pues estuve revisando todo lo pasado y lo encuentro plagado de inconsistencias que últimamente estuve componiendo. Después de ocho meses de no poder terminar nada, me ha venido una época de fertilidad que me llena de optimismo y espero que me dure hasta dejarme hecho un escritor serío. Escribí dos argumentos de cine que son cómidos y que parece que nadie querrá comprar, pero no importa. Estoy planeando una obra muy seria que trata de la muerte de Obregón, que me entusiasma mucho y salen patitas y manitas cada vez que pienso en el asunto. Sería un honor terminar de un mal modo por una obra que uno escriba. Juntando mucho material que tengo, descubrí una comedia muy ortodoxa que será lo próximo que escriba "Pour vous faire plaisir" y se la dedicaré a usted. Si no le gusta más que la Susana es que tiene ideas fijas. Según los periódicos la situación en el Medio Oriente es tal que espero encontrarme cualquier día en la calle de Madero con un fez. Si viene pronto podrá hacerme muchos favores, porque necesito apoyos de gente decente, lo mismo que todo el teatro mexicano. Aquí estamos en vísperas de bienal que por las apariencias será digna de una ciudad como Amarillo Texas. Por lo pronto. Portinari se negó a venir, siguiendo el ejemplo de Tamayo, y para compensar, se han puesto a invitar a diestra y siniestra. El viernes pasado estrenaron el nuevo teatro Orientación en medio de sendos dicursos elocuentes de Concha Sada y Salvatore Baccanale. La obra fue el Canto de los grillos de Juan García Ponce, que escribe ro-. mo Luisa, sólo que más femenino. La verdad. querido Maestro, es que parece que somos un pueblo carente de imaginación. Si seguimos así, llegw;emos algún día a la "pieza bien hecha", yo no sé para qué. Cuídese de las balas, regrese, y salúdeme a su numerosa familia muy cariñosamente. Jorge Ibargtiengoitia(61). Ibargtiengoitia disimula, pero se trasluce su decepción. Y miente: nunca corrigió sus obras. Sigue mintiendo: trata de mostrarse optimista, inspirado, trabajador, pero se traiciona al exhibir su desánimo ("somos un pueblo carente de imaginación") y al terminar pidiéndole ayuda: "necesito apoyos de gente decente". Usigti ya no respondió a esa carta de Ibargüengoitia nunca le volvió a escribir. Los años fecundos A partir de 1959, el sentido de búsqueda caracterizó la producción teatral de Ibargtiengoitia. El dramaturgo se lanzó a incursionar por diferentes rumbos ensayando tonos, inventando anécdotas, probando géneros, como si quisiera examinar a fondo sus posibilidades y averiguar si el humor era su única arma. En 1959 escribió dos comedias -ninguna de ellas dedicada a Usigli, como había prometido-: El viaje superficial y Pájaro en mano, que nunca se presentaron en forma profesional, pero que unidas a Clotilde en su casa publicó en 1964 en un libro titulado: Clotilde, El viaje y El pájaro'<62) El viaje superficial es una exaltación del adUlterio en tono de comedia. La acción ocurre en una hacienda podiriana del centro de la República en 1910 y ya no refiere un solo caso individual como en Clotilde en su casa sino una situación poco menos que multitudinaria. Aquí los adulterios se multiplican. El dueño de la hacienda, con una joven visita; la esposa del dueño de la hacienda, con un profesor casado; el hijo del dueño de la hac~enda, con la mujer de un rico industrial y la hija del dueño de la hacienda, con un jovenzuelo vividor. Más que una denuncia de la burguesía en decadencia -como sin duda querría entenderlo un ideólogo solemne- esta pintura de costumbres quiere ser un simole entretenimiento frívolo a la manera de Feydeau, con un ritmo rapidísimo conseguido con base en entradas y salidas imparables, y el encadenamiento de despropósitos característicos del vodevil. También triunfa "el mal" en Pájaro en manof63J • la segunda de las comedias de 1959. Cinco sobrinos "desalmados" esperan la muerte del tío Lázaro, quien cada día cambia su testa- mento: un día hereda a un sobrino,. otro día a otro, etcétera. El último testamento terminará favoreciendo al más pillo quien, además, se quedará con dos mujeres para el solo y un gran futuro por disfrutar. Este tema del tío a punto de morir y una herencia en entredicho recuerde el ambiente de Ante varios esfinges y anticipa, sobre todo, el argumento de la novela Dos crímenes que lbargfiengoitia publicará en 1979 rescatando personajes, situaciones, conflictos, que probablemente hayan tenido todos, como fuente común, una historia autobiográfica. Sea como fuere, lo importante de las dos comedias de 1959 es que tanto Pájaro en mano como El viaje superficial profesan un moralismo antimoral muy en la línea del gran ídolo de Usigli: Bemard Shaw. En 1960, Ibargfiengoitia probó suerte en el teatro infantil con una farsa para niños que se estrenó ese mismo año en el teatro del Recreo Infantil del Bosque, en Chapultepec, donde Lola Bravo irigía un programa de obras para niños escritas por dramaturgos nacionales. Emilio Carballido presentó El jardinero y los pójaros y La lente maravillosa; Sergio Magaña: Del otro lado del mar y El anillo de oro; OIga Harmony: El cuento de Manolo y Jorge Ibargüengoitia: La fuga de Niconor. En La fuga de Nicanor, el héroe Nicanor Arredondo es un aviador encargado de traer animales para el zoológico de Chapultepec. En uno de sus viajes del Africa a México en compañía de su amigo Pérez Oso, sufre un accidente aéreo y el avión va a caer en la isla de Tulum donde los habitantes nada quieren saber del trabajo: se dedican a jugar a la baraja y a dormir. Los tulumenses hacen prisioneros a Nicanor y a Pérez Oso y los ponen a trabajar. Después de algunas peripecias y de ser engañados por el mago Filomeno Aripa, Nicanor y Pérez Oso consiguen escapar, gracias a que fabrican unas sillas voladoras, pero gracias, sobre todo a la voluntad de Ibargüengoitia que recurre a un Deus ex machina inconcebible para resolver el conflicto. Esta dificultad de Ibargüengoitia para idear el final de La fuga de Nicanor es la misma que se detecta en otras de sus piezas y en gran