San Salvador, a las nueve horas del día ocho

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103-R-1999
SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO DE LA CORTE SUPREMA
DE JUSTICIA: San Salvador, a las nueve horas del día ocho de febrero del año dos mil
dos.
El presente juicio contencioso fue iniciado por el doctor Enrique Hayem Moreno, de
cincuenta años de edad a la fecha de presentación de la demanda, abogado, de este
domicilio, y continuado por el doctor Rodolfo Antonio Revelo Vaquero, mayor de edad,
abogado y notario, de este domicilio y del de Antiguo Cuscatlán, ambos en calidad de
Apoderados Generales Judiciales del señor Carlos Justiniano Rengifo Orellana, mayor de
edad, ingeniero industrial, del domicilio de San Salvador, en contra de la Junta Directiva
del Instituto Salvadoreño de Transformación Agraria, impugnando de ilegal el acuerdo
XXXI de sesión ordinaria número treinta y nueve guión noventa y ocho, de fecha
veintinueve de octubre de mil novecientos noventa y ocho.
Han intervenido en el juicio: la parte actora, los licenciados José Rodezno Campos y Luis
Mariano Turcios Joya, en carácter de apoderados generales judiciales del Instituto
Salvadoreño de Transformación Agraria, el segundo en sustitución del primero; el señor
Ciro Arturo Ruíz Torres en carácter de tercero perjudicado y el licenciado Leonardo
Alberto Oviedo Martínez, mayor de edad, en carácter de delegado del señor Fiscal General
de la República. CONSIDERANDOS: ANTECEDENTES DE HECHO. ALEGATOS DE
LAS PARTES.
I. En la demanda presentada, textualmente y en lo pertinente se expone: "II.
AUTORIDAD DEMANDADA. a) Que en el carácter en el que comparezco, vengo a
demandar a la Junta Directiva del INSTITUTO SALVADOREÑO DE
TRANSFORMACIÓN AGRARIA ISTA, por medio de su Presidente y Representante
Legal José Roberto Pacas Méndez, de cincuenta y tres años de edad, Licenciado en
Administración de Empresas, de los domicilios de Santa Ana y de esta ciudad. EL
INSTITUTO SALVADOREÑO DE TRANSFORMACIÓN AGRARIA ISTA, es una
entidad de Derecho Público con personalidad jurídica y autonomía en lo económico y
administrativo, de acuerdo a su ley de creación, mediante Decreto número trescientos dos,
emitido por la Asamblea Legislativa a los veintiséis días del mes de junio de mil
novecientos setenta y cinco publicado en el Diario Oficial número 120, Tomo 247 del día
treinta de junio de ese mismo año o sea mil novecientos setenta y cinco, pudiendo ser
emplazada dicha Institución, por medio de su presidente, en el edificio del ISTA, situado en
la carretera a Santa Tecla, kilómetro cinco y medio, contiguo al Parque de Pelota de la
ciudad de San Salvador. b) Que tal como lo he manifestado, en el carácter en el que
comparezco, vengo a demandar a la Junta Directiva del ISTA en el juicio contencioso
administrativo para resolver la controversia suscitada en relación con la ilegalidad cometida
por ese Instituto en contra de mis poderdante, al expropiarle y pretender pagarle,
ARBITRARIAMENTE, la porción que le corresponde que es el cincuenta por ciento del
valor del inmueble denominado San Benito Porción III, propiedad también del señor Ciro
Arturo Ruíz Torres, y que es de una extensión superficial de más o menos trecientos
cincuenta manzanas o sea doscientos cuarenta y cinco hectáreas, ochenta y tres punto
noventa y cinco centiáreas situada en jurisdicción de San Francisco Menéndez, del
Departamento de Ahuachapán. III.- ACTO ADMINISTRATIVO QUE INPUGNO. El acto
administrativo, ilegal, que impugno por ser arbitrario, que ya no admite ningún recurso en
sede administrativa y del cual solicito, desde ya, se ordene la suspensión provisional, es el
acuerdo número XXXI de sesión ordinaria número treinta y nueve guión noventa y ocho,
de fecha veintinueve de octubre de mil novecientos noventa y ocho, mediante el cual
pretenden, ARBITRARIAMENTE, pagar el inmueble referido, en la cantidad, IRRISORIA
E INAUDITA, de setecientos mil colones en bonos de la Reforma Agraria serie A, más los
intereses ajustados por la inflación, ocurrida en el país desde mil novecientos ochenta hasta
la fecha de pago, ascendiendo, los intereses, a la cantidad de tres millones noventa y ocho
mil ciento setenta y dos colones ochenta y dos centavos; dicho acuerdo fue ratificado en la
misma sesión, es decir, que dicho acuerdo fue tomado y ratificado, el mismo día
veintinueve de octubre de mil novecientos noventa y ocho, razón por la cual ya quedó
agotada la vía administrativa. IV.- DERECHO PROTEGIDO POR LAS LEYES Y
DISPOSICIONES GENERALES QUE CONSIDERO VIOLADOS. Esta Honorable Sala,
en juicio contencioso administrativo de Lesividad, promovido por el Licenciado Juan Pablo
Córdova Hinds, como apoderado del INSTITUTO SALVADOREÑO DE
TRANSFORMACION AGRARIA ISTA, controlado con el número 26-1-96, a las quince
horas y treinta minutos del día once de septiembre de mil novecientos noventa y ocho,
emitió sentencia definitiva y en los considerandos de dicha sentencia, estableció que el
ISTA debía de pagar a los expropietarios, el valor de una indemnización, la cual JAMAS
DEBE ALEJARSE DELOS PARÁMETROS DE JUSTICIA CON TODAS LAS
