Trompeta Evangelizadora

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Trompeta
Evangelizadora
PERDONAR
Agosto 2014
Contenido
PERD ON AR
Mensaje radial
4
Vecinos reconciliados
Caridad cristiana
5
¡Vence el mal con el bien!
Victoria
6
¿No quieres perdonar?
14 Injusticia, daños,
Insultos ¿Qué hacemos con ellos?
26 Un obstáculo en la oración
Así como nosotros perdonamos
Importantes razones nos invitan.
Lo que mueve al corazón
8
Perdonar, es ser sabio.
La ira, el odio, el rencor nos hacen ciegos. Entonces
parece imposible ver algo positivo, o mediar un
reconocimiento. Además el hombre no se da cuenta
de cuán grande es el daño que se hace a si mismo.
10 Carbones encendidos
11
Si te acontece injusticia
Pertenece a uno de los aspectos desagradables de la vida, que
somos rechazados, e incluso nos puede tratar con
hostilidad. O cosechamos ingratitud por el esfuerzo y la buena
voluntad. Estas lesiones duelen.
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12 Impulsos para el amor
Biografía
24 Hudson Taylor (parte 17)
Inesperado para los participantes la conferencia
que dirige el joven, misionero desconocido y un
mensaje conmovedor para ellos. Un mensaje,
que debemos considerarlo hoy.
Editorial
¡Estimado lector!
¡Qué difícil puede ser una reconciliación! Habían
pasado 20 años, y Jacob emprende el viaje desde
Harán, en Mesopotamia para volver con todas sus
pertenencias a Canaán. De repente recibe la noticia:
“¡tu hermano Esaú viene a tu encuentro con
cuatrocientos hombres!”
¿Estaba todo olvidado? ¿Creció hierba sobre ello?
Claro que no, con toda claridad estaba el pasado ante
los ojos de Jacob. ¿F ue correcto, comprarle al
hermano con un guisado la primogenitura? ¿Han
actuado correctamente, él y su madre Rebeca, cuando
fingió ante su padre casi ciego, que era Esaú el
primogénito, para estafar la primogenitura?
Página juvenil
16 Dios, nuestro intercesor
17 Pregunta y respuesta
Página infantil
18 El primer premio
Página para mayores
20 Teclas blancas y teclas negras
Luz y sombra están siempre cerca una de la
otra. A través de la amargura aprendemos a
apreciar la dulzura. Pero, ¿dónde centramos
nuestra atención?
Jacob tampoco olvidó, que su hermano Esaú se
quería vengar y matarlo. Aunque trató de apaciguar a
su hermano con regalos: ¡200 cabras, 20 machos
cabríos, 200 ovejas y 20 carneros, 30 camellas
paridas con sus crías, 40 vacas y 10 novillos, 20
asnas con 10 borricos!
Pero este intento humano, un verdadero y grandioso
regalo de valiosos animales, no podían lograr la
reconciliación. Jacob sabía, si Dios no interviene,
entonces, ¡todo es en vano, todo es inútil, todo
perdido! Jacob mismo necesitaba primeramente el
perdón. Su culpa debía ser traída ante Dios para ser
reconciliado. Y recién entonces, cuando Dios lo
bendijo, Dios pudo regalar la gracia para poder
reconciliarse con su hermano.
Perfil de la Iglesia
22 Hamilton
27 Anuncios
Pie de imprenta
28 Cristianismo con hechos
Así también necesitamos todos el perdón de nuestras
culpas, la reconciliación que el Padre celestial nos
ofrece en Jesús, su amado Hijo. Porque está escrito:
“En esto consiste el amor: no en que nosotros
hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a
nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por
nuestros pecados” (1. Juan 4,10).
Por lo cual es nuestra petición: “¡Reconcíliense con
Dios!”
H. D. Nimz
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Vecinos reconciliados
En un estado de América del Norte vivían dos
agricultores ricos, Forster y Lambert, cuyas tierras
limitaban una con la otra.
. Esto dio lugar a algunos
conflictos que provocaron la amarga enemistad
entre las dos familias.
Sucedió que en la zona muchos fueron renacidos a
una viviente fe, y también uno de los dos vecinos.
Forster, pertenecía a este grupo. Mientras
examinaba su vida anterior, reconoció, que
especialmente él había ejercido muchos males
contra su vecino. Se humilló ante Dios y pidió
perdón por sus pecados. Ahora sentía, que él
también debía reconciliarse con su oponente.Con el
corazón inquieto llamó a la puerta de su vecino y
entró en la casa en la que no había entrado por más
de seis años. Lambert estaba muy sorprendido por su
visita. “Señor vecino”, dijo Forster, “vengo a
pedirle perdón. Hemos tenido muchas disputas entre
nosotros, y siento que la mayoría del mal lo he
hecho yo.” Descortésmente contestó Lambert:
“Siempre he pensado, y no le perdonaré nunca.”
Forster respondió: “Estoy decidido en el futuro vivir
de manera diferente, y espero que Dios me ayude.
Ambos tenemos que comparecer ante el tribunal de
Dios una vez.” Cuando Forster se retiró, había un
gran asombro en la familia de Lambert, y todos se
preguntaban, que significaba esto, y que tendría el
Caridad
Cristiana
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hombre en mente. – Finalmente dijo el hijo del
dueño de casa, que había apoyado a su padre en la
disputa: “Yo quiero resolverles el problema. Me han
dicho, que nuestro vecino está con los piadosos.”
El padre se quedó en silencio y poco después se
retiró con una gran emoción a su habitación.
“Como”, pensó “¿Forster está preocupado sobre el
estado de su alma? ¿Es realmente un verdadero
cristiano? ¿Por qué vino a verme, para pedirme
perdón? Si el evangelio humilla a tal persona,
entonces sin duda es algo bueno. Él me dijo, que
deberíamos temer, para presentarnos ante el tribunal
de Dios. De verdad, los dos hemos actuado
neciamente. Pero yo le he irritado mayormente. Oh,
soy un gran pecador. ¡Oh Dios, ten piedad de mi
alma!”
Así hablaba para sí mismo. Y durante días estaba
lleno de inquietud. Finalmente no aguantó mas y
fue a la casa de su vecino. Fue recibido muy
amablemente. Los antiguos enemigos ahora se
estrecharon la mano y se echaron a llorar. “Usted
vino a mí”, dijo Lambert, “Para pedirme perdón,
pero siento que he actuado mucho peor que usted.”
Antes que se separaron, oraron juntos, los dos
fueron verdaderos cristianos y vivieron desde ese
momento como nuevos vecinos en paz y en estrecha
amistad.
Durante los años 261-263 hubo una terrible peste en la
ciudad de Alejandría. Ningún hogar sin algún muerto; en
todas las calles lamentaciones, en todos lugares olor a peste.
Los paganos abandonaban a sus desafortunados enfermos, se
veian cuerpos en todos lados. Entonces llegaron los cristianos,
los que habían salido del desierto y de sus escondites,
huyendo de la persecución bajo el mandato de Decio y
Gayos, atendían a los enfermos y enterraban a sus muertos.
A pesar de que ellos mismos fueron víctimas de la plaga. Sin
embargo ellos vencieron el mal, demostrando lo bueno.
¡Vence
al mal
con el bien!
Fue una noche en China, y el ocaso se introdujo. Hudson Taylor con su
indumentaria china, se puso de pie con sus compañeros a la orilla del río
y llamó al barquero, que había amarrado el barco al otro lado del río
para pasar. A la espera de la embarcación se acercó un chino vestido de
seda y desplazó a Hudson Taylor, cuando el barco estaba bastante cerca,
le dio un golpe con la mano en la cabeza. Entonces le dio un empujón,
se resbaló en el lodo y cayó al suelo.
Taylor admitió más tarde, que tuvo la intención de vengarse de ese
rufián con la misma moneda. Pero en el momento justo, Dios le
interrumpió en su interior. Mientras tanto, el barco había llegado, y el
distinguido chino se dispuso a saltar al barco. – “¡Alto!” Le resistió el
barquero: “¡Vine por el llamado del extranjero, no por usted!” Sorprendido al máximo, el chino se dio vuelta y se percató ahora que tenía un
extraño delante de él. – “¿Qué?” Con aire de sorpresa, “¡¿Usted, un
forastero, no me has golpeado otra vez, cuando te golpeé y empujé al
suelo?!” Mientras tanto, Hudson Taylor subió a la barca y dijo: “Este
barco me pertenece. Pero entra, yo te llevaré, y te dejaré donde deseas
bajarte.”
En el viaje, le explicó Taylor, que sólo el evangelio le ha permitido
tratar así a un hombre chino, que le había golpeado. Con calidez
singular predicaba entonces al atento oyente. Cuando el hombre bajó,
las lágrimas le corrían por las mejillas.
Victoria
El pastor está sentado en su escritorio. Golpean la
puerta. A la respuesta de “pase”, entra un agricultor,
el cual avergonzado gira su sombrero. “Y, Jansen,
¿que se le ofrece?” “Yo le quisiera preguntar, que
puedo hacer con mi vecino.” “¿Sigue todavía tan
revoltoso?” “¡No se puede aguantar más! ¡Todos los
días disputas y discordias! Realmente ya le desvío,
pero todo esto no ayuda. Siempre encuentra una
nueva causa para el mal. Y si no hay ninguna allí,
entonces produce una. Mi esposa ya está
completamente enferma, y ya no se cómo poder
solucionar esto. Todos me aconsejan que yo lo
denuncie. Pero usted predicó hace poco, que un
cristiano debe tolerar los engaños y malos tratos. Por
ello no tengo interés de ir a la justicia. Pero, ¿qué
puedo hacer en todo esto para tener paz?”
M. mira por un momento por la ventana. “Jansen,
recuerda usted todavía de la escuela cómo se atrapan
ballenas, ¿No? Entonces queremos investigar un
poco.” Se levanta lentamente, toma un libro de la
biblioteca y hojea en él. “¡Bueno, aquí está! – mire,
aquí hay una imagen de caza de ballenas. Aquí se ve al
revoltoso animal, el cual debe ser atrapado. En el
pequeño barco está el cazador con el garfio en la
mano. Él lo lanza hacia el animal, clavándolo
profundamente en su carne. La ballena se lanza bajo
el agua. Tan pronto como sube nuevamente para
tomar aire, recibe nuevamente con el garfio. Al
último, cuando deja de revoletear, viene a la
superficie, y pasa a ser presa del cazador. ¿Entendió,
Jansen?”, continúa diciendo, “Vaya usted en nombre
de Dios a la ‘caza de ballenas’. El perfecto garfio
conoce usted. Está escrito en romanos 12, 20-21: ‘Así
que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si
tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas
de fuego amontonarás sobre su cabeza. No seas
vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal’.
Debe ser curioso, que usted pueda traer al final su
‘ballena’ a la superficie.”
Jansen se retira. Han transcurrido algunas semanas
después de esta conversación. Una noche golpean
nuevamente la puerta, y Jansen entra con radiante
rostro. “Y Jansen, ¿qué hace la ‘ballena’?” “¡Está en
la ‘superficie’! ¡Ahora marcha nuevamente!”
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¿No quieres
perdonar?
Es curioso, que a la mayoría de las personas le resulta difícil perdonar.
