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MARTES 14 DE ENERO DE 1845.
ESTE PERIÓDICO SE PUBLICA
PREaOS DE SUSCRiaON.
TODOS LOS DUS.
12 ri.
Ba Midrid, a^«if<
BD U» proviocÍM, Trinco de
i6iJ.
' porte , Ídem
fS fr.
£ • Frtncia , por Irimeríre.
.
Ko Inglaterra , ídem. . . .
16 chelia.
Es Portugal , ifym.
2180 reit.
' Lai comunicaciones Je toila especie te
dirigirán francat al director del C4T011CO.
—-Se adniiten anuncios 7 comunicados i
precios caovencionalcs.
Se satcrihe : en Madrid , en I» redseciea
talle de las Infantas , número 8 , cuarto 2."
de la izquierda.—En las provincias, en todaí
las administraciones de correas jr principales
libreriat,—En Bayona , libreria de Lema»he—Londret, en la del Tabltt, 6 , Catberiue.—Slre«, Strand.—Xíí*oa|, en la de O
Portugal relho, caliad» da Bonte, núma»
ro 75.
»»9e98«e!f!
Notables discursos se han pronunciado en esta legislatura.
I<os asuntos importantes que en ella se han discutido, han dado margen á l»s oradores para estenderse en sus razonamientos, y como el tiempo no pasa en valde y como los desengaños
<!recea y las teorías van dejando su lugar á la esperiencia, y
cooipesta ha sido tan costosa, de ahi es que se confiesan mil
errores y se patentizan con horror las injusticias que la revolución ha cometido, y las que han cometido á su sombra los
hombres que con ella trataron de enriquecerse. Y como entre
las victimas de la revolución nadie lo ha sido tanto como el
clero, nadie ha sufrido tanto como la Iglesia , porque á ella se
la ha despojado, sin indemnización, de cuanto poseia ; ella ha
visto empobrecidos, perseguidos, aherrojados en las cárceles,
desterrados y espitnados á sus mas dignos ministros y venerables pastores, ella ha visto menoscabada, desconocida y des])reciada su autoridad, é insultada y desconocida también la de
su supremo gefe, el vicario de Jesus; de ahi es que al tratarse
de lo relativo á esa Iglesia, resalten los muchos daños que se la
han hecho , el ningún bien , la ninguna ó escasa reparación qtie te la ha concedido, y que te levanten una. y muchas voces demandando justicia á tanto despojo, í tanto desluao, á tanto sacrificio. Era este y es y será uno de los mis
imperiosos deberes de los diputados de una nación católica,
llamados no á seguir el túrrente de la revolución , siuo á ponerle un dique; no á aumentar sus destrozas , sino á repararlos ; á manera que el cuidadoso labrador sale de su casa luego
de patada la tormenta á recorrer sus campos , sus viñedos y
plantíos, ver los destrozos que la tempestad causó y empezarlos inmediatamente á reponer y á trabajar en el pbn que sea
necesario ejecutar para poner á cui)ierto sus haciendas de otra
tempestad semejante. Asi lo han conocido con especialidad algunos celosos diputados, y llevados de tan saludable fin no
han vacilado en anatematizar las medidas desastrosas de la revolución y en proponer y demandar las justas indemnizaciones
á que lat clases que mas han padecdo, la Iglesia especialmente,
»^ han hecho acreedoras.
Entre los discursos que mas han llamado la atención, es
uno el primero de que hoy debemos empezar á hablar en esta
reseña continuando la que ayer comenzamos. Ya indicábamos
babia sido muy notable el del señor Fernandez Negrete, tanto
que ha merecido de uno de nuestros colegas de la situación el
dictado de retrógrado. No nos parece que S. S. se habrá agraciado , porque claramente nos dijo queria retroceder raas que
•Iseñor Peña Aguayo, mas que el gobierno. Ni es cosa en
verdad para agraviarse el que por sostener ciertas doctrinas de
las que ea alta voz proclamó y sostuvo el diputado por Badajoz, ti no estamos equivocados, se atraiga uno sobre sí la caX«K« X&>—AÑO S K S T Ü .
lificacion de retrógrado, en que ahora se ha convertido la de
carlista que era antes la que se aplicaba á cuantos disentían de
los principios revolucionarios, los combatían y predecían lo
que al fín ha resultado por desgracia.
¿ Qué sostenía en efecto el señor Fernandez Negrete? i No
es cierto que la revolución no se sació con nada y que se equivocaron muy mucho los que creyeron aplacarla y satisfacerla
haciéndola concesiones? ¿Qué sucedió? ¿No se inauguró con
un inaudito martirologio el Estatuto Real, que fue uno de lo»
primeros pasos que dio la revolución? ¿No fueron en aumento
sus exigencias ? ¿ Se contentó acaso con la supresión de los
jetuitas , con el decreta del señor Garelly, con la llamada
reforma de los regulares ? N o , que no era eso lo que
apetecía. Anhelaba la estincion de todos ellos , anhelaba cual ave de rapiña avalanzarse sobre los biene» que la
piedad de nuestros mayores les legara, «helaba enriquecerse á su costa; anhelaba , como decía el Sr. Negrete, pasar
á manos de las comunidades revolucionarias lo que siglos bá y
con los mejores y mas legítimos títulos venían poseyendo
las comunidades religiosas. ¿Y se sació con esto? No ; que como decía muy bien S. S. se la había hecho la primer conceI t i w i , y la rerolucion, cuando desde luego no se la mata,
cuando se la mima y se muestra que se la teme, todo lo quiere , con nada se contenta. Aun veía riquezas, aun veía á la
Iglesia en posesión del diezmo, en posesión de sus bienes s e - '
culares, y resolvió quitárselos y no paró hasta conseguirlo .
¿No es esto cierto? ¡Ah! y sí lo fuera tanto para disculpa del
gobierno de entonces el que no hubiera podido refrenarla á
los principios! el Sr. Negrete cree era ya tarde , era ya imposible. Nosotros no lo creemos; no podemos creerlo tan imposible si los hombres que se hallaban al frente de los negocios no se hubieran también impregnado en los errores revolucionarios , no hubieran dado preferencia á «nos intereses y
cuestiones casi secimdariaSsó de no diflcil arreglo, sobre la inmensa cuestión , sobre el interés vital del estado , sobre los
trastornos, los escombros y ruinas de que la revoincion iba
á sembrar nuestro país.
Razón tenía S. S. para demandar justicia en favor de la
Iglesia ; y teníala también para recordar al partido moderado
sus protestas y sus promesas. S. Si citó oportunamente si no el
testo, al menos el sentido de aquella protesta, de aquella
promesa, que luego se ha querido traducir por simple amenaza , que hacia el Heraldo ó Correo Nacional,
órgano entonces del partido; y por si esto no bastaba , si esto no fuera
suficiente alegó un documento oGcial, la proclama del célebre
Montes de Oca desde Vitoria, en la que hablando del despojo
de la Iglesia decía que las Cortes que lo habían decretado eran
90
EL CATOLIGO.
ilegíli/nas y radicalmente nulas todas sus providencias. La.
