TEMA 42: LA ÉPICA MEDIEVAL. LOS CANTARES DE GESTA. EL CANTAR DE MÍO CID. INTRODUCCIÓN. Podemos afirmar sin temor a equivocarnos que la épica es una manifestación cultural universal, puesto que, prácticamente, todas las civilizaciones la han cultivado en un momento determinado de su historia. Antes de centrarnos en la épica medieval, y más concretamente en la castellana, esbozaremos en esta introducción una caracterización general de lo épico . · Desde el punto de vista temático la épica se caracteriza por las siguientes constantes: 1. Historicidad: toda creación épica surge en torno a la figura de un personaje o un acontecimiento histórico que se quiere preservar del olvido y utilizar como ejemplo que reafirme la identidad de una nación. 2. Compromiso social. La épica siempre representa un compromiso con un determinado grupo social, cuyos valores se ensalzan. Un ejemplo de ello es el CMC que representa la pujanza de la baja nobleza castellana frente a la alta nobleza castellana o la totalidad de la leonesa. 3. Exaltación del honor y el heroísmo. · Desde el punto de vista formal: 1. Género muy codificado: presencia de abundantes topoi narrativas y de formulas consagradas por la tradición. 2. T ono sublime y elevado. 3. Destinada a la recitación pública. · Manifestaciones y géneros: epopeya, poema épico, cantar de gesta y western. LA ÉPICA MEDIEVAL: EL CANTAR DE GESTA. Define M. Pidal, el cantar de gesta como un relato épico de carácter heroico, cuyo tema es un personaje o suceso histórico notable en la vida de una nación, destinado a ser difundido mediante la recitación por los juglares. En sí misma la expresión cantar de gesta ya entraña una definición: · Cantar: destinado a la recitación pública. · Gesta viene de gero que significa hacer, esto implica que los hechos narrados son sucedidos reales y no ficciones. Su función sería como ya hemos apuntado, reforzar la conciencia nacional de un pueblo. Una de las cuestiones de la épica medieval que más interés y polémicas ha suscitado entre los estudiosos han sido las referentes a su formación y orígenes. Es este un asunto difícil de resumir en un contexto tan reducido como esta exposición. No obstante trataré de constatar las teorías más importantes. · T eoría tradicionalista. Su principal representante es Gaston Paris. Según el erudito francés, los cantares de gesta proceden de las cantilenas, poemas breves creados por los propios guerreros muy cercanamente a los hechos que narrará el cantar. Posteriormente la tradición oral y la transmisión de las mismas de generación en generación, haría que se fueran alargando, modificando y novelando paulatinamente. Tras este largo proceso de tradicionalización, un juglar recopila, unifica, refunde y finalmente recita estos materiales en la forma de los cantares que hasta nosotros han llegado. En definitiva, el cantar sería fruto de un proceso de creación colectiva. En nuestro país, el principal representante Procedente de Proyecto Aula, http://lenguayliteratura.org Autor: Miguel Castro Página 1 de 5 de esta tendencia crítica reelaborada en lo que se dio en llamar neotradicionalismo fue Pidal. · T eoría individualista. Su máximo representante fue Bedier. Según las teorías individualistas, los cantares de gesta eran creaciones de autores individuales ligados a monasterios sitos en alguna ruta de peregrinación. El proceso de previa tradicionalización entre los hechos y los cantares no existiría. El cantar sería simplemente obra de un autor vinculado a un monasterio y su función sería la de un reclamo que atrajese más peregrinos hacia dicho monasterio. Esta teoría sería rebatida, posteriormente a raíz del descubrimiento de la Nota Emilianense que en 1054 ya hacía referencia a tradiciones recogidas el la Chanson de Roland y El Roncesvalles. · T eoría oralista, de Parry y Lord. Basándose en la épica moderna de los Balcanes enuncian una teoría según la cual, en cada interpretación el cantar presentaría una diferente versión. El juglar narra siempre los mismos hechos pero en cada recitación improvisa una versión distinta sirviéndose de un acervo de tópicos de la épica que aplica al relato. Según esto la versión de los cantares que se ha conservado sólo sería una de entre las muchas que existieron. LA ÉPICA ESPAÑOLA. Los orígenes. Es esta otra cuestión muy controvertida y acerca de la cual no hay aún ninguna teoría definitiva, algunas de las hipótesis que se han planteado son las que siguen: · Origen francés. Gastón Paris. Basándose en la prioridad cronológica y en la mayor cantidad de textos conservados, se decreta la procedencia francesa de la épica castellana. Nadie