Protegemos la Antártida Con un área de 16.5 millones de kilómetros cuadrados, la Antártida es un continente de hielo, y es el quinto en tamaño de la Tierra. El 90 por ciento del hielo de la Tierra se encuentra en la Antártida. Es un desierto frígido donde casi nunca llueve. El continente está rodeado por islas que tienen un clima menos frío y por esto hay una variedad de plantas. Estas plantas mantienen un gran número de pájaros y animales. La existencia de especies está limitada por el clima y el hielo, pero existe una abundancia de vida en el agua: plancton, coral, esponjas, peces, focas, ballenas y pingüinos. Las regiones polares son muy importantes para la supervivencia* de la Tierra entera. Los casquetes de hielo** en las zonas polares reflejan luz solar y así regularizan la temperatura de la Tierra. Cuando se destruyen estos casquetes, hay manos luz solar que se refleja y la Tierra se convierte en un receptor termal. Esto se llama el efecto invernadero. Es en la Antártida que en 1985 se reportaron por primera vez los hoyos en la capa de ozono y aquí es donde hoy día se trata de encontrar una solución. *survival **ice caps A través de los años, muchos países han declarado soberanía de derechos* sobre la Antártida y esto ha producido problemas, especialmente en Argentina y Chile. Pero el 1 de diciembre de 1959, los problemas se acabaron** con el Tratado Antártico. El tratado estableció reglas para el uso de la región. Las dos más importantes son el uso pacífico del continente para objetivos científicos y la prohibición de la explotación minera. *sovereign land rights **stopped / ran out Argentina y Chile, entre otros, han tomado medidas para proteger el medio ambiente de la Antártida. La región de Tierra del Fuego – dividida entre Chile y Argentina – es hoy un centro de investigación científica polar. La ciudad de Ushuaia se ha convertido en el punto de partida para los que visitan la Antártida. Ushuaia es la ciudad más al sur del mundo. Desde aquí salen equipos científicos a la Antártida para estudiar el clima, la naturaleza, el hielo y la roca. También salen excursiones turísticas dirigidas por científicos especializados en el medio ambiente de la región. Los barcos tardan dos días en llegar a la Antártida y los visitantes pueden quedarse en las bases de actividad científica que se encuentran en el continente.