propiedad de la Iglesia es para S. S. como debe serlo para todo
Católico, tan sagrada, mas sagrada, mas inviolable que la de cualquier Otro ciudadano. De aqui partía el Sr. Negrcle para pedir
que no sólo se devolviese ai clero la admÍHÍstracion y distribución
de las rentas procedentes de los bienesrio vendidos aun, sino que
se les devolviesen en plena propiedad todos sjis bienes» n4 ftífldfr
y .que se la devolviesen también lodos aquellos á cuyos compradores por no haber cumplido las condiciones de la venta se
declarase en quiebra. Quería ademas se la dejase en libertad
para poder adquirir propiedades, para qiie se la entregasen las
qge restaran del clero regular; en una palabra, que la Iglesia
fnese propietaria, porque esta era la primera base para que su
dotación fuese independiente, para que no, estuviera dependiente del tesoro, para que se la hiciera justicia. A todos , á
la, reina gobernadora , á los emigrados que huyeron del país
donde la revolución quería sacrificarlos , se les han reparado
sus daños, se les ha hecho justicia, y solo para con la Iglesia,
esclamaba el orador, nos mostraremos injustos, nos mostraremos ingratos! No es la Iglesia ningún proscripto á quien se
le haya de dispensar como de gracia una protección; "nada
nos debe la iglesia, decía S. S . ; lodo lo debemos á la religión." La Iglesia jia menester cpnservar su independencia y para ello^ lepia, razón ^S. S,, nada mas conveniente
que no depender del tesoro público. Ni la razón lo aprueba
n | lo quiere la religión ni ios pueblos la lian visto así
ni la verían con guslo. No son los ministros de la Religión como los empleados públicos que penden del tesoro , la Religión
debe estar mas alta y sus ministros han de poder reprenderlos
vicios asi ai infeliz jornalero como al mas rico potentado. ¿ Y
podrá esto hacerse dependiendo del tesoro ? ¿ No están sujetos
los magistrados, por ejemplo, á pesar de todas las leyes de
inamevilídad , al capricho de un ministro ? ¿ Y se querrá colocar en tal categoría al clero? S. S. se opone á ello, y porque no
ve suficiente reparación en el proyecto del señor Peña Aguayo
opónese también á él.
Bastante razonado y enérgico estuvo también en la sesión
del 10 el señor Morón. S. S. defendía en parte el proyecto
del diputado por Córdoba; le defendía porque en él se presentaba una base fija, segura, de que pudiera partirse, no dejando aplazada como hacia el gobierno la resolución de un negocio tan importante y de tanta monta. También S. S. recordó los escritos, las palabras del partido moderado cuando estaba vencido; y pregtmlaba si era el modo de cumplirlas presentar un proyecto cual el presentado por el gobierno. " ¿ Q u é
es lo que se ha hecha, esclamaba, de todas aquellas promesas?
¿Qué se ha hecho de aquellos discursos? ¿Qué de aquellos escritos en que nosotros combatíamos y combatíamos con energía semejante, política?" Sin embargo, S. S. al recordar esto
nos decía que nada de invalíd¡ir lo hecho por los gobiernos anteriores; olvidábase sin duiia que en esos escritos, en esos discursos , basta en documentos oficiales, en la proclama de Montes de Oca, se habló de invalidez, se habló de nulidad. La ínIcrinidad del proyecto del gobierno era lo que fijaba especialníente la atención del dipatado por Valencia , que no hallaba
razoo suflcíenle para ella en no estar resueltas todavía las negociaciones pendientes con Su Santidad; á propósito de lo cual
WñTW
TTTimrW
rechazó y rebatió cumplidamente el; argumento, ad. terrofem
que días antes había usado el señor Collanl« y que en mil ocasiones hemos impugnado nosotros. No es , no , ese sistema-de
raezquíiidez y ún escatimudas concesiones, de tanto por tanto,
digámoslo {¡si, ej qijiejia de allanar antes las dificultades que
existen para que se reanuden completamente nuestras rclac¡9aes con la corte pontificia. Esa política la «aiificó S. S^/'ide
impropia de la moderación y de la templanza de los tiempos
presentes , de estar en contradicción con los principios y doctrinas del partido. La verdadera firmeza , añadía , está hoy en
la razón y la justicia , y la debilidad en la sinrazón y en la injusticia."
¡wnovf imrf 9? 2o«!'r)íib rsfdsJo5í
Detúvose el señor Moron'éspecialmente a contestar al m i - '
nistro de Hacienda y al señor Reinoso, y en estas conteslüciones probó lo útil, lo conveniente, lo necesaria que es la independencia de la Iglesa, independencia que esta había sosten ido
siempre, y que creía amenazada desde el punto que su dotación pendiera del tesoro público; independencia á que el pueblo español estaba acostumbrado, pues jamas había visto al
clero dependiente del tesoro, y "ha rechazado siempre y rechazará ahora, que el clero, que el sacerdote vaya á mendigar
su sustento del tesoro público." Por eso se vé, por eso apare-ce siempre como propietaria la Iglesia, y por eso se opone
S. S. al señor Reinoso. En Francia y hasta en la protestante
Inglaterra se permite al clero, á las corporaciones religiosas
adquirir bienes raíces y aceptar legados; ¿y por qué en España
no ha de tener la Iglesia igual facultad? El gobierno ingles, ápesar de ser protestante, "concedió en 1843 la facultad de hacer donaciones y de adquirir al clero católico de Irlanda; y lo
que el gobierno ingles concede á los católicos irlandeses río
quiere el señor Reinoso, porque hasta condena la suspensión de
la venta de los bienes del clero secular que el gobierno ha d e cretado: lo que la Francia hace y aun la Inglaterra, eso no'
quiere que permitamos en España!" Con razón decía dejaba á
la ilustración del Congreso y al buen juicio del pais, que califiquen como se merecen las doctrinas del señor Reinoso. Por lo
que hace al Congreso, ignoramos cómo las calificará ; pero n o '
debe ser dudosa la calificación que las de el pais católico, apostólico, romano.
'•"-••
El señor Reinoso insistía en esas mismas doctrinas, en esos
mismos guarismos en que apoyaba sus cálculos. Entre ellos el
señor Morón se hizo cargo de los tres medios ó recursos que
para recurrir á la dotación del clero proponía el diputado por
Valladolid ; de ellos el uno era el producto de las memorias y
obras pías que solo en Madrid hacia subir á 12 millones ; mas
el señor Morón contestó que había visto ese trabaja del señor
Navamuel, pero que no ascendía ese producto á 12 millones;
que no pasaba de unos 7 , y que debía tenerse en cuenta que
en esta suma hay designadas grandes cantidades para dotes,
beneficencia é instrucción pública , quedando solo una parte
verdaderamente eclesiástica de la que podría disponerse. El
otro recurso-que proponía el señor Reinoso , ademas del de lOil
censos de ambos cleros, era el aumento en los derechos de estola , especialmente en los nacimientos, matrimonios y defunciones, y en las certificaciones ó partidas que de unos y otras
tienen que pedir los fieles. Estraño recurso cuando auu ahora
están declamando algunos contra ésos derefchos y cuando
-K GATOLICa
suelen creerse éscésivósCTi llegando h\ cásft de satisfacerlos!
Páretenos procede en esto muy equivocado S. S., y que ese
aumento pudría ser muy perjudicial, no solo para la autoridad y respeto de que ha de ir rodeado el ministerio sacerdotal,'si también para' los intefeses mismos temporales del clero.
¡Quizá con el aumento que propone, en vez de ascender amas el
importe de esos derechos, decreciera del que atiora tiene sobre
lo mucho que este ha decrecido ya.
• .•> .> - ,', > • ;
*' Levantóse por último el señor Pida!, y cohíó íiabía'3lcfio
^.scfior Morón qne los mismos ministros actuales, si no lo
fueran , si solo fueran diputados, serian los primeros en combatir el proyecto del gobierno, conlesló S. E. que asi era , y
que como ministros y como diputados hubieran hablado y votado contra él si no fuera interino. S. E. se esforzaba en sostener esta interinidad y en probar que en esto mismo se mostraban consecuentes. Ellos hablan sostenido el diezmo y la
propiedad de la Iglesia, augurando se abriría un abismo el dia
que se tocara á esa dotación de la Iglesia, tan ütil, tan beneficiosa al Estado; y que bs resultadus han confirmado sus vaticinios de tal ínaujera, qi;i,e no sabQr. oipuBde.n los ministros actuales billar el medio de salvar los inconvenientes , de salvar ese abismo; y que en esa ignorancia é
impotencia no han encontrado otro arbitrio que ese medio
provisional para que el clero no perezca de hambre y el culÍQ/ño:se acabe ínterin se madura mas esta cuestión y se adquieren todos los.datos necesarios para resolverla con acierto,
con seguridad y con ventaja. ¡Triste confesión por cierto, pe(fo'de la que es bueno tomar acta!