ha negado la existencia de un influjo pero son pocos los que admiten una génesis francesa. · Origen germánico. Pidal y Pelayo. Sería originaria de los visigodos que poseían un género similar(aparece documentado en Tácito). Se ha objetado que cuando estos llegaron a la Península ya estaban muy romanizados y posiblemente ya no conservase dicha costumbre. · Origen árabe. Es la tesis sostenida por Marcos Marín y Galmés de Fuentes. Parece que los árabes disponían de una épica preislámica, los Ayyam al Arab, que cantaba los combates entre las tribus. Se han buscado indicios de relación en algunos motivos como: sobrenombre, la astucia, bautizo de las espadas. Características de la épica española. Se suelen establecer tomando como punto de referencia la francesa. Desde el punto de vista formal: · Tendencia al anisosilabismo(14‐16). La francesa sería mucho más regular(10). · Asonancia/consonancia a partir del siglo XII por influjo del Roman. Desde el p.v. temático: · Fuerte tradicionalidad de la española(romances)/ caducidad de la francesa. · Realismo: 1. Ausencia de elementos mágicos. Procedente de Proyecto Aula, http://lenguayliteratura.org Autor: Miguel Castro Página 2 de 5 2. 3. 4. 5. Minuciosidad descriptiva. No hay desenlaces melodramático ni efectistas. Presencia del humor y la farsa. Dimensión doméstica del héroe. Fuentes y ciclos de la épica castellana. Una cuestión chocante con respecto a la épica española es la escasez de textos conservados. Si la comparamos con la francesa, la diferencia es abismal. Mientras en Francia se conservan unos 100 cantares de gesta en España: el CMC incompleto, Mocedades de Rodrigo, un fragmento de Roncesvalles y un hipotético fragmento de los Infantes de Lara. Se sabe, sin embargo, que existieron muchos otros por encontrarse prosificados en crónicas(rima e indicios de oralidad), los historiadores los utilizaban como fuentes. Según Pidal, en la épica castellana distinguimos los siguientes ciclos: · Nacimiento (VIII‐XI). Cantar del rey Rodrigo, época en la que los cantares presentan gran historicidad y breve extensión. · Auge (XI‐XIII) contacto con Francia, CMC, Roncesvalles. · Refundición (XIII‐XIV) se desgajan piezas(romances), y se amplían sucesos. · Decadencia (XIV‐XV) Mocedades de Rodrigo, entrada de la fantasía, influjo de la novela de caballerías. EL CANTAR DE MIO CID. Es, sin ninguna, duda el monumento más importante que se conserva de la épica castellana. Analizaremos, a continuación, algunas de las cuestiones más importantes acerca de esta obra. Cuestiones externas: autor y datación. Se conserva en un manuscrito copiado en el siglo XIV. En dicho manuscrito aparece el explicit: Per Abbat le escrivió en el año de 1207. Escribir en la Edad Media no tenía el sentido de creación que hoy tiene, para ello se solían utilizar facer o componer, escribir tendría más bien el significado de copiar. Esto ha llevado a pensar a la mayoría de los críticos que ese Per Abbat fue el copista, no el autor de la obra, aunque algunos como Colin Smith hayan apuntado a la posibilidad de que fuese realmente el autor. Acerca de quién pudiese ser el autor existen varias teorías: · M Pidal considera que el cantar es obra de la refundición llevada a cabo por dos juglares. Uno de San Esteban de Gormaz autor de la primera versión más breve y realista y otro de Medinacelli autor de la parte más lírica 2º y tercer cantar. · Desde posicionamientos individualistas se considera el poema obra de un autor clerical. Colin Smith, sin embargo, que siempre ha aparecido asociado a planteamientos individualistas, no es partidario de esta teoría, pues no se encuentra en el poema propaganda a favor de ningún monasterio. Según él, lo que sí parece evidente es que se trataba de un autor culto muy posiblemente jurista, a juzgar por la inserción de giros y tecnicismos jurídicos. En definitiva no existe una solución al tema del autor. Otro tanto sucede con respecto a la datación. Durante mucho tiempo se admitió la teoría de Pidal, quien basándose en datos históricos del texto lo ubicaba en torno al año 1140. Procedente de Proyecto Aula, http://lenguayliteratura.org Autor: Miguel Castro Página 3 de 5 Hoy en día la teoría de Pidal se encuentra en franca decadencia, pues según muchos críticos se encuentra lastrada por el prejuicio historicista. Se propone una datación posterior: la transición de los siglos XII al XIII. Aunque esto tampoco es seguro. El Cid en la literatura medieval. Además de el CMC, en el siglo XIV, la figura del Cid seguirá siendo un tema recurrente en la creación literaria, ejemplo de ello son los romances y Las mocedades de Rodrigo. Pero, ¿Fue