IMPLICACIONES QUE TAL CARÁCTER LLEVE CONSIGO, y que "para que la
indemnización sea justa deberá ser actual e integral. El carácter ACTUAL, implica que el
expropiado deberá ser resarcido del valor que tiene el respectivo bien al ser transferido al
expropiante, además deberá ser INTEGRAL, en razón de lo cual comprenderá la
depreciación monetaria, intereses, exención de impuestos, y en fin, todos los valores que
constituyan la consistencia jurídica de lo que se prive", también, esta Honorable Sala,
estableció que la Entidad demandante o sea el ISTA, debería emitir un nuevo acto, fijando
una nueva determinación del monto a pagar, conforme a lo establecido en la Ley Básica de
la Reforma Agraria y los parámetros de una justa indemnización fijados en la sentencia. En
consecuencia, fraudulentamente y con perspectiva reduccionista, el ISTA, ha violado
totalmente, la sentencia de esa Honorable Sala, pronunciada de acuerdo a la Constitución,
Ley de la Jurisdicción Contencioso Administrativa, Ley Básica de la Reforma Agraria,
Doctrina de Los Expositores del derecho, ¡Honorable Sala, por la arbitrariedad del ISTA,
Vuestra sentencia, está quedando en simple retórica. Consecuentemente con todo lo
anterior, los derechos de mi mandante, protegidos por la Constitución, Ley de la
Jurisdicción Contencioso Administrativa, Ley Básica de La Reforma Agraria, Doctrina, y la
sentencia que maliciosamente ha violado el ISTA, son: el derecho a que el ISTA, no se
burle del derecho a la justicia; el derecho a que se cumpla, se ejecute sin fraude, la
sentencia referida; el derecho a que no se le confisquen sus bienes; el derecho a que se le
fije un nuevo monto a pagar mediante valúo actual e integral del inmueble y los demás
bienes que lo integran, esto conforme a la Ley Básica de la Reforma Agraria, en relación al
contexto de los considerandos de la sentencia y su fallo; el derecho a que se le pague a mi
poderdante una indemnización justa, pronta y eficaz, es decir, el derecho a una
indemnización justa, actual e integral; el derecho a que el Estado, no se enriquezca
ilícitamente con los bienes de mi poderdante; y en fin el derecho a la seguridad jurídicaadministrativa. V.- CUANTIA ESTIMADA DE LA ACCION. Para estimar la cuantía de la
acción debo hacer algunas consideraciones. Hay que tomar en cuenta la depreciación de la
moneda, punto a punto, o sea año con año, desde mil novecientos ochenta hasta la fecha;
debe tomarse en cuenta el precio por manzana o hectárea, en el año de mil novecientos
ochenta, comprendiendo tierra, bosques, especies de diferentes maderas, cultivos de café,
accesos al inmueble, fuentes de agua, ríos; todo lo anterior, insisto, debe estimarse desde el
momento en que fue expropiado el inmueble y establecer la depreciación monetaria del
valor por hectárea o por manzana desde mil novecientos ochenta hasta la fecha. Así las
cosas, estimo que: a) El valor de la tierra, bosques, cultivos y de otros valores que
constituyen la consistencia jurídica del bien expropiado, en mil novecientos ochenta, fue de
diez mil colones por manzana; b) El valor total del inmueble, o sea de trescientas cincuenta
manzanas o doscientas cuarenta y cinco hectáreas en mil novecientos ochenta fue de tres
millones quinientos mil colones. En consecuencia, el valor total actual depreciado del
inmueble, desde mil novecientos ochenta hasta la fecha, es de cincuenta millones
ochocientos once mil seiscientos diez colones; y los intereses depreciados desde mil
novecientos ochenta, hasta la fecha, tienen un valor de sesenta y seis millones, ochocientos
ocho mil setecientos seis colones, siendo el VALOR TOTAL ACTUAL E INTEGRAL, de
ciento diecisiete millones seiscientos veinte mil trescientos dieciséis colones. Los anteriores
valores están determinados de acuerdo a la información oficial, obtenida de la Dirección
General de Estadística y Censos, División de Precios. En los valores anteriores no se ha
tomado en cuenta el precio sombra del inmueble; ni se ha tomado en cuenta que los bonos,
no representan realmente su valor nominal, y que no tienen ningún precio en el mercado de
valores, pues no tienen valor comercial. Por lo expuesto en este numeral, el valor estimado
de la acción de mi poderdante, es de cincuenta y ocho millones, ochocientos diez mil,
ciento cincuenta y ocho colones, más las costas, daños y perjuicios causados hasta la fecha.
VI.- EXPOSICIÓN RAZONADA DE LOS HECHOS QUE MOTIVAN LA ACCION. a)
Honorable Sala, el día siete de marzo de mil novecientos ochenta, el ISTA, expropió a mi
poderdante, el inmueble denominado San Benito Porción III, ubicado en la jurisdicción de
San Francisco Menéndez, Departamento de Ahuachapán, de una extensión superficial de
más o menos trescientas cincuenta manzanas o sea doscientos cuarenta y cinco hectáreas
ochenta y tres punto noventa y cinco centiáreas, inscrita a favor de mi mandante y del señor
Ciro Arturo Ruíz Torres, bajo el número treinta y siete del Tomo doscientos treinta y ocho
de la Propiedad del Departamento de Ahuachapán; la anterior expropiación en base a los
Decretos número 153 y 154, ambos de fecha cinco de marzo de mil novecientos ochenta.