"' '
'
' "Detúvose S. E. en impugnar el' proyecto deí Sr» Pe¿a y
Aguayo por su desigualdad, por tender á hacer local la contribución del culto y clero , cuando debe ser general, cuando
lo había sido el diezmo, cuando todos deben contribuir á
ella como contribuyen á las demás gastos del Estado, sin que
baste decir que allí se pague mas donde se necesite mas culto,
porque entonces pesaría mas esta carga sobre los pueblos cortos , sobre las provincias mas pobladas , saliendo beoePicíadas
entre otras las de Andalucía.
ÍIM. ;
" Puesto al fin á votación el proyecto del diputado por Córdoba, fue desechado por 106 votos contra 30 , entrándose luego en la discusión del proyecto del gobierno , que es la que
comenzó el dia I t , y la que aun continúa, y cuyo análisis proseguiremos otro dia , Dios mediante.
Cjfn^ufit ti discurso del Sr. ministro de Hacienda. (1)
A'yo pregunto: ¿la contribución que propone el Sr. Peña
y Aguayo tiene privilegio sobre lasque yo propongo para que
la suya sea eficaz y positiva y no encuentre embarazos é inconvenientes en su ejecución? ¿Qué privilegio tiene la contribución propuesta por S. S.? ¿ Es una teoría nueva sostenida
poralgun descubrimiento déla ciencia económica? ¿No es la
contribución del 4 por 100, la contribución del año 41, y la
contribución estraordinaria de guerra de 180 millones? De
manera que según el voto de S.S. las contribuciones propuestas por el Gobierno son impracticables, y sola la qué S. S.
presenta es la que está exenta de inconvenientes y dificultades.
Pero yo pregunto á S. S.; ¿Esa contribución quién la ha
(1) Véase nuestra DÚmero de tjer.
Jai
de recaudar? ¿ l a recaudará elj.Gphiemo? S.. S.aicp que «o,
porque en su voto manifiesta que se¡repaui^e localícente ¡por
las diputaciones provinciales y los intendentes. ,¿Y qué medios
ha de tener la diputación provincial y el- intendente aislados
para plantear y hacer efectiva una coiilribuciun ¿an dificil y
tan imposible, pues lo es tanto, que no arriesgoriadaen decir
que hay un abandono en ell.r? La contribución del año 41 na,
se puede cobrar ni se cobrará nunca, porque es contraria á los
buenos pricipius de economía política, porque es conlrariij;al
buen sentido común, y porque en ella se desconoce la riqueza,
déla nación. Vamos á pribjrlo.
, \
Dice S. S.: "el importe de la suma que haya que repartir,
encada provincia se dividirá con arreglo á la ley de 14 ,(áft
agosto de 1841 «n la proporción de uno á cuatro entre la rj^i
queza industrial y comercial con la territorial, pecuaria y ur-;
baña, y sobre las bases de las contribuciones de paja y ulensi-,
Nos, y subsidio industrial y comercial se asignarán por las res-)
pcctivas diputaciones provinciales los cupos de cada uno de los,
pueblos de su provincia.' Las mismas bases servirán á los
ayuntamientos para los rcparlimieiilos vecinales."
Señores, en ningún país del mundo donde se entienda la.
economía política y el sistema de contribuciones, según acpn^
scja la prudencia, se puede imponer una contribución directa,
sobre la propiedad industrial y comercial. Es un absurdo; 1«^
propiedad industrial y comercial se escapa á la vista , al tacto
y ai sentido del gobierno. ¿Dónde íbamos á parar, señores, ,pl,
dia que fuéramos á valuar directamente h fortuna defunco»,
raercianteque tal vez está en quiebra el dia en que.se le valúa,.
ó al contrario, y después cambia notablemente su posicion?j
Asi es que en ningún país del mundo civilizado se ha impuesta^
nunca una contribución directa sobre la riqueza industrial y,
comercial. Por esta cau'a todos los Gobiernos tienen que va^
lerse de rodeos y de ciertas señales esteriores para.imponer ^
coMlribuciou á esa clase de riquezas; ¡lero de ningún modo s^
las puede imponer directamente, es imposible. Lo que se Ijace
en todos los países civilizados es establecer un derecho de p?len'n
te proporcionado, una contribución sobre,^asas, en fin se, yale^
el Gobierno de medios indirectos, por los cuales se viene a
graduar la riqueza que se ostenta. ¿En qué ciencia económica,,
en qué dato estadístico, en qué razón se ha establecido nunca
que la propiedad iintuslrial de una nación está ea proporción
de uno á cuatro ?
,, , , ,,, , : , . . , . . ,
|
Esta es una vulgaridad que se, ha:repetido desde el tiempo;
de la Convención, en que no hallando otro medio para ra^r-,
car esas proporciones , se le ocurrió á una decir que en Franr,
cía estarían en la proporción de uno á cuatro. Y aunque allí,
hubiera sido eso es.icto ¿será aplicable á lodos los países?¿Seria aplicable á todas las provincias'' ¿Seria aplicable á lodos los.
pueblos? ¿La provincia industrial y comercial de Cataluña puede,
compararse con una provincia de Castilla? ¿Cómo es posible lomar,
por base una razón en la cual no pueden encontrarse iguales to-,
das las provincias? ¿Nuestras provincias no tienen riqueza muy,
diversa? Unas tienen riqueza fabril, otras comercial, otras agrí-,
cola, y en fin varían muchísimo según la diferente posición que,
ocupan; y asi es que ni en la contribución directa del ano 38,,
ni en la de culto y clero se han podido adoptar las bases quC;
S. S. desea , pues se ha verificado que habiendo llevado ese'
sistema á las provincias, y do estas á los pueblas , ha venido
aparar en muchos la industria fabril a u n barbero, por-,
que no había ea ellos otro que pjercíese ninguna .clase de iur,
dustria.
i.
i
I
.. i
Estos son, señorea, los medios que propone el Sr. Peña.
y Aguayo, siendo muy díg(»o de llamar la atención del Congreso que á los que habitauíos el norte de España, ademas de
dejarnos S. S. la contribucíuin dcl,4 por 100, nos regala otra
diezmo, según otro dCj Ipsartículos de su voto particular, que.
he citado antes; de manera que las provincias del norte lie-,
nen que pagar el,4.por 100 y un equivalente que S. S. nos'
quiere imponer poir lo industrial: ¿qué razones hay para que
92
EL CATÓLICO.
S. S. reparta á unas provincias en razón de uno á cuatro , y
á las del norte las reparla por dos Teces?
El Sr. Peña y Aguayo dice también que el gobierno sujeta
al clero á una dependencia escesiva del tesoro público y aun de
les Bancos. S. S. padece en esto una equivocación. Porque el
gobierno proponga contratar con el Banco un anticipo de 100
millones, no sujeta por eso el clero al Banco. Lo que el gobierrio hace es abrir en el Banco un crédito á favor del clero, el
cual lo tomará cuando quiera; y esto lejos de sujetar el clero
al Banco, sujeta el Banco al clero. Y en cambio de esto ¿qué
propone S. S.? Una cosa muy peregrina. Dice S. S.: "Respecto del clero parroquial queda igualmente asegurada en mi proyecto en las provincias en que se establece la prestación en
frutos; y en las demás tiene el clero intervención en los repartimientos provinciales, porque hay muchos individuos de él en
las diputaciones, y habrá muchos mas cuando este nuevo interés los llame á ellas; se recaudará ademas la contribución enteramente separada de las del gobierno, y sus productos entrarán en una tesoreria independiente, y aun podrá establecerse
en el reglamento que se diere para lá ejecución de la ley que
se formase una junta en cada capital de provincia , compuesta
de dos individuos de la diputación provincial y de dos eclesiásticos respetables y del intendente de la provincia como presidente, cuya junta cuidará de activar la recaudación y distribución del impuesto."
