12/03/2010 Transcripción demanda "SALINAS Julio Oscar y Otros, c

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PROMUEVEN DEMANDA CONTENCIOSO ADMINISTRATIVA Y SOLICITAN MEDIDA DE PRUEBA ANTICIPADA.
Actores: SALINAS Julio Oscar y Otros.
Demandados: CAJA DE RETIROS, JUBILACIONES Y PENSIONES
DE LA POLICÍA DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES Y OTRA.
Materia: Reconocimiento de derechos.
Monto: indeterminado.
Documentación acompañada: Noventa y ocho (98) cartas poderes;
noventa y ocho (98) recibos de haberes; un estudio técniconumérico.
Copias: del presente escrito y de los documentos (un juego).
Observaciones: Solicita medida de prueba anticipada.
Señor Juez:
Carlos Botassi, abogado, t. XXVI fº 6 (CALP), CUIT e II.BB. nº
20-08346131-5, Responsable Inscripto en IVA, con el patrocinio del
Dr. Omar Andrés Monterubianesi, abogado, t. XXXIII, fº 384 (CALP),
CUIT e II. BB. nº 20-08188257-7, Monotributista, constituyendo domicilio procesal en calle 47 nro. 923 piso 6to. de la ciudad de La Plata,
a V.S. digo:
I.- PERSONERÍA.
1.- Como lo acredito con las copias de cartas poderes que adjunto, soy mandatario de JULIO OSCAR SALINAS, L.E. 1.669.224,
domiciliado en.............de la ciudad de Mar del Plata y de los retirados,
jubilados y pensionados que se mencionan en el listado anexo.
Los datos personales de cada uno de mis mandantes surgen de
los respectivos poderes.
2.- En su mérito solicito ser tenido por parte (art. 47 del
C.P.C.C. y art. 77 del C.C.A.).
II.- OBJETO Y COMPETENCIA.
1.- Siguiendo expresas instrucciones de mis poderdantes, vengo
a promover demanda contencioso administrativa contra la CAJA DE
RETIROS, JUBILACIONES Y PENSIONES DE LA POLICÍA DE LA
PROVINCIA DE BUENOS AIRES y contra la PROVINCIA DE BUENOS
AIRES, solicitando desde ya a V.S.:
1º.- La anulación de los acuerdos transaccionales celebrados
por cada uno de los actores con la Caja accionada en aplicación de la
Ley 13.437. Algunos de ellos promovieron juicios cuyas carátulas y
radicación serán materia de prueba anticipada ya que mis mandantes
–en general- no poseen copia de dichos acuerdos. Otros aceptaron extrajudicialmente las condiciones de la citada ley.
Una vez producida la prueba anticipada referida en el capítulo
III, será posible diferenciar aquellos actores que suscribieron los
acuerdos ahora impugnados durante el desarrollo de los procesos judiciales y quienes lo hicieron sin haber promovido juicio alguno.
2º.- La revisión y anulación de la sentencias homologatorias dictadas en los aludidos juicios 1 .
3º.- La condena al pago de las diferencias acumuladas y adeudadas en concepto de haberes en pasividad como consecuencia del
dictado del Decreto 1.014/97 y sus prórrogas, y que fueran indebidamente renunciadas debido a la sanción de la Ley 13.437 y su Decreto
Reglamentario 2.124/06 que establecieron un sistema de reconocimiento parcial del crédito con base fraudulenta ya que no contaron
con el porcentaje legal de adhesiones, claramente extorsivo y confisca1
La Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires, con cita de precedentes de la Corte
Nacional, tiene decidido que la falta de un medio procesal expreso para obtener la declaración de nulidad de una sentencia firme no puede impedir que se recurra a un proceso de conocimiento, que ofrece
mayores posibilidades de defensa y debate que la vía incidental (Ac. 23.240, Zavaleta c/ Kocourek,
10.6.1977, A y S 1977-I-1151). Es también la opinión mayoritaria de la doctrina como se recuerda en
Berizonce, Roberto O., Cosa juzgada fraudulenta y acción de nulidad, Rev. Jus nº 10, pág. 77, nota la
sentencia ce la Cám. Civ. y Com. 2ª de La Plata, Sala III, Lambruschini, 23.5.1967.
2
torio por las razones de hecho y de derecho que seguidamente expondré.
En otras palabras la presente acción está enderezada a que mis
poderdantes perciban el porcentaje de sus créditos que fuera remitido
como consecuencia del ilegítimo proceder de las accionadas.
4º.- Se abonen los intereses compensatorios, a la tasa activa que
percibe el Banco de la Provincia de Buenos Aires al otorgar créditos
comerciales 2 , devengados entre el momento en que debieron abonarse
los actores el incremento resultante del Decreto 1.014/97 y el día de
su efectivo pago, tanto respecto de las cuotas ya saldadas como en relación a la diferencia no reconocida por la Ley 13.437.
1.2.- Debido al carácter alimentario del crédito en cuestión,
desde ya pongo en conocimiento de V.S. que mis poderdantes continuarán percibiendo las cuotas acordadas, imputándolas inicialmente
a intereses y luego a capital. Al concluir el presente juicio, dichas cuotas serán debitadas del crédito que finalmente se reconozca. La
aceptación de tales pagos no debe interpretarse como desistimiento
del presente juicio, ni como renuncia a sus legítimos derechos.
1.3.- Como consecuencia del abandono del sistema de convertibilidad legal y el lamentable reingreso en una espiral inflacionaria que
disminuye significativamente el poder adquisitivo de nuestro signo
monetario, la deuda deberá ser repotenciada o indexada para compensar ese fenómeno sobre la base de los mecanismos que disponga V.S.
y en función de los guarismos que resulten de la pericia contable que
desde ya dejo solicitada y que se practicará en la etapa de ejecución de
sentencia, una vez firme el reconocimiento del derecho de mis poderdantes (arg. art. 514 del C.P.C.C.).
1.4.- Finalmente, aunque no se trata de una condición para la
viabilidad de las enumeradas pretensiones, solicito a V.S. la declaración de inconstitucionalidad de la confiscatoria Ley 13.437 debido a
2
CNCivil, en pleno, 20.4.2009, causa Samudio de Martínez, Ladislaa c. Transportes Doscientos Setenta SA s/daños y perjuicios.
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que arremete contra los principios de movilidad y esfuerzo contributivo previsional allanando el camino para que la Caja demandada
soslaye el debido cumplimiento de sus obligaciones.
1.5.- Igualmente solicito la declaración de inconstitucionalidad
del artículo 51 del Código Procesal Administrativo en tanto consagra,
como regla general, la imposición de costas en el orden causado, apartándose del sistema clásico de condena en costas a la parte perdidosa.
Resulta claro que detraer de un crédito de carácter alimentario
los gastos del juicio y, fundamentalmente, los honorarios de los letrados de la parte actora, constituye un agravio al derecho de propiedad y
un desconocimiento de la tutela constitucional del trabajador estatal,
con desconocimiento de lo prevenido en los artículos 14, 14 bis, 16 y
17 de la Carta Magna y artículos 39 y 40 de la Constitución de la Provincia de Buenos Aires.
2.- V.S. resulta competente para entender en la presente causa
por tratarse de pretensiones de cobro de diferencias de haberes previsionales enderezadas contra sujetos de derecho público que poseen
su sede en la Ciudad de La Plata (arts. 2 inc. 3º y 5 del Cód. Proc.
Adm.).
III.- PRUEBA ANTICIPADA.
1.- Como antes dije, la mayoría de los aquí actores que en su
momento demandaron la incorporación a sus haberes previsionales
del aumento salarial dispuesto por el Decreto 1014/97, no posee información relativa a la causa en la cual intervino, como tampoco
cuentan con esos datos aquellos accionantes rubricaron extrajudicialmente los acuerdos celebrados. Se trata, obviamente, de detalles
esenciales para la correcta descripción de la pretensión actora.