número de artículos periodisticos que acostumbraba terminar de cualquier modo, sin remate alguno. Logró superar el escollo en la narrativa -más en la novela que en los cuentos- pero la dificultad para concluir un texto fue siempre el talón de Aquiles de la escritura de Ibargüengoitia. Pese a su final, La juga de Nicanor es una buena muestra del teatro infantil al que se habia acercado años atras, en 1956, con la farsa El peluquero del rey, representada varias veces por el llamado Teatro Popular en la zona indígena de los otomíes. Algunas de sus otras piezas breves, como El tesoro perdido o El loco amor viene, tienen mucho de este tono de cuento para niños, de fábula moral, que Ibargüengoitia pudo pero no volvió a cultivar(64). Así como incursionó en el teatro infantil, también intentó hacerlo ese mismo año en 1960 en la comedia musical. Dentro de ese género escribió la primera versión de una historia frívola de intrigas sexuales ubicada en la época virreinal a la que tituló Los buenos manejos. Antes de conseguir al compositor que se interesara en colaborar con él, decidió sepultar en un cajón su texto inacabado. Ahí permaneció durante 19 años. Lo extrajo en 1979 cuando Juan José Bremer como dírector de Bellas Artes y José Solé como director de la Compañía Nacional de Teatro decidieron subvencionar a los dramaturgos nacionales para que escribieran obras especialmente para la Compañía Nacional. En la primera lista de seleccionados figuró, desde luego, el nombre de Jorge Ibargüengoitia, pero en 1979 Ibargüengoitia estaba retirado ya de la dramaturgia -le dijo enfáticamente a Carlos Ancira cuando Carlos Ancira, en nombre de la Compañía Nacional, le fue a solicitar una obra. Se rumoreaba en ese entonces que Ibargüengoitia había empezado a escribir una comedia sobre Santa Anna, pero el guanajuatense lo negó a Ancira. Lo que había empezado a escribir -le dijo- era una novela sobre la Independencia de México (que finalmente se llamaría Los pasos de López y aparecería en 1981)(6.'5). Entonces, a falta de una comedia sobre Santa Anna, Ibargüengoitia entregó esa primera versión de su comedia musical Los buenos maneíos, escrita en 1960(66). La entregó así, tal cual, sin hacer el menor intento de revisarla o ampliarla ya que era excesivamente breve -según ha relatado Ancira- y exigía una reconsideración dramatúrgica o, al menos, la ampliación de algunas escenas. lbargüengoitia no quiso trabajar una cuartilla más en Los buenos manejos, y ampliaciones y correcciones quedaron a cargo de la directora Marta Luna y de Alicia Urreta quien compuso la música y añadió todas las canciones que consideró necesarias para darle coherencia, solidez y duración a la aventura de tres prostitutas en una provincia virreinal. La obra se estrenó eh 1980 en el teatro Jiménez Rueda, justamente veinte años después de que Ibargüengoitia la escribió en aquella su última época de furor dramatúrgico. A su incursión en la comedia como puro divertimento (Pájaro en mano y El viaíe superficial), en el teatro infantil (La fuga de Nicanor) yen la comedia musical (Los buenos manejos), 1bargüengoitia añadió en ese principio de los años sesenta una incursión más en la que resultó ser la mejor de sus búsquedas: el teatro histórico. En su carta a Usigli de 1958 habla ya del gran tema: la muerte de Obregón, que entonces entiende como para "una obra muy seria" tan seria que hasta supone graves peligros para su vida. Según esa carta, en junio de 1958 la idea iba tomando forma. No es exacto, entonces, que se le haya ocurrido "una tarde de junio de 1958... oyendo la conversación de dos licenciados en una cantina irapuatense", como asegura en el prólogo a El atentado en la edición de 1978(67). Si de veras ocurrió lo de la cantina irapuatense tuvo que ser antes de junio de 1958, no en julio de ese año. Sea como sea, la fecha es ]0 de menos. Lo importante es que aquella obra que Ibargüengoitia empezó imaginando como teatro histórico "muy serio", terminó siendo, en julio de 1962, al terminar de escribirla, una regocijante farsa histórica. En el lapso de cuatro años que supone la escritura de El atentado, la obra sobre la muerte de Obregón -julio de 1958, julio de 1962-, Ibargüengoitia escribió otra pieza histórica, ésta sí en tono serio, casi didáctico, que se llamó La conspiración vendida. Antes que una obra surgida de la espontaneidad del propio autor, se trata de una obra "por encargo", según reveló Ibargüengoitia en dos artículos de los años setenta(68). En 1960 llegué -en materia económica- a pisar fondo. Ahora comprendo que la falta de dinero me afectó el cerebro. Empecé a hacer locuras. Una de ellas consistió en presentarme en el Departamento de Teatro de Bellas Artes... la pedir dinero prestadol Salvador Novo, que había regresado a Bellas Artes después de una ausencia de varios años, tenía una noticia que era mucho mejor que dinero prestado. Celestino Gorostiza acababa de hablar con el Presidente, me dijo, y éste le había prometido varios millones de pesos para celebrar dignamente medio siglo de Revolución y siglo y medio de Independencia. Me encargó una obra de teatro sobre cualquiera de estos dos temas. -Póngale escenas de masas, escenario giratorio, cambio de decorado. Lo que usted quiera. Diez mil pesos sobre derechos, al entregar el libreto. En dos semanas le llevé terminada La conspiración vendida. En ese lapso el Presidente había cambiado de opinión. Me entregaron la mitad del anticipo y la obra nunca fue montada(OO) . De acuerdo con la historia oficial más ortodoxa -como corresponde a una obra "por encargo"-, sin querer contrariar ni por asomo el espiritu y la letra de los libros patrios, la obra reconstruye el episodio que precipita el inicio de la revolución cuando los conspiradores de Querétaro son repentinamente descubiertos. Pese a su ortodoxia, La conspiración vendida nada tiene de . propagandística; está escrita con enorme corrección y con tal sentido del suspenso que por momentos se antoja una pieza de teatro policiaco. Ibargüengoitia está ahí en uno de