Dia Mundial de la Salud 1999

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DÍA MUNDIAL DE LA SALUD 1999
7 de abril
Sigamos activos para
DÍA MUNDIAL DE LA SALUD 1999
envejecer bien
ACTO CONMEMORATIVO CENTRAL DEL
DÍA MUNDIAL DE LA SALUD 1999
9 de abril
Auditorio del Museo de la Nación
Día Mundial de la Salud 1999
Ministerio de Salud
Dr. Alejandro Aguinaga Recuenco
Ministro de Salud
Dr. Alejandro Mesarina Gutiérrez
Vice Ministro de Salud
ResponsablesdelaOrganización:
Dr. Pablo Agusto Meloni Navarro
Director General de la Oficina de Financiamiento, Inversiones
y de Cooperación Externa del Ministerio de Salud
Lic. Alberto Gamarra Quiroz
Director General de la Oficina de Comunicaciones del Ministerio de Salud
OtrasInstitucionesintegrantesdelaComisiónOrganizadora
Dirección General de Salud de las Personas del Ministerio de Salud
Ministerio de la Mujer y Desarrollo Humano (PROMUDEH)
Ministerio de Educación
ESSALUD
Conferencia Episcopal Peruana
Especialagradecimientoa:
Programa de Fortalecimiento de Servicios de Salud
Lic. Ruth Pérez - Ministerio de Salud
Dra. Mirian Bazán - Gerente de Prestaciones Sociales de ESSALUD
Dra. Cecilia Costa - Gerente Central de Salud de ESSALUD
Editor:
Eduardo Arenas Silvera
Setiembre de 1999
©
MINISTERIO DE SALUD
Av. Salaverry, cuadra 8 s/n
Teléfono 432-3535, Fax 431-6665
[email protected]
http://www.minsa.gob.pe
Jesús María, Lima-Perú
4
ÍNDICE
PRESENTACIÓN
Dr. Alejandro Aguinaga Recuenco
9
MENSAJE DE LA OPS/OMS
Dra. Marie Andrée Diouf Romisch
15
MESA REDONDA
CAMBIOS DEMOGRAFICOS Y EL RETO PARA
LA SALUD Y LA SOCIEDAD PERUANA DE
MANTENERNOS ACTIVOS Y ENVEJECER BIEN
19
Moderador:
23
Dr. Fernando Cabieses Molina
Ponencia Central:
25
Dr. Mariano Querol Lambarri
Panelistas:
Rvdo. Padre Juan Julio Wicht, S.J.
41
Dr. Alberto Cazorla Talleri
49
Dra. Adriana Rebaza Flores
53
5
Día Mundial de la Salud 1999
Dr. Carlos Bazán Zénder
Comentario Final:
59
63
Dr. Mariano Querol Lambarri
Cierre de Mesa Redonda:
65
Dr. Fernando Cabieses Molina
PREMIACIÓN
Reconocimiento
69
Premios
73
CLAUSURA
Dr. Carlos Augusto de Romaña y García
6
79
PRESENTACIÓN
Dr. ALEJANDRO AGUINAGA RECUENCO
Ministro de Salud
Sigamos activos para
envejecerbien
DÍA MUNDIAL DE LA SALUD 1999
DÍA MUNDIAL
DE LA SALUD 1999
7
Presentación
Dr. ALEJANDRO AGUINAGA RECUENCO
Ministro de Salud
La Organización Mundial de la Salud tuvo la acertada iniciativa de
fijar un día en el calendario universal, que motive la reflexión de toda
la humanidad sobre lo valioso e importante que es la salud y sobre
todo, acerca de los esfuerzos que diferentes instituciones y organizaciones hacen cotidianamente en todos los países en aras de preservar, recuperar y promover ese bien tan delicado y frágil que es la vida.
En el Perú, hemos hecho de esta iniciativa una oportunidad para
concertar esfuerzos y voluntades en torno a la acción en pro de la
salud. El Estado ha hecho denodados esfuerzos para cambiar el panorama nacional de la salud y es nuestro sector, junto con los demás
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Día Mundial de la Salud 1999
sectores sociales, los promotores de hacer de cada día una oportunidad para lograr una mejor salud para más peruanos.
Esta opción en pro de la población general marca el signo de los
nuevos tiempos, la confirmación del inicio de nuevas épocas. Es como
una clarinada para ingresar al nuevo milenio, anunciando que nos
encontramos con la misma civilización pero con matices diferentes y
nuevas características.
Con ocasión del tema para este año, de mantenernos activos para
envejecer bien, permítanme compartir algunas reflexiones.
En las sociedades antiguas la longevidad era un privilegio reservado
a la nobleza. De hecho, la expectativa de vida en la mayoría de las
civilizaciones era bastante corta.
Con el paso de los siglos, esa temporalidad vital se fue acrecentando
lentamente. Es en la segunda mitad de este siglo cuando la humanidad ha mejorado grandemente la esperanza de vida.
Toda esta transformación, todo este progreso, también origina cambios en el concepto de salud. Ha cambiado, como lo anticipaban los
pensadores, el modo de apreciar el tiempo libre. Hay mayor tiempo
libre ahora que las personas alcanzan más años de vida y tienen
jornadas breves, semanas cortas, vacaciones mensuales y cesantías
anticipadas.
La combinación de abundante tiempo libre y aburrimiento irreversible es peculiarmente nociva. El descanso es placentero cuando tiene
como pre requisito haber realizado actividad o trabajo, sólo así se
puede hablar de sano esparcimiento. En ausencia de actividad sólo
cabe el aburrimiento, el hastío. Por eso, tenemos que seguir activos,
para envejecer bien; ese es nuestro lema, ese es un principio.
Por otro lado, al cambiar la estructura de edades y al cambiar el
concepto de salud, se abandonan formas tradicionales que la sociedad propiciaba para mejorar el entorno del anciano: la familia nume10
Presentación
rosa, esa extendida institución muy favorable para las personas mayores. Los tiempos han ido modificando estos patrones, las formas de
la sociedad moderna originan carencias para el adulto mayor, fundamentalmente de tipo afectivo; por tanto, se hace imperioso suplir
esas carencias con apoyo de la comunidad, impulsando la cultura, la
familia extendida, los lazos de parentesco. Basta recordar que en
español, hogar es la hoguera de la chimenea de la casa, es la que da
el calor en los años de frío invierno.
Es preocupación del Estado moderno generar la capacidad de ofrecer a los adultos mayores la oportunidad de tener una vida decorosa
y productiva, de acuerdo a sus capacidades, que reconozca el valor de
cada individuo como persona. Pero, el asunto no se reduce a sólo
vivir más, a durar más, esto tiene que estar necesariamente ligado a
una mejor calidad de vida que implica atención afectiva y social. Aquí
concluyo mis reflexiones, porque en las siguientes presentaciones
vamos a tener el privilegio de disfrutar de la experiencia, de las ideas,
los testimonios, los puntos de vista, la inteligencia, la creatividad y el
calor de personas extraordinarias, muy ligados al sector de salud.
Para muchos de nosotros son grandes maestros que van a deleitarnos con su particular visión de ver el mundo y de las cosas. A través
de todos ellos, yo rindo homenaje a lo grande que tiene nuestra gente
grande. En el sur del Perú y en Argentina la gente grande es la gente
mayor, por algo será. El programa de celebración del Día Mundial de
la Salud promete mantener activos nuestros intereses y nuestros corazones.
11
MENSAJE DE LA OPS/OMS
Dra. MARIE ANDRÉE DIOUF ROMISCH
Representante en el Perú de la OPS/OMS
Sigamos activos para
envejecerbien
DÍA MUNDIAL DE LA SALUD 1999
DÍA MUNDIAL
DE LA SALUD 1999
13
DRA . MARIE ANDRÉE DIOUF ROMISCH
Representante en el Perú de la Organización Panamericana de la Salud/
Organización Mundial de la Salud, desde julio de 1988. Médica epidemióloga,
de nacionalidad senagalesa francesa. Fue representante de la OPS/OMS
en Haití, de 1993 a 1998 y, anteriormente, Coordinadora de los Proyectos
de Salud de la Guyana Francesa.
Mensaje de la OPS/OMS
Dra. MARIE ANDRÉE DIOUF
Representante de la OPS/OMS en el Perú
Mensaje en nombre del Director de la Organización Panamericana de la
Salud y de la Directora General de la Organización Mundial de la Salud.
En primer lugar, permítanme, en nombre de la Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud, darles
las gracias al Señor Ministro y a la Comisión presidida por el Doctor
Augusto Meloni, que organizó todos los eventos para celebrar el Día
Mundial de la Salud, por ofrecernos esta oportunidad de abordar un
tema fundamental para quienes trabajamos por mejorar la salud y la
calidad de vida, para quienes compartimos una visión integral de la
salud desde el embarazo, la niñez y la adolescencia hasta la última
etapa del ciclo de vida.
15
Día Mundial de la Salud 1999
El envejecimiento poblacional constituye el cambio demográfico más
trascendental que enfrenta el mundo al inicio del nuevo milenio.
Mientras que en el presente siglo el problema principal de la salud
pública ha sido la supervivencia de las poblaciones, en el próximo
siglo la mayor preocupación será su calidad de vida.
Ayer preparé un pequeño discurso para este evento, escribí algunas
páginas acerca de las proyecciones en términos de población: el aumento previsto de la población, el número y la proporción de personas mayores de edad en el mundo, en América Latina y en el Perú,
donde el porcentaje de personas mayores de 60 años va aumentar de
7% al 12% en los próximos 20 años. Preparé un discurso para decirles que la mayoría de las personas mayores de edad van a vivir en el
mundo en desarrollo, para decirles que la mayoría de las personas
mayores de edad son activas y siguen apoyando a sus familias, especialmente en el sector informal. Preparé este discurso para decirles
que para envejecer bien es necesario prepararse desde la niñez, e
inclusive desde antes, con una buena nutrición empezando por la
lactancia materna, con la práctica del ejercicio físico, con un comportamiento saludable, sin adicción alguna al tabaco, alcohol u otras
drogas, con un comportamiento sexual responsable. Decirles también que se necesita desarrollar políticas de vida que permitirán responder a un aumento de las demandas de servicios de atención
geriátrica, tanto como de los servicios de recuperación de las habilidades y la atención a los discapacitados. Había preparado todo eso,
pero, leyéndolo otra vez, me di cuenta que no era eso lo único que
quería transmitirles esta mañana. Definitivamente, yo no podía perder esta oportunidad de comunicar lo que yo creo es realmente el
sentido de mi vida personal, así como profesional. Entonces, en la
madrugada de hoy, viernes, boté todo lo que había preparado, para
compartir con ustedes algo más personal.
Los africanos, como yo, no creen que la vida es una escalera donde
pasamos del vientre de nuestra madre a la niñez, la adolescencia, la
edad adulta y después a la vejez. Creemos, un poco como los mayas
o los incas, que la vida es un ciclo continuo que tenemos que armo16
Mensaje de la OPS/OMS
nizar con la naturaleza. No creemos que envejecemos, creemos que
existe un fenómeno de madurez parecido al de la semilla que se
desarrolla para dar una fruta sabrosa y cuando la fruta se seca no se
muere, porque contiene una semilla que a su vez va a madurar. No
creemos que los ancianos son una carga para la comunidad sino una
fuente de sabiduría, el centro de la familia, los que ayudan a los niños
a dar sus primeros pasos y que toda la vida nos enseñan el camino.
Envejecer es una bendición. La única otra alternativa es la muerte
prematura. Miren a John Glenn, que volvió al espacio a los 77 años,
miren a su santidad Juan Pablo II, quien con su voz y su mensaje, en
el increíble disco que acaba de salir, conmueve a multitudes y otra
vez nos enseña el verdadero camino.
Hoy, permítanme mencionar a dos personas que han marcado mi
vida con tinta indeleble, la primera es el hombre de mi vida: mi abuelo paterno. Él tuvo el privilegio de vivir 109 años y hasta su último día
él reinó sobre nuestra familia transmitiendo su fuerza, sus valores
morales y espirituales y su coraje. Él me ha enseñado el valor de vivir
de acuerdo a nuestros principios, me ha enseñado en el tiempo posterior a la colonia el sentido de la democracia, de la justicia, de la
libertad y del amor. Él solía decirme que “cuando hay un vínculo tan
fuerte entre dos personas, como entre tú y yo, nunca se mueren las
personas, yo seguiré viviendo en ti”. Yo creo que este anciano sigue
viviendo en mí, como en mi hijo menor que se llama como él. Yo
creo que este anciano hizo al adulto maduro que yo soy hoy, como al
adulto que mi hijo será. Después de una vida constantemente activa,
físicamente, mentalmente y espiritualmente, hasta su último momento, se murió en paz hace 14 años, cuando apenas empezaba en mis
entrañas la vida de mi hijo menor.