Debido a ello corresponde, y así lo solicito a V.S., se libre oficio a
la CAJA DE RETIROS, JUBILACIONES Y PENSIONES DE LA POLICÍA
DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES, con sede en la calle 5 esq. 48
de La Plata, anexando copia de la nómina de accionantes a fin de que:
1º) informe la carátula y radicación del juicio promovido por dicho
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personal en pasividad con motivo de la no aplicación proporcional a
sus haberes de retiro de las mejoras salariales dispuestas por el Decreto 1014/97; 2º) acompañe fotocopias de los acuerdos transacciones
celebrados por los nombrados y de las sentencias homologatorias que
los mismos merecieran; 3º) acompañe fotocopias de los convenios celebrados con aquellos beneficiarios que aceptaron el ofrecimiento de la
Ley 13.437 sin haber promovido juicio alguno.
2.- Una vez agregada dicha información procederé a ampliar la
presente demanda, señalando con precisión cuales son los acuerdos
que contaron con homologación judicial y cuales no (art. 331 del
C.P.C.C.).
IV.- HECHOS.
1.- A partir del año 1998 numerosos retirados, jubilados y pensionados de la Caja Policial promovieron sendos juicios contenciosoadministrativos reclamando el ajuste de los haberes de pasividad como consecuencia de una serie de aumentos de sueldos otorgados al
personal en actividad de manera encubierta o simulada, con el manifiesto objetivo de violar el principio de movilidad.
Uno de los incrementos salariales otorgados al personal en servicio fue el dispuesto por el Decreto 1.014 (del 1º de abril de 1997),
prorrogado por su similar nº 80/2003, y que resultó justificado en
base a una supuesta situación de “emergencia policial”. Dicha mejora
salarial no se proyectó al sector pasivo con el argumento de que se trataba de un incremento “no remunerativo”. Por esa razón –reitero- un
número significativo de jubilados, retirados y pensionados promovieron acciones judiciales reclamando se enmiende semejante ilegalidad.
2.- A fines del año 2005 la Corte Suprema de Justicia de la Nación dictó sentencia en la causa Jara 3 , reconociendo el derecho de este
Policía en pasividad de la Provincia de Neuquén a percibir una suma
3
CSJN, J. 25. XXXVIII. Jara, Mario Alberto c/ Instituto de Seguridad Social del Neuquén, 30.3.2004.
5
“no remunerativa” otorgada al personal policial en actividad trasladándola a sus haberes previsionales.
Al advertir las autoridades bonaerenses que los juicios en trámite podrían correr igual suerte, de manera urgente, sancionaron la Ley
13.437 ofreciendo un acuerdo leonino a favor del Fisco, tanto a quienes había promovido juicio como a quienes no lo habían hecho,
saldando apenas la mitad de la deuda y nada menos que en sesenta
(60) cuotas, sin reconocer intereses por el lapso transcurrido entre que
las diferencias se devengaron y el dictado de la referida ley.
En una clara postura extorsiva, la Ley 13.437 dispuso que aquellos
jubilados
y
retirados
que
no
se
adhirieran
al
acuerdo
unilateralmente diseñado, deberían continuar el pleito en trámite (o
iniciarlo según los casos), para una vez terminado el mismo percibir
sus créditos con bonos o títulos amortizables en 16 años, con seis
años de gracia (previos a comenzar el período de pago).
Apremiados por las circunstancias y considerando especialmente su elevada edad, la gran mayoría de los afectados se vio obligada a
aceptar la propuesta.
En todo momento las autoridades provinciales hicieron público –
luego trascendería que lo hicieron en forma insincera- que el nivel de
adhesión de la propuesta transaccional superaba el 90%. De esta manera se obtenía un doble resultado. En primer término se decía
alcanzar el porcentaje mínimo del 75% que, como condición de validez,
establecía el artículo 3° de la Ley 13.437. En segundo lugar se generaba la idea colectiva de que la solución propuesta era tan conveniente
que movilizaba en positivo a la casi totalidad de los afectados.
Más tarde se supo –como será probado oportunamente- que dicho porcentaje no fue alcanzado (al menos dentro del plazo previsto en
el artículo 4 del Decreto 2.124/06), provocando un justificado malestar entre los jubilados y retirados que se sintieron burlados en su
buena fe.
3.- El descontento de mis mandantes, y del conjunto de beneficiarios de la Caja Policial, se agravó luego del 18 de marzo del año
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2.009, al trascender que la Suprema Corte de Justicia provincial había
dictado sentencia en la causa B-60.279, Terzaghi, Néstor R. c/ Caja de
Retiros, Jubilaciones y Pensiones de la Policía de la Provincia de Buenos
Aires, condenando al pago del 100% de las diferencias ocasionadas
por la mala aplicación del Decreto 1.014/97, con más sus intereses.
Este precedente fue seguido a pie juntilla por el Juzgado Contencioso
Administrativo nº 1 de La Plata al sentenciar las causas nº 2280 “Vila
Carlos Tomás y otros c/ Caja de Retiros, Jubilaciones y Pensiones de la
Policía de la Prov. de Bs. As.” (sent. del 27.11.2009); nº 1963 “ Alfano
Oscar Antonio y otros c/ Caja de Retiros, Jubilaciones y Pensiones de la
Policía de la Prov. de Bs. As.” (sent. del 3.2.2010 y nº 13.765 “Cadenas
Jesús Daniel c/ Caja de Retiros, Jubilaciones y Pensiones de la Policía
de la Prov. de Bs. As.” (sent. del 10.2.2010).
En lógico y explicable correlato, quienes habían sido perjudicados por aquel acuerdo promovido en condiciones desfavorables, sin
alcanzar el porcentaje que jugó como condición de validez y bajo la
amenaza de estirar el pago nada menos que 16 años, contados a partir
de la sentencia que recaiga, advirtieron que habían sido víctimas de
una maniobra destinada a enderezar su voluntad en la dirección querida por la Caja obligada.
Antes de ello un medio gráfico de circulación en el sector pasivo
policial, informó que había tomado estado parlamentario un proyecto
de ley tendiente a enmendar el abuso de poder en que se había incurrido, permitiendo a los acreedores optar por cobrar el 100% de sus
créditos en bonos y también en efectivo. Con gran despliegue en su
portada y en página 2 el periódico informó que el proyecto, tramitado
por expediente 1.809/06-07, modificaría los términos de la Ley 13.437
y que contaba con la autoría de diputados de variado color político,
haciendo presumir su inminente sanción: Horacio Piamonte (Presidente Bloque del ARI), Marta Ferrara (Presidente Bloque del PAUFE),
Julián Domínguez (Presidente Bloque del PJ), Jaime Linares (Presidente del Bloque de la UCR), Sebastián Javier Cinquerrui, Mario Fabri y
Walter Martelo (legisladores del ARI).
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Anoticiados de la novedad jurisprudencial e impulsados por la
recordada noticia, numerosos jubilados y pensionados que habían adherido a las cláusulas predispuestas de los convenios transaccionales
y extrajudiciales del Anexo I del Decreto 2.124/06, reflexionaron y debatieron sobre todo lo acontecido, advirtiendo que habían sido
víctimas de una maniobra que afectó su libertad de decisión, conculcando su voluntad a la hora de aceptar las abusivas condiciones del
acuerdo. Decidieron entonces dirimir la cuestión ante V.S.
5.- La cronología de los hechos y el trámite parlamentario de la
Ley 13.437 al que aludiré seguidamente, dejan demostrado que dicha
norma tuvo por única finalidad desbaratar los legítimos derechos de
mi parte y conducen a la procedencia del presente planteo de revisión
de la cosa juzgada.