Es decir que S. S. pone el clero á disposicisn de una
junta compuesta del inlendentu de la provincia , de dos individuos de la diputación provincial y de dos eclesiásticos: y esto dice que no es indecoroso, y sí lo es el que cobren del B;inGo cuando quieran. S. S. encuentra mas decoro en que el clero dependa del intendente y dos diputados provinciales que dependiendo del gobierno, el cual deposita en el Banco lo que
ha de cobrar el clero cuando quiera , dej.indole en libertad para hacer la distribución. El gobierno cunstituye esa cantidad
en el Banco para mayor seguridad del clero.
Pero , señores , es tiempo ya de que vengamos á ver loque
es en realidad el voto del señor Peña y Aguayo. S. S. no se
propone en su voto-particular mas que una sola cosa, que es la
siguiente. El clero parroquial en las provincias de Andalucía
cuesta muy poco; ¿ por qué? Porque la localidad de aquellas
provincia» hace que su población esté .iglomcrada, y el importe de las dotaciones de los párrocos es mhy pequeño. En
las provincias del Norte cuesta mucho mas: y dice el señor
Peña y Aguayo: con localizar el pago de esta contribución
conseguimos una gran ventaja para las provincias del Mediodía , que tendrán que pagar muy puco, mientras las del Norte
serán las sobrecargadas.
No hay en el voto particular mas secreto que este. Señores , el clero parroquial de Cádiz cuesta 238,000 r s . ; el clero
parroquial en Oviedo importa 5.119,000 rs.; el de Córdoba
está datado con 1.234,000 rs.; el de f.eun necesita 5.089,000
rs. Este es él secreto del voto particular del señor Peña y Aguayo ; y cuando digo el secreto, quiero decir el resultado secreto del voto que vendría á ser que en las provincias del Mediodía se satisfarían las obligaciones del culto y clero con una pequeña cantidad , y en las del Norte habría que pagar una que
seria superior á los esfuerzos que el pueblo pudiera hacer para
atenderla y pagarla.
Pregunto yo, señores: ¿es prudente, es justo, es conveniente que la nación española, tan crisiiina , tan católica, localice la contribución del culto y clero de manera que se introduzca una especie de división entre el clero parroquial y el
clero catedral? ¿Será justo dejar el peso de esta contribución á
pobres labradores de pueblos que por su posición tienen que
mantener tros ó cu.itro curas, al paso que se liberte de ella ó se
reduzca á una cantidad insigniflcanteá ricas provincias que tienen pueblos agregados en que un solo cura puede atender á un
gran numero de leligreses?
Aun prescindiendo de las coasiJeraciones políticas de que
me haré cargo después, ¿seria justo que dijésemos á la poblá».
cion agrícola de ciertas provinciast "vosotrbs que contribuí^
con lo necesario para que tengamos palacio^, academias , tribunales, que á vosotros para nada ó para muy puco os sirveni
cuando viene una necesidad indispensable para yosolros, os
abandonamos á que la paguéis vosotros solos coirio podáis, ó
á que os quedéis sin clero, si no podéis pagarle ? Si hay UQ
sentimiento en todo el pais, si hay una necesidad tan fuerte ó
mas fuerte que el establecimiento del trono y de las instituciones, es el mantenimiento del culto y del clero , es la conservación de la religión de nuestros padres, y esta se conserva
por medio de una protección constante y no dejándola abandonada al interés individual. ¿Cuál seria el resultado de ese aban*
daño?
Que los actuales moradores de España, en cuyos pechos es«
tá arraigado el sentimiento religioso, harían , como están haciendo , los mayores «acrificius para mantener ese culto ; pero
mañana , cuando en otra generación el interés fuese prevaleciendo sobre el sentimiento religioso, ¿á dónde iría la religión
al cabo de algunos años? ¿Y seriamos nosotros los que por una
imprevisión, por un sistema mal entendido contribuyésemos á
ese resultado, opuesto á lo que han querido y deben querer
todos los gobiernos ? ¿ Cómo se ha fomentado la religión e f
nuestros tiempos y eii los anteriores? ¿Ha sido haciéndola una -.
cosa voluntaria? No: ha sido la consecuencia de una obligaciónY nótese bien que aun en los primeros tiempos de la Iglesia,
contra las congregaciones aisladas se estableció la congregación
común de los fieles, contra el sistema de las predicaciones in- .
dependientes se estableció la gran predicación que enseñaba la
doctrina de amor y de caridad. ¿Y seriamos nosotros los que
fuésemos á dejar al capricho, á la ventura, á la suerte, al porvenir el esplendor del culto y el mantenimiento del clero? No,
señores.
Padece también otra equivocación el señor Peña y Aguayo
cuando dice que era costumbre antigua de la Iglesia española,
consignada en lá disciplina eclesiástica, vivir de las oblaciones.
No es esto tan cierto como parece, señores ; cabalmente en
Esp<iña, aun en los primeros tiempos , cuando se creaban nue- .
vas iglesias, los reyes Us dolaban con tierras y propiedades alpt
diales, con sus vasallos y siervos, y aun cuando en la distribución de sus productos tenían en cuenta las oblaciones parroquiales, generalmente la administración se daba al obispo, señalándole la distribucian, que por lo general era de cuatro parles, una para la Iglesia, otra para los pobres, otra para el misino obispo y otra para las demás atenciones del culto, y jamás
hubo la localidad que pretende el señor Peña y Aguayo. Mas
adelante, en los siglos IX y X , cuando ya había diezmos,
tampoco se atendía á la localidad , sino mas bien á las necesidades generales. Pero S. S. nos trae á unos nuevos princir
píos de economía , desíiguraudo los hechos y desconociendo
los resultados.
Dice S. S. según el estada que acompaña su voto respecto
i á las diócesis de Sevilla y Cádiz lo siguiente : "Del estado que
acompaña á ese voto particular resulta que los productos del
diezmo eii bs diócesis de Cádiz y Sevilla en el año de 1838,
que hubo buena cosecha y que se recaudó con severidad, impura) la suma 9.410,664 reales. También aparece del mismo
estado que los cupos asignados para el pago de la contribución de los 73,000,000 á las provincias de Cádiz , Sevilla y
Huelva f'que son las comprendidas en las antedichas dos diócesis) importaron la suma de 9.613,336 reales; lo cual demuestra que en estas tres provincias la contribución ha sido
superior al diezmo en cerca de 200,000 reales , mientras que
en las provincias de Galicia equivale á poco mas de la cuarta
parle del importe del diezmo."
l^ primera equivocación de S. S. es lomar por lipo el
producto del medio diezmo en 1838 cuando habia uiij oposición decidida contra esta proálacíou. ¿Y es esto bueno para
presenlarlo '0010 uu dato esacto? ¿No sabe S. S. que lus pro-
<MÍ
EL CATÓLICO.
