Material de lectura Nº 6 ( formato PDF) - Facultad de Medicina

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Carrera Licenciatura en Enfermería
Facultad de Medicina
UNNE
Cátedra: Infectología aplicada a la Enfermería
CLASES TEORICAS
Material de lectura N° 6
Prevención de infección de herida quirúrgica
Análisis de los mecanismos patogénicos y de las estrategias para su prevención
Introducción
Si bien la aplicación de una rigurosa técnica aséptica previene la mayor parte de las infecciones quirúrgicas,
el empleo racional de antibióticos preoperatorios como herramienta complementaria de una adecuada técnica
quirúrgica ha permitido la realización de procedimientos cada vez más complejos, con una aceptable tasa de
complicaciones infecciosas.
A pesar del empleo de una adecuada técnica aséptica y del uso de antibióticos pre-operatorios, la infección
de herida quirúrgica continúa ocupando el tercer lugar en los países desarrollados entre las infecciones
intrahospitalarias. Se estima que en EE.UU se registran entre 500.000 y 900.000 infecciones quirúrgicas por
año entre los 23.000.000 de procedimientos quirúrgicos realizados.
Si bien en nuestro país no existen datos oficiales sobre la incidencia global de infección de herida quirúrgica,
estudios realizados en centros de referencia han registrado tasas que varían entre 6% y 10%, ocupando el
segundo lugar entre las infecciones intrahospitalarias (datos no publicados). Teniendo en cuenta que se
registran alrededor de 5.500.000 admisiones por año y que alrededor del 40% de los pacientes admitidos son
sometidos a un procedimiento quirúrgico, se puede inferir que el número anual de estas infecciones oscila
entre 132.000 y 220.000.
DEFINICION DE TERMINOS
Dentro del proceso de vigilancia epidemiológica, es fundamental establecer definiciones claras y unificadas
que permitan la realización de comparaciones posteriores, tanto para la identificación de los casos, como así
también para la detección de los factores de riesgo. Con este propósito se han consensuado diferentes
criterios para clasificar los tipos de infección de herida quirúrgica y para categorizar el tipo de herida en
relación con el riesgo de contaminación durante el acto quirúrgico.
Criterios diagnósticos para la clasificación de infección de herida quirúrgica
1. Incisional:
Infección que involucra la incisión quirúrgica desde la piel hasta los tejidos profundos (músculos y fascias).
1.1. Incisional superficial (piel y TCS)
Infección del sitio de incisión que ocurre dentro de los 30 días postoperatorios que involucre solo piel y
tejido celular subcutáneo y cualquiera de:
· Drenaje purulento de la incisión superficial.
· Organismo aislado de un cultivo tomado asépticamente de la herida.
· Signos locales de inflamación y apertura deliberada de la herida a menos que el cultivo sea negativo.
· Diagnóstico de infección incisional superficial realizada por el médico tratante.
NOTA: No deben ser reportados como infección la supuración localizada a los sitios de penetración de los
puntos de sutura.
1.2. Incisional profunda (músculos y fascias)
Infección del sitio de incisión que ocurre dentro de los 30 días postoperatorios si no hay implante definitivo,
o dentro de 1 año si lo hubiera y que parezca relacionada con la cirugía e involucre tejidos profundos (fascia
y planos musculares) y cualquiera de:
Profesor adjunto: Dra. María del Carmen Bangher
Jefes de Trabajos Prácticos: Lic. Cristina Gené – Lic. Rosa González – Lic. Luis Pindat
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· Drenaje purulento de la incisión profunda.
· Herida quirúrgica espontáneamente deiscente o deliberadamente abierta por el cirujano en presencia
de signos locales de inflamación o fiebre > 38ºC, a menos que el cultivo sea negativo.
· Absceso u otra evidencia de infección involucrando tejidos profundos vista en el examen directo en la
cirugía o por anatomía patológica o por radiología.
· Diagnóstico de infección incisional profunda realizada por el médico tratante.
2. Organos y/o cavidades:
Infección que ocurre dentro de los 30 días postoperatorios si no hay implante definitivo, o dentro de 1 año si
lo hubiera y que parezca relacionada con una cirugía e involucre cualquier sitio anatómico distinto de la
incisión, como órganos o cavidades profundas (pleura, peritoneo, retroperitoneo, espacio aracnoideo, etc.)
abiertos o manipulados durante un acto quirúrgico y cualquiera de:
· Salida de material purulento a través de un drenaje colocado en el órgano o en la cavidad afectada.
· Organismo aislado de un cultivo tomado asépticamente del órgano o cavidad afectada.
· Absceso u otra evidencia de infección involucrando tejidos profundos vista en el examen directo en la
cirugía o por anatomía patológica o por radiología.
· Diagnóstico de infección de órganos o cavidades realizada por el médico tratante.
Clasificación del tipo de herida quirúrgica
El riesgo de infección de una herida depende en parte de la posibilidad de contaminarse durante el acto
operatorio. Para estimar este riesgo el Consejo de Investigación de la Academia Nacional de Ciencias de los
EE.UU propuso en 1964 un modelo para clasificar los diferentes tipos de herida quirúrgica. Este sistema, con
algunas modificaciones, es el que se utiliza actualmente.
Herida limpia:
Herida realizada durante una cirugía electiva con cierre primario y en ausencia de todos los siguientes:
· colocación de drenajes por la herida
· violación de la técnica aséptica
· evidencias de infección
· apertura de mucosas
Herida limpia - contaminada:
Herida quirúrgica con al menos una de las siguientes condiciones:
· apertura de mucosas sin evidencias de infección
· derrame mínimo del contenido intestinal en cavidad
· violación mínima de la técnica aséptica
· colocación de drenajes por la herida
3. Herida contaminada:
Herida quirúrgica o traumática con al menos una de las siguientes condiciones:
· apertura de mucosas con evidencias de infección y sin pus
· derrame grosero del contenido intestinal en cavidad
· violación mayor de la técnica aséptica
· herida traumática dentro de las 4 horas de producido el accidente
4. Herida sucia:
Herida quirúrgica o traumática con al menos una de las siguientes condiciones:
· apertura de tejidos con evidencias de inflamación purulenta
· herida traumática luego de las 4 horas de producido el accidente
· herida traumática desvitalizada o con cuerpos extraños
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· herida contaminada con materia fecal o con cualquier otro material infectante.
PATOGENESIS
Aún con el empleo de las más rigurosas técnicas asépticas, existe en general algún grado de contaminación
de la herida quirúrgica. Si bien en la mayoría de los casos, los mecanismos de defensa del huésped pueden
ser suficientes para evitar el desarrollo de infección, en determinadas circunstancias éstos pueden ser
superados por factores relacionados con:
1- los microorganismos involucrados
2- el paciente y
3- la herida o el procedimiento quirúrgico
Análisis de la flora microbiana, sus reservorios y vías de transmisión
En general la contaminación de la herida operatoria es un evento que se produce en el mismo acto
quirúrgico, principalmente a partir de la flora propia del paciente (flora endógena) o por el ingreso de
microorganismos desde el personal o la sala de cirugía (flora exógena). Numerosos microorganismos han
sido descriptos como patógenos asociados al desarrollo de infección de herida quirúrgica . Si bien los cocos
Gram-positivos continúan siendo los microorganismos más prevalentes, en la actualidad están emergiendo
como patógenos algunos hongos (Candida spp., Rhizopus spp.) y micobacterias atípicas (M. fortuitum, M.
chelonae).