Finalmente, déjenme mencionar a una gran amiga mía: Sor Elena.
Ella tiene 88 años. Sor Elena no ha vivido sino aceptado un fabuloso
destino. Ella es una religiosa enfermera belga, que nunca había pensado dejar su Bélgica natal. Trabajaba al servicio de los pacientes que
tenían una enfermedad terrible en esa época, la lepra. Trabajó con la
17
Día Mundial de la Salud 1999
etnía pigmea del Congo, después en Vietnam, donde pasó un año en
prisión. Regresó enferma a Europa y un año más tarde su congregación la mandó a Haití, para abrir una escuela, un orfanato, un centro
de recuperación nutricional, un taller de artesanía para las madres
en el pueblo joven más pobre, más peligroso de ese país. Un día, con
su sonrisa y su maravilloso sentido del humor, Sor Elena me contó
que la habían mandado a Haití por 2 años y que no sabía contar
porque ya llevaba allí 22 años. Sor Elena, gracias por haberme enseñado la fuerza de la fe y del amor.
Estoy segura que cada uno de nosotros aquí, podría contar así sus
recuerdos, sus historias personales de adultos mayores que nos han
enseñado y siguen enseñándonos el camino. Por eso, creo yo que
todos compartimos este deseo de construir una sociedad más justa,
donde las personas mayores de edad sigan apoyándonos y apoyando
a nuestros hijos, para que se mantengan y se fortalezcan los valores
esenciales de la familia y la comunidad. Por eso, creo que vamos a
trabajar para concretar este sueño, especialmente para que las personas mayores de edad más pobres tengan acceso a un nivel de recurso
más justo, a una nutrición adecuada y a un servicio de atención y de
rehabilitación de calidad. Estoy segura que ustedes entienden por
qué ésta mañana boté las hojas que había preparado, para contarles
un poco de la historia de dos seres que envejecieron bien, dos gentes
grandes con una larga vida, que se mantuvieron activos físicamente,
mentalmente y espiritualmente, y que continúan encendiendo el camino de los demás. Creo que es lo que nuestro Director, el Doctor
George Alleyne, quería decir en su mensaje del Día Mundial de la
Salud, cuando él escribió que “podemos dar más vida a nuestros
años y no sólo más años a nuestra vida”.
Muchas Gracias.
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MESA REDONDA
CAMBIOS DEMOGRÁFICOS Y EL RETO PARA LA
SALUD Y LA SOCIEDAD PERUANA DE
MANTENERNOS ACTIVOS PARA ENVEJECER BIEN
Sigamos activos para
envejecerbien
DÍA MUNDIAL DE LA SALUD 1999
DÍA MUNDIAL
DE LA SALUD 1999
19
Presentación
Moderador
: Dr. Fernando Cabieses Molina
Ponencia Central
: Dr. Mariano Querol Lambarri
Panelistas
: Rvdo. Padre Juan Julio Wicht, S.J.
Dr. Alberto Cazorla Talleri
Dra. Adriana Rebaza Flores
Dr. Carlos Bazán Zénder
Dr. Fernando Cabieses Molina
21
Mesa Redonda
PRESENTACIÓN
El Dr. Fernando Cabieses Molina se graduó de médico en 1945, e
hizo estudios de especialización en cirugía neurológica en Filadelfia,
Estados Unidos, desde de 1945 a 1950. Desde entonces practica la
neurocirugía en Lima, especialidad de la cual es uno de los pioneros
en Sudamérica. Recibió el título de doctor en medicina en 1956.
Su actividad quirúrgica ha sido y es intensa, habiendo formado a su
alrededor una escuela neurológica de gran prestigio en todo el continente. Su labor quirúrgica se ha realizado en diferentes instituciones,
por ejemplo, el Instituto de Enfermedades Neoplásicas y el Hospital 2
de Mayo. Actualmente, es Profesor Clínico de Neurocirugía de la Universidad de Miami, en los Estados Unidos con residencia en Lima.
Organizó y presidió el Primer y el Segundo Congreso Mundial de
Salud Tradicional, y desde 1941 ha sido un activo maestro universitario. Durante su vida académica, ha sido fundador de muchas sociedades científicas, ocupando prominentes cargos directivos y honorarios. Su contribución en las buenas relaciones culturales entre el
pueblo peruano y el norteamericano, se tradujeron en la fundación
de la Asociación Médica Peruano-Norteamericana de la cual fue presidente durante 20 años.
Fue miembro del Consejo Nacional de Cultura y tuvo una destacada
actuación en el desarrollo de diversos programas del Instituto Nacio23
Día Mundial de la Salud 1999
nal de Cultura, del Museo Peruano de Ciencias de la Salud y en la
fundación del Museo de la Nación, del que fue presidente fundador.
Ha escrito 25 libros y más de 250 artículos científicos. Pertenece a 44
asociaciones científicas en todo el mundo y junto a su labor médica
desarrolla un intenso programa de investigación antropológica e histórica. En el campo de la salud ha recibido muchísimas condecoraciones y honores. En 1985 y 1986, fue presidente de la Comisión del
Cuerpo de Asesoría de la República para la pacificación del país, y
fue también asesor del Ministro de Salud y del Ministro de Educación. Actualmente, el Dr. Cabieses Molina es Rector de la Universidad
Particular Científica del Sur y Jefe del Instituto de Medicina Tradicional.
24
Mesa Redonda
Moderador
Dr. FERNANDO CABIESES MOLINA
Si no hubiera hecho lo que he tenido que hacer no estaría aquí probablemente, pero ustedes comprenderán que me siento abochornado con tanto honor, como es el de presidir esta mesa. Prácticamente
no voy a moderar a nadie, porque toda la gente que está aquí, en esta
mesa redonda, es inmoderable. Para no seguir aprovechando del tiempo de ustedes voy a dar pase a la conferencia del Dr. Mariano Querol.
25
Mesa Redonda
Ponencia Central
Dr. MARIANO QUEROL LAMBARRI
LA TERCERA EDAD:
¿UNA ENFERMEDAD O UN AVANCE EN LA VIDA?
La tercera edad (vejez, ancianidad, senilidad, edad madura, edad avanzada, edad provecta, persona caduca (Real Academia Española,
1992) y hasta el neologismo “geronte”) trae consigo, en la fantasía
consciente e inconsciente de cada cual, un esplendor de sabiduría,
un halo de santidad y un tufillo de muerte. Los juicios y prejuicios
relacionados con las fantasías dan cuenta de por qué existen, en
torno al envejecer, posiciones dialécticas, contradictorias y ambivalentes: la vejez como un estado de decrepitud y fragilidad y la de la
vejez como un estado de experiencia y actividad (Kirk, H. 1992); los
que adoptan la primera posición plantean con toda contundencia y
dándolos por totalmente válidos y claros, una serie de mitos y prejuicios a veces expresados como verdades científicas y apodícticas, tales
como las que se presentan en la siguiente página. Con frecuencia los
médicos empiezan hablando de la fisiología de la vejez (Butler, R.N.,
1985; Salinas, R. 1995) y acaban enfatizando y dedicándose a su
patología, con lo cual contribuyen no poco al rechazo a la vejez y a la
discriminación hacia el anciano.
27
Día Mundial de la Salud 1999
Mitos y prejuicios
Los mitos y prejuicios más frecuentes y extendidos en torno a la vejez
son las siguientes:
1.
El envejecimiento empieza alrededor de los 55 años.
2.
3.
Los viejos no tienen sexualidad.
La tercera edad trae consigo una pérdida de la capacidad intelectual.
4.
El envejecimiento, como proceso, y la vejez como estado, se
caracterizan por molestias y síntomas más o menos graves, constituyendo en conjunto algo anormal y enfermizo.
5.
Las personas de la tercera edad constituyen un problema familiar muy serio.
6.
Los viejos son improductivos, no se valen por sí mismos y son
una carga económica para la familia y para el país.
7.
La jubilación a los 60 años es imprescindible y necesaria, tanto
por la baja del rendimiento del viejo cuanto por el hecho que
los ancianos tienen que dejarle sitio a las generaciones más
jóvenes.
Todos estos problemas se agravan por el hecho de que al aumentar las expectativas de sobrevida aumenta el número de
ancianos.
8.
Las falacias anteriores constituyen planteamientos pseudocientíficos
alimentados por un pretendido conocimiento, ocultan ignorancia y
expresan posiciones afectivas, conscientes e inconscientes, de rechazo y animadversión hacia las figuras parentales reales o simbólicas
relacionadas incluso con la vida prenatal (Lacan, J., 1979), que
Manuel González Prada (1894) enunció altivamente en 1888. “¡Los
viejos a la tumba, los jóvenes a la obra!.
Fundamentándose en verdades científicas, no planteadas cuando el
lúcido y brioso educador González Prada lanzó su arenga a fines del
siglo pasado en el Teatro Politeama, para beneficio del anciano y de
28
Mesa Redonda
la sociedad en general es conveniente cambiar a estas actividades
prejuiciosas que son medulares en el problema del rechazo a la ancianidad y conducen a su abandono y la violencia hacia el viejo
(Adelman R.D. y Butler, N. 1985)
Hechos comprobados
Los mitos y prejuicios planteados suscitan el reto de desmificarlos.
Los hechos que se describen a continuación constituyen información no deformada por prejuicios o por ignorancia de la realidad.
En todo ser humano existen los impulsos básicos muy diversos entre
los que se cuentan el respirar, el alimentarse, el defecar, el orinar, el
dormir, el socializarse –que incluye la sexualidad y la genitalidad–, la
creatividad, el impulso al conocimiento, el impulso estético y el impulso espiritual –específicamente humanos– de buscar un sentido y
un significado a la vida que conduzcan a la trascendencia y hagan
condicente la vida vivida conscientemente, con la muerte prevista
conscientemente –con más o menos lucidez, temor, angustia, desesperación, anhelo, paz o entrega–.
Todos los impulsos básicos se van modificando –cualitativa y
cuantitativamente en más o menos– durante el curso de la vida y no
desaparecen sino con la muerte.
1.
El envejecer es un proceso, del que ninguno escapa, que comienza con el nacimiento, se acentúa alrededor de los 25 años;
a partir de los 45, en función de los cambios hormonales y sexuales, puede recibir el nombre de climaterio –que quiere decir escalón o cambio– y que hace el envejecimiento más patente particularmente en la mujer.
2.
Los viejos tienen (tenemos) capacidad de amar –el amor en algunos casos incluye sexualidad y genitalidad– y, hay que resaltarlo,
tienen la mayor capacidad de amar que han tenido en su vida y
la mayor posibilidad, de su existencia, para expresar sus afectos
29
Día Mundial de la Salud 1999
y emociones. Debe recordarse que la sexualidad es un impulso
básico y los impulsos básicos sólo desaparecen con la muerte.
En la tercera edad suele haber una merma de la apetencia sexual
y de la frecuencia coital, especialmente en el hombre; la mujer
en esos aspectos lleva, como suele ser siempre, mejor parte que
el hombre; ya que no tiene disminución de la capacidad orgásmica; en relación con esto se sabe que el impulso sexual en el
hombre se origina por los andrógenos y en la mujer por los
estrógenos, pero ahora es claro que la apetencia sexual, la agresividad sexual, en el mejor sentido, está determinada por los
andrógenos; con la vejez en el hombre los andrógenos decaen y
en la mujer suben un poquito (de allí el hirsutismo y ciertos
cambios anatómicos que demuestran este aumento) y por consiguiente crece la apetencia sexual. Por eso es que en algunos
matrimonios, de edad avanzada, sucede que la mujer es la que
demanda y el hombre el que no puede.
En la tercera edad hay un enriquecimiento de la sexualidad a
través del erotismo: Los ancianos pueden ser más eróticos dando pie a las figuras del viejo verde y de la vieja perica figuras
que, dependiendo como se vea, pueden considerarse como algo
negativo y ridículo o como una expresión del deseo del ser humano de seguir manteniendo la posibilidad de amar y ser amado.
3.
Con el envejecimiento la vida intelectual cambia en el sentido
que a una disminución de la memoria se contrapone un aumento del conocimiento –por el bagaje de mayor información y
caudal de experiencias- y una mayor capacidad de asociación y
de integración de lo aprendido, resultante del acúmulo de vivencias culturales, estéticas y afectivas cuyo conjunto deviene
en la mayor sabiduría del anciano.