IV.- CARÁCTER ABUSIVO Y EXTORSIVO DE LA LEY 13.437.
1.- La norma que consumó la maniobra impugnada fue publicada en el Boletín Oficial el 19 de enero de 2006 cuando el pleito
principal se encontraba promediando su trámite. Sus previsiones
esenciales son las siguientes:
“ARTICULO 1º: Créase el Plan de Saneamiento de deudas con el personal pasivo Policial y Penitenciario de la Provincia de Buenos Aires, en
función de los lineamientos y con los alcances que establece la presente
ley, el cual tendrá como objetivo alcanzar una solución equitativa a las
diferentes situaciones que se presentan, por reclamos generados por la
aplicación de los Decretos N° 1014/97, 23/98, 237/99, 1192/02,
80/03 y 196/04.
ARTICULO 2°: El Poder Ejecutivo ofrecerá a los referidos agentes un
acuerdo en base a los siguientes términos y condiciones generales:
1) Fecha Valor de la Deuda: 30 de junio de 2004.
2) Quita:
a) Agentes que hubieren promovido acciones administrativas y/o judiciales: cuarenta y cinco por ciento (45%) del monto total liquidado.
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b) Agentes que no hubieren promovido acciones administrativas y/o judiciales: cincuenta por ciento (50%) del monto total liquidado.
3) Moneda: pesos.
4) Período de Gracia: doce (12) meses.
5) Inicio de los Servicios de Capital: julio de 2005.
6) Tasa de interés: tasa de interés promedio de caja de ahorro común
que pague el Banco de la Provincia de Buenos Aires, sobre saldos.
7) Servicios de interés: se devengarán intereses a partir del 1° de enero
de 2005 inclusive, sobre el valor de la deuda al 30 de junio de 2004, neto de la quita indicada en el punto 2). Los intereses devengados hasta el
30 de junio de 2005 serán capitalizados a esa fecha. El pago de los
servicios de interés se efectuará conjuntamente con las cuotas de amortización.
8) Amortización:
a) Agentes que al 30 de junio de 2004 tengan hasta 72 años cumplidos:
sesenta (60) cuotas iguales, mensuales y consecutivas.
b) Agentes que al 30 de junio de 2004 tengan 73 años cumplidos y hasta 75 años cumplidos: cuarenta y cinco (45) cuotas iguales, mensuales y
consecutivas.
c) Agentes que al 30 de junio de 2004 tengan 76 años cumplidos o más:
treinta (30) cuotas iguales, mensuales y consecutivas.
9) Renuncia por parte de los agentes participantes a todo reclamo judicial y/o administrativo, en relación a la deuda que se cancele mediante
los acuerdos a ser celebrados. La Provincia de Buenos Aires renunciará
a invocar la prescripción liberatoria respecto a las sumas devengadas a
favor de los beneficiarios por ese concepto. En ambos casos el acuerdo
queda sujeto al cumplimiento del grado de adhesión previsto en el artículo siguiente.
ARTICULO 3°: Una vez vencido el plazo, que determinará la reglamentación, para ejercitar la opción dispuesta en el artículo anterior, el Poder
Ejecutivo sólo podrá avanzar en el perfeccionamiento de la misma, si el grado de adhesión hubiera alcanzado el setenta y cinco
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por ciento (75%) de los agentes pasivos comprendidos en los alcances de la misma.
ARTICULO 5°: En caso de no lograrse el porcentaje de aceptación establecido en el artículo 3° de la presente, o bien, habiéndose alcanzado el
mismo respecto de los agentes que no hubieren aceptado, y sólo en el
caso de resultar alguna obligación a cargo de la Provincia, el Poder Ejecutivo procederá a cancelar las acreencias derivadas de la aplicación de
las disposiciones de los Decretos N° 1014/97, N° 23/98, N° 237/99, N°
1192/02, N° 80/03 y N° 196/04 -no siendo de aplicación a este respecto
lo
dispuesto
en
el
artículo
3°
inciso
9)
de
la
presente-,
exclusivamente mediante la suscripción a la par por parte de los
acreedores de los títulos públicos cuya emisión autoriza el artículo siguiente. También se cancelarán con los títulos indicados las
costas, costos del juicio, honorarios y otras obligaciones accesorias que
pudieren estar a cargo de la Provincia.
ARTICULO 6°: Autorízase al Poder Ejecutivo a emitir títulos de la deuda
pública provincial por hasta cuatrocientos millones (400.000.000) de pesos para afrontar la satisfacción de las obligaciones que pudieren
originarse en los casos previstos en el artículo anterior. Los bonos se
denominarán “Bonos de Saneamiento de Deudas con el Personal Policial y Penitenciario de la Provincia de Buenos Aires”, se nominarán en
Pesos con fecha de emisión el 1° de julio de 2005, tendrán un período
de gracia de 6 años para el capital, un plazo total de repago de
16 años con los intereses y demás condiciones que determine el
Poder Ejecutivo”.
2.- Se advierte claramente que las condiciones previstas en la
norma resultan leoninas.
En primer lugar debido a que no se reconocen intereses respecto
del tiempo transcurrido desde que surgieron las diferencias reclamadas (año 1997) hasta el 1º de enero de 2005. Es decir que durante
ocho años los importes debidos sufrieron el deterioro de su poder adquisitivo sin que se reconozca el derecho a percibir los pertinentes
intereses compensatorios.
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En segundo término se advierte con claridad el carácter extorsivo que tuvo la propuesta oficial. Quienes no se acogieran al régimen
de quita y espera, una vez concluidos los pleitos en trámite (o a iniciar), recibirían bonos o títulos de deuda con un plazo total de repago
de 16 años, con un período de gracia de 6 años.
3.- Resulta evidente que el Poder Ejecutivo, al proyectar la que
luego fuera la Ley 13.437, especuló con la elevada edad de los reclamantes. Amenazó entonces con proseguir los juicios a quienes no
transaren y obligar a litigar a quienes no lo habían hecho, para recién
después de dictada una sentencia de condena firme (transitando todas
las etapas recursivas existentes, locales y federales), entregar en “pago” títulos o bonos en las condiciones descriptas.
V.- INCONSTITUCIONALIDAD DE LA LEY 13.437.
1.- La descripción precedente respecto de los términos y condiciones establecidos en la Ley 13.437, dejan al descubierto su
manifiesta inconstitucionalidad.
El Preámbulo de la Carta Magna impone al Estado afianzar la
Justicia y el artículo 14 bis asegura a los trabajadores estatales los
beneficios de la seguridad social de manera integral e irrenunciable.
A su turno el artículo 39 inc. 3º de la Constitución de la Provincia de Buenos Aires dispone que en materia de seguridad social
regirán los principios de irrenunciabilidad, primacía de la realidad e
indemnidad, agregando que en caso de duda debe prosperar la interpretación más favorable al trabajador.
2.- La letra y el espíritu de ambas Leyes Fundamentales colocan
en falsete a la Ley 13.437 y otorgan sustento al presente acuse de inconstitucionalidad (arg. del art. 3 del Cód. Proc. Adm.).
VI.- INVALIDEZ DEL ACUERDO TRANSACCIONAL POR NO
ALCANZAR EL PORCENTAJE LEGAL DE ADHESIÓN.
1.- Como antes dije, en realidad y contrariamente al anuncio
oficial, el nivel de adhesión del 75% previsto en el artículo 3º de la Ley
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13.437 no fue alcanzado dentro del plazo de rigor 4 , y se estima que
tampoco se habría logrado hasta el presente.
La cuestión fue expresamente prevista en el artículo 6º del Decreto 2.124/06: “Si la cantidad de agentes que hayan adherido al Plan
de Saneamiento Provincial a través de la suscripción de los respectivos
Acuerdos fuere inferior al porcentaje establecido por el artículo 3º de la
Ley Nº 13.437, los Acuerdos suscriptos carecerán de toda validez; los
funcionarios citados no podrán perfeccionar tales Acuerdos y el Fiscal
de Estado no podrá transar los juicios en curso”.