Flora endógena
Tanto la piel como las mucosas se encuentran habitualmente colonizadas por un número variable de
microorganismos que constituyen lo que se ha dado en llamar flora residente. En determinadas
circunstancias estos gérmenes pueden ser sustituidos por otros más virulentos o más resistentes a los
antimicrobianos, dando lugar a lo que se conoce como flora transitoria.
El análisis del patrón microbiológico de las infecciones de herida quirúrgica suele reflejar en general la flora
residente del sitio anatómico intervenido . Mientras que en los procedimientos que no involucran la apertura
de vísceras huecas prevalecen los microorganismos de piel (S. aureus y S.epidermidis), en las heridas
relacionadas con la apertura de mucosas predominan los gérmenes que constituyen parte de la flora normal
de las mismas. La aparición de microorganismos no habituales puede deberse en parte a la colonización del
paciente por flora transitoria.
La piel representa una barrera natural para la infección encontrándose normalmente colonizada por
microorganismos que constituyen su flora residente. Mientras que el número de gérmenes por unidad de
superficie varía de una zona a otra, alcanzando las cifras más elevadas en las áreas húmedas como los
pliegues, hasta un 20% de la flora habitual residente puede alojarse profundamente en los anexos cutáneos
(folículos pilosos y glándulas sebáceas) . Esto explica porqué el uso de antisépticos tópicos disminuye pero
no erradica totalmente la flora habitual.
Aún cuando las mucosas no se encuentren inflamadas, un número variable de microorganismos encuentran
en ellas su nicho ecológico. El número y tipo de gérmenes dependen del tipo de mucosa evaluada. En este
sentido el tracto gastrointestinal representa el reservorio más importante de microorganismos, conteniendo
una mezcla de gérmenes anaeróbicos y aeróbicos. La composición de esta mezcla varía a lo largo del tubo
digestivo pudiéndose distinguir básicamente dos tipos de flora: oral y fecal. Aunque estos microorganismos
se encuentran presentes en gran número, constituyen una flora saprófita no virulenta, susceptible a los
antimicrobianos, lo cual permite que un inóculo pequeño de bacterias patógenas resistentes ocupen su
espacio y utilicen sus nutrientes (flora transitoria).
En general los microorganismos de la flora endógena contaminan la herida operatoria durante el acto
quirúrgico a partir de la flora residual de la piel o por contacto directo luego de la apertura de una mucosa o
de una víscera hueca.
Aunque en forma excepcional, existe la posibilidad de que la herida resulte infectada por vía hematógena o
linfática a partir de un foco infeccioso a distancia. Si bien esto ha sido demostrado con mayor seguridad para
las heridas que se acompañan de colocación de prótesis, existen reportes aislados de infección de herida
quirúrgica por este mecanismo, en ausencia de material protésico.
Profesor adjunto: Dra. María del Carmen Bangher
Jefes de Trabajos Prácticos: Lic. Cristina Gené – Lic. Rosa González – Lic. Luis Pindat
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Flora exógena
Si bien la flora propia del paciente tiene una relevancia preponderante en el desarrollo de infección de herida
operatoria, existen otros reservorios relacionados con el personal quirúrgico y con factores ambientales.
No debería sorprender que los microorganismos involucrados con mayor frecuencia a partir de fuentes
exógenas sean S. aureus y S. epidermidis,teniendo en cuenta que uno de los reservorios más importantes en
este sentido está representado por la piel y mucosas del personal. Si bien alrededor de un 20% de individuos
sanos portan S. aureus en sus fosas nasales y en menor grado en el periné, la dispersión de estos
microorganismos al medio ambiente es escasa (0.33 ufc/m2). Tanto la portación como la posibilidad de
transmisión pueden incrementarse durante episodios de infección de vías aéreas superiores como así también
en presencia de dermatitis, psoriasis o eczema. Teniendo en cuenta que un adecuado lavado de manos reduce
el número de bacterias en un 95%, existe un bajo riesgo de desarrollo de infección de herida quirúrgica
asociada al pinchazo de los guantes durante el acto operatorio. Del mismo modo no existen evidencias
que relacionen el material de los delantales y batas con un mayor riesgo de infección. Otra fuente potencial
de microorganismos además de la piel, son las mucosas del personal (faringe, vagina o ano), existiendo
reportes que relacionan la portación de streptococci b hemolíticos de grupo A en estos sitios, con el
desarrollo de infección de herida quirúrgica.
La influencia de los factores ambientales parece tener una importancia secundaria para el desarrollo de
infección de herida operatoria.La relación con el tipo de ventilación de la sala de operaciones ha sido
investigada a través de diferentes estudios.
Si bien la utilización de ventilación con presión positiva en quirófano es una medida ampliamente difundida,
no se han realizado estudios bien diseñados que demuestren su utilidad. Sólo el estudio multicéntrico
Europeo demostró que el empleo de quirófanos ultra-limpios disminuye el riesgo de infección, en relación
con una menor concentración de microorganismos en el aire ambiental en comparación con los sistemas
convencionales de ventilación. Si embargo este beneficio sólo pudo ser demostrado para heridas limpias, lo
cual demuestra que el factor ambiental es de menor importancia cuando existe la posibilidad de
contaminación endógena de la herida quirúrgica.
Las superficies de la sala de operaciones (paredes, pisos, mesadas, etc.) que no se encuentran en contacto
directo con el paciente no representan un riesgo real para el desarrollo de infección de herida quirúrgica. Si
bien las diferentes técnicas de limpieza utilizadas para los pisos, permiten disminuir inicialmente el número
de microorganismos, estos recuperan rápidamente su nivel inicial. Estudios realizados en quirófanos
demuestran que la concentración de gérmenes puede alcanzar 6,2 ufc/100 cm2 en las paredes y 120 ufc/100
cm2 en los pisos, con un recuento promedio de 0,47 ufc de Staphylococcus aureus y de 1.57 ufc de
Clostridium perfringens . En este sentido el empleo de alfombras al ingreso de la sala de operaciones no
reduce el recuento de microorganismos, pudiendo tener por el contrario, un efecto perjudicial. Del mismo
modo el empleo de camillas restringidas al área de quirófano, no parece representar una medida necesaria.
Si bien el instrumental quirúrgico se encuentra en estrecho contacto con la herida operatoria, su implicancia
en el desarrollo de infección depende del cumplimiento en forma adecuada o no de los procedimientos de
esterilización.
Otros factores ambientales que han sido ocasionalmente relacionados con el desarrollo de infección de herida
quirúrgica, son los desinfectantes(Pseudomonas multivorans) y las cintas adhesivas empleadas en las
curaciones (Rhizopus spp).
Si bien cepas de Clostridium spp pueden ser recuperadas tanto a partir del piso como del aire del quirófano,
éstas no representan un riesgo significativo
de infección, ya que la principal fuente de estos microorganismos es la flora endógena del paciente.
Factores de riesgo
Si bien la identificación de los diferentes factores de riesgo relacionados con el desarrollo de infección de
herida quirúrgica ha sido realizada a partir de estudios univariados, nuevos trabajos utilizando modelos de
regresión logística han podido reducir en forma significativa la lista de variables implicadas.
