CONFERENCIA “VIGENCIA DEL CANCIONERO DE LOS RÍOS” Por RUBÉN R. L. EVANGELISTA Día 23 de octubre de 2010, en el Concejo Deliberante de la ciudad de Santa Rosa, La Pampa. 1 - CARACTERIZACIÓN DEL DESPOJO MENDOCINO En los últimos diez años de su vida, el documentalista Jorge Prelorán se dedicó a diseñar una serie de libros, en soporte papel, acerca de los protagonistas de sus películas y otros individuos de vidas y personalidades interesantes. El libro número 1 de la serie, llamada “Nos-otros” y que nunca se pudo editar, estaba dedicado a Cochengo Miranda, el poblador del oeste pampeano sobre quien Prelorán hizo una memorable película en la década de 1970 . Voy a comenzar leyendo fragmentos de las primeras páginas de ese libro, titulado con el nombre del protagonista: “Cochengo Miranda”, que es quien habla y dice lo siguiente: “Desde que me acuerdo, vivíamos en la costa del río Atuel, en las islas del Chalileo, que le dicen “las islas de los Ingenieros”, cerca de Santa Isabel, hacia el norte. “Cuando yo era niño el valle del Río Atuel era una mina de oro… ¡una franja verde! El río venía moroso y se repartía en arroyos, bañados, lagunas… Y era llovedor. ¿Sería por el río mismo? Porque parece que la humedad de los ríos cambia la atmósfera y atrae las lluvias . “Y había tantos pájaros… ¡recuerdo que hacían un bullicio enorme! No sé de dónde venían, ¡qué cantidad! . “Mi padre tenía mucha hacienda en esos años: unas 500 vacas, más de 1.000 ovejas… unas 500 chivas. ¡Teníamos de todo ! . “Mendoza construyó varios diques, uno muy grande, el Nihuil, que no me canso de ponderar… Una obra admirable. ¡Unos canales inmensos! Y toda esa agua la utilizaron en regadíos, en chacras que ahora son fincas grandes, con mucha arboleda… La verdad es que han utilizado bien el agua, no hay desperdicio: hay muchos viñedos…“Pero poca es el agua que quedó para nosotros. Las lluvias mermaron, el río se secó, y los pastos terminaron… … “¡Fue un crimen cortarnos el agua! Una catástrofe para nosotros acá en La Pampa. Los animales se arrimaban para beber, y se quedaban ahí, pegados en el barro… La gente quedó muy pobre . “Creo que no tendrían que haberle hecho eso a nuestra querida provincia, que también necesita del agua. No tenían derecho, por eso digo que fue un crimen. “Ahora, esto no es más que un gran desierto… Con el correr de los años, en vez de pasto comenzó a salir alpataco y jarilla, que no sirven para alimentar el ganado. “La gente de mis pagos se cansó, se fue nomás. Nosotros también nos fuimos. Salimos del Chalileo, cargando la carretela con los muebles, y atravesamos el río.” El relato grafica claramente la naturaleza y profundidad del desamparo en que sumió a la gente del oeste de La Pampa el corte del rio Atuel en Mendoza, y lo he tomado y leído aquí para que durante la exposición de esta noche lo tengamos como referencia de una realidad que, increíblemente, permanece inmutable aún hoy, contra los derechos que asisten a los pampeanos y por la necia e inmoral actitud asumida por el estado provincial mendocino. Hay una historia anterior relativa a diversos cortes del agua del río Atuel, que se ubica entre 1917 y la década de 1930 del siglo pasado, pero el corte de 1948, al construirse y habilitarse el embalse de El Nihuil, fue el que causó los mayores estragos, con efectos devastadores para los pampeanos, que todavía perduran. 2 - DEFINICIÓN Y CONSTRUCCIÓN DEL “CANCIONERO DE LOS RÍOS” Fue en busca de la restitución del agua cortada, que a lo largo de los años tuvieron lugar múltiples y sucesivas acciones reivindicatorias de parte del gobierno de la provincia de La Pampa y de las organizaciones e instituciones sociales, económicas y políticas pampeanas . A esa lucha, que fue extensa, de diversa naturaleza, frecuencia e intensidad, y que siempre gozó de consenso en el habitante pampeano, en un momento dado se incorporó la presencia e incidencia cultural de lo que dio en llamarse “Cancionero de los Ríos”, compendio de canciones que contienen la mirada artística solidaria, crítica y comprometida, de los creadores pampeanos respecto a problemática tan importante y trascendente para la provincia. . En el umbral de la década de 1980, es el profesor