Cuántos tienen un antiguo odio y rencor en el corazón, si bien Cristo nos
da claras pautas respecto a este punto. ¿Puede una persona redimida
llevar aún resentimiento, rencor, o incluso odio, en su corazón?
En una evangelización, un hombre estaba de rodillas
en el altar y buscaba al Señor. Pero algo parecía estar
en el camino. El pastor le hizo unas preguntas. El que
buscaba la salvación respondió que otro hombre que
estaba en el recinto, con quien vivía en enemistad.
Éste debía abandonar primeramente la sala, para que
él pudiera recibir el perdón de Dios. ¿No hacen
muchas personas como este hombre? A través de ello
se vuelven tal vez profesadores de religión, pero no
creo que realmente alcanzan la salvación en Cristo.
¿No tendría que haber ido aquél primeramente a lo
de su “enemigo”, reconciliarse con él, y luego buscar
la reconciliación con Cristo?
Todas las personas tienen sus errores
Muchas personas utilizan a veces este hecho como
una manta protectora. Pero con frecuencia no se les
ocurre que el otro también puede hacer el mismo
juicio sobre sí mismo. Dios quiere darnos la fortaleza
para llevar una vida victoriosa. Pero todos tenemos
nuestras debilidades y deficiencias humanas. El
apóstol Pablo nos exhorta: “Perdonándoos unos a
otros, como Dios también os perdonó a vosotros en
Cristo” (Efesios 4,32).
Nosotros afligimos más a Dios, de lo que las
personas nos afligieron
Cristo nos muestra este hecho en Mateo 18: Cierto
hombre debía a su rey una suma de un valor de
alrededor de U$S 20.000.000. Cuando el rey decidió
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venderlo a causa de eso como esclavo, el hombre le
rogó tan fervorosamente por gracia y perdón, que se
le perdonó su deuda.
Poco después, este hombre se encontró con uno de
sus consiervos, que no le debía ni U$S 50. Cuando le
solicitó el pago inmediato de la deuda, el consiervo
le rogó por gracia y paciencia, tal como lo había
hecho él hacía poco. Pero el anteriormente agraciado
hombre no le escuchó y lo llevó a la cárcel. Cuando
el rey supo esto, se enfureció e hizo castigar
duramente al siervo despiadado, a quien hacía poco
había otorgado tanta gracia.
¿No son muchas personas similares a este siervo
despiadado? Luego de que Dios les perdonara una
deuda extremadamente grande, sí, una deuda que
habría sido merecedora de la perdición eterna, con
frecuencia no quieren perdonar a sus semejantes, que
han cometido una pequeña injusticia en su contra.
Todos los que actúan de esta forma, también oirán la
palabra del Señor: “¿No debías tú también tener
misericordia de tu consiervo, como yo tuve
misericordia de ti?” El perdón de Dios será retirado
de todos aquellos que no pueden perdonar a otros.
Todos debemos comparecer ante el tribunal de Dios
Me temo que el ruido del mundo de los negocios y el
sonido de las monedas colman tanto los oídos, que
no oyen el alejado retumbar del trueno del juicio
divino. Pero es un hecho serio, que nadie puede
evadir este juicio. Que extremadamente pequeñas
parecerán entonces las cosas por las que guardamos
rencor a nuestros semejantes, y las que no pudimos
perdonar ni olvidar.
Cuando mi padre se convirtió, tenía un gran
enemigo. Pero él le perdonó. Un día mi padre lo
llevó a un lado y le pidió seriamente que él también
buscara el perdón de Dios. Nunca olvidaré con que
intensidad mi padre le rogó que no pospusiera más su
salvación. Pero él se negó, no porque todavía tuviera
alguna cosa contra mi padre, pero dijo: “Willi, yo no
puedo perdonar a otros como tú me perdonaste.
Existe un hombre, al que nunca podré perdonar.” Nunca más lo vi.
Tres meses más tarde, yacía moribundo. Pidió a su
esposa, quien una vez se había convertido pero había
caído nuevamente, que orara por él. Ella juntó sus
manos, pero no pudo orar. Finalmente pasó a la
eternidad sin estar preparado.
Dios retribuirá
Si nuestro corazón está lleno con el amor de Jesús,
no le desearemos ni le haremos a nadie mal alguno.
Siempre deberíamos pensar que Dios lo ve todo y
que él juzgará una vez todo correctamente. Incluso
cuando se comete la mayor injusticia en nuestra
contra, no debemos vengarnos nosotros mismos.
Dios mismo procurará que se haga justicia. Él dice:
“Mía es la venganza, yo pagaré.”
Si no perdonamos, Dios tampoco nos perdonará
Cuántas personas oran: “Perdónanos nuestras deudas,
¡como también nosotros perdonamos a nuestros
deudores!” ¿No está claro, que le pedimos a Dios que
no nos perdone, si no estamos dispuestos a perdonar
a otros? Diariamente es dicha esta oración por
muchos que no están dispuestos a perdonar. ¡Qué
pensamiento más serio y terrible! El Señor Jesús dijo
clara y precisamente, que aquellos que no están
dispuestos a perdonar, tampoco pueden alcanzar
perdón. Él concluye la parábola del siervo malvado
diciendo: “Así también mi Padre celestial hará con
vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a
su hermano sus ofensas.”
Amor no es una palabra vacía, sino que es la
verdadera esencia de Dios y nuestra única esperanza
de la vida eterna. Si el amor de Dios vive en nuestro
corazón, entonces no nos será difícil perdonar. Pero
si este amor no está en nuestro corazón, ¿somos
entonces hijos de Dios?
C.B.
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P E RD ONA R
Perdonar,
es ser sabio
Un viejo maestro y sabio chino fue preguntado por sus alumnos, que es mejor:
dureza o suavidad. Él respondió al respecto: “Mírenme, ya hace tiempo que se me
cayeron los dientes, pero mi lengua está todavía intacta”.
Algunos han de creer, que solamente los débiles ceden y piden perdón. Pero justo
aquí se demuestra la grandeza y fortaleza de carácter.
Algunas personas, han llegado a un callejón sin salida,
debido a sus malas y equivocadas actitudes en llevarse
bien con los demás. Su irritabilidad, egoísmo y la
tendencia de encontrar errores en todo lugar y en todos,
los hace indeseables, poniendo tropiezos en el camino.
Hace muchos siglos, Jesús enseñó la importancia de
perdonar y ser perdonados, y demuestra que la
resistencia, el rencor y la envidia bloquean el
desarrollo y crecimiento de la persona misma.
Si perdonas, oras mejor
En el capítulo sexto del evangelio de Mateo, Jesús
enseña a orar a sus discípulos: “Perdónanos […] así
como nosotros perdonamos” (verso 12). Él dice:
“Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os
perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial;
mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas,
tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas”
(Mateo 6,14-15). Y entonces Jesús habla de las
ofrendas. Por lo tanto, si traes una ofrenda, y te
acuerdas de que entre tú y tu hermano hay un
desacuerdo, debes poner en orden esta situación
desagradable, antes de ir al culto. Si perdonas,
después puedes orar mucho mejor. Cuando se le
preguntó cuántas veces hay que perdonar, Jesús dijo:
“setenta veces siete”. Él nos enseña con esto a ir
también la segunda milla y alejar el resentimiento, los
celos y la reticencia del corazón.
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Fricciones entre ti y tus compañeros
Jesús enseña que el amor es necesario e importante
para el crecimiento espiritual. El amor puro no puede
vivir junto al rencor, odio, amargura, malos
pensamientos, envidia y resentimiento. Estas cosas
impiden un desarrollo en la personalidad cristiana.
Entrégate a Cristo por completo, para que a tu alma le
vaya bien. Él puede apartar todas las cosas que
detienen tu crecimiento.
Hace poco vi fotografías de un nuevo tipo de
aeronave, la cual alcanza más de un kilómetro por
segundo. Para lograr la más baja resistencia posible del
aire, la aeronave tiene una forma aerodinámica. Lo
mismo es con la vida del cristiano: la resistencia y
fricción en nuestra vida deben ser lo más pequeño
posible; la tensión y presión sobre el alma y espíritu
deben ser reducidos lo maximo posible. Jesús dijo: “Si
el hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.” Pero
tú nunca serás libre mientras estés atado con prejuicios
anticristianos y actitudes pecaminosas.
Una actitud implacable
Nada es más peligroso para el crecimiento espiritual
que una postura imperdonable. Conozco a un hombre
así. Solía ir a la iglesia y era un trabajador solidario,
pero sólo hasta que su “yo” tenía validez. Si no,
expresaba sus violentos sentimientos, mostrando su
resentimiento y falta de espiritualidad. Hoy, este
hombre está enemistado con todo el mundo. ¡Qué
precio pagó por su actitud implacable! Además,
conozco a una mujer que no quiso perdonar a su
hermana. Tenía un gran rencor contra ella, lo que
generó aborrecimiento. Entonces ella enfermó, durante
todo este tiempo no se sentía bien. Una enfermedad
mental a menudo le causaba una enfermedad al cuerpo.
Un alma llena de resentimiento puede llevar a una gran
angustia. Muchas veces la angustia puede ser oculta
ante otros, o que el público no lo perciba. Pero la
angustia fermenta en el alma sin ser detectada.
El resentimiento nos daña
Secretos ocultos obran destructivamente y te separa de
personas con las que deberías trabajar en unión y
armonía. El pecado separa; por lo que el pecado debe
ser confesado y perdonado. La Biblia dice: “El que
encubre el pecado no prosperará.” La confesión del
pecado, obra la fe, y esa fe elimina los obstáculos del
crecimiento espiritual. Pero si escondemos los pecados
y tratamos de ocultar las pasiones pecaminosas,
vivimos engañados para nuestro propio prejuicio.
Cuando hablo de perdón, entonces alguno mencionará:
“Esto no me importa, no tengo nada contra alguien”.
Espero que tengas razón, ¿pero en tu caso estás
realmente seguro?
Examina tu corazón
Examina tu corazón a fondo, porque el resentimiento y
conflictos son cosas traicioneras y peligrosas. A veces
se introducen por la puerta trasera y apenas los sientes.
La única señal de que algo no está en orden, puede ser
una angustia inexplicable, de la que no encuentras la
causa. De repente esta angustia se expande, como una
creciente infección. Puede ser que no sabes lo que está
mal. Al fin, tú vas a un predicador para que te
aconseje y te ayude. ¿Qué fue lo que te sacó del
camino? ¿Alguien consiguió el trabajo, que tú
querías? ¿Alguien consiguió las vacaciones en la
temporada que tú querías tomarla, pero por
enfermedad de tu familia no fue posible? ¿Se comportó
tu hijo o hija indebidamente, por lo cual entró rencor
en tu corazón contra ellos?
Los perfeccionistas son especialmente vulnerables en
este sentido. Quiero incluir en el círculo de los
perfeccionistas a todos aquellos que han dado de sí
mismo una escala devota que no pueden cumplir.
Muchas de estas personas son constantemente
angustiadas e infelices porque ven a Dios solo como un
estricto juez.
Enemistad con Dios
¿Has escuchado alguna vez que un maestro de escuela
dominical ha dicho a su clase que Dios no ama a los
niños malos? Si un niño aprende esto, pronto va a
constatar que él no ama a Dios. Especialmente las
personas de familias en los que todo debe ser perfecto
es a menudo difícil sentir el amor de Dios.