Factores relacionados con el huésped:
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§ Edad. Esta variable ha sido identificada como factor de riesgo en diferentes estudios, pudiendo reflejar
un deterioro de las defensas del huésped, o una mayor prevalencia de condiciones co-mórbidas con el
avance de la edad.
§ Severidad de la enfermedad de base. la gravedad de la enfermedad de base se asocia con el riesgo de
infección de herida quirúrgica en la medida que aquella se incrementa.
§ Obesidad. Existen evidencias identificando a la obesidad como un factor de riesgo. Un estudio
demostró que la tasa de infección fue del 20% cuando el panículo adiposo medía ³ 3,5 cm versus el 6,2%
cuando medía £ 3cm. Esta observaciones podrían deberse en parte: a diferencias en la circulación local de
la herida, mayor tiempo quirúrgico, mayores dificultades técnicas o a un aumento del área de exposición
de la herida quirúrgica.
§ Presencia de focos infecciosos a distancia. En determinadas situaciones la presencia de un foco
infeccioso a distancia, potencialmente bacteriémico, puede favorecer la colonización hematógena de la
herida quirúrgica principalmente cuando existe material protésico.
Factores relacionados con el procedimiento quirúrgico:
Estos factores pueden ser agrupados en tres categorías (preoperatorios, operatorios y post-operatorios) en
relación al momento de la cirugía:
Pre-operatorios:
§ Tiempo de internación pre-quirúrgico. Diferentes estudios mostraron que la tasa de infección de herida
quirúrgica aumenta con el tiempo de internación pre-operatorio. En uno de ellos la tasa se elevó desde un
6% para 1 día, hasta 14,7% para 21 días o más de permanencia prequirúrgica. Esto podría deberse en
parte a un aumento progresivo en la colonización del paciente por gérmenes intra-hospitalarios.
§ Rasurado. Dos factores relacionan al rasurado con la infección de herida quirúrgica. Uno de ellos es la
técnica de rasurado. Un estudio analizando este aspecto, detectó que la tasa de infección de herida limpia
fue de 2,5% cuando se utilizó hoja de afeitar, 1,4% cuando se empleó máquina eléctrica y 0,9% cuando
no se realizó rasurado(39). El otro factor es el momento del rasurado. En un trabajo utilizando rasurado
con hoja de afeitar, la tasa de infección fue del 3,1% cuando el rasurado se realizó justo antes de la
cirugía, del 7,1% cuando se hizo dentro de las 24 h y del 20% cuando fue realizado con mayor
anticipación. Una explicación para estas observaciones es que el rasurado realizado con hoja de afeitar y
con más de 12 h previas a la cirugía, deteriora la integridad de la barrera natural favoreciendo la
penetración y proliferación de la flora residente y la colonización por flora exógena.
Operatorios:
§ Horario de la cirugía. A pesar de existir evidencias conflictivas con respecto a este dato, dos estudios
demostraron un incremento significativo en el riesgo de infección de herida cuando se compararon las
cirugías realizadas por la mañana con respecto a las realizadas por la tarde o noche, tanto para el total de
cirugías, como para las cirugías con herida limpia y limpia-contaminada.
§ Urgencia del procedimiento. Si bien esta variable aparece como un factor de riesgo en los estudios
univariados, su asociación se vuelve insignificante cuando se ajustan otras variables a través de estudios
de regresión logística múltiple.
§ Técnica quirúrgica. Aunque existe consenso en que la realización de un adecuado procedimiento
quirúrgico disminuye el riesgo de infección de herida, no se disponen de estudios que avalen esta
apreciación. Un modo indirecto de evaluarla consiste en el análisis de la tasa de infección de herida
quirúrgica en relación con la experiencia del cirujano.
§ Tiempo quirúrgico. Distintos estudios han identificado al tiempo quirúrgico como un variable
independiente asociada con el riesgo de infección. Si bien originalmente se utilizó un valor de corte de 2 h
para discriminar la población con mayor riesgo de infección, el empleo de una tabla de tiempos
quirúrgicos percentilados para cada procedimiento,permite evaluar con mayor precisión el peso de esta
variable, estableciéndose como factor de riesgo cuando se supera el percentilo 75º (tiempo T) . El mayor
tiempo quirúrgico podría influenciar negativamente en el riesgo de infección a través de diferentes
factores, entre ellos un mayor tiempo de exposición de la herida, un mayor traumatismo de los tejidos y
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mayores dificultades técnicas. Pese a esto un estudio no pudo demostrar correlación entre el tiempo
quirúrgico y la tasa de colonización de la herida operatoria.
§ Electrobisturí. Si bien el empleo de electrobisturí ha sido identificado como un factor de riesgo en dos
estudios(39,40), es necesario la realización de trabajos específicos dirigidos a evaluar si esta observación
no depende en parte de la curva de aprendizaje.
§ Drenajes quirúrgicos. Existen datos conflictivos sobre la importancia de los drenajes como factores de
riesgo de infección. A pesar de esto un estudio detectó que los drenajes abiertos colocados en heridas
limpias (cardíacas, ortopédicas, neurológicas) constituían un factor de riesgo independiente, no así los
drenajes cerrados.
Post-operatorios:
§ Tipo de curación. El empleo en la curación de las heridas quirúrgicas de cintas adhesivas elásticas no
estériles, ha sido relacionado con el desarrollo de infección por Rhizopus spp. Un estudio mostró que la
tasa de infección de herida quirúrgica variaba de 1,5% cuando la curación se realizaba con apósitos
comunes a 2,3% cuando se empleaban apósitos plásticos adhesivos. Pese a esto no existen evidencias
definitivas que permitan concluir que la utilización de un tipo de material en especial en la curación de las
heridas aumente o disminuya el riesgo de infección.
Factores relacionados con los microorganismos:
§ Inóculo. La cantidad de microorganismos necesarios para producir infección en la herida quirúrgica
depende de diferentes factores, entre ellos la presencia de material protésico. Estudios recientes han
determinado que distintos materiales requieren una DI50 < 100 ufc.
§ Virulencia. Los factores de virulencia de los microorganismos incluyen la capacidad de producir
enzimas y toxinas que favorecen su penetración permanencia y multiplicación. Tanto el S. aureus como el
S. epidermidis,poseen la capacidad de unirse a diferentes proteínas del huésped (fibrina, fibrinonectina,
colágeno, laminina) lo que favorece su permanencia dentro del organismo al amparo de las defensas del
huésped.
§ Resistencia a los antimicrobianos. La colonización del paciente con microorganismos resistentes a los
esquemas antimicrobianos utilizados,aumenta el riesgo de infección de herida quirúrgica. Del mismo
modo el empleo de antimicrobianos en profilaxis quirúrgica produce modificaciones de la flora del
huésped, aumentando la recuperación de microorganismos resistentes.
MEDIDAS DE PREVENCION
Distintas estrategias pueden ser implementadas con el propósito de reducir el riesgo de infección asociada a
herida quirúrgica. Si bien la mayoría de ellas ha demostrado ser efectiva, la eficacia debería ser evaluada a
partir del concepto del costo-beneficio.
Pre-operatorios:
§ Reducción del tiempo de internación pre-quirúrgico. Teniendo en cuenta que este factor incide
negativamente en el riesgo de infección, la corrección de las condiciones mórbidas del paciente debería
realizarse previo a su internación.