sus mejores lances como armador de estructuras; también -inevitablemente- como respetuoso pintor de héroes: la Corregidora, Hidalgo, Allende... No se ensaña con ellos pero tampoco los mitifica. Sabe conservar la distancia, sobre todo en lo que respecta a Hidalgo, para dejar que que sean los acontecimientos los que rijan la historia. Curiosamente el mismo tema de La cOn6piración vendida será el que veinte años después utilizará Ibargüengoitia en Los pasos de López, para realizar una pintura mordaz, implacable, de esos primeros héroes y esos primeros pasajes de la guerra de Independencia. En el artículo de Vuelta de 1979, Ibargüengoitia describió qué tanta fue su decepción al darse cuenta de que nunca le pagarían la segun- 49 nido razón). Esta novela, Los relámpagos de agosto, fue escrita en 1963, ganó el premio de novela Casa de las Américas en 1964, fue editada en México en 1965, ha sido traducida a siete idiomas y en la actualidad, diecisiete años después, se vende más que nunca(76l . da mitad del anticipo y nunca, tampoco, lleva· rían a escena su pieza: Pero el destino me deparó una venganza sensacional. En septiembre apareció una convocatoria para un concurso de obras de teatro organizado por el DDF. Premio Ciudad de México, se llamaba. Veinticinco mil pesos de entonces, que sería como diez veces eso ahora. Yo mandé Lo conspiración vendida evn el seudónimo "Federico Barón Cropius", y gané el premio. El mismo día que supe la noticia, encontré a Corostiza, que había presidido el jurado que me premió, en el foyer de un teatro. -Yo soy el autor de Lo conspiración vendida -le dije. Casi se desmayó. Evidentemente habían premiado la obra creyendo que había sido escrita por otra persona con más méritos o mayores influencias. i modo(70). Concluido el episodio de Lo conspiración vendiIbargüengoitia volvió a aplicarse a la obra sobre la muerte de Obreg6n en un tono de farsa que no solamente chotea a los hombres del go-bierno y a los católicos sino que hace chistes sobre figuras de la intelectualidad. Al menos se antoja calificar de chiste el que Obreg6n, "el presidente electo" de la farsa, se llame general Borges. Otra vez con el diálogo escueto y rapidísimo que molestaba a Usigli, con una sucesi6n de escenas también rapidísimas y un franco manejo del humor Ibargüengoitia escribi6 El atentado como quien encuentra al fin, en la farsa histórica, el género ad hoc que había buscado desde que empezó a escribir. en 1951. Once años después de ese inicio concluye El atentado, e inédita la obra, sin posibilidad alguna de llevarla a escena, la conserva' de 1962 a 1963, año en que la envía a La Habana al Concurso Casa de las Américas 1963. Ese año, el jurado de la rama Teatro decide que el premio sea compartido entre Jorge Ibargüengoitia y el argentino Osvaldo Dragún. Ibargüengoitia acepta el premio y luego .declara su disgusto por haber sido obligado a compartirlo: Continuará (55) Jorge Ibargilengoitia: La ley de Herodes. Opus cit. Págs. 43-52 Y 67-78. (56) Carta de Ibargüengoitia a Usigli. Original a ma- da(7l), ¿Por qué? Porque Osvaldo DragÚD no me parece un buen autor. Si me lo pareciera, yo no escribiría como Ibargüengoitia. sino como Osvaldo Dragún(721. En 1964, un año después del premio cubano, El atentado apareci6 publicado en un número especial de la Revista Mexicana de Literatura que por ese tiempo dirigía Juan CarCÍa Ponce(73). Seguramente gracias al premio, la obra, según cuenta Ibargüengoitia: fue considerada para ser puesta en escena por el Teatro Nacional de Varsovia, por un grupo cubano y por otro mexicano que dirigía Juan José Currola. Los dos primeros la rechazaron por considerar que el final no era positivo. El grupo mexicano abandonó el proyecto cuando las autoridades advirtieron que iban a poner dificultades para la representaci6n, porque les parecía que la obra era irrespetuosa para la memoria de varias figuras de nuestra historia. El atentado be estrenada en México en julio de 1975, en la Temporada de Teatro Popular, bajo la dirección de Felio Eliel. La versión de Juan José Currola con música de Hilario Sánchez y cancion de Arturo Allegro, fue estrenada en julio de 1976, en el Teatro Corostiza(74). Ni el montaje de Felio Eliel de 1975 en el teatro Jorge Negrete (con Mario Oropeza como Pepe y Guillermo Gil como Borges; escenografía de Alejandro Luna) ni el de Gurrola en 1976 en el Celestino Gorostiza (con Salvador Garcini como Pe- SO pe) lograron interesar Significativamente al público. Malkah Rabell acusó a la farsa de "un poco deshilvanada", "falta de unidad", y dijo que el montaje de Gurrola habia sido "un fracaso total"(75). Cuando la obra fue finalmente publicada por Joaquín Mortiz en 1978, Jorge Ibargüengoitia había decidido ya, desde tiempo atrás -decía-, retirarse para siempre de la dramaturgia. Escribió: El atentado me dejó dos beneficios: me cerró las puertas del teatro y me abrió las de la novela. Al documetarme para escribir esta obra encontré un material que me hizo concebir la idea de escribir una novela sobre la última parte de la revolución mexicana basándome en una forma que fue común en esa época en México: las memorias de general revolucionario. (Muchos generales, al envejecer, escribían sus memorias para demostrar que ellos eran los únicos que habían te- la cultura en MEXICO en la cultura 1" 11..,11.0 de ';;.; Ilut'l: I Director General: José P'" Llergo Director: Peco Ignacio T aibo 11 Jef~ tk ~dacdófl: Gerardo de la Torre Ditrio: Beatriz Mira R~dacción: Francisco Pérez Arce, Mauricio Ciechanower, Rogelio Vizcaíno, Emiliano Pérez Cruz, Luis Hemández, Cosme Omelas, Jorge Belarmino Femández Tomás, Jesús Anaya Rosique, Andrés Kuiz, Orlando Orliz, Víctor RonquiDo, JlWI Manuel Payán, Héctor R. de la Vega, Carlos Puig, Angel Valtierra, Pilar Vásquez, Armando Castellanos, Ciro Gómez Leyva, Miguel Sonesso In~"'ig(J('ión gráfiC'a: Paloma Saiz CO/I,lxlrl,dón e pecial: Eisa acearella ). Rafael Centeno. no. Archivo de Usigli. Propiedad de la familia Usigli. (57) Los frutos caídos se estrenó en 1957 en el