Sienten su seriedad y dureza, pero no su amor. Para
ellos, Dios es un oficial de policía, no el amante Padre
celestial. A veces estas personas dicen a Dios, cuánto
le aman, pero al mismo tiempo albergan
inconscientemente resentimiento, incluso hostilidad en
su contra. Esta contrariedad puede permanecer oculta
por un largo tiempo; pero un día se desata
devastadoramente. Por ejemplo: Un hombre que por un
largo tiempo está sin trabajo. Él hace a Dios
responsable, diciendo: “Si Dios es amor ¿Por qué no se
preocupa más por mí?” Sus dificultades espirituales se
agravan en el hecho que él se carga una pesada culpa
por su rebelión contra Dios.
Cosas, que no puedes entender
Puede ser posible, que tu primer paso a la vida
espiritual, sea llegar a Dios, en una posición
perdonadora. Si personas tienen un rencor secreto
contra Dios, este debe ser primeramente eliminado,
antes que encuentren la vida espiritual y el crecimiento.
- Una familia tuvo un grave accidente automovilístico,
por el cual el niño está gravemente herido. Los padres
oran por su vida, pero al final muere. Ahora tienen a
Dios por responsable de su sufrimiento. Tú tienes que
amar a Dios sinceramente y de todo corazón, para que
desaparezca el rencor. Confía en Dios y aprende a
amarlo. Así llegará efectivamente la fe. Tu alma
comienza a crecer y madurar en Él. Si no, está excluida
tu postura del amor y poder divino.
Perdona a tus padres
Perdonamos especialmente a nuestros padres, por lo
que han hecho con nosotros. Los padres son solamente
personas. No son omniscientes. Y muchos de ellos no
han aprendido a criar a los niños. Muchos padres son
egoístas. Otros tienen temor y miedo. La causa puede
estar en el hecho de que sus propios padres no fueron
capaces de darle una sana y equilibrada disciplina. No
pueden dar a sus hijos lo que ellos mismos no poseen.
Perdona a tus padres y ámalos. Luego trata de vivir tan
cerca de Dios, para que tus hijos puedan aprender
contigo a tratar mejor diversas dificultades.
Pensemos en las dos cosas que he mencionado:
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Primero, perdona a Dios las cosas que no puedes
entender. Confía en Él. No guardes rencor en tu
corazón contra Él, no importa lo que la vida te ha
traído. Ámalo, se paciente y espera la revelación de su
voluntad para ti. Confía en Él y no temas. Entonces
perdona a tus padres y perdona a las personas en
general y particularmente...
En una serie de virtudes es inestable y se hace a sí
misma difícil la vida.
En su constante sentimiento de culpabilidad, esta mujer
se esfuerza para influenciar a otras personas. Debido a
que constantemente se acusa a sí misma, también tiene
una fuerte tendencia para relacionarse dura e
inclementemente con su marido y sus hijos.
Perdónate a ti mismo
Qué quiero decir con esto, quiero demostrar por medio
de un ejemplo. Hay una mujer que ha vivido muy
inmoralmente antes del matrimonio. Se hacía auto
reproches, no pudo superarlos por años. La herida de
su corazón nunca sanó. Ella no se perdonaba a sí
misma los errores del pasado. Esto le impedía dar amor
y recibir amor. La relación entre ella y su marido no es
de lo mejor. Visiblemente ella toma distancia de él.
Sus hijos son una carga para ella. Ella no quiere
admitir esto, pero en el corazón tiene rencor contra sí
misma. Su culpable conciencia, con respecto a su
moral, el sexo y el pudor, toma una exagerada posición
en su conducta. Tiende a sospechar constantemente de
sus hijos, no les protege y los acusa de mala conducta,
aun cuando son completamente inocentes. Tiene
constante dolor de cabeza y la mayoría de las veces
está irritada y cansada. Se siente insegura y asustada.
Si esta mujer no busca perdón a tiempo y se perdona a
sí misma, será un problema para los demás, y en doble
sentido: A los buenos y sinceros cristianos, a los que
acusa de hipócritas, y también a aquellos que sabe
que una vez fueron inmorales. A éstos, ella se lanza
maliciosamente. Critica a parejas felizmente casadas,
porque es celosa por su felicidad ¿Qué necesita esta
mujer? Puede encontrar ayuda si busca perdón y
también acepta perdón. Entonces va a sentir el calor, el
amor y la redención de Dios. Entonces también debe
perdonarse a sí misma, porque solo cuando acontezcan
estas dos cosas puede ser libre. Tengamos en cuenta: Si
no perdonamos a los demás y no aceptamos ningún
perdón para nosotros, esto impide nuestro crecimiento
espiritual. Para llegar a ser cristiano, debes perdonar y
aceptar el perdón de Dios. Tienes que aprender a
perdonarte a ti mismo ¿Puedo ayudarte en esto?
Dale Oldham (1903-1984)
P E RD ONA R
Carbones encendidos
El evangelista noruego Hans Nielsen Hauge (17711824) en un viaje pastoral en los tunturis, fue sorprendido por una tormenta de nieve, y se perdió con su
acompañante. Tras andar errando por un tiempo
prolongado, los dos hombres vieron una luz y encontraron una casa. Pero el dueño rechazó duramente a los
cansados caminantes, cuando pidieron alojamiento.
Así que los dos hombres tuvieron que continuar.
Lentamente bajaron tanteando hasta el fiordo y
encontraron allí un galpón, el cual estaba abierto en el
frente. Hauge logró entrar con cierto esfuerzo en el
galpón. Llamó a su exhausto acompañante para que
entrara, y en el galpón encontraron un gran montón de
hilados de red. Con eso se prepararon un lecho y se
envolvieron en ello. A pesar de sus mojadas
vestimentas, pronto se durmieron profundamente.
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A la mañana siguiente, el acompañante de Hauge
quiso continuar inmediatamente con el viaje. Pero
Hauge opinó que ellos deberían pagar primeramente
por el alojamiento. El dueño de la casa quedó atónito
cuando vio nuevamente a los hombres que él había
rachazado tan rudamente la noche anterior. Pero su
perplejidad fue mayor, cuando Hauge se disculpó
cortésmente porque habían entrado sin permiso en su
galpón. Y él insistió en pagar por el alojamiento.
Hauge le alcanzó un tálero y le explicó que de ninguna
manera era demasiado, porque a través de ello, dos
vidas humanas se salvaron. Y cuando expresó a Dios
su agradecimiento de corazón, porque les había
mostrado este refugio, el hombre se avergonzó. Hizo
venir a su esposa y le dijo que le sirviera comida y
bebida a ambos invitados.
P E RD ONA R
Si te acontece
injusticia
Es tan normal y un sentimiento agradable, evadir conflictos o cosas
desagradables. Pero imprevistamente caemos en ello. ¿Tenemos
derecho sobre nuestros derechos, nuestro honor?
Que de vez en cuando te acontecerá injusticia en este
mundo – tienes que aceptarlo. Recién en el cielo
vivirá la justicia. Jesús incluso apunta a que antes del
fin del mundo, la maldad se multiplicará.
¿Cómo te comportas, cuando te sucede una
injusticia? ¿Haces quizás como el empleado
(llamémoslo Señor García)? Él era exitoso en su
profesión, y tenía un excelente puesto, que le daba
honra, buena reputación y mucho dinero. No existe
ninguna alegría sin turbaciones sobre esta imperfecta
tierra. La decepción como premio para el señor
García era su jefe, con quien discutía frecuentemente.
Un día, la ruptura ya no se podía reparar más, y el
Señor García tuvo que irse. Él se sentía injustamente
tratado y desaprobado. Ahora bien, en el círculo
familiar y de amigos, se podría haber desahogado.
Pero el Señor García eligió otro camino. Él difamó
públicamente a su antigua empresa en la prensa.
Cuando entonces golpeó a la puerta de una empresa de
la competencia, se le dijo: “No, gracias, sus
publicaciones no van con nuestro concepto.”–
En el cuento “El Contraataque” de José Reding, el
aprendiz Richard se sentía injustamente tratado por su
maestro. Por su tardanza, éste le había dado una
bofetada. Ahora él hervía por dentro y buscó vengarse.
Puso arandelas de cartón con clavos en la carretera,
por la cual su maestro tenía que conducir por la noche
rumbo a su casa, después de jugar al bowling.
“Entonces tendrá un pinchazo, y la injusticia estará
tildada”, pensó Richard. “Uno no debe esperar hasta
que se le haga justicia, si no que uno mismo debe
hacerla.” De la “idea de lección” pasó a ser un
serio accidente, Richard supo, que ni su dolor fue
borrado ni la injusticia fue saldada, sino que ahora era
infinitamente mayor. Jesús nos indica otro camino. Él
dice que no debemos resistirnos a la injusticia, sino:
“A cualquiera que te hiera en la mejilla derecha,
vuélvele también la otra” (Mateo 5,39). Él mismo nos
da el mejor ejemplo para ello: “[...] quien cuando le
maldecían, no respondía con maldición; cuando
padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al
que juzga justamente” (1. Pedro 2,23).
También en el Antiguo Testamento encontramos un
ejemplo ilustrativo para ello, de como uno con quien
se cometió injusticia, no pagó con la misma moneda.
Ese era el rey David, cuando tuvo que huir de
Jerusalén, de su propio hijo Absalón. En Bahurim vino
un hombre de la familia de Saúl, su antecesor, a su
encuentro, quien le retó, maldijo y le arrojó piedras y
terrones de tierra. Los soldados que lo rodearon,
enfurecieron y querían “quitarle la cabeza” a este
Simei. Pero David se opuso a ellos. “¡Dejen que
maldiga!”, dijo él. “Jehová le ha dicho que maldiga.”
David tomó humildemente la injusticia, que era
cometida por personas hacia él, de la mano de Dios.
Así pudo permanecer quieto y someterse bajo ello.
Quizás pensó allí también en su propia y gran falta,
que él una vez cometió, con adulterio y asesinato. Al
que se le perdonó, y quien experimentó en sí mismo la
misericordia de Dios, ¿no debería ser tolerante con
otros? Todo lo que nos concierne a nosotros, debe
pasar primero por nuestro Padre celestial. Si Él
permite, que suframos injusticia, entonces
probablemente necesitamos esta humillación. Pero si
buscamos venganza, entonces la injusticia solo se
vuelve cada vez más grande en el mundo. Pero cuando
lo encomendamos a aquél que “juzga justamente”,
entonces podemos armarnos de paciencia y esperar a
que el Juez justo un día dará fin a todas las injusticias.
T.E.
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C . W . NA YL O R – LO Q U E M U E VE A L CO RA Z ÓN
Impulsos
para el amor
El amor es lo más grande en el cielo y en la tierra. De
él surgen la mayoría de las cosas que tienen valor en
la vida. El amor de nuestros familiares, amigos y
hermanos en la fe (1. Juan 3,14) hace que nuestra
vida sea digna de ser vivida. Nada es más triste que
un corazón sin amor, la vida más feliz es donde vive
el amor. El amor pone una canción en nuestro
corazón. Trae luz a nuestros ojos, una sonrisa a
nuestros labios y nos hace la existencia feliz. Pero el
amor de Dios sobrepasa todo, y quien lo ha
experimentado celebra una fiesta perpetua. Aunque
haya dolor, preocupaciones y tristeza, el amor hace
que todo sea más soportable.
