Cuarto objetivo Especial

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Especial
Cuarto objetivo
escribe Florence Couillaud
Egresada de la Especialidad
de Periodismo
Reducir
la mortalidad
infantil
En el Perú, la tasa de mortalidad infantil en menores de 5 años es de 32 por cada 1.000 niños
nacidos vivos, una cifra en cierto sentido esperanzadora que nos dice que el objetivo para el 2015
planteado por las Naciones Unidas –bajar la tasa de mortalidad infantil en este grupo a 27
por cada 1.000 nacidos vivos– no está tan lejos. Sin embargo, esta situación contrasta con el hecho
de que la cuarta parte de nuestra población infantil padece de desnutrición crónica.
S
e dice que los niños son el futuro. Esta frase,
que en principio debería transmitir esperanza, tiene en el Perú matices desoladores
si se piensa en la calidad de vida de aquellos niños que sobreviven a los primeros
cinco años de vida. En nuestro país, la principal causa de mortalidad infantil son las enfermedades perinatales (38% según datos del Ministerio de Salud
al 2002), es decir, aquellas relacionadas con embarazos complicados y que tienen secuelas en el neonato
hasta el primer mes de vida. Otras causas comunes
de muerte son las infecciones respiratorias, los accidentes y las enfermedades diarreicas agudas.
MÁS ALLÁ DE LA MORTALIDAD. La meta del
cuarto Objetivo de Desarrollo del Milenio (ODM) planteado por las Naciones Unidas es reducir la mortalidad
de los niños menores de 5 años en
dos terceras partes hasta el 2015. El
valor exacto esperado para cumplir esta meta es reducir la mortalidad infantil en menores de 5 años a
27 por cada 1.000 nacidos vivos. Según
Adrian Díaz, consultor en salud familiar y comunitaria de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), se trata de una meta
que sí se puede alcanzar. “El último valor de mortalidad infantil en el Perú, presentado por la Encuesta
Demográfica y de Salud Familiar del 2005 (ENDES
continua 2005), que no es oficial y que aún no ha si-
16/
/ Lima, junio-julio del 2007
do publicado, es de 23 por 1.000 nacidos vivos en
menores de un año, y de 32 por 1.000 nacidos vivos
en menores de 5 años. Si sobre esta estadística se
instala un compromiso de orden nacional, es muy
probable que esa tendencia se mantenga y se mejore el indicador. Creemos que va a haber muy buenos resultados”, declara Díaz.
Pero si bien la tasa de mortalidad infantil está
descendiendo, lo preocupante es saber qué pasa
con aquellos niños que sobreviven. En ese sentido,
habría que analizar la tasa de supervivencia infantil
y enfatizar la importancia de una correcta nutrición.
El problema de fondo es, pues, la salud integral del
niño. En el Perú, el índice de desnutrición crónica infantil es muy elevado (25%), y para
solucionarlo es necesario intervenir de
manera sostenida e integral en varios
frentes simultáneamente, como salud, educación, agua y saneamiento,
educación, vivienda, etc.
INICIATIVAS EN MARCHA. La Convención de los Derechos del Niño de
1989 es muy clara al respecto: “Todos
los niños tienen el derecho intrínseco
a la vida, y el Estado tiene la obligación de
garantizarles la supervivencia y el desarrollo”. Sin
embargo, el panorama no resulta tan esperanzador
frente a la constatación de que el indicador de desnutrición infantil crónica se ha mantenido alrededor del 25 % en los últimos 10 años. Para cambiar
esta triste realidad, hay una iniciativa colectiva que
lucha por mejorar las condiciones de vida de los infantes y que está integrada por varios organismos
nacionales e internacionales. En este conglomerado participan ADRA Perú, CARE Perú, Cáritas del
Perú, la Mesa de Concertación para la Lucha Contra la Pobreza (MCLCP), PRISMA, la Agencia de
los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), el Programa Mundial de Alimentos
de las Naciones Unidas (PMA), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
La labor más importante de este grupo ha sido
la inclusión de la temática de la desnutrición infantil en la agenda política. En ese sentido, propuso el
año pasado a los candidatos a la presidencia de la
República la firma de un documento en el cual se
comprometían a reducir en 5 puntos porcentuales
la desnutrición crónica durante su gestión, hasta el
año 2011. El actual gobierno ha honrado este compromiso firmado el 2006 y está desarrollando una
serie de actividades para luchar contra la desnutrición infantil. Un avance significativo es la inclusión
del indicador de la desnutrición en las partidas presupuestales por parte del Ministerio de Economía
y Finanzas. Por su parte, el presidente del Consejo
de Ministros, Jorge del Castillo, se encuentra trabajando para articular las políticas públicas a favor
de la infancia con los distintos sectores, cosa más
Especial
Data cifras
47
muertes por 1.000 nacidos vivos era
la razón de mortalidad en menores
de 5 años en el Perú en el 2000.