De manera que el referido porcentaje de incorporación al régimen de quita y espera propuesto por la Ley 13.437 constituyó una
condición de validez de los acuerdos transaccionales, tal como se ratificó en el artículo 6º del convenio-modelo incorporado como Anexo I al
citado Decreto: “Cláusula sexta: El presente Acuerdo de Pago carecerá
de validez en caso de no lograrse el porcentaje de aceptación establecido en el artículo 3º de la Ley 13.437 y en el artículo 5º del Decreto Nº
2.124/06”.
2.- La inexistencia del porcentaje de adhesión requerido en la
normativa como condición de validez de los acuerdos hace que los
mismos resulten nulos de nulidad absoluta e insanable.
Solicitamos que así sea expresamente declarado por V.S.
VII.- ANALISIS DE UNA HIPÓTESIS: EFECTIVA EXISTENCIA
DEL PORCENTAJE DE ADHESIÓN PREVISTO EN LA LEY 13.437.
1.- La circunstancia descripta en el numeral precedente otorga
suficiente sustento a la presente demanda. Como es obvio mis poderdantes no tienen acceso a las registraciones de la Caja demandada,
aunque les consta por trascendidos que aquel porcentaje legal no fue
alcanzado. Debido a ello, ad eventum, señalaré que los acuerdos transaccionales impugnados –aunque contaran con el nivel de aceptación
4
El art. 4 del Decreto 2.124/06 encomendó a la Caja Previsional determinar el universo de agentes alcanzados por la Ley 13.437 y calcular los importes de sus acreencias, informando a los mismos “la
fecha en que comenzará a correr el plazo para adherir a la referida propuesta y el lugar al que deberán concurrir a tal efecto. Dicho plazo se extenderá por noventa (90) días corridos”.
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publicitado por la contraria- resultan inválidos por contradecir reglas
y principios básicos e irrenunciables de la materia previsional.
Insisto entonces: aún cuando se probara que el número de adherentes alcanzó en tiempo útil el 75% de los acreedores perjudicados
por la aplicación del Dec. 1014/06, igualmente el planteo nulificante
debe prosperar, por las razones que a continuación exponemos.
1.- Fraude a reglas y principios de orden público e indisponibles para los propios beneficiarios.
1.1.- En primer lugar cabe señalar el carácter claramente extorsivo de la oferta oficial, concretada bajo el virtual apercibimiento de
atender las futuras sentencias de condena entregando a los acreedores
títulos públicos con un período de gracia de 6 años y un plazo de
amortización de 16, contrariando conscientemente la doctrina de la
Corte Suprema de Justicia de la Nación consolidada a partir de la
causa Vergnano de Rodríguez 5 , en la cual el Alto Tribunal consideró
inconstitucional la Ley 12.836 de automoratoria de deudas provinciales por establecer condiciones más gravosas para el acreedor que las
contempladas en el régimen nacional, especialmente por no prever la
opción de cobro en efectivo 6 .
En el mensaje de fundamentación del proyecto de la Ley 13.436
se relata que “es intención del Poder Ejecutivo, implementar un procedimiento amplio de rescate que se sustente sobre las mismas bases que
la opción de pago en efectivo que se propicia incluir para los futuros
acreedores de obligaciones consolidadas”.
Y así se hizo efectivamente. El legislador bonaerense, mediante
la reforma de la Ley general de consolidación de deudas 12.836, llevada a cabo por la citada Ley 13.436, acatando el criterio de la Corte
5
CSJN, causa V.128.XXXV, Vergnano de Rodríguez, Susana B. c/ Prov. de Buenos Aires, sent. del
26.10.2004
6
La enmienda de la Ley 13.436 no logró neutralizar el vicio de origen: contener condiciones más gravosas que las establecidas en el sistema de consolidación de deudas del Estado Nacional y la Ley
12.836 fue declarada inconstitucional por la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires,
en las causas B-59.361, Aubert, Celia c/ Prov. de Buenos Aires (I.P.S.), 12.10.2005 y B-60.574, Gurquel c/Prov. de Buenos Aires ( I.P.S.), 11.7.2007.
13
Nacional redujo el plazo de amortización de los bonos e incluyó la opción de cobro en efectivo.
La ley siguiente, es decir la nº 13.437 (sancionada en el mismo
“paquete” normativo), en cambio, a fin de obtener su efecto disuasor
de la prosecución de los procesos en trámite, solamente previó que la
deuda con el sector pasivo policial fuera saldada en títulos o bonos a 16 años de plazo. La intención extorsiva del régimen quedó
entonces al descubierto. La ley general de consolidación 13.436 atenuaba las condiciones al que se someterían los acreedores del Fisco en
general y, al mismo tiempo, la norma específica para los jubilados de
la Policía Provincial (es decir la Ley nº 13.437) fijaba pautas ya declaradas inconstitucionales. El agravio al principio de igualdad no podía
ser mayor.
Desde luego que semejante desajuste no puede considerarse
motivado por una inadvertencia del legislador. Nótese que el Poder
Ejecutivo, en el ya citado mensaje de fundamentación del proyecto que
luego sería sancionado como Ley 13.436 (consolidación de deudas en
general), tenía plena noticia y conciencia de la objeción opuesta por la
Corte Nacional a la Ley 12.836, dejando en claro que el Superior Tribunal Federal –en la ya citada causa Vergnano de Rodríguez- “declaró
inaplicable el ordenamiento provincial en materia de consolidación de
deuda pública y en particular destaca tres aspectos en los que el régimen de consolidación provincial se aparta del nacional: el primero, es la
falta de opción de pago en efectivo, el segundo la extensión del alcance
temporal de la consolidación provincial; y el tercero es una observación
concreta al límite al endeudamiento que fija el artículo 18 de la Ley
12.836”. A pesar de ello, el Congreso local sancionó –a sabiendas de
su inconstitucionalidad- la Ley 13.437 de consolidación de las deudas
previsionales de la Caja demandada imponiendo al sector pasivo policial y penitenciario condiciones leoninas bajo apercibimiento de
“pagar” las eventuales sentencias de condena con bonos o títulos a 16
años de plazo.
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En este sentido no cabe más que concluir que el mensaje de
fundamentación del proyecto de la que luego sería la Ley 13.437 no
fue sincero al expresar que el denominado “Plan de Saneamiento de
Deudas con el Personal Policial y Penitenciario de la Provincia de Buenos Aires, tiene por finalidad alcanzar una solución equitativa para el
conflicto planteado entre la Provincia y los agentes pasivos de la Policía
y del Servicio Penitenciario Bonaerense a raíz de los Decretos 1.014/97,
23/98, 237/99, 1.192/02, 80/03 y 196/04”.