En la tercera edad suelen aumentar, hasta extremos insospechados, las características, sean ellas adecuadas o inadecuadas,
de la personalidad (Strejilevich, M. 1977). Quien ha sido ge-
30
Mesa Redonda
neroso con la edad lo será más; quien ha sido egoísta o codicioso con el envejecimiento, insalubre, esos aspectos se harán más
evidentes.
4.
La vejez como tal no se acompaña de síntomas de enfermedad
sino de expresiones del envejecer. La confusión se origina al
equiparar el proceso natural del envejecer y sus achaques con
el envejecimiento patológico o con las patologías más características y/o frecuentes en la tercera edad –que, como todos los
periodos de la vida del ser humano tiene su patología predominante–.
Durante el proceso natural de envejecimiento se mantiene la
salud considerada como el estado de bienestar en el equilibrio
inestable de lo biológico, psicosocial y ecológico que permite
una vida activa, creativa, libre, solidaria, independiente y entusiasta, generadora de bienestar para sí y para los demás, en la
que se puede lograr el desarrollo de la espiritualidad y alcanzar
el sentimiento de trascendencia.
La vejez no implica un desmedro de la salud (Schroll, M., 1992)
y el futuro de los ancianos, teniendo en cuenta los avances médicos y las campañas sociales, es cada día más promisorio aunque siempre habrán ancianos enfermos (tal como hay enfermos
en todas las edades) y ancianos en situaciones límite particularmente en los casos de personas que no han tenido intereses
culturales, que han vivido aislados e inactivos en un bajo nivel
socioeconómico (Friis, H., 1992).
4.1 La disminución de la flexibilidad es una de las características de la vejez. Ello es válido para lo “físico” –articulaciones, vasos sanguíneos, particularmente las arterias– como
para lo “psicológico” –por ejemplo rapidez e inmediatez en
la elaboración intelectual–. Todo ello está a la vez supeditado al uso –adecuado, inadecuado, moderado, exagerado– que se dé a los órganos que sustentan las funciones
correspondientes.
31
Día Mundial de la Salud 1999
4.2 Hay un proceso de adaptación vital de la totalidad del ser
(arbitrariamente escindido en lo orgánico, lo fisiológico, lo
psicológico y lo espiritual) con lo ecológico en función al
cambio de las potencialidades y posibilidades, no siempre
decrecientes, con el paso de los años. Los cambios del
envejecer natural son vitales no patológicos. Es justamente la adecuación del pasaje del tiempo con los cambios de
la persona global –la flor y su fragancia son una sola cosa
dice el poeta (Gibran, K., 1947)– lo que asegura un envejecimiento saludable en el que las limitaciones, orgánicas
y psicológicas, se ven compensadas por el aumento de la
capacidad de amar y de ser amado, la mayor compasión y
benevolencia y la disminución de la violencia y de la crueldad.
4.3 Los cambios que acontecen con el envejecer no significan
una mengua de la calidad de vida.
5.
La existencia de un familiar anciano y la convivencia con un
viejo en el seno de la familia, constituyen a veces sí, a veces no,
un problema familiar.
Con frecuencia la presencia participativa del anciano (ser humano: nodriza, “mama”, abuela o abuelo) representa, independientemente del género y del nexo familiar, un oasis de paz o
un polo de atracción y unión para la familia.
6.
La improductividad del anciano es un prejuicio que merece ser
considerado en varios órdenes.
6.1 La creatividad, que es también un impulso básico del ser
humano, no desaparece con la edad antes bien suele
incrementarse, o aparecer, recién, en la tercera etapa de la
vida. No en vano muchos profesionales, artistas, políticos,
gerentes de empresas, y otras personas con significación
social, son de la tercera edad.
6.2 La espiritualidad suele aumentar con la edad –como lo
demuestran las conversiones, los cambios de credo y de la
32
Mesa Redonda
concepción del mundo en muchos ancianos– así como se
hacen más manifiestas la autonomía, la tolerancia y la solidaridad en general.
6.3 El crecimiento, la maduración, el desarrollo, son parte del
envejecimiento, no determinan la desaparición de las diferentes estructuras del ser (orgánico, fisiológico, psicológico, social, espiritual y ecológico), ni de las categorías psicológicas (infante, niño, adolescente, adulto, anciano) sino
que determinan una mejor integración entre ellas.
6.4 La pobreza es indudablemente un problema importante
pero es un hecho social y no es privativo del anciano. En
nuestro medio, donde buena parte de los individuos viven
a nivel de subsistencia física, deformada por la masificación
informativa, se genera una falta de alicientes de tipo espiritual, estético, trascendentes que a veces lleva o refuerza
la anomia y se resume en el remanente e creencias religiosas, en las que el individuo ya no confía tanto pues su
puesta en uso le ha sido poco útil para librarse de las penosas vicisitudes de la vida: en esas condiciones el anciano queda sin piso.
7.
La jubilación por límite de edad –establecido arbitrariamentees un progreso legal que no corresponde a una realidad vital
unívoca ni a una necesidad tanto del anciano como de la sociedad. El siquiera nombrar las figuras geniales, creativas y con
liderazgo durante la tercera edad (Miguel Angel, Goethe, Borges,
Churchil, Adenauer y tantos otros) sería tarea inacabable; el
pensar en que hubieran debido jubilarse constituye un atentado de lesa humanidad.
Es difícil pensar en la jubilación, como algo posible y conveniente, de personas como Estuardo Nuñez, Javier Pérez de
Cuellar, María Rostorowsky, Luis Jaime Cisneros quienes, aunque hayan o hubieran sido jubilados de alguna entidad, siguen
siendo seres creativos y productivos espiritual e intelectualmente.
33
Día Mundial de la Salud 1999
Igual puede decirse de gente como Fernando de Sczislo, Walter
Ledgard, Armando Robles, Fernando Cabieses, Alberto Cazorla
y tantos otros que son y siguen siendo líderes señeros.
8.
Que el aumento del número de ancianos significa un aumento
de los problemas es un mito-prejuicio muy arraigado en las características privativas del envejecimiento en nuestro medio.
8.1 Los adultos procrean hijos y en muchos casos los educan
con la idea de que cuando ellos, los padres, sean viejos los
hijos los van a mantener. El mandato es: “tu vas a ser el
sostén de tus viejos”. Los jóvenes sobreprotectores, con
alguna frecuencia asumen que el reposo es lo mejor para
“sus queridos viejos” y les recomiendan descansar: “ya no
trabajes, tu descansa” le dicen los hijos e hijas a sus progenitores, “yo me encargaré de todo”. Estas actitudes suelen
ser más frecuentes en las hijas mujeres en relación el padre y en los hijos varones en relación con su madre. Se
genera así un prejuicio según el cual el anciano va a ser
sostenido por los jóvenes, esto es que el viejo va a quedar
dependiente de los jóvenes.
8.2 El cambio en la estructura demográfica, con disminución
porcentual del número de jóvenes y aumento del anciano
permite prever una disminución de la violencia en el mundo dado que ella va amenguando con la edad.
8.3 Los problemas planteados son, en lo que concierne a la
vejez saludable y hasta “privilegiada” (Rasmussen, H. Chr.,
1992), prejuicios y falacias en países más desarrollados y
hacia lo que se debe tender.
8.4 El incremento de la problemática del anciano cuando hay
un aumento en el número de ancianos corresponde al envejecimiento patológico y/o en condiciones indeseables (pobreza, desamor, falta de atención, problemas nutricionales)
y lo procedente es el tratamiento de los síntomas y la me-
34
Mesa Redonda
jora de las condiciones adversas no en la ancianidad sino,
de modo preventivo, durante toda la vida.
El envejecimiento y el grupo social espectador
Buena parte de las mutaciones del envejecer son afectivas: el anciano
quizás no sea amado o puede sentirse no amado. Ello puede ser
cierto o no. Quienes rodean o acompañan al anciano pueden sentir
que aquel es incapaz de amar; lo cual también puede ser cierto o no.
El resultado depende de la receptividad al amor y de la capacidad de
expresarlo por parte de cada cual. En algunos casos se trata de la
existencia de prejuicios hacia la ancianidad, a la que no se respeta y
a la que antes bien, se la considera como una rémora constituida por
un grupo de personas que no están en capacidad de sentir, lo cual,
tratándose del envejecer sin enfermedad senil, no es el caso. La vejez
es un cúmulo de experiencias y vivencias acumuladas; lo que interesa, y que con frecuencia acontece en el envejecer, es mantener viva la
capacidad de amar, de expresar amor y de recibirlo.
Existe, sobre todo en las sociedades emergentes y sin tradición o en
aquellas que no han mantenido las tradiciones, una falta de validación de la sabiduría del anciano, un desprecio por sus planteamientos –así sean sensatos– que son, a priori y de modo prejuicioso, considerados como reaccionarios, anticuados y hasta decadentes. En
ciertos casos esto puede ser cierto pero en muchos otros cuando el
grupo social es espectador y no participante en el establecimiento de
vínculos afectuosos con el anciano, se trata simplemente de una falta
en el reconocimiento de aspectos valiosos de los cuales el anciano es
el portador.
En lo que usualmente hay una merma es en la capacidad física de
tipo competencia. Ello no quiere decir que el anciano no sea susceptible o capaz de hacer una vida activa interesante y de actuar, como
directivo o asesor, en lo físico tanto como en lo psicológico, de todo
lo que es actividad integral, incluyendo el deporte.
35
Día Mundial de la Salud 1999
Medidas para la promoción del envejecimiento natural,
saludable y la prevención y manejo de los aspectos
anormales y patológicos del envejecer
Queda claro que el envejecimiento es un proceso fisiológico y no
patológico. Es un aspecto del proceso evolutivo–involutivo del ser
humano: no es una enfermedad. Es por ello particularmente importante tener en cuenta los aspectos preventivos no del envejecimiento,
que es un proceso ineluctable, sino de sus anormalidades y de su
patología.
Buena parte de los problemas de la senilidad están en la ignorancia
–por parte de los ancianos cuanto de los que están envejeciendo, esto
es de todos los demás–, de los hechos básicos del proceso del envejecer olvidando que, sin excepción, todos estamos envejeciendo simultáneamente.
La sobreprotección al anciano es tan nociva como el abandonarlo.
Por otra parte la falta de amor (así sea expresada como sobreprotección) es posiblemente el elemento más deletéreo en el origen de los
problemas del anciano, particularmente la depresión que es una
condición frecuente del anciano por las razones antedichas: puede
ser que el anciano se sienta abandonado de su familia; que sea un
jubilado y es conocido que la jubilación deprime si no va acompañada de un surgimiento en otros aspectos. Esta depresión tratándose
de la tercera edad muchas veces no es percibida, pues se presenta
más bien como una apatía o, falta de interés, falta de impulsos y una
disminución de la sonrisa y la posibilidad de alegrarse, tanto con el
bienestar propio cuanto con el ajeno. Otra razón de depresión está
en que la persona, y quienes lo rodean, se dan más cuenta de la
disminución de sus capacidades, que no del incremento de sus posibilidades para participar en cualquier actividad.
Por ello, todo lo que signifique la integración de la persona consigo
misma, con reconocimiento del propio valer, aquello que aumente la
autoestima y las expresiones de cariño del grupo en que el anciano
36
Mesa Redonda
vive, son factores que previenen muchas dolamas del envejecer y alivian aquellas existentes: “Acaso el corazón se salve de morir solo
queriendo” dice Miguel Ángel Huamán (1992) en su poema “Dicen”, dentro de un contexto que sumerge al lector en las profundidades del animismo andino, donde la integración telúrica del hombre
–joven o viejo– con la ecología es fluida y poética.
Dado que la rigidización es una característica del envejecimiento,
todo tipo de vida activa que favorezca la flexibilización integrativa
–esto es que influya en la totalidad del ser humano durante toda su
vida– conviene para los propósitos de promover el envejecimiento
corporal saludable, prevenir las molestias e inconvenientes de la vejez y mejorar la condición no sólo del anciano sino de quienes lo
rodean. Conviene recalcar que los factores más importantes en este
proceso son el movimiento, la actividad psicomotora, la actividad intelectual y la comunicación emocional, afectiva, amorosa.
“(............................)
Querer vivir es anhelar la carne,
donde se vive y por la que se muere.
Se busca oscuramente sin saberlo
un cuerpo, un cuerpo, un cuerpo.
(................................)
Arribo a nuestra carne trascorpórea,
al cuerpo, ya, del alma.