93
ductosdeí noíen'oy escusadoy de las tercias reales enejas mis-» ría que el clero fuese propietario, fuese independiente; yo me
mas diócesis solamente en los años de 1801 á 1804 era de 10 f levanto á combatir él voto del señor Peña y Aguayo , porq'ue
á 12 miHones de reales? ¿No sabe S. S. que solo el diezmo de en él no se hace al clero propietario ni independiente. Y DO es
Cadíi valia mucho mas que lo que dice S. S. ? ¿No sabe que esta sola la razón pttrque me separo de todos los señores qué
aates del «ño de 1834 estuvieron arrendadas á un rico comer, han tomado antes que yo la palabra, sino porque no estoy dé
tiante íaS rentas del noveno y escusado y tercias en las dio- acuerdo á pesar de las razones que acaba de manifestar el señor
ceííis de Andalucía , es decir, Cádiz, Sevilla, Huelva y Grana- ministro de Hacienda, con el giro que se ha dado á esta cuesda , en 18 millones de r s . , lo que supune que el total era mas tión- Yo creo que hemos principiado por donde debiéramos
de 30 millones, y esto por espacio de seis años? ¿No sabe concluir. Esta cuestión, la de mas trascendencia que, según la
S . S . adamasque esta contribución, según estaba enton- califícacioii ministerial, se ha presentado hasta ahora á la delices establecida y atendida la libertad de comercio , de- beración de las Cortes, se ha rebajado de la altura en que debía subir á mucho mas , puesto que en Andalucía el des- biera considerarse, para entregarnos al examen helado, al exaarrollo de la industria y del comercio , es mayor que en men estérd de los guarismos; y yo, señores , me he resentido
el interior? ¿Y no sabe S. S. que en las provincias del de ver á la Iglesia de España rodando aqui envuelta en un plieNorte jamas ha sido la contribución del diezmo tan mal cobra- go de loterías.
Creo que esta cuestión es mas alta , y coimo mas alta debe
da como en las del Mediodía, porque se pagaba con mayor
escrupulosidad por ser mas fácil la intervención que en estas, tratarse ; veré si puedo elevarme en este terreno , aunque mis
en razón de la pequenez de las propiedades, y de que cada fuerzas sean muy débiles ; y como esta cuestión en su inmensa
vecino sabe lo que recoge el inmediato , lo que no sucede en esfera , ademas de las cuestiones políticas y administrativas,
las grandes poblaciones? ¿Cómo, pues, toma S. S. por lipo abrace cuestiones eclesiásticas , canónicas y hasta dogmáticas,
aqiieílos pueblos que por sus circunstancias han tenido que su- I me permitirá el Congreso que me lamente del aislamiento eil
frit* más la carga del diezmo , y no aquellos que por las su) as que nos hallamos, fallos del consejo de personas peritas en eshan contribuido á ella menos y hasta con conocida moro- tas materias. La cuestión , señores , es delicadísima ; y puesto
que vamos á decidir de la suerte de la Iglesia , ¿dónde están
sidad?
Ci'eo, señores, que á esto está reducido el voto del señor aqui sus representanles"? Yo tiendo la vista por estos bancos,
Peña y Aguayo. S. S. propone que restablezcamos dos contri- y veo la milicia representada en dignísimos generales , la magistratura por respetables magistrados , la agricultura , la inbuciones , que son la de 1841 y la del 4 por 100 que he mani
festado por los datos qqe tiene el gobierno, que son las que dustria , el comercio , lodos los intereses sociales representahan dado peores resultados ; coiilribucioiies contra las que ha dos en célebres capacidades, y busco los representantes de la
declamado muchas veces el mismo señor Peña y Aguayo. re- Iglesia, de aquel lirazu potente en los estamentos de Araconvinienda amargamente al gobierno por haberlas dejado sub- gón y Castilla, y no los encuentro. ¿ Quién los lanzó de
sistir entonces. Y S. S. propone un proyecto por el cual el aqui 1 Elste asiento les pertenecía por un derecho que se pierclero quedará mas dependiente, mas sujeto que por el que de en la oscuridad de los tiempos. Desde el código de Euricu
propone el gobierno , pues quedará sujeto á la diputación pro- hasta el código que acabamos de reformar, los ministros del
vincial y al iiilendenle respectivo , lo cual vendría en ultimo altar....
El señor presidente! Señor diputado, con arreglo á lá Consresultado á establecer una especie de monopolio perjudicial al
'
mismo clero; pues no seria la vez primera en que tuviese que titución, los diputados deben ser del estado seglar.
El señor Fernandez Negrele .- Acepto la reOexion del seTlar recibos de cantidades que no habia percibido, como ha
ñor presidente, y respetando la Constitución , entro en esta
suce<l¡do con algunos ayuntamientos.
,,
Por estas razones no puede el gobierno admitir lo que pro- cuestión sin el apoyo de ese consejo que desearia tener, vaganpone S. S . , y princip^lmenle porque nunca consentirá el go- do al azar y temieiidu que mi déljíl razón se estravie en las tibierno en localizar la contribución de culto y clero. Sabe nieblas de una cuestión que es en mi juicio superior á las fuermuy bienS. S. que cuando las circunstancias eran mas favo- zas de una asamblea profana. Asi que me limitaré á impugnar
rables para la prestación decimal, el gobierno por medio de el dictamen del señor Peña y Aguayo por la sola razón de que
iosespolios, tercias, noveno, escusadu y demás, podia dis- no le creo bastante reparador.
La cuestión tal como yo la considero esta alta, muy alta,
ttibuir mejor los productos de la misma prestación , destinany no se si (lodré alcanzarla; pero voy á tratarla primero en el
do á beneficencia , á hospitales , a instrucción publica y otros
terreno de los hechos contemporáneos, después en el circulo
objetos de esta clase parle de esos mismos productos y las
severo de la jiiblicia, y al fin la resolveré según lo que en mi
pensiones sobre mitras. Asi se equilibraban los productos con
sentir exígela conveniencia pública; algunos recuerdos no selas atenciones, y era hasta mas fácil atenderá estas cuanto rán gratos, pero son indispensables en esta ocasión.
mas ventajosamente se cobraban aquellos.
Sal)ido es, señores, que a la sentida muerte del último rey,
Por lo tanto, en vista de todas las razones espuestas, no
se dividió E>paña en dos bandos encontrados. Mdilabau en el
cree el gobierno poder admitir lo que propone !s. S. , sién- uno los partidiirios de la ley Sálica y de la soberanía de los redole mas fácil, aun en medio de todos los apuros recoger yes, militaban en el otro los partidarios de la ley Alfonsina, Je
del modo que ha propuesto en su proyecto los 100 millones la ley de Fártida, y los de la soberanía otorgada, después sode rs. que necesita para atender al culto y clero.
beranía popular; pero esta división de partidos políticos no .-.e
Dúeurio pronunciado por el señor Fernande* Negrele en hizo hasta después de pasaJos algunos meses de una crulu
lat tesionet de los días 9 y 10 del corriente en el Con- guerra civil, porque á flnes del año 33 y principios del 34, la
greso.
guerra dinástica se sostuvo solo por el partido realista. Todo
"Siento, señores, que me toque la palab" cuando está ya el mundo sabe que el general Sarsiield, ai trente del ejército
fatigado el Congreso; pero liabré de conformarme con mi suer- y de los generales que después de haber servido (ielineiiti; a
te. Al impugnar el voto particular del señor Pena y Aguayo Fernando Vil habían reconocido y jurado á su augusta hij i,
debo hacer una protesta, á saber; que estoy nw» de acuerdo pasó el Ebro, entró en Victoria y ocupo á Bilbao.
con las doctrinas de S. S. que con las de los dos señores que le
Pero como la insurrección creciese grandemente por \ai
han impugnado. El seiiur Collanles se ha levantado a protestar provincias del Norte, y llegase hasta encarnarse en el ori/ou
contra luda idea de reparación en la dolacioii del culto y clero; déla Península, la reina gobernadora tuvo que hacer aba iyo me levanto á protestar contra ludo proyecto en que nu vea zas en el esterior ) estender cu lu interior su circido c .an a iuna base de reparación; el señor Keinoso ha dicho que no que- cho la fuese posible; pero para salislacer á los hombres que
ir
EL CATÓLICO.
enlra^an en él t(ivo que dar garantias, porque osla era la frase ijueierilonces se usaba para pedir una representación nacional, y,la reina dio el Esliiluto Ucai. Todos los que en aquella
él^oca eslab'in al corriente de los raislerios políticos conocen
Ij) historia de aquel célebre otorgatnieulo: los ministros que le
j-efrendaron decian que estaban echados los cimientos, y que
alus Éstarncutüs tocaba concluir el edificio; otros politicos,
acaso menos previsores, ó mas pesimistas que los ministros del
Estatuto, decian que con aquella ley política se liabia minado
el terreno de la monarquía, y que tardaría poco tiempo en ha^cerse sentir la esplosion. Asi es que apenas se promulgó, principió a lormarse una oposición que hizo temer ya á los hombres previsores que las exigencias revolucionarias no serian
menos temibles que las exigencias dinásticas.