La intención extorsiva resulta clara cuando se lee: “En tal sentido el proyecto de ley propuesto dispone que el Poder Ejecutivo ofrezca a
dichos agentes la cancelación de las obligaciones litigiosas o dudosas
originadas en tales decretos, para lo cual estos deben aceptar una quita, sobre el monto total liquidado, del cuarenta y cinco por ciento (45%),
para aquellos agentes que hubieren promovido acciones administrativas
y/o judiciales y del cincuenta por ciento (50%) para quienes no hayan
iniciado acciones. La diferencia porcentual antes indicada se establece
por motivos de equidad, atendiendo a la circunstancia de que quienes
hayan iniciado acciones tendrán un costo adicional respecto de los
agentes que no lo hicieron, en tanto las costas y costos del juicio, los
honorarios regulados judicialmente y/o pactos de cuota litis no serán
afrontados por la Provincia. La cancelación se realizará en efectivo y según la edad de los agentes- en 30, 45 o 60 cuotas iguales, mensuales
y consecutivas, aplicándose la tasa de interés promedio de caja de ahorro común que publique el Banco Central de la República Argentina,
sobre saldos. Se propone un período de gracia de doce (12) meses, iniciándose el pago de los servicios de capital en julio de 2005. Se
entiende que esta propuesta representa una composición de intereses
como alternativa satisfactoria para las partes Sin embargo, dado que la
finalidad de tales acuerdos es lograr una solución general para todos
los agentes involucrados, el Poder Ejecutivo sólo podrá perfeccionar dicha oferta si el grado de adhesión hubiera alcanzado el setenta y cinco
por ciento (75%) de los agentes pasivos comprendidos en los alcances
de la misma. Para el supuesto de no lograrse ese porcentaje de
15
aceptación, -y también, habiéndose alcanzado ese porcentaje, en
relación a obligaciones que pudieran originarse respecto de los
agentes que no hubieren aceptado- se prevé, en caso de surgir a
raíz del conflicto existente obligaciones a cargo de la Provincia,
la suscripción a la par de títulos de la deuda pública provincial,
a ser emitidos en pesos con fecha 1 de julio de 2005, también
con un período de gracia de 6 años para el capital, con un plazo
total de repago de 16 años” (el destacado me pertenece).
1.2.- A riesgo de resultar reiterativo me permito insistir. La ley
precedente a la nº 13.437, es decir la nº 13.436, había tenido el explícito objetivo de atenuar el rigor de la Ley 12.836 adaptando el régimen
de consolidación local a la normativa nacional 7 . En cambio la Ley
13.437 (sancionada conjuntamente), se desentendió del asunto, dejando
demostrado
que
el
legislador,
a
conciencia
de
la
inconstitucionalidad declarada tanto por la Corte Nacional como por la
Suprema Corte local, mantuvo el plazo de amortización en 16 años y
no previó la posibilidad de opción por pago efectivo para quienes continuaran los procesos en trámite.
1.3.- La secuencia cronológica resulta ilustrativa respecto de la
intención fraudulenta del Poder Ejecutivo que proyectó y promulgó la
Ley 13.347 y el Poder Legislativo que la sancionó. Veamos:
La Corte Nacional dictó sentencia en Vergnano de Rodríguez,
fulminando de inconstitucional el sistema de pago exclusivamente en
bonos a 16 años de plazo de la Ley 12.836 en octubre de 2004.
En marzo de 2005 se elevaron los proyectos de leyes
luego
sancionadas con los números 13.346 y 13.347. La primera para sanear los defectos de la Ley 12.836, la segunda acentuando aquellos
vicios en el caso de jubilados y retirados policiales y penitenciarios.
En diciembre de 2005 ambas leyes fueron sancionadas sin miramientos, a pesar de lo contradictorio de sus respectivos articulados.
7
Finalmente dicho objetivo se vio frustrado porque el nuevo régimen tampoco resultó acertado y se
mantuvo más gravoso que el contemplado en la legislación nacional, como lo señaló la Corte Suprema
de Justicia de la Nación en la causa Mochi c/ Prov. de Buenos Aires, 26.2.2008, Fallos 331:352.
16
1.4.- No cabe duda que el legislador –y con mayor razón el Poder
Ejecutivo que la proyectó- tuvieron plena conciencia del desajuste de
la Ley 13.347 respecto de la jurisprudencia de la Corte Nacional y de
la Suprema Corte de Justicia Provincial ¿Cómo es posible entonces,
que igualmente hayan convertido aquel proyecto en ley?. La única respuesta posible, es la finalidad extorsiva que la justificó.
2.- El propio Parlamento local detectó el vicio.
2.1.- Mis mandantes, enterados de la existencia de un proyecto
legislativo de saneamiento de los vicios enrostrados a la Ley 13.437, a
raíz de la aludida publicación de una entidad asociativa policial me
convocaron para analizar la situación y determinar la eventual existencia de una conducta oficial fraudulenta que aportara sustento a la
presente demanda.
2.2.- Una circunstancia que torna imperiosa la impugnación de
los acuerdos es que el mismísimo Congreso Provincial, a través de su
Cámara de Diputados había advertido la incongruencia de sancionar
dos leyes sucesivas marcadamente contradictorias. Para sanear semejante escándalo legislativo, diputados referentes de los principales
Partidos Políticos 8 presentaron el proyecto de ley nº D-1809/06-07
proponiendo modificar sustancialmente la Ley 13.437. Sus fundamentos resultan de extraordinario interés, razón por la cual se transcriben
íntegramente:
“Con la sanción de las leyes 13.436 y 13.437, y de su estudio
comparativo, cabe constatar un tratamiento legislativo discriminatorio e injusto para un sector de ciudadanos que detentan
acreencias a ser cumplidas por el estado provincial.
Las referidas normas, que tuvieron su origen en la declaración de
inconstitucionalidad de la ley 12.836 (Segunda Agenda al Compromiso
Federal por el Crecimiento y la Disciplina Fiscal) por parte de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires y la Corte
8
Como antes dije el proyecto fue redactado por el Presidente del Bloque del A.R.I. Héctor Horacio
Piemonte, y contó con el apoyo de los diputados Jaime Linares (U.C.R.), Marta Susana Ferrara (PAUFE), Mario Jorge Fabris (A.R.I.), Julián Andrés Domínguez (Presidente del Bloque del PJ), Walter
Martello (A.R.I.) y Sebastián Javier Cinquerrui (A.R.I.).
17
Suprema de Justicia de la Nación, establecieron la opción de pago de
sus acreencias en efectivo, y además previeron distintas condiciones
para el acceso al cumplimiento a través de la entrega de títulos públicos
en los distintos acreedores.
El Poder Legislativo distinguió inconstitucionalmente en su tratamiento, al personal pasivo perteneciente al servicio penitenciario y a la
policía en detrimento del resto de los acreedores del estado provincial.
El Plan de saneamiento de deudas con el personal pasivo policial y penitenciario de la Provincia de Buenos Aires que crea la ley 13.437, y a
modo de apretada síntesis ofrece abonar las acreencias en títulos públicos a dieciséis (16) años, o en efectivo pero con una quita del orden del
cincuenta por ciento (50%) a cumplirse en los cinco (5) años, con un año
de gracia; todo lo que resulta sustancialmente injusto, de cotejarse
con las prescripciones de la ley 13.436 a la luz de los preceptos constitucionales de aplicación (art.16º , 17º , 28º y 75º inc.22. de la
Constitución Nacional).
Estas cuestiones que se señalan, originarán, de no ser corregidas,
un cuantioso número de juicios en contra del Estado, los que deberían
ser evitados. Razones de justicia e igualdad ante la ley, imponen la
presentación de esta iniciativa legislativa que solicitamos al resto de los
representantes del pueblo su acompañamiento” (el destacado, ausente
en el original).
2.3.- El articulado del proyecto, tendiente a enmendar la manifiesta inconstitucionalidad de la Ley 13.437, establece la opción de
pago en efectivo y en títulos o bonos, pero –en ambos casos- saldando
el 100% de las acreencias.
3.- La discriminación del trabajador estatal.
3.1.- Lamentablemente el saludable intento de retornar a la legalidad no prosperó y mis poderdantes se encontraron frente a la
alternativa originaria de la Ley 13.437.
Luego de litigar durante un tiempo significativo, obtenida una
sentencia favorable firme, la liquidación resultante debía comenzar a
saldarse en el séptimo año, transitando un total de 16 años. Ello con
18
relación a un crédito de carácter alimentario cuyos acreedores retirados, jubilados y pensionados, son –por definición- personas de edad
avanzada. En ese contexto no se contaba con otro camino como no
fuera aceptar las leoninas condiciones de la propuesta ahora repudiada.