el CMC el primer texto cidiano? Hay que decir que no. Parece evidente que antes del CMC su figura y su leyenda siguieron el consabido proceso de tradicionalización, antes del cantar, son varios los textos cidianos que se produjeron. · Carmen Campidoctoris(1093). · Poema de Almería(1147‐1157). · Cantar de Sancho II. Estructura y métrica. Sólo se conserva un códice incompleto del cantar(falta la 1ª hoja) que consta de 3730 versos, se supone que en su totalidad tendría unos 4000. M. Pidal suplió esta laguna utilizando la Crónica de veinte reyes. Dividió el poema en tres cantares basándose en el propio texto. Los versos aparecen dispuestos en tiradas monorrimas y asonantes. Cada tirada tiene un número variable de versos (2‐190), cada tirada rima uniforme. Los versos son de medida irregular y aparecen divididos en hemistiquios. Hay gran cantidad de irregularidades en la rima, que según Pidal se deben a alteraciones del copista. Se formula así la célebre hipótesis de la –e paragógica. Añadiéndola los versos agudos y llanos quedan igualados: Yo ruego a Dios e al padre spirital‐e Vos, que por mi dexades casas y heredades Enantes que yo muera algún bien os pueda far‐e Una teoría que, por lo demás muchos críticos y editores rechazan dejando el texto tal y como se ha conservado, por considerar que parece más propio a un género tan popular como la épica, la imperfección y la irregularidad. Temática. El CMC sigue una línea argumental muy sencilla, que se corresponde con el paulatino engrandecimiento del héroe a medida que va venciendo obstáculos y logrando victorias. El primer cantar trata del destierro, el segundo de las bodas y el tercero de la afrenta de Corpes. Se puede decir que el tema central es la recuperación del honor y el ascenso al poder gracias a la virtud y el esfuerzo personal. Es una obra claramente militante, en la que se simpatiza con la baja nobleza castellana (infanzones) y se desprecia la alta nobleza castellana y a toda la leonesa. Resulta chocante atender al concepto de honor que en ella se promulga, es un honor de carácter pragmático directamente emparentado con la riqueza, aunque esta no basta para conseguirlo, claro ejemplo de ello son los infantes de Carrión. Otra cuestión interesante desde el p.v. temático es el papel fundamental del destino, la ironía trágica (Deyermond) en la estructuración de la acción. Son continuos los cambios de fortuna en los que hechos que en un principio parecen favorecer al Cid lo conducen a la desgracia y viceversa: · Destierro Valencia. Procedente de Proyecto Aula, http://lenguayliteratura.org Autor: Miguel Castro Página 4 de 5 · · Bodas afrenta. Afrenta engrandecimiento. Personajes. En el marco de la épica el Cid resulta un personaje, más que peculiar. En él a las típicas virtudes épicas: valor, fuerza, generosidad y, sobre todo mesura. Se une una vertiente que podríamos denominar doméstica, poco frecuente en los héroes épicos y que aparece realzada mediante sus interacciones con los personajes femeninos. Al lado del Cid, el resto de los personajes aparecen desdibujados, él, es el único que es descrito físicamente. La vaguedad del resto de los actantes se percibe en el hecho de que al terminar la lectura tengamos la sensación de que los infantes de Carrión son un solo personaje. No obstante hay que hacer referencia a algunos modos de caracterización de los personajes secundarios: · Sus acciones. · Sus palabras. · Epítetos. Martín Antolínez burgués complido. Estilo y lenguaje. Dada su naturaleza de texto destinado a la pública recitación, el poema presenta una lengua sencilla que indudablemente no debió de ser muy diferente a la usada por el pueblo. No obstante, de vez en cuando se pueden percibir algunos uso cultos: arcaísmos, tecnicismos y giros jurídicos (frases binarias), ablativos absolutos, términos cultos de la religión. A consecuencia de su oralidad presenta ciertos rasgos lingüísticos peculiares: · Sintaxis yuxtapuesta. · Presente histórico: inmediatez de la acción. · Anarquía en el manejo de los tiempos verbales. · Deixis. · Frases físicas, procedentes del francés y que podían acompañarse de gestos del juglar. Formulas épicas: esquemas textuales reutilizables de diversa complejidad, Edmund de Chasca las clasifica: · Epíteto simple: Campeador. · Epíteto compuesto: Mio Cid campeador . · Epíteto celebrativo: campeador contado. · Epíteto pleno: Cid barba tan complida. · Epíteto rebosante: Mio Cid el que en buen ora cinxo espada. Recursos estilísticos: · Eufonía. · Metonimia. · Contraste, intriga. Procedente de Proyecto Aula, http://lenguayliteratura.org Autor: Miguel Castro Página 5 de 5