Cuarto objetivo
Fuentes: MINSA, ENDES 2000, PMA, OPS.
33
muertes por 1.000 nacidos vivos era
la razón de la mortalidad infantil en
menores de un año en el Perú al 2000.
14%
de la mortalidad infantil en el
Perú se debe a infecciones
respiratorias agudas.
25%
de la población infantil
peruana sufre de
desnutrición crónica.
50%
de los niños del mundo sufre desnutrición
crónica, según el Programa Mundial de
Alimentos (PMA).
ANA LÍA ORÉZZOLI
En el colegio hemos organizado una campaña
para ayudar a los niños de la sierra mandándoles ropa
para que se abriguen y así el frío no les haga daño”.
Fiorella Chamorro, Gleny Mamani y Daisy Berríos (14 años).
complicada de lo que se piensa, pues nunca antes
se había hecho.
También están en marcha otras iniciativas que
han logrado cierto éxito en sus proyectos. Tal es el
caso de la ONG CARE, que a través de su programa de intervención Redes Sostenibles para la Seguridad Alimentaria (REDESA), ha trabajado entre el 2001 y el 2006 en varias regiones del Perú, demostrando que sí es posible lograr las metas cuando se asocian estrategias integrales de desarrollo
económico, social, y mejoras de las prácticas de alimentación, higiene y de fortalecimiento de la gestión local. Aunque la meta de REDESA –reducir la
desnutrición crónica infantil en un 11%–
era alta, finalmente lograron disminuirla en 9,9 %.
DESNUTRICIÓN Y POBREZA.
“La desnutrición determina
el desarrollo futuro del niño,
ya que desde la gestación y
en los primeros años de vida,
el niño desnutrido ve afectadasu capacidad física, emocional e intelectual, reduciendo sus
posibilidades de aprendizaje en la
escuela, lo cual limitará en la adultez su inserción en
la vida laboral.Por eso decimos que un niño desnutrido hoy tiene altas probabilidades de ser un adulto pobre mañana”, comenta María Luz Pérez, asesora nacional de comunicaciones de CARE.
Aportes PUCP
Esfuerzos interdisciplinarios por los niños
Un aporte muy importante para la salud infantil
que se realiza desde la Universidad Católica es el
que trabaja el Grupo de Investigación y Desarrollo de
Equipos Médicos y Sistemas (GIDEMS), del área de
Bioingeniería de la Sección Electricidad y Electrónica.
Este grupo interdisciplinario, a cargo del investigador
Bruno Castillón, trabaja en el desarrollo de tecnologías que sirven para mejorar la atención de salud en
los recién nacidos. Desde 1993, GIDEMS ha ideado
prototipos de incubadoras que han sido utilizadas en
el Instituto Materno Perinatal (ex Maternidad de Lima)
por 200 bebés, además de ventiladores pulmonares
y sensores para respiradores artificiales. Sin duda, el
trabajo que más ha destacado es la Burbuja Artificial
Neonatal, que ya fue patentada en Estados Unidos y
premiada por INDECOPI. Este invento supera a las
incubadoras tradicionales, pues crea un ambiente
estéril y climatizado, reduciendo de manera uniforme
el calor en el habitáculo para el recién nacido. También puede usarse en ambientes no controlados;
tiene una doble cúpula que aísla los ruidos molestos
y proporciona una mezcla de aire-oxígeno unificado y
calentado según las necesidades de cada bebé.
Por su parte, la Maestría en Comunicación en Salud a
distancia que ofrece la PUCP, desarrolla la teoría y la
práctica para integrar conocimientos y experiencias
de distintas disciplinas que surgen de las ciencias de la
comunicación, la medicina, las ciencias sociales y de
la gestión. Su objetivo es la formación de profesionales
que dirijan proyectos y programas en el campo de la
comunicación en salud, la producción de cambios sociales y la promoción para el fortalecimiento de equipos
regionales especializados en análisis e investigaciones
comunicacionales en el campo de la salud.
Lima, junio-julio del 2007
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Especial
Cuarto objetivo
Por su parte, Adrian Díaz cuenta que la OPS ha
convocado recientemente a un grupo de expertos del Ministerio de Educación, el Ministerio de
la Mujer y Desarrollo Social (MIMDES),GRADE,
UNICEF, el Centro Nacional de Alimentación y
Nutrición (CENAN), junto con el Dr. Ernesto Pollitt, egresado de Psicología de la PUCP y experto
de reconocida trayectoria internacional en el campo del desarrollo infantil, para trabajar la identificación de intervenciones integrales que promuevan el crecimiento y desarrollo infantil, así como
en indicadores para cuantificar los logros. En el
marco de la lucha contra la desnutrición, se quiere
monitorear no sólo el cumplimiento de la meta de
reducción en 5 puntos porcentuales, sino también
todo aquello vinculado con desarrollo infantil.