Pero a veces no amamos a nuestras familias y a
nuestros hermanos como deberíamos. Y así surge la
pregunta obligatoria: “¿Qué puedo hacer para que
aumente mi amor?” Las plantas no pueden crecer si
no tienen un suelo fértil. El suelo debe contener
ciertos nutrientes que son necesarios para el
crecimiento. Si esto falta, deben ser adquiridos, sin
ellos es imposible una cosecha. Es lo mismo con el
amor. Si se espera que aumente, éste debe ser
abonado. ¿Te falta amor hacia una persona en
particular? ¿Tienes todavía el mismo afecto a tu
conyugue como al comienzo?
El amor puede expulsar muchas cosas del hogar.
Uno de ello es la falta de bondad. Si has menguado la
amabilidad de tus sentimientos, acciones y palabras,
entonces el amor no puede florecer. Amabilidad es el
mejor fertilizante para el amor. ¿Tienes todavía la
misma atención por los sentimientos y el gusto por tu
conyugue como solías tenerlo? A menudo la gente
habla y actúa de diferentes maneras. Ellos tienen
“buenos modales”, “modales familiares”. Si están en
la sociedad, su tono es suave y amable. Se comportan
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Trompeta Evangelizadora  08/2014
atentos y amables. Tratan a sus amigos con cortesía.
Pero una vez que estos no están más, el tono amable
se convierte en hosco, grosero y desaprobado. ¡En
muchos hogares ocurre esto! Y sin embargo los
miembros de la familia tienen derecho al más alto
grado de respeto y amabilidad. De otra manera el
amor no puede florecer.
Algunas personas se comportan como un zorzal.
Lejos de su nido, es uno de los cantantes más
agradable, pero si está cerca de su nido, se puede oír
solo un sonido disonante. Hay personas que
demuestran su amabilidad, su delicadeza y encanto a
personas fuera del círculo familiar. ¿Es de extrañar,
que el amor en este hogar está atrofiado? ¿Ha
disminuido tu amor hacia una persona en particular?
Empieza a preocuparte por sus deseos. Dale una
atención especial. Busca oportunidades para
demostrarle amabilidad. Esfuérzate para ser cortés y
pronto veraz el efecto en tu propia vida. En poco
tiempo tu amor crecerá y aumentará, cuanto más
tiempo siguas este curso.
Una vez me preguntaron si debemos amar a todos
los creyentes sin distinción. Algunos afirman que
está bien ante Dios, amará a todos los hijos de Dios
por igual. Sin embargo, esto no es posible. Incluso
Jesús amaba algunos discípulos más que a otros.
Eran tres: Santiago, Pedro y Juan, los que estaban
más cerca de Él; el más querido entre ellos era Juan,
Juan se describe a sí mismo, “El discípulo, al cual
Jesús amaba”. Si el amor para los hermanos estaría
únicamente sujeto a las cosas espirituales,
probablemente les amaríamos a todos por igual, pero
muchas cosas tienen gran influencia. Jesús
amaba mucho a Juan por su carácter amoroso.
Nosotros preferimos amar a los que nos parecen
Amémonos
los unos
a
los otros.
1. Juan 4;7
dignos de ser amados. Nos atraen las personas por su
naturaleza, su carácter, y nos interesamos por
aquellos que son agradables. Por otro lado, están los
hijos de Dios que debido a sus deficiencias, o su
manera poco agradable, sentimos rechazo antes que
atracción. No nos sentimos tan inclinados hacia ellos
como hacia los demás. Aquí está el peligro de un
doble carácter. Por una parte, podemos ser tan
parciales por nuestro gran afecto, que algunos sienten
que no los apreciamos como deberíamos. Por otro
lado estamos en el peligro de mirar tanto tiempo los
aspectos negativos de una persona, que perdemos
completamente de vista lo bueno en ella, y nos
cargamos de prejuicios. Así que nos resulta cada vez
más difícil amarlo de verdad. Si hemos perdido el
amor hacia algunos hermanos, entonces prestemos
atención a sus buenas acciones y cualidades. Tráelos
siempre a tu memoria. Pasa por alto sus errores,
fracasos, y malas acciones. Haz un esfuerzo extra
para ser amable. Comienza prestándole atención.
Busca una oportunidad para ofrecerle tu ayuda o para
hacerle un favor. Tal vez la actitud de esa persona
depende de tu propia frialdad o retención.
Compórtate hacia él tan acogedor y cálido como
hacia un buen amigo. Algunos caracteres reservados
e introvertidos necesitan de nuestro calor, por medio
del cual se abren como una flor. ¿Alguna vez
observaste como las flores se extienden a la luz del
sol y desarrollan su fragancia? Pero cuando el cielo
se oscurece, cierran rápidamente sus pétalos. Lo
mismo ocurre con algunas personas. Si irradiamos
calor, nos revelan su belleza interior, pero si nos
mostramos fríos y distantes con ellos, nos muestran
su áspera fachada exterior. Amor obra amor. Así que,
si ejercemos este principio, el amor aumentará en
nosotros y también nos tratarán con amor.
El amor no sobrevive en el descuido, la
indiferencia y el abandono. Estas propiedades son un
veneno para la tierna planta. El amor es fácil de sacar
de nuestros corazones, pero también podemos
mantenerlo y multiplicarlo hasta que su flor y su
aroma en nuestra vida se conviertan en alegría. ¿Se
ha ido tu amor? Fertilízalo con amabilidad,
generosidad y sacrificio, y quita la mala hierba del
egoísmo, el descuido y la indiferencia. Comprobarás
que él crecerá y con el tiempo será cada vez más
suave y dulce.
"El amor debe ser
fertilizado para su
crecimiento."
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Mensaje Radial
Mensaje de Salvación
Friedrich Krebs, Kitchener (CA)
Injusticia, daños,
insultos –
¿Qué hacemos con ellos?
“Porque esto merece aprobación, si alguno a causa de la conciencia delante
de Dios, sufre molestias padeciendo injustamente.” (1 Pedro 2,19)
Injusticias, abusos y ofensas hay entre los seres
humanos en todo el mundo. Esto también lo
experimentó y lo soportó nuestro Señor. Desde
entonces el mundo no ha cambiado. Salomón dijo de
su tiempo: “Lo que ha de ser, fue ya” (Eclesiastés
3,15). Podemos añadir: “Lo que sucedió, sucede aun
hoy.” - Pero ¿Qué hacemos con la injusticia, los daños
y los insultos? En nuestra Biblia muestran casos que
pueden ser muy útiles en este sentido para nosotros.
Uno de estos acontecimientos encontramos por
ejemplo en 1. Samuel capítulo 8. Este capítulo está
bajo el titulo: “¡Israel pide rey!”. El piadoso Samuel
primeramente se opone seriamente a esta petición.
Pero luego cedió a la voluntad del pueblo, porque así
le fue ordenado. Un apuesto joven llamado Saúl fue
puesto como rey. El pueblo aclamaba y gritaba:
“¡Viva el rey!” Pero no todos ovacionaron así. En el
último verso del capítulo 10 leemos: “Pero algunos
perversos dijeron: ¿Cómo nos ha de salvar éste? Y le
tuvieron en poco, y no le trajeron presente; mas él
disimuló”. Esta actitud sirvió para su beneficio y
fortaleció su reputación real. Por supuesto, él como
rey tenía total autoridad de actuar retributivamente.
Pero venció al infractor insulto con el silencio y la
tranquilidad. ¿No sería esto una buena salida para
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Trompeta Evangelizadora  08/2014
nosotros? Si bien, no siempre es fácil aceptar los
dirigidos o premeditados insultos en silencio.
Por supuesto, nuestro derecho es rechazar la
injusticia y cosas equivocadas dejarlas en claro.
Cuando los problemas existentes no pueden ser
discutidos de manera objetiva, es mejor no entablar un
enfrentamiento verbal. En un diario devocional leí
esta considerable referencia: “Tratemos de resolver
los problemas que surgen, para que el nombre de
Jesús sea siempre glorificado”. Leemos de Él que ante
una gran multitud en Nazaret simplemente se fue en
medio de ellos (Lucas 4, 28-30). Y en Mateo 5,11
aclara a sus discípulos que pueden ser bendecidos y
consolados a pesar de falsos abusos:
“Bienaventurados sois cuando por mi causa os
vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal
contra vosotros, mintiendo.” Dirijámonos en David,
que fue rey de Israel después de Saúl. A todo lector
bíblico le es conocido la historia de la vida de David.
Siendo joven tuvo que sufrir mucho a causa de Saúl.
Pero siempre se comportó con prudencia y
correctamente, no se dejó influenciar por ningún mal.
Había sufrido muchos agravios sin causa y tuvo que
soportar con paciencia, hasta que Saúl pagó el
merecido castigo de Dios. Cuando David llegó a ser
rey de Israel le sobrevinieron muchas pruebas pesadas en su vida. Su
propio hijo Absalón se atrevió a hacer disturbios en el patio real.
Leemos en 2. Samuel 15,6 que “robó los corazones de los hombres en
Israel”. Absalón recientemente fue recibido en el patio real por un
anterior delito que había cometido. David actuó con gran misericordia
hacia él. Pero este hijo rebelde buscaba reunir un ejército contra su
padre y poder derrocarlo.
La situación era tan grave que David tuvo que abandonar la residencia
real y huir. Descalzo y llorando atravesó los campos para ponerse a
salvo. “Y vino el rey David hasta Bahurim; y he aquí salía uno de la
familia de la casa de Saúl […], y salía maldiciendo y arrojando piedras
contra David y contra todos los siervos del rey David”, dice el relato (2.
Samuel 16,5ss). ¡Qué insultos y agravios! David tenía fieles personas a
su alrededor que estaban dispuestos a eliminar esta maldición. Pero el
rey lo rechazó y dijo: “¡Deja que maldigan!” Creía que tal vez Dios lo
pudo haber mandado. En todo caso lo vio como una autorización de
Dios y por lo tanto no quiso abordar de manera arbitraria. La prueba era
dura y la provocación de la represalia podría haber sido dura. Viéndolo
humanamente, no debería dejarse complacer estos tipos de abusos por
personas indolentes, ¡porque él seguía siendo rey! Pero en su interior
habrá sentido una clara restricción y sabía que eso venía de Dios. Lo
hizo así, donde Pablo, años más tarde les recuerda a los lectores: “No os
venguéis vosotros mismos, amados míos […], porque escrito está: Mía
es la venganza, yo pagaré, dice el Señor”. La actitud de David sin duda
habrá impresionado a las personas de su entorno, ¡y en todo caso es un
claro ejemplo para nosotros! Los ataques y lesiones por parte de las
personas, muchas veces pueden ser muy dolorosos. Nuestro Señor Jesús
siendo el Hijo de Dios lo experimentó en gran manera. Por lo tanto la
visión hacia él sigue siendo el beneficio más alto y bendito. El profeta
Isaías nos demuestra a Él como un cordero silencioso ante sus
esquiladores, no abriendo su boca. Pedro lleva este pensamiento aún
más lejos, en cuanto escribió que Cristo con su sufrimiento nos dejó un
ejemplo. “El cual no hizo pecado […], quien cuando le maldecían, no
respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino
encomendaba la causa al que juzga justamente” (1. Pedro 2, 22-23).
