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MADRID.—AÑO XLIV.—NUM. 15.656
?UEVEá 6 DE OCTUBRE DE I9i(>
EL iMPÁRClAL
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NUMERO SUELTO 5 CÉNTIMOS
DIARIO LIBERAL
ADMINISTRADOR DE «EL IMPARCIAU
JUNDADO POR D. EDUARDO ^GASSET Y ARTIME
3 1 Calle de Hesonero^Sfl^anos. 31
LA REVOLUCIÓN EN PORTUGAL
Sang.
lornadaB.'"!oda
la
guarnición.
Braga, presideníe."La
familia rea!,
'."¡Hueva
ñisiíiva
gobierno."
\e „
j
estimación de aqueüos á quienes
Después 'de largas horas de una inves- cosa alguna q u e fuera apreciada como tra protegi<ia .jtaí fropas que .*segiUíaJ)9ai | ^& la. esefijaa a w - s e le rOír«fiía, vio qu&f iBenfce:.la
su
adhesión
á la Igksia Católica Romana
cuando
el
«Cap
Blanco»
echaba
anclas,
onsu
persona.
•
íigación celosa para conocer la verdad de síntoma d e conjura.
había
mantenido
hasta ahora fieles á la
deaba
sobre
el
Palacio
de
las
Necesidades
Las
mismas
referencias
que
transmito
lo que ha ocurrido en Lisboa, cuando íbaEl asesinato del doctor Bombarda por
personificada en el joveu somos á cerrar este número se rompe la el teniente de infantería Rebello dos San- dicen que la muchedumbre popular re- la bandera real y que poco después esta monarquía,
nube que ocultaba los hechos y, por pri- tos determinó u n a explosión de ii"a, no volucionaria ha hecho uso de la dinamita, banáíera era sustituida por el pabellón de berano.
Por otra parte, es de advertir que loa
mera vez tras largo eclipse, surge ante sólo en Lisboa, sino e n O p o r t o y en otras arrojándose bombas á las tropas leales al la república.
El capitán del «Cap Blanco» compren- diarios republicanos han expuesto reciennosotros Lisboa trocada de monarquía en poblaciones. Suponía ©1 pueblo que el te- rey.
te y reiteradamente el deseo d e arreglo
repúbhca y sustituyendo á la autoridad niente Rebello, cumpliendo órdenes de alLos diputados republicanos y los pro- dió que era imposible comunicar con tie- constitucional; le han propuesto u n «rerra
y,
-después
-de
ejecutar
los
requerisuprema del rey Manuel de Braganza u n gunos funcionarios palatinos, había dado hombres de este partido se hallaban con
como el mejor -medio para cogobierno provisional q u # p r e s i d e Teófilo muerte al diputado republicano, á quien los jefes militares sublevados. Desde los mientos propios del Código marítimo in- ferédum»
las aspiraciones de la nación resBraga.
debía cuidados celosos cuando estuvo re- primeros momentos constituyeron u n go- ternacional sin ser atendido, decidió con- nocer
pecto á la reforma del Código fundamenSobre las animadas nuas de la ciudad cltiído en el Sanatorio de Bombarda por bierno provisional que adoptó las medi- tinuar, su viaje, no permitiendo el desem- tal.
del Tajo h a corrido la sangre en u n a lu- padecer ataques de vesania. Las explosio- das que estimó necesarias para aislar á barco de pasajeros ni mercancías ya que
Debe también' tenerse presente q u e
cha civil; pero pronto se han reconcilia- nes de indignación de Oporto fueron fá- Lisboa de las tropas que podrían llegar había riego.
hay muchos republicanos entre los oficiacilmente
dominadas,
siendo
de
advertir
de
otras
poblaciones.