Walter Cazenave quien advierte la existencia de un conjunto de obras populares, latentes en el cancionero folklórico pampeano, que tratan poéticamente el tema del agua, particularmente de los ríos, y entonces las identifica con ese nombre: “Cancionero de la Ríos”. Recordemos que Cazenave en 1982 dio en Santa Rosa una serie de conferencias informativas y esclarecedoras acerca del problema de los recursos hídricos en La Pampa, e ilustró algunas de esas charlas, con canciones alusivas que interpretaron en vivo artistas pampeanos, en cuyos repertorios ya tenían incorporadas canciones relativas al agua. Guri Jáquez, Carlos Urquiza, Tucho Rodríguez, Raúl Santa Juliana, Lalo Molina y Roberto Yacomuzzi –algunos también como autores y compositores–, formaron parte de ese grupo artístico inicial, primero en abordar el naciente “Cancionero de los Ríos”. La historia que siguió a esos primeros pasos, cuenta que la Cooperativa Editora Pampeana, CEPA, integrada por periodistas, docentes y artistas, proyectó la publicación del primer compendio de obras pampeanas que trataban sobre el agua, y lo ofreció para su edición a la legislatura provincial. El poder legislativo lo hizo suyo de inmediato, y en 1985 vio la luz la primera edición del nuevo libro, que llevó el título original de Cazenave. Su prólogo se iniciaba con una definición del “Cancionero…”, que lo situaba librando batalla en medio de la histórica puja: agua Versus sed, que protagoniza el hombre desde tiempos inmemoriales. Decía así: “Cuando la sed comenzó a tejer su artera telaraña de desolación por nuestra geografía, los habitantes de este solar, obstinados pescadores de la realidad, la atraparon en su memoria colectiva, en sus acciones, en su literatura, en sus canciones. “A poco que el espectador se introduzca en cualquier región de nuestro quehacer cotidiano se encontrará con una figura recurrente: el agua. El agua, en su presencia o en su ausencia, emergiendo de actitudes oficiales y privadas, de la poesía, de los viejos relatos de pioneros, de antiguos sones que quedaron prendidos en las costas saladinas. “Ése fue el antídoto para tanta sed. “Desde entonces la sed y el agua vienen librando una singular batalla. El tiempo nos dirá del resultado, pero nosotros, que advertimos estar en condiciones de ser forjadores de nuestro propio destino, podemos anticipar una respuesta. Esta obra que aquí presentamos (el „Cancionero de los Ríos’) es parte de ella.” La CEPA, en su iniciativa editorial, extendió el sentido y alcance de la denominación del Cancionero, a todo el universo cantable –musical y vocal–, que tratara asuntos referidos al agua, más allá de los ríos propiamente dichos. Por eso en la publicación aparecen obras como las zambas “Los Manantiales”, “De Guatraché” o “Del Solito”, entre otras, cuyas poesías refieren a otras presencias acuíferas, o bien su ausencia, en suelo pampeano. La primera edición pudo reunir 31 partituras y 9 textos poéticos, sin música todavía, inspirados en asuntos del agua. Las ediciones siguientes alcanzaron las 50 obras con partituras, y otras 11 poesías sin las respectivas partes musicales escritas. Se incluyeron canciones de 32 autores y compositores pampeanos y un poeta salteño, Manuel J. Castilla, concebidas en los ritmos de zamba, milonga, cueca, gato, triunfo, canción, estilo, huella y aire norteño; como se ve, mayoritariamente especies musicales tradicionales de esta región folklórica argentina, la pampeana. Podemos definir al “Cancionero de los Ríos” en su conjunto, como una herramienta de expresión, una suma de descripciones artísticas de la realidad y un modo de interpretación de ella, a partir del ejercicio de la toma de conciencia de los hechos. Pero sobre todo es una excelente forma de resistencia y lucha por la recuperación de las aguas que nos pertenecen, porque contribuye a crear conciencia en las personas –no sólo de La Pampa– en torno al negligente e indolente despojo perpetrado por Mendoza. 3 - QUÉ PRODUJO, QUÉ GENERÓ LA PRESENCIA DEL “CANCIONERO DE LOS RÍOS”. Entre otros igualmente importantes, pero imposible de abarcar en su totalidad en este resumen, la existencia y presencia del “Cancionero de los Ríos” produjo los siguientes hechos: 1º Dio noticias y contribuyó a difundir el conocimiento sobre la cuestión de los ríos, la historia y geografía y determinadas realidades sociales poco visibilizadas de la zona oeste de nuestra provincia. 