§ Tratamiento de las enfermedades subyacentes. El control previo de las condiciones co-mórbidas,
incluyendo el tratamiento de focos infecciosos activos, permite la realización de procedimientos
quirúrgicos complejos en pacientes de riesgo, disminuyendo la posibilidad de infección post-operatoria al
influenciar positivamente otras variables (tiempo quirúrgico, bacteriemia).
§ Rasurado. Si bien en lo posible debería evitarse la realización de rasurado pre-operatorio, cuando se
decida llevarlo a cabo debería hacerse sin hoja de afeitar e inmediatamente antes de la cirugía.
§ Baños pre-operatorios: adecuada preparación prequirúrgica de la piel
§ Profilaxis antibiótica. Teniendo en cuenta que a pesar de una rigurosa técnica aséptica, existe la
posibilidad de contaminación, se han desarrollado diferentes estrategias dirigidas a disminuir las tasas de
infección de herida quirúrgicas a través del empleo de antibióticos profilácticos(. Si bien los estudios
iniciales no pudieron demostrar la utilidad del empleo de antimicrobianos en la reducción del riesgo de
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infección de herida, éstos eran administrados con posterioridad a la realización de la incisión quirúrgica. .
Teniendo en cuenta que el desarrollo de tétanos post-quirúrgico es una complicación infecciosa de una
herida operatoria se adjuntan además las normas para la inmunización pasiva y activa. Es importante
destacar que aún con una sola dosis de antibiótico se pueden presentar eventos adversos (reacciones de
hipersensibilidad, colitis pseudomembranosa, modificación de la flora residente, etc) .
Operatorios:
§ Técnica quirúrgica aséptica. La realización de una adecuada limpieza del campo quirúrgico implica la
remoción de la suciedad con una esponja limpia para luego aplicar el antiséptico seleccionado (iodopovidona,clorhexidina).
§ Aplicación de una adecuada técnica quirúrgica. Esto implica básicamente una adecuada hemostasia, la
remoción de tejidos desvitalizados y el respeto por la técnica aséptica.
§ Tiempo quirúrgico. La prolongación innecesaria de un acto quirúrgico aumenta el riesgo de infección,
por lo tanto todo procedimiento debería realizarse dentro del mínimo tiempo posible sin detrimento en la
calidad de la técnica quirúrgica.
§ Drenajes quirúrgicos. Hasta que se dispongan de datos definitivos los drenajes quirúrgicos deberían
dejarse sólo con criterio terapéutico, prefiriendo los sistemas cerrados.
§ Preparación del equipo quirúrgico.
Vestimenta: Si bien existen algunas controversias sobre la utilidad de algunos de sus componentes en
reducir el riesgo de infección de herida quirúrgica, todos ellos forman parte de las precauciones
universales cuyo objetivo primordial es reducir el riesgo para el personal de adquirir infecciones
transmitidas por fluidos biológicos.
§ Control de los factores ambientales.
Ventilación: Si bien el empleo de quirófanos ultra-limpios disminuye el riesgo de infección su
utilidad debería ser ponderada cuando aún no han sido controladas otras medidas básicas.
Esterilización: La realización de un adecuado proceso de esterilización constituye un pilar básico
dentro del control de las infecciones quirúrgicas. En este sentido deben realizarse testeos biológicos
periódicos para evaluar la calidad del proceso.
4Post-operatorios:
§ Técnica aséptica para la realización de la curación. El empleo de una técnica aséptica en las curaciones
de las heridas quirúrgicas disminuye la posibilidad de la infección post-operatoria cruzada sobre todo en
las heridas abiertas.
CONCLUSIONES
Si bien existen diferentes factores involucrados en el desarrollo de infección de herida quirúrgica, aquellos
que pueden ser controlados son:
1- el tiempo de internación pre-operatorio,
2- el tratamiento de las condiciones co-mórbidas,
3- evitar el rasurado o utilizar la técnica de corte,
4- utilizar en forma adecuada la profilaxis antimicrobiana,
5- ajustar los tiempos quirúrgicos y
6- desarrollar un sistema de apropiado de vigilancia epidemiológica con feed-back de información
para el equipo quirúrgico.
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Prevención de Infecciones Relacionadas al uso de Accesos Vasculares en Pacientes Adultos y
Pediátricos
Introducción
Actualmente los catéteres vasculares son un componente fundamental de toda práctica en la medicina,
especialmente en las áreas de cuidados intensivos.
Su uso puede producir una variedad de complicaciones entre las que se encuentran la tromboflebitis séptica,
endocarditis, bacteriemias e infecciones metastásicas como osteomielitis, endoftalmitis y artritis, resultantes
de la diseminación hematógena a otro sitio del cuerpo a través de un catéter colonizado.
Los catéteres venosos periféricos son los mas frecuentemente usados y tienen baja incidencia de infecciones
locales y bacteriemia. Las complicaciones infecciosas serias en estos catéteres producen una considerable
morbilidad debido al importante volumen de uso.
La mayor parte de las infecciones serias están relacionadas a los catéteres venosos centrales (CVC) y
especialmente en los usados en las unidades de cuidados intensivos. En los pacientes críticos por lo general
los CVC permanecen colocados por períodos prolongados y la manipulación es excesiva y muchas veces
deben ser colocado en situaciones de emergencia en las que es casi imposible cumplir con las medidas de
prevención necesarias. Todas estas situaciones hacen que el riesgo de contaminación e infección se vea
incrementado.
En diferentes estudios se ha estimado que la mortalidad atribuible a la bacteriemia oscila entre un 12% y
25%, así como también se produce un importante incremento del costo de la hospitalizaciónPara los catéteres
periféricos se han reportado tasas de infección entre 0 ( UCI Coronaria, Médica y Quirúrgica) y 2 ( UCI
traumatologica) episodios de bacteriemia relacionada a catéter por 1000 días de utilización de catéter
periférico
La tasa de incidencia y el riesgo potencial estarán en relación con el tipo de catéter, la terapia utilizada, y la
complejidad de los pacientes.
Patogénesis
La patogénesis de las infecciones relacionadas a catéter es compleja y multifactorial.(Figura 1)
Las bacterias pueden llegar al torrente sanguíneo por dos vías principales:
Migración desde la piel en la interfase del catéter hasta el extremo de éste.
Pueden ingresar a la luz interna del catéter a través de la conexión catéter tubuladura (conector) .
En ambos casos los microorganismos llegan al extremo del catéter donde se replican sobre la capa de fibrina
que lo recubre y eventualmente se dispersan al torrente sanguíneo. Maki enfatiza que la superficie externa
del catéter es la principal vía de infección. Entre los más importantes factores determinantes de las IAC se
han identificado los siguientes:
Colonización de la piel como resultado de la migración de microorganismos al sitio de inserción del
catéter y la posterior colonización de la punta.
Colonización del conector del catéter, considerado como el acceso inicial para la contaminación de
la luz interna del catéter, ya que las bacterias pueden migrar desde la conexión y llegar al extremo
del mismo ayudados por mecanismos de defensa del huésped. Esta teoría esta avalada por estudios
realizados en animales , y más recientemente se publicó un estudio clínico en el que se probó un
nuevo diseño de conector de catéter.
Contaminación de los líquidos de infusión y/o transductores que puede ocurrir durante la
manipulación (extrínseca), o durante el proceso de elaboración (intrínseca). Actualmente esta última
es poco frecuente debido a los controles de calidad de los productos. A pesar de ellos, ocurrieron
brotes que se pudieron relacionar con productos que habían pasado un “control de calidad”,
afectando especialmente a pacientes inmunodeprimidos.