Grupos
de
hombres
Los
boteros
q
u
e
rodeaban
el
•
«Cap
do los combatientes y se han abrazado,
les del Ejército y de la Marina, y que rejuntando las tristezas del ayer con las es- ciue la Prensa republicana no dio al tris- del pueblo, cumpliendo sin duda estas Blanco» patrtici-paron que en la noche del cientemente la actitud de los jefes conserperanzas del mañana. El rey D. Manuel te suceso los caracteres que el público le órdenes, destruyeron las vías férreas, cor- lunes al martes se sublevó el regimiento vadores ha despertado la sospecha de que
ha procedido como perfecto monarca cons- atribuía. Casi unánimemente se recono- taron las carreteras y volaron algunos de infantería núm. 16, matando al coro- habían entablado negociaciones con los
titucional que sabe que la confianza de ció por las personas discretas que el te- puentes. En varios automóviles salieron nel é hiriendo á varios oficiales. Se unie- caudillos republicanos.
los pueblos es conno las confianzas de los niente Rebello estaba loco y que, al dis- de Lisboa emisarios para comunicar á los ron á los sublevados un regimiento de arA este propósito debe recordarse que,
ministros: debe probarseí, pero no forzar- parar su pistola sobre el ilustre alienis- republicanos de Olivaes, Sacavem, Oei- tillería y muchos soldados d e la Marina. durante las elecciones generales últimas,
ta,
procedía
sin
conciencia
y
sin
responras,
Montelavar,
Mafra,
Alberca,
Estrese su, resistencia. El se h a apartado de la
Acudieron bastantes paisanos, que estalos barcos d e guerra fue-ron alejados
moz, Evora y otros puntos, que Lisboa es- ban, sin duda, apercibidos del movimien- todos
residencia histórica, revelando así su aca- sabilidad moral.
del
Tajo,
por temor á una sublevación.
tamiento á la voluntad soberana. Sin duda
En el programa de los festejos en ho- taba en poder de los revolucionarios y to revolucionario, y á los que se entregaHe sabido también por mucha gente
que
podía
considerarse
segura
la
inmeque no procura recoger los elementos na- nor del almirante Fonseca figuraba u n
r o n fusiles y municiones. Formaban u n que muchos propietarios d e fincas rústicionales que le sigan siendo adictos par¿i banc[ueté- en ©1 Palacio -de Cintra, donde diata restauración de la república.
contingente -de unos 6.000 hombres.
cas portugueses han enviado sus fondos
A todo esto, en Badajoz circulaban y
preparar al pueblo que rigió con tama reside la reina viuda. En efecto, el banLa guardia mujticipal procuró impedir a' extranjero, para poder utilizarlos en
d8sv*.^itura una guerra civil. Ni hay en quete se verificó. A las doce de la noche siguen circulando rurnores de toda espe- el paso de los sublevados hacia el Palacio caso de turbulencias, y que los capitalisPortugal elementos,.para esa tragedia his- el almirante Ponseca fué acompañado por cie. Había quien daba por proclamada la del rey, pero fué desbaratada rápidamen- tas han puesto sus valores en seguridadi
tórica.
el rey hasta el acorazado «San Pablo». El república en Lisboa bajo la presidencia te. Hubo recio tiroteo, cámbales parciales al otro lado' de las fronteras.
Don Manuel die Braganza, nacido á la. rey_ volvió al Palacio das Necesidades, de Bernardino Machado. Había quien ne- y a u n cuerpo á cuerpo en las calles y caEl partido de la corte, á su vez, h a da-<
gobernación dal pueblo lusitano entre los que es su residencia oficial y que está, gaba el triunfo de los revolucionarios, y, llejas circundantes, produciéndose gran do pruebas -de una timidez, inspirando ia
en suma, la confusión era y sigue siendo número de bajas.
horrores de una tragedia jamás vista, h.'i. como es sabido, en la Plaza de Armas.
creencia de que, e n último término, no
sentido al caer del Trono la suprema trisDe dos á tres de la madirugada ©staliú grandísima.