Teatro El Granero, con María Douglas como protagonista. Habia sido presentada por Luisa Josefina Hernández como su tesis para obtener el grado de maestría en Arte Dramático en 1955. (58) La feria distante fue dirigida por Ignacio Retes y protagonizada por Ignacio López Tarso en el teatro del Seguro Social (teatro Reforma). (59) José Luis Ibáñez. Teatro. Los frutos caídos. Revista de lo Universidad de Mé:rico. Volumen Xl, o. 10, junio de 1957. Págs. 29 Y 30. (60) Carta de Usiglí a Ibargilengoítia. Copia al carbón de un texto a máquina. Archivo Usigli. Propiedad de la familia Usigli. (61) Carta de lbargüengoitia a Usigli. Original. Archivo de USlgli. Propiedad de la família Usigli. (62) Jorge Ibargtiengoítia: Glotilde, El via;e y El pá;aro. Colección Ficción. Universidad Veracruzana. Xalapa,1964. (63) Ibargüengoitia registró esta comedia en la Unión acional de Autores el 21 de diciembre de 1959, mientras que el original de El vla;e superficial tiene sello de registrado del 15 de diciembre de 1978, pero en la Oficina de Derechos de Autor. (64) La fuga de NiamO' apareció publicada en la Revisto de la Universidad de México en julio de 1963 (Volumen VII, o. 11) en un númerO especial dedicado al "mundo de la infancia" (págs. 26 a 30). De El peluquero del rey no queda constancia escrita en alguna publicación. La fuga de Nicanor volvió a montarse en los años setenta en el teatro Jiménez Rueda, con títeres de varilla. (65) Jorge Ibargilengoitia: Los pasos de López. Editorial Océano. México. 1981. (66) En julio de 1979, justo en el tiempo en que Bellas Artes solicitó a Ibargüengoitia una obra para la Compañía acional. el escritor publicó en Vuelta (Volumen 3, 0.32) un artículo titulado Goodbye to all tlwt en el que hace una referencia humorística a ese hecho de recibir el encargo de escribir una comedia, previo pago de un anticipo. En el artículo, Ibargüengoitia imagina los temas posibles de una posible obra que nunca escribió, parodiando géneros y escuelas teatrales.- También habla del episodio en Dos aventuras de lo dramaturgia subvencioooda, aparecido en Vuelta en febrero de 1979. (67) Jorge Ibargüengoitia: El atentado. El volador. Editorial Joaquín Mortiz, México 1978. (68) Jorge Ibargtiengoitia: En primera persona. Dos aventuras de la dramaturgia subvencionada, opus J cit. Y Ezcélsior: Otras ooces, otros tiempos. La vida en México en tiempos de Novo, opus cit. (69) Jorge lbargtiengoitia: La vida en México en tiemP08 de Novo. Opus cit. Por esas fechas, el presidente de la República era Adolfo López Mateas. Celestino Gorostiza era director de Bellas Artes, y ovo, director del Departamento de Teatro. (70)Jorge Ibargüengoitia: Dos aventuras de lo dramaturgia subvencionada. Opus cit. Pág. 34. (71) Jorge Ibargüengoitia: Lo conspiración vendida se publicó en Reol.ttD de Bellos Artes. o. 3, mayojunio de 1965. Págs. 29-60. (72) Jorge Ibargtiengoitia: Teatro. Experimenta y verás, en Reolsta de lo Universidad de México. Volumen XVII, o. 12, agosto de 1963, pág. 28. (73) Jorge Ibargtiengoitia: El atentodo en Revista Mexicana de Literatura. os. 11 y 12. oviembre-diciembre 1964. (74) Jorge Ibargüengoitia: Prólogo a la edición de El atentado en la editorial Joaquín Mortiz. Opus cit. (75) MaJkah RabelJ: Decenio de teatro 1975-1985. Recopilación de crónicas. Editorial El Día en libros, México 1986. Págs. 28 Y 29, Y pág. 49. (76) Jorge lbargüengoitía dice de si mismo, en Vuelta. Marzo de 1985. .. r/' .. / .. -.-. • .'~p • Janette scribir sobre la prostitución significa todavía hoy, penetrar a un mundo enigmático, lleno de situaciones desconocidas de fantasías. Aun cuando se diga que la prostitución es el oficio más antiguo de la humanidad, la figura de la prostituta continúa siendo un estigma, hurgando en la historia de la prostitución se encuentra que el estatus social de la prostituta ha cambiado en cada época de la historia. El fenómeno presenta caracteristicas tan diferentes respecto a nuestra sociedad, que aparece ante nosotros como anormal e increíble. En México durante la época prehispánica -según !as descripciones de los conquistadores- había mujeres que se dedicaban a la prostitución y se les nombraba comúnmente ahuíanime. Las ahuianime, consideradas por los cronistas españoles como "mujeres públicas", participaban en los ritos y ceremonias religiosas al lado de los guerreros. Se cuenta que cuando a un joven mancebo lo preparaban para representar, en las ceremonias religiosas, al dios Tezcatlipoca, lantes del sacrificio le otorgaban cuatro mozas, al joven, a quienes bautizaban con el nombre de cuatro diosas. En las fiestas Huauhquiltanal. qualiztJi, también durante el periodo de preparación de los jóvenes para el sacrificio, les daban a éstos excelente trato y hacían que los acompañaran mozas públicas para que los alegraran. Los estudiantes del Calmecac también se acompañaban de "mujeres públicas"; por las noches asistían a la casa Cuicalco en donde se alegraban con danzas y cantos acompañados por las ahuianime. En las festividades, las ahuianime danzaban públicamente entre los asistentes sin sufrir relegación social, ni mal trato. Así, las ahuianime eran conocidas por los aztecas como alegradoras y el ejercicio de la prostitución se realizaba con el pleno consentimiento social; sin embargo, las mujeres de la nobleza o pipillín tenían prohibido ejercer el oficio, y en caso de hacerlo las castigaban con la pena de muerte. León Portilla escribe sobre las "mujeres públicas"; "Para el azteca, la alegradora invita al placer, es preciosa flor de maíz tostado, es admirable criaturá que yace sobre la estera de plumas, E es como el cacao floreciente que se reparte y de él todos gozan ... -y añade- alIado de las flores preciosas, por encima del cacao que beben los príncipes y del humo del tabaco que anima la reunión de los amigos, está la admirable criatura, la dulce y preciosa mujer". y es mujer galana y pulida Mientras que en la sociedad azteca la prostituta era considerada alegradora y su oficio no era denigrado, la moral española la juzgaba