2º Reunió voluntades artísticas de poetas, músicos de diversos géneros, plásticos, fotógrafos, investigadores y docentes, a través de cuyas obras sobre la temática específica del agua, se hizo un valioso aporte en pro de la definición, consolidación y expansión de nuestra identidad cultural. 3º Llevó a un primer plano el talento y las cualidades creativas y artísticas de poetas, compositores, intérpretes y arregladores, que en algunos casos fueron reveladores y otras ratificadores de los altos niveles de calidad alcanzados en La Pampa en esas expresiones artísticas. 4º Abrió el camino para que se registrara y documentara legalmente una porción importante del cancionero folklórico pampeano –el referido al agua– que hasta entonces se conocía y practicaba sólo por transmisión oral; y en esa misma dirección se hizo posible la transcripción masiva al pentagrama de las obras compendiadas, con la consecuente aparición del trabajo de pautado, de armonización y arreglístico, que puso en juego virtudes y conocimientos hasta entonces desconocidos de otros creadores pampeanos que actuaban en un aparente segundo plano: los arregladores y transcriptores musicales. 5º Inauguró una nueva instancia para los artistas pampeanos: De ejercicio de la toma de partido mediante la explicitación de sus respectivas expresiones –llámese poesía, música, canto, danza, plástica, fotografía, etc.–, y también a través de su participación activa, en ciertos casos, en las acciones que la comunidad puso en práctica para manifestarse públicamente en reclamo de nuestros derechos sobre el “río robado”, para decirlo con la conocida expresión del poeta salteño Manuel Castilla. Esto último, la participación, se pudo verificar, desde los inicios de las luchas, durante las manifestaciones populares que tuvieron lugar a comienzos de los años „70, que se hicieron más visibles en movilizaciones colectivas realizadas en las márgenes del río Salado-Chadileuvú-Curacó, en Santa Isabel y Puelches, en abril y octubre de 1972, respectivamente, impulsadas por la “COMISIÓN POPULAR EN DEFENSA DE LOS RÍOS INTERPROVINCIALES PAMPEANOS”, la recordada COPDRIP –que tenía también una versión juvenil, formada por representantes de las juventudes de los partidos políticos de La Pampa–, actos aquellos en los que estuvieron presentes artistas identificados con el cancionero poético-musical pampeano y de la cultura provincial en general. Siempre con relación a las actitudes participativas de los artistas, cabe recordar que un año antes de que se conociera la primera versión del “Cancionero de los Ríos”, en 1984 apareció en la vida pública pampeana la Fundación Chadileuvú, institución señera en múltiples actividades y acciones, especialmente las relativas a la defensa de los recursos hídricos pampeanos. Integrada inicialmente por instituciones muy variadas y expresiones independientes, sociales y políticas de toda naturaleza –en el presente continúa siendo una entidad abierta–, la “Agrupación Pampeana Confluencia”, conjunto folklórico fundado en Santa Rosa en 1982 para interpretar y divulgar la obra del poeta Juan Calos Bustriazo Ortiz, fue miembro fundador de ella; los registros indican que era el socio número 5 de la Fundación. Esa circunstancia y el hecho de que ese grupo artístico fuera a participar e involucrarse activamente en el “Cancionero de los Ríos” que estaba en ciernes en ese mismo momento, –ya como cantores y músicos que abordaban sus obras, ya como compositores algunos de sus integrantes–, indica que hay ejemplos –y éste no fue el único, por cierto– de involucramiento de los artistas con el accionar comunitario en la lucha por la recuperación del agua negada por Mendoza, más allá de sus condiciones específicas de artistas de la canción folklórica y popular. 