Durante varios años, mi poderdante le han estado solicitando al ISTA, le pague la
indemnización que le corresponde en dicho inmueble y al final de tanto esfuerzo, el día
dieciocho de septiembre de mil novecientos noventa y uno, largos once años después,
mediante acta número treinta guión noventa y uno, la Junta Directiva del ISTA, acordó: que
los expropietarios sigan sus acciones legales pertinentes, adonde corresponda. Lo anterior
se resolvió así porque el ISTA afirmaba, que los dueños ya habían vendido el inmueble a
ese Instituto y en otras oportunidades, afirmaban que el inmueble no existía, lo que
después, judicialmente, hemos demostrado ser falso. b) Ante tal resolución, los
expropietarios, decidieron entablar juicio de amparo constitucional, el cual fue controlado
con el número 98-R-91, en contra del Instituto, por haber violado sus derechos consagrados
en los artículos dos y ciento seis de la Constitución, y a las catorce horas con cuarenta
minutos del día nueve de diciembre de mil novecientos noventa y tres, la Honorable Sala de
lo Constitucional, le concedió a los expropiados, el amparo solicitado, lo anterior después
de recibir diversas pruebas, incluso haber practicado inspección judicial para comprobar la
existencia del inmueble San Benito Porción III. Lo anterior significaba que se había
comprobado la existencia del inmueble y el derecho de dominio y que el ISTA estaba en la
obligación, legal y moral de pagar la indemnización del inmueble, no obstante, el ISTA se
negó a determinar el monto del precio de la indemnización e interpuso diversos recursos
con el objeto de dilatar y evitar el pago del inmueble, en franca oposición y burla a la
sentencia de la Sala de lo Constitucional. Esa Honorable Sala Constitucional, se vio en la
obligación, de prevenir al ISTA, que cumpliera con la sentencia y, entonces, el ISTA emitió
un acuerdo para pagar dicha indemnización siguiendo los trámites administrativos para
determinar la cantidad que debería pagarse. Así las cosas, el ISTA decidió mediante el
acuerdo 3-95 punto número VIII. varios, de fecha diecinueve de enero de mil novecientos
noventa y cinco, pagar la cantidad de veintidós millones de colones en bonos de la Reforma
Agraria, pero resulta que la Junta Directiva del ISTA después emitió otro acuerdo, de fecha
dieciocho de septiembre de mil novecientos noventa y cinco, número 35-95,
REVOCANDO el acuerdo anterior y APROBANDO, el pago de un millón seiscientos
setenta y siete mil seiscientos colones. Al no haberse cumplido con la sentencia, la Sala de
lo Constitucional, le ordenó cumplir, al ISTA, con el acuerdo 3-95 y entonces mediante
otro acuerdo el número 22-96 de fecha seis de junio de mil novecientos noventa y seis
acordó DEROGAR el acuerdo número 35-95 y RATIFICAR el acuerdo número 3-95. En
vista de lo anterior, la Junta Directiva del ISTA, argumentando razones de carácter legal y
de interés público, emitió el acuerdo número XI/91-46 con fecha dieciocho de octubre de
mil novecientos noventa y seis, declarando lesivos al interés público, el acuerdo número 395 y el acuerdo número 22-96 de fecha seis de junio de mil novecientos noventa y seis, que
acordaba derogar el acuerdo número 35-95 de fecha dieciocho de septiembre de mil
novecientos noventa y cinco y ratificar el acuerdo número 3-95 de fecha diecinueve de
enero de mil novecientos noventa y cinco, que aprobó el pago de veintidós millones de
colones como indemnización por el inmueble expropiado. c) En base a la Ley de lo
Contencioso Administrativo, el ISTA, entabló un juicio contencioso administrativo,
promoviendo la lesividad del acto administrativo, dictado por el mismo y pidiendo la
declaratoria de ilegalidad de los acuerdos 3-95 y 22-96. d) Esta Honorable Sala emitió su
fallo definitivo el día once de septiembre de mil novecientos noventa y ocho y resolvió: 1.Que la demanda contra el acuerdo 3-95 punto número VIII. varios, de fecha diecinueve de
enero de mil novecientos noventa y cinco era inadmisible; y 2.- Que declaraba ilegal el
acuerdo 22-96 punto XXIII dictado por el ISTA el día seis de junio de mil novecientos
noventa y seis. Sin embargo, en los considerandos de la sentencia definitiva, estableció que:
1.- La Entidad demandante debería emitir un nuevo acto y 2.- Fijar una nueva
determinación del monto a pagar, conforme a lo establecido a la Ley Básica de la reforma
Agraria y los parámetros de una justa indemnización. El ISTA para burlar los
considerandos de la sentencia definitiva de esta Sala, en contravención a la Ley Básica de la
Reforma Agraria, ARBITRARIAMENTE, emitió un nuevo acto, el día veintinueve de
octubre de mil novecientos noventa y ocho, número 39-98, punto XXI, aprobando el pago
de setecientos mil colones y los intereses de tres millones noventa y ocho mil ciento setenta
y dos colones ochenta centavos. e) La Honorable Sala de acuerdo al art. 32 inciso segundo
de la Ley de la Jurisdicción Contencioso Administrativa, tiene la obligación de declarar
total o parcialmente la ilegalidad de los actos impugnados y dictar, en su caso, las