de otra manera. Fray Bemardino de Sahagún, por ejemplo, en su Historia general de las cosas de la Nueva España relata: La puta es mujer pública y tiene lo siguiente: que anda vendiendo su cuerpo, comienza desde moza y no lo deja siendo vieja, y anda como borracha y perdida, yes mujer galana y pulida, y en ésto muy desvergonzada, y a cualquier hombre le da y le vende su cuerpo, que por ser muy lujuriosa, sucia y sinvergüenza, habladora y muy viciosa en el acto camal y es tan curiosa en ataviarse que parece una rosa después de bien compuesta, y para aderezarse, muy bien, primero se mira al espejo, báñase, lávase muy bien y refréscase para más agradar; suele también untar con ungüento amarillo de la tierra que llaman azin, para tener buen rostro y luciente, y a veces pone colores o afeites en el rostro, por ser perdida y mundana... tiene costumbre de teñir los dientes con grana, y soltar los cabellos para más hermosura... , como mala mujer, desvergonzada, disoluta e infame... tiene también costumbre de sahumarse con algunos sahumerios olorosos, y andar mascando el "tzictli" para limpiar los dientes, lo cual tiene por gala, y al tiempo de mascar suenan las dentelladas como castañetas. Es andadora, callejera y placera, ándase paseando, buscando vicios, anda riéndose, nunca para yes de corazón desasosegado... júntase con unos y con otros, llama haciendo señas con la cara, escoge el que Góngora Soberanes mejor le parece... engaña a 198 mozos, o mancebos y anda alcahueteando las otras para los otros y anda vendiendo otras mujeres. Por lo que cuenta Sahagún en su crónica, y por lo que se sabe que era la ahuianime para los aztecas, se puede decir que los españoles introdujeron códigos éticos muy distantes de la visión del mundo en mesoamérica. Con ello asistimos a un proceso de aculturación y confrontación de valores sobre la sexualidad que nos obligan a interrogar- . nos sobre si la prostituta ha sido siempre relegada socialmente. Durante el virreinato los españoles se encarga'ron de instaurar en México el cristianismo y con él un conjunto de prescripciones morales sobre lo que consideraban bueno y malo. El Santo Oficio se encargó entre otras cosas de castigar la mala conducta de las mujeres, las faltas contra la fe y las costumbres, en sí aquellos actos que concebía como desviaciones a las normas dictadas por la religión, Entonces, las a'utoridades españolas preocupadas por salvaguardar la honestidad de los habitantes de la Nueva España, en especial la de las mujeres casadas, reglamentaron él ejercicio de la prostitución y crearon sitios específicos para su práctica. En 1542 se estableció la primera casa de mancebía autorizada por la reina: eran cuatro solares situados en lo que hoy es la calle de Mesones en la Ciudad de México y que en ese tiempo se llamaba calle de Gayas. En Guia de Forasteros escribió Fernández de Lizardi: Hay mujeres balandronas de unos picos desollados en las calles de las Gayas viven éstas... diré diablos. También existieron casas de mancebía que funcionaban clandestinamente y además zonas en todo el país con mezones dedicados a la prostitución que eran frecuentadas por clientes de todas las clases sociales. En una carta de la época, el obispo Fray Juan de Zumárraga denuncia ante el Emperador a dos 51 "-- . ~ ._. . :'":':-: .~ At--:-0 ~ "malos sacerdotes" que yéndose por la noche con el pretexto de buscar ídolos paganos, iban a las casas de mancebía con las "mujeres públicas". Bajo )a óptica clerical, el ejercicio de la prostitución ha sido considerada pecaminosa y se le augura un triste final de remordimiento, soledad y muerte. En uno de los primeros Concilios celebrados por la Iglesia católica en el país, se les pidió a los sacerdotes que investigaran si en sus parroquias había mujeres escandalosas y deshonestas que vivieran en pecado y, de ser así, que las amonestaran con benignidad y las exhortaran a corregir sus delitos. En caso de que no corrigieran su conducta, que las denunciaran para que se les castigara con penas y con algunos otros remedios convenientes. En 1592 se creó la casa de Recogimiento para Mujeres, la cual estaba destinada a albergar a las mujeres arrepentidas que se habían dedicado al oficio de "mujer pública". Cabe hacer notar que la palabra "prostituta" no se utilizaba comúnmente, pues al parecer su uso era delictivo en sí mismo y atentaba contra la moral. Por lo que los vocablos utilizados para designar a la prostituta eran: mujeres de mala vida, rameras, mancebas, mujeres públicas, ninfas, busconas, cortesanas, damiselas... todos estos términos denotan denigración y desprecio. prostitutas debían someterse a un control sanitario, que consistía en revisiones ginecológicas semanales con la finalidad de detectar enfermedades venéreas, en especial la sífilis. En realidad eran muy pocas las prostitutas que se inscribían en el registro de la Inspección, y muchas menos las que cumplían los deberes reglamentarios, lo que ocasionó que las autoridades las consideraran ·"prófugas". Las prófugas no estaban dispuestas a acatar el reglamento y les parecía molesto y ofensivo, asi, pese a que eran acosadas constantemente por los agentes encargados de hacerlo cumplir, preferían ejercer libremente sin ningún tipo de autorización. Las que estaban registradas trabajaban en burdeles de primera categoría. Las que ejercían en la calle se cuidaban mutuamente y se avisaban si venía por ahí el agente de inspección de manera de no ser detenidas o multadas en el mejor de los casos. En el año de 1869 se estableció el "Asilo para Arrepentidas" en el Hospital de San Juan de Dios, donde recluían a las prostitutas sin registro para que aprendieran alguna actividad productiva y dejaran de andar por las calles seduciendo a los hombres. bas autoridades civiles y militares se encargaban de conducirlas al Asilo de donde no podían salir hasta quedar rehabilitadas, así que el Asilo funcionaba más como prisión que como escuela de oficio. Maximiliano y las putas Por el año de 1865, durante la Intervención Francesa, se