Dispersión hematógena de microorganismos desde un sitio alejado como puede ocurrir en un
episodio de bacteriemia.
Colonización de la piel provocada por la dispersión de microorganismos desde otro sitio infectado.
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Material de los catéteres: los de PVC parecen tener el mayor índice de adherencia de
microorganismos en comparación con los de Teflón®, silicona o poliuretano.
Las propiedades intrínsecas de los microorganismos hacen que algunos tengan mas facilidad para
adherirse a los catéteres como por ejemplo, el Staphylococcus coagulasa negativo (SCN),
Acinetobacter calcoaceticus y Pseudomonas aeruginosa. A pesar del desarrollo de materiales
plásticos altamente antiadherentes no se ha podido evitar la adherencia de microorganismos a éstos,
especialmente el SCN es capaz de adherirse a la superficie del catéter formando una capa o película
de Glycocalyx conocida como “Slime”.
Tanto el SCN como la Pseudomonas aeruginosa producen “Slime” que protege al microorganismo de la
acción de los antimicrobianos, interfiere la función de los granulocitos e inhibe la respuesta inmune celular.
También Candida spp en presencia de fluídos que contienen glucosa es capaz de producir "Slime", lo que
explica el incremento de las bacteriemias causadas por este microorganismo entre pacientes que reciben
nutrición parenteral. Aproximadamente el 65% de las IAC se originan en la piel, 30% por contaminación del
sitio de conexión y un 5% por otras vías. Teniendo en cuenta esta distribución, podríamos decir que se
correlaciona con la duración de la cateterización.
Fallas en la aplicación de la técnica adecuada para la inserción y cuidados posteriores que favorecen
el ingreso de microorganismos a las diferentes partes del sistema de infusión y al catéter.
Manos del personal. En general son una de las principales vías de transmisión de infecciones dentro
de las instituciones de salud y si bien la mayor parte de los profesionales lo sabe, aun no se ha
podido lograr la “concientización” de esta práctica.
Figura 1
Fuente: ADECI. Asociación Argentina de Enfermeros de Control de Infecciones.
Normas para el uso de la terapéutica venosa continua. Nro. 17. Vol 4.
Microbiología de las IAC
Los avances tecnológicos de las dos últimas décadas han producido importantes cambios en la distribución
de los microorganismos responsables de las IAC. Durante el período 1986-1989 se registró un importante
incremento de bacteriemia fundamentalmente relacionada a cuatro microorganismos: SCN, Candida sp.,
enterococo, y Staphylococcus aureus, siéndo el SCN causante del 28% de los episodios de bacteriemia
relacionada a catéter reportado al NNISS . Este hecho se puede atribuir a:
1. Utilización cada vez mayor de prótesis y catéteres intravasculares.
2. Mayor sobrevida de los neonatos de bajo peso.
3. Utilización de lípidos para nutrición parenteral en los neonatos de bajo peso.
Profesor adjunto: Dra. María del Carmen Bangher
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4. Reconocimiento del SCN como patógeno intrahospitalario y ya no solo como “comensal”.
Por otra parte, la prevalencia del SCN muestra que tanto las manos del personal de salud, como la flora de la
piel de los pacientes juegan un importante rol en la aparición de IAC.
Entre los cambios ocurridos en la distribución de los microorganismos en el período 1992-1999, el
Staphylococcus coagulasa negativo y el Enterococcus son actualmente los principales agentes causales de
bacteriemia intrahospitalaria. Según datos publicados por el NNIS el 37% de los episodios de bacteriemia
fueron producidos por Staphylococcus coagulasa negativa, el 13% por Staphylococcus aureus, y 13.5% por
Enterococcus con un incremento de este último del 8% en relación al período 1986-1989
Las especies de Candida spp y en particular Candida albicans ha incrementado su frecuencia con respecto a
la década pasada. La proporción global de bacteriemias producidas por hongos se incrementó cinco veces
Tradicionalmente la candidemia se atribuyó a la flora endógena de los pacientes o colonización. Actualmente
se sabe que también puede ser exógena, ocasionada por la contaminación de fluidos, equipos, infección
cruzada y las manos colonizadas del personal de salud.
En las UCI se han incrementado los aislamientos de enterobacterias productoras de Betalactamasas,
especialmente Klebsiella pneumoniae, resistentes no solo a las cefalosporinas sino también a los antibioticos
de amplio espectro.
ESTRATEGIAS PARA LA PREVENCIÓN DE INFECCIONES RELACIONADAS A CATÉTER.
En agosto de 2002 El CDC (Centres for Disease Control and Prevention) y HICPAC (Healthcare Infection
Control Practices Advisory Comité) publicaron las Guías para la Prevención de Infecciones Relacionadas a
Catéteres en las que se encuentran sumarizadas las principales recomendaciones basadas en la evidencia
surgida en los últimos años en relación a este tema.
Las recomendaciones se categorizar de acuerdo al nivel de evidencia disponible, aplicabilidad e impacto
económico de la siguiente forma:
Categoría IA: Es una recomendación o medida de prevención y control fuertemente sustentada en
estudios experimentales, clínicos o epidemiológicos.
Categoría IB: Es una recomendación o medida de prevención y control sustentada solo en algunos
estudios experimentales, clínicos o epidemiológicos y sólidas bases teóricas.
Categoría IC: Medida establecida en el marco de la legislación, normas o estándares vigentes.
Categoría II: Recomendación sugerida, basada en estudios clínicos o epidemiológicos o teoría con
base racional.
Categoría D: No hay recomendaciones al respecto, ya que las prácticas no cuentan con suficiente
evidencia o carecen del consenso necesario para determinar su eficacia.
RECOMENDACIONES GENERALES
1. Educación y entrenamiento al equipo de salud:
A. Educar y entrenar a médicos y enfermeros sobre las indicaciones para el uso de los catéteres
vasculares, procedimiento de inserción y mantenimiento. Las medidas de control de infecciones
deben ser conocidas en detalle por todo el equipo de salud a los efectos de prevenir las infecciones
relacionadas a catéter (IRC). CATEGORÍA IA
B. B. Reforzar la educación y chequear periódicamente el cumplimiento de las recomendaciones para
el manejo de los catéteres de todo el personal que los coloca y manipula. CATEGORÍA IA
C. Procurar una relación enfermera paciente adecuada en las unidades de cuidados intensivos.
CATEGORÍA IB
2. Vigilancia de infecciones relacionadas al catéter (IRC):
A. Inspeccionar visualmente o por palpación el sitio de inserción a través de la curación para observar
signos de flebitis o infección como inflamación o dolor. Si fuera necesario retirar la curación para
examinar el sitio. CATEGORÍA IB
B. Estandarizar el modo de registrar la fecha de colocación y curación del catéter. CATEGORÍA II
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C. No realizar en forma rutinaria cultivos de vigilancia de punta de catéter a menos que haya signos o
síntomas de infección. CATEGORÍA IA
D. Educar al paciente para que ante la aparición de dolor o cambios en el sitio de colocación, lo
notifique rápidamente. CATEGORÍA II
3. Lavado de manos:
A. Lavar las manos antes y después de palpar, insertar o curar un acceso vascular usando jabón
antiséptico o gel alcohólico. CATEGORÍA IA
B. El uso de guantes no elimina la necesidad de lavarse las manos. CATEGORÍA IA
4. Técnica aséptica y precauciones de barrera durante la colocación y cuidado de los CVP:
A. Usar técnica aséptica para la colocación y cuidados de los catéteres. CATEGORÍA IA
B. Usar guantes de látex no estériles o estériles cuando se coloca un catéter, a los efectos de prevenir la
contaminación con sangre hacia el personal (Precauciones Estándares). CATEGORÍA IC
C. Utilizar guantes no estériles para la inserción de catéteres periféricos si se puede aplicar técnica
aséptica (no volver a palpar el sitio a punzar luego de haber efectuado antisepsia de la piel). Los
guantes estériles se deben usar para la colocación de catéteres arteriales y centrales. CATEGORÍA