Y se quedan aquí tras el hallazgo
-milagroso final de besos lentos-,
rendidos nuestros bultos y estrechados,
sólo ya como prendas, como señas
de que a dos seres les sirvió esta carne
-por eso está tan trémula de dichapara encontrar, al cabo, al otro lado,
37
Día Mundial de la Salud 1999
su cuerpo, el del amor, último y cierto.
Ese
que inútilmente esperarán las tumbas.”
Es lo que iluminadamente dice el poeta (Salinas, P. 1953) en su
poema Salvación por el cuerpo.
En ese sentido es muy adecuado todo lo que significa la actividad
física debidamente conducida y, muy particularmente los ejercicios
gimnásticos, el deporte y, en especial, la danza (Querol, M., 1996).
Igual sucede con la comunicación por la caricia en todas sus formas:
caricia propiamente, premiación, halagar merecidamente, acompañar a la persona, promover y ensalzar su creatividad, etc.
Los aspectos tradicionales y nutricionales (Hurtado, D., 1995) son
también de suma importancia ya que un hábitat (en sentido ecológico
completo) y una dieta balanceada son convenientes en cualquier edad.
Si el hábitat y el régimen alimenticio convenientes vienen con amor y
sirven para reparar energías perdidas en el movimiento adecuado,
puede decirse que se está completando el círculo de prevención y
manejo de los problemas del envejecimiento.
De ahí la importancia de la actividad integral, esto es física y psicológica, como forma de mantener la flexibilidad del cuerpo y del alma.
En esta merced el envejecimiento prosigue pero se retarda en cuanto a las limitaciones que éste trae consigo y, antes bien, aumenta las
posibilidades de crecimiento y dignificación de la persona: el hecho
de envejecer no quiere decir que no se siga pudiendo crecer en todos
los aspectos posibles (salvo naturalmente en estatura).
Todo esto es posible merced a un proceso educativo con participación multisectorial, social, con criterio bioético que conduzca a un
cambio en la actitud de considerar al anciano como un enfermo,
como ya desde 1980 lo planteó Fábrega en forma sumaria y magistral.
38
Mesa Redonda
Es satisfactorio y enorgullece al ser humano su capacidad para alargar la expectativa de vida y ello no hace sino aumentar la pesadumbre porque personas como Chopin, Valdelomar, Van Gogh, Beethoven,
Verlaine, Caravaggio y tantos otros genios no hayan llegado a la tercera edad. Uno de nuestros hombres humanos que no llegó a la
ancianidad, César Vallejo, a los 26 años, en 1918, escribía en Heraldos negros:
“Líneas
(................)
Hay tendida hacia el fondo de los seres,
un eje ultranervioso, honda plomada.
¡La hebra del destino!
Amor desviará tal ley de vida,
Hacia la voz del Hombre;
Y nos dará la libertad suprema
En transubstanción azul, virtuosa,
Contra lo ciego y lo fatal.
¡Que en cada cifra lata,
recluso en albas frágiles,
el Jesús aún mejor de otra gran Yema!
Y después... La otra línea.....
(..............)”
Vallejo murió a los 46 años ¡Cuanto más nos habría dejado si hubiera alcanzado la tercera edad!
El amor, que no tiene edad (Querol, M. 1987), redime de la vejez y
hasta de la muerte.
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Día Mundial de la Salud 1999
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40
Mesa Redonda
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Editores, Lima, 506 pps., 1968.
DR. MARIANO QUEROL LAMBARRI
Doctor en Medicina, especialista en Psiquiatría y Profesor Emérito de la
Universidad Peruana Cayetano Heredia. Nació en Lima en 1925, estudió
en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y se recibió de médico en
1948. Becado por los gobiernos de España, Francia y Perú, cumplió un
residentado psiquiátrico de 3 años en diversas clínicas universitarias de
Madrid, París y Viena. Se doctoró en Medicina en 1971, con una tesis
sobre el electroencefalograma en las grandes alturas, en la Universidad
Peruana Cayetano Heredia, de la que es fundador, donde ha sido Director
de Planificación y de la que actualmente es Profesor Emérito. En 1991 y
1992 fue Director General de Salud Mental del Ministerio de Salud. Ha
publicado numerosos trabajos sobre problemas sociales, psiquiátricos y
universitarios, particularmente en torno a la violencia, las drogas
psicoactivas, la sexualidad, la bioética y la ecología, enfatizando la integración psicológica, biológica, social, ecológica y espiritual del ser humano.
Lleva a cabo una intensa actividad educativa como conferenciante y colaborador, no venal, en los medios masivos de comunicación. Habla cinco
idiomas. Cultiva el baile folklórico y la danza moderna.
41
Mesa Redonda
Panelista
Rvdo. Padre JUAN JULIO WICHT, S.J.
Lo primero que quiero señalar, en mi breve comentario de panelista,
es que el envejecimiento como fenómeno social es algo nuevo en la
historia de la humanidad.
El ser humano y la vida humana se pueden ver y estudiar como un
hecho individual; pero también se pueden y deben ver como un hecho social, colectivo, cuando involucra a muchos seres humanos simultáneamente. Esta característica social afecta y modifica la experiencia individual de las personas. No es lo mismo ver las causas, los
efectos y la manera de resolver los problemas de la desnutrición de
un niño, que ver las causas, los efectos y la manera de resolver la
desnutrición infantil de un país. En éste como en otros muchos casos, la realidad total no es igual a la suma de las partes. En mi exposición voy a fijarme en el proceso de envejecimiento como fenómeno
social, colectivo.
En la historia milenaria de la humanidad (los antropólogos nos dicen que hace miles de siglos que vivimos en este planeta), jamás ha
tenido la humanidad no sólo un número tan amplio sino una proporción tan elevada de personas de avanzada edad como en este
43
Día Mundial de la Salud 1999
momento. Este proceso empezó lentamente hace sólo poco más de
un siglo y se ha acentuado fuertemente en las tres últimas décadas,
30 años, en una historia de trescientos mil años. Esto es nuevo, y
debe hacernos reflexionar precisamente en el umbral del tercer
milenio: Lo que estamos viviendo en las últimas décadas del siglo
veinte va continuar su proceso y va a quedar establecido para los
próximos siglos.
En 1800, en los albores de la revolución industrial, cuando empieza
a estudiarse la dinámica demográfica, había sólo 39 millones de personas de la tercera edad en todo el mundo, definiendo (con la definición actual de NN.UU.) “tercera edad = personas de 60 años o más”.
En 1800 eran el 4% de una población mundial de 970 millones. Hoy
día hay cerca de 600 millones de personas en la tercera edad, alrededor del 10% de una población mundial total de 6 000 millones. La
población del mundo se ha multiplicado por seis en estos últimos
dos siglos, pero la población de las personas de la tercera edad se ha
multiplicado por quince, y por eso no sólo su volumen sino sobre
todo su proporción dentro del total van en aumento. Es un proceso
en marcha, acentuado en las últimas dos o tres décadas, y que va a
hacerse mucho más notorio en las cuatro o seis próximas décadas.
Quisiera precisar brevemente algunas cosas.
La presencia de la tercera edad se puede ver desde un enfoque cuantitativo, pero también hay que analizarlo en sus aspectos cualitativos, y así lo haremos en esta breve exposición. Lo cuantitativo, que
es el campo especializado de los demógrafos, nos da la base previa
para conocer con precisión las magnitudes de la realidad. Lo cualitativo nos muestra el significado humano y social de esas cifras, y requiere del aporte multidisciplinario de demógrafos, sociólogos,
moralistas, médicos, juristas, psicólogos, economistas, y otros científicos más.
Empecemos por lo cuantitativo. Las magnitudes pueden calcularse y
expresarse en números absolutos (cuántos millones hay en este tramo de la edad humana), o en proporción (en porcentaje de la población total). Las variaciones en el volumen de las personas de la tercera edad tienen dos causas: la entrada a este grupo (cuántas personas
44
Mesa Redonda
ingresan cada año a este grupo al cumplir 60 años de edad), y la
longitud de años de vida que alcanzan los que ya han entrado en esta
etapa. Por ambas causas ha habido aumentos muy notables, pero
sobre todo por la primera de estas dos causas: La longitud de esperanza de vida en la tercera edad apenas se ha duplicado (los pocos
que antes cumplían 60 años podían esperar vivir hasta los 75, en
promedio; ahora pueden esperar llegar a los 90), pero el número de
los que cumplen 60 años se ha multiplicado por más de ocho, y sigue
creciendo.
La explosión demográfica no la vio Malthus. Él se espantaría si viera
nuestra situación actual, diría que es imposible que la población del
mundo esté en seis mil millones. En su época eran menos de mil
millones en total, y él creía que no podía aumentar mucho más, por
la falta de alimentos y la escasez de recursos para poder producirlos.
Malthus se equivocó porque supuso que los recursos de la tierra eran
muy limitados y porque subestimó el progreso tecnológico; para
Malthus la producción de alimentos sólo podía tener un crecimiento
lineal muy moderado, y por ello era imposible tener un crecimiento
poblacional, que es por su propia naturaleza exponencial: sobrevendrían inevitablemente hambrunas, enfermedades y conflictos, que
había que evitar. De hecho, en su época la población mundial apenas
crecía al 0.4% anual (porque la mortalidad era muy elevada), y en
Europa, que era el continente de mayor crecimiento demográfico, la
tasa se elevó de 0.6 a 0.8%, y jamás llegó a sobrepasar el 1% anual en
todo el siglo XIX.
Al terminar el siglo XX la población se ha multiplicado por seis y por
supuesto el producto mundial total por más de 80. Lo que ha sucedido es que el producto económico se ha venido incrementando notablemente desde hace dos siglos en el hemisferio norte, y la verdadera
explosión demográfica ha ocurrido sólo en la últimas cinco décadas,
desde 1950 para acá, y no ha sucedido en Europa ni en los países
industrializados sino en los países del hemisferio sur. Estas variaciones explosivas en la población total de los países subdesarrollados es
la que está haciendo los cambios más espectaculares en la dinámica
demográfica mundial en estos momentos. En estructura por edades y
tasa de crecimiento, el contraste mayor por continentes lo ofrecen
45
Día Mundial de la Salud 1999
Europa y África: Ambos tienen en 1999 un volumen de población
muy semejante (en torno a 750 millones de habitantes); dentro de 25
años Europa se mantendrá estable o proyecta que tendrá 10 millones menos, mientras que África, que desde 1975 ya había crecido en
390 millones, en los próximos 25 años añadirá otros 520 millones
más a su población actual.
Recordemos que en 1950 la población del mundo era sólo de 2 520
millones de habitantes y ahora es de 6 000 millones; en sólo 50 años,
que es un abrir y cerrar de ojos en la historia de la humanidad, hemos aumentado en 3 480 millones, es decir, hemos crecido mucho
más que en los 300 000 años anteriores. La causa de esta explosión
humana ha sido el fuerte y rápido descenso de la mortalidad infantil
en los países pobres, junto con una elevada natalidad en esos países
que recién empieza a moderarse.
Si vemos las “proporciones” por grupos de edad, nos encontramos
con contrastes interesantes. Los países desarrollados, que tienen menos
de la quinta parte de la población mundial, tienen el 45% de las
personas del mundo que hoy están en la tercera edad: 270 millones.
Este número es superior al que ellos tienen de niños de 0 a 14 años
(que es de 230 millones); hay que notar que el grupo etario de niños
tiene sólo 15 cohortes anuales (es un grupo cerrado o fijo: de 0 a 14
años), mientras que el grupo de la tercera edad comprende a casi el
doble de cohortes, desde los que cumplen 60 años en adelante. En
los países avanzados el crecimiento en el número absoluto de sus
habitantes en tercera edad es lento y se debe sobre todo a los avances en la longitud de vida; su elevada proporción dentro de la población total de sus países se debe a que el crecimiento demográfico que
tienen es casi nulo o ligeramente negativo. En cambio, en los países
subdesarrollados el crecimiento del grupo de personas de la tercera
edad se debe sobre todo al creciente número de personas que llegan
a cumplir 60 años, y en parte también a los avances en la salud que
ahora permiten una mayor longitud de vida; pero en proporción al
interior de nuestras poblaciones, que tienen tantos niños (34%) y adultos jóvenes (46% de 15 a 44 años), los de la tercera edad sólo constituyen 7%, mientras que en los países desarrollados este porcentaje
está en torno a 22%.
46
Mesa Redonda
Por lo que toca al Perú, actualmente el 7% de nuestra población de
25’200,000 habitantes está en la tercera edad, es decir, 1’760,000
peruanos. En el año 2025, con más de 34 millones de habitantes,
serán el 11%, alrededor de 3’800,000 peruanos. En los próximos 25
años nuestra población total habrá aumentado en 36%, mientras que
los peruanos de la tercera edad habrán aumentado en 116%. En todo
el mundo en las próximas décadas el gran aumento de personas de la
tercera edad se dará en los países en vías de desarrollo.