providencias pertinentes para el pleno restablecimiento del derecho violado y en los
considerandos de la sentencia definitiva, dictó el procedimiento a seguir para enmendar la
ilegalidad y restablecer el derecho violado. Los parámetros de la sentencia son claros, en el
sentido, de que la indemnización jamás debe alejarse del parámetro justicia y que debe
pagarse conforme lo establece la sentencia. Esta Honorable Sala, ha sido bien clara, al
explicar que es exclusivamente en lo relativo al tópico justa, en que no ha de existir
excepción alguna, es decir, que la indemnización, por ningún motivo, debe alejarse de los
parámetros de justicia, con todas las implicaciones que tal carácter lleve consigo; debo
entender que cuando hay conflicto debe lucharse porque impere la justicia. En tal sentido,
resulta inaudito pretender pagar el inmueble Hacienda San Benito Porción III, en base a
precios de mil novecientos ochenta, ya que esto significaría entre otras cosas, una
desnaturalización del carácter de indemnización justa y efectivamente compensatoria y
rompería con el equilibrio entre el daño sufrido y su reparación. En vuestra sentencia
Honorable Sala, vos dijiste, que la suma a establecer NATURALMENTE SERA MAYOR
a la ofertada por los expropietarios en base a valores de mil novecientos ochenta y dos y es
precisamente este parámetro, el que ha violado el ISTA, al fijar arbitrariamente una
indemnización de setecientos mil colones ofertados en mil novecientos ochenta y dos, sin
hacer un valúo ACTUAL e INTEGRAL, y sin fijar una nueva determinación del monto a
pagar. La verdad, Honorable Sala, es que el ISTA quiere hacer prevalecer su poder
arbitrario, antes que respetar el poder jurisdiccional, que es el que establece nuestra
Constitución para dirimir las pretensiones de los querellantes. VII.- TERCERO
BENEFICIADO CON EL ACTO ADMINISTRATIVO ILEGAL IMPUGNADO. El
tercero beneficiado con el acto ilegal impugnado, es EL ESTADO DE EL SALVADOR,
quien se está enriqueciendo ilícitamente, con los bienes de mis poderdantes y puede ser
emplazado por medio del Fiscal General de la República en su sede oficial. VIII.PETICION. Por todo lo antes expuesto, Honorable Sala, con fundamento en el art. 2 y el
art. 32 inciso segundo de la Ley de la Jurisdicción Contencioso Administrativa, vengo a
pedir: 1.- Se me admita la presente demanda; 2.- Se me tenga por parte en el carácter en el
que comparezco; 3.- Se le dé el trámite legal correspondiente, ordenando suspender el acto
administrativo que impugno de ilegal; 4.- En sentencia definitiva se declare la ilegalidad del
acuerdo número XXXI de sesión ordinaria 39-98, de fecha veintinueve de octubre de mil
novecientos noventa y ocho, por adolecer de ilegalidad; y 5.- De acuerdo al art.32 se dicten
las providencias pertinentes, para el pleno restablecimiento del derecho violado, es decir, se
pague a mi poderdante, la indemnización justa, actual e integral que le corresponde y se
dicten, también, las providencias para que se le pague, las costas, daños y perjuicios desde
la expropiación".
II. La demanda fue admitida, se tuvo por parte al doctor Rodolfo Antonio Revelo
Vaquero, en carácter de apoderado del señor Carlos Justiniano Rengifo Orellana, no se
suspendió la ejecución del acto impugnado, en vista de que la misma no pone en peligro el
cumplimiento del fallo que pueda recaer en el presente juicio, y se solicitó informe a la
Junta Directiva del Instituto Salvadoreño de Transformación Agraria, sobre la existencia de
dicho acto; éste fue evacuado por el abogado José Rodezno Campos en los términos
siguientes: "Que mi apoderada ha sido demandada mediante Juicio Contencioso
Administrativo, promovido por el Doctor Enrique Hayem Moreno, Apoderado General
Judicial del señor Carlos Justiniano Rengifo Orellana. Que según la resolución pronunciada
a las quince horas con treinta y dos minutos del día cinco de octubre de mil novecientos
noventa y nueve; esta Sala admite la demanda y su ampliación interpuesta en mi contra; y a
la vez, me solicita que informe sin son ciertos o no los hechos que se me atribuyen en la
demanda. En virtud de lo anterior, y conforme a lo dispuesto en el Artículo 21 de la Ley de
la Jurisdicción Contencioso Administrativo, expreso que no son ciertos los hechos, actos e
incidentes atribuidos en la demanda. Por lo anteriormente expuesto, a VOS
respetuosamente PIDO: a) Me admitáis el presente escrito; b) Me tengáis por parte en el
carácter que comparezco; c) Me tengáis por evacuado el primer informe de ley".
Se tuvo por parte al Licenciado José Rodezno Campos, en carácter de apoderado general
judicial y administrativo del Instituto Salvadoreño de Transformación Agraria. Se pidió
nuevo informe a la autoridad demandada en el que puntualizara las razones de la legalidad
del acto en mención; asimismo se ordenó notificar al señor Fiscal General de la República
la existencia de este proceso; y se tuvo por parte al señor Ciro Arturo Ruíz Torres, en
carácter de tercero perjudicado con el acto impugnado.