El crucero de la Marina real portugue- ofrecerían una resistencia seria á los asalEl
gobernador
civil
dispuso
que
el
seteza da &us antepasados y se^ ha escondido la revolución. Uno de los barcos de guerra
sa «San Rafael» secundó desde luego el tos de la revolución, que, si llega á esta€ii Maf?a, El Escorial portugués, bajo ]aí> surtos en el rio hizo varios disparos de cretario del Gobierno, D. Francisco Chin- movimiento revolucionario.
llar, se realizará pacíficamente y tal-vez
arcadas del viejo convento de José I, en el cañón. Estos disparos eran la señal con- chilla, acompañado de un oficial de la bepor vía parlamentariaLos
mismos
boteros
manifestaron
que
que los artífices alemanes labraron pro- venida, con las tropas que habían d e su- nemérita, saliera para la inmediata pobla- el rey, apenas se le advirtió del peligro
Tales SO.TL las interesantes obsiervacioción de Elvas, á ñn de solicitar de los redigios en la piedra construyendo lo que, blevarse.
que
corría,
se
trasladó
á
un
buque
amigo.
nes
de «The Times» en Lisboa.—B. BLASCO^
presentantes del gobierno portugués nosegún Alejandro Herculano, es «el monuefecto; poco después el regimiento ticias de los acontecimientos. El señor
El «Cap Blanco» zarpó de Lisboa cuan- H e s e r v a d e l a F r e n s a f r a n c e s a
mento de una gran nación condenada á de En
infantería núm- 16 y un regimiento de Cliinchilla cumplió su misión con gran- do sonaban los cañonazos y la fusilería y
muerte, después de un banquete como los
París 3 (li,'2(í maSana), ^
artilleria salieron de sus cuarteles al grito de acierto y ha regresado á Badajoz. Igno- cuando en diversas partes de' la población
de Lúculo.»
Sigue la penuria de'noticias'sob*é^lsi'
de ¡viva la república!
se
advertían
señales
de
incendio.
ro los informes que habrá transmitido al
revolución de Portugal.
Todas las noiticias recibidas están sujeEl coronel del regimiento de infantería gobernador y éste al ministro de la GoPersiste el rumor d e que-i gran parte
tas á rectificación; pero ya parece indu- y varios oficiales del mismo quisieron re- bernación. Acaso en Madrid puedan usDESDE ELVAS
del Ejército secunda á los republicanos.
dable que Tve ha mudado la faz de la na- ducir á la disciplina á las tropas subleva- tedes averiguarlo.
I C o t i o i a © d . ^ . ; o r i g e a s - i p o r t i a g i a é a - El movimiento esTalló á lasídos de l a tarción portuguesa, que la corona h a sido das, y fueron rnueríos con algunos dispaAquí hay una excitación extraordina- , . — ü . c t i t ' u . d d © . . l a s g - i a a r n i o i o - de de ayer. La mayoría de los periódicoí
sustituida por el gorro frigio y Que se ros ele revólver.
ria. La relación entre esta capital y el veSe. limita á recoger el rumor dé, lá madiru•"• ri©.s ..íroaatsriiBia.©....-..
inau,trv-ran, tras los montes, programas de
Rápidamente comenzó la lucha entre : ciño reino es tan estrecha é íntihia, que
gada y no comenta él hecho.
innovación.
ELVAS
4
estas tropas y las que permanecían leales ¡ negocios y afectos son comunes. EspóranSolamente «Le Matin», írecordanido re.jQueñO es cada pueblo Üe su destino, y a: rey. •
vPar tren á Badajoz).
se con impaciencia noticias definitivas.
cientes iníormacl.ones suyas, dice qué ñ o
toda intervención ajepa, por muy justifiBüdajoz 5 (6,13 tarde) le ha sorprendiido el aconíecimiéttto, y
Uno dte los cruceros de la Marina por- En cuanto lleguen las transmitiré.
cada que pareciese, sería estimada corno tuguesa, que estaba anclado frente a los
Desde
que
se
han
conocido
en esta ciu- prosigue:
arbitraria imposición. No hemos de anti- njüí-Ues de Alcántaiia y no lejos, por tanto,
DESDE VIGO
dad los sucesos de Lisboa reina u n a gran
«Añadamos que ya des'de hace algún
cipar juicios. Aguardemos el término da- del Palacio Real de las Necesidad.3s, colas convulsiones de este período de inno- menzó á hacer fuego de cañón sobre este ^ a r o o 3 2 . i g r a 5 2 3 . a a d © 2--ia"boa.—- intranquilidad. Las tropas leales al rey tiempo había llegado á nosotros el rumoP
2¡-ÉO q - a e d i c o a l o s p a s a j e r o s D. M•an^^el y el vecindario adicto á las ins- de que los republicanos estaban á punto
vación. Cuando sea firme y tenga un protituciones esperan con ansia noticias.que de obrar; anteayer fué asesinado el dipugrayna, le dedicaremos el estudio y el dic- edificio.
del «Cap Slasaco».
