4 de junio de 1987. Aprobación de la Ley de Obediencia Debida

Anuncio
4 de junio de 1987.
Aprobación de la Ley de Obediencia Debida
Nuestro país vivió durante siete años (1976-1983) una de
las dictaduras más crueles y sangrientas de
Latinoamérica. A partir de 1983, se vive el retorno a la
vida democrática que va rearmándose a tientas entre la
incertidumbre y la convicción de no sería una tarea
sencilla. Es por ello, que el gobierno de Alfonsín fue
haciendo concesiones a los sectores que estuvieron
ligados al gobierno de facto y que aún mantenían una
cuota importante de poder.
En diciembre de 1986, luego de
una serie de
levantamientos militares el presidente Raúl Alfonsín promueve la sanción en el Congreso de la ley de Punto Final. Esta
ley N° 23492 (Sancionada el 23 de diciembre de 1986; promulgada el 24 de diciembre 1986; publicada en el Boletín
Oficial el 29 de diciembre de 1986) que estableció la caducidad de la acción penal (prescripción) contra los represores de
la dictadura, responsables de haber cometido el delito complejo de desaparición forzada de personas que involucró
detenciones ilegales, torturas y homicidios agravados o asesinatos.
En Junio de 1987 a la luz de nuevas revueltas militares se plantea la sanción de la ley N° 23521 de Obediencia Debida,
que excusó a los oficiales de bajo rango de las Fuerzas Armadas que se habían visto obligados a cumplir órdenes durante
el régimen de facto.
En Diciembre de 1990 el presidente Carlos Menem indulta a miembros de las
guerrillas y militares que habían sido condenados en 1985.
En Marzo de 2001 el juez federal Gabriel Caballo declara la inconstitucionalidad de
ambas leyes en la causa por la desaparición forzosa de José Poblete y Gertrudis
Hlaczik y la apropiación de su pequeña hija, Claudia Poblete.
En Agosto de 2001 la Cámara Federal confirma el fallo del juez Caballo.
En Agosto de 2003 Con la aprobación de la Ley N° 25779 (sancionada el 21 de agosto
de 2003 y promulgada el 2 de septiembre de 2003) el Congreso declara la nulidad las leyes 23492 de punto final y 23521
de obediencia debida.
A partir de Septiembre de 2003, luego de la anulación parlamentaria, se reabren las causas por las violaciones de los
derechos humanos cometidas en los principales centros de detención y torturas del régimen de facto.
En Mayo de 2005 el procurador general Esteban Righi –jefe de todos los fiscales- dictamina la inconstitucionalidad de las
leyes.
En Junio de 2005 la Corte Suprema de Justicia declara inconstitucionales las leyes de Punto Final y Obediencia Debida.
Descargar