3.2.- Si bien el tratar a los empleados públicos como trabajadores de segunda y a los jubilados como mendicantes no constituye un
fenómeno novedoso, no es menos cierto que el caso bajo examen se
lleva las palmas 9 . Como se ha señalado con precisión 10 , en el caso de
autos se ha producido “una tensión entre el negocio jurídico (la transacción de los juicios en marcha) y el todo jurídico (las normas
constitucionales y legales que amparan al trabajador en pasividad y
aseguran la movilidad de su haber). Formalmente la ley se cumple, pero lo que realmente se pretende es violarla y existe, en tales casos, una
ley de cobertura, a cuyo amparo se realiza un negocio aparentemente lícito y una ley defraudada que se quiere dejar de lado persiguiéndose
un resultado semejante al prohibido. Siempre hay una tirantez entre la
autonomía de la voluntad y una ley imperativa”.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación, al decretar la invalidez de una norma inserta en un convenio colectivo del trabajo –
situación semejante al sub examine donde se celebraron cientos de
acuerdos individuales- explicó que “debe entenderse que el propósito
del constituyente, al establecer en el art. 14 bis …consistió en poner a
los servidores del Estado al abrigo de la discrecionalidad de las autoridades de turno y de los vaivenes de la vida política, no sólo con el
objeto exclusivo de tutelar la dignidad del agente público frente a dichas
situaciones, sino también de tributar a la realización de los fines para
los cuales existen las instituciones en las que aquéllos prestan sus servicios”, agregando que “el principio pro homine, connatural de los
9
El Estado empleador olvida con inusitada frecuencia que el art. 14 bis de la Constitución Nacional,
cuando establece que el trabajo en sus diversas formas gozará de la protección de las leyes, no distingue
entre trabajadores del sector privado y público.
10
Ferreirós, Estela M., Los trabajadores del Estado, el fraude y el maltrato, Doctrina Laboral ERREPAR, Boletín XIX (mayo 2005), pág. 395.
19
Derechos Humanos, determina que el intérprete deba escoger dentro de
lo que la norma posibilita, el resultado que proteja en mayor medida a
la persona humana, imponiéndose esta pauta aún con mayor intensidad, cuando su aplicación no entrañe colisión alguna del derecho
humano así interpretado, con otros valores, principios, atribuciones o
derechos constitucionales” 11 .
3.3.- En general se caracteriza la conducta fraudulenta como
una maniobra mediante la cual se elude una prohibición legal realizando un acto jurídico real y en principio legítimo que sirve de
cobertura de la verdadera intención engañosa 12 .
“En suma, los otorgantes del acto fraudulento se escudan en una
norma legal, utilizando un procedimiento negocial que les sirve de cobertura, y que tiene la suficiente idoneidad como para arribar a un
determinado resultado (que es el efectivamente querido por ellos). Pero
bajo este aparente andamiaje lícito, subyace el verdadero propósito de
los intervinientes en el acto, el cual consiste en eludir otra norma legal
que les impediría alcanzar aquél resultado práctico que se han trazado.
Se visualiza, de este modo, esta segunda norma (imperativa o de orden
público) que podría calificarse como defraudada” 13 .
Este tipo de proceder se detecta con extraordinaria frecuencia en
materia laboral tanto privada como pública. En este último terreno resultan paradigmáticos los ejemplos relativos a los sueldos encubiertos
bajo formas de premios y bonificaciones y el ardid de los supuestos
empleados contratados para burlar el derecho a la estabilidad. El propio Decreto 1.014/97, cuyo carácter simulado vino a ser declarado por
la Suprema Corte provincial en el citado caso Terzaghi, constituye un
claro ejemplo de lo afirmado. “Existe en estos casos una ley de cobertura a cuyo amparo se realiza el negocio aparentemente lícito y una ley
11
CSJN, Madorrán, Marta c/ Adm. Nac. de Aduanas, 3.5.2007.
Brebbia, Roberto, Hechos y actos jurídicos, Astrea, pág. 345.
13
Peralta Reyes, Víctor M., Fraude a la ley y fraude a los acreedores. La acción revocatoria ordinaria
o Pauliana, La Ley 2006.D.890. La denominada “ley de cobertura” que enmascara al negocio fraudulento es, en nuestro caso, la Ley 13.437 y la “ley defraudada” está conformada por la Ley 13.436 y las
disposiciones constitucionales y legales que establecen el principio de movilidad previsional y el carácter irrenunciable de los derechos alimentarios (vid. Peralta Reyes, Víctor M., ob. cit. pág. 891).
12
20
defraudada que se quiere dejar de lado persiguiéndose un resultado
semejante al prohibido. Siempre hay una tirantez entre la autonomía de
la voluntad y una ley imperativa” 14 .
3.4.- El vicio del convenio transaccional celebrado por mis poderdantes surge de su simple confronte con las reglas y principios del
Derecho Previsional (movilidad, irrenunciabilidad) y no requiere probar
la intencionalidad ni elemento subjetivo alguno. El fraude queda acreditado desde el momento que se advierte que la ingeniería normativa
configurada por la Ley 13.437 y su Reglamento fue diseñada para violar lo prevenido en el artículo 14 bis de la Constitución Nacional y en
el artículo 39 de la Carta Provincial (irrenunciabilidad, primacía de la
realidad, indemnidad, progresividad y, en caso de duda, interpretación
a favor del trabajador).
3.5.- Resulta sobradamente conocido, y releva de mayores argumentaciones, la circunstancia de que la
irrenunciabilidad de los
beneficios de la seguridad social, con sustento en la citada disposición
constitucional, fue reiteradamente consagrada por la Corte Suprema
de Justicia de la Nación 15 .
4.- Agravio patrimonial provocado por el acuerdo transaccional denunciado. Vicio de la voluntad (lesión enorme).
4.1.- El no reconocimiento de intereses en el período que va
desde el dictado del Decreto 1040/97 a la sanción de la Ley 13.437
(más de ocho años), el pago del 50% reconocido hasta en 60 cuotas
mensuales y sumando un interés sobre saldo a tasa pasiva, hacen que
la suma finalmente percibida por el incidentista sea equivalente al
veintitrés con cincuenta y tres centésimos por ciento (23,53 %)
de su verdadera acreencia, pudiendo reducirse a guarismos cercanos
al 20 % y menores aún de mantenerse el fuerte incremento de los precios advertido en los últimos meses, durante el período aún faltante de
recorrer hasta la cancelación de la mayoría de los planes de pago re-
14
Ferreirós, Estela M., Principio de primacía de la realidad, Rev. Der. Laboral 2008-6-471.
V. gr. CSJN, D.1714 XXXVIII, Durante de Mondot c/A NSES, 15.8.2006
15
21
sultantes de los acuerdos oportunamente celebrados. O sea; de mantenerse la actual escalada inflacionaria hasta el mes de Julio próximo,
mis mandantes habrán percibido un porcentaje de alrededor del 20 %
de sus respectivos créditos, conforme será probado mediante la pericia
que se ofrece como prueba.
Corresponde remitir, en este sentido, al meduloso análisis económico realizado por el Cdor. Gustavo Poch que se anexa, solicitando
a V.S. que considere su texto parte integrante del presente escrito, especialmente las conclusiones volcadas en su planilla nro. 19, cuadros
3 y 4.
4.2.- El principio de movilidad previsional, sobre todo en un
contexto inflacionario como el que predomina en nuestro país, provee
al mantenimiento del poder adquisitivo de los haberes y reconoce el
esfuerzo contributivo realizado por el jubilado durante su período de
actividad 16 . Es claro que el Fisco provincial con el dictado de la Ley
13.437 ha intentado huir de la normativa tutelar del Derecho Previsional, confiscando parte del patrimonio de los accionantes. Se trata
claramente de un objetivo imposible ya que aquel se encuentra anclado en las Constituciones Nacional y Provincial, es decir en normas
imperativas por excelencia, de derecho público y de orden público, ni
siquiera dispensable por las personas directamente interesadas 17 .