A fs. 159 corre agregado el referido informe justificativo presentado por el Licenciado José
Rodezno Campos, en el cual se manifiesta: "Que he sido notificado de la resolución judicial
pronunciada por esa Sala, a las doce horas con cuatro minutos, del día doce de noviembre
de mil novecientos noventa y nueve, por medio del cual se me pide, rinda nuevo informe de
conformidad al Articulo 24 de la Ley de la Jurisdicción Contencioso Administrativo. Es por
ello, que vengo ante su digna autoridad a fundamentar la legalidad del acto administrativo
impugnado. Es el caso, que mi representada al emitir el Punto XXXI de la Sesión Ordinaria
No. 39-98, de fecha 29 de octubre de 1998, adoptó los criterios de esa Honorable sala,
específicamente los vertidos en la sentencia de las quince horas y treinta minutos del día
once de septiembre de mil novecientos noventa y ocho, del juicio marcado bajo el número
26-I-96, en el sentido de considerar que el Punto XXIII de la Sesión Ordinaria
VEINTIDOS-NOVENTA Y SEIS de fecha seis de junio de mil novecientos noventa y seis,
el cual ratificaba el pago de veintidós millones de colones en bonos de la Reforma Agraria
a los señores Ciro Arturo Ruiz Torres y Carlos Justiniano Rengifo Orellana, era ilegal.
Asimismo, consideró que la oferta de venta del inmueble HACIENDA SAN BENITO,
PORCION III, suscrita por el señor Ciro Arturo Ruiz Torres, en el carácter personal y como
apoderado del señor Carlos Justiniano Rengifo Orellana, de fecha trece de diciembre de mil
novecientos ochenta y dos era válida. Además manifestó en la referida sentencia, que si
bien es cierto, la indemnización deber ser justa actual e integral, ésta debe ser acorde a lo
estipulado en la Ley Básica de la Reforma Agraria, en lo que fuere aplicable el caso, de ahí
que el inmueble expropiado, por estar sometido a un régimen especial establecido por la
Ley Forestal, que no permite una libre explotación agrícola ni tampoco la libre extracción
de madera de los bosques del inmueble, el valúo de dicho inmueble no permite que se le
apliquen criterios comerciales. Por lo anterior es que, según los informes emitidos por el
Banco Central de Reserva de El Salvador, se debió pagar a los expropietarios la cantidad de
TRES MILLONES NOVENTA Y OCHO MIL CIENTO SETENTA Y DOS COLONES
CON OCHENTA CENTAVOS. Por lo tanto la fundamentación legal del acto adversado se
basa en el cumplimiento de la sentencia proveída a las quince horas con treinta minutos del
día once de septiembre de mil novecientos noventa y ocho de conformidad a lo dispuesto
en el Art. 34 de la Ley de la Jurisdicción Contencioso Administrativo y Art. 13 de la Ley
Básica de la Reforma Agraria. Por las razones legales expresadas, las cuales fundamentan
la legalidad del acto impugnado, a VOS respetuosamente PIDO: a) Me admitáis el presente
escrito. b) Tengáis por evacuado el segundo informe, de acuerdo al Artículo 24 de la Ley de
la Jurisdicción Contencioso Administrativo".
III.- Se tuvo por agregado el escrito y la credencial presentados por el licenciado
Leonardo Alberto Oviedo Martínez, a quien se dio intervención en este proceso en carácter
de delegado del señor Fiscal General de la República. El juicio se abrió a prueba por el
término de ley.
La parte actora y el tercero beneficiado solicitaron se ordenara la recepción de prueba
testimonial y que se nombraran peritos valuadores especialistas en materia agrícola y
económica, la cual se declaró improcedente. Por su parte, el demandado presentó prueba
documental, la cual se tuvo por agregada y consiste en lo siguiente: escrito dirigido al Señor
Presidente del Banco Central de Reserva de El Salvador de fecha seis de julio de mil
novecientos noventa y nueve, acta de depósito del pago de indemnización por la
expropiación del inmueble denominado San Benito Porción III de fecha nueve de
septiembre de mil novecientos noventa y nueve, punto XXV del acta de sesión ordinaria
No. 3-99 de fecha veintiuno de enero de mil novecientos noventa y nueve, punto XXXI del
acta de sesión ordinaria No. 39-98, de fecha veintinueve de octubre de mil novecientos
noventa y ocho y, sentencia de las quince horas y treinta minutos del día once de
septiembre de mil novecientos noventa y ocho, pronunciada por la Sala de lo Contencioso
Administrativo de la Corte Suprema de Justicia, todos estos documentos en fotocopia
certificada por el Presidente del Instituto Salvadoreño de Transformación Agraria.
Se tuvo por parte al Licenciado Luis Mariano Turcios Joya en carácter de apoderado del
Instituto Salvadoreño de Transformación Agraria, en sustitución del Licenciado José
Rodezno Campos.
Se corrió traslado a la parte actora quien al contestarlo hizo una relación de los hechos y
concluye que se han violado disposiciones legales, por lo que pide se declare la ilegalidad
de acto impugnado. Se corrió traslado a la entidad demandada, quien al contestarlo reforzó
los argumentos expuestos en el informe justificativo.
A folios 251 corre agregado escrito de fecha seis de junio del año dos mil presentado por el
señor Ciro Arturo Ruiz Torres en el cual manifiesta: "En vista de que tenemos VEINTE
LARGOS AÑOS de reclamar la indemnización que nos corresponde, por justicia, por
Moral y por derecho; y con el fin de que se nos proporcione una pronta y cumplida justicia,
renuncio al traslado que me corresponde de acuerdo al Art. 28 de la Ley de la Jurisdicción
Contencioso Administrativa".