Refiérese que el rey estaba acostándotado republicano Bombarda por u n teles fortifiquen en su confianza.
tamen.
V.ga 5 (;2,30 tirdei
se cuando esto ocurría y q u e volvió á
niente
de infantería, y sin duda ese suceLos
periódicos
de
Lisboa
llegados
hoy
Entretanto, no desaando sino la paz en vestirse el uniforme militar q u e había
La primera noticia llegada á Vigo de confirman la .sublevación de la mayor par so ha decidido al partido republicano á
ícdo3 los ámbitos de la Penín.sula ibérica, llevado al banquete y llamó á sus ayuprecipitar losi acontecimientos.»—RICAR- •
esperamos informes categóricos, noticias dantes. El gobierno acudió entonces para la ravoiución da Lisboa ia trajo el tras- t? de las tropas que_presíaban servicio-en DO BLASCO.
Lisboa
y
de
casi
todos
los
barcos
de
la
esatlántico
«Cap,
Arcona»,
que
venía
de
los
deBniíivas y la resolución suprema de la ponerse al lado del rey.
cuadra ailí surtos. .
I g n o r a n c i a e n l o a C e n t r o s ofivoluntad ciudadana.
Las fuerzas leales, entre las que había mares del Norte con rumbo á Amérrca' y
Las tropas de esta población fronteriza
que
arribó
muy
de
mañana
para
recibii
c i a l e s . — ' "Eil r e f u g i o d e d o n
un regimiento de caballería, repelieron el
quieren á toda costa evitar el derramaM a n u e l . — Liislcoa, 'boaa'baravance de los sublevados, que se dirigían emigrantes y mercaderías.
Hallándose en alta mar, en la noche miento -de sangre, y si en Lisboa s e proal Palacio Real. Hubo cargas, funcionó la
d
e a d a . — V a l o r e s e n Toaia--—
artillería y el combate llegó á adquirir anterior, recibió u n radiograma q u e ie clama la república no intentarán la temeTropas sulslevadas.
ridad
de
u
n
a
resistencia
estéril,
aunque
transmitía u n barco gemelo, de la misma
proporciones tremendas.
París 5 (2,3S tards)
Tomaban parte en él dos ó tres mil Compañía, el «Cap Blanco», q u e estaba están dispuestas á mantener el orden y la
ley
mientras
las
sea
dable.
TELESRaiymS DE MUESTRO SERVieiO ESPECIBI.
anclado
en
Lisboa
cuando
ocurrieron
los
Ni
em
el
ministerio
de Negocios exihomrbes del pueblo arma-dos con fusiles
tranjeros,
ni
en
los
Centros
de republicaiguales á los del Ejército, y que les habían sucesos de la revolución.
DESDE BADAJOZ
DESDE P A R Í S
nos portugueses, ni en la Legación d e este
El «Cap Blanco» venía con rumbo á
sido
entregados
en
lel
Parque
de
Infantería.