,,
. El odio á lo pasado , mas que el deseo de satisfacer necesidades del momento , era la orden deí día en aquella época calamitosa ; y asi es, señores, que el decreto de apertura de
aquellas fatídicas Cortes se escribió con 1^ sangre de un inauditi) martirologio. En vano el gobierno quiso entonces hacer
alarde de su poder ; la revolución le habia vencido en el momento en que le habia arrancado concesiones ; y entonces dehíü haber conocido el gobierno también que no era una Constitución el desiderátum del vulgo de los hombres de las garantías ; pero su desengaño llegaba tarde , señores; la fiera escapada de la jaula rugía con e pauto en medio del pueblo aterrado , y las jornadas horribles del 17 y 18 de julio en Madrid,
se estendieron por las capitales de provincia con sacrilega prolusión. ¿Y qué hizo entonces el gobierno? ¿Qué podía hacer
ya? El gobierno no tenia , como Eolo , pojer sobre los vientos desencadenados ; el gobierno , lejos de vindicar, como creo
que lo hubiera deseado , la religión y la humanidad profanadas , cedió , perqué no podía menos de ceder, ante el torrente que se desbordaba, y queriendo aplacar á la revolución
dio un decreto de reforma de las órdenes religiosas.
en 'destruir, no encontró materiales para edificar, y con mengua del poder díó un decreto de reposición de lo mismo que
acabíiba de suprimir.
...,.''i
El Sr, presidénle : ,Mé parece q i i e V . S . está algyn ían't¿
fatigado ; el Congreso ademas tiene qué reunirse en secciones;
si y. S. ha de éstenderse mucho , podría por estas"razones dejar su discurso para mañana.
^
."
El Sr. Fernandez Negrete -. Bien , Sr. presidente,",J^if^daré con el uso de la palabra para mañana.
'.' '
DIARIO CRISTIANO.
•"
•'tt'
Las bodas de Cañad.
Jesucristo asistí(') á las bodas de Canaá de Galilea , para cotí
su presencia autorizar el matrimonio. Hizo en ellas el prinler
railiígro convírtiendo el agua en vino , y por el buen resultado
que tuvo la insinuación de su Madre , nos dio á entender de
cuánto valimiento sean en su presencia los ruegos de Mária.
Esta manifestación que de su divinidad hizo el Señor mediatir
te tan portentoso suceso, es unb de'lós tres objetos dé la'6é^>
la de la Epifanía. '• ' " ' " " '
'
18
GACETILLA DKTOTA D £ t A CURTE.
DÍA 15, Se gana el jubileo de Cuarenta Horas en la parroquia fie
san Lorenzo, donile se celebra función á iSu-'slra Señora del Pilar con
misa uiayor i las diez , y por la tarde completas , sermón que predicará don Manuel Sánchez, y pr^/cesion con el Santísimo
Sacramento,^
felii la Escuela de Maria se practicarán los ejercicios de instiluto : estará
S. 1>. M. manifiesto y predicará don Juan Barbero.—\la la bóveda de
san-Ginés será orador por la noche don Antonio Herrero y Traúa , y
en los Italianos y oratorios se practicarán por la noche los ejercicios
acostundirados.—La misa y oficio divino son en honor Je san Pablo^
primer ermitaño , con rito doble y color blanco.—M, B,
Pero tampoco pasaron muchos meses , señores, sin que se
convenciese de nuevo el gobierno de que no eran reformas lo
que la revolución pedia , que no era el orden lo que la anarquía proclamaba: la revolución , naciente en aquella época,
era , señores, una revolución mas positiva que las demás que
liabían pasado en las otras naciones de Europa; no era una
Wri iii h l í '
revolución de fanatismo, n o ; los monasterios eran ricos
NOTICIAS ESTRAMGEKAS.
jwr la piedad de los siglos anteriores, y era precise sacar
de aquellas comunidades las riquezas y pasarlas á otras
comunidades nuevas, á las comunidades patrióticas, y las
AMERíCA.=MEJico.-Encuéntrase aquella república en la
comunidades religiosas fueron suprimidas, y sobre sus bie- situación mas crítica. Ademas de la discordia interior , la guersa
nes , como sobre la túnica del Salvador, echaron suertes civil, las amenazas de guerra de parle de Tejas y las de interlos vencedores. Sacrificada lu víctima , parece que se debía vención de loi Estados-Unidos, un terrible tifus invade á Maaplacar la cólera de la deidad ofendida ; los conventos esta- lam iros, Tampico y>lros puntos. Los efectos de esta enfermeban suprimidos; sus bienes habían pasado á ser patrimonio de dad aparecen mucho mas espantosos que los de la fiebre
nacientes aristocracias : ¿qué mas se quería? Se deseaba mas. amarilla. La insurrección contra Santa-Ana toma grande ínS í : había mas riquezas eclesiásticas ; pero estas riquezas eran cremenlo. Aseguran las cartas de aquel punto que la caíisá
pjas difíciles de combatir. Para conseguirlo con éxito era pre- de este es desesperada y que se pasan á su adversario soldados á
'
'
ciso acabar con la conciencia del país , poniendo la concíen- bandadas.
cía del país en lucha con sus interés , la conciencia del país esLi»u.-r-Las noticias recibidas de aquel punto alcanzan al
taba en la prestación decimal, y el diezmo fue suprimido.
20 de agosto. El pais se hallaba en aquella fecha en la mayor
El 5r. ministro de Hacienda acaba de decirnos que no hu- confusión. Callao se preparaba con 3,000 hothbres para debo para tal supresión ni razones políticas ni razones económi- fenderse dé Castelli y su ejército de 5,000 combatientes.
cas , pues que en las oficinas no había una sola reclamación El presidente Vivanco batido por el general Castelli ha
contra la prestación decimal; y al dia siguiente el ministro pi- llegado á Callao con algunos de sus partidarios: no se le ha
dió su continuación. ¿Qué motivo hubo , pues, para tan ira- permitido desembarcar pero se le dio orden de volver á Islay.
ESTADOS UNIDOS.—rtcsoíuciVmcs del Senado y de la
prudente supresión? Una exigencia revolucionaria. Pero apenas acababa de libar los placeres de la victoria, el ministro su- Cámara sobre la agregación de Tejas d la repúbíica.^-^
presor vio el abismo abierto á sus pies, y se aterró ; porque la La agregación, la unión de la república de Tejas á los EstaEspaña , señores, es una nación eminentemente católica y re- dos Unidos , dicen los representantes de las dos Cámaras reuligiosa ; en España era una necesidad urgentísima el sostener nidos en el Congreso, se verificará según se convino en 12 de
el culto y el clero; y para suplir la antiquísima base de sn es- abril último y en los términos siguientes :
Artículo 1." La república de Tejas, conforme al voto de!
plendor no había mas recurso que imponer al país una contribución fuerte: ¿y cuál era el ministro que en aquella sazón, ¡I pueblo lejano y el de todos los empleados en las distintas dearrostraba esta impopularidad? £1 hombre audaz, tan solícito I pendencias'de su administración, cede á los Estados Unidos
mmk
POLÍTICA.