Asimismo podemos hacerlo nosotros, que sin duda es lo mejor.
El capítulo 12 del libro a los romanos está bajo el título de “Deberes
cristianos”. Aquí leemos en el versículo 21: “No seas vencido de lo
malo, sino vence con el bien el mal.” Esta regla es saludable, porque
distrae de cualquier tipo de desquite. ¡La represalia hostil actúa como
aceite en el fuego! Esto debe saberlo cada uno de nosotros. Injusticia,
agravios e insultos pueden refrenar e influir en nuestra vida en el
servicio a Dios. Estas cosas no nos deberían sorprender ni turbar porque
en 1. Pedro 2,19 se nos dice que por gracia podemos vencer y tener la
conciencia tranquila. Muy útiles son las palabras de un autor de himnos
Washington Gladden, que orando dice: “Oh Maestro, déjame caminar
contigo el silencioso camino del servicio aquí; dame la fuerza, el valor,
la fidelidad, de no evitar la carga y el cansancio”. ¡Esta intención ayuda
a vencer, y vale la pena aferrarse a ello!
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PÁGINA JUVENIL
DIOS - EN JE SU CRIS TO Y
POR EL E S PÍRITU S ANT O –
NUE S TRO IN TE RC ES OR
“Y lo vio Jehová y desagradó a sus ojos, porque
pereció el derecho. Y vio que no había hombre, y se
maravilló que no hubiera quien se interpusiese; y lo
salvó su brazo, y le afirmó su misma justicia”
(Isaías 59,15b-16).
En los versículos anteriores del capítulo 59 del
profeta Isaías, se describen las trágicas
consecuencias de largo alcance de la caída en el
pecado: culpa personal, separación de Dios, oraciones
no escuchadas, engaño, malos pensamientos, mentira,
injusticia, falsedad, derramamiento de sangre, si,
¡montañas de pecados! ¡Cuántos intentos ha hecho
Dios, desde la caída, para lograr una comunión
personal con las personas! Y halló una y otra vez,
personas que llevaron una vida santa y su devoción a
Dios servía para la salvación de los demás. Dice en las
Santas Escrituras: “Pero Noé halló gracia ante el
Señor”; “Y Abraham creyó a Jehová”; “Y el Señor
estaba con José”. “El Señor habló a Moisés cara a cara,
como habla un hombre con su amigo.” De Samuel la
Palabra de Dios dice: “Y el joven Samuel iba
creciendo en edad y en favor para con Dios y con la
gente”; y de David dice Dios: “He hallado a David hijo
de Isaí, varón conforme a mi corazón, quien hará todo
lo que yo quiero.” A Satanás le dijo Dios sobre Job:
“Que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y
recto, temeroso de Dios y apartado del mal.”
Pero después de todos los testimonios de los grandes
hombres de Dios, dice el texto arriba mencionado, que
Dios estaba maravillado y asombrado. En la traducción
rusa, incluso dice que Dios estaba conmovido. ¿Sobre
qué? Sobre el hecho de que nadie, ningún hombre en el
mundo entero, ni en el pasado ni en el futuro, incluso
en la actualidad sería capaz de ponerse en la brecha por
la montaña de culpa y de pecado, y liberar a su pueblo
del mismo. Sí, Dios fue conmovido, porque Él, el Dios
del amor, sentía añoranza por su creación caída, ¡pero
no había nadie allí como intercesor, como mediador!
Pero el versículo continúa y dice “y lo salvó su
brazo, y le afirmó su misma justicia.” Estas palabras
que escribió Isaías, inspirado por el Espíritu Santo en
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Trompeta Evangelizadora  08/2014
aquel tiempo, se han cumplido totalmente en
Jesucristo. Ya en la primera página del Nuevo
Testamento leemos las maravillosas palabras: “Porque
Él (Jesús) librará a su pueblo de sus pecados” Jesús, el
Santo Hijo de Dios, se hizo hombre y se “entregó a sí
mismo por nuestros pecados”. Fue un camino difícil,
una pelea dura, pero cuando Jesús clamó en Gólgota:
“¡Consumado es!”, el velo del templo se rasgó en dos,
de arriba hacia abajo. El camino a la presencia del
Santo Dios es, desde este triunfo para todo el mundo
gratuito, ¡qué maravilloso plan de salvación! “Porque
hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los
hombres, el hombre Cristo Jesús, que se entregó a sí
mismo en rescate por todos.”
Dios - en Jesucristo - es verdaderamente nuestro
intercesor. “Que Dios estaba en Cristo reconciliando
consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los
hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la
palabra de la reconciliación” (2. Corintios 5,19). Jesús
dijo sobre el plan de Dios: “Porque no envió Dios a su
Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que
el mundo sea salvo por él” (Juan 3,17). También como
Señor resucitado, Jesucristo está sentado a la diestra de
Dios e intercede por nosotros, como un abogado ante
el Padre. Qué importante y beatífico es este
conocimiento. Por cada pecado, para cada paso en
falso, Jesús está ante el trono de Dios, porque dice:
“Por lo cual puede también salvar perpetuamente a los
que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para
interceder por ellos” (Hebreos 7,25). Pero no sólo en el
cielo tenemos un intercesor, porque Jesús dijo en su
discurso de despedida: “Y yo rogaré al Padre, y os dará
otro Consolador (o intercesor) para que esté con
vosotros para siempre: el Espíritu de Verdad al cual el
mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce;
pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y
estará en vosotros. No os dejaré huérfanos; vendré a
vosotros” (Juan 14,16-18).
El Espíritu Santo nos es dado como Consolador,
como ayudador, como consejero, si, como intercesor,
porque dice: “De igual manera el Espíritu nos ayuda en
nuestra debilidad. Porque no sabemos qué hemos de
pedir como conviene; pero el Espíritu mismo intercede
por nosotros con gemidos inefables. Mas el que
escudriña los corazones sabe cuál es la intención del
Espíritu, porque él intercede por los santos, como le
agrada a Dios.”
¡Tenemos un Dios maravilloso, toda la tierra le
adore, cante alabanzas a su nombre!
Eduard Schüle, Tunningen (DE)
Preguntas y la búsqueda de respuestas es algo muy natural en la vida de personas jóvenes. Así también
en el ámbito espiritual existen muchas preguntas, que mantienen ocupados a los jóvenes actualmente.
Preguntas sobre la doctrina y sobre cristianismo práctico.
Preguntas, que involucran nuestra época y nuestra generación, que en tiempos anteriores y en
generaciones previas no habían surgido. Pero también preguntas, que fueron actuales a través del tiempo.
En estas páginas, con la ayuda de Dios queremos dar respuestas a algunas de estas preguntas. Tenemos
preguntas que nos fueron dirigidas en conversaciones personales, en reuniones de jóvenes o en eventos
con jóvenes (por ej. Días bíblicos juveniles). Igualmente nos alegrará mucho si ustedes nos envían
preguntas que los inquietan personalmente a: [email protected]
PR EGU NT A Y R ES PU E ST A
¿Cómo debería ser en la juventud cristiana la
relación entre los muchachos y las señoritas? ¿Qué
dice la Biblia? ¿Cuál es la santa voluntad de Dios?
Para muchas personas, la juventud es una de las más
bellas etapas de la vida. Uno está en la flor de la vida,
está llena de creatividad y entusiasmo y por lo tanto
proporciona las bases para el futuro personal. El
hecho es, que la juventud en muchos aspectos tendrá
una influencia decisiva en su vida posterior. Esto
incluye, sin duda, la relación entre muchachos y
señoritas en la juventud cristiana.
Ciertamente, no es la voluntad de Dios que
tengamos una relación agobiante uno con el otro, que
probablemente se nos prohíba la relación fuera de la
iglesia o que nos lleve a una suspicaz relación
distante. Por el contrario, la palabra de Dios espera de
nosotros que nos tratemos uno al otro con estima y
respeto, considerando siempre aplicar la regla de oro
según Mateo 7,12.
Aunque la palabra de Dios no especifica
directamente en la relación entre muchachos y
señoritas, nos ofrece muchas pistas valiosas que se
pueden aplicar fácilmente a la misma. Un texto es,
por ejemplo, 1. Timoteo 4,12: “Ninguno tenga en
poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en
palabra, conducta, amor, espíritu fe y pureza” Cada
uno de los puntos mencionados es especial; y cada
uno de ellos vale la pena y es necesario
implementarlo en la propia vida. En la relación entre
muchachos y chicas, la castidad o también la pureza
juegan un papel muy especial.
¿Qué hay detrás de este concepto - hoy tan rara vez
utilizado generalmente? Según la enciclopedia
bíblica de F. Rienecker la castidad significa la
integridad (pureza) del carácter y los motivos, la
transparencia de la mente y el alma en el amor, la
lealtad y veracidad, en el sentido estricto del dominio
del cuerpo, sobre todo en vista de la vida sexual en
esta postura. ¿Qué significa eso en la relación entre
los muchachos y señoritas? Esto significa tanto como,
que el trato de unos a otros debe hacerse sin segundas
intenciones. No se trata de impresionar a alguien del
sexo opuesto para llamar la atención sobre sí mismo,
o proporcionar (supuestos) propios beneficios de
cualquier tipo (talentos especiales, habilidades,
apariencia) en primer plano, sino con todas estas
cosas honrar a Dios. Si tratamos de impresionar por
nuestra apariencia a una chica o a un muchacho,
finalmente con la intención de ganar a ella o a él para
nosotros, no actuamos de acuerdo a la voluntad de
Dios.
No vamos a poder evitar, que a su debido tiempo
entremos en contacto con personas que consideramos
interesante y dignas de ser amadas. Es la buena
voluntad de Dios. Sin embargo, nuestra reacción al
respecto no debe ser esa, que estemos buscando a
estas personas para ganarlas para nosotros, sino que
Dios pueda ganar a estas personas para nosotros siempre que sea su voluntad para con nosotros. Y eso
significa: Orar.
Conscientemente prestemos atención, que Dios
determina nuestra vida. Preocupémonos por ser
ejemplos, en palabra, en conducta, en amor, en
espíritu, fe y pureza. Dios quiere y nos ayudará en
ello.
Walfried Igel, Kirchberg (DE); N. E.
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P Á G IN A IN FA N TI L
El primer premio
“Así, mi pequeña Cerezo en flor, quédate quieta para
que no se desacomode tu vestido y no te caigas.
¡Sería terrible si te rompieras!” Con ternura sentó
Patty a su hermosa muñeca japonesa al lado de un
indiecito vestido con una manta. Tímidamente miró a
su alrededor. ¿Será que alguien le había oído susurrar
a su amada muñeca? Pero todos estaban ocupados
con sus cosas.