Badajoz S ^3,25 tarde)
La guardia miunicipal, instituto muy Vigo. Así que llegó me trasladé á su bor- S i n . n o t i c i a s e s a P ' a r í s . — ¿ D o n . país, se han recibido iníormacionies qua
E ? i © f e r e r i . c i a s d e • w i a í e r o s - — bien organizado, q u e posee armamento do y recogí las siguientes noticias:
M a s i i a o l p r i s i o n e r o ' ? — " U n a confirmen las noticias del movimiento re"
Llegó el «Cap Blanco» á Lisboa, proceL i i s l s o a e » . p o d e r d e l o s r e - perfeetísimo, sostuvo'largo rato el empuje
c a r t a e n « T l i © T i m e s » . — C o n - voluoionarío de Lisboa. Sólo se conocen
"XToliaciosa-arios.—231 r e v d o z i de las tropas revoluciona.rias. Decíase que dente de América, á las diez de la mañana
s - u r a s a l x@y.—Sil © g o i s r a o d e las noticias contenidas en el marconigra'
dos generales del Ejército mandaban á los de ayer. Desde luego observó el capitán
L l a n T i e l a T a a n d o i i a s u . x" a l a
l e s p r o g r e s i s t a s . — X U e s ' v í o d © ma -del vapor alemán «Iparanga».
TodoS' los Cenítros oficiales de París
e i o . — Xdi\ich.a
e s p a s i t ó s a . — sublevados. En las avenidas de la Plaza del barco una absoluta desorganización en
l o s c a t ó l i c o s . — I J O S r e p - d T a l i - guardan
completa reserva. En la Legación
de
Armas,
donde
está,
como
hemos
dicho,
los
servicios
-marítimos
de
aquel
puerto.
i M M c l i a s • c í o t i m . a s . — X - i a a r t i - el Palacio Real, colocaron los revolucio- Las formalidades de costumbre en la arric a n o s y l a r e f o r m a c o n s t i t u - del Brasil se cree que D. Manuel se h a
l l e r í a y l a d i r L 3 . r a . i t a - — I - i a s narios varios cañones é hicieron fuego, bada no se cumplieron. Las autonidad'ss
c i o n a l — O f i c i a l e s r e p - a T a l i c a - refugiado en el acorazado «Sao Paulo»t r o p a s s - a T s l e - u - a d a s - — L a S d a - matando muchos guardias :municipaleiS y de Marina no acudieron según es costumnos-'—LiOS c o n s e r - o - a d o r e s á,nDesde Londreis telegrafían que ei «Poxxsxe. ^ p r o c l a n a a l a r e p \ í L ' b l i c a . diezmando á las tropas de caballería., que bre. Sólo se presentó vni médico de la sect i d i - . - i á s t i c o a . — i P r s c a - a c i o n s s reign Office» ha recibido confirmación de
d o l o s c a p i t a l i s t a s , — L o s c o r - los sucesos de Lisboa y de la explosión del
ción de Sanidad marítima, quien dijo que
-Desde que la madrugada últim'a comu- habían dado la primera carga victoriosa.
t e s a n o s a s u s t a d o s . — 2 3 s p e - movimiento republicano. La ciudiad h a
iBiqué á E L IMPARGIAL las primeras notiAñaden los narradores, cuyas.noticias la revolución había; estallado y que en
sido bombardeada. El rey se hallaba ayer
r a n s a s d etri-anfo paci£.co.
cias die los sucesos de Lisboa he .agota-do reproduzco, sin responder de ellas, q u e Lisboa se luchaba desde la noche anterior.
en Palacio aún á las siete de la noche.
Tampoco
se
preGentaron
las
bancazas
los njedios de i'nformación para completar desde las tres de la mañana á la hora del
París 5 (9,20 mañana)
A u n periódico le dicen que el bomel relato, formando un conjunto de hechos amanecer, aquella parte de la población que acuden d e ordinario á recoger pasaDesde la madrugada d e ayer venían
ciertos que permitieran averiguar la ver- de Lisboa presentaba u n aspecto temero- jeros y farde-ría. Desde el «Cap Blanco» se circulando en esta ciudad rumores de ha- bardeo del Palacio comenzó á las dos de
dad de lo acontecido y que nos libraran so. IJOS revolucionarios habían extingui- veía la lucha -en los muelles y en las calles ber estallado u n movimiento insurreccio- la tarde y que gran parte del ejército terrestre y todas las tropas de Mai'in-a hade rendir tributo á las fantasías de los que do el alumbrado público y en las sombras descubiertas. Los buques de güera poriu- nal en Lisboa.
cen causa común con los republicanos.—
de la noche se veían los fogonazos de los gueses hacían fuego sobre la población,
se suponen biem enterados.