expidió un nuevo decreto para reglamentar la prostitución, con el propósito primordial de proteger la salud sexual de los soldados del ejército de Maximiliano de Habsburgo. Se estableció entonces una oficina de Inspección de Sanidad, en donde se llevaba un registro de las prostitutas y se les cobraba un impuesto para poder ejercer sus actividades. El primer permiso que otorgó la Inspección de Sanidad fue a la se· ñora Matiana Flores de quien existe una fotografía en el primer libro de registro de prostitutas. Ahí está vestida a la moda francesa. Para obtener el per.J11iso legal de· ejercer, las 52 Don Porfirio les cobró impuestos En 1879 bajo la dictadura porfirista, el Consejo de Salubridad creó otro reglamento que sustituyó al de Maximiliano, en el que además de obligar a las prostitutas a someterse a vigilancia médica, se les exigia pagar un impuesto al gobierno para poder tener permiso legal de trabajar. Con este agregado a la vigilancia médica, la oficina del Consejo de Salubridad se convirtió en una caja de receptoría de pagos, que se preocupaba fundamentalmente de que cubrieran las cuotas a tiempo, dejando de lado el control y prevensión de las enfermedades venéreas. Durante el porfiriato a las prostitutas se les lla- ~~ ~~.: mó "meretrices" o "pupilas". Estaban clasificadas en la oficina de vigilancia bajo dos categorías: las apuntadas y las clandestinas. Entonces, se creó un cuerpo de policía especial dedicado a vigilar que los burdeles no inErigiesen los reglamentos y pagaran sus cuotas puntualmente, y a detener a las clandestinas hasta que cubrieran sus impuestos correspondientes. También en esta época se creó una reglamentación para los burdeles, en la que se menciona que no deberán establecerse en casas-vecindad, ni a una distancia menor de 50 metros de las iglesias y de las escuelas; que no deberán tener señales que indicaran: ¡Aquí es un burdell; que las ventanas exteriores deberán tener cortinas y antes de la puerta de entrada un zaguán, de modo que desde el exterior no se pueda ver lo que sucede dentro. Otras disposiciones que aparecen en el reglamento son: -Cuidar que las "pupilas" vistan con decencia y aseo. -Cuidar que concurran a la visita médica. -Impedir que las "pupilas" salgan a la calle reunidas en grupos que llamen la atención. -':'No permitir juegos de azar. Este reglamento encontró gran cantidad de adversarios y creó mucho descontento, pues la élite porfiriana consideraba que era de tolerancia extrema reglamentar "esa forma funesta de parasitismo". Los defensores del reglamento argumentaban que la prostitución era un mal necesario; la prostituta es la salvaguarda de la mujer casta; el burdel no es semillero de reos atentados por el pudor; en México son numerosos los hombres que van al burdel a satisfacer un deseo sexual fisiológico, legítimamente nacido. -El descontento creado por la reglamentación sobre todo en las Ciudad de México, originó que los burdeles se alejaran del centro de la ciudad y se crearan así los "núcleos de vida fácil", "zonas rojas" o "zonas de tolerancia". La astucia de la historia por lo que deja ver en su acontecer, muestra que el ejercicio de la prostitución ha sido en especial contradictorio, pues se mueve entre la prohibición y la tolerancia. Este dilema sitúa a la prostituta en uno de los - r -. térmela en la -cintura mientras escuchaba la oración fúnebre con el comabido -no estás muerto, camarada, hermano ..' -.-.- ...... ~. . ~ • . ... J .. ,. .. .. _ quehaceres humanos que mejor expresan las incongruencias sociales. Hacia 1904, había en la Ciudad de México 10 mil 937 "pecadoras bajo contrato", y en 1905 ya eran 11 mil 554. La edad de las prostitutas oscilaba entre los 15 y los 30 años. En la Inspección de Sanidad las prostitutas que se registraban eran clasificadas por el empleado de oficina que les daba la credencial, según su belleza. Así que para el año de 1905 había inscritas 75 bonitas, 192 de regular figura y 353 feas. Desafiando a las posiciones conservadoras que insistentemente degradaban a las prostitutas en el siglo XIX, Manuel Acuña les rinde un homenaje: Pobre mujer que abandonada y sola sobre el obscuro y negro precipicio en lugar de una mano que la salve siente una mano que la impele al vicio; y que al fijar en su redor los ojos y a través de las sombras que la ocultan, no encuentra más que sombras que la miren y que burlando su dolor la insultan ... LA ramera Ideas de la oposición No solamente los gobiernos, la iglesia y los poetas se han ocupado de las prostitutas, también la oposición y los sindicalistas, han hablado de ellas. En el periódico El Hijo del Trabajo en el año de 1884, apareció un artículo titulado: "La misión de la mujer", firmado por Francisco Aragón, que dice: La mujer que vive siempre bajo el nebuloso cielo de la ignorancia; que no ha iluminado su inteligencia con la resplandeciente luz de la sabiduría; que aún no ha aparecido en su Oriente majestuosa como el astro rey para iluminar el mundo, huye como salvaje del trato de la sociedad, del más precioso conjunto de objetos que la rodean y que la halagan, para caer en el cieno de la prostitución y de los vicios. ¡Prostitución!... jeres. ¡Prostitución!... viduos. ¡Prostitución!... ciedad. ¡Prostitución!. .. Ola mujer, Muerte eterna de las muDesaparición de los indiHundimiento de la soTú no debes existir para ni la mujer debe existir para tí, porque basta que pise tu espantosa sombra, para que se degrade, para que se envilezca, para que lleve en su frente el estigma de la abyección, de la miseria y de la desgracia, y haciéndose infeliz la mujer, se hacen iTIfelices y muy infelices las sociedades. En 1910, Ricardo Flores Magón, en Regeneración, anotando las causas de la prostitución, manifestaba: El salario de la mujer es tan mezquino que con frecuencia tiene que prostituirse para poder sostener a los suyos cuando en el mercado matrimonial no encuentra un hombre que la haga su esposa, otra especie de prostitución sancionada por la ley y autorizada por un funcionario público, porque