6º Dio lugar a las presentaciones de sus sucesivas ediciones bibliográficas –en esencia actos políticos en el más alto sentido de la palabra–, protagonizados en común por autoridades de los poderes legislativo y ejecutivo provinciales, artistas y público, concretados en 1985, 1986 y 2001 –la edición de 2007, que fue la última, no se presentó públicamente–, actos que fueron propicios, también, para que los artistas participantes ejercitaran por medio de su arte, su adhesión a la lucha contra el atropello mendocino, y pudieran hacerlo, en momentos de ebullición y movilización colectiva, con la certeza de que su actitud frente a los hechos era compartida y acompañada por la gente, como se lo vio en la sala colmada del teatro cada vez que por allí pasó el “Cancionero…”, pero también en la calle, las radios y en la escuela. 7º Hizo posible que la canción pampeana llegara al ámbito de la escuela pública, introducida por los docentes, activos y muy importantes protagonistas del hecho cultural signado por el “Cancionero de los Ríos”. Porque hay que recordar que los docentes especiales de música de las escuelas de la provincia, recibieron asistencia técnica del músico y arreglador Gabriel Senanes, –autor de las transcripciones musicales de la primera versión del “Cancionero…”–, preparatoria para su aplicación en el aula y su posible y eventual inserción sistemática futura, en la currícula de la enseñanza primaria. Nos consta que hubo docentes de música que dedicaron casi todo su tiempo a ello, e hicieron posible que muchos niños de sucesivas promociones escolares, conocieran, aprendieran y empezaran a cantar y tararear nuestras canciones dedicadas a la cuestión del agua ausente. La llegada al aula del “Cancionero de los Ríos”, también permitió que docentes y alumnos pudieran conocer y empezar a apreciar la inspirada palabra de nuestros poetas y la imaginativa melodía del compositor pampeano, hasta ese momento prácticamente ausentes en la escuela. 4 - VIGENCIA DEL “CANCIONERO DE LOS RÍOS” El “Cancionero de los Ríos” no dejó de estar vigente en ningún momento a partir de su definición y divulgación, porque muchas de las canciones que lo componen forman parte de los repertorios habituales de los artistas –como aquellos que ilustraron las charlas de Cazenave en 1982–, de manera que una y otra vez se vuelve sobre ese repertorio, reputado como de alta calidad en contenido y forma, y no ha dejado nunca de generar interés y mucha curiosidad en gentes de otros lugares del país, que al conocerlo lo exaltan y elogian como emprendimiento peculiar al que nada se compara. Músicos y cantores de distintas extracciones musicales que acceden a él por vez primera, se esmeran por obtener un ejemplar para poder abordar musical y vocalmente sus canciones. Hace muy pocos años la cantante bonaerense Edith Rossetti, desconocida entonces por la pampeanos, incorporó a su repertorio y grabó la “Zamba del río robado”, perteneciente al “Cancionero de los Ríos”, escrita a su paso por La Pampa a fines de los años ‟50 por el poeta salteño Manuel J. Catilla, y doblemente musicalizada: por el guitarrista Guillermo J. Mareque y a la vez por el pianista Enrique Fernández Mendía. De este último es la versión que registró en disco compacto la cantante, y a partir de la presentación que hizo de ese material aquí en Santa Rosa, estableció un vínculo profundo con nuestros artistas, que más tarde la llevó a compartir con algunos de ellos dos presentaciones sucesivas en 2009 y 2010 en el Festival Nacional de Cosquín, en representación de la música de nuestra provincia. Su participación en la primera delegación, la hizo cantando otra obra incluida en las dos últimas versiones del “Cancionero de los Ríos”: “La pampa es un viejo mar”, una bella milonga de Juan Ricardo Nervi y Alberto Cortez, dos prominentes creadores pampeanos. La “Zamba del río robado” es un ícono del repertorio reivindicatorio de los pampeanos, poco considerado como tal, cuya certeza tal vez resida en la talla del poeta que la concibió: ¡nada menos que Castilla!; y a la vez es un símbolo un tanto opacado, posiblemente por el trauma de poseer dos musicalizaciones, lo que en su momento produjo rispideces. Pese al cuño y su alcurnia, esta zamba nunca había sido grabada comercialmente, hasta que lo hizo Edith Rossetti. Debe interpretarse que el hecho musical y artístico que protagoniza la cantante, en este caso, se