16
La Corte Nacional ha destacado "la necesidad de mantener una proporción justa y razonable entre
el haber de pasividad y la situación de los activos”, ya que se trata de una “consecuencia del carácter integral que reconoce la Ley Suprema a todos los beneficios de la seguridad social y de la íntima
vinculación que guardan las prestaciones aseguradas al trabajador con aquellas de naturaleza previsional, que son financiadas primordialmente con los aportes efectuados durante el servicio. Los derechos a
una retribución justa y a un salario mínimo vital y móvil —dirigidos a garantizar alimentación y vivienda, educación, asistencia sanitaria y, en definitiva, una vida digna— encuentran su correlato en las
jubilaciones y pensiones móviles que deben ser garantizadas a los trabajadores cuando entran en pasividad" (causa S.2758.XXXVIII, Sánchez c/ ANSES, 17.5.2005).
17
La Corte Suprema de Justicia de la Nación ha dicho que no sólo es facultad sino también deber del
legislador fijar el contenido concreto de la garantía constitucional de movilidad jubilatoria, teniendo
en cuenta la protección especial que la Ley Suprema ha otorgado al conjunto de los derechos sociales,
ya que en su art. 75, incs. 19 y 23, impone al Congreso proveer lo conducente al desarrollo humano y al
progreso económico con justicia social, para lo cual debe legislar y promover medidas de acción positiva que garanticen el pleno goce de los derechos reconocidos, en particular a los ancianos, norma que
descalifica todo accionar que en la práctica lleve a un resultado que afecte tales derechos (causa
B.675.XLI, Badaro c/ ANSES, 8.8.2006).
22
El reconocimiento del 50% de las diferencias acumuladas 18 , sin
interés compensatorio alguno, al igual que la cantidad de cuotas fijadas según la edad del acreedor, reviste carácter contractual (art. 832
del Código Civil). Los términos del acuerdo contienen un agravio patrimonial de tal magnitud que resulta viciado por “lesión enorme” en
los términos del artículo 954 del Código Civil.
VIII.- INOPONIBILIDAD DE LA COSA JUZGADA.
Anticipándome a la defensa de cosa juzgada que seguramente
opondrá la contraria con relación a aquellos actores que habían accionado y transaron en sede judicial, señalo que dichas sentencias
homologatorias resultan írritas por las razones que seguidamente expondré. Introduzco, en este sentido, un formal planteamiento de
revisión y anulación de la cosa juzgada.
1.- Inicialmente corresponde señalar que tales sentencias homologatorias fueron dictadas sobre una base fáctica errada (o, si se
prefiere, intencionalmente alterada por la contraria) desde el momento
en que se hallaba ausente la condición impuesta por el artículo tercero
de la Ley 13.437, en tanto establece que el Poder Ejecutivo solo podrá
avanzar en el perfeccionamiento de la opción transaccional puesta al
alcance de los acreedores si existiera un 75% de adhesiones efectuadas en un tiempo acotado.
Cabe remitir en este sentido a lo expresado en el capítulo VI del
presente escrito.
2.- Se ha dicho con total acierto que “es mediante la revisión de
la cosa juzgada –en supuestos precisos y suficientemente justificadoscomo se va a preservar la Justicia…La finalidad no es, desde luego,
quebrantar o menguar un principio tan esencial para el orden y la esta-
18
Es el porcentaje reconocido a quienes no registraban juicios iniciados por dicha causa. A quienes sí
registraban juicios, el reconocimiento fue del 55 %; porcentaje que en modo alguno fue un “mayor reconocimiento”, ya que aquel 5 % excedente, la Ley previó afectarlo al pago de los honorarios
convenidos por los actores con sus abogados, “uniformando” así la Ley un igual ofrecimiento real: 50
%, cualquiera sea la situación de sus destinatarios.
23
bilidad cual es el de la seguridad jurídica, sino, por el contrario, no bloquear una función de rescate de la Justicia cuando ésta nada más que
aparentemente había quedado satisfecha y con posterioridad se evidencia que aquel juicio era infecundo y no se correspondía con la
verdadera situación a dilucidar” 19 . Asimismo se ha destacado que la
revisión procede “cuando se observa que entre las redes de la cosa juzgada ha quedado atrapada la justicia, y que el resultado disvalioso de
la sentencia no se debe a la culpa ni al dolo, ni a la desidia del perjudicado” 20 .
La Corte Suprema de Justicia de la Nación ha considerado nula
la sentencia en la que se ha deslizado un error esencial 21 . En igual
sentido, la Suprema Corte de Mendoza ha dejado sin efecto una decisión firme “cuando existe una grave deficiencia en el material de
percepción del órgano judicial” 22 . Por su parte la Sala Civil del Tribunal
Superior de Córdoba tiene decidido que “la cosa juzgada puede ser revisada en los casos en que se opera un cambio en las circunstancias
que dieron origen al fallo, o cuando se detecten ciertos vicios que lo
hagan intolerablemente injusto. La sentencia inicua es nula si mediante
ella se violenta una garantía constitucional, frente a la cual cede la preclusión procesal como fenómeno convalidante de los actos del proceso, y
la cosa juzgada como expresión última de la jurisdicción” 23 .
A su turno la Excma. Suprema Corte de Justicia de la Provincia
de Buenos Aires, con cita de precedentes de la Corte Nacional 24 , ha
resuelto que “los motivos de seguridad jurídica, economía procesal y
19
Morello, Augusto M., “Prólogo” en Hitters, Juan Carlos, Revisión de la cosa juzgada, Platense, 2ª
edición, 2001, pág. 3.
20
Hitters, Juan Carlos, Revisión de la cosa juzgada), Platense, 2ª edición, 2001, pág. 280.
21
CSJN, Felcaro, José Luis, 23.4.1987, Fallos 310:858.
22
SC Mendoza, P. R. A., 2.9.1999, La Ley 1999-F-529, donde se explicó que la inmutabilidad de la cosa juzgada es una técnica de política legislativa no un valor en sí mismo; por lo tanto no es un concepto
absoluto, la posibilidad de revisión posee rango constitucional y alcanza los casos de error esencial e
iniquidad (del voto de la Dra. Kemelmajer de Carlucci).
23
TS Córdoba, Sala Civil, Ruiz, Daniel, 13.4.1999, La Ley 1999-E-689, con nota de Ibarlucía, Emilio
A., Nulidad de la cosa juzgada írrita. Aplicación de la teoría del abuso del derecho y de los principios
constitucionales, quien señala con acierto que la cosa juzgada debe organizarse sobre bases compatibles
con los demás derechos y garantías constitucionales, ya que no se trata de un “derecho” sino de una
“garantía de derechos” (La Ley 1999-E-692).
24
E.D. 36-288 y 49-319; Fallos 238:18 y 254:320.
24
necesidad de evitar sentencias contradictorias, que dan fundamento a
la institución de la cosa juzgada, no son absolutos, y deben ceder frente
al deber de afirmar otros valores jurídicos de raigambre constitucional...La cosa juzgada, como todas las instituciones legales, debe
organizarse sobre bases compatibles con los derechos y garantías constitucionales” 25 . En numerosas ocasiones el Alto Tribunal Federal se
adentró en la revisión de sentencias firmes que provocaron resultados
económicos inicuos violentando los principios establecidos en los artículos 953 y 1071 del Código Civil 26 .
3.- De manera coincidente, la doctrina ha destacado que “una
sentencia como acto de un órgano de poder que vulnera derechos fundamentales, no está habilitada como tal aunque esgrima el ropaje
formal de la cosa juzgada, por cuanto al colisionar con el orden público constitucional, lo procesal (de naturaleza instrumental) queda
subsumido a lo estructural (determinado por la dimensión de los derechos fundamentales)” 27 .