prostitución es y no otra cosa, el matrimonio, cuando la mujer se casa sin que intervenga para nada el amor, sino sólo el propósito de encontrar un hombre que la mantenga, esto es vender su cuerpo por la comida, exactamente como lo practica la mujer perdida, siendo esto lo que ocurre en la mayoría de los matrimonios. y qué podría decirse del inmenso ejército de mujeres que no encuentran esposo? La carestía de los artículos de primera necesidad del abaratamiento cada vez más inquietante del precio del trabajo humano, como resultado del perfeccionamiento de la maquinaria, unido todo a las exigencias, cada vez más grandes, que crea el medio moderno, incapacitan al hombre económicamente a echar sobre sí una carga más: la manutención de la familia ... el número de solteras es alarmante y como situación angustiosa, la prostitución engrosa cada vez más sus filas y la raza humana degenera por el envilecimiento del cuerpo y del espíritu. Durante la revolución mexicana, en el periodo de lucha armada, la prostitución se propaga y las prostitutas quedan a merced de los distintos bandos participantes. Entonces pocos son los que escribieron sobre ellas y muchos los que hicieron negocios con hoteles de paso y casas de cita. Vende caro tu amor, aventurera, da el precio del dolor a tu pasado, y aquel que de tu boca la miel quiera, que pague con brillantes tu pecado. Ya que la infamia de tu ruin destino marchitó tu admirable primavera, haz menos escabroso tu camino, vende caro tu amor aventurera. Agustín que le pregunten a la viuda y a los hijos, pensé, asqueado no sé si por aquello o por la cruda, a fin de cuentas resultaba lo mismo, o quizá hasta moralmente más sana la cruda, digo, empezaba a sospechar fuertemente que estaba meando fuera de la bacinica, pero lo peor era que salpicando a quienes ni vela tenían en el entierro, metafóricamente, claro, aunque los otros parecían estar convecidos de lo que hacíamos, no había recelo ni asomo de conciencia, un empecinamiento ciego los propulsaba haciéndolos engullir cuanto se les ponía al paso con un supuesto afán revolucionario que no pasaba de la mezquindad, de un minúsculo circulo en que me sentía atrapado aunque muy otra casa era lo que me había impulsado en un inicio, cuando, ya no tenía caso recordarlo, porque la verdad era que seguía haciéndome crisis existencial y de conciencia aquel momento que se prolongó hasta que ya estábamos de vuelta en la combi y al ananear Serrano comentó -tuvo mucho efecto el que viniéramos y tiqueando tartamudeó Oswaldo, sin sacarse el índice de la narina -muy bueno el electo -nos los echamos a la bolsa completó Saúl sonriente y orondo, tal vez atribuyendo el éxito a su discurso y mientras Abel enfilaba el vehículo hacia Misericordia, donde comeríamos algo y cargaríamos gasolina, porque si habíamos corrido con suerte hasta ese momento no convenía confiarse demasiado ni andar por el pueblo o sus alrededores, el peligro no era ficticio, lo sabíamos bien y el asesinato de Pedro comprobaba que tampoco eran habladas, pero -esto son gajes de la lucha por los desvalidos sentenció Ruperto Serrano y poco después le dijo a Abel que sacara a la Rorra y la Muñeca para quitarles los cargadores, a lo que el aludido respondió -cuáles, usted no me dijo nada de los peines, sólo las metralletas con ingenuidad pasmosa, pero nos cayeron de peso sus palabras, pues nos habíamos confiado a esas armas para enfrentar cualquier contingencia y el peligro no pasaba aún por completo, tampoco el silencio, en un principio grueso pero que fue adelgazándose hasta que Serrano soltó la carcajada y le siguieron los otros, excepto Salomón que estaba dormido y yo que en el asiento trasero venía con la mirada fija en la carretera que dejábamos atrás, hasta que escuché -menos mal que ya pasó el peligro, acabamos de salir del estado aseguró el maestro, -menos mal que traemos las fuscas, porque esos dos Crown Victoria nos han venido siguiendo de lejecitos desde que salimos de Polotlán y el primero ya empieza a... rebasándonos les dije con una especie de satisfacción morbosa mientras veía palidecer sus rostros y aguardaba la ráfaga, pero no, el automóvil se coloca adelante y no permite que Abello rebase cuando hace el intento, así que de inmediato voltean todos y constatan que el segundo Crown conserva su posición, también se extrañan de mi sonrisa evidentemente burlona porque -es la escolta que quedó de enviarnos el gobernador, Lara. aseguro, recordándoles que me indicaron telefonearle desde la cantina el dia anterior, y respiran aliviados, por eso me callo que es solamente una presunción, pues no recuerdo si lo hice o no. 53 El Descuido Orlando Ortiz Anticipo del libro Dealluaión Oplica, que aparecerá en fecha próxima en la colección Divulgación de las Artes, que edita la Delegación Cuauhtémoc. A penas colgó el teléfono el maestro Ruperto Serrano dijo con voz engolada -era CasUdo. que ayer asesinaron a Pedro. lo emboscaron y se siguió dando los poftnenores. que para el caso salían sobrando. pues estábamos nomás los responsables polítioos y sabíamos cómo andaban las cosas por Polotlán, después de la toma de tierras y el desalojo con tropa y vuelta a tomarlas porque ya estamos cansados. decían los compañeros de allá. estamos decididos a jugárnosla. aunque nosotros sabíamos que no era fácil. en medio se hallaban los caciques. intereses no sólo del gobernador y parentela sino también de traficantes de drogas. y unos y otros eran gente de armas disparar. no había que decirlo. pero Saúl dijo que -lo asesinaron porque se descuidó y -se lo habíamos advertido a los compañeros. que se cuidaran observó Salomón con su gesto de estar chupando limones y perdonándonos la vida. como siempre, -pero el caso es que lo asesinaron, el sargento Chavira. según dicen. que le traía ganas desde que lo denunció públicamente preciso el maestro Serrano. -sí, desde la denuncia taramudeó Oswaldo mientras su tic lo hacía parpadear por enésima vez en un minuto y hur· gaba su nariz con el índice, -¿y cuándo lo entierran. maestro? interrogó