Está claro, pues, que existe una relación directa
entre la desnutrición y la pobreza que es necesario
romper. Santiago Cueto, licenciado en Psicología Educacional de la PUCP y director ejecutivo del
Grupo de Análisis para el Desarrollo (GRADE), explica que según diversos estudios realizados en el
campo de la psicología, se ha demostrado el impacto de la nutrición en el desarrollo intelectual de habilidades cognitivas. “Las conclusiones apuntan a
que el momento más conveniente para invertir en
nutrición está dado en los primeros 48 meses de vida. Lo que la investigación reciente sugiere son las
combinaciones integradas, aquellas que conjugan
los elementos de una buena nutrición con los componentes de la estimulación, que incluye la participación de los padres de familia”, asevera Cueto.
Un dato importante a considerar es que se está
por cambiar el patrón de referencia
de crecimiento infantil. No nos
debe sorprender, entonces,
que la desnutrición crónica
en los niños de hasta 5 años
pueda aumentar de 25% a
31% en nuestro país. El nuevo estándar de comparación, basado en un estudio
convocado por la Organización Mundial de la Salud, redefine el patrón internacional de tablas de crecimiento. Hasta hace poco, el
patrón de referencia de crecimiento infantil era el
ideal de crecimiento de un niño de los Estados Unidos. Este último estudio, hecho simultáneamente
en mujeres embarazadas de óptimas condiciones
de Brasil, Estados Unidos, Ghana, Noruega, Omán
e India, trajo abajo la idea del peso genético en el
potencial del crecimiento. Así, todos lo niños del
mundo crecen de igual manera, por lo que el nuevo
patrón que está en proceso de aprobación, medirá
cómo deben crecer los niños según las condiciones
ideales de desarrollo. Las exigencias de esta nueva
tabla de medición revelarían más niños desnutridos de los que se tienen registrados actualmente.
GIOVANNA FERNÁNDEZ
En mi colegio
he visto que han
puesto latas de Pónle
Corazón donde todos
ponen su plata para
ayudar a los niños
que lo necesitan”.
David Silva, 7 años.
En el mundo
El terrible drama de la niñez interrumpida
Según el informe anual de UNICEF (2006),
anualmente mueren más de 10 millones de niños
menores de 5 años en todo el mundo. La enorme brecha
existente entre los países ricos y los pobres se manifiesta
con dramáticas diferencias: los países en vías de
desarrollo pierden un niño por cada diez; en los países
industrializados, la cifra es de una muerte por cada 143.
En el informe sobre la Aplicación de la Declaración del
Milenio del 2004, se analiza el panorama mundial sobre
el cuarto Objetivo de Desarrollo de Milenio (reducción en
dos tercios de la tasa de mortalidad de los niños menores
de 5 años). A pesar de las desigualdades sociales, el
ex secretario general de las Naciones Unidas, Kofi
Annan, expresó que “el avance hacia el logro del objetivo
cuatro sigue el curso previsto o se aproxima a él en
África septentrional, América Latina y el Caribe, y Asia
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/ Lima, junio-julio del 2007
sudoriental, pero ha sido menos satisfactorio en Asia
meridional e insignificante en Asia occidental, África
subsahariana y Oceanía. África subsahariana sigue
registrando la tasa más alta de mortalidad de niños
menores de 5 años, estimada en 174 muertos cada
1.000 nacidos vivos, casi el doble de la región que ocupa
el segundo lugar –Asia meridional–, y más de 20 veces la
tasa de las regiones desarrolladas”.
Ante esta situación, UNICEF se ha visto en la necesidad
de realizar cada tres años –en vez de cada cinco, como
se acostumbraba– la Encuesta de Indicadores Múltiples
por Conglomerados, que se aplica en 55 países. En
mayo del año pasado, los directores ejecutivos de
UNICEF y del Programa Mundial de Alimentos se
reunieron en Panamá con los jefes de las regiones
de América Latina y el Caribe. El tema central fue la
necesidad de eliminar la desnutrición infantil. Además,
UNICEF resalta la importancia de la salud del binomio
materno-infantil, ya que se debe atender a las madres
gestantes en todo el proceso de embarazo, incluyendo el
monitoreo de los neonatos.
El Estado Mundial de la Infancia 2007 de UNICEF incluye
un ranking de tasa de mortalidad de menores de 5 años
a escala mundial. Según este informe, los países con
la tasa más alta son Sierra Leona, con 282 sobre 1.000
nacidos vivos, seguido por Angola (260). Los países con
menor tasa son Andorra, Islandia, San Marino y Singapur
(3). Además, más de 20 países con las más altas tasas
de mortalidad de menores de 5 años pertenecen al
continente africano. De estos, los de África occidental
y central tienen las tasas más altas (190). En los países
desarrollados, la tasa es de 6 por cada mil nacidos vivos.
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