“¡Tantas muñecas!” Pensó Patty indignada. Pero
enseguida se puso feliz. ¡No había ninguna tan
hermosa como su Cerezo en flor! ¡Oh, pero Diane
tiene a Lucinda! Sus ojos se oscurecieron. Del otro
lado del salón, su prima sostenía en brazos una
antigua muñeca muy bonita, - ¡la muñeca de la
abuela! Diane miró a Patty meneando la cabeza con
su rubia y rizada cabellera, como diciendo: “¡Espera
nomás, verás que Lucinda ganará!” Todos los niños
de la escuela debían llevar sus muñecas y la más
bonita ganaría un premio. Rápidamente Patty tomó
en brazos a Cerezo en flor. Su tío que había estado
como misionero en Japón, trajo esa valiosa muñeca.
Pero a que sobrina se la daría - ¿Patty o Diane? La
abuela resolvió el problema cuando ofreció a sus
nietas a Lucinda. Patty se puso feliz de que Diane
eligió a Lucinda, ya que ella se había enamorado a
primera vista de Cerezo en flor.
Entonces Diane se acercó a Patty sonriendo
halagadoramente. “¿Cambiamos?, yo te doy a
Lucinda y tú me das a Cerezo en flor.” – “¡No!”
sacudió enérgicamente Patty su cabeza. “¡Yo no
quiero cambiar!” “¡Bien, quédate con tu muñeca
vieja!” dijo Diane enojada dándole un empujón. Patty
se agarró fuerte de la mesa para no caer. Su corazón
se detuvo cuando vio como la muñeca se desprendió
de sus brazos y caía resonando al suelo.
Ella se arrodillo y juntó los pedazos, mientras
trataba de contener las lágrimas, le pareció que su
corazón también se rompió en pedazos. Escuchó
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Trompeta Evangelizadora  08/2014
como los demás niños se acercaron corriendo y
preguntaron qué pasó. Pero ella no levantó la vista.
Entonces Diane se arrodilló a su lado y Patty escuchó
su suave voz: “¡Patty, lo siento!” Ella levantó la vista
y vio lágrimas en los ojos de Diane. ¡Pero Patty
estaba enojada. Sí, ella odiaba a Diane! Todo el día
evitó acercarse a ella. No quería ver sus ojos
suplicantes.
“¡Nunca la voy a perdonar!”, se prometió. Diane
siempre conseguía lo que quería. Ahora que Cerezo
en flor estaba rota, fácilmente ganaría el primer
premio de las muñecas. Después de clase, Patty se
fue a casa tan rápido como pudo. Ella no quería
hablar con Diane, que vivía al lado de su casa. En un
momento creyó que Diane la llamó, pero ella hizo
como que no la escuchó y caminó más rápido aún.
Durante la comida mantuvo tenazmente su
resentimiento, aunque en realidad su carácter no era
así. “¡No la voy a perdonar!”, enojada le dio un golpe
a la tasa que estaba secando – ¡por segunda vez en
ese día su corazón casi se detuvo! – “¡Mamá,
mamá!”, gritó asustada. “¡Mira lo que sucedió!”,
alargando sus dos manos. En una tenía una bonita
tasa, un recuerdo valioso y en la otra el mango.
Débilmente recordó Patty que su madre le había
dicho que fuera cuidadosa cuando secara los trastos.
“¡Yo solamente la estaba secando y…!”, ella vió el
rostro decepcionado de su madre. “¡Oh mamá lo
siento tanto!”, “¡Por favor perdóname!” Todos sus
sentimientos reprimidos durante el día, afloraron y
lloró desconsoladamente. La madre la abrazó. “¡No
llores!”, dijo cariñosamente. “¡Por supuesto que te
perdono! Tú eres más valiosa para mí que muchas
tasas. Además, si no te perdono, ¿cómo podría orar a
mi Padre celestial?” Patty dejó de llorar al instante.
“¿Mamá, que quieres decir?” – “Patty, ¿has
olvidado?” “La Biblia nos dice que cuando oramos,
debemos perdonar a nuestro hermano o a cualquier
otro, contra quien tengamos algo. Recién entonces
podemos orar.” Patty reflexionó un instante. -“Oh
mamá, ¿puedo ir un momento hasta lo de Diane?
Más tarde, luego de un bendecido momento de
oración cuando Patty ya estaba en la cama, pensó en
Diane, en la alegre expresión de su rostro cuando ella
dijo que la había perdonado. “Realmente lo siento, y
lo digo en serio” dijo Diane. La campana de la
escuela sonó cuando Patty llegó al patio. Le dolió un
poco que Diane se hubiera adelantado y no la esperó.
“Seguramente quería saber si había ganado”, pensaba
ella con una pequeña punzada en el corazón. “Oh,
pero ya está bien”, se consoló. “Me alegra que
seamos amigas nuevamente.” Se apuró para llegar a
tiempo a clases. Todos los chicos hablaban
entusiasmados sobre la competencia. “¡Patty, Patty!”
gritaron mientras ella entraba. “¡Ganaste el primer
premio de las muñecas!” – “¿Yo?”, Patty estaba
confundida. “¡Lucinda ganó por ti!” susurró Diane.
“Di tu nombre por ella. De ahora en más la
compartiremos. Y Patty, estoy tan contenta que me
hayas perdonado.” “¡Este es el mejor premio!” dijo
Patty para sus adentros, al ver que Diane la miraba
con tanto amor.
The Beautiful Way - 03/1968
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Página para mayores
Teclas blancas y
teclas negras
Hace poco hubo un entierro en nuestra congregación,
le preguntaron a mi esposa, si ella tocaría el órgano
en el servicio fúnebre. Ella asintió. Llegó el día de la
sepultura, y ella estaba ajustando el instrumento,
cuando el director de la funeraria se le acerca y dice:
“Los familiares del fallecido tienen un deseo,
quieren, que durante el funeral se toque sólo en las
teclas negras del órgano.” – Esto era algo
completamente nuevo y duró unos segundos hasta
que mi esposa comprendió que se trataba de un
chiste.
Todos sabemos, que a un órgano le corresponden
las teclas blancas y teclas negras. Un buen ejecutante
usa las dos para dar una agradable melodía. La idea
de las “teclas negras” no lo pude olvidar. Me
recuerda a un peligro, que se asocia con el
envejecimiento: Que solamente se toca sobre las
“teclas negras”, olvidando que las teclas blancas
también están allí. Por supuesto que estoy hablando
figurativamente, donde las teclas blancas representan
a las bendiciones y las teclas negras las cosas
negativas de la vida.
Las “teclas negras” que pertenecen a la vida, y que
con el envejecimiento se multiplican, a todos nos son
conocidas. El mismo Salomón se refirió al respecto,
cuando hablaba de días, de los cuales el anciano dirá:
“No tengo en ellos contentamiento” (Eclesiastés
12,1). Envejecer no es cosa sencilla. Para este paso
la mayoría no está preparado. Pero en cualquier
momento llega el tiempo, y debemos reconocer:
“Estamos quedando viejos.” Déjame recordarte de
algunos problemas:
1. Pérdidas – Todo lo que se tenía y era, lentamente
se va perdiendo. Que son: La vista, la audición, los
dientes, las oportunidades, las fuerzas físicas, la salud
– y para muchos el cónyuge.
20
Trompeta Evangelizadora  08/2014
2. Renunciar – La huerta, la propiedad del hogar, el
carnet, el auto…
3. Dependencia – En relación con la pérdida y la
renuncia, tenemos que reconocer, que perdemos
nuestra independencia y que somos más y más
dependientes de otros.
4. Soledad – “Me siento sólo y abandonado”, justo
cuando no se puede salir de las cuatro paredes.
Seguramente, hijos y amigos vienen de vez en
cuando, pero quedan un momento; cada uno que
viene, parece estar apresurado. Uno se pregunta
también si todavía es rentable tener un teléfono, si
nadie llama.
Si se reflexiona en ello, se podría agregar algunas
“teclas negras” más. ¿Qué queda realmente todavía
en la vejez, donde hay que soltar y renunciar a todo?
Cuando se trata tanto en las cosas negativas, se queja
incesantemente, es así, como el director de la
funeraria propuso: Tocamos solamente en las “teclas
negras”. Pero también están las “teclas blancas”;
estas pertenecen también a ello. Job habló una vez
del “bien y del mal” de la vida (permitido por Dios).
A propósito: Incluso el envejecimiento es parte de
la vida y tiene su propósito. Es realmente un
proceso natural, que pertenece a ella y nos prepara
para el porvenir. No es solamente un anunciante a la
muerte, sino también un anunciante de la gloria
eterna, que el Señor preparó para nosotros. Con la
llegada a la vejez nos hace conscientes, que estamos
más cerca de nuestra meta. Pero déjame demostrarte
las bendiciones en la época de la senectud. Ellas son
numerosas, bellas y preponderantes, similar a las
teclas blancas del órgano, muchas más que las
negras.
Las “teclas blancas” de la vida. Ellas existen. Y me
produce gozo mostrártelas. Ellas nos son regaladas
por Dios. Solamente necesitamos aceptarlas.
Acertadamente se pregunta el salmista en el Salmo 121:
¿De dónde tendré ayuda? – Dios está dispuesto
ayudarnos. Tal vez te preguntas “¿Cómo?”. Aquí hay
algunas respuestas a esta pregunta:
1. La presencia de Dios – Seguramente conoces el
salmo 139. Toma tu Biblia en manos y lee los versos del
1 al 10. Si bien nos parecerá que estamos solos, ¡Dios
está allí! En el verso 8 son mencionado varios lugares y
entonces dice: “[…] allí estás tú […] allí tú estás.” No
hay ningún lugar que Dios no está. En el Salmo 23,4 dice:
“Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré
mal alguno, porque tú estarás conmigo […]”
2. La omnisciencia de Dios – En esto seguramente no
dudamos. Estamos convencidos que Él conoce las
estrellas por sus nombres (Isaías 40,26). Tú dices: “¿Pero
sabe y se preocupa por mí? ¿Se olvidó de mí? ¿He sido
pasado por alto?” – Querido hijo de Dios, nada queda
oculto ante sus ojos. Él ve todos los problemas, cada
dolor y conoce cada lágrima que es derramada. Y porque
Él sabe todo, puede intervenir en el preciso y adecuado
momento.
3. Las promesas de Dios – Un cristiano creó un libro de
pasajes bíblicos y simplemente lo denominó: “Las
promesas de Dios”. Alguien llamó al negocio y preguntó
por este libro. La dama del negocio pidió un momento,
luego respondió y dijo: “Lo lamento, pero ‘Las promesas
de Dios’ están agotadas.” – El hombre tomó su Biblia,
cayó de rodillas y agradeció a su Dios, que las promesas
de Dios no están agotadas. – Justamente para el
incremento de vejez Dios ha dado especiales promesas.
Recuerda, en Isaías 46,4 dice: “Y hasta la vejez yo
mismo, y hasta las canas os soportaré yo; yo hice, yo
llevaré, yo soportaré y guardaré.”
4. La gracia de Dios – Es suficiente para cada situación
y condición. Para cada día, que tiene su propio mal
(Mateo 6,34), hay suficiente gracia de Dios. Ella nos
ayuda a sobrellevar y vencer. Y Dios tiene la plenitud. Un
autor desconocido de un himno lo escribió así: “¡Toma!,
Él está con brazos extendidos, ¡toma de la plenitud que
Jesús te da! Gracia sobre gracia abundante quiere donar,
no porque lo mereces, no, solo porque te ama a ti.” El
Señor le dice a Pablo en su desesperada situación:
“Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la
debilidad” (2. Corintios 12,9).