El Fiscal General, a través de su Agente Auxiliar delegado, al contestar el traslado
conferido manifestó en lo esencial que: "...el Estado por medio del ISTA está obligado a
darle cumplimiento a lo que le ordena la sentencia en referencia en cuanto a lo que se
refiere a los intereses, depreciación de la moneda y demás considerando, y es por ello que
el ISTA tuvo a bien que para emitir el nuevo acuerdo que le fue ordenado realizar, debía
tomar de base los lineamientos o parámetros que se le habían señalado, por ello toma de
base la Ley Básica de la reforma Agraria y para efectos de determinar los otros valores que
de llevar invivita la indemnización justa e integral mando a solicitar al Banco Central de
Reserva de El Salvador le computara los intereses correspondientes a la suma de
setecientos mil colones que debieron haberse hecho efectivo por los demandantes en mil
novecientos ochenta y dos, en virtud de ajustes por la deprevación monetaria, y por ello en
base a los valores que le fueron proporcionados por el Banco Central, emite el acuerdo
ahora impugnado, considerando de esta manera que con ello se cumplía el mandato de la
sentencia emitida por este tribunal en el sentido que la suma a establecer como pago por
indemnización de la expropiación a que se hace referencia, que naturalmente será mayor a
la ofertada por los expropietarios en base a los valores de mil novecientos ochenta y dos,
recalcando la parte impetrante que este es el parámetro que ha violado el ISTA señalando el
acuerdo impugnado de arbitrario por contemplar el valor del inmueble expropiado en la
cantidad de setecientos mil colones. En razón de todo lo anterior el suscrito fiscal considera
que el acuerdo tomado por la Junta Directiva del ISTA a sido realizado tratando de
ajustarse a los parámetros o lineamientos que le fueron señalados por esta Honorable Sala,
no obstante lo anterior debe tomarse en cuenta que el pago tardío de la indemnización
exigida por la parte actora no es exclusiva responsabilidad del Estado ya que ellos han
tenido oportunidad de haber ejecutado los acuerdos y obtener el pago, el cual por
negligencia también de su parte no lo hicieron efectivo en el momento preciso, por lo tanto
considero no es obligación única del Estado cargar con dichos intereses...".
FUNDAMENTOS DE DERECHO.
IV.- El juicio se encuentra en estado de dictar sentencia.
El acto objeto de la pretensión, es el acuerdo número XXXI de sesión ordinaria número
treinta y nueve- noventa y ocho, de fecha veintinueve de octubre de mil novecientos
noventa y ocho, en el cual la Junta Directiva del Instituto Salvadoreño de Transformación
Agraria estableció el monto de la indemnización a pagar por la expropiación de la Hacienda
San Benito porción III.
Los demandantes sostienen que dicha resolución es ilegal, porque con tal determinación se
han violado los parámetros que fueron establecidos en la sentencia definitiva dictada por
este Tribunal el once de septiembre de mil novecientos noventa y ocho, respecto a la
indemnización que de conformidad a la Ley Básica de la Reforma Agraria correspondería
pagarles por el bien aludido. Sostienen así que se debe realizar un valúo "actual e integral"
a fin de determinar el monto a pagar.
Antecedentes
Este Tribunal dictó sentencia definitiva en el proceso referencia 26-I-96, declarando ilegal
el acuerdo 22-96, punto XXIII, emitido por el Instituto Salvadoreño de Transformación
Agraria el día seis de junio de mil novecientos noventa y seis, mediante el cual derogó el
acuerdo 35-95 y ratificó la resolución que acordaba el pago de veintidós millones de
colones en bonos de la Reforma Agraria a los señores Ciro Arturo Ruíz Torres y Carlos
Justiniano Rengifo Orellana, como indemnización del inmueble Hacienda San Benito
porción III.
En la referida sentencia, esta Sala expuso que dicho acto era ilegal, ya que se había
originado en el análisis de una segunda oferta, cuando aún se encontraba pendiente la
continuación del procedimiento de determinación iniciado con la primera oferta formulada
conforme al Art. 13 de la Ley Básica de la Reforma Agraria. Se sostuvo así que: "la
determinación de la suma de veintidós millones de colones, emanó de un procedimiento
iniciado con una segunda oferta no contemplada en los parámetros de la Ley, por lo que,
tanto la contraoferta como el valúo -consecuencias de este nuevo procedimiento- también
resultan viciados. Como corolario de lo anterior, la emisión del Acuerdo 22-96 es
ilegal.....".
Sin embargo, se aclaró que la proscripción del mundo jurídico del acuerdo 22-96, se
fundamentaba exclusivamente en la ilegalidad de la forma de determinación de la cuantía
de la indemnización, no en cuanto al núcleo del derecho como tal, es decir, a que se le
reconociera a los afectados la indemnización en la porción de terreno Hacienda San Benito
III. Lo anterior implicaba, que la Administración debía dictar un nuevo acto en relación al
monto a pagar; por ello, se establecieron una serie de parámetros y lineamientos a tomarse
en cuenta para la determinación de una justa indemnización.
Este Tribunal expuso entre otros aspectos, que las características de la expropiación en el
proceso de Reforma Agraria en el país, obviamente difieren de las expropiaciones que por
utilidad pública y a través de actuaciones administrativas individualizadas se realicen.
Respecto a la indemnización, elemento indispensable en toda expropiación, se estableció
que podía no ser previa y en dinero en efectivo -por la singularidad del proceso mismopero jamás alejarse del parámetro justicia.