IA
D. Colocarse guantes estériles o no estériles para cambiar la curación de un acceso vascular.
CATEGORÍA IC
E. No efectuar de rutina canalización de arteria o vena como método para la colocación de los catéteres.
CATEGORÍA IA
5. Cuidado del sitio de inserción del catéter:
Antisepsia de la piel
A. Desinfectar la piel antes de la inserción del catéter y en la curación, con una preparación que
contenga clorhexidina al 2% de preferencia, o alternativamente con iodopovidona al 10% o alcohol
al 70%. CATEGORÍA IA
B. Dejar que el antiséptico actúe (la piel debe estar seca), antes de la inserción. Para la iodopovidona,
dejar actuar sobre la piel por lo menos 2 minutos o mas si no se ha secado antes de efectuar la
punción. CATEGORÍA IB
C. No colocar solventes orgánicos ( acetona, éter) en la piel previo a la punción ni durante las
curaciones. CATEGORÍA IB
D. No hay recomendación para el uso de clorhexidina en niños menores de 2 meses. CATEGORÍA D
Régimen de curación
A. La curación del catéter se puede realizar con gasa y tela adhesiva, o apósito transparente estéril.
CATEGORÍA IA
B. Si el paciente tiene diaforesis o sangra el sitio de punción, será preferible realizar la curación con
gasa y tela adhesiva ya que el apósito transparente no puede absorber el líquido. CATEGORÍA II
C. Reemplazar la curación cuando la misma se observa sucia, mojada o despegada. CATEGORÍA IB
D. La frecuencia de recambio de curaciones se debe determinar teniendo en cuenta las necesidades de
cada paciente. Se deben realizar por lo menos una vez por semana si se usa apósito transparente y
cada dos días en caso de gasa y tela adhesiva. CATEGORÍA II
E. No utilizar cremas con antibióticos en el sitio de punción ya que pueden favorecer las infecciones
fúngicas y resistencia antimicrobiana. CATEGORÍA IA
F. Evitar sumergir el catéter. El paciente se podrá duchar colocando un protector impermeable que
cubra el sitio de inserción y las conexiones. CATEGORÍA II
G. Los catéteres centrales tunelizados pueden dejarse sin curación una vez que ha cicatrizado.
CATEGORÍA II
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6. Selección y cambio de los accesos vasculares:
A. Seleccionar un catéter con el menor riesgo relativo de complicaciones (infección VS no infección) y
el menor costo, eligiendo el catéter apropiado de acuerdo al tiempo de duración de la terapia
intravenosa. CATEGORÍA IA
B. Retirar el acceso vascular tan pronto como el paciente no lo necesite. CATEGORÍA IA
C. No recambiar rutinariamente los catéteres venosos o arteriales con el propósito de reducir la
incidencia de infecciones. CATEGORÍA IB
D. Cambiar los catéteres colocados en situaciones de emergencia, cuando no se respetó la técnica
aséptica, dentro de las 48 hs. CATEGORÍA II
E. Realizar evaluación clínico para determinar si es necesario cambiar un catéter. No recambiarlos
rutinariamente en pacientes que presentan fiebre sin otros signos y síntomas ni en pacientes con
bacteriemia o funguemia en los que es improbable que la causa sea el catéter. CATEGORÍA II
F. Recambiar los CVC de corta permanencia en caso de observar secreción purulenta en el sitio de
inserción. CATEGORÍA IB
G. Efectuar recambio de los CVP por lo menos cada 72-96 hs en pacientes adultos para prevenir la
aparición de flebitis. En pacientes pediátricos los CVP se podrán dejar colocados hasta finalizar la
terapia IV , recambiarlos solo en caso de complicaciones (flebitis, infiltración). CATEGORÍA IB
H. Recambiar todos los CVC si el paciente presenta inestabilidad hemodinámica y se sospecha BRC.
CATEGORÍA II
I. No efectuar recambio con guía en pacientes con sospecha de IAC. CATEGORÍA IB
7. Reemplazo del sistema de administración , sistemas cerrados y fluidos parenterales:
Sistema de administración
A. Cambiar las guías de infusión incluyendo las usadas en paralelo, las llaves de tres vías y/o cualquier
tipo de conectores, no antes de 72 horas a menos que se sospeche o confirme BRC. Las soluciones
en paralelo no deben colocarse con una aguja como conector. Utilizar llaves de tres vías u otro tipo
de conector cerrado. CATEGORÍA IA.
B. Los tubuladuras usadas para administrar sangre, productos de la sangre o nutrición parenteral que
contenga emulsiones lipídicas se deben reemplazar dentro de las 24 horas de iniciada la infusión.
CATEGORÍA IB
C. Si se administra solución dextrosa y aminoácidos ( sin lípidos) la tubuladura se puede recambiar
cada 72 hs. CATEGORÍA II
D. Las tubuladuras usadas para infusiones de propofol se deben recambiar cada 6-12 hs dependiendo de
las recomendaciones del fabricante. CATEGORÍA IA
Sistemas cerrados de administración
A. Recambiar los conectores del sistema cerrado con la misma frecuencia que el set de administración.
CATEGORIA II
B. El cambio de tapones se debe realizar no antes de las 72 hs o de acuerdo a necesidad o a lo
recomendado por el fabricante. CATEGORIA II
C. Todos los componentes del sistema deben ser compatibles para evitar desconexiones. CATEGORIA
II
D. Minimizar el riesgo de contaminación mediante limpieza de los conectores con solución antiséptica
antes de acceder al sistema y hacerlo solo con accesorios estériles. CATEGORIAIB
Fluidos parenterales
A. Completar la infusión de soluciones que contienen lípidos dentro de las 24 hs. CATEGORÍA IB
B. Completar la infusión de emulsiones lipídicas solas dentro de las 12 hs de colocada. CATEGORÍA
IB
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C. La administración de sangre o productos derivados se debe completar dentro de las 4 hs de colocada.