EL CATOLlCOr
Ü3r~
lodos sus territorios , para que los Estados Unidos los guarden' y de los cuales hay ya 27 en él , con los demasque V. E. ésy conserven en plena propiedad y soberanía, y se los agreguen» presa: de todo lo cual se ha enterado S. M. ; é impulsada de';
como uno de sus territorios, y los sometan á las mismas reglas ¡os magnánimos sentimientos que le son propios á favor de sus'
constitucionales que los suyos propios. Esta cesión compren- leales subditos , se ha dignado resolver , que tocando á este''
de todas las plazas, puertos , ediGcios , almacenes , arsenales, ministerio realizar tan filantrópico pensamiento, se prevenga
terrenos valilíos y demás propiedades, archivos^íesqrerws^ por el del digno^ cargo de V. E. al mencionado cónsul proceda desde luego á inscribir á su gobierno como suscritorá aquel
etc. etc. pertenecientes á la repúíjlica de tejas,
' ,''
Arl. 2." Los ciudadanos do Tejas se incorporarán á la Union benéfico establecimiento desde 1." del actual por la cantidad
americana, apoyados y protegidos en el goce desús libertades de 20 libras esterlinas anuales que indica como suficiente , a
y garantías, en el de sus propiedades, y admitidos, en cuanto cuyo efecto comunico orden al pagador de este ministerio pa-'
lo permitan los principios de la Constitiicioii federal, al goce ra que gire á su favor la espresada cantidad por lo corresponde todos los privilegios, derecliosé inmunidadesd(¿ luis ciudada- diente al año actual, y que en los sucesivos verifique siempre
el giro de igual cantidad con este objeto en los primeros dias
nos de los Estados-Unidos.
,
Los artículos 3.," 4 , ° 5." y 6." tratan de las dificultades que del mes de enero de cada uno de ellos , mientras no se les
pudiesen sobrevenir, y el mudo de satisfacer y amortizar las prevenga otra cosa por haber dejado de existir dicho hospital,
' ''
deudas de Tejas. Una suma de 3oü,ü00 pesos fuertes se paga- ó porque S. M. lo tuviese por conveniente.
Lo
que
digo
á
V.
E.
de
real
orden
á
los
efectos
consigiíií^»
'
rá al tesoro de los Estados Unidos, 90 días después de camles , corno resultado de su referiiia comunicación. Dios guar. '
blifdas las ratificaciones.
' Art. 7." Hasta que se hayan adoptado nuevas medidas, las de á V. E. muchos años. Madrid 9 de enero de 1843.=Aractuales leyes de Tejas seguirán en vigor, y todos los emplea- mero.=Sr. ministro de Estado.
dos civiles y de judicatura conservarán sus destinos, esceplo el
»*)«»«*•
f
presidente y vice-presidente.
^ j , , , . ', —El Coí/etfano inserta el siguiente comunicado:
* Art. 8," Tan pronto como se verifiquen las ratificaciones ^e
"Para evitar toda interpretación á la circunstancia de no eseste tratado, el presidente de los Fstados-Unidos, conforme ál
parecer del senado y con su consentimiento, nombrará una tar firmado por miel manifiesto publicado por los demás seño-!
comisión que pasará á Tejas, y recibirá en debida forma la tras- res diputados dimisionarios, considero oportuno declarar que >
ferencia del territorio, los archivos y edificios ó estableci- el único motivo de ello ha sido el que dichos señores han crei-í
mientos públicos de aquel pais, á nombre de los Estados-Uni- do duber hablar de su conducta nada hostil al ministerio , ali
dos. El mismo presidente egercerj en él el poder egecutivo en que hice yo abierta oposición, y de otros pormenores peculia-i
i-es á los mismos y á la eiunienda que habían presentado, y noj
cuanto á la aplicación de las leyes, hasta ulterior provisión.
AF1UCA.=0I;AN 23 de diciembre.=Nuestio amigo el era laqueyo habia tenido el honor de suscribir; por loque onte-f
Kaid de üuchda ha publicado un bjndo prohibiendo bajo las rado del manifiesto antes de su publicación me vi con senlimien- '
penas mas severas el traficar con los franceses , imponiemio la to privado del gusto de poder firmarlo á pesar de hallarme en!
pena de .WO francos á todo el que traspase la frontera. Tam- toramente conforme con su contenido , tanto por iodo lo rebién se ha prohibido , según se dice , que io:, habitantes de lativo al grave suceso que ha motivado las renuncias , como
con respecto á las bases del magnífico programa de gobierno
Ouchda continúen labrando las tierras.
Por último se dice que el Kodja del emperador Abd-er- consignado én tan importante documento. Madrid 12 de eneRhaman ha llegado con un cuerpo de caballería á la frontera ro de 1843.=í'ranc!sco de Perpiñd.^''
—Anteayer á las doce y media del día pasaba por la calle
para arreglar los límites del territorio. Hace ocho dias que llegó á Ouchda , y el general no se muestra al parecer muy solí- de San Vícenle Alta , un joven de 22 años acompañando á
cito en dar principio á esta operación , pues todavía no se ha una joven de 18 : parece que los dos se profesaban un mutual
cariño, y que el padre de ella se oponía á su casamiento.
anunciado su llegada.
Acaso Mr. de f^imoriciere pensará presentarse en aquellos Aquella mañana la habia acompañado él á misa y venían de
puntos; quizá el asunto no termine pacíficamente , porque vuelta, cuando por razones que se ignoran sacó el joven una^
vuelve á susurrarse que Abd-elKader está reclntando gente navaja y la dio una cuchillada en la cara. La muchacha , quei'
en secreto , y aun se supone que hace ocho dias avanzó hasta parece se llamaba Juana Martínez , huyo gritando y se acogió
Asia , que pertenece al territorio francés. Pero sean ó no fun- a casa de un albeítar , á donde la siguió su asesino saliendo áj
dados estos rumores, es lo cierto que introducen el terror en- poco rato con las manos y la navaja manchadas de sangre. Un
tre las tribus fronterizas que se han sümelido, y que temen ser caballero'que estaba en un balcón y habia presenciado todo,
gritó que le prendieran ; lo cual se verificó asi, sientio condudestruidas por el Emir.
cido el delincuente al cuartel de S. Mateo. Allí pretendió
ocultar la prueba de su crimen escondiendo la navaja entre la
ropa de una cama , poro la mancha de sangre que dejó en ella
le descubrió. Preguntado por su crimen esclamó: "¡Pobre.
Juana!''sin dar mas contestación. Cuando llegó el Sr. Fio!,
MINISTERIO DB MARINA , COMERCIO V GORBIINACION DE UL- juez de primera instancia , para enlabiar las primeras diligenT8AMAB.=.Excmo. Sr.: He dado cuenta á la reina nuestra se- cias , negó su delito y sufrió con imperturbable serenidad el
ñora de la comunicación que V. E. me dirigió en 2 del actual, careo con el cadáver de su víctima (pues la habia muerto en
á que acompaña copia del despacho que le ha dirigido el cón- casa del albeitar). Los operarios de esta casa dicen no haberle
sul general de S. M. en Londres , dando cuenta de existir en visto herirla , pero las circunstancias que concurren, en esto
el rio de dicha ciudad un hospital flotante para los marineros " hecho forman una prueba plena contra el autor del delito,.
de todas las naciones que caigan enfermos durante la perma- Ii Entre los diversos nombres que ha dicho tener , es uno el de,
nencia de sus buques en aquel puerto , con tal de que se ha- Manuel González. La causa se sigue con actividad , estando
(W-)
llen SHScritos á ellos gobiernos de que estos dependen , ma- ya concluido el sumario.
nifestando la conveniencia de qua el español se suscriba con
Una cantidad proporcionada por la gran ventaja que de hacerHKVISTA DK LAS PítOVINCTAS.
lo reportará nuestra marina para evitar se cierre la admisión
CATALr5íA.=GER0NA 2 de encro.=Go6;«rfio wit7»7ar
en el mencionado hospitaldc los individuos que enfermen de
las tripulaciones de nuestros buques mercantes que aili llegan, i. de óferoíia.-'Organizadd cuuvenieniemcnte el somaten y re»
EL CATÓLICO.
