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Macarena Moya Solís
VIRGINIA REEDS
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Virginia Reeds
“¡Cuerpo de mujer mía, persistiré en tu gracia
Mi sed, mi ansia sin límite, mi camino indeciso!
Oscuros cauces donde la sed eterna sigue,
y la fatiga sigue, y el dolor infinito.”
Extracto 20 poemas de amor
Pablo Neruda
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VIRGINIA REEDS
Macarena Moya S.
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Virginia Reeds
PROLOGO
A veces en la vida nos vemos enfrentados a muchas
dificultades, de la manera en que salimos de todo
esto, es asunto de cada cual, lo malo es cuando las
decisiones que tomamos para salir a delante en
nuestras vidas dañan a personas que amamos.
Muchas mujeres viven una doble vida para sacar a
delante a sus hijos, son juzgadas muy severamente
pero nadie indaga el motivo de fondo que las llevó a
tomar tan difícil decisión. Las madres serán madres
por siempre, las parejas pasan, los sacrificios son los
importantes, sobre todo cuando son con el corazón,
por difícil que estos sean.
El perdón es parte de nuestras vidas, saber perdonar
es otra cosa muy distinta.
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Se sentían los pasos rápidos por un pasillo
interminable, ella casi corría, hace una media hora
había recibido un llamado y no supo cómo llegó
hasta el hospital, fuera de la sala de urgencias,
estaban todos los familiares de su esposo, ella estaba
muy nerviosa, trataba de controlarse. Hace una hora
su vida era normal, dejaba a su hijo en el colegio, y
salía con el menor hasta la guardería, iba a ver un
trabajo, quería comenzar a trabajar a pesar que su
esposo no quería que lo hiciera, ya que él tenía un
gran trabajo y a ella y los niños no les faltaba nada.
Pero sentía que algo le faltaba y lo haría igual. Emma
era una mujer linda, con grandes capacidades, su
esposo era un gran hombre que la amaba por sobre
todo, eran felices, tenían dos hijos maravillosos, pero
esa mañana todo cambio.
El se levantó como todos los días, la besó y se
abrazó a ella, se amaban y no podían estar lejos
mucho el uno del otro, y cuando él viajaba por su
trabajo la llamaba cada vez que podía, no dejaba de
besarla esa mañana, la besaba con gran pasión, luego
le hizo el amor con más pasión que la acostumbrada,
Emma cerraba sus ojos y sentía el amor que John le
brindaba, se sentía feliz y llena de vida. Luego
ambos tomaron una ducha, después Emma vistió a
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los niños. Se sentaron a tomar desayuno y reían
todos felices esa mañana, el besó a sus hijos y luego
abrazó y besó a Emma.
Al llegar a la sala de emergencias salió el médico,
preguntó por Emma, su esposo la había llamado en
su delirio. Ella se acercó y la hizo pasar.
El médico comenzó a hablar y ella solo quería ver a
su esposo, le preguntaba y preguntaba por el pero el
médico no paraba de explicar tecnicismos médicos.
- “Su esposo Emma se resistió a un asalto y fue
herido por múltiples cortes con navaja, llegó
en un estado gravísimo a la urgencia, el solo
quería verla por última vez, no pudo soportar
las heridas, lo siento… no pudimos hacer
nada”
Emma sintió que el mundo terminaba, fue a ver a
John que yacía en una camilla se acercó a él y tomó
su mano derecha y la besó, acarició su rostro y lo
besó suavemente en los labios dijo un suave “te amo
John”, de pronto recordó a sus hijos y salió de ahí, la
madre de John fuera le habló pero ella no se detuvo,
comenzó a correr y fue por sus hijos, manejó rápido,
llegó al colegio buscó a Nathan y luego fue a la
guardería por Anthony los abrazó y los llevó a la
casa los sentó en la sala, los acarició y los abrazó no
sabía por dónde empezar.
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