CATEGORÍA II
D. No hay recomendación sobre el tiempo de uso de otras soluciones parenterales. CATEGORÍA D
8. Administración de medicación por tubuladura:
A. Limpiar el sitio de acceso al sistema ( tapón de goma o llave de 3 vías), con alcohol al 70% o
iodopovidona al 10% antes de acceder al sistema. CATEGORÍA IA
B. Mantener siempre colocados los tapones cuando no se usen los sitios de acceso. CATEGORÍA IB
9. Preparación de mezclas parenterales:
A. Preparar las mezclas de fluidos intravenosos en la farmacia bajo campana de flujo laminar usando
técnica aséptica. CATEGORÍA IB
B. No usar frascos de fluidos parenterales que presenten turbidez, roturas, partículas de materia extraña
o con fecha de vencimiento pasada. CATEGORÍA IB
C. Usar medicación y/o aditivos de frascos de dosis única si es posible. CATEGORÍA II
D. No guardar sobrantes de frascos ampolla de dosis única para uso posterior. CATEGORÍA IA
E. Si se utilizan frascos multidosis con tapón de goma:
i. Si las multidosis están envasadas en frasco ampolla, se debe limpiar el tapón de goma con alcohol
al 70% o iodopovidona al 10% cada vez que se accede al mismo. CATEGORÍA IA
ii. Refrigerar los frascos de multidosis después que fueron abiertos, si el fabricante no indica lo
contrario. CATEGORÍA II
iii. Utilizar elementos estériles cada vez que se accede a un frasco de multidosis, evitando la
contaminación antes de penetrar el tapón de goma. CATEGORÍA IA
iv. Descartar los frascos de multidosis si por alguna razón no se ha respetado la técnica aséptica, se
sospecha contaminación o cuando se alcanzó la fecha de vencimiento que figura en el envase.
CATEGORÍA IA
10. Filtros en las guías de infusión:
A. No utilizar filtros entre la guía de infusión y los frascos de soluciones parenterales con el fin de
prevenir infecciones. CATEGORÍA IA
11. Profilaxis antimicrobiana:
A-No administrar antimicrobianos intranasales o sistémicos en forma rutinaria antes de la colocación de un
catéter para prevenir la colonización o bacteriemia asociada a catéter. CATEGORÍA IA
12. Personal especializado para el manejo de catéteres
A. Designar personal especialmente entrenado para la colocación y cuidados de los accesos vasculares.
CATEGORÍA IA
CATÉTERES VENOSOS PERIFÉRICOS EN PACIENTES ADULTOS Y PEDIÁTRICOS (CVP):
Selección del catéter:
A. Se debe tener en cuenta el propósito y la duración en uso que se pretende para seleccionar un catéter
de acuerdo al menor riesgo (infiltración, flebitis). CATEGORÍA IB
B. No se deben utilizar agujas de metal para la administración de fluidos y medicación que pueden
causar necrosis de tejidos. CATEGORÍA IA
C. Usar catéter PICC si se espera que la terapia intravenosa tenga una duración mayor a 6 días.
CATEGORÍA IB
1. Selección del sitio de inserción:
1. En pacientes adultos utilizar extremidades superiores como sitio de preferencia. CATEGORÍA IA
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2. En pacientes pediátricos, insertar los catéteres en las manos, dorso de pies o cabeza. CATEGORÍA
II
3. Cambio de los CVP:
A. Evaluar el sitio de inserción diariamente. Si se utiliza curación transparente palpar a través de la
misma en busca de signos de dolor o inflamación. Las curaciones oclusivas se deben remover si el
paciente presenta dolor local o signos clínicos de infección, para efectuar inspección visual.
CATEGORÍA II
B. Cambiar el CVP cuando el paciente presente signos de flebitis( dolor, enrojecimiento, calor o cordón
venoso palpable). CATEGORÍA IB
C. En pacientes adultos recambiar los CVP cada 72-96 hs con el fin de reducir el riesgo de flebitis. En
pacientes con dificultad para los nuevos accesos y que no presentan signos ni síntomas, el catéter se
podrá dejar por mas tiempo con estricto control del sitio de inserción. CATEGORÍA IB.
D. En pacientes pediátricos los catéteres podrán permanecer colocados hasta finalizar la terapia IV, a
menos que surja algún tipo de complicación (flebitis, infiltración, signos de infección).
CATEGORÍA IB
4. Cuidado del sitio de inserción y de los CVP:
A. No aplicar en forma rutinaria cremas antimicrobianas sobre el sitio de inserción. CATEGORÍA IA
CATÉTERES VENOSOS CENTRALES, PICCs, HEMODIALISIS Y ARTERIAL PULMONAR
(SWAN-GANZ) EN PACIENTES ADULTOS Y PEDIÁTRICOS.
1. Vigilancia
A. Desarrollar un sistema de vigilancia de IRC para determinar las tasas de infección específica
asociadas a ese procedimiento. CATEGORÍA IA.
B. Expresar las tasas como el número de IRC por 1000 días/catéter en pacientes adultos y pediátricos y
en neonatología estratificar por peso de nacimiento para facilitar la comparación con datos
internacionales. CATEGORÍA IB.
2. Principios Generales
A. Usar catéteres de simple luz, a menos que sea indispensable uno de múltiples luces, para el
tratamiento del paciente. CATEGORÍA IB
B. Usar catéteres venosos centrales (CVC) impregnados con antimicrobianos o antisépticos en adultos,
solo si el tiempo de permanencia del mismo se espera sea > a 5 días y si a pesar de haber
implementado estrategias para reducir la incidencia de BRC ( educación y entrenamiento del
personal, uso de barreras máximas para la colocación, preparación de la piel con clorhexidina al
2%), no se ha logrado una tasa dentro de valores reportados por organismos internacionales.
CATEGORÍA IB
C. No hay recomendación en cuanto al uso de catéteres impregnados con antimicrobianos en niños.
CATEGORÍA D
D. Usar accesos totalmente implantables en los pacientes que van a requerir terapia IV intermitente por
períodos prolongados. En pacientes que requieran acceso frecuente y continuo se prefiere el uso de
PIC o catéter tunelizado. CATEGORÍA II
E. Usar catéteres de hemodiálisis con CUFF si su permanencia va a ser > a 3 semanas. CATEGORÍA
IB
F. Usar catéteres de hemodiálisis fistulizados para diálisis permanente. CATEGORÍA IB
G. Colocar iodopovidona crema en el sitio de punción luego de la colocación del catéter y al finalizar
la diálisis si no está contraindicado por el fabricante del catéter. CATEGORÍA II
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H. Usar los catéteres de hemodiálisis sólo para ése propósito. Otros usos como la administración de
I.
sangre, fluidos o alimentación parenteral deben quedar reservados para cuando no hay posibilidad de
usar otros accesos vasculares. CATEGORÍA II
Designar personal con entrenamiento y competencia en la técnica de inserción de catéteres para
supervisar el procedimiento. CATEGORÍA IA
5. Selección del sitio de inserción:
A. Considerar los riesgos y beneficios de colocar un acceso vascular según las recomendaciones para
reducir el riesgo de infección y los riesgos de complicaciones mecánicas. (como neumotórax en la
punción de arteria subclavia, laceración de la vena subclavia, hemotórax, trombosis, etc.).