inscribe claramente en el carácter vigente de nuestro “Cancionero de los Ríos”. Hay que considerar muy positivo que figuras de la música popular como Edith Rossetti incorporen nuestras canciones a sus repertorios, porque son profesionales que las trasladan a oídos de diversos públicos del país, por donde circulan en cumplimiento de su actividad artística, lo que genera un importante efecto multiplicador en la difusión de nuestras obras populares. El “Cancionero de los Ríos” como obra colectiva no está en primer plano, como en la década de 1980 cuando se la dio a conocer, pero subyace su presencia y siempre vuelve al lugar protagónico. Cuando intérpretes pampeanos ocupan escenarios, es difícil que no se escuchen en sus recitales algunos títulos del “Cancionero de los Ríos” que, –además hay que decirlo–, contiene algunas obras de gran proyección nacional, por sus atributos, como es el caso de la “Huella de Ida y Vuelta”, obra de Roberto Yacomuzzi y Lalo Molina que tiene decenas de versiones a lo largo del país y más allá de él, por los más variados intérpretes populares. Y tiene el “Cancionero…” también diversas obras de gran belleza, que se transformaron en verdaderos clásicos de nuestro repertorio folklórico contemporáneo, muestras de refinada creatividad que nos prodigan sumo placer cuando las apreciamos: hablo de “Estilo de la Calandria”, “Se va la tarde morita”, “Ranquelina, “De Guatraché”, “Canción para la niebla puelche”, “El Bautista de La Rinconada”, “Niña del Curacó”, “Ofelia del Oeste” y “Agüita del Médano”, entre algunas otras, quizás. Siempre están presentes uno o más títulos de estos, en las actuaciones de los músicos y cantores pampeanos, cuando no, en intérpretes de otras procedencias. Otra forma de entender la vigencia del “Cancionero de los Ríos” es a través del trabajo de los creadores de nuevas obras, una actitud incesante, aunque espaciada, que se observa en poetas y músicos en ocasiones de espectáculos musicales locales donde presentan sus nuevos materiales. De las que ha habido noticias, hay que anotar a favor de la vigencia del “Cancionero…”, al menos dos nuevas obras inspiradas y creadas en torno al río ausente, una por el poeta y compositor Roberto Yacomuzzi, quien estrenó su cueca “El camino del Agua” hace pocas semanas, cuando Armando Lagarejo presentó su primer poemario aquí en Santa Rosa; y otra es la canción titulada “El puente que espera”, que escribió y compuso el joven músico Javier Villalba, de extracción no folklórica, situación que registra un único antecedente en el rockero santarroseño Mario Cejas, quien compuso y aportó al “Cancionero de los Ríos” en los ‟80 la zamba “Los paisanos de mi tierra”. Y para aportar un comprobante que también abona la idea de que el “Cancionero de los Ríos” está totalmente vivo, hay que decir que está en marcha un trabajo discográfico de singular importancia, que llevan adelante la cantante Marcela Eijo y el músico Federico Camilletti, y que consiste en un material compuesto exclusivamente por obras que forman parte del “Cancionero de los Ríos”, lo que configurará la segunda edición discográfica sobre el tema del agua, considerando que la única edición de este tipo sólo fue hecha en 1985, en formato casete, en simultáneo con la aparición de la primera versión bibliográfica sobre el “Cancionero…”. La particularidad del nuevo trabajo de Marcela Eijo –quien por otro lado concreta así un acercamiento trascendente a la canción folklórica de La Pampa–, es que las obras elegidas son tratadas estrictamente a partir de las versiones escritas en el pentagrama del libro del “Cancionero…”, cuando lo común ha sido abordarlas según las versiones de transmisión oral por simple audición y repetición. Para este caso, además, Marcela y Federico contaron con la participación y asesoramiento musical del guitarrista Carlos Urquiza, justamente uno de los dos arregladores, junto a la pianista María Antonia Poggi, que realizaron el pautado y escritura musical de partituras en la última versión del “Cancionero de los Ríos”, lo que asegura una percepción profunda del material musical a ser interpretado por Marcela Eijo. Nuestra entidad solidaria, la Cooperativa Eléctrica de