Es ilustrativo transcribir algunas afirmaciones sostenidas en el fallo:
"Para que la indemnización sea justa, deberá ser actual e integral. El carácter de actual,
implica que el expropiado deberá ser resarcido del valor que tiene el respectivo bien al ser
transferido al expropiante; además deberá ser integral, en razón de lo cual comprenderá la
depreciación monetaria, intereses, exención de impuestos, y en fin, todos los valores que
constituyan la consistencia jurídica de lo que se prive...";
"...es exclusivamente en lo relativo al tópico "justa" en que no ha de existir excepción
alguna, es decir, que la indemnización por "ningún" motivo deberá alejarse de los
parámetros de justicia con todas las implicaciones que tal carácter lleve consigo...".
Asimismo se citó doctrina para respaldar la necesidad que la indemnización: "sea
aumentada o actualizada en proporción a la depreciación de la moneda: de lo contrario la
indemnización acordada implicaría un agravio a la garantía constitucional de inviolabilidad
de la propiedad. Dicha actualización del valor de la moneda debe efectuarse por el período
comprendido entre la toma de posesión y el pago total y definitivo....en épocas de
inestabilidad económica, los intereses no bastan para mantener incólume el principio de la
indemnización "integralmente justa": se requiere actualizar el signo monetario considerado
para fijar el valor asignado al bien... si no lo hace así o si lo paga sin tomar en cuenta la
desvalorización de la moneda, su enriquecimiento injusto es manifiesto y es también
manifiesta la violación no justificada del derecho de propiedad...".
"....el momento desde el cual debe ser considerada la depreciación y pago de intereses, será
desde que los titulares del bien se vieron privados de la heredad, a fin que la indemnización
adquiera el matiz de ser "integralmente justa". En otras palabras, tal indemnización queda
sujeta a una determinación ulterior con el fin de establecer su monto...".
Todo lo expuesto implica que el Instituto Salvadoreño de Transformación Agraria debía
emitir un nuevo acto, fijando el monto a pagar, conforme a lo establecido en la Ley Básica
de la Reforma Agraria, y los parámetros de una justa indemnización fijados en dicha
sentencia.
Pretendiendo dar cumplimiento a estos parámetros, la Junta Directiva del ISTA emitió el
acuerdo número XXXI en la sesión ordinaria número treinta y nueve-noventa y ocho, de
fecha veintinueve de octubre de mil novecientos noventa y ocho, mediante el cual
estableció el monto de la indemnización a pagar en la cantidad de setecientos mil colones,
más los intereses ajustados a la inflación ocurrida en el país desde mil novecientos ochenta
hasta la fecha de pago, ascendiendo a la cantidad de tres millones noventa y ocho mil
ciento setenta y dos colones ochenta centavos.
El punto de análisis en este proceso es precisamente si la resolución que establece dicha
indemnización es legal, respondiendo a los principios de justicia, actualidad e integralidad.
Base de la indemnización: monto de la primera oferta.
En la sentencia a que se ha hecho alusión, se expuso detalladamente que los señores Ruíz
Torres y Rengifo Orellana realizaron en fecha trece de diciembre de mil novecientos
ochenta y dos una primera oferta de setecientos mil colones por el inmueble San Benito
porción III.
Dicha oferta fue realizada válidamente, por lo cual, conforme al Art. 13 inciso tercero de la
Ley Básica de la Reforma Agraria, el ISTA debía resolver en la siguiente sesión de Junta
Directiva; sin embargo, dicha entidad nunca emitió un pronunciamiento relativo a la
determinación de tal cantidad, sino, se limitó a desestimar la petición por considerar que la
porción ya había sido pagada.
Fue precisamente el hecho que aún se encontraba pendiente el procedimiento de
determinación iniciado con dicha oferta, la cual continuaba siendo válida, lo que vició el
acuerdo del ISTA por el cual se determinó en la suma de veintidós millones de colones,
basado en una segunda oferta.
De lo expuesto se colige, que naturalmente la emisión de un nuevo acto fijando la
indemnización, debía tener como base la suma de la oferta original -setecientos mil
colones-.
En la resolución impugnada en este proceso -la cual corre agregada de folios 82 a 91 del
expediente- la Junta Directiva del ISTA, acordó: "1) Aceptar la oferta efectuada por los
señores Ciro Arturo Ruíz Torres y Carlos Justiniano Rengifo Orellana sobre la Hacienda
San Benito porción III, en la cantidad de setecientos mil colones, pagadera en bonos de la
Reforma Agraria serie A....".
Como primer punto, se determina que la Administración actuó correctamente al aceptar la
oferta original, la cual serviría de base para determinar el monto de la indemnización,
conforme a los parámetros establecidos.
No es aceptable la argumentación del demandante, en el sentido que debía realizarse un
nuevo valúo del inmueble para determinar el monto a pagar, ya que ello implicaría
desestimar por completo la primera oferta.
Se reitera que en la sentencia dictada por esta Sala a que se ha hecho referencia, se aclaró
que la oferta de los setecientos mil colones se encontraba vigente, por lo cual la
determinación de la indemnización debía tener como base dicha suma, lo cual es
contradictorio con el hecho de pretender un nuevo valúo del inmueble.
Parámetros para la determinación de la indemnización.
Ya se ha establecido que es lícita la actuación del Instituto Salvadoreño de Transformación
Agraria al aceptar la primera oferta efectuada por los señores Torres y Rengifo.
Sin embargo, tal como se señaló en la sentencia que sirve de antecedente, los parámetros de
justicia, actualidad e integralidad solo podrían cumplirse adecuando dicha oferta a valores
actuales, tomando en cuenta intereses y depreciación monetaria.