Al hablar de este proceso de envejecimiento como fenómeno social,
además de hablar de cifras y porcentajes, creo que debemos dar más
importancia a los aspectos cualitativos en la vida de las personas, en
la vida de las familias y en la sociedad.
Y ante todo hay que aclarar aquí un punto fundamental: Muchas
personas entre nosotros “lamentan” este fenómeno social de envejecimiento de la población mundial, y desean que el Perú no siga el
proceso de los países avanzados; esas personas desean que el Perú
siga teniendo una elevada proporción de niños y jóvenes, porque el
envejecimiento (es decir, el aumento de la proporción de personas de
la tercera edad en el total de nuestra población) es un “mal” que hay
que evitar. Lo primero que hay que decir es que es un fenómeno
necesario, es un proceso inevitable. Hay sólo dos maneras posibles de
mantener una alta proporción de “jóvenes” y una pequeña proporción de “ancianos”: La primera es mantener una natalidad muy elevada, con los costos humanos consiguientes para las familias y una
explosión demográfica continuada, que en el período de tres generaciones nos llevaría a tener 110 millones de habitantes en el Perú, y
450 millones tres generaciones después, y así sucesivamente; la segunda manera es, permitiendo un descenso en la natalidad, eliminar
a los ancianos (?!), es decir, no permitir que su proporción aumente.
No hay otra alternativa, y las dos mencionadas son inhumanas. Lo
segundo, y más importante, que hay que decir es que el envejeciminto
como fenómeno social no es un mal, si sabemos comprenderlo y
atender a las nuevas posibilidades y desafíos que plantea. Un verdadero proceso de desarrollo humano nos lleva a moderar la natalidad
y a seguir progresando en reducir la mortalidad en todos los tramos
de edades, en busca de una mayor calidad de vida personal y social.
47
Día Mundial de la Salud 1999
Con respecto a las posibilidades y desafíos, pienso que quizá habría
que distinguir tercera edad y cuarta edad, como ya los economistas
estamos también distinguiendo el tercer mundo y el cuarto mundo,
(porque hay países como Israel, Argentina o Brasil que son del tercer
mundo según la definición de las Naciones Unidas, pero tienen un
producto per capita once o doce veces superior al de otros países que
también son del tercer mundo, entonces ya se distingue un cuarto
mundo para los países con menor desarrollo y mayor pobreza). La
“tercera edad” es igualmente un grupo muy amplio y heterogéneo, y
considero que, con mayor realismo, deberíamos distinguir: personas
mayores de 60 hasta 75 años, y personas de 76 años o más, porque
hay diferencias (en promedio, aunque todos conocemos personas que
se acercan a los 90 años y tienen una vitalidad de alguien que acaba
de cumplir 60).
Las afirmaciones que aún deseo hacer, dentro del escaso límite de
tiempo que me queda, se refieren sobre todo (pero no exclusivamente) al primer sub-grupo, de 60 a 75 años. Un dato interesante: el 40%,
dos de cada cinco de estas personas en el Perú, trabajan, forman
parte de la fuerza laboral y ganan un ingreso. Esta es una proporción
más elevada que la que se observa en los países del hemisferio norte.
Quizás nuestros compatriotas de la tercera edad no tienen ni la salud
tan atendida ni los recursos que sí poseen los de otros países, pero
existe la necesidad de trabajar y la posibilidad de hacerlo. El “envejecer activamente” lo estamos cumpliendo acá; ojalá que los derechos
de los trabajadores, sobre todo los de la tercera edad, se cumplan. El
avance de la tecnología moderna está poniendo a la tercera edad
entre los dos brazos de una tenaza: por un lado les permite mayores
atenciones, y extender la vida mucho más que hace unas décadas;
pero al mismo tiempo les crea dificultades, porque las empresas dicen muchas veces a sus trabajadores (inclusive a los de sólo 45 o 50
años) “reciba sus beneficios sociales y retírese, ha perdido su trabajo”
porque los avances tecnológicos en un mundo competitivo empujan
a reducir personal o a sustituirlo con personal más joven y más calificado. Pero ante este desafío también caben esperanzas, sobre todo
si cobramos conciencia de estos problemas y nos esforzamos en superarlos. Las personas mayores, que tienen las ventajas de la expe48
Mesa Redonda
riencia, deben mantenerse activas en seguir aprendiendo y actualizadas ante los cambios. Recordemos que nuestro mundo actual es competitivo, pero es también un mundo globalizado, y este mismo problema lo tienen, y en grado mayor, los países más avanzados, que
están buscando formas de no perder el valioso aporte que pueden
dar los trabajadores de mayor edad.
Otros aspectos cualitativos han sido ya señalados por el expositor y
los panelistas. En cuestión de género, la mayoría de las personas de
la tercera edad son mujeres; en el Perú, el 54%, y el 46% son varones;
la viudez femenina es el doble que la viudez masculina, y esta diferencia por géneros se acentúa a medida que se avanza en edad. La
estructura familiar peruana reconoce y agradece la presencia de la
abuelita y el abuelito en el hogar, y ojalá no perdamos estos valores.
No veamos el proceso de envejecimiento necesariamente como un
problema, como algo triste, como algo lamentable, ni siquiera en la
que podríamos llamar “cuarta edad”. Se pierden gradualmente algunas facultades humanas, pero se aumenta en vida interior y ternura.
A mi me gusta la música, y veo la vejez, a la cual ya me voy acercando,
como el cuarto movimiento de una sinfonía, que muchas veces es el
más hermoso; el cuarto movimiento de la novena sinfonía de
Beethoven, ese gran genio que desde joven perdió el oído pero siguió
produciendo, y compuso al final su novena sinfonía donde puso
precísamente en el último movimiento el himno a la alegría.
Permítanme concluir con algo que para mí tiene mucho sentido. Es
muy triste escuchar a gente joven, que recién empieza la universidad
o acaban de graduarse, decir “yo no tengo futuro”. Son jóvenes, pero
creen que no tienen futuro en un mundo tan competitivo, tan difícil,
tan cambiante. Personas de 40 años ya se encuentran incómodas
con su profesión, con su vida, porque el futuro se les presenta muy
incierto o inexistente. ¿Qué decir de las personas de la tercera edad?
Para los que tenemos una fe, la vejez sí tiene futuro. Para nosotros los
creyentes, el futuro pleno y la verdadera vida empiezan “después”. El
final de nuestro paso por este mundo puede acercarse lentamente, o
puede llegar amenazante e inesperado por una crisis de salud o en
una situación violenta. Les aseguro que en ese terrible episodio en la
49
Día Mundial de la Salud 1999
Embajada de Japón los rehenes vimos la muerte a un paso, cada día;
pero la fe nos dio una visión más completa de la realidad, reforzó
nuestra solidaridad y nos dio serenidad y coraje, durante los 126 días
de nuestro cautiverio. Uno de la tercera edad como yo, ve ahora que
se sigue acercando su futuro, un futuro de eternidad que depende de
lo que hagamos en este mundo, que depende de nuestra conducta y
de lo que sepamos hacer, aquí y ahora, en amor y servicio a los demás. Ese futuro eterno está cada vez más cerca, nos hace apreciar el
valor del tiempo en esta vida, y nos da mucha alegría y mucha paz en
la tercera edad.
Muchas gracias.
RVDO. PADRE JUAN JULIO WICHT ROSSEL, S.J.
Sacerdote y economista. Licenciado en Economía en la U. Católica de
Lille, Francia, en 1968. Además, es Diplomado en Humanidades, Licenciado en Filosofía y Licenciado en Teología. Obtuvo el Ph. D (C) en Economía,
otorgado por la Universidad de Harvard, EE.UU., en 1972. Se desempeño
como Asesor de la Dirección del Instituto Nacional de Planificación del
Perú, en el periodo 1972-1978. Fue Research Associate en la Universidad
de Boston, durante los años 1979-1985. Desde 1983 es Profesor de Economía en la Universidad del Pacífico. En el periodo 1988-1995, fue Director del Centro de Investigación de dicha universidad. Ha publicado varios
libros y artículos en temas relacionados a la macroeconomía, demografía y
el empleo. Fue distinguido con el Premio Nacional de Derechos Humanos,
Perú, 1996, y con la Medalla de Honor del Congreso de la República, en
1997. Actualmente, desarrolla su labor pastoral en la Iglesia de Fatima y se
desempeña como Profesor de Economía y miembro del Centro de Investigación de la Universidad del Pacífico.
50
Mesa Redonda
Panelista
Dr. ALBERTO CAZORLA TALLERI
No voy a presentar una ponencia, voy a conversar con ustedes sobre
los temas tocados en esta Mesa Redonda.
1.
Empiezo con un comentario a lo que ha dicho mi viejo amigo el
Dr. Querol. No todos envejecemos de la misma manera, hay los
que a los 60 parecen y son viejos, y hay los que a esa edad no lo
parecen ni lo son (cuando yo estaba en mis sesenta y tantos
años decía y proclamaba que la edad no está en los años vividos
sino en el espíritu, a los 70 me volví más cauto). Hay ochentones
que siguen trabajando y produciendo sin preocuparse de su
edad. En esto de la vejez es mejor no generalizar.
2.
¿Cuál debe ser la actividad del hombre que pasa de los 70?
Considero que la campaña de la OPS/OMS orientada a promover la actividad del anciano es correcta y encomiable ya que la
inacción, lleva a la infelicidad del hombre de cualquier edad y
más en la senectud. ¿Qué hacer cuándo la edad avanza? Recojo
el caso de Churchill, que ya viejo cambia su actitud de conductor y escribe la magistral historia de su patria que lo lleva a
51
Día Mundial de la Salud 1999
obtener el Premio Nobel de Literatura y el de Don Carlos Monge
Medrano, que al dejar la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, promovió el Instituto
Indigenista y actuaba como consultor y consejero; y el del Padre
Felipe Mac Gregor que se dedica al estudio de la violencia y crea
conciencia sobre el tema,.
Estos tres casos son ejemplos de lo que debe hacer un setentón,
cuando la ley lo exonera de su cargo. Hay la tendencia en él a
protestar porque aún se siente capaz y no encuentra justificación alguna para que sea licenciado. En realidad sí la hay, y
más de una. En primer lugar que detrás de él hay gente joven –
cuarentones, cincuentones y sesentones– que tienen la natural
expectación de ocupar los puestos de los gerontes.
Una segunda razón es que lo importante no es como uno se ve,
sino como lo ven los demás... es mejor como dice Gracián “no
dejarse ver como sol que declina” y pasar a otra actividad. Hay
más que no es necesario mencionar.
En la Universidad Peruana Cayetano Heredia, por ejemplo, se
ha creado el cargo de Profesor Extraordinario para profesores
que han cumplido más de 30 años en la Institución, como profesores a tiempo completo o a dedicación exclusiva. Los que
acceden a esta categoría, son contratados como investigadores
o asesores, pueden dictar clases o dar conferencias, con un sólo
requisito: No tienen ingerencia en la administración, académica
o financiera, y felizmente no tienen poder... sólo el que les da la
experiencia, a través del consejo o la opinión. Creo que esta
clase de actividad –a todos los niveles sociales– debe ser propugnada, aparte de las actividades culturales y físicas indispensables.
3. Por otro lado –después de lo dicho– debo recordarle a los panelistas
(con alguna excepción) que no somos los gerontes los que debemos opinar sobre nuestra edad, porque como dice el teorema de
Gödel “un sistema no puede estudiarse así mismo”. En todo
52
Mesa Redonda
caso nuestra opinión es sólo testimonial, son los jóvenes los que
deben estudiar el sistema de los ancianos... aunque quizás no
tienen suficiente experiencia...!
4. Estamos entrando a un nuevo siglo, que ya no será el mío, y el
que acaba deja para el que viene grandes logros en salud... y no
pocos problemas. El avance en la lucha contra las enfermedades
infecto contagiosas es enorme; ya han desaparecido, por acción
del hombre, muchas que diezmaban la población (la viruela, la
parálisis infantil) y hay otras que están siendo controladas por
las eficientes campañas de vacunación; menos niños mueren de
ellas y crece la población infantil. Los adultos tienen en general
mejor salud y los viejos duran más y ahora, gracias al Viagra, que
no ha mencionado mi amigo Querol, ¡están más contentos! Es
cierto que han aparecido nuevas enfermedades (el SIDA) y hay
resistencia creciente a los antibióticos, pero hay la esperanza,
basada en la experiencia anterior, de que estos problemas serán
superados.