Santa Rosa, interesada en el emprendimiento, editará el disco a comienzos del año próximo. Los títulos seleccionados hasta el momento son: Agüita del médano, De la creciente, Pequeña canción de Agua de Torres, El Bautista de La Rinconada, Canción del Pichi Huitrú, De ida y vuelta, Don Pedro Zúñiga, Canción de Rosa Puelches, Agua de todos y Zamba del río robado, esta última con la versión musical de Guillermo J. Mareque, injustamente relegada pese a ser la primera que se conoció, inmediatamente después de que Manuel Castilla escribiera su letra aquí en Santa Rosa. ¡Es toda una novedad muy importante!, que vaya a grabarse la versión de Mareque, desconocida todavía por la gente. En la selección hecha por Marcela, que se anticipa contendrá también poemas leídos por Edgar Morisoli, hay algunas obras que serán editadas comercialmente por primera vez, a pesar de ser de vieja data. Y por lo menos dos títulos del disco tendrán cantantes invitados, un pampeano y un cordobés. Todo hace presumir que estamos ante la aparición de un material de excelencia artística, fundada principalmente en las virtudes interpretativas de nuestra cantante, y que será un disco bienvenido por quienes adhieren a la causa musical pampeana y a la lucha por la recuperación del agua. Por otra parte, en este recuento de novedades que reavivan la existencia y presencia del “Cancionero de los Ríos”, quiero comentar que han habido dos hallazgos, más o menos recientes, de materiales: poético uno y musical el otro, que pasarán también a formar parte del “Cancionero…” cuando se edite una nueva versión actualizada: 1. Se conoció una serie de décimas, para ser cantadas por milonga o estilo, o para ser recitadas, que escribiera Cochengo Miranda, y que Jorge Prelorán dio a conocer en su libro inédito sobre el protagonista, del que recién leí las descripciones del oeste en sucesivos tiempos de abundancia de agua y de ausencia de ella en el río Atuel. Las estrofas son complementarias de los recuerdos narrados, concebidas en el esquema tradicional de la décima espinela, de diez versos octosilábicos. 2. El otro hallazgo es la versión original de una obra del gran guitarrista Guillermo J. Mareque, titulada “Preludio al Chadileuvú”, obra instrumental de la que se tenía noticia desde hace muchos años, pero no estaba grabada o documentada en modo alguno. Apareció hace poco, en momentos en que se realizaban trabajos para la recuperación de la obra del compositor, dispersa y no registrada legalmente todavía. Mareque ejecutó esa obra en Mar del Plata en el año 1971, y en esa ocasión fue anunciada como una “canción de protesta”, según las glosas del presentador, quien además dijo que “El cauce del Río Salado en La Pampa, fue desviado hacia Mendoza, al construirse el Dique El Nihuil, en esta provincia. La música describe la tristeza por la pérdida de ese río cristalino y salado, que al secarse, transformó los campos feraces en páramos cenizos, desapareciendo toda vegetación en los campos aledaños”. (…). 5 -ACCIONES PARA ACTUALIZAR LA CONCIENTIZACIÓN En la escuela, el “Cancionero de los Ríos” tuvo un efecto multiplicador muy importante, que bien valdría el esfuerzo de reactualizarlo y sostenerlo en el tiempo. Las nuevas generaciones de educandos tienen derecho a él y necesidad de conocerlo. * Una acción para revitalizar y reimpulsar la presencia del “Cancionero de los Ríos”, podría consistir en que el Ministerio de Educación de la Provincia de La Pampa lo reinstalara en la Escuela, y organizara encuentros periódicos de alumnos de los diversos establecimientos, en torno a una muestra de obras musicales interpretadas por ellos mismos preparados por sus docentes de música. Serían muestras o encuentros –no competencias–, y en simultáneo, jornadas de reflexión sobre el tema, entre los docentes, con la presencia de guías de la Fundación Chadileuvú, la Asociación ambientalista Alihuén y técnicos del área de Recursos Hídricos de la Provincia. Los encuentros se verían enriquecidos con la participación de autores y compositores de obras del “Cancionero de los Ríos” y sus intérpretes y arregladores. Los eventos se realizarían en distintas ciudades y pueblos para cubrir toda la provincia. * Otra