Así, oportunamente se expuso que el monto de lo pagado debe ser necesariamente mayor a
los setecientos mil colones constituyeron dicho ofrecimiento, ya que: "resulta inaudito
pretender pagar el inmueble Hacienda San Benito porción III en base a precios de mil
novecientos ochenta, ya que esto significaría entre otras cosas, una desnaturalización del
carácter de "indemnización justa" y efectivamente compensatoria, y rompería con el
equilibrio entre daño sufrido y su reparación...".
No es jurídicamente posible ni justo, intentar a veinte años de haber privado a un particular
de una propiedad, pretender cancelar el monto ofrecido en dicha época, sin incrementar el
referido valor teniendo en cuenta diferentes factores económicos que a partir de esa fecha
han mostrado evolución y que necesariamente deben ser incorporados en la indemnización.
Lo anterior implica en términos prácticos, que el valor de la primera oferta sirve
únicamente como precio base para la determinación del resarcimiento. En aras de que el
referido valor sea justo, actual e integral, dicho monto debe proyectarse de acuerdo a los
factores que han modificado los valores a pagar en la actualidad.
La Administración debía entonces realizar una revalorización del precio base (setecientos
mil colones) calculando además de los intereses la depreciación monetaria.
De conformidad a lo expuesto por Jorge Mosset Iturraspe, en su libro Derecho Monetario,
(Derecho Monetario Rubinzal- Culzoni S.C.C. Editores, Santa Fé, Argentina 1980) los
intereses son los aumentos paulatinos que experimentan las deudas de dinero en razón de su
importe y del tiempo transcurrido, prorrata temporis.
En el presente caso la Junta Directiva del ISTA ha calculado únicamente los intereses
correspondientes a los bonos; sin embargo, como se expuso oportunamente, debía también
calcularse la depreciación monetaria.
En términos generales, la depreciación indica la pérdida del poder adquisitivo de la moneda
con el paso del tiempo. El efecto inflacionario, es decir, la disminución de la posibilidad de
adquirir bienes y servicios en la misma cantidad de monedas, genera la necesidad de ajustar
el monto de la indemnización.
La Administración deberá tomar en cuenta para ello parámetros técnicos, tales como los
índices de inflación, índice de precios, etc.
Sin embargo, como se aprecia de la resolución impugnada, la Junta Directiva del ISTA
resolvió aceptar la oferta de setecientos mil colones "pagadera en Bonos de la Reforma
Agraria serie A, y ajustar los intereses correspondientes a tales bonos de acuerdo a los
parámetros establecidos por la sentencia de la Sala de lo Contencioso Administrativo y la
información oficial suministrada por el Banco Central de Reserva de El Salvador".
Así, expuso que los mencionados bonos "han devengado los intereses de acuerdo a la ley,
los que debidamente ajustados por la inflación ocurrida en el país desde mil novecientos
ochenta hasta la fecha de pago de tales intereses, ascienden a TRES MILLONES
NOVENTA Y OCHO MIL CIENTO SETENTA Y DOS COLONES OCHENTA
CENTAVOS." (Folios 90 y 91 del proceso).
Como se aprecia, la Junta Directiva del ISTA se limitó a realizar un ajuste a los intereses
devengados por los Bonos de la Reforma Agraria; naturalmente este cálculo forma parte
del monto de la indemnización, pero no compone su valor total.
Es claro que para dar real cumplimiento a la justicia e integralidad de la indemnización, la
depreciación monetaria debía calcularse también en base al monto de los setecientos mil
colones.
Sin embargo, la Administración ha confundido la evolución de la obligación dineraria con
la variación de los intereses propios de la forma o medio en que se realizó el pago de la
deuda (bonos).
Todo lo anterior denota que con la determinación de la cantidad que pretende cancelar el
ISTA a los expropiados no se han respetado los parámetros que deben regir el
establecimiento del monto de la indemnización para que ésta pueda considerarse justa,
conforme al sentido que informa la legislación aplicable, tanto la constitucional vigente,
antes, durante y después del proceso de Reforma Agraria, como la secundaria que lo
implementó, principalmente la Ley Básica de la Reforma Agraria que no excluyó el
elemento justicia en la determinación del monto de las indemnizaciones, y no pudo haberlo
hecho sin anular el carácter jurídico de la expropiación, convirtiendo ésta en una mera
arbitrariedad que podría generar una confiscación rechazada por el ordenamiento jurídico.
POR TANTO: Con base en las razones expuestas y de conformidad con los
artículos 412 y 427 Pr.C.; 31, 32 y 53 de la L.J.C.A., a nombre de la República esta Sala
FALLA: a) Que es ilegal el acuerdo XXXI de fecha veintinueve de octubre de mil
novecientos noventa y ocho tomado por la Junta Directiva del ISTA, al no realizar
correctamente el ajuste de la oferta de setecientos mil colones, presentada por los señores
Ciro Arturo Ruíz Torres y Carlos Justiniano Rengifo Orellana; b) No hay especial
condenación en costas, por haber sucumbido ambas partes en aspectos de sus pretensiones;
c) Como medida para el restablecimiento del derecho violado, la Junta Directiva del ISTA
deberá dictar un nuevo acto administrativo en el que se establezca el monto de la
indemnización incorporando los valores de acuerdo a los indicadores a los que hace alusión
esta sentencia; d) En el acto de la notificación, entréguesele certificación de esta sentencia a
la autoridad demandada y a la representación fiscal. NOTIFÍQUESE. ---M. ALF.
BERNAL SILVA------F. J. RETANA--M. CLARA---RENE FORTIN MAGAÑA--PRONUNCIADA POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LA SUSCRIBEN--J.E. ESCALANTE D.---RUBRICADAS.
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