Lo dicho en el párrafo anterior nos lleva al tema del crecimiento de la población humana en números absolutos. Lo ha mencionado el Dr. Juan Julio Wicht y está en la información que nos
ha distribuido la OPS.
El avance de la ciencia y la tecnología en el mundo de hoy es
exponencial, y a tal punto que en este Siglo que acaba se han
obtenido más logros que en los siglos precedentes. En el caso
específico de la salud, gracias a los nuevos conocimientos y a
las tecnologías que de ellos se desprenden se han logrado avances notables.
En los siglos pasados, el control del crecimiento de la población
tanto en los países avanzados como en los de menor o mínimo
desarrollo era “natural”, es decir, que había enfermedades endémicas que mataban niños y adultos en una buena proporción; a
ellas se agregaban las grandes epidemias que cada cierto tiempo asolaban la tierra, de manera que “algún exceso” de creci53
Día Mundial de la Salud 1999
miento era yugulado. Las guerras también jugaban un papel
importante en este inhumano “sistema” de control. Hemos avanzado en la prevención de las enfermedades tanto infecciosas
como degenerativas, al menos en gran parte de nuestro planeta,
de manera que mueren menos niños y la esperanza de vida se
incrementa notablemente, cada vez hay más viejos; todo esto
gracias a las campañas de prevención de las enfermedades.
Por otro lado la biología molecular va descubriendo que el envejecimiento, de alguna manera depende del tamaño de los
telómeros cromosomiales y que su longitud depende de la enzima telomerasa.
No es improbable que en el Siglo XXI mediante manipulaciones
genéticas los hombres vivan más –100, 120 años– ¡sin envejecer!
Sabemos que el crecimiento de la población es un factor importante en la contaminación ambiental en nuestro planeta. Cuando la población crece, crece y crece, se requiere más agua, más
habitaciones, más sistemas de desagüe, más alimentos, más petróleo, más madera, más industrias. Hay más gente que usa
cosas y que produce más deshechos... así vamos indefectiblemente contaminando la tierra en que vivimos.
Hemos roto el sistema inhumano del control “natural” de la
población. Las campañas de control de la natalidad son imprescindibles, para evitar un crecimiento de la población desproporcionado. Pero tienen a la larga –no ahora en nuestro país– el
inconveniente del “envejecimiento” de la población, que se da
en los países desarrollados.
¿Qué pasará en el Siglo XXI cuando –como se prevé– la ancianidad se
aleje y los longevos centenarios sean paradójicamente jóvenes? Yo
no lo veré. ¿Pero cómo serán las curvas de distribución de la población? ¿Pasarán de ser pirámides –con base más o menos ancha– a
adquirir una forma rectangular?
54
Mesa Redonda
DR. ALBERTO CA ZORLA TALLERI
Médico Cirujano, especializado en Bioquímica. En 1953, culminó sus estudios universitarios en la Facultad de Medicina de San Fernando - UNMSM.
Realizó su Postgrado en la Universidad de Chicago (Guggenheim Fellowship)
entre 1954 y 1957. En 1972, obtuvo el Grado de Doctor en Medicina en la
Universidad Peruana Cayetano Heredia, de la cual fue Rector en dos oportunidades, de 1976 a 1977 y de 1984 a 1989. Ha sido Miembro del Consejo Directivo del CONCYTEC (1985 a 1990), Presidente de la Academia
Nacional de Medicina (1990-1991) y Embajador del Perú en México
(1991-1995). Ha escrito numeros artículos de su especialidad y sobre ciencia humanismo, en revistas nacionales y extranjeras. A lo largo de su trayectoria profesional ha recibido numerosas distinciones en el Perú y en el
extranjero como la Condecoración del AGUILA AZTECA, otorgada por el
Gobierno de México (1995) y el Premio CONCYTEC a la Trayectoria Científica y Tecnológica (1996). Desde 1995 es Profesor Emérito y Profesor
Investigador de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, y tiene responsabilidades en varias instituciones del país.
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Día Mundial de la Salud 1999
56
Mesa Redonda
Panelista
Dra. ADRIANA REBAZA FLORES
Voy a referirme a un estudio realizado sobre el tema desde el punto
de vista de mi especialidad: Rehabilitación Médica. La vejez depende
del grado de responsabilidad que se tome ante sí y ante la sociedad,
de sus proyectos, planes e historia personal, en conjunto con todos
los deseos del más alto orden en su escala de valores funcionales y la
medición de la calidad de vida relacionada con la salud, que significa
la salud biológica, el estado mental y la salud social.
Para el año 2020 habrá 52 millones de americanos que estén sobre
los 65 años y 6 700 mil por encima de los 85 años. Se han descrito la
fisiología y metabolismo de las personas entre 65 y 75, los llamados
mayores jóvenes. Pero, son las personas mayores mayores, entre 75 y
85, y los mucho más mayores, por encima de los 85, los que no han
sido estudiados, porque, como dijo el Padre Wicht, es la primera vez
en la historia de la humanidad que irrumpe en tal magnitud la población de este tipo de edad. El 85% de los mayores de 65 padecen por
lo menos una enfermedad crónica y el 60% de los mayores de 85 dos
o más. A pesar que la vejez es fisiológica, en el sistema nervioso cen57
Día Mundial de la Salud 1999
tral hay un decrecimiento de la velocidad del procesamiento en el
cerebro de la performance verbal y manual, aumenta la dificultad
para el aprendizaje de nuevas habilidades y conocimientos y hay pérdida de la memoria. La inteligencia no es significativamente alterada.
Los pacientes diabéticos son un buen ejemplo, tal vez, por el deterioro que ellos tienen, de como puede ser el proceso de vejez no estudiado aún.
Aunque todos los sistemas y aparatos se van deteriorando con la
edad y va bajando su función en diferente grado y cronología, sea
cual fuere la teoría del envejecimiento que se siga, he escogido algo
referido al movimiento para desarrollarla, por aquello de que cuando
algo se mueve es un ser vivo y porque el músculo esquelético tiene la
protección de nuestras vísceras, que nos permite tener la forma que
tenemos, de ambular y comunicarnos con los demás seres humanos.
La plasticidad del sistema motor al adaptarse a un medio de vida
mayor tiene que ver con dones genéticos, con acumulados hábitos
alimenticios, de fumar, beber y ejercitarse, en adición del historial de
diferentes enfermedades y accidentes.
La promoción de envejecimiento productivo y las expectativas de vida
activa conllevan a conservar independencia, control y función de las
actividades. Las características biológicas de los ancianos afectan
principalmente su necesidad y su capacidad para el ejercicio, la plasticidad del sistema motor para adaptarse a una cantidad de entrenamiento aparentemente se mantiene dentro de las diez décadas de la
vida de los seres humanos y también de ratas muy viejas. La fuerza,
su fisiología y entrenamiento han sido estudiados y se ha observado
que la pérdida de fuerza se debe a la pérdida de masa muscular,
debido a que la fibras musculares se hacen pequeñas y pobres, a la
pérdida de algunas neuronas motoras, al cambio de la arquitectura
muscular, la longitud de la fibra que no se puede medir en un ser
vivo, a un defecto tal vez en el mecanismo de excitación y contracción, incluyendo al suministro de energía, y a los cambios sociales y
ambientales que no son capaces de motivar una nueva capacidad de
58
Mesa Redonda
actividades en esas unidades motoras normales. La fuerza muscular
se evidencia por la actividad de la vida diaria.
Hay también cambios degenerativos en las articulaciones. La capacidad del estiramiento muscular decrece y las contracturas de los ángulos articulares limitan los movimientos, por eso, el estiramiento de
las fibras musculares de las rodillas, de los codos y de la columna es
muy útil para las personas mayores.
Los niveles absolutos de fuerza que se necesitan para desarrollar una
actividad vital para la vida independiente, tal como lo es ponerse de
pie, son inferiores comparados en la edad más joven, en cambio, se
tornan más cercanos al esfuerzo máximo en una persona mayor. Se
hizo en este ensayo, la prescripción de ejercicios típico muscular a
músculos largos, tales como los extensores y flexores de la rodilla y el
codo, el entrenamiento consistió primero en ejercicios estáticos, o sea
isométricos, aquellos que no desplazan los segmentos sino que se
contraen en el mismo sitio, en ejercicios con baja resistencia, y en
ejercicios con resistencia progresiva en mesas con pesas y poleas de
diferente dimensión, que puedan ser usadas para diferentes segmentos de cada grupo muscular o músculos individuales (mesa de Lorme).
La fuerza estática y dinámica, que quiere decir la repetición máxima
de una fuerza de torsión isocinética máxima, aumenta marcadamente
con el entrenamiento, de 0.2% a 5%; la fuerza de torsión y la velocidad de contracción es la que hacemos nosotros, nunca manejamos
los bíceps directamente sino que al coger un vaso de agua hacemos
la contracción y además la torsión. Se demostró que el anciano tiene
gran capacidad de trabajo.
La capacidad de los músculos de los ancianos a la hipertrofia se
conservó y pudo responder al estímulo que aumenta la masa muscular. El aumento de excreción de 3- metilhistidina en la orina después
del entrenamiento, indicó el cambio activo de las proteínas contractiles
del músculo y un aumento de la actividad electromiográfica, también
se demostró un cambio en la arquitectura de la fibra, un aumento de
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Día Mundial de la Salud 1999
la densidad de las proteínas contráctiles y adaptaciones del tejido
conjuntivo, que siempre es el que molesta porque hace las bridas y
limita los movimientos; en cambio, se vio que el entrenamiento de la
fuerza de los ancianos no tiene efecto sobre determinantes centrales
como son la velocidad máxima cardiaca, la presión arterial, la concentración de hemoglobina y el volumen sanguíneo.
Los ejercicios aeróbicos se pudieron hacer en los ancianos, pero con
limitaciones, porque todos los pasos de la cadena de transporte de
oxígeno están influenciados por la edad y están decrecidos, y esto se
debe a la reducción de nuestra capacidad de reserva llamada
Homeostenosis, por esto hay una pobre respuesta adaptativa al medio ambiente y a los cambios endógenos de las funciones biológicas,
dando estas limitaciones.
La restauración de la funciones a través de la rehabilitación es un
desafío único, nosotros en rehabilitación llamamos deficiencia a una
pérdida o anormalidad en la estructura corporal o en la función psicológica y/o fisiológica, y llamamos actividad a todo el funcionamiento de la persona en las actividades de la vida diaria, que abarcan no
sólo al cepillarse o vestirse sino a venir acá y participar como todos
nosotros.
La dependencia no equivale a una menor satisfacción con la vida o la
calidad de vida, puede darse un trueque, cuando hay cierto grado de
pérdida de independencia podría originarse una recuperación de otro
nivel global de autonomía. Por ello, en el mundo de la rehabilitación
nos interesa averiguar los mecanismos neurofisiológicos de recuperación y los criterios fisiopatológicos, que son la fuente inagotable de
nuestro quehacer. Así se puede aprender desde tomar un vaso de
agua hasta subir a un auto sin mover las piernas.
En los estudios clínicos y experimentales se demuestra que el ejercicio es factible y efectivo, aun en la edad avanzada, recíprocamente, la
inmovilidad acelera el envejecimiento. El ejercicio terapeútico puede
prolongar la independencia y salud de la vejez, y mejorar la recupera60
Mesa Redonda
ción del enfermo anciano. Hay un incremento fisiológico que evidencia que los músculos envejecidos responden mejor al ejercicio de
rehabilitación, además en este campo tenemos un arsenal de ayudas
técnicas de los más sofisticadas para suplir, complementar o sustituir
todas las funciones que se vean disminuidas o desaparezcan.
Muchas gracias
DRA . ADRIANA REBAZ A FLORES
Doctora en Medicina, especialista en Medicina de Rehabilitación, Profesora Principal de la Facultad de Medicina de la UNMSM y Profesora Emerita
de la Universidad Federico Villarreal. Ha sido fundadora y Director Médico
del Instituto Nacional de Rehabilitación durante 25 años. Vice Ministra de
Estado en el Despacho de Salud de 1985 a 1987. Vice Presidenta de la
International Rehabilitation Medicine Association (IRMA) en el período 19851994. Miembro del Comité de Expertos en Rehabilitación de la Organización Mundial de la Salud (Ginebra) en el Área de Rehabilitación de 1986 a
1994. Actualmente es Asesora en Investigación del Instituto Nacional de
Rehabilitación.