5. La fiel mano de Dios – Un grupo esta camino a una
montaña. Se trata de un recorrido por las montañas. Con
alegría escalan, hasta que llegan a un profundo barranco.
Tenían que hacer un gran salto, para pasar de una roca a
la otra. Una mujer dice enfáticamente “Allí yo no paso.
¡Nunca!” El guía le anima tendiéndole la mano, le dice:
“Esta mano nadie soltó todavía.” – Esto puede ser, pero
existe una mano mucho más segura. En el Salmo 73,23
Asaf estaba seguro de esto: “Con todo, yo siempre estuve
contigo; me tomaste de la mano derecha.” Es
sorprendente como la Biblia habla frecuentemente de la
“mano de Dios”. Ella es confiable. ¡Ella nos sostiene
fuerte!
6. La palabra de Dios – Maravillosamente copilados
tenemos 66 libros en nuestra Biblia. Es un libro viviente
que nos habla. El Padre celestial nos habla por medio de
la Biblia. No sólo que Él se hace conocer o que nos da
señales para el camino, también nos alienta y anima por
medio de su palabra. En el Salmo 119,92 dice: “Si tu ley
no hubiese sido mi delicia, ya en mi aflicción hubiera
perecido.” – ¡A Dios sea la gracia por su Palabra!
7. El Espíritu de Dios – La Biblia lo menciona como
guía, maestro, consolador, ayudador, administrador y
representante. Que en griego la palabra usada es
“parakletos” se traduce mejor así: “Uno, que se ha
encontrado, de lado a lado, de hombro a hombro, para
ayudarnos e ir con nosotros.”
Querido hermano, querida hermana, nuestra vida está
compuesta de teclas negras y teclas blancas. No nos
dejemos desanimar. Dios ha preparado todo para
nosotros, para que podamos acabar nuestra carrera
victoriosamente. No te dejes influenciar de nadie, que
tenemos que tocar solamente sobre las “teclas negras”,
observa las teclas de un órgano o de un piano. Pon tu
vista sobre las teclas blancas. Dios nos ha prometido
estar con nosotros: “¡Porque yo Jehová soy tu Dios, quien
te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te
ayudo!” (Isaías 41,13)
Harry Semenjuk, Edmonton (CA)
08/2014  Trompeta Evangelizadora
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P E R F IL DE LA IGL ES IA
Hamilton
Expulsados de sus hogares después de la segunda
guerra mundial, despojados de las posesiones
terrenales, se les ofrece la oportunidad de emigrar de
Alemania a Canadá. También en Hamilton, Ontario,
un grupo de nuevos inmigrantes encuentra un nuevo
comienzo en un nuevo hogar. Un país extranjero, otro
idioma, diferentes costumbres y por último, el amor
por la palabra de Dios despertaron el deseo de reunirse
bajo la palabra de Dios en el idioma nativo. Y así
comienza oficialmente la iglesia de Dios local en
Hamilton con el culto de fundación el 11 de octubre
de 1956. “Jehová edifica a Jerusalén; a los desterrados
de Israel recogerá” (Salmo 147,2).
Trece pastores han servido a la iglesia a través de los
años. Desde Julio de 2007 sirve en este lugar, para
bendición, el hermano Klinger con su familia.
Si miramos retrospectivamente, notamos, que la
iglesia en varias ocasiones estaba sin un pastor fijo (la
Juventud
22
Trompeta Evangelizadora  08/2014
brecha más grande era de un año y medio), donde
recibían la ayuda de otras iglesias, dependían
especialmente de las iglesias vecinas como Toronto,
Kitchener – Waterloo y Aylmer. Los hermanos de
Hamilton se ponían en estas interrupciones bajo esta
carga. “La mies a la verdad es mucha, mas los obreros
pocos; por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe
obreros a su mies” (Lucas 10,2). Cuatro hermanos, los
que ayudaban en estos periodos de intervalo,
ingresaron más tarde al ministerio.
En el periodo del hermano Elke se construyó un
nuevo templo. Con el esfuerzo incansable de los
hermanos del lugar, colaboraciones voluntarias de los
hermanos de las iglesias vecinas e incluso la
intervención de una empresa constructora de
Kelowna, que se hizo cargo de las construcciones de
las paredes en forma gratuita. Esto permitió que en
1988 se consagrara al Señor un amplio y hermoso
Hermanos Klinger
AÑOS
PREDICADOR
1956 - 1960
Julius Karl†
1960 - 1963
Karl Krause†
1963 - 1966
Otto Sommerfeld†
1966 - 1968
Adam Flatt†
1968 - 1973
Siegfried Raasch
1973 - 1974
Friedrich Henschel†
1974 - 1976
Rumhold Rösler
1976 - 1980
Gustav Sonnenberg†
1980 - 1982
Martin Kehler
1983 - 1989
Harvey Elke
1990 - 1998
Harry Semenjuk
1999 – 2007
Gerald Krebs
Desde 2007
Harry Klinger
Niños
edificio de la iglesia. Por la gracia de Dios
experimentamos esto, lo que se oró en la inauguración, que
Dios esté presente también en el futuro. Los hijos de Dios
son fortalecidos en su fe y almas encuentran paz con Dios.
A menudo podemos realizar bautismos, donde personas,
sobre todo jóvenes que se confiesan públicamente al
Señor. Quiera el Todopoderoso aceptar, particularmente a
jóvenes y niños, conducirlos en el camino correcto,
protegerlos y fundamentarlos para que sean portadores de
bendición. A través de los años se sumaron visitantes de la
ciudad y niños, los cuales no hablaban el idioma alemán, y
así se fue introduciendo lentamente el idioma inglés.
Mediante la instalación de auriculares los cultos fueron
traducidos al inglés. En el periodo del hermano Gerald
Krebs se incorporó un domingo con cultos exclusivos en
inglés. Y las reuniones de oración se realizaban
alternativamente en alemán e inglés. Actualmente se
realizan todos los cultos en el idioma del país. Si
eventualmente vienen visitantes, que no entienden el
idioma inglés, se traducen los cultos al alemán.
En todo reconocemos la bondadosa mano de Dios, que
es la fuente de toda bendición. A Dios sea dada toda
gratitud, honra y alabanza por la preservación de su obra.
Quitando nuestra vista del pasado y dirigiéndola al
futuro, nos inspiran los mismos pensamientos, que el
hermano H. Semenjuk mencionó en el 40 aniversario,
los cuales son:
•
•
•
•
¿Cómo continuará?
¿Cómo se puede mantener el rumbo claro en el
cambio de generaciones?
¿Caminarán en la verdad nuestros descendientes?
¿Será portadora de la verdad la iglesia, podrá
penetrar la clara luz del evangelio en tiempos de
oscuridad?
Llevamos en lo profundo de nuestro corazón el anhelo de
mantener la fidelidad a nuestro Dios, para que la iglesia
local de Hamilton pueda ser una institución para ganar
almas. En cuanto ponemos nuestras manos en las
grandiosas manos de Dios, pedimos por la iluminación del
camino, que tenemos que transitar. Nuestros propósito
debe ser no desviarnos del camino correcto en el futuro.
Agradecemos a Dios por el pasado; pedimos a Dios
gracia para el presente; y el desconocido futuro ponemos
en las manos del conocido Dios. Y así queremos como
iglesia, en confianza a Dios seguir adelante con la certeza,
que Cristo edifica su iglesia. Unidos con Él, y unidos en
amor unos con otros buscamos promover su reino.
Coro
Hartmut Sonnenberg
08/2014  Trompeta Evangelizadora
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EL MISIONERO EN CHINA
Hudson Taylor
Parte 17
El joven misionero tenía ante él un día de gran
importancia. Él lo sabía. Durante todo el día oró a Dios
por frutos perdurables. Y ahora estaba en el amplio
salón viendo un mar de rostros. Sintió su debilidad e
insuficiencia. Nadie esperaba un mensaje de él. Era un
desconocido en Perht – nunca antes había visto
Escocia. De mala gana consiguió de los organizadores
de la conferencia, solo un par de minutos para hablar
de China – China con sus cuatrocientos millones que a
él le pesaban en el corazón.
“Estimado señor”, exclamó el presidente cuando vio
la carta de presentación de este desconocido, un tal
Hudson Taylor, “Usted no entendió el propósito de
nuestra conferencia. Ella está destinada a la edificación
espiritual.”
Pero este misionero no se dejó disuadir. Él no podía
concebir que la obediencia hacia el último
mandamiento del resucitado, esté fundada en
contraposición con la edificación espiritual. Más bien
le parecía que tal obediencia era la raíz de todas las
bendiciones, y el camino más seguro para una
profunda relación con Dios. Pero le costó convencer
de ello a algunos de los superiores, ya que en aquel
tiempo la misión externa no tenía derecho a opinión.
Su profunda aversión a un discurso público, no hizo
las cosas más fáciles. Más grandes eran sus temores si
tendría que imponerse. Durante el viaje de Aberdeen
hacia Perht, escribió a María:
“¡Por la bondad de Dios recibí algunas cartas de
recomendación para Perht, quiera el Señor ayudarme,
guiarme y usarme allí!” “Yo espero en Él. No quiero
agradarme a mí mismo, sino que por amor a China me
abriré al público. Lo que necesito aparte de fe, es
coraje. ¡Quiera Dios regalármelo!”
24
Trompeta Evangelizadora  08/2014
Entonces estaba él ante la multitud y le formuló la
siguiente pregunta: “¿Creen ustedes, que cada uno de
esos millones tiene un alma inmortal y que no hay otro
nombre bajo el cielo dado a los hombres, por medio
del cual podemos ser salvos, que solamente en el
nombre de Jesús? ¿Creen que Él, que solamente Él es
el camino, la verdad y la vida y que nadie llega al Padre
sino por Él? ¡Si es así, entonces piensen por favor en el
futuro de esas almas que no están redimidas, y
pruébense delante de Dios, si hacen todo lo que está a
su alcance para dar a conocer su nombre entre aquellas
personas!
El argumento de que no tienen un llamado especial
para ir a China no es suficiente. Ante estos hechos
deben probarse si tienen un mandato especial para
quedarse en su país. Si no pueden decir que tienen un
mandato de parte de Dios para quedarse, ¿porque no
obedecer entonces la clara orden de Jesús que dice:
“¡Id!”? ¿Por qué se niegan de ir presurosos en ayuda del
Señor contra el poderoso enemigo? Pero si es sin
embargo un deber – no una inclinación, no la
comodidad, no la profesión, requiere su permanencia
en el país, ¿luchan realmente en oración tanto como
pueden por esas almas que necesitan salvación?
¿Ponen realmente toda su influencia para promover la
causa de Dios en medio de ellos? ¿Son los medios que
usas como ayuda, utilizados en la medida correcta y
dirigida hacia su salvación?”
Y luego Hudson Taylor les contó como Nye, en la
alegría de su recién descubierta fe en Jesucristo le
preguntó hace cuanto se conocía las buenas nuevas en
Inglaterra, y que vergonzoso fue para él tener que
responder con veracidad.
" ¿Tenemos que decir que el camino estaba cerrado?