Abel, sin dejar de balancearse en la punta de los pies. -mañana respondió el interpelado y agregó -tiene que ir alguien. ~ay que discutirlo y decidir qué hacemos, o sea quién se descuelga para allá. recorriéndonos con la mirada, como esperando un voluntario. pero -mientras lo arreglan llevo la combi a cargar gasolina. checarle aceite y llantas ':l!tr~ __ "tI.. afirmó Abel y antes de que saliera le órdeno Serrano que fuera por la Rorra y la Muñeca, 54 -Sí, éso. porque está peligroso ir para allá. y más ahora dijo Salomón. dando pie para que con expresión de agudeza y sagacidad deductiva holmeana Saúl subrayara que -Pedro fue como la botana para esos nefandos esbirros del sistema. a los que quieren son a nosotros así que acordamos ir a comer y allí decidiríamos. entre el aperitivo, el taco. la copa para la digestión, otra para reponemos de la infausta noticia. exposición de hechos, anteceden. tes. situación internacional. más copas. análisis de coyuntura, llamadas telefónicas pertinentes como paréntesis, más análisis de la correlación de fuerzas y conveniencia de no mostrar miedo -porque así los campiranos no se sentirán defraudados balbuceó alguno y asentimos todos antes de que continuara -y avanzará nuestro movimiento de manera acelerada. incrementándose la fuerza de nuestra organización y desvaríos semejantes, pero vienen las otras, que entonces quién o quiénes, que por qué no todos, la dirección política en pleno para darle una trascendencia ~hingona, pero está el peligro. la amenaza concreta a nosotros de la que tenía pruebas Pedro, pero a mí el Chavira y esos hijos de puta me pelan los dientes, al cabo tenemos cuatro fuscas y llevamos a la Rorra ya la Muñeca, tráiganse un pomo para que el camino que no se haga largo, fue la resolución por consenso y mayoría unánime. más de seis horas parloteando para acabar todos aquí en la carretera se desenrolla continua por la noche hasta los fanales que me golpean en esta borrachera quiere convertirse en cruda la realidad dice el radio electo reagan-daría lo mismo daría quedarse allá y no aquí donde la luz horada lúbrica la sombra que se abre adelante lejanos puntos que irán creciendo lo que se esperaba dicen y cámbiale a música para no dormir me quiero soñar que estoy no aquí oyendo al que se receta poesías cursilonas sino con la carne ocupa- da entre palabras de ellos las mismas de nuevo que en la cantina no le preguntó pero sí y donde saben van la rorra y la muñeca envueltas en f[ane la paloma y nena sí blandhúmedas franelitas tibias en la cama allá se me disparan los recuerdos a deseo y no hacia polotlán ganándome un sueño agraz al saber lo vago de este decirles P!onto será como a pedro ahora hace una semana en la fonda salen dos de salchicha y chaparras para dejarles me dijo algo a mis hijos que no sean deudas rienda suelta al desaliento que va surcando paulatino invasor la luz que se cuela por mis párpados cedazo o pantalla no telón de boca a sus palabras huecas hasta de memoria sé su curso y anexas las lección con el nosotros sí pero no del partido que es refor mitas suaves languidecen mis venas con nena yace espigada y salífera expuesta palpitas grieta blanda en la fusca aguda se me clava la sensación de que no es el camino se desenvuelve envolviendo más dudas ahora que antes pienso de engañar con buenas intenciones creo egoístas o qué sé yo hablan lo mismo ya gastadas pendejadas que pre siento el mismo cuento de otros dice paloma enroscándose en la punta de mi sueño nos ve nena lueg<? trinca trincada evoluciona por hacer algo que los ayudara en verdad fanfarroneando les decía revolución y morena se iba deslizando blanca por mis manos juegan en mí sus boca dáver entre cirios y el cajón de pobre nace uno y nadie muere la víspera compañero dije y sonrió masticando el bocado de torta tibia y blanda pendiente el nudo sensual al reventar los sentidos lindan con el jamás crespones y áspero raso sin túneles de luz sólo viaje fosco entre cirios invisibles velan los hijos y mujer nuestra de cada día llora enlutada en polotlán por la mañana si es que llegamos sincronizados en cabriolas nena y tre padoma dúctiles nos amasamos y nos veo madeja tejiéndonos sueños aislados dé dalos indescifrables y confundido me rebelo pero dócil tristemente pusilánime si es que llegamos como siempre o nunca sería mejor acabar con esta farsa que hemos creído en una densidad sedienta me sorbían allá contigos vaciar la incertidumbre de la pesadilla como sueño que se desarrolla incesante y cortan mis párpados fanales para dormir me diría neloma salobrendijas palena lasam No había manera de bajarlas discretamente a ellas para evitar que en un descuido nos fuera a llevar la chingada a todos, pero no, -se ve tranquilo el asunto, nada fuera de lo normal aseguró Salomón, sólo unos garfiles municipales que habían escoltado el cortejo mortuorio y los teníamos bastante ubicados, eran de los que no hacen más que bolsear borrachines, ..,.....pero más vale tomar precauciones observó Saúl, así que ya frente al camposanto bajamos de uno por uno de la combi y luego avanzamos en pinza. hasta que del vértice se descolgó el maestro Serrano, caminó hacia la viuda y familiares para darles el pésame y acabó por convertirse en el centro de atracción, el solemne héroe de la jornada con gesto adusto y pose de granítica impasibilidad que conservó aun cuando ya caminábamos por entre las tumbas, unas humildes, ostentosas otras, cuidando de que entre ellas no estuviera alguien con intención de darnos callo, Chavira o su gente, que además de la consigna por su cuenta tenían ganas de hacernos chupar faros, como lo descubrió Pedro cuando se infiltró, lo que a fin de cuentas pagó con la vida, pero no, la cosa en verdad estaba calmada y llegamos sin novedad hasta donde aguardaba la huesa virgen y cuatro de nosotros cubrimos puntos estratégicos para seguir vigilando, no era momento de descuidos, ya sabíamos a qué equivalía bajar la guardia, así que discretamente saqué la fusca, corté cartucho y asegurándola volví a me-