61
Mesa Redonda
Panelista
Dr. CARLOS BAZÁN ZÉNDER
Haré un pequeño resumen de algunos aspectos importantes del envejecimiento en cuanto a su definición, la estructura de la población
con tendencia al envejecimiento, la actividad económica, algunos
aspectos de salud y otros problemas que debemos incorporar en el
manejo de las políticas de salud.
Es conocido que una reducción importante en la mortalidad y la
fecundidad de la población peruana, entraña un menor ritmo de crecimiento demográfico y cambios en la composición por edad y sexo,
que se traducen en aumentos notorios en el número y proporción de
personas en edad avanzada, que produce modificaciones en las estructuras sociales, económicas y de salud, y que nos impone dar más
vida a los años que se han agregado a la vida.
¿Pero qué edades marcan las entradas al envejecimiento en un país
como el Perú? La esperanza de vida al nacer promedio ha obtenido
una ganancia, también en promedio, de 17 años de vida en los últimos 36 años cronológicos. Según cifras del INEI, la esperanza de
vida en el año 1961 era de 51.03 años, en 1981 de 58 años y en 1997
de 68.2 años; obviamente los que alcanzan edades avanzadas son las
personas que han superado los riesgos de muerte en edades previas,
63
Día Mundial de la Salud 1999
con los logros importantes que se vienen obteniendo en este campo.
En las edades avanzadas del envejecimiento, las personas que sobreviven enfrentan un periodo terminal de enfermedades crónicas
degenerativas, con pérdidas de autonomía y autosuficiencia.
La vejez es un proceso bio-psicosocial gradual y particular para cada
individuo, por tanto, conviene definir los umbrales de transición en el
proceso de envejecimiento de nuestro ciclo vital, que nos permita la
formulación de planes y políticas que respondan a las demandas
propias de cada estadío. Es distinto y por ello muy difícil poder determinar parámetros de envejecimiento, porque por ejemplo un médico
a los 65 ó 70 años puede mantener exactamente sus condiciones
para el ejercicio de su profesión, a diferencia por ejemplo, de un
minero que a los 40 años ya es un viejo por haber trabajado desde su
juventud extrayendo minerales en el socavón de una mina. Es muy
difícil poner parámetros para la población en general. Podríamos
decir que el lapso de transición está entre los 60 y 64 años. En el
periodo de 65 a 74 años se está en edades de envejecimiento pero
con oportunidad para una vida con autonomía y buena salud. Entre
los 75 y los 84 años ya se va avanzando en la vejez, lo que puede
consistir en pérdidas de capacidades y dependencias crecientes para
la salud, el sostenimiento y el cuidado. Avanzar a más de 85 años en
muchos casos ya nos lleva a la dependencia total y a una alta incidencia de enfermedades crónicas y degenerativas.
Con el avance de la vejez la actividad económica decrece en tamaño
y rentabilidad. El padre Wicht nos a traído cifras muy importantes
sobre personas de la tercera edad y la PEA, que nos lleva al hecho de
que el envejecimiento impone retiro del trabajo o limitación para
realizarlo. Esto entraña pérdida de ingresos por actividad económica. Yo escuchaba, no hace mucho, una conferencia de un connotado
geriatra español sobre este mismo tema, y él decía que la niñez es la
edad de la obediencia; la juventud, la adolescencia, un poco la edad
de la rebeldía; la edad de la vida media, la de la productividad; y el
envejecimiento, la vejez, la de la austeridad. Uno se vuelve austero en
64
Mesa Redonda
todo, los hijos jóvenes dicen “¡qué amarrete se ha vuelto el viejo!”. El
viejo no se ha vuelto amarrete, se ha vuelto austero, que es distinto,
y esto como consecuencia de este proceso de pérdidas de ingresos
por actividad económica.
A la fecha, la población de 65 y más años presenta, exceptuando la
población infantil, el más alto nivel de mortalidad específica por edad
y la más alta tasa de hospitalización por grupos de edad. El promedio de días/estada de los egresos hospitalarios nos marca más o menos
los 21.5 días, corroborando la severidad de los problemas de salud y
el alto costo que esto entraña. En la Encuesta Nacional de Hogares
de 1996 se encuentra que el 66% de las defunciones y el 54% de las
hospitalizaciones registradas en dicho grupo etáreo, o sea de más de
65 años, corresponden a cuatro grandes grupos de enfermedades:
del aparato circulatorio, infecciones respiratorias agudas, neoplasias
y otros del aparato digestivo. Sólo el 48% de este grupo consultó al
establecimiento de sistema de servicios de salud; el 72% fueron atendidos por médicos; el 10.2% por el farmacéutico o boticario; el 7.8%
por la enfermera o sanitario y el 2.8% por el curandero. Por entidades del sistema de servicio de salud, el 31.8% en entidades del Ministerio de Salud, el 25.3% en ESSALUD (ex IPSS), el 13.5% en consultorios privados y el 10.9% en farmacias o boticas.
Finalmente, las características biológicas y sociales hacen de los ancianos peruanos un grupo de alto riesgo, por diferentes razones: deterioro biológico, inseguridad social y económica, baja cobertura de
servicios de cuidado integral de la salud, limitaciones motoras o sensoriales, o existencia de varios padecimientos. Al enfatizar, pues, que
los hombres de la tercera edad aún son autónomos, debe apoyárseles
en el ejercicio de sus derechos a la participación y autorealización,
para seguir recibiendo su invalorable experiencia y sabiduría. Debemos entender que el envejecimiento no es una enfermedad, es un
proceso bio-psicosocial parte del ciclo vital de cada ser humano.
Muchas gracias.
65
Día Mundial de la Salud 1999
DR. CARL OS GUILLERMO BAZ ÁN ZENDER
Estudio en la Facultad de Medicina de San Fernando - UNMSM y se graduó en 1964. Realizó sus estudios de Post Grado en la Universidad de
Londres, Institute of Child Health-Great Ormond Street Hospital for Sick
Children, entre 1968 y 1971. Se especializó en Cirugía Pediátrica. Obtuvo
el Grado de Doctor en Medicina en 1974. Fue Jefe y Fundador del Servicio
de Cirugía Neonatal del Hospital del Niño de Lima, 1971 -1981, y ocupó el
cargo de Director del Hospital del Niño de Lima en 1981. El año siguiente
fue nombrado Vice-Ministro de Salud, cargo que ejerció hasta 1984, cuando fue designado Ministro de Salud, desempeñándose como tal hasta 1885.
Posteriormente, fue elegido Secretario Ejecutivo del Convenio Hipólito
Unanue (Órgano Andino de Integración en Salud), ejerciendo este cargo
entre 1992 y 1997.
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Mesa Redonda
Ponencia Central
Dr. MARIANO QUEROL
Comentarios Finales
En primer lugar quiero plantear que es muy interesante el hecho de
que nosotros no estamos solos. A los que estamos en vías de subdesarrollo -y digo bien, en vías de subdesarrollo- nos dicen que somos
países en desarrollo. Yo digo: todo el mundo se desarrolla, el mundo
entero se desarrolla, pero hay algunos países, lamentablemente el
nuestro es uno de ellos, que no se desarrollan. Tampoco hay un cisma brutal entre, por ejemplo, el grupo de ancianos de Dinamarca,
ancianos privilegiados que tienen amor, que tienen casa, que tienen
plata, que tienen compañía, que tienen atención, y el grupo de ancianos que nos acaba de presentar el Dr. Bazán. Ahí tenemos que hacer
una diferencia que yo llamo ecológica, e insisto, la salud no es
biopsicosocial es ecobiopsicosocial. En segundo lugar, también quisiera plantear que el movimiento produce endorfinas, que son fuente de placer y disminuyen la sensación de dolor, forman todo un
circuito muy complejo, que no voy a tratar aquí, pero que indudablemente al producirse generan bienestar, incluso por la movilidad pasiva: realmente es muy rico que a uno le den un masaje o que a uno lo
acaricien.
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Día Mundial de la Salud 1999
Para terminar, quiero enfatizar que la cuestión religiosa, no se refiere
a mi entender a ningún credo, se refiere más bien al aspecto que
mencionó Marie Andrée, y es el animismo donde la integración
telúrica del hombre, joven o viejo, con la ecología es fluida y poética.
Morir es parte del vivir para el indígena peruano y su cuerpo, su ser,
es parte de la naturaleza en que vive. En el fondo es panteísta, con
influencias de sincretismo con la religión católica. Así que yo creo
que debemos propender a eso: a un sincretismo de amor por sí mismo, hedonismo y solidaridad, que aumenta la calidad de vida cuando el ser envejece, esto es desde el nacimiento.
Muchas gracias.
68
Mesa Redonda
Moderador
Dr. FERNANDO CABIESES MOLINA
Muchísimas gracias a todos, voy a decir dos palabras pues por algo
he estado fastidiando unos minutos. Era mi papel, lo siento mucho,
un papel desagradable generalmente porque a todo el mundo le gusta hablar, como a todo el mundo le gusta vivir y vivir largo, y uno dice
vivir largo ¿por vivir largo? ¿para qué? Simplemente es que no queremos morir y queremos seguir viviendo, pero una vida digna.
¿Qué vamos a hacer cuando envejezcamos? Eso es lo que tiene que
pensar la mayoría de los que están aquí, ¿qué van a hacer ustedes
cuando envejezcan? Porque van a envejecer, porque tenemos una
buena salud pública, porque tenemos una buena organización que
nos permite pensar que cada uno de nosotros puede llegar fácilmente a los 80 o los 90 años. Pero, ¿qué vamos a hacer cuando envejezcamos? y en eso estamos contra la ley y las costumbres. En los primeros
25 años uno se entrena para vivir; después de los 25 años ya uno
debe empezar a producir; y entre los 25 y los 65 años quedan 40 años
durante los cuales producimos, pero, después de los 65 años la sociedad nos prohibe seguir trabajando, nos retira, nos obliga a retirarnos,
es decir la ley está contra nosotros. Debemos pelear por una ley más
adaptada a las necesidades biológicas de la humanidad, pero nosotros también tenemos que cambiar nuestra actitud.
Cuando a mi me preguntan ¿qué hago ahora para tener una buena
vejez? acuérdense bien de este consejo que no es mío sino de un
69
Día Mundial de la Salud 1999
buen amigo mío que vivió hasta los 95. A los 50 años, uno debe
empezar a estudiar su segunda carrera, uno tiene 15 años más para
prepararse en lo que va a hacer después, cuando lo que estás haciendo ahora la ley no te lo permita. El mercado ocupacional se estrecha
cada vez más, se estrechó cuando creció la máquina y desplazó a
muchos hombres, se estrechó también cuando la economía empezó
a organizar mejor la empresa y a retirar hombres y a disminuir el
mercado ocupacional, y se ha estrechado muchísimo más, no solamente por la economía sino por el ingreso, muy bienvenido, de la
otra mitad de la humanidad que son las mujeres, que antes se quedaban en la casa y que ahora están trabajando en el mercado ocupacional que antes era solamente de los hombres. Entonces al estrecharse
el mercado ocupacional, llega un momento en que a los 65 años la
sociedad te pide que te retires, que no puedes seguir haciendo lo
mismo porque los de abajo están ocupando los pocos puestos de
trabajo que existen.
Por ello, uno debe aprender desde los 50 años su segunda carrera, lo
que vas a hacer cuando cumplas 65 años. Estudia otra cosa, estudia
otra actividad, dedícate también, muy bien lo ha dicho Juan Julio Wicht,
a pensar en tu futuro, dedícate a aprender nuevas cosas, a estudiar,
porque cuando llegues a los 65 años no vas a tener muchas ganas de
ponerte a estudiar. Desde los 50 años empieza a estudiar tu segunda
carrera y vas a encontrar que cuando llegues a tus 65 años no te va a
importar que te desplacen, porque vas a encontrar tu propio camino.
Creo que debemos recordar eso, no solamente pensar en lo puramente biológico o puramente espiritual sino también en la parte laboral. Son las leyes laborales las que ponen en dificultad a esta cuestión de “sigue activo”, pero ¿en qué?, sigue activo que vas a envejecer
bien, pero ¿en qué voy a seguir activo? si la sociedad no me deja. Por
ello, tienes que aprender a que actividad te vas a dedicar con entusiasmo, con energía, sin cansarte, sin angustiarte. ¿Qué vas a hacer
después de los 65 años? Todos ustedes van a llegar a los 65 años.
Muchas gracias.