Pero hoy en día está abierto. Hasta la próxima
conferencia en Perht habrán muerto doce millones
más, a los cuales nunca más podremos alcanzar. ¿Pero
qué podemos hacer para que les llegue ese amor que
salva? ¿Cómo podemos seguir entonando con la
canción: “lleva, oh viento, lleva el mensaje?” Jamás
los vientos llevarán el mensaje, pero a nosotros nos
pueden llevar a China. Jesús nos manda - a cada uno
personalmente - ¡Id! Él dice: ‘¡Id por todo el mundo y
predicad el evangelio a toda criatura!’ ¿Queremos
responder a esto: ‘no me agrada’? ¿Le dirán que en
estos momentos ‘están justamente pescando’, o han
comprado una ‘parcela de tierra, o compraron cinco
bueyes’, o que han ‘tomado una esposa’? ¿O podrán
negarle la obediencia por otros motivos? ¿Aceptará Él
esas excusas? ¿Nos hemos olvidado que todos
debemos comparecer ante el tribunal de Dios y cada
uno recibirá por lo que hizo? ¿¡Recuerdan a los
millones de chinos no evangelizados, oran y trabajan
por ellos!? De lo contrario están pecando con sus
propias almas. Recuerdan quien dijo estas palabras.
‘¡Salva a los que se quieren matar, y no te alejes de los
que quieren sofocar!’ dirás: No lo supimos, no crees
que el que pesa los corazones y se preocupa por tu
alma lo sabe, y que da a cada uno según su obra?"
El efecto de estas palabras fue tan profundo que la
reunión terminó en silencio. Más tarde muchos
buscaron al orador para preguntarle sobre su trabajo.
Informes sobre la partida anticipada de Hudson Taylor
a China se extendieron por todas partes. Se dijo que
quería viajar sin una iglesia del país como respaldo, sin
un consejo misionero o representaciones de ayuda con
grupos de colaboradores. Con este conjunto planeaba
avanzar al interior de las provincias del vasto imperio.
Se maravillaron de su calma y la certeza del llamado
para este aparente casi imposible trabajo. Pero Dios sin
dudas abriría el camino ante ellos.
Asombradas las personas, creían que un profeta
estaba en medio de ellos. Poco tiempo después un gran
número de personas llenó una de las iglesias más
grandes. Todos querían saber más sobre la prevista
misión.
En los meses siguientes, Dios abrió los corazones,
hogares y las iglesias de los cristianos. A lo largo del
verano y del otoño, llegaron invitaciones de los círculos más influyentes. Nobles lo invitaban para una comida o para la hora del té de la tarde. En estas ocasiones siempre se lo invitaba a hablar. El no dudaba de la
guía de Dios y sabía que el mismo Dios que le proveyó
de un hogar en el este de Londres, también le abriría
una puerta en las asociaciones del oeste de Londres.
Los primeros tiempos no trajeron solamente
conversaciones y reuniones. Él estaba organizando la
partida del sr. Stevensen, quien había pasado varios
meses con él en Londres. Al mismo tiempo debía
partir el sr. George Scott, un escocés. Las ramas
comenzaron a extenderse y las raíces se profundizaban
en las silenciosas horas de planificación y oración.
Pasó muchas horas con el sr. Berger, y hablaba con él
sobre cuestiones prácticas. La predisposición y
consideración de Berger, significaba para él una gran
ayuda. Hudson Taylor dijo sobre ello:
“Después que tomé la decisión de volver a partir, el
sr. Berger se hizo cargo del lugar. El trabajo en
conjunto creció gradualmente. Nos habíamos vuelto
muy cercanos. En su sala de estar nos pusimos de
acuerdo sobre el nombre de la nueva misión. Ninguno
de nosotros nombró al otro, todo se fue dando solo.”
08/2014  Trompeta Evangelizadora
25
P E RD ONA R
Un obstáculo en la oración
“Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra
alguno, para que también vuestro padre que está en los
cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas”
(Marcos 11,25).
Uno de los obstáculos más comunes en la oración es
el espíritu de no perdonar. Si alguien lleva un
resentimiento en su corazón, contra algún semejante
encontrará que Dios cerrará sus oídos hacia sus súplicas.
¿Cuántos hijos de Dios ruegan al Señor por la
conversión de sus familiares y sus conocidos y se
sorprenden, de por qué sus oraciones no son
escuchadas? No saben que la causa es que llevan algún
rencor en el corazón hacia alguien. Muchos padres
tienen la culpa de que sus hijos no vengan a Dios,
porque ellos mismos tienen rencor en su corazón. Es
tiempo perdido el que llevamos en oración, cuando
tenemos el espíritu de no perdonar.
El escritor inglés A. Murray dice: “El amor a Dios y el
amor a su prójimo son inseparables. La oración no
puede ser oída, cuando la persona no está en correcta
relación con Dios y sus semejantes. No solo ser
consciente de que entre mi prójimo y yo algo no está
bien, sino incluso los malos pensamientos que tengo a
causa de él y las malas palabras que casualmente he
dejado caer sobre él, pueden obstaculizar mi oración. La
oración con fe viene de un corazón lleno del amor de
Dios, hacia aquellos que Dios ama.” Muchos se
encuentran ante la decisión de, si queremos estar ante el
espíritu amargo que no perdona, o ante la misericordia y
la tierna bondad del Señor Jesucristo. “Cuando estéis
orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que
también vuestro Padre que está en los cielos os
perdone,” dijo nuestro Maestro. ¿Qué deberíamos
hacer? ¿Perdonar o dejar de orar? ¿¡Qué beneficio
tenemos si tomamos todo nuestro tiempo para orar y
tenemos rencor en nuestro corazón, que nos obstaculiza
el ser oídos!? ¡Como se alegra el diablo cuando no
reconocemos esta verdad! La palabra de Dios nos dice:
que la elocuencia, el conocimiento, la fe, la generosidad,
e incluso el martirio no nos benefician si el corazón no
está lleno del amor de Dios.
Para nuestra vida espiritual sería de gran beneficio si
nos proponemos no ir a la oración antes de haber puesto
en orden todo lo que está a nuestro alcance, que la paz y
la armonía esté restablecida entre nuestro prójimo y
nosotros, con quien estuvimos distanciados. Mientras no
hayamos hecho esto, nuestras oraciones serán
absolutamente vanas. Los sentimientos pecaminosos
obstaculizan la ayuda de Dios, que Él nos daría con
mucho gusto.
Así como nosotros perdonamos
Hubo en África occidental un viejo esclavo; en el cual
aún se notaban las cicatrices de sus latigazos. Él estaba
en la casa misionera, sentado al lado de la esposa del
misionero. Ella le explicaba la oración del Padre
nuestro. Cuando llegó la parte de: “Y perdónanos
nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a
nuestros deudores” “Espera ¡Esto Pompey no lo puede
hacer!” dijo el negro, “¡Esto Pompey no lo puede
hacer! ¡Perdonar todo al hombre malo, no, no!” y
después de una pausa añadió: “¡Así Pompey no puede
orar la buena oración!” Entonces se levantó y se alejó
lentamente. Durante cinco semanas no regresó. Pero
luego llegó una noche y dijo: “¡Por favor, enséñame el
26
Trompeta Evangelizadora  08/2014
resto de la buena oración, ahora le perdono!” y su
rostro se iluminó de alegría. La misionera preguntó
“¿A quién le perdonas?” “A mi viejo Massa” contestó
Pompey.
“En una oportunidad me dio 50 latigazos y otra vez
me golpeó con una barra de hierro y me dejó caído
como si estuviera muerto. Cuando él me encontraba en
la calle, yo apretaba mi mano y le decía: '¡Pompey
ahora es libre y no esclavo, puedo tomar venganza
sobre ti!' pero hoy me acerqué a él y le dije: 'Pompey
vino para decirte que te perdona. El Dios del cielo
también perdonó mi pecado.' Y ahora, ¡enséñame la
buena oración!”
P I E D E I MP RE NT A
Año 120
ANUNCIOS
Congresos 2014
La TROMPETA EVANGELIZADORA es
una escritura cristiana que se presenta clara
y decididamente para la plena salvación en
Cristo, la unidad de los hijos de Dios, y
revelar todas las verdades de la Santa
Palabra. Publicado en intereses de la Iglesia
de Dios.
Editor responsable:
Hans-Dietrich Nimz (CA)
Canadá
Congreso en Edm onton: 11 al 13 de Octubre 2014
Argentina:
Buenos Aires : 16 al 21 de Septiembre 20 14
Oberá - Misiones : 24 al 28 de Septiembre 20 14
Colaboradores:
Sieghard Schulz (CA), Ron Taron (CA),
Dieter Jeske (DE), Hermann Vogt (DE)
Los editores se reservan el derecho de
resumir o no publicar los artículos
recibidos.
Preguntas o sugerencias pueden ser
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in the interest of the German Church of
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NOTIFICACIÓN
Congreso 2015
en Alemania
Del 29 de Agosto al 5 de Septiembre 2015 en Blaubeuren
Después de muchos años, en 2015 habrá un congreso de varios días en
Alemania.
Como iglesia en Alemania necesitamos un tiempo así, para una
concentración y orientación espiritual. Necesitamos un tiempo, donde
podemos profundizarnos y ocuparnos en la verdad bíblica. Solamente en el
fundamento de la verdad bíblica, la iglesia tendrá una perspectiva para el
futuro.
Necesitamos la comunión entre hermanos, la unión en la poderosa oración.
Un tiempo para conocernos mutuamente, hablar y alentarnos. Tiempo, en
que podamos cantar de corazón las alabanzas a Dios.
EVANGELIUMS POSAUNE is a trademark owned by Christian Unity Press in the
United States and foreign countries.
Printed in U.S.A.
EVANGELIUMS POSAUNE (USPS 180440) is published monthly by Christian
Unity Press, P O Box 527, York, NE
68467-0527, U.S.A. Periodicals and other
postage paid at York, NE, and at additional
mailing offices. POSTMASTER: Send
address changes to Christian Unity Press,
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08/2014  Trompeta Evangelizadora
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Cristianismo con hechos
Hace centenares de años vivía Savery, un honesto curtidor. En
una noche le robaron varios pellejos. Le vino en mente, que su
vecino podría haberlo visitado en un momento inoportuno. Para
ello él no tenía pruebas. El día siguiente apareció la siguiente
noticia en el periódico: “Quien robó el 5 de este mes una
cantidad de pellejos, puede tener la certeza, que el dueño tiene el
deseo en ser su amigo. Si esto lo condujo por su pobreza, el
dueño mantendrá el asunto en secreto y le dará una oportunidad
de tener sus ingresos.”
Unas noches más tarde, estaba parado su vecino con los pellejos
delante de la puerta. Sin levantar la vista dijo él: “Lo he traído
de vuelta, señor Savery.” “Un momento” respondió este, “quiero
ir con usted al almacén.” Entre tanto, la mujer preparó café y
puso sobre la mesa pan y carne.
Entonces dijo el vecino: “Es la primera vez que he hurtado.
Desde que empecé a beber, va conmigo cuesta abajo, usted es el
primero, que me ha tendido una mano de ayuda.” “¡Que sea la
última vez!” le dijo Savery. “¡Prométame, que no va a beber
más alcohol, y yo lo tomaré con un buen salario!”
En nuevo amigo ganado comenzó a trabajar. Se quedó con él
como una persona sobria y fiel.
TE
Año 120
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