96
Varlido un número de armas , suficiente, para hacer frente á
Cualquiera partida que se presente con ánimo de perturbar la
tranquilidad del pais, sea bajo el concepto de malliechores ó
trabucaires, sea bajo el pretesto de revolucioniírios ó centralistas, seria un baldón para el pais el que semejantes perturbadores lo paseasen impunemente ó lo atravesasen con sus devastadoras correrías, poniendo á los habitantes en alarma y exigiendo ruinosos rescates á los propietarios que caen en sus manos. Tiempo es ya de que cesen seraejarites escándalos y que
un castigo severo escarmiente á lus que por apatia ó m^ilicia se
muestran protectores de semejantes bandidos , ó pasivos é indiferentes á los males y desgracias de sus conciudadanos, en
cuyo concepto ordeno y mando:
1." Se observarán con la mayor esactitud y precisión cuantas órdenes y disposiciones se han comunicado y publicado en
los Boletines Oficiales para la persecución de los perturbadores de la tranquilidad pública-, en concepto de que se exigirá
toda responsabilidad á lus comandantes de somaten y de armas
y á las justicias de los pueblos por la menor infracción á cuanto sobre el particular está prevenido.
2." Hallándose provistas de armas una parte de las casas
de campo, deben tener entendido sus dueños que estas armas
no les están concedidas solamente para su defensa, sino también para la del pais y protección de sus habitantes. En tal
concepto deben dar parte y perseguir á los trabucaires y personas sospechosas que transiten por las inmediaciones, conveniéndose por medio de señales para levantarse simultáneamente contra ellos y perseguirlos. El que asi no lo verifique por
omisión o malicia, será confinado y su casa cerrada y tupiada
según está prevenido en el artículo 2ü de las penai, publicado en el Boletín oficial número 14a del sábado i) de noviembre último.
3." Tuda persona sobre quien recaigan sospechas de ser
abrigador de trabucaires ú otra clase de gente capaz de perturbar el orden y la tranquilidad, quedará sujeta á un breve juicio; y si resultase probado este delito ó indicios semipruebas
de él, sufrirá la misma pena de confinamiento y de tapiar la
casa en que habite.
4." Los comandantes de armas y justicias de los pueblos,
tne serán responsables del cumplimienlo de todo cuanto queda prevenido respecto de la persecución de malhechores y gente sospechosa, dándome parte inmediatamente de cuanto ocurra para poder yo disponer tengan efecto las providencias, medidas y castigos que se imponen en este bando.
> Gerona 31 de diciembre de 1844.—El general comandante
general, Anluniu Lasauca.
i
(Boletín oficial de Gerona.)
CORTES.=CosGEESo—Se«ion de hoy.
Abierta á las dos y cuarto, y después de dar cuenta del
despacho ordinario, se puso á discusión una enmienda del Sr.
Coira y otros diputados al proyecto de la comisión de dotación
del culto y clero La enmienda decía asi: "Puesto que se
designa por el gohifrno una contribución sobre la propiedad
territorial esta pagara el 4 por ÍOU para la dotación del culto
y clero, sirviendo después en descuento de las contribuciones
ordinarias."
.
i
.
El Sr. Coira como su aulor la apoyo, asegurando que de
no acept;irse esta enmienda , el clero permanecería indotado
como hasta aquí. La juzgaba favorable a la agricultura, tanto
porque lesera mas fácil su pago eñ frutos, cuanto porque
este pago era en proporción de lo que recolectaba ; que
ha*er que los labradores pagasen 8 0 ó 100 rs. en dinero era sacrificarlos , siéndoles mas llevadero efectuarlo en frutos. Refiriéndose á los hechos consumados, dijo gue estos no se podían
sustéoer cuando estaba por medio la justicia; y que no se le dijese que esto era reacción,.porque entonces tambiea lo seria
defender los principios eternos de justicia. Dijo ademas qué él '
proyecto del gobierno era insuficiente , porque habiendo e«
la nación 20.000 curas párrocos á 6,000 rs. cada uno, asciende
á 120 millones ; y luego 20,000 parroquias á 2,000 rs., eran
40 millones; así que solo el clero parroquial con sus iglesias
importaba lÚO millones de reales, que unidos á los 20 millones
que se designaban al clero alto, importaba 180 millones. Pasando después al examen de lo que el gobierno designaba en
su proyecto para cubrir el presupuestu , añadió que si el año
40 el producto de los bienes del clero era de 26 millones, ¿cómo se quiere que ahora, después de vendida una gran parte,
produzcan 27 millones? Respecto de los rendimientos de Cruzada aseguró que en Sevilla se designaba su tercera parte á los
establecimientas de beneficencia, por lo que tampoco se podía
contar con toda esta cantidad. S. S. concluye diciendo que " a l
clero ó datarlo bien ó no dotarlo."
El Sr. Mayant, minitlro de Gracia Justicia se opone á
la enmienda y esclama, se ha dicho por algún señor diputado
que el gobierno tenía al clero en la mayor abyección., Y ¿á
qué gobierno se dice esto? Cabalmente al mismo que ha hecho cuanto ha estado de su parte por la Iglesia. Yo reto, continuó S. E., á que me digan ios señores diputados qué ha dejado el gobierno por hacer en favor de la Iglesia. Con este motivo citó S. E. un documento importante del año
18{'l ( 1 ) en el que se censuraba en el estrangeru al gobierno eipañol por actos cometidos durante la revolución de España, y contesta que todos están reparados menos el restablecimiento del diezmo, al cual se opone S. E . , aunque confiesa
fue su abolición una medida impolítica é imprevisora. Añade
que no porque el clero cobre del gobierno deja de ser independiente , en prueba de lo cual citó S. E. los estados pontificios de Italia , donde dice que el clero está asalariado, y el articulo 8." del concordato de 1817 con la Franela. Después confesó que para la dotación del culto y clero, según la opinión particular de S. E. se necesitaban doscientos millones
de reales, porque no se les podía dar á los curas párrocos menos de seis mil r s ; S. E. concluye con estas
palabras: "Creer que Su Santidad por intereses terrenos se há
de olvidar de la nación española , y no ha de mirarla como
debe , es pensar muy bajamente del Gefe de la Iglesia , que
está bien penetrado de las intenciones del gobierno de S. M . ,
á quien confio hará justicia."
El seúur López Ballesteros,
como de la comisión, $e
opuso á la admisión de la enmienda.
Procedíénduse á la votación nominal de dicha enmienda/
resultó desechada por 93 votos contra :¿9.
'
—Se suspende esta discusión, y se lee un oficio del Sr. mi-!
nistro de la Gobernación , con el que remite 200 egemplares
de la nueva ley de ayuntamientos . diputaciones' provinciales
y consejos administrativos. Habiendo anunciado el señor presidente que se repartirían á los señores diputados, varios de és»
los reclaman que se haga en el acto.
—Continúa la discusiondel culto y clero, y se lee por segunda vez la aiiicioii del Sr. Gonzalo Morón y otros , al proyecto
del gobierno , d)^ la cual tienen ya nutíciu nuestros lectores*
Apoyóla el Sr. Morón eu un largo discurso que no pudimos,
oír.
Se suspende esta discusión y se levanta la sesión á las
cinco y media.
(1)
Suponamoi Krá l> •locucioo il* Su Santidad de 1. " i» a j a n o .
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