«Le
MatiQ»
y
«L'Echo
de
París»
reciR BLASCO.
disparos
y
se
oía
el
crepitar
de
las
detoadvirtiéndose
que
procuraban
la
destrucEl telégrafo de Lisboa estó interru-mpiposteriormente radiogramas expedo y el último tren qué salió de aquella naciones. Sonaban á lo lejos los cañona- ción dei Palacio Real de las Necesidades. bieron
didos desde u n barco fondeado en aguas Z S e o l a r a o i o n e a d e I i l a g a l h L a e a
capital para Badajoz lo hizo cuando los zos del crucero portugués, q u e seguía Los pasajeros del «Cap Blanco» asistieron portuguesas.
ILiinaa
No contenían detalles que
acontecimientos habían empezado á des- bombardeando el Palacio Real. Caían a osias tristes escenas y me las han refe- precisasen la importancia
del
movimiento.
Paria j 'Z.2^ v.nsVe^
muertos
ó
heridos
cientos
de
hombres.
El
rido.
arrollarse. Poco después los revolucionase recibió confiranación ofiEl Sr. Magalhaes Lima, uno de los proHallábanse en el rio Tajo, frente á Lis- cialTampoco
rios destruyeron las vías férreas, y desdo pánico reinaba en la ciudad.
ni particular alguna, por estar inte- hombres más significados del republicaAl amanecer, u n regimiento de infan- • boa, tres buques -de guerra portugueses.
aquel momento no ha.y comunicación alrrumpidos
ios cables y todas las líneas teguna y nadie ha podido salir de Lisboa en tería y u n batallón de cazadores se incor Uno d e ellos conservaba la bandera leal; legráficas de Portugal desde las tres de ¡a nismo portugués, y que actualmente reside en París, ha tenido la amabilidad de
poraron á las tropas sublevadas, y fué pero estaba bajo el fuego de los otros dos
ios trenes, que no circulan.
tarde de ayer.
concederme
una interview, en qué me ha
cada
vez
más
difícil
la
situación
del
gobarcos
revolucionarios,
que
arbolaban
la
Por los viajeros llegados en el tren de
Según los últimos despachos, tampoco comunicado sus primeras impresiones sobandera republicanaesta madrugada se sabe que desde hace bierno.
en Londres ni en Berlín se habían recibi- bre la revolución que ha estallado en LisDícese que el gobernador militar de
Sólo había en el Tajo un b u q u e de gue- do
cuatro ó cinco días se notaba -en Lisboa la
noticias positivas acerca de la impor- boa.'
Lisboa,
general
Garjg^o,
intentó
dirigirse
rra extranjero, el acorazado brasileño «San tancia
presencia de muchos forasteros que llegadel movimiento. Sólo^ «The Daily
«El acontecimiento—me ha dicho el
al
Palacio
Real,
y
no
pudiendo
conseguirPablo», residencia del nuevo presidente Mail» tuvo
ban de otras poblaciones del reino. Entre
1,1 n marconigrarna', que á estas ilustre-Magalhaes—era fatal. Los republiellos -se veía á caracterizados republica- lo porque los revolucionarios ocupaban de la República dei Brasil.
fechas es conocido en toda Europa.
canos lo teníamos previsto y anunciado
Desde el «Cap Blanco» viéronse fuernos. No dejó -de im-presionar el suceso á las avenidas, se disparó u n tiro de revóihace tiempo.
Se
cree
que
el
rey
D.
Manuel
ha
sido
ver
debajo
de
la
barba.