CATEGORÍA IA
B. Usar de preferencia la vena subclavia a yugular o femoral como sitio de inserción de un catéter
central no tunelizado en pacientes adultos. CATEGORÍA IA
C. No hay recomendaciones para seleccionar el sitio de inserción de un CVC no tunelizado para
disminuir el riesgo de infección. CATEGORÍA D
D. Preferir el acceso yugular o femoral al subclavio para hemodiálisis y féresis con el fin de evitar
estenosis de las venas. CATEGORÍA IA
6. Precauciones de barrera durante la colocación:
A. Usar técnica estéril para la colocación de éstos catéteres que incluye camisolín estéril, guantes
estériles, gorro, barbijo que cubra boca y nariz y amplios campos estériles. A esto se llama máxima
barrera de prevención. CATEGORÍA IA
B. Usar funda estéril para proteger el catéteres de Swan-Ganz durante la colocación. CATEGORÍA IA
7. Frecuencia de recambio:
A. No cambiar los catéteres venosos centrales, PICCs, de hemodiálisis o de arteria pulmonar
rutinariamente para prevenir las infecciones asociadas al catéter. CATEGORÍA IB
B. No retirar los CVCs o PICCs solo ante la presencia de fiebre. Utilizar criterios clínicos para
establecer la necesidad de retirar el catéter en caso de evidencias de infección o si se sospecha que la
causa de fiebre es no infecciosa. CATEGORÍA II
C. No realizar en forma rutinaria el recambio con guía en los catéteres no tunelizados para disminuir el
riesgo de infección. CATEGORÍA IB
D. Usar guía de alambre para el cambio de los catéteres no tunelizados con mal funcionamiento,
siempre que no haya evidencia de infección. CATEGORÍA IB
E. Colocarse un nuevo par de guantes estériles antes de manipular el nuevo catéter al efectuar el
cambio con guía. CATEGORÍA II
8. Cuidado del catéter y del sitio de inserción:
A. Si el catéter es de más de un lúmen, seleccionar uno exclusivamente para la administración de la
alimentación parenteral. CATEGORÍA II
B. No usar de rutina antibióticos intraluminales como medida para prevenir BRC. Usarlos solamente si
están indicados para el tratamiento de BRC en pacientes con catéteres con CUFF, tunelizados o
portales con historia de BRC. CATEGORÍA II
C. Reemplazar la curación cuando se observa sucia, mojada o despegada y cuando se requiere
observar el sitio de inserción. CATEGORÍA IA.
D. En los CVC de corta permanencia efectuar el recambio de curación cada 2 días si utiliza gasa y por
lo menos cada 7 días si utiliza apósito transparente. En pacientes pediátricos evaluar si es mayor el
riesgo de perder el acceso venoso que el beneficio de cambiar la curación. CATEGORÍA IB
E. En los catéteres tunelizados o implantables, recambiar la curación una vez por semana hasta la
cicatrización. CATEGORÍA IB
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F. No hay recomendación en relación a el uso de apósitos para curación impregnados con clorhexidina
como medida para disminuir la incidencia de infecciones. CATEGORÍA D
G. No usar para la curación apósitos embebidos con gluconato de clorhexidina en neonatos < 7días o
de edad gestacional < 26 semanas. CATEGORÏA II
H. Verificar la compatibilidad entre el material del catéter y el usado para la curación de este.
CATEGORIA IB
CATÉTERES ARTERIALES PERIFÉRICOS Y SISTEMA DE MEDICIÓN DE PRESIONES EN
PACIENTES ADULTOS Y PEDIÁTRICOS.
A. Usar trasductores descartables. CATEGORÍA IB
B. Preferir trasductores descartables a los reusables. CATEGORÍA IB
C. No efectuar recambio rutinario de los catéteres arteriales periféricos para evitar infecciones
asociadas al catéter. CATEGORÍA II
D. Reemplazar los trasductores descartables o reusables cada cuatro días incluyendo todos los
componentes del sistema como guías de infusión y soluciones de heparinización al mismo tiempo.
CATEGORÍA IB
E. Mantener estériles todos los componentes del sistema del monitoreo de presión. CATEGORÍA 1A
F. Minimizar el número de manipulaciones y aperturas al sistema de monitoreo, usando un sistema de
medición de presiones cerrado (ej. Flush continuo) en lugar de sistemas abiertos manejarlos con
técnica aséptica. CATEGORÍA II
G. Efectuar desinfección con alcohol al 70% o iodopovidona solución de los tapones de goma y llaves
de 3 vías antes de acceder al sistema de medición de presiones. CATEGORÍA IB
H. No administrar fluidos que contienen dextrosa o nutrición parenteral a través del sistema de
medición de presiones. CATEGORIA IA
I. Esterilizar los trasductores reusables entre diferentes pacientes si no es factible el uso de
descartables. CATEGORÍA IA
CATÉTERES UMBILICALES:
A. Retirar y no recolocar el catéter arterial umbilical en caso de aparecer signos de BRC, insuficiencia
vascular o trombosis. CATEGORÍA II
B. Retirar y no recolocar el catéter venoso umbilical en caso de aparecer signos de BRC o trombosis.
CATEGORÍA II
C. Cambiar los catéteres venosos umbilicales solo en caso de mal funcionamiento. CATEGORÍA II
D. Limpiar el sitio de inserción con alcohol 70% o iodopovidona antes de colocar el catéter, no tintura
de yodo por efecto nocivo que puede producir en la tiroides de los neonatos. Se pueden usar otros
productos que contienen yodo, como la iodopovidona. CATEGORÍA IB
E. No utilizar cremas antimicrobianas en el sitio de inserción del catéter ya que puede favorecer las
infecciones fúngicas y la resistencia antimicrobiana. CATEGORÍA IA
F. Retirar tan pronto como sea posible el catéter arterial umbilical o en caso de que aparezcan signos
de insuficiencia vascular en las extremidades inferiores.No deben permanecer colocados por mas de
5 días. CATEGORÍA II
G. Retirar tan pronto como sea posible el catéter venoso umbilical. Puede ser utilizado hasta 14 días si
se lo manipula en forma aséptica. CATEGORÍA II
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Tipo de catéter o dispositivo
intravascular
Catéter o dispositivo intravascular
Curación
Tubuladuras
Fluidos parenterales
catéter venoso periférico
48-72 hs= adultos
24 hs= Colocado en emergencia
cuando se reemplaza el catéter o con
curación= sucia, húmeda, desplazada
72 hs= no lípidos
24 hs=en caso de sangre, derivados,
lípidos
solución no lipídidica= 24 hs
Nutrición parenteral total= 24 hs
lípidos solos= 12 hs
catéter de línea media
Si hay complicaciones mecánicas o
infecciosas, presuntas o
documentadas.
cuando se reemplaza el catéter o con
curación= sucia, húmeda, desplazada
72 hs= no lípidos
24 hs=en caso de sangre, derivados,
lípidos
solucion no lipididica= 24 hs
Nutricion parenteral total= 24 hs
lipidos solos= 12 hs
catéter arterial periférico
4 dias= adultos
cuando se reemplaza el catéter o con
curación= sucia, húmeda, desplazada
cuando se reemplaza transductor
cuando se reemplaza transductor
catéter venoso central
Si hay complicaciones mecanicas o
infecciosas, presuntas o
documentadas.
cuando se reemplaza el catéter o con
curación= sucia, húmeda, desplazada
72 hs= no lípidos
24 hs=en caso de sangre, derivados,
lípidos
solucion no lipididica= 24 hs
Nutricion parenteral total= 24 hs
lipidos solos= 12 hs
catéter venoso central insertado
periférico
Si hay complicaciones mecanicas o
infecciosas, presuntas o
documentadas.
cuando se reemplaza el catéter o con
curación= sucia, húmeda, desplazada
72 hs= no lípidos
24 hs=en caso de sangre, derivados,
lípidos
solucion no lipididica= 24 hs
Nutricion parenteral total= 24 hs
lipidos solos= 12 hs
Catéter arterial central
5 dias= catéter/ introductor
Al reemplazar el catéter o curación=
sucia, húmeda,
72 hs= no lípidos
24 hs
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