acción desde el Ministerio de Educación y Cultura, podría establecer que las escuelas de arte de la Provincia y las formaciones orquestales con dependencia oficial, incorporen obras del “Cancionero de los Ríos” a sus currículas y sus repertorios, respectivamente. * Desde otro ángulo, sería necesario fijar una estrategia de divulgación del “Cancionero de los Ríos”, mediante difusión de las canciones grabadas en discos compactos a través de todas las radios de la provincia y la región. Para ello, establecer desde el Estado Provincial un plan de grabaciones y ediciones discográficas con expresiones musicales y vocales representativas de toda la provincia, que registren obras referidas el tema del agua, conocidas e inéditas. Las grabaciones de discos serán una forma efectiva de alentar a los artistas pampeanos a retomar activamente el repertorio del agua. 6 - ACCIONES EN MARCHA PARA DIVULGAR EN EL PAÍS NUESTRA PROBLEMÁTICA DE LOS RÍOS Un hecho que bien mirado también podría encuadrarse en lo que consideramos la vigencia del “Cancionero de los Ríos”, es la circunstancia de que desde la conducción de la radio FM “La Folklórica” de Radio Nacional de Buenos Aires, se ha manifestado un gran interés en apoyar su difusión en todo el país, y producir con sus obras musicales y poéticas realizaciones radiales que involucren a cantores y músicos nacionales del género folklórico .. Lo concreto es que se está trabajando en un primer proyecto que consiste en realizar próximamente, un primer programa musical en vivo en el auditorio principal que Radio Nacional Buenos Aires tiene en Maipú 555, que será difundido a todo el país a través de sus filiales en las provincias, y en el que actuarán artistas nacionales interpretando obras que forman parte del “Cancionero de los Ríos”. Hay unos 20 títulos que están siendo distribuidos entre los intérpretes convocados por la radio. , Una segunda iniciativa en la misma dirección, se lleva adelante desde Buenos Aires en procura de ocupar un espacio en el próximo Festival de Cosquín en enero de 2011, para exponer sobre el “Cancionero de los Ríos” y difundirlo a todo el país y más allá de él. La iniciativa es del guitarrista pampeano Carlos Loza, quien ha desarrollado un proyecto para realizar en Cosquín una puesta con obras del “Cancionero…” interpretadas por artistas de La Pampa. . Quiero ampliar la información sobre el músico pampeano Carlos Loza, porque es quien ha motorizado las acciones en torno al “Cancionero de los Ríos” en Buenos Aires, con lo que ha obtenido el apoyo y acompañamiento de la conducción de la FM “La Folklórica” de Radio Nacional .. Loza nació en La Maruja y vive al sur de la capital federal, en el gran Buenos Aires; es músico guitarrista y cantor, y está presente solidariamente con muchos de los artistas de nuestra provincia que recalan periódicamente en la gran ciudad. Ha escrito un libro de partituras musicales para guitarra, con obras interpretadas por el guitarrista santarroseño Paulino Ortellado; en este mes de octubre se anunció que ese volumen será publicado en noviembre de 2010 por UPCN de La Pampa. Loza es un inquieto promotor cultural que asiste a sus comprovincianos en Buenos Aires, y que en estos momentos se halla trabajando intensamente en la divulgación del “Cancionero de los Ríos”. 7 - MANIFIESTO ARTÍSTICO Y CULTURAL PAMPEANO POR LA RECUPERACIÓN DE LOS CAUDALES DEL RÍO ATUEL Para terminar mi exposición esta noche, quiero anunciar que se está trabajando en la elaboración del texto de un “MANIFIESTO DEL CANCIONERO DE LOS RÍOS”, que procura ser la expresión Artístico-Cultural Pampeana por la Recuperación de los Caudales de Nuestros Ríos, que reavive la presencia del “Cancionero…” y actualice el pensamiento sobre él, cuyo apoyo se va a solicitar a los artistas pampeanos de todas las disciplinas, y se va hacer extensivo a todos quienes se sientan identificados con su contenido y enunciado. Próximamente se dará a conocer formalmente ante el periodismo y comenzará a circular para que puedan adherir a él. ¡Muchas gracias a la Fundación Chadileuvú por haberse ocupado de actualizar este importante tema para los pampeanos! ¡Buenas noches! --------------------- o ------------