Otro
suponen
que
zas de caballería dar dos ó tres cargas so- hecho prisionero por los revolucionarios.
la Policía, que dio cuenta de ello al goEsperábamos con confianza absoluta
toierno. Este extremó la vigilancia temien- murió de un -dispai'o que le hicieron loi bre los revolucionarios. Estos eran dueños
También «The Timbes» acoge el mismo un cambio de régimen.
rebeldes.
de dos fuertes.
do que se íiratara de u n golpe de mano
rumor, y sin duda lo cree verosímil, puesEsta mudanza pudo ser pacífica, cocontra el rey, el cual, acompañando al
También vieron los pasajeros del bar- to que llama la atención sobre una carta mo simple efecto de la voluntad popular
Desde las ocho de la m a ñ a n a Lisboa
mariscal He-rmes da Ponseca, presidenLe quedó en poder de los sublevados. El co-m- co citado desembarcar fuerzas de marine- de u n corresponsal bien informado, reci- libremente expresada; pero la obstinación
electo de la Repúlbica de los Estados Uní- bate seguía, pero ya era muy precaria la ría armada, que ocuparon el Arsenal.
bida el día anterior, en la cual' se expone de los hombres que ejercían el Poder y
aos del Brasil, asistía á los festejos que se situación de los leales al rey. En uno de
Los tripulantes de algunos botes de los el cuadro de la situación política en Portu- la ceguedad del tronó han impedido que
celebraban en honor de éste. Dada la fra- los barcos de guerra surtos en el río se izó que, según costumbre, se aproximan á los gal y hasta se predice el movimiento como las cosas pasasen de este modo.
ternidad que une á brasileños y portugue- la bandera de la república y se hizo la pro- barcos recién llegados para ofrecer mer- inevitable.
Después de la muerte de D. Carlos, l03
ses, no sorprenderá que el presidente del clamación de la nueva forma de gobierno. cancías á los pasajeros, manifestaron que
El rey—-dice el corresponsal—es objeto partidos monárciuicos no aprovecharon
Brasil' recibiera públicas demostraciones Para solemnizar el acto se dispararon los la lucha era terrible y que habían sido re- de censuras, porque ayuda muy poco, por la lección de los sucesos. La obra del dicide simpatía. Se advirtió'también en estos cañones de varios barcos de la Armada, y cogidos más -de cien m.uertos. Añadieron decirlo así, á la causa monárquica. Los tador Juan Franco, que provocó el desesdías de fiestas-públicas cjue el rey D. Ma- esa fué la señal de una nueva acometida que en aquel momento las fuerzas suble- mismos progresistas, cuya adhesión ma- perado gesto contra la fam.ilia real, siguió
nuel eira objeto de señaladas d'e^mostracio- sobre la Plaza de Armas y sobre el Pala- vadas penetraban en el Palacio Real de nifiesta al rey parecía indudable, sólo se en pie. Los gobernantes fueron aciimunes -de •disgusto por parte de las muche- cio de las Necesidades. Entonces fué cuan- las Necesidades para establecer en la re- mantienen á su lado á condición de que lando faltas, errores, abusos... Se persedumbres. Cuando el día 3 fué el rey á bor- do el gobierno aconsejó al rey D. Manuel sidencia del rey el gobierno de la repú- les reconozca á ellos SO1Í>S el derecho de guía sin tregua á los periódicos; se indo del acorazado brasileño «San Pablo» que saliera de Palacio y se refugiara á blica.
gobernar y de hacer en todo caso cuanto ventaban complots para encarcelar á los
en busca del almirante Fonseca, varios bordo de un barco. Dícese que el rey salió
republicanos; se agotaban todos los meEsta última noticia se vio pronto con- les plazca.
grupos de hombres del. pueblo iniciaron rápidamente de su residencia y se embarcó firmada.
Se dice que D. Manuel carece de vigor dios para ahogar la voz del pueblo, y se
u n a silba, que fué reprimida por la guar- en u n re^molcador que le condujo al acoUn gallego que venía de la República para dirigir los asuntos políticos, y las daban poderes inquisitoriales á los juece?
dia municipal, siendo detenidos algunos razado brasileño «San Pablo»- La reina Argentina á Vigo y que, provisto de sus suspicacias que se propalan acerca de su para que atentasen contra la libertad y I»
de los tumultuarios. Después no ocurrió 1 madre permanecía en el Palacio de Cia- anteojos, inquirió los interesantes detalles vida pinvada le han enajenado rápida- dignidad de la población laboriosa
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