70
ACTIVIDADES Y PREMIACIÓN
Sigamos activos para
envejecer
bien 1999
DÍA MUNDIAL
DE LA SALUD
DÍA MUNDIAL DE LA SALUD 1999
DÍA MUNDIAL
DE LA SALUD 1999
71
Día Mundial de la Salud 1999
ACTIVIDADES DE CELEBRACIÓN
El 7 de abril se
realizó una
marcha por el
Día Mundial de
la Salud.
Asimismo una concurrida celebración
en el Estadio Nacional, con la
participación de diversas instituciones
que laboran con el adulto mayor.
73
Día Mundial de la Salud 1999
En la celebración
por el Día Mundial
de la Salud el
adulto mayor tuvo
una activa
participación.
74
Premiación
Grupo de danza del Centro Recreacional “Ryoichi Jinnai” .
RECONOCIMIENTO
DÍA MUNDIAL DE LA SALUD 1999
A las instituciones y personas que trabajan en beneficio de los adultos mayores.
PROVIDA PERÚ:
Desde hace nueve años, la asociación destaca en la ejecución de
planes y programas de desarrollo humano dirigidas a una cultura
participativa del adulto mayor. Novedosos programas, como el fondo
rotatorio de crédito, que permite a las personas mayores obtener préstamos para actividades productivas, así como el programa madrinas
Provida, que capacita a mujeres de 50 a 65 años para obtener ingresos económicos cuidando niños, hacen que el adulto mayor sea un
protagonista activo de la solución de sus necesidades.
75
Día Mundial de la Salud 1999
CENTRO RECREACIONAL PARA LA TERCERA EDAD “RYOICHI JINNAI”
DE LA ASOCIACIÓN CULTURAL PERUANO JAPONESA:
Atiende diariamente a 45 personas, quienes se benefician con servicios de salud y esparcimiento, actividades manuales, artísticas y deportivas. Desde su fundación hace seis años, ofrece a sus miembros
una gran variedad de talleres tales como caligrafía japonesa, bonsai,
arreglo de flores, charlas médicas, etc.
LA BENEFICENCIA PÚBLICA DE LIMA
Creada el 12 de junio de 1834, desde hace 164 años presta atención
a niños y ancianos en abandono o en extrema pobreza. En diferentes
albergues para ancianos como Canevaro, San Vicente de Paul y
periféricos, se ofrecen programas preventivo-promocionales y
asistenciales de salud, de terapia y rehabilitación física, servicio social
y otros.
DEPARTAMENTO PASTORAL DE SALUD DE LA CONFERENCIA
EPISCOP AL PERUANA
A través de la PARROQUIA CORAZÓN DE MARÍA ofrece servicio de
alimentación, terapia ocupacional, recreación, acompañamiento y servicio psicológico a adultos mayores de 60 años, en los distritos de
Magdalena y Pueblo Libre. Cuenta con más de 130 beneficiarios.
ESSALUD
La Gerencia de Programas Externos de Salud y la Gerencia de Prestaciones Sociales dan una amplia cobertura a los programas de atención del adulto mayor. La Gerencia de Programas Externos de Salud
mantiene programas preventivo-promocionales en centros
asistenciales de salud a nivel nacional, los cuales incluyen visitas domiciliarias para el diagnóstico y control de diferentes afecciones; mientras que la Gerencia de Prestaciones Sociales ofrece programas
netamente preventivos con una visión integral y atención personalizada
en centros y círculos de adultos mayores.
76
Premiación
CENTRO MEDICO NAVAL DE LA MARINA DE GUERRA DEL PERU
Mantiene una atención multidisciplinaria para el adulto mayor sano
y enfermo, incluyendo talleres de artesanía y paseos recreacionales.
INABIF
La labor desarrollada por la Gerencia de Promoción Familiar del
INABIF, está orientada a velar por el desarrollo integral y la atención
de las necesidades básicas del adulto mayor, buscando el compromiso de la familia y la comunidad en la atención de su problemática.
Son más de 1 400 personas mayores atendidas en centros comunales, ubicados a nivel nacional, en los que se da atención alimentaria
y actividades culturales artísticas y de esparcimiento.
MUNICIPALIDAD DE MIRAFLORES
Desde enero de 1996, la Municipalidad de Miraflores, a través de su
Programa de adultos mayores, desarrolla una propuesta preventiva y
promocional de salud para los vecinos mayores de 60 años. Bajo
cuatro líneas de acción: Salud, Educación, Estructuración del tiempo
libre y Participación, durante 1998 fueron atendidos 6 300 adultos
mayores, quienes gozan de muchos beneficios y cuentan con una
tarjeta de descuento en establecimientos afiliados.
SRA. GUILLERMINA FIEK JAUREGUI
La Sra. Guillermina Fiek, directora del Grupo de Teatro Fraternidad,
ha hecho posible desde hace 15 años la formación actoral de jubilados y cesantes. Con el lema “La tercera edad tiene un futuro por
delante” el grupo crea conciencia de las necesidades y derechos del
adulto mayor y ha recibido numerosos reconocimientos.
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Día Mundial de la Salud 1999
DRA. CARMEN PITOT GUZMAN
El aporte de la Dra. Carmen Pitot, a través del periodismo, abarca
más de 30 años de ejercicio profesional dirigido al tema de los adultos mayores, por lo que se le considera una pionera de la temática.
Merecedora de premios nacional e internacionales fundó la Asociación “Bienvenida la tercera edad” que presta ayuda médica y psicológica. Conduce además “Intergeneraciones” y “Nuestros hermanos
mayores” entre otras actividades.
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Premiación
PREMIOS
DÍA MUNDIAL DE LA SALUD 1999
Instituciones
Asociación PROVIDA PERÚ
Por los logros alcanzados en sus novedosos programas de autocuidado
del adulto mayor, fondo rotatorio, madrinas Pro Vida y en la formación de gericultores.
Representante:
Dra. Blanca Deacon
Directora Ejecutiva
Centro Recreacional “Ryoichi Jinnai” de la Asociación Cultural
Peruano Japonesa
Por la permanente labor que desarrolla en favor del adulto mayor.
Representante:
Sra. Kumiko Higa
Directora del Centro
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Día Mundial de la Salud 1999
Sociedad de Beneficencia Pública de Lima
En mérito a sus 165 años de trayectoria de trabajo con el adulto
mayor.
Representante:
Dr. Eduardo Zapata
Presidente del Directorio
Dpto. Pastoral de Salud de la Conferencia Episcopal Peruana
Por la permanente labor desarrollada en favor del adulto mayor a
través de la Parroquia Corazón de María de Magdalena del Mar.
Representante:
Dra. Carmela Zumarán
Secretaria Ejecutiva
Essalud
Por la destacada labor realizada por la Gerencia de Prestaciones
Sociales y la Gerencia del Programas Externos de Salud a través
de sus servicios.
Representante:
Dra. Silvia Armijo
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Premiación
Centro Médico Naval de La Marina de Guerra del Perú
“Cirujano Mayor Santiago Távara”
Por la labor pionera de su Servicio de Geriatría.
Representante:
Dr. Mario Quillatupa
Jefe de Geriatría
INABIF
Por la destacada labor de su Gerencia de Promoción Familiar.
Representante:
Dra. Aurora Riva
Municipalidad de Miraflores
Por el trabajo desplegado desde hace 6 años en el Programa de
Adultos Mayores.
Representante:
Ing. Fernando Andrade
Alcalde
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Personalidades Premiadas
•
Sra. Guillermina Fiek Jauregui
Por su labor teatral con los adultos mayores en el “Teatro
Fraternidad de la Tercera Edad”.
•
Dra. Carmen Pitot Guzmán
Por sus 30 años de labor profesional tratando la temática del
adulto mayor en diferentes medios de comunicación.
CLAUSURA
Dr. Carlos Augusto de Romaña y García
Ex- Ministro de Salud
Sigamos activos para
envejecer
bien 1999
DÍA MUNDIAL
DE LA SALUD
DÍA MUNDIAL DE LA SALUD 1999
DÍA MUNDIAL
DE LA SALUD 1999
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Clausura
Dr. CARLOS AUGUSTO DE ROMAÑA Y GARCÍA
*
Es muy grato asistir a la celebración del Día Mundial de la Salud,
SIGAMOS ACTIVOS PARA ENVEJECER BIEN, en el marco del año
internacional de las personas de la tercera edad.
El ser humano comienza a envejecer desde el momento de su nacimiento, desde el momento de su creación, desde el mismo momento
de la fecundación comienza a tener un segundo siempre más de vida
y así cada segundo de su existencia, en este proceso inexorable de la
vida, continúa hasta el día que desaparece de la faz de la tierra. Visto
de este modo, envejecer obviamente es vivir y vivir bien es conducir
(*)
El Dr. de Romaña y García era el Ministro de Salud durante las celebraciones del Día
Mundial de la Salud 1999.
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Día Mundial de la Salud 1999
nuestra existencia para envejecer sin prisa, pero mientras el cuerpo
del hombre envejece, el alma del creyente, o si prefieren el espíritu
creador del artista jamás envejece, sólo se añeja como el vino que se
carga de años y de valor. Por ello, la sabiduría que expresa una combinación perfecta de sensatez y sentimiento es don de personas mayores.
La fe emocional, la paz interior y los afectos positivos son como la
fuente de juventud para el cuerpo. Siempre me ha llamado la atención el lento envejecer de los sacerdotes y de los religiosos, especialmente de los que viven dedicados a servir a Dios sirviendo al prójimo.
Tengo la convicción de que sus cuerpos se liberan de las tensiones
del competir, de ese stress propio de la vida humana. El ser humano
por naturaleza es egoísta, y esto por su propia biología, entonces en
esta lucha por la vida muchas veces se prefiere a sí mismo que a los
demás, grave error, porque en esto se desgasta más produciendo sustancias en su cuerpo que lo hacen vivir más aceleradamente, y si
tiene frustración por el trabajo que quiere realizar, su frustración va a
ser mucho mayor, va a sufrir más y va a envejecer más.
La voluntad de servir a los demás es el primer paso para mantenernos activos. La superación del egoísmo es el mejor remedio para
dejar el envejecimiento, porque el egoísmo es la forma fácil de envejecer prematuramente. Envejecer es dejar de amar, los jóvenes aman
con la ilusión del primer amor, la avaricia es inexistente en los niños
y muy rara en los jóvenes.
Los avances médicos han permitido mejorar las condiciones y la calidad de vida, los tiempos modernos significan la posibilidad de una
larga vida. La certidumbre de llegar a la tercera edad y de permanecer
muchos años en ella nos debe inducir a adoptar estilos de vidas saludables y disciplinarnos. En todos los países, la población mayor de 60
años se ha incrementado. Actualmente existen 580 millones de personas que pasan los 60 años y dicen que a partir del año 2020 se
habrá incrementado en mil millones los seres que están en la tercera
edad. En el Perú se ha pasado de menos de doscientos mil personas,
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Clausura
en 1940, a más de un millón cien mil personas en la tercera edad. La
población añosa ha crecido en número y en importancia. En esta
nueva nación, el sector salud debe asumir el reto de atender la demanda de servicio de salud que requieren estas personas, y para ello
debe estar en la capacidad de ofrecerles alternativas para crear condiciones que permitan alcanzar una tercera edad con bienestar, dignidad y plenitud física y mental, social y espiritual. Afortunadamente
hoy se puede dar respuestas efectivas a estos desafíos, utilizando los
conocimientos médicos y científicos. En el proceso de modernización del sector salud se ha priorizado la salud individual y colectiva
de la población de la tercera edad, asegurando que acceda al servicio
de atención con calidad y calidez.
Debemos reconocer que el Estado no tiene todas las respuestas. A
veces porque carece de los recursos y, generalmente, porque son respuestas que tiene que darse la sociedad a sí misma. El Estado no
puede dar lo que constituye el bien más preciado que es el afecto
entre las personas, la unidad entre las personas, el cariño y el amor
mutuo de las personas. Esto sólo lo puede dar la familia, los amigos,
los vecinos, los paisanos, los compatriotas, por eso, no debemos dejar
de querernos y apoyarnos porque cuando falta amor, como dice San
Pablo, falta todo.
Agradezco y felicito a todas las instituciones que han participado en
la celebración del Día Mundial de la Salud, y ratifico mis sentimientos de admiración por las distinguidas personalidades que nos han
ilustrado y deleitado a lo largo de la mañana, y, en especial, agradezco a los médicos, a los guardianes, a los ángeles de la salud, a las
enfermeras, a todo el personal que labora por la salud cuidando a los
enfermos. El único consejo que les puedo dar es que cuando un
paciente llegue penetren espiritualmente en su alma antes de ver su
enfermedad, le harán muy feliz desde el primer momento que tome
contacto con ustedes.
Muchas Gracias
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