4.- A su turno, el artículo 15 de la Ley de Contrato de Trabajo
dispone que “los acuerdos transaccionales, conciliatorios o liberatorios
sólo serán válidos cuando se realicen con intervención de la autoridad
judicial o administrativa, y mediare resolución fundada de cualquiera
de éstas que acredite que mediante tales actos se ha alcanzado una
justa composición de los derechos e intereses de las partes”.
Reglamentando dicha norma, en sus considerandos, la Resolución Nº 135/08 del Ministerio de Trabajo de Provincia de Buenos
Aires, publicada en el Boletín Oficial el 5 de agosto de 2008 expresa
que “la cosa juzgada resulta inoponible a los sistemas de la seguridad
social”, disponiendo que los delegados regionales de dicho Ministerio
25
SCJBA, Zabaleta c/ Kocourek, 10.6.1977, A y S 1977-I-1151.
Ver, por ej., CSJN, Sequeiros, 14.12.1993, La Ley 1994-D-216.
27
Gil Domínguez, Andrés, La acción de nulidad por cosa juzgada írrita. Aspectos formales y sustanciales, La Ley 2006-B-809. En el mismo sentido Berizonce, Roberto, Medios de impugnación de la
cosa juzgada, Revista del Colegio de Abogados de La Plata nro. 26, pág. 259.
26
25
deberán “observar que el importe indemnizatorio a percibir por el
trabajador no sea inferior al 70% de la suma que legalmente le
corresponde. Cuando el porcentaje oscile entre el 50 y 69 %, el Sr. Delegado Regional previo al dictado de la disposición homologatoria
deberá considerar en cada caso particular si se ha arribado a una justa composición de derechos e intereses” (art. 4).
5.- En suma, además de los supuestos de grave error de hecho o
de derecho también cede la cosa juzgada cuando lo decidido (en el caso sentencia homologatoria de un acuerdo transaccional) viene
a
afectar derechos esenciales de raigambre constitucional e irrenunciables. En esa dirección se ha resuelto que “no a toda sentencia debe
reconocérsele fuerza de resolución inmutable” 28 .
En otras palabras: cuando se afronta el problema de dilucidar la
tensión entre la inalterabilidad de los derechos del empleador definitivamente adquiridos por virtud de una transacción homologada
(fundada en el derecho de propiedad) y los derechos del trabajador
también protegidos por normas de alto contenido constitucional, corresponde priorizar estas últimas cuando se advierte la abdicación de
derechos irrenunciables.
IX.- PRUEBA.
Además de la medida informativa de producción anticipada solicitada en el capítulo III, ofrezco la siguiente prueba que hace al
derecho de mi parte (art. 178 del C.P.C.C.):
1.- Instrumental que se acompaña:
a.- Noventa y ocho (98) cartas poderes;
28
CSJN, Bemberg c! Gobierno Nacional, 29.12.1971, La Ley 150-592, con nota de Luqui, Juan C.,
Una transacción sui generis.
26
b.- Noventa y ocho (98) recibos extendidos por la Caja Previsional Policial en los cuales se consigna la percepción de las cuotas acordadas
con motivo de la sanción de la Ley 13.437 (Códigos 83);
c.- Estudio elaborado por el Cdor. Gustavo Poch en 8 folios y 19 planillas anexas.
2.- Expediente parlamentario: Mediante oficio de estilo dirigido al
Señor Presidente de la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires, se solicitará la remisión de las piezas originales o fotocopias
del expediente nro. D-1.809/06-07, por el cual se propició la reforma
de la Ley 13.437.
3.- Pericial (art. 183 del C.P.C.C.): Propongo a V.S. designe perito
único Contador para que, compulsando las registraciones obrantes en
la Caja de Retiros, Jubilaciones y Pensiones de las Policías de la Provincia de Buenos Aires, se expida sobre los siguientes puntos de
pericia:
Primero: Considerando la totalidad de beneficiarios que no percibían
la mejora resultante del aumento dispuesto para los agentes en actividad por Decreto 1014/97 a la fecha de promulgación de la Ley 13.437
(enero de 2006), establezca cual fue el porcentaje de adhesiones al régimen de la misma, producido dentro del plazo establecido en el
artículo 4 del Dec. 2.124/06.
Segundo: Manifieste su acuerdo o discordancia con los cálculos numéricos
contenidos
en
la
planilla
acompañada
como
prueba
instrumental, formando parte del presente escrito, elaborada por el
Cdor. Gustavo Poch.
Tercero: Tomando en consideración el alza del costo de vida, en base
al índice relacionado con el consumo minorista que publica el INDEC,
indique cual es la relación porcentual entre lo efectivamente ingresado
por cualquiera de los actores al cobrar la última cuota prevista en la
27
Ley 13.347 y la suma que le hubiera correspondido percibir en caso de
habérsele abonado el total de la diferencia de haberes acumulada por
aplicación del Decreto 1014/97, con más sus intereses a la tasa pasiva del Banco de la Provincia de Buenos Aires.
Cuarto: Agregue cualquier otro dato, reflexión o comentario que ilustre
al Juzgado y a las partes en los aspectos técnicos de su especialidad,
como –asimismo- que contribuya a la más justa solución del litigio.
En el segundo supuesto el perito deberá efectuar fundadamente sus
propias estimaciones.
X.- CUESTIÓN CONSTITUCIONAL.
1.- El relato precedente, al igual que el análisis matemático recién
referido,
dejan
demostrado
que
el
acuerdo
transaccional
impugnado fue obtenido en forma extorsiva, confiscando a los interesados el 50% de los importes debidos en términos nominales y
prácticamente el 80 % de sus créditos en guarismos reales.
2.- La Ley 13.437 al no reconocer intereses por el tiempo en que
se fueron acumulando las diferencias de haberes (casi una década) y
prever el pago del porcentaje reconocido en 30, 45 y 60 meses, consagra una solución marcadamente abusiva e impulsa la lesión enorme
del destinatario de la propuesta de arreglo transaccional.
3.- En semejante escenario resultan desconocidos los derechos
de propiedad, igualdad y defensa en juicio, tutelados en los artículos
14, 14 bis, 16, 17 y 18 de la Constitución Nacional. A los efectos previstos en los artículos 14 y 15 de la Ley 48 dejo introducida la
cuestión constitucional.
XI.- AUTORIZACIONES.
Solicito a V.S. autorice a intervenir en el presente juicio, con las
más amplias facultades, tomando vista del expediente y diligenciando
28
todo tipo de medidas aquí ordenadas, al letrado que me patrocina y a
los Dres. Miguel H. E. Oroz, Martín Botassi, Marisa Botassi, Alvaro
Flores, Enrique Malagamba y Francisco Lago.
XII.- PETITORIO.
Por todo lo expuesto a V.S. solicito:
1.- Me tenga por presentado, parte y constituido el domicilio.
2.- Tenga por promovida demanda autónoma de revisión y nulidad de
acuerdo transaccional, agregue la prueba instrumental acompañada y
tenga presente la restante ofrecida.
3.- Oportunamente dicte sentencia declarando la nulidad absoluta e
insanable de los convenios celebrados por los accionantes, ordenando
el pago de las diferencias que pericialmente se determinen en las condiciones peticionadas en el capítulo II del presente escrito.
4.- Atento la manifiesta inconstitucionalidad del art. 51 del Cód. Proc.
Adm. (texto s/ Ley 13.101), en tanto disminuye indebidamente el crédito alimentario en disputa, se apliquen las costas a las demandadas.
SERÁ JUSTICIA.-
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Andrés.
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Los infractores serán reprimidos con las penas del artículo 172° y concordantes del Código Penal
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